ethos y modernidad

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Ethos y modernidad: familia, patriarcado y la nación argentina finisecular Zí^ bolsa (1889) de Julián Martel Juan Pablo Spicer-Escalante Oakland Univeräty ... allá va, como inmensa visión apocalíptica, una sociedad entera levanta- da en vilo por el agio y la especulación, celebrando la más escandalosa orgía de lujo que ha visto y verá Buenos Aires... Julián Martel' El siglo XIX representa, tal vez, el período de mayor evolución política, económica, social y cultural en la his- toria argentina. Sin duda, la fuerza ideológica que cataliza la ti-ansforma- ción nacional del país durante este pe- ríodo era las medidas pob'ticas moder- nas inspiradas, inicialmente, en las nociones ideológicas del liberalismo europeo del siglo XVIII—ensayadas en el país desde antes de la presidencia de Bartolomé MitiB (1862-1868)—^ymás adelante—a partir de 1880—en los preceptos positivistas aplicados durante las presidencias de Julio Argentino Roca y Miguel Juárez Celman (1880- 1890). Sin embargo, dentro de esta tiayectoría histórica, la década de 1880 es de particular interés ya que repre- senta la culminación de la evolución nacional decimonónica. En ese dece- nio de fe en úprogreso indefinidocon todo el bagaje que este concepto acarrea—no hay sólo una metamor- fosis en términos del sistema político de la joven nación rioplatense—con- solidada a partir de 1880 en un ente homogéneo y democrático—sino también con respecto a los cambios producidos por el impulso de la mo- demidad burguesa de la nación: la edi- ficación y la codificación del espacio nacional, y la expansión de la econo- mía no sólo a nivelregional,sino tam- bién a nivel intemacional.^ No obs- tante, el cambio principal del auge positivista—que viene perfilándose desde las charlas de los integrantes del Salón Literario de Marcos Sastre de 1837—es, tal vez, el del carácter men- tal de la población argentina. Con la creciente aplicación de políticas 155

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Análisis literario

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  • Ethos y modernidad: familia,patriarcado y la nacin argentina finisecular

    Z^ bolsa (1889) de Julin MartelJuan Pablo Spicer-EscalanteOakland Univerty

    ... all va, como inmensa visin apocalptica, una sociedad entera levanta-da en vilo por el agio y la especulacin, celebrando la ms escandalosa orga delujo que ha visto y ver Buenos Aires...

    Julin Martel'

    El siglo XIX representa, tal vez, elperodo de mayor evolucin poltica,econmica, social y cultural en la his-toria argentina. Sin duda, la fuerzaideolgica que cataliza la ti-ansforma-cin nacional del pas durante este pe-rodo era las medidas pob'ticas moder-nas inspiradas, inicialmente, en lasnociones ideolgicas del liberalismoeuropeo del siglo XVIIIensayadas enel pas desde antes de la presidencia deBartolom MitiB (1862-1868)^ymsadelantea partir de 1880en lospreceptos positivistas aplicados durantelas presidencias de Julio ArgentinoRoca y Miguel Jurez Celman (1880-1890). Sin embargo, dentro de estatiayectora histrica, la dcada de 1880es de particular inters ya que repre-senta la culminacin de la evolucinnacional decimonnica. En ese dece-

    nio de fe en progreso indefinidocon todo el bagaje que este conceptoacarreano hay slo una metamor-fosis en trminos del sistema polticode la joven nacin rioplatensecon-solidada a partir de 1880 en un entehomogneo y democrticosinotambin con respecto a los cambiosproducidos por el impulso de la mo-demidad burguesa de la nacin: la edi-ficacin y la codificacin del espacionacional, y la expansin de la econo-ma no slo a nivel regional, sino tam-bin a nivel intemacional.^ No obs-tante, el cambio principal del augepositivistaque viene perfilndosedesde las charlas de los integrantes delSaln Literario de Marcos Sastre de1837es, tal vez, el del carcter men-tal de la poblacin argentina. Con lacreciente aplicacin de polticas

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  • positivistas al pas, existe una notablemudanza en cuanto a la mentalidadde sus lderes y de su pueblo. Este cam-bio, producto de la nueva ideologaimperante en el pasel positivismo,en el caso argentino una extensin delliberalismocrea un nuevo ethos na-cional que reflejaba los valoresutilitarios de la oligarqua y la burgue-sa dirigentes.

    No obstante, esta traasformacinno produce slo efectos positivos encuanto a la nacin argentina. Ademsdel problema de la inmigracin masi-va que traa inmigrantes cada vez me-nos 'deseables' al pascomo, porejemplo, anarquistas espaoles e italia-nos y^ de la creciente disparidad eco-nmica entre las clases sociales, estenuevo ethos representaba un apego noa una modernidad esttica, sino a unamodernidad burguesa de la nacin. Dehecho, a partir de 1885 se ve que lairrupcin de los valores de este nuevoethos burgus conduce a una crisisnacional cuando las polticaspositivistas comiezan a tropezarse conla realidad movediza de un pascon-sumido por un impulso febril de pro-greso materialen vertiginosa evolu-cin hacia no se saba exactamentednde. El broche de oro de ta pocade ti^nsformacin es, sin lugar a du-das, el crac burstil de 1888. Produc-

    to del excesivo agiotaje y a la desbor-dante especulacin, motivados por elmaterialismo, este cataclismo econ-mico pone en jaque la nocin de queprogreso material de la nacin real-mente fuera benfico, y realmente in-definido como rezaba slogan posi-tivista de la poca.' Ms bien, con laruina econmica de la clase social quetal vez ms aprovechara la rfagaespeculadorala burguesa porte-a s^e puede ver que la modernidadburguesa no slo surte efectos benfi-cos, sino tambin efectos frecuente-mente arrasadores.

    La Generacin literaria del 80, el cracde 1888 y La bolsa de Julin Martel(1889)

    Debido a su valor simblico, elcrac de 1888 es un tema de gran valorpara los escritora de la Generacin del80, la llamada generacin 'naturalis-ta.'^ De hecho, del tema del crac seocupan varios miembros de esta gene-racin en una serie de novelas llama-da el 'ciclo de la Bolsa.'' Como es deimaginarse, estas obras retratan, conun lujo de detalles, el antro de la espe-culacin: la Boba de Valores de Bue-nos Aires. No obstante, como la crisiseconmica que empieza en 1885 esproducto en gran parte de la corrup-cin de los valores ticos y morales, los

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  • autores ponen gran nfasis en esta se-rie en recalcar las acciones deshones-tas de los especuladores burstiles re-lacionados con el nuevo ethos utili-tario. Estas obras se dedican, por lotanto, a narrar el colectivo frenes deaventura, de juego, y de sensualidad(Rojas 668) de la sociedad argentinaochentista, haciendo hincapien t-pica forma naturalista, como estudiosocial (Campanella 187)en los va-lores decadentes del materialismo quese haban apoderado de ella y que ha-ban corrumpido los cimient de lanacin.

    En cuanto a la nica novela deJulin Martel, La bolsa, hasta el mo-mento los estudiosos se han detenidoen la pstura crtica del autor en rela-cin con la sociedad argentina de laobra, enfocando su naturaleza amorfay cosmopolita, y su relacin con lacrisis de pubertad de una urbe en cre-cimiento (Campanella 189). Tam-bin se ha estudiado el discursoxenofbico y antisemita tan prevalenteen las pginas de esta novela,^ ademsde la ptica crtica de la crisis de valo-res sociales de la poca.^ En trminosdel valor figurado de la obra, varioscrticos han reconocido, adems, larepresentacin alegrica presente enesta novela* Siguiendo esta veta rica,alegamos que la naturaleza

    desmitificante y figurada de esta obratiene otro posible horizonte crtico. Labolsa, adems de ser una advertenciade la llegada de la vida modemacontodas sus vicisitudesa la Argentinaen general y a Buenos Aires en parti-cular, tambin es una denuncia de losprincipios ideolgicos por los que lanacin argentina se haba formadoel liberalismo, y por extensin, el posi-tivismoy que haban convertido a laciudad de Buenos Aires en una especiede Sodomadel Plata (Vias 231).^Es decir, este texto pone en tela de jui-cio no slo el valor de los avances eco-nmicos obtenidos como parte delboom positivista, sino tambin las ra-ces liberales y positivistas del ethos uti-litario reinante que permita^si nofomentaba directamenteque la es-tafa, el despilfarro, la avaricia, y la lu-juria se volvieran elementos comunesen el pas evolutivo. Por lo tanto, se-gn nuestra ptica,/ bolsa es un tex-to social importante debido a quedesmitifica la nocin dprogreso in-definido que los idelogosdecimonnicos haban concebidocomo una especie de portento de lamodemidad. Creemos, adems, quela capacidad desmitificadora de estanovela se observa con mayor claridadal analizar la representacin queMartel hace de la familiay del concq)tode patriarcado presente en la obra, es-

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  • pecialmente en relacin con la burgue-sa argentina as.fin de sicle.

