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F A L L A S

AR TEURBANO

EL MUNDO LUNES 12 DE MARZO DE 2018 FOTO: JOSÉ CUÉLLAR

LAS FALLAS, ARTE URBANO

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EL MUNDO. LUNES 12 DE MARZO DE 2018

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LAS FALLAS, ARTE URBANO 20. CALLE CORTADA: LAS MUJERES NO SÓLO QUIEREN SER FALLERAS

24. LA FIESTA EN UN CARTEL

22. QUEMAR TRASTOS VIEJOS, LA ESENCIA

16. ARTE EN EL CIELO: ASÍ SE HACEN LOS CASTILLOS...

18. ... Y EN LA TIERRA: CÓMO SE CREAN LAS ‘MASCLETÀS’

14.DIEZ FALLAS QUE BORDEAN EL ARTE URBANO

15.OPINIÓN

PÁG 4. OKUDA: LA FALLA POP

27. LAS FALLAS ¡PANCARTA’: LA FIESTA SE REIVINDICA

28 LA RECEPCIÓN DE LA DIPUTACIÓN ESTRENA LA SEMANA FALLERA

30. DE VINOS ENTRE LA TRACA Y LA NIT DEL FOC

31. MAPA DESPLEGABLE PARA VISITAR LA CIUDAD

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Boceto original de la falla diseñada por

Okuda para la plaza del Ayuntamiento de

Valencia.


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FERNANDO MORALES Okuda (Santander, 1980) tiene apellido japonés y poco apego a ninguna patria; es un artista global, digital y pop. «Hace unos días esta-ba en París y veía vídeos de la cabal-gata del ninot y deseaba estar en Valencia para vivirlo». Se emocio-na al ver su trabajo desembarcar en la plaza del Ayuntamiento. Com-parte en sus stories de Instagram todo lo que le fascina del proceso de montaje de la falla y alucina con la metamorfosis de una ciudad que durante estos días combina una ex-presión de arte contemporáneo, ar-te popular y tradiciones centena-rias. Un microcosmos todavía des-conocido para el mundo. Pero lo global se sostiene en lo local; aquí y ahora se está ensamblando una obra de arte combustible. La pri-mera falla de Okuda.

Al mismo tiempo, en el Centre El Carme de Cultura Contemporània se acaba de inaugurar The Multico-lored Equilibrium between Animals and Humans, la mayor retrospectiva hasta la fecha de uno de los artistas urbanos más reconocidos del mun-do. Sus redes sociales bullen en se-guidores; la pantalla de su terminal móvil es una notificación interrum-pida por otra. Pese a su juventud, Okuda acumula lienzos, intervencio-nes arquitectónicas, esculturas y re-cuerdos de sus primeras obras, des-gastadas, en muros, estaciones de ferrocarril, museos y tiendas; de Ámsterdam a Hong Kong, de Nueva York a Las Vegas.

«En el centro de la exposición he-mos colocado la enorme escultura Caos Universal, que es un apéndice de la falla, titulada Equilibrio Univer-sal y se puede apreciar que todo es-tá está relacionado», explica mien-tras el museo se va llenando de pie-zas. El imponente salón columnario Ferreras-Goerlich se ha okudizado con tapices, estrellas y cabezas de animales fantásticos. El estallido de color en las paredes asombra nada más entrar, y al fondo, un agujero negro estrellado nos conduce hacia el vacío, quizá hacia un futuro im-perfecto.

Okuda está acostumbrado a dar vida a espacios abandonados, facha-das, fábricas, iglesias o estaciones. Pero el tema del recorrido expositi-vo nunca lo había atajado como en Valencia. «Normalmente lo que in-tento en los museos es hacer obras que no son vendibles, prefiero que sean experiencias, que la gente en-tre y disfrute; pero este espacio es tan grande que nos permitía hacer un recorrido, una antología, y así también mostramos el proceso de creación de la falla e incluso los pro-pios ninots». Para Okuda, «el senti-do de la exposición es que fuera pa-ralela a la falla, de hecho, la retros-pectiva y la falla se terminaron al mismo tiempo».

A Okuda no le hizo falta googlear las Fallas porque sabía perfectamen-te en qué se metía cuando Latorre y Sanz le llamaron, hace ya un año, para presentar un proyecto novedo-so para la falla municipal de 2018. «Tengo amigos valencianos, como Felipe Pantone o Escif, y ya conocía

las Fallas, pero tengo que admitir que no me documenté, tenía en la cabeza una especie de tótem, ele-mentos acumulados, y decidí dejar-me llevar por la intuición», así deta-lla el inicio de la concepción de la fa-lla. Una vez el jurado eligió su proyecto hubo ligeros cambios: «le dimos un giro y movimos un poco los elementos para que no estuvie-ran tan apilados, para que se expan-dieran y pareciera más fallero».

Okuda se muestra muy satisfecho con el tándem de trabajo formado con sus productores, Latorre y Sanz, «ellos fueron partícipes de todo, pienso que no me podían haber to-cado mejores maestros falleros por-que tenían más ganas que yo de em-pezar con esto y me respetaron, me hicieron sentir totalmente libre». No es la primera vez que el cántabro ha-ce trabajos de volumetría espectacu-lar, pero aquí, en los talleres falleros, ha visto nuevas posibilidades. «Aca-bamos de hacer esculturas para Las Vegas y estamos haciendo siete para un paseo en Boston, pero no son tan grandes como esta, esta es como 20 de mis esculturas juntas; en el taller de Latorre y Sanz he visto muchas similitudes con otros talleres con los que trabajo, y me ha gustado apren-der el origen, como el trabajo en va-rillas de madera y cartón, porque son la tradición de un proceso, es al-go increíble».

Tanto le ha gustado, que se plan-tea volver a contar con su nuevo equipo valenciano de confianza. «Te-nemos el molde hecho de la figura que llevamos a la exposición del ni-not para hacer más reproducciones, porque para mí es la mejor pieza de la falla, y de hecho en la muestra se podrá ver otra versión». Repetir en serie suena a pop, a Warhol, al que Okuda cita en el desarrollo literario del proyecto. Pero además señala una conexión especial con el taller artesano, «tanta que podríamos plantearnos proyectar otras fallas, o quizás nos planteemos ir al Burning Man el año que viene».

Su explosión de fractales y geo-metría no resultará blanca en ningu-no de sus sentidos. Trata de elevar una crítica al capitalismo y sus con-secuencias. «Quise que el euro fuera la parte más alta, junto al planeta y otros elementos de mi iconografía que me apetecía destacar». Dos mu-jeres se elevan sobre unas cabezas tribales, étnicas y anónimas, que re-presentan a la humanidad en térmi-nos generales: «suelo hacer todas las razas juntas, por aquello de la multi-culturalidad y el multicolor, para in-tentar decir que todo el mundo se sostiene por las tradiciones y por las raíces».

Okuda ha plasmado en alguno de sus murales el rostro de Donald Trump, pero ha preferido obviar re-tratos de personajes concretos en es-ta falla. «Vivo en mi nube de colores y no veo mucho las noticias pero ha-bría personajes de actualidad que podría haber quemado dentro de la falla; sobre todo porque van en con-tra de la libertad, y yo estoy a favor de la libertad y de los derechos hu-manos».

Manifiesta una búsqueda del diá-

OKUDA: LA FALLA POP Hacer una falla es, en sí, una intervención artística parecida a la de cubrir muros con pintura, enfundar bolardos o dejar mensajes con tiza sobre el asfalto. Todo juega en el terreno de lo efímero y lo urbano, de aquello que tiene una función y, una vez superada, se fusiona con el paisaje de la ciudad y desaparece. La falla se entiende destinada a ser consumida por las masas de espectadores y caducar en forma de recuerdos en llamas. Y Okuda ha venido a vivir su oportunidad en primera persona y deslumbrar al público con una falla icónica, a todo color

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logo en positivo. Por eso, precisa-mente, no teme críticas hacia su tra-bajo. «Si estuve preparado para transformar una iglesia y no hubo ninguna crítica de la Iglesia, creo es-tar preparado para defender esta fa-lla, porque esto se trata de aportar arte, positivismo y modernidad». Se escuda en su intención artística ante los posibles comentarios del público acostumbrado a la rutina: «porque si al final haces algo de corazón y el primer mensaje de tu pintura es po-sitivismo, por mucho que quieran echarte piedras encima creo que no van a poder».

La exposición en el Centre El Car-me ayudará a entender la falla al gran público, especialmente al que no conozca la trayectoria de un artis-ta fácil de identificar entre otros pro-sélitos del streetart, porque cuenta con una investigación fecunda y una identidad artística propia, reflejada en su iconografía recurrente y en su técnica de pintura basada en una malla triangular.

Okuda revisa la muestra sentado en el suelo con unos pantalones úni-cos, luciendo un print que ha diseña-do él mismo. Como hace cincuenta años, cuando otro artista fallero, Ri-cardo Rubert, se vestía con un mono de trabajo con manchurrones de co-lor y se ponía encima una america-na cuando le tocaba recibir autorida-des. El arte y la moda, distintivos pa-ra un artista total: «me gusta la

moda, voy a los desfiles, y me hago mis propias prendas, esto es de una colaboración que hice». Mientras, revisa carretes de fotos reveladas en los años 90, selecciona algunos de sus primeros murales para un expo-sitor. «Algunas fotos son de 1997, cuando empecé a pintar letras, pero

no eran las típicas de grafiti, eran tri-dimensionales, con caras, calaveras, hay uno de Bin Laden y un tanque, motivos que son muy cercanos a los temas que trato hoy y creo que tie-nen sentido aquí; está siendo curio-so esto».

La diferencia esencial entre otros trabajos de Okuda y su falla valen-ciana es que en los murales, incluso en los más imponentes, «siempre hay margen para la improvisación,

en cambio la falla se ideó hace un año». Conocíamos el boceto, que tra-jo su propia polémica por una filtra-ción interesada para reventar su pre-sentación oficial. Luego el equipo transformó el prototipo a un modelo 3D para empezar a construir las car-pinterías, pero la pintura de la falla

daba cierto margen de improvisa-ción. «Hemos estado en contacto to-do el año y sí que ha habido un se-guimiento de cada pieza, pero en el proceso de pintura es donde volví a entrar yo, y seguro que será diferen-te a la plasmada en el boceto porque no me gusta repetir las cosas».

En los alrededores del tótem falle-ro hay una sucesión de iconos: osos, ciervos, pájaros, unicornios, como si se tratara de un universo emoji. «Mi

trabajo tiene mucho que ver con la cultura japonesa, de hecho la cabal-gata del ninot, con toda esa gente disfrazada, me pareció algo súper ja-po; porque sin querer el desfile transformó la ciudad, se llenó de osos bailando, me encantó ver ese inicio tan surrealista de las fiestas».

