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LOS MANGLARES DEL PACÍFICO COLOMBIANO Por : Jaime Ricardo Cantera K. Ph.D Oceanología Vi cedecano de Investigaciones Facul tad de Ciencias, Univers idad del Vall e [E] 1 nombre "manglar" no significa lo mis- mo en cualquier parte del mundo. Sin em- bargo , en general, este nombre se aplica a las asociaciones vegetales costeras de los trópicos y los subtrópicos que tienen algunas caracte- rísticas morfológicas y fisiológicas comunes, a pesar de pertenecer a grupos taxonómicos diferentes. Entre esas características cuentan las de tener diferentes adap- taciones para ocupar sustratos inestables; una marcada tolerancia al agua salada, sin ser plantas halófilas obligadas; adaptaciones para intercambiar gases en sustratos con bajas concentraciones de oxígeno y la re- producción por embriones capaces de flotar que se dispersan transportados por el agua. En Colombia, los manglares ocupan una extensión aproximada de 3570 km 2 distribuidos en el litoral At- lántico, en forma discontinua en 1821.27 km 2 localiza- dos en golfos, bahías y deltas. En el litoral Pacífico ocupan una franja m.ás amplia y continua en un área de 2749 km 2 , que va desde la frontera con Ecuador hasta Cabo Corrientes, departamento del Chocó. A partir de este punto hasta la frontera con Panamá, la presencia de manglares se limita a algunos enclaves debido a la geomorfología de borde costero, caracterizada por zonas de acantilados. Los manglares en el país han sido aprovechados tra- dicionalmente con diversos fines comerciales e indus- triales, que incluyen la explotación forestal y la produc- ción de energía. Igualmente los ambientes acuáticos aso- ciados son fuente de subsistencia para pescadores arte- sanales y de su productividad depende una población aproximada de 200.000 personas. ÁRBOL DE MANGLE ROJO (Rhi zoph ora racemosa) BIEN ti' DESARROLLADO EN UNA ZONA DE PLANO LODOSO EN LA B AHÍA DE B UENAVENTURA EN LA ISLA DE GORGONA El resultado de las actividades del uso del manglar en el país permite señalar que alrededor del 86% de su cobertura se encuentra intervenida con una alta tasa de deforestación, aproximadamente 79.65 km 2 por año. EXTENSIÓN Y DISTRIBUCIÓN Colombia se sitúa dentro de la franja intertropical ( entre las latitudes 3º y 1 N) y posee costas sobre el océano Pacífico y el mar Caribe. En esta franja costera se cuenta con grandes extensiones de bosques · de man- glar, considerados como uno de los ecosistemas más pro- ductivos del mundo los cuales juegan un papel impor- --- ~ ~~----~--------------

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LOS MANGLARES DEL PACÍFICO COLOMBIANO Por : Jaime Ricardo Cantera K.

Ph.D Oceanología Vicedecano de Investigaciones Facultad de Ciencias, Universidad del Valle

[E] 1 nombre "manglar" no significa lo mis­mo en cualquier parte del mundo. Sin em­bargo, en general, este nombre se aplica a las asociaciones vegetales costeras de los

trópicos y los subtrópicos que tienen algunas caracte­rísticas morfológicas y fisiológicas comunes, a pesar de pertenecer a grupos taxonómicos diferentes. Entre esas características cuentan las de tener diferentes adap­taciones para ocupar sustratos inestables; una marcada tolerancia al agua salada, sin ser plantas halófilas obligadas; adaptaciones para intercambiar gases en sustratos con bajas concentraciones de oxígeno y la re­producción por embriones capaces de flotar que se dispersan transportados por el agua.

