evaluación y propuestas para una reserva arqueológica en tafí del valle, tucumán 2002
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CONGRESO REGIONAL PARA EL MERCOSUR. PRESERVACIÓN Y REVALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL COMO BASE PARA EL DE SARROLLO TURÍSTICO
SOSTENIBLE . TUCUMÁN. 2002
EVALUACION Y PROPUESTAS PARA
UNA RESERVA ARQUEOLÓGICA EN TAFI DEL VALLE
Bárbara Manasse *, Roy Burke **, Julieta Jaime **, Sonia Lanzelotti **, Mariano Orlando ** y Gabriela Gastaldi **.
* Escuela de Arqueología (UNCa) – Instituto de Arqueología y Museo (FCNML – UNT)
** Facultad de Filosofía y Letras (UBA)
Introducción
La preservación y puesta en valor del Patrimonio Arqueológico ha sido un objetivo
reiteradamente expuesto por distintos sectores de decisión de la provincia. En este
trabajo nos referiremos, en particular, al que corresponde al Valle de Tafí, en el oeste
montañoso de Tucumán.
Este Valle es conocido por su belleza paisajística y su clima agradable,
compensando en el verano las altas temperaturas de la llanura tucumana y ofreciendo,
en invierno, el encanto de los cerros nevados. Pero solo recientemente se ha dado a
conocer su riqueza cultural, la complejidad y majestuosidad de su pasado, más allá de
los enigmáticos menhires conocidos desde el siglo XIX. Hoy, la relevancia de sus restos
arqueológicos le otorgan un protagonismo extraordinario en materia turística, homólogo
quizás al de los Valle Calchaquíes.
Hay que recordar, sin embargo, que su Gestión no ha sido sencilla. Tanto las Ruinas
de Quilmes como el Parque de los Menhires han suscitado innumerables polémicas. Así
también, han sido reiteradas las denuncias en uno u otro medio, que dan cuenta de la
destrucción de evidencias arqueológicas, o a la manipulación indebida de estos
Recursos, sin que el Estado haya ejercido el control que le corresponde 1.
Nuestras investigaciones científicas dan cuenta de que son muy pocas las zonas del
Valle que aún preservan, con cierta integridad, el Patrimonio Arqueológico que denota
el pasado prehispánico de la región.
La implementación de medidas que permitan ejecutar propuestas concretas de
protección del mismo es urgente. Es necesario, además, diseñar un aprovechamiento
responsable de estos Recursos, asegurando el respeto al significado social, cultural y
1 Aún sigue vigente la polémica sobre la instalación del electroducto “El Bracho – La Alumbrera” por los faldeos del este y noreste del Valle de Tafí.
simbólico que poseen, tanto para las comunidades vallistas actuales como para la
sociedad tucumana y nacional en general.
En el marco del "Convenio de Asesoramiento Arqueológico entre la Municipalidad de
Tafí del Valle y la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca" 2
hemos desarrollado un Anteproyecto de Reserva Arqueológica Municipal, reactivando
una propuesta prevista en el Código de Planeamiento Urbano y Ambiental y Código de
Edificación de la Municipalidad de Tafí del Valle. En este trabajo nos abocaremos a su
presentación y fundamentación, evaluando desde una mirada crítica la factibilidad de
su ejecución.
Propuestas de Gestión del Patrimonio Arqueológico V allisto
Hemos registrado propuestas formales de gestión de los recursos arqueológicos del
Valle de Tafí desde hace al menos cuatro décadas atrás 3. De 1960 en adelante se
presentaron proyectos de preservación del patrimonio arqueológico en distintos
ámbitos (González 1960, Gómez 1973), así como también se propuso la creación de
un Parque destinado especialmente a los menhires (Ley Provincial Nº 3228 de 1965).
Lejos del espíritu de aquellas propuestas, durante la última dictadura militar se
priorizó un enfoque escenográfico y paisajístico, sin atender a aspectos fundamentales
de la gestión de estos recursos no – renovables, como ser su preservación y la
presentación pública en su contexto original de sentido.
