El Fuster

Especial J

ocs Flor

als

Sant Jord

i 2010

PoesiaPoesia catalana

1ª Categoria

Poesía castellana

1ª Categoria

Dedico una cançó

Per passar l’estonacanto jo una cançó,sense rima ni ritme,sense lletra ni so.

Va dedicada als àngelsque m’han pogut cuidar,

va dedicada al solque el meu cos ha escalfat,

va dedicada a l’aigua,que m’ha curat la set,va dedicada a tothomque la vulgui escoltar.

Però, cosa segura,jo la canto perquè

no hi hagi morts, ni guerres,ni plors, ni enterraments.

Anna Desolà - 1r C ESO

L’amiga motxilla

La motxilla és una bona amiga,Amiga que sovint t’acompanya i t’abriga.

Mes sempre t’ha ajudat a portar Objectes i llibres sense protestar,

T’ha fet que no et cansis gaire portant Ximpleries i l’esmorzar per quan tinguis fam,

I no pararà fins que arribi a morir.L’haurem de llençar i substituir.

Llavors t’adonaràs que sempre ha estat AMIGA DE VERITAT!

Óscar Martín - 1r C ESO

La mort

La mort no és tan dolenta,et porta a un món millor,

pot ser freda i lentaperò t’ensenya la claror.

La mort no és tan dolenta,et fa apreciar la vida,és com una empenta

de la qual ningú es gira.

La mort recorda sentimentsdels quals no pots escapar,perquè no són transparents

i tampoc no els pots enterrar.

Acabaràs morint,però no tinguis por,

perquè acabaràs vivinten un món millor.

Sergio Alcalá - 1r A ESO

El dia que tú no estés

El día en que tú no estésel norte desaparecerá,

porque ese cariño que me dabas ni yo ni nadie tendrá.

El día en que tú no estésla luz desaparecerá,

porque nunca más podré vertey el mundo a mis pies caerá.

El día en que tú no estésno sabré qué hacer,

porque me faltara el abrazoque dio significado a mi ser.

Marc Brown - 2n B ESO

Poesia

Hoy las lágrimas se han borrado...

Hoy las lágrimas se han borradocon esta lluvia que nos ha inundado

y se ha llevado todas las penasque corrían por mis venas.

¿Qué será de mí si tú no estásjunto a mi lado una vez más?

¿Quién va a compartir su corazónen este momento de desolación?

Hoy las lágrimas se han borradocon esta lluvia que nos ha inundado

y pienso borrar de mi memoriaesa mirada suplicatoria.

Nunca más te voy a esperarpara que me vuelvas a abandonar,porque mi corazón no es especial

y un pequeño error puede ser mortal.

Hoy las lágrimas se han borradocon esta lluvia que nos ha inundado

y se ha llevado todas las penasque corrían por mis venas.

Abril Elies - 1r A ESO

Tonto enamorado

Me enamorastecon sólo una sonrisa.

Me emocionasteen esta bella ciudad de Pisa.

No quiero ser pesadopero estoy tontamente enamorado.

Cuando estoy a tu ladotodo es borroso a tu alrededor,

se ve la niebla hechizadapor su brilloso resplandor.

No quiero ser pesadopero estoy totalmente enamorado.

Lo que intento es olvidarte pero es que no puedo,

no dejo de amartepor mucho que quiero.

No quiero ser pesadopero estoy totalmente enamorado.

Embelesado por tu miradavi como te ibas alejando,

pero mi corazónsiempre estará esperando.

Sergio Flores – 2n A ESO

Genet equivocat

Seré jo descendent del gran astre?Alça els braços cap al Sol, Clímene, mare.

Deixa’t banyar pels rajos solarsi ajuda’m a fer callar els dubtes.

Cap a la casa de les flames m’has guiat,navegant cel amunt, amb un sol objectiu:

assegurar-me, per fi, de qui sóc fill,si d’Hèlios, el gran Sol, o no.

Allà el trobo, resplendent,envoltat del dia, de l’any, del mes.

Com més m’hi apropo més tremolo, pot un pare imposar tant?

Se m’acosta tot somrient.“A què es deu aquesta visita,

fill meu, què t’ha dut fins aquí?”Les seves paraules m’abracen i em fan

segur.

“Llum que tot ho il·lumina,pare, si així et puc anomenar,

digue’m si és cert el meu origen,si realment sóc fill del Sol.”

No en va quedar cap dubte:“Demana’m el que vulguis, fill,

que com a pare que sóc tot t’ho donaré,tot el que demanis jo t’atorgaré.”

El gran carro de cavalls alats,això va ser el que vaig demanar.

El que tot ho banya amb la seva escalfor, el que només Hèlios pot guiar.

La meva decisió és ferma,faig cas omís dels consells del pare,

que intenta aturar-me i fer-me baixar,i prenc les regnes flamejants.

L’aire colpejant-me la cara,els veloços cavalls no paren.

Passo entre les constel·lacions,davant meu un cel grandiós.

Els cavalls es descontrolen,no reconeixen el seu nou genet.

El camí marcat pel pare es deforma,el caos comença a expandir-se.

La Terra s’escalfa massa,el foc s’escampa.

Ni la força de Neptú ho controla, la mare Terra es queixa, demana ajuda.

El poderós Zeus pren un llampeci cap al carro el llança.

Els cavalls desbocats fugen,jo caic en picat cap als inferns.

Tot mort, destrossat.El riu Erídan serà la meva tomba.

Tot per no fer cas del qui en sap, el Sol.Tot per infantil, consentit: capriciós.

Clímene, mare, no ploris.Aguanta la pena i cuida la Terra

que el teu propi fill ha destrossat,i perdona’m tu també, pare.

“Aquí jau Faetont, que el carro patern conduïa i, si no va dominar-lo, almenys demostrà un gran coratge.” (Ovidi, Les Metamorfosis)

Anna Cristina Sahún - 4rt C ESO

Preguntas a la noche

La noche flota silenciosa,custodiando a la Luna y a sus hijas las estrellas.

Como un manto de seda vaporosa,parece latir cual corazón en vela.

Suspiro y mi aliento dibuja nubes transparentes en el lienzo del sigilo.Contemplo la Luna, luego las sombras, el infinito.

Un susurro rompe la calma en frágiles pedazos, y la suave brisa al pasar acaricia sus retazos.

Miro al cielo, confundida,Formulándome, a mi vez,

mil preguntas sobre la vida.

¿Qué es la vida?¿Qué es la muerte?

¿No es vivir morir en vida?¿No es morir vivir la muerte?

Nada es eterno,ni el cielo ni el infierno.

Lo que fue, ahora ya no es;lo que será, no podemos saberlo.

Una palabra, un gesto, una mirada.Cada uno de ellos decide: o todo, o nada.

El futuro es un tiempo indefinido.Los recuerdos, efímeras ilusiones.

No podemos captar los momentos vividos,tan sólo vivir las emociones.

Y es que todo lo bueno termina, sea para bien o sea para mal.

Todo tiene un límite y una fecha,pero al fin y al cabo un final.

Marina Fernández - 4rt A ESO

Soledad

CelosDeseo

PosesiónSentimientos que no atienden razón

Crees que es amorPero sólo causan dolor

RabiaAmbiciónEgoísmo

Sentimientos que te lanzan al abismoEras la luz en mi oscuridad

El ángel en mi propio infiernoLa lluvia en una época de sequía

MaldadAnsiedadCrueldadAl final

Sólo me queda la soledad

Irene Vicente - 4rt A ESO

Poesia catalana

2ª Categoria

Poesía castellana

2ª Categoria

Esa gran parte de mí

Tú, a quien siempre tenía,aquél al que tanto quería,

ese ejemplo a seguir,y ahora me veo aquí, sin ti.

Recuerdo las tardes en tu estudio,descubriendo un nuevo mundo,de grandes historias inacabadas,

la mayoría por ti inventadas.

Las horas en tu escritorio,desde entonces mi santuario;

sentada frente a la máquina de escribirbuscando cosas que decir.

También estaba aquel viejo radiocasete,grabando mis canciones, una y otra vez.Paciente enseñándome mates o catalán,cientos de recuerdos que no se perderán.

Tus extensas memorias escritas,grandes tesoros, toda tu vida.

Esos grandes viajes que hicistey todas las aventuras que viviste.

La vieja silla en la que me sosteníassentada en tus rodillas ahora está vacía. El pasillo en el que tras de mí corrías

para evitar mis posibles caídas.

Las Navidades recitando “la dita”,yo subida en aquella silla,

orgullosa de verte ahísentado frente a mí.

Ahora sólo quedan tristes fotosguardadas bajo llave, un tesoro.

Todos tus sabios consejosy un millón de recuerdos.

Cómo soy, mi forma de pensar.Qué hago, mi personalidad.

¡Te lo agradezco todo,esa gran parte de mí, abuelo!

Anna Cristina Sahún - 4rt C ESO

Miro sin ver mi luz entre sombras,intento asir lo que ayer me buscaba,noto de hielo lo que antes fue lava,

sueño tu esencia al leer nuestras obras.

Ya no me susurras bellos consejosni a mi pensamiento abres tu corazón,

te alejas ligera, junto a mi ilusión,me aíslas cautivo entre muros de espejos.

No había tristeza en tu voz carmesíla postrera alba en que estabas vigente,

antaño mi agua, hoy soy zahorí.

Crueles dudas se arropan en mi mente.¿Por qué, alas cortadas, volasteis sin mí?¿Por qué, noble lira, ahora estás ausente?

Eloi Chumillas - 4rt B ESO

Nunca hay vuelta atrás

Y aún sabiendo que no estás,no dudo nunca en pensarque algún día volverás,

que algún día me hablarás.