El proyecto de Okuda es el segun-do elegido por un procedimiento di-ferente de adjudicación. En las nue-vas bases se prima la trayectoria del artista frente al boceto en sí, que in-cluso el jurado no tiene por qué lle-gar a conocer. Ante la habitual polé-mica, parece que este proyecto pop ha calado entre la ciudadanía y entre el mundo fallero, que asimila las ca-retas de Okuda como un juego, co-mo una fórmula para participar de

un catafalco único e inolvidable. Okuda está entusiasmado con la

idea de vivir las emociones de los próximos días y ver la cremà de su falla. Entiende que será «como vol-ver a mis inicios, crear algo para que se destruya». Sus primeros murales, algunos de los más famosos en San-tander o Madrid, han sufrido la ero-sión del paso del tiempo, y solo que-dan restos. «Lo efímero es la esen-cia, lo que me mantiene conectado con mis raíces, crear algo para nada, por amor al arte». Sus obras están muy bien cotizadas en el mercado del arte; y ante cualquier comentario al respecto se reafirma: «que sí, que gano dinero, pero yo sigo trabajando por amor, y con sacar un libro boni-to de recuerdo de todo esto, ya estoy contento».

Ese libro se editará, de hecho. El catálogo de la exposición será el ca-tálogo visual de la falla, con todo el proceso de trabajo, el boceto en por-tada, y una amplia retrospectiva de los trabajos de un mago de los colo-res, que en dos décadas ha expuesto en más de 50 salas y ferias, y ha de-jado intervenciones urbanas en más de treinta ciudades. Mientras tanto, aquí, la falla municipal sigue siendo compartida por todo el planeta a tra-vés de las redes sociales, y aspira a llegar más lejos que ninguna ante-rior. Aunque desaparecerá; la falla de Okuda hoy está viva, y la falla es pop.

Okuda trabaja en sus murales en el Centre del Carme. REPORTAJE GRÁFICO JOSÉ CUÉLLAR


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Existen mil posibilidades de recorrido para disfru-tar de la Valencia fallera; pero proponemos interca-lar lo clásico con lo van-guardista, lo fallero con lo urbano. Empecemos una ruta a pie por L’Antiga de Campanar, deteniéndo-nos en una falla que per-mitirá el acceso a un par-que temático de humor, y seguramente ocupará

plaza en el podio. De allí andamos unos metros hasta Castielfabib-Mar-qués de San Juan para co-nocer el innovador pro-yecto ‘Fer i desfer’, del es-tudio de arquitectos Nitu-niyo: una falla compuesta por piezas geométricas que mutarán cada día, for-mando ninots y formas di-ferentes sin variar sus ele-mentos. Cruzamos el río y paramos en Norte-Dr. Za-menhoff (de Manuel Gui-

tarte) para ver una falla casi convencional, forma-da por bloques infantiles de construcción, pero con mucha carga crítica muni-cipal en sus escenas. Cruzamos la Gran Vía Fernando El Católico para disfrutar de la tradicional obra de carpintería de Dr. Sanchis Bergón-Turia, una falla chisposa de Juanjo García que este año recrea el Corpus, con una reproducción de la

puerta de los apóstoles en vareta y la procesión de ‘cirialots’. Andamos hacia El Carmen, entramos por Mossén Sorell-Corona, pasamos dentro del hogar de Fermín Jiménez Landa para comprobar que den-tro la chimenea mantiene a salvo el fuego de 2017. Podemos añadir leña. A pocos metros, en Ripalda-Beneficencia, el artista Giovanni Nardin nos sor-prenderá nuevamente es-

LA RUTA DEL MEJOR ARTE FALLERO

La ganadora de 2017 cambia de artista por la jubilación de Julio Monterrubio en fallas grandes. Los de Campanar han confiado en Carlos Carsí, que ya sabe lo que es competir y ganar en inferioridad de condiciones. Aquí cuenta con más presupuesto para un diseño acrobático, autoría de Carlos Benavent. Será su último trabajo para este taller, puesto que hace unas

semanas diseñador y artista rompieron precipitadamente su relación laboral. Así, con

Arre Unicornio, Arre Carsí aspira a llenar la difícil plaza intentando revalidar éxito. La composición central, de enorme complejidad técnica para su ‘plantà’, versa de historias épicas de fantasía que darán pie a chistes de actualidad política. Las escenas estarán dispuestas formando un recorrido disociado del cuerpo central, invitando al parque temático Majara’s Land.

CARLOS CARSÍ

L’ AN

TIGA

POR FERNANDO MORALES

Paco Torres repite aventura en la Plaza del Pilar, tras quedar a las puertas del oro. El joven artista demostró una solvencia asombrosa para levantar grandes volúmenes con acabados de vértigo. Ahora, con un proyecto de Miguel Santaeulalia, ‘En el pecat va la penitència’, intentará colmar la plaza con figuras de inspiración porcelana para ilustrar el

infierno y los pecados capitales, probablemente uno de los ejes temáticos

más trillados de la historia de las fallas, pero que aquí se actualizan con un virtuosismo novedoso y tendente al arte barroco más purista. A la plaza del Pilar le sientan bien las fallas de una sola cara, con estructura piramidal; y aquí se cumple el canon. Toda la falla baila sobre una enorme serpiente que impactará al espectador.

PACO TORRES

EL P

ILAR

LOS 9 MAGNÍFICOSLa sección Especial acoge las fallas más costosas, para las que trabajan talleres con prestigio. El grupo se ha reducido a nueve. La competencia es muy elevada. Muchos estilos plásticos, pero todos están a la altura de las exigencias del público y jurado.


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cultura en madera; figu-ras humanoides en torno a un personaje mitológi-co: ‘Imago Typhonis’. En ese momento, hay que an-dar solo unos metros para ver la pintura mural de Es-cif en la cara trasera del IVAM; con sus mensajes enigmáticos. Imprescin-dible hacer un parón por las fallas del barrio del Carmen y callejear. La candente crítica de barrio (sobre la burbuja turísti-

ca) estará en Plaza del Ángel, una falla de Fet d’Encàrrec, y resulta ne-cesario visitar la falla de Na Jordana (Toni Pérez y José Gallego) que siem-pre cautiva al público en su visita interior; además tienen el mejor llibret del año en la ciudad. Echen un ojo a su alegato por la libertad. Luego podemos entrar un momento al claustro gótico del CCCC El Carme para ver la falla

versus instalación artísti-ca de Daniel G. Andújar, la noche del 15 habrá pro-yecciones visuales. Tam-bién sería recomendable acercarnos a Serranos-Plaza de los Fueros, de Paco Giner, un excelente trabajo sobre maternidad bajo las torres emblemáti-cas. Enfilamos hacia Lepan-to-Guillem de Castro pa-ra contemplar la sugeren-te intervención fallera de

Anna Ruiz, que siempre plantea una lectura en profundidad de carga so-cial y logra emocionar. Por el camino, pasaremos tras las torres góticas de Quart para ver Quart-Pa-lomar, una falla de José Manuel Gramaje que en-frentará a un fuego y mar muy guerreros. Y de ahí a la ostentación barroca de la Plaza del Pilar, de Paco Torres; su infantil de Ce-ballos & Sanabria tam-

Pere Baenas lleva desde 2015 sin hacerse con un primer premio. La comisión del So Nelo también acumula ansias de victoria desde 2013. Ahora cuentan con el presupuesto más abultado para celebrar el 125 aniversario. El taller ha apostado por arriesgar con los volúmenes, ayudándose de un nuevo talento en el modelado de fallas: Daniel Gómez. Cada pieza ha sido diseñada con un revolucionario sistema de

planimetría 3D que permite mayor detallismo. Así, ‘Per Naturalea’ nace de un vegetal

y desplaza en el aire varios pesos flotantes, bien compensados, con riesgo. La nueva pintura, menos satinada y con mayor luminosidad es mérito del talentoso José Lafarga. Una falla que podría ser un punto y aparte en la trayectoria de Baenas, tras dejar de trabajar con su ideólogo de cabecera, Andrés Martorell. Ahora acentúa las curvas para lograr el beneplácito del jurado.

PERE BAENAS

C. J

ERUS

ALÉN

Vicente Martínez, a pesar de su juventud, ya conoce las principales plazas falleras, con una decena de proyectos en la categoría. Ahora, con bocetos de Juan Ramón Vázquez, Moncho, y guión de Manolo Vilaplana, va a hacer una original apuesta por el cromatismo más innovador: blanco, negro, rojo y rosa son los tonos dominantes. El ‘ninot’, una alegoría a la Blancanieves, ha recibido el

premio al mejor de la categoría. Se atisba un salto cualitativo entre sus

anteriores trabajos y este, donde dominan las líneas estilizadas que le hicieron alcanzar la fama. Haber trabajado con diferentes ilustradores de la talla de Carlos Corredera le ha ayudado a ser un referente de originalidad. Es el momento de dar sorpresas con Filtres, una falla de plena actualidad, que habla de la posverdad, de la diferencia entre la verdad y la mentira.

VICENTE MARTÍNEZ

CUBA

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DR. SANCHIS BERGÓN El artista Juanjo García recrea el Corpus con una reproducción de la puerta de los apostoles en vareta y los ‘cirialots’

bién merece una parada. Un salto a la otra parte de Guillem de Castro para ver las dos propuestas de Espartero-G.V.Ramón y Cajal; ambas diseñadas por David Moreno. Un es-teticismo muy cuidado y polémica voraz en la falla grande, ‘Payaso’. Desde allí, pasando por Cervan-tes-Padre Jofre, un alega-to animalista del artista José Lafarga, solo queda un corto paseo hasta la si-

guiente falla de Especial: Convento de Jerusalén, que apunta ser la más es-pectacular de esta edición fallera. Preferible huir de horarios de ‘mascletà’ pa-ra verla con tranquilidad. A pocos metros de ahí, dos trabajos muy intere-santes a poca distancia: la falla Ribera-Convento de Santa Clara del artista Ja-vier Álvarez-Sala (que es-te año por motivos de se-guridad se planta en la ca-

lle Xàtiva, frente al Cole-gio Lluís Vives) y la apues-ta de San Vicente-Perio-dista Azzati, de Vicent Martínez Aparici. Ambas, de la categoría de plata, aspiran a cautivar al gran público. Un poco más ha-cia el centro: las fallas de la Plaza Doctor Collado y Plaza de la Reina-Paz-San Vicente merecen una visita. Esta última espe-cialmente, porque su mo-numento infantil ha subi-

do a sección Especial fir-mada por el genial Joan Blanch: optará al primer premio y probablemente al ‘ninot indultat’. Ahora sí, sería el mo-mento de visualizar en to-do su esplendor la falla de Okuda en la plaza del Ayuntamiento. Y de ahí, hacia el ensanche; impor-tante pasear con tranqui-lidad y parones impres-cindibles para tomar cho-colate y buñuelos, disfru-

Los Algarra, padre e hijo, han hecho una progresión técnica inigualable en los talleres de falla. Su zona de confort son los temas historicistas y mitológicos, y por eso presentan ahora su trabajo más refinado, ‘En busca del Dorado’. Se ciñen a fallas de formato joya; idóneo para rodearlas sin perder de vista las expresiones de los remates.