    La familia y la construccin ideolgi-ca de la nacin

    En Latinoamrica, la familiacomo componente de la estructura .so-cial bsicaha sido y contina sien-do uno de los entes sociales de mayorimportancia De hecho, desde la po-ca colonial, la familia ha sido un agen-te estructural de gran importancia enla sociedad latinoamericana (Kuznesofy Oppenheimer 228). Durante el sigloXIX en particulardebido al vaco entrminos de hegemona gubernamen-tal desde la independencia hasta losperodos de organizacin y consolida-cin nacionalesla familia era unaconstante no slo social, sino tambineconmica, poltica y cultural.'" Des-de luego, como extensin del concep-to de la familia es el de patriarcado, elprincipio de organizacin social y fa-miliar basado en la hegemona mas-culina en general, y paterna en parti-cular."

    En relacin con la literatura lati-noamericana, la familia era un toposde gran importancia en las obras lite-rarias del siglo XE, especialmente encuanto a su importancia como com-ponente ideolgico de la estabilidad

    nacional poscolonial (Sommer 20).De hecho, como ha sealado FrancineMasiello, la representacin de la fami-lia nuclear unida en Hispanoamricaserva una destacada funcinfundacional como modelo para lareproduccin de valores nacionales yde la ideologa estatal, ofreciendo asuna imagen de la vida dom&tica equi-libradaante la anarqua o el caosy de la prosperidad de la nacin (18).En el desarrollo de las letras argenti-nas, la familiacomo concepto ideo-lgicotambin figura como topos deimportancia en la obra de ias dos ge-neraciones literarias decimonnicas, laGeneracin de 1837 y la Generacindel 80. Para ambas, esta metfora ser-va como modelo significativo del or-den social en una poca de grandestransiciones. Sin embargo, para laGeneracin del 37 el uso de la metfo-ra de la familia era par dar la idea deun trmino medio entre el caos y lahegemona autoritaria rosista(Masiello 18). En cambio, los escrito-res de la Generacin del 80, usan este/o/?ay a la inversa. Como hemos sea-lado antes, Argentina logra la consoli-dacin nacional en 1880, as que yano era necesario insistir en el retratode una familia unidaes decir, una'familia' de provincias unidas^parafomentar una concepcin de uninnacional. Para la Generacin del 80,

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  • esta metforao ms su decaden-ciase usa, por lo tanto, para mos-trar la crisis social de la sociedad ar-gentina finisecular. Es decir, estos es-critores utilizan ote lugar comn paramostrar la desintegracin de la socie-dad argentina finisecular ya que losvalores nuevos del materialismo utili-tario despedazan metafricamente a lafamilia unida. Por lo tanto, como pa-dr figurados de la nacin unida, lospatriarcas de esta familia figuradalos lderes nacionalesquedan comoresponsables de tal ruptura.

    En numtro anlisis de La bolsa,entonces, enfocamos la construccinideolgica que hace Martel de la fami-lia en relacin con el concepto socialdel patriarcado. Nosotros postulamosque aunque por un lado la im^en deuna familia unida que aparece en estaobra muestra el xito del ideal liberalalberdiano ^o^em^r es poblarde-bido a su carcter nuclear^y la con-solidacin nacionalpor el uso de laimagen cte la familia unida la re-prentacion de la familia ac[u sirveuna funcin netamente desmitificante.Es decir, como el corpus nacional, lafamiliadebido al fracaso de su figu-ra patriarcal, Luis Glow, quien se dejacorroner en un mbito turbulento einmoral como la Bolsa de la poca encuestinse vuelve no slo la victi-

    ma ultrajada de un patriarca, sinotambin una representacin figuradade la nacin argentina, fragmentadatras el crac y a la deriva.

    Glow, eje central de la obra

    Desde el ttulo, la novela pareceser la historia de la Bolsa de Valor deBuenos Aires y todos los acontecimien-tos relacionados con la catstrofe bur-stil de 1888. No obstante, es, en rea-lidad la historia de la vida del prota-gonista de La bolsa, Luis Glow. El re-lato se centra, por lo tanto, en las ex-periencias vitales de este existoso abo-gado y padre de familia (juien^ten-tado por los negocios turbios y el dine-ro fcilse entrega con frenes al jue-go de la especulacin de la poca locual conduce no slo a su propia per-dicin, sino tambin a la de su fami-lia.'^ Por lo tanto, gran parte de lanarracin se dedica a crear la imagendel protagonista como hombre pbli-coreconocido por sus mltiples ta-lentos intelectuales^y como patriar-ca de ima familia nuclear ejemplar.

    El hombre pblico

    Hijo de un inmigrante ingls ca-sado con una mujer criolla, Luis Glowsube el escalafn social desde las ca-pas inferiora de la sociedad argentina

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  • hasta ingresar plenamente a los msaltos estratos de la burguesa portea.Como smbolo de la opulencia de suvida burguesa en el relato^fruto desu labor como abogado y de sus inver-siones en la Bolsaest su casa, queel narrador describe con un notabletoque eaccumuktio (Foster 112).'^Al mandar encender las luces de supalacio en en pieno barrio de la msalta burguesa portea, se describe enel rostro del doctor la felicidad delparvenu que se ha alejado de una vidade pobreza y que ahorapreso de lacontemplacin-goza del mundo dela opulencia con una especie de feti-chismo domiciliario (Sebrelli224):

    Era de ver la cara que el doctorpona al contemplar aquellosmuebles riqmsimos, con sus teji-dos que representaban escenas deguerreros antiguos, aquella al-fombra de Obussn de una solapieza; aquellas paredes forradas,como un esUiche, en seda colorrosa pbdo; aquellos cortinadosfpesos que colgaban majestuo-samente de las altas galeras;aquel techo en que el pincel de unverdadero artista haba trazadoamorcillos a quienes la Du Barryhubiera visto complacida abrir lasalas en su mejor retrete; aquellosbronces sostenidos en pedestales

    forrados en riqusimas telas; aque-llos grandes espejos, con sus do-rados marcos de filigrana y susjardineras al pie, llenas de flores,como ofreciendo un premio a lashermosas que quisieran mirarseen su cristal biselado; aquellas milchucheras esparcidas en desordenpor todas partes... (107-108)"

    Embriagado por sus posesiones, elabogado vaga por entre todas aque-llas suntuosidades, contemplndose encada espejo, extasindose ante cadacuadro, parndose ante cada mueble(108), en una especie de estupor nar-cisista, producto de la opulencia quesu nuevo status social le confiere. Noobstante, aunque ahora disfruta de unnivel de vida de gran prestigio, comoseala el protagonista a travs de susreexiones al respecto, su vida no fuesiempre una de hijo y ostentacin. Elprotagonista recuerdaal pasar re-vista de sus adquisiciones materialesfrente al fogn de su casaque suascenso a la vida opulenta se debe enprimer lugar no a la especulacin, sinoa sus estudios. Viviendo el protagonis-ta una infancia miserable (109), supadreun ingls muy severo, veni-do a Amrica en persecucin de unafortuna que no logr jams (109)haba tenido suficiente visin comopara inculcarle el beneficio de los es-

