estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante,...

8
:: Año 12, núm. 15, noviembre 2009 :: www.tiempouniversitario.buap.mx Ejemplar gratuito L a nota distintiva del cacicazgo avilacamachis- ta (1929-1973), fue el proyecto y la puesta en marcha de una nueva organización política, que, inspirada tras bambalinas y de manera pragmática en la doctrina social de la iglesia católica, no sólo sustituyese el orden político liberal y diera respuesta al comunismo, sino también garantizara el orden social, luego de la prolongada experiencia re- volucionaria. Fue también en aras de estos supuestos propósitos que, aliado en un principio con la derecha radical, doblegó todas las fuerzas, los grupos y las tendencias centrífugas. Es precisamente en este con- texto que se ubica la transformación del Colegio del Estado en Universidad y la vida activa de la misma, pero también la historia de aquellos proyectos que fructificaron. En Puebla, la primera escuela secundaria públi- ca abrió sus puertas a finales de 1935 con un plan de estudios elaborado por la SEP, una planta de 71 maestros y 457 alumnos, la mayoría provenientes del Colegio del Estado. 1 Es indicativo el nombre del nuevo establecimiento: Venustiano Carranza. Aun aquí se vindicaban las ideas derechistas de la Confe- deración de Escuelas Particulares, la Unión Nacional de Padres de Familia y la Asociación Nacional Pro- libertad de Enseñanza, no la educación socialista que el PNR impulsaba por esa época. Ante la escasa influencia de los profesores y estu- diantes “revolucionarios” en el Colegio del Estado, éstos gustosos se sumaron al proyecto de la escuela Secundaria, apoyando a su nuevo director y amigo, Manuel Cano Manzano después eminente anatomis- ta en la escuela de Medicina de la propia Universi- dad. Estudiantes socialistas como J. Ramón Palacios, Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 Por Jesús Márquez Carrillo Esteban González Mejía, Saturnino Téllez, Manuel Popoca, Julio Glockner, Antonio Sáenz de Miera, Gabriel y Enrique Aguirre Carrasco y Alfonso Her- moso, impulsaron con sus propios bríos la nueva ins- titución educativa y la creyeron parte importante de las transformaciones por venir. 2 Sin embargo, a tono con lo que estaba ocurriendo en el ámbito regio- nal, nunca prosperaron. En la Universidad, creada en 1937, se fortalecieron los grupos de derecha y se marginó a las izquierdas. Ello no quiere decir que en el avilacamachismo, dentro de ciertos y estrechos límites, estuviese can- celada la crítica y la disidencia, si esta mostraba su escasa peligrosidad; al contrario eventos aislados podían concebirse y ser garantía de “espacios de- mocráticos”. Así, un médico recién egresado de la 1 Maldonado, 1933-1937, 4 años de gobierno revolucionario, p. 125. Para entonces había en el país 164 escuelas y 25, 358 estudiantes. 2 Márquez Carrillo, Cátedra en vilo, 1992, pp.101-102. FOTOGRAFÍA de la clausura del Colegio Teresiano. Foto tomada del libro: Historia Compendiada del Estado de Puebla. Cordero y Torres Enrique, tomo III, p. 120.

Upload: vocong

Post on 08-Oct-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

G a c e t a H i s t ó r i c a d e l a B U A P [1]

A r c h i v o H i s t ó r i c o U n i v e r s i t a r i o

:: Año 12, núm. 15, noviembre 2009 :: www.tiempouniversitario.buap.mx Ejemplar gratuito

La nota distintiva del cacicazgo avilacamachis-ta (1929-1973), fue el proyecto y la puesta en

marcha de una nueva organización política, que, inspirada tras bambalinas y de manera

pragmática en la doctrina social de la iglesia católica, no sólo sustituyese el orden político liberal y diera respuesta al comunismo, sino también garantizara el orden social, luego de la prolongada experiencia re-volucionaria. Fue también en aras de estos supuestos propósitos que, aliado en un principio con la derecha radical, doblegó todas las fuerzas, los grupos y las tendencias centrífugas. Es precisamente en este con-texto que se ubica la transformación del Colegio del Estado en Universidad y la vida activa de la misma, pero también la historia de aquellos proyectos que fructificaron.