En Colombia, los manglares ocupan una extensión aproximada de 3570 km2 distribuidos en el litoral At­lántico, en forma discontinua en 1821.27 km2 localiza­dos en golfos, bahías y deltas. En el litoral Pacífico ocupan una franja m.ás amplia y continua en un área de 2749 km2

, que va desde la frontera con Ecuador hasta Cabo Corrientes, departamento del Chocó. A partir de este punto hasta la frontera con Panamá, la presencia de manglares se limita a algunos enclaves debido a la geomorfología de borde costero, caracterizada por zonas de acantilados.

Los manglares en el país han sido aprovechados tra­dicionalmente con diversos fines comerciales e indus­triales, que incluyen la explotación forestal y la produc­ción de energía. Igualmente los ambientes acuáticos aso­ciados son fuente de subsistencia para pescadores arte­sanales y de su productividad depende una población aproximada de 200.000 personas.

ÁRBOL DE MANGLE ROJO (Rhizophora racemosa) BIEN ti' DESARROLLADO EN UNA ZONA DE PLANO LODOSO EN LA

B AHÍA DE B UENAVENTURA

EN LA ISLA DE GORGONA

El resultado de las actividades del uso del manglar en el país permite señalar que alrededor del 86% de su cobertura se encuentra intervenida con una alta tasa de deforestación, aproximadamente 79.65 km2 por año.

EXTENSIÓN Y DISTRIBUCIÓN

Colombia se sitúa dentro de la franja intertropical ( entre las latitudes 3º y 1 Oº N) y posee costas sobre el océano Pacífico y el mar Caribe. En esta franja costera se cuenta con grandes extensiones de bosques ·de man­glar, considerados como uno de los ecosistemas más pro­ductivos del mundo los cuales juegan un papel impor-

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tante en la economía de la región costera del país. Colombia ocupa el décimo lugar en el mundo por la ex­tensión de sus manglares,O) con un 70% del área total en la costa Paci­fica y 30% en la costa Átlántica.

Los manglares representan aproximadamente el 1 % de la su­perficie total forestal de Colombia cori un volumen promedio por hec­tárea de 43 m3 en el Pacifico y 40 m3 en el Caribe (Inderena,1991).(2)

CLASIFICACIÓN DE LOS

MANGLARES DEL PACÍFICO

De acuerdo con la clasificación de Holdridge, los manglares del Pa­cifico colombiano pertenecen albos­que muy húmedo tropical (bmhT), región en donde alcanzan su máxi­mo desarrollo y biomasa forestal. Antes de ser intervenidos, se regis­traban alturas entre 40 y 50 m y raí­ces fúlcreas hasta de 1 O m (Indere­na, 1991)(2). Estos manglares han sido comparados con los del sudeste asiático por su exuberancia y gran desarrollo. Los bosques en algunas zonas alcanzan una franja ancha que alcanza los 20 km desde la frontera con Ecuador hasta Cabo Corrientes.

La composición de especies de los manglares en la costa pacífica es: Mora megistosperma Pitt., familia Ceasalpiniaceae; Pelliciera rhizo­phorae Tr.& Pl., familia Pelliceria­ceae; Rhizophora harrisonii Leen­ch., familia Rhizophoraceae; R. · mangle L.; R. racemosa G.F.W, fa­milia Meyer; R. samoensis (Hochr.), familia Salvosa.

foRMACIONES DE MANGLARES

EN LA COSTA DEL PACÍFICO

Partiendo desde la frontera con Panamá, ( dominada por las estriba­ciones de la Serranía del Baudó ),

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se forman generalmente manglares· pequeños, especialmente en redu­cidas bateas coluviales, en donde se acumulan sedimentos terrígenos arrastrados por las lluvias y expues­tos a la acción de las mareas, lo que favorece el desarrollo de.manglares. En Juradó se presenta el primer manglar importante, un manglar de barra, protegido del embate directo del mar. Hacia el interior y a lo largo del río Juradó, el manglar pasa a ser del tipo ribereño y se continúa en la desembocadura del río Putumia y Curiche. Más hacia el sur, en la ensenada de Utria, los manglares de la Chunga y de la Aguara, son man­glares de borde desarrollados sobre una plataforma de erosión domina­dos en gran parte por el mangle pi­ñuelo (Pelliciera rhizophorae) , dado que el sustrato 'es muy estable, mientras que los bordes que dan ha­cia la ensenada y los caños marea­les, se caracterizan por sedimentos inestables y presentan una estrecha franja de mangle rojo (Rhizophora mangle). En Nuqui y Coquí el man­glar . se limita a una batea coluvial en forma de herradura que ocupa toda la parte interna del golfo de