Fallas que caben en la foto. Gozan de buenos guiones, la caricatura

perfecta y el acabado exquisito que pide el jurado. Cualquier año de estos, los Algarra recibirán el premio a la mejor falla de Valencia y nadie podrá cuestionarlo, porque su salto cualitativo es intachable. La pintura, tenebrista y con mucho efectismo, corre a cargo de Antonio López.

M. ALGARRA

ALM

IRAN

TE

Toni Pérez ha demostrado ser un buen director de taller. Y junto a José Gallego forma un tándem de trabajo perfecto. En ‘Llibertat!’ presentan sus mejores armas: acidez, color, volumetría vertical y recursos de la casa para invitar a una falla pasarela que siempre sorprende en sus rincones. Aviso: hay denuncias tan contundentes como

necesarias. La aportación ineludible del mimo de la comisión hacia el proyecto,

y de Jesús I. Catalá como ideólogo de disparates, son alicientes para que su visita sea imprescindible. Aunque a priori no opte a los primeros puestos, puede llegar a relucir. Por su composición tan similar a la del año pasado y su temática, aspira a convertirse en segunda parte de una posible trilogía en la plaza más tradicional del Carmen.

TONI PÉREZ

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ORDA

NA


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PLAZA DE LA REINA Joan Blanch ha diseñado el monumento infantil que opta al primer premio de Especial y, probablemente, al ‘ninot indultat’

tando de impresionantes fallas en un entorno ar-quitectónico que sientan muy bien. Junto al Merca-do de Colón, Conde Sal-vatierra-Cirilo Amorós o Grabador Esteve, y de ahí a Conde Altea para ver dos fallas especialmente atractivas: Almirante Ca-darso y Maestro Gozalbo, ambas producidas por el mismo equipo de profe-sionales, el taller de Ma-nuel Algarra. A pocos me-

tros de ahí, otra Especial: Reino de Valencia-Du-que de Calabria. Un paseo hacia la Ruza-fa profunda, ya en horario de tarde, nos iluminará con la impecable decora-ción de Cuba-Puerto Rico, primer premio de este año, junto a otras dos fa-llas que además valdrá la pena rodear con tranquili-dad: Sueca y Cuba-Lite-rato Azorín. Si se hace la hora de cenar, el barrio

ofrece algunas de las me-jores apuestas gastronó-micas de la ciudad, desde hamburguesas creativas a pastas y pizzas pasando por vegetarianos. Será necesario coger más fuer-zas. Podremos cruzar las ví-as para adentrarnos en los barrios de Jesús y Patraix, que contienen varias pro-puestas falleras intere-santes. En la misma Plaza de Jesús, junto al merca-

do, un monumento expe-rimental: ‘Sinapsis’ del jo-ven artista Ramón Solaz. A unos pasos de la Finca Roja, la falla Jesús-San Francisco de Borja es una de las apuestas más sol-ventes de la sección de bronce, Primera B, del ar-tista Sergio Musoles, competencia directa de una falla vecina: Plaza Obispo Amigó-Cuenca, una inspiración china del artista Arturo Vallés. An-

Tras los desajustes económicos de la comisión de la Alameda, llega la calma. Siguen confiando en la valía de Paco Giner, artista que en los últimos años ha demostrado una progresión incesante en calidad de propuestas, sin salir de un tipo de falla concreto. Remates voluminosos buscan la explosión aérea para que la falla se aprecie

desde todo el paseo de la Alameda. Ahora, con nuevo diseñador, Josete

Santaeulalia, se adentrará en el terreno de lo burlesco, la caricatura grotescav para ridiculizar una boda de postín, una trama habitual de los sainetes valencianos. ‘Sí, Quiero’ es una falla con riesgo, desplazando de su centro de gravedad todo el peso del remate. Apta para quienes buscan el ingenio por encima de la ostentación.

PACO GINER

EXPO

SICI

ÓN

La comisión emblemática del popular barrio de Ruzafa ha perdido fuelle en los últimos años pero sigue dando oportunidades a artistas con proyección y valentía. Tras zanjar su relación con Javier Álvarez-Sala, que les dejó malos premios pero fallas icónicas, han contado con la creatividad de Vicente Llácer, que regresa a la máxima competición

(plantó en 2015 a solo 50 metros, en la calle Cuba) para dar paso a sus

grandes volúmenes en ‘Universo para lelos y lelas’. Una falla aérea, cargada de humor y mala leche para divertir al público y cautivar al jurado, al menos en su apartado de ingenio y gracia. Llácer cuenta con la ayuda de uno de los más prestigiosos escultores de fallas, José Luis Santes. Seguro que no dejará indiferente a nadie.

VICENTE LLÁCER

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S. FRANCISCO DE BORJA El artista Sergio Musoles firma una de las apuestas más solventes de la sección de bronce, Primera B

dando un poco más lle-garíamos a Archidu-que Carlos-Músico Gomis, que está des-puntando tanto en mo-numentos grandes co-mo infantiles. Si optamos por cami-nar hacia los poblados marítimos, será im-prescindible el paso por fallas como Duque de Gaeta-Pobla de Farnals, cuya falla grande de Primera A, de Vicente Llácer, y la infantil en Especial de Julio Monterrubio, as-piran a ser las mejores de la categoría. Po-dríamos llegar cami-nando incluso hasta el barrio de la falla Mal-varrosa-Ponz-Cavite, donde Miguel Hache en la Especial infantil y Mario Gual, estre-nándose en la falla grande, van a ser un acicate para acercarse hasta el mar y descu-brir que entre los azu-les del horizonte se empieza a dibujar una nueva primavera.

A la cola en presupuesto, pero con todo el despliegue de sátira, la comisión sigue dándole vía libre a Sergio Musoles para que ejecute cada año una creatividad diferente. Ahora, se ha valido de los lápices de Xarly Sanz, ya conocido por muchos trabajos bien reconocidos en otras categorías. Con ello aspiran a conquistar algún premio

dignificante y estandarte de ingenio y

gracia con ‘¡Eixa Boqueta!’, una falla que

destacará por la gran volumetría de un personaje protagonista: Cyrano de Bergerac. Versará chistes sobre seducir a través de la palabra, y ahí caben personajes de ámbito muy terrenal: desde la política valenciana hasta el propio mundo de las fallas. Apta para quienes estén al

día de los entresijos de Junta Central Fallera.

SERGIO MUSOLES

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Hasta la última década del siglo XX, el IVAJ convocó un concurso de fallas innovadoras y experimentales, que habitualmente se plantaron en el paseo de la Alameda. Muchas de ellas seguían las tendencias artísticas más contemporáneas a modo de grandes esculturas de arte urbano combustible. Una de las más recordadas fue la de 1993, Free Love, un enorme corazón con patas, que ideó Alejandro Benavent con producción del taller de Manuel Viguer.

EL FUTURO ESTÁ ARDIENDOEl artista Santiago Sierra, de actualidad por haber sido censurado en ARCO con una obra sobre presos políticos, hizo un happening muy fallero en 2011. Encargó a Manolo Martín la producción de una tipografía volumétrica, de dieciocho metros, componiendo la palabra «future». Luego la llevó a un descampado del Cabanyal para incendiarla y registrar esa quema en fotos y vídeos que se hicieron virales. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. Pero para muchos espectadores solo fue una falla experimental.

LA FALLA MIMETIZADA CON SU ENTORNOEn 2015 uno de los artistas urbanos valencianos más conocidos en todo el mundo, ESCIF, plantó una falla, aunque para muchos pasó desapercibida, camaleónica frente a los elementos de su entorno. Dos coches, una furgoneta, un contenedor junto a sus modelos reales, bicis y vallas: todo lo que estaba en la calle se convirtió en una falla en sí misma. Y ardió, bajo el asombro de muchos vecinos que no sabían que algunos elementos que habían visto durante días eran de cartón y madera.

EL PAROT DE CARLOS CORTINAUna de las fallas más míticas de todos los tiempos podría haber sido una escultura urbana contemporánea. De València a New York a les ales d’un parot criticaba que mientras el mundo avanzaba y ya se hacían vuelos trasatlánticos entre Europa y América, en Valencia todavía no teníamos aeropuerto (el de Manises se inauguró unos años más tarde). Una libélula gigante era la opción surrealista de los valencianos para poder viajar al mundo.

EL TÓTEM OBSERVADORAnna Ruiz plantó en 2009 su primera falla grande. Oteadores, un totem vertical rematado por cuatro caras que miraban hacia todos los sentidos, cuatro rostros observadores y anónimos. La composición asombraba al espectador por su extrañeza y su disposición hierática, como un faro en medio de quienes deambulaban por la calle. Guarda algunas semejanzas con la creatividad que veremos ahora en la plaza del Ayuntamiento, como la simetría.

8 FALLAS EN LA FRONTERA CON

EL ARTE URBANO

UN GRITO AL AMOR LIBRE

EL ESPEJO DEL AYUNTAMIENTOQuizás la falla más moderna conceptualmente que se ha plantado en la plaza consistorial fue la de 1987, una reproducción del Ayunta-miento de Valencia a escala. Perquè el foc només siga un espill tenía ninots del dibujante Sento Llobell vestidos por Francis Montesinos. Una carpintería desnuda de Manolo Martín causó sensación; el público no creía que aquel edificio tan real y emblemático pudiera llegar a arder. Por su complejidad, no se pudo acabar de montar. Se tuvo que desplazar de su lugar habitual porque no cabía en el cruce.

LOS DESASTRES DE LA GUERRADurante estas fallas podremos ver una falla que a la vez es instalación artística en el claustro gótico del Centro de Cultura Contemporánea El Carme. Es una obra de un artista que aprovecha el concepto fallero para relatar épocas en las que el arte se destruía. Aquí, homenajea a la entidad que protegió en Valencia el patrimonio artístico nacional durante los bombardeos de la Guerra Civil. El conjunto de elementos dispuestos también arderá.