A partir de los finales de la década del ’80 se observa un nuevo cambio en el
enfoque 4. Nos interesa destacar el Convenio suscrito en 1991 entre el Instituto de
Planeamiento de la Universidad Nacional de Tucumán y la Municipalidad Tafí del Valle,
en el cual se propone un Plan de Desarrollo Integral. En este marco se diseñan
modelos normativos para el uso de sus suelos del Valle. Desde su propuesta en 1991
2 La responsable de este Convenio es la arqueóloga B. Manasse. 3 En sí, los recursos arqueológicos fueron manipulados aún mucho tiempo antes; baste recordar el traslado de menhires hacia la capital provinciana en la conmemoración del centenario de la Independencia (Mastrángelo 1996). 4 Sin ánimo de entrar en mucho detalle, cabe mencionar la firma de una Carta de Intención entre el Rector de la UNT y el Gobernador de la provincia de Tucumán en 1991 para la relocalización de los menhires del Parque al predio de La Sala de El Mollar. Así también podemos referir a la sanción, en 1993, de la Ley Nacional Nº 24.262 que declara Monumento Histórico Nacional a los asentamientos de menhires del Valle. Estas propuestas dan lugar a la conformación, en 1994, del Programa de Recuperación Integral Tafí. A nivel local podemos referir a proyectos de creación de reservorios del patrimonio arqueológico por parte de la Universidad Nacional de Córdoba, en convenio con el Municipio (Berberián y Pillado 1988).
es ésta, la que utiliza la Municipalidad como Código de Planeamiento Urbano y
Ambiental y Código de Edificación 5.
Es interesante notar que entre los criterios elegidos para ese Ordenamiento también
se destacan los valores culturales. El plan contempla, entre las acciones prioritarias, la
puesta en valor de los yacimientos arqueológicos del Valle de Tafí. Estas propuestas,
contenidas en las Directrices para la Ordenación del Territorio de la Provincia de
Tucumán (1994), proponían el diseño de circuitos turísticos y la creación de museos y
parques arqueológicos con actividades de extensión a la comunidad. Así también, se
refiere a la creación de Áreas de Reserva Arqueológica.
A pesar de que el Código de Planeamiento Urbano delinea una serie de medidas
contundentes y detalladas para prevenir y resolver problemas de la expansión urbana,
llegando a proponer medidas de "no - innovar" en casos específicos, a exigir el respeto
a los yacimientos arqueológicos y a sugerir la creación de estas Reservas
Arqueológicas, la realidad que se observa cotidianamente no da cuenta de ello. Por el
contrario, cada nueva vivienda, cada extensión de cañerías o preparación de canchas
deportivas significó y significa la afección parcial o completa del patrimonio arqueológico
tafinisto.
En 1998 se firma el "Convenio de Asesoramiento Arqueológico entre la Municipalidad
de Tafí del Valle y la Escuela de Arqueología (UNCa)", que tiene por objetivo evaluar el
impacto que produzcan en el patrimonio arqueológico las obras públicas efectuadas
bajo el área específica de acción de la M.T.V; así también, efectuar trabajos de rescate
arqueológico de áreas afectadas por obras públicas; asesorar sobre acciones de
preservación y/o intervención arqueológica y sobre cualquier otra problemática que se
vincule con la protección del patrimonio arqueológico del Valle de Tafí 6. Desde este
marco institucional estamos trabajando desde entonces.
Anteproyecto de Reserva Arqueológica Municipal
A partir de los comienzos del año 1999, y en función de la renovación del Convenio
referido, nos hemos abocado a la evaluación de los recursos arqueológicos existentes
5 Ordenanza N º 0217 / M2-91. 6 El Convenio fue firmado con el aval de la Universidad Nacional de Tucumán, a través del Instituto de Arqueología y Museo, ante quien se entregan informes periódicos de las actividades o intervenciones que se llevan a cabo en el marco del mismo.
en el ejido municipal; se analizó el tipo de evidencias, sus condiciones de preservación
e integridad, su visibilidad y su potencial informativo 7.