Y aún sabiendo que no te veo,que no te oigo, que no te abrazo,que no te beso, que no te tengo,

lo que sí sé es que te quiero.

Y aún sabiendo que es imposiblevolverte a ver, que te pongas en pie,

que el pasillo de casa vuelvas a recorrer,que te duermas en el sofá,

que puedas pensar, reír y llorar.

Y aún sabiendo que la luz del sol nunca te podrá volver a iluminar,que de donde estés no regresarás,

que en el tiempo no se puede volver atrás,que es tarde para decir: Te quiero, papá.

Y aún sabiendo que llevo sin ti un largo tiempo,que nunca me arroparás en las noches de invierno,que ya no soy una niña a la que protejas del miedo,

que todos algún día acabamos muriendo.

Y aún sabiendo que tengo que ser fuerte,que pensando tristemente no conseguiré

detenerme, que es inútil acordarme de ti a veces,que todo se acabó, que el final llegó.

Y aún sabiendo que no puedo evitar imaginar cómo seguiría la vida si estuvieras aquí,

en qué o quién pensaría en esos momentosen los que llorar apetece más que reír.

Pero por mucho que sepa,hacia delante hay que ir,mirando hacia un futuro

en el que me encante sonreír,siempre pensando que estás allí.

Clara Ramírez - 4rt B ESO

Elegía a la inspiración

Pura màgia el teu somriure orientant-me en el camí, sabent que puc sobreviure

perquè tu ets el meu destí.

Si els teus ulls són com el foc,il·lumina’m de seguida.Una mirada és un món,

i al teu vull passar la vida.

Encara que a l’estiu gelii a l’hivern faci calor.

Per molt que la Terra parii demà no surti el Sol.

Vull la teva veu sedosaacaronant-me l’orella,

com una brisa melosaque fa olor de sucre i canyella.

Acosta’t, dóna’m la mà,pugem al mateix vagó,

seguim un únic compàs,cantem una sola cançó.

I aquesta nit estelada,encara que es faci fosc,sota la lluna argentada,

sabrem que u més u són dos.

I ajaguda en el teu pitsentiré els batecs del cor.

Donant-li ritme a la nit, donant-li nom a l’amor.

Quer Molins - 1r A Batx

Ella

Ella camina molt lentament,els anys li pesen, mes la vida també,

arrossega el seu carro portador de tristor,és la seva maleta, el seu dolor.

De la ciutat coneix tots els carrerons,mes no ha vist mai el centre, ni botigues, ni el subsòl,

Les seves petjades no es marquen al camí,l’únic vestigi que deixa: un condemnat destí.

Ella no plora, ni parla, ni riu,la vida li ho ha pres tot: l’hivern i l’estiu,

les ganes de viure, moments efímers, el valor,la intenció de lluitar, de fer quelcom...

Però ja no existeix, és una ombra absent,figura errant entre multituds que no gosen mirar-la.

Imatge grotesca potser? Massa roba bruta, olor de carrer? Ella i només ella, amb grisencs ulls, sí que mira el món.

És la reina de les nits, dels carrers buits,companya d’ampolles de vidre, de silencis,

no vol llàstima ni que ningú se’n compadeixi,simplement la vida no li ha estès la mà.

Ella podria ser jo, ella podria haver estat diferent,no va elegir el seu lloc al món, de ningú mai ha rebut res,

malentesos, pocs diners, mobles embargats, els altres contents,qui havia de veure aquella noia de cor valent?

Ella i només ella traça el seu camí,tant li fa si la pluja li mulla el vestit,

mai fa tard enlloc, mai té cita amb ningú,cap llar l’espera, cap passió la crema.

Ella camina molt lentament, els anys li pesen,la vida també, mes ara ja s’aixeca amb feixucs moviments,

amb calma es belluga, però res no l’empeny,o potser sí, ara fa tard, al no res...

Anahí Álvarez - 2n B Batx.

Somni

La nit cobreix tot el que és lluminós,excepte aquella que roba rajos de sol.Ella, la que vetlla els somnis del món,

la que ens bressola amb la seva dolça cançó.

La que fa possible que pugui somniarque la sorra fina asseca el plor del mar,que el vent s’emporta tot el que és real,només deixant lloc a bocins de cristall.

Cristalls sota els peus que em fan de coixí,quan la soledat s’apodera de mi.I alço la vista; somric, ets aquí,

miro els teus ulls, m’hi puc reflectir.

Aleshores sé que ets tu, només tu,qui amb un somriure em portes ben lluny,

que només mirant-me em transmets la llumper veure el camí allà on és obscur.

Les ones del mar, amb el seu vaivé,pretenen que marxi; no els ho deixis fer!

Ajuda’m, jo sola no sé si podré...Agafa’m la mà i no diguis res més.

Trenca el silenci amb un sol sospir,i porta’m volant molt lluny d’aquí.La Lluna té pressa, el Sol vol sortir;el somni s’acaba, bon dia al matí.

Irene Sahún - 2n A Batx

Poesia catalana

3ª Categoria

Donant-li nom a l’amor

Poesía castellana3ª Categoria

Tú y yo

Llegó ligera, noticia rompedoracomo un mal sueño

que, al despertar, se va deprisa,no dejó nada,

de golpe: ni sueños.Tú y yo,

y ahora, la nada.Tus caricias me esquivanconteniendo mis deseos,

tu mirada huye,ansiando mi anhelo.

Tú y yo,y ahora, la nada.

Nuestros rostros, maltratados,no sienten, no muestran,

los besos, las prisas, las risas, las ganas.

Tú y yo,y ahora, la nada.

Un tambaleo constante.Un abismo sin precedentes.

Tu y yo,y ahora, la nada.

Aunque irreal, agradable.Aunque fugaz, constante.

Tú y yo,y ahora, la nada.

Tu razón, confundida, escapa,piensa hacia atrás, te dice:

Déjate de perfecciones,vivamos nuestros 23 momentos.

Tú y yo,y ahora, de nuevo.

Andrea Tajahuerce - 2n B Batx

Empieza a volar

Salta aunque no veas el suelo,grita aunque no te salga la voz.Abre los brazos, alza el vuelo,

corre, serás el más veloz.Nunca pierdas la constanciay, en la lucha, no te rindas.Ni la magia ni la cienciate regalan lo que pidas.

Que la paciencia no te falte,algún día triunfarás.

Siempre va a recompensartehaber luchado hasta el final.

Cierra los ojosy ponte a soñar.Abre los brazos

y empieza a volar.A paso firme hay que avanzar,

jamás tires la toalla.Nunca dejes de caminar

aunque veas que algo falla.El trabajo surgirá efecto,insistir en lo que importaserá el plan más perfecto

y el que más caídas soporta.Confía en ti, da un paso al frente,

si no dejas el caminoacabará llegando la suertey no será obra del destino.

Cierra los ojosy ponte a soñar.Abre los brazos

y empieza a volar.Que nadie vete tus palabras,llega donde quieras llegar

y que nunca jamásalguien te impida soñar.

Quer Molins - 1r A Batx

Perdido

Arena son tus pasos,agotas la vida al andar,ya no temes al ocaso,sólo respiras el azar.

Sin que te persiga el tiempo, o la parca,te adentras en tu mundo de cristal,

ningún tic-tac te marca,¡tú eres tu propio pesar!

Las voces ya lo dicen cuando del callejón te ven huir:“No teme, no sueña, no insiste,

éste no sabe qué es vivir!”

Te creíste muy astutopor poder, de tu vida, el rumbo manejar,

no supiste querer a nadie,nadie a ti te pudo amar.

Arena son tus pasos,consumes tu tiempo al andar,

quién pudiera seguirte, o hallarte,¡ah, si tú te pudieras encontrar!

Anahí Álvarez - 2n B Batx

Abro los ojos, oscuridad.Ando en silencio sin dirección,se hace inmensa la habitación.Ahí, acechando: la realidad.

Busco con ansia cómo salir.Sueño contigo, puedo volar,pero es un sueño, nada más.

No tengo fuerzas, aún sigo aquí.

Me absorbe este bucle, la rutina.Me arrastra la corriente,

no soy dueña de mi presente.Soy un náufrago a la deriva.

¿Tanto cuesta de entenderque necesito respirar?Escapar, ir más allá,

aunque sólo sea una vez

Me siento pequeña cuando imaginoel horizonte, el inabarcable universo,

aquello que me da fuerza para escribir estoa pesar de estar sentenciado mi sino.

De repente todo cambia, hay estabilidad,se da una extraña paradoja,

cobran sentido todas las cosas,incluso las estrellas puedo contar.

¿Por qué?, te preguntarás sin saberque aquello que me alienta,aquello que me da fuerza,

es tu voz, ¿no lo ves?

La que destaca sobre cualquiera,la que me mantiene despierta,la que cuando sea primaveravendrá y llamará a mi puerta.

Todo recobra una calma siniestra.No importa, sigues en mi cabeza…

Me tambaleo al ver el mundo girar.¿Quién soy yo? ¿Dónde irás? ¿Qué hay

por vivir?Sólo tus ojos me consuelan al sentir

que, si sonríes, nunca dejaré de soñar.

Virgínia Sahún - 2n A Batx

Sonríe, aunque esté oscuro

Prosa catalana

1ª Categoria ProsaEls ullals robatsFa molts i molts anys, quan els peixos corrien i els conills nedaven, en l’era que els

dinosaures vivien en cases i pobles, el que manava per damunt de tots els altres era el Tyrannosaurus rex. Li havien robat una de les seves armes més perilloses, que utilitzava per caçar i menjar: els ullals.

