estudio computacional de la polimerización de 𝜺

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Estudio computacional de la polimerización de -caprolactona catalizada / iniciada por derivados de bis(dimetilpirazol)Cu(II) y Zn(II) Andrés Felipe Solano Rincón Asesor: Dr. Gian Pietro Miscione Trabajo de grado presentado para el título de Químico Departamento de Química Facultad de Ciencias Universidad de los Andes Colombia Diciembre, 2017

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Estudio computacional de la

polimerización de 𝜺-caprolactona

catalizada / iniciada por derivados de

bis(dimetilpirazol)Cu(II) y Zn(II)

Andrés Felipe Solano Rincón

Asesor: Dr. Gian Pietro Miscione

Trabajo de grado presentado para el título de Químico

Departamento de Química

Facultad de Ciencias

Universidad de los Andes

Colombia

Diciembre, 2017

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2 | P á g i n a

Agradecimientos

A todos mis amigos, familia, compañeros y maestros

que me apoyaron en el proceso.

Page 3: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

3 | P á g i n a

Estudio computacional de la polimerización de 𝜺-

caprolactona catalizada / iniciada por derivados de

bis(dimetilpirazol)Cu(II) y Zn(II)

Andres Felipe Solano

Resumen

En este trabajo se realizó el estudio computacional para la iniciación de la

polimerización de la 𝜺-caprolactona por complejos de Cu(II) y Zn(II) con ligandos

dimetilpirazol y benzoatos usando DFT. Se estudiaron tres posibles mecanismos y

se determinó que el mecanismo mas favorecido es aquel en donde ocurre la

coordinación de una caprolactona seguido de un ataque nucleofílico del benzoato y

una posterior apertura del anillo de la caprolactona. Este ultimo pasó resultó ser el

paso determinante de la reacción. Al estudiar el sistema con una única caprolactona,

los cálculos indican que el zinc y el cobre tienen actividad similar. Sin embargo,

los cálculos con dos caprolactonas sugieren que el zinc posee mayor actividad como

iniciador de la polimerización.

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Contenido

Parte 1. Introducción 5

Parte 2. Estado del arte 8

Parte 3. Mecanismos propuestos 16

3.1 Mecanismo 1 16

3.2 Mecanismo 2 18

3.3 Mecanismo 3 19

Parte 4. Métodos utilizados 20

4.1 Mecánica cuántica 21 4.2 Métodos computacionales 23 4.2.1 Fermiones y bosones 23 4.2.2 Orbitales y determinante de Slater 24 4.2.3 Metodo de Hartree-Fock 25 4.2.4 Conjuntos base 26

4.2.5 DFT y energía de correlación 28

4.2.5 superficies de potencial 39

Parte 5. Metodología 34

Parte 6. Resultados y discusión 36

6.1 Complejos iniciales 36

6.2 Orbitales de frontera 39

6.3 Mecanismo 1 42

6.4 Mecanismo 2 50

6.5 Mecanismo 3 58

6.6 Mecanismo 1: dos caprolactonas 63

Parte 7. Conclusiones 73

7.1 Trabajo futuro 74

Parte 8. Referencias 75

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Parte 1.

Introducción

Durante las últimas décadas, hubo un cambio de percepción en cuanto a los

biomateriales. Anteriormente se buscaban materiales bioestables, los cuales no

generaran una respuesta del sistema inmune y se mantuvieran inalterados por un

tiempo indefinido dentro del cuerpo. Así, se tendría una prótesis duradera para el

resto de la vida del paciente. Las nuevas tendencias buscan reemplazar estos

materiales por compuestos biodegradables que ayuden al cuerpo a reparar un tejido.

Las razones principales detrás del cambio son los problemas de compatibilidad a

largo plazo de los implantes permanentes y la necesidad de revisiones invasivas

continuas. Además, nuevas aplicaciones biomédicas como ingeniería de tejidos,

medicina regenerativa y distribución controlada de medicamentos requieren

estructuras biodegradables1-3.

Un biomaterial se define como un compuesto diseñado para interactuar con

sistemas biológicos para evaluar, tratar, mejorar o reemplazar algún tejido, órgano

o función. El requisito esencial es la biocompatibilidad. En el caso de los materiales

biodegradables, sus propiedades varían con el tiempo y los productos de

degradación pueden tener niveles de compatibilidad al material original. La

respuesta de un tejido depende de una gran cantidad de factores a diferentes escalas,

tales como las propiedades químicas, físicas, biológicas y estructuras micro y

macroscópicas. Debido a la amplia variedad de tejidos con diferentes funciones y

propiedades, es necesario desarrollar un espectro similar de biomateriales para

poder cumplir los requerimientos particulares de cada sistema2-5.

Los polímeros sintéticos y naturales han sido ampliamente estudiados como

biomateriales, pues algunos de ellos pueden degradarse por la hidrolisis de varios

sus enlaces a condiciones suaves o por la acción de enzimas. Recientemente, la

policaprolactona (PCL) ha recibido gran atención por ser un punto medio entre un

material bioestable y uno extremamente biodegradable. La PCL fue sintetizada por

primera vez a mediados de 1930 y rápidamente ganó notoriedad por ser un polímero

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sintético con capacidad para ser degradada por diversos microorganismos6. Sin

embargo, por su tiempo lento de degradación en comparación con la poli D,L-

lactida y poliglicolato, y por no tener las propiedades mecánicas adecuadas para

reemplazar dispositivos metálicos, la PCL fue sustituida. El surgimiento de la

ingeniería de tejidos ha reavivado el interés en este polímero biodegradable7-15.

Figura 1. Caprolactona (izquierda) policaprolactona.

La policaprolactona es un poliéster semicristalino, con alta solubilidad en diversos

solventes orgánicos. Posee una temperatura de fusión de 55 a 66ºC y un punto de

transición vítrea de -60ºC. Posee una baja tensión de ruptura (23 MPa) y una gran

elasticidad en este punto (700%)16. Tiene la propiedad de mezclarse con diversos

polímeros es fácilmente procesable y se sintetiza a partir de un monómero

relativamente barato: ε-caprolactona (CL)17. La estructura de la ε-caprolactona y

policaprolactona se muestra en la figura 1.

El tiempo de degradación de la PCL es de 2 a 4 años, dependiendo de la distribución

de pesos moleculares18. Estudios de degradación en sistemas in vivo e in vitro

sugieren que la degradación enzimática no juega un papel significativo en la

degradación total. Otros estudios de degradación in vivo concluyen que el proceso

se da en dos pasos: hidrolisis no catalítica de los esteres presentes y degradación

intracelular de los dominios más cristalinos19. Por su baja degradación y excelente

biocompatibilidad, se ha investigado extensivamente como andamios para

ingeniería de tejidos y sistemas de distribución de medicamentos. Su velocidad de

degradación y propiedades mecánicas se pueden modificar mediante la creación de

copolímeros, usualmente glicolato y polietilenglicol20.

Se han reportado diversos métodos de sintetizar policaprolactona por medio de

catalizadores21. Tras la polimerización, estos compuestos usualmente quedan

retenidos dentro de la PCL, por lo que se debe asegurar que no sean tóxicos para el

tejido o sean retirados con un proceso de separación adicional. Además, para crear

un producto competitivo es necesario el uso de un catalizador económico y estable.

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Bajo estos requerimientos, complejos de metales no tóxicos (como cobre y zinc)

con ligandos sencillos se están investigando como catalizadores adecuados.

Una parte fundamental del diseño racional de catalizadores eficientes es entender

el mecanismo de reacción. Para esto, los estudios computacionales son idóneos,

pues emplean los principios de la mecánica cuántica para encontrar las estructuras

de los reactivos, intermediarios y estados de transición junto con una estimación de

sus energías.

Así, el propósito de este estudio es determinar, utilizando métodos

computacionales, el mecanismo de iniciación de la polimerización de la

caprolactona por los derivados de bis(dimetilpirazol)Cu(II) y Zn(II) mostrados en

la figura 2. Estos complejos se seleccionaron a raíz de que están siendo sintetizados

simultáneamente por el estudiante Andres Fernando Posada en el Grupo de

Investigación en Química Inorgánica, Catálisis y Bioinorganica de la Universidad

de los Andes a cargo del profesor John J. Hurtado Belalcazar.

Figura 2. Complejos estudiados para la polimerización de CL.

M = Cu(II), Zn(II)

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Parte 2.

Estado del Arte

La polimerización de monómeros cíclicos se denomina polimerización por apertura

de anillo, o ROP, por sus siglas en ingles. Para esteres cíclicos, existen cuatro

mecanismos principales de ROP. Estos son21:

▪ ROP catiónica: se basa en la formación de una especie catiónica que

después es atacada por el carbonilo de la lactona por medio de una reacción

SN2.

Figura 3. ROP catiónica. A+ es un ácido de Lewis que activa el carbonilo.

▪ ROP aniónica: involucra la formación de una especie aniónica que ataca al

carbonilo de la lactona, la cual después se reorganiza para formar un

alcóxido.

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Figura 4. ROP aniónica. B- es un nucleófilo.

▪ ROP por monómero activado: el mecanismo es un intermedio entre a la

ROP aniónica y la ROP catiónica.

Figura 5. ROP por monómero activado.

▪ ROP por coordinación - inserción: Se basa en un catalizador metálico que

se coordina a la caprolactona, y luego uno de los ligandos ataca al carbonilo.

Figura 6. ROP por coordinación – inserción. L corresponde es un ligando nucleofílico.

Existen cuatro tipos de catalizadores e iniciadores: orgánicos, ácidos inorgánicos

pequeños, enzimas y catalizadores metálicos21-23. Los catalizadores metálicos

usualmente son complejos de coordinación: un conjunto de moléculas unidas a un

a uno o varios átomos metálicos. La revisión se basará en estos últimos. Los

complejos de coordinación funcionan casi en su totalidad por el mecanismo de

coordinación – inserción24. En la literatura muchas veces se usan diferentes

términos para describir el compuesto metálico, unos usan el termino catalizador y

otros usan iniciador 21, 25. En el sentido estricto, para que un complejo de

coordinación sea llamado catalizador debe regenerarse después de la terminación

de la polimerización, lo cual no siempre ocurre. Para que sea llamado un iniciador,

solo debe actuar al principio de la polimerización. Sin embargo, los complejos

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utilizados inician la polimerización y catalizan la adición de monómeros a la cadena

polimérica. El papel del centro metálico es activar el carbonilo para la iniciación y

durante propagación de la polimerización. Una parte del complejo actúa como

iniciador mientras que otra coordina el extremo “vivo” de la cadena y al monómero

para la continuación de la reacción. Debido a esto, se recomienda el termino

catalizador/iniciador 21.

En la literatura se encuentra reportada una gran cantidad de metales para la

polimerización de caprolactona. Compuestos con metales alcalinos, en particular

litio, muestran actividad catalítica. Por su naturaleza iónica, el mecanismo de

reacción es una ROP aniónica26. Esto trae varias desventajas, como

transesterificaciones intramoleculares que tienen como resultados polímeros

cíclicos (back biting). Además, se reporta la tendencia a formar agregados que

disminuye la solubilidad y cantidad de sitios activos. Los metales alcalinotérreos

más utilizados para la ROP son calcio y magnesio, los cuales presentan una

actividad mayor y muy baja toxicidad 27. En el caso del magnesio, estudios cinéticos

sugieren un mecanismo por coordinación – inserción21.

La mayoría de los metales utilizados para catalizar la polimerización de

caprolactona son basados en aluminio y estaño 25. El aluminio tiene una actividad

relativamente baja, pero permite un buen control sobre la reacción. Los ligandos

para este metal varían en triflatos, alquilos, aminas, bases de Schiff, tiolatos y

alcóxidos de distintos tamaños21, 27. En el caso de aminas, se encontró que un

extremo terminal de la PCL poseía amidas, lo que sugiere que el ligando amino

ataca al carbonilo de la caprolactona para seguir por un mecanismo por

coordinación – inserción21. Posteriores estudios cinéticos indican un mecanismo

pseudo aniónico, y que el uso de ligandos voluminosos disminuye la velocidad de

reacciones no deseadas. En algunos solventes, se reporta que alcóxidos de aluminio

(III) pueden formar trímeros y tetrámeros, los cuales tienen una menor actividad

catalítica26. En el caso del estaño, el catalizador más común es etilhexanoato de

estaño (II)21. Para generar actividad catalítica, este debe combinarse con un

compuesto nucleofílico para que actúa como iniciador. En este mecanismo, el

nucleófilo ataca a la caprolactona ya coordinada o se coordina primero y después

si realiza el ataque nucleofílico. Posteriores estudios encontraron que el mecanismo

correcto era aquel en donde primero se formaba un alcóxido que después

reaccionaba por coordinación – inserción28.

Metales de transición también son usados para la ROP de caprolactona 21, 25. Los

más comunes son escandio, ytrio, titanio, zirconio y zinc. En general, los metales

menos tóxicos son usados más a menudo 21. La mayoría de complejos de transición

catalizan por un mecanismo de coordinación – inserción. Una variación notable es

el acetilacetonato de zirconio (IV). En este complejo, una caprolactona desplaza a

uno de los ligandos iniciales. Una segunda caprolactona se coordina al metal, donde

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la caprolactona inicial ataca al carbonilo de la segunda generando un alcóxido 29.

El mecanismo sigue siendo coordinación – inserción, pero es la caprolactona y no

un ligando el que actúa como catalizador. La gran mayoria de los complejos

reportados poseen ligandos alcóxidos.

Se han realizado diversos estudios computacionales recientes sobre la

polimerización de esteres cíclicos con una variedad de metales y ligandos. Maron,

Jenter y colaboradores estudiaron de manera experimental y computacional la ROP

de caprolactona por complejos de bis(fosfoimino)metanida y borohidruro con

centros metálicos de lantano e ytrio (figura 7)30. El mecanismo de reacción

encontrado empieza con la coordinación de la CL, seguido del ataque de un hidruro

al carbonilo. El oxígeno del carbonilo puede quedar unido al metal o al boro.