En Puebla, la primera escuela secundaria públi-ca abrió sus puertas a finales de 1935 con un plan de estudios elaborado por la sep, una planta de 71 maestros y 457 alumnos, la mayoría provenientes del Colegio del Estado.1 Es indicativo el nombre del nuevo establecimiento: Venustiano Carranza. Aun aquí se vindicaban las ideas derechistas de la Confe-deración de Escuelas Particulares, la Unión Nacional de Padres de Familia y la Asociación Nacional Pro-libertad de Enseñanza, no la educación socialista que el pnr impulsaba por esa época.

Ante la escasa influencia de los profesores y estu-diantes “revolucionarios” en el Colegio del Estado, éstos gustosos se sumaron al proyecto de la escuela Secundaria, apoyando a su nuevo director y amigo, Manuel Cano Manzano después eminente anatomis-ta en la escuela de Medicina de la propia Universi-dad. Estudiantes socialistas como J. Ramón Palacios,

Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940

Por Jesús Márquez Carrillo

Esteban González Mejía, Saturnino Téllez, Manuel Popoca, Julio Glockner, Antonio Sáenz de Miera, Gabriel y Enrique Aguirre Carrasco y Alfonso Her-moso, impulsaron con sus propios bríos la nueva ins-titución educativa y la creyeron parte importante de las transformaciones por venir.2 Sin embargo, a tono con lo que estaba ocurriendo en el ámbito regio-nal, nunca prosperaron. En la Universidad, creada en 1937, se fortalecieron los grupos de derecha y se marginó a las izquierdas.

Ello no quiere decir que en el avilacamachismo, dentro de ciertos y estrechos límites, estuviese can-celada la crítica y la disidencia, si esta mostraba su escasa peligrosidad; al contrario eventos aislados podían concebirse y ser garantía de “espacios de-mocráticos”. Así, un médico recién egresado de la

1 Maldonado, 1933-1937, 4 años de gobierno revolucionario, p. 125. Para entonces había en el país 164 escuelas y 25, 358 estudiantes.2 Márquez Carrillo, Cátedra en vilo, 1992, pp.101-102.

FOTOGRAFÍA de la clausura del Colegio Teresiano. Foto tomada del libro: Historia Compendiada del Estado de Puebla. Cordero y Torres Enrique, tomo III, p. 120.

Page 2: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

Universidad —y después rector de facto en 1961— podía indicar, en 1939, que esta institución no había dejado de ser mera pala-brería, poca observación y escasa experiencia.3 Otro estudiante re-conocería que los defectos que ha-bían dado origen a la institución continuaban sin subsanarse: “las facultades eran las mismas del antiguo Colegio del Estado; en la orientación de la enseñanza esta-ba ausente el menor esfuerzo por parte de las autoridades universi-tarias para cumplir con la consti-tución; respecto a los problemas de la gran masa trabajadora, eran desatendidos por la Universidad y, en lo referente al Servicio Social y Extensión Universitaria se sus-tentaba la antigua estructura que impedía acercar la Universidad al Pueblo y el Pueblo a la Universi-dad”.4 En 1940 un militante de la Confederación de Jóvenes Mexi-canos, expresaría que mientras las instituciones de educación priva-

das habían ajustado su marcha al artículo 3º en el mismo plano que otras instituciones del Estado, la “Universidad de Puebla substraí-da indebidamente a la vigencia de ese artículo constitucional, es la única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

Con la venía del gobierno lo-cal y contra los principios consti-tucionales de la federación —que garantizaban la educación lai-ca—, entre los estudiantes y los maestros de la Universidad se-guían predominando los grupos de derecha y no había decaído en las aulas la influencia del teólogo y filósofo español Jaime Balmes (1810-1848), el “defensor genial de los principios católicos, tanto en el terreno de la filosofía como en el de las cuestiones políticas y sociales”. El estudio de Henri Bergson (1959-1941), la filosofía tomista en sus fuentes, el neokan-tismo o el materialismo histórico y dialéctico, creado por Georgi Plejánov (1856-1918) y difundido por el stalinismo, a través de ma-nuales y libros que llegaban de Es-paña y Argentina, era cosas muy raras y se estudiaban en la casa o con los amigos.6

Así pues, como pese a sus pro-pósitos iniciales, la Universidad no había experimentado profun-dos cambios en su orientación política y menos en el orden aca-démico, los estudiantes socialis-tas pidieron al presidente de la República Lázaro Cárdenas y al gobernador del Estado Máximi-no Ávila Camacho el envío de los más sobresalientes intelectuales