Ell, tot preocupat, va anar poble per poble a preguntar què en sabien, els dinosaures, de la desaparició dels seus ullals. El poblat que descobrís qui havia estat i li donés els ullals, seria la capital mundial i s’hi celebrarien cada quatre anys els Jocs Olímpics. Uns quants Velociraptors, entre els quals hi era jo, vam decidir d’anar a buscar els ullals del dinosaure. Ell ens va dir el nom de les tres persones que havien vist el lladre. En primer lloc havíem de trobar el Diplodocus més alt, a continuació un Eupocephalus cec, i en darrer lloc un Quetzalcoatlus groc i blau; cadascun ens diria un enigma i la resposta seria una pista per endevinar qui era el lladre.Tot seguit ens vam posar en marxa. Primerament vam anar a buscar el Diplodocus; el vam trobar de seguida, mesurava més de 3,50 m. Però hi havia dos problemes: l’un era que no el sentíem gaire i l’altre era que ell no ens sentia; per tant, em vaig enfilar pel seu coll i vaig repetir tot el que ell anava dient. L’enigma era el següent:−Quin era l’animal el nom del qual significava “urpes terribles”?Ni idea, i mira que en la primera classe d’aquest trimestre ens ho havien explicat, però ningú ho sabia. Un dels companys que havia decidit venir, que era molt intel·ligent, va contestar:−Podria ser el Deinonychus?El Diplodocus es va aturar i va començar a fer un moviment amb la cua per enviar-nos a l’altre barri, però no ens va dir que l’havíem encertat, encara que teníem uns contrincants que ja l’havien resolt.Ens vam afanyar a trobar l’Eupocephalus cec; tot i que ens va costar dos dies trobar-lo, el vam reconèixer de seguida, ja que va xocar amb un altre dinosaure i es va posar a discutir amb una planta. Aquí vam tenir un altre problema, que és que, en no poder-hi veure i amb les punxes que té al final de la cua, ens podria fer molt mal tan bon punt ens pogués tocar. El seu enigma era:−En quin lloc no pot viure un vegetarià?Ho vaig tenir claríssim, però m’hi vaig acostar perquè amb la cua no toqués els companys que hi havia al costat i li vaig contestar:−En un desert.−Correcte −va dir.−Bé, per últim hem de trobar un Quetzalcoatlus de color blau i groc.Vam anar al capdamunt d’una muntanya i el vam trobar parlant amb un grup de dinosaures. Ens hi vam acostar, però, just en aquell moment, va agafar el grup de Triceratops, els va tirar avall i va posar-se a volar. Aquí, de nou un altre problema: ell volava i nosaltres no. I just quan era sota nostre, el Velocripty del nostre grup se li va tirar a sobre: van caure fins al peu de la muntanya i en caure el va deixar estabornit; això va ser l’única cosa positiva d’aquesta acció, ja que el nostre company hi va perdre la vida. A conseqüència d’això ens va dir la resposta directament:−Viu en una casa de cinc finestres i dues portes i és el germà mitjà.Vam associar les tres respostes obtingudes: “És un Dienonychus que viu al desert i té una casa de cinc finestres i dues portes; és el germà mitjà”. Vam fer una parada d’un dia al nostre poblat, per poder-nos preparar per anar al desert.Allà ho vam passar fatal, sense aigua ni menjar. No sabem com els Dienonychus ho poden aguantar. En arribar al poblat, un Dienonychus ens va preguntar molt amablement què volíem i li vam demanar quina era la casa que tenia cinc finestres i dues portes. Ell ens hi va conduir; era una casa enorme, o més ben dit una mansió. Nosaltres vam fer tota la tarda de guàrdia i vam quedar segurs que hi havia cinc germans. El problema era que no sabíem qui era qui, perquè el més petit era el més alt, el segon més gran era el més prim, etc. A la nit vam entrar a dins de la casa i al jardí del darrere hi vam trobar un arbre. Sense voler, un de nosaltres s’hi va repenjar i es va obrir una entrada secreta. Ens hi vam infiltrar; en veure les dents del rex ens vam mig espantar, però de seguida vam sentir passes i ens vam amagar. Era el germà mitjà, que venia perquè havia sentit soroll, però abans li vam parar una trampa: vam posar-hi una corda perquè ensopegués i una gàbia perquè quedés atrapat, i efectivament, el Dienonychus va caure al parany. Ens el vam endur, travessàrem tot el desert i després vam acampar. Amb l’ajut de troncs i branques vam fer una barca i ens vam deixar endur pel corrent. Tres dies després d’estar navegant arribàrem a terrenys del Tyrannosaurus. El dinosaure ens esperava feliç, i al Dienonychus li va demanar explicacions i on tenia amagats els seus ullals.El Dienonychus li va començar a dir mentides, però en veure la cara que feia el rex, va haver de rectificar. −És que vaig entrar... a casa teva per error... i... i... me’ls vaig trobar allà damunt... i se’m va acudir la idea que si te’ls agafava... podria ser més poderós i... es fixarien més en mi −va acabar−. Com que a casa creuen que sóc la deshonra de la família..., vaig pensar que així ja no m’ho dirien.−Molt bé −va dir el dinosaure−. Et quedaràs a viure amb mi i faràs totes les tasques brutes de la casa. Entesos?−Sí..., d’acord.Dit i fet: el Dienonychus va començar a netejar. A nosaltres ens va donar les gràcies i ens va prometre que el nostre poble seria la capital dels Jocs Olímpics.−Nosaltres no volem que sigui la capital ni res, preferim recuperar el nostre amic que va perdre la vida −vam dir amb un fil de veu.−Faré el que pugui −ens va contestar educadament.Vam tornar cap a casa amb els deures acomplerts.Dos dies després, per fi vam arribar a casa, i ens van rebre amb els braços oberts, però no va ser fins una setmana més tard que vam tenir un dels millors regals que ens podien donar: va tornar el nostre company que havia mort, en Velocripty. Estàvem tan i tan contents que fins i tot els pares i mares es van...

−Carles!! Però, es pot saber què estàs fent? Vols estar atent d’una vegada? −va dir tot enfadat el professor−. Qui és Piaget?−Eh... Sí, sí... Com?Tota la classe va començar a riure’s de mi.−Carles, vés immediatament al despatx del director i pel camí agafa un full d’incidències −va dir en un to groller. Quina història més divertida! Me l’he inventat a l’avorrida classe de Psicologia!!

Carles Reynals - 1r B ESO

La psicòloga de Sant JordiQuan vaig arribar, Sant Jordi ja seia a la butaca, i em va dirigir una mirada trista: -No sé què fer, doctora Matear, no m’estima, està molt clar! Em va fer llàstima. Anava vestit igual que sempre, i portava la flor a la mà. -No vol ni veure’m; diu que no li interessa el meu amor, i no ha volgut la rosa que va sortir de la sang del drac... Si continua així, em suïcidaré! -No diguis ximpleries! -vaig dir-li-. T’acabarà estimant, el que passa es que ara està indecisa... -No, el que passa es que a ella li mola Sant Itanaci, o com es digui. -Sant Ignasi -vaig corregir-lo. Era molt clar, la princesa estava coladeta per Sant Ignasi; només tenia ulls per a ell, i a ell la princesa tampoc li desagradava. El problema era Sant Jordi, que li agradava la princesa. Jo era la seva psicòloga. -A veure, Sant Jordi, no passa res perquè ella no t’estimi, hi ha moltes més dones! -Però ella és la princesa! La vull, la vull, la vull! -Ai, Déu meu... Deixa de portar-te com un nen petit, que ja tens 34 anys! Va seure somiquejant a la butaca i es va relaxar. Sant Jordi estimava de debò la princesa, però no es podia obligar la princesa a casar-se amb Sant Jordi... A més a més, a mi ja m’anava bé. Sant Jordi era un tio ben plantat, alt, ros, prim... Guapíssim! -I no t’aniria bé casar-te amb una bombera, una policia, una PSICÒLOGA... -vaig dir-li. -No, totes les policies, les bomberes i les psicòlogues que conec són horribles... Em van venir ganes de clavar-li una bufetada. -Escolta, maco, si no trobes l’amor et fots. -Ho sento, doctora Matear, vostè no és horrible. És simpàtica i... No li vaig donar temps d’acabar, m’hi vaig apropar i vaig intentar fer-li un petó, però ell es va apartar, es va aixecar i se’n va anar. Al cap de tres mesos es van casar la princesa i Sant Ignasi, i de Sant Jordi no se n’ha sabut mai res més. Suposo que deu haver anat a buscar més dracs i altres princeses de qui enamorar-se. Jo, ara, ja no sóc psicòloga, sóc escriptora i cada nit penso en el dia que vaig estar a punt de besar Sant Jordi: el que hauria donat perquè m’hagués deixat fer-li aquell petó...

Anna Desolà - 1r B ESOUn rodamón afortunat

Ja és fa fosc, deuen ser les set del vespre. Avui no tinc on dormir, després de la baralla d’aquest matí amb el policia i el director del banc. Buscaré a veure si trobo un portal obert o un altre caixer on s’estigui ben calentó. Aquest fred no hi ha qui l’aguanti; després dels petits flocs de neu que han caigut aquest matí, l’ambient s’ha refredat. L’abric s’ha acabat d’esquinçar. Ja només em queda una manta vella que em vaig trobar la setmana passada i uns guants amb dos dits foradats. Però primer hauré de buscar-me el sopar. A veure si tinc la sort de dilluns, de trobar-me aquell contenidor del supermercat de la cantonada ple de menjar que caducava aquell mateix dia. Vaig menjar fred, però molt, vaig acabar ben tip. Però avui res, només quatre pomes podrides i poca cosa més. A veure si tinc més sort a l’hora de dormir. Després de recórrer tot el barri, he trobat, en un replà, una porteta oberta, on hi ha una sala amb la instal·lació elèctrica, i tres estris de neteja.