El plano adjunto en el Código de Planeamiento Urbano presenta dos áreas con
potencial para funcionar como Reservas Arqueológicas: una de ellas en el noreste del
Valle (a la altura del km. 73,5 de la ruta provincial 307, La Bolsa) y la otra en el sudeste
del mismo (a la altura del km. 60 de la misma ruta, Barrio Malvinas Argentinas). La
primera fue investigada durante más de una década y hoy conforma una reserva
arqueológica de gestión privada. La segunda vivió un proceso totalmente contrario:
hasta la fecha esta reserva no se concretó; por el contrario, el área quedó sujeta a las
afecciones propias de un desarrollo urbano heterogéneo y aleatorio (Manasse 1999).
Fue necesario, entonces, cotejar las condiciones actuales de esta zona, su potencial
informativo y expositivo, para definir si, luego de veinte años, seguía siendo la más
apropiada para funcionar como un reservorio y referente del pasado prehispánico
vallisto.
- Diagnóstico
El área propuesta en el Código de Planeamiento Urbano se encuentra localizada, de
acuerdo al plano del Anexo 1, al este y norte del Barrio Malvinas Argentinas (Ver Figura
Nº 1). La misma fue recorrida en su totalidad, observando el registro manifiesto en la
superficie, además de algunos restos que afloran en pozos y perfiles. Se efectuó una
minuciosa descripción de las evidencias arqueológicas, que fue complementada con
relevamientos gráficos y fotográficos, realizándose además un relevamiento plani-
altimétrico con teodolito electrónico (Burke 2001). Se prestó especial atención a su
visibilidad, preservación, integridad y potencial informativo y de exposición pública.
El área forma parte de un asentamiento prehispánico de gran extensión, que
comprende partes del Barrio Malvinas Argentinas, de La Costa 1 y La Costa 2. Se trata
de evidencias de poblaciones agricultoras, no necesariamente sincrónicas, que se
manifiestan por estructuras en piedra correspondientes a unidades domésticas
(viviendas) y productivas (espacios destinados al cultivo, estructuras de riego y
pequeños corrales).
7 Los resultados de nuestros trabajos revelaron serios problemas de preservación arqueológica en todo el ámbito municipal (Manasse 1999). El crecimiento urbano junto a las actividades agrícolas son factores determinantes, que no han sido controladas como estaba reglamentado.
El sector delimitado en el plano del Anexo 1 presenta diferencias en el grado de
preservación, en la visibilidad, integridad y conservación de las evidencias
arqueológicas a medida que se avanza hacia el Este y Sudeste, alejándose de la ruta
Nº 307. De hecho, la situación más grave se presenta al norte del Barrio Malvinas, en
donde ya se ha procedido al loteo y alambrado, pasando por encima y entremedio de
estructuras arquitectónicas prehispánicas. El sector oriental del Barrio presenta mejores
condiciones a medida que nos alejamos del sector urbanizado. Las alteraciones más
importantes corresponden a la extracción de áridos en las márgenes del río La Puerta y
en los cursos secundarios del mismo (Manasse et al 2002).
- Propuesta alternativa
En función del diagnóstico efectuado se determinó ampliar la evaluación a los fines
de analizar la posibilidad de una alternativa que ofreciera mejores condiciones. Los
estudios se extendieron inmediatamente hacia el este del sector anteriormente referido,
área que aún no se encuentra urbanizada.
Los resultados han sido mucho más favorables 8. Esta zona manifiesta una cantidad
y variedad de estructuras arquitectónicas de buena a muy buena preservación, que
permite observar casi todo el asentamiento en su interrelación e interacción; es decir,
en su funcionamiento espacial. Se puede ver las estructuras domésticas (viviendas) con
el área que las rodea y delimita, los accesos con sus áreas de tránsito, y la integración
de éstas a las zonas de producción agrícola – ganadera 9. Esta característica es
sumamente valiosa, no sólo desde la perspectiva estrictamente arqueológica - de
acuerdo a la cual, siempre es necesario estudiar un sistema lo más completo posible
para poder interpretarlo - sino también para satisfacer, mediante una adecuada
propuesta didáctica, las demandas de una actividad educativa y/o turística.
La visibilidad y conservación de esta parte del asentamiento, a su vez, minimizan la
necesidad de intervención a la hora de realizar trabajos de restauración con vistas a
una puesta en valor.