3 Julio Glockner “La universidad buena y la mala”, en La Opinión. (7/I/1939), p. 2. 4 “Censurable realidad universitaria”, en Guía. Puebla. T. I, núm. 1, agosto 1939, pp. 12–13. 5 Saturnino Téllez, “La Universidad único factor pasivo en el balance de labor gubernamental”, en Puebla en Marcha, núm.10, 1940, p. 2.6 Entrevista Jesús Márquez/Horacio Labastida (25/III/1994); Entrevista Jesús Márquez/Saturnino Téllez. Puebla (22/VI/1993); Jesús Márquez/Manuel Lara y Parra (5/III/1986). Así llama Grabmann a Balmes, 1946, 342-343.7 “Los estudiantes socialistas piden milicianos”, en Diario de Puebla (15/VI/1939), p. 1. Entre los trasterrados que se asentaron por su cuenta en Puebla, hacia 1939-1941, son de citarse los ingenieros militares José Fernández Lerena y José Sánchez Rodríguez, en la escuela preparatoria, y el fisiólogo Rosendo Carrasco Formiguera, en la escuela de medicina. Testimonio de Guillermo Ruiz Reyes como estudiante (9/XI/1995). http://www.consejouniversitario.buap.mx/actas/1995/Quinta_sesion_solemne,9_noviembre_1995.pdf8 Márquez Carrillo, 1992, pp. 101-102.

españoles refugiados para ejercer sus cátedras en la Universidad. De esta manera, decían, se les “dará trabajo y lucharán por la justicia social”, una asignatura pendien-te a todas luces.7 Pero la petición fue desoída, como otras enviadas a Cárdenas en 1937 y 1938 para transformar la vida académica de la Universidad y el entorno políti-co del estado, pese al respaldo —o quizá por eso— de la Confedera-ción de Estudiantes Socialistas de México, el Partido Comunista, el movimiento magisterial pobla-no y los campesinos de la región Atlixco-Matamoros.8

En los intersticios del poder, sin embargo, se mantuvo el gru-po de estudiantes socialistas, apo-yado y hasta confundido con las logias juveniles de la llamada Aso-ciación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad (ajef) (1929), origen del Bloque Único de Estudiantes Socialistas (1935). Sus relaciones

WENCESLAO Macip.

ANTONIO Saenz de Miera.

[2]

Page 3: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

G a c e t a H i s t ó r i c a d e l a B U A P [3]

A r c h i v o H i s t ó r i c o U n i v e r s i t a r i o

con Vicente Lombardo Toledano, Natalio Vázquez Pallares y con la sociedad poblana, pero tam-bién gracias al acuerdo con que se llevó a cabo la unificación es-tudiantil en 1939, le permitieron a este grupo sobrevivir y, aún más mantener en sus manos, por un breve tiempo el Instituto Obrero, dependiente de la Universidad y, hasta los años cincuenta, la secun-daria nocturna para trabajadores. Esta es la historia:

Influidos por la Reforma Uni-versitaria de Córdoba y el movi-miento cultural que encabezaba José Vasconcelos en la sep, des-de 1921 se había constituido en el Colegio del Estado un grupo estudiantil socialista, dirigido por Leonides Andrew Almazán, Gonzalo Bautista Castillo —que por apoyar la rebelión de Agua Prieta era diputado local, junto con Wenseslao Macip—, Alber-to Pérez Peña, Julio Palma y Ar-

turo Vendrell. Este conjunto fue responsable de llevar a cabo el ii Congreso Nacional de Estudian-tes (30/IX/1921), cuyos acuerdos principales se refirieron a la nece-sidad de integrar a los trabajado-res del campo y la ciudad al pro-ceso revolucionario, mediante la participación política y activa de los estudiantes, así como trans-formar los planes y programas de estudios hacia una orientación socialista. Y, con este mismo pro-pósito, el Congreso determinó la creación de escuelas nocturnas para obreros, atendidas por los estudiantes y la formación de sin-dicatos socialistas, cooperativas y centros recreativos populares.9

Nace la Universidad del ObreroEn esta tesitura, durante el go-bierno provisional (19/XII/1923-25/iii/1924) de Vicente Lombardo Toledano (1894-1968), en premio por haber combatido a la rebelión