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Tribugá. A partir de aquí se extien­de la región de Cabo Corrientes, que se caracteriza nuevamente por una costa de acantilados y muy po­cos manglares.

De Cabo Corrientes hacia el sur, empieza a formarse la llanura cos­tera aluvial. El primer manglar de esta llanura costera es el de Virudó, el cual se continúa en una franja con el de Catripe que se caracteriza por un sistema de barras arenosas de protección y una red interna de esteros y canales mareales, domi­nados en gran parte por mangle rojo. Este patrón se repite a lo largo de toda esta costa baja, con excepción de los manglares del río Baudó y Docanpadó, que son ribereños. Hacia el delta del río San Juan se forman amplios manglares de barra, con extensas playas consolidadas, como por ejemplo en las bocas de Torogomá; Charambi­rá y en la isla del Choncho.

(1) FAO, 1981

(2) INDERENA. 1991. Diagnóstico exploratorio de los manglares en Colombia. INDERENA. Subgerencia de Bosques y Aguas. Santafé de Bogotá D.C. Inf. técnico: 1-43.

Estos pueden continuarse con manglares ribereños, a lo largo de las orillas bajas del delta del río San Juan. De aquí hacia el sur, aparece nuevamente una costa alta de acan­tilados terciarios y los manglares se restringen al estero de río Bongo y al interior de bahía Málaga, espe­cialmente en la quebrada Valencia y el Morro, en donde se desarrollan verdaderos manglares ribereños, bordeados por mangle rojo seguidos por piñuelo y a veces por natos. ,En bahía de Málaga también aparecen pequeños manglares de borde, los cuales se caracterizan por un cintu­rón frontal de Rhizophora también seguido por mangle piñuelo.

Al sur de la bahía de Málaga se extiende el istmo de Pichidó, el cual continúa hasta la costa norte de la bahía de Buenaventura donde se pre­sentan acantilados terciarios y man­glares de borde como en los esteros del Tigre, Gamboa y brazo Cangre­jo. La costa sur de la bahía se ca­racteriza por amplios depósitos alu­viales, aportados por los ríos que desembocan en la zona. En esta zona interna de la bahía, con amplios pla­yones fangosos, no hay una zonación

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definida de los manglares, y apart cen intercaladas poblaciones de Rhi­zophora y Avicennia, dominando el mangle rojo sobre los borcÍls recien­tes más inestables. Hacia mar afue­ra se presenta nuevamente un man­glar de barra muy bien desarrollado en Punta Soldado, en donde se ha formado una amplia playa de pro­tección. Entre Punta Soldado y la bocana del río Cajambre, aparecen manglares de poca profundidad, li­mitados por lomas terciarias que se acercan bastante a la costa, manifes­tándose en forma de acantilados en la zona de Tortugas. A partir del río Yurumangui se hace más ancha la franja de sedimentos aluviales con manglares. Todos estos son mangla­res de barra, con amplias playas are­nosas frontales, como la de la Can­delaria, la cual protege un extenso manglar interior que se continúll'()On Natales y un Cuangarial que pene­tra considerablemente en el río Mi­cay. Este mismo patrón de zonación se continua hasta la bocana del río Guapi con el Iscuandé. A partir del río Iscuandé aparece una extensa ba­tea cuaternaria, cubierta con mangla­res, que penetran hasta unos 30 km tierra adentro. Toda la zona está