Bregando por la presentación de un espacio de cierta coherencia y unicidad funcional
se estableció un área mínima para ser preservada de unas 25 hectáreas, la cual estaría
8 Para mayor detalle de la metodología implementada y los resultados obtenidos ver Burke 2001. 9 Solo por dar algunos números podemos decir que se han relevado un total de 857 estructuras arquitectónicas, de las cuales 156 corresponden a recintos circulares (31 simples y 125 compuestos), 496 son estructuras de contención, una veintena, líneas de despedre y casi 200 alineamientos de piedra correspondientes a espacios destinados al cultivo.
protegida por un Área de Amortiguación que, circunscribiendo la Reserva Arqueológica
Municipal contenga, frene y / o minimice cualquier posible perturbación externa o daño
a su perímetro limítrofe.
El área a ser protegida quedaría delimitada por el Barrio Malvinas Argentinas por el
Oeste; su límite meridional sigue un accidente topográfico (antiguo cauce hídrico) hasta
llegar a las coordenadas 65º41’07.62 de longitud Oeste y 26º51.5’54.52 de latitud sur.
El oriental está conformado por una línea imaginaria, que vincula a las coordenadas
anteriores con los 65º 40’40.72 de longitud Oeste y 26º51’39.00 de latitud Sur. Cerrando
el área de la reserva por el norte se vinculan, mediante una línea imaginaria e irregular,
las anteriores coordenadas con los 65º41’09.69 de longitud Oeste y 26º51’40.00 de
latitud Sur (Burke 2001) (Ver Figura Nº 2).
La protección se vería implementada por la restricción y el cierre del área definida. La
restricción implica inicialmente su exclusión de toda urbanización o explotación que
involucre la remoción de tierra, piedra o maderas y, obviamente, de recursos
arqueológicos. Así, también, debería abandonarse cualquier práctica que altere o afecte
las estructuras arqueológicas, como ser el uso como áreas de abrevadero o
construcción y/o mantenimiento de acequias. Hasta tanto se pueda proceder al cierre
por medio de estructuras fijas se sugiere la colocación de carteles, que informen sobre
el destino de estas tierras y la prohibición de efectuar cualquier tipo de alteración.
Se deberán efectuar investigaciones arqueológicas más detenidas en el área a los
fines de ir construyendo el corpus informativo base de la Reserva. Estos estudios se
complementarán con otros, antropológicos, que tienen por objetivo lograr la apropiación
consciente de este proyecto por parte de la población local.
Nuestra propuesta más ambiciosa apunta a la Puesta en Valor 10 de este sector del
asentamiento prehispánico, promoviendo un usufructo cultural y turístico, a los fines de
lograr un desarrollo sostenido y profundo de la región 11.
10 La Puesta en Valor de Recursos Arqueológicos significa instrumentar las medidas necesarias suficientes para que los restos arqueológicos puedan ser vistos y comprendidos por toda persona interesada. Ello puede implicar descubrirlos de los sedimentos que los tapan desde hace centurias, reintegrarlos con estrategias respetuosas de la conformación original (que deberá ser cuidadosamente estudiada para su conocimiento) y darlos a conocer por medio de muestras, carteles indicadores, textos orientativos, guías especializados, etc. Las medidas a adoptar dependen mayormente de los recursos técnicos y financieros disponibles.
Para poner en valor Recursos las etapas que deben cumplirse son esencialmente tres: diagnóstico, elaboración del proyecto y su ejecución. 11 Nuestra propuesta contempla la preparación de un espacio cerrado de exposición pública e investigación científica, así como también uno destinado a la oferta de productos locales por parte de la población local.
El diseño de las estrategias específicas de esta Puesta en Valor procurará responder
a las demandas locales y regionales, que serían oportunamente evaluadas por
profesionales especializados.
Evaluación de las posibilidades de ejecución de la propuesta
La existencia de este potencial recurso cultural dentro del ejido municipal,
contemplando la posibilidad de su dominio por parte del Municipio, constituye un caso
único tomando en cuenta que la Reserva Arqueológica de La Bolsa es de carácter
privado y que la Capilla Jesuítica de La Banda es originalmente administrada por el
estado provincial. Con la implementación de esta Reserva el municipio tendría bajo su
gestión un importante recurso en un área por el momento sub-explotado y que podrá
ser usufructuado desde una perspectiva tanto cultural como turística. La localización de
una Reserva en la zona del Barrio Malvinas / La Costa lograría integrar esta gran área
desaprovechada hasta el momento, como oferta para el circuito turístico que rodea al
Valle.