9 “Intervendrá el Presidente en la huelga de estudiantes”, en Diario de Puebla (26/V/1950), p. 1; Pacheco Calvo, 1980, pp. 24-26; Márquez Carrillo, 1992, pp. 97-9810 Henríquez Ureña, 1969, p. 69; “Panorama estudiantil”, en Puebla. Revista quincenal de estudios sociales e ideas de interés general. Puebla, t. 1. No. 1, (15/III/1924), p. 13. “La Dirección General de Educación, de la ciudad de Puebla, comunica que ha fundado la ‘Universidad del Obrero’”, en Diario de los Debates de la Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos. Periodo Ordinario, xxx Legislatura, año II, tomo III, núm. 46. Sesión: 7/IV/1924).http://cronica.diputados.gob.mx/DDebates/30/2do/CPerma/19240407.html.En Teziutlán también hubo intentos de llevar a cabo una Universidad similar, pero posiblemente otras tareas reclamaron más la atención de es-tudiantes y personas interesadas en realizarla, dado que desde 1918 se trataba de organizar a campesinos, obreros metalúrgicos y artesanos. Krauze, 1976, pp. 79–80. Entrevista Jesús Marquez/Rafael Campos (23/VI/1982).

De la huertista, se abrieron varias escuelas y centros de capacitación agrícola. Asimismo, los estudian-tes se organizaron con el propósi-to de activarse en la vida social y —a partir de la formación de so-ciedades estudiantiles—, un gru-po del Colegio del Estado, con el apoyo de la Dirección General de Educación —en manos del desta-cado intelectual krausista Pedro Henríquez Ureña—, estableció en Puebla la Universidad del Obrero. En ésta se impartieron conferen-cias, cursos de educación rudi-mentaria, talleres y cursos sobre cuestiones sociales, siguiendo el modelo impulsado por el Ateneo de la Juventud, en 1912, para la Universidad Nacional de México, cuyo principal promotor había sido el propio Henríquez Ureña.10

Sin embargo, a los pocos años, la Universidad del Obrero comen-zó a menguar. En 1928, el Depar-tamento de Enseñanza Técnica, GONZALO Bautista Castillo.

ALFONSO Meneses González. HÉCTOR Labastida Muñoz.

Page 4: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

Industrial y Comercial de México eliminó los cursos de primaria im-partidos en el ahora llamado Cen-tro Obrero de Puebla o Centro Obrero Industrial de Puebla, que en 1936 contaba con 314 alum-nos. Al crearse el Instituto Poli-técnico Nacional (1/I/1936), éste se propuso agrupar a las escuelas técnicas de la época y, es así como el Centro cambia de orientación, se transforma en escuela prevoca-cional, con el objetivo de formar técnicos y profesionales altamente preparados para las necesidades de la industria.11

Ante la carencia de un espacio para formar política y socialmente a los obreros y artesanos, puesto que el Centro Obrero Industrial pasaba a depender del Politécnico y en él no podrían seguirse tareas ideológicas (cursos, conferencias, talleres libres), debido a los diver-sos fines que ahora perseguía la prevocacional y los escasos restos de la Universidad del Obrero, los estudiantes socialistas se reunie-ron y pusieron en marcha el Ins-tituto de Ciencias Sociales para Trabajadores, el llamado Institu-to Obrero en la Ley Orgánica de 1937. Para ello, contaron con el apoyo de varias organizaciones obreras, campesinas y estudian-tiles y de los líderes Natalio Váz-quez Pallares y Vicente Lombardo Toledano, quienes intervinieron ante Lázaro Cárdenas; pero igual, hubo la asentimiento del goberna-dor José Mijares Palencia —casa-do con una hermana de la esposa de Aquiles Serdán y compañero de banca en el Colegio del Estado de Juan Andrew Almazán—, que lo consideró un logro más de la revolución.12 Este Centro se inau-

guró en abril de 1936, destinado a todos los obreros sin distingo de militancia sindical. El cuerpo de profesores lo integraron Manuel Cano Manzano, Esteban Gonzá-lez Mejía y Enrique Aguirre Ca-rrasco; Darío Vasconcelos y J. Ramón Palacios figuraron como director y secretario. El curri-culum señala los propósitos que animaban a los organizadores: Historia del Socialismo, Historia de las Religiones, El Movimien-to Social en México y, Derecho Obrero.13 Indudablemente, se lo concebía como un espacio de so-cialización y formación política. Pero, con la consolidación del avilacamachismo, después de la rebelión cedillista, pese a estar in-tegrado a la Universidad, no tenía empuje, pese a los afanes de sus principales fundadores: al modifi-carse la Ley Orgánica de 1941, no se lo menciona más, como parte de misma.14