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  • tudios: le obligaba a estudiar nochey da, queriendo sacar de l un hom-bre de provecho (109).'^ Ya que sumadre haba muerto siendo muynio y no le quedaban ms parientes(1(^), ti^ la muerte de su padre. Glowse queda completamente Solo en elmundo el da en que ingresara a laFacultad de Derecho (109). La vidaestiidiantil resulta ser la salida de lamiseria para el joven; en efecto, es atravs de los estudios y los empleosmenores que desempea que se le re-conocen las aptitudes. Tanta inclina-cin e mpetu tieneen comparacincon sus colegasque l se merece elgalardn de ser el indicado para pro-nunciar ia despedida de egreso a suscolegas de estudio." El xito de la po-nencia es total: Fue un triunfo, untriunfo completo y merecido, que hizoestremecer el saln de conferenciasbajo los q)lausos de maesti-os y con-discipul (110). De hecho, tan exi-toso es que sale en forma impresa alotro da como seal de su gloria: Yel despertar del da siguiente! Aquelabrazo dado en plena calle al vende-dor de diarios que le tiraba la hojaimpresa, cuna de su gloria, donde sudiscurso, publicado en sitio de honor,era acompaado de frases en-comisticas que ponan bien de relie-ve su nombre (110-111). El presti-gio conquistado por su reconocimien-

    to le confiere la oportunidad de ejercersu profesin con un clebre aboga-do porteo y A partir de ese da, suhorizonte se fue despejando (111).Martel consolida la imagen del prota-gonista como hombre pblico a tiravsde la descripcin de las acciones p-blicas que le dan prestigio como, porejemplo, dar Un discurso de vez encuando, pronunciado con cualquiermotivo o escribir un artculo de dia-rio con su fimia al pie, esculo sobrecualquier cosa, pero siempre bien es-crito (111). Adems, su prota-gonistade buenas maneras, fsicoagradable, facilidad de palabra y na-tural tacto socialconquista lassimpatas de todo el mundo lo cualle merece ser coasiderado como unmuchacho de muchas esperanzas(111).

    En suma. Martel crea una ima-gen de Glow como xmself-mae manque se ha subido de clase sodal prcti-camente solo hasta el punto de poderdegustar los tiem frutos de su inge-nio y esfuerzo. Como tal, esta imagenenfati2a su talento natural y el brillantexito que el futuro le depara. El que-da, pues, como ejemplo singular delsistema educativo liberal/positivista, delas mejor intencionadas nocionesalberdanas al respecto de la inmigra-cin anglosajona, y como smbolo del

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  • esfuerzo propio y la supervivencia. Noobstante, esta imagen es slo parcial.Como se sugiere en cuanto a la clidarecepcin de su discurso de egreso poruna multitud de hermososas damas(110), Glow tambin es un 'buen par-tido' para las jvenes porteas en esemomento histrico de la nacin en quela burguesa desplaza a la aristocraciatradicional.

    El patriarca

    En su inscripcin ideolgica.Martel tambin retrata a Glow comobuen marido y hombre de familia(Schwartz 109). De hecho, beneficin-dose de la imagen pblica tan positivade la que goza tras su egreso^y por-que frecuentaba la sociedad, los pa-seos, los teatros... (111)Glow lograconocer en una noche de pera a Mar-garita, su futura mujer. La narracindescribe el paulatino descubrimientometonmico, a guisa tambin deaccumulatio, de la joven entre, lamultitud de espectadores del teatroColn:

    Una sala enorme llena de gente,con sus filas de palcos como guir-naldas paralelas en que se entre-lazan bustos soberbios, brazos des-nudos, descotes floridos, abanicosinquietos, ojos asesinos, alhajas.

    terciopelos, blondas, todo anima-do, embriagador, incitante. Yall, en un pa grill, desdeo-sa y esplndida ella, Margarita,aguantando, sin pestaar, losasaltos que la juventud dorada ledirige apuntndole sus binculoscomo puntos de admiracin es-critos por todos los mbitos de lasala en honor de su belleza! (111-112)

    Glow investiga los orgenes de lamoza y hallaa pesar de la decaden-cia actual de su familiaque ella tie-ne antecedentes patrcios de primerorden: Quin es? Cmo se llama? Elflamante doctor no tarda mucho enaverguarlo. Es la nieta de un guerre-ro de la independencia, cuyo nombretiene la resonancia de un ttulo nobi-liario. Rica? No, ms bien pobre, perocon la fortuna suficiente para afrontarlas exigencias de su alta posicin so-cial (112).

    Todava ante el fuego de su man-sin. Glow recuerda su enamoramien-to de novela romntica (112) y eldespliegue burgus de sus bodas:Aquella noche que no olvidar, no,mientras viva? El desfile del BuenosAires de tono por los salones de Marga-rita, el baile, las bromas de los ami-gos, la fuga en coche a lo mejor de la

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  • fiesta... (113). Sin embargo, el sig-nificado del matrimonio entre Glow yMargarita es de mayor importancia entnninos de la inscripcin ideolgicade este texto social. Aunque el suyo esun caso de exogamiael matrimo-nio entre personas de distintas clasessociales ya que Glow es un parvenuburgus y Margarita es de la vieja aris-tocracia en decadenciaaqu repre-senta hnacionconsolidada, de nteresafines: la estabilidad tradicional y elbienestar utilitario actual.

    De vuelta a la ciudad. Glow se de-dica a su vida agitada de trabajo: Yotra vez el bufete, y los discursos, y losartculos periodsticos, y mil planespara el futuro (113). Como parte dela inscripcin ideolgica del protago-nista, es de inter especial la insis-tencia del narrador en su preparacinconstante para una futura carrera po-ltica, trayectoria que le posibilitara elascenso a las ms altos estratos de lasociedad argentina: Oh! l hara ca-rrera en poltica. Saba hacer hermo-sas frases, y aunque las frases hermo-sas no son ni la honradez ni el patrio-tismo cuan arriba llevan las hermo-sas frases! (113)." En cuanto al xi-to y los designios polticos de su mari-do, Margarita es representada porMartelde manera estereotpicacomo una ambiciosa instigadora del

    xito de su marido: Su mujer, ade-ms, que era ambiciosa, y quizs alcasarse con l sabiendo que era un jo-ven de esperanzas, haba soado enimpulsarlo a subir alto, muy alto (estoel doctor ni lo sospechaba) tambin loinduca a meterse en la poltica(113).'

    No obstante, como hemos sea-lado antes, la seleccin de Margaritade su maridoadems de ser buenaen trminos de la seguridad que la ca-rrera de abogado le ofriera y de suscapacidades como futuro poltico^vams all de sus talentos superiores ysu status sodaihmgis. La procrea-cin forma parte de las expectativasmatrimoniales del patriarcado llama-do a / w t o r a OO. El, como fu-turo patriarca, cumple con este deber,formando una familia nuclear ejem-plar. Con Glow todava contemplativoante el fognsiguiendo el desfile desus recuerdosse presenta primero alhijo de Glow:

    Y de improviso, caballero en grue-so bastn que haca encabritar asu antojo, la espada en alto, des-nuda, amenazadora, hizo irrup-cin en e! comedor un general queno llegara a la altura de la mesa,con el fioreado kq)s echado atrs,la mirada fulgurante, y el ademn

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  • resuelto del que se lanza al asaltodispuesto a vencer o morir. As diola vuelta a la habitacin, y vino adesmontar junto a Glow, que pre-mi los brios del militar con unbeso en la frente. (117)

    Despus, aparece la hija del pro-tagonista, una mamita... que congravedad digna de su misin, avanzllevando en brazos una magnficamueca que a duras penas poda sos-tener

    Al pelearse levemente los dos hi-jos de Glow por el cario de su padre,interviene lcomo patriarcaareestablecer el orden domstico cuan-do el hijo insiste en ser reconocido pri-mero:

    Glow lo mir con severidad.Las damas son antes que los caballe-ros.Y losLapololes, como yo?, pre-gunt el pequeo sin cejar, apoyndo-se con una mano en su espada, comosi fuera un cetro, y pasndose la otrapor la naricita.Los Napoleones secallan la boca cuando pq) se lo man-da, y usan pauelo para que nadiepueda tratarlos de mocosos (118). Noobstante, adems de presentar la im-posicin de un orden patriarcal a loshijos, la imagen presentada (te Glowtambin sirve la funcin de crear una

    imagen humana del patriarca. Estose ve con particular nitidez en el afec-to que les muestra a los dos nios des-pus de imponerles su voluntad patriar-cal:

    Derrotado el militar, avanz lamamita.Quin es esta niatan juiciosa?^Mi hiquita.Minieta entonces...Y cmo se lla-ma?iS"/....Bueno, seora,tome usted su hija, y cudela mu-cho; pero si anda mal, yasabe...Ahora usted, seorNapolen...A ver esaespada...iAmigo, es tremenda! Ypara qu la quiere?Papeliar-contest Napolen recuperandolos bros.Para pelear con.quin?Con la patia. (118-119)

    En resumen, la representacintextual de Glow aqucomo hombrepblico y patriarca domsticocon-finna las dos facetas de su existencia:la vida exteriorrepresentada por lacarrera legal y ms adelante, la de laBolsa de Valores y^ la vida interiorla de la domesticidad. Sin embargo,es en el cruce de estos dos mundos quemejor se ve la preparacin de la cadaeventual del patriarca, ya que son lospersonajes poco escrupulosos que fre-cuentan la Bolsa quienes ayudan a

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  • determinar no slo la cada, de Glow,sino tambin, la de su familia y de lanacin imaginada por extensin.

    Tierra de promisin: La Bolsababilnica

    Como prefiguracin del mal, lanovela comienza con el rpido correrde un viento siniestix) que paseapor loshitos principales de la zona cntrica dela capital, incluyendo el escenario dela infamia, la Bolsa de Valores. LaBolsa-El corazn de las corrienteshumanas que circulaban por las ca-lles centrales como circula la sangreen las venas (54)por su naturale-za y por su ubicacin cntiica, rene asus afueras y en su seno un panoramaamplio de tipos, todos motivados porel curro, la ganancia sin esfuerzo. Aguisa de bestiario, la narracin co-mienza con un tono marcadamentexenofbicoA lo largo de la cuadrade la Bolsa y enla h'nea que la lluviadejaba en seco, se vean esos parsitosde nuestra riqueza que la inmigrxintirae a nuesti-as playas desde las comar-cas ms remotas... (54)pero tam-bin reti-ata los tipos callejeros princi-pales: los vendedores, y los char-latanes ambulantes de la cercana dela Bolsa (54). Y, con un toque na-turalista, describe primero a los men-,digos que estiraban sus manos muti-

    ladas o mostraban las fstulas repug-nantes de sus piemas sin movimiento,para excitar la pblica conmiseraciny luegoesbozando la situacin de lamujer cada, un tema comn en lapoca debido a la libre prostitucina las bohemias idiotas, hermossimasalgunas, andrajosas todas, todasrotosas y desgreadas, llevando mu-chas de ellas en brazos nios lvidos,helados, moribundos, aletargados porla accin de los narcticos criminal-mente suministi-ados (54). Final-mente, como ejemplo de crtica socialhacia las autoridades policacas, elnarrador cuestiona quin sera msrepugnante y monsturosa:...la madreembrutecida que a tales medios recu-rra para obtener una limosna del quepasaba, o la autordad que miraba in-diferente por inepcia o descuido, aquelcuadro de la misera ms horrible, deesa miseria que recurre al crimen pararemediarse (54).

    La descripcin tipolgica de lasentraas de la BoLsa se asemej a a la delas afueras de la institucin&ta re-presenta, pues, una amalgama de to-das las clases sociales^y terminancon el mismo tono pesimista. Comoobservador natiKalista, el narrador co-mienza su descripcin sealando queDe todos los sitios en que se fonnanagrupaciones humanas, ninguno que

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  • presente ms ancho campo de obser-vacin al curioso que el saln centralde la Bolsa (57). El narrador tam-bin seala que, aunque El traje ni-velador le da, a primera vista, ciertoaspecto de homogeneidad, tal apa-riencia desaparece cuando la mira-da sagaz ahonda un poco en aquel marrevuelto en que se mezclan y confun-den todas las clases, desde la mis altahasta la ms abyecta (57). En suseno, pues, se junta un mundo de ti-pos dismiles, reunidos todos por unmpetu comn, la especulacin: elfastuoso banquero.. .el humilde co-misionista. .. el mozalbete.. .el esta-faor desconocido, el aventureroprocaz.. .el insulso petimetre.. .el es-peculador arrojado.. .el anciano enri-quecido. . .el usurero famlico (57-58).^ Para el narrador, pues, la Bolsaes un cendro de incongruencias, unaPromiscuidad de tipos y promiscui-dad de idiomas (58) donde se en-cuentra la flor y nata de la sociedadde Buenos Air, mezclada..con la es-coriadisimuladadel advenedicismo enmoda (59); o sea, una verdaderaBabilonia argentina?^

    Sin embargo, a pesar de la exis-tencia de distintas clases sociales y na-cionalidades en el antix), existe un hilocomn ms importante, que va msall de la vestimenta de los individuos

    de la Bolsa, que se relaciona con lasmotivaciones de los inversionistas. To-dos los concurrente descritos por elnarradortanto los de afuera comolo de dentro, y a pesar de su aparienciafsica, etnia y clase social tan diferen-tesse definen por un espriti colec-tivo y comunal: su motivacin por lasganancias, por el lucro.

    Glow y la Bolsa

    Con la finalidad de establecer unadiferencia entre el protagonista y lasmultitudes babilnicas de la Bolsa, elnarrador describe al Doctor Glow, a tra-vs de su llegada a la institucin bur-stil, con un retrato que distingue suprotagonismo y que muestra su clarajerarqua social. Al bajarse de su co-che y acercarse a la entrada de la Bol-sa, se seala que Glow es un hombreelegante y buen mozo, quien echa aandar, sin hacer caso a las solapadasinsinuaciones de los vendedores de lo-tera, ni dignarse arrojar una miradasobre los muchos y diversos tipos que,por no ser socios de la Bolsa, se venobligados a hacer antesalas cuandoalgn asunto urgente los pone en co-municacin con los bolsistas (56).Asimismo, Glow sonre con aire dehombre que nada tiene que echar encara al destino... (56). La im^enpulida del abogado creada por Martel

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  • tambin se aplica a sus escrpulos encuanto a los negocios del local. Trasreunirse con su corredor personalEmesto LilloGlow y l charlan so-bre las trampas burstiles. Al hablarde uno en particularel gatolareaccin del abogado es de verdadera,aunque ingenua, repulsin: Gato,una anotacin falsa en lapizarra?...Eso es un crimen! (69).Por lo tanto, el narrador establece unaimagen de Glow no slo de pulcritudfsica, sino tambin tica. No obstan-te, las trampas de los bolsistas mues-tran claramente la carencia de valoraticos de la sociedad argentinafinisecular relacionada con la Bolsasu corazndonde slo reina la ga-nancia, no la integridad. En yuxtapo-sicin a la dfcripcion de Glow y Lilloen la Bolsa, entonce, la narracin pre-senta la banda de especuladores queaprovecha la inocencia de Glow paraenredar al joven abogado en los nego-cios turbios que lo conducirn a suruina financiera y emocional, y a ladestruccin de su familia.