Finalmente, ocurre un rearreglo en el cual el enlace carbono oxigeno del anillo de

la caprolactona se rompe. Uno de los oxígenos queda unido al boro mientras que el

otro permanece con el centro metálico, formando así un ligando alcóxido bidentado.

En la propagación, otra caprolactama se coordina al metal y el alcóxido realiza el

ataque nucleofílico al carbonilo. Es decir, el paso de iniciación es particular del

sistema, pero la propagación continua por coordinación - inserción.

Figura 7. Complejo de bis(fosfoimino)metanida y borohidruro con centros metálicos de lantano.

En azul se muestra el centro metálico y en rojo el ligando responsable del ataque sobre el éster

cíclico.

Nifant’ev, Shlyakhin y Ivchenko investigaron la polimerización de lactida y

glicolato con un complejo de magnesio31. Los ligandos en este caso son 2,6-di-tert-

butil-4-metil-fenol y glicolato (figura 8). El mecanismo se da por medio de

coordinación – inserción, donde el glicolato actúa como iniciador. El estudio

también analizó el mecanismo en donde dos lactidas estan coordinadas

simultáneamente. Se determinó que la coordinación inicial del segundo éster cíclico

no es energéticamente favorable, y los intermediarios y estados de transición

presentaban una energía más alta a la ruta con una única lactida. Adicionalmente,

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se mostró que es energéticamente favorable que el éster cíclico actúe como ligando

quelante.

Figura 8. Complejo de Mg(II) para la polimerización de glicolato. En azul se muestra el centro

metálico y en rojo el ligando responsable del ataque sobre el éster cíclico.

Galabov, Cheshmedzhieva y colaboradores se centraron el efecto del metal en la

ROP de lactida32. Para esto, analizaron el mecanismo con tert-butoxido de litio(I),

magnesio (II) y zinc (II) e isopropoxido de estos metales (figura 9). Encontraron

que los complejos con tert-butoxido tienen mayores energías de activación para

todos los pasos, lo que se atribuye a un mayor impedimento estérico. Por otro lado,

se determinó que la energía del LUMO de los complejos se correlaciona con los

cambios de energía libre y aparenta ser un factor importante en la reactividad. Un

LUMO de menor energía aumenta la acidez del complejo, por lo que activa mejor

el carbonilo del éster y disminuye la energía del primer estado de transición.

Siguiendo con lo anterior, se mostró que la actividad catalítica va en orden Li > Mg

> Zn. Un detalle importante fue que el paso de iniciación con el Zn no es

energéticamente favorable. Finalmente, el efecto del solvente (THF) fue analizado

de manera implícita por medio de un modelo de continuo polarizable. Se encontró

que las tendencias se mantenían con este modelo.

Figura 9. Complejos de Li, Mg y Zn para la polimerización de lactida. En azul se muestra el

centro metálico y en rojo el ligando responsable del ataque sobre el éster cíclico.

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13 | P á g i n a

Williams, Dove y colaboradores estudiaron la polimerización de rac-lactida con un

complejo de estaño (II) y β-dicetoiminatos (NacNac) 33 (figura 10). Se encontró que

el mecanismo procede por coordinación inserción. El estado de transición

correspondiente a la inserción del carbonilo es el de mayor energía. Por otro lado,

se determinó experimentalmente que sustitución de grupos electro atractores en el

β-dicetoiminato mejora la catálisis.

Figura 10. Complejo de estaño (II) y β-dicetoiminatos. En azul se muestra el centro metálico y en

rojo el ligando responsable del ataque sobre el éster cíclico.

Maron, Kuzdrowska, Annunziata y colaboradores investigaron la polimerización

de L-lactida y ε-caprolactona con complejos organometálicos con borohidruro de

calcio y estroncio 34 (figura 11). Los autores determinaron que la reacción procede

en dos pasos, el ataque del hidruro a la caprolactona coordinada y después la

apertura de anillo. En este caso, se considera que la apertura del anillo es el paso

determinante de la reacción. Finalmente, se concluye que los complejos de calcio

son más activos que los de estroncio.

Figura 11. Complejos organometálicos con borohidruro de calcio. En azul se muestra el centro

metálico y en rojo el ligando responsable del ataque sobre el éster cíclico.

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14 | P á g i n a

Thomas, Robert, Schmid y colaboradores analizaron la polimerización de rac-

lactida con complejos de aluminio con ligando tipo salen y halógenos en un medio

con oxido de propileno35 (figura 12). De esta manera, el cloruro abría el epóxido

para formar un alcóxido, el cual reaccionaba con la lactida por medio de un

mecanismo de coordinación inserción. En este caso, el paso determinante de la

reacción fue la apertura del anillo. En el estudio se analizan distintas posibilidades

adicionales para el ataque nucleofílico: un alcóxido coordinado a una lactida libre,

un alcóxido libre a una lactida coordinada y un alcóxido y una lactida coordinados

en centros metálicos diferentes.

Figura 12. Complejos de aluminio con ligando tipo salen. En azul se muestra el centro metálico.

En este estudio, el iniciador era el alcóxido resultante de la apertura de óxido de propileno.

Sin importar la naturaleza del metal y los ligandos, los estudios computacionales

señalan que el mecanismo se lleva a cabo por coordinación inserción del éster

cíclico. El iniciador suele ser algún ligando del complejo, una molécula de la

solvente coordinada o un ligando que se genera in situ. El paso determinante de la

reacción puede ser el ataque nucleofílico a la lactona o la apertura del anillo

dependiendo del sistema y estos siempre tienen una energía comparable. En

algunos sistemas, en particular para la lactida, el modo de coordinación del

monómero puede ser importante. En varios mecanismos reportados existe un paso

adicional que corresponde a un cambio de conformación posterior al ataque sobre

el éster. El estado de transición de este cambio puede tener una energía similar a

los estados de transición correspondientes a la inserción y a la apertura del anillo.

Finalmente, el paso de iniciación en algunos casos puede ser termodinámicamente

desfavorable, es decir, los productos de la iniciación son de mayor energía que los

reactivos. Esto no implica que toda la polimerización lo sea, pues las adiciones

sucesivas de monómeros a la cadena son termodinámicamente viables y son la

fuerza motriz de la polimerización

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15 | P á g i n a

Recientemente se han reportado complejos de zinc y cobre con ligandos

carboxilatos y heterociclos aromáticos, como los mostrados en la figura 13 36. En

varios de estos casos, los ligandos heterocíclicos son polidentados y muestran

actividad catalítica donde la caprolactona es también el solvente. Los complejos de

estudiante Andres Posada y Profesor Hurtado Belalcazar también se usan en este

medio. No existe ningún estudio computacional sobre complejos con esta

estructura.

Figura 13. Complejos de zinc y cobre con ligandos carboxilatos y heterociclos aromáticos.

La naturaleza quelante de los heterociclos y la ausencia de solvente sugiere que el

iniciador es el carboxilato. Sin embargo, un carboxilato no llega a ser tan

nucleofílico como un alcóxido, pues la carga negativa está deslocalizada por

resonancia. En los complejos de interés en este estudio, los ligandos heterocíclicos

son monodentados, por lo que, en principio, podrían actuar como iniciadores. Una

vez ocurre el paso de iniciación se forma un alcóxido y es este quien actúa como

nucleófilo. Actualmente se encuentran hipótesis sobre el mecanismo de iniciación

para los complejos similares a la figura 13, pero ningún estudio exhaustivo.

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16 | P á g i n a

Parte 3.

Propuestas de mecanismos de

iniciación

Los mecanismos propuestos en este estudio se basan en el mecanismo general de

coordinación inserción (figura 6). Al interactuar con los complejos de coordinación

estudiados (figura 14), muy posiblemente la caprolactona se coordinará al centro

metálico. Sin embargo, tanto el pirazol como el benzoato pueden actuar como

iniciadores atacando al carbonilo de la caprolactona. En el presente estudio se

postularon tres posibles mecanismos en total. Uno para el ataque nucleofílico del

benzoato (rojo) y dos para el ataque nucleofílico del pirazol (verde). Los

mecanismos del pirazol difieren en el nitrógeno que se une a la caprolactona.

Figura 14. Complejos de coordinación estudiados. El pirazol está resaltado en verde y el benzoato

en rojo.

3.1 Mecanismo 1

En el primer mecanismo uno de los benzoatos coordinados realiza un ataque

nucleofílico sobre la caprolactona (figura 15). Específicamente, el ataque es

realizado por el oxígeno no coordinado del benzoato, minimizando el impedimento

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17 | P á g i n a

estérico y formando un estado de transición de 6 miembros. Durante este mismo

paso, el benzoato se descoordina del centro metálico. Luego, ocurre la apertura del

ciclo para la formación del producto. Esto sucede cuando el enlace entre el oxígeno

interno de la caprolactona (mostrado en azul) y el carbono tetraédrico recién

formado se rompe para regenerar el grupo carbonilo. En el estado de transición de

ruptura, este oxigeno está coordinado al centro metálico con el fin de estabilizar la

carga negativa generada.

𝐼1

𝑇𝑆11

𝐼21

𝑇𝑆12

𝑃1

Figura 15. Mecanismo 1 para la iniciación de la ROP.

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18 | P á g i n a

3.2 Mecanismo 2

El segundo mecanismo se basa en el ataque del pirazol al carbonilo de la

caprolactona. El átomo que resulta enlazado a la caprolactona es el mismo

nitrógeno que está coordinando al metal. Este se muestra en verde. Un benzoato

ayuda al ataque abstrayendo el protón más acido del pirazol, lo cual aumenta la

densidad de carga sobre el heterociclo. El ataque involucra el sistema aromatico del

pirazol, en donde, gracias a una reorganización de los electrones, la aromaticidad

no se pierde. Esto puede ocurrir durante o después del ataque. El siguiente paso es

la apertura del anillo para la formación del producto y es análogo al del mecanismo

1.

Figura 16. Mecanismo 2 para la iniciación de la ROP.

𝐼1

𝐼22

𝑇𝑆22

𝑃2

𝑇𝑆12

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19 | P á g i n a

3.3 Mecanismo 3

En el tercer mecanismo propuesto, el benzoato deprotona primero al pirazol. Luego,

el nitrógeno cargado (mostrado en rosa) realiza un ataque nucleofílico sobre el

carbonilo. No hay una reorganización de los electrones del sistema aromático.

Finalmente, ocurre la apertura del anillo, que es idéntica a la del mecanismo 2.

Figura 17. Mecanismo 3 para la iniciación de la ROP.

𝐼1

𝑇𝑆23

𝑇𝑆33

𝐼23

𝑇𝑆13

𝐼33

𝑃2

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20 | P á g i n a

Parte 4.

Métodos utilizados

La química computacional ha sido un área de gran crecimiento en las últimas

décadas para la modelación y simulación de sistemas químicos y biológicos, con el

fin de entender y predecir el comportamiento de estos a una escala molecular. Su

rango de aplicación es extremadamente extenso, pues es capaz de realizar estudios

por si sola y complementar casi cualquier investigación experimental. Su auge está

conectado con el crecimiento exponencial de las capacidades de los sistemas de

computación y desarrollos de métodos numéricos y química teórica.

Es necesario marcar la diferencia entre química teórica y química computacional.

El primer término denota el desarrollo de una descripción matemática de la química

basa en principios físicos fundamentales. Muchas veces, los modelos matemáticos

son tan complejos que se requieren cálculos abrumadores o simplemente no es

posible encontrar una solución analítica con las técnicas matemáticas actuales. Es

en este punto donde entra la química computacional, la cual toma estos modelos

matemáticos y los implementa en un computador. Esta no es una tarea trivial. Han

sido necesarios desarrollos de modelos numéricos y software diseñados

específicamente para tratar los problemas que se encuentran a diario en la química.

Aun así, la naturaleza numérica y las limitaciones computacionales actuales causan

que los valores numéricos obtenidos no san exactos, y quizá nunca lo sean, pero

esto no ha evitado que la química computacional se convirtiera en una herramienta

fundamental para analizar la naturaleza química de las cosas.

La modelación de sistemas químicos se suele tratar bajo dos modelos de pendiendo

de su tamaño: mecánica molecular y mecánica cuántica. La mecánica molecular se

basa en tratar a los átomos como esferas cargadas y los enlaces como resortes, los

cuales se modelan bajo la mecánica newtoniana clásica. Este método requiere

menos recursos computacionales y es muy utilizado en el modelado de

macromoléculas biológicas y sistemas grandes. Sin embargo, como omite la

modelación explicita de los electrones no puede predecir diversos fenómenos. En

particular, es incapaz de simular la ruptura y formación de enlaces químicos. Por lo

Page 21: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

21 | P á g i n a

tanto, no puede ser usado para investigar mecanismos de reacción. Por otro lado, la

mecánica cuántica es capaz de predecir una gran cantidad de fenómenos químicos

a costa de ser significativamente más demandantes. En este trabajo se trabajó con

mecánica cuántica, por lo que una explicación más detallada se dará a continuación.

4.1 Mecánica cuántica y aproximación de Born -

Oppenheimer

La mecánica cuántica se encarga de describir adecuadamente el comportamiento de

la materia y radiación electromagnética a escalas atómicas y moleculares. Esta

teoría diverge completamente de la mecánica clásica, pues nociones tan intuitivas

como la de trayectoria no tienen análogo en la cuántica. Los principios básicos de

la mecánica cuántica establecen que las partículas en realidad se comportan como

ondas y partículas simultáneamente. De igual manera, para ningún cuerpo se puede

determinar simultáneamente el momento y posición. Un postulado muy conocido

como el principio de incertidumbre de Heisenberg37:

∆𝑥∆𝑝𝑥 ≥ ℏ/2

En cambio, la posición se maneja con distribuciones de probabilidad descrita por

la ecuación de Schrödinger:

ℋ̂Ψ = 𝑖ℏ𝜕Ψ

𝜕𝑡

ℋ̂Ψ = −ℏ

2𝑚 ∇2Ψ+ 𝑉Ψ = −

2𝑚∑𝜕𝑖Ψ

𝜕𝑞𝑖2

𝑖

+ 𝑉𝛹

Donde V es la energía potencial, 𝑞𝑖 son las coordenadas espaciales, ℋ es el

hamiltoniano y Ψ es la función de onda. En esta función está contenida toda la

información física del sistema. Esta ecuación puede separarse para obtener la

ecuación de Schrödinger independiente del tiempo38:

−ℏ

2𝑚 ∇2φ+ 𝑉φ = 𝐸φ

En esta ecuación, φ es la parte de la función de onda que depende de las

coordenadas espaciales y 𝐸 corresponde a la energía de sistema. El primer término

hace referencia a energía cinética del sistema el cuadrado de Ψ, y por ende de φ,

corresponde a la densidad de probabilidad de encontrar a la partícula en un punto

del espacio dado.