Para evaluar la factibilidad de esta propuesta hemos trabajado sobre tres ejes:
arqueológico, administrativo y legal, aunque no hemos dejado de lado uno
antropológico.
- Desde el punto de vista arqueológico
El tipo de evidencias arqueológicas que se manifiestan superficialmente, su
distribución espacial y conservación son óptimas para llevar a cabo este proyecto,
siempre y cuando se puedan implementar las medidas de protección, prevención y
control necesarias. Estas medidas requieren ser diseñadas e implementadas por
personal idóneo bajo dirección de un arqueólogo.
Las características del emplazamiento, el tipo, la distribución y densidad de
evidencias arqueológicas permiten su exposición al público, el que podría transitar por
el yacimiento por rutas predeterminadas 12. Por otro lado, su excelente conservación y
visibilidad, que podría ser optimizada con medidas que no alteren las evidencias
arqueológicas, favorecen su aprovechamiento turístico. Por último, la integridad de los
restos de este asentamiento prehispánico optimiza su potencial didáctico.
La habilitación de senderos interpretativos con su consecuente flujo de visitantes, no
afectará de forma directa a las evidencias arqueológicas, debido a la gran potencia de
12 Se trata de senderos interpretativos que guían al visitante por la reserva, brindando la información pertinente y asegurando la preservación del resto del entorno.
sedimentos que cubren las estructuras arqueológicas. No obstante, deberán realizarse
investigaciones científicas para poder brindar una mayor información y elementos que
aporten a la recreación al momento de una transferencia de éstos al público visitante.
Es interesante señalar que, a parte de lo favorable de la integridad de este
yacimiento, hay un factor de singular interés del mismo, que es su adscripción
cronológica y cultural. Si bien la morfología de las estructuras arquitectónicas sugieren
que se trata de asentamientos formativos del tipo “Tafí”, hay que señalar la aparición de
fragmentos cerámicos pertenecientes a entidades socio-culturales mas tardías en
contextos superficiales de zonas removidas o alteradas 13.
- Desde el punto de vista antropológico
El área de interés, situada en el límite sudoriental del ejido municipal, es propiedad
de un solo terrateniente, heredero de una de las estancias de mayor tamaño del Valle.
Su propiedad excede las 1000 hectáreas y solo parte de ellas se encuentran
urbanizadas, ya que los títulos aún no están en regla.
La zona propuesta para Reserva Arqueológica se encuentra actualmente exenta de
población, de allí su preservación. Está rodeada por el este y el oeste por población
local con viviendas de arquitectura tafinista, esto es, conservando un estilo constructivo
propio de áreas rurales del valle. Se trata de familias tafinistas que habitan en el área
hace varias generaciones y que preservan un estilo tradicional de aprovechamiento de
las tierras.
En este Barrio, sobre la ruta provincial, se emplaza el Complejo Democracia donde
se efectúa año a año la Fiesta Nacional del Queso, constituyéndose, por ende, en un
punto de relevancia turística y fuerte connotación cultural vallista. A nivel más general,
generaría un centro de interés importante en un sector del Valle que hasta aquí no
cuenta con algún área valorizada turísticamente, en el circuito alrededor del cerro
Pelao.
Consideramos que la Reserva Arqueológica Municipal podrá generar diversos
emprendimientos productivos y / o culturales redundando en beneficios para los
pobladores del área, como así también para el municipio y la provincia en general.
- Desde el punto de vista administrativo
13 Los materiales son escasos, pero parecerían indicar una filiación temprana (Tafí, Candelaria), pero también otra más tardía (Santa María y Belén).
Se parte de la propuesta de una gestión tripartita, en base al supuesto de propiedad
privada de las tierras que portan este reservorio arqueológico. La administración
general de la Reserva Arqueológica deberá corresponder en un común acuerdo:
1.- al Municipio,
2.- a profesionales idóneos en el área (en el marco del Convenio de la Escuela de
Arqueología (UNCa) con la Municipalidad de Tafí del Valle), bajo el asesoramiento
permanente y la supervisión de la Entidad Competente a nivel provincial, y
3.- al propietario de las tierras.