FALLAS SURREALISTASEl precursor a Okuda en la plaza del Ayuntamiento, como artista total, revolucionario y surrealista fue Ricardo Rubert. Sus fallas eran un explosión de creatividad. En el año 1963 plantó un enorme caballo de Troya al que se podía acceder, subiendo unas escaleras vertiginosas. El propio artista utilizó la sala interior para atender a algunos de los invitados y autoridades.

POR FERNANDO MORALES


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Pensar que un hecho cultural -por el mero hecho de ser tradicional- no puede transfor-marse, es una de las principales falacias que aquejan al microcosmos fallero. La tradición no es un fósil que se venera como a una reli-quia, porque aunque las tradiciones nos co-nectan con nuestro legado, lo recreamos y lo transformamos a través de nuestra cosmovi-sión para entregarlo a los que nos sucede-rán. Cada época ha depurado, en base a sus particularidades, aquello que ha definido co-mo esencial o como superfluo dentro del ba-gaje de lo tradicional. Un fenómeno de cons-tante transición que, a la vez, genera esa ilu-sión de permanencia que nos liga a unos con otros en la sociedad líquida. Por eso mismo, no hay que tener miedo al cambio en las Fa-llas. No tienen más esencia que la colectivi-dad que las celebra y el elemento creativo y discursivo en forma tridimensional que aca-ba con el fuego. Más allá de eso, todo es adaptable y debe y puede transformarse. Y más, cuando las nuevas circunstancias histó-ricas nos obligan a ello.

Este año, algunas fallas cambian su em-plazamiento habitual –destacan las históri-cas San Vicente – Periodista Azzati o Ribera – Convento Santa Clara- por razones de se-guridad, en un panorama en el que nos ve-mos en constante alerta por los terribles acontecimientos de los últimos años. Y no es un problema, salvo por el motivo por el que se hace: la amenaza terrorista.

Sin embargo, hay quien ve en esto una ruptura con la sacrosanta y falaz tradición.

Otros pocos, en ese vertedero de la opinión que son los comentarios a las noticias en las redes sociales, incluso ven una conspiranoia premeditada del gobierno para ir desmante-lando la fiesta fallera. No sé para qué.

Al margen de semejantes cortocircuitos mentales, la necesidad –en este caso, la segu-ridad- debe estar por encima de cualquier otro requerimiento. Quizá los anteriores em-

plazamientos fueran más fotogénicos o estén ligados a nuestro recuerdo como el paso de la ofrenda por San Vicente, por ejemplo. Pe-ro no es el fin de la fiesta. Es parte de la na-turaleza de las ciudades que, como continen-tes de seres humanos, se transforman y se adaptan. Y en este proceso no se puede de-cir que las fallas no hayan gozado de un gran privilegio. De hecho, muchos de los es-pacios abiertos de nuestra ciudad con las plazas como centro, están hipotecados con su vacío para estar disponibles durante cua-tro únicos días.

Pero estos cambios no son nuevos para la ciudad. El progresivo mayor volumen de las fallas hizo que hace treinta años muchas

cambiaran del emplazamiento que les daba nombre, como ocurrió con la plaza de Na Jordana. Y no era la primera vez. Basta re-cordar que entre finales del siglo XIX y prin-cipios del XX, las fallas -sin contar con una comisión constituida de manera oficial- bai-laban entre distintas demarcaciones. Del mismo modo sucedió con el nombre de las calles con la llegada de la transición. Hecho que se aceptó con más o menos naturalidad. Hoy, no obstante, la aplicación de la ley ha cambiado el nombre de otras muchas calles y el debate se ha planteado, al parecer, con mucha más resistencia en el ámbito fallero. Algunos comisiones aceptan “su tradición” aunque sea a costa de mantener los honores del franquismo. Y en esta extraña ciudad hay quien lo ve hasta normal. Y en este caso no se trata de la seguridad, pero sí de algo igual-mente digno: limpiar nuestra memoria.

El problema de la compleja relación de las fallas con la ciudad es que las fallas asumen que la urbe debe seguir su ritmo y no al re-vés. Las fallas no pueden ni deben tener un estatus de mayor privilegio en la ocupación del espacio público que les exima de respon-sabilidades; sean de seguridad, legales o de nomenclátor. Esconderse en el búnker no sirve de nada y, casi siempre, sólo sirve para polarizar todavía más esas dos ciudades: la fallera y la no fallera. Lo que nos afecta a to-dos, para bien o para mal, debe ser aceptado de igual modo por el microcosmos fallero. La dificultad viene cuando en las fallas, a cual-quier hecho que haya durado más de cinco años, se le considera como verdadera tradi-ción. Y que algo sea tradicional no significa que sea bueno. Ni necesario. Ni imposible de transformar.

Alejandro Lagarda es historiador de Arte y miem-bro de la Associació d’Estudis Fallers

CAMBIA, TODO CAMBIA Por AALEJANDRO LAGARDA

‘Ninots’ en el taller de Paco Giner, artista de la falla de Exposición. BIEL ALIÑO

EL MUNDO. LUNES 12

DE MARZO DE 2018

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

La ‘mascletà’ es, con permiso de los monumentos y la Ofrenda, el acto estrella de las Fallas. Nada, ni tan siquiera los fuegos artificiales, ha conseguido un nivel de aceptación tan elevado entre los valencianos que, cada día desde el 1 de marzo, acuden en una peregrinación casi religiosa hasta la plaza del Ayuntamiento para disfrutar de un espectáculo que, curiosamente, apenas se ve. Como el fútbol, la ‘mascletà’ parece remitirse a una cuestión sentimental, de identidad. De pie, apiñado en el cada vez más reducido espacio de la plaza del Ayuntamiento, cada espectador acaba convirtiéndose en pirotécnico y, por tanto, en juez. Un magistrado que condena con dureza a aquella pirotécnica que se aleje demasiado de los cánones que marca la tradición: ritmo creciente y un final apoteósico.

Quizá por eso resulte tan difícil innovar y sorprender año tras año. Aunque, pese a las dificultades, muchos lo consiguen. «Siempre tratamos de innovar, de incorporar cosas nuevas, pero bajo la premisa de que hay que ser fieles a las raí-ces, respetando un ritmo in cres-cendo y un final explosivo», expli-ca José Manuel Crespo, responsa-ble de Pirotecnia Valenciana. Su firma se someterá al escrutino po-pular el próximo 18 de marzo. Tendrá entonces cerca de ocho mi-nutos para exhibir un trabajo pla-nificado durante semanas donde cada décima de segundo cuenta. Y cuenta mucho, puesto que cual-quier error puede hacer descarri-lar un espectáculo que examinan miles de ojos y que maneja varios centenares de kilos de pólvora.

«El objetivo es superarse y cada año buscamos algo diferente que ofrecer», apunta Crespo. Suya es la responsabilidad de diseñar el disparo en cada una de sus partes mientras un equipo comprueba

que cada explosión encaja en el conjunto. El trabajo, con todo, ya no es artesanal. Las pirotécnicas cuentan con un simulador que muestra con precisión milimétrica el resultado final y ayuda al dise-ñador a planificar cada detalle.

El ordenador ayuda, explica Crespo, pero sólo ejecuta órdenes. La idea, como siempre, surge del pirotécnico: «Antes de diseñar la composición debes tener claro el enfoque que quieres dar. Qué peso vas a dar al cuerpo terrestre o al aéreo e incluso el espacio con el que cuentas. No es lo mismo la plaza del Ayuntamiento que un es-pacio más abierto porque los com-ponentes se reparten de manera diferente», mantiene.

Y, precisamente, el entorno es lo primero que examina otra de las pirotecnicas de referencia en Va-lencia, Reyes Martí, antes de lan-zarse al proceso creativo. «Lo pri-mero es ir al sitio donde se va a disparar para ver las característi-

cas y decidir cómo va a ser el es-pectáculo», insiste. Luego, una vez con el mapa en la cabeza, llega el siguiente reto: ¿Más secuencial o más aéreo? ¿Qué puede sorpren-der más al espectador? La elec-ción, en el caso de Martí (y en la mayoría de profesionales del sec-tor), está exclusivamente en su ca-beza. Es un proceso personal.

Sus años de experiencia en el sector le permiten imaginar todos los elementos que deben detonar y cómo se comportarán en la plaza. Martí, explica, no utiliza simula-dor. No, al menos, para la ‘mas-cletà’. Conoce los artificios pirotéc-nicos y puede dibujar el espectácu-lo sin recurrir a la tecnología. Es, en cierta manera, una manera clá-sica de plantear el espectáculo. De hecho, asegura que la parte inno-vadora suele incorporarla en el ini-cio y en el final mientras que la parte central permanece práctica-mente invariable año tras año. Al-go que no le ha impedido introdu-cir novedades en cada uno de sus disparos.

En el del próximo 19, cuando ‘tomará’ la plaza del Ayuntamien-to en una suerte de cierre pirotéc-nico de las fiestas, recurrirá prin-cipalmente al material aéreo. Su intención, adelanta, es que la ‘mas-cletà’ de este año no se quede ex-clusivamente en la plaza, encorse-tado entre los edificios que cierran la zona de fuego, sino que se ex-panda por la mayor parte de los rincones de la ciudad. «Este año vamos a dar más espacio al aéreo para que se escuche en la mayor cantidad de zonas posibles de la ciudad», certifica, adelantando uno de los secretos mejor guarda-dos.

Una vez imaginado el diseño, el éxito sólo depende del montaje. Tras una mañana de instalación, la pólvora acaba conectada a la con-sola que activará el disparo a tra-vés de una maraña de cables. Y ahora ya sí:

¡Pot començar la mascletà!

Y TAMBIÉN EN LA TIERRA¿Cómo se prepara uno de los más aclamados eventos de las fallas? La ‘mascletà’, por muy similares que puedan sonar entre sí, es pura mezcla de innovación e imaginación pirotécnica

Dos pirotécnicos observan un disparo de una ‘mascletà’ en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. JOSÉ CUÉLLAR

Un pirotécnico alza los brazos después de disparar una ‘mascletà’. JOSÉ CUÉLLAR


ESPE CI AL


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POR CRISTÓBAL TOLEDO

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EL MUNDO. LUNES 12

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

DIEGO A. SAN JOSÉ Una voz se ha colado en las Fa-llas. Es posible que en determi-nados momentos se escuche de lejos, casi inconsciente, como si fuera una base de acompaña-miento al quehacer de la pre-paración de los días grandes del cap i casal; pero como el es-truendo del apoteosis de una mascletà que acaba haciendo vibrar las paredes de cada ha-bitación, el feminismo también ha llegado a las Fallas. O por lo menos, el debate de qué papel deben ejercer las mujeres en la fiesta. Porque sí, ellas son las falleras, las que ostentan la gran representación de la ciu-dad, las que pueden ser Fallera Mayor de Valencia y confor-mar la Corte de Honor. Pero quieren más porque son más que llevar el ramo. Ellas piden paso, quieren poder ser las que organicen, las que gestionen, las que diseñen, pinten, mon-ten, hagan cuentas, incendien y hasta disparen un evento que se ha convertido en foco de la propia Valencia.