M’acabo de despertar, acaba de sortir el sol, sóc en un banc del parc, tot xop després de la pluja d’aquesta nit. Devien ser als voltants de les dotze quan han entrat dos veïns a la sala on dormia. Se n’ha anat la llum, a causa de la pluja, i han baixat a veure si hi havia algun problema, quan m’han trobat allà i m’han dit que marxés, però jo m’hi he negat. Ja devia haver passat una hora d’això quan m’han tornat a despertar; aquest cop eren un parell de mossos d’esquadra, que m’han dit que abandonés l’edifici. Així ho he fet, i me n’he anat al banc del parc, on he passat la resta de la nit.

Avui tinc un euro amb cinquanta que em vaig trobar al supermercat. Ara podré esmorzar decentment, un cafè amb llet i una pasta. Després del deliciós esmorzar del bar del costat del parc, em toca anar a fer la ronda matinal, anar passant de contenidor en contenidor, a veure si trobo alguna cosa. Ja són les dotze, i no he trobat res de l’altre món. Passo per davant del quiosc, i em poso a llegir les portades dels diaris esportius. Anant a buscar-me la vida per dinar, em trobo un dels meus i ens posem a xerrar de com seria la nostra vida amb diners. A la tarda, faig un passeig pel barri, i passo pel davant de la casa de loteries i apostes. Veig, en un cartell que puc llegir, ja que amb la meva edat pateixo una mica de vista cansada, que demà dissabte hi ha un gran sorteig de la primitiva i que reparteixen quinze milions d’euros. M’imagino què faria amb tots aquests diners, però, per començar, no tinc diners ni per participar-hi. Quan me n’estic anant veig un senyor que li cau un paper de la cartera, m’apropo a veure el que és, però no ho reconec. Després puc llegir què hi diu: la primitiva, és una butlleta de participació! L’examino, hi veig molts nombres, deuen ser els nombres amb els quals participo. Me la guardo a la butxaca, i continuo el meu passeig.

Aquesta nit no he pogut dormir. M’he estirat al banc d’ahir. Però avui hi havia més gent pel voltant. M’he imaginat que em volien robar el carro i dues mantes que m’he trobat al matí. Però ho he estat vigilant, i al final, ja de dia, se n’han anat. Avui és el gran dia, em pot tocar la primitiva. Faig un passeig pel parc, i em trobo el meu amic, amb qui vaig parlar ahir. Em diu que hi ha molt poques possibilitats que em toqui, i que el millor seria llençar la butlleta. Però, de sobte, quan l’anava a llençar, me l’ha volgut prendre i aleshores he vist que se la volia quedar. Me n’he anat corrents, i m’he assegut al banc d’aquesta nit. M’he de buscar la vida per dinar, entraré al supermercat, robaré quatre coses i me les menjaré. Després del pobre dinar, penso que tenia raó, que tinc poques possibilitats, però, per si de cas, hi passaré a veure si m’ha tocat.

Ja són les vuit, vaig a fer un volt, quan de cop em recordo de la primitiva. Vaig de pressa a la casa de loteries, i miro els nombres premiats; jo tenia: 6-12-26-27-43-49, i en el cartell hi diu: 4-5-12-23-32-37. Res, no m’ha tocat. De cop i volta, la botiga és buida, el propietari em crida, penso que ja estic ficat en un altre problema, però em diu que li doni la butlleta, que la passarà per la màquina a veure si em toca. La màquina diu que m’han tocat els quinze milions, però jo dic que no pot ser, que ho acabava de veure i que no havia coincidit cap nombre. Però ell em diu que si la màquina ho diu, és que m’ha tocat. Torno a mirar el cartell i veig que havia mirat el premi del dijous. Em sento estrany, em pessigo la galta per comprovar que no estic somiant, i de cop, a causa de l’eufòria i la felicitat, començo a cridar: Sóc ric!

Pol Jarque - 2n A ESO

Cel amuntL’Estel corria per un camp pintat de negror. El cel era un mar de tinta cobert de núvols, només una llum lletosa i tènue en sobresortia. El vent bufava amb tota la seva fúria i li despentinava els cabells negres. Esbufegava i li feia mal tot el cos, però no podia deixar de córrer; encara que els ulls li ploressin, encara que la pell blanca, quasi lluminosa, se li ressequés, ella no podia deixar de córrer. De sobte una calma inesperada va envair el prat i l’Estel es va aturar. Suaument els núvols es van enretirar i van deixar pas a una nit estrellada que lluïa amb tota la seva esplendor. A poc a poc, de darrere l’últim núvol que quedava en va sortir la lluna. L’Estel se la va quedar mirant bocabadada, era tan rodona i bonica, tan lluminosa, que de cop semblava que fos de dia.D’aquella esplendor de llum en va caure una escala platejada i lleugera com una ploma. Una ràfega de vent sobtat la va fer

voleiar i semblava talment que ballés. L’Estel la va agafar al vol, era tan suau que semblava feta de fils de cotó. A poc a poc s’hi va enfilar, va anar pujant amunt, amunt... I la lluna li va somriure.

Alba Romanyà - 1r B ESO

Prosa

Prosa castellana

1ª Categoria

Minutos…

¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que ser así? ¿Por qué hay guerras en el mundo? ¿Por qué muere gente? ¿Por qué el mundo es así?¿Por qué él tenía que vivir eso?Sólo tenía 10 años y su vida cambió en tan sólo minutos, minutos insignificantes y cortos, minutos que no significan nada, minutos que para una persona normal no eran nada, sólo minutos cortos e invisibles.Él vivía en Afganistán, era un niño normal, un niño que sólo quería ser feliz, pero nunca podría llegar a cumplir su sueño, nunca, porque ella se había entrometido en su vida, ella que creaba tanta tristeza y desesperación.¿Por qué?¿Por qué estaba en ese sitio en el peor momento del mundo? Pero, si lo piensas, él tenía que estar allí, era su escuela, la escuela donde había caído esa bomba. Si hubieran pasado tan sólo unos minutos, unos minutos, en esos minutos él estaría en la calle andando hacia su casa, pero la bomba cayó en hora punta, la hora en que todas las madres iban a buscar a sus hijos, la hora en que todo el mundo estaba allí, la mejor hora para quien quiere hacer daño y crear odio.¿Por qué estaban todos sus compañeros tirados en el suelo? Él sólo había escuchado una gran explosión, vio las madres desesperadas chillar por sus hijos e hijas, vio cómo el mundo que conocía se rompía en añicos en tan solo minutos, cortos e insignificantes minutos, minutos invisibles para el resto del mundo…

Marta Manzano - 1r B ESO

Lluvia

Fue una tarde de sábado lluviosa. No había nadie en la calle. Sólo se escuchaba el caer de las gotas contra el suelo mojado.Todas las tiendas del barrio estaban cerradas, por alguna razón extraña. Debía averiguar el motivo, pues me daba la impresión de que todos sabían la razón menos yo.Observaba las calles desiertas, cómo las gotas salpicaban todos los cristales de los coches, escaparates y ventanas.Continué mirando las calles mientras caminaba sin rumbo fijo.Llegué al parque, que normalmente estaba lleno de juventud, de mis amigos o tal vez de niños más pequeños. Miré, esperando a encontrarme con ellos, pero sólo vi a unos indigentes refugiándose de la lluvia.Me fui a otra parte decepcionada por no haber encontrado a nadie que me resultara familiar.Estaba de camino a casa cuando una cosa me llamó la atención. Era un cartel de parte del instituto al que yo iba, que decía: “Cerrado en honor a una alumna”, en letras grandes.¿Una alumna? ¿De mi instituto? ¡Eso tenía que ser una broma!A mí nadie me había hablado de una alumna de mi instituto que hubiera fallecido. Todo lo que me estaba pasando esa tarde era muy extraño... Las tiendas cerradas, las calles solitarias, el parque casi vacío y, ahora, este cartel.Volví a caminar, yendo adonde me llevaran mis pies. Llegué a la iglesia cercana al instituto. No sabía qué hacer. Me quedé sentada en las escaleras, reflexionando. Todo estaba en silencio, pero poco a poco comencé a escuchar una música. Era una música que me recordaba a los funerales de las películas. No pude resistirme. Entré. Vi a muchísimas personas, todas conocidas. Algunas estaban llorando, otras tristes o calladas, simplemente. Entre todas las personas, reconocí a unas cuantas en concreto. Mi madre, mi hermana y mi padre, y algunos de mis queridos amigos y amigas, pero en medio de la sala distinguí perfectamente a una persona, el chico que me gustaba, aunque... cogido de la mano de otra chica. Ya me lo suponía, pero bueno, eso no era lo que quería averiguar ahora. Avancé lentamente por el pasillo que llevaba al altar, donde había un ataúd. La gente no se molestaba ni en mirar quién pasaba por allí. Me estaba poniendo muy nerviosa, pues todos mis seres queridos estaban ahí y no me decían nada. Era como si no existiera, como si fuera invisible. Seguí avanzando hasta estar a dos metros del altar. De repente, me cogió un pánico inexplicable. Dentro de mí había una disputa entre mi curiosidad por saber quién había en el ataúd y un terror que no me dejaba mover ni un músculo de todo mi cuerpo. Tras unos minutos de lamentos, silencios y nerviosismo, reanudé mi paso, hasta llegar al ataúd. Era de una madera muy oscura. Había un corona de flores detrás, y diversos jarrones con flores repartidos por todos los lados. Me llené de valor y decidí abrir el ataúd. Me temblaba muchísimo la mano, producto del terror que aún sentía. Fueron unos segundos eternos. Necesité la otra mano para acabar de levantar la tapa. Cerré los ojos con mucha fuerza. Al abrirlos, vi mi rostro en ese cuerpo, muerto, pálido, sin vida. ¿Qué era eso?, ¿una broma? Si lo era, no hacía ni una pizca de gracia. De golpe, escuché una voz que decía: No, por desgracia no es una broma, es la realidad. Has… muerto. Esas dos palabras consiguieron desmoronarme, igual que lo puede hacer un “no quiero”, o de la misma manera que se puede ser la persona más feliz con un simple “te quiero”.

