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FÁBULAS DE REGRESO: LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD EN POSTE RESTANTE, MONASTERIO Y VOLVERSE PALESTINA Aantalwoorden:34222Emma De Vlaeminck Studentennummer:01402912Promotor: Prof. dr. Ilse Logie MasterproefvoorgelegdvoorhetbehalenvandegraadmasterinderichtingTaal-enLetterkundeFrans-SpaansAcademiejaar:2017-2018
AgradecimientosAnte todo, me gustaría agradecer algunas personas que me han ayudado, cada una a su
manera, a realizar esta tesina.
En primer lugar, querría agradecer a la Prof. Dr. Ilse Logie, la directora de mi tarea bachelor y
de esta tesina, por sus consejos, correcciones y su paciencia que me ayudaron mucho para
escribir esta tesina. Gracias también por despertar mi interés en la literatura hispanoamericana
durante las clases.
Además, querría dar las gracias a mis padres y mi hermana, quienes siempre me han apoyado.
Gracias por aguantarme durante este último año y motivarme en momentos duros.
Por último, doy las gracias a mis compañeros de clase, y específicamente a Benoit, Siel y
Joke, que aceptaron este año que no tenía otros planes que escribir mi tesina. Gracias también
por su apoyo y amistad.
Índice1. Introducción...................................................................................................................................12.Presentacióndelostextosprimarios..................................................................................52.1.PosteRestante-CynthiaRimsky....................................................................................................52.1.1.BiografíadeCynthiaRimsky....................................................................................................................52.1.2.ResumendePosteRestante......................................................................................................................52.1.3.LaperspectivanarrativaenPosteRestante.......................................................................................6
2.2.Monasterio-EduardoHalfon...........................................................................................................72.2.1.BiografíadeEduardoHalfon...................................................................................................................72.2.2.ResumendeMonasterio.............................................................................................................................82.2.3.LaperspectivanarrativaenMonasterio.............................................................................................8
2.3.VolversePalestina-LinaMeruane................................................................................................92.3.1.BiografíadeLinaMeruane.......................................................................................................................92.3.2.ResumendeVolversePalestina............................................................................................................102.3.3.LaperspectivanarrativaenVolversePalestina............................................................................11
3.Larelacióndelaidentidadconelprocesomemorial..................................................133.1.Evolucióndelamemorianacionalalamemoriatransnacional....................................153.1.1.Lamemoriamultidireccional...............................................................................................................213.1.1.1.‘memoriamultidireccional’enPosteRestante,MonasterioyVolversePalestina..................22
3.2.Lamemoriatransgeneracional:laposmemoria..................................................................303.2.1.segundageneraciónvs.tercerageneración...................................................................................33
4.Laformaenqueseevocalaidentidadpalimpesto.......................................................354.1.Elpapeldelaprimerageneración:¿testimonioosilencio?.............................................354.2.elpapeldelasegundageneración:¿testimonioosilencio?.............................................404.3.Fantasíasconstruidasporlatercerageneración:‘patriasimaginadas’.....................45
5.Losrecursosgenéricospararepresentarlaidentidad...............................................495.1.PosteRestante,MonasterioyVolversePalestinacomorelatosdeviaje.......................495.1.1.Rimsky,HalfonyMeruanecomoperegrinos,turistasy‘flâneurs’modernos................525.1.2.laidentidadlingüísticadelosprotagonistas.................................................................................64
5.2.PosteRestante,MonasterioyVolversePalestinacomoautoficciones...........................725.3.Lamezcladegénerosdelostrestextosprimarios.............................................................78
6.Conclusiones..............................................................................................................................84
Bibliografía.....................................................................................................................................91
Itmaybearguedthatthepastisacountryfromwhichwehaveallemigrated,
thatitslossispartofourcommonhumanity.Whichseemstomeself-evidentlytrue;
butIsuggestthatthewriterwhoisout-of-countryandevenout-of-language
mayexperiencethislossinanintensifiedform.
