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Estudios en Historia Moderna desde una visión Atlántica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora María Inés Carzolio

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Page 1: Estudios en Historia Moderna desde ... - Libros de la FaHCE

Estudios en Historia Moderna desdeuna visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesoraMariacutea Ineacutes Carzolio

ISBN 978-950-34-1580-1

Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio

Bernard Vincent (EHESS)Cecilia Lagunas (UNLu)

Emir Reitano (UNLP)Israel Sanmartiacuten Barros (USC)

Griselda Tarragoacute (UNC)Julio Polo Saacutenchez (UC)

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita (UNMdP)Miriam Moriconi (UNR)

Osvaldo Viacutector Pereyra (UNLP)

Coordinadores

2017

Esta publicacioacuten ha sido sometida a evaluacioacuten interna y externa orga-nizada por la Secretariacutea de Investigacioacuten de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata

Correccioacuten de estilo Alicia LorenzoDisentildeo DCV Celeste MarzettiTapa DG P Daniela NueschAsesoramiento imagen institucional Aacuterea de Disentildeo en Comunicacioacuten Visual Editora por la Prosecretariacutea de Gestioacuten Editorial y Difusioacuten Sabrina Castronuovo

Queda hecho el depoacutesito que marca la Ley 11723copy2017 Universidad Nacional de La Plata

ISBN 978-950-34-1580-1Coleccioacuten Memorabilia 2

Cita sugerida Vincent B Lagunas C Reitano E Sanmartiacuten Barros I Tarragoacute G Polo Saacutenchez Jhellip Pereyra O (Coords) (2017) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayecto-ria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) Recuperado de httpwwwlibrosfahceunlpeduarindexphplibroscatalogbook94

Licencia Creative Commons 40 Internacional(Atribucioacuten-No comercial-Compartir igual)

Universidad Nacional de La PlataFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten

DecanoDr Aniacutebal Viguera

VicedecanoDr Mauricio Chama

Secretaria de Asuntos AcadeacutemicosProf Ana Julia Ramiacuterez

Secretario de PosgradoDr Fabio Espoacutesito

Secretaria de InvestigacioacutenProf Laura Lenci

Secretario de Extensioacuten UniversitariaMg Jeroacutenimo Pinedo

Prosecretario de Gestioacuten Editorial y DifusioacutenDr Guillermo Banzato

Iacutendice

SECCION I PRESENTACIONES 10

De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudiosen historia moderna en la Universidad Nacional de La PlataOsvaldo Viacutector Pereyra y Emir Reitano 11

Una mujer muy alta con unos brazos enormes Dariacuteo Gabriel Barriera 19

Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicazMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 22

SECCION II SEMBLANZAS 26

Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildeacon la profesora Mariacutea Ineacutes CarzolioJoseacute Aacutengel Garciacutea de Cortaacutezar 27

La amistad como experiencia de vidaMarta Bonaudo 45

Mariacutea Ineacutes CarzolioBernard Vincent 48

SECCION III CAPIacuteTULOS 52

PARTE I Historia y problemas historiograacuteficos 53

La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos deceniosMariacutea Ineacutes Carzolio 54

Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construiruna nueva historia atlaacutentica desde la periferiaEmir Reitano y Juliaacuten Carrera 76

Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacuteneroDamiaacuten Cipolla Cecilia Lagunas y Mariano Ramos 89

Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada histoacuterica de mediados del siglo XX Facundo Garciacutea 99

Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historiaRoberto Loacutepez Vela 118

PARTE II Las raiacuteces medievales del mundo moderno 137

A vueltas con el Tumbo de CelanovaJoseacute M Andrade Cernadas 138

Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femeninoen el noroccidente ibeacutericoErmelindo Portela Silva 153

Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVISilvina Andrea Mondragoacuten 168

En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquoOsvaldo Viacutector Pereyra 193

PARTE III Lenguaje literatura y representacioacuten del poder en el mundo moderno 219

Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de PizanDominique Iogna-Prat y Juliana E Rodriacuteguez 220

Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)Facundo Manuel Messere 236

Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de OcantildeaMariacutea Gabriela Battaglia 250

La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacuteticosobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romancecastellano de Francisco Martiacutenez de MarinaPablo Fernaacutendez Albaladejo 280

El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca modernaJean-Freacutedeacuteric Schaub 294

Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIIISebastiaacuten Perrupato 307

PARTE IVMonarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno 326

La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIIIFrancesco Benigno 327

La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocionalAriel Gamboa 341

El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castillabajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexionesJoseacute Ignacio Fortea Peacuterez 350

Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas oralesSusana Truchuelo 376

Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacuteahispaacutenica a inicios del siglo XVIIDariacuteo Rafael Lorenzo 389

Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762para el Capitaacuten del Puerto de Vera CruzCarlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola 409

Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIIIMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 436

El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)Evangelina De Los Riacuteos 470

Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condesde Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI)Marcela Correa Barboza 494

PARTE VActores redes y articulaciones en el Mundo Moderno 509

Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XVCecilia Lagunas y Gonzalo Granara 510

Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias en la Monarquiacutea Hispaacutenica en la primera mitad del siglo XVIIIGriselda Beatriz Tarragoacute 526

Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y Diego de Santiago en la corte de Felipe IIJuan Pablo Bubello 551

Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad ModernaNahuel Cavagnaro 582

Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinosborboacutenicos en la costa patagoacutenica a fines del setecientos Martiacuten A Gentinetta 604

PARTE VIConflictos tensiones y disciplinamiento en el Mundo Moderno 625

Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildearateros campesinos y vecindades en el siglo XVIITomaacutes A Mantecoacuten Movellaacuten y Carmen Xam-mar626

Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVILorena Aacutelvarez Delgado 662

Los espacios de la marginalidad en la novela picarescaAna Ineacutes Rodriacuteguez Giles 687

La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputaentre pecheros por un cargo de justicia (Castilla siglo XVI)Elisa Caselli 708

Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)Guillermo O Quinteros 744

AUTORES Y AUTORAS 763

PARTE IV

Monarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno

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La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII

Francesco Benigno (Universidad de Teramo Italia)

No resulta faacutecil definir exactamente queacute es la conciencia europea y cuaacuten-do nacioacute pero el gran libro de Paul Hazard (1935) es uno de los textos que aun hoy hace pensar1 Fue escrito como se sabe en 1935 en el periacuteodo oscuro que Bertold Brecht calificaba de ldquotiempos negrosrdquo tres antildeos antes del libro de Hazard habiacutea aparecido el volumen de Ernst Cassirer (1932) Die Philosophie der Afklaumlrung y en 1934 la investigacioacuten de Daniel Mornet sobre las raiacuteces intelectuales de la Revolucioacuten Francesa Hay momentos en que algunos libros importantes se agrupan alrededor de temas decisivos Asiacute habiacutea sucedido durante la primera guerra mundial cuando habiacutean aparecido en 1918 el primer volumen de The decline of the West de Oswald Spengler y en seguida en 1919 el Otontildeo de la Edad Media del historiador neerlandeacutes Johan Huizinga Hay en todos estos libros la urgencia de definir una eacutepoca a traveacutes del establecimiento de sus rasgos esenciales como dice el subtiacutetulo de la obra de Huizinga (1919) Estudios sobre la forma de la vida y del espiacuteritu

1 Este texto deriva de una ponencia presentada al congreso IULCE El nacimiento de la concien-cia europea Universidad Autonoma de Madrid 10-12 diciembre 2014

Benigno F (2017) La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacuten-chez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro ho-menaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Francesco Benigno

durante los siglos XIV y XV Pareceriacutea como si en tiempos de grandes cam-bios los historiadores sintieran la necesidad de razonar sobre la consistencia de eacutepocas pasadas de sus caracteriacutesticas fundamentales de sus liacutemites Y como es evidente cambiar los confines es una manera de mudar la definicioacuten de una edad de definir de nuevo su esencia

El libro de Hazard lo hace con referencia a las uacuteltimas deacutecadas del XVII y a las primeras del XVIII un tiempo en el que se encuentra ndashpara eacutelndash lo que Koselleck (1979) llama un Sattelzeit una eacutepoca de paso Todos conocen las famosas palabras de Hazard ldquoUn diacutea el pueblo franceacutes pensaba como Bossuet el diacutea despueacutes como Voltaire No es el ordinario balancearse del peacutendulo Es una revolucioacutenrdquo Para Hazard es en este tiempo cuando la modernidad nace realmente ldquouna poliacutetica sin derecho divino una religioacuten sin misterio una mo-ral sin dogmas Una ciencia como una potencia capaz de someter la naturalezardquo (Ricuperati 2007 p 12) Estas son ndashnos dice Hazardndash las caracteriacutesticas habi-tualmente asociadas a la edad de la Ilustracioacuten soacutelo que en su texto el preten-de demostrarnos que ldquoellas se manifiestan mucho antesrdquo En este esfuerzo de redefinicioacuten de confines estaacute la novedad de un libro maravilloso cosmopolita y ndashauacuten hoyndash sorprendente para su ndashpodriacutea decirsendash frescura intelectual (por ejemplo hay paacuteginas fascinantes sobre la moda de Oriente el Espion du Grand Seigneur las Lettres persannes el filoacutesofo chino)

La idea principal consiste en afirmar que un ldquonuevo orden de las cosasrdquo prepara antes del fin del XVII el siglo dieciocho (Signorotto 2003) y es parecida a la intuicioacuten de Mornet debido a que la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten parecen en los antildeos treinta maacutes que vecinos familiares la madre sabia y la hija rebelde Como escribe Hazard ldquoDebemos reconocer que todas las orientaciones intelectuales que conducen a la Revolucioacuten Francesa remontan a los uacuteltimos antildeos del reinado de Louis XIVrdquo Esta idea de una liacutenea intelec-tualmente coherente hacia la modernidad parece hoy volver a estar de moda Jonathan Israel en una serie de gruesos voluacutemenes ha intentado demostrar que hay una ilustracioacuten radical que empieza con el pensamiento de Spinoza y de Bayle ndashautores de la misma eacutepoca propuesta por Hazardndash y prosigue hasta la Revolucioacuten de la cual es el verdadero motor Es remodelada y extenuada la vieja idea de Margaret Jacob (1981) de una ilustracioacuten democraacutetica y repu-blicana opuesta a las tesis de J A G Pocock de una ilustracioacuten conservadora y constitucional

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La conciencia inquieta

Se presenta de esta manera un tema crucial ndashque el espacio a disposicioacuten en este ensayo no permite desarrollarndash que es la tendencia de los historiadores culturales de explicar una de las ouvertures de la moderniteacute la Revolucioacuten como ya contenida en sus oriacutegenes intelectuales se pueden citar para esto una cantidad de libros desde el de Roger Chartier (1980) Les origines culturelles de la Reacutevolution franccedilaise al de Keith Baker (1990) Inventing the French Revolution hasta el punto que se podriacutea decir que ndashpara ellosndash se puede entender la Revolucioacuten Francesa soacutelo a traveacutes de los discursos ideoloacutegicos previos como si fuera posible encerrar toda su interpretacioacuten en el desarro-llo y el enfrentamiento de ideas los acontecimientos como los viacuteveres y las asistencias en las guerras vienen despueacutes de las primeras liacuteneas las vanguar-dias y siguen una ruta ya trazada es podriacutea decirse la historia de las ideas with the politics left out Como espero que quede claro eacutesta no es mi visioacuten

La otra ouverture de la moderniteacute es sin duda la Ilustracioacuten Hyppolite Taine soliacutea decir que si alguien ve un hombre que bebe aacutevidamente un licor y despueacutes se siente mal razonablemente pensaraacute que ese licor le ha hecho dantildeo El hombre es Francia y el licor por supuesto es la Ilustracioacuten El jui-cio sobre lo que hace bien o mal depende del juicio sobre la Revolucioacuten y todos sabemos muy bien coacutemo desde Edmund Burke hasta lrsquoAbbeacute Barruel se desarrolla la concepcioacuten de que la Revolucioacuten entendida como un mal habiacutea sido causada por la difusioacuten de las ideas de la Ilustracioacuten una idea que estaba mezclada con la visioacuten ndashmuy influyente despueacutesndash de la conspiracioacuten anti-cristiana de los philosophes que era tambieacuten una conspiracioacuten contra los gobiernos y contra la propiedad de parte de los ldquoanaacuterquicosrdquo y de los ldquoim-piacuteosrdquo es decir de los masones les illumineacutes los jacobinos

En cualquier caso los dos principios de la modernidad la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten estaacuten estrictamente conectadas entre siacute (Furet 1998) El pro-blema de estas grandes reconstrucciones los cuadros histoacutericos descriptos por Mornet o por Hazard es su substancial idealismo Lo denuncia Lucien Febvre (1941) en su criacutetica ndashun verdadero truncamientondash del libro de Mornet al que acusa de haber renunciado a conectar maacutes profundamente literatura y vida social La acusacioacuten es naturalmente dirigida contra Gustave Lanson que es el inspirador y el maestro de Mornet y director de la Revue des deux mondes la revista en la cual colaboraba tambieacuten Hazard Yo creo que se puede decir una cosa maacutes En los antildeos treinta la Revolucioacuten Francesa era el

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Francesco Benigno

hecho capital de la historia y el intento de explicar su misterio era un intento de aclarar digamos el Santo Grial de la civilizacioacuten occidental su profunda matriz Desde una perspectiva muy diferente se puede decir lo mismo de un libro publicado en 1932 el famoso Esquisse des mouvements des prix et des revenus en France au XVIII siegravecle de Ernest Labrousse un libro que ndashcomo se sabendash sin entrar en el periacuteodo de la Revolucioacuten y al contrario posicionaacuten-dose voluntariamente antes de su inicio pretende explicar ndasha traveacutes de la fluctuaciones econoacutemicas ciacuteclicas antecedentesndash su estallido en este caso en realidad la amenaza no es un licor nocivo sino una bomba de tiempo

Hay una impliacutecita fundacioacuten poliacutetica ndashque los italianos llamamos politi-citagravendash en los discursos realizados en los antildeos treinta sobre las ideas ilustradas exactamente como los discursos sobre una alternancia fluctuante de la Hausse y de la Baisse Porque al final razonar sobre lo viejo y lo moderno el Anti-guo Reacutegimen y la Revolucioacuten es razonar sobre el progreso y la civilizacioacuten francesa pivote y modelo de la historia de Europa Por esto cabe preguntarse cuaacutel es el verdadero sentido de la innovadora construccioacuten de Hazard y la respuesta que yo dareacute es que consiste en un sentido iacutentimamente y profunda-mente conciliador Habiacutea un contraste impliacutecito entre dos narraciones de la historia francesa una es la narracioacuten de la Revolucioacuten como hija legiacutetima de la Ilustracioacuten y la otra es la interpretacioacuten de la historia francesa consignada por Voltaire con su apogeo colocado en la eacutepoca de Louis XIV y su devalua-cioacuten del siglo XVIII Hazard mezcla estas dos visiones y lo afirma muy clara-mente Hay un momento de la historia europea en que casi hegelianamente el cetro cultural toca a Francia ldquoes la hora de Francia despueacutes de Espantildea despueacutes de Italiardquo Francia construye su grandeza sobre siacute misma y despueacutes de Descartes Pascal Corneille es el tiempo de Racine Moliegravere La Fontaine Francia se convierte en el centro de todo en la gran mediadora entre el viejo Sur y el nuevo Norte Es el tiempo del pasaje desde lrsquohomme honnecircte a su sucesiva transfiguracioacuten le philosophe Se construye asiacute un puente cultural entre absolutismo y Revolucioacuten que es parte de la vulgata por la cual la Revolucioacuten seriacutea al final el verdadero cumplimiento del absolutismo ldquosans monarchie absolue pas de reacutepubliquerdquo Un absolutismo claro entendido de una manera por la cual Napoleoacuten era el verdadero heredero de Luis XIV ol-vidando lo que Jean-Freacutedeacuteric Schaub llama ldquoel trato faraoacutenicordquo de su imagen es decir una figura ndashmuy espantildeola seguacuten Schaub (2003)ndash en la cual conver-

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La conciencia inquieta

gen la espada y la cruz La poleacutemica de Schaub es contra la curiosa persis-tencia hasta hoy de la vulgata de la Histoire de France de Ernest Lavisse y desde este punto de vista es sorprendente encontrar una nota casi nacionalista en un libro cosmopolita como el de Hazard Pero su visioacuten es clara la mo-dernidad empieza en el mismo periacuteodo en el cual ldquoLouis XIV estaba auacuten en su fuerza resplandeciente y radiosardquo No hay propaganda de imagen aquiacute ndashla faacutebrica del rey Sol nos dice Peter Burke (1992)ndash porque en realidad Hazard cree en el caraacutecter excepcional desde el punto de vista intelectual de la eacutepo-ca del Roi soleil y advierte a sus lectores que todas las ideas que despueacutes (hacia 1760 o 1789) pareceraacuten revolucionarias ya se habiacutean manifestado en torno de 1680 De esta manera la modernidad intelectual y la modernidad estatal la uacutenica realmente concebible en tiempos ndashlos antildeos Treintandash que han sido por lo menos de devocioacuten si no de adoracioacuten por el estado moderno finalmente coinciden En mi visioacuten Hazard es como un relojero que intentoacute hacer coincidir dos relojes descoordinados2

Muchas deacutecadas despueacutes desde nuestra eacutepoca desalentada y perpleja una observacioacuten se impone Es quizaacute tiempo de abandonar definitivamente aquella tendencia a contraponer modernidad y pasado pre-moderno de mane-ra neta Esta tendencia llega a los historiadores desde la ciencia social alema-na del siglo XIX Me refiero naturalmente a Gemeinschaft und Gesellschaft de Ferdinand Toumlnnies (1887) El mecanismo explicativo de esta contraposi-cioacuten es maacutes o menos el siguiente se enumeran las caracteriacutesticas que tipifican lo moderno (el desarrollo industrial y tecnoloacutegico la velocidad las relaciones sociales que se producen de modo complejo y no de la manera habitual cara a cara el crecimiento de la mediacioacuten estatal el desencanto etceacutetera) a esto se contraponen en negativo las caracteriacutesticas de un Antiguo Reacutegimen dibujado como antiacutetesis lo pre-moderno que mejor se podriacutea llamar lo no-moderno Una reconstruccioacuten coacutemoda en que el pasado es soacutelo un escenario un fondo teatral para la mise en scegravene del espectaacuteculo del progreso el gran baile de la modernidad Es un modelo persistente En mi reciente libro sobre los concep-tos utilizados por los historiadores y por las ciencias sociales (Benigno 2013) he hecho notar coacutemo la nocioacuten muy popular de sociedad liacutequida propuesta por el socioacutelogo polaco-judiacuteo Zygmunt Bauman es la re-proposicioacuten mutatis

2 Veacutease sobre esto Spitzer (1967)

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Francesco Benigno

mutandis de la concepcioacuten de su maestro Georg Simmel Seguacuten Simmel la modernidad encarnada en la metroacutepolis empuja a los individuos en una di-reccioacuten nueva maacutes individualista y alejada de los ordinarios viacutenculos socia-les se trata de la llamada blaseacute attitude que define el tipo del flacircneur una reflexioacuten importante productora de largas influencias en la cultura del siglo XX tanto por parte de la literatura (el Baudelaire de Les fleurs du mal) o de la historia (el Walter Benjamin del Passagenwerk) como de la sociologiacutea (Robert Park y la escuela de Chicago) Es interesante notar que con Simmel esto cambioacute y la configuracioacuten del Lebenswelt el mundo de la vida ndashque eacutel utiliza para entender la Belle eacutepoquendash se funda sobre una oposicioacuten entre ele-mentos tradicionales y novedosos el antiguo reacutegimen versus la modernidad En Bauman la misma oposicioacuten caracterizariacutea la comprensioacuten de nuestro tiempo que nosotros no sabemos coacutemo definir y llamamos post-moderno o siguiendo a Ulrich Beck el tiempo de la segunda modernidad Soacutelo que ahora en lugar del Antiguo Reacutegimen estaacute en la perspectiva de Bauman lo moderno el tiempo duro de las identidades dadas (la nacioacuten la clase la fe) y de la so-lidez de la produccioacuten material del sistema de la faacutebrica fordista y taylorista un tiempo distinto y opuesto a otro tiempo el nuestro de supuesta liquidez Lo moderno podriacuteamos decir ha devenido en nuestro Antiguo Reacutegimen

Por esto los libros que nos ayudan maacutes hoy son quizaacute los que mezclan las cartas y no utilizan estas contraposiciones simples entre moderno y no moderno esquemas que pueden confundirnos maacutes que de ayudarnos Pienso en un libro provocativo para el momento en el que se escribioacute (1981) The persistence of the Old Regime de Arno Mayer Alliacute encontramos junto a te-sis poco compartibles nociones importantes sobre la relevancia en el siglo XIX de elementos sociales costumbres y lenguajes normalmente asociados con el Antiguo Reacutegimen Maacutes allaacute de Mayer se deberiacutea cuestionar la idea de la supervivencia en el tiempo la idea por la cual lo que se mantiene y persiste es un residuo inuacutetil e inservible de un pasado ya superado por la loacutegica del progreso Necesitamos por el contrario de una mayor atencioacuten hacia aquellas configuraciones que utilizan materiales antiguos como un patchwork como si fueran ladrillos para construir edificios nuevos detraacutes de sus fachadas claacutesicas

Dicho de otra forma quizaacute maacutes expliacutecita si hay una conciencia que es tiacutepicamente nuestra contemporaacutenea es la de considerar la modernidad no

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La conciencia inquieta

como un hecho sino como una forma de relacioacuten entre pasado y presente (que esconde naturalmente el futuro) una forma que nunca es definitivamente dada y que es tal porque nosotros la descubrimos hacieacutendola existir Y de esta relacioacuten debemos saber apreciar el sentido profundo e iacutentimamente am-biguo (rechazo y nostalgia) para the world we have lost

Pero si abandonamos la ruta maestra una viacutea que nos pareciacutea en el pasa-do una confortable y recta autopista y que ahora parece tal vez un camino sin salida (o que desemboca en un desastre) aquella ruta que conecta de una cier-ta manera absolutismo Ilustracioacuten y Revolucioacuten definiendo lo que podemos llamar el recorrido franceacutes a la modernidad la pregunta que debemos pro-poner es iquestCuaacutel es la posibilidad que tenemos de repensar desde hoy el nexo entre estos elementos (naturalmente redefinidos) e indicar una diferente ruta quizaacute maacutes incoherente y sinuosa llena de lo que los ingleses llaman twists and turns giros y curvas pero capaz de explicar lo que pasoacute de una manera contemporaacutenea (y no moderna) es decir capaz de responder a las preguntas de nuestro tiempo Esta ruta diferente exige repensar el concepto de absolu-tismo por lo menos desde hace veinte antildeos existen reflexiones en el aacutembito anglosajoacuten que han puesto en duda la nocioacuten de absolutismo entendido como reacutegimen hasta al punto de calificarla como un mito (Henshall 1992) Sin llegar a esto podemos definir el absolutismo como una elaboracioacuten doctrinal que corresponde a una tendencia a la asercioacuten del poder monaacuterquico no soacutelo en el sentido de self-sovereignty frente a los otros poderes con instancias universalistas (el Imperio el Papado) sino tambieacuten frente a la dominacioacuten de los cuerpos intermedios a traveacutes de la imposicioacuten de un sistema ejecutivo de mando (de derivacioacuten militar) que quizaacute tiene su modelo y su mayor rea-lizacioacuten en la reforma del tradicional sistema fiscal y en la introduccioacuten por Colbert de la ferme geacuteneacuterale Se observa muy bien en este caso cuaacuteles son los problemas principales de un sistema que pretende gobernar sin consenti-miento y a traveacutes de la amenaza de la fuerza y estos problemas son la escasa legitimacioacuten y el eacutexito incierto Claro que sacar dinero del bolsillo de la gente es siempre un trabajo difiacutecil y es evidente que el sistema tradicional ndashcon sus agotadoras mediaciones sociales sus bizantinas compensaciones administra-tivas y sus atrincheradas defensas juriacutedicasndash no era la mejor manera para conseguir raacutepido el dinero necesario para la guerra Pero la imagen que nos ofrece la investigacioacuten de Jean Nicolas (2002) sobre el nivel de conflicti-

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Francesco Benigno

vidad de la sociedad rural francesa en el siglo XVIII leiacuteda en paralelo con las antiguas adquisiciones de Michel Morineau sobre Les faux semblants drsquoun deacutemarrage eacuteconomique dibujan un paisaje que hace reflexionar Hay un ejemplo muy claro sobre las actitudes de los franceses en cuanto al con-trabando Una de las ordonnances de Louis XIV nos relata Nicolas obliga a la poblacioacuten y a sus representantes alcaldes y curas a sonar las campa-nas a la vista de contrabandistas Las campanas sin embargo soliacutean estar completamente silenciosas A causa de esto se produciacutean encarcelaciones de oficiales locales alcaldes y curas y auacuten habiacutea gestos simboacutelicos de ruptura de campanas como castigo por una conducta juzgada como una muestra de in-subordinacioacuten Al final despueacutes de mucha presioacuten las campanas comenzaron finalmente a sonar pero no para advertir a las milicias de la presencia de la gente de contrabando sino por el contrario para advertir a los contrabandistas de que los milicianos estaban por llegar

Focalizamos nuestra atencioacuten en la vigilia de la Revolucioacuten y abrimos aquellos extraordinarios documentos que son los Cahiers de doleacuteances tex-tos que expresan la cultura poliacutetica franceacutes en vista de la convocatoria de los Eacutetats generaux En ellos encontramos una evidencia que debemos subrayar Praacutecticamente todos los textos presentados en esta ocasioacuten por los tres oacuterde-nes son de inspiracioacuten anti-absolutista en diferente sentido anti-absolutistas por supuesto

Hay textos reaccionarios que suentildean con una revanche nobiliaria pero en el sentido de una recuperacioacuten de poder de la noblesse drsquoepeacutee de un go-bierno de consejos en contra del poder ministerial y de la noblesse de robe Hay despueacutes textos monaacuterquico-constitucionales que quieren ldquohacer a la manera de Inglaterrardquo con un balance de poder entre el poder ejecutivo mo-naacuterquico y el legislativo en un marco constitucional Hay en fin textos maacutes radicales que apuntan a una carta constitucional de inspiracioacuten ldquoamericanardquo que limite el poder del soberano a favor de un parlamento dominado por el ldquotercer estadordquo es la idea expresada por ejemplo por Giuseppe Cerutti en uno de los panfletos del lsquo89 la Meacutemoire pour le peuple francais de una monarchie populaire El absolutismo franceacutes desemboca en un fracaso por muchas razones pero quizaacute la principal maacutes que por la crisis financiera es por la peacuterdida de la legitimacioacuten del reacutegimen ldquoantiguordquo con respecto a la clase dirigente del paiacutes

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La conciencia inquieta

Lo que seriacutea necesario desde el punto de vista de una historiografiacutea que quiera abandonar la vulgata del absolutismo triumphans es devolver la palabra a los que criticaron y combatieron el absolutismo y no aceptar sus declaracio-nes sin reflexionar bien Vemos un ejemplo el famoso discurso de la flagela-cioacuten dado por Louis XV frente al Parlement de Paris el 3 de marzo del 1766 ha sido visto tradicionalmente como el sello de una praxis ya desarrollada e indiscutible Por el contrario las aserciones tan perentorias de aquel discurso (ldquosoacutelo en mi persona reside el poder del Estadohellipsoacutelo de miacute las cortes sacan su existencia y autoridadhellipmi pueblo es una sola cosa conmigo y los derechos e intereses de la nacioacuten (hellip) estaacuten necesariamente unidos con los miacuteos y residen exclusivamente en mis manosrdquo) se deberiacutean ver menos como el zenit de una teoriacutea puesta en marcha que como el intento del reafirmar una autoridad abso-luta contestada circulan ideas que afirman que la presencia del Parlement y su funcioacuten son garantizadas por las leyes fundamentales del reino que sus dispo-siciones pueden criticar y anular actos regios e influenciar en la formacioacuten de las leyes y sobre todo que existe una nacioacuten como cuerpo separado del monar-ca Son los temas que inspiran el aacutespero conflicto en torno del Coup drsquoEtat del canciller Maupeou (1770) un golpe legal un intento fallido de someter la ma-gistratura francesa3 Y no olvidemos que en los Cahiers presentados se hablaba a menudo de la reunioacuten de los estados generales como la nation assembleacutee ante del juramento del Jeu de paume y del nacimiento de la Asamblea nacional

Estas ideas anti-despoacuteticas tienen sus antiguas raiacuteces en los textos bien conocidos de la resistencia hugonote desde la Francogallia de Franccedilois Hotman pasando por Des droits de magistrats de Theacuteodore de Beze hasta las Vyndiciae contra Tyrannos de Philppe Du Plessy-Mornay temas que la Liga habiacutea retomado y revitalizado a traveacutes del injerto del pensamien-to jurisdiccional de la segunda escolaacutestica y que se encuentran en todo el periacuteodo de las guerras de religioacuten y despueacutes en la Fronda este uacuteltimo acontecimiento que no es la farsa que la historiografiacutea ha pintado sino una verdadera tragedia una guerra civil entre los partidarios de una autoridad absoluta y los que intentaban resistirla Estos uacuteltimos prefieren juristas tra-dicionales como Jacques Cujas a los nuevos juristas politiques como Jean Bodin como bien se puede apreciar en la famosa harangue de Omer Talon

3 He presentado estos argumentos maacutes largamente en Benigno (2004)

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Francesco Benigno

Auacuten en el momento maacutes toacutepico del absolutismo realizado -la larga eacutepoca de Luis XIV- existiacutean las ideas adversas al poder regio absoluto a su caraacutecter sin liacutemites sin viacutenculos Claro las memorias de Saint Simon eran en aquel tiempo desconocidas (aquellas memorias que ofrecen una visioacuten de la corte de Luis XIV como ha subrayado Le Roy Ladurie (1997) organizada por cabales es decir por facciones y no como un lugar aislado con el poder de uno solo) las obras de Le Laboureur y Boulainvilliers no estaban impresas y los escritos poliacuteticos de Feacutenelon tampoco Pero hay toda una circulacioacuten manuscrita y al final Les aventures de Telemaque circularon despueacutes de su impresioacuten no autorizada en 1699 Como se sabe Feacutenelon era el preceptor del duque de Borgontildea Luis de Francia hijo del Grand Dauphin y hermano mayor de Felipe V de Espantildea segundo de la liacutenea sucesoria al trono franceacutes (devenido primero despueacutes de la muerte de eacuteste en 1711) y padre de Luis XV Como se sabe en el ciacuterculo del duque de Borgontildea (en el cual parti-cipaban el duque de Chevreuse el duque de Beauvilliers lrsquoabbeacute de Saint Pierre) se planteaba una renovacioacuten completa del sistema poliacutetico franceacutes una propuesta que fue en parte realizada despueacutes de la muerte del desafor-tunado duque por Felipe II drsquoOrleacuteans en los pocos antildeos de su regencia con la introduccioacuten del sistema de la ldquopolisinodiardquo y el regreso de la alta noble-za a la participacioacuten poliacutetica Conocemos los proyectos poliacuteticos del ciacuterculo a traveacutes de textos como el Projets de gouvernemnt du duc de Bourgogne dauphin un trabajo atribuido al duque de Saint-Simon (Mesnard 1860) Se explica alliacute la idea de una monarquiacutea mixta y atemperada que es la misma idea de Feacutenelon que ensentildeaba al Duque que el pueblo necesita de leyes constantes y consagradas por toda la nacioacuten que estas leyes deben estar por encima de los que gobiernan y que los gobernantes no tengan otra autoridad sino a traveacutes de ellas incluso el soberano porque su persona aislada de la ley es nada El Rey puede todo sobre el pueblo pero las leyes pueden todo sobre eacutel Para Feacutenelon el soberano es ante que todo la ley viviente dada por Dios para el bien del pueblo y el poder absoluto es una doctrina que pervierte la cabeza que disgusta una poliacutetica tiacutepica de las naciones maacutes baacuterbaras Son ideas muy parecidas a los expresadas en las Lettres persannes (1721) contadas a traveacutes del divertido extraviacuteo de Usbek y Rica a Pariacutes dirigido a demonstrar la peligrosidad de la maldita invencioacuten de Richelieu su arma fatal la reunificacioacuten de los tres poderes en uno soacutelo

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La conciencia inquieta

No se trata uacutenicamente de la resistencia de viejos equilibrios que Montesquieu teoriza en nueva forma se trata de la idea de la existencia de una fuente de legitimacioacuten irrenunciable que debe participar en la forma-cioacuten de las leyes La Lit de justice no es soacutelo ni principalmente un molesto escamoteo es la declaracioacuten clara de que el poder del rey necesita la con-vergencia de sus dos cuerpos y el segundo el cuerpo miacutestico-poliacutetico tiene una existencia propia reglada que se manifiesta a traveacutes de representantes (Kantorowicz 1957) No deberiacuteamos olvidar que el duque de Borgontildea habiacutea declarado su voluntad de dar nueva vida a los Eacutetats generaux

No es extrantildeo que en libros como el de Hazard o el de Mornet no haya espacio de reflexioacuten sobre todo esto en Hazard la poliacutetica simplemente no estaacute y Mornet habla de estos temas en dos decepcionantes paacuteginas

Estas ideas persisten desde la Fronda hasta la remonstrance del 11 de abril 1788 en que el parlamento declara abiertamente que el despotismo mi-nisterial y el poder arbitrario han remplazado a las leyes y que el ataque a la magistratura guardiana de las leyes es un ataque a la libertad puacuteblica El famoso episodio en que Louis Philippe drsquoOrleacuteans descendiente del duque de Borgontildea regente y que un diacutea devendraacute Philippe-Egaliteacute reaccionaba al intento de Luis XVI que se atribuyoacute como una declaracioacuten propia la afirmacioacuten sobre el valor de ley sin la convocatoria de una regular lit de justice afirmando que esto era ilegal (y provocando la famosa reacuteplica so-berana ldquoes legal porque lo quiero yordquo) el episodio expresa claramente esta contradiccioacuten irresuelta que seraacute solucionada soacutelo con la Revolucioacuten La invitacioacuten de Denis Richet (1992) a tomar la instancia nobiliaria de un control social del poder monaacuterquico como una exigencia constitucional innovadora pese a la apariencia tradicional y conservadora y en substancia una forma de liberalismo poliacutetico aun si primitivo no ha sido recogida por la historiografiacutea

Para los actores sociales del tiempo decir Orleacuteans seriacutea sentildealar un refe-rente poliacutetico antiguo porque antes de Louis-Philippe habiacutea estado el Philippe II regente y antes de este en el tiempo de la Fronda otro Orleacuteans Gastoacuten el hermano de Louis XIII conocido como Monsieur que habiacutea representado el punto de referencia de todas las oposiciones al tiraacutenico reacutegimen de Richelieu Estas tradiciones que a nosotros nos parecen poco importantes no eran insig-nificantes a los ojos de los actores histoacutericos Tomemos otro ejemplo detraacutes

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Francesco Benigno

de la impalpable y conciliatoria perspectiva que presenta el nacimiento de la esfera puacuteblica como un parto involuntario y secreto concebido bajo las ena-guas del absolutismo en lugares reparados y obscuros como las academias y las logias masoacutenicas y desde alliacute pasando en su juventud por los cafeacutes y los salones la verdad es que la formacioacuten de una verdadera opinioacuten puacuteblica estaacute siempre relacionada con momentos de mucha discusioacuten sobre la res publica Y los actores histoacutericos ya a la mitad del XVII sabiacutean bien coacutemo las batallas se combaten con las armas pero tambieacuten con los opuacutesculos

Jean- Marie Constant (2007) es uno de los pocos historiadores franceses que nos ha relatado coacutemo toda la historia de la ascensioacuten de Richelieu al poder estaacute acompantildeada por cantidad de panfletos producidos por su equipo aquel team que Franccedilois Hildesheimer (2004) nos ha dibujado un atelier drsquoeacutecriture en que habiacutea literatos teoacutelogos juristas y filoacutesofos En los salo-nes ilustrados de la Pariacutes de la segunda mitad del XVIII pasaba lo mismo Cada faccioacuten cortesana teniacutea su saloacuten y sus plumes Cada grupo se defendiacutea y atacaba los otros grupos en el gran teatro de la opinioacuten puacuteblica y al mismo tiempo en los pasillos de la Corte

Naturalmente si esto pasaba en el devenir cotidiano en los momentos de tensioacuten poliacutetica esta actitud se ampliaba La Fronda es una lucha de armas y de plumas y todos los contendientes tienen las suyas Y en la vigilia de la Revolucioacuten Francesa el duque de Orleacuteans combate su batalla enrolando abiertamente o no a literatos como Choderlos de Laclos ensayistas como el abad Sieyegraves y Cerruti

Esto no quiere decir que no haya cambios sino que el cambio es una cosa compleja que se explica mal a traveacutes de oposiciones dicotoacutemicas Hay periacuteo-dos en particular en los cuales el cambio se acelera Como ha escrito Alfred Cobban el hijo que nace la nueva sociedad dada a luz por la Revolucioacuten no estaacute integrada por los individuos racionales y utilitarios imaginados por los filoacutesofos Los grandes procesos histoacutericos no son la suma de componentes que se agregan Son parecidos a las reacciones quiacutemicas cuyos resultados pueden ser enteramente diferentes de los ingredientes que la componen De-bemos aceptar el hecho de que no ha sido la primera vez (y no seraacute la uacuteltima) en que una revolucioacuten nacida para introducir un sistema ordenado por nuevas concepciones se transforma en una eacutepoca controlada por ideas diferentes y algunas veces opuestas (Cobban 1941 p 51)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional

Ariel Gamboa(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

En los uacuteltimos diez antildeos algunos trabajos han surgido dentro de un nue-vo campo en el estudio de la Historia que se ha denominado Historia de las emociones (Moscoso 2015) Las principales investigaciones han surgido del mundo anglosajoacuten y han puesto el acento en las emociones como expresioacuten de los sentimientos (Zaragoza Bernal 2013) En este sentido no han sido po-cos los esfuerzos por tratar de definir queacute se entiende por una Historia de las emociones sin embargo maacutes que respuestas han surgido nuevas preguntas

La novedad de pensar la corte como una comunidad social y emo-cional y sus viacutenculos con el Rey Prudente es el principal objetivo que el presente estudio se propone En este sentido las fuentes escritas como vi-suales vinculadas al entorno cortesano constituiraacuten nuestro principal foco de intereacutes a los efectos de poder hacer visible un mundo poco explorado por la historiografiacutea Emociones y sentimientos circularon en los espacios de poder de la monarquiacutea y quedaron reflejadas en cartas pinturas y hasta objetos del mundo cortesano El desafiacuteo consiste asiacute en visibilizar aquellos sentimientos que se mantuvieron ocultos a los ojos de varias generaciones de historiadores

Gamboa A (2017) La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocio-nal En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la tra-yectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Pla-ta Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Ariel Gamboa

Fue Norbert Eliacuteas quien elaboroacute un esquema explicativo sobre la manera en que las normas eran incorporadas por los sujetos poniendo el eacutenfasis en el cambio histoacuterico entre la Edad Media y la Modernidad Asiacute las expresiones sensoriales y afectivas como la conducta social eran vistas de manera dinaacute-mica y no estaacutetica Eliacuteas (1993) afirmaba que

El sistema emotivo del individuo se transforma de acuerdo con los cambios de

la sociedad y la transformacioacuten de las relaciones interhumanas en la sociedad

aumenta la cantidad de acciones y de individuos de los que dependen permanen-

temente las personas y sus actos en el individuo se convierte en costumbre la

capacidad de prever las consecuencias de prolongadas cadenas de acciones Y al

igual que se transforma el comportamiento y el sistema emotivo del individuo

tambieacuten cambian consecuentemente la consideracioacuten reciacuteproca que las personas

se profesan la imagen que el individuo tiene del individuo se hace maacutes matizada

maacutes libre de emociones momentaacuteneas es decir se psicologiza (pp 484-485)

Es por ello que en primer teacutermino resulta fundamental definir algunos conceptos que guiaraacuten el presente trabajo vinculado a la Historia de las emociones pero en el sentido de tomar a esta como una perspectiva de anaacute-lisis del pasado Ahora bien seguacuten el Diccionario de la RAE por emociones se entiende a la ldquoalteracioacuten del aacutenimo intensa y pasajera agradable o pe-nosa que va acompantildeada de cierta conmocioacuten somaacuteticardquo mientras que por sentimiento ldquohecho o efecto de sentir o sentirserdquo Asiacute las emociones pueden ser entendidas como reacciones es decir las formas en que respondemos a los sucesos

La definicioacuten realizada por Baacuterbara Rosenwein sobre las comunidades emocionales puede cuadrar en el esquema cortesano de la Espantildea del siglo XVI Para la autora se entiende a una comunidad emocional como un gru-po de personas que adhieren a un conjunto de normas y reglas que puede coexistir y variar con el paso del tiempo (Rosenwein 2006) Por lo tanto la Corte de Felipe II fue una comunidad social y emocional constituida por un complejo entramado de viacutenculos no desprovistos de sentimientos y emocio-nes Efectivamente la clave radica en pensar en una historia de los viacutenculos afectivos que dan sentido y coherencia al entramado de relaciones entre indi-viduos emocionales

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

Se entiende a la Corte como un espacio de poder (Vaacutezquez Gestal 2005) en primer lugar como un sistema de organizacioacuten sociopoliacutetica compuesto por el gobierno de las casas reales los Consejos y tribunales y por uacuteltimo los cortesanos (Martiacutenez Millaacuten 2006) En este complejo entramado pre-dominaban las relaciones no-institucionales por sobre las instituciones En segundo lugar la Corte no puede ser entendida como una comunidad emocio-nal estaacutetica Por el contrario la dinaacutemica de la misma se comprende a partir de las trasformaciones generadas por las distintas partes que la constituyen Retomando a Eliacuteas (1993)

En la sociedad civilizada se responde al caacutelculo con el caacutelculo en la no civilizada se

responde al sentimiento con sentimiento Este vigor de las emociones inmediatas

sin embargo vincula al individuo a un nuacutemero limitado de comportamientos posi-

bles si los demaacutes son amigos o enemigos buenos o malos (hellip) Y si estas sensa-

ciones producen en eacutel una sensacioacuten de alegriacutea o tristeza piensa que los fenoacutemenos

tienen relaciones de amistad o enemistad hacia su propia persona (hellip) Todo parece

depender de modo directo de las sensaciones que percibe el individuo (p 485)

iquestQueacute aspectos reglaban el comportamiento de la corte en la Espantildea del siglo XVI La Moral catoacutelica regiacutea de alguna manera la conducta de los individuos tanto en la corte como fuera Sin embargo es sabido que el clima cortesano en los inicios de la modernidad era por demaacutes complejo esto podriacutea explicar el eacutexito del libro de Castiglione con sus recomendaciones para convertirse en el perfecto cortesano Si la sociedad generaba cambios en los individuos la corte como una comunidad emocional podiacutea hacerlo sobre los sujetos que la integraban Los estados de aacutenimo del rey podiacutean modificar el clima emocional cortesano En palabras de Checa Cremades (1989)

La formalizacioacuten y el sentido de riacutegida etiqueta que preside toda la vida de la

corte y que hizo que algunos embajadores consideraran al mismo Rey como

una ceremonia en siacute misma constituye uno de los rasgos maacutes caracteriacutesticos del

entorno de Felipe (hellip) La rigidez que demuestran (los retratos) no es una rigidez

propia de la persona ni siquiera del estilo personal de artistas como Saacutenchez

Coello o Pantoja de la Cruz Se trata de la marca distintiva del sello de la majes-

tad real como se concebiacutea en la corte de los Austrias espantildeoles (p 129)

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Ariel Gamboa

Por su parte en consonancia con el concepto de ldquohabitusrdquo de Bourdieu Monique Scheer (2012) entiende las emociones como praacutecticas en el sentido que se reflejan en las disposiciones corporales gestos y reflejos entendidos en un contexto cultural En ese sentido se puede pensar en el retrato de corte como representacioacuten pictoacuterica de las emociones y sentimientos constituido por elementos valorativos que conforman una expresioacuten de los afectos o ma-terializacioacuten de las emociones Los signos corporales visibilizan el acceso a los estados emocionales del sujeto retratado En siacutentesis el retrato de corte de la segunda mitad del siglo XVI para el caso espantildeol es un modelo icoacutenico de alto contenido emocional y constituye uno de los ejes fundamental por cierto de este trabajo

Las caracteriacutesticas emocionales de la corte Felipe II tienen principal-mente su origen en el caraacutecter del rey Para ello resulta fundamental repen-sar el clima emocional en donde se forjoacute la personalidad del futuro rey es decir la Corte de Carlos V

La educacioacuten de Felipe IICuando Carlos de Gante llega a Castilla (1517) trae consigo un seacutequito in-

tegrado por sentildeores borgontildeones (Chabod 2003) Las diferencias con la nobleza castellana se ponen en evidencia en los difiacuteciles antildeos de 1517 a 1521 Contrae matrimonio con Isabel de Portugal (1526) naciendo el primogeacutenito un antildeo maacutes tarde Que Felipe II haya intentado ocultar o disimular sus emociones parece haber sido signado desde el momento que nacioacute El diacutea del parto la emperatriz ordenoacute que se le cubriese el rostro con un pantildeo para que nadie viera las angustias causadas por los dolores del parto ldquopuedo morir pero no gritareacuterdquo (Parker 1984 p 21) habriacutea pronunciado aquel 21 de mayo de 1527 en Valladolid

Los asuntos del Imperio y las guerras en Europa alejan a Carlos I de los reinos ibeacutericos durante varios antildeos motivo por el cual priacutencipe Felipe que a diferencia de su padre ha nacido en Castilla seraacute criado y educado en la peniacutensula bajo el cuidado de su madre La ausencia casi constante del em-perador y la escasa correspondencia era causa de la melancoliacutea de su esposa estado que no pasoacute desapercibido por el joven priacutencipe El mismo Felipe cuarenta antildeos maacutes tarde debioacute haber tenido presente este hecho y evitar de repetirlo mediante la permanente correspondencia que mantuvo con sus pro-pias hijas las Infantas (March 1941)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El primer ayo del priacutencipe fue Pedro Gonzaacutelez de Mendoza y el primer maestro Juan Martiacutenez de Siliacuteceo tarea que luego fue completada por1

(hellip) sus nuevos profesores fueron Cristoacutebal Calvete de Estrella (Latiacuten y Griego)

Honorato Juan (Matemaacuteticas y Arquitectura) Juan Gineacutes de Sepuacutelveda (Geogra-

fiacutea e Historia) Don Juan de Zuacutentildeiga fue quien completoacute el modelo de educacioacuten

elegido por Carlos I para su hijo al ser el encargado de su desarrollo fiacutesico y

emocional incluyendo sus modales Pero gracias a eacutel se convirtioacute en un maestro

escondiendo las emociones resultando una persona fuerte y respetada No cabe

la menor duda de que tanto Don Juan Zuacutentildeiga como Honorato Juan alcanzaron

los objetivos educativos que les encomendaron Gracias a la educacioacuten recibida

primero Felipe II llegoacute a ser un auteacutentico maestro en ocultar sus sentimientos y

actuar con suma prudencia (Peacuterez Goacutemez 2011 p 372)

Desde 1535 las actividades de la casa del priacutencipe estuvieron regidas por Juan de Zuacutentildeiga2 quien en palabras de Parker (1984) le ensentildeoacute ldquo(hellip) autodo-minio y disciplina Felipe se acostumbroacute a ocultar sus sentimientos y conte-ner sus emocionesrdquo (p 26) Su educacioacuten y sentimientos seraacuten consecuencia de ese aacutembito La muerte de la emperatriz (1539) impactoacute notablemente en los individuos de la Corte el emperador se recluiraacute en el Monasterio de Santa Mariacutea de la Silsa la conversioacuten de Francisco de Borja se daraacute en esos momentos en cuanto al priacutencipe le corresponderaacute presidir las ceremonias fuacutenebres hasta el destino final en la Capilla Real de Granada El regreso de Carlos a Espantildea implicaraacute el inicio de la formacioacuten poliacutetica del priacutencipe como complemento a la formacioacuten primera

Felipe recibioacute distintas ldquoInstruccionesrdquo por parte del emperador3 Tal vez la maacutes importante fue la de 1543 en la cual indica distintos consejos sobre el arte de gobernar y el cuidado con sus hombres maacutes cercanos ldquo(hellip) no fiarse nunca de nadie no demostrar nunca sus emociones (hellip) ser devoto y teme-roso de Dios en todo momento (hellip)rdquo (Parker 1984 p 38) instrucciones que Felipe siguioacute toda su vida

1 Pedro Gonzaacutelez de Mendoza era el hijo del IV Duque del Infantado y Obispo de Salamanca

2 Don Juan de Zuacutentildeiga fue tambieacuten mayordomo mayor del priacutencipe murioacute en 1546

3 Las Instrucciones de 1529 1543 1548 y 1556

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Ariel Gamboa

Felipe II prefirioacute escribir antes que hablar De hecho la mejor fuente de informacioacuten sobre el rey prudente radica en los documentos de los Condes de Altamira dispersos hoy en diversos archivos de Europa Constituido por los papeles personales del rey estaacuten tambieacuten los

(hellip) billetes o notas en las que el rey expresaba sus deseos y con frecuencia sus

sentimientos maacutes iacutentimos a sus colaboradores maacutes cercanos Aunque Felipe II no

mantuvo ninguacuten diario parece haber utilizado estos papeles de trabajo como una

especie de escape para sus emociones sus pensamientos y sus razonamientos asiacute

como para sus decisiones (Parker 1984 pp 17-18)

La Corte de Felipe IIRevisar los viacutenculos emocionales que se dieron en la corte durante el

extenso reinado de Felipe II (1555-1598) excede completamente este trabajo Sin embargo el inicio como el final estaacute marcados por momentos de pro-funda emotividad la ceremonia de abdicacioacuten del emperador en Bruselas y los 53 diacuteas de sufrimiento antes de la muerte el 13 de septiembre de 1598 En el principio las palabras de Carlos V conmueven a los presentes y estaacuten signadas de la recomendacioacuten para con su hijo a quien lega buena parte de su imperio en el final es el mismo Felipe quien solicita a sus dos hijos que contemplen la degradacioacuten del cuerpo en sus uacuteltimos momentos

Hacia 1561 Felipe II establece la corte en Madrid y en 1563 comienza el disentildeo y edificacioacuten del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial emblema de su reinado y expresioacuten maacutexima del intereacutes del rey por las letras y las artes (Fernaacutendez Aacutelvarez 1998) Fue El Escorial el escenario de la corte de Felipe II donde residioacute a la vez el monarca austero y severo del imperio maacutes poderoso de entonces como tambieacuten el hombre que cuya imagen fue marcada por la leyenda negra (Kamen 1997) Las obras culminaron en 1584 y fue entonces cuando ldquo(hellip) el rey lloroacute abiertamente de emocioacutenrdquo (Parker 1984 p 208)

El peor antildeo del reinado de Felipe II fue 1568 La muerte de Isabel de Valois y la de Don Carlos los problemas en Granada los Paiacuteses Bajos e in-cluso la posibilidad de volver a contraer matrimonio La carta que escribe a principios de 1569 al cardenal Diego de Espinosa da cuenta de las emociones que invaden al rey por estar tan mal las cosas (Parker 1984 pp 122-123)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El mismo Parker (1984) cita la anotacioacuten del secretario que archivoacute la carta ldquoOjo que no se ha de ver sino por su magestadrdquo (p 23)

Hacia 1580 el poder de Felipe II estaba en su cenit Del rostro del rey habiacutea desaparecido el pudor y la timidez y la imagen del retrato de esos antildeos4 y muestra ldquoseguridad serenidad y resolucioacuten (hellip) sus ojos eran claros y se-veros y su presencia imponiacutea miedo a muchos hombres que le visitabanrdquo (Parker 1984 p 193) El retrato de Sofonisba Anguissola posee todaviacutea al-gunos rasgos del joven Priacutencipe de Espantildea pintado por Tiziano5 donde Felipe se muestra en armadura o unos antildeos luego el de Antonio Moro como heacuteroe de San Quintiacuten6 Todo ello se opone a uno de los uacuteltimos retratos de Pantoja de la Cruz7 donde el rey se ve claramente enfermo y debilitado incluso la mirada encierra la melancoliacutea de la debilidad del cuerpo Estos cambios fue-ron detectados por los cortesanos Parker (1984) cita al embajador franceacutes quien deja una perfecta impresioacuten de Felipe hacia 1584 ldquoel rey comienza a envejecerhellip Su rostro no es tan hermoso lo que demuestra que su espiacuteritu debe estar oprimido por las preocupaciones que lo hacen maacutes melancoacutelico de lo que soliacutea serrdquo (p 194) Con todo la solemnidad y el distanciamiento son rasgos comunes

Sin embargo de estos antildeos datan las cartas que el rey envioacute a sus hi-jas desde Portugal donde permanecioacute entre 1581 y 1583 Son un conjunto de cartas que fueron analizadas por Gachard8 Spivakovsky (1975) y Bouza (1998) Como los especialistas han demostrado las mismas evidencias al rey como un padre afectuoso preocupado por sus hijas Las Infantas hija de Isabel

4 Felipe II por Sofonisba Anguissola (1565 y 1573) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 88 x 72 cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-ii7d7280d6-5603-488a-8521-933acc357d7a

5 Felipe II por Tiziano (1551) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 193 x III cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-iid12e683b-7a51-41db-b7a8-725244206e21

6 Felipe II por Antonio Moro (1560) El Escorial Vestido con Armadura diacutea de la Batalla de San Quintiacuten Oacuteleo sobre lienzo 207x123 cm httpsuploadwikimediaorgwikipediacommons226King_PhilipII_of_Spainjpg

7 Felipe II por Juan Pantoja de la Cruz (1590) Tamantildeo natural Real Biblioteca de El Esco-rial Oacuteleo sobre lienzo 181 x 95 cm httprbmepatrimonionacionaleshomeSobre-la-BibliotecaSa-lon-PrincipalPinturas-al-oleoaspx

8 Gachard publica hacia 1884 en Pariacutes las Cartas de Felipe II a sus hijas

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Ariel Gamboa

de Valois fueron las hijas predilectas del rey Parker (1984) afirma que el rey poco demostroacute su tristeza por la muerte prematura de los hijos que tuvo con su cuarta esposa Ana de Austria mas no asiacute al saber de la muerte de Catalina Micaela duquesa de Saboya Felipe ldquo(hellip) se derrumboacute Lloroacute y se enfurecioacute chilloacute y gritoacute de manera nunca vista (hellip)rdquo (p 197) Es evidente que el rey extrantildeara a su hija que residiacutea en Turiacuten puesto que 1588 escribioacute a la infanta ldquoAyer hizo tres antildeos que os embarcaste y que no te veo que no te ha dado agora poca soledad y seacute que con razoacuten la puedo tener de vos por lo que me quieres y yo os quierordquo (Parker 1984 p 198)9

Las victorias o las derrotas eran pensadas por el rey como resultado del accionar de la Providencia en este plano tambieacuten las emociones religiosas del rey y del reino eran puestas de relieve Con la noticia de la derrota en 1588 de la Grande y Feliciacutesima Armada (Alcalaacute Zamora 2004) el rey se hundioacute en un sentimiento de desesperacioacuten en palabras de unos de los monjes de El Escorial la desgracia ocurrida era

(hellip) digna de llorar toda la vidahellip porque nos han perdido miedo y hemos per-

dido toda buena reputacioacuten de hombres belicosos que soliacuteamos tenerhellip Fue ex-

trantildeo el sentimiento que causoacute en toda Espantildeahellip Casi toda Espantildea se cubrioacute de

lutohellip no se oiacutea otra cosa (Parker 1984 p 189)

Los asuntos que aquejaron a Castilla a partir de 1595 la despoblacioacuten la peste las malas cosechas habiacutean preocupado al secretario Mateo Vaacutezquez el rey respondioacute a aconsejando ldquoNo dejeacuteis perseverar la (debilidad) a melancoliacutea que es muy mala cosa aunque los tiempos la traen consigo (hellip) me duele mu-cho ver el estado en que estaacute la Cristiandadrdquo (Parker 1984 p219)

Los cambios en los viacutenculos emocionales que se daban en la corte al cambiar de rey parecen evidenciarse en palabras de un cortesano que ob-servaba el deterioro de Felipe II hacia los uacuteltimos antildeos de su vida observoacute ldquocuando eacutel marche nos encontraremos en otro escenario y todos los persona-jes del mismo seraacuten distintosrdquo (Parker 1984 p 232)

BibliografiacuteaBouza F (Ed) (1998) Cartas de Felipe II a sus hijas Madrid Akal

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

algunas reflexiones

Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez(Universidad de Cantabria Espantildea)

La historiografiacutea en torno a la venalidad de los oficios puacuteblicos en la Cas-tilla de los siglos XVI y XVII ha progresado enormemente desde los trabajos pioneros que historiadores de la talla de Antonio Domiacutenguez Ortiz (1970 pp 105-137) y Francisco Tomaacutes y Valiente (1970 pp 125-159 1982a pp 159 y ss) dedicaron al estudio de estos problemas al filo de los antildeos setenta del siglo pasado A partir de entonces y por largo tiempo las investigaciones rea-lizadas al respecto se centraron fundamentalmente en el aacutembito de los oficios municipales y siguieron para ello distintas liacuteneas de investigacioacuten Una de las maacutes prontamente iniciadas fue la que trataba de cuantificar las ventas sobre la base de fuentes generales y de observar la evolucioacuten de las mismas a lo largo del tiempo (Cuartas Rivero 1984 pp 225-260) Maacutes frecuentemente sin embargo los historiadores entendieron la venalidad de los cargos puacuteblicos como un instrumento de promocioacuten social en el contexto de una monarquiacutea cuyas constantes necesidades financieras la forzaban a poner en venta un

Fortea Peacuterez J I (2017) El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexiones En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

nuacutemero significativo de oficios de esta naturaleza cuando no la moviacutean a crear otros nuevos con ese uacutenico objetivo La perspectiva hacendiacutestica se mezclaba de esta forma con la socioloacutegica para inspirar un buen nuacutemero de estudios sobre los grupos de poder que controlaban el gobierno de las ciudades de Castilla algunos de ellos de excelente factura o sobre las diversas formas de acceder a los cargos municipales o de transferirlos en el seno de ciudades concretas Con el paso del tiempo el universo de las ventas se fue ampliando a otros oficios singularmente los militares (Andujar Castillo 1991 2004) pero no soacutelo a ellos y a otros supuestos hasta abarcar un abigarrado y he-terogeacuteneo universo de ventas en el que se mezclaban las de jurisdicciones hidalguiacuteas baldiacuteos alcabalas y un largo etceacutetera1

Salta a la vista por tanto la complejidad que reviste el fenoacutemeno de la venalidad de los cargos puacuteblicos La perspectiva hacendiacutestica y en menor medida la propiamente socioloacutegica son las maacutes inmediatas Las recientes in-vestigaciones sobre el tema han aportado uacuteltimamente numerosos datos que permiten ponderar la importancia que la venta de cargos puacuteblicos llegoacute a te-ner como generadora de ingresos para la real hacienda bajo los Austrias Por otro lado los abundantes trabajos existentes sobre las eacutelites de poder de las ciudades espantildeolas han mostrado siempre una marcada predileccioacuten por el estudio de las oligarquiacuteas municipales con menoscabo incluso de la atencioacuten que sin duda merecen sus otros componentes El fenoacutemeno de la venalidad muestra tambieacuten sin embargo un componente doctrinal juriacutedico y poliacutetico que tambieacuten plantea numerosos problemas de interpretacioacuten y sobre cuyo impacto en la praacutectica cotidiana de la venalidad no estamos todaviacutea suficien-temente informados Quiero decir con ello que el avance de nuestros conoci-mientos sobre el tema aun siendo muy apreciable se ha producido de forma un tanto desequilibrada El brillo de las ventas del dinero que subyace a ellas y del poder que revelan o que conllevan ha dejado a veces en penumbra otros aspectos de una praacutectica indudablemente compleja y en ocasiones oscura

Consideremos en primer lugar los aspectos doctrinales del problema Crear oficios como tambieacuten aumentar el nuacutemero de los ya existentes era con-siderado una consecuencia de la potestad jurisdiccional ldquoCreatio Magistratuum

1 La bibliografiacutea sobre la venta de cargos puacuteblicos es muy abundante Ver un estado de la cues-tioacuten en obras como las de Hernaacutendez (1997 pp 71-95) Jimeacutenez Estrella (2012 pp 259-272) Dedieu (2011 pp 19-28) y Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 119-144)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo sentildealaba Juan Bautista Larrea (1645) en sus Allegationum Fiscalium2 Podiacutea discutirse sin embargo sobre a quieacuten correspondiacutea ejercerla o bajo queacute supuestos debiacutea hacerse El problema en principio parece faacutecil de resolver por cuanto era opinioacuten comuacuten entre los tra-tadistas la de que el pueblo al constituirse en tanto que comunidad poliacutetica habiacutea transferido al rey en virtud de la llamada lex regia de imperio la plena soberaniacutea de la que hasta entonces habiacutea sido uacutenico depositario De esta forma los priacutencipes habiacutean recibido todos los poderes del pueblo y entre ellos el de crear oficios Ahora bien decidir si ademaacutes podiacutean venderlos era una cues-tioacuten distinta a la que era posible dar respuestas divergentes Domingo Baacutentildeez (1595) por ejemplo al pasar revista en sus Decisiones de Iustitia et Iure a las diversas respuestas que se habiacutean dado a este problema ndashldquoutrum Rex habeat dominium istorum officiorum et utrum possit ista officia vendererdquondash sentildealaba la de aquellos autores seguacuten la cual el rey no podiacutea enajenar oficios simplemente porque nunca el pueblo le habiacutea transferido la potestad de hacerlo Si el papa pese a haber recibido plenos poderes jurisdiccionales de Cristo ndashel dominium Pontificatus et iurisdictionisndash no era propietario ndashdominusndash de los oficios ecle-siaacutesticos por analogiacutea el rey tampoco lo era de los temporales Los oficios en definitiva perteneciacutean al pueblo no al rey El monarca no podiacutea disponer de ellos y no por otro motivo sino porque no eran suyos sino del pueblo Ven-derlos supondriacutea ademaacutes obrar contra la justicia distributiva que obligaba a elegir para cualquier cargo ya fuera eacuteste eclesiaacutestico o secular a los maacutes dignos y a no hacerlo por dinero Siendo esto asiacute el monarca que tratara de obtener con su venta un beneficio particular se comportariacutea como lo hariacutea un tirano El propio papa Alejandro VI al que Baacutentildeez (1595 p190) citaba expresamente en este punto se habiacutea pronunciado en tal sentido y lo mismo hariacutean y por motivos semejantes entre otros Francisco de Vitoria o Bartolomeacute de Las Casas3

2 ldquoEt regem posse creare Magistratus amp ad illum pertinere officia Reipub constituere (hellip) et id non solum in officiorum creatione sed etiam in augmento amp ampliatione (hellip) Id quia creatio Magis-tratuum amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo (Larrea 1645)

3 ldquoDe priore dubio est sententia Adriani in 4 materia de restitutione paulo post principium qui negat reges habere dominium istorum officiorum Et ratius eius est quia nunquam respublica transulit tale dominium in regemrdquo (Bantildeez 1595 MDXCV LXIII II p 190) La obra del papa Alejandro VI es Quaestiones in Quartum sententiarum De restitutione Lugduni 1545 El pensamiento al respecto ndashde Vitoria Bartolomeacute de Las Casas el cardenal Cayetano Domingo de Soto y Vaacutezquez de Menchacandash es analizado por F Tomaacutes y Valiente (1977 p 645)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

No obstante tambieacuten eran muchos los que defendiacutean la opinioacuten contra-ria Ciertamente podiacutea tambieacuten decirse el rey habiacutea recibido del pueblo to-dos sus poderes y por tanto tambieacuten el dominium sobre los oficios puacuteblicos ldquoRespublica transtulit omnem suam potestatem et imperium in principem quapropter consequenter transtulit dominium istorum officiorum quibus dominabatur respublicardquo Ahora bien asentado este principio las formas de interpretarlo podiacutean ser asimismo diversas Para Domingo de Soto por ejemplo la transferencia de poderes que el pueblo habiacutea hecho a favor del rey habiacutea sido absoluta Por ello mismo el monarca no podiacutea ser considera-do un mero administrador de la repuacuteblica Antes al contrario eacutel mismo era la repuacuteblica ndashRex enim non tanquam dispensator sed tanquam ipsa eadem respublica reputandus estndash En el rey estaban concentrados en definitiva todos los poderes y todos los derechos del pueblo Podiacutea concluirse por ello que el reino era suyo y que tambieacuten lo eran incluso las casas de los ciudadanos ndashldquoregnun est suum sicut cuiusque civis sua est domus atque adeo quaecumque facultas et ius reipublicae penes ipsum estrdquondash Siendo esto asiacute es obvio que estaba entre sus poderes el de crear aumentar y vender oficios puacuteblicos No obstante atendiendo a los perniciosos efectos que la venalidad soliacutea tener Domingo de Soto (1968 vol 2 p 269) terminaba considerando que hacerlo aunque pudiera ser en siacute mismo liacutecito en el terreno teoacuterico ndashespeculativendash no lo era en la praacutectica ndashpractiquendash ni tampoco podiacutea ser considerado razonable o conveniente sobre todo si los oficios que se queriacutean vender eran los de juez o los de consejero del rey (1968 vol 2 p 270)45

Para otros sin embargo habiacutea una diferencia notable entre el poder que el pueblo habiacutea tenido originariamente y el que le habiacutea transferido al soberano El primero era originario independiente y absoluto ldquoRepublica ndashsentildealaba Baacutentildeezndash a principio habuit dominium a se ipsa independens amp absolutumrdquondash Por el contrario el del monarca era derivado ndashldquorex habet illud

4 ldquoSi res haec non ita speculative sed practique et per aplicationem ad usus atque ad efectuum absurditatem qui ferne necessario inde sequuntur consideretur non solum nunquam aut expedit aut decet verum secundum moralem prudentiam neque licetrdquo (Soto 1968 vol II p 269)

5 ldquoCunctis aliis hoc esset pestilentius de corem reipublicae turpius ofendens aut atque adeo scandalosum si iudicatus venderentur aut loca eorum qui regi sunt a publicis consiliis ut audivit in quadam provincia extra Hispania fieri nam inde praesentissimun periculum existeret iugulandi praevaricandique omnia iurardquo (Soto 1968 vol II p 270)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

a respublicardquondash dependiente y sometido a las leyes ndashldquocum dependentia amp sub certis legibusrdquo O dicho de otro modo aunque el rey tuviera el dominium sobre los oficios no podiacutea hacer uso de eacutel ldquopro sua voluntate sed secundum utilitatem ipsius reipublicaerdquo (Bantildeez 1595 p 90) Es decir la creacioacuten y venta de oficios debiacutea estar orientada a la consecucioacuten del bien comuacuten que era el fin supremo al que todo recto gobierno teniacutea que aspirar por lo que debiacutea quedar sometida a ciertas condiciones La primera era bastante obvia Soacutelo el que tuviera el do-minium de los oficios podiacutea venderlos y eacuteste no era otro que el rey Enajenarlos en contra de su voluntad era por tanto intriacutensecamente malo incluso aunque duques marqueses y otros ldquoprivati dominirdquo apelaran a costumbres inmemo-riales para tratar de hacerlo Los oficios en segundo lugar eran ldquovenales ex natura suardquo Siguiendo en esto una liacutenea de argumentacioacuten que como ya se ha sentildealado tambieacuten recogiacutea Domingo de Soto pero que se remontaba al mismo Santo Tomaacutes Domingo Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que no podiacutea considerarse intriacutensecamente malo el que pudiera venderse aquello a lo que se le podiacutea poner precio ndashldquonon autem est intrinsece malum aut contra naturam rei vendere quod apretiabile estrdquondash No obstante al igual que Domingo de Soto y el cardenal Cayetano Baacutentildeez reconociacutea que en la praacutectica las enajenaciones podiacutean ser moralmente iliacutecitas si como ocurriacutea frecuentemente los oficios re-caiacutean en personas ldquoambitiosi amp cupidi immeriti amp ignobilirdquo Precisamente para evitarlo era por lo que en su opinioacuten debiacutean exigirse tres condiciones en las ventas que los oficios vendidos los ocuparan personas idoacuteneas que se pidieran por ellos precios moderados esto es proporcionales a los beneficios que pro-duciacutean y que lo que el rey ingresara por este concepto se gastara en ldquocomunes ususrdquo Ahora bien si se cumpliacutean los dos requisitos enunciados en primer lugar los que hubiesen recibido oficios del rey podiacutean tambieacuten venderlos siempre y cuando mediara previa licencia taacutecita o expresa del soberano para hacerlo6

La argumentacioacuten resumida hasta aquiacute es bastante representativa de lo que pensaban al respecto la mayor parte de los tratadistas Semejante era

6 Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que los que ocupaban cargos por el rey ldquohabent verum dominium istorum officiorum ergo quantum est ex natura possessoris et rei possessa licet potest fieri venditiordquo Antildeadiacutea por otro lado que ldquosi autem ista officia non habeant administrationem iustitia anexam possunt qui possident ea vendereacute et alienare de licentia regis Probatur quia priacutenceps potest dispensare in venditione quae prohibetur lege positiva quando non habet officium istam administra-tionem anexamrdquo (Baacutentildeez 1595 p 190)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

la opinioacuten expresada por Castillo de Bovadilla (1597) en su Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos7 que aparecioacute por los mismos antildeos en los que se publicaron las Decisiones de Baacutentildeez Medio siglo despueacutes pare-cidos argumentos seriacutean tambieacuten utilizados por Juan Bautista Larrea en sus Allegationum Fiscalium Los oficios temporales deciacutea si no teniacutean ldquoaliquid spirituale annexumrdquo eran por su propia naturaleza ldquovendibilia et praetio aestimabiliardquo Podiacutean por tanto enajenarse pero siempre y cuando se con-cedieran a ldquopersonae dignaerdquo su precio fuera ldquomoderatissimusrdquo y las ventas se hicieran y este punto era fundamental en caso de ldquomagna necessitate cui non possit alia commodiori via occurrirdquo Aun asiacute el propio Larrea (1636) sentildealaba en otra de sus obras las Decisiones Granatensis que habiacutea que evitar la venta de oficios como maacutexima regnorum pestis si no se comprobaba las calidades de los que los adquirieran8 El rey en cualquier caso maacutes de voluntate que de potestate habiacutea de administrar su dominium en este terreno con prudencia Princeps removere non posset officium quod pecunia acepta concessit deciacutea Larrea La concesioacuten por el rey de un oficio pro pecunia teniacutea la consideracioacuten de un contrato a cuya observancia el rey estaba obligado9 Por esta razoacuten no podiacutea venderlos en perjuicio de terceros que es lo que ocu-rririacutea si los nuevamente creados limitaban las funciones de los ya existentes o disminuiacutean sus emolumentos10 Por lo demaacutes los tratadistas de la mano de

7 Castillo de Bovadilla Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos (1597) Edicioacuten de B Gon-zaacutelez Alonso Madrid 1978 II pp 193-194 El libro de Baacutentildeez se habiacutea editado poco antes en 1594-95

8 ldquoHoc enim omnia turbantur quod ad decurionum munera emptione sine alia qualitatum oproba-tionem admittuntur nullum enim regnum ideo recte gubernari valebit quia velut pestis Reipublicae sum-ma summae venalitatem officiorum publicorum vitandam tradit Platordquo Larrea J B Novae Decisiones Sacri Regii Senatus Granatensis Regni Castellae Lugduni MDCXXXVI Disputatio XLV n 35 p 593

9 Larrea J B Allegationes Fiscaliumhellip op cit Pars Secunda Allegatio CXIX nums 11 a 13 p 312-313 Ver tambieacuten Pars Prima Allegatio III n 7 ldquoPrincipis contractus habent vim legisrdquo

10 Es decir el rey no lo haciacutea no porque no lo pudiera hacer en virtud de su potestas absoluta sino porque se sometiacutea a la vis directiva de la ley ldquoUt quando Princeps in venditis officiis se obligauerit alia nuova non vendere vel creare aut si ex venditione novi officii aliorum quae iam vendita exercitium impediatur vel emolumenta diminuantur non posse Principem id facere et ius acquisitum tollere pluribus rationibus et authoritatibus comprobantur Nec agimus de potestate Principis sed de voluntate (hellip) quia semper creditur principem iustum quod fuerit decernere velle et nunquam blandiri debet Principibus (hellip)rdquo (Larrea 1645 Allegatio CXIX De officiorum venditione a rege facienda amp novis officis creandis n 5 p 311) Sobre la opinioacuten de Larrea en torno a la venta de oficios ver P Volpini (2004 pp 171-179)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

los letrados se extendiacutean en la consideracioacuten de muacuteltiples problemas que se derivaban de la venta de oficios de su traspaso por la viacutea de las renuncias o de su consideracioacuten como bienes raiacuteces y en tanto que tales sujetos a las leyes que regulaban su disfrute11 La doctrina por tanto afirmaba los poderes del rey en materia de creacioacuten de oficios pero haciacutea tambieacuten una interpretacioacuten flexible de los mismos a la hora de ponerlos en praacutectica

El anaacutelisis de la poliacutetica desarrollada por la monarquiacutea para regular el acce-so al gobierno urbano constituye tambieacuten un escenario particularmente idoacuteneo a estos efectos La institucioacuten del regimiento en las ciudades y villas del reino dio lugar a la creacioacuten en cada una ellas de una planta de regiduriacuteas vitalicias que se repartieron entre los miembros de las oligarquiacuteas dirigentes en cada una de ellas Los monarcas pronto encontraron en el acrecentamiento de esos oficios sobre su nuacutemero originario un medio oacuteptimo de recompensar servicios o de ganarse fide-lidades No obstante tales praacutecticas alteraban el equilibrio de poder que se habiacutea establecido en las ciudades y villas del reino lo que movioacute a la Corona a decretar de tiempo en tiempo el consumo de los que previamente habiacutea creado seguacuten fue-ran quedando vacantes Importa subrayar en cualquier caso que inicialmente el rey creaba y concediacutea esos oficios a tiacutetulo de merced o en recompensa a servicios prestados pero no los poniacutea en venta De hecho los monarcas castellanos no empezaron a venderlos salvo excepciones hasta 1543 Para entonces sin em-bargo las ventas traspasos y renuncias por precio de oficios entre particulares teniacutean ya tras de siacute una larga historia De esta forma desde mediados del siglo XVI acrecentamientos ventas puacuteblicas o privadas renuncias consumos y tan-teos acabaron por generar un complejo a la par que extendido traacutefico de oficios que la Corona al igual que los particulares estaba interesada en regular por los muacuteltiples problemas y conflictos de intereses a los que daba lugar

Decisiones contra los acrecentamientos se empezaron a tomar en fechas tem-pranas Juan II ya hubo de decretar en 1428 que los oficios de regimiento que fueran quedando vacantes en los lugares del reino ldquopor renunciacioacuten o muerte o en qualquier otra manerardquo se consumieran hasta que se restableciera su nuacutemero antiguo La medida hubo de ser reiterada en 1432 Esta vez sin embargo y la

11 Castillo de Bovadilla (1597 pp192-195) enuncia algunos de estos problemas Ver tambieacuten para estos temas entre otros Azevedo (1599 pp 123-135) Peacuterez de Salamanca (1609 t2 pp 390 y ss) y Fernaacutendez de Otero (1681) Para Fernaacutendez Otero hay una edicioacuten anterior sl de 1676 Ver en especial la primera parte He manejado la edicioacuten de Ginebra de 1732

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

precisioacuten es de importancia eran excluidos los oficios que quedaran vacantes por renunciacioacuten El consumo quedaba circunscrito entonces a los que quedaran vacantes por muerte o privacioacuten Acuerdos semejantes se tomariacutean en 1433 1435 y 1447 siempre a peticioacuten de las Cortes y de nuevo en 1469 y 1473 bajo el rei-nado de Enrique IV esto es en unos momentos en los que la creacioacuten de nuevos oficios por la Corona pareciacutea alcanzar sus maacuteximas cotas1213

Parece claro por tanto que el acrecentamiento de oficios concejiles fue bastante comuacuten a lo largo del siglo XV sin que las leyes elaboradas al res-pecto lograran impedirlo que tal medida no tardoacute en provocar reacciones en contra de los grupos de poder que se habiacutean instalado en los regimientos de las ciudades y villas del reino y que quienes ostentaban la titularidad de esos oficios trataron de patrimonializarlos desde muy pronto por la viacutea de la renun-cia ndashla resignatio in favoremndash por mucho que eacutesta quedara siempre sujeta a la previa aprobacioacuten del soberano

Los Reyes Catoacutelicos trataron de poner remedio a la confusioacuten reinante en este campo obrando en distintas direcciones De esta forma decretaron por ley hecha en las Cortes de Toledo de 1480 que todos los oficios creados des-pueacutes de 1440 se consideraran acrecentados y tambieacuten dispusieron que fueran consumidos a medida que quedaran vacantes por muerte y privacioacuten o por cualquier otro motivo Ni siquiera permitieron en contra de lo que hasta en-tonces se habiacutea proclamado que los tales oficios pudieran ser renunciados14 Cierto es que otra pragmaacutetica real dictada en 1483 autorizaba la provisioacuten de los oficios acrecentados de los que murieran en la guerra de Granada y las renuncias que hicieran a favor de sus hijos los que cayeran cautivos en ella con tal de que fuesen mayores de edad15 No obstante la intencioacuten de reducir el nuacutemero de oficios y de limitar su perpetuacioacuten estaba clara Otras medidas adoptadas tambieacuten por esos antildeos obrariacutean en ideacutentica direccioacuten Las mismas Cortes de Toledo de 1480 impondriacutean en su ley 62 la condicioacuten de que los renunciantes sobrevivieran veinte diacuteas a la fecha de la renuncia para que eacutesta

12 Todas estas disposiciones pueden consultarse en Peacuterez de Salamanca (1609 t II pp 390-416)

13 Ver para todo esto Tomaacutes y Valiente (1982b p 35 y ss) Gonzaacutelez Alonso (1990 pp 173-194)

14 NR ley 15 tiacutet 3 lib 7

15 NR ley 16 tiacutet 3 lib 7

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

fuera vaacutelida16 En caso contrario el oficio volveriacutea al soberano quien podiacutea proveerlo de nuevo en quien quisiera si eacutesta era su voluntad Esta vez la medida trataba de mantener alguacuten tipo de control por parte de la Corona sobre los oficios que creaba (Tomaacutes y Valiente 1982a p 166) De mayor trascen-dencia a estos efectos seriacutea la ley 84 de esas mismas Cortes por la que queda-ban derogadas todas las facultades de oficios concedidos a tiacutetulo de perpetuos o por juro de heredad por considerar las situaciones a las que conduciacutean contrarias a la moral y al derecho17 Quedaba por resolver el problema de las ventas que los particulares soliacutean camuflar bajo la foacutermula de las renuncias Pues bien una nueva pragmaacutetica real de 1494 estableciacutea expresamente que las veinticuatriacuteas regimientos alcaldiacuteas alguacilazgos fieles ejecutoriacuteas y juraderiacuteas no se pudieran vender ni renunciar por precio18

Pese a todo las ventas entre particulares y el recurso a las renuncias siguieron adelante ldquopor la culpa de los tiempos y por ventura tambieacuten de los ingenios y por las grandes obligaciones de su Magestadrdquo Tanto es asiacute que se-guacuten deciacutea Castillo de Bovadilla (1597) se acaboacute suprimiendo en las cartas de provisioacuten de los oficios la claacuteusula por la que se obligaba a declarar a quienes los recibieran que en las renuncias hechas en su favor no habiacutea intervenido ldquoventa trueque cambio permutacioacuten ni otra cosa de las por nos vedadas y defendidasrdquo como hasta entonces se habiacutea exigido (t II p 192-93 n 285-287) No obstante la ley que prohibiacutea hacerlo se mantuvo en la Nueva Reco-pilacioacuten Es maacutes como ya se ha subrayado a las ventas privadas se antildeadieron despueacutes las puacuteblicas Carlos V optoacute por recurrir a ellas de forma masiva por primera vez en 1543 Sus consejeros le recomendaron incluso por esos antildeos ejecutar lo que de forma criacuteptica llamaron ampliaciones de oficios que no eran otra cosa que ventas de facultades para poder renunciarlos ya fueran antiguos o recieacuten acrecentados sin tener que cumplir con las formalidades

16 NR ley 4 tiacutet 4 lib 7

17 NR ley 17 tiacutet 3 lib 7

18 NR Ley 8 tiacutet 2 lib 7 Tambieacuten se prohibiacutea pedir precio por los votos en aquellos otros oficios que por privilegio o costumbre antigua eran elegidos por los concejos Como cabiacutea esperar Castillo de Bovadilla (1597) justificaba esta ley arguyendo ldquotener los dichos oficios jurisdiccioacuten que es derecho puacuteblico y no estaacute en trato ni en comerciordquo (t II p 192 n 285) Por lo demaacutes otra pragmaacutetica de contenido maacutes general estableciacutea en 1523 que no se pudieran comprar ni vender oficios de jurisdiccioacuten ldquoen nuestra casa y corte ni fuera dellardquo NR ley 7 tiacutet 3 lib 7

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

del derecho esto es con la claacuteusula de los veinte diacuteas19 La propuesta que daba viacutea libre a las provisiones perpetuas o por juro de heredad en contra de lo dispuesto en la pragmaacutetica de 1480 antes citada no prosperoacute Habriacutea que esperar hasta 1613 para que fuera ejecutada El Emperador prefirioacute por entonces ordenar nuevas ventas de oficios ndash asiacute lo hizo en 1549 y 1556ndash y lo mismo hariacutea Felipe II y sobre todo Felipe IV despueacutes de 1630 No obstante la legislacioacuten en torno a las ventas de oficios tanto las puacuteblicas como las privadas siguioacute siendo muy escasa en Castilla lo que no dejoacute de tener importancia a la hora de solucionar los problemas que unas y otras podiacutean provocar

El traacutefico de oficios alcanzoacute con decisiones como las sentildealadas una in-tensidad inusitada Como es bien sabido lo que la Corona habiacutea impulsa-do en 1543 fue un doble proceso de acrecentamiento y de perpetuacioacuten de cargos concejiles No soacutelo aumentoacute el nuacutemero de oficios existentes en las ciudades y villas del reino sino que tambieacuten favorecioacute la conversioacuten de los que en algunas de ellas eran electivos y anuales en vitalicios y renunciables La medida justificada habitualmente en teacuterminos financieros teniacutea tambieacuten fuertes implicaciones sociales y auacuten poliacuteticas aspectos estos en cuyo anaacutelisis no puedo detenerme aquiacute La Corona en cualquier caso procedioacute ademaacutes a crear oficios nuevos o a redefinir las funciones de los ya existentes Asiacute ocurrioacute por ejemplo con los de depositario general fiel ejecutor o alfeacuterez mayor El reino reaccionoacute con abierta reticencia a esta poliacutetica Las Cortes de-nunciaban por ejemplo que los acrecentamientos habiacutean permitido acceder a los regimientos a personas no idoacuteneas para esos cargos20 Tambieacuten se deciacutea

19 AGS Diversos de Castilla (en adelante DC) leg 47 fol 33 Puede verse copia de la ceacutedula real ordenando las ampliaciones en la carta dirigida a las ciudades de Coruntildea y Betanzos 30 de marzo de 1545 Ver tambieacuten AGS CJHordf leg 17 fol 48 Memorial del Consejo de Hacienda y resolucioacuten del Consejo de Estado de 11 de julio de 1544

20 Las Cortes de 1548 inmediatamente despueacutes de ultimado el primer acrecentamiento de oficios significaban al rey que ldquomuchos mercaderes y tratantes puacuteblicos para poder usar sus mercaduriacuteas com-pran oficios de regimiento y juraderiacuteas en los pueblos donde tratan lo qual es en desautoridad de los ayuntamientos y causa que procuren en ellos lo que cumple a su trato maacutes que al bien de la repuacuteblica Suplicamos mande que los tales oficiales de los regimientos y cabildos que tuvieren tiendas y tratos puacuteblicos los dexen y que de aquiacute adelante no dejen tener los semejantes tratantes los dichos oficios si no fueren los que sirivieren en las causas realesrdquo Actas de las Cortes de los Antiguos Reinos de Leoacuten y Castilla publicadas por la Real Academia de la Historia (en adelante CLC) Madrid 1905 V Cortes de 1548 cap 147 p 443 Otras peticiones en el mismo sentido se hicieron en las Cortes de 1555 (CLC V cap 49 p 521) y de 1559 (CLC V cap 63 p 839) asiacute como en las de 1566 Ver Actas de las Cortes de

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que sobre todo en los pueblos donde los oficios de regidor habiacutean pasado de ser antildeales a perpetuos sus titulares se serviacutean de ellos para ensentildeorearse de los pueblos Una visita de los gobiernos concejiles ordenada en 1554 por el entonces priacutencipe Felipe se expresaba en estos precisos teacuterminos y termina-ba reivindicando la vuelta a las regiduriacuteas anuales y electivas alliacute donde las habiacutea habido21 El reino por su parte no cesoacute de solicitar el consumo de los oficios acrecentados Las Cortes de 154422 1548 1555 155823 1563 1566 1573 1581 1583 1586 o 159224 presentaron al rey diversos capiacutetulos en este sentido Tambieacuten se solicitoacute la supresioacuten de los nuevamente creados permitiendo a los pueblos la posibilidad de recuperarlos por el tanto para que los regimientos pudieran distribuirlos entre sus miembros por turno o rueda Las Cortes de 1573 1576 y 157925 por ejemplo elevaron capiacutetulos al rey para que se consumieran los oficios de depositario general mientras que las de 1570 y 1573 hicieron lo mismo con los de fiel ejecutor y las 1558 1563 1576 y 1579 con los de alfeacuterez mayor2627 Particular objeto de debate fue asi-mismo la retroversioacuten a antildeales en los lugares pequentildeos de los oficios que se habiacutean perpetuado pretensioacuten eacutesta que favoreciacutean las Cortes pero a la que se oponiacutean quienes pensaban que su aplicacioacuten pondriacutea a las aldeas afectadas en manos de los regidores de las ciudades y villas de las que dependiacutean Si asiacute se haciacutea aseguraban se les estariacutea dando la oportunidad de hacer elegir

Castilla publicadas por el Congreso de los Diputados (en adelante ACC) Madrid 1861 II cap 50 p 453 1570 (ACC III cap 74 p 408) 1576 (ACC V cap 39 p 572 y 1592 (ACC XVI cap 58 p 664)

21 AGS Caacutemara de Castilla Leg 2764

22 CLC V Cortes de 1544 cap 5 p 307 Se incorporoacute como ley a la NR ley 14 tiacutet III lib VII

23 CLC V Cortes de 1548 cap 75 p 400 Cortes de 155 cap 15 p 634 Cortes de 1558 cap 8 p 734

24 ACC I Cortes de 1563 cap 31 p 347-348 ACC II Cortes de 1566-67 cap 6 p 418 Cortes de 1573 ACC IV cap 5 p 423 ACC VI Cortes de 1579-1581 p 813 ACC VII Cortes de 1583-85 cap 42 p 820 Cortes de 1586-1588 ACC IX cap 16 p 401

25 ACC I cap 30 p 346 Cortes de 1579-1582 ACC VI cap 6 p 814

26 ACC III cap 6 Cortes de 1570 p 360 ACC IV cap 5 Cortes de 1573 Incorporada a la NR ley 22 tiacutet 3 lib 7

27 CLC V Cortes de 1558 peticioacuten 8 p 734 ACC I Cortes de 1563 peticioacuten 31 p 347 V Cortes de 1576 peticioacuten 56 p 590 VI Cortes de 1579 peticioacuten 95 p 881 Incorporada a la NR ley 24 tiacutet 3 lib7

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entre sus deudos clientes o amigos y en perjuicio del comuacuten de los vecinos a quienes habiacutean de ocupar unos cargos que volviacutean a ser antildeales y electivos El clamor contra los acrecentamientos acabariacutea llevando finalmente a Felipe II a ordenar en las Cortes de Madrid de 1586 que los pueblos pudieran tomar por el tanto los oficios vendidos ldquoprecediendo en el nuestro Consejo la infor-macioacuten necesaria y justificadardquo28 Es maacutes arbitristas como Goacutemez Bedoya llegaron a proponer en los antildeos 90 el consumo ldquopor junto y por mayorrdquo de todos los oficios acrecentados para volver a instaurar la plantilla que habiacutea existido en las ciudades y villas del reino en 154029

No conviene sin embargo exagerar el alcance de estas peticiones Bas-te con decir para comprobarlo que los tanteos a los que se referiacutea la ley de 1586 soacutelo se aplicaron en los lugares de menos de 500 vecinos Es cierto no obstante que el reino impuso como condicioacuten del servicio de millones de 1601 que no se crearan maacutes oficios y que se procediera al consumo de los acrecentados hasta reponer su nuacutemero antiguo30 Tambieacuten lo es que el enun-ciado de los oficios que habiacutean de ser consumidos se iba haciendo cada vez maacutes prolijo de servicio en servicio para reducir asiacute el margen de accioacuten de la Corona si pretendiacutea burlar esa exigencia El consumo sin embargo no habiacutea de ejecutarse de golpe sino a medida que los oficios fueran quedando vacan-tes pero esto como ya habiacutea sentildealado Goacutemez Bedoya cuando comentaba lo que se habiacutea discutido a este respecto en las Cortes precedentes era algo que ldquojamaacutes o por maravillardquo ocurriacutea si sus titulares cumpliacutean escrupulosamente con las formalidades del derecho en el momento de renunciarlos En defini-tiva el acrecentamiento de oficios pese a las criacuteticas que despertoacute siempre habiacutea permitido a las eacutelites dirigentes renovarse como grupo de poder y las renuncias les habiacutean servido como instrumento con el que perpetuarse en el ejercicio del poder No habiacutea motivo alguno entonces para renunciar a lo primero y dejar de explotar las posibilidades de lo segundo Es precisamente esto lo que habiacutean venido pidiendo las Cortes desde 1432 cuando se limitoacute el consumo de oficios tan soacutelo a los que fueran quedando vacantes por muerte o privacioacuten pero no por renuncia Cuando Felipe III cuya potestad de proceder

28 NR ley 23 tiacutet 3 lib 7

29 BN Varios Especiales 2111 fols 361-368

30 ACC XIX condicioacuten 17 p 692 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

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a nuevas enajenaciones se habiacutea visto severamente limitada por las condicio-nes de millones optoacute alternativamente por vender perpetuaciones de los que eran vitalicios y renunciables ndashrecueacuterdese que esto ya se habiacutea intentado en 1544ndash el ciclo a favor de la consolidacioacuten de los grupos de poder en los regi-mientos castellanos dio un nuevo y definitivo giro Las leyes o mejor auacuten la interpretacioacuten de las mismas se moldeaban de esta forma en funcioacuten de las necesidades de los reyes y de las aspiraciones de los suacutebditos

Tal circunstancia se veiacutea ademaacutes favorecida por la ya comentada es-casez y poca concrecioacuten de la legislacioacuten existente en Castilla en lo que se refiere a la regulacioacuten del traacutefico de oficios La doctrina la costumbre o la jurisprudencia supliacutean habitualmente la falta de una normativa clara al res-pecto31 En efecto hay que partir de la base de que el proceso de venta y patri-monializacioacuten de los oficios municipales podiacutea revestir significados diversos o hacer referencia a situaciones heterogeacuteneas con implicaciones diversas en cada caso especialmente en el plano juriacutedico circunstancia eacutesta que no pue-de ignorarse32 Los documentos a veces no son suficientemente claros a este respecto pero otras muchas sentildealan o sugieren situaciones diferenciadas cuando distinguen entre la enajenacioacuten de la propiedad o del usufructo de un oficio cuando especifican que lo que se ha producido es una venta ldquoen empe-ntildeo al quitarrdquo o cuando diferencian entre oficios vendidos o beneficiados teacuter-minos estos uacuteltimos que para algunos son sinoacutenimos mientras que para otros sirven para designar situaciones distintas y especiacuteficas en la medida en que la posicioacuten de compradores y vendedores respecto al oficio de que se tratara no era obviamente la misma en uno y otro caso3334 Por otro lado si hablamos

31 Este aspecto del problema verdaderamente crucial para entender la problemaacutetica en torno al traacutefico de oficios en Castilla y no siempre puesto en valor en los estudios disponibles sobre el tema fue sentildealado hace tiempo por Tomaacutes y Valiente (1982a p 154 y ss)

32 Mariacutea Loacutepez Diacuteaz ha subrayado a este respecto la pluralidad de formas con las que se podiacutea revestir la apropiacioacuten y transmisioacuten de cargos ldquoventas simples herencias abintestatos sujeciones a censo posesioacuten mancomunada fundacioacuten de patronato ejecucioacuten por deudas confiscacioacuten o embargo posesioacuten por parte de personas juriacutedicas etcrdquo Ver Loacutepez Diacuteaz (2013 p181)

33 Ver las precisiones que hace a este respecto Dedieu (2011 pp 29-45) Ver tambieacuten en este mismo libro el trabajo de Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 130 y ss)

34 Ver Andujar Castillo (2011 pp 63-82 2004) No obstante ver las matizaciones que a esa interpretacioacuten ha hecho Loacutepez Diacuteaz (2009 pp 557-570)

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de enajenacioacuten de cargos puacuteblicos tampoco puede olvidarse el hecho de que la Corona no perdiacutea necesariamente siempre todas las posibilidades de recu-perar los que hubiera vendido y de hecho cuando lo estimoacute oportuno pudo propiciar procesos de incorporacioacuten de los que consideraba indebidamente enajenados Tampoco era la compra la uacutenica viacutea de acceso a los cargos puacutebli-cos35 El rey podiacutea crearlos y hacer merced de ellos a cualquiera de sus suacuteb-ditos en recompensa a los servicios que se le hubieran prestado ya fuera sin contraprestacioacuten econoacutemica o con ella que en este uacuteltimo caso no era consi-derada como expresioacuten del precio del oficio recibido sino como un servicio que el beneficiario ofreciacutea al monarca en contrapartida a la gracia obtenida

Se ha subrayado al respecto la frecuencia con la que es posible encontrar en las actas de las Cortes quejas presentadas por las ciudades o por sus procu-radores alertando al reino de que se habiacutea vendido en tal o cual lugar o distrito oficios municipales o que se teniacutea la intencioacuten de hacerlo pese a lo expresado en las condiciones de millones y supuestamente en flagrante violacioacuten de las mismas (Marcos Martiacuten 2007 pp 13-35 2011 pp 85-119) Es obvio sin embargo que el hecho de que los procuradores o las ciudades denunciaran ante las Cortes la intencioacuten del Consejo de Hacienda o del de Caacutemara de poner a la venta oficios de regidor o de distribuirlos a tiacutetulo de merced o que se hablara de que personas concretas estaban dispuestas a comprarlos o a recibirlos no es indicio suficiente para concluir que tales tentativas terminaran por consumarse siempre Hubo ventas acrecentamientos o concesiones a tiacutetulo de merced de oficios municipales que en la opinioacuten de los propios letrados del Reino no violaban las condiciones de millones por lo que no podiacutean ser recusadas y otras que llegaron a ser revocadas precisamente por la razoacuten contraria36 Las decisiones tomadas por el rey o por sus consejos al respecto pese a las quejas

35 Analiza estos problemas sobre todo en lo que se refiere al siglo XVIII Loacutepez Diacuteaz (2012 pp 213-236)

36 Entre las primeras cabe destacar el caso de don Rodrigo Puxmariacuten que pretendiacutea la vara de alguacil mayor de Murcia del que hablaremos maacutes adelante Otro caso maacutes complejo y de resultado incierto es la venta en 1602 de dos regiduriacuteas y otras tantas juraderiacuteas de Cartagena Sabemos que inicialmente el caso se llevoacute al Consejo y que se esperaba sentencia favorable al consumo de estos oficios al antildeo siguiente El pleito no se habiacutea resuelto todaviacutea en 1608 Tenemos constancia que el comprador de una de las juraderiacuteas fue desposeiacutedo del cargo por sentencia del Consejo aunque tras el fallecimiento del titular del oficio y el abandono de la causa por la ciudad el tal oficio le seriacutea restituido a los herederos ACC XXIV p 129 AGS CJH libro

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que pudieran despertar no eran siempre por lo tanto contrarias a derecho y desde luego tampoco eran siempre inamovibles si se apelaba de ellas por la viacutea jurisdiccional

Pero es maacutes dejando de lado estos casos iquestcuaacutentas de las quejas formu-ladas se refieren a ventas o a acrecentamientos realmente efectuados contra lo establecido en las escrituras Con los datos disponibles hasta el momento no es posible saberlo con caraacutecter general Habriacutea que seguir cada denuncia para llegar a conclusiones concretas pero por referirme soacutelo a unos cuantos casos que he podido contrastar en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro del Archivo de Simancas es posible afirmar que no llegaron a mate-rializarse las ventas de los oficios de regidor nuevamente creados que seguacuten se comunicaba a las Cortes a principios del siglo XVII se queriacutean vender por entonces en Murcia en Coacuterdoba en Salamanca o en Eacutecija por poner soacutelo unos ejemplos37 Sabemos por otro lado sobre fuentes locales que durante el reinado de Felipe III no se produjo el acrecentamiento de ninguacuten oficio de regidor en Cuenca Toledo u Orense y que en el reino de Granada se observa por la misma eacutepoca y aun hasta 1630 momento en el que se inicia un nue-vo ciclo de ventas previa licencia del reino un significativo descenso en el nuacutemero de oficios vendidos38 Por su parte en 1600 y 1602 se acrecentaron sendos oficios de regidor en Valladolid y Madrid pero los recibioacute a tiacutetulo de merced el duque de Lerma En 1612 el conde de Gondomar recibiriacutea otro maacutes tambieacuten como merced en la primera de las ciudades citadas (Gutieacuterrez Alonso 1989 p 303 Guerrero Mayllo 1993 p 97)

Otras veces las Actas de las Cortes de Castilla registran asimismo noticias en torno a la concesioacuten o a la intencioacuten de hacerlo de otros cargos de perfil muy especiacutefico En su mayor parte se trata de provisiones hechas por el rey asimismo a tiacutetulo de merced a personajes de su confianza El todopoderoso

37 AGS Direccioacuten General del Tesoro Inv 24 leg 321 fol 46 y 48 (Coacuterdoba y Eacutecija) leg 322 fol 14 y 48 (Murcia y Salamanca) Tampoco parece que hubo ventas de oficios acrecentados en estos antildeos en Jaeacuten Leoacuten Loja Lorca legs 321 fols 59 66 68 y 69 o Segovia leg 322 fol 38

38 En Cuenca todos los oficios que se proveyeron entre 1600 y 1630 lo fueron por renuncia Ver Moya Pinedo 2002 pp 144-166 Aranda Peacuterez 1999 p 159 En el Reino de Granada se pueden contabilizar entre 1601 y 1625 tan soacutelo10 ventas frente a 360 en 1575-1600 y 142 en 1626-1650 En Orense antes de 1630 soacutelo se registra la perpetuacioacuten en 1616 y 1626 de sendas regiduriacuteas Los acrecen-tamientos son posteriores a 1630 Ver Loacutepez Diacuteaz 2002 p 237 Soria Mesa 2011 p 750

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duque de Lerma por ejemplo recibioacute ademaacutes de las dos regiduriacuteas de Va-lladolid y Madrid antes referidas la alcaidiacutea de hijosdalgo de Antequera o la tenencia de los alcaacutezares reales de Toledo puerta y puentes con voz y voto en el ayuntamiento para siacute y para su teniente en su ausencia contando para ello con el entusiaacutestico consentimiento del reino39 El Duque del Infantado por su parte obtuvo en 1608 la merced de que dos oficios vinculados a su casa el de alcalde de los padrones y el de los alcaacutezares del regimiento de Guada-lajara pudieran tener tenientes con voz y voto lo que se entendioacute equivaliacutea a crear otros dos oficios nuevos en el ayuntamiento de la ciudad40 Tambieacuten el famoso don Rodrigo Calderoacuten que ya en 1608 habiacutea intentado conseguir del rey a tiacutetulo de merced el oficio de Guarda Mayor de los montes y dehesas de la ciudad de Plasencia y su tierra pretensioacuten a la que no se opuso el reino aspiroacute tambieacuten en 1611 al cargo de Correo Mayor de Valladolid41 Otras veces nos encontramos con ventas de oficios a los que se les agregoacute la preeminen-cia de tener entrada en el ayuntamiento con plenos derechos Tal es el caso por ejemplo de Jeroacutenimo de Barrionuevo que comproacute en 1609 por 160000 ducados el cargo de tesorero mayor de la Casa de Moneda de Sevilla con voz y voto en el ayuntamiento que habiacutea quedado vacante42

Los registros en los que se asentaban los oficios ldquovacosrdquo que estaban a disposicioacuten de la Caacutemara podriacutean darnos informacioacuten maacutes detallada al res-pecto Todaviacutea disto de haber expurgado al completo tan voluminosa docu-mentacioacuten pero los datos de que dispongo hasta el momento indican que entre 1602 y 1604 se vendieron oficios que habiacutean quedado vacantes por muerte de su titular lo que en principio habriacutea supuesto una violacioacuten de lo establecido en las escrituras del primer servicio de millones43 No obstante antes de llegar a semejante conclusioacuten habriacutea que saber si los regimientos

39 El Reino se apresuroacute a aprobar esta merced en cuanto se le requirioacute a que lo hiciera alegando ldquoque se haga a la letra lo contenido en la dicha proposicioacutenrdquo

40 ACC XXIV pp 248 256 307 XXV p 52 60 65

41 Al menos el reino no secundoacute la peticioacuten de la ciudad de Plasencia de que la secundara en contradecir tal pretensioacuten ACC XXIV p 277

42 ACC XXIV p 277 y XXV pp 315 324

43 AGS CJHordf Libros de Relacioacuten Libro 27 Oficios vacos desde 1596 a 1606 de que se dispone por el Consejo de la Caacutemara

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vendidos en esos antildeos eran antiguos esto es los existentes antes de 1543 o se trataba por el contrario de los acrecentados despueacutes de esa fecha No conviene olvidar a este respecto que la escritura del servicio de 1601 soacutelo haciacutea mencioacuten expresa al consumo de estos uacuteltimos y que la obligacioacuten de extenderlo a los de nueva creacioacuten soacutelo empezoacute a exigirse a partir de 160844 Esas mismas escrituras ordenaban tambieacuten el consumo de las escribaniacuteas de nuacutemero acrecentadas desde 1540 ldquocomo fueren vacandordquo hasta llegar al nuacutemero originario No obstante en aparente contradiccioacuten con esa norma son numerosos los registros que podemos encontrar en la documentacioacuten manejada relativos a ventas de escribaniacuteas No obstante tampoco en este caso podemos llegar a afirmar que todas ellas fueran ilegales ya que en los tiacutetulos expedidos a este respecto se hace a veces expresa mencioacuten al hecho de que la escribaniacutea en cuestioacuten se creaba porque hasta entonces no la habiacutea habido en el lugar de que se tratara Nada habiacutea de reprobable por tanto en esas ventas Otras veces el registro se limita a consignar la mera provisioacuten del oficio en cuestioacuten en tal o cual lugar pero la entidad de las poblaciones afectadas permite sospechar que era la primera vez que se creaban escriba-niacuteas en ellas Por su parte los Libros del Consejo de Hacienda nos propor-cionan informacioacuten complementaria esta vez sobre los oficios enajenados Pues bien el correspondiente a 1602 registra tambieacuten la venta de alguna regi-duriacutea pero en varios casos se trata de las acrecentadas antes de la concesioacuten el antildeo anterior del servicio de millones y en otros no se especifica que fueran de nueva creacioacuten No constan en esos Libros nuevas enajenaciones en 1603 y soacutelo la de dos en 1604 sendos oficios de regidor de la villa de Helliacuten que habiacutea que contar entre los que ldquose vendieron el antildeo de 1600 antes de la con-

44 La escritura de 1601 deciacutea asiacute ldquoQue se vayan consumiendo los oficios de veinticuatriacuteas regi-mientos juraderiacuteas y otros que se han acrecentado como fueren vacando hasta quedar en el nuacutemero que habiacutea en el antildeo pasado de 1540rdquo Condicioacuten elevada a ley NR ley 26 tiacutet 3 lib 7 ACC XIX p 692 La de 1608 precisaba ldquoque se vayan consumiendo los oficios de veintiquatriacuteas regimientos juraderiacuteas y otros qualesquier oficios que tengan voz y voto en el ayuntamiento aunque en nombre no sean veinticuatriacuteas ni regimientos y que como fueren vacando asiacute los oficios antiguos como los acre-centados despueacutes del antildeo de 1540 hasta aquiacute en el nuacutemero de oficios que teniacutean las ciudades villas y lugares de estos reinos el dicho antildeo sin que se pueda hacer ni haga diferencia entre los oficios antiguos y los que se antildeadieron despueacutes del dicho antildeordquo (en cursiva los paacuterrafos antildeadidos en 1608) ACC XXIV pp 778-779 La condicioacuten quedoacute incorporada a la NR ley 30 tiacutet 3 lib 7 Estaacute claro que el rey habiacutea aprovechado en su beneficio las imprecisiones de la primera escritura

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cesioacuten de los millonesrdquo45 Lo mismo podemos decir de otros cuatro oficios del mismo tipo que se enajenaron en 1609 en cada una de las villas de Tobarra Munera y El Bonillo y de uno maacutes al antildeo siguiente en Villarrobledo46

Por otro lado el siempre controvertido tema de la conversioacuten de oficios antildeales en perpetuos o a la inversa dio lugar tambieacuten a intensos debates en las Cortes La escritura de millones de 1601 habiacutea autorizado el consumo de los perpetuos en las villas y lugares de hasta 500 vecinos y tal decisioacuten fue elevada al rango de ley por Felipe III47 Sin embargo las Cortes recibieron informacioacuten en 1603 de que el Consejo de Hacienda trataba de consumir hasta treinta y cinco regiduriacuteas perpetuas en Badajoz y que vecinos particulares de Chinchilla Alcaraz Almansa y Villarrobledo intentaban ante ese mismo Consejo ldquoque se consuman los oficios perpetuos de regimientordquo El problema estaba en que la poblacioacuten de cada uno de esos lugares oscilaba entre los 1500 y los 4000 vecinos muy por encima por tanto del liacutemite previsto en las condiciones de millones Como cabiacutea esperar el reino se opuso a esa pretensioacuten manejando argumentos muy manidos y no del todo sinceros La operacioacuten deciacutean los pro-curadores resultariacutea muy costosa al tener que pagarse a los titulares de los oficios que se queriacutean consumir lo que habiacutean invertido al comprarlos a cuenta de los propios de los consejos vendiendo censos con esa garantiacutea o imponien-do sisas Tambieacuten se sentildealaba la supuesta falta de ldquoexperiencia y cienciardquo de los que fueran elegidos para cargos que pasaban a ser anuales48 Pues bien el reino tratariacutea de zanjar la cuestioacuten exigiendo en la escritura de 1608 que el Consejo de Hacienda no admitiera ninguna propuesta que se le formulase por las ciudades villas y lugares del reino para comprar u ofrecer dinero ldquoporque siendo los oficios de regimiento de los tales lugares antildeales se vuelvan perpetuos y al contrariordquo49 No se haciacutea mencioacuten alguna al tamantildeo de esas poblaciones

45 No obstante en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro se especifica la venta en 1603 de un oficio de regidor acrecentado a favor de Pedro Diacuteaz Franco que pagoacute por eacutel 1400 ducados AGS DGT Inventario 24 leg 322 fol 47 Tambieacuten en 1603 se hizo merced a Pedro de Soto de un oficio de regimiento que vacoacute por muerte de don Bartolomeacute de Salvatierra leg 322 fol 30

46 AGS CJHordf Libro 378 fol 70v

47 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

48 ACC XXI pp 435 y 441 16 y 19 de junio de 1603

49 Escritura del servicio de 175 millones otorgada el 22 de noviembre de 1608 ACC XXIV pp 779-780 Lo dispuesto entonces se reproduciriacutea en la condicioacuten 29 del quinto geacutenero de la escritura del

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La decisioacuten afectaba por tanto a todas ellas Conviene subrayar sin embargo que la medida se tomaba despueacutes de que el antildeo anterior se hubiese procedido en numerosas poblaciones grandes o pequentildeas enclavadas sobre todo en terri-torios bajo la jurisdiccioacuten de la Orden de Santiago y a peticioacuten de sus vecinos reunidos para ello en cabildo abierto a la provisioacuten de regiduriacuteas perpetuas en lugar de las antildeales con las que se habiacutean regido en los uacuteltimos antildeos Era esto justo lo contrario de lo que se acabariacutea disponiendo apenas un antildeo despueacutes50 Es cierto que en 1612 tambieacuten se autorizaba la conversioacuten en perpetuas de las regiduriacuteas antildeales de Tarifa No obstante tambieacuten en este caso hay que subrayar que la ceacutedula real por la que se ordenaba la operacioacuten la justificaba apelando al hecho de que desde que la villa fue incorporada a la corona real habiacutea co-rrespondido a su corregidor el nombramiento cada antildeo de todos los oficios de regidor alfeacuterez mayor depositario general jurado procurador y escribano El rey considerando que debiacutean ser renunciables y ejercerse con tiacutetulo real pro-cedioacute a su creacioacuten y venta51

Hay por tanto enajenaciones que pueden ser explicadas en funcioacuten de circunstancias de diversa naturaleza sin que deban ser consideradas abier-tamente ilegales Existen desde luego otras que a falta de mayor informa-cioacuten parecen difiacutecilmente explicables teniendo en cuenta las restricciones legales existentes al respecto Tal es el caso de la alcaidiacutea de la fortaleza de Antequera que comproacute don Diego de Narvaacuteez con la preeminencia de poder llevar cuatro alabarderos y dos su teniente con facultad de poder en-trar en el ayuntamiento con voz y voto Los letrados del reino encontraron

servicio de l8 millones otorgada el 28 de agosto de 1619 Importa subrayar sin embargo que si bien en la primera escritura era soacutelo el Consejo de Hacienda al que se le prohibiacutea aceptar o impulsar opera-ciones de este tipo en la de 1619 se extendiacutea la prohibicioacuten al Consejo Real y al de Caacutemara Eran por tanto diversas las viacuteas por las que circulaban las ventas puacuteblicas de oficios ACC XXXIV p 93-94

50 AGS CJHordf Libro 378 fol 19 y ss El Libro incluye provisioacuten de numerosos oficios perpe-tuos en Meacuterida y otras muchas villas enclavadas en el territorio de las Oacuterdenes Estos lugares habiacutean recibido previamente en 1599 el privilegio de no gobernarse por regidores perpetuos sino antildeales que ahora era revocado

51 AGS CJHordf libro 379 fol 23 En 1615 se tiene noticia en el reino de que se trataba de pasar de antildeales a perpetuos 12 oficios de regidor de la villa de Vara del Rey y de que el tema se estaba sustan-ciando en la Caacutemara Jorge de Tovar secretario del Rey desaconsejaba que el reino se entrometiera en el asunto por no ser el intento contra las condiciones de millones Que las partes siguieran su justicia ACC XXVIII p 307

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que el referido nombramiento vulneraba por tres motivos las condiciones de millones se daba nuevo voto en el ayuntamiento al teniente se antildeadiacutea en el regimiento al alcaide con asiento y se concediacutea el oficio a tiacutetulo de perpetuo esto es sin posibilidad de que pudiera quedar vacante Es por esto por lo que los procuradores decidieron contradecirlo Parece sin embargo que no lograron impedirlo (Fernaacutendez 1842 p 275)52 Los Libros del Consejo de Hacienda incluyen tambieacuten otros casos de provisioacuten de oficios acrecentados sin justificacioacuten de las circunstancias que movieron a hacerlo Los casos que he podido localizar en la documentacioacuten consultada son en cualquier caso bastante escasos tres en la isla de la Palma en 1607 1610 y 1620 tres en la de Tenerife en 1603 1611 y 1612 dos veinticuatriacuteas en Jerez de la Frontera una de ellas consumida por el tanto en 1608 o la tenencia de la fortaleza de Maacutelaga ese mismo antildeo53

No pretendo afirmar con esto que las condiciones de millones se cum-plieron siempre de forma estricta En mi opinioacuten seriacutea erroacuteneo esperarlo En realidad ni siquiera seriacutea concebible que se pretendiera lograrlo Y esto no soacutelo por el amiguismo y la corrupcioacuten tan extendida en la eacutepoca y que siem-pre jugoacute a favor de los poderosos cuyo significado en cualquier caso hay que interpretar cuidadosamente en funcioacuten de los presupuestos de la cultura poliacutetica vigente por entonces No en balde era capaz aqueacutella de compatibili-zar sin demasiados dramatismos la ley con la gracia partiendo del conven-cimiento de que una y otra eran formas diversas y complementarias de servir a la justicia Es por esto por lo que a falta de mayores precisiones sobre las circunstancias que rodearon cada operacioacuten no deberiacutean considerarse en principio contrarias a las condiciones de millones las ventas de oficios puacute-blicos autorizadas por el propio reino a peticioacuten del rey de las ciudades o de las mismas Cortes o los acrecentamientos de oficios hechos por el monarca a tiacutetulo de merced Como sentildealaban los letrados del reino al ser requeridos sobre la licitud de que se hiciera merced a Rodrigo Puxmariacuten de la vara de Alguacil Mayor de Murcia el rey al aceptar las condiciones de millones

52 ACC XXII pp 260 y 262

53 La otra regiduriacutea vendida en Jerez de la Frontera tiene un caraacutecter especial Fue concedida al duque de Lerma a tiacutetulo de merced y revertida despueacutes a la Corona que acaboacute adjudicaacutendola En todo el siglo XVII se acrecentaron en la ciudad 13 veinticuatriacuteas una en 1608 y todas las demaacutes despueacutes de 1635 (Gonzaacutelez Beltraacuten 2001 pp 355-384)

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soacutelo se habiacutea privado de dos ldquoespecies de enajenacioacutenrdquo de la de vender y de la de empentildear pero le quedaba la de hacer gracia y merced del oficio coacutemo cuaacutendo y por el tiempo que quisiere

(hellip) asiacute porque la prohibicioacuten de los dos casos especiales excluye la de gracia

y donacioacuten y al reveacutes como porque por ser caso omitido quedoacute en disposicioacuten

del derecho comuacuten y por ser cosa odiosa el privarse SM del poder que teniacutea para

disponer de los dichos oficios a su voluntad no se puede extender a maacutes casos

de los expresados en la prohibicioacuten principalmente que por ser la condicioacuten

otorgada por contrato cuyas palabras se han de entender estrechamente no han

de extenderse a maacutes de lo que suenan ni a caso semejante aunque sea de igual

razoacuten y se ha de interpretar contra el contrayente que se funda en cualesquier pa-

labras del contrato porque pudo con claridad expresar todo lo que le conveniacutea54

Por otro lado las ventas ldquoen empentildeo al quitarrdquo no pueden ser interpreta-das como enajenaciones en sentido estricto como tampoco deberiacutea daacutersele el mismo significado a la venta de un oficio nuevo y a la perpetuacioacuten de otro preexistente praacutectica esta uacuteltima que fue promovida por el rey a partir de 161355 El soberano y sus ministros soliacutean invocar ademaacutes con frecuencia el principio de la necesidad para justificar decisiones que pudieran ir incluso contra las leyes La Junta de Cortes por ejemplo llegoacute a decir a este respecto en 1655 que ldquola obligacioacuten de la defensa procede del derecho natural y per-mite y hace liacutecito todo lo que no es intriacutensecamente malordquo (Danvila 1890 p 250) Con este lapidario razonamiento la Junta trataba de argumentar a favor del uso de determinados arbitrios incluso sin haber sido previamente sometidos a la aprobacioacuten del reino Despueacutes de todo si seguacuten se deciacutea los impuestos para ser exigibles habiacutean de obedecer a una causa justifica-

54 Los letrados del reino concluiacutean que ldquoel reino no puede contradecir esta merced con color alguno de justicia ni la tiene para salir con ellordquo Podraacute a lo sumo suplicar a SM que le haga merced de otra cosa o que mande que para adelante no se hagan semejantes mercedes ACC XXV pp 88 96 98 100 143 543 551

55 La perpetuacioacuten de los oficios concejiles se habiacutea intentado sin eacutexito en 1544 En 1613 la propues-ta vuelve a plantearse El rey pretendiacutea la perpetuacioacuten de todos los oficios renunciables sirvieacutendole con la tercera parte de su valor El reino se opuso por considerarlo contrario a las condiciones de millones pero no lo pudo impedir Archivo Congreso de los Diputados Libros de Acuerdos 7 de septiembre de 1613

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da podriacutea arguumlirse como ya habiacutea apuntado Bodino siguiendo en esto a los claacutesicos que nada habiacutea maacutes justo que lo que era necesario Pero aun asiacute el imperativo de la necesidad deberiacutea ser entendido como un elemento constitu-tivo junto a otros del sistema poliacutetico vigente y no como un algo extrantildeo al mismo o disentildeado para destruirlo Quiero decir en definitiva que seriacutea exce-sivo atribuir al rey la intencioacuten de suscribir acuerdos para incumplirlos acto seguido en la praacutectica ordinaria de gobierno Cierto es que esto podiacutea llegar a suceder y de hecho ocurrioacute pero se hizo siempre apelando formalmente a circunstancias extraordinarias y por medio de decisiones que se entendiacutean como acciones puntuales que alteraban excepcionalmente la vigencia de los acuerdos a los que se hubiera llegado pero sin pretender con ello abolirlos Otra cosa es desde luego que la acumulacioacuten de decisiones de este tipo jus-tificadas a corto plazo en virtud de circunstancias especiacuteficas pudiera llegar a desnaturalizar a largo plazo el sentido o el contenido de los acuerdos que se suscribieran entre el rey y el reino y con ello en uacuteltimo extremo a privar de efecto alguno al acuerdo mismo Pero interpretar cada accioacuten real en el aacutembi-to que estamos comentando soacutelo desde este punto de vista implicariacutea mezclar dos planos temporales que en realidad actuaron de forma disociada con el riesgo de distorsionar al hacerlo la comprensioacuten de lo sucedido en cada mo-mento En cualquier caso con los datos disponibles parece poder afirmarse sin demasiados problemas que las condiciones de millones tuvieron un grado de cumplimiento maacutes que razonable

La discusioacuten en torno a la legalidad del acrecentamiento y venta de los cargos municipales se enfrenta por tanto a muchos puntos oscuros sobre los que habriacutea que debatir antes de llegar a conclusiones definitivas Desde luego para los contemporaacuteneos el tema era poleacutemico Se explican asiacute los intensos debates que se produjeron en las Cortes en torno a este problema entre los procuradores y los ministros reales o los propios letrados del reino Es tambieacuten por ello perfectamente comprensible el papel que se reservoacute a los jueces en la solucioacuten de estos problemas y que lo hicieran en funcioacuten de una complejiacutesima casuiacutestica que se aplicaba caso por caso seguacuten las circunstan-cias que les eran propias y no soacutelo trasponiendo de forma riacutegida las normas generales existentes al respecto Hemos tenido la ocasioacuten de comprobarlo En efecto la escritura de 1601 estipulaba taxativamente el consumo de todos los de regidor y jurado acrecentados ldquocomo fuesen quedando vacantesrdquo hasta

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llegar al nuacutemero de los existentes en 1543 y junto a ello prohibiacutea tambieacuten que se realizaran nuevas ventas Ahora bien iquestsignificaba esto que quedaban tambieacuten vetadas las de los oficios antiguos esto es los creados antes de 1543 que tambieacuten fueran quedando vacos Por otro lado iquestera contraria a las es-crituras de millones la creacioacuten y venta de oficios nuevos o distintos a los de regidor jurado o escribano los uacutenicos expresamente mencionados como susceptibles de consumo en las primeras escrituras de millones Que se recu-rriera a crear oficios nuevos nunca antes existentes para ponerlos en venta denota la voluntad de la Corona por explorar alternativas no previstas en los compromisos anteriores O por mejor decir los interrogantes planteados demuestran las sinuosas viacuteas por las que circulaban el rey y sus Consejos para sortear las limitaciones a las que les sometiacutean las escrituras lo que en siacute mismo revela su intencioacuten de no contradecirlas frontalmente al menos hasta donde se lo permitiera la simultaacutenea y contradictoria concurrencia de los principios de gracia y de necesidad a los que tambieacuten podiacutea y debiacutea aco-modarse su accioacuten de gobierno

El rey y sus ministros no habiacutean perdido por tanto toda capacidad de accioacuten pese a lo suscrito en las condiciones de millones A la vista de esta situacioacuten al reino no le quedaba maacutes alternativa que la de adaptarse a la es-trategia real O dicho de otra forma si lo que se pretendiacutea era el consumo de los oficios municipales y el rey se las ingeniaba para dejarse expeditas viacuteas de escape por las que seguir creaacutendolos el reino no teniacutea maacutes remedio que hacer de una a otra escritura de millones una cada vez maacutes prolija relacioacuten de oficios cuyo acrecentamiento o venta queriacutea impedir o cuyo consumo pre-tendiacutea favorecer La escritura del servicio de 175 millones concedido en 1608 es particularmente significativa a este respecto Fue entonces cuando a lo establecido en la negociada previamente la del servicio de los 18 millones se antildeadieron nuevas estipulaciones que trataban de impedir iniciativas reales que amparaacutendose en la letra de la ley le habiacutean permitido crear y vender nuevos oficios sin que pudiera ser acusada de violar expresamente las condi-ciones establecidas en las escrituras precedentes Fue por ejemplo entonces cuando los procuradores consiguieron que se anulase la distincioacuten entre ofi-cios antiguos y nuevos a efectos del consumo de los que quedaran vacantes y que la norma se hiciese extensible ademaacutes a cualquier otro oficio con voz y voto en el regimiento Todo ello seriacutea ratificado aun con mayor detalle en la es-

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critura del servicio de 18 millones otorgado en 161956 Estaacute claro por tanto que siguioacute habiendo viacuteas para enajenar oficios cuando estaba prohibido hacerlo sin que esto supusiese necesariamente una violacioacuten flagrante de lo establecido en los contratos suscritos entre rey y reino a este respecto y por mucho que este uacuteltimo se sintiera agraviado por decisiones que sin incumplir la letra de la ley podiacutea entenderse que violentaban su espiacuteritu En cualquier caso las ventas de oficios puacuteblicos soacutelo se reanudariacutean con fuerza despueacutes de 1630 pero esta vez conviene subrayarlo con el previo consentimiento del reino

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Susana Truchuelo(Universidad de Cantabria Espantildea)

El marco urbano ha sido un espacio privilegiado de anaacutelisis de la doctora Mariacutea Ineacutes Carzolio una de las grandes referentes historiograacuteficas sobre el mundo concejil europeo y en particular sobre el norte de la Peniacutensula Ibeacuterica En este aacutem-bito espacial y temaacutetico los territorios vascos compartieron muchos rasgos identi-ficativos con esos otros marcos locales cantaacutebricos en particular en los periacuteodos finales de la Edad Media1 Dentro de las problemaacuteticas comunes la aspiracioacuten al buen gobierno y la intensificacioacuten de la utilizacioacuten de diversos instrumentos de tra-bajo escritos permitieron modificar el gobierno de las comunidades locales desde finales de los siglos medievales y durante la temprana Edad Moderna La difusioacuten de la cultura escrita alcanzoacute a todos los aacutembitos europeos desde el periacuteodo medie-val pero su incidencia en algunos espacios como el norte de Castilla fue tardiacutea y en ninguacuten caso excluyente ni incompatible con el mantenimiento de tradiciones de gobierno basadas en la oralidad (Chastang 2013 p 28)2

1 Proyecto de Investigacioacuten I+D+i del Ministerio de Economiacutea y Competitividad de Espantildea (MEC HAR2013-44093-P) De la lucha de bandos a la hidalguiacutea universal transformaciones so-ciales poliacuteticas e ideoloacutegicas en el Paiacutes Vasco (siglos XIV-XVI) Dir Joseacute Ramoacuten Diacuteaz de Durana

2 Siguiendo a J Goody (1977)

Truchuelo S (2017) Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pe-reyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayec-toria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Las nuevas perspectivas de anaacutelisis de la cultura poliacutetica y de las re-laciones entre las estructuras de p oder y sus protagonistas durante los pe-riacuteodos bajomedieval y moderno estaacuten aportando mayor complejidad a las realidades poliacuteticas de esas eacutepocas y a las acciones de gobierno en las que coparticipaban distintas autoridades De hecho la existencia de muacuteltiples poderes con atribuciones concurrentes en el marco local que contaban con sus respectivos agentes actuantes en un mismo espacio determinoacute la aparicioacuten y difusioacuten de una pluralidad de instrumentos escriturarios do-cumentales para la definicioacuten y ejecucioacuten de las normas y de las praacutecticas de gobierno

La focalizacioacuten del estudio en espacios locales en particular en villas de reducido tamantildeo como las estudiadas por la doctora Carzolio dotadas de todos los elementos propios de las entidades privilegiadas nos permite valorar el papel de los documentos escritos en aacutembitos muy extendidos en la geografiacutea poliacutetica europea y que poseen elementos propios tanto de las grandes urbes europeas como de las pequentildeas villas que se caracterizan por enmarcarse en dinaacutemicas de complejidad administrativa maacutes limita-da Ademaacutes si el marco de anaacutelisis se centra en espacios que desarrollan paralelamente procesos de formacioacuten de estructuras territoriales maacutes am-plias (Carzolio 2010-2011 pp 137-144) ndashinsertas a su vez en el seno de monarquiacuteas complejas o compuestasndash tenemos el laboratorio idoacuteneo para valorar desde una perspectiva dinaacutemica el desarrollo de normas y praacutecticas de gobierno interno cada vez maacutes complejas y asimismo para comprender el papel de los instrumentos administrativos en la consolidacioacuten de identi-dades urbanas3

El espacio propuesto son las villas vascas de la provincia Guipuacutezcoa insertas en la corona de Castilla La localizacioacuten geo-estrateacutegica de ese es-pacio fronterizo obligaba a las autoridades locales territoriales y reales al mantenimiento de la paz interna y del buen gobierno para la consecucioacuten de una correcta y raacutepida defensa de esa pequentildea porcioacuten de terreno colindante por tierra con el Sentildeoriacuteo de Vizcaya y el reino de Navarra y por viacutea mariacuteti-

3 La cuestioacuten identitaria estaacute siendo desarrollada en particular por los medievalistas en los uacutelti-mos tiempos Una reflexioacuten sobre la multiplicidad de escrituras urbanas en el dossier coordinado por Crouzet-Pavan y Lecuppre-Desjardin (2012) y para el caso espantildeol Val Valdivieso (2006 2009-2010 2011) y Montero Maacutelaga (2012 pp121-142)

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Susana Truchuelo

ma tambieacuten con Francia Tanto las villas fundadas en la Edad Media como la propia entidad territorial que se fue forjando en la Baja Edad Media la Provincia de Guipuacutezcoa fueron las encargadas de la conservacioacuten del bien comuacuten de sus gentes a traveacutes de unas praacutecticas de gobierno que desarrollaron instrumentos escritos cada vez maacutes prolijos y complejos

Desde finales del siglo XV los agentes de las instituciones concejiles de la administracioacuten territorial y los emisarios de la autoridad real esto es los tres poderes desiguales y jeraacuterquicos que interactuaban en este aacutembito urba-no (entre otros) utilizaron con mayor intensidad la documentacioacuten escrita como instrumento en su praacutectica de gobierno A traveacutes de acciones praacutecticas y de escritos (como ordenanzas escrituras de registros informes y listas) buscaban alcanzar esas aspiraciones de bien comuacuten que uniacutean a los hombres agrupados en la civitas fuera cual fuera su tamantildeo4

Entre los mecanismos utilizados por las elites urbanas para mejorar el gobierno de las villas se encuentra la difusioacuten de ordenanzas y decretos concejiles que conllevaban una regulacioacuten normativa en aspectos poliacuteticos comerciales asistenciales fiscales culturales o sociales de la comunidad (Carzolio 2003) En el mismo sentido en la configuracioacuten y definicioacuten paralela de nuevas entidades territoriales jugoacute un papel fundamental la pro-mulgacioacuten de leyes y ordenanzas de aplicacioacuten comuacuten a todos los habitan-tes del espacio provincial por parte de su patriciado dirigente y su difusioacuten a partir de copias distribuidas entre las entidades integrantes A traveacutes de estos ejemplos de documentos administrativos se profundiza no solo en las causas motivadoras de la creacioacuten documental sino tambieacuten en la diversi-dad de agentes protagonistas en su definicioacuten y difusioacuten en el marco local territorial yo cortesano

Como sabemos las villas guipuzcoanas medievales se encontraban de-finidas desde un punto de vista juriacutedico a partir de una carta de fundacioacuten otorgada por el rey en el periacuteodo medieval y que asignaba o reconociacutea a la comunidad que albergaba la naturaleza de cuerpo poliacutetico privilegiado dotado de capacidad de autogobierno desarrollado en principio a traveacutes de un miacutenimo desarrollo institucional Se trataba de veinticinco villas fundadas

4 Se trataba de una comunidad perfecta cuyos miembros se encontraban unidos por viacutenculos morales religiosos juriacutedicos y jurisdiccionales articulados en torno a la vecindad (Carzolio 2002 pp 641-642)

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entre 1180 y 1383 por los monarcas de Castilla (salvo la primera San Se-bastiaacuten fundada por Sancho VI de Navarra) y que dirigieron una poliacutetica de ordenacioacuten territorial y de direccioacuten del espacio haciendo uso de las compe-tencias concedidas por la carta fundacional (Arizaga 1978 y 1990 Barrena 1989) El esquema organizativo interno otorgado por esa carta puebla era vago e incompleto y por ello cada comunidad urbana inicioacute un proceso de auto-organizacioacuten interna a partir del desarrollo de su propia potestad normativa5 El proceso se fundamentoacute durante mucho tiempo en praacutecti-cas cotidianas para el correcto gobierno de la comunidad no escrituradas sino ubicadas en el entorno oral y consuetudinario Para consolidar estas praacutecticas en el contexto de un espacio juriacutedico plural cada vez en mayor competencia esas normas locales que regulaban relaciones socio-econoacutemi-cas y poliacuteticas comenzaron a ponerse por escrito evitando asiacute conflictos de interpretacioacuten (Chastang 2013 p 59)

A imitacioacuten de lo sucedido en las grandes villas medievales castellanas (Ladero Quesada y Galaacuten Pentildea 1982 Ladero Quesada 1998 Franco Silva 1999) desde finales del periacuteodo medieval comenzaron a escriturarse diversas ordenanzas y decretos municipales que regulaban aspectos plurales del gobier-no comunitario La creacioacuten de nuevos oficiales el establecimiento de requi-sitos restrictivos para el acceso al gobierno la definicioacuten de atribuciones de los oficiales la provisioacuten de productos alimenticios la administracioacuten de ren-tas e ingresos o el aprovechamiento colectivo de los bienes comunales fueron cuestiones reglamentadas cada vez con mayor definicioacuten por las comunidades urbanas (en mayor medida que en los espacios rurales no privilegiados) Habi-tualmente se recogiacutean usos y costumbres transmitidos oralmente de generacioacuten en generacioacuten y se incorporaban asimismo normas aplicadas en otros espa-cios en muchos casos establecidas bajo promocioacuten real En consecuencia en particular en las pequentildeas villas la tradicioacuten oral se fue integrando al menos parcialmente en la tradicioacuten escrita lo que caracteriza la apariencia fragmen-taria que tiene la escrituracioacuten del derecho consuetudinario (Hespanha 1993a p 29) En definitiva en Guipuacutezcoa se produjo un proceso de normativizacioacuten y escrituracioacuten de diversos aspectos de la vida de la comunidad habitualmente

5 Los tratadistas entienden que la ciudad tiene potestad normativa en cuestiones especiacuteficamente urbanas entendida eacutesta como una delegacioacuten de poder real (Fortea 2000 pp 261-308) Sobre la potestad de ordenanza en Guipuacutezcoa consultar a Soria (1992 pp 27-39)

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Susana Truchuelo

bajo la cobertura y apoyo del poder real que buscaba impulsar la escritura en ndashlengua castellanandash como forma poliacutetico-administrativa de relacioacuten entre los distintos poderes y como mecanismo de resolucioacuten de los conflictos internos67

En el caso vasco las ordenanzas conservadas son maacutes tardiacuteas que en el resto de Castilla dado que las normas maacutes antiguas son disposiciones muy fragmentadas del siglo XIV8 Hay que esperar a finales del siglo XV con el impulso organizativo promovido por los Reyes Catoacutelicos a que se desarro-lle el proceso compilador de esas normas escritas de gestioacuten local que tuvo como punto culminante el siglo XVI y en particular el reinado de Carlos I Nos estamos refiriendo a recopilaciones de ordenanzas municipales que abarcaban aspectos econoacutemicos jurisdiccionales gubernativos y poliacuteticos El periacuteodo maacutes fructiacutefero en ese proceso de redaccioacuten y compilacioacuten de las normas juriacutedicas concejiles fue el de la primera mitad del siglo XVI Los historiadores del derecho han identificado tres fases de creacioacuten normativa concejil en el espacio guipuzcoano (Soria 1992 pp 32-36) La primera fase compilatoria se produjo durante el reinado de los Reyes Catoacutelicos (1483-1517) con la redaccioacuten de ordenanzas que buscaban suprimir la influencia de la nobleza sentildeorial y sus disputas en los espacios urbanos y rurales9 La segunda fase abarca de 1518 a 1552 y en ella se concentran la gran mayoriacutea de las compilaciones ponieacutendose por escrito usos costumbres y praacutecticas locales que racionalizaban la actuacioacuten de los concejos para obtener una co-rrecta administracioacuten en los diferentes aacutembitos de gobierno Por uacuteltimo en la tercera fase la maacutes larga de 1553 a 1696 se realizaron modificaciones

6 Al igual que sucedioacute en otros espacios como Portugal (Hespanha 1993b p 130 y 139)

7 En efecto no es ajeno a este proceso de escrituracioacuten de normativa el deseo de resolver disputas internas por el control de los concejos urbanos delimitando el marco de accioacuten de cada bando (Garciacutea Fernaacutendez 2004 p 117)

8 El proceso de desarrollo de la comunicacioacuten escrita se intensificoacute en la Castilla urbana en el siglo XIV paralelamente a un fenoacutemeno de secularizacioacuten que eliminoacute el monopolio de la Iglesia en la pro-duccioacuten de material escrito (Ruiz Garciacutea 1999 pp 275-313) Maacutes antiguas auacuten son estas dinaacutemicas en el contexto urbano europeo por ejemplo las primeras actas flamencas datan de siglo XII (Hemptinne y Prevenier 2012 pp 13-30) Nos encontrariacuteamos por tanto muy lejos de la rivoluzione documentaria del tardomedievo italiano (Bartoli Langeli 2004 pp 93-102 Chastang 2013 pp 25-27)

9 Para otros autores como Lema (2002) se iniciariacutea en 1474 con el inicio del reinado de los Reyes Catoacutelicos y es una muestra no solo de regular el acceso al gobierno municipal sino tambieacuten a toda la vida social y econoacutemica de las comunidades urbanas (p 94)

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concretas de las ordenanzas en algunas villas marcaacutendose cada vez en ma-yor intensidad la tendencia a la elitizacioacuten del gobierno urbano Este proceso de creacioacuten normativa se acompantildeoacute de otras praacutecticas que buscaban resaltar la identidad urbana mediante la conservacioacuten de dichos ordenamientos y en particular la custodia y guarda de privilegios y exenciones de todo tipo ndashen particular fiscales comerciales y militaresndash concedidos por los distintos reyes castellanos que consolidaban la memoria escrita probatoria de la antiguumledad de dichas comunidades urbanas

La gran mayoriacutea de los ordenamientos concejiles del siglo XVI insti-tucionalizoacute legalmente una jerarquizacioacuten interna en las instituciones de gobierno de la comunidad La antigua asamblea plenaria o concejo abierto (oacutergano representativo de la comunidad durante todo el periacuteodo medieval) en el que participaban todos los vecinos pasaba a un segundo plano poliacutetico sin desaparecer adquiriendo la maacutexima autoridad gubernativa una nueva institucioacuten de inspiracioacuten castellana el Regimiento Estas ordenanzas re-dactadas y recopiladas en el siglo XVI no haciacutean sino sancionar praacutecticas previas de cierre oligaacuterquico en el seno de la comunidad afirmando el pro-ceso de conversioacuten del concejo cerrado u oacutergano restringido en la principal institucioacuten de gobierno y de representacioacuten urbana y ratificando la existen-cia de un proceso paralelo de oligarquizacioacuten aunque abierto en el caso vasco a gran parte de la colectividad (Carzolio 2001-2002 pp 261-288) Esa imitacioacuten terminoloacutegica ndashRegimientondash en el marco de un proceso de empatriciamiento adquirioacute tintes particulares en el los territorios vascos al convivir el Regimiento con un concejo abierto ndashdesnaturalizadondash y al mantenerse la eleccioacuten vecinal y la renovacioacuten anual de los cargos que imposibilitaba la intervencioacuten directa del monarca en el nombramiento de los regidores y en consecuencia la aparicioacuten de regiduriacuteas perpetuas carac-teriacutesticas de las urbes castellanas

De hecho en el siglo XVI las oligarquiacuteas urbanas vascas bajo la tutela del monarca se inspiraron en los instrumentos escriturarios normativos vi-gentes desde la Edad Media en las villas con mayor desarrollo poliacutetico-iden-titario del centro de Castilla que buscaban resolver los conflictos internos y fomentar el buen gobierno a traveacutes del establecimiento del Regimiento La fi-nalidad expresa de estos ordenamientos era la consolidacioacuten de una identidad juriacutedica especiacutefica orientada al logro maacuteximo del bien comuacuten de la comunidad

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urbana entendido en teacuterminos de utilitas aplicada al conjunto de la univer-sitas que integraba la villa por encima de elementos individuales tambieacuten consustanciales a esa misma comunidad1011

Este nuevo sistema poliacutetico concejil apuntaba a una inicial mejora de la vida poliacutetico-administrativa sustentada en la concrecioacuten competencial defi-nida a traveacutes de normas escritas que recogiacutean antiguas costumbres y nuevas leyes reales Junto a las leyes locales la accioacuten cotidiana comenzoacute lentamen-te a quedar puesta por escrito en actas concejiles en las que se percibe el pulso cotidiano en la accioacuten de gobierno las temaacuteticas objeto de regulacioacuten los de-bates entre los distintos grupos urbanos y la nueva creacioacuten normativa a partir de decretos insertos en los registros de actas son algunas de las materias que aparecen en estos nuevos instrumentos escritos Esta diversidad documental a la que se uniacutea un conjunto variado de matiz habitualmente econoacutemico-fiscal fue establecieacutendose difundieacutendose copiaacutendose y archivaacutendose en las villas guipuzcoanas tiacutemidamente en el siglo XV (Diacuteaz de Durana y Dacosta 2014 pp 137-138) y de manera maacutes acusada seguacuten avanzaba el siglo XVI y en algunos casos los siglos XVII y XVIII12

La misma circulacioacuten de modelos escriturarios normativos y administra-tivos ahora ya imitando ordenanzas establecidas en las grandes villas vascas con Carlos I se extendioacute durante el siglo XVI a buena parte de las antiguas villas medievales guipuzcoanas prolongaacutendose en el tiempo A principios del siglo XVII se aprecia una reiteracioacuten de esta dinaacutemica clara de asimilacioacuten de modelos normativos escritos esta vez en las treinta antiguas aldeas some-tidas a las grandes villas medievales que se eximieron de sus jurisdicciones

10 Tambieacuten en la Basilea bajomedieval el bien comuacuten suponiacutea el mantenimiento de la paz la mejora de la infraestructura urbana y el crecimiento de los oacuterganos legislativos de los que se dotaban los ciudadanos (Blicke 1998 p 35) Veacutease igualmente Lecuppre-Desjardin y Van Bruaene (2010)

11 ldquo[] el concejo alcalde fieles jurado y hombres hijosdalgo de la villa de Tolosa en su concejo e ayuntamiento [] por siacute y en nombre de los otros vecinos de la dicha villa sus hermanos en voz y en nombre del concejo unaacutenimes [] para la buena governacioacuten regimiento haviacutean hecho hacer hicieron ciertas ordenes por donde la dicha villa y sus vecinos e pueblo e republica de ella fueren bien regidos e gobernadosrdquo (Truchuelo 2006 p 46)

12 De principios del siglo XVI contamos con algunas cuentas concejiles repartimientos o padrones ademaacutes de ordenanzas concejiles Los registros de actas de los concejos son muy escasos incluso en las grandes villas iniciaacutendose avanzado el siglo XVI (un resumen en Aragoacuten 2012 pp 249-283) a pesar de que ya veniacutea establecida su redaccioacuten en las mismas ordenanzas como se ve en el caso de la villa de Tolosa

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al comprar en 1615 a Felipe II el tiacutetulo de villazgo y la capacidad jurisdic-cional (Truchuelo 1997) Estas nuevas villas con fuerte contenido rural co-menzaron a introducir estos usos escriturarios en sus acciones de gobierno a traveacutes de la creacioacuten de ordenanzas municipales y de la redaccioacuten de actas concejiles que empezaron a generalizarse solo a partir del siglo XVIII Estas praacutecticas documentales convivieron durante buena parte de la Edad Moderna con el recurso a la oralidad como soporte de comunicacioacuten y accioacuten poliacutetica (Hespanha 1990 pp 445-456) tanto en las decisiones de gobierno como en la administracioacuten de la justicia

La difusioacuten y efectividad de estos instrumentos en la accioacuten de gobierno fue desigual y muy limitada en los espacios vascos Maacutes extendida en los espacios grandes y maacutes reducida en las pequentildeas nuevas villas del siglo XVII su impacto e influencia eran menos efectivas a causa de la pervivencia de un modelo de or-ganizacioacuten poliacutetico-administrativa denominado por Hespanha (1993b) como sis-tema patriarcal-comunitario maacutes arcaico que el concejil del Regimiento propio de comunidades con escasa profesionalizacioacuten en la vida poliacutetico-administrativa (pp 127-130) Por ello a pesar de la existencia de normas escritas custodiadas en unos archivos de creacioacuten muy tardiacutea las contravenciones de dichas normati-vas fueron habituales en particular con relacioacuten a la designacioacuten de los oficiales puacuteblicos y a las pautas marcadas en la gestioacuten de la bolsa comunal las cuentas municipales y sobre todo la periodizacioacuten de la presentacioacuten de cuentas y la re-gularizacioacuten de los ingresos y gastos La norma escrita por tanto marcaba unos liacutemites y condiciones juriacutedicas que eran largamente incumplidas en la praacutectica cotidiana no escrita que era gestionada por poderosos locales alejados de la cul-tura escrita calificados ruacutesticos e ignorantes por los defensores de un orden juriacute-dico y de gestioacuten sabio alternativo al oral (Hespanha 1993a pp 17-60)

La imposicioacuten de la utilizacioacuten del castellano como vehiacuteculo de comu-nicacioacuten poliacutetica en la documentacioacuten escrita y como mecanismo excluyente ndashjunto a la alfabetizacioacutenndash para al acceso y el ejercicio de los maacutes relevantes cargos de gobierno se convertiacutea en un instrumento de segregacioacuten poliacutetica de la mayor parte de la comunidad dado que el lenguaje mayoritario era el vasco (euskara) de tradicioacuten oral13 Esta exigencia linguumliacutestica en la documentacioacuten

13 San Sebastiaacuten fue la primera villa que en 1530 establecioacute este requisito para sus alcaldes Tolosa le siguioacute dos antildeos despueacutes (Soria 1992 p 393 Truchuelo 2006 p 135)

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Susana Truchuelo

escrita se convierte en un mecanismo maacutes de homogeneizacioacuten de las villas y de consolidacioacuten de la oligarquizacioacuten del gobierno local en Guipuacutezcoa impulsado desde el poder real y desde parte de las elites instruidas en cas-tellano Obviamente el generalizado analfabetismo y desconocimiento de la lengua de comunicacioacuten impuesta relativiza la difusioacuten real de estas praacutecticas y subrayan igualmente el mantenimiento paralelo de praacutecticas orales tradicio-nales ndashen vascondash en la accioacuten de gobierno

Al mismo tiempo como consecuencia de esta cuestioacuten linguumliacutestico-cultural la escritura se convirtioacute en un factor de discriminacioacuten social al no ser com-prensible el mensaje escrito plasmado en ordenanzas actas registros reparti-mientos o censos para gran parte de la poblacioacuten14 Si tenemos en cuenta que el nivel de alfabetizacioacuten era bajo y estratificado mayor en el aacuterea urbana (villas) que en la rural (aldeas) (Ouston 1991) la consecuencia inevitable es que durante buena parte del periacuteodo moderno el acceso y compren-sioacuten de este conjunto documental estaban lejos de ser habituales lo que impulsoacute el mantenimiento de praacutecticas orales y la generalizacioacuten de los incumplimientos del restrictivo requisito linguumliacutestico de la alfabetizacioacuten (Hespanha 1990 pp 445-446 y 1993b p 131) en castellano para el acceso a los cargos En este contexto se comprende mejor la relevancia que fueron adquiriendo los notarios y en particular los escribanos de los concejos ya desde la Edad Media Estos teacutecnicos de la escritura llegaron a erigirse en el aacutembito vasco en figuras de reconocido prestigio y enorme influencia poliacutetico-econoacutemica tanto a nivel local como provincial1516 Los escribanos eran los escasos teacutecnicos del derecho escrito en castellano existentes y por ello ejercieron fuerte influencia sobre la opinioacuten de unas elites en las que

14 Jack Goody ya resaltoacute desde la antropologiacutea las implicaciones sociales y poliacuteticas de la difu-sioacuten de la cultura escrita y su papel en el fortalecimiento de las elites y en la desvalorizacioacuten paralela de las culturas populares donde primaba la oralidad (Goody 1977)

15 Seguacuten Hespanha los escribanos no teniacutean gran prestigio social local pues el derecho escrito era impuesto y no reproduciacutea los usos y costumbres locales (1993a p 52) Pero en el caso vasco las normas locales siacute reproduciacutean el derecho consuetudinario donde habiacutea una mixtificacioacuten entre normas de inspiracioacuten real ndashRegimiento- y escrituracioacuten de praacutecticas consuetudinarias

16 Los escribanos participaban activamente en el gobierno ejerciendo los cargos maacutes relevantes del concejo e incluso de la Provincia En el caso del oficio provincial de Diputado (electo solo en 4 villas) en Tolosa y San Sebastiaacuten maacutes de la mitad de los elegidos eran escribanos (Truchuelo 2000 p 423)

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se integraban y sobre sus decisiones de gobierno y de justicia dado el desco-nocimiento generalizado de la cultura juriacutedica castellana

En definitiva durante todo el periacuteodo convivieron dos dinaacutemicas simultaacute-neas no contradictorias que se complementaban por una parte una tendencia a escriturar las normas y praacutecticas como mecanismo de legitimacioacuten de la constitucioacuten local (y tambieacuten provincial) y por otra parte el mantenimiento de praacutecticas tradicionales donde primaba la oralidad en la transmisioacuten de la informacioacuten en la resolucioacuten de los conflictos y en las acciones de gobier-no en las que participaban no solo miembros de las comunidades locales sino tambieacuten oficiales provinciales y reales Mientras tanto las negociaciones entre los poderes resolviacutean controversias sobre libertades o acciones de go-bierno concretas a traveacutes de mecanismos mixtos que aunaban instrumentos administrativos (memoriales informes traslados de actas de privilegios o deposiciones de testigos) y la defensa oral en el marco de relaciones de clien-telismo y patronazgo plenamente activas en la Monarquiacutea Hispaacutenica para el mejor gobierno y administracioacuten de los territorios17

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17 Estamos de acuerdo en el revisionismo actual sobre la nocioacuten de centralizacioacuten en los procesos de construccioacuten estatales y la incidencia directa de los instrumentos administrativos que tuvo que con-vivir con una pluralidad de poderes en permanentes conflictos y negociaciones (De Vivo 2013 p 725)

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Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII

Dariacuteo Rafael Lorenzo(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

Cada historiador examina su praacutectica a partir de su propio campo de trabajo A mi parecer lo que da sentido a los anaacutelisis historiograacuteficos o metodoloacutegicos es su capacidad de inventar objetos de investigacioacuten de proponer nuevas categoriacuteas interpretativas y construir comprensiones ineacuteditas de problemas antiguos

(Chartier 2005 p 10)

Palabras inicialesNuestro anaacutelisis abarca un lapso de tiempo donde se destaca la aparicioacuten de una

cantidad importante de escritos una copiosa literatura de ldquomaacuteximasrdquo de la eacutepoca

() eacutestas dicen en forma breve y adaptada a la ocasioacuten coacutemo se debe obrar ante

una coyuntura determinada tanto por parte del Priacutencipe como de sus vasalloshellip

ante la posibilidad de que en la vida del gobernante se susciten situaciones cuya

concatenacioacuten escapa al proceso loacutegico de la mente hay que estar advertidos (hellip)

(Maravall 1997 p 33)

Lorenzo D R (2017) Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

Literatura que alterna temaacuteticas ndashentre otrasndash sobre la jerarquiacutea de po-deres y el orden natural

Al tratar sobre el origen y naturaleza de la sociedad formas de gobierno obligaciones de los Reyes y suacutebditos arte y teacutecnica del poder en los Priacutenci-pes el testimonio de la Biblia se aduce junto a la argumentacioacuten racional Es de suponer que si la creencia en una armoniacutea entre razoacuten y fe constituyen la roca viva en que se apoya la construccioacuten de la poliacutetica es loacutegico pensar que cuanto amenace esa fundamental base doctrinal produzca gran alarma El arte de conservar el gobierno consiste ndashentre otros aspectosndash en la habilidad del priacutencipe por mantener su reputacioacuten y la de su estado no resulta extrantildeo que obras como la de Jeroacutenimo de Ceballos (Arte Real 1623) y Carillo Lasso (Soberaniacutea e independencia de los reyes de Espantildea 1626) se encuentren ins-piradas dentro de un pensamiento soberanista en respuesta a las dificultades de la eacutepoca (Fernaacutendez Albaladejo 2009 p 113)

El empleo de los teacuterminos poliacutetico y poliacutetica en los escritos de algunos tra-tadistas determinaron que distintos investigadores del siglo XX (Skinner 1986 p 359) analicen particularmente las relaciones entre obligacioacuten mando obe-diencia (Castro Alfin 1999) y sus entornos de poder ldquo(hellip) otros intentos se han llevado a cabo para establecer un marco que perfile la relacioacuten entre pensamiento y accioacuten poliacuteticardquo (Gil Pujol 2006 p 92) Un dilema caracteriacutestico en nuestros tiempos de la teoriacutea poliacutetica ndashretrotrayendo sus estudios a los siglos XVI y XVIIndash es plantear si se subordina la accioacuten poliacutetica a los principios religiosos y morales (De Certeau 2010 p 150) o bien si se afirma la autonomiacutea de la poliacutetica No abordaremos para el presente trabajo los debates surgidos sobre cuaacuteles son los aspectos que debemos tomar en cuenta a la hora de hablar sobre la historia del pensamiento poliacutetico ndashdesde la conducta social o la actividad intelectual (Pocock 2011 p 21)ndash sino que intentaremos tener presente lo que era ldquopoliacuteticamente pen-sablerdquo en un espacio como el Antiguo Reacutegimen (Gil Pujol 2006 p 168)

La recopilacioacuten de fuentes vinculadas a la Espantildea del siglo XVII repre-senta para nosotros un gran desafiacuteo no soacutelo y en atencioacuten al rol que juega la historiografiacutea ndashen especial durante el periacuteodo analizadondash sino tambieacuten por los conceptos y lenguajes propios de los escritores tratadistas memorialistas y juristas de la temprana edad moderna

En este campo autores contemporaacuteneos identifican a la tratadiacutestica es-pantildeola con rasgos propios por un lado aquellos que intentan elaborar una

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Arte de historia y arte de reinar

ldquociencia poliacuteticardquo sometida a la religioacuten verdadera concebida seguacuten la ima-gen del ldquobuen pastorrdquo-ldquopastor y padrerdquo y por otro los que legitiman una nocioacuten de poliacutetica propia en la que gobernar no soacutelo consistiriacutea en guardar a los suacutebditos En ambos sentidos los interrogantes en torno a la construccioacuten del corpus de saber poliacutetico y la funcioacuten del monarca tienen como corolario respuestas muacuteltiples y quizaacutes contradictorias En general se procura que el monarca pudiera actuar ldquoconforme a las reglas de policiacutea y estadordquo

Escritores del siglo XX afirman que no puede ldquocomprenderse el pensa-miento poliacutetico espantildeol sin hacer referencia a Maquiavelordquo (Maravall 1997) por ello no resulta extrantildeo encontrar distintas temaacuteticas sobre la preocupa-cioacuten del discurso pastoral para asegurar la conservacioacuten de la monarquiacutea con la inevitable atencioacuten que ello conlleva en los aspectos de la vida poliacutetica de la comunidad La misioacuten educativa adquiere un intereacutes importante en rela-cioacuten a la persona del Priacutencipe en especial y parafraseando a Carzolio (1997)

durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII marcan un momen-

to de cambio que va del rechazo al intento de insercioacuten de la idea de la razoacuten de

Estado en el pensamiento poliacutetico espantildeol al replanteo de los nuevos liacutemites de

la legitimidad (p 60)

La afirmacioacuten ldquoel Priacutencipe es el alma del estadordquo tiene mucho maacutes que un puro valor metafoacuterico (Foucault 1991 p 103) y pone de manifiesto que eacutel es el que asegura el orden vivo de la Repuacuteblica En esa ldquolucha de cautelasrdquo ndashque implica gobernarndash se recomienda amaestrar el ingenio para vencer el disimulo de los demaacutes y penetrar en el secreto de las intenciones

La finalidad era colocar a la poliacutetica en el plano de la prudencia que cuenta con la fragilidad humana y a la vez con la posibilidad de endereza-miento en la conducta ese fin ndashno el uacutenicondash es perseguido por los escrito-res y explica en cierto modo la copiosa literatura de la eacutepoca sobre coacutemo se debe obrar ante una coyuntura determinada tanto para el Priacutencipe como sus vasallos ldquola prudencia no soacutelo encamina la razoacuten y voluntad humana endereza las potencias y fuerzas del hombre y ordena todas sus acciones pero aun sin ella no puede un hombre serlordquo en consecuencia la prudencia seriacutea el mejor instrumento a disposicioacuten del gobernante porque la realidad poliacutetica de la eacutepoca lo exige

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La prudencia poliacutetica aparece una y otra vez como virtud indispensable para orientar la conducta y que conjuntamente con la experiencia (Maravall 2001 p 21) establecen las bases ndashno las uacutenicasndash sobre las cuales se construye el ldquopriacutencipe perfectordquo ldquo(hellip) esta prudencia cristiana primero que poliacutetica y civil permitiacutea al priacutencipe enfrentar debidamente las contingencias del aacutembito terrenal sin contravenir el disentildeo divinordquo (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 100) En concreto ldquomediordquo ldquopoliacuteticardquo y ldquomeacutetodordquo son teacuterminos que indican que la accioacuten gubernativa estariacutea guiada por criterios que van maacutes allaacute de un programa de gobierno Sentildeala Gil Pujol (2000)

(hellip) ello se complementaba con una especial disposicioacuten de aacutenimo por parte del

priacutencipe un severo autodominio de sus pasiones Asiacute lo sentenciaba Saavedra

Fajardo el priacutencipe ha de procurar que sus acciones no se gobierne por sus

afectos sino por la razoacuten de Estadohellip no ha de obrar por inclinacioacuten sino por

razoacuten de gobiernohellip tambieacuten este teacutermino ldquorazoacuten de estadordquo y en menor medida

ldquorazoacuten de gobiernordquohellip su significado no era claro ni mucho menos (hellip) (p 40)

Lo maacutes frecuente entre los tratadistas espantildeoles fue defender la ldquoverda-dera razoacuten de estadordquo (Domiacutenguez Ortiz 1992 p 195) en la que la poliacutetica se subsumiacutea con toda naturalidad en la religioacuten

(hellip) la religioacuten marcaba en este sentido la diferencia Sobre ella veniacutean a des-

cansar de hecho los ejes de la formidable maacutequina que era la monarquiacuteahellipy ello

no soacutelo como consecuencia de una previa e ineludible obligacioacuten natural sino

ademaacutes por la conviccioacuten propiamente poliacutetica de que la conservacioacuten de la mo-

narquiacutea no era posible sin ella (hellip) (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 98)

La religioacuten forma parte como elemento de gobierno medio poliacutetico de la ldquorazoacuten de estadordquo y ldquocultura de los priacutencipesrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 82) no debemos pasar por alto que maacutes allaacute de las complejidades en las formas del orden poliacutetico y los planteamientos religiosos algunos tratados sobre razoacuten de estado incorporan otro contenido nos referimos a la situacioacuten ldquoeconoacutemicardquo y conservacioacuten con un sentido de viabilidad material En la problemaacutetica sobre eacutetica y poliacutetica surgen ldquocomplejiacutesimas condiciones en que tiene que manejarse el gobernante (hellip)rdquo (Murillo Ferrol 1957 p 174) Asiacute emerge una expresioacuten como razoacuten de estado utilizada en sentidos diferentes y antagoacutenicos la astuta

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Arte de historia y arte de reinar

falsa o ateiacutesta que para muchos autores es la defendida por Maquiavelo y que se concibe como una mera teacutecnica de adquisicioacuten conservacioacuten y aumento del poder sin que la eacutetica juegue ninguacuten papel y la verdadera perfecta o de la bue-na razoacuten de estado que siendo tambieacuten una teacutecnica de conservacioacuten y poder armonice el afaacuten de los priacutencipes con la teologiacutea

No es nuestra intencioacuten definir en forma pormenorizada la expresioacuten ldquorazoacuten de estadordquo o el momento preciso en que aparece sin embargo re-sulta interesante remarcar algunos autores que se refieren a la misma a co-mienzos del siglo XVII uno de ellos es Pedro Barbosa Homen (1627) que la define de la siguiente manera ldquo(hellip) una doctrina especial que por medio de varias reglas hace diestro a un priacutencipe o para conservar en los mismos estados la forma y grandeza original que tienen o para con nuevos aumen-tos ilustrar o acrecentar la antigua masa de que ellos se formanrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 18) por otra parte Francisco de Quevedo ldquoconsidera-ba que razoacuten de estado nada tiene que ver con la poliacutetica porque supone el ejercicio del poder de una forma diaboacutelica va contra toda moral cristiana y pone en peligro el orden poliacutetico existente (hellip)rdquo (Rus Rufino y Zamora Bonilla 2000 p 15) Razoacuten de estado aparece entonces bajo diversas fa-cetas una forma de educar a los priacutencipes como teoriacutea poliacutetica al margen del derecho un comportamiento universal de los gobernantes o bien como praacutectica de gobierno Creemos que no hay una razoacuten de Estado hay razones de Estado que influyen entre la razoacuten recta y el subjetivismo moral que es la voluntad del priacutencipe como artiacutefice de la poliacutetica entre una y otra existe un largo debate intelectual

ldquoFue era de poliacuteticoshellipdigo poliacutetico prudente no poliacutetico astutohelliprdquo

La introduccioacuten del tacitismo (Maravall 2001 p68) representa un eficaz instrumento de ldquomodernizacioacutenrdquo bajo la idea de la experiencia vinculada a la poliacutetica y forma parte del ldquoprograma educativordquo que dio nueva relevancia y profundizoacute las funciones tradicionalmente atribuidas a la historia en un periacuteo-do que utilizando la metaacutefora de la eacutepoca es un huerto en el que se siembra una variedad creciente de maneras de entender la poliacutetica1 Intentaremos en general

1 Sobre el particular veacutease Antoacuten Martiacutenez (1991) y Toffanin (1972)

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descifrar de queacute manera esas representaciones construyen un corpus de saber poliacutetico y que atantildee por ende la funcioacuten del priacutencipe

En una obra de reciente aparicioacuten (Cabeza Rodriacuteguez y Carrasco Martiacutenez 2013 p 9) argumentan que hacia finales del siglo XVI dos obras tuvieron in-fluencia en toda Europa y en particular en la Monarquiacutea Hispaacutenica Politicorum sive civilis doctrinae de Justo Lipsio y Della ragion di Stato Giovanni Botero que desde diferentes enfoques se manifiestan a favor de la conservacioacuten del estado monaacuterquico y consideran que a traveacutes del arte de la poliacutetica se podraacute armonizar la justificacioacuten eacutetico religiosa de la autoridad y la racionalizacioacuten de las praacutecticas de gobierno En la Monarquiacutea Hispaacutenica la edicioacuten de Justo Lipsio (1997) se convirtioacute en una de las columnas sobre las cuales se levantoacute la estructura doctrinal de la razoacuten de Estado

Aspiramos dar cuenta de la crisis que atravesoacute la Monarquiacutea Hispaacutenica y que motivaraacute entre otras a la aparicioacuten del fenoacutemeno denominado arbitrismo ldquoque ha dejado huellas escritos importantes que comienzan en los cinco antildeos uacuteltimos del siglo XVI (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 44) o bien en palabras de Fortea Peacuterez (1998) ldquohellipdesde fines de la deacutecada de los ochenta se veniacutean acumulando siacutentomas de descontento respecto al mal cariz que empezaban a mostrar los asuntos poliacuteticos y econoacutemicos de la Monarquiacutea (hellip)rdquo (p 163) El correlato y posterior interpreta-cioacuten que podemos hacer de la sociedad espantildeola a comienzos del siglo XVII nos introduce a un mundo que para nuestra contemporaneidad puede resultar extrantildeo por ello pretendemos una vez maacutes ldquorecordar una vez maacutes que el pasado es dema-siado complicado y problemaacutetico para conformarnos con una uacutenica descripcioacutenhellip pretendidamente exacta correcta y definitiva (hellip)rdquo (Fernaacutendez y Fuentes 2004 pp 11-26) En la inculcacioacuten de nuevas coacciones el impreso juega un papel esencial porque fija y explicita los gestos legiacutetimos y los que ya no lo son

Los arbitristas elaboraron una serie de tratados o memoriales que no son exactamente consejos para priacutencipes sino que se presentan con un corpus de obras sobre pensamiento poliacutetico ndashque vinculan el arte de gobernar con el conocimiento de la historiandash economiacutea y sociedad

(hellip) en la pluma de los arbitristas todo desde la iniquidad de los estatutos de

limpieza de sangre al mal estado del cauce del Guadalquivir podiacutea pasar a ser

motivo inspirador de demandas y planes de reforma de amplitud utoacutepica (hellip)

(Olivari 2004 p 34)

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En palabras de Fernaacutendez Albaladejo (2009)

(hellip) maacutes allaacute de la caracterizacioacuten adversa o simplemente extravagante que pue-

da pesar sobre el arbitrismo parece fuera de toda duda que el menos una parte

importante de esa reflexioacuten habiacutea puesto sobre la mesa ndashy no fuera de tiempondash los

fundamentos de una economiacutea poliacutetica (hellip) (p 258)

La expansioacuten y proliferacioacuten de los arbitristas se manifiesta ndashentre otrosndash en contrarrestar la progresiva caducidad de la Monarquiacutea Hispaacutenica parafra-seando a Domiacutenguez Ortiz ldquo(hellip) no explica una oposicioacuten al sistema sino una oposicioacuten dentro del sistema cuyos fallos tratan de denunciar precisamente para salvarlo sin atacar sus puntos fundamentales (hellip)rdquo (Gallego 1986 p 16)

No pretendemos efectuar un repaso temaacutetico general y aportar todo el repertorio bibliograacutefico sobre el espacio temporal que analizamos sino re-gistrar las variadas facetas que contribuyen a un mayor esclarecimiento so-bre el discurso de un grupo de escritores durante la primera mitad del siglo XVII castellano Durante los uacuteltimos antildeos del reinado de Felipe II Castilla experimenta una serie de dificultades y reveses de distinta iacutendole2 en este sentido estudios actuales sugieren contrastar el fin de una eacutepoca de oro y el comienzo de otra3 marcada eacutesta uacuteltima por un signo no tan favorable para la Monarquiacutea Hispaacutenica parte de la historiografiacutea considera y situacutea la crisis del poderiacuteo y conciencia de los espantildeoles entre 1598 y 1620rdquo (Vilar 1993 p 332) donde el contraste entre el reinado de Felipe III y su padre ndasha pesar que en los dos momentos se conocieron dificultades financieras e inquietud poliacuteticandash con Felipe III se inaugura una conciencia de ldquocrisis mucho maacutes ampliardquo y los escritos se multiplican (Vilar Berrogain 1973)

La deacutecada de 1590 provocoacute un clima de desconfianza e invadioacute la vida poliacutetica del reino castellano ese profundo recelo hacia el gobierno

2 ldquo(hellip) digamos uacuteltimo Felipe II que rige su Monarquiacutea presionado por numerosas urgencias en una coyuntura de tintes criacuteticos que debilita la posicioacuten de la Corona y en la que sus sistema de gobier-no alcanza la mencionada madurez conflictiva al mismo tiempo que se ve sometido al maacutes severo de los juicios Los viejos problemas se presentan como urgencias nuevas (hellip)rdquo (Bouza Alvarez 1997 p 7)

3 ldquoEntre aproximadamente 1500 y 1700 la economiacutea castellana conocioacute dos fases coyunturales de ldquolarga duracioacutenrdquo y opuestas por su signo una expansiva que arranca del siglo XV y culmina alre-dedor de los antildeos ochenta del siglo XVI otra depresiva que toca fondo seguacuten regiones entre 1630 y 1680 y que preside la eacutepoca de la decadenciardquo (Garciacutea Sanz 1985 p 12)

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o el proceder de los ministros del rey se alimentoacute de una serie de concretas amenazas al tradicional equilibrio del orden poliacutetico Nuestro espacio de in-vestigacioacuten abarca el periacuteodo 1598-1640 lapso donde se produce la aparicioacuten de una cantidad importante de tratados cuyos temas tratan ndashentre otrosndash so-bre la jerarquiacutea de poderes en el contexto de la Monarquiacutea Catoacutelica y de una cultura poliacutetica jurisdiccionalista En coincidencia con la llegada al trono de Felipe III el licenciado Martiacuten Gonzaacutelez de Cellorigo abogado de la Real Chancilleriacutea de Valladolid dio a conocer en el antildeo 1600 su Memorial de la poliacutetica necesaria y uacutetil restauracioacuten a la repuacuteblica de Espantildea (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991) En su proacutelogo exhorta que siendo las virtudes del nuevo Priacutencipe iguales a las del rey difunto la Repuacuteblica tiene asegurado su resurgi-miento ldquo(hellip) por maacutes que esteacute en caiacutedahellip ha llegado el tiempo en que Espantildea va a confrontar sus realidades con sus mitos para reiacuter o para llorar (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 333) El planteamiento se aparta de la lectura profeacutetica de la peacuterdida o redencioacuten para instalarse en la perspectiva poliacutetica del anaacutelisis sobre la declinacioacuten y restauracioacuten de las repuacuteblicas

La restauracioacuten y reformacioacuten del reino implicaba una vuelta a sus princi-pios a la situacioacuten social y econoacutemica del reinado de los Reyes Catoacutelicos para lo cual era necesario invocar la capacidad del Priacutencipe prudente para mantener el reino dentro del orden tradicional Las praacutecticas y discursos construidos por los arbitristas no soacutelo parten de las influencias de diferentes doctrinas poliacuteticas sino tambieacuten de la recepcioacuten subrepticia que realizan sobre la naturaleza de la ldquorealidad poliacuteticardquo y la buacutesqueda de una ldquorazoacuten de estadordquo a fin de proteger al Reino y sin poner en peligro la integridad eacutetica de su base poniendo especial eacutenfasis en los mecanismos que utiliza el priacutencipe en el arte de gobernar

Los arbitristas debates historiograacuteficos y conceptualesLos testigos de la eacutepoca percibieron diferentes siacutentomas y dificultades

registrando sus testimonios en memoriales tratados apuntamientos o simple-mente avisos algunos de ellos se los conoce bajo el nombre de arbitrios y como arbitristas a sus autores los intentos parecieron no muy sencillos llegar al monarca proponiendo muacuteltiples soluciones yo remedios para ser aplicados en forma inmediata (Alvar Ezquerra 1998 p 90) iquestQuieacutenes fueron arbitristas en general algunos estudios sentildealan que su aparicioacuten se debe a los problemas fiscales que soportaba Castilla (Alvar Ezquerra 2006) paralelamente se des-

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tacan tratados teoacutericos de moralidad y ldquocontabilidadrdquo La imagen peyorativa proveniente de arbitrios o expedientes que recomendaban al rey diferentes so-luciones o remedios a problemas concretos se destacaron ndashalgunos de ellosndash por desafortunados y ganaron una peacutesima fama ldquo(hellip) conviene no confundir el tubo vendido a un real en la esquina de una calle con la receta de un teacutecnico la queja de una corporacioacuten o el pensamiento de un repuacuteblico formado en el bufete de un jurista o en la celda de un monje (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 337) sobre el particular recordamos un pasaje en (Quevedo y Villegas 1852 p 498-499)

(hellip) comenzoacute a decir de queacute manera se podiacutea ganar la Tierra Santa y como se

ganariacutea Argel en los cuales discursos echeacute de ver que era loco repuacuteblico y de

gobiernohellip y venimos a dar de una cosa en otra en Flandes Aquiacute fue ello que

empezoacute a suspirar y decir Maacutes me cuestan a miacute esos estados que al Rey porque

hace catorce antildeos que ando con un arbitrio que si como es imposible no lo fuera

ya estuviera todo sosegadordquo iquestQueacute dice a vuestra merced que no se puede hacer

Hacerse puede que ser imposible es otra cosa (hellip)

Todas aquellas observaciones y advertencias de caraacutecter profeacutetico eco-noacutemico poliacutetico y social manifestadas desde finales del siglo XVI y comien-zos del XVII enfrentan una sucesioacuten de momentos opuestos uno de plenitud y otro de miseria que se suceden y alternan contradicciones con que viviacutea la sociedad espantildeola de la eacutepoca4 Los memoriales5 (Lorenzo Cadarso 1992 p 93) eran las herramientas utilizadas por los arbitristas para dirigir sus propues-tas o arbitrios y mantienen una consonancia con las relaciones de reciprocidad originadas como obligacioacuten o deber de consejo6 (Maravall 1997 p 275) que

4 Para una reflexioacuten sobre las tensiones intelectuales y eacuteticas del Barroco espantildeol veacutease Rodriacute-guez-San Pedro Bezares (1988)

5 Sobre el particular Lorenzo Cadarso afirma ldquo(hellip) Probablemente fueron miles los memoriales que desde los maacutes remotos lugares del Imperio se enviaron a la Corte con la esperanza de que fueran leiacutedos y tomados en consideracioacuten Ciertamente pocos los consiguieron pero con su estudio se puede reconstruir lo maacutes esencial y caracteriacutestico del pensamiento poliacutetico econoacutemico y social de la Espantildea del Siglo de Oro (hellip)rdquo

6 ldquo(hellip) En la obra de los escritores poliacuteticos que nos ocupan quizaacute nada destaque tan relevante-mente como el tema del Consejo y la importancia que le conceden dentro de su concepcioacuten del poder y del Estado En lo publicistas anteriores y posteriores a ellos es frecuente hallar referencias abundantes a los oacuterganos de asesoramiento y consulta pero nunca es cuestioacuten que adquiera en ninguacuten caso la tras-cendencia que presenta en nuestros escritores del siglo XVII (hellip)rdquo

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maacutes allaacute de formular sus remedios frente a la declinacioacuten permiten observar intentos por legitimar y proponer programas destinados a contribuir y crear eficaces viacuteas de distribucioacuten de las riquezas entre otras

Por lo antedicho el arbitrismo se configura como un fenoacutemeno de expre-sioacuten y de reflexioacuten criacutetica en un intento por dilucidar las causas de la ldquocri-sisrdquo y proporcionar remedios para la recuperacioacuten y superacioacuten econoacutemica poliacutetica-social de la Monarquiacutea Por otra parte destacamos sus compartidas creencias de que ldquoalgo habiacutea ido seriamente malrdquo en la sociedad ldquoa la que debiacutean lealtadrdquo Las propuestas de Cellorigo para restaurar la monarquiacutea a partir de una vuelta o regreso a los oriacutegenes no representa una posicioacuten ais-lada o improvisada el propio autor se considera como poliacutetico es por ello que intentamos demostrar que aquello considerado ldquopoliacuteticordquo es muacuteltiple y mucho maacutes complejo subrayando que en la mayoriacutea de los estudios sobre el tema del poder (Julia 1989) se ha ampliado y recobrado en la dimensioacuten poliacutetica de la historia

ldquo(hellip) gobierno y poliacutetica informal instituciones y rituales biografiacutea y prosopografiacutea

toma de decisiones y poliacutetica desde abajo presioacuten fiscal y redes clientelares integracioacuten

de las elites y poliacutetica popular microfiacutesica del poder y formas de dominio no coerciti-

vas revolucioacuten y negociacioacuten cultura poliacutetica y lenguaje son algunos de los aacutembitos

que esta historia poliacutetica expansiva ha hecho suyos (hellip)rdquo (Gil Pujol 2006 p 13)

La sociedad a comienzos del siglo XVII nos revela la razoacuten de su propia crisis y ambivalencia los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y reclaman que la ejemplaridad del monarca debe ser imprescindible en el ejercicio de una virtud la responsabilidad de mando con el fin de conservar la monarquiacutea En este sentido la misioacuten desarrollo y ldquofuncioacuten poliacuteticardquo del arbitrismo es alcanzar la ldquorestauracioacutenrdquo y ldquoconservacioacutenrdquo del Reino manifestando una doble posicioacuten ldquodesempentildeo del reyrdquo y ldquodesempentildeo del reinordquo ambas partes deben coordinarse a partir del caraacutecter trascendente de la ldquoautoridad poliacuteticardquo En este punto pro-ponemos retomar una idea que conduce a la buacutesqueda sobre las praacutecticas de los arbitristas en relacioacuten a su loacutegica interna a partir del aporte de la nueva historia poliacutetica favoreciendo nuestro mejor entendimiento en relacioacuten a las transforma-ciones en el reacutegimen del Estado Moderno7 Numerosos autores plantean que en

7 En este caso no abordaremos aquiacute por cuestiones de espacio ampliamente debatido en los

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los siglos XVI y XVII se ldquoimponenrdquo sobre los individuos una construccioacuten poliacutetica que supone una presioacuten y un viacutenculo de sujecioacuten respecto al poder

(Maravall 1972 p 56)8

Procuramos inferir en el sentido histoacuterico y doctrinal de los llamados arbitristas quienes se manifestaron preocupados por la ldquosalvacioacutenrdquo material de la Monarquiacutea

ldquobajo la influencia de los arbitristas la Castilla de principios del siglo XVII se

lanzoacute a una freneacutetica introspeccioacuten nacional en un desesperado intento por des-

cubrir hasta queacute punto la realidad habiacutea sido escamoteada por la ilusioacuten (hellip) los

arbitristas no se limitaban en modo alguno en analizar Tambieacuten teniacutean que hallar

la solucioacuten (hellip)rdquo

Los arbitristas se consideraban a siacute mismos revestidos de responsabilidad ldquo(hellip) eran los vigiacuteas de las atalayas las torres situadas al borde del mar desde las cuales sus vigilantes montaban guardia permanentemente al acecho de cual-quier nave turca o mora que apareciera en el horizonte (hellip)rdquo (Elliott 2004 p 118) es por ello que cientos de escritos en formas de memoriales apuntamien-tos consejos avisos proyectos o tratados llegaban a instancias cercanas al rey

ldquola aspiracioacuten de todos es que el examinador fuera el reyhellip muchos arbitrios

no fueran maacutes que retoques a otros anterioreshellip podriacutea explicarse ameacuten de por

otras razones obvias a la certeza del arbitrista de que se iba a cumplir ya que se

estaba aplicando una matiz por decirlo de alguna manera y dando un chivatazo

se perfeccionaba y desde luego ndasho deberiacutea recibirsendash segura recompensahelliprdquo

(Alvar Ezquerra 2006 p 418)

uacuteltimos antildeos Desde la Historia poliacutetica los intentos de numerosos investigadores por realizar trabajos sobre las instituciones baacutesicas para el funcionamiento de la Monarquiacutea Absoluta se ha visto multiplica-da respecto a sus perspectivas Consejos Secretarias de Estado Chancilleriacuteas Algunos han optado por ocuparse de otros aspectos de la vida cortesana y de sus actores Martinez Shaw (1999 pp 157-175) ademaacutes veacutease Fernandez Albaladejo (1992) y Fernandez-Santamariacutea (1997) entre otros

8 Acerca de la relacioacuten entre el poder y el estado Maravall sentildeala ldquo(hellip) toda organizacioacuten lleva consigo un conjunto de normas propio un propio y autoacutenomo sistema de legalidad En su virtud el Estado y el mismo poder cuanto maacutes organizados maacutes objetivados se reconocen respecto al arbitrio del priacutencipe y del equipo de gobernantes El Estado cuanto maacutes se somete a organizacioacuten maacutes aparece como mecanismo que sigue su propio movimiento (hellip)rdquo

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Pese a la gravedad de sus diagnoacutesticos estaacuten convencidos de que habiacutea que hacer algo y que esto podriacutea hacerse Coincidimos con el planteamiento de Garciacutea Guerra (2006 p 185) con respecto a la relacioacuten de los arbitristas y su contexto la autora considera que

ldquono debemos perder de vista es que a la hora de estudiar a los arbitristas no po-

demos separar el pensamiento poliacutetico del pensamiento econoacutemico Por el con-

trario cabe estudiar a los arbitristas en tanto que actores poliacuteticos examinando

el impacto de su accioacuten en la actividad de las instituciones a las que destinan los

arbitrios y su posible influencia en la toma de decisiones Y cabe estudiarlos

dentro de la esfera econoacutemica como autores de textos en los que se esbozan ya

teoriacuteas macroeconoacutemicas y sobre todo en los que se desarrollan teoriacuteas acerca

de la poliacutetica monetaria del priacutencipe (hellip)rdquo

La buacutesqueda de intermediarios o intercesores para acceder al rey no era un elemento accidental en el arbitrismo sino algo consustancial Obtener un premio en metaacutelico oficio haacutebito gracia o merced era el objetivo de muchos memorialistas y se lograba a traveacutes de ldquopatronosrdquo cortesanos

Arbitrio Arbitrismo y ArbitristaEn general las diversas temaacuteticas de los arbitristas se enmarcan en un

universo maacutes complejo dentro del discurso de la eacutepoca y forman parte de los temas centrales que aborda la cultura poliacutetica castellana ldquo(hellip) es verdad que hubo en la Espantildea de los Siglos de Oro muchos tipos de arbitrismos (hellip)rdquo (Garciacutea Hernaacuten 2002 p 84) ejemplo de ellos los encontramos en los traba-jos publicados por Cuartas Rivero (1981) la seleccioacuten de Correa Calderoacuten (1981) sin olvidarnos de las aportaciones de Gutieacuterrez Nieto (1986) y las contribuciones de Vaacutezquez de Prada (1977)

Sentildeala Elliott (1982 p 121) que algunos arbitristas como Moncada (1974) Gonzaacutelez de Cellorigo (1991) o Caxa de Leruela (1975) ndashentre otrosndash no perciben la declinacioacuten como un proceso irreversible sino que frente a ello recurren a glorias pasadas y a los designios de la voluntad de Dios para buscar una pronta respuesta Los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y denuncian ldquo(hellip) una aguda crisis de valores de una tre-menda peacuterdida de confianza en el vigor espiritual de la Monarquiacutea (hellip)rdquo

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(Vilar Berrogain 1973 p 288) cuyo corolario natural era la buacutesqueda de un ldquopuritanismo moralizadorrdquo Gran parte de la literatura del Siglo de Oro nos ha dejado la imagen del arbitrista como una

ldquo(hellip) plaga de los estados o miserable forjador de quimeras (hellip) porque reuacutene (hellip)

el detestable prestigio del mal consejero del rey y del financiero opresor del pueblo

el caraacutecter ridiacuteculo triste o divertido del desplazado y del fracasado la mala repu-

tacioacuten del charlataacuten y del falso sabio (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 289)

Por otro lado observamos que algunos autores describen y comparan a los arbitrios como

ldquo(hellip) una faena de torero consumado ensentildean el trapo rojo al valido de turno

lo agitan ante sus ojos arriesgan se acercan incitan y esperan la noble embes-

tida El toro pasa el torero levanta el trapo y detraacutes no hay nada En este escri-

to encontramos la misma liturgia el arbitrista mostraba un parte de su arbitrio

esperaba que alguien lo recogiera y lo leyera despueacutes generalmente arbitrista

y destinatario quedaban en la misma posicioacuten habiacutea que empezar de nuevo la

faena mostrando el arbitrio ndash trapo a otro toro a ver si embestiacutea soacutelo que despueacutes

del primer pase vendriacutean otro y otro Era un juego porque ninguno de los prota-

gonistas queriacutea llegar hasta el final (hellip)rdquo (Bravo Lozano 2008 p 676)

Aunque los temas referidos pueden ser de diferente iacutendole una gran par-te de los memoriales responden a un esquema comuacuten causas de la decaden-cia y remedios propuestos Preocupa en el siglo XVII saber penetrar en los aacutenimos las voluntades y la memoria eacutesta uacuteltima como concepcioacuten funda-mental de las sociedades y los escritores del Antiguo Reacutegimen conociacutean muy bien el factor preteacuterito Conservar memoria es asegurar una especie de vida eterna ldquo(hellip) El mensaje de los arbitristas y reformadores era un mensaje de retorno a la primitiva pureza de moral y costumbres retorno al gobierno justo e incorrupto retorno a las virtudes sencillas de una sociedad rural y marcial El futuro se situacutea baacutesicamente en el pasado (hellip)rdquo (Elliott 1982 p 211)

Algunos autores del siglo XX reemplazan el teacutermino arbitristas para deno-minarlos ldquoeconomistasrdquo ldquoteoacutericos de los negociosrdquo ldquopatriotasrdquo o ldquorepuacuteblicosrdquo incluso se buscan ejemplos en ideologiacuteas contemporaacuteneas convirtiendo ndashcomo ejemplondash a Mateo Loacutepez Bravo en socialista (Mechoulan 1977 p 32)

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

En cierta medida la llamada ldquorehabilitacioacuten de los arbitristasrdquo se debe al re-conocimiento que se les concede no soacutelo a sus aciertos en materia econoacutemi-ca sino tambieacuten se destacan por su prolijidad y perseverancia en el empentildeo brevedad en la ejecucioacuten del remedio y facilidad en su aplicacioacuten Intentar el rescate de textos arbitristas es repensar su accionar como generadores de ideas dentro del complejo cultural y poliacutetico del siglo XVII castellano

A modo de conclusioacutenEl arbitrismo ha sido siempre un aspecto de la modernidad temprana espa-

ntildeola que ha atraiacutedo a investigadores peninsulares y extranjeros de talla Pierre Vilar Elliot Domiacutenguez Ortiz Jean Vilar entre otros La enorme cantidad de escritos arbitristas han sido aceptados como testimonio de testigos en muchos casos expertos o capacitados para darnos cuenta de los ldquomales de Espantildeardquo Dentro de ella prodigan consejos acerca de coacutemo preservar el dominio y el po-der a un rey pastor y meacutedico Los arbitristas utilizaban teacuterminos de la medicina para comprender la situacioacuten de malestar que sufriacutea la monarquiacutea espantildeola aquella ciencia conserva el equilibrio que las partes y cualidades del cuerpo humano han de mantener entre siacute para preservar la salud del hombre

Una de las principales caracteriacutesticas ndashno la uacutenicandash del siglo XVII es la costumbre por escribir y se transforma en instrumento necesario para el funcionamiento y construccioacuten de las redes de relaciones a traveacutes de ella se reiteran las instrucciones que reciben los hombres para desempentildear sus oficios en pos del bien comuacuten inclusive para gobernar a partir del ejemplo

Acuciados por las urgencias los arbitristas buscaron posibles soluciones en una gama que va desde la abierta contradiccioacuten hasta la buacutesqueda de foacuter-mulas que permitieran acomodar los ideales vigentes a las nuevas situaciones que presentaba la vida cotidiana Por ello es posible distinguir un discurso propio del arbitrista caracterizado por un lenguaje estilo de expresioacuten ex-posicioacuten y formas de argumentacioacuten con razonamientos especiacuteficos y pala-bras claves como ldquoprovechordquo y ldquodantildeordquo ldquoReyrdquo y ldquoReynosrdquo ldquorepuacuteblicardquo y ldquovasallosrdquo ldquoempentildeordquo y ldquodesempentildeordquo ldquobien de todosrdquo y ldquoqueja de nadierdquo ldquorestauracioacuten de la repuacuteblicardquo ldquodesempentildeo del reinordquo y ldquodestruccioacuten de la repuacuteblicardquo entre otras Recurren a autores claacutesicos como Seacuteneca Taacutecito o Lipsio ndashentre otrosndash para desarrollar no soacutelo una teacutecnica de observacioacuten sino tambieacuten el uso y empleo de un meacutetodo inductivo y una matizacioacuten psicoloacutegica

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en materia poliacutetica El arbitrismo se convierte en un fenoacutemeno que puede desarrollarse en una sociedad que reflexiona sobre siacute misma

Es importante remarcar el dinamismo de la eacutepoca y actitud criacutetica que incrementoacute la capacidad de discrepancia y afaacuten de ldquoreformardquo El buen go-bierno el bien comuacuten el respeto al pasado y el orden social constituyen principios generales de modo que se trata de distinguir corrientes y modos de aplicarlos entre todos aquellos que los invocan Si bien los diagnoacutesticos que maacutes han llamado la atencioacuten han sido los de iacutendole econoacutemica muchos de los ldquoreformadoresrdquo en tiempos de Felipe III y Felipe IV consideraban en realidad que los principales problemas que afligiacutean eran fundamentalmente de caraacutecter moral y teniacutean que ver sobre todo con las costumbres

El deterioro econoacutemico y poliacutetico de la Monarquiacutea de Espantildea suscitoacute no pocas reflexiones La pobreza el hambre y la declinacioacuten que comparadas con el esplendor de tiempos pasados hicieron que muchos autores aporta-ran remedios y soluciones La Monarquiacutea a comienzos del siglo XVII tiene sentildeales evidentes de su propia crisis y los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten Para revertirla reclaman que la ejemplaridad del monarca es im-prescindible en el ejercicio de la virtud

El teacutermino arbitrio adquirioacute entre los coetaacuteneos una significacioacuten peyorativa La reaccioacuten del puacuteblico y de la literatura del momento ante la presioacuten fiscal y las ldquodesventurasrdquo poliacuteticas habiacutean confundido responsables poliacuteticos y personas que proponiacutean remedios Muchos de los memorialistas del siglo XVII no pretenden que se los denomine arbitristas ni que sus medios se los califique como arbitrios aunque paradoacutejicamente incluyan esta palabra en el tiacutetulo de sus escritos

Las respuestas de los arbitristas parten en algunos casos desde la propia experiencia de su cargo o su entorno otros en cambio no son maacutes que con-sejeros improvisados quizaacutes esta sea la advertencia de algunos tratadistas frente a los malos consejeros En este juego y empleo de meacutetodos para el aumento y conservacioacuten del reino aparece una ldquoincipienterdquo ciencia el arte de gobernar donde experiencia e historia aparecen en escena con un compo-nente claramente poliacutetico

Fernaacutendez Albaladejo (2009 p 246) propone la existencia de un nuevo arbitrismo a comienzos del siglo XVII contraponieacutendolo al arbitrio ingenuo por muy bien intencionado que fuese Para fundamentar lo antedicho reto-ma la obra de Gonzaacutelez de Cellorigo ndashquien reclama ldquoreglasrdquo que hubieren

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de seguirse para la conservacioacuten del reinondash ldquo(hellip) no fuesen otras que las que en buena poliacutetica se pudieren fundar rechazaacutendose las propuestas de quienes procediesen sin haber pasado por estudio de las leyes y sin entender la razoacuten de estado (hellip)rdquo

La mayoriacutea de los arbitristas no son marginados ni se situacutean fuera de la negociacioacuten poliacutetica En las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI proliferan escritos referentes a los temas de la restauracioacuten econoacutemica difiacutecil de separar de aque-llas obras con un creciente intereacutes por lo poliacutetico Los trabajos sobre el ldquoarte de gobernarrdquo y ldquobuen gobiernordquo coexisten con aquellos en suma pretenden la ldquoconservacioacuten y aumento de la monarquiacuteardquo a fin de alcanzar el bien comuacuten

Las intenciones de algunos arbitrios es conjugar las nuevas doctrinas de la razoacuten de estado manifestadas en Europa de fines del siglo XVI y comienzos del XVII con el pensamiento poliacutetico tradicional algunas obras proponen reme-dios para resolver los problemas no la superacioacuten del orden social imperante sino su restauracioacuten por una viacutea La del buen gobierno La cuestioacuten esencial era preservar y mantener no en alusioacuten a una decadencia inevitable hay una enfermedad pero se pensaba que teniacutea remedio para Gonzaacutelez de Cellorigo

ldquoQue razoacuten hay para entender que un gobierno tan prudente y tan sabio como nues-

tro Priacutencipe sustenta previniendo a las cosas del Estado no reparara con consejo y

con remedios la ruina y caiacuteda de los suyoshellip deben fiar de tan buenos y entendidos

meacutedicos como los que en el consejo de sus Priacutencipe asisten que con prudencia to-

maraacute los siacutentomas del diacutea criacutetico y haraacute seguro juicio en el suceso de sus consejos

para surgir en alto con esta monarquiacutea y ponerla en puesto seguro donde vuelva y

permanezca en su florido estadordquo (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991 p 54)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten

del Puerto de Vera Cruz

Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola(Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia Espantildea)

El siglo XVIII asistioacute a una profunda renovacioacuten de la marina espantildeola en todas sus vertientes1 Las reformas se acometieron en tres frentes identifi-cados con la necesidad de contar con barcos con oficiales y con tripulaciones Como preaacutembulo la reorganizacioacuten administrativa se inicioacute con la supresioacuten de las distintas armadas y la constitucioacuten de una Armada Real (1714) siguioacute con la creacioacuten de los tres departamentos mariacutetimos de Ferrol Cartagena y Caacutediz (1726) que se subdividiriacutean (a partir de 1748) en provincias mariacutetimas con un ministro de Marina a la cabeza las cuales a su vez albergariacutean una serie de subdelegaciones para unidades costeras menores y con la instaura-cioacuten del Almirantazgo (1737-1748) como veacutertice de la jurisdiccioacuten de Ma-rina bajo la cual entrariacutean los individuos de la Matriacutecula cuyos derechos y

1 Este trabajo no hubiera sido posible sin la inestimable y generosa ayuda de nuestros compantildee-ros Marta Garciacutea Garraloacuten (UNED) que nos permitioacute la consulta de un artiacuteculo suyo todaviacutea en prensa y nos brindoacute valiosas sugerencias y Bernd Hausberger (El Colegio de Meacutexico) que nos remitioacute la documentacioacuten recogida y fotocopiada por nosotros en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico

Martiacutenez Shaw C y Alfonso Mola M (2017) Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el capitaacuten del puerto de Vera Cruz En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

deberes se especificaban por maacutes que la completa implantacioacuten del sistema hubiese de aguardar hasta 1751 y se cerroacute con la redaccioacuten de unas Ordenan-zas de la Armada (1748) que sin embargo soacutelo llegaron a ser parcialmente publicadas al antildeo siguiente La construccioacuten de barcos de guerra realizada a principios de siglo por el sistema de asientos con empresarios particulares fue pasando a la administracioacuten directa del Estado a medida que empezaron a funcionar los arsenales establecidos en los tres departamentos mariacutetimos (Ferrol Cartagena y La Carraca junto a Caacutediz) a los que hay que sumar otros astilleros reales que trabajaron tanto para la marina mercante como de guerra a lo largo del siglo (Guarnizo en Cantabria Zorroza en Vizcaya Pasajes en Guipuacutezcoa) La formacioacuten de la oficialidad fue encomendada fundamental-mente a la Academia de Guardias Marinas de Caacutediz (1717) que se convirtioacute en un gran centro cientiacutefico y teacutecnico a lo largo del siglo induciendo asiacute a la creacioacuten de otros dos establecimientos semejantes en Cartagena y Ferrol ya maacutes tardiacuteamente (1776) Finalmente la Ordenanza de Matriacutecula (que siguioacute a la Ordenanza de Montes de 1748 y que en realidad componiacutea el tiacutetulo III del tratado X de las Ordenanzas de la Armada ya citadas) entroacute en vigor en 1751 declarando obligatorio el servicio en la Armada para la gente de mar (marineros y pescadores) y para la gente de maestranza (carpinteros de ribera y calafates) lo que permitiacutea contar con tripulaciones adecuadas en los mo-mentos de guerra aunque a costa de causar los loacutegicos perjuicios al sector pesquero a la marina mercante y al comercio mariacutetimo2

En Ameacuterica las disposiciones sobre la Marina fueron en general a re-molque de las metropolitanas Asiacute aunque el arsenal de La Habana empe-zase a funcionar en 1723 no fue hasta mediados de siglo cuando adquirioacute una real envergadura y no fue hasta despueacutes de la devolucioacuten de la ciudad por los ingleses en 1763 cuando inicioacute su ascenso hasta convertirse en el maacutes importante de todo el Imperio3 Del mismo modo la Matriacutecula de Mar pese a algunos intentos anteriores no se introdujo en Ameacuterica hasta la Real

2 Para una introduccioacuten reciente Martiacutenez Shaw (2014 pp 35-64) Un resumen de las reformas borboacutenicas en el aacutembito de la Marina en Martiacutenez Shaw (1998 especialmente pp 372-375) Para una completa siacutentesis sobre el Almirantazgo Ceballos-Escalera Gila (2011) Para la Matriacutecula de Mar Vaacutezquez Lijoacute (2007)

3 Una reciente visioacuten de conjunto sobre el arsenal habanero que incluye una completa bibliografiacutea actualizada en Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw (2015 pp 143-161)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Orden de 23 de agosto de 1776 y aun asiacute no tenemos constancia de un desarrollo inmediato en todas las regiones mariacutetimas del continente En lo que respecta a Nueva Espantildea por incidir en el territorio que nos ocupa el virrey Antonio Mariacutea de Bucareli establecioacute la Matriacutecula con el concurso de Antonio de Ulloa tanto en el Paciacutefico (con cabecera en San Blas) como en el Atlaacutentico (con centro en Veracruz) pero no hay noticias de ninguacuten estado de marineriacutea y maestranza anterior al de 6 de octubre de 1780 para los cuatro distritos atlaacutenticos de Tampico (incluyendo a Paacutenuco y Tamiagua) Tuxpan (incluyendo a Papantla y Nautla) Tabasco (con el presidio del Carmen) y Veracruz (incluyendo tambieacuten los puertos de Alvarado y Tlacotalpan) Al mismo tiempo a efectos de la aplicacioacuten de la Matriacutecula la provincia de Veracruz contoacute con las tres subdelegaciones sentildealadas de Tampico Tuxpan y Tabasco Quedaba implantada de este modo la matriacutecula y designadas las provincias (con su ministro de Marina al frente) y las subdelegaciones (con sus correspondientes subdelegados de Marina a la cabeza) (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2005 pp 271-284)

Por otra parte al igual que antes ocurriera en el espacio metropolitano se procedioacute a dividir el espacio mariacutetimo americano en una serie de departamen-tos que finalmente fueron los siguientes Veracruz La Habana Puerto Rico Cartagena de Indias y Cumanaacute en el Caribe Buenos Aires en el Atlaacutentico Sur San Blas y El Callao en el Paciacutefico y Manila en las Filipinas Finalmente la uacuteltima gran reforma fue el reforzamiento de la defensa costera mediante la creacioacuten de una red de ocho apostaderos que en buena parte reprodujo la divisioacuten de los departamentos Veracruz La Habana Montevideo El Callao Cartagena de Indias Puerto Cabello San Blas y Manila en las Islas Filipinas (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2000 pp 279-303)

Una rama de la historia mariacutetima se ha ocupado particularmente de las ciudades portuarias (port cities)4 En efecto las ciudades mariacutetimas hubieron de organizar de manera original sus infraestructuras materiales administrati-vas sanitarias fiscales y defensivas Por una parte hubieron de ocuparse del cuidado de sus propios puertos construccioacuten de muelles de atraque preven-cioacuten de la peacuterdida de calado mantenimiento de las instalaciones servicio de

4 La historiografiacutea sobre las ciudades portuarias ha generado una copiosa bibliografiacutea que no es posible citar aquiacute por extenso Una reflexioacuten sobre las relaciones entre la ciudad mariacutetima y su puerto en Rietbergen (1988 pp 615-624)

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

lemanaje conservacioacuten de los faros Por otra parte hubieron de dotarse de unos servicios administrativos (capitaniacuteas de puerto) sanitarios (juntas de sanidad lazaretos) fiscales (servicio de resguardo aduanas) y defensivos (castillos ba-luartes torres de vigiacutea) Por uacuteltimo los puertos se singularizaron tambieacuten por la aparicioacuten en su entorno ndashmaacutes allaacute de los muelles las oficinas y las fortificacio-nesndash de un barrio mariacutetimo que incluyoacute habitualmente los alfoliacutees de la sal los almacenes para los geacuteneros descargados o por embarcar los despachos de los consignatarios de buques las tiendas especializadas en suministros navales las capillas o ermitas marineras (llenas con frecuencia de exvotos) y los espacios de acogida de los hombres de mar las posadas las tabernas y los burdeles5

El mundo de los puertos fue objeto desde el principio de una accioacuten especiacute-fica de los legisladores pero soacutelo recientemente ha recibido la misma atencioacuten por parte de los historiadores Y aquiacute entra la oportunidad de profundizar en el conocimiento de unos agentes de singular relevancia como fueron los ca-pitanes de puerto Las funciones adjudicadas a estos oficiales existieron desde tiempo inmemorial en todas las ciudades mariacutetimas aunque la aparicioacuten de la figura del capitaacuten del puerto tuviera fecha concreta y diferente para cada una de las plazas Tomando algunos ejemplos europeos este oficial existioacute al menos desde el comienzo de los tiempos modernos en ciudades como Ragusa (Dubrovnik) donde disponiacutea de toda una serie de competencias para el fun-cionamiento correcto del recinto portuario es decir para el mantenimiento de las infraestructuras (muelles daacutersenas gruacuteas) autorizacioacuten de las operaciones de lastrado de los barcos licencia para el desguace de las naves etceacutetera En otros lugares la vigilancia de la vida ordinaria del puerto se ejercioacute de modo colegiado como ocurrioacute en Geacutenova tras la creacioacuten a fines del siglo XVII de un cuerpo de padres del comuacuten (padri del comune) conservadores del puerto y del muelle (Krekic 1972 Podestagrave 1969 Doria y Massa Piergiovanni 1988)

Otro ejemplo bien conocido es el de la ciudad de Danzig (Gdansk) uno de los centros de intercambios mariacutetimos maacutes importantes de la Hansa del Baacuteltico y del norte de Europa en general Aquiacute el capitaacuten del puerto (bajo su-pervisioacuten municipal) dirigiacutea a los barcos a sus puntos de atraque y descarga decidiacutea las operaciones de remocioacuten de los pecios y vigilaba el cumplimiento de todas las ordenanzas portuarias con la ayuda de otros oficiales menores

5 Una visioacuten de conjunto de esta problemaacutetica en Martiacutenez Shaw (1997 pp 257-278)

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los encargados de las maniobras de atraque los encargados de la gruacutea los encargados de los postes que cerraban el Motlava los pesadores del plomo y de la cera y los capitanes del grano y del arenque ameacuten de los responsables de los servicios aduaneros y sanitarios (Cieslak y Biernat 1988)

Finalmente otros dos servicios fundamentales para el buen funciona-miento de la actividad portuaria era el de las linternas o faros y el del lema-naje es decir el ofrecido por el cuerpo de praacutecticos ambos como veremos incluidos entre las atribuciones del capitaacuten del puerto Por poner un ejemplo bien estudiado el puerto de Dunkerque ofreciacutea numerosos obstaacuteculos para acceder a los muelles la necesidad de contar con marea alta la concurrencia entre las naves que esperaban su turno la rotura intencionada de las anclas para acelerar la maniobra las insuficiencias del sistema de boyas las defi-cientes prestaciones del faro etceacutetera Toda una serie de motivos en suma para poner a punto un cuerpo de pilotes lamaneurs como finalmente se hizo aunque sin que por ello dejaran de oiacuterse las quejas contra unos praacutecticos que en lugar de embarcarse en las naves para conducirlas a puerto se limitaban en muchos casos a situarse sobre las escolleras para desde alliacute dirigir la ma-niobra de entrada (Pfister-Langanay 1985)

En Espantildea los estudios de la figura del capitaacuten del puerto estaacuten praacutectica-mente por hacerse Los trabajos generales dedicados a los principales puertos apenas si mencionan siquiera a este funcionario Aunque tenemos noticias de la existencia del capitaacuten del puerto al menos desde la deacutecada de los treinta del siglo XVIII soacutelo en el caso de Maacutelaga hemos hallado una informacioacuten sustantiva que nos sentildeala la existencia de una Real Ceacutedula de 14 de enero de 1740 en la que se basaba una reglamentacioacuten publicada en la ciudad malaci-tana el 2 de febrero de 1746 cuyo encabezamiento se transcribe y cuyos artiacute-culos se comentan adecuadamente del mismo modo que se pone en relacioacuten las atribuciones del funcionario con las del ministro de Marina de la provincia y las de la Junta de Reales Obras generalmente llamada en otros lugares Jun-ta de Obras del Puerto (Cabrera Pablos 1994 pp 259-265)

Hasta el siglo XVIII hay que convenir en el descuido mostrado por las autoridades a la hora de construir infraestructuras portuarias o de estable-cer instituciones de gobierno para los puertos a pesar de la extraordinaria relevancia de muchos de ellos tanto dentro del sistema comercial espantildeol como en el contexto de los constantes enfrentamientos beacutelicos que jalonaron

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la centuria Asiacute se puede estar perfectamente de acuerdo con la apreciacioacuten de Dolores Romero y Amaya Saacuteenz (1996)

En cuanto a la administracioacuten de las obras portuarias y sin aacutenimo de profundizar

en el tema hay que sentildealar que hasta el siglo XVIII no existioacute un ordenamiento

centralizado en lo relativo a su construccioacuten y mantenimiento que se guiaban

maacutes bien por disposiciones particulares (hellip) (p189)

En la Ameacuterica espantildeola la situacioacuten superaba las deficiencias de la gene-ralidad Asiacute podemos tambieacuten aceptar por mor de la brevedad las palabras de Fernando Monge y Margarita del Olmo (1996)

La trascendencia del relativo abandono de la costa atlaacutentica y la eleccioacuten de luga-

res absolutamente inadecuados para el desarrollo de ciudades fueron incalculables y

crearon una red de puertos principales casi fantasmas soacutelo animados con la llegada

de las flotas y el establecimiento de los mercados como es el caso de Veracruz en la

Nueva Espantildea sin maacutes infraestructura que la de fortificacioacuten y defensa (hellip) (p223)

Sobre el puerto de Veracruz soacutelo nos detendremos en el completo anaacutelisis realizado por uno de sus maacuteximos estudiosos El complejo portuario estaba for-mado por el asentamiento continental de la villa de Veracruz propiamente dicha y por el islote frontero de San Juan de Uluacutea el auteacutentico desembarcadero con su bien conocido muro de las argollas (donde los barcos se amarraban de proa y se anclaban desde la popa) defendido por un castillo y separado de la costa por un estrecho canal El puerto era insalubre con una poblacioacuten que nunca fue numerosa (unos cuatro mil habitantes en 1791) con deficiencias de espacio para el almacenaje de las mercanciacuteas y el inconveniente del obligado traslado de las mercanciacuteas desde la puerta de mar en tierra firme hasta los barcos ancla-dos en San Juan de Uluacutea Una modernizacioacuten significativa soacutelo parece operarse a fin de siglo con el avance del empedrado y del alumbrado puacuteblico y con la reparacioacuten de los baluartes y la construccioacuten de un faro ameacuten del progreso de los servicios dispensados a los mercaderes y visitantes (Garciacutea de Leoacuten 2011)6

6 Para los puertos del aacuterea Von Grafenstein (2006) En general para los puertos americanos es fundamental la espleacutendida obra de la Comisioacuten de Estudios Histoacutericos de Obras Puacuteblicas y Urbanismo (1985) y especialmente para nuestro caso los trabajos de Gonzaacutelez Tascoacuten (1985 pp 117-141) y Peacuterez Herrero y Vives Azancot (1985 pp 161-180)

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Figura 1 Batista Antonelli

Perspectiva de reparo y fuerte y poblacioacuten de San Juan de Uluacutea 1590

Fuente Archivo General de Indias Meacutexico y Florida 36

Figura 2 Puerto de la Veracruz Adriaacuten Boot Puerto de la Veracruz nueva con la Fuerza de San

Juan de Uluacutea en el reino de la Nueva Espantildea en el Mar del Norte [ca 1615]

Fuente Archivo General de Indias Mapas y Planos Mapas Impresos 33

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Figura 3 Louis Andreacute de la Mamie de Clairac Vue du fort San Juan de Uluacutea de la ville de Veracruz drsquoapregraves le modegravele en relief executeacute par MrClairac ingeacutenieur militaire de fortifications 1749

Recuperado de httplcweb2locgovmasterpnppga0240002492utif en httpscommonswiki-mediaorgwikiFileSan_juan_de_uluajpg

Como hemos dicho poco es lo que sabemos de la institucioacuten de las capi-taniacuteas de puerto incluso en el aacutembito metropolitano Tenemos alguna noticia de la existencia de capitanes de puerto en algunas plazas de las costas penin-sulares pero no parece haberse promulgado ninguna normativa general hasta la Real Orden de 20 de marzo de 1787 en que se asigna el empleo (y se sentildea-la la graduacioacuten militar de sus titulares) a un total de 26 puertos peninsulares (maacutes a los dos africanos bajo soberaniacutea espantildeola de Ceuta y de Santa Cruz de Tenerife) cifra que se veraacute aumentada con otros cinco entre 1805 y 18067

En la Ameacuterica espantildeola la creacioacuten de las capitaniacuteas de puerto aparece regulada definitivamente por una Real Orden de 15 de mayo de 1792 Marta Garciacutea Garraloacuten ha podido rastrear diversas noticias sobre el funcionamiento anterior de este empleo que daraacute a conocer en un trabajo ya concluido y ac-tualmente en prensa Las disposiciones maacutes tempranas sobre los capitanes de puerto afectan a las plazas de La Habana (1734) y Veracruz (1750) Ambas

7 Garciacutea Garraloacuten ha podido reconstruir a partir de esta fecha la noacutemina de los capitanes de puer-to tanto en el espacio metropolitano como en el ultramarino especialmente gracias a la documentacioacuten consultada en el Archivo General de la Marina ldquoAlvaro de Bazaacutenrdquo

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plazas se beneficiaron poco despueacutes de la publicacioacuten de unas Instrucciones para los capitanes de puerto de Veracruz y La Habana aparecidas el 17 de marzo de 1756 diez antildeos despueacutes de la edicioacuten del reglamento malaguentildeo en territorio metropolitano En el caso de la plaza veracruzana el virrey mar-queacutes de las Amarillas publicoacute ademaacutes el 15 de junio de 1757 un Reglamento y Arancel para el gobierno y manejo por ahora de los empleos de capitaacuten de puerto de la Veracruz y de la Maestranza de eacutel que en virtud de Reales Oacuterdenes se hallan unidos en la persona del teniente de infanteriacutea de Marina don Bernardo Amate y para el de los que le puedan suceder en dichos em-pleos que certifica algo que ya sabiacuteamos la agregacioacuten al empleo de capitaacuten del puerto del de capitaacuten de la maestranza8 Y soacutelo cinco antildeos maacutes tarde en 1762 se editan las Ordenanzas para los empleos de Capitaacuten del Puerto y de Maestranza del de Veracruz que es el objeto de nuestro presente trabajo9

Como introduccioacuten al documento hay que sentildealar que las Ordenanzas seguacuten se especifica en la portada fueron publicadas por mandato del virrey de Nueva Espantildea el marqueacutes de Cruillas e impresas en Meacutexico en la Im-prenta del Superior Gobierno propiedad de los Herederos de Dontildea Mariacutea de Rivera en la calle de San Bernardo con fecha de 22 de julio de 1762 En el preaacutembulo se otorga a la normativa promulgada una categoriacutea fundacional al observarse expliacutecitamente lo siguiente ldquoConviniendo al servicio de Su Majestad el establecimiento del mejor reacutegimen cuidado y conservacioacuten del puerto de Veracruz en que hasta ahora no ha habido meacutetodo ni ordenanza formal (hellip)rdquo10 A pesar de ello el artiacuteculo primero reconoce tambieacuten la prece-dencia de la creacioacuten del empleo

8 Tanto las Instrucciones de 1756 como el Reglamento de 1757 se hallan en el Archivo General de Simancas Secretariacutea de Marina Capitanes de Puerto legajo 75 seguacuten la informacioacuten facilitada por Marta Garciacutea Garraloacuten En el mismo legajo se encuentra tambieacuten una Adicioacuten de 28 de noviembre de 1759 referente a la actuacioacuten de los praacutecticos y los maestros mayores de maestranza asiacute como a la vivienda del capitaacuten del puerto Y Bernardo de Amat nos ofrece en un memorial privado (fechado el 14 de abril de 1768) la noticia de su nombramiento como capitaacuten del puerto de Veracruz en 1747 (antes de la primera referencia de caraacutecter general de 1750) y como capitaacuten de la maestranza en 1757 coin-cidiendo con el Reglamento del marqueacutes de las Amarillas (AGS SM Capitanes de Puerto legajo 72)

9 Las Ordenanzas impresas las hemos consultado en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico (AGN) Seccioacuten de Marina 55 folios 107-113

10 Cursivas antildeadidas por los autores

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El capitaacuten del puerto de Veracruz (cuyo empleo ha creado Su Majestad con el

uacutenico importante fin de la conservacioacuten de eacutel y de la precisa intervencioacuten en las

obras y faenas de Marina que ocurran en los bajeles de guerra y marchantes que

a eacutel llegaren) (hellip)

Y a continuacioacuten se desgranan los 38 artiacuteculos que resultan ser una con-crecioacuten a las particulares condiciones del puerto novohispano en la segunda mitad del siglo XVIII de todas las tareas que se habiacutean venido asignando en Europa al capitaacuten de puerto desde los tiempos bajomedievales y durante toda la Edad Moderna pero cuyo anaacutelisis pormenorizado resulta del maacuteximo intereacutes para la historia mariacutetima en general y para la de la Ameacuterica hispana en particular11

El artiacuteculo nordm 1 sentildeala la subordinacioacuten del Capitaacuten del Puerto al Gober-nador de la plaza de Veracruz La razoacuten se explicita inmediatamente ldquores-pecto a no haber en ella particular jurisdiccioacuten de Marinardquo (cosa que ya no ocurriacutea en el territorio metropolitano) pese a lo cual el gobernador habriacutea de considerarlo ldquocomo oficial de ellardquo ademaacutes de preocuparse de que se le tra-tase con la distincioacuten correspondiente y de facilitarle los recursos para llevar adelante su labor Por su parte el funcionario debiacutea acudir todos los diacuteas a tomar la orden del gobernador y a darle el parte de las novedades

Los tres primeros artiacuteculos de las ordenanzas ya refirieacutendose a las fun-ciones concretas del Capitaacuten del Puerto tratan de la primera preocupacioacuten de todos los gestores de las instalaciones portuarias el calado Asiacute el artiacuteculo nordm 2 disponiacutea lo siguiente

Aunque se supone que siendo la principal atencioacuten del capitaacuten del puerto la con-

servacioacuten de su fondo tanto en el canal como al abrigo del castillo de San Juan

de Uluacutea y todo lo que alcanza el amarradero de los naviacuteos debe estar este oficial

bien impuesto en su viaje bajos y restingas pero como el uacutenico y principal pun-

to no es bien quede como hasta aquiacute en opiniones de que nada se sigue ni sabe

de cierto deberaacute el mismo Capitaacuten hacer una sonda general todos los meses con

11 Aquiacute resulta oportuno sentildealar que ese caraacutecter fundacional se anticipa en el Reglamento de 1757 que aparece como provisional desde el propio tiacutetulo ldquoel gobierno y manejo por ahorardquo [cursivas antildeadidas por los autores] En cualquier caso las Ordenanzas se inspiran directamente en las disposicio-nes dadas en la deacutecada precedente

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asistencia de los praacutecticos y pilotos de los naviacuteos de guerra cuando en eacutel hubiere

alguno (hellip)

En suma se exige al Capitaacuten experiencia en el caacutelculo del calado del puerto y se le pone como obligacioacuten un sondeo mensual de su fondo (ya que hasta entonces las estimaciones se habiacutean hecho sin meacutetodo por lo que care-ciacutean de toda exactitud) con la ayuda de los praacutecticos (que hacen su aparicioacuten por primera vez) y con la eventual colaboracioacuten de los pilotos de los barcos de guerra presentes en el puerto

El artiacuteculo nordm 3 concreta la operacioacuten La sonda (que exigiacutea para su eje-cucioacuten ldquodiacuteas apaciblesrdquo) se hariacutea con el concurso de la faluacutea y la lancha del rey fondeadas en el castillo de San Juan de Uluacutea Ahora bien este servicio no debiacutea generar ninguacuten gasto de personal (el propio Capitaacuten del Puerto los praacutecticos y los responsables de las dos embarcaciones) pues todos gozaban ya de un ldquosueldo del reyrdquo que incluiacutea estas funciones

El artiacuteculo nordm 4 cierra las precisiones de la operacioacuten de sondeo Los pontones han de aplicarse ldquoa los parajes convenientes para igualar o aumentar el fondordquo Tres condiciones se subrayan para esta tarea la necesidad de no pagar jornales u ocasionar gastos ldquoindebidosrdquo la conveniencia u obligacioacuten de escuchar el dictamen del contramaestre (una figura que aparece tambieacuten por primera y uacutenica vez) y la utilizacioacuten en la labor de personas robustas y experimentadas

El artiacuteculo 5ordm se ocupa de otra de las graves cuestiones que atribulaban a las autoridades el lanzamiento a las aguas del puerto de basuras y otros objetos En el caso de Veracruz el Capitaacuten del Puerto

celaraacute como punto esencial de su obligacioacuten que las embarcaciones fondeadas

en este puerto no arrojen sus basuras ni la cosa maacutes miacutenima al agua sino que

recogidas en tinas las conduzcan en sus lanchas a tierra al paraje sentildealado a este

fin que por ahora es la que llaman la Isleta de la parte del Fuerte del Castillo

Como coletilla se le advierte que la ldquomenor omisioacuten o condescendenciardquo podriacutea acarrearle una severa imputacioacuten

El artiacuteculo 6ordm insiste en este punto La prohibicioacuten se dariacutea a conocer a todos los barcos mediante la fijacioacuten de ldquoun papel en su palo mayor firmado por el gobernador de la plazardquo La primera infraccioacuten se sancionariacutea con una

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multa de veinte pesos y la contumacia de un modo maacutes severo directamente por el propio virrey ldquosi se procediere con malicia se les arrestaraacute procesaraacute y se me daraacute parte para tratarlos con el rigor que conviene al escarmientordquo

Los siguientes cuatro apartados engloban las medidas que debiacutean adoptarse en relacioacuten con el lastrado de los barcos Asiacute el artiacuteculo 7ordm sentildeala taxativamente

El mismo cuidado debe poner el Capitaacuten del Puerto en las ocasiones en que las

embarcaciones carguen o descarguen lastre haciendo que los barcos destinados

a este fin se atraquen bien a sus costados [los de los barcos que han de tomar o

dejar lastre] que procedan a estas faenas con las regulares precauciones de poner

velas o encerados que eviten la caiacuteda de las piedras al agua

Las sanciones seriacutean las mismas que en el apartado anteriorEl artiacuteculo 8ordm define ldquoel rengloacuten de lastrerdquo como uno de los maacutes relevan-

tes por las demoras que causa su falta en los buques de guerra y de comercio ldquopara emprender sus tornaviajes en un puerto tan criacutetico como eacutesterdquo En con-secuencia hay que garantizar su suministro y disponer siempre de

cuatro o cinco mil quintales en verano en la daacutersena del castillo de San Juan

de Uluacutea (hellip) y en invierno mayor porcioacuten por las dificultades que ocasionan

los [vientos] nortes en conducirlo pero siempre que se espere flota azogues o

naviacuteos sean de guerra o de comercio deberaacute acumularse en dicho paraje porcioacuten

proporcionada de este geacutenero

Seguidamente se apremia al Capitaacuten del Puerto a cuidar de que el lastre se apile y se acomode de tal forma que la piedra no pueda en ninguacuten caso rodar hasta el canal

El artiacuteculo 9ordm se ocupa del caso en que un barco decida descargar parte del lastre previamente embarcado ordenando que la operacioacuten la haga el duentildeo del naviacuteo en el lugar concreto que le sea asignado Del lastre desem-barcado soacutelo se le devolveraacute la mitad de su precio por el uso ya realizado pese a su desistimiento posterior

El artiacuteculo 10ordf cierra este bloque con un caso particular la prohibicioacuten absoluta de arrancar piedras del Bajo de la Gallega pues es el principal abrigo del puerto En este caso la sancioacuten es contundente los barcos que participen en una accioacuten de este tipo seraacuten detenidos y confiscados por el gobernador

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y los implicados (patrones o cualesquiera otros individuos) seraacuten castigados con multas y otras penas

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan del atraque de los barcos En este caso el artiacuteculo 11ordm sentildeala la obligacioacuten que tiene el Capitaacuten del Puerto de inspeccionar el amarre de los naviacuteos y de disponer ldquoel modo en que hayan de tener sus anclas y dar en tierra sus amarrasrdquo En caso de avistarse escuadras naviacuteos de guerra o buques mercantes habraacute que dejar espacio para las em-barcaciones que se esperan y (atendiendo a las especiales circunstancias del atraque en San Juan de Uluacutea) se actuaraacute ldquodejando zafas las primeras argollas para que las ocupen los naviacuteos de guerra u otros de crecido buquerdquo es decir privilegiando a los barcos de la Armada y de la Carrera de Indias

El artiacuteculo 12ordm por su parte exige que las embarcaciones usen para su amarre de los cables y calabrotes apropiados para garantizar la maacutexima segu-ridad durante el tiempo de la estadiacutea En caso de no tener el material adecua-do el Capitaacuten del Puerto habraacute de desviar los barcos a otros parajes para que en caso de que las amarras se suelten no causen dantildeo a las naves atracadas a su lado ademaacutes de suministrarles cables y calabrotes de repuesto pagando el duentildeo del naviacuteo el doble de su precio como sancioacuten por su negligencia Ademaacutes el oficial (que aquiacute es nombrado por primera vez despueacutes del tiacutetulo general de las Ordenanzas Capitaacuten de Maestranza y del Puerto) se ocuparaacute de que ldquotodos recorran sus cables y zafen cuanto sea dable unos de otros y los aforren en los parajes oportunosrdquo Estas reparaciones seriacutean obligadas para los capitanes maestres o patrones de las embarcaciones que habriacutean de ejecutarlas con arreglo a las instrucciones del Capitaacuten del Puerto o de los praacutecticos comisionados por el mismo

El artiacuteculo 13ordm constituye un pareacutentesis en la enumeracioacuten de las funcio-nes y se dedica a especificar el reparto de los emolumentos derivados de las sanciones pecuniarias por las faltas ya descritas en los apartados anteriores El Capitaacuten del Puerto recibiriacutea la cuarte parte mientras otra cuarta parte iriacutea a parar a los praacutecticos (que se la repartiriacutean entre siacute) y la mitad restante se depositariacutea en las Cajas ldquopara aplicar su producto a la limpieza y otras obras propias del mismo puertordquo

El artiacuteculo 14ordm trata de las medidas a tomar en caso de accidente Asiacute los barcos pueden peligrar a su entrada a su salida y durante su estadiacutea en el puerto por el mal tiempo por un incendio o por alguna otra causa El Capitaacuten

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del Puerto tendriacutea que recurrir en tales ocasiones al concurso de los barcos y la gente de mar del lugar y a la asistencia de los praacutecticos Ademaacutes si el acciden-te ocurriacutea estando anclados los barcos tambieacuten deberiacutea solicitar la ayuda del propio gobernador de la plaza y del teniente de Rey en el castillo de San Juan de Uluacutea Tambieacuten se precisa que al residir los praacutecticos en el castillo (como artilleros que son del mismo) y siendo el lugar maacutes apropiado para auxiliar a los barcos que vienen al puerto con viento norte y porque en tales casos ldquoel Capitaacuten del Puerto que vive en Veracruz no puede dar sus oportunas provi-denciasrdquo el responsable del socorro seriacutea el comandante de San Juan de Uluacutea

El artiacuteculo 15ordm se ocupa de los praacutecticos otra corporacioacuten portuaria mal conocida en nuestra historiografiacutea En el caso de Veracruz se nombrariacutean dos praacutecticos (con sueldo a cargo del rey que se aumentariacutea con doce pesos sobre el de los que ya actuaban como artilleros en San Juan de Uluacutea) maacutes otros dos agregados expertos en las ldquocostas canal sondas y bajos del puertordquo que ascenderiacutean en el escalafoacuten en cuanto se produjera una vacante

Los dos artiacuteculos siguientes abordan las funciones maacutes caracteriacutesticas de los praacutecticos las del lemanaje es decir las de dirigir la entrada de los barcos en el recinto propiamente portuario En principio seguacuten el artiacuteculo 16ordm es el propio Capitaacuten del Puerto el que realiza la principal tarea de lemanaje la de ldquopilotear los naviacuteos de guerra a su entrada y salida de eacutel salieacutendoles al encuen-tro fuera de eacutel o pasando a su bordo antes de levarse [levar anclas] hasta que esteacuten asegurados dentro o en franquiacuteardquo Ahora bien en caso de serle imposible habriacutea de enviar bien al mejor de los praacutecticos o bien si el caso lo exigiese a los dos praacutecticos en propiedad y a los interinos e incluso en caso de extrema necesidad a pescadores expertos El artiacuteculo 17ordm a su vez se refiere a todos los demaacutes casos que quedariacutean directamente en manos de los praacutecticos

Tambieacuten tendraacute [el Capitaacuten del Puerto] muy particular cuidado en destinar praacutec-

ticos a las embarcaciones de comercio que los dirijan a su entrada y salida y las

embarcaciones pequentildeas que los tomaren pagaraacuten seis pesos y los registros y

embarcaciones de fuera de cabos doce

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan de otra de las preocupaciones habitua-les de los gestores portuarios el abalizamiento Seguacuten el nordm 18 el Capitaacuten habraacute de cuidarse de que ldquocon anticipacioacuten se pongan balizas en los bajos del canal y

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viriles [veriles es decir las orillas o liacutemites] de eacutel siempre que se avisten naviacuteos o hayan de salirrdquo Es decir el abalizamiento no era fijo sino que soacutelo se disponiacutea a la arribada o a la salida de los buques Esta carencia parece subsanarse con el artiacuteculo nordm 19 donde se ordena poner ademaacutes de las balizas temporales de los bajos ldquootras permanentes y distintas que sentildealen el paraje donde los naviacuteos que vienen obligados con nortes deben dejar caer sus noroestes que le [les] sea faacutecil coger las argollas sin confusioacutenrdquo Esta medida parece necesitada de justificacioacuten

No [hay] suficiente motivo para dejar de cumplir tan sabia y uacutetil resolucioacuten el no

haberlo practicado los antiguos pues en parajes de maacutes continuos fuertes tempo-

rales gruesiacutesimas mares y excesivas corrientes se mantienen como en las entra-

das de los puertos de Holanda e Inglaterra sin las que pereceriacutean muchos naviacuteos

Ahora es al gobernador de Veracruz a quien corresponde ejecutar las obras pertinentes fabricar

unas boyas de madera de crecida magnitud y que luego que entre septiembre se

ponga una en el paraje dicho pintada de blanco y su orinque [el cabo que une la

boya al ancla] de cadena que tendraacute a un ancla de los [las] que hay en el castillo

de San Juan de Uluacutea y otras dos de igual magnitud negras a lo largo del canal

de suerte que sentildealen sus viriles [veriles] por ahora una a cada banda para lo

que hay dos anclas y un anclote bajo la muralla del sudeste de dicho castillo que

pueden servir a dicho fin sacaacutendolas y ponieacutendoles sus cepos

El artiacuteculo 20ordm aparece aquiacute aislado aunque estaacute unido temaacuteticamente a la cuestioacuten de los atraques concretamente a la necesidad de tener una remesa de cables y calabrotes en los almacenes de repuestos de Veracruz

El artiacuteculo 21ordm prescribe una serie de precauciones ante otra amenaza habitual el fuego Despueacutes de poner bajo la responsabilidad del Capitaacuten del Puerto las ldquoquimeras y disensionesrdquo que puedan surgir entre las diferentes embarcaciones le urge a precaver con todo cuidado ldquolos accidentes del fue-go tan temible en el estrecho puerto de Veracruz y maacutes con el descuido habitual de los naviacuteos marchantesrdquo Para ello debe vigilar los embarques y desembarques de poacutelvora impedir el uso del fuego en el calafateo de los barcos (el betuacuten se puede pegar ldquosin esta circunstanciardquo) y comprobar que esteacuten apagados los fogones y que no haya fuego dentro de los barcos ni en

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sus inmediaciones a la puesta del sol Por uacuteltimo debe ordenar que las luces se apaguen a las ocho

Figura 4 Proyecto de amarras de buques en el Castillo de San Juan de Uluacutea de Veracruz 1776

Archivo General de Simancas Mapas y Planos y Dibujos XVIII-137

El artiacuteculo 22ordm es otra disposicioacuten aislada Ni el Capitaacuten del Puerto ni las praacutecticas cobraraacuten ninguacuten emolumento extraordinario cuando ayuden a la entrada o salida de los naviacuteos del rey mientras que los buques mercantes deberaacuten pagar doce pesos tanto a la entrada como a la salida o maacutes si la tarea de los funcionarios se demora maacutes de una jornada Finalmente si los naviacuteos de guerra toman por cuenta propia un praacutectico que no esteacute a sueldo del rey se habilitaraacute su pago seguacuten la certificacioacuten presentada

El artiacuteculo 23ordm especifica que al avistamiento de un buque de guerra o de comercio el Capitaacuten del Puerto habriacutea de ordenar la salida del praacutectico sin necesidad de peticioacuten del buque en cuestioacuten a traveacutes de un cantildeonazo o ldquosentildeal de morroacutenrdquo [bandera enrollada para este fin] aunque tengan pilotos cualificados a bordo Prevista la gratificacioacuten de doce pesos para el praacutectico la situacioacuten podriacutea devenir conflictiva como sentildeala curaacutendose en salud la propia disposicioacuten ldquoNo es justo aventurar los caudales del comercio comuacuten

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por una economiacutea particular o demasiada satisfaccioacuten de un piloto a [al] que no puede perjudicar siacute servir de mucho la inteligencia y noticia de los del puertordquo

El artiacuteculo 24ordm adelanta una cuestioacuten ya resuelta en la Espantildea metropolita-na mediante el recurso a la Matriacutecula de Mar como es el control de la gente de mar ldquoHa de tener tambieacuten razoacuten y lista formal de toda la gente de profesioacuten marinera residente en Veracruz procurando conocer a todos individualmente y saber en cuanto sea dable su paraderordquo12 En el mismo artiacuteculo se incluye como obligacioacuten del Capitaacuten del Puerto la deteccioacuten de otra poblacioacuten objeto de una preocupacioacuten constante por parte de las autoridades la de los desertores tanto de los naviacuteos de la Armada como de los propios barcos mercantes a los cuales se debe perseguir y detener para obligarles a embarcarse de nuevo en los barcos en que llegaron o en ldquootros que regresen a Espantildeardquo

Los artiacuteculos siguientes se ocupan de las obligaciones del Capitaacuten del Puerto por su anexa condicioacuten de Capitaacuten de Maestranza Asiacute lo especifica con toda claridad el artiacuteculo nordm 25 que le prescribe al igual que antes ocurriacutea con la gente de mar el control de la gente de maestranza en teacuterminos auacuten maacutes estrictos y con atribuciones auacuten maacutes amplias Aquiacute resulta ilustrativa la reproduccioacuten completa de la disposicioacuten

Debiendo estar unido a su encargo el de Capitaacuten de Maestranza para todos los

reconocimientos exaacutemenes carenas y recorridas etceacutetera de los naviacuteos de co-

mercio y aun de los de guerra en las [los] que pueda ofreceacuterseles y sea necesario

su asistencia tendraacute una lista exacta y formal de la maestranza de carpinteros de

ribera y calafates habitantes y profesores en Veracruz para valerse de ellos en los

casos necesarios al servicio del Rey con facultad de prohibirles la continuacioacuten

de su oficio si se niegan a acudir a eacutel o cuando en ellos no reconozca la habilidad

competente para desempentildearle13

El artiacuteculo 26ordm dispone los detalles de la intervencioacuten de diversos agentes en las reparaciones de los buques fondeados en el puerto El Ca-pitaacuten del Puerto (y en su defecto los maestros mayores de la maestranza) seriacutea el responsable de supervisar todas las obras emprendidas de certificar

12 Cursivas antildeadidas por los autores

13 Cursivas antildeadidas por los autores

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la perfeccioacuten de las mismas de designar a la gente de maestranza encar-gada de su ejecucioacuten y de estar presente durante el tiempo de la recorrida [aquiacute reparacioacuten en general] En los buques de la Armada actuariacutean como maestros mayores los propios calafates y carpinteros de los naviacuteos y en los barcos de las flotas y los galeones de azogues escoltados por la Ar-mada aquellos que fuesen nombrados por el comandante de la formacioacuten Por el contrario en los demaacutes barcos mercantes ni los capitanes ni los maestres podraacuten

emprender obra mayor ni recorrida formal [aquiacute obra mayor debe entenderse

como carenado y recorrida formal en su sentido propio de reparacioacuten de menor

entidad que la carena] sin la intervencioacuten del Capitaacuten del Puerto (en su condicioacuten

de Capitaacuten de Maestranza) y de los maestros mayores

El artiacuteculo 27ordm se refiere a la comprobacioacuten de la aptitud de los barcos mercantes para salir a navegar y a expedir la correspondiente autorizacioacuten En este caso era responsabilidad del gobernador de Veracruz dar la orden al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores para proceder al reconoci-miento del buque y de la arboladura en presencia de los primeros carpinteros y calafates de la embarcacioacuten a fin de concluir sobre su disponibilidad para recibir la carga o en su caso sobre la necesidad de efectuar alguna reparacioacuten previa a su travesiacutea Finalmente se sentildeala la remuneracioacuten de los implicados seguacuten el arancel que ya reproduciremos al final