Como he señalado, frente a un ambiente hostil en la Universidad y con el interés de participar en la “revolución del cardenismo”, los

11 Calvillo Velasco y Ramírez Palacios, 2006, I, pp. 80-81, 138-139.12 Entrevista Jesús Márquez/Saturnino Téllez. Puebla (22/VI/1993). Hernández Chávez, 1979, p. 115.13 “Habrá un instituto de Ciencias para trabajadores”, en Diario de Puebla (22/IV/1936), p. 1; “El Instituto de Ciencias Sociales para trabajadores ya tiene director y catedráticos”, en Diario de Puebla (23/IV/1936), p. 1.14 Vélez Pliego (comp.), 1981, pp. 46-47.15 Entrevista Jesús Márquez/Saturnino Téllez. Puebla (22/VI/1993. “Quieren ir a la huelga los estudiantes del Colegio del Estado”, en Diario de Puebla (11/III/1936), pp. 1, 4; “Estalló la huelga”, en Diario de Puebla (12/III/1936), p. 1; “Huelga de alumnas en la Escuela Secundaria Socialista ‘Venustiano Carranza’”, en Diario de Puebla (20/VI/1936), p. 1; La Opinión (26/III/1936), p. 2; La Opinión (20/II/1936), p. 2.

estudiantes liberales y socialistas se involucraron en el nacimiento y desarrollo de la escuela secunda-ria socialista Venustiano Carran-za, caracterizada en un principio por su “indisciplina”, dada la pre-sencia en la dirección de Manuel Cano Manzano. A los pocos me-ses de creada, no sólo los escola-res apoyaron la huelga estudiantil de los practicantes en el hospital (12/II/1936) y las alumnas hicie-ron una huelga (20/II/1936) con-tra los malos tratos propinados por la profesora de educación fí-sica, también se implicaron en los movimientos sociales.15

La Escuela Secundaria Nocturna

Pero al llegar a la gubernatura Maximino Ávila Camacho, puso de director a uno de sus hom-bres más cercanos, Alfonso Me-neses González y se comenzaron a poner en marcha un conjunto de medidas disciplinarias: entre otras cosas fueron reglamentados

JULIO Glockner.

SATURNINO Téllez en 1976.

[4]

Page 5: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

G a c e t a H i s t ó r i c a d e l a B U A P [5]

A r c h i v o H i s t ó r i c o U n i v e r s i t a r i o

los lugares exclusivos de estancia para hombres y mujeres; la higie-ne personal del estudiantado y, tanto más, su comportamiento frente a la sociedad para combatir esa imagen de irresponsabilidad y busca bullas.16 Y a los estudian-tes socialistas no les quedó otro camino que abandonar el espacio que consideraban suyo.

Si a través del Instituto de Cien-cias Sociales para Trabajadores estaban en contacto con el movi-miento social y sus demandas, una estrategia para mantenerse a flote fue poner en marcha una escuela secundaria para trabajadores: la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores, Flores Magón.

En este proyecto se sumaron so-lidariamente o como maestros Esteban González Me-jía, Manuel Popoca, Enrique Aguirre Carrasco, Darío Vasconcelos, J. Ramón Palacios, Gastón García Can-tú, Salvador Rosales Pérez, Julio Glockner, Héctor La-bastida Muñoz, Saturnino Téllez y Antonio Jiménez; después vendrían Rodolfo Reyes Alegre, Humberto Blanco González y Francisco Arellano Ocampo, por ejemplo.17 Dicha escuela fue inaugurada el 14 de mar-zo de 1938 y trabajó con estudiantes universitarios y maestros que gratuitamente impartieron sus cátedras hasta 1953.18 En la apertura de la misma, el Secretario de la Confederación Nacional de Estudiantes Socia-listas, se lamentó que las instituciones de Educación Superior no estuvieran a la altura del siglo xx y que en particular la Universidad de Puebla fuese ajena a los vientos renovadores. El Señor Dionisio Sánchez, en representación de los trabajadores del ferrocarril, manifestó que su organización siempre había luchado por dejar en manos del trabajador la cultura y que esta era una oportunidad.19 Desde esta tribuna Julio Gloc-kner y sus compañeros seguirían reclamando para la Universidad un profesorado competente y progresis-ta no sólo “técnica y científicamente bien preparado, sino también consciente de que su saber en cuanto penetra en la juventud debe transformarse en acción,