(Rushdie1992:12)
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1.Introducción En la presente tesina, analizaremos la doble emigración mencionada por Rushdie en el
epígrafe que figura como encabezamiento de este capítulo, es decir: la emigración temporal-
una emigración en sentido figurado- y la emigración espacial, en relación con la identidad de
los escritores, que son asimismo los personajes principales1, de tres obras diferentes: Poste
Restante de Cynthia Rimsky, Monasterio de Eduardo Halfon y Volverse Palestina de Line
Meruane. Estas obras tienen en común que los escritores latinoamericanos son hijos de padres
que emigraron a América Latina y, sobre todo, que emprenden en su libro un viaje hacia sus
raíces, entonces hacia el país de nacimiento de sus padres o sus (bis)abuelos. Se puede
considerar los tres relatos como ‘relatos de regreso’, es decir, como una “articulación
productiva por la cual a partir del fracaso de la vuelta a un espacio de origen se despliega una
narración”. (Patruno 2015: 15)
A causa de esa emigración de los antepasados de Rimsky, Halfon y Meruane, la identidad de
estos sujetos se somete a un intenso proceso de interrogación. En esta tesina trabajaremos con
la siguiente definición de ‘identidad’, planteada por Stuart Hall:
Uso identidad para referirme al punto de encuentro, el punto de sutura entre, por un lado, los discursos y prácticas que intentan interpelarnos, hablarnos o ponernos en nuestro lugar como sujetos sociales de discursos particulares, y, por otro, los procesos que producen subjetividades, que nos construyen como sujetos susceptibles de decirse. (Hall 2003: 20)
Por una parte, los escritores mismos han forjado su identidad, dejándose alimentar por la
cultura con la que entraron en contacto en su país de nacimiento. Por otra parte, su identidad
se compone del legado de la transmisión transgeneracional, o sea, de la identidad heredada de
sus familiares. Por eso, apelamos al término ‘palimpsesto’, definido por Gérard Genette,
cuando referimos a la identidad de los sujetos: “Un palimpseste est, littéralement, un
parchemin dont on a gratté la première inscription pour lui en substituer une autre, mais où
cette opération n’a pas irrémédiablement effacé le texte primitif, en sorte qu’on peut y lire
l’ancien sous le nouveau, comme par transparence.” (Genette 1982: S.P.) Este término sirve
1 En realidad, la relación entre los escritores y los personajes principales de los relatos es más complicada. Trataremos esta relación en las presentaciones de los textos primarios. En este momento, todavía consideramos los escritores y los personajes principales de cada relato como iguales.
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como metáfora de la identidad de los escritores y de los personajes principales, puesto que su
identidad demuestra asimismo ‘huellas’ de la identidad de sus antepasados, mientras que los
sujetos forman una nueva identidad en América Latina. Sus relatos operan como espacios
para cuestionar su pertenencia, que no puede ser sino compleja.
La falta de investigación académica de estas obras se debe en parte a la proximidad temporal,
sobre todo en los casos de Monasterio y Volverse Palestina, ambos escritos en 2014. No
obstante, es interesante comparar estos relatos, puesto que, aún cuando los escritores
pertenecen a la misma generación de nietos de emigrantes, tienen vínculos distintos con su
país de nacimiento y el de sus abuelos. Desde los estudios de memoria y los estudios
genéricos, este trabajo intentará descubrir cómo se representa la identidad híbrida en los tres
relatos de regreso, o sea, a través de qué recursos temáticos, estéticos y genéricos.
Antes de que podamos explorar a fondo la identidad palimpsesto de Rimsky, Halfon y
Meruane, hace falta presentar de manera general los textos primarios y abordar una breve
biografía de los escritores latinoamericanos en el primer capítulo. Analizaremos en este
capítulo asimismo la perspectiva narrativa de cada relato, sin ahondar en su relación con el
género, puesto que establecemos un análisis profundo del género o de la mezcla de los
géneros de cada relato de regreso en el capítulo que trata de los recursos genéricos (infra).
Después de esta contextualización de los textos primarios, pasaremos al núcleo de este estudio
donde nos proponemos comparar la representación de la identidad palimpsesto en las tres
obras.
En primer lugar, en el tercer capítulo, exploraremos el proceso memorial en las obras, tan
importante para el tema de la identidad de los escritores y sus antepasados. Recurrimos a
Terdiman para una definición de ‘la memoria’ que orientará gran parte de esta tesina:
Memory is the past made present. The notion of a ‘making present’ has two important corollaries: first, that memory is a contemporary phenomenon, something that, while concerned with the past, happens in the present; and second, that memory is a form of work, working through, labor, or action. (Terdiman 1993: 7)
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Esa descripción ya revela que un análisis de la memoria en los tres relatos de regreso será
pertinente puesto que se relaciona estrechamente con la migración del primer tipo evocada
por Rushdie; es decir: la emigración temporal. (Rushdie 1992: 12) Recientemente, los
estudios de memoria son considerados desde múltiples ángulos e investigadores importantes
como Marianne Hirsch, Michael Rothberg y Astrid Erll han amplificado el campo de estudio
con sus teorías que utilizaremos en ese análisis de las fuentes primarias.