Para hablar de ello se han juntado en una mesa del Merca-do de Colón tres mujeres que forman parte de las Fallas. La primera es Sela Falcó Pitarch, presidenta de la Agrupación de Fallas de Gran Vía, una de las dos únicas presidentas de una de las 22 agrupaciones que hay registradas, algo que asegura que no le resulta llamativo; es, a su vez, una gran conocedora de la fiesta al haber sido ocho años secretaria de Economía de la Junta Central Fallera, entidad que, por otra parte, nunca ha di-rigido una mujer. Enfrente está Ariadna González, artista falle-ra de Cap de Suro que, entre otras cosas, este año está elabo-rando la Infantil de Exposición junto a su socio Xavier Gurrea. Curiosamente, de la lista de ar-tistas que se encargan del dise-ño y montaje de las nueve fallas grandes de Categoría Especial no hay ninguna mujer. Entre ambas, Pepa Esbrí, parte de la Corte de Honor en el año 2015-2016 y presidenta ese mismo año —aunque fueran sólo tres meses— de su comisión de La

Vall d’Albaida-La Canal de Na-varrés, «Els Somnis», en un triunvirato con María Ortega y Javier Tolosa, algo que le con-virtió en la primera presidenta de falla en llegar a la Corte.

De hecho, su forma de ser ele-gida presidenta es, cuanto me-nos, un indicio de la dificultad de llegar a un puesto que habi-tualmente ha estado copado por hombres. Pepa recuerda que en una de esas juntas de «situación crítica» se empezaron a plantear posibles presidenciables ya que la figura, en ese momento, había quedado vacante. «Todos los que proponían eran hombres», señala torciendo el gesto, así que no se arrugó y su compañe-ra María y ella dieron el paso y se presentaron. «Fue un poco por el pique de ver que no se lo decían a ninguna mujer», indica con una sonrisa. Muy diferente fue el caso de Sela. A ella le lla-maron hace tres años los dife-rentes presidentes de las comi-siones de Gran Vía tras dejarse la Junta Central en 2015 para ofrecerle dirigir la Agrupación. Y aunque dudó al principio, aca-bó tomando las riendas siendo así en la segunda mujer en pre-sidir de manera consecutiva es-ta entidad tras Lidia Salas.

La visión de por qué no hay más presidentas de fallas es di-ferente. Por una parte, Sela indi-ca que el principal motivo es que las propias mujeres no han querido y aunque duda, indica que si hay un cambio es porque ahora «a lo mejor, la mujer tiene más tiempo, más apoyo familiar y las circunstancias son diferen-tes». Además, añade: «nunca he oído que le pusieran un impedi-mento a ningunta mujer, que no le dejasen ser presidenta». Pepa, por otra parte, sí que ve un cam-bio claro: «ahora la mujer tiene puestos que antes no ocupaba». «No es que nadie lo impidiera, sólo que al no haber habitual-mente mujeres como presiden-tas frena dar el paso. Sin embar-go, ahora que vemos que co-mienza a ser más habitual». La conciliación, en su opinión, tam-bién condiciona: «Muchas muje-res no se meten porque además de tener su trabajo, llegan a ca-sa y tienen todavía que encar-

garse de unas labores que se le asignan a ella. Por suerte, cada vez hay más excepciones, pero es muy probable que mientras a las 10 de la noche en la Asam-blea hay muchos presidentes debatiendo, en casa estén sus mujeres cuidando de los hijos».

Pirotécnicas y artistas No sólo en la posible dirección de las fallas hay cambios. Al te-léfono, entre una faena y otra en su fábrica de Burriana, está la pirotécnica Reyes Martí. Ella será la primera mujer que dispa-rá el castillo en la Nit del Foc y la mascletà del día 19 en la Pla-za del Ayuntamiento, un «logro más», asegura, en su carrera. De quinta generación de pirotécni-cos, explica que «siempre ha ha-bido mujeres en el mundo de la pólvora pero que siempre se quedaban en la fábrica». Ella de-cidió romper moldes: «¿Por qué no voy a poder salir?». Las difi-cultades, indica, son muchas, desde el posible miedo hasta las

La pirotécnica Reyes Martí prepara una ‘mascletà’.

Falleras, presidentas de comisión, pirotécnicas, artistas... las mujeres se reivindican: «Ahora tenemos puestos que antes no ocupábamos»

CALLE CORTADA: LAS MUJERES RECLAMAN SU PAPEL EN LA FIESTAPOR DIEGO A. SAN JOSÉ


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jornadas maratonianas casi in-compatibles con la vida familiar que Martí ha conseguido tejer gracias a su pareja y a llevarse en muchas ocasiones a sus hijos a los espectáculos. Pero se mues-tra optimista y desea: «ojalá hu-biera más mujeres».

Esa evolución también la ve Ariadna en su sector: «cada vez hay más chicas que quieren ser artistas falleras, aunque siempre ha habido mujeres en los talle-res». Esa, quizás, es la diferen-cia, pasar de los talleres a diri-gir, «tienen menos visualiza-ción». No obstante, no es sencillo: «Si ya es complicado para un joven nuevo en el mun-dillo, para una mujer es mucho más, tienen que demostrar siempre más valía para poder tener una oportunidad. Hay mu-chas jóvenes que me han dicho que a ellas les encantaría plan-tar su propia falla, pero no se lo acaban de plantear porque cre-

en que nadie les va a dar esa confianza».

Ella, natural de Benidorm, en-tró en el sector junto a su com-pañero Xavi al terminar la ca-rrera montando Cap de Suro, al-go que, al parecer, resulta extraño para algunos. «Muchas veces me preguntan si somos pareja, parece que sólo puedo trabajar en esto si soy su novia», protesta Ariadna. No es su úni-ca queja: «Muchas veces sobre asuntos laborales van a pregun-tarle a él y a mí me omiten». Su trabajo actual para Exposición, Bon profit es precisamente un alegato a favor del papel de la mujer. «Se trata de una señora enseñando a cocinar a sus nie-tos los platos tradicionales va-lencianos. Hemos querido resal-tar la figura de la madre tradi-cional que seguramente haya dejado de hacer muchas cosas para estar con la familia y que se ha establecido como pilar

fundamental de las familias». La propia charla continúa por la re-presentación «excesivamente sexualizada» de las mujeres en las figuras, un «reflejo» de lo que ocurre en otros ámbitos de la sociedad como la publicidad y que no pasa con el hombre; o con la necesidad de «educar» sobre todo a partir de las fallas infantiles como hacen en Cap de Suro: «Siempre queremos dejar un mensaje».

¿Y la Fallera Mayor? La conversación acaba llegan-do al papel de la Corte de Ho-nor y de la propia Fallera Ma-yor de Valencia. «Se dice mu-cho eso de que la fiesta exalta a la mujer, pero sólo su figura, sin que hable; y puede ser que se le quiera proteger, pero al final sue-na un poco rancio que ella esté sólo para dar las gracias o para saludar», se aventura Pepa quien se atreve a apostillar: «Me gusta-

ría que a la Fallera Mayor le lle-gase más el micrófono, que ha-blase más y demuestre por qué está tan preparada y pasa unas pruebas tan duras. (Hace una pausa de dos segundos) Y creo que cada vez lo hace más», re-marca poniendo de ejemplo el úl-timo discurso de la Crida. Sobre esta figura, además, recaen algu-nos comentarios que podrían considerarse machistas. «Hay gente que dice: ‘¿esta chica no es muy fea para ser Fallera Mayor?’ Y siempre les contesto que esto no es un concurso de belleza, sino una representante de la fies-ta», replica Sela. También señala que los comisarios de la Unesco se quedaron impresionados por-que fuera una mujer la que lla-mase al pueblo valenciano a par-ticipar en las fiestas; «eso les gus-tó muchísimo», sentencia.

Pepa ha vivido desde dentro la Corte de Honor. «Es verdad que estás en un segundo plano, pero

no por ser mu-jer, sino porque el protagonis-mo es de la Fa-llera Mayor y debe ser así», reconoce. La ex presidenta de Els Somnis critica que, por ejemplo, las falleras de la corte puedan recibir algún tipo de queja por vídeos como el que salieron a la luz la semana pasa-da en el que salían bailando. «Hay quienes se piensan que ellas tienen que estar quietas, en plan marco, que parece que ni nos movamos, que nos lleven a los sitios en grúa. Y no, son chi-cas jóvenes, bailan, hacen más cosas que estar quietas, como es normal».

Ni comentarios, ni dudas, ni menosprecios ni dificultades fre-nan ya este avance; las calles, aunque todavía tengan poca luz, ya no están cortadas. Adelante, dejen paso.

A la izquierda, Pepa Esbrí;

arriba, Ariadna González y bajo

Sela Falcó.

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

La esencia siempre fue vanguardis-ta. Lo saben en Mossén-Corona, donde llevan décadas plantando fa-llas que, alejándose de lo tradicio-nal, conservan el espíritu primige-nio de las fiestas. Lo hicieron con el coche de Rita Barberá, una críti-ca ácida a la desidia de la ex alcal-desa de Valencia con su coche, aparcado durante 20 años en el só-tano del Ayuntamiento. Y lo vuel-ven a hacer ahora con un monu-mento ideado y diseñado por Fer-mín Jiménez Landa (Salvar el foc) que encierra más tradición de la que asoma a simple vista. Desde la calle, la falla parecerá un gris («y triste», añade Jiménez) bloque de viviendas. Uno de tantos de los que pueblan la ciudad. Es en su interior donde irrumpe la esencia fallera: el fuego y el trabajo colectivo de ba-rrio... y de falla.