La administración se regirá en la normativa provincial, con un órgano de aplicación
municipal, coordinado y asesorado desde la Universidad Nacional de Catamarca en el
marco del Convenio con la Escuela de Arqueología, además del asesoramiento de la
Universidad Nacional de Tucumán.
- Desde el punto de vista legal 14
El Consejo Deliberante del Municipio de Tafí del Valle ha sancionado recientemente
una Ordenanza (Nro. 0480/2002), por la cual se constituye en custodia y protectora del
patrimonio arqueológico local. El Código de Planeamiento Urbano, que dicta las pautas
generales del Ordenamiento de esta localidad, nos provee de una plataforma legal
mínima y necesaria para la propuesta de una Reserva Arqueológica Municipal.
Posibilita, además, la realización de acuerdos con los propietarios de las tierras
involucradas al contemplar figuras jurídicas como la servidumbre o la donación.
Por otro lado, al otorgar un lugar de relevancia a la supervisión y el asesoramiento de
profesionales idóneos en la materia (se habla también específicamente del “interés
científico” y el “turístico” como criterios), nos habilita para sugerir las modificaciones que
consideremos pertinentes y necesarias. Es el caso, por ejemplo, de su localización
específica, de las formas de intervención y preservación de los recursos, de las formas
legales de convenio y / o de su gestión administrativa.
En la actualidad alcanzaría, entonces, con una ampliación del Código y su posterior
aprobación y rúbrica basados en la propuesta elaborada, “a juicio de peritos” (Código de
Planeamiento Urbano 1991).
La Constitución Nacional brega por la preservación del patrimonio cultural y natural
de nuestro territorio (Art. 14) otorgando cierta potestad de su protección a los estados
provinciales (Art. 121). Nuestra Constitución Provincial (1990) prevé la custodia de los
valores arqueológicos, más allá de que sean de patrimonio público o privado (Art. 124).
De hecho, la provincia declara expresamente la propiedad sobre las ruinas y
yacimientos arqueológicos 15. La legislación Provincial (Ley 4593 / 1976) presenta
mayor ambigüedad para una aplicación al caso aquí tratado, dada su generalidad y a la
falta de una adecuada reglamentación. No obstante ello, presenta como figura factible
la de la “expropiación” en el caso de que la conservación de las ruinas implique una
preservación perpetua (Art. 8º).
Más allá de este respaldo legal, uno de los mayores inconvenientes en el estudio de
la factibilidad de esta propuesta está dada por la indefinición legal de la propiedad de
las tierras. Todo el área de preservación sugerida integraría tierras que conforman
parte de una Sucesión. Sin embargo, recientes revisiones catastrales efectuadas por la
Defensoría del Pueblo de la provincia de Tucumán, dan cuenta de la irregularidad de
estos títulos.
La provincia y el municipio, a través de sus los órganos competentes, deberán
evaluar esta situación 16. Hasta tanto ella se resuelva, consideramos pertinente acudir a
figuras jurídicas que no impliquen un perjuicio potencial para la comunidad o el
propietario. De acuerdo al análisis efectuado (Manasse et al 2001) sugerimos la figura
de la Condonación.
Esta figura prevé la cesión voluntaria con cargo de una fracción de tierras o
propiedad, que no implica la pérdida de la titularidad del terreno en cuestión. El
propietario transfiere temporalmente los derechos de usufructo a favor de la población
de Tafí del Valle, representada por el gobierno municipal, con la finalidad de crear esta
Reserva Arqueológica, no pudiendo reclamar arbitrariamente o ejercer cualquier
derecho de propietario, salvo y solo si no se cumpliere con el propósito para el cual
fueran cedidas las tierras.