Page 22: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

22 | P á g i n a

𝜌(𝑞𝑖) = φ2

𝜌(𝑞𝑖, 𝑡) = Ψ2

Para un arreglo de partículas cargadas, tales como núcleos y electrones, el

Hamiltoniano se puede expresar como 37, 38:

ℋ̂ = −ℏ

2𝑚𝑖∑∇𝑖

2

𝑖

+ ∑𝑞𝑖𝑞𝑗

𝑟𝑖𝑗𝑖<𝑗

Donde el subíndice 𝑖 hace referencia a todas las partículas. El primer término

corresponde nuevamente a la energía cinética de las partículas el segundo a la

interacción electrostática. Sin embargo, dentro de la química computacional se hace

una aproximación que simplifica significativamente el problema: la aproximación

de Born – Oppenheimer (BO). En esta, se asume que los electrones se mueven

mucho más rápido relativos a los núcleos atómicos que tras un movimiento de estos

últimos, los electrones se ajustan inmediatamente. Esta suposición se basa en la

diferencia de masa entre los electrones y los núcleos. Así, el Hamiltoniano para

sistemas químicos se suele expresar (en unidades atómicas) como 39, 40:

ℋ̂ = −1

2∑∇𝑖

2

𝑖

− ∑∑𝑍𝑘𝑟𝑖𝑘

𝑘𝑖

+∑𝑞𝑖𝑞𝑗

𝑟𝑖𝑗𝑖<𝑗

Donde 𝑖 de nota los electrones y 𝑘 a los núcleos. El primer término representa la

energía cinética de los electrones, el segundo las atracciones núcleo – electrón y el

tercero las repulsiones electrón - electrón. Desde un punto de vista físico, se redujo

el problema de modelar varios electrones y núcleos moviéndose por el espacio a

modelar únicamente los electrones moviéndose en un arreglo estático de núcleos

atómicos. Este Hamiltoniano depende de la posición de los núcleos. Debido a esto,

cuando se usa en la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo para hallar

la energía, esta última dependerá de la posición de los núcleos.

Para hallar una propiedad física del sistema se halla el valor esperado del operador

correspondiente, en particular, la energía se expresa como:

𝐸 = ∫φ ℋ̂ φ∗ 𝑑𝑥 = ⟨φ|ℋ̂|φ⟩

Page 23: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

23 | P á g i n a

La ecuación de onda solo se ha solucionado de manera analítica para el átomo de

hidrogeno. El siguiente sistema más sencillo, el átomo de helio, no se ha podido

solucionar por la estructura matemática del término de repulsión inter electrónica.

Estos sistemas son increíblemente sencillos comparados con los problemas de

interés modernos, por lo que diversos desarrollos matemáticos se han hecho para

sobrellevar este problema, ya sea encontrando una solución aproximada o

desarrollando un planteamiento diferente.

4.2 Métodos computacionales

La función de onda para sistemas con múltiples electrones puede llegar a ser muy

compleja. Los electrones tienen una carga negativa interseca, por lo que siempre se

repelen mutuamente. En cualquier instante de tiempo hay una tendencia de los

electrones a alejarse para minimizar la energía total del sistema. Debido a esto, los

movimientos de los electrones no son independientes unos de otros, y se dice que

sus movimientos están correlacionados. Sin embargo, la repulsión electrostática no

es la única fuente de correlación entre electrones. Además de masa y carga, los

electrones poseen intrínsecamente un espín, el cual solo puede tomar dos valores:

-1/2 y 1/2. El espín afecta el movimiento de los electrones.

4.2.1 Fermiones y Bosones

El estado cuántico de muchas partículas se debe caracterizar por sus coordenadas

espaciales y coordenadas de espín. A diferencia de las coordenadas espaciales, la

coordenada de espín es una variable discreta que solo puede tomar ciertos valores

dependiendo de la partícula (-1/2 y ½ en el caso del electrón). El espín solo puede

tomar valores enero y semi enteros. Una partícula con un espín semi entero se

denomina fermión y una con espín entero se denomina bosón. Los protones,

neutrones y electrones son fermiones. Ejemplos de bosones son algunos núcleos

atómicos 40.

El espín tiene una consecuencia en la función de onda. Asumamos una función de

onda que depende de las coordenadas de dos partículas indistinguibles: 𝑥1 y 𝑥2. En

principio, como las partículas son indistinguibles, la función de onda no debería

cambiar si intercambiamos las partículas, es decir:

Page 24: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

24 | P á g i n a

𝜑(𝑥1, 𝑥2) = 𝜑(𝑥2, 𝑥1)

Sin embargo, esto no siempre ocurre, y depende del espín de las partículas. Los

bosones son simétricos con respecto al intercambio de coordenadas, lo que significa

que la ecuación anterior si se cumple para los bosones. Por otro lado, los fermiones

son anti simétricos, por lo que un intercambio de coordenadas cambia el signo de

la función de onda:

𝜑(𝑥1, 𝑥2) = −𝜑(𝑥2, 𝑥1)

El principio de exclusión de Pauli es una consecuencia de la anti simetría de la

función de onda de los fermiones. Este establece que ningún par de electrones

puede ocupar el mismo estado cuántico (orbital y espín) y tiene consecuencias

dramáticas sobre la estructura electrónica de los átomos y las moléculas 40.

4.2.2 Orbitales, espín orbital y determinante de Slater

Muchos métodos buscan aproximar la función de onda de un sistema de electrones

partiendo de funciones que dependen individualmente de un único electrón. Estas

funciones reciben el nombre del orbitales. Como se mencionó anteriormente, para

caracterizar un sistema cuántico se requiere adicionar una variable de espín a las

variables espaciales38. Un espín orbital se obtiene cuando se multiplica un orbital

por una función de espín:

𝜒𝑎(1) = 𝜙(1)𝛼(1)

𝜒𝑏(1) = 𝜙(1)𝛽(1)

𝜑 es un orbital y 𝛼 y 𝛽 son las funciones de espín. Los orbitales dependen

únicamente de variables espaciales. Un orbital puede acomodar únicamente a dos

electrones, pues un orbital genera únicamente dos espín orbitales. Los métodos

computacionales que se basan en la búsqueda de una función de onda aproximada

deben asegurar que esta sea anti simétrica con respecto al intercambio de

coordenadas. La estructura matemática más conocida es el determinante de Slater,

en donde la función de onda se expresa como el determinante de una matriz cuyos

elementos son los 𝑁 electrones en los 𝑁 espín orbitales 40:

𝛹 =1

√𝑁! |𝜒1(1) ⋯ 𝜒𝑁(1)⋮ ⋱ ⋮

𝜒𝑁(1) ⋯ 𝜒𝑁(𝑁)|

Page 25: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

25 | P á g i n a

El termino factorial se incluye para asegurar la normalización. Un intercambio de

coordenadas en esta función de onda equivale a intercambiar una fila del

determinante, lo cual cambia el signo de este último. Así, el determinante de Slater

es una forma aceptable de representar la función de onda. El método de Hartree –

Fock utiliza esta función de onda 40.

4.2.3 Metodo de Hartree - Fock

El método de Hartree – Fock (HF) se una para aproximar la ecuación de onda de

un sistema de electrones en estado estacionario. Es el método ab initio más común,

y aunque actualmente existen otros métodos más precisos, tiene una gran

importancia conceptual. Además, también suele ser utilizado para generar orbitales

aproximados antes de usar un método más riguroso. El termino ab initio proviene

del latín y significa “desde el principio”. Hace referencia a los métodos

computacionales que se centran el resolver la ecuación de Schrödinger 39.

HF se basa en el principio variacional, el cual establece que la energía

correspondiente a la función de onda exacta es un límite inferior para la energía. Es

decir 38:

⟨φprueba|ℋ̂|φprueba⟩ = 𝐸𝑝𝑟𝑢𝑒𝑏𝑎 ≥ ⟨φreal|ℋ̂|φreal⟩ = 𝐸𝑟𝑒𝑎𝑙

A partir de este principio, lo que se busca es minimizar la energía modificando la

función de onda de prueba. Esto se hace utilizando cálculo de variaciones y

multiplicadores de Lagrange. El resultado es transformar la ecuación de

Schrödinger en múltiples ecuaciones de valor propio para cada electrón de la

forma40:

𝐹�̂�𝜙𝑖 = 휀𝑖𝜙𝑖 Donde

𝐹�̂� = ℎ�̂� + ∑𝐽�̂� − 𝐾�̂�𝑗

El primer término es la energía cinética del electrón 𝑖. El segundo termino es la

interacción de ese electrón con los demás. El primer término de la sumatoria es una

aproximación la energía de interacción coulombiana40:

𝐽�̂�𝜙𝑖 = 𝐽𝑖𝑗 = ⟨𝜙𝑖(1)𝜙𝑗(2)|1𝑟12|𝜙𝑖(1)𝜙𝑗(2)⟩

Page 26: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

26 | P á g i n a

La integral evalúa entre dos electrones 1 y 2 en orbitales 𝑖 y 𝑗, se calcula la

repulsión entre dos distribuciones de carga. Esta integral recibe el nombre de

integral de coulomb. El segundo término de la sumatoria no tiene interpretación

dentro de la mecánica clásica40.

𝐾�̂�𝜙𝑖 = 𝐾𝑖𝑗 = ⟨𝜙𝑖(1)𝜙𝑗(2)|1𝑟12|𝜙𝑖(2)𝜙𝑗(1)⟩

Esta integral recibe el nombre de integral de intercambio. El nombre proviene de

que los electrones “intercambian” de orbital entre ambos lados de la integral. 𝐾𝑖𝑗 se

puede interpretar como la energía asociada a la anti simetría de los fermiones, y por

ende, al principio de exclusión de Pauli.

Un orbital 𝑖 de las ecuaciones de HF solo se pueden determinar una vez se conozcan

todos los demás orbitales. Debido a esto, se deben usar métodos iterativos para

resolver el problema. Primero, se asumen los orbitales 𝜑𝑖 y con las ecuaciones de

HF se obtienen nuevos orbitales 𝜑𝑖′. Luego, los nuevos orbitales se utilizan para

obtener otros orbitales y así sucesivamente hasta que el cambio en los orbitales sea

despreciable. A este procedimiento se le llama SCF por sus siglas en inglés (Self

Consistent Field)40.

4.2.4 Conjuntos Base

El conjunto base es el set de funciones base que se utilizan para describir los

orbitales de un sistema de la siguiente manera39:

𝜓 =∑𝑎𝑘𝜙𝑘𝑘

Donde 𝑘 es el tamaño del conjunto. Las soluciones de la ecuación de onda para el

átomo de hidrogeno están compuestas por una parte radial (exponencial) y una parte

angular (armónicos esféricos). Las funciones base utilizadas suelen tener esta

forma, un armónico esférico y un factor exponencial39:

𝜙𝑘 = 𝑁(𝜃, 𝜌) 𝑒−𝛼𝑟

Este tipo de orbitales se denominan orbitales tipo Slater o STO por sus siglas en

ingles. Estas funciones representan bien la distribución radial electrónica, pero

tienen la desventaja que son difíciles de integrar. Por otro lado, los orbitales

gaussianos (GTO) tienen la forma39:

𝜙𝑘 = 𝑁(𝜃, 𝜌) 𝑒−𝛼𝑟2

Page 27: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

27 | P á g i n a

Estas funciones son más fáciles de integrar, pero no representan bien la distribución

electrónica. Este problema se supera usa más GTOs. Una comparación entre STO

y GTO se muestra en la figura a continuación.

Figura 18. Funciones gaussiana y de Slater.

Los orbitales para distintos niveles de energía y números cuánticos se expresan

como de la siguiente manera39:

𝑔1𝑆 = 𝑁𝑒−𝛼𝑟2

𝑔2𝑃𝑥 = 𝑁 𝑥 𝑒−𝛼𝑟2

𝑔3𝑑𝑧2= 𝑁 𝑧2 𝑒−𝛼𝑟

2

𝑔3𝑑𝑥𝑦 = 𝑁 𝑥𝑦 𝑒−𝛼𝑟2

Y así sucesivamente. Existen muchas clasificaciones para los tipos de bases

utilizadas. El set más sencillo, el STO-3G, es un set que asigna una función base a

cada orbital atómico de la molécula de la forma:

𝜙𝑘 = 𝑐1𝑒−𝛼1𝑟

2+ 𝑐2𝑒

−𝛼2𝑟2+ 𝑐3𝑒

−𝛼3𝑟2

Es decir, un orbital de Slater aproximado por tres gaussianas. Otros sets, como los

doble zeta y triple zeta, usan dos y tres funciones base para cada orbital atómico

respectivamente. Las bases de valencia dividida usan una única función base para

los electrones internos de los átomos y múltiples para los electrones de valencia.

Los sets más comunes de este tipo son los de Pople, que tiene la forma 6-31g. Esto

quiere decir que para los electrones internos se usa un STO-6G y para los electrones

de valencia dos orbitales, un STO-3G y un STO-1G.

Cuando un átomo se acerca a otro, alguna polarización puede ocurrir. Para describir

esto con mayor precisión, se suelen añadir funciones bases de polarización. Un

Page 28: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

28 | P á g i n a

orbital s se puede polarizar si se mezcla con un p, un orbital p se puede polarizar si

se mezcla con un d. En general, siempre se puede describir la polarización

añadiendo un orbital con un mayor momento angular. Esto se suele denotar con un

asterisco: 6-31g*.