dominada por los aportes fluviales y sedimentos de los ríos Tapaje, Sa­tinga, Sanquianga y Patía. En esta zona, los manglares están protegidos frontalmente por un amplio comple­jo de barras y playas estabilizadas. Detrás de estas formaciones se extiende una intrincada red de este­ros con manglares ribereños. A par­tir de Salahonda penetran nuevamen­te las formaciones terciarias hasta la costa y se manifiestan como acanti­lados costeros en la isla del Gallo y la zona norte de la ensenada de Tumaco. Hacia la parte interna de la ensenada aparecen nuevamente manglares en la zona de Caray y se extienden hacia tierra adentro , bordeando una amplia plataforma terciaria erosionada de la cual tan solo se manifiesta como elevación la isla del Morro. Son manglares del tipo ribereño en donde el borde ines­table de los esteros está ocupado por Rhizophora de considerable altura, formando un sistema de galería. A partir de Tumaco, se forma nueva­mente un amplio sistema de mangla­res de barras, con extensas playas frontales de protección, como las de Bocagrande, la Matildita y Guinu-

?s R AÍCES FULCREAS (ZA NCO) DEL MANGLE ROJO (Rhizophora mangle) EN UN ESTERO DE LA BAHÍA DE B UENAVENTURA

?s F RUTO EMBRIÓN DEL MANGL E PIÑUELO

(Pelliciera rhizophorae) .

lero. La parte interna de éstos está influenciada por los aportes de agua dulce del río Mira (incluyendo el brazo del Descolgadero) y presen­tan grandes natales.

Los trabajos recientes que se han hecho para estimar las áreas de man­glares en la costa del Pacífico colom­biano, han mostrado un panorama muy preocupante: de los 3.500 km2

que fueron estimadas en el trabajo de West (1956) se encontraban cerca de 2.813 km2 en el año 1973(3), de los cuales se consideraba que el 86% ha­bía sido intervenido.

Un estudio exploratorio prelimi­nar del INDERENA y de la CVC, calculó que existían en 1992 unos 2.750 km2

• La explotación actual es tan desordenada que no hay una bue­na y confiable estimación del área que ocupan actualmente, pero es se­guro que Colombia está lejos de con­tinuar siendo la cuarta nación del mundo en extensiones de manglares con respecto a su propia superficie, como lo presentó el primer estudio.

La caracterización climática está bastante bien documentada en varios trabajos desde los antiguos

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como el de West (1956) hasta los de investigación y tesis que se rea­lizan actualmente, y debido a fenó­menos que han interesado profun­damente al país sobre las condicio­nes del Pacífico en los últimos años, se cuenta con una red de estaciones metereológicas que aportan valio­sas informaciones sobre este tema.

El uso del manglar por el hom­bre del Pacífico colombiano es muy antiguo, remontándose por lo me­nos, al periodo sedentario (aproxi­madamente 7000 años A. de C.). El hombre de la costa, hasta entonces nómada, cambio su forma de vida a la sedentariedad debido a la oferta de recursos que el ambiente estuarino le proporcionaba, sobre todo una alimentación proteínica rica derivada principalmente de moluscos del manglar(4). Después del descubrimiento , durante la colonia hasta nuestros días, la costa Pacifica colombiana ha sido objeto de explotación no controlada y de saqueos, habiendo estado sometida a periódicas «fiebres» extractivas, que han llevado a la destrucción de los recursos sin proporcionar una mejoría en las condiciones de vida

ESPECIE DE CARACOL (Littorina) ALIMENTÁNDOSE DE t? TABLA 1. (JNDERENA, 1991). ALGAS SOBRE UNA RAiZ DE MA NGLE ROJO.

de los habitantes costeros. El oro, el platino, el banano, el plátano, los taninos , el palmito, el coco, la madera y la camaronicultura, son sólo algunos ejemplos de esas actividades extractivas intensas a que ha sido sometida y que han oca­sionado el atraso de la economía de toda la región. Actualmente, son muchas las actividades de explota­ción que se llevan a cabo en las zo­nas de manglares sin ningún orde­namiento ni control. En la tabla 1 se resumen los usos que han tenido las diferentes especies de mangle que se encuentran en el país. Rhi­zophora mangle ha sido la especie de mayor importancia comercial en ambas costas.