Pero vayamos por partes. Prime-ro, el fuego. El proyecto arrancó el 19 de marzo de 2017, cuando de los rescoldos de la falla de Isidro Ferrer ‘Sense permís’, plantada en la misma demarcación, el propio Jiménez rescató una llama con un palo. Esa lumbre se convertirá 365 días despúes en un nuevo monu-mento. «La idea surgió de una res-puesta atribuida a Jean Cocteau en una entrevista. Cuando le pregun-taron qué obra salvaría si hubiera un incendio en el museo de El Pra-do él respondió: el fuego. Y de ahí surgió un reto colectivo, conservar entre todos la llama que debía ser uno de los elementos centrales de la falla de este año». Dicho y he-cho. Aquella chispa pasó del palo a una vela, de la vela a un altar bu-

dista, del altar a una cocina de gas... y así hasta estar presente en decenas de escenas cotidianas de la vida del barrio. El fuego, aquella llama primigenia, sirvió incluso pa-ra cocinar una paella. Esa lumbre sostenida gracias al esfuerzo colec-tivo de los falleros dará vida al in-terior de ese gris, y triste, bloque de viviendas construido por el ar-tista Manolo Martín. Dentro del edificio habrá una habitación con una chimenea que se encederá con el fuego latente del monumen-to de Isidro Ferrer. La estancia será visitable y ofrecerá un calor sofo-cante, desagradable. «El fuego se manifestará como sensación térmi-ca. La falla estará caliente desde que se plante hasta que arda y que-remos pensar que esto provocará otra manera de pensar en el ritual y en la materia prima. La experien-cia de entrar en la falla esperamos que nos haga prestar cierta aten-ción a la relación entre el interior y el exterior, lo familiar y lo extraño, lo doméstico y las calles», defiende Jiménez Landa.

La segunda parte del proyecto es la participación colectiva, ya esbo-zada con el mantenimiento del fue-go. El suelo del edificio de vivien-das estará formado por tablas y pe-dazos de muebles y trastos viejos de los vecinos del barrio. «La tradi-ción de la estoreta velleta, la alfom-bra vieja con la que los niños reco-gían los muebles viejos del barrio que quemarían, se recupera de ma-nera casi imperceptible en el suelo de la falla. Está formado por piezas de muebles recogidos a lo largo del año. Así como en las antiguas fa-

En Mossén-Corona recuperan la tradición de lanzar a la hoguera los muebles antiguos. Eso sí, el fuego que lo queme será el mismo que el año pasado.

QUEMAR TRASTOS VIEJOS, LA ESENCIAPOR CRISTÓBAL TOLEDO

llas la historia vital de ese mueble podía intuirse en el resultado, aquí las maderas habrán perdido total-mente su forma y serán irreconoci-bles, pero estaremos pisando una estructura en forma de espina de pez cargada de historias del barrio, con tonos de madera distintos», ex-plica Jiménez Landa.

El colectivo estará también pre-sente tras el ‘encendido’ de la falla. El cuidado de la chimenea debe ser continuo y meticuloso para que el monumento no arda antes de hora. Por eso, los falleros se turnarán pa-ra hacer guardias frente a la llama y evitar que cualquier rescoldo prenda el edificio. «Quería insistir en la falla como colectivo, en mis motivos para hacerla participar del proceso. Ellos habrán mantenido el fuego vivo, de casa en casa, ellos habrán recogido muebles entre los vecinos, ellos se habrán organiza-do para hacer turnos junto a la chi-menea. La organización en asocia-ciones por barrios tiene un poten-cial que podría ser mucho más revolucionario de lo que ha sido hasta ahora. Quizás tenga que ver con eso que la falla es un bloque de viviendas y no una casa unifami-liar, porque tiene que ver con el convivir en un barrio normal», con-cluye el artista.

Y es que la idea ha sido suya, pe-ro la falla es de todo el vecindario.


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GUILLERMO GABARDA En marquesinas o en anuncios de te-levisión y de periódicos. También es-tampada en abanicos o mochilas. En todo tipo de souvenirs falleros, básica-mente. La imagen de Fallas está por todas partes, incluso en París, a modo de carta de presentación, sobre todo, desde ques las fiestas del mes de mar-zo son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. No se trata solamente de un cartel, al uso, como muchos pien-san. Eso es sólo «la cima de todo lo que es el proyecto», como dice Lore-na, de Yinsen Studio, que ha realizado la campaña de Fallas de 2018, junto a su compañera María.

Y de eso se trata, de campañas, no sólo de carteles decorativos. Porque, de hecho, no tienen esa función, la de decorar. Con el objetivo de comunicar y, por supuesto, adaptadas a unas ne-cesidades específicas, los carteles fa-lleros están elaborados, desde que no se hacen concursos abiertos, en 2016, por profesionales del mundo del dise-ño y la ilustración. Una etapa que em-pezó con Ibán Ramón, quien apostó por unos elementos claramente vincu-lados a lo que representan las Fallas.

Unos elementos que, hasta cierto punto, pueden considerarse clichés. Sin embargo, tal y como eplica Ibán Ramón, «lo que son interminables son los lenguajes, las formas de decirlo». El diseñador pone en valor el tiempo, es decir, las necesidades que precisa cada momento histórico y, por supues-to, las que tienen los falleros, pues «lo

que no tenía sentido es que estuviéra-mos 30 años haciendo cosas práctica-mente iguales porque así es imposible conectar con la gente». Y así es como lo sintetiza el varias veces premiado por sus diseños.

Aunque la llama o la peineta son tó-picos falleros, hay una infinidad de maneras de representarlos. De hecho, nada tiene que ver la campaña de Ibán Ramón con la de las chicas de Yinsen Studio. Tampoco la de Luis Demano y Joan Quirós, quienes pusie-ron forma y color a la tarjeta de pre-sentación de las Fallas del año pasado, cuando todos los implicados en las fiestas —no sólo falleros— fueron los protagonistas de los cinco carteles, ca-da uno relacionado con uno de los cin-co sentidos.

«Se puede poner la lupa en diferen-tes sitios, aunque sea una fiesta muy estereotipada, con unos clichés muy marcados», insiste Luis Demano. Por ese motivo, lo plantea como «una campaña gráfica», que es lo que es. Una campaña, por supuesto, con unos valores concretos en los que cada di-señador o cada estudio pone el foco.

Poner el foco en unos ítems y no en otros hace que no siempre llueva a gusto de todos. No obstante, los profe-sionales del mundo de la publicidad, la ilustración y el diseño saben qué se necesita en cada momento, en cada proyecto. Ibán Ramón, en ese sentido, critica que «falta mucho en Valencia respecto a ciertas actividades». ¿A qué se refiere el conocido diseñador? «La

LA CARTELERÍA FALLERA, PARA PROFESIONALESLa cartelería fallera, desde hace tres años, ya no se realiza mediante concurso abierto, sino por asignación a proyecto. Desde Ibán Ramón, con su diseño más internacional hacia el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, hasta las chicas de Yinsen Studio y el amor por la fiesta, pasando por los partícipes de las Fallas que ilustraron Luis Demano y Joan Quirós


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gente opina alegremente de ciertas cosas de las que no entiende», cuenta Ibán Ramón, quien sentencia: «Si vas a otros países hay muchísimo más respeto por la actividad profesional del diseño». De ahí la importancia de educar a la población en cuanto a lo visual. «Se nota que en la calle la gen-te avanza mucho más y aprende a re-conocer la calidad de los trabajos».

El cartel, y por extensión, el diseño, es el medio por el que se mostrará un objeto. En es este caso ese objeto no es otro que las propias Fallas, una fies-ta que justamente se basan en eso, en la calle, el ambiente. «En diseño, la ca-lle es una especie de escuela para la gente porque lo que ve en la calle es el estándar del diseño que conocen», ex-plica Ibán Ramón. «Si lo que tienen en la calle es malo, [las personas] se edu-can mal. Y si lo que tienen es bueno, se educan bien y acabarán entendien-do el buen diseño», aclara. Se da jus-to esa paradoja: el diseño profesional necesita la calle para que sea entendi-do, al mismo tiempo que para difun-dir, en este caso, una fiesta con multi-tud de actividades al aire libre necesi-ta de ese diseño.

Tanto el autor de los carteles de 2016, los de 2017 como las autoras de la cartelería de este año tienen claro que es casi una obligación de las insti-tuciones que contraten a profesiona-les para este tipo de campañas. Unas campañas con un impacto más que notable. «Viene siendo, desde hace muchos años, una de las reividicacio-nes fundamentales de los colectivos y

asociaciones profesionales tanto de publicistas, ilustradores como diseña-dores gráficos», dice el ilustrador Luis Demano. «El diseño gráfico es una co-sa muy seria que hay que plantearse de forma profesional y hay que regu-lar quién es», añade.

Las llamadas a proyecto es el nom-bre que reciben este tipo de asignacio-nes, en contraposición a los concursos abiertos que se hacían hasta las Fallas de 2015. «Realmente, a los concursos no se presenta gente profesional, por-que es una inversión perdida», pun-tualiza María, de Yinsen Studio. En esa línea, su compañera Lorena no da puntada sin hilo: «En los últimos tres años se han hecho trabajos profesio-nales, que está claro que hay una dife-rencia de calidad a nivel de diseño» respecto a carteles ya finalizados que no provienen del mundo profesional. Por eso, la diseñadora reinvindica la necesidad de que Valencia tenga una «imagen profesional de cara a fuera porque se trata de una fiesta que es Patrimonio Inmaterial de la Humani-dad».

La repercusión que tienen las Fallas en tantos ámbitos hace que los diseña-dores vean con ello un trampolín a la hora de hacerse un hueco. Estas lla-madas a proyectos son, en palabras de María, de Yinsen Studio, «una ven-tana para la gente profesional». Y son optimistas, puesto que esperan que año tras año, más municipios se su-men a esta forma de elegir los carteles —y realizar las campañas— para pro-mocionar las fiestas falleras.

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

DIEGO A. SAN JOSÉ VALENCIA Es posible que, con sus diferen-cias y distancias, el barrio del Car-men y las Fallas sean el reflejo de un mismo proceso. El crecimien-to de turistas en el centro históri-co de Valencia y en la fiesta decla-rada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ha provocado que, en algunas ocasiones, se olvide la identidad y la principal atención sea precisamente el visitante. Lo llaman turistificación y será el te-ma principal de la Falla de la Pla-za del Ángel. La obra de los artis-tas Paco Pellicer y Marisa Falcó (Fet d’Encarrec) actuará como una pancarta del sentir del barrio cada vez más vacío de vecinos, aunque lo de ser la bandera rei-vindicativa del barrio a partir de sus estructuras no es algo nuevo. Ni siquiera un invento suyo.