En muchos casos es necesario adicionar funciones difusas. Estas funciones tienen

un exponente pequeño, lo que permite describir electrones muy alejados del núcleo.

Son particularmente importantes para describir aniones. La adición de estos se

denota con un +: 6-31+g.

4.2.5 Energía de correlación y DFT

La energía de correlación se define como la diferencia de energía entre el valor

real para la aproximación de BO y el valor calculado de HF:

𝐸𝑐 = 𝐸0 − 𝐸𝐻𝐹

El error en la energía calculada proviene de la correlación entre los electrones, lo

cual no se tiene en cuenta completamente en el formalismo de HF. La correlación

de espín esta implícitamente por el uso del determinante de Slater, por lo que el

error proviene de la aproximación hecha al calcular las interacciones coulombicas.

En las ecuaciones de HF, la repulsión se calcula a partir de los orbitales, un

potencial medio generado por una nube de carga y no los electrones individuales,

por lo que se puede ver como si los electrones se acercaran demasiado en esta

aproximación. Esto genera que 𝐸𝐻𝐹 > 𝐸0.Otros métodos permiten tener mejores

predicciones de la energía, por lo que se dice que tienen en cuenta mayor

correlación electrónica. Uno de estos métodos es DFT 41.

La teoría del funcional de densidad o DFT por sus siglas en inglés, es un formalismo

cuántico diferente a la formulación de la ecuación de Schrödinger. Este establece

que todas las propiedades del sistema están determinadas por la densidad

electrónica.

𝜌(𝑟) = 𝑓(𝑥, 𝑦, 𝑧)

La densidad electrónica, a partir de una función de onda se expresa como:

𝜌(𝑟) = 𝑁∫…∫𝜓 (𝑥1, … , 𝑥𝑁)2𝑑𝑠1𝑑𝑥2…𝑑𝑥𝑁

Page 29: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

29 | P á g i n a

Por definición, la densidad electrónica es un funcional de la función de onda. Es de

acá conde la teoría recibe su nombre: teoría del funcional de densidad o DFT por

sus siglas en ingles. 𝜌(𝑟) representa la probabilidad de encontrar cualquiera de los

𝑁 electrones en una posición dada. La teoría se demuestra factible con el teorema

de Hohenberg y Kohn y se desarrolla para aplicarse con el formalismo de Kohn y

Sham.

El teorema de Hohenberg y Kohn establece dos cosas 42.

▪ Cada observable del sistema cuántico se puede calcular de la densidad

electrónica del estado basal.

▪ La densidad electrónica del estado basal cumple con el principio

variacional.

Así, la energía se expresa como 41,42:

𝐸[𝜌] = 𝑉𝑒𝑥𝑡[𝜌] + 𝐹𝐻𝐾[𝜌] = ∫𝑉𝑒𝑥𝑡̂ 𝜌(𝑟)𝑑𝑟 + 𝐹𝐻𝐾[𝜌]

Donde 𝐹𝐻𝐾[𝜌] es un funcional que no depende el sistema en cuestión. Sin embargo,

la estructura matemática no se conoce. El formalismo de Kohn y Sham combina la

aproximación de densidad electrónica y de funciones de onda para repartir la

energía en los siguientes términos:

𝐸[𝜌] = 𝑇0[𝜌]∫(𝑉𝑒𝑥𝑡̂ +𝑈𝑒�̂�) 𝜌(𝑟)𝑑𝑟 + 𝐸𝑥𝑐[𝜌]

Donde 𝑇0 es la energía cinética de los electrones sin repulsión electrónica. 𝑉𝑒𝑥𝑡 es

el potencial externo generado por los núcleos y 𝑈𝑒𝑙 es la interacción coulombica de

los electrones.

𝑈𝑒�̂�(𝑟) = ∫𝜌(𝑟′)

|𝑟′ − 𝑟| 𝑑𝑟

El ultimo funcional, denominado la energía de intercambio-correlación, incluye

toda la energía que no fue tenida en cuenta por los otros términos, como intercambio

electrónico, correlación electrónica en la energía cinética e interacción coulombica,

corrección por auto – interacción, etc. Tras aplicar calculo variacional para

minimizar la energía, se llega a 41,42:

𝛿𝐸[𝜌]

𝛿𝜌(𝑟)= 𝛿𝑇0[𝜌]

𝛿𝜌(𝑟)+ 𝑉𝑒𝑓𝑓̂

Page 30: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

30 | P á g i n a

𝑉𝑒𝑓𝑓̂ = 𝑉𝑒𝑥𝑡̂ +𝑈𝑒�̂� +𝛿𝐸𝑥𝑐[𝜌]

𝛿𝜌(𝑟)

Esto requiere la solución de la ecuación de onda para partículas que no interactúan.

Estas ecuaciones son similares a las de HF, pero son más sencillas de resolver41,42:

[−1

2∇𝑖2 +

𝛿𝐸𝑥𝑐[𝜌]

𝛿𝜌(𝑟)] 𝜙𝑖

𝐾𝑆(𝑟) = 𝜖𝑖𝜙𝑖𝐾𝑆(𝑟)

Los orbitales de Kohn y Sham no son orbitales reales y no corresponden a ningún

sistema físico. Este método proporcionaría la energía exacta del estado basas si se

conociera el funcional 𝐸𝑥𝑐[𝜌]. Esto ha generado a la publicación de muchos

funcionales con distintas variaciones. Muchas de estas variaciones contienen

parámetros empíricos ajustados para minimizar el error en distintas energías. De

igual manera, algunos funcionales incorporan parte de la energía exacta de

intercambio (Integral de intercambio 𝐾𝑖𝑗) del formalismo de Hartree Fock usando

los orbitales ficticios de Kohn y Sham 𝜙𝑖𝐾𝑆(𝑟). A este tipo de funcionales se les

denomina funcionales híbridos. Un ejemplo clásico es el funcional B3LYP, el cual

es usado ampliamente40.

Hay diversos modelos para los funcionales, funcional de densidad local (LDF /

LDA) y densidad local de espín (LSD) que dependen de las densidades locales.

Funcionales más avanzados incluyen expansiones de 𝐸𝑥𝑐[𝜌], tales como gradient

expansion approximation (GEA) y generalized gradient aproximation (GGA).

Estos funcionales se suelen llamar no locales o correcciones por gradiente, pues

dependen de la densidad y de la magnitud de su gradiente en un punto dado. Los

funcionales no locales suelen tener estructuras matemáticas muy complejas40.

4.2.6 Superficies de energía potencial, mínimos y

estados de transición

Una consecuencia de la aproximación de Born – Oppenheimer (Sección 4.1) es que

se puede separar los grados de libertad de los electrones y de los núcleos. Esto

permite tratar con mecánica cuántica únicamente los electrones manteniendo los

núcleos constantes. Esta aproximación, de no tratar con mecánica cuántica los

núcleos, es lo que permite hablar de geometría molecular. La geometría de un

sistema es una noción clásica, y corresponde a la posición relativa únicamente de

los núcleos. No tiene sentido hablar de geometría con respecto a los electrones,

pues solamente se tiene una densidad de probabilidad.

Dadas unas coordenadas nucleares, se encontrará una energía del estado basal. De

esta manera, Se puede ver que la energía de una molécula dada es función de las

Page 31: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

31 | P á g i n a

coordenadas nucleares únicamente. Es posible construir un diagrama de energía

potencial en función de las coordenadas nucleares. A este diagrama se le llama

superficie de energía potencial, o PES por sus siglas en ingles. Un sistema de N

átomos tiene 3N grados de libertad. Muchas veces se suele trabajar en coordenadas

internas para un total de 3N-6 grados de libertad. El gran número de variables causa

que esta superficie no se pueda representar visualmente43.

La superficie de energía potencial contiene la información de las conformaciones

de los mínimos de energía, estados de transición y coordenadas de reacción del

sistema estudiado. Debido a esto, el estudio de su topología resulta fundamental

para estudiar la estructura y reactividad43.

Figura 19. Ejemplo de una superficie de energía potencial (PES).

Si se está analizando una reacción, los mínimos de energía pueden representar

reactivos, productos e intermediarios en sus conformaciones más estables. La

reacción de pasar de A a B procederá por el camino de mínima energía sobre la

superficie que conecte ambos puntos. Las coordenadas de reacción serán entonces

las coordenadas de ese mismo trayecto. La energía a lo largo del camino tendrá un

Mínimo de energía C

Mínimo de energía A Mínimo de energía B

Punto de silla de orden mayor Punto de silla de primer orden – Estado

de transición A-B

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32 | P á g i n a

máximo, que corresponderá al estado de transición de la reacción. Sin embargo,

como es el camino de mínima energía, este punto será un máximo a lo largo de la

coordenada de reacción y un mínimo con respecto a todas las demás. Es decir, un

estado de transición es un punto de silla de primer orden. Los puntos A, B y el

estado de transición se muestran en la PES y en un corte a lo largo de la coordenada

de reacción43.

Figura 20. Corte transversal de la PES.

En estos puntos de interés el gradiente de la energía potencial siempre es igual a

cero44:

∇𝐸 = ∑𝜕𝐸

𝜕𝑞𝑖𝑒�̂�

𝑖

= 0̅

Sin embargo, lo que describirá a la naturaleza de los puntos críticos es la matriz

Hessiana. Esta se suele describir como la matriz de las segundas derivadas y se

expresa formalmente como un producto diádico44:

𝐻𝑒𝑠𝑠 𝐸 = (∇⨂∇𝐸 )𝑇 =

(

𝜕2𝐸

𝜕𝑞1𝜕𝑞1…

𝜕2𝐸

𝜕𝑞1𝜕𝑞𝑛⋮ ⋱ ⋮𝜕2𝐸

𝜕𝑞𝑛𝜕𝑞1…

𝜕2𝐸

𝜕𝑞𝑛𝜕𝑞𝑛)

Punto de silla de primer

orden – Estado de

transición A-B

Mínimo de energía A Mínimo de energía B

Page 33: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

33 | P á g i n a

Esta matriz es simétrica y sus valores propios dan información so el punto crítico

es un máximo, mínimo o punto de silla. Para una función cualquiera de múltiples

variables, un punto crítico es44:

▪ Un máximo si los valores propios de la Hessiana son negativos

▪ Un mínimo si los valores propios de la Hessiana son positivos

▪ Un punto de orden 𝑛 si la Hessiana tiene 𝑛 valores propios negativos

Para encontrar los valores propios, lo que se hace es diagonalizar la Hessiana. De

tal forma, los valores propios son los elementos de la diagonal. Esto se hace

encontrando una matriz D tal que:

𝐷−1 𝐻 𝐷 = 𝐻′ = (𝜆1 0 00 ⋱ 00 0 𝜆𝑛

)

Una forma equivalente de esta ecuación es44:

𝐻 𝐷𝑖 = 𝜆𝑖𝐶𝑖

Es decir, un problema de valores y vectores propios. Una vez se obtengan los

valores 𝜆𝑖 se puede determinar si se trata de un mínimo o un punto de silla. Como

se mencionó anteriormente, un estado de transición es un punto de silla de primer

orden que pertenece a un camino de mínima energía y es un máximo dentro de este.

En otras palabras, es un punto crítico en donde la Hessiana debe tener un valor

propio negativo y los demás positivos. El vector propio asociado al valor negativo

corresponde a una combinación lineal de las coordenadas nucleares que más

contribuyen a ese punto de silla43. En una reacción química, las coordenadas que

más contribuyen deben ser separaciones entre átomos. En estados de transición de

un cambio conformacional, estas son únicamente ángulos y ángulos diedros.

Page 34: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

34 | P á g i n a

Parte 5.

Metodología

Todos los cálculos fueron realizados con el método DFT y los programas

Gaussian0945 y Gaussian1646. El funcional utilizado fue el M06, perteneciente a la

familia de los funcionales Minnesota. El M0647 es funcional hibrido publicado en

2007, el cual está parametrizado para trabajar sistemas que involucren metales de

transición y en donde las interacciones no covalentes sean significativas. Las

variables usadas por el funcional son las densidades de espín ( 𝜌𝜎, 𝜎 = 𝛼, 𝛽), el

gradiente reducido de la densidad de espín 𝑥𝜎 y la densidad de energía cinética 𝜏𝜎:

𝑥𝜎 =|∇𝜌𝜎|

𝜌𝜎4/3

𝜏𝜎 =1

2∑|∇𝜓𝑖,𝜎|

2

𝑖

Donde 𝜓𝑖,𝜎 corresponde a los orbitales de Khon y Sham. Adicionalmente, el

funcional se basa en la aproximación de meta gradiente generalizado (meta- GGA).

Para todos los átomos, excepto el centro metálico, se utilizó una base de Pople 6-

31+G*. Además de las funciones base estándar, esta base añade funciones orbitales

polarizables y difusos a todos los átomos, excepto hidrogeno. Para los átomos

metálicos se utilizó un potencial nuclear efectivo o ECP (effective core potential).

El uso de un ECP, que en este caso fue SDD 48 (Stuttgart - Dresden), permite

modelar los electrones de las capas internas por medio de un potencial efectivo con

el fin de reducir el tiempo requerido para el cálculo. Los complejos de zinc y cobre

se trabajaron con una multiplicidad de espín de 1 y 2, respectivamente.

Inicialmente, se realizó la optimización de la estructura para los complejos de

Cu(II) y Zn(II) (figura 14) y una molécula de caprolactona por separado. Para todos

los mecanismos se utilizó un sistema modelo de 1 complejo de coordinación con

una única caprolactona (sistema modelo 1). Adicionalmente, se evaluó el efecto de

una segunda caprolactona (sistema modelo 2) en el sistema para el primer

mecanismo. Luego, se realizó la optimización de los complejos con una o dos

caprolactona coordinada al centro metálico, los intermediarios y los productos. La

optimización de estas geometrías involucra una minimización de la energía. Los

Page 35: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

35 | P á g i n a

cálculos se realizaron en fase gaseosa. Una vez se encontraron los estados de

transición, se comprobó que el autovector asociado al único valor propio negativo

de la Hessiana fuera dominado por las coordenadas relevantes para la reacción

De manera paralela, se realizó el cálculo de los orbitales de frontera para los

complejos iniciales con la caprolactona coordinada para corroborar la

nucleofilicidad de los ligandos y la electrofilicidad del carbonilo de la caprolactona.