    La caterva de especuladores^

    De races diferentes en tnninos desu preparacin intelectual y naciona-lidad, los correligionarios de Glow dela BolsaJuan Gray, Len Riffi,Germn Zol, Granulillo y Daniel

    Fouchezrepresentan un cuadro detipos diversos, reducidos todos a unasola imagen comn por su afn de lu-cro y sus tendencias hacia la corrup-cin. Los lderes de la pandilla deespeculadores y bolsistas^y los mscorruptos-son Granulillo y DanielFouchez.^ ^

    Granulillo, Director de un Ban-co oficial y periodista ingenioso, con-versador ameno y temperamento arts-tico refinado es abogado sin clien-tela y ex-socio de Glow (82). El na-rrador lo retrata, sin embargo, comomy prncipe maquiavlico: l es loms vil que ha salido a la superficieterrquea. Poda, como Csar Borgia,haber llegado a ser el primer capitnde su tiempo; pero, como l, hubierasido tambin el ms corrompido de losgobemantes (82). Adems, esboza elnarrador que su falta total de escrpu-los pone a su alcance cualquier medi-da para lograr sus fines: En otras qpo-cas habra adoptado el estilete poramia...o el veneno. Venido al mundoen el ltimo tercio del siglo XD, la in-triga insidiosa, la falsa admirable-mente disimulada por una culturapariense, fueron sus armas. Cuandotrataba de conseguir algo que leinternase...echaba mano de todos losmedios, buenos y malos, para lograrsu fin (82). Su especializacin

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  • adems de la estafaes el manejo ile-gal de oro; como partcipe de un sindi-cato secreto, tiene el objetivo de mani-pular el precio mundial de este metalprecioso. '^'

    No obstante, el tipo ms origi-nal de aquel crculo era DanielFouchez, un marqua franc& venidoa menos quien haba sido rco aun-que los desrdenes de su juventud ysus dispendiosas prodigalidades dieronpronto al traste con una fortuna ya bas-tante mermada por los despilfarros dediez generaciones de holgazanes (84-85). Su decadencia lo conduce a lapobreza: lleg un da en que el ele-gante parisiense, fruentador asiduode los camarines de la Porte Saint-Martn y del Oden, y galanteador ge-neroso de las muchachas alegres de losboulevares, se encontr de buenas aprimeras sin un franco en los bolsillos,abandonado de sus amigos, con uncrdito agotado y las ilusiones mori-bundas (85). Como parte del mitode hacerse la Amrica, la nica suer-te que le quedaba era probar fortu-na (85) en la Argentina, aunque deincgnito debido a la vergenza p-blica que sufrira su familia noble endecadencia si se enterara todo de sucondicin real de vida. Al llegar a Bue-nos Aires, se dedica a ocupaciones n-fimastitiritero, e}q)endedor de hela-

    dos, cambalachistahasta acumularsuficiente dinero para poder participardel agiotaje en el mercado de accionesdonde se arroja al torbellino de lasaventuras burstiles, vindose prontoconvertido en una de las potencias dela Bolsa (87). Es decir, con el nfasisen su vida decadente en Parfe, sus ocu-paciones irrisorias al llegar al pas, ysus xitos especulativos, la representa-cin del francs aqu lo dibuja de ma-nera xenofbica como un decadente yadvenedizo europeo que slo liega aaprovecharse de las riquezas del pas.

    Entonces, adems de presentar elmbito y a los hx\mos]uds que tien-tan al prot^onistacon el espejismo deriquezas fciles, la representacin he-cha de la Bolsa y de sus concurrentessugiere la carencia de valores ticosla honestidad, el honor, la tica profe-sional^y la corrupcin que los carac-teriza. Al colocar a Glow en este me-dio corrupto, el escritor naturalistasgu, entonces, las normas de la nove-la experimental, posibilitando as lacada moral, tica, emocional, fsica,y material del protagonista.

    Los negocios turbios

    A diferencia del hombre pblicoque era el paradigma de la laboriosi-dad y del ingenio, tras su entrega fe-bril a los asuntos burstilestentado

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  • por el lucro fcilGlow se convierteen especulador empedemido, dejando,paulatinamente, de lado su profesinlegal: Desde que el doctor se habaentregado en cuerpo y alma a las es-peculaciones burstiles, haba hechode modo que la clientela se le fuese re-tirando poco a poco y una vez ter-minados, bien o mal, varios litigiospendientes, no se encarg de ms asun-tos judiciales (79)- Su estudio jur-dico de antao se transforma de lanoche a la maana en escritorio dehombre de negocios (79), un nota-ble abandono del sentido de j usticia delos asuntos legaies a favor del mate-rialismo." El local se toma, adems,el lugar de reunin predilecto para lafonnacin de los proyectos comercia-les ilegales de Granulillo y Fouchez.

    El proyecto principal de esta ^ r u -pacin, asumiendo la ignorancia lin-gstica de los de la Bolsa sobre el sig-nificado de este altisonante trmino, esla creacin de una empresa ilegal lla-mada la5odeal3!/weoMca5rfl. Lafinalidad de dicha sociedad es, enton-ces, estafar a los posibles inversionistasa trav& de la especulacin en tierras,creando un alza en el precio de las tie-rras para luego venderlas a un preciomayor y beneficiarse de la diferenciaantes de que los otros inversionistas seden cuenta del engao. Al principio

    de la discusin sobre la formacin deesta entidad ilegal, se retrata a Glow,an con un vestigio de escnpulos,como opositor del plan, creando unaimagen textual del protagonista depureza: l est dotado de los senti-mientos ms puros y es refractarioa todo lo que saliera del terreno legal(91). No obstante, la persuasin deFouchez le convence de que dentro delos lmites de la tica utilitaria reinan-te, ese tipo (te negocio es aperado yhasta fomentado: Usted debe com-prender, doctor, que este gnero de ne-gocios est a la orden del da. Estasespeculaciones,.. .estn admitidas, to-leradas por todo el mundo, y..hastaentre las personas ms honorables(91).^ ^ Como parte del proceso de lacada moral de Glow presentada en eltexto, pues, se enfatiza quetpico delnaturalismoel prot^onista quedacontaminado y aqu hasta moralmentedespedazado de manera figurada porel ambiente de corrupcin donde elconvencionalismo social permitamuchas cosas reidas con la moralordinaria (91): Cada 'a iba dejan-do [Glow] ...un nuevo jirn de su sen-tido moral en la peligrosa pendientepor la que se deslizaba (91). Por lotanto, el protagonista, con un aire dehombre que acaba de ser convencido(91), se entrega a los argumentos deFouchez, se involucra en el negocio, y

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  • da el primer paso hacia su decadenciamoral y tica.^ ^ Este episodio inicial,por lo tanto, confirma no slo el pro-ceso corruptor al que est sujeto el doc-tor Glow, sino en una toma ms am-plia, la carencia de vaiores de una so-ciedad donde el dinero reina a despe-cho de la tica, la moral y la amistad.

    El Maelstrom

    El primer presagio de la ruina deGlowy de los dems inver-sionistasacontece al final de la pri-mera parte de la obra en el captiilointitulado apropiadamente Corrien-do al abismo.

    Un da domingo, todos paseanGlow inclusivepor el ParquePalermo. Burlndose de toda la galade la sociedad burguesa portea, elnarrador insiste otra vez en el concep-to de un compendio amorfo de gentesincongruente. Los paseantes son un.confuso tropel, una masa informe decarruajes, una amalgama de lujo y decapricho (176). La voz irnica delnarrador no se oculta aqu: All vannuestros hroes todos, envueltos en eltorbellino que confunde la carroza dela mujer pblica con el majestuosolando de la familia respetable y el li-gero vehculo del tinterilloensorbecido (177). No obstante, la

    voz desmitificante del texto tambinaparece aqu, a travs de la visin lite-ral y metafrica de un poetamarginalizado de la accin de la esce-na y de la sociedad del momento quienpresencia el despliegue de lujo de lospaseantes: ... mienti^ tanto, un poe-ta, joven, alto, enlutado, de fisonomatriste y resignada; un pobrepoeta... cuyos versos nadie lee porquela Bolsa no da tiempo para ello,mira,... con amargura los espendoresde aquella bacanal fastuosa, y su men-te visionaria, enamorada de la antte-sis, le presenta un cuadro pavoroso(178). La visin del poeta esapocalptica:

    ... ve despearse en aquel abismo,en confusin horrible ydesgarradora, jinetes, caballos,magnates, prostitutas.. .las rue-das de los coches partidas en milpedazos, saltan y brillan alsol...los caballos, lanzandorelinchos atronadores, caen, vol-teando y precipitan a los jinetesen la sima profunda; las mujeres,despavoridas, se agarran unas aoti'as y despedazan mutuamentesus ricos ti-ajes.. .caen tambin,formando una cascada de ojos yde brillantes, de mrmolessemivelados y de curvas prodigio-sas...