Disfruta el momento, vive el presente, el futuro no está escrito.

Amanda López - 2n A ESO

Prosa castellana

2ª CategoriaMi único amigo, diario

Lunes, 7 de diciembre de 2009Ya empieza a nevar, el frío ya ataca con fuerza. Estoy helada, el frío me paraliza y casi no puedo ni

escribir. ¡Hoy he encontrado un abrigo nuevo! Le faltan trozos de tela y está bastante hecho polvo, pero me será útil para no congelarme

del todo. Lo he encontrado en el contenedor que hay delante del banco. La gente me miraba descaradamente y hacía gestos desagradables hacia mí, aunque no sé de qué me quejo, si todos los días es el mismo cuento. Allí me encontré a esa mujer que duerme cerca de mí de vez en cuando; creo que se llama Katie. Hemos estado paseando un rato y me ha contado que hacía dos semanas que no probaba bocado y que su gato había enfermado. Pobre mujer, está pasando una mala racha. Yo no me puedo quejar, esta semana he comido dos veces y he encontrado un buen sitio en el que instalarme durante el invierno. Está bastante apartado de la gente, es muy tranquilo y me protege un poco del gélido aire, de las lluvias y de la nieve, pero el frío lo siento igual. Esta noche he decidido ir a dar una vuelta por el centro; está lleno de luces de colores y de adornos navideños, es bonito verlo.

Viernes, 11 de diciembre de 2009Cada día que pasa el frío aumenta. Las paredes de madera vieja que construí hace dos días no consiguen aliviar el frío del crudo invierno. Hoy, por fin, he logrado encontrar un bloc de notas donde poder continuar con el diario, últimamente es muy complicado encontrar hojas en las que poder escribir y bolígrafos con tinta. ¡Pero hoy he conseguido material para una buena temporada! Estoy muy contenta.Katie se ha puesto gravemente enferma. Por la falta de alimento está muy débil y ha perdido toda esperanza de vivir. La encontré en el centro la noche del 9, estaba desmayada en el suelo, rodeada de mirones, gente que sólo observaba y ni uno solo ayudaba. Me la cargué a la espalda y la llevé hasta mi “casa”. Ahora está aquí a mi lado, dormida. Desde que la recogí no ha recobrado el sentido. Tendré que pensar alguna cosa muy pronto, no puede seguir así. Estos días han sido extremadamente difíciles para todos los nuestros, pero yo, que tengo que hacerme cargo de Katie y de mí misma, estoy destrozada. Suerte que mi “casa” está aguantando bastante, creo que me quedaré aquí una larga temporada. Con Katie resulta claustrofóbico vivir aquí, pero al menos el calor humano ayuda a disminuir el frío. Hoy saldré a buscar el gato enfermo de Katie, porque en el camino del centro hasta aquí se extravió. No sé si a estas alturas seguirá con vida pero no se pierde nada por intentarlo; no tengo nada mejor que hacer y, si lo encuentro, puede que Katie se anime un poco.

Lunes, 13 de diciembre de 2009Todo igual, querido diario, el frío sigue igual que en los días anteriores. Una capa blanca cubre toda la ciudad, acompañada por múltiples lluvias y nevadas. La Navidad puede ser preciosa, sí, pero es una tortura para la gente como yo. Ayer fue un día realmente caótico. Era domingo, y la gente aprovechó para salir a pasear con su familia y disfrutar del blanco y reluciente paisaje, las calles estaban llenas de gente. Ese día volví al centro y a las tiendas de los alrededores. Necesitaba algo para comer, ¡que ya tocaba! Pasé por delante de una frutería y me quedé embobada mirando las manzanas, tenía tanta hambre… El dependiente, sin motivo alguno, pensó que yo había cogido una de las manzanas y empezó a berrear como un desesperado. Todo el mundo me miraba y me criticaba, tuve que salir por patas antes de que a alguien se le ocurriera tirarse encima de mí. Total, terminé rendida, agotada y sin nada para comer. Katie cada día está peor, no creo que salga de ésta. Ya ni siquiera me habla, a veces parece que sí, pero simplemente desvaría o habla en sueños. Me da mucha pena, la miro a ella y no me siento digna de quejarme de mi estado de salud o de mi situación.La noche del 7 salí en busca de su gato; lógicamente, no lo encontré. Vi a muchos gatos, pero ninguno como el de ella, era un gato muy peculiar, con las puntas de las orejas blancas y las patas también blancas. Ya me temía que no lo encontraría, pero pasé una noche bastante entretenida. Entre tú y yo, diario, los gatos son más amables que las personas humanas.

Viernes, 31 de diciembre de 2009Mi guarida se ha derrumbado, querido diario, vuelvo a ser presa del feroz viento y de las nevadas continuas. El frío me abraza día y noche, rasgándome la piel como si mil agujas se me estuvieran clavando por todas las partes del cuerpo. Han pasado muchos días desde la última vez que escribí algo, pero el frío me paraliza los dedos y coger el bolígrafo y realizar cualquier movimiento es una tortura. También he estado bastante ocupada: estos días son fechas en las que las sobras de comida aumentan considerablemente, entre mi gente hay mucha demanda y se forman grandiosas disputas entre nosotros para poder conseguir al menos un hueso de pollo con restos de carne. No he salido demasiado victoriosa en estas peleas, dicho sea de paso. Por cierto, vuelvo a estar sola. Katie ya no está. El pasado 21 de diciembre cerró los ojos para siempre. Yo volvía de una de mis disputas y le fui a decir muy contenta que traía un poco de comida para las dos. No se inmutó, ya no la oía hablar entre sueños y no se movía ni lo más mínimo, ni siquiera la escuchaba respirar. Me acerqué, puse mi oreja encima de donde calculaba que tendría el corazón y… silencio, nada se movía. Se había rendido. Después de aguantar tantas semanas entre la vida y la muerte, se había inclinado por el camino fácil: morir. Yo tampoco tengo ganas de continuar, diario, la vida es demasiado dura y cruel. La debilidad me está invadiendo y a duras penas me veo capaz de salir a por comida. Estirada aquí, bajo este puente y entre estos cartones, escribo la última página de este pequeño diario. Me despido de… ¿de quién? Si he estado sola todos los días de mi vida. Mejor no me despido de nadie, me voy tal y como llegué, en penosas condiciones, discretamente y sola.

Anna Cristina Sahún - 4rt C ESO

Por favor, no me dejes

Un agónico lamento rasga el silencio de la fría noche en la calle.Una figura pequeña, frágil y temblorosa deambula pesadamente por la acera.Con la cabeza gacha, el frío en los huesos y la tristeza dispuesta a quedarse en su corazón, avanza lentamente, buscando.Una súplica silenciosa, una lágrima invisible y un débil gemido salen del pecho del asustado animal.

“¿Dónde estoy?”

Continúa adelante, mirando a un lado y a otro. Luces parpadeantes y difusas brillan a su alrededor, intentan confundirlo con sus llamativos colores. Los edificios, todos iguales, de un triste color ceniza, se alzan a sus flancos, intimidándolo. Un raudo coche plateado pasa rozándole a escasos centímetros con gran precipitación. El corazón le late con fuerza, parece querer salírsele del pecho, y las patas heladas le tiemblan de frío y de horror.Asustado aún, decide yacer un rato en el portal de un bloque de pisos cercano. No tarda mucho en comenzar a llover, y la noche apenas acaba de empezar. Agotado, cierra los ojos. No sabe dónde está, ni por qué razón. Sólo sabe que tiene que encontrarlo.

El viento le azota con fuerza, haciéndole estremecer. Y pronto la desesperación y la impaciencia le obligan a levantarse de nuevo, a hacer frente al cansancio y al sopor.Tiene que encontrar a su dueño, a su amigo, a la persona que más quiere en el mundo. La persona que lo ha cuidado y querido siempre, la persona que es su compañero y su familia.

“¿Dónde estás ahora?”

Intenta recordar por tercera vez el lugar donde se separaron hace apenas unas horas. Aquella tarde él había estado muy callado, apenas le había dedicado una sonrisa o una caricia. Habían salido a pasear más tarde de lo habitual y llegados a un punto del camino él simplemente lo miró, con expresión seria y fría, titubeó antes de pasar la mano por su lomo, y finalmente se fue. No se volvió ni una sola vez, simplemente se fue, y ahora ya no está. Y lo único que él desea es encontrarlo de nuevo.

Y aún así, la esperanza está comenzando a abandonarle. Ha estado vagando durante largo tiempo por la calle, buscándolo, con el firme pensamiento de que seguramente debía haber olvidado dónde lo dejó, o quizá sencillamente se había perdido por el camino. Pero ahora, tras tantas horas merodeando sin pausa, a la merced del frío y de la lluvia, ya no confía en que pueda encontrarlo, ni en que él lo haya olvidado sin más.