Porque si algo ha destacado históricamente en las Fallas es su capacidad crítica. Los monumen-tos se han llenado habitualmente de reivindicaciones y que un polí-tico estuviera representado con un ninot era un retrato de que al-go no estaba haciendo bien. No es que esa idea de sátira haya desa-parecido en las figuras a día de hoy, pero muchos creadores pre-fieren apostar principalmente por monumentos más artísticos, cen-trados más en la belleza estética que encandile tanto a los valen-cianos como a los visitantes antes que dejarse llevar por cualquier lema crítico vinculado a la actua-lidad. O si lo hacen, en estos men-sajes predominan imágenes de la política nacional o internacional. «Muchos quieren hacer que la gente de fuera las entiendan, que las figuras puedan salir en la tele-visión y sean fácilmente reconoci-bles», indica Paco Pellicer mati-zando que ello no quita para que estos monumentos no le parezcan «magníficos», aunque desde Fet d’Encarrec tengan otra idiosincra-sia.

«Nosotros queremos que el ba-rrio se involucre, que se sienta identificado», explica Pellicer siempre con una sonrisa. Y es que cuando hace mención del barrio, casi en mayúsculas, también se refiere a él, a su mujer, a su taller, a su obra. Residente de Roteros,

el bajo que hoy sirve de estudio de creación está a apenas 10 me-tros del lugar en el que en unos días se plantará el monumento. Una década antes tuvieron que moverse de su taller en la calle Navarros porque una compañía había vendido la finca en la que se encontraba para hacer un edi-ficio dedicado a acoger turistas, es decir, sabe de lo que habla.

«Hemos visto todas las fases del barrio desde 1991, desde los chutes de droga en plena calle hasta la turistificación pasando por la especulación o la transfor-mación a ser peatonal», recuerda el artista. Su evolución y los pro-blemas asociados a esta llevan siendo plasmados por Falcó y Pe-llicer desde 2003 en cada una de las fallas que el 19 por la noche se quema en la Plaza del Ángel. El por qué hacen este tipo de fallas asegura que es «un juego que nos ha salido así»: «Fue una cosa na-tural, empezamos haciendo fallas infantiles que contaban una histo-rieta y las tildaron como educati-vas; a partir de ahí el paso estaba hecho», explica Pellicer. «Siempre hemos querido darle un guiño fa-llero, con risa, crítica y protesta», apostilla.

Ejemplos de sus trabajos como reivindicación del barrio son va-rios. Los problemas de aparca-miento tuvieron el protagonismo un año con varias figuras con co-ches simulando diferentes accio-nes viendo qué hacer cada uno con sus vehículos, desde comér-selos hasta guardarlos en el bolso. El año pasado, una montaña de puertas respondía a las preguntas de unos vecinos de corcho que se irritaban por la falta de respuestas a sus necesidades y, sobre todo, porque no sabían dónde y quié-nes podían atenderlas. Este año el turno es para los turistas. La idea, tal y como está maquetada, es ha-cer una edificación de seis metros de altura imitando la típica cons-trucción de tres pisos del barrio. Esta sólo será representada por su estructura básica y algunas pa-redes para demostrar que el ba-rrio se está «quedando en el es-queleto». Esto se complementará por unas siluetas que representan a los turistas, «sombras pasajeras

que van y vienen», y cuatro perso-najes que representan cuatro ti-pos de vecino.

La hornera, «que se ha trans-formado del pan clásico a produc-tos más internacionales»; «la re-sistencia» representada por el «tí-pico señor mayor del barrio»; los jóvenes que son los nuevos habi-tantes del barrio y suponen la «persistencia», y por último, los miembros de la propia falla, gen-te que creció en el ba-rrio, que al irse de casa de sus padres se fue-ron a otras zonas de la ciudad y que ahora ya no pueden volver por-que no hay posibilidad de vivienda residencial

y que, además, tienen complica-ciones para poder ir a la propia falla. Esto también estará acom-pañado de carteles en los que se muestren frases que expongan las diferencias de necesidades en-tre los vecinos y los turistas.

«El objetivo es que la gente re-flexione y encontrar también la complicidad del vecino», indica Pellicer. De hecho, los propios fa-lleros intervienen tanto en el pro-ceso de diseño, como en el de montaje, como en el de que la fa-lla se dé a conocer. En su concep-ción, aunque sean los dos artistas los que proponen el tema y deci-den la estructura con muchas pre-

LA FALLA ‘PANCARTA’: CUANDO LA FIESTA SE REIVINDICA

El monumento fallero en Falles

Populars tiene carácter

reivindicativo como el ‘Refugees

Welcome’. Imágenes cedidas por Falles

Populars de Ciutat Vella.

Las fallas han sido históricamente un elemento puramente crítico, una forma de burlarse y señalar satíricamente a algunos estratos del poder. Y aunque en los últimos años este mensaje protesta ha perdido posiciones, todavía sigue habiendo artistas y falleros que apuestan por utilizar la fiesta como un altavoz reivindicativo.

El taller de Fet d’Encarrec en el

barrio del Carmen. La maqueta de la falla

que este año se va a plantar en la Plaza del Ángel. El artista, Paco

Pellicer, en la calle donde se instala el

monumento.


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más de en Ciutat Vella, estas fallas tienen presencia también en Beni-maclet, Cabanyal y Campanar e inclu-so disponen de ha-ce un par de años de su propia «Junta Solar Fallera».

Su fuerza se ba-sa en la participa-ción de la gente, de los vecinos y de quien tenga ganas de ser parte de la fiesta. En el caso de Ciutat Vella, la asamblea que ges-tiona estas fallas de manera más cons-tante a lo largo del año son entre 15 y 20 personas, pero

conforme se va acercando el periodo fallero llegan a ser más de 300 perso-nas que se implican en la organiza-ción de eventos y actividades en las que, además, varía la participación de público, desde acciones con ape-nas unas decenas hasta otras donde pueden aproximarse al millar. Algo que se amplía con las personas vin-culadas a través de la red, donde el movimiento tiene bastante interac-ción, llega hasta a 5.000 me gusta en la página de Facebook.

Pero no sólo en la organización es-tas fallas se saltan los patrones habi-tuales. Por ejemplo, continuando con el caso de Ciutat Vella, pese a que co-menzaron en 2002, hasta hace cosa

de una década no plantaban monu-mento. Y aunque a día de hoy sí que queman uno la noche del 19 y tiene que ver con la temática general de la falla, este se hace de forma colabora-tiva, no se encarga a un artista sino que participa gente «de diferentes disciplinas artísticas» que le dan un carácter «profesional», aunque no lo sea, y se haga sin cobrar. Además, este se complementa con las obras que realicen en talleres en los que participan vecinos y voluntarios. Pe-ro el monumento no es el elemento «primordial» aunque en los últimos años ha ido «ganando protagonis-mo».

En Falles Populars lo importante son las actividades. «Tenemos even-tos desde el 1 de marzo», explican. Una «mani-plantà» desde las Torres de Serranos o la instalación de un checkpoint palestino con Pallasos en Rebel-lia en el solar fallero el día 15; un arròs amb fessols i naps el día 17 que se completará con un Friki Bin-go y una Waterparties o la celebra-ción el día 18 de su propia Ofrenda tras una calçotada y un Trivial Falle-ro. Unas actividades en su mayoría gratuitas, para las que no hace falta ser socio ni estar inscrito en la pro-pia falla y para las que, en algunos casos, sólo hace falta avisar. Unas ac-tividades que, igual que el monu-mento en la Plaza del Ángel desta-can por su toque reivindicativo y por la participación directa de los veci-nos. Quizás sea en los propios falle-ros en los que recaiga la vuelta a los orígenes de una fiesta crítica y con un marcado carácter de barrio.

guntas durante el proceso por parte de los falleros, estos inter-vienen a nivel oral contando sus experiencias o bromas sobre el te-ma que, en algunos casos, acaban añadiéndose a la falla. En la plantà, Pellicer explica que se rea-liza una pequeña performance desde el taller hasta la plaza. Ese momento es «de fiesta»y con gran participación de los vecinos. En tercer lugar, son los propios falle-ros los que explican a los visitan-tes la falla y el motivo de cada una de sus figuras, siendo así los que sufren los problemas que se rei-vindican en el monumento los que

lo hacen llegar al resto de ciuda-danos. «Lo importante es que lle-gue a la gente, y lo estamos consi-guiendo», resume orgulloso el ar-tista quien añade que quizás las fallas «modernas» tengan que ser este tipo de obras, las que consi-guen reconectar con los vecinos, con el barrio, con sus reivindica-ciones, convertirse en pancarta, tal y como se hacía muchos años atrás.

FALLES POPULARS De esa idea de que las fallas sir-van como un altavoz lleno de rei-vindicaciones también beben las

llamadas Falles Populars. Viendo el lema de este año ya se nota su carácter reivindicativo: Les falles serán sempre nostres. El mensaje tiene un guiño de actualidad re-cordando a algunos cánticos en Cataluña y una referencia al pasa-do. De hecho, como explican des-de la Asamblea de Falles Populars de Ciutat Vella, en esta edición re-memoran las fallas de 1937, «las últimas fallas antes del franquis-mo»; una fiesta que fue enfocada «a la lucha antifascista». «Este año vamos a hablar de los ata-ques a la democracia tanto en Europa como en España». Ade-

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Un año más, la recepción fallera de la Diputació de Valencia estre-na la semana grande de la fiesta. El presidente, Jorge Rodríguez, recibe este lunes a las Falleras Mayores de Valencia, Rocío Gil y Daniela Gómez, en un acto que contará con la presencia de las Juntas Locales Falleras de las co-marcas valencianas, que tendrán un especial protagonismo en la recogida de estandartes de la cor-poración, que en esta ocasión apuesta por el lema ‘Som Igual-tat’.

Más de 700 comisiones están convocadas para una matinal fallera, amenizada por la música de La Pato, que la Diputació de Jorge Rodríguez ha querido convertir en un vehículo de difusión de valores como la Igualdad, de concienciación frente a lacras como la violencia de género, o de reconocimiento de hitos como la declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad.

La recogida de estos banderines lleva implícita una subvención que sigue los mismos criterios de las ayudas a los ayuntamientos. En primer lugar, se respeta la autonomía de las asociaciones falleras; y además, en lugar de nombrar fallero de honor al presidente de la Diputación, que era el requisito de anteriores legislaturas para recibir la ayuda, simplemente se pide a las comisiones que coloquen en un lugar visible el banderín con el correspondiente mensaje social.

En virtud de esa Igualdad, todas las comisiones de las comarcas valencianas, sin importar de dónde son, ni su historia, ni el número de miembros, pasarán por la tarima y recibirán el emblema de manos del presidente, en un acto que forma parte de la apuesta por dar difusión a las Fallas de los municipios valencianos.