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  • Al final, el poeta oye un clamorque se levanta, un clamor inmenso, unlamento colectivo, pavoroso que sube,sube, y puebla los aires, y se dparra-ma por el mundo todo y dice Pobregente!... mientras la visin va borrn-dose poco a poco a la distancia... (179)-^ Esta cataclsmica alucinacinconduce, pues, al denouement de laobra. La primera mencin del males-tar financiero de Glow se hace en elprimer captulo de la segunda parte dela novela toma lugartemporalmen-tetres meses despus de los aconte-cimientos descritos en la visin del poe-ta.

    Tras una noche de gala en el tea-ti'O Coln, Margarita nota la seriedadde su marido e indaga si los negociosde la Bolsa le preocupan. Aunque lniega que e sea el motivo de su cons-ternacin, ella sabe que ha acertadocon su pregunta y le dice: Crees queme chupo el dedo y no estoy al conientede los asuntos burstiles? (183). Trasvarios ardides para evitar contestarle lapregunta, el protagonista finalmentele confiesa a su mujer la gravedad desu situacin: est a dos das de la li-quidacin de sus deudas, y no tiene su-ficientes fondos para cubrirlas comoun hombre digno de honot AunqueGlow insiste en cumplir con el pago desus deudas, Margaritaotra voz

    desmitificante en la obrale propo-ne una solucin. Al reconocer la co-rrupcin del medio en el que su mari-do se mueve, le dice: No p ^ e s unpeso a nadie,...Pon a mi nombre cuan-to tengas...'I\]s prdidas son muy gran-des y por proceder como hombre dehonor te quedas en la calle? Pues esosmismos pillos a quienes debers tu mi-na, sern los primeros en depreciartecuando sepan que te has fundido...(190). Como medio para insistir en laintegridad tica del protagonista.Martel hace que Glow insista en el pagode sus deudas debido a su apego al con-ceptotal vez ya anticuado para lapocadel honor. Y quin me metea jugar con pillos, en caso de que losean o no?...Si yo no les pagase, falta-ra a mi palabra empeada. En el he-cho de empearla he supuesto a ca-ballerosidad de esos seores a quiencon tanta dureza calificas...Y mi pala-bra vale ms que mi fortuna... (I9I)Al agregar Glow que ...en el caos ac-tual, la sociedad me manda que pa-gue a mis acreedores (194), Marga-rita le recuerda sus deberes mopa-triarca y articula el valor figurado dela familia: Para ti la sociedad debe-ran formarla tu mujer y tus hijos,nada ms que ellos (194). A lo lti-mo, Margarita, en un intento de recu-peracin moral, le confirma las cuali-dadf por las que lleg Glow primero

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  • al xito: Un hombre que tiene tu sa-lud, tu inteligencia..., afectarse as porhaber perdido lo que hasta hace pocono tena, ni le era necesario tener!.. .enlugar de condolerte debas agradecer-le esta leccin al destino... Volvers atu estudio, al periodismo, hars polti-cay..quin sabe por ah si no llegarsadonde pocos llegan! (199)-^ Noobstante las declaraciones de Marga-rita, Glow emprende una bsquedaintil de dinero entre usureros y cono-cidos, tratando de salvar su honor y elde su familia, pero, ningn esfuerzoda resultado: ya se sabe de sas prdi-das. '' Por otra parte^y de mayor in-ters en cuanto a su patrimoniolaspropiedades que le pertenecen quedanmenos valorizadas debido a la falta dedinero y de confianza en el mercado,lo cual casi imposibilita el pago de susdeudas. Debido al fracaso de su plan,Fouchez y Granulillo lo abandonan aGlow y a los otros inversionistas suso-dichos, y al pas, disfrazadoscarcaturescamenteen un barco condestino a Europa'^ Slo le queda unaopcin para tratar de recuperar lo per-dido en la Bolsa: una ltima jugada,una apuesta aniesgada en el hipdro-mo.

    La ltima especulacin

    Su concepto del honor ya vencidopor k urgencia de su situaciny suentrega a la perdicin ticay moral casicompletaGlow dice que ...es me-jor ser pillo de verdad en privado queaparecer como tal pblicamente(217). Por lo tanto, el protagonista.Gray y Riffi preparan un tongo en lascarreras de caballos.'' Desde luego,recurrir a este medio para reponer lassumas fuertes perdidas en la Bolsa re-presenta la decadencia tica total delprotagonista, quien, al inicio de la na-rracin haba censurado por comple-tocomo una cuestin de escrpu-losel uso de \Q& gatos en la Bolsa.

    Al justificarle la trampa debido alestado urgente de sus asuntos y propo-nerle a Gray la trampaMi fracasoen laBolsameobligaaprocederdeestamanera. Debo mucho, no tengo dednde sacar ms recursos y es precisoque asted me ayude a salir del atolla-dero (232)el dueo del caballo leresponde que sta ya est arreglada. Enuna inversin afn a la de Glow delconcepto del deber y un atentado con-tra la caballerosidad, Riffi muestra unarranque de cinismo que tambininvolucra al protagonista; Yo tambinestoy fundido, y de mi familia no digonada, as es que considero un debertentar todos los medi para que nos

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  • salvemos todos (232). Durante lacarrera, arreglada a favor del Centau-ro, Glowpreso de una tensin exor-bitantepiensa en Margarita, en sushijos, en Emesto Lillo, en la Bolsa, ensus compromisos cumplidos, en el ho-nor de su nombre (255). No obstan-te, tras un instante de perplejidad yaforamiento se descubre la verdad: apesar de los esfuerzos por llevar a cabola trampa, el Centauro pierde la ca-rrera y los apostantes pierden su patri-monio. El efecto de la prdida en eldoctor descrito como en cmaralentaes fsica y psicolgicamentedemoledor: Poco a poco fue dndosecuenta de su situacin...Una ola desangre golpe las paredes de su crneo,hacindole perder la percepcin de lascosas, y de golpe, como aplastado poruna maza, cay redondo (258).Mientras el protagonista se halla entrevida y muerte durante varios das, lanarracin se centra ms en su familiay en su sufrimiento debido al hostiga-miento de los extraos acreedores deldoctor Pasa por su casa un desfile deneurpatas, de hombres excitados quepaseaban sus ojos furiosos por el artfe-tco mueblaje del saloncito y las pare-des forradas en lampas azul quieneslamentaban ... los quebrantos expe-rimentados en la Bolsa. Por eso ve-nan a cobrar,...acosados por una ne-cesidad absoluta, pues tem'an que ha-

    cer numerosos pagos para salvar suhonor en peligro (262). A consecuen-cia de la tragedia en el Hipdromo,cambia el aspecto del doctor, pues elquebranto monetario desemboca pri-mero en un quebranto fi'sico y emo-cional: Con las mejillas bunddas yla barba descuidada, conocase que ungran dolor pesaba sobre su frente me-lanclica y contrada por un frunci-miento de cejas en que se lea una som-bra desesperacin (264). Una cartade su corredor particular, ErnestoLillodonde le articula su deseo derecuperar las prdidas acumuladasbajo su tutela yendo a vivir al Brasilresulta ser le coup de grace del abo-gado: No fue una carcajada la quesolt el doctor cuando acab de leer lacarta. Fue una sucesin de sonidosinarticulados, en que los graves, alter-nando con los agud, produjeron unaserie de escalas en que figuraban to-das las notas que el dolor salvaje y laalegra ruidosa han arrancado a lagarganta humana (270). Mostran-do la decadencia psicolgica total delprotagonista, el doctor se convierte enun ser violento y amenazante, casi po-sedo: Glow, sostenido por una fuerzaextraa, .se puso de pie y arroj sobretodos una mirada tan espantosa quenadie se atrevi a moverse ni apronun-carunapalabra (270). Presodeunaalucinacin. Glow se imagina prime-

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  • ro como espectador de una procesinfnebre. El doctor cree encontrarsede repente a oscuras con un velonegro cubrindole los ojos, a travsde aquel velo le pareci ver pasar aMargarita, a sus hijos, a la seora Do-lores, a Ernesto Lillo, a la madre deEmesto, a l mismo en fijnebre proce-sin, con las ropas desgarradas y pin-tadas en las caras de todas las horren-das angustias (tel hambre y la degra-dacin (270). Pronto se convierte laalucinacin en un sueo de pre-ciosismo modernista y de sensualidadertica El velo desq)arece,

    y...tiene ante s un mar (te olas dezafiro y espumas de ncar, baa-do por la luz de una esplndidaaurora. Y balancendose en laorilla a los soplos de una frescabrisa, un bajel de forma antigua,de remos de plata y casco de mar-fil, de velas purpreas y mstil deoro. Y en una isla de coral prxi-ma a la orilla, una mujer, laCleopatra sin duda (te aquella bar-ca, con voz hechizadora lo llama-ba agitando sus brazos desnudos.(270-271).