porque el pensamiento puro es impotente y para que devenga en vida es necesaria la acción”.20 A decir verdad, esta escuela se con-virtió en un espacio de resistencia al avilacamachismo. Profesores, amigos y egresados de esta institu-ción, contribuyeron, con los años, al nacimiento y desarrollo de la Reforma Universitaria. Recordar-los es un deber de la memoria: Julio Glockner, Enrique Aguirre Carrasco, Salvador Rosales Pérez, Humberto Blanco, Francisco Are-llano Ocampo, Héctor Labastida Munoz, Ignacio Hermoso, Hora-cio Labastida Muñoz, Luis Rive-ra Terrazas, Manuel Gil Barbosa, Manuel Pliego Pastor, Héctor Silva Andraca, Gastón García Cantú…

Entre sus egresados son de mencionar a Enrique Ca-brera Barroso y a Ivanhoe Gamboa Ojeda.

Más allá de sus múltiples significados, la Escuela Se-cundaria Nocturna para Trabajadores, Ricardo Flores Magón, mantuvo por mucho tiempo la flama socialista en la Universidad. Es de reconocer, por eso, su historia y su caudal dentro de la tradición de la izquierda poblana. ¿Qué sabes tú de otras historias?

16 Finalmente, en el periodo escolar de 1939, una vez conseguida la unidad estudiantil, se reformó el plan de estudios. Esta medida, si bien se justificaba por la necesidad de “sistematizar y organizar sobre las mismas bases la enseñanza secundaria en toda la República”, tenía como fin cercenar el sentido disperso de las cátedras, donde era posible se colaran aún concepciones y orientaciones políticas riesgosas para el régimen de “unidad y paz social” tantas veces proclamado. Vid. Ávila Camacho, 1940, s./p. (Sección enseñanza técnica profesional y univer-sitaria). “Informe sobre el año escolar de 1937 de la Escuela Secundaria Socialista ‘Venustiano Carranza””, en La Opinión (17/II/1938), pp. 2, 5; Archivo Histórico Universitario “Expediente relativo al informe...” Fondo Universidad. Sección Administrativa. 1938. Exp.6.17 Jesús Márquez Carrillo/ Cristina González García (4/VII/2009).18 Pero apenas en 1983 se hizo de edificio propio y luego en 2007 pretendieron cerrarla, cuando recién había abierto un bachillerato. “Desde hoy, la Sección ‘Flores Magón’ tendrá su edificio”, en Nueva Era de Puebla (7/I/1983), p. 4; “La sep y el snte quieren cerrar la secundaria nocturna Flores Magón”, en La Jornada de Oriente (19/XII/2007), p. 3; Porras López, 1956, p. 139.19 “Se inauguró la secundaria para obreros”, en La Opinión (15/III/1938), pp. 1, 6. 20 Glockner. “La universidad buena y la mala”, en La Opinión (7/I/1939). p. 2.

MANUEL Cano Manzano.

FOTOGRAFÍA de la clausura del Colegio Teresiano. Foto tomada del libro: Historia Compendiada del Estado de Puebla. Cordero y Torres Enrique, tomo iii, p. 121.

Page 6: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

Autonomía universitaria y libertad de cátedra

Jesús Márquez Carrillo

1 Archivo Histórico Universitario “Expediente relativo a las juntas de Academias de Profesores citadas con motivo de la fundación de la Es-cuela Secundaria”. Fondo Colegio del Estado. Sección Administrativa. 1936, Exp. 11.2 “Posibilidades económicas del Colegio” en Don Quijote. Mayo de 1935.

mediados de enero de 1935 comenzó el rumor de que, el gobierno de la entidad pensaba se-

gregar del Colegio del Estado los tres primeros años de preparato-ria para fundar la primera secun-daria oficial. Por lo grave del caso (22/I/1935) se reunió la Academia de Maestros y la Agrupación de Estudiantes. Ambos cuerpos acor-daron: “No se acepta la segrega-ción de que se trata, en tanto que no se justifique la conveniencia pedagógica y social de ella”.1

A su vez, el licenciado Manuel L. Márquez propuso que si era de aceptarse el desmembramiento, se nombrara una comisión para su estudio. Aceptada la propuesta, la comisión se integró con: licencia-do Ernesto Solís, doctor Roberto

Larragoiti, licenciado Manuel L. Márquez, profesor Roberto Suá-rez Soto y profesor Héctor Ga-ribay; a ella se agregaron los es-tudiantes Manuel Frías Olvera y Melito H. Valerdi.