La entidad provincial entrega el habitual estandarte para las comisiones de las comarcas valencianas con un lema de marcado carácter social: ‘Som Igualtat’

LA RECEPCIÓN DE LA DIPUTACIÓN ESTRENA LA SEMANA FALLERA

Un fallero recoge el estandarte del año pasado de la Diputación. E. V.


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Som igualtat

Falles 2018

#FallesDipu18

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El mundo del vino está muy presente en la semana fallera. Son muchas las bodegas con presencia en las comisiones falleras como vino oficial, pero también son muchos los productos que aluden a la diversión y alegría que Valencia vive estos días.

Empezaremos con el vino por excelencia de las fallas, La Traca.

Se trata de un vino elaborado con boba con contraetiqueta de la DOP Valencia que posee una frescura notable de la fruta madura con suaves toques balsámicos. Goloso, fresco y directo. Presenta una excelente relación calidad/precio.

Seguiríamos con el vino de Chimo Bayo, que seguro aparece en muchas de las discomóvil que

suenen en Valencia estos días. Hu Ha es un bobal con DOP Valencia elaborado por la firma Bodegas Arráez en colaboración con el afamado DJ. Y qué mejor forma de seguir con esa apuesta gamberra que contar con el que fue uno de los referentes de la mítica Ruta del Bacalao, el DJ Chimo Bayo. Considerado durante su carrera musical una figura clave del techno español de la década de 1990. Esa originalidad llega también a la contraetiqueta, que juega con la letra de la canción adaptada un poco al mundo del vino. No es la primera vez que esta firma apuesta por un marketing agresivo y moderno, algo que le está dando excelentes resultados. Así, entrarían también dentro de esos parámetros de vinos falleros otros productos de la casa como Mala Vida o Vivir sin Dormir.

Y es que los valencianos estos

días vivimos únicamente con Lo Necesario, mientras la ciudad está repleta de Aves de Paso que pronto migrarán a otras latitudes. Lo Necesario es el vino

emblemático de Diego

Fernández Pons en su apasionante proyecto personal en plenas Hoces del Cabriel. Aves de Paso, por su parte, representa lo que somos.

Seguiríamos este recorrido por los vinos falleros con uno de los exitosos cavas que se elaboran en Requena. El cava valenciano vive un momento dulce y su

crecimiento en volumen y prestigio van claramente de la mano. Uno de los responsables de este crecimiento es Pepe Hidalgo, enólogo de Unión Vinícola del Este, una firma que elabora casi la mitad del cava valenciano convirtiéndose en una auténtica factoría de burbujas. Pues bien, los brindis falleros bien pueden llevarse a cabo con Nit del Foc. Esta saga cuenta con tres opciones: el Brut, el Rosé Brut o el Brut Nature.

Además también cuenta con un vino tinto Nit del Foc. Así, con las

burbujas de este cava celebraríamos nuestra particular Nit del Foc como preámbulo a la jornada que cierra las fiestas falleras. Salud.

El mundo del vino deja varios productos para disfrutarlos durante toda la semana fallera

DE VINOS ENTRE LA TRACA Y LA NIT DEL FOCPOR JAIME NICOLAU


ESPE CI AL


30

JUEVES15DEMARZO

PlantàdelasFallasInfantiles

MascletàenlaPlazadelAyuntamiento(PirotecniaRicasa)

Proclamacióndel‘NinotIndultat2018’

L’AlbadelesfallesconespectáculopirotécnicoenlaPlazadelAyuntamiento

09:00horas

14:00horas

17:30horas

00:00horas

DOMINGO18DEMARZO

HomenajealpoetaMaximilianoThous.EnelcrucedelascallesSaguntoyMaximilianoThous

HomenajealMaestroSerranoenlaAv.ReinodeValencia

MascletàenPl.delAyuntamiento.(PirotecniaValenciana)

SegundodíadelaOfrendadeFloresalaVirgendelosDesamparados

NitdelFoc.CastillodefuegosartificialesenelPaseodelaAlameda

10:30horas

12:00horas

14:00horas

15:30horas

01:30horas

LUNES19DEMARZO

OfrendadefloresantelaimagendelPatriarcaenelPuentedeSanJosé

MascletàenPl.delAyuntamiento.(Pirotec.Martí)

CabalgatadelFoc.AlolargodelaC/ColónyfinalizaenlaplazaPortadelaMar.

CremàdelasfallasinfantilesdeValencia

CremàdelafallainfantilganadoradelaSecciónEspecial

CremàdelafallainfantildelaPlazadelAyuntamiento

CremàdetodaslasfallasdeValencia

CremàdelafallaganadoradelaSecciónEspecial

FuegosaéreosenlaplazadelAyto.yCremàdelaFallamunicipal

11:00horas

14:00horas

19:00horas

22:00horas

22:30horas

23:00horas

00:00horas

00:30horas

01:00horas

VIERNES16DEMARZO

PlantàdetodaslasFallas

MascletàenPl.delAyuntamiento.(Pirotec.Aitana)

Entregadepremiosobtenidosporlasfallasinfantiles,asícomodepresentacionesinfantiles,CabalgatadelNinotyllibretsdefalla

CastillodefuegosartificialesenlaAlameda

09:00horas

14:00horas

16:30horas

00:00horas

SÁBADO17DEMARZO

Repartodelospremiosdelasfallasdelasdiferentesseccionesydelascallesiluminadas

MascletàenPl.delAyuntamiento.(Pirotec.Turís)

OfrendadefloresalaVirgendelosDesamparados

Castillodefuegosartificiales,enelpaseodelaAlameda

09:00horas

14:00horas

15:30horas

01:00horas

G.V. Fernando

el Católico

G.V.Marq

uésdel T

úria

Av. Reino Valencia

Av. Pérez Galdós

Av. Pío XII

Paseo de

la Pechin

a

Cauce R

ío Turia

Av. Tres Forques

Av. Tres C

ruces Av. del Cid

Av.Cataluña

Av. Aragón

C/Colón

Av. Blasco Ibáñez

C/ Ruaya

Av. Cam

panar

Av. Primado Reig

Av. de los Naranjos

Av. del Puerto

C/Serra

dora

Mestalla

HospitalUniversitarioLa Fe

Parque deCabecera

Puerto deValencia

Playa de laMalvarrosa

UniversitatPolitècnicade València

Jardinesdel Real

Torres deSerranos

Torres deQuart

L’ANTIGA DECAMPANAR

NA JORDANA

CONVENTO JERUSALÉNMATEMÁTICOMARZAL

CUBA - LITERATO AZORÍN

PLAZADEL PILAR

SUECA - LITERATO AZORÍN

REINO DE VALENCIA-DUQUE DE CALABRIA

ALMIRANTE CADARSO -COMTE ALTEA

PLAZA DELAYUNTAMIENTO

EXPOSICIÓN - MICERMASCÓ

REINO DEVALENCIA

Artista:SergioMusolesLema:Eixa boqueta

PLAZA DELAYUNTAMIENTO

Artista:Manolo GarcíaLema:València, Ca laTrava

1.- Recortar la página

5.- Doblar por la mitadhacia atrás

INSTRUCCIONES PARA EL PLEGADO DEL ESPECIAL DE FALLAS

ESPECIALFALLAS

2.- Doblar por la mitad (dejando el gráficovisible) tomando como referencia las marcas

3.- Doblar lasolapa de laderecha haciaatrás

4.- Doblar lasolapa de la izquierdahacia atrás

i

i

ESPECIALFALLAS

i

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1

2

3 CCO5

DUQDDUQ9

SUECUEC84

Premio conseguidoel año pasado

Carpas

Churrerías

CLAVE

Cabinas city

Nº

FUENTE: Junntat CenCentrarararararararrarrarar l Fallera P. JimJimJimmméneéneéneéneénénén z / EL MUNMUNNNNDOO

7

L’ANTIGA DECAMPANAR

Artista:Carles CarsíLema:Arre unicornio arre

1ALMIRANTECADARSO

Artista:ManuelAlgarraLema:En busca deldorado

5CONVENTOJERUSALÉN

Artista:Pere BaenasLema:Per naturalea

3PLAZADEL PILAR

Artista:Francisco Torres JosaLema:En el pecat va lapenitencia

2CUBA - LITERATOAZORÍN

Artista:Vicente MartínezAparicioLema:Filtres

4EXPOSICIÓN -MICERMASCÓ

Artista:Paco GinerLema:Sí quiero

7NA JORDANA

Artista:Antonio PérezMenaLema:Llibertat

6SUECA - LITERATOAZORÍN

Artista:Vicente LlácerLema:Universosparalelos

8 9

6

1 5

ECUBA - LITTC - LITUBA TET

3

4

4

Valencia

EL MUNDO. LUNES 12

DE MARZO DE 2018

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LAS FALLAS,

ARTE URBANO

FORD KUGACON MOTOR ECOBOOSTSOLO HASTA SEMANA SANTA,

NOPAGUES EL IVA.Financiando con FCEBank hasta 31/03/2018

FABRICADO EN

VALENCIA

Red Ford de ValenciaGAMA FORD CONSUMO COMBUSTIBLE COMBINADO DE 3,6 A 9,7 L/100 KM. EL CONSUMODEPENDE DE LA CONDUCCIÓN QUE SE HAGA DEL VEHÍCULO. EMISIONES DE CO2DE 94 A 255 G/KM, MEDIDAS CONFORME LANORMATIVA VIGENTEQUE, EN CONDICIONES REALES, PUEDENVARIAR.Desde el 26 de febrero de 2018 hasta el 31 de marzo de 2018 tendremos dtos. equivalentes al importe del IVA: hasta 21% de dcto. en la compra de vehículos nuevos. No aplicable a Ka+, Focus ST, Focus RS, Mustang, Galaxy, Edge y Gama Tourneo. El precio final incluye IVA,IEDMT (Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte, que varía por Comunidad Autónoma, por lo que se recomienda revisarlo en cada caso), transp., dto. promocional, Condicionado a Aport. Concesionario y dto financiación con FCE Bank plc S.E., conaplazadomínimo y permanencia mínima segúnmodelo y producto financiero. Operación financiera sujeta a valoración crediticia. Válido en Pen. Bal. y Canarias hasta 31/03/18. No compatible con otros dtos. El modelo visionado podría no coincidir con el ofertado. ford.es


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fallas - estaticos.elmundo.esestaticos.elmundo.es/documentos/2018/03/13/fallas.pdf · hacer una...

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