    Tras entregarse la mujer extica yhechicera de su alucinacin pro-bando todos los goces del amor(271), se metamorfosea la visin feme-

    nina y se transforma de manerakafkaiana en monstruo, convirtiendoel preciosismo modernista en unnaturalismo puro: ..de pronto vio quelos brazos que lo estrechabantransformbanse en asquerosas patasprovistas de largas uas en sus extre-mos. Y el seno palpitante se transfor-maba tambin, y echaba pelos, pelosgruesos, largos, cerdosos, que pincha-ban como las pas de un erizo...(271).^ Le resulta imposible escapar-se al protagonista: Y cuando quisohuir, arrancarse a la fuerza que lo re-tem'a,fueenvano (271). Finalmen-teante su esposa, su suegra, y lospocos sirvientes que les quedan s^econfirma su entrega total a la locura,preso del engendro espantoso de su alu-cinacin convertido en el antro de superdicin, laBoLsa: Y l, debatindo-se en el horror de una agona espanto-sa, loco, loco para siempre!, oy estastres palabras que saKan roncamentepor la boca del monstruo:Soy laBolsa (271).

    Familia, patriarcado y la decons-truccin de la nacin liberal en Labolsa

    Entonces, y noo obstante un airede ambivalencia, el autor de Z bolsapinta un cuadro lgubre y pesimistade la Argentina finisecular en su obra.

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  • Por un lado, reconoce los avances dela modemidad burguesa que ha crea-do grandes riquezas materiales. Pero,por otro lado, se puede observar a tra-vs de nuestra discusin que Marteltambin manifiesta en esta obra unapostura netamente desmitificante ypesimista en trminos del espritu demodemidad burguesa en boga en laq)oca en que escriba. Como se puedeapreciar, entonces. Martel no puedesino poner en tela de juicio la caren-cia de valores ticos y morales que sur-ge del materialismo finisecular cuyosmbolo reinante es la Bolsa misma,caracterizada al final de la obra comoun monstruo voraz que consume a susvctimas sin piedad. Pero, de intersparticularparanosotix es la represen-tacin de la familia y del patriarcadoque se ve en esta obra, ya que sirven demviles para el autor en el proyectodesmitificante de esta novela.

    A pesar de la reprentacion ida>-lgica positiva de la familia y del pa-triarca al principio de la obra, su finalmuestra, en realidad, la destruccinmetonmica de una familia, una clasesocial, y, por extensin, una nacin.Glow, un paradigma del hombre li-beral debido a su educacin universi-taria, su carrera legal inspirada en lacodificacin positivista, y su posicinsocial, se deja consumir por el nuevo

    ethos reinante; sus acciones, por lo tan-to, perjudican no slo su propio sta-tus, sino, a su vez, la estabilidad pre-sente y futura de su familia. Tras in-tentar salvar no slo su nombre, sinotambin el patrimonio familiar, sesuma a la enajenacin. Por su parte,la famia^ya sin patriarcaquedasimblicamente abandonada, sin ti-monel, a la deriva en un mundo devalores ticos cuestionables. Es decir,la familiacomo construccin figu-rada de la nacinqueda desampa-rada e indefensa debido a la prdidade valores ticos de su patriarca. Ade-ms, en un curioso revs del destino,las causas de su creacin^y de suabandono^son las mismas: las ideo-logas que crean el nuevo ethos, el li-beralismo y el positivismo.

    La narracin de Martel reconoce,por lo tanto, que estas ideologascomo armazn de un pas en vas dedesarrolloson un arma de doble filo.Por un lado, los componentes positi-vos de estas ideologas afines crearonuna tremenda abundancia material yun nivel alto de bientar para la po-ca. Pero, por otro lado, no se puedeignorar el efecto deletreo de la corrup-cin de los valores ticos que acarreeste progreso material. Pues, paraMartel, hace falta un patiiarcado na-cionalinspirado en valores ticos no

    175

  • utilitariosque pueda asumir el pa-pel de lder de la familia figurada de lanacin, no slo fomentar la avariciamaterialy conducir esa nacin ha-cia no la modernidad burguesa, sinohacia una modernidad esttica. Laobra de Martel parece decimos, enton-ces, que el patriarcado nacional desdela Generacin de 1837 en adelante, nose haba ocupadodebido a su afn progreso indefinidode la cues-tin de valores ticos; de ah, el cracde la Bolsa, la revolucin que surgi

    de 1890 y la decadencia finisecular dela nacin argentina. Es decir, en laconclusin uLa bolsa. Martel sugie-re que una nacin cuyo desarrollo eco-nmico, social, cultural y poltico noes altamente vigilado por una clasedirigente con valores sociales bien fun-dados en la modemidad esttica, no enla modemidad burguesa, carece de fu-turo y est destinado al fracaso y a laautodestiuccin como se evidencia enel caso de Luis Glow en IM bolsa.

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  • Notas

    1 La bolsa, 178. En adelante, to-das las citas de la novela aparece-rn entre parntesis en el texto.

    2 Nosotros acudimos a la definicinde modemidad que ofrece el cr-tico Matei Calinescu en su FiveFaces of Modernity. SegnCalinescu, hmodemidad coas-la saos componentes principa-les relacionados con el proceso demodernizacin. La modernidadburguesa es The doctrine ofprogress, the confidence in thebeneficial possibilities of scienceand technology, the concem withtime..., the cult of reason, and theideal of freedom defined withinthe framework of an abstracthumanism, but also theorientation toward pragmatismand the cult of action andsuccess (41). En cambio, lamodemidad ^ica ...from itsromantic beginnings [is] inclinedtoward radical antibourgeoisattitudes. Itwasdisgustedwiththemiddle-class scale of values andexpressed its disgust throughdiverse means, ranging fromrebellion, anarchy, andqK)ca!ypticism to aristocratic self-exile...movements characterizedby their extreme aestheticism.

    such as the loely defined l'artpour l'art, or the laterdcadentisme andsymbolisme,...teas:^ov& againstthe e)q)anding modemity of themiddle-class, with its terre^-terreoutlook, utilitarian preconcep-tions, mediocre conformity, andthe baseness of taste (42,44-5)..

    3 David Vias postula que la creen-cia fundamental en el progresoindefinido tuvo que ser puesta entela de juicio, ya que el progresode la poca de 1890 no slo eraindefinido, sino tambindudable (239). :

    4 Los escritores principal^ de estageneracin son EugenioGambaceres, Eduardo Wilde, Ma-nuel Podest, Miguel Ca (h.),Lucio Mansilla, Paul Groussac,Garlos M. Ocantos, SegundoVill afane, Eduardo Ezciirra, Alber-to Del Solar, FranciscoGrandmontape, yjulin Martel,el pseudnimo de Jos Mir.

    5 Las obras principales del ac/b fela Boba sonQuilito, de Carlos M.Ocantos; Horas de fiebre, de Se-gundo Villafane; Buenos Aires end agio XK, de Eduardo Ezcurra;Contra la marea, de Alberto DelSolar, y La maldonada, de Fran-

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  • cisco Grandmontagne. Sin em-bargo, la obra medular^y titu-larde esta serie es La bolsa.

    6 Coii respecto a la inmigracin yla xenofobia en general en la po-ca, ver Vias 253. En cuanto alantisemitismo, ver Jitrik 111-12,y Foster 108. En tnninos de am-bos temas juntos, ver Gallone 317y Franco 123.

    7 Ver Ara 27-28, y Foster 106. Am-bos sealan la cuestin de los va-lores, pero no con respecto a lasidlo^as liberal y positivista.