El artiacuteculo 28ordm sentildeala otras obligaciones del Capitaacuten de Maestranza el arqueo de los barcos mercantes (cuando asiacute lo dictaminen los oficiales reales) con certificacioacuten de sus tonelajes el avaluacuteo de los buques (junto a los maes-tros mayores) en caso de venta con certificacioacuten de la escritura correspon-diente y el examen de las naves que hayan de echarse al traveacutes [varar para su desguace] con certificacioacuten del propio Capitaacuten de Maestranza y los citados maestros mayores de la operacioacuten y de sus motivos Aquiacute se especifican los emolumentos cien reales por el arqueo y cien reales para el Capitaacuten de Maes-tranza y cincuenta para los maestros (a repartir entre siacute) por el avaluacuteo y por el examen del barco dado al traveacutes

El artiacuteculo 29ordm asigna al Capitaacuten del Puerto el cubrir las bajas de los maes-tros mayores proponiendo el nombre del candidato al Ministro de Marina

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

(ldquocuando lo hubiererdquo lo que no era el caso) y en su defecto al oficial real maacutes antiguo de acuerdo con la Ordenanza de Arsenales

El artiacuteculo 30ordm encomienda al Capitaacuten de Maestranza la regulacioacuten de los jornales de sus integrantes y la vigilancia del cumplimiento de las condi-ciones para el ejercicio de la profesioacuten entre las que se incluyen el adiestra-miento la edad y la fuerza Como coletilla se prohiacutebe a los calafates en el momento de las carenas o las recorridas el hilado de la estopa operacioacuten que deben realizar las tripulaciones de los barcos afectados

El artiacuteculo 31ordm dispone que el Capitaacuten del Puerto cuando se encuentre fondeada una escuadra de guerra se ponga a las oacuterdenes de su comandante (como ldquosubalterno suyordquo durante la ocasioacuten) en todo lo tocante al resguardo en tierra [contrabando] inspeccioacuten policiacutea seguridad de naviacuteos etceacutetera

El artiacuteculo 32ordm autoriza al Capitaacuten de Maestranza a decidir sobre las compensaciones reclamadas por los capitanes o maestres de los barcos par-ticulares por razoacuten de ldquoaveriacuteas causadas de abordajes u otros accidentes en cascos aparejos peacuterdida de anclas cables botes lanchas etceacuteterardquo En caso de conflicto los interesados podraacuten presentar recurso ante el comandante de la escuadra o el capitaacuten de naviacuteo u oficial de superior graduacioacuten al mando de un buque de la Armada y en su defecto ante el gobernador de Veracruz quie-nes decidiriacutean la causa despueacutes de haber oiacutedo al citado Capitaacuten del Puerto

El artiacuteculo 33ordm dispone que en cambio los accidentes mayores que son competencia privativa de la jurisdiccioacuten de Marina sean sustanciados en pri-mera instancia por los comandantes de escuadra y en su defecto por el go-bernador de Veracruz quedando el Capitaacuten del Puerto en la posicioacuten secun-daria de mero asesor por su conocimiento del caso Los accidentes incluidos en este apartado presentan por otra parte circunstancias agravantes particu-lares ldquoabsoluto naufragio incendio etceacutetera con indicios de haber proce-dido de impericia o determinada malicia de praacutecticos u otros cualesquierardquo

El artiacuteculo 34ordm sentildeala las medidas a adoptar ante una amenaza exterior ldquoEn el caso de invasioacuten de enemigos [en] todo lo respectivo a la defensa del puerto y demaacutes incidencias anejas a su conocimiento y praacutectica podraacute y deberaacute el gobernador valerse del Capitaacuten del Puerto de su consejo y accioacutenrdquo El magistrado puede incluso en caso de necesidad ponerse al mando de una nave ldquosi se ofreciere armamento provisional de alguna embarcacioacuten en dicho puerto para atacar enemigo contrabandista o con otro motivo podraacute fiarse el

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mando al Capitaacuten del Puertordquo Para esta tesitura tendraacute una lista exacta de todas las embarcaciones sin excepcioacuten de la maacutes miacutenima canoardquo14

El artiacuteculo 35ordm confiacutea al Capitaacuten del Puerto la misioacuten de dar cuenta de todas las embarcaciones que arriben al puerto (ldquovengan de Espantildea o de otras costas de Ameacutericardquo) con el principal objetivo de evitar el contrabando

El artiacuteculo 36ordm asigna al capitaacuten del puerto la vigilancia y arresto de los polizones Tarea que requiere la mayor atencioacuten habida cuenta del ldquopoco cuidado y cuasi formal consentimiento que se tiene y ha tenidohellipcon tanto perjuicio de los dominios de Su Majestad cual no es ponderablehelliprdquo

El artiacuteculo 37ordm especifica algunos de los recursos puestos a disposicioacuten del magistrado para el cumplimiento de sus funciones Tambieacuten aquiacute quizaacutes valga la pena copiar entero el apartado

Para que el Capitaacuten del Puerto pueda desempentildear todos los importantes encar-

gos de su inspeccioacuten inmediatamente se le sentildealaraacuten cuatro hombres de los

bogadores que gozan sueldo de Su Majestad en la faluacutea y lancha del castillo

dos de cada una se emplearaacuten en un sereniacute [bote pequentildeo] o canoa que podraacute

tener para ellas mantenieacutendola y hacieacutendole los reparos que necesite de los

emolumentos que le estaacuten sentildealados y ademaacutes podraacute valerse de cualesquiera

embarcacioacuten [embarcaciones] de las que estaacuten en el muelle para el traacutefico del

puerto en las precisas urgencias y ocasiones que se le ofrezca sin hacerle la

menor detencioacuten ni perjuicio

Finalmente el artiacuteculo 38ordm declara la autonomiacutea del funcionario asiacute como su condicioacuten militar ldquoEl Capitaacuten del Puerto como oficial de guerra y de la plaza soacutelo tendraacute inmediata precisa subordinacioacuten al gobernador de ellardquo Y asiacute se resume el privilegiado status (acompantildeado de sus ampliacutesimas atribuciones) de la figura del Capitaacuten del Puerto de Veracruz

A continuacioacuten se antildeaden tres apeacutendices a las Ordenanzas El primero incluye un listado de los derechos que deben pagar las embarcaciones arri-badas a Veracruz

Derechos que deben contribuir a Su Majestad las embarcaciones que vienen a

este puerto lo que corresponden al Capitaacuten de Maestranza quien debe cobrarlos

14 Cursivas antildeadidas por los autores

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todos y entregar los pertenecientes a la Real Tesoreriacutea de donde tomaraacute sus co-

rrespondientes recibos y llevaraacute cuenta separada en la contaduriacutea de ellos

Por un lado los naviacuteos y fragatas pagariacutean 56 reales por el ancoraje 16 reales por la linterna 24 por la limpieza del puerto y 8 reales al Capitaacuten del Puerto mientras que los paquebotes los bergantines y las embarcaciones de cruz [de velas cuadras cuyas vergas se cruzan sobre los palos] pagariacutean res-pectivamente 40 10 20 y 6 reales en tanto que todos los barcos pagariacutean 16 reales por el abalizamiento quedando totalmente exentas del pago de estos derechos ldquolas embarcaciones chicas que trafican estas costas como las de los riacuteos de Alvarado y Barloventordquo Ademaacutes resulta interesante transcribir las siguientes circunstancias

Cesa la praacutectica de pagar al gobernador el ancoraje por ser derecho del Real Al-

mirantazgo General de Espantildea y las Indias anexo a la Corona el farol o linterna

se debe hacer en el castillo a toda embarcacioacuten que quede de noche a vista del

puerto sin que lo pida si es dable con teas u otro fuego maacutes visible y menos

costoso que el aceite y sea el que fuere se pagaraacute de su ramo

Y ldquoquedan extinguidas las garramas [derrama o contribucioacuten en general] de guardias del castillo y patroacuten de faluacutea por impropio y mal permitido abuso ni se impondraacute otra alguna de que cuidaraacute mucho el gobernadorrdquo

El segundo apeacutendice es el arancel de los derechos a pagar al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores Se reproduce iacutentegramente

Por la primera visita que hiciere el capitaacuten de maestranza con los maestros mayo-

res para reconocer y sentildealar las obras que necesita todo naviacuteo se le contribuiraacuten

por los duentildeos de los naviacuteos que se repartiraacute por mitad entre el dicho Capitaacuten y

los dos maestros mayoreshellip 20 (pesos)

Por la segunda para ver si las obras que se han sentildealado se han ejecutado en los

mismos teacuterminoshellip20 (pesos)

Por la tercera visita que debe hacer el Capitaacuten de Maestranza para reconocer si el

naviacuteo estaacute en estado de navegar y con sus correspondientes servibles pertrechos

y reconocimiento de pasajeroshellip16 (pesos)

Por las tres visitas que se hagan a las demaacutes embarcaciones que salgan de este

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puerto para otros de la Ameacuterica a excepcioacuten de los que van a Campeche y Tabas-

co pagaraacuten en la misma conformidad partiblehellip12 (pesos)

Por el arqueo de naviacuteo o fragatahellip100 (reales)

Por el de paquebot o bergantiacutenhellip60 (reales)

Por reconocimiento de exclusioacuten de naviacuteo avaluacuteo o intervencioacuten en venta con

sus firmashellip100 (reales)

No se pagaraacute cosa alguna al Capitaacuten de Maestranza por la asistencia cuando se

deacute fuego a los naviacuteos pues es tan constitutivo de su empleo este cuidado que no

debe practicarse sin su asistencia ni hacerlo donde no acuda

No se precisaraacute a ninguacuten maestre o capitaacuten de naviacuteo particular se valga de la

plancha de agua [entablado flotante] del Capitaacuten de Maestranza pero si la pidiere

y solo se sirviere dos diacuteas pagaraacute a razoacuten de dieciseacuteis reales cada uno si fuere

precisa maacutes tiempo solo pagaraacute un peso

No contribuiraacuten cosa alguna los maestres o capitanes de los naviacuteos particulares

a escribano contador ni otro alguno que tienen sueldo de Su Majestad si se

ofreciere que por alguacuten accidente concurran a estas visitas o diligencias y [les]

bastaraacute la certificacioacuten que debe darle [darles] el Capitaacuten de Maestranza de los

arqueos y reconocimientos etceacutetera de que deberaacuten en los oficios hacer fe en

estos asuntos y no necesitar de otro registro para su despacho y demaacutes diligencias

que se ofrezcan

En este arancel nada se grava al vasallo antes en algo se le alivia pues estaacuten solo

reducidos a Su Majestad algunos derechos y rebajados en otro lugar de lo que

antes pagaba

Tras esta declaracioacuten de la buena intencioacuten de la poliacutetica fiscal imperante en el puerto de Veracruz las Ordenanzas se completan con un tercer apeacutendice que no es otra cosa sino la lista de los repuestos que debe custodiar el Capitaacuten del Puerto en sus almacenes

Relacioacuten de los geacuteneros que debe cuidar el Capitaacuten del Puerto haya de repuesto

en los almacenes que tiene el rey en Veracruz para atender a las urgencias que de

ellos puedan tener los naviacuteos de Su Majestad que convoyan flotas y azogues y los

que frecuentan de la Escuadra de La Habana

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

En concreto se detallan diversas jarcias alquitranadas (doce cables tre-ce calabrotes cuarenta y siete guindalezas ciento treinta y una vetas y treinta quintales de vaiveacuten alquitranado [cabo delgado de dos o tres cordones] y otros veinte quintales de piola [otro cabo pequentildeo formado de dos o tres filaacutesticas] merliacuten [cabo delgado de caacutentildeamo alquitranado] y sardinera [otro tipo de cabo pequentildeo] varias jarcias blancas (seis piezas de vetas y otras seis de correderas maacutes trescientas libras de vaiveacuten blanco otras trescientas de hilo de vela y cien quintales de cuerda-mecha [cuerda combustible]) Entre los tejidos se incluyen siete mil quinientas varas de lonas de diferentes calidades siete mil varas de lienzo vitre [lona muy fina] dos mil quinientas varas de lienzos de ruaacuten y dos mil varas de lanilla Entre los betunes hallamos cien quintales de alquitraacuten fino para la jarcia y otros cien quintales de brea rubia o resina La clavazoacuten se distribuye entre distintas variedades doscientos quintales de clavazoacuten regular ciento cincuenta millares de clavazoacuten de alfagia [arfarjia madero de sierra] otros doscientos de clavazoacuten de barrote [barra gruesa] cien de entablar cien de medio entablar cien de tillado [entablado] cien de falca [tabla colocada de canto sobre la borda] mayor cien de falca menor cien de bora mayor cien de bora menor cien de tachuelas y sesenta de estoperoles [clavos cortos de cabeza grande y redonda similares a las tachuelas] El capiacutetulo de fierro se divide entre doscientos quintales de cabilla [barrita para amarrar los cabos] cincuenta de tacho [tachuela grande] y medio tacho ciento cincuenta de bergajoacuten y otros cien de planchuela [diversos tipos de metal de hierro] Los restantes geacuteneros componen un conjunto heterogeacuteneo de sesenta quintales de plomo en plancha cincuenta libras de plomo en tiras cincuenta libras de hilo de alambre cuarenta libras de estantildeo cincuenta rempujos para velero [discos planos empleados por los veleros para empujar la aguja de coser las velas] tres mil hojas de lata dos mil libras de talco tres mil vidrios ordinarios trescientas agujas de vela cien agujas de empalmar diez mil agujas capoteras cincuenta libras de hilo de colores cien resmas de papel blanco cuarenta resmas de papel de estraza doscientas hojas de pergamino ciento cincuenta hachas de partir cien azado-nes doscientas palas de fierro cien espiochas y cuatro fierros de hacer hostias

Como se ha dicho al principio la Matriacutecula de Mar se introdujo tardiacutea-mente en Ameacuterica y desde luego despueacutes de la promulgacioacuten de las Orde-nanzas que se acaban de analizar Por ello el Capitaacuten del Puerto antildeade a sus funciones maacutes caracteriacutesticas la de ser Capitaacuten de Maestranza y la de llevar

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la cuenta oficial de la gente de mar y de maestranza y de las embarcaciones surtas en Veracruz una misioacuten que pasaraacute a depender de los ministros y sub-delegados de Marina de los distintos departamentos costeros En el caso de Veracruz un documento hallado en la misma seccioacuten que las Ordenanzas nos permite adelantar alguna noticia sobre la aplicacioacuten de la Matriacutecula de Mar en la provincia y su relacioacuten con la capitaniacutea del puerto15

En abril de 1783 una Real Orden comunicada por el virrey de Nueva Espantildea a la sazoacuten Matiacuteas de Gaacutelvez habiacutea conferido a Juan Joseacute Gaacutemez el nombramiento de Capitaacuten del Puerto y de la Maestranza de Veracruz Pues bien tres antildeos despueacutes el 9 de enero de 1786 el interesado elevoacute un memorial al nuevo virrey Bernardo de Gaacutelvez que habiacutea sucedido a su tiacuteo alegando que en la orden citada el rey mandaba poner a su cargo el ldquoministerio de Matriacuteculardquo del puerto de Veracruz y de los demaacutes puertos a Barlovento y Sotavento asiacute como entregarle la documentacioacuten existente desde la creacioacuten de la Matriacutecula de Mar en 1777 (de acuerdo con la Real Orden cuya fecha se confirma de 23 de agosto anterior) cosa que debiacutean cumplir el intendente Pedro Antonio Co-siacuteo y el tesorero de las Reales Cajas Joseacute Mariacutea Laso Sin embargo hasta el momento no se habiacutea producido la toma de posesioacuten de Juan Joseacute Gaacutemez que aduciacutea en su favor ademaacutes de la claridad de la Real Orden haber re-cibido el 27 de abril de 1784 unos documentos en calidad de ldquosubdelegado de aquella Matriacuteculardquo No obstante poco antes de su recurso el 23 de di-ciembre de 1785 se habiacutea publicado en la Ciudad de Meacutexico un bando por el que se encargaba en comisioacuten la citada Matriacutecula al administrador de la Real Hacienda en Veracruz Francisco Antonio Agudo lo que a juicio del demandante no puede ser sino una equivocacioacuten ya que el cargo corres-ponde al Capitaacuten del Puerto

A rengloacuten seguido Juan Joseacute Gaacutemez alega una nueva razoacuten muy concreta

Comprueacutebase que la intencioacuten del Rey es que de la Matriacutecula sea su Jefe el que

ejerza de tal Capitaacuten del Puerto pues desde su creacioacuten la ha tenido a su cargo este

empleo como es notorio porque el primero que fue mi antecesor Don Bernardo

Amat se le dio consecuente con la Real disposicioacuten comunicada al Excelentiacutesimo

Sentildeor Frey Don Antonio Mariacutea Bucareli virrey que fue de esta Nueva Espantildea

15 Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico Seccioacuten de Marina 55 folios 81-85

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Los citados Cosiacuteo y Laso fueron comisionados para la Matriacutecula in-terinamente tras la jubilacioacuten de Bernardo de Amat (al que ya conocemos como Capitaacuten del Puerto y como Capitaacuten de Maestranza) pero ahora que media el nombramiento de un titular de la capitaniacutea de puerto concluye Gaacutemez ldquoes la voluntad de la Real Persona sea yo el legiacutetimo subdelegado de Vuestra Excelencia en este asuntordquo Y maacutes abajo apuntilla ldquopues mi an-tecesor lo fue desde su creacioacuten como ya se dijo y no ha habido otro desde aquel hasta que tomeacute la posesioacuten de estos empleosrdquo Y en consecuencia pide el reconocimiento de su derecho a entrar tambieacuten en posesioacuten de de la subdelegacioacuten de Matriacutecula Sin que pueda caber duda del derecho del autor del recurso lo que conviene resaltar es que la Matriacutecula de Mar habiacutea quedado adscrita al Capitaacuten del Puerto al menos en Veracruz y probable-mente de modo general Menos claro queda el tiacutetulo exacto del cargo pues se habla alternativamente de ldquoministeriordquo y de ldquosubdelegacioacutenrdquo de Matriacutecu-la cuando sabemos que en el territorio metropolitano la Matriacutecula de Mar habiacutea sido confiada a un ldquoministro de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en las capitales de las provincias mariacutetimas y a un ldquosubdelegado de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en los restantes puertos En cualquier caso parece seguro que en Ameacuterica en la segunda mitad del siglo XVIII el Capitaacuten del Puerto antildeadiese a sus funciones las de incluir bajo su jurisdiccioacuten a las gentes de maestranza y a las gentes de mar ya matriculadas lo cual haciacutea auacuten maacutes relevante su cometido y su ministerio

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Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

La Guerra de Sucesioacuten Espantildeola (1700-1713-1714-1715) ha sido has-ta hace poco tiempo y auacuten lo es en muchos aspectos uno de los ldquoperiacuteo-dos oscurosrdquo (Kamen 1974) de la Historia de Espantildea1 Llama la atencioacuten que si bien se trata de un acontecimiento decisivo el tratamiento de tema habiacutea sido escaso en Espantildea hasta hace algunos antildeos aunque la centrali-dad del proceso se hubiera reconocido como evidente2 En las uacuteltimas deacute-cadas el intereacutes despertado por la guerra y las cuestiones vinculadas a ella ndashaunque muchos temas merecen auacuten investigaciones exhaustivasndash ha per-mitido mejorar su conocimiento a partir de publicaciones especializadas resultados de los congresos sobre el tema a propoacutesito de diversas conme-moraciones y de las obras de investigadores de reconocido prestigio34

1 Este trabajo integra el proyecto MINECO HAR2013-45788-C4-3

2 Para una bibliografiacutea sobre el tema ver Albareda Salvadoacute (2010) Bernardo Ares (2008) Gon-zaacutelez Mezquita (2007)

3 AA VV (2001 2002 2005 y 2007) Garciacutea Gonzaacutelez (2009) y Serrano (2004)

4 Las principales obras son Fernaacutendez Albaladejo (2001) Garciacutea Caacutercel (2002) Molas Ribalta

Gonzaacutelez Mezquita M L (2017) Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Opinioacuten y propaganda

Este trabajo propone una nueva mirada al conflicto a partir de un enfoque socio-cultural de la poliacutetica a traveacutes de algunas de manifestacio-nes discursivas (Cardim 1996 p 149 Castro Cuenca y Aranda Peacuterez 1991) en su vertiente poleacutemica-publiciacutestica producidas por diferentes agentes sociales (Peacuterez Picazo 1966 p 280) La perspectiva cultural ofrece la posibilidad de aprehender las opiniones de aquellos normal-mente excluidos de la esfera institucional que intentan expresarse en un momento de especial conflictividad (Gonzaacutelez Mezquita 2014 en un contexto diferente Hermant 2017) Se trata de una literatura de accioacuten eco de la realidad que a la vez protagoniza tan convulsiva como la tra-ma de hechos que la soporta y que ella hace al mismo tiempo legible (Jouhaud 1985 p 32) Leer estos textos parece faacutecil en apariencia pero es complicado si nos interrogamos no soacutelo sobre las condiciones de su elaboracioacuten sus destinatarios y su difusioacuten (Chartier 1992 y 1993) sino ademaacutes por nuestro comportamiento personal hacia ellos condicionado por la eacutepoca en que vivimos y por una cultura heredada y adquirida de lectores5 En realidad sabemos que las lecturas no son inocentes pero tendemos a olvidar que hace tres siglos las expresiones teniacutean otro valor y significacioacuten que deben ser decodificados (Richet 1985 p 12) Los autores a considerar provienen con preferencia del estamento clerical y se ha prestado especial atencioacuten a las respuestas de distinto orden que pudieron ocasionar tanto como a las condiciones de su produccioacuten De esta manera se intenta comprobar coacutemo los textos se relacionan y se agrupan en redes de poleacutemicas que constituyen verdaderos engranajes y racimos textuales (Jouhaud 1985)6

Cerro Nargaacutenez y Fargas Pentildearrocha (2004) Kamen (2000) De Bernardo Ares (2006) Ribot (2009) Martiacutenez Shaw y Alfonso Mola (2001) Leoacuten Sanz (1989) Edelmayer Leoacuten Sanz y Ruiz Rodriacuteguez (2008) Alabruacutes (2001) Delgado Barrado (2007) Aacutelvarez-Ossorio Alvarintildeo (2004) Y en el plano de las relaciones internacionales Beacutely (1992) Kamen (2003) Storrs (2007) Frey y Frey (1995) Alba-reda Salvadoacute (2010)

5 El intereacutes de estos textos no es privativo de este momento por el contrario ya habiacutean influido y seguiriacutean hacieacutendolo en la opinioacuten puacuteblica mediante las discrepancias que manifiestan al finalizar la Guerra de Sucesioacuten a traveacutes del ldquopartido espantildeolrdquo magistralmente analizadas por Egido (1971)

6 Peacuterez Picazo identificoacute 50 folletos de filiacioacuten clerical de ellos 15 son felipistas y el resto austracistas Nuestro trabajo en archivos de diferentes territorios de la Monarquiacutea aumenta el nuacutemero indicado

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

Algunas consideraciones metodoloacutegicasLos procesos histoacutericos no pueden aprehenderse al margen de los modelos de

percepcioacuten de los agentes coetaacuteneos de sus categoriacuteas de pensamiento y del sentido que le otorgaban a los sucesos Las diferentes formas de comunicacioacuten simboacutelica ofrecen una clave para la comprensioacuten del Antiguo Reacutegimen Estos mecanismos fueron utilizados de manera reflexiva y calculada y teniacutean un poder performativo especiacutefico para el funcionamiento de aquellas sociedades Es evidente que en la actualidad el desafiacuteo intelectual lanzado a las ciencias sociales por la corriente lin-guumliacutestico-discursiva o maacutes recientemente por el giro performativo pone en eviden-cia la conveniencia de utilizar este enfoque en diferentes momentos para su mejor comprensioacuten (Tilmans Van Vree et Winter 2010 Benigno 2013 y 2013b p757)

La comunicacioacuten es un proceso interactivo entre dos agentes o maacutes que se re-lacionan unos con otros Pero la existencia de este acto no significa que el receptor asigne al mensaje la misma significacioacuten que la del emisor ni que el receptor acepte el sentido del mensaje y esteacute de acuerdo (Stollberg-Rilinger 2008 pp 15-17)

En los uacuteltimos antildeos se ha puesto el acento en los usos que los agentes his-toacutericos hacen del lenguaje y las convenciones del contexto en el que actuacutean (Garciacutea Caacutercel 2013 p 12) Benigno (2013) insiste en la interesada proyec-cioacuten en el pasado de categoriacuteas del presente en contraposicioacuten a la necesaria criacutetica sobre las utilizadas por los agentes histoacutericos y por los historiadores para evitar las tentaciones del anacronismo y los riesgos del presentismo (pp 31-33) Esto implica el reconocimiento de un respeto obligado a la alteridad de estos agentes y sus manifestaciones (Albaladejo 1992 p14)

Nos detendremos en un aspecto poco frecuentado para destacar algunas cuestiones relacionales entre los agentes histoacutericos en especial su plano co-municacional En particular prestamos atencioacuten especial a la construccioacuten de ldquouna guerra de religioacutenrdquo durante la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola asumiendo la inclusioacuten de una densa carga simboacutelica que plantea por lo menos dos asuntos fundamentales Por un lado la existencia de redes de propaganda y los intentos de manipulacioacuten de una ldquoopinioacuten puacuteblicardquo en construccioacuten (Rodriacuteguez Uribes 1999 p 77 y ss ver con diferente contexto temporal Farge 1992)7 favorecida

7 Concepto ldquovagordquo e ldquointangiblerdquo que el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola (1992) Madrid 1478 no contribuye a aclarar cuando lo define como ldquosentir o estimacioacuten en que coin-cide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinadosrdquo

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Opinioacuten y propaganda

por la especial conflictividad del escenario beacutelico por otro las cualidades per-formativas de esa construccioacuten y sus efectos intencionales o no intencionales (Aacutelvarez de Miranda 1992 p 580)8

El binomio conceptual ldquoopinioacuten puacuteblicardquo ha dado lugar a especulaciones o discrepancias cuando no a su utilizacioacuten acriacutetica (Olivari 2004 Baker 1987 Maza 1987) La comunicacioacuten la propaganda y la formacioacuten de una opinioacuten puacute-blica en diferentes etapas de su construccioacuten constituyen un campo cuyo anaacutelisis se extiende en los uacuteltimos antildeos P Burke ha dividido las reflexiones sobre este asunto en tres partes La primera sobre los temas que pueden ser descritos como el debate Eisenstein sobre la revolucioacuten que supuso la imprenta y sus consecuen-cias Las interacciones entre la comunicacioacuten oral la manuscrita y la impresa y en los dos uacuteltimos casos la relacioacuten entre la comunicacioacuten visual y la textual La segunda sobre los consumidores de los medios de comunicacioacuten de masas ya sean estos lectores espectadores u oyentes tanto como la imbricacioacuten entre los aspectos comunicacionales sociales poliacuteticos y culturales La tercera en torno al ldquodebate Habermasrdquo sobre el nacimiento de la esfera puacuteblica (Burke 2005)9

Es importante considerar algunos aspectos del lenguaje utilizado en los textos publiciacutesticos Hay dos niveles de anaacutelisis en el estudio de lenguaje performativo Uno es el netamente linguumliacutestico y otro el poliacutetico que es el objeto de este trabajo (Austin 1982) Entendemos como funciones poliacuteticas del lenguaje la reproduccioacuten de acciones la interaccioacuten la comunicacioacuten la argumentacioacuten ser un factor de poder Los enunciados se integran en un discurso que estaacute orientado en una determinada direccioacuten y tiende a lograr la interaccioacuten entre discursos y praacutecticas (Emmerich 2010)

John Austin distingue entre dos tipos de oraciones constatativas y realiza-tivas o performativas En las oraciones performativas no se describe un estado

8 Covarruvias (ed1943 p 944) en su Tesoro dice que ldquodistinguen los filoacutesofos la opinioacuten de la ciencia porque la ciencia dice cosa cierta e indubitable y la opinioacuten es de cosa incierta y esta es la causa de haber opiniones contrarias de una misma cosardquo Por su parte el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola Coincide en el sentido enunciado al definirla en su primera acepcioacuten como ldquoconcepto o parecer que se forma de una cosa cuestionablerdquo

9 Burke ha sido un pionero en el uso del concepto criticando a Habermas ldquoDe todos modos en estos uacuteltimos antildeos los historiadores han criticado tanto las obras de Habermas que ahora me hallo en la posicioacuten de defenderlo (hellip) Aun cuando sus afirmaciones histoacutericas fuesen falsas sus conceptos son suficientemente buenos como para ser tenidos en cuentardquo El autor retoma las criacuteticas de Melton 2001 en sus anaacutelisis sobre Inglaterra Francia y Alemania

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

de cosas sino que se hace lo que se dice en el mismo acto de decirlo Esta es la primera formulacioacuten de Austin En la segunda habla de una nueva unidad de anaacutelisis a la que denomina ldquoactos de hablardquo presentados como unidades de comunicacioacuten que tienen en siacute tres acciones coexistentes el acto locucionario el acto ilocucionario y el acto perlocucionario que se relacionaraacute con los efec-tos que se pretenden obtener sobre la audiencia Es el aspecto que nos permite hablar de la performatividad del lenguaje poliacutetico John Searle reformula y sis-tematiza en 1969 la hipoacutetesis fundamental de Austin ndashsobre los actos perfor-mativosndash en su libro Actos de habla en el que agrega una serie de conceptos relacionados con los discursos poliacuteticos (Emmerich 2010 Searle 1989)

En este sentido el lenguaje performativo es entendido como ldquodiscurso poliacuteticordquo porque produce hechos aunque siga siendo baacutesicamente un ldquode-cirrdquo Pero cuando la poliacutetica es entendida como un aacutembito de conflicto un proceso cualitativo sustantivo y no procedimental el lenguaje performativo puede ser utilizado como un asunto relativo al poder de las palabras Cuando un individuo habla estaacute realizando una accioacuten que inaugura distintos estados de cosas Esta capacidad del acto de habla de hacer cosas explica que el dis-curso pueda crear realidades que luego se proponen retroactivamente como causa del discurso siendo en realidad productos de eacutel Cuando entramos al espacio propiamente poliacutetico el aacutembito de estudio cambia desde el simple lenguaje performativo hacia la performatividad del lenguaje poliacutetico y el desarrollo dialeacutectico se abre al conflicto y al antagonismo (Emmerich 2010)

Las palabras y las conductas construyen representaciones que motivan o inducen a los agentes sociales a la accioacuten y pueden producir una conse-cuencia Esto implicariacutea que existen palabras y acciones pero entre ellas hay un agente que decide sus movimientos en un contexto complejo en el que se producen interacciones El historiador que quiere analizar la comunicacioacuten simboacutelica puede contar con aportaciones valiosas de disciplinas tan dispares como la fenomenologiacutea la antropologiacutea la semioacutetica la sociologiacutea y la etno-logiacutea por mencionar soacutelo algunas Los siacutembolos apelan a la razoacuten y a todos los sentidos Por eso su significado se suele captar muy raacutepido sin embargo suelen ser polivalentes y ambiguos pueden resolver o incentivar conflictos poniendo de relieve las diferencias entre distintos grupos sociales Por este motivo muy especialmente los conflictos religiosos o eacutetnicos se transforman muy faacutecilmente en luchas simboacutelicas (Butler 1997 pp 12-44)

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Opinioacuten y propaganda

Como hemos analizado en anteriores oportunidades (Gonzaacutelez Mezquita 2007 y 2013) las monarquiacuteas utilizaron los medios a su alcance para organizar campantildeas de propaganda como un medio para influir en la opinioacuten (Chisick 2002 Perry 1962 Veysman 2004) En Gran Bretantildea la cultura poliacutetica puacutebli-ca desarrollada despueacutes de la Revolucioacuten fue puacuteblica en el sentido de que temas poliacuteticos fueron cada vez maacutes objeto de discusioacuten en el aacutembito puacuteblico Tam-bieacuten este debate se daba en Francia aunque en menor medida y con controles gubernamentales maacutes evidentes (Muumlllenbrock 1997 p 17 Hattendorf 1987) Este proceso se puede entender como la necesidad que teniacutean los poliacuteticos de conseguir aprobacioacuten por parte de una audiencia numerosa que participaba y juzgaba en una especie de forum ad hoc a modo de institucioacuten complementaria para controlar las decisiones maacutes importantes del gobierno

La accioacuten de los escritos es pensada frecuentemente a partir de sus efectos sobre los lectores Pero el gesto de escribir no se limita a las intenciones del autor manifiestas o no Tiene lugar en una red de otras acciones que modifica y lo modifican (Ribard y Schapira 2006 p 146) dando lugar a interacciones texto-contexto (Pocock 1972 Skinner 1978) Es a este aspecto especiacutefico al que aludimos en este caso a la posibilidad de interactuar que tienen los agentes sociales individuales y colectivos con sus palabras y sus acciones (Searle 1989)

Los aspectos comunicacionales de la contiendaDurante la Guerra se enfrentaron las posiciones que ya se habiacutean de-

lineado en las intrigas cortesanas que la precedieron durante el reinado de Carlos II dando lugar al debate entre austracistas (Arrieta Alberdi 2001) y borbonistas (Gonzaacutelez Mezquita 1993 Vicent Loacutepez 1994 p 402) Tanto la camarilla francesa como la austriacuteaca habiacutean jugado un importante papel como grupos de presioacuten En la guerra la violencia estaba en el centro del problema Para comprender el sentido de este conflicto civil internacional dinaacutestico y mediaacutetico nos permitimos insistir en la idea de que es importante profundizar un anaacutelisis que lo explique desde el punto de vista comunicacio-nal relacionando al mismo tiempo la construccioacuten de la opinioacuten puacuteblica y los mecanismos de propaganda (Gonzaacutelez Mezquita 2007 t III pp 205-360 Benigno 2013 Ozouf 1996 Enciso Recio 1988 Burke 1992 p152)

Entre los argumentos utilizados por los dos bandos en litigio se recurrioacute a los vinculados con el campo religioso como un instrumento utilizado ndashentre

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otrosndash para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten con el objetivo de conven-cer y conseguir nuevos adherentes

En una sociedad profundamente confesional como era la de la Europa del Anti-

guo Reacutegimen la manifestacioacuten de la fe de forma puacuteblica y notoria por parte de

los soberanos no era soacutelo necesaria sino ademaacutes requerida Las dinastiacuteas euro-

peas debiacutean mostrar su indiscutible alianza con la divinidad para que las autori-

dades eclesiaacutesticas justificaran en compensacioacuten la legitimacioacuten exclusiva de su

potestas y auctoritas (Vaacutezquez Gestal 2013 p 264)

Los publicistas y predicadores borboacutenicos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo que se dirimiacutea en un particular campo de batalla entre los partidarios de dos dinastiacuteas Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque y sus aliados ingleses y holandeses genera-ban un enfrentamiento religioso y pretendiacutean levantar a los suacutebditos contra su rey catoacutelico con la posibilidad de un contagio hereacutetico10 Religioacuten y xenofobia se uniacutean ndashcomo en otras oportunidadesndash11 para demonizar a los enemigos trans-formaacutendolos en herejes o figuras diaboacutelicas que produciacutean un fuerte impacto12

Para quando heroyca Espantildea Son los altivos alientos De tus trinfantes victorias

No solo leal te busco Catholica te deseo Que adonde la Fegrave zoccedilobra Todo lo

demagraves es menos Ea que traen por empressa Sus estandartes excelsos Ser Atlante

de Maria Y Alferez del Sacramento O Defensor de la Fegrave Que unes en tu heroyco

pecho A los Leones y Castillos Las lises de Clodoveo Vive y triunfa reyna y

vence Y sea tu ardiente azero Cuchillo de la Heregia Y destruicion del Protervo13

10 Real Academia de la Historia de Madrid (RAH) Col Salazar J-11 f 21-48 Maacuteximas desci-fradas de engantildeos poliacuteticos por el celo catoacutelico de la verdadera doctrina

11 La utilizacioacuten de las creencias como medio para movilizar el sentimiento puacuteblico no es algo que pueda adjudicarse a este momento Asiacute se afirma para el caso de la Fronda ldquoon examinera ici les tentatives qui ont eacuteteacute faites pour mettre la smbolique religieuse au service de la lutte politiquerdquo (Sluhovsky 1999 p 358)

12 BFJM Mss 2142 Clariacuten de Europa Hypocresia descifrada Espantildea advertida Verdad de-clarada Barcelona 1706 Los austracistas sostienen por el contrario que el catolicismo soacutelo puede defenderlo la Casa de Austria

13 UPF IUJVV P94 Quexas de la tibieza de Espantildea al ver tan ultrajada la fee y elogios a su defensor Phelipe Quinto nuestro sentildeor que Dios guarde Romance 1710

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Opinioacuten y propaganda

La presencia de tropas protestantes en las filas austracistas generaba ac-titudes de condena manifiesta de justificacioacuten o de reserva La actuacioacuten de sus ejeacutercitos en Castilla agravoacute las expectativas de la poblacioacuten

Los austracistas la definieron como un invento borboacutenico y acusaron a sus enemigos de abusar de la credulidad de los fieles inventando una guerra de religioacuten que no era tal14 Pero en realidad los dos bandos termi-naron por tratar de captar la sensibilidad religiosa de los involucrados en la contienda (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 17) El anaacutelisis de la propaganda a pesar de que se trataba de una disputa entre dos priacutencipes catoacutelicos de-muestra que los mensajes religiosos empleados en la publiciacutestica preten-diacutean conseguir entre otros objetivos el apoyo de la sociedad a las deci-siones poliacuteticas y militares justificar los conflictos beacutelicos como ldquojustosrdquo o necesarios persuadir a la poblacioacuten civil para que se movilizara y se comprometiera con la causa generar en los combatientes confianza en la victoria favorecer los reclutamientos de efectivos militares y concienciar sobre la conveniencia de que los suacutebditos aportasen recursos econoacutemicos (Gonzaacutelez Cruz 2013)15

Durante la ldquoGuerra de la Independencia espantildeolardquo la propaganda an-tifrancesa y antirrevolucionaria tambieacuten proclamariacutea una nueva ldquocruzadardquo contra gente ldquosin religioacutenrdquo que calificaban como ldquoapoacutestatas gabachosrdquo 16 La conclusioacuten era evidente la guerra al menos para los catoacutelicos todos en la Monarquiacutea habiacutea dejado de ser por la sucesioacuten convirtieacutendose en ldquoGuerra de Religioacutenrdquo El intereacutes dinaacutestico o las razones de estado debiacutean

14 Universitat Pompeu Fabra (UPF) IUJVV J85 El juizio de la Europa en la gran causa de la libertad comun por las razones que tiene la Sacra Cesarea R M de Leopoldo I emperador de romanos sobre la Monarquia de Espantildea insidiosamente ocupada de Franceses Traducido del italiano en espa-ntildeol Barcelona 1707 f 116 UPF IUJVVD57 Ecos de la verdad en siete dialogos sobre lo sucedido en el assedio de Barcelona Barcelona 1707

15 El autor afirma que hay un conjunto de temas que se deben considerar los procesos de demo-nizacioacuten del enemigo la alianza propagandiacutestica establecida entre la Monarquiacutea y los eclesiaacutesticos la participacioacuten de los cleacuterigos en el sistema de recaudacioacuten de fondos econoacutemicos destinados a los conflictos beacutelicos asiacute como la intervencioacuten de eacutestos en las campantildeas dirigidas al reclutamiento de soldados sin olvidarse del efecto que tuvo en la Guerra de Sucesioacuten el reconocimiento de Carlos de Austria como Rey de Espantildea por la Santa Sede en 1709

16 Hemos realizado una comparacioacuten sobre las campantildeas de propaganda en Gonzaacutelez Mezquita (2012-2013) Sobre la construccioacuten de una Guerra de Independencia vid Aacutelvarez Junco (1994)

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ceder su lugar en el discurso poliacutetico a las razones de religioacuten Asiacute pues la presencia en la Peniacutensula de herejes forzoacute desde la cultura poliacutetica his-pana la reformulacioacuten del conflicto en teacuterminos de religioacuten como ya se habiacutea sugerido durante la revuelta catalana aunque entonces los herejes fueran otros (Vicent Loacutepez 1994)

Los aportes del clero apoyando a cada uno de los candidatos desde el campo de la publiciacutestica estaacuten definidos por la impregnacioacuten teoloacutegica de su pensamiento basada principalmente en las obras de Santo Tomaacutes Vitoria Soto y Suaacuterez En sus escritos se desarrollan los conceptos baacutesicos del Derecho Canoacutenico y Natural Juristas y teoacutelogos van juntos y se citan mutuamente (Peacuterez Picazo 1966 p 71) Estos autores seraacuten importantes para definir el enfrentamiento beacutelico en el marco de una interpretacioacuten frecuente de los sucesos de caraacutecter providencialista El discurso dariacutea prioridad antes que a los derechos a las virtudes de los contendientes y no precisamente las ciacutevicas sino las teologales El discurso poliacutetico se veiacutea desplazado por la instruccioacuten de conciencias Llegados a este punto no puede extrantildear la relevancia que alcanzaron los confesores en este escenario (Vicent Loacutepez 1994 pp 66-68)

Hazemos saber que la Reyna nuestra Sentildeora (que Dios guarde) Governadora

de estos Reynos nos ha manifestado por dos Cartas de tres del corriente que

la bien acertada piedad del Rey N Sentildeor (Dios le guarde) antes de resolver

su jornada reconocio con moderacion religiosa que en ella ni en otra nin-

guna accion humana seria bien fundada la esperanccedila de sucessos prosperos

si no se recurriesse al principio y fuente de la Misericordia por el medio de

Oraciones y Rogativas publicas y generalespara cuyo acierto tanto se

necessita del favor y auxilio Divino que continua la obstinada perfidia con

que los enemigos de la Santa Fegrave Catolica y de los Dominios de su Magestad

y que aviendo precisado el peligro espiritual y temporal que puede ocasio-

narse de la vezindad de la heregia a costa de salir tercera vez agrave la frente de

su Exercito en defensa de la honra de Dios se debia esperar concurriesse la

Divina Providencia17

17 UPF IUJVV Exortacion pastoral del Eminentissimo Sentildeor Cardenal Portocarrero Arccedilobispo de Toledo agrave todas las personas Eclesiasticas de su Diocesis para que assistan agrave la Catholica Magestad

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Opinioacuten y propaganda

Pero con similares argumentos los austracistas explican los triunfos de Carlos III quien manifiesta su decisioacuten de exponer su real persona para ldquohacer valer nuestros justos derechos sobre la corona de Espantildeardquo18

Incomprenhensibles se esconden los divinos juyzios a la perspicacia humana

Inapelables las sendas de sus disposiciones se impossibilitan a toda investiga-

cion Rey de Reyes Dios exalta Reyes Sentildeor de todo reparte dominios destina

Monarcas castiga su justicia a los Reynos sujetandolos al mal Principe con

benignos ojos mira la clemencia divina los vassallos dandoles buen Rey19

El protestantismo teniacutea en la representacioacuten de los espantildeoles no soacutelo en el aspecto doctrinal y teoloacutegico sino en el sentido beacutelico sentildeales de perse-cucioacuten Pero como los herejes no podiacutean lograr nada contra la fe espantildeola reaccionaban indignados haciendo ldquocalvinadasrdquo es decir toda suerte de pro-fanaciones y sacrilegios en las Iglesias

En este tiempo se ausentoacute el Vicario de Madrid viendo que se perdiacutea el respeto a

la Iglesia sin tener poder ni autoridad para remediarla Diose orden para embar-

gar cuanto habiacutea en las clausuras religiosas pero a este escaacutendalo sucedioacute otro

maacutes compassivo que fue romper de noche la clausura del Religiosissimo con-

vento de CapuchinasDe las clausuras pasaron a las casas de todos los vecinos

fuera prolixidad referir los hurtos que hubo de este geacutenero en toda la villardquo20

Las cuestiones beacutelicas y religiosas se cruzaban de manera inextricable y condicionaban la accioacuten La alianza con herejes era una mancha para los austracistas21 Seguacuten el sentido tradicional esa unioacuten nunca era liacutecita

del Rey N Sentildeor Don Phelipe V (que Dios guarde) en la urgencia presente con los esfuerccedilos espi-rituales que ordena y medios temporales que les ofrecier su voluntadMadrid 17 de marzo de 1706

18 Declaracioacuten del Archiduque Carlos publicada en Lisboa 1704 HHStA Wien Handschrift W-344-5591-6 f

19 UPF IUJVV M84 Mueca de Mogigangas y mogigangos Barcelona 1707 1-15 3

20 RAH Mss 9-27-5 5304 Gavinete de Espantildea Papeles referentes a los primeros antildeos del reinado de Felipe V op cit f 138

21 Biblioteca del Palacio Real de Madrid III6494 Audiencia que pide un lacayo del Almirante al archiduque en Portugal ldquoun principe tan christiano assi te avia de andar siendo estafermo de herejesdonde moja cada cualrdquo

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(Jansenio Mars gallicus 1637) pero seguacuten el concepto de la poliacutetica inter-nacional acuntildeado por Maquiavelo Bodin o el Duque de Rohan la unioacuten podiacutea perder esa condicioacuten si con ella iba unida la conveniencia del paiacutes aunque en Espantildea esta posicioacuten fuera resistida22

Las esperanzas depositadas en los dos candidatos enfrentados en la Gue-rra se fundaban en una compleja mitologiacutea histoacuterica Milagros visiones mensajes profeciacuteas lenguaje biacuteblico mesianismo Ademaacutes de la permanente referencia a la intervencioacuten divina invocada por uno y otro candidato al trono es frecuente la devocioacuten a la Virgen Mariacutea en sus distintas advocaciones a los aacutengeles y santos (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 73 y ss)

Los austracistas argumentaban que las condiciones de la Guerra habiacutean exigido una alianza con Inglaterra y Holanda ante la falta de respeto a los Tratados de Reparto previos por parte de Francia En realidad no se trataba simplemente de la posicioacuten interesada de un grupo en defensa de sus privi-legios ya que los Habsburgo no eran soacutelo la casa real que habiacutea gobernado en Espantildea y en el Imperio sino que contaban con el respaldo de su propia mitologiacutea y creiacutean que su familia poseiacutea una misioacuten otorgada por Dios para proteger a la Iglesia Seguacuten el mito original de los Habsburgo fechado hacia 1340 Rodolfo I fundador de la dinastiacutea se hallaba cabalgando y se encontroacute con un sacerdote que llevaba el Viaacutetico Rodolfo desmontoacute de inmediato y le ofrecioacute su caballo ldquoen un acto de reverencia por amor a Diosrdquo Desde el siglo XVI esta historia se relacionaba como la revelacioacuten de una promesa de imperio mundial concedido a los Habsburgo Del mismo modo que eran protectores de la Eucaristiacutea que es el cuerpo de Cristo tambieacuten se les daba la custodia temporal de su otro cuerpo la Iglesia universal (Kleacuteber Monod 2001 p 74) Seguacuten los profetas la entrada de Cristo en Jerusaleacuten presagiaba un reino universal y muchos escritores consideraban -es el caso de Diego de Saavedra Fajardo- que el imperio Habsburgo era la realizacioacuten de la visioacuten del profeta Daniel de la ldquoquinta monarquiacuteardquo (Kleacuteber Monod 2001 p 183)

22 Sobre la importancia de la presencia de las tesis maquiaveacutelicas durante el reinado de Carlos II ver Garciacutea Gallo (1934 p 56) Un anaacutelisis sobre las distintas posiciones respecto a la legitimidad de una alianza con herejes en Jover Zamora (1949 p 265 y ss) ldquoel problema de la legitimidad de las confederaciones o alianzas con herejes tiene tan entrantildeables raiacuteces en el espiacuteritu de nuestros polemistas que el estudio de esta faceta de la actitud generacional ha de ser forzosamente complejo ha de abarcar bajo uma nisma ruacutebrica los distingos doctrinales del jurista o del teoacutelogordquo (p 265)

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Opinioacuten y propaganda

La llegada de Felipe por otra parte se presentaba como la confirmacioacuten de un milagro acompantildeado de prodigios apariciones y manifestaciones religiosas de diferente orden Pero estas representaciones teniacutean otras vertientes Si bien en Espantildea la monarquiacutea del siglo XVI disfrutaba de pocos de los atributos convencionales de la soberaniacutea sacra los elementos maacutes significativos de la monarquiacutea cristiana occidental no eran ajenos en ella La racionalizacioacuten de la identidad religiosa se produjo a lo largo del siglo XVII si bien se extendioacute y aceleroacute como consecuencia de las guerras europeas a fines del siglo y co-mienzos del siguiente (Kleacuteber Monod 2001 p 337) Fueron conflictos a gran escala que resultaban mucho maacutes costosos que las guerras anteriores Este proceso puede relativizar los intentos por definirlas como guerras de religioacuten aunque tuvieran un trasfondo religioso

La fidelidad debida al rey se reforzaba con la creencia de que era repre-sentante de Dios en la tierra (Fernaacutendez Albaladejo 1988) Manuel Ayala y Salcedo paacuterroco de San Gineacutes en Madrid elogia a Felipe V ldquoa quien Dios se sirvio hazerle tan parecido a David no solo en el espiritu y valentia sino en el coraccedilon que fue cortado a la medida del Coraccedilon de Diosrdquo23 El monarca es entendido tambieacuten como un mediador entre Dios y los hombres si bien en el siglo XVIII se produciriacutea un cambio en las explicaciones poliacuteticas que se basan en la asuncioacuten de lo sagrado o de la gracia divina Lo que las sustituyoacute no fue el secularismo sino una obediencia basada en principios religiosos a una autoridad humana unitaria el rey seriacutea el siacutembolo visible del ldquoEstadordquo

La tan anhelada felicidad poliacutetica que habriacutea de surgir a partir de la fidelidad y lealtad

a Felipe V estribaba en lsquoconocer que Dios asiste y defiende a nuestro Philiporsquo el cual

era por ello mismo lsquoel Argos del bien comuacutenrsquo (Saacutenchez Llanes 2014 p 310)

Las peculiares circunstancias que concurrieron en Castilla durante la Guerra de Sucesioacuten situaron a la fidelidad como fenoacutemeno y como concepto en el centro de la accioacuten poliacutetica Se trataba en el fondo de recordar cuaacuteles eran las razones que fundaban la sociedad poliacutetica autodenominada Castilla

23 UPF IUJVV Ayala y Salcedo (1710 p 37) Parabien a la Iglesia Catholica en los gloriosos triunfos de nuestro invicto monarca D Phelipe Quinto a quien le consagra el doctor don Manuel de Ayala y Salcedo cura de San Gineacutes de Madrid Theologo de su Magestad y su Examinador en el Real Consejo de las Ordenes y Synodal del Arccedilobispado de Toledo 1-44

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

que como cabeza de la Monarquiacutea Catoacutelica impregnaba con su estilo y sus principios de gobierno al conjunto de la misma Estos principios encontraban su fundamento en un orden regulado por el mandato del amor confesional-mente estructurado por la dogmaacutetica catoacutelica desde la que se construiacutea el legiacutetimo ejercicio del poder poliacutetico tanto como se ordenaba el acceso al mismo (Vicent Loacutepez 2000 pp 62-64)

El Arzobispo de Zaragoza afirmaba en 1706 que los espantildeoles que no defendieran a los priacutencipes jurados incurriacutean en delito contra Dios y el rey arriesgaban la conservacioacuten de la fe y de esta manera se convertiacutean en reos de los delitos de sedicioacuten a la patria y de Lesa Majestad ademaacutes de las con-secuencias en el orden espiritual que teniacutea caer en pecado mortal Tambieacuten lo confirma el Desengantildeo Catholico

El que no reverencia y obedece lo justo a su legitimo rey quando la materia es

graue peca mortalmente el sentildeor Phelipe Quinto es legiacutetimo rey de Espantildea luego

los espantildeoles que no lo aman reverencian y obedecen en lo justo pecan24

En el sentido que venimos sentildealando resultan significativos los argumen-tos para justificar la pena impuesta a dos reos acusados en 1703 de participar en un plan para invadir Caacutediz La infidelidad al rey es penada como causa principal pero tambieacuten hay otros elementos a considerar Aparece de forma expliacutecita la definicioacuten del conflicto como una ldquoguerra de religioacutenrdquo (Gonzaacutelez Mezquita 2013) En este caso de los espiacuteas que reuniacutean informacioacuten para los aliados el fiscal reunidas las pruebas los acusoacute y pidioacute que fueran condenados a la pena capital y en las demaacutes dispuestas por derecho contra tales delincuentes

y porque los dichos reos pospuesto el temor de Dios nuestro Sr faltando al amor

y fidelidad que debian a SM () se constituyeron voluntariamente y con animo

doloso espiacuteas de sus enemigos viniendo de Portugal a esta ciudad a solicitarles

noticias individuales y por extenso a las prevenciones militares con que se halla-

va que les subministraron para facilitarles la imbasion de este Presidio (Caacutediz)

() por donde se hallan convictos y confesos dichos reos y resultan serlo de lessa

Magestad y por consiguiente de las penas impuestas por derecho a los perpetra-

24 Biblioteca Nacional Madrid (BN) Mss 15120 Desengantildeo Catholico

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Opinioacuten y propaganda

dores de tan detestable delito Y porque se hase mucho mayor considerando que

no solo favorecian dichos reos a los enemigos de esta corona sino tambien por

consiguiente a los que lo son de nuestra santa fe catholica que tanto desean la

toma de esta plaza () con las noticias de dichas prevenciones que participaban

y estavan en animo de proseguirlas Y porque de lo referido resulta que deven

ser condenados los susodichos gravissimamente y con las penas condignas para

refrenar la audacia de los que les imitaren y para retraer a los mal contentos de

la execucion de las intenciones y desleales propoacutesitos que ayan concebido por lo

qual a VM pido y suplico admita esta acusacion probea y determine como tengo

pedido y aqui se contiene justicia y costas25

Entre las razones esgrimidas para justificar la pena solicitada encontra-mos uno de los ejemplos maacutes claros de las implicaciones que se dieron en un conflicto que tuvo tan diversas connotaciones Por otra parte el efecto ejemplarizador de la pena se muestra como elemento significativo que debe cumplir con la funcioacuten de desalentar a potenciales imitadores

Los austracistas contestan los argumentos de los papeles felipistas y acu-san a los cleacuterigos ldquocruzadosrdquo en armas

Grandes disparates exala la fingida piedad sobre este punto persuadiendo a los

confessores ineptos lo que no alcanccedilan ellos la lastima es que assi en este punto

como en el de la succesion los mas hablan como clerigos en armas si no han

visto los Sagrados Canones y leyes que podran dezir sobre esto O sentildeor diran

que hemos visto el Clarin de Europa y diferentes Memoriales impresos (hellip) 26

El propio Felipe V utilizoacute la fe como elemento potenciador de otro no menos importante la defensa del honor y de la unidad de la patria (Valladares

25 Archivo Histoacuterico Nacional Madrid (AHN) Consejos Leg 7241 1 136r-136v

26 Biblioteca Nazionale di Napoli (BNN) Escudo de Phidias Mordaza de Nemesis y luz para el desengantildeador desengantildeado Respuesta a dos papeles El uno Mogiganga de Mogigangas Papelon de Papelones y Sarta de otros muchos disparates que centildeidos son una Taravilla de Taravillas de la mal-contenta Gathomaquia Ideada en Etiopia donde todos los Gatos son pardos El otro Mandado sacar a luz por el Arccedilobispo de Ccedilaragoccedila Barcelona 1706 UPF IUJVV D65 Verdad desnuda armada de razon sucessos innegables con que triunfa de los embustes y enredos que se le oponen en un papel que con aprobacion dize del excelentissimo sentildeor Arccedilobispo de Zaragoccedila ha esparcido la malicia para ofuscar el derecho de la magestad de Carlos Tercero Barcelona 1706

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

Ramiacuterez 1999) El siacutembolo y la defensa de esos principios se encarnaron en el rey con una actitud favorecida por la marcha de los acontecimientos y por un buen aprovechamiento de los fallos del Archiduque El monarca no duda-ba de sus atribuciones frente al Papa en una monarquiacutea ldquoque nunca dependioacute en lo temporal sino de siacute misma las leyes patria y voluntad de sus reyes y sentildeores naturalesrdquo27 A raiacutez del acuerdo de los portugueses con los aliados que incluiacutea la entrega de plazas espantildeolas a ese paiacutes Felipe V expresa en un con-vocante manifiesto que ldquo() se desnudan debidamente mi espada y la de mis reinos por la Fe por la Corona y por el Honor de la Patriardquo28 Felipe V se con-vertiacutea asiacute en un siacutembolo de unidad especialmente para los castellanos frente a los catalanes a los austracistas y en ocasiones frente a la propia Francia

La primaciacutea de la religioacuten no era nada retoacuterica Planteado inicialmente el conflicto

en teacuterminos de legitimidad la apertura de las hostilidades ndashcon la inevitable pre-

sencia de fuerzas protestantes en la peniacutensulandash hizo posible una lectura del mismo

en teacuterminos de guerra de religioacuten (hellip) Independientemente de sus derechos de

su propia razoacuten dinaacutestica el compromiso mayor del monarca radicaba en la maacutes

general y confesional razoacuten de religioacuten (Fernaacutendez Albaladejo 2001 pp 498-499)

Los partidarios del Archiduque acusan a los franceses por sus actitudes opuestas a la defensa de la fe catoacutelica que ellos ponen en peligro por

() la infidelidad y perfidia de los Musulmanes Ateistas de la Francia consolar

los pueblos espantildeoles y librar a Europa de una perpetua esclauitud mas Barbara

que la de los turcos y tartaros por ser assi el genio Luziferino franzes y tener

ya sus costumbres de ellos seis siglos antes que la seta Maometana viniese por

nuestra desgracia al mundo29

Las argumentaciones acusatorias se fundan en situaciones del pasado de Francia o defienden la licitud de la alianza con herejes Pero evitan definir el

27 BN Mss 7023 462r

28 BN Mss 9149 300-315 Razones de la guerra del Rey Catoacutelico contra el rey de Portugal el archiduque Carlos de Austria y sus aliados

29 BN Mss 2569 264-274 Razones contra la proposicioacuten de los maacutes flacos Ministros del Consejo de Estado de Espantildea

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Opinioacuten y propaganda

enfrentamiento como una guerra de religioacuten aunque incurran muchas veces en contradicciones En el primer caso se halla Justicia y conciencia30 En este papel se acusa de hipoacutecritas a los que critican a la Liga y recuerdan las confederaciones de Francia con infieles En el segundo caso se encuentra la Mueca de Mogigangas y mogigangos en la que se afirma que en situaciones de defensa propia y guerra justa es posible esa alianza31

Entre las curiosas manifestaciones de fidelidad a uno u otro bando se encuentra la confesioacuten de un cleacuterigo asustado donado del convento de Santa Ana de Jumilla que habiacutea asegurado que Carlos III era el rey que Dios habiacutea decidido para Espantildea y que no debiacutean defender en Murcia a Felipe V porque enojariacutean a Dios seguacuten se lo habiacutea manifestado en un suentildeo32

Otro documento de filiacioacuten austracista maacutes expliacutecito en cuanto al plan-teamiento del problema de las relaciones entre la religioacuten y la poliacutetica33 ana-liza el tema del papel del clero utilizando como argumento inicial el caso de un predicador que llevado por la fuerza de sus conceptos dijo ldquoque el espantildeol que no teniacutea por verdadero rey de Espantildea a Phelipe quinto faltava a la feerdquo Las criacuteticas que generoacute su sermoacuten hizo que reformulara su preacutedica afirmando que ldquoera faltar a la fee divina y que para saver esso no se necesitava de mas Theologia que la Doctrina Cristiana que se ensentildeava en el Cathecismordquo El autor propone llevar esta discusioacuten a una imaginaria junta de hombres sabios que le deberiacutean dar sus opiniones sobre un tema tan controvertido se propo-nen primero los argumentos a favor de Felipe V para luego refutarlos uno a uno Seguacuten la primera opinioacuten se afirma que consta en la Sagrada Escritura que se debe obediencia a los reyes que ldquopor derecho comuacuten y particular de Reynos y Provincias son paciacuteficamente admitidosrdquo y son jurados solemne-

30 UPF IUJVV D84 Justicia y concienciardquo en la causa del sentildeor Carlos III (que Dios guar-de) arregladas seguacuten toda ley natural divina y humana ajustadas para el tribunal de Dios y de los hombres Barcelona 170

31 UPF IUJVV M84

32 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

33 BN Mss 2569 300 Desengantildeo y seguridad de las conciencias Carta en que se consulta a un Doctor Theologo sobre la certeza que tiene el reynado de Phelipe Quinto escrita en Madrid en diez y seis de junio de mil setecientos y doze

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mente y todo esto se encuentra en Felipe V La segunda opinioacuten procede de las revelaciones que Dios ha hecho a personas de virtud ldquode que habia de reinar un priacutencipe franzes que conservariacutea la fee Catholicardquo tal como suce-dioacute con una carmelita descalza de Uacutebeda durante la enfermedad de Carlos II La tercera tiene en cuenta la aprobacioacuten del Papa que sin hacer caso de otros derechos pretendidos admitioacute como legiacutetimo rey a Felipe V aceptando su embajador designando Nuncio en Madrid y concedieacutendole los beneficios eclesiaacutesticos que le corresponden en esa calidad34 La uacuteltima razoacuten es que la Inquisicioacuten de Espantildea

promulgo un edicto mandando fuesen denunciados y delatados a su Santo

Tribunal los confesores que en el Sacramento de la penitencia dixesen per-

suadiesen o predicaren a los penitentes que Phelipe 5ordm no era lexitimo rey o

que no se le devia obendiencia y fidelidad de vasallos35

A continuacioacuten quien realiza la consulta asegura que si bien las razones que le dieron fueron ldquodichas con eficacia y ardorrdquo se reconoce ldquolego e ignoran-terdquo y por lo tanto no puede discernir ni calificar su fuerza y hace otra consulta a quien supone que ldquono se dejara mandar de afectos o pasiones para augmentar o discernir la zerteza que tubiere esta materiardquo De esta manera comienza la argumentacioacuten para refutar las opiniones favorables a los Borbones

La ldquoRespuesta a la antezedente cartardquo lamenta los errores en que se ha in-currido durante mucho tiempo y asegura que ldquoel principal empentildeo o porfia de los superiores a sido persuadir a los pueblos sea esta Guerra de Religionrdquo36 Luego se culpa a los franceses de querer imponer en Espantildea sus usos y cos-tumbres37 Tambieacuten reprocha su poliacutetica alejada de la eacutetica que permite a sus

34 BN Mss 11267 En que forma puede y debe proceder el Sumo Pontifice cabeza de la Iglesia y Vicario de Christo en la tierra en las sediciones y rebeliones de los reynos a favor y aiuda de los principes para reprimir y castigar los rebeldes

35 BN Mss 2569 301

36 BN Mss 2569 302

37 BN Mss 10919 97 Tambieacuten se expresa en este sentido el autor del Papel curioso sobre el es-tado presente de las cosas de Europa y esta Corte con el motivo de la reparticioacuten de la Monarquiacutea de-scriacutebense las verdades en defensa de la inocencia perseguida que la malicia ha tenido ocultas y otras circunstancias dignas de la comuacuten inteligencia XVII Sobre galofobia y galofilia vid Schaub (2004)

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reyes no respetar los pactos si eso les permite asegurar su poderProsigue lamentando el olvido de las ancestrales tradiciones espantildeolas y

su reemplazo por otras ldquosacriacutelegas y blasfemasrdquo Felipe V ha sido utilizado en estas estrategias para confundir al pueblo y quitar importancia al clero Se ha llegado a representar a la Virgen con el rey montando a caballo Por otra parte se atribuyeron al rey apariciones y revelaciones de Cristo la Virgen y los Santos ldquoCon esta mas que idolatria del rey preciso era el desprecio del estado eclesiastico y religiosos pisando sus inmunidades y personas y lugarrdquo llegando a presionarlos para que los sermones se convirtieran en panegiacutericos de su figura comparaacutendolo con el Apoacutestol Santiago o el Espiacuteritu Santo38

iquestDonde nos revelo Dios que este es lexitimo rey de Espantildea Queacute Pontiacutefice como

suprema cabeza de la Iglessia y succesor de San Pedro puesto en la Cathedra suia

con la infalible assistenciaque le prometio Cristo lo a definido Pues estos y otros

son los medios que hazen o separan la revelacion divina que muebe a la fee39

Los sermones cumpliacutean una importante funcioacuten en los conflictos beacutelicos y sobre todo en los de caraacutecter civil en los que las posiciones poliacuteticas enfren-tadas pretendiacutean justificarse a traveacutes de los mismos presupuestos religiosos El papel de los sermones como canales de propaganda poliacutetica se puso ya de manifiesto en la guerra de las Comunidades y llega a su apogeo en la guerra de Sucesioacuten cuando austracistas y felipistas compiten por el monopolio del favor divino (Martiacutenez Gil 2011) Los cleacuterigos buscaban provocar impacto entre los oyentes siguiendo una serie de disposiciones para lograr un buen resultado regular la voz los gestos y un lenguaje basado en la teatralidad la acumula-cioacuten de frases negativas el empleo de primera y segunda persona y el uso de comparaciones y metaacuteforas (Morgado Garciacutea 2000 p 104) ldquoSu influjo en la opinioacuten era tan decisivo (hellip) que resulta perfectamente explicable la obsesioacuten preilustrada e ilustrada por su reforma Fueron el gran instrumento de poder del

38 BN Mss 2569 303 La exageracioacuten podiacutea ser tal que ldquosino fuera por hazer adultera a la rey-na la hiziera Virjen y no era mucho que si le apretaran lo dixese porque podia hazer al Spiritu Santo author de aquel parto y para no quitarle el derecho al reyno al Principe decir que el mismo Espiritu Santo author del habia transferido el derecho de su Padre como rey de reies y sentildeor de Dominantes y no es temeraria mi proposicion porque habiendole quitado a la reina saboiana en el parto dolores y sangre buen preludio era de repetirse el misterio de la encarnacionrdquo

39 BN Mss 2569 305

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clero bastante politizado en momentos decisivos ()rdquo (Egido 2002 p 381)El autor del Desengantildeo intenta refutar los argumentos borboacutenicos afir-

mando que el reinado de Felipe V no es materia que ldquoperteneze a la fee divina con que asentimos a las verdades que Dios revelardquo Diferencia una fidelidad humana y una divina separando los campos de referencia

En algunas oportunidades durante estos debates y campantildeas los sacerdotes cumplen con el papel de soldados y forman auteacutenticos ldquoregimientosrdquo40 Se com-para las palabras con las armas (Gonzaacutelez Mezquita 1999) cuando se afirma que

Cada sermoacuten y papel impreso es una bateriacutea pesada que derriba centenares de

hombres casas y pueblos Cada confesioacuten es una bomba o bala encendida que

traspasa o quema un corazoacuten Y muchas confesiones sermones y papeles en mu-

chos diacuteas son muchas balas encadenadas o una bateriacutea y cadena continuada que

pueden conquistar y acabar con todo un mundo41

El Almirante de Castilla austracista declarado reflexionaba sobre las acusaciones a los aliados Comprobamos que las opiniones circulaban no soacutelo en panfletos sino tambieacuten en textos elaborados como en este caso me-morias manifiestos y correspondencia Es importante seguir la trayectoria de un texto las respuestas que provocoacute y la produccioacuten que lo acompantildeoacute contraponer su contenido con el de los que le respondieron confrontando sus argumentos consideraacutendolo como un texto de accioacuten El Almirante des-estima los argumentos borboacutenicos que califican el enfrentamiento como una guerra de religioacuten

iquestCuaacutendo no se habraacute visto otra vez en el mundo ni guerra maacutes propia de una

natural defensa ni maacutes poliacutetica ni maacutes de la razoacuten de estado para todos los priacuten-

cipes de Europa ni maacutes de la libertad y el honor de los espantildeoles y de la justicia

40 Borreguero Beltraacuten (2003) ldquoToda la contienda sucesoria ademaacutes de su caraacutecter de conflicto dinaacutestico maacutes estudiado por los historiadores presentoacute una vertiente religiosa que se inicioacute cuando en julio de 1702 una armada anglo-holandesa sitioacute Cadiz y el Puerto de Santa Mariacutea Las escenas de pillaje y sacrilegios disgustaron enormemente a los lugarentildeos alejando del partido austriacuteaco a muchos catoacutelicosrdquo (p 112)

41 Sentencia praacutectica de regulares gallispanos a favor de los imperiales Barcelona 1709 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 85

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comuacuten de todos42

Utiliza como prueba las alianzas de Espantildea y el Imperio con las potencias mariacutetimas en tiempos de Carlos II en las que no cabiacutea una duda semejante Por otra parte estas potencias son las mismas con las que Francia habiacutea acordado los ldquoTratados de Repartordquo Adjudica los textos de intencioacuten que se publican para engantildear a los europeos a la perversidad de Portocarrero y Arias para dar una mala imagen de los aliados evocando una dimensioacuten religiosa del movimiento para lograr la adhesioacuten a una cruzada una guerra santa que convocaba a todos

Es comprobable la falta de moderacioacuten en la produccioacuten publiciacutestica de los cleacuterigos maacutes exaltados auacuten en el caso de que cada afirmacioacuten fuera probada con argumentos poliacuteticos juriacutedicos o histoacutericos (Garciacutea Caacutercel y Alabruacutes Iglesias 2001 p 40 Loacutepez-Cordoacuten Cortezo 2009 p 295) Algu-nos participaron en la guerra con armas y palabras (Peacuterez Goyena 1930) El Cardenal Belluga no contento con su expliacutecita llamada a la guerra santa levantoacute a su costa 4000 hombres reviviendo la imagen del ldquoobispo guerrerordquo propia de la eacutepoca de los Reyes Catoacutelicos y seguacuten Bacallar (ed 1957) ldquono embarazado de sus sacras iacutensulas y sus antildeos montoacute a caballo y juntando gente no desdentildeoacute por el celo de la religioacuten y seguridad de los feligreses de manejar las armasrdquo (p 1957 122)

El discurso de Belluga no se reduce a la utilizacioacuten de conminaciones sino que realiza un detallado anaacutelisis de los temas que se debaten a propoacutesito de la sucesioacuten La extensioacuten del trabajo impide un desarrollo pormenorizado pero sentildealaremos los argumentos principales de su alegato

En estos diacuteas ha llegado a nuestra noticia como su astucia (del enemigo) ha sido

tanta que ha procurado valerse de algunos ministros de Dios para sembrar no

soacutelo en conversaciones privadas sino hasta en el confesionario mismo asiacute en

esta ciudad como en algunos otros lugares del obispado el sacriacutelego error con

que se ha procurado turbar las conciencias de los maacutes leales vasallos de nuestro

Gran Monarca Felipe Quinto nuestro Rey y Sentildeor natural ensentildeaacutendoles e im-

ponieacutendolos en que no teniacutean obligacioacuten a conservarle la debida obediencia y

que no soacutelo podiacutean sino debaxo de pecado mortal debiacutean rendirla al Archiduque

42 Manifiesto del Almirante de Castilla Biblioteca Nacional de Lisboa COD 526 124

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CarlosSabed hijos que lo que se os ha dicho no solo es falso sino un sacrile-

gio un error y un delito el mas abominable a los ojos de Dios por el juramento

que teneis hecho en la Coronacioacuten de nuestro Monarca a la fidelidad obediencia

y amor debida al Rey como nuestro Sentildeor natural al celo de la Religioacuten y a la

conveniencia propia vuestra con que debeis mirar por la seguridad de vuestra

alma por la conservacion de vuestra vida por el punto de vuestra honra por la

manutencioacuten de vuestros bienes y quietud universal de todo el Reinordquo43

Despueacutes de analizar temas como el juramento o la renuncia de la infanta Mariacutea Teresa utiliza la posicioacuten del Papa para justificar la legitimidad de Felipe V y para castigar a los cleacuterigos que prediquen en su contra ldquohasta su degra-dacion y pena capitalrdquo La obligacioacuten de lealtad existe no soacutelo en virtud del juramento sino por la que se debe al rey por derecho natural divino y positivo

() declarando las leyes civiles por reo del crimen de Lesa Majestad al desleal

y los Sagados Caacutenones Obedezcamos a Dios como nuestro Gobernador Juez y

Sentildeor y tengamos el mismo temor obediencia Y reverencia a nuestro Rey como

a su Vicario en la tierra pues nos ha dado Dios un rey que se hace por infinitos

titulos acreedor a nuestra obediencia y amor un rey escogido por la mano de

Dios un Rey anunciado por vaticinios44

Entre los apologistas borboacutenicos se tendiacutea a acentuar la obediencia ra-cional basada en la identidad confesional Pero agotados estos argumentos no faltan las amenazas y las recomendaciones que indican un sentido maacutes pragmaacutetico El discurso del miedo desarrolla una amplia variedad de matices que van desde el temor a los reyes que da fundamento al amor a los reyes hasta la presentacioacuten de circunstancias exageradas de temor o amenazas que acechan al reino y que a partir de su consideracioacuten motivan por siacute mismas la adopcioacuten de distintas iniciativas poliacuteticas (Nieto Soria 1988 p 190) Belluga

43 BN Mss 3798 Viva Jesuacutes Carta que el ilustrisimo sentildeor d Luis Belluga obispo de Cartage-na del consejo de su Majestad escribe a los fieles de su obispado principalmente a la gente sencilla previniendoles del riesgo de dar creacutedito a una falsa doctrina y error que en conversaciones privadas y hasta en el confesonario mismo en esta ciudad y algunos lugares de la diocesis se ha pretendido sembrar Murcia 1706 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 5

44 BN Mss 3798 6

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sentildeala que se debe obediencia al rey pues de otro modo

Arriesgaacuterais vuesta alma pues lo mismo es pretender de vosotros esta deslealtad

y traicion a vuestro Rey que pretender hagaacuteis cuatro graviacutesimas ofensas de Dios

una contra la virtud de la Religioacuten por el sacrilegio del quebrantamiento del ju-

ramento otra contra la justicia por la obligacioacuten que por derecho natural divino

y positivo tenemos de obedecer y ser fieles a nuestro Rey otra contra la misma

Religioacuten por el fomento y ayuda que dierais a los enemigos de la fe y otra contra

la caridad os mezcleacuteis en una proposicioacuten sidiciosa os hagaacuteis eos del castigo

que por el Santo Tribunal mereciera el que la defendiera arriesgariacuteais tambien

vuestra vida y vuestros bienes pues no ignorais que la deslealtad e infidelidad a

los reyes es crimen ldquolesa Maiestatisrdquoy como tal tiene pena de la vida perdida

de bienes y de infamia que pasa tambien a los hijosasiacute lo disponen las leyes

Y con tanto rigor que eacutestas establecen que no soacutelo sea reo de muerte el desleal

que se subleva o ayuda a la sedicioacuten sino tambieacuten el que sabiendo los que lo han

querido executar no los ha delatado45

Belluga es un buen ejemplo de la politizacioacuten clerical que llegoacute durante la Guerra a promover el uso no soacutelo de la preacutedica sino tambieacuten de la confe-sioacuten como instrumentos a favor de los intereses de uno u otro contendiente No faltaron voces que le respondieran y lamentaran su asociacioacuten de lo sa-grado con lo profano

() mi aacutenimo es solo escribir contra el papel contra la accioacuten y contra el fin

parece en ella el obispo no solo obispo en su caacutetedra ensentildeando la Doctrina

Christiana a sus ovejas sino un sargento que instruyese escuadrones con el

yelmo y la alabarda infundieacutendoles coacutelera con la exhortacioacuten mas confusa por-

que se vale de cuanto alcanza como puede conducir al fin de la vitoria que desea46

La metodologiacutea utilizada es semejante a la enunciada en otros papeles primero se procede a una enumeracioacuten de las razones expuestas por Belluga

45 BN Mss 3798 6

46 Dictamen apologeacutetico sobre la carta pastoral del obispo de Murcia Salamanca 1706 Apud Peacuterez Picazo (1966 t II p 28)

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y luego se invalidan contestando sus argumentos para despueacutes asegurar que se debe evitar la confusioacuten en los campos de la fe y la poliacutetica ldquoNo acaban de entender los entendidos coacutemo un obispo espantildeol escribiendo una carta para direccioacuten de sus ovejasno se averguumlenza de proponerles una doctrina ciertamente falsa empentildeado en que crean en materia de fe una materia meramente poliacuteticardquo47

Los argumentos racionales tambieacuten se refuerzan con otros de diferen-te orden que apelan a las emociones y creencias en los que se destacan los triunfos que Dios otorgaba para hacer manifiesta su voluntad a traveacutes de mi-lagros48 apariciones profeciacuteas revelaciones presagios augurios y sentildeales extraordinarias El mismo Belluga en una carta a sus fieles afirmaba haber ldquoexperimentado el maravilloso sudor y lagrimas que por tres veces tan co-piosamente derramo la sagrada imagen de Maria Santiacutessima de los Dolores en una de las caserias de la Huerta de esta ciudadrdquo y no duda en relacionarlo con la victoria de los ejeacutercitos borboacutenicos49

Los eclesiaacutesticos podiacutean difundir estos portentos o fabricarlos para con-seguir el efecto buscado Tambieacuten para manifestar su desacuerdo con las in-terpretaciones de Belluga se manifiesta un autor anoacutenimo que las refuta

Que los Divinos Arcanos ayan sido manifiestados a los hombres por diversas

sentildeales en el Cielo es cosa tan cierta que carece de dificultad Pues en la noche

que nacioacute el Hijo de Dios Eternose aparecieron tres soles en Espantildea como

afirman muchos autores No dudo que tambien algunas Santas Imagenes de

Chisto Sentildeor Nuestro de Maria Santissima y de otros Santos ayan demostrado

algunas fatalidades que avian de suceder en el mundo Pero lo que dudo es que

aya sugeto humano que afirme la infabilidad de unas lagrimas sin especial favor

del Cielo Esto motiva mi pluma para manifestar a todos la afecta passion con

que el Ilustrissimo Sentildeor obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada se

precipitoacute a publicara los habitantes de la Ciudad de Murcia como una Santa

47 Dictamen apologeacutetico 37

48 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

49 BN Mss 3798 6

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Imagen de la Virgen Santissima de los Dolores avia llorado y sudado en los dias 8

y 9 del mes de Agosto del presente antildeo de 1706 afirmando ser el motivo de dichos

sentimientos las hostilidades que las Tropas de nuestro Rey y Monarca Carlos III

y las de los Altos Aliados hazian en dicho Reyno de Murcia y otras partes

me incumbe como a Hijo aunque indigno de tan Soberana Reyna el defender

su honor y no permitir se le achquen fingidas demostraciones de sentimiento

mayores de las que padecioacute en la muerte de su amantissimo hijo Christo y mas

siendo su llandocontra la justicia y derechoq ue nuestro Catholico Monarca

CARLOS III tiene en la Corona de Espantildea la qual injustamente ocupa el Sentildeor

Duque de Anjou50

Acusa a Belluga de ignorar la reconocida devocioacuten de la Casa de Austria cuando pide a los murcianos que empuntildeen las armas contra el candidato aus-triacuteaco y enumera una serie de razones que ponen de manifiesto su defensa de la Iglesia Catoacutelica y su devocioacuten por Mariacutea En otro sentido las acusaciones contra los desmanes cometidos por las tropas de los aliados ldquoherejesrdquo dan ocasioacuten para enunciar los excesos cometidos por las tropas de Felipe V

Asiacute un texto puede ser combatido por quienes se oponen a eacutel o a su autor Varios pueden tomar la pluma para atacarlo De unos a otros los temas los argumentos y los nombres circulan se deforman y transforman Una nueva cuestioacuten se abre asiacute y se forman racimos agrupados en torno a un hecho o a un hombre Las redes no son soacutelo una yuxtaposicioacuten de textos sobre un tema comuacuten Existe un viacutenculo dinaacutemico entre un texto y otro en el que cada rebote amplifica un argumento o una acusacioacuten No se trata de duelos sino de engranajes poleacutemicos Un ataque suscita una contestacioacuten Esta destruye los argumentos del discurso precedente pero se opera un desborde Es asiacute como el engranaje comienza a moverse Desbordar al adversario es maacutes que responderle La siguiente es un nuevo desborde De texto en texto el movi-miento se acelera y a veces se embala a la violencia (Jouhaud 1985 p 18)

Los manuscritos y los impresos difunden informacioacuten o manifiestan una

50 UPF IUJVV Manifiesto y desengantildeo en el que se impugna el arrojo del Imo Sr Obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada escrito en la Ciudad de Murcia en su carta exhortatoria en la qual supone aver llorado y sudado una Santa Imagen de MARIA Santisima de los Dolores a fin de impresionar en los corazones de sus feligreses la resistencia a las Armas y Tropas de su legitimo Rey y Sentildeor CARLOS Tercero (que Dios guarde) Barcelona 1706

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

posicioacuten Esto genera discusiones sobre su circulacioacuten e impacto en la cons-truccioacuten de una opinioacuten puacuteblica Se suele negar su existencia en la eacutepoca pero si tenemos en cuenta que se hacen notables esfuerzos por justificar las decisiones de los gobernantes y silenciar a los opositores se puede aceptar que existiacutea al menos con un cierto grado de desarrollo El sentido de los tiacutetulos de algunas obras constituye una muestra evidente de su presencia al igual que la circulacioacuten de cantidad de escritos y sus respectivas respuestas Se detectan grupos de lectores en diferentes ciudades que permiten el desarrollo de impre-sores grabadores libreros y mercaderes de estampas interesados en producir y vender obras impresas y manuscritas con intencioacuten poliacutetica Los interesados (Baker 1987) se encuentran en las cortes en primer lugar pero tambieacuten entre las elites de distinto orden en la capital51 las provincias y las ciudades aunque es cierto que por la lectura oral o a traveacutes de imaacutegenes el puacuteblico puede ser maacutes extendido Por cierto la frontera es estrecha entre informacioacuten y desinfor-macioacuten entre informacioacuten y propaganda (Duccini 2003)52

A modo de conclusioacuten Durante la Guerra de Sucesioacuten espantildeola los publicistas y predicadores

defensores de Felipe V o del Archiduque Carlos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo entre los representantes de dos dinastiacuteas catoacutelicas Se trataba de una guerra entre priacutencipes y al mismo tiempo entre un priacutencipe y los hombres que negaban la legitimidad de su poder

Los dos bandos en litigio utilizaron la religioacuten como un mecanismo para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten para convencer y conseguir nuevos adherentes Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque eran una excusa que encubriacutea el verdadero en-frentamiento que era religioso con el objetivo de levantar a los suacutebditos con-tra su rey catoacutelico y asiacute poder introducir la herejiacutea

51 La idea de ldquopuacuteblicordquo incluye tambieacuten el internacional que tambieacuten toma la forma de un tribu-nal en el que las monarquiacuteas en guerra expresan reivindicaciones por medio de la propaganda

52 La autora declara la existencia de una opinioacuten puacuteblica en el reinado de Luis XIII rechazando los anaacutelisis de los autores que consideran el fenoacutemeno como maacutes tardiacuteo (M Ozouf J Habermas) esta afirmacioacuten se basa en una serie de argumentos una verdadera difusioacuten de las novedades los debates relacionados precisamente a compartir la informacioacuten la existencia de un puacuteblico de un teatro o la necesidad de un hacer saber admitido por los protagonistas

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Opinioacuten y propaganda

En este contexto las discusiones sobre el surgimiento de la opinioacuten puacuteblica que ha sido objeto de muchas investigaciones se deberiacutean recon-siderar para avanzar con la aplicacioacuten de nuevas categoriacuteas analiacuteticas para mejorar las que fueron aceptadas durante mucho tiempo y para dar lugar a los estudios en situaciones especiacuteficas respetando sus particularidades y beneficiaacutendose de los aportes realizados por los estudios interdiscipli-narios Reconstruir la loacutegica de las acciones en las que ellas se inscriben situarlas dentro de las redes y constelaciones de textos a los que ellas pertenecen son dos exigencias ineludibles para estudiarlas Lamentable-mente no siempre es posible Es necesario estudiar cada texto dentro de la accioacuten y en accioacuten

Los testimonios de la produccioacuten publiciacutestica sugieren un cruce de razones y emociones en los autores que defienden posiciones enfrentadas a lo largo de la guerra Los argumentos desarrollados en textos de distinto calado y argu-mentacioacuten hacen referencia a los diferentes planos de un conflicto civil dinaacutes-tico internacional y mediaacutetico a la discusioacuten de un modelo de gobierno y en este caso en particular a lo que algunos quisieron definir como una guerra de religioacuten Los aspectos comunicacionales del enfrentamiento permiten deli-near algunos de los rasgos de la ldquoesfera puacuteblicardquo que J Habermas asocioacute -con planteos que hoy se someten a criacutetica- con una etapa maacutes avanzada de la cultura burguesa el compromiso con la formulacioacuten clara del discurso una retoacuterica convincente la necesidad de establecer justificaciones racio-nales Es evidente que la audiencia de las primeras deacutecadas del siglo XVIII no era soacutelo ni predominantemente burguesa sin embargo muchos de sus valores seriacutean legados como herencia cultural a los grupos medios de las deacutecadas posteriores

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo

Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)

Evangelina De los Riacuteos (Universidad Nacional de Rosario Argentina)

IntroduccioacutenEl 20 de febrero de 1863 el receptor de Hacienda del departamento de

San Geroacutenimo Joseacute Mariacutea Torres dirige una carta al Colector General de la provincial en la que afirmaba

Es muy evidente sentildeor que de diacutea en diacutea esta caprichoso juzgado devilite

[sic] aacute esta oficina con una oposicioacuten que vien [sic] mirada aunque ella es

directa aacute quien la representa sus efectos solo presionan en los intereses

fiscales (hellip)1

Esta misiva no representa un hecho aislado Durante los antildeos en que To-rres ocupoacute la receptoriacutea mantuvo un profundo enfrentamiento con el juez de

1 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

paz del departamento Anselmo Maciel Su mala relacioacuten plasmada a lo largo de varios legajos acaboacute afectando los intereses fiscales ndashdonde era habitual la superposicioacuten de competencias en el ejercicio de las tareas recaudatoriasndash y obligoacute a las maacuteximas autoridades provinciales a mediar para poner fin al con-flicto Era claro que las reformas emprendidas en pos de reordenar la econo-miacutea reestructurar el orden fiscal y disentildear dispositivos institucionales de poco serviacutean si las contribuciones no se cobraban y en los tiempos fijados para ello (De los Riacuteos 2017)

Los estudios sobre las finanzas de Santa Fe sin ser muy numerosos sobre todo si los comparamos con la abundante historiografiacutea que existe para otros casos han relevado las cifras maacutes gruesas de la fiscalidad2 Este tema presenta muacuteltiples aristas que merecen un anaacutelisis maacutes pro-fundo acerca del ejercicio de la colecta impositiva coacutemo se realizaba quieacutenes ejecutaban estas tareas y doacutende se realizaba son preguntas esen-ciales que contribuiriacutean a echar luz sobre la historia fiscal de la provin-cia El presente trabajo pretende acercar la mirada a la forma en que se gestionaba la recaudacioacuten impositiva desde el punto de vista maacutes coti-diano La observacioacuten de los agentes que se hallaban en los escalones maacutes bajos del entramado fiscal permite apreciar los obstaacuteculos diarios que debiacutean sortearse para hacer efectivo el cobro de las contribuciones donde se conjugaban intereses personales viacutenculos poliacuteticos y conflictos locales que afectaban el desenvolvimiento de la actividad recaudatoria El estudio se centraraacute en la receptoriacutea del departamento de San Geroacuteni-mo ndashuno de los cuatros departamentos en que se dividiacutea la provinciandash ya que ofrece un marco adecuado desde el cual es posible analizar el ejer-cicio praacutectico de la recaudacioacuten al tiempo que brinda la posibilidad de complejizar y matizar ciertos presupuestos generales Se haraacute especial hincapieacute en los agentes involucrados en estas ocupaciones y los aacutembitos espaciales doacutende ejerciacutean sus actividades

San Geroacutenimo se halla ubicado sobre la margen del Paranaacute entre los riacuteos Coronda y Carcarantildeaacute ocupaba unas 500 de las 3650 leguas cuadradas que

2 Sobre la fiscalidad de Santa Fe veacutease Bonaudo y Sonsogni (1997a y 1997b) Chiaramonte (1986) Chiaramonte Cussianovich y Tedeschi (1993) Ensinck (1985 y 1953) Gallo (1965) Frid (2007 y 2011)

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Evangelina De Los Riacuteos

reconociacutea la provincia como parte de su jurisdiccioacuten3 Hasta mediados de los antildeos sesenta del siglo XIX se hallaba integrado por un uacutenico nuacutecleo urbano la villa de Coronda y cinco distritos4 de campantildea Las Lomas Barrancas Desmochados Carcarantildeaacute abajo y Carcarantildeaacute arriba que progresivamente ne-cesitaron de subdivisiones para facilitar la administracioacuten y el gobierno de las personas y los bienes5 Para 1858 contaba con una poblacioacuten de 4838 habi-tantes (lo que representaba entonces el 11 del total de la poblacioacuten provin-cial) Tan soacutelo una pequentildea porcioacuten viviacutea en el pueblo la mayoriacutea se hallaba diseminada por los diferentes distritos que componiacutean el mundo rural Fue un espacio estrateacutegico en la produccioacuten de trigo para el abastecimiento de la ciudad de Santa Fe durante el periacuteodo colonial y gran parte del siglo XIX No obstante la fuente maacutes importante de su riqueza era la ganaderiacutea Se reuniacutean alliacute centenares de hacendados que disponiacutean de importantes planteles de va-cunos aunque tambieacuten abundaba el lanar (Frid 2011 p 118)

Las fuentes que han servido de principal sustento a esta investigacioacuten corresponden a las cartas que mantuvieron el juez de paz y el receptor con el Colector de Hacienda de la Provincia y con el Ministro de Gobierno Las mismas se encuentran en los fondos de Gobierno y de Contaduriacutea del Archivo General de la Provincia de Santa Fe (en adelante AGPSF) La corresponden-cia se convirtioacute no soacutelo en el medio necesario para la circulacioacuten de noticias sino en un auxiliar indispensable para el correcto funcionamiento de la admi-nistracioacuten estatal (Bouza 2005 p 134) Las cartas eran la principal forma de

3 Equivaliacutea a 15527 59 kiloacutemetros cuadrados Primer Censo Nacional de la Repuacuteblica Argen-tina (1869 p 100)

4 El teacutermino departamento significa actualmente divisioacuten de un territorio sujeta a una autoridad administrativa En Santa Fe este teacutermino comenzoacute a ser utilizado en el Estatuto de 1819 relegando poco a poco el teacutermino ldquopartidordquo que fue eliminado definitivamente del vocabulario administrativo luego del Reglamento de Justicia de 1833 (Barriera 2012 p 28)

5 Asiacute en 1865 el distrito de Carcarantildeaacute arriba se divide en dos Carcarantildeaacute arriba por un lado y Desmochado Norte por otro Un antildeo maacutes tarde se produjeron nuevas subdivisiones Sobre el Riacuteo Coro-nda Gaboto Arroyo del Monje Barracas Las Lomas y Bragado Sobre el riacuteo Carcarantildeaacute Carcarantildeaacute arriba Desmochado Norte Desmochado arriba Unos diacuteas maacutes tarde el territorio no comprendido entre los distritos divididos anteriormente se subdividioacute en dos nuevos distritos Carrizales afuera y Tres Lagunas ROSF T4 pp 350-351 T 5 pp 68-69 74 Como ha marcado A Hespanha (1989) la aparicioacuten del problema de la subdivisioacuten del espacio poliacutetico es un siacutentoma de una nueva lectura poliacuteti-ca del espacio de una nueva matriz de reflexioacuten y praacutecticas poliacuteticas (p 85)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

comunicaciones entre las autoridades de los diferentes departamentos con las oficinas centrales Esta documentacioacuten aporta informacioacuten de primera mano sobre las situaciones maacutes cotidianas que se sucediacutean en torno a las oficinas de-partamentales las quejas y las frustraciones de los empleados las dificultades en las tareas recaudatorias las formas en que se tejiacutean las relaciones entre los diferentes empleados (receptores jueces de paz comisarios de distrito comisa-rios generales de campantildea vigilantes de la partida de plaza etc) y entre estas autoridades con los demaacutes vecinos del departamento En estos intercambios se respetaban ciertas reglas de cortesiacutea en las que era frecuente incluir liacuteneas con comentarios de estima o notas personales como muestra de deferencia sobre todo cuando se trataba con superiores por lo cual la comunicacioacuten no se restringe a asuntos oficiales de la administracioacuten sino que aparece al mismo tiempo cuantiosa informacioacuten personal ndashcontextos familiares estados de salud actividades cotidianasndash que revelan algunos destellos de la vida local

El juez de paz como recaudador de impuestosEn 1859 tras la renuncia del receptor de Hacienda del departamento

Felipe Fernaacutendez quien habiacutea ocupado el cargo por espacio de dieciseacuteis antildeos las tareas de la Receptoriacutea fueron anexadas al Juzgado de Paz Por lo tanto durante tres antildeos los jueces de paz ndashManuel Garcilazo (1859-1860) Manuel Gimeacutenez (1860) y Anselmo Maciel (1861)ndash asumieron la tarea de recaudar los impuestos La decisioacuten fue prontamente cuestionada por las au-toridades provinciales ya que la multitud de ocupaciones en las que se des-empentildeaban despertoacute fuertes resistencias a nivel local

El juez de paz era la maacutexima autoridad poliacutetica del departamento La justi-cia de paz implementada en la provincia en el Reglamento provisorio de 1833 dejaba en manos de eacutestos la aprehensioacuten toma de declaraciones y prisiones de los delincuentes asiacute como la obligacioacuten de oiacuter y sentenciar en forma verbal las demandas y ejecutar las resoluciones que hicieran al orden de los territorios bajo su dependencia6 Sobre sus hombros recaiacutean tambieacuten las tareas poliacuteticas

6 Los jueces de paz de Rosario y Coronda debiacutean oiacuter y sentenciar en forma verbal todas las demandas desde 25$ hasta 100$ dando resoluciones que hicieran al orden y a la tranquilidad de los territorios bajo su dependencia Debido a ausencia de escribanos debiacutean estar presentes dos vecinos de ldquobuena fama y opinioacutenrdquo que cumpliriacutean con la tarea de supervisar las decisiones No obstante el juez de paz de Coronda no podiacutea tambieacuten dictaminar sobre demandas escritas debiacutea redirigirlas al Juez

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hacer circular los nombres de los candidatos propuestos para determinados car-gos convocar elecciones controlar la nominacioacuten de las autoridades de mesa definir quieacutenes estaban habilitados a votar y refrendar el escrutinio7 Encarna-ban la tradicional indivisioacuten de atribuciones de justicia y gobierno ndashcaracte-riacutesticas del denominado Antiguo Reacutegimenndash que pervivioacute en la provincia maacutes allaacute de la disolucioacuten del viacutenculo colonial (Bonaudo 2005 p 217) Sus tareas fueron en aumento ante la supresioacuten de las Comandancias Militares (1853) se los obligoacute a asumir dichas funciones8 Ademaacutes con la creacioacuten de los cuer-pos municipales (1861) desempentildearon tambieacuten tareas como presidentes de los Consejos municipales (Bonaudo y Sonsogni 1997 p 30)

Para ejercer su dominio sobre el territorio teniacutea la potestad de nombrar el nuacute-mero de comisarios que considerase necesario seguacuten ldquo(hellip) los que su poblacioacuten y circunstancias exigierenrdquo9 Estos desempentildearon funciones similares en los dife-rentes distritos en que se dividioacute la campantildea santafesina Los comisarios debiacutean perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el fun-cionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas asiacute como tambieacuten cobrar los impuestos en el mundo rural (De los Riacuteos y Piazzi 2013 pp 402-409)

Los jueces de paz teniacutean la obligacioacuten de colaborar con los receptores en el desempentildeo de algunas tareas fiscales Como su superior inmediato

de 1ordm Instancia Teniacutean facultad de arrestar hasta el teacutermino de ocho diacuteas a los que no cumpliesen su mandato El juez de paz de Rincoacuten y los comisario de los distritos de campantildea podiacutean oiacuter y sentenciar demandas verbales hasta la cantidad de 25$ y ejecutar arrestos o presioacuten por el teacutermino de ocho diacuteas asiacute como tambieacuten dar resolucioacuten a apelaciones de menos de 6$ y podiacutea valerse del uso de la fuerza en cado de resistencia a una orden de alguacuten delincuente ldquoReglamento provisorio para los empleados y atribuciones que debe subrogar al Cuerpo municipal extinguido por ley de 13 de Octubre de 1832rdquo 28 enero 1833 ROSF T 1 pp 245-246

7 La Ley de eleccioacuten de 1856 anexa a la Constitucioacuten Provincial de ese antildeo establece en su artiacuteculo 71 ldquoLos jueces de paz son presidentes natos de los respectivos comicios electoralesrdquo y en su artiacuteculo 84 ldquo(hellip) los jueces de paz seraacute obligados a invitar con anticipacioacuten por medio de los comisa-rios de distrito a los habitantes de la campantildea para que concurran a la mesa electoral el diacutea designadordquo RONA T 3 p 373

8 ldquoDecreto suprimiendo las Comandancias militares de San Geroacutenimo y San Joseacute y nombrando Jefes para estos Departamentosrdquo (8 de mayo de 1852) ROSF T 2 pp 93-94

9 En el caso del departamento Rosario se establecioacute de antemano que debiacutean crearse dos co-misarios para el pueblo

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se ocupaban de informar a los comisarios de distritos de los plazos en que de-biacutean ejecutar la recaudacioacuten de ciertos impuestos como patentes o contribucioacuten directa comunicarles las leyes de impuestos las oacuterdenes y los decretos apro-bados por la Legislatura que desde la Receptoriacutea haciacutean llegar al Juzgado En otras palabras actuaban como nexo entre los receptores de hacienda y las au-toridades de campantildea Si bien esta situacioacuten los poniacutea al tanto de los procesos de recaudacioacuten y estaban orientados sobre las actividades fiscales del departa-mento la anexioacuten completa de estas labores despertoacute cierto malestar Recaudar los impuestos centralizar los ingresos departamentales elaborar las planillas de ingresos junto con las listas de sueldos y de gastos del departamento ndashpara remitirlas a la oficina central de Hacienda y que el Colector de Hacienda luego de supervisarlas aprobara los libramientosndash representaba un enorme trabajo10

Delegar a los jueces de paz las tareas fiscales del departamento era como una medida urgente que buscaba reducir al miacutenimo los gastos administrativos Esta decisioacuten pareciacutea ir a contramano de lo estipulado en los proyectos propul-sados por los gobernadores en esos antildeos en los que por ejemplo se contemploacute por primera vez la entrega de un sueldo al receptor de San Geroacutenimo ndashen lugar de asignarle un 15 sobre lo recaudado como antantildeo11ndash ya que se consideraba que el empleo aunque no demandaba una constante labor siacute conllevaba mucha responsabilidad y se esperaba que la persona nombrada fuera versada en el ma-nejo de los recursos provinciales y demostrara honradez y competencia12 Sin embargo el erario atravesaba un momento criacutetico la reanudacioacuten del enfren-tamiento armado entre Buenos Aires y la Confederacioacuten habiacutea provocado una fuerte paralizacioacuten del comercio (Garavaglia 2014 pp 38-39) Ademaacutes los constantes requerimientos (forzosos y no) de ganado para sostener a las tropas movilizadas eran una carga pasada de soportar para los hacendados locales que dejaron de pagar contribuciones13 Una vez maacutes las intenciones chocaron con la realidad y la renuncia del receptor brindoacute la excusa perfecta para cerrar la

10 Se trataba de las ocupaciones de los receptores de Hacienda ROSF T 2 p 262

11 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 31 de enero de 1855 p 41 12 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 25 de septiembre de 1857 p 55

13 El 2 de septiembre de 1862 hacendados de San Geroacutenimo presentan una solicitud al gobierno provincial en la que piden ser exceptuados de pagar la contribucioacuten directa debido a que ldquohellipnosotros hemos mantenido forzosamente un ejeacutercito en su doble traacutensitohellip(hellip) que permanecioacute devorando todohelliprdquo AGPSF Gobierno T 22 LEG 17 Solicitudes varias (1862) fs 114

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oficina de receptoriacutea y entregar al juez de paz el control de las finanzas loca-les Con ello no soacutelo se economizaba en el sueldo del receptor sino tambieacuten en mantener el alquiler de la dependencia que ocupaba la receptoriacutea Aunque como quedoacute maacutes tarde demostrado la administracioacuten pagoacute caro el ahorro

La administracioacuten departamental se redujo al miacutenimo un Juez de paz un ayudante del juzgado un Comisario de campantildea un preceptor de la escuela de varones y maacutes tarde un preceptor para la de mujeres La partida de plaza se componiacutea apenas por un sargento y cuatro soldados al igual que la leva del Comisario de campantildea14 El juez de paz que actuaba en calidad de juez y receptor percibiacutea soacutelo un sueldo y la tercera parte del siguiente Ideacutentica situacioacuten se repetiacutea con el preceptor de la escuela de varones que cumpliacutea funciones como ayudante del juzgado La legislacioacuten prohibiacutea la superposi-cioacuten de cargos pero contemplaba la posibilidad de que un mismo empleado pudiera desempentildearse en varios puestos a la vez siempre que fueran del mis-mo ramo de administracioacuten y en la medida que soacutelo percibiera un sueldo y un pequentildeo sobresueldo como compensacioacuten15

La acumulacioacuten de tareas fue demasiada para los jueces que alegaron no poder cumplir debidamente con lo encomendado entorpeciendo el fun-cionamiento de ambas oficinas receptoriacutea y juzgado Asiacute en 1859 Manuel Garcilazo ante su pedido de remitir la planilla de los empleados del departa-mento notificaba al Colector de Hacienda ldquohellipme es imposible por ahora el poderlos mandar por tener mucho que hacerse que me han caiacutedo de la poli-ciacutea y del ministerio pero la hareacute a mayor oportunidadrdquo16 Un antildeo maacutes tarde el nuevo juez de paz presentaba un argumento similar para justificar que no se habiacutea recaudado la contribucioacuten directa Manuel Gimeacutenez se excusaba sosteniendo que se habiacutea visto impedido de cumplir con esta obligacioacuten

(hellip) porque las elecciones electorales para convencionales nos han ocupado el

tiempo en circunstancias que se trataba ya de hacer el cobro y a cuyo trabajo

no disponemos ni los diacuteas de fiestas pues usted sabe que este juzgado se halla

14 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 1 Estados de ingresos y egresos de la Receptoriacutea de San Geroacutenimo por 1861

15 Ley prohibiendo la acumulacioacuten de empleos 25 de julio de 1862 ROSF T 3 p 348

16 AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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recargado de atenciones y despacho que para darles curso hasta las horas de la

noche le dedicamos17

Las quejas de los jueces de paz por un lado y el freno que imponiacutea cada retraso para el desenvolvimiento de las finanzas por otro motivaron a las autoridades provinciales a nombrar nuevamente a un receptor

El nuevo receptor de Hacienda El 15 de marzo de 1862 era designado Joseacute Mariacutea Torres Al asumir

el panorama que encontroacute era de lo maacutes preocupante Las finanzas depar-tamentales habiacutean sido desatendidas por meses las contribuciones no se recaudaban ni se confeccionaban las planillas de ingresos y egresos Des-de la oficina central de Hacienda se tomoacute la decisioacuten de reabrir la oficina de la receptoriacutea Con esta medida se esperaba mejorar la percepcioacuten fiscal y conseguir que las cuentas se elaboraran de forma precisa respetando los plazos estipulados No obstante la realidad no estuvo a la altura de las expectativas

Para el nuevo receptor las cosas no fueron nada simples Pese a que se pretendioacute que el cargo recayera en un vecino con conocimientos en el manejo de los caudales puacuteblicos a saber se trataba de un comerciante del pueblo que ademaacutes habiacutea sido guardacostas del puerto de San Geroacutenimo entre 1843 y 1853 se requeriacutea tiempo para dominar con destreza los mo-vimientos de esta oficina y lograr que engranaje financiero funcionase de manera aceitada18 A un antildeo de su nombramiento J M Torres enviacutea una nota al Contador general en la que se disculpaba por sus equivocaciones y avisaba

(hellip) no le sea en mi extrantildeo las infinitas equivocaciones nunca a sido mi ejerci-

cio ocuparme de estas operaciones por lo mismo mucho antes de esta adminis-

tracioacuten y en esta misma pido ser excusado y siempre pensareacute en la mismo te-

17 AGPSF Contaduriacutea T 108 Leg 23 Notas Receptor y juez de paz de San Geroacutenimo dirigidas al Colector Gral en al antildeo 1860

18 Joseacute Mariacutea Torres ademaacutes era un comerciante Teniacutea una pulperiacutea en el pueblo atendida por eacutel y por su esposa AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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niendo que la falta de praacutectica y suficiente capacidad me envuelvan en perjuicio

insanable a una posicioacuten poca ventajosa para estos tiempos y tan responsable19

Su inexperiencia soacutelo era una parte del problema El receptor argumentoacute tener numerosas dificultades para desempentildear sus labores y se mostroacute especial-mente criacutetico por la falta de recursos materiales En primer lugar las condicio-nes de la misma oficina de hacienda ndashuna propiedad alquilada en el pueblo que serviacutea al mismo tiempo de casa para el receptor y su familiandash El mal estado que presentaba el edificio y lo escaso de su mobiliario eran fuente de continuos reclamos Apenas teniacutea un cofre que serviacutea de caja a la receptoriacutea Careciacutea de sillas mesas y anaqueles donde colocar la documentacioacuten Afirmaba Torres

Puede usted sentildeor no desconocer que no puede merecer el nombre de oficina de

receptoriacutea una solo caja de fisco que me fue entregada en propiedad fiscal y que

hasta hoy no hay maacutes dotacioacuten maacutes que duplicaciones de responsabilidades para

el que este encargado de dichas oficinas20

Ademaacutes su ubicacioacuten alejada del juzgado impediacutea mantener una comunica-cioacuten fluida con el juez de paz e implicaba retrasos a la hora de enviar planillas correspondencia o cualquier notificacioacuten entorpeciendo asiacute el accionar adminis-trativo Tampoco contaban con alguacuten empleado que pudiese actuar como escri-biente o asistirlo en el desempentildeo de sus ocupaciones El receptor entonces teniacutea que cerrar la oficina cuando teniacutea que salir a cobrar alguacuten impuesto entregar las ceacutedulas de pago de patentes o contribucioacuten directa y ldquoperseguirrdquo a los morosos21 Asiacute frente a los reclamos del Colector por el retraso en el enviacuteo de las planillas se justificaba afirmando ldquohellipusted no desconoceraacute que en esta oficina hace falta una pluma maacutesrdquo22 Las demoras en la ejecucioacuten de las tareas lo obligaron en ocasio-nes a conchavar a alguien de su confianza para auxiliarlo

19 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

20 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

21 Sobre las dificultades materiales en las oficinas judiciales Ver Whipple (2013 pp 55-79) y Piazzi (2017 pp 53-74)

22 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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Una parte importante de los trabajos administrativos era desempentildeada por vigilantes de las partidas de plaza de las ciudades y pueblos de los diferentes departamentos Cada diacutea se solicitaba al juez de paz el enviacuteo de vigilantes a quienes se les encomendaban el reparto de guiacuteas el traslado de alguacuten documento o bien de notas entre las diferentes oficinas etc Esta situacioacuten generoacute algunas tensiones con las autoridades policiales y judicia-les Las partidas eran poco numerosas y debiacutean atender asuntos vinculados a la custodia de la ciudad y a la prevencioacuten de los delitos por lo que se negaban a prescindir de alguno de ellos para volcarlos a otras actividades No obstante pese a los reclamos las presiones ejercidas por los receptores los obligaron a entregar al menos a un vigilante23 Los problemas para el receptor no acababan con la llegada de un vigilante Estos debiacutean ademaacutes ser dotados de caballos para desplazarse por el territorio En su nota al Co-lector General afirmaba

Debo sentildeor dar cuenta a usted que dichos vigilantes no tienen en que montar mi para pasar a esa capital cuanto maacutes aloja confines de este departa-mento que tiene treinta y tantas leguas al sudoeste y hoy que las postas no dan caballo a ninguacuten militar sino ha pagado seguacuten la nueva tarifa que observan me son inuacutetiles por esto dichos vigilantes (hellip)24

La oficina de Hacienda no contaba con servicios de caballos y postas En ocasiones vieacutendose obligado a cumplir con sus tareas y sin disponer de dinero en la caja para este fin pagaba de su bolsillo a alguacuten vecino para que prestara su caballo a la receptoriacutea En otras ocasiones a falta de mejores alter-nativas se encomendaban a hombres de confianza que se desplazaban por el territorio comerciantes o viajantes el traslado de papeles o notas25 Ideacutenticos inconvenientes se reeditaban a la hora de enviar documentos y notas a la Co-lecturiacutea en Santa Fe ubicaba a diez leguas de Coronda lo que equivaliacutea a diacutea y medio en teacuterminos de desplazamiento (Barriera 2016 p 443)

23 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral desde enero a fines de agosto de 1862

24 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

25 AGPSF Contaduriacutea T 90 Leg 13 Notas del receptor de Coronda Don Felipe Fernaacutendez al Contador gral D Joseacute A Lassaga

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Entre las limitaciones materiales que enumera el receptor ndashldquomesas si-llas estantes sellos para la correspondencia un ayudante o portero o peoacutenrdquondash aparece tambieacuten sus dificultades para sobrevivir con el sueldo

A un receptor con una asignacioacuten como la presupuestada no puedo vivir sin afectar

sus obligaciones familiares y particulares (hellip) ha sido muy mal considerado ese

presupuesto porque bien mirada es exponer a un empleado que sirve como obli-

gado por la necesidad o la fuerza y que por lo mismo ya se habraacute visto ejemplares

desagradables en algunas personas que antes han manejado esta receptoriacutea ()26

La aprobacioacuten de cada presupuesto era precedida por intensos debates en el recinto de la Legislatura sobre los montos de los sueldos Sus integrantes pareciacutean coincidir en que era prioritario revisar las partidas que eran insu-ficientes para cubrir las necesidades baacutesicas de los empleados de hacienda cuyas labor y responsabilidades no estaban suficientemente compensadas Menos auacuten si se toma en cuenta que estaban obligados a responder con su patrimonio por cualquier error en las finanzas por pequentildea o grande que fue-ra la suma27 En otras palabras si se pretendiacutea contar con empleados fieles y honrados que al mismo tiempo fueran versados en las tareas que cada puesto requeriacutea debiacutean cobrar un sueldo que estuviera a la altura de sus obligaciones Ademaacutes siacute todos aquellos encargados de manejar los caudales puacuteblicos eran recompensados adecuadamente ya no estariacutean tentados a maniobras dudosas para proveerse de recursos y por lo tanto la recaudacioacuten estariacutea asegurada Salarios bajos podiacutean empujar a los empleados a praacutecticas ldquocorruptasrdquo desa-creditando asiacute a la administracioacuten en su conjunto28 Sin embargo auacuten aquellos

26 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

27 Sesioacuten del 19 de enero de 1855 Actas Legislativashellip p 35

28 En 1852 el gobernador Domingo Crespo dirigiacutea a la Junta de Representantes las siguientes pala-bras ldquoPara exigir el gobierno a sus empleados el celo y lealtad convenientes para castigarles las faltas en que incurrieran era indispensable que las rentas que se sentildealaban en pago de sus servicios correspondie-sen al rango que ocupan en la administracioacuten y les bastase para su subsistencia Las que sentildeala la Consti-tucioacuten de la provincia y la que se les ha asignado por las anteriores administraciones no proporcionando al empleado lo preciso para vivir lo induciacutea al fraude y aquella economiacutea mal calculada veniacutea a resultar en perjuicio del Estado por la desmoralizacioacuten que era su consiguienterdquo Mensaje del Sr Gobernador Don Domingo Crespo leiacutedo en sesioacuten del diacutea 15 de febrero de 1852 Op Cit p 24

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que vieron incrementado su estipendio debieron enfrentarse al problema de los atrasos en los pagos Las demoras de dos o tres meses fueron algo muy comuacuten llegando incluso a dilatarse la liquidacioacuten de los sueldos maacutes de un antildeo y los empleados se vieron obligados a suplicar su liquidacioacuten29

El receptor y el juez de paz las dos caras del conflictoLos inconvenientes se multiplicaron cuando fue designado como juez de

paz Anselmo Maciel un hacendado del distrito de Barrancas que contaba con cierta trayectoria en este puesto ya que eran la tercera vez que lo ocupaba anteriormente lo habiacutea hecho en 1853 y en 1861 Sus desavenencias con el receptor mostraron hasta queacute punto una relacioacuten conflictiva entre ambas au-toridades afectaba la recaudacioacuten fiscal y por ende repercutiacutea directamente en los intereses provinciales

En las cartas al Colector General los argumentos que esgrime el receptor se dirigen a exponer que el mal funcionamiento de la oficina de hacienda era consecuencia en parte del accionar del mismo juez de paz con quien mante-niacutea una rencilla personal que afectaba los intereses fiscales ldquoLo hace al fisco y no a mi a quien lo quiere hacerrdquo30 El enfrentamiento entre ambos no era nuevo dado que se registraron algunos antecedentes cuando J M Torres re-cibioacute el puesto hasta entonces detentado por A Maciel ndashentonces juez de paz y receptorndash dirigioacute fuertes criacuteticas ante el Colector General por el estado de las finanzas departamentales31 Maacutes tarde al ser nombrado este uacuteltimo ndashjunto a Demetrio Lunandash comisionado en la recaudacioacuten de la contribucioacuten directa (1862) resaltoacute su asombro porque durante ese tiempo no ingresoacute ninguna cantidad a la caja de hacienda en este rubro32

Al asumir Maciel la lista de quejas de receptor pareciacutea no tener fin En primer lugar lo acusoacute de no cumplir con sus obligaciones negaacutendose al enviacuteo

29 Una situacioacuten que se repetiacutea en numerosas realidades latinoamericanas (Garavaglia y Pro Ruiz 2013)

30 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

31 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

32 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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de vigilantes para auxiliarlo en la receptoriacutea una actitud que lo obligaba a ce-rrar esta dependencia y salir personalmente a recaudar impuestos o distribuir entre los contribuyentes las patentes las guiacuteas o los sellos Declaroacute ademaacutes que le resultaba imposible presentarse ante el juez vieacutendose obligado a pa-garle a otra persona para ello En una extensa carta relata su pesar

Mi pensamiento fue pedirle a usted sentildeor que se sirviese ordenar a este juzgado

se mande un vigilante a estas oficinas todos los diacuteas para las ocurrencias que

diariamente se ofrecen y que como se sabe esta oficina es muy mal dotada en su

servicio interno que diariamente se ofrece y que como no siendo dado que yo en

persona haga las funciones exteriores en el servicio de la hacienda puacuteblica creo

es justicia pedir a usted como mi jefe inmediato esta dotacioacuten ya que no pedireacute al

juez de paz ninguacuten servicio mientras que eacutel no satisfaga las peticiones repetidas

que le ha hecho esta receptoriacutea oficialmente y que aun sostendraacute en el temple que

caracteriza pretende humillarme33

En segundo lugar reclamaba que el juez de paz dilataba los tiempos fiscales no remitiendo las planillas de aquellos impuestos cobrados por los comisarios de campantildea ni los presupuestos del juzgado documentos esencia-les para la elaboracioacuten de las cuentas departamentales34 Maciel en diversas oportunidades se excusa sentildealando que los retrasos y los desoacuterdenes en las planillas fiscales no eran resultados de su impericia sino de las condiciones en que habiacutea encontrado el juzgado35 Su explicacioacuten no hizo maacutes que en-cender una nueva mecha en las acusaciones ya que Torres lo culpoacute de tal situacioacuten por no cumplir con el deber de solicitar al juez cesante el inventario correspondiente permitieacutendole dejar el puesto sin brindar un solo estado Los inventarios ndashque cada jefe debiacutea preparar para su sucesor dejando constancia

33 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

34 AGPSF Contaduriacutea T 117 Leg 20 Notas y cartas del Receptor de San Geroacutenimo Don Joseacute Mariacutea Torres al Contador General durante todo el antildeo 1864

35 Felipe Fernaacutendez su predecesor habiacutea sufrido grandes reprimendas por su accionar llegando el mismo Colector a solicitar que se presente a su oficina para dar explicaciones AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

de todo el material existente desde documentos hasta mobiliariondash serviacutean para liberar de culpas a los empleados por acciones o equivocaciones pasadas ya que junto con estos documentos se presentaba la rendicioacuten de las cuentas de cada caja En algunos casos cuando el empleado saliente no entregaba ninguacuten registro el Colector solicitaba al recieacuten designado su elaboracioacuten Constituiacutea una manera de salvaguardar la honradez del funcionario actual por cualquier desprolijidad cometidas por el cesante No cumplir con esta norma-tiva hizo que el receptor se pregunte ldquoiquestpor queacute no hacerle rendir cuentas de sus recaudaciones al juez de paz cesante hasta el diacutea en que caducardquo36

Uno de los puntos maacutes aacutelgidos de la disputa versoacute sobre la recaudacioacuten en el mundo rural Esta tarea estaba en manos de los comisarios de distritos37 Teniacutean que encargarse de la elaboracioacuten de las planillas de avaluacuteo de la con-tribucioacuten directa y el reparto de las ceacutedulas entre los vecinos de confeccionar las listas de todos aquellos que teniacutean que sacar patente en la campantildea de cobrar el expendio del papel sellado de expedir los certificados de marcas asiacute como tambieacuten de controlar las guiacuteas de comercio de troperos de carretas y arrias y de la recaudacioacuten del marchamo de cueros La comunicacioacuten entre los receptores de hacienda y los comisarios estaba mediada por las autorida-des de gobierno de cada departamento ndashel jefe poliacutetico en el de Rosario y los jueces de paz en los restantesndash quienes les informaban de las tareas a cum-plir los supervisaban en el desempentildeo de sus responsabilidades de hacienda y les remitiacutean las distintas disposiciones fiscales38 Para ello se requeriacutea que el receptor y el juez de paz mantuvieran una relacioacuten fluida

El receptor acusoacute al juez de paz de negarse a remitir las nuevas tarifas de impuestos a los comisarios perjudicando con su conducta al erario provincial El papel de los comisarios era fundamental ya que conseguir que los vecinos rurales cumplieran con sus deberes fiscales fue una tarea compleja no soacutelo porque estos no habiacutean internalizado el pago de los impuestos como parte

36 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

37 Las funciones que cumpliacutean dichos comisarios eran numerosas teniacutean que entre otras cosas re-correr el distrito para perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el funcionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas Reglamento de Policiacutea Urbana y rural (1864) ROSF T 4 p 210

38 AHPJM Jefatura Poliacutetica T 1857 C Leg 24 Receptoriacutea de Hacienda

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de sus deberes como ciudadanos39 sino porque ademaacutes no era factible para la poblacioacuten rural trasladarse hasta la receptoriacutea departamental para cumplir con sus obligaciones fiscales Por lo tanto era frecuente que el receptor solicitara al juez que emitiera notas recordando a los comisarios cumplir con sus deberes fiscales Seguacuten la opinioacuten de Torres la desidia de Maciel dio carta blanca para que muchos comisarios se desentendieran de sus deberes para con la receptoriacutea Tampoco habiacutea un reglamento que estipulara las obligaciones que teniacutean los comisarios y los jueces de paz con relacioacuten a la hacienda provincial40 Tal es asiacute que instoacute al Colector a emitir alguacuten decreto en el que se especifique la forma de procederse en cuanto a la recaudacioacuten en la campantildea y los deberes que estos teniacutean que asumir estos como recaudadores en el mundo rural Una peticioacuten que no encontroacute cabida ya que las autoridades provinciales no consideraron prudente establecer una uacutenica norma que rigiera para el conjunto de la cam-pantildea un espacio de grandes disparidades La recaudacioacuten en el mundo rural se guiaba mediante praacutecticas donde teniacutea enorme peso lo consuetudinario Se dejaba un amplio margen de maniobra a los poderes locales que evaluando las necesidades de su jurisdiccioacuten debiacutean enunciar las tareas a cumplir seguacuten las necesidades de cada distrito pero significoacute al mismo tiempo limitar el poder de los receptores a la hora de hacer cumplir ciertas oacuterdenes fiscales

Las desavenencias con el juez de paz llevaron a plantear la posibilidad de que fueran los Comisarios Generales de Campantildea quienes se encargaran de la distribucioacuten de las guiacuteas de papel sellado y de las patentes41 Estos contaban con la ventaja de no hallarse vinculado a ninguacuten distrito y debido a recorriacutean todo el departamento podiacutean asumir estas labores sin inconvenientes42 Ante la rotunda negativa de los Comisarios Generales la medida fue pronto deses-timada Desde el gobierno se pretendiacutea poco a poco centralizar las tareas de

39 La bibliografiacutea sobre esta problemaacutetica es abundante Nos remitimos a Vallejo Pousada (1996) y Pro Ruiz (1995) Sobre la construccioacuten de los ciudadanos como contribuyentes Pan-Montojo (2007) Botana (2006) y Parolo y Herrera (2005)

40 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

41 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

42 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

hacienda en manos de los empleados de este departamento aunque esto era maacutes faacutecil de decirlo que hacerlo43

Tal vez la denuncia maacutes grave es que lanzoacute la imputacioacuten de que buscaba mantener endeudada a la receptoriacutea exonerando de pagar impuestos a los deudores de la hacienda El receptor afirmaba que al momento de cobrar ciertos impuestos los mismos contribuyentes aseguraban que el juez de paz los habiacutea exceptuado de pagar lo que constituiacutea una prerrogativa que soacutelo el gobernador podiacutea otorgar Afirmaba que esta poliacutetica no era azarosa sino que iba dirigida a beneficiar a ciertos ldquoamigosrdquo haciendo uso de su poder discrecional con una tendencia clara al favoritismo44 Estas praacutecticas no soacutelo defraudaban al erario sino que mermaban la propia autoridad del receptor quien temiacutea que ldquohellipllegaraacute el caso en que aparezcan los estafadores que no falta y a nada obedeceraacuten mi receptoriacuteardquo45 En un contexto donde la mayor parte de los esfuerzos en lo tocante a la fiscalidad estaban enfocados en incre-mentar las rentas ndashque no alcanzaban a cubrir los gastos que pesaban sobre la administracioacutenndash una acusacioacuten de esta naturaleza causoacute un fuerte impacto entre las autoridades provinciales

Injurias y calumnias la voz del juez de pazAnte las constantes acusaciones que fueron dirigidas por el receptor el

colector de la provincia Leoacuten Mujica le solicitoacute que hiciera todos los esfuer-zos a su alcance para entenderse con el juez de paz a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea para la provincia el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea Joseacute Mariacutea Torres al recibir dicha carta la remite a Maciel quien advierte en ella todas las acusaciones lanzadas sobre su accionar La intervencioacuten del Colector General lejos de apaciguar el con-

43 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

44 Se les ha demostrado toda consideracioacuten en sus favores exceptuaacutendoles de la multa que la ley designa sin meacuterito para ello y contra lo dispuesto por la misma ley que debe obrar tambieacuten en su oficina AGPSF Contaduriacutea T 112 LEG 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

45 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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Evangelina De Los Riacuteos

flicto lo reavivoacute El juez de paz entonces escribe al receptor de hacienda al pie de la nota del Colector en la que acusa a Torres de hacer cosas con doble fin de intentar cargar responsabilidades que no le correspondiacutea sobre sus hombros y de pretender enfrentarlo con el colector de la provincia En la contestacioacuten dice Maciel

(hellip) no le tengo miedo al sentildeor contador con quien usted me hace cara porque no

le de dado ninguacuten motivo de queja contra mi ni tampoco he de adularlo a eacutel ni a

nadie para conservar el puesto que ocupo pues que no tengo aspiracioacuten a ninguacuten

empleo puacuteblico y aunque aspirase no pasariacutea por humillaciones asiacute es que se me

da ninguacuten cuidado por los cosas de usted46

La carta que enviacutea Maciel aunque escueta es muy importante porque es la uacutenica vez que es posible escuchar su voz sobre los sucesos que relata el receptor La respuesta del juez de paz a dichas acusaciones era maacutes que contundente no creiacutea estar faltando a ninguna de sus obligaciones y conside-raba que las denuncias por parte del receptor teniacutean como fin humillarlo En una sociedad con una gran sensibilidad por cuestiones vinculadas al honor y donde la reputacioacuten jugaba un rol muy importante en la construccioacuten de una imagen puacuteblica las palabras de Maciel teniacutean un fuerte contenido (Gayol 2008 p 33) Afirmaba que los dichos del receptor constituiacutean una injuria La injuria es una nocioacuten de larga data que puede definirse como el ldquodeseo de agredir a otrordquo en el expreso sentido de manifestar la voluntad de hacer mal en este caso humillarlo puacuteblicamente (Albornoz Vaacutezquez 2005) Le remite tambieacuten una carta al Ministro General en la que afirmaba jamaacutes habiacutea negado al receptor el servicio de vigilantes y en maacutes de una oportunidad le habiacutea ofrecido los servicios del juzgado para el desempentildeo de las tareas47

El receptor al recibir la respuesta se encargoacute de reenviarla a Leoacuten Mu-jica como demostracioacuten de sus dichos junto con una nota en la que inculpa nuevamente al juez de paz de utilizar un lenguaje impropio para el cargo que inviste de ser ambicioso y de mentir al afirmar que ldquohellipdice tambieacuten que no

46 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

47 AGPSF Gobierno T 23 Leg 14 Notas de los jueces de paz de esta provincia (1863)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

tiene aspiraciones de puestos puacuteblicos yo digo que si tiene y que si no hubie-re tenido no hubiere admitido antes de un antildeo que dejoacute de ser el puesto que ocupardquo48 Para el receptor la mala voluntad del juez de paz debiacutea atribuirse a un claro intereacutes en lograr su renuncia al cargo y asiacute poder eacutel mismo retomar el control de la caja de hacienda

(hellip) le pesa no tener otra vez la receptoriacutea a su cargo como todo el antildeo rsquo61 y parte

del rsquo62 acompantildeada del juzgado y el pueblo en acefaliacutea como lo dejaba de noche

y diacutea Si sentildeor los jueces de aquiacute sino son jueces y receptores no estaacuten a gusto

porque una lechera sin otra no les da para todos los antojos ()49

Para el receptor las acciones que ejecutaba el juez de paz revestiacutean como uacutenico objetivo el debilitarlo pero en sus argumentos va maacutes allaacute afirmando que la disconformidad con la actuacioacuten de dicho juez no era soacutelo una cuestioacuten personal sino compartida por el resto del pueblo ldquoYo comprendo que lo que le fastidia es que el pueblo no es el que lo ha elegido y ve que le conozcamos todos hemos visto sus pasados servicios y ve que nada tenemos que esperar de eacutelrdquo No soacutelo cuestionaba su idoneidad sino tambieacuten las bases de su legitimidad ya que uno de los principales atributos que debiacutean poseer los jueces era como se ha sentildealado la confianza de la comunidad local en la que ejerciacutean sus funciones

Ante las acusaciones cruzadas el colector de la provincia Leoacuten Muji-ca le solicitoacute al receptor que hiciera todos los esfuerzos a su alcance para entenderse con el juez a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea El co-lector cabeza principal del departamento de hacienda y jefe uacuteltimo en todo lo tocante a la fiscalidad provincial no teniacutea autoridad suficiente sobre los jueces de paz quienes respondiacutean directamente al ministro de gobierno de la provincia que era ademaacutes quien los designaba y podiacutea removerlos50 El Mi-

48 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

49 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

50 La sancioacuten de la Constitucioacuten Provincial de 1841 establecioacute que soacutelo podiacutea haber en la Provin-cia un ministro encargado de los ramos de Gobierno Hacienda Guerra y todo lo tocante a la adminis-tracioacuten razoacuten por la cual en 1849 se suprime el empleo de Ministro Tesorero General creaacutendose en su lugar el de Colector Tesorero general El reemplazo de un funcionario por otro fue maacutes bien nominal

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Evangelina De Los Riacuteos

nistro de gobierno se vio forzado a intervenir para recordarles a ambos que

(hellip) los jueces de paz los representantes del gobierno en los departamentos en la

parte poliacutetica y administrativa asiacute como son tambieacuten agentes y miembros del po-

der judicial en los teacuterminos del reglamento vigente en la materia hay sin embar-

go una norma que es el de hacienda del que solo el receptor esta encargado pero

que como eacuteste funcionario no dispone de los necesarios elementos para asegurar

la exacta percepcioacuten de las rentas el juez de paz debe presentarle manifiesto

para auxiliarlo y ayudarlo en el desempentildeo de regularizar la hacienda siendo que

seriacutean esteacuteriles todos los esfuerzos del gobierno en este sentido auacuten cuando sean

regulados por la accioacuten del receptor que no puede ser eficaz sin el concurro del

juzgado de paz51

El colector Leoacuten Mujica cumplioacute igualmente un importante papel de in-termediario entre ambos ante la negativa del receptor de mantener con el juez de paz un diaacutelogo se hizo cargo de dirigirse eacutel mismo a Maciel para solicitarle las planillas consultarle sobre la recaudacioacuten y demaacutes cuestio-nes vinculadas a su tarea sin pasar por el receptor para garantizar que la colecta impositiva no se viera perjudicada por esta situacioacuten Sin embargo el receptor advirtiendo que sus notas al Colector general no teniacutean el efecto esperado se dirige entonces al Ministro de gobierno para que ldquohellipeleve al conocimiento del sentildeor gobernador un expediente con los documentos que ponen de manifiesto la mala voluntad del juez de paz de San Geroacutenimo para coadyuvar como es de deber hacer efectivo los impuestos establecidos por leyrdquo52 Torres estaba decidido a sacarse de encima a Anselmo Maciel por lo que acude a la maacutexima autoridad de la provincia el mismo gobernador La esperanza del receptor descansaba en conseguir que por intermedio del

ya que no cambio de forma significativa sus funciones e incluso se establecioacute que en las ceremonias puacuteblicas el Colector ocupase el lugar que el Ministro Tesorero General de Hacienda tuvo hasta ese momento ROSF T 2 p 26

51 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

52 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

ministro el gobernador tomara la medida que el caso requeriacutea en su opinioacuten la remocioacuten del Maciel del puesto que ocupaba Habiacutea llegado incluso a ame-nazar con renunciar a su cargo

Tengo alta confianza en que su ilustrada capacidad pues no permita que sin mo-

tivo consienta en que un hombre tan incompetente me eclipse antes con mi pobre

nombre cesareacute con abnegacioacuten y me ocupareacute de mis ocupaciones domeacutesticas que

he tenido ()53

Los aacutenimos se calmaron hacia fines de 1863 cuando al juez de paz An-selmo Maciel no se le renueva su nombramiento en el cargo designaacutendose en su lugar a Gregorio Orontildeo

ConclusionesA lo largo de estas paacuteginas se ha realizado una aproximacioacuten a las formas

en las que se ejecutaba la recaudacioacuten impositiva hacia la segunda mitad del siglo XIX Las autoridades provinciales invirtieron muchos esfuerzos en re-disentildear el departamento de Hacienda de Santa Fe se crearon nuevas oficinas en Santa Fe (como el Departamento Topograacuteficos la receptoriacutea de Santa Fe o la Tesoreriacutea) se nombraron maacutes empleados para la receptoriacutea de Rosario y se procedioacute a la reapertura de la receptoriacutea de San Geroacutenimo que habiacutea quedado anexada al Juzgado de Paz No obstante ninguna de estas medidas fue sufi-ciente Asiacute las dificultades de dotar a las oficinas de los recursos necesarios para su funcionamiento ndashauxiliares servicios de postas y caballos mobilia-rio etcndash y de proporcionar a los empleados sueldos acordes a las exigencias que se imponiacutea constituyeron problemas difiacuteciles de resolver

Reducir la escala de anaacutelisis para centrar el estudio en una receptoriacutea en concreto ndashla de San Geroacutenimondash nos ha permitido observar las situaciones cotidianas que se generaba en torno a la percepcioacuten de las contribuciones en las que maacutes allaacute de la normativa interveniacutean las loacutegicas locales El recep-tor aunque apareciacutea como una pieza central de la fiscalidad provincial para cumplir con sus tareas necesitoacute de la colaboracioacuten de diferentes autoridades departamentales La dinaacutemica entre estos agentes (receptores jueces de paz

53 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador Gral durante el 1ordm semestre de 1863

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comisarios generales de campantildea y comisarios de campantildea) requeriacutea para proceder a la recaudacioacuten que cuanto menos la comunicacioacuten fuera fluida y reinase cierta armoniacutea entre ellos La superposicioacuten de competencias y las pujas de poder en el intento de imponer su autoridad ocasionoacute muacuteltiples problemas que afectaron los intereses fiscales De poco sirvieron las interven-ciones del colector general y del ministro de gobierno para resolver conflictos que revestiacutean un fuerte caraacutecter local al que pareciacutean no poder poner fin En el fondo las disputas entre el receptor y el juez de paz versaban sobre cues-tiones que excediacutean al ejercicio de sus oficios y teniacutean un caraacutecter maacutes bien personal Una mirada maacutes a ras de suelo revela toda una esfera de accioacuten no previstas en el disentildeo ideal de la administracioacuten centralizada y jerarquizada de las oficinas de hacienda

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las

Alegaciones en Derecho (siglo XVI)

Marcela Correa Barboza(Universidad Nacional de Lujaacuten Argentina)

IntroduccioacutenLos archivos judiciales como las Alegaciones en Derecho en lo tocan-

te a Mayorazgos viacutenculos hidalguiacuteas genealogiacuteas y tiacutetulos nobiliarios Con un iacutendice de personas geograacutefico y de tiacutetulos nobiliarios (Garciacutea Cubero 2004) corpus documental para nuestro estudio constituyen un importante reservorio de documentacioacuten Las Alegaciones con las que contamos son relatos de pleitos que comenzaron en las instancias infe-riores del Sistema Judicial y que fueron apelados hasta llegar al Consejo Real (De Las Heras Santos 1994 Alonso 1985) Estos relatosAlegacio-nes que se presentan ante el Consejo para la resolucioacuten final del pleito dan cuenta de contiendas judiciales de muy larga duracioacuten se sostienen por muchas deacutecadas que incluiacutean maacutes de una generacioacuten de contendientes (mujeres y varones) En el caso que presentaremos la primera alegacioacuten hace referencia a un testamento realizado un siglo antes (1447) y en la uacuteltima alegacioacuten con la que contamos ndashque data de 1582ndash se presenta la

Correa Barboza M (2017) Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI) En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

suacuteplica ante los Tribunales de uno de los contendientes para que la sen-tencia establecida por la justicia se haga efectiva Esta uacuteltima apelacioacuten da cuenta que la sentencia definitiva de los tribunales no se ha cumplido1 Los casos que estudiamos refieren a la sucesioacuten de bienes vinculados o amayorazgados El Mayorazgo seguacuten refiere la legislacioacuten con la que contamos (La ley de Partidas las leyes de Toro la Nueva Recopilacioacuten

1 Estos largos relatos de los pleitos dan cuenta de las sucesiones desde el inicio de la fundacioacuten del viacutenculo ndashcon la pareja fundadorandash y recorre mediante los alegatos de las par-tes una geografiacutea de conflictos que podriacuteamos decir horizontal en tanto que es protagonizada

por las familias del linaje enfrentadas en los Tribunales y vertical al estar las familiasCasas

representadas (en la liacutenea descendente) por cada detentador del viacutenculo expresioacuten del devenir

generacional de estas familias La demora era motivada por diferentes causas y muchas veces por

la conjuncioacuten de varios de estos causantes A la caracteriacutestica de la casuiacutestica de los pleitos (es

decir la sentencia caso por caso sin que se establezca jurisprudencia) se sumaban la concesioacuten

por parte de la Corona de ceacutedulas de suspensioacuten que frenaban inmediatamente los traacutemites la no

presentacioacuten de la documentacioacuten solicitada que impediacutea que los abogados presentaran las in-

formaciones necesarias para que proceda la causa la ausencia de testigos o que una de las partes

no se presente ante el tribunal para contestar el accionar de la otra parte Ademaacutes de estas causas

existiacutean otras (que pudimos observar en otras Alegaciones) como la recusacioacuten de los magistra-

dos u otro funcionario del tribunal sospechosos de prejuicio favoritismo de trabajar de alguna

manera que dantildee la ldquojusticiardquo Si la acusacioacuten era probada los funcionarios culpables debiacutean ser

retirados de la causa eso significaba designar nuevos funcionarios y fijar un nuevo calendario

Ademaacutes figuran como motivos de la dilatacioacuten de las sentencias debemos considerar el traslado

de personal de un lugar a otro por parte de la Corona porque preferiacutea que sus propios magistra-

dos participaran en comisiones especiales de investigacioacuten y en funciones extrajudiciales que los

alejaba de los tribunales durante meses Finalmente existieron causas naturales como la muerte

de un magistrado que retrasaban los traacutemites durante meses porque el nuevo magistrado necesi-

taba tiempo para ponerse al corriente de todos los detalles o la muerte de uno de los litigantes

hecho que generaba pleitos subsidiarios y un terrible papeleo La lentitud de las comunicaciones

y las enfermedades tambieacuten contribuiacutean la peste interrumpioacute el trabajo en los tribunales en varias

ocasiones durante el siglo XVI En los pleitos ganaba el litigante cuyos consejeros sabiacutean coacutemo

sacar partido de la Corona y de las complejidades procesales de los tribunales para acelerar o

retrasar la audiencia La duracioacuten de estos litigios da cuenta de la cuantiacutea a la que los mismos

refieren aunque resulte difiacutecil calcular la incidencia a largo plazo de los pleitos en bienes econoacute-

micos de la clase noble espantildeola (Kagan 1991 Tomaacutes y Valiente 1992)

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Marcela Correa Barboza

la Noviacutesima Recopilacioacuten y los escritos de los tratadistas) es la institucioacuten que vincula la propiedad de bienes especiacuteficos a partir de determinado grado de consanguinidad al linaje que lo fundoacute (Clavero 1974) Esta for-ma de heredabilidad basada en el principio del hijo primogeacutenito o agna-do si bien no es la uacutenica forma de transmisioacuten de los bienes en los reinos de la Monarquiacutea Hispaacutenica ha sido el modelo elegido por la nobleza ndashy las oligarquiacuteas urbanasndash para asegurar la perpetuidad del patrimonio en una familia determinada bajo la titularidad de su Cabeza de linaje

En las Alegaciones las mujeres son sujetos con capacidades juriacutedicas Podemos verlas a traveacutes del relato de los Secretarios cuando resumen los pleitos en cuestioacuten litigando ya sea como demandantes de derechos o bien siendo sujetos a las que se les reclaman bienes que estaacuten bajo su posesioacuten o dominio Las mujeres aparecen en este relato judicial como un actor maacutes ac-tuando al interior de la dinaacutemica relacional social de sus familias de origen Ellas pleitean acompantildeando a sus maridos en su calidad de esposas en otras ocasiones como viudas tutoras de sus hijos menores tambieacuten aparecen pro-cediendo al interior de relaciones parentelares como hermanas hijas (legiacuteti-mas o naturales) como mujeres monjas en los conventos femeninos Es decir que ellas litigan con un procurador de por medio por bienes de herencias o bienes vinculados a los que consideran que tienen derecho por ser parte de un universo familiar que las protege y las vincula en Derecho con aquellos bienes por los que pleitean

El caso del pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Buendiacutea

Sobre el pleito por los bienes vinculados de la Casa de los Buendiacutea contamos con tres Alegaciones a) El testamento y Mayorazgo que presentoacute Dontildea Mariacutea de Acuntildea que dice otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea b) Informacioacuten en derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo c) Por Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo

Nuestra propuesta de trabajo con las Alegaciones de este caso es la si-guiente en primer lugar realizaremos un relato de coacutemo se ha desarrollado

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

el conflicto por estos especiacuteficos bienes patrimoniales a lo largo del tiempo seguacuten da cuenta la Relacioacuten de la causa es decir la Alegacioacuten detenieacutendo-nos en algunas cuestiones de la trama judicial y social que se traslucen en el escrito del Secretario de justicia Nos abocaremos en este estudio a analizar la normativa que permitioacute a determinadas mujeres (relacionadas con los Con-des de Buendiacutea del linaje Acuntildea-Herrera) acceder a estos bienes como a las restricciones o impedimentos para quienes litigan por ellos

En la Primera Alegacioacuten se establece que en el antildeo 1574 Dontildea Mariacutea de Acuntildea presenta el testamento que otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea por el Mayoraz-go en disputa Este testamento tiene sus oriacutegenes a mediados del siglo XV (1447) cuando Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz crean el Mayorazgo que dice Mariacutea de Acuntildea tiene derecho a heredar A continuacioacuten presentamos un cuadro donde pueden observarse las liacuteneas su-cesorias en el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea conforme al testamento analizado que brinda detalles de los viacutenculos familiares de los fundadores del Mayorazgo2

Seguacuten refiere la documentacioacuten en el testamento citado Lope Vaacutezquez de Acuntildea establecioacute Mayorazgo a favor de Don Pedro de Acuntildea de Albornoz su hijo mayor legiacutetimo

Los bienes vinculados eran la villa de Buendiacutea en el obispado de Cuenca tierras

y teacuterminos de (en) la ciudad de Guete y de la Orden de San Juan con sus tierras

y vasallos pechos derechos y rentas con sus prados y pastos su jurisdiccioacuten

y justicia civil y criminal alta y baja y con todos los bienes pertenecientes al

sentildeoriacuteo de dicha villa3

El testamento fue realizado en vida de Lope Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz fundadores del Mayorazgo (1447) Alliacute se expresoacute

2 Fuente PORCON 1085-28 ndashBNMndash

3 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Entendemos que los bienes en disputa no consistiacutean en la tota-lidad del patrimonio de esta Casa sino que eran bienes que los fundadores del Mayorazgo vincularon a un heredero y sus descendientes Estos bienes obviamente quedan excluidos de cualquier reparto entre los herederos forzosos de estos nobles Sin embargo esto no siempre sucede al deseo de los fundadores porque cuando se produzcan vacancias el resto de los miembros de la familia que fueron excluidos de la sucesioacuten al viacutenculo se sentiraacute con derecho a reclamarlos

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que ldquola villa de Buendiacutea sus casas y cueva y los otros bienes que se encuen-tran en la villardquo4 se hereden despueacutes de la muerte de los fundadores del Mayorazgo en Pedro su hijo primogeacutenito Como hemos dicho maacutes arriba los fundadores de Mayorazgos con la anuencia de la Corona no soacutelo estable-cieron cuaacuteles seraacuten los bienes incluidos en el viacutenculo sino el orden riguroso de la sucesioacuten que seriacutea a favor del primogeacutenito mencionado Pedro con la siguiente aclaracioacuten ldquoel Mayorazgo deberiacutea sucederse por liacutenea agnaticia en su hijo mayor legiacutetimo nietos y biznietos que descendieran de eacutelrdquo5 El testa-mento estableciacutea tambieacuten que si Pedro muriera sin descendencia la sucesioacuten en el viacutenculo iriacutea a Loacutepe de Acuntildea hermano menor de Pedro ldquoy de este a sus descendientes varones teniendo en cuenta los principios de primogenitura y masculinidadrdquo6 En caso que ndashsigue aclarando el testamentondash Pedro y Lope murieran sin dejar descendientes los bienes iriacutean a su nieto Alfonso de Silva hijo de Juan de Silva y de su hija Leonor de Acuntildea El testamento tambieacuten preveacute que si Alfonso de Silva no alcanzara la mayoriacutea de edad la herencia pa-sariacutea a la familia de los Goacutemez Carrillo (hijo de los fundadores) en la persona de su nieto Alfonso Carrillo y finalmente si ninguno de estos varones en la liacutenea mencionada pudieran acceder a la posesioacuten y tenuta de los bienes vin-culados7 eacutestos pasariacutean a los miembros de la familia que constituyera Leonor Carrillo hermana de Alfonso de Silva y sobrina de Leonor de Acuntildea del Linaje de los fundadores Ante el fallecimiento de estos herederos y sus descendientes

4 PORCON1085-28 ndashBNMndash CS

5 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

6 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS

7 La Tenuta incluye la posesioacuten y tambieacuten la ldquopropiedadrdquo de un determinado patrimonio La Te-nuta aparece en la doctrina juriacutedica bajo la categoriacutea de posesioacuten civiliacutesima mientras que en el Derecho procesal se lo llama Derecho de tenuta De esta manera el juicio de tenuta declara a favor de quien ya usufructuacutea los bienes seguacuten lo establecido en la ley 45 de Toro sobre el Derecho civil y natural En 1543 se fija que entre un juicio de tenuta y uno de ldquopropiedadrdquo debe mediar medio antildeo desde el fallecimiento del uacuteltimo poseedor A partir de 1560 las Cortes de Toledo establecen que el Derecho de Tenuta es un paso previo a la declaracioacuten del Derecho de ldquoPropiedadrdquo En caso de pleito el juicio de Tenuta se realiza ante el Consejo de Castilla y se entiende solo por tenencia de bienes y el de ldquopropiedadrdquo se lleva adelante ante la Audiencia correspondiente (seguacuten si los bienes se encuentran al norte o al sur del riacuteo Tajo corresponde la Audiencia de Valladolid o la de Granada respectivamente) La peticioacuten 1573 solicita que ldquola remisioacuten desde el Consejo se haga a las nuestras Audiencias tan solamente a la propiedad y no solamente a la posesioacuten como hasta aquiacute se ha hechordquo (Noviacutesima Recopilacioacuten Lib 11 Cap 24 t 3)

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los testadores aclaran que los herederos siguientes seriacutean aquellos ldquoparientes maacutes cercanos que porten al apellido Acuntildeardquo Y tambieacuten se detallan bienes no vinculados que seraacuten heredados por otros parientes8 Debemos tener presente que este testamento como vemos confirma a Mariacutea de Acuntildea en la posesioacuten del Mayorazgo y es prueba testimonial presentada por ella en el pleito que a traveacutes de los alegatos estamos estudiando

La Segunda Alegacioacuten es la Informacioacuten en Derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1574) Esta Alegacioacuten comienza con la Informacioacuten en Derecho realizada por Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayo-razgo En este documento se presenta la suplicacioacuten por segunda vez de Don Diego Osorio Herrera por los bienes vinculados en cuestioacuten (que ya hemos mencionado) Podemos suponer dado que contamos con la Alegacioacuten sobre la segunda suplicacioacuten de Don Diego Osorio de Herrera que en Alegaciones anteriores se ratifica la sentencia establecida en la Chancilleriacutea de Valladolid seguacuten la cual los bienes en cuestioacuten deben ser entregados al dicho Don Diego Osorio Herrera El Mayorazgo sobre el que hacen alusioacuten las Alegaciones fue fundado en 1519 por Jorge de Herrera y Mariacutea de Vivero su mujer con los bienes de ambos La Facultad Real que daba lugar a la fundacioacuten del Mayorazgo estableciacutea que el mismo podiacutea aumentarse o disminuirse y asi-mismo podiacutea ser revocado en parte o en su totalidad (tanto en lo referido a los bienes como a los sucesores del viacutenculo) En el antildeo 1525 ndashse lee en las Alegacionesndash los fundadores llamaron como heredero del Mayorazgo a su hijo Juan de Herrera casado con Isabel de Salazar Esta mujer quedoacute incluida en el Mayorazgo en ese antildeo porque atendiendo a la posibilidad de aumentar-lo incorporoacute a los bienes vinculados cien mil maravediacutees que como vemos en las Alegaciones deberiacutean formar parte de los bienes amayorazgados que reclama Diego Osorio Herrera por haber sido incorporados como parte del viacutenculo En el antildeo 1526 se agrega que a las mujeres se las excluye en la su-cesioacuten En el antildeo 1540 moriacutea Dontildea Mariacutea de Vivero y el viudo Don Jorge de Herrera ndashque detentaba el Mayorazgondash reafirma la exclusioacuten de las mujeres para heredar Estas revocatorias y modificaciones se hicieron seguacuten se lee en

8 PORCON 1085-28 1447 ndashBNMndash SC

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la documentacioacuten porque en el antildeo 1526 se omitioacute declarar quieacutenes seriacutean nombrados sucesores en el Mayorazgo en caso que Juan de Herrera murie-ra sin descendencia establecieacutendose (en 1540) que ldquosucederaacute cualquier hijo varoacuten y sus descendientes varones y a falta de eacutestos podriacutea heredar Mariacutea de Acuntildea abuela de los pleiteantes pero no podraacuten hacerlo las hijas mujeres que descienden de Mariacutea de Acuntildea hija de Diego Osorio de Silva primo de Juan de Herrera uacuteltimo poseedor del Mayorazgordquo9 Luego de estas modifica-ciones se realiza el llamamiento a suceder en el antildeo 1540 a todos los descen-dientes de Don Luis de Osorio hijo mayor de Antonio de Herrera y despueacutes de eacutel sus descendientes varones con exclusioacuten expresa de las mujeres10

En consecuencia Mariacutea de Acuntildea nieta de Luis Osorio de Silva y Mariacutea de Acuntildea excluida por la normativa a suceder reclamoacute reiniciando el pleito para que los bienes que estaban vinculados quedaran libres del viacutenculo ya que no habiacutea varones descendientes de Luis Osorio de Silva (uacuteltimo poseedor legiacutetimo del Mayorazgo) para heredarlos Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta en el graacutefico) quien a nuestro criterio se encontraba en posesioacuten del patrimonio en litigio soacutelo podriacutea poseer su tenencia (tenuta) legalmente si los mismos eran declarados libres de toda relacioacuten vincular

La Tercera Alegacioacuten la realiza Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1582) En este caso la respuesta de los Tribunales Superiores es ratificar la normativa juriacutedica sobre la sucesioacuten del Mayorazgos en el va-roacuten Normativa que tambieacuten estaacute presente en las claacuteusulas establecidas por los fundadores En consecuencia se ratifica la exclusioacuten de las mujeres para acceder a estos bienes amayorazgados Y tambieacuten se revalida que los bienes litigados corresponden a Don Diego Osorio de Herrera instituido como su-cesor legiacutetimo de dichos bienes11

Las argumentaciones de Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta pleiteante) al solicitar que los bienes sean declarados libres y no vinculados al linaje se basaban en que al quedar vacante la herencia del Mayorazgo ella teniacutea una posibilidad de obtener el patrimonio si estos eran declarados libres y como

9 PORCON 414-28 p3 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

10 PORCON 414-28 1574 ndash BNMndash SC

11 PORCON 898-37 1582 ndashBNMndash CS

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hemos visto esto no sucedioacute Si observamos el esquema parentelar de la familia Acuntildea-Herrera que acabamos de presentar y que hemos elaborado a partir del anaacutelisis de las tres Alegaciones estudiadas vemos que Don Juan de Herrera el primero llamado a heredar el patrimonio amayorazgado muere sin hijos y que lo mismo sucede con su hermano Don Geroacutenimo de Herrera que es el segun-do en los llamamientos de la Fundacioacuten Ante esta vacancia de herederos el patrimonio pasa a Don Luis Osorio de Silva que es el siguiente en la liacutenea su-cesoria y luego ndashgracias a una excepcioacuten que la Monarquiacutea autoriza en el antildeo 1540 para que se perpetuacutee el viacutenculondash los bienes los hereda su hija Dontildea Mariacutea de Acuntildea ya que ldquohellippara que no se acabe sino que siempre quede perpetuo [el Mayorazgo] hellip por el derecho las hembras tienen su lugar que es suceder agrave falta de varon de la misma liacutenea y gradordquo12 En este caso la Corona permite la sucesioacuten por agnacioacuten ficticia o irregular para que el viacutenculo no se disuelva sino que se perpetuacutee en la persona de Mariacutea La excepcioacuten permitida a Mariacutea de Acuntildea ndashpor otra parte la abuela de los dos futuros pleiteantesndash para acceder al Mayorazgo indicariacutea una ldquoirregularidadrdquo en los llamamientos porque no habiacutea varones con posibilidad de acceder al viacutenculo y porque se privilegioacute que este no desaparezca y permanezca en la Casa de los Acuntildea13 Sin embargo en los posteriores llamados ndashel del hijo de Mariacuteandash la sucesioacuten se ajustoacute a Derecho se siguioacute el orden prescripto en la normativa general al pariente varoacuten maacutes proacuteximo en este caso Luis el primer hijo de Mariacutea quien es expresamente mencionado en la sucesioacuten de los bienes De esta manera se afirmoacute la ldquoagna-cioacuten rigurosa con la exclusioacuten expresa de las mujeresrdquo El Mayorazgo perma-necioacute en la Casa de los Acuntildea Pero Don Luis Osorio soacutelo tuvo una hija que se llamaraacute como su abuela Mariacutea Ella si bien se encontraba usufructuando los bienes no habiacutea accedido a ellos legiacutetimamente porque las mujeres estaban como vimos expresamente excluidas del viacutenculo En este contexto Don Diego Osorio de Herrera primo de Mariacutea pleitearaacute con ella en la segunda mitad del siglo XVI apelando a los viacutenculos de sangre con su abuela Mariacutea de Acuntildea

12 PORCON 414-28 p 12 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

13 En palabras de Bartolomeacute Clavero (1974) ldquocuando un fundador de Mayorazgo no adopta para el mismo el orden sucesorio de primogenitura y representacioacuten (ley de Toro Nordm 27) tal medida no era tomada por haberse de estimar la presunta virtud de alguacuten otro modelo sucesorio sino por introducir en la sucesioacuten particularidades familiares o preferencias individuales que podiacutea venir motivada por la existencia de alguacuten viacutenculo en beneficio de alguna liacutenea de descendencia determinadardquo (p 226)

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Asiacute en los argumentos que se detallan en las Alegaciones del antildeo 1582 vemos ndashcomo hemos dichondash que por un lado Dontildea Mariacutea de Acuntildea hija del uacuteltimo poseedor Don Luis de Osorio solicita al Tribunal heredar los bienes vinculados como bienes libres porque estaacute excluida de suceder en el Mayorazgo Y por otra parte Diego de Osorio apoyaacutendose en la norma de la agnacioacuten rigurosa inicia el pleito por estos bienes en calidad de vinculados No conocemos el fin de este litigio pero podemos presumir que los bienes hayan permanecidos en la fami-lia Acuntildea ligada al uacuteltimo poseedor por liacutenea rigurosa en la sucesioacuten Es decir cuando la normativa establecida se encuentra en la praacutectica con situaciones que no fueron previstas en este caso la vacancia al Mayorazgo por falta de herederos varones las familias recurren a los Tribunales para obtener excepcio-nes en las normativas (Dedieu y Windler 1998) Amparada por el entramado de relaciones familiares es que Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela primero y la nieta despueacutes) accedieron a los bienes vinculados A la abuela la ley la amparoacute cuando establecioacute que de manera excepcional a falta de varones agnados pueda ser ella la heredera de los bienes14 A partir de ese momento las liacuteneas sucesorias de Mariacutea de Acuntildea se fortalecen en sus relaciones parentelares y consolidan su posesioacuten sobre dichos bienes Pero al encontrarse un varoacuten Don Diego Osorio de Herrera en condiciones de reclamar el viacutenculo como varoacuten agnado nieto de Mariacutea y sobrino del uacuteltimo poseedor del mayorazgo (Don Luis de Osorio) la ley lo favorecioacute en su reclamo Don Diego siguioacute apelando ante los Tribunales Reales para que lo establecido por la Chancilleriacutea en su favor se cumpla dado que los bienes continuaban en disfrute de la Casa de los Acuntildea o en concreto de Dontildea Mariacutea de Acuntildea su prima La importancia de detentar la posesioacuten del Mayorazgo radicaba en que los miembros de la familia que lo tuviera alcanzariacutea mayores posibilidades de acceder a tiacutetulos honores cargos etc es decir a lograr determinados grados de poder en suma que facilitaraacute la perpetuacioacuten de los valores materiales y simboacutelicos adquiridos en el grupo de parientes al que pertenece y en consecuencia responder a las exigencias de caraacutecter poliacutetico que la Corona impone a los varones que son Cabeza de los grandes linajes y titulares de Mayorazgo en la administracioacuten del reino Por este motivo es obligacioacuten que los Mayorazgos se funden con Facultad Real (Atienza Hernaacutendez 1991)

14 Ver otros casos en Lagunas (2010a y 2010b)

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Los miembros de esta rama del linaje ndashlos Acuntildeandash argumentan en la Alegacioacuten en cuestioacuten ldquohaber accedido a los bienes porque hubo varios lla-mados a la sucesioacuten que quedaron vacantesrdquo como veiacuteamos anteriormente Recordemos que ellos solicitaban que los bienes se declararan libres del viacuten-culo En la respuesta emitida por el Tribunal seguacuten se refiere en la Alega-cioacuten se sentencioacute sobre la imposibilidad de considerar a dichos bienes como libres asimismo se ratificaron las reglas sucesorias a favor de los varones establecidas en el momento de la fundacioacuten de 1540 y se reafirmaron las po-sibilidades y limitaciones al acceso a dichos bienes por las mujeres

ConclusionesEsta investigacioacuten ha sido abordada desde Historia Social de la Cultura

la Historia Cultural de lo social y la Historia de las Mujeres Esta perspectiva historiograacutefica en relacioacuten con los estudios sobre nobleza facilita y comple-jiza a nuestro entender el anaacutelisis del rol social cultural y econoacutemico de las mujeres nobles De esta manera hemos podido analizar el accionar de estas mujeres en los Tribunales de la Justicia durante la Monarquiacutea de los Austria como parte de la interaccioacuten constante de las relaciones de poder y de geacutenero que formaban parte de la dinaacutemica social cultural y patrimonial de los sec-tores nobiliarios sus sistemas de valores creencias y costumbres arraigadas La dinaacutemica nobiliaria ndashy de las oligarquiacuteas urbanasndash implicoacute construir una memoria a partir de la elaboracioacuten de genealogiacuteas que permitan a sus miem-bros identificarse con determinado linaje (Contreras 1995 Atienza Hernaacuten-dez 1998) concertar matrimonios beneficiosos y fundar Mayorazgos15 Los matrimonios fueron una de las principales estrategias adoptadas por las fami-lias nobles ndashy de la oligarquiacutea urbana tambieacutenndash para lograr la reproduccioacuten social de sus Casas y a traveacutes del mayorazgo buscaron transmitir el patrimo-nio lo maacutes iacutentegro y consolidado que fuera posible

Entonces como vimos la heredabilidad mediante la fundacioacuten de Ma-yorazgos tuvo por objetivo evitar la disgregacioacuten patrimonial y trasmitirlo unificado al descendiente legiacutetimo Este modelo de herencia es en cierta me-dida excluyente en tanto que beneficia a los primogeacutenitos varones antes que a las hijas mujeres pero tambieacuten excluye a los hijos segundones aunque les

15 Sobre matrimonio y organizacioacuten familiar de la nobleza ver Chacoacuten Jimeacutenez (2007) y Loacutepez Cordoacuten Cortezo (1998)

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otorga un lugar de privilegio ante vacancia frente a las hermanas La pose-sioacuten del viacutenculo permite a los Cabezas de linaje entablar una relacioacuten maacutes estrecha con la Corona que es quien ndashen primera instanciandash debe autorizar la fundacioacuten de un Mayorazgo La Monarquiacutea a traveacutes de esta autorizacioacuten mediante Ceacutedula Real protege el patrimonio ldquode la nobleza para la noblezardquo y entabla relaciones viacutenculos de variadas naturalezas (de amistad cliente-lares de servicio) con los titulares de los Mayorazgos legitimando las rela-ciones de poder de alta poliacutetica entre la nobleza y sus Cabezas de linaje Por otro lado para la nobleza fue importante la existencia de estas propiedades vinculadas ndashque no entraban en ninguacuten sistema de ldquoventas de bienesrdquo o de ldquodespojo por deudas contraiacutedasrdquondash en los momentos de recesioacuten econoacutemica por las que atravesoacute el Reino en los siglos en estudio ya que les aseguraba la ldquointangibilidadrdquo del patrimonio familiar heredado y a trasmitir del mismo modo En este caso para las Casas nobles la posesioacuten contundente del viacutencu-lo determinoacute la posibilidad de mantenerse en el estamento dominante aunque el conflicto sucesorio no estuvo ausente entre las grandes familias No obs-tante las crisis econoacutemicas asiacute como las pestes y la debilidad demograacutefica o la muerte sin descendencia del uacuteltimo poseedor del Mayorazgo y sin haber establecido testamento generaron muchas veces que la sucesioacuten regular al viacutenculo no contara con descendientes varones como lo establecen las reglas de herencia instituidas (Pastor 1990 Irigoyen Loacutepez y Peacuterez Ortiz 2002) En estos casos cuando el titular fallece el grupo de emparentados incluidas las ramas colaterales se presentan para reclamar la sucesioacuten en los bienes materiales privilegios y status que otorga la tenuta y posesioacuten del viacutenculo Es entonces cuando comienzan a disputarse los bienes aquellas personas que poseen lazos consanguiacuteneos con el fundador pero que por razoacuten de su sexo o por no encontrarse en la liacutenea regular de sucesioacuten no fueron nombradas en los llamamientos a heredar Esta disputa por los bienes generoacute largos pleitos dado que ante la disconformidad de alguna de las partes con las sentencias dictadas eacutestas vuelven a ser apeldas ante el Consejo Real que es el maacuteximo Tribunal y que encabezado por el mismo monarca dictaraacute la sentencia final ya sin posibilidad de ser reclamada por alguna de las partes Sin embargo como vimos en el caso estudiado los poseedores y usufructuarios del viacutenculo (los demandados) no accediacutean a entregar los bienes al demandante cuando la justicia fallaba a favor de este uacuteltimo

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Ademaacutes del patrimonio vinculado como vimos la legislacioacuten establece la existencia de otros bienes patrimoniales que se encuentran por fuera de los bienes amayorazgados y que forman parte de las herencias Estos bienes son los gananciales la legiacutetima la mejora y los bienes libres Podemos decir entonces que el patrimonio de una Casa nobiliaria excede los bienes vinculados y que si bien este patrimonio no vinculado es heredado ndashen partes no igualitariasndash por los diversos miembros (masculinos y femeninos) de las familias sin embargo aqueacutelaquella que accede al Mayorazgo tiene asegurada una cuota o plus ndashpara siacute y para su FamiliaCasandash de fortuna privilegios y prestigio social En el pleito por el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea veiacuteamos coacutemo Mariacutea de Acuntildea (la nieta) ante la falta de herederos varones en la sucesioacuten y su imposibilidad de heredar los bienes por sucesioacuten regular (porque es mujer) solicita al Tribunal que el patrimonio en litigio sea considerado como bienes libres y asiacute poder ella acceder por Derecho a dichos bienes que de hecho ya usufructuaba En este mismo litigio mostraacutebamos ademaacutes coacutemo en 1540 Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela) era llamada por testamento a suceder en el viacutenculo de la Casa de Buendiacutea previendo la falta de varones en la liacutenea rigurosa de sucesioacuten y vimos coacutemo finalmente Mariacutea ante la vacancia del viacutenculo se erige en poseedora de los bienes litigados Esto sucede antes de establecerse la Real Pragmaacutetica de 1615 en la que Felipe III autoriza a las mujeres bajo circunstancias especiacuteficas como es la vacancia del viacutenculo a heredar bienes amayorazgados

Si bien la Alegacioacuten sobre el litigio del patrimonio de los Condes de Buendiacutea es el uacutenico documento del siglo XVI que presentamos aquiacute no es el uacutenico que hemos estudiado un nuacutemero de documentos que consideramos significativo dan cuenta de mujeres (nobles y de las oligarquiacuteas urbanas) li-tigando por bienes amayorazgados durante todo el siglo XVI Creemos que si ellas litigaban por el acceso a estos bienes (aunque en muchos casos no fueran favorecidas por los Tribunales) es porque se presumiacutean con el derecho a poseerlos y porque su actuacioacuten ante los Tribunales (procurador de por medio) era parte de las estrategias de las familias de los linajes de las que formaban parte en tanto miembros femeninos Estas mujeres eran en muchos casos usufructuarias de los bienes y debiacutean demostrar su posesioacuten ante los Tribunales El Derecho vigente las asistiacutea en parte parcialmente El mejor estado de estas mujeres era ser viuda con hijos (sobre todo varones) menores

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a cargo Ellas podiacutean heredar bienes de Mayorazgos bajo la figura juriacutedica de agnacioacuten ficticia (Tau Anzoaacutetegui 1970)

Podemos afirmar entonces que en la praacutectica las mujeres accedieron a la posesioacuten y en algunos casos a la titularidad de Mayorazgos Pudieron hacerlo a traveacutes de litigar (procurador de por medio) por esos bienes pa-trimoniales ante los Tribunales Esta praacutectica era ademaacutes una estrategia (junto con la concertacioacuten de matrimonios y los sistemas de herencias) es-grimida por los grupos nobiliarios con la finalidad de mantener o aumentar el patrimonio familiar Y en esas estrategias las mujeres cumplieron sus roles en tanto que formaban parte de los linajes y ocupaban en estos a ve-ces lugares privilegiados como esposas madres yo viudas a cargo de hijos menores y en ocasiones muy frecuentes ante la muerte del marido son las Cabezas de las familias Las mujeres en el sistema juriacutedico imperante en la Modernidad son sujetos que pueden reclamar derechos para siacute y sus familias sobre aquellos bienes por los cuales pleitean dado que consideran que por justicia les corresponden (Saacutenchez 2002) Es decir que si bien la legislacioacuten otorgoacute al varoacuten el control y la autoridad sobre los bienes y su familia en la Modernidad la legislacioacuten real imperante otorgoacute a las muje-res derechos a acceder a los Tribunales para pleitear por sus intereses en su condicioacuten de esposas viudas e hijas

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AUTORES Y AUTORAS

CARZOLIO Mariacutea Ineacutes Doctora en Filosofiacutea y Letras de la Facultad de Filosofiacutea y Letras de

la UBA y profesora titular de Historia General IV FaHCE-UNLP y en la Carrera de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR hasta 2012 Su aacuterea de especializacioacuten es la Historia social Es autora de numerosas aportaciones en Historia Moderna de Espantildea tales como (2001) con Vasallo RL y Graca L Da Documentacioacuten del Monasterio de Santo Toribio de Lieacutebana Apeos de 1515 y 1538 (2003) Inclusioacuten exclusioacuten Las dos caras de la sociedad del Antiguo Reacutegimen (2005) con Barriera D (comp) Poliacute-tica Cultura Religioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Homenaje a Reyna Pastor (2010) con Lagunas C y Fernaacutendez R El Antiguo Reacutegimen Una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica ha participado en obras colectivas como (2002) ldquoAntroponimia servil en el No-roeste hispaacutenico Los siervos de Celanova Sobrado y Samosrdquo en Genese me-dievale de lrsquoanthroponymie moderne vol V coord por M Bourin-Derruau y P Chareille Universiteacute de Tours (2002) ldquoEn los oriacutegenes de la ciudadaniacutea en Castilla La identidad poliacutetica del vecino durante los siglos XVI y XVIIrdquo Hispania CSIC (2004) ldquoLa ciudadaniacutea de Antiguo Reacutegimen en Castilla-Ara-goacuten y Francia Diego Peacuterez de Mesa Juan Costa y Juan Bodinrdquo en Joseph Fontana Histograveria i projecte social Reconoixement a una trajectograveria (2008) ldquoSobre forasteros y vecinos Praacutecticas de reciprocidad en los concejos rura-les de la periferia castellana durante la modernidad tempranardquo en J Gallego (comp) Habitar Producir y Pensar el Espacio Rural de la Antiguumledad al Mundo Moderno entre otras muchos artiacuteculos y publicaciones en el aacutembito acadeacutemico nacional como en el internacional

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Autores y autoras

Coordinadores

GONZAacuteLEZ MEZQUITA Mariacutea Luz Profesora de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Mar del

Plata (UNMDP) Acadeacutemica correspondiente en Argentina de la Real Acade-mia de la Historia de Madrid Doctora en Historia por la Universidad Com-plutense de Madrid Directora del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Eu-ropa Moderna (GIHEM)-CEHIS Directora del proyecto de Investigacioacuten Poder y cultura poliacutetica en la Espantildea Moderna Las elites y sus praacutecticas discursos y representaciones en la fundamentacioacuten de un sistema de poder En el marco del (GIHEM) - UNMDP Ha formado parte e integra en la actua-lidad Grupos de Investigacioacuten en Argentina Espantildea e Italia Es Directora de Magallaacutenica Revista de Historia Moderna de la Red de Historia Moderna (httpwwwredhistoriamodernacomar) Ha sido profesora invitada en dife-rentes universidades argentinas y del exterior Coordina cada dos antildeos desde 1994 los Coloquios Internacionales de Historiografiacutea Europea y Jornadas de Estudios sobre la Modernidad Claacutesica en la UNMDP y es responsable de la edicioacuten de sus resultados Sus investigaciones se centran en las diferentes ma-nifestaciones de la cultura poliacutetica moderna con referencia especial a la opi-nioacuten puacuteblica y la propaganda Es autora de numerosas obras y artiacuteculos entre ellos Oposicioacuten y disidencia nobiliaria en la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola El caso del Almirante de Castilla Valladolid Junta de Castilla y Leoacuten 2007

LAGUNAS CeciliaDoctora en Historia por la UNLu ha sido Profesora Titular Ordinaria del

aacuterea Medieval y Moderna y es Profesora Extraordinaria Emeacuterita por dicha Universidad directora de la Maestriacutea y Especializacioacuten en Estudios de las Mujeres y de Geacutenero que se dicta en la Universidad Nacional de Lujaacuten Su eje de investigacioacuten se despliega en problemaacutetica referidas a la Historia de Geacutenero y de la Mujeres Entre sus publicaciones figuran junto con Carzolio M I y Fernaacutendez Prieto R I (Coordinadoras) (2010) El Antiguo Reacutegimen una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica su participacioacuten en trabajos colectivos (2009) Familia herencia y patrimonio la sucesioacuten de las mujeres en la herencia de bienes familiares vinculadosrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Franco Rubio G

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Autores y autoras

A y Peacuterez Samper M A (coordinadoras) Herederas de Cliacuteo Mujeres que han impulsado la Historia asiacute como artiacuteculos en diversas revistas nacionales e internacionales tales como (1991) ldquoAbadesas sorores y prebiacuteteros en el monasterio duacuteplice de Santiago de Leoacuten siglos X-XIrdquo (1997) ldquoAbadesas monjas y monjes reformadores en monasterios gallegos a fines del siglo XVrdquo (1998) Derechos y actividades de las mujeres leonesas en la Baja Edad Me-dia a traveacutes de fuentes de aplicacioacuten del derecho (siglos XIV-XV) junto con Granara G (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo entre otros

MORICONI MiriamDoctora en Humanidades y Artes mencioacuten Historia por la Universidad

Nacional de Rosario Docente investigadora por la UNR Miembro del Centro de Estudios de Historia Europea-Fac de Humanidades y Artes-UNR Miem-bro del Centro de Estudios Espantildeoles -Fac de Humanidades y Artes-UNR Miembro del Centro de Estudios Sociales Regionales -CeSoR- CONICET Entre sus publicaciones figuran (2006) en coautoriacutea con Paula Caldo Vivir para contarlo Memorias e Indicios Visuales del pueblo de Luis Palacios (2012) Piedad y jurisdiccioacuten Cultura jurisdiccional en la Monarquiacutea Hispaacute-nica Siglos XVI-XVIII (2011) ldquoEl curato de naturales en Santa Fe del Riacuteo de la Plata Siglos XVII-XVIIIrdquo Hispania Sacra LXIII 128 (2005) ldquoCompor-tamiento poliacutetico de los actores sociales en el concejo de Potes (sXV-XVII)rdquo en Carzolio M I y Barriera D G (compiladores) Poliacutetica Cultura Reli-gioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Ho-menaje a Reyna Pastor (2014) ldquoCon los curas a otra parte Curatos rurales y doctrinas en la frontera sur santafesina (1700-1740)rdquo en Barriera D G y Fra-dkin R O (coordinadores) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe 1720-1830 entre otras publicaciones acadeacutemicas

PEREYRA Osvaldo Viacutector Doctor en Historia Moderna de Europa por las Universidades de Mar

del Plata y de Cantabria (Santander) Espantildea Investigador categorizado por la Universidad de La Plata en donde se desempentildea tambieacuten como docente en la Caacutetedra de Historia General IV (Historia Moderna) Desde la Historia social y la llamada nueva historia poliacutetica estudia la conformacioacuten de las

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Autores y autoras

elites de poder y las redes de dependencia entres los linajes y las familias sentildeoriales del reino de Castilla (siglos XIV-XVI) asiacute como las dinaacutemicas de interaccioacuten entre elementos nobiliares y oligarquiacuteas urbanas en la temprana modernidad Entre su produccioacuten figuran (2015) De Infanzones a Patricios Castro Urdiales y su elite de poder Reconstruccioacuten de un universo urbano en el litoral mariacutetimo cantaacutebrico castellano (Siglos XIV-XVI) Madrid Edito-rial Acadeacutemica Espantildeola Asiacute como artiacuteculos en diversas revistas cientiacuteficas como (2014) ldquoDinaacutemica transaccional genealogiacutea y construccioacuten de la me-moria en la nobleza castellana septentrional en la Baja Edad Mediardquo (2013) ldquoRelaciones ciudad y aldea en el aacutembito sentildeorial parentelas y clientelismo en el marco del sentildeoriacuteo de los Condestablerdquo (2012) ldquoDel acutebuen gobierno de la ciudadacute Elites urbanas monarquiacutea y dinaacutemica transaccional en las villas portuarias septentrionales castellanas en la alta modernidadrdquo

POLO SAacuteNCHEZ J Julio Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria Catedraacute-

tico de la misma Universidad especializado en Historia del Arte Sus ejes de investigacioacuten se centran en los estudios sobre retablo y la escultura po-licromada del Tardogoacutetico al Barroco que parte de su tesis doctoral (1989) y de la que han emanado libros como (1991) Arte Barroco en Cantabria (1991) Artistas Caacutentabros de la Edad Moderna (1994) Escultura Romanista y Contrarreformista (1996) El Retablo de Cicero y un amplio nuacutemero de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas (BSAA Anuario PV Trasdoacutes Acta Artis o Artigrama ) capiacutetulos de libros congresos y cataacutelogos de exposicioacuten En una segunda liacutenea se ha ocupado de la catalogacioacuten del patrimonio siendo editor del Cataacutelogo del Patrimonio Cultural de Cantabria (3 tomos) y autor de varios cataacutelogos municipales y monografiacuteas sobre (2005) Santander y su (1997 y 2002) Catedral Ha dedicado estudios a la arquitectura religiosa con especial atencioacuten al modelo hallenkirchen en Castilla que han sido aco-gidos en monografiacuteas como Arquitectura Religiosa del siglo XVI en Espantildea y Ultramar en artiacuteculos de revistas como BSAA PV o Altamira y en actas de congresos nacionales (Arte Goacutetico Post-medieval ) e internacionales (La Arquitectura Tardogoacutetica Castellana entre Europa y Ameacuterica) Actualmente enfoca sus estudios a la promocioacuten artiacutestica y a las manifestaciones externas de poder de la baja nobleza en Espantildea y Ameacuterica

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Autores y autoras

REITANO Emir Profesor (1989) y Doctor en Historia (2004) egresado de la Facultad de

Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Titular de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y direc-tor del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universidad Pro-fesor Invitado en la Universidad Torcuato Di Tella Miembro Correspondien-te de la Academia Nacional de la Historia (Argentina) Director del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Autor del libro (2010) La inmigracioacuten antes de la inmigracioacuten Los portugueses de Buenos Aires en viacutesperas de la Revolucioacuten de Mayo editor junto a Alejandra Mailhe del libro (2008) ldquoPensar Portugalrdquo Reflexiones sobre el legado cultural del mundo luso en Sudameacuterica editor tambieacuten junto a Paulo Possamai del libro (2015) Hombres poder y conflicto Estudios sobre la frontera colonial sudamericana y su crisis y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Estados Unidos Uruguay Meacutexico Espantildea y Portugal

TARRAGOacute Griselda BeatriacutezDoctora por la Universitagrave degli Studi di Milano (Milaacuten 2009) y ha obte-

nido el tiacutetulo en Estudios Avanzados por el Departamento de Historia Medie-val Moderna y de Ameacuterica de la Facultad de Filologiacutea Geografiacutea e Historia de la Universidad del Paiacutes Vasco (Vitoria Gasteiz 2003) Es Profesora Titular Ordinaria de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Coacuterdoba Di-rectora de Proyecto tipo A en la Secretariacutea de Ciencia y Tecnologiacutea de la mis-ma Universidad miembro del ISHIR-Conicet y Editora Cientiacutefica de la Re-vista Prohistoria Entre sus trabajos figuran (2006) con Barriera D G Adioacutes a la Monarquiacutea De los antildeos revolucionarios a la crisis de 1820 (2006) De la autonomiacutea a la integracioacuten Santa Fe entre 1820 y 1853 (2010) con Ba-rriera D G ldquoSanta Fe hace 200 antildeosrdquo Diario La Capital Rosario (2011) De la orilla del mar a la vera del riacuteo navegantes y comerciantes genoveses en el Plata y el Paranaacute (1820-1860) entre otros artiacuteculos y aportaciones en diversos aacutembitos acadeacutemicos nacionales e internacionales

SANMARTIacuteN BARROS IsraelProfesor-investigador de Historia en la Universidad de Santiago de Com-

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Autores y autoras

postela es especialista en historiografiacutea metodologiacutea y teoriacutea de la historia Desde el antildeo 2009 imparte clases de historia medieval en el Departamento de Historia Medieval de la Facultad de Geografiacutea e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela Ha sido becario posdoctoral de la Xunta de Galicia en la Universitad de Exeter en el centro CLAS (Center for Latinamerican Studiesrdquo y del MEC (Ministerio de Educacioacuten y Ciencia) del Gobierno de Espantildea en la EHESS (lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales) en el grupo GAHOM (Groupe drsquoAnthropologie historique de lrsquoOccident meacute-dieacuteval) bajo la direccioacuten de Jecircrograveme Baschet con el proyecto ldquoLos fines de la historia en la Edad Media apocaliptismo milenarismo y fin del mundordquo Es miembro del Grupo de Investigaciones Historiograacuteficas de la Universidad de Santiago de Compostela -anteriormente del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC)- y coordinador teacutecnico de la Red Acadeacutemica Inter-nacional laquoHistoria a Debateraquo Ademaacutes es autor del libro (2007) Entre dos Siglos globalizacioacuten y pensamiento uacutenico y (2008) Un mundo global La historia mundial desde 1989

VINCENT Bernard Director de estudios de lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales

de Pariacutes miembro de la seccioacuten cientiacutefica de la Casa de Velaacutezquez entre los antildeos 1968-1971 Director de estudios entre 1977-1978 y secretario general de dicha institucioacuten entre los antildeos 1978-1982 miembro correspondiente del Centro de estudios Histoacutericos de Granada y su Reino codirector del progra-ma interuniversitario iberoamericano del Doctorado y Maestriacutea en Historia de la Universidad Internacional de Andaluciacutea 2006 entre otros cargos y funciones Se orientoacute a la Historia Moderna concretamente se centroacute en la historia social de Espantildea en los siglos XVI-XVII especiacuteficamente al estudio de las minoriacuteas eacutetnicas Algunas de sus obras maacutes reconocidas son (2003) Historia de los moriscos Vida y tragedia de una minoriacutea con An-tonio Domiacutenguez Ortiz (1985) Andaluciacutea en la Edad Moderna economiacutea y sociedad (1987) Minoriacuteas y marginados en la Espantildea del siglo XVI (1992) 1492 El antildeo admirable (2000) Los siglos de oro con Bartolomeacute Bennassar (2004) Espantildea en tiempos del Quijote (2006) El riacuteo morisco Biblioteca de estudios moriscos entre otras publicaciones y artiacuteculos difun-didos a nivel internacional

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Autores y autoras

Autores

ALFONSO MOLA Marina DoloresLicenciada en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten Historia) por la Universi-

dad de Granada (1976) Doctora en Historia de Ameacuterica por la Universi-dad de Sevilla (1996) en la modalidad Doctorado Europeo con la Tesis La flota gaditana del Libre Comercio 1778-1828 (ldquoPremio Nacional del Marrdquo 1998) Ha realizado estan cias en centros de investigacioacuten extranje-ros British Library (Lon dres) Public Record Office (Kew Gardens) Natio nal Mari time Museum (Green wich) Archives Nationales y Archi-ves du Ministegrave re des Affai res Etrangegraveres (Pariacutes) Archi ves de la Marine (Chacircteau de Vincennes) Archivo Nacional y Archivo Metropolitano de Quito (Ecuador) Archivo de la Nacioacuten de Meacutexico y Archivo de la Nacioacuten de La Habana Entre sus trabajos publicados figuran junto con Carlos Martiacutenez Shaw (1999) Europa y los nuevos mundos en los siglos XV-XVI-II (2001) Felipe V (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estudios (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica junto con Mariacutea Aurora Ibaacutentildeez Alfonso (2008) Emigrantes aventureros del siglo XX y de hoy ha participado en distintas obras colectivas y ha publicado artiacuteculos en diversas revistas acadeacutemicas especializadas

AacuteLVAREZ DELGADO LorenaProfesora sustituta interina de Antropologiacutea Social en la Universidad

de Jaeacuten y doctoranda de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria Su investigacioacuten se centra en la formacioacuten de facciones durante la Edad Moderna asiacute como en las relaciones existentes entre nuacutecleos urbanos y sus entornos rurales inmediatos Ha participado en congresos nacionales e in-ternacionales y realizado publicaciones cientiacuteficas entre las que cabe citar ldquoJuegos de estrategia en los tribunales Planteamientos taacutecticos entre par-tes litigantes a traveacutes de un proceso inquisitorial complejo del siglo XVIrdquo (2013) ldquoMotivaciones simboacutelicas y materiales en la apropiacioacuten de aves de cetreriacutea durante la Edad Modernardquo (2014) ldquoVida municipal y concejil en la eacutepoca de Felipe II vecindad constitucioacuten y quebranto de identidades comunitarias en Asturiasrdquo (2015)

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Autores y autoras

ANDRADE CERNADAS Joseacute MiguelProfesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de

Compostela (departamento de Historia Medieval y Moderna) Autor de va-rios libros El Monacato Benedictino y la sociedad de la Galicia Medieval (siglos X al XIII) Monxes e mosteiros na Galicia Medieval Las transfor-maciones de la sociedad gallega de los siglos XI al XIII el papel de los monjes negros y Lo imaginario de la muerte en Galicia en los siglos IX al XI Entre los artiacuteculos de revistas podemos citar los siguientes ldquoLa voz de los ancianos la intervencioacuten de los viejos en los pleitos y disputas en la Galicia Medievalrdquo Hispania revista espantildeola de historia ldquoCultura clerical y cultural popularrdquo El Extramundi y los papeles de Iria Flavia ldquoSobre los oriacutegenes de la sede mindonienserdquo Rudesindus miscelaacutenea de arte y cultura ldquoEn el refectorio la alimentacioacuten en el mundo monaacutestico de la Galicia Medievalrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoA la hora de la despedidardquo Estu-dios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoUna aproximacioacuten a la historia de la vejez en la Ga-licia Medieval algunas fuentes y sus posibilidades de informacioacutenrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoFormas y fechas de un paisaje agrario de eacutepoca medieval A Cidade da Cultura en Santiago de Compostelardquo Arqueolo-giacutea Espacial ldquoLos testamentos como reflejo de los cambios de actitud ante la muerte en Galicia del siglo XIVrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoLos modelos monaacutesticos en Galicia hasta el siglo XIrdquo Archivo Ibero-ameri-cano ldquoLa gastronomiacutea del Camino de Santiago algunas precisiones desde el medievalismordquo Compostellanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoManxares Medievaisrdquo Murguiacutea revista galega de histo-ria ldquoEn torno a la benedictinizacioacuten del Monacato Gallegordquo Composte-llanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoFuentes documentales para el estudio del Rey Garciacutea en Galiciardquo Minius revista del departamento de Historia Arte e Xeografiacutea ldquoAproximacioacuten a la figura del prepoacutesito monaacutestico en el monacato gallego medieval siglos X al XIIrdquo Estudios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoLineham Peter History and Historians of Medieval Spainrdquo Obradorio de historia moderna ldquoEl monasterio de Sa-mos y la hospitalidad benedictina con el peregrino siglos XI-XIIIrdquo Studia monaacutestica entre otros

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Autores y autoras

BARRIERA Dariacuteo GabrielDoctor en Historia y Civilizaciones por la EHESS (Pariacutes 2002) Revis-

ta como Profesor Titular Ordinario de Historia de Ameacuterica II (Colonial) en la UNR y como Investigador Independiente en el ISHIR (CONICET-Rosa-rio) Es uno de los coordinadores de la Red de Historia de la Justicia Di-rige el CEHISO-JG (Centro de Estudios de Historia Social de la Justicia y el Gobierno) y la revista Pro-historia Entre sus trabajos figuran tiacutetulos como junto con Rauacutel O Fradkin (2014) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe (1720-1830) (2013) Abrir puertas a la tierra Microanaacutelisis de la construccioacuten de un espacio poliacutetico San-ta Fe 1573‐1640 (2013) La antropologizacioacuten de la Historia Las eda-des medias de Jacques Le Goff entre Mercaderes y Banqueros y La bolsa y la vida (2010) Instituciones Gobierno y Territorio Rosario de la capi-lla al municipio (1725‐1930) (2010) La Justicia y las formas de la au-toridad Organizacioacuten poliacutetica y justicias locales en territorios de fronte-ra El Riacuteo de la Plata Cuyo Coacuterdoba y el Tucumaacuten Siglos XVIII y XIX con Griselda Tarragoacute (2010) Hace 200 antildeos a orillas del Paranaacute (2009) Archivo del crimen Doce historias sobre criacutemenes cometidos en Rosario y sus alrededores durante el Siglo XIX (2009) Justicias y Fronteras Estudios sobre historia de la Justicia en el Riacuteo de la Plata (Siglos XVI‐XIX) (2007) Vers une histoire politique configurationnelle Conqueacuterants familles et ra-pports de pouvoir dans une ville aux confins de lacuteEmpire Espagnol (Santa Fe Riacuteo de la Plata XVI-XVII siegravecles) entre otras publicaciones en libros revis-tas especializadas a nivel nacional e Internacional

BATTAGLIA Mariacutea Gabriela Licenciada y Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Letras egre-

sada de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosa-rio donde se desempentildea como docente investigadora Es Profesora Adjunta en la caacutetedra de Literatura Espantildeola de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de esta casa de estudios Actualmente es Doctoranda en Humanidades y Artes con mencioacuten en Literatura en la Escuela de Pos-grado de la Universidad Nacional de Rosario Directora del Centro de Estu-dios Espantildeoles miembro del Centro de Estudios sobre la problemaacutetica de la traduccioacuten y miembro del Centro de Estudios Comparados todos espacios

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Autores y autoras

dependientes de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosario

BENIGNO FrancescoSe graduoacute en filosofiacutea en la Universidad de Catania (1978) Investiga-

dor en Historia Moderna (1985) en la Universidad de Catania realizoacute sus estudios de doctorado en Cambridge donde fue profesor visitante en el Gru-po de Cambridge para el Estudio de la Poblacioacuten y la Estructura Social en 1987 Se convirtioacute en profesor asociado en la Universidad de Messina en 1992 y luego profesor de historia moderna en la Universidad de Teramo en 1994 Ese mismo antildeo fue nombrado director del IMES Como miembro del consejo editorial de Meridiana coordinoacute el trabajo de revisioacuten y renovacioacuten de la historiografiacutea en el sur de Italia En 1995 Benigno fundoacute la revista cuatrimestral Storica con un grupo de joacutevenes historiadores italianos En los antildeos siguientes contribuyoacute a la fundacioacuten de la Facultad de Comunicacioacuten de la Universidad de Teramo que presidioacute desde 2002 a 2010 y maacutes tarde se convirtioacute en presidente de la Fundacioacuten de Estudios de la Universidad de Teramo En 2012 fue elegido director del Departamento de Historia y Criacutetica en la Universidad de Teramo Desde 2013 es miembro del consejo de admi-nistracioacuten de la Universidad de Teramo y coordinador de la misma Univer-sidad del Doctorado en Historia de Europa desde la Edad Media hasta la Edad Contemporaacutenea Entre muchos otros sus uacuteltimos libros son Palabras del Tiempo Un ideario para pensar histoacutericamente Categravedra Madrid 2013 y La mala setta Alle origini di mafia e camorra 1859-1878 Torino Ein-audi 2015

BONAUDO MartaDoctora en Historia por la Universitegrave de Marseille Aix-en-Provence Li-

cenciada y Profesora en Historia por la Universidad Nacional del Litoral In-vestigadora Principal del CONICET Profesora Titular de Historia Argentina II (1853-1930) en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Na-cional de Rosario (Argentina) Aacuterea de investigacioacuten actual Historia Social y Cultural de la Poliacutetica Siglos XIX y XX Es directora del ISHIR-Unidad Ejecutor en Red-CONICET Entre algunas de sus publicaciones figuran con A Pucciarelli (compiladores) (1993) Problemas de desarrollo agrario Nue-

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Autores y autoras

vas Perspectivas (1999) Liberalismo Estado y Orden burgueacutes (1852-1880) con D M Campi (Coordinadores) (2003) Elites cuestioacuten regional y Estado Nacional Argentina y Ameacuterica Latina Siglo XIX y primeras deacutecadas del siglo XX (2005) Los actores entre las palabras y las cosas (2006) La organi-zacioacuten productiva y poliacutetica del territorio provincial (1853-1914) junto con M Reguera y A Zeberio (Coordinadores) (2008) Las escalas de la Historia Comparada (2010) Instituciones conflictos e Identidades de lo ldquoNacionalrdquo a lo Local entre otros muchos artiacuteculos y publicaciones acadeacutemicas en revis-tas locales e internacionales

BUBELLO Juan Pablo Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Buenos Aires y Ma-

gister en Sociologiacutea de la Cultura y Anaacutelisis Cultural por la Universidad Na-cional de General San Martiacuten Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata Se especializa en la historia cultural de la Europa Moderna Ha dictado cursos conferencias y seminarios en la Universidad de Buenos Aires Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional de Tucumaacuten Se desempentildeoacute como profesor invitado para impartir seminarios de posgrado cursos y conferencias en la Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico (Meacutexico) Pontificia Universida-de Catoacutelica de Campinas (Brasil) la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil) Universidad de Costa Rica (Costa Rica) y Universidade Federal de Goiaacutes (Brasil) Entre su produccioacuten cuenta con la publicacioacuten de libros como autor y como coautor asiacute como numerosos artiacuteculos en revistas acadeacutemicas especializadas argentinas y del extranjero

CASELLI ElisaDoctora en Historia (Docteur en Histoire et Civilisations) por lrsquoEacutecole

Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales Docente investigadora por la Universi-dad Nacional de Rosario (Argentina) Facultad de Humanidades y Artes In-vestigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cientiacuteficas y Teacutecnicas (CONICET) con radicacioacuten en el Centro de Estudios Sociales e Interdisci-plinarios del Litoral (CESIL) Facultad de Humanidades y Ciencias Uni-versidad Nacional del Litoral Miembro investigadora del Groupe drsquoEacutetudes Ibeacuteriques (GEI) Entre sus trabajos figura la coordinacioacuten del libro (2016)

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Autores y autoras

Justicias agentes y jurisdicciones de la Monarquiacutea Hispaacutenica a los Es-tados Nacionales (Espantildea y Ameacuterica siglos XVI-XIX) ha participado en el libro coord por Valentina Favarograve Manfredi Merluzzi Gaetano Saba-tini (2017) Fronteras procesos y praacutecticas de integracioacuten y conflictos entre Europa y Ameacuterica (siglos XVI-XX) con su contribucioacuten ldquoAntesala de la resignacioacuten la frontera como espacio de espera para los judiacuteos ex-pulsados (reinos de Castilla y Portugal finales del siglo XV)rdquo ha partici-pado en diversos artiacuteculos y publicaciones en revistas especializadas en Argentina y Europa

CARRERA JuliaacutenProfesor (2001) y Doctor en Historia (2010) egresado de la Facultad

de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Adjunto de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y miembro del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universi-dad Integrante del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Actualmente orienta sus investi-gaciones en el marco de los estudios decoloniales Autor del libro (2012) Algo maacutes que mercachiles Pulperos y pulperiacuteas en la campantildea bonaerense 1770-1820 y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Meacutexico

CAVAGNARO Nahuel Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de la Plata con la

Tesina de Licenciatura Los hombres de Negocios las redes de Italia en la Eacutepoca Moderna Adscripto a la Caacutetedra de Historia General IV siendo investigador en formacioacuten de la UNLP Estudiante diplomado extranjero por la embajada francesa en la ciudad de Amiens Francia beca de grado ldquoPhileas Accueilrdquo Universite Picardie Jules Verne Amiens France (2015) Actualmente ha sido seleccionado para cumplir la beca de Doctorando Ex-tranjero en Historia Medieval y Moderna en la Universita degli Studi di Teramo Italia (periacuteodo 2017 hasta 2020) donde centra sus estudios en la formacioacuten de redes comerciales en las familias ligures a traveacutes de las rela-ciones y comunicaciones establecidas entre sus miembros en los espacios del Imperio Hispaacutenico

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Autores y autoras

CIPOLLA DamianProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten

Especialista en Estudio de las Mujeres y Geacutenero (UNLu) Actualmente se encuentra cursando la Maestriacutea en Estudios de Geacutenero y el Doctorado en His-toria en la UNLu Es docente en la Universidad Nacional de Lujaacuten Univer-sidad Nacional de La Matanza y Universidad Nacional del Oeste Participa en el proyecto Proyecto de Investigacioacuten radicado en el DCS-UNLu Poder grupos sociales y geacutenero en el reino de Espantildea y el Imperio (siglos XI V-XVI-II) bajo la Direccioacuten de la Dra Cecilia Lagunas Sus liacuteneas de investigacioacuten pasan por la Historia de Geacutenero e Historia de las mujeres

CORREA BARBOZA MarcelaProfesora de Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten con Di-

ploma de Honor Defendioacute y aproboacute su tesis de Licenciatura con el Tiacutetulo ldquoLa Monarquiacutea Hispaacutenica bajo los Austria (siglos XVI y XVII) Nobleza y Mayorazgo de mujeres nobles Aspectos historiograacuteficosrdquo Es Docente Or-dinaria en el Aacuterea de Historia Medieval y Moderna Divisioacuten Historia del Departamento de Ciencias Sociales-UNLu Actualmente cursa Estudios en la Maestriacutea de Estudios de las Mujeres y de Geacutenero de la esa Casa de Estudios Becada en los antildeos 2006 y 2007 por la Agencia Espantildeola de Cooperacioacuten Internacional PCI-AECI en el Instituto de Estudios de la Mujer -Universidad de Granada Espantildea- donde realizoacute estancias de investigacioacuten en Estudios de Geacutenero Su liacutenea de investigacioacuten es Mujeres y Justicia en la Espantildea Moder-na en los siglos XVI y XVII

DE LOS RIacuteOS EvangelinaProfesora en Historia por la Facultad de Humanidades y Artes (UNR)

Magister del Programa ldquoLa modernizacioacuten de Espantildea entre Europa e Ibe-roameacutericardquo por la Facultad de Filosofiacutea de la Universidad de Murcia y Doc-tora en Historia por la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) Participoacute como Investigadora del proyecto State Building in Latin America 1820-1870 (Eu-ropean Research CouncilUPF) Actualmente es integrante del Centro de Es-tudios de Historia Social sobre la Justicia y el gobierno (siglos XVI-XIX) Sus principales liacuteneas de investigacioacuten incluyen la historia de la construccioacuten del estado en Ameacuterica Latina historia social e historia fiscal del siglo XIX

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Autores y autoras

Ha publicado recientemente (2017) Gobernar es cobrar Poliacutetica fiscal re-caudacioacuten impositiva y cultura tributaria Santa Fe (Argentina 1855-1872)

FERNAacuteNDEZ ALBALADEJO Pablo Catedraacutetico en Historia por la Universidad Autoacutenoma de Madrid desde

1984 Director del Dpto de Historia Moderna de la UAM 1987-1999 Vi-cedecano de la facultad de Filosofiacutea y Letras 1980-1982 Decano de la mis-ma desde el antildeo 1982 Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad 1987-98 Sus liacuteneas de investigacioacuten se desarrollan en la Historia constitucio-nal de Espantildea (siglos XVI-XVIII) Historiografiacutea e identidades en la Espantildea de los siglos XVI-XVIII Reconocido Hispanista y autor de numerosas pu-blicaciones cientiacuteficas en diversos aacutembitos acadeacutemicos de Espantildea y el Mun-do Entre sus principales obras figuran (1992) Fragmentos de Monarquiacutea (2002) Los Borbones Dinastiacutea y comunidad poliacutetica en la Espantildea del XVIII (2006) (Coord) Feacutenix de Espantildea Modernidad y cultura propia en la Espantildea del XVIII (1737-1766) (2007) (Coord) Materia de Espantildea y (2009) La crisis de la Monarquiacutea entre otros muchos trabajos publicados en Espantildea y en el extranjero En el antildeo 2009 ha recibido el Premio Nacional de Historia de Es-pantildea Entre sus funciones institucionales figuran ser evaluador del Ministerio de Educacioacuten de la DGICYT de la ANEP y del Ministerio de Educacioacuten de Italia evaluador externo oficial del II Plan de calidad de las Universidades miembro del panel de expertos de la FECYT miembro del comiteacute editorial de cuatro revistas de Historia y miembro del consejo editorial de Marcial PonsHistoria entre otras instituciones acadeacutemicas y editoriales a nivel europeo

FORTEA PEacuteREZ Joseacute IgnacioDoctor en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten de Historia) por la Universidad

de Salamanca En la actualidad es Catedraacutetico de Historia Moderna de la Universidad de Cantabria Sus investigaciones se han centrado en el campo de la historia urbana de la fiscalidad y de las asambleas representativas en el marco de la Corona de Castilla durante los siglos XVI y XVII temas sobre los que ha publicado numerosos trabajos en revistas nacionales y extranje-ras Entre sus libros cabe mencionar (1981) Coacuterdoba en el siglo XVI las bases demograacuteficas y econoacutemicas de una expansioacuten urbana o (1986) Fisco economiacutea y sociedad Alcabalas y encabezamientos en tierras de Coacuterdoba

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Autores y autoras

(1513-1619) En 1990 obtuvo el Premio Cortes de Castilla y Leoacuten con su obra Monarquiacutea y Cortes en la Corona de Castilla Las ciudades ante la poliacutetica fiscal de Felipe II (Salamanca 1991) Ha participado tambieacuten en iniciativas colectivas que han dado lugar a publicaciones como The Castilian crisis of the Seventeenth century New Perspectives on the Economic and Social History of Seventeenth-Century Castile (Cambridge 1996) o Destruc-tion et Reconstruction des villes (Berne 1999) Es autor tambieacuten de obras de siacutentesis como El Siglo XVI (Instituto Gallach 1991) Tambieacuten ha sido editor o coordinador de libros como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (siglos XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies Violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (eacuteste uacuteltimo con Juan E Gelabert y Tomaacutes A Mantecoacuten) y ha participado en investigaciones colectivas sobre la ciudad y el gobierno urbano en la eacutepoca moderna (Cou-ronne espagnole et magistratures citadines agrave lrsquoeacutepoque moderne Seacuteminaire drsquohistoire sociale des institutions organiseacute par lrsquoEcole Franccedilaise de Rome et la Casa de Velaacutezquez Madrid 2004) o sobre historia del parlamentaris-mo en Occidente (Realities of Representation State Building in Early Mod-ern Europe and European America (Yale Centre for Parliamentary History Palgrave Macmillan 2007)

GAMBOA Ariel Profesor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata

(2009) Magister en Historia por la Universidad Pablo de Olavide (Espantildea) Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna de la Facultad de Humanidades y Ayudante Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Posee antecedentes en docencia e investigacioacuten participacioacuten en jornadas coloquios y simposios con publi-cacioacuten en actas Sus investigaciones se han centrado en las guerras dinaacutesticas de la Monarquiacutea en los siglos XVI y XVII estudios sobre el poder y la ima-gen del poder en la Modernidad Claacutesica

GARCIacuteA David FacundoProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Mar

del Plata (UNMdP) Becario doctoral del Consejo Nacional de Investiga-ciones Cientiacuteficas y Tecnoloacutegicas (CONICET) en el Centro de Estudios

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Autores y autoras

Histoacutericos (CEHis) de la UNMdP Miembro del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna Miembro de la Red de Historia Moderna con centro en la UNMDP Doctorando en Historia por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Becario de la Asociacioacuten Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) en la Universidad de Cantabria Es secretario de las revistas Magallaacutenica y Pasado abierto

GARCIacuteA DE CORTAacuteZAR Joseacute AacutengelMedievalista espantildeol especializado en la historia de la Alta Edad Media

Es Catedraacutetico jubilado de Historia Medieval en la Universidad de Cantabria en la cual se desempentildeoacute desde 1978 como catedraacutetico de Historia medieval En su extensa obra figuran trabajos como (1965) Aspectos econoacutemicos y so-ciales del sentildeoriacuteo de Vizcaya a fines del siglo XV (tesis doctoral) (1973) La eacutepoca Medieval (1982) La historia rural medieval Un esquema de anaacutelisis estructural de sus contenidos a traveacutes del ejemplo hispanocristiano (1983) Historia general de la Edad Media (1996) La memoria histoacuterica en Canta-bria (1999) Historia de la Edad Media una siacutentesis interpretativa (2002) Del Cantaacutebrico al Duero Trece estudios sobre organizacioacuten social del es-pacio en los siglos VIII a XIII 2002 (2004) Sociedad y organizacioacuten del espacio en la Espantildea Medieval (2008) Manual de Historia Medieval (con Joseacute Aacutengel Sesma Muntildeoz) entre otros trabajo y publicaciones en revistas especializadas

GENTINETTA Martiacuten Alejandro Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdoba Argentina

Trabaja como profesor de Historia Moderna en la Escuela de Historia de la Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba y en el Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanadas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Integra el Comiteacute Editorial de la Revista Prohistoria historias poliacuteticas de la historia y es miembro de la Red Columnaria nodo Riacuteo de la Plata Sus temas de investigacioacuten se relacionan con el accionar y las intervenciones de los marinos borboacutenicos y otros agen-tes ilustrados de la Monarquiacutea Hispaacutenica en Virreinato del Riacuteo de la Plata en el siglo XVIII Es autor de artiacuteculos en revistas capiacutetulos de libros y resentildeas varios relacionados con estos temas

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Autores y autoras

GRANARA GonzaloProfesor en Historia Universidad Nacional de Lujaacuten en la que se desem-

pentildea como Ayudante de Primera en Historia Medieval y Moderna forma par-te como Investigador del Aacuterea de Estudios de la Mujer y de Geacutenero UNLu ha formado parte del Proyecto de Investigacioacuten de la UNLu denominado ldquoPoder grupos sociales y geacutenero en el Reino de Espantildea y el Imperio (Si-glos XIV-XVIII)rdquo coordinadora por Cecilia Lagunas Sus investigaciones se desarrollan en el campo de Historia de Geacutenero en el cual ha participado en diversas publicaciones junto con C Lagunas tales como (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Gloria Franco Rubio y Mariacutea A Peacuterez Samper Herederas de Cligraveo Mujeres que han impulsado la Historia (2013) ldquoPatrimonio familiar estrategias y redes socia-les y de poder en el territorio de Aacutevila en el siglo XVrdquo

IOGNA-PRAT DominiqueDoctor en Historia y catedraacutetico de la LacuteEcole des Hautes Etudes en

Sciences Sociales Pariacutes Francia Directeur de recherche au CNRS y Direc-teur drsquoeacutetudes agrave lrsquoEacuteHESS Su aacuterea de investigacioacuten refiere a les laquo territoires raquo de lrsquoEacuteglise occidentale meacutedieacutevistique et sciences sociales des religioacuten Ou-vrages (2013) en co-direction avec Michel Lauwers Florian Mazel et Isa-belle Roseacute Cluny les moines et la socieacuteteacute au premier acircge feacuteodal (2013) en co-direction avec Freacutedeacuteric Gabriel et Alain Rauwel Les nouveaux horizons de lrsquoeccleacutesiologie du discours cleacuterical agrave la science du social BUCEMA Hors-seacuterie ndeg7 (2015) agrave paraicirctre La invencioacuten social de la Iglesia en la Edad Media Buenos Aires (2010) ldquoLa sortie du gueacute Retour sur lrsquohistoire du Moyen Acircge en France (1998-2008)rdquo dans Le Moyen Acircge vu drsquoailleurs voix croiseacutees drsquoAmeacuterique latine et drsquoEurope sous la dir drsquoE Magnani Di-jon (2010) ldquoAspirations insulairesrdquo dans Leacuterins une icircle sainte de lrsquoAntiquiteacute tardive au Moyen Acircge Y Codou M Lauwers dir Turnhout (Collection drsquoeacutetudes meacutedieacutevales de Nice n 9) (2010) ldquoLe religieux et le sacreacuterdquo dans Les historiens franccedilais agrave lrsquoœuvre 1995-2010 J-F Sirinelli C Gauvard P Cauchy dir entre otras publicaciones Entre sus actividades cientiacuteficas figuran la Coordination de programmes de recherche collectifs co-direc-tion avec P-A Fabre du Programme interdisciplinaire laquo religieux et sciences

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Autores y autoras

sociales raquo de lrsquoEacuteHESS (2013-2015) y el ser Membre de trois comiteacutes de reacute-daction Archives de sciences sociales des religions En la Espantildea medieval Medieval Encounters

LOacutePEZ VELA RobertoDoctor en Geografiacutea e Historia por la Universidad Autoacutenoma de Ma-

drid y Profesor Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria ha desarrollado su actividad investigadora en el campo de la historia de la Inquisicioacuten espantildeola y en el de la historiografiacutea decimonoacutenica Sus trabajos de investigacioacuten se han centrado en el estudio de la jurisdiccioacuten el aparato administrativo y burocraacutetico de la Inquisicioacuten en el siglo XVII habiendo publicado sus trabajos en los voluacutemenes de la Historia de la Inquisicioacuten en Espantildea y Ameacuterica de la editorial BAC en 1984 1993 y 2000 asiacute como en diversos artiacuteculos de Hispania Espacio Tiempo y Forma o Croacutenica Nova Ha participado en numerosos congresos sobre la Inquisicioacuten recientemente (2006) Los Dominicos y la Inquisicioacuten en el mundo ibeacuterico e hispanoameri-cano Tambieacuten ha participado con regularidad sobre estos temas en los pro-yectos del grupo de Historia Urbana en publicaciones colectivas resultado de lo cual han sido sus colaboraciones en obras como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (s XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna Ha trabajado sobre la construccioacuten de la Historia Nacional y la visioacuten de sus diferentes etapas a traveacutes de las historias de Espantildea maacutes representativas ges-tadas en el siglo XIX aspectos que se recogen en (2004) La construccioacuten de las historias de Espantildea El nacimiento de la historiografiacutea en el ochocientos estuvo ligado al anaacutelisis de los reinados maacutes importantes y sus grandes per-sonajes a traveacutes de los que la nacioacuten habiacutea conseguido su grandeza y poste-riormente su decadencia Sus estudios sobre Isabel la Catoacutelica Felipe II el Gran Capitaacuten los judiacuteos o las Comunidades de Castilla han sido publicados en revistas cientiacuteficas como Manuscrits Investigaciones Histoacutericas Sefarad Revista de Estudios Poliacuteticos Cuadernos de Ilustracioacuten y Romanticismo Bulletin dacuteHistoire Contemporaine dacuteEspagne o difundidos en congresos na-cionales e internacionales como (1999) El siglo de Carlos V y Felipe II la construccioacuten de los mitos en el siglo XIX (2001) Carlos V y la quiebra del humanismo poliacutetico en Europa (2002) Espacios de poder cortes ciudades y

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Autores y autoras

villas (S XVI-XVIII) (2004) El reino de Naacutepoles y la Monarquiacutea de Espantildea (2006) Tolerancia y fundamentalismos en la Historia

LORENZO Dariacuteo RafaelProfesor Licenciado y Magister Artis en Historia por la Universidad Na-

cional de Mar del Plata Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna (GHIEM) de la Facultad de Humanidades y Jefe de Trabajos Praacutecticos Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Integrante del comiteacute editorial de la Revista Magallaacutenica y Miembro de la Red de Historia Moderna (Secretariacutea Teacutecnica) Antecedentes en docencia extensioacuten e investigacioacuten en diversas jornadas coloquios y con-gresos Ha realizado publicaciones de su especialidad en capiacutetulos de libros y actas Sus investigaciones se han centrado sobre los Arbitristas castellanos a comienzos del siglo XVII espantildeol y el lenguaje poliacutetico sobre la Razoacuten de Estado dentro del mismo periacuteodo Integrante del Consejo Departamental del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de Mar del Plata

MANTECOacuteN MOVELLAacuteN Tomaacutes A Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria en cuyo

Departamento de Historia Moderna y Contemporaacutenea Es autor de diversas publicaciones en el campo de la religiosidad popular y los usos sociales de los tribunales de justicia en las sociedades del Antiguo Reacutegimen dentro de las que destacan sus libros (1990) Contrarreforma y religiosidad popular en Cantabria (1997) Conflictividad y disciplinamiento social en la Cantabria rural del Antiguo Reacutegimen o (1998) La muerte de Antonia Isabel Saacutenchez asiacute como su participacioacuten en obras colectivas como (1999) Pardon in Anthro-pology and History (1999) De pentildeas al mar sociedad e instituciones en la Cantabria moderna (de la que fue coordinador) (2001) Redes familiares y patronazgo aproximacioacuten al entramado social del Paiacutes Vasco y Navarra en el Antiguo Reacutegimen (siglos XV-XIX) (2002) Furor et rabiesviolencia con-flicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (obra de la que es editor junto con Joseacute I Fortea y Juan E Gelabert) (2003) Crimes Punishment and Reform in Europe (2004) History of Social Control (vol 1) (2004) Conflicto vio-lencia y criminalidad en Europa y Ameacuterica (2006) Lrsquoerreur judiciaire De Jeanne drsquoArc agrave Roland Agret Villes atlantiques dans lrsquoEurope occidentale du

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Autores y autoras

Moyen Acircge au XXe siegravecle Tambieacuten ha publicado resultados de sus investiga-ciones en revistas cientiacuteficas especializadas como Stvdia Historica Estudis Hispania Manuscrits Revista de Historia Econoacutemica Memoria y Civili-zacioacuten Historia Agraria Afers Ludica Prohistoria Crime History amp So-cieties Criminal Justice History The Journal of the Historical Society Ius Commune o los Cahiers de lrsquoInstitut drsquoAnthropologie Juridique de Limoges

MARTIacuteNEZ SHAW CarlosDoctor por la Universidad de Barcelona y Catedraacutetico en Historia Mo-

derna por esa Universidad y por la UNED Entres sus trabajos figuran (1981) Cataluntildea en la carrera de Indias 1680-1756 junto con Agustiacute Maria Vilagrave i Galiacute (1989) Navegantes i mercaders una nissaga marinera de Lloret jun-to con Ramona Huguet i Huguet (1990) Els artesans de Lleida 1680-1808 (1994) La emigracioacuten espantildeola a Ameacuterica (1492-1824) (1995) El Derecho y el Mar en la Espantildea Moderna (1996) El Siglo de las Luces las bases inte-lectuales del reformismo (1996) Historia de Asia en la edad moderna junto con Javier Tusell Goacutemez y Joseacute Luis Martiacuten Rodriacuteguez (1998) Historia de Espantildea junto con Marina Alfonso Mola (1999) Europa y los nuevos mun-dos en los siglos XV-XVIII junto con Garciacutea de Escalante Alvarado (1999) Relacioacuten del viaje que hizo desde Nueva Espantildea a las Islas del Poniente des-pueacutes Filipinas Ruy Loacutepez de Villalobos con Marina Alfonso Mola (2001) Felipe V junto con Antonio Garciacutea-Baquero Gonzaacutelez (2002) Andaluciacutea y la carrera de Indias (1492-1824) con Joseacute Mariacutea Oliva Melgar (2005) El sistema atlaacutentico espantildeol (siglos XVII-XIX) con Christian August Fischer y Hiltrud Friederich-Stegmann (2010) Viaje de Aacutemsterdam a Geacutenova pasando por Madrid y Caacutediz en los antildeos 1797 y 1798 con Marina Alfonso Mola (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estu-dios (2011) La Constitucioacuten de Caacutediz (19 de marzo de 1812) bicentenario 1812-2012 con Hiltrud Friederich-Stegmann (2014) La imagen de Espantildea en los libros de los viajeros alemanes del siglo XVIII con Marina Alfonso Mola (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica asiacute como tambieacuten contribuciones en libros colectivos y revistas cientiacuteficas internacionales

MESSERE Facundo ManuelProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Rosa-

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Autores y autoras

rio donde se desempentildeoacute como Auxiliar de la Caacutetedra de Historia de Europa II entre los antildeos 2006-2013 Forma parte del equipo de investigaciones de dicha Universidad Actualmente coordina proyectos institucionales sobre as-pectos de la Historia Local Regional y Nuevas Metodologiacuteas en la ensentildeanza de la Historia en la UNR En su trabajo ldquoLos Aranda y el arte de escribir la vida Eacutepica y Representacioacuten en la nobleza media castellana (1467-1548)rdquo muestra coacutemo el estilo y la esteacutetica narrativa que compone el discurso gene-aloacutegico del linaje de Sancho de Aranda oriundo de Alcalaacute La Real recrea entre mediados del siglo XV y el siglo XVI el cambio operado en el modelo caballeresco al modificarse el papel de la nobleza

MONDRAGOacuteN Silvina AndreaDoctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Pro-

vincia de Buenos Aires En la misma universidad es profesora en las caacutetedras de Historia Medieval y de Historia Moderna e investigadora perteneciente al Centro de Estudios Sociales de Ameacuterica Latina (CESAL) Tambieacuten es in-vestigadora miembro de grupos de investigacioacuten en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata Se ha dedicado a investigar el surgimiento de formas representativas de poder poliacutetico y su in-stitucionalizacioacuten en Castilla bajo medieval y Temprano Moderna con eacutenfa-sis en la participacioacuten poliacutetica de campesinos condicionada por los procesos de acumulacioacuten patrimonial que se daban al interior de las comunidades de aldea Como resultado de su trabajo el Centro de Estudios Medievales de la Universidad de Murcia ha publicado su libro Estrategias Campesinas for-mas de resistencia e integracioacuten poliacutetica en Castilla bajo medieval Tambieacuten ha participado en varios congresos nacionales e internacionales y publicado en revistas cientiacuteficas especializadas de Argentina y Europa varios artiacuteculos y trabajos sobre sus temas de intereacutes Por otra parte tambieacuten se ha interesado en la difusioacuten de la Historia europea precapitalista por lo que junto a colegas de otras universidades ha publicado un Manual de Historia Medieval y una compilacioacuten de entrevistas a reconocidos investigadores

PERRUPATO Sebastiaacuten Domingo Profesor por la Universidad Nacional de Mar del Plata Licenciado en

Historia y Especialista en Docencia Universitaria Especialista en Cien-

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Autores y autoras

cias Sociales con Orientacioacuten en educacioacuten y constructivismo Facultad Latinoamericana en Ciencia Sociales Profesor en Historia Moderna en la UNMDP Es becario CONICET Tipo II Maestreando en Historia del mundo hispaacutenico por la Universidad JAUME I (Espantildea) Doctor en edu-cacioacuten por la Universidad Nacional de Rosario Recientemente ha publi-cado (2013) La universidad colonial y la tensioacuten ilustrada Un anaacutelisis comparado de la educacioacuten en el Riacuteo de la Plata a traveacutes de la dialeacutectica tradicioacuten-modernizacioacuten

PORTELA SILVA ErmelindoDoctor en Historia Becario de investigacioacuten del Ministerio de Ed-

ucacioacuten y Ciencia y de la Fundacioacuten Juan March Profesor adjunto de Historia Medieval de la USC (1970-78) Profesor adjunto numerario de Historia Medieval Universal y de Espantildea de la Universidad de Extremad-ura (1981-82) Catedraacutetico numerario de Historia Medieval de la Univer-sidad de Santiago de Compostela (desde 28 de abril de 1982) Fue inves-tigador principal de proyectos financiados por la Direccioacuten General de Investigacioacuten Cientiacutefica y Teacutecnica del Ministerio de Educacioacuten y Cien-cia sin solucioacuten de continuidad desde 1991 Fue invitado por las prin-cipales universidades espantildeolas el Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas la Casa de Velaacutezquez la Universidad de Oporto (Portugal) y la Universiteacute du Maine (Le Mans Francia) para dictar conferencias dirigir seminarios de investigacioacuten o impartir cursos de tercer ciclo En-tre sus trabajos figuran (1976) La regioacuten del obispado de Tuy en los siglos XII a XV Una sociedad en la expansioacuten y en la crisis (1981) La colonizacioacuten cisterciense en Galicia (1991) La introduccioacuten del Ciacutester en Espantildea y Portugal (1992) La idea y el sentimiento de la muerte en la historia y en el arte de la Edad Media (1993) De Galicia en la Edad Me-dia Sociedad Espacio y Poder (1995) El reino de Leoacuten en la Alta Edad Media VII (1995) Antroponimia y sociedad Sistemas de identificacioacuten hispano-cristianos en los siglos IX al XIII Publicoacute ademaacutes una larga serie de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas y actas de congresos nacionales e internacionales de los que el principal hilo conductor es la exploracioacuten preferentemente en el marco de Galicia de la historia social en los siglos centrales de la Edad Media

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Autores y autoras

QUINTEROS Guillermo OProfesor Licenciado y Doctor en Historia por la Facultad de Humani-

dades y Ciencias de la Educacioacuten de la UNLP Es Profesor Titular Ordinario y Profesor Adjunto Interino en las caacutetedras de Historia de las Ideas y Pro-cesos Poliacuteticos y en la de Historia Argentina 1 respectivamente en la mis-ma Universidad Sus temas de investigacioacuten giran en torno a problemaacuteticas poliacuteticas sociales y culturales sobre todo de la Argentina entre fines del siglo XVIII y fines del XIX Dirige el proyecto ldquoEstudios en Historia Cultural de la Poliacutetica y de la Violencia en Argentina Siglos XIX-XXIrdquo y es co-director del proyecto ldquoFamilias y Sociedad en el Riacuteo de La Plata De las transforma-ciones borboacutenicas a la consolidacioacuten del Estado Nacionalrdquo ambos acredit-ados por ante el Programa de Incentivos a la Investigacioacuten de la UNLP En relacioacuten con los mismos ha publicado como compilador (2013) La conmem-oracioacuten de la Revolucioacuten de Mayo Prensa graacutefica historia y poliacutetica siglos XIX-XXI La Plata co edicioacuten del Centro de Historia Argentina y Americana y del Laboratorio de Estudios en Comunicacioacuten Poliacutetica y Sociedad y como autor (2015) La poliacutetica del matrimonio Novios amantes y familias ante la justicia Buenos Aires 1776-1860 Rosario Prohistoria Es miembro del Cen-tro de Historia Argentina y Americana de la UNLP y miembro investigador del Instituto de Investigacioacuten en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP- CONICET)

RAMOS Mariano SergioDoctor en Historia por la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA y Master

en Epistemologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Especialista en Episte-mologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Docente e Investigador de Uni-versidad Nacional de Lujaacuten (UNLu) en donde trabaja desde 1988 Actual-mente es Profesor Asociado Ordinario Es director de varios proyectos de Investigacioacuten en UNLu y la CIC Tambieacuten director del Programa de Arqueo-logiacutea Histoacuterica y Estudios Pluridisciplinarios (ProArHEP) Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Lujaacuten Es Miembro del CONI-CET en donde participa de proyectos con PID y PICT tambieacuten de UBACyT como Investigador Formado y miembro del Grupo Responsable Sus traba-jos enfocan temas de Arqueologiacutea Histoacuterica Arqueologiacutea y Geacutenero teoriacutea y Epistemologiacutea y estudios en tecnologiacutea liacutetica y viacutetrea Cuenta con maacutes de 130

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Autores y autoras

publicaciones (que incluyen proacutelogos de libros capiacutetulos de libro maacutes de 50 artiacuteculos en revistas y poacutesters) en revistas nacionales e internacionales en Es-pantildea Estados Unidos Meacutexico Uruguay Chile Cuba Costa Rica y Escocia Asimismo 29 libros como Compilador Editor o autor Forma parte de Comi-teacutes Acadeacutemicos y Editoriales de Revistas especializadas y tiene funciones de Direccioacuten en 3 de ellas Cuadernos de Antropologiacutea Signos en el Tiempo y Rastros en la Tierra y Atek-Na Serie Libros digital

RODRIacuteGUEZ Juliana Eva Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Historia de la Universidad

de Buenos Aires y Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires con la tesis titulada El pensamiento poliacutetico en la obra de Christine de Pizan El caso del Livre des fais et bonnes meurs du sage roy Charles V Ha realizado su doctorado en Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales de Paris bajo la direccioacuten de Dominique Iogna-Prat siendo el tiacutetulo de tesis doctoral Christine de Pizan et la construction de la politique Desarrolla sus investigaciones sobre la construccioacuten del espacio poliacutetico en la Monarquiacutea Francesa y es investiga-dora por la Universidad de Buenos Aires Ha publicado trabajos tales como (2016) ldquoChristine de Pizaacuten y el legado histoacuterico de la realeza Francesa Reyes y dinastiacuteas en la geacutenesis de un Reinordquo Revista de Memoria Europae II 3 (2)

RODRIacuteGUEZ GILES Ana IneacutesDoctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata Alli ejercio

varios anos como ayudante en la catedra de Historia Moderna junto a una in-tensa participacion en el Centro de Estudios de Historia Europea en la misma casa de estudios (2006-2015) Es miembro del Miembro del comiteacute editorial de la revista Sociedades Precapitalistas Revista de Historia Social editada por la UNLP Tambien se dedico a la edicion y publicacion de diversos documentos pa-leograficos en el equipo de trabajo del Instituto de Historia Antigua Medieval y Moderna ldquoJoseacute Luis Romerordquo Poducto de este trabajo ha publicado en coautoria extensos documentos del Monasterio de Santo Toribio de Liebana (en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Universidad e Buenos Aires) Entre otras publicaciones figuran (2010) ldquoLa estigmatizacioacuten de los mendigos en el siglo de Oro Anaacutelisis de Guzmaacuten de Alfarache (1599)rdquo en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Nordm 43 Bs As (2010) ldquoLa representacioacuten y pena-

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Autores y autoras

lizacioacuten del vagabundeo en Castilla en los siglos XIV ndash XVI Anaacutelisis de las Cortesrdquo en IACOBVS Revista de estudios jacobeos y medievales Nordm 27 Centro de estudios del camino de Santiago Sahaguacuten (2013) ldquoLa socializacioacuten marginal entre los criados Anaacutelisis de una relacioacuten a traveacutes de algunos ejemplos presentes en El Guzmaacuten de Alfaracherdquo en Cuadernos de Historia Moderna Miscelaacuteneo Nordm 38 2013 Madrid Universidad Complutense

SCHAUB Jean-FreacutedeacutericDoctor en Historia por la Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Socia-

les Pariacutes Francia Director of the Social Sciences and Humanities Depart-ment Miembro investigador de la Casa de Velaacutezquez (Madrid) y director del Centro de Estudios Portugueses (2012-2014) Vice-Director for Research at Paris Nouveau Monde (2006) Senior adviser to the Director of the So-cial Sciences and Humanities Department CNRS Entre su amplia obra se cuentan tiacutetulos como (2015) Pour une histoire politique de la race (2014) Lrsquoicircle aux marieacutes Les Accedilores entre deux empires (1583-1642) (2012) Ed con Olivier Remaud Isabelle Thireau Faire des sciences sociales Comparer (2011) Des forteresses aux museacutees Pierre Daix entretiens avec Jean-Freacutedeacuteric Schaub et Marie-Karine Schaub (2008) LrsquoEurope a-t-elle une histoire (2008) Oroonoko prince et esclave Roman colonial de lrsquoincertitude (2005) Ed con Juan Carlos Garavaglia editores Lois justice coutumes Ameacuteriques et Europe latines 16e - 19e siegravecle (2003) La France espagnole Les racines hispaniques de lrsquoabsolut-isme franccedilais (trad Spanish Madrid Marcial Pons 2004) (2001) Portugal na Monarquia Hispacircnica (1580-1640) (2001) Le Portugal au temps du comte-duc drsquoOlivares (1621-1640) Le conflit de juridiction comme exercice de la politique (1999) Les juifs du roi drsquoEspagne Oran 1507-1669 (trad Hebrew Tel Aviv Taupress 2012) (1996) Ed con Robert Descimon y Bernard Vincent Les figures historiques de lrsquoadministrateur Institutions reacuteseaux pouvoirs en Espagne en France et au Portugal 16e -19e siegravecle (1993) Ed Recherche sur lrsquoEacutetat dans le monde Ibeacuterique 15e -20e siegravecle entre otras diversas aportaciones en libros artiacuteculos acadeacutemicos publicados tanto en Francia como a nivel internacional

TRUCHUELO GARCIacuteA Susana Es Profesora Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria

(Espantildea) Ha realizado estancias de investigacioacuten predoctoral en el ISIG de

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Autores y autoras

Trento (Italia 1994 y 1995) en la EHESS de Pariacutes (Francia 2007 2008 2009 2010 2011 y 2017) y ha desarrollado actividad investigadora y do-cente en universidades espantildeolas francesas argentinas y chilenas Entre sus liacuteneas de investigacioacuten se encuentran la historia urbana la articulacioacuten del poder en la Monarquiacutea Hispaacutenica asiacute como la historia de los poderes locales y de las asambleas representativas centraacutendose en aspectos del gobierno como el comercio la guerra y la fiscalidad en la Edad Moderna Es autora en solitario de La representacioacuten de las corporaciones locales guipuzcoanas en el entramado poliacutetico provincial (siglos XVI-XVII) (1997) Gipuzkoa y el poder real en la Alta Edad Moderna (2004) y Tolosa en la Edad Moderna Organizacioacuten y gobierno de una villa guipuzcoana (siglos XVI-XVII) (2006) Es editora de Andreacutes de Urdaneta un hombre moderno (2009) y coeditora con Marina Torres de Europa en torno a Utrecht (2014) y Civitas Expre-siones de la ciudad en la Edad Moderna (2015) Ha participado en muacuteltiples obras colectivas y revistas cientiacuteficas editadas en de Espantildea Francia Italia Reino Unido Argentina y Colombia asiacute como en cerca de un centenar de congresos seminarios y jornadas nacionales e internacionales

XAM-MAR ALONSO Carmen Doctora en Historia por la Universidad de Cantabria su tesis doctoral La

conflictividad y las formas de control social en el Alt Urgell siglo XVII se realizoacute bajo la direccioacuten del Dr Tomaacutes Mantecoacuten Movellaacuten Esta tesis doc-toral investiga desde una perspectiva comparativa las tensiones y conflictos -conductas sexuales desordenadas violencia verbal y fiacutesica brujeriacutea hurtos y robos etc- que alteraban la convivencia vecinal asiacute como las viacuteas utilizadas para restaurar el orden y la paz social Estas estaban basadas en el desarrollo de mecanismos ligados a la Infra-justicia y la para-justicia o en los diversos usos de la justicia reglada Este anaacutelisis abarca una veintena de localidades que con una poblacioacuten censada de 740 fuegos en 1595 y de 575 en 1717 configuraban los dominios sentildeoriales del cabildo de la catedral de Santa Ma-riacutea de Urgell en la comarca del Alt Urgell durante las dos uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII Forma parte del grupo de investigacioacuten en Historia Moderna de la Universidad de Cantabria

Estudios en Historia Moderna desdeuna visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesoraMariacutea Ineacutes Carzolio

ISBN 978-950-34-1580-1

  • TAPA
  • INDICE
  • SECCION I
    • De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudios en historia moderna en la Universidad Nacional de La Plata
    • Una mujer muy alta con unos brazos enormes
    • Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicaz
      • SECCION II
        • Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildea con la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio
        • La amistad como experiencia de vida
        • Mariacutea Ineacutes Carzolio
          • SECCION III
            • PARTE I
              • La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos decenios
              • Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construir una nueva historia atlaacutentica desde la periferia
              • Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacutenero
              • Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada historiograacutefica de mediados del siglo XX
              • Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historia
                • PARTE II
                  • A vueltas con el Tumbo de Celanova
                  • Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femenino en el noroccidente ibeacuterico
                  • Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVI
                  • En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquo
                    • PARTE III
                      • Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de Pizan
                      • Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)
                      • Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de Ocantildea
                      • La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacutetico sobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romance castellano de Francisco Martiacutenez de Marina
                      • El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca moderna
                      • Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIII
                        • PARTE IV
                          • La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII
                          • La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional
                          • El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algun
                          • Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales
                          • Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del sig
                          • Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten
                          • Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII
                          • El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo
                          • Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegac
                            • PARTE V
                              • Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XV
                              • Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias e
                              • Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y
                              • Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad Moderna
                              • Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinos borboacutenicos en la costa patagoacutenica a
                                • PARTE VI
                                  • Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildea rateros campesinos y vecindades e
                                  • Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVI
                                  • Los espacios de la marginalidad en la novela picaresca
                                  • La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputa entre pecheros por un cargo
                                  • Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)
                                      • AUTORES Y AUTORAS
                                      • CONTRATAPA
Page 2: Estudios en Historia Moderna desde ... - Libros de la FaHCE

Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio

Bernard Vincent (EHESS)Cecilia Lagunas (UNLu)

Emir Reitano (UNLP)Israel Sanmartiacuten Barros (USC)

Griselda Tarragoacute (UNC)Julio Polo Saacutenchez (UC)

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita (UNMdP)Miriam Moriconi (UNR)

Osvaldo Viacutector Pereyra (UNLP)

Coordinadores

2017

Esta publicacioacuten ha sido sometida a evaluacioacuten interna y externa orga-nizada por la Secretariacutea de Investigacioacuten de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata

Correccioacuten de estilo Alicia LorenzoDisentildeo DCV Celeste MarzettiTapa DG P Daniela NueschAsesoramiento imagen institucional Aacuterea de Disentildeo en Comunicacioacuten Visual Editora por la Prosecretariacutea de Gestioacuten Editorial y Difusioacuten Sabrina Castronuovo

Queda hecho el depoacutesito que marca la Ley 11723copy2017 Universidad Nacional de La Plata

ISBN 978-950-34-1580-1Coleccioacuten Memorabilia 2

Cita sugerida Vincent B Lagunas C Reitano E Sanmartiacuten Barros I Tarragoacute G Polo Saacutenchez Jhellip Pereyra O (Coords) (2017) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayecto-ria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) Recuperado de httpwwwlibrosfahceunlpeduarindexphplibroscatalogbook94

Licencia Creative Commons 40 Internacional(Atribucioacuten-No comercial-Compartir igual)

Universidad Nacional de La PlataFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten

DecanoDr Aniacutebal Viguera

VicedecanoDr Mauricio Chama

Secretaria de Asuntos AcadeacutemicosProf Ana Julia Ramiacuterez

Secretario de PosgradoDr Fabio Espoacutesito

Secretaria de InvestigacioacutenProf Laura Lenci

Secretario de Extensioacuten UniversitariaMg Jeroacutenimo Pinedo

Prosecretario de Gestioacuten Editorial y DifusioacutenDr Guillermo Banzato

Iacutendice

SECCION I PRESENTACIONES 10

De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudiosen historia moderna en la Universidad Nacional de La PlataOsvaldo Viacutector Pereyra y Emir Reitano 11