“¿Por qué? ¿Por qué me has dejado? ¿Es que no ves lo mucho que te añoro?”

Cierra los ojos. Unas cuantas gotas de lluvia mojan su pelaje de color canela. Un intenso trueno resuena por toda la calle. Apenas hay gente y sólo se escucha el sonido de coches y más coches pasando rápidamente frente a él. Minutos más tarde se alza sobre sus patas y decide reemprender la marcha. Hace frío y no aguantará mucho tiempo más allí. Se siente profundamente solo, no sabe adónde ir, sólo quiere encontrar un lugar caliente donde guarecerse de la lluvia. Está empezando a helar.

Un nuevo aullido quejumbroso brota de su pecho en pos de la noche. La tristeza que ahora siente tan intensamente en su i nterior amenaza con invadirle con cada minuto que pasa. Mira al cielo. Como un manto de color azabache parece llorar con él. Las gotas de agua caen una a una sobre su cuerpo, dibujando finas líneas que se pierden entre su pelo, acariciando sus ojos como sus propias lágrimas.

Y entonces su mente lo transporta a otro tiempo y a otro espacio, a sus recuerdos. Recuerda momentos más dichosos, momentos en los que estaba junto a su dueño, siempre a sus pies, a su calor. Recuerda la calidez de sus manos sobre su lomo, sus ojos alegres mirándole desde lo alto, su sonrisa al pronunciar su nombre, y su propia felicidad al correr hacia él, como el viento, para devolverle

la pelota, para ladrarle y que volviera a lanzársela más lejos, mucho más lejos…

Los recuerdos parecen aportarle cierta calidez que pronto se desvanece al abrir los ojos. Entonces contempla a su alrededor, y todo indicio de cariño, calor o compañía desaparece. Ahora sólo queda la desolación.Puede sentir cómo sus músculos se agarrotan poco a poco, cómo van helándose lentamente sus patas, cómo sus fuerzas van cediendo sin remedio.

“¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué…?”

Comienza a nevar. El tiempo se agota.La noche es invernal y la soledad punzante.Camina hasta el otro lado de la calle y se agazapa bajo un coche. Sus ojos comienzan a cerrarse lentamente y el viento lo hiela, haciéndole temblar convulsivamente.

“Por favor, no me dejes…”

Poco a poco, el frío va desapareciendo, y en su lugar tan sólo queda un sueño dulce y profundo que hace que sus párpados caigan pesadamente, que su respiración se ralentice cada segundo un poco más, que el sonido de los latidos de su corazón se apague con suavidad, como una llama, como el eco de un susurro.

Un último soplo de viento y la soledad se desvanece. Ya no existe más el frío, ya no hay más tristeza ni desesperación. Poco a poco la calle se desdibuja, los edificios, los coches. La lluvia cesa y se disipan las nubes. Una gota de agua absorbe todo color, una caricia y la luz se vuelve un borrón. Un fogonazo de luz borra las estrellas y apaga la Luna.

Todo se ha desvanecido. Los recuerdos, el amor. Ahora sólo reinan el silencio y la blancura, la luz y la paz.

Marina Fernández - 4rt A ESO

Amar

AMAR. Esa palabra suena demasiado fuerte, es demasiado importante como para emplearla con alguien tan increíblemente abstracto como tú, con quien no comparto mis días ni mis noches, tan sólo el pensamiento de saber que a donde tú vayas yo iré, y a donde yo vaya tú vendrás conmigo. Traté de definirla por mis propios medios pensando en ti. Después de horas pensando, llegué a la conclusión de que eso era lo que sentía, Amor. Te amo por encima de todos los límites de la razón y la coherencia, hasta tal punto que estoy dispuesta a renunciar a todo aquello que me rodea por ti. Amar es sentir cariño, unión al saber que somos uno... Amar no es tener un anillo de compromiso en común, es entregar tu vida a una persona que la valorará del mismo modo en que tú valorarías la suya... Amar es pensar en la otra persona sin llegar a la obsesión, es querer su bien por encima del tuyo propio, amar no es una palabra compuesta por cuatro letras, amar es vivir. Amar es pensar en tres: tú, yo, nosotros. Amar es mirarle durante las 24 horas del día desde la ventana del corazón, es verle sin mirarle, es tener su imagen grabada en tus retinas, es el rincón donde escaparte cuando todo vaya mal. Amar no es lo mismo que enamorarse. Enamorarse es ver perfectos los defectos de esa persona, amar es ver los defectos tal cual son y estar dispuesta a vivir con ellos. Amar no es buscar el paraíso al que escaparte, amar es estar en ese paraíso constantemente. Y yo lo seguiré intentando, seguiré soñando con el día en que te veré y mis ojos se cruzarán con los tuyos y te podré decir lo importante que eres para mí y lo mucho que te valoro y te quiero.

Irene Vicente - 4rt A ESO

Prosa catalana

3ª CategoriaLa melodia eterna

Mai ningú em va arribar a entendre. Ara, en els meus últims dies de vida, tancada en aquest lloc fred i allunyat de tot el que estimo, vull deixar constància per escrit de la meva història. No pretenc que qui ho llegeixi em cregui, només necessito

treure’m aquest pes que porto a sobre des de fa tants anys i que ni res ni ningú no m’ha pogut alleugerir mai.El meu nom és Emma Grey, i vaig néixer a Londres l’any 1688. Sóc l’única filla d’una família de la burgesia londinenca. El pare es dedicava al comerç tèxtil, tenia molta influència en el sector, i això ens permetia viure amb un nivell de vida poc habtual en aquell Londres que llavors es trobava sota el regnat de Jaume II.Vivíem en una casa gran als afores de la ciutat. Era una casa gran, massa pel meu gust. Tot i que hi vaig néixer, mai m’hi vaig sentir com a casa, sempre m’havia semblat un lloc fosc i ombrívol, i aquell ambient no ajudava a crear l’atmosfera familiar que se suposa que ha de tenir una llar ben estructurada. Part (o la totalitat) de la culpa era dels pares: sempre havien estat massa ocupats amb les seves pròpies vides com per tenir en compte la meva. La meva història comença quan vaig adonar-me que aquell lloc no estava fet per a mi. Tenia divuit anys, però sabia que no era com la resta de noies de la meva edat. Jo tocava el piano en comptes d’amoïnar-me per aconseguir un bon marit; a més, no era un piano qualsevol, sinó un piano especial, me’l van comprar els pares quan vaig néixer perquè tingués quelcom amb què entretenir-me, i sempre m’hi he sentit molt unida.Una nit vaig sentir els pares que discutien quan vaig passar per davant de la seva cambra, de camí cap a la meva. Van començar a discutir. La mare volia casar-me, el pare se’n desentenia. Es queixaven que començaven a sorgir rumors sobre la nostra família. M’havia quedat paralitzada, no podia creure’m el que havia sentit. De cop vaig sentir una dèbil melodia de piano, com un murmuri gairebé imperceptible. En entrar a la sala del piano vaig notar que l’ambient es refredava notablement. El piano va deixar de tocar, el silenci es va apoderar de la cambra, totalment buida i fosca. Lluny d’espantar-me, vaig acostar-me al bell instrument i vaig asseure’m al banc, acariciant les tecles. Les vaig notar més fredes que de costum. Tot i això, vaig tancar els ulls i deixar que la música fluís a través dels meus dits. Mentre tocava, les llàgrimes van començar a regalimar-me per la cara. Sempre havia sabut que no era com la resta, però fins al punt que ni els meus pares fessin un mínim esforç per entendre’m...De cop, una suau melodia va emergir del piano, per sobre de la peça que estava tocant. Vaig deixar de tocar, però la melodia no va aturar-se fins al cap d’uns moments. Les tecles pujaven i baixaven soles. No vaig tenir por, i això em va sorprendre.-Qui ets? -vaig murmurar. Va fer-se un moment de silenci, però sentia que no estava sola.-Qui ets? -vaig repetir, sense alçar la veu. Em sentia una mica estúpida, no sabia si realment volia que algú em contestés, perquè tampoc podia pensar en les conseqüències que comportaria.-Em dic James -una veu suau i dolça va sonar prop de la meva orella. No podia ser, allà no hi havia ningú-. No t’espantis, si us plau. No pots veure’m, però pots sentir-me. Per què?No sabia si contestar, era tot massa absurd i surrealista. Devia estar somiant, sí, devia ser això. -Et... sento? Ets real? No, no ho ets. Deus ser producte de la meva imaginació. Vaig aixecar-me lentament, la lluna va encegar-me en reflectir-se al terra i, per un moment, em va semblar veure algú assegut davant el piano. Era un noi jove, prim, de mirada trista, parcialment tapada pels cabells que li queien gràcilment sobre els ulls, tot i que els duia lleugerament despentinats. No era possible. No podia ser veritat. Vaig arrencar a córrer cap a la meva habitació, intentant convèncer-me que tot havia estat fruit de la meva inventiva. Aquella nit no vaig pensar-hi més, però vaig somiar en melodies que inundaven la casa i l’ensorraven.Sense saber per què, la nit següent vaig tornar a la sala del piano. No sabia què esperava trobar-m’hi, però vaig avançar decidida cap al piano. Vaig seure, feia fred. Incomprensiblement, em va reconfortar. De cop, va començar a sonar una melodia, molt semblant a aquella que recordava. Vaig tancar els ulls i vaig limitar-me a escoltar-la. I així passava les nits, en companyia d’un piano que tocava sol i una melodia que em tenia el cor robat. Va passar a ser part de la meva rutina; en James no va faltar cap dia a la cita, i sovint tocàvem junts, tot i que no deixava de ser una situació estranya i surrealista.Una nit com totes les altres, vaig anar a la sala del piano i vaig asseure’m al banc, amb les mans sobre les tecles però sense fer cap soroll. No vaig dir res, vaig seure i esperar. I esperar. I esperar... De sobte, una nota, una de sola, va trencar el silenci de la gran sala. Una nota aguda que no semblava sortir del piano, sinó de cada racó de la cambra. Em vaig estremir i vaig mirar instintivament cap a la meva dreta. No podia creure-m’ho, era com si el veiés. Era al meu costat, assegut. Vaig mirar-lo fixament als ulls, va tornar-me una mirada impassible, buida. Ja no era un raig de lluna reflectit, ja no eren dos segons. El veia de debò.-Et veig... -vaig dir, amb un fil de veu-. Ets aquí, al costat..., James.Va aguantar-me la mirada, però aquest cop era més expressiva. Mostrava sorpresa. I de sobte... res: va desaparèixer. Vaig quedar-me una estona més allà asseguda, però no va tornar. Era la situació més estranya que havia viscut mai. Sense saber per què, vaig començar a sentir-me buida per dins; no em venia de gust tocar el piano, no llegia, no parlava. Em passava les hores estirada al llit, no tenia forces per fer res. Vaig créixer, mai no vaig casar-me. No podia oblidar-me d’en James, del meu piano, de la seva cançó.Un dia, mentre dormia, vaig sentir de nou aquella melodia. Mig adormida, vaig arribar a l’habitació del piano, i vaig somriure.-James..., ets aquí... -les paraules gairebé no em sortien, no tenia força.-Emma, ho sento. Sóc amb tu des que vas néixer, he viscut dins d’aquest piano durant anys, però des que vas arribar tu a aquesta casa tot va ser diferent. Vaig sentir una connexió amb tu que no podia explicar... Aquella nit, quan vas poder sentir-me, em va fer feliç, però... -la seva veu sonava dèbil, cansada-, el fet que em veiessis era massa per a mi. Perdona per deixar-te sola aquest temps...No vaig dir res, vaig somriure i vaig aconseguir arribar al piano, panteixant. Vaig mirar en James fixament, el veia més nítid que mai. I vam tocar. La melodia més bonica que mai s’havia tocat era nostra i de ningú més. Vaig sentir que no necessitava res més, que m’allunyava volant de tota aquella atmosfera d’hipocresia i falsedat en què vivia.No sé ben bé què va passar després, només sé que va aparèixer la mare, va desaparèixer en James i vaig obrir els ulls en aquesta habitació tètrica, d’on mai he sortit. Només necessitava veure en James un cop més, i sé que ara mateix és amb mi, encara que no el pugui veure, perquè ell em va treure del món gris on vivia i va fer-me sentir més viva del que cap humà m’ha fet sentir mai. En aquests moments no et veig, però et sento, James. L’últim alè, l’últim esforç, l’última frase...-T’estimo, Emma.