    8 Ver Arreta 399; Lebrn 48;Campanella 188; y Herrera 130-31.

    9 Para una discusin mayor de larepresentacin literaria de la ciu-dad de Buenos Aires, ver Vias239-40, y Braun y Caccatjore 36.Para una disusion de la rqjrfen-tacin de la modemidad en laobra, ver Nemeyer, 123-131.

    10 Para una discusin ms ampliadel concepto de la familia y depatriarcado en Latinoamrica, verBurkholder y Jha.son 200,Masiello 18, y Kuznesof yOppenheimer 219.

    11 Ver Burkholder y Johnson 205,Kuznesof y Oppenhemier 2l6, yLockhart y Schwartz 7.

    12 Este uso de la vida del protago-nista como base de la estructura

    narrativa es comn en las obrasMdcbelaBolsa (l 802:26).Tambin ver Rojas 672-673.

    13 Aunque Foster seala ei uso de esterecurso metonmico, no especulasobre un aspecto singular de suuso: la incorporacin del espritumaterialista al texto literario. Esdecir, por razones intencionales ono, el uso del accumulatio dejaver la intromisin de un topos eco-nmico a esta obra literaria.

    14 Ntese el preciosismo casimo(temista del texto. Con Glow,el lector est ante un epicreo conaltas pretensiones burguesas. Ade-ms, bace falta notar que aqu.Glowdebido a su clase sociai,la burguesa venida a msest relacionado metonmica-mente con el espacio del lu jo bur-gus y que el accumulatio sirvecomo recurso casi cinematogr-fico.

    15 Ntese que el agente de ia educa-cin es un inmigrante ingls, noun crioilo de races hispanas. Noobstante, ntese tambin que es-tudiar para ei padre de Glow tienefin netamente utilitarios: es eimedio por ei que se puede salir deipozo de ia indigencia. Es igual-mente de inters ia nocin propa-gada durante ei sigio XIXdmitificada aqude que ia Ar-

    178

  • gentina era una 'tierra de promi-sin.'

    16 El texto del discurso, un desbor-(te cte ciencia y de imaginacin,una protesta viva y triunfante con-tra la rutina de los discursos uni-versitarios, una ejqxicion atrevi-da de las teorias ms nuevas so-bre ciertos puntos del derecho pe-nal (110), muestra el peso delpositivismo en la educacin legalde la poca

    17 Ntese, como elementodesmitificante, la insistenciaexclamatoria del narrador en laidea de que Saher hacer hermo-sas frases-es decir, manipularel lenguaje polticoes lo queimporta para hacer carrera pol-tica en la Argentina de la qjoca.

    18 Comparte esta representacin deMargarita con la estimacin (teFoster de Margarita como unaespeeesanta (114-115).

    19 La descripcin fsica de la hijade pelo rubio como su padre, deraces anglosajonascontrastacon la de su madre, Margarita,quien, como representacin de laaristocracia de origen ibrico, tie-ne el pelo ondeado, rebelde, sinreflejos, ms negro, si cabe, quelos ojos (115). Note, adems,la insistencia en los roles genri-cos donde el nio es soldado y la

    nia, uaafuura madre.20 Se nota aqu otra vez el uso del

    recurso narrativo delaccumulatio en la descripcin delos que formantanto los deafuera como los de adentroelmbito de la Bolsa

    21 El sitio una especie de Babddnete se escucha los sonidos s-peros como escupitajos del ale-mn, mezclndose impamente alas dulces notas de la lenguaitaliana...los acentos viriles delingls haciendo do con loschisporroteos maliciosos de laterminologa criolla y lasmonerias y suavidades del francs,respondiendo al ceceo de la ran-cia pronunciacin espaola(58):

    22 Rojas 673-23 Juan Gray, Len Riffi y Zol for-

    man parte del squito deGranulillo y Fouchez. Gray es unjovenzuelo de aspecto enfermi-zo, que acababa de recibir, alcumplirsumayordeedad, lapar-te de herencia que le correspon-da de los bienes dejados por supadre, rico industrial muerto al-gunos aos atrs que no es muyescrupuloso en la administra-cin de los bienes de su madre(80). Adems, tiene deudas dejuego, que solan ser consictera-

    179

  • bles, pues estaba enviciado hastael punto, de que no contento conjugar an la Bolsa, arriesgaba tam-bin grandes sumas en eibaccarat del Club, en las carre-ras del Hipdromo y en los parti-dos de los frontones (80). La des-cripcin de Riffi muesti^ los ras-gos de un ser de igualmente cues-tionable carcter moral. Al sea-lar su nombre en particular, elnarrador observa que ste erauna irrisin porque as en lo f-sico como en lo moral, ms tenade ratn que de len, salvo los bi-gotes y el ingenio de que suelenhacer alarde los roedores (81).Menti^ Zol no es descrito en tr-minos morales de manera tannegativa como Gray y Riffi, la des-cripcin ffeica del joven ingenie-ro no es nada halagadora y en-cierra una crtica del espmtu/w-sitivo de la poca. Zol es unhombrachn muy feo, narign,flaco, zanquilargo, de cabeza cua-drada, matemtica, que a todaslas cutiones, especialmente a lasartsticas, pretenda resolverlas porel mtodo de eliminacin (81-82).

    24 Ladescripcindetalsindcatoper-mite la introduccin del temaantisemita a la obra, al describirde manera negativa a su co-cons-

    pirador, el Barn Mackser, un ju-do que representa a losRothschild en la Argentina.

    25 Este hecho tambin se conpruebacon el abandono de la carrera pro-fesional legal de Granulillo.

    26 Como extensin de la idea deFouchez, la cual involucra el Ban-co que dirige Granulillo, losinversionistas tambin puedenfingir que la sociedad ficticia emi-ta ttulos. stos seran vendidospor otra sodedad ficticiah.Tra-pisondista, otro juego verbalcreando un alza en el valor de losttulos de la primera sociedad.Granulillo despus extiende laidea an ms, con el plan de pe-dir ms crditosa base de unasacciones ya obtenidas de maneralegtima^para aumentar mslas ganancias de la emisin de ti'-tiilos de la sociedad ficticia. Params informacin sobre este tipode manejo, ver Jitiik 23.

    27 A su vez. Glow se entiiega a oti-onegocio como productor del licorchartreuse debido a lasrecomendaciones de Riffi,Granulillo y Fouchez. No obstan-te, el ti^to resulta ser slo una ar-timaa de Granulillo paraestafEUF-lo. As se confirma la postura deFouchez al convencer a Glow dela viabilidad moral del proyecto

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  • principal: su objetivo es sacarledinero al prjimo (91), no fo-mentar la amistad.

    28 Aqu se nota, como ms adelantecon la descripcin de la locura fi-nal de Glow, un preciosismomodernista en la descripcin delos 'mnnoles' que el poeta ve.

    I Otra vez, obsrvese el uso delaccumulatio.

    ) La representacin de la herona,aqu es interesante. Margarita,hace saber a su marido que estal tanto de las ocurrencias de laBolsa ya que las mujeres solemospensar y hasta leer (195). Esdecir, ella est al tanto no slo delmundo domstico, sino tambindel mundo exterior No obstante,tambin hace el papel de lacaregiver aqu al final y hasta leofrece dos casas que ella poseepara liquidar la deuda.La descripcin del usurero, un ju-do francs llamado Jacob Leony,confirma el antisemitismoxenofbico del texto.

    1 En el caso de Fouchez, el discursoantiinmigratorio queda manifies-to con su abandono del pais. Encuanto a Granuilo, su naturale-za pusilnimeretratada desdela primera mencin de l por elnarradortambin resulta evi-dente en su fuga.

    33 O sea, una Trampa, hillena co-metida en las carreras de caba-llos... (Gobello 211).

    34 La conversin de la mujeralucinada en monstino tambinpuede verse como una amenazaa la sexualidad del patriarca Glow.Es decir, en un plano genrico, elprotagonista es conquistadoconsumido^sexualmente poruna mujer ficticia convertida enanimal, lo cual desmitifica lacuestin dd patiiarcado y su de-ber procreativo.

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