Una mujer muy alta con unos brazos enormes Dariacuteo Gabriel Barriera 19

Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicazMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 22

SECCION II SEMBLANZAS 26

Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildeacon la profesora Mariacutea Ineacutes CarzolioJoseacute Aacutengel Garciacutea de Cortaacutezar 27

La amistad como experiencia de vidaMarta Bonaudo 45

Mariacutea Ineacutes CarzolioBernard Vincent 48

SECCION III CAPIacuteTULOS 52

PARTE I Historia y problemas historiograacuteficos 53

La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos deceniosMariacutea Ineacutes Carzolio 54

Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construiruna nueva historia atlaacutentica desde la periferiaEmir Reitano y Juliaacuten Carrera 76

Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacuteneroDamiaacuten Cipolla Cecilia Lagunas y Mariano Ramos 89

Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada histoacuterica de mediados del siglo XX Facundo Garciacutea 99

Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historiaRoberto Loacutepez Vela 118

PARTE II Las raiacuteces medievales del mundo moderno 137

A vueltas con el Tumbo de CelanovaJoseacute M Andrade Cernadas 138

Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femeninoen el noroccidente ibeacutericoErmelindo Portela Silva 153

Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVISilvina Andrea Mondragoacuten 168

En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquoOsvaldo Viacutector Pereyra 193

PARTE III Lenguaje literatura y representacioacuten del poder en el mundo moderno 219

Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de PizanDominique Iogna-Prat y Juliana E Rodriacuteguez 220

Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)Facundo Manuel Messere 236

Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de OcantildeaMariacutea Gabriela Battaglia 250

La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacuteticosobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romancecastellano de Francisco Martiacutenez de MarinaPablo Fernaacutendez Albaladejo 280

El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca modernaJean-Freacutedeacuteric Schaub 294

Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIIISebastiaacuten Perrupato 307

PARTE IVMonarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno 326

La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIIIFrancesco Benigno 327

La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocionalAriel Gamboa 341

El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castillabajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexionesJoseacute Ignacio Fortea Peacuterez 350

Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas oralesSusana Truchuelo 376

Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacuteahispaacutenica a inicios del siglo XVIIDariacuteo Rafael Lorenzo 389

Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762para el Capitaacuten del Puerto de Vera CruzCarlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola 409

Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIIIMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 436

El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)Evangelina De Los Riacuteos 470

Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condesde Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI)Marcela Correa Barboza 494

PARTE VActores redes y articulaciones en el Mundo Moderno 509

Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XVCecilia Lagunas y Gonzalo Granara 510

Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias en la Monarquiacutea Hispaacutenica en la primera mitad del siglo XVIIIGriselda Beatriz Tarragoacute 526

Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y Diego de Santiago en la corte de Felipe IIJuan Pablo Bubello 551

Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad ModernaNahuel Cavagnaro 582

Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinosborboacutenicos en la costa patagoacutenica a fines del setecientos Martiacuten A Gentinetta 604

PARTE VIConflictos tensiones y disciplinamiento en el Mundo Moderno 625

Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildearateros campesinos y vecindades en el siglo XVIITomaacutes A Mantecoacuten Movellaacuten y Carmen Xam-mar626

Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVILorena Aacutelvarez Delgado 662

Los espacios de la marginalidad en la novela picarescaAna Ineacutes Rodriacuteguez Giles 687

La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputaentre pecheros por un cargo de justicia (Castilla siglo XVI)Elisa Caselli 708

Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)Guillermo O Quinteros 744

AUTORES Y AUTORAS 763

PARTE IV

Monarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno

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La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII

Francesco Benigno (Universidad de Teramo Italia)

No resulta faacutecil definir exactamente queacute es la conciencia europea y cuaacuten-do nacioacute pero el gran libro de Paul Hazard (1935) es uno de los textos que aun hoy hace pensar1 Fue escrito como se sabe en 1935 en el periacuteodo oscuro que Bertold Brecht calificaba de ldquotiempos negrosrdquo tres antildeos antes del libro de Hazard habiacutea aparecido el volumen de Ernst Cassirer (1932) Die Philosophie der Afklaumlrung y en 1934 la investigacioacuten de Daniel Mornet sobre las raiacuteces intelectuales de la Revolucioacuten Francesa Hay momentos en que algunos libros importantes se agrupan alrededor de temas decisivos Asiacute habiacutea sucedido durante la primera guerra mundial cuando habiacutean aparecido en 1918 el primer volumen de The decline of the West de Oswald Spengler y en seguida en 1919 el Otontildeo de la Edad Media del historiador neerlandeacutes Johan Huizinga Hay en todos estos libros la urgencia de definir una eacutepoca a traveacutes del establecimiento de sus rasgos esenciales como dice el subtiacutetulo de la obra de Huizinga (1919) Estudios sobre la forma de la vida y del espiacuteritu

1 Este texto deriva de una ponencia presentada al congreso IULCE El nacimiento de la concien-cia europea Universidad Autonoma de Madrid 10-12 diciembre 2014

Benigno F (2017) La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacuten-chez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro ho-menaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Francesco Benigno

durante los siglos XIV y XV Pareceriacutea como si en tiempos de grandes cam-bios los historiadores sintieran la necesidad de razonar sobre la consistencia de eacutepocas pasadas de sus caracteriacutesticas fundamentales de sus liacutemites Y como es evidente cambiar los confines es una manera de mudar la definicioacuten de una edad de definir de nuevo su esencia

El libro de Hazard lo hace con referencia a las uacuteltimas deacutecadas del XVII y a las primeras del XVIII un tiempo en el que se encuentra ndashpara eacutelndash lo que Koselleck (1979) llama un Sattelzeit una eacutepoca de paso Todos conocen las famosas palabras de Hazard ldquoUn diacutea el pueblo franceacutes pensaba como Bossuet el diacutea despueacutes como Voltaire No es el ordinario balancearse del peacutendulo Es una revolucioacutenrdquo Para Hazard es en este tiempo cuando la modernidad nace realmente ldquouna poliacutetica sin derecho divino una religioacuten sin misterio una mo-ral sin dogmas Una ciencia como una potencia capaz de someter la naturalezardquo (Ricuperati 2007 p 12) Estas son ndashnos dice Hazardndash las caracteriacutesticas habi-tualmente asociadas a la edad de la Ilustracioacuten soacutelo que en su texto el preten-de demostrarnos que ldquoellas se manifiestan mucho antesrdquo En este esfuerzo de redefinicioacuten de confines estaacute la novedad de un libro maravilloso cosmopolita y ndashauacuten hoyndash sorprendente para su ndashpodriacutea decirsendash frescura intelectual (por ejemplo hay paacuteginas fascinantes sobre la moda de Oriente el Espion du Grand Seigneur las Lettres persannes el filoacutesofo chino)

La idea principal consiste en afirmar que un ldquonuevo orden de las cosasrdquo prepara antes del fin del XVII el siglo dieciocho (Signorotto 2003) y es parecida a la intuicioacuten de Mornet debido a que la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten parecen en los antildeos treinta maacutes que vecinos familiares la madre sabia y la hija rebelde Como escribe Hazard ldquoDebemos reconocer que todas las orientaciones intelectuales que conducen a la Revolucioacuten Francesa remontan a los uacuteltimos antildeos del reinado de Louis XIVrdquo Esta idea de una liacutenea intelec-tualmente coherente hacia la modernidad parece hoy volver a estar de moda Jonathan Israel en una serie de gruesos voluacutemenes ha intentado demostrar que hay una ilustracioacuten radical que empieza con el pensamiento de Spinoza y de Bayle ndashautores de la misma eacutepoca propuesta por Hazardndash y prosigue hasta la Revolucioacuten de la cual es el verdadero motor Es remodelada y extenuada la vieja idea de Margaret Jacob (1981) de una ilustracioacuten democraacutetica y repu-blicana opuesta a las tesis de J A G Pocock de una ilustracioacuten conservadora y constitucional

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La conciencia inquieta

Se presenta de esta manera un tema crucial ndashque el espacio a disposicioacuten en este ensayo no permite desarrollarndash que es la tendencia de los historiadores culturales de explicar una de las ouvertures de la moderniteacute la Revolucioacuten como ya contenida en sus oriacutegenes intelectuales se pueden citar para esto una cantidad de libros desde el de Roger Chartier (1980) Les origines culturelles de la Reacutevolution franccedilaise al de Keith Baker (1990) Inventing the French Revolution hasta el punto que se podriacutea decir que ndashpara ellosndash se puede entender la Revolucioacuten Francesa soacutelo a traveacutes de los discursos ideoloacutegicos previos como si fuera posible encerrar toda su interpretacioacuten en el desarro-llo y el enfrentamiento de ideas los acontecimientos como los viacuteveres y las asistencias en las guerras vienen despueacutes de las primeras liacuteneas las vanguar-dias y siguen una ruta ya trazada es podriacutea decirse la historia de las ideas with the politics left out Como espero que quede claro eacutesta no es mi visioacuten

La otra ouverture de la moderniteacute es sin duda la Ilustracioacuten Hyppolite Taine soliacutea decir que si alguien ve un hombre que bebe aacutevidamente un licor y despueacutes se siente mal razonablemente pensaraacute que ese licor le ha hecho dantildeo El hombre es Francia y el licor por supuesto es la Ilustracioacuten El jui-cio sobre lo que hace bien o mal depende del juicio sobre la Revolucioacuten y todos sabemos muy bien coacutemo desde Edmund Burke hasta lrsquoAbbeacute Barruel se desarrolla la concepcioacuten de que la Revolucioacuten entendida como un mal habiacutea sido causada por la difusioacuten de las ideas de la Ilustracioacuten una idea que estaba mezclada con la visioacuten ndashmuy influyente despueacutesndash de la conspiracioacuten anti-cristiana de los philosophes que era tambieacuten una conspiracioacuten contra los gobiernos y contra la propiedad de parte de los ldquoanaacuterquicosrdquo y de los ldquoim-piacuteosrdquo es decir de los masones les illumineacutes los jacobinos

En cualquier caso los dos principios de la modernidad la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten estaacuten estrictamente conectadas entre siacute (Furet 1998) El pro-blema de estas grandes reconstrucciones los cuadros histoacutericos descriptos por Mornet o por Hazard es su substancial idealismo Lo denuncia Lucien Febvre (1941) en su criacutetica ndashun verdadero truncamientondash del libro de Mornet al que acusa de haber renunciado a conectar maacutes profundamente literatura y vida social La acusacioacuten es naturalmente dirigida contra Gustave Lanson que es el inspirador y el maestro de Mornet y director de la Revue des deux mondes la revista en la cual colaboraba tambieacuten Hazard Yo creo que se puede decir una cosa maacutes En los antildeos treinta la Revolucioacuten Francesa era el

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Francesco Benigno

hecho capital de la historia y el intento de explicar su misterio era un intento de aclarar digamos el Santo Grial de la civilizacioacuten occidental su profunda matriz Desde una perspectiva muy diferente se puede decir lo mismo de un libro publicado en 1932 el famoso Esquisse des mouvements des prix et des revenus en France au XVIII siegravecle de Ernest Labrousse un libro que ndashcomo se sabendash sin entrar en el periacuteodo de la Revolucioacuten y al contrario posicionaacuten-dose voluntariamente antes de su inicio pretende explicar ndasha traveacutes de la fluctuaciones econoacutemicas ciacuteclicas antecedentesndash su estallido en este caso en realidad la amenaza no es un licor nocivo sino una bomba de tiempo

Hay una impliacutecita fundacioacuten poliacutetica ndashque los italianos llamamos politi-citagravendash en los discursos realizados en los antildeos treinta sobre las ideas ilustradas exactamente como los discursos sobre una alternancia fluctuante de la Hausse y de la Baisse Porque al final razonar sobre lo viejo y lo moderno el Anti-guo Reacutegimen y la Revolucioacuten es razonar sobre el progreso y la civilizacioacuten francesa pivote y modelo de la historia de Europa Por esto cabe preguntarse cuaacutel es el verdadero sentido de la innovadora construccioacuten de Hazard y la respuesta que yo dareacute es que consiste en un sentido iacutentimamente y profunda-mente conciliador Habiacutea un contraste impliacutecito entre dos narraciones de la historia francesa una es la narracioacuten de la Revolucioacuten como hija legiacutetima de la Ilustracioacuten y la otra es la interpretacioacuten de la historia francesa consignada por Voltaire con su apogeo colocado en la eacutepoca de Louis XIV y su devalua-cioacuten del siglo XVIII Hazard mezcla estas dos visiones y lo afirma muy clara-mente Hay un momento de la historia europea en que casi hegelianamente el cetro cultural toca a Francia ldquoes la hora de Francia despueacutes de Espantildea despueacutes de Italiardquo Francia construye su grandeza sobre siacute misma y despueacutes de Descartes Pascal Corneille es el tiempo de Racine Moliegravere La Fontaine Francia se convierte en el centro de todo en la gran mediadora entre el viejo Sur y el nuevo Norte Es el tiempo del pasaje desde lrsquohomme honnecircte a su sucesiva transfiguracioacuten le philosophe Se construye asiacute un puente cultural entre absolutismo y Revolucioacuten que es parte de la vulgata por la cual la Revolucioacuten seriacutea al final el verdadero cumplimiento del absolutismo ldquosans monarchie absolue pas de reacutepubliquerdquo Un absolutismo claro entendido de una manera por la cual Napoleoacuten era el verdadero heredero de Luis XIV ol-vidando lo que Jean-Freacutedeacuteric Schaub llama ldquoel trato faraoacutenicordquo de su imagen es decir una figura ndashmuy espantildeola seguacuten Schaub (2003)ndash en la cual conver-

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La conciencia inquieta

gen la espada y la cruz La poleacutemica de Schaub es contra la curiosa persis-tencia hasta hoy de la vulgata de la Histoire de France de Ernest Lavisse y desde este punto de vista es sorprendente encontrar una nota casi nacionalista en un libro cosmopolita como el de Hazard Pero su visioacuten es clara la mo-dernidad empieza en el mismo periacuteodo en el cual ldquoLouis XIV estaba auacuten en su fuerza resplandeciente y radiosardquo No hay propaganda de imagen aquiacute ndashla faacutebrica del rey Sol nos dice Peter Burke (1992)ndash porque en realidad Hazard cree en el caraacutecter excepcional desde el punto de vista intelectual de la eacutepo-ca del Roi soleil y advierte a sus lectores que todas las ideas que despueacutes (hacia 1760 o 1789) pareceraacuten revolucionarias ya se habiacutean manifestado en torno de 1680 De esta manera la modernidad intelectual y la modernidad estatal la uacutenica realmente concebible en tiempos ndashlos antildeos Treintandash que han sido por lo menos de devocioacuten si no de adoracioacuten por el estado moderno finalmente coinciden En mi visioacuten Hazard es como un relojero que intentoacute hacer coincidir dos relojes descoordinados2

Muchas deacutecadas despueacutes desde nuestra eacutepoca desalentada y perpleja una observacioacuten se impone Es quizaacute tiempo de abandonar definitivamente aquella tendencia a contraponer modernidad y pasado pre-moderno de mane-ra neta Esta tendencia llega a los historiadores desde la ciencia social alema-na del siglo XIX Me refiero naturalmente a Gemeinschaft und Gesellschaft de Ferdinand Toumlnnies (1887) El mecanismo explicativo de esta contraposi-cioacuten es maacutes o menos el siguiente se enumeran las caracteriacutesticas que tipifican lo moderno (el desarrollo industrial y tecnoloacutegico la velocidad las relaciones sociales que se producen de modo complejo y no de la manera habitual cara a cara el crecimiento de la mediacioacuten estatal el desencanto etceacutetera) a esto se contraponen en negativo las caracteriacutesticas de un Antiguo Reacutegimen dibujado como antiacutetesis lo pre-moderno que mejor se podriacutea llamar lo no-moderno Una reconstruccioacuten coacutemoda en que el pasado es soacutelo un escenario un fondo teatral para la mise en scegravene del espectaacuteculo del progreso el gran baile de la modernidad Es un modelo persistente En mi reciente libro sobre los concep-tos utilizados por los historiadores y por las ciencias sociales (Benigno 2013) he hecho notar coacutemo la nocioacuten muy popular de sociedad liacutequida propuesta por el socioacutelogo polaco-judiacuteo Zygmunt Bauman es la re-proposicioacuten mutatis

2 Veacutease sobre esto Spitzer (1967)

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mutandis de la concepcioacuten de su maestro Georg Simmel Seguacuten Simmel la modernidad encarnada en la metroacutepolis empuja a los individuos en una di-reccioacuten nueva maacutes individualista y alejada de los ordinarios viacutenculos socia-les se trata de la llamada blaseacute attitude que define el tipo del flacircneur una reflexioacuten importante productora de largas influencias en la cultura del siglo XX tanto por parte de la literatura (el Baudelaire de Les fleurs du mal) o de la historia (el Walter Benjamin del Passagenwerk) como de la sociologiacutea (Robert Park y la escuela de Chicago) Es interesante notar que con Simmel esto cambioacute y la configuracioacuten del Lebenswelt el mundo de la vida ndashque eacutel utiliza para entender la Belle eacutepoquendash se funda sobre una oposicioacuten entre ele-mentos tradicionales y novedosos el antiguo reacutegimen versus la modernidad En Bauman la misma oposicioacuten caracterizariacutea la comprensioacuten de nuestro tiempo que nosotros no sabemos coacutemo definir y llamamos post-moderno o siguiendo a Ulrich Beck el tiempo de la segunda modernidad Soacutelo que ahora en lugar del Antiguo Reacutegimen estaacute en la perspectiva de Bauman lo moderno el tiempo duro de las identidades dadas (la nacioacuten la clase la fe) y de la so-lidez de la produccioacuten material del sistema de la faacutebrica fordista y taylorista un tiempo distinto y opuesto a otro tiempo el nuestro de supuesta liquidez Lo moderno podriacuteamos decir ha devenido en nuestro Antiguo Reacutegimen

Por esto los libros que nos ayudan maacutes hoy son quizaacute los que mezclan las cartas y no utilizan estas contraposiciones simples entre moderno y no moderno esquemas que pueden confundirnos maacutes que de ayudarnos Pienso en un libro provocativo para el momento en el que se escribioacute (1981) The persistence of the Old Regime de Arno Mayer Alliacute encontramos junto a te-sis poco compartibles nociones importantes sobre la relevancia en el siglo XIX de elementos sociales costumbres y lenguajes normalmente asociados con el Antiguo Reacutegimen Maacutes allaacute de Mayer se deberiacutea cuestionar la idea de la supervivencia en el tiempo la idea por la cual lo que se mantiene y persiste es un residuo inuacutetil e inservible de un pasado ya superado por la loacutegica del progreso Necesitamos por el contrario de una mayor atencioacuten hacia aquellas configuraciones que utilizan materiales antiguos como un patchwork como si fueran ladrillos para construir edificios nuevos detraacutes de sus fachadas claacutesicas

Dicho de otra forma quizaacute maacutes expliacutecita si hay una conciencia que es tiacutepicamente nuestra contemporaacutenea es la de considerar la modernidad no

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como un hecho sino como una forma de relacioacuten entre pasado y presente (que esconde naturalmente el futuro) una forma que nunca es definitivamente dada y que es tal porque nosotros la descubrimos hacieacutendola existir Y de esta relacioacuten debemos saber apreciar el sentido profundo e iacutentimamente am-biguo (rechazo y nostalgia) para the world we have lost

Pero si abandonamos la ruta maestra una viacutea que nos pareciacutea en el pasa-do una confortable y recta autopista y que ahora parece tal vez un camino sin salida (o que desemboca en un desastre) aquella ruta que conecta de una cier-ta manera absolutismo Ilustracioacuten y Revolucioacuten definiendo lo que podemos llamar el recorrido franceacutes a la modernidad la pregunta que debemos pro-poner es iquestCuaacutel es la posibilidad que tenemos de repensar desde hoy el nexo entre estos elementos (naturalmente redefinidos) e indicar una diferente ruta quizaacute maacutes incoherente y sinuosa llena de lo que los ingleses llaman twists and turns giros y curvas pero capaz de explicar lo que pasoacute de una manera contemporaacutenea (y no moderna) es decir capaz de responder a las preguntas de nuestro tiempo Esta ruta diferente exige repensar el concepto de absolu-tismo por lo menos desde hace veinte antildeos existen reflexiones en el aacutembito anglosajoacuten que han puesto en duda la nocioacuten de absolutismo entendido como reacutegimen hasta al punto de calificarla como un mito (Henshall 1992) Sin llegar a esto podemos definir el absolutismo como una elaboracioacuten doctrinal que corresponde a una tendencia a la asercioacuten del poder monaacuterquico no soacutelo en el sentido de self-sovereignty frente a los otros poderes con instancias universalistas (el Imperio el Papado) sino tambieacuten frente a la dominacioacuten de los cuerpos intermedios a traveacutes de la imposicioacuten de un sistema ejecutivo de mando (de derivacioacuten militar) que quizaacute tiene su modelo y su mayor rea-lizacioacuten en la reforma del tradicional sistema fiscal y en la introduccioacuten por Colbert de la ferme geacuteneacuterale Se observa muy bien en este caso cuaacuteles son los problemas principales de un sistema que pretende gobernar sin consenti-miento y a traveacutes de la amenaza de la fuerza y estos problemas son la escasa legitimacioacuten y el eacutexito incierto Claro que sacar dinero del bolsillo de la gente es siempre un trabajo difiacutecil y es evidente que el sistema tradicional ndashcon sus agotadoras mediaciones sociales sus bizantinas compensaciones administra-tivas y sus atrincheradas defensas juriacutedicasndash no era la mejor manera para conseguir raacutepido el dinero necesario para la guerra Pero la imagen que nos ofrece la investigacioacuten de Jean Nicolas (2002) sobre el nivel de conflicti-

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vidad de la sociedad rural francesa en el siglo XVIII leiacuteda en paralelo con las antiguas adquisiciones de Michel Morineau sobre Les faux semblants drsquoun deacutemarrage eacuteconomique dibujan un paisaje que hace reflexionar Hay un ejemplo muy claro sobre las actitudes de los franceses en cuanto al con-trabando Una de las ordonnances de Louis XIV nos relata Nicolas obliga a la poblacioacuten y a sus representantes alcaldes y curas a sonar las campa-nas a la vista de contrabandistas Las campanas sin embargo soliacutean estar completamente silenciosas A causa de esto se produciacutean encarcelaciones de oficiales locales alcaldes y curas y auacuten habiacutea gestos simboacutelicos de ruptura de campanas como castigo por una conducta juzgada como una muestra de in-subordinacioacuten Al final despueacutes de mucha presioacuten las campanas comenzaron finalmente a sonar pero no para advertir a las milicias de la presencia de la gente de contrabando sino por el contrario para advertir a los contrabandistas de que los milicianos estaban por llegar

Focalizamos nuestra atencioacuten en la vigilia de la Revolucioacuten y abrimos aquellos extraordinarios documentos que son los Cahiers de doleacuteances tex-tos que expresan la cultura poliacutetica franceacutes en vista de la convocatoria de los Eacutetats generaux En ellos encontramos una evidencia que debemos subrayar Praacutecticamente todos los textos presentados en esta ocasioacuten por los tres oacuterde-nes son de inspiracioacuten anti-absolutista en diferente sentido anti-absolutistas por supuesto

Hay textos reaccionarios que suentildean con una revanche nobiliaria pero en el sentido de una recuperacioacuten de poder de la noblesse drsquoepeacutee de un go-bierno de consejos en contra del poder ministerial y de la noblesse de robe Hay despueacutes textos monaacuterquico-constitucionales que quieren ldquohacer a la manera de Inglaterrardquo con un balance de poder entre el poder ejecutivo mo-naacuterquico y el legislativo en un marco constitucional Hay en fin textos maacutes radicales que apuntan a una carta constitucional de inspiracioacuten ldquoamericanardquo que limite el poder del soberano a favor de un parlamento dominado por el ldquotercer estadordquo es la idea expresada por ejemplo por Giuseppe Cerutti en uno de los panfletos del lsquo89 la Meacutemoire pour le peuple francais de una monarchie populaire El absolutismo franceacutes desemboca en un fracaso por muchas razones pero quizaacute la principal maacutes que por la crisis financiera es por la peacuterdida de la legitimacioacuten del reacutegimen ldquoantiguordquo con respecto a la clase dirigente del paiacutes

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Lo que seriacutea necesario desde el punto de vista de una historiografiacutea que quiera abandonar la vulgata del absolutismo triumphans es devolver la palabra a los que criticaron y combatieron el absolutismo y no aceptar sus declaracio-nes sin reflexionar bien Vemos un ejemplo el famoso discurso de la flagela-cioacuten dado por Louis XV frente al Parlement de Paris el 3 de marzo del 1766 ha sido visto tradicionalmente como el sello de una praxis ya desarrollada e indiscutible Por el contrario las aserciones tan perentorias de aquel discurso (ldquosoacutelo en mi persona reside el poder del Estadohellipsoacutelo de miacute las cortes sacan su existencia y autoridadhellipmi pueblo es una sola cosa conmigo y los derechos e intereses de la nacioacuten (hellip) estaacuten necesariamente unidos con los miacuteos y residen exclusivamente en mis manosrdquo) se deberiacutean ver menos como el zenit de una teoriacutea puesta en marcha que como el intento del reafirmar una autoridad abso-luta contestada circulan ideas que afirman que la presencia del Parlement y su funcioacuten son garantizadas por las leyes fundamentales del reino que sus dispo-siciones pueden criticar y anular actos regios e influenciar en la formacioacuten de las leyes y sobre todo que existe una nacioacuten como cuerpo separado del monar-ca Son los temas que inspiran el aacutespero conflicto en torno del Coup drsquoEtat del canciller Maupeou (1770) un golpe legal un intento fallido de someter la ma-gistratura francesa3 Y no olvidemos que en los Cahiers presentados se hablaba a menudo de la reunioacuten de los estados generales como la nation assembleacutee ante del juramento del Jeu de paume y del nacimiento de la Asamblea nacional

Estas ideas anti-despoacuteticas tienen sus antiguas raiacuteces en los textos bien conocidos de la resistencia hugonote desde la Francogallia de Franccedilois Hotman pasando por Des droits de magistrats de Theacuteodore de Beze hasta las Vyndiciae contra Tyrannos de Philppe Du Plessy-Mornay temas que la Liga habiacutea retomado y revitalizado a traveacutes del injerto del pensamien-to jurisdiccional de la segunda escolaacutestica y que se encuentran en todo el periacuteodo de las guerras de religioacuten y despueacutes en la Fronda este uacuteltimo acontecimiento que no es la farsa que la historiografiacutea ha pintado sino una verdadera tragedia una guerra civil entre los partidarios de una autoridad absoluta y los que intentaban resistirla Estos uacuteltimos prefieren juristas tra-dicionales como Jacques Cujas a los nuevos juristas politiques como Jean Bodin como bien se puede apreciar en la famosa harangue de Omer Talon

3 He presentado estos argumentos maacutes largamente en Benigno (2004)

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Auacuten en el momento maacutes toacutepico del absolutismo realizado -la larga eacutepoca de Luis XIV- existiacutean las ideas adversas al poder regio absoluto a su caraacutecter sin liacutemites sin viacutenculos Claro las memorias de Saint Simon eran en aquel tiempo desconocidas (aquellas memorias que ofrecen una visioacuten de la corte de Luis XIV como ha subrayado Le Roy Ladurie (1997) organizada por cabales es decir por facciones y no como un lugar aislado con el poder de uno solo) las obras de Le Laboureur y Boulainvilliers no estaban impresas y los escritos poliacuteticos de Feacutenelon tampoco Pero hay toda una circulacioacuten manuscrita y al final Les aventures de Telemaque circularon despueacutes de su impresioacuten no autorizada en 1699 Como se sabe Feacutenelon era el preceptor del duque de Borgontildea Luis de Francia hijo del Grand Dauphin y hermano mayor de Felipe V de Espantildea segundo de la liacutenea sucesoria al trono franceacutes (devenido primero despueacutes de la muerte de eacuteste en 1711) y padre de Luis XV Como se sabe en el ciacuterculo del duque de Borgontildea (en el cual parti-cipaban el duque de Chevreuse el duque de Beauvilliers lrsquoabbeacute de Saint Pierre) se planteaba una renovacioacuten completa del sistema poliacutetico franceacutes una propuesta que fue en parte realizada despueacutes de la muerte del desafor-tunado duque por Felipe II drsquoOrleacuteans en los pocos antildeos de su regencia con la introduccioacuten del sistema de la ldquopolisinodiardquo y el regreso de la alta noble-za a la participacioacuten poliacutetica Conocemos los proyectos poliacuteticos del ciacuterculo a traveacutes de textos como el Projets de gouvernemnt du duc de Bourgogne dauphin un trabajo atribuido al duque de Saint-Simon (Mesnard 1860) Se explica alliacute la idea de una monarquiacutea mixta y atemperada que es la misma idea de Feacutenelon que ensentildeaba al Duque que el pueblo necesita de leyes constantes y consagradas por toda la nacioacuten que estas leyes deben estar por encima de los que gobiernan y que los gobernantes no tengan otra autoridad sino a traveacutes de ellas incluso el soberano porque su persona aislada de la ley es nada El Rey puede todo sobre el pueblo pero las leyes pueden todo sobre eacutel Para Feacutenelon el soberano es ante que todo la ley viviente dada por Dios para el bien del pueblo y el poder absoluto es una doctrina que pervierte la cabeza que disgusta una poliacutetica tiacutepica de las naciones maacutes baacuterbaras Son ideas muy parecidas a los expresadas en las Lettres persannes (1721) contadas a traveacutes del divertido extraviacuteo de Usbek y Rica a Pariacutes dirigido a demonstrar la peligrosidad de la maldita invencioacuten de Richelieu su arma fatal la reunificacioacuten de los tres poderes en uno soacutelo

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No se trata uacutenicamente de la resistencia de viejos equilibrios que Montesquieu teoriza en nueva forma se trata de la idea de la existencia de una fuente de legitimacioacuten irrenunciable que debe participar en la forma-cioacuten de las leyes La Lit de justice no es soacutelo ni principalmente un molesto escamoteo es la declaracioacuten clara de que el poder del rey necesita la con-vergencia de sus dos cuerpos y el segundo el cuerpo miacutestico-poliacutetico tiene una existencia propia reglada que se manifiesta a traveacutes de representantes (Kantorowicz 1957) No deberiacuteamos olvidar que el duque de Borgontildea habiacutea declarado su voluntad de dar nueva vida a los Eacutetats generaux

No es extrantildeo que en libros como el de Hazard o el de Mornet no haya espacio de reflexioacuten sobre todo esto en Hazard la poliacutetica simplemente no estaacute y Mornet habla de estos temas en dos decepcionantes paacuteginas

Estas ideas persisten desde la Fronda hasta la remonstrance del 11 de abril 1788 en que el parlamento declara abiertamente que el despotismo mi-nisterial y el poder arbitrario han remplazado a las leyes y que el ataque a la magistratura guardiana de las leyes es un ataque a la libertad puacuteblica El famoso episodio en que Louis Philippe drsquoOrleacuteans descendiente del duque de Borgontildea regente y que un diacutea devendraacute Philippe-Egaliteacute reaccionaba al intento de Luis XVI que se atribuyoacute como una declaracioacuten propia la afirmacioacuten sobre el valor de ley sin la convocatoria de una regular lit de justice afirmando que esto era ilegal (y provocando la famosa reacuteplica so-berana ldquoes legal porque lo quiero yordquo) el episodio expresa claramente esta contradiccioacuten irresuelta que seraacute solucionada soacutelo con la Revolucioacuten La invitacioacuten de Denis Richet (1992) a tomar la instancia nobiliaria de un control social del poder monaacuterquico como una exigencia constitucional innovadora pese a la apariencia tradicional y conservadora y en substancia una forma de liberalismo poliacutetico aun si primitivo no ha sido recogida por la historiografiacutea

Para los actores sociales del tiempo decir Orleacuteans seriacutea sentildealar un refe-rente poliacutetico antiguo porque antes de Louis-Philippe habiacutea estado el Philippe II regente y antes de este en el tiempo de la Fronda otro Orleacuteans Gastoacuten el hermano de Louis XIII conocido como Monsieur que habiacutea representado el punto de referencia de todas las oposiciones al tiraacutenico reacutegimen de Richelieu Estas tradiciones que a nosotros nos parecen poco importantes no eran insig-nificantes a los ojos de los actores histoacutericos Tomemos otro ejemplo detraacutes

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de la impalpable y conciliatoria perspectiva que presenta el nacimiento de la esfera puacuteblica como un parto involuntario y secreto concebido bajo las ena-guas del absolutismo en lugares reparados y obscuros como las academias y las logias masoacutenicas y desde alliacute pasando en su juventud por los cafeacutes y los salones la verdad es que la formacioacuten de una verdadera opinioacuten puacuteblica estaacute siempre relacionada con momentos de mucha discusioacuten sobre la res publica Y los actores histoacutericos ya a la mitad del XVII sabiacutean bien coacutemo las batallas se combaten con las armas pero tambieacuten con los opuacutesculos

Jean- Marie Constant (2007) es uno de los pocos historiadores franceses que nos ha relatado coacutemo toda la historia de la ascensioacuten de Richelieu al poder estaacute acompantildeada por cantidad de panfletos producidos por su equipo aquel team que Franccedilois Hildesheimer (2004) nos ha dibujado un atelier drsquoeacutecriture en que habiacutea literatos teoacutelogos juristas y filoacutesofos En los salo-nes ilustrados de la Pariacutes de la segunda mitad del XVIII pasaba lo mismo Cada faccioacuten cortesana teniacutea su saloacuten y sus plumes Cada grupo se defendiacutea y atacaba los otros grupos en el gran teatro de la opinioacuten puacuteblica y al mismo tiempo en los pasillos de la Corte

Naturalmente si esto pasaba en el devenir cotidiano en los momentos de tensioacuten poliacutetica esta actitud se ampliaba La Fronda es una lucha de armas y de plumas y todos los contendientes tienen las suyas Y en la vigilia de la Revolucioacuten Francesa el duque de Orleacuteans combate su batalla enrolando abiertamente o no a literatos como Choderlos de Laclos ensayistas como el abad Sieyegraves y Cerruti

Esto no quiere decir que no haya cambios sino que el cambio es una cosa compleja que se explica mal a traveacutes de oposiciones dicotoacutemicas Hay periacuteo-dos en particular en los cuales el cambio se acelera Como ha escrito Alfred Cobban el hijo que nace la nueva sociedad dada a luz por la Revolucioacuten no estaacute integrada por los individuos racionales y utilitarios imaginados por los filoacutesofos Los grandes procesos histoacutericos no son la suma de componentes que se agregan Son parecidos a las reacciones quiacutemicas cuyos resultados pueden ser enteramente diferentes de los ingredientes que la componen De-bemos aceptar el hecho de que no ha sido la primera vez (y no seraacute la uacuteltima) en que una revolucioacuten nacida para introducir un sistema ordenado por nuevas concepciones se transforma en una eacutepoca controlada por ideas diferentes y algunas veces opuestas (Cobban 1941 p 51)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional

Ariel Gamboa(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

En los uacuteltimos diez antildeos algunos trabajos han surgido dentro de un nue-vo campo en el estudio de la Historia que se ha denominado Historia de las emociones (Moscoso 2015) Las principales investigaciones han surgido del mundo anglosajoacuten y han puesto el acento en las emociones como expresioacuten de los sentimientos (Zaragoza Bernal 2013) En este sentido no han sido po-cos los esfuerzos por tratar de definir queacute se entiende por una Historia de las emociones sin embargo maacutes que respuestas han surgido nuevas preguntas

La novedad de pensar la corte como una comunidad social y emo-cional y sus viacutenculos con el Rey Prudente es el principal objetivo que el presente estudio se propone En este sentido las fuentes escritas como vi-suales vinculadas al entorno cortesano constituiraacuten nuestro principal foco de intereacutes a los efectos de poder hacer visible un mundo poco explorado por la historiografiacutea Emociones y sentimientos circularon en los espacios de poder de la monarquiacutea y quedaron reflejadas en cartas pinturas y hasta objetos del mundo cortesano El desafiacuteo consiste asiacute en visibilizar aquellos sentimientos que se mantuvieron ocultos a los ojos de varias generaciones de historiadores

Gamboa A (2017) La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocio-nal En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la tra-yectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Pla-ta Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Ariel Gamboa

Fue Norbert Eliacuteas quien elaboroacute un esquema explicativo sobre la manera en que las normas eran incorporadas por los sujetos poniendo el eacutenfasis en el cambio histoacuterico entre la Edad Media y la Modernidad Asiacute las expresiones sensoriales y afectivas como la conducta social eran vistas de manera dinaacute-mica y no estaacutetica Eliacuteas (1993) afirmaba que

El sistema emotivo del individuo se transforma de acuerdo con los cambios de

la sociedad y la transformacioacuten de las relaciones interhumanas en la sociedad

aumenta la cantidad de acciones y de individuos de los que dependen permanen-

temente las personas y sus actos en el individuo se convierte en costumbre la

capacidad de prever las consecuencias de prolongadas cadenas de acciones Y al

igual que se transforma el comportamiento y el sistema emotivo del individuo

tambieacuten cambian consecuentemente la consideracioacuten reciacuteproca que las personas

se profesan la imagen que el individuo tiene del individuo se hace maacutes matizada

maacutes libre de emociones momentaacuteneas es decir se psicologiza (pp 484-485)

Es por ello que en primer teacutermino resulta fundamental definir algunos conceptos que guiaraacuten el presente trabajo vinculado a la Historia de las emociones pero en el sentido de tomar a esta como una perspectiva de anaacute-lisis del pasado Ahora bien seguacuten el Diccionario de la RAE por emociones se entiende a la ldquoalteracioacuten del aacutenimo intensa y pasajera agradable o pe-nosa que va acompantildeada de cierta conmocioacuten somaacuteticardquo mientras que por sentimiento ldquohecho o efecto de sentir o sentirserdquo Asiacute las emociones pueden ser entendidas como reacciones es decir las formas en que respondemos a los sucesos

La definicioacuten realizada por Baacuterbara Rosenwein sobre las comunidades emocionales puede cuadrar en el esquema cortesano de la Espantildea del siglo XVI Para la autora se entiende a una comunidad emocional como un gru-po de personas que adhieren a un conjunto de normas y reglas que puede coexistir y variar con el paso del tiempo (Rosenwein 2006) Por lo tanto la Corte de Felipe II fue una comunidad social y emocional constituida por un complejo entramado de viacutenculos no desprovistos de sentimientos y emocio-nes Efectivamente la clave radica en pensar en una historia de los viacutenculos afectivos que dan sentido y coherencia al entramado de relaciones entre indi-viduos emocionales

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

Se entiende a la Corte como un espacio de poder (Vaacutezquez Gestal 2005) en primer lugar como un sistema de organizacioacuten sociopoliacutetica compuesto por el gobierno de las casas reales los Consejos y tribunales y por uacuteltimo los cortesanos (Martiacutenez Millaacuten 2006) En este complejo entramado pre-dominaban las relaciones no-institucionales por sobre las instituciones En segundo lugar la Corte no puede ser entendida como una comunidad emocio-nal estaacutetica Por el contrario la dinaacutemica de la misma se comprende a partir de las trasformaciones generadas por las distintas partes que la constituyen Retomando a Eliacuteas (1993)

En la sociedad civilizada se responde al caacutelculo con el caacutelculo en la no civilizada se

responde al sentimiento con sentimiento Este vigor de las emociones inmediatas

sin embargo vincula al individuo a un nuacutemero limitado de comportamientos posi-

bles si los demaacutes son amigos o enemigos buenos o malos (hellip) Y si estas sensa-

ciones producen en eacutel una sensacioacuten de alegriacutea o tristeza piensa que los fenoacutemenos

tienen relaciones de amistad o enemistad hacia su propia persona (hellip) Todo parece

depender de modo directo de las sensaciones que percibe el individuo (p 485)

iquestQueacute aspectos reglaban el comportamiento de la corte en la Espantildea del siglo XVI La Moral catoacutelica regiacutea de alguna manera la conducta de los individuos tanto en la corte como fuera Sin embargo es sabido que el clima cortesano en los inicios de la modernidad era por demaacutes complejo esto podriacutea explicar el eacutexito del libro de Castiglione con sus recomendaciones para convertirse en el perfecto cortesano Si la sociedad generaba cambios en los individuos la corte como una comunidad emocional podiacutea hacerlo sobre los sujetos que la integraban Los estados de aacutenimo del rey podiacutean modificar el clima emocional cortesano En palabras de Checa Cremades (1989)

La formalizacioacuten y el sentido de riacutegida etiqueta que preside toda la vida de la

corte y que hizo que algunos embajadores consideraran al mismo Rey como

una ceremonia en siacute misma constituye uno de los rasgos maacutes caracteriacutesticos del

entorno de Felipe (hellip) La rigidez que demuestran (los retratos) no es una rigidez

propia de la persona ni siquiera del estilo personal de artistas como Saacutenchez

Coello o Pantoja de la Cruz Se trata de la marca distintiva del sello de la majes-

tad real como se concebiacutea en la corte de los Austrias espantildeoles (p 129)

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Ariel Gamboa

Por su parte en consonancia con el concepto de ldquohabitusrdquo de Bourdieu Monique Scheer (2012) entiende las emociones como praacutecticas en el sentido que se reflejan en las disposiciones corporales gestos y reflejos entendidos en un contexto cultural En ese sentido se puede pensar en el retrato de corte como representacioacuten pictoacuterica de las emociones y sentimientos constituido por elementos valorativos que conforman una expresioacuten de los afectos o ma-terializacioacuten de las emociones Los signos corporales visibilizan el acceso a los estados emocionales del sujeto retratado En siacutentesis el retrato de corte de la segunda mitad del siglo XVI para el caso espantildeol es un modelo icoacutenico de alto contenido emocional y constituye uno de los ejes fundamental por cierto de este trabajo

Las caracteriacutesticas emocionales de la corte Felipe II tienen principal-mente su origen en el caraacutecter del rey Para ello resulta fundamental repen-sar el clima emocional en donde se forjoacute la personalidad del futuro rey es decir la Corte de Carlos V

La educacioacuten de Felipe IICuando Carlos de Gante llega a Castilla (1517) trae consigo un seacutequito in-

tegrado por sentildeores borgontildeones (Chabod 2003) Las diferencias con la nobleza castellana se ponen en evidencia en los difiacuteciles antildeos de 1517 a 1521 Contrae matrimonio con Isabel de Portugal (1526) naciendo el primogeacutenito un antildeo maacutes tarde Que Felipe II haya intentado ocultar o disimular sus emociones parece haber sido signado desde el momento que nacioacute El diacutea del parto la emperatriz ordenoacute que se le cubriese el rostro con un pantildeo para que nadie viera las angustias causadas por los dolores del parto ldquopuedo morir pero no gritareacuterdquo (Parker 1984 p 21) habriacutea pronunciado aquel 21 de mayo de 1527 en Valladolid

Los asuntos del Imperio y las guerras en Europa alejan a Carlos I de los reinos ibeacutericos durante varios antildeos motivo por el cual priacutencipe Felipe que a diferencia de su padre ha nacido en Castilla seraacute criado y educado en la peniacutensula bajo el cuidado de su madre La ausencia casi constante del em-perador y la escasa correspondencia era causa de la melancoliacutea de su esposa estado que no pasoacute desapercibido por el joven priacutencipe El mismo Felipe cuarenta antildeos maacutes tarde debioacute haber tenido presente este hecho y evitar de repetirlo mediante la permanente correspondencia que mantuvo con sus pro-pias hijas las Infantas (March 1941)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El primer ayo del priacutencipe fue Pedro Gonzaacutelez de Mendoza y el primer maestro Juan Martiacutenez de Siliacuteceo tarea que luego fue completada por1

(hellip) sus nuevos profesores fueron Cristoacutebal Calvete de Estrella (Latiacuten y Griego)

Honorato Juan (Matemaacuteticas y Arquitectura) Juan Gineacutes de Sepuacutelveda (Geogra-

fiacutea e Historia) Don Juan de Zuacutentildeiga fue quien completoacute el modelo de educacioacuten

elegido por Carlos I para su hijo al ser el encargado de su desarrollo fiacutesico y

emocional incluyendo sus modales Pero gracias a eacutel se convirtioacute en un maestro

escondiendo las emociones resultando una persona fuerte y respetada No cabe

la menor duda de que tanto Don Juan Zuacutentildeiga como Honorato Juan alcanzaron

los objetivos educativos que les encomendaron Gracias a la educacioacuten recibida

primero Felipe II llegoacute a ser un auteacutentico maestro en ocultar sus sentimientos y

actuar con suma prudencia (Peacuterez Goacutemez 2011 p 372)

Desde 1535 las actividades de la casa del priacutencipe estuvieron regidas por Juan de Zuacutentildeiga2 quien en palabras de Parker (1984) le ensentildeoacute ldquo(hellip) autodo-minio y disciplina Felipe se acostumbroacute a ocultar sus sentimientos y conte-ner sus emocionesrdquo (p 26) Su educacioacuten y sentimientos seraacuten consecuencia de ese aacutembito La muerte de la emperatriz (1539) impactoacute notablemente en los individuos de la Corte el emperador se recluiraacute en el Monasterio de Santa Mariacutea de la Silsa la conversioacuten de Francisco de Borja se daraacute en esos momentos en cuanto al priacutencipe le corresponderaacute presidir las ceremonias fuacutenebres hasta el destino final en la Capilla Real de Granada El regreso de Carlos a Espantildea implicaraacute el inicio de la formacioacuten poliacutetica del priacutencipe como complemento a la formacioacuten primera

Felipe recibioacute distintas ldquoInstruccionesrdquo por parte del emperador3 Tal vez la maacutes importante fue la de 1543 en la cual indica distintos consejos sobre el arte de gobernar y el cuidado con sus hombres maacutes cercanos ldquo(hellip) no fiarse nunca de nadie no demostrar nunca sus emociones (hellip) ser devoto y teme-roso de Dios en todo momento (hellip)rdquo (Parker 1984 p 38) instrucciones que Felipe siguioacute toda su vida

1 Pedro Gonzaacutelez de Mendoza era el hijo del IV Duque del Infantado y Obispo de Salamanca

2 Don Juan de Zuacutentildeiga fue tambieacuten mayordomo mayor del priacutencipe murioacute en 1546

3 Las Instrucciones de 1529 1543 1548 y 1556

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Ariel Gamboa

Felipe II prefirioacute escribir antes que hablar De hecho la mejor fuente de informacioacuten sobre el rey prudente radica en los documentos de los Condes de Altamira dispersos hoy en diversos archivos de Europa Constituido por los papeles personales del rey estaacuten tambieacuten los

(hellip) billetes o notas en las que el rey expresaba sus deseos y con frecuencia sus

sentimientos maacutes iacutentimos a sus colaboradores maacutes cercanos Aunque Felipe II no

mantuvo ninguacuten diario parece haber utilizado estos papeles de trabajo como una

especie de escape para sus emociones sus pensamientos y sus razonamientos asiacute

como para sus decisiones (Parker 1984 pp 17-18)

La Corte de Felipe IIRevisar los viacutenculos emocionales que se dieron en la corte durante el

extenso reinado de Felipe II (1555-1598) excede completamente este trabajo Sin embargo el inicio como el final estaacute marcados por momentos de pro-funda emotividad la ceremonia de abdicacioacuten del emperador en Bruselas y los 53 diacuteas de sufrimiento antes de la muerte el 13 de septiembre de 1598 En el principio las palabras de Carlos V conmueven a los presentes y estaacuten signadas de la recomendacioacuten para con su hijo a quien lega buena parte de su imperio en el final es el mismo Felipe quien solicita a sus dos hijos que contemplen la degradacioacuten del cuerpo en sus uacuteltimos momentos

Hacia 1561 Felipe II establece la corte en Madrid y en 1563 comienza el disentildeo y edificacioacuten del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial emblema de su reinado y expresioacuten maacutexima del intereacutes del rey por las letras y las artes (Fernaacutendez Aacutelvarez 1998) Fue El Escorial el escenario de la corte de Felipe II donde residioacute a la vez el monarca austero y severo del imperio maacutes poderoso de entonces como tambieacuten el hombre que cuya imagen fue marcada por la leyenda negra (Kamen 1997) Las obras culminaron en 1584 y fue entonces cuando ldquo(hellip) el rey lloroacute abiertamente de emocioacutenrdquo (Parker 1984 p 208)

El peor antildeo del reinado de Felipe II fue 1568 La muerte de Isabel de Valois y la de Don Carlos los problemas en Granada los Paiacuteses Bajos e in-cluso la posibilidad de volver a contraer matrimonio La carta que escribe a principios de 1569 al cardenal Diego de Espinosa da cuenta de las emociones que invaden al rey por estar tan mal las cosas (Parker 1984 pp 122-123)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El mismo Parker (1984) cita la anotacioacuten del secretario que archivoacute la carta ldquoOjo que no se ha de ver sino por su magestadrdquo (p 23)

Hacia 1580 el poder de Felipe II estaba en su cenit Del rostro del rey habiacutea desaparecido el pudor y la timidez y la imagen del retrato de esos antildeos4 y muestra ldquoseguridad serenidad y resolucioacuten (hellip) sus ojos eran claros y se-veros y su presencia imponiacutea miedo a muchos hombres que le visitabanrdquo (Parker 1984 p 193) El retrato de Sofonisba Anguissola posee todaviacutea al-gunos rasgos del joven Priacutencipe de Espantildea pintado por Tiziano5 donde Felipe se muestra en armadura o unos antildeos luego el de Antonio Moro como heacuteroe de San Quintiacuten6 Todo ello se opone a uno de los uacuteltimos retratos de Pantoja de la Cruz7 donde el rey se ve claramente enfermo y debilitado incluso la mirada encierra la melancoliacutea de la debilidad del cuerpo Estos cambios fue-ron detectados por los cortesanos Parker (1984) cita al embajador franceacutes quien deja una perfecta impresioacuten de Felipe hacia 1584 ldquoel rey comienza a envejecerhellip Su rostro no es tan hermoso lo que demuestra que su espiacuteritu debe estar oprimido por las preocupaciones que lo hacen maacutes melancoacutelico de lo que soliacutea serrdquo (p 194) Con todo la solemnidad y el distanciamiento son rasgos comunes

Sin embargo de estos antildeos datan las cartas que el rey envioacute a sus hi-jas desde Portugal donde permanecioacute entre 1581 y 1583 Son un conjunto de cartas que fueron analizadas por Gachard8 Spivakovsky (1975) y Bouza (1998) Como los especialistas han demostrado las mismas evidencias al rey como un padre afectuoso preocupado por sus hijas Las Infantas hija de Isabel

4 Felipe II por Sofonisba Anguissola (1565 y 1573) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 88 x 72 cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-ii7d7280d6-5603-488a-8521-933acc357d7a

5 Felipe II por Tiziano (1551) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 193 x III cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-iid12e683b-7a51-41db-b7a8-725244206e21

6 Felipe II por Antonio Moro (1560) El Escorial Vestido con Armadura diacutea de la Batalla de San Quintiacuten Oacuteleo sobre lienzo 207x123 cm httpsuploadwikimediaorgwikipediacommons226King_PhilipII_of_Spainjpg

7 Felipe II por Juan Pantoja de la Cruz (1590) Tamantildeo natural Real Biblioteca de El Esco-rial Oacuteleo sobre lienzo 181 x 95 cm httprbmepatrimonionacionaleshomeSobre-la-BibliotecaSa-lon-PrincipalPinturas-al-oleoaspx

8 Gachard publica hacia 1884 en Pariacutes las Cartas de Felipe II a sus hijas

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Ariel Gamboa

de Valois fueron las hijas predilectas del rey Parker (1984) afirma que el rey poco demostroacute su tristeza por la muerte prematura de los hijos que tuvo con su cuarta esposa Ana de Austria mas no asiacute al saber de la muerte de Catalina Micaela duquesa de Saboya Felipe ldquo(hellip) se derrumboacute Lloroacute y se enfurecioacute chilloacute y gritoacute de manera nunca vista (hellip)rdquo (p 197) Es evidente que el rey extrantildeara a su hija que residiacutea en Turiacuten puesto que 1588 escribioacute a la infanta ldquoAyer hizo tres antildeos que os embarcaste y que no te veo que no te ha dado agora poca soledad y seacute que con razoacuten la puedo tener de vos por lo que me quieres y yo os quierordquo (Parker 1984 p 198)9

Las victorias o las derrotas eran pensadas por el rey como resultado del accionar de la Providencia en este plano tambieacuten las emociones religiosas del rey y del reino eran puestas de relieve Con la noticia de la derrota en 1588 de la Grande y Feliciacutesima Armada (Alcalaacute Zamora 2004) el rey se hundioacute en un sentimiento de desesperacioacuten en palabras de unos de los monjes de El Escorial la desgracia ocurrida era

(hellip) digna de llorar toda la vidahellip porque nos han perdido miedo y hemos per-

dido toda buena reputacioacuten de hombres belicosos que soliacuteamos tenerhellip Fue ex-

trantildeo el sentimiento que causoacute en toda Espantildeahellip Casi toda Espantildea se cubrioacute de

lutohellip no se oiacutea otra cosa (Parker 1984 p 189)

Los asuntos que aquejaron a Castilla a partir de 1595 la despoblacioacuten la peste las malas cosechas habiacutean preocupado al secretario Mateo Vaacutezquez el rey respondioacute a aconsejando ldquoNo dejeacuteis perseverar la (debilidad) a melancoliacutea que es muy mala cosa aunque los tiempos la traen consigo (hellip) me duele mu-cho ver el estado en que estaacute la Cristiandadrdquo (Parker 1984 p219)

Los cambios en los viacutenculos emocionales que se daban en la corte al cambiar de rey parecen evidenciarse en palabras de un cortesano que ob-servaba el deterioro de Felipe II hacia los uacuteltimos antildeos de su vida observoacute ldquocuando eacutel marche nos encontraremos en otro escenario y todos los persona-jes del mismo seraacuten distintosrdquo (Parker 1984 p 232)

BibliografiacuteaBouza F (Ed) (1998) Cartas de Felipe II a sus hijas Madrid Akal

9 Carta del 14 de junio de 1588

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

algunas reflexiones

Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez(Universidad de Cantabria Espantildea)

La historiografiacutea en torno a la venalidad de los oficios puacuteblicos en la Cas-tilla de los siglos XVI y XVII ha progresado enormemente desde los trabajos pioneros que historiadores de la talla de Antonio Domiacutenguez Ortiz (1970 pp 105-137) y Francisco Tomaacutes y Valiente (1970 pp 125-159 1982a pp 159 y ss) dedicaron al estudio de estos problemas al filo de los antildeos setenta del siglo pasado A partir de entonces y por largo tiempo las investigaciones rea-lizadas al respecto se centraron fundamentalmente en el aacutembito de los oficios municipales y siguieron para ello distintas liacuteneas de investigacioacuten Una de las maacutes prontamente iniciadas fue la que trataba de cuantificar las ventas sobre la base de fuentes generales y de observar la evolucioacuten de las mismas a lo largo del tiempo (Cuartas Rivero 1984 pp 225-260) Maacutes frecuentemente sin embargo los historiadores entendieron la venalidad de los cargos puacuteblicos como un instrumento de promocioacuten social en el contexto de una monarquiacutea cuyas constantes necesidades financieras la forzaban a poner en venta un

Fortea Peacuterez J I (2017) El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexiones En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

nuacutemero significativo de oficios de esta naturaleza cuando no la moviacutean a crear otros nuevos con ese uacutenico objetivo La perspectiva hacendiacutestica se mezclaba de esta forma con la socioloacutegica para inspirar un buen nuacutemero de estudios sobre los grupos de poder que controlaban el gobierno de las ciudades de Castilla algunos de ellos de excelente factura o sobre las diversas formas de acceder a los cargos municipales o de transferirlos en el seno de ciudades concretas Con el paso del tiempo el universo de las ventas se fue ampliando a otros oficios singularmente los militares (Andujar Castillo 1991 2004) pero no soacutelo a ellos y a otros supuestos hasta abarcar un abigarrado y he-terogeacuteneo universo de ventas en el que se mezclaban las de jurisdicciones hidalguiacuteas baldiacuteos alcabalas y un largo etceacutetera1

Salta a la vista por tanto la complejidad que reviste el fenoacutemeno de la venalidad de los cargos puacuteblicos La perspectiva hacendiacutestica y en menor medida la propiamente socioloacutegica son las maacutes inmediatas Las recientes in-vestigaciones sobre el tema han aportado uacuteltimamente numerosos datos que permiten ponderar la importancia que la venta de cargos puacuteblicos llegoacute a te-ner como generadora de ingresos para la real hacienda bajo los Austrias Por otro lado los abundantes trabajos existentes sobre las eacutelites de poder de las ciudades espantildeolas han mostrado siempre una marcada predileccioacuten por el estudio de las oligarquiacuteas municipales con menoscabo incluso de la atencioacuten que sin duda merecen sus otros componentes El fenoacutemeno de la venalidad muestra tambieacuten sin embargo un componente doctrinal juriacutedico y poliacutetico que tambieacuten plantea numerosos problemas de interpretacioacuten y sobre cuyo impacto en la praacutectica cotidiana de la venalidad no estamos todaviacutea suficien-temente informados Quiero decir con ello que el avance de nuestros conoci-mientos sobre el tema aun siendo muy apreciable se ha producido de forma un tanto desequilibrada El brillo de las ventas del dinero que subyace a ellas y del poder que revelan o que conllevan ha dejado a veces en penumbra otros aspectos de una praacutectica indudablemente compleja y en ocasiones oscura

Consideremos en primer lugar los aspectos doctrinales del problema Crear oficios como tambieacuten aumentar el nuacutemero de los ya existentes era con-siderado una consecuencia de la potestad jurisdiccional ldquoCreatio Magistratuum

1 La bibliografiacutea sobre la venta de cargos puacuteblicos es muy abundante Ver un estado de la cues-tioacuten en obras como las de Hernaacutendez (1997 pp 71-95) Jimeacutenez Estrella (2012 pp 259-272) Dedieu (2011 pp 19-28) y Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 119-144)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo sentildealaba Juan Bautista Larrea (1645) en sus Allegationum Fiscalium2 Podiacutea discutirse sin embargo sobre a quieacuten correspondiacutea ejercerla o bajo queacute supuestos debiacutea hacerse El problema en principio parece faacutecil de resolver por cuanto era opinioacuten comuacuten entre los tra-tadistas la de que el pueblo al constituirse en tanto que comunidad poliacutetica habiacutea transferido al rey en virtud de la llamada lex regia de imperio la plena soberaniacutea de la que hasta entonces habiacutea sido uacutenico depositario De esta forma los priacutencipes habiacutean recibido todos los poderes del pueblo y entre ellos el de crear oficios Ahora bien decidir si ademaacutes podiacutean venderlos era una cues-tioacuten distinta a la que era posible dar respuestas divergentes Domingo Baacutentildeez (1595) por ejemplo al pasar revista en sus Decisiones de Iustitia et Iure a las diversas respuestas que se habiacutean dado a este problema ndashldquoutrum Rex habeat dominium istorum officiorum et utrum possit ista officia vendererdquondash sentildealaba la de aquellos autores seguacuten la cual el rey no podiacutea enajenar oficios simplemente porque nunca el pueblo le habiacutea transferido la potestad de hacerlo Si el papa pese a haber recibido plenos poderes jurisdiccionales de Cristo ndashel dominium Pontificatus et iurisdictionisndash no era propietario ndashdominusndash de los oficios ecle-siaacutesticos por analogiacutea el rey tampoco lo era de los temporales Los oficios en definitiva perteneciacutean al pueblo no al rey El monarca no podiacutea disponer de ellos y no por otro motivo sino porque no eran suyos sino del pueblo Ven-derlos supondriacutea ademaacutes obrar contra la justicia distributiva que obligaba a elegir para cualquier cargo ya fuera eacuteste eclesiaacutestico o secular a los maacutes dignos y a no hacerlo por dinero Siendo esto asiacute el monarca que tratara de obtener con su venta un beneficio particular se comportariacutea como lo hariacutea un tirano El propio papa Alejandro VI al que Baacutentildeez (1595 p190) citaba expresamente en este punto se habiacutea pronunciado en tal sentido y lo mismo hariacutean y por motivos semejantes entre otros Francisco de Vitoria o Bartolomeacute de Las Casas3

2 ldquoEt regem posse creare Magistratus amp ad illum pertinere officia Reipub constituere (hellip) et id non solum in officiorum creatione sed etiam in augmento amp ampliatione (hellip) Id quia creatio Magis-tratuum amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo (Larrea 1645)

3 ldquoDe priore dubio est sententia Adriani in 4 materia de restitutione paulo post principium qui negat reges habere dominium istorum officiorum Et ratius eius est quia nunquam respublica transulit tale dominium in regemrdquo (Bantildeez 1595 MDXCV LXIII II p 190) La obra del papa Alejandro VI es Quaestiones in Quartum sententiarum De restitutione Lugduni 1545 El pensamiento al respecto ndashde Vitoria Bartolomeacute de Las Casas el cardenal Cayetano Domingo de Soto y Vaacutezquez de Menchacandash es analizado por F Tomaacutes y Valiente (1977 p 645)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

No obstante tambieacuten eran muchos los que defendiacutean la opinioacuten contra-ria Ciertamente podiacutea tambieacuten decirse el rey habiacutea recibido del pueblo to-dos sus poderes y por tanto tambieacuten el dominium sobre los oficios puacuteblicos ldquoRespublica transtulit omnem suam potestatem et imperium in principem quapropter consequenter transtulit dominium istorum officiorum quibus dominabatur respublicardquo Ahora bien asentado este principio las formas de interpretarlo podiacutean ser asimismo diversas Para Domingo de Soto por ejemplo la transferencia de poderes que el pueblo habiacutea hecho a favor del rey habiacutea sido absoluta Por ello mismo el monarca no podiacutea ser considera-do un mero administrador de la repuacuteblica Antes al contrario eacutel mismo era la repuacuteblica ndashRex enim non tanquam dispensator sed tanquam ipsa eadem respublica reputandus estndash En el rey estaban concentrados en definitiva todos los poderes y todos los derechos del pueblo Podiacutea concluirse por ello que el reino era suyo y que tambieacuten lo eran incluso las casas de los ciudadanos ndashldquoregnun est suum sicut cuiusque civis sua est domus atque adeo quaecumque facultas et ius reipublicae penes ipsum estrdquondash Siendo esto asiacute es obvio que estaba entre sus poderes el de crear aumentar y vender oficios puacuteblicos No obstante atendiendo a los perniciosos efectos que la venalidad soliacutea tener Domingo de Soto (1968 vol 2 p 269) terminaba considerando que hacerlo aunque pudiera ser en siacute mismo liacutecito en el terreno teoacuterico ndashespeculativendash no lo era en la praacutectica ndashpractiquendash ni tampoco podiacutea ser considerado razonable o conveniente sobre todo si los oficios que se queriacutean vender eran los de juez o los de consejero del rey (1968 vol 2 p 270)45

Para otros sin embargo habiacutea una diferencia notable entre el poder que el pueblo habiacutea tenido originariamente y el que le habiacutea transferido al soberano El primero era originario independiente y absoluto ldquoRepublica ndashsentildealaba Baacutentildeezndash a principio habuit dominium a se ipsa independens amp absolutumrdquondash Por el contrario el del monarca era derivado ndashldquorex habet illud

4 ldquoSi res haec non ita speculative sed practique et per aplicationem ad usus atque ad efectuum absurditatem qui ferne necessario inde sequuntur consideretur non solum nunquam aut expedit aut decet verum secundum moralem prudentiam neque licetrdquo (Soto 1968 vol II p 269)

5 ldquoCunctis aliis hoc esset pestilentius de corem reipublicae turpius ofendens aut atque adeo scandalosum si iudicatus venderentur aut loca eorum qui regi sunt a publicis consiliis ut audivit in quadam provincia extra Hispania fieri nam inde praesentissimun periculum existeret iugulandi praevaricandique omnia iurardquo (Soto 1968 vol II p 270)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

a respublicardquondash dependiente y sometido a las leyes ndashldquocum dependentia amp sub certis legibusrdquo O dicho de otro modo aunque el rey tuviera el dominium sobre los oficios no podiacutea hacer uso de eacutel ldquopro sua voluntate sed secundum utilitatem ipsius reipublicaerdquo (Bantildeez 1595 p 90) Es decir la creacioacuten y venta de oficios debiacutea estar orientada a la consecucioacuten del bien comuacuten que era el fin supremo al que todo recto gobierno teniacutea que aspirar por lo que debiacutea quedar sometida a ciertas condiciones La primera era bastante obvia Soacutelo el que tuviera el do-minium de los oficios podiacutea venderlos y eacuteste no era otro que el rey Enajenarlos en contra de su voluntad era por tanto intriacutensecamente malo incluso aunque duques marqueses y otros ldquoprivati dominirdquo apelaran a costumbres inmemo-riales para tratar de hacerlo Los oficios en segundo lugar eran ldquovenales ex natura suardquo Siguiendo en esto una liacutenea de argumentacioacuten que como ya se ha sentildealado tambieacuten recogiacutea Domingo de Soto pero que se remontaba al mismo Santo Tomaacutes Domingo Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que no podiacutea considerarse intriacutensecamente malo el que pudiera venderse aquello a lo que se le podiacutea poner precio ndashldquonon autem est intrinsece malum aut contra naturam rei vendere quod apretiabile estrdquondash No obstante al igual que Domingo de Soto y el cardenal Cayetano Baacutentildeez reconociacutea que en la praacutectica las enajenaciones podiacutean ser moralmente iliacutecitas si como ocurriacutea frecuentemente los oficios re-caiacutean en personas ldquoambitiosi amp cupidi immeriti amp ignobilirdquo Precisamente para evitarlo era por lo que en su opinioacuten debiacutean exigirse tres condiciones en las ventas que los oficios vendidos los ocuparan personas idoacuteneas que se pidieran por ellos precios moderados esto es proporcionales a los beneficios que pro-duciacutean y que lo que el rey ingresara por este concepto se gastara en ldquocomunes ususrdquo Ahora bien si se cumpliacutean los dos requisitos enunciados en primer lugar los que hubiesen recibido oficios del rey podiacutean tambieacuten venderlos siempre y cuando mediara previa licencia taacutecita o expresa del soberano para hacerlo6

La argumentacioacuten resumida hasta aquiacute es bastante representativa de lo que pensaban al respecto la mayor parte de los tratadistas Semejante era

6 Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que los que ocupaban cargos por el rey ldquohabent verum dominium istorum officiorum ergo quantum est ex natura possessoris et rei possessa licet potest fieri venditiordquo Antildeadiacutea por otro lado que ldquosi autem ista officia non habeant administrationem iustitia anexam possunt qui possident ea vendereacute et alienare de licentia regis Probatur quia priacutenceps potest dispensare in venditione quae prohibetur lege positiva quando non habet officium istam administra-tionem anexamrdquo (Baacutentildeez 1595 p 190)

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la opinioacuten expresada por Castillo de Bovadilla (1597) en su Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos7 que aparecioacute por los mismos antildeos en los que se publicaron las Decisiones de Baacutentildeez Medio siglo despueacutes pare-cidos argumentos seriacutean tambieacuten utilizados por Juan Bautista Larrea en sus Allegationum Fiscalium Los oficios temporales deciacutea si no teniacutean ldquoaliquid spirituale annexumrdquo eran por su propia naturaleza ldquovendibilia et praetio aestimabiliardquo Podiacutean por tanto enajenarse pero siempre y cuando se con-cedieran a ldquopersonae dignaerdquo su precio fuera ldquomoderatissimusrdquo y las ventas se hicieran y este punto era fundamental en caso de ldquomagna necessitate cui non possit alia commodiori via occurrirdquo Aun asiacute el propio Larrea (1636) sentildealaba en otra de sus obras las Decisiones Granatensis que habiacutea que evitar la venta de oficios como maacutexima regnorum pestis si no se comprobaba las calidades de los que los adquirieran8 El rey en cualquier caso maacutes de voluntate que de potestate habiacutea de administrar su dominium en este terreno con prudencia Princeps removere non posset officium quod pecunia acepta concessit deciacutea Larrea La concesioacuten por el rey de un oficio pro pecunia teniacutea la consideracioacuten de un contrato a cuya observancia el rey estaba obligado9 Por esta razoacuten no podiacutea venderlos en perjuicio de terceros que es lo que ocu-rririacutea si los nuevamente creados limitaban las funciones de los ya existentes o disminuiacutean sus emolumentos10 Por lo demaacutes los tratadistas de la mano de

7 Castillo de Bovadilla Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos (1597) Edicioacuten de B Gon-zaacutelez Alonso Madrid 1978 II pp 193-194 El libro de Baacutentildeez se habiacutea editado poco antes en 1594-95

8 ldquoHoc enim omnia turbantur quod ad decurionum munera emptione sine alia qualitatum oproba-tionem admittuntur nullum enim regnum ideo recte gubernari valebit quia velut pestis Reipublicae sum-ma summae venalitatem officiorum publicorum vitandam tradit Platordquo Larrea J B Novae Decisiones Sacri Regii Senatus Granatensis Regni Castellae Lugduni MDCXXXVI Disputatio XLV n 35 p 593

9 Larrea J B Allegationes Fiscaliumhellip op cit Pars Secunda Allegatio CXIX nums 11 a 13 p 312-313 Ver tambieacuten Pars Prima Allegatio III n 7 ldquoPrincipis contractus habent vim legisrdquo

10 Es decir el rey no lo haciacutea no porque no lo pudiera hacer en virtud de su potestas absoluta sino porque se sometiacutea a la vis directiva de la ley ldquoUt quando Princeps in venditis officiis se obligauerit alia nuova non vendere vel creare aut si ex venditione novi officii aliorum quae iam vendita exercitium impediatur vel emolumenta diminuantur non posse Principem id facere et ius acquisitum tollere pluribus rationibus et authoritatibus comprobantur Nec agimus de potestate Principis sed de voluntate (hellip) quia semper creditur principem iustum quod fuerit decernere velle et nunquam blandiri debet Principibus (hellip)rdquo (Larrea 1645 Allegatio CXIX De officiorum venditione a rege facienda amp novis officis creandis n 5 p 311) Sobre la opinioacuten de Larrea en torno a la venta de oficios ver P Volpini (2004 pp 171-179)

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los letrados se extendiacutean en la consideracioacuten de muacuteltiples problemas que se derivaban de la venta de oficios de su traspaso por la viacutea de las renuncias o de su consideracioacuten como bienes raiacuteces y en tanto que tales sujetos a las leyes que regulaban su disfrute11 La doctrina por tanto afirmaba los poderes del rey en materia de creacioacuten de oficios pero haciacutea tambieacuten una interpretacioacuten flexible de los mismos a la hora de ponerlos en praacutectica

El anaacutelisis de la poliacutetica desarrollada por la monarquiacutea para regular el acce-so al gobierno urbano constituye tambieacuten un escenario particularmente idoacuteneo a estos efectos La institucioacuten del regimiento en las ciudades y villas del reino dio lugar a la creacioacuten en cada una ellas de una planta de regiduriacuteas vitalicias que se repartieron entre los miembros de las oligarquiacuteas dirigentes en cada una de ellas Los monarcas pronto encontraron en el acrecentamiento de esos oficios sobre su nuacutemero originario un medio oacuteptimo de recompensar servicios o de ganarse fide-lidades No obstante tales praacutecticas alteraban el equilibrio de poder que se habiacutea establecido en las ciudades y villas del reino lo que movioacute a la Corona a decretar de tiempo en tiempo el consumo de los que previamente habiacutea creado seguacuten fue-ran quedando vacantes Importa subrayar en cualquier caso que inicialmente el rey creaba y concediacutea esos oficios a tiacutetulo de merced o en recompensa a servicios prestados pero no los poniacutea en venta De hecho los monarcas castellanos no empezaron a venderlos salvo excepciones hasta 1543 Para entonces sin em-bargo las ventas traspasos y renuncias por precio de oficios entre particulares teniacutean ya tras de siacute una larga historia De esta forma desde mediados del siglo XVI acrecentamientos ventas puacuteblicas o privadas renuncias consumos y tan-teos acabaron por generar un complejo a la par que extendido traacutefico de oficios que la Corona al igual que los particulares estaba interesada en regular por los muacuteltiples problemas y conflictos de intereses a los que daba lugar

Decisiones contra los acrecentamientos se empezaron a tomar en fechas tem-pranas Juan II ya hubo de decretar en 1428 que los oficios de regimiento que fueran quedando vacantes en los lugares del reino ldquopor renunciacioacuten o muerte o en qualquier otra manerardquo se consumieran hasta que se restableciera su nuacutemero antiguo La medida hubo de ser reiterada en 1432 Esta vez sin embargo y la

11 Castillo de Bovadilla (1597 pp192-195) enuncia algunos de estos problemas Ver tambieacuten para estos temas entre otros Azevedo (1599 pp 123-135) Peacuterez de Salamanca (1609 t2 pp 390 y ss) y Fernaacutendez de Otero (1681) Para Fernaacutendez Otero hay una edicioacuten anterior sl de 1676 Ver en especial la primera parte He manejado la edicioacuten de Ginebra de 1732

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precisioacuten es de importancia eran excluidos los oficios que quedaran vacantes por renunciacioacuten El consumo quedaba circunscrito entonces a los que quedaran vacantes por muerte o privacioacuten Acuerdos semejantes se tomariacutean en 1433 1435 y 1447 siempre a peticioacuten de las Cortes y de nuevo en 1469 y 1473 bajo el rei-nado de Enrique IV esto es en unos momentos en los que la creacioacuten de nuevos oficios por la Corona pareciacutea alcanzar sus maacuteximas cotas1213

Parece claro por tanto que el acrecentamiento de oficios concejiles fue bastante comuacuten a lo largo del siglo XV sin que las leyes elaboradas al res-pecto lograran impedirlo que tal medida no tardoacute en provocar reacciones en contra de los grupos de poder que se habiacutean instalado en los regimientos de las ciudades y villas del reino y que quienes ostentaban la titularidad de esos oficios trataron de patrimonializarlos desde muy pronto por la viacutea de la renun-cia ndashla resignatio in favoremndash por mucho que eacutesta quedara siempre sujeta a la previa aprobacioacuten del soberano

Los Reyes Catoacutelicos trataron de poner remedio a la confusioacuten reinante en este campo obrando en distintas direcciones De esta forma decretaron por ley hecha en las Cortes de Toledo de 1480 que todos los oficios creados des-pueacutes de 1440 se consideraran acrecentados y tambieacuten dispusieron que fueran consumidos a medida que quedaran vacantes por muerte y privacioacuten o por cualquier otro motivo Ni siquiera permitieron en contra de lo que hasta en-tonces se habiacutea proclamado que los tales oficios pudieran ser renunciados14 Cierto es que otra pragmaacutetica real dictada en 1483 autorizaba la provisioacuten de los oficios acrecentados de los que murieran en la guerra de Granada y las renuncias que hicieran a favor de sus hijos los que cayeran cautivos en ella con tal de que fuesen mayores de edad15 No obstante la intencioacuten de reducir el nuacutemero de oficios y de limitar su perpetuacioacuten estaba clara Otras medidas adoptadas tambieacuten por esos antildeos obrariacutean en ideacutentica direccioacuten Las mismas Cortes de Toledo de 1480 impondriacutean en su ley 62 la condicioacuten de que los renunciantes sobrevivieran veinte diacuteas a la fecha de la renuncia para que eacutesta

12 Todas estas disposiciones pueden consultarse en Peacuterez de Salamanca (1609 t II pp 390-416)

13 Ver para todo esto Tomaacutes y Valiente (1982b p 35 y ss) Gonzaacutelez Alonso (1990 pp 173-194)

14 NR ley 15 tiacutet 3 lib 7

15 NR ley 16 tiacutet 3 lib 7

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fuera vaacutelida16 En caso contrario el oficio volveriacutea al soberano quien podiacutea proveerlo de nuevo en quien quisiera si eacutesta era su voluntad Esta vez la medida trataba de mantener alguacuten tipo de control por parte de la Corona sobre los oficios que creaba (Tomaacutes y Valiente 1982a p 166) De mayor trascen-dencia a estos efectos seriacutea la ley 84 de esas mismas Cortes por la que queda-ban derogadas todas las facultades de oficios concedidos a tiacutetulo de perpetuos o por juro de heredad por considerar las situaciones a las que conduciacutean contrarias a la moral y al derecho17 Quedaba por resolver el problema de las ventas que los particulares soliacutean camuflar bajo la foacutermula de las renuncias Pues bien una nueva pragmaacutetica real de 1494 estableciacutea expresamente que las veinticuatriacuteas regimientos alcaldiacuteas alguacilazgos fieles ejecutoriacuteas y juraderiacuteas no se pudieran vender ni renunciar por precio18

Pese a todo las ventas entre particulares y el recurso a las renuncias siguieron adelante ldquopor la culpa de los tiempos y por ventura tambieacuten de los ingenios y por las grandes obligaciones de su Magestadrdquo Tanto es asiacute que se-guacuten deciacutea Castillo de Bovadilla (1597) se acaboacute suprimiendo en las cartas de provisioacuten de los oficios la claacuteusula por la que se obligaba a declarar a quienes los recibieran que en las renuncias hechas en su favor no habiacutea intervenido ldquoventa trueque cambio permutacioacuten ni otra cosa de las por nos vedadas y defendidasrdquo como hasta entonces se habiacutea exigido (t II p 192-93 n 285-287) No obstante la ley que prohibiacutea hacerlo se mantuvo en la Nueva Reco-pilacioacuten Es maacutes como ya se ha subrayado a las ventas privadas se antildeadieron despueacutes las puacuteblicas Carlos V optoacute por recurrir a ellas de forma masiva por primera vez en 1543 Sus consejeros le recomendaron incluso por esos antildeos ejecutar lo que de forma criacuteptica llamaron ampliaciones de oficios que no eran otra cosa que ventas de facultades para poder renunciarlos ya fueran antiguos o recieacuten acrecentados sin tener que cumplir con las formalidades

16 NR ley 4 tiacutet 4 lib 7

17 NR ley 17 tiacutet 3 lib 7

18 NR Ley 8 tiacutet 2 lib 7 Tambieacuten se prohibiacutea pedir precio por los votos en aquellos otros oficios que por privilegio o costumbre antigua eran elegidos por los concejos Como cabiacutea esperar Castillo de Bovadilla (1597) justificaba esta ley arguyendo ldquotener los dichos oficios jurisdiccioacuten que es derecho puacuteblico y no estaacute en trato ni en comerciordquo (t II p 192 n 285) Por lo demaacutes otra pragmaacutetica de contenido maacutes general estableciacutea en 1523 que no se pudieran comprar ni vender oficios de jurisdiccioacuten ldquoen nuestra casa y corte ni fuera dellardquo NR ley 7 tiacutet 3 lib 7

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del derecho esto es con la claacuteusula de los veinte diacuteas19 La propuesta que daba viacutea libre a las provisiones perpetuas o por juro de heredad en contra de lo dispuesto en la pragmaacutetica de 1480 antes citada no prosperoacute Habriacutea que esperar hasta 1613 para que fuera ejecutada El Emperador prefirioacute por entonces ordenar nuevas ventas de oficios ndash asiacute lo hizo en 1549 y 1556ndash y lo mismo hariacutea Felipe II y sobre todo Felipe IV despueacutes de 1630 No obstante la legislacioacuten en torno a las ventas de oficios tanto las puacuteblicas como las privadas siguioacute siendo muy escasa en Castilla lo que no dejoacute de tener importancia a la hora de solucionar los problemas que unas y otras podiacutean provocar

El traacutefico de oficios alcanzoacute con decisiones como las sentildealadas una in-tensidad inusitada Como es bien sabido lo que la Corona habiacutea impulsa-do en 1543 fue un doble proceso de acrecentamiento y de perpetuacioacuten de cargos concejiles No soacutelo aumentoacute el nuacutemero de oficios existentes en las ciudades y villas del reino sino que tambieacuten favorecioacute la conversioacuten de los que en algunas de ellas eran electivos y anuales en vitalicios y renunciables La medida justificada habitualmente en teacuterminos financieros teniacutea tambieacuten fuertes implicaciones sociales y auacuten poliacuteticas aspectos estos en cuyo anaacutelisis no puedo detenerme aquiacute La Corona en cualquier caso procedioacute ademaacutes a crear oficios nuevos o a redefinir las funciones de los ya existentes Asiacute ocurrioacute por ejemplo con los de depositario general fiel ejecutor o alfeacuterez mayor El reino reaccionoacute con abierta reticencia a esta poliacutetica Las Cortes de-nunciaban por ejemplo que los acrecentamientos habiacutean permitido acceder a los regimientos a personas no idoacuteneas para esos cargos20 Tambieacuten se deciacutea

19 AGS Diversos de Castilla (en adelante DC) leg 47 fol 33 Puede verse copia de la ceacutedula real ordenando las ampliaciones en la carta dirigida a las ciudades de Coruntildea y Betanzos 30 de marzo de 1545 Ver tambieacuten AGS CJHordf leg 17 fol 48 Memorial del Consejo de Hacienda y resolucioacuten del Consejo de Estado de 11 de julio de 1544

20 Las Cortes de 1548 inmediatamente despueacutes de ultimado el primer acrecentamiento de oficios significaban al rey que ldquomuchos mercaderes y tratantes puacuteblicos para poder usar sus mercaduriacuteas com-pran oficios de regimiento y juraderiacuteas en los pueblos donde tratan lo qual es en desautoridad de los ayuntamientos y causa que procuren en ellos lo que cumple a su trato maacutes que al bien de la repuacuteblica Suplicamos mande que los tales oficiales de los regimientos y cabildos que tuvieren tiendas y tratos puacuteblicos los dexen y que de aquiacute adelante no dejen tener los semejantes tratantes los dichos oficios si no fueren los que sirivieren en las causas realesrdquo Actas de las Cortes de los Antiguos Reinos de Leoacuten y Castilla publicadas por la Real Academia de la Historia (en adelante CLC) Madrid 1905 V Cortes de 1548 cap 147 p 443 Otras peticiones en el mismo sentido se hicieron en las Cortes de 1555 (CLC V cap 49 p 521) y de 1559 (CLC V cap 63 p 839) asiacute como en las de 1566 Ver Actas de las Cortes de

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que sobre todo en los pueblos donde los oficios de regidor habiacutean pasado de ser antildeales a perpetuos sus titulares se serviacutean de ellos para ensentildeorearse de los pueblos Una visita de los gobiernos concejiles ordenada en 1554 por el entonces priacutencipe Felipe se expresaba en estos precisos teacuterminos y termina-ba reivindicando la vuelta a las regiduriacuteas anuales y electivas alliacute donde las habiacutea habido21 El reino por su parte no cesoacute de solicitar el consumo de los oficios acrecentados Las Cortes de 154422 1548 1555 155823 1563 1566 1573 1581 1583 1586 o 159224 presentaron al rey diversos capiacutetulos en este sentido Tambieacuten se solicitoacute la supresioacuten de los nuevamente creados permitiendo a los pueblos la posibilidad de recuperarlos por el tanto para que los regimientos pudieran distribuirlos entre sus miembros por turno o rueda Las Cortes de 1573 1576 y 157925 por ejemplo elevaron capiacutetulos al rey para que se consumieran los oficios de depositario general mientras que las de 1570 y 1573 hicieron lo mismo con los de fiel ejecutor y las 1558 1563 1576 y 1579 con los de alfeacuterez mayor2627 Particular objeto de debate fue asi-mismo la retroversioacuten a antildeales en los lugares pequentildeos de los oficios que se habiacutean perpetuado pretensioacuten eacutesta que favoreciacutean las Cortes pero a la que se oponiacutean quienes pensaban que su aplicacioacuten pondriacutea a las aldeas afectadas en manos de los regidores de las ciudades y villas de las que dependiacutean Si asiacute se haciacutea aseguraban se les estariacutea dando la oportunidad de hacer elegir

Castilla publicadas por el Congreso de los Diputados (en adelante ACC) Madrid 1861 II cap 50 p 453 1570 (ACC III cap 74 p 408) 1576 (ACC V cap 39 p 572 y 1592 (ACC XVI cap 58 p 664)

21 AGS Caacutemara de Castilla Leg 2764

22 CLC V Cortes de 1544 cap 5 p 307 Se incorporoacute como ley a la NR ley 14 tiacutet III lib VII

23 CLC V Cortes de 1548 cap 75 p 400 Cortes de 155 cap 15 p 634 Cortes de 1558 cap 8 p 734

24 ACC I Cortes de 1563 cap 31 p 347-348 ACC II Cortes de 1566-67 cap 6 p 418 Cortes de 1573 ACC IV cap 5 p 423 ACC VI Cortes de 1579-1581 p 813 ACC VII Cortes de 1583-85 cap 42 p 820 Cortes de 1586-1588 ACC IX cap 16 p 401

25 ACC I cap 30 p 346 Cortes de 1579-1582 ACC VI cap 6 p 814

26 ACC III cap 6 Cortes de 1570 p 360 ACC IV cap 5 Cortes de 1573 Incorporada a la NR ley 22 tiacutet 3 lib 7

27 CLC V Cortes de 1558 peticioacuten 8 p 734 ACC I Cortes de 1563 peticioacuten 31 p 347 V Cortes de 1576 peticioacuten 56 p 590 VI Cortes de 1579 peticioacuten 95 p 881 Incorporada a la NR ley 24 tiacutet 3 lib7

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entre sus deudos clientes o amigos y en perjuicio del comuacuten de los vecinos a quienes habiacutean de ocupar unos cargos que volviacutean a ser antildeales y electivos El clamor contra los acrecentamientos acabariacutea llevando finalmente a Felipe II a ordenar en las Cortes de Madrid de 1586 que los pueblos pudieran tomar por el tanto los oficios vendidos ldquoprecediendo en el nuestro Consejo la infor-macioacuten necesaria y justificadardquo28 Es maacutes arbitristas como Goacutemez Bedoya llegaron a proponer en los antildeos 90 el consumo ldquopor junto y por mayorrdquo de todos los oficios acrecentados para volver a instaurar la plantilla que habiacutea existido en las ciudades y villas del reino en 154029

No conviene sin embargo exagerar el alcance de estas peticiones Bas-te con decir para comprobarlo que los tanteos a los que se referiacutea la ley de 1586 soacutelo se aplicaron en los lugares de menos de 500 vecinos Es cierto no obstante que el reino impuso como condicioacuten del servicio de millones de 1601 que no se crearan maacutes oficios y que se procediera al consumo de los acrecentados hasta reponer su nuacutemero antiguo30 Tambieacuten lo es que el enun-ciado de los oficios que habiacutean de ser consumidos se iba haciendo cada vez maacutes prolijo de servicio en servicio para reducir asiacute el margen de accioacuten de la Corona si pretendiacutea burlar esa exigencia El consumo sin embargo no habiacutea de ejecutarse de golpe sino a medida que los oficios fueran quedando vacan-tes pero esto como ya habiacutea sentildealado Goacutemez Bedoya cuando comentaba lo que se habiacutea discutido a este respecto en las Cortes precedentes era algo que ldquojamaacutes o por maravillardquo ocurriacutea si sus titulares cumpliacutean escrupulosamente con las formalidades del derecho en el momento de renunciarlos En defini-tiva el acrecentamiento de oficios pese a las criacuteticas que despertoacute siempre habiacutea permitido a las eacutelites dirigentes renovarse como grupo de poder y las renuncias les habiacutean servido como instrumento con el que perpetuarse en el ejercicio del poder No habiacutea motivo alguno entonces para renunciar a lo primero y dejar de explotar las posibilidades de lo segundo Es precisamente esto lo que habiacutean venido pidiendo las Cortes desde 1432 cuando se limitoacute el consumo de oficios tan soacutelo a los que fueran quedando vacantes por muerte o privacioacuten pero no por renuncia Cuando Felipe III cuya potestad de proceder

28 NR ley 23 tiacutet 3 lib 7

29 BN Varios Especiales 2111 fols 361-368

30 ACC XIX condicioacuten 17 p 692 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

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a nuevas enajenaciones se habiacutea visto severamente limitada por las condicio-nes de millones optoacute alternativamente por vender perpetuaciones de los que eran vitalicios y renunciables ndashrecueacuterdese que esto ya se habiacutea intentado en 1544ndash el ciclo a favor de la consolidacioacuten de los grupos de poder en los regi-mientos castellanos dio un nuevo y definitivo giro Las leyes o mejor auacuten la interpretacioacuten de las mismas se moldeaban de esta forma en funcioacuten de las necesidades de los reyes y de las aspiraciones de los suacutebditos

Tal circunstancia se veiacutea ademaacutes favorecida por la ya comentada es-casez y poca concrecioacuten de la legislacioacuten existente en Castilla en lo que se refiere a la regulacioacuten del traacutefico de oficios La doctrina la costumbre o la jurisprudencia supliacutean habitualmente la falta de una normativa clara al res-pecto31 En efecto hay que partir de la base de que el proceso de venta y patri-monializacioacuten de los oficios municipales podiacutea revestir significados diversos o hacer referencia a situaciones heterogeacuteneas con implicaciones diversas en cada caso especialmente en el plano juriacutedico circunstancia eacutesta que no pue-de ignorarse32 Los documentos a veces no son suficientemente claros a este respecto pero otras muchas sentildealan o sugieren situaciones diferenciadas cuando distinguen entre la enajenacioacuten de la propiedad o del usufructo de un oficio cuando especifican que lo que se ha producido es una venta ldquoen empe-ntildeo al quitarrdquo o cuando diferencian entre oficios vendidos o beneficiados teacuter-minos estos uacuteltimos que para algunos son sinoacutenimos mientras que para otros sirven para designar situaciones distintas y especiacuteficas en la medida en que la posicioacuten de compradores y vendedores respecto al oficio de que se tratara no era obviamente la misma en uno y otro caso3334 Por otro lado si hablamos

31 Este aspecto del problema verdaderamente crucial para entender la problemaacutetica en torno al traacutefico de oficios en Castilla y no siempre puesto en valor en los estudios disponibles sobre el tema fue sentildealado hace tiempo por Tomaacutes y Valiente (1982a p 154 y ss)

32 Mariacutea Loacutepez Diacuteaz ha subrayado a este respecto la pluralidad de formas con las que se podiacutea revestir la apropiacioacuten y transmisioacuten de cargos ldquoventas simples herencias abintestatos sujeciones a censo posesioacuten mancomunada fundacioacuten de patronato ejecucioacuten por deudas confiscacioacuten o embargo posesioacuten por parte de personas juriacutedicas etcrdquo Ver Loacutepez Diacuteaz (2013 p181)

33 Ver las precisiones que hace a este respecto Dedieu (2011 pp 29-45) Ver tambieacuten en este mismo libro el trabajo de Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 130 y ss)

34 Ver Andujar Castillo (2011 pp 63-82 2004) No obstante ver las matizaciones que a esa interpretacioacuten ha hecho Loacutepez Diacuteaz (2009 pp 557-570)

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de enajenacioacuten de cargos puacuteblicos tampoco puede olvidarse el hecho de que la Corona no perdiacutea necesariamente siempre todas las posibilidades de recu-perar los que hubiera vendido y de hecho cuando lo estimoacute oportuno pudo propiciar procesos de incorporacioacuten de los que consideraba indebidamente enajenados Tampoco era la compra la uacutenica viacutea de acceso a los cargos puacutebli-cos35 El rey podiacutea crearlos y hacer merced de ellos a cualquiera de sus suacuteb-ditos en recompensa a los servicios que se le hubieran prestado ya fuera sin contraprestacioacuten econoacutemica o con ella que en este uacuteltimo caso no era consi-derada como expresioacuten del precio del oficio recibido sino como un servicio que el beneficiario ofreciacutea al monarca en contrapartida a la gracia obtenida

Se ha subrayado al respecto la frecuencia con la que es posible encontrar en las actas de las Cortes quejas presentadas por las ciudades o por sus procu-radores alertando al reino de que se habiacutea vendido en tal o cual lugar o distrito oficios municipales o que se teniacutea la intencioacuten de hacerlo pese a lo expresado en las condiciones de millones y supuestamente en flagrante violacioacuten de las mismas (Marcos Martiacuten 2007 pp 13-35 2011 pp 85-119) Es obvio sin embargo que el hecho de que los procuradores o las ciudades denunciaran ante las Cortes la intencioacuten del Consejo de Hacienda o del de Caacutemara de poner a la venta oficios de regidor o de distribuirlos a tiacutetulo de merced o que se hablara de que personas concretas estaban dispuestas a comprarlos o a recibirlos no es indicio suficiente para concluir que tales tentativas terminaran por consumarse siempre Hubo ventas acrecentamientos o concesiones a tiacutetulo de merced de oficios municipales que en la opinioacuten de los propios letrados del Reino no violaban las condiciones de millones por lo que no podiacutean ser recusadas y otras que llegaron a ser revocadas precisamente por la razoacuten contraria36 Las decisiones tomadas por el rey o por sus consejos al respecto pese a las quejas

35 Analiza estos problemas sobre todo en lo que se refiere al siglo XVIII Loacutepez Diacuteaz (2012 pp 213-236)

36 Entre las primeras cabe destacar el caso de don Rodrigo Puxmariacuten que pretendiacutea la vara de alguacil mayor de Murcia del que hablaremos maacutes adelante Otro caso maacutes complejo y de resultado incierto es la venta en 1602 de dos regiduriacuteas y otras tantas juraderiacuteas de Cartagena Sabemos que inicialmente el caso se llevoacute al Consejo y que se esperaba sentencia favorable al consumo de estos oficios al antildeo siguiente El pleito no se habiacutea resuelto todaviacutea en 1608 Tenemos constancia que el comprador de una de las juraderiacuteas fue desposeiacutedo del cargo por sentencia del Consejo aunque tras el fallecimiento del titular del oficio y el abandono de la causa por la ciudad el tal oficio le seriacutea restituido a los herederos ACC XXIV p 129 AGS CJH libro

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que pudieran despertar no eran siempre por lo tanto contrarias a derecho y desde luego tampoco eran siempre inamovibles si se apelaba de ellas por la viacutea jurisdiccional

Pero es maacutes dejando de lado estos casos iquestcuaacutentas de las quejas formu-ladas se refieren a ventas o a acrecentamientos realmente efectuados contra lo establecido en las escrituras Con los datos disponibles hasta el momento no es posible saberlo con caraacutecter general Habriacutea que seguir cada denuncia para llegar a conclusiones concretas pero por referirme soacutelo a unos cuantos casos que he podido contrastar en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro del Archivo de Simancas es posible afirmar que no llegaron a mate-rializarse las ventas de los oficios de regidor nuevamente creados que seguacuten se comunicaba a las Cortes a principios del siglo XVII se queriacutean vender por entonces en Murcia en Coacuterdoba en Salamanca o en Eacutecija por poner soacutelo unos ejemplos37 Sabemos por otro lado sobre fuentes locales que durante el reinado de Felipe III no se produjo el acrecentamiento de ninguacuten oficio de regidor en Cuenca Toledo u Orense y que en el reino de Granada se observa por la misma eacutepoca y aun hasta 1630 momento en el que se inicia un nue-vo ciclo de ventas previa licencia del reino un significativo descenso en el nuacutemero de oficios vendidos38 Por su parte en 1600 y 1602 se acrecentaron sendos oficios de regidor en Valladolid y Madrid pero los recibioacute a tiacutetulo de merced el duque de Lerma En 1612 el conde de Gondomar recibiriacutea otro maacutes tambieacuten como merced en la primera de las ciudades citadas (Gutieacuterrez Alonso 1989 p 303 Guerrero Mayllo 1993 p 97)

Otras veces las Actas de las Cortes de Castilla registran asimismo noticias en torno a la concesioacuten o a la intencioacuten de hacerlo de otros cargos de perfil muy especiacutefico En su mayor parte se trata de provisiones hechas por el rey asimismo a tiacutetulo de merced a personajes de su confianza El todopoderoso

37 AGS Direccioacuten General del Tesoro Inv 24 leg 321 fol 46 y 48 (Coacuterdoba y Eacutecija) leg 322 fol 14 y 48 (Murcia y Salamanca) Tampoco parece que hubo ventas de oficios acrecentados en estos antildeos en Jaeacuten Leoacuten Loja Lorca legs 321 fols 59 66 68 y 69 o Segovia leg 322 fol 38

38 En Cuenca todos los oficios que se proveyeron entre 1600 y 1630 lo fueron por renuncia Ver Moya Pinedo 2002 pp 144-166 Aranda Peacuterez 1999 p 159 En el Reino de Granada se pueden contabilizar entre 1601 y 1625 tan soacutelo10 ventas frente a 360 en 1575-1600 y 142 en 1626-1650 En Orense antes de 1630 soacutelo se registra la perpetuacioacuten en 1616 y 1626 de sendas regiduriacuteas Los acrecen-tamientos son posteriores a 1630 Ver Loacutepez Diacuteaz 2002 p 237 Soria Mesa 2011 p 750

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duque de Lerma por ejemplo recibioacute ademaacutes de las dos regiduriacuteas de Va-lladolid y Madrid antes referidas la alcaidiacutea de hijosdalgo de Antequera o la tenencia de los alcaacutezares reales de Toledo puerta y puentes con voz y voto en el ayuntamiento para siacute y para su teniente en su ausencia contando para ello con el entusiaacutestico consentimiento del reino39 El Duque del Infantado por su parte obtuvo en 1608 la merced de que dos oficios vinculados a su casa el de alcalde de los padrones y el de los alcaacutezares del regimiento de Guada-lajara pudieran tener tenientes con voz y voto lo que se entendioacute equivaliacutea a crear otros dos oficios nuevos en el ayuntamiento de la ciudad40 Tambieacuten el famoso don Rodrigo Calderoacuten que ya en 1608 habiacutea intentado conseguir del rey a tiacutetulo de merced el oficio de Guarda Mayor de los montes y dehesas de la ciudad de Plasencia y su tierra pretensioacuten a la que no se opuso el reino aspiroacute tambieacuten en 1611 al cargo de Correo Mayor de Valladolid41 Otras veces nos encontramos con ventas de oficios a los que se les agregoacute la preeminen-cia de tener entrada en el ayuntamiento con plenos derechos Tal es el caso por ejemplo de Jeroacutenimo de Barrionuevo que comproacute en 1609 por 160000 ducados el cargo de tesorero mayor de la Casa de Moneda de Sevilla con voz y voto en el ayuntamiento que habiacutea quedado vacante42

Los registros en los que se asentaban los oficios ldquovacosrdquo que estaban a disposicioacuten de la Caacutemara podriacutean darnos informacioacuten maacutes detallada al res-pecto Todaviacutea disto de haber expurgado al completo tan voluminosa docu-mentacioacuten pero los datos de que dispongo hasta el momento indican que entre 1602 y 1604 se vendieron oficios que habiacutean quedado vacantes por muerte de su titular lo que en principio habriacutea supuesto una violacioacuten de lo establecido en las escrituras del primer servicio de millones43 No obstante antes de llegar a semejante conclusioacuten habriacutea que saber si los regimientos

39 El Reino se apresuroacute a aprobar esta merced en cuanto se le requirioacute a que lo hiciera alegando ldquoque se haga a la letra lo contenido en la dicha proposicioacutenrdquo

40 ACC XXIV pp 248 256 307 XXV p 52 60 65

41 Al menos el reino no secundoacute la peticioacuten de la ciudad de Plasencia de que la secundara en contradecir tal pretensioacuten ACC XXIV p 277

42 ACC XXIV p 277 y XXV pp 315 324

43 AGS CJHordf Libros de Relacioacuten Libro 27 Oficios vacos desde 1596 a 1606 de que se dispone por el Consejo de la Caacutemara

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vendidos en esos antildeos eran antiguos esto es los existentes antes de 1543 o se trataba por el contrario de los acrecentados despueacutes de esa fecha No conviene olvidar a este respecto que la escritura del servicio de 1601 soacutelo haciacutea mencioacuten expresa al consumo de estos uacuteltimos y que la obligacioacuten de extenderlo a los de nueva creacioacuten soacutelo empezoacute a exigirse a partir de 160844 Esas mismas escrituras ordenaban tambieacuten el consumo de las escribaniacuteas de nuacutemero acrecentadas desde 1540 ldquocomo fueren vacandordquo hasta llegar al nuacutemero originario No obstante en aparente contradiccioacuten con esa norma son numerosos los registros que podemos encontrar en la documentacioacuten manejada relativos a ventas de escribaniacuteas No obstante tampoco en este caso podemos llegar a afirmar que todas ellas fueran ilegales ya que en los tiacutetulos expedidos a este respecto se hace a veces expresa mencioacuten al hecho de que la escribaniacutea en cuestioacuten se creaba porque hasta entonces no la habiacutea habido en el lugar de que se tratara Nada habiacutea de reprobable por tanto en esas ventas Otras veces el registro se limita a consignar la mera provisioacuten del oficio en cuestioacuten en tal o cual lugar pero la entidad de las poblaciones afectadas permite sospechar que era la primera vez que se creaban escriba-niacuteas en ellas Por su parte los Libros del Consejo de Hacienda nos propor-cionan informacioacuten complementaria esta vez sobre los oficios enajenados Pues bien el correspondiente a 1602 registra tambieacuten la venta de alguna regi-duriacutea pero en varios casos se trata de las acrecentadas antes de la concesioacuten el antildeo anterior del servicio de millones y en otros no se especifica que fueran de nueva creacioacuten No constan en esos Libros nuevas enajenaciones en 1603 y soacutelo la de dos en 1604 sendos oficios de regidor de la villa de Helliacuten que habiacutea que contar entre los que ldquose vendieron el antildeo de 1600 antes de la con-

44 La escritura de 1601 deciacutea asiacute ldquoQue se vayan consumiendo los oficios de veinticuatriacuteas regi-mientos juraderiacuteas y otros que se han acrecentado como fueren vacando hasta quedar en el nuacutemero que habiacutea en el antildeo pasado de 1540rdquo Condicioacuten elevada a ley NR ley 26 tiacutet 3 lib 7 ACC XIX p 692 La de 1608 precisaba ldquoque se vayan consumiendo los oficios de veintiquatriacuteas regimientos juraderiacuteas y otros qualesquier oficios que tengan voz y voto en el ayuntamiento aunque en nombre no sean veinticuatriacuteas ni regimientos y que como fueren vacando asiacute los oficios antiguos como los acre-centados despueacutes del antildeo de 1540 hasta aquiacute en el nuacutemero de oficios que teniacutean las ciudades villas y lugares de estos reinos el dicho antildeo sin que se pueda hacer ni haga diferencia entre los oficios antiguos y los que se antildeadieron despueacutes del dicho antildeordquo (en cursiva los paacuterrafos antildeadidos en 1608) ACC XXIV pp 778-779 La condicioacuten quedoacute incorporada a la NR ley 30 tiacutet 3 lib 7 Estaacute claro que el rey habiacutea aprovechado en su beneficio las imprecisiones de la primera escritura

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cesioacuten de los millonesrdquo45 Lo mismo podemos decir de otros cuatro oficios del mismo tipo que se enajenaron en 1609 en cada una de las villas de Tobarra Munera y El Bonillo y de uno maacutes al antildeo siguiente en Villarrobledo46

Por otro lado el siempre controvertido tema de la conversioacuten de oficios antildeales en perpetuos o a la inversa dio lugar tambieacuten a intensos debates en las Cortes La escritura de millones de 1601 habiacutea autorizado el consumo de los perpetuos en las villas y lugares de hasta 500 vecinos y tal decisioacuten fue elevada al rango de ley por Felipe III47 Sin embargo las Cortes recibieron informacioacuten en 1603 de que el Consejo de Hacienda trataba de consumir hasta treinta y cinco regiduriacuteas perpetuas en Badajoz y que vecinos particulares de Chinchilla Alcaraz Almansa y Villarrobledo intentaban ante ese mismo Consejo ldquoque se consuman los oficios perpetuos de regimientordquo El problema estaba en que la poblacioacuten de cada uno de esos lugares oscilaba entre los 1500 y los 4000 vecinos muy por encima por tanto del liacutemite previsto en las condiciones de millones Como cabiacutea esperar el reino se opuso a esa pretensioacuten manejando argumentos muy manidos y no del todo sinceros La operacioacuten deciacutean los pro-curadores resultariacutea muy costosa al tener que pagarse a los titulares de los oficios que se queriacutean consumir lo que habiacutean invertido al comprarlos a cuenta de los propios de los consejos vendiendo censos con esa garantiacutea o imponien-do sisas Tambieacuten se sentildealaba la supuesta falta de ldquoexperiencia y cienciardquo de los que fueran elegidos para cargos que pasaban a ser anuales48 Pues bien el reino tratariacutea de zanjar la cuestioacuten exigiendo en la escritura de 1608 que el Consejo de Hacienda no admitiera ninguna propuesta que se le formulase por las ciudades villas y lugares del reino para comprar u ofrecer dinero ldquoporque siendo los oficios de regimiento de los tales lugares antildeales se vuelvan perpetuos y al contrariordquo49 No se haciacutea mencioacuten alguna al tamantildeo de esas poblaciones

45 No obstante en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro se especifica la venta en 1603 de un oficio de regidor acrecentado a favor de Pedro Diacuteaz Franco que pagoacute por eacutel 1400 ducados AGS DGT Inventario 24 leg 322 fol 47 Tambieacuten en 1603 se hizo merced a Pedro de Soto de un oficio de regimiento que vacoacute por muerte de don Bartolomeacute de Salvatierra leg 322 fol 30

46 AGS CJHordf Libro 378 fol 70v

47 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

48 ACC XXI pp 435 y 441 16 y 19 de junio de 1603

49 Escritura del servicio de 175 millones otorgada el 22 de noviembre de 1608 ACC XXIV pp 779-780 Lo dispuesto entonces se reproduciriacutea en la condicioacuten 29 del quinto geacutenero de la escritura del

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La decisioacuten afectaba por tanto a todas ellas Conviene subrayar sin embargo que la medida se tomaba despueacutes de que el antildeo anterior se hubiese procedido en numerosas poblaciones grandes o pequentildeas enclavadas sobre todo en terri-torios bajo la jurisdiccioacuten de la Orden de Santiago y a peticioacuten de sus vecinos reunidos para ello en cabildo abierto a la provisioacuten de regiduriacuteas perpetuas en lugar de las antildeales con las que se habiacutean regido en los uacuteltimos antildeos Era esto justo lo contrario de lo que se acabariacutea disponiendo apenas un antildeo despueacutes50 Es cierto que en 1612 tambieacuten se autorizaba la conversioacuten en perpetuas de las regiduriacuteas antildeales de Tarifa No obstante tambieacuten en este caso hay que subrayar que la ceacutedula real por la que se ordenaba la operacioacuten la justificaba apelando al hecho de que desde que la villa fue incorporada a la corona real habiacutea co-rrespondido a su corregidor el nombramiento cada antildeo de todos los oficios de regidor alfeacuterez mayor depositario general jurado procurador y escribano El rey considerando que debiacutean ser renunciables y ejercerse con tiacutetulo real pro-cedioacute a su creacioacuten y venta51

Hay por tanto enajenaciones que pueden ser explicadas en funcioacuten de circunstancias de diversa naturaleza sin que deban ser consideradas abier-tamente ilegales Existen desde luego otras que a falta de mayor informa-cioacuten parecen difiacutecilmente explicables teniendo en cuenta las restricciones legales existentes al respecto Tal es el caso de la alcaidiacutea de la fortaleza de Antequera que comproacute don Diego de Narvaacuteez con la preeminencia de poder llevar cuatro alabarderos y dos su teniente con facultad de poder en-trar en el ayuntamiento con voz y voto Los letrados del reino encontraron

servicio de l8 millones otorgada el 28 de agosto de 1619 Importa subrayar sin embargo que si bien en la primera escritura era soacutelo el Consejo de Hacienda al que se le prohibiacutea aceptar o impulsar opera-ciones de este tipo en la de 1619 se extendiacutea la prohibicioacuten al Consejo Real y al de Caacutemara Eran por tanto diversas las viacuteas por las que circulaban las ventas puacuteblicas de oficios ACC XXXIV p 93-94

50 AGS CJHordf Libro 378 fol 19 y ss El Libro incluye provisioacuten de numerosos oficios perpe-tuos en Meacuterida y otras muchas villas enclavadas en el territorio de las Oacuterdenes Estos lugares habiacutean recibido previamente en 1599 el privilegio de no gobernarse por regidores perpetuos sino antildeales que ahora era revocado

51 AGS CJHordf libro 379 fol 23 En 1615 se tiene noticia en el reino de que se trataba de pasar de antildeales a perpetuos 12 oficios de regidor de la villa de Vara del Rey y de que el tema se estaba sustan-ciando en la Caacutemara Jorge de Tovar secretario del Rey desaconsejaba que el reino se entrometiera en el asunto por no ser el intento contra las condiciones de millones Que las partes siguieran su justicia ACC XXVIII p 307

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que el referido nombramiento vulneraba por tres motivos las condiciones de millones se daba nuevo voto en el ayuntamiento al teniente se antildeadiacutea en el regimiento al alcaide con asiento y se concediacutea el oficio a tiacutetulo de perpetuo esto es sin posibilidad de que pudiera quedar vacante Es por esto por lo que los procuradores decidieron contradecirlo Parece sin embargo que no lograron impedirlo (Fernaacutendez 1842 p 275)52 Los Libros del Consejo de Hacienda incluyen tambieacuten otros casos de provisioacuten de oficios acrecentados sin justificacioacuten de las circunstancias que movieron a hacerlo Los casos que he podido localizar en la documentacioacuten consultada son en cualquier caso bastante escasos tres en la isla de la Palma en 1607 1610 y 1620 tres en la de Tenerife en 1603 1611 y 1612 dos veinticuatriacuteas en Jerez de la Frontera una de ellas consumida por el tanto en 1608 o la tenencia de la fortaleza de Maacutelaga ese mismo antildeo53

No pretendo afirmar con esto que las condiciones de millones se cum-plieron siempre de forma estricta En mi opinioacuten seriacutea erroacuteneo esperarlo En realidad ni siquiera seriacutea concebible que se pretendiera lograrlo Y esto no soacutelo por el amiguismo y la corrupcioacuten tan extendida en la eacutepoca y que siem-pre jugoacute a favor de los poderosos cuyo significado en cualquier caso hay que interpretar cuidadosamente en funcioacuten de los presupuestos de la cultura poliacutetica vigente por entonces No en balde era capaz aqueacutella de compatibili-zar sin demasiados dramatismos la ley con la gracia partiendo del conven-cimiento de que una y otra eran formas diversas y complementarias de servir a la justicia Es por esto por lo que a falta de mayores precisiones sobre las circunstancias que rodearon cada operacioacuten no deberiacutean considerarse en principio contrarias a las condiciones de millones las ventas de oficios puacute-blicos autorizadas por el propio reino a peticioacuten del rey de las ciudades o de las mismas Cortes o los acrecentamientos de oficios hechos por el monarca a tiacutetulo de merced Como sentildealaban los letrados del reino al ser requeridos sobre la licitud de que se hiciera merced a Rodrigo Puxmariacuten de la vara de Alguacil Mayor de Murcia el rey al aceptar las condiciones de millones

52 ACC XXII pp 260 y 262

53 La otra regiduriacutea vendida en Jerez de la Frontera tiene un caraacutecter especial Fue concedida al duque de Lerma a tiacutetulo de merced y revertida despueacutes a la Corona que acaboacute adjudicaacutendola En todo el siglo XVII se acrecentaron en la ciudad 13 veinticuatriacuteas una en 1608 y todas las demaacutes despueacutes de 1635 (Gonzaacutelez Beltraacuten 2001 pp 355-384)

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soacutelo se habiacutea privado de dos ldquoespecies de enajenacioacutenrdquo de la de vender y de la de empentildear pero le quedaba la de hacer gracia y merced del oficio coacutemo cuaacutendo y por el tiempo que quisiere

(hellip) asiacute porque la prohibicioacuten de los dos casos especiales excluye la de gracia

y donacioacuten y al reveacutes como porque por ser caso omitido quedoacute en disposicioacuten

del derecho comuacuten y por ser cosa odiosa el privarse SM del poder que teniacutea para

disponer de los dichos oficios a su voluntad no se puede extender a maacutes casos

de los expresados en la prohibicioacuten principalmente que por ser la condicioacuten

otorgada por contrato cuyas palabras se han de entender estrechamente no han

de extenderse a maacutes de lo que suenan ni a caso semejante aunque sea de igual

razoacuten y se ha de interpretar contra el contrayente que se funda en cualesquier pa-

labras del contrato porque pudo con claridad expresar todo lo que le conveniacutea54

Por otro lado las ventas ldquoen empentildeo al quitarrdquo no pueden ser interpreta-das como enajenaciones en sentido estricto como tampoco deberiacutea daacutersele el mismo significado a la venta de un oficio nuevo y a la perpetuacioacuten de otro preexistente praacutectica esta uacuteltima que fue promovida por el rey a partir de 161355 El soberano y sus ministros soliacutean invocar ademaacutes con frecuencia el principio de la necesidad para justificar decisiones que pudieran ir incluso contra las leyes La Junta de Cortes por ejemplo llegoacute a decir a este respecto en 1655 que ldquola obligacioacuten de la defensa procede del derecho natural y per-mite y hace liacutecito todo lo que no es intriacutensecamente malordquo (Danvila 1890 p 250) Con este lapidario razonamiento la Junta trataba de argumentar a favor del uso de determinados arbitrios incluso sin haber sido previamente sometidos a la aprobacioacuten del reino Despueacutes de todo si seguacuten se deciacutea los impuestos para ser exigibles habiacutean de obedecer a una causa justifica-

54 Los letrados del reino concluiacutean que ldquoel reino no puede contradecir esta merced con color alguno de justicia ni la tiene para salir con ellordquo Podraacute a lo sumo suplicar a SM que le haga merced de otra cosa o que mande que para adelante no se hagan semejantes mercedes ACC XXV pp 88 96 98 100 143 543 551

55 La perpetuacioacuten de los oficios concejiles se habiacutea intentado sin eacutexito en 1544 En 1613 la propues-ta vuelve a plantearse El rey pretendiacutea la perpetuacioacuten de todos los oficios renunciables sirvieacutendole con la tercera parte de su valor El reino se opuso por considerarlo contrario a las condiciones de millones pero no lo pudo impedir Archivo Congreso de los Diputados Libros de Acuerdos 7 de septiembre de 1613

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da podriacutea arguumlirse como ya habiacutea apuntado Bodino siguiendo en esto a los claacutesicos que nada habiacutea maacutes justo que lo que era necesario Pero aun asiacute el imperativo de la necesidad deberiacutea ser entendido como un elemento constitu-tivo junto a otros del sistema poliacutetico vigente y no como un algo extrantildeo al mismo o disentildeado para destruirlo Quiero decir en definitiva que seriacutea exce-sivo atribuir al rey la intencioacuten de suscribir acuerdos para incumplirlos acto seguido en la praacutectica ordinaria de gobierno Cierto es que esto podiacutea llegar a suceder y de hecho ocurrioacute pero se hizo siempre apelando formalmente a circunstancias extraordinarias y por medio de decisiones que se entendiacutean como acciones puntuales que alteraban excepcionalmente la vigencia de los acuerdos a los que se hubiera llegado pero sin pretender con ello abolirlos Otra cosa es desde luego que la acumulacioacuten de decisiones de este tipo jus-tificadas a corto plazo en virtud de circunstancias especiacuteficas pudiera llegar a desnaturalizar a largo plazo el sentido o el contenido de los acuerdos que se suscribieran entre el rey y el reino y con ello en uacuteltimo extremo a privar de efecto alguno al acuerdo mismo Pero interpretar cada accioacuten real en el aacutembi-to que estamos comentando soacutelo desde este punto de vista implicariacutea mezclar dos planos temporales que en realidad actuaron de forma disociada con el riesgo de distorsionar al hacerlo la comprensioacuten de lo sucedido en cada mo-mento En cualquier caso con los datos disponibles parece poder afirmarse sin demasiados problemas que las condiciones de millones tuvieron un grado de cumplimiento maacutes que razonable

La discusioacuten en torno a la legalidad del acrecentamiento y venta de los cargos municipales se enfrenta por tanto a muchos puntos oscuros sobre los que habriacutea que debatir antes de llegar a conclusiones definitivas Desde luego para los contemporaacuteneos el tema era poleacutemico Se explican asiacute los intensos debates que se produjeron en las Cortes en torno a este problema entre los procuradores y los ministros reales o los propios letrados del reino Es tambieacuten por ello perfectamente comprensible el papel que se reservoacute a los jueces en la solucioacuten de estos problemas y que lo hicieran en funcioacuten de una complejiacutesima casuiacutestica que se aplicaba caso por caso seguacuten las circunstan-cias que les eran propias y no soacutelo trasponiendo de forma riacutegida las normas generales existentes al respecto Hemos tenido la ocasioacuten de comprobarlo En efecto la escritura de 1601 estipulaba taxativamente el consumo de todos los de regidor y jurado acrecentados ldquocomo fuesen quedando vacantesrdquo hasta

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llegar al nuacutemero de los existentes en 1543 y junto a ello prohibiacutea tambieacuten que se realizaran nuevas ventas Ahora bien iquestsignificaba esto que quedaban tambieacuten vetadas las de los oficios antiguos esto es los creados antes de 1543 que tambieacuten fueran quedando vacos Por otro lado iquestera contraria a las es-crituras de millones la creacioacuten y venta de oficios nuevos o distintos a los de regidor jurado o escribano los uacutenicos expresamente mencionados como susceptibles de consumo en las primeras escrituras de millones Que se recu-rriera a crear oficios nuevos nunca antes existentes para ponerlos en venta denota la voluntad de la Corona por explorar alternativas no previstas en los compromisos anteriores O por mejor decir los interrogantes planteados demuestran las sinuosas viacuteas por las que circulaban el rey y sus Consejos para sortear las limitaciones a las que les sometiacutean las escrituras lo que en siacute mismo revela su intencioacuten de no contradecirlas frontalmente al menos hasta donde se lo permitiera la simultaacutenea y contradictoria concurrencia de los principios de gracia y de necesidad a los que tambieacuten podiacutea y debiacutea aco-modarse su accioacuten de gobierno

El rey y sus ministros no habiacutean perdido por tanto toda capacidad de accioacuten pese a lo suscrito en las condiciones de millones A la vista de esta situacioacuten al reino no le quedaba maacutes alternativa que la de adaptarse a la es-trategia real O dicho de otra forma si lo que se pretendiacutea era el consumo de los oficios municipales y el rey se las ingeniaba para dejarse expeditas viacuteas de escape por las que seguir creaacutendolos el reino no teniacutea maacutes remedio que hacer de una a otra escritura de millones una cada vez maacutes prolija relacioacuten de oficios cuyo acrecentamiento o venta queriacutea impedir o cuyo consumo pre-tendiacutea favorecer La escritura del servicio de 175 millones concedido en 1608 es particularmente significativa a este respecto Fue entonces cuando a lo establecido en la negociada previamente la del servicio de los 18 millones se antildeadieron nuevas estipulaciones que trataban de impedir iniciativas reales que amparaacutendose en la letra de la ley le habiacutean permitido crear y vender nuevos oficios sin que pudiera ser acusada de violar expresamente las condi-ciones establecidas en las escrituras precedentes Fue por ejemplo entonces cuando los procuradores consiguieron que se anulase la distincioacuten entre ofi-cios antiguos y nuevos a efectos del consumo de los que quedaran vacantes y que la norma se hiciese extensible ademaacutes a cualquier otro oficio con voz y voto en el regimiento Todo ello seriacutea ratificado aun con mayor detalle en la es-

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critura del servicio de 18 millones otorgado en 161956 Estaacute claro por tanto que siguioacute habiendo viacuteas para enajenar oficios cuando estaba prohibido hacerlo sin que esto supusiese necesariamente una violacioacuten flagrante de lo establecido en los contratos suscritos entre rey y reino a este respecto y por mucho que este uacuteltimo se sintiera agraviado por decisiones que sin incumplir la letra de la ley podiacutea entenderse que violentaban su espiacuteritu En cualquier caso las ventas de oficios puacuteblicos soacutelo se reanudariacutean con fuerza despueacutes de 1630 pero esta vez conviene subrayarlo con el previo consentimiento del reino

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Susana Truchuelo(Universidad de Cantabria Espantildea)

El marco urbano ha sido un espacio privilegiado de anaacutelisis de la doctora Mariacutea Ineacutes Carzolio una de las grandes referentes historiograacuteficas sobre el mundo concejil europeo y en particular sobre el norte de la Peniacutensula Ibeacuterica En este aacutem-bito espacial y temaacutetico los territorios vascos compartieron muchos rasgos identi-ficativos con esos otros marcos locales cantaacutebricos en particular en los periacuteodos finales de la Edad Media1 Dentro de las problemaacuteticas comunes la aspiracioacuten al buen gobierno y la intensificacioacuten de la utilizacioacuten de diversos instrumentos de tra-bajo escritos permitieron modificar el gobierno de las comunidades locales desde finales de los siglos medievales y durante la temprana Edad Moderna La difusioacuten de la cultura escrita alcanzoacute a todos los aacutembitos europeos desde el periacuteodo medie-val pero su incidencia en algunos espacios como el norte de Castilla fue tardiacutea y en ninguacuten caso excluyente ni incompatible con el mantenimiento de tradiciones de gobierno basadas en la oralidad (Chastang 2013 p 28)2

1 Proyecto de Investigacioacuten I+D+i del Ministerio de Economiacutea y Competitividad de Espantildea (MEC HAR2013-44093-P) De la lucha de bandos a la hidalguiacutea universal transformaciones so-ciales poliacuteticas e ideoloacutegicas en el Paiacutes Vasco (siglos XIV-XVI) Dir Joseacute Ramoacuten Diacuteaz de Durana

2 Siguiendo a J Goody (1977)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Las nuevas perspectivas de anaacutelisis de la cultura poliacutetica y de las re-laciones entre las estructuras de p oder y sus protagonistas durante los pe-riacuteodos bajomedieval y moderno estaacuten aportando mayor complejidad a las realidades poliacuteticas de esas eacutepocas y a las acciones de gobierno en las que coparticipaban distintas autoridades De hecho la existencia de muacuteltiples poderes con atribuciones concurrentes en el marco local que contaban con sus respectivos agentes actuantes en un mismo espacio determinoacute la aparicioacuten y difusioacuten de una pluralidad de instrumentos escriturarios do-cumentales para la definicioacuten y ejecucioacuten de las normas y de las praacutecticas de gobierno

La focalizacioacuten del estudio en espacios locales en particular en villas de reducido tamantildeo como las estudiadas por la doctora Carzolio dotadas de todos los elementos propios de las entidades privilegiadas nos permite valorar el papel de los documentos escritos en aacutembitos muy extendidos en la geografiacutea poliacutetica europea y que poseen elementos propios tanto de las grandes urbes europeas como de las pequentildeas villas que se caracterizan por enmarcarse en dinaacutemicas de complejidad administrativa maacutes limita-da Ademaacutes si el marco de anaacutelisis se centra en espacios que desarrollan paralelamente procesos de formacioacuten de estructuras territoriales maacutes am-plias (Carzolio 2010-2011 pp 137-144) ndashinsertas a su vez en el seno de monarquiacuteas complejas o compuestasndash tenemos el laboratorio idoacuteneo para valorar desde una perspectiva dinaacutemica el desarrollo de normas y praacutecticas de gobierno interno cada vez maacutes complejas y asimismo para comprender el papel de los instrumentos administrativos en la consolidacioacuten de identi-dades urbanas3

El espacio propuesto son las villas vascas de la provincia Guipuacutezcoa insertas en la corona de Castilla La localizacioacuten geo-estrateacutegica de ese es-pacio fronterizo obligaba a las autoridades locales territoriales y reales al mantenimiento de la paz interna y del buen gobierno para la consecucioacuten de una correcta y raacutepida defensa de esa pequentildea porcioacuten de terreno colindante por tierra con el Sentildeoriacuteo de Vizcaya y el reino de Navarra y por viacutea mariacuteti-

3 La cuestioacuten identitaria estaacute siendo desarrollada en particular por los medievalistas en los uacutelti-mos tiempos Una reflexioacuten sobre la multiplicidad de escrituras urbanas en el dossier coordinado por Crouzet-Pavan y Lecuppre-Desjardin (2012) y para el caso espantildeol Val Valdivieso (2006 2009-2010 2011) y Montero Maacutelaga (2012 pp121-142)

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Susana Truchuelo

ma tambieacuten con Francia Tanto las villas fundadas en la Edad Media como la propia entidad territorial que se fue forjando en la Baja Edad Media la Provincia de Guipuacutezcoa fueron las encargadas de la conservacioacuten del bien comuacuten de sus gentes a traveacutes de unas praacutecticas de gobierno que desarrollaron instrumentos escritos cada vez maacutes prolijos y complejos

Desde finales del siglo XV los agentes de las instituciones concejiles de la administracioacuten territorial y los emisarios de la autoridad real esto es los tres poderes desiguales y jeraacuterquicos que interactuaban en este aacutembito urba-no (entre otros) utilizaron con mayor intensidad la documentacioacuten escrita como instrumento en su praacutectica de gobierno A traveacutes de acciones praacutecticas y de escritos (como ordenanzas escrituras de registros informes y listas) buscaban alcanzar esas aspiraciones de bien comuacuten que uniacutean a los hombres agrupados en la civitas fuera cual fuera su tamantildeo4

Entre los mecanismos utilizados por las elites urbanas para mejorar el gobierno de las villas se encuentra la difusioacuten de ordenanzas y decretos concejiles que conllevaban una regulacioacuten normativa en aspectos poliacuteticos comerciales asistenciales fiscales culturales o sociales de la comunidad (Carzolio 2003) En el mismo sentido en la configuracioacuten y definicioacuten paralela de nuevas entidades territoriales jugoacute un papel fundamental la pro-mulgacioacuten de leyes y ordenanzas de aplicacioacuten comuacuten a todos los habitan-tes del espacio provincial por parte de su patriciado dirigente y su difusioacuten a partir de copias distribuidas entre las entidades integrantes A traveacutes de estos ejemplos de documentos administrativos se profundiza no solo en las causas motivadoras de la creacioacuten documental sino tambieacuten en la diversi-dad de agentes protagonistas en su definicioacuten y difusioacuten en el marco local territorial yo cortesano

Como sabemos las villas guipuzcoanas medievales se encontraban de-finidas desde un punto de vista juriacutedico a partir de una carta de fundacioacuten otorgada por el rey en el periacuteodo medieval y que asignaba o reconociacutea a la comunidad que albergaba la naturaleza de cuerpo poliacutetico privilegiado dotado de capacidad de autogobierno desarrollado en principio a traveacutes de un miacutenimo desarrollo institucional Se trataba de veinticinco villas fundadas

4 Se trataba de una comunidad perfecta cuyos miembros se encontraban unidos por viacutenculos morales religiosos juriacutedicos y jurisdiccionales articulados en torno a la vecindad (Carzolio 2002 pp 641-642)

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entre 1180 y 1383 por los monarcas de Castilla (salvo la primera San Se-bastiaacuten fundada por Sancho VI de Navarra) y que dirigieron una poliacutetica de ordenacioacuten territorial y de direccioacuten del espacio haciendo uso de las compe-tencias concedidas por la carta fundacional (Arizaga 1978 y 1990 Barrena 1989) El esquema organizativo interno otorgado por esa carta puebla era vago e incompleto y por ello cada comunidad urbana inicioacute un proceso de auto-organizacioacuten interna a partir del desarrollo de su propia potestad normativa5 El proceso se fundamentoacute durante mucho tiempo en praacutecti-cas cotidianas para el correcto gobierno de la comunidad no escrituradas sino ubicadas en el entorno oral y consuetudinario Para consolidar estas praacutecticas en el contexto de un espacio juriacutedico plural cada vez en mayor competencia esas normas locales que regulaban relaciones socio-econoacutemi-cas y poliacuteticas comenzaron a ponerse por escrito evitando asiacute conflictos de interpretacioacuten (Chastang 2013 p 59)

A imitacioacuten de lo sucedido en las grandes villas medievales castellanas (Ladero Quesada y Galaacuten Pentildea 1982 Ladero Quesada 1998 Franco Silva 1999) desde finales del periacuteodo medieval comenzaron a escriturarse diversas ordenanzas y decretos municipales que regulaban aspectos plurales del gobier-no comunitario La creacioacuten de nuevos oficiales el establecimiento de requi-sitos restrictivos para el acceso al gobierno la definicioacuten de atribuciones de los oficiales la provisioacuten de productos alimenticios la administracioacuten de ren-tas e ingresos o el aprovechamiento colectivo de los bienes comunales fueron cuestiones reglamentadas cada vez con mayor definicioacuten por las comunidades urbanas (en mayor medida que en los espacios rurales no privilegiados) Habi-tualmente se recogiacutean usos y costumbres transmitidos oralmente de generacioacuten en generacioacuten y se incorporaban asimismo normas aplicadas en otros espa-cios en muchos casos establecidas bajo promocioacuten real En consecuencia en particular en las pequentildeas villas la tradicioacuten oral se fue integrando al menos parcialmente en la tradicioacuten escrita lo que caracteriza la apariencia fragmen-taria que tiene la escrituracioacuten del derecho consuetudinario (Hespanha 1993a p 29) En definitiva en Guipuacutezcoa se produjo un proceso de normativizacioacuten y escrituracioacuten de diversos aspectos de la vida de la comunidad habitualmente

5 Los tratadistas entienden que la ciudad tiene potestad normativa en cuestiones especiacuteficamente urbanas entendida eacutesta como una delegacioacuten de poder real (Fortea 2000 pp 261-308) Sobre la potestad de ordenanza en Guipuacutezcoa consultar a Soria (1992 pp 27-39)

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bajo la cobertura y apoyo del poder real que buscaba impulsar la escritura en ndashlengua castellanandash como forma poliacutetico-administrativa de relacioacuten entre los distintos poderes y como mecanismo de resolucioacuten de los conflictos internos67

En el caso vasco las ordenanzas conservadas son maacutes tardiacuteas que en el resto de Castilla dado que las normas maacutes antiguas son disposiciones muy fragmentadas del siglo XIV8 Hay que esperar a finales del siglo XV con el impulso organizativo promovido por los Reyes Catoacutelicos a que se desarro-lle el proceso compilador de esas normas escritas de gestioacuten local que tuvo como punto culminante el siglo XVI y en particular el reinado de Carlos I Nos estamos refiriendo a recopilaciones de ordenanzas municipales que abarcaban aspectos econoacutemicos jurisdiccionales gubernativos y poliacuteticos El periacuteodo maacutes fructiacutefero en ese proceso de redaccioacuten y compilacioacuten de las normas juriacutedicas concejiles fue el de la primera mitad del siglo XVI Los historiadores del derecho han identificado tres fases de creacioacuten normativa concejil en el espacio guipuzcoano (Soria 1992 pp 32-36) La primera fase compilatoria se produjo durante el reinado de los Reyes Catoacutelicos (1483-1517) con la redaccioacuten de ordenanzas que buscaban suprimir la influencia de la nobleza sentildeorial y sus disputas en los espacios urbanos y rurales9 La segunda fase abarca de 1518 a 1552 y en ella se concentran la gran mayoriacutea de las compilaciones ponieacutendose por escrito usos costumbres y praacutecticas locales que racionalizaban la actuacioacuten de los concejos para obtener una co-rrecta administracioacuten en los diferentes aacutembitos de gobierno Por uacuteltimo en la tercera fase la maacutes larga de 1553 a 1696 se realizaron modificaciones

6 Al igual que sucedioacute en otros espacios como Portugal (Hespanha 1993b p 130 y 139)

7 En efecto no es ajeno a este proceso de escrituracioacuten de normativa el deseo de resolver disputas internas por el control de los concejos urbanos delimitando el marco de accioacuten de cada bando (Garciacutea Fernaacutendez 2004 p 117)

8 El proceso de desarrollo de la comunicacioacuten escrita se intensificoacute en la Castilla urbana en el siglo XIV paralelamente a un fenoacutemeno de secularizacioacuten que eliminoacute el monopolio de la Iglesia en la pro-duccioacuten de material escrito (Ruiz Garciacutea 1999 pp 275-313) Maacutes antiguas auacuten son estas dinaacutemicas en el contexto urbano europeo por ejemplo las primeras actas flamencas datan de siglo XII (Hemptinne y Prevenier 2012 pp 13-30) Nos encontrariacuteamos por tanto muy lejos de la rivoluzione documentaria del tardomedievo italiano (Bartoli Langeli 2004 pp 93-102 Chastang 2013 pp 25-27)

9 Para otros autores como Lema (2002) se iniciariacutea en 1474 con el inicio del reinado de los Reyes Catoacutelicos y es una muestra no solo de regular el acceso al gobierno municipal sino tambieacuten a toda la vida social y econoacutemica de las comunidades urbanas (p 94)

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concretas de las ordenanzas en algunas villas marcaacutendose cada vez en ma-yor intensidad la tendencia a la elitizacioacuten del gobierno urbano Este proceso de creacioacuten normativa se acompantildeoacute de otras praacutecticas que buscaban resaltar la identidad urbana mediante la conservacioacuten de dichos ordenamientos y en particular la custodia y guarda de privilegios y exenciones de todo tipo ndashen particular fiscales comerciales y militaresndash concedidos por los distintos reyes castellanos que consolidaban la memoria escrita probatoria de la antiguumledad de dichas comunidades urbanas

La gran mayoriacutea de los ordenamientos concejiles del siglo XVI insti-tucionalizoacute legalmente una jerarquizacioacuten interna en las instituciones de gobierno de la comunidad La antigua asamblea plenaria o concejo abierto (oacutergano representativo de la comunidad durante todo el periacuteodo medieval) en el que participaban todos los vecinos pasaba a un segundo plano poliacutetico sin desaparecer adquiriendo la maacutexima autoridad gubernativa una nueva institucioacuten de inspiracioacuten castellana el Regimiento Estas ordenanzas re-dactadas y recopiladas en el siglo XVI no haciacutean sino sancionar praacutecticas previas de cierre oligaacuterquico en el seno de la comunidad afirmando el pro-ceso de conversioacuten del concejo cerrado u oacutergano restringido en la principal institucioacuten de gobierno y de representacioacuten urbana y ratificando la existen-cia de un proceso paralelo de oligarquizacioacuten aunque abierto en el caso vasco a gran parte de la colectividad (Carzolio 2001-2002 pp 261-288) Esa imitacioacuten terminoloacutegica ndashRegimientondash en el marco de un proceso de empatriciamiento adquirioacute tintes particulares en el los territorios vascos al convivir el Regimiento con un concejo abierto ndashdesnaturalizadondash y al mantenerse la eleccioacuten vecinal y la renovacioacuten anual de los cargos que imposibilitaba la intervencioacuten directa del monarca en el nombramiento de los regidores y en consecuencia la aparicioacuten de regiduriacuteas perpetuas carac-teriacutesticas de las urbes castellanas

De hecho en el siglo XVI las oligarquiacuteas urbanas vascas bajo la tutela del monarca se inspiraron en los instrumentos escriturarios normativos vi-gentes desde la Edad Media en las villas con mayor desarrollo poliacutetico-iden-titario del centro de Castilla que buscaban resolver los conflictos internos y fomentar el buen gobierno a traveacutes del establecimiento del Regimiento La fi-nalidad expresa de estos ordenamientos era la consolidacioacuten de una identidad juriacutedica especiacutefica orientada al logro maacuteximo del bien comuacuten de la comunidad

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urbana entendido en teacuterminos de utilitas aplicada al conjunto de la univer-sitas que integraba la villa por encima de elementos individuales tambieacuten consustanciales a esa misma comunidad1011

Este nuevo sistema poliacutetico concejil apuntaba a una inicial mejora de la vida poliacutetico-administrativa sustentada en la concrecioacuten competencial defi-nida a traveacutes de normas escritas que recogiacutean antiguas costumbres y nuevas leyes reales Junto a las leyes locales la accioacuten cotidiana comenzoacute lentamen-te a quedar puesta por escrito en actas concejiles en las que se percibe el pulso cotidiano en la accioacuten de gobierno las temaacuteticas objeto de regulacioacuten los de-bates entre los distintos grupos urbanos y la nueva creacioacuten normativa a partir de decretos insertos en los registros de actas son algunas de las materias que aparecen en estos nuevos instrumentos escritos Esta diversidad documental a la que se uniacutea un conjunto variado de matiz habitualmente econoacutemico-fiscal fue establecieacutendose difundieacutendose copiaacutendose y archivaacutendose en las villas guipuzcoanas tiacutemidamente en el siglo XV (Diacuteaz de Durana y Dacosta 2014 pp 137-138) y de manera maacutes acusada seguacuten avanzaba el siglo XVI y en algunos casos los siglos XVII y XVIII12

La misma circulacioacuten de modelos escriturarios normativos y administra-tivos ahora ya imitando ordenanzas establecidas en las grandes villas vascas con Carlos I se extendioacute durante el siglo XVI a buena parte de las antiguas villas medievales guipuzcoanas prolongaacutendose en el tiempo A principios del siglo XVII se aprecia una reiteracioacuten de esta dinaacutemica clara de asimilacioacuten de modelos normativos escritos esta vez en las treinta antiguas aldeas some-tidas a las grandes villas medievales que se eximieron de sus jurisdicciones

10 Tambieacuten en la Basilea bajomedieval el bien comuacuten suponiacutea el mantenimiento de la paz la mejora de la infraestructura urbana y el crecimiento de los oacuterganos legislativos de los que se dotaban los ciudadanos (Blicke 1998 p 35) Veacutease igualmente Lecuppre-Desjardin y Van Bruaene (2010)

11 ldquo[] el concejo alcalde fieles jurado y hombres hijosdalgo de la villa de Tolosa en su concejo e ayuntamiento [] por siacute y en nombre de los otros vecinos de la dicha villa sus hermanos en voz y en nombre del concejo unaacutenimes [] para la buena governacioacuten regimiento haviacutean hecho hacer hicieron ciertas ordenes por donde la dicha villa y sus vecinos e pueblo e republica de ella fueren bien regidos e gobernadosrdquo (Truchuelo 2006 p 46)

12 De principios del siglo XVI contamos con algunas cuentas concejiles repartimientos o padrones ademaacutes de ordenanzas concejiles Los registros de actas de los concejos son muy escasos incluso en las grandes villas iniciaacutendose avanzado el siglo XVI (un resumen en Aragoacuten 2012 pp 249-283) a pesar de que ya veniacutea establecida su redaccioacuten en las mismas ordenanzas como se ve en el caso de la villa de Tolosa

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al comprar en 1615 a Felipe II el tiacutetulo de villazgo y la capacidad jurisdic-cional (Truchuelo 1997) Estas nuevas villas con fuerte contenido rural co-menzaron a introducir estos usos escriturarios en sus acciones de gobierno a traveacutes de la creacioacuten de ordenanzas municipales y de la redaccioacuten de actas concejiles que empezaron a generalizarse solo a partir del siglo XVIII Estas praacutecticas documentales convivieron durante buena parte de la Edad Moderna con el recurso a la oralidad como soporte de comunicacioacuten y accioacuten poliacutetica (Hespanha 1990 pp 445-456) tanto en las decisiones de gobierno como en la administracioacuten de la justicia

La difusioacuten y efectividad de estos instrumentos en la accioacuten de gobierno fue desigual y muy limitada en los espacios vascos Maacutes extendida en los espacios grandes y maacutes reducida en las pequentildeas nuevas villas del siglo XVII su impacto e influencia eran menos efectivas a causa de la pervivencia de un modelo de or-ganizacioacuten poliacutetico-administrativa denominado por Hespanha (1993b) como sis-tema patriarcal-comunitario maacutes arcaico que el concejil del Regimiento propio de comunidades con escasa profesionalizacioacuten en la vida poliacutetico-administrativa (pp 127-130) Por ello a pesar de la existencia de normas escritas custodiadas en unos archivos de creacioacuten muy tardiacutea las contravenciones de dichas normati-vas fueron habituales en particular con relacioacuten a la designacioacuten de los oficiales puacuteblicos y a las pautas marcadas en la gestioacuten de la bolsa comunal las cuentas municipales y sobre todo la periodizacioacuten de la presentacioacuten de cuentas y la re-gularizacioacuten de los ingresos y gastos La norma escrita por tanto marcaba unos liacutemites y condiciones juriacutedicas que eran largamente incumplidas en la praacutectica cotidiana no escrita que era gestionada por poderosos locales alejados de la cul-tura escrita calificados ruacutesticos e ignorantes por los defensores de un orden juriacute-dico y de gestioacuten sabio alternativo al oral (Hespanha 1993a pp 17-60)

La imposicioacuten de la utilizacioacuten del castellano como vehiacuteculo de comu-nicacioacuten poliacutetica en la documentacioacuten escrita y como mecanismo excluyente ndashjunto a la alfabetizacioacutenndash para al acceso y el ejercicio de los maacutes relevantes cargos de gobierno se convertiacutea en un instrumento de segregacioacuten poliacutetica de la mayor parte de la comunidad dado que el lenguaje mayoritario era el vasco (euskara) de tradicioacuten oral13 Esta exigencia linguumliacutestica en la documentacioacuten

13 San Sebastiaacuten fue la primera villa que en 1530 establecioacute este requisito para sus alcaldes Tolosa le siguioacute dos antildeos despueacutes (Soria 1992 p 393 Truchuelo 2006 p 135)

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escrita se convierte en un mecanismo maacutes de homogeneizacioacuten de las villas y de consolidacioacuten de la oligarquizacioacuten del gobierno local en Guipuacutezcoa impulsado desde el poder real y desde parte de las elites instruidas en cas-tellano Obviamente el generalizado analfabetismo y desconocimiento de la lengua de comunicacioacuten impuesta relativiza la difusioacuten real de estas praacutecticas y subrayan igualmente el mantenimiento paralelo de praacutecticas orales tradicio-nales ndashen vascondash en la accioacuten de gobierno

Al mismo tiempo como consecuencia de esta cuestioacuten linguumliacutestico-cultural la escritura se convirtioacute en un factor de discriminacioacuten social al no ser com-prensible el mensaje escrito plasmado en ordenanzas actas registros reparti-mientos o censos para gran parte de la poblacioacuten14 Si tenemos en cuenta que el nivel de alfabetizacioacuten era bajo y estratificado mayor en el aacuterea urbana (villas) que en la rural (aldeas) (Ouston 1991) la consecuencia inevitable es que durante buena parte del periacuteodo moderno el acceso y compren-sioacuten de este conjunto documental estaban lejos de ser habituales lo que impulsoacute el mantenimiento de praacutecticas orales y la generalizacioacuten de los incumplimientos del restrictivo requisito linguumliacutestico de la alfabetizacioacuten (Hespanha 1990 pp 445-446 y 1993b p 131) en castellano para el acceso a los cargos En este contexto se comprende mejor la relevancia que fueron adquiriendo los notarios y en particular los escribanos de los concejos ya desde la Edad Media Estos teacutecnicos de la escritura llegaron a erigirse en el aacutembito vasco en figuras de reconocido prestigio y enorme influencia poliacutetico-econoacutemica tanto a nivel local como provincial1516 Los escribanos eran los escasos teacutecnicos del derecho escrito en castellano existentes y por ello ejercieron fuerte influencia sobre la opinioacuten de unas elites en las que

14 Jack Goody ya resaltoacute desde la antropologiacutea las implicaciones sociales y poliacuteticas de la difu-sioacuten de la cultura escrita y su papel en el fortalecimiento de las elites y en la desvalorizacioacuten paralela de las culturas populares donde primaba la oralidad (Goody 1977)

15 Seguacuten Hespanha los escribanos no teniacutean gran prestigio social local pues el derecho escrito era impuesto y no reproduciacutea los usos y costumbres locales (1993a p 52) Pero en el caso vasco las normas locales siacute reproduciacutean el derecho consuetudinario donde habiacutea una mixtificacioacuten entre normas de inspiracioacuten real ndashRegimiento- y escrituracioacuten de praacutecticas consuetudinarias

16 Los escribanos participaban activamente en el gobierno ejerciendo los cargos maacutes relevantes del concejo e incluso de la Provincia En el caso del oficio provincial de Diputado (electo solo en 4 villas) en Tolosa y San Sebastiaacuten maacutes de la mitad de los elegidos eran escribanos (Truchuelo 2000 p 423)

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se integraban y sobre sus decisiones de gobierno y de justicia dado el desco-nocimiento generalizado de la cultura juriacutedica castellana

En definitiva durante todo el periacuteodo convivieron dos dinaacutemicas simultaacute-neas no contradictorias que se complementaban por una parte una tendencia a escriturar las normas y praacutecticas como mecanismo de legitimacioacuten de la constitucioacuten local (y tambieacuten provincial) y por otra parte el mantenimiento de praacutecticas tradicionales donde primaba la oralidad en la transmisioacuten de la informacioacuten en la resolucioacuten de los conflictos y en las acciones de gobier-no en las que participaban no solo miembros de las comunidades locales sino tambieacuten oficiales provinciales y reales Mientras tanto las negociaciones entre los poderes resolviacutean controversias sobre libertades o acciones de go-bierno concretas a traveacutes de mecanismos mixtos que aunaban instrumentos administrativos (memoriales informes traslados de actas de privilegios o deposiciones de testigos) y la defensa oral en el marco de relaciones de clien-telismo y patronazgo plenamente activas en la Monarquiacutea Hispaacutenica para el mejor gobierno y administracioacuten de los territorios17

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Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII

Dariacuteo Rafael Lorenzo(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

Cada historiador examina su praacutectica a partir de su propio campo de trabajo A mi parecer lo que da sentido a los anaacutelisis historiograacuteficos o metodoloacutegicos es su capacidad de inventar objetos de investigacioacuten de proponer nuevas categoriacuteas interpretativas y construir comprensiones ineacuteditas de problemas antiguos

(Chartier 2005 p 10)

Palabras inicialesNuestro anaacutelisis abarca un lapso de tiempo donde se destaca la aparicioacuten de una

cantidad importante de escritos una copiosa literatura de ldquomaacuteximasrdquo de la eacutepoca

() eacutestas dicen en forma breve y adaptada a la ocasioacuten coacutemo se debe obrar ante

una coyuntura determinada tanto por parte del Priacutencipe como de sus vasalloshellip

ante la posibilidad de que en la vida del gobernante se susciten situaciones cuya

concatenacioacuten escapa al proceso loacutegico de la mente hay que estar advertidos (hellip)

(Maravall 1997 p 33)

Lorenzo D R (2017) Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

Literatura que alterna temaacuteticas ndashentre otrasndash sobre la jerarquiacutea de po-deres y el orden natural

Al tratar sobre el origen y naturaleza de la sociedad formas de gobierno obligaciones de los Reyes y suacutebditos arte y teacutecnica del poder en los Priacutenci-pes el testimonio de la Biblia se aduce junto a la argumentacioacuten racional Es de suponer que si la creencia en una armoniacutea entre razoacuten y fe constituyen la roca viva en que se apoya la construccioacuten de la poliacutetica es loacutegico pensar que cuanto amenace esa fundamental base doctrinal produzca gran alarma El arte de conservar el gobierno consiste ndashentre otros aspectosndash en la habilidad del priacutencipe por mantener su reputacioacuten y la de su estado no resulta extrantildeo que obras como la de Jeroacutenimo de Ceballos (Arte Real 1623) y Carillo Lasso (Soberaniacutea e independencia de los reyes de Espantildea 1626) se encuentren ins-piradas dentro de un pensamiento soberanista en respuesta a las dificultades de la eacutepoca (Fernaacutendez Albaladejo 2009 p 113)

El empleo de los teacuterminos poliacutetico y poliacutetica en los escritos de algunos tra-tadistas determinaron que distintos investigadores del siglo XX (Skinner 1986 p 359) analicen particularmente las relaciones entre obligacioacuten mando obe-diencia (Castro Alfin 1999) y sus entornos de poder ldquo(hellip) otros intentos se han llevado a cabo para establecer un marco que perfile la relacioacuten entre pensamiento y accioacuten poliacuteticardquo (Gil Pujol 2006 p 92) Un dilema caracteriacutestico en nuestros tiempos de la teoriacutea poliacutetica ndashretrotrayendo sus estudios a los siglos XVI y XVIIndash es plantear si se subordina la accioacuten poliacutetica a los principios religiosos y morales (De Certeau 2010 p 150) o bien si se afirma la autonomiacutea de la poliacutetica No abordaremos para el presente trabajo los debates surgidos sobre cuaacuteles son los aspectos que debemos tomar en cuenta a la hora de hablar sobre la historia del pensamiento poliacutetico ndashdesde la conducta social o la actividad intelectual (Pocock 2011 p 21)ndash sino que intentaremos tener presente lo que era ldquopoliacuteticamente pen-sablerdquo en un espacio como el Antiguo Reacutegimen (Gil Pujol 2006 p 168)

La recopilacioacuten de fuentes vinculadas a la Espantildea del siglo XVII repre-senta para nosotros un gran desafiacuteo no soacutelo y en atencioacuten al rol que juega la historiografiacutea ndashen especial durante el periacuteodo analizadondash sino tambieacuten por los conceptos y lenguajes propios de los escritores tratadistas memorialistas y juristas de la temprana edad moderna

En este campo autores contemporaacuteneos identifican a la tratadiacutestica es-pantildeola con rasgos propios por un lado aquellos que intentan elaborar una

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Arte de historia y arte de reinar

ldquociencia poliacuteticardquo sometida a la religioacuten verdadera concebida seguacuten la ima-gen del ldquobuen pastorrdquo-ldquopastor y padrerdquo y por otro los que legitiman una nocioacuten de poliacutetica propia en la que gobernar no soacutelo consistiriacutea en guardar a los suacutebditos En ambos sentidos los interrogantes en torno a la construccioacuten del corpus de saber poliacutetico y la funcioacuten del monarca tienen como corolario respuestas muacuteltiples y quizaacutes contradictorias En general se procura que el monarca pudiera actuar ldquoconforme a las reglas de policiacutea y estadordquo

Escritores del siglo XX afirman que no puede ldquocomprenderse el pensa-miento poliacutetico espantildeol sin hacer referencia a Maquiavelordquo (Maravall 1997) por ello no resulta extrantildeo encontrar distintas temaacuteticas sobre la preocupa-cioacuten del discurso pastoral para asegurar la conservacioacuten de la monarquiacutea con la inevitable atencioacuten que ello conlleva en los aspectos de la vida poliacutetica de la comunidad La misioacuten educativa adquiere un intereacutes importante en rela-cioacuten a la persona del Priacutencipe en especial y parafraseando a Carzolio (1997)

durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII marcan un momen-

to de cambio que va del rechazo al intento de insercioacuten de la idea de la razoacuten de

Estado en el pensamiento poliacutetico espantildeol al replanteo de los nuevos liacutemites de

la legitimidad (p 60)

La afirmacioacuten ldquoel Priacutencipe es el alma del estadordquo tiene mucho maacutes que un puro valor metafoacuterico (Foucault 1991 p 103) y pone de manifiesto que eacutel es el que asegura el orden vivo de la Repuacuteblica En esa ldquolucha de cautelasrdquo ndashque implica gobernarndash se recomienda amaestrar el ingenio para vencer el disimulo de los demaacutes y penetrar en el secreto de las intenciones

La finalidad era colocar a la poliacutetica en el plano de la prudencia que cuenta con la fragilidad humana y a la vez con la posibilidad de endereza-miento en la conducta ese fin ndashno el uacutenicondash es perseguido por los escrito-res y explica en cierto modo la copiosa literatura de la eacutepoca sobre coacutemo se debe obrar ante una coyuntura determinada tanto para el Priacutencipe como sus vasallos ldquola prudencia no soacutelo encamina la razoacuten y voluntad humana endereza las potencias y fuerzas del hombre y ordena todas sus acciones pero aun sin ella no puede un hombre serlordquo en consecuencia la prudencia seriacutea el mejor instrumento a disposicioacuten del gobernante porque la realidad poliacutetica de la eacutepoca lo exige

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

La prudencia poliacutetica aparece una y otra vez como virtud indispensable para orientar la conducta y que conjuntamente con la experiencia (Maravall 2001 p 21) establecen las bases ndashno las uacutenicasndash sobre las cuales se construye el ldquopriacutencipe perfectordquo ldquo(hellip) esta prudencia cristiana primero que poliacutetica y civil permitiacutea al priacutencipe enfrentar debidamente las contingencias del aacutembito terrenal sin contravenir el disentildeo divinordquo (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 100) En concreto ldquomediordquo ldquopoliacuteticardquo y ldquomeacutetodordquo son teacuterminos que indican que la accioacuten gubernativa estariacutea guiada por criterios que van maacutes allaacute de un programa de gobierno Sentildeala Gil Pujol (2000)

(hellip) ello se complementaba con una especial disposicioacuten de aacutenimo por parte del

priacutencipe un severo autodominio de sus pasiones Asiacute lo sentenciaba Saavedra

Fajardo el priacutencipe ha de procurar que sus acciones no se gobierne por sus

afectos sino por la razoacuten de Estadohellip no ha de obrar por inclinacioacuten sino por

razoacuten de gobiernohellip tambieacuten este teacutermino ldquorazoacuten de estadordquo y en menor medida

ldquorazoacuten de gobiernordquohellip su significado no era claro ni mucho menos (hellip) (p 40)

Lo maacutes frecuente entre los tratadistas espantildeoles fue defender la ldquoverda-dera razoacuten de estadordquo (Domiacutenguez Ortiz 1992 p 195) en la que la poliacutetica se subsumiacutea con toda naturalidad en la religioacuten

(hellip) la religioacuten marcaba en este sentido la diferencia Sobre ella veniacutean a des-

cansar de hecho los ejes de la formidable maacutequina que era la monarquiacuteahellipy ello

no soacutelo como consecuencia de una previa e ineludible obligacioacuten natural sino

ademaacutes por la conviccioacuten propiamente poliacutetica de que la conservacioacuten de la mo-

narquiacutea no era posible sin ella (hellip) (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 98)

La religioacuten forma parte como elemento de gobierno medio poliacutetico de la ldquorazoacuten de estadordquo y ldquocultura de los priacutencipesrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 82) no debemos pasar por alto que maacutes allaacute de las complejidades en las formas del orden poliacutetico y los planteamientos religiosos algunos tratados sobre razoacuten de estado incorporan otro contenido nos referimos a la situacioacuten ldquoeconoacutemicardquo y conservacioacuten con un sentido de viabilidad material En la problemaacutetica sobre eacutetica y poliacutetica surgen ldquocomplejiacutesimas condiciones en que tiene que manejarse el gobernante (hellip)rdquo (Murillo Ferrol 1957 p 174) Asiacute emerge una expresioacuten como razoacuten de estado utilizada en sentidos diferentes y antagoacutenicos la astuta

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Arte de historia y arte de reinar

falsa o ateiacutesta que para muchos autores es la defendida por Maquiavelo y que se concibe como una mera teacutecnica de adquisicioacuten conservacioacuten y aumento del poder sin que la eacutetica juegue ninguacuten papel y la verdadera perfecta o de la bue-na razoacuten de estado que siendo tambieacuten una teacutecnica de conservacioacuten y poder armonice el afaacuten de los priacutencipes con la teologiacutea

No es nuestra intencioacuten definir en forma pormenorizada la expresioacuten ldquorazoacuten de estadordquo o el momento preciso en que aparece sin embargo re-sulta interesante remarcar algunos autores que se refieren a la misma a co-mienzos del siglo XVII uno de ellos es Pedro Barbosa Homen (1627) que la define de la siguiente manera ldquo(hellip) una doctrina especial que por medio de varias reglas hace diestro a un priacutencipe o para conservar en los mismos estados la forma y grandeza original que tienen o para con nuevos aumen-tos ilustrar o acrecentar la antigua masa de que ellos se formanrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 18) por otra parte Francisco de Quevedo ldquoconsidera-ba que razoacuten de estado nada tiene que ver con la poliacutetica porque supone el ejercicio del poder de una forma diaboacutelica va contra toda moral cristiana y pone en peligro el orden poliacutetico existente (hellip)rdquo (Rus Rufino y Zamora Bonilla 2000 p 15) Razoacuten de estado aparece entonces bajo diversas fa-cetas una forma de educar a los priacutencipes como teoriacutea poliacutetica al margen del derecho un comportamiento universal de los gobernantes o bien como praacutectica de gobierno Creemos que no hay una razoacuten de Estado hay razones de Estado que influyen entre la razoacuten recta y el subjetivismo moral que es la voluntad del priacutencipe como artiacutefice de la poliacutetica entre una y otra existe un largo debate intelectual

ldquoFue era de poliacuteticoshellipdigo poliacutetico prudente no poliacutetico astutohelliprdquo

La introduccioacuten del tacitismo (Maravall 2001 p68) representa un eficaz instrumento de ldquomodernizacioacutenrdquo bajo la idea de la experiencia vinculada a la poliacutetica y forma parte del ldquoprograma educativordquo que dio nueva relevancia y profundizoacute las funciones tradicionalmente atribuidas a la historia en un periacuteo-do que utilizando la metaacutefora de la eacutepoca es un huerto en el que se siembra una variedad creciente de maneras de entender la poliacutetica1 Intentaremos en general

1 Sobre el particular veacutease Antoacuten Martiacutenez (1991) y Toffanin (1972)

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

descifrar de queacute manera esas representaciones construyen un corpus de saber poliacutetico y que atantildee por ende la funcioacuten del priacutencipe

En una obra de reciente aparicioacuten (Cabeza Rodriacuteguez y Carrasco Martiacutenez 2013 p 9) argumentan que hacia finales del siglo XVI dos obras tuvieron in-fluencia en toda Europa y en particular en la Monarquiacutea Hispaacutenica Politicorum sive civilis doctrinae de Justo Lipsio y Della ragion di Stato Giovanni Botero que desde diferentes enfoques se manifiestan a favor de la conservacioacuten del estado monaacuterquico y consideran que a traveacutes del arte de la poliacutetica se podraacute armonizar la justificacioacuten eacutetico religiosa de la autoridad y la racionalizacioacuten de las praacutecticas de gobierno En la Monarquiacutea Hispaacutenica la edicioacuten de Justo Lipsio (1997) se convirtioacute en una de las columnas sobre las cuales se levantoacute la estructura doctrinal de la razoacuten de Estado

Aspiramos dar cuenta de la crisis que atravesoacute la Monarquiacutea Hispaacutenica y que motivaraacute entre otras a la aparicioacuten del fenoacutemeno denominado arbitrismo ldquoque ha dejado huellas escritos importantes que comienzan en los cinco antildeos uacuteltimos del siglo XVI (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 44) o bien en palabras de Fortea Peacuterez (1998) ldquohellipdesde fines de la deacutecada de los ochenta se veniacutean acumulando siacutentomas de descontento respecto al mal cariz que empezaban a mostrar los asuntos poliacuteticos y econoacutemicos de la Monarquiacutea (hellip)rdquo (p 163) El correlato y posterior interpreta-cioacuten que podemos hacer de la sociedad espantildeola a comienzos del siglo XVII nos introduce a un mundo que para nuestra contemporaneidad puede resultar extrantildeo por ello pretendemos una vez maacutes ldquorecordar una vez maacutes que el pasado es dema-siado complicado y problemaacutetico para conformarnos con una uacutenica descripcioacutenhellip pretendidamente exacta correcta y definitiva (hellip)rdquo (Fernaacutendez y Fuentes 2004 pp 11-26) En la inculcacioacuten de nuevas coacciones el impreso juega un papel esencial porque fija y explicita los gestos legiacutetimos y los que ya no lo son

Los arbitristas elaboraron una serie de tratados o memoriales que no son exactamente consejos para priacutencipes sino que se presentan con un corpus de obras sobre pensamiento poliacutetico ndashque vinculan el arte de gobernar con el conocimiento de la historiandash economiacutea y sociedad

(hellip) en la pluma de los arbitristas todo desde la iniquidad de los estatutos de

limpieza de sangre al mal estado del cauce del Guadalquivir podiacutea pasar a ser

motivo inspirador de demandas y planes de reforma de amplitud utoacutepica (hellip)

(Olivari 2004 p 34)

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Arte de historia y arte de reinar

En palabras de Fernaacutendez Albaladejo (2009)

(hellip) maacutes allaacute de la caracterizacioacuten adversa o simplemente extravagante que pue-

da pesar sobre el arbitrismo parece fuera de toda duda que el menos una parte

importante de esa reflexioacuten habiacutea puesto sobre la mesa ndashy no fuera de tiempondash los

fundamentos de una economiacutea poliacutetica (hellip) (p 258)

La expansioacuten y proliferacioacuten de los arbitristas se manifiesta ndashentre otrosndash en contrarrestar la progresiva caducidad de la Monarquiacutea Hispaacutenica parafra-seando a Domiacutenguez Ortiz ldquo(hellip) no explica una oposicioacuten al sistema sino una oposicioacuten dentro del sistema cuyos fallos tratan de denunciar precisamente para salvarlo sin atacar sus puntos fundamentales (hellip)rdquo (Gallego 1986 p 16)

No pretendemos efectuar un repaso temaacutetico general y aportar todo el repertorio bibliograacutefico sobre el espacio temporal que analizamos sino re-gistrar las variadas facetas que contribuyen a un mayor esclarecimiento so-bre el discurso de un grupo de escritores durante la primera mitad del siglo XVII castellano Durante los uacuteltimos antildeos del reinado de Felipe II Castilla experimenta una serie de dificultades y reveses de distinta iacutendole2 en este sentido estudios actuales sugieren contrastar el fin de una eacutepoca de oro y el comienzo de otra3 marcada eacutesta uacuteltima por un signo no tan favorable para la Monarquiacutea Hispaacutenica parte de la historiografiacutea considera y situacutea la crisis del poderiacuteo y conciencia de los espantildeoles entre 1598 y 1620rdquo (Vilar 1993 p 332) donde el contraste entre el reinado de Felipe III y su padre ndasha pesar que en los dos momentos se conocieron dificultades financieras e inquietud poliacuteticandash con Felipe III se inaugura una conciencia de ldquocrisis mucho maacutes ampliardquo y los escritos se multiplican (Vilar Berrogain 1973)

La deacutecada de 1590 provocoacute un clima de desconfianza e invadioacute la vida poliacutetica del reino castellano ese profundo recelo hacia el gobierno

2 ldquo(hellip) digamos uacuteltimo Felipe II que rige su Monarquiacutea presionado por numerosas urgencias en una coyuntura de tintes criacuteticos que debilita la posicioacuten de la Corona y en la que sus sistema de gobier-no alcanza la mencionada madurez conflictiva al mismo tiempo que se ve sometido al maacutes severo de los juicios Los viejos problemas se presentan como urgencias nuevas (hellip)rdquo (Bouza Alvarez 1997 p 7)

3 ldquoEntre aproximadamente 1500 y 1700 la economiacutea castellana conocioacute dos fases coyunturales de ldquolarga duracioacutenrdquo y opuestas por su signo una expansiva que arranca del siglo XV y culmina alre-dedor de los antildeos ochenta del siglo XVI otra depresiva que toca fondo seguacuten regiones entre 1630 y 1680 y que preside la eacutepoca de la decadenciardquo (Garciacutea Sanz 1985 p 12)

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

o el proceder de los ministros del rey se alimentoacute de una serie de concretas amenazas al tradicional equilibrio del orden poliacutetico Nuestro espacio de in-vestigacioacuten abarca el periacuteodo 1598-1640 lapso donde se produce la aparicioacuten de una cantidad importante de tratados cuyos temas tratan ndashentre otrosndash so-bre la jerarquiacutea de poderes en el contexto de la Monarquiacutea Catoacutelica y de una cultura poliacutetica jurisdiccionalista En coincidencia con la llegada al trono de Felipe III el licenciado Martiacuten Gonzaacutelez de Cellorigo abogado de la Real Chancilleriacutea de Valladolid dio a conocer en el antildeo 1600 su Memorial de la poliacutetica necesaria y uacutetil restauracioacuten a la repuacuteblica de Espantildea (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991) En su proacutelogo exhorta que siendo las virtudes del nuevo Priacutencipe iguales a las del rey difunto la Repuacuteblica tiene asegurado su resurgi-miento ldquo(hellip) por maacutes que esteacute en caiacutedahellip ha llegado el tiempo en que Espantildea va a confrontar sus realidades con sus mitos para reiacuter o para llorar (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 333) El planteamiento se aparta de la lectura profeacutetica de la peacuterdida o redencioacuten para instalarse en la perspectiva poliacutetica del anaacutelisis sobre la declinacioacuten y restauracioacuten de las repuacuteblicas

La restauracioacuten y reformacioacuten del reino implicaba una vuelta a sus princi-pios a la situacioacuten social y econoacutemica del reinado de los Reyes Catoacutelicos para lo cual era necesario invocar la capacidad del Priacutencipe prudente para mantener el reino dentro del orden tradicional Las praacutecticas y discursos construidos por los arbitristas no soacutelo parten de las influencias de diferentes doctrinas poliacuteticas sino tambieacuten de la recepcioacuten subrepticia que realizan sobre la naturaleza de la ldquorealidad poliacuteticardquo y la buacutesqueda de una ldquorazoacuten de estadordquo a fin de proteger al Reino y sin poner en peligro la integridad eacutetica de su base poniendo especial eacutenfasis en los mecanismos que utiliza el priacutencipe en el arte de gobernar

Los arbitristas debates historiograacuteficos y conceptualesLos testigos de la eacutepoca percibieron diferentes siacutentomas y dificultades

registrando sus testimonios en memoriales tratados apuntamientos o simple-mente avisos algunos de ellos se los conoce bajo el nombre de arbitrios y como arbitristas a sus autores los intentos parecieron no muy sencillos llegar al monarca proponiendo muacuteltiples soluciones yo remedios para ser aplicados en forma inmediata (Alvar Ezquerra 1998 p 90) iquestQuieacutenes fueron arbitristas en general algunos estudios sentildealan que su aparicioacuten se debe a los problemas fiscales que soportaba Castilla (Alvar Ezquerra 2006) paralelamente se des-

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Arte de historia y arte de reinar

tacan tratados teoacutericos de moralidad y ldquocontabilidadrdquo La imagen peyorativa proveniente de arbitrios o expedientes que recomendaban al rey diferentes so-luciones o remedios a problemas concretos se destacaron ndashalgunos de ellosndash por desafortunados y ganaron una peacutesima fama ldquo(hellip) conviene no confundir el tubo vendido a un real en la esquina de una calle con la receta de un teacutecnico la queja de una corporacioacuten o el pensamiento de un repuacuteblico formado en el bufete de un jurista o en la celda de un monje (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 337) sobre el particular recordamos un pasaje en (Quevedo y Villegas 1852 p 498-499)

(hellip) comenzoacute a decir de queacute manera se podiacutea ganar la Tierra Santa y como se

ganariacutea Argel en los cuales discursos echeacute de ver que era loco repuacuteblico y de

gobiernohellip y venimos a dar de una cosa en otra en Flandes Aquiacute fue ello que

empezoacute a suspirar y decir Maacutes me cuestan a miacute esos estados que al Rey porque

hace catorce antildeos que ando con un arbitrio que si como es imposible no lo fuera

ya estuviera todo sosegadordquo iquestQueacute dice a vuestra merced que no se puede hacer

Hacerse puede que ser imposible es otra cosa (hellip)

Todas aquellas observaciones y advertencias de caraacutecter profeacutetico eco-noacutemico poliacutetico y social manifestadas desde finales del siglo XVI y comien-zos del XVII enfrentan una sucesioacuten de momentos opuestos uno de plenitud y otro de miseria que se suceden y alternan contradicciones con que viviacutea la sociedad espantildeola de la eacutepoca4 Los memoriales5 (Lorenzo Cadarso 1992 p 93) eran las herramientas utilizadas por los arbitristas para dirigir sus propues-tas o arbitrios y mantienen una consonancia con las relaciones de reciprocidad originadas como obligacioacuten o deber de consejo6 (Maravall 1997 p 275) que

4 Para una reflexioacuten sobre las tensiones intelectuales y eacuteticas del Barroco espantildeol veacutease Rodriacute-guez-San Pedro Bezares (1988)

5 Sobre el particular Lorenzo Cadarso afirma ldquo(hellip) Probablemente fueron miles los memoriales que desde los maacutes remotos lugares del Imperio se enviaron a la Corte con la esperanza de que fueran leiacutedos y tomados en consideracioacuten Ciertamente pocos los consiguieron pero con su estudio se puede reconstruir lo maacutes esencial y caracteriacutestico del pensamiento poliacutetico econoacutemico y social de la Espantildea del Siglo de Oro (hellip)rdquo

6 ldquo(hellip) En la obra de los escritores poliacuteticos que nos ocupan quizaacute nada destaque tan relevante-mente como el tema del Consejo y la importancia que le conceden dentro de su concepcioacuten del poder y del Estado En lo publicistas anteriores y posteriores a ellos es frecuente hallar referencias abundantes a los oacuterganos de asesoramiento y consulta pero nunca es cuestioacuten que adquiera en ninguacuten caso la tras-cendencia que presenta en nuestros escritores del siglo XVII (hellip)rdquo

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maacutes allaacute de formular sus remedios frente a la declinacioacuten permiten observar intentos por legitimar y proponer programas destinados a contribuir y crear eficaces viacuteas de distribucioacuten de las riquezas entre otras

Por lo antedicho el arbitrismo se configura como un fenoacutemeno de expre-sioacuten y de reflexioacuten criacutetica en un intento por dilucidar las causas de la ldquocri-sisrdquo y proporcionar remedios para la recuperacioacuten y superacioacuten econoacutemica poliacutetica-social de la Monarquiacutea Por otra parte destacamos sus compartidas creencias de que ldquoalgo habiacutea ido seriamente malrdquo en la sociedad ldquoa la que debiacutean lealtadrdquo Las propuestas de Cellorigo para restaurar la monarquiacutea a partir de una vuelta o regreso a los oriacutegenes no representa una posicioacuten ais-lada o improvisada el propio autor se considera como poliacutetico es por ello que intentamos demostrar que aquello considerado ldquopoliacuteticordquo es muacuteltiple y mucho maacutes complejo subrayando que en la mayoriacutea de los estudios sobre el tema del poder (Julia 1989) se ha ampliado y recobrado en la dimensioacuten poliacutetica de la historia

ldquo(hellip) gobierno y poliacutetica informal instituciones y rituales biografiacutea y prosopografiacutea

toma de decisiones y poliacutetica desde abajo presioacuten fiscal y redes clientelares integracioacuten

de las elites y poliacutetica popular microfiacutesica del poder y formas de dominio no coerciti-

vas revolucioacuten y negociacioacuten cultura poliacutetica y lenguaje son algunos de los aacutembitos

que esta historia poliacutetica expansiva ha hecho suyos (hellip)rdquo (Gil Pujol 2006 p 13)

La sociedad a comienzos del siglo XVII nos revela la razoacuten de su propia crisis y ambivalencia los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y reclaman que la ejemplaridad del monarca debe ser imprescindible en el ejercicio de una virtud la responsabilidad de mando con el fin de conservar la monarquiacutea En este sentido la misioacuten desarrollo y ldquofuncioacuten poliacuteticardquo del arbitrismo es alcanzar la ldquorestauracioacutenrdquo y ldquoconservacioacutenrdquo del Reino manifestando una doble posicioacuten ldquodesempentildeo del reyrdquo y ldquodesempentildeo del reinordquo ambas partes deben coordinarse a partir del caraacutecter trascendente de la ldquoautoridad poliacuteticardquo En este punto pro-ponemos retomar una idea que conduce a la buacutesqueda sobre las praacutecticas de los arbitristas en relacioacuten a su loacutegica interna a partir del aporte de la nueva historia poliacutetica favoreciendo nuestro mejor entendimiento en relacioacuten a las transforma-ciones en el reacutegimen del Estado Moderno7 Numerosos autores plantean que en

7 En este caso no abordaremos aquiacute por cuestiones de espacio ampliamente debatido en los

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los siglos XVI y XVII se ldquoimponenrdquo sobre los individuos una construccioacuten poliacutetica que supone una presioacuten y un viacutenculo de sujecioacuten respecto al poder

(Maravall 1972 p 56)8

Procuramos inferir en el sentido histoacuterico y doctrinal de los llamados arbitristas quienes se manifestaron preocupados por la ldquosalvacioacutenrdquo material de la Monarquiacutea

ldquobajo la influencia de los arbitristas la Castilla de principios del siglo XVII se

lanzoacute a una freneacutetica introspeccioacuten nacional en un desesperado intento por des-

cubrir hasta queacute punto la realidad habiacutea sido escamoteada por la ilusioacuten (hellip) los

arbitristas no se limitaban en modo alguno en analizar Tambieacuten teniacutean que hallar

la solucioacuten (hellip)rdquo

Los arbitristas se consideraban a siacute mismos revestidos de responsabilidad ldquo(hellip) eran los vigiacuteas de las atalayas las torres situadas al borde del mar desde las cuales sus vigilantes montaban guardia permanentemente al acecho de cual-quier nave turca o mora que apareciera en el horizonte (hellip)rdquo (Elliott 2004 p 118) es por ello que cientos de escritos en formas de memoriales apuntamien-tos consejos avisos proyectos o tratados llegaban a instancias cercanas al rey

ldquola aspiracioacuten de todos es que el examinador fuera el reyhellip muchos arbitrios

no fueran maacutes que retoques a otros anterioreshellip podriacutea explicarse ameacuten de por

otras razones obvias a la certeza del arbitrista de que se iba a cumplir ya que se

estaba aplicando una matiz por decirlo de alguna manera y dando un chivatazo

se perfeccionaba y desde luego ndasho deberiacutea recibirsendash segura recompensahelliprdquo

(Alvar Ezquerra 2006 p 418)

uacuteltimos antildeos Desde la Historia poliacutetica los intentos de numerosos investigadores por realizar trabajos sobre las instituciones baacutesicas para el funcionamiento de la Monarquiacutea Absoluta se ha visto multiplica-da respecto a sus perspectivas Consejos Secretarias de Estado Chancilleriacuteas Algunos han optado por ocuparse de otros aspectos de la vida cortesana y de sus actores Martinez Shaw (1999 pp 157-175) ademaacutes veacutease Fernandez Albaladejo (1992) y Fernandez-Santamariacutea (1997) entre otros

8 Acerca de la relacioacuten entre el poder y el estado Maravall sentildeala ldquo(hellip) toda organizacioacuten lleva consigo un conjunto de normas propio un propio y autoacutenomo sistema de legalidad En su virtud el Estado y el mismo poder cuanto maacutes organizados maacutes objetivados se reconocen respecto al arbitrio del priacutencipe y del equipo de gobernantes El Estado cuanto maacutes se somete a organizacioacuten maacutes aparece como mecanismo que sigue su propio movimiento (hellip)rdquo

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Pese a la gravedad de sus diagnoacutesticos estaacuten convencidos de que habiacutea que hacer algo y que esto podriacutea hacerse Coincidimos con el planteamiento de Garciacutea Guerra (2006 p 185) con respecto a la relacioacuten de los arbitristas y su contexto la autora considera que

ldquono debemos perder de vista es que a la hora de estudiar a los arbitristas no po-

demos separar el pensamiento poliacutetico del pensamiento econoacutemico Por el con-

trario cabe estudiar a los arbitristas en tanto que actores poliacuteticos examinando

el impacto de su accioacuten en la actividad de las instituciones a las que destinan los

arbitrios y su posible influencia en la toma de decisiones Y cabe estudiarlos

dentro de la esfera econoacutemica como autores de textos en los que se esbozan ya

teoriacuteas macroeconoacutemicas y sobre todo en los que se desarrollan teoriacuteas acerca

de la poliacutetica monetaria del priacutencipe (hellip)rdquo

La buacutesqueda de intermediarios o intercesores para acceder al rey no era un elemento accidental en el arbitrismo sino algo consustancial Obtener un premio en metaacutelico oficio haacutebito gracia o merced era el objetivo de muchos memorialistas y se lograba a traveacutes de ldquopatronosrdquo cortesanos

Arbitrio Arbitrismo y ArbitristaEn general las diversas temaacuteticas de los arbitristas se enmarcan en un

universo maacutes complejo dentro del discurso de la eacutepoca y forman parte de los temas centrales que aborda la cultura poliacutetica castellana ldquo(hellip) es verdad que hubo en la Espantildea de los Siglos de Oro muchos tipos de arbitrismos (hellip)rdquo (Garciacutea Hernaacuten 2002 p 84) ejemplo de ellos los encontramos en los traba-jos publicados por Cuartas Rivero (1981) la seleccioacuten de Correa Calderoacuten (1981) sin olvidarnos de las aportaciones de Gutieacuterrez Nieto (1986) y las contribuciones de Vaacutezquez de Prada (1977)

Sentildeala Elliott (1982 p 121) que algunos arbitristas como Moncada (1974) Gonzaacutelez de Cellorigo (1991) o Caxa de Leruela (1975) ndashentre otrosndash no perciben la declinacioacuten como un proceso irreversible sino que frente a ello recurren a glorias pasadas y a los designios de la voluntad de Dios para buscar una pronta respuesta Los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y denuncian ldquo(hellip) una aguda crisis de valores de una tre-menda peacuterdida de confianza en el vigor espiritual de la Monarquiacutea (hellip)rdquo

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(Vilar Berrogain 1973 p 288) cuyo corolario natural era la buacutesqueda de un ldquopuritanismo moralizadorrdquo Gran parte de la literatura del Siglo de Oro nos ha dejado la imagen del arbitrista como una

ldquo(hellip) plaga de los estados o miserable forjador de quimeras (hellip) porque reuacutene (hellip)

el detestable prestigio del mal consejero del rey y del financiero opresor del pueblo

el caraacutecter ridiacuteculo triste o divertido del desplazado y del fracasado la mala repu-

tacioacuten del charlataacuten y del falso sabio (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 289)

Por otro lado observamos que algunos autores describen y comparan a los arbitrios como

ldquo(hellip) una faena de torero consumado ensentildean el trapo rojo al valido de turno

lo agitan ante sus ojos arriesgan se acercan incitan y esperan la noble embes-

tida El toro pasa el torero levanta el trapo y detraacutes no hay nada En este escri-

to encontramos la misma liturgia el arbitrista mostraba un parte de su arbitrio

esperaba que alguien lo recogiera y lo leyera despueacutes generalmente arbitrista

y destinatario quedaban en la misma posicioacuten habiacutea que empezar de nuevo la

faena mostrando el arbitrio ndash trapo a otro toro a ver si embestiacutea soacutelo que despueacutes

del primer pase vendriacutean otro y otro Era un juego porque ninguno de los prota-

gonistas queriacutea llegar hasta el final (hellip)rdquo (Bravo Lozano 2008 p 676)

Aunque los temas referidos pueden ser de diferente iacutendole una gran par-te de los memoriales responden a un esquema comuacuten causas de la decaden-cia y remedios propuestos Preocupa en el siglo XVII saber penetrar en los aacutenimos las voluntades y la memoria eacutesta uacuteltima como concepcioacuten funda-mental de las sociedades y los escritores del Antiguo Reacutegimen conociacutean muy bien el factor preteacuterito Conservar memoria es asegurar una especie de vida eterna ldquo(hellip) El mensaje de los arbitristas y reformadores era un mensaje de retorno a la primitiva pureza de moral y costumbres retorno al gobierno justo e incorrupto retorno a las virtudes sencillas de una sociedad rural y marcial El futuro se situacutea baacutesicamente en el pasado (hellip)rdquo (Elliott 1982 p 211)

Algunos autores del siglo XX reemplazan el teacutermino arbitristas para deno-minarlos ldquoeconomistasrdquo ldquoteoacutericos de los negociosrdquo ldquopatriotasrdquo o ldquorepuacuteblicosrdquo incluso se buscan ejemplos en ideologiacuteas contemporaacuteneas convirtiendo ndashcomo ejemplondash a Mateo Loacutepez Bravo en socialista (Mechoulan 1977 p 32)

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En cierta medida la llamada ldquorehabilitacioacuten de los arbitristasrdquo se debe al re-conocimiento que se les concede no soacutelo a sus aciertos en materia econoacutemi-ca sino tambieacuten se destacan por su prolijidad y perseverancia en el empentildeo brevedad en la ejecucioacuten del remedio y facilidad en su aplicacioacuten Intentar el rescate de textos arbitristas es repensar su accionar como generadores de ideas dentro del complejo cultural y poliacutetico del siglo XVII castellano

A modo de conclusioacutenEl arbitrismo ha sido siempre un aspecto de la modernidad temprana espa-

ntildeola que ha atraiacutedo a investigadores peninsulares y extranjeros de talla Pierre Vilar Elliot Domiacutenguez Ortiz Jean Vilar entre otros La enorme cantidad de escritos arbitristas han sido aceptados como testimonio de testigos en muchos casos expertos o capacitados para darnos cuenta de los ldquomales de Espantildeardquo Dentro de ella prodigan consejos acerca de coacutemo preservar el dominio y el po-der a un rey pastor y meacutedico Los arbitristas utilizaban teacuterminos de la medicina para comprender la situacioacuten de malestar que sufriacutea la monarquiacutea espantildeola aquella ciencia conserva el equilibrio que las partes y cualidades del cuerpo humano han de mantener entre siacute para preservar la salud del hombre

Una de las principales caracteriacutesticas ndashno la uacutenicandash del siglo XVII es la costumbre por escribir y se transforma en instrumento necesario para el funcionamiento y construccioacuten de las redes de relaciones a traveacutes de ella se reiteran las instrucciones que reciben los hombres para desempentildear sus oficios en pos del bien comuacuten inclusive para gobernar a partir del ejemplo

Acuciados por las urgencias los arbitristas buscaron posibles soluciones en una gama que va desde la abierta contradiccioacuten hasta la buacutesqueda de foacuter-mulas que permitieran acomodar los ideales vigentes a las nuevas situaciones que presentaba la vida cotidiana Por ello es posible distinguir un discurso propio del arbitrista caracterizado por un lenguaje estilo de expresioacuten ex-posicioacuten y formas de argumentacioacuten con razonamientos especiacuteficos y pala-bras claves como ldquoprovechordquo y ldquodantildeordquo ldquoReyrdquo y ldquoReynosrdquo ldquorepuacuteblicardquo y ldquovasallosrdquo ldquoempentildeordquo y ldquodesempentildeordquo ldquobien de todosrdquo y ldquoqueja de nadierdquo ldquorestauracioacuten de la repuacuteblicardquo ldquodesempentildeo del reinordquo y ldquodestruccioacuten de la repuacuteblicardquo entre otras Recurren a autores claacutesicos como Seacuteneca Taacutecito o Lipsio ndashentre otrosndash para desarrollar no soacutelo una teacutecnica de observacioacuten sino tambieacuten el uso y empleo de un meacutetodo inductivo y una matizacioacuten psicoloacutegica

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en materia poliacutetica El arbitrismo se convierte en un fenoacutemeno que puede desarrollarse en una sociedad que reflexiona sobre siacute misma

Es importante remarcar el dinamismo de la eacutepoca y actitud criacutetica que incrementoacute la capacidad de discrepancia y afaacuten de ldquoreformardquo El buen go-bierno el bien comuacuten el respeto al pasado y el orden social constituyen principios generales de modo que se trata de distinguir corrientes y modos de aplicarlos entre todos aquellos que los invocan Si bien los diagnoacutesticos que maacutes han llamado la atencioacuten han sido los de iacutendole econoacutemica muchos de los ldquoreformadoresrdquo en tiempos de Felipe III y Felipe IV consideraban en realidad que los principales problemas que afligiacutean eran fundamentalmente de caraacutecter moral y teniacutean que ver sobre todo con las costumbres

El deterioro econoacutemico y poliacutetico de la Monarquiacutea de Espantildea suscitoacute no pocas reflexiones La pobreza el hambre y la declinacioacuten que comparadas con el esplendor de tiempos pasados hicieron que muchos autores aporta-ran remedios y soluciones La Monarquiacutea a comienzos del siglo XVII tiene sentildeales evidentes de su propia crisis y los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten Para revertirla reclaman que la ejemplaridad del monarca es im-prescindible en el ejercicio de la virtud

El teacutermino arbitrio adquirioacute entre los coetaacuteneos una significacioacuten peyorativa La reaccioacuten del puacuteblico y de la literatura del momento ante la presioacuten fiscal y las ldquodesventurasrdquo poliacuteticas habiacutean confundido responsables poliacuteticos y personas que proponiacutean remedios Muchos de los memorialistas del siglo XVII no pretenden que se los denomine arbitristas ni que sus medios se los califique como arbitrios aunque paradoacutejicamente incluyan esta palabra en el tiacutetulo de sus escritos

Las respuestas de los arbitristas parten en algunos casos desde la propia experiencia de su cargo o su entorno otros en cambio no son maacutes que con-sejeros improvisados quizaacutes esta sea la advertencia de algunos tratadistas frente a los malos consejeros En este juego y empleo de meacutetodos para el aumento y conservacioacuten del reino aparece una ldquoincipienterdquo ciencia el arte de gobernar donde experiencia e historia aparecen en escena con un compo-nente claramente poliacutetico

Fernaacutendez Albaladejo (2009 p 246) propone la existencia de un nuevo arbitrismo a comienzos del siglo XVII contraponieacutendolo al arbitrio ingenuo por muy bien intencionado que fuese Para fundamentar lo antedicho reto-ma la obra de Gonzaacutelez de Cellorigo ndashquien reclama ldquoreglasrdquo que hubieren

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de seguirse para la conservacioacuten del reinondash ldquo(hellip) no fuesen otras que las que en buena poliacutetica se pudieren fundar rechazaacutendose las propuestas de quienes procediesen sin haber pasado por estudio de las leyes y sin entender la razoacuten de estado (hellip)rdquo

La mayoriacutea de los arbitristas no son marginados ni se situacutean fuera de la negociacioacuten poliacutetica En las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI proliferan escritos referentes a los temas de la restauracioacuten econoacutemica difiacutecil de separar de aque-llas obras con un creciente intereacutes por lo poliacutetico Los trabajos sobre el ldquoarte de gobernarrdquo y ldquobuen gobiernordquo coexisten con aquellos en suma pretenden la ldquoconservacioacuten y aumento de la monarquiacuteardquo a fin de alcanzar el bien comuacuten

Las intenciones de algunos arbitrios es conjugar las nuevas doctrinas de la razoacuten de estado manifestadas en Europa de fines del siglo XVI y comienzos del XVII con el pensamiento poliacutetico tradicional algunas obras proponen reme-dios para resolver los problemas no la superacioacuten del orden social imperante sino su restauracioacuten por una viacutea La del buen gobierno La cuestioacuten esencial era preservar y mantener no en alusioacuten a una decadencia inevitable hay una enfermedad pero se pensaba que teniacutea remedio para Gonzaacutelez de Cellorigo

ldquoQue razoacuten hay para entender que un gobierno tan prudente y tan sabio como nues-

tro Priacutencipe sustenta previniendo a las cosas del Estado no reparara con consejo y

con remedios la ruina y caiacuteda de los suyoshellip deben fiar de tan buenos y entendidos

meacutedicos como los que en el consejo de sus Priacutencipe asisten que con prudencia to-

maraacute los siacutentomas del diacutea criacutetico y haraacute seguro juicio en el suceso de sus consejos

para surgir en alto con esta monarquiacutea y ponerla en puesto seguro donde vuelva y

permanezca en su florido estadordquo (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991 p 54)

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El siglo XVIII asistioacute a una profunda renovacioacuten de la marina espantildeola en todas sus vertientes1 Las reformas se acometieron en tres frentes identifi-cados con la necesidad de contar con barcos con oficiales y con tripulaciones Como preaacutembulo la reorganizacioacuten administrativa se inicioacute con la supresioacuten de las distintas armadas y la constitucioacuten de una Armada Real (1714) siguioacute con la creacioacuten de los tres departamentos mariacutetimos de Ferrol Cartagena y Caacutediz (1726) que se subdividiriacutean (a partir de 1748) en provincias mariacutetimas con un ministro de Marina a la cabeza las cuales a su vez albergariacutean una serie de subdelegaciones para unidades costeras menores y con la instaura-cioacuten del Almirantazgo (1737-1748) como veacutertice de la jurisdiccioacuten de Ma-rina bajo la cual entrariacutean los individuos de la Matriacutecula cuyos derechos y

1 Este trabajo no hubiera sido posible sin la inestimable y generosa ayuda de nuestros compantildee-ros Marta Garciacutea Garraloacuten (UNED) que nos permitioacute la consulta de un artiacuteculo suyo todaviacutea en prensa y nos brindoacute valiosas sugerencias y Bernd Hausberger (El Colegio de Meacutexico) que nos remitioacute la documentacioacuten recogida y fotocopiada por nosotros en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico

Martiacutenez Shaw C y Alfonso Mola M (2017) Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el capitaacuten del puerto de Vera Cruz En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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deberes se especificaban por maacutes que la completa implantacioacuten del sistema hubiese de aguardar hasta 1751 y se cerroacute con la redaccioacuten de unas Ordenan-zas de la Armada (1748) que sin embargo soacutelo llegaron a ser parcialmente publicadas al antildeo siguiente La construccioacuten de barcos de guerra realizada a principios de siglo por el sistema de asientos con empresarios particulares fue pasando a la administracioacuten directa del Estado a medida que empezaron a funcionar los arsenales establecidos en los tres departamentos mariacutetimos (Ferrol Cartagena y La Carraca junto a Caacutediz) a los que hay que sumar otros astilleros reales que trabajaron tanto para la marina mercante como de guerra a lo largo del siglo (Guarnizo en Cantabria Zorroza en Vizcaya Pasajes en Guipuacutezcoa) La formacioacuten de la oficialidad fue encomendada fundamental-mente a la Academia de Guardias Marinas de Caacutediz (1717) que se convirtioacute en un gran centro cientiacutefico y teacutecnico a lo largo del siglo induciendo asiacute a la creacioacuten de otros dos establecimientos semejantes en Cartagena y Ferrol ya maacutes tardiacuteamente (1776) Finalmente la Ordenanza de Matriacutecula (que siguioacute a la Ordenanza de Montes de 1748 y que en realidad componiacutea el tiacutetulo III del tratado X de las Ordenanzas de la Armada ya citadas) entroacute en vigor en 1751 declarando obligatorio el servicio en la Armada para la gente de mar (marineros y pescadores) y para la gente de maestranza (carpinteros de ribera y calafates) lo que permitiacutea contar con tripulaciones adecuadas en los mo-mentos de guerra aunque a costa de causar los loacutegicos perjuicios al sector pesquero a la marina mercante y al comercio mariacutetimo2

En Ameacuterica las disposiciones sobre la Marina fueron en general a re-molque de las metropolitanas Asiacute aunque el arsenal de La Habana empe-zase a funcionar en 1723 no fue hasta mediados de siglo cuando adquirioacute una real envergadura y no fue hasta despueacutes de la devolucioacuten de la ciudad por los ingleses en 1763 cuando inicioacute su ascenso hasta convertirse en el maacutes importante de todo el Imperio3 Del mismo modo la Matriacutecula de Mar pese a algunos intentos anteriores no se introdujo en Ameacuterica hasta la Real

2 Para una introduccioacuten reciente Martiacutenez Shaw (2014 pp 35-64) Un resumen de las reformas borboacutenicas en el aacutembito de la Marina en Martiacutenez Shaw (1998 especialmente pp 372-375) Para una completa siacutentesis sobre el Almirantazgo Ceballos-Escalera Gila (2011) Para la Matriacutecula de Mar Vaacutezquez Lijoacute (2007)

3 Una reciente visioacuten de conjunto sobre el arsenal habanero que incluye una completa bibliografiacutea actualizada en Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw (2015 pp 143-161)

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Orden de 23 de agosto de 1776 y aun asiacute no tenemos constancia de un desarrollo inmediato en todas las regiones mariacutetimas del continente En lo que respecta a Nueva Espantildea por incidir en el territorio que nos ocupa el virrey Antonio Mariacutea de Bucareli establecioacute la Matriacutecula con el concurso de Antonio de Ulloa tanto en el Paciacutefico (con cabecera en San Blas) como en el Atlaacutentico (con centro en Veracruz) pero no hay noticias de ninguacuten estado de marineriacutea y maestranza anterior al de 6 de octubre de 1780 para los cuatro distritos atlaacutenticos de Tampico (incluyendo a Paacutenuco y Tamiagua) Tuxpan (incluyendo a Papantla y Nautla) Tabasco (con el presidio del Carmen) y Veracruz (incluyendo tambieacuten los puertos de Alvarado y Tlacotalpan) Al mismo tiempo a efectos de la aplicacioacuten de la Matriacutecula la provincia de Veracruz contoacute con las tres subdelegaciones sentildealadas de Tampico Tuxpan y Tabasco Quedaba implantada de este modo la matriacutecula y designadas las provincias (con su ministro de Marina al frente) y las subdelegaciones (con sus correspondientes subdelegados de Marina a la cabeza) (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2005 pp 271-284)

Por otra parte al igual que antes ocurriera en el espacio metropolitano se procedioacute a dividir el espacio mariacutetimo americano en una serie de departamen-tos que finalmente fueron los siguientes Veracruz La Habana Puerto Rico Cartagena de Indias y Cumanaacute en el Caribe Buenos Aires en el Atlaacutentico Sur San Blas y El Callao en el Paciacutefico y Manila en las Filipinas Finalmente la uacuteltima gran reforma fue el reforzamiento de la defensa costera mediante la creacioacuten de una red de ocho apostaderos que en buena parte reprodujo la divisioacuten de los departamentos Veracruz La Habana Montevideo El Callao Cartagena de Indias Puerto Cabello San Blas y Manila en las Islas Filipinas (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2000 pp 279-303)

Una rama de la historia mariacutetima se ha ocupado particularmente de las ciudades portuarias (port cities)4 En efecto las ciudades mariacutetimas hubieron de organizar de manera original sus infraestructuras materiales administrati-vas sanitarias fiscales y defensivas Por una parte hubieron de ocuparse del cuidado de sus propios puertos construccioacuten de muelles de atraque preven-cioacuten de la peacuterdida de calado mantenimiento de las instalaciones servicio de

4 La historiografiacutea sobre las ciudades portuarias ha generado una copiosa bibliografiacutea que no es posible citar aquiacute por extenso Una reflexioacuten sobre las relaciones entre la ciudad mariacutetima y su puerto en Rietbergen (1988 pp 615-624)

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lemanaje conservacioacuten de los faros Por otra parte hubieron de dotarse de unos servicios administrativos (capitaniacuteas de puerto) sanitarios (juntas de sanidad lazaretos) fiscales (servicio de resguardo aduanas) y defensivos (castillos ba-luartes torres de vigiacutea) Por uacuteltimo los puertos se singularizaron tambieacuten por la aparicioacuten en su entorno ndashmaacutes allaacute de los muelles las oficinas y las fortificacio-nesndash de un barrio mariacutetimo que incluyoacute habitualmente los alfoliacutees de la sal los almacenes para los geacuteneros descargados o por embarcar los despachos de los consignatarios de buques las tiendas especializadas en suministros navales las capillas o ermitas marineras (llenas con frecuencia de exvotos) y los espacios de acogida de los hombres de mar las posadas las tabernas y los burdeles5

El mundo de los puertos fue objeto desde el principio de una accioacuten especiacute-fica de los legisladores pero soacutelo recientemente ha recibido la misma atencioacuten por parte de los historiadores Y aquiacute entra la oportunidad de profundizar en el conocimiento de unos agentes de singular relevancia como fueron los ca-pitanes de puerto Las funciones adjudicadas a estos oficiales existieron desde tiempo inmemorial en todas las ciudades mariacutetimas aunque la aparicioacuten de la figura del capitaacuten del puerto tuviera fecha concreta y diferente para cada una de las plazas Tomando algunos ejemplos europeos este oficial existioacute al menos desde el comienzo de los tiempos modernos en ciudades como Ragusa (Dubrovnik) donde disponiacutea de toda una serie de competencias para el fun-cionamiento correcto del recinto portuario es decir para el mantenimiento de las infraestructuras (muelles daacutersenas gruacuteas) autorizacioacuten de las operaciones de lastrado de los barcos licencia para el desguace de las naves etceacutetera En otros lugares la vigilancia de la vida ordinaria del puerto se ejercioacute de modo colegiado como ocurrioacute en Geacutenova tras la creacioacuten a fines del siglo XVII de un cuerpo de padres del comuacuten (padri del comune) conservadores del puerto y del muelle (Krekic 1972 Podestagrave 1969 Doria y Massa Piergiovanni 1988)

Otro ejemplo bien conocido es el de la ciudad de Danzig (Gdansk) uno de los centros de intercambios mariacutetimos maacutes importantes de la Hansa del Baacuteltico y del norte de Europa en general Aquiacute el capitaacuten del puerto (bajo su-pervisioacuten municipal) dirigiacutea a los barcos a sus puntos de atraque y descarga decidiacutea las operaciones de remocioacuten de los pecios y vigilaba el cumplimiento de todas las ordenanzas portuarias con la ayuda de otros oficiales menores

5 Una visioacuten de conjunto de esta problemaacutetica en Martiacutenez Shaw (1997 pp 257-278)

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los encargados de las maniobras de atraque los encargados de la gruacutea los encargados de los postes que cerraban el Motlava los pesadores del plomo y de la cera y los capitanes del grano y del arenque ameacuten de los responsables de los servicios aduaneros y sanitarios (Cieslak y Biernat 1988)

Finalmente otros dos servicios fundamentales para el buen funciona-miento de la actividad portuaria era el de las linternas o faros y el del lema-naje es decir el ofrecido por el cuerpo de praacutecticos ambos como veremos incluidos entre las atribuciones del capitaacuten del puerto Por poner un ejemplo bien estudiado el puerto de Dunkerque ofreciacutea numerosos obstaacuteculos para acceder a los muelles la necesidad de contar con marea alta la concurrencia entre las naves que esperaban su turno la rotura intencionada de las anclas para acelerar la maniobra las insuficiencias del sistema de boyas las defi-cientes prestaciones del faro etceacutetera Toda una serie de motivos en suma para poner a punto un cuerpo de pilotes lamaneurs como finalmente se hizo aunque sin que por ello dejaran de oiacuterse las quejas contra unos praacutecticos que en lugar de embarcarse en las naves para conducirlas a puerto se limitaban en muchos casos a situarse sobre las escolleras para desde alliacute dirigir la ma-niobra de entrada (Pfister-Langanay 1985)

En Espantildea los estudios de la figura del capitaacuten del puerto estaacuten praacutectica-mente por hacerse Los trabajos generales dedicados a los principales puertos apenas si mencionan siquiera a este funcionario Aunque tenemos noticias de la existencia del capitaacuten del puerto al menos desde la deacutecada de los treinta del siglo XVIII soacutelo en el caso de Maacutelaga hemos hallado una informacioacuten sustantiva que nos sentildeala la existencia de una Real Ceacutedula de 14 de enero de 1740 en la que se basaba una reglamentacioacuten publicada en la ciudad malaci-tana el 2 de febrero de 1746 cuyo encabezamiento se transcribe y cuyos artiacute-culos se comentan adecuadamente del mismo modo que se pone en relacioacuten las atribuciones del funcionario con las del ministro de Marina de la provincia y las de la Junta de Reales Obras generalmente llamada en otros lugares Jun-ta de Obras del Puerto (Cabrera Pablos 1994 pp 259-265)

Hasta el siglo XVIII hay que convenir en el descuido mostrado por las autoridades a la hora de construir infraestructuras portuarias o de estable-cer instituciones de gobierno para los puertos a pesar de la extraordinaria relevancia de muchos de ellos tanto dentro del sistema comercial espantildeol como en el contexto de los constantes enfrentamientos beacutelicos que jalonaron

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la centuria Asiacute se puede estar perfectamente de acuerdo con la apreciacioacuten de Dolores Romero y Amaya Saacuteenz (1996)

En cuanto a la administracioacuten de las obras portuarias y sin aacutenimo de profundizar

en el tema hay que sentildealar que hasta el siglo XVIII no existioacute un ordenamiento

centralizado en lo relativo a su construccioacuten y mantenimiento que se guiaban

maacutes bien por disposiciones particulares (hellip) (p189)

En la Ameacuterica espantildeola la situacioacuten superaba las deficiencias de la gene-ralidad Asiacute podemos tambieacuten aceptar por mor de la brevedad las palabras de Fernando Monge y Margarita del Olmo (1996)

La trascendencia del relativo abandono de la costa atlaacutentica y la eleccioacuten de luga-

res absolutamente inadecuados para el desarrollo de ciudades fueron incalculables y

crearon una red de puertos principales casi fantasmas soacutelo animados con la llegada

de las flotas y el establecimiento de los mercados como es el caso de Veracruz en la

Nueva Espantildea sin maacutes infraestructura que la de fortificacioacuten y defensa (hellip) (p223)

Sobre el puerto de Veracruz soacutelo nos detendremos en el completo anaacutelisis realizado por uno de sus maacuteximos estudiosos El complejo portuario estaba for-mado por el asentamiento continental de la villa de Veracruz propiamente dicha y por el islote frontero de San Juan de Uluacutea el auteacutentico desembarcadero con su bien conocido muro de las argollas (donde los barcos se amarraban de proa y se anclaban desde la popa) defendido por un castillo y separado de la costa por un estrecho canal El puerto era insalubre con una poblacioacuten que nunca fue numerosa (unos cuatro mil habitantes en 1791) con deficiencias de espacio para el almacenaje de las mercanciacuteas y el inconveniente del obligado traslado de las mercanciacuteas desde la puerta de mar en tierra firme hasta los barcos ancla-dos en San Juan de Uluacutea Una modernizacioacuten significativa soacutelo parece operarse a fin de siglo con el avance del empedrado y del alumbrado puacuteblico y con la reparacioacuten de los baluartes y la construccioacuten de un faro ameacuten del progreso de los servicios dispensados a los mercaderes y visitantes (Garciacutea de Leoacuten 2011)6

6 Para los puertos del aacuterea Von Grafenstein (2006) En general para los puertos americanos es fundamental la espleacutendida obra de la Comisioacuten de Estudios Histoacutericos de Obras Puacuteblicas y Urbanismo (1985) y especialmente para nuestro caso los trabajos de Gonzaacutelez Tascoacuten (1985 pp 117-141) y Peacuterez Herrero y Vives Azancot (1985 pp 161-180)

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Figura 1 Batista Antonelli

Perspectiva de reparo y fuerte y poblacioacuten de San Juan de Uluacutea 1590

Fuente Archivo General de Indias Meacutexico y Florida 36

Figura 2 Puerto de la Veracruz Adriaacuten Boot Puerto de la Veracruz nueva con la Fuerza de San

Juan de Uluacutea en el reino de la Nueva Espantildea en el Mar del Norte [ca 1615]

Fuente Archivo General de Indias Mapas y Planos Mapas Impresos 33

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Figura 3 Louis Andreacute de la Mamie de Clairac Vue du fort San Juan de Uluacutea de la ville de Veracruz drsquoapregraves le modegravele en relief executeacute par MrClairac ingeacutenieur militaire de fortifications 1749

Recuperado de httplcweb2locgovmasterpnppga0240002492utif en httpscommonswiki-mediaorgwikiFileSan_juan_de_uluajpg

Como hemos dicho poco es lo que sabemos de la institucioacuten de las capi-taniacuteas de puerto incluso en el aacutembito metropolitano Tenemos alguna noticia de la existencia de capitanes de puerto en algunas plazas de las costas penin-sulares pero no parece haberse promulgado ninguna normativa general hasta la Real Orden de 20 de marzo de 1787 en que se asigna el empleo (y se sentildea-la la graduacioacuten militar de sus titulares) a un total de 26 puertos peninsulares (maacutes a los dos africanos bajo soberaniacutea espantildeola de Ceuta y de Santa Cruz de Tenerife) cifra que se veraacute aumentada con otros cinco entre 1805 y 18067

En la Ameacuterica espantildeola la creacioacuten de las capitaniacuteas de puerto aparece regulada definitivamente por una Real Orden de 15 de mayo de 1792 Marta Garciacutea Garraloacuten ha podido rastrear diversas noticias sobre el funcionamiento anterior de este empleo que daraacute a conocer en un trabajo ya concluido y ac-tualmente en prensa Las disposiciones maacutes tempranas sobre los capitanes de puerto afectan a las plazas de La Habana (1734) y Veracruz (1750) Ambas

7 Garciacutea Garraloacuten ha podido reconstruir a partir de esta fecha la noacutemina de los capitanes de puer-to tanto en el espacio metropolitano como en el ultramarino especialmente gracias a la documentacioacuten consultada en el Archivo General de la Marina ldquoAlvaro de Bazaacutenrdquo

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plazas se beneficiaron poco despueacutes de la publicacioacuten de unas Instrucciones para los capitanes de puerto de Veracruz y La Habana aparecidas el 17 de marzo de 1756 diez antildeos despueacutes de la edicioacuten del reglamento malaguentildeo en territorio metropolitano En el caso de la plaza veracruzana el virrey mar-queacutes de las Amarillas publicoacute ademaacutes el 15 de junio de 1757 un Reglamento y Arancel para el gobierno y manejo por ahora de los empleos de capitaacuten de puerto de la Veracruz y de la Maestranza de eacutel que en virtud de Reales Oacuterdenes se hallan unidos en la persona del teniente de infanteriacutea de Marina don Bernardo Amate y para el de los que le puedan suceder en dichos em-pleos que certifica algo que ya sabiacuteamos la agregacioacuten al empleo de capitaacuten del puerto del de capitaacuten de la maestranza8 Y soacutelo cinco antildeos maacutes tarde en 1762 se editan las Ordenanzas para los empleos de Capitaacuten del Puerto y de Maestranza del de Veracruz que es el objeto de nuestro presente trabajo9

Como introduccioacuten al documento hay que sentildealar que las Ordenanzas seguacuten se especifica en la portada fueron publicadas por mandato del virrey de Nueva Espantildea el marqueacutes de Cruillas e impresas en Meacutexico en la Im-prenta del Superior Gobierno propiedad de los Herederos de Dontildea Mariacutea de Rivera en la calle de San Bernardo con fecha de 22 de julio de 1762 En el preaacutembulo se otorga a la normativa promulgada una categoriacutea fundacional al observarse expliacutecitamente lo siguiente ldquoConviniendo al servicio de Su Majestad el establecimiento del mejor reacutegimen cuidado y conservacioacuten del puerto de Veracruz en que hasta ahora no ha habido meacutetodo ni ordenanza formal (hellip)rdquo10 A pesar de ello el artiacuteculo primero reconoce tambieacuten la prece-dencia de la creacioacuten del empleo

8 Tanto las Instrucciones de 1756 como el Reglamento de 1757 se hallan en el Archivo General de Simancas Secretariacutea de Marina Capitanes de Puerto legajo 75 seguacuten la informacioacuten facilitada por Marta Garciacutea Garraloacuten En el mismo legajo se encuentra tambieacuten una Adicioacuten de 28 de noviembre de 1759 referente a la actuacioacuten de los praacutecticos y los maestros mayores de maestranza asiacute como a la vivienda del capitaacuten del puerto Y Bernardo de Amat nos ofrece en un memorial privado (fechado el 14 de abril de 1768) la noticia de su nombramiento como capitaacuten del puerto de Veracruz en 1747 (antes de la primera referencia de caraacutecter general de 1750) y como capitaacuten de la maestranza en 1757 coin-cidiendo con el Reglamento del marqueacutes de las Amarillas (AGS SM Capitanes de Puerto legajo 72)

9 Las Ordenanzas impresas las hemos consultado en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico (AGN) Seccioacuten de Marina 55 folios 107-113

10 Cursivas antildeadidas por los autores

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El capitaacuten del puerto de Veracruz (cuyo empleo ha creado Su Majestad con el

uacutenico importante fin de la conservacioacuten de eacutel y de la precisa intervencioacuten en las

obras y faenas de Marina que ocurran en los bajeles de guerra y marchantes que

a eacutel llegaren) (hellip)

Y a continuacioacuten se desgranan los 38 artiacuteculos que resultan ser una con-crecioacuten a las particulares condiciones del puerto novohispano en la segunda mitad del siglo XVIII de todas las tareas que se habiacutean venido asignando en Europa al capitaacuten de puerto desde los tiempos bajomedievales y durante toda la Edad Moderna pero cuyo anaacutelisis pormenorizado resulta del maacuteximo intereacutes para la historia mariacutetima en general y para la de la Ameacuterica hispana en particular11

El artiacuteculo nordm 1 sentildeala la subordinacioacuten del Capitaacuten del Puerto al Gober-nador de la plaza de Veracruz La razoacuten se explicita inmediatamente ldquores-pecto a no haber en ella particular jurisdiccioacuten de Marinardquo (cosa que ya no ocurriacutea en el territorio metropolitano) pese a lo cual el gobernador habriacutea de considerarlo ldquocomo oficial de ellardquo ademaacutes de preocuparse de que se le tra-tase con la distincioacuten correspondiente y de facilitarle los recursos para llevar adelante su labor Por su parte el funcionario debiacutea acudir todos los diacuteas a tomar la orden del gobernador y a darle el parte de las novedades

Los tres primeros artiacuteculos de las ordenanzas ya refirieacutendose a las fun-ciones concretas del Capitaacuten del Puerto tratan de la primera preocupacioacuten de todos los gestores de las instalaciones portuarias el calado Asiacute el artiacuteculo nordm 2 disponiacutea lo siguiente

Aunque se supone que siendo la principal atencioacuten del capitaacuten del puerto la con-

servacioacuten de su fondo tanto en el canal como al abrigo del castillo de San Juan

de Uluacutea y todo lo que alcanza el amarradero de los naviacuteos debe estar este oficial

bien impuesto en su viaje bajos y restingas pero como el uacutenico y principal pun-

to no es bien quede como hasta aquiacute en opiniones de que nada se sigue ni sabe

de cierto deberaacute el mismo Capitaacuten hacer una sonda general todos los meses con

11 Aquiacute resulta oportuno sentildealar que ese caraacutecter fundacional se anticipa en el Reglamento de 1757 que aparece como provisional desde el propio tiacutetulo ldquoel gobierno y manejo por ahorardquo [cursivas antildeadidas por los autores] En cualquier caso las Ordenanzas se inspiran directamente en las disposicio-nes dadas en la deacutecada precedente

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asistencia de los praacutecticos y pilotos de los naviacuteos de guerra cuando en eacutel hubiere

alguno (hellip)

En suma se exige al Capitaacuten experiencia en el caacutelculo del calado del puerto y se le pone como obligacioacuten un sondeo mensual de su fondo (ya que hasta entonces las estimaciones se habiacutean hecho sin meacutetodo por lo que care-ciacutean de toda exactitud) con la ayuda de los praacutecticos (que hacen su aparicioacuten por primera vez) y con la eventual colaboracioacuten de los pilotos de los barcos de guerra presentes en el puerto

El artiacuteculo nordm 3 concreta la operacioacuten La sonda (que exigiacutea para su eje-cucioacuten ldquodiacuteas apaciblesrdquo) se hariacutea con el concurso de la faluacutea y la lancha del rey fondeadas en el castillo de San Juan de Uluacutea Ahora bien este servicio no debiacutea generar ninguacuten gasto de personal (el propio Capitaacuten del Puerto los praacutecticos y los responsables de las dos embarcaciones) pues todos gozaban ya de un ldquosueldo del reyrdquo que incluiacutea estas funciones

El artiacuteculo nordm 4 cierra las precisiones de la operacioacuten de sondeo Los pontones han de aplicarse ldquoa los parajes convenientes para igualar o aumentar el fondordquo Tres condiciones se subrayan para esta tarea la necesidad de no pagar jornales u ocasionar gastos ldquoindebidosrdquo la conveniencia u obligacioacuten de escuchar el dictamen del contramaestre (una figura que aparece tambieacuten por primera y uacutenica vez) y la utilizacioacuten en la labor de personas robustas y experimentadas

El artiacuteculo 5ordm se ocupa de otra de las graves cuestiones que atribulaban a las autoridades el lanzamiento a las aguas del puerto de basuras y otros objetos En el caso de Veracruz el Capitaacuten del Puerto

celaraacute como punto esencial de su obligacioacuten que las embarcaciones fondeadas

en este puerto no arrojen sus basuras ni la cosa maacutes miacutenima al agua sino que

recogidas en tinas las conduzcan en sus lanchas a tierra al paraje sentildealado a este

fin que por ahora es la que llaman la Isleta de la parte del Fuerte del Castillo

Como coletilla se le advierte que la ldquomenor omisioacuten o condescendenciardquo podriacutea acarrearle una severa imputacioacuten

El artiacuteculo 6ordm insiste en este punto La prohibicioacuten se dariacutea a conocer a todos los barcos mediante la fijacioacuten de ldquoun papel en su palo mayor firmado por el gobernador de la plazardquo La primera infraccioacuten se sancionariacutea con una

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multa de veinte pesos y la contumacia de un modo maacutes severo directamente por el propio virrey ldquosi se procediere con malicia se les arrestaraacute procesaraacute y se me daraacute parte para tratarlos con el rigor que conviene al escarmientordquo

Los siguientes cuatro apartados engloban las medidas que debiacutean adoptarse en relacioacuten con el lastrado de los barcos Asiacute el artiacuteculo 7ordm sentildeala taxativamente

El mismo cuidado debe poner el Capitaacuten del Puerto en las ocasiones en que las

embarcaciones carguen o descarguen lastre haciendo que los barcos destinados

a este fin se atraquen bien a sus costados [los de los barcos que han de tomar o

dejar lastre] que procedan a estas faenas con las regulares precauciones de poner

velas o encerados que eviten la caiacuteda de las piedras al agua

Las sanciones seriacutean las mismas que en el apartado anteriorEl artiacuteculo 8ordm define ldquoel rengloacuten de lastrerdquo como uno de los maacutes relevan-

tes por las demoras que causa su falta en los buques de guerra y de comercio ldquopara emprender sus tornaviajes en un puerto tan criacutetico como eacutesterdquo En con-secuencia hay que garantizar su suministro y disponer siempre de

cuatro o cinco mil quintales en verano en la daacutersena del castillo de San Juan

de Uluacutea (hellip) y en invierno mayor porcioacuten por las dificultades que ocasionan

los [vientos] nortes en conducirlo pero siempre que se espere flota azogues o

naviacuteos sean de guerra o de comercio deberaacute acumularse en dicho paraje porcioacuten

proporcionada de este geacutenero

Seguidamente se apremia al Capitaacuten del Puerto a cuidar de que el lastre se apile y se acomode de tal forma que la piedra no pueda en ninguacuten caso rodar hasta el canal

El artiacuteculo 9ordm se ocupa del caso en que un barco decida descargar parte del lastre previamente embarcado ordenando que la operacioacuten la haga el duentildeo del naviacuteo en el lugar concreto que le sea asignado Del lastre desem-barcado soacutelo se le devolveraacute la mitad de su precio por el uso ya realizado pese a su desistimiento posterior

El artiacuteculo 10ordf cierra este bloque con un caso particular la prohibicioacuten absoluta de arrancar piedras del Bajo de la Gallega pues es el principal abrigo del puerto En este caso la sancioacuten es contundente los barcos que participen en una accioacuten de este tipo seraacuten detenidos y confiscados por el gobernador

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y los implicados (patrones o cualesquiera otros individuos) seraacuten castigados con multas y otras penas

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan del atraque de los barcos En este caso el artiacuteculo 11ordm sentildeala la obligacioacuten que tiene el Capitaacuten del Puerto de inspeccionar el amarre de los naviacuteos y de disponer ldquoel modo en que hayan de tener sus anclas y dar en tierra sus amarrasrdquo En caso de avistarse escuadras naviacuteos de guerra o buques mercantes habraacute que dejar espacio para las em-barcaciones que se esperan y (atendiendo a las especiales circunstancias del atraque en San Juan de Uluacutea) se actuaraacute ldquodejando zafas las primeras argollas para que las ocupen los naviacuteos de guerra u otros de crecido buquerdquo es decir privilegiando a los barcos de la Armada y de la Carrera de Indias

El artiacuteculo 12ordm por su parte exige que las embarcaciones usen para su amarre de los cables y calabrotes apropiados para garantizar la maacutexima segu-ridad durante el tiempo de la estadiacutea En caso de no tener el material adecua-do el Capitaacuten del Puerto habraacute de desviar los barcos a otros parajes para que en caso de que las amarras se suelten no causen dantildeo a las naves atracadas a su lado ademaacutes de suministrarles cables y calabrotes de repuesto pagando el duentildeo del naviacuteo el doble de su precio como sancioacuten por su negligencia Ademaacutes el oficial (que aquiacute es nombrado por primera vez despueacutes del tiacutetulo general de las Ordenanzas Capitaacuten de Maestranza y del Puerto) se ocuparaacute de que ldquotodos recorran sus cables y zafen cuanto sea dable unos de otros y los aforren en los parajes oportunosrdquo Estas reparaciones seriacutean obligadas para los capitanes maestres o patrones de las embarcaciones que habriacutean de ejecutarlas con arreglo a las instrucciones del Capitaacuten del Puerto o de los praacutecticos comisionados por el mismo

El artiacuteculo 13ordm constituye un pareacutentesis en la enumeracioacuten de las funcio-nes y se dedica a especificar el reparto de los emolumentos derivados de las sanciones pecuniarias por las faltas ya descritas en los apartados anteriores El Capitaacuten del Puerto recibiriacutea la cuarte parte mientras otra cuarta parte iriacutea a parar a los praacutecticos (que se la repartiriacutean entre siacute) y la mitad restante se depositariacutea en las Cajas ldquopara aplicar su producto a la limpieza y otras obras propias del mismo puertordquo

El artiacuteculo 14ordm trata de las medidas a tomar en caso de accidente Asiacute los barcos pueden peligrar a su entrada a su salida y durante su estadiacutea en el puerto por el mal tiempo por un incendio o por alguna otra causa El Capitaacuten

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del Puerto tendriacutea que recurrir en tales ocasiones al concurso de los barcos y la gente de mar del lugar y a la asistencia de los praacutecticos Ademaacutes si el acciden-te ocurriacutea estando anclados los barcos tambieacuten deberiacutea solicitar la ayuda del propio gobernador de la plaza y del teniente de Rey en el castillo de San Juan de Uluacutea Tambieacuten se precisa que al residir los praacutecticos en el castillo (como artilleros que son del mismo) y siendo el lugar maacutes apropiado para auxiliar a los barcos que vienen al puerto con viento norte y porque en tales casos ldquoel Capitaacuten del Puerto que vive en Veracruz no puede dar sus oportunas provi-denciasrdquo el responsable del socorro seriacutea el comandante de San Juan de Uluacutea

El artiacuteculo 15ordm se ocupa de los praacutecticos otra corporacioacuten portuaria mal conocida en nuestra historiografiacutea En el caso de Veracruz se nombrariacutean dos praacutecticos (con sueldo a cargo del rey que se aumentariacutea con doce pesos sobre el de los que ya actuaban como artilleros en San Juan de Uluacutea) maacutes otros dos agregados expertos en las ldquocostas canal sondas y bajos del puertordquo que ascenderiacutean en el escalafoacuten en cuanto se produjera una vacante

Los dos artiacuteculos siguientes abordan las funciones maacutes caracteriacutesticas de los praacutecticos las del lemanaje es decir las de dirigir la entrada de los barcos en el recinto propiamente portuario En principio seguacuten el artiacuteculo 16ordm es el propio Capitaacuten del Puerto el que realiza la principal tarea de lemanaje la de ldquopilotear los naviacuteos de guerra a su entrada y salida de eacutel salieacutendoles al encuen-tro fuera de eacutel o pasando a su bordo antes de levarse [levar anclas] hasta que esteacuten asegurados dentro o en franquiacuteardquo Ahora bien en caso de serle imposible habriacutea de enviar bien al mejor de los praacutecticos o bien si el caso lo exigiese a los dos praacutecticos en propiedad y a los interinos e incluso en caso de extrema necesidad a pescadores expertos El artiacuteculo 17ordm a su vez se refiere a todos los demaacutes casos que quedariacutean directamente en manos de los praacutecticos

Tambieacuten tendraacute [el Capitaacuten del Puerto] muy particular cuidado en destinar praacutec-

ticos a las embarcaciones de comercio que los dirijan a su entrada y salida y las

embarcaciones pequentildeas que los tomaren pagaraacuten seis pesos y los registros y

embarcaciones de fuera de cabos doce

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan de otra de las preocupaciones habitua-les de los gestores portuarios el abalizamiento Seguacuten el nordm 18 el Capitaacuten habraacute de cuidarse de que ldquocon anticipacioacuten se pongan balizas en los bajos del canal y

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viriles [veriles es decir las orillas o liacutemites] de eacutel siempre que se avisten naviacuteos o hayan de salirrdquo Es decir el abalizamiento no era fijo sino que soacutelo se disponiacutea a la arribada o a la salida de los buques Esta carencia parece subsanarse con el artiacuteculo nordm 19 donde se ordena poner ademaacutes de las balizas temporales de los bajos ldquootras permanentes y distintas que sentildealen el paraje donde los naviacuteos que vienen obligados con nortes deben dejar caer sus noroestes que le [les] sea faacutecil coger las argollas sin confusioacutenrdquo Esta medida parece necesitada de justificacioacuten

No [hay] suficiente motivo para dejar de cumplir tan sabia y uacutetil resolucioacuten el no

haberlo practicado los antiguos pues en parajes de maacutes continuos fuertes tempo-

rales gruesiacutesimas mares y excesivas corrientes se mantienen como en las entra-

das de los puertos de Holanda e Inglaterra sin las que pereceriacutean muchos naviacuteos

Ahora es al gobernador de Veracruz a quien corresponde ejecutar las obras pertinentes fabricar

unas boyas de madera de crecida magnitud y que luego que entre septiembre se

ponga una en el paraje dicho pintada de blanco y su orinque [el cabo que une la

boya al ancla] de cadena que tendraacute a un ancla de los [las] que hay en el castillo

de San Juan de Uluacutea y otras dos de igual magnitud negras a lo largo del canal

de suerte que sentildealen sus viriles [veriles] por ahora una a cada banda para lo

que hay dos anclas y un anclote bajo la muralla del sudeste de dicho castillo que

pueden servir a dicho fin sacaacutendolas y ponieacutendoles sus cepos

El artiacuteculo 20ordm aparece aquiacute aislado aunque estaacute unido temaacuteticamente a la cuestioacuten de los atraques concretamente a la necesidad de tener una remesa de cables y calabrotes en los almacenes de repuestos de Veracruz

El artiacuteculo 21ordm prescribe una serie de precauciones ante otra amenaza habitual el fuego Despueacutes de poner bajo la responsabilidad del Capitaacuten del Puerto las ldquoquimeras y disensionesrdquo que puedan surgir entre las diferentes embarcaciones le urge a precaver con todo cuidado ldquolos accidentes del fue-go tan temible en el estrecho puerto de Veracruz y maacutes con el descuido habitual de los naviacuteos marchantesrdquo Para ello debe vigilar los embarques y desembarques de poacutelvora impedir el uso del fuego en el calafateo de los barcos (el betuacuten se puede pegar ldquosin esta circunstanciardquo) y comprobar que esteacuten apagados los fogones y que no haya fuego dentro de los barcos ni en

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sus inmediaciones a la puesta del sol Por uacuteltimo debe ordenar que las luces se apaguen a las ocho

Figura 4 Proyecto de amarras de buques en el Castillo de San Juan de Uluacutea de Veracruz 1776

Archivo General de Simancas Mapas y Planos y Dibujos XVIII-137

El artiacuteculo 22ordm es otra disposicioacuten aislada Ni el Capitaacuten del Puerto ni las praacutecticas cobraraacuten ninguacuten emolumento extraordinario cuando ayuden a la entrada o salida de los naviacuteos del rey mientras que los buques mercantes deberaacuten pagar doce pesos tanto a la entrada como a la salida o maacutes si la tarea de los funcionarios se demora maacutes de una jornada Finalmente si los naviacuteos de guerra toman por cuenta propia un praacutectico que no esteacute a sueldo del rey se habilitaraacute su pago seguacuten la certificacioacuten presentada

El artiacuteculo 23ordm especifica que al avistamiento de un buque de guerra o de comercio el Capitaacuten del Puerto habriacutea de ordenar la salida del praacutectico sin necesidad de peticioacuten del buque en cuestioacuten a traveacutes de un cantildeonazo o ldquosentildeal de morroacutenrdquo [bandera enrollada para este fin] aunque tengan pilotos cualificados a bordo Prevista la gratificacioacuten de doce pesos para el praacutectico la situacioacuten podriacutea devenir conflictiva como sentildeala curaacutendose en salud la propia disposicioacuten ldquoNo es justo aventurar los caudales del comercio comuacuten

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por una economiacutea particular o demasiada satisfaccioacuten de un piloto a [al] que no puede perjudicar siacute servir de mucho la inteligencia y noticia de los del puertordquo

El artiacuteculo 24ordm adelanta una cuestioacuten ya resuelta en la Espantildea metropolita-na mediante el recurso a la Matriacutecula de Mar como es el control de la gente de mar ldquoHa de tener tambieacuten razoacuten y lista formal de toda la gente de profesioacuten marinera residente en Veracruz procurando conocer a todos individualmente y saber en cuanto sea dable su paraderordquo12 En el mismo artiacuteculo se incluye como obligacioacuten del Capitaacuten del Puerto la deteccioacuten de otra poblacioacuten objeto de una preocupacioacuten constante por parte de las autoridades la de los desertores tanto de los naviacuteos de la Armada como de los propios barcos mercantes a los cuales se debe perseguir y detener para obligarles a embarcarse de nuevo en los barcos en que llegaron o en ldquootros que regresen a Espantildeardquo

Los artiacuteculos siguientes se ocupan de las obligaciones del Capitaacuten del Puerto por su anexa condicioacuten de Capitaacuten de Maestranza Asiacute lo especifica con toda claridad el artiacuteculo nordm 25 que le prescribe al igual que antes ocurriacutea con la gente de mar el control de la gente de maestranza en teacuterminos auacuten maacutes estrictos y con atribuciones auacuten maacutes amplias Aquiacute resulta ilustrativa la reproduccioacuten completa de la disposicioacuten

Debiendo estar unido a su encargo el de Capitaacuten de Maestranza para todos los

reconocimientos exaacutemenes carenas y recorridas etceacutetera de los naviacuteos de co-

mercio y aun de los de guerra en las [los] que pueda ofreceacuterseles y sea necesario

su asistencia tendraacute una lista exacta y formal de la maestranza de carpinteros de

ribera y calafates habitantes y profesores en Veracruz para valerse de ellos en los

casos necesarios al servicio del Rey con facultad de prohibirles la continuacioacuten

de su oficio si se niegan a acudir a eacutel o cuando en ellos no reconozca la habilidad

competente para desempentildearle13

El artiacuteculo 26ordm dispone los detalles de la intervencioacuten de diversos agentes en las reparaciones de los buques fondeados en el puerto El Ca-pitaacuten del Puerto (y en su defecto los maestros mayores de la maestranza) seriacutea el responsable de supervisar todas las obras emprendidas de certificar

12 Cursivas antildeadidas por los autores

13 Cursivas antildeadidas por los autores

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la perfeccioacuten de las mismas de designar a la gente de maestranza encar-gada de su ejecucioacuten y de estar presente durante el tiempo de la recorrida [aquiacute reparacioacuten en general] En los buques de la Armada actuariacutean como maestros mayores los propios calafates y carpinteros de los naviacuteos y en los barcos de las flotas y los galeones de azogues escoltados por la Ar-mada aquellos que fuesen nombrados por el comandante de la formacioacuten Por el contrario en los demaacutes barcos mercantes ni los capitanes ni los maestres podraacuten

emprender obra mayor ni recorrida formal [aquiacute obra mayor debe entenderse

como carenado y recorrida formal en su sentido propio de reparacioacuten de menor

entidad que la carena] sin la intervencioacuten del Capitaacuten del Puerto (en su condicioacuten

de Capitaacuten de Maestranza) y de los maestros mayores

El artiacuteculo 27ordm se refiere a la comprobacioacuten de la aptitud de los barcos mercantes para salir a navegar y a expedir la correspondiente autorizacioacuten En este caso era responsabilidad del gobernador de Veracruz dar la orden al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores para proceder al reconoci-miento del buque y de la arboladura en presencia de los primeros carpinteros y calafates de la embarcacioacuten a fin de concluir sobre su disponibilidad para recibir la carga o en su caso sobre la necesidad de efectuar alguna reparacioacuten previa a su travesiacutea Finalmente se sentildeala la remuneracioacuten de los implicados seguacuten el arancel que ya reproduciremos al final

El artiacuteculo 28ordm sentildeala otras obligaciones del Capitaacuten de Maestranza el arqueo de los barcos mercantes (cuando asiacute lo dictaminen los oficiales reales) con certificacioacuten de sus tonelajes el avaluacuteo de los buques (junto a los maes-tros mayores) en caso de venta con certificacioacuten de la escritura correspon-diente y el examen de las naves que hayan de echarse al traveacutes [varar para su desguace] con certificacioacuten del propio Capitaacuten de Maestranza y los citados maestros mayores de la operacioacuten y de sus motivos Aquiacute se especifican los emolumentos cien reales por el arqueo y cien reales para el Capitaacuten de Maes-tranza y cincuenta para los maestros (a repartir entre siacute) por el avaluacuteo y por el examen del barco dado al traveacutes

El artiacuteculo 29ordm asigna al Capitaacuten del Puerto el cubrir las bajas de los maes-tros mayores proponiendo el nombre del candidato al Ministro de Marina

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(ldquocuando lo hubiererdquo lo que no era el caso) y en su defecto al oficial real maacutes antiguo de acuerdo con la Ordenanza de Arsenales

El artiacuteculo 30ordm encomienda al Capitaacuten de Maestranza la regulacioacuten de los jornales de sus integrantes y la vigilancia del cumplimiento de las condi-ciones para el ejercicio de la profesioacuten entre las que se incluyen el adiestra-miento la edad y la fuerza Como coletilla se prohiacutebe a los calafates en el momento de las carenas o las recorridas el hilado de la estopa operacioacuten que deben realizar las tripulaciones de los barcos afectados

El artiacuteculo 31ordm dispone que el Capitaacuten del Puerto cuando se encuentre fondeada una escuadra de guerra se ponga a las oacuterdenes de su comandante (como ldquosubalterno suyordquo durante la ocasioacuten) en todo lo tocante al resguardo en tierra [contrabando] inspeccioacuten policiacutea seguridad de naviacuteos etceacutetera

El artiacuteculo 32ordm autoriza al Capitaacuten de Maestranza a decidir sobre las compensaciones reclamadas por los capitanes o maestres de los barcos par-ticulares por razoacuten de ldquoaveriacuteas causadas de abordajes u otros accidentes en cascos aparejos peacuterdida de anclas cables botes lanchas etceacuteterardquo En caso de conflicto los interesados podraacuten presentar recurso ante el comandante de la escuadra o el capitaacuten de naviacuteo u oficial de superior graduacioacuten al mando de un buque de la Armada y en su defecto ante el gobernador de Veracruz quie-nes decidiriacutean la causa despueacutes de haber oiacutedo al citado Capitaacuten del Puerto

El artiacuteculo 33ordm dispone que en cambio los accidentes mayores que son competencia privativa de la jurisdiccioacuten de Marina sean sustanciados en pri-mera instancia por los comandantes de escuadra y en su defecto por el go-bernador de Veracruz quedando el Capitaacuten del Puerto en la posicioacuten secun-daria de mero asesor por su conocimiento del caso Los accidentes incluidos en este apartado presentan por otra parte circunstancias agravantes particu-lares ldquoabsoluto naufragio incendio etceacutetera con indicios de haber proce-dido de impericia o determinada malicia de praacutecticos u otros cualesquierardquo