Estos cálculos se realizaron con el método de Hartree – Fock. El conjunto base fue

6-31+G* para todos los átomos, incluidos los átomos metálicos. Los orbitales se

visualizaron con el software Gabedit49.

Page 36: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

36 | P á g i n a

Parte 6.

Resultados y discusión

6.1 Estructuras de los compuestos iniciales

La geometría de los complejos metálicos (figura 21 y 22) depende del metal en

cuestión. Estos complejos se llamarán de ahora en adelante 𝐶0. En el caso de zinc,

la estructura de mínima energía presenta una geometría tetraédrica, en donde los

pirazoles realizan un puente de hidrogeno con los oxígenos libres del benzoato:

𝐻11 − 𝑂17= 1.714 Å y 𝐻5 − 𝑂19= 1.712 Å. Se consideran puentes de hidrogeno

fuertes, pues la distancia es corta. Esto se muestra en la figura 19. El Zn(II) es un

metal d10, es decir, tiene sus orbitales d llenos, por lo que la geometría resultante se

basa en la minimización del impedimento estérico entre los ligandos.

1

15

14

2

43

8

42

17

19

11

5

Figura 21. Complejo de Zn(II). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

2.023

2.021

1.942

1.943

Page 37: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

37 | P á g i n a

A diferencia del zinc, el complejo de cobre presenta una geometría plano-cuadrada.

Esta es común en los complejos de Cu(II) y se debe a la estructura electrónica

interna del metal. La geometría de 𝐶0 para el cobre se muestra en la figura 22. Una

pequeña distorsión en la geometría se da por la interacción de 𝜋-stacking entre un

benzoato y un pirazol y dos puentes de hidrogeno: 𝐻11 − 𝑂17: 1.927 Å y 𝐻5 −𝑂19=

1.701 Å. Estos también son considerados puentes de hidrogeno fuertes

Figura 22. Geometría inicial para el complejo. Las distancias de enlace se dan en Ångstroms

El cobre es un d9, por lo que el electrón en el orbital d más energético estará

desapareado. El desdoblamiento de los orbitales d del cobre para un campo plano

cuadrado se muestra en la figura 20. El orbital dx2-y2 se encuentra en dirección de

los cuatro ligandos, por lo que la repulsión electrónica es máxima y causa que sea

el orbital de máxima energía. Por la misma razón, los orbitales dxz y dyz son los de

menor energía, pues la repulsión electrónica es mínima. Si todos los orbitales están

llenos, como ocurre en el zinc, no habrá ganancia neta de energía por una geometría

u otra. Sin embargo, cuando los orbitales no están llenos, adoptar una u otra

geometría tendrá como resultado diferentes disminuciones en energía. La

1 15

14

2

43

8

42

19

17

1.959

1.987

1.952

2.036

Page 38: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

38 | P á g i n a

separación entre los orbitales de mayor y menor energía determinará la energía de

estabilización. Una separación grande implica una estabilización mayor. Un campo

plano cuadrado tiene una mayor separación que un campo tetraédrico, por lo que

metales d8 y d9 suelen adoptar geometrías plano cuadradas50.

Figura 23. Desdoblamiento del campo de ligando.

Para el cobre también se encontró una geometría en donde uno de los benzoatos

actuaba como un ligando bidentado para formar un complejo con una geometría

similar a una pirámide de base cuadrada (figura 24). Sin embargo, la primera era

de mayor energía que la plano-cuadrada, pues en esta última se formaba la

interacción de 𝜋-stacking.

dx2-y2

dxy

dz2

dxz dyz

E

1.993

2.124

2.194

2.005

1.948

Figura 24. Complejo de Cu(II) donde un benzoato actúa como ligando bidentado. Las

distancias de enlace se dan en Ångstroms.

Page 39: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

39 | P á g i n a

6.2 Complejos con caprolactona y orbitales de

frontera

La geometría de los complejos con caprolactona también es función del metal. A

estos complejos se les llamará 𝐼1 . Para el zinc, una bipirámide de base triangular

es la geometría más estable, debido a la minimización de la repulsión entre los

ligandos y la caprolactona (figura 25). Para el cobre, la geometría optima es cercana

a una pirámide de base cuadrada (figura 26). Esto se debe nuevamente a la forma

como los orbitales d se desdoblan en esta geometría. Las distorsiones en ambas

geometrías se generan por las restricciones introducidas por los puentes de

hidrogeno.

M1

O15

O19

C60 O76 2.071

2.021

2.259

N2

Figura 25. (a) Complejo de Zn con caprolactona (b) HOMO del complejo. Las distancias de

enlace se dan en Ångstroms.

a)

b)

Page 40: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

40 | P á g i n a

Figura 25. (c) LUMO del complejo de Zn(II).

Figura 26. (a) Complejo de Cu con caprolactona (b) HOMO del complejo. Las distancias de enlace se dan

en Ångstroms.

M1

O15

O19

C60

O76 2.386

1.978

1.996

N2

c)

a)

b)

Page 41: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

41 | P á g i n a

Un ataque nucleofílico tradicional involucra la interacción del HOMO (Highest

Occupied Molecular Orbital) del nucleófilo con el LUMO (Lowest Unoccupied

Molecular Orbital) del electrófilo. En cuanto más cercanos en energía estén estos

orbitales, mayor será la interacción y más fácil será la reacción. En el sistema de

estudio, uno de los ligandos del complejo debe actuar como nucleófilo y el

carbonilo de la caprolactona será el electrófilo. Un análisis de los orbitales de los

complejos de coordinación ligados a la caprolactona puede ayudar a entender la

reactividad del sistema. Dentro del complejo, un par electrónico de alta energía

debe interactuar con el orbital desocupado del carbonilo de la caprolactona. Tanto

el pirazol como el benzoato tienen pares electrónicos que pueden interactuar con el

carbonilo.

Como se observa en las figuras 25 y 26, el LUMO de ambos complejos está ubicado

en el carbonilo de la caprolactona. El carbonilo es un grupo electrofílico, y el enlace

de coordinación entre el oxígeno de este y el centro metálico aumenta aún más la

electrofilicidad. El HOMO de los complejos 𝐼1 está deslocalizado parcialmente en

los nitrógenos del pirazol que están ligados al metal y en los benzoatos. Si el

benzoato está formando un puente de hidrogeno con el pirazol, el HOMO se

deslocalizado sobre el anillo aromático. Si no se está formando el puente de

hidrogeno, el HOMO se encuentra deslocalizado sobre el oxígeno del carboxilato

que no está unido al metal. Esto sugiere que efectivamente ambos ligandos pueden

actuar como nucleófilo, por lo que no es posible descartar ninguno de los

mecanismos propuestos.

Figura 26. (c) LUMO del complejo de Cu(II).

c)

Page 42: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

42 | P á g i n a

0

-3.87

1.30-2.28

10.89

4.82

-15

-10

-5

0

5

10

15

E (k

cal/

mo

l)

Zn(II)

𝐶0

𝑇𝑆21

𝑃1

6.3 Mecanismo 1: ataque del benzoato

Los perfiles de energía potencial para el mecanismo propuesto se muestran a

continuación:

Figura 27. Perfil de energía para el mecanismo 1 con M = Zn(II).

Figura 28. Perfil de energía para el mecanismo 1 con M = Cu(II).

0

-10.07

1.74

-1.61

10.79

1.59

-15

-10

-5

0

5

10

15

E (k

cal/

mo

l)

Cu(II)

𝐼22

𝑇𝑆21

𝑃1

𝐶0

𝑇𝑆11

𝐼21

𝑇𝑆11

𝐼11

𝐼11

13.17

12.48

Page 43: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

43 | P á g i n a

Como referencia, se tomó la energía de la caprolactona y el complejo 𝐶0 por

separado. El primer paso es la formación del complejo con la caprolactona. Para

ambos metales este paso es favorable energéticamente, pues involucra la

interacción de un par electrónico con un centro positivo. Sin embargo, para el cobre

la disminución en energía es mayor. El estado de transición para la coordinación

de la caprolactona no se incluye, pues basado en los cálculos reportados para los

otros mecanismos de iniciación, este paso no es el paso determinante de la reacción.

En el caso del zinc, aceptar un ligando adicional implica un mayor impedimento

estérico y un cambio en la organización de los ligandos. Gracias a la geometría

plano-cuadrada, la adición de la caprolactona al cobre no implica tanto

impedimento estérico. Adicionalmente, el desdoblamiento de los orbitales d para

una geometría piramidal de base cuadrada es similar al plano cuadrado, por lo que

no se pierde la energía de estabilización electrónica.

Figura 29. Intermediario 1 para el zinc y cobre. Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

El primer estado de transición (𝑇𝑆1) es energéticamente similar pero

estructuralmente diferente para los dos metales. Las estructuras se muestran en la

figura 30 y 31. En el caso del cobre, efectivamente involucra un ciclo de 6

miembros, mientras que para el zinc el benzoato ya se ha descoordinado. En ambos

casos, el carbono del carbonilo tiene una geometría cercana a una tetraédrica: la

distancia 𝑀1 − 𝑂76 disminuyó con respecto al mínimo anterior de 2.259 Å a 1.953

Å para el Zn y de 2.386 Å a 1.960 Å. De igual manera, la distancia 𝐶60 − 𝑂76 aumentó de 1.222 Å a 1.274 Å para el Zn y de 1.219 Å a 1.273 Å para el Cu. Esto

es consistente con la nueva carga sobre el oxígeno 76 y la nueva hibridación 𝑠𝑝3

del carbono 60.

Cu(II) Zn(II)

2.386

1.978

2.259

2.021

1.222

1.334

1.219

1.334

Page 44: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

44 | P á g i n a

1.367

1.953

1.274

1.363

1.808

3.992

1.960

1.273

1.376

1.740

2.326

Figura 30. Estado de transición 1 (𝑇𝑆11) para zinc y cobre para el mecanismo 1. Las distancias de enlace se dan en

Ångstroms.

Page 45: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

45 | P á g i n a

Es importante mencionar que mientras ocurre el ataque, existe un puente de

hidrogeno entre un pirazol (𝐻5 ) y el oxígeno del benzoato que se está

descoordinado del metal (𝑂15) en el caso de Zn. La distancia 𝐻5 − 𝑂15 es de 1.707

Å y se cree que facilita la ruptura del enlace coordinado. Para el Cu, este puente de

hidrógeno es debil (𝐻5 − 𝑂15 = 2.432 Å), pero si un 𝜋-stacking entre el benzoato y

el pirazol que también ayuda a estabilizar el 𝑇𝑆1. Una vez formado el intermediario

2, se forma un nuevo puente de hidrogeno entre el pirazol y el oxígeno de la

caprolactona que está enlazado al metal (𝐻5 − 𝑂76). La distancia es de 2.019 Å

para en Zn y 1.935 Å para el Cu. Esto se muestra en la figura 31. Otra interacción

importante que ayuda a estabilizar el sistema es el 𝜋-stacking entre el benzoato que

actuó como nucleófilo y el pirazol. El 𝐼1 del zinc tiene un carácter menos

tetraédrico, como lo evidencia la distancia el enlace entre el carbono y el oxígeno

del carbonilo (𝐶60 − 𝑂76), la cual es de 1.302 Å para el Zn y 1.394 Å para en Cu.

Una distancia más corta de este enlace sugiere un mayor carácter 𝑠𝑝2. De igual

manera, el nuevo enlace 𝑂19 − 𝐶60 es de 1.556 Å para en zinc y de 1.516 Å para el

cobre.

Figura 31. Intermediario 2 (𝐼21) para zinc y cobre del mecanismo 1. Las distancias de enlace se

dan en Ångstroms.

En esta conformación, la distancia entre el oxígeno interno de la caprolactona y el

metal es relativamente corta (𝑀1 − 𝑂77): para el Zn es de 2.635 Å y para el Cu de

2.742 Å, lo que permite que se dé la apertura del anillo sin necesidad de un cambio

de conformación. Sin embargo, 2sto depende de la cara por la cual sea atacada la

caprolactona. Y pueden ocurrir casos en donde el cambio de conformación sea

necesario para continuar con la reacción. En algunos de los estudios reportados

sobre polimerización de esteres cíclicos, el cambio de conformación tenía asociado

el estado de transición de mayor energía. La incertidumbre del mecanismo de

reacción estudiado se centra en cuál de los ligandos es el responsable de la

iniciación (o si son ambos), por lo que se analizará el mecanismo donde no es

necesario el cambio conformacional.

1.956

1.302

1.401

1.556

Zn(II) Cu(II)

1.890 1.394

1.394

1.516

Page 46: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

46 | P á g i n a

Figura 32. Intermediario 2 (𝐼21) para zinc y cobre del mecanismo 1. El puente de hidrogeno entre 𝐻5 y 𝑂76 se

muestra con una línea roja. Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

Page 47: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

47 | P á g i n a

El siguiente paso es la apertura del anillo de la caprolactona por la regeneración del

carbonilo, lo cual sucede a través del segundo estado de transición (𝑇𝑆21). Esto

requiere que el oxígeno del ciclo de la caprolactona (mostrado azul, figura 33) se

coordine al metal mientras se regenera el carbonilo. Al igual que el primer estado

de transición, el puente de hidrogeno con el pirazol (𝐻5 − 𝑂76) facilita que el

oxígeno del carbonilo (𝑂76) se descoordine del metal (𝑀1). Esta distancia es de

1.756 Å para en Zn y 1.984 Å para el Cu. Simultáneamente, el oxígeno 77 se

coordina al metal: la distancia 𝑂77 −𝑀1 paso de 2.635 Å y 2.742 Å en el 𝐼21 a

1.946 Å y 1.932 Å en el 𝑇𝑆21 para el zinc y cobre, respectivamente. Esta distancia

relativamente corta es consistente con la nueva carga sobre el oxígeno 77. De igual

manera, la regeneración del carbonilo se evidencia por la disminución de las

distancias de enlace entre 𝑂76 − 𝐶60 y 𝐶60 − 𝑂19, las cuales disminuyen a 1.229 Å

y 1.457 Å para en zinc y 1.241 Å y 1.416 Å para el cobre. Esta disminución con

respecto a 𝐼21 ocurre por el cambio de hibridación de 𝑠𝑝3 a 𝑠𝑝2 del carbono 60.