De este modo, consideramos que la posibilidad de un consentimiento amigable que
contemple el usufructo temporal de estas tierras, en función de su uso como Reserva
Arqueológica Municipal, como la variante más apropiada. La comunidad de Tafí del
Valle es la depositaria del proyecto. Las autoridades municipales, que son los
representantes de la comunidad de Tafí del Valle, se convierten en custodios y
administradores bajo el asesoramiento constante de profesionales. Por último, el
14 Hemos contado con el asesoramiento legal de G. Vargas. 15 Desconociendo, aparentemente, lo estipulado por la ley nacional 9.080. 16 La Comunidad Indígena del Valle de Tafí está llevando a cabo, actualmente, reclamos por tierras en condiciones semejantes.
propietario de los terrenos no pierde su título de propiedad y puede, incluso, acceder a
ciertos beneficios que le otorgue el Municipio 17.
A manera de discusión final
Hay algunos puntos que queremos redondear pero, también, traer a la reflexión
algunos otros. Más allá del rol indiscutible que cumplen los restos, las evidencias
arqueológicas del mundo prehispánico del valle de Tafí como Recurso Turístico, ellos
constituyen la prueba más elocuente de la grandeza de su pueblo. Preservar ese
testimonio de un modo de vida distinto, pero semejante al espíritu de la gente vallista,
es una responsabilidad de cada uno de nosotros. Sin embargo, es función del
especialista, en este caso de los arqueólogos, dar a conocer esa relevancia, explicar
esas diferencias, “hacer hablar” a esos testimonios, mudos para la gran mayoría lega.
La práctica arqueológica es, aún para muchos, un ejercicio diletante. Para nosotros
es un desafío salir de la investigación científica cerrada para entrar y participar del
mundo, de la sociedad actuales. El creciente interés por nuestro trabajo o por nuestros
objetos de estudio nos obligaron a abrir nuevos espacios de acción, anteriormente
ocupados, por ejemplo, por arquitectos, historiadores del arte o coleccionistas
aficionados. La gestión de los recursos culturales arqueológicos son nuestra
competencia y el ámbito del Turismo Cultural es un espacio dentro del cual tenemos
que abrirnos el lugar que nos corresponde.
Una Reserva Arqueológica es uno de los medios más idóneos para lograr estos
fines. Por un lado se trabaja en la conservación de los restos, apostando a su
accesibilidad futura, y, por el otro se los utiliza como vehículos de enseñanza, de
explicación o, también, de duda irresuelta. Se cubren expectativas educativas,
formadoras, pero también de entretenimiento.
En este proyecto participamos gente de diferentes lugares e instituciones. La
dirección y coordinación del proyecto se ejerce desde la Escuela de Arqueología de la
UNCa, por parte de una habitante permanente del Valle de Tafí; el equipo de trabajo
está formado por estudiantes avanzados de la licenciatura en Antropología de la UBA;
el instrumental utilizado ha sido facilitado por la Facultad de Tecnología de la UNCa,
más allá del asesoramiento técnico de sus profesionales; el Instituto de Arqueología y
17 La excensión impositiva es una de las prerrogativas más comunes; en este caso, ella se vería dificultada ya que estas tierras no figuran en el registro catastral municipal y, por ende no pagan los impuestos municipales. La provincia tendría que hacerse cargo del traslado del dominio; de lo contrario se podría trabajar sobre otras propuestas como la extensión de red eléctrica y de agua en tierras no afectadas a la Reserva, por ejemplo.
Museo de la UNT ofreció su asesoramiento; el municipio de Tafí del Valle otorgó el
alojamiento y facilitó, en ocasiones, el traslado hacia el lugar de trabajo; sus concejales
han trabajado durante meses sobre nuestra propuesta. Los vecinos del Barrio Malvinas
y de La Costa nos albergaron, nos conversaron, nos preguntaron y nos asesoraron.
Más allá del debido agradecimiento al aporte de cada uno de ellos, es nuestro interés
reflexionar sobre un aspecto ya señalado por otros investigadores: el marcado sentido
localista en la gestión del patrimonio (Endere 2000). El patrimonio cultural, en este caso
el arqueológico, convoca y aúna intereses de gente de los lugares y las instituciones
más diversos. La historia regional da cuenta de la necesidad de ese tipo de esfuerzos,
no importa de dónde vengan; lo relevante, a nuestro criterio, es que el vallisto tiene que
ser el principal beneficiario. Hay que generar esa posibilidad.-
BIBLIOGRAFÍA CITADA
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