(3) INDERENA-REID COLLINS, 1976. Informe sobre el recurso fo restal y las industrias fo restales en la zona Pacífica de Colombia. Informe preparado para el gobierno de Colombia por INDERENA y ACDI en el proyecto de desarrollo fo restal integral de la costa Pacifica Tomo I: 142p. 11: 290p .

(4) REICHEL-DOLMATOFF, G. 1955. Colombia: Ancient peoples and places. Glyn Daniel, editor. Thames and Hudson, London.

Las principales labores de utili­zación directa o indirecta del eco­sistema de manglares que se reali­zan en zonas del Pacifico colom­biano son:

Agricultura de subsistencia: tie­ne como principales productos arroz, plátano, banano, coco, chontaduro, yuca, papachina, maíz, caña de azúcar, cacao, caucho, palma africana y algu­nos frutales.

Actividades pecuarias: las espe­cies domésticas más comunes son: cerdos, gallinas y, en me­nor escala, ganado vacuno.

Los recursos forestales: el Pacífi­co colombiano representa una de las zonas con mejor cobertura vegetal del país(3). Se calcula que el 86% de los bosques de manglar en el Pacifico colombia­no han sido intervenidos hasta la fecha. Unidos a los manglares se encuentran los natales, asocia­ción vegetal dominada por el mangle nato (Mora megistosper­ma) que también ha sido muy ex­plotado. De acuerdo con este es­tudio, el manglar y el natal re­presentan el 7.5% del bosque explotable del Pacífico colom­biano. Los manglares tienen di­ferente utilización; los árboles de mangle sirven principalmente para la fabricación de carbón, como madera para construcción principalmente para pilotes y vi­gas de casas,. muebles, embarca­ciones, herramientas, etc. , como leña para cocinar (mangles rojo, negro, nato y botoncillo ). El mangle rojo se utiliza además en forma artesanal como medicina para curación de afecciones de la garganta y para la salud del ca­bello.

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~ Á RBOL JOVEN DE Rhizophora COLONIZANDO UN

PLANO FANGO-ARENOSA EN El P ACÍFICO

COLOMBIANO.

EL USO DEL MANGLAR POR EL

HOMBRE DEL p ACÍFICO

COLOMBIANO ES MUY ANTIGUO,

REMONTÁNDOSE POR LO

MENOS, AL PERIODO

SEDENTARIO.

Pesquerías: en áreas cercanas a manglares en el Pacífico colom­biano las pesquerías se han ve­nido haciendo principalmente en forma artesanal y el produc­to de ellas es utilizado por el pescador para su alimentación directa o para la venta en pequeños mercados locales. Se estima un total aproximado de 1 O. 000 a 15. 000 pescadores ar-

tesanales en la costa Pacífica colombiana, los cuales pueden reunirse en unas 69 comunida­des de pescadores. Se pueden considerar tres modalidades de actividades pesqueras en áreas de manglares: la pesca blanca ( familias Mugilidae, Centropo­midae , Scianidae, Ariidae y Gerridae ), la pesca y recolec­ción de crustáceos ( camarones y jaibas) y la extracción y reco­lección de moluscos (principal­mente bivalvos y en menor escala gasterópodos).

La caza: las especies que son más perseguidas son: el saíno o ñe­que, la guagua, el guatín, la nu­tria, el tigrillo cangrejero, el ar­madillo o garre. Estas se cazan en la noche por el método del «lamparón». De día se cazan ba­billas e iguanas. Con trampas de­jadas de un día para otro se cap­turan ratas espinosas y chachas.