Este estado de transición también está estabilizado por 𝜋-stacking entre el benzoato

que actuó como nucleofilo y el pirazol.

Figura 33. Segundo estado de transición (𝑇𝑆21) para el zinc y el cobre del mecanismo 1. Las

distancias de enlace se dan en Ångstroms.

En ambos casos el paso es concertado, pero para el cobre es más sincrónico que

para el zinc. es decir, a medida que se forma el enlace 𝑀1 − 𝑂77 se rompe el enlace

𝑀1 − 𝑂76. En esta geometría, esta distancia es de 2.255 Å, significativamente más

larga que en el 𝐼21 (1.890 Å). Para el Zn, la distancia 𝑀1 − 𝑂76 es de 3.031 Å en

este estado de transición en comparación con 𝐼21 (1.956 Å).

3.031 1.229

Zn(II)

1.946

Cu(II)

1.812

1.457

2.255

1.241

1.932 1.887

1.416

Page 48: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

48 | P á g i n a

Figura 34. Segundo estado de transición (𝑇𝑆21) para el zinc y el cobre del mecanismo 1. El puente

de hidrogeno entre 𝐻5 y 𝑂76 se muestra con una línea roja. Las distancias de enlace se dan en

Ångstroms.

Page 49: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

49 | P á g i n a

El producto 𝑃1 ya contiene el carbonilo regenerado y la caprolactona abierta (figura

35). La distancia entre el carbono del carbonilo (𝐶60) y el oxígeno interno (𝑂77) es

alta: 3.218 Å para en Zn y 3.393 Å para el Cu. La distancia del enlace doble del

carbonilo 𝐶60 − 𝑂76 disminuyo, y es ahora 1.196 y 1.205 para el cobre y el zinc,

respectivamente. De igual manera, la distancia 𝐶60 − 𝑂19 también disminuyó para

ambos complejos: 1.400 Å para el Zn y 1.374 Å para el Cu. El oxígeno 77 ya tiene

una carga formal negativa, que se evidencia por la corta distancia 𝑀1 − 𝑂77: 1.906

Å para el zinc y 1.852 Å para el cobre. Estos valores son más cortos que los enlaces

metal benzoato inicial. Esto se debe a que en el benzoato la carga está deslocalizada,

mientras que, en el producto, un alcóxido, está concentrada en un único átomo

(𝑂77). Las interacciones que estabilizan el producto son el 𝜋-stacking entre el

benzoato que actuó como nucleófilo y un pirazol y dos puentes de hidrogeno. Uno

entre el oxígeno 76 y el hidrogeno 5 (1.764 Å para el Zn y 1.934 Å para el Cu) y

otro entre los ligandos pirazol y benzoato.

Figura 35. Producto (𝑃1) para el zinc y el cobre del mecanismo 1. Las distancias de enlace se dan

en Ångstroms.

Al observar las energías de los estados de transición de ambos complejos, se

observa que el paso determinante para la reacción es la apertura del anillo de la

caprolactona (𝑇𝑆21), pues tiene la mayor energía del proceso (10.79 kcal/mol y

10.89 kcal/mol) y la mayor energía de activación 13.17 kcal/mol para el Zn y 12.48

kcal/mol para el Cu. Por lo tanto, la reacción procede con igual facilidad para ambos

metales. Sin embargo, la energía de activación para el primer paso (𝑇𝑆11) es menor

para el zinc que para el cobre: 5.17 kcal/mol vs 11.81 kcal/mol. Esto se debe a que

en el 𝑇𝑆11 el cobre y el zinc se encuentra en una geometría cercana a una

tetraédrica, lo cual es favorable para el zinc, pero no para el cobre. En este paso de

iniciación, para ambos casos el producto es de mayor energía que los reactivos.

Zn(II) Cu(II)

1.906

1.296

1.400

1.852

1.205

1.374

Page 50: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

50 | P á g i n a

6.4 Mecanismo 2: ataque del pirazol

Los perfiles de energía potencial para el mecanismo 2 se muestran a continuación:

0

-10.07

4.47

-1.8

20.41

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

E (k

cal/

mo

l)

Cu(II)

𝐼1

𝑇𝑆12

𝑇𝑆22

𝐼22

22.21

Figura 36. Perfil de energía para el mecanismo 2 con M = Zn(II).

Figura 37. Perfil de energía para el mecanismo 2 con M = Cu(II).

0

-3.87

1.88

1.436

15.81

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

E(kc

al/m

ol)

Zn(II)

𝐶0

𝐶0

𝐼1

𝑇𝑆22

𝑇𝑆12

𝐼22

14.37

Page 51: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

51 | P á g i n a

En este mecanismo, las geometrías del intermediario 1: complejo después de la

coordinación de la caprolactona son idénticas a las del mecanismo 1, por lo que no

se discutirán en esta sección. Adicionalmente, no se muestran las estructuras ni las

energías para los productos. Pues, para determinar cuál de los mecanismos es el

más viable, se deben comparar los pasos de mayor energía, es decir, la energía de

los respectivos estados de transición. Aquel mecanismo cuyo paso determínate de

la reacción sea más bajo en energía será el mecanismo más viable para la reacción.

En el primer estado de transición (𝑇𝑆12), se está formando el enlace entre el pirazol

y la caprolactona, como se muestra en la figura 38. El enlace que se está formando

(𝑁8 − 𝐶60) tiene distancias de 1.835 Å para el cobre y zinc. La distancia 𝑂77 − 𝐶60 está

aumentando con respecto a 𝐼1. En ste estado, es de 1.270 y 1.267 para Zn y Cu. De igual

manera, la distancia 𝑂77 −𝑀1 es de 1.983 Å y 1.975 Å, la cual es menor que en 𝐼1. Esto

es consistente con un ataque nucleofilico sobre el carbonilo, pues el carbono 60 y oxigeno

77 están tomando un carácter 𝑠𝑝3 y una carga negativa se está acumulando sobre este

ultimo oxigeno. Contrario al mecanismo propuesto, no existe un intercambio de protón

entre ambos átomos en este paso (𝑂17 −𝑁42), pero si un puente de hidrogeno fuerte que

es fundamental para estabilizar las estructuras. La distancia de este puente (𝐻5 − 𝑂17)es

de 1.752 Å y 1.838 Å para el zinc y el cobre, respectivamente. La geometría en 3D se

muestra en la figura 39. Otra interacción importante presente en este estado de transición

es un 𝜋 −stacking entre el pirazol nucleofiico y un benzoato. Finalmente, las distancias

entre el nitrógeno 8 y el metal (3.414 Å para Zn y 3.450 Å para Cu) indican que el paso

no es totalmente sincrónico, y existe primero y descoordinación parcial del pirazol.

Figura 38. Estructuras del primer estado de transición para el mecanismo 2 (𝑇𝑆12). Las distancias

de enlace se dan en Ångstroms.

76

Zn(II) Cu(II)

1.983 1.270

1.373

1.835 3.414

1.975 1.267

1.376

1.835 3.45

Page 52: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

52 | P á g i n a

17

5

1

42

8

60

77

76

1

8

42

60

77

17

5

76

Figura 39. Estructuras del primer estado de transición para el mecanismo 2 (𝑇𝑆12).

Page 53: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

53 | P á g i n a

Cuando se forma el intermediario 2 (𝐼22) para ambos metales, tampoco ocurre la

transferencia de protón entre el nitrógeno 42 y el oxígeno 17. Las estructuras se

muestran en la figura 40 y 41. Esto es consistente con la mayor acidez del ácido

benzoico con respecto al pirazol sin sustituir (4.2 vs 14.21). Sin embargo, el puente

de hidrogeno entre estos dos átomos es aún más fuerte que en el estado de transición

y, por ende, también es fundamental en la estabilización de los intermediarios. Las

distancias 𝐻5 − 𝑂17 disminuyen de 𝐼1 a 𝑇𝑆12 a 1.716 Å para el zinc y 1.708 Å para

el cobre. En este mínimo también se completa el ataque nucleofílico. La distancia

𝑁8 − 𝐶60 disminuye hasta 1.684 Å para el Zn y 1.568 Å para el Cu. Estas distancias

son mayores a las encontradas en el intermediario análogo del mecanismo (𝐼21)

(1.556 Å para en zinc y de 1.516 Å para el cobre), lo cual sugiere que en el 𝐼22 el

nuevo enlace 𝑁8 − 𝐶60 es más débil que el enlace 𝑂19 − 𝐶60 en 𝐼21. Esto concuerda

con la mayor energía de los intermediaros en cuestión (1.436 kcal/mol y -1.80

kcal/mol en 𝐼22 vs -2.28 kcal/mol y -1.61 en 𝐼21 para el zinc y cobre,

respectivamente). Esto también se puede observar por el mayor carácter de enlace

doble entre los átomos 𝐶60 y 𝑂77, con distancias de 1.289 Å y 1.311 Å para el zinc

y cobre, las cuales son menores a las encontradas en el 𝐼21.

En esta geometría, el oxígeno 76 se encuentra a una distancia de 3.088 Å y 3.449

Å para el Zn y CU del centro metálico, por lo que para este mecanismo tampoco es

necesario un cambio en la conformación para el paso de la apertura del anillo de la

caprolactona. Tras el ataque nucleofílico, la distancia 𝑂76 − 𝐶60 es de 1.392 Å y

1.409 Å, similar a la del 𝐼21. Este enlace se rompe en el siguiente paso de la

reacción.

Zn(II) Cu(II)

1.961 1.289

1.392 1.684

1.928 1.311

1.409 1.568

Figura 40. Estructuras del segundo intermediario para el mecanismo 2 (𝐼22). Las distancias de

enlace se dan en Ångstroms.

Page 54: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

54 | P á g i n a

17

1 5

42

8

60

76

77

17 1

7

1

8

60

76 77

42

17

5

Figura 41. Estructuras del segundo intermediario para el mecanismo 2 (𝐼22).

Page 55: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

55 | P á g i n a

En segundo estado de transición (𝑇𝑆22), la distancia 𝑂76 − 𝐶60 aumenta con

respecto al mínimo anterior (figura 42 y 43). Las nuevas distancias son 1.838 Å y

1.912 Å para el zinc y cobre, respectivamente. Esto concuerda con el hecho que

este enlace se está rompiendo. Sin embargo, similar al 𝑇𝑆21 del cobre, la

regeneración del carbonilo es poco sincronica, pues en este estado de transición

(𝑇𝑆22) el enlace 𝑂77 − 𝐶60 ya tiene una longitud caracteristica a un doble enlace

carbono – oxigeno (1.216 Å para Zn y 1.21 Å para Cu). De igual manera, la

distancia 𝑂77 −𝑀1 es demasiado grande para que haya una interacción apreciable

con el metal: 4.195 Å y 3.020 Å para zinc y cobre.

Aun con el carbonilo casi formado, la distancia entre el nitrógeno 8 del pirazol y el

carbono 60 de la caprolactona es apreciablemente mayor a las encontradas en el

análogo del mecanismo 1 y del producto del mecanismo 1 (𝑇𝑆21 y 𝑃1). 1.567 Å en

el estado de transición actual vs 1.457 Å en 𝑇𝑆21 para el zinc y 1.567 Å en el

estado de transición actual vs 1.416 Å en 𝑇𝑆21 para el cobre. Esta tendencia

observada en todas las estructuras descritas para este mecanismo indica que el

enlace con el benzoato es más fuerte que con la caprolactona. Las interacciones que

estabilizan este estado de transición son el puente de hidrogeno entre el nitrógeno

42 y el oxígeno 17. Las distancias correspondientes (𝐻5 − 𝑂17) son 1.750 Å y

1.769 Å para el zinc y cobre, respectivamente. Adicionalmente, el estado de

transición de zinc presenta un 𝜋-stacking entre el pirazol nucleofílico y un

benzoato, mientras el cobre no. Esto explica la diferencia significativa en las

energías de ambos 𝑇𝑆22 (15.81 kcal/mol vs 20.41 kcal/mol). Una vez se rompa el

enlace 𝑂76 − 𝐶60 se formará el producto.

4.195 1.216

1.567

1.972

1.838

3.020 1.21

1.567

1.940

1.912

Zn(II) Cu(II)

Figura 42. Estructuras del segundo estado de transición para el mecanismo 2 (𝐼22). Las distancias de

enlace se dan en Ångstroms.

Page 56: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

56 | P á g i n a

17

5

42

8

77 60

76

1

Figura 43. Estructuras del segundo intermediario para el mecanismo 2 (𝐼22).

1 17

5 42

8

60

77

76

Page 57: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

57 | P á g i n a

Al igual que para el primer mecanismo, el paso determínate de la reacción es el

estado de transición a la apertura del anillo de la caprolactona (𝑇𝑆22). Sin embargo,

en este mecanismo tanto la energía absoluta del estado de transición (10.89

kcal/mol vs 15.81 kcal/mol para el zinc y 10.79 kcal/mol vs 20.41 kcal/mol para el

cobre) como la energía de activación (11.81 kcal/mol vs 14.374 kcal/mol para el

zinc y 12.48 kcal/mol vs 22.21 kcal/mol) es mayor con respecto al mecanismo 1.

Las interacciones que estabilizan el paso determinante en el mecanismo 1 también

están presentes en el mecanismo 2, por lo que la diferencia de energía se debe

principalmente a que el enlace que se forma cuando el benzoato ataca a la

caprolactona es más fuerte que el formado cuando el pirazol actúa como nucleófilo.