El artiacuteculo 34ordm sentildeala las medidas a adoptar ante una amenaza exterior ldquoEn el caso de invasioacuten de enemigos [en] todo lo respectivo a la defensa del puerto y demaacutes incidencias anejas a su conocimiento y praacutectica podraacute y deberaacute el gobernador valerse del Capitaacuten del Puerto de su consejo y accioacutenrdquo El magistrado puede incluso en caso de necesidad ponerse al mando de una nave ldquosi se ofreciere armamento provisional de alguna embarcacioacuten en dicho puerto para atacar enemigo contrabandista o con otro motivo podraacute fiarse el

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mando al Capitaacuten del Puertordquo Para esta tesitura tendraacute una lista exacta de todas las embarcaciones sin excepcioacuten de la maacutes miacutenima canoardquo14

El artiacuteculo 35ordm confiacutea al Capitaacuten del Puerto la misioacuten de dar cuenta de todas las embarcaciones que arriben al puerto (ldquovengan de Espantildea o de otras costas de Ameacutericardquo) con el principal objetivo de evitar el contrabando

El artiacuteculo 36ordm asigna al capitaacuten del puerto la vigilancia y arresto de los polizones Tarea que requiere la mayor atencioacuten habida cuenta del ldquopoco cuidado y cuasi formal consentimiento que se tiene y ha tenidohellipcon tanto perjuicio de los dominios de Su Majestad cual no es ponderablehelliprdquo

El artiacuteculo 37ordm especifica algunos de los recursos puestos a disposicioacuten del magistrado para el cumplimiento de sus funciones Tambieacuten aquiacute quizaacutes valga la pena copiar entero el apartado

Para que el Capitaacuten del Puerto pueda desempentildear todos los importantes encar-

gos de su inspeccioacuten inmediatamente se le sentildealaraacuten cuatro hombres de los

bogadores que gozan sueldo de Su Majestad en la faluacutea y lancha del castillo

dos de cada una se emplearaacuten en un sereniacute [bote pequentildeo] o canoa que podraacute

tener para ellas mantenieacutendola y hacieacutendole los reparos que necesite de los

emolumentos que le estaacuten sentildealados y ademaacutes podraacute valerse de cualesquiera

embarcacioacuten [embarcaciones] de las que estaacuten en el muelle para el traacutefico del

puerto en las precisas urgencias y ocasiones que se le ofrezca sin hacerle la

menor detencioacuten ni perjuicio

Finalmente el artiacuteculo 38ordm declara la autonomiacutea del funcionario asiacute como su condicioacuten militar ldquoEl Capitaacuten del Puerto como oficial de guerra y de la plaza soacutelo tendraacute inmediata precisa subordinacioacuten al gobernador de ellardquo Y asiacute se resume el privilegiado status (acompantildeado de sus ampliacutesimas atribuciones) de la figura del Capitaacuten del Puerto de Veracruz

A continuacioacuten se antildeaden tres apeacutendices a las Ordenanzas El primero incluye un listado de los derechos que deben pagar las embarcaciones arri-badas a Veracruz

Derechos que deben contribuir a Su Majestad las embarcaciones que vienen a

este puerto lo que corresponden al Capitaacuten de Maestranza quien debe cobrarlos

14 Cursivas antildeadidas por los autores

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todos y entregar los pertenecientes a la Real Tesoreriacutea de donde tomaraacute sus co-

rrespondientes recibos y llevaraacute cuenta separada en la contaduriacutea de ellos

Por un lado los naviacuteos y fragatas pagariacutean 56 reales por el ancoraje 16 reales por la linterna 24 por la limpieza del puerto y 8 reales al Capitaacuten del Puerto mientras que los paquebotes los bergantines y las embarcaciones de cruz [de velas cuadras cuyas vergas se cruzan sobre los palos] pagariacutean res-pectivamente 40 10 20 y 6 reales en tanto que todos los barcos pagariacutean 16 reales por el abalizamiento quedando totalmente exentas del pago de estos derechos ldquolas embarcaciones chicas que trafican estas costas como las de los riacuteos de Alvarado y Barloventordquo Ademaacutes resulta interesante transcribir las siguientes circunstancias

Cesa la praacutectica de pagar al gobernador el ancoraje por ser derecho del Real Al-

mirantazgo General de Espantildea y las Indias anexo a la Corona el farol o linterna

se debe hacer en el castillo a toda embarcacioacuten que quede de noche a vista del

puerto sin que lo pida si es dable con teas u otro fuego maacutes visible y menos

costoso que el aceite y sea el que fuere se pagaraacute de su ramo

Y ldquoquedan extinguidas las garramas [derrama o contribucioacuten en general] de guardias del castillo y patroacuten de faluacutea por impropio y mal permitido abuso ni se impondraacute otra alguna de que cuidaraacute mucho el gobernadorrdquo

El segundo apeacutendice es el arancel de los derechos a pagar al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores Se reproduce iacutentegramente

Por la primera visita que hiciere el capitaacuten de maestranza con los maestros mayo-

res para reconocer y sentildealar las obras que necesita todo naviacuteo se le contribuiraacuten

por los duentildeos de los naviacuteos que se repartiraacute por mitad entre el dicho Capitaacuten y

los dos maestros mayoreshellip 20 (pesos)

Por la segunda para ver si las obras que se han sentildealado se han ejecutado en los

mismos teacuterminoshellip20 (pesos)

Por la tercera visita que debe hacer el Capitaacuten de Maestranza para reconocer si el

naviacuteo estaacute en estado de navegar y con sus correspondientes servibles pertrechos

y reconocimiento de pasajeroshellip16 (pesos)

Por las tres visitas que se hagan a las demaacutes embarcaciones que salgan de este

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puerto para otros de la Ameacuterica a excepcioacuten de los que van a Campeche y Tabas-

co pagaraacuten en la misma conformidad partiblehellip12 (pesos)

Por el arqueo de naviacuteo o fragatahellip100 (reales)

Por el de paquebot o bergantiacutenhellip60 (reales)

Por reconocimiento de exclusioacuten de naviacuteo avaluacuteo o intervencioacuten en venta con

sus firmashellip100 (reales)

No se pagaraacute cosa alguna al Capitaacuten de Maestranza por la asistencia cuando se

deacute fuego a los naviacuteos pues es tan constitutivo de su empleo este cuidado que no

debe practicarse sin su asistencia ni hacerlo donde no acuda

No se precisaraacute a ninguacuten maestre o capitaacuten de naviacuteo particular se valga de la

plancha de agua [entablado flotante] del Capitaacuten de Maestranza pero si la pidiere

y solo se sirviere dos diacuteas pagaraacute a razoacuten de dieciseacuteis reales cada uno si fuere

precisa maacutes tiempo solo pagaraacute un peso

No contribuiraacuten cosa alguna los maestres o capitanes de los naviacuteos particulares

a escribano contador ni otro alguno que tienen sueldo de Su Majestad si se

ofreciere que por alguacuten accidente concurran a estas visitas o diligencias y [les]

bastaraacute la certificacioacuten que debe darle [darles] el Capitaacuten de Maestranza de los

arqueos y reconocimientos etceacutetera de que deberaacuten en los oficios hacer fe en

estos asuntos y no necesitar de otro registro para su despacho y demaacutes diligencias

que se ofrezcan

En este arancel nada se grava al vasallo antes en algo se le alivia pues estaacuten solo

reducidos a Su Majestad algunos derechos y rebajados en otro lugar de lo que

antes pagaba

Tras esta declaracioacuten de la buena intencioacuten de la poliacutetica fiscal imperante en el puerto de Veracruz las Ordenanzas se completan con un tercer apeacutendice que no es otra cosa sino la lista de los repuestos que debe custodiar el Capitaacuten del Puerto en sus almacenes

Relacioacuten de los geacuteneros que debe cuidar el Capitaacuten del Puerto haya de repuesto

en los almacenes que tiene el rey en Veracruz para atender a las urgencias que de

ellos puedan tener los naviacuteos de Su Majestad que convoyan flotas y azogues y los

que frecuentan de la Escuadra de La Habana

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En concreto se detallan diversas jarcias alquitranadas (doce cables tre-ce calabrotes cuarenta y siete guindalezas ciento treinta y una vetas y treinta quintales de vaiveacuten alquitranado [cabo delgado de dos o tres cordones] y otros veinte quintales de piola [otro cabo pequentildeo formado de dos o tres filaacutesticas] merliacuten [cabo delgado de caacutentildeamo alquitranado] y sardinera [otro tipo de cabo pequentildeo] varias jarcias blancas (seis piezas de vetas y otras seis de correderas maacutes trescientas libras de vaiveacuten blanco otras trescientas de hilo de vela y cien quintales de cuerda-mecha [cuerda combustible]) Entre los tejidos se incluyen siete mil quinientas varas de lonas de diferentes calidades siete mil varas de lienzo vitre [lona muy fina] dos mil quinientas varas de lienzos de ruaacuten y dos mil varas de lanilla Entre los betunes hallamos cien quintales de alquitraacuten fino para la jarcia y otros cien quintales de brea rubia o resina La clavazoacuten se distribuye entre distintas variedades doscientos quintales de clavazoacuten regular ciento cincuenta millares de clavazoacuten de alfagia [arfarjia madero de sierra] otros doscientos de clavazoacuten de barrote [barra gruesa] cien de entablar cien de medio entablar cien de tillado [entablado] cien de falca [tabla colocada de canto sobre la borda] mayor cien de falca menor cien de bora mayor cien de bora menor cien de tachuelas y sesenta de estoperoles [clavos cortos de cabeza grande y redonda similares a las tachuelas] El capiacutetulo de fierro se divide entre doscientos quintales de cabilla [barrita para amarrar los cabos] cincuenta de tacho [tachuela grande] y medio tacho ciento cincuenta de bergajoacuten y otros cien de planchuela [diversos tipos de metal de hierro] Los restantes geacuteneros componen un conjunto heterogeacuteneo de sesenta quintales de plomo en plancha cincuenta libras de plomo en tiras cincuenta libras de hilo de alambre cuarenta libras de estantildeo cincuenta rempujos para velero [discos planos empleados por los veleros para empujar la aguja de coser las velas] tres mil hojas de lata dos mil libras de talco tres mil vidrios ordinarios trescientas agujas de vela cien agujas de empalmar diez mil agujas capoteras cincuenta libras de hilo de colores cien resmas de papel blanco cuarenta resmas de papel de estraza doscientas hojas de pergamino ciento cincuenta hachas de partir cien azado-nes doscientas palas de fierro cien espiochas y cuatro fierros de hacer hostias

Como se ha dicho al principio la Matriacutecula de Mar se introdujo tardiacutea-mente en Ameacuterica y desde luego despueacutes de la promulgacioacuten de las Orde-nanzas que se acaban de analizar Por ello el Capitaacuten del Puerto antildeade a sus funciones maacutes caracteriacutesticas la de ser Capitaacuten de Maestranza y la de llevar

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la cuenta oficial de la gente de mar y de maestranza y de las embarcaciones surtas en Veracruz una misioacuten que pasaraacute a depender de los ministros y sub-delegados de Marina de los distintos departamentos costeros En el caso de Veracruz un documento hallado en la misma seccioacuten que las Ordenanzas nos permite adelantar alguna noticia sobre la aplicacioacuten de la Matriacutecula de Mar en la provincia y su relacioacuten con la capitaniacutea del puerto15

En abril de 1783 una Real Orden comunicada por el virrey de Nueva Espantildea a la sazoacuten Matiacuteas de Gaacutelvez habiacutea conferido a Juan Joseacute Gaacutemez el nombramiento de Capitaacuten del Puerto y de la Maestranza de Veracruz Pues bien tres antildeos despueacutes el 9 de enero de 1786 el interesado elevoacute un memorial al nuevo virrey Bernardo de Gaacutelvez que habiacutea sucedido a su tiacuteo alegando que en la orden citada el rey mandaba poner a su cargo el ldquoministerio de Matriacuteculardquo del puerto de Veracruz y de los demaacutes puertos a Barlovento y Sotavento asiacute como entregarle la documentacioacuten existente desde la creacioacuten de la Matriacutecula de Mar en 1777 (de acuerdo con la Real Orden cuya fecha se confirma de 23 de agosto anterior) cosa que debiacutean cumplir el intendente Pedro Antonio Co-siacuteo y el tesorero de las Reales Cajas Joseacute Mariacutea Laso Sin embargo hasta el momento no se habiacutea producido la toma de posesioacuten de Juan Joseacute Gaacutemez que aduciacutea en su favor ademaacutes de la claridad de la Real Orden haber re-cibido el 27 de abril de 1784 unos documentos en calidad de ldquosubdelegado de aquella Matriacuteculardquo No obstante poco antes de su recurso el 23 de di-ciembre de 1785 se habiacutea publicado en la Ciudad de Meacutexico un bando por el que se encargaba en comisioacuten la citada Matriacutecula al administrador de la Real Hacienda en Veracruz Francisco Antonio Agudo lo que a juicio del demandante no puede ser sino una equivocacioacuten ya que el cargo corres-ponde al Capitaacuten del Puerto

A rengloacuten seguido Juan Joseacute Gaacutemez alega una nueva razoacuten muy concreta

Comprueacutebase que la intencioacuten del Rey es que de la Matriacutecula sea su Jefe el que

ejerza de tal Capitaacuten del Puerto pues desde su creacioacuten la ha tenido a su cargo este

empleo como es notorio porque el primero que fue mi antecesor Don Bernardo

Amat se le dio consecuente con la Real disposicioacuten comunicada al Excelentiacutesimo

Sentildeor Frey Don Antonio Mariacutea Bucareli virrey que fue de esta Nueva Espantildea

15 Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico Seccioacuten de Marina 55 folios 81-85

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Los citados Cosiacuteo y Laso fueron comisionados para la Matriacutecula in-terinamente tras la jubilacioacuten de Bernardo de Amat (al que ya conocemos como Capitaacuten del Puerto y como Capitaacuten de Maestranza) pero ahora que media el nombramiento de un titular de la capitaniacutea de puerto concluye Gaacutemez ldquoes la voluntad de la Real Persona sea yo el legiacutetimo subdelegado de Vuestra Excelencia en este asuntordquo Y maacutes abajo apuntilla ldquopues mi an-tecesor lo fue desde su creacioacuten como ya se dijo y no ha habido otro desde aquel hasta que tomeacute la posesioacuten de estos empleosrdquo Y en consecuencia pide el reconocimiento de su derecho a entrar tambieacuten en posesioacuten de de la subdelegacioacuten de Matriacutecula Sin que pueda caber duda del derecho del autor del recurso lo que conviene resaltar es que la Matriacutecula de Mar habiacutea quedado adscrita al Capitaacuten del Puerto al menos en Veracruz y probable-mente de modo general Menos claro queda el tiacutetulo exacto del cargo pues se habla alternativamente de ldquoministeriordquo y de ldquosubdelegacioacutenrdquo de Matriacutecu-la cuando sabemos que en el territorio metropolitano la Matriacutecula de Mar habiacutea sido confiada a un ldquoministro de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en las capitales de las provincias mariacutetimas y a un ldquosubdelegado de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en los restantes puertos En cualquier caso parece seguro que en Ameacuterica en la segunda mitad del siglo XVIII el Capitaacuten del Puerto antildeadiese a sus funciones las de incluir bajo su jurisdiccioacuten a las gentes de maestranza y a las gentes de mar ya matriculadas lo cual haciacutea auacuten maacutes relevante su cometido y su ministerio

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Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

La Guerra de Sucesioacuten Espantildeola (1700-1713-1714-1715) ha sido has-ta hace poco tiempo y auacuten lo es en muchos aspectos uno de los ldquoperiacuteo-dos oscurosrdquo (Kamen 1974) de la Historia de Espantildea1 Llama la atencioacuten que si bien se trata de un acontecimiento decisivo el tratamiento de tema habiacutea sido escaso en Espantildea hasta hace algunos antildeos aunque la centrali-dad del proceso se hubiera reconocido como evidente2 En las uacuteltimas deacute-cadas el intereacutes despertado por la guerra y las cuestiones vinculadas a ella ndashaunque muchos temas merecen auacuten investigaciones exhaustivasndash ha per-mitido mejorar su conocimiento a partir de publicaciones especializadas resultados de los congresos sobre el tema a propoacutesito de diversas conme-moraciones y de las obras de investigadores de reconocido prestigio34

1 Este trabajo integra el proyecto MINECO HAR2013-45788-C4-3

2 Para una bibliografiacutea sobre el tema ver Albareda Salvadoacute (2010) Bernardo Ares (2008) Gon-zaacutelez Mezquita (2007)

3 AA VV (2001 2002 2005 y 2007) Garciacutea Gonzaacutelez (2009) y Serrano (2004)

4 Las principales obras son Fernaacutendez Albaladejo (2001) Garciacutea Caacutercel (2002) Molas Ribalta

Gonzaacutelez Mezquita M L (2017) Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Opinioacuten y propaganda

Este trabajo propone una nueva mirada al conflicto a partir de un enfoque socio-cultural de la poliacutetica a traveacutes de algunas de manifestacio-nes discursivas (Cardim 1996 p 149 Castro Cuenca y Aranda Peacuterez 1991) en su vertiente poleacutemica-publiciacutestica producidas por diferentes agentes sociales (Peacuterez Picazo 1966 p 280) La perspectiva cultural ofrece la posibilidad de aprehender las opiniones de aquellos normal-mente excluidos de la esfera institucional que intentan expresarse en un momento de especial conflictividad (Gonzaacutelez Mezquita 2014 en un contexto diferente Hermant 2017) Se trata de una literatura de accioacuten eco de la realidad que a la vez protagoniza tan convulsiva como la tra-ma de hechos que la soporta y que ella hace al mismo tiempo legible (Jouhaud 1985 p 32) Leer estos textos parece faacutecil en apariencia pero es complicado si nos interrogamos no soacutelo sobre las condiciones de su elaboracioacuten sus destinatarios y su difusioacuten (Chartier 1992 y 1993) sino ademaacutes por nuestro comportamiento personal hacia ellos condicionado por la eacutepoca en que vivimos y por una cultura heredada y adquirida de lectores5 En realidad sabemos que las lecturas no son inocentes pero tendemos a olvidar que hace tres siglos las expresiones teniacutean otro valor y significacioacuten que deben ser decodificados (Richet 1985 p 12) Los autores a considerar provienen con preferencia del estamento clerical y se ha prestado especial atencioacuten a las respuestas de distinto orden que pudieron ocasionar tanto como a las condiciones de su produccioacuten De esta manera se intenta comprobar coacutemo los textos se relacionan y se agrupan en redes de poleacutemicas que constituyen verdaderos engranajes y racimos textuales (Jouhaud 1985)6

Cerro Nargaacutenez y Fargas Pentildearrocha (2004) Kamen (2000) De Bernardo Ares (2006) Ribot (2009) Martiacutenez Shaw y Alfonso Mola (2001) Leoacuten Sanz (1989) Edelmayer Leoacuten Sanz y Ruiz Rodriacuteguez (2008) Alabruacutes (2001) Delgado Barrado (2007) Aacutelvarez-Ossorio Alvarintildeo (2004) Y en el plano de las relaciones internacionales Beacutely (1992) Kamen (2003) Storrs (2007) Frey y Frey (1995) Alba-reda Salvadoacute (2010)

5 El intereacutes de estos textos no es privativo de este momento por el contrario ya habiacutean influido y seguiriacutean hacieacutendolo en la opinioacuten puacuteblica mediante las discrepancias que manifiestan al finalizar la Guerra de Sucesioacuten a traveacutes del ldquopartido espantildeolrdquo magistralmente analizadas por Egido (1971)

6 Peacuterez Picazo identificoacute 50 folletos de filiacioacuten clerical de ellos 15 son felipistas y el resto austracistas Nuestro trabajo en archivos de diferentes territorios de la Monarquiacutea aumenta el nuacutemero indicado

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

Algunas consideraciones metodoloacutegicasLos procesos histoacutericos no pueden aprehenderse al margen de los modelos de

percepcioacuten de los agentes coetaacuteneos de sus categoriacuteas de pensamiento y del sentido que le otorgaban a los sucesos Las diferentes formas de comunicacioacuten simboacutelica ofrecen una clave para la comprensioacuten del Antiguo Reacutegimen Estos mecanismos fueron utilizados de manera reflexiva y calculada y teniacutean un poder performativo especiacutefico para el funcionamiento de aquellas sociedades Es evidente que en la actualidad el desafiacuteo intelectual lanzado a las ciencias sociales por la corriente lin-guumliacutestico-discursiva o maacutes recientemente por el giro performativo pone en eviden-cia la conveniencia de utilizar este enfoque en diferentes momentos para su mejor comprensioacuten (Tilmans Van Vree et Winter 2010 Benigno 2013 y 2013b p757)

La comunicacioacuten es un proceso interactivo entre dos agentes o maacutes que se re-lacionan unos con otros Pero la existencia de este acto no significa que el receptor asigne al mensaje la misma significacioacuten que la del emisor ni que el receptor acepte el sentido del mensaje y esteacute de acuerdo (Stollberg-Rilinger 2008 pp 15-17)

En los uacuteltimos antildeos se ha puesto el acento en los usos que los agentes his-toacutericos hacen del lenguaje y las convenciones del contexto en el que actuacutean (Garciacutea Caacutercel 2013 p 12) Benigno (2013) insiste en la interesada proyec-cioacuten en el pasado de categoriacuteas del presente en contraposicioacuten a la necesaria criacutetica sobre las utilizadas por los agentes histoacutericos y por los historiadores para evitar las tentaciones del anacronismo y los riesgos del presentismo (pp 31-33) Esto implica el reconocimiento de un respeto obligado a la alteridad de estos agentes y sus manifestaciones (Albaladejo 1992 p14)

Nos detendremos en un aspecto poco frecuentado para destacar algunas cuestiones relacionales entre los agentes histoacutericos en especial su plano co-municacional En particular prestamos atencioacuten especial a la construccioacuten de ldquouna guerra de religioacutenrdquo durante la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola asumiendo la inclusioacuten de una densa carga simboacutelica que plantea por lo menos dos asuntos fundamentales Por un lado la existencia de redes de propaganda y los intentos de manipulacioacuten de una ldquoopinioacuten puacuteblicardquo en construccioacuten (Rodriacuteguez Uribes 1999 p 77 y ss ver con diferente contexto temporal Farge 1992)7 favorecida

7 Concepto ldquovagordquo e ldquointangiblerdquo que el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola (1992) Madrid 1478 no contribuye a aclarar cuando lo define como ldquosentir o estimacioacuten en que coin-cide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinadosrdquo

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Opinioacuten y propaganda

por la especial conflictividad del escenario beacutelico por otro las cualidades per-formativas de esa construccioacuten y sus efectos intencionales o no intencionales (Aacutelvarez de Miranda 1992 p 580)8

El binomio conceptual ldquoopinioacuten puacuteblicardquo ha dado lugar a especulaciones o discrepancias cuando no a su utilizacioacuten acriacutetica (Olivari 2004 Baker 1987 Maza 1987) La comunicacioacuten la propaganda y la formacioacuten de una opinioacuten puacute-blica en diferentes etapas de su construccioacuten constituyen un campo cuyo anaacutelisis se extiende en los uacuteltimos antildeos P Burke ha dividido las reflexiones sobre este asunto en tres partes La primera sobre los temas que pueden ser descritos como el debate Eisenstein sobre la revolucioacuten que supuso la imprenta y sus consecuen-cias Las interacciones entre la comunicacioacuten oral la manuscrita y la impresa y en los dos uacuteltimos casos la relacioacuten entre la comunicacioacuten visual y la textual La segunda sobre los consumidores de los medios de comunicacioacuten de masas ya sean estos lectores espectadores u oyentes tanto como la imbricacioacuten entre los aspectos comunicacionales sociales poliacuteticos y culturales La tercera en torno al ldquodebate Habermasrdquo sobre el nacimiento de la esfera puacuteblica (Burke 2005)9

Es importante considerar algunos aspectos del lenguaje utilizado en los textos publiciacutesticos Hay dos niveles de anaacutelisis en el estudio de lenguaje performativo Uno es el netamente linguumliacutestico y otro el poliacutetico que es el objeto de este trabajo (Austin 1982) Entendemos como funciones poliacuteticas del lenguaje la reproduccioacuten de acciones la interaccioacuten la comunicacioacuten la argumentacioacuten ser un factor de poder Los enunciados se integran en un discurso que estaacute orientado en una determinada direccioacuten y tiende a lograr la interaccioacuten entre discursos y praacutecticas (Emmerich 2010)

John Austin distingue entre dos tipos de oraciones constatativas y realiza-tivas o performativas En las oraciones performativas no se describe un estado

8 Covarruvias (ed1943 p 944) en su Tesoro dice que ldquodistinguen los filoacutesofos la opinioacuten de la ciencia porque la ciencia dice cosa cierta e indubitable y la opinioacuten es de cosa incierta y esta es la causa de haber opiniones contrarias de una misma cosardquo Por su parte el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola Coincide en el sentido enunciado al definirla en su primera acepcioacuten como ldquoconcepto o parecer que se forma de una cosa cuestionablerdquo

9 Burke ha sido un pionero en el uso del concepto criticando a Habermas ldquoDe todos modos en estos uacuteltimos antildeos los historiadores han criticado tanto las obras de Habermas que ahora me hallo en la posicioacuten de defenderlo (hellip) Aun cuando sus afirmaciones histoacutericas fuesen falsas sus conceptos son suficientemente buenos como para ser tenidos en cuentardquo El autor retoma las criacuteticas de Melton 2001 en sus anaacutelisis sobre Inglaterra Francia y Alemania

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

de cosas sino que se hace lo que se dice en el mismo acto de decirlo Esta es la primera formulacioacuten de Austin En la segunda habla de una nueva unidad de anaacutelisis a la que denomina ldquoactos de hablardquo presentados como unidades de comunicacioacuten que tienen en siacute tres acciones coexistentes el acto locucionario el acto ilocucionario y el acto perlocucionario que se relacionaraacute con los efec-tos que se pretenden obtener sobre la audiencia Es el aspecto que nos permite hablar de la performatividad del lenguaje poliacutetico John Searle reformula y sis-tematiza en 1969 la hipoacutetesis fundamental de Austin ndashsobre los actos perfor-mativosndash en su libro Actos de habla en el que agrega una serie de conceptos relacionados con los discursos poliacuteticos (Emmerich 2010 Searle 1989)

En este sentido el lenguaje performativo es entendido como ldquodiscurso poliacuteticordquo porque produce hechos aunque siga siendo baacutesicamente un ldquode-cirrdquo Pero cuando la poliacutetica es entendida como un aacutembito de conflicto un proceso cualitativo sustantivo y no procedimental el lenguaje performativo puede ser utilizado como un asunto relativo al poder de las palabras Cuando un individuo habla estaacute realizando una accioacuten que inaugura distintos estados de cosas Esta capacidad del acto de habla de hacer cosas explica que el dis-curso pueda crear realidades que luego se proponen retroactivamente como causa del discurso siendo en realidad productos de eacutel Cuando entramos al espacio propiamente poliacutetico el aacutembito de estudio cambia desde el simple lenguaje performativo hacia la performatividad del lenguaje poliacutetico y el desarrollo dialeacutectico se abre al conflicto y al antagonismo (Emmerich 2010)

Las palabras y las conductas construyen representaciones que motivan o inducen a los agentes sociales a la accioacuten y pueden producir una conse-cuencia Esto implicariacutea que existen palabras y acciones pero entre ellas hay un agente que decide sus movimientos en un contexto complejo en el que se producen interacciones El historiador que quiere analizar la comunicacioacuten simboacutelica puede contar con aportaciones valiosas de disciplinas tan dispares como la fenomenologiacutea la antropologiacutea la semioacutetica la sociologiacutea y la etno-logiacutea por mencionar soacutelo algunas Los siacutembolos apelan a la razoacuten y a todos los sentidos Por eso su significado se suele captar muy raacutepido sin embargo suelen ser polivalentes y ambiguos pueden resolver o incentivar conflictos poniendo de relieve las diferencias entre distintos grupos sociales Por este motivo muy especialmente los conflictos religiosos o eacutetnicos se transforman muy faacutecilmente en luchas simboacutelicas (Butler 1997 pp 12-44)

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Opinioacuten y propaganda

Como hemos analizado en anteriores oportunidades (Gonzaacutelez Mezquita 2007 y 2013) las monarquiacuteas utilizaron los medios a su alcance para organizar campantildeas de propaganda como un medio para influir en la opinioacuten (Chisick 2002 Perry 1962 Veysman 2004) En Gran Bretantildea la cultura poliacutetica puacutebli-ca desarrollada despueacutes de la Revolucioacuten fue puacuteblica en el sentido de que temas poliacuteticos fueron cada vez maacutes objeto de discusioacuten en el aacutembito puacuteblico Tam-bieacuten este debate se daba en Francia aunque en menor medida y con controles gubernamentales maacutes evidentes (Muumlllenbrock 1997 p 17 Hattendorf 1987) Este proceso se puede entender como la necesidad que teniacutean los poliacuteticos de conseguir aprobacioacuten por parte de una audiencia numerosa que participaba y juzgaba en una especie de forum ad hoc a modo de institucioacuten complementaria para controlar las decisiones maacutes importantes del gobierno

La accioacuten de los escritos es pensada frecuentemente a partir de sus efectos sobre los lectores Pero el gesto de escribir no se limita a las intenciones del autor manifiestas o no Tiene lugar en una red de otras acciones que modifica y lo modifican (Ribard y Schapira 2006 p 146) dando lugar a interacciones texto-contexto (Pocock 1972 Skinner 1978) Es a este aspecto especiacutefico al que aludimos en este caso a la posibilidad de interactuar que tienen los agentes sociales individuales y colectivos con sus palabras y sus acciones (Searle 1989)

Los aspectos comunicacionales de la contiendaDurante la Guerra se enfrentaron las posiciones que ya se habiacutean de-

lineado en las intrigas cortesanas que la precedieron durante el reinado de Carlos II dando lugar al debate entre austracistas (Arrieta Alberdi 2001) y borbonistas (Gonzaacutelez Mezquita 1993 Vicent Loacutepez 1994 p 402) Tanto la camarilla francesa como la austriacuteaca habiacutean jugado un importante papel como grupos de presioacuten En la guerra la violencia estaba en el centro del problema Para comprender el sentido de este conflicto civil internacional dinaacutestico y mediaacutetico nos permitimos insistir en la idea de que es importante profundizar un anaacutelisis que lo explique desde el punto de vista comunicacio-nal relacionando al mismo tiempo la construccioacuten de la opinioacuten puacuteblica y los mecanismos de propaganda (Gonzaacutelez Mezquita 2007 t III pp 205-360 Benigno 2013 Ozouf 1996 Enciso Recio 1988 Burke 1992 p152)

Entre los argumentos utilizados por los dos bandos en litigio se recurrioacute a los vinculados con el campo religioso como un instrumento utilizado ndashentre

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

otrosndash para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten con el objetivo de conven-cer y conseguir nuevos adherentes

En una sociedad profundamente confesional como era la de la Europa del Anti-

guo Reacutegimen la manifestacioacuten de la fe de forma puacuteblica y notoria por parte de

los soberanos no era soacutelo necesaria sino ademaacutes requerida Las dinastiacuteas euro-

peas debiacutean mostrar su indiscutible alianza con la divinidad para que las autori-

dades eclesiaacutesticas justificaran en compensacioacuten la legitimacioacuten exclusiva de su

potestas y auctoritas (Vaacutezquez Gestal 2013 p 264)

Los publicistas y predicadores borboacutenicos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo que se dirimiacutea en un particular campo de batalla entre los partidarios de dos dinastiacuteas Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque y sus aliados ingleses y holandeses genera-ban un enfrentamiento religioso y pretendiacutean levantar a los suacutebditos contra su rey catoacutelico con la posibilidad de un contagio hereacutetico10 Religioacuten y xenofobia se uniacutean ndashcomo en otras oportunidadesndash11 para demonizar a los enemigos trans-formaacutendolos en herejes o figuras diaboacutelicas que produciacutean un fuerte impacto12

Para quando heroyca Espantildea Son los altivos alientos De tus trinfantes victorias

No solo leal te busco Catholica te deseo Que adonde la Fegrave zoccedilobra Todo lo

demagraves es menos Ea que traen por empressa Sus estandartes excelsos Ser Atlante

de Maria Y Alferez del Sacramento O Defensor de la Fegrave Que unes en tu heroyco

pecho A los Leones y Castillos Las lises de Clodoveo Vive y triunfa reyna y

vence Y sea tu ardiente azero Cuchillo de la Heregia Y destruicion del Protervo13

10 Real Academia de la Historia de Madrid (RAH) Col Salazar J-11 f 21-48 Maacuteximas desci-fradas de engantildeos poliacuteticos por el celo catoacutelico de la verdadera doctrina

11 La utilizacioacuten de las creencias como medio para movilizar el sentimiento puacuteblico no es algo que pueda adjudicarse a este momento Asiacute se afirma para el caso de la Fronda ldquoon examinera ici les tentatives qui ont eacuteteacute faites pour mettre la smbolique religieuse au service de la lutte politiquerdquo (Sluhovsky 1999 p 358)

12 BFJM Mss 2142 Clariacuten de Europa Hypocresia descifrada Espantildea advertida Verdad de-clarada Barcelona 1706 Los austracistas sostienen por el contrario que el catolicismo soacutelo puede defenderlo la Casa de Austria

13 UPF IUJVV P94 Quexas de la tibieza de Espantildea al ver tan ultrajada la fee y elogios a su defensor Phelipe Quinto nuestro sentildeor que Dios guarde Romance 1710

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Opinioacuten y propaganda

La presencia de tropas protestantes en las filas austracistas generaba ac-titudes de condena manifiesta de justificacioacuten o de reserva La actuacioacuten de sus ejeacutercitos en Castilla agravoacute las expectativas de la poblacioacuten

Los austracistas la definieron como un invento borboacutenico y acusaron a sus enemigos de abusar de la credulidad de los fieles inventando una guerra de religioacuten que no era tal14 Pero en realidad los dos bandos termi-naron por tratar de captar la sensibilidad religiosa de los involucrados en la contienda (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 17) El anaacutelisis de la propaganda a pesar de que se trataba de una disputa entre dos priacutencipes catoacutelicos de-muestra que los mensajes religiosos empleados en la publiciacutestica preten-diacutean conseguir entre otros objetivos el apoyo de la sociedad a las deci-siones poliacuteticas y militares justificar los conflictos beacutelicos como ldquojustosrdquo o necesarios persuadir a la poblacioacuten civil para que se movilizara y se comprometiera con la causa generar en los combatientes confianza en la victoria favorecer los reclutamientos de efectivos militares y concienciar sobre la conveniencia de que los suacutebditos aportasen recursos econoacutemicos (Gonzaacutelez Cruz 2013)15

Durante la ldquoGuerra de la Independencia espantildeolardquo la propaganda an-tifrancesa y antirrevolucionaria tambieacuten proclamariacutea una nueva ldquocruzadardquo contra gente ldquosin religioacutenrdquo que calificaban como ldquoapoacutestatas gabachosrdquo 16 La conclusioacuten era evidente la guerra al menos para los catoacutelicos todos en la Monarquiacutea habiacutea dejado de ser por la sucesioacuten convirtieacutendose en ldquoGuerra de Religioacutenrdquo El intereacutes dinaacutestico o las razones de estado debiacutean

14 Universitat Pompeu Fabra (UPF) IUJVV J85 El juizio de la Europa en la gran causa de la libertad comun por las razones que tiene la Sacra Cesarea R M de Leopoldo I emperador de romanos sobre la Monarquia de Espantildea insidiosamente ocupada de Franceses Traducido del italiano en espa-ntildeol Barcelona 1707 f 116 UPF IUJVVD57 Ecos de la verdad en siete dialogos sobre lo sucedido en el assedio de Barcelona Barcelona 1707

15 El autor afirma que hay un conjunto de temas que se deben considerar los procesos de demo-nizacioacuten del enemigo la alianza propagandiacutestica establecida entre la Monarquiacutea y los eclesiaacutesticos la participacioacuten de los cleacuterigos en el sistema de recaudacioacuten de fondos econoacutemicos destinados a los conflictos beacutelicos asiacute como la intervencioacuten de eacutestos en las campantildeas dirigidas al reclutamiento de soldados sin olvidarse del efecto que tuvo en la Guerra de Sucesioacuten el reconocimiento de Carlos de Austria como Rey de Espantildea por la Santa Sede en 1709

16 Hemos realizado una comparacioacuten sobre las campantildeas de propaganda en Gonzaacutelez Mezquita (2012-2013) Sobre la construccioacuten de una Guerra de Independencia vid Aacutelvarez Junco (1994)

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

ceder su lugar en el discurso poliacutetico a las razones de religioacuten Asiacute pues la presencia en la Peniacutensula de herejes forzoacute desde la cultura poliacutetica his-pana la reformulacioacuten del conflicto en teacuterminos de religioacuten como ya se habiacutea sugerido durante la revuelta catalana aunque entonces los herejes fueran otros (Vicent Loacutepez 1994)

Los aportes del clero apoyando a cada uno de los candidatos desde el campo de la publiciacutestica estaacuten definidos por la impregnacioacuten teoloacutegica de su pensamiento basada principalmente en las obras de Santo Tomaacutes Vitoria Soto y Suaacuterez En sus escritos se desarrollan los conceptos baacutesicos del Derecho Canoacutenico y Natural Juristas y teoacutelogos van juntos y se citan mutuamente (Peacuterez Picazo 1966 p 71) Estos autores seraacuten importantes para definir el enfrentamiento beacutelico en el marco de una interpretacioacuten frecuente de los sucesos de caraacutecter providencialista El discurso dariacutea prioridad antes que a los derechos a las virtudes de los contendientes y no precisamente las ciacutevicas sino las teologales El discurso poliacutetico se veiacutea desplazado por la instruccioacuten de conciencias Llegados a este punto no puede extrantildear la relevancia que alcanzaron los confesores en este escenario (Vicent Loacutepez 1994 pp 66-68)

Hazemos saber que la Reyna nuestra Sentildeora (que Dios guarde) Governadora

de estos Reynos nos ha manifestado por dos Cartas de tres del corriente que

la bien acertada piedad del Rey N Sentildeor (Dios le guarde) antes de resolver

su jornada reconocio con moderacion religiosa que en ella ni en otra nin-

guna accion humana seria bien fundada la esperanccedila de sucessos prosperos

si no se recurriesse al principio y fuente de la Misericordia por el medio de

Oraciones y Rogativas publicas y generalespara cuyo acierto tanto se

necessita del favor y auxilio Divino que continua la obstinada perfidia con

que los enemigos de la Santa Fegrave Catolica y de los Dominios de su Magestad

y que aviendo precisado el peligro espiritual y temporal que puede ocasio-

narse de la vezindad de la heregia a costa de salir tercera vez agrave la frente de

su Exercito en defensa de la honra de Dios se debia esperar concurriesse la

Divina Providencia17

17 UPF IUJVV Exortacion pastoral del Eminentissimo Sentildeor Cardenal Portocarrero Arccedilobispo de Toledo agrave todas las personas Eclesiasticas de su Diocesis para que assistan agrave la Catholica Magestad

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Opinioacuten y propaganda

Pero con similares argumentos los austracistas explican los triunfos de Carlos III quien manifiesta su decisioacuten de exponer su real persona para ldquohacer valer nuestros justos derechos sobre la corona de Espantildeardquo18

Incomprenhensibles se esconden los divinos juyzios a la perspicacia humana

Inapelables las sendas de sus disposiciones se impossibilitan a toda investiga-

cion Rey de Reyes Dios exalta Reyes Sentildeor de todo reparte dominios destina

Monarcas castiga su justicia a los Reynos sujetandolos al mal Principe con

benignos ojos mira la clemencia divina los vassallos dandoles buen Rey19

El protestantismo teniacutea en la representacioacuten de los espantildeoles no soacutelo en el aspecto doctrinal y teoloacutegico sino en el sentido beacutelico sentildeales de perse-cucioacuten Pero como los herejes no podiacutean lograr nada contra la fe espantildeola reaccionaban indignados haciendo ldquocalvinadasrdquo es decir toda suerte de pro-fanaciones y sacrilegios en las Iglesias

En este tiempo se ausentoacute el Vicario de Madrid viendo que se perdiacutea el respeto a

la Iglesia sin tener poder ni autoridad para remediarla Diose orden para embar-

gar cuanto habiacutea en las clausuras religiosas pero a este escaacutendalo sucedioacute otro

maacutes compassivo que fue romper de noche la clausura del Religiosissimo con-

vento de CapuchinasDe las clausuras pasaron a las casas de todos los vecinos

fuera prolixidad referir los hurtos que hubo de este geacutenero en toda la villardquo20

Las cuestiones beacutelicas y religiosas se cruzaban de manera inextricable y condicionaban la accioacuten La alianza con herejes era una mancha para los austracistas21 Seguacuten el sentido tradicional esa unioacuten nunca era liacutecita

del Rey N Sentildeor Don Phelipe V (que Dios guarde) en la urgencia presente con los esfuerccedilos espi-rituales que ordena y medios temporales que les ofrecier su voluntadMadrid 17 de marzo de 1706

18 Declaracioacuten del Archiduque Carlos publicada en Lisboa 1704 HHStA Wien Handschrift W-344-5591-6 f

19 UPF IUJVV M84 Mueca de Mogigangas y mogigangos Barcelona 1707 1-15 3

20 RAH Mss 9-27-5 5304 Gavinete de Espantildea Papeles referentes a los primeros antildeos del reinado de Felipe V op cit f 138

21 Biblioteca del Palacio Real de Madrid III6494 Audiencia que pide un lacayo del Almirante al archiduque en Portugal ldquoun principe tan christiano assi te avia de andar siendo estafermo de herejesdonde moja cada cualrdquo

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

(Jansenio Mars gallicus 1637) pero seguacuten el concepto de la poliacutetica inter-nacional acuntildeado por Maquiavelo Bodin o el Duque de Rohan la unioacuten podiacutea perder esa condicioacuten si con ella iba unida la conveniencia del paiacutes aunque en Espantildea esta posicioacuten fuera resistida22

Las esperanzas depositadas en los dos candidatos enfrentados en la Gue-rra se fundaban en una compleja mitologiacutea histoacuterica Milagros visiones mensajes profeciacuteas lenguaje biacuteblico mesianismo Ademaacutes de la permanente referencia a la intervencioacuten divina invocada por uno y otro candidato al trono es frecuente la devocioacuten a la Virgen Mariacutea en sus distintas advocaciones a los aacutengeles y santos (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 73 y ss)

Los austracistas argumentaban que las condiciones de la Guerra habiacutean exigido una alianza con Inglaterra y Holanda ante la falta de respeto a los Tratados de Reparto previos por parte de Francia En realidad no se trataba simplemente de la posicioacuten interesada de un grupo en defensa de sus privi-legios ya que los Habsburgo no eran soacutelo la casa real que habiacutea gobernado en Espantildea y en el Imperio sino que contaban con el respaldo de su propia mitologiacutea y creiacutean que su familia poseiacutea una misioacuten otorgada por Dios para proteger a la Iglesia Seguacuten el mito original de los Habsburgo fechado hacia 1340 Rodolfo I fundador de la dinastiacutea se hallaba cabalgando y se encontroacute con un sacerdote que llevaba el Viaacutetico Rodolfo desmontoacute de inmediato y le ofrecioacute su caballo ldquoen un acto de reverencia por amor a Diosrdquo Desde el siglo XVI esta historia se relacionaba como la revelacioacuten de una promesa de imperio mundial concedido a los Habsburgo Del mismo modo que eran protectores de la Eucaristiacutea que es el cuerpo de Cristo tambieacuten se les daba la custodia temporal de su otro cuerpo la Iglesia universal (Kleacuteber Monod 2001 p 74) Seguacuten los profetas la entrada de Cristo en Jerusaleacuten presagiaba un reino universal y muchos escritores consideraban -es el caso de Diego de Saavedra Fajardo- que el imperio Habsburgo era la realizacioacuten de la visioacuten del profeta Daniel de la ldquoquinta monarquiacuteardquo (Kleacuteber Monod 2001 p 183)

22 Sobre la importancia de la presencia de las tesis maquiaveacutelicas durante el reinado de Carlos II ver Garciacutea Gallo (1934 p 56) Un anaacutelisis sobre las distintas posiciones respecto a la legitimidad de una alianza con herejes en Jover Zamora (1949 p 265 y ss) ldquoel problema de la legitimidad de las confederaciones o alianzas con herejes tiene tan entrantildeables raiacuteces en el espiacuteritu de nuestros polemistas que el estudio de esta faceta de la actitud generacional ha de ser forzosamente complejo ha de abarcar bajo uma nisma ruacutebrica los distingos doctrinales del jurista o del teoacutelogordquo (p 265)

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La llegada de Felipe por otra parte se presentaba como la confirmacioacuten de un milagro acompantildeado de prodigios apariciones y manifestaciones religiosas de diferente orden Pero estas representaciones teniacutean otras vertientes Si bien en Espantildea la monarquiacutea del siglo XVI disfrutaba de pocos de los atributos convencionales de la soberaniacutea sacra los elementos maacutes significativos de la monarquiacutea cristiana occidental no eran ajenos en ella La racionalizacioacuten de la identidad religiosa se produjo a lo largo del siglo XVII si bien se extendioacute y aceleroacute como consecuencia de las guerras europeas a fines del siglo y co-mienzos del siguiente (Kleacuteber Monod 2001 p 337) Fueron conflictos a gran escala que resultaban mucho maacutes costosos que las guerras anteriores Este proceso puede relativizar los intentos por definirlas como guerras de religioacuten aunque tuvieran un trasfondo religioso

La fidelidad debida al rey se reforzaba con la creencia de que era repre-sentante de Dios en la tierra (Fernaacutendez Albaladejo 1988) Manuel Ayala y Salcedo paacuterroco de San Gineacutes en Madrid elogia a Felipe V ldquoa quien Dios se sirvio hazerle tan parecido a David no solo en el espiritu y valentia sino en el coraccedilon que fue cortado a la medida del Coraccedilon de Diosrdquo23 El monarca es entendido tambieacuten como un mediador entre Dios y los hombres si bien en el siglo XVIII se produciriacutea un cambio en las explicaciones poliacuteticas que se basan en la asuncioacuten de lo sagrado o de la gracia divina Lo que las sustituyoacute no fue el secularismo sino una obediencia basada en principios religiosos a una autoridad humana unitaria el rey seriacutea el siacutembolo visible del ldquoEstadordquo

La tan anhelada felicidad poliacutetica que habriacutea de surgir a partir de la fidelidad y lealtad

a Felipe V estribaba en lsquoconocer que Dios asiste y defiende a nuestro Philiporsquo el cual

era por ello mismo lsquoel Argos del bien comuacutenrsquo (Saacutenchez Llanes 2014 p 310)

Las peculiares circunstancias que concurrieron en Castilla durante la Guerra de Sucesioacuten situaron a la fidelidad como fenoacutemeno y como concepto en el centro de la accioacuten poliacutetica Se trataba en el fondo de recordar cuaacuteles eran las razones que fundaban la sociedad poliacutetica autodenominada Castilla

23 UPF IUJVV Ayala y Salcedo (1710 p 37) Parabien a la Iglesia Catholica en los gloriosos triunfos de nuestro invicto monarca D Phelipe Quinto a quien le consagra el doctor don Manuel de Ayala y Salcedo cura de San Gineacutes de Madrid Theologo de su Magestad y su Examinador en el Real Consejo de las Ordenes y Synodal del Arccedilobispado de Toledo 1-44

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que como cabeza de la Monarquiacutea Catoacutelica impregnaba con su estilo y sus principios de gobierno al conjunto de la misma Estos principios encontraban su fundamento en un orden regulado por el mandato del amor confesional-mente estructurado por la dogmaacutetica catoacutelica desde la que se construiacutea el legiacutetimo ejercicio del poder poliacutetico tanto como se ordenaba el acceso al mismo (Vicent Loacutepez 2000 pp 62-64)

El Arzobispo de Zaragoza afirmaba en 1706 que los espantildeoles que no defendieran a los priacutencipes jurados incurriacutean en delito contra Dios y el rey arriesgaban la conservacioacuten de la fe y de esta manera se convertiacutean en reos de los delitos de sedicioacuten a la patria y de Lesa Majestad ademaacutes de las con-secuencias en el orden espiritual que teniacutea caer en pecado mortal Tambieacuten lo confirma el Desengantildeo Catholico

El que no reverencia y obedece lo justo a su legitimo rey quando la materia es

graue peca mortalmente el sentildeor Phelipe Quinto es legiacutetimo rey de Espantildea luego

los espantildeoles que no lo aman reverencian y obedecen en lo justo pecan24

En el sentido que venimos sentildealando resultan significativos los argumen-tos para justificar la pena impuesta a dos reos acusados en 1703 de participar en un plan para invadir Caacutediz La infidelidad al rey es penada como causa principal pero tambieacuten hay otros elementos a considerar Aparece de forma expliacutecita la definicioacuten del conflicto como una ldquoguerra de religioacutenrdquo (Gonzaacutelez Mezquita 2013) En este caso de los espiacuteas que reuniacutean informacioacuten para los aliados el fiscal reunidas las pruebas los acusoacute y pidioacute que fueran condenados a la pena capital y en las demaacutes dispuestas por derecho contra tales delincuentes

y porque los dichos reos pospuesto el temor de Dios nuestro Sr faltando al amor

y fidelidad que debian a SM () se constituyeron voluntariamente y con animo

doloso espiacuteas de sus enemigos viniendo de Portugal a esta ciudad a solicitarles

noticias individuales y por extenso a las prevenciones militares con que se halla-

va que les subministraron para facilitarles la imbasion de este Presidio (Caacutediz)

() por donde se hallan convictos y confesos dichos reos y resultan serlo de lessa

Magestad y por consiguiente de las penas impuestas por derecho a los perpetra-

24 Biblioteca Nacional Madrid (BN) Mss 15120 Desengantildeo Catholico

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dores de tan detestable delito Y porque se hase mucho mayor considerando que

no solo favorecian dichos reos a los enemigos de esta corona sino tambien por

consiguiente a los que lo son de nuestra santa fe catholica que tanto desean la

toma de esta plaza () con las noticias de dichas prevenciones que participaban

y estavan en animo de proseguirlas Y porque de lo referido resulta que deven

ser condenados los susodichos gravissimamente y con las penas condignas para

refrenar la audacia de los que les imitaren y para retraer a los mal contentos de

la execucion de las intenciones y desleales propoacutesitos que ayan concebido por lo

qual a VM pido y suplico admita esta acusacion probea y determine como tengo

pedido y aqui se contiene justicia y costas25

Entre las razones esgrimidas para justificar la pena solicitada encontra-mos uno de los ejemplos maacutes claros de las implicaciones que se dieron en un conflicto que tuvo tan diversas connotaciones Por otra parte el efecto ejemplarizador de la pena se muestra como elemento significativo que debe cumplir con la funcioacuten de desalentar a potenciales imitadores

Los austracistas contestan los argumentos de los papeles felipistas y acu-san a los cleacuterigos ldquocruzadosrdquo en armas

Grandes disparates exala la fingida piedad sobre este punto persuadiendo a los

confessores ineptos lo que no alcanccedilan ellos la lastima es que assi en este punto

como en el de la succesion los mas hablan como clerigos en armas si no han

visto los Sagrados Canones y leyes que podran dezir sobre esto O sentildeor diran

que hemos visto el Clarin de Europa y diferentes Memoriales impresos (hellip) 26

El propio Felipe V utilizoacute la fe como elemento potenciador de otro no menos importante la defensa del honor y de la unidad de la patria (Valladares

25 Archivo Histoacuterico Nacional Madrid (AHN) Consejos Leg 7241 1 136r-136v

26 Biblioteca Nazionale di Napoli (BNN) Escudo de Phidias Mordaza de Nemesis y luz para el desengantildeador desengantildeado Respuesta a dos papeles El uno Mogiganga de Mogigangas Papelon de Papelones y Sarta de otros muchos disparates que centildeidos son una Taravilla de Taravillas de la mal-contenta Gathomaquia Ideada en Etiopia donde todos los Gatos son pardos El otro Mandado sacar a luz por el Arccedilobispo de Ccedilaragoccedila Barcelona 1706 UPF IUJVV D65 Verdad desnuda armada de razon sucessos innegables con que triunfa de los embustes y enredos que se le oponen en un papel que con aprobacion dize del excelentissimo sentildeor Arccedilobispo de Zaragoccedila ha esparcido la malicia para ofuscar el derecho de la magestad de Carlos Tercero Barcelona 1706

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Ramiacuterez 1999) El siacutembolo y la defensa de esos principios se encarnaron en el rey con una actitud favorecida por la marcha de los acontecimientos y por un buen aprovechamiento de los fallos del Archiduque El monarca no duda-ba de sus atribuciones frente al Papa en una monarquiacutea ldquoque nunca dependioacute en lo temporal sino de siacute misma las leyes patria y voluntad de sus reyes y sentildeores naturalesrdquo27 A raiacutez del acuerdo de los portugueses con los aliados que incluiacutea la entrega de plazas espantildeolas a ese paiacutes Felipe V expresa en un con-vocante manifiesto que ldquo() se desnudan debidamente mi espada y la de mis reinos por la Fe por la Corona y por el Honor de la Patriardquo28 Felipe V se con-vertiacutea asiacute en un siacutembolo de unidad especialmente para los castellanos frente a los catalanes a los austracistas y en ocasiones frente a la propia Francia

La primaciacutea de la religioacuten no era nada retoacuterica Planteado inicialmente el conflicto

en teacuterminos de legitimidad la apertura de las hostilidades ndashcon la inevitable pre-

sencia de fuerzas protestantes en la peniacutensulandash hizo posible una lectura del mismo

en teacuterminos de guerra de religioacuten (hellip) Independientemente de sus derechos de

su propia razoacuten dinaacutestica el compromiso mayor del monarca radicaba en la maacutes

general y confesional razoacuten de religioacuten (Fernaacutendez Albaladejo 2001 pp 498-499)

Los partidarios del Archiduque acusan a los franceses por sus actitudes opuestas a la defensa de la fe catoacutelica que ellos ponen en peligro por

() la infidelidad y perfidia de los Musulmanes Ateistas de la Francia consolar

los pueblos espantildeoles y librar a Europa de una perpetua esclauitud mas Barbara

que la de los turcos y tartaros por ser assi el genio Luziferino franzes y tener

ya sus costumbres de ellos seis siglos antes que la seta Maometana viniese por

nuestra desgracia al mundo29

Las argumentaciones acusatorias se fundan en situaciones del pasado de Francia o defienden la licitud de la alianza con herejes Pero evitan definir el

27 BN Mss 7023 462r

28 BN Mss 9149 300-315 Razones de la guerra del Rey Catoacutelico contra el rey de Portugal el archiduque Carlos de Austria y sus aliados

29 BN Mss 2569 264-274 Razones contra la proposicioacuten de los maacutes flacos Ministros del Consejo de Estado de Espantildea

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enfrentamiento como una guerra de religioacuten aunque incurran muchas veces en contradicciones En el primer caso se halla Justicia y conciencia30 En este papel se acusa de hipoacutecritas a los que critican a la Liga y recuerdan las confederaciones de Francia con infieles En el segundo caso se encuentra la Mueca de Mogigangas y mogigangos en la que se afirma que en situaciones de defensa propia y guerra justa es posible esa alianza31

Entre las curiosas manifestaciones de fidelidad a uno u otro bando se encuentra la confesioacuten de un cleacuterigo asustado donado del convento de Santa Ana de Jumilla que habiacutea asegurado que Carlos III era el rey que Dios habiacutea decidido para Espantildea y que no debiacutean defender en Murcia a Felipe V porque enojariacutean a Dios seguacuten se lo habiacutea manifestado en un suentildeo32

Otro documento de filiacioacuten austracista maacutes expliacutecito en cuanto al plan-teamiento del problema de las relaciones entre la religioacuten y la poliacutetica33 ana-liza el tema del papel del clero utilizando como argumento inicial el caso de un predicador que llevado por la fuerza de sus conceptos dijo ldquoque el espantildeol que no teniacutea por verdadero rey de Espantildea a Phelipe quinto faltava a la feerdquo Las criacuteticas que generoacute su sermoacuten hizo que reformulara su preacutedica afirmando que ldquoera faltar a la fee divina y que para saver esso no se necesitava de mas Theologia que la Doctrina Cristiana que se ensentildeava en el Cathecismordquo El autor propone llevar esta discusioacuten a una imaginaria junta de hombres sabios que le deberiacutean dar sus opiniones sobre un tema tan controvertido se propo-nen primero los argumentos a favor de Felipe V para luego refutarlos uno a uno Seguacuten la primera opinioacuten se afirma que consta en la Sagrada Escritura que se debe obediencia a los reyes que ldquopor derecho comuacuten y particular de Reynos y Provincias son paciacuteficamente admitidosrdquo y son jurados solemne-

30 UPF IUJVV D84 Justicia y concienciardquo en la causa del sentildeor Carlos III (que Dios guar-de) arregladas seguacuten toda ley natural divina y humana ajustadas para el tribunal de Dios y de los hombres Barcelona 170

31 UPF IUJVV M84

32 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

33 BN Mss 2569 300 Desengantildeo y seguridad de las conciencias Carta en que se consulta a un Doctor Theologo sobre la certeza que tiene el reynado de Phelipe Quinto escrita en Madrid en diez y seis de junio de mil setecientos y doze

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mente y todo esto se encuentra en Felipe V La segunda opinioacuten procede de las revelaciones que Dios ha hecho a personas de virtud ldquode que habia de reinar un priacutencipe franzes que conservariacutea la fee Catholicardquo tal como suce-dioacute con una carmelita descalza de Uacutebeda durante la enfermedad de Carlos II La tercera tiene en cuenta la aprobacioacuten del Papa que sin hacer caso de otros derechos pretendidos admitioacute como legiacutetimo rey a Felipe V aceptando su embajador designando Nuncio en Madrid y concedieacutendole los beneficios eclesiaacutesticos que le corresponden en esa calidad34 La uacuteltima razoacuten es que la Inquisicioacuten de Espantildea

promulgo un edicto mandando fuesen denunciados y delatados a su Santo

Tribunal los confesores que en el Sacramento de la penitencia dixesen per-

suadiesen o predicaren a los penitentes que Phelipe 5ordm no era lexitimo rey o

que no se le devia obendiencia y fidelidad de vasallos35

A continuacioacuten quien realiza la consulta asegura que si bien las razones que le dieron fueron ldquodichas con eficacia y ardorrdquo se reconoce ldquolego e ignoran-terdquo y por lo tanto no puede discernir ni calificar su fuerza y hace otra consulta a quien supone que ldquono se dejara mandar de afectos o pasiones para augmentar o discernir la zerteza que tubiere esta materiardquo De esta manera comienza la argumentacioacuten para refutar las opiniones favorables a los Borbones

La ldquoRespuesta a la antezedente cartardquo lamenta los errores en que se ha in-currido durante mucho tiempo y asegura que ldquoel principal empentildeo o porfia de los superiores a sido persuadir a los pueblos sea esta Guerra de Religionrdquo36 Luego se culpa a los franceses de querer imponer en Espantildea sus usos y cos-tumbres37 Tambieacuten reprocha su poliacutetica alejada de la eacutetica que permite a sus

34 BN Mss 11267 En que forma puede y debe proceder el Sumo Pontifice cabeza de la Iglesia y Vicario de Christo en la tierra en las sediciones y rebeliones de los reynos a favor y aiuda de los principes para reprimir y castigar los rebeldes

35 BN Mss 2569 301

36 BN Mss 2569 302

37 BN Mss 10919 97 Tambieacuten se expresa en este sentido el autor del Papel curioso sobre el es-tado presente de las cosas de Europa y esta Corte con el motivo de la reparticioacuten de la Monarquiacutea de-scriacutebense las verdades en defensa de la inocencia perseguida que la malicia ha tenido ocultas y otras circunstancias dignas de la comuacuten inteligencia XVII Sobre galofobia y galofilia vid Schaub (2004)

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reyes no respetar los pactos si eso les permite asegurar su poderProsigue lamentando el olvido de las ancestrales tradiciones espantildeolas y

su reemplazo por otras ldquosacriacutelegas y blasfemasrdquo Felipe V ha sido utilizado en estas estrategias para confundir al pueblo y quitar importancia al clero Se ha llegado a representar a la Virgen con el rey montando a caballo Por otra parte se atribuyeron al rey apariciones y revelaciones de Cristo la Virgen y los Santos ldquoCon esta mas que idolatria del rey preciso era el desprecio del estado eclesiastico y religiosos pisando sus inmunidades y personas y lugarrdquo llegando a presionarlos para que los sermones se convirtieran en panegiacutericos de su figura comparaacutendolo con el Apoacutestol Santiago o el Espiacuteritu Santo38

iquestDonde nos revelo Dios que este es lexitimo rey de Espantildea Queacute Pontiacutefice como

suprema cabeza de la Iglessia y succesor de San Pedro puesto en la Cathedra suia

con la infalible assistenciaque le prometio Cristo lo a definido Pues estos y otros

son los medios que hazen o separan la revelacion divina que muebe a la fee39

Los sermones cumpliacutean una importante funcioacuten en los conflictos beacutelicos y sobre todo en los de caraacutecter civil en los que las posiciones poliacuteticas enfren-tadas pretendiacutean justificarse a traveacutes de los mismos presupuestos religiosos El papel de los sermones como canales de propaganda poliacutetica se puso ya de manifiesto en la guerra de las Comunidades y llega a su apogeo en la guerra de Sucesioacuten cuando austracistas y felipistas compiten por el monopolio del favor divino (Martiacutenez Gil 2011) Los cleacuterigos buscaban provocar impacto entre los oyentes siguiendo una serie de disposiciones para lograr un buen resultado regular la voz los gestos y un lenguaje basado en la teatralidad la acumula-cioacuten de frases negativas el empleo de primera y segunda persona y el uso de comparaciones y metaacuteforas (Morgado Garciacutea 2000 p 104) ldquoSu influjo en la opinioacuten era tan decisivo (hellip) que resulta perfectamente explicable la obsesioacuten preilustrada e ilustrada por su reforma Fueron el gran instrumento de poder del

38 BN Mss 2569 303 La exageracioacuten podiacutea ser tal que ldquosino fuera por hazer adultera a la rey-na la hiziera Virjen y no era mucho que si le apretaran lo dixese porque podia hazer al Spiritu Santo author de aquel parto y para no quitarle el derecho al reyno al Principe decir que el mismo Espiritu Santo author del habia transferido el derecho de su Padre como rey de reies y sentildeor de Dominantes y no es temeraria mi proposicion porque habiendole quitado a la reina saboiana en el parto dolores y sangre buen preludio era de repetirse el misterio de la encarnacionrdquo

39 BN Mss 2569 305

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clero bastante politizado en momentos decisivos ()rdquo (Egido 2002 p 381)El autor del Desengantildeo intenta refutar los argumentos borboacutenicos afir-

mando que el reinado de Felipe V no es materia que ldquoperteneze a la fee divina con que asentimos a las verdades que Dios revelardquo Diferencia una fidelidad humana y una divina separando los campos de referencia

En algunas oportunidades durante estos debates y campantildeas los sacerdotes cumplen con el papel de soldados y forman auteacutenticos ldquoregimientosrdquo40 Se com-para las palabras con las armas (Gonzaacutelez Mezquita 1999) cuando se afirma que

Cada sermoacuten y papel impreso es una bateriacutea pesada que derriba centenares de

hombres casas y pueblos Cada confesioacuten es una bomba o bala encendida que

traspasa o quema un corazoacuten Y muchas confesiones sermones y papeles en mu-

chos diacuteas son muchas balas encadenadas o una bateriacutea y cadena continuada que

pueden conquistar y acabar con todo un mundo41

El Almirante de Castilla austracista declarado reflexionaba sobre las acusaciones a los aliados Comprobamos que las opiniones circulaban no soacutelo en panfletos sino tambieacuten en textos elaborados como en este caso me-morias manifiestos y correspondencia Es importante seguir la trayectoria de un texto las respuestas que provocoacute y la produccioacuten que lo acompantildeoacute contraponer su contenido con el de los que le respondieron confrontando sus argumentos consideraacutendolo como un texto de accioacuten El Almirante des-estima los argumentos borboacutenicos que califican el enfrentamiento como una guerra de religioacuten

iquestCuaacutendo no se habraacute visto otra vez en el mundo ni guerra maacutes propia de una

natural defensa ni maacutes poliacutetica ni maacutes de la razoacuten de estado para todos los priacuten-

cipes de Europa ni maacutes de la libertad y el honor de los espantildeoles y de la justicia

40 Borreguero Beltraacuten (2003) ldquoToda la contienda sucesoria ademaacutes de su caraacutecter de conflicto dinaacutestico maacutes estudiado por los historiadores presentoacute una vertiente religiosa que se inicioacute cuando en julio de 1702 una armada anglo-holandesa sitioacute Cadiz y el Puerto de Santa Mariacutea Las escenas de pillaje y sacrilegios disgustaron enormemente a los lugarentildeos alejando del partido austriacuteaco a muchos catoacutelicosrdquo (p 112)

41 Sentencia praacutectica de regulares gallispanos a favor de los imperiales Barcelona 1709 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 85

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comuacuten de todos42

Utiliza como prueba las alianzas de Espantildea y el Imperio con las potencias mariacutetimas en tiempos de Carlos II en las que no cabiacutea una duda semejante Por otra parte estas potencias son las mismas con las que Francia habiacutea acordado los ldquoTratados de Repartordquo Adjudica los textos de intencioacuten que se publican para engantildear a los europeos a la perversidad de Portocarrero y Arias para dar una mala imagen de los aliados evocando una dimensioacuten religiosa del movimiento para lograr la adhesioacuten a una cruzada una guerra santa que convocaba a todos

Es comprobable la falta de moderacioacuten en la produccioacuten publiciacutestica de los cleacuterigos maacutes exaltados auacuten en el caso de que cada afirmacioacuten fuera probada con argumentos poliacuteticos juriacutedicos o histoacutericos (Garciacutea Caacutercel y Alabruacutes Iglesias 2001 p 40 Loacutepez-Cordoacuten Cortezo 2009 p 295) Algu-nos participaron en la guerra con armas y palabras (Peacuterez Goyena 1930) El Cardenal Belluga no contento con su expliacutecita llamada a la guerra santa levantoacute a su costa 4000 hombres reviviendo la imagen del ldquoobispo guerrerordquo propia de la eacutepoca de los Reyes Catoacutelicos y seguacuten Bacallar (ed 1957) ldquono embarazado de sus sacras iacutensulas y sus antildeos montoacute a caballo y juntando gente no desdentildeoacute por el celo de la religioacuten y seguridad de los feligreses de manejar las armasrdquo (p 1957 122)

El discurso de Belluga no se reduce a la utilizacioacuten de conminaciones sino que realiza un detallado anaacutelisis de los temas que se debaten a propoacutesito de la sucesioacuten La extensioacuten del trabajo impide un desarrollo pormenorizado pero sentildealaremos los argumentos principales de su alegato

En estos diacuteas ha llegado a nuestra noticia como su astucia (del enemigo) ha sido

tanta que ha procurado valerse de algunos ministros de Dios para sembrar no

soacutelo en conversaciones privadas sino hasta en el confesionario mismo asiacute en

esta ciudad como en algunos otros lugares del obispado el sacriacutelego error con

que se ha procurado turbar las conciencias de los maacutes leales vasallos de nuestro

Gran Monarca Felipe Quinto nuestro Rey y Sentildeor natural ensentildeaacutendoles e im-

ponieacutendolos en que no teniacutean obligacioacuten a conservarle la debida obediencia y

que no soacutelo podiacutean sino debaxo de pecado mortal debiacutean rendirla al Archiduque

42 Manifiesto del Almirante de Castilla Biblioteca Nacional de Lisboa COD 526 124

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CarlosSabed hijos que lo que se os ha dicho no solo es falso sino un sacrile-

gio un error y un delito el mas abominable a los ojos de Dios por el juramento

que teneis hecho en la Coronacioacuten de nuestro Monarca a la fidelidad obediencia

y amor debida al Rey como nuestro Sentildeor natural al celo de la Religioacuten y a la

conveniencia propia vuestra con que debeis mirar por la seguridad de vuestra

alma por la conservacion de vuestra vida por el punto de vuestra honra por la

manutencioacuten de vuestros bienes y quietud universal de todo el Reinordquo43

Despueacutes de analizar temas como el juramento o la renuncia de la infanta Mariacutea Teresa utiliza la posicioacuten del Papa para justificar la legitimidad de Felipe V y para castigar a los cleacuterigos que prediquen en su contra ldquohasta su degra-dacion y pena capitalrdquo La obligacioacuten de lealtad existe no soacutelo en virtud del juramento sino por la que se debe al rey por derecho natural divino y positivo

() declarando las leyes civiles por reo del crimen de Lesa Majestad al desleal

y los Sagados Caacutenones Obedezcamos a Dios como nuestro Gobernador Juez y

Sentildeor y tengamos el mismo temor obediencia Y reverencia a nuestro Rey como

a su Vicario en la tierra pues nos ha dado Dios un rey que se hace por infinitos

titulos acreedor a nuestra obediencia y amor un rey escogido por la mano de

Dios un Rey anunciado por vaticinios44

Entre los apologistas borboacutenicos se tendiacutea a acentuar la obediencia ra-cional basada en la identidad confesional Pero agotados estos argumentos no faltan las amenazas y las recomendaciones que indican un sentido maacutes pragmaacutetico El discurso del miedo desarrolla una amplia variedad de matices que van desde el temor a los reyes que da fundamento al amor a los reyes hasta la presentacioacuten de circunstancias exageradas de temor o amenazas que acechan al reino y que a partir de su consideracioacuten motivan por siacute mismas la adopcioacuten de distintas iniciativas poliacuteticas (Nieto Soria 1988 p 190) Belluga

43 BN Mss 3798 Viva Jesuacutes Carta que el ilustrisimo sentildeor d Luis Belluga obispo de Cartage-na del consejo de su Majestad escribe a los fieles de su obispado principalmente a la gente sencilla previniendoles del riesgo de dar creacutedito a una falsa doctrina y error que en conversaciones privadas y hasta en el confesonario mismo en esta ciudad y algunos lugares de la diocesis se ha pretendido sembrar Murcia 1706 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 5

44 BN Mss 3798 6

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sentildeala que se debe obediencia al rey pues de otro modo

Arriesgaacuterais vuesta alma pues lo mismo es pretender de vosotros esta deslealtad

y traicion a vuestro Rey que pretender hagaacuteis cuatro graviacutesimas ofensas de Dios

una contra la virtud de la Religioacuten por el sacrilegio del quebrantamiento del ju-

ramento otra contra la justicia por la obligacioacuten que por derecho natural divino

y positivo tenemos de obedecer y ser fieles a nuestro Rey otra contra la misma

Religioacuten por el fomento y ayuda que dierais a los enemigos de la fe y otra contra

la caridad os mezcleacuteis en una proposicioacuten sidiciosa os hagaacuteis eos del castigo

que por el Santo Tribunal mereciera el que la defendiera arriesgariacuteais tambien

vuestra vida y vuestros bienes pues no ignorais que la deslealtad e infidelidad a

los reyes es crimen ldquolesa Maiestatisrdquoy como tal tiene pena de la vida perdida

de bienes y de infamia que pasa tambien a los hijosasiacute lo disponen las leyes

Y con tanto rigor que eacutestas establecen que no soacutelo sea reo de muerte el desleal

que se subleva o ayuda a la sedicioacuten sino tambieacuten el que sabiendo los que lo han

querido executar no los ha delatado45

Belluga es un buen ejemplo de la politizacioacuten clerical que llegoacute durante la Guerra a promover el uso no soacutelo de la preacutedica sino tambieacuten de la confe-sioacuten como instrumentos a favor de los intereses de uno u otro contendiente No faltaron voces que le respondieran y lamentaran su asociacioacuten de lo sa-grado con lo profano

() mi aacutenimo es solo escribir contra el papel contra la accioacuten y contra el fin

parece en ella el obispo no solo obispo en su caacutetedra ensentildeando la Doctrina

Christiana a sus ovejas sino un sargento que instruyese escuadrones con el

yelmo y la alabarda infundieacutendoles coacutelera con la exhortacioacuten mas confusa por-

que se vale de cuanto alcanza como puede conducir al fin de la vitoria que desea46

La metodologiacutea utilizada es semejante a la enunciada en otros papeles primero se procede a una enumeracioacuten de las razones expuestas por Belluga

45 BN Mss 3798 6

46 Dictamen apologeacutetico sobre la carta pastoral del obispo de Murcia Salamanca 1706 Apud Peacuterez Picazo (1966 t II p 28)

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

y luego se invalidan contestando sus argumentos para despueacutes asegurar que se debe evitar la confusioacuten en los campos de la fe y la poliacutetica ldquoNo acaban de entender los entendidos coacutemo un obispo espantildeol escribiendo una carta para direccioacuten de sus ovejasno se averguumlenza de proponerles una doctrina ciertamente falsa empentildeado en que crean en materia de fe una materia meramente poliacuteticardquo47

Los argumentos racionales tambieacuten se refuerzan con otros de diferen-te orden que apelan a las emociones y creencias en los que se destacan los triunfos que Dios otorgaba para hacer manifiesta su voluntad a traveacutes de mi-lagros48 apariciones profeciacuteas revelaciones presagios augurios y sentildeales extraordinarias El mismo Belluga en una carta a sus fieles afirmaba haber ldquoexperimentado el maravilloso sudor y lagrimas que por tres veces tan co-piosamente derramo la sagrada imagen de Maria Santiacutessima de los Dolores en una de las caserias de la Huerta de esta ciudadrdquo y no duda en relacionarlo con la victoria de los ejeacutercitos borboacutenicos49

Los eclesiaacutesticos podiacutean difundir estos portentos o fabricarlos para con-seguir el efecto buscado Tambieacuten para manifestar su desacuerdo con las in-terpretaciones de Belluga se manifiesta un autor anoacutenimo que las refuta

Que los Divinos Arcanos ayan sido manifiestados a los hombres por diversas

sentildeales en el Cielo es cosa tan cierta que carece de dificultad Pues en la noche

que nacioacute el Hijo de Dios Eternose aparecieron tres soles en Espantildea como

afirman muchos autores No dudo que tambien algunas Santas Imagenes de

Chisto Sentildeor Nuestro de Maria Santissima y de otros Santos ayan demostrado

algunas fatalidades que avian de suceder en el mundo Pero lo que dudo es que

aya sugeto humano que afirme la infabilidad de unas lagrimas sin especial favor

del Cielo Esto motiva mi pluma para manifestar a todos la afecta passion con

que el Ilustrissimo Sentildeor obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada se

precipitoacute a publicara los habitantes de la Ciudad de Murcia como una Santa

47 Dictamen apologeacutetico 37

48 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

49 BN Mss 3798 6

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Opinioacuten y propaganda

Imagen de la Virgen Santissima de los Dolores avia llorado y sudado en los dias 8

y 9 del mes de Agosto del presente antildeo de 1706 afirmando ser el motivo de dichos

sentimientos las hostilidades que las Tropas de nuestro Rey y Monarca Carlos III

y las de los Altos Aliados hazian en dicho Reyno de Murcia y otras partes

me incumbe como a Hijo aunque indigno de tan Soberana Reyna el defender

su honor y no permitir se le achquen fingidas demostraciones de sentimiento

mayores de las que padecioacute en la muerte de su amantissimo hijo Christo y mas

siendo su llandocontra la justicia y derechoq ue nuestro Catholico Monarca

CARLOS III tiene en la Corona de Espantildea la qual injustamente ocupa el Sentildeor

Duque de Anjou50

Acusa a Belluga de ignorar la reconocida devocioacuten de la Casa de Austria cuando pide a los murcianos que empuntildeen las armas contra el candidato aus-triacuteaco y enumera una serie de razones que ponen de manifiesto su defensa de la Iglesia Catoacutelica y su devocioacuten por Mariacutea En otro sentido las acusaciones contra los desmanes cometidos por las tropas de los aliados ldquoherejesrdquo dan ocasioacuten para enunciar los excesos cometidos por las tropas de Felipe V

Asiacute un texto puede ser combatido por quienes se oponen a eacutel o a su autor Varios pueden tomar la pluma para atacarlo De unos a otros los temas los argumentos y los nombres circulan se deforman y transforman Una nueva cuestioacuten se abre asiacute y se forman racimos agrupados en torno a un hecho o a un hombre Las redes no son soacutelo una yuxtaposicioacuten de textos sobre un tema comuacuten Existe un viacutenculo dinaacutemico entre un texto y otro en el que cada rebote amplifica un argumento o una acusacioacuten No se trata de duelos sino de engranajes poleacutemicos Un ataque suscita una contestacioacuten Esta destruye los argumentos del discurso precedente pero se opera un desborde Es asiacute como el engranaje comienza a moverse Desbordar al adversario es maacutes que responderle La siguiente es un nuevo desborde De texto en texto el movi-miento se acelera y a veces se embala a la violencia (Jouhaud 1985 p 18)

Los manuscritos y los impresos difunden informacioacuten o manifiestan una

50 UPF IUJVV Manifiesto y desengantildeo en el que se impugna el arrojo del Imo Sr Obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada escrito en la Ciudad de Murcia en su carta exhortatoria en la qual supone aver llorado y sudado una Santa Imagen de MARIA Santisima de los Dolores a fin de impresionar en los corazones de sus feligreses la resistencia a las Armas y Tropas de su legitimo Rey y Sentildeor CARLOS Tercero (que Dios guarde) Barcelona 1706

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

posicioacuten Esto genera discusiones sobre su circulacioacuten e impacto en la cons-truccioacuten de una opinioacuten puacuteblica Se suele negar su existencia en la eacutepoca pero si tenemos en cuenta que se hacen notables esfuerzos por justificar las decisiones de los gobernantes y silenciar a los opositores se puede aceptar que existiacutea al menos con un cierto grado de desarrollo El sentido de los tiacutetulos de algunas obras constituye una muestra evidente de su presencia al igual que la circulacioacuten de cantidad de escritos y sus respectivas respuestas Se detectan grupos de lectores en diferentes ciudades que permiten el desarrollo de impre-sores grabadores libreros y mercaderes de estampas interesados en producir y vender obras impresas y manuscritas con intencioacuten poliacutetica Los interesados (Baker 1987) se encuentran en las cortes en primer lugar pero tambieacuten entre las elites de distinto orden en la capital51 las provincias y las ciudades aunque es cierto que por la lectura oral o a traveacutes de imaacutegenes el puacuteblico puede ser maacutes extendido Por cierto la frontera es estrecha entre informacioacuten y desinfor-macioacuten entre informacioacuten y propaganda (Duccini 2003)52

A modo de conclusioacuten Durante la Guerra de Sucesioacuten espantildeola los publicistas y predicadores

defensores de Felipe V o del Archiduque Carlos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo entre los representantes de dos dinastiacuteas catoacutelicas Se trataba de una guerra entre priacutencipes y al mismo tiempo entre un priacutencipe y los hombres que negaban la legitimidad de su poder

Los dos bandos en litigio utilizaron la religioacuten como un mecanismo para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten para convencer y conseguir nuevos adherentes Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque eran una excusa que encubriacutea el verdadero en-frentamiento que era religioso con el objetivo de levantar a los suacutebditos con-tra su rey catoacutelico y asiacute poder introducir la herejiacutea

51 La idea de ldquopuacuteblicordquo incluye tambieacuten el internacional que tambieacuten toma la forma de un tribu-nal en el que las monarquiacuteas en guerra expresan reivindicaciones por medio de la propaganda

52 La autora declara la existencia de una opinioacuten puacuteblica en el reinado de Luis XIII rechazando los anaacutelisis de los autores que consideran el fenoacutemeno como maacutes tardiacuteo (M Ozouf J Habermas) esta afirmacioacuten se basa en una serie de argumentos una verdadera difusioacuten de las novedades los debates relacionados precisamente a compartir la informacioacuten la existencia de un puacuteblico de un teatro o la necesidad de un hacer saber admitido por los protagonistas

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Opinioacuten y propaganda

En este contexto las discusiones sobre el surgimiento de la opinioacuten puacuteblica que ha sido objeto de muchas investigaciones se deberiacutean recon-siderar para avanzar con la aplicacioacuten de nuevas categoriacuteas analiacuteticas para mejorar las que fueron aceptadas durante mucho tiempo y para dar lugar a los estudios en situaciones especiacuteficas respetando sus particularidades y beneficiaacutendose de los aportes realizados por los estudios interdiscipli-narios Reconstruir la loacutegica de las acciones en las que ellas se inscriben situarlas dentro de las redes y constelaciones de textos a los que ellas pertenecen son dos exigencias ineludibles para estudiarlas Lamentable-mente no siempre es posible Es necesario estudiar cada texto dentro de la accioacuten y en accioacuten

Los testimonios de la produccioacuten publiciacutestica sugieren un cruce de razones y emociones en los autores que defienden posiciones enfrentadas a lo largo de la guerra Los argumentos desarrollados en textos de distinto calado y argu-mentacioacuten hacen referencia a los diferentes planos de un conflicto civil dinaacutes-tico internacional y mediaacutetico a la discusioacuten de un modelo de gobierno y en este caso en particular a lo que algunos quisieron definir como una guerra de religioacuten Los aspectos comunicacionales del enfrentamiento permiten deli-near algunos de los rasgos de la ldquoesfera puacuteblicardquo que J Habermas asocioacute -con planteos que hoy se someten a criacutetica- con una etapa maacutes avanzada de la cultura burguesa el compromiso con la formulacioacuten clara del discurso una retoacuterica convincente la necesidad de establecer justificaciones racio-nales Es evidente que la audiencia de las primeras deacutecadas del siglo XVIII no era soacutelo ni predominantemente burguesa sin embargo muchos de sus valores seriacutean legados como herencia cultural a los grupos medios de las deacutecadas posteriores

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[sic] aacute esta oficina con una oposicioacuten que vien [sic] mirada aunque ella es

directa aacute quien la representa sus efectos solo presionan en los intereses

fiscales (hellip)1

Esta misiva no representa un hecho aislado Durante los antildeos en que To-rres ocupoacute la receptoriacutea mantuvo un profundo enfrentamiento con el juez de

1 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

De los Riacuteos E (2017) El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX) En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

paz del departamento Anselmo Maciel Su mala relacioacuten plasmada a lo largo de varios legajos acaboacute afectando los intereses fiscales ndashdonde era habitual la superposicioacuten de competencias en el ejercicio de las tareas recaudatoriasndash y obligoacute a las maacuteximas autoridades provinciales a mediar para poner fin al con-flicto Era claro que las reformas emprendidas en pos de reordenar la econo-miacutea reestructurar el orden fiscal y disentildear dispositivos institucionales de poco serviacutean si las contribuciones no se cobraban y en los tiempos fijados para ello (De los Riacuteos 2017)

Los estudios sobre las finanzas de Santa Fe sin ser muy numerosos sobre todo si los comparamos con la abundante historiografiacutea que existe para otros casos han relevado las cifras maacutes gruesas de la fiscalidad2 Este tema presenta muacuteltiples aristas que merecen un anaacutelisis maacutes pro-fundo acerca del ejercicio de la colecta impositiva coacutemo se realizaba quieacutenes ejecutaban estas tareas y doacutende se realizaba son preguntas esen-ciales que contribuiriacutean a echar luz sobre la historia fiscal de la provin-cia El presente trabajo pretende acercar la mirada a la forma en que se gestionaba la recaudacioacuten impositiva desde el punto de vista maacutes coti-diano La observacioacuten de los agentes que se hallaban en los escalones maacutes bajos del entramado fiscal permite apreciar los obstaacuteculos diarios que debiacutean sortearse para hacer efectivo el cobro de las contribuciones donde se conjugaban intereses personales viacutenculos poliacuteticos y conflictos locales que afectaban el desenvolvimiento de la actividad recaudatoria El estudio se centraraacute en la receptoriacutea del departamento de San Geroacuteni-mo ndashuno de los cuatros departamentos en que se dividiacutea la provinciandash ya que ofrece un marco adecuado desde el cual es posible analizar el ejer-cicio praacutectico de la recaudacioacuten al tiempo que brinda la posibilidad de complejizar y matizar ciertos presupuestos generales Se haraacute especial hincapieacute en los agentes involucrados en estas ocupaciones y los aacutembitos espaciales doacutende ejerciacutean sus actividades

San Geroacutenimo se halla ubicado sobre la margen del Paranaacute entre los riacuteos Coronda y Carcarantildeaacute ocupaba unas 500 de las 3650 leguas cuadradas que

2 Sobre la fiscalidad de Santa Fe veacutease Bonaudo y Sonsogni (1997a y 1997b) Chiaramonte (1986) Chiaramonte Cussianovich y Tedeschi (1993) Ensinck (1985 y 1953) Gallo (1965) Frid (2007 y 2011)

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reconociacutea la provincia como parte de su jurisdiccioacuten3 Hasta mediados de los antildeos sesenta del siglo XIX se hallaba integrado por un uacutenico nuacutecleo urbano la villa de Coronda y cinco distritos4 de campantildea Las Lomas Barrancas Desmochados Carcarantildeaacute abajo y Carcarantildeaacute arriba que progresivamente ne-cesitaron de subdivisiones para facilitar la administracioacuten y el gobierno de las personas y los bienes5 Para 1858 contaba con una poblacioacuten de 4838 habi-tantes (lo que representaba entonces el 11 del total de la poblacioacuten provin-cial) Tan soacutelo una pequentildea porcioacuten viviacutea en el pueblo la mayoriacutea se hallaba diseminada por los diferentes distritos que componiacutean el mundo rural Fue un espacio estrateacutegico en la produccioacuten de trigo para el abastecimiento de la ciudad de Santa Fe durante el periacuteodo colonial y gran parte del siglo XIX No obstante la fuente maacutes importante de su riqueza era la ganaderiacutea Se reuniacutean alliacute centenares de hacendados que disponiacutean de importantes planteles de va-cunos aunque tambieacuten abundaba el lanar (Frid 2011 p 118)

Las fuentes que han servido de principal sustento a esta investigacioacuten corresponden a las cartas que mantuvieron el juez de paz y el receptor con el Colector de Hacienda de la Provincia y con el Ministro de Gobierno Las mismas se encuentran en los fondos de Gobierno y de Contaduriacutea del Archivo General de la Provincia de Santa Fe (en adelante AGPSF) La corresponden-cia se convirtioacute no soacutelo en el medio necesario para la circulacioacuten de noticias sino en un auxiliar indispensable para el correcto funcionamiento de la admi-nistracioacuten estatal (Bouza 2005 p 134) Las cartas eran la principal forma de

3 Equivaliacutea a 15527 59 kiloacutemetros cuadrados Primer Censo Nacional de la Repuacuteblica Argen-tina (1869 p 100)

4 El teacutermino departamento significa actualmente divisioacuten de un territorio sujeta a una autoridad administrativa En Santa Fe este teacutermino comenzoacute a ser utilizado en el Estatuto de 1819 relegando poco a poco el teacutermino ldquopartidordquo que fue eliminado definitivamente del vocabulario administrativo luego del Reglamento de Justicia de 1833 (Barriera 2012 p 28)

5 Asiacute en 1865 el distrito de Carcarantildeaacute arriba se divide en dos Carcarantildeaacute arriba por un lado y Desmochado Norte por otro Un antildeo maacutes tarde se produjeron nuevas subdivisiones Sobre el Riacuteo Coro-nda Gaboto Arroyo del Monje Barracas Las Lomas y Bragado Sobre el riacuteo Carcarantildeaacute Carcarantildeaacute arriba Desmochado Norte Desmochado arriba Unos diacuteas maacutes tarde el territorio no comprendido entre los distritos divididos anteriormente se subdividioacute en dos nuevos distritos Carrizales afuera y Tres Lagunas ROSF T4 pp 350-351 T 5 pp 68-69 74 Como ha marcado A Hespanha (1989) la aparicioacuten del problema de la subdivisioacuten del espacio poliacutetico es un siacutentoma de una nueva lectura poliacuteti-ca del espacio de una nueva matriz de reflexioacuten y praacutecticas poliacuteticas (p 85)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

comunicaciones entre las autoridades de los diferentes departamentos con las oficinas centrales Esta documentacioacuten aporta informacioacuten de primera mano sobre las situaciones maacutes cotidianas que se sucediacutean en torno a las oficinas de-partamentales las quejas y las frustraciones de los empleados las dificultades en las tareas recaudatorias las formas en que se tejiacutean las relaciones entre los diferentes empleados (receptores jueces de paz comisarios de distrito comisa-rios generales de campantildea vigilantes de la partida de plaza etc) y entre estas autoridades con los demaacutes vecinos del departamento En estos intercambios se respetaban ciertas reglas de cortesiacutea en las que era frecuente incluir liacuteneas con comentarios de estima o notas personales como muestra de deferencia sobre todo cuando se trataba con superiores por lo cual la comunicacioacuten no se restringe a asuntos oficiales de la administracioacuten sino que aparece al mismo tiempo cuantiosa informacioacuten personal ndashcontextos familiares estados de salud actividades cotidianasndash que revelan algunos destellos de la vida local

El juez de paz como recaudador de impuestosEn 1859 tras la renuncia del receptor de Hacienda del departamento

Felipe Fernaacutendez quien habiacutea ocupado el cargo por espacio de dieciseacuteis antildeos las tareas de la Receptoriacutea fueron anexadas al Juzgado de Paz Por lo tanto durante tres antildeos los jueces de paz ndashManuel Garcilazo (1859-1860) Manuel Gimeacutenez (1860) y Anselmo Maciel (1861)ndash asumieron la tarea de recaudar los impuestos La decisioacuten fue prontamente cuestionada por las au-toridades provinciales ya que la multitud de ocupaciones en las que se des-empentildeaban despertoacute fuertes resistencias a nivel local

El juez de paz era la maacutexima autoridad poliacutetica del departamento La justi-cia de paz implementada en la provincia en el Reglamento provisorio de 1833 dejaba en manos de eacutestos la aprehensioacuten toma de declaraciones y prisiones de los delincuentes asiacute como la obligacioacuten de oiacuter y sentenciar en forma verbal las demandas y ejecutar las resoluciones que hicieran al orden de los territorios bajo su dependencia6 Sobre sus hombros recaiacutean tambieacuten las tareas poliacuteticas

6 Los jueces de paz de Rosario y Coronda debiacutean oiacuter y sentenciar en forma verbal todas las demandas desde 25$ hasta 100$ dando resoluciones que hicieran al orden y a la tranquilidad de los territorios bajo su dependencia Debido a ausencia de escribanos debiacutean estar presentes dos vecinos de ldquobuena fama y opinioacutenrdquo que cumpliriacutean con la tarea de supervisar las decisiones No obstante el juez de paz de Coronda no podiacutea tambieacuten dictaminar sobre demandas escritas debiacutea redirigirlas al Juez

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hacer circular los nombres de los candidatos propuestos para determinados car-gos convocar elecciones controlar la nominacioacuten de las autoridades de mesa definir quieacutenes estaban habilitados a votar y refrendar el escrutinio7 Encarna-ban la tradicional indivisioacuten de atribuciones de justicia y gobierno ndashcaracte-riacutesticas del denominado Antiguo Reacutegimenndash que pervivioacute en la provincia maacutes allaacute de la disolucioacuten del viacutenculo colonial (Bonaudo 2005 p 217) Sus tareas fueron en aumento ante la supresioacuten de las Comandancias Militares (1853) se los obligoacute a asumir dichas funciones8 Ademaacutes con la creacioacuten de los cuer-pos municipales (1861) desempentildearon tambieacuten tareas como presidentes de los Consejos municipales (Bonaudo y Sonsogni 1997 p 30)

Para ejercer su dominio sobre el territorio teniacutea la potestad de nombrar el nuacute-mero de comisarios que considerase necesario seguacuten ldquo(hellip) los que su poblacioacuten y circunstancias exigierenrdquo9 Estos desempentildearon funciones similares en los dife-rentes distritos en que se dividioacute la campantildea santafesina Los comisarios debiacutean perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el fun-cionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas asiacute como tambieacuten cobrar los impuestos en el mundo rural (De los Riacuteos y Piazzi 2013 pp 402-409)

Los jueces de paz teniacutean la obligacioacuten de colaborar con los receptores en el desempentildeo de algunas tareas fiscales Como su superior inmediato

de 1ordm Instancia Teniacutean facultad de arrestar hasta el teacutermino de ocho diacuteas a los que no cumpliesen su mandato El juez de paz de Rincoacuten y los comisario de los distritos de campantildea podiacutean oiacuter y sentenciar demandas verbales hasta la cantidad de 25$ y ejecutar arrestos o presioacuten por el teacutermino de ocho diacuteas asiacute como tambieacuten dar resolucioacuten a apelaciones de menos de 6$ y podiacutea valerse del uso de la fuerza en cado de resistencia a una orden de alguacuten delincuente ldquoReglamento provisorio para los empleados y atribuciones que debe subrogar al Cuerpo municipal extinguido por ley de 13 de Octubre de 1832rdquo 28 enero 1833 ROSF T 1 pp 245-246

7 La Ley de eleccioacuten de 1856 anexa a la Constitucioacuten Provincial de ese antildeo establece en su artiacuteculo 71 ldquoLos jueces de paz son presidentes natos de los respectivos comicios electoralesrdquo y en su artiacuteculo 84 ldquo(hellip) los jueces de paz seraacute obligados a invitar con anticipacioacuten por medio de los comisa-rios de distrito a los habitantes de la campantildea para que concurran a la mesa electoral el diacutea designadordquo RONA T 3 p 373

8 ldquoDecreto suprimiendo las Comandancias militares de San Geroacutenimo y San Joseacute y nombrando Jefes para estos Departamentosrdquo (8 de mayo de 1852) ROSF T 2 pp 93-94

9 En el caso del departamento Rosario se establecioacute de antemano que debiacutean crearse dos co-misarios para el pueblo

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se ocupaban de informar a los comisarios de distritos de los plazos en que de-biacutean ejecutar la recaudacioacuten de ciertos impuestos como patentes o contribucioacuten directa comunicarles las leyes de impuestos las oacuterdenes y los decretos apro-bados por la Legislatura que desde la Receptoriacutea haciacutean llegar al Juzgado En otras palabras actuaban como nexo entre los receptores de hacienda y las au-toridades de campantildea Si bien esta situacioacuten los poniacutea al tanto de los procesos de recaudacioacuten y estaban orientados sobre las actividades fiscales del departa-mento la anexioacuten completa de estas labores despertoacute cierto malestar Recaudar los impuestos centralizar los ingresos departamentales elaborar las planillas de ingresos junto con las listas de sueldos y de gastos del departamento ndashpara remitirlas a la oficina central de Hacienda y que el Colector de Hacienda luego de supervisarlas aprobara los libramientosndash representaba un enorme trabajo10

Delegar a los jueces de paz las tareas fiscales del departamento era como una medida urgente que buscaba reducir al miacutenimo los gastos administrativos Esta decisioacuten pareciacutea ir a contramano de lo estipulado en los proyectos propul-sados por los gobernadores en esos antildeos en los que por ejemplo se contemploacute por primera vez la entrega de un sueldo al receptor de San Geroacutenimo ndashen lugar de asignarle un 15 sobre lo recaudado como antantildeo11ndash ya que se consideraba que el empleo aunque no demandaba una constante labor siacute conllevaba mucha responsabilidad y se esperaba que la persona nombrada fuera versada en el ma-nejo de los recursos provinciales y demostrara honradez y competencia12 Sin embargo el erario atravesaba un momento criacutetico la reanudacioacuten del enfren-tamiento armado entre Buenos Aires y la Confederacioacuten habiacutea provocado una fuerte paralizacioacuten del comercio (Garavaglia 2014 pp 38-39) Ademaacutes los constantes requerimientos (forzosos y no) de ganado para sostener a las tropas movilizadas eran una carga pasada de soportar para los hacendados locales que dejaron de pagar contribuciones13 Una vez maacutes las intenciones chocaron con la realidad y la renuncia del receptor brindoacute la excusa perfecta para cerrar la

10 Se trataba de las ocupaciones de los receptores de Hacienda ROSF T 2 p 262

11 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 31 de enero de 1855 p 41 12 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 25 de septiembre de 1857 p 55

13 El 2 de septiembre de 1862 hacendados de San Geroacutenimo presentan una solicitud al gobierno provincial en la que piden ser exceptuados de pagar la contribucioacuten directa debido a que ldquohellipnosotros hemos mantenido forzosamente un ejeacutercito en su doble traacutensitohellip(hellip) que permanecioacute devorando todohelliprdquo AGPSF Gobierno T 22 LEG 17 Solicitudes varias (1862) fs 114

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oficina de receptoriacutea y entregar al juez de paz el control de las finanzas loca-les Con ello no soacutelo se economizaba en el sueldo del receptor sino tambieacuten en mantener el alquiler de la dependencia que ocupaba la receptoriacutea Aunque como quedoacute maacutes tarde demostrado la administracioacuten pagoacute caro el ahorro

La administracioacuten departamental se redujo al miacutenimo un Juez de paz un ayudante del juzgado un Comisario de campantildea un preceptor de la escuela de varones y maacutes tarde un preceptor para la de mujeres La partida de plaza se componiacutea apenas por un sargento y cuatro soldados al igual que la leva del Comisario de campantildea14 El juez de paz que actuaba en calidad de juez y receptor percibiacutea soacutelo un sueldo y la tercera parte del siguiente Ideacutentica situacioacuten se repetiacutea con el preceptor de la escuela de varones que cumpliacutea funciones como ayudante del juzgado La legislacioacuten prohibiacutea la superposi-cioacuten de cargos pero contemplaba la posibilidad de que un mismo empleado pudiera desempentildearse en varios puestos a la vez siempre que fueran del mis-mo ramo de administracioacuten y en la medida que soacutelo percibiera un sueldo y un pequentildeo sobresueldo como compensacioacuten15

La acumulacioacuten de tareas fue demasiada para los jueces que alegaron no poder cumplir debidamente con lo encomendado entorpeciendo el fun-cionamiento de ambas oficinas receptoriacutea y juzgado Asiacute en 1859 Manuel Garcilazo ante su pedido de remitir la planilla de los empleados del departa-mento notificaba al Colector de Hacienda ldquohellipme es imposible por ahora el poderlos mandar por tener mucho que hacerse que me han caiacutedo de la poli-ciacutea y del ministerio pero la hareacute a mayor oportunidadrdquo16 Un antildeo maacutes tarde el nuevo juez de paz presentaba un argumento similar para justificar que no se habiacutea recaudado la contribucioacuten directa Manuel Gimeacutenez se excusaba sosteniendo que se habiacutea visto impedido de cumplir con esta obligacioacuten

(hellip) porque las elecciones electorales para convencionales nos han ocupado el

tiempo en circunstancias que se trataba ya de hacer el cobro y a cuyo trabajo

no disponemos ni los diacuteas de fiestas pues usted sabe que este juzgado se halla

14 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 1 Estados de ingresos y egresos de la Receptoriacutea de San Geroacutenimo por 1861

15 Ley prohibiendo la acumulacioacuten de empleos 25 de julio de 1862 ROSF T 3 p 348

16 AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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recargado de atenciones y despacho que para darles curso hasta las horas de la

noche le dedicamos17

Las quejas de los jueces de paz por un lado y el freno que imponiacutea cada retraso para el desenvolvimiento de las finanzas por otro motivaron a las autoridades provinciales a nombrar nuevamente a un receptor

El nuevo receptor de Hacienda El 15 de marzo de 1862 era designado Joseacute Mariacutea Torres Al asumir

el panorama que encontroacute era de lo maacutes preocupante Las finanzas depar-tamentales habiacutean sido desatendidas por meses las contribuciones no se recaudaban ni se confeccionaban las planillas de ingresos y egresos Des-de la oficina central de Hacienda se tomoacute la decisioacuten de reabrir la oficina de la receptoriacutea Con esta medida se esperaba mejorar la percepcioacuten fiscal y conseguir que las cuentas se elaboraran de forma precisa respetando los plazos estipulados No obstante la realidad no estuvo a la altura de las expectativas

Para el nuevo receptor las cosas no fueron nada simples Pese a que se pretendioacute que el cargo recayera en un vecino con conocimientos en el manejo de los caudales puacuteblicos a saber se trataba de un comerciante del pueblo que ademaacutes habiacutea sido guardacostas del puerto de San Geroacutenimo entre 1843 y 1853 se requeriacutea tiempo para dominar con destreza los mo-vimientos de esta oficina y lograr que engranaje financiero funcionase de manera aceitada18 A un antildeo de su nombramiento J M Torres enviacutea una nota al Contador general en la que se disculpaba por sus equivocaciones y avisaba

(hellip) no le sea en mi extrantildeo las infinitas equivocaciones nunca a sido mi ejerci-

cio ocuparme de estas operaciones por lo mismo mucho antes de esta adminis-

tracioacuten y en esta misma pido ser excusado y siempre pensareacute en la mismo te-

17 AGPSF Contaduriacutea T 108 Leg 23 Notas Receptor y juez de paz de San Geroacutenimo dirigidas al Colector Gral en al antildeo 1860

18 Joseacute Mariacutea Torres ademaacutes era un comerciante Teniacutea una pulperiacutea en el pueblo atendida por eacutel y por su esposa AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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niendo que la falta de praacutectica y suficiente capacidad me envuelvan en perjuicio

insanable a una posicioacuten poca ventajosa para estos tiempos y tan responsable19

Su inexperiencia soacutelo era una parte del problema El receptor argumentoacute tener numerosas dificultades para desempentildear sus labores y se mostroacute especial-mente criacutetico por la falta de recursos materiales En primer lugar las condicio-nes de la misma oficina de hacienda ndashuna propiedad alquilada en el pueblo que serviacutea al mismo tiempo de casa para el receptor y su familiandash El mal estado que presentaba el edificio y lo escaso de su mobiliario eran fuente de continuos reclamos Apenas teniacutea un cofre que serviacutea de caja a la receptoriacutea Careciacutea de sillas mesas y anaqueles donde colocar la documentacioacuten Afirmaba Torres

Puede usted sentildeor no desconocer que no puede merecer el nombre de oficina de

receptoriacutea una solo caja de fisco que me fue entregada en propiedad fiscal y que

hasta hoy no hay maacutes dotacioacuten maacutes que duplicaciones de responsabilidades para

el que este encargado de dichas oficinas20

Ademaacutes su ubicacioacuten alejada del juzgado impediacutea mantener una comunica-cioacuten fluida con el juez de paz e implicaba retrasos a la hora de enviar planillas correspondencia o cualquier notificacioacuten entorpeciendo asiacute el accionar adminis-trativo Tampoco contaban con alguacuten empleado que pudiese actuar como escri-biente o asistirlo en el desempentildeo de sus ocupaciones El receptor entonces teniacutea que cerrar la oficina cuando teniacutea que salir a cobrar alguacuten impuesto entregar las ceacutedulas de pago de patentes o contribucioacuten directa y ldquoperseguirrdquo a los morosos21 Asiacute frente a los reclamos del Colector por el retraso en el enviacuteo de las planillas se justificaba afirmando ldquohellipusted no desconoceraacute que en esta oficina hace falta una pluma maacutesrdquo22 Las demoras en la ejecucioacuten de las tareas lo obligaron en ocasio-nes a conchavar a alguien de su confianza para auxiliarlo

19 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

20 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

21 Sobre las dificultades materiales en las oficinas judiciales Ver Whipple (2013 pp 55-79) y Piazzi (2017 pp 53-74)

22 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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Una parte importante de los trabajos administrativos era desempentildeada por vigilantes de las partidas de plaza de las ciudades y pueblos de los diferentes departamentos Cada diacutea se solicitaba al juez de paz el enviacuteo de vigilantes a quienes se les encomendaban el reparto de guiacuteas el traslado de alguacuten documento o bien de notas entre las diferentes oficinas etc Esta situacioacuten generoacute algunas tensiones con las autoridades policiales y judicia-les Las partidas eran poco numerosas y debiacutean atender asuntos vinculados a la custodia de la ciudad y a la prevencioacuten de los delitos por lo que se negaban a prescindir de alguno de ellos para volcarlos a otras actividades No obstante pese a los reclamos las presiones ejercidas por los receptores los obligaron a entregar al menos a un vigilante23 Los problemas para el receptor no acababan con la llegada de un vigilante Estos debiacutean ademaacutes ser dotados de caballos para desplazarse por el territorio En su nota al Co-lector General afirmaba

Debo sentildeor dar cuenta a usted que dichos vigilantes no tienen en que montar mi para pasar a esa capital cuanto maacutes aloja confines de este departa-mento que tiene treinta y tantas leguas al sudoeste y hoy que las postas no dan caballo a ninguacuten militar sino ha pagado seguacuten la nueva tarifa que observan me son inuacutetiles por esto dichos vigilantes (hellip)24

La oficina de Hacienda no contaba con servicios de caballos y postas En ocasiones vieacutendose obligado a cumplir con sus tareas y sin disponer de dinero en la caja para este fin pagaba de su bolsillo a alguacuten vecino para que prestara su caballo a la receptoriacutea En otras ocasiones a falta de mejores alter-nativas se encomendaban a hombres de confianza que se desplazaban por el territorio comerciantes o viajantes el traslado de papeles o notas25 Ideacutenticos inconvenientes se reeditaban a la hora de enviar documentos y notas a la Co-lecturiacutea en Santa Fe ubicaba a diez leguas de Coronda lo que equivaliacutea a diacutea y medio en teacuterminos de desplazamiento (Barriera 2016 p 443)

23 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral desde enero a fines de agosto de 1862

24 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

25 AGPSF Contaduriacutea T 90 Leg 13 Notas del receptor de Coronda Don Felipe Fernaacutendez al Contador gral D Joseacute A Lassaga

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Entre las limitaciones materiales que enumera el receptor ndashldquomesas si-llas estantes sellos para la correspondencia un ayudante o portero o peoacutenrdquondash aparece tambieacuten sus dificultades para sobrevivir con el sueldo

A un receptor con una asignacioacuten como la presupuestada no puedo vivir sin afectar

sus obligaciones familiares y particulares (hellip) ha sido muy mal considerado ese

presupuesto porque bien mirada es exponer a un empleado que sirve como obli-

gado por la necesidad o la fuerza y que por lo mismo ya se habraacute visto ejemplares

desagradables en algunas personas que antes han manejado esta receptoriacutea ()26

La aprobacioacuten de cada presupuesto era precedida por intensos debates en el recinto de la Legislatura sobre los montos de los sueldos Sus integrantes pareciacutean coincidir en que era prioritario revisar las partidas que eran insu-ficientes para cubrir las necesidades baacutesicas de los empleados de hacienda cuyas labor y responsabilidades no estaban suficientemente compensadas Menos auacuten si se toma en cuenta que estaban obligados a responder con su patrimonio por cualquier error en las finanzas por pequentildea o grande que fue-ra la suma27 En otras palabras si se pretendiacutea contar con empleados fieles y honrados que al mismo tiempo fueran versados en las tareas que cada puesto requeriacutea debiacutean cobrar un sueldo que estuviera a la altura de sus obligaciones Ademaacutes siacute todos aquellos encargados de manejar los caudales puacuteblicos eran recompensados adecuadamente ya no estariacutean tentados a maniobras dudosas para proveerse de recursos y por lo tanto la recaudacioacuten estariacutea asegurada Salarios bajos podiacutean empujar a los empleados a praacutecticas ldquocorruptasrdquo desa-creditando asiacute a la administracioacuten en su conjunto28 Sin embargo auacuten aquellos

26 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

27 Sesioacuten del 19 de enero de 1855 Actas Legislativashellip p 35

28 En 1852 el gobernador Domingo Crespo dirigiacutea a la Junta de Representantes las siguientes pala-bras ldquoPara exigir el gobierno a sus empleados el celo y lealtad convenientes para castigarles las faltas en que incurrieran era indispensable que las rentas que se sentildealaban en pago de sus servicios correspondie-sen al rango que ocupan en la administracioacuten y les bastase para su subsistencia Las que sentildeala la Consti-tucioacuten de la provincia y la que se les ha asignado por las anteriores administraciones no proporcionando al empleado lo preciso para vivir lo induciacutea al fraude y aquella economiacutea mal calculada veniacutea a resultar en perjuicio del Estado por la desmoralizacioacuten que era su consiguienterdquo Mensaje del Sr Gobernador Don Domingo Crespo leiacutedo en sesioacuten del diacutea 15 de febrero de 1852 Op Cit p 24

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que vieron incrementado su estipendio debieron enfrentarse al problema de los atrasos en los pagos Las demoras de dos o tres meses fueron algo muy comuacuten llegando incluso a dilatarse la liquidacioacuten de los sueldos maacutes de un antildeo y los empleados se vieron obligados a suplicar su liquidacioacuten29

El receptor y el juez de paz las dos caras del conflictoLos inconvenientes se multiplicaron cuando fue designado como juez de

paz Anselmo Maciel un hacendado del distrito de Barrancas que contaba con cierta trayectoria en este puesto ya que eran la tercera vez que lo ocupaba anteriormente lo habiacutea hecho en 1853 y en 1861 Sus desavenencias con el receptor mostraron hasta queacute punto una relacioacuten conflictiva entre ambas au-toridades afectaba la recaudacioacuten fiscal y por ende repercutiacutea directamente en los intereses provinciales

En las cartas al Colector General los argumentos que esgrime el receptor se dirigen a exponer que el mal funcionamiento de la oficina de hacienda era consecuencia en parte del accionar del mismo juez de paz con quien mante-niacutea una rencilla personal que afectaba los intereses fiscales ldquoLo hace al fisco y no a mi a quien lo quiere hacerrdquo30 El enfrentamiento entre ambos no era nuevo dado que se registraron algunos antecedentes cuando J M Torres re-cibioacute el puesto hasta entonces detentado por A Maciel ndashentonces juez de paz y receptorndash dirigioacute fuertes criacuteticas ante el Colector General por el estado de las finanzas departamentales31 Maacutes tarde al ser nombrado este uacuteltimo ndashjunto a Demetrio Lunandash comisionado en la recaudacioacuten de la contribucioacuten directa (1862) resaltoacute su asombro porque durante ese tiempo no ingresoacute ninguna cantidad a la caja de hacienda en este rubro32

Al asumir Maciel la lista de quejas de receptor pareciacutea no tener fin En primer lugar lo acusoacute de no cumplir con sus obligaciones negaacutendose al enviacuteo

29 Una situacioacuten que se repetiacutea en numerosas realidades latinoamericanas (Garavaglia y Pro Ruiz 2013)

30 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

31 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

32 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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Evangelina De Los Riacuteos

de vigilantes para auxiliarlo en la receptoriacutea una actitud que lo obligaba a ce-rrar esta dependencia y salir personalmente a recaudar impuestos o distribuir entre los contribuyentes las patentes las guiacuteas o los sellos Declaroacute ademaacutes que le resultaba imposible presentarse ante el juez vieacutendose obligado a pa-garle a otra persona para ello En una extensa carta relata su pesar

Mi pensamiento fue pedirle a usted sentildeor que se sirviese ordenar a este juzgado

se mande un vigilante a estas oficinas todos los diacuteas para las ocurrencias que

diariamente se ofrecen y que como se sabe esta oficina es muy mal dotada en su

servicio interno que diariamente se ofrece y que como no siendo dado que yo en

persona haga las funciones exteriores en el servicio de la hacienda puacuteblica creo

es justicia pedir a usted como mi jefe inmediato esta dotacioacuten ya que no pedireacute al

juez de paz ninguacuten servicio mientras que eacutel no satisfaga las peticiones repetidas

que le ha hecho esta receptoriacutea oficialmente y que aun sostendraacute en el temple que

caracteriza pretende humillarme33

En segundo lugar reclamaba que el juez de paz dilataba los tiempos fiscales no remitiendo las planillas de aquellos impuestos cobrados por los comisarios de campantildea ni los presupuestos del juzgado documentos esencia-les para la elaboracioacuten de las cuentas departamentales34 Maciel en diversas oportunidades se excusa sentildealando que los retrasos y los desoacuterdenes en las planillas fiscales no eran resultados de su impericia sino de las condiciones en que habiacutea encontrado el juzgado35 Su explicacioacuten no hizo maacutes que en-cender una nueva mecha en las acusaciones ya que Torres lo culpoacute de tal situacioacuten por no cumplir con el deber de solicitar al juez cesante el inventario correspondiente permitieacutendole dejar el puesto sin brindar un solo estado Los inventarios ndashque cada jefe debiacutea preparar para su sucesor dejando constancia

33 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

34 AGPSF Contaduriacutea T 117 Leg 20 Notas y cartas del Receptor de San Geroacutenimo Don Joseacute Mariacutea Torres al Contador General durante todo el antildeo 1864

35 Felipe Fernaacutendez su predecesor habiacutea sufrido grandes reprimendas por su accionar llegando el mismo Colector a solicitar que se presente a su oficina para dar explicaciones AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

de todo el material existente desde documentos hasta mobiliariondash serviacutean para liberar de culpas a los empleados por acciones o equivocaciones pasadas ya que junto con estos documentos se presentaba la rendicioacuten de las cuentas de cada caja En algunos casos cuando el empleado saliente no entregaba ninguacuten registro el Colector solicitaba al recieacuten designado su elaboracioacuten Constituiacutea una manera de salvaguardar la honradez del funcionario actual por cualquier desprolijidad cometidas por el cesante No cumplir con esta norma-tiva hizo que el receptor se pregunte ldquoiquestpor queacute no hacerle rendir cuentas de sus recaudaciones al juez de paz cesante hasta el diacutea en que caducardquo36

Uno de los puntos maacutes aacutelgidos de la disputa versoacute sobre la recaudacioacuten en el mundo rural Esta tarea estaba en manos de los comisarios de distritos37 Teniacutean que encargarse de la elaboracioacuten de las planillas de avaluacuteo de la con-tribucioacuten directa y el reparto de las ceacutedulas entre los vecinos de confeccionar las listas de todos aquellos que teniacutean que sacar patente en la campantildea de cobrar el expendio del papel sellado de expedir los certificados de marcas asiacute como tambieacuten de controlar las guiacuteas de comercio de troperos de carretas y arrias y de la recaudacioacuten del marchamo de cueros La comunicacioacuten entre los receptores de hacienda y los comisarios estaba mediada por las autorida-des de gobierno de cada departamento ndashel jefe poliacutetico en el de Rosario y los jueces de paz en los restantesndash quienes les informaban de las tareas a cum-plir los supervisaban en el desempentildeo de sus responsabilidades de hacienda y les remitiacutean las distintas disposiciones fiscales38 Para ello se requeriacutea que el receptor y el juez de paz mantuvieran una relacioacuten fluida

El receptor acusoacute al juez de paz de negarse a remitir las nuevas tarifas de impuestos a los comisarios perjudicando con su conducta al erario provincial El papel de los comisarios era fundamental ya que conseguir que los vecinos rurales cumplieran con sus deberes fiscales fue una tarea compleja no soacutelo porque estos no habiacutean internalizado el pago de los impuestos como parte

36 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

37 Las funciones que cumpliacutean dichos comisarios eran numerosas teniacutean que entre otras cosas re-correr el distrito para perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el funcionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas Reglamento de Policiacutea Urbana y rural (1864) ROSF T 4 p 210

38 AHPJM Jefatura Poliacutetica T 1857 C Leg 24 Receptoriacutea de Hacienda

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de sus deberes como ciudadanos39 sino porque ademaacutes no era factible para la poblacioacuten rural trasladarse hasta la receptoriacutea departamental para cumplir con sus obligaciones fiscales Por lo tanto era frecuente que el receptor solicitara al juez que emitiera notas recordando a los comisarios cumplir con sus deberes fiscales Seguacuten la opinioacuten de Torres la desidia de Maciel dio carta blanca para que muchos comisarios se desentendieran de sus deberes para con la receptoriacutea Tampoco habiacutea un reglamento que estipulara las obligaciones que teniacutean los comisarios y los jueces de paz con relacioacuten a la hacienda provincial40 Tal es asiacute que instoacute al Colector a emitir alguacuten decreto en el que se especifique la forma de procederse en cuanto a la recaudacioacuten en la campantildea y los deberes que estos teniacutean que asumir estos como recaudadores en el mundo rural Una peticioacuten que no encontroacute cabida ya que las autoridades provinciales no consideraron prudente establecer una uacutenica norma que rigiera para el conjunto de la cam-pantildea un espacio de grandes disparidades La recaudacioacuten en el mundo rural se guiaba mediante praacutecticas donde teniacutea enorme peso lo consuetudinario Se dejaba un amplio margen de maniobra a los poderes locales que evaluando las necesidades de su jurisdiccioacuten debiacutean enunciar las tareas a cumplir seguacuten las necesidades de cada distrito pero significoacute al mismo tiempo limitar el poder de los receptores a la hora de hacer cumplir ciertas oacuterdenes fiscales

Las desavenencias con el juez de paz llevaron a plantear la posibilidad de que fueran los Comisarios Generales de Campantildea quienes se encargaran de la distribucioacuten de las guiacuteas de papel sellado y de las patentes41 Estos contaban con la ventaja de no hallarse vinculado a ninguacuten distrito y debido a recorriacutean todo el departamento podiacutean asumir estas labores sin inconvenientes42 Ante la rotunda negativa de los Comisarios Generales la medida fue pronto deses-timada Desde el gobierno se pretendiacutea poco a poco centralizar las tareas de

39 La bibliografiacutea sobre esta problemaacutetica es abundante Nos remitimos a Vallejo Pousada (1996) y Pro Ruiz (1995) Sobre la construccioacuten de los ciudadanos como contribuyentes Pan-Montojo (2007) Botana (2006) y Parolo y Herrera (2005)

40 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

41 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

42 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

hacienda en manos de los empleados de este departamento aunque esto era maacutes faacutecil de decirlo que hacerlo43

Tal vez la denuncia maacutes grave es que lanzoacute la imputacioacuten de que buscaba mantener endeudada a la receptoriacutea exonerando de pagar impuestos a los deudores de la hacienda El receptor afirmaba que al momento de cobrar ciertos impuestos los mismos contribuyentes aseguraban que el juez de paz los habiacutea exceptuado de pagar lo que constituiacutea una prerrogativa que soacutelo el gobernador podiacutea otorgar Afirmaba que esta poliacutetica no era azarosa sino que iba dirigida a beneficiar a ciertos ldquoamigosrdquo haciendo uso de su poder discrecional con una tendencia clara al favoritismo44 Estas praacutecticas no soacutelo defraudaban al erario sino que mermaban la propia autoridad del receptor quien temiacutea que ldquohellipllegaraacute el caso en que aparezcan los estafadores que no falta y a nada obedeceraacuten mi receptoriacuteardquo45 En un contexto donde la mayor parte de los esfuerzos en lo tocante a la fiscalidad estaban enfocados en incre-mentar las rentas ndashque no alcanzaban a cubrir los gastos que pesaban sobre la administracioacutenndash una acusacioacuten de esta naturaleza causoacute un fuerte impacto entre las autoridades provinciales

Injurias y calumnias la voz del juez de pazAnte las constantes acusaciones que fueron dirigidas por el receptor el

colector de la provincia Leoacuten Mujica le solicitoacute que hiciera todos los esfuer-zos a su alcance para entenderse con el juez de paz a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea para la provincia el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea Joseacute Mariacutea Torres al recibir dicha carta la remite a Maciel quien advierte en ella todas las acusaciones lanzadas sobre su accionar La intervencioacuten del Colector General lejos de apaciguar el con-

43 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

44 Se les ha demostrado toda consideracioacuten en sus favores exceptuaacutendoles de la multa que la ley designa sin meacuterito para ello y contra lo dispuesto por la misma ley que debe obrar tambieacuten en su oficina AGPSF Contaduriacutea T 112 LEG 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

45 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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flicto lo reavivoacute El juez de paz entonces escribe al receptor de hacienda al pie de la nota del Colector en la que acusa a Torres de hacer cosas con doble fin de intentar cargar responsabilidades que no le correspondiacutea sobre sus hombros y de pretender enfrentarlo con el colector de la provincia En la contestacioacuten dice Maciel

(hellip) no le tengo miedo al sentildeor contador con quien usted me hace cara porque no

le de dado ninguacuten motivo de queja contra mi ni tampoco he de adularlo a eacutel ni a

nadie para conservar el puesto que ocupo pues que no tengo aspiracioacuten a ninguacuten

empleo puacuteblico y aunque aspirase no pasariacutea por humillaciones asiacute es que se me

da ninguacuten cuidado por los cosas de usted46

La carta que enviacutea Maciel aunque escueta es muy importante porque es la uacutenica vez que es posible escuchar su voz sobre los sucesos que relata el receptor La respuesta del juez de paz a dichas acusaciones era maacutes que contundente no creiacutea estar faltando a ninguna de sus obligaciones y conside-raba que las denuncias por parte del receptor teniacutean como fin humillarlo En una sociedad con una gran sensibilidad por cuestiones vinculadas al honor y donde la reputacioacuten jugaba un rol muy importante en la construccioacuten de una imagen puacuteblica las palabras de Maciel teniacutean un fuerte contenido (Gayol 2008 p 33) Afirmaba que los dichos del receptor constituiacutean una injuria La injuria es una nocioacuten de larga data que puede definirse como el ldquodeseo de agredir a otrordquo en el expreso sentido de manifestar la voluntad de hacer mal en este caso humillarlo puacuteblicamente (Albornoz Vaacutezquez 2005) Le remite tambieacuten una carta al Ministro General en la que afirmaba jamaacutes habiacutea negado al receptor el servicio de vigilantes y en maacutes de una oportunidad le habiacutea ofrecido los servicios del juzgado para el desempentildeo de las tareas47

El receptor al recibir la respuesta se encargoacute de reenviarla a Leoacuten Mu-jica como demostracioacuten de sus dichos junto con una nota en la que inculpa nuevamente al juez de paz de utilizar un lenguaje impropio para el cargo que inviste de ser ambicioso y de mentir al afirmar que ldquohellipdice tambieacuten que no

46 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

47 AGPSF Gobierno T 23 Leg 14 Notas de los jueces de paz de esta provincia (1863)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

tiene aspiraciones de puestos puacuteblicos yo digo que si tiene y que si no hubie-re tenido no hubiere admitido antes de un antildeo que dejoacute de ser el puesto que ocupardquo48 Para el receptor la mala voluntad del juez de paz debiacutea atribuirse a un claro intereacutes en lograr su renuncia al cargo y asiacute poder eacutel mismo retomar el control de la caja de hacienda

(hellip) le pesa no tener otra vez la receptoriacutea a su cargo como todo el antildeo rsquo61 y parte

del rsquo62 acompantildeada del juzgado y el pueblo en acefaliacutea como lo dejaba de noche

y diacutea Si sentildeor los jueces de aquiacute sino son jueces y receptores no estaacuten a gusto

porque una lechera sin otra no les da para todos los antojos ()49

Para el receptor las acciones que ejecutaba el juez de paz revestiacutean como uacutenico objetivo el debilitarlo pero en sus argumentos va maacutes allaacute afirmando que la disconformidad con la actuacioacuten de dicho juez no era soacutelo una cuestioacuten personal sino compartida por el resto del pueblo ldquoYo comprendo que lo que le fastidia es que el pueblo no es el que lo ha elegido y ve que le conozcamos todos hemos visto sus pasados servicios y ve que nada tenemos que esperar de eacutelrdquo No soacutelo cuestionaba su idoneidad sino tambieacuten las bases de su legitimidad ya que uno de los principales atributos que debiacutean poseer los jueces era como se ha sentildealado la confianza de la comunidad local en la que ejerciacutean sus funciones

Ante las acusaciones cruzadas el colector de la provincia Leoacuten Muji-ca le solicitoacute al receptor que hiciera todos los esfuerzos a su alcance para entenderse con el juez a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea El co-lector cabeza principal del departamento de hacienda y jefe uacuteltimo en todo lo tocante a la fiscalidad provincial no teniacutea autoridad suficiente sobre los jueces de paz quienes respondiacutean directamente al ministro de gobierno de la provincia que era ademaacutes quien los designaba y podiacutea removerlos50 El Mi-

48 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

49 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

50 La sancioacuten de la Constitucioacuten Provincial de 1841 establecioacute que soacutelo podiacutea haber en la Provin-cia un ministro encargado de los ramos de Gobierno Hacienda Guerra y todo lo tocante a la adminis-tracioacuten razoacuten por la cual en 1849 se suprime el empleo de Ministro Tesorero General creaacutendose en su lugar el de Colector Tesorero general El reemplazo de un funcionario por otro fue maacutes bien nominal

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Evangelina De Los Riacuteos

nistro de gobierno se vio forzado a intervenir para recordarles a ambos que

(hellip) los jueces de paz los representantes del gobierno en los departamentos en la

parte poliacutetica y administrativa asiacute como son tambieacuten agentes y miembros del po-

der judicial en los teacuterminos del reglamento vigente en la materia hay sin embar-

go una norma que es el de hacienda del que solo el receptor esta encargado pero

que como eacuteste funcionario no dispone de los necesarios elementos para asegurar

la exacta percepcioacuten de las rentas el juez de paz debe presentarle manifiesto

para auxiliarlo y ayudarlo en el desempentildeo de regularizar la hacienda siendo que

seriacutean esteacuteriles todos los esfuerzos del gobierno en este sentido auacuten cuando sean

regulados por la accioacuten del receptor que no puede ser eficaz sin el concurro del

juzgado de paz51

El colector Leoacuten Mujica cumplioacute igualmente un importante papel de in-termediario entre ambos ante la negativa del receptor de mantener con el juez de paz un diaacutelogo se hizo cargo de dirigirse eacutel mismo a Maciel para solicitarle las planillas consultarle sobre la recaudacioacuten y demaacutes cuestio-nes vinculadas a su tarea sin pasar por el receptor para garantizar que la colecta impositiva no se viera perjudicada por esta situacioacuten Sin embargo el receptor advirtiendo que sus notas al Colector general no teniacutean el efecto esperado se dirige entonces al Ministro de gobierno para que ldquohellipeleve al conocimiento del sentildeor gobernador un expediente con los documentos que ponen de manifiesto la mala voluntad del juez de paz de San Geroacutenimo para coadyuvar como es de deber hacer efectivo los impuestos establecidos por leyrdquo52 Torres estaba decidido a sacarse de encima a Anselmo Maciel por lo que acude a la maacutexima autoridad de la provincia el mismo gobernador La esperanza del receptor descansaba en conseguir que por intermedio del

ya que no cambio de forma significativa sus funciones e incluso se establecioacute que en las ceremonias puacuteblicas el Colector ocupase el lugar que el Ministro Tesorero General de Hacienda tuvo hasta ese momento ROSF T 2 p 26

51 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

52 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

ministro el gobernador tomara la medida que el caso requeriacutea en su opinioacuten la remocioacuten del Maciel del puesto que ocupaba Habiacutea llegado incluso a ame-nazar con renunciar a su cargo

Tengo alta confianza en que su ilustrada capacidad pues no permita que sin mo-

tivo consienta en que un hombre tan incompetente me eclipse antes con mi pobre

nombre cesareacute con abnegacioacuten y me ocupareacute de mis ocupaciones domeacutesticas que

he tenido ()53

Los aacutenimos se calmaron hacia fines de 1863 cuando al juez de paz An-selmo Maciel no se le renueva su nombramiento en el cargo designaacutendose en su lugar a Gregorio Orontildeo

ConclusionesA lo largo de estas paacuteginas se ha realizado una aproximacioacuten a las formas

en las que se ejecutaba la recaudacioacuten impositiva hacia la segunda mitad del siglo XIX Las autoridades provinciales invirtieron muchos esfuerzos en re-disentildear el departamento de Hacienda de Santa Fe se crearon nuevas oficinas en Santa Fe (como el Departamento Topograacuteficos la receptoriacutea de Santa Fe o la Tesoreriacutea) se nombraron maacutes empleados para la receptoriacutea de Rosario y se procedioacute a la reapertura de la receptoriacutea de San Geroacutenimo que habiacutea quedado anexada al Juzgado de Paz No obstante ninguna de estas medidas fue sufi-ciente Asiacute las dificultades de dotar a las oficinas de los recursos necesarios para su funcionamiento ndashauxiliares servicios de postas y caballos mobilia-rio etcndash y de proporcionar a los empleados sueldos acordes a las exigencias que se imponiacutea constituyeron problemas difiacuteciles de resolver

Reducir la escala de anaacutelisis para centrar el estudio en una receptoriacutea en concreto ndashla de San Geroacutenimondash nos ha permitido observar las situaciones cotidianas que se generaba en torno a la percepcioacuten de las contribuciones en las que maacutes allaacute de la normativa interveniacutean las loacutegicas locales El recep-tor aunque apareciacutea como una pieza central de la fiscalidad provincial para cumplir con sus tareas necesitoacute de la colaboracioacuten de diferentes autoridades departamentales La dinaacutemica entre estos agentes (receptores jueces de paz

53 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador Gral durante el 1ordm semestre de 1863

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comisarios generales de campantildea y comisarios de campantildea) requeriacutea para proceder a la recaudacioacuten que cuanto menos la comunicacioacuten fuera fluida y reinase cierta armoniacutea entre ellos La superposicioacuten de competencias y las pujas de poder en el intento de imponer su autoridad ocasionoacute muacuteltiples problemas que afectaron los intereses fiscales De poco sirvieron las interven-ciones del colector general y del ministro de gobierno para resolver conflictos que revestiacutean un fuerte caraacutecter local al que pareciacutean no poder poner fin En el fondo las disputas entre el receptor y el juez de paz versaban sobre cues-tiones que excediacutean al ejercicio de sus oficios y teniacutean un caraacutecter maacutes bien personal Una mirada maacutes a ras de suelo revela toda una esfera de accioacuten no previstas en el disentildeo ideal de la administracioacuten centralizada y jerarquizada de las oficinas de hacienda

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Marcela Correa Barboza(Universidad Nacional de Lujaacuten Argentina)

IntroduccioacutenLos archivos judiciales como las Alegaciones en Derecho en lo tocan-

te a Mayorazgos viacutenculos hidalguiacuteas genealogiacuteas y tiacutetulos nobiliarios Con un iacutendice de personas geograacutefico y de tiacutetulos nobiliarios (Garciacutea Cubero 2004) corpus documental para nuestro estudio constituyen un importante reservorio de documentacioacuten Las Alegaciones con las que contamos son relatos de pleitos que comenzaron en las instancias infe-riores del Sistema Judicial y que fueron apelados hasta llegar al Consejo Real (De Las Heras Santos 1994 Alonso 1985) Estos relatosAlegacio-nes que se presentan ante el Consejo para la resolucioacuten final del pleito dan cuenta de contiendas judiciales de muy larga duracioacuten se sostienen por muchas deacutecadas que incluiacutean maacutes de una generacioacuten de contendientes (mujeres y varones) En el caso que presentaremos la primera alegacioacuten hace referencia a un testamento realizado un siglo antes (1447) y en la uacuteltima alegacioacuten con la que contamos ndashque data de 1582ndash se presenta la

Correa Barboza M (2017) Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI) En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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suacuteplica ante los Tribunales de uno de los contendientes para que la sen-tencia establecida por la justicia se haga efectiva Esta uacuteltima apelacioacuten da cuenta que la sentencia definitiva de los tribunales no se ha cumplido1 Los casos que estudiamos refieren a la sucesioacuten de bienes vinculados o amayorazgados El Mayorazgo seguacuten refiere la legislacioacuten con la que contamos (La ley de Partidas las leyes de Toro la Nueva Recopilacioacuten

1 Estos largos relatos de los pleitos dan cuenta de las sucesiones desde el inicio de la fundacioacuten del viacutenculo ndashcon la pareja fundadorandash y recorre mediante los alegatos de las par-tes una geografiacutea de conflictos que podriacuteamos decir horizontal en tanto que es protagonizada

por las familias del linaje enfrentadas en los Tribunales y vertical al estar las familiasCasas

representadas (en la liacutenea descendente) por cada detentador del viacutenculo expresioacuten del devenir

generacional de estas familias La demora era motivada por diferentes causas y muchas veces por

la conjuncioacuten de varios de estos causantes A la caracteriacutestica de la casuiacutestica de los pleitos (es

decir la sentencia caso por caso sin que se establezca jurisprudencia) se sumaban la concesioacuten

por parte de la Corona de ceacutedulas de suspensioacuten que frenaban inmediatamente los traacutemites la no

presentacioacuten de la documentacioacuten solicitada que impediacutea que los abogados presentaran las in-

formaciones necesarias para que proceda la causa la ausencia de testigos o que una de las partes

no se presente ante el tribunal para contestar el accionar de la otra parte Ademaacutes de estas causas

existiacutean otras (que pudimos observar en otras Alegaciones) como la recusacioacuten de los magistra-

dos u otro funcionario del tribunal sospechosos de prejuicio favoritismo de trabajar de alguna

manera que dantildee la ldquojusticiardquo Si la acusacioacuten era probada los funcionarios culpables debiacutean ser

retirados de la causa eso significaba designar nuevos funcionarios y fijar un nuevo calendario

Ademaacutes figuran como motivos de la dilatacioacuten de las sentencias debemos considerar el traslado

de personal de un lugar a otro por parte de la Corona porque preferiacutea que sus propios magistra-

dos participaran en comisiones especiales de investigacioacuten y en funciones extrajudiciales que los

alejaba de los tribunales durante meses Finalmente existieron causas naturales como la muerte

de un magistrado que retrasaban los traacutemites durante meses porque el nuevo magistrado necesi-

taba tiempo para ponerse al corriente de todos los detalles o la muerte de uno de los litigantes

hecho que generaba pleitos subsidiarios y un terrible papeleo La lentitud de las comunicaciones

y las enfermedades tambieacuten contribuiacutean la peste interrumpioacute el trabajo en los tribunales en varias

ocasiones durante el siglo XVI En los pleitos ganaba el litigante cuyos consejeros sabiacutean coacutemo

sacar partido de la Corona y de las complejidades procesales de los tribunales para acelerar o

retrasar la audiencia La duracioacuten de estos litigios da cuenta de la cuantiacutea a la que los mismos

refieren aunque resulte difiacutecil calcular la incidencia a largo plazo de los pleitos en bienes econoacute-

micos de la clase noble espantildeola (Kagan 1991 Tomaacutes y Valiente 1992)

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la Noviacutesima Recopilacioacuten y los escritos de los tratadistas) es la institucioacuten que vincula la propiedad de bienes especiacuteficos a partir de determinado grado de consanguinidad al linaje que lo fundoacute (Clavero 1974) Esta for-ma de heredabilidad basada en el principio del hijo primogeacutenito o agna-do si bien no es la uacutenica forma de transmisioacuten de los bienes en los reinos de la Monarquiacutea Hispaacutenica ha sido el modelo elegido por la nobleza ndashy las oligarquiacuteas urbanasndash para asegurar la perpetuidad del patrimonio en una familia determinada bajo la titularidad de su Cabeza de linaje

En las Alegaciones las mujeres son sujetos con capacidades juriacutedicas Podemos verlas a traveacutes del relato de los Secretarios cuando resumen los pleitos en cuestioacuten litigando ya sea como demandantes de derechos o bien siendo sujetos a las que se les reclaman bienes que estaacuten bajo su posesioacuten o dominio Las mujeres aparecen en este relato judicial como un actor maacutes ac-tuando al interior de la dinaacutemica relacional social de sus familias de origen Ellas pleitean acompantildeando a sus maridos en su calidad de esposas en otras ocasiones como viudas tutoras de sus hijos menores tambieacuten aparecen pro-cediendo al interior de relaciones parentelares como hermanas hijas (legiacuteti-mas o naturales) como mujeres monjas en los conventos femeninos Es decir que ellas litigan con un procurador de por medio por bienes de herencias o bienes vinculados a los que consideran que tienen derecho por ser parte de un universo familiar que las protege y las vincula en Derecho con aquellos bienes por los que pleitean

El caso del pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Buendiacutea

Sobre el pleito por los bienes vinculados de la Casa de los Buendiacutea contamos con tres Alegaciones a) El testamento y Mayorazgo que presentoacute Dontildea Mariacutea de Acuntildea que dice otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea b) Informacioacuten en derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo c) Por Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo

Nuestra propuesta de trabajo con las Alegaciones de este caso es la si-guiente en primer lugar realizaremos un relato de coacutemo se ha desarrollado

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el conflicto por estos especiacuteficos bienes patrimoniales a lo largo del tiempo seguacuten da cuenta la Relacioacuten de la causa es decir la Alegacioacuten detenieacutendo-nos en algunas cuestiones de la trama judicial y social que se traslucen en el escrito del Secretario de justicia Nos abocaremos en este estudio a analizar la normativa que permitioacute a determinadas mujeres (relacionadas con los Con-des de Buendiacutea del linaje Acuntildea-Herrera) acceder a estos bienes como a las restricciones o impedimentos para quienes litigan por ellos

En la Primera Alegacioacuten se establece que en el antildeo 1574 Dontildea Mariacutea de Acuntildea presenta el testamento que otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea por el Mayoraz-go en disputa Este testamento tiene sus oriacutegenes a mediados del siglo XV (1447) cuando Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz crean el Mayorazgo que dice Mariacutea de Acuntildea tiene derecho a heredar A continuacioacuten presentamos un cuadro donde pueden observarse las liacuteneas su-cesorias en el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea conforme al testamento analizado que brinda detalles de los viacutenculos familiares de los fundadores del Mayorazgo2

Seguacuten refiere la documentacioacuten en el testamento citado Lope Vaacutezquez de Acuntildea establecioacute Mayorazgo a favor de Don Pedro de Acuntildea de Albornoz su hijo mayor legiacutetimo

Los bienes vinculados eran la villa de Buendiacutea en el obispado de Cuenca tierras

y teacuterminos de (en) la ciudad de Guete y de la Orden de San Juan con sus tierras

y vasallos pechos derechos y rentas con sus prados y pastos su jurisdiccioacuten

y justicia civil y criminal alta y baja y con todos los bienes pertenecientes al

sentildeoriacuteo de dicha villa3

El testamento fue realizado en vida de Lope Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz fundadores del Mayorazgo (1447) Alliacute se expresoacute

2 Fuente PORCON 1085-28 ndashBNMndash

3 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Entendemos que los bienes en disputa no consistiacutean en la tota-lidad del patrimonio de esta Casa sino que eran bienes que los fundadores del Mayorazgo vincularon a un heredero y sus descendientes Estos bienes obviamente quedan excluidos de cualquier reparto entre los herederos forzosos de estos nobles Sin embargo esto no siempre sucede al deseo de los fundadores porque cuando se produzcan vacancias el resto de los miembros de la familia que fueron excluidos de la sucesioacuten al viacutenculo se sentiraacute con derecho a reclamarlos

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que ldquola villa de Buendiacutea sus casas y cueva y los otros bienes que se encuen-tran en la villardquo4 se hereden despueacutes de la muerte de los fundadores del Mayorazgo en Pedro su hijo primogeacutenito Como hemos dicho maacutes arriba los fundadores de Mayorazgos con la anuencia de la Corona no soacutelo estable-cieron cuaacuteles seraacuten los bienes incluidos en el viacutenculo sino el orden riguroso de la sucesioacuten que seriacutea a favor del primogeacutenito mencionado Pedro con la siguiente aclaracioacuten ldquoel Mayorazgo deberiacutea sucederse por liacutenea agnaticia en su hijo mayor legiacutetimo nietos y biznietos que descendieran de eacutelrdquo5 El testa-mento estableciacutea tambieacuten que si Pedro muriera sin descendencia la sucesioacuten en el viacutenculo iriacutea a Loacutepe de Acuntildea hermano menor de Pedro ldquoy de este a sus descendientes varones teniendo en cuenta los principios de primogenitura y masculinidadrdquo6 En caso que ndashsigue aclarando el testamentondash Pedro y Lope murieran sin dejar descendientes los bienes iriacutean a su nieto Alfonso de Silva hijo de Juan de Silva y de su hija Leonor de Acuntildea El testamento tambieacuten preveacute que si Alfonso de Silva no alcanzara la mayoriacutea de edad la herencia pa-sariacutea a la familia de los Goacutemez Carrillo (hijo de los fundadores) en la persona de su nieto Alfonso Carrillo y finalmente si ninguno de estos varones en la liacutenea mencionada pudieran acceder a la posesioacuten y tenuta de los bienes vin-culados7 eacutestos pasariacutean a los miembros de la familia que constituyera Leonor Carrillo hermana de Alfonso de Silva y sobrina de Leonor de Acuntildea del Linaje de los fundadores Ante el fallecimiento de estos herederos y sus descendientes

4 PORCON1085-28 ndashBNMndash CS

5 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

6 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS

7 La Tenuta incluye la posesioacuten y tambieacuten la ldquopropiedadrdquo de un determinado patrimonio La Te-nuta aparece en la doctrina juriacutedica bajo la categoriacutea de posesioacuten civiliacutesima mientras que en el Derecho procesal se lo llama Derecho de tenuta De esta manera el juicio de tenuta declara a favor de quien ya usufructuacutea los bienes seguacuten lo establecido en la ley 45 de Toro sobre el Derecho civil y natural En 1543 se fija que entre un juicio de tenuta y uno de ldquopropiedadrdquo debe mediar medio antildeo desde el fallecimiento del uacuteltimo poseedor A partir de 1560 las Cortes de Toledo establecen que el Derecho de Tenuta es un paso previo a la declaracioacuten del Derecho de ldquoPropiedadrdquo En caso de pleito el juicio de Tenuta se realiza ante el Consejo de Castilla y se entiende solo por tenencia de bienes y el de ldquopropiedadrdquo se lleva adelante ante la Audiencia correspondiente (seguacuten si los bienes se encuentran al norte o al sur del riacuteo Tajo corresponde la Audiencia de Valladolid o la de Granada respectivamente) La peticioacuten 1573 solicita que ldquola remisioacuten desde el Consejo se haga a las nuestras Audiencias tan solamente a la propiedad y no solamente a la posesioacuten como hasta aquiacute se ha hechordquo (Noviacutesima Recopilacioacuten Lib 11 Cap 24 t 3)

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los testadores aclaran que los herederos siguientes seriacutean aquellos ldquoparientes maacutes cercanos que porten al apellido Acuntildeardquo Y tambieacuten se detallan bienes no vinculados que seraacuten heredados por otros parientes8 Debemos tener presente que este testamento como vemos confirma a Mariacutea de Acuntildea en la posesioacuten del Mayorazgo y es prueba testimonial presentada por ella en el pleito que a traveacutes de los alegatos estamos estudiando

La Segunda Alegacioacuten es la Informacioacuten en Derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1574) Esta Alegacioacuten comienza con la Informacioacuten en Derecho realizada por Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayo-razgo En este documento se presenta la suplicacioacuten por segunda vez de Don Diego Osorio Herrera por los bienes vinculados en cuestioacuten (que ya hemos mencionado) Podemos suponer dado que contamos con la Alegacioacuten sobre la segunda suplicacioacuten de Don Diego Osorio de Herrera que en Alegaciones anteriores se ratifica la sentencia establecida en la Chancilleriacutea de Valladolid seguacuten la cual los bienes en cuestioacuten deben ser entregados al dicho Don Diego Osorio Herrera El Mayorazgo sobre el que hacen alusioacuten las Alegaciones fue fundado en 1519 por Jorge de Herrera y Mariacutea de Vivero su mujer con los bienes de ambos La Facultad Real que daba lugar a la fundacioacuten del Mayorazgo estableciacutea que el mismo podiacutea aumentarse o disminuirse y asi-mismo podiacutea ser revocado en parte o en su totalidad (tanto en lo referido a los bienes como a los sucesores del viacutenculo) En el antildeo 1525 ndashse lee en las Alegacionesndash los fundadores llamaron como heredero del Mayorazgo a su hijo Juan de Herrera casado con Isabel de Salazar Esta mujer quedoacute incluida en el Mayorazgo en ese antildeo porque atendiendo a la posibilidad de aumentar-lo incorporoacute a los bienes vinculados cien mil maravediacutees que como vemos en las Alegaciones deberiacutean formar parte de los bienes amayorazgados que reclama Diego Osorio Herrera por haber sido incorporados como parte del viacutenculo En el antildeo 1526 se agrega que a las mujeres se las excluye en la su-cesioacuten En el antildeo 1540 moriacutea Dontildea Mariacutea de Vivero y el viudo Don Jorge de Herrera ndashque detentaba el Mayorazgondash reafirma la exclusioacuten de las mujeres para heredar Estas revocatorias y modificaciones se hicieron seguacuten se lee en

8 PORCON 1085-28 1447 ndashBNMndash SC

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la documentacioacuten porque en el antildeo 1526 se omitioacute declarar quieacutenes seriacutean nombrados sucesores en el Mayorazgo en caso que Juan de Herrera murie-ra sin descendencia establecieacutendose (en 1540) que ldquosucederaacute cualquier hijo varoacuten y sus descendientes varones y a falta de eacutestos podriacutea heredar Mariacutea de Acuntildea abuela de los pleiteantes pero no podraacuten hacerlo las hijas mujeres que descienden de Mariacutea de Acuntildea hija de Diego Osorio de Silva primo de Juan de Herrera uacuteltimo poseedor del Mayorazgordquo9 Luego de estas modifica-ciones se realiza el llamamiento a suceder en el antildeo 1540 a todos los descen-dientes de Don Luis de Osorio hijo mayor de Antonio de Herrera y despueacutes de eacutel sus descendientes varones con exclusioacuten expresa de las mujeres10

En consecuencia Mariacutea de Acuntildea nieta de Luis Osorio de Silva y Mariacutea de Acuntildea excluida por la normativa a suceder reclamoacute reiniciando el pleito para que los bienes que estaban vinculados quedaran libres del viacutenculo ya que no habiacutea varones descendientes de Luis Osorio de Silva (uacuteltimo poseedor legiacutetimo del Mayorazgo) para heredarlos Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta en el graacutefico) quien a nuestro criterio se encontraba en posesioacuten del patrimonio en litigio soacutelo podriacutea poseer su tenencia (tenuta) legalmente si los mismos eran declarados libres de toda relacioacuten vincular

La Tercera Alegacioacuten la realiza Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1582) En este caso la respuesta de los Tribunales Superiores es ratificar la normativa juriacutedica sobre la sucesioacuten del Mayorazgos en el va-roacuten Normativa que tambieacuten estaacute presente en las claacuteusulas establecidas por los fundadores En consecuencia se ratifica la exclusioacuten de las mujeres para acceder a estos bienes amayorazgados Y tambieacuten se revalida que los bienes litigados corresponden a Don Diego Osorio de Herrera instituido como su-cesor legiacutetimo de dichos bienes11

Las argumentaciones de Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta pleiteante) al solicitar que los bienes sean declarados libres y no vinculados al linaje se basaban en que al quedar vacante la herencia del Mayorazgo ella teniacutea una posibilidad de obtener el patrimonio si estos eran declarados libres y como

9 PORCON 414-28 p3 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

10 PORCON 414-28 1574 ndash BNMndash SC

11 PORCON 898-37 1582 ndashBNMndash CS

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hemos visto esto no sucedioacute Si observamos el esquema parentelar de la familia Acuntildea-Herrera que acabamos de presentar y que hemos elaborado a partir del anaacutelisis de las tres Alegaciones estudiadas vemos que Don Juan de Herrera el primero llamado a heredar el patrimonio amayorazgado muere sin hijos y que lo mismo sucede con su hermano Don Geroacutenimo de Herrera que es el segun-do en los llamamientos de la Fundacioacuten Ante esta vacancia de herederos el patrimonio pasa a Don Luis Osorio de Silva que es el siguiente en la liacutenea su-cesoria y luego ndashgracias a una excepcioacuten que la Monarquiacutea autoriza en el antildeo 1540 para que se perpetuacutee el viacutenculondash los bienes los hereda su hija Dontildea Mariacutea de Acuntildea ya que ldquohellippara que no se acabe sino que siempre quede perpetuo [el Mayorazgo] hellip por el derecho las hembras tienen su lugar que es suceder agrave falta de varon de la misma liacutenea y gradordquo12 En este caso la Corona permite la sucesioacuten por agnacioacuten ficticia o irregular para que el viacutenculo no se disuelva sino que se perpetuacutee en la persona de Mariacutea La excepcioacuten permitida a Mariacutea de Acuntildea ndashpor otra parte la abuela de los dos futuros pleiteantesndash para acceder al Mayorazgo indicariacutea una ldquoirregularidadrdquo en los llamamientos porque no habiacutea varones con posibilidad de acceder al viacutenculo y porque se privilegioacute que este no desaparezca y permanezca en la Casa de los Acuntildea13 Sin embargo en los posteriores llamados ndashel del hijo de Mariacuteandash la sucesioacuten se ajustoacute a Derecho se siguioacute el orden prescripto en la normativa general al pariente varoacuten maacutes proacuteximo en este caso Luis el primer hijo de Mariacutea quien es expresamente mencionado en la sucesioacuten de los bienes De esta manera se afirmoacute la ldquoagna-cioacuten rigurosa con la exclusioacuten expresa de las mujeresrdquo El Mayorazgo perma-necioacute en la Casa de los Acuntildea Pero Don Luis Osorio soacutelo tuvo una hija que se llamaraacute como su abuela Mariacutea Ella si bien se encontraba usufructuando los bienes no habiacutea accedido a ellos legiacutetimamente porque las mujeres estaban como vimos expresamente excluidas del viacutenculo En este contexto Don Diego Osorio de Herrera primo de Mariacutea pleitearaacute con ella en la segunda mitad del siglo XVI apelando a los viacutenculos de sangre con su abuela Mariacutea de Acuntildea

12 PORCON 414-28 p 12 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

13 En palabras de Bartolomeacute Clavero (1974) ldquocuando un fundador de Mayorazgo no adopta para el mismo el orden sucesorio de primogenitura y representacioacuten (ley de Toro Nordm 27) tal medida no era tomada por haberse de estimar la presunta virtud de alguacuten otro modelo sucesorio sino por introducir en la sucesioacuten particularidades familiares o preferencias individuales que podiacutea venir motivada por la existencia de alguacuten viacutenculo en beneficio de alguna liacutenea de descendencia determinadardquo (p 226)

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Asiacute en los argumentos que se detallan en las Alegaciones del antildeo 1582 vemos ndashcomo hemos dichondash que por un lado Dontildea Mariacutea de Acuntildea hija del uacuteltimo poseedor Don Luis de Osorio solicita al Tribunal heredar los bienes vinculados como bienes libres porque estaacute excluida de suceder en el Mayorazgo Y por otra parte Diego de Osorio apoyaacutendose en la norma de la agnacioacuten rigurosa inicia el pleito por estos bienes en calidad de vinculados No conocemos el fin de este litigio pero podemos presumir que los bienes hayan permanecidos en la fami-lia Acuntildea ligada al uacuteltimo poseedor por liacutenea rigurosa en la sucesioacuten Es decir cuando la normativa establecida se encuentra en la praacutectica con situaciones que no fueron previstas en este caso la vacancia al Mayorazgo por falta de herederos varones las familias recurren a los Tribunales para obtener excepcio-nes en las normativas (Dedieu y Windler 1998) Amparada por el entramado de relaciones familiares es que Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela primero y la nieta despueacutes) accedieron a los bienes vinculados A la abuela la ley la amparoacute cuando establecioacute que de manera excepcional a falta de varones agnados pueda ser ella la heredera de los bienes14 A partir de ese momento las liacuteneas sucesorias de Mariacutea de Acuntildea se fortalecen en sus relaciones parentelares y consolidan su posesioacuten sobre dichos bienes Pero al encontrarse un varoacuten Don Diego Osorio de Herrera en condiciones de reclamar el viacutenculo como varoacuten agnado nieto de Mariacutea y sobrino del uacuteltimo poseedor del mayorazgo (Don Luis de Osorio) la ley lo favorecioacute en su reclamo Don Diego siguioacute apelando ante los Tribunales Reales para que lo establecido por la Chancilleriacutea en su favor se cumpla dado que los bienes continuaban en disfrute de la Casa de los Acuntildea o en concreto de Dontildea Mariacutea de Acuntildea su prima La importancia de detentar la posesioacuten del Mayorazgo radicaba en que los miembros de la familia que lo tuviera alcanzariacutea mayores posibilidades de acceder a tiacutetulos honores cargos etc es decir a lograr determinados grados de poder en suma que facilitaraacute la perpetuacioacuten de los valores materiales y simboacutelicos adquiridos en el grupo de parientes al que pertenece y en consecuencia responder a las exigencias de caraacutecter poliacutetico que la Corona impone a los varones que son Cabeza de los grandes linajes y titulares de Mayorazgo en la administracioacuten del reino Por este motivo es obligacioacuten que los Mayorazgos se funden con Facultad Real (Atienza Hernaacutendez 1991)

14 Ver otros casos en Lagunas (2010a y 2010b)

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Los miembros de esta rama del linaje ndashlos Acuntildeandash argumentan en la Alegacioacuten en cuestioacuten ldquohaber accedido a los bienes porque hubo varios lla-mados a la sucesioacuten que quedaron vacantesrdquo como veiacuteamos anteriormente Recordemos que ellos solicitaban que los bienes se declararan libres del viacuten-culo En la respuesta emitida por el Tribunal seguacuten se refiere en la Alega-cioacuten se sentencioacute sobre la imposibilidad de considerar a dichos bienes como libres asimismo se ratificaron las reglas sucesorias a favor de los varones establecidas en el momento de la fundacioacuten de 1540 y se reafirmaron las po-sibilidades y limitaciones al acceso a dichos bienes por las mujeres

ConclusionesEsta investigacioacuten ha sido abordada desde Historia Social de la Cultura

la Historia Cultural de lo social y la Historia de las Mujeres Esta perspectiva historiograacutefica en relacioacuten con los estudios sobre nobleza facilita y comple-jiza a nuestro entender el anaacutelisis del rol social cultural y econoacutemico de las mujeres nobles De esta manera hemos podido analizar el accionar de estas mujeres en los Tribunales de la Justicia durante la Monarquiacutea de los Austria como parte de la interaccioacuten constante de las relaciones de poder y de geacutenero que formaban parte de la dinaacutemica social cultural y patrimonial de los sec-tores nobiliarios sus sistemas de valores creencias y costumbres arraigadas La dinaacutemica nobiliaria ndashy de las oligarquiacuteas urbanasndash implicoacute construir una memoria a partir de la elaboracioacuten de genealogiacuteas que permitan a sus miem-bros identificarse con determinado linaje (Contreras 1995 Atienza Hernaacuten-dez 1998) concertar matrimonios beneficiosos y fundar Mayorazgos15 Los matrimonios fueron una de las principales estrategias adoptadas por las fami-lias nobles ndashy de la oligarquiacutea urbana tambieacutenndash para lograr la reproduccioacuten social de sus Casas y a traveacutes del mayorazgo buscaron transmitir el patrimo-nio lo maacutes iacutentegro y consolidado que fuera posible

Entonces como vimos la heredabilidad mediante la fundacioacuten de Ma-yorazgos tuvo por objetivo evitar la disgregacioacuten patrimonial y trasmitirlo unificado al descendiente legiacutetimo Este modelo de herencia es en cierta me-dida excluyente en tanto que beneficia a los primogeacutenitos varones antes que a las hijas mujeres pero tambieacuten excluye a los hijos segundones aunque les

15 Sobre matrimonio y organizacioacuten familiar de la nobleza ver Chacoacuten Jimeacutenez (2007) y Loacutepez Cordoacuten Cortezo (1998)

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otorga un lugar de privilegio ante vacancia frente a las hermanas La pose-sioacuten del viacutenculo permite a los Cabezas de linaje entablar una relacioacuten maacutes estrecha con la Corona que es quien ndashen primera instanciandash debe autorizar la fundacioacuten de un Mayorazgo La Monarquiacutea a traveacutes de esta autorizacioacuten mediante Ceacutedula Real protege el patrimonio ldquode la nobleza para la noblezardquo y entabla relaciones viacutenculos de variadas naturalezas (de amistad cliente-lares de servicio) con los titulares de los Mayorazgos legitimando las rela-ciones de poder de alta poliacutetica entre la nobleza y sus Cabezas de linaje Por otro lado para la nobleza fue importante la existencia de estas propiedades vinculadas ndashque no entraban en ninguacuten sistema de ldquoventas de bienesrdquo o de ldquodespojo por deudas contraiacutedasrdquondash en los momentos de recesioacuten econoacutemica por las que atravesoacute el Reino en los siglos en estudio ya que les aseguraba la ldquointangibilidadrdquo del patrimonio familiar heredado y a trasmitir del mismo modo En este caso para las Casas nobles la posesioacuten contundente del viacutencu-lo determinoacute la posibilidad de mantenerse en el estamento dominante aunque el conflicto sucesorio no estuvo ausente entre las grandes familias No obs-tante las crisis econoacutemicas asiacute como las pestes y la debilidad demograacutefica o la muerte sin descendencia del uacuteltimo poseedor del Mayorazgo y sin haber establecido testamento generaron muchas veces que la sucesioacuten regular al viacutenculo no contara con descendientes varones como lo establecen las reglas de herencia instituidas (Pastor 1990 Irigoyen Loacutepez y Peacuterez Ortiz 2002) En estos casos cuando el titular fallece el grupo de emparentados incluidas las ramas colaterales se presentan para reclamar la sucesioacuten en los bienes materiales privilegios y status que otorga la tenuta y posesioacuten del viacutenculo Es entonces cuando comienzan a disputarse los bienes aquellas personas que poseen lazos consanguiacuteneos con el fundador pero que por razoacuten de su sexo o por no encontrarse en la liacutenea regular de sucesioacuten no fueron nombradas en los llamamientos a heredar Esta disputa por los bienes generoacute largos pleitos dado que ante la disconformidad de alguna de las partes con las sentencias dictadas eacutestas vuelven a ser apeldas ante el Consejo Real que es el maacuteximo Tribunal y que encabezado por el mismo monarca dictaraacute la sentencia final ya sin posibilidad de ser reclamada por alguna de las partes Sin embargo como vimos en el caso estudiado los poseedores y usufructuarios del viacutenculo (los demandados) no accediacutean a entregar los bienes al demandante cuando la justicia fallaba a favor de este uacuteltimo

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

Ademaacutes del patrimonio vinculado como vimos la legislacioacuten establece la existencia de otros bienes patrimoniales que se encuentran por fuera de los bienes amayorazgados y que forman parte de las herencias Estos bienes son los gananciales la legiacutetima la mejora y los bienes libres Podemos decir entonces que el patrimonio de una Casa nobiliaria excede los bienes vinculados y que si bien este patrimonio no vinculado es heredado ndashen partes no igualitariasndash por los diversos miembros (masculinos y femeninos) de las familias sin embargo aqueacutelaquella que accede al Mayorazgo tiene asegurada una cuota o plus ndashpara siacute y para su FamiliaCasandash de fortuna privilegios y prestigio social En el pleito por el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea veiacuteamos coacutemo Mariacutea de Acuntildea (la nieta) ante la falta de herederos varones en la sucesioacuten y su imposibilidad de heredar los bienes por sucesioacuten regular (porque es mujer) solicita al Tribunal que el patrimonio en litigio sea considerado como bienes libres y asiacute poder ella acceder por Derecho a dichos bienes que de hecho ya usufructuaba En este mismo litigio mostraacutebamos ademaacutes coacutemo en 1540 Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela) era llamada por testamento a suceder en el viacutenculo de la Casa de Buendiacutea previendo la falta de varones en la liacutenea rigurosa de sucesioacuten y vimos coacutemo finalmente Mariacutea ante la vacancia del viacutenculo se erige en poseedora de los bienes litigados Esto sucede antes de establecerse la Real Pragmaacutetica de 1615 en la que Felipe III autoriza a las mujeres bajo circunstancias especiacuteficas como es la vacancia del viacutenculo a heredar bienes amayorazgados

Si bien la Alegacioacuten sobre el litigio del patrimonio de los Condes de Buendiacutea es el uacutenico documento del siglo XVI que presentamos aquiacute no es el uacutenico que hemos estudiado un nuacutemero de documentos que consideramos significativo dan cuenta de mujeres (nobles y de las oligarquiacuteas urbanas) li-tigando por bienes amayorazgados durante todo el siglo XVI Creemos que si ellas litigaban por el acceso a estos bienes (aunque en muchos casos no fueran favorecidas por los Tribunales) es porque se presumiacutean con el derecho a poseerlos y porque su actuacioacuten ante los Tribunales (procurador de por medio) era parte de las estrategias de las familias de los linajes de las que formaban parte en tanto miembros femeninos Estas mujeres eran en muchos casos usufructuarias de los bienes y debiacutean demostrar su posesioacuten ante los Tribunales El Derecho vigente las asistiacutea en parte parcialmente El mejor estado de estas mujeres era ser viuda con hijos (sobre todo varones) menores

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Marcela Correa Barboza

a cargo Ellas podiacutean heredar bienes de Mayorazgos bajo la figura juriacutedica de agnacioacuten ficticia (Tau Anzoaacutetegui 1970)

Podemos afirmar entonces que en la praacutectica las mujeres accedieron a la posesioacuten y en algunos casos a la titularidad de Mayorazgos Pudieron hacerlo a traveacutes de litigar (procurador de por medio) por esos bienes pa-trimoniales ante los Tribunales Esta praacutectica era ademaacutes una estrategia (junto con la concertacioacuten de matrimonios y los sistemas de herencias) es-grimida por los grupos nobiliarios con la finalidad de mantener o aumentar el patrimonio familiar Y en esas estrategias las mujeres cumplieron sus roles en tanto que formaban parte de los linajes y ocupaban en estos a ve-ces lugares privilegiados como esposas madres yo viudas a cargo de hijos menores y en ocasiones muy frecuentes ante la muerte del marido son las Cabezas de las familias Las mujeres en el sistema juriacutedico imperante en la Modernidad son sujetos que pueden reclamar derechos para siacute y sus familias sobre aquellos bienes por los cuales pleitean dado que consideran que por justicia les corresponden (Saacutenchez 2002) Es decir que si bien la legislacioacuten otorgoacute al varoacuten el control y la autoridad sobre los bienes y su familia en la Modernidad la legislacioacuten real imperante otorgoacute a las muje-res derechos a acceder a los Tribunales para pleitear por sus intereses en su condicioacuten de esposas viudas e hijas

BibliografiacuteaAlonso M P (1985) El proceso penal en Castilla S XIII al XVIII

Salamanca Universidad de Salamanca Atienza Hernaacutendez I (1991) Teoriacutea y administracioacuten de la casa linaje

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Clavero B (1974) Mayorazgo propiedad feudal en Castilla 1369-1836 Espantildea Siglo XXI

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

Contreras J (1995) Linajes y cambio social la manipulacioacuten de la memoria Historia Social 21 105-124 Dossier Familia y relaciones de parentesco

De las Heras Santos J L (1994) La justicia penal de los Austria en la Corona de Castilla Salamanca Universidad de Salamanca

Dedieu J P y Windler CH (1998) La familia iquestuna clave para entender la historia poliacutetica El ejemplo de la Espantildea Moderna Studia Histoacuterica Historia Moderna 18 201-233 Recuperado de httprevistasusalesindexphpStudia_Historicaarticleview28082844

Garciacutea Cubero L (2004) Las Alegaciones en Derecho (PORCONES) de la Biblioteca Nacional en lo Tocante a mayorazgos viacutenculos hidalguiacuteas genealogiacuteas y tiacutetulos nobiliarios Con un iacutendice de personas geograacutefico y de tiacutetulos nobiliarios Madrid BNM-SC

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Lagunas C (2010b) Familia herencia y patrimonio Conflictos por la sucesioacuten de las mujeres en la herencia de bienes familiares vinculados (siglos XVI-XVII reino de Espantildea) En M I Carzolio R I Fernaacutendez Prieto y C Lagunas (Coords) El Antiguo Reacutegimen Una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica Buenos Aires Prometeo

Loacutepez-Cordoacuten M V (1998) Familia sexo y geacutenero en la Espantildea Moderna Studia Histoacuterica Historia Moderna 18 105-134 Recuperado de httprevistasusalesindexphpStudia_Historicaarticleview28022837

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Saacutenchez R (2002) El papel de la mujer en el sistema de transmisioacuten de bienes Notas sobre la dote en Murcia 1690-1710 En A Irigoyen Loacutepez y A Peacuterez Ortiz (Edits) Familia transmisioacuten y perpetuacioacuten (ss XVI-XIX) Murcia Universidad de Murcia

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Marcela Correa Barboza

Tau Anzoaacutetegui V (1970) La moderna historiografiacutea juriacutedica espantildeola e hispanoamericana Lecciones y Ensayos 42 101-121

Tomaacutes y Valiente F (1992) El Derecho penal de la monarquiacutea absoluta (s XVI XVII y XVIII) Madrid Tecnos

FuentesPORCON 1085-28 ndashBNMndash CSPORCON 898-37 1582 ndashBNMndash CS PORCON 414-28 p 12 ndashBNMndash CSCoacutedigos Espantildeoles Concordados y Anotados (1862) Madrid Antonio de San

Martiacuten (Ed) 12 TLeyes de Toro Nueva y Noviacutesima Recopilacioacuten de las leyes de Espantildea ed

Facsiacutemil y Comentarios Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educacioacuten y Ciencia Gaeacutez SA Madrid

Libro de las Siete Partidas Madrid Antonio de San Martiacuten editor 1872 Versioacuten digital

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AUTORES Y AUTORAS

CARZOLIO Mariacutea Ineacutes Doctora en Filosofiacutea y Letras de la Facultad de Filosofiacutea y Letras de

la UBA y profesora titular de Historia General IV FaHCE-UNLP y en la Carrera de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR hasta 2012 Su aacuterea de especializacioacuten es la Historia social Es autora de numerosas aportaciones en Historia Moderna de Espantildea tales como (2001) con Vasallo RL y Graca L Da Documentacioacuten del Monasterio de Santo Toribio de Lieacutebana Apeos de 1515 y 1538 (2003) Inclusioacuten exclusioacuten Las dos caras de la sociedad del Antiguo Reacutegimen (2005) con Barriera D (comp) Poliacute-tica Cultura Religioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Homenaje a Reyna Pastor (2010) con Lagunas C y Fernaacutendez R El Antiguo Reacutegimen Una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica ha participado en obras colectivas como (2002) ldquoAntroponimia servil en el No-roeste hispaacutenico Los siervos de Celanova Sobrado y Samosrdquo en Genese me-dievale de lrsquoanthroponymie moderne vol V coord por M Bourin-Derruau y P Chareille Universiteacute de Tours (2002) ldquoEn los oriacutegenes de la ciudadaniacutea en Castilla La identidad poliacutetica del vecino durante los siglos XVI y XVIIrdquo Hispania CSIC (2004) ldquoLa ciudadaniacutea de Antiguo Reacutegimen en Castilla-Ara-goacuten y Francia Diego Peacuterez de Mesa Juan Costa y Juan Bodinrdquo en Joseph Fontana Histograveria i projecte social Reconoixement a una trajectograveria (2008) ldquoSobre forasteros y vecinos Praacutecticas de reciprocidad en los concejos rura-les de la periferia castellana durante la modernidad tempranardquo en J Gallego (comp) Habitar Producir y Pensar el Espacio Rural de la Antiguumledad al Mundo Moderno entre otras muchos artiacuteculos y publicaciones en el aacutembito acadeacutemico nacional como en el internacional

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Autores y autoras

Coordinadores

GONZAacuteLEZ MEZQUITA Mariacutea Luz Profesora de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Mar del

Plata (UNMDP) Acadeacutemica correspondiente en Argentina de la Real Acade-mia de la Historia de Madrid Doctora en Historia por la Universidad Com-plutense de Madrid Directora del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Eu-ropa Moderna (GIHEM)-CEHIS Directora del proyecto de Investigacioacuten Poder y cultura poliacutetica en la Espantildea Moderna Las elites y sus praacutecticas discursos y representaciones en la fundamentacioacuten de un sistema de poder En el marco del (GIHEM) - UNMDP Ha formado parte e integra en la actua-lidad Grupos de Investigacioacuten en Argentina Espantildea e Italia Es Directora de Magallaacutenica Revista de Historia Moderna de la Red de Historia Moderna (httpwwwredhistoriamodernacomar) Ha sido profesora invitada en dife-rentes universidades argentinas y del exterior Coordina cada dos antildeos desde 1994 los Coloquios Internacionales de Historiografiacutea Europea y Jornadas de Estudios sobre la Modernidad Claacutesica en la UNMDP y es responsable de la edicioacuten de sus resultados Sus investigaciones se centran en las diferentes ma-nifestaciones de la cultura poliacutetica moderna con referencia especial a la opi-nioacuten puacuteblica y la propaganda Es autora de numerosas obras y artiacuteculos entre ellos Oposicioacuten y disidencia nobiliaria en la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola El caso del Almirante de Castilla Valladolid Junta de Castilla y Leoacuten 2007

LAGUNAS CeciliaDoctora en Historia por la UNLu ha sido Profesora Titular Ordinaria del

aacuterea Medieval y Moderna y es Profesora Extraordinaria Emeacuterita por dicha Universidad directora de la Maestriacutea y Especializacioacuten en Estudios de las Mujeres y de Geacutenero que se dicta en la Universidad Nacional de Lujaacuten Su eje de investigacioacuten se despliega en problemaacutetica referidas a la Historia de Geacutenero y de la Mujeres Entre sus publicaciones figuran junto con Carzolio M I y Fernaacutendez Prieto R I (Coordinadoras) (2010) El Antiguo Reacutegimen una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica su participacioacuten en trabajos colectivos (2009) Familia herencia y patrimonio la sucesioacuten de las mujeres en la herencia de bienes familiares vinculadosrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Franco Rubio G

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Autores y autoras

A y Peacuterez Samper M A (coordinadoras) Herederas de Cliacuteo Mujeres que han impulsado la Historia asiacute como artiacuteculos en diversas revistas nacionales e internacionales tales como (1991) ldquoAbadesas sorores y prebiacuteteros en el monasterio duacuteplice de Santiago de Leoacuten siglos X-XIrdquo (1997) ldquoAbadesas monjas y monjes reformadores en monasterios gallegos a fines del siglo XVrdquo (1998) Derechos y actividades de las mujeres leonesas en la Baja Edad Me-dia a traveacutes de fuentes de aplicacioacuten del derecho (siglos XIV-XV) junto con Granara G (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo entre otros

MORICONI MiriamDoctora en Humanidades y Artes mencioacuten Historia por la Universidad

Nacional de Rosario Docente investigadora por la UNR Miembro del Centro de Estudios de Historia Europea-Fac de Humanidades y Artes-UNR Miem-bro del Centro de Estudios Espantildeoles -Fac de Humanidades y Artes-UNR Miembro del Centro de Estudios Sociales Regionales -CeSoR- CONICET Entre sus publicaciones figuran (2006) en coautoriacutea con Paula Caldo Vivir para contarlo Memorias e Indicios Visuales del pueblo de Luis Palacios (2012) Piedad y jurisdiccioacuten Cultura jurisdiccional en la Monarquiacutea Hispaacute-nica Siglos XVI-XVIII (2011) ldquoEl curato de naturales en Santa Fe del Riacuteo de la Plata Siglos XVII-XVIIIrdquo Hispania Sacra LXIII 128 (2005) ldquoCompor-tamiento poliacutetico de los actores sociales en el concejo de Potes (sXV-XVII)rdquo en Carzolio M I y Barriera D G (compiladores) Poliacutetica Cultura Reli-gioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Ho-menaje a Reyna Pastor (2014) ldquoCon los curas a otra parte Curatos rurales y doctrinas en la frontera sur santafesina (1700-1740)rdquo en Barriera D G y Fra-dkin R O (coordinadores) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe 1720-1830 entre otras publicaciones acadeacutemicas

PEREYRA Osvaldo Viacutector Doctor en Historia Moderna de Europa por las Universidades de Mar

del Plata y de Cantabria (Santander) Espantildea Investigador categorizado por la Universidad de La Plata en donde se desempentildea tambieacuten como docente en la Caacutetedra de Historia General IV (Historia Moderna) Desde la Historia social y la llamada nueva historia poliacutetica estudia la conformacioacuten de las

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Autores y autoras

elites de poder y las redes de dependencia entres los linajes y las familias sentildeoriales del reino de Castilla (siglos XIV-XVI) asiacute como las dinaacutemicas de interaccioacuten entre elementos nobiliares y oligarquiacuteas urbanas en la temprana modernidad Entre su produccioacuten figuran (2015) De Infanzones a Patricios Castro Urdiales y su elite de poder Reconstruccioacuten de un universo urbano en el litoral mariacutetimo cantaacutebrico castellano (Siglos XIV-XVI) Madrid Edito-rial Acadeacutemica Espantildeola Asiacute como artiacuteculos en diversas revistas cientiacuteficas como (2014) ldquoDinaacutemica transaccional genealogiacutea y construccioacuten de la me-moria en la nobleza castellana septentrional en la Baja Edad Mediardquo (2013) ldquoRelaciones ciudad y aldea en el aacutembito sentildeorial parentelas y clientelismo en el marco del sentildeoriacuteo de los Condestablerdquo (2012) ldquoDel acutebuen gobierno de la ciudadacute Elites urbanas monarquiacutea y dinaacutemica transaccional en las villas portuarias septentrionales castellanas en la alta modernidadrdquo

POLO SAacuteNCHEZ J Julio Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria Catedraacute-

tico de la misma Universidad especializado en Historia del Arte Sus ejes de investigacioacuten se centran en los estudios sobre retablo y la escultura po-licromada del Tardogoacutetico al Barroco que parte de su tesis doctoral (1989) y de la que han emanado libros como (1991) Arte Barroco en Cantabria (1991) Artistas Caacutentabros de la Edad Moderna (1994) Escultura Romanista y Contrarreformista (1996) El Retablo de Cicero y un amplio nuacutemero de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas (BSAA Anuario PV Trasdoacutes Acta Artis o Artigrama ) capiacutetulos de libros congresos y cataacutelogos de exposicioacuten En una segunda liacutenea se ha ocupado de la catalogacioacuten del patrimonio siendo editor del Cataacutelogo del Patrimonio Cultural de Cantabria (3 tomos) y autor de varios cataacutelogos municipales y monografiacuteas sobre (2005) Santander y su (1997 y 2002) Catedral Ha dedicado estudios a la arquitectura religiosa con especial atencioacuten al modelo hallenkirchen en Castilla que han sido aco-gidos en monografiacuteas como Arquitectura Religiosa del siglo XVI en Espantildea y Ultramar en artiacuteculos de revistas como BSAA PV o Altamira y en actas de congresos nacionales (Arte Goacutetico Post-medieval ) e internacionales (La Arquitectura Tardogoacutetica Castellana entre Europa y Ameacuterica) Actualmente enfoca sus estudios a la promocioacuten artiacutestica y a las manifestaciones externas de poder de la baja nobleza en Espantildea y Ameacuterica

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Autores y autoras

REITANO Emir Profesor (1989) y Doctor en Historia (2004) egresado de la Facultad de

Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Titular de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y direc-tor del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universidad Pro-fesor Invitado en la Universidad Torcuato Di Tella Miembro Correspondien-te de la Academia Nacional de la Historia (Argentina) Director del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Autor del libro (2010) La inmigracioacuten antes de la inmigracioacuten Los portugueses de Buenos Aires en viacutesperas de la Revolucioacuten de Mayo editor junto a Alejandra Mailhe del libro (2008) ldquoPensar Portugalrdquo Reflexiones sobre el legado cultural del mundo luso en Sudameacuterica editor tambieacuten junto a Paulo Possamai del libro (2015) Hombres poder y conflicto Estudios sobre la frontera colonial sudamericana y su crisis y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Estados Unidos Uruguay Meacutexico Espantildea y Portugal

TARRAGOacute Griselda BeatriacutezDoctora por la Universitagrave degli Studi di Milano (Milaacuten 2009) y ha obte-

nido el tiacutetulo en Estudios Avanzados por el Departamento de Historia Medie-val Moderna y de Ameacuterica de la Facultad de Filologiacutea Geografiacutea e Historia de la Universidad del Paiacutes Vasco (Vitoria Gasteiz 2003) Es Profesora Titular Ordinaria de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Coacuterdoba Di-rectora de Proyecto tipo A en la Secretariacutea de Ciencia y Tecnologiacutea de la mis-ma Universidad miembro del ISHIR-Conicet y Editora Cientiacutefica de la Re-vista Prohistoria Entre sus trabajos figuran (2006) con Barriera D G Adioacutes a la Monarquiacutea De los antildeos revolucionarios a la crisis de 1820 (2006) De la autonomiacutea a la integracioacuten Santa Fe entre 1820 y 1853 (2010) con Ba-rriera D G ldquoSanta Fe hace 200 antildeosrdquo Diario La Capital Rosario (2011) De la orilla del mar a la vera del riacuteo navegantes y comerciantes genoveses en el Plata y el Paranaacute (1820-1860) entre otros artiacuteculos y aportaciones en diversos aacutembitos acadeacutemicos nacionales e internacionales

SANMARTIacuteN BARROS IsraelProfesor-investigador de Historia en la Universidad de Santiago de Com-

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Autores y autoras

postela es especialista en historiografiacutea metodologiacutea y teoriacutea de la historia Desde el antildeo 2009 imparte clases de historia medieval en el Departamento de Historia Medieval de la Facultad de Geografiacutea e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela Ha sido becario posdoctoral de la Xunta de Galicia en la Universitad de Exeter en el centro CLAS (Center for Latinamerican Studiesrdquo y del MEC (Ministerio de Educacioacuten y Ciencia) del Gobierno de Espantildea en la EHESS (lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales) en el grupo GAHOM (Groupe drsquoAnthropologie historique de lrsquoOccident meacute-dieacuteval) bajo la direccioacuten de Jecircrograveme Baschet con el proyecto ldquoLos fines de la historia en la Edad Media apocaliptismo milenarismo y fin del mundordquo Es miembro del Grupo de Investigaciones Historiograacuteficas de la Universidad de Santiago de Compostela -anteriormente del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC)- y coordinador teacutecnico de la Red Acadeacutemica Inter-nacional laquoHistoria a Debateraquo Ademaacutes es autor del libro (2007) Entre dos Siglos globalizacioacuten y pensamiento uacutenico y (2008) Un mundo global La historia mundial desde 1989

VINCENT Bernard Director de estudios de lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales

de Pariacutes miembro de la seccioacuten cientiacutefica de la Casa de Velaacutezquez entre los antildeos 1968-1971 Director de estudios entre 1977-1978 y secretario general de dicha institucioacuten entre los antildeos 1978-1982 miembro correspondiente del Centro de estudios Histoacutericos de Granada y su Reino codirector del progra-ma interuniversitario iberoamericano del Doctorado y Maestriacutea en Historia de la Universidad Internacional de Andaluciacutea 2006 entre otros cargos y funciones Se orientoacute a la Historia Moderna concretamente se centroacute en la historia social de Espantildea en los siglos XVI-XVII especiacuteficamente al estudio de las minoriacuteas eacutetnicas Algunas de sus obras maacutes reconocidas son (2003) Historia de los moriscos Vida y tragedia de una minoriacutea con An-tonio Domiacutenguez Ortiz (1985) Andaluciacutea en la Edad Moderna economiacutea y sociedad (1987) Minoriacuteas y marginados en la Espantildea del siglo XVI (1992) 1492 El antildeo admirable (2000) Los siglos de oro con Bartolomeacute Bennassar (2004) Espantildea en tiempos del Quijote (2006) El riacuteo morisco Biblioteca de estudios moriscos entre otras publicaciones y artiacuteculos difun-didos a nivel internacional

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Autores y autoras

Autores

ALFONSO MOLA Marina DoloresLicenciada en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten Historia) por la Universi-

dad de Granada (1976) Doctora en Historia de Ameacuterica por la Universi-dad de Sevilla (1996) en la modalidad Doctorado Europeo con la Tesis La flota gaditana del Libre Comercio 1778-1828 (ldquoPremio Nacional del Marrdquo 1998) Ha realizado estan cias en centros de investigacioacuten extranje-ros British Library (Lon dres) Public Record Office (Kew Gardens) Natio nal Mari time Museum (Green wich) Archives Nationales y Archi-ves du Ministegrave re des Affai res Etrangegraveres (Pariacutes) Archi ves de la Marine (Chacircteau de Vincennes) Archivo Nacional y Archivo Metropolitano de Quito (Ecuador) Archivo de la Nacioacuten de Meacutexico y Archivo de la Nacioacuten de La Habana Entre sus trabajos publicados figuran junto con Carlos Martiacutenez Shaw (1999) Europa y los nuevos mundos en los siglos XV-XVI-II (2001) Felipe V (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estudios (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica junto con Mariacutea Aurora Ibaacutentildeez Alfonso (2008) Emigrantes aventureros del siglo XX y de hoy ha participado en distintas obras colectivas y ha publicado artiacuteculos en diversas revistas acadeacutemicas especializadas

AacuteLVAREZ DELGADO LorenaProfesora sustituta interina de Antropologiacutea Social en la Universidad

de Jaeacuten y doctoranda de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria Su investigacioacuten se centra en la formacioacuten de facciones durante la Edad Moderna asiacute como en las relaciones existentes entre nuacutecleos urbanos y sus entornos rurales inmediatos Ha participado en congresos nacionales e in-ternacionales y realizado publicaciones cientiacuteficas entre las que cabe citar ldquoJuegos de estrategia en los tribunales Planteamientos taacutecticos entre par-tes litigantes a traveacutes de un proceso inquisitorial complejo del siglo XVIrdquo (2013) ldquoMotivaciones simboacutelicas y materiales en la apropiacioacuten de aves de cetreriacutea durante la Edad Modernardquo (2014) ldquoVida municipal y concejil en la eacutepoca de Felipe II vecindad constitucioacuten y quebranto de identidades comunitarias en Asturiasrdquo (2015)

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Autores y autoras

ANDRADE CERNADAS Joseacute MiguelProfesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de

Compostela (departamento de Historia Medieval y Moderna) Autor de va-rios libros El Monacato Benedictino y la sociedad de la Galicia Medieval (siglos X al XIII) Monxes e mosteiros na Galicia Medieval Las transfor-maciones de la sociedad gallega de los siglos XI al XIII el papel de los monjes negros y Lo imaginario de la muerte en Galicia en los siglos IX al XI Entre los artiacuteculos de revistas podemos citar los siguientes ldquoLa voz de los ancianos la intervencioacuten de los viejos en los pleitos y disputas en la Galicia Medievalrdquo Hispania revista espantildeola de historia ldquoCultura clerical y cultural popularrdquo El Extramundi y los papeles de Iria Flavia ldquoSobre los oriacutegenes de la sede mindonienserdquo Rudesindus miscelaacutenea de arte y cultura ldquoEn el refectorio la alimentacioacuten en el mundo monaacutestico de la Galicia Medievalrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoA la hora de la despedidardquo Estu-dios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoUna aproximacioacuten a la historia de la vejez en la Ga-licia Medieval algunas fuentes y sus posibilidades de informacioacutenrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoFormas y fechas de un paisaje agrario de eacutepoca medieval A Cidade da Cultura en Santiago de Compostelardquo Arqueolo-giacutea Espacial ldquoLos testamentos como reflejo de los cambios de actitud ante la muerte en Galicia del siglo XIVrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoLos modelos monaacutesticos en Galicia hasta el siglo XIrdquo Archivo Ibero-ameri-cano ldquoLa gastronomiacutea del Camino de Santiago algunas precisiones desde el medievalismordquo Compostellanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoManxares Medievaisrdquo Murguiacutea revista galega de histo-ria ldquoEn torno a la benedictinizacioacuten del Monacato Gallegordquo Composte-llanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoFuentes documentales para el estudio del Rey Garciacutea en Galiciardquo Minius revista del departamento de Historia Arte e Xeografiacutea ldquoAproximacioacuten a la figura del prepoacutesito monaacutestico en el monacato gallego medieval siglos X al XIIrdquo Estudios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoLineham Peter History and Historians of Medieval Spainrdquo Obradorio de historia moderna ldquoEl monasterio de Sa-mos y la hospitalidad benedictina con el peregrino siglos XI-XIIIrdquo Studia monaacutestica entre otros

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Autores y autoras

BARRIERA Dariacuteo GabrielDoctor en Historia y Civilizaciones por la EHESS (Pariacutes 2002) Revis-

ta como Profesor Titular Ordinario de Historia de Ameacuterica II (Colonial) en la UNR y como Investigador Independiente en el ISHIR (CONICET-Rosa-rio) Es uno de los coordinadores de la Red de Historia de la Justicia Di-rige el CEHISO-JG (Centro de Estudios de Historia Social de la Justicia y el Gobierno) y la revista Pro-historia Entre sus trabajos figuran tiacutetulos como junto con Rauacutel O Fradkin (2014) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe (1720-1830) (2013) Abrir puertas a la tierra Microanaacutelisis de la construccioacuten de un espacio poliacutetico San-ta Fe 1573‐1640 (2013) La antropologizacioacuten de la Historia Las eda-des medias de Jacques Le Goff entre Mercaderes y Banqueros y La bolsa y la vida (2010) Instituciones Gobierno y Territorio Rosario de la capi-lla al municipio (1725‐1930) (2010) La Justicia y las formas de la au-toridad Organizacioacuten poliacutetica y justicias locales en territorios de fronte-ra El Riacuteo de la Plata Cuyo Coacuterdoba y el Tucumaacuten Siglos XVIII y XIX con Griselda Tarragoacute (2010) Hace 200 antildeos a orillas del Paranaacute (2009) Archivo del crimen Doce historias sobre criacutemenes cometidos en Rosario y sus alrededores durante el Siglo XIX (2009) Justicias y Fronteras Estudios sobre historia de la Justicia en el Riacuteo de la Plata (Siglos XVI‐XIX) (2007) Vers une histoire politique configurationnelle Conqueacuterants familles et ra-pports de pouvoir dans une ville aux confins de lacuteEmpire Espagnol (Santa Fe Riacuteo de la Plata XVI-XVII siegravecles) entre otras publicaciones en libros revis-tas especializadas a nivel nacional e Internacional

BATTAGLIA Mariacutea Gabriela Licenciada y Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Letras egre-

sada de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosa-rio donde se desempentildea como docente investigadora Es Profesora Adjunta en la caacutetedra de Literatura Espantildeola de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de esta casa de estudios Actualmente es Doctoranda en Humanidades y Artes con mencioacuten en Literatura en la Escuela de Pos-grado de la Universidad Nacional de Rosario Directora del Centro de Estu-dios Espantildeoles miembro del Centro de Estudios sobre la problemaacutetica de la traduccioacuten y miembro del Centro de Estudios Comparados todos espacios

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Autores y autoras

dependientes de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosario

BENIGNO FrancescoSe graduoacute en filosofiacutea en la Universidad de Catania (1978) Investiga-

dor en Historia Moderna (1985) en la Universidad de Catania realizoacute sus estudios de doctorado en Cambridge donde fue profesor visitante en el Gru-po de Cambridge para el Estudio de la Poblacioacuten y la Estructura Social en 1987 Se convirtioacute en profesor asociado en la Universidad de Messina en 1992 y luego profesor de historia moderna en la Universidad de Teramo en 1994 Ese mismo antildeo fue nombrado director del IMES Como miembro del consejo editorial de Meridiana coordinoacute el trabajo de revisioacuten y renovacioacuten de la historiografiacutea en el sur de Italia En 1995 Benigno fundoacute la revista cuatrimestral Storica con un grupo de joacutevenes historiadores italianos En los antildeos siguientes contribuyoacute a la fundacioacuten de la Facultad de Comunicacioacuten de la Universidad de Teramo que presidioacute desde 2002 a 2010 y maacutes tarde se convirtioacute en presidente de la Fundacioacuten de Estudios de la Universidad de Teramo En 2012 fue elegido director del Departamento de Historia y Criacutetica en la Universidad de Teramo Desde 2013 es miembro del consejo de admi-nistracioacuten de la Universidad de Teramo y coordinador de la misma Univer-sidad del Doctorado en Historia de Europa desde la Edad Media hasta la Edad Contemporaacutenea Entre muchos otros sus uacuteltimos libros son Palabras del Tiempo Un ideario para pensar histoacutericamente Categravedra Madrid 2013 y La mala setta Alle origini di mafia e camorra 1859-1878 Torino Ein-audi 2015

BONAUDO MartaDoctora en Historia por la Universitegrave de Marseille Aix-en-Provence Li-

cenciada y Profesora en Historia por la Universidad Nacional del Litoral In-vestigadora Principal del CONICET Profesora Titular de Historia Argentina II (1853-1930) en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Na-cional de Rosario (Argentina) Aacuterea de investigacioacuten actual Historia Social y Cultural de la Poliacutetica Siglos XIX y XX Es directora del ISHIR-Unidad Ejecutor en Red-CONICET Entre algunas de sus publicaciones figuran con A Pucciarelli (compiladores) (1993) Problemas de desarrollo agrario Nue-

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Autores y autoras

vas Perspectivas (1999) Liberalismo Estado y Orden burgueacutes (1852-1880) con D M Campi (Coordinadores) (2003) Elites cuestioacuten regional y Estado Nacional Argentina y Ameacuterica Latina Siglo XIX y primeras deacutecadas del siglo XX (2005) Los actores entre las palabras y las cosas (2006) La organi-zacioacuten productiva y poliacutetica del territorio provincial (1853-1914) junto con M Reguera y A Zeberio (Coordinadores) (2008) Las escalas de la Historia Comparada (2010) Instituciones conflictos e Identidades de lo ldquoNacionalrdquo a lo Local entre otros muchos artiacuteculos y publicaciones acadeacutemicas en revis-tas locales e internacionales

BUBELLO Juan Pablo Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Buenos Aires y Ma-

gister en Sociologiacutea de la Cultura y Anaacutelisis Cultural por la Universidad Na-cional de General San Martiacuten Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata Se especializa en la historia cultural de la Europa Moderna Ha dictado cursos conferencias y seminarios en la Universidad de Buenos Aires Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional de Tucumaacuten Se desempentildeoacute como profesor invitado para impartir seminarios de posgrado cursos y conferencias en la Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico (Meacutexico) Pontificia Universida-de Catoacutelica de Campinas (Brasil) la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil) Universidad de Costa Rica (Costa Rica) y Universidade Federal de Goiaacutes (Brasil) Entre su produccioacuten cuenta con la publicacioacuten de libros como autor y como coautor asiacute como numerosos artiacuteculos en revistas acadeacutemicas especializadas argentinas y del extranjero

CASELLI ElisaDoctora en Historia (Docteur en Histoire et Civilisations) por lrsquoEacutecole

Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales Docente investigadora por la Universi-dad Nacional de Rosario (Argentina) Facultad de Humanidades y Artes In-vestigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cientiacuteficas y Teacutecnicas (CONICET) con radicacioacuten en el Centro de Estudios Sociales e Interdisci-plinarios del Litoral (CESIL) Facultad de Humanidades y Ciencias Uni-versidad Nacional del Litoral Miembro investigadora del Groupe drsquoEacutetudes Ibeacuteriques (GEI) Entre sus trabajos figura la coordinacioacuten del libro (2016)

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Autores y autoras

Justicias agentes y jurisdicciones de la Monarquiacutea Hispaacutenica a los Es-tados Nacionales (Espantildea y Ameacuterica siglos XVI-XIX) ha participado en el libro coord por Valentina Favarograve Manfredi Merluzzi Gaetano Saba-tini (2017) Fronteras procesos y praacutecticas de integracioacuten y conflictos entre Europa y Ameacuterica (siglos XVI-XX) con su contribucioacuten ldquoAntesala de la resignacioacuten la frontera como espacio de espera para los judiacuteos ex-pulsados (reinos de Castilla y Portugal finales del siglo XV)rdquo ha partici-pado en diversos artiacuteculos y publicaciones en revistas especializadas en Argentina y Europa

CARRERA JuliaacutenProfesor (2001) y Doctor en Historia (2010) egresado de la Facultad

de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Adjunto de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y miembro del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universi-dad Integrante del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Actualmente orienta sus investi-gaciones en el marco de los estudios decoloniales Autor del libro (2012) Algo maacutes que mercachiles Pulperos y pulperiacuteas en la campantildea bonaerense 1770-1820 y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Meacutexico

CAVAGNARO Nahuel Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de la Plata con la

Tesina de Licenciatura Los hombres de Negocios las redes de Italia en la Eacutepoca Moderna Adscripto a la Caacutetedra de Historia General IV siendo investigador en formacioacuten de la UNLP Estudiante diplomado extranjero por la embajada francesa en la ciudad de Amiens Francia beca de grado ldquoPhileas Accueilrdquo Universite Picardie Jules Verne Amiens France (2015) Actualmente ha sido seleccionado para cumplir la beca de Doctorando Ex-tranjero en Historia Medieval y Moderna en la Universita degli Studi di Teramo Italia (periacuteodo 2017 hasta 2020) donde centra sus estudios en la formacioacuten de redes comerciales en las familias ligures a traveacutes de las rela-ciones y comunicaciones establecidas entre sus miembros en los espacios del Imperio Hispaacutenico

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Autores y autoras

CIPOLLA DamianProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten

Especialista en Estudio de las Mujeres y Geacutenero (UNLu) Actualmente se encuentra cursando la Maestriacutea en Estudios de Geacutenero y el Doctorado en His-toria en la UNLu Es docente en la Universidad Nacional de Lujaacuten Univer-sidad Nacional de La Matanza y Universidad Nacional del Oeste Participa en el proyecto Proyecto de Investigacioacuten radicado en el DCS-UNLu Poder grupos sociales y geacutenero en el reino de Espantildea y el Imperio (siglos XI V-XVI-II) bajo la Direccioacuten de la Dra Cecilia Lagunas Sus liacuteneas de investigacioacuten pasan por la Historia de Geacutenero e Historia de las mujeres

CORREA BARBOZA MarcelaProfesora de Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten con Di-

ploma de Honor Defendioacute y aproboacute su tesis de Licenciatura con el Tiacutetulo ldquoLa Monarquiacutea Hispaacutenica bajo los Austria (siglos XVI y XVII) Nobleza y Mayorazgo de mujeres nobles Aspectos historiograacuteficosrdquo Es Docente Or-dinaria en el Aacuterea de Historia Medieval y Moderna Divisioacuten Historia del Departamento de Ciencias Sociales-UNLu Actualmente cursa Estudios en la Maestriacutea de Estudios de las Mujeres y de Geacutenero de la esa Casa de Estudios Becada en los antildeos 2006 y 2007 por la Agencia Espantildeola de Cooperacioacuten Internacional PCI-AECI en el Instituto de Estudios de la Mujer -Universidad de Granada Espantildea- donde realizoacute estancias de investigacioacuten en Estudios de Geacutenero Su liacutenea de investigacioacuten es Mujeres y Justicia en la Espantildea Moder-na en los siglos XVI y XVII

DE LOS RIacuteOS EvangelinaProfesora en Historia por la Facultad de Humanidades y Artes (UNR)

Magister del Programa ldquoLa modernizacioacuten de Espantildea entre Europa e Ibe-roameacutericardquo por la Facultad de Filosofiacutea de la Universidad de Murcia y Doc-tora en Historia por la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) Participoacute como Investigadora del proyecto State Building in Latin America 1820-1870 (Eu-ropean Research CouncilUPF) Actualmente es integrante del Centro de Es-tudios de Historia Social sobre la Justicia y el gobierno (siglos XVI-XIX) Sus principales liacuteneas de investigacioacuten incluyen la historia de la construccioacuten del estado en Ameacuterica Latina historia social e historia fiscal del siglo XIX

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Autores y autoras

Ha publicado recientemente (2017) Gobernar es cobrar Poliacutetica fiscal re-caudacioacuten impositiva y cultura tributaria Santa Fe (Argentina 1855-1872)

FERNAacuteNDEZ ALBALADEJO Pablo Catedraacutetico en Historia por la Universidad Autoacutenoma de Madrid desde

1984 Director del Dpto de Historia Moderna de la UAM 1987-1999 Vi-cedecano de la facultad de Filosofiacutea y Letras 1980-1982 Decano de la mis-ma desde el antildeo 1982 Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad 1987-98 Sus liacuteneas de investigacioacuten se desarrollan en la Historia constitucio-nal de Espantildea (siglos XVI-XVIII) Historiografiacutea e identidades en la Espantildea de los siglos XVI-XVIII Reconocido Hispanista y autor de numerosas pu-blicaciones cientiacuteficas en diversos aacutembitos acadeacutemicos de Espantildea y el Mun-do Entre sus principales obras figuran (1992) Fragmentos de Monarquiacutea (2002) Los Borbones Dinastiacutea y comunidad poliacutetica en la Espantildea del XVIII (2006) (Coord) Feacutenix de Espantildea Modernidad y cultura propia en la Espantildea del XVIII (1737-1766) (2007) (Coord) Materia de Espantildea y (2009) La crisis de la Monarquiacutea entre otros muchos trabajos publicados en Espantildea y en el extranjero En el antildeo 2009 ha recibido el Premio Nacional de Historia de Es-pantildea Entre sus funciones institucionales figuran ser evaluador del Ministerio de Educacioacuten de la DGICYT de la ANEP y del Ministerio de Educacioacuten de Italia evaluador externo oficial del II Plan de calidad de las Universidades miembro del panel de expertos de la FECYT miembro del comiteacute editorial de cuatro revistas de Historia y miembro del consejo editorial de Marcial PonsHistoria entre otras instituciones acadeacutemicas y editoriales a nivel europeo

FORTEA PEacuteREZ Joseacute IgnacioDoctor en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten de Historia) por la Universidad

de Salamanca En la actualidad es Catedraacutetico de Historia Moderna de la Universidad de Cantabria Sus investigaciones se han centrado en el campo de la historia urbana de la fiscalidad y de las asambleas representativas en el marco de la Corona de Castilla durante los siglos XVI y XVII temas sobre los que ha publicado numerosos trabajos en revistas nacionales y extranje-ras Entre sus libros cabe mencionar (1981) Coacuterdoba en el siglo XVI las bases demograacuteficas y econoacutemicas de una expansioacuten urbana o (1986) Fisco economiacutea y sociedad Alcabalas y encabezamientos en tierras de Coacuterdoba

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Autores y autoras

(1513-1619) En 1990 obtuvo el Premio Cortes de Castilla y Leoacuten con su obra Monarquiacutea y Cortes en la Corona de Castilla Las ciudades ante la poliacutetica fiscal de Felipe II (Salamanca 1991) Ha participado tambieacuten en iniciativas colectivas que han dado lugar a publicaciones como The Castilian crisis of the Seventeenth century New Perspectives on the Economic and Social History of Seventeenth-Century Castile (Cambridge 1996) o Destruc-tion et Reconstruction des villes (Berne 1999) Es autor tambieacuten de obras de siacutentesis como El Siglo XVI (Instituto Gallach 1991) Tambieacuten ha sido editor o coordinador de libros como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (siglos XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies Violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (eacuteste uacuteltimo con Juan E Gelabert y Tomaacutes A Mantecoacuten) y ha participado en investigaciones colectivas sobre la ciudad y el gobierno urbano en la eacutepoca moderna (Cou-ronne espagnole et magistratures citadines agrave lrsquoeacutepoque moderne Seacuteminaire drsquohistoire sociale des institutions organiseacute par lrsquoEcole Franccedilaise de Rome et la Casa de Velaacutezquez Madrid 2004) o sobre historia del parlamentaris-mo en Occidente (Realities of Representation State Building in Early Mod-ern Europe and European America (Yale Centre for Parliamentary History Palgrave Macmillan 2007)

GAMBOA Ariel Profesor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata

(2009) Magister en Historia por la Universidad Pablo de Olavide (Espantildea) Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna de la Facultad de Humanidades y Ayudante Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Posee antecedentes en docencia e investigacioacuten participacioacuten en jornadas coloquios y simposios con publi-cacioacuten en actas Sus investigaciones se han centrado en las guerras dinaacutesticas de la Monarquiacutea en los siglos XVI y XVII estudios sobre el poder y la ima-gen del poder en la Modernidad Claacutesica

GARCIacuteA David FacundoProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Mar

del Plata (UNMdP) Becario doctoral del Consejo Nacional de Investiga-ciones Cientiacuteficas y Tecnoloacutegicas (CONICET) en el Centro de Estudios

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Autores y autoras

Histoacutericos (CEHis) de la UNMdP Miembro del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna Miembro de la Red de Historia Moderna con centro en la UNMDP Doctorando en Historia por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Becario de la Asociacioacuten Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) en la Universidad de Cantabria Es secretario de las revistas Magallaacutenica y Pasado abierto

GARCIacuteA DE CORTAacuteZAR Joseacute AacutengelMedievalista espantildeol especializado en la historia de la Alta Edad Media

Es Catedraacutetico jubilado de Historia Medieval en la Universidad de Cantabria en la cual se desempentildeoacute desde 1978 como catedraacutetico de Historia medieval En su extensa obra figuran trabajos como (1965) Aspectos econoacutemicos y so-ciales del sentildeoriacuteo de Vizcaya a fines del siglo XV (tesis doctoral) (1973) La eacutepoca Medieval (1982) La historia rural medieval Un esquema de anaacutelisis estructural de sus contenidos a traveacutes del ejemplo hispanocristiano (1983) Historia general de la Edad Media (1996) La memoria histoacuterica en Canta-bria (1999) Historia de la Edad Media una siacutentesis interpretativa (2002) Del Cantaacutebrico al Duero Trece estudios sobre organizacioacuten social del es-pacio en los siglos VIII a XIII 2002 (2004) Sociedad y organizacioacuten del espacio en la Espantildea Medieval (2008) Manual de Historia Medieval (con Joseacute Aacutengel Sesma Muntildeoz) entre otros trabajo y publicaciones en revistas especializadas

GENTINETTA Martiacuten Alejandro Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdoba Argentina

Trabaja como profesor de Historia Moderna en la Escuela de Historia de la Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba y en el Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanadas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Integra el Comiteacute Editorial de la Revista Prohistoria historias poliacuteticas de la historia y es miembro de la Red Columnaria nodo Riacuteo de la Plata Sus temas de investigacioacuten se relacionan con el accionar y las intervenciones de los marinos borboacutenicos y otros agen-tes ilustrados de la Monarquiacutea Hispaacutenica en Virreinato del Riacuteo de la Plata en el siglo XVIII Es autor de artiacuteculos en revistas capiacutetulos de libros y resentildeas varios relacionados con estos temas

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Autores y autoras

GRANARA GonzaloProfesor en Historia Universidad Nacional de Lujaacuten en la que se desem-

pentildea como Ayudante de Primera en Historia Medieval y Moderna forma par-te como Investigador del Aacuterea de Estudios de la Mujer y de Geacutenero UNLu ha formado parte del Proyecto de Investigacioacuten de la UNLu denominado ldquoPoder grupos sociales y geacutenero en el Reino de Espantildea y el Imperio (Si-glos XIV-XVIII)rdquo coordinadora por Cecilia Lagunas Sus investigaciones se desarrollan en el campo de Historia de Geacutenero en el cual ha participado en diversas publicaciones junto con C Lagunas tales como (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Gloria Franco Rubio y Mariacutea A Peacuterez Samper Herederas de Cligraveo Mujeres que han impulsado la Historia (2013) ldquoPatrimonio familiar estrategias y redes socia-les y de poder en el territorio de Aacutevila en el siglo XVrdquo

IOGNA-PRAT DominiqueDoctor en Historia y catedraacutetico de la LacuteEcole des Hautes Etudes en

Sciences Sociales Pariacutes Francia Directeur de recherche au CNRS y Direc-teur drsquoeacutetudes agrave lrsquoEacuteHESS Su aacuterea de investigacioacuten refiere a les laquo territoires raquo de lrsquoEacuteglise occidentale meacutedieacutevistique et sciences sociales des religioacuten Ou-vrages (2013) en co-direction avec Michel Lauwers Florian Mazel et Isa-belle Roseacute Cluny les moines et la socieacuteteacute au premier acircge feacuteodal (2013) en co-direction avec Freacutedeacuteric Gabriel et Alain Rauwel Les nouveaux horizons de lrsquoeccleacutesiologie du discours cleacuterical agrave la science du social BUCEMA Hors-seacuterie ndeg7 (2015) agrave paraicirctre La invencioacuten social de la Iglesia en la Edad Media Buenos Aires (2010) ldquoLa sortie du gueacute Retour sur lrsquohistoire du Moyen Acircge en France (1998-2008)rdquo dans Le Moyen Acircge vu drsquoailleurs voix croiseacutees drsquoAmeacuterique latine et drsquoEurope sous la dir drsquoE Magnani Di-jon (2010) ldquoAspirations insulairesrdquo dans Leacuterins une icircle sainte de lrsquoAntiquiteacute tardive au Moyen Acircge Y Codou M Lauwers dir Turnhout (Collection drsquoeacutetudes meacutedieacutevales de Nice n 9) (2010) ldquoLe religieux et le sacreacuterdquo dans Les historiens franccedilais agrave lrsquoœuvre 1995-2010 J-F Sirinelli C Gauvard P Cauchy dir entre otras publicaciones Entre sus actividades cientiacuteficas figuran la Coordination de programmes de recherche collectifs co-direc-tion avec P-A Fabre du Programme interdisciplinaire laquo religieux et sciences

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Autores y autoras

sociales raquo de lrsquoEacuteHESS (2013-2015) y el ser Membre de trois comiteacutes de reacute-daction Archives de sciences sociales des religions En la Espantildea medieval Medieval Encounters

LOacutePEZ VELA RobertoDoctor en Geografiacutea e Historia por la Universidad Autoacutenoma de Ma-

drid y Profesor Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria ha desarrollado su actividad investigadora en el campo de la historia de la Inquisicioacuten espantildeola y en el de la historiografiacutea decimonoacutenica Sus trabajos de investigacioacuten se han centrado en el estudio de la jurisdiccioacuten el aparato administrativo y burocraacutetico de la Inquisicioacuten en el siglo XVII habiendo publicado sus trabajos en los voluacutemenes de la Historia de la Inquisicioacuten en Espantildea y Ameacuterica de la editorial BAC en 1984 1993 y 2000 asiacute como en diversos artiacuteculos de Hispania Espacio Tiempo y Forma o Croacutenica Nova Ha participado en numerosos congresos sobre la Inquisicioacuten recientemente (2006) Los Dominicos y la Inquisicioacuten en el mundo ibeacuterico e hispanoameri-cano Tambieacuten ha participado con regularidad sobre estos temas en los pro-yectos del grupo de Historia Urbana en publicaciones colectivas resultado de lo cual han sido sus colaboraciones en obras como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (s XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna Ha trabajado sobre la construccioacuten de la Historia Nacional y la visioacuten de sus diferentes etapas a traveacutes de las historias de Espantildea maacutes representativas ges-tadas en el siglo XIX aspectos que se recogen en (2004) La construccioacuten de las historias de Espantildea El nacimiento de la historiografiacutea en el ochocientos estuvo ligado al anaacutelisis de los reinados maacutes importantes y sus grandes per-sonajes a traveacutes de los que la nacioacuten habiacutea conseguido su grandeza y poste-riormente su decadencia Sus estudios sobre Isabel la Catoacutelica Felipe II el Gran Capitaacuten los judiacuteos o las Comunidades de Castilla han sido publicados en revistas cientiacuteficas como Manuscrits Investigaciones Histoacutericas Sefarad Revista de Estudios Poliacuteticos Cuadernos de Ilustracioacuten y Romanticismo Bulletin dacuteHistoire Contemporaine dacuteEspagne o difundidos en congresos na-cionales e internacionales como (1999) El siglo de Carlos V y Felipe II la construccioacuten de los mitos en el siglo XIX (2001) Carlos V y la quiebra del humanismo poliacutetico en Europa (2002) Espacios de poder cortes ciudades y

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Autores y autoras

villas (S XVI-XVIII) (2004) El reino de Naacutepoles y la Monarquiacutea de Espantildea (2006) Tolerancia y fundamentalismos en la Historia

LORENZO Dariacuteo RafaelProfesor Licenciado y Magister Artis en Historia por la Universidad Na-

cional de Mar del Plata Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna (GHIEM) de la Facultad de Humanidades y Jefe de Trabajos Praacutecticos Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Integrante del comiteacute editorial de la Revista Magallaacutenica y Miembro de la Red de Historia Moderna (Secretariacutea Teacutecnica) Antecedentes en docencia extensioacuten e investigacioacuten en diversas jornadas coloquios y con-gresos Ha realizado publicaciones de su especialidad en capiacutetulos de libros y actas Sus investigaciones se han centrado sobre los Arbitristas castellanos a comienzos del siglo XVII espantildeol y el lenguaje poliacutetico sobre la Razoacuten de Estado dentro del mismo periacuteodo Integrante del Consejo Departamental del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de Mar del Plata

MANTECOacuteN MOVELLAacuteN Tomaacutes A Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria en cuyo

Departamento de Historia Moderna y Contemporaacutenea Es autor de diversas publicaciones en el campo de la religiosidad popular y los usos sociales de los tribunales de justicia en las sociedades del Antiguo Reacutegimen dentro de las que destacan sus libros (1990) Contrarreforma y religiosidad popular en Cantabria (1997) Conflictividad y disciplinamiento social en la Cantabria rural del Antiguo Reacutegimen o (1998) La muerte de Antonia Isabel Saacutenchez asiacute como su participacioacuten en obras colectivas como (1999) Pardon in Anthro-pology and History (1999) De pentildeas al mar sociedad e instituciones en la Cantabria moderna (de la que fue coordinador) (2001) Redes familiares y patronazgo aproximacioacuten al entramado social del Paiacutes Vasco y Navarra en el Antiguo Reacutegimen (siglos XV-XIX) (2002) Furor et rabiesviolencia con-flicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (obra de la que es editor junto con Joseacute I Fortea y Juan E Gelabert) (2003) Crimes Punishment and Reform in Europe (2004) History of Social Control (vol 1) (2004) Conflicto vio-lencia y criminalidad en Europa y Ameacuterica (2006) Lrsquoerreur judiciaire De Jeanne drsquoArc agrave Roland Agret Villes atlantiques dans lrsquoEurope occidentale du

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Autores y autoras

Moyen Acircge au XXe siegravecle Tambieacuten ha publicado resultados de sus investiga-ciones en revistas cientiacuteficas especializadas como Stvdia Historica Estudis Hispania Manuscrits Revista de Historia Econoacutemica Memoria y Civili-zacioacuten Historia Agraria Afers Ludica Prohistoria Crime History amp So-cieties Criminal Justice History The Journal of the Historical Society Ius Commune o los Cahiers de lrsquoInstitut drsquoAnthropologie Juridique de Limoges

MARTIacuteNEZ SHAW CarlosDoctor por la Universidad de Barcelona y Catedraacutetico en Historia Mo-

derna por esa Universidad y por la UNED Entres sus trabajos figuran (1981) Cataluntildea en la carrera de Indias 1680-1756 junto con Agustiacute Maria Vilagrave i Galiacute (1989) Navegantes i mercaders una nissaga marinera de Lloret jun-to con Ramona Huguet i Huguet (1990) Els artesans de Lleida 1680-1808 (1994) La emigracioacuten espantildeola a Ameacuterica (1492-1824) (1995) El Derecho y el Mar en la Espantildea Moderna (1996) El Siglo de las Luces las bases inte-lectuales del reformismo (1996) Historia de Asia en la edad moderna junto con Javier Tusell Goacutemez y Joseacute Luis Martiacuten Rodriacuteguez (1998) Historia de Espantildea junto con Marina Alfonso Mola (1999) Europa y los nuevos mun-dos en los siglos XV-XVIII junto con Garciacutea de Escalante Alvarado (1999) Relacioacuten del viaje que hizo desde Nueva Espantildea a las Islas del Poniente des-pueacutes Filipinas Ruy Loacutepez de Villalobos con Marina Alfonso Mola (2001) Felipe V junto con Antonio Garciacutea-Baquero Gonzaacutelez (2002) Andaluciacutea y la carrera de Indias (1492-1824) con Joseacute Mariacutea Oliva Melgar (2005) El sistema atlaacutentico espantildeol (siglos XVII-XIX) con Christian August Fischer y Hiltrud Friederich-Stegmann (2010) Viaje de Aacutemsterdam a Geacutenova pasando por Madrid y Caacutediz en los antildeos 1797 y 1798 con Marina Alfonso Mola (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estu-dios (2011) La Constitucioacuten de Caacutediz (19 de marzo de 1812) bicentenario 1812-2012 con Hiltrud Friederich-Stegmann (2014) La imagen de Espantildea en los libros de los viajeros alemanes del siglo XVIII con Marina Alfonso Mola (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica asiacute como tambieacuten contribuciones en libros colectivos y revistas cientiacuteficas internacionales

MESSERE Facundo ManuelProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Rosa-

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Autores y autoras

rio donde se desempentildeoacute como Auxiliar de la Caacutetedra de Historia de Europa II entre los antildeos 2006-2013 Forma parte del equipo de investigaciones de dicha Universidad Actualmente coordina proyectos institucionales sobre as-pectos de la Historia Local Regional y Nuevas Metodologiacuteas en la ensentildeanza de la Historia en la UNR En su trabajo ldquoLos Aranda y el arte de escribir la vida Eacutepica y Representacioacuten en la nobleza media castellana (1467-1548)rdquo muestra coacutemo el estilo y la esteacutetica narrativa que compone el discurso gene-aloacutegico del linaje de Sancho de Aranda oriundo de Alcalaacute La Real recrea entre mediados del siglo XV y el siglo XVI el cambio operado en el modelo caballeresco al modificarse el papel de la nobleza

MONDRAGOacuteN Silvina AndreaDoctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Pro-

vincia de Buenos Aires En la misma universidad es profesora en las caacutetedras de Historia Medieval y de Historia Moderna e investigadora perteneciente al Centro de Estudios Sociales de Ameacuterica Latina (CESAL) Tambieacuten es in-vestigadora miembro de grupos de investigacioacuten en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata Se ha dedicado a investigar el surgimiento de formas representativas de poder poliacutetico y su in-stitucionalizacioacuten en Castilla bajo medieval y Temprano Moderna con eacutenfa-sis en la participacioacuten poliacutetica de campesinos condicionada por los procesos de acumulacioacuten patrimonial que se daban al interior de las comunidades de aldea Como resultado de su trabajo el Centro de Estudios Medievales de la Universidad de Murcia ha publicado su libro Estrategias Campesinas for-mas de resistencia e integracioacuten poliacutetica en Castilla bajo medieval Tambieacuten ha participado en varios congresos nacionales e internacionales y publicado en revistas cientiacuteficas especializadas de Argentina y Europa varios artiacuteculos y trabajos sobre sus temas de intereacutes Por otra parte tambieacuten se ha interesado en la difusioacuten de la Historia europea precapitalista por lo que junto a colegas de otras universidades ha publicado un Manual de Historia Medieval y una compilacioacuten de entrevistas a reconocidos investigadores

PERRUPATO Sebastiaacuten Domingo Profesor por la Universidad Nacional de Mar del Plata Licenciado en

Historia y Especialista en Docencia Universitaria Especialista en Cien-

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Autores y autoras

cias Sociales con Orientacioacuten en educacioacuten y constructivismo Facultad Latinoamericana en Ciencia Sociales Profesor en Historia Moderna en la UNMDP Es becario CONICET Tipo II Maestreando en Historia del mundo hispaacutenico por la Universidad JAUME I (Espantildea) Doctor en edu-cacioacuten por la Universidad Nacional de Rosario Recientemente ha publi-cado (2013) La universidad colonial y la tensioacuten ilustrada Un anaacutelisis comparado de la educacioacuten en el Riacuteo de la Plata a traveacutes de la dialeacutectica tradicioacuten-modernizacioacuten

PORTELA SILVA ErmelindoDoctor en Historia Becario de investigacioacuten del Ministerio de Ed-

ucacioacuten y Ciencia y de la Fundacioacuten Juan March Profesor adjunto de Historia Medieval de la USC (1970-78) Profesor adjunto numerario de Historia Medieval Universal y de Espantildea de la Universidad de Extremad-ura (1981-82) Catedraacutetico numerario de Historia Medieval de la Univer-sidad de Santiago de Compostela (desde 28 de abril de 1982) Fue inves-tigador principal de proyectos financiados por la Direccioacuten General de Investigacioacuten Cientiacutefica y Teacutecnica del Ministerio de Educacioacuten y Cien-cia sin solucioacuten de continuidad desde 1991 Fue invitado por las prin-cipales universidades espantildeolas el Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas la Casa de Velaacutezquez la Universidad de Oporto (Portugal) y la Universiteacute du Maine (Le Mans Francia) para dictar conferencias dirigir seminarios de investigacioacuten o impartir cursos de tercer ciclo En-tre sus trabajos figuran (1976) La regioacuten del obispado de Tuy en los siglos XII a XV Una sociedad en la expansioacuten y en la crisis (1981) La colonizacioacuten cisterciense en Galicia (1991) La introduccioacuten del Ciacutester en Espantildea y Portugal (1992) La idea y el sentimiento de la muerte en la historia y en el arte de la Edad Media (1993) De Galicia en la Edad Me-dia Sociedad Espacio y Poder (1995) El reino de Leoacuten en la Alta Edad Media VII (1995) Antroponimia y sociedad Sistemas de identificacioacuten hispano-cristianos en los siglos IX al XIII Publicoacute ademaacutes una larga serie de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas y actas de congresos nacionales e internacionales de los que el principal hilo conductor es la exploracioacuten preferentemente en el marco de Galicia de la historia social en los siglos centrales de la Edad Media

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Autores y autoras

QUINTEROS Guillermo OProfesor Licenciado y Doctor en Historia por la Facultad de Humani-

dades y Ciencias de la Educacioacuten de la UNLP Es Profesor Titular Ordinario y Profesor Adjunto Interino en las caacutetedras de Historia de las Ideas y Pro-cesos Poliacuteticos y en la de Historia Argentina 1 respectivamente en la mis-ma Universidad Sus temas de investigacioacuten giran en torno a problemaacuteticas poliacuteticas sociales y culturales sobre todo de la Argentina entre fines del siglo XVIII y fines del XIX Dirige el proyecto ldquoEstudios en Historia Cultural de la Poliacutetica y de la Violencia en Argentina Siglos XIX-XXIrdquo y es co-director del proyecto ldquoFamilias y Sociedad en el Riacuteo de La Plata De las transforma-ciones borboacutenicas a la consolidacioacuten del Estado Nacionalrdquo ambos acredit-ados por ante el Programa de Incentivos a la Investigacioacuten de la UNLP En relacioacuten con los mismos ha publicado como compilador (2013) La conmem-oracioacuten de la Revolucioacuten de Mayo Prensa graacutefica historia y poliacutetica siglos XIX-XXI La Plata co edicioacuten del Centro de Historia Argentina y Americana y del Laboratorio de Estudios en Comunicacioacuten Poliacutetica y Sociedad y como autor (2015) La poliacutetica del matrimonio Novios amantes y familias ante la justicia Buenos Aires 1776-1860 Rosario Prohistoria Es miembro del Cen-tro de Historia Argentina y Americana de la UNLP y miembro investigador del Instituto de Investigacioacuten en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP- CONICET)

RAMOS Mariano SergioDoctor en Historia por la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA y Master

en Epistemologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Especialista en Episte-mologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Docente e Investigador de Uni-versidad Nacional de Lujaacuten (UNLu) en donde trabaja desde 1988 Actual-mente es Profesor Asociado Ordinario Es director de varios proyectos de Investigacioacuten en UNLu y la CIC Tambieacuten director del Programa de Arqueo-logiacutea Histoacuterica y Estudios Pluridisciplinarios (ProArHEP) Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Lujaacuten Es Miembro del CONI-CET en donde participa de proyectos con PID y PICT tambieacuten de UBACyT como Investigador Formado y miembro del Grupo Responsable Sus traba-jos enfocan temas de Arqueologiacutea Histoacuterica Arqueologiacutea y Geacutenero teoriacutea y Epistemologiacutea y estudios en tecnologiacutea liacutetica y viacutetrea Cuenta con maacutes de 130

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Autores y autoras

publicaciones (que incluyen proacutelogos de libros capiacutetulos de libro maacutes de 50 artiacuteculos en revistas y poacutesters) en revistas nacionales e internacionales en Es-pantildea Estados Unidos Meacutexico Uruguay Chile Cuba Costa Rica y Escocia Asimismo 29 libros como Compilador Editor o autor Forma parte de Comi-teacutes Acadeacutemicos y Editoriales de Revistas especializadas y tiene funciones de Direccioacuten en 3 de ellas Cuadernos de Antropologiacutea Signos en el Tiempo y Rastros en la Tierra y Atek-Na Serie Libros digital

RODRIacuteGUEZ Juliana Eva Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Historia de la Universidad

de Buenos Aires y Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires con la tesis titulada El pensamiento poliacutetico en la obra de Christine de Pizan El caso del Livre des fais et bonnes meurs du sage roy Charles V Ha realizado su doctorado en Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales de Paris bajo la direccioacuten de Dominique Iogna-Prat siendo el tiacutetulo de tesis doctoral Christine de Pizan et la construction de la politique Desarrolla sus investigaciones sobre la construccioacuten del espacio poliacutetico en la Monarquiacutea Francesa y es investiga-dora por la Universidad de Buenos Aires Ha publicado trabajos tales como (2016) ldquoChristine de Pizaacuten y el legado histoacuterico de la realeza Francesa Reyes y dinastiacuteas en la geacutenesis de un Reinordquo Revista de Memoria Europae II 3 (2)

RODRIacuteGUEZ GILES Ana IneacutesDoctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata Alli ejercio

varios anos como ayudante en la catedra de Historia Moderna junto a una in-tensa participacion en el Centro de Estudios de Historia Europea en la misma casa de estudios (2006-2015) Es miembro del Miembro del comiteacute editorial de la revista Sociedades Precapitalistas Revista de Historia Social editada por la UNLP Tambien se dedico a la edicion y publicacion de diversos documentos pa-leograficos en el equipo de trabajo del Instituto de Historia Antigua Medieval y Moderna ldquoJoseacute Luis Romerordquo Poducto de este trabajo ha publicado en coautoria extensos documentos del Monasterio de Santo Toribio de Liebana (en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Universidad e Buenos Aires) Entre otras publicaciones figuran (2010) ldquoLa estigmatizacioacuten de los mendigos en el siglo de Oro Anaacutelisis de Guzmaacuten de Alfarache (1599)rdquo en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Nordm 43 Bs As (2010) ldquoLa representacioacuten y pena-

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Autores y autoras

lizacioacuten del vagabundeo en Castilla en los siglos XIV ndash XVI Anaacutelisis de las Cortesrdquo en IACOBVS Revista de estudios jacobeos y medievales Nordm 27 Centro de estudios del camino de Santiago Sahaguacuten (2013) ldquoLa socializacioacuten marginal entre los criados Anaacutelisis de una relacioacuten a traveacutes de algunos ejemplos presentes en El Guzmaacuten de Alfaracherdquo en Cuadernos de Historia Moderna Miscelaacuteneo Nordm 38 2013 Madrid Universidad Complutense

SCHAUB Jean-FreacutedeacutericDoctor en Historia por la Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Socia-

les Pariacutes Francia Director of the Social Sciences and Humanities Depart-ment Miembro investigador de la Casa de Velaacutezquez (Madrid) y director del Centro de Estudios Portugueses (2012-2014) Vice-Director for Research at Paris Nouveau Monde (2006) Senior adviser to the Director of the So-cial Sciences and Humanities Department CNRS Entre su amplia obra se cuentan tiacutetulos como (2015) Pour une histoire politique de la race (2014) Lrsquoicircle aux marieacutes Les Accedilores entre deux empires (1583-1642) (2012) Ed con Olivier Remaud Isabelle Thireau Faire des sciences sociales Comparer (2011) Des forteresses aux museacutees Pierre Daix entretiens avec Jean-Freacutedeacuteric Schaub et Marie-Karine Schaub (2008) LrsquoEurope a-t-elle une histoire (2008) Oroonoko prince et esclave Roman colonial de lrsquoincertitude (2005) Ed con Juan Carlos Garavaglia editores Lois justice coutumes Ameacuteriques et Europe latines 16e - 19e siegravecle (2003) La France espagnole Les racines hispaniques de lrsquoabsolut-isme franccedilais (trad Spanish Madrid Marcial Pons 2004) (2001) Portugal na Monarquia Hispacircnica (1580-1640) (2001) Le Portugal au temps du comte-duc drsquoOlivares (1621-1640) Le conflit de juridiction comme exercice de la politique (1999) Les juifs du roi drsquoEspagne Oran 1507-1669 (trad Hebrew Tel Aviv Taupress 2012) (1996) Ed con Robert Descimon y Bernard Vincent Les figures historiques de lrsquoadministrateur Institutions reacuteseaux pouvoirs en Espagne en France et au Portugal 16e -19e siegravecle (1993) Ed Recherche sur lrsquoEacutetat dans le monde Ibeacuterique 15e -20e siegravecle entre otras diversas aportaciones en libros artiacuteculos acadeacutemicos publicados tanto en Francia como a nivel internacional

TRUCHUELO GARCIacuteA Susana Es Profesora Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria

(Espantildea) Ha realizado estancias de investigacioacuten predoctoral en el ISIG de

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Autores y autoras

Trento (Italia 1994 y 1995) en la EHESS de Pariacutes (Francia 2007 2008 2009 2010 2011 y 2017) y ha desarrollado actividad investigadora y do-cente en universidades espantildeolas francesas argentinas y chilenas Entre sus liacuteneas de investigacioacuten se encuentran la historia urbana la articulacioacuten del poder en la Monarquiacutea Hispaacutenica asiacute como la historia de los poderes locales y de las asambleas representativas centraacutendose en aspectos del gobierno como el comercio la guerra y la fiscalidad en la Edad Moderna Es autora en solitario de La representacioacuten de las corporaciones locales guipuzcoanas en el entramado poliacutetico provincial (siglos XVI-XVII) (1997) Gipuzkoa y el poder real en la Alta Edad Moderna (2004) y Tolosa en la Edad Moderna Organizacioacuten y gobierno de una villa guipuzcoana (siglos XVI-XVII) (2006) Es editora de Andreacutes de Urdaneta un hombre moderno (2009) y coeditora con Marina Torres de Europa en torno a Utrecht (2014) y Civitas Expre-siones de la ciudad en la Edad Moderna (2015) Ha participado en muacuteltiples obras colectivas y revistas cientiacuteficas editadas en de Espantildea Francia Italia Reino Unido Argentina y Colombia asiacute como en cerca de un centenar de congresos seminarios y jornadas nacionales e internacionales

XAM-MAR ALONSO Carmen Doctora en Historia por la Universidad de Cantabria su tesis doctoral La

conflictividad y las formas de control social en el Alt Urgell siglo XVII se realizoacute bajo la direccioacuten del Dr Tomaacutes Mantecoacuten Movellaacuten Esta tesis doc-toral investiga desde una perspectiva comparativa las tensiones y conflictos -conductas sexuales desordenadas violencia verbal y fiacutesica brujeriacutea hurtos y robos etc- que alteraban la convivencia vecinal asiacute como las viacuteas utilizadas para restaurar el orden y la paz social Estas estaban basadas en el desarrollo de mecanismos ligados a la Infra-justicia y la para-justicia o en los diversos usos de la justicia reglada Este anaacutelisis abarca una veintena de localidades que con una poblacioacuten censada de 740 fuegos en 1595 y de 575 en 1717 configuraban los dominios sentildeoriales del cabildo de la catedral de Santa Ma-riacutea de Urgell en la comarca del Alt Urgell durante las dos uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII Forma parte del grupo de investigacioacuten en Historia Moderna de la Universidad de Cantabria

Estudios en Historia Moderna desdeuna visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesoraMariacutea Ineacutes Carzolio

ISBN 978-950-34-1580-1

  • TAPA
  • INDICE
  • SECCION I
    • De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudios en historia moderna en la Universidad Nacional de La Plata
    • Una mujer muy alta con unos brazos enormes
    • Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicaz
      • SECCION II
        • Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildea con la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio
        • La amistad como experiencia de vida
        • Mariacutea Ineacutes Carzolio
          • SECCION III
            • PARTE I
              • La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos decenios
              • Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construir una nueva historia atlaacutentica desde la periferia
              • Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacutenero
              • Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada historiograacutefica de mediados del siglo XX
              • Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historia
                • PARTE II
                  • A vueltas con el Tumbo de Celanova
                  • Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femenino en el noroccidente ibeacuterico
                  • Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVI
                  • En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquo
                    • PARTE III
                      • Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de Pizan
                      • Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)
                      • Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de Ocantildea
                      • La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacutetico sobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romance castellano de Francisco Martiacutenez de Marina
                      • El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca moderna
                      • Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIII
                        • PARTE IV
                          • La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII
                          • La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional
                          • El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algun
                          • Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales
                          • Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del sig
                          • Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten
                          • Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII
                          • El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo
                          • Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegac
                            • PARTE V
                              • Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XV
                              • Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias e
                              • Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y
                              • Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad Moderna
                              • Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinos borboacutenicos en la costa patagoacutenica a
                                • PARTE VI
                                  • Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildea rateros campesinos y vecindades e
                                  • Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVI
                                  • Los espacios de la marginalidad en la novela picaresca
                                  • La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputa entre pecheros por un cargo
                                  • Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)
                                      • AUTORES Y AUTORAS
                                      • CONTRATAPA
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Esta publicacioacuten ha sido sometida a evaluacioacuten interna y externa orga-nizada por la Secretariacutea de Investigacioacuten de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata

Correccioacuten de estilo Alicia LorenzoDisentildeo DCV Celeste MarzettiTapa DG P Daniela NueschAsesoramiento imagen institucional Aacuterea de Disentildeo en Comunicacioacuten Visual Editora por la Prosecretariacutea de Gestioacuten Editorial y Difusioacuten Sabrina Castronuovo

Queda hecho el depoacutesito que marca la Ley 11723copy2017 Universidad Nacional de La Plata

ISBN 978-950-34-1580-1Coleccioacuten Memorabilia 2

Cita sugerida Vincent B Lagunas C Reitano E Sanmartiacuten Barros I Tarragoacute G Polo Saacutenchez Jhellip Pereyra O (Coords) (2017) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayecto-ria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) Recuperado de httpwwwlibrosfahceunlpeduarindexphplibroscatalogbook94

Licencia Creative Commons 40 Internacional(Atribucioacuten-No comercial-Compartir igual)

Universidad Nacional de La PlataFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten

DecanoDr Aniacutebal Viguera

VicedecanoDr Mauricio Chama

Secretaria de Asuntos AcadeacutemicosProf Ana Julia Ramiacuterez

Secretario de PosgradoDr Fabio Espoacutesito

Secretaria de InvestigacioacutenProf Laura Lenci

Secretario de Extensioacuten UniversitariaMg Jeroacutenimo Pinedo

Prosecretario de Gestioacuten Editorial y DifusioacutenDr Guillermo Banzato

Iacutendice

SECCION I PRESENTACIONES 10

De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudiosen historia moderna en la Universidad Nacional de La PlataOsvaldo Viacutector Pereyra y Emir Reitano 11

Una mujer muy alta con unos brazos enormes Dariacuteo Gabriel Barriera 19

Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicazMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 22

SECCION II SEMBLANZAS 26

Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildeacon la profesora Mariacutea Ineacutes CarzolioJoseacute Aacutengel Garciacutea de Cortaacutezar 27

La amistad como experiencia de vidaMarta Bonaudo 45

Mariacutea Ineacutes CarzolioBernard Vincent 48

SECCION III CAPIacuteTULOS 52

PARTE I Historia y problemas historiograacuteficos 53

La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos deceniosMariacutea Ineacutes Carzolio 54

Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construiruna nueva historia atlaacutentica desde la periferiaEmir Reitano y Juliaacuten Carrera 76

Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacuteneroDamiaacuten Cipolla Cecilia Lagunas y Mariano Ramos 89

Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada histoacuterica de mediados del siglo XX Facundo Garciacutea 99

Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historiaRoberto Loacutepez Vela 118

PARTE II Las raiacuteces medievales del mundo moderno 137

A vueltas con el Tumbo de CelanovaJoseacute M Andrade Cernadas 138

Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femeninoen el noroccidente ibeacutericoErmelindo Portela Silva 153

Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVISilvina Andrea Mondragoacuten 168

En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquoOsvaldo Viacutector Pereyra 193

PARTE III Lenguaje literatura y representacioacuten del poder en el mundo moderno 219

Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de PizanDominique Iogna-Prat y Juliana E Rodriacuteguez 220

Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)Facundo Manuel Messere 236

Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de OcantildeaMariacutea Gabriela Battaglia 250

La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacuteticosobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romancecastellano de Francisco Martiacutenez de MarinaPablo Fernaacutendez Albaladejo 280

El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca modernaJean-Freacutedeacuteric Schaub 294

Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIIISebastiaacuten Perrupato 307

PARTE IVMonarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno 326

La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIIIFrancesco Benigno 327

La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocionalAriel Gamboa 341

El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castillabajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexionesJoseacute Ignacio Fortea Peacuterez 350

Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas oralesSusana Truchuelo 376

Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacuteahispaacutenica a inicios del siglo XVIIDariacuteo Rafael Lorenzo 389

Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762para el Capitaacuten del Puerto de Vera CruzCarlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola 409

Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIIIMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 436

El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)Evangelina De Los Riacuteos 470

Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condesde Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI)Marcela Correa Barboza 494

PARTE VActores redes y articulaciones en el Mundo Moderno 509

Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XVCecilia Lagunas y Gonzalo Granara 510

Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias en la Monarquiacutea Hispaacutenica en la primera mitad del siglo XVIIIGriselda Beatriz Tarragoacute 526

Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y Diego de Santiago en la corte de Felipe IIJuan Pablo Bubello 551

Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad ModernaNahuel Cavagnaro 582

Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinosborboacutenicos en la costa patagoacutenica a fines del setecientos Martiacuten A Gentinetta 604

PARTE VIConflictos tensiones y disciplinamiento en el Mundo Moderno 625

Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildearateros campesinos y vecindades en el siglo XVIITomaacutes A Mantecoacuten Movellaacuten y Carmen Xam-mar626

Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVILorena Aacutelvarez Delgado 662

Los espacios de la marginalidad en la novela picarescaAna Ineacutes Rodriacuteguez Giles 687

La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputaentre pecheros por un cargo de justicia (Castilla siglo XVI)Elisa Caselli 708

Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)Guillermo O Quinteros 744

AUTORES Y AUTORAS 763

PARTE IV

Monarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno

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La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII

Francesco Benigno (Universidad de Teramo Italia)

No resulta faacutecil definir exactamente queacute es la conciencia europea y cuaacuten-do nacioacute pero el gran libro de Paul Hazard (1935) es uno de los textos que aun hoy hace pensar1 Fue escrito como se sabe en 1935 en el periacuteodo oscuro que Bertold Brecht calificaba de ldquotiempos negrosrdquo tres antildeos antes del libro de Hazard habiacutea aparecido el volumen de Ernst Cassirer (1932) Die Philosophie der Afklaumlrung y en 1934 la investigacioacuten de Daniel Mornet sobre las raiacuteces intelectuales de la Revolucioacuten Francesa Hay momentos en que algunos libros importantes se agrupan alrededor de temas decisivos Asiacute habiacutea sucedido durante la primera guerra mundial cuando habiacutean aparecido en 1918 el primer volumen de The decline of the West de Oswald Spengler y en seguida en 1919 el Otontildeo de la Edad Media del historiador neerlandeacutes Johan Huizinga Hay en todos estos libros la urgencia de definir una eacutepoca a traveacutes del establecimiento de sus rasgos esenciales como dice el subtiacutetulo de la obra de Huizinga (1919) Estudios sobre la forma de la vida y del espiacuteritu

1 Este texto deriva de una ponencia presentada al congreso IULCE El nacimiento de la concien-cia europea Universidad Autonoma de Madrid 10-12 diciembre 2014

Benigno F (2017) La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacuten-chez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro ho-menaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Francesco Benigno

durante los siglos XIV y XV Pareceriacutea como si en tiempos de grandes cam-bios los historiadores sintieran la necesidad de razonar sobre la consistencia de eacutepocas pasadas de sus caracteriacutesticas fundamentales de sus liacutemites Y como es evidente cambiar los confines es una manera de mudar la definicioacuten de una edad de definir de nuevo su esencia

El libro de Hazard lo hace con referencia a las uacuteltimas deacutecadas del XVII y a las primeras del XVIII un tiempo en el que se encuentra ndashpara eacutelndash lo que Koselleck (1979) llama un Sattelzeit una eacutepoca de paso Todos conocen las famosas palabras de Hazard ldquoUn diacutea el pueblo franceacutes pensaba como Bossuet el diacutea despueacutes como Voltaire No es el ordinario balancearse del peacutendulo Es una revolucioacutenrdquo Para Hazard es en este tiempo cuando la modernidad nace realmente ldquouna poliacutetica sin derecho divino una religioacuten sin misterio una mo-ral sin dogmas Una ciencia como una potencia capaz de someter la naturalezardquo (Ricuperati 2007 p 12) Estas son ndashnos dice Hazardndash las caracteriacutesticas habi-tualmente asociadas a la edad de la Ilustracioacuten soacutelo que en su texto el preten-de demostrarnos que ldquoellas se manifiestan mucho antesrdquo En este esfuerzo de redefinicioacuten de confines estaacute la novedad de un libro maravilloso cosmopolita y ndashauacuten hoyndash sorprendente para su ndashpodriacutea decirsendash frescura intelectual (por ejemplo hay paacuteginas fascinantes sobre la moda de Oriente el Espion du Grand Seigneur las Lettres persannes el filoacutesofo chino)

La idea principal consiste en afirmar que un ldquonuevo orden de las cosasrdquo prepara antes del fin del XVII el siglo dieciocho (Signorotto 2003) y es parecida a la intuicioacuten de Mornet debido a que la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten parecen en los antildeos treinta maacutes que vecinos familiares la madre sabia y la hija rebelde Como escribe Hazard ldquoDebemos reconocer que todas las orientaciones intelectuales que conducen a la Revolucioacuten Francesa remontan a los uacuteltimos antildeos del reinado de Louis XIVrdquo Esta idea de una liacutenea intelec-tualmente coherente hacia la modernidad parece hoy volver a estar de moda Jonathan Israel en una serie de gruesos voluacutemenes ha intentado demostrar que hay una ilustracioacuten radical que empieza con el pensamiento de Spinoza y de Bayle ndashautores de la misma eacutepoca propuesta por Hazardndash y prosigue hasta la Revolucioacuten de la cual es el verdadero motor Es remodelada y extenuada la vieja idea de Margaret Jacob (1981) de una ilustracioacuten democraacutetica y repu-blicana opuesta a las tesis de J A G Pocock de una ilustracioacuten conservadora y constitucional

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Se presenta de esta manera un tema crucial ndashque el espacio a disposicioacuten en este ensayo no permite desarrollarndash que es la tendencia de los historiadores culturales de explicar una de las ouvertures de la moderniteacute la Revolucioacuten como ya contenida en sus oriacutegenes intelectuales se pueden citar para esto una cantidad de libros desde el de Roger Chartier (1980) Les origines culturelles de la Reacutevolution franccedilaise al de Keith Baker (1990) Inventing the French Revolution hasta el punto que se podriacutea decir que ndashpara ellosndash se puede entender la Revolucioacuten Francesa soacutelo a traveacutes de los discursos ideoloacutegicos previos como si fuera posible encerrar toda su interpretacioacuten en el desarro-llo y el enfrentamiento de ideas los acontecimientos como los viacuteveres y las asistencias en las guerras vienen despueacutes de las primeras liacuteneas las vanguar-dias y siguen una ruta ya trazada es podriacutea decirse la historia de las ideas with the politics left out Como espero que quede claro eacutesta no es mi visioacuten

La otra ouverture de la moderniteacute es sin duda la Ilustracioacuten Hyppolite Taine soliacutea decir que si alguien ve un hombre que bebe aacutevidamente un licor y despueacutes se siente mal razonablemente pensaraacute que ese licor le ha hecho dantildeo El hombre es Francia y el licor por supuesto es la Ilustracioacuten El jui-cio sobre lo que hace bien o mal depende del juicio sobre la Revolucioacuten y todos sabemos muy bien coacutemo desde Edmund Burke hasta lrsquoAbbeacute Barruel se desarrolla la concepcioacuten de que la Revolucioacuten entendida como un mal habiacutea sido causada por la difusioacuten de las ideas de la Ilustracioacuten una idea que estaba mezclada con la visioacuten ndashmuy influyente despueacutesndash de la conspiracioacuten anti-cristiana de los philosophes que era tambieacuten una conspiracioacuten contra los gobiernos y contra la propiedad de parte de los ldquoanaacuterquicosrdquo y de los ldquoim-piacuteosrdquo es decir de los masones les illumineacutes los jacobinos

En cualquier caso los dos principios de la modernidad la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten estaacuten estrictamente conectadas entre siacute (Furet 1998) El pro-blema de estas grandes reconstrucciones los cuadros histoacutericos descriptos por Mornet o por Hazard es su substancial idealismo Lo denuncia Lucien Febvre (1941) en su criacutetica ndashun verdadero truncamientondash del libro de Mornet al que acusa de haber renunciado a conectar maacutes profundamente literatura y vida social La acusacioacuten es naturalmente dirigida contra Gustave Lanson que es el inspirador y el maestro de Mornet y director de la Revue des deux mondes la revista en la cual colaboraba tambieacuten Hazard Yo creo que se puede decir una cosa maacutes En los antildeos treinta la Revolucioacuten Francesa era el

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hecho capital de la historia y el intento de explicar su misterio era un intento de aclarar digamos el Santo Grial de la civilizacioacuten occidental su profunda matriz Desde una perspectiva muy diferente se puede decir lo mismo de un libro publicado en 1932 el famoso Esquisse des mouvements des prix et des revenus en France au XVIII siegravecle de Ernest Labrousse un libro que ndashcomo se sabendash sin entrar en el periacuteodo de la Revolucioacuten y al contrario posicionaacuten-dose voluntariamente antes de su inicio pretende explicar ndasha traveacutes de la fluctuaciones econoacutemicas ciacuteclicas antecedentesndash su estallido en este caso en realidad la amenaza no es un licor nocivo sino una bomba de tiempo

Hay una impliacutecita fundacioacuten poliacutetica ndashque los italianos llamamos politi-citagravendash en los discursos realizados en los antildeos treinta sobre las ideas ilustradas exactamente como los discursos sobre una alternancia fluctuante de la Hausse y de la Baisse Porque al final razonar sobre lo viejo y lo moderno el Anti-guo Reacutegimen y la Revolucioacuten es razonar sobre el progreso y la civilizacioacuten francesa pivote y modelo de la historia de Europa Por esto cabe preguntarse cuaacutel es el verdadero sentido de la innovadora construccioacuten de Hazard y la respuesta que yo dareacute es que consiste en un sentido iacutentimamente y profunda-mente conciliador Habiacutea un contraste impliacutecito entre dos narraciones de la historia francesa una es la narracioacuten de la Revolucioacuten como hija legiacutetima de la Ilustracioacuten y la otra es la interpretacioacuten de la historia francesa consignada por Voltaire con su apogeo colocado en la eacutepoca de Louis XIV y su devalua-cioacuten del siglo XVIII Hazard mezcla estas dos visiones y lo afirma muy clara-mente Hay un momento de la historia europea en que casi hegelianamente el cetro cultural toca a Francia ldquoes la hora de Francia despueacutes de Espantildea despueacutes de Italiardquo Francia construye su grandeza sobre siacute misma y despueacutes de Descartes Pascal Corneille es el tiempo de Racine Moliegravere La Fontaine Francia se convierte en el centro de todo en la gran mediadora entre el viejo Sur y el nuevo Norte Es el tiempo del pasaje desde lrsquohomme honnecircte a su sucesiva transfiguracioacuten le philosophe Se construye asiacute un puente cultural entre absolutismo y Revolucioacuten que es parte de la vulgata por la cual la Revolucioacuten seriacutea al final el verdadero cumplimiento del absolutismo ldquosans monarchie absolue pas de reacutepubliquerdquo Un absolutismo claro entendido de una manera por la cual Napoleoacuten era el verdadero heredero de Luis XIV ol-vidando lo que Jean-Freacutedeacuteric Schaub llama ldquoel trato faraoacutenicordquo de su imagen es decir una figura ndashmuy espantildeola seguacuten Schaub (2003)ndash en la cual conver-

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gen la espada y la cruz La poleacutemica de Schaub es contra la curiosa persis-tencia hasta hoy de la vulgata de la Histoire de France de Ernest Lavisse y desde este punto de vista es sorprendente encontrar una nota casi nacionalista en un libro cosmopolita como el de Hazard Pero su visioacuten es clara la mo-dernidad empieza en el mismo periacuteodo en el cual ldquoLouis XIV estaba auacuten en su fuerza resplandeciente y radiosardquo No hay propaganda de imagen aquiacute ndashla faacutebrica del rey Sol nos dice Peter Burke (1992)ndash porque en realidad Hazard cree en el caraacutecter excepcional desde el punto de vista intelectual de la eacutepo-ca del Roi soleil y advierte a sus lectores que todas las ideas que despueacutes (hacia 1760 o 1789) pareceraacuten revolucionarias ya se habiacutean manifestado en torno de 1680 De esta manera la modernidad intelectual y la modernidad estatal la uacutenica realmente concebible en tiempos ndashlos antildeos Treintandash que han sido por lo menos de devocioacuten si no de adoracioacuten por el estado moderno finalmente coinciden En mi visioacuten Hazard es como un relojero que intentoacute hacer coincidir dos relojes descoordinados2

Muchas deacutecadas despueacutes desde nuestra eacutepoca desalentada y perpleja una observacioacuten se impone Es quizaacute tiempo de abandonar definitivamente aquella tendencia a contraponer modernidad y pasado pre-moderno de mane-ra neta Esta tendencia llega a los historiadores desde la ciencia social alema-na del siglo XIX Me refiero naturalmente a Gemeinschaft und Gesellschaft de Ferdinand Toumlnnies (1887) El mecanismo explicativo de esta contraposi-cioacuten es maacutes o menos el siguiente se enumeran las caracteriacutesticas que tipifican lo moderno (el desarrollo industrial y tecnoloacutegico la velocidad las relaciones sociales que se producen de modo complejo y no de la manera habitual cara a cara el crecimiento de la mediacioacuten estatal el desencanto etceacutetera) a esto se contraponen en negativo las caracteriacutesticas de un Antiguo Reacutegimen dibujado como antiacutetesis lo pre-moderno que mejor se podriacutea llamar lo no-moderno Una reconstruccioacuten coacutemoda en que el pasado es soacutelo un escenario un fondo teatral para la mise en scegravene del espectaacuteculo del progreso el gran baile de la modernidad Es un modelo persistente En mi reciente libro sobre los concep-tos utilizados por los historiadores y por las ciencias sociales (Benigno 2013) he hecho notar coacutemo la nocioacuten muy popular de sociedad liacutequida propuesta por el socioacutelogo polaco-judiacuteo Zygmunt Bauman es la re-proposicioacuten mutatis

2 Veacutease sobre esto Spitzer (1967)

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mutandis de la concepcioacuten de su maestro Georg Simmel Seguacuten Simmel la modernidad encarnada en la metroacutepolis empuja a los individuos en una di-reccioacuten nueva maacutes individualista y alejada de los ordinarios viacutenculos socia-les se trata de la llamada blaseacute attitude que define el tipo del flacircneur una reflexioacuten importante productora de largas influencias en la cultura del siglo XX tanto por parte de la literatura (el Baudelaire de Les fleurs du mal) o de la historia (el Walter Benjamin del Passagenwerk) como de la sociologiacutea (Robert Park y la escuela de Chicago) Es interesante notar que con Simmel esto cambioacute y la configuracioacuten del Lebenswelt el mundo de la vida ndashque eacutel utiliza para entender la Belle eacutepoquendash se funda sobre una oposicioacuten entre ele-mentos tradicionales y novedosos el antiguo reacutegimen versus la modernidad En Bauman la misma oposicioacuten caracterizariacutea la comprensioacuten de nuestro tiempo que nosotros no sabemos coacutemo definir y llamamos post-moderno o siguiendo a Ulrich Beck el tiempo de la segunda modernidad Soacutelo que ahora en lugar del Antiguo Reacutegimen estaacute en la perspectiva de Bauman lo moderno el tiempo duro de las identidades dadas (la nacioacuten la clase la fe) y de la so-lidez de la produccioacuten material del sistema de la faacutebrica fordista y taylorista un tiempo distinto y opuesto a otro tiempo el nuestro de supuesta liquidez Lo moderno podriacuteamos decir ha devenido en nuestro Antiguo Reacutegimen

Por esto los libros que nos ayudan maacutes hoy son quizaacute los que mezclan las cartas y no utilizan estas contraposiciones simples entre moderno y no moderno esquemas que pueden confundirnos maacutes que de ayudarnos Pienso en un libro provocativo para el momento en el que se escribioacute (1981) The persistence of the Old Regime de Arno Mayer Alliacute encontramos junto a te-sis poco compartibles nociones importantes sobre la relevancia en el siglo XIX de elementos sociales costumbres y lenguajes normalmente asociados con el Antiguo Reacutegimen Maacutes allaacute de Mayer se deberiacutea cuestionar la idea de la supervivencia en el tiempo la idea por la cual lo que se mantiene y persiste es un residuo inuacutetil e inservible de un pasado ya superado por la loacutegica del progreso Necesitamos por el contrario de una mayor atencioacuten hacia aquellas configuraciones que utilizan materiales antiguos como un patchwork como si fueran ladrillos para construir edificios nuevos detraacutes de sus fachadas claacutesicas

Dicho de otra forma quizaacute maacutes expliacutecita si hay una conciencia que es tiacutepicamente nuestra contemporaacutenea es la de considerar la modernidad no

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como un hecho sino como una forma de relacioacuten entre pasado y presente (que esconde naturalmente el futuro) una forma que nunca es definitivamente dada y que es tal porque nosotros la descubrimos hacieacutendola existir Y de esta relacioacuten debemos saber apreciar el sentido profundo e iacutentimamente am-biguo (rechazo y nostalgia) para the world we have lost

Pero si abandonamos la ruta maestra una viacutea que nos pareciacutea en el pasa-do una confortable y recta autopista y que ahora parece tal vez un camino sin salida (o que desemboca en un desastre) aquella ruta que conecta de una cier-ta manera absolutismo Ilustracioacuten y Revolucioacuten definiendo lo que podemos llamar el recorrido franceacutes a la modernidad la pregunta que debemos pro-poner es iquestCuaacutel es la posibilidad que tenemos de repensar desde hoy el nexo entre estos elementos (naturalmente redefinidos) e indicar una diferente ruta quizaacute maacutes incoherente y sinuosa llena de lo que los ingleses llaman twists and turns giros y curvas pero capaz de explicar lo que pasoacute de una manera contemporaacutenea (y no moderna) es decir capaz de responder a las preguntas de nuestro tiempo Esta ruta diferente exige repensar el concepto de absolu-tismo por lo menos desde hace veinte antildeos existen reflexiones en el aacutembito anglosajoacuten que han puesto en duda la nocioacuten de absolutismo entendido como reacutegimen hasta al punto de calificarla como un mito (Henshall 1992) Sin llegar a esto podemos definir el absolutismo como una elaboracioacuten doctrinal que corresponde a una tendencia a la asercioacuten del poder monaacuterquico no soacutelo en el sentido de self-sovereignty frente a los otros poderes con instancias universalistas (el Imperio el Papado) sino tambieacuten frente a la dominacioacuten de los cuerpos intermedios a traveacutes de la imposicioacuten de un sistema ejecutivo de mando (de derivacioacuten militar) que quizaacute tiene su modelo y su mayor rea-lizacioacuten en la reforma del tradicional sistema fiscal y en la introduccioacuten por Colbert de la ferme geacuteneacuterale Se observa muy bien en este caso cuaacuteles son los problemas principales de un sistema que pretende gobernar sin consenti-miento y a traveacutes de la amenaza de la fuerza y estos problemas son la escasa legitimacioacuten y el eacutexito incierto Claro que sacar dinero del bolsillo de la gente es siempre un trabajo difiacutecil y es evidente que el sistema tradicional ndashcon sus agotadoras mediaciones sociales sus bizantinas compensaciones administra-tivas y sus atrincheradas defensas juriacutedicasndash no era la mejor manera para conseguir raacutepido el dinero necesario para la guerra Pero la imagen que nos ofrece la investigacioacuten de Jean Nicolas (2002) sobre el nivel de conflicti-

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vidad de la sociedad rural francesa en el siglo XVIII leiacuteda en paralelo con las antiguas adquisiciones de Michel Morineau sobre Les faux semblants drsquoun deacutemarrage eacuteconomique dibujan un paisaje que hace reflexionar Hay un ejemplo muy claro sobre las actitudes de los franceses en cuanto al con-trabando Una de las ordonnances de Louis XIV nos relata Nicolas obliga a la poblacioacuten y a sus representantes alcaldes y curas a sonar las campa-nas a la vista de contrabandistas Las campanas sin embargo soliacutean estar completamente silenciosas A causa de esto se produciacutean encarcelaciones de oficiales locales alcaldes y curas y auacuten habiacutea gestos simboacutelicos de ruptura de campanas como castigo por una conducta juzgada como una muestra de in-subordinacioacuten Al final despueacutes de mucha presioacuten las campanas comenzaron finalmente a sonar pero no para advertir a las milicias de la presencia de la gente de contrabando sino por el contrario para advertir a los contrabandistas de que los milicianos estaban por llegar

Focalizamos nuestra atencioacuten en la vigilia de la Revolucioacuten y abrimos aquellos extraordinarios documentos que son los Cahiers de doleacuteances tex-tos que expresan la cultura poliacutetica franceacutes en vista de la convocatoria de los Eacutetats generaux En ellos encontramos una evidencia que debemos subrayar Praacutecticamente todos los textos presentados en esta ocasioacuten por los tres oacuterde-nes son de inspiracioacuten anti-absolutista en diferente sentido anti-absolutistas por supuesto

Hay textos reaccionarios que suentildean con una revanche nobiliaria pero en el sentido de una recuperacioacuten de poder de la noblesse drsquoepeacutee de un go-bierno de consejos en contra del poder ministerial y de la noblesse de robe Hay despueacutes textos monaacuterquico-constitucionales que quieren ldquohacer a la manera de Inglaterrardquo con un balance de poder entre el poder ejecutivo mo-naacuterquico y el legislativo en un marco constitucional Hay en fin textos maacutes radicales que apuntan a una carta constitucional de inspiracioacuten ldquoamericanardquo que limite el poder del soberano a favor de un parlamento dominado por el ldquotercer estadordquo es la idea expresada por ejemplo por Giuseppe Cerutti en uno de los panfletos del lsquo89 la Meacutemoire pour le peuple francais de una monarchie populaire El absolutismo franceacutes desemboca en un fracaso por muchas razones pero quizaacute la principal maacutes que por la crisis financiera es por la peacuterdida de la legitimacioacuten del reacutegimen ldquoantiguordquo con respecto a la clase dirigente del paiacutes

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Lo que seriacutea necesario desde el punto de vista de una historiografiacutea que quiera abandonar la vulgata del absolutismo triumphans es devolver la palabra a los que criticaron y combatieron el absolutismo y no aceptar sus declaracio-nes sin reflexionar bien Vemos un ejemplo el famoso discurso de la flagela-cioacuten dado por Louis XV frente al Parlement de Paris el 3 de marzo del 1766 ha sido visto tradicionalmente como el sello de una praxis ya desarrollada e indiscutible Por el contrario las aserciones tan perentorias de aquel discurso (ldquosoacutelo en mi persona reside el poder del Estadohellipsoacutelo de miacute las cortes sacan su existencia y autoridadhellipmi pueblo es una sola cosa conmigo y los derechos e intereses de la nacioacuten (hellip) estaacuten necesariamente unidos con los miacuteos y residen exclusivamente en mis manosrdquo) se deberiacutean ver menos como el zenit de una teoriacutea puesta en marcha que como el intento del reafirmar una autoridad abso-luta contestada circulan ideas que afirman que la presencia del Parlement y su funcioacuten son garantizadas por las leyes fundamentales del reino que sus dispo-siciones pueden criticar y anular actos regios e influenciar en la formacioacuten de las leyes y sobre todo que existe una nacioacuten como cuerpo separado del monar-ca Son los temas que inspiran el aacutespero conflicto en torno del Coup drsquoEtat del canciller Maupeou (1770) un golpe legal un intento fallido de someter la ma-gistratura francesa3 Y no olvidemos que en los Cahiers presentados se hablaba a menudo de la reunioacuten de los estados generales como la nation assembleacutee ante del juramento del Jeu de paume y del nacimiento de la Asamblea nacional

Estas ideas anti-despoacuteticas tienen sus antiguas raiacuteces en los textos bien conocidos de la resistencia hugonote desde la Francogallia de Franccedilois Hotman pasando por Des droits de magistrats de Theacuteodore de Beze hasta las Vyndiciae contra Tyrannos de Philppe Du Plessy-Mornay temas que la Liga habiacutea retomado y revitalizado a traveacutes del injerto del pensamien-to jurisdiccional de la segunda escolaacutestica y que se encuentran en todo el periacuteodo de las guerras de religioacuten y despueacutes en la Fronda este uacuteltimo acontecimiento que no es la farsa que la historiografiacutea ha pintado sino una verdadera tragedia una guerra civil entre los partidarios de una autoridad absoluta y los que intentaban resistirla Estos uacuteltimos prefieren juristas tra-dicionales como Jacques Cujas a los nuevos juristas politiques como Jean Bodin como bien se puede apreciar en la famosa harangue de Omer Talon

3 He presentado estos argumentos maacutes largamente en Benigno (2004)

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Auacuten en el momento maacutes toacutepico del absolutismo realizado -la larga eacutepoca de Luis XIV- existiacutean las ideas adversas al poder regio absoluto a su caraacutecter sin liacutemites sin viacutenculos Claro las memorias de Saint Simon eran en aquel tiempo desconocidas (aquellas memorias que ofrecen una visioacuten de la corte de Luis XIV como ha subrayado Le Roy Ladurie (1997) organizada por cabales es decir por facciones y no como un lugar aislado con el poder de uno solo) las obras de Le Laboureur y Boulainvilliers no estaban impresas y los escritos poliacuteticos de Feacutenelon tampoco Pero hay toda una circulacioacuten manuscrita y al final Les aventures de Telemaque circularon despueacutes de su impresioacuten no autorizada en 1699 Como se sabe Feacutenelon era el preceptor del duque de Borgontildea Luis de Francia hijo del Grand Dauphin y hermano mayor de Felipe V de Espantildea segundo de la liacutenea sucesoria al trono franceacutes (devenido primero despueacutes de la muerte de eacuteste en 1711) y padre de Luis XV Como se sabe en el ciacuterculo del duque de Borgontildea (en el cual parti-cipaban el duque de Chevreuse el duque de Beauvilliers lrsquoabbeacute de Saint Pierre) se planteaba una renovacioacuten completa del sistema poliacutetico franceacutes una propuesta que fue en parte realizada despueacutes de la muerte del desafor-tunado duque por Felipe II drsquoOrleacuteans en los pocos antildeos de su regencia con la introduccioacuten del sistema de la ldquopolisinodiardquo y el regreso de la alta noble-za a la participacioacuten poliacutetica Conocemos los proyectos poliacuteticos del ciacuterculo a traveacutes de textos como el Projets de gouvernemnt du duc de Bourgogne dauphin un trabajo atribuido al duque de Saint-Simon (Mesnard 1860) Se explica alliacute la idea de una monarquiacutea mixta y atemperada que es la misma idea de Feacutenelon que ensentildeaba al Duque que el pueblo necesita de leyes constantes y consagradas por toda la nacioacuten que estas leyes deben estar por encima de los que gobiernan y que los gobernantes no tengan otra autoridad sino a traveacutes de ellas incluso el soberano porque su persona aislada de la ley es nada El Rey puede todo sobre el pueblo pero las leyes pueden todo sobre eacutel Para Feacutenelon el soberano es ante que todo la ley viviente dada por Dios para el bien del pueblo y el poder absoluto es una doctrina que pervierte la cabeza que disgusta una poliacutetica tiacutepica de las naciones maacutes baacuterbaras Son ideas muy parecidas a los expresadas en las Lettres persannes (1721) contadas a traveacutes del divertido extraviacuteo de Usbek y Rica a Pariacutes dirigido a demonstrar la peligrosidad de la maldita invencioacuten de Richelieu su arma fatal la reunificacioacuten de los tres poderes en uno soacutelo

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No se trata uacutenicamente de la resistencia de viejos equilibrios que Montesquieu teoriza en nueva forma se trata de la idea de la existencia de una fuente de legitimacioacuten irrenunciable que debe participar en la forma-cioacuten de las leyes La Lit de justice no es soacutelo ni principalmente un molesto escamoteo es la declaracioacuten clara de que el poder del rey necesita la con-vergencia de sus dos cuerpos y el segundo el cuerpo miacutestico-poliacutetico tiene una existencia propia reglada que se manifiesta a traveacutes de representantes (Kantorowicz 1957) No deberiacuteamos olvidar que el duque de Borgontildea habiacutea declarado su voluntad de dar nueva vida a los Eacutetats generaux

No es extrantildeo que en libros como el de Hazard o el de Mornet no haya espacio de reflexioacuten sobre todo esto en Hazard la poliacutetica simplemente no estaacute y Mornet habla de estos temas en dos decepcionantes paacuteginas

Estas ideas persisten desde la Fronda hasta la remonstrance del 11 de abril 1788 en que el parlamento declara abiertamente que el despotismo mi-nisterial y el poder arbitrario han remplazado a las leyes y que el ataque a la magistratura guardiana de las leyes es un ataque a la libertad puacuteblica El famoso episodio en que Louis Philippe drsquoOrleacuteans descendiente del duque de Borgontildea regente y que un diacutea devendraacute Philippe-Egaliteacute reaccionaba al intento de Luis XVI que se atribuyoacute como una declaracioacuten propia la afirmacioacuten sobre el valor de ley sin la convocatoria de una regular lit de justice afirmando que esto era ilegal (y provocando la famosa reacuteplica so-berana ldquoes legal porque lo quiero yordquo) el episodio expresa claramente esta contradiccioacuten irresuelta que seraacute solucionada soacutelo con la Revolucioacuten La invitacioacuten de Denis Richet (1992) a tomar la instancia nobiliaria de un control social del poder monaacuterquico como una exigencia constitucional innovadora pese a la apariencia tradicional y conservadora y en substancia una forma de liberalismo poliacutetico aun si primitivo no ha sido recogida por la historiografiacutea

Para los actores sociales del tiempo decir Orleacuteans seriacutea sentildealar un refe-rente poliacutetico antiguo porque antes de Louis-Philippe habiacutea estado el Philippe II regente y antes de este en el tiempo de la Fronda otro Orleacuteans Gastoacuten el hermano de Louis XIII conocido como Monsieur que habiacutea representado el punto de referencia de todas las oposiciones al tiraacutenico reacutegimen de Richelieu Estas tradiciones que a nosotros nos parecen poco importantes no eran insig-nificantes a los ojos de los actores histoacutericos Tomemos otro ejemplo detraacutes

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de la impalpable y conciliatoria perspectiva que presenta el nacimiento de la esfera puacuteblica como un parto involuntario y secreto concebido bajo las ena-guas del absolutismo en lugares reparados y obscuros como las academias y las logias masoacutenicas y desde alliacute pasando en su juventud por los cafeacutes y los salones la verdad es que la formacioacuten de una verdadera opinioacuten puacuteblica estaacute siempre relacionada con momentos de mucha discusioacuten sobre la res publica Y los actores histoacutericos ya a la mitad del XVII sabiacutean bien coacutemo las batallas se combaten con las armas pero tambieacuten con los opuacutesculos

Jean- Marie Constant (2007) es uno de los pocos historiadores franceses que nos ha relatado coacutemo toda la historia de la ascensioacuten de Richelieu al poder estaacute acompantildeada por cantidad de panfletos producidos por su equipo aquel team que Franccedilois Hildesheimer (2004) nos ha dibujado un atelier drsquoeacutecriture en que habiacutea literatos teoacutelogos juristas y filoacutesofos En los salo-nes ilustrados de la Pariacutes de la segunda mitad del XVIII pasaba lo mismo Cada faccioacuten cortesana teniacutea su saloacuten y sus plumes Cada grupo se defendiacutea y atacaba los otros grupos en el gran teatro de la opinioacuten puacuteblica y al mismo tiempo en los pasillos de la Corte

Naturalmente si esto pasaba en el devenir cotidiano en los momentos de tensioacuten poliacutetica esta actitud se ampliaba La Fronda es una lucha de armas y de plumas y todos los contendientes tienen las suyas Y en la vigilia de la Revolucioacuten Francesa el duque de Orleacuteans combate su batalla enrolando abiertamente o no a literatos como Choderlos de Laclos ensayistas como el abad Sieyegraves y Cerruti

Esto no quiere decir que no haya cambios sino que el cambio es una cosa compleja que se explica mal a traveacutes de oposiciones dicotoacutemicas Hay periacuteo-dos en particular en los cuales el cambio se acelera Como ha escrito Alfred Cobban el hijo que nace la nueva sociedad dada a luz por la Revolucioacuten no estaacute integrada por los individuos racionales y utilitarios imaginados por los filoacutesofos Los grandes procesos histoacutericos no son la suma de componentes que se agregan Son parecidos a las reacciones quiacutemicas cuyos resultados pueden ser enteramente diferentes de los ingredientes que la componen De-bemos aceptar el hecho de que no ha sido la primera vez (y no seraacute la uacuteltima) en que una revolucioacuten nacida para introducir un sistema ordenado por nuevas concepciones se transforma en una eacutepoca controlada por ideas diferentes y algunas veces opuestas (Cobban 1941 p 51)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional

Ariel Gamboa(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

En los uacuteltimos diez antildeos algunos trabajos han surgido dentro de un nue-vo campo en el estudio de la Historia que se ha denominado Historia de las emociones (Moscoso 2015) Las principales investigaciones han surgido del mundo anglosajoacuten y han puesto el acento en las emociones como expresioacuten de los sentimientos (Zaragoza Bernal 2013) En este sentido no han sido po-cos los esfuerzos por tratar de definir queacute se entiende por una Historia de las emociones sin embargo maacutes que respuestas han surgido nuevas preguntas

La novedad de pensar la corte como una comunidad social y emo-cional y sus viacutenculos con el Rey Prudente es el principal objetivo que el presente estudio se propone En este sentido las fuentes escritas como vi-suales vinculadas al entorno cortesano constituiraacuten nuestro principal foco de intereacutes a los efectos de poder hacer visible un mundo poco explorado por la historiografiacutea Emociones y sentimientos circularon en los espacios de poder de la monarquiacutea y quedaron reflejadas en cartas pinturas y hasta objetos del mundo cortesano El desafiacuteo consiste asiacute en visibilizar aquellos sentimientos que se mantuvieron ocultos a los ojos de varias generaciones de historiadores

Gamboa A (2017) La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocio-nal En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la tra-yectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Pla-ta Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Ariel Gamboa

Fue Norbert Eliacuteas quien elaboroacute un esquema explicativo sobre la manera en que las normas eran incorporadas por los sujetos poniendo el eacutenfasis en el cambio histoacuterico entre la Edad Media y la Modernidad Asiacute las expresiones sensoriales y afectivas como la conducta social eran vistas de manera dinaacute-mica y no estaacutetica Eliacuteas (1993) afirmaba que

El sistema emotivo del individuo se transforma de acuerdo con los cambios de

la sociedad y la transformacioacuten de las relaciones interhumanas en la sociedad

aumenta la cantidad de acciones y de individuos de los que dependen permanen-

temente las personas y sus actos en el individuo se convierte en costumbre la

capacidad de prever las consecuencias de prolongadas cadenas de acciones Y al

igual que se transforma el comportamiento y el sistema emotivo del individuo

tambieacuten cambian consecuentemente la consideracioacuten reciacuteproca que las personas

se profesan la imagen que el individuo tiene del individuo se hace maacutes matizada

maacutes libre de emociones momentaacuteneas es decir se psicologiza (pp 484-485)

Es por ello que en primer teacutermino resulta fundamental definir algunos conceptos que guiaraacuten el presente trabajo vinculado a la Historia de las emociones pero en el sentido de tomar a esta como una perspectiva de anaacute-lisis del pasado Ahora bien seguacuten el Diccionario de la RAE por emociones se entiende a la ldquoalteracioacuten del aacutenimo intensa y pasajera agradable o pe-nosa que va acompantildeada de cierta conmocioacuten somaacuteticardquo mientras que por sentimiento ldquohecho o efecto de sentir o sentirserdquo Asiacute las emociones pueden ser entendidas como reacciones es decir las formas en que respondemos a los sucesos

La definicioacuten realizada por Baacuterbara Rosenwein sobre las comunidades emocionales puede cuadrar en el esquema cortesano de la Espantildea del siglo XVI Para la autora se entiende a una comunidad emocional como un gru-po de personas que adhieren a un conjunto de normas y reglas que puede coexistir y variar con el paso del tiempo (Rosenwein 2006) Por lo tanto la Corte de Felipe II fue una comunidad social y emocional constituida por un complejo entramado de viacutenculos no desprovistos de sentimientos y emocio-nes Efectivamente la clave radica en pensar en una historia de los viacutenculos afectivos que dan sentido y coherencia al entramado de relaciones entre indi-viduos emocionales

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

Se entiende a la Corte como un espacio de poder (Vaacutezquez Gestal 2005) en primer lugar como un sistema de organizacioacuten sociopoliacutetica compuesto por el gobierno de las casas reales los Consejos y tribunales y por uacuteltimo los cortesanos (Martiacutenez Millaacuten 2006) En este complejo entramado pre-dominaban las relaciones no-institucionales por sobre las instituciones En segundo lugar la Corte no puede ser entendida como una comunidad emocio-nal estaacutetica Por el contrario la dinaacutemica de la misma se comprende a partir de las trasformaciones generadas por las distintas partes que la constituyen Retomando a Eliacuteas (1993)

En la sociedad civilizada se responde al caacutelculo con el caacutelculo en la no civilizada se

responde al sentimiento con sentimiento Este vigor de las emociones inmediatas

sin embargo vincula al individuo a un nuacutemero limitado de comportamientos posi-

bles si los demaacutes son amigos o enemigos buenos o malos (hellip) Y si estas sensa-

ciones producen en eacutel una sensacioacuten de alegriacutea o tristeza piensa que los fenoacutemenos

tienen relaciones de amistad o enemistad hacia su propia persona (hellip) Todo parece

depender de modo directo de las sensaciones que percibe el individuo (p 485)

iquestQueacute aspectos reglaban el comportamiento de la corte en la Espantildea del siglo XVI La Moral catoacutelica regiacutea de alguna manera la conducta de los individuos tanto en la corte como fuera Sin embargo es sabido que el clima cortesano en los inicios de la modernidad era por demaacutes complejo esto podriacutea explicar el eacutexito del libro de Castiglione con sus recomendaciones para convertirse en el perfecto cortesano Si la sociedad generaba cambios en los individuos la corte como una comunidad emocional podiacutea hacerlo sobre los sujetos que la integraban Los estados de aacutenimo del rey podiacutean modificar el clima emocional cortesano En palabras de Checa Cremades (1989)

La formalizacioacuten y el sentido de riacutegida etiqueta que preside toda la vida de la

corte y que hizo que algunos embajadores consideraran al mismo Rey como

una ceremonia en siacute misma constituye uno de los rasgos maacutes caracteriacutesticos del

entorno de Felipe (hellip) La rigidez que demuestran (los retratos) no es una rigidez

propia de la persona ni siquiera del estilo personal de artistas como Saacutenchez

Coello o Pantoja de la Cruz Se trata de la marca distintiva del sello de la majes-

tad real como se concebiacutea en la corte de los Austrias espantildeoles (p 129)

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Ariel Gamboa

Por su parte en consonancia con el concepto de ldquohabitusrdquo de Bourdieu Monique Scheer (2012) entiende las emociones como praacutecticas en el sentido que se reflejan en las disposiciones corporales gestos y reflejos entendidos en un contexto cultural En ese sentido se puede pensar en el retrato de corte como representacioacuten pictoacuterica de las emociones y sentimientos constituido por elementos valorativos que conforman una expresioacuten de los afectos o ma-terializacioacuten de las emociones Los signos corporales visibilizan el acceso a los estados emocionales del sujeto retratado En siacutentesis el retrato de corte de la segunda mitad del siglo XVI para el caso espantildeol es un modelo icoacutenico de alto contenido emocional y constituye uno de los ejes fundamental por cierto de este trabajo

Las caracteriacutesticas emocionales de la corte Felipe II tienen principal-mente su origen en el caraacutecter del rey Para ello resulta fundamental repen-sar el clima emocional en donde se forjoacute la personalidad del futuro rey es decir la Corte de Carlos V

La educacioacuten de Felipe IICuando Carlos de Gante llega a Castilla (1517) trae consigo un seacutequito in-

tegrado por sentildeores borgontildeones (Chabod 2003) Las diferencias con la nobleza castellana se ponen en evidencia en los difiacuteciles antildeos de 1517 a 1521 Contrae matrimonio con Isabel de Portugal (1526) naciendo el primogeacutenito un antildeo maacutes tarde Que Felipe II haya intentado ocultar o disimular sus emociones parece haber sido signado desde el momento que nacioacute El diacutea del parto la emperatriz ordenoacute que se le cubriese el rostro con un pantildeo para que nadie viera las angustias causadas por los dolores del parto ldquopuedo morir pero no gritareacuterdquo (Parker 1984 p 21) habriacutea pronunciado aquel 21 de mayo de 1527 en Valladolid

Los asuntos del Imperio y las guerras en Europa alejan a Carlos I de los reinos ibeacutericos durante varios antildeos motivo por el cual priacutencipe Felipe que a diferencia de su padre ha nacido en Castilla seraacute criado y educado en la peniacutensula bajo el cuidado de su madre La ausencia casi constante del em-perador y la escasa correspondencia era causa de la melancoliacutea de su esposa estado que no pasoacute desapercibido por el joven priacutencipe El mismo Felipe cuarenta antildeos maacutes tarde debioacute haber tenido presente este hecho y evitar de repetirlo mediante la permanente correspondencia que mantuvo con sus pro-pias hijas las Infantas (March 1941)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El primer ayo del priacutencipe fue Pedro Gonzaacutelez de Mendoza y el primer maestro Juan Martiacutenez de Siliacuteceo tarea que luego fue completada por1

(hellip) sus nuevos profesores fueron Cristoacutebal Calvete de Estrella (Latiacuten y Griego)

Honorato Juan (Matemaacuteticas y Arquitectura) Juan Gineacutes de Sepuacutelveda (Geogra-

fiacutea e Historia) Don Juan de Zuacutentildeiga fue quien completoacute el modelo de educacioacuten

elegido por Carlos I para su hijo al ser el encargado de su desarrollo fiacutesico y

emocional incluyendo sus modales Pero gracias a eacutel se convirtioacute en un maestro

escondiendo las emociones resultando una persona fuerte y respetada No cabe

la menor duda de que tanto Don Juan Zuacutentildeiga como Honorato Juan alcanzaron

los objetivos educativos que les encomendaron Gracias a la educacioacuten recibida

primero Felipe II llegoacute a ser un auteacutentico maestro en ocultar sus sentimientos y

actuar con suma prudencia (Peacuterez Goacutemez 2011 p 372)

Desde 1535 las actividades de la casa del priacutencipe estuvieron regidas por Juan de Zuacutentildeiga2 quien en palabras de Parker (1984) le ensentildeoacute ldquo(hellip) autodo-minio y disciplina Felipe se acostumbroacute a ocultar sus sentimientos y conte-ner sus emocionesrdquo (p 26) Su educacioacuten y sentimientos seraacuten consecuencia de ese aacutembito La muerte de la emperatriz (1539) impactoacute notablemente en los individuos de la Corte el emperador se recluiraacute en el Monasterio de Santa Mariacutea de la Silsa la conversioacuten de Francisco de Borja se daraacute en esos momentos en cuanto al priacutencipe le corresponderaacute presidir las ceremonias fuacutenebres hasta el destino final en la Capilla Real de Granada El regreso de Carlos a Espantildea implicaraacute el inicio de la formacioacuten poliacutetica del priacutencipe como complemento a la formacioacuten primera

Felipe recibioacute distintas ldquoInstruccionesrdquo por parte del emperador3 Tal vez la maacutes importante fue la de 1543 en la cual indica distintos consejos sobre el arte de gobernar y el cuidado con sus hombres maacutes cercanos ldquo(hellip) no fiarse nunca de nadie no demostrar nunca sus emociones (hellip) ser devoto y teme-roso de Dios en todo momento (hellip)rdquo (Parker 1984 p 38) instrucciones que Felipe siguioacute toda su vida

1 Pedro Gonzaacutelez de Mendoza era el hijo del IV Duque del Infantado y Obispo de Salamanca

2 Don Juan de Zuacutentildeiga fue tambieacuten mayordomo mayor del priacutencipe murioacute en 1546

3 Las Instrucciones de 1529 1543 1548 y 1556

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Ariel Gamboa

Felipe II prefirioacute escribir antes que hablar De hecho la mejor fuente de informacioacuten sobre el rey prudente radica en los documentos de los Condes de Altamira dispersos hoy en diversos archivos de Europa Constituido por los papeles personales del rey estaacuten tambieacuten los

(hellip) billetes o notas en las que el rey expresaba sus deseos y con frecuencia sus

sentimientos maacutes iacutentimos a sus colaboradores maacutes cercanos Aunque Felipe II no

mantuvo ninguacuten diario parece haber utilizado estos papeles de trabajo como una

especie de escape para sus emociones sus pensamientos y sus razonamientos asiacute

como para sus decisiones (Parker 1984 pp 17-18)

La Corte de Felipe IIRevisar los viacutenculos emocionales que se dieron en la corte durante el

extenso reinado de Felipe II (1555-1598) excede completamente este trabajo Sin embargo el inicio como el final estaacute marcados por momentos de pro-funda emotividad la ceremonia de abdicacioacuten del emperador en Bruselas y los 53 diacuteas de sufrimiento antes de la muerte el 13 de septiembre de 1598 En el principio las palabras de Carlos V conmueven a los presentes y estaacuten signadas de la recomendacioacuten para con su hijo a quien lega buena parte de su imperio en el final es el mismo Felipe quien solicita a sus dos hijos que contemplen la degradacioacuten del cuerpo en sus uacuteltimos momentos

Hacia 1561 Felipe II establece la corte en Madrid y en 1563 comienza el disentildeo y edificacioacuten del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial emblema de su reinado y expresioacuten maacutexima del intereacutes del rey por las letras y las artes (Fernaacutendez Aacutelvarez 1998) Fue El Escorial el escenario de la corte de Felipe II donde residioacute a la vez el monarca austero y severo del imperio maacutes poderoso de entonces como tambieacuten el hombre que cuya imagen fue marcada por la leyenda negra (Kamen 1997) Las obras culminaron en 1584 y fue entonces cuando ldquo(hellip) el rey lloroacute abiertamente de emocioacutenrdquo (Parker 1984 p 208)

El peor antildeo del reinado de Felipe II fue 1568 La muerte de Isabel de Valois y la de Don Carlos los problemas en Granada los Paiacuteses Bajos e in-cluso la posibilidad de volver a contraer matrimonio La carta que escribe a principios de 1569 al cardenal Diego de Espinosa da cuenta de las emociones que invaden al rey por estar tan mal las cosas (Parker 1984 pp 122-123)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El mismo Parker (1984) cita la anotacioacuten del secretario que archivoacute la carta ldquoOjo que no se ha de ver sino por su magestadrdquo (p 23)

Hacia 1580 el poder de Felipe II estaba en su cenit Del rostro del rey habiacutea desaparecido el pudor y la timidez y la imagen del retrato de esos antildeos4 y muestra ldquoseguridad serenidad y resolucioacuten (hellip) sus ojos eran claros y se-veros y su presencia imponiacutea miedo a muchos hombres que le visitabanrdquo (Parker 1984 p 193) El retrato de Sofonisba Anguissola posee todaviacutea al-gunos rasgos del joven Priacutencipe de Espantildea pintado por Tiziano5 donde Felipe se muestra en armadura o unos antildeos luego el de Antonio Moro como heacuteroe de San Quintiacuten6 Todo ello se opone a uno de los uacuteltimos retratos de Pantoja de la Cruz7 donde el rey se ve claramente enfermo y debilitado incluso la mirada encierra la melancoliacutea de la debilidad del cuerpo Estos cambios fue-ron detectados por los cortesanos Parker (1984) cita al embajador franceacutes quien deja una perfecta impresioacuten de Felipe hacia 1584 ldquoel rey comienza a envejecerhellip Su rostro no es tan hermoso lo que demuestra que su espiacuteritu debe estar oprimido por las preocupaciones que lo hacen maacutes melancoacutelico de lo que soliacutea serrdquo (p 194) Con todo la solemnidad y el distanciamiento son rasgos comunes

Sin embargo de estos antildeos datan las cartas que el rey envioacute a sus hi-jas desde Portugal donde permanecioacute entre 1581 y 1583 Son un conjunto de cartas que fueron analizadas por Gachard8 Spivakovsky (1975) y Bouza (1998) Como los especialistas han demostrado las mismas evidencias al rey como un padre afectuoso preocupado por sus hijas Las Infantas hija de Isabel

4 Felipe II por Sofonisba Anguissola (1565 y 1573) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 88 x 72 cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-ii7d7280d6-5603-488a-8521-933acc357d7a

5 Felipe II por Tiziano (1551) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 193 x III cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-iid12e683b-7a51-41db-b7a8-725244206e21

6 Felipe II por Antonio Moro (1560) El Escorial Vestido con Armadura diacutea de la Batalla de San Quintiacuten Oacuteleo sobre lienzo 207x123 cm httpsuploadwikimediaorgwikipediacommons226King_PhilipII_of_Spainjpg

7 Felipe II por Juan Pantoja de la Cruz (1590) Tamantildeo natural Real Biblioteca de El Esco-rial Oacuteleo sobre lienzo 181 x 95 cm httprbmepatrimonionacionaleshomeSobre-la-BibliotecaSa-lon-PrincipalPinturas-al-oleoaspx

8 Gachard publica hacia 1884 en Pariacutes las Cartas de Felipe II a sus hijas

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Ariel Gamboa

de Valois fueron las hijas predilectas del rey Parker (1984) afirma que el rey poco demostroacute su tristeza por la muerte prematura de los hijos que tuvo con su cuarta esposa Ana de Austria mas no asiacute al saber de la muerte de Catalina Micaela duquesa de Saboya Felipe ldquo(hellip) se derrumboacute Lloroacute y se enfurecioacute chilloacute y gritoacute de manera nunca vista (hellip)rdquo (p 197) Es evidente que el rey extrantildeara a su hija que residiacutea en Turiacuten puesto que 1588 escribioacute a la infanta ldquoAyer hizo tres antildeos que os embarcaste y que no te veo que no te ha dado agora poca soledad y seacute que con razoacuten la puedo tener de vos por lo que me quieres y yo os quierordquo (Parker 1984 p 198)9

Las victorias o las derrotas eran pensadas por el rey como resultado del accionar de la Providencia en este plano tambieacuten las emociones religiosas del rey y del reino eran puestas de relieve Con la noticia de la derrota en 1588 de la Grande y Feliciacutesima Armada (Alcalaacute Zamora 2004) el rey se hundioacute en un sentimiento de desesperacioacuten en palabras de unos de los monjes de El Escorial la desgracia ocurrida era

(hellip) digna de llorar toda la vidahellip porque nos han perdido miedo y hemos per-

dido toda buena reputacioacuten de hombres belicosos que soliacuteamos tenerhellip Fue ex-

trantildeo el sentimiento que causoacute en toda Espantildeahellip Casi toda Espantildea se cubrioacute de

lutohellip no se oiacutea otra cosa (Parker 1984 p 189)

Los asuntos que aquejaron a Castilla a partir de 1595 la despoblacioacuten la peste las malas cosechas habiacutean preocupado al secretario Mateo Vaacutezquez el rey respondioacute a aconsejando ldquoNo dejeacuteis perseverar la (debilidad) a melancoliacutea que es muy mala cosa aunque los tiempos la traen consigo (hellip) me duele mu-cho ver el estado en que estaacute la Cristiandadrdquo (Parker 1984 p219)

Los cambios en los viacutenculos emocionales que se daban en la corte al cambiar de rey parecen evidenciarse en palabras de un cortesano que ob-servaba el deterioro de Felipe II hacia los uacuteltimos antildeos de su vida observoacute ldquocuando eacutel marche nos encontraremos en otro escenario y todos los persona-jes del mismo seraacuten distintosrdquo (Parker 1984 p 232)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

algunas reflexiones

Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez(Universidad de Cantabria Espantildea)

La historiografiacutea en torno a la venalidad de los oficios puacuteblicos en la Cas-tilla de los siglos XVI y XVII ha progresado enormemente desde los trabajos pioneros que historiadores de la talla de Antonio Domiacutenguez Ortiz (1970 pp 105-137) y Francisco Tomaacutes y Valiente (1970 pp 125-159 1982a pp 159 y ss) dedicaron al estudio de estos problemas al filo de los antildeos setenta del siglo pasado A partir de entonces y por largo tiempo las investigaciones rea-lizadas al respecto se centraron fundamentalmente en el aacutembito de los oficios municipales y siguieron para ello distintas liacuteneas de investigacioacuten Una de las maacutes prontamente iniciadas fue la que trataba de cuantificar las ventas sobre la base de fuentes generales y de observar la evolucioacuten de las mismas a lo largo del tiempo (Cuartas Rivero 1984 pp 225-260) Maacutes frecuentemente sin embargo los historiadores entendieron la venalidad de los cargos puacuteblicos como un instrumento de promocioacuten social en el contexto de una monarquiacutea cuyas constantes necesidades financieras la forzaban a poner en venta un

Fortea Peacuterez J I (2017) El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexiones En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

nuacutemero significativo de oficios de esta naturaleza cuando no la moviacutean a crear otros nuevos con ese uacutenico objetivo La perspectiva hacendiacutestica se mezclaba de esta forma con la socioloacutegica para inspirar un buen nuacutemero de estudios sobre los grupos de poder que controlaban el gobierno de las ciudades de Castilla algunos de ellos de excelente factura o sobre las diversas formas de acceder a los cargos municipales o de transferirlos en el seno de ciudades concretas Con el paso del tiempo el universo de las ventas se fue ampliando a otros oficios singularmente los militares (Andujar Castillo 1991 2004) pero no soacutelo a ellos y a otros supuestos hasta abarcar un abigarrado y he-terogeacuteneo universo de ventas en el que se mezclaban las de jurisdicciones hidalguiacuteas baldiacuteos alcabalas y un largo etceacutetera1

Salta a la vista por tanto la complejidad que reviste el fenoacutemeno de la venalidad de los cargos puacuteblicos La perspectiva hacendiacutestica y en menor medida la propiamente socioloacutegica son las maacutes inmediatas Las recientes in-vestigaciones sobre el tema han aportado uacuteltimamente numerosos datos que permiten ponderar la importancia que la venta de cargos puacuteblicos llegoacute a te-ner como generadora de ingresos para la real hacienda bajo los Austrias Por otro lado los abundantes trabajos existentes sobre las eacutelites de poder de las ciudades espantildeolas han mostrado siempre una marcada predileccioacuten por el estudio de las oligarquiacuteas municipales con menoscabo incluso de la atencioacuten que sin duda merecen sus otros componentes El fenoacutemeno de la venalidad muestra tambieacuten sin embargo un componente doctrinal juriacutedico y poliacutetico que tambieacuten plantea numerosos problemas de interpretacioacuten y sobre cuyo impacto en la praacutectica cotidiana de la venalidad no estamos todaviacutea suficien-temente informados Quiero decir con ello que el avance de nuestros conoci-mientos sobre el tema aun siendo muy apreciable se ha producido de forma un tanto desequilibrada El brillo de las ventas del dinero que subyace a ellas y del poder que revelan o que conllevan ha dejado a veces en penumbra otros aspectos de una praacutectica indudablemente compleja y en ocasiones oscura

Consideremos en primer lugar los aspectos doctrinales del problema Crear oficios como tambieacuten aumentar el nuacutemero de los ya existentes era con-siderado una consecuencia de la potestad jurisdiccional ldquoCreatio Magistratuum

1 La bibliografiacutea sobre la venta de cargos puacuteblicos es muy abundante Ver un estado de la cues-tioacuten en obras como las de Hernaacutendez (1997 pp 71-95) Jimeacutenez Estrella (2012 pp 259-272) Dedieu (2011 pp 19-28) y Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 119-144)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo sentildealaba Juan Bautista Larrea (1645) en sus Allegationum Fiscalium2 Podiacutea discutirse sin embargo sobre a quieacuten correspondiacutea ejercerla o bajo queacute supuestos debiacutea hacerse El problema en principio parece faacutecil de resolver por cuanto era opinioacuten comuacuten entre los tra-tadistas la de que el pueblo al constituirse en tanto que comunidad poliacutetica habiacutea transferido al rey en virtud de la llamada lex regia de imperio la plena soberaniacutea de la que hasta entonces habiacutea sido uacutenico depositario De esta forma los priacutencipes habiacutean recibido todos los poderes del pueblo y entre ellos el de crear oficios Ahora bien decidir si ademaacutes podiacutean venderlos era una cues-tioacuten distinta a la que era posible dar respuestas divergentes Domingo Baacutentildeez (1595) por ejemplo al pasar revista en sus Decisiones de Iustitia et Iure a las diversas respuestas que se habiacutean dado a este problema ndashldquoutrum Rex habeat dominium istorum officiorum et utrum possit ista officia vendererdquondash sentildealaba la de aquellos autores seguacuten la cual el rey no podiacutea enajenar oficios simplemente porque nunca el pueblo le habiacutea transferido la potestad de hacerlo Si el papa pese a haber recibido plenos poderes jurisdiccionales de Cristo ndashel dominium Pontificatus et iurisdictionisndash no era propietario ndashdominusndash de los oficios ecle-siaacutesticos por analogiacutea el rey tampoco lo era de los temporales Los oficios en definitiva perteneciacutean al pueblo no al rey El monarca no podiacutea disponer de ellos y no por otro motivo sino porque no eran suyos sino del pueblo Ven-derlos supondriacutea ademaacutes obrar contra la justicia distributiva que obligaba a elegir para cualquier cargo ya fuera eacuteste eclesiaacutestico o secular a los maacutes dignos y a no hacerlo por dinero Siendo esto asiacute el monarca que tratara de obtener con su venta un beneficio particular se comportariacutea como lo hariacutea un tirano El propio papa Alejandro VI al que Baacutentildeez (1595 p190) citaba expresamente en este punto se habiacutea pronunciado en tal sentido y lo mismo hariacutean y por motivos semejantes entre otros Francisco de Vitoria o Bartolomeacute de Las Casas3

2 ldquoEt regem posse creare Magistratus amp ad illum pertinere officia Reipub constituere (hellip) et id non solum in officiorum creatione sed etiam in augmento amp ampliatione (hellip) Id quia creatio Magis-tratuum amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo (Larrea 1645)

3 ldquoDe priore dubio est sententia Adriani in 4 materia de restitutione paulo post principium qui negat reges habere dominium istorum officiorum Et ratius eius est quia nunquam respublica transulit tale dominium in regemrdquo (Bantildeez 1595 MDXCV LXIII II p 190) La obra del papa Alejandro VI es Quaestiones in Quartum sententiarum De restitutione Lugduni 1545 El pensamiento al respecto ndashde Vitoria Bartolomeacute de Las Casas el cardenal Cayetano Domingo de Soto y Vaacutezquez de Menchacandash es analizado por F Tomaacutes y Valiente (1977 p 645)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

No obstante tambieacuten eran muchos los que defendiacutean la opinioacuten contra-ria Ciertamente podiacutea tambieacuten decirse el rey habiacutea recibido del pueblo to-dos sus poderes y por tanto tambieacuten el dominium sobre los oficios puacuteblicos ldquoRespublica transtulit omnem suam potestatem et imperium in principem quapropter consequenter transtulit dominium istorum officiorum quibus dominabatur respublicardquo Ahora bien asentado este principio las formas de interpretarlo podiacutean ser asimismo diversas Para Domingo de Soto por ejemplo la transferencia de poderes que el pueblo habiacutea hecho a favor del rey habiacutea sido absoluta Por ello mismo el monarca no podiacutea ser considera-do un mero administrador de la repuacuteblica Antes al contrario eacutel mismo era la repuacuteblica ndashRex enim non tanquam dispensator sed tanquam ipsa eadem respublica reputandus estndash En el rey estaban concentrados en definitiva todos los poderes y todos los derechos del pueblo Podiacutea concluirse por ello que el reino era suyo y que tambieacuten lo eran incluso las casas de los ciudadanos ndashldquoregnun est suum sicut cuiusque civis sua est domus atque adeo quaecumque facultas et ius reipublicae penes ipsum estrdquondash Siendo esto asiacute es obvio que estaba entre sus poderes el de crear aumentar y vender oficios puacuteblicos No obstante atendiendo a los perniciosos efectos que la venalidad soliacutea tener Domingo de Soto (1968 vol 2 p 269) terminaba considerando que hacerlo aunque pudiera ser en siacute mismo liacutecito en el terreno teoacuterico ndashespeculativendash no lo era en la praacutectica ndashpractiquendash ni tampoco podiacutea ser considerado razonable o conveniente sobre todo si los oficios que se queriacutean vender eran los de juez o los de consejero del rey (1968 vol 2 p 270)45

Para otros sin embargo habiacutea una diferencia notable entre el poder que el pueblo habiacutea tenido originariamente y el que le habiacutea transferido al soberano El primero era originario independiente y absoluto ldquoRepublica ndashsentildealaba Baacutentildeezndash a principio habuit dominium a se ipsa independens amp absolutumrdquondash Por el contrario el del monarca era derivado ndashldquorex habet illud

4 ldquoSi res haec non ita speculative sed practique et per aplicationem ad usus atque ad efectuum absurditatem qui ferne necessario inde sequuntur consideretur non solum nunquam aut expedit aut decet verum secundum moralem prudentiam neque licetrdquo (Soto 1968 vol II p 269)

5 ldquoCunctis aliis hoc esset pestilentius de corem reipublicae turpius ofendens aut atque adeo scandalosum si iudicatus venderentur aut loca eorum qui regi sunt a publicis consiliis ut audivit in quadam provincia extra Hispania fieri nam inde praesentissimun periculum existeret iugulandi praevaricandique omnia iurardquo (Soto 1968 vol II p 270)

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

a respublicardquondash dependiente y sometido a las leyes ndashldquocum dependentia amp sub certis legibusrdquo O dicho de otro modo aunque el rey tuviera el dominium sobre los oficios no podiacutea hacer uso de eacutel ldquopro sua voluntate sed secundum utilitatem ipsius reipublicaerdquo (Bantildeez 1595 p 90) Es decir la creacioacuten y venta de oficios debiacutea estar orientada a la consecucioacuten del bien comuacuten que era el fin supremo al que todo recto gobierno teniacutea que aspirar por lo que debiacutea quedar sometida a ciertas condiciones La primera era bastante obvia Soacutelo el que tuviera el do-minium de los oficios podiacutea venderlos y eacuteste no era otro que el rey Enajenarlos en contra de su voluntad era por tanto intriacutensecamente malo incluso aunque duques marqueses y otros ldquoprivati dominirdquo apelaran a costumbres inmemo-riales para tratar de hacerlo Los oficios en segundo lugar eran ldquovenales ex natura suardquo Siguiendo en esto una liacutenea de argumentacioacuten que como ya se ha sentildealado tambieacuten recogiacutea Domingo de Soto pero que se remontaba al mismo Santo Tomaacutes Domingo Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que no podiacutea considerarse intriacutensecamente malo el que pudiera venderse aquello a lo que se le podiacutea poner precio ndashldquonon autem est intrinsece malum aut contra naturam rei vendere quod apretiabile estrdquondash No obstante al igual que Domingo de Soto y el cardenal Cayetano Baacutentildeez reconociacutea que en la praacutectica las enajenaciones podiacutean ser moralmente iliacutecitas si como ocurriacutea frecuentemente los oficios re-caiacutean en personas ldquoambitiosi amp cupidi immeriti amp ignobilirdquo Precisamente para evitarlo era por lo que en su opinioacuten debiacutean exigirse tres condiciones en las ventas que los oficios vendidos los ocuparan personas idoacuteneas que se pidieran por ellos precios moderados esto es proporcionales a los beneficios que pro-duciacutean y que lo que el rey ingresara por este concepto se gastara en ldquocomunes ususrdquo Ahora bien si se cumpliacutean los dos requisitos enunciados en primer lugar los que hubiesen recibido oficios del rey podiacutean tambieacuten venderlos siempre y cuando mediara previa licencia taacutecita o expresa del soberano para hacerlo6

La argumentacioacuten resumida hasta aquiacute es bastante representativa de lo que pensaban al respecto la mayor parte de los tratadistas Semejante era

6 Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que los que ocupaban cargos por el rey ldquohabent verum dominium istorum officiorum ergo quantum est ex natura possessoris et rei possessa licet potest fieri venditiordquo Antildeadiacutea por otro lado que ldquosi autem ista officia non habeant administrationem iustitia anexam possunt qui possident ea vendereacute et alienare de licentia regis Probatur quia priacutenceps potest dispensare in venditione quae prohibetur lege positiva quando non habet officium istam administra-tionem anexamrdquo (Baacutentildeez 1595 p 190)

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la opinioacuten expresada por Castillo de Bovadilla (1597) en su Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos7 que aparecioacute por los mismos antildeos en los que se publicaron las Decisiones de Baacutentildeez Medio siglo despueacutes pare-cidos argumentos seriacutean tambieacuten utilizados por Juan Bautista Larrea en sus Allegationum Fiscalium Los oficios temporales deciacutea si no teniacutean ldquoaliquid spirituale annexumrdquo eran por su propia naturaleza ldquovendibilia et praetio aestimabiliardquo Podiacutean por tanto enajenarse pero siempre y cuando se con-cedieran a ldquopersonae dignaerdquo su precio fuera ldquomoderatissimusrdquo y las ventas se hicieran y este punto era fundamental en caso de ldquomagna necessitate cui non possit alia commodiori via occurrirdquo Aun asiacute el propio Larrea (1636) sentildealaba en otra de sus obras las Decisiones Granatensis que habiacutea que evitar la venta de oficios como maacutexima regnorum pestis si no se comprobaba las calidades de los que los adquirieran8 El rey en cualquier caso maacutes de voluntate que de potestate habiacutea de administrar su dominium en este terreno con prudencia Princeps removere non posset officium quod pecunia acepta concessit deciacutea Larrea La concesioacuten por el rey de un oficio pro pecunia teniacutea la consideracioacuten de un contrato a cuya observancia el rey estaba obligado9 Por esta razoacuten no podiacutea venderlos en perjuicio de terceros que es lo que ocu-rririacutea si los nuevamente creados limitaban las funciones de los ya existentes o disminuiacutean sus emolumentos10 Por lo demaacutes los tratadistas de la mano de

7 Castillo de Bovadilla Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos (1597) Edicioacuten de B Gon-zaacutelez Alonso Madrid 1978 II pp 193-194 El libro de Baacutentildeez se habiacutea editado poco antes en 1594-95

8 ldquoHoc enim omnia turbantur quod ad decurionum munera emptione sine alia qualitatum oproba-tionem admittuntur nullum enim regnum ideo recte gubernari valebit quia velut pestis Reipublicae sum-ma summae venalitatem officiorum publicorum vitandam tradit Platordquo Larrea J B Novae Decisiones Sacri Regii Senatus Granatensis Regni Castellae Lugduni MDCXXXVI Disputatio XLV n 35 p 593

9 Larrea J B Allegationes Fiscaliumhellip op cit Pars Secunda Allegatio CXIX nums 11 a 13 p 312-313 Ver tambieacuten Pars Prima Allegatio III n 7 ldquoPrincipis contractus habent vim legisrdquo

10 Es decir el rey no lo haciacutea no porque no lo pudiera hacer en virtud de su potestas absoluta sino porque se sometiacutea a la vis directiva de la ley ldquoUt quando Princeps in venditis officiis se obligauerit alia nuova non vendere vel creare aut si ex venditione novi officii aliorum quae iam vendita exercitium impediatur vel emolumenta diminuantur non posse Principem id facere et ius acquisitum tollere pluribus rationibus et authoritatibus comprobantur Nec agimus de potestate Principis sed de voluntate (hellip) quia semper creditur principem iustum quod fuerit decernere velle et nunquam blandiri debet Principibus (hellip)rdquo (Larrea 1645 Allegatio CXIX De officiorum venditione a rege facienda amp novis officis creandis n 5 p 311) Sobre la opinioacuten de Larrea en torno a la venta de oficios ver P Volpini (2004 pp 171-179)

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los letrados se extendiacutean en la consideracioacuten de muacuteltiples problemas que se derivaban de la venta de oficios de su traspaso por la viacutea de las renuncias o de su consideracioacuten como bienes raiacuteces y en tanto que tales sujetos a las leyes que regulaban su disfrute11 La doctrina por tanto afirmaba los poderes del rey en materia de creacioacuten de oficios pero haciacutea tambieacuten una interpretacioacuten flexible de los mismos a la hora de ponerlos en praacutectica

El anaacutelisis de la poliacutetica desarrollada por la monarquiacutea para regular el acce-so al gobierno urbano constituye tambieacuten un escenario particularmente idoacuteneo a estos efectos La institucioacuten del regimiento en las ciudades y villas del reino dio lugar a la creacioacuten en cada una ellas de una planta de regiduriacuteas vitalicias que se repartieron entre los miembros de las oligarquiacuteas dirigentes en cada una de ellas Los monarcas pronto encontraron en el acrecentamiento de esos oficios sobre su nuacutemero originario un medio oacuteptimo de recompensar servicios o de ganarse fide-lidades No obstante tales praacutecticas alteraban el equilibrio de poder que se habiacutea establecido en las ciudades y villas del reino lo que movioacute a la Corona a decretar de tiempo en tiempo el consumo de los que previamente habiacutea creado seguacuten fue-ran quedando vacantes Importa subrayar en cualquier caso que inicialmente el rey creaba y concediacutea esos oficios a tiacutetulo de merced o en recompensa a servicios prestados pero no los poniacutea en venta De hecho los monarcas castellanos no empezaron a venderlos salvo excepciones hasta 1543 Para entonces sin em-bargo las ventas traspasos y renuncias por precio de oficios entre particulares teniacutean ya tras de siacute una larga historia De esta forma desde mediados del siglo XVI acrecentamientos ventas puacuteblicas o privadas renuncias consumos y tan-teos acabaron por generar un complejo a la par que extendido traacutefico de oficios que la Corona al igual que los particulares estaba interesada en regular por los muacuteltiples problemas y conflictos de intereses a los que daba lugar

Decisiones contra los acrecentamientos se empezaron a tomar en fechas tem-pranas Juan II ya hubo de decretar en 1428 que los oficios de regimiento que fueran quedando vacantes en los lugares del reino ldquopor renunciacioacuten o muerte o en qualquier otra manerardquo se consumieran hasta que se restableciera su nuacutemero antiguo La medida hubo de ser reiterada en 1432 Esta vez sin embargo y la

11 Castillo de Bovadilla (1597 pp192-195) enuncia algunos de estos problemas Ver tambieacuten para estos temas entre otros Azevedo (1599 pp 123-135) Peacuterez de Salamanca (1609 t2 pp 390 y ss) y Fernaacutendez de Otero (1681) Para Fernaacutendez Otero hay una edicioacuten anterior sl de 1676 Ver en especial la primera parte He manejado la edicioacuten de Ginebra de 1732

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

precisioacuten es de importancia eran excluidos los oficios que quedaran vacantes por renunciacioacuten El consumo quedaba circunscrito entonces a los que quedaran vacantes por muerte o privacioacuten Acuerdos semejantes se tomariacutean en 1433 1435 y 1447 siempre a peticioacuten de las Cortes y de nuevo en 1469 y 1473 bajo el rei-nado de Enrique IV esto es en unos momentos en los que la creacioacuten de nuevos oficios por la Corona pareciacutea alcanzar sus maacuteximas cotas1213

Parece claro por tanto que el acrecentamiento de oficios concejiles fue bastante comuacuten a lo largo del siglo XV sin que las leyes elaboradas al res-pecto lograran impedirlo que tal medida no tardoacute en provocar reacciones en contra de los grupos de poder que se habiacutean instalado en los regimientos de las ciudades y villas del reino y que quienes ostentaban la titularidad de esos oficios trataron de patrimonializarlos desde muy pronto por la viacutea de la renun-cia ndashla resignatio in favoremndash por mucho que eacutesta quedara siempre sujeta a la previa aprobacioacuten del soberano

Los Reyes Catoacutelicos trataron de poner remedio a la confusioacuten reinante en este campo obrando en distintas direcciones De esta forma decretaron por ley hecha en las Cortes de Toledo de 1480 que todos los oficios creados des-pueacutes de 1440 se consideraran acrecentados y tambieacuten dispusieron que fueran consumidos a medida que quedaran vacantes por muerte y privacioacuten o por cualquier otro motivo Ni siquiera permitieron en contra de lo que hasta en-tonces se habiacutea proclamado que los tales oficios pudieran ser renunciados14 Cierto es que otra pragmaacutetica real dictada en 1483 autorizaba la provisioacuten de los oficios acrecentados de los que murieran en la guerra de Granada y las renuncias que hicieran a favor de sus hijos los que cayeran cautivos en ella con tal de que fuesen mayores de edad15 No obstante la intencioacuten de reducir el nuacutemero de oficios y de limitar su perpetuacioacuten estaba clara Otras medidas adoptadas tambieacuten por esos antildeos obrariacutean en ideacutentica direccioacuten Las mismas Cortes de Toledo de 1480 impondriacutean en su ley 62 la condicioacuten de que los renunciantes sobrevivieran veinte diacuteas a la fecha de la renuncia para que eacutesta

12 Todas estas disposiciones pueden consultarse en Peacuterez de Salamanca (1609 t II pp 390-416)

13 Ver para todo esto Tomaacutes y Valiente (1982b p 35 y ss) Gonzaacutelez Alonso (1990 pp 173-194)

14 NR ley 15 tiacutet 3 lib 7

15 NR ley 16 tiacutet 3 lib 7

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

fuera vaacutelida16 En caso contrario el oficio volveriacutea al soberano quien podiacutea proveerlo de nuevo en quien quisiera si eacutesta era su voluntad Esta vez la medida trataba de mantener alguacuten tipo de control por parte de la Corona sobre los oficios que creaba (Tomaacutes y Valiente 1982a p 166) De mayor trascen-dencia a estos efectos seriacutea la ley 84 de esas mismas Cortes por la que queda-ban derogadas todas las facultades de oficios concedidos a tiacutetulo de perpetuos o por juro de heredad por considerar las situaciones a las que conduciacutean contrarias a la moral y al derecho17 Quedaba por resolver el problema de las ventas que los particulares soliacutean camuflar bajo la foacutermula de las renuncias Pues bien una nueva pragmaacutetica real de 1494 estableciacutea expresamente que las veinticuatriacuteas regimientos alcaldiacuteas alguacilazgos fieles ejecutoriacuteas y juraderiacuteas no se pudieran vender ni renunciar por precio18

Pese a todo las ventas entre particulares y el recurso a las renuncias siguieron adelante ldquopor la culpa de los tiempos y por ventura tambieacuten de los ingenios y por las grandes obligaciones de su Magestadrdquo Tanto es asiacute que se-guacuten deciacutea Castillo de Bovadilla (1597) se acaboacute suprimiendo en las cartas de provisioacuten de los oficios la claacuteusula por la que se obligaba a declarar a quienes los recibieran que en las renuncias hechas en su favor no habiacutea intervenido ldquoventa trueque cambio permutacioacuten ni otra cosa de las por nos vedadas y defendidasrdquo como hasta entonces se habiacutea exigido (t II p 192-93 n 285-287) No obstante la ley que prohibiacutea hacerlo se mantuvo en la Nueva Reco-pilacioacuten Es maacutes como ya se ha subrayado a las ventas privadas se antildeadieron despueacutes las puacuteblicas Carlos V optoacute por recurrir a ellas de forma masiva por primera vez en 1543 Sus consejeros le recomendaron incluso por esos antildeos ejecutar lo que de forma criacuteptica llamaron ampliaciones de oficios que no eran otra cosa que ventas de facultades para poder renunciarlos ya fueran antiguos o recieacuten acrecentados sin tener que cumplir con las formalidades

16 NR ley 4 tiacutet 4 lib 7

17 NR ley 17 tiacutet 3 lib 7

18 NR Ley 8 tiacutet 2 lib 7 Tambieacuten se prohibiacutea pedir precio por los votos en aquellos otros oficios que por privilegio o costumbre antigua eran elegidos por los concejos Como cabiacutea esperar Castillo de Bovadilla (1597) justificaba esta ley arguyendo ldquotener los dichos oficios jurisdiccioacuten que es derecho puacuteblico y no estaacute en trato ni en comerciordquo (t II p 192 n 285) Por lo demaacutes otra pragmaacutetica de contenido maacutes general estableciacutea en 1523 que no se pudieran comprar ni vender oficios de jurisdiccioacuten ldquoen nuestra casa y corte ni fuera dellardquo NR ley 7 tiacutet 3 lib 7

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del derecho esto es con la claacuteusula de los veinte diacuteas19 La propuesta que daba viacutea libre a las provisiones perpetuas o por juro de heredad en contra de lo dispuesto en la pragmaacutetica de 1480 antes citada no prosperoacute Habriacutea que esperar hasta 1613 para que fuera ejecutada El Emperador prefirioacute por entonces ordenar nuevas ventas de oficios ndash asiacute lo hizo en 1549 y 1556ndash y lo mismo hariacutea Felipe II y sobre todo Felipe IV despueacutes de 1630 No obstante la legislacioacuten en torno a las ventas de oficios tanto las puacuteblicas como las privadas siguioacute siendo muy escasa en Castilla lo que no dejoacute de tener importancia a la hora de solucionar los problemas que unas y otras podiacutean provocar

El traacutefico de oficios alcanzoacute con decisiones como las sentildealadas una in-tensidad inusitada Como es bien sabido lo que la Corona habiacutea impulsa-do en 1543 fue un doble proceso de acrecentamiento y de perpetuacioacuten de cargos concejiles No soacutelo aumentoacute el nuacutemero de oficios existentes en las ciudades y villas del reino sino que tambieacuten favorecioacute la conversioacuten de los que en algunas de ellas eran electivos y anuales en vitalicios y renunciables La medida justificada habitualmente en teacuterminos financieros teniacutea tambieacuten fuertes implicaciones sociales y auacuten poliacuteticas aspectos estos en cuyo anaacutelisis no puedo detenerme aquiacute La Corona en cualquier caso procedioacute ademaacutes a crear oficios nuevos o a redefinir las funciones de los ya existentes Asiacute ocurrioacute por ejemplo con los de depositario general fiel ejecutor o alfeacuterez mayor El reino reaccionoacute con abierta reticencia a esta poliacutetica Las Cortes de-nunciaban por ejemplo que los acrecentamientos habiacutean permitido acceder a los regimientos a personas no idoacuteneas para esos cargos20 Tambieacuten se deciacutea

19 AGS Diversos de Castilla (en adelante DC) leg 47 fol 33 Puede verse copia de la ceacutedula real ordenando las ampliaciones en la carta dirigida a las ciudades de Coruntildea y Betanzos 30 de marzo de 1545 Ver tambieacuten AGS CJHordf leg 17 fol 48 Memorial del Consejo de Hacienda y resolucioacuten del Consejo de Estado de 11 de julio de 1544

20 Las Cortes de 1548 inmediatamente despueacutes de ultimado el primer acrecentamiento de oficios significaban al rey que ldquomuchos mercaderes y tratantes puacuteblicos para poder usar sus mercaduriacuteas com-pran oficios de regimiento y juraderiacuteas en los pueblos donde tratan lo qual es en desautoridad de los ayuntamientos y causa que procuren en ellos lo que cumple a su trato maacutes que al bien de la repuacuteblica Suplicamos mande que los tales oficiales de los regimientos y cabildos que tuvieren tiendas y tratos puacuteblicos los dexen y que de aquiacute adelante no dejen tener los semejantes tratantes los dichos oficios si no fueren los que sirivieren en las causas realesrdquo Actas de las Cortes de los Antiguos Reinos de Leoacuten y Castilla publicadas por la Real Academia de la Historia (en adelante CLC) Madrid 1905 V Cortes de 1548 cap 147 p 443 Otras peticiones en el mismo sentido se hicieron en las Cortes de 1555 (CLC V cap 49 p 521) y de 1559 (CLC V cap 63 p 839) asiacute como en las de 1566 Ver Actas de las Cortes de

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que sobre todo en los pueblos donde los oficios de regidor habiacutean pasado de ser antildeales a perpetuos sus titulares se serviacutean de ellos para ensentildeorearse de los pueblos Una visita de los gobiernos concejiles ordenada en 1554 por el entonces priacutencipe Felipe se expresaba en estos precisos teacuterminos y termina-ba reivindicando la vuelta a las regiduriacuteas anuales y electivas alliacute donde las habiacutea habido21 El reino por su parte no cesoacute de solicitar el consumo de los oficios acrecentados Las Cortes de 154422 1548 1555 155823 1563 1566 1573 1581 1583 1586 o 159224 presentaron al rey diversos capiacutetulos en este sentido Tambieacuten se solicitoacute la supresioacuten de los nuevamente creados permitiendo a los pueblos la posibilidad de recuperarlos por el tanto para que los regimientos pudieran distribuirlos entre sus miembros por turno o rueda Las Cortes de 1573 1576 y 157925 por ejemplo elevaron capiacutetulos al rey para que se consumieran los oficios de depositario general mientras que las de 1570 y 1573 hicieron lo mismo con los de fiel ejecutor y las 1558 1563 1576 y 1579 con los de alfeacuterez mayor2627 Particular objeto de debate fue asi-mismo la retroversioacuten a antildeales en los lugares pequentildeos de los oficios que se habiacutean perpetuado pretensioacuten eacutesta que favoreciacutean las Cortes pero a la que se oponiacutean quienes pensaban que su aplicacioacuten pondriacutea a las aldeas afectadas en manos de los regidores de las ciudades y villas de las que dependiacutean Si asiacute se haciacutea aseguraban se les estariacutea dando la oportunidad de hacer elegir

Castilla publicadas por el Congreso de los Diputados (en adelante ACC) Madrid 1861 II cap 50 p 453 1570 (ACC III cap 74 p 408) 1576 (ACC V cap 39 p 572 y 1592 (ACC XVI cap 58 p 664)

21 AGS Caacutemara de Castilla Leg 2764

22 CLC V Cortes de 1544 cap 5 p 307 Se incorporoacute como ley a la NR ley 14 tiacutet III lib VII

23 CLC V Cortes de 1548 cap 75 p 400 Cortes de 155 cap 15 p 634 Cortes de 1558 cap 8 p 734

24 ACC I Cortes de 1563 cap 31 p 347-348 ACC II Cortes de 1566-67 cap 6 p 418 Cortes de 1573 ACC IV cap 5 p 423 ACC VI Cortes de 1579-1581 p 813 ACC VII Cortes de 1583-85 cap 42 p 820 Cortes de 1586-1588 ACC IX cap 16 p 401

25 ACC I cap 30 p 346 Cortes de 1579-1582 ACC VI cap 6 p 814

26 ACC III cap 6 Cortes de 1570 p 360 ACC IV cap 5 Cortes de 1573 Incorporada a la NR ley 22 tiacutet 3 lib 7

27 CLC V Cortes de 1558 peticioacuten 8 p 734 ACC I Cortes de 1563 peticioacuten 31 p 347 V Cortes de 1576 peticioacuten 56 p 590 VI Cortes de 1579 peticioacuten 95 p 881 Incorporada a la NR ley 24 tiacutet 3 lib7

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

entre sus deudos clientes o amigos y en perjuicio del comuacuten de los vecinos a quienes habiacutean de ocupar unos cargos que volviacutean a ser antildeales y electivos El clamor contra los acrecentamientos acabariacutea llevando finalmente a Felipe II a ordenar en las Cortes de Madrid de 1586 que los pueblos pudieran tomar por el tanto los oficios vendidos ldquoprecediendo en el nuestro Consejo la infor-macioacuten necesaria y justificadardquo28 Es maacutes arbitristas como Goacutemez Bedoya llegaron a proponer en los antildeos 90 el consumo ldquopor junto y por mayorrdquo de todos los oficios acrecentados para volver a instaurar la plantilla que habiacutea existido en las ciudades y villas del reino en 154029

No conviene sin embargo exagerar el alcance de estas peticiones Bas-te con decir para comprobarlo que los tanteos a los que se referiacutea la ley de 1586 soacutelo se aplicaron en los lugares de menos de 500 vecinos Es cierto no obstante que el reino impuso como condicioacuten del servicio de millones de 1601 que no se crearan maacutes oficios y que se procediera al consumo de los acrecentados hasta reponer su nuacutemero antiguo30 Tambieacuten lo es que el enun-ciado de los oficios que habiacutean de ser consumidos se iba haciendo cada vez maacutes prolijo de servicio en servicio para reducir asiacute el margen de accioacuten de la Corona si pretendiacutea burlar esa exigencia El consumo sin embargo no habiacutea de ejecutarse de golpe sino a medida que los oficios fueran quedando vacan-tes pero esto como ya habiacutea sentildealado Goacutemez Bedoya cuando comentaba lo que se habiacutea discutido a este respecto en las Cortes precedentes era algo que ldquojamaacutes o por maravillardquo ocurriacutea si sus titulares cumpliacutean escrupulosamente con las formalidades del derecho en el momento de renunciarlos En defini-tiva el acrecentamiento de oficios pese a las criacuteticas que despertoacute siempre habiacutea permitido a las eacutelites dirigentes renovarse como grupo de poder y las renuncias les habiacutean servido como instrumento con el que perpetuarse en el ejercicio del poder No habiacutea motivo alguno entonces para renunciar a lo primero y dejar de explotar las posibilidades de lo segundo Es precisamente esto lo que habiacutean venido pidiendo las Cortes desde 1432 cuando se limitoacute el consumo de oficios tan soacutelo a los que fueran quedando vacantes por muerte o privacioacuten pero no por renuncia Cuando Felipe III cuya potestad de proceder

28 NR ley 23 tiacutet 3 lib 7

29 BN Varios Especiales 2111 fols 361-368

30 ACC XIX condicioacuten 17 p 692 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

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a nuevas enajenaciones se habiacutea visto severamente limitada por las condicio-nes de millones optoacute alternativamente por vender perpetuaciones de los que eran vitalicios y renunciables ndashrecueacuterdese que esto ya se habiacutea intentado en 1544ndash el ciclo a favor de la consolidacioacuten de los grupos de poder en los regi-mientos castellanos dio un nuevo y definitivo giro Las leyes o mejor auacuten la interpretacioacuten de las mismas se moldeaban de esta forma en funcioacuten de las necesidades de los reyes y de las aspiraciones de los suacutebditos

Tal circunstancia se veiacutea ademaacutes favorecida por la ya comentada es-casez y poca concrecioacuten de la legislacioacuten existente en Castilla en lo que se refiere a la regulacioacuten del traacutefico de oficios La doctrina la costumbre o la jurisprudencia supliacutean habitualmente la falta de una normativa clara al res-pecto31 En efecto hay que partir de la base de que el proceso de venta y patri-monializacioacuten de los oficios municipales podiacutea revestir significados diversos o hacer referencia a situaciones heterogeacuteneas con implicaciones diversas en cada caso especialmente en el plano juriacutedico circunstancia eacutesta que no pue-de ignorarse32 Los documentos a veces no son suficientemente claros a este respecto pero otras muchas sentildealan o sugieren situaciones diferenciadas cuando distinguen entre la enajenacioacuten de la propiedad o del usufructo de un oficio cuando especifican que lo que se ha producido es una venta ldquoen empe-ntildeo al quitarrdquo o cuando diferencian entre oficios vendidos o beneficiados teacuter-minos estos uacuteltimos que para algunos son sinoacutenimos mientras que para otros sirven para designar situaciones distintas y especiacuteficas en la medida en que la posicioacuten de compradores y vendedores respecto al oficio de que se tratara no era obviamente la misma en uno y otro caso3334 Por otro lado si hablamos

31 Este aspecto del problema verdaderamente crucial para entender la problemaacutetica en torno al traacutefico de oficios en Castilla y no siempre puesto en valor en los estudios disponibles sobre el tema fue sentildealado hace tiempo por Tomaacutes y Valiente (1982a p 154 y ss)

32 Mariacutea Loacutepez Diacuteaz ha subrayado a este respecto la pluralidad de formas con las que se podiacutea revestir la apropiacioacuten y transmisioacuten de cargos ldquoventas simples herencias abintestatos sujeciones a censo posesioacuten mancomunada fundacioacuten de patronato ejecucioacuten por deudas confiscacioacuten o embargo posesioacuten por parte de personas juriacutedicas etcrdquo Ver Loacutepez Diacuteaz (2013 p181)

33 Ver las precisiones que hace a este respecto Dedieu (2011 pp 29-45) Ver tambieacuten en este mismo libro el trabajo de Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 130 y ss)

34 Ver Andujar Castillo (2011 pp 63-82 2004) No obstante ver las matizaciones que a esa interpretacioacuten ha hecho Loacutepez Diacuteaz (2009 pp 557-570)

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de enajenacioacuten de cargos puacuteblicos tampoco puede olvidarse el hecho de que la Corona no perdiacutea necesariamente siempre todas las posibilidades de recu-perar los que hubiera vendido y de hecho cuando lo estimoacute oportuno pudo propiciar procesos de incorporacioacuten de los que consideraba indebidamente enajenados Tampoco era la compra la uacutenica viacutea de acceso a los cargos puacutebli-cos35 El rey podiacutea crearlos y hacer merced de ellos a cualquiera de sus suacuteb-ditos en recompensa a los servicios que se le hubieran prestado ya fuera sin contraprestacioacuten econoacutemica o con ella que en este uacuteltimo caso no era consi-derada como expresioacuten del precio del oficio recibido sino como un servicio que el beneficiario ofreciacutea al monarca en contrapartida a la gracia obtenida

Se ha subrayado al respecto la frecuencia con la que es posible encontrar en las actas de las Cortes quejas presentadas por las ciudades o por sus procu-radores alertando al reino de que se habiacutea vendido en tal o cual lugar o distrito oficios municipales o que se teniacutea la intencioacuten de hacerlo pese a lo expresado en las condiciones de millones y supuestamente en flagrante violacioacuten de las mismas (Marcos Martiacuten 2007 pp 13-35 2011 pp 85-119) Es obvio sin embargo que el hecho de que los procuradores o las ciudades denunciaran ante las Cortes la intencioacuten del Consejo de Hacienda o del de Caacutemara de poner a la venta oficios de regidor o de distribuirlos a tiacutetulo de merced o que se hablara de que personas concretas estaban dispuestas a comprarlos o a recibirlos no es indicio suficiente para concluir que tales tentativas terminaran por consumarse siempre Hubo ventas acrecentamientos o concesiones a tiacutetulo de merced de oficios municipales que en la opinioacuten de los propios letrados del Reino no violaban las condiciones de millones por lo que no podiacutean ser recusadas y otras que llegaron a ser revocadas precisamente por la razoacuten contraria36 Las decisiones tomadas por el rey o por sus consejos al respecto pese a las quejas

35 Analiza estos problemas sobre todo en lo que se refiere al siglo XVIII Loacutepez Diacuteaz (2012 pp 213-236)

36 Entre las primeras cabe destacar el caso de don Rodrigo Puxmariacuten que pretendiacutea la vara de alguacil mayor de Murcia del que hablaremos maacutes adelante Otro caso maacutes complejo y de resultado incierto es la venta en 1602 de dos regiduriacuteas y otras tantas juraderiacuteas de Cartagena Sabemos que inicialmente el caso se llevoacute al Consejo y que se esperaba sentencia favorable al consumo de estos oficios al antildeo siguiente El pleito no se habiacutea resuelto todaviacutea en 1608 Tenemos constancia que el comprador de una de las juraderiacuteas fue desposeiacutedo del cargo por sentencia del Consejo aunque tras el fallecimiento del titular del oficio y el abandono de la causa por la ciudad el tal oficio le seriacutea restituido a los herederos ACC XXIV p 129 AGS CJH libro

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que pudieran despertar no eran siempre por lo tanto contrarias a derecho y desde luego tampoco eran siempre inamovibles si se apelaba de ellas por la viacutea jurisdiccional

Pero es maacutes dejando de lado estos casos iquestcuaacutentas de las quejas formu-ladas se refieren a ventas o a acrecentamientos realmente efectuados contra lo establecido en las escrituras Con los datos disponibles hasta el momento no es posible saberlo con caraacutecter general Habriacutea que seguir cada denuncia para llegar a conclusiones concretas pero por referirme soacutelo a unos cuantos casos que he podido contrastar en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro del Archivo de Simancas es posible afirmar que no llegaron a mate-rializarse las ventas de los oficios de regidor nuevamente creados que seguacuten se comunicaba a las Cortes a principios del siglo XVII se queriacutean vender por entonces en Murcia en Coacuterdoba en Salamanca o en Eacutecija por poner soacutelo unos ejemplos37 Sabemos por otro lado sobre fuentes locales que durante el reinado de Felipe III no se produjo el acrecentamiento de ninguacuten oficio de regidor en Cuenca Toledo u Orense y que en el reino de Granada se observa por la misma eacutepoca y aun hasta 1630 momento en el que se inicia un nue-vo ciclo de ventas previa licencia del reino un significativo descenso en el nuacutemero de oficios vendidos38 Por su parte en 1600 y 1602 se acrecentaron sendos oficios de regidor en Valladolid y Madrid pero los recibioacute a tiacutetulo de merced el duque de Lerma En 1612 el conde de Gondomar recibiriacutea otro maacutes tambieacuten como merced en la primera de las ciudades citadas (Gutieacuterrez Alonso 1989 p 303 Guerrero Mayllo 1993 p 97)

Otras veces las Actas de las Cortes de Castilla registran asimismo noticias en torno a la concesioacuten o a la intencioacuten de hacerlo de otros cargos de perfil muy especiacutefico En su mayor parte se trata de provisiones hechas por el rey asimismo a tiacutetulo de merced a personajes de su confianza El todopoderoso

37 AGS Direccioacuten General del Tesoro Inv 24 leg 321 fol 46 y 48 (Coacuterdoba y Eacutecija) leg 322 fol 14 y 48 (Murcia y Salamanca) Tampoco parece que hubo ventas de oficios acrecentados en estos antildeos en Jaeacuten Leoacuten Loja Lorca legs 321 fols 59 66 68 y 69 o Segovia leg 322 fol 38

38 En Cuenca todos los oficios que se proveyeron entre 1600 y 1630 lo fueron por renuncia Ver Moya Pinedo 2002 pp 144-166 Aranda Peacuterez 1999 p 159 En el Reino de Granada se pueden contabilizar entre 1601 y 1625 tan soacutelo10 ventas frente a 360 en 1575-1600 y 142 en 1626-1650 En Orense antes de 1630 soacutelo se registra la perpetuacioacuten en 1616 y 1626 de sendas regiduriacuteas Los acrecen-tamientos son posteriores a 1630 Ver Loacutepez Diacuteaz 2002 p 237 Soria Mesa 2011 p 750

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duque de Lerma por ejemplo recibioacute ademaacutes de las dos regiduriacuteas de Va-lladolid y Madrid antes referidas la alcaidiacutea de hijosdalgo de Antequera o la tenencia de los alcaacutezares reales de Toledo puerta y puentes con voz y voto en el ayuntamiento para siacute y para su teniente en su ausencia contando para ello con el entusiaacutestico consentimiento del reino39 El Duque del Infantado por su parte obtuvo en 1608 la merced de que dos oficios vinculados a su casa el de alcalde de los padrones y el de los alcaacutezares del regimiento de Guada-lajara pudieran tener tenientes con voz y voto lo que se entendioacute equivaliacutea a crear otros dos oficios nuevos en el ayuntamiento de la ciudad40 Tambieacuten el famoso don Rodrigo Calderoacuten que ya en 1608 habiacutea intentado conseguir del rey a tiacutetulo de merced el oficio de Guarda Mayor de los montes y dehesas de la ciudad de Plasencia y su tierra pretensioacuten a la que no se opuso el reino aspiroacute tambieacuten en 1611 al cargo de Correo Mayor de Valladolid41 Otras veces nos encontramos con ventas de oficios a los que se les agregoacute la preeminen-cia de tener entrada en el ayuntamiento con plenos derechos Tal es el caso por ejemplo de Jeroacutenimo de Barrionuevo que comproacute en 1609 por 160000 ducados el cargo de tesorero mayor de la Casa de Moneda de Sevilla con voz y voto en el ayuntamiento que habiacutea quedado vacante42

Los registros en los que se asentaban los oficios ldquovacosrdquo que estaban a disposicioacuten de la Caacutemara podriacutean darnos informacioacuten maacutes detallada al res-pecto Todaviacutea disto de haber expurgado al completo tan voluminosa docu-mentacioacuten pero los datos de que dispongo hasta el momento indican que entre 1602 y 1604 se vendieron oficios que habiacutean quedado vacantes por muerte de su titular lo que en principio habriacutea supuesto una violacioacuten de lo establecido en las escrituras del primer servicio de millones43 No obstante antes de llegar a semejante conclusioacuten habriacutea que saber si los regimientos

39 El Reino se apresuroacute a aprobar esta merced en cuanto se le requirioacute a que lo hiciera alegando ldquoque se haga a la letra lo contenido en la dicha proposicioacutenrdquo

40 ACC XXIV pp 248 256 307 XXV p 52 60 65

41 Al menos el reino no secundoacute la peticioacuten de la ciudad de Plasencia de que la secundara en contradecir tal pretensioacuten ACC XXIV p 277

42 ACC XXIV p 277 y XXV pp 315 324

43 AGS CJHordf Libros de Relacioacuten Libro 27 Oficios vacos desde 1596 a 1606 de que se dispone por el Consejo de la Caacutemara

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vendidos en esos antildeos eran antiguos esto es los existentes antes de 1543 o se trataba por el contrario de los acrecentados despueacutes de esa fecha No conviene olvidar a este respecto que la escritura del servicio de 1601 soacutelo haciacutea mencioacuten expresa al consumo de estos uacuteltimos y que la obligacioacuten de extenderlo a los de nueva creacioacuten soacutelo empezoacute a exigirse a partir de 160844 Esas mismas escrituras ordenaban tambieacuten el consumo de las escribaniacuteas de nuacutemero acrecentadas desde 1540 ldquocomo fueren vacandordquo hasta llegar al nuacutemero originario No obstante en aparente contradiccioacuten con esa norma son numerosos los registros que podemos encontrar en la documentacioacuten manejada relativos a ventas de escribaniacuteas No obstante tampoco en este caso podemos llegar a afirmar que todas ellas fueran ilegales ya que en los tiacutetulos expedidos a este respecto se hace a veces expresa mencioacuten al hecho de que la escribaniacutea en cuestioacuten se creaba porque hasta entonces no la habiacutea habido en el lugar de que se tratara Nada habiacutea de reprobable por tanto en esas ventas Otras veces el registro se limita a consignar la mera provisioacuten del oficio en cuestioacuten en tal o cual lugar pero la entidad de las poblaciones afectadas permite sospechar que era la primera vez que se creaban escriba-niacuteas en ellas Por su parte los Libros del Consejo de Hacienda nos propor-cionan informacioacuten complementaria esta vez sobre los oficios enajenados Pues bien el correspondiente a 1602 registra tambieacuten la venta de alguna regi-duriacutea pero en varios casos se trata de las acrecentadas antes de la concesioacuten el antildeo anterior del servicio de millones y en otros no se especifica que fueran de nueva creacioacuten No constan en esos Libros nuevas enajenaciones en 1603 y soacutelo la de dos en 1604 sendos oficios de regidor de la villa de Helliacuten que habiacutea que contar entre los que ldquose vendieron el antildeo de 1600 antes de la con-

44 La escritura de 1601 deciacutea asiacute ldquoQue se vayan consumiendo los oficios de veinticuatriacuteas regi-mientos juraderiacuteas y otros que se han acrecentado como fueren vacando hasta quedar en el nuacutemero que habiacutea en el antildeo pasado de 1540rdquo Condicioacuten elevada a ley NR ley 26 tiacutet 3 lib 7 ACC XIX p 692 La de 1608 precisaba ldquoque se vayan consumiendo los oficios de veintiquatriacuteas regimientos juraderiacuteas y otros qualesquier oficios que tengan voz y voto en el ayuntamiento aunque en nombre no sean veinticuatriacuteas ni regimientos y que como fueren vacando asiacute los oficios antiguos como los acre-centados despueacutes del antildeo de 1540 hasta aquiacute en el nuacutemero de oficios que teniacutean las ciudades villas y lugares de estos reinos el dicho antildeo sin que se pueda hacer ni haga diferencia entre los oficios antiguos y los que se antildeadieron despueacutes del dicho antildeordquo (en cursiva los paacuterrafos antildeadidos en 1608) ACC XXIV pp 778-779 La condicioacuten quedoacute incorporada a la NR ley 30 tiacutet 3 lib 7 Estaacute claro que el rey habiacutea aprovechado en su beneficio las imprecisiones de la primera escritura

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cesioacuten de los millonesrdquo45 Lo mismo podemos decir de otros cuatro oficios del mismo tipo que se enajenaron en 1609 en cada una de las villas de Tobarra Munera y El Bonillo y de uno maacutes al antildeo siguiente en Villarrobledo46

Por otro lado el siempre controvertido tema de la conversioacuten de oficios antildeales en perpetuos o a la inversa dio lugar tambieacuten a intensos debates en las Cortes La escritura de millones de 1601 habiacutea autorizado el consumo de los perpetuos en las villas y lugares de hasta 500 vecinos y tal decisioacuten fue elevada al rango de ley por Felipe III47 Sin embargo las Cortes recibieron informacioacuten en 1603 de que el Consejo de Hacienda trataba de consumir hasta treinta y cinco regiduriacuteas perpetuas en Badajoz y que vecinos particulares de Chinchilla Alcaraz Almansa y Villarrobledo intentaban ante ese mismo Consejo ldquoque se consuman los oficios perpetuos de regimientordquo El problema estaba en que la poblacioacuten de cada uno de esos lugares oscilaba entre los 1500 y los 4000 vecinos muy por encima por tanto del liacutemite previsto en las condiciones de millones Como cabiacutea esperar el reino se opuso a esa pretensioacuten manejando argumentos muy manidos y no del todo sinceros La operacioacuten deciacutean los pro-curadores resultariacutea muy costosa al tener que pagarse a los titulares de los oficios que se queriacutean consumir lo que habiacutean invertido al comprarlos a cuenta de los propios de los consejos vendiendo censos con esa garantiacutea o imponien-do sisas Tambieacuten se sentildealaba la supuesta falta de ldquoexperiencia y cienciardquo de los que fueran elegidos para cargos que pasaban a ser anuales48 Pues bien el reino tratariacutea de zanjar la cuestioacuten exigiendo en la escritura de 1608 que el Consejo de Hacienda no admitiera ninguna propuesta que se le formulase por las ciudades villas y lugares del reino para comprar u ofrecer dinero ldquoporque siendo los oficios de regimiento de los tales lugares antildeales se vuelvan perpetuos y al contrariordquo49 No se haciacutea mencioacuten alguna al tamantildeo de esas poblaciones

45 No obstante en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro se especifica la venta en 1603 de un oficio de regidor acrecentado a favor de Pedro Diacuteaz Franco que pagoacute por eacutel 1400 ducados AGS DGT Inventario 24 leg 322 fol 47 Tambieacuten en 1603 se hizo merced a Pedro de Soto de un oficio de regimiento que vacoacute por muerte de don Bartolomeacute de Salvatierra leg 322 fol 30

46 AGS CJHordf Libro 378 fol 70v

47 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

48 ACC XXI pp 435 y 441 16 y 19 de junio de 1603

49 Escritura del servicio de 175 millones otorgada el 22 de noviembre de 1608 ACC XXIV pp 779-780 Lo dispuesto entonces se reproduciriacutea en la condicioacuten 29 del quinto geacutenero de la escritura del

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La decisioacuten afectaba por tanto a todas ellas Conviene subrayar sin embargo que la medida se tomaba despueacutes de que el antildeo anterior se hubiese procedido en numerosas poblaciones grandes o pequentildeas enclavadas sobre todo en terri-torios bajo la jurisdiccioacuten de la Orden de Santiago y a peticioacuten de sus vecinos reunidos para ello en cabildo abierto a la provisioacuten de regiduriacuteas perpetuas en lugar de las antildeales con las que se habiacutean regido en los uacuteltimos antildeos Era esto justo lo contrario de lo que se acabariacutea disponiendo apenas un antildeo despueacutes50 Es cierto que en 1612 tambieacuten se autorizaba la conversioacuten en perpetuas de las regiduriacuteas antildeales de Tarifa No obstante tambieacuten en este caso hay que subrayar que la ceacutedula real por la que se ordenaba la operacioacuten la justificaba apelando al hecho de que desde que la villa fue incorporada a la corona real habiacutea co-rrespondido a su corregidor el nombramiento cada antildeo de todos los oficios de regidor alfeacuterez mayor depositario general jurado procurador y escribano El rey considerando que debiacutean ser renunciables y ejercerse con tiacutetulo real pro-cedioacute a su creacioacuten y venta51

Hay por tanto enajenaciones que pueden ser explicadas en funcioacuten de circunstancias de diversa naturaleza sin que deban ser consideradas abier-tamente ilegales Existen desde luego otras que a falta de mayor informa-cioacuten parecen difiacutecilmente explicables teniendo en cuenta las restricciones legales existentes al respecto Tal es el caso de la alcaidiacutea de la fortaleza de Antequera que comproacute don Diego de Narvaacuteez con la preeminencia de poder llevar cuatro alabarderos y dos su teniente con facultad de poder en-trar en el ayuntamiento con voz y voto Los letrados del reino encontraron

servicio de l8 millones otorgada el 28 de agosto de 1619 Importa subrayar sin embargo que si bien en la primera escritura era soacutelo el Consejo de Hacienda al que se le prohibiacutea aceptar o impulsar opera-ciones de este tipo en la de 1619 se extendiacutea la prohibicioacuten al Consejo Real y al de Caacutemara Eran por tanto diversas las viacuteas por las que circulaban las ventas puacuteblicas de oficios ACC XXXIV p 93-94

50 AGS CJHordf Libro 378 fol 19 y ss El Libro incluye provisioacuten de numerosos oficios perpe-tuos en Meacuterida y otras muchas villas enclavadas en el territorio de las Oacuterdenes Estos lugares habiacutean recibido previamente en 1599 el privilegio de no gobernarse por regidores perpetuos sino antildeales que ahora era revocado

51 AGS CJHordf libro 379 fol 23 En 1615 se tiene noticia en el reino de que se trataba de pasar de antildeales a perpetuos 12 oficios de regidor de la villa de Vara del Rey y de que el tema se estaba sustan-ciando en la Caacutemara Jorge de Tovar secretario del Rey desaconsejaba que el reino se entrometiera en el asunto por no ser el intento contra las condiciones de millones Que las partes siguieran su justicia ACC XXVIII p 307

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que el referido nombramiento vulneraba por tres motivos las condiciones de millones se daba nuevo voto en el ayuntamiento al teniente se antildeadiacutea en el regimiento al alcaide con asiento y se concediacutea el oficio a tiacutetulo de perpetuo esto es sin posibilidad de que pudiera quedar vacante Es por esto por lo que los procuradores decidieron contradecirlo Parece sin embargo que no lograron impedirlo (Fernaacutendez 1842 p 275)52 Los Libros del Consejo de Hacienda incluyen tambieacuten otros casos de provisioacuten de oficios acrecentados sin justificacioacuten de las circunstancias que movieron a hacerlo Los casos que he podido localizar en la documentacioacuten consultada son en cualquier caso bastante escasos tres en la isla de la Palma en 1607 1610 y 1620 tres en la de Tenerife en 1603 1611 y 1612 dos veinticuatriacuteas en Jerez de la Frontera una de ellas consumida por el tanto en 1608 o la tenencia de la fortaleza de Maacutelaga ese mismo antildeo53

No pretendo afirmar con esto que las condiciones de millones se cum-plieron siempre de forma estricta En mi opinioacuten seriacutea erroacuteneo esperarlo En realidad ni siquiera seriacutea concebible que se pretendiera lograrlo Y esto no soacutelo por el amiguismo y la corrupcioacuten tan extendida en la eacutepoca y que siem-pre jugoacute a favor de los poderosos cuyo significado en cualquier caso hay que interpretar cuidadosamente en funcioacuten de los presupuestos de la cultura poliacutetica vigente por entonces No en balde era capaz aqueacutella de compatibili-zar sin demasiados dramatismos la ley con la gracia partiendo del conven-cimiento de que una y otra eran formas diversas y complementarias de servir a la justicia Es por esto por lo que a falta de mayores precisiones sobre las circunstancias que rodearon cada operacioacuten no deberiacutean considerarse en principio contrarias a las condiciones de millones las ventas de oficios puacute-blicos autorizadas por el propio reino a peticioacuten del rey de las ciudades o de las mismas Cortes o los acrecentamientos de oficios hechos por el monarca a tiacutetulo de merced Como sentildealaban los letrados del reino al ser requeridos sobre la licitud de que se hiciera merced a Rodrigo Puxmariacuten de la vara de Alguacil Mayor de Murcia el rey al aceptar las condiciones de millones

52 ACC XXII pp 260 y 262

53 La otra regiduriacutea vendida en Jerez de la Frontera tiene un caraacutecter especial Fue concedida al duque de Lerma a tiacutetulo de merced y revertida despueacutes a la Corona que acaboacute adjudicaacutendola En todo el siglo XVII se acrecentaron en la ciudad 13 veinticuatriacuteas una en 1608 y todas las demaacutes despueacutes de 1635 (Gonzaacutelez Beltraacuten 2001 pp 355-384)

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soacutelo se habiacutea privado de dos ldquoespecies de enajenacioacutenrdquo de la de vender y de la de empentildear pero le quedaba la de hacer gracia y merced del oficio coacutemo cuaacutendo y por el tiempo que quisiere

(hellip) asiacute porque la prohibicioacuten de los dos casos especiales excluye la de gracia

y donacioacuten y al reveacutes como porque por ser caso omitido quedoacute en disposicioacuten

del derecho comuacuten y por ser cosa odiosa el privarse SM del poder que teniacutea para

disponer de los dichos oficios a su voluntad no se puede extender a maacutes casos

de los expresados en la prohibicioacuten principalmente que por ser la condicioacuten

otorgada por contrato cuyas palabras se han de entender estrechamente no han

de extenderse a maacutes de lo que suenan ni a caso semejante aunque sea de igual

razoacuten y se ha de interpretar contra el contrayente que se funda en cualesquier pa-

labras del contrato porque pudo con claridad expresar todo lo que le conveniacutea54

Por otro lado las ventas ldquoen empentildeo al quitarrdquo no pueden ser interpreta-das como enajenaciones en sentido estricto como tampoco deberiacutea daacutersele el mismo significado a la venta de un oficio nuevo y a la perpetuacioacuten de otro preexistente praacutectica esta uacuteltima que fue promovida por el rey a partir de 161355 El soberano y sus ministros soliacutean invocar ademaacutes con frecuencia el principio de la necesidad para justificar decisiones que pudieran ir incluso contra las leyes La Junta de Cortes por ejemplo llegoacute a decir a este respecto en 1655 que ldquola obligacioacuten de la defensa procede del derecho natural y per-mite y hace liacutecito todo lo que no es intriacutensecamente malordquo (Danvila 1890 p 250) Con este lapidario razonamiento la Junta trataba de argumentar a favor del uso de determinados arbitrios incluso sin haber sido previamente sometidos a la aprobacioacuten del reino Despueacutes de todo si seguacuten se deciacutea los impuestos para ser exigibles habiacutean de obedecer a una causa justifica-

54 Los letrados del reino concluiacutean que ldquoel reino no puede contradecir esta merced con color alguno de justicia ni la tiene para salir con ellordquo Podraacute a lo sumo suplicar a SM que le haga merced de otra cosa o que mande que para adelante no se hagan semejantes mercedes ACC XXV pp 88 96 98 100 143 543 551

55 La perpetuacioacuten de los oficios concejiles se habiacutea intentado sin eacutexito en 1544 En 1613 la propues-ta vuelve a plantearse El rey pretendiacutea la perpetuacioacuten de todos los oficios renunciables sirvieacutendole con la tercera parte de su valor El reino se opuso por considerarlo contrario a las condiciones de millones pero no lo pudo impedir Archivo Congreso de los Diputados Libros de Acuerdos 7 de septiembre de 1613

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da podriacutea arguumlirse como ya habiacutea apuntado Bodino siguiendo en esto a los claacutesicos que nada habiacutea maacutes justo que lo que era necesario Pero aun asiacute el imperativo de la necesidad deberiacutea ser entendido como un elemento constitu-tivo junto a otros del sistema poliacutetico vigente y no como un algo extrantildeo al mismo o disentildeado para destruirlo Quiero decir en definitiva que seriacutea exce-sivo atribuir al rey la intencioacuten de suscribir acuerdos para incumplirlos acto seguido en la praacutectica ordinaria de gobierno Cierto es que esto podiacutea llegar a suceder y de hecho ocurrioacute pero se hizo siempre apelando formalmente a circunstancias extraordinarias y por medio de decisiones que se entendiacutean como acciones puntuales que alteraban excepcionalmente la vigencia de los acuerdos a los que se hubiera llegado pero sin pretender con ello abolirlos Otra cosa es desde luego que la acumulacioacuten de decisiones de este tipo jus-tificadas a corto plazo en virtud de circunstancias especiacuteficas pudiera llegar a desnaturalizar a largo plazo el sentido o el contenido de los acuerdos que se suscribieran entre el rey y el reino y con ello en uacuteltimo extremo a privar de efecto alguno al acuerdo mismo Pero interpretar cada accioacuten real en el aacutembi-to que estamos comentando soacutelo desde este punto de vista implicariacutea mezclar dos planos temporales que en realidad actuaron de forma disociada con el riesgo de distorsionar al hacerlo la comprensioacuten de lo sucedido en cada mo-mento En cualquier caso con los datos disponibles parece poder afirmarse sin demasiados problemas que las condiciones de millones tuvieron un grado de cumplimiento maacutes que razonable

La discusioacuten en torno a la legalidad del acrecentamiento y venta de los cargos municipales se enfrenta por tanto a muchos puntos oscuros sobre los que habriacutea que debatir antes de llegar a conclusiones definitivas Desde luego para los contemporaacuteneos el tema era poleacutemico Se explican asiacute los intensos debates que se produjeron en las Cortes en torno a este problema entre los procuradores y los ministros reales o los propios letrados del reino Es tambieacuten por ello perfectamente comprensible el papel que se reservoacute a los jueces en la solucioacuten de estos problemas y que lo hicieran en funcioacuten de una complejiacutesima casuiacutestica que se aplicaba caso por caso seguacuten las circunstan-cias que les eran propias y no soacutelo trasponiendo de forma riacutegida las normas generales existentes al respecto Hemos tenido la ocasioacuten de comprobarlo En efecto la escritura de 1601 estipulaba taxativamente el consumo de todos los de regidor y jurado acrecentados ldquocomo fuesen quedando vacantesrdquo hasta

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

llegar al nuacutemero de los existentes en 1543 y junto a ello prohibiacutea tambieacuten que se realizaran nuevas ventas Ahora bien iquestsignificaba esto que quedaban tambieacuten vetadas las de los oficios antiguos esto es los creados antes de 1543 que tambieacuten fueran quedando vacos Por otro lado iquestera contraria a las es-crituras de millones la creacioacuten y venta de oficios nuevos o distintos a los de regidor jurado o escribano los uacutenicos expresamente mencionados como susceptibles de consumo en las primeras escrituras de millones Que se recu-rriera a crear oficios nuevos nunca antes existentes para ponerlos en venta denota la voluntad de la Corona por explorar alternativas no previstas en los compromisos anteriores O por mejor decir los interrogantes planteados demuestran las sinuosas viacuteas por las que circulaban el rey y sus Consejos para sortear las limitaciones a las que les sometiacutean las escrituras lo que en siacute mismo revela su intencioacuten de no contradecirlas frontalmente al menos hasta donde se lo permitiera la simultaacutenea y contradictoria concurrencia de los principios de gracia y de necesidad a los que tambieacuten podiacutea y debiacutea aco-modarse su accioacuten de gobierno

El rey y sus ministros no habiacutean perdido por tanto toda capacidad de accioacuten pese a lo suscrito en las condiciones de millones A la vista de esta situacioacuten al reino no le quedaba maacutes alternativa que la de adaptarse a la es-trategia real O dicho de otra forma si lo que se pretendiacutea era el consumo de los oficios municipales y el rey se las ingeniaba para dejarse expeditas viacuteas de escape por las que seguir creaacutendolos el reino no teniacutea maacutes remedio que hacer de una a otra escritura de millones una cada vez maacutes prolija relacioacuten de oficios cuyo acrecentamiento o venta queriacutea impedir o cuyo consumo pre-tendiacutea favorecer La escritura del servicio de 175 millones concedido en 1608 es particularmente significativa a este respecto Fue entonces cuando a lo establecido en la negociada previamente la del servicio de los 18 millones se antildeadieron nuevas estipulaciones que trataban de impedir iniciativas reales que amparaacutendose en la letra de la ley le habiacutean permitido crear y vender nuevos oficios sin que pudiera ser acusada de violar expresamente las condi-ciones establecidas en las escrituras precedentes Fue por ejemplo entonces cuando los procuradores consiguieron que se anulase la distincioacuten entre ofi-cios antiguos y nuevos a efectos del consumo de los que quedaran vacantes y que la norma se hiciese extensible ademaacutes a cualquier otro oficio con voz y voto en el regimiento Todo ello seriacutea ratificado aun con mayor detalle en la es-

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critura del servicio de 18 millones otorgado en 161956 Estaacute claro por tanto que siguioacute habiendo viacuteas para enajenar oficios cuando estaba prohibido hacerlo sin que esto supusiese necesariamente una violacioacuten flagrante de lo establecido en los contratos suscritos entre rey y reino a este respecto y por mucho que este uacuteltimo se sintiera agraviado por decisiones que sin incumplir la letra de la ley podiacutea entenderse que violentaban su espiacuteritu En cualquier caso las ventas de oficios puacuteblicos soacutelo se reanudariacutean con fuerza despueacutes de 1630 pero esta vez conviene subrayarlo con el previo consentimiento del reino

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Susana Truchuelo(Universidad de Cantabria Espantildea)

El marco urbano ha sido un espacio privilegiado de anaacutelisis de la doctora Mariacutea Ineacutes Carzolio una de las grandes referentes historiograacuteficas sobre el mundo concejil europeo y en particular sobre el norte de la Peniacutensula Ibeacuterica En este aacutem-bito espacial y temaacutetico los territorios vascos compartieron muchos rasgos identi-ficativos con esos otros marcos locales cantaacutebricos en particular en los periacuteodos finales de la Edad Media1 Dentro de las problemaacuteticas comunes la aspiracioacuten al buen gobierno y la intensificacioacuten de la utilizacioacuten de diversos instrumentos de tra-bajo escritos permitieron modificar el gobierno de las comunidades locales desde finales de los siglos medievales y durante la temprana Edad Moderna La difusioacuten de la cultura escrita alcanzoacute a todos los aacutembitos europeos desde el periacuteodo medie-val pero su incidencia en algunos espacios como el norte de Castilla fue tardiacutea y en ninguacuten caso excluyente ni incompatible con el mantenimiento de tradiciones de gobierno basadas en la oralidad (Chastang 2013 p 28)2

1 Proyecto de Investigacioacuten I+D+i del Ministerio de Economiacutea y Competitividad de Espantildea (MEC HAR2013-44093-P) De la lucha de bandos a la hidalguiacutea universal transformaciones so-ciales poliacuteticas e ideoloacutegicas en el Paiacutes Vasco (siglos XIV-XVI) Dir Joseacute Ramoacuten Diacuteaz de Durana

2 Siguiendo a J Goody (1977)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Las nuevas perspectivas de anaacutelisis de la cultura poliacutetica y de las re-laciones entre las estructuras de p oder y sus protagonistas durante los pe-riacuteodos bajomedieval y moderno estaacuten aportando mayor complejidad a las realidades poliacuteticas de esas eacutepocas y a las acciones de gobierno en las que coparticipaban distintas autoridades De hecho la existencia de muacuteltiples poderes con atribuciones concurrentes en el marco local que contaban con sus respectivos agentes actuantes en un mismo espacio determinoacute la aparicioacuten y difusioacuten de una pluralidad de instrumentos escriturarios do-cumentales para la definicioacuten y ejecucioacuten de las normas y de las praacutecticas de gobierno

La focalizacioacuten del estudio en espacios locales en particular en villas de reducido tamantildeo como las estudiadas por la doctora Carzolio dotadas de todos los elementos propios de las entidades privilegiadas nos permite valorar el papel de los documentos escritos en aacutembitos muy extendidos en la geografiacutea poliacutetica europea y que poseen elementos propios tanto de las grandes urbes europeas como de las pequentildeas villas que se caracterizan por enmarcarse en dinaacutemicas de complejidad administrativa maacutes limita-da Ademaacutes si el marco de anaacutelisis se centra en espacios que desarrollan paralelamente procesos de formacioacuten de estructuras territoriales maacutes am-plias (Carzolio 2010-2011 pp 137-144) ndashinsertas a su vez en el seno de monarquiacuteas complejas o compuestasndash tenemos el laboratorio idoacuteneo para valorar desde una perspectiva dinaacutemica el desarrollo de normas y praacutecticas de gobierno interno cada vez maacutes complejas y asimismo para comprender el papel de los instrumentos administrativos en la consolidacioacuten de identi-dades urbanas3

El espacio propuesto son las villas vascas de la provincia Guipuacutezcoa insertas en la corona de Castilla La localizacioacuten geo-estrateacutegica de ese es-pacio fronterizo obligaba a las autoridades locales territoriales y reales al mantenimiento de la paz interna y del buen gobierno para la consecucioacuten de una correcta y raacutepida defensa de esa pequentildea porcioacuten de terreno colindante por tierra con el Sentildeoriacuteo de Vizcaya y el reino de Navarra y por viacutea mariacuteti-

3 La cuestioacuten identitaria estaacute siendo desarrollada en particular por los medievalistas en los uacutelti-mos tiempos Una reflexioacuten sobre la multiplicidad de escrituras urbanas en el dossier coordinado por Crouzet-Pavan y Lecuppre-Desjardin (2012) y para el caso espantildeol Val Valdivieso (2006 2009-2010 2011) y Montero Maacutelaga (2012 pp121-142)

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Susana Truchuelo

ma tambieacuten con Francia Tanto las villas fundadas en la Edad Media como la propia entidad territorial que se fue forjando en la Baja Edad Media la Provincia de Guipuacutezcoa fueron las encargadas de la conservacioacuten del bien comuacuten de sus gentes a traveacutes de unas praacutecticas de gobierno que desarrollaron instrumentos escritos cada vez maacutes prolijos y complejos

Desde finales del siglo XV los agentes de las instituciones concejiles de la administracioacuten territorial y los emisarios de la autoridad real esto es los tres poderes desiguales y jeraacuterquicos que interactuaban en este aacutembito urba-no (entre otros) utilizaron con mayor intensidad la documentacioacuten escrita como instrumento en su praacutectica de gobierno A traveacutes de acciones praacutecticas y de escritos (como ordenanzas escrituras de registros informes y listas) buscaban alcanzar esas aspiraciones de bien comuacuten que uniacutean a los hombres agrupados en la civitas fuera cual fuera su tamantildeo4

Entre los mecanismos utilizados por las elites urbanas para mejorar el gobierno de las villas se encuentra la difusioacuten de ordenanzas y decretos concejiles que conllevaban una regulacioacuten normativa en aspectos poliacuteticos comerciales asistenciales fiscales culturales o sociales de la comunidad (Carzolio 2003) En el mismo sentido en la configuracioacuten y definicioacuten paralela de nuevas entidades territoriales jugoacute un papel fundamental la pro-mulgacioacuten de leyes y ordenanzas de aplicacioacuten comuacuten a todos los habitan-tes del espacio provincial por parte de su patriciado dirigente y su difusioacuten a partir de copias distribuidas entre las entidades integrantes A traveacutes de estos ejemplos de documentos administrativos se profundiza no solo en las causas motivadoras de la creacioacuten documental sino tambieacuten en la diversi-dad de agentes protagonistas en su definicioacuten y difusioacuten en el marco local territorial yo cortesano

Como sabemos las villas guipuzcoanas medievales se encontraban de-finidas desde un punto de vista juriacutedico a partir de una carta de fundacioacuten otorgada por el rey en el periacuteodo medieval y que asignaba o reconociacutea a la comunidad que albergaba la naturaleza de cuerpo poliacutetico privilegiado dotado de capacidad de autogobierno desarrollado en principio a traveacutes de un miacutenimo desarrollo institucional Se trataba de veinticinco villas fundadas

4 Se trataba de una comunidad perfecta cuyos miembros se encontraban unidos por viacutenculos morales religiosos juriacutedicos y jurisdiccionales articulados en torno a la vecindad (Carzolio 2002 pp 641-642)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

entre 1180 y 1383 por los monarcas de Castilla (salvo la primera San Se-bastiaacuten fundada por Sancho VI de Navarra) y que dirigieron una poliacutetica de ordenacioacuten territorial y de direccioacuten del espacio haciendo uso de las compe-tencias concedidas por la carta fundacional (Arizaga 1978 y 1990 Barrena 1989) El esquema organizativo interno otorgado por esa carta puebla era vago e incompleto y por ello cada comunidad urbana inicioacute un proceso de auto-organizacioacuten interna a partir del desarrollo de su propia potestad normativa5 El proceso se fundamentoacute durante mucho tiempo en praacutecti-cas cotidianas para el correcto gobierno de la comunidad no escrituradas sino ubicadas en el entorno oral y consuetudinario Para consolidar estas praacutecticas en el contexto de un espacio juriacutedico plural cada vez en mayor competencia esas normas locales que regulaban relaciones socio-econoacutemi-cas y poliacuteticas comenzaron a ponerse por escrito evitando asiacute conflictos de interpretacioacuten (Chastang 2013 p 59)

A imitacioacuten de lo sucedido en las grandes villas medievales castellanas (Ladero Quesada y Galaacuten Pentildea 1982 Ladero Quesada 1998 Franco Silva 1999) desde finales del periacuteodo medieval comenzaron a escriturarse diversas ordenanzas y decretos municipales que regulaban aspectos plurales del gobier-no comunitario La creacioacuten de nuevos oficiales el establecimiento de requi-sitos restrictivos para el acceso al gobierno la definicioacuten de atribuciones de los oficiales la provisioacuten de productos alimenticios la administracioacuten de ren-tas e ingresos o el aprovechamiento colectivo de los bienes comunales fueron cuestiones reglamentadas cada vez con mayor definicioacuten por las comunidades urbanas (en mayor medida que en los espacios rurales no privilegiados) Habi-tualmente se recogiacutean usos y costumbres transmitidos oralmente de generacioacuten en generacioacuten y se incorporaban asimismo normas aplicadas en otros espa-cios en muchos casos establecidas bajo promocioacuten real En consecuencia en particular en las pequentildeas villas la tradicioacuten oral se fue integrando al menos parcialmente en la tradicioacuten escrita lo que caracteriza la apariencia fragmen-taria que tiene la escrituracioacuten del derecho consuetudinario (Hespanha 1993a p 29) En definitiva en Guipuacutezcoa se produjo un proceso de normativizacioacuten y escrituracioacuten de diversos aspectos de la vida de la comunidad habitualmente

5 Los tratadistas entienden que la ciudad tiene potestad normativa en cuestiones especiacuteficamente urbanas entendida eacutesta como una delegacioacuten de poder real (Fortea 2000 pp 261-308) Sobre la potestad de ordenanza en Guipuacutezcoa consultar a Soria (1992 pp 27-39)

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bajo la cobertura y apoyo del poder real que buscaba impulsar la escritura en ndashlengua castellanandash como forma poliacutetico-administrativa de relacioacuten entre los distintos poderes y como mecanismo de resolucioacuten de los conflictos internos67

En el caso vasco las ordenanzas conservadas son maacutes tardiacuteas que en el resto de Castilla dado que las normas maacutes antiguas son disposiciones muy fragmentadas del siglo XIV8 Hay que esperar a finales del siglo XV con el impulso organizativo promovido por los Reyes Catoacutelicos a que se desarro-lle el proceso compilador de esas normas escritas de gestioacuten local que tuvo como punto culminante el siglo XVI y en particular el reinado de Carlos I Nos estamos refiriendo a recopilaciones de ordenanzas municipales que abarcaban aspectos econoacutemicos jurisdiccionales gubernativos y poliacuteticos El periacuteodo maacutes fructiacutefero en ese proceso de redaccioacuten y compilacioacuten de las normas juriacutedicas concejiles fue el de la primera mitad del siglo XVI Los historiadores del derecho han identificado tres fases de creacioacuten normativa concejil en el espacio guipuzcoano (Soria 1992 pp 32-36) La primera fase compilatoria se produjo durante el reinado de los Reyes Catoacutelicos (1483-1517) con la redaccioacuten de ordenanzas que buscaban suprimir la influencia de la nobleza sentildeorial y sus disputas en los espacios urbanos y rurales9 La segunda fase abarca de 1518 a 1552 y en ella se concentran la gran mayoriacutea de las compilaciones ponieacutendose por escrito usos costumbres y praacutecticas locales que racionalizaban la actuacioacuten de los concejos para obtener una co-rrecta administracioacuten en los diferentes aacutembitos de gobierno Por uacuteltimo en la tercera fase la maacutes larga de 1553 a 1696 se realizaron modificaciones

6 Al igual que sucedioacute en otros espacios como Portugal (Hespanha 1993b p 130 y 139)

7 En efecto no es ajeno a este proceso de escrituracioacuten de normativa el deseo de resolver disputas internas por el control de los concejos urbanos delimitando el marco de accioacuten de cada bando (Garciacutea Fernaacutendez 2004 p 117)

8 El proceso de desarrollo de la comunicacioacuten escrita se intensificoacute en la Castilla urbana en el siglo XIV paralelamente a un fenoacutemeno de secularizacioacuten que eliminoacute el monopolio de la Iglesia en la pro-duccioacuten de material escrito (Ruiz Garciacutea 1999 pp 275-313) Maacutes antiguas auacuten son estas dinaacutemicas en el contexto urbano europeo por ejemplo las primeras actas flamencas datan de siglo XII (Hemptinne y Prevenier 2012 pp 13-30) Nos encontrariacuteamos por tanto muy lejos de la rivoluzione documentaria del tardomedievo italiano (Bartoli Langeli 2004 pp 93-102 Chastang 2013 pp 25-27)

9 Para otros autores como Lema (2002) se iniciariacutea en 1474 con el inicio del reinado de los Reyes Catoacutelicos y es una muestra no solo de regular el acceso al gobierno municipal sino tambieacuten a toda la vida social y econoacutemica de las comunidades urbanas (p 94)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

concretas de las ordenanzas en algunas villas marcaacutendose cada vez en ma-yor intensidad la tendencia a la elitizacioacuten del gobierno urbano Este proceso de creacioacuten normativa se acompantildeoacute de otras praacutecticas que buscaban resaltar la identidad urbana mediante la conservacioacuten de dichos ordenamientos y en particular la custodia y guarda de privilegios y exenciones de todo tipo ndashen particular fiscales comerciales y militaresndash concedidos por los distintos reyes castellanos que consolidaban la memoria escrita probatoria de la antiguumledad de dichas comunidades urbanas

La gran mayoriacutea de los ordenamientos concejiles del siglo XVI insti-tucionalizoacute legalmente una jerarquizacioacuten interna en las instituciones de gobierno de la comunidad La antigua asamblea plenaria o concejo abierto (oacutergano representativo de la comunidad durante todo el periacuteodo medieval) en el que participaban todos los vecinos pasaba a un segundo plano poliacutetico sin desaparecer adquiriendo la maacutexima autoridad gubernativa una nueva institucioacuten de inspiracioacuten castellana el Regimiento Estas ordenanzas re-dactadas y recopiladas en el siglo XVI no haciacutean sino sancionar praacutecticas previas de cierre oligaacuterquico en el seno de la comunidad afirmando el pro-ceso de conversioacuten del concejo cerrado u oacutergano restringido en la principal institucioacuten de gobierno y de representacioacuten urbana y ratificando la existen-cia de un proceso paralelo de oligarquizacioacuten aunque abierto en el caso vasco a gran parte de la colectividad (Carzolio 2001-2002 pp 261-288) Esa imitacioacuten terminoloacutegica ndashRegimientondash en el marco de un proceso de empatriciamiento adquirioacute tintes particulares en el los territorios vascos al convivir el Regimiento con un concejo abierto ndashdesnaturalizadondash y al mantenerse la eleccioacuten vecinal y la renovacioacuten anual de los cargos que imposibilitaba la intervencioacuten directa del monarca en el nombramiento de los regidores y en consecuencia la aparicioacuten de regiduriacuteas perpetuas carac-teriacutesticas de las urbes castellanas

De hecho en el siglo XVI las oligarquiacuteas urbanas vascas bajo la tutela del monarca se inspiraron en los instrumentos escriturarios normativos vi-gentes desde la Edad Media en las villas con mayor desarrollo poliacutetico-iden-titario del centro de Castilla que buscaban resolver los conflictos internos y fomentar el buen gobierno a traveacutes del establecimiento del Regimiento La fi-nalidad expresa de estos ordenamientos era la consolidacioacuten de una identidad juriacutedica especiacutefica orientada al logro maacuteximo del bien comuacuten de la comunidad

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urbana entendido en teacuterminos de utilitas aplicada al conjunto de la univer-sitas que integraba la villa por encima de elementos individuales tambieacuten consustanciales a esa misma comunidad1011

Este nuevo sistema poliacutetico concejil apuntaba a una inicial mejora de la vida poliacutetico-administrativa sustentada en la concrecioacuten competencial defi-nida a traveacutes de normas escritas que recogiacutean antiguas costumbres y nuevas leyes reales Junto a las leyes locales la accioacuten cotidiana comenzoacute lentamen-te a quedar puesta por escrito en actas concejiles en las que se percibe el pulso cotidiano en la accioacuten de gobierno las temaacuteticas objeto de regulacioacuten los de-bates entre los distintos grupos urbanos y la nueva creacioacuten normativa a partir de decretos insertos en los registros de actas son algunas de las materias que aparecen en estos nuevos instrumentos escritos Esta diversidad documental a la que se uniacutea un conjunto variado de matiz habitualmente econoacutemico-fiscal fue establecieacutendose difundieacutendose copiaacutendose y archivaacutendose en las villas guipuzcoanas tiacutemidamente en el siglo XV (Diacuteaz de Durana y Dacosta 2014 pp 137-138) y de manera maacutes acusada seguacuten avanzaba el siglo XVI y en algunos casos los siglos XVII y XVIII12

La misma circulacioacuten de modelos escriturarios normativos y administra-tivos ahora ya imitando ordenanzas establecidas en las grandes villas vascas con Carlos I se extendioacute durante el siglo XVI a buena parte de las antiguas villas medievales guipuzcoanas prolongaacutendose en el tiempo A principios del siglo XVII se aprecia una reiteracioacuten de esta dinaacutemica clara de asimilacioacuten de modelos normativos escritos esta vez en las treinta antiguas aldeas some-tidas a las grandes villas medievales que se eximieron de sus jurisdicciones

10 Tambieacuten en la Basilea bajomedieval el bien comuacuten suponiacutea el mantenimiento de la paz la mejora de la infraestructura urbana y el crecimiento de los oacuterganos legislativos de los que se dotaban los ciudadanos (Blicke 1998 p 35) Veacutease igualmente Lecuppre-Desjardin y Van Bruaene (2010)

11 ldquo[] el concejo alcalde fieles jurado y hombres hijosdalgo de la villa de Tolosa en su concejo e ayuntamiento [] por siacute y en nombre de los otros vecinos de la dicha villa sus hermanos en voz y en nombre del concejo unaacutenimes [] para la buena governacioacuten regimiento haviacutean hecho hacer hicieron ciertas ordenes por donde la dicha villa y sus vecinos e pueblo e republica de ella fueren bien regidos e gobernadosrdquo (Truchuelo 2006 p 46)

12 De principios del siglo XVI contamos con algunas cuentas concejiles repartimientos o padrones ademaacutes de ordenanzas concejiles Los registros de actas de los concejos son muy escasos incluso en las grandes villas iniciaacutendose avanzado el siglo XVI (un resumen en Aragoacuten 2012 pp 249-283) a pesar de que ya veniacutea establecida su redaccioacuten en las mismas ordenanzas como se ve en el caso de la villa de Tolosa

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

al comprar en 1615 a Felipe II el tiacutetulo de villazgo y la capacidad jurisdic-cional (Truchuelo 1997) Estas nuevas villas con fuerte contenido rural co-menzaron a introducir estos usos escriturarios en sus acciones de gobierno a traveacutes de la creacioacuten de ordenanzas municipales y de la redaccioacuten de actas concejiles que empezaron a generalizarse solo a partir del siglo XVIII Estas praacutecticas documentales convivieron durante buena parte de la Edad Moderna con el recurso a la oralidad como soporte de comunicacioacuten y accioacuten poliacutetica (Hespanha 1990 pp 445-456) tanto en las decisiones de gobierno como en la administracioacuten de la justicia

La difusioacuten y efectividad de estos instrumentos en la accioacuten de gobierno fue desigual y muy limitada en los espacios vascos Maacutes extendida en los espacios grandes y maacutes reducida en las pequentildeas nuevas villas del siglo XVII su impacto e influencia eran menos efectivas a causa de la pervivencia de un modelo de or-ganizacioacuten poliacutetico-administrativa denominado por Hespanha (1993b) como sis-tema patriarcal-comunitario maacutes arcaico que el concejil del Regimiento propio de comunidades con escasa profesionalizacioacuten en la vida poliacutetico-administrativa (pp 127-130) Por ello a pesar de la existencia de normas escritas custodiadas en unos archivos de creacioacuten muy tardiacutea las contravenciones de dichas normati-vas fueron habituales en particular con relacioacuten a la designacioacuten de los oficiales puacuteblicos y a las pautas marcadas en la gestioacuten de la bolsa comunal las cuentas municipales y sobre todo la periodizacioacuten de la presentacioacuten de cuentas y la re-gularizacioacuten de los ingresos y gastos La norma escrita por tanto marcaba unos liacutemites y condiciones juriacutedicas que eran largamente incumplidas en la praacutectica cotidiana no escrita que era gestionada por poderosos locales alejados de la cul-tura escrita calificados ruacutesticos e ignorantes por los defensores de un orden juriacute-dico y de gestioacuten sabio alternativo al oral (Hespanha 1993a pp 17-60)

La imposicioacuten de la utilizacioacuten del castellano como vehiacuteculo de comu-nicacioacuten poliacutetica en la documentacioacuten escrita y como mecanismo excluyente ndashjunto a la alfabetizacioacutenndash para al acceso y el ejercicio de los maacutes relevantes cargos de gobierno se convertiacutea en un instrumento de segregacioacuten poliacutetica de la mayor parte de la comunidad dado que el lenguaje mayoritario era el vasco (euskara) de tradicioacuten oral13 Esta exigencia linguumliacutestica en la documentacioacuten

13 San Sebastiaacuten fue la primera villa que en 1530 establecioacute este requisito para sus alcaldes Tolosa le siguioacute dos antildeos despueacutes (Soria 1992 p 393 Truchuelo 2006 p 135)

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Susana Truchuelo

escrita se convierte en un mecanismo maacutes de homogeneizacioacuten de las villas y de consolidacioacuten de la oligarquizacioacuten del gobierno local en Guipuacutezcoa impulsado desde el poder real y desde parte de las elites instruidas en cas-tellano Obviamente el generalizado analfabetismo y desconocimiento de la lengua de comunicacioacuten impuesta relativiza la difusioacuten real de estas praacutecticas y subrayan igualmente el mantenimiento paralelo de praacutecticas orales tradicio-nales ndashen vascondash en la accioacuten de gobierno

Al mismo tiempo como consecuencia de esta cuestioacuten linguumliacutestico-cultural la escritura se convirtioacute en un factor de discriminacioacuten social al no ser com-prensible el mensaje escrito plasmado en ordenanzas actas registros reparti-mientos o censos para gran parte de la poblacioacuten14 Si tenemos en cuenta que el nivel de alfabetizacioacuten era bajo y estratificado mayor en el aacuterea urbana (villas) que en la rural (aldeas) (Ouston 1991) la consecuencia inevitable es que durante buena parte del periacuteodo moderno el acceso y compren-sioacuten de este conjunto documental estaban lejos de ser habituales lo que impulsoacute el mantenimiento de praacutecticas orales y la generalizacioacuten de los incumplimientos del restrictivo requisito linguumliacutestico de la alfabetizacioacuten (Hespanha 1990 pp 445-446 y 1993b p 131) en castellano para el acceso a los cargos En este contexto se comprende mejor la relevancia que fueron adquiriendo los notarios y en particular los escribanos de los concejos ya desde la Edad Media Estos teacutecnicos de la escritura llegaron a erigirse en el aacutembito vasco en figuras de reconocido prestigio y enorme influencia poliacutetico-econoacutemica tanto a nivel local como provincial1516 Los escribanos eran los escasos teacutecnicos del derecho escrito en castellano existentes y por ello ejercieron fuerte influencia sobre la opinioacuten de unas elites en las que

14 Jack Goody ya resaltoacute desde la antropologiacutea las implicaciones sociales y poliacuteticas de la difu-sioacuten de la cultura escrita y su papel en el fortalecimiento de las elites y en la desvalorizacioacuten paralela de las culturas populares donde primaba la oralidad (Goody 1977)

15 Seguacuten Hespanha los escribanos no teniacutean gran prestigio social local pues el derecho escrito era impuesto y no reproduciacutea los usos y costumbres locales (1993a p 52) Pero en el caso vasco las normas locales siacute reproduciacutean el derecho consuetudinario donde habiacutea una mixtificacioacuten entre normas de inspiracioacuten real ndashRegimiento- y escrituracioacuten de praacutecticas consuetudinarias

16 Los escribanos participaban activamente en el gobierno ejerciendo los cargos maacutes relevantes del concejo e incluso de la Provincia En el caso del oficio provincial de Diputado (electo solo en 4 villas) en Tolosa y San Sebastiaacuten maacutes de la mitad de los elegidos eran escribanos (Truchuelo 2000 p 423)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

se integraban y sobre sus decisiones de gobierno y de justicia dado el desco-nocimiento generalizado de la cultura juriacutedica castellana

En definitiva durante todo el periacuteodo convivieron dos dinaacutemicas simultaacute-neas no contradictorias que se complementaban por una parte una tendencia a escriturar las normas y praacutecticas como mecanismo de legitimacioacuten de la constitucioacuten local (y tambieacuten provincial) y por otra parte el mantenimiento de praacutecticas tradicionales donde primaba la oralidad en la transmisioacuten de la informacioacuten en la resolucioacuten de los conflictos y en las acciones de gobier-no en las que participaban no solo miembros de las comunidades locales sino tambieacuten oficiales provinciales y reales Mientras tanto las negociaciones entre los poderes resolviacutean controversias sobre libertades o acciones de go-bierno concretas a traveacutes de mecanismos mixtos que aunaban instrumentos administrativos (memoriales informes traslados de actas de privilegios o deposiciones de testigos) y la defensa oral en el marco de relaciones de clien-telismo y patronazgo plenamente activas en la Monarquiacutea Hispaacutenica para el mejor gobierno y administracioacuten de los territorios17

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17 Estamos de acuerdo en el revisionismo actual sobre la nocioacuten de centralizacioacuten en los procesos de construccioacuten estatales y la incidencia directa de los instrumentos administrativos que tuvo que con-vivir con una pluralidad de poderes en permanentes conflictos y negociaciones (De Vivo 2013 p 725)

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Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII

Dariacuteo Rafael Lorenzo(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

Cada historiador examina su praacutectica a partir de su propio campo de trabajo A mi parecer lo que da sentido a los anaacutelisis historiograacuteficos o metodoloacutegicos es su capacidad de inventar objetos de investigacioacuten de proponer nuevas categoriacuteas interpretativas y construir comprensiones ineacuteditas de problemas antiguos

(Chartier 2005 p 10)

Palabras inicialesNuestro anaacutelisis abarca un lapso de tiempo donde se destaca la aparicioacuten de una

cantidad importante de escritos una copiosa literatura de ldquomaacuteximasrdquo de la eacutepoca

() eacutestas dicen en forma breve y adaptada a la ocasioacuten coacutemo se debe obrar ante

una coyuntura determinada tanto por parte del Priacutencipe como de sus vasalloshellip

ante la posibilidad de que en la vida del gobernante se susciten situaciones cuya

concatenacioacuten escapa al proceso loacutegico de la mente hay que estar advertidos (hellip)

(Maravall 1997 p 33)

Lorenzo D R (2017) Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

Literatura que alterna temaacuteticas ndashentre otrasndash sobre la jerarquiacutea de po-deres y el orden natural

Al tratar sobre el origen y naturaleza de la sociedad formas de gobierno obligaciones de los Reyes y suacutebditos arte y teacutecnica del poder en los Priacutenci-pes el testimonio de la Biblia se aduce junto a la argumentacioacuten racional Es de suponer que si la creencia en una armoniacutea entre razoacuten y fe constituyen la roca viva en que se apoya la construccioacuten de la poliacutetica es loacutegico pensar que cuanto amenace esa fundamental base doctrinal produzca gran alarma El arte de conservar el gobierno consiste ndashentre otros aspectosndash en la habilidad del priacutencipe por mantener su reputacioacuten y la de su estado no resulta extrantildeo que obras como la de Jeroacutenimo de Ceballos (Arte Real 1623) y Carillo Lasso (Soberaniacutea e independencia de los reyes de Espantildea 1626) se encuentren ins-piradas dentro de un pensamiento soberanista en respuesta a las dificultades de la eacutepoca (Fernaacutendez Albaladejo 2009 p 113)

El empleo de los teacuterminos poliacutetico y poliacutetica en los escritos de algunos tra-tadistas determinaron que distintos investigadores del siglo XX (Skinner 1986 p 359) analicen particularmente las relaciones entre obligacioacuten mando obe-diencia (Castro Alfin 1999) y sus entornos de poder ldquo(hellip) otros intentos se han llevado a cabo para establecer un marco que perfile la relacioacuten entre pensamiento y accioacuten poliacuteticardquo (Gil Pujol 2006 p 92) Un dilema caracteriacutestico en nuestros tiempos de la teoriacutea poliacutetica ndashretrotrayendo sus estudios a los siglos XVI y XVIIndash es plantear si se subordina la accioacuten poliacutetica a los principios religiosos y morales (De Certeau 2010 p 150) o bien si se afirma la autonomiacutea de la poliacutetica No abordaremos para el presente trabajo los debates surgidos sobre cuaacuteles son los aspectos que debemos tomar en cuenta a la hora de hablar sobre la historia del pensamiento poliacutetico ndashdesde la conducta social o la actividad intelectual (Pocock 2011 p 21)ndash sino que intentaremos tener presente lo que era ldquopoliacuteticamente pen-sablerdquo en un espacio como el Antiguo Reacutegimen (Gil Pujol 2006 p 168)

La recopilacioacuten de fuentes vinculadas a la Espantildea del siglo XVII repre-senta para nosotros un gran desafiacuteo no soacutelo y en atencioacuten al rol que juega la historiografiacutea ndashen especial durante el periacuteodo analizadondash sino tambieacuten por los conceptos y lenguajes propios de los escritores tratadistas memorialistas y juristas de la temprana edad moderna

En este campo autores contemporaacuteneos identifican a la tratadiacutestica es-pantildeola con rasgos propios por un lado aquellos que intentan elaborar una

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Arte de historia y arte de reinar

ldquociencia poliacuteticardquo sometida a la religioacuten verdadera concebida seguacuten la ima-gen del ldquobuen pastorrdquo-ldquopastor y padrerdquo y por otro los que legitiman una nocioacuten de poliacutetica propia en la que gobernar no soacutelo consistiriacutea en guardar a los suacutebditos En ambos sentidos los interrogantes en torno a la construccioacuten del corpus de saber poliacutetico y la funcioacuten del monarca tienen como corolario respuestas muacuteltiples y quizaacutes contradictorias En general se procura que el monarca pudiera actuar ldquoconforme a las reglas de policiacutea y estadordquo

Escritores del siglo XX afirman que no puede ldquocomprenderse el pensa-miento poliacutetico espantildeol sin hacer referencia a Maquiavelordquo (Maravall 1997) por ello no resulta extrantildeo encontrar distintas temaacuteticas sobre la preocupa-cioacuten del discurso pastoral para asegurar la conservacioacuten de la monarquiacutea con la inevitable atencioacuten que ello conlleva en los aspectos de la vida poliacutetica de la comunidad La misioacuten educativa adquiere un intereacutes importante en rela-cioacuten a la persona del Priacutencipe en especial y parafraseando a Carzolio (1997)

durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII marcan un momen-

to de cambio que va del rechazo al intento de insercioacuten de la idea de la razoacuten de

Estado en el pensamiento poliacutetico espantildeol al replanteo de los nuevos liacutemites de

la legitimidad (p 60)

La afirmacioacuten ldquoel Priacutencipe es el alma del estadordquo tiene mucho maacutes que un puro valor metafoacuterico (Foucault 1991 p 103) y pone de manifiesto que eacutel es el que asegura el orden vivo de la Repuacuteblica En esa ldquolucha de cautelasrdquo ndashque implica gobernarndash se recomienda amaestrar el ingenio para vencer el disimulo de los demaacutes y penetrar en el secreto de las intenciones

La finalidad era colocar a la poliacutetica en el plano de la prudencia que cuenta con la fragilidad humana y a la vez con la posibilidad de endereza-miento en la conducta ese fin ndashno el uacutenicondash es perseguido por los escrito-res y explica en cierto modo la copiosa literatura de la eacutepoca sobre coacutemo se debe obrar ante una coyuntura determinada tanto para el Priacutencipe como sus vasallos ldquola prudencia no soacutelo encamina la razoacuten y voluntad humana endereza las potencias y fuerzas del hombre y ordena todas sus acciones pero aun sin ella no puede un hombre serlordquo en consecuencia la prudencia seriacutea el mejor instrumento a disposicioacuten del gobernante porque la realidad poliacutetica de la eacutepoca lo exige

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

La prudencia poliacutetica aparece una y otra vez como virtud indispensable para orientar la conducta y que conjuntamente con la experiencia (Maravall 2001 p 21) establecen las bases ndashno las uacutenicasndash sobre las cuales se construye el ldquopriacutencipe perfectordquo ldquo(hellip) esta prudencia cristiana primero que poliacutetica y civil permitiacutea al priacutencipe enfrentar debidamente las contingencias del aacutembito terrenal sin contravenir el disentildeo divinordquo (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 100) En concreto ldquomediordquo ldquopoliacuteticardquo y ldquomeacutetodordquo son teacuterminos que indican que la accioacuten gubernativa estariacutea guiada por criterios que van maacutes allaacute de un programa de gobierno Sentildeala Gil Pujol (2000)

(hellip) ello se complementaba con una especial disposicioacuten de aacutenimo por parte del

priacutencipe un severo autodominio de sus pasiones Asiacute lo sentenciaba Saavedra

Fajardo el priacutencipe ha de procurar que sus acciones no se gobierne por sus

afectos sino por la razoacuten de Estadohellip no ha de obrar por inclinacioacuten sino por

razoacuten de gobiernohellip tambieacuten este teacutermino ldquorazoacuten de estadordquo y en menor medida

ldquorazoacuten de gobiernordquohellip su significado no era claro ni mucho menos (hellip) (p 40)

Lo maacutes frecuente entre los tratadistas espantildeoles fue defender la ldquoverda-dera razoacuten de estadordquo (Domiacutenguez Ortiz 1992 p 195) en la que la poliacutetica se subsumiacutea con toda naturalidad en la religioacuten

(hellip) la religioacuten marcaba en este sentido la diferencia Sobre ella veniacutean a des-

cansar de hecho los ejes de la formidable maacutequina que era la monarquiacuteahellipy ello

no soacutelo como consecuencia de una previa e ineludible obligacioacuten natural sino

ademaacutes por la conviccioacuten propiamente poliacutetica de que la conservacioacuten de la mo-

narquiacutea no era posible sin ella (hellip) (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 98)

La religioacuten forma parte como elemento de gobierno medio poliacutetico de la ldquorazoacuten de estadordquo y ldquocultura de los priacutencipesrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 82) no debemos pasar por alto que maacutes allaacute de las complejidades en las formas del orden poliacutetico y los planteamientos religiosos algunos tratados sobre razoacuten de estado incorporan otro contenido nos referimos a la situacioacuten ldquoeconoacutemicardquo y conservacioacuten con un sentido de viabilidad material En la problemaacutetica sobre eacutetica y poliacutetica surgen ldquocomplejiacutesimas condiciones en que tiene que manejarse el gobernante (hellip)rdquo (Murillo Ferrol 1957 p 174) Asiacute emerge una expresioacuten como razoacuten de estado utilizada en sentidos diferentes y antagoacutenicos la astuta

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Arte de historia y arte de reinar

falsa o ateiacutesta que para muchos autores es la defendida por Maquiavelo y que se concibe como una mera teacutecnica de adquisicioacuten conservacioacuten y aumento del poder sin que la eacutetica juegue ninguacuten papel y la verdadera perfecta o de la bue-na razoacuten de estado que siendo tambieacuten una teacutecnica de conservacioacuten y poder armonice el afaacuten de los priacutencipes con la teologiacutea

No es nuestra intencioacuten definir en forma pormenorizada la expresioacuten ldquorazoacuten de estadordquo o el momento preciso en que aparece sin embargo re-sulta interesante remarcar algunos autores que se refieren a la misma a co-mienzos del siglo XVII uno de ellos es Pedro Barbosa Homen (1627) que la define de la siguiente manera ldquo(hellip) una doctrina especial que por medio de varias reglas hace diestro a un priacutencipe o para conservar en los mismos estados la forma y grandeza original que tienen o para con nuevos aumen-tos ilustrar o acrecentar la antigua masa de que ellos se formanrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 18) por otra parte Francisco de Quevedo ldquoconsidera-ba que razoacuten de estado nada tiene que ver con la poliacutetica porque supone el ejercicio del poder de una forma diaboacutelica va contra toda moral cristiana y pone en peligro el orden poliacutetico existente (hellip)rdquo (Rus Rufino y Zamora Bonilla 2000 p 15) Razoacuten de estado aparece entonces bajo diversas fa-cetas una forma de educar a los priacutencipes como teoriacutea poliacutetica al margen del derecho un comportamiento universal de los gobernantes o bien como praacutectica de gobierno Creemos que no hay una razoacuten de Estado hay razones de Estado que influyen entre la razoacuten recta y el subjetivismo moral que es la voluntad del priacutencipe como artiacutefice de la poliacutetica entre una y otra existe un largo debate intelectual

ldquoFue era de poliacuteticoshellipdigo poliacutetico prudente no poliacutetico astutohelliprdquo

La introduccioacuten del tacitismo (Maravall 2001 p68) representa un eficaz instrumento de ldquomodernizacioacutenrdquo bajo la idea de la experiencia vinculada a la poliacutetica y forma parte del ldquoprograma educativordquo que dio nueva relevancia y profundizoacute las funciones tradicionalmente atribuidas a la historia en un periacuteo-do que utilizando la metaacutefora de la eacutepoca es un huerto en el que se siembra una variedad creciente de maneras de entender la poliacutetica1 Intentaremos en general

1 Sobre el particular veacutease Antoacuten Martiacutenez (1991) y Toffanin (1972)

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

descifrar de queacute manera esas representaciones construyen un corpus de saber poliacutetico y que atantildee por ende la funcioacuten del priacutencipe

En una obra de reciente aparicioacuten (Cabeza Rodriacuteguez y Carrasco Martiacutenez 2013 p 9) argumentan que hacia finales del siglo XVI dos obras tuvieron in-fluencia en toda Europa y en particular en la Monarquiacutea Hispaacutenica Politicorum sive civilis doctrinae de Justo Lipsio y Della ragion di Stato Giovanni Botero que desde diferentes enfoques se manifiestan a favor de la conservacioacuten del estado monaacuterquico y consideran que a traveacutes del arte de la poliacutetica se podraacute armonizar la justificacioacuten eacutetico religiosa de la autoridad y la racionalizacioacuten de las praacutecticas de gobierno En la Monarquiacutea Hispaacutenica la edicioacuten de Justo Lipsio (1997) se convirtioacute en una de las columnas sobre las cuales se levantoacute la estructura doctrinal de la razoacuten de Estado

Aspiramos dar cuenta de la crisis que atravesoacute la Monarquiacutea Hispaacutenica y que motivaraacute entre otras a la aparicioacuten del fenoacutemeno denominado arbitrismo ldquoque ha dejado huellas escritos importantes que comienzan en los cinco antildeos uacuteltimos del siglo XVI (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 44) o bien en palabras de Fortea Peacuterez (1998) ldquohellipdesde fines de la deacutecada de los ochenta se veniacutean acumulando siacutentomas de descontento respecto al mal cariz que empezaban a mostrar los asuntos poliacuteticos y econoacutemicos de la Monarquiacutea (hellip)rdquo (p 163) El correlato y posterior interpreta-cioacuten que podemos hacer de la sociedad espantildeola a comienzos del siglo XVII nos introduce a un mundo que para nuestra contemporaneidad puede resultar extrantildeo por ello pretendemos una vez maacutes ldquorecordar una vez maacutes que el pasado es dema-siado complicado y problemaacutetico para conformarnos con una uacutenica descripcioacutenhellip pretendidamente exacta correcta y definitiva (hellip)rdquo (Fernaacutendez y Fuentes 2004 pp 11-26) En la inculcacioacuten de nuevas coacciones el impreso juega un papel esencial porque fija y explicita los gestos legiacutetimos y los que ya no lo son

Los arbitristas elaboraron una serie de tratados o memoriales que no son exactamente consejos para priacutencipes sino que se presentan con un corpus de obras sobre pensamiento poliacutetico ndashque vinculan el arte de gobernar con el conocimiento de la historiandash economiacutea y sociedad

(hellip) en la pluma de los arbitristas todo desde la iniquidad de los estatutos de

limpieza de sangre al mal estado del cauce del Guadalquivir podiacutea pasar a ser

motivo inspirador de demandas y planes de reforma de amplitud utoacutepica (hellip)

(Olivari 2004 p 34)

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En palabras de Fernaacutendez Albaladejo (2009)

(hellip) maacutes allaacute de la caracterizacioacuten adversa o simplemente extravagante que pue-

da pesar sobre el arbitrismo parece fuera de toda duda que el menos una parte

importante de esa reflexioacuten habiacutea puesto sobre la mesa ndashy no fuera de tiempondash los

fundamentos de una economiacutea poliacutetica (hellip) (p 258)

La expansioacuten y proliferacioacuten de los arbitristas se manifiesta ndashentre otrosndash en contrarrestar la progresiva caducidad de la Monarquiacutea Hispaacutenica parafra-seando a Domiacutenguez Ortiz ldquo(hellip) no explica una oposicioacuten al sistema sino una oposicioacuten dentro del sistema cuyos fallos tratan de denunciar precisamente para salvarlo sin atacar sus puntos fundamentales (hellip)rdquo (Gallego 1986 p 16)

No pretendemos efectuar un repaso temaacutetico general y aportar todo el repertorio bibliograacutefico sobre el espacio temporal que analizamos sino re-gistrar las variadas facetas que contribuyen a un mayor esclarecimiento so-bre el discurso de un grupo de escritores durante la primera mitad del siglo XVII castellano Durante los uacuteltimos antildeos del reinado de Felipe II Castilla experimenta una serie de dificultades y reveses de distinta iacutendole2 en este sentido estudios actuales sugieren contrastar el fin de una eacutepoca de oro y el comienzo de otra3 marcada eacutesta uacuteltima por un signo no tan favorable para la Monarquiacutea Hispaacutenica parte de la historiografiacutea considera y situacutea la crisis del poderiacuteo y conciencia de los espantildeoles entre 1598 y 1620rdquo (Vilar 1993 p 332) donde el contraste entre el reinado de Felipe III y su padre ndasha pesar que en los dos momentos se conocieron dificultades financieras e inquietud poliacuteticandash con Felipe III se inaugura una conciencia de ldquocrisis mucho maacutes ampliardquo y los escritos se multiplican (Vilar Berrogain 1973)

La deacutecada de 1590 provocoacute un clima de desconfianza e invadioacute la vida poliacutetica del reino castellano ese profundo recelo hacia el gobierno

2 ldquo(hellip) digamos uacuteltimo Felipe II que rige su Monarquiacutea presionado por numerosas urgencias en una coyuntura de tintes criacuteticos que debilita la posicioacuten de la Corona y en la que sus sistema de gobier-no alcanza la mencionada madurez conflictiva al mismo tiempo que se ve sometido al maacutes severo de los juicios Los viejos problemas se presentan como urgencias nuevas (hellip)rdquo (Bouza Alvarez 1997 p 7)

3 ldquoEntre aproximadamente 1500 y 1700 la economiacutea castellana conocioacute dos fases coyunturales de ldquolarga duracioacutenrdquo y opuestas por su signo una expansiva que arranca del siglo XV y culmina alre-dedor de los antildeos ochenta del siglo XVI otra depresiva que toca fondo seguacuten regiones entre 1630 y 1680 y que preside la eacutepoca de la decadenciardquo (Garciacutea Sanz 1985 p 12)

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o el proceder de los ministros del rey se alimentoacute de una serie de concretas amenazas al tradicional equilibrio del orden poliacutetico Nuestro espacio de in-vestigacioacuten abarca el periacuteodo 1598-1640 lapso donde se produce la aparicioacuten de una cantidad importante de tratados cuyos temas tratan ndashentre otrosndash so-bre la jerarquiacutea de poderes en el contexto de la Monarquiacutea Catoacutelica y de una cultura poliacutetica jurisdiccionalista En coincidencia con la llegada al trono de Felipe III el licenciado Martiacuten Gonzaacutelez de Cellorigo abogado de la Real Chancilleriacutea de Valladolid dio a conocer en el antildeo 1600 su Memorial de la poliacutetica necesaria y uacutetil restauracioacuten a la repuacuteblica de Espantildea (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991) En su proacutelogo exhorta que siendo las virtudes del nuevo Priacutencipe iguales a las del rey difunto la Repuacuteblica tiene asegurado su resurgi-miento ldquo(hellip) por maacutes que esteacute en caiacutedahellip ha llegado el tiempo en que Espantildea va a confrontar sus realidades con sus mitos para reiacuter o para llorar (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 333) El planteamiento se aparta de la lectura profeacutetica de la peacuterdida o redencioacuten para instalarse en la perspectiva poliacutetica del anaacutelisis sobre la declinacioacuten y restauracioacuten de las repuacuteblicas

La restauracioacuten y reformacioacuten del reino implicaba una vuelta a sus princi-pios a la situacioacuten social y econoacutemica del reinado de los Reyes Catoacutelicos para lo cual era necesario invocar la capacidad del Priacutencipe prudente para mantener el reino dentro del orden tradicional Las praacutecticas y discursos construidos por los arbitristas no soacutelo parten de las influencias de diferentes doctrinas poliacuteticas sino tambieacuten de la recepcioacuten subrepticia que realizan sobre la naturaleza de la ldquorealidad poliacuteticardquo y la buacutesqueda de una ldquorazoacuten de estadordquo a fin de proteger al Reino y sin poner en peligro la integridad eacutetica de su base poniendo especial eacutenfasis en los mecanismos que utiliza el priacutencipe en el arte de gobernar

Los arbitristas debates historiograacuteficos y conceptualesLos testigos de la eacutepoca percibieron diferentes siacutentomas y dificultades

registrando sus testimonios en memoriales tratados apuntamientos o simple-mente avisos algunos de ellos se los conoce bajo el nombre de arbitrios y como arbitristas a sus autores los intentos parecieron no muy sencillos llegar al monarca proponiendo muacuteltiples soluciones yo remedios para ser aplicados en forma inmediata (Alvar Ezquerra 1998 p 90) iquestQuieacutenes fueron arbitristas en general algunos estudios sentildealan que su aparicioacuten se debe a los problemas fiscales que soportaba Castilla (Alvar Ezquerra 2006) paralelamente se des-

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tacan tratados teoacutericos de moralidad y ldquocontabilidadrdquo La imagen peyorativa proveniente de arbitrios o expedientes que recomendaban al rey diferentes so-luciones o remedios a problemas concretos se destacaron ndashalgunos de ellosndash por desafortunados y ganaron una peacutesima fama ldquo(hellip) conviene no confundir el tubo vendido a un real en la esquina de una calle con la receta de un teacutecnico la queja de una corporacioacuten o el pensamiento de un repuacuteblico formado en el bufete de un jurista o en la celda de un monje (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 337) sobre el particular recordamos un pasaje en (Quevedo y Villegas 1852 p 498-499)

(hellip) comenzoacute a decir de queacute manera se podiacutea ganar la Tierra Santa y como se

ganariacutea Argel en los cuales discursos echeacute de ver que era loco repuacuteblico y de

gobiernohellip y venimos a dar de una cosa en otra en Flandes Aquiacute fue ello que

empezoacute a suspirar y decir Maacutes me cuestan a miacute esos estados que al Rey porque

hace catorce antildeos que ando con un arbitrio que si como es imposible no lo fuera

ya estuviera todo sosegadordquo iquestQueacute dice a vuestra merced que no se puede hacer

Hacerse puede que ser imposible es otra cosa (hellip)

Todas aquellas observaciones y advertencias de caraacutecter profeacutetico eco-noacutemico poliacutetico y social manifestadas desde finales del siglo XVI y comien-zos del XVII enfrentan una sucesioacuten de momentos opuestos uno de plenitud y otro de miseria que se suceden y alternan contradicciones con que viviacutea la sociedad espantildeola de la eacutepoca4 Los memoriales5 (Lorenzo Cadarso 1992 p 93) eran las herramientas utilizadas por los arbitristas para dirigir sus propues-tas o arbitrios y mantienen una consonancia con las relaciones de reciprocidad originadas como obligacioacuten o deber de consejo6 (Maravall 1997 p 275) que

4 Para una reflexioacuten sobre las tensiones intelectuales y eacuteticas del Barroco espantildeol veacutease Rodriacute-guez-San Pedro Bezares (1988)

5 Sobre el particular Lorenzo Cadarso afirma ldquo(hellip) Probablemente fueron miles los memoriales que desde los maacutes remotos lugares del Imperio se enviaron a la Corte con la esperanza de que fueran leiacutedos y tomados en consideracioacuten Ciertamente pocos los consiguieron pero con su estudio se puede reconstruir lo maacutes esencial y caracteriacutestico del pensamiento poliacutetico econoacutemico y social de la Espantildea del Siglo de Oro (hellip)rdquo

6 ldquo(hellip) En la obra de los escritores poliacuteticos que nos ocupan quizaacute nada destaque tan relevante-mente como el tema del Consejo y la importancia que le conceden dentro de su concepcioacuten del poder y del Estado En lo publicistas anteriores y posteriores a ellos es frecuente hallar referencias abundantes a los oacuterganos de asesoramiento y consulta pero nunca es cuestioacuten que adquiera en ninguacuten caso la tras-cendencia que presenta en nuestros escritores del siglo XVII (hellip)rdquo

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maacutes allaacute de formular sus remedios frente a la declinacioacuten permiten observar intentos por legitimar y proponer programas destinados a contribuir y crear eficaces viacuteas de distribucioacuten de las riquezas entre otras

Por lo antedicho el arbitrismo se configura como un fenoacutemeno de expre-sioacuten y de reflexioacuten criacutetica en un intento por dilucidar las causas de la ldquocri-sisrdquo y proporcionar remedios para la recuperacioacuten y superacioacuten econoacutemica poliacutetica-social de la Monarquiacutea Por otra parte destacamos sus compartidas creencias de que ldquoalgo habiacutea ido seriamente malrdquo en la sociedad ldquoa la que debiacutean lealtadrdquo Las propuestas de Cellorigo para restaurar la monarquiacutea a partir de una vuelta o regreso a los oriacutegenes no representa una posicioacuten ais-lada o improvisada el propio autor se considera como poliacutetico es por ello que intentamos demostrar que aquello considerado ldquopoliacuteticordquo es muacuteltiple y mucho maacutes complejo subrayando que en la mayoriacutea de los estudios sobre el tema del poder (Julia 1989) se ha ampliado y recobrado en la dimensioacuten poliacutetica de la historia

ldquo(hellip) gobierno y poliacutetica informal instituciones y rituales biografiacutea y prosopografiacutea

toma de decisiones y poliacutetica desde abajo presioacuten fiscal y redes clientelares integracioacuten

de las elites y poliacutetica popular microfiacutesica del poder y formas de dominio no coerciti-

vas revolucioacuten y negociacioacuten cultura poliacutetica y lenguaje son algunos de los aacutembitos

que esta historia poliacutetica expansiva ha hecho suyos (hellip)rdquo (Gil Pujol 2006 p 13)

La sociedad a comienzos del siglo XVII nos revela la razoacuten de su propia crisis y ambivalencia los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y reclaman que la ejemplaridad del monarca debe ser imprescindible en el ejercicio de una virtud la responsabilidad de mando con el fin de conservar la monarquiacutea En este sentido la misioacuten desarrollo y ldquofuncioacuten poliacuteticardquo del arbitrismo es alcanzar la ldquorestauracioacutenrdquo y ldquoconservacioacutenrdquo del Reino manifestando una doble posicioacuten ldquodesempentildeo del reyrdquo y ldquodesempentildeo del reinordquo ambas partes deben coordinarse a partir del caraacutecter trascendente de la ldquoautoridad poliacuteticardquo En este punto pro-ponemos retomar una idea que conduce a la buacutesqueda sobre las praacutecticas de los arbitristas en relacioacuten a su loacutegica interna a partir del aporte de la nueva historia poliacutetica favoreciendo nuestro mejor entendimiento en relacioacuten a las transforma-ciones en el reacutegimen del Estado Moderno7 Numerosos autores plantean que en

7 En este caso no abordaremos aquiacute por cuestiones de espacio ampliamente debatido en los

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los siglos XVI y XVII se ldquoimponenrdquo sobre los individuos una construccioacuten poliacutetica que supone una presioacuten y un viacutenculo de sujecioacuten respecto al poder

(Maravall 1972 p 56)8

Procuramos inferir en el sentido histoacuterico y doctrinal de los llamados arbitristas quienes se manifestaron preocupados por la ldquosalvacioacutenrdquo material de la Monarquiacutea

ldquobajo la influencia de los arbitristas la Castilla de principios del siglo XVII se

lanzoacute a una freneacutetica introspeccioacuten nacional en un desesperado intento por des-

cubrir hasta queacute punto la realidad habiacutea sido escamoteada por la ilusioacuten (hellip) los

arbitristas no se limitaban en modo alguno en analizar Tambieacuten teniacutean que hallar

la solucioacuten (hellip)rdquo

Los arbitristas se consideraban a siacute mismos revestidos de responsabilidad ldquo(hellip) eran los vigiacuteas de las atalayas las torres situadas al borde del mar desde las cuales sus vigilantes montaban guardia permanentemente al acecho de cual-quier nave turca o mora que apareciera en el horizonte (hellip)rdquo (Elliott 2004 p 118) es por ello que cientos de escritos en formas de memoriales apuntamien-tos consejos avisos proyectos o tratados llegaban a instancias cercanas al rey

ldquola aspiracioacuten de todos es que el examinador fuera el reyhellip muchos arbitrios

no fueran maacutes que retoques a otros anterioreshellip podriacutea explicarse ameacuten de por

otras razones obvias a la certeza del arbitrista de que se iba a cumplir ya que se

estaba aplicando una matiz por decirlo de alguna manera y dando un chivatazo

se perfeccionaba y desde luego ndasho deberiacutea recibirsendash segura recompensahelliprdquo

(Alvar Ezquerra 2006 p 418)

uacuteltimos antildeos Desde la Historia poliacutetica los intentos de numerosos investigadores por realizar trabajos sobre las instituciones baacutesicas para el funcionamiento de la Monarquiacutea Absoluta se ha visto multiplica-da respecto a sus perspectivas Consejos Secretarias de Estado Chancilleriacuteas Algunos han optado por ocuparse de otros aspectos de la vida cortesana y de sus actores Martinez Shaw (1999 pp 157-175) ademaacutes veacutease Fernandez Albaladejo (1992) y Fernandez-Santamariacutea (1997) entre otros

8 Acerca de la relacioacuten entre el poder y el estado Maravall sentildeala ldquo(hellip) toda organizacioacuten lleva consigo un conjunto de normas propio un propio y autoacutenomo sistema de legalidad En su virtud el Estado y el mismo poder cuanto maacutes organizados maacutes objetivados se reconocen respecto al arbitrio del priacutencipe y del equipo de gobernantes El Estado cuanto maacutes se somete a organizacioacuten maacutes aparece como mecanismo que sigue su propio movimiento (hellip)rdquo

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Pese a la gravedad de sus diagnoacutesticos estaacuten convencidos de que habiacutea que hacer algo y que esto podriacutea hacerse Coincidimos con el planteamiento de Garciacutea Guerra (2006 p 185) con respecto a la relacioacuten de los arbitristas y su contexto la autora considera que

ldquono debemos perder de vista es que a la hora de estudiar a los arbitristas no po-

demos separar el pensamiento poliacutetico del pensamiento econoacutemico Por el con-

trario cabe estudiar a los arbitristas en tanto que actores poliacuteticos examinando

el impacto de su accioacuten en la actividad de las instituciones a las que destinan los

arbitrios y su posible influencia en la toma de decisiones Y cabe estudiarlos

dentro de la esfera econoacutemica como autores de textos en los que se esbozan ya

teoriacuteas macroeconoacutemicas y sobre todo en los que se desarrollan teoriacuteas acerca

de la poliacutetica monetaria del priacutencipe (hellip)rdquo

La buacutesqueda de intermediarios o intercesores para acceder al rey no era un elemento accidental en el arbitrismo sino algo consustancial Obtener un premio en metaacutelico oficio haacutebito gracia o merced era el objetivo de muchos memorialistas y se lograba a traveacutes de ldquopatronosrdquo cortesanos

Arbitrio Arbitrismo y ArbitristaEn general las diversas temaacuteticas de los arbitristas se enmarcan en un

universo maacutes complejo dentro del discurso de la eacutepoca y forman parte de los temas centrales que aborda la cultura poliacutetica castellana ldquo(hellip) es verdad que hubo en la Espantildea de los Siglos de Oro muchos tipos de arbitrismos (hellip)rdquo (Garciacutea Hernaacuten 2002 p 84) ejemplo de ellos los encontramos en los traba-jos publicados por Cuartas Rivero (1981) la seleccioacuten de Correa Calderoacuten (1981) sin olvidarnos de las aportaciones de Gutieacuterrez Nieto (1986) y las contribuciones de Vaacutezquez de Prada (1977)

Sentildeala Elliott (1982 p 121) que algunos arbitristas como Moncada (1974) Gonzaacutelez de Cellorigo (1991) o Caxa de Leruela (1975) ndashentre otrosndash no perciben la declinacioacuten como un proceso irreversible sino que frente a ello recurren a glorias pasadas y a los designios de la voluntad de Dios para buscar una pronta respuesta Los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y denuncian ldquo(hellip) una aguda crisis de valores de una tre-menda peacuterdida de confianza en el vigor espiritual de la Monarquiacutea (hellip)rdquo

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(Vilar Berrogain 1973 p 288) cuyo corolario natural era la buacutesqueda de un ldquopuritanismo moralizadorrdquo Gran parte de la literatura del Siglo de Oro nos ha dejado la imagen del arbitrista como una

ldquo(hellip) plaga de los estados o miserable forjador de quimeras (hellip) porque reuacutene (hellip)

el detestable prestigio del mal consejero del rey y del financiero opresor del pueblo

el caraacutecter ridiacuteculo triste o divertido del desplazado y del fracasado la mala repu-

tacioacuten del charlataacuten y del falso sabio (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 289)

Por otro lado observamos que algunos autores describen y comparan a los arbitrios como

ldquo(hellip) una faena de torero consumado ensentildean el trapo rojo al valido de turno

lo agitan ante sus ojos arriesgan se acercan incitan y esperan la noble embes-

tida El toro pasa el torero levanta el trapo y detraacutes no hay nada En este escri-

to encontramos la misma liturgia el arbitrista mostraba un parte de su arbitrio

esperaba que alguien lo recogiera y lo leyera despueacutes generalmente arbitrista

y destinatario quedaban en la misma posicioacuten habiacutea que empezar de nuevo la

faena mostrando el arbitrio ndash trapo a otro toro a ver si embestiacutea soacutelo que despueacutes

del primer pase vendriacutean otro y otro Era un juego porque ninguno de los prota-

gonistas queriacutea llegar hasta el final (hellip)rdquo (Bravo Lozano 2008 p 676)

Aunque los temas referidos pueden ser de diferente iacutendole una gran par-te de los memoriales responden a un esquema comuacuten causas de la decaden-cia y remedios propuestos Preocupa en el siglo XVII saber penetrar en los aacutenimos las voluntades y la memoria eacutesta uacuteltima como concepcioacuten funda-mental de las sociedades y los escritores del Antiguo Reacutegimen conociacutean muy bien el factor preteacuterito Conservar memoria es asegurar una especie de vida eterna ldquo(hellip) El mensaje de los arbitristas y reformadores era un mensaje de retorno a la primitiva pureza de moral y costumbres retorno al gobierno justo e incorrupto retorno a las virtudes sencillas de una sociedad rural y marcial El futuro se situacutea baacutesicamente en el pasado (hellip)rdquo (Elliott 1982 p 211)

Algunos autores del siglo XX reemplazan el teacutermino arbitristas para deno-minarlos ldquoeconomistasrdquo ldquoteoacutericos de los negociosrdquo ldquopatriotasrdquo o ldquorepuacuteblicosrdquo incluso se buscan ejemplos en ideologiacuteas contemporaacuteneas convirtiendo ndashcomo ejemplondash a Mateo Loacutepez Bravo en socialista (Mechoulan 1977 p 32)

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En cierta medida la llamada ldquorehabilitacioacuten de los arbitristasrdquo se debe al re-conocimiento que se les concede no soacutelo a sus aciertos en materia econoacutemi-ca sino tambieacuten se destacan por su prolijidad y perseverancia en el empentildeo brevedad en la ejecucioacuten del remedio y facilidad en su aplicacioacuten Intentar el rescate de textos arbitristas es repensar su accionar como generadores de ideas dentro del complejo cultural y poliacutetico del siglo XVII castellano

A modo de conclusioacutenEl arbitrismo ha sido siempre un aspecto de la modernidad temprana espa-

ntildeola que ha atraiacutedo a investigadores peninsulares y extranjeros de talla Pierre Vilar Elliot Domiacutenguez Ortiz Jean Vilar entre otros La enorme cantidad de escritos arbitristas han sido aceptados como testimonio de testigos en muchos casos expertos o capacitados para darnos cuenta de los ldquomales de Espantildeardquo Dentro de ella prodigan consejos acerca de coacutemo preservar el dominio y el po-der a un rey pastor y meacutedico Los arbitristas utilizaban teacuterminos de la medicina para comprender la situacioacuten de malestar que sufriacutea la monarquiacutea espantildeola aquella ciencia conserva el equilibrio que las partes y cualidades del cuerpo humano han de mantener entre siacute para preservar la salud del hombre

Una de las principales caracteriacutesticas ndashno la uacutenicandash del siglo XVII es la costumbre por escribir y se transforma en instrumento necesario para el funcionamiento y construccioacuten de las redes de relaciones a traveacutes de ella se reiteran las instrucciones que reciben los hombres para desempentildear sus oficios en pos del bien comuacuten inclusive para gobernar a partir del ejemplo

Acuciados por las urgencias los arbitristas buscaron posibles soluciones en una gama que va desde la abierta contradiccioacuten hasta la buacutesqueda de foacuter-mulas que permitieran acomodar los ideales vigentes a las nuevas situaciones que presentaba la vida cotidiana Por ello es posible distinguir un discurso propio del arbitrista caracterizado por un lenguaje estilo de expresioacuten ex-posicioacuten y formas de argumentacioacuten con razonamientos especiacuteficos y pala-bras claves como ldquoprovechordquo y ldquodantildeordquo ldquoReyrdquo y ldquoReynosrdquo ldquorepuacuteblicardquo y ldquovasallosrdquo ldquoempentildeordquo y ldquodesempentildeordquo ldquobien de todosrdquo y ldquoqueja de nadierdquo ldquorestauracioacuten de la repuacuteblicardquo ldquodesempentildeo del reinordquo y ldquodestruccioacuten de la repuacuteblicardquo entre otras Recurren a autores claacutesicos como Seacuteneca Taacutecito o Lipsio ndashentre otrosndash para desarrollar no soacutelo una teacutecnica de observacioacuten sino tambieacuten el uso y empleo de un meacutetodo inductivo y una matizacioacuten psicoloacutegica

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en materia poliacutetica El arbitrismo se convierte en un fenoacutemeno que puede desarrollarse en una sociedad que reflexiona sobre siacute misma

Es importante remarcar el dinamismo de la eacutepoca y actitud criacutetica que incrementoacute la capacidad de discrepancia y afaacuten de ldquoreformardquo El buen go-bierno el bien comuacuten el respeto al pasado y el orden social constituyen principios generales de modo que se trata de distinguir corrientes y modos de aplicarlos entre todos aquellos que los invocan Si bien los diagnoacutesticos que maacutes han llamado la atencioacuten han sido los de iacutendole econoacutemica muchos de los ldquoreformadoresrdquo en tiempos de Felipe III y Felipe IV consideraban en realidad que los principales problemas que afligiacutean eran fundamentalmente de caraacutecter moral y teniacutean que ver sobre todo con las costumbres

El deterioro econoacutemico y poliacutetico de la Monarquiacutea de Espantildea suscitoacute no pocas reflexiones La pobreza el hambre y la declinacioacuten que comparadas con el esplendor de tiempos pasados hicieron que muchos autores aporta-ran remedios y soluciones La Monarquiacutea a comienzos del siglo XVII tiene sentildeales evidentes de su propia crisis y los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten Para revertirla reclaman que la ejemplaridad del monarca es im-prescindible en el ejercicio de la virtud

El teacutermino arbitrio adquirioacute entre los coetaacuteneos una significacioacuten peyorativa La reaccioacuten del puacuteblico y de la literatura del momento ante la presioacuten fiscal y las ldquodesventurasrdquo poliacuteticas habiacutean confundido responsables poliacuteticos y personas que proponiacutean remedios Muchos de los memorialistas del siglo XVII no pretenden que se los denomine arbitristas ni que sus medios se los califique como arbitrios aunque paradoacutejicamente incluyan esta palabra en el tiacutetulo de sus escritos

Las respuestas de los arbitristas parten en algunos casos desde la propia experiencia de su cargo o su entorno otros en cambio no son maacutes que con-sejeros improvisados quizaacutes esta sea la advertencia de algunos tratadistas frente a los malos consejeros En este juego y empleo de meacutetodos para el aumento y conservacioacuten del reino aparece una ldquoincipienterdquo ciencia el arte de gobernar donde experiencia e historia aparecen en escena con un compo-nente claramente poliacutetico

Fernaacutendez Albaladejo (2009 p 246) propone la existencia de un nuevo arbitrismo a comienzos del siglo XVII contraponieacutendolo al arbitrio ingenuo por muy bien intencionado que fuese Para fundamentar lo antedicho reto-ma la obra de Gonzaacutelez de Cellorigo ndashquien reclama ldquoreglasrdquo que hubieren

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de seguirse para la conservacioacuten del reinondash ldquo(hellip) no fuesen otras que las que en buena poliacutetica se pudieren fundar rechazaacutendose las propuestas de quienes procediesen sin haber pasado por estudio de las leyes y sin entender la razoacuten de estado (hellip)rdquo

La mayoriacutea de los arbitristas no son marginados ni se situacutean fuera de la negociacioacuten poliacutetica En las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI proliferan escritos referentes a los temas de la restauracioacuten econoacutemica difiacutecil de separar de aque-llas obras con un creciente intereacutes por lo poliacutetico Los trabajos sobre el ldquoarte de gobernarrdquo y ldquobuen gobiernordquo coexisten con aquellos en suma pretenden la ldquoconservacioacuten y aumento de la monarquiacuteardquo a fin de alcanzar el bien comuacuten

Las intenciones de algunos arbitrios es conjugar las nuevas doctrinas de la razoacuten de estado manifestadas en Europa de fines del siglo XVI y comienzos del XVII con el pensamiento poliacutetico tradicional algunas obras proponen reme-dios para resolver los problemas no la superacioacuten del orden social imperante sino su restauracioacuten por una viacutea La del buen gobierno La cuestioacuten esencial era preservar y mantener no en alusioacuten a una decadencia inevitable hay una enfermedad pero se pensaba que teniacutea remedio para Gonzaacutelez de Cellorigo

ldquoQue razoacuten hay para entender que un gobierno tan prudente y tan sabio como nues-

tro Priacutencipe sustenta previniendo a las cosas del Estado no reparara con consejo y

con remedios la ruina y caiacuteda de los suyoshellip deben fiar de tan buenos y entendidos

meacutedicos como los que en el consejo de sus Priacutencipe asisten que con prudencia to-

maraacute los siacutentomas del diacutea criacutetico y haraacute seguro juicio en el suceso de sus consejos

para surgir en alto con esta monarquiacutea y ponerla en puesto seguro donde vuelva y

permanezca en su florido estadordquo (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991 p 54)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten

del Puerto de Vera Cruz

Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola(Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia Espantildea)

El siglo XVIII asistioacute a una profunda renovacioacuten de la marina espantildeola en todas sus vertientes1 Las reformas se acometieron en tres frentes identifi-cados con la necesidad de contar con barcos con oficiales y con tripulaciones Como preaacutembulo la reorganizacioacuten administrativa se inicioacute con la supresioacuten de las distintas armadas y la constitucioacuten de una Armada Real (1714) siguioacute con la creacioacuten de los tres departamentos mariacutetimos de Ferrol Cartagena y Caacutediz (1726) que se subdividiriacutean (a partir de 1748) en provincias mariacutetimas con un ministro de Marina a la cabeza las cuales a su vez albergariacutean una serie de subdelegaciones para unidades costeras menores y con la instaura-cioacuten del Almirantazgo (1737-1748) como veacutertice de la jurisdiccioacuten de Ma-rina bajo la cual entrariacutean los individuos de la Matriacutecula cuyos derechos y

1 Este trabajo no hubiera sido posible sin la inestimable y generosa ayuda de nuestros compantildee-ros Marta Garciacutea Garraloacuten (UNED) que nos permitioacute la consulta de un artiacuteculo suyo todaviacutea en prensa y nos brindoacute valiosas sugerencias y Bernd Hausberger (El Colegio de Meacutexico) que nos remitioacute la documentacioacuten recogida y fotocopiada por nosotros en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

deberes se especificaban por maacutes que la completa implantacioacuten del sistema hubiese de aguardar hasta 1751 y se cerroacute con la redaccioacuten de unas Ordenan-zas de la Armada (1748) que sin embargo soacutelo llegaron a ser parcialmente publicadas al antildeo siguiente La construccioacuten de barcos de guerra realizada a principios de siglo por el sistema de asientos con empresarios particulares fue pasando a la administracioacuten directa del Estado a medida que empezaron a funcionar los arsenales establecidos en los tres departamentos mariacutetimos (Ferrol Cartagena y La Carraca junto a Caacutediz) a los que hay que sumar otros astilleros reales que trabajaron tanto para la marina mercante como de guerra a lo largo del siglo (Guarnizo en Cantabria Zorroza en Vizcaya Pasajes en Guipuacutezcoa) La formacioacuten de la oficialidad fue encomendada fundamental-mente a la Academia de Guardias Marinas de Caacutediz (1717) que se convirtioacute en un gran centro cientiacutefico y teacutecnico a lo largo del siglo induciendo asiacute a la creacioacuten de otros dos establecimientos semejantes en Cartagena y Ferrol ya maacutes tardiacuteamente (1776) Finalmente la Ordenanza de Matriacutecula (que siguioacute a la Ordenanza de Montes de 1748 y que en realidad componiacutea el tiacutetulo III del tratado X de las Ordenanzas de la Armada ya citadas) entroacute en vigor en 1751 declarando obligatorio el servicio en la Armada para la gente de mar (marineros y pescadores) y para la gente de maestranza (carpinteros de ribera y calafates) lo que permitiacutea contar con tripulaciones adecuadas en los mo-mentos de guerra aunque a costa de causar los loacutegicos perjuicios al sector pesquero a la marina mercante y al comercio mariacutetimo2

En Ameacuterica las disposiciones sobre la Marina fueron en general a re-molque de las metropolitanas Asiacute aunque el arsenal de La Habana empe-zase a funcionar en 1723 no fue hasta mediados de siglo cuando adquirioacute una real envergadura y no fue hasta despueacutes de la devolucioacuten de la ciudad por los ingleses en 1763 cuando inicioacute su ascenso hasta convertirse en el maacutes importante de todo el Imperio3 Del mismo modo la Matriacutecula de Mar pese a algunos intentos anteriores no se introdujo en Ameacuterica hasta la Real

2 Para una introduccioacuten reciente Martiacutenez Shaw (2014 pp 35-64) Un resumen de las reformas borboacutenicas en el aacutembito de la Marina en Martiacutenez Shaw (1998 especialmente pp 372-375) Para una completa siacutentesis sobre el Almirantazgo Ceballos-Escalera Gila (2011) Para la Matriacutecula de Mar Vaacutezquez Lijoacute (2007)

3 Una reciente visioacuten de conjunto sobre el arsenal habanero que incluye una completa bibliografiacutea actualizada en Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw (2015 pp 143-161)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Orden de 23 de agosto de 1776 y aun asiacute no tenemos constancia de un desarrollo inmediato en todas las regiones mariacutetimas del continente En lo que respecta a Nueva Espantildea por incidir en el territorio que nos ocupa el virrey Antonio Mariacutea de Bucareli establecioacute la Matriacutecula con el concurso de Antonio de Ulloa tanto en el Paciacutefico (con cabecera en San Blas) como en el Atlaacutentico (con centro en Veracruz) pero no hay noticias de ninguacuten estado de marineriacutea y maestranza anterior al de 6 de octubre de 1780 para los cuatro distritos atlaacutenticos de Tampico (incluyendo a Paacutenuco y Tamiagua) Tuxpan (incluyendo a Papantla y Nautla) Tabasco (con el presidio del Carmen) y Veracruz (incluyendo tambieacuten los puertos de Alvarado y Tlacotalpan) Al mismo tiempo a efectos de la aplicacioacuten de la Matriacutecula la provincia de Veracruz contoacute con las tres subdelegaciones sentildealadas de Tampico Tuxpan y Tabasco Quedaba implantada de este modo la matriacutecula y designadas las provincias (con su ministro de Marina al frente) y las subdelegaciones (con sus correspondientes subdelegados de Marina a la cabeza) (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2005 pp 271-284)

Por otra parte al igual que antes ocurriera en el espacio metropolitano se procedioacute a dividir el espacio mariacutetimo americano en una serie de departamen-tos que finalmente fueron los siguientes Veracruz La Habana Puerto Rico Cartagena de Indias y Cumanaacute en el Caribe Buenos Aires en el Atlaacutentico Sur San Blas y El Callao en el Paciacutefico y Manila en las Filipinas Finalmente la uacuteltima gran reforma fue el reforzamiento de la defensa costera mediante la creacioacuten de una red de ocho apostaderos que en buena parte reprodujo la divisioacuten de los departamentos Veracruz La Habana Montevideo El Callao Cartagena de Indias Puerto Cabello San Blas y Manila en las Islas Filipinas (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2000 pp 279-303)

Una rama de la historia mariacutetima se ha ocupado particularmente de las ciudades portuarias (port cities)4 En efecto las ciudades mariacutetimas hubieron de organizar de manera original sus infraestructuras materiales administrati-vas sanitarias fiscales y defensivas Por una parte hubieron de ocuparse del cuidado de sus propios puertos construccioacuten de muelles de atraque preven-cioacuten de la peacuterdida de calado mantenimiento de las instalaciones servicio de

4 La historiografiacutea sobre las ciudades portuarias ha generado una copiosa bibliografiacutea que no es posible citar aquiacute por extenso Una reflexioacuten sobre las relaciones entre la ciudad mariacutetima y su puerto en Rietbergen (1988 pp 615-624)

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lemanaje conservacioacuten de los faros Por otra parte hubieron de dotarse de unos servicios administrativos (capitaniacuteas de puerto) sanitarios (juntas de sanidad lazaretos) fiscales (servicio de resguardo aduanas) y defensivos (castillos ba-luartes torres de vigiacutea) Por uacuteltimo los puertos se singularizaron tambieacuten por la aparicioacuten en su entorno ndashmaacutes allaacute de los muelles las oficinas y las fortificacio-nesndash de un barrio mariacutetimo que incluyoacute habitualmente los alfoliacutees de la sal los almacenes para los geacuteneros descargados o por embarcar los despachos de los consignatarios de buques las tiendas especializadas en suministros navales las capillas o ermitas marineras (llenas con frecuencia de exvotos) y los espacios de acogida de los hombres de mar las posadas las tabernas y los burdeles5

El mundo de los puertos fue objeto desde el principio de una accioacuten especiacute-fica de los legisladores pero soacutelo recientemente ha recibido la misma atencioacuten por parte de los historiadores Y aquiacute entra la oportunidad de profundizar en el conocimiento de unos agentes de singular relevancia como fueron los ca-pitanes de puerto Las funciones adjudicadas a estos oficiales existieron desde tiempo inmemorial en todas las ciudades mariacutetimas aunque la aparicioacuten de la figura del capitaacuten del puerto tuviera fecha concreta y diferente para cada una de las plazas Tomando algunos ejemplos europeos este oficial existioacute al menos desde el comienzo de los tiempos modernos en ciudades como Ragusa (Dubrovnik) donde disponiacutea de toda una serie de competencias para el fun-cionamiento correcto del recinto portuario es decir para el mantenimiento de las infraestructuras (muelles daacutersenas gruacuteas) autorizacioacuten de las operaciones de lastrado de los barcos licencia para el desguace de las naves etceacutetera En otros lugares la vigilancia de la vida ordinaria del puerto se ejercioacute de modo colegiado como ocurrioacute en Geacutenova tras la creacioacuten a fines del siglo XVII de un cuerpo de padres del comuacuten (padri del comune) conservadores del puerto y del muelle (Krekic 1972 Podestagrave 1969 Doria y Massa Piergiovanni 1988)

Otro ejemplo bien conocido es el de la ciudad de Danzig (Gdansk) uno de los centros de intercambios mariacutetimos maacutes importantes de la Hansa del Baacuteltico y del norte de Europa en general Aquiacute el capitaacuten del puerto (bajo su-pervisioacuten municipal) dirigiacutea a los barcos a sus puntos de atraque y descarga decidiacutea las operaciones de remocioacuten de los pecios y vigilaba el cumplimiento de todas las ordenanzas portuarias con la ayuda de otros oficiales menores

5 Una visioacuten de conjunto de esta problemaacutetica en Martiacutenez Shaw (1997 pp 257-278)

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los encargados de las maniobras de atraque los encargados de la gruacutea los encargados de los postes que cerraban el Motlava los pesadores del plomo y de la cera y los capitanes del grano y del arenque ameacuten de los responsables de los servicios aduaneros y sanitarios (Cieslak y Biernat 1988)

Finalmente otros dos servicios fundamentales para el buen funciona-miento de la actividad portuaria era el de las linternas o faros y el del lema-naje es decir el ofrecido por el cuerpo de praacutecticos ambos como veremos incluidos entre las atribuciones del capitaacuten del puerto Por poner un ejemplo bien estudiado el puerto de Dunkerque ofreciacutea numerosos obstaacuteculos para acceder a los muelles la necesidad de contar con marea alta la concurrencia entre las naves que esperaban su turno la rotura intencionada de las anclas para acelerar la maniobra las insuficiencias del sistema de boyas las defi-cientes prestaciones del faro etceacutetera Toda una serie de motivos en suma para poner a punto un cuerpo de pilotes lamaneurs como finalmente se hizo aunque sin que por ello dejaran de oiacuterse las quejas contra unos praacutecticos que en lugar de embarcarse en las naves para conducirlas a puerto se limitaban en muchos casos a situarse sobre las escolleras para desde alliacute dirigir la ma-niobra de entrada (Pfister-Langanay 1985)

En Espantildea los estudios de la figura del capitaacuten del puerto estaacuten praacutectica-mente por hacerse Los trabajos generales dedicados a los principales puertos apenas si mencionan siquiera a este funcionario Aunque tenemos noticias de la existencia del capitaacuten del puerto al menos desde la deacutecada de los treinta del siglo XVIII soacutelo en el caso de Maacutelaga hemos hallado una informacioacuten sustantiva que nos sentildeala la existencia de una Real Ceacutedula de 14 de enero de 1740 en la que se basaba una reglamentacioacuten publicada en la ciudad malaci-tana el 2 de febrero de 1746 cuyo encabezamiento se transcribe y cuyos artiacute-culos se comentan adecuadamente del mismo modo que se pone en relacioacuten las atribuciones del funcionario con las del ministro de Marina de la provincia y las de la Junta de Reales Obras generalmente llamada en otros lugares Jun-ta de Obras del Puerto (Cabrera Pablos 1994 pp 259-265)

Hasta el siglo XVIII hay que convenir en el descuido mostrado por las autoridades a la hora de construir infraestructuras portuarias o de estable-cer instituciones de gobierno para los puertos a pesar de la extraordinaria relevancia de muchos de ellos tanto dentro del sistema comercial espantildeol como en el contexto de los constantes enfrentamientos beacutelicos que jalonaron

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

la centuria Asiacute se puede estar perfectamente de acuerdo con la apreciacioacuten de Dolores Romero y Amaya Saacuteenz (1996)

En cuanto a la administracioacuten de las obras portuarias y sin aacutenimo de profundizar

en el tema hay que sentildealar que hasta el siglo XVIII no existioacute un ordenamiento

centralizado en lo relativo a su construccioacuten y mantenimiento que se guiaban

maacutes bien por disposiciones particulares (hellip) (p189)

En la Ameacuterica espantildeola la situacioacuten superaba las deficiencias de la gene-ralidad Asiacute podemos tambieacuten aceptar por mor de la brevedad las palabras de Fernando Monge y Margarita del Olmo (1996)

La trascendencia del relativo abandono de la costa atlaacutentica y la eleccioacuten de luga-

res absolutamente inadecuados para el desarrollo de ciudades fueron incalculables y

crearon una red de puertos principales casi fantasmas soacutelo animados con la llegada

de las flotas y el establecimiento de los mercados como es el caso de Veracruz en la

Nueva Espantildea sin maacutes infraestructura que la de fortificacioacuten y defensa (hellip) (p223)

Sobre el puerto de Veracruz soacutelo nos detendremos en el completo anaacutelisis realizado por uno de sus maacuteximos estudiosos El complejo portuario estaba for-mado por el asentamiento continental de la villa de Veracruz propiamente dicha y por el islote frontero de San Juan de Uluacutea el auteacutentico desembarcadero con su bien conocido muro de las argollas (donde los barcos se amarraban de proa y se anclaban desde la popa) defendido por un castillo y separado de la costa por un estrecho canal El puerto era insalubre con una poblacioacuten que nunca fue numerosa (unos cuatro mil habitantes en 1791) con deficiencias de espacio para el almacenaje de las mercanciacuteas y el inconveniente del obligado traslado de las mercanciacuteas desde la puerta de mar en tierra firme hasta los barcos ancla-dos en San Juan de Uluacutea Una modernizacioacuten significativa soacutelo parece operarse a fin de siglo con el avance del empedrado y del alumbrado puacuteblico y con la reparacioacuten de los baluartes y la construccioacuten de un faro ameacuten del progreso de los servicios dispensados a los mercaderes y visitantes (Garciacutea de Leoacuten 2011)6

6 Para los puertos del aacuterea Von Grafenstein (2006) En general para los puertos americanos es fundamental la espleacutendida obra de la Comisioacuten de Estudios Histoacutericos de Obras Puacuteblicas y Urbanismo (1985) y especialmente para nuestro caso los trabajos de Gonzaacutelez Tascoacuten (1985 pp 117-141) y Peacuterez Herrero y Vives Azancot (1985 pp 161-180)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Figura 1 Batista Antonelli

Perspectiva de reparo y fuerte y poblacioacuten de San Juan de Uluacutea 1590

Fuente Archivo General de Indias Meacutexico y Florida 36

Figura 2 Puerto de la Veracruz Adriaacuten Boot Puerto de la Veracruz nueva con la Fuerza de San

Juan de Uluacutea en el reino de la Nueva Espantildea en el Mar del Norte [ca 1615]

Fuente Archivo General de Indias Mapas y Planos Mapas Impresos 33

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Figura 3 Louis Andreacute de la Mamie de Clairac Vue du fort San Juan de Uluacutea de la ville de Veracruz drsquoapregraves le modegravele en relief executeacute par MrClairac ingeacutenieur militaire de fortifications 1749

Recuperado de httplcweb2locgovmasterpnppga0240002492utif en httpscommonswiki-mediaorgwikiFileSan_juan_de_uluajpg

Como hemos dicho poco es lo que sabemos de la institucioacuten de las capi-taniacuteas de puerto incluso en el aacutembito metropolitano Tenemos alguna noticia de la existencia de capitanes de puerto en algunas plazas de las costas penin-sulares pero no parece haberse promulgado ninguna normativa general hasta la Real Orden de 20 de marzo de 1787 en que se asigna el empleo (y se sentildea-la la graduacioacuten militar de sus titulares) a un total de 26 puertos peninsulares (maacutes a los dos africanos bajo soberaniacutea espantildeola de Ceuta y de Santa Cruz de Tenerife) cifra que se veraacute aumentada con otros cinco entre 1805 y 18067

En la Ameacuterica espantildeola la creacioacuten de las capitaniacuteas de puerto aparece regulada definitivamente por una Real Orden de 15 de mayo de 1792 Marta Garciacutea Garraloacuten ha podido rastrear diversas noticias sobre el funcionamiento anterior de este empleo que daraacute a conocer en un trabajo ya concluido y ac-tualmente en prensa Las disposiciones maacutes tempranas sobre los capitanes de puerto afectan a las plazas de La Habana (1734) y Veracruz (1750) Ambas

7 Garciacutea Garraloacuten ha podido reconstruir a partir de esta fecha la noacutemina de los capitanes de puer-to tanto en el espacio metropolitano como en el ultramarino especialmente gracias a la documentacioacuten consultada en el Archivo General de la Marina ldquoAlvaro de Bazaacutenrdquo

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plazas se beneficiaron poco despueacutes de la publicacioacuten de unas Instrucciones para los capitanes de puerto de Veracruz y La Habana aparecidas el 17 de marzo de 1756 diez antildeos despueacutes de la edicioacuten del reglamento malaguentildeo en territorio metropolitano En el caso de la plaza veracruzana el virrey mar-queacutes de las Amarillas publicoacute ademaacutes el 15 de junio de 1757 un Reglamento y Arancel para el gobierno y manejo por ahora de los empleos de capitaacuten de puerto de la Veracruz y de la Maestranza de eacutel que en virtud de Reales Oacuterdenes se hallan unidos en la persona del teniente de infanteriacutea de Marina don Bernardo Amate y para el de los que le puedan suceder en dichos em-pleos que certifica algo que ya sabiacuteamos la agregacioacuten al empleo de capitaacuten del puerto del de capitaacuten de la maestranza8 Y soacutelo cinco antildeos maacutes tarde en 1762 se editan las Ordenanzas para los empleos de Capitaacuten del Puerto y de Maestranza del de Veracruz que es el objeto de nuestro presente trabajo9

Como introduccioacuten al documento hay que sentildealar que las Ordenanzas seguacuten se especifica en la portada fueron publicadas por mandato del virrey de Nueva Espantildea el marqueacutes de Cruillas e impresas en Meacutexico en la Im-prenta del Superior Gobierno propiedad de los Herederos de Dontildea Mariacutea de Rivera en la calle de San Bernardo con fecha de 22 de julio de 1762 En el preaacutembulo se otorga a la normativa promulgada una categoriacutea fundacional al observarse expliacutecitamente lo siguiente ldquoConviniendo al servicio de Su Majestad el establecimiento del mejor reacutegimen cuidado y conservacioacuten del puerto de Veracruz en que hasta ahora no ha habido meacutetodo ni ordenanza formal (hellip)rdquo10 A pesar de ello el artiacuteculo primero reconoce tambieacuten la prece-dencia de la creacioacuten del empleo

8 Tanto las Instrucciones de 1756 como el Reglamento de 1757 se hallan en el Archivo General de Simancas Secretariacutea de Marina Capitanes de Puerto legajo 75 seguacuten la informacioacuten facilitada por Marta Garciacutea Garraloacuten En el mismo legajo se encuentra tambieacuten una Adicioacuten de 28 de noviembre de 1759 referente a la actuacioacuten de los praacutecticos y los maestros mayores de maestranza asiacute como a la vivienda del capitaacuten del puerto Y Bernardo de Amat nos ofrece en un memorial privado (fechado el 14 de abril de 1768) la noticia de su nombramiento como capitaacuten del puerto de Veracruz en 1747 (antes de la primera referencia de caraacutecter general de 1750) y como capitaacuten de la maestranza en 1757 coin-cidiendo con el Reglamento del marqueacutes de las Amarillas (AGS SM Capitanes de Puerto legajo 72)

9 Las Ordenanzas impresas las hemos consultado en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico (AGN) Seccioacuten de Marina 55 folios 107-113

10 Cursivas antildeadidas por los autores

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

El capitaacuten del puerto de Veracruz (cuyo empleo ha creado Su Majestad con el

uacutenico importante fin de la conservacioacuten de eacutel y de la precisa intervencioacuten en las

obras y faenas de Marina que ocurran en los bajeles de guerra y marchantes que

a eacutel llegaren) (hellip)

Y a continuacioacuten se desgranan los 38 artiacuteculos que resultan ser una con-crecioacuten a las particulares condiciones del puerto novohispano en la segunda mitad del siglo XVIII de todas las tareas que se habiacutean venido asignando en Europa al capitaacuten de puerto desde los tiempos bajomedievales y durante toda la Edad Moderna pero cuyo anaacutelisis pormenorizado resulta del maacuteximo intereacutes para la historia mariacutetima en general y para la de la Ameacuterica hispana en particular11

El artiacuteculo nordm 1 sentildeala la subordinacioacuten del Capitaacuten del Puerto al Gober-nador de la plaza de Veracruz La razoacuten se explicita inmediatamente ldquores-pecto a no haber en ella particular jurisdiccioacuten de Marinardquo (cosa que ya no ocurriacutea en el territorio metropolitano) pese a lo cual el gobernador habriacutea de considerarlo ldquocomo oficial de ellardquo ademaacutes de preocuparse de que se le tra-tase con la distincioacuten correspondiente y de facilitarle los recursos para llevar adelante su labor Por su parte el funcionario debiacutea acudir todos los diacuteas a tomar la orden del gobernador y a darle el parte de las novedades

Los tres primeros artiacuteculos de las ordenanzas ya refirieacutendose a las fun-ciones concretas del Capitaacuten del Puerto tratan de la primera preocupacioacuten de todos los gestores de las instalaciones portuarias el calado Asiacute el artiacuteculo nordm 2 disponiacutea lo siguiente

Aunque se supone que siendo la principal atencioacuten del capitaacuten del puerto la con-

servacioacuten de su fondo tanto en el canal como al abrigo del castillo de San Juan

de Uluacutea y todo lo que alcanza el amarradero de los naviacuteos debe estar este oficial

bien impuesto en su viaje bajos y restingas pero como el uacutenico y principal pun-

to no es bien quede como hasta aquiacute en opiniones de que nada se sigue ni sabe

de cierto deberaacute el mismo Capitaacuten hacer una sonda general todos los meses con

11 Aquiacute resulta oportuno sentildealar que ese caraacutecter fundacional se anticipa en el Reglamento de 1757 que aparece como provisional desde el propio tiacutetulo ldquoel gobierno y manejo por ahorardquo [cursivas antildeadidas por los autores] En cualquier caso las Ordenanzas se inspiran directamente en las disposicio-nes dadas en la deacutecada precedente

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asistencia de los praacutecticos y pilotos de los naviacuteos de guerra cuando en eacutel hubiere

alguno (hellip)

En suma se exige al Capitaacuten experiencia en el caacutelculo del calado del puerto y se le pone como obligacioacuten un sondeo mensual de su fondo (ya que hasta entonces las estimaciones se habiacutean hecho sin meacutetodo por lo que care-ciacutean de toda exactitud) con la ayuda de los praacutecticos (que hacen su aparicioacuten por primera vez) y con la eventual colaboracioacuten de los pilotos de los barcos de guerra presentes en el puerto

El artiacuteculo nordm 3 concreta la operacioacuten La sonda (que exigiacutea para su eje-cucioacuten ldquodiacuteas apaciblesrdquo) se hariacutea con el concurso de la faluacutea y la lancha del rey fondeadas en el castillo de San Juan de Uluacutea Ahora bien este servicio no debiacutea generar ninguacuten gasto de personal (el propio Capitaacuten del Puerto los praacutecticos y los responsables de las dos embarcaciones) pues todos gozaban ya de un ldquosueldo del reyrdquo que incluiacutea estas funciones

El artiacuteculo nordm 4 cierra las precisiones de la operacioacuten de sondeo Los pontones han de aplicarse ldquoa los parajes convenientes para igualar o aumentar el fondordquo Tres condiciones se subrayan para esta tarea la necesidad de no pagar jornales u ocasionar gastos ldquoindebidosrdquo la conveniencia u obligacioacuten de escuchar el dictamen del contramaestre (una figura que aparece tambieacuten por primera y uacutenica vez) y la utilizacioacuten en la labor de personas robustas y experimentadas

El artiacuteculo 5ordm se ocupa de otra de las graves cuestiones que atribulaban a las autoridades el lanzamiento a las aguas del puerto de basuras y otros objetos En el caso de Veracruz el Capitaacuten del Puerto

celaraacute como punto esencial de su obligacioacuten que las embarcaciones fondeadas

en este puerto no arrojen sus basuras ni la cosa maacutes miacutenima al agua sino que

recogidas en tinas las conduzcan en sus lanchas a tierra al paraje sentildealado a este

fin que por ahora es la que llaman la Isleta de la parte del Fuerte del Castillo

Como coletilla se le advierte que la ldquomenor omisioacuten o condescendenciardquo podriacutea acarrearle una severa imputacioacuten

El artiacuteculo 6ordm insiste en este punto La prohibicioacuten se dariacutea a conocer a todos los barcos mediante la fijacioacuten de ldquoun papel en su palo mayor firmado por el gobernador de la plazardquo La primera infraccioacuten se sancionariacutea con una

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multa de veinte pesos y la contumacia de un modo maacutes severo directamente por el propio virrey ldquosi se procediere con malicia se les arrestaraacute procesaraacute y se me daraacute parte para tratarlos con el rigor que conviene al escarmientordquo

Los siguientes cuatro apartados engloban las medidas que debiacutean adoptarse en relacioacuten con el lastrado de los barcos Asiacute el artiacuteculo 7ordm sentildeala taxativamente

El mismo cuidado debe poner el Capitaacuten del Puerto en las ocasiones en que las

embarcaciones carguen o descarguen lastre haciendo que los barcos destinados

a este fin se atraquen bien a sus costados [los de los barcos que han de tomar o

dejar lastre] que procedan a estas faenas con las regulares precauciones de poner

velas o encerados que eviten la caiacuteda de las piedras al agua

Las sanciones seriacutean las mismas que en el apartado anteriorEl artiacuteculo 8ordm define ldquoel rengloacuten de lastrerdquo como uno de los maacutes relevan-

tes por las demoras que causa su falta en los buques de guerra y de comercio ldquopara emprender sus tornaviajes en un puerto tan criacutetico como eacutesterdquo En con-secuencia hay que garantizar su suministro y disponer siempre de

cuatro o cinco mil quintales en verano en la daacutersena del castillo de San Juan

de Uluacutea (hellip) y en invierno mayor porcioacuten por las dificultades que ocasionan

los [vientos] nortes en conducirlo pero siempre que se espere flota azogues o

naviacuteos sean de guerra o de comercio deberaacute acumularse en dicho paraje porcioacuten

proporcionada de este geacutenero

Seguidamente se apremia al Capitaacuten del Puerto a cuidar de que el lastre se apile y se acomode de tal forma que la piedra no pueda en ninguacuten caso rodar hasta el canal

El artiacuteculo 9ordm se ocupa del caso en que un barco decida descargar parte del lastre previamente embarcado ordenando que la operacioacuten la haga el duentildeo del naviacuteo en el lugar concreto que le sea asignado Del lastre desem-barcado soacutelo se le devolveraacute la mitad de su precio por el uso ya realizado pese a su desistimiento posterior

El artiacuteculo 10ordf cierra este bloque con un caso particular la prohibicioacuten absoluta de arrancar piedras del Bajo de la Gallega pues es el principal abrigo del puerto En este caso la sancioacuten es contundente los barcos que participen en una accioacuten de este tipo seraacuten detenidos y confiscados por el gobernador

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y los implicados (patrones o cualesquiera otros individuos) seraacuten castigados con multas y otras penas

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan del atraque de los barcos En este caso el artiacuteculo 11ordm sentildeala la obligacioacuten que tiene el Capitaacuten del Puerto de inspeccionar el amarre de los naviacuteos y de disponer ldquoel modo en que hayan de tener sus anclas y dar en tierra sus amarrasrdquo En caso de avistarse escuadras naviacuteos de guerra o buques mercantes habraacute que dejar espacio para las em-barcaciones que se esperan y (atendiendo a las especiales circunstancias del atraque en San Juan de Uluacutea) se actuaraacute ldquodejando zafas las primeras argollas para que las ocupen los naviacuteos de guerra u otros de crecido buquerdquo es decir privilegiando a los barcos de la Armada y de la Carrera de Indias

El artiacuteculo 12ordm por su parte exige que las embarcaciones usen para su amarre de los cables y calabrotes apropiados para garantizar la maacutexima segu-ridad durante el tiempo de la estadiacutea En caso de no tener el material adecua-do el Capitaacuten del Puerto habraacute de desviar los barcos a otros parajes para que en caso de que las amarras se suelten no causen dantildeo a las naves atracadas a su lado ademaacutes de suministrarles cables y calabrotes de repuesto pagando el duentildeo del naviacuteo el doble de su precio como sancioacuten por su negligencia Ademaacutes el oficial (que aquiacute es nombrado por primera vez despueacutes del tiacutetulo general de las Ordenanzas Capitaacuten de Maestranza y del Puerto) se ocuparaacute de que ldquotodos recorran sus cables y zafen cuanto sea dable unos de otros y los aforren en los parajes oportunosrdquo Estas reparaciones seriacutean obligadas para los capitanes maestres o patrones de las embarcaciones que habriacutean de ejecutarlas con arreglo a las instrucciones del Capitaacuten del Puerto o de los praacutecticos comisionados por el mismo

El artiacuteculo 13ordm constituye un pareacutentesis en la enumeracioacuten de las funcio-nes y se dedica a especificar el reparto de los emolumentos derivados de las sanciones pecuniarias por las faltas ya descritas en los apartados anteriores El Capitaacuten del Puerto recibiriacutea la cuarte parte mientras otra cuarta parte iriacutea a parar a los praacutecticos (que se la repartiriacutean entre siacute) y la mitad restante se depositariacutea en las Cajas ldquopara aplicar su producto a la limpieza y otras obras propias del mismo puertordquo

El artiacuteculo 14ordm trata de las medidas a tomar en caso de accidente Asiacute los barcos pueden peligrar a su entrada a su salida y durante su estadiacutea en el puerto por el mal tiempo por un incendio o por alguna otra causa El Capitaacuten

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del Puerto tendriacutea que recurrir en tales ocasiones al concurso de los barcos y la gente de mar del lugar y a la asistencia de los praacutecticos Ademaacutes si el acciden-te ocurriacutea estando anclados los barcos tambieacuten deberiacutea solicitar la ayuda del propio gobernador de la plaza y del teniente de Rey en el castillo de San Juan de Uluacutea Tambieacuten se precisa que al residir los praacutecticos en el castillo (como artilleros que son del mismo) y siendo el lugar maacutes apropiado para auxiliar a los barcos que vienen al puerto con viento norte y porque en tales casos ldquoel Capitaacuten del Puerto que vive en Veracruz no puede dar sus oportunas provi-denciasrdquo el responsable del socorro seriacutea el comandante de San Juan de Uluacutea

El artiacuteculo 15ordm se ocupa de los praacutecticos otra corporacioacuten portuaria mal conocida en nuestra historiografiacutea En el caso de Veracruz se nombrariacutean dos praacutecticos (con sueldo a cargo del rey que se aumentariacutea con doce pesos sobre el de los que ya actuaban como artilleros en San Juan de Uluacutea) maacutes otros dos agregados expertos en las ldquocostas canal sondas y bajos del puertordquo que ascenderiacutean en el escalafoacuten en cuanto se produjera una vacante

Los dos artiacuteculos siguientes abordan las funciones maacutes caracteriacutesticas de los praacutecticos las del lemanaje es decir las de dirigir la entrada de los barcos en el recinto propiamente portuario En principio seguacuten el artiacuteculo 16ordm es el propio Capitaacuten del Puerto el que realiza la principal tarea de lemanaje la de ldquopilotear los naviacuteos de guerra a su entrada y salida de eacutel salieacutendoles al encuen-tro fuera de eacutel o pasando a su bordo antes de levarse [levar anclas] hasta que esteacuten asegurados dentro o en franquiacuteardquo Ahora bien en caso de serle imposible habriacutea de enviar bien al mejor de los praacutecticos o bien si el caso lo exigiese a los dos praacutecticos en propiedad y a los interinos e incluso en caso de extrema necesidad a pescadores expertos El artiacuteculo 17ordm a su vez se refiere a todos los demaacutes casos que quedariacutean directamente en manos de los praacutecticos

Tambieacuten tendraacute [el Capitaacuten del Puerto] muy particular cuidado en destinar praacutec-

ticos a las embarcaciones de comercio que los dirijan a su entrada y salida y las

embarcaciones pequentildeas que los tomaren pagaraacuten seis pesos y los registros y

embarcaciones de fuera de cabos doce

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan de otra de las preocupaciones habitua-les de los gestores portuarios el abalizamiento Seguacuten el nordm 18 el Capitaacuten habraacute de cuidarse de que ldquocon anticipacioacuten se pongan balizas en los bajos del canal y

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viriles [veriles es decir las orillas o liacutemites] de eacutel siempre que se avisten naviacuteos o hayan de salirrdquo Es decir el abalizamiento no era fijo sino que soacutelo se disponiacutea a la arribada o a la salida de los buques Esta carencia parece subsanarse con el artiacuteculo nordm 19 donde se ordena poner ademaacutes de las balizas temporales de los bajos ldquootras permanentes y distintas que sentildealen el paraje donde los naviacuteos que vienen obligados con nortes deben dejar caer sus noroestes que le [les] sea faacutecil coger las argollas sin confusioacutenrdquo Esta medida parece necesitada de justificacioacuten

No [hay] suficiente motivo para dejar de cumplir tan sabia y uacutetil resolucioacuten el no

haberlo practicado los antiguos pues en parajes de maacutes continuos fuertes tempo-

rales gruesiacutesimas mares y excesivas corrientes se mantienen como en las entra-

das de los puertos de Holanda e Inglaterra sin las que pereceriacutean muchos naviacuteos

Ahora es al gobernador de Veracruz a quien corresponde ejecutar las obras pertinentes fabricar

unas boyas de madera de crecida magnitud y que luego que entre septiembre se

ponga una en el paraje dicho pintada de blanco y su orinque [el cabo que une la

boya al ancla] de cadena que tendraacute a un ancla de los [las] que hay en el castillo

de San Juan de Uluacutea y otras dos de igual magnitud negras a lo largo del canal

de suerte que sentildealen sus viriles [veriles] por ahora una a cada banda para lo

que hay dos anclas y un anclote bajo la muralla del sudeste de dicho castillo que

pueden servir a dicho fin sacaacutendolas y ponieacutendoles sus cepos

El artiacuteculo 20ordm aparece aquiacute aislado aunque estaacute unido temaacuteticamente a la cuestioacuten de los atraques concretamente a la necesidad de tener una remesa de cables y calabrotes en los almacenes de repuestos de Veracruz

El artiacuteculo 21ordm prescribe una serie de precauciones ante otra amenaza habitual el fuego Despueacutes de poner bajo la responsabilidad del Capitaacuten del Puerto las ldquoquimeras y disensionesrdquo que puedan surgir entre las diferentes embarcaciones le urge a precaver con todo cuidado ldquolos accidentes del fue-go tan temible en el estrecho puerto de Veracruz y maacutes con el descuido habitual de los naviacuteos marchantesrdquo Para ello debe vigilar los embarques y desembarques de poacutelvora impedir el uso del fuego en el calafateo de los barcos (el betuacuten se puede pegar ldquosin esta circunstanciardquo) y comprobar que esteacuten apagados los fogones y que no haya fuego dentro de los barcos ni en

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sus inmediaciones a la puesta del sol Por uacuteltimo debe ordenar que las luces se apaguen a las ocho

Figura 4 Proyecto de amarras de buques en el Castillo de San Juan de Uluacutea de Veracruz 1776

Archivo General de Simancas Mapas y Planos y Dibujos XVIII-137

El artiacuteculo 22ordm es otra disposicioacuten aislada Ni el Capitaacuten del Puerto ni las praacutecticas cobraraacuten ninguacuten emolumento extraordinario cuando ayuden a la entrada o salida de los naviacuteos del rey mientras que los buques mercantes deberaacuten pagar doce pesos tanto a la entrada como a la salida o maacutes si la tarea de los funcionarios se demora maacutes de una jornada Finalmente si los naviacuteos de guerra toman por cuenta propia un praacutectico que no esteacute a sueldo del rey se habilitaraacute su pago seguacuten la certificacioacuten presentada

El artiacuteculo 23ordm especifica que al avistamiento de un buque de guerra o de comercio el Capitaacuten del Puerto habriacutea de ordenar la salida del praacutectico sin necesidad de peticioacuten del buque en cuestioacuten a traveacutes de un cantildeonazo o ldquosentildeal de morroacutenrdquo [bandera enrollada para este fin] aunque tengan pilotos cualificados a bordo Prevista la gratificacioacuten de doce pesos para el praacutectico la situacioacuten podriacutea devenir conflictiva como sentildeala curaacutendose en salud la propia disposicioacuten ldquoNo es justo aventurar los caudales del comercio comuacuten

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por una economiacutea particular o demasiada satisfaccioacuten de un piloto a [al] que no puede perjudicar siacute servir de mucho la inteligencia y noticia de los del puertordquo

El artiacuteculo 24ordm adelanta una cuestioacuten ya resuelta en la Espantildea metropolita-na mediante el recurso a la Matriacutecula de Mar como es el control de la gente de mar ldquoHa de tener tambieacuten razoacuten y lista formal de toda la gente de profesioacuten marinera residente en Veracruz procurando conocer a todos individualmente y saber en cuanto sea dable su paraderordquo12 En el mismo artiacuteculo se incluye como obligacioacuten del Capitaacuten del Puerto la deteccioacuten de otra poblacioacuten objeto de una preocupacioacuten constante por parte de las autoridades la de los desertores tanto de los naviacuteos de la Armada como de los propios barcos mercantes a los cuales se debe perseguir y detener para obligarles a embarcarse de nuevo en los barcos en que llegaron o en ldquootros que regresen a Espantildeardquo

Los artiacuteculos siguientes se ocupan de las obligaciones del Capitaacuten del Puerto por su anexa condicioacuten de Capitaacuten de Maestranza Asiacute lo especifica con toda claridad el artiacuteculo nordm 25 que le prescribe al igual que antes ocurriacutea con la gente de mar el control de la gente de maestranza en teacuterminos auacuten maacutes estrictos y con atribuciones auacuten maacutes amplias Aquiacute resulta ilustrativa la reproduccioacuten completa de la disposicioacuten

Debiendo estar unido a su encargo el de Capitaacuten de Maestranza para todos los

reconocimientos exaacutemenes carenas y recorridas etceacutetera de los naviacuteos de co-

mercio y aun de los de guerra en las [los] que pueda ofreceacuterseles y sea necesario

su asistencia tendraacute una lista exacta y formal de la maestranza de carpinteros de

ribera y calafates habitantes y profesores en Veracruz para valerse de ellos en los

casos necesarios al servicio del Rey con facultad de prohibirles la continuacioacuten

de su oficio si se niegan a acudir a eacutel o cuando en ellos no reconozca la habilidad

competente para desempentildearle13

El artiacuteculo 26ordm dispone los detalles de la intervencioacuten de diversos agentes en las reparaciones de los buques fondeados en el puerto El Ca-pitaacuten del Puerto (y en su defecto los maestros mayores de la maestranza) seriacutea el responsable de supervisar todas las obras emprendidas de certificar

12 Cursivas antildeadidas por los autores

13 Cursivas antildeadidas por los autores

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la perfeccioacuten de las mismas de designar a la gente de maestranza encar-gada de su ejecucioacuten y de estar presente durante el tiempo de la recorrida [aquiacute reparacioacuten en general] En los buques de la Armada actuariacutean como maestros mayores los propios calafates y carpinteros de los naviacuteos y en los barcos de las flotas y los galeones de azogues escoltados por la Ar-mada aquellos que fuesen nombrados por el comandante de la formacioacuten Por el contrario en los demaacutes barcos mercantes ni los capitanes ni los maestres podraacuten

emprender obra mayor ni recorrida formal [aquiacute obra mayor debe entenderse

como carenado y recorrida formal en su sentido propio de reparacioacuten de menor

entidad que la carena] sin la intervencioacuten del Capitaacuten del Puerto (en su condicioacuten

de Capitaacuten de Maestranza) y de los maestros mayores

El artiacuteculo 27ordm se refiere a la comprobacioacuten de la aptitud de los barcos mercantes para salir a navegar y a expedir la correspondiente autorizacioacuten En este caso era responsabilidad del gobernador de Veracruz dar la orden al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores para proceder al reconoci-miento del buque y de la arboladura en presencia de los primeros carpinteros y calafates de la embarcacioacuten a fin de concluir sobre su disponibilidad para recibir la carga o en su caso sobre la necesidad de efectuar alguna reparacioacuten previa a su travesiacutea Finalmente se sentildeala la remuneracioacuten de los implicados seguacuten el arancel que ya reproduciremos al final

El artiacuteculo 28ordm sentildeala otras obligaciones del Capitaacuten de Maestranza el arqueo de los barcos mercantes (cuando asiacute lo dictaminen los oficiales reales) con certificacioacuten de sus tonelajes el avaluacuteo de los buques (junto a los maes-tros mayores) en caso de venta con certificacioacuten de la escritura correspon-diente y el examen de las naves que hayan de echarse al traveacutes [varar para su desguace] con certificacioacuten del propio Capitaacuten de Maestranza y los citados maestros mayores de la operacioacuten y de sus motivos Aquiacute se especifican los emolumentos cien reales por el arqueo y cien reales para el Capitaacuten de Maes-tranza y cincuenta para los maestros (a repartir entre siacute) por el avaluacuteo y por el examen del barco dado al traveacutes

El artiacuteculo 29ordm asigna al Capitaacuten del Puerto el cubrir las bajas de los maes-tros mayores proponiendo el nombre del candidato al Ministro de Marina

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(ldquocuando lo hubiererdquo lo que no era el caso) y en su defecto al oficial real maacutes antiguo de acuerdo con la Ordenanza de Arsenales

El artiacuteculo 30ordm encomienda al Capitaacuten de Maestranza la regulacioacuten de los jornales de sus integrantes y la vigilancia del cumplimiento de las condi-ciones para el ejercicio de la profesioacuten entre las que se incluyen el adiestra-miento la edad y la fuerza Como coletilla se prohiacutebe a los calafates en el momento de las carenas o las recorridas el hilado de la estopa operacioacuten que deben realizar las tripulaciones de los barcos afectados

El artiacuteculo 31ordm dispone que el Capitaacuten del Puerto cuando se encuentre fondeada una escuadra de guerra se ponga a las oacuterdenes de su comandante (como ldquosubalterno suyordquo durante la ocasioacuten) en todo lo tocante al resguardo en tierra [contrabando] inspeccioacuten policiacutea seguridad de naviacuteos etceacutetera

El artiacuteculo 32ordm autoriza al Capitaacuten de Maestranza a decidir sobre las compensaciones reclamadas por los capitanes o maestres de los barcos par-ticulares por razoacuten de ldquoaveriacuteas causadas de abordajes u otros accidentes en cascos aparejos peacuterdida de anclas cables botes lanchas etceacuteterardquo En caso de conflicto los interesados podraacuten presentar recurso ante el comandante de la escuadra o el capitaacuten de naviacuteo u oficial de superior graduacioacuten al mando de un buque de la Armada y en su defecto ante el gobernador de Veracruz quie-nes decidiriacutean la causa despueacutes de haber oiacutedo al citado Capitaacuten del Puerto

El artiacuteculo 33ordm dispone que en cambio los accidentes mayores que son competencia privativa de la jurisdiccioacuten de Marina sean sustanciados en pri-mera instancia por los comandantes de escuadra y en su defecto por el go-bernador de Veracruz quedando el Capitaacuten del Puerto en la posicioacuten secun-daria de mero asesor por su conocimiento del caso Los accidentes incluidos en este apartado presentan por otra parte circunstancias agravantes particu-lares ldquoabsoluto naufragio incendio etceacutetera con indicios de haber proce-dido de impericia o determinada malicia de praacutecticos u otros cualesquierardquo

El artiacuteculo 34ordm sentildeala las medidas a adoptar ante una amenaza exterior ldquoEn el caso de invasioacuten de enemigos [en] todo lo respectivo a la defensa del puerto y demaacutes incidencias anejas a su conocimiento y praacutectica podraacute y deberaacute el gobernador valerse del Capitaacuten del Puerto de su consejo y accioacutenrdquo El magistrado puede incluso en caso de necesidad ponerse al mando de una nave ldquosi se ofreciere armamento provisional de alguna embarcacioacuten en dicho puerto para atacar enemigo contrabandista o con otro motivo podraacute fiarse el

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mando al Capitaacuten del Puertordquo Para esta tesitura tendraacute una lista exacta de todas las embarcaciones sin excepcioacuten de la maacutes miacutenima canoardquo14