La pesca industrial: la mayor par­te de esta pesquería se realiza fuera de zonas de manglares pero siempre en zonas costeras y en todo caso sobre organismos que pasan al menos una parte de su vida alimentándose de la gran productividad del manglar.

Las principales especies utiliza­das a partir de este tipo de ex­plotación son: los langostinos, el camarón tigre y el camarón tití. Algunos peces también son utilizados como la carduma y la plumuda, principalmente para harina de pescado.

Fabricación de Artesanías: las áreas de manglares también pro­veen al hombre costero de ele­mentos para la elaboración de ar­tesanías con fibras vegetales de otras especies que se encuentran en este ecosistema. La elabora-

ción de éstas constituye una ac­tividad económica importante.

Acuicultura: en aguas salobres de manglar es una actividad muy antigua; en la costa Pacífica co­lombiana es reciente y solamen­te se han hecho verdaderos en­sayos con camarones mannos, y en los últimos años con peces dulceacuícolas (Tilapia) encon­trándose resultados más o me­nos prom1sonos.

La principal área de influencia de acuicultura del camarón es Tumaco y la frontera con Ecua­dor. Cerca de 12.82 km2 han sido dedicados a la producción de ca­marones Peneidos en esta región (INPA, 1991).

Problemas ambientales presentes o tensores

Algunas actividad~s humanas, pueden también causar alteración de las condiciones propias para la sobrevivencia de los manglares con

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detrimento de las poblaciones ani­males asociadas. Se presentan: ta­ponamiento de las entradas de aguas dulce por las construcciones (los manglares pueden morir tanto por abundancia exagerada de agua dulce como por disminución en este aporte , ejemplos de ambos casos son conocidos en varias par­tes del mundo), aumento en la se­dimentación por movimientos de tierra, alteración del régimen de

salinidad, introducción de polutan­tes químicos y orgánicos.

Las actividades mencionadas pueden ser separadas en dos gru­pos de acuerdo con su localización:

• Actividades llevadas a cabo le­jos de la zona costera

a. La deforestación de las laderas o zonas de colinas en la cuenca de los principales ríos

b. La extracción de gravas para ca­rreteras

• Perturbaciones originadas direc­tamente en la zona costera

a. La tala y destrucción de zonas de manglares

b. La generación y la presencia de asentamientos humanos que producen modificaciones im­portantes a la zona costera, como cambio de sustratos, alte­raciones de hábitats y aportes de contaminación principamente doméstica ( residuos orgánicos) que caen directamente al mar.

c. Las actividades portuarias , como embarque y desembarque de productos, llenado de tanques reservorios de combustibles y la realización de dragados periódi­cos

d. Los varios tipos de contamina­ción -materia orgánica que se acumula en gran cantidad, con­sumiendo el oxigeno en su des:­composición y volviendo el me­dio prácticamente anóxico, -in­secticidas liberados a la atmós­fera en la lucha contra los mos­quitos (muy abundantes en la

zona) -detergentes (y otros ja­bones usados para el aseo personal y de utensilios), sustancias químicas industria­les, -restos de hidrocarburos de petróleo que ·se pierden de los buques o de los sistemas de re­abastecimiento de combustibles, y finalmente, -algunos metales pesados, resultantes del manejo de productos químicos;

A raíz del detrimento de la co­bertura de manglar en los últimos 30 años y para evitar su desapari­ción total en menos de 40 años, de continuar el ritmo de destrucción actual, el Ministerio del Medio ambiente expidió la Resolucion 1602, en diciembre de 1995. Esta

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resolución prohibe las obras de desarrollo industrial, agrícola, acuí­cola y otros impactos antropogé­nicos que afecten el desarrollo

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p A/SAJE EN ZONAS

ESTUARINAS DEL P ACÍFICO

COLOMBIANO.

-IJl¡BLIOGR_A_F~ÍA---·--·---·------·-···--

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natural del manglar. Se exceptúan las labores comunitarias de pesca artesanal que no causen deterioro al manglar.&

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