En una parte del dictamen, la Comisión destacó que, desde el punto de vista pedagógico no era posible entroncar escuelas de fi-nalidades tan distintas “como la secundaria, bajo los lineamientos de la reforma del tercero consti-tucional, y la preparatoria para carreras liberales” y, técnicamen-te, sería “imposible dejar dos años de preparatoria en el Cole-gio del Estado que fuesen conti-nuación y término de la escuela secundaria”, de suerte que, o se MANUEL L. Márquez. ERNESTO Solís.

GIL Giménez.

creaban preparatorias especiales de tres años o seguía la prepara-toria moderna, “dándole la re-adaptación necesaria.2

Mas lo que importaba para la derecha secular y religiosa pobla-na era evitar la contaminación de los jóvenes con el socialismo, toda vez que el gobernador de Jalisco había convertido a la Universidad de Guadalajara en Universidad So-cialista de Occidente. En esta me-dida, se creó una nueva comisión para estudiar el aspecto técnico y económico tendiente a conseguir la autonomía universitaria del Colegio del Estado y se propuso otra más de propaganda en Pro de la Autonomía Universitaria, inte-grada por los profesores Gabriel Sánchez Guerrero, Juan de Dios Flores y Gil Jiménez, además de

A

[6]

Page 7: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

G a c e t a H i s t ó r i c a d e l a B U A P [7]

A r c h i v o H i s t ó r i c o U n i v e r s i t a r i o

3 Doger Corte y Hernández Enríquez, 2008, pp. 446-447.4 “Posibilidades económicas del Colegio” en Don Quijote. Mayo de 1935.5 Mijares Palencia, 1932, p. 69-70.6 Lerner, 1979, p. 70.7 Sin embargo, había una diferencia sustancial con Antonio Caso. Para él, la libertad de cátedra “no puede concebirse como un derecho liberal decimonónico; el profesor está obligado a cumplir los fines de cultura y de compromiso social que son propios de la institución. El profesor tiene la obligación moral de cumplir y crear los valores de la sociedad”. Apud. Moreno, 1997, pp. 260-261.

los alumnos Horacio Labastida Muñoz y Víctor González. 3

Al mismo tiempo, una delega-ción de la Confederación Nacio-nal de Estudiantes y la Agrupación Estudiantil del Colegio del Estado presentaron al gobernador un An-teproyecto de Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Puebla, acompañado de un estudio sobre las Posibilidades Económicas del Colegio del Estado en su funcio-namiento Autónomo. En éste, se propusieron dos caminos para dar marcha a la autonomía, las cua-les implicaban también grados de independencia, toda vez que en 1933 el gobierno federal le había concedido a la unam una autono-mía completa, al darle la suma de 10 millones de pesos para que vi-viera sólo de los intereses.

En el primero, la idea era es-tablecer una institución parti-cular para cuyo sostén deberían regresar a su seno los bienes raí-ces y capitales propios que ori-ginalmente y con el tiempo fue acumulando el Colegio y que se

perdieron “por causas imputables a gobiernos anteriores” y asimis-mo, el señalamiento de un fondo dotal por parte del gobierno para cobrar del mismo “los réditos convenientes”: esa sería una ver-dadera autonomía. En el segundo camino —una autonomía relati-va— la institución seguiría depen-diendo del gobierno, pero éste se comprometería a garantizar: “a) independencia para nuestro go-bierno interior, b) independencia en cuanto a planes de estudios y, c) personalidad jurídica propia”. 4

Ambas concepciones de auto-nomía trataban de sustraerse del control estatal y se articulaban con las posiciones de los grupos políticos que estaban influyendo en la configuración del cacicaz-go avilacamachista. Aunque en su campaña el gobernador, José Mijares Palencia se había compro-metido a transformar el Colegio en Universidad, con el propósito de hacer más práctica la enseñan-za para impedir “la formación de hombres conocedores de diversos sistemas filosóficos e incapaces de

intensificar la producción y resol-ver los problemas actuales de la vida moderna”, la propuesta au-tonomista de la Confederación no trascendió.5 Por lo mismo, para quienes enarbolaban esta deman-da era necesario subrayar las di-ferentes intenciones didácticas y pedagógicas de la secundaria del Colegio y de la que se pretendía abrir y, a un mismo tiempo, defen-der la libertad de cátedra, como un reducto más de y para la au-tonomía.