El artiacuteculo 35ordm confiacutea al Capitaacuten del Puerto la misioacuten de dar cuenta de todas las embarcaciones que arriben al puerto (ldquovengan de Espantildea o de otras costas de Ameacutericardquo) con el principal objetivo de evitar el contrabando

El artiacuteculo 36ordm asigna al capitaacuten del puerto la vigilancia y arresto de los polizones Tarea que requiere la mayor atencioacuten habida cuenta del ldquopoco cuidado y cuasi formal consentimiento que se tiene y ha tenidohellipcon tanto perjuicio de los dominios de Su Majestad cual no es ponderablehelliprdquo

El artiacuteculo 37ordm especifica algunos de los recursos puestos a disposicioacuten del magistrado para el cumplimiento de sus funciones Tambieacuten aquiacute quizaacutes valga la pena copiar entero el apartado

Para que el Capitaacuten del Puerto pueda desempentildear todos los importantes encar-

gos de su inspeccioacuten inmediatamente se le sentildealaraacuten cuatro hombres de los

bogadores que gozan sueldo de Su Majestad en la faluacutea y lancha del castillo

dos de cada una se emplearaacuten en un sereniacute [bote pequentildeo] o canoa que podraacute

tener para ellas mantenieacutendola y hacieacutendole los reparos que necesite de los

emolumentos que le estaacuten sentildealados y ademaacutes podraacute valerse de cualesquiera

embarcacioacuten [embarcaciones] de las que estaacuten en el muelle para el traacutefico del

puerto en las precisas urgencias y ocasiones que se le ofrezca sin hacerle la

menor detencioacuten ni perjuicio

Finalmente el artiacuteculo 38ordm declara la autonomiacutea del funcionario asiacute como su condicioacuten militar ldquoEl Capitaacuten del Puerto como oficial de guerra y de la plaza soacutelo tendraacute inmediata precisa subordinacioacuten al gobernador de ellardquo Y asiacute se resume el privilegiado status (acompantildeado de sus ampliacutesimas atribuciones) de la figura del Capitaacuten del Puerto de Veracruz

A continuacioacuten se antildeaden tres apeacutendices a las Ordenanzas El primero incluye un listado de los derechos que deben pagar las embarcaciones arri-badas a Veracruz

Derechos que deben contribuir a Su Majestad las embarcaciones que vienen a

este puerto lo que corresponden al Capitaacuten de Maestranza quien debe cobrarlos

14 Cursivas antildeadidas por los autores

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todos y entregar los pertenecientes a la Real Tesoreriacutea de donde tomaraacute sus co-

rrespondientes recibos y llevaraacute cuenta separada en la contaduriacutea de ellos

Por un lado los naviacuteos y fragatas pagariacutean 56 reales por el ancoraje 16 reales por la linterna 24 por la limpieza del puerto y 8 reales al Capitaacuten del Puerto mientras que los paquebotes los bergantines y las embarcaciones de cruz [de velas cuadras cuyas vergas se cruzan sobre los palos] pagariacutean res-pectivamente 40 10 20 y 6 reales en tanto que todos los barcos pagariacutean 16 reales por el abalizamiento quedando totalmente exentas del pago de estos derechos ldquolas embarcaciones chicas que trafican estas costas como las de los riacuteos de Alvarado y Barloventordquo Ademaacutes resulta interesante transcribir las siguientes circunstancias

Cesa la praacutectica de pagar al gobernador el ancoraje por ser derecho del Real Al-

mirantazgo General de Espantildea y las Indias anexo a la Corona el farol o linterna

se debe hacer en el castillo a toda embarcacioacuten que quede de noche a vista del

puerto sin que lo pida si es dable con teas u otro fuego maacutes visible y menos

costoso que el aceite y sea el que fuere se pagaraacute de su ramo

Y ldquoquedan extinguidas las garramas [derrama o contribucioacuten en general] de guardias del castillo y patroacuten de faluacutea por impropio y mal permitido abuso ni se impondraacute otra alguna de que cuidaraacute mucho el gobernadorrdquo

El segundo apeacutendice es el arancel de los derechos a pagar al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores Se reproduce iacutentegramente

Por la primera visita que hiciere el capitaacuten de maestranza con los maestros mayo-

res para reconocer y sentildealar las obras que necesita todo naviacuteo se le contribuiraacuten

por los duentildeos de los naviacuteos que se repartiraacute por mitad entre el dicho Capitaacuten y

los dos maestros mayoreshellip 20 (pesos)

Por la segunda para ver si las obras que se han sentildealado se han ejecutado en los

mismos teacuterminoshellip20 (pesos)

Por la tercera visita que debe hacer el Capitaacuten de Maestranza para reconocer si el

naviacuteo estaacute en estado de navegar y con sus correspondientes servibles pertrechos

y reconocimiento de pasajeroshellip16 (pesos)

Por las tres visitas que se hagan a las demaacutes embarcaciones que salgan de este

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puerto para otros de la Ameacuterica a excepcioacuten de los que van a Campeche y Tabas-

co pagaraacuten en la misma conformidad partiblehellip12 (pesos)

Por el arqueo de naviacuteo o fragatahellip100 (reales)

Por el de paquebot o bergantiacutenhellip60 (reales)

Por reconocimiento de exclusioacuten de naviacuteo avaluacuteo o intervencioacuten en venta con

sus firmashellip100 (reales)

No se pagaraacute cosa alguna al Capitaacuten de Maestranza por la asistencia cuando se

deacute fuego a los naviacuteos pues es tan constitutivo de su empleo este cuidado que no

debe practicarse sin su asistencia ni hacerlo donde no acuda

No se precisaraacute a ninguacuten maestre o capitaacuten de naviacuteo particular se valga de la

plancha de agua [entablado flotante] del Capitaacuten de Maestranza pero si la pidiere

y solo se sirviere dos diacuteas pagaraacute a razoacuten de dieciseacuteis reales cada uno si fuere

precisa maacutes tiempo solo pagaraacute un peso

No contribuiraacuten cosa alguna los maestres o capitanes de los naviacuteos particulares

a escribano contador ni otro alguno que tienen sueldo de Su Majestad si se

ofreciere que por alguacuten accidente concurran a estas visitas o diligencias y [les]

bastaraacute la certificacioacuten que debe darle [darles] el Capitaacuten de Maestranza de los

arqueos y reconocimientos etceacutetera de que deberaacuten en los oficios hacer fe en

estos asuntos y no necesitar de otro registro para su despacho y demaacutes diligencias

que se ofrezcan

En este arancel nada se grava al vasallo antes en algo se le alivia pues estaacuten solo

reducidos a Su Majestad algunos derechos y rebajados en otro lugar de lo que

antes pagaba

Tras esta declaracioacuten de la buena intencioacuten de la poliacutetica fiscal imperante en el puerto de Veracruz las Ordenanzas se completan con un tercer apeacutendice que no es otra cosa sino la lista de los repuestos que debe custodiar el Capitaacuten del Puerto en sus almacenes

Relacioacuten de los geacuteneros que debe cuidar el Capitaacuten del Puerto haya de repuesto

en los almacenes que tiene el rey en Veracruz para atender a las urgencias que de

ellos puedan tener los naviacuteos de Su Majestad que convoyan flotas y azogues y los

que frecuentan de la Escuadra de La Habana

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

En concreto se detallan diversas jarcias alquitranadas (doce cables tre-ce calabrotes cuarenta y siete guindalezas ciento treinta y una vetas y treinta quintales de vaiveacuten alquitranado [cabo delgado de dos o tres cordones] y otros veinte quintales de piola [otro cabo pequentildeo formado de dos o tres filaacutesticas] merliacuten [cabo delgado de caacutentildeamo alquitranado] y sardinera [otro tipo de cabo pequentildeo] varias jarcias blancas (seis piezas de vetas y otras seis de correderas maacutes trescientas libras de vaiveacuten blanco otras trescientas de hilo de vela y cien quintales de cuerda-mecha [cuerda combustible]) Entre los tejidos se incluyen siete mil quinientas varas de lonas de diferentes calidades siete mil varas de lienzo vitre [lona muy fina] dos mil quinientas varas de lienzos de ruaacuten y dos mil varas de lanilla Entre los betunes hallamos cien quintales de alquitraacuten fino para la jarcia y otros cien quintales de brea rubia o resina La clavazoacuten se distribuye entre distintas variedades doscientos quintales de clavazoacuten regular ciento cincuenta millares de clavazoacuten de alfagia [arfarjia madero de sierra] otros doscientos de clavazoacuten de barrote [barra gruesa] cien de entablar cien de medio entablar cien de tillado [entablado] cien de falca [tabla colocada de canto sobre la borda] mayor cien de falca menor cien de bora mayor cien de bora menor cien de tachuelas y sesenta de estoperoles [clavos cortos de cabeza grande y redonda similares a las tachuelas] El capiacutetulo de fierro se divide entre doscientos quintales de cabilla [barrita para amarrar los cabos] cincuenta de tacho [tachuela grande] y medio tacho ciento cincuenta de bergajoacuten y otros cien de planchuela [diversos tipos de metal de hierro] Los restantes geacuteneros componen un conjunto heterogeacuteneo de sesenta quintales de plomo en plancha cincuenta libras de plomo en tiras cincuenta libras de hilo de alambre cuarenta libras de estantildeo cincuenta rempujos para velero [discos planos empleados por los veleros para empujar la aguja de coser las velas] tres mil hojas de lata dos mil libras de talco tres mil vidrios ordinarios trescientas agujas de vela cien agujas de empalmar diez mil agujas capoteras cincuenta libras de hilo de colores cien resmas de papel blanco cuarenta resmas de papel de estraza doscientas hojas de pergamino ciento cincuenta hachas de partir cien azado-nes doscientas palas de fierro cien espiochas y cuatro fierros de hacer hostias

Como se ha dicho al principio la Matriacutecula de Mar se introdujo tardiacutea-mente en Ameacuterica y desde luego despueacutes de la promulgacioacuten de las Orde-nanzas que se acaban de analizar Por ello el Capitaacuten del Puerto antildeade a sus funciones maacutes caracteriacutesticas la de ser Capitaacuten de Maestranza y la de llevar

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

la cuenta oficial de la gente de mar y de maestranza y de las embarcaciones surtas en Veracruz una misioacuten que pasaraacute a depender de los ministros y sub-delegados de Marina de los distintos departamentos costeros En el caso de Veracruz un documento hallado en la misma seccioacuten que las Ordenanzas nos permite adelantar alguna noticia sobre la aplicacioacuten de la Matriacutecula de Mar en la provincia y su relacioacuten con la capitaniacutea del puerto15

En abril de 1783 una Real Orden comunicada por el virrey de Nueva Espantildea a la sazoacuten Matiacuteas de Gaacutelvez habiacutea conferido a Juan Joseacute Gaacutemez el nombramiento de Capitaacuten del Puerto y de la Maestranza de Veracruz Pues bien tres antildeos despueacutes el 9 de enero de 1786 el interesado elevoacute un memorial al nuevo virrey Bernardo de Gaacutelvez que habiacutea sucedido a su tiacuteo alegando que en la orden citada el rey mandaba poner a su cargo el ldquoministerio de Matriacuteculardquo del puerto de Veracruz y de los demaacutes puertos a Barlovento y Sotavento asiacute como entregarle la documentacioacuten existente desde la creacioacuten de la Matriacutecula de Mar en 1777 (de acuerdo con la Real Orden cuya fecha se confirma de 23 de agosto anterior) cosa que debiacutean cumplir el intendente Pedro Antonio Co-siacuteo y el tesorero de las Reales Cajas Joseacute Mariacutea Laso Sin embargo hasta el momento no se habiacutea producido la toma de posesioacuten de Juan Joseacute Gaacutemez que aduciacutea en su favor ademaacutes de la claridad de la Real Orden haber re-cibido el 27 de abril de 1784 unos documentos en calidad de ldquosubdelegado de aquella Matriacuteculardquo No obstante poco antes de su recurso el 23 de di-ciembre de 1785 se habiacutea publicado en la Ciudad de Meacutexico un bando por el que se encargaba en comisioacuten la citada Matriacutecula al administrador de la Real Hacienda en Veracruz Francisco Antonio Agudo lo que a juicio del demandante no puede ser sino una equivocacioacuten ya que el cargo corres-ponde al Capitaacuten del Puerto

A rengloacuten seguido Juan Joseacute Gaacutemez alega una nueva razoacuten muy concreta

Comprueacutebase que la intencioacuten del Rey es que de la Matriacutecula sea su Jefe el que

ejerza de tal Capitaacuten del Puerto pues desde su creacioacuten la ha tenido a su cargo este

empleo como es notorio porque el primero que fue mi antecesor Don Bernardo

Amat se le dio consecuente con la Real disposicioacuten comunicada al Excelentiacutesimo

Sentildeor Frey Don Antonio Mariacutea Bucareli virrey que fue de esta Nueva Espantildea

15 Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico Seccioacuten de Marina 55 folios 81-85

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Los citados Cosiacuteo y Laso fueron comisionados para la Matriacutecula in-terinamente tras la jubilacioacuten de Bernardo de Amat (al que ya conocemos como Capitaacuten del Puerto y como Capitaacuten de Maestranza) pero ahora que media el nombramiento de un titular de la capitaniacutea de puerto concluye Gaacutemez ldquoes la voluntad de la Real Persona sea yo el legiacutetimo subdelegado de Vuestra Excelencia en este asuntordquo Y maacutes abajo apuntilla ldquopues mi an-tecesor lo fue desde su creacioacuten como ya se dijo y no ha habido otro desde aquel hasta que tomeacute la posesioacuten de estos empleosrdquo Y en consecuencia pide el reconocimiento de su derecho a entrar tambieacuten en posesioacuten de de la subdelegacioacuten de Matriacutecula Sin que pueda caber duda del derecho del autor del recurso lo que conviene resaltar es que la Matriacutecula de Mar habiacutea quedado adscrita al Capitaacuten del Puerto al menos en Veracruz y probable-mente de modo general Menos claro queda el tiacutetulo exacto del cargo pues se habla alternativamente de ldquoministeriordquo y de ldquosubdelegacioacutenrdquo de Matriacutecu-la cuando sabemos que en el territorio metropolitano la Matriacutecula de Mar habiacutea sido confiada a un ldquoministro de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en las capitales de las provincias mariacutetimas y a un ldquosubdelegado de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en los restantes puertos En cualquier caso parece seguro que en Ameacuterica en la segunda mitad del siglo XVIII el Capitaacuten del Puerto antildeadiese a sus funciones las de incluir bajo su jurisdiccioacuten a las gentes de maestranza y a las gentes de mar ya matriculadas lo cual haciacutea auacuten maacutes relevante su cometido y su ministerio

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Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

La Guerra de Sucesioacuten Espantildeola (1700-1713-1714-1715) ha sido has-ta hace poco tiempo y auacuten lo es en muchos aspectos uno de los ldquoperiacuteo-dos oscurosrdquo (Kamen 1974) de la Historia de Espantildea1 Llama la atencioacuten que si bien se trata de un acontecimiento decisivo el tratamiento de tema habiacutea sido escaso en Espantildea hasta hace algunos antildeos aunque la centrali-dad del proceso se hubiera reconocido como evidente2 En las uacuteltimas deacute-cadas el intereacutes despertado por la guerra y las cuestiones vinculadas a ella ndashaunque muchos temas merecen auacuten investigaciones exhaustivasndash ha per-mitido mejorar su conocimiento a partir de publicaciones especializadas resultados de los congresos sobre el tema a propoacutesito de diversas conme-moraciones y de las obras de investigadores de reconocido prestigio34

1 Este trabajo integra el proyecto MINECO HAR2013-45788-C4-3

2 Para una bibliografiacutea sobre el tema ver Albareda Salvadoacute (2010) Bernardo Ares (2008) Gon-zaacutelez Mezquita (2007)

3 AA VV (2001 2002 2005 y 2007) Garciacutea Gonzaacutelez (2009) y Serrano (2004)

4 Las principales obras son Fernaacutendez Albaladejo (2001) Garciacutea Caacutercel (2002) Molas Ribalta

Gonzaacutelez Mezquita M L (2017) Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Opinioacuten y propaganda

Este trabajo propone una nueva mirada al conflicto a partir de un enfoque socio-cultural de la poliacutetica a traveacutes de algunas de manifestacio-nes discursivas (Cardim 1996 p 149 Castro Cuenca y Aranda Peacuterez 1991) en su vertiente poleacutemica-publiciacutestica producidas por diferentes agentes sociales (Peacuterez Picazo 1966 p 280) La perspectiva cultural ofrece la posibilidad de aprehender las opiniones de aquellos normal-mente excluidos de la esfera institucional que intentan expresarse en un momento de especial conflictividad (Gonzaacutelez Mezquita 2014 en un contexto diferente Hermant 2017) Se trata de una literatura de accioacuten eco de la realidad que a la vez protagoniza tan convulsiva como la tra-ma de hechos que la soporta y que ella hace al mismo tiempo legible (Jouhaud 1985 p 32) Leer estos textos parece faacutecil en apariencia pero es complicado si nos interrogamos no soacutelo sobre las condiciones de su elaboracioacuten sus destinatarios y su difusioacuten (Chartier 1992 y 1993) sino ademaacutes por nuestro comportamiento personal hacia ellos condicionado por la eacutepoca en que vivimos y por una cultura heredada y adquirida de lectores5 En realidad sabemos que las lecturas no son inocentes pero tendemos a olvidar que hace tres siglos las expresiones teniacutean otro valor y significacioacuten que deben ser decodificados (Richet 1985 p 12) Los autores a considerar provienen con preferencia del estamento clerical y se ha prestado especial atencioacuten a las respuestas de distinto orden que pudieron ocasionar tanto como a las condiciones de su produccioacuten De esta manera se intenta comprobar coacutemo los textos se relacionan y se agrupan en redes de poleacutemicas que constituyen verdaderos engranajes y racimos textuales (Jouhaud 1985)6

Cerro Nargaacutenez y Fargas Pentildearrocha (2004) Kamen (2000) De Bernardo Ares (2006) Ribot (2009) Martiacutenez Shaw y Alfonso Mola (2001) Leoacuten Sanz (1989) Edelmayer Leoacuten Sanz y Ruiz Rodriacuteguez (2008) Alabruacutes (2001) Delgado Barrado (2007) Aacutelvarez-Ossorio Alvarintildeo (2004) Y en el plano de las relaciones internacionales Beacutely (1992) Kamen (2003) Storrs (2007) Frey y Frey (1995) Alba-reda Salvadoacute (2010)

5 El intereacutes de estos textos no es privativo de este momento por el contrario ya habiacutean influido y seguiriacutean hacieacutendolo en la opinioacuten puacuteblica mediante las discrepancias que manifiestan al finalizar la Guerra de Sucesioacuten a traveacutes del ldquopartido espantildeolrdquo magistralmente analizadas por Egido (1971)

6 Peacuterez Picazo identificoacute 50 folletos de filiacioacuten clerical de ellos 15 son felipistas y el resto austracistas Nuestro trabajo en archivos de diferentes territorios de la Monarquiacutea aumenta el nuacutemero indicado

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

Algunas consideraciones metodoloacutegicasLos procesos histoacutericos no pueden aprehenderse al margen de los modelos de

percepcioacuten de los agentes coetaacuteneos de sus categoriacuteas de pensamiento y del sentido que le otorgaban a los sucesos Las diferentes formas de comunicacioacuten simboacutelica ofrecen una clave para la comprensioacuten del Antiguo Reacutegimen Estos mecanismos fueron utilizados de manera reflexiva y calculada y teniacutean un poder performativo especiacutefico para el funcionamiento de aquellas sociedades Es evidente que en la actualidad el desafiacuteo intelectual lanzado a las ciencias sociales por la corriente lin-guumliacutestico-discursiva o maacutes recientemente por el giro performativo pone en eviden-cia la conveniencia de utilizar este enfoque en diferentes momentos para su mejor comprensioacuten (Tilmans Van Vree et Winter 2010 Benigno 2013 y 2013b p757)

La comunicacioacuten es un proceso interactivo entre dos agentes o maacutes que se re-lacionan unos con otros Pero la existencia de este acto no significa que el receptor asigne al mensaje la misma significacioacuten que la del emisor ni que el receptor acepte el sentido del mensaje y esteacute de acuerdo (Stollberg-Rilinger 2008 pp 15-17)

En los uacuteltimos antildeos se ha puesto el acento en los usos que los agentes his-toacutericos hacen del lenguaje y las convenciones del contexto en el que actuacutean (Garciacutea Caacutercel 2013 p 12) Benigno (2013) insiste en la interesada proyec-cioacuten en el pasado de categoriacuteas del presente en contraposicioacuten a la necesaria criacutetica sobre las utilizadas por los agentes histoacutericos y por los historiadores para evitar las tentaciones del anacronismo y los riesgos del presentismo (pp 31-33) Esto implica el reconocimiento de un respeto obligado a la alteridad de estos agentes y sus manifestaciones (Albaladejo 1992 p14)

Nos detendremos en un aspecto poco frecuentado para destacar algunas cuestiones relacionales entre los agentes histoacutericos en especial su plano co-municacional En particular prestamos atencioacuten especial a la construccioacuten de ldquouna guerra de religioacutenrdquo durante la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola asumiendo la inclusioacuten de una densa carga simboacutelica que plantea por lo menos dos asuntos fundamentales Por un lado la existencia de redes de propaganda y los intentos de manipulacioacuten de una ldquoopinioacuten puacuteblicardquo en construccioacuten (Rodriacuteguez Uribes 1999 p 77 y ss ver con diferente contexto temporal Farge 1992)7 favorecida

7 Concepto ldquovagordquo e ldquointangiblerdquo que el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola (1992) Madrid 1478 no contribuye a aclarar cuando lo define como ldquosentir o estimacioacuten en que coin-cide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinadosrdquo

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Opinioacuten y propaganda

por la especial conflictividad del escenario beacutelico por otro las cualidades per-formativas de esa construccioacuten y sus efectos intencionales o no intencionales (Aacutelvarez de Miranda 1992 p 580)8

El binomio conceptual ldquoopinioacuten puacuteblicardquo ha dado lugar a especulaciones o discrepancias cuando no a su utilizacioacuten acriacutetica (Olivari 2004 Baker 1987 Maza 1987) La comunicacioacuten la propaganda y la formacioacuten de una opinioacuten puacute-blica en diferentes etapas de su construccioacuten constituyen un campo cuyo anaacutelisis se extiende en los uacuteltimos antildeos P Burke ha dividido las reflexiones sobre este asunto en tres partes La primera sobre los temas que pueden ser descritos como el debate Eisenstein sobre la revolucioacuten que supuso la imprenta y sus consecuen-cias Las interacciones entre la comunicacioacuten oral la manuscrita y la impresa y en los dos uacuteltimos casos la relacioacuten entre la comunicacioacuten visual y la textual La segunda sobre los consumidores de los medios de comunicacioacuten de masas ya sean estos lectores espectadores u oyentes tanto como la imbricacioacuten entre los aspectos comunicacionales sociales poliacuteticos y culturales La tercera en torno al ldquodebate Habermasrdquo sobre el nacimiento de la esfera puacuteblica (Burke 2005)9

Es importante considerar algunos aspectos del lenguaje utilizado en los textos publiciacutesticos Hay dos niveles de anaacutelisis en el estudio de lenguaje performativo Uno es el netamente linguumliacutestico y otro el poliacutetico que es el objeto de este trabajo (Austin 1982) Entendemos como funciones poliacuteticas del lenguaje la reproduccioacuten de acciones la interaccioacuten la comunicacioacuten la argumentacioacuten ser un factor de poder Los enunciados se integran en un discurso que estaacute orientado en una determinada direccioacuten y tiende a lograr la interaccioacuten entre discursos y praacutecticas (Emmerich 2010)

John Austin distingue entre dos tipos de oraciones constatativas y realiza-tivas o performativas En las oraciones performativas no se describe un estado

8 Covarruvias (ed1943 p 944) en su Tesoro dice que ldquodistinguen los filoacutesofos la opinioacuten de la ciencia porque la ciencia dice cosa cierta e indubitable y la opinioacuten es de cosa incierta y esta es la causa de haber opiniones contrarias de una misma cosardquo Por su parte el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola Coincide en el sentido enunciado al definirla en su primera acepcioacuten como ldquoconcepto o parecer que se forma de una cosa cuestionablerdquo

9 Burke ha sido un pionero en el uso del concepto criticando a Habermas ldquoDe todos modos en estos uacuteltimos antildeos los historiadores han criticado tanto las obras de Habermas que ahora me hallo en la posicioacuten de defenderlo (hellip) Aun cuando sus afirmaciones histoacutericas fuesen falsas sus conceptos son suficientemente buenos como para ser tenidos en cuentardquo El autor retoma las criacuteticas de Melton 2001 en sus anaacutelisis sobre Inglaterra Francia y Alemania

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

de cosas sino que se hace lo que se dice en el mismo acto de decirlo Esta es la primera formulacioacuten de Austin En la segunda habla de una nueva unidad de anaacutelisis a la que denomina ldquoactos de hablardquo presentados como unidades de comunicacioacuten que tienen en siacute tres acciones coexistentes el acto locucionario el acto ilocucionario y el acto perlocucionario que se relacionaraacute con los efec-tos que se pretenden obtener sobre la audiencia Es el aspecto que nos permite hablar de la performatividad del lenguaje poliacutetico John Searle reformula y sis-tematiza en 1969 la hipoacutetesis fundamental de Austin ndashsobre los actos perfor-mativosndash en su libro Actos de habla en el que agrega una serie de conceptos relacionados con los discursos poliacuteticos (Emmerich 2010 Searle 1989)

En este sentido el lenguaje performativo es entendido como ldquodiscurso poliacuteticordquo porque produce hechos aunque siga siendo baacutesicamente un ldquode-cirrdquo Pero cuando la poliacutetica es entendida como un aacutembito de conflicto un proceso cualitativo sustantivo y no procedimental el lenguaje performativo puede ser utilizado como un asunto relativo al poder de las palabras Cuando un individuo habla estaacute realizando una accioacuten que inaugura distintos estados de cosas Esta capacidad del acto de habla de hacer cosas explica que el dis-curso pueda crear realidades que luego se proponen retroactivamente como causa del discurso siendo en realidad productos de eacutel Cuando entramos al espacio propiamente poliacutetico el aacutembito de estudio cambia desde el simple lenguaje performativo hacia la performatividad del lenguaje poliacutetico y el desarrollo dialeacutectico se abre al conflicto y al antagonismo (Emmerich 2010)

Las palabras y las conductas construyen representaciones que motivan o inducen a los agentes sociales a la accioacuten y pueden producir una conse-cuencia Esto implicariacutea que existen palabras y acciones pero entre ellas hay un agente que decide sus movimientos en un contexto complejo en el que se producen interacciones El historiador que quiere analizar la comunicacioacuten simboacutelica puede contar con aportaciones valiosas de disciplinas tan dispares como la fenomenologiacutea la antropologiacutea la semioacutetica la sociologiacutea y la etno-logiacutea por mencionar soacutelo algunas Los siacutembolos apelan a la razoacuten y a todos los sentidos Por eso su significado se suele captar muy raacutepido sin embargo suelen ser polivalentes y ambiguos pueden resolver o incentivar conflictos poniendo de relieve las diferencias entre distintos grupos sociales Por este motivo muy especialmente los conflictos religiosos o eacutetnicos se transforman muy faacutecilmente en luchas simboacutelicas (Butler 1997 pp 12-44)

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Opinioacuten y propaganda

Como hemos analizado en anteriores oportunidades (Gonzaacutelez Mezquita 2007 y 2013) las monarquiacuteas utilizaron los medios a su alcance para organizar campantildeas de propaganda como un medio para influir en la opinioacuten (Chisick 2002 Perry 1962 Veysman 2004) En Gran Bretantildea la cultura poliacutetica puacutebli-ca desarrollada despueacutes de la Revolucioacuten fue puacuteblica en el sentido de que temas poliacuteticos fueron cada vez maacutes objeto de discusioacuten en el aacutembito puacuteblico Tam-bieacuten este debate se daba en Francia aunque en menor medida y con controles gubernamentales maacutes evidentes (Muumlllenbrock 1997 p 17 Hattendorf 1987) Este proceso se puede entender como la necesidad que teniacutean los poliacuteticos de conseguir aprobacioacuten por parte de una audiencia numerosa que participaba y juzgaba en una especie de forum ad hoc a modo de institucioacuten complementaria para controlar las decisiones maacutes importantes del gobierno

La accioacuten de los escritos es pensada frecuentemente a partir de sus efectos sobre los lectores Pero el gesto de escribir no se limita a las intenciones del autor manifiestas o no Tiene lugar en una red de otras acciones que modifica y lo modifican (Ribard y Schapira 2006 p 146) dando lugar a interacciones texto-contexto (Pocock 1972 Skinner 1978) Es a este aspecto especiacutefico al que aludimos en este caso a la posibilidad de interactuar que tienen los agentes sociales individuales y colectivos con sus palabras y sus acciones (Searle 1989)

Los aspectos comunicacionales de la contiendaDurante la Guerra se enfrentaron las posiciones que ya se habiacutean de-

lineado en las intrigas cortesanas que la precedieron durante el reinado de Carlos II dando lugar al debate entre austracistas (Arrieta Alberdi 2001) y borbonistas (Gonzaacutelez Mezquita 1993 Vicent Loacutepez 1994 p 402) Tanto la camarilla francesa como la austriacuteaca habiacutean jugado un importante papel como grupos de presioacuten En la guerra la violencia estaba en el centro del problema Para comprender el sentido de este conflicto civil internacional dinaacutestico y mediaacutetico nos permitimos insistir en la idea de que es importante profundizar un anaacutelisis que lo explique desde el punto de vista comunicacio-nal relacionando al mismo tiempo la construccioacuten de la opinioacuten puacuteblica y los mecanismos de propaganda (Gonzaacutelez Mezquita 2007 t III pp 205-360 Benigno 2013 Ozouf 1996 Enciso Recio 1988 Burke 1992 p152)

Entre los argumentos utilizados por los dos bandos en litigio se recurrioacute a los vinculados con el campo religioso como un instrumento utilizado ndashentre

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

otrosndash para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten con el objetivo de conven-cer y conseguir nuevos adherentes

En una sociedad profundamente confesional como era la de la Europa del Anti-

guo Reacutegimen la manifestacioacuten de la fe de forma puacuteblica y notoria por parte de

los soberanos no era soacutelo necesaria sino ademaacutes requerida Las dinastiacuteas euro-

peas debiacutean mostrar su indiscutible alianza con la divinidad para que las autori-

dades eclesiaacutesticas justificaran en compensacioacuten la legitimacioacuten exclusiva de su

potestas y auctoritas (Vaacutezquez Gestal 2013 p 264)

Los publicistas y predicadores borboacutenicos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo que se dirimiacutea en un particular campo de batalla entre los partidarios de dos dinastiacuteas Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque y sus aliados ingleses y holandeses genera-ban un enfrentamiento religioso y pretendiacutean levantar a los suacutebditos contra su rey catoacutelico con la posibilidad de un contagio hereacutetico10 Religioacuten y xenofobia se uniacutean ndashcomo en otras oportunidadesndash11 para demonizar a los enemigos trans-formaacutendolos en herejes o figuras diaboacutelicas que produciacutean un fuerte impacto12

Para quando heroyca Espantildea Son los altivos alientos De tus trinfantes victorias

No solo leal te busco Catholica te deseo Que adonde la Fegrave zoccedilobra Todo lo

demagraves es menos Ea que traen por empressa Sus estandartes excelsos Ser Atlante

de Maria Y Alferez del Sacramento O Defensor de la Fegrave Que unes en tu heroyco

pecho A los Leones y Castillos Las lises de Clodoveo Vive y triunfa reyna y

vence Y sea tu ardiente azero Cuchillo de la Heregia Y destruicion del Protervo13

10 Real Academia de la Historia de Madrid (RAH) Col Salazar J-11 f 21-48 Maacuteximas desci-fradas de engantildeos poliacuteticos por el celo catoacutelico de la verdadera doctrina

11 La utilizacioacuten de las creencias como medio para movilizar el sentimiento puacuteblico no es algo que pueda adjudicarse a este momento Asiacute se afirma para el caso de la Fronda ldquoon examinera ici les tentatives qui ont eacuteteacute faites pour mettre la smbolique religieuse au service de la lutte politiquerdquo (Sluhovsky 1999 p 358)

12 BFJM Mss 2142 Clariacuten de Europa Hypocresia descifrada Espantildea advertida Verdad de-clarada Barcelona 1706 Los austracistas sostienen por el contrario que el catolicismo soacutelo puede defenderlo la Casa de Austria

13 UPF IUJVV P94 Quexas de la tibieza de Espantildea al ver tan ultrajada la fee y elogios a su defensor Phelipe Quinto nuestro sentildeor que Dios guarde Romance 1710

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Opinioacuten y propaganda

La presencia de tropas protestantes en las filas austracistas generaba ac-titudes de condena manifiesta de justificacioacuten o de reserva La actuacioacuten de sus ejeacutercitos en Castilla agravoacute las expectativas de la poblacioacuten

Los austracistas la definieron como un invento borboacutenico y acusaron a sus enemigos de abusar de la credulidad de los fieles inventando una guerra de religioacuten que no era tal14 Pero en realidad los dos bandos termi-naron por tratar de captar la sensibilidad religiosa de los involucrados en la contienda (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 17) El anaacutelisis de la propaganda a pesar de que se trataba de una disputa entre dos priacutencipes catoacutelicos de-muestra que los mensajes religiosos empleados en la publiciacutestica preten-diacutean conseguir entre otros objetivos el apoyo de la sociedad a las deci-siones poliacuteticas y militares justificar los conflictos beacutelicos como ldquojustosrdquo o necesarios persuadir a la poblacioacuten civil para que se movilizara y se comprometiera con la causa generar en los combatientes confianza en la victoria favorecer los reclutamientos de efectivos militares y concienciar sobre la conveniencia de que los suacutebditos aportasen recursos econoacutemicos (Gonzaacutelez Cruz 2013)15

Durante la ldquoGuerra de la Independencia espantildeolardquo la propaganda an-tifrancesa y antirrevolucionaria tambieacuten proclamariacutea una nueva ldquocruzadardquo contra gente ldquosin religioacutenrdquo que calificaban como ldquoapoacutestatas gabachosrdquo 16 La conclusioacuten era evidente la guerra al menos para los catoacutelicos todos en la Monarquiacutea habiacutea dejado de ser por la sucesioacuten convirtieacutendose en ldquoGuerra de Religioacutenrdquo El intereacutes dinaacutestico o las razones de estado debiacutean

14 Universitat Pompeu Fabra (UPF) IUJVV J85 El juizio de la Europa en la gran causa de la libertad comun por las razones que tiene la Sacra Cesarea R M de Leopoldo I emperador de romanos sobre la Monarquia de Espantildea insidiosamente ocupada de Franceses Traducido del italiano en espa-ntildeol Barcelona 1707 f 116 UPF IUJVVD57 Ecos de la verdad en siete dialogos sobre lo sucedido en el assedio de Barcelona Barcelona 1707

15 El autor afirma que hay un conjunto de temas que se deben considerar los procesos de demo-nizacioacuten del enemigo la alianza propagandiacutestica establecida entre la Monarquiacutea y los eclesiaacutesticos la participacioacuten de los cleacuterigos en el sistema de recaudacioacuten de fondos econoacutemicos destinados a los conflictos beacutelicos asiacute como la intervencioacuten de eacutestos en las campantildeas dirigidas al reclutamiento de soldados sin olvidarse del efecto que tuvo en la Guerra de Sucesioacuten el reconocimiento de Carlos de Austria como Rey de Espantildea por la Santa Sede en 1709

16 Hemos realizado una comparacioacuten sobre las campantildeas de propaganda en Gonzaacutelez Mezquita (2012-2013) Sobre la construccioacuten de una Guerra de Independencia vid Aacutelvarez Junco (1994)

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

ceder su lugar en el discurso poliacutetico a las razones de religioacuten Asiacute pues la presencia en la Peniacutensula de herejes forzoacute desde la cultura poliacutetica his-pana la reformulacioacuten del conflicto en teacuterminos de religioacuten como ya se habiacutea sugerido durante la revuelta catalana aunque entonces los herejes fueran otros (Vicent Loacutepez 1994)

Los aportes del clero apoyando a cada uno de los candidatos desde el campo de la publiciacutestica estaacuten definidos por la impregnacioacuten teoloacutegica de su pensamiento basada principalmente en las obras de Santo Tomaacutes Vitoria Soto y Suaacuterez En sus escritos se desarrollan los conceptos baacutesicos del Derecho Canoacutenico y Natural Juristas y teoacutelogos van juntos y se citan mutuamente (Peacuterez Picazo 1966 p 71) Estos autores seraacuten importantes para definir el enfrentamiento beacutelico en el marco de una interpretacioacuten frecuente de los sucesos de caraacutecter providencialista El discurso dariacutea prioridad antes que a los derechos a las virtudes de los contendientes y no precisamente las ciacutevicas sino las teologales El discurso poliacutetico se veiacutea desplazado por la instruccioacuten de conciencias Llegados a este punto no puede extrantildear la relevancia que alcanzaron los confesores en este escenario (Vicent Loacutepez 1994 pp 66-68)

Hazemos saber que la Reyna nuestra Sentildeora (que Dios guarde) Governadora

de estos Reynos nos ha manifestado por dos Cartas de tres del corriente que

la bien acertada piedad del Rey N Sentildeor (Dios le guarde) antes de resolver

su jornada reconocio con moderacion religiosa que en ella ni en otra nin-

guna accion humana seria bien fundada la esperanccedila de sucessos prosperos

si no se recurriesse al principio y fuente de la Misericordia por el medio de

Oraciones y Rogativas publicas y generalespara cuyo acierto tanto se

necessita del favor y auxilio Divino que continua la obstinada perfidia con

que los enemigos de la Santa Fegrave Catolica y de los Dominios de su Magestad

y que aviendo precisado el peligro espiritual y temporal que puede ocasio-

narse de la vezindad de la heregia a costa de salir tercera vez agrave la frente de

su Exercito en defensa de la honra de Dios se debia esperar concurriesse la

Divina Providencia17

17 UPF IUJVV Exortacion pastoral del Eminentissimo Sentildeor Cardenal Portocarrero Arccedilobispo de Toledo agrave todas las personas Eclesiasticas de su Diocesis para que assistan agrave la Catholica Magestad

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Opinioacuten y propaganda

Pero con similares argumentos los austracistas explican los triunfos de Carlos III quien manifiesta su decisioacuten de exponer su real persona para ldquohacer valer nuestros justos derechos sobre la corona de Espantildeardquo18

Incomprenhensibles se esconden los divinos juyzios a la perspicacia humana

Inapelables las sendas de sus disposiciones se impossibilitan a toda investiga-

cion Rey de Reyes Dios exalta Reyes Sentildeor de todo reparte dominios destina

Monarcas castiga su justicia a los Reynos sujetandolos al mal Principe con

benignos ojos mira la clemencia divina los vassallos dandoles buen Rey19

El protestantismo teniacutea en la representacioacuten de los espantildeoles no soacutelo en el aspecto doctrinal y teoloacutegico sino en el sentido beacutelico sentildeales de perse-cucioacuten Pero como los herejes no podiacutean lograr nada contra la fe espantildeola reaccionaban indignados haciendo ldquocalvinadasrdquo es decir toda suerte de pro-fanaciones y sacrilegios en las Iglesias

En este tiempo se ausentoacute el Vicario de Madrid viendo que se perdiacutea el respeto a

la Iglesia sin tener poder ni autoridad para remediarla Diose orden para embar-

gar cuanto habiacutea en las clausuras religiosas pero a este escaacutendalo sucedioacute otro

maacutes compassivo que fue romper de noche la clausura del Religiosissimo con-

vento de CapuchinasDe las clausuras pasaron a las casas de todos los vecinos

fuera prolixidad referir los hurtos que hubo de este geacutenero en toda la villardquo20

Las cuestiones beacutelicas y religiosas se cruzaban de manera inextricable y condicionaban la accioacuten La alianza con herejes era una mancha para los austracistas21 Seguacuten el sentido tradicional esa unioacuten nunca era liacutecita

del Rey N Sentildeor Don Phelipe V (que Dios guarde) en la urgencia presente con los esfuerccedilos espi-rituales que ordena y medios temporales que les ofrecier su voluntadMadrid 17 de marzo de 1706

18 Declaracioacuten del Archiduque Carlos publicada en Lisboa 1704 HHStA Wien Handschrift W-344-5591-6 f

19 UPF IUJVV M84 Mueca de Mogigangas y mogigangos Barcelona 1707 1-15 3

20 RAH Mss 9-27-5 5304 Gavinete de Espantildea Papeles referentes a los primeros antildeos del reinado de Felipe V op cit f 138

21 Biblioteca del Palacio Real de Madrid III6494 Audiencia que pide un lacayo del Almirante al archiduque en Portugal ldquoun principe tan christiano assi te avia de andar siendo estafermo de herejesdonde moja cada cualrdquo

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(Jansenio Mars gallicus 1637) pero seguacuten el concepto de la poliacutetica inter-nacional acuntildeado por Maquiavelo Bodin o el Duque de Rohan la unioacuten podiacutea perder esa condicioacuten si con ella iba unida la conveniencia del paiacutes aunque en Espantildea esta posicioacuten fuera resistida22

Las esperanzas depositadas en los dos candidatos enfrentados en la Gue-rra se fundaban en una compleja mitologiacutea histoacuterica Milagros visiones mensajes profeciacuteas lenguaje biacuteblico mesianismo Ademaacutes de la permanente referencia a la intervencioacuten divina invocada por uno y otro candidato al trono es frecuente la devocioacuten a la Virgen Mariacutea en sus distintas advocaciones a los aacutengeles y santos (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 73 y ss)

Los austracistas argumentaban que las condiciones de la Guerra habiacutean exigido una alianza con Inglaterra y Holanda ante la falta de respeto a los Tratados de Reparto previos por parte de Francia En realidad no se trataba simplemente de la posicioacuten interesada de un grupo en defensa de sus privi-legios ya que los Habsburgo no eran soacutelo la casa real que habiacutea gobernado en Espantildea y en el Imperio sino que contaban con el respaldo de su propia mitologiacutea y creiacutean que su familia poseiacutea una misioacuten otorgada por Dios para proteger a la Iglesia Seguacuten el mito original de los Habsburgo fechado hacia 1340 Rodolfo I fundador de la dinastiacutea se hallaba cabalgando y se encontroacute con un sacerdote que llevaba el Viaacutetico Rodolfo desmontoacute de inmediato y le ofrecioacute su caballo ldquoen un acto de reverencia por amor a Diosrdquo Desde el siglo XVI esta historia se relacionaba como la revelacioacuten de una promesa de imperio mundial concedido a los Habsburgo Del mismo modo que eran protectores de la Eucaristiacutea que es el cuerpo de Cristo tambieacuten se les daba la custodia temporal de su otro cuerpo la Iglesia universal (Kleacuteber Monod 2001 p 74) Seguacuten los profetas la entrada de Cristo en Jerusaleacuten presagiaba un reino universal y muchos escritores consideraban -es el caso de Diego de Saavedra Fajardo- que el imperio Habsburgo era la realizacioacuten de la visioacuten del profeta Daniel de la ldquoquinta monarquiacuteardquo (Kleacuteber Monod 2001 p 183)

22 Sobre la importancia de la presencia de las tesis maquiaveacutelicas durante el reinado de Carlos II ver Garciacutea Gallo (1934 p 56) Un anaacutelisis sobre las distintas posiciones respecto a la legitimidad de una alianza con herejes en Jover Zamora (1949 p 265 y ss) ldquoel problema de la legitimidad de las confederaciones o alianzas con herejes tiene tan entrantildeables raiacuteces en el espiacuteritu de nuestros polemistas que el estudio de esta faceta de la actitud generacional ha de ser forzosamente complejo ha de abarcar bajo uma nisma ruacutebrica los distingos doctrinales del jurista o del teoacutelogordquo (p 265)

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Opinioacuten y propaganda

La llegada de Felipe por otra parte se presentaba como la confirmacioacuten de un milagro acompantildeado de prodigios apariciones y manifestaciones religiosas de diferente orden Pero estas representaciones teniacutean otras vertientes Si bien en Espantildea la monarquiacutea del siglo XVI disfrutaba de pocos de los atributos convencionales de la soberaniacutea sacra los elementos maacutes significativos de la monarquiacutea cristiana occidental no eran ajenos en ella La racionalizacioacuten de la identidad religiosa se produjo a lo largo del siglo XVII si bien se extendioacute y aceleroacute como consecuencia de las guerras europeas a fines del siglo y co-mienzos del siguiente (Kleacuteber Monod 2001 p 337) Fueron conflictos a gran escala que resultaban mucho maacutes costosos que las guerras anteriores Este proceso puede relativizar los intentos por definirlas como guerras de religioacuten aunque tuvieran un trasfondo religioso

La fidelidad debida al rey se reforzaba con la creencia de que era repre-sentante de Dios en la tierra (Fernaacutendez Albaladejo 1988) Manuel Ayala y Salcedo paacuterroco de San Gineacutes en Madrid elogia a Felipe V ldquoa quien Dios se sirvio hazerle tan parecido a David no solo en el espiritu y valentia sino en el coraccedilon que fue cortado a la medida del Coraccedilon de Diosrdquo23 El monarca es entendido tambieacuten como un mediador entre Dios y los hombres si bien en el siglo XVIII se produciriacutea un cambio en las explicaciones poliacuteticas que se basan en la asuncioacuten de lo sagrado o de la gracia divina Lo que las sustituyoacute no fue el secularismo sino una obediencia basada en principios religiosos a una autoridad humana unitaria el rey seriacutea el siacutembolo visible del ldquoEstadordquo

La tan anhelada felicidad poliacutetica que habriacutea de surgir a partir de la fidelidad y lealtad

a Felipe V estribaba en lsquoconocer que Dios asiste y defiende a nuestro Philiporsquo el cual

era por ello mismo lsquoel Argos del bien comuacutenrsquo (Saacutenchez Llanes 2014 p 310)

Las peculiares circunstancias que concurrieron en Castilla durante la Guerra de Sucesioacuten situaron a la fidelidad como fenoacutemeno y como concepto en el centro de la accioacuten poliacutetica Se trataba en el fondo de recordar cuaacuteles eran las razones que fundaban la sociedad poliacutetica autodenominada Castilla

23 UPF IUJVV Ayala y Salcedo (1710 p 37) Parabien a la Iglesia Catholica en los gloriosos triunfos de nuestro invicto monarca D Phelipe Quinto a quien le consagra el doctor don Manuel de Ayala y Salcedo cura de San Gineacutes de Madrid Theologo de su Magestad y su Examinador en el Real Consejo de las Ordenes y Synodal del Arccedilobispado de Toledo 1-44

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que como cabeza de la Monarquiacutea Catoacutelica impregnaba con su estilo y sus principios de gobierno al conjunto de la misma Estos principios encontraban su fundamento en un orden regulado por el mandato del amor confesional-mente estructurado por la dogmaacutetica catoacutelica desde la que se construiacutea el legiacutetimo ejercicio del poder poliacutetico tanto como se ordenaba el acceso al mismo (Vicent Loacutepez 2000 pp 62-64)

El Arzobispo de Zaragoza afirmaba en 1706 que los espantildeoles que no defendieran a los priacutencipes jurados incurriacutean en delito contra Dios y el rey arriesgaban la conservacioacuten de la fe y de esta manera se convertiacutean en reos de los delitos de sedicioacuten a la patria y de Lesa Majestad ademaacutes de las con-secuencias en el orden espiritual que teniacutea caer en pecado mortal Tambieacuten lo confirma el Desengantildeo Catholico

El que no reverencia y obedece lo justo a su legitimo rey quando la materia es

graue peca mortalmente el sentildeor Phelipe Quinto es legiacutetimo rey de Espantildea luego

los espantildeoles que no lo aman reverencian y obedecen en lo justo pecan24

En el sentido que venimos sentildealando resultan significativos los argumen-tos para justificar la pena impuesta a dos reos acusados en 1703 de participar en un plan para invadir Caacutediz La infidelidad al rey es penada como causa principal pero tambieacuten hay otros elementos a considerar Aparece de forma expliacutecita la definicioacuten del conflicto como una ldquoguerra de religioacutenrdquo (Gonzaacutelez Mezquita 2013) En este caso de los espiacuteas que reuniacutean informacioacuten para los aliados el fiscal reunidas las pruebas los acusoacute y pidioacute que fueran condenados a la pena capital y en las demaacutes dispuestas por derecho contra tales delincuentes

y porque los dichos reos pospuesto el temor de Dios nuestro Sr faltando al amor

y fidelidad que debian a SM () se constituyeron voluntariamente y con animo

doloso espiacuteas de sus enemigos viniendo de Portugal a esta ciudad a solicitarles

noticias individuales y por extenso a las prevenciones militares con que se halla-

va que les subministraron para facilitarles la imbasion de este Presidio (Caacutediz)

() por donde se hallan convictos y confesos dichos reos y resultan serlo de lessa

Magestad y por consiguiente de las penas impuestas por derecho a los perpetra-

24 Biblioteca Nacional Madrid (BN) Mss 15120 Desengantildeo Catholico

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Opinioacuten y propaganda

dores de tan detestable delito Y porque se hase mucho mayor considerando que

no solo favorecian dichos reos a los enemigos de esta corona sino tambien por

consiguiente a los que lo son de nuestra santa fe catholica que tanto desean la

toma de esta plaza () con las noticias de dichas prevenciones que participaban

y estavan en animo de proseguirlas Y porque de lo referido resulta que deven

ser condenados los susodichos gravissimamente y con las penas condignas para

refrenar la audacia de los que les imitaren y para retraer a los mal contentos de

la execucion de las intenciones y desleales propoacutesitos que ayan concebido por lo

qual a VM pido y suplico admita esta acusacion probea y determine como tengo

pedido y aqui se contiene justicia y costas25

Entre las razones esgrimidas para justificar la pena solicitada encontra-mos uno de los ejemplos maacutes claros de las implicaciones que se dieron en un conflicto que tuvo tan diversas connotaciones Por otra parte el efecto ejemplarizador de la pena se muestra como elemento significativo que debe cumplir con la funcioacuten de desalentar a potenciales imitadores

Los austracistas contestan los argumentos de los papeles felipistas y acu-san a los cleacuterigos ldquocruzadosrdquo en armas

Grandes disparates exala la fingida piedad sobre este punto persuadiendo a los

confessores ineptos lo que no alcanccedilan ellos la lastima es que assi en este punto

como en el de la succesion los mas hablan como clerigos en armas si no han

visto los Sagrados Canones y leyes que podran dezir sobre esto O sentildeor diran

que hemos visto el Clarin de Europa y diferentes Memoriales impresos (hellip) 26

El propio Felipe V utilizoacute la fe como elemento potenciador de otro no menos importante la defensa del honor y de la unidad de la patria (Valladares

25 Archivo Histoacuterico Nacional Madrid (AHN) Consejos Leg 7241 1 136r-136v

26 Biblioteca Nazionale di Napoli (BNN) Escudo de Phidias Mordaza de Nemesis y luz para el desengantildeador desengantildeado Respuesta a dos papeles El uno Mogiganga de Mogigangas Papelon de Papelones y Sarta de otros muchos disparates que centildeidos son una Taravilla de Taravillas de la mal-contenta Gathomaquia Ideada en Etiopia donde todos los Gatos son pardos El otro Mandado sacar a luz por el Arccedilobispo de Ccedilaragoccedila Barcelona 1706 UPF IUJVV D65 Verdad desnuda armada de razon sucessos innegables con que triunfa de los embustes y enredos que se le oponen en un papel que con aprobacion dize del excelentissimo sentildeor Arccedilobispo de Zaragoccedila ha esparcido la malicia para ofuscar el derecho de la magestad de Carlos Tercero Barcelona 1706

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Ramiacuterez 1999) El siacutembolo y la defensa de esos principios se encarnaron en el rey con una actitud favorecida por la marcha de los acontecimientos y por un buen aprovechamiento de los fallos del Archiduque El monarca no duda-ba de sus atribuciones frente al Papa en una monarquiacutea ldquoque nunca dependioacute en lo temporal sino de siacute misma las leyes patria y voluntad de sus reyes y sentildeores naturalesrdquo27 A raiacutez del acuerdo de los portugueses con los aliados que incluiacutea la entrega de plazas espantildeolas a ese paiacutes Felipe V expresa en un con-vocante manifiesto que ldquo() se desnudan debidamente mi espada y la de mis reinos por la Fe por la Corona y por el Honor de la Patriardquo28 Felipe V se con-vertiacutea asiacute en un siacutembolo de unidad especialmente para los castellanos frente a los catalanes a los austracistas y en ocasiones frente a la propia Francia

La primaciacutea de la religioacuten no era nada retoacuterica Planteado inicialmente el conflicto

en teacuterminos de legitimidad la apertura de las hostilidades ndashcon la inevitable pre-

sencia de fuerzas protestantes en la peniacutensulandash hizo posible una lectura del mismo

en teacuterminos de guerra de religioacuten (hellip) Independientemente de sus derechos de

su propia razoacuten dinaacutestica el compromiso mayor del monarca radicaba en la maacutes

general y confesional razoacuten de religioacuten (Fernaacutendez Albaladejo 2001 pp 498-499)

Los partidarios del Archiduque acusan a los franceses por sus actitudes opuestas a la defensa de la fe catoacutelica que ellos ponen en peligro por

() la infidelidad y perfidia de los Musulmanes Ateistas de la Francia consolar

los pueblos espantildeoles y librar a Europa de una perpetua esclauitud mas Barbara

que la de los turcos y tartaros por ser assi el genio Luziferino franzes y tener

ya sus costumbres de ellos seis siglos antes que la seta Maometana viniese por

nuestra desgracia al mundo29

Las argumentaciones acusatorias se fundan en situaciones del pasado de Francia o defienden la licitud de la alianza con herejes Pero evitan definir el

27 BN Mss 7023 462r

28 BN Mss 9149 300-315 Razones de la guerra del Rey Catoacutelico contra el rey de Portugal el archiduque Carlos de Austria y sus aliados

29 BN Mss 2569 264-274 Razones contra la proposicioacuten de los maacutes flacos Ministros del Consejo de Estado de Espantildea

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Opinioacuten y propaganda

enfrentamiento como una guerra de religioacuten aunque incurran muchas veces en contradicciones En el primer caso se halla Justicia y conciencia30 En este papel se acusa de hipoacutecritas a los que critican a la Liga y recuerdan las confederaciones de Francia con infieles En el segundo caso se encuentra la Mueca de Mogigangas y mogigangos en la que se afirma que en situaciones de defensa propia y guerra justa es posible esa alianza31

Entre las curiosas manifestaciones de fidelidad a uno u otro bando se encuentra la confesioacuten de un cleacuterigo asustado donado del convento de Santa Ana de Jumilla que habiacutea asegurado que Carlos III era el rey que Dios habiacutea decidido para Espantildea y que no debiacutean defender en Murcia a Felipe V porque enojariacutean a Dios seguacuten se lo habiacutea manifestado en un suentildeo32

Otro documento de filiacioacuten austracista maacutes expliacutecito en cuanto al plan-teamiento del problema de las relaciones entre la religioacuten y la poliacutetica33 ana-liza el tema del papel del clero utilizando como argumento inicial el caso de un predicador que llevado por la fuerza de sus conceptos dijo ldquoque el espantildeol que no teniacutea por verdadero rey de Espantildea a Phelipe quinto faltava a la feerdquo Las criacuteticas que generoacute su sermoacuten hizo que reformulara su preacutedica afirmando que ldquoera faltar a la fee divina y que para saver esso no se necesitava de mas Theologia que la Doctrina Cristiana que se ensentildeava en el Cathecismordquo El autor propone llevar esta discusioacuten a una imaginaria junta de hombres sabios que le deberiacutean dar sus opiniones sobre un tema tan controvertido se propo-nen primero los argumentos a favor de Felipe V para luego refutarlos uno a uno Seguacuten la primera opinioacuten se afirma que consta en la Sagrada Escritura que se debe obediencia a los reyes que ldquopor derecho comuacuten y particular de Reynos y Provincias son paciacuteficamente admitidosrdquo y son jurados solemne-

30 UPF IUJVV D84 Justicia y concienciardquo en la causa del sentildeor Carlos III (que Dios guar-de) arregladas seguacuten toda ley natural divina y humana ajustadas para el tribunal de Dios y de los hombres Barcelona 170

31 UPF IUJVV M84

32 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

33 BN Mss 2569 300 Desengantildeo y seguridad de las conciencias Carta en que se consulta a un Doctor Theologo sobre la certeza que tiene el reynado de Phelipe Quinto escrita en Madrid en diez y seis de junio de mil setecientos y doze

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mente y todo esto se encuentra en Felipe V La segunda opinioacuten procede de las revelaciones que Dios ha hecho a personas de virtud ldquode que habia de reinar un priacutencipe franzes que conservariacutea la fee Catholicardquo tal como suce-dioacute con una carmelita descalza de Uacutebeda durante la enfermedad de Carlos II La tercera tiene en cuenta la aprobacioacuten del Papa que sin hacer caso de otros derechos pretendidos admitioacute como legiacutetimo rey a Felipe V aceptando su embajador designando Nuncio en Madrid y concedieacutendole los beneficios eclesiaacutesticos que le corresponden en esa calidad34 La uacuteltima razoacuten es que la Inquisicioacuten de Espantildea

promulgo un edicto mandando fuesen denunciados y delatados a su Santo

Tribunal los confesores que en el Sacramento de la penitencia dixesen per-

suadiesen o predicaren a los penitentes que Phelipe 5ordm no era lexitimo rey o

que no se le devia obendiencia y fidelidad de vasallos35

A continuacioacuten quien realiza la consulta asegura que si bien las razones que le dieron fueron ldquodichas con eficacia y ardorrdquo se reconoce ldquolego e ignoran-terdquo y por lo tanto no puede discernir ni calificar su fuerza y hace otra consulta a quien supone que ldquono se dejara mandar de afectos o pasiones para augmentar o discernir la zerteza que tubiere esta materiardquo De esta manera comienza la argumentacioacuten para refutar las opiniones favorables a los Borbones

La ldquoRespuesta a la antezedente cartardquo lamenta los errores en que se ha in-currido durante mucho tiempo y asegura que ldquoel principal empentildeo o porfia de los superiores a sido persuadir a los pueblos sea esta Guerra de Religionrdquo36 Luego se culpa a los franceses de querer imponer en Espantildea sus usos y cos-tumbres37 Tambieacuten reprocha su poliacutetica alejada de la eacutetica que permite a sus

34 BN Mss 11267 En que forma puede y debe proceder el Sumo Pontifice cabeza de la Iglesia y Vicario de Christo en la tierra en las sediciones y rebeliones de los reynos a favor y aiuda de los principes para reprimir y castigar los rebeldes

35 BN Mss 2569 301

36 BN Mss 2569 302

37 BN Mss 10919 97 Tambieacuten se expresa en este sentido el autor del Papel curioso sobre el es-tado presente de las cosas de Europa y esta Corte con el motivo de la reparticioacuten de la Monarquiacutea de-scriacutebense las verdades en defensa de la inocencia perseguida que la malicia ha tenido ocultas y otras circunstancias dignas de la comuacuten inteligencia XVII Sobre galofobia y galofilia vid Schaub (2004)

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Opinioacuten y propaganda

reyes no respetar los pactos si eso les permite asegurar su poderProsigue lamentando el olvido de las ancestrales tradiciones espantildeolas y

su reemplazo por otras ldquosacriacutelegas y blasfemasrdquo Felipe V ha sido utilizado en estas estrategias para confundir al pueblo y quitar importancia al clero Se ha llegado a representar a la Virgen con el rey montando a caballo Por otra parte se atribuyeron al rey apariciones y revelaciones de Cristo la Virgen y los Santos ldquoCon esta mas que idolatria del rey preciso era el desprecio del estado eclesiastico y religiosos pisando sus inmunidades y personas y lugarrdquo llegando a presionarlos para que los sermones se convirtieran en panegiacutericos de su figura comparaacutendolo con el Apoacutestol Santiago o el Espiacuteritu Santo38

iquestDonde nos revelo Dios que este es lexitimo rey de Espantildea Queacute Pontiacutefice como

suprema cabeza de la Iglessia y succesor de San Pedro puesto en la Cathedra suia

con la infalible assistenciaque le prometio Cristo lo a definido Pues estos y otros

son los medios que hazen o separan la revelacion divina que muebe a la fee39

Los sermones cumpliacutean una importante funcioacuten en los conflictos beacutelicos y sobre todo en los de caraacutecter civil en los que las posiciones poliacuteticas enfren-tadas pretendiacutean justificarse a traveacutes de los mismos presupuestos religiosos El papel de los sermones como canales de propaganda poliacutetica se puso ya de manifiesto en la guerra de las Comunidades y llega a su apogeo en la guerra de Sucesioacuten cuando austracistas y felipistas compiten por el monopolio del favor divino (Martiacutenez Gil 2011) Los cleacuterigos buscaban provocar impacto entre los oyentes siguiendo una serie de disposiciones para lograr un buen resultado regular la voz los gestos y un lenguaje basado en la teatralidad la acumula-cioacuten de frases negativas el empleo de primera y segunda persona y el uso de comparaciones y metaacuteforas (Morgado Garciacutea 2000 p 104) ldquoSu influjo en la opinioacuten era tan decisivo (hellip) que resulta perfectamente explicable la obsesioacuten preilustrada e ilustrada por su reforma Fueron el gran instrumento de poder del

38 BN Mss 2569 303 La exageracioacuten podiacutea ser tal que ldquosino fuera por hazer adultera a la rey-na la hiziera Virjen y no era mucho que si le apretaran lo dixese porque podia hazer al Spiritu Santo author de aquel parto y para no quitarle el derecho al reyno al Principe decir que el mismo Espiritu Santo author del habia transferido el derecho de su Padre como rey de reies y sentildeor de Dominantes y no es temeraria mi proposicion porque habiendole quitado a la reina saboiana en el parto dolores y sangre buen preludio era de repetirse el misterio de la encarnacionrdquo

39 BN Mss 2569 305

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clero bastante politizado en momentos decisivos ()rdquo (Egido 2002 p 381)El autor del Desengantildeo intenta refutar los argumentos borboacutenicos afir-

mando que el reinado de Felipe V no es materia que ldquoperteneze a la fee divina con que asentimos a las verdades que Dios revelardquo Diferencia una fidelidad humana y una divina separando los campos de referencia

En algunas oportunidades durante estos debates y campantildeas los sacerdotes cumplen con el papel de soldados y forman auteacutenticos ldquoregimientosrdquo40 Se com-para las palabras con las armas (Gonzaacutelez Mezquita 1999) cuando se afirma que

Cada sermoacuten y papel impreso es una bateriacutea pesada que derriba centenares de

hombres casas y pueblos Cada confesioacuten es una bomba o bala encendida que

traspasa o quema un corazoacuten Y muchas confesiones sermones y papeles en mu-

chos diacuteas son muchas balas encadenadas o una bateriacutea y cadena continuada que

pueden conquistar y acabar con todo un mundo41

El Almirante de Castilla austracista declarado reflexionaba sobre las acusaciones a los aliados Comprobamos que las opiniones circulaban no soacutelo en panfletos sino tambieacuten en textos elaborados como en este caso me-morias manifiestos y correspondencia Es importante seguir la trayectoria de un texto las respuestas que provocoacute y la produccioacuten que lo acompantildeoacute contraponer su contenido con el de los que le respondieron confrontando sus argumentos consideraacutendolo como un texto de accioacuten El Almirante des-estima los argumentos borboacutenicos que califican el enfrentamiento como una guerra de religioacuten

iquestCuaacutendo no se habraacute visto otra vez en el mundo ni guerra maacutes propia de una

natural defensa ni maacutes poliacutetica ni maacutes de la razoacuten de estado para todos los priacuten-

cipes de Europa ni maacutes de la libertad y el honor de los espantildeoles y de la justicia

40 Borreguero Beltraacuten (2003) ldquoToda la contienda sucesoria ademaacutes de su caraacutecter de conflicto dinaacutestico maacutes estudiado por los historiadores presentoacute una vertiente religiosa que se inicioacute cuando en julio de 1702 una armada anglo-holandesa sitioacute Cadiz y el Puerto de Santa Mariacutea Las escenas de pillaje y sacrilegios disgustaron enormemente a los lugarentildeos alejando del partido austriacuteaco a muchos catoacutelicosrdquo (p 112)

41 Sentencia praacutectica de regulares gallispanos a favor de los imperiales Barcelona 1709 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 85

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Opinioacuten y propaganda

comuacuten de todos42

Utiliza como prueba las alianzas de Espantildea y el Imperio con las potencias mariacutetimas en tiempos de Carlos II en las que no cabiacutea una duda semejante Por otra parte estas potencias son las mismas con las que Francia habiacutea acordado los ldquoTratados de Repartordquo Adjudica los textos de intencioacuten que se publican para engantildear a los europeos a la perversidad de Portocarrero y Arias para dar una mala imagen de los aliados evocando una dimensioacuten religiosa del movimiento para lograr la adhesioacuten a una cruzada una guerra santa que convocaba a todos

Es comprobable la falta de moderacioacuten en la produccioacuten publiciacutestica de los cleacuterigos maacutes exaltados auacuten en el caso de que cada afirmacioacuten fuera probada con argumentos poliacuteticos juriacutedicos o histoacutericos (Garciacutea Caacutercel y Alabruacutes Iglesias 2001 p 40 Loacutepez-Cordoacuten Cortezo 2009 p 295) Algu-nos participaron en la guerra con armas y palabras (Peacuterez Goyena 1930) El Cardenal Belluga no contento con su expliacutecita llamada a la guerra santa levantoacute a su costa 4000 hombres reviviendo la imagen del ldquoobispo guerrerordquo propia de la eacutepoca de los Reyes Catoacutelicos y seguacuten Bacallar (ed 1957) ldquono embarazado de sus sacras iacutensulas y sus antildeos montoacute a caballo y juntando gente no desdentildeoacute por el celo de la religioacuten y seguridad de los feligreses de manejar las armasrdquo (p 1957 122)

El discurso de Belluga no se reduce a la utilizacioacuten de conminaciones sino que realiza un detallado anaacutelisis de los temas que se debaten a propoacutesito de la sucesioacuten La extensioacuten del trabajo impide un desarrollo pormenorizado pero sentildealaremos los argumentos principales de su alegato

En estos diacuteas ha llegado a nuestra noticia como su astucia (del enemigo) ha sido

tanta que ha procurado valerse de algunos ministros de Dios para sembrar no

soacutelo en conversaciones privadas sino hasta en el confesionario mismo asiacute en

esta ciudad como en algunos otros lugares del obispado el sacriacutelego error con

que se ha procurado turbar las conciencias de los maacutes leales vasallos de nuestro

Gran Monarca Felipe Quinto nuestro Rey y Sentildeor natural ensentildeaacutendoles e im-

ponieacutendolos en que no teniacutean obligacioacuten a conservarle la debida obediencia y

que no soacutelo podiacutean sino debaxo de pecado mortal debiacutean rendirla al Archiduque

42 Manifiesto del Almirante de Castilla Biblioteca Nacional de Lisboa COD 526 124

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

CarlosSabed hijos que lo que se os ha dicho no solo es falso sino un sacrile-

gio un error y un delito el mas abominable a los ojos de Dios por el juramento

que teneis hecho en la Coronacioacuten de nuestro Monarca a la fidelidad obediencia

y amor debida al Rey como nuestro Sentildeor natural al celo de la Religioacuten y a la

conveniencia propia vuestra con que debeis mirar por la seguridad de vuestra

alma por la conservacion de vuestra vida por el punto de vuestra honra por la

manutencioacuten de vuestros bienes y quietud universal de todo el Reinordquo43

Despueacutes de analizar temas como el juramento o la renuncia de la infanta Mariacutea Teresa utiliza la posicioacuten del Papa para justificar la legitimidad de Felipe V y para castigar a los cleacuterigos que prediquen en su contra ldquohasta su degra-dacion y pena capitalrdquo La obligacioacuten de lealtad existe no soacutelo en virtud del juramento sino por la que se debe al rey por derecho natural divino y positivo

() declarando las leyes civiles por reo del crimen de Lesa Majestad al desleal

y los Sagados Caacutenones Obedezcamos a Dios como nuestro Gobernador Juez y

Sentildeor y tengamos el mismo temor obediencia Y reverencia a nuestro Rey como

a su Vicario en la tierra pues nos ha dado Dios un rey que se hace por infinitos

titulos acreedor a nuestra obediencia y amor un rey escogido por la mano de

Dios un Rey anunciado por vaticinios44

Entre los apologistas borboacutenicos se tendiacutea a acentuar la obediencia ra-cional basada en la identidad confesional Pero agotados estos argumentos no faltan las amenazas y las recomendaciones que indican un sentido maacutes pragmaacutetico El discurso del miedo desarrolla una amplia variedad de matices que van desde el temor a los reyes que da fundamento al amor a los reyes hasta la presentacioacuten de circunstancias exageradas de temor o amenazas que acechan al reino y que a partir de su consideracioacuten motivan por siacute mismas la adopcioacuten de distintas iniciativas poliacuteticas (Nieto Soria 1988 p 190) Belluga

43 BN Mss 3798 Viva Jesuacutes Carta que el ilustrisimo sentildeor d Luis Belluga obispo de Cartage-na del consejo de su Majestad escribe a los fieles de su obispado principalmente a la gente sencilla previniendoles del riesgo de dar creacutedito a una falsa doctrina y error que en conversaciones privadas y hasta en el confesonario mismo en esta ciudad y algunos lugares de la diocesis se ha pretendido sembrar Murcia 1706 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 5

44 BN Mss 3798 6

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Opinioacuten y propaganda

sentildeala que se debe obediencia al rey pues de otro modo

Arriesgaacuterais vuesta alma pues lo mismo es pretender de vosotros esta deslealtad

y traicion a vuestro Rey que pretender hagaacuteis cuatro graviacutesimas ofensas de Dios

una contra la virtud de la Religioacuten por el sacrilegio del quebrantamiento del ju-

ramento otra contra la justicia por la obligacioacuten que por derecho natural divino

y positivo tenemos de obedecer y ser fieles a nuestro Rey otra contra la misma

Religioacuten por el fomento y ayuda que dierais a los enemigos de la fe y otra contra

la caridad os mezcleacuteis en una proposicioacuten sidiciosa os hagaacuteis eos del castigo

que por el Santo Tribunal mereciera el que la defendiera arriesgariacuteais tambien

vuestra vida y vuestros bienes pues no ignorais que la deslealtad e infidelidad a

los reyes es crimen ldquolesa Maiestatisrdquoy como tal tiene pena de la vida perdida

de bienes y de infamia que pasa tambien a los hijosasiacute lo disponen las leyes

Y con tanto rigor que eacutestas establecen que no soacutelo sea reo de muerte el desleal

que se subleva o ayuda a la sedicioacuten sino tambieacuten el que sabiendo los que lo han

querido executar no los ha delatado45

Belluga es un buen ejemplo de la politizacioacuten clerical que llegoacute durante la Guerra a promover el uso no soacutelo de la preacutedica sino tambieacuten de la confe-sioacuten como instrumentos a favor de los intereses de uno u otro contendiente No faltaron voces que le respondieran y lamentaran su asociacioacuten de lo sa-grado con lo profano

() mi aacutenimo es solo escribir contra el papel contra la accioacuten y contra el fin

parece en ella el obispo no solo obispo en su caacutetedra ensentildeando la Doctrina

Christiana a sus ovejas sino un sargento que instruyese escuadrones con el

yelmo y la alabarda infundieacutendoles coacutelera con la exhortacioacuten mas confusa por-

que se vale de cuanto alcanza como puede conducir al fin de la vitoria que desea46

La metodologiacutea utilizada es semejante a la enunciada en otros papeles primero se procede a una enumeracioacuten de las razones expuestas por Belluga

45 BN Mss 3798 6

46 Dictamen apologeacutetico sobre la carta pastoral del obispo de Murcia Salamanca 1706 Apud Peacuterez Picazo (1966 t II p 28)

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

y luego se invalidan contestando sus argumentos para despueacutes asegurar que se debe evitar la confusioacuten en los campos de la fe y la poliacutetica ldquoNo acaban de entender los entendidos coacutemo un obispo espantildeol escribiendo una carta para direccioacuten de sus ovejasno se averguumlenza de proponerles una doctrina ciertamente falsa empentildeado en que crean en materia de fe una materia meramente poliacuteticardquo47

Los argumentos racionales tambieacuten se refuerzan con otros de diferen-te orden que apelan a las emociones y creencias en los que se destacan los triunfos que Dios otorgaba para hacer manifiesta su voluntad a traveacutes de mi-lagros48 apariciones profeciacuteas revelaciones presagios augurios y sentildeales extraordinarias El mismo Belluga en una carta a sus fieles afirmaba haber ldquoexperimentado el maravilloso sudor y lagrimas que por tres veces tan co-piosamente derramo la sagrada imagen de Maria Santiacutessima de los Dolores en una de las caserias de la Huerta de esta ciudadrdquo y no duda en relacionarlo con la victoria de los ejeacutercitos borboacutenicos49

Los eclesiaacutesticos podiacutean difundir estos portentos o fabricarlos para con-seguir el efecto buscado Tambieacuten para manifestar su desacuerdo con las in-terpretaciones de Belluga se manifiesta un autor anoacutenimo que las refuta

Que los Divinos Arcanos ayan sido manifiestados a los hombres por diversas

sentildeales en el Cielo es cosa tan cierta que carece de dificultad Pues en la noche

que nacioacute el Hijo de Dios Eternose aparecieron tres soles en Espantildea como

afirman muchos autores No dudo que tambien algunas Santas Imagenes de

Chisto Sentildeor Nuestro de Maria Santissima y de otros Santos ayan demostrado

algunas fatalidades que avian de suceder en el mundo Pero lo que dudo es que

aya sugeto humano que afirme la infabilidad de unas lagrimas sin especial favor

del Cielo Esto motiva mi pluma para manifestar a todos la afecta passion con

que el Ilustrissimo Sentildeor obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada se

precipitoacute a publicara los habitantes de la Ciudad de Murcia como una Santa

47 Dictamen apologeacutetico 37

48 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

49 BN Mss 3798 6

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Opinioacuten y propaganda

Imagen de la Virgen Santissima de los Dolores avia llorado y sudado en los dias 8

y 9 del mes de Agosto del presente antildeo de 1706 afirmando ser el motivo de dichos

sentimientos las hostilidades que las Tropas de nuestro Rey y Monarca Carlos III

y las de los Altos Aliados hazian en dicho Reyno de Murcia y otras partes

me incumbe como a Hijo aunque indigno de tan Soberana Reyna el defender

su honor y no permitir se le achquen fingidas demostraciones de sentimiento

mayores de las que padecioacute en la muerte de su amantissimo hijo Christo y mas

siendo su llandocontra la justicia y derechoq ue nuestro Catholico Monarca

CARLOS III tiene en la Corona de Espantildea la qual injustamente ocupa el Sentildeor

Duque de Anjou50

Acusa a Belluga de ignorar la reconocida devocioacuten de la Casa de Austria cuando pide a los murcianos que empuntildeen las armas contra el candidato aus-triacuteaco y enumera una serie de razones que ponen de manifiesto su defensa de la Iglesia Catoacutelica y su devocioacuten por Mariacutea En otro sentido las acusaciones contra los desmanes cometidos por las tropas de los aliados ldquoherejesrdquo dan ocasioacuten para enunciar los excesos cometidos por las tropas de Felipe V

Asiacute un texto puede ser combatido por quienes se oponen a eacutel o a su autor Varios pueden tomar la pluma para atacarlo De unos a otros los temas los argumentos y los nombres circulan se deforman y transforman Una nueva cuestioacuten se abre asiacute y se forman racimos agrupados en torno a un hecho o a un hombre Las redes no son soacutelo una yuxtaposicioacuten de textos sobre un tema comuacuten Existe un viacutenculo dinaacutemico entre un texto y otro en el que cada rebote amplifica un argumento o una acusacioacuten No se trata de duelos sino de engranajes poleacutemicos Un ataque suscita una contestacioacuten Esta destruye los argumentos del discurso precedente pero se opera un desborde Es asiacute como el engranaje comienza a moverse Desbordar al adversario es maacutes que responderle La siguiente es un nuevo desborde De texto en texto el movi-miento se acelera y a veces se embala a la violencia (Jouhaud 1985 p 18)

Los manuscritos y los impresos difunden informacioacuten o manifiestan una

50 UPF IUJVV Manifiesto y desengantildeo en el que se impugna el arrojo del Imo Sr Obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada escrito en la Ciudad de Murcia en su carta exhortatoria en la qual supone aver llorado y sudado una Santa Imagen de MARIA Santisima de los Dolores a fin de impresionar en los corazones de sus feligreses la resistencia a las Armas y Tropas de su legitimo Rey y Sentildeor CARLOS Tercero (que Dios guarde) Barcelona 1706

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

posicioacuten Esto genera discusiones sobre su circulacioacuten e impacto en la cons-truccioacuten de una opinioacuten puacuteblica Se suele negar su existencia en la eacutepoca pero si tenemos en cuenta que se hacen notables esfuerzos por justificar las decisiones de los gobernantes y silenciar a los opositores se puede aceptar que existiacutea al menos con un cierto grado de desarrollo El sentido de los tiacutetulos de algunas obras constituye una muestra evidente de su presencia al igual que la circulacioacuten de cantidad de escritos y sus respectivas respuestas Se detectan grupos de lectores en diferentes ciudades que permiten el desarrollo de impre-sores grabadores libreros y mercaderes de estampas interesados en producir y vender obras impresas y manuscritas con intencioacuten poliacutetica Los interesados (Baker 1987) se encuentran en las cortes en primer lugar pero tambieacuten entre las elites de distinto orden en la capital51 las provincias y las ciudades aunque es cierto que por la lectura oral o a traveacutes de imaacutegenes el puacuteblico puede ser maacutes extendido Por cierto la frontera es estrecha entre informacioacuten y desinfor-macioacuten entre informacioacuten y propaganda (Duccini 2003)52

A modo de conclusioacuten Durante la Guerra de Sucesioacuten espantildeola los publicistas y predicadores

defensores de Felipe V o del Archiduque Carlos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo entre los representantes de dos dinastiacuteas catoacutelicas Se trataba de una guerra entre priacutencipes y al mismo tiempo entre un priacutencipe y los hombres que negaban la legitimidad de su poder

Los dos bandos en litigio utilizaron la religioacuten como un mecanismo para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten para convencer y conseguir nuevos adherentes Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque eran una excusa que encubriacutea el verdadero en-frentamiento que era religioso con el objetivo de levantar a los suacutebditos con-tra su rey catoacutelico y asiacute poder introducir la herejiacutea

51 La idea de ldquopuacuteblicordquo incluye tambieacuten el internacional que tambieacuten toma la forma de un tribu-nal en el que las monarquiacuteas en guerra expresan reivindicaciones por medio de la propaganda

52 La autora declara la existencia de una opinioacuten puacuteblica en el reinado de Luis XIII rechazando los anaacutelisis de los autores que consideran el fenoacutemeno como maacutes tardiacuteo (M Ozouf J Habermas) esta afirmacioacuten se basa en una serie de argumentos una verdadera difusioacuten de las novedades los debates relacionados precisamente a compartir la informacioacuten la existencia de un puacuteblico de un teatro o la necesidad de un hacer saber admitido por los protagonistas

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Opinioacuten y propaganda

En este contexto las discusiones sobre el surgimiento de la opinioacuten puacuteblica que ha sido objeto de muchas investigaciones se deberiacutean recon-siderar para avanzar con la aplicacioacuten de nuevas categoriacuteas analiacuteticas para mejorar las que fueron aceptadas durante mucho tiempo y para dar lugar a los estudios en situaciones especiacuteficas respetando sus particularidades y beneficiaacutendose de los aportes realizados por los estudios interdiscipli-narios Reconstruir la loacutegica de las acciones en las que ellas se inscriben situarlas dentro de las redes y constelaciones de textos a los que ellas pertenecen son dos exigencias ineludibles para estudiarlas Lamentable-mente no siempre es posible Es necesario estudiar cada texto dentro de la accioacuten y en accioacuten

Los testimonios de la produccioacuten publiciacutestica sugieren un cruce de razones y emociones en los autores que defienden posiciones enfrentadas a lo largo de la guerra Los argumentos desarrollados en textos de distinto calado y argu-mentacioacuten hacen referencia a los diferentes planos de un conflicto civil dinaacutes-tico internacional y mediaacutetico a la discusioacuten de un modelo de gobierno y en este caso en particular a lo que algunos quisieron definir como una guerra de religioacuten Los aspectos comunicacionales del enfrentamiento permiten deli-near algunos de los rasgos de la ldquoesfera puacuteblicardquo que J Habermas asocioacute -con planteos que hoy se someten a criacutetica- con una etapa maacutes avanzada de la cultura burguesa el compromiso con la formulacioacuten clara del discurso una retoacuterica convincente la necesidad de establecer justificaciones racio-nales Es evidente que la audiencia de las primeras deacutecadas del siglo XVIII no era soacutelo ni predominantemente burguesa sin embargo muchos de sus valores seriacutean legados como herencia cultural a los grupos medios de las deacutecadas posteriores

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo

Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)

Evangelina De los Riacuteos (Universidad Nacional de Rosario Argentina)

IntroduccioacutenEl 20 de febrero de 1863 el receptor de Hacienda del departamento de

San Geroacutenimo Joseacute Mariacutea Torres dirige una carta al Colector General de la provincial en la que afirmaba

Es muy evidente sentildeor que de diacutea en diacutea esta caprichoso juzgado devilite

[sic] aacute esta oficina con una oposicioacuten que vien [sic] mirada aunque ella es

directa aacute quien la representa sus efectos solo presionan en los intereses

fiscales (hellip)1

Esta misiva no representa un hecho aislado Durante los antildeos en que To-rres ocupoacute la receptoriacutea mantuvo un profundo enfrentamiento con el juez de

1 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

paz del departamento Anselmo Maciel Su mala relacioacuten plasmada a lo largo de varios legajos acaboacute afectando los intereses fiscales ndashdonde era habitual la superposicioacuten de competencias en el ejercicio de las tareas recaudatoriasndash y obligoacute a las maacuteximas autoridades provinciales a mediar para poner fin al con-flicto Era claro que las reformas emprendidas en pos de reordenar la econo-miacutea reestructurar el orden fiscal y disentildear dispositivos institucionales de poco serviacutean si las contribuciones no se cobraban y en los tiempos fijados para ello (De los Riacuteos 2017)

Los estudios sobre las finanzas de Santa Fe sin ser muy numerosos sobre todo si los comparamos con la abundante historiografiacutea que existe para otros casos han relevado las cifras maacutes gruesas de la fiscalidad2 Este tema presenta muacuteltiples aristas que merecen un anaacutelisis maacutes pro-fundo acerca del ejercicio de la colecta impositiva coacutemo se realizaba quieacutenes ejecutaban estas tareas y doacutende se realizaba son preguntas esen-ciales que contribuiriacutean a echar luz sobre la historia fiscal de la provin-cia El presente trabajo pretende acercar la mirada a la forma en que se gestionaba la recaudacioacuten impositiva desde el punto de vista maacutes coti-diano La observacioacuten de los agentes que se hallaban en los escalones maacutes bajos del entramado fiscal permite apreciar los obstaacuteculos diarios que debiacutean sortearse para hacer efectivo el cobro de las contribuciones donde se conjugaban intereses personales viacutenculos poliacuteticos y conflictos locales que afectaban el desenvolvimiento de la actividad recaudatoria El estudio se centraraacute en la receptoriacutea del departamento de San Geroacuteni-mo ndashuno de los cuatros departamentos en que se dividiacutea la provinciandash ya que ofrece un marco adecuado desde el cual es posible analizar el ejer-cicio praacutectico de la recaudacioacuten al tiempo que brinda la posibilidad de complejizar y matizar ciertos presupuestos generales Se haraacute especial hincapieacute en los agentes involucrados en estas ocupaciones y los aacutembitos espaciales doacutende ejerciacutean sus actividades

San Geroacutenimo se halla ubicado sobre la margen del Paranaacute entre los riacuteos Coronda y Carcarantildeaacute ocupaba unas 500 de las 3650 leguas cuadradas que

2 Sobre la fiscalidad de Santa Fe veacutease Bonaudo y Sonsogni (1997a y 1997b) Chiaramonte (1986) Chiaramonte Cussianovich y Tedeschi (1993) Ensinck (1985 y 1953) Gallo (1965) Frid (2007 y 2011)

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Evangelina De Los Riacuteos

reconociacutea la provincia como parte de su jurisdiccioacuten3 Hasta mediados de los antildeos sesenta del siglo XIX se hallaba integrado por un uacutenico nuacutecleo urbano la villa de Coronda y cinco distritos4 de campantildea Las Lomas Barrancas Desmochados Carcarantildeaacute abajo y Carcarantildeaacute arriba que progresivamente ne-cesitaron de subdivisiones para facilitar la administracioacuten y el gobierno de las personas y los bienes5 Para 1858 contaba con una poblacioacuten de 4838 habi-tantes (lo que representaba entonces el 11 del total de la poblacioacuten provin-cial) Tan soacutelo una pequentildea porcioacuten viviacutea en el pueblo la mayoriacutea se hallaba diseminada por los diferentes distritos que componiacutean el mundo rural Fue un espacio estrateacutegico en la produccioacuten de trigo para el abastecimiento de la ciudad de Santa Fe durante el periacuteodo colonial y gran parte del siglo XIX No obstante la fuente maacutes importante de su riqueza era la ganaderiacutea Se reuniacutean alliacute centenares de hacendados que disponiacutean de importantes planteles de va-cunos aunque tambieacuten abundaba el lanar (Frid 2011 p 118)

Las fuentes que han servido de principal sustento a esta investigacioacuten corresponden a las cartas que mantuvieron el juez de paz y el receptor con el Colector de Hacienda de la Provincia y con el Ministro de Gobierno Las mismas se encuentran en los fondos de Gobierno y de Contaduriacutea del Archivo General de la Provincia de Santa Fe (en adelante AGPSF) La corresponden-cia se convirtioacute no soacutelo en el medio necesario para la circulacioacuten de noticias sino en un auxiliar indispensable para el correcto funcionamiento de la admi-nistracioacuten estatal (Bouza 2005 p 134) Las cartas eran la principal forma de

3 Equivaliacutea a 15527 59 kiloacutemetros cuadrados Primer Censo Nacional de la Repuacuteblica Argen-tina (1869 p 100)

4 El teacutermino departamento significa actualmente divisioacuten de un territorio sujeta a una autoridad administrativa En Santa Fe este teacutermino comenzoacute a ser utilizado en el Estatuto de 1819 relegando poco a poco el teacutermino ldquopartidordquo que fue eliminado definitivamente del vocabulario administrativo luego del Reglamento de Justicia de 1833 (Barriera 2012 p 28)

5 Asiacute en 1865 el distrito de Carcarantildeaacute arriba se divide en dos Carcarantildeaacute arriba por un lado y Desmochado Norte por otro Un antildeo maacutes tarde se produjeron nuevas subdivisiones Sobre el Riacuteo Coro-nda Gaboto Arroyo del Monje Barracas Las Lomas y Bragado Sobre el riacuteo Carcarantildeaacute Carcarantildeaacute arriba Desmochado Norte Desmochado arriba Unos diacuteas maacutes tarde el territorio no comprendido entre los distritos divididos anteriormente se subdividioacute en dos nuevos distritos Carrizales afuera y Tres Lagunas ROSF T4 pp 350-351 T 5 pp 68-69 74 Como ha marcado A Hespanha (1989) la aparicioacuten del problema de la subdivisioacuten del espacio poliacutetico es un siacutentoma de una nueva lectura poliacuteti-ca del espacio de una nueva matriz de reflexioacuten y praacutecticas poliacuteticas (p 85)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

comunicaciones entre las autoridades de los diferentes departamentos con las oficinas centrales Esta documentacioacuten aporta informacioacuten de primera mano sobre las situaciones maacutes cotidianas que se sucediacutean en torno a las oficinas de-partamentales las quejas y las frustraciones de los empleados las dificultades en las tareas recaudatorias las formas en que se tejiacutean las relaciones entre los diferentes empleados (receptores jueces de paz comisarios de distrito comisa-rios generales de campantildea vigilantes de la partida de plaza etc) y entre estas autoridades con los demaacutes vecinos del departamento En estos intercambios se respetaban ciertas reglas de cortesiacutea en las que era frecuente incluir liacuteneas con comentarios de estima o notas personales como muestra de deferencia sobre todo cuando se trataba con superiores por lo cual la comunicacioacuten no se restringe a asuntos oficiales de la administracioacuten sino que aparece al mismo tiempo cuantiosa informacioacuten personal ndashcontextos familiares estados de salud actividades cotidianasndash que revelan algunos destellos de la vida local

El juez de paz como recaudador de impuestosEn 1859 tras la renuncia del receptor de Hacienda del departamento

Felipe Fernaacutendez quien habiacutea ocupado el cargo por espacio de dieciseacuteis antildeos las tareas de la Receptoriacutea fueron anexadas al Juzgado de Paz Por lo tanto durante tres antildeos los jueces de paz ndashManuel Garcilazo (1859-1860) Manuel Gimeacutenez (1860) y Anselmo Maciel (1861)ndash asumieron la tarea de recaudar los impuestos La decisioacuten fue prontamente cuestionada por las au-toridades provinciales ya que la multitud de ocupaciones en las que se des-empentildeaban despertoacute fuertes resistencias a nivel local

El juez de paz era la maacutexima autoridad poliacutetica del departamento La justi-cia de paz implementada en la provincia en el Reglamento provisorio de 1833 dejaba en manos de eacutestos la aprehensioacuten toma de declaraciones y prisiones de los delincuentes asiacute como la obligacioacuten de oiacuter y sentenciar en forma verbal las demandas y ejecutar las resoluciones que hicieran al orden de los territorios bajo su dependencia6 Sobre sus hombros recaiacutean tambieacuten las tareas poliacuteticas

6 Los jueces de paz de Rosario y Coronda debiacutean oiacuter y sentenciar en forma verbal todas las demandas desde 25$ hasta 100$ dando resoluciones que hicieran al orden y a la tranquilidad de los territorios bajo su dependencia Debido a ausencia de escribanos debiacutean estar presentes dos vecinos de ldquobuena fama y opinioacutenrdquo que cumpliriacutean con la tarea de supervisar las decisiones No obstante el juez de paz de Coronda no podiacutea tambieacuten dictaminar sobre demandas escritas debiacutea redirigirlas al Juez

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Evangelina De Los Riacuteos

hacer circular los nombres de los candidatos propuestos para determinados car-gos convocar elecciones controlar la nominacioacuten de las autoridades de mesa definir quieacutenes estaban habilitados a votar y refrendar el escrutinio7 Encarna-ban la tradicional indivisioacuten de atribuciones de justicia y gobierno ndashcaracte-riacutesticas del denominado Antiguo Reacutegimenndash que pervivioacute en la provincia maacutes allaacute de la disolucioacuten del viacutenculo colonial (Bonaudo 2005 p 217) Sus tareas fueron en aumento ante la supresioacuten de las Comandancias Militares (1853) se los obligoacute a asumir dichas funciones8 Ademaacutes con la creacioacuten de los cuer-pos municipales (1861) desempentildearon tambieacuten tareas como presidentes de los Consejos municipales (Bonaudo y Sonsogni 1997 p 30)

Para ejercer su dominio sobre el territorio teniacutea la potestad de nombrar el nuacute-mero de comisarios que considerase necesario seguacuten ldquo(hellip) los que su poblacioacuten y circunstancias exigierenrdquo9 Estos desempentildearon funciones similares en los dife-rentes distritos en que se dividioacute la campantildea santafesina Los comisarios debiacutean perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el fun-cionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas asiacute como tambieacuten cobrar los impuestos en el mundo rural (De los Riacuteos y Piazzi 2013 pp 402-409)

Los jueces de paz teniacutean la obligacioacuten de colaborar con los receptores en el desempentildeo de algunas tareas fiscales Como su superior inmediato

de 1ordm Instancia Teniacutean facultad de arrestar hasta el teacutermino de ocho diacuteas a los que no cumpliesen su mandato El juez de paz de Rincoacuten y los comisario de los distritos de campantildea podiacutean oiacuter y sentenciar demandas verbales hasta la cantidad de 25$ y ejecutar arrestos o presioacuten por el teacutermino de ocho diacuteas asiacute como tambieacuten dar resolucioacuten a apelaciones de menos de 6$ y podiacutea valerse del uso de la fuerza en cado de resistencia a una orden de alguacuten delincuente ldquoReglamento provisorio para los empleados y atribuciones que debe subrogar al Cuerpo municipal extinguido por ley de 13 de Octubre de 1832rdquo 28 enero 1833 ROSF T 1 pp 245-246

7 La Ley de eleccioacuten de 1856 anexa a la Constitucioacuten Provincial de ese antildeo establece en su artiacuteculo 71 ldquoLos jueces de paz son presidentes natos de los respectivos comicios electoralesrdquo y en su artiacuteculo 84 ldquo(hellip) los jueces de paz seraacute obligados a invitar con anticipacioacuten por medio de los comisa-rios de distrito a los habitantes de la campantildea para que concurran a la mesa electoral el diacutea designadordquo RONA T 3 p 373

8 ldquoDecreto suprimiendo las Comandancias militares de San Geroacutenimo y San Joseacute y nombrando Jefes para estos Departamentosrdquo (8 de mayo de 1852) ROSF T 2 pp 93-94

9 En el caso del departamento Rosario se establecioacute de antemano que debiacutean crearse dos co-misarios para el pueblo

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

se ocupaban de informar a los comisarios de distritos de los plazos en que de-biacutean ejecutar la recaudacioacuten de ciertos impuestos como patentes o contribucioacuten directa comunicarles las leyes de impuestos las oacuterdenes y los decretos apro-bados por la Legislatura que desde la Receptoriacutea haciacutean llegar al Juzgado En otras palabras actuaban como nexo entre los receptores de hacienda y las au-toridades de campantildea Si bien esta situacioacuten los poniacutea al tanto de los procesos de recaudacioacuten y estaban orientados sobre las actividades fiscales del departa-mento la anexioacuten completa de estas labores despertoacute cierto malestar Recaudar los impuestos centralizar los ingresos departamentales elaborar las planillas de ingresos junto con las listas de sueldos y de gastos del departamento ndashpara remitirlas a la oficina central de Hacienda y que el Colector de Hacienda luego de supervisarlas aprobara los libramientosndash representaba un enorme trabajo10

Delegar a los jueces de paz las tareas fiscales del departamento era como una medida urgente que buscaba reducir al miacutenimo los gastos administrativos Esta decisioacuten pareciacutea ir a contramano de lo estipulado en los proyectos propul-sados por los gobernadores en esos antildeos en los que por ejemplo se contemploacute por primera vez la entrega de un sueldo al receptor de San Geroacutenimo ndashen lugar de asignarle un 15 sobre lo recaudado como antantildeo11ndash ya que se consideraba que el empleo aunque no demandaba una constante labor siacute conllevaba mucha responsabilidad y se esperaba que la persona nombrada fuera versada en el ma-nejo de los recursos provinciales y demostrara honradez y competencia12 Sin embargo el erario atravesaba un momento criacutetico la reanudacioacuten del enfren-tamiento armado entre Buenos Aires y la Confederacioacuten habiacutea provocado una fuerte paralizacioacuten del comercio (Garavaglia 2014 pp 38-39) Ademaacutes los constantes requerimientos (forzosos y no) de ganado para sostener a las tropas movilizadas eran una carga pasada de soportar para los hacendados locales que dejaron de pagar contribuciones13 Una vez maacutes las intenciones chocaron con la realidad y la renuncia del receptor brindoacute la excusa perfecta para cerrar la

10 Se trataba de las ocupaciones de los receptores de Hacienda ROSF T 2 p 262

11 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 31 de enero de 1855 p 41 12 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 25 de septiembre de 1857 p 55

13 El 2 de septiembre de 1862 hacendados de San Geroacutenimo presentan una solicitud al gobierno provincial en la que piden ser exceptuados de pagar la contribucioacuten directa debido a que ldquohellipnosotros hemos mantenido forzosamente un ejeacutercito en su doble traacutensitohellip(hellip) que permanecioacute devorando todohelliprdquo AGPSF Gobierno T 22 LEG 17 Solicitudes varias (1862) fs 114

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Evangelina De Los Riacuteos

oficina de receptoriacutea y entregar al juez de paz el control de las finanzas loca-les Con ello no soacutelo se economizaba en el sueldo del receptor sino tambieacuten en mantener el alquiler de la dependencia que ocupaba la receptoriacutea Aunque como quedoacute maacutes tarde demostrado la administracioacuten pagoacute caro el ahorro

La administracioacuten departamental se redujo al miacutenimo un Juez de paz un ayudante del juzgado un Comisario de campantildea un preceptor de la escuela de varones y maacutes tarde un preceptor para la de mujeres La partida de plaza se componiacutea apenas por un sargento y cuatro soldados al igual que la leva del Comisario de campantildea14 El juez de paz que actuaba en calidad de juez y receptor percibiacutea soacutelo un sueldo y la tercera parte del siguiente Ideacutentica situacioacuten se repetiacutea con el preceptor de la escuela de varones que cumpliacutea funciones como ayudante del juzgado La legislacioacuten prohibiacutea la superposi-cioacuten de cargos pero contemplaba la posibilidad de que un mismo empleado pudiera desempentildearse en varios puestos a la vez siempre que fueran del mis-mo ramo de administracioacuten y en la medida que soacutelo percibiera un sueldo y un pequentildeo sobresueldo como compensacioacuten15

La acumulacioacuten de tareas fue demasiada para los jueces que alegaron no poder cumplir debidamente con lo encomendado entorpeciendo el fun-cionamiento de ambas oficinas receptoriacutea y juzgado Asiacute en 1859 Manuel Garcilazo ante su pedido de remitir la planilla de los empleados del departa-mento notificaba al Colector de Hacienda ldquohellipme es imposible por ahora el poderlos mandar por tener mucho que hacerse que me han caiacutedo de la poli-ciacutea y del ministerio pero la hareacute a mayor oportunidadrdquo16 Un antildeo maacutes tarde el nuevo juez de paz presentaba un argumento similar para justificar que no se habiacutea recaudado la contribucioacuten directa Manuel Gimeacutenez se excusaba sosteniendo que se habiacutea visto impedido de cumplir con esta obligacioacuten

(hellip) porque las elecciones electorales para convencionales nos han ocupado el

tiempo en circunstancias que se trataba ya de hacer el cobro y a cuyo trabajo

no disponemos ni los diacuteas de fiestas pues usted sabe que este juzgado se halla

14 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 1 Estados de ingresos y egresos de la Receptoriacutea de San Geroacutenimo por 1861

15 Ley prohibiendo la acumulacioacuten de empleos 25 de julio de 1862 ROSF T 3 p 348

16 AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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recargado de atenciones y despacho que para darles curso hasta las horas de la

noche le dedicamos17

Las quejas de los jueces de paz por un lado y el freno que imponiacutea cada retraso para el desenvolvimiento de las finanzas por otro motivaron a las autoridades provinciales a nombrar nuevamente a un receptor

El nuevo receptor de Hacienda El 15 de marzo de 1862 era designado Joseacute Mariacutea Torres Al asumir

el panorama que encontroacute era de lo maacutes preocupante Las finanzas depar-tamentales habiacutean sido desatendidas por meses las contribuciones no se recaudaban ni se confeccionaban las planillas de ingresos y egresos Des-de la oficina central de Hacienda se tomoacute la decisioacuten de reabrir la oficina de la receptoriacutea Con esta medida se esperaba mejorar la percepcioacuten fiscal y conseguir que las cuentas se elaboraran de forma precisa respetando los plazos estipulados No obstante la realidad no estuvo a la altura de las expectativas

Para el nuevo receptor las cosas no fueron nada simples Pese a que se pretendioacute que el cargo recayera en un vecino con conocimientos en el manejo de los caudales puacuteblicos a saber se trataba de un comerciante del pueblo que ademaacutes habiacutea sido guardacostas del puerto de San Geroacutenimo entre 1843 y 1853 se requeriacutea tiempo para dominar con destreza los mo-vimientos de esta oficina y lograr que engranaje financiero funcionase de manera aceitada18 A un antildeo de su nombramiento J M Torres enviacutea una nota al Contador general en la que se disculpaba por sus equivocaciones y avisaba

(hellip) no le sea en mi extrantildeo las infinitas equivocaciones nunca a sido mi ejerci-

cio ocuparme de estas operaciones por lo mismo mucho antes de esta adminis-

tracioacuten y en esta misma pido ser excusado y siempre pensareacute en la mismo te-

17 AGPSF Contaduriacutea T 108 Leg 23 Notas Receptor y juez de paz de San Geroacutenimo dirigidas al Colector Gral en al antildeo 1860

18 Joseacute Mariacutea Torres ademaacutes era un comerciante Teniacutea una pulperiacutea en el pueblo atendida por eacutel y por su esposa AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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niendo que la falta de praacutectica y suficiente capacidad me envuelvan en perjuicio

insanable a una posicioacuten poca ventajosa para estos tiempos y tan responsable19

Su inexperiencia soacutelo era una parte del problema El receptor argumentoacute tener numerosas dificultades para desempentildear sus labores y se mostroacute especial-mente criacutetico por la falta de recursos materiales En primer lugar las condicio-nes de la misma oficina de hacienda ndashuna propiedad alquilada en el pueblo que serviacutea al mismo tiempo de casa para el receptor y su familiandash El mal estado que presentaba el edificio y lo escaso de su mobiliario eran fuente de continuos reclamos Apenas teniacutea un cofre que serviacutea de caja a la receptoriacutea Careciacutea de sillas mesas y anaqueles donde colocar la documentacioacuten Afirmaba Torres

Puede usted sentildeor no desconocer que no puede merecer el nombre de oficina de

receptoriacutea una solo caja de fisco que me fue entregada en propiedad fiscal y que

hasta hoy no hay maacutes dotacioacuten maacutes que duplicaciones de responsabilidades para

el que este encargado de dichas oficinas20

Ademaacutes su ubicacioacuten alejada del juzgado impediacutea mantener una comunica-cioacuten fluida con el juez de paz e implicaba retrasos a la hora de enviar planillas correspondencia o cualquier notificacioacuten entorpeciendo asiacute el accionar adminis-trativo Tampoco contaban con alguacuten empleado que pudiese actuar como escri-biente o asistirlo en el desempentildeo de sus ocupaciones El receptor entonces teniacutea que cerrar la oficina cuando teniacutea que salir a cobrar alguacuten impuesto entregar las ceacutedulas de pago de patentes o contribucioacuten directa y ldquoperseguirrdquo a los morosos21 Asiacute frente a los reclamos del Colector por el retraso en el enviacuteo de las planillas se justificaba afirmando ldquohellipusted no desconoceraacute que en esta oficina hace falta una pluma maacutesrdquo22 Las demoras en la ejecucioacuten de las tareas lo obligaron en ocasio-nes a conchavar a alguien de su confianza para auxiliarlo

19 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

20 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

21 Sobre las dificultades materiales en las oficinas judiciales Ver Whipple (2013 pp 55-79) y Piazzi (2017 pp 53-74)

22 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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Una parte importante de los trabajos administrativos era desempentildeada por vigilantes de las partidas de plaza de las ciudades y pueblos de los diferentes departamentos Cada diacutea se solicitaba al juez de paz el enviacuteo de vigilantes a quienes se les encomendaban el reparto de guiacuteas el traslado de alguacuten documento o bien de notas entre las diferentes oficinas etc Esta situacioacuten generoacute algunas tensiones con las autoridades policiales y judicia-les Las partidas eran poco numerosas y debiacutean atender asuntos vinculados a la custodia de la ciudad y a la prevencioacuten de los delitos por lo que se negaban a prescindir de alguno de ellos para volcarlos a otras actividades No obstante pese a los reclamos las presiones ejercidas por los receptores los obligaron a entregar al menos a un vigilante23 Los problemas para el receptor no acababan con la llegada de un vigilante Estos debiacutean ademaacutes ser dotados de caballos para desplazarse por el territorio En su nota al Co-lector General afirmaba

Debo sentildeor dar cuenta a usted que dichos vigilantes no tienen en que montar mi para pasar a esa capital cuanto maacutes aloja confines de este departa-mento que tiene treinta y tantas leguas al sudoeste y hoy que las postas no dan caballo a ninguacuten militar sino ha pagado seguacuten la nueva tarifa que observan me son inuacutetiles por esto dichos vigilantes (hellip)24

La oficina de Hacienda no contaba con servicios de caballos y postas En ocasiones vieacutendose obligado a cumplir con sus tareas y sin disponer de dinero en la caja para este fin pagaba de su bolsillo a alguacuten vecino para que prestara su caballo a la receptoriacutea En otras ocasiones a falta de mejores alter-nativas se encomendaban a hombres de confianza que se desplazaban por el territorio comerciantes o viajantes el traslado de papeles o notas25 Ideacutenticos inconvenientes se reeditaban a la hora de enviar documentos y notas a la Co-lecturiacutea en Santa Fe ubicaba a diez leguas de Coronda lo que equivaliacutea a diacutea y medio en teacuterminos de desplazamiento (Barriera 2016 p 443)

23 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral desde enero a fines de agosto de 1862

24 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

25 AGPSF Contaduriacutea T 90 Leg 13 Notas del receptor de Coronda Don Felipe Fernaacutendez al Contador gral D Joseacute A Lassaga

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Evangelina De Los Riacuteos

Entre las limitaciones materiales que enumera el receptor ndashldquomesas si-llas estantes sellos para la correspondencia un ayudante o portero o peoacutenrdquondash aparece tambieacuten sus dificultades para sobrevivir con el sueldo

A un receptor con una asignacioacuten como la presupuestada no puedo vivir sin afectar

sus obligaciones familiares y particulares (hellip) ha sido muy mal considerado ese

presupuesto porque bien mirada es exponer a un empleado que sirve como obli-

gado por la necesidad o la fuerza y que por lo mismo ya se habraacute visto ejemplares

desagradables en algunas personas que antes han manejado esta receptoriacutea ()26

La aprobacioacuten de cada presupuesto era precedida por intensos debates en el recinto de la Legislatura sobre los montos de los sueldos Sus integrantes pareciacutean coincidir en que era prioritario revisar las partidas que eran insu-ficientes para cubrir las necesidades baacutesicas de los empleados de hacienda cuyas labor y responsabilidades no estaban suficientemente compensadas Menos auacuten si se toma en cuenta que estaban obligados a responder con su patrimonio por cualquier error en las finanzas por pequentildea o grande que fue-ra la suma27 En otras palabras si se pretendiacutea contar con empleados fieles y honrados que al mismo tiempo fueran versados en las tareas que cada puesto requeriacutea debiacutean cobrar un sueldo que estuviera a la altura de sus obligaciones Ademaacutes siacute todos aquellos encargados de manejar los caudales puacuteblicos eran recompensados adecuadamente ya no estariacutean tentados a maniobras dudosas para proveerse de recursos y por lo tanto la recaudacioacuten estariacutea asegurada Salarios bajos podiacutean empujar a los empleados a praacutecticas ldquocorruptasrdquo desa-creditando asiacute a la administracioacuten en su conjunto28 Sin embargo auacuten aquellos

26 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

27 Sesioacuten del 19 de enero de 1855 Actas Legislativashellip p 35

28 En 1852 el gobernador Domingo Crespo dirigiacutea a la Junta de Representantes las siguientes pala-bras ldquoPara exigir el gobierno a sus empleados el celo y lealtad convenientes para castigarles las faltas en que incurrieran era indispensable que las rentas que se sentildealaban en pago de sus servicios correspondie-sen al rango que ocupan en la administracioacuten y les bastase para su subsistencia Las que sentildeala la Consti-tucioacuten de la provincia y la que se les ha asignado por las anteriores administraciones no proporcionando al empleado lo preciso para vivir lo induciacutea al fraude y aquella economiacutea mal calculada veniacutea a resultar en perjuicio del Estado por la desmoralizacioacuten que era su consiguienterdquo Mensaje del Sr Gobernador Don Domingo Crespo leiacutedo en sesioacuten del diacutea 15 de febrero de 1852 Op Cit p 24

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

que vieron incrementado su estipendio debieron enfrentarse al problema de los atrasos en los pagos Las demoras de dos o tres meses fueron algo muy comuacuten llegando incluso a dilatarse la liquidacioacuten de los sueldos maacutes de un antildeo y los empleados se vieron obligados a suplicar su liquidacioacuten29

El receptor y el juez de paz las dos caras del conflictoLos inconvenientes se multiplicaron cuando fue designado como juez de

paz Anselmo Maciel un hacendado del distrito de Barrancas que contaba con cierta trayectoria en este puesto ya que eran la tercera vez que lo ocupaba anteriormente lo habiacutea hecho en 1853 y en 1861 Sus desavenencias con el receptor mostraron hasta queacute punto una relacioacuten conflictiva entre ambas au-toridades afectaba la recaudacioacuten fiscal y por ende repercutiacutea directamente en los intereses provinciales

En las cartas al Colector General los argumentos que esgrime el receptor se dirigen a exponer que el mal funcionamiento de la oficina de hacienda era consecuencia en parte del accionar del mismo juez de paz con quien mante-niacutea una rencilla personal que afectaba los intereses fiscales ldquoLo hace al fisco y no a mi a quien lo quiere hacerrdquo30 El enfrentamiento entre ambos no era nuevo dado que se registraron algunos antecedentes cuando J M Torres re-cibioacute el puesto hasta entonces detentado por A Maciel ndashentonces juez de paz y receptorndash dirigioacute fuertes criacuteticas ante el Colector General por el estado de las finanzas departamentales31 Maacutes tarde al ser nombrado este uacuteltimo ndashjunto a Demetrio Lunandash comisionado en la recaudacioacuten de la contribucioacuten directa (1862) resaltoacute su asombro porque durante ese tiempo no ingresoacute ninguna cantidad a la caja de hacienda en este rubro32

Al asumir Maciel la lista de quejas de receptor pareciacutea no tener fin En primer lugar lo acusoacute de no cumplir con sus obligaciones negaacutendose al enviacuteo

29 Una situacioacuten que se repetiacutea en numerosas realidades latinoamericanas (Garavaglia y Pro Ruiz 2013)

30 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

31 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

32 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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de vigilantes para auxiliarlo en la receptoriacutea una actitud que lo obligaba a ce-rrar esta dependencia y salir personalmente a recaudar impuestos o distribuir entre los contribuyentes las patentes las guiacuteas o los sellos Declaroacute ademaacutes que le resultaba imposible presentarse ante el juez vieacutendose obligado a pa-garle a otra persona para ello En una extensa carta relata su pesar

Mi pensamiento fue pedirle a usted sentildeor que se sirviese ordenar a este juzgado

se mande un vigilante a estas oficinas todos los diacuteas para las ocurrencias que

diariamente se ofrecen y que como se sabe esta oficina es muy mal dotada en su

servicio interno que diariamente se ofrece y que como no siendo dado que yo en

persona haga las funciones exteriores en el servicio de la hacienda puacuteblica creo

es justicia pedir a usted como mi jefe inmediato esta dotacioacuten ya que no pedireacute al

juez de paz ninguacuten servicio mientras que eacutel no satisfaga las peticiones repetidas

que le ha hecho esta receptoriacutea oficialmente y que aun sostendraacute en el temple que

caracteriza pretende humillarme33

En segundo lugar reclamaba que el juez de paz dilataba los tiempos fiscales no remitiendo las planillas de aquellos impuestos cobrados por los comisarios de campantildea ni los presupuestos del juzgado documentos esencia-les para la elaboracioacuten de las cuentas departamentales34 Maciel en diversas oportunidades se excusa sentildealando que los retrasos y los desoacuterdenes en las planillas fiscales no eran resultados de su impericia sino de las condiciones en que habiacutea encontrado el juzgado35 Su explicacioacuten no hizo maacutes que en-cender una nueva mecha en las acusaciones ya que Torres lo culpoacute de tal situacioacuten por no cumplir con el deber de solicitar al juez cesante el inventario correspondiente permitieacutendole dejar el puesto sin brindar un solo estado Los inventarios ndashque cada jefe debiacutea preparar para su sucesor dejando constancia

33 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

34 AGPSF Contaduriacutea T 117 Leg 20 Notas y cartas del Receptor de San Geroacutenimo Don Joseacute Mariacutea Torres al Contador General durante todo el antildeo 1864

35 Felipe Fernaacutendez su predecesor habiacutea sufrido grandes reprimendas por su accionar llegando el mismo Colector a solicitar que se presente a su oficina para dar explicaciones AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

de todo el material existente desde documentos hasta mobiliariondash serviacutean para liberar de culpas a los empleados por acciones o equivocaciones pasadas ya que junto con estos documentos se presentaba la rendicioacuten de las cuentas de cada caja En algunos casos cuando el empleado saliente no entregaba ninguacuten registro el Colector solicitaba al recieacuten designado su elaboracioacuten Constituiacutea una manera de salvaguardar la honradez del funcionario actual por cualquier desprolijidad cometidas por el cesante No cumplir con esta norma-tiva hizo que el receptor se pregunte ldquoiquestpor queacute no hacerle rendir cuentas de sus recaudaciones al juez de paz cesante hasta el diacutea en que caducardquo36

Uno de los puntos maacutes aacutelgidos de la disputa versoacute sobre la recaudacioacuten en el mundo rural Esta tarea estaba en manos de los comisarios de distritos37 Teniacutean que encargarse de la elaboracioacuten de las planillas de avaluacuteo de la con-tribucioacuten directa y el reparto de las ceacutedulas entre los vecinos de confeccionar las listas de todos aquellos que teniacutean que sacar patente en la campantildea de cobrar el expendio del papel sellado de expedir los certificados de marcas asiacute como tambieacuten de controlar las guiacuteas de comercio de troperos de carretas y arrias y de la recaudacioacuten del marchamo de cueros La comunicacioacuten entre los receptores de hacienda y los comisarios estaba mediada por las autorida-des de gobierno de cada departamento ndashel jefe poliacutetico en el de Rosario y los jueces de paz en los restantesndash quienes les informaban de las tareas a cum-plir los supervisaban en el desempentildeo de sus responsabilidades de hacienda y les remitiacutean las distintas disposiciones fiscales38 Para ello se requeriacutea que el receptor y el juez de paz mantuvieran una relacioacuten fluida

El receptor acusoacute al juez de paz de negarse a remitir las nuevas tarifas de impuestos a los comisarios perjudicando con su conducta al erario provincial El papel de los comisarios era fundamental ya que conseguir que los vecinos rurales cumplieran con sus deberes fiscales fue una tarea compleja no soacutelo porque estos no habiacutean internalizado el pago de los impuestos como parte

36 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

37 Las funciones que cumpliacutean dichos comisarios eran numerosas teniacutean que entre otras cosas re-correr el distrito para perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el funcionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas Reglamento de Policiacutea Urbana y rural (1864) ROSF T 4 p 210

38 AHPJM Jefatura Poliacutetica T 1857 C Leg 24 Receptoriacutea de Hacienda

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de sus deberes como ciudadanos39 sino porque ademaacutes no era factible para la poblacioacuten rural trasladarse hasta la receptoriacutea departamental para cumplir con sus obligaciones fiscales Por lo tanto era frecuente que el receptor solicitara al juez que emitiera notas recordando a los comisarios cumplir con sus deberes fiscales Seguacuten la opinioacuten de Torres la desidia de Maciel dio carta blanca para que muchos comisarios se desentendieran de sus deberes para con la receptoriacutea Tampoco habiacutea un reglamento que estipulara las obligaciones que teniacutean los comisarios y los jueces de paz con relacioacuten a la hacienda provincial40 Tal es asiacute que instoacute al Colector a emitir alguacuten decreto en el que se especifique la forma de procederse en cuanto a la recaudacioacuten en la campantildea y los deberes que estos teniacutean que asumir estos como recaudadores en el mundo rural Una peticioacuten que no encontroacute cabida ya que las autoridades provinciales no consideraron prudente establecer una uacutenica norma que rigiera para el conjunto de la cam-pantildea un espacio de grandes disparidades La recaudacioacuten en el mundo rural se guiaba mediante praacutecticas donde teniacutea enorme peso lo consuetudinario Se dejaba un amplio margen de maniobra a los poderes locales que evaluando las necesidades de su jurisdiccioacuten debiacutean enunciar las tareas a cumplir seguacuten las necesidades de cada distrito pero significoacute al mismo tiempo limitar el poder de los receptores a la hora de hacer cumplir ciertas oacuterdenes fiscales

Las desavenencias con el juez de paz llevaron a plantear la posibilidad de que fueran los Comisarios Generales de Campantildea quienes se encargaran de la distribucioacuten de las guiacuteas de papel sellado y de las patentes41 Estos contaban con la ventaja de no hallarse vinculado a ninguacuten distrito y debido a recorriacutean todo el departamento podiacutean asumir estas labores sin inconvenientes42 Ante la rotunda negativa de los Comisarios Generales la medida fue pronto deses-timada Desde el gobierno se pretendiacutea poco a poco centralizar las tareas de

39 La bibliografiacutea sobre esta problemaacutetica es abundante Nos remitimos a Vallejo Pousada (1996) y Pro Ruiz (1995) Sobre la construccioacuten de los ciudadanos como contribuyentes Pan-Montojo (2007) Botana (2006) y Parolo y Herrera (2005)

40 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

41 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

42 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

hacienda en manos de los empleados de este departamento aunque esto era maacutes faacutecil de decirlo que hacerlo43

Tal vez la denuncia maacutes grave es que lanzoacute la imputacioacuten de que buscaba mantener endeudada a la receptoriacutea exonerando de pagar impuestos a los deudores de la hacienda El receptor afirmaba que al momento de cobrar ciertos impuestos los mismos contribuyentes aseguraban que el juez de paz los habiacutea exceptuado de pagar lo que constituiacutea una prerrogativa que soacutelo el gobernador podiacutea otorgar Afirmaba que esta poliacutetica no era azarosa sino que iba dirigida a beneficiar a ciertos ldquoamigosrdquo haciendo uso de su poder discrecional con una tendencia clara al favoritismo44 Estas praacutecticas no soacutelo defraudaban al erario sino que mermaban la propia autoridad del receptor quien temiacutea que ldquohellipllegaraacute el caso en que aparezcan los estafadores que no falta y a nada obedeceraacuten mi receptoriacuteardquo45 En un contexto donde la mayor parte de los esfuerzos en lo tocante a la fiscalidad estaban enfocados en incre-mentar las rentas ndashque no alcanzaban a cubrir los gastos que pesaban sobre la administracioacutenndash una acusacioacuten de esta naturaleza causoacute un fuerte impacto entre las autoridades provinciales

Injurias y calumnias la voz del juez de pazAnte las constantes acusaciones que fueron dirigidas por el receptor el

colector de la provincia Leoacuten Mujica le solicitoacute que hiciera todos los esfuer-zos a su alcance para entenderse con el juez de paz a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea para la provincia el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea Joseacute Mariacutea Torres al recibir dicha carta la remite a Maciel quien advierte en ella todas las acusaciones lanzadas sobre su accionar La intervencioacuten del Colector General lejos de apaciguar el con-

43 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

44 Se les ha demostrado toda consideracioacuten en sus favores exceptuaacutendoles de la multa que la ley designa sin meacuterito para ello y contra lo dispuesto por la misma ley que debe obrar tambieacuten en su oficina AGPSF Contaduriacutea T 112 LEG 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

45 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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flicto lo reavivoacute El juez de paz entonces escribe al receptor de hacienda al pie de la nota del Colector en la que acusa a Torres de hacer cosas con doble fin de intentar cargar responsabilidades que no le correspondiacutea sobre sus hombros y de pretender enfrentarlo con el colector de la provincia En la contestacioacuten dice Maciel

(hellip) no le tengo miedo al sentildeor contador con quien usted me hace cara porque no

le de dado ninguacuten motivo de queja contra mi ni tampoco he de adularlo a eacutel ni a

nadie para conservar el puesto que ocupo pues que no tengo aspiracioacuten a ninguacuten

empleo puacuteblico y aunque aspirase no pasariacutea por humillaciones asiacute es que se me

da ninguacuten cuidado por los cosas de usted46

La carta que enviacutea Maciel aunque escueta es muy importante porque es la uacutenica vez que es posible escuchar su voz sobre los sucesos que relata el receptor La respuesta del juez de paz a dichas acusaciones era maacutes que contundente no creiacutea estar faltando a ninguna de sus obligaciones y conside-raba que las denuncias por parte del receptor teniacutean como fin humillarlo En una sociedad con una gran sensibilidad por cuestiones vinculadas al honor y donde la reputacioacuten jugaba un rol muy importante en la construccioacuten de una imagen puacuteblica las palabras de Maciel teniacutean un fuerte contenido (Gayol 2008 p 33) Afirmaba que los dichos del receptor constituiacutean una injuria La injuria es una nocioacuten de larga data que puede definirse como el ldquodeseo de agredir a otrordquo en el expreso sentido de manifestar la voluntad de hacer mal en este caso humillarlo puacuteblicamente (Albornoz Vaacutezquez 2005) Le remite tambieacuten una carta al Ministro General en la que afirmaba jamaacutes habiacutea negado al receptor el servicio de vigilantes y en maacutes de una oportunidad le habiacutea ofrecido los servicios del juzgado para el desempentildeo de las tareas47

El receptor al recibir la respuesta se encargoacute de reenviarla a Leoacuten Mu-jica como demostracioacuten de sus dichos junto con una nota en la que inculpa nuevamente al juez de paz de utilizar un lenguaje impropio para el cargo que inviste de ser ambicioso y de mentir al afirmar que ldquohellipdice tambieacuten que no

46 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

47 AGPSF Gobierno T 23 Leg 14 Notas de los jueces de paz de esta provincia (1863)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

tiene aspiraciones de puestos puacuteblicos yo digo que si tiene y que si no hubie-re tenido no hubiere admitido antes de un antildeo que dejoacute de ser el puesto que ocupardquo48 Para el receptor la mala voluntad del juez de paz debiacutea atribuirse a un claro intereacutes en lograr su renuncia al cargo y asiacute poder eacutel mismo retomar el control de la caja de hacienda

(hellip) le pesa no tener otra vez la receptoriacutea a su cargo como todo el antildeo rsquo61 y parte

del rsquo62 acompantildeada del juzgado y el pueblo en acefaliacutea como lo dejaba de noche

y diacutea Si sentildeor los jueces de aquiacute sino son jueces y receptores no estaacuten a gusto

porque una lechera sin otra no les da para todos los antojos ()49

Para el receptor las acciones que ejecutaba el juez de paz revestiacutean como uacutenico objetivo el debilitarlo pero en sus argumentos va maacutes allaacute afirmando que la disconformidad con la actuacioacuten de dicho juez no era soacutelo una cuestioacuten personal sino compartida por el resto del pueblo ldquoYo comprendo que lo que le fastidia es que el pueblo no es el que lo ha elegido y ve que le conozcamos todos hemos visto sus pasados servicios y ve que nada tenemos que esperar de eacutelrdquo No soacutelo cuestionaba su idoneidad sino tambieacuten las bases de su legitimidad ya que uno de los principales atributos que debiacutean poseer los jueces era como se ha sentildealado la confianza de la comunidad local en la que ejerciacutean sus funciones

Ante las acusaciones cruzadas el colector de la provincia Leoacuten Muji-ca le solicitoacute al receptor que hiciera todos los esfuerzos a su alcance para entenderse con el juez a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea El co-lector cabeza principal del departamento de hacienda y jefe uacuteltimo en todo lo tocante a la fiscalidad provincial no teniacutea autoridad suficiente sobre los jueces de paz quienes respondiacutean directamente al ministro de gobierno de la provincia que era ademaacutes quien los designaba y podiacutea removerlos50 El Mi-

48 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

49 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

50 La sancioacuten de la Constitucioacuten Provincial de 1841 establecioacute que soacutelo podiacutea haber en la Provin-cia un ministro encargado de los ramos de Gobierno Hacienda Guerra y todo lo tocante a la adminis-tracioacuten razoacuten por la cual en 1849 se suprime el empleo de Ministro Tesorero General creaacutendose en su lugar el de Colector Tesorero general El reemplazo de un funcionario por otro fue maacutes bien nominal

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nistro de gobierno se vio forzado a intervenir para recordarles a ambos que

(hellip) los jueces de paz los representantes del gobierno en los departamentos en la

parte poliacutetica y administrativa asiacute como son tambieacuten agentes y miembros del po-

der judicial en los teacuterminos del reglamento vigente en la materia hay sin embar-

go una norma que es el de hacienda del que solo el receptor esta encargado pero

que como eacuteste funcionario no dispone de los necesarios elementos para asegurar

la exacta percepcioacuten de las rentas el juez de paz debe presentarle manifiesto

para auxiliarlo y ayudarlo en el desempentildeo de regularizar la hacienda siendo que

seriacutean esteacuteriles todos los esfuerzos del gobierno en este sentido auacuten cuando sean

regulados por la accioacuten del receptor que no puede ser eficaz sin el concurro del

juzgado de paz51

El colector Leoacuten Mujica cumplioacute igualmente un importante papel de in-termediario entre ambos ante la negativa del receptor de mantener con el juez de paz un diaacutelogo se hizo cargo de dirigirse eacutel mismo a Maciel para solicitarle las planillas consultarle sobre la recaudacioacuten y demaacutes cuestio-nes vinculadas a su tarea sin pasar por el receptor para garantizar que la colecta impositiva no se viera perjudicada por esta situacioacuten Sin embargo el receptor advirtiendo que sus notas al Colector general no teniacutean el efecto esperado se dirige entonces al Ministro de gobierno para que ldquohellipeleve al conocimiento del sentildeor gobernador un expediente con los documentos que ponen de manifiesto la mala voluntad del juez de paz de San Geroacutenimo para coadyuvar como es de deber hacer efectivo los impuestos establecidos por leyrdquo52 Torres estaba decidido a sacarse de encima a Anselmo Maciel por lo que acude a la maacutexima autoridad de la provincia el mismo gobernador La esperanza del receptor descansaba en conseguir que por intermedio del

ya que no cambio de forma significativa sus funciones e incluso se establecioacute que en las ceremonias puacuteblicas el Colector ocupase el lugar que el Ministro Tesorero General de Hacienda tuvo hasta ese momento ROSF T 2 p 26

51 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

52 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

ministro el gobernador tomara la medida que el caso requeriacutea en su opinioacuten la remocioacuten del Maciel del puesto que ocupaba Habiacutea llegado incluso a ame-nazar con renunciar a su cargo

Tengo alta confianza en que su ilustrada capacidad pues no permita que sin mo-

tivo consienta en que un hombre tan incompetente me eclipse antes con mi pobre

nombre cesareacute con abnegacioacuten y me ocupareacute de mis ocupaciones domeacutesticas que

he tenido ()53

Los aacutenimos se calmaron hacia fines de 1863 cuando al juez de paz An-selmo Maciel no se le renueva su nombramiento en el cargo designaacutendose en su lugar a Gregorio Orontildeo

ConclusionesA lo largo de estas paacuteginas se ha realizado una aproximacioacuten a las formas

en las que se ejecutaba la recaudacioacuten impositiva hacia la segunda mitad del siglo XIX Las autoridades provinciales invirtieron muchos esfuerzos en re-disentildear el departamento de Hacienda de Santa Fe se crearon nuevas oficinas en Santa Fe (como el Departamento Topograacuteficos la receptoriacutea de Santa Fe o la Tesoreriacutea) se nombraron maacutes empleados para la receptoriacutea de Rosario y se procedioacute a la reapertura de la receptoriacutea de San Geroacutenimo que habiacutea quedado anexada al Juzgado de Paz No obstante ninguna de estas medidas fue sufi-ciente Asiacute las dificultades de dotar a las oficinas de los recursos necesarios para su funcionamiento ndashauxiliares servicios de postas y caballos mobilia-rio etcndash y de proporcionar a los empleados sueldos acordes a las exigencias que se imponiacutea constituyeron problemas difiacuteciles de resolver

Reducir la escala de anaacutelisis para centrar el estudio en una receptoriacutea en concreto ndashla de San Geroacutenimondash nos ha permitido observar las situaciones cotidianas que se generaba en torno a la percepcioacuten de las contribuciones en las que maacutes allaacute de la normativa interveniacutean las loacutegicas locales El recep-tor aunque apareciacutea como una pieza central de la fiscalidad provincial para cumplir con sus tareas necesitoacute de la colaboracioacuten de diferentes autoridades departamentales La dinaacutemica entre estos agentes (receptores jueces de paz

53 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador Gral durante el 1ordm semestre de 1863

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Evangelina De Los Riacuteos

comisarios generales de campantildea y comisarios de campantildea) requeriacutea para proceder a la recaudacioacuten que cuanto menos la comunicacioacuten fuera fluida y reinase cierta armoniacutea entre ellos La superposicioacuten de competencias y las pujas de poder en el intento de imponer su autoridad ocasionoacute muacuteltiples problemas que afectaron los intereses fiscales De poco sirvieron las interven-ciones del colector general y del ministro de gobierno para resolver conflictos que revestiacutean un fuerte caraacutecter local al que pareciacutean no poder poner fin En el fondo las disputas entre el receptor y el juez de paz versaban sobre cues-tiones que excediacutean al ejercicio de sus oficios y teniacutean un caraacutecter maacutes bien personal Una mirada maacutes a ras de suelo revela toda una esfera de accioacuten no previstas en el disentildeo ideal de la administracioacuten centralizada y jerarquizada de las oficinas de hacienda

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las

Alegaciones en Derecho (siglo XVI)

Marcela Correa Barboza(Universidad Nacional de Lujaacuten Argentina)

IntroduccioacutenLos archivos judiciales como las Alegaciones en Derecho en lo tocan-

te a Mayorazgos viacutenculos hidalguiacuteas genealogiacuteas y tiacutetulos nobiliarios Con un iacutendice de personas geograacutefico y de tiacutetulos nobiliarios (Garciacutea Cubero 2004) corpus documental para nuestro estudio constituyen un importante reservorio de documentacioacuten Las Alegaciones con las que contamos son relatos de pleitos que comenzaron en las instancias infe-riores del Sistema Judicial y que fueron apelados hasta llegar al Consejo Real (De Las Heras Santos 1994 Alonso 1985) Estos relatosAlegacio-nes que se presentan ante el Consejo para la resolucioacuten final del pleito dan cuenta de contiendas judiciales de muy larga duracioacuten se sostienen por muchas deacutecadas que incluiacutean maacutes de una generacioacuten de contendientes (mujeres y varones) En el caso que presentaremos la primera alegacioacuten hace referencia a un testamento realizado un siglo antes (1447) y en la uacuteltima alegacioacuten con la que contamos ndashque data de 1582ndash se presenta la

Correa Barboza M (2017) Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI) En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

suacuteplica ante los Tribunales de uno de los contendientes para que la sen-tencia establecida por la justicia se haga efectiva Esta uacuteltima apelacioacuten da cuenta que la sentencia definitiva de los tribunales no se ha cumplido1 Los casos que estudiamos refieren a la sucesioacuten de bienes vinculados o amayorazgados El Mayorazgo seguacuten refiere la legislacioacuten con la que contamos (La ley de Partidas las leyes de Toro la Nueva Recopilacioacuten

1 Estos largos relatos de los pleitos dan cuenta de las sucesiones desde el inicio de la fundacioacuten del viacutenculo ndashcon la pareja fundadorandash y recorre mediante los alegatos de las par-tes una geografiacutea de conflictos que podriacuteamos decir horizontal en tanto que es protagonizada

por las familias del linaje enfrentadas en los Tribunales y vertical al estar las familiasCasas

representadas (en la liacutenea descendente) por cada detentador del viacutenculo expresioacuten del devenir

generacional de estas familias La demora era motivada por diferentes causas y muchas veces por

la conjuncioacuten de varios de estos causantes A la caracteriacutestica de la casuiacutestica de los pleitos (es

decir la sentencia caso por caso sin que se establezca jurisprudencia) se sumaban la concesioacuten

por parte de la Corona de ceacutedulas de suspensioacuten que frenaban inmediatamente los traacutemites la no

presentacioacuten de la documentacioacuten solicitada que impediacutea que los abogados presentaran las in-

formaciones necesarias para que proceda la causa la ausencia de testigos o que una de las partes

no se presente ante el tribunal para contestar el accionar de la otra parte Ademaacutes de estas causas

existiacutean otras (que pudimos observar en otras Alegaciones) como la recusacioacuten de los magistra-

dos u otro funcionario del tribunal sospechosos de prejuicio favoritismo de trabajar de alguna

manera que dantildee la ldquojusticiardquo Si la acusacioacuten era probada los funcionarios culpables debiacutean ser

retirados de la causa eso significaba designar nuevos funcionarios y fijar un nuevo calendario

Ademaacutes figuran como motivos de la dilatacioacuten de las sentencias debemos considerar el traslado

de personal de un lugar a otro por parte de la Corona porque preferiacutea que sus propios magistra-

dos participaran en comisiones especiales de investigacioacuten y en funciones extrajudiciales que los

alejaba de los tribunales durante meses Finalmente existieron causas naturales como la muerte

de un magistrado que retrasaban los traacutemites durante meses porque el nuevo magistrado necesi-

taba tiempo para ponerse al corriente de todos los detalles o la muerte de uno de los litigantes

hecho que generaba pleitos subsidiarios y un terrible papeleo La lentitud de las comunicaciones

y las enfermedades tambieacuten contribuiacutean la peste interrumpioacute el trabajo en los tribunales en varias

ocasiones durante el siglo XVI En los pleitos ganaba el litigante cuyos consejeros sabiacutean coacutemo

sacar partido de la Corona y de las complejidades procesales de los tribunales para acelerar o

retrasar la audiencia La duracioacuten de estos litigios da cuenta de la cuantiacutea a la que los mismos

refieren aunque resulte difiacutecil calcular la incidencia a largo plazo de los pleitos en bienes econoacute-

micos de la clase noble espantildeola (Kagan 1991 Tomaacutes y Valiente 1992)

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la Noviacutesima Recopilacioacuten y los escritos de los tratadistas) es la institucioacuten que vincula la propiedad de bienes especiacuteficos a partir de determinado grado de consanguinidad al linaje que lo fundoacute (Clavero 1974) Esta for-ma de heredabilidad basada en el principio del hijo primogeacutenito o agna-do si bien no es la uacutenica forma de transmisioacuten de los bienes en los reinos de la Monarquiacutea Hispaacutenica ha sido el modelo elegido por la nobleza ndashy las oligarquiacuteas urbanasndash para asegurar la perpetuidad del patrimonio en una familia determinada bajo la titularidad de su Cabeza de linaje

En las Alegaciones las mujeres son sujetos con capacidades juriacutedicas Podemos verlas a traveacutes del relato de los Secretarios cuando resumen los pleitos en cuestioacuten litigando ya sea como demandantes de derechos o bien siendo sujetos a las que se les reclaman bienes que estaacuten bajo su posesioacuten o dominio Las mujeres aparecen en este relato judicial como un actor maacutes ac-tuando al interior de la dinaacutemica relacional social de sus familias de origen Ellas pleitean acompantildeando a sus maridos en su calidad de esposas en otras ocasiones como viudas tutoras de sus hijos menores tambieacuten aparecen pro-cediendo al interior de relaciones parentelares como hermanas hijas (legiacuteti-mas o naturales) como mujeres monjas en los conventos femeninos Es decir que ellas litigan con un procurador de por medio por bienes de herencias o bienes vinculados a los que consideran que tienen derecho por ser parte de un universo familiar que las protege y las vincula en Derecho con aquellos bienes por los que pleitean

El caso del pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Buendiacutea

Sobre el pleito por los bienes vinculados de la Casa de los Buendiacutea contamos con tres Alegaciones a) El testamento y Mayorazgo que presentoacute Dontildea Mariacutea de Acuntildea que dice otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea b) Informacioacuten en derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo c) Por Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo

Nuestra propuesta de trabajo con las Alegaciones de este caso es la si-guiente en primer lugar realizaremos un relato de coacutemo se ha desarrollado

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

el conflicto por estos especiacuteficos bienes patrimoniales a lo largo del tiempo seguacuten da cuenta la Relacioacuten de la causa es decir la Alegacioacuten detenieacutendo-nos en algunas cuestiones de la trama judicial y social que se traslucen en el escrito del Secretario de justicia Nos abocaremos en este estudio a analizar la normativa que permitioacute a determinadas mujeres (relacionadas con los Con-des de Buendiacutea del linaje Acuntildea-Herrera) acceder a estos bienes como a las restricciones o impedimentos para quienes litigan por ellos

En la Primera Alegacioacuten se establece que en el antildeo 1574 Dontildea Mariacutea de Acuntildea presenta el testamento que otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea por el Mayoraz-go en disputa Este testamento tiene sus oriacutegenes a mediados del siglo XV (1447) cuando Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz crean el Mayorazgo que dice Mariacutea de Acuntildea tiene derecho a heredar A continuacioacuten presentamos un cuadro donde pueden observarse las liacuteneas su-cesorias en el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea conforme al testamento analizado que brinda detalles de los viacutenculos familiares de los fundadores del Mayorazgo2

Seguacuten refiere la documentacioacuten en el testamento citado Lope Vaacutezquez de Acuntildea establecioacute Mayorazgo a favor de Don Pedro de Acuntildea de Albornoz su hijo mayor legiacutetimo

Los bienes vinculados eran la villa de Buendiacutea en el obispado de Cuenca tierras

y teacuterminos de (en) la ciudad de Guete y de la Orden de San Juan con sus tierras

y vasallos pechos derechos y rentas con sus prados y pastos su jurisdiccioacuten

y justicia civil y criminal alta y baja y con todos los bienes pertenecientes al

sentildeoriacuteo de dicha villa3

El testamento fue realizado en vida de Lope Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz fundadores del Mayorazgo (1447) Alliacute se expresoacute

2 Fuente PORCON 1085-28 ndashBNMndash

3 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Entendemos que los bienes en disputa no consistiacutean en la tota-lidad del patrimonio de esta Casa sino que eran bienes que los fundadores del Mayorazgo vincularon a un heredero y sus descendientes Estos bienes obviamente quedan excluidos de cualquier reparto entre los herederos forzosos de estos nobles Sin embargo esto no siempre sucede al deseo de los fundadores porque cuando se produzcan vacancias el resto de los miembros de la familia que fueron excluidos de la sucesioacuten al viacutenculo se sentiraacute con derecho a reclamarlos

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que ldquola villa de Buendiacutea sus casas y cueva y los otros bienes que se encuen-tran en la villardquo4 se hereden despueacutes de la muerte de los fundadores del Mayorazgo en Pedro su hijo primogeacutenito Como hemos dicho maacutes arriba los fundadores de Mayorazgos con la anuencia de la Corona no soacutelo estable-cieron cuaacuteles seraacuten los bienes incluidos en el viacutenculo sino el orden riguroso de la sucesioacuten que seriacutea a favor del primogeacutenito mencionado Pedro con la siguiente aclaracioacuten ldquoel Mayorazgo deberiacutea sucederse por liacutenea agnaticia en su hijo mayor legiacutetimo nietos y biznietos que descendieran de eacutelrdquo5 El testa-mento estableciacutea tambieacuten que si Pedro muriera sin descendencia la sucesioacuten en el viacutenculo iriacutea a Loacutepe de Acuntildea hermano menor de Pedro ldquoy de este a sus descendientes varones teniendo en cuenta los principios de primogenitura y masculinidadrdquo6 En caso que ndashsigue aclarando el testamentondash Pedro y Lope murieran sin dejar descendientes los bienes iriacutean a su nieto Alfonso de Silva hijo de Juan de Silva y de su hija Leonor de Acuntildea El testamento tambieacuten preveacute que si Alfonso de Silva no alcanzara la mayoriacutea de edad la herencia pa-sariacutea a la familia de los Goacutemez Carrillo (hijo de los fundadores) en la persona de su nieto Alfonso Carrillo y finalmente si ninguno de estos varones en la liacutenea mencionada pudieran acceder a la posesioacuten y tenuta de los bienes vin-culados7 eacutestos pasariacutean a los miembros de la familia que constituyera Leonor Carrillo hermana de Alfonso de Silva y sobrina de Leonor de Acuntildea del Linaje de los fundadores Ante el fallecimiento de estos herederos y sus descendientes

4 PORCON1085-28 ndashBNMndash CS

5 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

6 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS

7 La Tenuta incluye la posesioacuten y tambieacuten la ldquopropiedadrdquo de un determinado patrimonio La Te-nuta aparece en la doctrina juriacutedica bajo la categoriacutea de posesioacuten civiliacutesima mientras que en el Derecho procesal se lo llama Derecho de tenuta De esta manera el juicio de tenuta declara a favor de quien ya usufructuacutea los bienes seguacuten lo establecido en la ley 45 de Toro sobre el Derecho civil y natural En 1543 se fija que entre un juicio de tenuta y uno de ldquopropiedadrdquo debe mediar medio antildeo desde el fallecimiento del uacuteltimo poseedor A partir de 1560 las Cortes de Toledo establecen que el Derecho de Tenuta es un paso previo a la declaracioacuten del Derecho de ldquoPropiedadrdquo En caso de pleito el juicio de Tenuta se realiza ante el Consejo de Castilla y se entiende solo por tenencia de bienes y el de ldquopropiedadrdquo se lleva adelante ante la Audiencia correspondiente (seguacuten si los bienes se encuentran al norte o al sur del riacuteo Tajo corresponde la Audiencia de Valladolid o la de Granada respectivamente) La peticioacuten 1573 solicita que ldquola remisioacuten desde el Consejo se haga a las nuestras Audiencias tan solamente a la propiedad y no solamente a la posesioacuten como hasta aquiacute se ha hechordquo (Noviacutesima Recopilacioacuten Lib 11 Cap 24 t 3)

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los testadores aclaran que los herederos siguientes seriacutean aquellos ldquoparientes maacutes cercanos que porten al apellido Acuntildeardquo Y tambieacuten se detallan bienes no vinculados que seraacuten heredados por otros parientes8 Debemos tener presente que este testamento como vemos confirma a Mariacutea de Acuntildea en la posesioacuten del Mayorazgo y es prueba testimonial presentada por ella en el pleito que a traveacutes de los alegatos estamos estudiando

La Segunda Alegacioacuten es la Informacioacuten en Derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1574) Esta Alegacioacuten comienza con la Informacioacuten en Derecho realizada por Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayo-razgo En este documento se presenta la suplicacioacuten por segunda vez de Don Diego Osorio Herrera por los bienes vinculados en cuestioacuten (que ya hemos mencionado) Podemos suponer dado que contamos con la Alegacioacuten sobre la segunda suplicacioacuten de Don Diego Osorio de Herrera que en Alegaciones anteriores se ratifica la sentencia establecida en la Chancilleriacutea de Valladolid seguacuten la cual los bienes en cuestioacuten deben ser entregados al dicho Don Diego Osorio Herrera El Mayorazgo sobre el que hacen alusioacuten las Alegaciones fue fundado en 1519 por Jorge de Herrera y Mariacutea de Vivero su mujer con los bienes de ambos La Facultad Real que daba lugar a la fundacioacuten del Mayorazgo estableciacutea que el mismo podiacutea aumentarse o disminuirse y asi-mismo podiacutea ser revocado en parte o en su totalidad (tanto en lo referido a los bienes como a los sucesores del viacutenculo) En el antildeo 1525 ndashse lee en las Alegacionesndash los fundadores llamaron como heredero del Mayorazgo a su hijo Juan de Herrera casado con Isabel de Salazar Esta mujer quedoacute incluida en el Mayorazgo en ese antildeo porque atendiendo a la posibilidad de aumentar-lo incorporoacute a los bienes vinculados cien mil maravediacutees que como vemos en las Alegaciones deberiacutean formar parte de los bienes amayorazgados que reclama Diego Osorio Herrera por haber sido incorporados como parte del viacutenculo En el antildeo 1526 se agrega que a las mujeres se las excluye en la su-cesioacuten En el antildeo 1540 moriacutea Dontildea Mariacutea de Vivero y el viudo Don Jorge de Herrera ndashque detentaba el Mayorazgondash reafirma la exclusioacuten de las mujeres para heredar Estas revocatorias y modificaciones se hicieron seguacuten se lee en

8 PORCON 1085-28 1447 ndashBNMndash SC

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la documentacioacuten porque en el antildeo 1526 se omitioacute declarar quieacutenes seriacutean nombrados sucesores en el Mayorazgo en caso que Juan de Herrera murie-ra sin descendencia establecieacutendose (en 1540) que ldquosucederaacute cualquier hijo varoacuten y sus descendientes varones y a falta de eacutestos podriacutea heredar Mariacutea de Acuntildea abuela de los pleiteantes pero no podraacuten hacerlo las hijas mujeres que descienden de Mariacutea de Acuntildea hija de Diego Osorio de Silva primo de Juan de Herrera uacuteltimo poseedor del Mayorazgordquo9 Luego de estas modifica-ciones se realiza el llamamiento a suceder en el antildeo 1540 a todos los descen-dientes de Don Luis de Osorio hijo mayor de Antonio de Herrera y despueacutes de eacutel sus descendientes varones con exclusioacuten expresa de las mujeres10

En consecuencia Mariacutea de Acuntildea nieta de Luis Osorio de Silva y Mariacutea de Acuntildea excluida por la normativa a suceder reclamoacute reiniciando el pleito para que los bienes que estaban vinculados quedaran libres del viacutenculo ya que no habiacutea varones descendientes de Luis Osorio de Silva (uacuteltimo poseedor legiacutetimo del Mayorazgo) para heredarlos Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta en el graacutefico) quien a nuestro criterio se encontraba en posesioacuten del patrimonio en litigio soacutelo podriacutea poseer su tenencia (tenuta) legalmente si los mismos eran declarados libres de toda relacioacuten vincular

La Tercera Alegacioacuten la realiza Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1582) En este caso la respuesta de los Tribunales Superiores es ratificar la normativa juriacutedica sobre la sucesioacuten del Mayorazgos en el va-roacuten Normativa que tambieacuten estaacute presente en las claacuteusulas establecidas por los fundadores En consecuencia se ratifica la exclusioacuten de las mujeres para acceder a estos bienes amayorazgados Y tambieacuten se revalida que los bienes litigados corresponden a Don Diego Osorio de Herrera instituido como su-cesor legiacutetimo de dichos bienes11

Las argumentaciones de Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta pleiteante) al solicitar que los bienes sean declarados libres y no vinculados al linaje se basaban en que al quedar vacante la herencia del Mayorazgo ella teniacutea una posibilidad de obtener el patrimonio si estos eran declarados libres y como

9 PORCON 414-28 p3 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

10 PORCON 414-28 1574 ndash BNMndash SC

11 PORCON 898-37 1582 ndashBNMndash CS

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hemos visto esto no sucedioacute Si observamos el esquema parentelar de la familia Acuntildea-Herrera que acabamos de presentar y que hemos elaborado a partir del anaacutelisis de las tres Alegaciones estudiadas vemos que Don Juan de Herrera el primero llamado a heredar el patrimonio amayorazgado muere sin hijos y que lo mismo sucede con su hermano Don Geroacutenimo de Herrera que es el segun-do en los llamamientos de la Fundacioacuten Ante esta vacancia de herederos el patrimonio pasa a Don Luis Osorio de Silva que es el siguiente en la liacutenea su-cesoria y luego ndashgracias a una excepcioacuten que la Monarquiacutea autoriza en el antildeo 1540 para que se perpetuacutee el viacutenculondash los bienes los hereda su hija Dontildea Mariacutea de Acuntildea ya que ldquohellippara que no se acabe sino que siempre quede perpetuo [el Mayorazgo] hellip por el derecho las hembras tienen su lugar que es suceder agrave falta de varon de la misma liacutenea y gradordquo12 En este caso la Corona permite la sucesioacuten por agnacioacuten ficticia o irregular para que el viacutenculo no se disuelva sino que se perpetuacutee en la persona de Mariacutea La excepcioacuten permitida a Mariacutea de Acuntildea ndashpor otra parte la abuela de los dos futuros pleiteantesndash para acceder al Mayorazgo indicariacutea una ldquoirregularidadrdquo en los llamamientos porque no habiacutea varones con posibilidad de acceder al viacutenculo y porque se privilegioacute que este no desaparezca y permanezca en la Casa de los Acuntildea13 Sin embargo en los posteriores llamados ndashel del hijo de Mariacuteandash la sucesioacuten se ajustoacute a Derecho se siguioacute el orden prescripto en la normativa general al pariente varoacuten maacutes proacuteximo en este caso Luis el primer hijo de Mariacutea quien es expresamente mencionado en la sucesioacuten de los bienes De esta manera se afirmoacute la ldquoagna-cioacuten rigurosa con la exclusioacuten expresa de las mujeresrdquo El Mayorazgo perma-necioacute en la Casa de los Acuntildea Pero Don Luis Osorio soacutelo tuvo una hija que se llamaraacute como su abuela Mariacutea Ella si bien se encontraba usufructuando los bienes no habiacutea accedido a ellos legiacutetimamente porque las mujeres estaban como vimos expresamente excluidas del viacutenculo En este contexto Don Diego Osorio de Herrera primo de Mariacutea pleitearaacute con ella en la segunda mitad del siglo XVI apelando a los viacutenculos de sangre con su abuela Mariacutea de Acuntildea

12 PORCON 414-28 p 12 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

13 En palabras de Bartolomeacute Clavero (1974) ldquocuando un fundador de Mayorazgo no adopta para el mismo el orden sucesorio de primogenitura y representacioacuten (ley de Toro Nordm 27) tal medida no era tomada por haberse de estimar la presunta virtud de alguacuten otro modelo sucesorio sino por introducir en la sucesioacuten particularidades familiares o preferencias individuales que podiacutea venir motivada por la existencia de alguacuten viacutenculo en beneficio de alguna liacutenea de descendencia determinadardquo (p 226)

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Asiacute en los argumentos que se detallan en las Alegaciones del antildeo 1582 vemos ndashcomo hemos dichondash que por un lado Dontildea Mariacutea de Acuntildea hija del uacuteltimo poseedor Don Luis de Osorio solicita al Tribunal heredar los bienes vinculados como bienes libres porque estaacute excluida de suceder en el Mayorazgo Y por otra parte Diego de Osorio apoyaacutendose en la norma de la agnacioacuten rigurosa inicia el pleito por estos bienes en calidad de vinculados No conocemos el fin de este litigio pero podemos presumir que los bienes hayan permanecidos en la fami-lia Acuntildea ligada al uacuteltimo poseedor por liacutenea rigurosa en la sucesioacuten Es decir cuando la normativa establecida se encuentra en la praacutectica con situaciones que no fueron previstas en este caso la vacancia al Mayorazgo por falta de herederos varones las familias recurren a los Tribunales para obtener excepcio-nes en las normativas (Dedieu y Windler 1998) Amparada por el entramado de relaciones familiares es que Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela primero y la nieta despueacutes) accedieron a los bienes vinculados A la abuela la ley la amparoacute cuando establecioacute que de manera excepcional a falta de varones agnados pueda ser ella la heredera de los bienes14 A partir de ese momento las liacuteneas sucesorias de Mariacutea de Acuntildea se fortalecen en sus relaciones parentelares y consolidan su posesioacuten sobre dichos bienes Pero al encontrarse un varoacuten Don Diego Osorio de Herrera en condiciones de reclamar el viacutenculo como varoacuten agnado nieto de Mariacutea y sobrino del uacuteltimo poseedor del mayorazgo (Don Luis de Osorio) la ley lo favorecioacute en su reclamo Don Diego siguioacute apelando ante los Tribunales Reales para que lo establecido por la Chancilleriacutea en su favor se cumpla dado que los bienes continuaban en disfrute de la Casa de los Acuntildea o en concreto de Dontildea Mariacutea de Acuntildea su prima La importancia de detentar la posesioacuten del Mayorazgo radicaba en que los miembros de la familia que lo tuviera alcanzariacutea mayores posibilidades de acceder a tiacutetulos honores cargos etc es decir a lograr determinados grados de poder en suma que facilitaraacute la perpetuacioacuten de los valores materiales y simboacutelicos adquiridos en el grupo de parientes al que pertenece y en consecuencia responder a las exigencias de caraacutecter poliacutetico que la Corona impone a los varones que son Cabeza de los grandes linajes y titulares de Mayorazgo en la administracioacuten del reino Por este motivo es obligacioacuten que los Mayorazgos se funden con Facultad Real (Atienza Hernaacutendez 1991)

14 Ver otros casos en Lagunas (2010a y 2010b)

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Los miembros de esta rama del linaje ndashlos Acuntildeandash argumentan en la Alegacioacuten en cuestioacuten ldquohaber accedido a los bienes porque hubo varios lla-mados a la sucesioacuten que quedaron vacantesrdquo como veiacuteamos anteriormente Recordemos que ellos solicitaban que los bienes se declararan libres del viacuten-culo En la respuesta emitida por el Tribunal seguacuten se refiere en la Alega-cioacuten se sentencioacute sobre la imposibilidad de considerar a dichos bienes como libres asimismo se ratificaron las reglas sucesorias a favor de los varones establecidas en el momento de la fundacioacuten de 1540 y se reafirmaron las po-sibilidades y limitaciones al acceso a dichos bienes por las mujeres

ConclusionesEsta investigacioacuten ha sido abordada desde Historia Social de la Cultura

la Historia Cultural de lo social y la Historia de las Mujeres Esta perspectiva historiograacutefica en relacioacuten con los estudios sobre nobleza facilita y comple-jiza a nuestro entender el anaacutelisis del rol social cultural y econoacutemico de las mujeres nobles De esta manera hemos podido analizar el accionar de estas mujeres en los Tribunales de la Justicia durante la Monarquiacutea de los Austria como parte de la interaccioacuten constante de las relaciones de poder y de geacutenero que formaban parte de la dinaacutemica social cultural y patrimonial de los sec-tores nobiliarios sus sistemas de valores creencias y costumbres arraigadas La dinaacutemica nobiliaria ndashy de las oligarquiacuteas urbanasndash implicoacute construir una memoria a partir de la elaboracioacuten de genealogiacuteas que permitan a sus miem-bros identificarse con determinado linaje (Contreras 1995 Atienza Hernaacuten-dez 1998) concertar matrimonios beneficiosos y fundar Mayorazgos15 Los matrimonios fueron una de las principales estrategias adoptadas por las fami-lias nobles ndashy de la oligarquiacutea urbana tambieacutenndash para lograr la reproduccioacuten social de sus Casas y a traveacutes del mayorazgo buscaron transmitir el patrimo-nio lo maacutes iacutentegro y consolidado que fuera posible

Entonces como vimos la heredabilidad mediante la fundacioacuten de Ma-yorazgos tuvo por objetivo evitar la disgregacioacuten patrimonial y trasmitirlo unificado al descendiente legiacutetimo Este modelo de herencia es en cierta me-dida excluyente en tanto que beneficia a los primogeacutenitos varones antes que a las hijas mujeres pero tambieacuten excluye a los hijos segundones aunque les

15 Sobre matrimonio y organizacioacuten familiar de la nobleza ver Chacoacuten Jimeacutenez (2007) y Loacutepez Cordoacuten Cortezo (1998)

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otorga un lugar de privilegio ante vacancia frente a las hermanas La pose-sioacuten del viacutenculo permite a los Cabezas de linaje entablar una relacioacuten maacutes estrecha con la Corona que es quien ndashen primera instanciandash debe autorizar la fundacioacuten de un Mayorazgo La Monarquiacutea a traveacutes de esta autorizacioacuten mediante Ceacutedula Real protege el patrimonio ldquode la nobleza para la noblezardquo y entabla relaciones viacutenculos de variadas naturalezas (de amistad cliente-lares de servicio) con los titulares de los Mayorazgos legitimando las rela-ciones de poder de alta poliacutetica entre la nobleza y sus Cabezas de linaje Por otro lado para la nobleza fue importante la existencia de estas propiedades vinculadas ndashque no entraban en ninguacuten sistema de ldquoventas de bienesrdquo o de ldquodespojo por deudas contraiacutedasrdquondash en los momentos de recesioacuten econoacutemica por las que atravesoacute el Reino en los siglos en estudio ya que les aseguraba la ldquointangibilidadrdquo del patrimonio familiar heredado y a trasmitir del mismo modo En este caso para las Casas nobles la posesioacuten contundente del viacutencu-lo determinoacute la posibilidad de mantenerse en el estamento dominante aunque el conflicto sucesorio no estuvo ausente entre las grandes familias No obs-tante las crisis econoacutemicas asiacute como las pestes y la debilidad demograacutefica o la muerte sin descendencia del uacuteltimo poseedor del Mayorazgo y sin haber establecido testamento generaron muchas veces que la sucesioacuten regular al viacutenculo no contara con descendientes varones como lo establecen las reglas de herencia instituidas (Pastor 1990 Irigoyen Loacutepez y Peacuterez Ortiz 2002) En estos casos cuando el titular fallece el grupo de emparentados incluidas las ramas colaterales se presentan para reclamar la sucesioacuten en los bienes materiales privilegios y status que otorga la tenuta y posesioacuten del viacutenculo Es entonces cuando comienzan a disputarse los bienes aquellas personas que poseen lazos consanguiacuteneos con el fundador pero que por razoacuten de su sexo o por no encontrarse en la liacutenea regular de sucesioacuten no fueron nombradas en los llamamientos a heredar Esta disputa por los bienes generoacute largos pleitos dado que ante la disconformidad de alguna de las partes con las sentencias dictadas eacutestas vuelven a ser apeldas ante el Consejo Real que es el maacuteximo Tribunal y que encabezado por el mismo monarca dictaraacute la sentencia final ya sin posibilidad de ser reclamada por alguna de las partes Sin embargo como vimos en el caso estudiado los poseedores y usufructuarios del viacutenculo (los demandados) no accediacutean a entregar los bienes al demandante cuando la justicia fallaba a favor de este uacuteltimo

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Ademaacutes del patrimonio vinculado como vimos la legislacioacuten establece la existencia de otros bienes patrimoniales que se encuentran por fuera de los bienes amayorazgados y que forman parte de las herencias Estos bienes son los gananciales la legiacutetima la mejora y los bienes libres Podemos decir entonces que el patrimonio de una Casa nobiliaria excede los bienes vinculados y que si bien este patrimonio no vinculado es heredado ndashen partes no igualitariasndash por los diversos miembros (masculinos y femeninos) de las familias sin embargo aqueacutelaquella que accede al Mayorazgo tiene asegurada una cuota o plus ndashpara siacute y para su FamiliaCasandash de fortuna privilegios y prestigio social En el pleito por el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea veiacuteamos coacutemo Mariacutea de Acuntildea (la nieta) ante la falta de herederos varones en la sucesioacuten y su imposibilidad de heredar los bienes por sucesioacuten regular (porque es mujer) solicita al Tribunal que el patrimonio en litigio sea considerado como bienes libres y asiacute poder ella acceder por Derecho a dichos bienes que de hecho ya usufructuaba En este mismo litigio mostraacutebamos ademaacutes coacutemo en 1540 Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela) era llamada por testamento a suceder en el viacutenculo de la Casa de Buendiacutea previendo la falta de varones en la liacutenea rigurosa de sucesioacuten y vimos coacutemo finalmente Mariacutea ante la vacancia del viacutenculo se erige en poseedora de los bienes litigados Esto sucede antes de establecerse la Real Pragmaacutetica de 1615 en la que Felipe III autoriza a las mujeres bajo circunstancias especiacuteficas como es la vacancia del viacutenculo a heredar bienes amayorazgados

Si bien la Alegacioacuten sobre el litigio del patrimonio de los Condes de Buendiacutea es el uacutenico documento del siglo XVI que presentamos aquiacute no es el uacutenico que hemos estudiado un nuacutemero de documentos que consideramos significativo dan cuenta de mujeres (nobles y de las oligarquiacuteas urbanas) li-tigando por bienes amayorazgados durante todo el siglo XVI Creemos que si ellas litigaban por el acceso a estos bienes (aunque en muchos casos no fueran favorecidas por los Tribunales) es porque se presumiacutean con el derecho a poseerlos y porque su actuacioacuten ante los Tribunales (procurador de por medio) era parte de las estrategias de las familias de los linajes de las que formaban parte en tanto miembros femeninos Estas mujeres eran en muchos casos usufructuarias de los bienes y debiacutean demostrar su posesioacuten ante los Tribunales El Derecho vigente las asistiacutea en parte parcialmente El mejor estado de estas mujeres era ser viuda con hijos (sobre todo varones) menores

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a cargo Ellas podiacutean heredar bienes de Mayorazgos bajo la figura juriacutedica de agnacioacuten ficticia (Tau Anzoaacutetegui 1970)

Podemos afirmar entonces que en la praacutectica las mujeres accedieron a la posesioacuten y en algunos casos a la titularidad de Mayorazgos Pudieron hacerlo a traveacutes de litigar (procurador de por medio) por esos bienes pa-trimoniales ante los Tribunales Esta praacutectica era ademaacutes una estrategia (junto con la concertacioacuten de matrimonios y los sistemas de herencias) es-grimida por los grupos nobiliarios con la finalidad de mantener o aumentar el patrimonio familiar Y en esas estrategias las mujeres cumplieron sus roles en tanto que formaban parte de los linajes y ocupaban en estos a ve-ces lugares privilegiados como esposas madres yo viudas a cargo de hijos menores y en ocasiones muy frecuentes ante la muerte del marido son las Cabezas de las familias Las mujeres en el sistema juriacutedico imperante en la Modernidad son sujetos que pueden reclamar derechos para siacute y sus familias sobre aquellos bienes por los cuales pleitean dado que consideran que por justicia les corresponden (Saacutenchez 2002) Es decir que si bien la legislacioacuten otorgoacute al varoacuten el control y la autoridad sobre los bienes y su familia en la Modernidad la legislacioacuten real imperante otorgoacute a las muje-res derechos a acceder a los Tribunales para pleitear por sus intereses en su condicioacuten de esposas viudas e hijas

BibliografiacuteaAlonso M P (1985) El proceso penal en Castilla S XIII al XVIII

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Martiacuten (Ed) 12 TLeyes de Toro Nueva y Noviacutesima Recopilacioacuten de las leyes de Espantildea ed

Facsiacutemil y Comentarios Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educacioacuten y Ciencia Gaeacutez SA Madrid

Libro de las Siete Partidas Madrid Antonio de San Martiacuten editor 1872 Versioacuten digital

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AUTORES Y AUTORAS

CARZOLIO Mariacutea Ineacutes Doctora en Filosofiacutea y Letras de la Facultad de Filosofiacutea y Letras de

la UBA y profesora titular de Historia General IV FaHCE-UNLP y en la Carrera de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR hasta 2012 Su aacuterea de especializacioacuten es la Historia social Es autora de numerosas aportaciones en Historia Moderna de Espantildea tales como (2001) con Vasallo RL y Graca L Da Documentacioacuten del Monasterio de Santo Toribio de Lieacutebana Apeos de 1515 y 1538 (2003) Inclusioacuten exclusioacuten Las dos caras de la sociedad del Antiguo Reacutegimen (2005) con Barriera D (comp) Poliacute-tica Cultura Religioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Homenaje a Reyna Pastor (2010) con Lagunas C y Fernaacutendez R El Antiguo Reacutegimen Una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica ha participado en obras colectivas como (2002) ldquoAntroponimia servil en el No-roeste hispaacutenico Los siervos de Celanova Sobrado y Samosrdquo en Genese me-dievale de lrsquoanthroponymie moderne vol V coord por M Bourin-Derruau y P Chareille Universiteacute de Tours (2002) ldquoEn los oriacutegenes de la ciudadaniacutea en Castilla La identidad poliacutetica del vecino durante los siglos XVI y XVIIrdquo Hispania CSIC (2004) ldquoLa ciudadaniacutea de Antiguo Reacutegimen en Castilla-Ara-goacuten y Francia Diego Peacuterez de Mesa Juan Costa y Juan Bodinrdquo en Joseph Fontana Histograveria i projecte social Reconoixement a una trajectograveria (2008) ldquoSobre forasteros y vecinos Praacutecticas de reciprocidad en los concejos rura-les de la periferia castellana durante la modernidad tempranardquo en J Gallego (comp) Habitar Producir y Pensar el Espacio Rural de la Antiguumledad al Mundo Moderno entre otras muchos artiacuteculos y publicaciones en el aacutembito acadeacutemico nacional como en el internacional

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Autores y autoras

Coordinadores

GONZAacuteLEZ MEZQUITA Mariacutea Luz Profesora de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Mar del

Plata (UNMDP) Acadeacutemica correspondiente en Argentina de la Real Acade-mia de la Historia de Madrid Doctora en Historia por la Universidad Com-plutense de Madrid Directora del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Eu-ropa Moderna (GIHEM)-CEHIS Directora del proyecto de Investigacioacuten Poder y cultura poliacutetica en la Espantildea Moderna Las elites y sus praacutecticas discursos y representaciones en la fundamentacioacuten de un sistema de poder En el marco del (GIHEM) - UNMDP Ha formado parte e integra en la actua-lidad Grupos de Investigacioacuten en Argentina Espantildea e Italia Es Directora de Magallaacutenica Revista de Historia Moderna de la Red de Historia Moderna (httpwwwredhistoriamodernacomar) Ha sido profesora invitada en dife-rentes universidades argentinas y del exterior Coordina cada dos antildeos desde 1994 los Coloquios Internacionales de Historiografiacutea Europea y Jornadas de Estudios sobre la Modernidad Claacutesica en la UNMDP y es responsable de la edicioacuten de sus resultados Sus investigaciones se centran en las diferentes ma-nifestaciones de la cultura poliacutetica moderna con referencia especial a la opi-nioacuten puacuteblica y la propaganda Es autora de numerosas obras y artiacuteculos entre ellos Oposicioacuten y disidencia nobiliaria en la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola El caso del Almirante de Castilla Valladolid Junta de Castilla y Leoacuten 2007

LAGUNAS CeciliaDoctora en Historia por la UNLu ha sido Profesora Titular Ordinaria del

aacuterea Medieval y Moderna y es Profesora Extraordinaria Emeacuterita por dicha Universidad directora de la Maestriacutea y Especializacioacuten en Estudios de las Mujeres y de Geacutenero que se dicta en la Universidad Nacional de Lujaacuten Su eje de investigacioacuten se despliega en problemaacutetica referidas a la Historia de Geacutenero y de la Mujeres Entre sus publicaciones figuran junto con Carzolio M I y Fernaacutendez Prieto R I (Coordinadoras) (2010) El Antiguo Reacutegimen una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica su participacioacuten en trabajos colectivos (2009) Familia herencia y patrimonio la sucesioacuten de las mujeres en la herencia de bienes familiares vinculadosrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Franco Rubio G

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Autores y autoras

A y Peacuterez Samper M A (coordinadoras) Herederas de Cliacuteo Mujeres que han impulsado la Historia asiacute como artiacuteculos en diversas revistas nacionales e internacionales tales como (1991) ldquoAbadesas sorores y prebiacuteteros en el monasterio duacuteplice de Santiago de Leoacuten siglos X-XIrdquo (1997) ldquoAbadesas monjas y monjes reformadores en monasterios gallegos a fines del siglo XVrdquo (1998) Derechos y actividades de las mujeres leonesas en la Baja Edad Me-dia a traveacutes de fuentes de aplicacioacuten del derecho (siglos XIV-XV) junto con Granara G (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo entre otros

MORICONI MiriamDoctora en Humanidades y Artes mencioacuten Historia por la Universidad

Nacional de Rosario Docente investigadora por la UNR Miembro del Centro de Estudios de Historia Europea-Fac de Humanidades y Artes-UNR Miem-bro del Centro de Estudios Espantildeoles -Fac de Humanidades y Artes-UNR Miembro del Centro de Estudios Sociales Regionales -CeSoR- CONICET Entre sus publicaciones figuran (2006) en coautoriacutea con Paula Caldo Vivir para contarlo Memorias e Indicios Visuales del pueblo de Luis Palacios (2012) Piedad y jurisdiccioacuten Cultura jurisdiccional en la Monarquiacutea Hispaacute-nica Siglos XVI-XVIII (2011) ldquoEl curato de naturales en Santa Fe del Riacuteo de la Plata Siglos XVII-XVIIIrdquo Hispania Sacra LXIII 128 (2005) ldquoCompor-tamiento poliacutetico de los actores sociales en el concejo de Potes (sXV-XVII)rdquo en Carzolio M I y Barriera D G (compiladores) Poliacutetica Cultura Reli-gioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Ho-menaje a Reyna Pastor (2014) ldquoCon los curas a otra parte Curatos rurales y doctrinas en la frontera sur santafesina (1700-1740)rdquo en Barriera D G y Fra-dkin R O (coordinadores) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe 1720-1830 entre otras publicaciones acadeacutemicas

PEREYRA Osvaldo Viacutector Doctor en Historia Moderna de Europa por las Universidades de Mar

del Plata y de Cantabria (Santander) Espantildea Investigador categorizado por la Universidad de La Plata en donde se desempentildea tambieacuten como docente en la Caacutetedra de Historia General IV (Historia Moderna) Desde la Historia social y la llamada nueva historia poliacutetica estudia la conformacioacuten de las

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Autores y autoras

elites de poder y las redes de dependencia entres los linajes y las familias sentildeoriales del reino de Castilla (siglos XIV-XVI) asiacute como las dinaacutemicas de interaccioacuten entre elementos nobiliares y oligarquiacuteas urbanas en la temprana modernidad Entre su produccioacuten figuran (2015) De Infanzones a Patricios Castro Urdiales y su elite de poder Reconstruccioacuten de un universo urbano en el litoral mariacutetimo cantaacutebrico castellano (Siglos XIV-XVI) Madrid Edito-rial Acadeacutemica Espantildeola Asiacute como artiacuteculos en diversas revistas cientiacuteficas como (2014) ldquoDinaacutemica transaccional genealogiacutea y construccioacuten de la me-moria en la nobleza castellana septentrional en la Baja Edad Mediardquo (2013) ldquoRelaciones ciudad y aldea en el aacutembito sentildeorial parentelas y clientelismo en el marco del sentildeoriacuteo de los Condestablerdquo (2012) ldquoDel acutebuen gobierno de la ciudadacute Elites urbanas monarquiacutea y dinaacutemica transaccional en las villas portuarias septentrionales castellanas en la alta modernidadrdquo

POLO SAacuteNCHEZ J Julio Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria Catedraacute-

tico de la misma Universidad especializado en Historia del Arte Sus ejes de investigacioacuten se centran en los estudios sobre retablo y la escultura po-licromada del Tardogoacutetico al Barroco que parte de su tesis doctoral (1989) y de la que han emanado libros como (1991) Arte Barroco en Cantabria (1991) Artistas Caacutentabros de la Edad Moderna (1994) Escultura Romanista y Contrarreformista (1996) El Retablo de Cicero y un amplio nuacutemero de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas (BSAA Anuario PV Trasdoacutes Acta Artis o Artigrama ) capiacutetulos de libros congresos y cataacutelogos de exposicioacuten En una segunda liacutenea se ha ocupado de la catalogacioacuten del patrimonio siendo editor del Cataacutelogo del Patrimonio Cultural de Cantabria (3 tomos) y autor de varios cataacutelogos municipales y monografiacuteas sobre (2005) Santander y su (1997 y 2002) Catedral Ha dedicado estudios a la arquitectura religiosa con especial atencioacuten al modelo hallenkirchen en Castilla que han sido aco-gidos en monografiacuteas como Arquitectura Religiosa del siglo XVI en Espantildea y Ultramar en artiacuteculos de revistas como BSAA PV o Altamira y en actas de congresos nacionales (Arte Goacutetico Post-medieval ) e internacionales (La Arquitectura Tardogoacutetica Castellana entre Europa y Ameacuterica) Actualmente enfoca sus estudios a la promocioacuten artiacutestica y a las manifestaciones externas de poder de la baja nobleza en Espantildea y Ameacuterica

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Autores y autoras

REITANO Emir Profesor (1989) y Doctor en Historia (2004) egresado de la Facultad de

Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Titular de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y direc-tor del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universidad Pro-fesor Invitado en la Universidad Torcuato Di Tella Miembro Correspondien-te de la Academia Nacional de la Historia (Argentina) Director del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Autor del libro (2010) La inmigracioacuten antes de la inmigracioacuten Los portugueses de Buenos Aires en viacutesperas de la Revolucioacuten de Mayo editor junto a Alejandra Mailhe del libro (2008) ldquoPensar Portugalrdquo Reflexiones sobre el legado cultural del mundo luso en Sudameacuterica editor tambieacuten junto a Paulo Possamai del libro (2015) Hombres poder y conflicto Estudios sobre la frontera colonial sudamericana y su crisis y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Estados Unidos Uruguay Meacutexico Espantildea y Portugal

TARRAGOacute Griselda BeatriacutezDoctora por la Universitagrave degli Studi di Milano (Milaacuten 2009) y ha obte-

nido el tiacutetulo en Estudios Avanzados por el Departamento de Historia Medie-val Moderna y de Ameacuterica de la Facultad de Filologiacutea Geografiacutea e Historia de la Universidad del Paiacutes Vasco (Vitoria Gasteiz 2003) Es Profesora Titular Ordinaria de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Coacuterdoba Di-rectora de Proyecto tipo A en la Secretariacutea de Ciencia y Tecnologiacutea de la mis-ma Universidad miembro del ISHIR-Conicet y Editora Cientiacutefica de la Re-vista Prohistoria Entre sus trabajos figuran (2006) con Barriera D G Adioacutes a la Monarquiacutea De los antildeos revolucionarios a la crisis de 1820 (2006) De la autonomiacutea a la integracioacuten Santa Fe entre 1820 y 1853 (2010) con Ba-rriera D G ldquoSanta Fe hace 200 antildeosrdquo Diario La Capital Rosario (2011) De la orilla del mar a la vera del riacuteo navegantes y comerciantes genoveses en el Plata y el Paranaacute (1820-1860) entre otros artiacuteculos y aportaciones en diversos aacutembitos acadeacutemicos nacionales e internacionales

SANMARTIacuteN BARROS IsraelProfesor-investigador de Historia en la Universidad de Santiago de Com-

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Autores y autoras

postela es especialista en historiografiacutea metodologiacutea y teoriacutea de la historia Desde el antildeo 2009 imparte clases de historia medieval en el Departamento de Historia Medieval de la Facultad de Geografiacutea e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela Ha sido becario posdoctoral de la Xunta de Galicia en la Universitad de Exeter en el centro CLAS (Center for Latinamerican Studiesrdquo y del MEC (Ministerio de Educacioacuten y Ciencia) del Gobierno de Espantildea en la EHESS (lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales) en el grupo GAHOM (Groupe drsquoAnthropologie historique de lrsquoOccident meacute-dieacuteval) bajo la direccioacuten de Jecircrograveme Baschet con el proyecto ldquoLos fines de la historia en la Edad Media apocaliptismo milenarismo y fin del mundordquo Es miembro del Grupo de Investigaciones Historiograacuteficas de la Universidad de Santiago de Compostela -anteriormente del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC)- y coordinador teacutecnico de la Red Acadeacutemica Inter-nacional laquoHistoria a Debateraquo Ademaacutes es autor del libro (2007) Entre dos Siglos globalizacioacuten y pensamiento uacutenico y (2008) Un mundo global La historia mundial desde 1989

VINCENT Bernard Director de estudios de lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales

de Pariacutes miembro de la seccioacuten cientiacutefica de la Casa de Velaacutezquez entre los antildeos 1968-1971 Director de estudios entre 1977-1978 y secretario general de dicha institucioacuten entre los antildeos 1978-1982 miembro correspondiente del Centro de estudios Histoacutericos de Granada y su Reino codirector del progra-ma interuniversitario iberoamericano del Doctorado y Maestriacutea en Historia de la Universidad Internacional de Andaluciacutea 2006 entre otros cargos y funciones Se orientoacute a la Historia Moderna concretamente se centroacute en la historia social de Espantildea en los siglos XVI-XVII especiacuteficamente al estudio de las minoriacuteas eacutetnicas Algunas de sus obras maacutes reconocidas son (2003) Historia de los moriscos Vida y tragedia de una minoriacutea con An-tonio Domiacutenguez Ortiz (1985) Andaluciacutea en la Edad Moderna economiacutea y sociedad (1987) Minoriacuteas y marginados en la Espantildea del siglo XVI (1992) 1492 El antildeo admirable (2000) Los siglos de oro con Bartolomeacute Bennassar (2004) Espantildea en tiempos del Quijote (2006) El riacuteo morisco Biblioteca de estudios moriscos entre otras publicaciones y artiacuteculos difun-didos a nivel internacional

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Autores y autoras

Autores

ALFONSO MOLA Marina DoloresLicenciada en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten Historia) por la Universi-

dad de Granada (1976) Doctora en Historia de Ameacuterica por la Universi-dad de Sevilla (1996) en la modalidad Doctorado Europeo con la Tesis La flota gaditana del Libre Comercio 1778-1828 (ldquoPremio Nacional del Marrdquo 1998) Ha realizado estan cias en centros de investigacioacuten extranje-ros British Library (Lon dres) Public Record Office (Kew Gardens) Natio nal Mari time Museum (Green wich) Archives Nationales y Archi-ves du Ministegrave re des Affai res Etrangegraveres (Pariacutes) Archi ves de la Marine (Chacircteau de Vincennes) Archivo Nacional y Archivo Metropolitano de Quito (Ecuador) Archivo de la Nacioacuten de Meacutexico y Archivo de la Nacioacuten de La Habana Entre sus trabajos publicados figuran junto con Carlos Martiacutenez Shaw (1999) Europa y los nuevos mundos en los siglos XV-XVI-II (2001) Felipe V (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estudios (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica junto con Mariacutea Aurora Ibaacutentildeez Alfonso (2008) Emigrantes aventureros del siglo XX y de hoy ha participado en distintas obras colectivas y ha publicado artiacuteculos en diversas revistas acadeacutemicas especializadas

AacuteLVAREZ DELGADO LorenaProfesora sustituta interina de Antropologiacutea Social en la Universidad

de Jaeacuten y doctoranda de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria Su investigacioacuten se centra en la formacioacuten de facciones durante la Edad Moderna asiacute como en las relaciones existentes entre nuacutecleos urbanos y sus entornos rurales inmediatos Ha participado en congresos nacionales e in-ternacionales y realizado publicaciones cientiacuteficas entre las que cabe citar ldquoJuegos de estrategia en los tribunales Planteamientos taacutecticos entre par-tes litigantes a traveacutes de un proceso inquisitorial complejo del siglo XVIrdquo (2013) ldquoMotivaciones simboacutelicas y materiales en la apropiacioacuten de aves de cetreriacutea durante la Edad Modernardquo (2014) ldquoVida municipal y concejil en la eacutepoca de Felipe II vecindad constitucioacuten y quebranto de identidades comunitarias en Asturiasrdquo (2015)

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Autores y autoras

ANDRADE CERNADAS Joseacute MiguelProfesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de

Compostela (departamento de Historia Medieval y Moderna) Autor de va-rios libros El Monacato Benedictino y la sociedad de la Galicia Medieval (siglos X al XIII) Monxes e mosteiros na Galicia Medieval Las transfor-maciones de la sociedad gallega de los siglos XI al XIII el papel de los monjes negros y Lo imaginario de la muerte en Galicia en los siglos IX al XI Entre los artiacuteculos de revistas podemos citar los siguientes ldquoLa voz de los ancianos la intervencioacuten de los viejos en los pleitos y disputas en la Galicia Medievalrdquo Hispania revista espantildeola de historia ldquoCultura clerical y cultural popularrdquo El Extramundi y los papeles de Iria Flavia ldquoSobre los oriacutegenes de la sede mindonienserdquo Rudesindus miscelaacutenea de arte y cultura ldquoEn el refectorio la alimentacioacuten en el mundo monaacutestico de la Galicia Medievalrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoA la hora de la despedidardquo Estu-dios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoUna aproximacioacuten a la historia de la vejez en la Ga-licia Medieval algunas fuentes y sus posibilidades de informacioacutenrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoFormas y fechas de un paisaje agrario de eacutepoca medieval A Cidade da Cultura en Santiago de Compostelardquo Arqueolo-giacutea Espacial ldquoLos testamentos como reflejo de los cambios de actitud ante la muerte en Galicia del siglo XIVrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoLos modelos monaacutesticos en Galicia hasta el siglo XIrdquo Archivo Ibero-ameri-cano ldquoLa gastronomiacutea del Camino de Santiago algunas precisiones desde el medievalismordquo Compostellanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoManxares Medievaisrdquo Murguiacutea revista galega de histo-ria ldquoEn torno a la benedictinizacioacuten del Monacato Gallegordquo Composte-llanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoFuentes documentales para el estudio del Rey Garciacutea en Galiciardquo Minius revista del departamento de Historia Arte e Xeografiacutea ldquoAproximacioacuten a la figura del prepoacutesito monaacutestico en el monacato gallego medieval siglos X al XIIrdquo Estudios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoLineham Peter History and Historians of Medieval Spainrdquo Obradorio de historia moderna ldquoEl monasterio de Sa-mos y la hospitalidad benedictina con el peregrino siglos XI-XIIIrdquo Studia monaacutestica entre otros

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Autores y autoras

BARRIERA Dariacuteo GabrielDoctor en Historia y Civilizaciones por la EHESS (Pariacutes 2002) Revis-

ta como Profesor Titular Ordinario de Historia de Ameacuterica II (Colonial) en la UNR y como Investigador Independiente en el ISHIR (CONICET-Rosa-rio) Es uno de los coordinadores de la Red de Historia de la Justicia Di-rige el CEHISO-JG (Centro de Estudios de Historia Social de la Justicia y el Gobierno) y la revista Pro-historia Entre sus trabajos figuran tiacutetulos como junto con Rauacutel O Fradkin (2014) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe (1720-1830) (2013) Abrir puertas a la tierra Microanaacutelisis de la construccioacuten de un espacio poliacutetico San-ta Fe 1573‐1640 (2013) La antropologizacioacuten de la Historia Las eda-des medias de Jacques Le Goff entre Mercaderes y Banqueros y La bolsa y la vida (2010) Instituciones Gobierno y Territorio Rosario de la capi-lla al municipio (1725‐1930) (2010) La Justicia y las formas de la au-toridad Organizacioacuten poliacutetica y justicias locales en territorios de fronte-ra El Riacuteo de la Plata Cuyo Coacuterdoba y el Tucumaacuten Siglos XVIII y XIX con Griselda Tarragoacute (2010) Hace 200 antildeos a orillas del Paranaacute (2009) Archivo del crimen Doce historias sobre criacutemenes cometidos en Rosario y sus alrededores durante el Siglo XIX (2009) Justicias y Fronteras Estudios sobre historia de la Justicia en el Riacuteo de la Plata (Siglos XVI‐XIX) (2007) Vers une histoire politique configurationnelle Conqueacuterants familles et ra-pports de pouvoir dans une ville aux confins de lacuteEmpire Espagnol (Santa Fe Riacuteo de la Plata XVI-XVII siegravecles) entre otras publicaciones en libros revis-tas especializadas a nivel nacional e Internacional

BATTAGLIA Mariacutea Gabriela Licenciada y Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Letras egre-

sada de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosa-rio donde se desempentildea como docente investigadora Es Profesora Adjunta en la caacutetedra de Literatura Espantildeola de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de esta casa de estudios Actualmente es Doctoranda en Humanidades y Artes con mencioacuten en Literatura en la Escuela de Pos-grado de la Universidad Nacional de Rosario Directora del Centro de Estu-dios Espantildeoles miembro del Centro de Estudios sobre la problemaacutetica de la traduccioacuten y miembro del Centro de Estudios Comparados todos espacios

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Autores y autoras

dependientes de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosario

BENIGNO FrancescoSe graduoacute en filosofiacutea en la Universidad de Catania (1978) Investiga-

dor en Historia Moderna (1985) en la Universidad de Catania realizoacute sus estudios de doctorado en Cambridge donde fue profesor visitante en el Gru-po de Cambridge para el Estudio de la Poblacioacuten y la Estructura Social en 1987 Se convirtioacute en profesor asociado en la Universidad de Messina en 1992 y luego profesor de historia moderna en la Universidad de Teramo en 1994 Ese mismo antildeo fue nombrado director del IMES Como miembro del consejo editorial de Meridiana coordinoacute el trabajo de revisioacuten y renovacioacuten de la historiografiacutea en el sur de Italia En 1995 Benigno fundoacute la revista cuatrimestral Storica con un grupo de joacutevenes historiadores italianos En los antildeos siguientes contribuyoacute a la fundacioacuten de la Facultad de Comunicacioacuten de la Universidad de Teramo que presidioacute desde 2002 a 2010 y maacutes tarde se convirtioacute en presidente de la Fundacioacuten de Estudios de la Universidad de Teramo En 2012 fue elegido director del Departamento de Historia y Criacutetica en la Universidad de Teramo Desde 2013 es miembro del consejo de admi-nistracioacuten de la Universidad de Teramo y coordinador de la misma Univer-sidad del Doctorado en Historia de Europa desde la Edad Media hasta la Edad Contemporaacutenea Entre muchos otros sus uacuteltimos libros son Palabras del Tiempo Un ideario para pensar histoacutericamente Categravedra Madrid 2013 y La mala setta Alle origini di mafia e camorra 1859-1878 Torino Ein-audi 2015

BONAUDO MartaDoctora en Historia por la Universitegrave de Marseille Aix-en-Provence Li-

cenciada y Profesora en Historia por la Universidad Nacional del Litoral In-vestigadora Principal del CONICET Profesora Titular de Historia Argentina II (1853-1930) en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Na-cional de Rosario (Argentina) Aacuterea de investigacioacuten actual Historia Social y Cultural de la Poliacutetica Siglos XIX y XX Es directora del ISHIR-Unidad Ejecutor en Red-CONICET Entre algunas de sus publicaciones figuran con A Pucciarelli (compiladores) (1993) Problemas de desarrollo agrario Nue-

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Autores y autoras

vas Perspectivas (1999) Liberalismo Estado y Orden burgueacutes (1852-1880) con D M Campi (Coordinadores) (2003) Elites cuestioacuten regional y Estado Nacional Argentina y Ameacuterica Latina Siglo XIX y primeras deacutecadas del siglo XX (2005) Los actores entre las palabras y las cosas (2006) La organi-zacioacuten productiva y poliacutetica del territorio provincial (1853-1914) junto con M Reguera y A Zeberio (Coordinadores) (2008) Las escalas de la Historia Comparada (2010) Instituciones conflictos e Identidades de lo ldquoNacionalrdquo a lo Local entre otros muchos artiacuteculos y publicaciones acadeacutemicas en revis-tas locales e internacionales

BUBELLO Juan Pablo Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Buenos Aires y Ma-

gister en Sociologiacutea de la Cultura y Anaacutelisis Cultural por la Universidad Na-cional de General San Martiacuten Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata Se especializa en la historia cultural de la Europa Moderna Ha dictado cursos conferencias y seminarios en la Universidad de Buenos Aires Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional de Tucumaacuten Se desempentildeoacute como profesor invitado para impartir seminarios de posgrado cursos y conferencias en la Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico (Meacutexico) Pontificia Universida-de Catoacutelica de Campinas (Brasil) la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil) Universidad de Costa Rica (Costa Rica) y Universidade Federal de Goiaacutes (Brasil) Entre su produccioacuten cuenta con la publicacioacuten de libros como autor y como coautor asiacute como numerosos artiacuteculos en revistas acadeacutemicas especializadas argentinas y del extranjero

CASELLI ElisaDoctora en Historia (Docteur en Histoire et Civilisations) por lrsquoEacutecole

Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales Docente investigadora por la Universi-dad Nacional de Rosario (Argentina) Facultad de Humanidades y Artes In-vestigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cientiacuteficas y Teacutecnicas (CONICET) con radicacioacuten en el Centro de Estudios Sociales e Interdisci-plinarios del Litoral (CESIL) Facultad de Humanidades y Ciencias Uni-versidad Nacional del Litoral Miembro investigadora del Groupe drsquoEacutetudes Ibeacuteriques (GEI) Entre sus trabajos figura la coordinacioacuten del libro (2016)

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Autores y autoras

Justicias agentes y jurisdicciones de la Monarquiacutea Hispaacutenica a los Es-tados Nacionales (Espantildea y Ameacuterica siglos XVI-XIX) ha participado en el libro coord por Valentina Favarograve Manfredi Merluzzi Gaetano Saba-tini (2017) Fronteras procesos y praacutecticas de integracioacuten y conflictos entre Europa y Ameacuterica (siglos XVI-XX) con su contribucioacuten ldquoAntesala de la resignacioacuten la frontera como espacio de espera para los judiacuteos ex-pulsados (reinos de Castilla y Portugal finales del siglo XV)rdquo ha partici-pado en diversos artiacuteculos y publicaciones en revistas especializadas en Argentina y Europa

CARRERA JuliaacutenProfesor (2001) y Doctor en Historia (2010) egresado de la Facultad

de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Adjunto de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y miembro del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universi-dad Integrante del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Actualmente orienta sus investi-gaciones en el marco de los estudios decoloniales Autor del libro (2012) Algo maacutes que mercachiles Pulperos y pulperiacuteas en la campantildea bonaerense 1770-1820 y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Meacutexico

CAVAGNARO Nahuel Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de la Plata con la

Tesina de Licenciatura Los hombres de Negocios las redes de Italia en la Eacutepoca Moderna Adscripto a la Caacutetedra de Historia General IV siendo investigador en formacioacuten de la UNLP Estudiante diplomado extranjero por la embajada francesa en la ciudad de Amiens Francia beca de grado ldquoPhileas Accueilrdquo Universite Picardie Jules Verne Amiens France (2015) Actualmente ha sido seleccionado para cumplir la beca de Doctorando Ex-tranjero en Historia Medieval y Moderna en la Universita degli Studi di Teramo Italia (periacuteodo 2017 hasta 2020) donde centra sus estudios en la formacioacuten de redes comerciales en las familias ligures a traveacutes de las rela-ciones y comunicaciones establecidas entre sus miembros en los espacios del Imperio Hispaacutenico

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Autores y autoras

CIPOLLA DamianProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten

Especialista en Estudio de las Mujeres y Geacutenero (UNLu) Actualmente se encuentra cursando la Maestriacutea en Estudios de Geacutenero y el Doctorado en His-toria en la UNLu Es docente en la Universidad Nacional de Lujaacuten Univer-sidad Nacional de La Matanza y Universidad Nacional del Oeste Participa en el proyecto Proyecto de Investigacioacuten radicado en el DCS-UNLu Poder grupos sociales y geacutenero en el reino de Espantildea y el Imperio (siglos XI V-XVI-II) bajo la Direccioacuten de la Dra Cecilia Lagunas Sus liacuteneas de investigacioacuten pasan por la Historia de Geacutenero e Historia de las mujeres

CORREA BARBOZA MarcelaProfesora de Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten con Di-

ploma de Honor Defendioacute y aproboacute su tesis de Licenciatura con el Tiacutetulo ldquoLa Monarquiacutea Hispaacutenica bajo los Austria (siglos XVI y XVII) Nobleza y Mayorazgo de mujeres nobles Aspectos historiograacuteficosrdquo Es Docente Or-dinaria en el Aacuterea de Historia Medieval y Moderna Divisioacuten Historia del Departamento de Ciencias Sociales-UNLu Actualmente cursa Estudios en la Maestriacutea de Estudios de las Mujeres y de Geacutenero de la esa Casa de Estudios Becada en los antildeos 2006 y 2007 por la Agencia Espantildeola de Cooperacioacuten Internacional PCI-AECI en el Instituto de Estudios de la Mujer -Universidad de Granada Espantildea- donde realizoacute estancias de investigacioacuten en Estudios de Geacutenero Su liacutenea de investigacioacuten es Mujeres y Justicia en la Espantildea Moder-na en los siglos XVI y XVII

DE LOS RIacuteOS EvangelinaProfesora en Historia por la Facultad de Humanidades y Artes (UNR)

Magister del Programa ldquoLa modernizacioacuten de Espantildea entre Europa e Ibe-roameacutericardquo por la Facultad de Filosofiacutea de la Universidad de Murcia y Doc-tora en Historia por la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) Participoacute como Investigadora del proyecto State Building in Latin America 1820-1870 (Eu-ropean Research CouncilUPF) Actualmente es integrante del Centro de Es-tudios de Historia Social sobre la Justicia y el gobierno (siglos XVI-XIX) Sus principales liacuteneas de investigacioacuten incluyen la historia de la construccioacuten del estado en Ameacuterica Latina historia social e historia fiscal del siglo XIX

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Autores y autoras

Ha publicado recientemente (2017) Gobernar es cobrar Poliacutetica fiscal re-caudacioacuten impositiva y cultura tributaria Santa Fe (Argentina 1855-1872)

FERNAacuteNDEZ ALBALADEJO Pablo Catedraacutetico en Historia por la Universidad Autoacutenoma de Madrid desde

1984 Director del Dpto de Historia Moderna de la UAM 1987-1999 Vi-cedecano de la facultad de Filosofiacutea y Letras 1980-1982 Decano de la mis-ma desde el antildeo 1982 Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad 1987-98 Sus liacuteneas de investigacioacuten se desarrollan en la Historia constitucio-nal de Espantildea (siglos XVI-XVIII) Historiografiacutea e identidades en la Espantildea de los siglos XVI-XVIII Reconocido Hispanista y autor de numerosas pu-blicaciones cientiacuteficas en diversos aacutembitos acadeacutemicos de Espantildea y el Mun-do Entre sus principales obras figuran (1992) Fragmentos de Monarquiacutea (2002) Los Borbones Dinastiacutea y comunidad poliacutetica en la Espantildea del XVIII (2006) (Coord) Feacutenix de Espantildea Modernidad y cultura propia en la Espantildea del XVIII (1737-1766) (2007) (Coord) Materia de Espantildea y (2009) La crisis de la Monarquiacutea entre otros muchos trabajos publicados en Espantildea y en el extranjero En el antildeo 2009 ha recibido el Premio Nacional de Historia de Es-pantildea Entre sus funciones institucionales figuran ser evaluador del Ministerio de Educacioacuten de la DGICYT de la ANEP y del Ministerio de Educacioacuten de Italia evaluador externo oficial del II Plan de calidad de las Universidades miembro del panel de expertos de la FECYT miembro del comiteacute editorial de cuatro revistas de Historia y miembro del consejo editorial de Marcial PonsHistoria entre otras instituciones acadeacutemicas y editoriales a nivel europeo

FORTEA PEacuteREZ Joseacute IgnacioDoctor en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten de Historia) por la Universidad

de Salamanca En la actualidad es Catedraacutetico de Historia Moderna de la Universidad de Cantabria Sus investigaciones se han centrado en el campo de la historia urbana de la fiscalidad y de las asambleas representativas en el marco de la Corona de Castilla durante los siglos XVI y XVII temas sobre los que ha publicado numerosos trabajos en revistas nacionales y extranje-ras Entre sus libros cabe mencionar (1981) Coacuterdoba en el siglo XVI las bases demograacuteficas y econoacutemicas de una expansioacuten urbana o (1986) Fisco economiacutea y sociedad Alcabalas y encabezamientos en tierras de Coacuterdoba

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Autores y autoras

(1513-1619) En 1990 obtuvo el Premio Cortes de Castilla y Leoacuten con su obra Monarquiacutea y Cortes en la Corona de Castilla Las ciudades ante la poliacutetica fiscal de Felipe II (Salamanca 1991) Ha participado tambieacuten en iniciativas colectivas que han dado lugar a publicaciones como The Castilian crisis of the Seventeenth century New Perspectives on the Economic and Social History of Seventeenth-Century Castile (Cambridge 1996) o Destruc-tion et Reconstruction des villes (Berne 1999) Es autor tambieacuten de obras de siacutentesis como El Siglo XVI (Instituto Gallach 1991) Tambieacuten ha sido editor o coordinador de libros como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (siglos XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies Violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (eacuteste uacuteltimo con Juan E Gelabert y Tomaacutes A Mantecoacuten) y ha participado en investigaciones colectivas sobre la ciudad y el gobierno urbano en la eacutepoca moderna (Cou-ronne espagnole et magistratures citadines agrave lrsquoeacutepoque moderne Seacuteminaire drsquohistoire sociale des institutions organiseacute par lrsquoEcole Franccedilaise de Rome et la Casa de Velaacutezquez Madrid 2004) o sobre historia del parlamentaris-mo en Occidente (Realities of Representation State Building in Early Mod-ern Europe and European America (Yale Centre for Parliamentary History Palgrave Macmillan 2007)

GAMBOA Ariel Profesor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata

(2009) Magister en Historia por la Universidad Pablo de Olavide (Espantildea) Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna de la Facultad de Humanidades y Ayudante Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Posee antecedentes en docencia e investigacioacuten participacioacuten en jornadas coloquios y simposios con publi-cacioacuten en actas Sus investigaciones se han centrado en las guerras dinaacutesticas de la Monarquiacutea en los siglos XVI y XVII estudios sobre el poder y la ima-gen del poder en la Modernidad Claacutesica

GARCIacuteA David FacundoProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Mar

del Plata (UNMdP) Becario doctoral del Consejo Nacional de Investiga-ciones Cientiacuteficas y Tecnoloacutegicas (CONICET) en el Centro de Estudios

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Autores y autoras

Histoacutericos (CEHis) de la UNMdP Miembro del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna Miembro de la Red de Historia Moderna con centro en la UNMDP Doctorando en Historia por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Becario de la Asociacioacuten Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) en la Universidad de Cantabria Es secretario de las revistas Magallaacutenica y Pasado abierto

GARCIacuteA DE CORTAacuteZAR Joseacute AacutengelMedievalista espantildeol especializado en la historia de la Alta Edad Media

Es Catedraacutetico jubilado de Historia Medieval en la Universidad de Cantabria en la cual se desempentildeoacute desde 1978 como catedraacutetico de Historia medieval En su extensa obra figuran trabajos como (1965) Aspectos econoacutemicos y so-ciales del sentildeoriacuteo de Vizcaya a fines del siglo XV (tesis doctoral) (1973) La eacutepoca Medieval (1982) La historia rural medieval Un esquema de anaacutelisis estructural de sus contenidos a traveacutes del ejemplo hispanocristiano (1983) Historia general de la Edad Media (1996) La memoria histoacuterica en Canta-bria (1999) Historia de la Edad Media una siacutentesis interpretativa (2002) Del Cantaacutebrico al Duero Trece estudios sobre organizacioacuten social del es-pacio en los siglos VIII a XIII 2002 (2004) Sociedad y organizacioacuten del espacio en la Espantildea Medieval (2008) Manual de Historia Medieval (con Joseacute Aacutengel Sesma Muntildeoz) entre otros trabajo y publicaciones en revistas especializadas

GENTINETTA Martiacuten Alejandro Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdoba Argentina

Trabaja como profesor de Historia Moderna en la Escuela de Historia de la Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba y en el Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanadas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Integra el Comiteacute Editorial de la Revista Prohistoria historias poliacuteticas de la historia y es miembro de la Red Columnaria nodo Riacuteo de la Plata Sus temas de investigacioacuten se relacionan con el accionar y las intervenciones de los marinos borboacutenicos y otros agen-tes ilustrados de la Monarquiacutea Hispaacutenica en Virreinato del Riacuteo de la Plata en el siglo XVIII Es autor de artiacuteculos en revistas capiacutetulos de libros y resentildeas varios relacionados con estos temas

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Autores y autoras

GRANARA GonzaloProfesor en Historia Universidad Nacional de Lujaacuten en la que se desem-

pentildea como Ayudante de Primera en Historia Medieval y Moderna forma par-te como Investigador del Aacuterea de Estudios de la Mujer y de Geacutenero UNLu ha formado parte del Proyecto de Investigacioacuten de la UNLu denominado ldquoPoder grupos sociales y geacutenero en el Reino de Espantildea y el Imperio (Si-glos XIV-XVIII)rdquo coordinadora por Cecilia Lagunas Sus investigaciones se desarrollan en el campo de Historia de Geacutenero en el cual ha participado en diversas publicaciones junto con C Lagunas tales como (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Gloria Franco Rubio y Mariacutea A Peacuterez Samper Herederas de Cligraveo Mujeres que han impulsado la Historia (2013) ldquoPatrimonio familiar estrategias y redes socia-les y de poder en el territorio de Aacutevila en el siglo XVrdquo

IOGNA-PRAT DominiqueDoctor en Historia y catedraacutetico de la LacuteEcole des Hautes Etudes en

Sciences Sociales Pariacutes Francia Directeur de recherche au CNRS y Direc-teur drsquoeacutetudes agrave lrsquoEacuteHESS Su aacuterea de investigacioacuten refiere a les laquo territoires raquo de lrsquoEacuteglise occidentale meacutedieacutevistique et sciences sociales des religioacuten Ou-vrages (2013) en co-direction avec Michel Lauwers Florian Mazel et Isa-belle Roseacute Cluny les moines et la socieacuteteacute au premier acircge feacuteodal (2013) en co-direction avec Freacutedeacuteric Gabriel et Alain Rauwel Les nouveaux horizons de lrsquoeccleacutesiologie du discours cleacuterical agrave la science du social BUCEMA Hors-seacuterie ndeg7 (2015) agrave paraicirctre La invencioacuten social de la Iglesia en la Edad Media Buenos Aires (2010) ldquoLa sortie du gueacute Retour sur lrsquohistoire du Moyen Acircge en France (1998-2008)rdquo dans Le Moyen Acircge vu drsquoailleurs voix croiseacutees drsquoAmeacuterique latine et drsquoEurope sous la dir drsquoE Magnani Di-jon (2010) ldquoAspirations insulairesrdquo dans Leacuterins une icircle sainte de lrsquoAntiquiteacute tardive au Moyen Acircge Y Codou M Lauwers dir Turnhout (Collection drsquoeacutetudes meacutedieacutevales de Nice n 9) (2010) ldquoLe religieux et le sacreacuterdquo dans Les historiens franccedilais agrave lrsquoœuvre 1995-2010 J-F Sirinelli C Gauvard P Cauchy dir entre otras publicaciones Entre sus actividades cientiacuteficas figuran la Coordination de programmes de recherche collectifs co-direc-tion avec P-A Fabre du Programme interdisciplinaire laquo religieux et sciences

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Autores y autoras

sociales raquo de lrsquoEacuteHESS (2013-2015) y el ser Membre de trois comiteacutes de reacute-daction Archives de sciences sociales des religions En la Espantildea medieval Medieval Encounters

LOacutePEZ VELA RobertoDoctor en Geografiacutea e Historia por la Universidad Autoacutenoma de Ma-

drid y Profesor Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria ha desarrollado su actividad investigadora en el campo de la historia de la Inquisicioacuten espantildeola y en el de la historiografiacutea decimonoacutenica Sus trabajos de investigacioacuten se han centrado en el estudio de la jurisdiccioacuten el aparato administrativo y burocraacutetico de la Inquisicioacuten en el siglo XVII habiendo publicado sus trabajos en los voluacutemenes de la Historia de la Inquisicioacuten en Espantildea y Ameacuterica de la editorial BAC en 1984 1993 y 2000 asiacute como en diversos artiacuteculos de Hispania Espacio Tiempo y Forma o Croacutenica Nova Ha participado en numerosos congresos sobre la Inquisicioacuten recientemente (2006) Los Dominicos y la Inquisicioacuten en el mundo ibeacuterico e hispanoameri-cano Tambieacuten ha participado con regularidad sobre estos temas en los pro-yectos del grupo de Historia Urbana en publicaciones colectivas resultado de lo cual han sido sus colaboraciones en obras como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (s XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna Ha trabajado sobre la construccioacuten de la Historia Nacional y la visioacuten de sus diferentes etapas a traveacutes de las historias de Espantildea maacutes representativas ges-tadas en el siglo XIX aspectos que se recogen en (2004) La construccioacuten de las historias de Espantildea El nacimiento de la historiografiacutea en el ochocientos estuvo ligado al anaacutelisis de los reinados maacutes importantes y sus grandes per-sonajes a traveacutes de los que la nacioacuten habiacutea conseguido su grandeza y poste-riormente su decadencia Sus estudios sobre Isabel la Catoacutelica Felipe II el Gran Capitaacuten los judiacuteos o las Comunidades de Castilla han sido publicados en revistas cientiacuteficas como Manuscrits Investigaciones Histoacutericas Sefarad Revista de Estudios Poliacuteticos Cuadernos de Ilustracioacuten y Romanticismo Bulletin dacuteHistoire Contemporaine dacuteEspagne o difundidos en congresos na-cionales e internacionales como (1999) El siglo de Carlos V y Felipe II la construccioacuten de los mitos en el siglo XIX (2001) Carlos V y la quiebra del humanismo poliacutetico en Europa (2002) Espacios de poder cortes ciudades y

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Autores y autoras

villas (S XVI-XVIII) (2004) El reino de Naacutepoles y la Monarquiacutea de Espantildea (2006) Tolerancia y fundamentalismos en la Historia

LORENZO Dariacuteo RafaelProfesor Licenciado y Magister Artis en Historia por la Universidad Na-

cional de Mar del Plata Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna (GHIEM) de la Facultad de Humanidades y Jefe de Trabajos Praacutecticos Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Integrante del comiteacute editorial de la Revista Magallaacutenica y Miembro de la Red de Historia Moderna (Secretariacutea Teacutecnica) Antecedentes en docencia extensioacuten e investigacioacuten en diversas jornadas coloquios y con-gresos Ha realizado publicaciones de su especialidad en capiacutetulos de libros y actas Sus investigaciones se han centrado sobre los Arbitristas castellanos a comienzos del siglo XVII espantildeol y el lenguaje poliacutetico sobre la Razoacuten de Estado dentro del mismo periacuteodo Integrante del Consejo Departamental del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de Mar del Plata

MANTECOacuteN MOVELLAacuteN Tomaacutes A Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria en cuyo

Departamento de Historia Moderna y Contemporaacutenea Es autor de diversas publicaciones en el campo de la religiosidad popular y los usos sociales de los tribunales de justicia en las sociedades del Antiguo Reacutegimen dentro de las que destacan sus libros (1990) Contrarreforma y religiosidad popular en Cantabria (1997) Conflictividad y disciplinamiento social en la Cantabria rural del Antiguo Reacutegimen o (1998) La muerte de Antonia Isabel Saacutenchez asiacute como su participacioacuten en obras colectivas como (1999) Pardon in Anthro-pology and History (1999) De pentildeas al mar sociedad e instituciones en la Cantabria moderna (de la que fue coordinador) (2001) Redes familiares y patronazgo aproximacioacuten al entramado social del Paiacutes Vasco y Navarra en el Antiguo Reacutegimen (siglos XV-XIX) (2002) Furor et rabiesviolencia con-flicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (obra de la que es editor junto con Joseacute I Fortea y Juan E Gelabert) (2003) Crimes Punishment and Reform in Europe (2004) History of Social Control (vol 1) (2004) Conflicto vio-lencia y criminalidad en Europa y Ameacuterica (2006) Lrsquoerreur judiciaire De Jeanne drsquoArc agrave Roland Agret Villes atlantiques dans lrsquoEurope occidentale du

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Autores y autoras

Moyen Acircge au XXe siegravecle Tambieacuten ha publicado resultados de sus investiga-ciones en revistas cientiacuteficas especializadas como Stvdia Historica Estudis Hispania Manuscrits Revista de Historia Econoacutemica Memoria y Civili-zacioacuten Historia Agraria Afers Ludica Prohistoria Crime History amp So-cieties Criminal Justice History The Journal of the Historical Society Ius Commune o los Cahiers de lrsquoInstitut drsquoAnthropologie Juridique de Limoges

MARTIacuteNEZ SHAW CarlosDoctor por la Universidad de Barcelona y Catedraacutetico en Historia Mo-

derna por esa Universidad y por la UNED Entres sus trabajos figuran (1981) Cataluntildea en la carrera de Indias 1680-1756 junto con Agustiacute Maria Vilagrave i Galiacute (1989) Navegantes i mercaders una nissaga marinera de Lloret jun-to con Ramona Huguet i Huguet (1990) Els artesans de Lleida 1680-1808 (1994) La emigracioacuten espantildeola a Ameacuterica (1492-1824) (1995) El Derecho y el Mar en la Espantildea Moderna (1996) El Siglo de las Luces las bases inte-lectuales del reformismo (1996) Historia de Asia en la edad moderna junto con Javier Tusell Goacutemez y Joseacute Luis Martiacuten Rodriacuteguez (1998) Historia de Espantildea junto con Marina Alfonso Mola (1999) Europa y los nuevos mun-dos en los siglos XV-XVIII junto con Garciacutea de Escalante Alvarado (1999) Relacioacuten del viaje que hizo desde Nueva Espantildea a las Islas del Poniente des-pueacutes Filipinas Ruy Loacutepez de Villalobos con Marina Alfonso Mola (2001) Felipe V junto con Antonio Garciacutea-Baquero Gonzaacutelez (2002) Andaluciacutea y la carrera de Indias (1492-1824) con Joseacute Mariacutea Oliva Melgar (2005) El sistema atlaacutentico espantildeol (siglos XVII-XIX) con Christian August Fischer y Hiltrud Friederich-Stegmann (2010) Viaje de Aacutemsterdam a Geacutenova pasando por Madrid y Caacutediz en los antildeos 1797 y 1798 con Marina Alfonso Mola (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estu-dios (2011) La Constitucioacuten de Caacutediz (19 de marzo de 1812) bicentenario 1812-2012 con Hiltrud Friederich-Stegmann (2014) La imagen de Espantildea en los libros de los viajeros alemanes del siglo XVIII con Marina Alfonso Mola (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica asiacute como tambieacuten contribuciones en libros colectivos y revistas cientiacuteficas internacionales

MESSERE Facundo ManuelProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Rosa-

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Autores y autoras

rio donde se desempentildeoacute como Auxiliar de la Caacutetedra de Historia de Europa II entre los antildeos 2006-2013 Forma parte del equipo de investigaciones de dicha Universidad Actualmente coordina proyectos institucionales sobre as-pectos de la Historia Local Regional y Nuevas Metodologiacuteas en la ensentildeanza de la Historia en la UNR En su trabajo ldquoLos Aranda y el arte de escribir la vida Eacutepica y Representacioacuten en la nobleza media castellana (1467-1548)rdquo muestra coacutemo el estilo y la esteacutetica narrativa que compone el discurso gene-aloacutegico del linaje de Sancho de Aranda oriundo de Alcalaacute La Real recrea entre mediados del siglo XV y el siglo XVI el cambio operado en el modelo caballeresco al modificarse el papel de la nobleza

MONDRAGOacuteN Silvina AndreaDoctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Pro-

vincia de Buenos Aires En la misma universidad es profesora en las caacutetedras de Historia Medieval y de Historia Moderna e investigadora perteneciente al Centro de Estudios Sociales de Ameacuterica Latina (CESAL) Tambieacuten es in-vestigadora miembro de grupos de investigacioacuten en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata Se ha dedicado a investigar el surgimiento de formas representativas de poder poliacutetico y su in-stitucionalizacioacuten en Castilla bajo medieval y Temprano Moderna con eacutenfa-sis en la participacioacuten poliacutetica de campesinos condicionada por los procesos de acumulacioacuten patrimonial que se daban al interior de las comunidades de aldea Como resultado de su trabajo el Centro de Estudios Medievales de la Universidad de Murcia ha publicado su libro Estrategias Campesinas for-mas de resistencia e integracioacuten poliacutetica en Castilla bajo medieval Tambieacuten ha participado en varios congresos nacionales e internacionales y publicado en revistas cientiacuteficas especializadas de Argentina y Europa varios artiacuteculos y trabajos sobre sus temas de intereacutes Por otra parte tambieacuten se ha interesado en la difusioacuten de la Historia europea precapitalista por lo que junto a colegas de otras universidades ha publicado un Manual de Historia Medieval y una compilacioacuten de entrevistas a reconocidos investigadores

PERRUPATO Sebastiaacuten Domingo Profesor por la Universidad Nacional de Mar del Plata Licenciado en

Historia y Especialista en Docencia Universitaria Especialista en Cien-

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Autores y autoras

cias Sociales con Orientacioacuten en educacioacuten y constructivismo Facultad Latinoamericana en Ciencia Sociales Profesor en Historia Moderna en la UNMDP Es becario CONICET Tipo II Maestreando en Historia del mundo hispaacutenico por la Universidad JAUME I (Espantildea) Doctor en edu-cacioacuten por la Universidad Nacional de Rosario Recientemente ha publi-cado (2013) La universidad colonial y la tensioacuten ilustrada Un anaacutelisis comparado de la educacioacuten en el Riacuteo de la Plata a traveacutes de la dialeacutectica tradicioacuten-modernizacioacuten

PORTELA SILVA ErmelindoDoctor en Historia Becario de investigacioacuten del Ministerio de Ed-

ucacioacuten y Ciencia y de la Fundacioacuten Juan March Profesor adjunto de Historia Medieval de la USC (1970-78) Profesor adjunto numerario de Historia Medieval Universal y de Espantildea de la Universidad de Extremad-ura (1981-82) Catedraacutetico numerario de Historia Medieval de la Univer-sidad de Santiago de Compostela (desde 28 de abril de 1982) Fue inves-tigador principal de proyectos financiados por la Direccioacuten General de Investigacioacuten Cientiacutefica y Teacutecnica del Ministerio de Educacioacuten y Cien-cia sin solucioacuten de continuidad desde 1991 Fue invitado por las prin-cipales universidades espantildeolas el Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas la Casa de Velaacutezquez la Universidad de Oporto (Portugal) y la Universiteacute du Maine (Le Mans Francia) para dictar conferencias dirigir seminarios de investigacioacuten o impartir cursos de tercer ciclo En-tre sus trabajos figuran (1976) La regioacuten del obispado de Tuy en los siglos XII a XV Una sociedad en la expansioacuten y en la crisis (1981) La colonizacioacuten cisterciense en Galicia (1991) La introduccioacuten del Ciacutester en Espantildea y Portugal (1992) La idea y el sentimiento de la muerte en la historia y en el arte de la Edad Media (1993) De Galicia en la Edad Me-dia Sociedad Espacio y Poder (1995) El reino de Leoacuten en la Alta Edad Media VII (1995) Antroponimia y sociedad Sistemas de identificacioacuten hispano-cristianos en los siglos IX al XIII Publicoacute ademaacutes una larga serie de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas y actas de congresos nacionales e internacionales de los que el principal hilo conductor es la exploracioacuten preferentemente en el marco de Galicia de la historia social en los siglos centrales de la Edad Media

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Autores y autoras

QUINTEROS Guillermo OProfesor Licenciado y Doctor en Historia por la Facultad de Humani-

dades y Ciencias de la Educacioacuten de la UNLP Es Profesor Titular Ordinario y Profesor Adjunto Interino en las caacutetedras de Historia de las Ideas y Pro-cesos Poliacuteticos y en la de Historia Argentina 1 respectivamente en la mis-ma Universidad Sus temas de investigacioacuten giran en torno a problemaacuteticas poliacuteticas sociales y culturales sobre todo de la Argentina entre fines del siglo XVIII y fines del XIX Dirige el proyecto ldquoEstudios en Historia Cultural de la Poliacutetica y de la Violencia en Argentina Siglos XIX-XXIrdquo y es co-director del proyecto ldquoFamilias y Sociedad en el Riacuteo de La Plata De las transforma-ciones borboacutenicas a la consolidacioacuten del Estado Nacionalrdquo ambos acredit-ados por ante el Programa de Incentivos a la Investigacioacuten de la UNLP En relacioacuten con los mismos ha publicado como compilador (2013) La conmem-oracioacuten de la Revolucioacuten de Mayo Prensa graacutefica historia y poliacutetica siglos XIX-XXI La Plata co edicioacuten del Centro de Historia Argentina y Americana y del Laboratorio de Estudios en Comunicacioacuten Poliacutetica y Sociedad y como autor (2015) La poliacutetica del matrimonio Novios amantes y familias ante la justicia Buenos Aires 1776-1860 Rosario Prohistoria Es miembro del Cen-tro de Historia Argentina y Americana de la UNLP y miembro investigador del Instituto de Investigacioacuten en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP- CONICET)

RAMOS Mariano SergioDoctor en Historia por la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA y Master

en Epistemologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Especialista en Episte-mologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Docente e Investigador de Uni-versidad Nacional de Lujaacuten (UNLu) en donde trabaja desde 1988 Actual-mente es Profesor Asociado Ordinario Es director de varios proyectos de Investigacioacuten en UNLu y la CIC Tambieacuten director del Programa de Arqueo-logiacutea Histoacuterica y Estudios Pluridisciplinarios (ProArHEP) Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Lujaacuten Es Miembro del CONI-CET en donde participa de proyectos con PID y PICT tambieacuten de UBACyT como Investigador Formado y miembro del Grupo Responsable Sus traba-jos enfocan temas de Arqueologiacutea Histoacuterica Arqueologiacutea y Geacutenero teoriacutea y Epistemologiacutea y estudios en tecnologiacutea liacutetica y viacutetrea Cuenta con maacutes de 130

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Autores y autoras

publicaciones (que incluyen proacutelogos de libros capiacutetulos de libro maacutes de 50 artiacuteculos en revistas y poacutesters) en revistas nacionales e internacionales en Es-pantildea Estados Unidos Meacutexico Uruguay Chile Cuba Costa Rica y Escocia Asimismo 29 libros como Compilador Editor o autor Forma parte de Comi-teacutes Acadeacutemicos y Editoriales de Revistas especializadas y tiene funciones de Direccioacuten en 3 de ellas Cuadernos de Antropologiacutea Signos en el Tiempo y Rastros en la Tierra y Atek-Na Serie Libros digital

RODRIacuteGUEZ Juliana Eva Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Historia de la Universidad

de Buenos Aires y Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires con la tesis titulada El pensamiento poliacutetico en la obra de Christine de Pizan El caso del Livre des fais et bonnes meurs du sage roy Charles V Ha realizado su doctorado en Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales de Paris bajo la direccioacuten de Dominique Iogna-Prat siendo el tiacutetulo de tesis doctoral Christine de Pizan et la construction de la politique Desarrolla sus investigaciones sobre la construccioacuten del espacio poliacutetico en la Monarquiacutea Francesa y es investiga-dora por la Universidad de Buenos Aires Ha publicado trabajos tales como (2016) ldquoChristine de Pizaacuten y el legado histoacuterico de la realeza Francesa Reyes y dinastiacuteas en la geacutenesis de un Reinordquo Revista de Memoria Europae II 3 (2)

RODRIacuteGUEZ GILES Ana IneacutesDoctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata Alli ejercio

varios anos como ayudante en la catedra de Historia Moderna junto a una in-tensa participacion en el Centro de Estudios de Historia Europea en la misma casa de estudios (2006-2015) Es miembro del Miembro del comiteacute editorial de la revista Sociedades Precapitalistas Revista de Historia Social editada por la UNLP Tambien se dedico a la edicion y publicacion de diversos documentos pa-leograficos en el equipo de trabajo del Instituto de Historia Antigua Medieval y Moderna ldquoJoseacute Luis Romerordquo Poducto de este trabajo ha publicado en coautoria extensos documentos del Monasterio de Santo Toribio de Liebana (en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Universidad e Buenos Aires) Entre otras publicaciones figuran (2010) ldquoLa estigmatizacioacuten de los mendigos en el siglo de Oro Anaacutelisis de Guzmaacuten de Alfarache (1599)rdquo en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Nordm 43 Bs As (2010) ldquoLa representacioacuten y pena-

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Autores y autoras

lizacioacuten del vagabundeo en Castilla en los siglos XIV ndash XVI Anaacutelisis de las Cortesrdquo en IACOBVS Revista de estudios jacobeos y medievales Nordm 27 Centro de estudios del camino de Santiago Sahaguacuten (2013) ldquoLa socializacioacuten marginal entre los criados Anaacutelisis de una relacioacuten a traveacutes de algunos ejemplos presentes en El Guzmaacuten de Alfaracherdquo en Cuadernos de Historia Moderna Miscelaacuteneo Nordm 38 2013 Madrid Universidad Complutense

SCHAUB Jean-FreacutedeacutericDoctor en Historia por la Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Socia-

les Pariacutes Francia Director of the Social Sciences and Humanities Depart-ment Miembro investigador de la Casa de Velaacutezquez (Madrid) y director del Centro de Estudios Portugueses (2012-2014) Vice-Director for Research at Paris Nouveau Monde (2006) Senior adviser to the Director of the So-cial Sciences and Humanities Department CNRS Entre su amplia obra se cuentan tiacutetulos como (2015) Pour une histoire politique de la race (2014) Lrsquoicircle aux marieacutes Les Accedilores entre deux empires (1583-1642) (2012) Ed con Olivier Remaud Isabelle Thireau Faire des sciences sociales Comparer (2011) Des forteresses aux museacutees Pierre Daix entretiens avec Jean-Freacutedeacuteric Schaub et Marie-Karine Schaub (2008) LrsquoEurope a-t-elle une histoire (2008) Oroonoko prince et esclave Roman colonial de lrsquoincertitude (2005) Ed con Juan Carlos Garavaglia editores Lois justice coutumes Ameacuteriques et Europe latines 16e - 19e siegravecle (2003) La France espagnole Les racines hispaniques de lrsquoabsolut-isme franccedilais (trad Spanish Madrid Marcial Pons 2004) (2001) Portugal na Monarquia Hispacircnica (1580-1640) (2001) Le Portugal au temps du comte-duc drsquoOlivares (1621-1640) Le conflit de juridiction comme exercice de la politique (1999) Les juifs du roi drsquoEspagne Oran 1507-1669 (trad Hebrew Tel Aviv Taupress 2012) (1996) Ed con Robert Descimon y Bernard Vincent Les figures historiques de lrsquoadministrateur Institutions reacuteseaux pouvoirs en Espagne en France et au Portugal 16e -19e siegravecle (1993) Ed Recherche sur lrsquoEacutetat dans le monde Ibeacuterique 15e -20e siegravecle entre otras diversas aportaciones en libros artiacuteculos acadeacutemicos publicados tanto en Francia como a nivel internacional

TRUCHUELO GARCIacuteA Susana Es Profesora Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria

(Espantildea) Ha realizado estancias de investigacioacuten predoctoral en el ISIG de

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Autores y autoras

Trento (Italia 1994 y 1995) en la EHESS de Pariacutes (Francia 2007 2008 2009 2010 2011 y 2017) y ha desarrollado actividad investigadora y do-cente en universidades espantildeolas francesas argentinas y chilenas Entre sus liacuteneas de investigacioacuten se encuentran la historia urbana la articulacioacuten del poder en la Monarquiacutea Hispaacutenica asiacute como la historia de los poderes locales y de las asambleas representativas centraacutendose en aspectos del gobierno como el comercio la guerra y la fiscalidad en la Edad Moderna Es autora en solitario de La representacioacuten de las corporaciones locales guipuzcoanas en el entramado poliacutetico provincial (siglos XVI-XVII) (1997) Gipuzkoa y el poder real en la Alta Edad Moderna (2004) y Tolosa en la Edad Moderna Organizacioacuten y gobierno de una villa guipuzcoana (siglos XVI-XVII) (2006) Es editora de Andreacutes de Urdaneta un hombre moderno (2009) y coeditora con Marina Torres de Europa en torno a Utrecht (2014) y Civitas Expre-siones de la ciudad en la Edad Moderna (2015) Ha participado en muacuteltiples obras colectivas y revistas cientiacuteficas editadas en de Espantildea Francia Italia Reino Unido Argentina y Colombia asiacute como en cerca de un centenar de congresos seminarios y jornadas nacionales e internacionales

XAM-MAR ALONSO Carmen Doctora en Historia por la Universidad de Cantabria su tesis doctoral La

conflictividad y las formas de control social en el Alt Urgell siglo XVII se realizoacute bajo la direccioacuten del Dr Tomaacutes Mantecoacuten Movellaacuten Esta tesis doc-toral investiga desde una perspectiva comparativa las tensiones y conflictos -conductas sexuales desordenadas violencia verbal y fiacutesica brujeriacutea hurtos y robos etc- que alteraban la convivencia vecinal asiacute como las viacuteas utilizadas para restaurar el orden y la paz social Estas estaban basadas en el desarrollo de mecanismos ligados a la Infra-justicia y la para-justicia o en los diversos usos de la justicia reglada Este anaacutelisis abarca una veintena de localidades que con una poblacioacuten censada de 740 fuegos en 1595 y de 575 en 1717 configuraban los dominios sentildeoriales del cabildo de la catedral de Santa Ma-riacutea de Urgell en la comarca del Alt Urgell durante las dos uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII Forma parte del grupo de investigacioacuten en Historia Moderna de la Universidad de Cantabria

Estudios en Historia Moderna desdeuna visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesoraMariacutea Ineacutes Carzolio

ISBN 978-950-34-1580-1

  • TAPA
  • INDICE
  • SECCION I
    • De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudios en historia moderna en la Universidad Nacional de La Plata
    • Una mujer muy alta con unos brazos enormes
    • Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicaz
      • SECCION II
        • Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildea con la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio
        • La amistad como experiencia de vida
        • Mariacutea Ineacutes Carzolio
          • SECCION III
            • PARTE I
              • La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos decenios
              • Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construir una nueva historia atlaacutentica desde la periferia
              • Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacutenero
              • Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada historiograacutefica de mediados del siglo XX
              • Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historia
                • PARTE II
                  • A vueltas con el Tumbo de Celanova
                  • Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femenino en el noroccidente ibeacuterico
                  • Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVI
                  • En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquo
                    • PARTE III
                      • Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de Pizan
                      • Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)
                      • Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de Ocantildea
                      • La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacutetico sobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romance castellano de Francisco Martiacutenez de Marina
                      • El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca moderna
                      • Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIII
                        • PARTE IV
                          • La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII
                          • La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional
                          • El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algun
                          • Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales
                          • Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del sig
                          • Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten
                          • Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII
                          • El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo
                          • Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegac
                            • PARTE V
                              • Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XV
                              • Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias e
                              • Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y
                              • Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad Moderna
                              • Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinos borboacutenicos en la costa patagoacutenica a
                                • PARTE VI
                                  • Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildea rateros campesinos y vecindades e
                                  • Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVI
                                  • Los espacios de la marginalidad en la novela picaresca
                                  • La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputa entre pecheros por un cargo
                                  • Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)
                                      • AUTORES Y AUTORAS
                                      • CONTRATAPA
Page 4: Estudios en Historia Moderna desde ... - Libros de la FaHCE

Universidad Nacional de La PlataFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten

DecanoDr Aniacutebal Viguera

VicedecanoDr Mauricio Chama

Secretaria de Asuntos AcadeacutemicosProf Ana Julia Ramiacuterez

Secretario de PosgradoDr Fabio Espoacutesito

Secretaria de InvestigacioacutenProf Laura Lenci

Secretario de Extensioacuten UniversitariaMg Jeroacutenimo Pinedo

Prosecretario de Gestioacuten Editorial y DifusioacutenDr Guillermo Banzato

Iacutendice

SECCION I PRESENTACIONES 10

De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudiosen historia moderna en la Universidad Nacional de La PlataOsvaldo Viacutector Pereyra y Emir Reitano 11

Una mujer muy alta con unos brazos enormes Dariacuteo Gabriel Barriera 19

Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicazMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 22

SECCION II SEMBLANZAS 26

Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildeacon la profesora Mariacutea Ineacutes CarzolioJoseacute Aacutengel Garciacutea de Cortaacutezar 27

La amistad como experiencia de vidaMarta Bonaudo 45

Mariacutea Ineacutes CarzolioBernard Vincent 48

SECCION III CAPIacuteTULOS 52

PARTE I Historia y problemas historiograacuteficos 53

La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos deceniosMariacutea Ineacutes Carzolio 54

Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construiruna nueva historia atlaacutentica desde la periferiaEmir Reitano y Juliaacuten Carrera 76

Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacuteneroDamiaacuten Cipolla Cecilia Lagunas y Mariano Ramos 89

Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada histoacuterica de mediados del siglo XX Facundo Garciacutea 99

Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historiaRoberto Loacutepez Vela 118

PARTE II Las raiacuteces medievales del mundo moderno 137

A vueltas con el Tumbo de CelanovaJoseacute M Andrade Cernadas 138

Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femeninoen el noroccidente ibeacutericoErmelindo Portela Silva 153

Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVISilvina Andrea Mondragoacuten 168

En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquoOsvaldo Viacutector Pereyra 193

PARTE III Lenguaje literatura y representacioacuten del poder en el mundo moderno 219

Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de PizanDominique Iogna-Prat y Juliana E Rodriacuteguez 220

Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)Facundo Manuel Messere 236

Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de OcantildeaMariacutea Gabriela Battaglia 250

La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacuteticosobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romancecastellano de Francisco Martiacutenez de MarinaPablo Fernaacutendez Albaladejo 280

El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca modernaJean-Freacutedeacuteric Schaub 294

Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIIISebastiaacuten Perrupato 307

PARTE IVMonarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno 326

La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIIIFrancesco Benigno 327

La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocionalAriel Gamboa 341

El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castillabajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexionesJoseacute Ignacio Fortea Peacuterez 350

Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas oralesSusana Truchuelo 376

Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacuteahispaacutenica a inicios del siglo XVIIDariacuteo Rafael Lorenzo 389

Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762para el Capitaacuten del Puerto de Vera CruzCarlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola 409

Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIIIMariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita 436

El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)Evangelina De Los Riacuteos 470

Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condesde Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI)Marcela Correa Barboza 494

PARTE VActores redes y articulaciones en el Mundo Moderno 509

Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XVCecilia Lagunas y Gonzalo Granara 510

Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias en la Monarquiacutea Hispaacutenica en la primera mitad del siglo XVIIIGriselda Beatriz Tarragoacute 526

Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y Diego de Santiago en la corte de Felipe IIJuan Pablo Bubello 551

Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad ModernaNahuel Cavagnaro 582

Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinosborboacutenicos en la costa patagoacutenica a fines del setecientos Martiacuten A Gentinetta 604

PARTE VIConflictos tensiones y disciplinamiento en el Mundo Moderno 625

Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildearateros campesinos y vecindades en el siglo XVIITomaacutes A Mantecoacuten Movellaacuten y Carmen Xam-mar626

Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVILorena Aacutelvarez Delgado 662

Los espacios de la marginalidad en la novela picarescaAna Ineacutes Rodriacuteguez Giles 687

La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputaentre pecheros por un cargo de justicia (Castilla siglo XVI)Elisa Caselli 708

Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)Guillermo O Quinteros 744

AUTORES Y AUTORAS 763

PARTE IV

Monarquiacutea administracioacuten y espacios de poder en el Mundo Moderno

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La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII

Francesco Benigno (Universidad de Teramo Italia)

No resulta faacutecil definir exactamente queacute es la conciencia europea y cuaacuten-do nacioacute pero el gran libro de Paul Hazard (1935) es uno de los textos que aun hoy hace pensar1 Fue escrito como se sabe en 1935 en el periacuteodo oscuro que Bertold Brecht calificaba de ldquotiempos negrosrdquo tres antildeos antes del libro de Hazard habiacutea aparecido el volumen de Ernst Cassirer (1932) Die Philosophie der Afklaumlrung y en 1934 la investigacioacuten de Daniel Mornet sobre las raiacuteces intelectuales de la Revolucioacuten Francesa Hay momentos en que algunos libros importantes se agrupan alrededor de temas decisivos Asiacute habiacutea sucedido durante la primera guerra mundial cuando habiacutean aparecido en 1918 el primer volumen de The decline of the West de Oswald Spengler y en seguida en 1919 el Otontildeo de la Edad Media del historiador neerlandeacutes Johan Huizinga Hay en todos estos libros la urgencia de definir una eacutepoca a traveacutes del establecimiento de sus rasgos esenciales como dice el subtiacutetulo de la obra de Huizinga (1919) Estudios sobre la forma de la vida y del espiacuteritu