Irene Virginia Sahún - 2n A Batx

La noia del somriure als llavis

Sense cap motiu, aquell dia els nens estaven més revolucionats que de costum. La Jamaliah els va fer seure a tots en rotllana i, amb la seva veu dolça i encisadora, els va calmar tal com calmava els bous de casa la seva àvia quan era petita. Perquè, com sempre deia l’anciana, “no amanseix les feres qui més crida, sinó qui es fa escoltar”, i ella sabia fer-se escoltar. Sense alçar la veu, va dir als nens que els explicaria una història i tot seguit va tenir deu parells d’ulls curiosos mirant-la fixament. La Jamaliah va començar el seu relat:

“La menuda de nou anys dormia silenciosament recolzada a les cames del seu pare. Amb l’estómac buit de teca i el cap ple d’il·lusions afrontava les últimes hores del trajecte profundament dormida, fruit del cansament acumulat de tants dies de viatge.

El pare li acaricià els cabells bruns, suaus i llargs fins al final de l’esquena; li passava tendrament la rugosa mà mentre recitava una cançó popular de l’aldea. Quan va acabar se li va acostar lentament fins a tenir els seus llavis carnosos prop de la seva cara morena i lleugerament cremada.

-Samah, ja estem arribant, ja queda molt poc -li va dir a cau d’orella.

Samah vol dir ‘somriure als llavis’; els seus pares li van posar aquest sobrenom quan era ben petita perquè ja de menuda enamorava a tothom amb un somriure angelical.

La Samah va anar obrint els ulls a poc a poc perquè la llum encegadora del sol li feia mal a les pupil·les. Havia dormit pràcticament tot el dia.

-Bon dia, pare -li va dir amb una veu trencada.

-Bon dia, preciosa. Saps quin dia és avui?

La petita es va quedar perplexa, feia mesos que estaven vagant per alta mar i ja no sabia ni quin dia de la setmana era. Com podia recordar alguna data especial? Va fer que no amb el cap esperant que el pare li ho recordés. Ell va somriure i li va fer un dolç petó a la galta.

-Avui, princesa meva, tot just avui, fa deu anys que va néixer una nena amb una estrella especial, un àngel caigut del cel, una ànima forta com un roure. Perquè, com deia l’avia Nhali, “patirà, però serà feliç”. Així que avui fa deu anys que sóc la persona més feliç del món.

La dolça Samah el va abraçar tan fort com va poder mentre les llàgrimes del seu pare regalimaven silenciosament per la seva galta. “Tant de bo la Jakam hagués pogut veure que gran i que preciosa que s’ha fet la seva filla”, va pensar. Es va eixugar les llàgrimes i li va donar una capsa de fusta tallada manualment.

-Feliç aniversari, Samah.

La petita la va obrir acuradament i els ulls se li van omplir d’emoció i de llàgrimes. Delicadament, va treure el preciós alaïk que contenia la capsa. Un alaïk és un collar de pedretes del Rulam, el riu més important de l’aldea. Quan les noies es feien grans i eren prou madures podien gaudir de portar aquella preciositat decorant-los el coll, i això era tot un privilegi. La Samah va observar l’alaïk atentament; no sabia per què, però li resultava familiar.

-Pare, crec que ja l’havia vist abans.

-És clar que sí, petita, aquest era l’alaïk que duia la mare. Quan tenies dos o tres anys te’l donava perquè poguessis dormir amb la seva olor, però després no hi havia manera que l’hi tornessis. Feia molt de temps que el tenia guardat, però he volgut esperar el moment adequat.

-Gràcies, pare -va dir-li amb dificultats mentre les llàgrimes li brollaven dels ulls.

Tots dos van deixar perduda la mirada i van ocupar les seves ments amb imatges de la dolça Jakam, amb la seva trena perfecta que li arribava fins a la cintura. Amb aquella olor de flor de l’alegria. Sempre amb una paraula afectuosa als llavis i vessant generositat.

Va conèixer en Nairim en una de les festes d’estiu de l’aldea, el Rimaliah, en què les famílies llençaven les coses velles i inútils a una gran foguera perquè es cremessin i deixessin lloc al futur. Les dones preparaven els millors àpats i compartien plats amb tots els veïns. Ben entrada la nit, ballaven tots al voltant de la foguera, que s’anava apagant al llarg de les hores. Allà, en aquell ritual, es van conèixer i una mirada va ser suficient per unir aquells dos adolescents. Van ballar fins a la matinada i al cap de poc temps ja sonaven campanes de noces. Dos anys més tard va néixer la que seria la seva única filla, el seu millor tresor. Tot apuntava a una vida fàcil però no va ser així, ni de bon tros.

Quan la Samah tenia quatre anys la mare va emmalaltir. Una malaltia ràpida i dolorosa que no va donar cap opció. Cap dels metges que la van visitar va trobar la solució, i al ritme que avançava li quedava menys d’una setmana de vida. Tot i així, l’amor que posseïa no es va esvair i la seva mirada no havia perdut la vida que desprenia, per molt que fos a les portes de la mort. Una nit, mentre la Samah es concentrava acaronant-li els cabells, la mare va dibuixar un somriure i amb un gran esforç va contenir les llàgrimes.

-Samah -va començar-, cuida el pare i cuida’t tu. No vull que et preocupis si els teus somnis no es compleixen, només vull que

mai no deixis de somiar i que sempre siguis la noia del somriure als llavis.

Sis anys després, la petita Samah encara recordava aquelles paraules i les guardava al cap com un tresor. Només esperava que des del cel la seva mare pogués veure que no havia deixat de somriure, ni un sol cop.

-Saps què, pare? -va dir la Samah recolzant el cap al pit d’en Nairim-. Quan arribi a Espanya estudiaré i treballaré, seré la nena més aplicada de l’escola i quan sigui més gran aniré a la universitat. Seré la millor doctora del món, com el doctor Mitjana, el metge de la ciutat.

-Estic segur que si t’ho proposes ho podràs aconseguir. Però, com deia l’avia Nhali, “no guanya qui més diu, sinó qui més demostra”.

-Ho demostraré, pare, ho demostraré -va dir la petita amb fermesa i mirant l’horitzó-, i quan ho hagi après tot, tornaré a l’aldea per poder salvar tantes vides com la de la mare.”

La Jamaliah va donar la història per finalitzada i els nens van aplaudir entusiasmadament. El millor que havia pogut fer era ajudar aquells menuts, tots ells amb discapacitats mentals però amb un cor tan gran que era admirable. Però, tot i així, aquell seria l’últim dia. El seu pare havia mort de vell feia tres dies, ella l’havia cuidat tot el que havia pogut però la vida va seguir el seu curs. “Recorda els teus somnis, petita”, li va dir a l’últim sospir. Vint-i-cinc anys més tard encara es recordava de les paraules que li va dir a la pastera; quin home!