Considerando estos datos, el mecanismo 1 (benzoato) es más viable que el

mecanismo 2 (pirazol). El mecanismo 3 (pirazol) comparte el mismo estado de

transición de apertura del anillo (𝑇𝑆33) de la caprolactona que el mecanismo 2

(𝑇𝑆22), con la diferencia que en el primero el pirazol nucleofílico se encuentra

deprotonado. Los estados de transición se muestran en la figura 44. Sin embargo,

cálculos de varias estructuras junto con los valores de 𝑝𝐾𝑎 indican que las

estructuras de menor energía son aquellas donde el pirazol se encuentra protonado.

Esto implica que, en el mejor de los casos, el mecanismo 3 es igual de viable al

mecanismo 2. Basado en esto, los cálculos del mecanismo 3 no se completaron.

Solo se mostrará el perfil de energía para el mecanismo 3 del cobre (figura 45).

Figura 44. Comparación de 𝑇𝑆33 (izquierda) y 𝑇𝑆22 (derecha)

Page 58: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

58 | P á g i n a

6.5 Mecanismo 3: ataque del pirazol

Como se mencionó anteriormente, las estructuras en donde el pirazol está

protonado son más estables que cuando esta deprotonado. Así, se modificará el

mecanismo 3 de tal forma que una vez ocurra el ataque nucleofílico del pirazol

hacia la caprolactona, el pirazol se volverá a protonar. El perfil de energía para el

mecanismo 3 del complejo de Cu(II) se muestra a continuación:

𝐶0

𝐼1

𝑇𝑆13

𝑇𝑆33 = 𝑇𝑆22

𝐼23

𝑇𝑆23

𝐼33 = 𝐼22

Figura 45. Perfil de energía para el mecanismo 3 con M = Cu(II).

Page 59: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

59 | P á g i n a

1 14

17 5 42

8

60

Las estructuras de los complejos 𝐶0 y 𝐼1 ya se han descrito previamente, por lo que

no se discutirán en esta sección. El primer estado de transición corresponde a la

deprotonación del nitrógeno 42 por parte del oxígeno 17 del benzoato, con el fin de

aumentar la densidad de carga del pirazol y mejorar su nucleofilicidad. Las

estructuras se muestran en la figura 46. El hidrogeno 5 está en una posición media

entre el benzoato y el pirazol: 𝑁42 − 𝐻5: 1.254 Å y 𝑂17 − 𝐻5: 1.214 Å, lo cual es

consistente con una transferencia de protón. Adicionalmente, la distancia entre el

metal y el oxígeno 14 aumenta con respecto a 𝐼1 (2.055 Å vs 1.952 Å). Esto indica

una menor en la fuerza del enlace metal benzoato debido a la disminución de la

carga negativa. A medida que ocurre la deprotonación, otro puente de hidrogeno

muy fuerte entre el pirazol y benzoato no mostrados ayuda a estabilizar la estructura

(1.646 Å).

2.350

1.969

2.055

1.214 1.254

M = Cu(II)

Figura 46. Estructura del primer estado de transición para el mecanismo 3 (𝑇𝑆13). Las distancias de

enlace se dan en Ångstroms.

Page 60: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

60 | P á g i n a

1

5

14

16

17

60

77

76

42

El intermediario ya tiene protonado el benzoato, el cual actúa ahora como un

ligando distinto (figura 47). La distancia entre el metal y el oxígeno 14 aumenta

significativamente con respecto a 𝐼1 (2.210 Å vs 1.978 Å). La distancia es

comparable con el enlace 𝑂77 −𝑀1 (2.248 Å), lo cual indica que el enlace metal

benzoato similar es un enlace coordinado entre un carbonilo y un metal. De igual

manera, la distancia 𝐶16 − 𝑂14 disminuye hasta 1.221 Å, muy cercana a un

carbonilo. A su vez, la distancia 𝐶16 − 𝑂17 aumenta, indicando un mayor carácter

de enlace sencillo. Todavía existe un puente de hidrogeno entre el oxígeno 17 y el

nitrógeno 42, las distancias relevantes son: 𝑂17 − 𝐻5 = 1.192 Å y 𝑁42 − 𝐻5 = 1.657

Å. Este puente de hidrogeno es muy corto y fuerte debido a la naturaleza básica del

pirazol.

Figura 47. Estructura del segundo intermediario para el mecanismo 3 (𝐼23). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

2.210

1.221

1.324

Page 61: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

61 | P á g i n a

El segundo estado de transición involucra un ciclo de 5 miembros, en donde uno de

los nitrógenos del pirazol está enlazado parcialmente al metal y el otro parcialmente

a la caprolactona. Esto se muestra en la figura 48. A diferencia de los demás

mecanismos, la distancia nucleófilo caprolactona es alta (2.008 Å) y, como

consecuencia, la caprolactona retiene su carácter carbonílico: la distancia 𝑂77 −

𝐶60 es bastante corta (1.260 Å) y la distancia metal oxigeno 77 es alta, lo cual indica

que no hay una carga formal sobre el oxigeno (𝑂77 −𝑀1 = 2.007 Å). El benzoato

protonado aumenta aún más su distancia con el metal con respecto al mínimo

anterior: 𝑂14 −𝑀1 = 2.479 Å. La geometría del complejo es piramidal de base

cuadra, pero solo está estabilizada por un puente de hidrogeno entre el benzoato y

el pirazol no mostrados. En esta estructura no se encuentran interacciones de 𝜋-

stacking. El benzoato protonado no forma ningún puente de hidrogeno con el

pirazol nucleofílico, pues este último tiene todos sus pares libres comprometidos

en aromaticidad o en un enlace parcial.

Como ya se mencionó anteriormente, después de este paso ocurriría la protonación

del pirazol, pues es más estable de esta manera. El resto de la reacción (apertura del

anillo de la caprolactona) continua de manera idéntica al mecanismo 2. La energía

para el 𝑇𝑆23 es 8.47 kcal/mol y la del 𝑇𝑆33 = 𝑇𝑆22 es de 20.41 kcal/mol. Esto

implica que, para ambos mecanismos, el paso determinante de la reacción es la

apertura del anillo. Sin embargo, la energía del estado de transición para el ataque

a la caprolactona es mayor para el mecanismo 3 (8.47 kcal/mol vs 4.47 kcal/mol).

En este caso, la diferencia en la energía se debe a las interacciones entre los ligandos

del complejo. En el 𝑇𝑆12 se observan 2 puente de hidrogeno y un 𝜋-stacking,

mientras que en el 𝑇𝑆23 solo se da un puente de hidrogeno.

1.260

2.008

2.009

2.007

2.479

Figura 48. Estructura del segundo estado de transición para el mecanismo 3

(𝑇𝑆23). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

Page 62: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

62 | P á g i n a

Los factores que dominan las energías de los estados de transición de los distintos

mecanismos son las interacciones entre los ligandos (puentes de hidrogeno y 𝜋-

stacking), geometría del centro metálico y energía del enlace entra caprolactona y

el ligando nucleofílico. Con los resultados hasta ahora se puede afirmar que el

mecanismo 1 se ve favorecido sobre el mecanismo 2 y 3

Los cálculos hasta ahora se realizaron en ausencia de solvente (fase gaseosa). Sin

embargo, los efectos del solvente pueden llegar a ser importantes. En el sistema

estudiado, el solvente consiste en caprolactona liquida. Una caprolactona adicional

puede coordinarse al centro metálico mientras ocurre la reacción (restringiendo las

conformaciones posibles) o puede formar puentes de hidrogeno con los ligandos.

Debido a esto, se decidió realizar el estudio del mecanismo 1 con una molécula de

caprolactona adicional para analizar sus efectos.

Figura 49. Estructura del segundo estado de transición para el mecanismo 3

(𝑇𝑆23).

1 8

42

60

77 76

17 5

Page 63: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

63 | P á g i n a

6.6 Mecanismo 1.b: sistema con dos caprolactonas

Los cálculos para este mecanismo no han terminado, por lo que se muestra el

resultado hasta la fecha. Sin embargo, estos cálculos están cerca a la convergencia,

por lo que se espera que los perfiles y las geometrías no cambien

significativamente. Los pasos de la reacción son idénticos al del mecanismo 1, con

la diferencia de una caprolactona adicional que puede o no estar coordinada al

centro metálico. Los perfiles se muestran a continuación:

0

-17.87

-7.17

-15.83

1.02

-30

-25

-20

-15

-10

-5

0

5

10

E (k

cal/

mo

l)

Zn(II)

2

Figura 51. Perfil de energía para el mecanismo 1 con dos caprolactonas para M = Cu(II).

2

0

-26.00

-11.18

-16.63

5.71

-30

-25

-20

-15

-10

-5

0

5

10

E (k

cal/

mo

l)

Cu(II)

Figura 50. Perfil de energía para el mecanismo 1 con dos caprolactonas para M = Zn(II).

𝐶0𝑏

𝐼1𝑏

𝑇𝑆11𝑏

𝐼21𝑏

𝑇𝑆21𝑏

𝐶0𝑏

𝐼1𝑏

𝑇𝑆11𝑏

𝐼21𝑏

𝑇𝑆21𝑏

2

Page 64: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

64 | P á g i n a

Los complejos iniciales (𝐼1𝑏) forman una pirámide de base cuadrada en donde las

caprolactonas se ubican en posición trans. Esto se muestra en las figuras 53. Las

distancias relevantes para la reacción se muestran en la figura 52. La distancia entre

el metal con la caprolactona principal (𝑂76 −𝑀1) es de 2.205 Å para el zinc y 2.384

Å para el cobre. La distancia entre la caprolactona secundaria y el metal es de 2.350

Å para el zinc y 2.617 Å para el cobre. La primera caprolactona está enlazada más

fuerte al centro metálico, esta es la que reaccionará con el benzoato. Las distancias

entre las caprolactonas y el metal son menores para el zinc que para el cobre. Esto

se debe a la mayor electronegatividad del zinc. Al igual que para el mecanismo 1,

existen puentes de hidrogeno fuertes entre los ligandos (1.705 Å y 2.012 Å para el

Zn y 1.707 Å y 2.028 Å para el Cu) que ayudan a estabilizar la geometría. En estas

estructuras no se presentan 𝜋-stacking.

El siguiente paso es el ataque nucleofílico del benzoato a la caprolactona principal.

En este paso, el oxígeno 19 se enlaza al carbono 60 y el oxígeno 15 se descoordina

del metal. Al igual que para el mecanismo 1, El estado de transición de ambos

metales es estructuralmente diferente (figura 54). El zinc nuevamente adopta una

geometría tetraédrica, en donde el oxígeno 15 ya no está coordinado al metal (4.219

Å) y la segunda caprolactona tampoco lo está (4.346 Å). Por el contrario, en el

𝑇𝑆11𝑏 del cobre el oxígeno 15 si está interactuando con el metal (𝑂15 −𝑀1 = 2.447

Å) y la segunda caprolactona se encuentra coordinada a una distancia de 2.333 Å.

La geometría de este estado de transición es octaédrica. Las distancias 𝑂76 −𝑀1

(1.925 Å para Zn y 1.977 Å para Cu), 𝑂76 − 𝐶60 (1.294 Å para Zn y 1.299 Å para

Cu) y 𝑂19 − 𝐶60 (1.803 Å para Zn y 1.752 Å para Cu) son consistentes con la

formación del nuevo enlace 𝐶60 − 𝑂19 y el cambio de hibridación del 𝐶60 de 𝑠𝑝2 a

𝑠𝑝3.

Cu(II) Zn(II)

2.384

1.974

2.205

2.054 1.225

1.326

1.219

1.336

Figura 52. Estructura del primer intermediario para el mecanismo 1 con dos

caprolactonas (𝐼1𝑏). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

CL CL

2.350 2.617

Page 65: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

65 | P á g i n a

1.925

1.294

1.341

1.803

4.218

1.977

1.299

1.397

1.752

2.477

Caprolactona

secundaria

Caprolactona

secundaria

Figura 53. Estructura del primer estado de transición para el mecanismo 1 con dos caprolactonas

(𝑇𝑆1𝑏). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

CL

CL

4.346

2.333

1

76 77

60

19

15

5

1

76 77

60 19

15

5

Page 66: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

66 | P á g i n a

En estas estos, las interacciones que estabilizan las estructuras son distintas a las

del mecanismo 1. Para el zinc se encuentran dos puentes de hidrogeno fuertes entre

los benzoatos y los pirazoles (1.787 Å y 1.781 Å) y ningún 𝜋-stacking. En el cobre,

se encuentra un puente de hidrogeno muy fuerte (1.637 Å) entre un benzoato y un

pirazol y otro débil (2.207 Å) entre un pirazol y la caprolactona secundaria.

Tampoco se encuentra ningún 𝜋-stacking entre los ligandos.

El segundo intermediario encontrado para en el mecanismo 1.b es similar al del

mecanismo 1 para ambos metales. Las distancias de enlace relevantes se muestran

en la figura 54 y la geometría tridimensional en la figura 55. El ataque nucleoflico

sobre la caprolactona principal ya se ha completado en este paso. Las distancia

𝑀1 − 𝑂76 (1.956 Å para el Zn y 1.888 Å para el Cu) disminuyó con respecto al

minimo anterior, indicando una mayor carga sobre el oxigeno 76. De igual manera,

un aumneto en la distancia 𝐶60 − 𝑂76 (1.289 Å para zinc y 1.314 Å para cobre)

indica un mayor carater 𝑠𝑝3 para el oxigeno 76 y carbono 60. La longitud del nuevo

enlace formado es de 1.684 Å para el zinc y 1.527 Å para el cobre. En estas

geometrias, la segunda caprolactona no se encuentra coordinada al metal: la

distancia en el complejo de Zn es de 3.292 Å y de 3.812 Å para el cobre.