1 Este texto deriva de una ponencia presentada al congreso IULCE El nacimiento de la concien-cia europea Universidad Autonoma de Madrid 10-12 diciembre 2014

Benigno F (2017) La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacuten-chez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro ho-menaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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durante los siglos XIV y XV Pareceriacutea como si en tiempos de grandes cam-bios los historiadores sintieran la necesidad de razonar sobre la consistencia de eacutepocas pasadas de sus caracteriacutesticas fundamentales de sus liacutemites Y como es evidente cambiar los confines es una manera de mudar la definicioacuten de una edad de definir de nuevo su esencia

El libro de Hazard lo hace con referencia a las uacuteltimas deacutecadas del XVII y a las primeras del XVIII un tiempo en el que se encuentra ndashpara eacutelndash lo que Koselleck (1979) llama un Sattelzeit una eacutepoca de paso Todos conocen las famosas palabras de Hazard ldquoUn diacutea el pueblo franceacutes pensaba como Bossuet el diacutea despueacutes como Voltaire No es el ordinario balancearse del peacutendulo Es una revolucioacutenrdquo Para Hazard es en este tiempo cuando la modernidad nace realmente ldquouna poliacutetica sin derecho divino una religioacuten sin misterio una mo-ral sin dogmas Una ciencia como una potencia capaz de someter la naturalezardquo (Ricuperati 2007 p 12) Estas son ndashnos dice Hazardndash las caracteriacutesticas habi-tualmente asociadas a la edad de la Ilustracioacuten soacutelo que en su texto el preten-de demostrarnos que ldquoellas se manifiestan mucho antesrdquo En este esfuerzo de redefinicioacuten de confines estaacute la novedad de un libro maravilloso cosmopolita y ndashauacuten hoyndash sorprendente para su ndashpodriacutea decirsendash frescura intelectual (por ejemplo hay paacuteginas fascinantes sobre la moda de Oriente el Espion du Grand Seigneur las Lettres persannes el filoacutesofo chino)

La idea principal consiste en afirmar que un ldquonuevo orden de las cosasrdquo prepara antes del fin del XVII el siglo dieciocho (Signorotto 2003) y es parecida a la intuicioacuten de Mornet debido a que la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten parecen en los antildeos treinta maacutes que vecinos familiares la madre sabia y la hija rebelde Como escribe Hazard ldquoDebemos reconocer que todas las orientaciones intelectuales que conducen a la Revolucioacuten Francesa remontan a los uacuteltimos antildeos del reinado de Louis XIVrdquo Esta idea de una liacutenea intelec-tualmente coherente hacia la modernidad parece hoy volver a estar de moda Jonathan Israel en una serie de gruesos voluacutemenes ha intentado demostrar que hay una ilustracioacuten radical que empieza con el pensamiento de Spinoza y de Bayle ndashautores de la misma eacutepoca propuesta por Hazardndash y prosigue hasta la Revolucioacuten de la cual es el verdadero motor Es remodelada y extenuada la vieja idea de Margaret Jacob (1981) de una ilustracioacuten democraacutetica y repu-blicana opuesta a las tesis de J A G Pocock de una ilustracioacuten conservadora y constitucional

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Se presenta de esta manera un tema crucial ndashque el espacio a disposicioacuten en este ensayo no permite desarrollarndash que es la tendencia de los historiadores culturales de explicar una de las ouvertures de la moderniteacute la Revolucioacuten como ya contenida en sus oriacutegenes intelectuales se pueden citar para esto una cantidad de libros desde el de Roger Chartier (1980) Les origines culturelles de la Reacutevolution franccedilaise al de Keith Baker (1990) Inventing the French Revolution hasta el punto que se podriacutea decir que ndashpara ellosndash se puede entender la Revolucioacuten Francesa soacutelo a traveacutes de los discursos ideoloacutegicos previos como si fuera posible encerrar toda su interpretacioacuten en el desarro-llo y el enfrentamiento de ideas los acontecimientos como los viacuteveres y las asistencias en las guerras vienen despueacutes de las primeras liacuteneas las vanguar-dias y siguen una ruta ya trazada es podriacutea decirse la historia de las ideas with the politics left out Como espero que quede claro eacutesta no es mi visioacuten

La otra ouverture de la moderniteacute es sin duda la Ilustracioacuten Hyppolite Taine soliacutea decir que si alguien ve un hombre que bebe aacutevidamente un licor y despueacutes se siente mal razonablemente pensaraacute que ese licor le ha hecho dantildeo El hombre es Francia y el licor por supuesto es la Ilustracioacuten El jui-cio sobre lo que hace bien o mal depende del juicio sobre la Revolucioacuten y todos sabemos muy bien coacutemo desde Edmund Burke hasta lrsquoAbbeacute Barruel se desarrolla la concepcioacuten de que la Revolucioacuten entendida como un mal habiacutea sido causada por la difusioacuten de las ideas de la Ilustracioacuten una idea que estaba mezclada con la visioacuten ndashmuy influyente despueacutesndash de la conspiracioacuten anti-cristiana de los philosophes que era tambieacuten una conspiracioacuten contra los gobiernos y contra la propiedad de parte de los ldquoanaacuterquicosrdquo y de los ldquoim-piacuteosrdquo es decir de los masones les illumineacutes los jacobinos

En cualquier caso los dos principios de la modernidad la Ilustracioacuten y la Revolucioacuten estaacuten estrictamente conectadas entre siacute (Furet 1998) El pro-blema de estas grandes reconstrucciones los cuadros histoacutericos descriptos por Mornet o por Hazard es su substancial idealismo Lo denuncia Lucien Febvre (1941) en su criacutetica ndashun verdadero truncamientondash del libro de Mornet al que acusa de haber renunciado a conectar maacutes profundamente literatura y vida social La acusacioacuten es naturalmente dirigida contra Gustave Lanson que es el inspirador y el maestro de Mornet y director de la Revue des deux mondes la revista en la cual colaboraba tambieacuten Hazard Yo creo que se puede decir una cosa maacutes En los antildeos treinta la Revolucioacuten Francesa era el

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hecho capital de la historia y el intento de explicar su misterio era un intento de aclarar digamos el Santo Grial de la civilizacioacuten occidental su profunda matriz Desde una perspectiva muy diferente se puede decir lo mismo de un libro publicado en 1932 el famoso Esquisse des mouvements des prix et des revenus en France au XVIII siegravecle de Ernest Labrousse un libro que ndashcomo se sabendash sin entrar en el periacuteodo de la Revolucioacuten y al contrario posicionaacuten-dose voluntariamente antes de su inicio pretende explicar ndasha traveacutes de la fluctuaciones econoacutemicas ciacuteclicas antecedentesndash su estallido en este caso en realidad la amenaza no es un licor nocivo sino una bomba de tiempo

Hay una impliacutecita fundacioacuten poliacutetica ndashque los italianos llamamos politi-citagravendash en los discursos realizados en los antildeos treinta sobre las ideas ilustradas exactamente como los discursos sobre una alternancia fluctuante de la Hausse y de la Baisse Porque al final razonar sobre lo viejo y lo moderno el Anti-guo Reacutegimen y la Revolucioacuten es razonar sobre el progreso y la civilizacioacuten francesa pivote y modelo de la historia de Europa Por esto cabe preguntarse cuaacutel es el verdadero sentido de la innovadora construccioacuten de Hazard y la respuesta que yo dareacute es que consiste en un sentido iacutentimamente y profunda-mente conciliador Habiacutea un contraste impliacutecito entre dos narraciones de la historia francesa una es la narracioacuten de la Revolucioacuten como hija legiacutetima de la Ilustracioacuten y la otra es la interpretacioacuten de la historia francesa consignada por Voltaire con su apogeo colocado en la eacutepoca de Louis XIV y su devalua-cioacuten del siglo XVIII Hazard mezcla estas dos visiones y lo afirma muy clara-mente Hay un momento de la historia europea en que casi hegelianamente el cetro cultural toca a Francia ldquoes la hora de Francia despueacutes de Espantildea despueacutes de Italiardquo Francia construye su grandeza sobre siacute misma y despueacutes de Descartes Pascal Corneille es el tiempo de Racine Moliegravere La Fontaine Francia se convierte en el centro de todo en la gran mediadora entre el viejo Sur y el nuevo Norte Es el tiempo del pasaje desde lrsquohomme honnecircte a su sucesiva transfiguracioacuten le philosophe Se construye asiacute un puente cultural entre absolutismo y Revolucioacuten que es parte de la vulgata por la cual la Revolucioacuten seriacutea al final el verdadero cumplimiento del absolutismo ldquosans monarchie absolue pas de reacutepubliquerdquo Un absolutismo claro entendido de una manera por la cual Napoleoacuten era el verdadero heredero de Luis XIV ol-vidando lo que Jean-Freacutedeacuteric Schaub llama ldquoel trato faraoacutenicordquo de su imagen es decir una figura ndashmuy espantildeola seguacuten Schaub (2003)ndash en la cual conver-

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gen la espada y la cruz La poleacutemica de Schaub es contra la curiosa persis-tencia hasta hoy de la vulgata de la Histoire de France de Ernest Lavisse y desde este punto de vista es sorprendente encontrar una nota casi nacionalista en un libro cosmopolita como el de Hazard Pero su visioacuten es clara la mo-dernidad empieza en el mismo periacuteodo en el cual ldquoLouis XIV estaba auacuten en su fuerza resplandeciente y radiosardquo No hay propaganda de imagen aquiacute ndashla faacutebrica del rey Sol nos dice Peter Burke (1992)ndash porque en realidad Hazard cree en el caraacutecter excepcional desde el punto de vista intelectual de la eacutepo-ca del Roi soleil y advierte a sus lectores que todas las ideas que despueacutes (hacia 1760 o 1789) pareceraacuten revolucionarias ya se habiacutean manifestado en torno de 1680 De esta manera la modernidad intelectual y la modernidad estatal la uacutenica realmente concebible en tiempos ndashlos antildeos Treintandash que han sido por lo menos de devocioacuten si no de adoracioacuten por el estado moderno finalmente coinciden En mi visioacuten Hazard es como un relojero que intentoacute hacer coincidir dos relojes descoordinados2

Muchas deacutecadas despueacutes desde nuestra eacutepoca desalentada y perpleja una observacioacuten se impone Es quizaacute tiempo de abandonar definitivamente aquella tendencia a contraponer modernidad y pasado pre-moderno de mane-ra neta Esta tendencia llega a los historiadores desde la ciencia social alema-na del siglo XIX Me refiero naturalmente a Gemeinschaft und Gesellschaft de Ferdinand Toumlnnies (1887) El mecanismo explicativo de esta contraposi-cioacuten es maacutes o menos el siguiente se enumeran las caracteriacutesticas que tipifican lo moderno (el desarrollo industrial y tecnoloacutegico la velocidad las relaciones sociales que se producen de modo complejo y no de la manera habitual cara a cara el crecimiento de la mediacioacuten estatal el desencanto etceacutetera) a esto se contraponen en negativo las caracteriacutesticas de un Antiguo Reacutegimen dibujado como antiacutetesis lo pre-moderno que mejor se podriacutea llamar lo no-moderno Una reconstruccioacuten coacutemoda en que el pasado es soacutelo un escenario un fondo teatral para la mise en scegravene del espectaacuteculo del progreso el gran baile de la modernidad Es un modelo persistente En mi reciente libro sobre los concep-tos utilizados por los historiadores y por las ciencias sociales (Benigno 2013) he hecho notar coacutemo la nocioacuten muy popular de sociedad liacutequida propuesta por el socioacutelogo polaco-judiacuteo Zygmunt Bauman es la re-proposicioacuten mutatis

2 Veacutease sobre esto Spitzer (1967)

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mutandis de la concepcioacuten de su maestro Georg Simmel Seguacuten Simmel la modernidad encarnada en la metroacutepolis empuja a los individuos en una di-reccioacuten nueva maacutes individualista y alejada de los ordinarios viacutenculos socia-les se trata de la llamada blaseacute attitude que define el tipo del flacircneur una reflexioacuten importante productora de largas influencias en la cultura del siglo XX tanto por parte de la literatura (el Baudelaire de Les fleurs du mal) o de la historia (el Walter Benjamin del Passagenwerk) como de la sociologiacutea (Robert Park y la escuela de Chicago) Es interesante notar que con Simmel esto cambioacute y la configuracioacuten del Lebenswelt el mundo de la vida ndashque eacutel utiliza para entender la Belle eacutepoquendash se funda sobre una oposicioacuten entre ele-mentos tradicionales y novedosos el antiguo reacutegimen versus la modernidad En Bauman la misma oposicioacuten caracterizariacutea la comprensioacuten de nuestro tiempo que nosotros no sabemos coacutemo definir y llamamos post-moderno o siguiendo a Ulrich Beck el tiempo de la segunda modernidad Soacutelo que ahora en lugar del Antiguo Reacutegimen estaacute en la perspectiva de Bauman lo moderno el tiempo duro de las identidades dadas (la nacioacuten la clase la fe) y de la so-lidez de la produccioacuten material del sistema de la faacutebrica fordista y taylorista un tiempo distinto y opuesto a otro tiempo el nuestro de supuesta liquidez Lo moderno podriacuteamos decir ha devenido en nuestro Antiguo Reacutegimen

Por esto los libros que nos ayudan maacutes hoy son quizaacute los que mezclan las cartas y no utilizan estas contraposiciones simples entre moderno y no moderno esquemas que pueden confundirnos maacutes que de ayudarnos Pienso en un libro provocativo para el momento en el que se escribioacute (1981) The persistence of the Old Regime de Arno Mayer Alliacute encontramos junto a te-sis poco compartibles nociones importantes sobre la relevancia en el siglo XIX de elementos sociales costumbres y lenguajes normalmente asociados con el Antiguo Reacutegimen Maacutes allaacute de Mayer se deberiacutea cuestionar la idea de la supervivencia en el tiempo la idea por la cual lo que se mantiene y persiste es un residuo inuacutetil e inservible de un pasado ya superado por la loacutegica del progreso Necesitamos por el contrario de una mayor atencioacuten hacia aquellas configuraciones que utilizan materiales antiguos como un patchwork como si fueran ladrillos para construir edificios nuevos detraacutes de sus fachadas claacutesicas

Dicho de otra forma quizaacute maacutes expliacutecita si hay una conciencia que es tiacutepicamente nuestra contemporaacutenea es la de considerar la modernidad no

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como un hecho sino como una forma de relacioacuten entre pasado y presente (que esconde naturalmente el futuro) una forma que nunca es definitivamente dada y que es tal porque nosotros la descubrimos hacieacutendola existir Y de esta relacioacuten debemos saber apreciar el sentido profundo e iacutentimamente am-biguo (rechazo y nostalgia) para the world we have lost

Pero si abandonamos la ruta maestra una viacutea que nos pareciacutea en el pasa-do una confortable y recta autopista y que ahora parece tal vez un camino sin salida (o que desemboca en un desastre) aquella ruta que conecta de una cier-ta manera absolutismo Ilustracioacuten y Revolucioacuten definiendo lo que podemos llamar el recorrido franceacutes a la modernidad la pregunta que debemos pro-poner es iquestCuaacutel es la posibilidad que tenemos de repensar desde hoy el nexo entre estos elementos (naturalmente redefinidos) e indicar una diferente ruta quizaacute maacutes incoherente y sinuosa llena de lo que los ingleses llaman twists and turns giros y curvas pero capaz de explicar lo que pasoacute de una manera contemporaacutenea (y no moderna) es decir capaz de responder a las preguntas de nuestro tiempo Esta ruta diferente exige repensar el concepto de absolu-tismo por lo menos desde hace veinte antildeos existen reflexiones en el aacutembito anglosajoacuten que han puesto en duda la nocioacuten de absolutismo entendido como reacutegimen hasta al punto de calificarla como un mito (Henshall 1992) Sin llegar a esto podemos definir el absolutismo como una elaboracioacuten doctrinal que corresponde a una tendencia a la asercioacuten del poder monaacuterquico no soacutelo en el sentido de self-sovereignty frente a los otros poderes con instancias universalistas (el Imperio el Papado) sino tambieacuten frente a la dominacioacuten de los cuerpos intermedios a traveacutes de la imposicioacuten de un sistema ejecutivo de mando (de derivacioacuten militar) que quizaacute tiene su modelo y su mayor rea-lizacioacuten en la reforma del tradicional sistema fiscal y en la introduccioacuten por Colbert de la ferme geacuteneacuterale Se observa muy bien en este caso cuaacuteles son los problemas principales de un sistema que pretende gobernar sin consenti-miento y a traveacutes de la amenaza de la fuerza y estos problemas son la escasa legitimacioacuten y el eacutexito incierto Claro que sacar dinero del bolsillo de la gente es siempre un trabajo difiacutecil y es evidente que el sistema tradicional ndashcon sus agotadoras mediaciones sociales sus bizantinas compensaciones administra-tivas y sus atrincheradas defensas juriacutedicasndash no era la mejor manera para conseguir raacutepido el dinero necesario para la guerra Pero la imagen que nos ofrece la investigacioacuten de Jean Nicolas (2002) sobre el nivel de conflicti-

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vidad de la sociedad rural francesa en el siglo XVIII leiacuteda en paralelo con las antiguas adquisiciones de Michel Morineau sobre Les faux semblants drsquoun deacutemarrage eacuteconomique dibujan un paisaje que hace reflexionar Hay un ejemplo muy claro sobre las actitudes de los franceses en cuanto al con-trabando Una de las ordonnances de Louis XIV nos relata Nicolas obliga a la poblacioacuten y a sus representantes alcaldes y curas a sonar las campa-nas a la vista de contrabandistas Las campanas sin embargo soliacutean estar completamente silenciosas A causa de esto se produciacutean encarcelaciones de oficiales locales alcaldes y curas y auacuten habiacutea gestos simboacutelicos de ruptura de campanas como castigo por una conducta juzgada como una muestra de in-subordinacioacuten Al final despueacutes de mucha presioacuten las campanas comenzaron finalmente a sonar pero no para advertir a las milicias de la presencia de la gente de contrabando sino por el contrario para advertir a los contrabandistas de que los milicianos estaban por llegar

Focalizamos nuestra atencioacuten en la vigilia de la Revolucioacuten y abrimos aquellos extraordinarios documentos que son los Cahiers de doleacuteances tex-tos que expresan la cultura poliacutetica franceacutes en vista de la convocatoria de los Eacutetats generaux En ellos encontramos una evidencia que debemos subrayar Praacutecticamente todos los textos presentados en esta ocasioacuten por los tres oacuterde-nes son de inspiracioacuten anti-absolutista en diferente sentido anti-absolutistas por supuesto

Hay textos reaccionarios que suentildean con una revanche nobiliaria pero en el sentido de una recuperacioacuten de poder de la noblesse drsquoepeacutee de un go-bierno de consejos en contra del poder ministerial y de la noblesse de robe Hay despueacutes textos monaacuterquico-constitucionales que quieren ldquohacer a la manera de Inglaterrardquo con un balance de poder entre el poder ejecutivo mo-naacuterquico y el legislativo en un marco constitucional Hay en fin textos maacutes radicales que apuntan a una carta constitucional de inspiracioacuten ldquoamericanardquo que limite el poder del soberano a favor de un parlamento dominado por el ldquotercer estadordquo es la idea expresada por ejemplo por Giuseppe Cerutti en uno de los panfletos del lsquo89 la Meacutemoire pour le peuple francais de una monarchie populaire El absolutismo franceacutes desemboca en un fracaso por muchas razones pero quizaacute la principal maacutes que por la crisis financiera es por la peacuterdida de la legitimacioacuten del reacutegimen ldquoantiguordquo con respecto a la clase dirigente del paiacutes

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Lo que seriacutea necesario desde el punto de vista de una historiografiacutea que quiera abandonar la vulgata del absolutismo triumphans es devolver la palabra a los que criticaron y combatieron el absolutismo y no aceptar sus declaracio-nes sin reflexionar bien Vemos un ejemplo el famoso discurso de la flagela-cioacuten dado por Louis XV frente al Parlement de Paris el 3 de marzo del 1766 ha sido visto tradicionalmente como el sello de una praxis ya desarrollada e indiscutible Por el contrario las aserciones tan perentorias de aquel discurso (ldquosoacutelo en mi persona reside el poder del Estadohellipsoacutelo de miacute las cortes sacan su existencia y autoridadhellipmi pueblo es una sola cosa conmigo y los derechos e intereses de la nacioacuten (hellip) estaacuten necesariamente unidos con los miacuteos y residen exclusivamente en mis manosrdquo) se deberiacutean ver menos como el zenit de una teoriacutea puesta en marcha que como el intento del reafirmar una autoridad abso-luta contestada circulan ideas que afirman que la presencia del Parlement y su funcioacuten son garantizadas por las leyes fundamentales del reino que sus dispo-siciones pueden criticar y anular actos regios e influenciar en la formacioacuten de las leyes y sobre todo que existe una nacioacuten como cuerpo separado del monar-ca Son los temas que inspiran el aacutespero conflicto en torno del Coup drsquoEtat del canciller Maupeou (1770) un golpe legal un intento fallido de someter la ma-gistratura francesa3 Y no olvidemos que en los Cahiers presentados se hablaba a menudo de la reunioacuten de los estados generales como la nation assembleacutee ante del juramento del Jeu de paume y del nacimiento de la Asamblea nacional

Estas ideas anti-despoacuteticas tienen sus antiguas raiacuteces en los textos bien conocidos de la resistencia hugonote desde la Francogallia de Franccedilois Hotman pasando por Des droits de magistrats de Theacuteodore de Beze hasta las Vyndiciae contra Tyrannos de Philppe Du Plessy-Mornay temas que la Liga habiacutea retomado y revitalizado a traveacutes del injerto del pensamien-to jurisdiccional de la segunda escolaacutestica y que se encuentran en todo el periacuteodo de las guerras de religioacuten y despueacutes en la Fronda este uacuteltimo acontecimiento que no es la farsa que la historiografiacutea ha pintado sino una verdadera tragedia una guerra civil entre los partidarios de una autoridad absoluta y los que intentaban resistirla Estos uacuteltimos prefieren juristas tra-dicionales como Jacques Cujas a los nuevos juristas politiques como Jean Bodin como bien se puede apreciar en la famosa harangue de Omer Talon

3 He presentado estos argumentos maacutes largamente en Benigno (2004)

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Auacuten en el momento maacutes toacutepico del absolutismo realizado -la larga eacutepoca de Luis XIV- existiacutean las ideas adversas al poder regio absoluto a su caraacutecter sin liacutemites sin viacutenculos Claro las memorias de Saint Simon eran en aquel tiempo desconocidas (aquellas memorias que ofrecen una visioacuten de la corte de Luis XIV como ha subrayado Le Roy Ladurie (1997) organizada por cabales es decir por facciones y no como un lugar aislado con el poder de uno solo) las obras de Le Laboureur y Boulainvilliers no estaban impresas y los escritos poliacuteticos de Feacutenelon tampoco Pero hay toda una circulacioacuten manuscrita y al final Les aventures de Telemaque circularon despueacutes de su impresioacuten no autorizada en 1699 Como se sabe Feacutenelon era el preceptor del duque de Borgontildea Luis de Francia hijo del Grand Dauphin y hermano mayor de Felipe V de Espantildea segundo de la liacutenea sucesoria al trono franceacutes (devenido primero despueacutes de la muerte de eacuteste en 1711) y padre de Luis XV Como se sabe en el ciacuterculo del duque de Borgontildea (en el cual parti-cipaban el duque de Chevreuse el duque de Beauvilliers lrsquoabbeacute de Saint Pierre) se planteaba una renovacioacuten completa del sistema poliacutetico franceacutes una propuesta que fue en parte realizada despueacutes de la muerte del desafor-tunado duque por Felipe II drsquoOrleacuteans en los pocos antildeos de su regencia con la introduccioacuten del sistema de la ldquopolisinodiardquo y el regreso de la alta noble-za a la participacioacuten poliacutetica Conocemos los proyectos poliacuteticos del ciacuterculo a traveacutes de textos como el Projets de gouvernemnt du duc de Bourgogne dauphin un trabajo atribuido al duque de Saint-Simon (Mesnard 1860) Se explica alliacute la idea de una monarquiacutea mixta y atemperada que es la misma idea de Feacutenelon que ensentildeaba al Duque que el pueblo necesita de leyes constantes y consagradas por toda la nacioacuten que estas leyes deben estar por encima de los que gobiernan y que los gobernantes no tengan otra autoridad sino a traveacutes de ellas incluso el soberano porque su persona aislada de la ley es nada El Rey puede todo sobre el pueblo pero las leyes pueden todo sobre eacutel Para Feacutenelon el soberano es ante que todo la ley viviente dada por Dios para el bien del pueblo y el poder absoluto es una doctrina que pervierte la cabeza que disgusta una poliacutetica tiacutepica de las naciones maacutes baacuterbaras Son ideas muy parecidas a los expresadas en las Lettres persannes (1721) contadas a traveacutes del divertido extraviacuteo de Usbek y Rica a Pariacutes dirigido a demonstrar la peligrosidad de la maldita invencioacuten de Richelieu su arma fatal la reunificacioacuten de los tres poderes en uno soacutelo

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No se trata uacutenicamente de la resistencia de viejos equilibrios que Montesquieu teoriza en nueva forma se trata de la idea de la existencia de una fuente de legitimacioacuten irrenunciable que debe participar en la forma-cioacuten de las leyes La Lit de justice no es soacutelo ni principalmente un molesto escamoteo es la declaracioacuten clara de que el poder del rey necesita la con-vergencia de sus dos cuerpos y el segundo el cuerpo miacutestico-poliacutetico tiene una existencia propia reglada que se manifiesta a traveacutes de representantes (Kantorowicz 1957) No deberiacuteamos olvidar que el duque de Borgontildea habiacutea declarado su voluntad de dar nueva vida a los Eacutetats generaux

No es extrantildeo que en libros como el de Hazard o el de Mornet no haya espacio de reflexioacuten sobre todo esto en Hazard la poliacutetica simplemente no estaacute y Mornet habla de estos temas en dos decepcionantes paacuteginas

Estas ideas persisten desde la Fronda hasta la remonstrance del 11 de abril 1788 en que el parlamento declara abiertamente que el despotismo mi-nisterial y el poder arbitrario han remplazado a las leyes y que el ataque a la magistratura guardiana de las leyes es un ataque a la libertad puacuteblica El famoso episodio en que Louis Philippe drsquoOrleacuteans descendiente del duque de Borgontildea regente y que un diacutea devendraacute Philippe-Egaliteacute reaccionaba al intento de Luis XVI que se atribuyoacute como una declaracioacuten propia la afirmacioacuten sobre el valor de ley sin la convocatoria de una regular lit de justice afirmando que esto era ilegal (y provocando la famosa reacuteplica so-berana ldquoes legal porque lo quiero yordquo) el episodio expresa claramente esta contradiccioacuten irresuelta que seraacute solucionada soacutelo con la Revolucioacuten La invitacioacuten de Denis Richet (1992) a tomar la instancia nobiliaria de un control social del poder monaacuterquico como una exigencia constitucional innovadora pese a la apariencia tradicional y conservadora y en substancia una forma de liberalismo poliacutetico aun si primitivo no ha sido recogida por la historiografiacutea

Para los actores sociales del tiempo decir Orleacuteans seriacutea sentildealar un refe-rente poliacutetico antiguo porque antes de Louis-Philippe habiacutea estado el Philippe II regente y antes de este en el tiempo de la Fronda otro Orleacuteans Gastoacuten el hermano de Louis XIII conocido como Monsieur que habiacutea representado el punto de referencia de todas las oposiciones al tiraacutenico reacutegimen de Richelieu Estas tradiciones que a nosotros nos parecen poco importantes no eran insig-nificantes a los ojos de los actores histoacutericos Tomemos otro ejemplo detraacutes

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de la impalpable y conciliatoria perspectiva que presenta el nacimiento de la esfera puacuteblica como un parto involuntario y secreto concebido bajo las ena-guas del absolutismo en lugares reparados y obscuros como las academias y las logias masoacutenicas y desde alliacute pasando en su juventud por los cafeacutes y los salones la verdad es que la formacioacuten de una verdadera opinioacuten puacuteblica estaacute siempre relacionada con momentos de mucha discusioacuten sobre la res publica Y los actores histoacutericos ya a la mitad del XVII sabiacutean bien coacutemo las batallas se combaten con las armas pero tambieacuten con los opuacutesculos

Jean- Marie Constant (2007) es uno de los pocos historiadores franceses que nos ha relatado coacutemo toda la historia de la ascensioacuten de Richelieu al poder estaacute acompantildeada por cantidad de panfletos producidos por su equipo aquel team que Franccedilois Hildesheimer (2004) nos ha dibujado un atelier drsquoeacutecriture en que habiacutea literatos teoacutelogos juristas y filoacutesofos En los salo-nes ilustrados de la Pariacutes de la segunda mitad del XVIII pasaba lo mismo Cada faccioacuten cortesana teniacutea su saloacuten y sus plumes Cada grupo se defendiacutea y atacaba los otros grupos en el gran teatro de la opinioacuten puacuteblica y al mismo tiempo en los pasillos de la Corte

Naturalmente si esto pasaba en el devenir cotidiano en los momentos de tensioacuten poliacutetica esta actitud se ampliaba La Fronda es una lucha de armas y de plumas y todos los contendientes tienen las suyas Y en la vigilia de la Revolucioacuten Francesa el duque de Orleacuteans combate su batalla enrolando abiertamente o no a literatos como Choderlos de Laclos ensayistas como el abad Sieyegraves y Cerruti

Esto no quiere decir que no haya cambios sino que el cambio es una cosa compleja que se explica mal a traveacutes de oposiciones dicotoacutemicas Hay periacuteo-dos en particular en los cuales el cambio se acelera Como ha escrito Alfred Cobban el hijo que nace la nueva sociedad dada a luz por la Revolucioacuten no estaacute integrada por los individuos racionales y utilitarios imaginados por los filoacutesofos Los grandes procesos histoacutericos no son la suma de componentes que se agregan Son parecidos a las reacciones quiacutemicas cuyos resultados pueden ser enteramente diferentes de los ingredientes que la componen De-bemos aceptar el hecho de que no ha sido la primera vez (y no seraacute la uacuteltima) en que una revolucioacuten nacida para introducir un sistema ordenado por nuevas concepciones se transforma en una eacutepoca controlada por ideas diferentes y algunas veces opuestas (Cobban 1941 p 51)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional

Ariel Gamboa(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

En los uacuteltimos diez antildeos algunos trabajos han surgido dentro de un nue-vo campo en el estudio de la Historia que se ha denominado Historia de las emociones (Moscoso 2015) Las principales investigaciones han surgido del mundo anglosajoacuten y han puesto el acento en las emociones como expresioacuten de los sentimientos (Zaragoza Bernal 2013) En este sentido no han sido po-cos los esfuerzos por tratar de definir queacute se entiende por una Historia de las emociones sin embargo maacutes que respuestas han surgido nuevas preguntas

La novedad de pensar la corte como una comunidad social y emo-cional y sus viacutenculos con el Rey Prudente es el principal objetivo que el presente estudio se propone En este sentido las fuentes escritas como vi-suales vinculadas al entorno cortesano constituiraacuten nuestro principal foco de intereacutes a los efectos de poder hacer visible un mundo poco explorado por la historiografiacutea Emociones y sentimientos circularon en los espacios de poder de la monarquiacutea y quedaron reflejadas en cartas pinturas y hasta objetos del mundo cortesano El desafiacuteo consiste asiacute en visibilizar aquellos sentimientos que se mantuvieron ocultos a los ojos de varias generaciones de historiadores

Gamboa A (2017) La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocio-nal En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la tra-yectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Pla-ta Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Ariel Gamboa

Fue Norbert Eliacuteas quien elaboroacute un esquema explicativo sobre la manera en que las normas eran incorporadas por los sujetos poniendo el eacutenfasis en el cambio histoacuterico entre la Edad Media y la Modernidad Asiacute las expresiones sensoriales y afectivas como la conducta social eran vistas de manera dinaacute-mica y no estaacutetica Eliacuteas (1993) afirmaba que

El sistema emotivo del individuo se transforma de acuerdo con los cambios de

la sociedad y la transformacioacuten de las relaciones interhumanas en la sociedad

aumenta la cantidad de acciones y de individuos de los que dependen permanen-

temente las personas y sus actos en el individuo se convierte en costumbre la

capacidad de prever las consecuencias de prolongadas cadenas de acciones Y al

igual que se transforma el comportamiento y el sistema emotivo del individuo

tambieacuten cambian consecuentemente la consideracioacuten reciacuteproca que las personas

se profesan la imagen que el individuo tiene del individuo se hace maacutes matizada

maacutes libre de emociones momentaacuteneas es decir se psicologiza (pp 484-485)

Es por ello que en primer teacutermino resulta fundamental definir algunos conceptos que guiaraacuten el presente trabajo vinculado a la Historia de las emociones pero en el sentido de tomar a esta como una perspectiva de anaacute-lisis del pasado Ahora bien seguacuten el Diccionario de la RAE por emociones se entiende a la ldquoalteracioacuten del aacutenimo intensa y pasajera agradable o pe-nosa que va acompantildeada de cierta conmocioacuten somaacuteticardquo mientras que por sentimiento ldquohecho o efecto de sentir o sentirserdquo Asiacute las emociones pueden ser entendidas como reacciones es decir las formas en que respondemos a los sucesos

La definicioacuten realizada por Baacuterbara Rosenwein sobre las comunidades emocionales puede cuadrar en el esquema cortesano de la Espantildea del siglo XVI Para la autora se entiende a una comunidad emocional como un gru-po de personas que adhieren a un conjunto de normas y reglas que puede coexistir y variar con el paso del tiempo (Rosenwein 2006) Por lo tanto la Corte de Felipe II fue una comunidad social y emocional constituida por un complejo entramado de viacutenculos no desprovistos de sentimientos y emocio-nes Efectivamente la clave radica en pensar en una historia de los viacutenculos afectivos que dan sentido y coherencia al entramado de relaciones entre indi-viduos emocionales

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

Se entiende a la Corte como un espacio de poder (Vaacutezquez Gestal 2005) en primer lugar como un sistema de organizacioacuten sociopoliacutetica compuesto por el gobierno de las casas reales los Consejos y tribunales y por uacuteltimo los cortesanos (Martiacutenez Millaacuten 2006) En este complejo entramado pre-dominaban las relaciones no-institucionales por sobre las instituciones En segundo lugar la Corte no puede ser entendida como una comunidad emocio-nal estaacutetica Por el contrario la dinaacutemica de la misma se comprende a partir de las trasformaciones generadas por las distintas partes que la constituyen Retomando a Eliacuteas (1993)

En la sociedad civilizada se responde al caacutelculo con el caacutelculo en la no civilizada se

responde al sentimiento con sentimiento Este vigor de las emociones inmediatas

sin embargo vincula al individuo a un nuacutemero limitado de comportamientos posi-

bles si los demaacutes son amigos o enemigos buenos o malos (hellip) Y si estas sensa-

ciones producen en eacutel una sensacioacuten de alegriacutea o tristeza piensa que los fenoacutemenos

tienen relaciones de amistad o enemistad hacia su propia persona (hellip) Todo parece

depender de modo directo de las sensaciones que percibe el individuo (p 485)

iquestQueacute aspectos reglaban el comportamiento de la corte en la Espantildea del siglo XVI La Moral catoacutelica regiacutea de alguna manera la conducta de los individuos tanto en la corte como fuera Sin embargo es sabido que el clima cortesano en los inicios de la modernidad era por demaacutes complejo esto podriacutea explicar el eacutexito del libro de Castiglione con sus recomendaciones para convertirse en el perfecto cortesano Si la sociedad generaba cambios en los individuos la corte como una comunidad emocional podiacutea hacerlo sobre los sujetos que la integraban Los estados de aacutenimo del rey podiacutean modificar el clima emocional cortesano En palabras de Checa Cremades (1989)

La formalizacioacuten y el sentido de riacutegida etiqueta que preside toda la vida de la

corte y que hizo que algunos embajadores consideraran al mismo Rey como

una ceremonia en siacute misma constituye uno de los rasgos maacutes caracteriacutesticos del

entorno de Felipe (hellip) La rigidez que demuestran (los retratos) no es una rigidez

propia de la persona ni siquiera del estilo personal de artistas como Saacutenchez

Coello o Pantoja de la Cruz Se trata de la marca distintiva del sello de la majes-

tad real como se concebiacutea en la corte de los Austrias espantildeoles (p 129)

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Ariel Gamboa

Por su parte en consonancia con el concepto de ldquohabitusrdquo de Bourdieu Monique Scheer (2012) entiende las emociones como praacutecticas en el sentido que se reflejan en las disposiciones corporales gestos y reflejos entendidos en un contexto cultural En ese sentido se puede pensar en el retrato de corte como representacioacuten pictoacuterica de las emociones y sentimientos constituido por elementos valorativos que conforman una expresioacuten de los afectos o ma-terializacioacuten de las emociones Los signos corporales visibilizan el acceso a los estados emocionales del sujeto retratado En siacutentesis el retrato de corte de la segunda mitad del siglo XVI para el caso espantildeol es un modelo icoacutenico de alto contenido emocional y constituye uno de los ejes fundamental por cierto de este trabajo

Las caracteriacutesticas emocionales de la corte Felipe II tienen principal-mente su origen en el caraacutecter del rey Para ello resulta fundamental repen-sar el clima emocional en donde se forjoacute la personalidad del futuro rey es decir la Corte de Carlos V

La educacioacuten de Felipe IICuando Carlos de Gante llega a Castilla (1517) trae consigo un seacutequito in-

tegrado por sentildeores borgontildeones (Chabod 2003) Las diferencias con la nobleza castellana se ponen en evidencia en los difiacuteciles antildeos de 1517 a 1521 Contrae matrimonio con Isabel de Portugal (1526) naciendo el primogeacutenito un antildeo maacutes tarde Que Felipe II haya intentado ocultar o disimular sus emociones parece haber sido signado desde el momento que nacioacute El diacutea del parto la emperatriz ordenoacute que se le cubriese el rostro con un pantildeo para que nadie viera las angustias causadas por los dolores del parto ldquopuedo morir pero no gritareacuterdquo (Parker 1984 p 21) habriacutea pronunciado aquel 21 de mayo de 1527 en Valladolid

Los asuntos del Imperio y las guerras en Europa alejan a Carlos I de los reinos ibeacutericos durante varios antildeos motivo por el cual priacutencipe Felipe que a diferencia de su padre ha nacido en Castilla seraacute criado y educado en la peniacutensula bajo el cuidado de su madre La ausencia casi constante del em-perador y la escasa correspondencia era causa de la melancoliacutea de su esposa estado que no pasoacute desapercibido por el joven priacutencipe El mismo Felipe cuarenta antildeos maacutes tarde debioacute haber tenido presente este hecho y evitar de repetirlo mediante la permanente correspondencia que mantuvo con sus pro-pias hijas las Infantas (March 1941)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El primer ayo del priacutencipe fue Pedro Gonzaacutelez de Mendoza y el primer maestro Juan Martiacutenez de Siliacuteceo tarea que luego fue completada por1

(hellip) sus nuevos profesores fueron Cristoacutebal Calvete de Estrella (Latiacuten y Griego)

Honorato Juan (Matemaacuteticas y Arquitectura) Juan Gineacutes de Sepuacutelveda (Geogra-

fiacutea e Historia) Don Juan de Zuacutentildeiga fue quien completoacute el modelo de educacioacuten

elegido por Carlos I para su hijo al ser el encargado de su desarrollo fiacutesico y

emocional incluyendo sus modales Pero gracias a eacutel se convirtioacute en un maestro

escondiendo las emociones resultando una persona fuerte y respetada No cabe

la menor duda de que tanto Don Juan Zuacutentildeiga como Honorato Juan alcanzaron

los objetivos educativos que les encomendaron Gracias a la educacioacuten recibida

primero Felipe II llegoacute a ser un auteacutentico maestro en ocultar sus sentimientos y

actuar con suma prudencia (Peacuterez Goacutemez 2011 p 372)

Desde 1535 las actividades de la casa del priacutencipe estuvieron regidas por Juan de Zuacutentildeiga2 quien en palabras de Parker (1984) le ensentildeoacute ldquo(hellip) autodo-minio y disciplina Felipe se acostumbroacute a ocultar sus sentimientos y conte-ner sus emocionesrdquo (p 26) Su educacioacuten y sentimientos seraacuten consecuencia de ese aacutembito La muerte de la emperatriz (1539) impactoacute notablemente en los individuos de la Corte el emperador se recluiraacute en el Monasterio de Santa Mariacutea de la Silsa la conversioacuten de Francisco de Borja se daraacute en esos momentos en cuanto al priacutencipe le corresponderaacute presidir las ceremonias fuacutenebres hasta el destino final en la Capilla Real de Granada El regreso de Carlos a Espantildea implicaraacute el inicio de la formacioacuten poliacutetica del priacutencipe como complemento a la formacioacuten primera

Felipe recibioacute distintas ldquoInstruccionesrdquo por parte del emperador3 Tal vez la maacutes importante fue la de 1543 en la cual indica distintos consejos sobre el arte de gobernar y el cuidado con sus hombres maacutes cercanos ldquo(hellip) no fiarse nunca de nadie no demostrar nunca sus emociones (hellip) ser devoto y teme-roso de Dios en todo momento (hellip)rdquo (Parker 1984 p 38) instrucciones que Felipe siguioacute toda su vida

1 Pedro Gonzaacutelez de Mendoza era el hijo del IV Duque del Infantado y Obispo de Salamanca

2 Don Juan de Zuacutentildeiga fue tambieacuten mayordomo mayor del priacutencipe murioacute en 1546

3 Las Instrucciones de 1529 1543 1548 y 1556

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Ariel Gamboa

Felipe II prefirioacute escribir antes que hablar De hecho la mejor fuente de informacioacuten sobre el rey prudente radica en los documentos de los Condes de Altamira dispersos hoy en diversos archivos de Europa Constituido por los papeles personales del rey estaacuten tambieacuten los

(hellip) billetes o notas en las que el rey expresaba sus deseos y con frecuencia sus

sentimientos maacutes iacutentimos a sus colaboradores maacutes cercanos Aunque Felipe II no

mantuvo ninguacuten diario parece haber utilizado estos papeles de trabajo como una

especie de escape para sus emociones sus pensamientos y sus razonamientos asiacute

como para sus decisiones (Parker 1984 pp 17-18)

La Corte de Felipe IIRevisar los viacutenculos emocionales que se dieron en la corte durante el

extenso reinado de Felipe II (1555-1598) excede completamente este trabajo Sin embargo el inicio como el final estaacute marcados por momentos de pro-funda emotividad la ceremonia de abdicacioacuten del emperador en Bruselas y los 53 diacuteas de sufrimiento antes de la muerte el 13 de septiembre de 1598 En el principio las palabras de Carlos V conmueven a los presentes y estaacuten signadas de la recomendacioacuten para con su hijo a quien lega buena parte de su imperio en el final es el mismo Felipe quien solicita a sus dos hijos que contemplen la degradacioacuten del cuerpo en sus uacuteltimos momentos

Hacia 1561 Felipe II establece la corte en Madrid y en 1563 comienza el disentildeo y edificacioacuten del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial emblema de su reinado y expresioacuten maacutexima del intereacutes del rey por las letras y las artes (Fernaacutendez Aacutelvarez 1998) Fue El Escorial el escenario de la corte de Felipe II donde residioacute a la vez el monarca austero y severo del imperio maacutes poderoso de entonces como tambieacuten el hombre que cuya imagen fue marcada por la leyenda negra (Kamen 1997) Las obras culminaron en 1584 y fue entonces cuando ldquo(hellip) el rey lloroacute abiertamente de emocioacutenrdquo (Parker 1984 p 208)

El peor antildeo del reinado de Felipe II fue 1568 La muerte de Isabel de Valois y la de Don Carlos los problemas en Granada los Paiacuteses Bajos e in-cluso la posibilidad de volver a contraer matrimonio La carta que escribe a principios de 1569 al cardenal Diego de Espinosa da cuenta de las emociones que invaden al rey por estar tan mal las cosas (Parker 1984 pp 122-123)

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La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II

El mismo Parker (1984) cita la anotacioacuten del secretario que archivoacute la carta ldquoOjo que no se ha de ver sino por su magestadrdquo (p 23)

Hacia 1580 el poder de Felipe II estaba en su cenit Del rostro del rey habiacutea desaparecido el pudor y la timidez y la imagen del retrato de esos antildeos4 y muestra ldquoseguridad serenidad y resolucioacuten (hellip) sus ojos eran claros y se-veros y su presencia imponiacutea miedo a muchos hombres que le visitabanrdquo (Parker 1984 p 193) El retrato de Sofonisba Anguissola posee todaviacutea al-gunos rasgos del joven Priacutencipe de Espantildea pintado por Tiziano5 donde Felipe se muestra en armadura o unos antildeos luego el de Antonio Moro como heacuteroe de San Quintiacuten6 Todo ello se opone a uno de los uacuteltimos retratos de Pantoja de la Cruz7 donde el rey se ve claramente enfermo y debilitado incluso la mirada encierra la melancoliacutea de la debilidad del cuerpo Estos cambios fue-ron detectados por los cortesanos Parker (1984) cita al embajador franceacutes quien deja una perfecta impresioacuten de Felipe hacia 1584 ldquoel rey comienza a envejecerhellip Su rostro no es tan hermoso lo que demuestra que su espiacuteritu debe estar oprimido por las preocupaciones que lo hacen maacutes melancoacutelico de lo que soliacutea serrdquo (p 194) Con todo la solemnidad y el distanciamiento son rasgos comunes

Sin embargo de estos antildeos datan las cartas que el rey envioacute a sus hi-jas desde Portugal donde permanecioacute entre 1581 y 1583 Son un conjunto de cartas que fueron analizadas por Gachard8 Spivakovsky (1975) y Bouza (1998) Como los especialistas han demostrado las mismas evidencias al rey como un padre afectuoso preocupado por sus hijas Las Infantas hija de Isabel

4 Felipe II por Sofonisba Anguissola (1565 y 1573) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 88 x 72 cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-ii7d7280d6-5603-488a-8521-933acc357d7a

5 Felipe II por Tiziano (1551) Museo del Prado Oacuteleo sobre lienzo 193 x III cm httpswwwmuseodelpradoescoleccionobra-de-artefelipe-iid12e683b-7a51-41db-b7a8-725244206e21

6 Felipe II por Antonio Moro (1560) El Escorial Vestido con Armadura diacutea de la Batalla de San Quintiacuten Oacuteleo sobre lienzo 207x123 cm httpsuploadwikimediaorgwikipediacommons226King_PhilipII_of_Spainjpg

7 Felipe II por Juan Pantoja de la Cruz (1590) Tamantildeo natural Real Biblioteca de El Esco-rial Oacuteleo sobre lienzo 181 x 95 cm httprbmepatrimonionacionaleshomeSobre-la-BibliotecaSa-lon-PrincipalPinturas-al-oleoaspx

8 Gachard publica hacia 1884 en Pariacutes las Cartas de Felipe II a sus hijas

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Ariel Gamboa

de Valois fueron las hijas predilectas del rey Parker (1984) afirma que el rey poco demostroacute su tristeza por la muerte prematura de los hijos que tuvo con su cuarta esposa Ana de Austria mas no asiacute al saber de la muerte de Catalina Micaela duquesa de Saboya Felipe ldquo(hellip) se derrumboacute Lloroacute y se enfurecioacute chilloacute y gritoacute de manera nunca vista (hellip)rdquo (p 197) Es evidente que el rey extrantildeara a su hija que residiacutea en Turiacuten puesto que 1588 escribioacute a la infanta ldquoAyer hizo tres antildeos que os embarcaste y que no te veo que no te ha dado agora poca soledad y seacute que con razoacuten la puedo tener de vos por lo que me quieres y yo os quierordquo (Parker 1984 p 198)9

Las victorias o las derrotas eran pensadas por el rey como resultado del accionar de la Providencia en este plano tambieacuten las emociones religiosas del rey y del reino eran puestas de relieve Con la noticia de la derrota en 1588 de la Grande y Feliciacutesima Armada (Alcalaacute Zamora 2004) el rey se hundioacute en un sentimiento de desesperacioacuten en palabras de unos de los monjes de El Escorial la desgracia ocurrida era

(hellip) digna de llorar toda la vidahellip porque nos han perdido miedo y hemos per-

dido toda buena reputacioacuten de hombres belicosos que soliacuteamos tenerhellip Fue ex-

trantildeo el sentimiento que causoacute en toda Espantildeahellip Casi toda Espantildea se cubrioacute de

lutohellip no se oiacutea otra cosa (Parker 1984 p 189)

Los asuntos que aquejaron a Castilla a partir de 1595 la despoblacioacuten la peste las malas cosechas habiacutean preocupado al secretario Mateo Vaacutezquez el rey respondioacute a aconsejando ldquoNo dejeacuteis perseverar la (debilidad) a melancoliacutea que es muy mala cosa aunque los tiempos la traen consigo (hellip) me duele mu-cho ver el estado en que estaacute la Cristiandadrdquo (Parker 1984 p219)

Los cambios en los viacutenculos emocionales que se daban en la corte al cambiar de rey parecen evidenciarse en palabras de un cortesano que ob-servaba el deterioro de Felipe II hacia los uacuteltimos antildeos de su vida observoacute ldquocuando eacutel marche nos encontraremos en otro escenario y todos los persona-jes del mismo seraacuten distintosrdquo (Parker 1984 p 232)

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

algunas reflexiones

Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez(Universidad de Cantabria Espantildea)

La historiografiacutea en torno a la venalidad de los oficios puacuteblicos en la Cas-tilla de los siglos XVI y XVII ha progresado enormemente desde los trabajos pioneros que historiadores de la talla de Antonio Domiacutenguez Ortiz (1970 pp 105-137) y Francisco Tomaacutes y Valiente (1970 pp 125-159 1982a pp 159 y ss) dedicaron al estudio de estos problemas al filo de los antildeos setenta del siglo pasado A partir de entonces y por largo tiempo las investigaciones rea-lizadas al respecto se centraron fundamentalmente en el aacutembito de los oficios municipales y siguieron para ello distintas liacuteneas de investigacioacuten Una de las maacutes prontamente iniciadas fue la que trataba de cuantificar las ventas sobre la base de fuentes generales y de observar la evolucioacuten de las mismas a lo largo del tiempo (Cuartas Rivero 1984 pp 225-260) Maacutes frecuentemente sin embargo los historiadores entendieron la venalidad de los cargos puacuteblicos como un instrumento de promocioacuten social en el contexto de una monarquiacutea cuyas constantes necesidades financieras la forzaban a poner en venta un

Fortea Peacuterez J I (2017) El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algunas reflexiones En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

nuacutemero significativo de oficios de esta naturaleza cuando no la moviacutean a crear otros nuevos con ese uacutenico objetivo La perspectiva hacendiacutestica se mezclaba de esta forma con la socioloacutegica para inspirar un buen nuacutemero de estudios sobre los grupos de poder que controlaban el gobierno de las ciudades de Castilla algunos de ellos de excelente factura o sobre las diversas formas de acceder a los cargos municipales o de transferirlos en el seno de ciudades concretas Con el paso del tiempo el universo de las ventas se fue ampliando a otros oficios singularmente los militares (Andujar Castillo 1991 2004) pero no soacutelo a ellos y a otros supuestos hasta abarcar un abigarrado y he-terogeacuteneo universo de ventas en el que se mezclaban las de jurisdicciones hidalguiacuteas baldiacuteos alcabalas y un largo etceacutetera1

Salta a la vista por tanto la complejidad que reviste el fenoacutemeno de la venalidad de los cargos puacuteblicos La perspectiva hacendiacutestica y en menor medida la propiamente socioloacutegica son las maacutes inmediatas Las recientes in-vestigaciones sobre el tema han aportado uacuteltimamente numerosos datos que permiten ponderar la importancia que la venta de cargos puacuteblicos llegoacute a te-ner como generadora de ingresos para la real hacienda bajo los Austrias Por otro lado los abundantes trabajos existentes sobre las eacutelites de poder de las ciudades espantildeolas han mostrado siempre una marcada predileccioacuten por el estudio de las oligarquiacuteas municipales con menoscabo incluso de la atencioacuten que sin duda merecen sus otros componentes El fenoacutemeno de la venalidad muestra tambieacuten sin embargo un componente doctrinal juriacutedico y poliacutetico que tambieacuten plantea numerosos problemas de interpretacioacuten y sobre cuyo impacto en la praacutectica cotidiana de la venalidad no estamos todaviacutea suficien-temente informados Quiero decir con ello que el avance de nuestros conoci-mientos sobre el tema aun siendo muy apreciable se ha producido de forma un tanto desequilibrada El brillo de las ventas del dinero que subyace a ellas y del poder que revelan o que conllevan ha dejado a veces en penumbra otros aspectos de una praacutectica indudablemente compleja y en ocasiones oscura

Consideremos en primer lugar los aspectos doctrinales del problema Crear oficios como tambieacuten aumentar el nuacutemero de los ya existentes era con-siderado una consecuencia de la potestad jurisdiccional ldquoCreatio Magistratuum

1 La bibliografiacutea sobre la venta de cargos puacuteblicos es muy abundante Ver un estado de la cues-tioacuten en obras como las de Hernaacutendez (1997 pp 71-95) Jimeacutenez Estrella (2012 pp 259-272) Dedieu (2011 pp 19-28) y Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 119-144)

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amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo sentildealaba Juan Bautista Larrea (1645) en sus Allegationum Fiscalium2 Podiacutea discutirse sin embargo sobre a quieacuten correspondiacutea ejercerla o bajo queacute supuestos debiacutea hacerse El problema en principio parece faacutecil de resolver por cuanto era opinioacuten comuacuten entre los tra-tadistas la de que el pueblo al constituirse en tanto que comunidad poliacutetica habiacutea transferido al rey en virtud de la llamada lex regia de imperio la plena soberaniacutea de la que hasta entonces habiacutea sido uacutenico depositario De esta forma los priacutencipes habiacutean recibido todos los poderes del pueblo y entre ellos el de crear oficios Ahora bien decidir si ademaacutes podiacutean venderlos era una cues-tioacuten distinta a la que era posible dar respuestas divergentes Domingo Baacutentildeez (1595) por ejemplo al pasar revista en sus Decisiones de Iustitia et Iure a las diversas respuestas que se habiacutean dado a este problema ndashldquoutrum Rex habeat dominium istorum officiorum et utrum possit ista officia vendererdquondash sentildealaba la de aquellos autores seguacuten la cual el rey no podiacutea enajenar oficios simplemente porque nunca el pueblo le habiacutea transferido la potestad de hacerlo Si el papa pese a haber recibido plenos poderes jurisdiccionales de Cristo ndashel dominium Pontificatus et iurisdictionisndash no era propietario ndashdominusndash de los oficios ecle-siaacutesticos por analogiacutea el rey tampoco lo era de los temporales Los oficios en definitiva perteneciacutean al pueblo no al rey El monarca no podiacutea disponer de ellos y no por otro motivo sino porque no eran suyos sino del pueblo Ven-derlos supondriacutea ademaacutes obrar contra la justicia distributiva que obligaba a elegir para cualquier cargo ya fuera eacuteste eclesiaacutestico o secular a los maacutes dignos y a no hacerlo por dinero Siendo esto asiacute el monarca que tratara de obtener con su venta un beneficio particular se comportariacutea como lo hariacutea un tirano El propio papa Alejandro VI al que Baacutentildeez (1595 p190) citaba expresamente en este punto se habiacutea pronunciado en tal sentido y lo mismo hariacutean y por motivos semejantes entre otros Francisco de Vitoria o Bartolomeacute de Las Casas3

2 ldquoEt regem posse creare Magistratus amp ad illum pertinere officia Reipub constituere (hellip) et id non solum in officiorum creatione sed etiam in augmento amp ampliatione (hellip) Id quia creatio Magis-tratuum amp officiorum est fructus iurisdictionisrdquo (Larrea 1645)

3 ldquoDe priore dubio est sententia Adriani in 4 materia de restitutione paulo post principium qui negat reges habere dominium istorum officiorum Et ratius eius est quia nunquam respublica transulit tale dominium in regemrdquo (Bantildeez 1595 MDXCV LXIII II p 190) La obra del papa Alejandro VI es Quaestiones in Quartum sententiarum De restitutione Lugduni 1545 El pensamiento al respecto ndashde Vitoria Bartolomeacute de Las Casas el cardenal Cayetano Domingo de Soto y Vaacutezquez de Menchacandash es analizado por F Tomaacutes y Valiente (1977 p 645)

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No obstante tambieacuten eran muchos los que defendiacutean la opinioacuten contra-ria Ciertamente podiacutea tambieacuten decirse el rey habiacutea recibido del pueblo to-dos sus poderes y por tanto tambieacuten el dominium sobre los oficios puacuteblicos ldquoRespublica transtulit omnem suam potestatem et imperium in principem quapropter consequenter transtulit dominium istorum officiorum quibus dominabatur respublicardquo Ahora bien asentado este principio las formas de interpretarlo podiacutean ser asimismo diversas Para Domingo de Soto por ejemplo la transferencia de poderes que el pueblo habiacutea hecho a favor del rey habiacutea sido absoluta Por ello mismo el monarca no podiacutea ser considera-do un mero administrador de la repuacuteblica Antes al contrario eacutel mismo era la repuacuteblica ndashRex enim non tanquam dispensator sed tanquam ipsa eadem respublica reputandus estndash En el rey estaban concentrados en definitiva todos los poderes y todos los derechos del pueblo Podiacutea concluirse por ello que el reino era suyo y que tambieacuten lo eran incluso las casas de los ciudadanos ndashldquoregnun est suum sicut cuiusque civis sua est domus atque adeo quaecumque facultas et ius reipublicae penes ipsum estrdquondash Siendo esto asiacute es obvio que estaba entre sus poderes el de crear aumentar y vender oficios puacuteblicos No obstante atendiendo a los perniciosos efectos que la venalidad soliacutea tener Domingo de Soto (1968 vol 2 p 269) terminaba considerando que hacerlo aunque pudiera ser en siacute mismo liacutecito en el terreno teoacuterico ndashespeculativendash no lo era en la praacutectica ndashpractiquendash ni tampoco podiacutea ser considerado razonable o conveniente sobre todo si los oficios que se queriacutean vender eran los de juez o los de consejero del rey (1968 vol 2 p 270)45

Para otros sin embargo habiacutea una diferencia notable entre el poder que el pueblo habiacutea tenido originariamente y el que le habiacutea transferido al soberano El primero era originario independiente y absoluto ldquoRepublica ndashsentildealaba Baacutentildeezndash a principio habuit dominium a se ipsa independens amp absolutumrdquondash Por el contrario el del monarca era derivado ndashldquorex habet illud

4 ldquoSi res haec non ita speculative sed practique et per aplicationem ad usus atque ad efectuum absurditatem qui ferne necessario inde sequuntur consideretur non solum nunquam aut expedit aut decet verum secundum moralem prudentiam neque licetrdquo (Soto 1968 vol II p 269)

5 ldquoCunctis aliis hoc esset pestilentius de corem reipublicae turpius ofendens aut atque adeo scandalosum si iudicatus venderentur aut loca eorum qui regi sunt a publicis consiliis ut audivit in quadam provincia extra Hispania fieri nam inde praesentissimun periculum existeret iugulandi praevaricandique omnia iurardquo (Soto 1968 vol II p 270)

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a respublicardquondash dependiente y sometido a las leyes ndashldquocum dependentia amp sub certis legibusrdquo O dicho de otro modo aunque el rey tuviera el dominium sobre los oficios no podiacutea hacer uso de eacutel ldquopro sua voluntate sed secundum utilitatem ipsius reipublicaerdquo (Bantildeez 1595 p 90) Es decir la creacioacuten y venta de oficios debiacutea estar orientada a la consecucioacuten del bien comuacuten que era el fin supremo al que todo recto gobierno teniacutea que aspirar por lo que debiacutea quedar sometida a ciertas condiciones La primera era bastante obvia Soacutelo el que tuviera el do-minium de los oficios podiacutea venderlos y eacuteste no era otro que el rey Enajenarlos en contra de su voluntad era por tanto intriacutensecamente malo incluso aunque duques marqueses y otros ldquoprivati dominirdquo apelaran a costumbres inmemo-riales para tratar de hacerlo Los oficios en segundo lugar eran ldquovenales ex natura suardquo Siguiendo en esto una liacutenea de argumentacioacuten que como ya se ha sentildealado tambieacuten recogiacutea Domingo de Soto pero que se remontaba al mismo Santo Tomaacutes Domingo Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que no podiacutea considerarse intriacutensecamente malo el que pudiera venderse aquello a lo que se le podiacutea poner precio ndashldquonon autem est intrinsece malum aut contra naturam rei vendere quod apretiabile estrdquondash No obstante al igual que Domingo de Soto y el cardenal Cayetano Baacutentildeez reconociacutea que en la praacutectica las enajenaciones podiacutean ser moralmente iliacutecitas si como ocurriacutea frecuentemente los oficios re-caiacutean en personas ldquoambitiosi amp cupidi immeriti amp ignobilirdquo Precisamente para evitarlo era por lo que en su opinioacuten debiacutean exigirse tres condiciones en las ventas que los oficios vendidos los ocuparan personas idoacuteneas que se pidieran por ellos precios moderados esto es proporcionales a los beneficios que pro-duciacutean y que lo que el rey ingresara por este concepto se gastara en ldquocomunes ususrdquo Ahora bien si se cumpliacutean los dos requisitos enunciados en primer lugar los que hubiesen recibido oficios del rey podiacutean tambieacuten venderlos siempre y cuando mediara previa licencia taacutecita o expresa del soberano para hacerlo6

La argumentacioacuten resumida hasta aquiacute es bastante representativa de lo que pensaban al respecto la mayor parte de los tratadistas Semejante era

6 Baacutentildeez justificaba su postura diciendo que los que ocupaban cargos por el rey ldquohabent verum dominium istorum officiorum ergo quantum est ex natura possessoris et rei possessa licet potest fieri venditiordquo Antildeadiacutea por otro lado que ldquosi autem ista officia non habeant administrationem iustitia anexam possunt qui possident ea vendereacute et alienare de licentia regis Probatur quia priacutenceps potest dispensare in venditione quae prohibetur lege positiva quando non habet officium istam administra-tionem anexamrdquo (Baacutentildeez 1595 p 190)

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la opinioacuten expresada por Castillo de Bovadilla (1597) en su Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos7 que aparecioacute por los mismos antildeos en los que se publicaron las Decisiones de Baacutentildeez Medio siglo despueacutes pare-cidos argumentos seriacutean tambieacuten utilizados por Juan Bautista Larrea en sus Allegationum Fiscalium Los oficios temporales deciacutea si no teniacutean ldquoaliquid spirituale annexumrdquo eran por su propia naturaleza ldquovendibilia et praetio aestimabiliardquo Podiacutean por tanto enajenarse pero siempre y cuando se con-cedieran a ldquopersonae dignaerdquo su precio fuera ldquomoderatissimusrdquo y las ventas se hicieran y este punto era fundamental en caso de ldquomagna necessitate cui non possit alia commodiori via occurrirdquo Aun asiacute el propio Larrea (1636) sentildealaba en otra de sus obras las Decisiones Granatensis que habiacutea que evitar la venta de oficios como maacutexima regnorum pestis si no se comprobaba las calidades de los que los adquirieran8 El rey en cualquier caso maacutes de voluntate que de potestate habiacutea de administrar su dominium en este terreno con prudencia Princeps removere non posset officium quod pecunia acepta concessit deciacutea Larrea La concesioacuten por el rey de un oficio pro pecunia teniacutea la consideracioacuten de un contrato a cuya observancia el rey estaba obligado9 Por esta razoacuten no podiacutea venderlos en perjuicio de terceros que es lo que ocu-rririacutea si los nuevamente creados limitaban las funciones de los ya existentes o disminuiacutean sus emolumentos10 Por lo demaacutes los tratadistas de la mano de

7 Castillo de Bovadilla Poliacutetica para corregidores y sentildeores de vasallos (1597) Edicioacuten de B Gon-zaacutelez Alonso Madrid 1978 II pp 193-194 El libro de Baacutentildeez se habiacutea editado poco antes en 1594-95

8 ldquoHoc enim omnia turbantur quod ad decurionum munera emptione sine alia qualitatum oproba-tionem admittuntur nullum enim regnum ideo recte gubernari valebit quia velut pestis Reipublicae sum-ma summae venalitatem officiorum publicorum vitandam tradit Platordquo Larrea J B Novae Decisiones Sacri Regii Senatus Granatensis Regni Castellae Lugduni MDCXXXVI Disputatio XLV n 35 p 593

9 Larrea J B Allegationes Fiscaliumhellip op cit Pars Secunda Allegatio CXIX nums 11 a 13 p 312-313 Ver tambieacuten Pars Prima Allegatio III n 7 ldquoPrincipis contractus habent vim legisrdquo

10 Es decir el rey no lo haciacutea no porque no lo pudiera hacer en virtud de su potestas absoluta sino porque se sometiacutea a la vis directiva de la ley ldquoUt quando Princeps in venditis officiis se obligauerit alia nuova non vendere vel creare aut si ex venditione novi officii aliorum quae iam vendita exercitium impediatur vel emolumenta diminuantur non posse Principem id facere et ius acquisitum tollere pluribus rationibus et authoritatibus comprobantur Nec agimus de potestate Principis sed de voluntate (hellip) quia semper creditur principem iustum quod fuerit decernere velle et nunquam blandiri debet Principibus (hellip)rdquo (Larrea 1645 Allegatio CXIX De officiorum venditione a rege facienda amp novis officis creandis n 5 p 311) Sobre la opinioacuten de Larrea en torno a la venta de oficios ver P Volpini (2004 pp 171-179)

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los letrados se extendiacutean en la consideracioacuten de muacuteltiples problemas que se derivaban de la venta de oficios de su traspaso por la viacutea de las renuncias o de su consideracioacuten como bienes raiacuteces y en tanto que tales sujetos a las leyes que regulaban su disfrute11 La doctrina por tanto afirmaba los poderes del rey en materia de creacioacuten de oficios pero haciacutea tambieacuten una interpretacioacuten flexible de los mismos a la hora de ponerlos en praacutectica

El anaacutelisis de la poliacutetica desarrollada por la monarquiacutea para regular el acce-so al gobierno urbano constituye tambieacuten un escenario particularmente idoacuteneo a estos efectos La institucioacuten del regimiento en las ciudades y villas del reino dio lugar a la creacioacuten en cada una ellas de una planta de regiduriacuteas vitalicias que se repartieron entre los miembros de las oligarquiacuteas dirigentes en cada una de ellas Los monarcas pronto encontraron en el acrecentamiento de esos oficios sobre su nuacutemero originario un medio oacuteptimo de recompensar servicios o de ganarse fide-lidades No obstante tales praacutecticas alteraban el equilibrio de poder que se habiacutea establecido en las ciudades y villas del reino lo que movioacute a la Corona a decretar de tiempo en tiempo el consumo de los que previamente habiacutea creado seguacuten fue-ran quedando vacantes Importa subrayar en cualquier caso que inicialmente el rey creaba y concediacutea esos oficios a tiacutetulo de merced o en recompensa a servicios prestados pero no los poniacutea en venta De hecho los monarcas castellanos no empezaron a venderlos salvo excepciones hasta 1543 Para entonces sin em-bargo las ventas traspasos y renuncias por precio de oficios entre particulares teniacutean ya tras de siacute una larga historia De esta forma desde mediados del siglo XVI acrecentamientos ventas puacuteblicas o privadas renuncias consumos y tan-teos acabaron por generar un complejo a la par que extendido traacutefico de oficios que la Corona al igual que los particulares estaba interesada en regular por los muacuteltiples problemas y conflictos de intereses a los que daba lugar

Decisiones contra los acrecentamientos se empezaron a tomar en fechas tem-pranas Juan II ya hubo de decretar en 1428 que los oficios de regimiento que fueran quedando vacantes en los lugares del reino ldquopor renunciacioacuten o muerte o en qualquier otra manerardquo se consumieran hasta que se restableciera su nuacutemero antiguo La medida hubo de ser reiterada en 1432 Esta vez sin embargo y la

11 Castillo de Bovadilla (1597 pp192-195) enuncia algunos de estos problemas Ver tambieacuten para estos temas entre otros Azevedo (1599 pp 123-135) Peacuterez de Salamanca (1609 t2 pp 390 y ss) y Fernaacutendez de Otero (1681) Para Fernaacutendez Otero hay una edicioacuten anterior sl de 1676 Ver en especial la primera parte He manejado la edicioacuten de Ginebra de 1732

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precisioacuten es de importancia eran excluidos los oficios que quedaran vacantes por renunciacioacuten El consumo quedaba circunscrito entonces a los que quedaran vacantes por muerte o privacioacuten Acuerdos semejantes se tomariacutean en 1433 1435 y 1447 siempre a peticioacuten de las Cortes y de nuevo en 1469 y 1473 bajo el rei-nado de Enrique IV esto es en unos momentos en los que la creacioacuten de nuevos oficios por la Corona pareciacutea alcanzar sus maacuteximas cotas1213

Parece claro por tanto que el acrecentamiento de oficios concejiles fue bastante comuacuten a lo largo del siglo XV sin que las leyes elaboradas al res-pecto lograran impedirlo que tal medida no tardoacute en provocar reacciones en contra de los grupos de poder que se habiacutean instalado en los regimientos de las ciudades y villas del reino y que quienes ostentaban la titularidad de esos oficios trataron de patrimonializarlos desde muy pronto por la viacutea de la renun-cia ndashla resignatio in favoremndash por mucho que eacutesta quedara siempre sujeta a la previa aprobacioacuten del soberano

Los Reyes Catoacutelicos trataron de poner remedio a la confusioacuten reinante en este campo obrando en distintas direcciones De esta forma decretaron por ley hecha en las Cortes de Toledo de 1480 que todos los oficios creados des-pueacutes de 1440 se consideraran acrecentados y tambieacuten dispusieron que fueran consumidos a medida que quedaran vacantes por muerte y privacioacuten o por cualquier otro motivo Ni siquiera permitieron en contra de lo que hasta en-tonces se habiacutea proclamado que los tales oficios pudieran ser renunciados14 Cierto es que otra pragmaacutetica real dictada en 1483 autorizaba la provisioacuten de los oficios acrecentados de los que murieran en la guerra de Granada y las renuncias que hicieran a favor de sus hijos los que cayeran cautivos en ella con tal de que fuesen mayores de edad15 No obstante la intencioacuten de reducir el nuacutemero de oficios y de limitar su perpetuacioacuten estaba clara Otras medidas adoptadas tambieacuten por esos antildeos obrariacutean en ideacutentica direccioacuten Las mismas Cortes de Toledo de 1480 impondriacutean en su ley 62 la condicioacuten de que los renunciantes sobrevivieran veinte diacuteas a la fecha de la renuncia para que eacutesta

12 Todas estas disposiciones pueden consultarse en Peacuterez de Salamanca (1609 t II pp 390-416)

13 Ver para todo esto Tomaacutes y Valiente (1982b p 35 y ss) Gonzaacutelez Alonso (1990 pp 173-194)

14 NR ley 15 tiacutet 3 lib 7

15 NR ley 16 tiacutet 3 lib 7

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fuera vaacutelida16 En caso contrario el oficio volveriacutea al soberano quien podiacutea proveerlo de nuevo en quien quisiera si eacutesta era su voluntad Esta vez la medida trataba de mantener alguacuten tipo de control por parte de la Corona sobre los oficios que creaba (Tomaacutes y Valiente 1982a p 166) De mayor trascen-dencia a estos efectos seriacutea la ley 84 de esas mismas Cortes por la que queda-ban derogadas todas las facultades de oficios concedidos a tiacutetulo de perpetuos o por juro de heredad por considerar las situaciones a las que conduciacutean contrarias a la moral y al derecho17 Quedaba por resolver el problema de las ventas que los particulares soliacutean camuflar bajo la foacutermula de las renuncias Pues bien una nueva pragmaacutetica real de 1494 estableciacutea expresamente que las veinticuatriacuteas regimientos alcaldiacuteas alguacilazgos fieles ejecutoriacuteas y juraderiacuteas no se pudieran vender ni renunciar por precio18

Pese a todo las ventas entre particulares y el recurso a las renuncias siguieron adelante ldquopor la culpa de los tiempos y por ventura tambieacuten de los ingenios y por las grandes obligaciones de su Magestadrdquo Tanto es asiacute que se-guacuten deciacutea Castillo de Bovadilla (1597) se acaboacute suprimiendo en las cartas de provisioacuten de los oficios la claacuteusula por la que se obligaba a declarar a quienes los recibieran que en las renuncias hechas en su favor no habiacutea intervenido ldquoventa trueque cambio permutacioacuten ni otra cosa de las por nos vedadas y defendidasrdquo como hasta entonces se habiacutea exigido (t II p 192-93 n 285-287) No obstante la ley que prohibiacutea hacerlo se mantuvo en la Nueva Reco-pilacioacuten Es maacutes como ya se ha subrayado a las ventas privadas se antildeadieron despueacutes las puacuteblicas Carlos V optoacute por recurrir a ellas de forma masiva por primera vez en 1543 Sus consejeros le recomendaron incluso por esos antildeos ejecutar lo que de forma criacuteptica llamaron ampliaciones de oficios que no eran otra cosa que ventas de facultades para poder renunciarlos ya fueran antiguos o recieacuten acrecentados sin tener que cumplir con las formalidades

16 NR ley 4 tiacutet 4 lib 7

17 NR ley 17 tiacutet 3 lib 7

18 NR Ley 8 tiacutet 2 lib 7 Tambieacuten se prohibiacutea pedir precio por los votos en aquellos otros oficios que por privilegio o costumbre antigua eran elegidos por los concejos Como cabiacutea esperar Castillo de Bovadilla (1597) justificaba esta ley arguyendo ldquotener los dichos oficios jurisdiccioacuten que es derecho puacuteblico y no estaacute en trato ni en comerciordquo (t II p 192 n 285) Por lo demaacutes otra pragmaacutetica de contenido maacutes general estableciacutea en 1523 que no se pudieran comprar ni vender oficios de jurisdiccioacuten ldquoen nuestra casa y corte ni fuera dellardquo NR ley 7 tiacutet 3 lib 7

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del derecho esto es con la claacuteusula de los veinte diacuteas19 La propuesta que daba viacutea libre a las provisiones perpetuas o por juro de heredad en contra de lo dispuesto en la pragmaacutetica de 1480 antes citada no prosperoacute Habriacutea que esperar hasta 1613 para que fuera ejecutada El Emperador prefirioacute por entonces ordenar nuevas ventas de oficios ndash asiacute lo hizo en 1549 y 1556ndash y lo mismo hariacutea Felipe II y sobre todo Felipe IV despueacutes de 1630 No obstante la legislacioacuten en torno a las ventas de oficios tanto las puacuteblicas como las privadas siguioacute siendo muy escasa en Castilla lo que no dejoacute de tener importancia a la hora de solucionar los problemas que unas y otras podiacutean provocar

El traacutefico de oficios alcanzoacute con decisiones como las sentildealadas una in-tensidad inusitada Como es bien sabido lo que la Corona habiacutea impulsa-do en 1543 fue un doble proceso de acrecentamiento y de perpetuacioacuten de cargos concejiles No soacutelo aumentoacute el nuacutemero de oficios existentes en las ciudades y villas del reino sino que tambieacuten favorecioacute la conversioacuten de los que en algunas de ellas eran electivos y anuales en vitalicios y renunciables La medida justificada habitualmente en teacuterminos financieros teniacutea tambieacuten fuertes implicaciones sociales y auacuten poliacuteticas aspectos estos en cuyo anaacutelisis no puedo detenerme aquiacute La Corona en cualquier caso procedioacute ademaacutes a crear oficios nuevos o a redefinir las funciones de los ya existentes Asiacute ocurrioacute por ejemplo con los de depositario general fiel ejecutor o alfeacuterez mayor El reino reaccionoacute con abierta reticencia a esta poliacutetica Las Cortes de-nunciaban por ejemplo que los acrecentamientos habiacutean permitido acceder a los regimientos a personas no idoacuteneas para esos cargos20 Tambieacuten se deciacutea

19 AGS Diversos de Castilla (en adelante DC) leg 47 fol 33 Puede verse copia de la ceacutedula real ordenando las ampliaciones en la carta dirigida a las ciudades de Coruntildea y Betanzos 30 de marzo de 1545 Ver tambieacuten AGS CJHordf leg 17 fol 48 Memorial del Consejo de Hacienda y resolucioacuten del Consejo de Estado de 11 de julio de 1544

20 Las Cortes de 1548 inmediatamente despueacutes de ultimado el primer acrecentamiento de oficios significaban al rey que ldquomuchos mercaderes y tratantes puacuteblicos para poder usar sus mercaduriacuteas com-pran oficios de regimiento y juraderiacuteas en los pueblos donde tratan lo qual es en desautoridad de los ayuntamientos y causa que procuren en ellos lo que cumple a su trato maacutes que al bien de la repuacuteblica Suplicamos mande que los tales oficiales de los regimientos y cabildos que tuvieren tiendas y tratos puacuteblicos los dexen y que de aquiacute adelante no dejen tener los semejantes tratantes los dichos oficios si no fueren los que sirivieren en las causas realesrdquo Actas de las Cortes de los Antiguos Reinos de Leoacuten y Castilla publicadas por la Real Academia de la Historia (en adelante CLC) Madrid 1905 V Cortes de 1548 cap 147 p 443 Otras peticiones en el mismo sentido se hicieron en las Cortes de 1555 (CLC V cap 49 p 521) y de 1559 (CLC V cap 63 p 839) asiacute como en las de 1566 Ver Actas de las Cortes de

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que sobre todo en los pueblos donde los oficios de regidor habiacutean pasado de ser antildeales a perpetuos sus titulares se serviacutean de ellos para ensentildeorearse de los pueblos Una visita de los gobiernos concejiles ordenada en 1554 por el entonces priacutencipe Felipe se expresaba en estos precisos teacuterminos y termina-ba reivindicando la vuelta a las regiduriacuteas anuales y electivas alliacute donde las habiacutea habido21 El reino por su parte no cesoacute de solicitar el consumo de los oficios acrecentados Las Cortes de 154422 1548 1555 155823 1563 1566 1573 1581 1583 1586 o 159224 presentaron al rey diversos capiacutetulos en este sentido Tambieacuten se solicitoacute la supresioacuten de los nuevamente creados permitiendo a los pueblos la posibilidad de recuperarlos por el tanto para que los regimientos pudieran distribuirlos entre sus miembros por turno o rueda Las Cortes de 1573 1576 y 157925 por ejemplo elevaron capiacutetulos al rey para que se consumieran los oficios de depositario general mientras que las de 1570 y 1573 hicieron lo mismo con los de fiel ejecutor y las 1558 1563 1576 y 1579 con los de alfeacuterez mayor2627 Particular objeto de debate fue asi-mismo la retroversioacuten a antildeales en los lugares pequentildeos de los oficios que se habiacutean perpetuado pretensioacuten eacutesta que favoreciacutean las Cortes pero a la que se oponiacutean quienes pensaban que su aplicacioacuten pondriacutea a las aldeas afectadas en manos de los regidores de las ciudades y villas de las que dependiacutean Si asiacute se haciacutea aseguraban se les estariacutea dando la oportunidad de hacer elegir

Castilla publicadas por el Congreso de los Diputados (en adelante ACC) Madrid 1861 II cap 50 p 453 1570 (ACC III cap 74 p 408) 1576 (ACC V cap 39 p 572 y 1592 (ACC XVI cap 58 p 664)

21 AGS Caacutemara de Castilla Leg 2764

22 CLC V Cortes de 1544 cap 5 p 307 Se incorporoacute como ley a la NR ley 14 tiacutet III lib VII

23 CLC V Cortes de 1548 cap 75 p 400 Cortes de 155 cap 15 p 634 Cortes de 1558 cap 8 p 734

24 ACC I Cortes de 1563 cap 31 p 347-348 ACC II Cortes de 1566-67 cap 6 p 418 Cortes de 1573 ACC IV cap 5 p 423 ACC VI Cortes de 1579-1581 p 813 ACC VII Cortes de 1583-85 cap 42 p 820 Cortes de 1586-1588 ACC IX cap 16 p 401

25 ACC I cap 30 p 346 Cortes de 1579-1582 ACC VI cap 6 p 814

26 ACC III cap 6 Cortes de 1570 p 360 ACC IV cap 5 Cortes de 1573 Incorporada a la NR ley 22 tiacutet 3 lib 7

27 CLC V Cortes de 1558 peticioacuten 8 p 734 ACC I Cortes de 1563 peticioacuten 31 p 347 V Cortes de 1576 peticioacuten 56 p 590 VI Cortes de 1579 peticioacuten 95 p 881 Incorporada a la NR ley 24 tiacutet 3 lib7

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

entre sus deudos clientes o amigos y en perjuicio del comuacuten de los vecinos a quienes habiacutean de ocupar unos cargos que volviacutean a ser antildeales y electivos El clamor contra los acrecentamientos acabariacutea llevando finalmente a Felipe II a ordenar en las Cortes de Madrid de 1586 que los pueblos pudieran tomar por el tanto los oficios vendidos ldquoprecediendo en el nuestro Consejo la infor-macioacuten necesaria y justificadardquo28 Es maacutes arbitristas como Goacutemez Bedoya llegaron a proponer en los antildeos 90 el consumo ldquopor junto y por mayorrdquo de todos los oficios acrecentados para volver a instaurar la plantilla que habiacutea existido en las ciudades y villas del reino en 154029

No conviene sin embargo exagerar el alcance de estas peticiones Bas-te con decir para comprobarlo que los tanteos a los que se referiacutea la ley de 1586 soacutelo se aplicaron en los lugares de menos de 500 vecinos Es cierto no obstante que el reino impuso como condicioacuten del servicio de millones de 1601 que no se crearan maacutes oficios y que se procediera al consumo de los acrecentados hasta reponer su nuacutemero antiguo30 Tambieacuten lo es que el enun-ciado de los oficios que habiacutean de ser consumidos se iba haciendo cada vez maacutes prolijo de servicio en servicio para reducir asiacute el margen de accioacuten de la Corona si pretendiacutea burlar esa exigencia El consumo sin embargo no habiacutea de ejecutarse de golpe sino a medida que los oficios fueran quedando vacan-tes pero esto como ya habiacutea sentildealado Goacutemez Bedoya cuando comentaba lo que se habiacutea discutido a este respecto en las Cortes precedentes era algo que ldquojamaacutes o por maravillardquo ocurriacutea si sus titulares cumpliacutean escrupulosamente con las formalidades del derecho en el momento de renunciarlos En defini-tiva el acrecentamiento de oficios pese a las criacuteticas que despertoacute siempre habiacutea permitido a las eacutelites dirigentes renovarse como grupo de poder y las renuncias les habiacutean servido como instrumento con el que perpetuarse en el ejercicio del poder No habiacutea motivo alguno entonces para renunciar a lo primero y dejar de explotar las posibilidades de lo segundo Es precisamente esto lo que habiacutean venido pidiendo las Cortes desde 1432 cuando se limitoacute el consumo de oficios tan soacutelo a los que fueran quedando vacantes por muerte o privacioacuten pero no por renuncia Cuando Felipe III cuya potestad de proceder

28 NR ley 23 tiacutet 3 lib 7

29 BN Varios Especiales 2111 fols 361-368

30 ACC XIX condicioacuten 17 p 692 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

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a nuevas enajenaciones se habiacutea visto severamente limitada por las condicio-nes de millones optoacute alternativamente por vender perpetuaciones de los que eran vitalicios y renunciables ndashrecueacuterdese que esto ya se habiacutea intentado en 1544ndash el ciclo a favor de la consolidacioacuten de los grupos de poder en los regi-mientos castellanos dio un nuevo y definitivo giro Las leyes o mejor auacuten la interpretacioacuten de las mismas se moldeaban de esta forma en funcioacuten de las necesidades de los reyes y de las aspiraciones de los suacutebditos

Tal circunstancia se veiacutea ademaacutes favorecida por la ya comentada es-casez y poca concrecioacuten de la legislacioacuten existente en Castilla en lo que se refiere a la regulacioacuten del traacutefico de oficios La doctrina la costumbre o la jurisprudencia supliacutean habitualmente la falta de una normativa clara al res-pecto31 En efecto hay que partir de la base de que el proceso de venta y patri-monializacioacuten de los oficios municipales podiacutea revestir significados diversos o hacer referencia a situaciones heterogeacuteneas con implicaciones diversas en cada caso especialmente en el plano juriacutedico circunstancia eacutesta que no pue-de ignorarse32 Los documentos a veces no son suficientemente claros a este respecto pero otras muchas sentildealan o sugieren situaciones diferenciadas cuando distinguen entre la enajenacioacuten de la propiedad o del usufructo de un oficio cuando especifican que lo que se ha producido es una venta ldquoen empe-ntildeo al quitarrdquo o cuando diferencian entre oficios vendidos o beneficiados teacuter-minos estos uacuteltimos que para algunos son sinoacutenimos mientras que para otros sirven para designar situaciones distintas y especiacuteficas en la medida en que la posicioacuten de compradores y vendedores respecto al oficio de que se tratara no era obviamente la misma en uno y otro caso3334 Por otro lado si hablamos

31 Este aspecto del problema verdaderamente crucial para entender la problemaacutetica en torno al traacutefico de oficios en Castilla y no siempre puesto en valor en los estudios disponibles sobre el tema fue sentildealado hace tiempo por Tomaacutes y Valiente (1982a p 154 y ss)

32 Mariacutea Loacutepez Diacuteaz ha subrayado a este respecto la pluralidad de formas con las que se podiacutea revestir la apropiacioacuten y transmisioacuten de cargos ldquoventas simples herencias abintestatos sujeciones a censo posesioacuten mancomunada fundacioacuten de patronato ejecucioacuten por deudas confiscacioacuten o embargo posesioacuten por parte de personas juriacutedicas etcrdquo Ver Loacutepez Diacuteaz (2013 p181)

33 Ver las precisiones que hace a este respecto Dedieu (2011 pp 29-45) Ver tambieacuten en este mismo libro el trabajo de Loacutepez Diacuteaz (2011 pp 130 y ss)

34 Ver Andujar Castillo (2011 pp 63-82 2004) No obstante ver las matizaciones que a esa interpretacioacuten ha hecho Loacutepez Diacuteaz (2009 pp 557-570)

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de enajenacioacuten de cargos puacuteblicos tampoco puede olvidarse el hecho de que la Corona no perdiacutea necesariamente siempre todas las posibilidades de recu-perar los que hubiera vendido y de hecho cuando lo estimoacute oportuno pudo propiciar procesos de incorporacioacuten de los que consideraba indebidamente enajenados Tampoco era la compra la uacutenica viacutea de acceso a los cargos puacutebli-cos35 El rey podiacutea crearlos y hacer merced de ellos a cualquiera de sus suacuteb-ditos en recompensa a los servicios que se le hubieran prestado ya fuera sin contraprestacioacuten econoacutemica o con ella que en este uacuteltimo caso no era consi-derada como expresioacuten del precio del oficio recibido sino como un servicio que el beneficiario ofreciacutea al monarca en contrapartida a la gracia obtenida

Se ha subrayado al respecto la frecuencia con la que es posible encontrar en las actas de las Cortes quejas presentadas por las ciudades o por sus procu-radores alertando al reino de que se habiacutea vendido en tal o cual lugar o distrito oficios municipales o que se teniacutea la intencioacuten de hacerlo pese a lo expresado en las condiciones de millones y supuestamente en flagrante violacioacuten de las mismas (Marcos Martiacuten 2007 pp 13-35 2011 pp 85-119) Es obvio sin embargo que el hecho de que los procuradores o las ciudades denunciaran ante las Cortes la intencioacuten del Consejo de Hacienda o del de Caacutemara de poner a la venta oficios de regidor o de distribuirlos a tiacutetulo de merced o que se hablara de que personas concretas estaban dispuestas a comprarlos o a recibirlos no es indicio suficiente para concluir que tales tentativas terminaran por consumarse siempre Hubo ventas acrecentamientos o concesiones a tiacutetulo de merced de oficios municipales que en la opinioacuten de los propios letrados del Reino no violaban las condiciones de millones por lo que no podiacutean ser recusadas y otras que llegaron a ser revocadas precisamente por la razoacuten contraria36 Las decisiones tomadas por el rey o por sus consejos al respecto pese a las quejas

35 Analiza estos problemas sobre todo en lo que se refiere al siglo XVIII Loacutepez Diacuteaz (2012 pp 213-236)

36 Entre las primeras cabe destacar el caso de don Rodrigo Puxmariacuten que pretendiacutea la vara de alguacil mayor de Murcia del que hablaremos maacutes adelante Otro caso maacutes complejo y de resultado incierto es la venta en 1602 de dos regiduriacuteas y otras tantas juraderiacuteas de Cartagena Sabemos que inicialmente el caso se llevoacute al Consejo y que se esperaba sentencia favorable al consumo de estos oficios al antildeo siguiente El pleito no se habiacutea resuelto todaviacutea en 1608 Tenemos constancia que el comprador de una de las juraderiacuteas fue desposeiacutedo del cargo por sentencia del Consejo aunque tras el fallecimiento del titular del oficio y el abandono de la causa por la ciudad el tal oficio le seriacutea restituido a los herederos ACC XXIV p 129 AGS CJH libro

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que pudieran despertar no eran siempre por lo tanto contrarias a derecho y desde luego tampoco eran siempre inamovibles si se apelaba de ellas por la viacutea jurisdiccional

Pero es maacutes dejando de lado estos casos iquestcuaacutentas de las quejas formu-ladas se refieren a ventas o a acrecentamientos realmente efectuados contra lo establecido en las escrituras Con los datos disponibles hasta el momento no es posible saberlo con caraacutecter general Habriacutea que seguir cada denuncia para llegar a conclusiones concretas pero por referirme soacutelo a unos cuantos casos que he podido contrastar en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro del Archivo de Simancas es posible afirmar que no llegaron a mate-rializarse las ventas de los oficios de regidor nuevamente creados que seguacuten se comunicaba a las Cortes a principios del siglo XVII se queriacutean vender por entonces en Murcia en Coacuterdoba en Salamanca o en Eacutecija por poner soacutelo unos ejemplos37 Sabemos por otro lado sobre fuentes locales que durante el reinado de Felipe III no se produjo el acrecentamiento de ninguacuten oficio de regidor en Cuenca Toledo u Orense y que en el reino de Granada se observa por la misma eacutepoca y aun hasta 1630 momento en el que se inicia un nue-vo ciclo de ventas previa licencia del reino un significativo descenso en el nuacutemero de oficios vendidos38 Por su parte en 1600 y 1602 se acrecentaron sendos oficios de regidor en Valladolid y Madrid pero los recibioacute a tiacutetulo de merced el duque de Lerma En 1612 el conde de Gondomar recibiriacutea otro maacutes tambieacuten como merced en la primera de las ciudades citadas (Gutieacuterrez Alonso 1989 p 303 Guerrero Mayllo 1993 p 97)

Otras veces las Actas de las Cortes de Castilla registran asimismo noticias en torno a la concesioacuten o a la intencioacuten de hacerlo de otros cargos de perfil muy especiacutefico En su mayor parte se trata de provisiones hechas por el rey asimismo a tiacutetulo de merced a personajes de su confianza El todopoderoso

37 AGS Direccioacuten General del Tesoro Inv 24 leg 321 fol 46 y 48 (Coacuterdoba y Eacutecija) leg 322 fol 14 y 48 (Murcia y Salamanca) Tampoco parece que hubo ventas de oficios acrecentados en estos antildeos en Jaeacuten Leoacuten Loja Lorca legs 321 fols 59 66 68 y 69 o Segovia leg 322 fol 38

38 En Cuenca todos los oficios que se proveyeron entre 1600 y 1630 lo fueron por renuncia Ver Moya Pinedo 2002 pp 144-166 Aranda Peacuterez 1999 p 159 En el Reino de Granada se pueden contabilizar entre 1601 y 1625 tan soacutelo10 ventas frente a 360 en 1575-1600 y 142 en 1626-1650 En Orense antes de 1630 soacutelo se registra la perpetuacioacuten en 1616 y 1626 de sendas regiduriacuteas Los acrecen-tamientos son posteriores a 1630 Ver Loacutepez Diacuteaz 2002 p 237 Soria Mesa 2011 p 750

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duque de Lerma por ejemplo recibioacute ademaacutes de las dos regiduriacuteas de Va-lladolid y Madrid antes referidas la alcaidiacutea de hijosdalgo de Antequera o la tenencia de los alcaacutezares reales de Toledo puerta y puentes con voz y voto en el ayuntamiento para siacute y para su teniente en su ausencia contando para ello con el entusiaacutestico consentimiento del reino39 El Duque del Infantado por su parte obtuvo en 1608 la merced de que dos oficios vinculados a su casa el de alcalde de los padrones y el de los alcaacutezares del regimiento de Guada-lajara pudieran tener tenientes con voz y voto lo que se entendioacute equivaliacutea a crear otros dos oficios nuevos en el ayuntamiento de la ciudad40 Tambieacuten el famoso don Rodrigo Calderoacuten que ya en 1608 habiacutea intentado conseguir del rey a tiacutetulo de merced el oficio de Guarda Mayor de los montes y dehesas de la ciudad de Plasencia y su tierra pretensioacuten a la que no se opuso el reino aspiroacute tambieacuten en 1611 al cargo de Correo Mayor de Valladolid41 Otras veces nos encontramos con ventas de oficios a los que se les agregoacute la preeminen-cia de tener entrada en el ayuntamiento con plenos derechos Tal es el caso por ejemplo de Jeroacutenimo de Barrionuevo que comproacute en 1609 por 160000 ducados el cargo de tesorero mayor de la Casa de Moneda de Sevilla con voz y voto en el ayuntamiento que habiacutea quedado vacante42

Los registros en los que se asentaban los oficios ldquovacosrdquo que estaban a disposicioacuten de la Caacutemara podriacutean darnos informacioacuten maacutes detallada al res-pecto Todaviacutea disto de haber expurgado al completo tan voluminosa docu-mentacioacuten pero los datos de que dispongo hasta el momento indican que entre 1602 y 1604 se vendieron oficios que habiacutean quedado vacantes por muerte de su titular lo que en principio habriacutea supuesto una violacioacuten de lo establecido en las escrituras del primer servicio de millones43 No obstante antes de llegar a semejante conclusioacuten habriacutea que saber si los regimientos

39 El Reino se apresuroacute a aprobar esta merced en cuanto se le requirioacute a que lo hiciera alegando ldquoque se haga a la letra lo contenido en la dicha proposicioacutenrdquo

40 ACC XXIV pp 248 256 307 XXV p 52 60 65

41 Al menos el reino no secundoacute la peticioacuten de la ciudad de Plasencia de que la secundara en contradecir tal pretensioacuten ACC XXIV p 277

42 ACC XXIV p 277 y XXV pp 315 324

43 AGS CJHordf Libros de Relacioacuten Libro 27 Oficios vacos desde 1596 a 1606 de que se dispone por el Consejo de la Caacutemara

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vendidos en esos antildeos eran antiguos esto es los existentes antes de 1543 o se trataba por el contrario de los acrecentados despueacutes de esa fecha No conviene olvidar a este respecto que la escritura del servicio de 1601 soacutelo haciacutea mencioacuten expresa al consumo de estos uacuteltimos y que la obligacioacuten de extenderlo a los de nueva creacioacuten soacutelo empezoacute a exigirse a partir de 160844 Esas mismas escrituras ordenaban tambieacuten el consumo de las escribaniacuteas de nuacutemero acrecentadas desde 1540 ldquocomo fueren vacandordquo hasta llegar al nuacutemero originario No obstante en aparente contradiccioacuten con esa norma son numerosos los registros que podemos encontrar en la documentacioacuten manejada relativos a ventas de escribaniacuteas No obstante tampoco en este caso podemos llegar a afirmar que todas ellas fueran ilegales ya que en los tiacutetulos expedidos a este respecto se hace a veces expresa mencioacuten al hecho de que la escribaniacutea en cuestioacuten se creaba porque hasta entonces no la habiacutea habido en el lugar de que se tratara Nada habiacutea de reprobable por tanto en esas ventas Otras veces el registro se limita a consignar la mera provisioacuten del oficio en cuestioacuten en tal o cual lugar pero la entidad de las poblaciones afectadas permite sospechar que era la primera vez que se creaban escriba-niacuteas en ellas Por su parte los Libros del Consejo de Hacienda nos propor-cionan informacioacuten complementaria esta vez sobre los oficios enajenados Pues bien el correspondiente a 1602 registra tambieacuten la venta de alguna regi-duriacutea pero en varios casos se trata de las acrecentadas antes de la concesioacuten el antildeo anterior del servicio de millones y en otros no se especifica que fueran de nueva creacioacuten No constan en esos Libros nuevas enajenaciones en 1603 y soacutelo la de dos en 1604 sendos oficios de regidor de la villa de Helliacuten que habiacutea que contar entre los que ldquose vendieron el antildeo de 1600 antes de la con-

44 La escritura de 1601 deciacutea asiacute ldquoQue se vayan consumiendo los oficios de veinticuatriacuteas regi-mientos juraderiacuteas y otros que se han acrecentado como fueren vacando hasta quedar en el nuacutemero que habiacutea en el antildeo pasado de 1540rdquo Condicioacuten elevada a ley NR ley 26 tiacutet 3 lib 7 ACC XIX p 692 La de 1608 precisaba ldquoque se vayan consumiendo los oficios de veintiquatriacuteas regimientos juraderiacuteas y otros qualesquier oficios que tengan voz y voto en el ayuntamiento aunque en nombre no sean veinticuatriacuteas ni regimientos y que como fueren vacando asiacute los oficios antiguos como los acre-centados despueacutes del antildeo de 1540 hasta aquiacute en el nuacutemero de oficios que teniacutean las ciudades villas y lugares de estos reinos el dicho antildeo sin que se pueda hacer ni haga diferencia entre los oficios antiguos y los que se antildeadieron despueacutes del dicho antildeordquo (en cursiva los paacuterrafos antildeadidos en 1608) ACC XXIV pp 778-779 La condicioacuten quedoacute incorporada a la NR ley 30 tiacutet 3 lib 7 Estaacute claro que el rey habiacutea aprovechado en su beneficio las imprecisiones de la primera escritura

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cesioacuten de los millonesrdquo45 Lo mismo podemos decir de otros cuatro oficios del mismo tipo que se enajenaron en 1609 en cada una de las villas de Tobarra Munera y El Bonillo y de uno maacutes al antildeo siguiente en Villarrobledo46

Por otro lado el siempre controvertido tema de la conversioacuten de oficios antildeales en perpetuos o a la inversa dio lugar tambieacuten a intensos debates en las Cortes La escritura de millones de 1601 habiacutea autorizado el consumo de los perpetuos en las villas y lugares de hasta 500 vecinos y tal decisioacuten fue elevada al rango de ley por Felipe III47 Sin embargo las Cortes recibieron informacioacuten en 1603 de que el Consejo de Hacienda trataba de consumir hasta treinta y cinco regiduriacuteas perpetuas en Badajoz y que vecinos particulares de Chinchilla Alcaraz Almansa y Villarrobledo intentaban ante ese mismo Consejo ldquoque se consuman los oficios perpetuos de regimientordquo El problema estaba en que la poblacioacuten de cada uno de esos lugares oscilaba entre los 1500 y los 4000 vecinos muy por encima por tanto del liacutemite previsto en las condiciones de millones Como cabiacutea esperar el reino se opuso a esa pretensioacuten manejando argumentos muy manidos y no del todo sinceros La operacioacuten deciacutean los pro-curadores resultariacutea muy costosa al tener que pagarse a los titulares de los oficios que se queriacutean consumir lo que habiacutean invertido al comprarlos a cuenta de los propios de los consejos vendiendo censos con esa garantiacutea o imponien-do sisas Tambieacuten se sentildealaba la supuesta falta de ldquoexperiencia y cienciardquo de los que fueran elegidos para cargos que pasaban a ser anuales48 Pues bien el reino tratariacutea de zanjar la cuestioacuten exigiendo en la escritura de 1608 que el Consejo de Hacienda no admitiera ninguna propuesta que se le formulase por las ciudades villas y lugares del reino para comprar u ofrecer dinero ldquoporque siendo los oficios de regimiento de los tales lugares antildeales se vuelvan perpetuos y al contrariordquo49 No se haciacutea mencioacuten alguna al tamantildeo de esas poblaciones

45 No obstante en los inventarios de la Direccioacuten General del Tesoro se especifica la venta en 1603 de un oficio de regidor acrecentado a favor de Pedro Diacuteaz Franco que pagoacute por eacutel 1400 ducados AGS DGT Inventario 24 leg 322 fol 47 Tambieacuten en 1603 se hizo merced a Pedro de Soto de un oficio de regimiento que vacoacute por muerte de don Bartolomeacute de Salvatierra leg 322 fol 30

46 AGS CJHordf Libro 378 fol 70v

47 NR ley 25 tiacutet 3 lib 7

48 ACC XXI pp 435 y 441 16 y 19 de junio de 1603

49 Escritura del servicio de 175 millones otorgada el 22 de noviembre de 1608 ACC XXIV pp 779-780 Lo dispuesto entonces se reproduciriacutea en la condicioacuten 29 del quinto geacutenero de la escritura del

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La decisioacuten afectaba por tanto a todas ellas Conviene subrayar sin embargo que la medida se tomaba despueacutes de que el antildeo anterior se hubiese procedido en numerosas poblaciones grandes o pequentildeas enclavadas sobre todo en terri-torios bajo la jurisdiccioacuten de la Orden de Santiago y a peticioacuten de sus vecinos reunidos para ello en cabildo abierto a la provisioacuten de regiduriacuteas perpetuas en lugar de las antildeales con las que se habiacutean regido en los uacuteltimos antildeos Era esto justo lo contrario de lo que se acabariacutea disponiendo apenas un antildeo despueacutes50 Es cierto que en 1612 tambieacuten se autorizaba la conversioacuten en perpetuas de las regiduriacuteas antildeales de Tarifa No obstante tambieacuten en este caso hay que subrayar que la ceacutedula real por la que se ordenaba la operacioacuten la justificaba apelando al hecho de que desde que la villa fue incorporada a la corona real habiacutea co-rrespondido a su corregidor el nombramiento cada antildeo de todos los oficios de regidor alfeacuterez mayor depositario general jurado procurador y escribano El rey considerando que debiacutean ser renunciables y ejercerse con tiacutetulo real pro-cedioacute a su creacioacuten y venta51

Hay por tanto enajenaciones que pueden ser explicadas en funcioacuten de circunstancias de diversa naturaleza sin que deban ser consideradas abier-tamente ilegales Existen desde luego otras que a falta de mayor informa-cioacuten parecen difiacutecilmente explicables teniendo en cuenta las restricciones legales existentes al respecto Tal es el caso de la alcaidiacutea de la fortaleza de Antequera que comproacute don Diego de Narvaacuteez con la preeminencia de poder llevar cuatro alabarderos y dos su teniente con facultad de poder en-trar en el ayuntamiento con voz y voto Los letrados del reino encontraron

servicio de l8 millones otorgada el 28 de agosto de 1619 Importa subrayar sin embargo que si bien en la primera escritura era soacutelo el Consejo de Hacienda al que se le prohibiacutea aceptar o impulsar opera-ciones de este tipo en la de 1619 se extendiacutea la prohibicioacuten al Consejo Real y al de Caacutemara Eran por tanto diversas las viacuteas por las que circulaban las ventas puacuteblicas de oficios ACC XXXIV p 93-94

50 AGS CJHordf Libro 378 fol 19 y ss El Libro incluye provisioacuten de numerosos oficios perpe-tuos en Meacuterida y otras muchas villas enclavadas en el territorio de las Oacuterdenes Estos lugares habiacutean recibido previamente en 1599 el privilegio de no gobernarse por regidores perpetuos sino antildeales que ahora era revocado

51 AGS CJHordf libro 379 fol 23 En 1615 se tiene noticia en el reino de que se trataba de pasar de antildeales a perpetuos 12 oficios de regidor de la villa de Vara del Rey y de que el tema se estaba sustan-ciando en la Caacutemara Jorge de Tovar secretario del Rey desaconsejaba que el reino se entrometiera en el asunto por no ser el intento contra las condiciones de millones Que las partes siguieran su justicia ACC XXVIII p 307

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que el referido nombramiento vulneraba por tres motivos las condiciones de millones se daba nuevo voto en el ayuntamiento al teniente se antildeadiacutea en el regimiento al alcaide con asiento y se concediacutea el oficio a tiacutetulo de perpetuo esto es sin posibilidad de que pudiera quedar vacante Es por esto por lo que los procuradores decidieron contradecirlo Parece sin embargo que no lograron impedirlo (Fernaacutendez 1842 p 275)52 Los Libros del Consejo de Hacienda incluyen tambieacuten otros casos de provisioacuten de oficios acrecentados sin justificacioacuten de las circunstancias que movieron a hacerlo Los casos que he podido localizar en la documentacioacuten consultada son en cualquier caso bastante escasos tres en la isla de la Palma en 1607 1610 y 1620 tres en la de Tenerife en 1603 1611 y 1612 dos veinticuatriacuteas en Jerez de la Frontera una de ellas consumida por el tanto en 1608 o la tenencia de la fortaleza de Maacutelaga ese mismo antildeo53

No pretendo afirmar con esto que las condiciones de millones se cum-plieron siempre de forma estricta En mi opinioacuten seriacutea erroacuteneo esperarlo En realidad ni siquiera seriacutea concebible que se pretendiera lograrlo Y esto no soacutelo por el amiguismo y la corrupcioacuten tan extendida en la eacutepoca y que siem-pre jugoacute a favor de los poderosos cuyo significado en cualquier caso hay que interpretar cuidadosamente en funcioacuten de los presupuestos de la cultura poliacutetica vigente por entonces No en balde era capaz aqueacutella de compatibili-zar sin demasiados dramatismos la ley con la gracia partiendo del conven-cimiento de que una y otra eran formas diversas y complementarias de servir a la justicia Es por esto por lo que a falta de mayores precisiones sobre las circunstancias que rodearon cada operacioacuten no deberiacutean considerarse en principio contrarias a las condiciones de millones las ventas de oficios puacute-blicos autorizadas por el propio reino a peticioacuten del rey de las ciudades o de las mismas Cortes o los acrecentamientos de oficios hechos por el monarca a tiacutetulo de merced Como sentildealaban los letrados del reino al ser requeridos sobre la licitud de que se hiciera merced a Rodrigo Puxmariacuten de la vara de Alguacil Mayor de Murcia el rey al aceptar las condiciones de millones

52 ACC XXII pp 260 y 262

53 La otra regiduriacutea vendida en Jerez de la Frontera tiene un caraacutecter especial Fue concedida al duque de Lerma a tiacutetulo de merced y revertida despueacutes a la Corona que acaboacute adjudicaacutendola En todo el siglo XVII se acrecentaron en la ciudad 13 veinticuatriacuteas una en 1608 y todas las demaacutes despueacutes de 1635 (Gonzaacutelez Beltraacuten 2001 pp 355-384)

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soacutelo se habiacutea privado de dos ldquoespecies de enajenacioacutenrdquo de la de vender y de la de empentildear pero le quedaba la de hacer gracia y merced del oficio coacutemo cuaacutendo y por el tiempo que quisiere

(hellip) asiacute porque la prohibicioacuten de los dos casos especiales excluye la de gracia

y donacioacuten y al reveacutes como porque por ser caso omitido quedoacute en disposicioacuten

del derecho comuacuten y por ser cosa odiosa el privarse SM del poder que teniacutea para

disponer de los dichos oficios a su voluntad no se puede extender a maacutes casos

de los expresados en la prohibicioacuten principalmente que por ser la condicioacuten

otorgada por contrato cuyas palabras se han de entender estrechamente no han

de extenderse a maacutes de lo que suenan ni a caso semejante aunque sea de igual

razoacuten y se ha de interpretar contra el contrayente que se funda en cualesquier pa-

labras del contrato porque pudo con claridad expresar todo lo que le conveniacutea54

Por otro lado las ventas ldquoen empentildeo al quitarrdquo no pueden ser interpreta-das como enajenaciones en sentido estricto como tampoco deberiacutea daacutersele el mismo significado a la venta de un oficio nuevo y a la perpetuacioacuten de otro preexistente praacutectica esta uacuteltima que fue promovida por el rey a partir de 161355 El soberano y sus ministros soliacutean invocar ademaacutes con frecuencia el principio de la necesidad para justificar decisiones que pudieran ir incluso contra las leyes La Junta de Cortes por ejemplo llegoacute a decir a este respecto en 1655 que ldquola obligacioacuten de la defensa procede del derecho natural y per-mite y hace liacutecito todo lo que no es intriacutensecamente malordquo (Danvila 1890 p 250) Con este lapidario razonamiento la Junta trataba de argumentar a favor del uso de determinados arbitrios incluso sin haber sido previamente sometidos a la aprobacioacuten del reino Despueacutes de todo si seguacuten se deciacutea los impuestos para ser exigibles habiacutean de obedecer a una causa justifica-

54 Los letrados del reino concluiacutean que ldquoel reino no puede contradecir esta merced con color alguno de justicia ni la tiene para salir con ellordquo Podraacute a lo sumo suplicar a SM que le haga merced de otra cosa o que mande que para adelante no se hagan semejantes mercedes ACC XXV pp 88 96 98 100 143 543 551

55 La perpetuacioacuten de los oficios concejiles se habiacutea intentado sin eacutexito en 1544 En 1613 la propues-ta vuelve a plantearse El rey pretendiacutea la perpetuacioacuten de todos los oficios renunciables sirvieacutendole con la tercera parte de su valor El reino se opuso por considerarlo contrario a las condiciones de millones pero no lo pudo impedir Archivo Congreso de los Diputados Libros de Acuerdos 7 de septiembre de 1613

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

da podriacutea arguumlirse como ya habiacutea apuntado Bodino siguiendo en esto a los claacutesicos que nada habiacutea maacutes justo que lo que era necesario Pero aun asiacute el imperativo de la necesidad deberiacutea ser entendido como un elemento constitu-tivo junto a otros del sistema poliacutetico vigente y no como un algo extrantildeo al mismo o disentildeado para destruirlo Quiero decir en definitiva que seriacutea exce-sivo atribuir al rey la intencioacuten de suscribir acuerdos para incumplirlos acto seguido en la praacutectica ordinaria de gobierno Cierto es que esto podiacutea llegar a suceder y de hecho ocurrioacute pero se hizo siempre apelando formalmente a circunstancias extraordinarias y por medio de decisiones que se entendiacutean como acciones puntuales que alteraban excepcionalmente la vigencia de los acuerdos a los que se hubiera llegado pero sin pretender con ello abolirlos Otra cosa es desde luego que la acumulacioacuten de decisiones de este tipo jus-tificadas a corto plazo en virtud de circunstancias especiacuteficas pudiera llegar a desnaturalizar a largo plazo el sentido o el contenido de los acuerdos que se suscribieran entre el rey y el reino y con ello en uacuteltimo extremo a privar de efecto alguno al acuerdo mismo Pero interpretar cada accioacuten real en el aacutembi-to que estamos comentando soacutelo desde este punto de vista implicariacutea mezclar dos planos temporales que en realidad actuaron de forma disociada con el riesgo de distorsionar al hacerlo la comprensioacuten de lo sucedido en cada mo-mento En cualquier caso con los datos disponibles parece poder afirmarse sin demasiados problemas que las condiciones de millones tuvieron un grado de cumplimiento maacutes que razonable

La discusioacuten en torno a la legalidad del acrecentamiento y venta de los cargos municipales se enfrenta por tanto a muchos puntos oscuros sobre los que habriacutea que debatir antes de llegar a conclusiones definitivas Desde luego para los contemporaacuteneos el tema era poleacutemico Se explican asiacute los intensos debates que se produjeron en las Cortes en torno a este problema entre los procuradores y los ministros reales o los propios letrados del reino Es tambieacuten por ello perfectamente comprensible el papel que se reservoacute a los jueces en la solucioacuten de estos problemas y que lo hicieran en funcioacuten de una complejiacutesima casuiacutestica que se aplicaba caso por caso seguacuten las circunstan-cias que les eran propias y no soacutelo trasponiendo de forma riacutegida las normas generales existentes al respecto Hemos tenido la ocasioacuten de comprobarlo En efecto la escritura de 1601 estipulaba taxativamente el consumo de todos los de regidor y jurado acrecentados ldquocomo fuesen quedando vacantesrdquo hasta

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Joseacute Ignacio Fortea Peacuterez

llegar al nuacutemero de los existentes en 1543 y junto a ello prohibiacutea tambieacuten que se realizaran nuevas ventas Ahora bien iquestsignificaba esto que quedaban tambieacuten vetadas las de los oficios antiguos esto es los creados antes de 1543 que tambieacuten fueran quedando vacos Por otro lado iquestera contraria a las es-crituras de millones la creacioacuten y venta de oficios nuevos o distintos a los de regidor jurado o escribano los uacutenicos expresamente mencionados como susceptibles de consumo en las primeras escrituras de millones Que se recu-rriera a crear oficios nuevos nunca antes existentes para ponerlos en venta denota la voluntad de la Corona por explorar alternativas no previstas en los compromisos anteriores O por mejor decir los interrogantes planteados demuestran las sinuosas viacuteas por las que circulaban el rey y sus Consejos para sortear las limitaciones a las que les sometiacutean las escrituras lo que en siacute mismo revela su intencioacuten de no contradecirlas frontalmente al menos hasta donde se lo permitiera la simultaacutenea y contradictoria concurrencia de los principios de gracia y de necesidad a los que tambieacuten podiacutea y debiacutea aco-modarse su accioacuten de gobierno

El rey y sus ministros no habiacutean perdido por tanto toda capacidad de accioacuten pese a lo suscrito en las condiciones de millones A la vista de esta situacioacuten al reino no le quedaba maacutes alternativa que la de adaptarse a la es-trategia real O dicho de otra forma si lo que se pretendiacutea era el consumo de los oficios municipales y el rey se las ingeniaba para dejarse expeditas viacuteas de escape por las que seguir creaacutendolos el reino no teniacutea maacutes remedio que hacer de una a otra escritura de millones una cada vez maacutes prolija relacioacuten de oficios cuyo acrecentamiento o venta queriacutea impedir o cuyo consumo pre-tendiacutea favorecer La escritura del servicio de 175 millones concedido en 1608 es particularmente significativa a este respecto Fue entonces cuando a lo establecido en la negociada previamente la del servicio de los 18 millones se antildeadieron nuevas estipulaciones que trataban de impedir iniciativas reales que amparaacutendose en la letra de la ley le habiacutean permitido crear y vender nuevos oficios sin que pudiera ser acusada de violar expresamente las condi-ciones establecidas en las escrituras precedentes Fue por ejemplo entonces cuando los procuradores consiguieron que se anulase la distincioacuten entre ofi-cios antiguos y nuevos a efectos del consumo de los que quedaran vacantes y que la norma se hiciese extensible ademaacutes a cualquier otro oficio con voz y voto en el regimiento Todo ello seriacutea ratificado aun con mayor detalle en la es-

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El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630)

critura del servicio de 18 millones otorgado en 161956 Estaacute claro por tanto que siguioacute habiendo viacuteas para enajenar oficios cuando estaba prohibido hacerlo sin que esto supusiese necesariamente una violacioacuten flagrante de lo establecido en los contratos suscritos entre rey y reino a este respecto y por mucho que este uacuteltimo se sintiera agraviado por decisiones que sin incumplir la letra de la ley podiacutea entenderse que violentaban su espiacuteritu En cualquier caso las ventas de oficios puacuteblicos soacutelo se reanudariacutean con fuerza despueacutes de 1630 pero esta vez conviene subrayarlo con el previo consentimiento del reino

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Susana Truchuelo(Universidad de Cantabria Espantildea)

El marco urbano ha sido un espacio privilegiado de anaacutelisis de la doctora Mariacutea Ineacutes Carzolio una de las grandes referentes historiograacuteficas sobre el mundo concejil europeo y en particular sobre el norte de la Peniacutensula Ibeacuterica En este aacutem-bito espacial y temaacutetico los territorios vascos compartieron muchos rasgos identi-ficativos con esos otros marcos locales cantaacutebricos en particular en los periacuteodos finales de la Edad Media1 Dentro de las problemaacuteticas comunes la aspiracioacuten al buen gobierno y la intensificacioacuten de la utilizacioacuten de diversos instrumentos de tra-bajo escritos permitieron modificar el gobierno de las comunidades locales desde finales de los siglos medievales y durante la temprana Edad Moderna La difusioacuten de la cultura escrita alcanzoacute a todos los aacutembitos europeos desde el periacuteodo medie-val pero su incidencia en algunos espacios como el norte de Castilla fue tardiacutea y en ninguacuten caso excluyente ni incompatible con el mantenimiento de tradiciones de gobierno basadas en la oralidad (Chastang 2013 p 28)2

1 Proyecto de Investigacioacuten I+D+i del Ministerio de Economiacutea y Competitividad de Espantildea (MEC HAR2013-44093-P) De la lucha de bandos a la hidalguiacutea universal transformaciones so-ciales poliacuteticas e ideoloacutegicas en el Paiacutes Vasco (siglos XIV-XVI) Dir Joseacute Ramoacuten Diacuteaz de Durana

2 Siguiendo a J Goody (1977)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

Las nuevas perspectivas de anaacutelisis de la cultura poliacutetica y de las re-laciones entre las estructuras de p oder y sus protagonistas durante los pe-riacuteodos bajomedieval y moderno estaacuten aportando mayor complejidad a las realidades poliacuteticas de esas eacutepocas y a las acciones de gobierno en las que coparticipaban distintas autoridades De hecho la existencia de muacuteltiples poderes con atribuciones concurrentes en el marco local que contaban con sus respectivos agentes actuantes en un mismo espacio determinoacute la aparicioacuten y difusioacuten de una pluralidad de instrumentos escriturarios do-cumentales para la definicioacuten y ejecucioacuten de las normas y de las praacutecticas de gobierno

La focalizacioacuten del estudio en espacios locales en particular en villas de reducido tamantildeo como las estudiadas por la doctora Carzolio dotadas de todos los elementos propios de las entidades privilegiadas nos permite valorar el papel de los documentos escritos en aacutembitos muy extendidos en la geografiacutea poliacutetica europea y que poseen elementos propios tanto de las grandes urbes europeas como de las pequentildeas villas que se caracterizan por enmarcarse en dinaacutemicas de complejidad administrativa maacutes limita-da Ademaacutes si el marco de anaacutelisis se centra en espacios que desarrollan paralelamente procesos de formacioacuten de estructuras territoriales maacutes am-plias (Carzolio 2010-2011 pp 137-144) ndashinsertas a su vez en el seno de monarquiacuteas complejas o compuestasndash tenemos el laboratorio idoacuteneo para valorar desde una perspectiva dinaacutemica el desarrollo de normas y praacutecticas de gobierno interno cada vez maacutes complejas y asimismo para comprender el papel de los instrumentos administrativos en la consolidacioacuten de identi-dades urbanas3

El espacio propuesto son las villas vascas de la provincia Guipuacutezcoa insertas en la corona de Castilla La localizacioacuten geo-estrateacutegica de ese es-pacio fronterizo obligaba a las autoridades locales territoriales y reales al mantenimiento de la paz interna y del buen gobierno para la consecucioacuten de una correcta y raacutepida defensa de esa pequentildea porcioacuten de terreno colindante por tierra con el Sentildeoriacuteo de Vizcaya y el reino de Navarra y por viacutea mariacuteti-

3 La cuestioacuten identitaria estaacute siendo desarrollada en particular por los medievalistas en los uacutelti-mos tiempos Una reflexioacuten sobre la multiplicidad de escrituras urbanas en el dossier coordinado por Crouzet-Pavan y Lecuppre-Desjardin (2012) y para el caso espantildeol Val Valdivieso (2006 2009-2010 2011) y Montero Maacutelaga (2012 pp121-142)

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Susana Truchuelo

ma tambieacuten con Francia Tanto las villas fundadas en la Edad Media como la propia entidad territorial que se fue forjando en la Baja Edad Media la Provincia de Guipuacutezcoa fueron las encargadas de la conservacioacuten del bien comuacuten de sus gentes a traveacutes de unas praacutecticas de gobierno que desarrollaron instrumentos escritos cada vez maacutes prolijos y complejos

Desde finales del siglo XV los agentes de las instituciones concejiles de la administracioacuten territorial y los emisarios de la autoridad real esto es los tres poderes desiguales y jeraacuterquicos que interactuaban en este aacutembito urba-no (entre otros) utilizaron con mayor intensidad la documentacioacuten escrita como instrumento en su praacutectica de gobierno A traveacutes de acciones praacutecticas y de escritos (como ordenanzas escrituras de registros informes y listas) buscaban alcanzar esas aspiraciones de bien comuacuten que uniacutean a los hombres agrupados en la civitas fuera cual fuera su tamantildeo4

Entre los mecanismos utilizados por las elites urbanas para mejorar el gobierno de las villas se encuentra la difusioacuten de ordenanzas y decretos concejiles que conllevaban una regulacioacuten normativa en aspectos poliacuteticos comerciales asistenciales fiscales culturales o sociales de la comunidad (Carzolio 2003) En el mismo sentido en la configuracioacuten y definicioacuten paralela de nuevas entidades territoriales jugoacute un papel fundamental la pro-mulgacioacuten de leyes y ordenanzas de aplicacioacuten comuacuten a todos los habitan-tes del espacio provincial por parte de su patriciado dirigente y su difusioacuten a partir de copias distribuidas entre las entidades integrantes A traveacutes de estos ejemplos de documentos administrativos se profundiza no solo en las causas motivadoras de la creacioacuten documental sino tambieacuten en la diversi-dad de agentes protagonistas en su definicioacuten y difusioacuten en el marco local territorial yo cortesano

Como sabemos las villas guipuzcoanas medievales se encontraban de-finidas desde un punto de vista juriacutedico a partir de una carta de fundacioacuten otorgada por el rey en el periacuteodo medieval y que asignaba o reconociacutea a la comunidad que albergaba la naturaleza de cuerpo poliacutetico privilegiado dotado de capacidad de autogobierno desarrollado en principio a traveacutes de un miacutenimo desarrollo institucional Se trataba de veinticinco villas fundadas

4 Se trataba de una comunidad perfecta cuyos miembros se encontraban unidos por viacutenculos morales religiosos juriacutedicos y jurisdiccionales articulados en torno a la vecindad (Carzolio 2002 pp 641-642)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

entre 1180 y 1383 por los monarcas de Castilla (salvo la primera San Se-bastiaacuten fundada por Sancho VI de Navarra) y que dirigieron una poliacutetica de ordenacioacuten territorial y de direccioacuten del espacio haciendo uso de las compe-tencias concedidas por la carta fundacional (Arizaga 1978 y 1990 Barrena 1989) El esquema organizativo interno otorgado por esa carta puebla era vago e incompleto y por ello cada comunidad urbana inicioacute un proceso de auto-organizacioacuten interna a partir del desarrollo de su propia potestad normativa5 El proceso se fundamentoacute durante mucho tiempo en praacutecti-cas cotidianas para el correcto gobierno de la comunidad no escrituradas sino ubicadas en el entorno oral y consuetudinario Para consolidar estas praacutecticas en el contexto de un espacio juriacutedico plural cada vez en mayor competencia esas normas locales que regulaban relaciones socio-econoacutemi-cas y poliacuteticas comenzaron a ponerse por escrito evitando asiacute conflictos de interpretacioacuten (Chastang 2013 p 59)

A imitacioacuten de lo sucedido en las grandes villas medievales castellanas (Ladero Quesada y Galaacuten Pentildea 1982 Ladero Quesada 1998 Franco Silva 1999) desde finales del periacuteodo medieval comenzaron a escriturarse diversas ordenanzas y decretos municipales que regulaban aspectos plurales del gobier-no comunitario La creacioacuten de nuevos oficiales el establecimiento de requi-sitos restrictivos para el acceso al gobierno la definicioacuten de atribuciones de los oficiales la provisioacuten de productos alimenticios la administracioacuten de ren-tas e ingresos o el aprovechamiento colectivo de los bienes comunales fueron cuestiones reglamentadas cada vez con mayor definicioacuten por las comunidades urbanas (en mayor medida que en los espacios rurales no privilegiados) Habi-tualmente se recogiacutean usos y costumbres transmitidos oralmente de generacioacuten en generacioacuten y se incorporaban asimismo normas aplicadas en otros espa-cios en muchos casos establecidas bajo promocioacuten real En consecuencia en particular en las pequentildeas villas la tradicioacuten oral se fue integrando al menos parcialmente en la tradicioacuten escrita lo que caracteriza la apariencia fragmen-taria que tiene la escrituracioacuten del derecho consuetudinario (Hespanha 1993a p 29) En definitiva en Guipuacutezcoa se produjo un proceso de normativizacioacuten y escrituracioacuten de diversos aspectos de la vida de la comunidad habitualmente

5 Los tratadistas entienden que la ciudad tiene potestad normativa en cuestiones especiacuteficamente urbanas entendida eacutesta como una delegacioacuten de poder real (Fortea 2000 pp 261-308) Sobre la potestad de ordenanza en Guipuacutezcoa consultar a Soria (1992 pp 27-39)

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Susana Truchuelo

bajo la cobertura y apoyo del poder real que buscaba impulsar la escritura en ndashlengua castellanandash como forma poliacutetico-administrativa de relacioacuten entre los distintos poderes y como mecanismo de resolucioacuten de los conflictos internos67

En el caso vasco las ordenanzas conservadas son maacutes tardiacuteas que en el resto de Castilla dado que las normas maacutes antiguas son disposiciones muy fragmentadas del siglo XIV8 Hay que esperar a finales del siglo XV con el impulso organizativo promovido por los Reyes Catoacutelicos a que se desarro-lle el proceso compilador de esas normas escritas de gestioacuten local que tuvo como punto culminante el siglo XVI y en particular el reinado de Carlos I Nos estamos refiriendo a recopilaciones de ordenanzas municipales que abarcaban aspectos econoacutemicos jurisdiccionales gubernativos y poliacuteticos El periacuteodo maacutes fructiacutefero en ese proceso de redaccioacuten y compilacioacuten de las normas juriacutedicas concejiles fue el de la primera mitad del siglo XVI Los historiadores del derecho han identificado tres fases de creacioacuten normativa concejil en el espacio guipuzcoano (Soria 1992 pp 32-36) La primera fase compilatoria se produjo durante el reinado de los Reyes Catoacutelicos (1483-1517) con la redaccioacuten de ordenanzas que buscaban suprimir la influencia de la nobleza sentildeorial y sus disputas en los espacios urbanos y rurales9 La segunda fase abarca de 1518 a 1552 y en ella se concentran la gran mayoriacutea de las compilaciones ponieacutendose por escrito usos costumbres y praacutecticas locales que racionalizaban la actuacioacuten de los concejos para obtener una co-rrecta administracioacuten en los diferentes aacutembitos de gobierno Por uacuteltimo en la tercera fase la maacutes larga de 1553 a 1696 se realizaron modificaciones

6 Al igual que sucedioacute en otros espacios como Portugal (Hespanha 1993b p 130 y 139)

7 En efecto no es ajeno a este proceso de escrituracioacuten de normativa el deseo de resolver disputas internas por el control de los concejos urbanos delimitando el marco de accioacuten de cada bando (Garciacutea Fernaacutendez 2004 p 117)

8 El proceso de desarrollo de la comunicacioacuten escrita se intensificoacute en la Castilla urbana en el siglo XIV paralelamente a un fenoacutemeno de secularizacioacuten que eliminoacute el monopolio de la Iglesia en la pro-duccioacuten de material escrito (Ruiz Garciacutea 1999 pp 275-313) Maacutes antiguas auacuten son estas dinaacutemicas en el contexto urbano europeo por ejemplo las primeras actas flamencas datan de siglo XII (Hemptinne y Prevenier 2012 pp 13-30) Nos encontrariacuteamos por tanto muy lejos de la rivoluzione documentaria del tardomedievo italiano (Bartoli Langeli 2004 pp 93-102 Chastang 2013 pp 25-27)

9 Para otros autores como Lema (2002) se iniciariacutea en 1474 con el inicio del reinado de los Reyes Catoacutelicos y es una muestra no solo de regular el acceso al gobierno municipal sino tambieacuten a toda la vida social y econoacutemica de las comunidades urbanas (p 94)

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

concretas de las ordenanzas en algunas villas marcaacutendose cada vez en ma-yor intensidad la tendencia a la elitizacioacuten del gobierno urbano Este proceso de creacioacuten normativa se acompantildeoacute de otras praacutecticas que buscaban resaltar la identidad urbana mediante la conservacioacuten de dichos ordenamientos y en particular la custodia y guarda de privilegios y exenciones de todo tipo ndashen particular fiscales comerciales y militaresndash concedidos por los distintos reyes castellanos que consolidaban la memoria escrita probatoria de la antiguumledad de dichas comunidades urbanas

La gran mayoriacutea de los ordenamientos concejiles del siglo XVI insti-tucionalizoacute legalmente una jerarquizacioacuten interna en las instituciones de gobierno de la comunidad La antigua asamblea plenaria o concejo abierto (oacutergano representativo de la comunidad durante todo el periacuteodo medieval) en el que participaban todos los vecinos pasaba a un segundo plano poliacutetico sin desaparecer adquiriendo la maacutexima autoridad gubernativa una nueva institucioacuten de inspiracioacuten castellana el Regimiento Estas ordenanzas re-dactadas y recopiladas en el siglo XVI no haciacutean sino sancionar praacutecticas previas de cierre oligaacuterquico en el seno de la comunidad afirmando el pro-ceso de conversioacuten del concejo cerrado u oacutergano restringido en la principal institucioacuten de gobierno y de representacioacuten urbana y ratificando la existen-cia de un proceso paralelo de oligarquizacioacuten aunque abierto en el caso vasco a gran parte de la colectividad (Carzolio 2001-2002 pp 261-288) Esa imitacioacuten terminoloacutegica ndashRegimientondash en el marco de un proceso de empatriciamiento adquirioacute tintes particulares en el los territorios vascos al convivir el Regimiento con un concejo abierto ndashdesnaturalizadondash y al mantenerse la eleccioacuten vecinal y la renovacioacuten anual de los cargos que imposibilitaba la intervencioacuten directa del monarca en el nombramiento de los regidores y en consecuencia la aparicioacuten de regiduriacuteas perpetuas carac-teriacutesticas de las urbes castellanas

De hecho en el siglo XVI las oligarquiacuteas urbanas vascas bajo la tutela del monarca se inspiraron en los instrumentos escriturarios normativos vi-gentes desde la Edad Media en las villas con mayor desarrollo poliacutetico-iden-titario del centro de Castilla que buscaban resolver los conflictos internos y fomentar el buen gobierno a traveacutes del establecimiento del Regimiento La fi-nalidad expresa de estos ordenamientos era la consolidacioacuten de una identidad juriacutedica especiacutefica orientada al logro maacuteximo del bien comuacuten de la comunidad

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Susana Truchuelo

urbana entendido en teacuterminos de utilitas aplicada al conjunto de la univer-sitas que integraba la villa por encima de elementos individuales tambieacuten consustanciales a esa misma comunidad1011

Este nuevo sistema poliacutetico concejil apuntaba a una inicial mejora de la vida poliacutetico-administrativa sustentada en la concrecioacuten competencial defi-nida a traveacutes de normas escritas que recogiacutean antiguas costumbres y nuevas leyes reales Junto a las leyes locales la accioacuten cotidiana comenzoacute lentamen-te a quedar puesta por escrito en actas concejiles en las que se percibe el pulso cotidiano en la accioacuten de gobierno las temaacuteticas objeto de regulacioacuten los de-bates entre los distintos grupos urbanos y la nueva creacioacuten normativa a partir de decretos insertos en los registros de actas son algunas de las materias que aparecen en estos nuevos instrumentos escritos Esta diversidad documental a la que se uniacutea un conjunto variado de matiz habitualmente econoacutemico-fiscal fue establecieacutendose difundieacutendose copiaacutendose y archivaacutendose en las villas guipuzcoanas tiacutemidamente en el siglo XV (Diacuteaz de Durana y Dacosta 2014 pp 137-138) y de manera maacutes acusada seguacuten avanzaba el siglo XVI y en algunos casos los siglos XVII y XVIII12

La misma circulacioacuten de modelos escriturarios normativos y administra-tivos ahora ya imitando ordenanzas establecidas en las grandes villas vascas con Carlos I se extendioacute durante el siglo XVI a buena parte de las antiguas villas medievales guipuzcoanas prolongaacutendose en el tiempo A principios del siglo XVII se aprecia una reiteracioacuten de esta dinaacutemica clara de asimilacioacuten de modelos normativos escritos esta vez en las treinta antiguas aldeas some-tidas a las grandes villas medievales que se eximieron de sus jurisdicciones

10 Tambieacuten en la Basilea bajomedieval el bien comuacuten suponiacutea el mantenimiento de la paz la mejora de la infraestructura urbana y el crecimiento de los oacuterganos legislativos de los que se dotaban los ciudadanos (Blicke 1998 p 35) Veacutease igualmente Lecuppre-Desjardin y Van Bruaene (2010)

11 ldquo[] el concejo alcalde fieles jurado y hombres hijosdalgo de la villa de Tolosa en su concejo e ayuntamiento [] por siacute y en nombre de los otros vecinos de la dicha villa sus hermanos en voz y en nombre del concejo unaacutenimes [] para la buena governacioacuten regimiento haviacutean hecho hacer hicieron ciertas ordenes por donde la dicha villa y sus vecinos e pueblo e republica de ella fueren bien regidos e gobernadosrdquo (Truchuelo 2006 p 46)

12 De principios del siglo XVI contamos con algunas cuentas concejiles repartimientos o padrones ademaacutes de ordenanzas concejiles Los registros de actas de los concejos son muy escasos incluso en las grandes villas iniciaacutendose avanzado el siglo XVI (un resumen en Aragoacuten 2012 pp 249-283) a pesar de que ya veniacutea establecida su redaccioacuten en las mismas ordenanzas como se ve en el caso de la villa de Tolosa

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Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales

al comprar en 1615 a Felipe II el tiacutetulo de villazgo y la capacidad jurisdic-cional (Truchuelo 1997) Estas nuevas villas con fuerte contenido rural co-menzaron a introducir estos usos escriturarios en sus acciones de gobierno a traveacutes de la creacioacuten de ordenanzas municipales y de la redaccioacuten de actas concejiles que empezaron a generalizarse solo a partir del siglo XVIII Estas praacutecticas documentales convivieron durante buena parte de la Edad Moderna con el recurso a la oralidad como soporte de comunicacioacuten y accioacuten poliacutetica (Hespanha 1990 pp 445-456) tanto en las decisiones de gobierno como en la administracioacuten de la justicia

La difusioacuten y efectividad de estos instrumentos en la accioacuten de gobierno fue desigual y muy limitada en los espacios vascos Maacutes extendida en los espacios grandes y maacutes reducida en las pequentildeas nuevas villas del siglo XVII su impacto e influencia eran menos efectivas a causa de la pervivencia de un modelo de or-ganizacioacuten poliacutetico-administrativa denominado por Hespanha (1993b) como sis-tema patriarcal-comunitario maacutes arcaico que el concejil del Regimiento propio de comunidades con escasa profesionalizacioacuten en la vida poliacutetico-administrativa (pp 127-130) Por ello a pesar de la existencia de normas escritas custodiadas en unos archivos de creacioacuten muy tardiacutea las contravenciones de dichas normati-vas fueron habituales en particular con relacioacuten a la designacioacuten de los oficiales puacuteblicos y a las pautas marcadas en la gestioacuten de la bolsa comunal las cuentas municipales y sobre todo la periodizacioacuten de la presentacioacuten de cuentas y la re-gularizacioacuten de los ingresos y gastos La norma escrita por tanto marcaba unos liacutemites y condiciones juriacutedicas que eran largamente incumplidas en la praacutectica cotidiana no escrita que era gestionada por poderosos locales alejados de la cul-tura escrita calificados ruacutesticos e ignorantes por los defensores de un orden juriacute-dico y de gestioacuten sabio alternativo al oral (Hespanha 1993a pp 17-60)

La imposicioacuten de la utilizacioacuten del castellano como vehiacuteculo de comu-nicacioacuten poliacutetica en la documentacioacuten escrita y como mecanismo excluyente ndashjunto a la alfabetizacioacutenndash para al acceso y el ejercicio de los maacutes relevantes cargos de gobierno se convertiacutea en un instrumento de segregacioacuten poliacutetica de la mayor parte de la comunidad dado que el lenguaje mayoritario era el vasco (euskara) de tradicioacuten oral13 Esta exigencia linguumliacutestica en la documentacioacuten

13 San Sebastiaacuten fue la primera villa que en 1530 establecioacute este requisito para sus alcaldes Tolosa le siguioacute dos antildeos despueacutes (Soria 1992 p 393 Truchuelo 2006 p 135)

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escrita se convierte en un mecanismo maacutes de homogeneizacioacuten de las villas y de consolidacioacuten de la oligarquizacioacuten del gobierno local en Guipuacutezcoa impulsado desde el poder real y desde parte de las elites instruidas en cas-tellano Obviamente el generalizado analfabetismo y desconocimiento de la lengua de comunicacioacuten impuesta relativiza la difusioacuten real de estas praacutecticas y subrayan igualmente el mantenimiento paralelo de praacutecticas orales tradicio-nales ndashen vascondash en la accioacuten de gobierno

Al mismo tiempo como consecuencia de esta cuestioacuten linguumliacutestico-cultural la escritura se convirtioacute en un factor de discriminacioacuten social al no ser com-prensible el mensaje escrito plasmado en ordenanzas actas registros reparti-mientos o censos para gran parte de la poblacioacuten14 Si tenemos en cuenta que el nivel de alfabetizacioacuten era bajo y estratificado mayor en el aacuterea urbana (villas) que en la rural (aldeas) (Ouston 1991) la consecuencia inevitable es que durante buena parte del periacuteodo moderno el acceso y compren-sioacuten de este conjunto documental estaban lejos de ser habituales lo que impulsoacute el mantenimiento de praacutecticas orales y la generalizacioacuten de los incumplimientos del restrictivo requisito linguumliacutestico de la alfabetizacioacuten (Hespanha 1990 pp 445-446 y 1993b p 131) en castellano para el acceso a los cargos En este contexto se comprende mejor la relevancia que fueron adquiriendo los notarios y en particular los escribanos de los concejos ya desde la Edad Media Estos teacutecnicos de la escritura llegaron a erigirse en el aacutembito vasco en figuras de reconocido prestigio y enorme influencia poliacutetico-econoacutemica tanto a nivel local como provincial1516 Los escribanos eran los escasos teacutecnicos del derecho escrito en castellano existentes y por ello ejercieron fuerte influencia sobre la opinioacuten de unas elites en las que

14 Jack Goody ya resaltoacute desde la antropologiacutea las implicaciones sociales y poliacuteticas de la difu-sioacuten de la cultura escrita y su papel en el fortalecimiento de las elites y en la desvalorizacioacuten paralela de las culturas populares donde primaba la oralidad (Goody 1977)

15 Seguacuten Hespanha los escribanos no teniacutean gran prestigio social local pues el derecho escrito era impuesto y no reproduciacutea los usos y costumbres locales (1993a p 52) Pero en el caso vasco las normas locales siacute reproduciacutean el derecho consuetudinario donde habiacutea una mixtificacioacuten entre normas de inspiracioacuten real ndashRegimiento- y escrituracioacuten de praacutecticas consuetudinarias

16 Los escribanos participaban activamente en el gobierno ejerciendo los cargos maacutes relevantes del concejo e incluso de la Provincia En el caso del oficio provincial de Diputado (electo solo en 4 villas) en Tolosa y San Sebastiaacuten maacutes de la mitad de los elegidos eran escribanos (Truchuelo 2000 p 423)

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se integraban y sobre sus decisiones de gobierno y de justicia dado el desco-nocimiento generalizado de la cultura juriacutedica castellana

En definitiva durante todo el periacuteodo convivieron dos dinaacutemicas simultaacute-neas no contradictorias que se complementaban por una parte una tendencia a escriturar las normas y praacutecticas como mecanismo de legitimacioacuten de la constitucioacuten local (y tambieacuten provincial) y por otra parte el mantenimiento de praacutecticas tradicionales donde primaba la oralidad en la transmisioacuten de la informacioacuten en la resolucioacuten de los conflictos y en las acciones de gobier-no en las que participaban no solo miembros de las comunidades locales sino tambieacuten oficiales provinciales y reales Mientras tanto las negociaciones entre los poderes resolviacutean controversias sobre libertades o acciones de go-bierno concretas a traveacutes de mecanismos mixtos que aunaban instrumentos administrativos (memoriales informes traslados de actas de privilegios o deposiciones de testigos) y la defensa oral en el marco de relaciones de clien-telismo y patronazgo plenamente activas en la Monarquiacutea Hispaacutenica para el mejor gobierno y administracioacuten de los territorios17

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17 Estamos de acuerdo en el revisionismo actual sobre la nocioacuten de centralizacioacuten en los procesos de construccioacuten estatales y la incidencia directa de los instrumentos administrativos que tuvo que con-vivir con una pluralidad de poderes en permanentes conflictos y negociaciones (De Vivo 2013 p 725)

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Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII

Dariacuteo Rafael Lorenzo(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

Cada historiador examina su praacutectica a partir de su propio campo de trabajo A mi parecer lo que da sentido a los anaacutelisis historiograacuteficos o metodoloacutegicos es su capacidad de inventar objetos de investigacioacuten de proponer nuevas categoriacuteas interpretativas y construir comprensiones ineacuteditas de problemas antiguos

(Chartier 2005 p 10)

Palabras inicialesNuestro anaacutelisis abarca un lapso de tiempo donde se destaca la aparicioacuten de una

cantidad importante de escritos una copiosa literatura de ldquomaacuteximasrdquo de la eacutepoca

() eacutestas dicen en forma breve y adaptada a la ocasioacuten coacutemo se debe obrar ante

una coyuntura determinada tanto por parte del Priacutencipe como de sus vasalloshellip

ante la posibilidad de que en la vida del gobernante se susciten situaciones cuya

concatenacioacuten escapa al proceso loacutegico de la mente hay que estar advertidos (hellip)

(Maravall 1997 p 33)

Lorenzo D R (2017) Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del siglo XVII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

Literatura que alterna temaacuteticas ndashentre otrasndash sobre la jerarquiacutea de po-deres y el orden natural

Al tratar sobre el origen y naturaleza de la sociedad formas de gobierno obligaciones de los Reyes y suacutebditos arte y teacutecnica del poder en los Priacutenci-pes el testimonio de la Biblia se aduce junto a la argumentacioacuten racional Es de suponer que si la creencia en una armoniacutea entre razoacuten y fe constituyen la roca viva en que se apoya la construccioacuten de la poliacutetica es loacutegico pensar que cuanto amenace esa fundamental base doctrinal produzca gran alarma El arte de conservar el gobierno consiste ndashentre otros aspectosndash en la habilidad del priacutencipe por mantener su reputacioacuten y la de su estado no resulta extrantildeo que obras como la de Jeroacutenimo de Ceballos (Arte Real 1623) y Carillo Lasso (Soberaniacutea e independencia de los reyes de Espantildea 1626) se encuentren ins-piradas dentro de un pensamiento soberanista en respuesta a las dificultades de la eacutepoca (Fernaacutendez Albaladejo 2009 p 113)

El empleo de los teacuterminos poliacutetico y poliacutetica en los escritos de algunos tra-tadistas determinaron que distintos investigadores del siglo XX (Skinner 1986 p 359) analicen particularmente las relaciones entre obligacioacuten mando obe-diencia (Castro Alfin 1999) y sus entornos de poder ldquo(hellip) otros intentos se han llevado a cabo para establecer un marco que perfile la relacioacuten entre pensamiento y accioacuten poliacuteticardquo (Gil Pujol 2006 p 92) Un dilema caracteriacutestico en nuestros tiempos de la teoriacutea poliacutetica ndashretrotrayendo sus estudios a los siglos XVI y XVIIndash es plantear si se subordina la accioacuten poliacutetica a los principios religiosos y morales (De Certeau 2010 p 150) o bien si se afirma la autonomiacutea de la poliacutetica No abordaremos para el presente trabajo los debates surgidos sobre cuaacuteles son los aspectos que debemos tomar en cuenta a la hora de hablar sobre la historia del pensamiento poliacutetico ndashdesde la conducta social o la actividad intelectual (Pocock 2011 p 21)ndash sino que intentaremos tener presente lo que era ldquopoliacuteticamente pen-sablerdquo en un espacio como el Antiguo Reacutegimen (Gil Pujol 2006 p 168)

La recopilacioacuten de fuentes vinculadas a la Espantildea del siglo XVII repre-senta para nosotros un gran desafiacuteo no soacutelo y en atencioacuten al rol que juega la historiografiacutea ndashen especial durante el periacuteodo analizadondash sino tambieacuten por los conceptos y lenguajes propios de los escritores tratadistas memorialistas y juristas de la temprana edad moderna

En este campo autores contemporaacuteneos identifican a la tratadiacutestica es-pantildeola con rasgos propios por un lado aquellos que intentan elaborar una

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Arte de historia y arte de reinar

ldquociencia poliacuteticardquo sometida a la religioacuten verdadera concebida seguacuten la ima-gen del ldquobuen pastorrdquo-ldquopastor y padrerdquo y por otro los que legitiman una nocioacuten de poliacutetica propia en la que gobernar no soacutelo consistiriacutea en guardar a los suacutebditos En ambos sentidos los interrogantes en torno a la construccioacuten del corpus de saber poliacutetico y la funcioacuten del monarca tienen como corolario respuestas muacuteltiples y quizaacutes contradictorias En general se procura que el monarca pudiera actuar ldquoconforme a las reglas de policiacutea y estadordquo

Escritores del siglo XX afirman que no puede ldquocomprenderse el pensa-miento poliacutetico espantildeol sin hacer referencia a Maquiavelordquo (Maravall 1997) por ello no resulta extrantildeo encontrar distintas temaacuteticas sobre la preocupa-cioacuten del discurso pastoral para asegurar la conservacioacuten de la monarquiacutea con la inevitable atencioacuten que ello conlleva en los aspectos de la vida poliacutetica de la comunidad La misioacuten educativa adquiere un intereacutes importante en rela-cioacuten a la persona del Priacutencipe en especial y parafraseando a Carzolio (1997)

durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII marcan un momen-

to de cambio que va del rechazo al intento de insercioacuten de la idea de la razoacuten de

Estado en el pensamiento poliacutetico espantildeol al replanteo de los nuevos liacutemites de

la legitimidad (p 60)

La afirmacioacuten ldquoel Priacutencipe es el alma del estadordquo tiene mucho maacutes que un puro valor metafoacuterico (Foucault 1991 p 103) y pone de manifiesto que eacutel es el que asegura el orden vivo de la Repuacuteblica En esa ldquolucha de cautelasrdquo ndashque implica gobernarndash se recomienda amaestrar el ingenio para vencer el disimulo de los demaacutes y penetrar en el secreto de las intenciones

La finalidad era colocar a la poliacutetica en el plano de la prudencia que cuenta con la fragilidad humana y a la vez con la posibilidad de endereza-miento en la conducta ese fin ndashno el uacutenicondash es perseguido por los escrito-res y explica en cierto modo la copiosa literatura de la eacutepoca sobre coacutemo se debe obrar ante una coyuntura determinada tanto para el Priacutencipe como sus vasallos ldquola prudencia no soacutelo encamina la razoacuten y voluntad humana endereza las potencias y fuerzas del hombre y ordena todas sus acciones pero aun sin ella no puede un hombre serlordquo en consecuencia la prudencia seriacutea el mejor instrumento a disposicioacuten del gobernante porque la realidad poliacutetica de la eacutepoca lo exige

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Dariacuteo Rafael Lorenzo

La prudencia poliacutetica aparece una y otra vez como virtud indispensable para orientar la conducta y que conjuntamente con la experiencia (Maravall 2001 p 21) establecen las bases ndashno las uacutenicasndash sobre las cuales se construye el ldquopriacutencipe perfectordquo ldquo(hellip) esta prudencia cristiana primero que poliacutetica y civil permitiacutea al priacutencipe enfrentar debidamente las contingencias del aacutembito terrenal sin contravenir el disentildeo divinordquo (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 100) En concreto ldquomediordquo ldquopoliacuteticardquo y ldquomeacutetodordquo son teacuterminos que indican que la accioacuten gubernativa estariacutea guiada por criterios que van maacutes allaacute de un programa de gobierno Sentildeala Gil Pujol (2000)

(hellip) ello se complementaba con una especial disposicioacuten de aacutenimo por parte del

priacutencipe un severo autodominio de sus pasiones Asiacute lo sentenciaba Saavedra

Fajardo el priacutencipe ha de procurar que sus acciones no se gobierne por sus

afectos sino por la razoacuten de Estadohellip no ha de obrar por inclinacioacuten sino por

razoacuten de gobiernohellip tambieacuten este teacutermino ldquorazoacuten de estadordquo y en menor medida

ldquorazoacuten de gobiernordquohellip su significado no era claro ni mucho menos (hellip) (p 40)

Lo maacutes frecuente entre los tratadistas espantildeoles fue defender la ldquoverda-dera razoacuten de estadordquo (Domiacutenguez Ortiz 1992 p 195) en la que la poliacutetica se subsumiacutea con toda naturalidad en la religioacuten

(hellip) la religioacuten marcaba en este sentido la diferencia Sobre ella veniacutean a des-

cansar de hecho los ejes de la formidable maacutequina que era la monarquiacuteahellipy ello

no soacutelo como consecuencia de una previa e ineludible obligacioacuten natural sino

ademaacutes por la conviccioacuten propiamente poliacutetica de que la conservacioacuten de la mo-

narquiacutea no era posible sin ella (hellip) (Fernaacutendez Albaladejo 2007 p 98)

La religioacuten forma parte como elemento de gobierno medio poliacutetico de la ldquorazoacuten de estadordquo y ldquocultura de los priacutencipesrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 82) no debemos pasar por alto que maacutes allaacute de las complejidades en las formas del orden poliacutetico y los planteamientos religiosos algunos tratados sobre razoacuten de estado incorporan otro contenido nos referimos a la situacioacuten ldquoeconoacutemicardquo y conservacioacuten con un sentido de viabilidad material En la problemaacutetica sobre eacutetica y poliacutetica surgen ldquocomplejiacutesimas condiciones en que tiene que manejarse el gobernante (hellip)rdquo (Murillo Ferrol 1957 p 174) Asiacute emerge una expresioacuten como razoacuten de estado utilizada en sentidos diferentes y antagoacutenicos la astuta

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Arte de historia y arte de reinar

falsa o ateiacutesta que para muchos autores es la defendida por Maquiavelo y que se concibe como una mera teacutecnica de adquisicioacuten conservacioacuten y aumento del poder sin que la eacutetica juegue ninguacuten papel y la verdadera perfecta o de la bue-na razoacuten de estado que siendo tambieacuten una teacutecnica de conservacioacuten y poder armonice el afaacuten de los priacutencipes con la teologiacutea

No es nuestra intencioacuten definir en forma pormenorizada la expresioacuten ldquorazoacuten de estadordquo o el momento preciso en que aparece sin embargo re-sulta interesante remarcar algunos autores que se refieren a la misma a co-mienzos del siglo XVII uno de ellos es Pedro Barbosa Homen (1627) que la define de la siguiente manera ldquo(hellip) una doctrina especial que por medio de varias reglas hace diestro a un priacutencipe o para conservar en los mismos estados la forma y grandeza original que tienen o para con nuevos aumen-tos ilustrar o acrecentar la antigua masa de que ellos se formanrdquo (Fernaacutendez Santamariacutea 1986 p 18) por otra parte Francisco de Quevedo ldquoconsidera-ba que razoacuten de estado nada tiene que ver con la poliacutetica porque supone el ejercicio del poder de una forma diaboacutelica va contra toda moral cristiana y pone en peligro el orden poliacutetico existente (hellip)rdquo (Rus Rufino y Zamora Bonilla 2000 p 15) Razoacuten de estado aparece entonces bajo diversas fa-cetas una forma de educar a los priacutencipes como teoriacutea poliacutetica al margen del derecho un comportamiento universal de los gobernantes o bien como praacutectica de gobierno Creemos que no hay una razoacuten de Estado hay razones de Estado que influyen entre la razoacuten recta y el subjetivismo moral que es la voluntad del priacutencipe como artiacutefice de la poliacutetica entre una y otra existe un largo debate intelectual

ldquoFue era de poliacuteticoshellipdigo poliacutetico prudente no poliacutetico astutohelliprdquo

La introduccioacuten del tacitismo (Maravall 2001 p68) representa un eficaz instrumento de ldquomodernizacioacutenrdquo bajo la idea de la experiencia vinculada a la poliacutetica y forma parte del ldquoprograma educativordquo que dio nueva relevancia y profundizoacute las funciones tradicionalmente atribuidas a la historia en un periacuteo-do que utilizando la metaacutefora de la eacutepoca es un huerto en el que se siembra una variedad creciente de maneras de entender la poliacutetica1 Intentaremos en general

1 Sobre el particular veacutease Antoacuten Martiacutenez (1991) y Toffanin (1972)

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descifrar de queacute manera esas representaciones construyen un corpus de saber poliacutetico y que atantildee por ende la funcioacuten del priacutencipe

En una obra de reciente aparicioacuten (Cabeza Rodriacuteguez y Carrasco Martiacutenez 2013 p 9) argumentan que hacia finales del siglo XVI dos obras tuvieron in-fluencia en toda Europa y en particular en la Monarquiacutea Hispaacutenica Politicorum sive civilis doctrinae de Justo Lipsio y Della ragion di Stato Giovanni Botero que desde diferentes enfoques se manifiestan a favor de la conservacioacuten del estado monaacuterquico y consideran que a traveacutes del arte de la poliacutetica se podraacute armonizar la justificacioacuten eacutetico religiosa de la autoridad y la racionalizacioacuten de las praacutecticas de gobierno En la Monarquiacutea Hispaacutenica la edicioacuten de Justo Lipsio (1997) se convirtioacute en una de las columnas sobre las cuales se levantoacute la estructura doctrinal de la razoacuten de Estado

Aspiramos dar cuenta de la crisis que atravesoacute la Monarquiacutea Hispaacutenica y que motivaraacute entre otras a la aparicioacuten del fenoacutemeno denominado arbitrismo ldquoque ha dejado huellas escritos importantes que comienzan en los cinco antildeos uacuteltimos del siglo XVI (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 44) o bien en palabras de Fortea Peacuterez (1998) ldquohellipdesde fines de la deacutecada de los ochenta se veniacutean acumulando siacutentomas de descontento respecto al mal cariz que empezaban a mostrar los asuntos poliacuteticos y econoacutemicos de la Monarquiacutea (hellip)rdquo (p 163) El correlato y posterior interpreta-cioacuten que podemos hacer de la sociedad espantildeola a comienzos del siglo XVII nos introduce a un mundo que para nuestra contemporaneidad puede resultar extrantildeo por ello pretendemos una vez maacutes ldquorecordar una vez maacutes que el pasado es dema-siado complicado y problemaacutetico para conformarnos con una uacutenica descripcioacutenhellip pretendidamente exacta correcta y definitiva (hellip)rdquo (Fernaacutendez y Fuentes 2004 pp 11-26) En la inculcacioacuten de nuevas coacciones el impreso juega un papel esencial porque fija y explicita los gestos legiacutetimos y los que ya no lo son

Los arbitristas elaboraron una serie de tratados o memoriales que no son exactamente consejos para priacutencipes sino que se presentan con un corpus de obras sobre pensamiento poliacutetico ndashque vinculan el arte de gobernar con el conocimiento de la historiandash economiacutea y sociedad

(hellip) en la pluma de los arbitristas todo desde la iniquidad de los estatutos de

limpieza de sangre al mal estado del cauce del Guadalquivir podiacutea pasar a ser

motivo inspirador de demandas y planes de reforma de amplitud utoacutepica (hellip)

(Olivari 2004 p 34)

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En palabras de Fernaacutendez Albaladejo (2009)

(hellip) maacutes allaacute de la caracterizacioacuten adversa o simplemente extravagante que pue-

da pesar sobre el arbitrismo parece fuera de toda duda que el menos una parte

importante de esa reflexioacuten habiacutea puesto sobre la mesa ndashy no fuera de tiempondash los

fundamentos de una economiacutea poliacutetica (hellip) (p 258)

La expansioacuten y proliferacioacuten de los arbitristas se manifiesta ndashentre otrosndash en contrarrestar la progresiva caducidad de la Monarquiacutea Hispaacutenica parafra-seando a Domiacutenguez Ortiz ldquo(hellip) no explica una oposicioacuten al sistema sino una oposicioacuten dentro del sistema cuyos fallos tratan de denunciar precisamente para salvarlo sin atacar sus puntos fundamentales (hellip)rdquo (Gallego 1986 p 16)

No pretendemos efectuar un repaso temaacutetico general y aportar todo el repertorio bibliograacutefico sobre el espacio temporal que analizamos sino re-gistrar las variadas facetas que contribuyen a un mayor esclarecimiento so-bre el discurso de un grupo de escritores durante la primera mitad del siglo XVII castellano Durante los uacuteltimos antildeos del reinado de Felipe II Castilla experimenta una serie de dificultades y reveses de distinta iacutendole2 en este sentido estudios actuales sugieren contrastar el fin de una eacutepoca de oro y el comienzo de otra3 marcada eacutesta uacuteltima por un signo no tan favorable para la Monarquiacutea Hispaacutenica parte de la historiografiacutea considera y situacutea la crisis del poderiacuteo y conciencia de los espantildeoles entre 1598 y 1620rdquo (Vilar 1993 p 332) donde el contraste entre el reinado de Felipe III y su padre ndasha pesar que en los dos momentos se conocieron dificultades financieras e inquietud poliacuteticandash con Felipe III se inaugura una conciencia de ldquocrisis mucho maacutes ampliardquo y los escritos se multiplican (Vilar Berrogain 1973)

La deacutecada de 1590 provocoacute un clima de desconfianza e invadioacute la vida poliacutetica del reino castellano ese profundo recelo hacia el gobierno

2 ldquo(hellip) digamos uacuteltimo Felipe II que rige su Monarquiacutea presionado por numerosas urgencias en una coyuntura de tintes criacuteticos que debilita la posicioacuten de la Corona y en la que sus sistema de gobier-no alcanza la mencionada madurez conflictiva al mismo tiempo que se ve sometido al maacutes severo de los juicios Los viejos problemas se presentan como urgencias nuevas (hellip)rdquo (Bouza Alvarez 1997 p 7)

3 ldquoEntre aproximadamente 1500 y 1700 la economiacutea castellana conocioacute dos fases coyunturales de ldquolarga duracioacutenrdquo y opuestas por su signo una expansiva que arranca del siglo XV y culmina alre-dedor de los antildeos ochenta del siglo XVI otra depresiva que toca fondo seguacuten regiones entre 1630 y 1680 y que preside la eacutepoca de la decadenciardquo (Garciacutea Sanz 1985 p 12)

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o el proceder de los ministros del rey se alimentoacute de una serie de concretas amenazas al tradicional equilibrio del orden poliacutetico Nuestro espacio de in-vestigacioacuten abarca el periacuteodo 1598-1640 lapso donde se produce la aparicioacuten de una cantidad importante de tratados cuyos temas tratan ndashentre otrosndash so-bre la jerarquiacutea de poderes en el contexto de la Monarquiacutea Catoacutelica y de una cultura poliacutetica jurisdiccionalista En coincidencia con la llegada al trono de Felipe III el licenciado Martiacuten Gonzaacutelez de Cellorigo abogado de la Real Chancilleriacutea de Valladolid dio a conocer en el antildeo 1600 su Memorial de la poliacutetica necesaria y uacutetil restauracioacuten a la repuacuteblica de Espantildea (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991) En su proacutelogo exhorta que siendo las virtudes del nuevo Priacutencipe iguales a las del rey difunto la Repuacuteblica tiene asegurado su resurgi-miento ldquo(hellip) por maacutes que esteacute en caiacutedahellip ha llegado el tiempo en que Espantildea va a confrontar sus realidades con sus mitos para reiacuter o para llorar (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 333) El planteamiento se aparta de la lectura profeacutetica de la peacuterdida o redencioacuten para instalarse en la perspectiva poliacutetica del anaacutelisis sobre la declinacioacuten y restauracioacuten de las repuacuteblicas

La restauracioacuten y reformacioacuten del reino implicaba una vuelta a sus princi-pios a la situacioacuten social y econoacutemica del reinado de los Reyes Catoacutelicos para lo cual era necesario invocar la capacidad del Priacutencipe prudente para mantener el reino dentro del orden tradicional Las praacutecticas y discursos construidos por los arbitristas no soacutelo parten de las influencias de diferentes doctrinas poliacuteticas sino tambieacuten de la recepcioacuten subrepticia que realizan sobre la naturaleza de la ldquorealidad poliacuteticardquo y la buacutesqueda de una ldquorazoacuten de estadordquo a fin de proteger al Reino y sin poner en peligro la integridad eacutetica de su base poniendo especial eacutenfasis en los mecanismos que utiliza el priacutencipe en el arte de gobernar

Los arbitristas debates historiograacuteficos y conceptualesLos testigos de la eacutepoca percibieron diferentes siacutentomas y dificultades

registrando sus testimonios en memoriales tratados apuntamientos o simple-mente avisos algunos de ellos se los conoce bajo el nombre de arbitrios y como arbitristas a sus autores los intentos parecieron no muy sencillos llegar al monarca proponiendo muacuteltiples soluciones yo remedios para ser aplicados en forma inmediata (Alvar Ezquerra 1998 p 90) iquestQuieacutenes fueron arbitristas en general algunos estudios sentildealan que su aparicioacuten se debe a los problemas fiscales que soportaba Castilla (Alvar Ezquerra 2006) paralelamente se des-

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tacan tratados teoacutericos de moralidad y ldquocontabilidadrdquo La imagen peyorativa proveniente de arbitrios o expedientes que recomendaban al rey diferentes so-luciones o remedios a problemas concretos se destacaron ndashalgunos de ellosndash por desafortunados y ganaron una peacutesima fama ldquo(hellip) conviene no confundir el tubo vendido a un real en la esquina de una calle con la receta de un teacutecnico la queja de una corporacioacuten o el pensamiento de un repuacuteblico formado en el bufete de un jurista o en la celda de un monje (hellip)rdquo (Vilar 1993 p 337) sobre el particular recordamos un pasaje en (Quevedo y Villegas 1852 p 498-499)

(hellip) comenzoacute a decir de queacute manera se podiacutea ganar la Tierra Santa y como se

ganariacutea Argel en los cuales discursos echeacute de ver que era loco repuacuteblico y de

gobiernohellip y venimos a dar de una cosa en otra en Flandes Aquiacute fue ello que

empezoacute a suspirar y decir Maacutes me cuestan a miacute esos estados que al Rey porque

hace catorce antildeos que ando con un arbitrio que si como es imposible no lo fuera

ya estuviera todo sosegadordquo iquestQueacute dice a vuestra merced que no se puede hacer

Hacerse puede que ser imposible es otra cosa (hellip)

Todas aquellas observaciones y advertencias de caraacutecter profeacutetico eco-noacutemico poliacutetico y social manifestadas desde finales del siglo XVI y comien-zos del XVII enfrentan una sucesioacuten de momentos opuestos uno de plenitud y otro de miseria que se suceden y alternan contradicciones con que viviacutea la sociedad espantildeola de la eacutepoca4 Los memoriales5 (Lorenzo Cadarso 1992 p 93) eran las herramientas utilizadas por los arbitristas para dirigir sus propues-tas o arbitrios y mantienen una consonancia con las relaciones de reciprocidad originadas como obligacioacuten o deber de consejo6 (Maravall 1997 p 275) que

4 Para una reflexioacuten sobre las tensiones intelectuales y eacuteticas del Barroco espantildeol veacutease Rodriacute-guez-San Pedro Bezares (1988)

5 Sobre el particular Lorenzo Cadarso afirma ldquo(hellip) Probablemente fueron miles los memoriales que desde los maacutes remotos lugares del Imperio se enviaron a la Corte con la esperanza de que fueran leiacutedos y tomados en consideracioacuten Ciertamente pocos los consiguieron pero con su estudio se puede reconstruir lo maacutes esencial y caracteriacutestico del pensamiento poliacutetico econoacutemico y social de la Espantildea del Siglo de Oro (hellip)rdquo

6 ldquo(hellip) En la obra de los escritores poliacuteticos que nos ocupan quizaacute nada destaque tan relevante-mente como el tema del Consejo y la importancia que le conceden dentro de su concepcioacuten del poder y del Estado En lo publicistas anteriores y posteriores a ellos es frecuente hallar referencias abundantes a los oacuterganos de asesoramiento y consulta pero nunca es cuestioacuten que adquiera en ninguacuten caso la tras-cendencia que presenta en nuestros escritores del siglo XVII (hellip)rdquo

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maacutes allaacute de formular sus remedios frente a la declinacioacuten permiten observar intentos por legitimar y proponer programas destinados a contribuir y crear eficaces viacuteas de distribucioacuten de las riquezas entre otras

Por lo antedicho el arbitrismo se configura como un fenoacutemeno de expre-sioacuten y de reflexioacuten criacutetica en un intento por dilucidar las causas de la ldquocri-sisrdquo y proporcionar remedios para la recuperacioacuten y superacioacuten econoacutemica poliacutetica-social de la Monarquiacutea Por otra parte destacamos sus compartidas creencias de que ldquoalgo habiacutea ido seriamente malrdquo en la sociedad ldquoa la que debiacutean lealtadrdquo Las propuestas de Cellorigo para restaurar la monarquiacutea a partir de una vuelta o regreso a los oriacutegenes no representa una posicioacuten ais-lada o improvisada el propio autor se considera como poliacutetico es por ello que intentamos demostrar que aquello considerado ldquopoliacuteticordquo es muacuteltiple y mucho maacutes complejo subrayando que en la mayoriacutea de los estudios sobre el tema del poder (Julia 1989) se ha ampliado y recobrado en la dimensioacuten poliacutetica de la historia

ldquo(hellip) gobierno y poliacutetica informal instituciones y rituales biografiacutea y prosopografiacutea

toma de decisiones y poliacutetica desde abajo presioacuten fiscal y redes clientelares integracioacuten

de las elites y poliacutetica popular microfiacutesica del poder y formas de dominio no coerciti-

vas revolucioacuten y negociacioacuten cultura poliacutetica y lenguaje son algunos de los aacutembitos

que esta historia poliacutetica expansiva ha hecho suyos (hellip)rdquo (Gil Pujol 2006 p 13)

La sociedad a comienzos del siglo XVII nos revela la razoacuten de su propia crisis y ambivalencia los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y reclaman que la ejemplaridad del monarca debe ser imprescindible en el ejercicio de una virtud la responsabilidad de mando con el fin de conservar la monarquiacutea En este sentido la misioacuten desarrollo y ldquofuncioacuten poliacuteticardquo del arbitrismo es alcanzar la ldquorestauracioacutenrdquo y ldquoconservacioacutenrdquo del Reino manifestando una doble posicioacuten ldquodesempentildeo del reyrdquo y ldquodesempentildeo del reinordquo ambas partes deben coordinarse a partir del caraacutecter trascendente de la ldquoautoridad poliacuteticardquo En este punto pro-ponemos retomar una idea que conduce a la buacutesqueda sobre las praacutecticas de los arbitristas en relacioacuten a su loacutegica interna a partir del aporte de la nueva historia poliacutetica favoreciendo nuestro mejor entendimiento en relacioacuten a las transforma-ciones en el reacutegimen del Estado Moderno7 Numerosos autores plantean que en

7 En este caso no abordaremos aquiacute por cuestiones de espacio ampliamente debatido en los

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los siglos XVI y XVII se ldquoimponenrdquo sobre los individuos una construccioacuten poliacutetica que supone una presioacuten y un viacutenculo de sujecioacuten respecto al poder

(Maravall 1972 p 56)8

Procuramos inferir en el sentido histoacuterico y doctrinal de los llamados arbitristas quienes se manifestaron preocupados por la ldquosalvacioacutenrdquo material de la Monarquiacutea

ldquobajo la influencia de los arbitristas la Castilla de principios del siglo XVII se

lanzoacute a una freneacutetica introspeccioacuten nacional en un desesperado intento por des-

cubrir hasta queacute punto la realidad habiacutea sido escamoteada por la ilusioacuten (hellip) los

arbitristas no se limitaban en modo alguno en analizar Tambieacuten teniacutean que hallar

la solucioacuten (hellip)rdquo

Los arbitristas se consideraban a siacute mismos revestidos de responsabilidad ldquo(hellip) eran los vigiacuteas de las atalayas las torres situadas al borde del mar desde las cuales sus vigilantes montaban guardia permanentemente al acecho de cual-quier nave turca o mora que apareciera en el horizonte (hellip)rdquo (Elliott 2004 p 118) es por ello que cientos de escritos en formas de memoriales apuntamien-tos consejos avisos proyectos o tratados llegaban a instancias cercanas al rey

ldquola aspiracioacuten de todos es que el examinador fuera el reyhellip muchos arbitrios

no fueran maacutes que retoques a otros anterioreshellip podriacutea explicarse ameacuten de por

otras razones obvias a la certeza del arbitrista de que se iba a cumplir ya que se

estaba aplicando una matiz por decirlo de alguna manera y dando un chivatazo

se perfeccionaba y desde luego ndasho deberiacutea recibirsendash segura recompensahelliprdquo

(Alvar Ezquerra 2006 p 418)

uacuteltimos antildeos Desde la Historia poliacutetica los intentos de numerosos investigadores por realizar trabajos sobre las instituciones baacutesicas para el funcionamiento de la Monarquiacutea Absoluta se ha visto multiplica-da respecto a sus perspectivas Consejos Secretarias de Estado Chancilleriacuteas Algunos han optado por ocuparse de otros aspectos de la vida cortesana y de sus actores Martinez Shaw (1999 pp 157-175) ademaacutes veacutease Fernandez Albaladejo (1992) y Fernandez-Santamariacutea (1997) entre otros

8 Acerca de la relacioacuten entre el poder y el estado Maravall sentildeala ldquo(hellip) toda organizacioacuten lleva consigo un conjunto de normas propio un propio y autoacutenomo sistema de legalidad En su virtud el Estado y el mismo poder cuanto maacutes organizados maacutes objetivados se reconocen respecto al arbitrio del priacutencipe y del equipo de gobernantes El Estado cuanto maacutes se somete a organizacioacuten maacutes aparece como mecanismo que sigue su propio movimiento (hellip)rdquo

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Pese a la gravedad de sus diagnoacutesticos estaacuten convencidos de que habiacutea que hacer algo y que esto podriacutea hacerse Coincidimos con el planteamiento de Garciacutea Guerra (2006 p 185) con respecto a la relacioacuten de los arbitristas y su contexto la autora considera que

ldquono debemos perder de vista es que a la hora de estudiar a los arbitristas no po-

demos separar el pensamiento poliacutetico del pensamiento econoacutemico Por el con-

trario cabe estudiar a los arbitristas en tanto que actores poliacuteticos examinando

el impacto de su accioacuten en la actividad de las instituciones a las que destinan los

arbitrios y su posible influencia en la toma de decisiones Y cabe estudiarlos

dentro de la esfera econoacutemica como autores de textos en los que se esbozan ya

teoriacuteas macroeconoacutemicas y sobre todo en los que se desarrollan teoriacuteas acerca

de la poliacutetica monetaria del priacutencipe (hellip)rdquo

La buacutesqueda de intermediarios o intercesores para acceder al rey no era un elemento accidental en el arbitrismo sino algo consustancial Obtener un premio en metaacutelico oficio haacutebito gracia o merced era el objetivo de muchos memorialistas y se lograba a traveacutes de ldquopatronosrdquo cortesanos

Arbitrio Arbitrismo y ArbitristaEn general las diversas temaacuteticas de los arbitristas se enmarcan en un

universo maacutes complejo dentro del discurso de la eacutepoca y forman parte de los temas centrales que aborda la cultura poliacutetica castellana ldquo(hellip) es verdad que hubo en la Espantildea de los Siglos de Oro muchos tipos de arbitrismos (hellip)rdquo (Garciacutea Hernaacuten 2002 p 84) ejemplo de ellos los encontramos en los traba-jos publicados por Cuartas Rivero (1981) la seleccioacuten de Correa Calderoacuten (1981) sin olvidarnos de las aportaciones de Gutieacuterrez Nieto (1986) y las contribuciones de Vaacutezquez de Prada (1977)

Sentildeala Elliott (1982 p 121) que algunos arbitristas como Moncada (1974) Gonzaacutelez de Cellorigo (1991) o Caxa de Leruela (1975) ndashentre otrosndash no perciben la declinacioacuten como un proceso irreversible sino que frente a ello recurren a glorias pasadas y a los designios de la voluntad de Dios para buscar una pronta respuesta Los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten y denuncian ldquo(hellip) una aguda crisis de valores de una tre-menda peacuterdida de confianza en el vigor espiritual de la Monarquiacutea (hellip)rdquo

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(Vilar Berrogain 1973 p 288) cuyo corolario natural era la buacutesqueda de un ldquopuritanismo moralizadorrdquo Gran parte de la literatura del Siglo de Oro nos ha dejado la imagen del arbitrista como una

ldquo(hellip) plaga de los estados o miserable forjador de quimeras (hellip) porque reuacutene (hellip)

el detestable prestigio del mal consejero del rey y del financiero opresor del pueblo

el caraacutecter ridiacuteculo triste o divertido del desplazado y del fracasado la mala repu-

tacioacuten del charlataacuten y del falso sabio (hellip)rdquo (Vilar Berrogain 1973 p 289)

Por otro lado observamos que algunos autores describen y comparan a los arbitrios como

ldquo(hellip) una faena de torero consumado ensentildean el trapo rojo al valido de turno

lo agitan ante sus ojos arriesgan se acercan incitan y esperan la noble embes-

tida El toro pasa el torero levanta el trapo y detraacutes no hay nada En este escri-

to encontramos la misma liturgia el arbitrista mostraba un parte de su arbitrio

esperaba que alguien lo recogiera y lo leyera despueacutes generalmente arbitrista

y destinatario quedaban en la misma posicioacuten habiacutea que empezar de nuevo la

faena mostrando el arbitrio ndash trapo a otro toro a ver si embestiacutea soacutelo que despueacutes

del primer pase vendriacutean otro y otro Era un juego porque ninguno de los prota-

gonistas queriacutea llegar hasta el final (hellip)rdquo (Bravo Lozano 2008 p 676)

Aunque los temas referidos pueden ser de diferente iacutendole una gran par-te de los memoriales responden a un esquema comuacuten causas de la decaden-cia y remedios propuestos Preocupa en el siglo XVII saber penetrar en los aacutenimos las voluntades y la memoria eacutesta uacuteltima como concepcioacuten funda-mental de las sociedades y los escritores del Antiguo Reacutegimen conociacutean muy bien el factor preteacuterito Conservar memoria es asegurar una especie de vida eterna ldquo(hellip) El mensaje de los arbitristas y reformadores era un mensaje de retorno a la primitiva pureza de moral y costumbres retorno al gobierno justo e incorrupto retorno a las virtudes sencillas de una sociedad rural y marcial El futuro se situacutea baacutesicamente en el pasado (hellip)rdquo (Elliott 1982 p 211)

Algunos autores del siglo XX reemplazan el teacutermino arbitristas para deno-minarlos ldquoeconomistasrdquo ldquoteoacutericos de los negociosrdquo ldquopatriotasrdquo o ldquorepuacuteblicosrdquo incluso se buscan ejemplos en ideologiacuteas contemporaacuteneas convirtiendo ndashcomo ejemplondash a Mateo Loacutepez Bravo en socialista (Mechoulan 1977 p 32)

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En cierta medida la llamada ldquorehabilitacioacuten de los arbitristasrdquo se debe al re-conocimiento que se les concede no soacutelo a sus aciertos en materia econoacutemi-ca sino tambieacuten se destacan por su prolijidad y perseverancia en el empentildeo brevedad en la ejecucioacuten del remedio y facilidad en su aplicacioacuten Intentar el rescate de textos arbitristas es repensar su accionar como generadores de ideas dentro del complejo cultural y poliacutetico del siglo XVII castellano

A modo de conclusioacutenEl arbitrismo ha sido siempre un aspecto de la modernidad temprana espa-

ntildeola que ha atraiacutedo a investigadores peninsulares y extranjeros de talla Pierre Vilar Elliot Domiacutenguez Ortiz Jean Vilar entre otros La enorme cantidad de escritos arbitristas han sido aceptados como testimonio de testigos en muchos casos expertos o capacitados para darnos cuenta de los ldquomales de Espantildeardquo Dentro de ella prodigan consejos acerca de coacutemo preservar el dominio y el po-der a un rey pastor y meacutedico Los arbitristas utilizaban teacuterminos de la medicina para comprender la situacioacuten de malestar que sufriacutea la monarquiacutea espantildeola aquella ciencia conserva el equilibrio que las partes y cualidades del cuerpo humano han de mantener entre siacute para preservar la salud del hombre

Una de las principales caracteriacutesticas ndashno la uacutenicandash del siglo XVII es la costumbre por escribir y se transforma en instrumento necesario para el funcionamiento y construccioacuten de las redes de relaciones a traveacutes de ella se reiteran las instrucciones que reciben los hombres para desempentildear sus oficios en pos del bien comuacuten inclusive para gobernar a partir del ejemplo

Acuciados por las urgencias los arbitristas buscaron posibles soluciones en una gama que va desde la abierta contradiccioacuten hasta la buacutesqueda de foacuter-mulas que permitieran acomodar los ideales vigentes a las nuevas situaciones que presentaba la vida cotidiana Por ello es posible distinguir un discurso propio del arbitrista caracterizado por un lenguaje estilo de expresioacuten ex-posicioacuten y formas de argumentacioacuten con razonamientos especiacuteficos y pala-bras claves como ldquoprovechordquo y ldquodantildeordquo ldquoReyrdquo y ldquoReynosrdquo ldquorepuacuteblicardquo y ldquovasallosrdquo ldquoempentildeordquo y ldquodesempentildeordquo ldquobien de todosrdquo y ldquoqueja de nadierdquo ldquorestauracioacuten de la repuacuteblicardquo ldquodesempentildeo del reinordquo y ldquodestruccioacuten de la repuacuteblicardquo entre otras Recurren a autores claacutesicos como Seacuteneca Taacutecito o Lipsio ndashentre otrosndash para desarrollar no soacutelo una teacutecnica de observacioacuten sino tambieacuten el uso y empleo de un meacutetodo inductivo y una matizacioacuten psicoloacutegica

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en materia poliacutetica El arbitrismo se convierte en un fenoacutemeno que puede desarrollarse en una sociedad que reflexiona sobre siacute misma

Es importante remarcar el dinamismo de la eacutepoca y actitud criacutetica que incrementoacute la capacidad de discrepancia y afaacuten de ldquoreformardquo El buen go-bierno el bien comuacuten el respeto al pasado y el orden social constituyen principios generales de modo que se trata de distinguir corrientes y modos de aplicarlos entre todos aquellos que los invocan Si bien los diagnoacutesticos que maacutes han llamado la atencioacuten han sido los de iacutendole econoacutemica muchos de los ldquoreformadoresrdquo en tiempos de Felipe III y Felipe IV consideraban en realidad que los principales problemas que afligiacutean eran fundamentalmente de caraacutecter moral y teniacutean que ver sobre todo con las costumbres

El deterioro econoacutemico y poliacutetico de la Monarquiacutea de Espantildea suscitoacute no pocas reflexiones La pobreza el hambre y la declinacioacuten que comparadas con el esplendor de tiempos pasados hicieron que muchos autores aporta-ran remedios y soluciones La Monarquiacutea a comienzos del siglo XVII tiene sentildeales evidentes de su propia crisis y los arbitristas no estaacuten ajenos a esta situacioacuten Para revertirla reclaman que la ejemplaridad del monarca es im-prescindible en el ejercicio de la virtud

El teacutermino arbitrio adquirioacute entre los coetaacuteneos una significacioacuten peyorativa La reaccioacuten del puacuteblico y de la literatura del momento ante la presioacuten fiscal y las ldquodesventurasrdquo poliacuteticas habiacutean confundido responsables poliacuteticos y personas que proponiacutean remedios Muchos de los memorialistas del siglo XVII no pretenden que se los denomine arbitristas ni que sus medios se los califique como arbitrios aunque paradoacutejicamente incluyan esta palabra en el tiacutetulo de sus escritos

Las respuestas de los arbitristas parten en algunos casos desde la propia experiencia de su cargo o su entorno otros en cambio no son maacutes que con-sejeros improvisados quizaacutes esta sea la advertencia de algunos tratadistas frente a los malos consejeros En este juego y empleo de meacutetodos para el aumento y conservacioacuten del reino aparece una ldquoincipienterdquo ciencia el arte de gobernar donde experiencia e historia aparecen en escena con un compo-nente claramente poliacutetico

Fernaacutendez Albaladejo (2009 p 246) propone la existencia de un nuevo arbitrismo a comienzos del siglo XVII contraponieacutendolo al arbitrio ingenuo por muy bien intencionado que fuese Para fundamentar lo antedicho reto-ma la obra de Gonzaacutelez de Cellorigo ndashquien reclama ldquoreglasrdquo que hubieren

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de seguirse para la conservacioacuten del reinondash ldquo(hellip) no fuesen otras que las que en buena poliacutetica se pudieren fundar rechazaacutendose las propuestas de quienes procediesen sin haber pasado por estudio de las leyes y sin entender la razoacuten de estado (hellip)rdquo

La mayoriacutea de los arbitristas no son marginados ni se situacutean fuera de la negociacioacuten poliacutetica En las uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI proliferan escritos referentes a los temas de la restauracioacuten econoacutemica difiacutecil de separar de aque-llas obras con un creciente intereacutes por lo poliacutetico Los trabajos sobre el ldquoarte de gobernarrdquo y ldquobuen gobiernordquo coexisten con aquellos en suma pretenden la ldquoconservacioacuten y aumento de la monarquiacuteardquo a fin de alcanzar el bien comuacuten

Las intenciones de algunos arbitrios es conjugar las nuevas doctrinas de la razoacuten de estado manifestadas en Europa de fines del siglo XVI y comienzos del XVII con el pensamiento poliacutetico tradicional algunas obras proponen reme-dios para resolver los problemas no la superacioacuten del orden social imperante sino su restauracioacuten por una viacutea La del buen gobierno La cuestioacuten esencial era preservar y mantener no en alusioacuten a una decadencia inevitable hay una enfermedad pero se pensaba que teniacutea remedio para Gonzaacutelez de Cellorigo

ldquoQue razoacuten hay para entender que un gobierno tan prudente y tan sabio como nues-

tro Priacutencipe sustenta previniendo a las cosas del Estado no reparara con consejo y

con remedios la ruina y caiacuteda de los suyoshellip deben fiar de tan buenos y entendidos

meacutedicos como los que en el consejo de sus Priacutencipe asisten que con prudencia to-

maraacute los siacutentomas del diacutea criacutetico y haraacute seguro juicio en el suceso de sus consejos

para surgir en alto con esta monarquiacutea y ponerla en puesto seguro donde vuelva y

permanezca en su florido estadordquo (Gonzaacutelez de Cellorigo 1991 p 54)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten

del Puerto de Vera Cruz

Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola(Universidad Nacional de Educacioacuten a Distancia Espantildea)

El siglo XVIII asistioacute a una profunda renovacioacuten de la marina espantildeola en todas sus vertientes1 Las reformas se acometieron en tres frentes identifi-cados con la necesidad de contar con barcos con oficiales y con tripulaciones Como preaacutembulo la reorganizacioacuten administrativa se inicioacute con la supresioacuten de las distintas armadas y la constitucioacuten de una Armada Real (1714) siguioacute con la creacioacuten de los tres departamentos mariacutetimos de Ferrol Cartagena y Caacutediz (1726) que se subdividiriacutean (a partir de 1748) en provincias mariacutetimas con un ministro de Marina a la cabeza las cuales a su vez albergariacutean una serie de subdelegaciones para unidades costeras menores y con la instaura-cioacuten del Almirantazgo (1737-1748) como veacutertice de la jurisdiccioacuten de Ma-rina bajo la cual entrariacutean los individuos de la Matriacutecula cuyos derechos y

1 Este trabajo no hubiera sido posible sin la inestimable y generosa ayuda de nuestros compantildee-ros Marta Garciacutea Garraloacuten (UNED) que nos permitioacute la consulta de un artiacuteculo suyo todaviacutea en prensa y nos brindoacute valiosas sugerencias y Bernd Hausberger (El Colegio de Meacutexico) que nos remitioacute la documentacioacuten recogida y fotocopiada por nosotros en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

deberes se especificaban por maacutes que la completa implantacioacuten del sistema hubiese de aguardar hasta 1751 y se cerroacute con la redaccioacuten de unas Ordenan-zas de la Armada (1748) que sin embargo soacutelo llegaron a ser parcialmente publicadas al antildeo siguiente La construccioacuten de barcos de guerra realizada a principios de siglo por el sistema de asientos con empresarios particulares fue pasando a la administracioacuten directa del Estado a medida que empezaron a funcionar los arsenales establecidos en los tres departamentos mariacutetimos (Ferrol Cartagena y La Carraca junto a Caacutediz) a los que hay que sumar otros astilleros reales que trabajaron tanto para la marina mercante como de guerra a lo largo del siglo (Guarnizo en Cantabria Zorroza en Vizcaya Pasajes en Guipuacutezcoa) La formacioacuten de la oficialidad fue encomendada fundamental-mente a la Academia de Guardias Marinas de Caacutediz (1717) que se convirtioacute en un gran centro cientiacutefico y teacutecnico a lo largo del siglo induciendo asiacute a la creacioacuten de otros dos establecimientos semejantes en Cartagena y Ferrol ya maacutes tardiacuteamente (1776) Finalmente la Ordenanza de Matriacutecula (que siguioacute a la Ordenanza de Montes de 1748 y que en realidad componiacutea el tiacutetulo III del tratado X de las Ordenanzas de la Armada ya citadas) entroacute en vigor en 1751 declarando obligatorio el servicio en la Armada para la gente de mar (marineros y pescadores) y para la gente de maestranza (carpinteros de ribera y calafates) lo que permitiacutea contar con tripulaciones adecuadas en los mo-mentos de guerra aunque a costa de causar los loacutegicos perjuicios al sector pesquero a la marina mercante y al comercio mariacutetimo2

En Ameacuterica las disposiciones sobre la Marina fueron en general a re-molque de las metropolitanas Asiacute aunque el arsenal de La Habana empe-zase a funcionar en 1723 no fue hasta mediados de siglo cuando adquirioacute una real envergadura y no fue hasta despueacutes de la devolucioacuten de la ciudad por los ingleses en 1763 cuando inicioacute su ascenso hasta convertirse en el maacutes importante de todo el Imperio3 Del mismo modo la Matriacutecula de Mar pese a algunos intentos anteriores no se introdujo en Ameacuterica hasta la Real

2 Para una introduccioacuten reciente Martiacutenez Shaw (2014 pp 35-64) Un resumen de las reformas borboacutenicas en el aacutembito de la Marina en Martiacutenez Shaw (1998 especialmente pp 372-375) Para una completa siacutentesis sobre el Almirantazgo Ceballos-Escalera Gila (2011) Para la Matriacutecula de Mar Vaacutezquez Lijoacute (2007)

3 Una reciente visioacuten de conjunto sobre el arsenal habanero que incluye una completa bibliografiacutea actualizada en Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw (2015 pp 143-161)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Orden de 23 de agosto de 1776 y aun asiacute no tenemos constancia de un desarrollo inmediato en todas las regiones mariacutetimas del continente En lo que respecta a Nueva Espantildea por incidir en el territorio que nos ocupa el virrey Antonio Mariacutea de Bucareli establecioacute la Matriacutecula con el concurso de Antonio de Ulloa tanto en el Paciacutefico (con cabecera en San Blas) como en el Atlaacutentico (con centro en Veracruz) pero no hay noticias de ninguacuten estado de marineriacutea y maestranza anterior al de 6 de octubre de 1780 para los cuatro distritos atlaacutenticos de Tampico (incluyendo a Paacutenuco y Tamiagua) Tuxpan (incluyendo a Papantla y Nautla) Tabasco (con el presidio del Carmen) y Veracruz (incluyendo tambieacuten los puertos de Alvarado y Tlacotalpan) Al mismo tiempo a efectos de la aplicacioacuten de la Matriacutecula la provincia de Veracruz contoacute con las tres subdelegaciones sentildealadas de Tampico Tuxpan y Tabasco Quedaba implantada de este modo la matriacutecula y designadas las provincias (con su ministro de Marina al frente) y las subdelegaciones (con sus correspondientes subdelegados de Marina a la cabeza) (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2005 pp 271-284)

Por otra parte al igual que antes ocurriera en el espacio metropolitano se procedioacute a dividir el espacio mariacutetimo americano en una serie de departamen-tos que finalmente fueron los siguientes Veracruz La Habana Puerto Rico Cartagena de Indias y Cumanaacute en el Caribe Buenos Aires en el Atlaacutentico Sur San Blas y El Callao en el Paciacutefico y Manila en las Filipinas Finalmente la uacuteltima gran reforma fue el reforzamiento de la defensa costera mediante la creacioacuten de una red de ocho apostaderos que en buena parte reprodujo la divisioacuten de los departamentos Veracruz La Habana Montevideo El Callao Cartagena de Indias Puerto Cabello San Blas y Manila en las Islas Filipinas (Alfonso Mola y Martiacutenez Shaw 2000 pp 279-303)

Una rama de la historia mariacutetima se ha ocupado particularmente de las ciudades portuarias (port cities)4 En efecto las ciudades mariacutetimas hubieron de organizar de manera original sus infraestructuras materiales administrati-vas sanitarias fiscales y defensivas Por una parte hubieron de ocuparse del cuidado de sus propios puertos construccioacuten de muelles de atraque preven-cioacuten de la peacuterdida de calado mantenimiento de las instalaciones servicio de

4 La historiografiacutea sobre las ciudades portuarias ha generado una copiosa bibliografiacutea que no es posible citar aquiacute por extenso Una reflexioacuten sobre las relaciones entre la ciudad mariacutetima y su puerto en Rietbergen (1988 pp 615-624)

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

lemanaje conservacioacuten de los faros Por otra parte hubieron de dotarse de unos servicios administrativos (capitaniacuteas de puerto) sanitarios (juntas de sanidad lazaretos) fiscales (servicio de resguardo aduanas) y defensivos (castillos ba-luartes torres de vigiacutea) Por uacuteltimo los puertos se singularizaron tambieacuten por la aparicioacuten en su entorno ndashmaacutes allaacute de los muelles las oficinas y las fortificacio-nesndash de un barrio mariacutetimo que incluyoacute habitualmente los alfoliacutees de la sal los almacenes para los geacuteneros descargados o por embarcar los despachos de los consignatarios de buques las tiendas especializadas en suministros navales las capillas o ermitas marineras (llenas con frecuencia de exvotos) y los espacios de acogida de los hombres de mar las posadas las tabernas y los burdeles5

El mundo de los puertos fue objeto desde el principio de una accioacuten especiacute-fica de los legisladores pero soacutelo recientemente ha recibido la misma atencioacuten por parte de los historiadores Y aquiacute entra la oportunidad de profundizar en el conocimiento de unos agentes de singular relevancia como fueron los ca-pitanes de puerto Las funciones adjudicadas a estos oficiales existieron desde tiempo inmemorial en todas las ciudades mariacutetimas aunque la aparicioacuten de la figura del capitaacuten del puerto tuviera fecha concreta y diferente para cada una de las plazas Tomando algunos ejemplos europeos este oficial existioacute al menos desde el comienzo de los tiempos modernos en ciudades como Ragusa (Dubrovnik) donde disponiacutea de toda una serie de competencias para el fun-cionamiento correcto del recinto portuario es decir para el mantenimiento de las infraestructuras (muelles daacutersenas gruacuteas) autorizacioacuten de las operaciones de lastrado de los barcos licencia para el desguace de las naves etceacutetera En otros lugares la vigilancia de la vida ordinaria del puerto se ejercioacute de modo colegiado como ocurrioacute en Geacutenova tras la creacioacuten a fines del siglo XVII de un cuerpo de padres del comuacuten (padri del comune) conservadores del puerto y del muelle (Krekic 1972 Podestagrave 1969 Doria y Massa Piergiovanni 1988)

Otro ejemplo bien conocido es el de la ciudad de Danzig (Gdansk) uno de los centros de intercambios mariacutetimos maacutes importantes de la Hansa del Baacuteltico y del norte de Europa en general Aquiacute el capitaacuten del puerto (bajo su-pervisioacuten municipal) dirigiacutea a los barcos a sus puntos de atraque y descarga decidiacutea las operaciones de remocioacuten de los pecios y vigilaba el cumplimiento de todas las ordenanzas portuarias con la ayuda de otros oficiales menores

5 Una visioacuten de conjunto de esta problemaacutetica en Martiacutenez Shaw (1997 pp 257-278)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

los encargados de las maniobras de atraque los encargados de la gruacutea los encargados de los postes que cerraban el Motlava los pesadores del plomo y de la cera y los capitanes del grano y del arenque ameacuten de los responsables de los servicios aduaneros y sanitarios (Cieslak y Biernat 1988)

Finalmente otros dos servicios fundamentales para el buen funciona-miento de la actividad portuaria era el de las linternas o faros y el del lema-naje es decir el ofrecido por el cuerpo de praacutecticos ambos como veremos incluidos entre las atribuciones del capitaacuten del puerto Por poner un ejemplo bien estudiado el puerto de Dunkerque ofreciacutea numerosos obstaacuteculos para acceder a los muelles la necesidad de contar con marea alta la concurrencia entre las naves que esperaban su turno la rotura intencionada de las anclas para acelerar la maniobra las insuficiencias del sistema de boyas las defi-cientes prestaciones del faro etceacutetera Toda una serie de motivos en suma para poner a punto un cuerpo de pilotes lamaneurs como finalmente se hizo aunque sin que por ello dejaran de oiacuterse las quejas contra unos praacutecticos que en lugar de embarcarse en las naves para conducirlas a puerto se limitaban en muchos casos a situarse sobre las escolleras para desde alliacute dirigir la ma-niobra de entrada (Pfister-Langanay 1985)

En Espantildea los estudios de la figura del capitaacuten del puerto estaacuten praacutectica-mente por hacerse Los trabajos generales dedicados a los principales puertos apenas si mencionan siquiera a este funcionario Aunque tenemos noticias de la existencia del capitaacuten del puerto al menos desde la deacutecada de los treinta del siglo XVIII soacutelo en el caso de Maacutelaga hemos hallado una informacioacuten sustantiva que nos sentildeala la existencia de una Real Ceacutedula de 14 de enero de 1740 en la que se basaba una reglamentacioacuten publicada en la ciudad malaci-tana el 2 de febrero de 1746 cuyo encabezamiento se transcribe y cuyos artiacute-culos se comentan adecuadamente del mismo modo que se pone en relacioacuten las atribuciones del funcionario con las del ministro de Marina de la provincia y las de la Junta de Reales Obras generalmente llamada en otros lugares Jun-ta de Obras del Puerto (Cabrera Pablos 1994 pp 259-265)

Hasta el siglo XVIII hay que convenir en el descuido mostrado por las autoridades a la hora de construir infraestructuras portuarias o de estable-cer instituciones de gobierno para los puertos a pesar de la extraordinaria relevancia de muchos de ellos tanto dentro del sistema comercial espantildeol como en el contexto de los constantes enfrentamientos beacutelicos que jalonaron

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la centuria Asiacute se puede estar perfectamente de acuerdo con la apreciacioacuten de Dolores Romero y Amaya Saacuteenz (1996)

En cuanto a la administracioacuten de las obras portuarias y sin aacutenimo de profundizar

en el tema hay que sentildealar que hasta el siglo XVIII no existioacute un ordenamiento

centralizado en lo relativo a su construccioacuten y mantenimiento que se guiaban

maacutes bien por disposiciones particulares (hellip) (p189)

En la Ameacuterica espantildeola la situacioacuten superaba las deficiencias de la gene-ralidad Asiacute podemos tambieacuten aceptar por mor de la brevedad las palabras de Fernando Monge y Margarita del Olmo (1996)

La trascendencia del relativo abandono de la costa atlaacutentica y la eleccioacuten de luga-

res absolutamente inadecuados para el desarrollo de ciudades fueron incalculables y

crearon una red de puertos principales casi fantasmas soacutelo animados con la llegada

de las flotas y el establecimiento de los mercados como es el caso de Veracruz en la

Nueva Espantildea sin maacutes infraestructura que la de fortificacioacuten y defensa (hellip) (p223)

Sobre el puerto de Veracruz soacutelo nos detendremos en el completo anaacutelisis realizado por uno de sus maacuteximos estudiosos El complejo portuario estaba for-mado por el asentamiento continental de la villa de Veracruz propiamente dicha y por el islote frontero de San Juan de Uluacutea el auteacutentico desembarcadero con su bien conocido muro de las argollas (donde los barcos se amarraban de proa y se anclaban desde la popa) defendido por un castillo y separado de la costa por un estrecho canal El puerto era insalubre con una poblacioacuten que nunca fue numerosa (unos cuatro mil habitantes en 1791) con deficiencias de espacio para el almacenaje de las mercanciacuteas y el inconveniente del obligado traslado de las mercanciacuteas desde la puerta de mar en tierra firme hasta los barcos ancla-dos en San Juan de Uluacutea Una modernizacioacuten significativa soacutelo parece operarse a fin de siglo con el avance del empedrado y del alumbrado puacuteblico y con la reparacioacuten de los baluartes y la construccioacuten de un faro ameacuten del progreso de los servicios dispensados a los mercaderes y visitantes (Garciacutea de Leoacuten 2011)6

6 Para los puertos del aacuterea Von Grafenstein (2006) En general para los puertos americanos es fundamental la espleacutendida obra de la Comisioacuten de Estudios Histoacutericos de Obras Puacuteblicas y Urbanismo (1985) y especialmente para nuestro caso los trabajos de Gonzaacutelez Tascoacuten (1985 pp 117-141) y Peacuterez Herrero y Vives Azancot (1985 pp 161-180)

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Figura 1 Batista Antonelli

Perspectiva de reparo y fuerte y poblacioacuten de San Juan de Uluacutea 1590

Fuente Archivo General de Indias Meacutexico y Florida 36

Figura 2 Puerto de la Veracruz Adriaacuten Boot Puerto de la Veracruz nueva con la Fuerza de San

Juan de Uluacutea en el reino de la Nueva Espantildea en el Mar del Norte [ca 1615]

Fuente Archivo General de Indias Mapas y Planos Mapas Impresos 33

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

Figura 3 Louis Andreacute de la Mamie de Clairac Vue du fort San Juan de Uluacutea de la ville de Veracruz drsquoapregraves le modegravele en relief executeacute par MrClairac ingeacutenieur militaire de fortifications 1749

Recuperado de httplcweb2locgovmasterpnppga0240002492utif en httpscommonswiki-mediaorgwikiFileSan_juan_de_uluajpg

Como hemos dicho poco es lo que sabemos de la institucioacuten de las capi-taniacuteas de puerto incluso en el aacutembito metropolitano Tenemos alguna noticia de la existencia de capitanes de puerto en algunas plazas de las costas penin-sulares pero no parece haberse promulgado ninguna normativa general hasta la Real Orden de 20 de marzo de 1787 en que se asigna el empleo (y se sentildea-la la graduacioacuten militar de sus titulares) a un total de 26 puertos peninsulares (maacutes a los dos africanos bajo soberaniacutea espantildeola de Ceuta y de Santa Cruz de Tenerife) cifra que se veraacute aumentada con otros cinco entre 1805 y 18067

En la Ameacuterica espantildeola la creacioacuten de las capitaniacuteas de puerto aparece regulada definitivamente por una Real Orden de 15 de mayo de 1792 Marta Garciacutea Garraloacuten ha podido rastrear diversas noticias sobre el funcionamiento anterior de este empleo que daraacute a conocer en un trabajo ya concluido y ac-tualmente en prensa Las disposiciones maacutes tempranas sobre los capitanes de puerto afectan a las plazas de La Habana (1734) y Veracruz (1750) Ambas

7 Garciacutea Garraloacuten ha podido reconstruir a partir de esta fecha la noacutemina de los capitanes de puer-to tanto en el espacio metropolitano como en el ultramarino especialmente gracias a la documentacioacuten consultada en el Archivo General de la Marina ldquoAlvaro de Bazaacutenrdquo

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

plazas se beneficiaron poco despueacutes de la publicacioacuten de unas Instrucciones para los capitanes de puerto de Veracruz y La Habana aparecidas el 17 de marzo de 1756 diez antildeos despueacutes de la edicioacuten del reglamento malaguentildeo en territorio metropolitano En el caso de la plaza veracruzana el virrey mar-queacutes de las Amarillas publicoacute ademaacutes el 15 de junio de 1757 un Reglamento y Arancel para el gobierno y manejo por ahora de los empleos de capitaacuten de puerto de la Veracruz y de la Maestranza de eacutel que en virtud de Reales Oacuterdenes se hallan unidos en la persona del teniente de infanteriacutea de Marina don Bernardo Amate y para el de los que le puedan suceder en dichos em-pleos que certifica algo que ya sabiacuteamos la agregacioacuten al empleo de capitaacuten del puerto del de capitaacuten de la maestranza8 Y soacutelo cinco antildeos maacutes tarde en 1762 se editan las Ordenanzas para los empleos de Capitaacuten del Puerto y de Maestranza del de Veracruz que es el objeto de nuestro presente trabajo9

Como introduccioacuten al documento hay que sentildealar que las Ordenanzas seguacuten se especifica en la portada fueron publicadas por mandato del virrey de Nueva Espantildea el marqueacutes de Cruillas e impresas en Meacutexico en la Im-prenta del Superior Gobierno propiedad de los Herederos de Dontildea Mariacutea de Rivera en la calle de San Bernardo con fecha de 22 de julio de 1762 En el preaacutembulo se otorga a la normativa promulgada una categoriacutea fundacional al observarse expliacutecitamente lo siguiente ldquoConviniendo al servicio de Su Majestad el establecimiento del mejor reacutegimen cuidado y conservacioacuten del puerto de Veracruz en que hasta ahora no ha habido meacutetodo ni ordenanza formal (hellip)rdquo10 A pesar de ello el artiacuteculo primero reconoce tambieacuten la prece-dencia de la creacioacuten del empleo

8 Tanto las Instrucciones de 1756 como el Reglamento de 1757 se hallan en el Archivo General de Simancas Secretariacutea de Marina Capitanes de Puerto legajo 75 seguacuten la informacioacuten facilitada por Marta Garciacutea Garraloacuten En el mismo legajo se encuentra tambieacuten una Adicioacuten de 28 de noviembre de 1759 referente a la actuacioacuten de los praacutecticos y los maestros mayores de maestranza asiacute como a la vivienda del capitaacuten del puerto Y Bernardo de Amat nos ofrece en un memorial privado (fechado el 14 de abril de 1768) la noticia de su nombramiento como capitaacuten del puerto de Veracruz en 1747 (antes de la primera referencia de caraacutecter general de 1750) y como capitaacuten de la maestranza en 1757 coin-cidiendo con el Reglamento del marqueacutes de las Amarillas (AGS SM Capitanes de Puerto legajo 72)

9 Las Ordenanzas impresas las hemos consultado en el Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico (AGN) Seccioacuten de Marina 55 folios 107-113

10 Cursivas antildeadidas por los autores

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El capitaacuten del puerto de Veracruz (cuyo empleo ha creado Su Majestad con el

uacutenico importante fin de la conservacioacuten de eacutel y de la precisa intervencioacuten en las

obras y faenas de Marina que ocurran en los bajeles de guerra y marchantes que

a eacutel llegaren) (hellip)

Y a continuacioacuten se desgranan los 38 artiacuteculos que resultan ser una con-crecioacuten a las particulares condiciones del puerto novohispano en la segunda mitad del siglo XVIII de todas las tareas que se habiacutean venido asignando en Europa al capitaacuten de puerto desde los tiempos bajomedievales y durante toda la Edad Moderna pero cuyo anaacutelisis pormenorizado resulta del maacuteximo intereacutes para la historia mariacutetima en general y para la de la Ameacuterica hispana en particular11

El artiacuteculo nordm 1 sentildeala la subordinacioacuten del Capitaacuten del Puerto al Gober-nador de la plaza de Veracruz La razoacuten se explicita inmediatamente ldquores-pecto a no haber en ella particular jurisdiccioacuten de Marinardquo (cosa que ya no ocurriacutea en el territorio metropolitano) pese a lo cual el gobernador habriacutea de considerarlo ldquocomo oficial de ellardquo ademaacutes de preocuparse de que se le tra-tase con la distincioacuten correspondiente y de facilitarle los recursos para llevar adelante su labor Por su parte el funcionario debiacutea acudir todos los diacuteas a tomar la orden del gobernador y a darle el parte de las novedades

Los tres primeros artiacuteculos de las ordenanzas ya refirieacutendose a las fun-ciones concretas del Capitaacuten del Puerto tratan de la primera preocupacioacuten de todos los gestores de las instalaciones portuarias el calado Asiacute el artiacuteculo nordm 2 disponiacutea lo siguiente

Aunque se supone que siendo la principal atencioacuten del capitaacuten del puerto la con-

servacioacuten de su fondo tanto en el canal como al abrigo del castillo de San Juan

de Uluacutea y todo lo que alcanza el amarradero de los naviacuteos debe estar este oficial

bien impuesto en su viaje bajos y restingas pero como el uacutenico y principal pun-

to no es bien quede como hasta aquiacute en opiniones de que nada se sigue ni sabe

de cierto deberaacute el mismo Capitaacuten hacer una sonda general todos los meses con

11 Aquiacute resulta oportuno sentildealar que ese caraacutecter fundacional se anticipa en el Reglamento de 1757 que aparece como provisional desde el propio tiacutetulo ldquoel gobierno y manejo por ahorardquo [cursivas antildeadidas por los autores] En cualquier caso las Ordenanzas se inspiran directamente en las disposicio-nes dadas en la deacutecada precedente

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asistencia de los praacutecticos y pilotos de los naviacuteos de guerra cuando en eacutel hubiere

alguno (hellip)

En suma se exige al Capitaacuten experiencia en el caacutelculo del calado del puerto y se le pone como obligacioacuten un sondeo mensual de su fondo (ya que hasta entonces las estimaciones se habiacutean hecho sin meacutetodo por lo que care-ciacutean de toda exactitud) con la ayuda de los praacutecticos (que hacen su aparicioacuten por primera vez) y con la eventual colaboracioacuten de los pilotos de los barcos de guerra presentes en el puerto

El artiacuteculo nordm 3 concreta la operacioacuten La sonda (que exigiacutea para su eje-cucioacuten ldquodiacuteas apaciblesrdquo) se hariacutea con el concurso de la faluacutea y la lancha del rey fondeadas en el castillo de San Juan de Uluacutea Ahora bien este servicio no debiacutea generar ninguacuten gasto de personal (el propio Capitaacuten del Puerto los praacutecticos y los responsables de las dos embarcaciones) pues todos gozaban ya de un ldquosueldo del reyrdquo que incluiacutea estas funciones

El artiacuteculo nordm 4 cierra las precisiones de la operacioacuten de sondeo Los pontones han de aplicarse ldquoa los parajes convenientes para igualar o aumentar el fondordquo Tres condiciones se subrayan para esta tarea la necesidad de no pagar jornales u ocasionar gastos ldquoindebidosrdquo la conveniencia u obligacioacuten de escuchar el dictamen del contramaestre (una figura que aparece tambieacuten por primera y uacutenica vez) y la utilizacioacuten en la labor de personas robustas y experimentadas

El artiacuteculo 5ordm se ocupa de otra de las graves cuestiones que atribulaban a las autoridades el lanzamiento a las aguas del puerto de basuras y otros objetos En el caso de Veracruz el Capitaacuten del Puerto

celaraacute como punto esencial de su obligacioacuten que las embarcaciones fondeadas

en este puerto no arrojen sus basuras ni la cosa maacutes miacutenima al agua sino que

recogidas en tinas las conduzcan en sus lanchas a tierra al paraje sentildealado a este

fin que por ahora es la que llaman la Isleta de la parte del Fuerte del Castillo

Como coletilla se le advierte que la ldquomenor omisioacuten o condescendenciardquo podriacutea acarrearle una severa imputacioacuten

El artiacuteculo 6ordm insiste en este punto La prohibicioacuten se dariacutea a conocer a todos los barcos mediante la fijacioacuten de ldquoun papel en su palo mayor firmado por el gobernador de la plazardquo La primera infraccioacuten se sancionariacutea con una

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multa de veinte pesos y la contumacia de un modo maacutes severo directamente por el propio virrey ldquosi se procediere con malicia se les arrestaraacute procesaraacute y se me daraacute parte para tratarlos con el rigor que conviene al escarmientordquo

Los siguientes cuatro apartados engloban las medidas que debiacutean adoptarse en relacioacuten con el lastrado de los barcos Asiacute el artiacuteculo 7ordm sentildeala taxativamente

El mismo cuidado debe poner el Capitaacuten del Puerto en las ocasiones en que las

embarcaciones carguen o descarguen lastre haciendo que los barcos destinados

a este fin se atraquen bien a sus costados [los de los barcos que han de tomar o

dejar lastre] que procedan a estas faenas con las regulares precauciones de poner

velas o encerados que eviten la caiacuteda de las piedras al agua

Las sanciones seriacutean las mismas que en el apartado anteriorEl artiacuteculo 8ordm define ldquoel rengloacuten de lastrerdquo como uno de los maacutes relevan-

tes por las demoras que causa su falta en los buques de guerra y de comercio ldquopara emprender sus tornaviajes en un puerto tan criacutetico como eacutesterdquo En con-secuencia hay que garantizar su suministro y disponer siempre de

cuatro o cinco mil quintales en verano en la daacutersena del castillo de San Juan

de Uluacutea (hellip) y en invierno mayor porcioacuten por las dificultades que ocasionan

los [vientos] nortes en conducirlo pero siempre que se espere flota azogues o

naviacuteos sean de guerra o de comercio deberaacute acumularse en dicho paraje porcioacuten

proporcionada de este geacutenero

Seguidamente se apremia al Capitaacuten del Puerto a cuidar de que el lastre se apile y se acomode de tal forma que la piedra no pueda en ninguacuten caso rodar hasta el canal

El artiacuteculo 9ordm se ocupa del caso en que un barco decida descargar parte del lastre previamente embarcado ordenando que la operacioacuten la haga el duentildeo del naviacuteo en el lugar concreto que le sea asignado Del lastre desem-barcado soacutelo se le devolveraacute la mitad de su precio por el uso ya realizado pese a su desistimiento posterior

El artiacuteculo 10ordf cierra este bloque con un caso particular la prohibicioacuten absoluta de arrancar piedras del Bajo de la Gallega pues es el principal abrigo del puerto En este caso la sancioacuten es contundente los barcos que participen en una accioacuten de este tipo seraacuten detenidos y confiscados por el gobernador

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y los implicados (patrones o cualesquiera otros individuos) seraacuten castigados con multas y otras penas

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan del atraque de los barcos En este caso el artiacuteculo 11ordm sentildeala la obligacioacuten que tiene el Capitaacuten del Puerto de inspeccionar el amarre de los naviacuteos y de disponer ldquoel modo en que hayan de tener sus anclas y dar en tierra sus amarrasrdquo En caso de avistarse escuadras naviacuteos de guerra o buques mercantes habraacute que dejar espacio para las em-barcaciones que se esperan y (atendiendo a las especiales circunstancias del atraque en San Juan de Uluacutea) se actuaraacute ldquodejando zafas las primeras argollas para que las ocupen los naviacuteos de guerra u otros de crecido buquerdquo es decir privilegiando a los barcos de la Armada y de la Carrera de Indias

El artiacuteculo 12ordm por su parte exige que las embarcaciones usen para su amarre de los cables y calabrotes apropiados para garantizar la maacutexima segu-ridad durante el tiempo de la estadiacutea En caso de no tener el material adecua-do el Capitaacuten del Puerto habraacute de desviar los barcos a otros parajes para que en caso de que las amarras se suelten no causen dantildeo a las naves atracadas a su lado ademaacutes de suministrarles cables y calabrotes de repuesto pagando el duentildeo del naviacuteo el doble de su precio como sancioacuten por su negligencia Ademaacutes el oficial (que aquiacute es nombrado por primera vez despueacutes del tiacutetulo general de las Ordenanzas Capitaacuten de Maestranza y del Puerto) se ocuparaacute de que ldquotodos recorran sus cables y zafen cuanto sea dable unos de otros y los aforren en los parajes oportunosrdquo Estas reparaciones seriacutean obligadas para los capitanes maestres o patrones de las embarcaciones que habriacutean de ejecutarlas con arreglo a las instrucciones del Capitaacuten del Puerto o de los praacutecticos comisionados por el mismo

El artiacuteculo 13ordm constituye un pareacutentesis en la enumeracioacuten de las funcio-nes y se dedica a especificar el reparto de los emolumentos derivados de las sanciones pecuniarias por las faltas ya descritas en los apartados anteriores El Capitaacuten del Puerto recibiriacutea la cuarte parte mientras otra cuarta parte iriacutea a parar a los praacutecticos (que se la repartiriacutean entre siacute) y la mitad restante se depositariacutea en las Cajas ldquopara aplicar su producto a la limpieza y otras obras propias del mismo puertordquo

El artiacuteculo 14ordm trata de las medidas a tomar en caso de accidente Asiacute los barcos pueden peligrar a su entrada a su salida y durante su estadiacutea en el puerto por el mal tiempo por un incendio o por alguna otra causa El Capitaacuten

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del Puerto tendriacutea que recurrir en tales ocasiones al concurso de los barcos y la gente de mar del lugar y a la asistencia de los praacutecticos Ademaacutes si el acciden-te ocurriacutea estando anclados los barcos tambieacuten deberiacutea solicitar la ayuda del propio gobernador de la plaza y del teniente de Rey en el castillo de San Juan de Uluacutea Tambieacuten se precisa que al residir los praacutecticos en el castillo (como artilleros que son del mismo) y siendo el lugar maacutes apropiado para auxiliar a los barcos que vienen al puerto con viento norte y porque en tales casos ldquoel Capitaacuten del Puerto que vive en Veracruz no puede dar sus oportunas provi-denciasrdquo el responsable del socorro seriacutea el comandante de San Juan de Uluacutea

El artiacuteculo 15ordm se ocupa de los praacutecticos otra corporacioacuten portuaria mal conocida en nuestra historiografiacutea En el caso de Veracruz se nombrariacutean dos praacutecticos (con sueldo a cargo del rey que se aumentariacutea con doce pesos sobre el de los que ya actuaban como artilleros en San Juan de Uluacutea) maacutes otros dos agregados expertos en las ldquocostas canal sondas y bajos del puertordquo que ascenderiacutean en el escalafoacuten en cuanto se produjera una vacante

Los dos artiacuteculos siguientes abordan las funciones maacutes caracteriacutesticas de los praacutecticos las del lemanaje es decir las de dirigir la entrada de los barcos en el recinto propiamente portuario En principio seguacuten el artiacuteculo 16ordm es el propio Capitaacuten del Puerto el que realiza la principal tarea de lemanaje la de ldquopilotear los naviacuteos de guerra a su entrada y salida de eacutel salieacutendoles al encuen-tro fuera de eacutel o pasando a su bordo antes de levarse [levar anclas] hasta que esteacuten asegurados dentro o en franquiacuteardquo Ahora bien en caso de serle imposible habriacutea de enviar bien al mejor de los praacutecticos o bien si el caso lo exigiese a los dos praacutecticos en propiedad y a los interinos e incluso en caso de extrema necesidad a pescadores expertos El artiacuteculo 17ordm a su vez se refiere a todos los demaacutes casos que quedariacutean directamente en manos de los praacutecticos

Tambieacuten tendraacute [el Capitaacuten del Puerto] muy particular cuidado en destinar praacutec-

ticos a las embarcaciones de comercio que los dirijan a su entrada y salida y las

embarcaciones pequentildeas que los tomaren pagaraacuten seis pesos y los registros y

embarcaciones de fuera de cabos doce

Los dos artiacuteculos siguientes se ocupan de otra de las preocupaciones habitua-les de los gestores portuarios el abalizamiento Seguacuten el nordm 18 el Capitaacuten habraacute de cuidarse de que ldquocon anticipacioacuten se pongan balizas en los bajos del canal y

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viriles [veriles es decir las orillas o liacutemites] de eacutel siempre que se avisten naviacuteos o hayan de salirrdquo Es decir el abalizamiento no era fijo sino que soacutelo se disponiacutea a la arribada o a la salida de los buques Esta carencia parece subsanarse con el artiacuteculo nordm 19 donde se ordena poner ademaacutes de las balizas temporales de los bajos ldquootras permanentes y distintas que sentildealen el paraje donde los naviacuteos que vienen obligados con nortes deben dejar caer sus noroestes que le [les] sea faacutecil coger las argollas sin confusioacutenrdquo Esta medida parece necesitada de justificacioacuten

No [hay] suficiente motivo para dejar de cumplir tan sabia y uacutetil resolucioacuten el no

haberlo practicado los antiguos pues en parajes de maacutes continuos fuertes tempo-

rales gruesiacutesimas mares y excesivas corrientes se mantienen como en las entra-

das de los puertos de Holanda e Inglaterra sin las que pereceriacutean muchos naviacuteos

Ahora es al gobernador de Veracruz a quien corresponde ejecutar las obras pertinentes fabricar

unas boyas de madera de crecida magnitud y que luego que entre septiembre se

ponga una en el paraje dicho pintada de blanco y su orinque [el cabo que une la

boya al ancla] de cadena que tendraacute a un ancla de los [las] que hay en el castillo

de San Juan de Uluacutea y otras dos de igual magnitud negras a lo largo del canal

de suerte que sentildealen sus viriles [veriles] por ahora una a cada banda para lo

que hay dos anclas y un anclote bajo la muralla del sudeste de dicho castillo que

pueden servir a dicho fin sacaacutendolas y ponieacutendoles sus cepos

El artiacuteculo 20ordm aparece aquiacute aislado aunque estaacute unido temaacuteticamente a la cuestioacuten de los atraques concretamente a la necesidad de tener una remesa de cables y calabrotes en los almacenes de repuestos de Veracruz

El artiacuteculo 21ordm prescribe una serie de precauciones ante otra amenaza habitual el fuego Despueacutes de poner bajo la responsabilidad del Capitaacuten del Puerto las ldquoquimeras y disensionesrdquo que puedan surgir entre las diferentes embarcaciones le urge a precaver con todo cuidado ldquolos accidentes del fue-go tan temible en el estrecho puerto de Veracruz y maacutes con el descuido habitual de los naviacuteos marchantesrdquo Para ello debe vigilar los embarques y desembarques de poacutelvora impedir el uso del fuego en el calafateo de los barcos (el betuacuten se puede pegar ldquosin esta circunstanciardquo) y comprobar que esteacuten apagados los fogones y que no haya fuego dentro de los barcos ni en

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sus inmediaciones a la puesta del sol Por uacuteltimo debe ordenar que las luces se apaguen a las ocho

Figura 4 Proyecto de amarras de buques en el Castillo de San Juan de Uluacutea de Veracruz 1776

Archivo General de Simancas Mapas y Planos y Dibujos XVIII-137

El artiacuteculo 22ordm es otra disposicioacuten aislada Ni el Capitaacuten del Puerto ni las praacutecticas cobraraacuten ninguacuten emolumento extraordinario cuando ayuden a la entrada o salida de los naviacuteos del rey mientras que los buques mercantes deberaacuten pagar doce pesos tanto a la entrada como a la salida o maacutes si la tarea de los funcionarios se demora maacutes de una jornada Finalmente si los naviacuteos de guerra toman por cuenta propia un praacutectico que no esteacute a sueldo del rey se habilitaraacute su pago seguacuten la certificacioacuten presentada

El artiacuteculo 23ordm especifica que al avistamiento de un buque de guerra o de comercio el Capitaacuten del Puerto habriacutea de ordenar la salida del praacutectico sin necesidad de peticioacuten del buque en cuestioacuten a traveacutes de un cantildeonazo o ldquosentildeal de morroacutenrdquo [bandera enrollada para este fin] aunque tengan pilotos cualificados a bordo Prevista la gratificacioacuten de doce pesos para el praacutectico la situacioacuten podriacutea devenir conflictiva como sentildeala curaacutendose en salud la propia disposicioacuten ldquoNo es justo aventurar los caudales del comercio comuacuten

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por una economiacutea particular o demasiada satisfaccioacuten de un piloto a [al] que no puede perjudicar siacute servir de mucho la inteligencia y noticia de los del puertordquo

El artiacuteculo 24ordm adelanta una cuestioacuten ya resuelta en la Espantildea metropolita-na mediante el recurso a la Matriacutecula de Mar como es el control de la gente de mar ldquoHa de tener tambieacuten razoacuten y lista formal de toda la gente de profesioacuten marinera residente en Veracruz procurando conocer a todos individualmente y saber en cuanto sea dable su paraderordquo12 En el mismo artiacuteculo se incluye como obligacioacuten del Capitaacuten del Puerto la deteccioacuten de otra poblacioacuten objeto de una preocupacioacuten constante por parte de las autoridades la de los desertores tanto de los naviacuteos de la Armada como de los propios barcos mercantes a los cuales se debe perseguir y detener para obligarles a embarcarse de nuevo en los barcos en que llegaron o en ldquootros que regresen a Espantildeardquo

Los artiacuteculos siguientes se ocupan de las obligaciones del Capitaacuten del Puerto por su anexa condicioacuten de Capitaacuten de Maestranza Asiacute lo especifica con toda claridad el artiacuteculo nordm 25 que le prescribe al igual que antes ocurriacutea con la gente de mar el control de la gente de maestranza en teacuterminos auacuten maacutes estrictos y con atribuciones auacuten maacutes amplias Aquiacute resulta ilustrativa la reproduccioacuten completa de la disposicioacuten

Debiendo estar unido a su encargo el de Capitaacuten de Maestranza para todos los

reconocimientos exaacutemenes carenas y recorridas etceacutetera de los naviacuteos de co-

mercio y aun de los de guerra en las [los] que pueda ofreceacuterseles y sea necesario

su asistencia tendraacute una lista exacta y formal de la maestranza de carpinteros de

ribera y calafates habitantes y profesores en Veracruz para valerse de ellos en los

casos necesarios al servicio del Rey con facultad de prohibirles la continuacioacuten

de su oficio si se niegan a acudir a eacutel o cuando en ellos no reconozca la habilidad

competente para desempentildearle13

El artiacuteculo 26ordm dispone los detalles de la intervencioacuten de diversos agentes en las reparaciones de los buques fondeados en el puerto El Ca-pitaacuten del Puerto (y en su defecto los maestros mayores de la maestranza) seriacutea el responsable de supervisar todas las obras emprendidas de certificar

12 Cursivas antildeadidas por los autores

13 Cursivas antildeadidas por los autores

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la perfeccioacuten de las mismas de designar a la gente de maestranza encar-gada de su ejecucioacuten y de estar presente durante el tiempo de la recorrida [aquiacute reparacioacuten en general] En los buques de la Armada actuariacutean como maestros mayores los propios calafates y carpinteros de los naviacuteos y en los barcos de las flotas y los galeones de azogues escoltados por la Ar-mada aquellos que fuesen nombrados por el comandante de la formacioacuten Por el contrario en los demaacutes barcos mercantes ni los capitanes ni los maestres podraacuten

emprender obra mayor ni recorrida formal [aquiacute obra mayor debe entenderse

como carenado y recorrida formal en su sentido propio de reparacioacuten de menor

entidad que la carena] sin la intervencioacuten del Capitaacuten del Puerto (en su condicioacuten

de Capitaacuten de Maestranza) y de los maestros mayores

El artiacuteculo 27ordm se refiere a la comprobacioacuten de la aptitud de los barcos mercantes para salir a navegar y a expedir la correspondiente autorizacioacuten En este caso era responsabilidad del gobernador de Veracruz dar la orden al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores para proceder al reconoci-miento del buque y de la arboladura en presencia de los primeros carpinteros y calafates de la embarcacioacuten a fin de concluir sobre su disponibilidad para recibir la carga o en su caso sobre la necesidad de efectuar alguna reparacioacuten previa a su travesiacutea Finalmente se sentildeala la remuneracioacuten de los implicados seguacuten el arancel que ya reproduciremos al final

El artiacuteculo 28ordm sentildeala otras obligaciones del Capitaacuten de Maestranza el arqueo de los barcos mercantes (cuando asiacute lo dictaminen los oficiales reales) con certificacioacuten de sus tonelajes el avaluacuteo de los buques (junto a los maes-tros mayores) en caso de venta con certificacioacuten de la escritura correspon-diente y el examen de las naves que hayan de echarse al traveacutes [varar para su desguace] con certificacioacuten del propio Capitaacuten de Maestranza y los citados maestros mayores de la operacioacuten y de sus motivos Aquiacute se especifican los emolumentos cien reales por el arqueo y cien reales para el Capitaacuten de Maes-tranza y cincuenta para los maestros (a repartir entre siacute) por el avaluacuteo y por el examen del barco dado al traveacutes

El artiacuteculo 29ordm asigna al Capitaacuten del Puerto el cubrir las bajas de los maes-tros mayores proponiendo el nombre del candidato al Ministro de Marina

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(ldquocuando lo hubiererdquo lo que no era el caso) y en su defecto al oficial real maacutes antiguo de acuerdo con la Ordenanza de Arsenales

El artiacuteculo 30ordm encomienda al Capitaacuten de Maestranza la regulacioacuten de los jornales de sus integrantes y la vigilancia del cumplimiento de las condi-ciones para el ejercicio de la profesioacuten entre las que se incluyen el adiestra-miento la edad y la fuerza Como coletilla se prohiacutebe a los calafates en el momento de las carenas o las recorridas el hilado de la estopa operacioacuten que deben realizar las tripulaciones de los barcos afectados

El artiacuteculo 31ordm dispone que el Capitaacuten del Puerto cuando se encuentre fondeada una escuadra de guerra se ponga a las oacuterdenes de su comandante (como ldquosubalterno suyordquo durante la ocasioacuten) en todo lo tocante al resguardo en tierra [contrabando] inspeccioacuten policiacutea seguridad de naviacuteos etceacutetera

El artiacuteculo 32ordm autoriza al Capitaacuten de Maestranza a decidir sobre las compensaciones reclamadas por los capitanes o maestres de los barcos par-ticulares por razoacuten de ldquoaveriacuteas causadas de abordajes u otros accidentes en cascos aparejos peacuterdida de anclas cables botes lanchas etceacuteterardquo En caso de conflicto los interesados podraacuten presentar recurso ante el comandante de la escuadra o el capitaacuten de naviacuteo u oficial de superior graduacioacuten al mando de un buque de la Armada y en su defecto ante el gobernador de Veracruz quie-nes decidiriacutean la causa despueacutes de haber oiacutedo al citado Capitaacuten del Puerto

El artiacuteculo 33ordm dispone que en cambio los accidentes mayores que son competencia privativa de la jurisdiccioacuten de Marina sean sustanciados en pri-mera instancia por los comandantes de escuadra y en su defecto por el go-bernador de Veracruz quedando el Capitaacuten del Puerto en la posicioacuten secun-daria de mero asesor por su conocimiento del caso Los accidentes incluidos en este apartado presentan por otra parte circunstancias agravantes particu-lares ldquoabsoluto naufragio incendio etceacutetera con indicios de haber proce-dido de impericia o determinada malicia de praacutecticos u otros cualesquierardquo

El artiacuteculo 34ordm sentildeala las medidas a adoptar ante una amenaza exterior ldquoEn el caso de invasioacuten de enemigos [en] todo lo respectivo a la defensa del puerto y demaacutes incidencias anejas a su conocimiento y praacutectica podraacute y deberaacute el gobernador valerse del Capitaacuten del Puerto de su consejo y accioacutenrdquo El magistrado puede incluso en caso de necesidad ponerse al mando de una nave ldquosi se ofreciere armamento provisional de alguna embarcacioacuten en dicho puerto para atacar enemigo contrabandista o con otro motivo podraacute fiarse el

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mando al Capitaacuten del Puertordquo Para esta tesitura tendraacute una lista exacta de todas las embarcaciones sin excepcioacuten de la maacutes miacutenima canoardquo14

El artiacuteculo 35ordm confiacutea al Capitaacuten del Puerto la misioacuten de dar cuenta de todas las embarcaciones que arriben al puerto (ldquovengan de Espantildea o de otras costas de Ameacutericardquo) con el principal objetivo de evitar el contrabando

El artiacuteculo 36ordm asigna al capitaacuten del puerto la vigilancia y arresto de los polizones Tarea que requiere la mayor atencioacuten habida cuenta del ldquopoco cuidado y cuasi formal consentimiento que se tiene y ha tenidohellipcon tanto perjuicio de los dominios de Su Majestad cual no es ponderablehelliprdquo

El artiacuteculo 37ordm especifica algunos de los recursos puestos a disposicioacuten del magistrado para el cumplimiento de sus funciones Tambieacuten aquiacute quizaacutes valga la pena copiar entero el apartado

Para que el Capitaacuten del Puerto pueda desempentildear todos los importantes encar-

gos de su inspeccioacuten inmediatamente se le sentildealaraacuten cuatro hombres de los

bogadores que gozan sueldo de Su Majestad en la faluacutea y lancha del castillo

dos de cada una se emplearaacuten en un sereniacute [bote pequentildeo] o canoa que podraacute

tener para ellas mantenieacutendola y hacieacutendole los reparos que necesite de los

emolumentos que le estaacuten sentildealados y ademaacutes podraacute valerse de cualesquiera

embarcacioacuten [embarcaciones] de las que estaacuten en el muelle para el traacutefico del

puerto en las precisas urgencias y ocasiones que se le ofrezca sin hacerle la

menor detencioacuten ni perjuicio

Finalmente el artiacuteculo 38ordm declara la autonomiacutea del funcionario asiacute como su condicioacuten militar ldquoEl Capitaacuten del Puerto como oficial de guerra y de la plaza soacutelo tendraacute inmediata precisa subordinacioacuten al gobernador de ellardquo Y asiacute se resume el privilegiado status (acompantildeado de sus ampliacutesimas atribuciones) de la figura del Capitaacuten del Puerto de Veracruz

A continuacioacuten se antildeaden tres apeacutendices a las Ordenanzas El primero incluye un listado de los derechos que deben pagar las embarcaciones arri-badas a Veracruz

Derechos que deben contribuir a Su Majestad las embarcaciones que vienen a

este puerto lo que corresponden al Capitaacuten de Maestranza quien debe cobrarlos

14 Cursivas antildeadidas por los autores

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todos y entregar los pertenecientes a la Real Tesoreriacutea de donde tomaraacute sus co-

rrespondientes recibos y llevaraacute cuenta separada en la contaduriacutea de ellos