El presidente de la República para cerrar el paso a ideas simila-res decretó (12/III/1935) la obli-gatoriedad de la escuela secun-daria para proseguir los estudios superiores. Con ello el sueño de evitar el socialismo se vino abajo: las secundarias serían socialistas.6

La providencia federal no fue bien vista en el Colegio del Estado, sus opositores se mantuvieron en acti-va agitación, ya no en contra de la secundaria socialista, ni en Pro de la autonomía universitaria, sino a favor de la libertad de cátedra.7

JOSÉ Mijares Palencia.

HORACIO Labastida Muñoz. MANUEL Frías Olvera.

Page 8: Estudiantes socialistas y universidad, 1935-1940 15 2009.pdf · única que da la nota discordante, al llenar apenas los fines que le son propios pero no con la efica-cia deseable”.5

T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

RectoR: Enrique Agüera Ibáñez SecRetaRio geneRal: José Ramón Eguibar Cuenca

Tiempo UniversitarioDirector: Alfonso Yáñez Delgado, Diseño gráfico: Armando López Vázquez.Corrección: Carlos Garrido Vargas Tiempo Universitario es una publicación del Archivo Histórico Universitario.

Año XII, número 15, noviembre 2009. Aparece quincenalmente. Impreso en: Litografía Magno Graf. El costo por ejemplar de 8 páginas es de un peso y veinticuatro centavos más iva. Tiraje: Veinte mil ejemplares. Responsable de distribución: Marcos Medrano Flores. Los autores son responsables por los textos publicados. Esta publicación se puede adquirir en La Casa de la Memoria Univer-sitaria, Avenida Reforma 531. Puebla, Pue. teléfono: 2 32 74 79. Se aceptan colaboraciones de investigación sobre la vida universitaria. E-mail: [email protected] Distribución gratuita.

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

8 Romano Moreno, 1985, pp. 144-147; Márquez Carrillo, 1992, pp. 99-100.

La oportunidad para forta-lecerse llegó un poco después, cuando en medio de una pugna política por el control de Nuevo León y la expedición de Rodulfo Brito Foucher contra el cacicazgo de Tomás Garrido Canabal (en Ta-basco), se llevó a cabo en Monte-rrey el xii Congreso Nacional de Estudiantes (14-17/VII/1935). Por ese tiempo se movían en el Cole-gio del Estado dos conjuntos que pugnaban por la libertad de cáte-dra: el de Manuel Frías Olvera y el de Antonio Barranco Tenorio (cercano al ideario de Antonio

Caso) y ambos se disputaban el derecho de llevar delegados, pero —acaso con el propósito de forta-lecer sus posiciones frente a los so-cialistas— la Confederación expi-dió credenciales a los dos grupos.

La noche antes de iniciarse el Congreso, tres estudiantes del grupo de Barranco Tenorio fue-ron secuestrados y conducidos a cavar su fosa en el panteón; esto irritó a los congresistas que pidie-ron garantías al jefe de la Zona Militar, Juan Andrew Almazán. En la inauguración —sin estar incluido en la agenda de orado-res— Víctor Manuel González, del grupo de Frías Olvera, no sólo despotricó contra la “dictadura” callista y la educación oficial sino también denunció las amenazas y la violencia ejercidas contra los delegados. Por la noche, algunos poblanos se habían aprovisionado de varillas para defenderse de un automóvil que los perseguía: Víc-tor Manuel González cargaba una pistola. En una de las calles los muchachos se encontraron con un grupo de cinco individuos, y uno de ellos comenzó a insultarlos. Ni tardo ni perezoso, Víctor Manuel saco el arma, pero el desconocido —con más presteza— disparó, y al punto rodaron por el suelo él y un estudiante del Distrito Federal. La muerte de los dos delegados dio

así el triunfo indiscutible a quie-nes abogaban por la libertad de cátedra. 8

Si bien en agosto de ese año el gobierno federal exhortó a la unam, para que adoptase la edu-cación socialista, el propio rec-tor se puso a la cabeza del movi-miento por la libertad de cátedra y nunca más, durante el régimen de Cárdenas, volvió a mencionar-se el asunto. En Puebla, al trans-formarse el Colegio del Estado en Universidad, su primer rector, Manuel L. Márquez, sería Pro au-tonomista.

JUAN Andrew Almazán. TOMÁS Garrido Canabal.

[8]