Un taxi amb les maletes l’esperava a la porta de l’hospital. Tornava a casa i complia el seu somni. Va abraçar tots els nens amb llàgrimes que li cobrien els ulls negres i, quan va obrir la porta, un d’ells va estirar-li la bata.

-Jamaliah, tu tens un somriure igual o més bonic que el de la Samah!

La petita va somriure.Quer Molins - 1r A Batx

Prosa castellana

3ª Categoria

Lluvia de arrozDe reojo se miró al espejo por enésima vez: “¿De verdad me queda bien?, ¿el peinado no es demasiado clásico?, ¿el vestido no me queda muy grande, no?, ¿me he puesto mucho o poco maquillaje?, ¿seguro que no me voy a caer con estos zapatos?”, pensó con excesivos nervios. Respiró hondo; “todo está

perfecto, me queda todo genial y todo saldrá de maravilla”, se dijo para sí misma como si fuera una lección del colegio. Se tranquilizó un instante, aunque no fue muy largo, “¡necesito una segunda opinión!”, se giró hacia las chicas

que la contemplaban risueñas y, antes de que abriera la boca, en un tono relajado y divertido dijeron todas al unísono:-Sí, estás preciosa.

Se rio con ellas admitiendo que tenían razón, tenía que relajarse un poco y tomárselo con más calma. Y sí, estaba preciosa, porque era preciosa.Hacía tres meses desde que él se le arrodilló sin previo aviso en medio de un restaurante atestado de gente donde estaban celebrando su décimo aniversario de novios. Ella, roja de vergüenza y secándose una lágrima, sólo pudo asentir con la cabeza; él le colocó el brillante rozando con ternura sus manos suaves y delicadas mientras todo el local se había levantado y estaban aplaudiendo a la pareja.Entre miles de vestidos y cientos de amigas intentando aconsejar cuál era el que debía llevar, ella no conseguía decidirse por ninguno. Unos por demasiado atrevidos, otros muy incómodos, algunos demasiado clásicos o muy modernos. Hasta que un día, al llegar a casa, contempló asombrada el mejor vestido que podía llevar en un día tan especial. Estaba colgado de la puerta de su dormitorio, lo acarició con cuidado fijándose un cada pequeño detalle, era perfecto. Cogió la nota que lo acompañaba y se emocionó. “De tu madre que te quiere”. Se lo probó rápidamente y se miró al espejo: era exactamente igual que su madre pero el vestido le quedaba mejor a ella.Miró el reloj, era la hora. Las chicas le dieron un beso en la mejilla y la dejaron sola unos minutos. De nuevo, se miró en el espejo desde todos los ángulos posibles. Llevaba un moño que le dejaba la cara al descubierto y unos mechones rizados le quedaban sueltos. El maquillaje favorecía sus preciosos ojos azules, que brillaban más que nunca. Respiró hondo y se cubrió la cara con el velo, era la hora.Su padre la esperaba en la puerta de la pequeña habitación. Cuando la vio le dio un tierno beso en la mejilla y sus ojos se llenaron de lágrimas que pudo contener con dificultad. Ella le cogió del brazo y los dos empezaron a andar sin poder decirse nada más.Se abrieron las grandes puertas macizas y la música empezó a sonar, el tan tan tatan tantas veces mencionado se hacía más real a medida que avanzaba por el pasillo concentrándose en cada paso, intentando mantener el ritmo de su cuerpo y de su corazón. Sonreía con nerviosismo mirando a todos los invitados que se habían levantado y la miraban con admiración. Entonces levantó la vista y se fijó en él, perfectamente trajeado y más hermoso que nunca. Su sonrisa se ensanchó y el nerviosismo se esfumó, su alrededor desapareció como ocurría siempre que miraba sus ojos. Aquella cara angelical y aquella sonrisa de niño travieso que la había enamorado desde el primer día.Él apenas podía mantener la postura erguida mientras ella avanzaba iluminándolo todo con su sonrisa. Seguía siendo esa chica perfecta con la que siempre había soñado, aquella de quien no podía apartar la mirada ni soltar de la mano. La que le había enseñado todo sobre amar y con la que pensaba pasar toda su vida.Ella llegó al altar y él le tendió la mano. Ambos susurraron un te quiero y ella dejó caer una lágrima de alegría.Salieron entre la multitud mientras llovía arroz y sus amigos y conocidos gritaban eufóricos.Le quedaba bien el vestido, no le quedaba grande. El peinado no era demasiado clásico. No se había puesto ni mucho ni poco maquillaje y no se cayó con los zapatos. Todo había salido perfecto. Había sido el mejor día de sus vidas, por ahora.

Quer Molins -1r Batx A

Tots els primers pecats tenen, com el d’Eva, un mateix mòbil: la curiositat. El segon pecat - la repetició del primer - es fa per orgull.

Després, ja tot és qüestió d’hàbit.

Joan Fuster

Dulce traición

Es tarde, muy tarde, DEMASIADO tarde. Todo se desmorona a mi alrededor.Siento vacío. Aún es demasiado pronto para dar paso a la decepción. El trayecto de nuestro parque a casa es amargo, largo, pesado...Un frío eterno recorre todo mi cuerpo.Esa calle, que de ida, hace apenas dos horas, sospeché que era ancha y amable, ahora se me hace estrecha e interminable.Sólo ansío llegar. Adonde sea. Cualquier sitio CÁLIDO sirve, porque además el día es frío, el más frío del mes. A lo lejos, mi morada portería.Con la mente en blanco y mi ipod apagado subo al ascensor, que también se me queda pequeño: ridículo para tanta respiración. Se abre la puerta y todo da vueltas.Fotos y letras. Sin más palabras, se abre una cama.El tic-tac de mi reloj no calla. ¡Ya podría enmudecer! Ni siquiera un simple objeto deja a mi cabeza liberada. Liberada de toda sospecha de traición, de dulce traición.Pasan las horas, pero nada. Ni rastro del sueño. Una melodía brusca golpea mi cabeza; me siento extraña, inútil, absurda.No tengo fuerzas, sólo necesito descansar, dejar de derramar y dormir.¡RIIIIIIIIIING!Empieza el “nuevo día”.Vale, céntrate. Miles de preguntas esperan. En el instituto será para muchos el día más entretenido del año. ¿Para mí? Probablemente el más insípido.Como desorientada, hablo con unos y con otros. Con la mayoría asiento la cabeza.Un malestar desconocido, helado y que me asusta recorre todo mi gélido cuerpo.Nada está en su sitio. Ni siquiera su figura, ni siquiera ÉL.Pasa el tiempo y todo sigue exactamente igual, excepto mi vida, un pequeño detalle.El insípido día pasa delante de mí machacándome, desgastándome. Entre clases y bullicios de pasillos pasa el tiempo.De repente, una mirada se vuelve hacia mí, lo capto, reacciono. Y… ¡ya no está! ¡Llevo todo el día con esa espeluznante sensación!Seguramente, esto ocurre desde hace tiempo. Pero yo no había notado nada.Otro de los trucos de la dulce traición.Ella te confunde, te revuelve, te pierde, te transforma, te ciega: te anula. Yo pude sentir esa traviesa tentación. Se oye por ahí.No es posible, ella ataca de maneras distintas.Para algunos, es dura y decepciona. Para otros, simple noticia rutinaria, un lanzamiento hacia la libertad, para echar a volar: la gran oportunidad.A mí, sin ir más lejos, me ha transportado del todo a la nada.Es todo tan confuso, cruel, incluso superficial. Al final del día parece que todo y todos vuelven a la normalidad. Mientras tanto, mi mundo sigue parado: no le apetece arrancar. Sigue estático en aquella última palabra de amor, en aquel frío beso. Sigue anclado, atrapado, maniatado, torturado, en aquellas palabras. En esta situación que supera el límite de la comprensión.Llego a casa. Mi familia sigue con su vida, intentan rescatar la mía. ¿Quizá exagero sintiéndome mal?El remedio consensuado: el olvido.Maldita sea, quizá no quiero olvidar, ¿es que nadie comprende lo que es sentir una dulce traición?Mis sentimientos van sobreponiéndose a las mentiras.Mi cuerpo, como una simple marioneta, se mueve, baila, se contornea al son de tus palabras, de tu sonrisa.El tuyo, en cambio, con aires de superioridad, dirige, confunde, despista y juega.Me pregunto: ¿qué hice mal?Y mi mente, vacía de personalidad, vacila. Vacila al no saber qué hacer. Se sacude dando bandazos por ahí.Entre bandazo y bandazo, cree haber encontrado un desahogo. Quiere escribir, necesita escribir.Encuentra por ahí cientos de frases, rabia contenida, amor desvalorado…A día de hoy no puede pensar, ni siquiera, un burdo final. Sólo le queda, como último recurso, aquel bolígrafo que, además, me regalaste tú. ¿Lo ves? Ya volví a caer. También recurre a alguna que otra hoja malgastada y borrosa que a duras penas deshoja por ahí.Ante la adversidad, la persecución de tu vacío recuerdo, del malgastar de mi tiempo, ante la dulce traición. Ante TU dulce traición: el escribir.Qué maravilloso arte, el escribirte. Lo prefiero, sin duda, a pensarte, a recordarte…, a olvidarte. Sin ningún objetivo, ni siquiera el de recuperarte.No hay historia, no ha sucedido; al final y al cabo, todo el mundo se ha sentido traicionado alguna vez. Yo, a pesar de ello, sigo creyendo, creyendo, creyendo y confiando.¿De qué estará necesitada mi ilusión para no desistir nunca?

Andrea Tajahuerce - 2n A Batx