Por un lado los naviacuteos y fragatas pagariacutean 56 reales por el ancoraje 16 reales por la linterna 24 por la limpieza del puerto y 8 reales al Capitaacuten del Puerto mientras que los paquebotes los bergantines y las embarcaciones de cruz [de velas cuadras cuyas vergas se cruzan sobre los palos] pagariacutean res-pectivamente 40 10 20 y 6 reales en tanto que todos los barcos pagariacutean 16 reales por el abalizamiento quedando totalmente exentas del pago de estos derechos ldquolas embarcaciones chicas que trafican estas costas como las de los riacuteos de Alvarado y Barloventordquo Ademaacutes resulta interesante transcribir las siguientes circunstancias

Cesa la praacutectica de pagar al gobernador el ancoraje por ser derecho del Real Al-

mirantazgo General de Espantildea y las Indias anexo a la Corona el farol o linterna

se debe hacer en el castillo a toda embarcacioacuten que quede de noche a vista del

puerto sin que lo pida si es dable con teas u otro fuego maacutes visible y menos

costoso que el aceite y sea el que fuere se pagaraacute de su ramo

Y ldquoquedan extinguidas las garramas [derrama o contribucioacuten en general] de guardias del castillo y patroacuten de faluacutea por impropio y mal permitido abuso ni se impondraacute otra alguna de que cuidaraacute mucho el gobernadorrdquo

El segundo apeacutendice es el arancel de los derechos a pagar al Capitaacuten de Maestranza y a los maestros mayores Se reproduce iacutentegramente

Por la primera visita que hiciere el capitaacuten de maestranza con los maestros mayo-

res para reconocer y sentildealar las obras que necesita todo naviacuteo se le contribuiraacuten

por los duentildeos de los naviacuteos que se repartiraacute por mitad entre el dicho Capitaacuten y

los dos maestros mayoreshellip 20 (pesos)

Por la segunda para ver si las obras que se han sentildealado se han ejecutado en los

mismos teacuterminoshellip20 (pesos)

Por la tercera visita que debe hacer el Capitaacuten de Maestranza para reconocer si el

naviacuteo estaacute en estado de navegar y con sus correspondientes servibles pertrechos

y reconocimiento de pasajeroshellip16 (pesos)

Por las tres visitas que se hagan a las demaacutes embarcaciones que salgan de este

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

puerto para otros de la Ameacuterica a excepcioacuten de los que van a Campeche y Tabas-

co pagaraacuten en la misma conformidad partiblehellip12 (pesos)

Por el arqueo de naviacuteo o fragatahellip100 (reales)

Por el de paquebot o bergantiacutenhellip60 (reales)

Por reconocimiento de exclusioacuten de naviacuteo avaluacuteo o intervencioacuten en venta con

sus firmashellip100 (reales)

No se pagaraacute cosa alguna al Capitaacuten de Maestranza por la asistencia cuando se

deacute fuego a los naviacuteos pues es tan constitutivo de su empleo este cuidado que no

debe practicarse sin su asistencia ni hacerlo donde no acuda

No se precisaraacute a ninguacuten maestre o capitaacuten de naviacuteo particular se valga de la

plancha de agua [entablado flotante] del Capitaacuten de Maestranza pero si la pidiere

y solo se sirviere dos diacuteas pagaraacute a razoacuten de dieciseacuteis reales cada uno si fuere

precisa maacutes tiempo solo pagaraacute un peso

No contribuiraacuten cosa alguna los maestres o capitanes de los naviacuteos particulares

a escribano contador ni otro alguno que tienen sueldo de Su Majestad si se

ofreciere que por alguacuten accidente concurran a estas visitas o diligencias y [les]

bastaraacute la certificacioacuten que debe darle [darles] el Capitaacuten de Maestranza de los

arqueos y reconocimientos etceacutetera de que deberaacuten en los oficios hacer fe en

estos asuntos y no necesitar de otro registro para su despacho y demaacutes diligencias

que se ofrezcan

En este arancel nada se grava al vasallo antes en algo se le alivia pues estaacuten solo

reducidos a Su Majestad algunos derechos y rebajados en otro lugar de lo que

antes pagaba

Tras esta declaracioacuten de la buena intencioacuten de la poliacutetica fiscal imperante en el puerto de Veracruz las Ordenanzas se completan con un tercer apeacutendice que no es otra cosa sino la lista de los repuestos que debe custodiar el Capitaacuten del Puerto en sus almacenes

Relacioacuten de los geacuteneros que debe cuidar el Capitaacuten del Puerto haya de repuesto

en los almacenes que tiene el rey en Veracruz para atender a las urgencias que de

ellos puedan tener los naviacuteos de Su Majestad que convoyan flotas y azogues y los

que frecuentan de la Escuadra de La Habana

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

En concreto se detallan diversas jarcias alquitranadas (doce cables tre-ce calabrotes cuarenta y siete guindalezas ciento treinta y una vetas y treinta quintales de vaiveacuten alquitranado [cabo delgado de dos o tres cordones] y otros veinte quintales de piola [otro cabo pequentildeo formado de dos o tres filaacutesticas] merliacuten [cabo delgado de caacutentildeamo alquitranado] y sardinera [otro tipo de cabo pequentildeo] varias jarcias blancas (seis piezas de vetas y otras seis de correderas maacutes trescientas libras de vaiveacuten blanco otras trescientas de hilo de vela y cien quintales de cuerda-mecha [cuerda combustible]) Entre los tejidos se incluyen siete mil quinientas varas de lonas de diferentes calidades siete mil varas de lienzo vitre [lona muy fina] dos mil quinientas varas de lienzos de ruaacuten y dos mil varas de lanilla Entre los betunes hallamos cien quintales de alquitraacuten fino para la jarcia y otros cien quintales de brea rubia o resina La clavazoacuten se distribuye entre distintas variedades doscientos quintales de clavazoacuten regular ciento cincuenta millares de clavazoacuten de alfagia [arfarjia madero de sierra] otros doscientos de clavazoacuten de barrote [barra gruesa] cien de entablar cien de medio entablar cien de tillado [entablado] cien de falca [tabla colocada de canto sobre la borda] mayor cien de falca menor cien de bora mayor cien de bora menor cien de tachuelas y sesenta de estoperoles [clavos cortos de cabeza grande y redonda similares a las tachuelas] El capiacutetulo de fierro se divide entre doscientos quintales de cabilla [barrita para amarrar los cabos] cincuenta de tacho [tachuela grande] y medio tacho ciento cincuenta de bergajoacuten y otros cien de planchuela [diversos tipos de metal de hierro] Los restantes geacuteneros componen un conjunto heterogeacuteneo de sesenta quintales de plomo en plancha cincuenta libras de plomo en tiras cincuenta libras de hilo de alambre cuarenta libras de estantildeo cincuenta rempujos para velero [discos planos empleados por los veleros para empujar la aguja de coser las velas] tres mil hojas de lata dos mil libras de talco tres mil vidrios ordinarios trescientas agujas de vela cien agujas de empalmar diez mil agujas capoteras cincuenta libras de hilo de colores cien resmas de papel blanco cuarenta resmas de papel de estraza doscientas hojas de pergamino ciento cincuenta hachas de partir cien azado-nes doscientas palas de fierro cien espiochas y cuatro fierros de hacer hostias

Como se ha dicho al principio la Matriacutecula de Mar se introdujo tardiacutea-mente en Ameacuterica y desde luego despueacutes de la promulgacioacuten de las Orde-nanzas que se acaban de analizar Por ello el Capitaacuten del Puerto antildeade a sus funciones maacutes caracteriacutesticas la de ser Capitaacuten de Maestranza y la de llevar

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Carlos Martiacutenez Shaw y Marina Alfonso Mola

la cuenta oficial de la gente de mar y de maestranza y de las embarcaciones surtas en Veracruz una misioacuten que pasaraacute a depender de los ministros y sub-delegados de Marina de los distintos departamentos costeros En el caso de Veracruz un documento hallado en la misma seccioacuten que las Ordenanzas nos permite adelantar alguna noticia sobre la aplicacioacuten de la Matriacutecula de Mar en la provincia y su relacioacuten con la capitaniacutea del puerto15

En abril de 1783 una Real Orden comunicada por el virrey de Nueva Espantildea a la sazoacuten Matiacuteas de Gaacutelvez habiacutea conferido a Juan Joseacute Gaacutemez el nombramiento de Capitaacuten del Puerto y de la Maestranza de Veracruz Pues bien tres antildeos despueacutes el 9 de enero de 1786 el interesado elevoacute un memorial al nuevo virrey Bernardo de Gaacutelvez que habiacutea sucedido a su tiacuteo alegando que en la orden citada el rey mandaba poner a su cargo el ldquoministerio de Matriacuteculardquo del puerto de Veracruz y de los demaacutes puertos a Barlovento y Sotavento asiacute como entregarle la documentacioacuten existente desde la creacioacuten de la Matriacutecula de Mar en 1777 (de acuerdo con la Real Orden cuya fecha se confirma de 23 de agosto anterior) cosa que debiacutean cumplir el intendente Pedro Antonio Co-siacuteo y el tesorero de las Reales Cajas Joseacute Mariacutea Laso Sin embargo hasta el momento no se habiacutea producido la toma de posesioacuten de Juan Joseacute Gaacutemez que aduciacutea en su favor ademaacutes de la claridad de la Real Orden haber re-cibido el 27 de abril de 1784 unos documentos en calidad de ldquosubdelegado de aquella Matriacuteculardquo No obstante poco antes de su recurso el 23 de di-ciembre de 1785 se habiacutea publicado en la Ciudad de Meacutexico un bando por el que se encargaba en comisioacuten la citada Matriacutecula al administrador de la Real Hacienda en Veracruz Francisco Antonio Agudo lo que a juicio del demandante no puede ser sino una equivocacioacuten ya que el cargo corres-ponde al Capitaacuten del Puerto

A rengloacuten seguido Juan Joseacute Gaacutemez alega una nueva razoacuten muy concreta

Comprueacutebase que la intencioacuten del Rey es que de la Matriacutecula sea su Jefe el que

ejerza de tal Capitaacuten del Puerto pues desde su creacioacuten la ha tenido a su cargo este

empleo como es notorio porque el primero que fue mi antecesor Don Bernardo

Amat se le dio consecuente con la Real disposicioacuten comunicada al Excelentiacutesimo

Sentildeor Frey Don Antonio Mariacutea Bucareli virrey que fue de esta Nueva Espantildea

15 Archivo General de la Nacioacuten de Meacutexico Seccioacuten de Marina 55 folios 81-85

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Reformismo borboacutenico y gobierno portuario

Los citados Cosiacuteo y Laso fueron comisionados para la Matriacutecula in-terinamente tras la jubilacioacuten de Bernardo de Amat (al que ya conocemos como Capitaacuten del Puerto y como Capitaacuten de Maestranza) pero ahora que media el nombramiento de un titular de la capitaniacutea de puerto concluye Gaacutemez ldquoes la voluntad de la Real Persona sea yo el legiacutetimo subdelegado de Vuestra Excelencia en este asuntordquo Y maacutes abajo apuntilla ldquopues mi an-tecesor lo fue desde su creacioacuten como ya se dijo y no ha habido otro desde aquel hasta que tomeacute la posesioacuten de estos empleosrdquo Y en consecuencia pide el reconocimiento de su derecho a entrar tambieacuten en posesioacuten de de la subdelegacioacuten de Matriacutecula Sin que pueda caber duda del derecho del autor del recurso lo que conviene resaltar es que la Matriacutecula de Mar habiacutea quedado adscrita al Capitaacuten del Puerto al menos en Veracruz y probable-mente de modo general Menos claro queda el tiacutetulo exacto del cargo pues se habla alternativamente de ldquoministeriordquo y de ldquosubdelegacioacutenrdquo de Matriacutecu-la cuando sabemos que en el territorio metropolitano la Matriacutecula de Mar habiacutea sido confiada a un ldquoministro de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en las capitales de las provincias mariacutetimas y a un ldquosubdelegado de Marinardquo (y no de Matriacutecula) en los restantes puertos En cualquier caso parece seguro que en Ameacuterica en la segunda mitad del siglo XVIII el Capitaacuten del Puerto antildeadiese a sus funciones las de incluir bajo su jurisdiccioacuten a las gentes de maestranza y a las gentes de mar ya matriculadas lo cual haciacutea auacuten maacutes relevante su cometido y su ministerio

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Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII

Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita(Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina)

La Guerra de Sucesioacuten Espantildeola (1700-1713-1714-1715) ha sido has-ta hace poco tiempo y auacuten lo es en muchos aspectos uno de los ldquoperiacuteo-dos oscurosrdquo (Kamen 1974) de la Historia de Espantildea1 Llama la atencioacuten que si bien se trata de un acontecimiento decisivo el tratamiento de tema habiacutea sido escaso en Espantildea hasta hace algunos antildeos aunque la centrali-dad del proceso se hubiera reconocido como evidente2 En las uacuteltimas deacute-cadas el intereacutes despertado por la guerra y las cuestiones vinculadas a ella ndashaunque muchos temas merecen auacuten investigaciones exhaustivasndash ha per-mitido mejorar su conocimiento a partir de publicaciones especializadas resultados de los congresos sobre el tema a propoacutesito de diversas conme-moraciones y de las obras de investigadores de reconocido prestigio34

1 Este trabajo integra el proyecto MINECO HAR2013-45788-C4-3

2 Para una bibliografiacutea sobre el tema ver Albareda Salvadoacute (2010) Bernardo Ares (2008) Gon-zaacutelez Mezquita (2007)

3 AA VV (2001 2002 2005 y 2007) Garciacutea Gonzaacutelez (2009) y Serrano (2004)

4 Las principales obras son Fernaacutendez Albaladejo (2001) Garciacutea Caacutercel (2002) Molas Ribalta

Gonzaacutelez Mezquita M L (2017) Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Moderna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabi-lia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Opinioacuten y propaganda

Este trabajo propone una nueva mirada al conflicto a partir de un enfoque socio-cultural de la poliacutetica a traveacutes de algunas de manifestacio-nes discursivas (Cardim 1996 p 149 Castro Cuenca y Aranda Peacuterez 1991) en su vertiente poleacutemica-publiciacutestica producidas por diferentes agentes sociales (Peacuterez Picazo 1966 p 280) La perspectiva cultural ofrece la posibilidad de aprehender las opiniones de aquellos normal-mente excluidos de la esfera institucional que intentan expresarse en un momento de especial conflictividad (Gonzaacutelez Mezquita 2014 en un contexto diferente Hermant 2017) Se trata de una literatura de accioacuten eco de la realidad que a la vez protagoniza tan convulsiva como la tra-ma de hechos que la soporta y que ella hace al mismo tiempo legible (Jouhaud 1985 p 32) Leer estos textos parece faacutecil en apariencia pero es complicado si nos interrogamos no soacutelo sobre las condiciones de su elaboracioacuten sus destinatarios y su difusioacuten (Chartier 1992 y 1993) sino ademaacutes por nuestro comportamiento personal hacia ellos condicionado por la eacutepoca en que vivimos y por una cultura heredada y adquirida de lectores5 En realidad sabemos que las lecturas no son inocentes pero tendemos a olvidar que hace tres siglos las expresiones teniacutean otro valor y significacioacuten que deben ser decodificados (Richet 1985 p 12) Los autores a considerar provienen con preferencia del estamento clerical y se ha prestado especial atencioacuten a las respuestas de distinto orden que pudieron ocasionar tanto como a las condiciones de su produccioacuten De esta manera se intenta comprobar coacutemo los textos se relacionan y se agrupan en redes de poleacutemicas que constituyen verdaderos engranajes y racimos textuales (Jouhaud 1985)6

Cerro Nargaacutenez y Fargas Pentildearrocha (2004) Kamen (2000) De Bernardo Ares (2006) Ribot (2009) Martiacutenez Shaw y Alfonso Mola (2001) Leoacuten Sanz (1989) Edelmayer Leoacuten Sanz y Ruiz Rodriacuteguez (2008) Alabruacutes (2001) Delgado Barrado (2007) Aacutelvarez-Ossorio Alvarintildeo (2004) Y en el plano de las relaciones internacionales Beacutely (1992) Kamen (2003) Storrs (2007) Frey y Frey (1995) Alba-reda Salvadoacute (2010)

5 El intereacutes de estos textos no es privativo de este momento por el contrario ya habiacutean influido y seguiriacutean hacieacutendolo en la opinioacuten puacuteblica mediante las discrepancias que manifiestan al finalizar la Guerra de Sucesioacuten a traveacutes del ldquopartido espantildeolrdquo magistralmente analizadas por Egido (1971)

6 Peacuterez Picazo identificoacute 50 folletos de filiacioacuten clerical de ellos 15 son felipistas y el resto austracistas Nuestro trabajo en archivos de diferentes territorios de la Monarquiacutea aumenta el nuacutemero indicado

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

Algunas consideraciones metodoloacutegicasLos procesos histoacutericos no pueden aprehenderse al margen de los modelos de

percepcioacuten de los agentes coetaacuteneos de sus categoriacuteas de pensamiento y del sentido que le otorgaban a los sucesos Las diferentes formas de comunicacioacuten simboacutelica ofrecen una clave para la comprensioacuten del Antiguo Reacutegimen Estos mecanismos fueron utilizados de manera reflexiva y calculada y teniacutean un poder performativo especiacutefico para el funcionamiento de aquellas sociedades Es evidente que en la actualidad el desafiacuteo intelectual lanzado a las ciencias sociales por la corriente lin-guumliacutestico-discursiva o maacutes recientemente por el giro performativo pone en eviden-cia la conveniencia de utilizar este enfoque en diferentes momentos para su mejor comprensioacuten (Tilmans Van Vree et Winter 2010 Benigno 2013 y 2013b p757)

La comunicacioacuten es un proceso interactivo entre dos agentes o maacutes que se re-lacionan unos con otros Pero la existencia de este acto no significa que el receptor asigne al mensaje la misma significacioacuten que la del emisor ni que el receptor acepte el sentido del mensaje y esteacute de acuerdo (Stollberg-Rilinger 2008 pp 15-17)

En los uacuteltimos antildeos se ha puesto el acento en los usos que los agentes his-toacutericos hacen del lenguaje y las convenciones del contexto en el que actuacutean (Garciacutea Caacutercel 2013 p 12) Benigno (2013) insiste en la interesada proyec-cioacuten en el pasado de categoriacuteas del presente en contraposicioacuten a la necesaria criacutetica sobre las utilizadas por los agentes histoacutericos y por los historiadores para evitar las tentaciones del anacronismo y los riesgos del presentismo (pp 31-33) Esto implica el reconocimiento de un respeto obligado a la alteridad de estos agentes y sus manifestaciones (Albaladejo 1992 p14)

Nos detendremos en un aspecto poco frecuentado para destacar algunas cuestiones relacionales entre los agentes histoacutericos en especial su plano co-municacional En particular prestamos atencioacuten especial a la construccioacuten de ldquouna guerra de religioacutenrdquo durante la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola asumiendo la inclusioacuten de una densa carga simboacutelica que plantea por lo menos dos asuntos fundamentales Por un lado la existencia de redes de propaganda y los intentos de manipulacioacuten de una ldquoopinioacuten puacuteblicardquo en construccioacuten (Rodriacuteguez Uribes 1999 p 77 y ss ver con diferente contexto temporal Farge 1992)7 favorecida

7 Concepto ldquovagordquo e ldquointangiblerdquo que el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola (1992) Madrid 1478 no contribuye a aclarar cuando lo define como ldquosentir o estimacioacuten en que coin-cide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinadosrdquo

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Opinioacuten y propaganda

por la especial conflictividad del escenario beacutelico por otro las cualidades per-formativas de esa construccioacuten y sus efectos intencionales o no intencionales (Aacutelvarez de Miranda 1992 p 580)8

El binomio conceptual ldquoopinioacuten puacuteblicardquo ha dado lugar a especulaciones o discrepancias cuando no a su utilizacioacuten acriacutetica (Olivari 2004 Baker 1987 Maza 1987) La comunicacioacuten la propaganda y la formacioacuten de una opinioacuten puacute-blica en diferentes etapas de su construccioacuten constituyen un campo cuyo anaacutelisis se extiende en los uacuteltimos antildeos P Burke ha dividido las reflexiones sobre este asunto en tres partes La primera sobre los temas que pueden ser descritos como el debate Eisenstein sobre la revolucioacuten que supuso la imprenta y sus consecuen-cias Las interacciones entre la comunicacioacuten oral la manuscrita y la impresa y en los dos uacuteltimos casos la relacioacuten entre la comunicacioacuten visual y la textual La segunda sobre los consumidores de los medios de comunicacioacuten de masas ya sean estos lectores espectadores u oyentes tanto como la imbricacioacuten entre los aspectos comunicacionales sociales poliacuteticos y culturales La tercera en torno al ldquodebate Habermasrdquo sobre el nacimiento de la esfera puacuteblica (Burke 2005)9

Es importante considerar algunos aspectos del lenguaje utilizado en los textos publiciacutesticos Hay dos niveles de anaacutelisis en el estudio de lenguaje performativo Uno es el netamente linguumliacutestico y otro el poliacutetico que es el objeto de este trabajo (Austin 1982) Entendemos como funciones poliacuteticas del lenguaje la reproduccioacuten de acciones la interaccioacuten la comunicacioacuten la argumentacioacuten ser un factor de poder Los enunciados se integran en un discurso que estaacute orientado en una determinada direccioacuten y tiende a lograr la interaccioacuten entre discursos y praacutecticas (Emmerich 2010)

John Austin distingue entre dos tipos de oraciones constatativas y realiza-tivas o performativas En las oraciones performativas no se describe un estado

8 Covarruvias (ed1943 p 944) en su Tesoro dice que ldquodistinguen los filoacutesofos la opinioacuten de la ciencia porque la ciencia dice cosa cierta e indubitable y la opinioacuten es de cosa incierta y esta es la causa de haber opiniones contrarias de una misma cosardquo Por su parte el Diccionario de la lengua de la Real Academia Espantildeola Coincide en el sentido enunciado al definirla en su primera acepcioacuten como ldquoconcepto o parecer que se forma de una cosa cuestionablerdquo

9 Burke ha sido un pionero en el uso del concepto criticando a Habermas ldquoDe todos modos en estos uacuteltimos antildeos los historiadores han criticado tanto las obras de Habermas que ahora me hallo en la posicioacuten de defenderlo (hellip) Aun cuando sus afirmaciones histoacutericas fuesen falsas sus conceptos son suficientemente buenos como para ser tenidos en cuentardquo El autor retoma las criacuteticas de Melton 2001 en sus anaacutelisis sobre Inglaterra Francia y Alemania

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

de cosas sino que se hace lo que se dice en el mismo acto de decirlo Esta es la primera formulacioacuten de Austin En la segunda habla de una nueva unidad de anaacutelisis a la que denomina ldquoactos de hablardquo presentados como unidades de comunicacioacuten que tienen en siacute tres acciones coexistentes el acto locucionario el acto ilocucionario y el acto perlocucionario que se relacionaraacute con los efec-tos que se pretenden obtener sobre la audiencia Es el aspecto que nos permite hablar de la performatividad del lenguaje poliacutetico John Searle reformula y sis-tematiza en 1969 la hipoacutetesis fundamental de Austin ndashsobre los actos perfor-mativosndash en su libro Actos de habla en el que agrega una serie de conceptos relacionados con los discursos poliacuteticos (Emmerich 2010 Searle 1989)

En este sentido el lenguaje performativo es entendido como ldquodiscurso poliacuteticordquo porque produce hechos aunque siga siendo baacutesicamente un ldquode-cirrdquo Pero cuando la poliacutetica es entendida como un aacutembito de conflicto un proceso cualitativo sustantivo y no procedimental el lenguaje performativo puede ser utilizado como un asunto relativo al poder de las palabras Cuando un individuo habla estaacute realizando una accioacuten que inaugura distintos estados de cosas Esta capacidad del acto de habla de hacer cosas explica que el dis-curso pueda crear realidades que luego se proponen retroactivamente como causa del discurso siendo en realidad productos de eacutel Cuando entramos al espacio propiamente poliacutetico el aacutembito de estudio cambia desde el simple lenguaje performativo hacia la performatividad del lenguaje poliacutetico y el desarrollo dialeacutectico se abre al conflicto y al antagonismo (Emmerich 2010)

Las palabras y las conductas construyen representaciones que motivan o inducen a los agentes sociales a la accioacuten y pueden producir una conse-cuencia Esto implicariacutea que existen palabras y acciones pero entre ellas hay un agente que decide sus movimientos en un contexto complejo en el que se producen interacciones El historiador que quiere analizar la comunicacioacuten simboacutelica puede contar con aportaciones valiosas de disciplinas tan dispares como la fenomenologiacutea la antropologiacutea la semioacutetica la sociologiacutea y la etno-logiacutea por mencionar soacutelo algunas Los siacutembolos apelan a la razoacuten y a todos los sentidos Por eso su significado se suele captar muy raacutepido sin embargo suelen ser polivalentes y ambiguos pueden resolver o incentivar conflictos poniendo de relieve las diferencias entre distintos grupos sociales Por este motivo muy especialmente los conflictos religiosos o eacutetnicos se transforman muy faacutecilmente en luchas simboacutelicas (Butler 1997 pp 12-44)

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Opinioacuten y propaganda

Como hemos analizado en anteriores oportunidades (Gonzaacutelez Mezquita 2007 y 2013) las monarquiacuteas utilizaron los medios a su alcance para organizar campantildeas de propaganda como un medio para influir en la opinioacuten (Chisick 2002 Perry 1962 Veysman 2004) En Gran Bretantildea la cultura poliacutetica puacutebli-ca desarrollada despueacutes de la Revolucioacuten fue puacuteblica en el sentido de que temas poliacuteticos fueron cada vez maacutes objeto de discusioacuten en el aacutembito puacuteblico Tam-bieacuten este debate se daba en Francia aunque en menor medida y con controles gubernamentales maacutes evidentes (Muumlllenbrock 1997 p 17 Hattendorf 1987) Este proceso se puede entender como la necesidad que teniacutean los poliacuteticos de conseguir aprobacioacuten por parte de una audiencia numerosa que participaba y juzgaba en una especie de forum ad hoc a modo de institucioacuten complementaria para controlar las decisiones maacutes importantes del gobierno

La accioacuten de los escritos es pensada frecuentemente a partir de sus efectos sobre los lectores Pero el gesto de escribir no se limita a las intenciones del autor manifiestas o no Tiene lugar en una red de otras acciones que modifica y lo modifican (Ribard y Schapira 2006 p 146) dando lugar a interacciones texto-contexto (Pocock 1972 Skinner 1978) Es a este aspecto especiacutefico al que aludimos en este caso a la posibilidad de interactuar que tienen los agentes sociales individuales y colectivos con sus palabras y sus acciones (Searle 1989)

Los aspectos comunicacionales de la contiendaDurante la Guerra se enfrentaron las posiciones que ya se habiacutean de-

lineado en las intrigas cortesanas que la precedieron durante el reinado de Carlos II dando lugar al debate entre austracistas (Arrieta Alberdi 2001) y borbonistas (Gonzaacutelez Mezquita 1993 Vicent Loacutepez 1994 p 402) Tanto la camarilla francesa como la austriacuteaca habiacutean jugado un importante papel como grupos de presioacuten En la guerra la violencia estaba en el centro del problema Para comprender el sentido de este conflicto civil internacional dinaacutestico y mediaacutetico nos permitimos insistir en la idea de que es importante profundizar un anaacutelisis que lo explique desde el punto de vista comunicacio-nal relacionando al mismo tiempo la construccioacuten de la opinioacuten puacuteblica y los mecanismos de propaganda (Gonzaacutelez Mezquita 2007 t III pp 205-360 Benigno 2013 Ozouf 1996 Enciso Recio 1988 Burke 1992 p152)

Entre los argumentos utilizados por los dos bandos en litigio se recurrioacute a los vinculados con el campo religioso como un instrumento utilizado ndashentre

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

otrosndash para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten con el objetivo de conven-cer y conseguir nuevos adherentes

En una sociedad profundamente confesional como era la de la Europa del Anti-

guo Reacutegimen la manifestacioacuten de la fe de forma puacuteblica y notoria por parte de

los soberanos no era soacutelo necesaria sino ademaacutes requerida Las dinastiacuteas euro-

peas debiacutean mostrar su indiscutible alianza con la divinidad para que las autori-

dades eclesiaacutesticas justificaran en compensacioacuten la legitimacioacuten exclusiva de su

potestas y auctoritas (Vaacutezquez Gestal 2013 p 264)

Los publicistas y predicadores borboacutenicos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo que se dirimiacutea en un particular campo de batalla entre los partidarios de dos dinastiacuteas Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque y sus aliados ingleses y holandeses genera-ban un enfrentamiento religioso y pretendiacutean levantar a los suacutebditos contra su rey catoacutelico con la posibilidad de un contagio hereacutetico10 Religioacuten y xenofobia se uniacutean ndashcomo en otras oportunidadesndash11 para demonizar a los enemigos trans-formaacutendolos en herejes o figuras diaboacutelicas que produciacutean un fuerte impacto12

Para quando heroyca Espantildea Son los altivos alientos De tus trinfantes victorias

No solo leal te busco Catholica te deseo Que adonde la Fegrave zoccedilobra Todo lo

demagraves es menos Ea que traen por empressa Sus estandartes excelsos Ser Atlante

de Maria Y Alferez del Sacramento O Defensor de la Fegrave Que unes en tu heroyco

pecho A los Leones y Castillos Las lises de Clodoveo Vive y triunfa reyna y

vence Y sea tu ardiente azero Cuchillo de la Heregia Y destruicion del Protervo13

10 Real Academia de la Historia de Madrid (RAH) Col Salazar J-11 f 21-48 Maacuteximas desci-fradas de engantildeos poliacuteticos por el celo catoacutelico de la verdadera doctrina

11 La utilizacioacuten de las creencias como medio para movilizar el sentimiento puacuteblico no es algo que pueda adjudicarse a este momento Asiacute se afirma para el caso de la Fronda ldquoon examinera ici les tentatives qui ont eacuteteacute faites pour mettre la smbolique religieuse au service de la lutte politiquerdquo (Sluhovsky 1999 p 358)

12 BFJM Mss 2142 Clariacuten de Europa Hypocresia descifrada Espantildea advertida Verdad de-clarada Barcelona 1706 Los austracistas sostienen por el contrario que el catolicismo soacutelo puede defenderlo la Casa de Austria

13 UPF IUJVV P94 Quexas de la tibieza de Espantildea al ver tan ultrajada la fee y elogios a su defensor Phelipe Quinto nuestro sentildeor que Dios guarde Romance 1710

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Opinioacuten y propaganda

La presencia de tropas protestantes en las filas austracistas generaba ac-titudes de condena manifiesta de justificacioacuten o de reserva La actuacioacuten de sus ejeacutercitos en Castilla agravoacute las expectativas de la poblacioacuten

Los austracistas la definieron como un invento borboacutenico y acusaron a sus enemigos de abusar de la credulidad de los fieles inventando una guerra de religioacuten que no era tal14 Pero en realidad los dos bandos termi-naron por tratar de captar la sensibilidad religiosa de los involucrados en la contienda (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 17) El anaacutelisis de la propaganda a pesar de que se trataba de una disputa entre dos priacutencipes catoacutelicos de-muestra que los mensajes religiosos empleados en la publiciacutestica preten-diacutean conseguir entre otros objetivos el apoyo de la sociedad a las deci-siones poliacuteticas y militares justificar los conflictos beacutelicos como ldquojustosrdquo o necesarios persuadir a la poblacioacuten civil para que se movilizara y se comprometiera con la causa generar en los combatientes confianza en la victoria favorecer los reclutamientos de efectivos militares y concienciar sobre la conveniencia de que los suacutebditos aportasen recursos econoacutemicos (Gonzaacutelez Cruz 2013)15

Durante la ldquoGuerra de la Independencia espantildeolardquo la propaganda an-tifrancesa y antirrevolucionaria tambieacuten proclamariacutea una nueva ldquocruzadardquo contra gente ldquosin religioacutenrdquo que calificaban como ldquoapoacutestatas gabachosrdquo 16 La conclusioacuten era evidente la guerra al menos para los catoacutelicos todos en la Monarquiacutea habiacutea dejado de ser por la sucesioacuten convirtieacutendose en ldquoGuerra de Religioacutenrdquo El intereacutes dinaacutestico o las razones de estado debiacutean

14 Universitat Pompeu Fabra (UPF) IUJVV J85 El juizio de la Europa en la gran causa de la libertad comun por las razones que tiene la Sacra Cesarea R M de Leopoldo I emperador de romanos sobre la Monarquia de Espantildea insidiosamente ocupada de Franceses Traducido del italiano en espa-ntildeol Barcelona 1707 f 116 UPF IUJVVD57 Ecos de la verdad en siete dialogos sobre lo sucedido en el assedio de Barcelona Barcelona 1707

15 El autor afirma que hay un conjunto de temas que se deben considerar los procesos de demo-nizacioacuten del enemigo la alianza propagandiacutestica establecida entre la Monarquiacutea y los eclesiaacutesticos la participacioacuten de los cleacuterigos en el sistema de recaudacioacuten de fondos econoacutemicos destinados a los conflictos beacutelicos asiacute como la intervencioacuten de eacutestos en las campantildeas dirigidas al reclutamiento de soldados sin olvidarse del efecto que tuvo en la Guerra de Sucesioacuten el reconocimiento de Carlos de Austria como Rey de Espantildea por la Santa Sede en 1709

16 Hemos realizado una comparacioacuten sobre las campantildeas de propaganda en Gonzaacutelez Mezquita (2012-2013) Sobre la construccioacuten de una Guerra de Independencia vid Aacutelvarez Junco (1994)

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ceder su lugar en el discurso poliacutetico a las razones de religioacuten Asiacute pues la presencia en la Peniacutensula de herejes forzoacute desde la cultura poliacutetica his-pana la reformulacioacuten del conflicto en teacuterminos de religioacuten como ya se habiacutea sugerido durante la revuelta catalana aunque entonces los herejes fueran otros (Vicent Loacutepez 1994)

Los aportes del clero apoyando a cada uno de los candidatos desde el campo de la publiciacutestica estaacuten definidos por la impregnacioacuten teoloacutegica de su pensamiento basada principalmente en las obras de Santo Tomaacutes Vitoria Soto y Suaacuterez En sus escritos se desarrollan los conceptos baacutesicos del Derecho Canoacutenico y Natural Juristas y teoacutelogos van juntos y se citan mutuamente (Peacuterez Picazo 1966 p 71) Estos autores seraacuten importantes para definir el enfrentamiento beacutelico en el marco de una interpretacioacuten frecuente de los sucesos de caraacutecter providencialista El discurso dariacutea prioridad antes que a los derechos a las virtudes de los contendientes y no precisamente las ciacutevicas sino las teologales El discurso poliacutetico se veiacutea desplazado por la instruccioacuten de conciencias Llegados a este punto no puede extrantildear la relevancia que alcanzaron los confesores en este escenario (Vicent Loacutepez 1994 pp 66-68)

Hazemos saber que la Reyna nuestra Sentildeora (que Dios guarde) Governadora

de estos Reynos nos ha manifestado por dos Cartas de tres del corriente que

la bien acertada piedad del Rey N Sentildeor (Dios le guarde) antes de resolver

su jornada reconocio con moderacion religiosa que en ella ni en otra nin-

guna accion humana seria bien fundada la esperanccedila de sucessos prosperos

si no se recurriesse al principio y fuente de la Misericordia por el medio de

Oraciones y Rogativas publicas y generalespara cuyo acierto tanto se

necessita del favor y auxilio Divino que continua la obstinada perfidia con

que los enemigos de la Santa Fegrave Catolica y de los Dominios de su Magestad

y que aviendo precisado el peligro espiritual y temporal que puede ocasio-

narse de la vezindad de la heregia a costa de salir tercera vez agrave la frente de

su Exercito en defensa de la honra de Dios se debia esperar concurriesse la

Divina Providencia17

17 UPF IUJVV Exortacion pastoral del Eminentissimo Sentildeor Cardenal Portocarrero Arccedilobispo de Toledo agrave todas las personas Eclesiasticas de su Diocesis para que assistan agrave la Catholica Magestad

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Opinioacuten y propaganda

Pero con similares argumentos los austracistas explican los triunfos de Carlos III quien manifiesta su decisioacuten de exponer su real persona para ldquohacer valer nuestros justos derechos sobre la corona de Espantildeardquo18

Incomprenhensibles se esconden los divinos juyzios a la perspicacia humana

Inapelables las sendas de sus disposiciones se impossibilitan a toda investiga-

cion Rey de Reyes Dios exalta Reyes Sentildeor de todo reparte dominios destina

Monarcas castiga su justicia a los Reynos sujetandolos al mal Principe con

benignos ojos mira la clemencia divina los vassallos dandoles buen Rey19

El protestantismo teniacutea en la representacioacuten de los espantildeoles no soacutelo en el aspecto doctrinal y teoloacutegico sino en el sentido beacutelico sentildeales de perse-cucioacuten Pero como los herejes no podiacutean lograr nada contra la fe espantildeola reaccionaban indignados haciendo ldquocalvinadasrdquo es decir toda suerte de pro-fanaciones y sacrilegios en las Iglesias

En este tiempo se ausentoacute el Vicario de Madrid viendo que se perdiacutea el respeto a

la Iglesia sin tener poder ni autoridad para remediarla Diose orden para embar-

gar cuanto habiacutea en las clausuras religiosas pero a este escaacutendalo sucedioacute otro

maacutes compassivo que fue romper de noche la clausura del Religiosissimo con-

vento de CapuchinasDe las clausuras pasaron a las casas de todos los vecinos

fuera prolixidad referir los hurtos que hubo de este geacutenero en toda la villardquo20

Las cuestiones beacutelicas y religiosas se cruzaban de manera inextricable y condicionaban la accioacuten La alianza con herejes era una mancha para los austracistas21 Seguacuten el sentido tradicional esa unioacuten nunca era liacutecita

del Rey N Sentildeor Don Phelipe V (que Dios guarde) en la urgencia presente con los esfuerccedilos espi-rituales que ordena y medios temporales que les ofrecier su voluntadMadrid 17 de marzo de 1706

18 Declaracioacuten del Archiduque Carlos publicada en Lisboa 1704 HHStA Wien Handschrift W-344-5591-6 f

19 UPF IUJVV M84 Mueca de Mogigangas y mogigangos Barcelona 1707 1-15 3

20 RAH Mss 9-27-5 5304 Gavinete de Espantildea Papeles referentes a los primeros antildeos del reinado de Felipe V op cit f 138

21 Biblioteca del Palacio Real de Madrid III6494 Audiencia que pide un lacayo del Almirante al archiduque en Portugal ldquoun principe tan christiano assi te avia de andar siendo estafermo de herejesdonde moja cada cualrdquo

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(Jansenio Mars gallicus 1637) pero seguacuten el concepto de la poliacutetica inter-nacional acuntildeado por Maquiavelo Bodin o el Duque de Rohan la unioacuten podiacutea perder esa condicioacuten si con ella iba unida la conveniencia del paiacutes aunque en Espantildea esta posicioacuten fuera resistida22

Las esperanzas depositadas en los dos candidatos enfrentados en la Gue-rra se fundaban en una compleja mitologiacutea histoacuterica Milagros visiones mensajes profeciacuteas lenguaje biacuteblico mesianismo Ademaacutes de la permanente referencia a la intervencioacuten divina invocada por uno y otro candidato al trono es frecuente la devocioacuten a la Virgen Mariacutea en sus distintas advocaciones a los aacutengeles y santos (Gonzaacutelez Cruz 2002 p 73 y ss)

Los austracistas argumentaban que las condiciones de la Guerra habiacutean exigido una alianza con Inglaterra y Holanda ante la falta de respeto a los Tratados de Reparto previos por parte de Francia En realidad no se trataba simplemente de la posicioacuten interesada de un grupo en defensa de sus privi-legios ya que los Habsburgo no eran soacutelo la casa real que habiacutea gobernado en Espantildea y en el Imperio sino que contaban con el respaldo de su propia mitologiacutea y creiacutean que su familia poseiacutea una misioacuten otorgada por Dios para proteger a la Iglesia Seguacuten el mito original de los Habsburgo fechado hacia 1340 Rodolfo I fundador de la dinastiacutea se hallaba cabalgando y se encontroacute con un sacerdote que llevaba el Viaacutetico Rodolfo desmontoacute de inmediato y le ofrecioacute su caballo ldquoen un acto de reverencia por amor a Diosrdquo Desde el siglo XVI esta historia se relacionaba como la revelacioacuten de una promesa de imperio mundial concedido a los Habsburgo Del mismo modo que eran protectores de la Eucaristiacutea que es el cuerpo de Cristo tambieacuten se les daba la custodia temporal de su otro cuerpo la Iglesia universal (Kleacuteber Monod 2001 p 74) Seguacuten los profetas la entrada de Cristo en Jerusaleacuten presagiaba un reino universal y muchos escritores consideraban -es el caso de Diego de Saavedra Fajardo- que el imperio Habsburgo era la realizacioacuten de la visioacuten del profeta Daniel de la ldquoquinta monarquiacuteardquo (Kleacuteber Monod 2001 p 183)

22 Sobre la importancia de la presencia de las tesis maquiaveacutelicas durante el reinado de Carlos II ver Garciacutea Gallo (1934 p 56) Un anaacutelisis sobre las distintas posiciones respecto a la legitimidad de una alianza con herejes en Jover Zamora (1949 p 265 y ss) ldquoel problema de la legitimidad de las confederaciones o alianzas con herejes tiene tan entrantildeables raiacuteces en el espiacuteritu de nuestros polemistas que el estudio de esta faceta de la actitud generacional ha de ser forzosamente complejo ha de abarcar bajo uma nisma ruacutebrica los distingos doctrinales del jurista o del teoacutelogordquo (p 265)

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Opinioacuten y propaganda

La llegada de Felipe por otra parte se presentaba como la confirmacioacuten de un milagro acompantildeado de prodigios apariciones y manifestaciones religiosas de diferente orden Pero estas representaciones teniacutean otras vertientes Si bien en Espantildea la monarquiacutea del siglo XVI disfrutaba de pocos de los atributos convencionales de la soberaniacutea sacra los elementos maacutes significativos de la monarquiacutea cristiana occidental no eran ajenos en ella La racionalizacioacuten de la identidad religiosa se produjo a lo largo del siglo XVII si bien se extendioacute y aceleroacute como consecuencia de las guerras europeas a fines del siglo y co-mienzos del siguiente (Kleacuteber Monod 2001 p 337) Fueron conflictos a gran escala que resultaban mucho maacutes costosos que las guerras anteriores Este proceso puede relativizar los intentos por definirlas como guerras de religioacuten aunque tuvieran un trasfondo religioso

La fidelidad debida al rey se reforzaba con la creencia de que era repre-sentante de Dios en la tierra (Fernaacutendez Albaladejo 1988) Manuel Ayala y Salcedo paacuterroco de San Gineacutes en Madrid elogia a Felipe V ldquoa quien Dios se sirvio hazerle tan parecido a David no solo en el espiritu y valentia sino en el coraccedilon que fue cortado a la medida del Coraccedilon de Diosrdquo23 El monarca es entendido tambieacuten como un mediador entre Dios y los hombres si bien en el siglo XVIII se produciriacutea un cambio en las explicaciones poliacuteticas que se basan en la asuncioacuten de lo sagrado o de la gracia divina Lo que las sustituyoacute no fue el secularismo sino una obediencia basada en principios religiosos a una autoridad humana unitaria el rey seriacutea el siacutembolo visible del ldquoEstadordquo

La tan anhelada felicidad poliacutetica que habriacutea de surgir a partir de la fidelidad y lealtad

a Felipe V estribaba en lsquoconocer que Dios asiste y defiende a nuestro Philiporsquo el cual

era por ello mismo lsquoel Argos del bien comuacutenrsquo (Saacutenchez Llanes 2014 p 310)

Las peculiares circunstancias que concurrieron en Castilla durante la Guerra de Sucesioacuten situaron a la fidelidad como fenoacutemeno y como concepto en el centro de la accioacuten poliacutetica Se trataba en el fondo de recordar cuaacuteles eran las razones que fundaban la sociedad poliacutetica autodenominada Castilla

23 UPF IUJVV Ayala y Salcedo (1710 p 37) Parabien a la Iglesia Catholica en los gloriosos triunfos de nuestro invicto monarca D Phelipe Quinto a quien le consagra el doctor don Manuel de Ayala y Salcedo cura de San Gineacutes de Madrid Theologo de su Magestad y su Examinador en el Real Consejo de las Ordenes y Synodal del Arccedilobispado de Toledo 1-44

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que como cabeza de la Monarquiacutea Catoacutelica impregnaba con su estilo y sus principios de gobierno al conjunto de la misma Estos principios encontraban su fundamento en un orden regulado por el mandato del amor confesional-mente estructurado por la dogmaacutetica catoacutelica desde la que se construiacutea el legiacutetimo ejercicio del poder poliacutetico tanto como se ordenaba el acceso al mismo (Vicent Loacutepez 2000 pp 62-64)

El Arzobispo de Zaragoza afirmaba en 1706 que los espantildeoles que no defendieran a los priacutencipes jurados incurriacutean en delito contra Dios y el rey arriesgaban la conservacioacuten de la fe y de esta manera se convertiacutean en reos de los delitos de sedicioacuten a la patria y de Lesa Majestad ademaacutes de las con-secuencias en el orden espiritual que teniacutea caer en pecado mortal Tambieacuten lo confirma el Desengantildeo Catholico

El que no reverencia y obedece lo justo a su legitimo rey quando la materia es

graue peca mortalmente el sentildeor Phelipe Quinto es legiacutetimo rey de Espantildea luego

los espantildeoles que no lo aman reverencian y obedecen en lo justo pecan24

En el sentido que venimos sentildealando resultan significativos los argumen-tos para justificar la pena impuesta a dos reos acusados en 1703 de participar en un plan para invadir Caacutediz La infidelidad al rey es penada como causa principal pero tambieacuten hay otros elementos a considerar Aparece de forma expliacutecita la definicioacuten del conflicto como una ldquoguerra de religioacutenrdquo (Gonzaacutelez Mezquita 2013) En este caso de los espiacuteas que reuniacutean informacioacuten para los aliados el fiscal reunidas las pruebas los acusoacute y pidioacute que fueran condenados a la pena capital y en las demaacutes dispuestas por derecho contra tales delincuentes

y porque los dichos reos pospuesto el temor de Dios nuestro Sr faltando al amor

y fidelidad que debian a SM () se constituyeron voluntariamente y con animo

doloso espiacuteas de sus enemigos viniendo de Portugal a esta ciudad a solicitarles

noticias individuales y por extenso a las prevenciones militares con que se halla-

va que les subministraron para facilitarles la imbasion de este Presidio (Caacutediz)

() por donde se hallan convictos y confesos dichos reos y resultan serlo de lessa

Magestad y por consiguiente de las penas impuestas por derecho a los perpetra-

24 Biblioteca Nacional Madrid (BN) Mss 15120 Desengantildeo Catholico

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Opinioacuten y propaganda

dores de tan detestable delito Y porque se hase mucho mayor considerando que

no solo favorecian dichos reos a los enemigos de esta corona sino tambien por

consiguiente a los que lo son de nuestra santa fe catholica que tanto desean la

toma de esta plaza () con las noticias de dichas prevenciones que participaban

y estavan en animo de proseguirlas Y porque de lo referido resulta que deven

ser condenados los susodichos gravissimamente y con las penas condignas para

refrenar la audacia de los que les imitaren y para retraer a los mal contentos de

la execucion de las intenciones y desleales propoacutesitos que ayan concebido por lo

qual a VM pido y suplico admita esta acusacion probea y determine como tengo

pedido y aqui se contiene justicia y costas25

Entre las razones esgrimidas para justificar la pena solicitada encontra-mos uno de los ejemplos maacutes claros de las implicaciones que se dieron en un conflicto que tuvo tan diversas connotaciones Por otra parte el efecto ejemplarizador de la pena se muestra como elemento significativo que debe cumplir con la funcioacuten de desalentar a potenciales imitadores

Los austracistas contestan los argumentos de los papeles felipistas y acu-san a los cleacuterigos ldquocruzadosrdquo en armas

Grandes disparates exala la fingida piedad sobre este punto persuadiendo a los

confessores ineptos lo que no alcanccedilan ellos la lastima es que assi en este punto

como en el de la succesion los mas hablan como clerigos en armas si no han

visto los Sagrados Canones y leyes que podran dezir sobre esto O sentildeor diran

que hemos visto el Clarin de Europa y diferentes Memoriales impresos (hellip) 26

El propio Felipe V utilizoacute la fe como elemento potenciador de otro no menos importante la defensa del honor y de la unidad de la patria (Valladares

25 Archivo Histoacuterico Nacional Madrid (AHN) Consejos Leg 7241 1 136r-136v

26 Biblioteca Nazionale di Napoli (BNN) Escudo de Phidias Mordaza de Nemesis y luz para el desengantildeador desengantildeado Respuesta a dos papeles El uno Mogiganga de Mogigangas Papelon de Papelones y Sarta de otros muchos disparates que centildeidos son una Taravilla de Taravillas de la mal-contenta Gathomaquia Ideada en Etiopia donde todos los Gatos son pardos El otro Mandado sacar a luz por el Arccedilobispo de Ccedilaragoccedila Barcelona 1706 UPF IUJVV D65 Verdad desnuda armada de razon sucessos innegables con que triunfa de los embustes y enredos que se le oponen en un papel que con aprobacion dize del excelentissimo sentildeor Arccedilobispo de Zaragoccedila ha esparcido la malicia para ofuscar el derecho de la magestad de Carlos Tercero Barcelona 1706

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Ramiacuterez 1999) El siacutembolo y la defensa de esos principios se encarnaron en el rey con una actitud favorecida por la marcha de los acontecimientos y por un buen aprovechamiento de los fallos del Archiduque El monarca no duda-ba de sus atribuciones frente al Papa en una monarquiacutea ldquoque nunca dependioacute en lo temporal sino de siacute misma las leyes patria y voluntad de sus reyes y sentildeores naturalesrdquo27 A raiacutez del acuerdo de los portugueses con los aliados que incluiacutea la entrega de plazas espantildeolas a ese paiacutes Felipe V expresa en un con-vocante manifiesto que ldquo() se desnudan debidamente mi espada y la de mis reinos por la Fe por la Corona y por el Honor de la Patriardquo28 Felipe V se con-vertiacutea asiacute en un siacutembolo de unidad especialmente para los castellanos frente a los catalanes a los austracistas y en ocasiones frente a la propia Francia

La primaciacutea de la religioacuten no era nada retoacuterica Planteado inicialmente el conflicto

en teacuterminos de legitimidad la apertura de las hostilidades ndashcon la inevitable pre-

sencia de fuerzas protestantes en la peniacutensulandash hizo posible una lectura del mismo

en teacuterminos de guerra de religioacuten (hellip) Independientemente de sus derechos de

su propia razoacuten dinaacutestica el compromiso mayor del monarca radicaba en la maacutes

general y confesional razoacuten de religioacuten (Fernaacutendez Albaladejo 2001 pp 498-499)

Los partidarios del Archiduque acusan a los franceses por sus actitudes opuestas a la defensa de la fe catoacutelica que ellos ponen en peligro por

() la infidelidad y perfidia de los Musulmanes Ateistas de la Francia consolar

los pueblos espantildeoles y librar a Europa de una perpetua esclauitud mas Barbara

que la de los turcos y tartaros por ser assi el genio Luziferino franzes y tener

ya sus costumbres de ellos seis siglos antes que la seta Maometana viniese por

nuestra desgracia al mundo29

Las argumentaciones acusatorias se fundan en situaciones del pasado de Francia o defienden la licitud de la alianza con herejes Pero evitan definir el

27 BN Mss 7023 462r

28 BN Mss 9149 300-315 Razones de la guerra del Rey Catoacutelico contra el rey de Portugal el archiduque Carlos de Austria y sus aliados

29 BN Mss 2569 264-274 Razones contra la proposicioacuten de los maacutes flacos Ministros del Consejo de Estado de Espantildea

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Opinioacuten y propaganda

enfrentamiento como una guerra de religioacuten aunque incurran muchas veces en contradicciones En el primer caso se halla Justicia y conciencia30 En este papel se acusa de hipoacutecritas a los que critican a la Liga y recuerdan las confederaciones de Francia con infieles En el segundo caso se encuentra la Mueca de Mogigangas y mogigangos en la que se afirma que en situaciones de defensa propia y guerra justa es posible esa alianza31

Entre las curiosas manifestaciones de fidelidad a uno u otro bando se encuentra la confesioacuten de un cleacuterigo asustado donado del convento de Santa Ana de Jumilla que habiacutea asegurado que Carlos III era el rey que Dios habiacutea decidido para Espantildea y que no debiacutean defender en Murcia a Felipe V porque enojariacutean a Dios seguacuten se lo habiacutea manifestado en un suentildeo32

Otro documento de filiacioacuten austracista maacutes expliacutecito en cuanto al plan-teamiento del problema de las relaciones entre la religioacuten y la poliacutetica33 ana-liza el tema del papel del clero utilizando como argumento inicial el caso de un predicador que llevado por la fuerza de sus conceptos dijo ldquoque el espantildeol que no teniacutea por verdadero rey de Espantildea a Phelipe quinto faltava a la feerdquo Las criacuteticas que generoacute su sermoacuten hizo que reformulara su preacutedica afirmando que ldquoera faltar a la fee divina y que para saver esso no se necesitava de mas Theologia que la Doctrina Cristiana que se ensentildeava en el Cathecismordquo El autor propone llevar esta discusioacuten a una imaginaria junta de hombres sabios que le deberiacutean dar sus opiniones sobre un tema tan controvertido se propo-nen primero los argumentos a favor de Felipe V para luego refutarlos uno a uno Seguacuten la primera opinioacuten se afirma que consta en la Sagrada Escritura que se debe obediencia a los reyes que ldquopor derecho comuacuten y particular de Reynos y Provincias son paciacuteficamente admitidosrdquo y son jurados solemne-

30 UPF IUJVV D84 Justicia y concienciardquo en la causa del sentildeor Carlos III (que Dios guar-de) arregladas seguacuten toda ley natural divina y humana ajustadas para el tribunal de Dios y de los hombres Barcelona 170

31 UPF IUJVV M84

32 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

33 BN Mss 2569 300 Desengantildeo y seguridad de las conciencias Carta en que se consulta a un Doctor Theologo sobre la certeza que tiene el reynado de Phelipe Quinto escrita en Madrid en diez y seis de junio de mil setecientos y doze

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mente y todo esto se encuentra en Felipe V La segunda opinioacuten procede de las revelaciones que Dios ha hecho a personas de virtud ldquode que habia de reinar un priacutencipe franzes que conservariacutea la fee Catholicardquo tal como suce-dioacute con una carmelita descalza de Uacutebeda durante la enfermedad de Carlos II La tercera tiene en cuenta la aprobacioacuten del Papa que sin hacer caso de otros derechos pretendidos admitioacute como legiacutetimo rey a Felipe V aceptando su embajador designando Nuncio en Madrid y concedieacutendole los beneficios eclesiaacutesticos que le corresponden en esa calidad34 La uacuteltima razoacuten es que la Inquisicioacuten de Espantildea

promulgo un edicto mandando fuesen denunciados y delatados a su Santo

Tribunal los confesores que en el Sacramento de la penitencia dixesen per-

suadiesen o predicaren a los penitentes que Phelipe 5ordm no era lexitimo rey o

que no se le devia obendiencia y fidelidad de vasallos35

A continuacioacuten quien realiza la consulta asegura que si bien las razones que le dieron fueron ldquodichas con eficacia y ardorrdquo se reconoce ldquolego e ignoran-terdquo y por lo tanto no puede discernir ni calificar su fuerza y hace otra consulta a quien supone que ldquono se dejara mandar de afectos o pasiones para augmentar o discernir la zerteza que tubiere esta materiardquo De esta manera comienza la argumentacioacuten para refutar las opiniones favorables a los Borbones

La ldquoRespuesta a la antezedente cartardquo lamenta los errores en que se ha in-currido durante mucho tiempo y asegura que ldquoel principal empentildeo o porfia de los superiores a sido persuadir a los pueblos sea esta Guerra de Religionrdquo36 Luego se culpa a los franceses de querer imponer en Espantildea sus usos y cos-tumbres37 Tambieacuten reprocha su poliacutetica alejada de la eacutetica que permite a sus

34 BN Mss 11267 En que forma puede y debe proceder el Sumo Pontifice cabeza de la Iglesia y Vicario de Christo en la tierra en las sediciones y rebeliones de los reynos a favor y aiuda de los principes para reprimir y castigar los rebeldes

35 BN Mss 2569 301

36 BN Mss 2569 302

37 BN Mss 10919 97 Tambieacuten se expresa en este sentido el autor del Papel curioso sobre el es-tado presente de las cosas de Europa y esta Corte con el motivo de la reparticioacuten de la Monarquiacutea de-scriacutebense las verdades en defensa de la inocencia perseguida que la malicia ha tenido ocultas y otras circunstancias dignas de la comuacuten inteligencia XVII Sobre galofobia y galofilia vid Schaub (2004)

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Opinioacuten y propaganda

reyes no respetar los pactos si eso les permite asegurar su poderProsigue lamentando el olvido de las ancestrales tradiciones espantildeolas y

su reemplazo por otras ldquosacriacutelegas y blasfemasrdquo Felipe V ha sido utilizado en estas estrategias para confundir al pueblo y quitar importancia al clero Se ha llegado a representar a la Virgen con el rey montando a caballo Por otra parte se atribuyeron al rey apariciones y revelaciones de Cristo la Virgen y los Santos ldquoCon esta mas que idolatria del rey preciso era el desprecio del estado eclesiastico y religiosos pisando sus inmunidades y personas y lugarrdquo llegando a presionarlos para que los sermones se convirtieran en panegiacutericos de su figura comparaacutendolo con el Apoacutestol Santiago o el Espiacuteritu Santo38

iquestDonde nos revelo Dios que este es lexitimo rey de Espantildea Queacute Pontiacutefice como

suprema cabeza de la Iglessia y succesor de San Pedro puesto en la Cathedra suia

con la infalible assistenciaque le prometio Cristo lo a definido Pues estos y otros

son los medios que hazen o separan la revelacion divina que muebe a la fee39

Los sermones cumpliacutean una importante funcioacuten en los conflictos beacutelicos y sobre todo en los de caraacutecter civil en los que las posiciones poliacuteticas enfren-tadas pretendiacutean justificarse a traveacutes de los mismos presupuestos religiosos El papel de los sermones como canales de propaganda poliacutetica se puso ya de manifiesto en la guerra de las Comunidades y llega a su apogeo en la guerra de Sucesioacuten cuando austracistas y felipistas compiten por el monopolio del favor divino (Martiacutenez Gil 2011) Los cleacuterigos buscaban provocar impacto entre los oyentes siguiendo una serie de disposiciones para lograr un buen resultado regular la voz los gestos y un lenguaje basado en la teatralidad la acumula-cioacuten de frases negativas el empleo de primera y segunda persona y el uso de comparaciones y metaacuteforas (Morgado Garciacutea 2000 p 104) ldquoSu influjo en la opinioacuten era tan decisivo (hellip) que resulta perfectamente explicable la obsesioacuten preilustrada e ilustrada por su reforma Fueron el gran instrumento de poder del

38 BN Mss 2569 303 La exageracioacuten podiacutea ser tal que ldquosino fuera por hazer adultera a la rey-na la hiziera Virjen y no era mucho que si le apretaran lo dixese porque podia hazer al Spiritu Santo author de aquel parto y para no quitarle el derecho al reyno al Principe decir que el mismo Espiritu Santo author del habia transferido el derecho de su Padre como rey de reies y sentildeor de Dominantes y no es temeraria mi proposicion porque habiendole quitado a la reina saboiana en el parto dolores y sangre buen preludio era de repetirse el misterio de la encarnacionrdquo

39 BN Mss 2569 305

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

clero bastante politizado en momentos decisivos ()rdquo (Egido 2002 p 381)El autor del Desengantildeo intenta refutar los argumentos borboacutenicos afir-

mando que el reinado de Felipe V no es materia que ldquoperteneze a la fee divina con que asentimos a las verdades que Dios revelardquo Diferencia una fidelidad humana y una divina separando los campos de referencia

En algunas oportunidades durante estos debates y campantildeas los sacerdotes cumplen con el papel de soldados y forman auteacutenticos ldquoregimientosrdquo40 Se com-para las palabras con las armas (Gonzaacutelez Mezquita 1999) cuando se afirma que

Cada sermoacuten y papel impreso es una bateriacutea pesada que derriba centenares de

hombres casas y pueblos Cada confesioacuten es una bomba o bala encendida que

traspasa o quema un corazoacuten Y muchas confesiones sermones y papeles en mu-

chos diacuteas son muchas balas encadenadas o una bateriacutea y cadena continuada que

pueden conquistar y acabar con todo un mundo41

El Almirante de Castilla austracista declarado reflexionaba sobre las acusaciones a los aliados Comprobamos que las opiniones circulaban no soacutelo en panfletos sino tambieacuten en textos elaborados como en este caso me-morias manifiestos y correspondencia Es importante seguir la trayectoria de un texto las respuestas que provocoacute y la produccioacuten que lo acompantildeoacute contraponer su contenido con el de los que le respondieron confrontando sus argumentos consideraacutendolo como un texto de accioacuten El Almirante des-estima los argumentos borboacutenicos que califican el enfrentamiento como una guerra de religioacuten

iquestCuaacutendo no se habraacute visto otra vez en el mundo ni guerra maacutes propia de una

natural defensa ni maacutes poliacutetica ni maacutes de la razoacuten de estado para todos los priacuten-

cipes de Europa ni maacutes de la libertad y el honor de los espantildeoles y de la justicia

40 Borreguero Beltraacuten (2003) ldquoToda la contienda sucesoria ademaacutes de su caraacutecter de conflicto dinaacutestico maacutes estudiado por los historiadores presentoacute una vertiente religiosa que se inicioacute cuando en julio de 1702 una armada anglo-holandesa sitioacute Cadiz y el Puerto de Santa Mariacutea Las escenas de pillaje y sacrilegios disgustaron enormemente a los lugarentildeos alejando del partido austriacuteaco a muchos catoacutelicosrdquo (p 112)

41 Sentencia praacutectica de regulares gallispanos a favor de los imperiales Barcelona 1709 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 85

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Opinioacuten y propaganda

comuacuten de todos42

Utiliza como prueba las alianzas de Espantildea y el Imperio con las potencias mariacutetimas en tiempos de Carlos II en las que no cabiacutea una duda semejante Por otra parte estas potencias son las mismas con las que Francia habiacutea acordado los ldquoTratados de Repartordquo Adjudica los textos de intencioacuten que se publican para engantildear a los europeos a la perversidad de Portocarrero y Arias para dar una mala imagen de los aliados evocando una dimensioacuten religiosa del movimiento para lograr la adhesioacuten a una cruzada una guerra santa que convocaba a todos

Es comprobable la falta de moderacioacuten en la produccioacuten publiciacutestica de los cleacuterigos maacutes exaltados auacuten en el caso de que cada afirmacioacuten fuera probada con argumentos poliacuteticos juriacutedicos o histoacutericos (Garciacutea Caacutercel y Alabruacutes Iglesias 2001 p 40 Loacutepez-Cordoacuten Cortezo 2009 p 295) Algu-nos participaron en la guerra con armas y palabras (Peacuterez Goyena 1930) El Cardenal Belluga no contento con su expliacutecita llamada a la guerra santa levantoacute a su costa 4000 hombres reviviendo la imagen del ldquoobispo guerrerordquo propia de la eacutepoca de los Reyes Catoacutelicos y seguacuten Bacallar (ed 1957) ldquono embarazado de sus sacras iacutensulas y sus antildeos montoacute a caballo y juntando gente no desdentildeoacute por el celo de la religioacuten y seguridad de los feligreses de manejar las armasrdquo (p 1957 122)

El discurso de Belluga no se reduce a la utilizacioacuten de conminaciones sino que realiza un detallado anaacutelisis de los temas que se debaten a propoacutesito de la sucesioacuten La extensioacuten del trabajo impide un desarrollo pormenorizado pero sentildealaremos los argumentos principales de su alegato

En estos diacuteas ha llegado a nuestra noticia como su astucia (del enemigo) ha sido

tanta que ha procurado valerse de algunos ministros de Dios para sembrar no

soacutelo en conversaciones privadas sino hasta en el confesionario mismo asiacute en

esta ciudad como en algunos otros lugares del obispado el sacriacutelego error con

que se ha procurado turbar las conciencias de los maacutes leales vasallos de nuestro

Gran Monarca Felipe Quinto nuestro Rey y Sentildeor natural ensentildeaacutendoles e im-

ponieacutendolos en que no teniacutean obligacioacuten a conservarle la debida obediencia y

que no soacutelo podiacutean sino debaxo de pecado mortal debiacutean rendirla al Archiduque

42 Manifiesto del Almirante de Castilla Biblioteca Nacional de Lisboa COD 526 124

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

CarlosSabed hijos que lo que se os ha dicho no solo es falso sino un sacrile-

gio un error y un delito el mas abominable a los ojos de Dios por el juramento

que teneis hecho en la Coronacioacuten de nuestro Monarca a la fidelidad obediencia

y amor debida al Rey como nuestro Sentildeor natural al celo de la Religioacuten y a la

conveniencia propia vuestra con que debeis mirar por la seguridad de vuestra

alma por la conservacion de vuestra vida por el punto de vuestra honra por la

manutencioacuten de vuestros bienes y quietud universal de todo el Reinordquo43

Despueacutes de analizar temas como el juramento o la renuncia de la infanta Mariacutea Teresa utiliza la posicioacuten del Papa para justificar la legitimidad de Felipe V y para castigar a los cleacuterigos que prediquen en su contra ldquohasta su degra-dacion y pena capitalrdquo La obligacioacuten de lealtad existe no soacutelo en virtud del juramento sino por la que se debe al rey por derecho natural divino y positivo

() declarando las leyes civiles por reo del crimen de Lesa Majestad al desleal

y los Sagados Caacutenones Obedezcamos a Dios como nuestro Gobernador Juez y

Sentildeor y tengamos el mismo temor obediencia Y reverencia a nuestro Rey como

a su Vicario en la tierra pues nos ha dado Dios un rey que se hace por infinitos

titulos acreedor a nuestra obediencia y amor un rey escogido por la mano de

Dios un Rey anunciado por vaticinios44

Entre los apologistas borboacutenicos se tendiacutea a acentuar la obediencia ra-cional basada en la identidad confesional Pero agotados estos argumentos no faltan las amenazas y las recomendaciones que indican un sentido maacutes pragmaacutetico El discurso del miedo desarrolla una amplia variedad de matices que van desde el temor a los reyes que da fundamento al amor a los reyes hasta la presentacioacuten de circunstancias exageradas de temor o amenazas que acechan al reino y que a partir de su consideracioacuten motivan por siacute mismas la adopcioacuten de distintas iniciativas poliacuteticas (Nieto Soria 1988 p 190) Belluga

43 BN Mss 3798 Viva Jesuacutes Carta que el ilustrisimo sentildeor d Luis Belluga obispo de Cartage-na del consejo de su Majestad escribe a los fieles de su obispado principalmente a la gente sencilla previniendoles del riesgo de dar creacutedito a una falsa doctrina y error que en conversaciones privadas y hasta en el confesonario mismo en esta ciudad y algunos lugares de la diocesis se ha pretendido sembrar Murcia 1706 Apud Peacuterez Picazo 1966 tII 5

44 BN Mss 3798 6

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Opinioacuten y propaganda

sentildeala que se debe obediencia al rey pues de otro modo

Arriesgaacuterais vuesta alma pues lo mismo es pretender de vosotros esta deslealtad

y traicion a vuestro Rey que pretender hagaacuteis cuatro graviacutesimas ofensas de Dios

una contra la virtud de la Religioacuten por el sacrilegio del quebrantamiento del ju-

ramento otra contra la justicia por la obligacioacuten que por derecho natural divino

y positivo tenemos de obedecer y ser fieles a nuestro Rey otra contra la misma

Religioacuten por el fomento y ayuda que dierais a los enemigos de la fe y otra contra

la caridad os mezcleacuteis en una proposicioacuten sidiciosa os hagaacuteis eos del castigo

que por el Santo Tribunal mereciera el que la defendiera arriesgariacuteais tambien

vuestra vida y vuestros bienes pues no ignorais que la deslealtad e infidelidad a

los reyes es crimen ldquolesa Maiestatisrdquoy como tal tiene pena de la vida perdida

de bienes y de infamia que pasa tambien a los hijosasiacute lo disponen las leyes

Y con tanto rigor que eacutestas establecen que no soacutelo sea reo de muerte el desleal

que se subleva o ayuda a la sedicioacuten sino tambieacuten el que sabiendo los que lo han

querido executar no los ha delatado45

Belluga es un buen ejemplo de la politizacioacuten clerical que llegoacute durante la Guerra a promover el uso no soacutelo de la preacutedica sino tambieacuten de la confe-sioacuten como instrumentos a favor de los intereses de uno u otro contendiente No faltaron voces que le respondieran y lamentaran su asociacioacuten de lo sa-grado con lo profano

() mi aacutenimo es solo escribir contra el papel contra la accioacuten y contra el fin

parece en ella el obispo no solo obispo en su caacutetedra ensentildeando la Doctrina

Christiana a sus ovejas sino un sargento que instruyese escuadrones con el

yelmo y la alabarda infundieacutendoles coacutelera con la exhortacioacuten mas confusa por-

que se vale de cuanto alcanza como puede conducir al fin de la vitoria que desea46

La metodologiacutea utilizada es semejante a la enunciada en otros papeles primero se procede a una enumeracioacuten de las razones expuestas por Belluga

45 BN Mss 3798 6

46 Dictamen apologeacutetico sobre la carta pastoral del obispo de Murcia Salamanca 1706 Apud Peacuterez Picazo (1966 t II p 28)

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

y luego se invalidan contestando sus argumentos para despueacutes asegurar que se debe evitar la confusioacuten en los campos de la fe y la poliacutetica ldquoNo acaban de entender los entendidos coacutemo un obispo espantildeol escribiendo una carta para direccioacuten de sus ovejasno se averguumlenza de proponerles una doctrina ciertamente falsa empentildeado en que crean en materia de fe una materia meramente poliacuteticardquo47

Los argumentos racionales tambieacuten se refuerzan con otros de diferen-te orden que apelan a las emociones y creencias en los que se destacan los triunfos que Dios otorgaba para hacer manifiesta su voluntad a traveacutes de mi-lagros48 apariciones profeciacuteas revelaciones presagios augurios y sentildeales extraordinarias El mismo Belluga en una carta a sus fieles afirmaba haber ldquoexperimentado el maravilloso sudor y lagrimas que por tres veces tan co-piosamente derramo la sagrada imagen de Maria Santiacutessima de los Dolores en una de las caserias de la Huerta de esta ciudadrdquo y no duda en relacionarlo con la victoria de los ejeacutercitos borboacutenicos49

Los eclesiaacutesticos podiacutean difundir estos portentos o fabricarlos para con-seguir el efecto buscado Tambieacuten para manifestar su desacuerdo con las in-terpretaciones de Belluga se manifiesta un autor anoacutenimo que las refuta

Que los Divinos Arcanos ayan sido manifiestados a los hombres por diversas

sentildeales en el Cielo es cosa tan cierta que carece de dificultad Pues en la noche

que nacioacute el Hijo de Dios Eternose aparecieron tres soles en Espantildea como

afirman muchos autores No dudo que tambien algunas Santas Imagenes de

Chisto Sentildeor Nuestro de Maria Santissima y de otros Santos ayan demostrado

algunas fatalidades que avian de suceder en el mundo Pero lo que dudo es que

aya sugeto humano que afirme la infabilidad de unas lagrimas sin especial favor

del Cielo Esto motiva mi pluma para manifestar a todos la afecta passion con

que el Ilustrissimo Sentildeor obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada se

precipitoacute a publicara los habitantes de la Ciudad de Murcia como una Santa

47 Dictamen apologeacutetico 37

48 RAH Mss 9-33-2 7579 3 Copia de Carta escrita por el Dr Dn Jacinto de Harena Inqui-sidor de Murcia a D Alonso Castellanos su tio abogado de los Reales Consejos en la Corte 29 de diciembre de 1705

49 BN Mss 3798 6

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Opinioacuten y propaganda

Imagen de la Virgen Santissima de los Dolores avia llorado y sudado en los dias 8

y 9 del mes de Agosto del presente antildeo de 1706 afirmando ser el motivo de dichos

sentimientos las hostilidades que las Tropas de nuestro Rey y Monarca Carlos III

y las de los Altos Aliados hazian en dicho Reyno de Murcia y otras partes

me incumbe como a Hijo aunque indigno de tan Soberana Reyna el defender

su honor y no permitir se le achquen fingidas demostraciones de sentimiento

mayores de las que padecioacute en la muerte de su amantissimo hijo Christo y mas

siendo su llandocontra la justicia y derechoq ue nuestro Catholico Monarca

CARLOS III tiene en la Corona de Espantildea la qual injustamente ocupa el Sentildeor

Duque de Anjou50

Acusa a Belluga de ignorar la reconocida devocioacuten de la Casa de Austria cuando pide a los murcianos que empuntildeen las armas contra el candidato aus-triacuteaco y enumera una serie de razones que ponen de manifiesto su defensa de la Iglesia Catoacutelica y su devocioacuten por Mariacutea En otro sentido las acusaciones contra los desmanes cometidos por las tropas de los aliados ldquoherejesrdquo dan ocasioacuten para enunciar los excesos cometidos por las tropas de Felipe V

Asiacute un texto puede ser combatido por quienes se oponen a eacutel o a su autor Varios pueden tomar la pluma para atacarlo De unos a otros los temas los argumentos y los nombres circulan se deforman y transforman Una nueva cuestioacuten se abre asiacute y se forman racimos agrupados en torno a un hecho o a un hombre Las redes no son soacutelo una yuxtaposicioacuten de textos sobre un tema comuacuten Existe un viacutenculo dinaacutemico entre un texto y otro en el que cada rebote amplifica un argumento o una acusacioacuten No se trata de duelos sino de engranajes poleacutemicos Un ataque suscita una contestacioacuten Esta destruye los argumentos del discurso precedente pero se opera un desborde Es asiacute como el engranaje comienza a moverse Desbordar al adversario es maacutes que responderle La siguiente es un nuevo desborde De texto en texto el movi-miento se acelera y a veces se embala a la violencia (Jouhaud 1985 p 18)

Los manuscritos y los impresos difunden informacioacuten o manifiestan una

50 UPF IUJVV Manifiesto y desengantildeo en el que se impugna el arrojo del Imo Sr Obispo de Cartagena Don Luis Belluga y Moncada escrito en la Ciudad de Murcia en su carta exhortatoria en la qual supone aver llorado y sudado una Santa Imagen de MARIA Santisima de los Dolores a fin de impresionar en los corazones de sus feligreses la resistencia a las Armas y Tropas de su legitimo Rey y Sentildeor CARLOS Tercero (que Dios guarde) Barcelona 1706

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Mariacutea Luz Gonzaacutelez Mezquita

posicioacuten Esto genera discusiones sobre su circulacioacuten e impacto en la cons-truccioacuten de una opinioacuten puacuteblica Se suele negar su existencia en la eacutepoca pero si tenemos en cuenta que se hacen notables esfuerzos por justificar las decisiones de los gobernantes y silenciar a los opositores se puede aceptar que existiacutea al menos con un cierto grado de desarrollo El sentido de los tiacutetulos de algunas obras constituye una muestra evidente de su presencia al igual que la circulacioacuten de cantidad de escritos y sus respectivas respuestas Se detectan grupos de lectores en diferentes ciudades que permiten el desarrollo de impre-sores grabadores libreros y mercaderes de estampas interesados en producir y vender obras impresas y manuscritas con intencioacuten poliacutetica Los interesados (Baker 1987) se encuentran en las cortes en primer lugar pero tambieacuten entre las elites de distinto orden en la capital51 las provincias y las ciudades aunque es cierto que por la lectura oral o a traveacutes de imaacutegenes el puacuteblico puede ser maacutes extendido Por cierto la frontera es estrecha entre informacioacuten y desinfor-macioacuten entre informacioacuten y propaganda (Duccini 2003)52

A modo de conclusioacuten Durante la Guerra de Sucesioacuten espantildeola los publicistas y predicadores

defensores de Felipe V o del Archiduque Carlos construyeron una ldquoguerra de religioacutenrdquo entre los representantes de dos dinastiacuteas catoacutelicas Se trataba de una guerra entre priacutencipes y al mismo tiempo entre un priacutencipe y los hombres que negaban la legitimidad de su poder

Los dos bandos en litigio utilizaron la religioacuten como un mecanismo para impactar en la opinioacuten de la poblacioacuten para convencer y conseguir nuevos adherentes Los felipistas incentivaron el espiacuteritu de cruzada sentildealando que los reclamos del Archiduque eran una excusa que encubriacutea el verdadero en-frentamiento que era religioso con el objetivo de levantar a los suacutebditos con-tra su rey catoacutelico y asiacute poder introducir la herejiacutea

51 La idea de ldquopuacuteblicordquo incluye tambieacuten el internacional que tambieacuten toma la forma de un tribu-nal en el que las monarquiacuteas en guerra expresan reivindicaciones por medio de la propaganda

52 La autora declara la existencia de una opinioacuten puacuteblica en el reinado de Luis XIII rechazando los anaacutelisis de los autores que consideran el fenoacutemeno como maacutes tardiacuteo (M Ozouf J Habermas) esta afirmacioacuten se basa en una serie de argumentos una verdadera difusioacuten de las novedades los debates relacionados precisamente a compartir la informacioacuten la existencia de un puacuteblico de un teatro o la necesidad de un hacer saber admitido por los protagonistas

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Opinioacuten y propaganda

En este contexto las discusiones sobre el surgimiento de la opinioacuten puacuteblica que ha sido objeto de muchas investigaciones se deberiacutean recon-siderar para avanzar con la aplicacioacuten de nuevas categoriacuteas analiacuteticas para mejorar las que fueron aceptadas durante mucho tiempo y para dar lugar a los estudios en situaciones especiacuteficas respetando sus particularidades y beneficiaacutendose de los aportes realizados por los estudios interdiscipli-narios Reconstruir la loacutegica de las acciones en las que ellas se inscriben situarlas dentro de las redes y constelaciones de textos a los que ellas pertenecen son dos exigencias ineludibles para estudiarlas Lamentable-mente no siempre es posible Es necesario estudiar cada texto dentro de la accioacuten y en accioacuten

Los testimonios de la produccioacuten publiciacutestica sugieren un cruce de razones y emociones en los autores que defienden posiciones enfrentadas a lo largo de la guerra Los argumentos desarrollados en textos de distinto calado y argu-mentacioacuten hacen referencia a los diferentes planos de un conflicto civil dinaacutes-tico internacional y mediaacutetico a la discusioacuten de un modelo de gobierno y en este caso en particular a lo que algunos quisieron definir como una guerra de religioacuten Los aspectos comunicacionales del enfrentamiento permiten deli-near algunos de los rasgos de la ldquoesfera puacuteblicardquo que J Habermas asocioacute -con planteos que hoy se someten a criacutetica- con una etapa maacutes avanzada de la cultura burguesa el compromiso con la formulacioacuten clara del discurso una retoacuterica convincente la necesidad de establecer justificaciones racio-nales Es evidente que la audiencia de las primeras deacutecadas del siglo XVIII no era soacutelo ni predominantemente burguesa sin embargo muchos de sus valores seriacutean legados como herencia cultural a los grupos medios de las deacutecadas posteriores

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo

Santa Feacute (segunda mitad del siglo XIX)

Evangelina De los Riacuteos (Universidad Nacional de Rosario Argentina)

IntroduccioacutenEl 20 de febrero de 1863 el receptor de Hacienda del departamento de

San Geroacutenimo Joseacute Mariacutea Torres dirige una carta al Colector General de la provincial en la que afirmaba

Es muy evidente sentildeor que de diacutea en diacutea esta caprichoso juzgado devilite

[sic] aacute esta oficina con una oposicioacuten que vien [sic] mirada aunque ella es

directa aacute quien la representa sus efectos solo presionan en los intereses

fiscales (hellip)1

Esta misiva no representa un hecho aislado Durante los antildeos en que To-rres ocupoacute la receptoriacutea mantuvo un profundo enfrentamiento con el juez de

1 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

paz del departamento Anselmo Maciel Su mala relacioacuten plasmada a lo largo de varios legajos acaboacute afectando los intereses fiscales ndashdonde era habitual la superposicioacuten de competencias en el ejercicio de las tareas recaudatoriasndash y obligoacute a las maacuteximas autoridades provinciales a mediar para poner fin al con-flicto Era claro que las reformas emprendidas en pos de reordenar la econo-miacutea reestructurar el orden fiscal y disentildear dispositivos institucionales de poco serviacutean si las contribuciones no se cobraban y en los tiempos fijados para ello (De los Riacuteos 2017)

Los estudios sobre las finanzas de Santa Fe sin ser muy numerosos sobre todo si los comparamos con la abundante historiografiacutea que existe para otros casos han relevado las cifras maacutes gruesas de la fiscalidad2 Este tema presenta muacuteltiples aristas que merecen un anaacutelisis maacutes pro-fundo acerca del ejercicio de la colecta impositiva coacutemo se realizaba quieacutenes ejecutaban estas tareas y doacutende se realizaba son preguntas esen-ciales que contribuiriacutean a echar luz sobre la historia fiscal de la provin-cia El presente trabajo pretende acercar la mirada a la forma en que se gestionaba la recaudacioacuten impositiva desde el punto de vista maacutes coti-diano La observacioacuten de los agentes que se hallaban en los escalones maacutes bajos del entramado fiscal permite apreciar los obstaacuteculos diarios que debiacutean sortearse para hacer efectivo el cobro de las contribuciones donde se conjugaban intereses personales viacutenculos poliacuteticos y conflictos locales que afectaban el desenvolvimiento de la actividad recaudatoria El estudio se centraraacute en la receptoriacutea del departamento de San Geroacuteni-mo ndashuno de los cuatros departamentos en que se dividiacutea la provinciandash ya que ofrece un marco adecuado desde el cual es posible analizar el ejer-cicio praacutectico de la recaudacioacuten al tiempo que brinda la posibilidad de complejizar y matizar ciertos presupuestos generales Se haraacute especial hincapieacute en los agentes involucrados en estas ocupaciones y los aacutembitos espaciales doacutende ejerciacutean sus actividades

San Geroacutenimo se halla ubicado sobre la margen del Paranaacute entre los riacuteos Coronda y Carcarantildeaacute ocupaba unas 500 de las 3650 leguas cuadradas que

2 Sobre la fiscalidad de Santa Fe veacutease Bonaudo y Sonsogni (1997a y 1997b) Chiaramonte (1986) Chiaramonte Cussianovich y Tedeschi (1993) Ensinck (1985 y 1953) Gallo (1965) Frid (2007 y 2011)

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Evangelina De Los Riacuteos

reconociacutea la provincia como parte de su jurisdiccioacuten3 Hasta mediados de los antildeos sesenta del siglo XIX se hallaba integrado por un uacutenico nuacutecleo urbano la villa de Coronda y cinco distritos4 de campantildea Las Lomas Barrancas Desmochados Carcarantildeaacute abajo y Carcarantildeaacute arriba que progresivamente ne-cesitaron de subdivisiones para facilitar la administracioacuten y el gobierno de las personas y los bienes5 Para 1858 contaba con una poblacioacuten de 4838 habi-tantes (lo que representaba entonces el 11 del total de la poblacioacuten provin-cial) Tan soacutelo una pequentildea porcioacuten viviacutea en el pueblo la mayoriacutea se hallaba diseminada por los diferentes distritos que componiacutean el mundo rural Fue un espacio estrateacutegico en la produccioacuten de trigo para el abastecimiento de la ciudad de Santa Fe durante el periacuteodo colonial y gran parte del siglo XIX No obstante la fuente maacutes importante de su riqueza era la ganaderiacutea Se reuniacutean alliacute centenares de hacendados que disponiacutean de importantes planteles de va-cunos aunque tambieacuten abundaba el lanar (Frid 2011 p 118)

Las fuentes que han servido de principal sustento a esta investigacioacuten corresponden a las cartas que mantuvieron el juez de paz y el receptor con el Colector de Hacienda de la Provincia y con el Ministro de Gobierno Las mismas se encuentran en los fondos de Gobierno y de Contaduriacutea del Archivo General de la Provincia de Santa Fe (en adelante AGPSF) La corresponden-cia se convirtioacute no soacutelo en el medio necesario para la circulacioacuten de noticias sino en un auxiliar indispensable para el correcto funcionamiento de la admi-nistracioacuten estatal (Bouza 2005 p 134) Las cartas eran la principal forma de

3 Equivaliacutea a 15527 59 kiloacutemetros cuadrados Primer Censo Nacional de la Repuacuteblica Argen-tina (1869 p 100)

4 El teacutermino departamento significa actualmente divisioacuten de un territorio sujeta a una autoridad administrativa En Santa Fe este teacutermino comenzoacute a ser utilizado en el Estatuto de 1819 relegando poco a poco el teacutermino ldquopartidordquo que fue eliminado definitivamente del vocabulario administrativo luego del Reglamento de Justicia de 1833 (Barriera 2012 p 28)

5 Asiacute en 1865 el distrito de Carcarantildeaacute arriba se divide en dos Carcarantildeaacute arriba por un lado y Desmochado Norte por otro Un antildeo maacutes tarde se produjeron nuevas subdivisiones Sobre el Riacuteo Coro-nda Gaboto Arroyo del Monje Barracas Las Lomas y Bragado Sobre el riacuteo Carcarantildeaacute Carcarantildeaacute arriba Desmochado Norte Desmochado arriba Unos diacuteas maacutes tarde el territorio no comprendido entre los distritos divididos anteriormente se subdividioacute en dos nuevos distritos Carrizales afuera y Tres Lagunas ROSF T4 pp 350-351 T 5 pp 68-69 74 Como ha marcado A Hespanha (1989) la aparicioacuten del problema de la subdivisioacuten del espacio poliacutetico es un siacutentoma de una nueva lectura poliacuteti-ca del espacio de una nueva matriz de reflexioacuten y praacutecticas poliacuteticas (p 85)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

comunicaciones entre las autoridades de los diferentes departamentos con las oficinas centrales Esta documentacioacuten aporta informacioacuten de primera mano sobre las situaciones maacutes cotidianas que se sucediacutean en torno a las oficinas de-partamentales las quejas y las frustraciones de los empleados las dificultades en las tareas recaudatorias las formas en que se tejiacutean las relaciones entre los diferentes empleados (receptores jueces de paz comisarios de distrito comisa-rios generales de campantildea vigilantes de la partida de plaza etc) y entre estas autoridades con los demaacutes vecinos del departamento En estos intercambios se respetaban ciertas reglas de cortesiacutea en las que era frecuente incluir liacuteneas con comentarios de estima o notas personales como muestra de deferencia sobre todo cuando se trataba con superiores por lo cual la comunicacioacuten no se restringe a asuntos oficiales de la administracioacuten sino que aparece al mismo tiempo cuantiosa informacioacuten personal ndashcontextos familiares estados de salud actividades cotidianasndash que revelan algunos destellos de la vida local

El juez de paz como recaudador de impuestosEn 1859 tras la renuncia del receptor de Hacienda del departamento

Felipe Fernaacutendez quien habiacutea ocupado el cargo por espacio de dieciseacuteis antildeos las tareas de la Receptoriacutea fueron anexadas al Juzgado de Paz Por lo tanto durante tres antildeos los jueces de paz ndashManuel Garcilazo (1859-1860) Manuel Gimeacutenez (1860) y Anselmo Maciel (1861)ndash asumieron la tarea de recaudar los impuestos La decisioacuten fue prontamente cuestionada por las au-toridades provinciales ya que la multitud de ocupaciones en las que se des-empentildeaban despertoacute fuertes resistencias a nivel local

El juez de paz era la maacutexima autoridad poliacutetica del departamento La justi-cia de paz implementada en la provincia en el Reglamento provisorio de 1833 dejaba en manos de eacutestos la aprehensioacuten toma de declaraciones y prisiones de los delincuentes asiacute como la obligacioacuten de oiacuter y sentenciar en forma verbal las demandas y ejecutar las resoluciones que hicieran al orden de los territorios bajo su dependencia6 Sobre sus hombros recaiacutean tambieacuten las tareas poliacuteticas

6 Los jueces de paz de Rosario y Coronda debiacutean oiacuter y sentenciar en forma verbal todas las demandas desde 25$ hasta 100$ dando resoluciones que hicieran al orden y a la tranquilidad de los territorios bajo su dependencia Debido a ausencia de escribanos debiacutean estar presentes dos vecinos de ldquobuena fama y opinioacutenrdquo que cumpliriacutean con la tarea de supervisar las decisiones No obstante el juez de paz de Coronda no podiacutea tambieacuten dictaminar sobre demandas escritas debiacutea redirigirlas al Juez

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Evangelina De Los Riacuteos

hacer circular los nombres de los candidatos propuestos para determinados car-gos convocar elecciones controlar la nominacioacuten de las autoridades de mesa definir quieacutenes estaban habilitados a votar y refrendar el escrutinio7 Encarna-ban la tradicional indivisioacuten de atribuciones de justicia y gobierno ndashcaracte-riacutesticas del denominado Antiguo Reacutegimenndash que pervivioacute en la provincia maacutes allaacute de la disolucioacuten del viacutenculo colonial (Bonaudo 2005 p 217) Sus tareas fueron en aumento ante la supresioacuten de las Comandancias Militares (1853) se los obligoacute a asumir dichas funciones8 Ademaacutes con la creacioacuten de los cuer-pos municipales (1861) desempentildearon tambieacuten tareas como presidentes de los Consejos municipales (Bonaudo y Sonsogni 1997 p 30)

Para ejercer su dominio sobre el territorio teniacutea la potestad de nombrar el nuacute-mero de comisarios que considerase necesario seguacuten ldquo(hellip) los que su poblacioacuten y circunstancias exigierenrdquo9 Estos desempentildearon funciones similares en los dife-rentes distritos en que se dividioacute la campantildea santafesina Los comisarios debiacutean perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el fun-cionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas asiacute como tambieacuten cobrar los impuestos en el mundo rural (De los Riacuteos y Piazzi 2013 pp 402-409)

Los jueces de paz teniacutean la obligacioacuten de colaborar con los receptores en el desempentildeo de algunas tareas fiscales Como su superior inmediato

de 1ordm Instancia Teniacutean facultad de arrestar hasta el teacutermino de ocho diacuteas a los que no cumpliesen su mandato El juez de paz de Rincoacuten y los comisario de los distritos de campantildea podiacutean oiacuter y sentenciar demandas verbales hasta la cantidad de 25$ y ejecutar arrestos o presioacuten por el teacutermino de ocho diacuteas asiacute como tambieacuten dar resolucioacuten a apelaciones de menos de 6$ y podiacutea valerse del uso de la fuerza en cado de resistencia a una orden de alguacuten delincuente ldquoReglamento provisorio para los empleados y atribuciones que debe subrogar al Cuerpo municipal extinguido por ley de 13 de Octubre de 1832rdquo 28 enero 1833 ROSF T 1 pp 245-246

7 La Ley de eleccioacuten de 1856 anexa a la Constitucioacuten Provincial de ese antildeo establece en su artiacuteculo 71 ldquoLos jueces de paz son presidentes natos de los respectivos comicios electoralesrdquo y en su artiacuteculo 84 ldquo(hellip) los jueces de paz seraacute obligados a invitar con anticipacioacuten por medio de los comisa-rios de distrito a los habitantes de la campantildea para que concurran a la mesa electoral el diacutea designadordquo RONA T 3 p 373

8 ldquoDecreto suprimiendo las Comandancias militares de San Geroacutenimo y San Joseacute y nombrando Jefes para estos Departamentosrdquo (8 de mayo de 1852) ROSF T 2 pp 93-94

9 En el caso del departamento Rosario se establecioacute de antemano que debiacutean crearse dos co-misarios para el pueblo

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

se ocupaban de informar a los comisarios de distritos de los plazos en que de-biacutean ejecutar la recaudacioacuten de ciertos impuestos como patentes o contribucioacuten directa comunicarles las leyes de impuestos las oacuterdenes y los decretos apro-bados por la Legislatura que desde la Receptoriacutea haciacutean llegar al Juzgado En otras palabras actuaban como nexo entre los receptores de hacienda y las au-toridades de campantildea Si bien esta situacioacuten los poniacutea al tanto de los procesos de recaudacioacuten y estaban orientados sobre las actividades fiscales del departa-mento la anexioacuten completa de estas labores despertoacute cierto malestar Recaudar los impuestos centralizar los ingresos departamentales elaborar las planillas de ingresos junto con las listas de sueldos y de gastos del departamento ndashpara remitirlas a la oficina central de Hacienda y que el Colector de Hacienda luego de supervisarlas aprobara los libramientosndash representaba un enorme trabajo10

Delegar a los jueces de paz las tareas fiscales del departamento era como una medida urgente que buscaba reducir al miacutenimo los gastos administrativos Esta decisioacuten pareciacutea ir a contramano de lo estipulado en los proyectos propul-sados por los gobernadores en esos antildeos en los que por ejemplo se contemploacute por primera vez la entrega de un sueldo al receptor de San Geroacutenimo ndashen lugar de asignarle un 15 sobre lo recaudado como antantildeo11ndash ya que se consideraba que el empleo aunque no demandaba una constante labor siacute conllevaba mucha responsabilidad y se esperaba que la persona nombrada fuera versada en el ma-nejo de los recursos provinciales y demostrara honradez y competencia12 Sin embargo el erario atravesaba un momento criacutetico la reanudacioacuten del enfren-tamiento armado entre Buenos Aires y la Confederacioacuten habiacutea provocado una fuerte paralizacioacuten del comercio (Garavaglia 2014 pp 38-39) Ademaacutes los constantes requerimientos (forzosos y no) de ganado para sostener a las tropas movilizadas eran una carga pasada de soportar para los hacendados locales que dejaron de pagar contribuciones13 Una vez maacutes las intenciones chocaron con la realidad y la renuncia del receptor brindoacute la excusa perfecta para cerrar la

10 Se trataba de las ocupaciones de los receptores de Hacienda ROSF T 2 p 262

11 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 31 de enero de 1855 p 41 12 Actas Legislativashellip Sesioacuten del 25 de septiembre de 1857 p 55

13 El 2 de septiembre de 1862 hacendados de San Geroacutenimo presentan una solicitud al gobierno provincial en la que piden ser exceptuados de pagar la contribucioacuten directa debido a que ldquohellipnosotros hemos mantenido forzosamente un ejeacutercito en su doble traacutensitohellip(hellip) que permanecioacute devorando todohelliprdquo AGPSF Gobierno T 22 LEG 17 Solicitudes varias (1862) fs 114

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Evangelina De Los Riacuteos

oficina de receptoriacutea y entregar al juez de paz el control de las finanzas loca-les Con ello no soacutelo se economizaba en el sueldo del receptor sino tambieacuten en mantener el alquiler de la dependencia que ocupaba la receptoriacutea Aunque como quedoacute maacutes tarde demostrado la administracioacuten pagoacute caro el ahorro

La administracioacuten departamental se redujo al miacutenimo un Juez de paz un ayudante del juzgado un Comisario de campantildea un preceptor de la escuela de varones y maacutes tarde un preceptor para la de mujeres La partida de plaza se componiacutea apenas por un sargento y cuatro soldados al igual que la leva del Comisario de campantildea14 El juez de paz que actuaba en calidad de juez y receptor percibiacutea soacutelo un sueldo y la tercera parte del siguiente Ideacutentica situacioacuten se repetiacutea con el preceptor de la escuela de varones que cumpliacutea funciones como ayudante del juzgado La legislacioacuten prohibiacutea la superposi-cioacuten de cargos pero contemplaba la posibilidad de que un mismo empleado pudiera desempentildearse en varios puestos a la vez siempre que fueran del mis-mo ramo de administracioacuten y en la medida que soacutelo percibiera un sueldo y un pequentildeo sobresueldo como compensacioacuten15

La acumulacioacuten de tareas fue demasiada para los jueces que alegaron no poder cumplir debidamente con lo encomendado entorpeciendo el fun-cionamiento de ambas oficinas receptoriacutea y juzgado Asiacute en 1859 Manuel Garcilazo ante su pedido de remitir la planilla de los empleados del departa-mento notificaba al Colector de Hacienda ldquohellipme es imposible por ahora el poderlos mandar por tener mucho que hacerse que me han caiacutedo de la poli-ciacutea y del ministerio pero la hareacute a mayor oportunidadrdquo16 Un antildeo maacutes tarde el nuevo juez de paz presentaba un argumento similar para justificar que no se habiacutea recaudado la contribucioacuten directa Manuel Gimeacutenez se excusaba sosteniendo que se habiacutea visto impedido de cumplir con esta obligacioacuten

(hellip) porque las elecciones electorales para convencionales nos han ocupado el

tiempo en circunstancias que se trataba ya de hacer el cobro y a cuyo trabajo

no disponemos ni los diacuteas de fiestas pues usted sabe que este juzgado se halla

14 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 1 Estados de ingresos y egresos de la Receptoriacutea de San Geroacutenimo por 1861

15 Ley prohibiendo la acumulacioacuten de empleos 25 de julio de 1862 ROSF T 3 p 348

16 AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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recargado de atenciones y despacho que para darles curso hasta las horas de la

noche le dedicamos17

Las quejas de los jueces de paz por un lado y el freno que imponiacutea cada retraso para el desenvolvimiento de las finanzas por otro motivaron a las autoridades provinciales a nombrar nuevamente a un receptor

El nuevo receptor de Hacienda El 15 de marzo de 1862 era designado Joseacute Mariacutea Torres Al asumir

el panorama que encontroacute era de lo maacutes preocupante Las finanzas depar-tamentales habiacutean sido desatendidas por meses las contribuciones no se recaudaban ni se confeccionaban las planillas de ingresos y egresos Des-de la oficina central de Hacienda se tomoacute la decisioacuten de reabrir la oficina de la receptoriacutea Con esta medida se esperaba mejorar la percepcioacuten fiscal y conseguir que las cuentas se elaboraran de forma precisa respetando los plazos estipulados No obstante la realidad no estuvo a la altura de las expectativas

Para el nuevo receptor las cosas no fueron nada simples Pese a que se pretendioacute que el cargo recayera en un vecino con conocimientos en el manejo de los caudales puacuteblicos a saber se trataba de un comerciante del pueblo que ademaacutes habiacutea sido guardacostas del puerto de San Geroacutenimo entre 1843 y 1853 se requeriacutea tiempo para dominar con destreza los mo-vimientos de esta oficina y lograr que engranaje financiero funcionase de manera aceitada18 A un antildeo de su nombramiento J M Torres enviacutea una nota al Contador general en la que se disculpaba por sus equivocaciones y avisaba

(hellip) no le sea en mi extrantildeo las infinitas equivocaciones nunca a sido mi ejerci-

cio ocuparme de estas operaciones por lo mismo mucho antes de esta adminis-

tracioacuten y en esta misma pido ser excusado y siempre pensareacute en la mismo te-

17 AGPSF Contaduriacutea T 108 Leg 23 Notas Receptor y juez de paz de San Geroacutenimo dirigidas al Colector Gral en al antildeo 1860

18 Joseacute Mariacutea Torres ademaacutes era un comerciante Teniacutea una pulperiacutea en el pueblo atendida por eacutel y por su esposa AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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niendo que la falta de praacutectica y suficiente capacidad me envuelvan en perjuicio

insanable a una posicioacuten poca ventajosa para estos tiempos y tan responsable19

Su inexperiencia soacutelo era una parte del problema El receptor argumentoacute tener numerosas dificultades para desempentildear sus labores y se mostroacute especial-mente criacutetico por la falta de recursos materiales En primer lugar las condicio-nes de la misma oficina de hacienda ndashuna propiedad alquilada en el pueblo que serviacutea al mismo tiempo de casa para el receptor y su familiandash El mal estado que presentaba el edificio y lo escaso de su mobiliario eran fuente de continuos reclamos Apenas teniacutea un cofre que serviacutea de caja a la receptoriacutea Careciacutea de sillas mesas y anaqueles donde colocar la documentacioacuten Afirmaba Torres

Puede usted sentildeor no desconocer que no puede merecer el nombre de oficina de

receptoriacutea una solo caja de fisco que me fue entregada en propiedad fiscal y que

hasta hoy no hay maacutes dotacioacuten maacutes que duplicaciones de responsabilidades para

el que este encargado de dichas oficinas20

Ademaacutes su ubicacioacuten alejada del juzgado impediacutea mantener una comunica-cioacuten fluida con el juez de paz e implicaba retrasos a la hora de enviar planillas correspondencia o cualquier notificacioacuten entorpeciendo asiacute el accionar adminis-trativo Tampoco contaban con alguacuten empleado que pudiese actuar como escri-biente o asistirlo en el desempentildeo de sus ocupaciones El receptor entonces teniacutea que cerrar la oficina cuando teniacutea que salir a cobrar alguacuten impuesto entregar las ceacutedulas de pago de patentes o contribucioacuten directa y ldquoperseguirrdquo a los morosos21 Asiacute frente a los reclamos del Colector por el retraso en el enviacuteo de las planillas se justificaba afirmando ldquohellipusted no desconoceraacute que en esta oficina hace falta una pluma maacutesrdquo22 Las demoras en la ejecucioacuten de las tareas lo obligaron en ocasio-nes a conchavar a alguien de su confianza para auxiliarlo

19 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

20 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

21 Sobre las dificultades materiales en las oficinas judiciales Ver Whipple (2013 pp 55-79) y Piazzi (2017 pp 53-74)

22 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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Una parte importante de los trabajos administrativos era desempentildeada por vigilantes de las partidas de plaza de las ciudades y pueblos de los diferentes departamentos Cada diacutea se solicitaba al juez de paz el enviacuteo de vigilantes a quienes se les encomendaban el reparto de guiacuteas el traslado de alguacuten documento o bien de notas entre las diferentes oficinas etc Esta situacioacuten generoacute algunas tensiones con las autoridades policiales y judicia-les Las partidas eran poco numerosas y debiacutean atender asuntos vinculados a la custodia de la ciudad y a la prevencioacuten de los delitos por lo que se negaban a prescindir de alguno de ellos para volcarlos a otras actividades No obstante pese a los reclamos las presiones ejercidas por los receptores los obligaron a entregar al menos a un vigilante23 Los problemas para el receptor no acababan con la llegada de un vigilante Estos debiacutean ademaacutes ser dotados de caballos para desplazarse por el territorio En su nota al Co-lector General afirmaba

Debo sentildeor dar cuenta a usted que dichos vigilantes no tienen en que montar mi para pasar a esa capital cuanto maacutes aloja confines de este departa-mento que tiene treinta y tantas leguas al sudoeste y hoy que las postas no dan caballo a ninguacuten militar sino ha pagado seguacuten la nueva tarifa que observan me son inuacutetiles por esto dichos vigilantes (hellip)24

La oficina de Hacienda no contaba con servicios de caballos y postas En ocasiones vieacutendose obligado a cumplir con sus tareas y sin disponer de dinero en la caja para este fin pagaba de su bolsillo a alguacuten vecino para que prestara su caballo a la receptoriacutea En otras ocasiones a falta de mejores alter-nativas se encomendaban a hombres de confianza que se desplazaban por el territorio comerciantes o viajantes el traslado de papeles o notas25 Ideacutenticos inconvenientes se reeditaban a la hora de enviar documentos y notas a la Co-lecturiacutea en Santa Fe ubicaba a diez leguas de Coronda lo que equivaliacutea a diacutea y medio en teacuterminos de desplazamiento (Barriera 2016 p 443)

23 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral desde enero a fines de agosto de 1862

24 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

25 AGPSF Contaduriacutea T 90 Leg 13 Notas del receptor de Coronda Don Felipe Fernaacutendez al Contador gral D Joseacute A Lassaga

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Entre las limitaciones materiales que enumera el receptor ndashldquomesas si-llas estantes sellos para la correspondencia un ayudante o portero o peoacutenrdquondash aparece tambieacuten sus dificultades para sobrevivir con el sueldo

A un receptor con una asignacioacuten como la presupuestada no puedo vivir sin afectar

sus obligaciones familiares y particulares (hellip) ha sido muy mal considerado ese

presupuesto porque bien mirada es exponer a un empleado que sirve como obli-

gado por la necesidad o la fuerza y que por lo mismo ya se habraacute visto ejemplares

desagradables en algunas personas que antes han manejado esta receptoriacutea ()26

La aprobacioacuten de cada presupuesto era precedida por intensos debates en el recinto de la Legislatura sobre los montos de los sueldos Sus integrantes pareciacutean coincidir en que era prioritario revisar las partidas que eran insu-ficientes para cubrir las necesidades baacutesicas de los empleados de hacienda cuyas labor y responsabilidades no estaban suficientemente compensadas Menos auacuten si se toma en cuenta que estaban obligados a responder con su patrimonio por cualquier error en las finanzas por pequentildea o grande que fue-ra la suma27 En otras palabras si se pretendiacutea contar con empleados fieles y honrados que al mismo tiempo fueran versados en las tareas que cada puesto requeriacutea debiacutean cobrar un sueldo que estuviera a la altura de sus obligaciones Ademaacutes siacute todos aquellos encargados de manejar los caudales puacuteblicos eran recompensados adecuadamente ya no estariacutean tentados a maniobras dudosas para proveerse de recursos y por lo tanto la recaudacioacuten estariacutea asegurada Salarios bajos podiacutean empujar a los empleados a praacutecticas ldquocorruptasrdquo desa-creditando asiacute a la administracioacuten en su conjunto28 Sin embargo auacuten aquellos

26 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador general dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

27 Sesioacuten del 19 de enero de 1855 Actas Legislativashellip p 35

28 En 1852 el gobernador Domingo Crespo dirigiacutea a la Junta de Representantes las siguientes pala-bras ldquoPara exigir el gobierno a sus empleados el celo y lealtad convenientes para castigarles las faltas en que incurrieran era indispensable que las rentas que se sentildealaban en pago de sus servicios correspondie-sen al rango que ocupan en la administracioacuten y les bastase para su subsistencia Las que sentildeala la Consti-tucioacuten de la provincia y la que se les ha asignado por las anteriores administraciones no proporcionando al empleado lo preciso para vivir lo induciacutea al fraude y aquella economiacutea mal calculada veniacutea a resultar en perjuicio del Estado por la desmoralizacioacuten que era su consiguienterdquo Mensaje del Sr Gobernador Don Domingo Crespo leiacutedo en sesioacuten del diacutea 15 de febrero de 1852 Op Cit p 24

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

que vieron incrementado su estipendio debieron enfrentarse al problema de los atrasos en los pagos Las demoras de dos o tres meses fueron algo muy comuacuten llegando incluso a dilatarse la liquidacioacuten de los sueldos maacutes de un antildeo y los empleados se vieron obligados a suplicar su liquidacioacuten29

El receptor y el juez de paz las dos caras del conflictoLos inconvenientes se multiplicaron cuando fue designado como juez de

paz Anselmo Maciel un hacendado del distrito de Barrancas que contaba con cierta trayectoria en este puesto ya que eran la tercera vez que lo ocupaba anteriormente lo habiacutea hecho en 1853 y en 1861 Sus desavenencias con el receptor mostraron hasta queacute punto una relacioacuten conflictiva entre ambas au-toridades afectaba la recaudacioacuten fiscal y por ende repercutiacutea directamente en los intereses provinciales

En las cartas al Colector General los argumentos que esgrime el receptor se dirigen a exponer que el mal funcionamiento de la oficina de hacienda era consecuencia en parte del accionar del mismo juez de paz con quien mante-niacutea una rencilla personal que afectaba los intereses fiscales ldquoLo hace al fisco y no a mi a quien lo quiere hacerrdquo30 El enfrentamiento entre ambos no era nuevo dado que se registraron algunos antecedentes cuando J M Torres re-cibioacute el puesto hasta entonces detentado por A Maciel ndashentonces juez de paz y receptorndash dirigioacute fuertes criacuteticas ante el Colector General por el estado de las finanzas departamentales31 Maacutes tarde al ser nombrado este uacuteltimo ndashjunto a Demetrio Lunandash comisionado en la recaudacioacuten de la contribucioacuten directa (1862) resaltoacute su asombro porque durante ese tiempo no ingresoacute ninguna cantidad a la caja de hacienda en este rubro32

Al asumir Maciel la lista de quejas de receptor pareciacutea no tener fin En primer lugar lo acusoacute de no cumplir con sus obligaciones negaacutendose al enviacuteo

29 Una situacioacuten que se repetiacutea en numerosas realidades latinoamericanas (Garavaglia y Pro Ruiz 2013)

30 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

31 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

32 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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de vigilantes para auxiliarlo en la receptoriacutea una actitud que lo obligaba a ce-rrar esta dependencia y salir personalmente a recaudar impuestos o distribuir entre los contribuyentes las patentes las guiacuteas o los sellos Declaroacute ademaacutes que le resultaba imposible presentarse ante el juez vieacutendose obligado a pa-garle a otra persona para ello En una extensa carta relata su pesar

Mi pensamiento fue pedirle a usted sentildeor que se sirviese ordenar a este juzgado

se mande un vigilante a estas oficinas todos los diacuteas para las ocurrencias que

diariamente se ofrecen y que como se sabe esta oficina es muy mal dotada en su

servicio interno que diariamente se ofrece y que como no siendo dado que yo en

persona haga las funciones exteriores en el servicio de la hacienda puacuteblica creo

es justicia pedir a usted como mi jefe inmediato esta dotacioacuten ya que no pedireacute al

juez de paz ninguacuten servicio mientras que eacutel no satisfaga las peticiones repetidas

que le ha hecho esta receptoriacutea oficialmente y que aun sostendraacute en el temple que

caracteriza pretende humillarme33

En segundo lugar reclamaba que el juez de paz dilataba los tiempos fiscales no remitiendo las planillas de aquellos impuestos cobrados por los comisarios de campantildea ni los presupuestos del juzgado documentos esencia-les para la elaboracioacuten de las cuentas departamentales34 Maciel en diversas oportunidades se excusa sentildealando que los retrasos y los desoacuterdenes en las planillas fiscales no eran resultados de su impericia sino de las condiciones en que habiacutea encontrado el juzgado35 Su explicacioacuten no hizo maacutes que en-cender una nueva mecha en las acusaciones ya que Torres lo culpoacute de tal situacioacuten por no cumplir con el deber de solicitar al juez cesante el inventario correspondiente permitieacutendole dejar el puesto sin brindar un solo estado Los inventarios ndashque cada jefe debiacutea preparar para su sucesor dejando constancia

33 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

34 AGPSF Contaduriacutea T 117 Leg 20 Notas y cartas del Receptor de San Geroacutenimo Don Joseacute Mariacutea Torres al Contador General durante todo el antildeo 1864

35 Felipe Fernaacutendez su predecesor habiacutea sufrido grandes reprimendas por su accionar llegando el mismo Colector a solicitar que se presente a su oficina para dar explicaciones AGPSF Contaduriacutea T 105 Leg 1 Correspondencia y notas dirigidas al Colector Gral de La Capital de la provincia por el Receptor de San Geroacutenimo y por el Juez de paz encargado de la receptoriacutea

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

de todo el material existente desde documentos hasta mobiliariondash serviacutean para liberar de culpas a los empleados por acciones o equivocaciones pasadas ya que junto con estos documentos se presentaba la rendicioacuten de las cuentas de cada caja En algunos casos cuando el empleado saliente no entregaba ninguacuten registro el Colector solicitaba al recieacuten designado su elaboracioacuten Constituiacutea una manera de salvaguardar la honradez del funcionario actual por cualquier desprolijidad cometidas por el cesante No cumplir con esta norma-tiva hizo que el receptor se pregunte ldquoiquestpor queacute no hacerle rendir cuentas de sus recaudaciones al juez de paz cesante hasta el diacutea en que caducardquo36

Uno de los puntos maacutes aacutelgidos de la disputa versoacute sobre la recaudacioacuten en el mundo rural Esta tarea estaba en manos de los comisarios de distritos37 Teniacutean que encargarse de la elaboracioacuten de las planillas de avaluacuteo de la con-tribucioacuten directa y el reparto de las ceacutedulas entre los vecinos de confeccionar las listas de todos aquellos que teniacutean que sacar patente en la campantildea de cobrar el expendio del papel sellado de expedir los certificados de marcas asiacute como tambieacuten de controlar las guiacuteas de comercio de troperos de carretas y arrias y de la recaudacioacuten del marchamo de cueros La comunicacioacuten entre los receptores de hacienda y los comisarios estaba mediada por las autorida-des de gobierno de cada departamento ndashel jefe poliacutetico en el de Rosario y los jueces de paz en los restantesndash quienes les informaban de las tareas a cum-plir los supervisaban en el desempentildeo de sus responsabilidades de hacienda y les remitiacutean las distintas disposiciones fiscales38 Para ello se requeriacutea que el receptor y el juez de paz mantuvieran una relacioacuten fluida

El receptor acusoacute al juez de paz de negarse a remitir las nuevas tarifas de impuestos a los comisarios perjudicando con su conducta al erario provincial El papel de los comisarios era fundamental ya que conseguir que los vecinos rurales cumplieran con sus deberes fiscales fue una tarea compleja no soacutelo porque estos no habiacutean internalizado el pago de los impuestos como parte

36 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

37 Las funciones que cumpliacutean dichos comisarios eran numerosas teniacutean que entre otras cosas re-correr el distrito para perseguir y apresar criminales desertores y malentretenidos procurar el orden de la campantildea hacer ejecutar y observar disposiciones acerca del juego regular el funcionamiento de pulperiacuteas la caza de animales y el uso de armas Reglamento de Policiacutea Urbana y rural (1864) ROSF T 4 p 210

38 AHPJM Jefatura Poliacutetica T 1857 C Leg 24 Receptoriacutea de Hacienda

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de sus deberes como ciudadanos39 sino porque ademaacutes no era factible para la poblacioacuten rural trasladarse hasta la receptoriacutea departamental para cumplir con sus obligaciones fiscales Por lo tanto era frecuente que el receptor solicitara al juez que emitiera notas recordando a los comisarios cumplir con sus deberes fiscales Seguacuten la opinioacuten de Torres la desidia de Maciel dio carta blanca para que muchos comisarios se desentendieran de sus deberes para con la receptoriacutea Tampoco habiacutea un reglamento que estipulara las obligaciones que teniacutean los comisarios y los jueces de paz con relacioacuten a la hacienda provincial40 Tal es asiacute que instoacute al Colector a emitir alguacuten decreto en el que se especifique la forma de procederse en cuanto a la recaudacioacuten en la campantildea y los deberes que estos teniacutean que asumir estos como recaudadores en el mundo rural Una peticioacuten que no encontroacute cabida ya que las autoridades provinciales no consideraron prudente establecer una uacutenica norma que rigiera para el conjunto de la cam-pantildea un espacio de grandes disparidades La recaudacioacuten en el mundo rural se guiaba mediante praacutecticas donde teniacutea enorme peso lo consuetudinario Se dejaba un amplio margen de maniobra a los poderes locales que evaluando las necesidades de su jurisdiccioacuten debiacutean enunciar las tareas a cumplir seguacuten las necesidades de cada distrito pero significoacute al mismo tiempo limitar el poder de los receptores a la hora de hacer cumplir ciertas oacuterdenes fiscales

Las desavenencias con el juez de paz llevaron a plantear la posibilidad de que fueran los Comisarios Generales de Campantildea quienes se encargaran de la distribucioacuten de las guiacuteas de papel sellado y de las patentes41 Estos contaban con la ventaja de no hallarse vinculado a ninguacuten distrito y debido a recorriacutean todo el departamento podiacutean asumir estas labores sin inconvenientes42 Ante la rotunda negativa de los Comisarios Generales la medida fue pronto deses-timada Desde el gobierno se pretendiacutea poco a poco centralizar las tareas de

39 La bibliografiacutea sobre esta problemaacutetica es abundante Nos remitimos a Vallejo Pousada (1996) y Pro Ruiz (1995) Sobre la construccioacuten de los ciudadanos como contribuyentes Pan-Montojo (2007) Botana (2006) y Parolo y Herrera (2005)

40 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 54 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al Contador Gral desde enero a fines de agosto de 1862

41 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

42 AGPSF Contaduriacutea T 110 Leg 55 Notas de la receptoriacutea de San Geroacutenimo al contador Gral dirigidas durante el uacuteltimo cuatrimestre de 1862

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

hacienda en manos de los empleados de este departamento aunque esto era maacutes faacutecil de decirlo que hacerlo43

Tal vez la denuncia maacutes grave es que lanzoacute la imputacioacuten de que buscaba mantener endeudada a la receptoriacutea exonerando de pagar impuestos a los deudores de la hacienda El receptor afirmaba que al momento de cobrar ciertos impuestos los mismos contribuyentes aseguraban que el juez de paz los habiacutea exceptuado de pagar lo que constituiacutea una prerrogativa que soacutelo el gobernador podiacutea otorgar Afirmaba que esta poliacutetica no era azarosa sino que iba dirigida a beneficiar a ciertos ldquoamigosrdquo haciendo uso de su poder discrecional con una tendencia clara al favoritismo44 Estas praacutecticas no soacutelo defraudaban al erario sino que mermaban la propia autoridad del receptor quien temiacutea que ldquohellipllegaraacute el caso en que aparezcan los estafadores que no falta y a nada obedeceraacuten mi receptoriacuteardquo45 En un contexto donde la mayor parte de los esfuerzos en lo tocante a la fiscalidad estaban enfocados en incre-mentar las rentas ndashque no alcanzaban a cubrir los gastos que pesaban sobre la administracioacutenndash una acusacioacuten de esta naturaleza causoacute un fuerte impacto entre las autoridades provinciales

Injurias y calumnias la voz del juez de pazAnte las constantes acusaciones que fueron dirigidas por el receptor el

colector de la provincia Leoacuten Mujica le solicitoacute que hiciera todos los esfuer-zos a su alcance para entenderse con el juez de paz a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea para la provincia el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea Joseacute Mariacutea Torres al recibir dicha carta la remite a Maciel quien advierte en ella todas las acusaciones lanzadas sobre su accionar La intervencioacuten del Colector General lejos de apaciguar el con-

43 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

44 Se les ha demostrado toda consideracioacuten en sus favores exceptuaacutendoles de la multa que la ley designa sin meacuterito para ello y contra lo dispuesto por la misma ley que debe obrar tambieacuten en su oficina AGPSF Contaduriacutea T 112 LEG 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

45 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

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flicto lo reavivoacute El juez de paz entonces escribe al receptor de hacienda al pie de la nota del Colector en la que acusa a Torres de hacer cosas con doble fin de intentar cargar responsabilidades que no le correspondiacutea sobre sus hombros y de pretender enfrentarlo con el colector de la provincia En la contestacioacuten dice Maciel

(hellip) no le tengo miedo al sentildeor contador con quien usted me hace cara porque no

le de dado ninguacuten motivo de queja contra mi ni tampoco he de adularlo a eacutel ni a

nadie para conservar el puesto que ocupo pues que no tengo aspiracioacuten a ninguacuten

empleo puacuteblico y aunque aspirase no pasariacutea por humillaciones asiacute es que se me

da ninguacuten cuidado por los cosas de usted46

La carta que enviacutea Maciel aunque escueta es muy importante porque es la uacutenica vez que es posible escuchar su voz sobre los sucesos que relata el receptor La respuesta del juez de paz a dichas acusaciones era maacutes que contundente no creiacutea estar faltando a ninguna de sus obligaciones y conside-raba que las denuncias por parte del receptor teniacutean como fin humillarlo En una sociedad con una gran sensibilidad por cuestiones vinculadas al honor y donde la reputacioacuten jugaba un rol muy importante en la construccioacuten de una imagen puacuteblica las palabras de Maciel teniacutean un fuerte contenido (Gayol 2008 p 33) Afirmaba que los dichos del receptor constituiacutean una injuria La injuria es una nocioacuten de larga data que puede definirse como el ldquodeseo de agredir a otrordquo en el expreso sentido de manifestar la voluntad de hacer mal en este caso humillarlo puacuteblicamente (Albornoz Vaacutezquez 2005) Le remite tambieacuten una carta al Ministro General en la que afirmaba jamaacutes habiacutea negado al receptor el servicio de vigilantes y en maacutes de una oportunidad le habiacutea ofrecido los servicios del juzgado para el desempentildeo de las tareas47

El receptor al recibir la respuesta se encargoacute de reenviarla a Leoacuten Mu-jica como demostracioacuten de sus dichos junto con una nota en la que inculpa nuevamente al juez de paz de utilizar un lenguaje impropio para el cargo que inviste de ser ambicioso y de mentir al afirmar que ldquohellipdice tambieacuten que no

46 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

47 AGPSF Gobierno T 23 Leg 14 Notas de los jueces de paz de esta provincia (1863)

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

tiene aspiraciones de puestos puacuteblicos yo digo que si tiene y que si no hubie-re tenido no hubiere admitido antes de un antildeo que dejoacute de ser el puesto que ocupardquo48 Para el receptor la mala voluntad del juez de paz debiacutea atribuirse a un claro intereacutes en lograr su renuncia al cargo y asiacute poder eacutel mismo retomar el control de la caja de hacienda

(hellip) le pesa no tener otra vez la receptoriacutea a su cargo como todo el antildeo rsquo61 y parte

del rsquo62 acompantildeada del juzgado y el pueblo en acefaliacutea como lo dejaba de noche

y diacutea Si sentildeor los jueces de aquiacute sino son jueces y receptores no estaacuten a gusto

porque una lechera sin otra no les da para todos los antojos ()49

Para el receptor las acciones que ejecutaba el juez de paz revestiacutean como uacutenico objetivo el debilitarlo pero en sus argumentos va maacutes allaacute afirmando que la disconformidad con la actuacioacuten de dicho juez no era soacutelo una cuestioacuten personal sino compartida por el resto del pueblo ldquoYo comprendo que lo que le fastidia es que el pueblo no es el que lo ha elegido y ve que le conozcamos todos hemos visto sus pasados servicios y ve que nada tenemos que esperar de eacutelrdquo No soacutelo cuestionaba su idoneidad sino tambieacuten las bases de su legitimidad ya que uno de los principales atributos que debiacutean poseer los jueces era como se ha sentildealado la confianza de la comunidad local en la que ejerciacutean sus funciones

Ante las acusaciones cruzadas el colector de la provincia Leoacuten Muji-ca le solicitoacute al receptor que hiciera todos los esfuerzos a su alcance para entenderse con el juez a quien debiacutea persuadir de la importancia que teniacutea el cumplimiento de sus funciones y su colaboracioacuten con la receptoriacutea El co-lector cabeza principal del departamento de hacienda y jefe uacuteltimo en todo lo tocante a la fiscalidad provincial no teniacutea autoridad suficiente sobre los jueces de paz quienes respondiacutean directamente al ministro de gobierno de la provincia que era ademaacutes quien los designaba y podiacutea removerlos50 El Mi-

48 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

49 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador general durante el 1ordm semestre de 1863

50 La sancioacuten de la Constitucioacuten Provincial de 1841 establecioacute que soacutelo podiacutea haber en la Provin-cia un ministro encargado de los ramos de Gobierno Hacienda Guerra y todo lo tocante a la adminis-tracioacuten razoacuten por la cual en 1849 se suprime el empleo de Ministro Tesorero General creaacutendose en su lugar el de Colector Tesorero general El reemplazo de un funcionario por otro fue maacutes bien nominal

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Evangelina De Los Riacuteos

nistro de gobierno se vio forzado a intervenir para recordarles a ambos que

(hellip) los jueces de paz los representantes del gobierno en los departamentos en la

parte poliacutetica y administrativa asiacute como son tambieacuten agentes y miembros del po-

der judicial en los teacuterminos del reglamento vigente en la materia hay sin embar-

go una norma que es el de hacienda del que solo el receptor esta encargado pero

que como eacuteste funcionario no dispone de los necesarios elementos para asegurar

la exacta percepcioacuten de las rentas el juez de paz debe presentarle manifiesto

para auxiliarlo y ayudarlo en el desempentildeo de regularizar la hacienda siendo que

seriacutean esteacuteriles todos los esfuerzos del gobierno en este sentido auacuten cuando sean

regulados por la accioacuten del receptor que no puede ser eficaz sin el concurro del

juzgado de paz51

El colector Leoacuten Mujica cumplioacute igualmente un importante papel de in-termediario entre ambos ante la negativa del receptor de mantener con el juez de paz un diaacutelogo se hizo cargo de dirigirse eacutel mismo a Maciel para solicitarle las planillas consultarle sobre la recaudacioacuten y demaacutes cuestio-nes vinculadas a su tarea sin pasar por el receptor para garantizar que la colecta impositiva no se viera perjudicada por esta situacioacuten Sin embargo el receptor advirtiendo que sus notas al Colector general no teniacutean el efecto esperado se dirige entonces al Ministro de gobierno para que ldquohellipeleve al conocimiento del sentildeor gobernador un expediente con los documentos que ponen de manifiesto la mala voluntad del juez de paz de San Geroacutenimo para coadyuvar como es de deber hacer efectivo los impuestos establecidos por leyrdquo52 Torres estaba decidido a sacarse de encima a Anselmo Maciel por lo que acude a la maacutexima autoridad de la provincia el mismo gobernador La esperanza del receptor descansaba en conseguir que por intermedio del

ya que no cambio de forma significativa sus funciones e incluso se establecioacute que en las ceremonias puacuteblicas el Colector ocupase el lugar que el Ministro Tesorero General de Hacienda tuvo hasta ese momento ROSF T 2 p 26

51 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo repro-bado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

52 AGPSF Contaduriacutea T 112 Leg 48 Anselmo Maciel juez de paz de San Geroacutenimo reprobado por decreto gubernativo por su conducta que observa para con el receptor de hacienda D Joseacute Mariacutea Torres

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El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos

ministro el gobernador tomara la medida que el caso requeriacutea en su opinioacuten la remocioacuten del Maciel del puesto que ocupaba Habiacutea llegado incluso a ame-nazar con renunciar a su cargo

Tengo alta confianza en que su ilustrada capacidad pues no permita que sin mo-

tivo consienta en que un hombre tan incompetente me eclipse antes con mi pobre

nombre cesareacute con abnegacioacuten y me ocupareacute de mis ocupaciones domeacutesticas que

he tenido ()53

Los aacutenimos se calmaron hacia fines de 1863 cuando al juez de paz An-selmo Maciel no se le renueva su nombramiento en el cargo designaacutendose en su lugar a Gregorio Orontildeo

ConclusionesA lo largo de estas paacuteginas se ha realizado una aproximacioacuten a las formas

en las que se ejecutaba la recaudacioacuten impositiva hacia la segunda mitad del siglo XIX Las autoridades provinciales invirtieron muchos esfuerzos en re-disentildear el departamento de Hacienda de Santa Fe se crearon nuevas oficinas en Santa Fe (como el Departamento Topograacuteficos la receptoriacutea de Santa Fe o la Tesoreriacutea) se nombraron maacutes empleados para la receptoriacutea de Rosario y se procedioacute a la reapertura de la receptoriacutea de San Geroacutenimo que habiacutea quedado anexada al Juzgado de Paz No obstante ninguna de estas medidas fue sufi-ciente Asiacute las dificultades de dotar a las oficinas de los recursos necesarios para su funcionamiento ndashauxiliares servicios de postas y caballos mobilia-rio etcndash y de proporcionar a los empleados sueldos acordes a las exigencias que se imponiacutea constituyeron problemas difiacuteciles de resolver

Reducir la escala de anaacutelisis para centrar el estudio en una receptoriacutea en concreto ndashla de San Geroacutenimondash nos ha permitido observar las situaciones cotidianas que se generaba en torno a la percepcioacuten de las contribuciones en las que maacutes allaacute de la normativa interveniacutean las loacutegicas locales El recep-tor aunque apareciacutea como una pieza central de la fiscalidad provincial para cumplir con sus tareas necesitoacute de la colaboracioacuten de diferentes autoridades departamentales La dinaacutemica entre estos agentes (receptores jueces de paz

53 AGPSF Contaduriacutea T 113 Leg 29 Notas y cartas del Receptor y juez de paz de Coronda al Contador Gral durante el 1ordm semestre de 1863

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Evangelina De Los Riacuteos

comisarios generales de campantildea y comisarios de campantildea) requeriacutea para proceder a la recaudacioacuten que cuanto menos la comunicacioacuten fuera fluida y reinase cierta armoniacutea entre ellos La superposicioacuten de competencias y las pujas de poder en el intento de imponer su autoridad ocasionoacute muacuteltiples problemas que afectaron los intereses fiscales De poco sirvieron las interven-ciones del colector general y del ministro de gobierno para resolver conflictos que revestiacutean un fuerte caraacutecter local al que pareciacutean no poder poner fin En el fondo las disputas entre el receptor y el juez de paz versaban sobre cues-tiones que excediacutean al ejercicio de sus oficios y teniacutean un caraacutecter maacutes bien personal Una mirada maacutes a ras de suelo revela toda una esfera de accioacuten no previstas en el disentildeo ideal de la administracioacuten centralizada y jerarquizada de las oficinas de hacienda

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las

Alegaciones en Derecho (siglo XVI)

Marcela Correa Barboza(Universidad Nacional de Lujaacuten Argentina)

IntroduccioacutenLos archivos judiciales como las Alegaciones en Derecho en lo tocan-

te a Mayorazgos viacutenculos hidalguiacuteas genealogiacuteas y tiacutetulos nobiliarios Con un iacutendice de personas geograacutefico y de tiacutetulos nobiliarios (Garciacutea Cubero 2004) corpus documental para nuestro estudio constituyen un importante reservorio de documentacioacuten Las Alegaciones con las que contamos son relatos de pleitos que comenzaron en las instancias infe-riores del Sistema Judicial y que fueron apelados hasta llegar al Consejo Real (De Las Heras Santos 1994 Alonso 1985) Estos relatosAlegacio-nes que se presentan ante el Consejo para la resolucioacuten final del pleito dan cuenta de contiendas judiciales de muy larga duracioacuten se sostienen por muchas deacutecadas que incluiacutean maacutes de una generacioacuten de contendientes (mujeres y varones) En el caso que presentaremos la primera alegacioacuten hace referencia a un testamento realizado un siglo antes (1447) y en la uacuteltima alegacioacuten con la que contamos ndashque data de 1582ndash se presenta la

Correa Barboza M (2017) Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegaciones en Derecho (siglo XVI) En B Vincent C Lagunas E Reitano I Sanmartiacuten Barros G Tarragoacute J Polo Saacutenchez O V Pereyra (Coords) Estudios en Historia Mo-derna desde una visioacuten Atlaacutentica Libro homenaje a la trayectoria de la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio (pp XX-XX) La Plata Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten (Memorabilia 2) ISBN 978-950-34-1581-8

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

suacuteplica ante los Tribunales de uno de los contendientes para que la sen-tencia establecida por la justicia se haga efectiva Esta uacuteltima apelacioacuten da cuenta que la sentencia definitiva de los tribunales no se ha cumplido1 Los casos que estudiamos refieren a la sucesioacuten de bienes vinculados o amayorazgados El Mayorazgo seguacuten refiere la legislacioacuten con la que contamos (La ley de Partidas las leyes de Toro la Nueva Recopilacioacuten

1 Estos largos relatos de los pleitos dan cuenta de las sucesiones desde el inicio de la fundacioacuten del viacutenculo ndashcon la pareja fundadorandash y recorre mediante los alegatos de las par-tes una geografiacutea de conflictos que podriacuteamos decir horizontal en tanto que es protagonizada

por las familias del linaje enfrentadas en los Tribunales y vertical al estar las familiasCasas

representadas (en la liacutenea descendente) por cada detentador del viacutenculo expresioacuten del devenir

generacional de estas familias La demora era motivada por diferentes causas y muchas veces por

la conjuncioacuten de varios de estos causantes A la caracteriacutestica de la casuiacutestica de los pleitos (es

decir la sentencia caso por caso sin que se establezca jurisprudencia) se sumaban la concesioacuten

por parte de la Corona de ceacutedulas de suspensioacuten que frenaban inmediatamente los traacutemites la no

presentacioacuten de la documentacioacuten solicitada que impediacutea que los abogados presentaran las in-

formaciones necesarias para que proceda la causa la ausencia de testigos o que una de las partes

no se presente ante el tribunal para contestar el accionar de la otra parte Ademaacutes de estas causas

existiacutean otras (que pudimos observar en otras Alegaciones) como la recusacioacuten de los magistra-

dos u otro funcionario del tribunal sospechosos de prejuicio favoritismo de trabajar de alguna

manera que dantildee la ldquojusticiardquo Si la acusacioacuten era probada los funcionarios culpables debiacutean ser

retirados de la causa eso significaba designar nuevos funcionarios y fijar un nuevo calendario

Ademaacutes figuran como motivos de la dilatacioacuten de las sentencias debemos considerar el traslado

de personal de un lugar a otro por parte de la Corona porque preferiacutea que sus propios magistra-

dos participaran en comisiones especiales de investigacioacuten y en funciones extrajudiciales que los

alejaba de los tribunales durante meses Finalmente existieron causas naturales como la muerte

de un magistrado que retrasaban los traacutemites durante meses porque el nuevo magistrado necesi-

taba tiempo para ponerse al corriente de todos los detalles o la muerte de uno de los litigantes

hecho que generaba pleitos subsidiarios y un terrible papeleo La lentitud de las comunicaciones

y las enfermedades tambieacuten contribuiacutean la peste interrumpioacute el trabajo en los tribunales en varias

ocasiones durante el siglo XVI En los pleitos ganaba el litigante cuyos consejeros sabiacutean coacutemo

sacar partido de la Corona y de las complejidades procesales de los tribunales para acelerar o

retrasar la audiencia La duracioacuten de estos litigios da cuenta de la cuantiacutea a la que los mismos

refieren aunque resulte difiacutecil calcular la incidencia a largo plazo de los pleitos en bienes econoacute-

micos de la clase noble espantildeola (Kagan 1991 Tomaacutes y Valiente 1992)

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Marcela Correa Barboza

la Noviacutesima Recopilacioacuten y los escritos de los tratadistas) es la institucioacuten que vincula la propiedad de bienes especiacuteficos a partir de determinado grado de consanguinidad al linaje que lo fundoacute (Clavero 1974) Esta for-ma de heredabilidad basada en el principio del hijo primogeacutenito o agna-do si bien no es la uacutenica forma de transmisioacuten de los bienes en los reinos de la Monarquiacutea Hispaacutenica ha sido el modelo elegido por la nobleza ndashy las oligarquiacuteas urbanasndash para asegurar la perpetuidad del patrimonio en una familia determinada bajo la titularidad de su Cabeza de linaje

En las Alegaciones las mujeres son sujetos con capacidades juriacutedicas Podemos verlas a traveacutes del relato de los Secretarios cuando resumen los pleitos en cuestioacuten litigando ya sea como demandantes de derechos o bien siendo sujetos a las que se les reclaman bienes que estaacuten bajo su posesioacuten o dominio Las mujeres aparecen en este relato judicial como un actor maacutes ac-tuando al interior de la dinaacutemica relacional social de sus familias de origen Ellas pleitean acompantildeando a sus maridos en su calidad de esposas en otras ocasiones como viudas tutoras de sus hijos menores tambieacuten aparecen pro-cediendo al interior de relaciones parentelares como hermanas hijas (legiacuteti-mas o naturales) como mujeres monjas en los conventos femeninos Es decir que ellas litigan con un procurador de por medio por bienes de herencias o bienes vinculados a los que consideran que tienen derecho por ser parte de un universo familiar que las protege y las vincula en Derecho con aquellos bienes por los que pleitean

El caso del pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Buendiacutea

Sobre el pleito por los bienes vinculados de la Casa de los Buendiacutea contamos con tres Alegaciones a) El testamento y Mayorazgo que presentoacute Dontildea Mariacutea de Acuntildea que dice otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea b) Informacioacuten en derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo c) Por Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo

Nuestra propuesta de trabajo con las Alegaciones de este caso es la si-guiente en primer lugar realizaremos un relato de coacutemo se ha desarrollado

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

el conflicto por estos especiacuteficos bienes patrimoniales a lo largo del tiempo seguacuten da cuenta la Relacioacuten de la causa es decir la Alegacioacuten detenieacutendo-nos en algunas cuestiones de la trama judicial y social que se traslucen en el escrito del Secretario de justicia Nos abocaremos en este estudio a analizar la normativa que permitioacute a determinadas mujeres (relacionadas con los Con-des de Buendiacutea del linaje Acuntildea-Herrera) acceder a estos bienes como a las restricciones o impedimentos para quienes litigan por ellos

En la Primera Alegacioacuten se establece que en el antildeo 1574 Dontildea Mariacutea de Acuntildea presenta el testamento que otorgaron Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz contra Leonor de Acuntildea su tiacutea por el Mayoraz-go en disputa Este testamento tiene sus oriacutegenes a mediados del siglo XV (1447) cuando Loacutepe Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz crean el Mayorazgo que dice Mariacutea de Acuntildea tiene derecho a heredar A continuacioacuten presentamos un cuadro donde pueden observarse las liacuteneas su-cesorias en el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea conforme al testamento analizado que brinda detalles de los viacutenculos familiares de los fundadores del Mayorazgo2

Seguacuten refiere la documentacioacuten en el testamento citado Lope Vaacutezquez de Acuntildea establecioacute Mayorazgo a favor de Don Pedro de Acuntildea de Albornoz su hijo mayor legiacutetimo

Los bienes vinculados eran la villa de Buendiacutea en el obispado de Cuenca tierras

y teacuterminos de (en) la ciudad de Guete y de la Orden de San Juan con sus tierras

y vasallos pechos derechos y rentas con sus prados y pastos su jurisdiccioacuten

y justicia civil y criminal alta y baja y con todos los bienes pertenecientes al

sentildeoriacuteo de dicha villa3

El testamento fue realizado en vida de Lope Vaacutezquez de Acuntildea y Dontildea Teresa Carrillo de Albornoz fundadores del Mayorazgo (1447) Alliacute se expresoacute

2 Fuente PORCON 1085-28 ndashBNMndash

3 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Entendemos que los bienes en disputa no consistiacutean en la tota-lidad del patrimonio de esta Casa sino que eran bienes que los fundadores del Mayorazgo vincularon a un heredero y sus descendientes Estos bienes obviamente quedan excluidos de cualquier reparto entre los herederos forzosos de estos nobles Sin embargo esto no siempre sucede al deseo de los fundadores porque cuando se produzcan vacancias el resto de los miembros de la familia que fueron excluidos de la sucesioacuten al viacutenculo se sentiraacute con derecho a reclamarlos

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Marcela Correa Barboza

que ldquola villa de Buendiacutea sus casas y cueva y los otros bienes que se encuen-tran en la villardquo4 se hereden despueacutes de la muerte de los fundadores del Mayorazgo en Pedro su hijo primogeacutenito Como hemos dicho maacutes arriba los fundadores de Mayorazgos con la anuencia de la Corona no soacutelo estable-cieron cuaacuteles seraacuten los bienes incluidos en el viacutenculo sino el orden riguroso de la sucesioacuten que seriacutea a favor del primogeacutenito mencionado Pedro con la siguiente aclaracioacuten ldquoel Mayorazgo deberiacutea sucederse por liacutenea agnaticia en su hijo mayor legiacutetimo nietos y biznietos que descendieran de eacutelrdquo5 El testa-mento estableciacutea tambieacuten que si Pedro muriera sin descendencia la sucesioacuten en el viacutenculo iriacutea a Loacutepe de Acuntildea hermano menor de Pedro ldquoy de este a sus descendientes varones teniendo en cuenta los principios de primogenitura y masculinidadrdquo6 En caso que ndashsigue aclarando el testamentondash Pedro y Lope murieran sin dejar descendientes los bienes iriacutean a su nieto Alfonso de Silva hijo de Juan de Silva y de su hija Leonor de Acuntildea El testamento tambieacuten preveacute que si Alfonso de Silva no alcanzara la mayoriacutea de edad la herencia pa-sariacutea a la familia de los Goacutemez Carrillo (hijo de los fundadores) en la persona de su nieto Alfonso Carrillo y finalmente si ninguno de estos varones en la liacutenea mencionada pudieran acceder a la posesioacuten y tenuta de los bienes vin-culados7 eacutestos pasariacutean a los miembros de la familia que constituyera Leonor Carrillo hermana de Alfonso de Silva y sobrina de Leonor de Acuntildea del Linaje de los fundadores Ante el fallecimiento de estos herederos y sus descendientes

4 PORCON1085-28 ndashBNMndash CS

5 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

6 PORCON 1085-28 ndashBNMndash CS

7 La Tenuta incluye la posesioacuten y tambieacuten la ldquopropiedadrdquo de un determinado patrimonio La Te-nuta aparece en la doctrina juriacutedica bajo la categoriacutea de posesioacuten civiliacutesima mientras que en el Derecho procesal se lo llama Derecho de tenuta De esta manera el juicio de tenuta declara a favor de quien ya usufructuacutea los bienes seguacuten lo establecido en la ley 45 de Toro sobre el Derecho civil y natural En 1543 se fija que entre un juicio de tenuta y uno de ldquopropiedadrdquo debe mediar medio antildeo desde el fallecimiento del uacuteltimo poseedor A partir de 1560 las Cortes de Toledo establecen que el Derecho de Tenuta es un paso previo a la declaracioacuten del Derecho de ldquoPropiedadrdquo En caso de pleito el juicio de Tenuta se realiza ante el Consejo de Castilla y se entiende solo por tenencia de bienes y el de ldquopropiedadrdquo se lleva adelante ante la Audiencia correspondiente (seguacuten si los bienes se encuentran al norte o al sur del riacuteo Tajo corresponde la Audiencia de Valladolid o la de Granada respectivamente) La peticioacuten 1573 solicita que ldquola remisioacuten desde el Consejo se haga a las nuestras Audiencias tan solamente a la propiedad y no solamente a la posesioacuten como hasta aquiacute se ha hechordquo (Noviacutesima Recopilacioacuten Lib 11 Cap 24 t 3)

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Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea

los testadores aclaran que los herederos siguientes seriacutean aquellos ldquoparientes maacutes cercanos que porten al apellido Acuntildeardquo Y tambieacuten se detallan bienes no vinculados que seraacuten heredados por otros parientes8 Debemos tener presente que este testamento como vemos confirma a Mariacutea de Acuntildea en la posesioacuten del Mayorazgo y es prueba testimonial presentada por ella en el pleito que a traveacutes de los alegatos estamos estudiando

La Segunda Alegacioacuten es la Informacioacuten en Derecho por parte de Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1574) Esta Alegacioacuten comienza con la Informacioacuten en Derecho realizada por Don Diego Osorio de Herrera contra el licenciado Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayo-razgo En este documento se presenta la suplicacioacuten por segunda vez de Don Diego Osorio Herrera por los bienes vinculados en cuestioacuten (que ya hemos mencionado) Podemos suponer dado que contamos con la Alegacioacuten sobre la segunda suplicacioacuten de Don Diego Osorio de Herrera que en Alegaciones anteriores se ratifica la sentencia establecida en la Chancilleriacutea de Valladolid seguacuten la cual los bienes en cuestioacuten deben ser entregados al dicho Don Diego Osorio Herrera El Mayorazgo sobre el que hacen alusioacuten las Alegaciones fue fundado en 1519 por Jorge de Herrera y Mariacutea de Vivero su mujer con los bienes de ambos La Facultad Real que daba lugar a la fundacioacuten del Mayorazgo estableciacutea que el mismo podiacutea aumentarse o disminuirse y asi-mismo podiacutea ser revocado en parte o en su totalidad (tanto en lo referido a los bienes como a los sucesores del viacutenculo) En el antildeo 1525 ndashse lee en las Alegacionesndash los fundadores llamaron como heredero del Mayorazgo a su hijo Juan de Herrera casado con Isabel de Salazar Esta mujer quedoacute incluida en el Mayorazgo en ese antildeo porque atendiendo a la posibilidad de aumentar-lo incorporoacute a los bienes vinculados cien mil maravediacutees que como vemos en las Alegaciones deberiacutean formar parte de los bienes amayorazgados que reclama Diego Osorio Herrera por haber sido incorporados como parte del viacutenculo En el antildeo 1526 se agrega que a las mujeres se las excluye en la su-cesioacuten En el antildeo 1540 moriacutea Dontildea Mariacutea de Vivero y el viudo Don Jorge de Herrera ndashque detentaba el Mayorazgondash reafirma la exclusioacuten de las mujeres para heredar Estas revocatorias y modificaciones se hicieron seguacuten se lee en

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la documentacioacuten porque en el antildeo 1526 se omitioacute declarar quieacutenes seriacutean nombrados sucesores en el Mayorazgo en caso que Juan de Herrera murie-ra sin descendencia establecieacutendose (en 1540) que ldquosucederaacute cualquier hijo varoacuten y sus descendientes varones y a falta de eacutestos podriacutea heredar Mariacutea de Acuntildea abuela de los pleiteantes pero no podraacuten hacerlo las hijas mujeres que descienden de Mariacutea de Acuntildea hija de Diego Osorio de Silva primo de Juan de Herrera uacuteltimo poseedor del Mayorazgordquo9 Luego de estas modifica-ciones se realiza el llamamiento a suceder en el antildeo 1540 a todos los descen-dientes de Don Luis de Osorio hijo mayor de Antonio de Herrera y despueacutes de eacutel sus descendientes varones con exclusioacuten expresa de las mujeres10

En consecuencia Mariacutea de Acuntildea nieta de Luis Osorio de Silva y Mariacutea de Acuntildea excluida por la normativa a suceder reclamoacute reiniciando el pleito para que los bienes que estaban vinculados quedaran libres del viacutenculo ya que no habiacutea varones descendientes de Luis Osorio de Silva (uacuteltimo poseedor legiacutetimo del Mayorazgo) para heredarlos Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta en el graacutefico) quien a nuestro criterio se encontraba en posesioacuten del patrimonio en litigio soacutelo podriacutea poseer su tenencia (tenuta) legalmente si los mismos eran declarados libres de toda relacioacuten vincular

La Tercera Alegacioacuten la realiza Don Diego Osorio de Herrera contra Diego Lope de Orozco y Dontildea Mariacutea de Acuntildea su mujer sobre bienes de Mayorazgo (1582) En este caso la respuesta de los Tribunales Superiores es ratificar la normativa juriacutedica sobre la sucesioacuten del Mayorazgos en el va-roacuten Normativa que tambieacuten estaacute presente en las claacuteusulas establecidas por los fundadores En consecuencia se ratifica la exclusioacuten de las mujeres para acceder a estos bienes amayorazgados Y tambieacuten se revalida que los bienes litigados corresponden a Don Diego Osorio de Herrera instituido como su-cesor legiacutetimo de dichos bienes11

Las argumentaciones de Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la nieta pleiteante) al solicitar que los bienes sean declarados libres y no vinculados al linaje se basaban en que al quedar vacante la herencia del Mayorazgo ella teniacutea una posibilidad de obtener el patrimonio si estos eran declarados libres y como

9 PORCON 414-28 p3 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

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hemos visto esto no sucedioacute Si observamos el esquema parentelar de la familia Acuntildea-Herrera que acabamos de presentar y que hemos elaborado a partir del anaacutelisis de las tres Alegaciones estudiadas vemos que Don Juan de Herrera el primero llamado a heredar el patrimonio amayorazgado muere sin hijos y que lo mismo sucede con su hermano Don Geroacutenimo de Herrera que es el segun-do en los llamamientos de la Fundacioacuten Ante esta vacancia de herederos el patrimonio pasa a Don Luis Osorio de Silva que es el siguiente en la liacutenea su-cesoria y luego ndashgracias a una excepcioacuten que la Monarquiacutea autoriza en el antildeo 1540 para que se perpetuacutee el viacutenculondash los bienes los hereda su hija Dontildea Mariacutea de Acuntildea ya que ldquohellippara que no se acabe sino que siempre quede perpetuo [el Mayorazgo] hellip por el derecho las hembras tienen su lugar que es suceder agrave falta de varon de la misma liacutenea y gradordquo12 En este caso la Corona permite la sucesioacuten por agnacioacuten ficticia o irregular para que el viacutenculo no se disuelva sino que se perpetuacutee en la persona de Mariacutea La excepcioacuten permitida a Mariacutea de Acuntildea ndashpor otra parte la abuela de los dos futuros pleiteantesndash para acceder al Mayorazgo indicariacutea una ldquoirregularidadrdquo en los llamamientos porque no habiacutea varones con posibilidad de acceder al viacutenculo y porque se privilegioacute que este no desaparezca y permanezca en la Casa de los Acuntildea13 Sin embargo en los posteriores llamados ndashel del hijo de Mariacuteandash la sucesioacuten se ajustoacute a Derecho se siguioacute el orden prescripto en la normativa general al pariente varoacuten maacutes proacuteximo en este caso Luis el primer hijo de Mariacutea quien es expresamente mencionado en la sucesioacuten de los bienes De esta manera se afirmoacute la ldquoagna-cioacuten rigurosa con la exclusioacuten expresa de las mujeresrdquo El Mayorazgo perma-necioacute en la Casa de los Acuntildea Pero Don Luis Osorio soacutelo tuvo una hija que se llamaraacute como su abuela Mariacutea Ella si bien se encontraba usufructuando los bienes no habiacutea accedido a ellos legiacutetimamente porque las mujeres estaban como vimos expresamente excluidas del viacutenculo En este contexto Don Diego Osorio de Herrera primo de Mariacutea pleitearaacute con ella en la segunda mitad del siglo XVI apelando a los viacutenculos de sangre con su abuela Mariacutea de Acuntildea

12 PORCON 414-28 p 12 ndashBNMndash CS Las cursivas son de la autora

13 En palabras de Bartolomeacute Clavero (1974) ldquocuando un fundador de Mayorazgo no adopta para el mismo el orden sucesorio de primogenitura y representacioacuten (ley de Toro Nordm 27) tal medida no era tomada por haberse de estimar la presunta virtud de alguacuten otro modelo sucesorio sino por introducir en la sucesioacuten particularidades familiares o preferencias individuales que podiacutea venir motivada por la existencia de alguacuten viacutenculo en beneficio de alguna liacutenea de descendencia determinadardquo (p 226)

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Asiacute en los argumentos que se detallan en las Alegaciones del antildeo 1582 vemos ndashcomo hemos dichondash que por un lado Dontildea Mariacutea de Acuntildea hija del uacuteltimo poseedor Don Luis de Osorio solicita al Tribunal heredar los bienes vinculados como bienes libres porque estaacute excluida de suceder en el Mayorazgo Y por otra parte Diego de Osorio apoyaacutendose en la norma de la agnacioacuten rigurosa inicia el pleito por estos bienes en calidad de vinculados No conocemos el fin de este litigio pero podemos presumir que los bienes hayan permanecidos en la fami-lia Acuntildea ligada al uacuteltimo poseedor por liacutenea rigurosa en la sucesioacuten Es decir cuando la normativa establecida se encuentra en la praacutectica con situaciones que no fueron previstas en este caso la vacancia al Mayorazgo por falta de herederos varones las familias recurren a los Tribunales para obtener excepcio-nes en las normativas (Dedieu y Windler 1998) Amparada por el entramado de relaciones familiares es que Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela primero y la nieta despueacutes) accedieron a los bienes vinculados A la abuela la ley la amparoacute cuando establecioacute que de manera excepcional a falta de varones agnados pueda ser ella la heredera de los bienes14 A partir de ese momento las liacuteneas sucesorias de Mariacutea de Acuntildea se fortalecen en sus relaciones parentelares y consolidan su posesioacuten sobre dichos bienes Pero al encontrarse un varoacuten Don Diego Osorio de Herrera en condiciones de reclamar el viacutenculo como varoacuten agnado nieto de Mariacutea y sobrino del uacuteltimo poseedor del mayorazgo (Don Luis de Osorio) la ley lo favorecioacute en su reclamo Don Diego siguioacute apelando ante los Tribunales Reales para que lo establecido por la Chancilleriacutea en su favor se cumpla dado que los bienes continuaban en disfrute de la Casa de los Acuntildea o en concreto de Dontildea Mariacutea de Acuntildea su prima La importancia de detentar la posesioacuten del Mayorazgo radicaba en que los miembros de la familia que lo tuviera alcanzariacutea mayores posibilidades de acceder a tiacutetulos honores cargos etc es decir a lograr determinados grados de poder en suma que facilitaraacute la perpetuacioacuten de los valores materiales y simboacutelicos adquiridos en el grupo de parientes al que pertenece y en consecuencia responder a las exigencias de caraacutecter poliacutetico que la Corona impone a los varones que son Cabeza de los grandes linajes y titulares de Mayorazgo en la administracioacuten del reino Por este motivo es obligacioacuten que los Mayorazgos se funden con Facultad Real (Atienza Hernaacutendez 1991)

14 Ver otros casos en Lagunas (2010a y 2010b)

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Los miembros de esta rama del linaje ndashlos Acuntildeandash argumentan en la Alegacioacuten en cuestioacuten ldquohaber accedido a los bienes porque hubo varios lla-mados a la sucesioacuten que quedaron vacantesrdquo como veiacuteamos anteriormente Recordemos que ellos solicitaban que los bienes se declararan libres del viacuten-culo En la respuesta emitida por el Tribunal seguacuten se refiere en la Alega-cioacuten se sentencioacute sobre la imposibilidad de considerar a dichos bienes como libres asimismo se ratificaron las reglas sucesorias a favor de los varones establecidas en el momento de la fundacioacuten de 1540 y se reafirmaron las po-sibilidades y limitaciones al acceso a dichos bienes por las mujeres

ConclusionesEsta investigacioacuten ha sido abordada desde Historia Social de la Cultura

la Historia Cultural de lo social y la Historia de las Mujeres Esta perspectiva historiograacutefica en relacioacuten con los estudios sobre nobleza facilita y comple-jiza a nuestro entender el anaacutelisis del rol social cultural y econoacutemico de las mujeres nobles De esta manera hemos podido analizar el accionar de estas mujeres en los Tribunales de la Justicia durante la Monarquiacutea de los Austria como parte de la interaccioacuten constante de las relaciones de poder y de geacutenero que formaban parte de la dinaacutemica social cultural y patrimonial de los sec-tores nobiliarios sus sistemas de valores creencias y costumbres arraigadas La dinaacutemica nobiliaria ndashy de las oligarquiacuteas urbanasndash implicoacute construir una memoria a partir de la elaboracioacuten de genealogiacuteas que permitan a sus miem-bros identificarse con determinado linaje (Contreras 1995 Atienza Hernaacuten-dez 1998) concertar matrimonios beneficiosos y fundar Mayorazgos15 Los matrimonios fueron una de las principales estrategias adoptadas por las fami-lias nobles ndashy de la oligarquiacutea urbana tambieacutenndash para lograr la reproduccioacuten social de sus Casas y a traveacutes del mayorazgo buscaron transmitir el patrimo-nio lo maacutes iacutentegro y consolidado que fuera posible

Entonces como vimos la heredabilidad mediante la fundacioacuten de Ma-yorazgos tuvo por objetivo evitar la disgregacioacuten patrimonial y trasmitirlo unificado al descendiente legiacutetimo Este modelo de herencia es en cierta me-dida excluyente en tanto que beneficia a los primogeacutenitos varones antes que a las hijas mujeres pero tambieacuten excluye a los hijos segundones aunque les

15 Sobre matrimonio y organizacioacuten familiar de la nobleza ver Chacoacuten Jimeacutenez (2007) y Loacutepez Cordoacuten Cortezo (1998)

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otorga un lugar de privilegio ante vacancia frente a las hermanas La pose-sioacuten del viacutenculo permite a los Cabezas de linaje entablar una relacioacuten maacutes estrecha con la Corona que es quien ndashen primera instanciandash debe autorizar la fundacioacuten de un Mayorazgo La Monarquiacutea a traveacutes de esta autorizacioacuten mediante Ceacutedula Real protege el patrimonio ldquode la nobleza para la noblezardquo y entabla relaciones viacutenculos de variadas naturalezas (de amistad cliente-lares de servicio) con los titulares de los Mayorazgos legitimando las rela-ciones de poder de alta poliacutetica entre la nobleza y sus Cabezas de linaje Por otro lado para la nobleza fue importante la existencia de estas propiedades vinculadas ndashque no entraban en ninguacuten sistema de ldquoventas de bienesrdquo o de ldquodespojo por deudas contraiacutedasrdquondash en los momentos de recesioacuten econoacutemica por las que atravesoacute el Reino en los siglos en estudio ya que les aseguraba la ldquointangibilidadrdquo del patrimonio familiar heredado y a trasmitir del mismo modo En este caso para las Casas nobles la posesioacuten contundente del viacutencu-lo determinoacute la posibilidad de mantenerse en el estamento dominante aunque el conflicto sucesorio no estuvo ausente entre las grandes familias No obs-tante las crisis econoacutemicas asiacute como las pestes y la debilidad demograacutefica o la muerte sin descendencia del uacuteltimo poseedor del Mayorazgo y sin haber establecido testamento generaron muchas veces que la sucesioacuten regular al viacutenculo no contara con descendientes varones como lo establecen las reglas de herencia instituidas (Pastor 1990 Irigoyen Loacutepez y Peacuterez Ortiz 2002) En estos casos cuando el titular fallece el grupo de emparentados incluidas las ramas colaterales se presentan para reclamar la sucesioacuten en los bienes materiales privilegios y status que otorga la tenuta y posesioacuten del viacutenculo Es entonces cuando comienzan a disputarse los bienes aquellas personas que poseen lazos consanguiacuteneos con el fundador pero que por razoacuten de su sexo o por no encontrarse en la liacutenea regular de sucesioacuten no fueron nombradas en los llamamientos a heredar Esta disputa por los bienes generoacute largos pleitos dado que ante la disconformidad de alguna de las partes con las sentencias dictadas eacutestas vuelven a ser apeldas ante el Consejo Real que es el maacuteximo Tribunal y que encabezado por el mismo monarca dictaraacute la sentencia final ya sin posibilidad de ser reclamada por alguna de las partes Sin embargo como vimos en el caso estudiado los poseedores y usufructuarios del viacutenculo (los demandados) no accediacutean a entregar los bienes al demandante cuando la justicia fallaba a favor de este uacuteltimo

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Ademaacutes del patrimonio vinculado como vimos la legislacioacuten establece la existencia de otros bienes patrimoniales que se encuentran por fuera de los bienes amayorazgados y que forman parte de las herencias Estos bienes son los gananciales la legiacutetima la mejora y los bienes libres Podemos decir entonces que el patrimonio de una Casa nobiliaria excede los bienes vinculados y que si bien este patrimonio no vinculado es heredado ndashen partes no igualitariasndash por los diversos miembros (masculinos y femeninos) de las familias sin embargo aqueacutelaquella que accede al Mayorazgo tiene asegurada una cuota o plus ndashpara siacute y para su FamiliaCasandash de fortuna privilegios y prestigio social En el pleito por el Mayorazgo de los Condes de Buendiacutea veiacuteamos coacutemo Mariacutea de Acuntildea (la nieta) ante la falta de herederos varones en la sucesioacuten y su imposibilidad de heredar los bienes por sucesioacuten regular (porque es mujer) solicita al Tribunal que el patrimonio en litigio sea considerado como bienes libres y asiacute poder ella acceder por Derecho a dichos bienes que de hecho ya usufructuaba En este mismo litigio mostraacutebamos ademaacutes coacutemo en 1540 Dontildea Mariacutea de Acuntildea (la abuela) era llamada por testamento a suceder en el viacutenculo de la Casa de Buendiacutea previendo la falta de varones en la liacutenea rigurosa de sucesioacuten y vimos coacutemo finalmente Mariacutea ante la vacancia del viacutenculo se erige en poseedora de los bienes litigados Esto sucede antes de establecerse la Real Pragmaacutetica de 1615 en la que Felipe III autoriza a las mujeres bajo circunstancias especiacuteficas como es la vacancia del viacutenculo a heredar bienes amayorazgados

Si bien la Alegacioacuten sobre el litigio del patrimonio de los Condes de Buendiacutea es el uacutenico documento del siglo XVI que presentamos aquiacute no es el uacutenico que hemos estudiado un nuacutemero de documentos que consideramos significativo dan cuenta de mujeres (nobles y de las oligarquiacuteas urbanas) li-tigando por bienes amayorazgados durante todo el siglo XVI Creemos que si ellas litigaban por el acceso a estos bienes (aunque en muchos casos no fueran favorecidas por los Tribunales) es porque se presumiacutean con el derecho a poseerlos y porque su actuacioacuten ante los Tribunales (procurador de por medio) era parte de las estrategias de las familias de los linajes de las que formaban parte en tanto miembros femeninos Estas mujeres eran en muchos casos usufructuarias de los bienes y debiacutean demostrar su posesioacuten ante los Tribunales El Derecho vigente las asistiacutea en parte parcialmente El mejor estado de estas mujeres era ser viuda con hijos (sobre todo varones) menores

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a cargo Ellas podiacutean heredar bienes de Mayorazgos bajo la figura juriacutedica de agnacioacuten ficticia (Tau Anzoaacutetegui 1970)

Podemos afirmar entonces que en la praacutectica las mujeres accedieron a la posesioacuten y en algunos casos a la titularidad de Mayorazgos Pudieron hacerlo a traveacutes de litigar (procurador de por medio) por esos bienes pa-trimoniales ante los Tribunales Esta praacutectica era ademaacutes una estrategia (junto con la concertacioacuten de matrimonios y los sistemas de herencias) es-grimida por los grupos nobiliarios con la finalidad de mantener o aumentar el patrimonio familiar Y en esas estrategias las mujeres cumplieron sus roles en tanto que formaban parte de los linajes y ocupaban en estos a ve-ces lugares privilegiados como esposas madres yo viudas a cargo de hijos menores y en ocasiones muy frecuentes ante la muerte del marido son las Cabezas de las familias Las mujeres en el sistema juriacutedico imperante en la Modernidad son sujetos que pueden reclamar derechos para siacute y sus familias sobre aquellos bienes por los cuales pleitean dado que consideran que por justicia les corresponden (Saacutenchez 2002) Es decir que si bien la legislacioacuten otorgoacute al varoacuten el control y la autoridad sobre los bienes y su familia en la Modernidad la legislacioacuten real imperante otorgoacute a las muje-res derechos a acceder a los Tribunales para pleitear por sus intereses en su condicioacuten de esposas viudas e hijas

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AUTORES Y AUTORAS

CARZOLIO Mariacutea Ineacutes Doctora en Filosofiacutea y Letras de la Facultad de Filosofiacutea y Letras de

la UBA y profesora titular de Historia General IV FaHCE-UNLP y en la Carrera de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR hasta 2012 Su aacuterea de especializacioacuten es la Historia social Es autora de numerosas aportaciones en Historia Moderna de Espantildea tales como (2001) con Vasallo RL y Graca L Da Documentacioacuten del Monasterio de Santo Toribio de Lieacutebana Apeos de 1515 y 1538 (2003) Inclusioacuten exclusioacuten Las dos caras de la sociedad del Antiguo Reacutegimen (2005) con Barriera D (comp) Poliacute-tica Cultura Religioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Homenaje a Reyna Pastor (2010) con Lagunas C y Fernaacutendez R El Antiguo Reacutegimen Una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica ha participado en obras colectivas como (2002) ldquoAntroponimia servil en el No-roeste hispaacutenico Los siervos de Celanova Sobrado y Samosrdquo en Genese me-dievale de lrsquoanthroponymie moderne vol V coord por M Bourin-Derruau y P Chareille Universiteacute de Tours (2002) ldquoEn los oriacutegenes de la ciudadaniacutea en Castilla La identidad poliacutetica del vecino durante los siglos XVI y XVIIrdquo Hispania CSIC (2004) ldquoLa ciudadaniacutea de Antiguo Reacutegimen en Castilla-Ara-goacuten y Francia Diego Peacuterez de Mesa Juan Costa y Juan Bodinrdquo en Joseph Fontana Histograveria i projecte social Reconoixement a una trajectograveria (2008) ldquoSobre forasteros y vecinos Praacutecticas de reciprocidad en los concejos rura-les de la periferia castellana durante la modernidad tempranardquo en J Gallego (comp) Habitar Producir y Pensar el Espacio Rural de la Antiguumledad al Mundo Moderno entre otras muchos artiacuteculos y publicaciones en el aacutembito acadeacutemico nacional como en el internacional

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Autores y autoras

Coordinadores

GONZAacuteLEZ MEZQUITA Mariacutea Luz Profesora de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Mar del

Plata (UNMDP) Acadeacutemica correspondiente en Argentina de la Real Acade-mia de la Historia de Madrid Doctora en Historia por la Universidad Com-plutense de Madrid Directora del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Eu-ropa Moderna (GIHEM)-CEHIS Directora del proyecto de Investigacioacuten Poder y cultura poliacutetica en la Espantildea Moderna Las elites y sus praacutecticas discursos y representaciones en la fundamentacioacuten de un sistema de poder En el marco del (GIHEM) - UNMDP Ha formado parte e integra en la actua-lidad Grupos de Investigacioacuten en Argentina Espantildea e Italia Es Directora de Magallaacutenica Revista de Historia Moderna de la Red de Historia Moderna (httpwwwredhistoriamodernacomar) Ha sido profesora invitada en dife-rentes universidades argentinas y del exterior Coordina cada dos antildeos desde 1994 los Coloquios Internacionales de Historiografiacutea Europea y Jornadas de Estudios sobre la Modernidad Claacutesica en la UNMDP y es responsable de la edicioacuten de sus resultados Sus investigaciones se centran en las diferentes ma-nifestaciones de la cultura poliacutetica moderna con referencia especial a la opi-nioacuten puacuteblica y la propaganda Es autora de numerosas obras y artiacuteculos entre ellos Oposicioacuten y disidencia nobiliaria en la Guerra de Sucesioacuten Espantildeola El caso del Almirante de Castilla Valladolid Junta de Castilla y Leoacuten 2007

LAGUNAS CeciliaDoctora en Historia por la UNLu ha sido Profesora Titular Ordinaria del

aacuterea Medieval y Moderna y es Profesora Extraordinaria Emeacuterita por dicha Universidad directora de la Maestriacutea y Especializacioacuten en Estudios de las Mujeres y de Geacutenero que se dicta en la Universidad Nacional de Lujaacuten Su eje de investigacioacuten se despliega en problemaacutetica referidas a la Historia de Geacutenero y de la Mujeres Entre sus publicaciones figuran junto con Carzolio M I y Fernaacutendez Prieto R I (Coordinadoras) (2010) El Antiguo Reacutegimen una mirada de dos mundos Espantildea y Ameacuterica su participacioacuten en trabajos colectivos (2009) Familia herencia y patrimonio la sucesioacuten de las mujeres en la herencia de bienes familiares vinculadosrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Franco Rubio G

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Autores y autoras

A y Peacuterez Samper M A (coordinadoras) Herederas de Cliacuteo Mujeres que han impulsado la Historia asiacute como artiacuteculos en diversas revistas nacionales e internacionales tales como (1991) ldquoAbadesas sorores y prebiacuteteros en el monasterio duacuteplice de Santiago de Leoacuten siglos X-XIrdquo (1997) ldquoAbadesas monjas y monjes reformadores en monasterios gallegos a fines del siglo XVrdquo (1998) Derechos y actividades de las mujeres leonesas en la Baja Edad Me-dia a traveacutes de fuentes de aplicacioacuten del derecho (siglos XIV-XV) junto con Granara G (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo entre otros

MORICONI MiriamDoctora en Humanidades y Artes mencioacuten Historia por la Universidad

Nacional de Rosario Docente investigadora por la UNR Miembro del Centro de Estudios de Historia Europea-Fac de Humanidades y Artes-UNR Miem-bro del Centro de Estudios Espantildeoles -Fac de Humanidades y Artes-UNR Miembro del Centro de Estudios Sociales Regionales -CeSoR- CONICET Entre sus publicaciones figuran (2006) en coautoriacutea con Paula Caldo Vivir para contarlo Memorias e Indicios Visuales del pueblo de Luis Palacios (2012) Piedad y jurisdiccioacuten Cultura jurisdiccional en la Monarquiacutea Hispaacute-nica Siglos XVI-XVIII (2011) ldquoEl curato de naturales en Santa Fe del Riacuteo de la Plata Siglos XVII-XVIIIrdquo Hispania Sacra LXIII 128 (2005) ldquoCompor-tamiento poliacutetico de los actores sociales en el concejo de Potes (sXV-XVII)rdquo en Carzolio M I y Barriera D G (compiladores) Poliacutetica Cultura Reli-gioacuten Del Antiguo Reacutegimen a la formacioacuten de los Estados Nacionales Ho-menaje a Reyna Pastor (2014) ldquoCon los curas a otra parte Curatos rurales y doctrinas en la frontera sur santafesina (1700-1740)rdquo en Barriera D G y Fra-dkin R O (coordinadores) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe 1720-1830 entre otras publicaciones acadeacutemicas

PEREYRA Osvaldo Viacutector Doctor en Historia Moderna de Europa por las Universidades de Mar

del Plata y de Cantabria (Santander) Espantildea Investigador categorizado por la Universidad de La Plata en donde se desempentildea tambieacuten como docente en la Caacutetedra de Historia General IV (Historia Moderna) Desde la Historia social y la llamada nueva historia poliacutetica estudia la conformacioacuten de las

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Autores y autoras

elites de poder y las redes de dependencia entres los linajes y las familias sentildeoriales del reino de Castilla (siglos XIV-XVI) asiacute como las dinaacutemicas de interaccioacuten entre elementos nobiliares y oligarquiacuteas urbanas en la temprana modernidad Entre su produccioacuten figuran (2015) De Infanzones a Patricios Castro Urdiales y su elite de poder Reconstruccioacuten de un universo urbano en el litoral mariacutetimo cantaacutebrico castellano (Siglos XIV-XVI) Madrid Edito-rial Acadeacutemica Espantildeola Asiacute como artiacuteculos en diversas revistas cientiacuteficas como (2014) ldquoDinaacutemica transaccional genealogiacutea y construccioacuten de la me-moria en la nobleza castellana septentrional en la Baja Edad Mediardquo (2013) ldquoRelaciones ciudad y aldea en el aacutembito sentildeorial parentelas y clientelismo en el marco del sentildeoriacuteo de los Condestablerdquo (2012) ldquoDel acutebuen gobierno de la ciudadacute Elites urbanas monarquiacutea y dinaacutemica transaccional en las villas portuarias septentrionales castellanas en la alta modernidadrdquo

POLO SAacuteNCHEZ J Julio Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria Catedraacute-

tico de la misma Universidad especializado en Historia del Arte Sus ejes de investigacioacuten se centran en los estudios sobre retablo y la escultura po-licromada del Tardogoacutetico al Barroco que parte de su tesis doctoral (1989) y de la que han emanado libros como (1991) Arte Barroco en Cantabria (1991) Artistas Caacutentabros de la Edad Moderna (1994) Escultura Romanista y Contrarreformista (1996) El Retablo de Cicero y un amplio nuacutemero de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas (BSAA Anuario PV Trasdoacutes Acta Artis o Artigrama ) capiacutetulos de libros congresos y cataacutelogos de exposicioacuten En una segunda liacutenea se ha ocupado de la catalogacioacuten del patrimonio siendo editor del Cataacutelogo del Patrimonio Cultural de Cantabria (3 tomos) y autor de varios cataacutelogos municipales y monografiacuteas sobre (2005) Santander y su (1997 y 2002) Catedral Ha dedicado estudios a la arquitectura religiosa con especial atencioacuten al modelo hallenkirchen en Castilla que han sido aco-gidos en monografiacuteas como Arquitectura Religiosa del siglo XVI en Espantildea y Ultramar en artiacuteculos de revistas como BSAA PV o Altamira y en actas de congresos nacionales (Arte Goacutetico Post-medieval ) e internacionales (La Arquitectura Tardogoacutetica Castellana entre Europa y Ameacuterica) Actualmente enfoca sus estudios a la promocioacuten artiacutestica y a las manifestaciones externas de poder de la baja nobleza en Espantildea y Ameacuterica

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Autores y autoras

REITANO Emir Profesor (1989) y Doctor en Historia (2004) egresado de la Facultad de

Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Titular de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y direc-tor del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universidad Pro-fesor Invitado en la Universidad Torcuato Di Tella Miembro Correspondien-te de la Academia Nacional de la Historia (Argentina) Director del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Autor del libro (2010) La inmigracioacuten antes de la inmigracioacuten Los portugueses de Buenos Aires en viacutesperas de la Revolucioacuten de Mayo editor junto a Alejandra Mailhe del libro (2008) ldquoPensar Portugalrdquo Reflexiones sobre el legado cultural del mundo luso en Sudameacuterica editor tambieacuten junto a Paulo Possamai del libro (2015) Hombres poder y conflicto Estudios sobre la frontera colonial sudamericana y su crisis y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Estados Unidos Uruguay Meacutexico Espantildea y Portugal

TARRAGOacute Griselda BeatriacutezDoctora por la Universitagrave degli Studi di Milano (Milaacuten 2009) y ha obte-

nido el tiacutetulo en Estudios Avanzados por el Departamento de Historia Medie-val Moderna y de Ameacuterica de la Facultad de Filologiacutea Geografiacutea e Historia de la Universidad del Paiacutes Vasco (Vitoria Gasteiz 2003) Es Profesora Titular Ordinaria de Historia Moderna en la Universidad Nacional de Coacuterdoba Di-rectora de Proyecto tipo A en la Secretariacutea de Ciencia y Tecnologiacutea de la mis-ma Universidad miembro del ISHIR-Conicet y Editora Cientiacutefica de la Re-vista Prohistoria Entre sus trabajos figuran (2006) con Barriera D G Adioacutes a la Monarquiacutea De los antildeos revolucionarios a la crisis de 1820 (2006) De la autonomiacutea a la integracioacuten Santa Fe entre 1820 y 1853 (2010) con Ba-rriera D G ldquoSanta Fe hace 200 antildeosrdquo Diario La Capital Rosario (2011) De la orilla del mar a la vera del riacuteo navegantes y comerciantes genoveses en el Plata y el Paranaacute (1820-1860) entre otros artiacuteculos y aportaciones en diversos aacutembitos acadeacutemicos nacionales e internacionales

SANMARTIacuteN BARROS IsraelProfesor-investigador de Historia en la Universidad de Santiago de Com-

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Autores y autoras

postela es especialista en historiografiacutea metodologiacutea y teoriacutea de la historia Desde el antildeo 2009 imparte clases de historia medieval en el Departamento de Historia Medieval de la Facultad de Geografiacutea e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela Ha sido becario posdoctoral de la Xunta de Galicia en la Universitad de Exeter en el centro CLAS (Center for Latinamerican Studiesrdquo y del MEC (Ministerio de Educacioacuten y Ciencia) del Gobierno de Espantildea en la EHESS (lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales) en el grupo GAHOM (Groupe drsquoAnthropologie historique de lrsquoOccident meacute-dieacuteval) bajo la direccioacuten de Jecircrograveme Baschet con el proyecto ldquoLos fines de la historia en la Edad Media apocaliptismo milenarismo y fin del mundordquo Es miembro del Grupo de Investigaciones Historiograacuteficas de la Universidad de Santiago de Compostela -anteriormente del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC)- y coordinador teacutecnico de la Red Acadeacutemica Inter-nacional laquoHistoria a Debateraquo Ademaacutes es autor del libro (2007) Entre dos Siglos globalizacioacuten y pensamiento uacutenico y (2008) Un mundo global La historia mundial desde 1989

VINCENT Bernard Director de estudios de lrsquoEacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales

de Pariacutes miembro de la seccioacuten cientiacutefica de la Casa de Velaacutezquez entre los antildeos 1968-1971 Director de estudios entre 1977-1978 y secretario general de dicha institucioacuten entre los antildeos 1978-1982 miembro correspondiente del Centro de estudios Histoacutericos de Granada y su Reino codirector del progra-ma interuniversitario iberoamericano del Doctorado y Maestriacutea en Historia de la Universidad Internacional de Andaluciacutea 2006 entre otros cargos y funciones Se orientoacute a la Historia Moderna concretamente se centroacute en la historia social de Espantildea en los siglos XVI-XVII especiacuteficamente al estudio de las minoriacuteas eacutetnicas Algunas de sus obras maacutes reconocidas son (2003) Historia de los moriscos Vida y tragedia de una minoriacutea con An-tonio Domiacutenguez Ortiz (1985) Andaluciacutea en la Edad Moderna economiacutea y sociedad (1987) Minoriacuteas y marginados en la Espantildea del siglo XVI (1992) 1492 El antildeo admirable (2000) Los siglos de oro con Bartolomeacute Bennassar (2004) Espantildea en tiempos del Quijote (2006) El riacuteo morisco Biblioteca de estudios moriscos entre otras publicaciones y artiacuteculos difun-didos a nivel internacional

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Autores y autoras

Autores

ALFONSO MOLA Marina DoloresLicenciada en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten Historia) por la Universi-

dad de Granada (1976) Doctora en Historia de Ameacuterica por la Universi-dad de Sevilla (1996) en la modalidad Doctorado Europeo con la Tesis La flota gaditana del Libre Comercio 1778-1828 (ldquoPremio Nacional del Marrdquo 1998) Ha realizado estan cias en centros de investigacioacuten extranje-ros British Library (Lon dres) Public Record Office (Kew Gardens) Natio nal Mari time Museum (Green wich) Archives Nationales y Archi-ves du Ministegrave re des Affai res Etrangegraveres (Pariacutes) Archi ves de la Marine (Chacircteau de Vincennes) Archivo Nacional y Archivo Metropolitano de Quito (Ecuador) Archivo de la Nacioacuten de Meacutexico y Archivo de la Nacioacuten de La Habana Entre sus trabajos publicados figuran junto con Carlos Martiacutenez Shaw (1999) Europa y los nuevos mundos en los siglos XV-XVI-II (2001) Felipe V (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estudios (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica junto con Mariacutea Aurora Ibaacutentildeez Alfonso (2008) Emigrantes aventureros del siglo XX y de hoy ha participado en distintas obras colectivas y ha publicado artiacuteculos en diversas revistas acadeacutemicas especializadas

AacuteLVAREZ DELGADO LorenaProfesora sustituta interina de Antropologiacutea Social en la Universidad

de Jaeacuten y doctoranda de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria Su investigacioacuten se centra en la formacioacuten de facciones durante la Edad Moderna asiacute como en las relaciones existentes entre nuacutecleos urbanos y sus entornos rurales inmediatos Ha participado en congresos nacionales e in-ternacionales y realizado publicaciones cientiacuteficas entre las que cabe citar ldquoJuegos de estrategia en los tribunales Planteamientos taacutecticos entre par-tes litigantes a traveacutes de un proceso inquisitorial complejo del siglo XVIrdquo (2013) ldquoMotivaciones simboacutelicas y materiales en la apropiacioacuten de aves de cetreriacutea durante la Edad Modernardquo (2014) ldquoVida municipal y concejil en la eacutepoca de Felipe II vecindad constitucioacuten y quebranto de identidades comunitarias en Asturiasrdquo (2015)

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Autores y autoras

ANDRADE CERNADAS Joseacute MiguelProfesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de

Compostela (departamento de Historia Medieval y Moderna) Autor de va-rios libros El Monacato Benedictino y la sociedad de la Galicia Medieval (siglos X al XIII) Monxes e mosteiros na Galicia Medieval Las transfor-maciones de la sociedad gallega de los siglos XI al XIII el papel de los monjes negros y Lo imaginario de la muerte en Galicia en los siglos IX al XI Entre los artiacuteculos de revistas podemos citar los siguientes ldquoLa voz de los ancianos la intervencioacuten de los viejos en los pleitos y disputas en la Galicia Medievalrdquo Hispania revista espantildeola de historia ldquoCultura clerical y cultural popularrdquo El Extramundi y los papeles de Iria Flavia ldquoSobre los oriacutegenes de la sede mindonienserdquo Rudesindus miscelaacutenea de arte y cultura ldquoEn el refectorio la alimentacioacuten en el mundo monaacutestico de la Galicia Medievalrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoA la hora de la despedidardquo Estu-dios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoUna aproximacioacuten a la historia de la vejez en la Ga-licia Medieval algunas fuentes y sus posibilidades de informacioacutenrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoFormas y fechas de un paisaje agrario de eacutepoca medieval A Cidade da Cultura en Santiago de Compostelardquo Arqueolo-giacutea Espacial ldquoLos testamentos como reflejo de los cambios de actitud ante la muerte en Galicia del siglo XIVrdquo Semata Ciencias Sociais e Humanidades ldquoLos modelos monaacutesticos en Galicia hasta el siglo XIrdquo Archivo Ibero-ameri-cano ldquoLa gastronomiacutea del Camino de Santiago algunas precisiones desde el medievalismordquo Compostellanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoManxares Medievaisrdquo Murguiacutea revista galega de histo-ria ldquoEn torno a la benedictinizacioacuten del Monacato Gallegordquo Composte-llanum revista de la Archidioacutecesis de Santiago de Compostela ldquoFuentes documentales para el estudio del Rey Garciacutea en Galiciardquo Minius revista del departamento de Historia Arte e Xeografiacutea ldquoAproximacioacuten a la figura del prepoacutesito monaacutestico en el monacato gallego medieval siglos X al XIIrdquo Estudios Mindonienses anuario de estudios histoacuterico-tecnoloacutegicos de la dioacutecesis de Mondontildeedo-Ferrol ldquoLineham Peter History and Historians of Medieval Spainrdquo Obradorio de historia moderna ldquoEl monasterio de Sa-mos y la hospitalidad benedictina con el peregrino siglos XI-XIIIrdquo Studia monaacutestica entre otros

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Autores y autoras

BARRIERA Dariacuteo GabrielDoctor en Historia y Civilizaciones por la EHESS (Pariacutes 2002) Revis-

ta como Profesor Titular Ordinario de Historia de Ameacuterica II (Colonial) en la UNR y como Investigador Independiente en el ISHIR (CONICET-Rosa-rio) Es uno de los coordinadores de la Red de Historia de la Justicia Di-rige el CEHISO-JG (Centro de Estudios de Historia Social de la Justicia y el Gobierno) y la revista Pro-historia Entre sus trabajos figuran tiacutetulos como junto con Rauacutel O Fradkin (2014) Gobierno justicias y milicias La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe (1720-1830) (2013) Abrir puertas a la tierra Microanaacutelisis de la construccioacuten de un espacio poliacutetico San-ta Fe 1573‐1640 (2013) La antropologizacioacuten de la Historia Las eda-des medias de Jacques Le Goff entre Mercaderes y Banqueros y La bolsa y la vida (2010) Instituciones Gobierno y Territorio Rosario de la capi-lla al municipio (1725‐1930) (2010) La Justicia y las formas de la au-toridad Organizacioacuten poliacutetica y justicias locales en territorios de fronte-ra El Riacuteo de la Plata Cuyo Coacuterdoba y el Tucumaacuten Siglos XVIII y XIX con Griselda Tarragoacute (2010) Hace 200 antildeos a orillas del Paranaacute (2009) Archivo del crimen Doce historias sobre criacutemenes cometidos en Rosario y sus alrededores durante el Siglo XIX (2009) Justicias y Fronteras Estudios sobre historia de la Justicia en el Riacuteo de la Plata (Siglos XVI‐XIX) (2007) Vers une histoire politique configurationnelle Conqueacuterants familles et ra-pports de pouvoir dans une ville aux confins de lacuteEmpire Espagnol (Santa Fe Riacuteo de la Plata XVI-XVII siegravecles) entre otras publicaciones en libros revis-tas especializadas a nivel nacional e Internacional

BATTAGLIA Mariacutea Gabriela Licenciada y Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Letras egre-

sada de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosa-rio donde se desempentildea como docente investigadora Es Profesora Adjunta en la caacutetedra de Literatura Espantildeola de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de esta casa de estudios Actualmente es Doctoranda en Humanidades y Artes con mencioacuten en Literatura en la Escuela de Pos-grado de la Universidad Nacional de Rosario Directora del Centro de Estu-dios Espantildeoles miembro del Centro de Estudios sobre la problemaacutetica de la traduccioacuten y miembro del Centro de Estudios Comparados todos espacios

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Autores y autoras

dependientes de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes Universidad Nacional de Rosario

BENIGNO FrancescoSe graduoacute en filosofiacutea en la Universidad de Catania (1978) Investiga-

dor en Historia Moderna (1985) en la Universidad de Catania realizoacute sus estudios de doctorado en Cambridge donde fue profesor visitante en el Gru-po de Cambridge para el Estudio de la Poblacioacuten y la Estructura Social en 1987 Se convirtioacute en profesor asociado en la Universidad de Messina en 1992 y luego profesor de historia moderna en la Universidad de Teramo en 1994 Ese mismo antildeo fue nombrado director del IMES Como miembro del consejo editorial de Meridiana coordinoacute el trabajo de revisioacuten y renovacioacuten de la historiografiacutea en el sur de Italia En 1995 Benigno fundoacute la revista cuatrimestral Storica con un grupo de joacutevenes historiadores italianos En los antildeos siguientes contribuyoacute a la fundacioacuten de la Facultad de Comunicacioacuten de la Universidad de Teramo que presidioacute desde 2002 a 2010 y maacutes tarde se convirtioacute en presidente de la Fundacioacuten de Estudios de la Universidad de Teramo En 2012 fue elegido director del Departamento de Historia y Criacutetica en la Universidad de Teramo Desde 2013 es miembro del consejo de admi-nistracioacuten de la Universidad de Teramo y coordinador de la misma Univer-sidad del Doctorado en Historia de Europa desde la Edad Media hasta la Edad Contemporaacutenea Entre muchos otros sus uacuteltimos libros son Palabras del Tiempo Un ideario para pensar histoacutericamente Categravedra Madrid 2013 y La mala setta Alle origini di mafia e camorra 1859-1878 Torino Ein-audi 2015

BONAUDO MartaDoctora en Historia por la Universitegrave de Marseille Aix-en-Provence Li-

cenciada y Profesora en Historia por la Universidad Nacional del Litoral In-vestigadora Principal del CONICET Profesora Titular de Historia Argentina II (1853-1930) en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Na-cional de Rosario (Argentina) Aacuterea de investigacioacuten actual Historia Social y Cultural de la Poliacutetica Siglos XIX y XX Es directora del ISHIR-Unidad Ejecutor en Red-CONICET Entre algunas de sus publicaciones figuran con A Pucciarelli (compiladores) (1993) Problemas de desarrollo agrario Nue-

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Autores y autoras

vas Perspectivas (1999) Liberalismo Estado y Orden burgueacutes (1852-1880) con D M Campi (Coordinadores) (2003) Elites cuestioacuten regional y Estado Nacional Argentina y Ameacuterica Latina Siglo XIX y primeras deacutecadas del siglo XX (2005) Los actores entre las palabras y las cosas (2006) La organi-zacioacuten productiva y poliacutetica del territorio provincial (1853-1914) junto con M Reguera y A Zeberio (Coordinadores) (2008) Las escalas de la Historia Comparada (2010) Instituciones conflictos e Identidades de lo ldquoNacionalrdquo a lo Local entre otros muchos artiacuteculos y publicaciones acadeacutemicas en revis-tas locales e internacionales

BUBELLO Juan Pablo Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Buenos Aires y Ma-

gister en Sociologiacutea de la Cultura y Anaacutelisis Cultural por la Universidad Na-cional de General San Martiacuten Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata Se especializa en la historia cultural de la Europa Moderna Ha dictado cursos conferencias y seminarios en la Universidad de Buenos Aires Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional de Tucumaacuten Se desempentildeoacute como profesor invitado para impartir seminarios de posgrado cursos y conferencias en la Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico (Meacutexico) Pontificia Universida-de Catoacutelica de Campinas (Brasil) la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil) Universidad de Costa Rica (Costa Rica) y Universidade Federal de Goiaacutes (Brasil) Entre su produccioacuten cuenta con la publicacioacuten de libros como autor y como coautor asiacute como numerosos artiacuteculos en revistas acadeacutemicas especializadas argentinas y del extranjero

CASELLI ElisaDoctora en Historia (Docteur en Histoire et Civilisations) por lrsquoEacutecole

Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales Docente investigadora por la Universi-dad Nacional de Rosario (Argentina) Facultad de Humanidades y Artes In-vestigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cientiacuteficas y Teacutecnicas (CONICET) con radicacioacuten en el Centro de Estudios Sociales e Interdisci-plinarios del Litoral (CESIL) Facultad de Humanidades y Ciencias Uni-versidad Nacional del Litoral Miembro investigadora del Groupe drsquoEacutetudes Ibeacuteriques (GEI) Entre sus trabajos figura la coordinacioacuten del libro (2016)

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Autores y autoras

Justicias agentes y jurisdicciones de la Monarquiacutea Hispaacutenica a los Es-tados Nacionales (Espantildea y Ameacuterica siglos XVI-XIX) ha participado en el libro coord por Valentina Favarograve Manfredi Merluzzi Gaetano Saba-tini (2017) Fronteras procesos y praacutecticas de integracioacuten y conflictos entre Europa y Ameacuterica (siglos XVI-XX) con su contribucioacuten ldquoAntesala de la resignacioacuten la frontera como espacio de espera para los judiacuteos ex-pulsados (reinos de Castilla y Portugal finales del siglo XV)rdquo ha partici-pado en diversos artiacuteculos y publicaciones en revistas especializadas en Argentina y Europa

CARRERA JuliaacutenProfesor (2001) y Doctor en Historia (2010) egresado de la Facultad

de Humanidades y Ciencias de la Educacioacuten de la Universidad Nacional de La Plata Profesor Adjunto de la Caacutetedra de Historia Americana Colonial y miembro del Centro de Historia Argentina y Americana en dicha Universi-dad Integrante del Programa Interinstitucional El Mundo Atlaacutentico en la Modernidad Temprana (IdIHCS- UNLP) Actualmente orienta sus investi-gaciones en el marco de los estudios decoloniales Autor del libro (2012) Algo maacutes que mercachiles Pulperos y pulperiacuteas en la campantildea bonaerense 1770-1820 y autor de diversos artiacuteculos y trabajos referidos a la Historia Americana Colonial publicados en Argentina Chile Meacutexico

CAVAGNARO Nahuel Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de la Plata con la

Tesina de Licenciatura Los hombres de Negocios las redes de Italia en la Eacutepoca Moderna Adscripto a la Caacutetedra de Historia General IV siendo investigador en formacioacuten de la UNLP Estudiante diplomado extranjero por la embajada francesa en la ciudad de Amiens Francia beca de grado ldquoPhileas Accueilrdquo Universite Picardie Jules Verne Amiens France (2015) Actualmente ha sido seleccionado para cumplir la beca de Doctorando Ex-tranjero en Historia Medieval y Moderna en la Universita degli Studi di Teramo Italia (periacuteodo 2017 hasta 2020) donde centra sus estudios en la formacioacuten de redes comerciales en las familias ligures a traveacutes de las rela-ciones y comunicaciones establecidas entre sus miembros en los espacios del Imperio Hispaacutenico

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Autores y autoras

CIPOLLA DamianProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten

Especialista en Estudio de las Mujeres y Geacutenero (UNLu) Actualmente se encuentra cursando la Maestriacutea en Estudios de Geacutenero y el Doctorado en His-toria en la UNLu Es docente en la Universidad Nacional de Lujaacuten Univer-sidad Nacional de La Matanza y Universidad Nacional del Oeste Participa en el proyecto Proyecto de Investigacioacuten radicado en el DCS-UNLu Poder grupos sociales y geacutenero en el reino de Espantildea y el Imperio (siglos XI V-XVI-II) bajo la Direccioacuten de la Dra Cecilia Lagunas Sus liacuteneas de investigacioacuten pasan por la Historia de Geacutenero e Historia de las mujeres

CORREA BARBOZA MarcelaProfesora de Historia por la Universidad Nacional de Lujaacuten con Di-

ploma de Honor Defendioacute y aproboacute su tesis de Licenciatura con el Tiacutetulo ldquoLa Monarquiacutea Hispaacutenica bajo los Austria (siglos XVI y XVII) Nobleza y Mayorazgo de mujeres nobles Aspectos historiograacuteficosrdquo Es Docente Or-dinaria en el Aacuterea de Historia Medieval y Moderna Divisioacuten Historia del Departamento de Ciencias Sociales-UNLu Actualmente cursa Estudios en la Maestriacutea de Estudios de las Mujeres y de Geacutenero de la esa Casa de Estudios Becada en los antildeos 2006 y 2007 por la Agencia Espantildeola de Cooperacioacuten Internacional PCI-AECI en el Instituto de Estudios de la Mujer -Universidad de Granada Espantildea- donde realizoacute estancias de investigacioacuten en Estudios de Geacutenero Su liacutenea de investigacioacuten es Mujeres y Justicia en la Espantildea Moder-na en los siglos XVI y XVII

DE LOS RIacuteOS EvangelinaProfesora en Historia por la Facultad de Humanidades y Artes (UNR)

Magister del Programa ldquoLa modernizacioacuten de Espantildea entre Europa e Ibe-roameacutericardquo por la Facultad de Filosofiacutea de la Universidad de Murcia y Doc-tora en Historia por la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) Participoacute como Investigadora del proyecto State Building in Latin America 1820-1870 (Eu-ropean Research CouncilUPF) Actualmente es integrante del Centro de Es-tudios de Historia Social sobre la Justicia y el gobierno (siglos XVI-XIX) Sus principales liacuteneas de investigacioacuten incluyen la historia de la construccioacuten del estado en Ameacuterica Latina historia social e historia fiscal del siglo XIX

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Autores y autoras

Ha publicado recientemente (2017) Gobernar es cobrar Poliacutetica fiscal re-caudacioacuten impositiva y cultura tributaria Santa Fe (Argentina 1855-1872)

FERNAacuteNDEZ ALBALADEJO Pablo Catedraacutetico en Historia por la Universidad Autoacutenoma de Madrid desde

1984 Director del Dpto de Historia Moderna de la UAM 1987-1999 Vi-cedecano de la facultad de Filosofiacutea y Letras 1980-1982 Decano de la mis-ma desde el antildeo 1982 Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad 1987-98 Sus liacuteneas de investigacioacuten se desarrollan en la Historia constitucio-nal de Espantildea (siglos XVI-XVIII) Historiografiacutea e identidades en la Espantildea de los siglos XVI-XVIII Reconocido Hispanista y autor de numerosas pu-blicaciones cientiacuteficas en diversos aacutembitos acadeacutemicos de Espantildea y el Mun-do Entre sus principales obras figuran (1992) Fragmentos de Monarquiacutea (2002) Los Borbones Dinastiacutea y comunidad poliacutetica en la Espantildea del XVIII (2006) (Coord) Feacutenix de Espantildea Modernidad y cultura propia en la Espantildea del XVIII (1737-1766) (2007) (Coord) Materia de Espantildea y (2009) La crisis de la Monarquiacutea entre otros muchos trabajos publicados en Espantildea y en el extranjero En el antildeo 2009 ha recibido el Premio Nacional de Historia de Es-pantildea Entre sus funciones institucionales figuran ser evaluador del Ministerio de Educacioacuten de la DGICYT de la ANEP y del Ministerio de Educacioacuten de Italia evaluador externo oficial del II Plan de calidad de las Universidades miembro del panel de expertos de la FECYT miembro del comiteacute editorial de cuatro revistas de Historia y miembro del consejo editorial de Marcial PonsHistoria entre otras instituciones acadeacutemicas y editoriales a nivel europeo

FORTEA PEacuteREZ Joseacute IgnacioDoctor en Filosofiacutea y Letras (Seccioacuten de Historia) por la Universidad

de Salamanca En la actualidad es Catedraacutetico de Historia Moderna de la Universidad de Cantabria Sus investigaciones se han centrado en el campo de la historia urbana de la fiscalidad y de las asambleas representativas en el marco de la Corona de Castilla durante los siglos XVI y XVII temas sobre los que ha publicado numerosos trabajos en revistas nacionales y extranje-ras Entre sus libros cabe mencionar (1981) Coacuterdoba en el siglo XVI las bases demograacuteficas y econoacutemicas de una expansioacuten urbana o (1986) Fisco economiacutea y sociedad Alcabalas y encabezamientos en tierras de Coacuterdoba

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Autores y autoras

(1513-1619) En 1990 obtuvo el Premio Cortes de Castilla y Leoacuten con su obra Monarquiacutea y Cortes en la Corona de Castilla Las ciudades ante la poliacutetica fiscal de Felipe II (Salamanca 1991) Ha participado tambieacuten en iniciativas colectivas que han dado lugar a publicaciones como The Castilian crisis of the Seventeenth century New Perspectives on the Economic and Social History of Seventeenth-Century Castile (Cambridge 1996) o Destruc-tion et Reconstruction des villes (Berne 1999) Es autor tambieacuten de obras de siacutentesis como El Siglo XVI (Instituto Gallach 1991) Tambieacuten ha sido editor o coordinador de libros como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (siglos XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies Violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (eacuteste uacuteltimo con Juan E Gelabert y Tomaacutes A Mantecoacuten) y ha participado en investigaciones colectivas sobre la ciudad y el gobierno urbano en la eacutepoca moderna (Cou-ronne espagnole et magistratures citadines agrave lrsquoeacutepoque moderne Seacuteminaire drsquohistoire sociale des institutions organiseacute par lrsquoEcole Franccedilaise de Rome et la Casa de Velaacutezquez Madrid 2004) o sobre historia del parlamentaris-mo en Occidente (Realities of Representation State Building in Early Mod-ern Europe and European America (Yale Centre for Parliamentary History Palgrave Macmillan 2007)

GAMBOA Ariel Profesor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata

(2009) Magister en Historia por la Universidad Pablo de Olavide (Espantildea) Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna de la Facultad de Humanidades y Ayudante Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Posee antecedentes en docencia e investigacioacuten participacioacuten en jornadas coloquios y simposios con publi-cacioacuten en actas Sus investigaciones se han centrado en las guerras dinaacutesticas de la Monarquiacutea en los siglos XVI y XVII estudios sobre el poder y la ima-gen del poder en la Modernidad Claacutesica

GARCIacuteA David FacundoProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Mar

del Plata (UNMdP) Becario doctoral del Consejo Nacional de Investiga-ciones Cientiacuteficas y Tecnoloacutegicas (CONICET) en el Centro de Estudios

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Autores y autoras

Histoacutericos (CEHis) de la UNMdP Miembro del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna Miembro de la Red de Historia Moderna con centro en la UNMDP Doctorando en Historia por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Becario de la Asociacioacuten Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP) en la Universidad de Cantabria Es secretario de las revistas Magallaacutenica y Pasado abierto

GARCIacuteA DE CORTAacuteZAR Joseacute AacutengelMedievalista espantildeol especializado en la historia de la Alta Edad Media

Es Catedraacutetico jubilado de Historia Medieval en la Universidad de Cantabria en la cual se desempentildeoacute desde 1978 como catedraacutetico de Historia medieval En su extensa obra figuran trabajos como (1965) Aspectos econoacutemicos y so-ciales del sentildeoriacuteo de Vizcaya a fines del siglo XV (tesis doctoral) (1973) La eacutepoca Medieval (1982) La historia rural medieval Un esquema de anaacutelisis estructural de sus contenidos a traveacutes del ejemplo hispanocristiano (1983) Historia general de la Edad Media (1996) La memoria histoacuterica en Canta-bria (1999) Historia de la Edad Media una siacutentesis interpretativa (2002) Del Cantaacutebrico al Duero Trece estudios sobre organizacioacuten social del es-pacio en los siglos VIII a XIII 2002 (2004) Sociedad y organizacioacuten del espacio en la Espantildea Medieval (2008) Manual de Historia Medieval (con Joseacute Aacutengel Sesma Muntildeoz) entre otros trabajo y publicaciones en revistas especializadas

GENTINETTA Martiacuten Alejandro Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Coacuterdoba Argentina

Trabaja como profesor de Historia Moderna en la Escuela de Historia de la Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad Nacional de Coacuterdo-ba y en el Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanadas de la Universidad Nacional de Riacuteo Cuarto Integra el Comiteacute Editorial de la Revista Prohistoria historias poliacuteticas de la historia y es miembro de la Red Columnaria nodo Riacuteo de la Plata Sus temas de investigacioacuten se relacionan con el accionar y las intervenciones de los marinos borboacutenicos y otros agen-tes ilustrados de la Monarquiacutea Hispaacutenica en Virreinato del Riacuteo de la Plata en el siglo XVIII Es autor de artiacuteculos en revistas capiacutetulos de libros y resentildeas varios relacionados con estos temas

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Autores y autoras

GRANARA GonzaloProfesor en Historia Universidad Nacional de Lujaacuten en la que se desem-

pentildea como Ayudante de Primera en Historia Medieval y Moderna forma par-te como Investigador del Aacuterea de Estudios de la Mujer y de Geacutenero UNLu ha formado parte del Proyecto de Investigacioacuten de la UNLu denominado ldquoPoder grupos sociales y geacutenero en el Reino de Espantildea y el Imperio (Si-glos XIV-XVIII)rdquo coordinadora por Cecilia Lagunas Sus investigaciones se desarrollan en el campo de Historia de Geacutenero en el cual ha participado en diversas publicaciones junto con C Lagunas tales como (2016) ldquoMariacutea de Aacutevila mujeres nobles patrimonio y poder en el siglo XVrdquo (2014) ldquoMariacutea de Aacutevila y el ascenso social de una familia abulense en el siglo XVrdquo en Gloria Franco Rubio y Mariacutea A Peacuterez Samper Herederas de Cligraveo Mujeres que han impulsado la Historia (2013) ldquoPatrimonio familiar estrategias y redes socia-les y de poder en el territorio de Aacutevila en el siglo XVrdquo

IOGNA-PRAT DominiqueDoctor en Historia y catedraacutetico de la LacuteEcole des Hautes Etudes en

Sciences Sociales Pariacutes Francia Directeur de recherche au CNRS y Direc-teur drsquoeacutetudes agrave lrsquoEacuteHESS Su aacuterea de investigacioacuten refiere a les laquo territoires raquo de lrsquoEacuteglise occidentale meacutedieacutevistique et sciences sociales des religioacuten Ou-vrages (2013) en co-direction avec Michel Lauwers Florian Mazel et Isa-belle Roseacute Cluny les moines et la socieacuteteacute au premier acircge feacuteodal (2013) en co-direction avec Freacutedeacuteric Gabriel et Alain Rauwel Les nouveaux horizons de lrsquoeccleacutesiologie du discours cleacuterical agrave la science du social BUCEMA Hors-seacuterie ndeg7 (2015) agrave paraicirctre La invencioacuten social de la Iglesia en la Edad Media Buenos Aires (2010) ldquoLa sortie du gueacute Retour sur lrsquohistoire du Moyen Acircge en France (1998-2008)rdquo dans Le Moyen Acircge vu drsquoailleurs voix croiseacutees drsquoAmeacuterique latine et drsquoEurope sous la dir drsquoE Magnani Di-jon (2010) ldquoAspirations insulairesrdquo dans Leacuterins une icircle sainte de lrsquoAntiquiteacute tardive au Moyen Acircge Y Codou M Lauwers dir Turnhout (Collection drsquoeacutetudes meacutedieacutevales de Nice n 9) (2010) ldquoLe religieux et le sacreacuterdquo dans Les historiens franccedilais agrave lrsquoœuvre 1995-2010 J-F Sirinelli C Gauvard P Cauchy dir entre otras publicaciones Entre sus actividades cientiacuteficas figuran la Coordination de programmes de recherche collectifs co-direc-tion avec P-A Fabre du Programme interdisciplinaire laquo religieux et sciences

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Autores y autoras

sociales raquo de lrsquoEacuteHESS (2013-2015) y el ser Membre de trois comiteacutes de reacute-daction Archives de sciences sociales des religions En la Espantildea medieval Medieval Encounters

LOacutePEZ VELA RobertoDoctor en Geografiacutea e Historia por la Universidad Autoacutenoma de Ma-

drid y Profesor Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria ha desarrollado su actividad investigadora en el campo de la historia de la Inquisicioacuten espantildeola y en el de la historiografiacutea decimonoacutenica Sus trabajos de investigacioacuten se han centrado en el estudio de la jurisdiccioacuten el aparato administrativo y burocraacutetico de la Inquisicioacuten en el siglo XVII habiendo publicado sus trabajos en los voluacutemenes de la Historia de la Inquisicioacuten en Espantildea y Ameacuterica de la editorial BAC en 1984 1993 y 2000 asiacute como en diversos artiacuteculos de Hispania Espacio Tiempo y Forma o Croacutenica Nova Ha participado en numerosos congresos sobre la Inquisicioacuten recientemente (2006) Los Dominicos y la Inquisicioacuten en el mundo ibeacuterico e hispanoameri-cano Tambieacuten ha participado con regularidad sobre estos temas en los pro-yectos del grupo de Historia Urbana en publicaciones colectivas resultado de lo cual han sido sus colaboraciones en obras como (1997) Imaacutegenes de la diversidad el mundo urbano en la Corona de Castilla (s XVI-XVIII) (2002) Furor et rabies violencia conflicto y marginacioacuten en la Edad Moderna Ha trabajado sobre la construccioacuten de la Historia Nacional y la visioacuten de sus diferentes etapas a traveacutes de las historias de Espantildea maacutes representativas ges-tadas en el siglo XIX aspectos que se recogen en (2004) La construccioacuten de las historias de Espantildea El nacimiento de la historiografiacutea en el ochocientos estuvo ligado al anaacutelisis de los reinados maacutes importantes y sus grandes per-sonajes a traveacutes de los que la nacioacuten habiacutea conseguido su grandeza y poste-riormente su decadencia Sus estudios sobre Isabel la Catoacutelica Felipe II el Gran Capitaacuten los judiacuteos o las Comunidades de Castilla han sido publicados en revistas cientiacuteficas como Manuscrits Investigaciones Histoacutericas Sefarad Revista de Estudios Poliacuteticos Cuadernos de Ilustracioacuten y Romanticismo Bulletin dacuteHistoire Contemporaine dacuteEspagne o difundidos en congresos na-cionales e internacionales como (1999) El siglo de Carlos V y Felipe II la construccioacuten de los mitos en el siglo XIX (2001) Carlos V y la quiebra del humanismo poliacutetico en Europa (2002) Espacios de poder cortes ciudades y

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Autores y autoras

villas (S XVI-XVIII) (2004) El reino de Naacutepoles y la Monarquiacutea de Espantildea (2006) Tolerancia y fundamentalismos en la Historia

LORENZO Dariacuteo RafaelProfesor Licenciado y Magister Artis en Historia por la Universidad Na-

cional de Mar del Plata Integrante del Grupo de Investigacioacuten en Historia de Europa Moderna (GHIEM) de la Facultad de Humanidades y Jefe de Trabajos Praacutecticos Regular en la caacutetedra de Historia Universal Moderna de la misma Facultad Integrante del comiteacute editorial de la Revista Magallaacutenica y Miembro de la Red de Historia Moderna (Secretariacutea Teacutecnica) Antecedentes en docencia extensioacuten e investigacioacuten en diversas jornadas coloquios y con-gresos Ha realizado publicaciones de su especialidad en capiacutetulos de libros y actas Sus investigaciones se han centrado sobre los Arbitristas castellanos a comienzos del siglo XVII espantildeol y el lenguaje poliacutetico sobre la Razoacuten de Estado dentro del mismo periacuteodo Integrante del Consejo Departamental del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de Mar del Plata

MANTECOacuteN MOVELLAacuteN Tomaacutes A Doctor en Filosofiacutea y Letras por la Universidad de Cantabria en cuyo

Departamento de Historia Moderna y Contemporaacutenea Es autor de diversas publicaciones en el campo de la religiosidad popular y los usos sociales de los tribunales de justicia en las sociedades del Antiguo Reacutegimen dentro de las que destacan sus libros (1990) Contrarreforma y religiosidad popular en Cantabria (1997) Conflictividad y disciplinamiento social en la Cantabria rural del Antiguo Reacutegimen o (1998) La muerte de Antonia Isabel Saacutenchez asiacute como su participacioacuten en obras colectivas como (1999) Pardon in Anthro-pology and History (1999) De pentildeas al mar sociedad e instituciones en la Cantabria moderna (de la que fue coordinador) (2001) Redes familiares y patronazgo aproximacioacuten al entramado social del Paiacutes Vasco y Navarra en el Antiguo Reacutegimen (siglos XV-XIX) (2002) Furor et rabiesviolencia con-flicto y marginacioacuten en la Edad Moderna (obra de la que es editor junto con Joseacute I Fortea y Juan E Gelabert) (2003) Crimes Punishment and Reform in Europe (2004) History of Social Control (vol 1) (2004) Conflicto vio-lencia y criminalidad en Europa y Ameacuterica (2006) Lrsquoerreur judiciaire De Jeanne drsquoArc agrave Roland Agret Villes atlantiques dans lrsquoEurope occidentale du

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Autores y autoras

Moyen Acircge au XXe siegravecle Tambieacuten ha publicado resultados de sus investiga-ciones en revistas cientiacuteficas especializadas como Stvdia Historica Estudis Hispania Manuscrits Revista de Historia Econoacutemica Memoria y Civili-zacioacuten Historia Agraria Afers Ludica Prohistoria Crime History amp So-cieties Criminal Justice History The Journal of the Historical Society Ius Commune o los Cahiers de lrsquoInstitut drsquoAnthropologie Juridique de Limoges

MARTIacuteNEZ SHAW CarlosDoctor por la Universidad de Barcelona y Catedraacutetico en Historia Mo-

derna por esa Universidad y por la UNED Entres sus trabajos figuran (1981) Cataluntildea en la carrera de Indias 1680-1756 junto con Agustiacute Maria Vilagrave i Galiacute (1989) Navegantes i mercaders una nissaga marinera de Lloret jun-to con Ramona Huguet i Huguet (1990) Els artesans de Lleida 1680-1808 (1994) La emigracioacuten espantildeola a Ameacuterica (1492-1824) (1995) El Derecho y el Mar en la Espantildea Moderna (1996) El Siglo de las Luces las bases inte-lectuales del reformismo (1996) Historia de Asia en la edad moderna junto con Javier Tusell Goacutemez y Joseacute Luis Martiacuten Rodriacuteguez (1998) Historia de Espantildea junto con Marina Alfonso Mola (1999) Europa y los nuevos mun-dos en los siglos XV-XVIII junto con Garciacutea de Escalante Alvarado (1999) Relacioacuten del viaje que hizo desde Nueva Espantildea a las Islas del Poniente des-pueacutes Filipinas Ruy Loacutepez de Villalobos con Marina Alfonso Mola (2001) Felipe V junto con Antonio Garciacutea-Baquero Gonzaacutelez (2002) Andaluciacutea y la carrera de Indias (1492-1824) con Joseacute Mariacutea Oliva Melgar (2005) El sistema atlaacutentico espantildeol (siglos XVII-XIX) con Christian August Fischer y Hiltrud Friederich-Stegmann (2010) Viaje de Aacutemsterdam a Geacutenova pasando por Madrid y Caacutediz en los antildeos 1797 y 1798 con Marina Alfonso Mola (2009) Espantildea en el comercio mariacutetimo internacional (siglos XVII-XIX) quince estu-dios (2011) La Constitucioacuten de Caacutediz (19 de marzo de 1812) bicentenario 1812-2012 con Hiltrud Friederich-Stegmann (2014) La imagen de Espantildea en los libros de los viajeros alemanes del siglo XVIII con Marina Alfonso Mola (2015) Historia moderna Europa Aacutefrica Asia y Ameacuterica asiacute como tambieacuten contribuciones en libros colectivos y revistas cientiacuteficas internacionales

MESSERE Facundo ManuelProfesor y Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Rosa-

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Autores y autoras

rio donde se desempentildeoacute como Auxiliar de la Caacutetedra de Historia de Europa II entre los antildeos 2006-2013 Forma parte del equipo de investigaciones de dicha Universidad Actualmente coordina proyectos institucionales sobre as-pectos de la Historia Local Regional y Nuevas Metodologiacuteas en la ensentildeanza de la Historia en la UNR En su trabajo ldquoLos Aranda y el arte de escribir la vida Eacutepica y Representacioacuten en la nobleza media castellana (1467-1548)rdquo muestra coacutemo el estilo y la esteacutetica narrativa que compone el discurso gene-aloacutegico del linaje de Sancho de Aranda oriundo de Alcalaacute La Real recrea entre mediados del siglo XV y el siglo XVI el cambio operado en el modelo caballeresco al modificarse el papel de la nobleza

MONDRAGOacuteN Silvina AndreaDoctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Pro-

vincia de Buenos Aires En la misma universidad es profesora en las caacutetedras de Historia Medieval y de Historia Moderna e investigadora perteneciente al Centro de Estudios Sociales de Ameacuterica Latina (CESAL) Tambieacuten es in-vestigadora miembro de grupos de investigacioacuten en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata Se ha dedicado a investigar el surgimiento de formas representativas de poder poliacutetico y su in-stitucionalizacioacuten en Castilla bajo medieval y Temprano Moderna con eacutenfa-sis en la participacioacuten poliacutetica de campesinos condicionada por los procesos de acumulacioacuten patrimonial que se daban al interior de las comunidades de aldea Como resultado de su trabajo el Centro de Estudios Medievales de la Universidad de Murcia ha publicado su libro Estrategias Campesinas for-mas de resistencia e integracioacuten poliacutetica en Castilla bajo medieval Tambieacuten ha participado en varios congresos nacionales e internacionales y publicado en revistas cientiacuteficas especializadas de Argentina y Europa varios artiacuteculos y trabajos sobre sus temas de intereacutes Por otra parte tambieacuten se ha interesado en la difusioacuten de la Historia europea precapitalista por lo que junto a colegas de otras universidades ha publicado un Manual de Historia Medieval y una compilacioacuten de entrevistas a reconocidos investigadores

PERRUPATO Sebastiaacuten Domingo Profesor por la Universidad Nacional de Mar del Plata Licenciado en

Historia y Especialista en Docencia Universitaria Especialista en Cien-

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Autores y autoras

cias Sociales con Orientacioacuten en educacioacuten y constructivismo Facultad Latinoamericana en Ciencia Sociales Profesor en Historia Moderna en la UNMDP Es becario CONICET Tipo II Maestreando en Historia del mundo hispaacutenico por la Universidad JAUME I (Espantildea) Doctor en edu-cacioacuten por la Universidad Nacional de Rosario Recientemente ha publi-cado (2013) La universidad colonial y la tensioacuten ilustrada Un anaacutelisis comparado de la educacioacuten en el Riacuteo de la Plata a traveacutes de la dialeacutectica tradicioacuten-modernizacioacuten

PORTELA SILVA ErmelindoDoctor en Historia Becario de investigacioacuten del Ministerio de Ed-

ucacioacuten y Ciencia y de la Fundacioacuten Juan March Profesor adjunto de Historia Medieval de la USC (1970-78) Profesor adjunto numerario de Historia Medieval Universal y de Espantildea de la Universidad de Extremad-ura (1981-82) Catedraacutetico numerario de Historia Medieval de la Univer-sidad de Santiago de Compostela (desde 28 de abril de 1982) Fue inves-tigador principal de proyectos financiados por la Direccioacuten General de Investigacioacuten Cientiacutefica y Teacutecnica del Ministerio de Educacioacuten y Cien-cia sin solucioacuten de continuidad desde 1991 Fue invitado por las prin-cipales universidades espantildeolas el Consejo Superior de Investigaciones Cientiacuteficas la Casa de Velaacutezquez la Universidad de Oporto (Portugal) y la Universiteacute du Maine (Le Mans Francia) para dictar conferencias dirigir seminarios de investigacioacuten o impartir cursos de tercer ciclo En-tre sus trabajos figuran (1976) La regioacuten del obispado de Tuy en los siglos XII a XV Una sociedad en la expansioacuten y en la crisis (1981) La colonizacioacuten cisterciense en Galicia (1991) La introduccioacuten del Ciacutester en Espantildea y Portugal (1992) La idea y el sentimiento de la muerte en la historia y en el arte de la Edad Media (1993) De Galicia en la Edad Me-dia Sociedad Espacio y Poder (1995) El reino de Leoacuten en la Alta Edad Media VII (1995) Antroponimia y sociedad Sistemas de identificacioacuten hispano-cristianos en los siglos IX al XIII Publicoacute ademaacutes una larga serie de artiacuteculos en revistas cientiacuteficas y actas de congresos nacionales e internacionales de los que el principal hilo conductor es la exploracioacuten preferentemente en el marco de Galicia de la historia social en los siglos centrales de la Edad Media

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Autores y autoras

QUINTEROS Guillermo OProfesor Licenciado y Doctor en Historia por la Facultad de Humani-

dades y Ciencias de la Educacioacuten de la UNLP Es Profesor Titular Ordinario y Profesor Adjunto Interino en las caacutetedras de Historia de las Ideas y Pro-cesos Poliacuteticos y en la de Historia Argentina 1 respectivamente en la mis-ma Universidad Sus temas de investigacioacuten giran en torno a problemaacuteticas poliacuteticas sociales y culturales sobre todo de la Argentina entre fines del siglo XVIII y fines del XIX Dirige el proyecto ldquoEstudios en Historia Cultural de la Poliacutetica y de la Violencia en Argentina Siglos XIX-XXIrdquo y es co-director del proyecto ldquoFamilias y Sociedad en el Riacuteo de La Plata De las transforma-ciones borboacutenicas a la consolidacioacuten del Estado Nacionalrdquo ambos acredit-ados por ante el Programa de Incentivos a la Investigacioacuten de la UNLP En relacioacuten con los mismos ha publicado como compilador (2013) La conmem-oracioacuten de la Revolucioacuten de Mayo Prensa graacutefica historia y poliacutetica siglos XIX-XXI La Plata co edicioacuten del Centro de Historia Argentina y Americana y del Laboratorio de Estudios en Comunicacioacuten Poliacutetica y Sociedad y como autor (2015) La poliacutetica del matrimonio Novios amantes y familias ante la justicia Buenos Aires 1776-1860 Rosario Prohistoria Es miembro del Cen-tro de Historia Argentina y Americana de la UNLP y miembro investigador del Instituto de Investigacioacuten en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP- CONICET)

RAMOS Mariano SergioDoctor en Historia por la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA y Master

en Epistemologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Especialista en Episte-mologiacutea e Historia de la Ciencia UNTREF Docente e Investigador de Uni-versidad Nacional de Lujaacuten (UNLu) en donde trabaja desde 1988 Actual-mente es Profesor Asociado Ordinario Es director de varios proyectos de Investigacioacuten en UNLu y la CIC Tambieacuten director del Programa de Arqueo-logiacutea Histoacuterica y Estudios Pluridisciplinarios (ProArHEP) Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Lujaacuten Es Miembro del CONI-CET en donde participa de proyectos con PID y PICT tambieacuten de UBACyT como Investigador Formado y miembro del Grupo Responsable Sus traba-jos enfocan temas de Arqueologiacutea Histoacuterica Arqueologiacutea y Geacutenero teoriacutea y Epistemologiacutea y estudios en tecnologiacutea liacutetica y viacutetrea Cuenta con maacutes de 130

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Autores y autoras

publicaciones (que incluyen proacutelogos de libros capiacutetulos de libro maacutes de 50 artiacuteculos en revistas y poacutesters) en revistas nacionales e internacionales en Es-pantildea Estados Unidos Meacutexico Uruguay Chile Cuba Costa Rica y Escocia Asimismo 29 libros como Compilador Editor o autor Forma parte de Comi-teacutes Acadeacutemicos y Editoriales de Revistas especializadas y tiene funciones de Direccioacuten en 3 de ellas Cuadernos de Antropologiacutea Signos en el Tiempo y Rastros en la Tierra y Atek-Na Serie Libros digital

RODRIacuteGUEZ Juliana Eva Profesora de Ensentildeanza Media y Superior en Historia de la Universidad

de Buenos Aires y Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires con la tesis titulada El pensamiento poliacutetico en la obra de Christine de Pizan El caso del Livre des fais et bonnes meurs du sage roy Charles V Ha realizado su doctorado en Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Sociales de Paris bajo la direccioacuten de Dominique Iogna-Prat siendo el tiacutetulo de tesis doctoral Christine de Pizan et la construction de la politique Desarrolla sus investigaciones sobre la construccioacuten del espacio poliacutetico en la Monarquiacutea Francesa y es investiga-dora por la Universidad de Buenos Aires Ha publicado trabajos tales como (2016) ldquoChristine de Pizaacuten y el legado histoacuterico de la realeza Francesa Reyes y dinastiacuteas en la geacutenesis de un Reinordquo Revista de Memoria Europae II 3 (2)

RODRIacuteGUEZ GILES Ana IneacutesDoctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata Alli ejercio

varios anos como ayudante en la catedra de Historia Moderna junto a una in-tensa participacion en el Centro de Estudios de Historia Europea en la misma casa de estudios (2006-2015) Es miembro del Miembro del comiteacute editorial de la revista Sociedades Precapitalistas Revista de Historia Social editada por la UNLP Tambien se dedico a la edicion y publicacion de diversos documentos pa-leograficos en el equipo de trabajo del Instituto de Historia Antigua Medieval y Moderna ldquoJoseacute Luis Romerordquo Poducto de este trabajo ha publicado en coautoria extensos documentos del Monasterio de Santo Toribio de Liebana (en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Universidad e Buenos Aires) Entre otras publicaciones figuran (2010) ldquoLa estigmatizacioacuten de los mendigos en el siglo de Oro Anaacutelisis de Guzmaacuten de Alfarache (1599)rdquo en Anales de Historia Antigua Medieval y Moderna Nordm 43 Bs As (2010) ldquoLa representacioacuten y pena-

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Autores y autoras

lizacioacuten del vagabundeo en Castilla en los siglos XIV ndash XVI Anaacutelisis de las Cortesrdquo en IACOBVS Revista de estudios jacobeos y medievales Nordm 27 Centro de estudios del camino de Santiago Sahaguacuten (2013) ldquoLa socializacioacuten marginal entre los criados Anaacutelisis de una relacioacuten a traveacutes de algunos ejemplos presentes en El Guzmaacuten de Alfaracherdquo en Cuadernos de Historia Moderna Miscelaacuteneo Nordm 38 2013 Madrid Universidad Complutense

SCHAUB Jean-FreacutedeacutericDoctor en Historia por la Eacutecole des Hautes Eacutetudes en Sciences Socia-

les Pariacutes Francia Director of the Social Sciences and Humanities Depart-ment Miembro investigador de la Casa de Velaacutezquez (Madrid) y director del Centro de Estudios Portugueses (2012-2014) Vice-Director for Research at Paris Nouveau Monde (2006) Senior adviser to the Director of the So-cial Sciences and Humanities Department CNRS Entre su amplia obra se cuentan tiacutetulos como (2015) Pour une histoire politique de la race (2014) Lrsquoicircle aux marieacutes Les Accedilores entre deux empires (1583-1642) (2012) Ed con Olivier Remaud Isabelle Thireau Faire des sciences sociales Comparer (2011) Des forteresses aux museacutees Pierre Daix entretiens avec Jean-Freacutedeacuteric Schaub et Marie-Karine Schaub (2008) LrsquoEurope a-t-elle une histoire (2008) Oroonoko prince et esclave Roman colonial de lrsquoincertitude (2005) Ed con Juan Carlos Garavaglia editores Lois justice coutumes Ameacuteriques et Europe latines 16e - 19e siegravecle (2003) La France espagnole Les racines hispaniques de lrsquoabsolut-isme franccedilais (trad Spanish Madrid Marcial Pons 2004) (2001) Portugal na Monarquia Hispacircnica (1580-1640) (2001) Le Portugal au temps du comte-duc drsquoOlivares (1621-1640) Le conflit de juridiction comme exercice de la politique (1999) Les juifs du roi drsquoEspagne Oran 1507-1669 (trad Hebrew Tel Aviv Taupress 2012) (1996) Ed con Robert Descimon y Bernard Vincent Les figures historiques de lrsquoadministrateur Institutions reacuteseaux pouvoirs en Espagne en France et au Portugal 16e -19e siegravecle (1993) Ed Recherche sur lrsquoEacutetat dans le monde Ibeacuterique 15e -20e siegravecle entre otras diversas aportaciones en libros artiacuteculos acadeacutemicos publicados tanto en Francia como a nivel internacional

TRUCHUELO GARCIacuteA Susana Es Profesora Titular de Historia Moderna en la Universidad de Cantabria

(Espantildea) Ha realizado estancias de investigacioacuten predoctoral en el ISIG de

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Autores y autoras

Trento (Italia 1994 y 1995) en la EHESS de Pariacutes (Francia 2007 2008 2009 2010 2011 y 2017) y ha desarrollado actividad investigadora y do-cente en universidades espantildeolas francesas argentinas y chilenas Entre sus liacuteneas de investigacioacuten se encuentran la historia urbana la articulacioacuten del poder en la Monarquiacutea Hispaacutenica asiacute como la historia de los poderes locales y de las asambleas representativas centraacutendose en aspectos del gobierno como el comercio la guerra y la fiscalidad en la Edad Moderna Es autora en solitario de La representacioacuten de las corporaciones locales guipuzcoanas en el entramado poliacutetico provincial (siglos XVI-XVII) (1997) Gipuzkoa y el poder real en la Alta Edad Moderna (2004) y Tolosa en la Edad Moderna Organizacioacuten y gobierno de una villa guipuzcoana (siglos XVI-XVII) (2006) Es editora de Andreacutes de Urdaneta un hombre moderno (2009) y coeditora con Marina Torres de Europa en torno a Utrecht (2014) y Civitas Expre-siones de la ciudad en la Edad Moderna (2015) Ha participado en muacuteltiples obras colectivas y revistas cientiacuteficas editadas en de Espantildea Francia Italia Reino Unido Argentina y Colombia asiacute como en cerca de un centenar de congresos seminarios y jornadas nacionales e internacionales

XAM-MAR ALONSO Carmen Doctora en Historia por la Universidad de Cantabria su tesis doctoral La

conflictividad y las formas de control social en el Alt Urgell siglo XVII se realizoacute bajo la direccioacuten del Dr Tomaacutes Mantecoacuten Movellaacuten Esta tesis doc-toral investiga desde una perspectiva comparativa las tensiones y conflictos -conductas sexuales desordenadas violencia verbal y fiacutesica brujeriacutea hurtos y robos etc- que alteraban la convivencia vecinal asiacute como las viacuteas utilizadas para restaurar el orden y la paz social Estas estaban basadas en el desarrollo de mecanismos ligados a la Infra-justicia y la para-justicia o en los diversos usos de la justicia reglada Este anaacutelisis abarca una veintena de localidades que con una poblacioacuten censada de 740 fuegos en 1595 y de 575 en 1717 configuraban los dominios sentildeoriales del cabildo de la catedral de Santa Ma-riacutea de Urgell en la comarca del Alt Urgell durante las dos uacuteltimas deacutecadas del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII Forma parte del grupo de investigacioacuten en Historia Moderna de la Universidad de Cantabria

Estudios en Historia Moderna desdeuna visioacuten Atlaacutentica

Libro homenaje a la trayectoria de la profesoraMariacutea Ineacutes Carzolio

ISBN 978-950-34-1580-1

  • TAPA
  • INDICE
  • SECCION I
    • De los disciacutepulos al ldquomaestrordquo la compleja tarea de afianzar los estudios en historia moderna en la Universidad Nacional de La Plata
    • Una mujer muy alta con unos brazos enormes
    • Mariacutea Ineacutes Carzolio una historiadora perspicaz
      • SECCION II
        • Del paisaje a la historia de la historia al paisaje mis viajes por Espantildea con la profesora Mariacutea Ineacutes Carzolio
        • La amistad como experiencia de vida
        • Mariacutea Ineacutes Carzolio
          • SECCION III
            • PARTE I
              • La historia poliacutetica ndashde la Edad Modernandash en los uacuteltimos decenios
              • Entre el etnocentrismo y el decolonialismo El desafiacuteo de construir una nueva historia atlaacutentica desde la periferia
              • Reflexiones en torno al patrimonio cultural de las mujeres desde una perspectiva de geacutenero
              • Un momento historiograacutefico El reinado de Carlos II en la encrucijada historiograacutefica de mediados del siglo XX
              • Los Reyes Catoacutelicos en la obra de W Prescott La visioacuten ldquoprotestanterdquo sobre los espantildeoles y su historia
                • PARTE II
                  • A vueltas con el Tumbo de Celanova
                  • Las sentildeoras de Ferreira Sobre los oriacutegenes del Ciacutester femenino en el noroccidente ibeacuterico
                  • Las fuentes sociales de la moderna representacioacuten popular comunicacioacuten poliacutetica y redes de vecindad en Castilla siglos XV y XVI
                  • En el diacutea de San Juan (1372) ldquoAnglis proelio navali superatis et fugatisrdquo
                    • PARTE III
                      • Poliacutetica y ciencia de la arquitectura en la Francia de finales de la Edad Media Un estudio de caso Christine de Pizan
                      • Sancho de Aranda eacutepica y poder en Alcalaacute La Real (1467-1548)
                      • Una lectura sociocriacutetica de Peribaacutentildeez y el Comendador de Ocantildea
                      • La lengua antes que la nacioacuten A propoacutesito del Ensayo histoacuterico-criacutetico sobre el origen y progreso de las lenguas sentildealadamente del romance castellano de Francisco Martiacutenez de Marina
                      • El teatro de Shakespeare y la cuestioacuten racial en la eacutepoca moderna
                      • Pensar Ameacuterica desde Europa Propuestas de educacioacuten en la Monarquiacutea Hispaacutenica del siglo XVIII
                        • PARTE IV
                          • La conciencia inquieta Criacutetica del absolutismo en Francia entre los siglos XVII y XVIII
                          • La corte de Espantildea durante el reinado de Felipe II una comunidad emocional
                          • El debate en torno a la venta de oficios concejiles en Castilla bajo los Austrias (1601-1630) algun
                          • Gobernar la ciudad en el Antiguo Reacutegimen entre escritos y praacutecticas orales
                          • Arte de historia y arte de reinar la prudencia poliacutetica en la monarquiacutea hispaacutenica a inicios del sig
                          • Reformismo borboacutenico y gobierno portuario Las ordenanzas de 1762 para el Capitaacuten
                          • Opinioacuten y propaganda La Construccioacuten de una ldquoguerra de religioacutenrdquo a comienzos del siglo XVIII
                          • El receptor y el juez de paz una mirada sobre la gestioacuten cotidiana de los impuestos San Geroacutenimo
                          • Las mujeres en el pleito por el Mayorazgo de la Casa de los Condes de Buendiacutea a traveacutes de las Alegac
                            • PARTE V
                              • Mariacutea de Aacutevila Una mujer abulense del siglo XV
                              • Servicio al rey servicio a la casa y el costo de la obediencia y la lealtad algunas experiencias e
                              • Cultura y poliacutetica en la Espantildea temprano-moderna la defensa de la alquimia por Richard Stanihurst y
                              • Los hombres de negocios las redes genovesas en la Edad Moderna
                              • Hacer pie en las tierras australes de la monarquiacutea Los marinos borboacutenicos en la costa patagoacutenica a
                                • PARTE VI
                                  • Comunidad y construccioacuten de la paz puacuteblica en el norte de Espantildea rateros campesinos y vecindades e
                                  • Destierro y represioacuten en la Espantildea Cantaacutebrica del siglo XVI
                                  • Los espacios de la marginalidad en la novela picaresca
                                  • La honra de los viles Valoracioacuten social y poder poliacutetico en una disputa entre pecheros por un cargo
                                  • Notas sobre violencia domeacutestica Familias de peninsulares en Buenos Aires (1785-1810)
                                      • AUTORES Y AUTORAS
                                      • CONTRATAPA
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