El intermediario de zinc tiene una estructura tetraédrica, mientras que el de cobre

una estructura intermedia entre un tetraedro y un plano cuadrado. Las interacciones

que estabilizan la estructura son los mismos que para el 𝐼21: 𝜋-stacking entre un

pirazol y el benzoato que actuó como nucleófilo, un puente de hidrogeno entre un

pirazol y el benzoato que sigue coordinado al metal (1.848 Å para Zn y 1.926 Å

para Cu) y un puente de hidrogeno entre un pirazol (𝐻5) y el oxígeno de la

caprolactona (𝑂76) (2.151 Å para Zn y 1.999 Å para Cu). Este último estabiliza la

estructura durante la apertura del anillo. Por su configuración electrónica, el cobre

debería adoptar una geometría plano – cuadrada, pero las interacciones ya

mencionadas la distorsionan.

1.956 1.289

1.392

1.591

1.888 1.314

1.396

1.527

Cu(II) Zn(II)

Figura 54. Estructura segundo intermediario para el mecanismo 1 con dos caprolactonas (𝐼21𝑏).

Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

Page 67: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

67 | P á g i n a

Figura 55. Estructura segundo intermediario para el mecanismo 1 con dos caprolactonas (𝐼21𝑏).

1

76

77 60

19

15

5

1

76 77

60 19 15

5

Page 68: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

68 | P á g i n a

El paso final es nuevamente la apertura del anillo de la caprolactona. En este paso

el oxígeno 77 se tiene que enlazar con el centro metálico mientras se regenera el

doble enlace entre 𝐶60 − 𝑂75 y se rompe el enlace 𝐶60 − 𝑂77. En los 𝐼21𝑏 de ambos

metales, la distancia 𝑂77 −𝑀1 es corta (2.912 Å para Zn y 2.940 Å para Cu), por

lo que no hay necesidad de un cambio de conformación. El segundo estado de

transición (𝑇𝑆21𝑏) de ambos complejos está estabilizado por las 3 mismas 3

interacciones que se encontraban en el mínimo anterior. Las estructuras se muestran

en las figuras 55 y 56. Sin embargo, en este caso el puente de hidrogeno entre el

oxígeno de la caprolactona y un pirazol (𝑂76 − 𝐻5) es más fuerte para el Zn (1.753

Å) que para el Cu (2.069 Å). Como se mencionó previamente, este puente de

hidrogeno facilita que el oxígeno 76 se descoordine del metal durante la apertura

de la caprolactona. Las otras dos interacciones son el 𝜋-stacking y un puente de

hidrogeno entre un pirazol y un benzoato (1.737 Å para Zn y 1.781 Å para Cu).

Como se esperaba, la distancia 𝑂77 − 𝐶60 aumenta con respecto al 𝐼21𝑏 (1.793 Å

para zinc y 1.703 Å para cobre). La distancia 𝑂76 − 𝐶60 (1.229 Å para Zn y 1.253

Å para Cu) y 𝐶60 − 𝑂19 (1.469 Å para Zn y 1.463 Å para Cu) disminuyen, lo cual

es consistente con la regeneración del carbonilo 𝑂76_𝐶60 . De igual manera, la

distancia 𝑂77 −𝑀1 disminuye considerablemente: 1.963 para el zinc y 1.982 para

el cobre. Esto es consistente con la carga negativa que se está concentrando en el

oxígeno 77. En el complejo de zinc, la segunda caprolactona no interactúa con el

centro metálico (4.00 Å). Sin embargo, en el complejo de cobre, aunque la distancia

entre el oxígeno del carbonilo y el metal es relativamente alta (3.124 Å), este está

alineado con el metal, lo cual indica que si hay una interacción. El complejo toma

una geometría de un prisma trigonal. Esto se muestra en la figura 57.

Figura 56. Estructura segundo estado de transición para el mecanismo 1 con dos caprolactonas

(𝐼21𝑏). Las distancias de enlace se dan en Ångstroms.

3.165 1.229

1.963

1.793

1.469

2.252 1.253

1.982

1.703

1.463

Cu(II) Zn(II)

CL

3.124

Page 69: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

69 | P á g i n a

.

Figura 57. Estructura segundo estado de transición para el mecanismo 1 con dos caprolactonas (𝐼21𝑏).

Page 70: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

70 | P á g i n a

Basados en los resultados parciales, el paso determínate de la reacción es

nuevamente la apertura del anillo de la caprolactona. Sin embargo, a diferencia del

mecanismo 1 con una única caprolactona, la energía el estado de transición y la

energía absoluta de activación de este paso presenta diferencias considerables entre

los complejos de cobre y zinc. La energía absoluta del segundo estado de transición

para el zinc es de 1.02 kcal/mol, mientras que para el cobre es de 5.71 kcal/mol. De

igual manera, la energía de activación de este paso es de 16.85 kcal/mol para el Zn

y de 22.34 kcal/mol para el cobre.

El sistema con dos caprolactonas es más realista que el sistema con una sola. En un

medio con CL como solvente, el equilibrio para la coordinación de una segunda

caprolactona va a estar desplazado hacia los productos. Esto implica que basados

en los resultados obtenidos para los distintos mecanismos. El mecanismo más

favorecido es cuando el benzoato actúa como nucleófilo. Cuando solo se tiene en

cuenta una caprolactona, no hay diferencia apreciable entre la catálisis de ambos

complejos. Sin embargo, al incluir dos caprolactonas (una molécula explicita del

solvente), el complejo de zinc muestra mejor actividad catalítica que el cobre.

La diferencia entre las estructuras 𝑇𝑆21 y 𝑇𝑆21𝑏 es la presencia de la segunda

caprolactona. Para el zinc, la segunda caprolactona en el 𝑇𝑆21𝑏 no interactúa con el

centro metálico. El zinc (II) es un metal 𝑑10, es decir, tiene sus orbitales 𝑑 llenos.

Independientemente de la geometría que tomen los ligandos de la esfera de

coordinación y de cómo se desdoblen los orbitales 𝑑 por el campo generado por

estos ligandos, no hay una estabilización adicional por adoptar una geometría u

otra. Si un orbital disminuye su energía, otro la aumenta 50,51.

dx2-y2

dxy

dz2

dxz dyz

E

dx2-y2

dz2

dxy

dyz dyz

Sin campo Campo octaédrico Campo plano cuadrado

- 0

Aumentan en

energía

disminuyen en

energía

Figura 58. Desdoblamiento cualitativo de los orbitales 𝑑 del Zn(II) para un campo octaédrico y plano

cuadrado

Page 71: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

71 | P á g i n a

Esto causa que las geometrías que tomen los complejos de zinc no dependan de la

estructura electrónica interna del metal. Los factores que determinan la geometría

son usualmente las interacciones individuales metal-ligando y las interacciones

ligando - ligando. Esto resulta en adoptar una geometría que minimiza el

impedimento estérico entre los compuestos coordinados. En el cobre (II) ocurre

todo lo contrario. Al no tener sus orbitales 𝑑 llenos, habrá configuraciones

electrónicas internas de mayor o menor energía dependiendo de la geometría. Es

por esta razón que se observa que los intermediarios y estados de transición de los

complejos de cobre tienen a formar geometrías plano - cuadradas o piramidales de

base cuadrada. Una geometría octaédrica estabiliza en menor medida los electrones

𝑑 50,51.

En el 𝑇𝑆21, el complejo de cobre tiene una geometría piramidal de base cuadrada

distorsionada. La distorsión se causa por las interacciones entre los ligandos: dos

puentes de hidrogeno y un 𝜋 − 𝜋 stacking. Sin embargo, esta geometría es

preferida para el centro metálico, pues disminuye la energía de los electrones 𝑑. En

el estado de transición con dos caprolactonas (𝑇𝑆21𝑏), la segunda caprolactona está

interactuando con el centro metálico, por lo que el campo de ligandos cambia a ser

un campo trigonal prismático distorsionado. Las distorsiones son causadas

nuevamente por las mismas interacciones entre ligandos encontradas en el 𝑇𝑆21.

El campo prismático estabiliza en menor medida los electrones 𝑑 del cobre. Esto se

muestra en la figura 6060,51:

dx2-y2

dxy

dz2

dxz dyz

E

dx2-y2

dz2

dxy

dyz dyz

- 0

Orbitales de alta energía desocupados

+ Orbitales de baja energía ocupados

= Estabilización

Sin campo Campo octaédrico Campo plano cuadrado

Figura 59. Desdoblamiento cualitativo de los orbitales 𝑑 del Cu(II) para un campo octaédrico y plano

cuadrado

Page 72: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

72 | P á g i n a

Aunque la interacción disminuye la energía absoluta del estado de transición de

𝑇𝑆21 (10.79 kcal/mol) a 𝑇𝑆21𝑏 (5.71 kcal/mol), la disminución es menor que para

el zinc (10.89 kcal/mol a 1.02 kcal/mol). La diferencia en la disminución en la

energía se debe a que el cobre cambia de una geometría de una alta estabilización

de los electrones 𝑑 a una de menor estabilización. Por ser un 𝑑10, el zinc no sufre

de estos efectos.

La energía del 𝐼1𝑏 debería tener un comportamiento similar con respecto a 𝐼1, pues

la geometría cambia de piramidal de base cuadrada a octaédrica. Sin embargo, esta

ultima geometría sufre una distorsión de Jhan – Teller51,52,53. En esta, ocurre un

alargamiento o contracción de la geometría octaédrica con el fin de disminuir la

energía. Este fenómeno es muy común en los complejos de Cu(II)54. En este caso,

la distorsión se da alargando los enlaces con las caprolactonas. En el 𝐼1𝑏 del cobre,

los enlaces con las caprolactonas son significativamente más largos que los

encontrados para el zinc: 2.617 Å y 2.384 Å vs 2.205 Å y 2.350 Å. En principio,

en el 𝑇𝑆21𝑏 también podría ocurrir una distorsión de Jhan – Teller, pero las

restricciones impuestas por los ligandos evitan que esto ocurra.

dx2-y2

dxy

dxz dyz

dx2-y2

dz2

dxy

dyz dyz

dz2

- 0 E

Pirámide de base

cuadrada

Prisma trigonal

Mayor estabilización Menor estabilización

Figura 60. Desdoblamiento cualitativo de los orbitales 𝑑 del Cu(II) para una geometría piramidal de

base cuadrada y prismática trigonal

Page 73: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

73 | P á g i n a

Parte 7.

Conclusiones

Para los complejos estudiados, se determinó que el paso determínate para todos los

mecanismos planteados es la apertura del ciclo de la caprolactona. De igual manera,

se determinó que la ruta más favorecida es el mecanismo 1, donde el benzoato actúa

como nucleófilo. La razón principal es la mayor fuerza del enlace caprolactona

benzoato en comparación al enlace caprolactona pirazol. Los mecanismos 2 y 3 son

factibles, pues no incluyen estados de transición con energías muy altas, pero si

mayores a las encontradas para el mecanismo 1. Adicionalmente, con una única

caprolactona, se determinó que los complejos de cobre y zinc tienen una actividad

similar. Las interacciones que son fundamentales y ayudan a estabilizar los diversos

estados de transición e intermediaros son los puentes de hidrogeno entre los

ligandos y los 𝜋 – stacking entre los ligandos aromáticos. En particular, un puente

de hidrogeno entre el nitrógeno 1 de un pirazol y el oxígeno del carbonilo de la

caprolactona facilita la descoordinación de este átomo con el centro metálico

durante el paso determínate de las reacciones. Estas interacciones tienen un efecto

apreciable en la geometría de los complejos.

Al tener en cuenta una molécula de caprolactona adicional para el mecanismo 1, se

encontraron diferencias en las actividades de iniciación entre los complejos de

cobre y zinc. El paso determinante sigue siendo la apertura del anillo de la

caprolactona, pero a diferencia del mecanismo 1 con una caprolactona, el zinc tenía

el estado de transición asociado de menor energía (1.02 kcal/mol vs 5.71 kcal/mol).

La razón de esto fue la diferencia en la configuración electrónica interna de ambos

metales. Para el cobre, la geometría tiene un efecto más significativo en las energías

de las distintas estructuras, y esto puede afectar negativamente la actividad

catalítica.

Page 74: Estudio computacional de la polimerización de 𝜺

74 | P á g i n a

7.1 Trabajo futuro

Los cálculos realizados para el mecanismo 1 con dos caprolactonas no han

finalizado a la fecha, por lo cual es una prioridad analizar nuevamente los resultados

una vez estos hayan finalizado. De igual manera, también es necesario confirmar

por medio de un cálculo de frecuencias que todos los estados de transición

encontrados para todos los mecanismos correspondan realmente a los estados

buscados. Es decir, corroborar que los vectores propios asociados al único valor

propio de la Hessiana sean las coordenadas relevantes para la reacción. Con el

modelo de DFT, el cálculo de frecuencias involucra el cálculo analítico de la

Hessiana.

Por otro lado, el análisis del mecanismo de iniciación de los mecanismos 2 y 3 con

una caprolactona adicional puede ayudar a confirmar o rechazar la hipótesis sobre

el efecto de la configuración electrónica del cobre sobre la catálisis. Otras formas

de incluir el efecto de solvente sin agregar moléculas de manera explícita es usar

modelos aproximados, como lo es PCM o Polarizable Continuum Model. El PCM

permite tener en cuenta las interacciones electrostáticas tratatando el solvente como

si fuera un medio continuo que se puede polarizar por los campos generados por el

sistema. Así, se puede estudiar con mayor precisión el mecanismo de iniciación, a

costa de mayores recursos computacionales.

El Grupo de Investigación en Química Inorgánica, Catálisis y Bioinorganica de la

Universidad de los Andes también está sintetizando los complejos estudiados con

sustituyentes electroatractores y electrodonores en los ligandos pirazol. Como se

mencionó previamente, los ligandos juegan un papel fundamental en el mecanismo,

ya sea actuando como nucleófilos o por medio de interacciones no covalentes. El

estudio de estos nuevos complejos también puede brindar información útil sobre la

naturaleza del mecanismo, los factores esenciales en este e incluso dar pie a

mecanismos distintos de reacción.

El entendimiento de todos los aspectos del mecanismo es de gran importancia para

el diseño de nuevos catalizadores cada vez más efectivos. Esto es de particular

importancia en campos de gran crecimiento con potenciales aplicaciones

industriales, como lo son la síntesis de polímeros biodegradables.

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