Primero, en cuanto a la memoria, trataremos la evolución del carácter nacional al carácter
transnacional de la memoria, y sobre todo un tipo específico de esta memoria transnacional, a
saber, la memoria multidireccional. Luego, discutiremos un tipo de memoria
transgeneracional, es decir: la ‘posmemoria’, concepto propuesto por Marianne Hirsch en el
contexto del Holocausto, y presentaremos mediante algunos fragmentos cómo la posmemoria
se manifiesta en las tres obras. Puesto que la posmemoria es la memoria de la generación que
nació después de los acontecimientos traumáticos, diseña una construcción altamente
mediada. (Hirsch 2008: 103) Además, como veremos más adelante, nuestros textos primarios
no son escritos por la segunda generación sino ya por la tercera. Esa gran distancia
generacional da lugar a errores, olvidos y silencios en los textos. Assmann refiere asimismo a
estas inseguridades de la memoria en su estudio:
The dynamics of individual memory consists in a perpetual interaction between remembering and forgetting. In order to remember some things, other things must be forgotten. Our memory is highly selective. Memory capacity is limited by neural and cultural constraints such as focus and bias. It is also limited by psychological pressures, with the effect that painful or incongruent memories are hidden, displaced, overwritten, and possibly effaced. (Assmann en Erll 2008: 97)
Describiremos estas fuentes inestables de información en el capítulo cuatro, en el que
investigaremos de qué generación provienen estos silencios, olvidos o errores en cuanto al
pasado de los sujetos. Este capítulo contiene la manifestación concreta de la memoria en los
textos primarios y se construye entonces de análisis de fragmentos, sacados de los tres relatos
de regreso.
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En el quinto capítulo de esta investigación, exploraremos de manera pormenorizada a qué
géneros los escritores recurren para contar su historia. Primero, presentaremos Poste Restante,
Monasterio y Volverse Palestina como relatos de viaje, ya que el eje principal en sus historias
es el viaje que emprenden. A este respecto, verificaremos si podemos considerar los escritores
como peregrinos modernos, o si se perfilan más bien como turistas o vagantes. De todos
modos, los sujetos tienen una tendencia a caminar, lo que se refleja asimismo en la(s)
lengua(s) que los escritores utilizan en sus obras. Esta parte de la tesina se relaciona entonces
con la segunda modalidad de emigración, según la definición de Salman Rushdie, es decir: la
emigración espacial. (Rushdie 1992: 12) Segundo, verificaremos por qué los tres relatos son
autoficciones y determinaremos por cada historia a qué otro(s) género(s) se ha recurrido. en
este capítulo, describiremos asimismo la relación entre los géneros utilizados y la
representación de la identidad de los escritores y los personajes principales.
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2.Presentacióndelostextosprimarios
2.1.PosteRestante-CynthiaRimsky
2.1.1.BiografíadeCynthiaRimsky
Cynthia Rimsky nació en Santiago de Chile en 1962. Algunas de sus novelas más conocidas
son: El Aliento de Fátima, La novela del Otro, Los Perplejos, Ramal y Poste Restante, que
publicó en 2001 después de un viaje a las lugares de nacimiento de sus antepasados. La obra
ha sido reeditada en 2010.2 Aunque no se puede encontrar mucha información en cuanto a la
biografía de la escritora, resulta que su vida profesional siempre ha sido muy variada, ya que
ha escrito prólogos para libros de fotografía y guiones de cine, da clases en diferentes
universidades y desarrolla talleres sobre los paseantes y la escritura de viajes en Santiago de
Chile.3
2.1.2.ResumendePosteRestante
Poste Restante, escrito en 2001 y reeditado en 2010, relata el viaje de regreso de la autora
Rimsky hacia sus orígenes. En Santiago de Chile, donde la escritora nació, encuentra un
álbum de fotos de una familia extranjera. (Cánovas y Filer 2008: 25) En la primera página de
ese álbum, aparece su apellido paterno, escrito de otra manera (“Rimski”). Piensa que los
familiares en estas fotos podrían ser sus ancestros, que nacieron en un pueblo denominado
Ulanov (en cuanto al abuelo paterno) y en Cracovia (de donde vino la abuela materna). Los
abuelos de la narradora llegaron a Chile a inicios del siglo XX. (Cánovas y Filer 2008: 25)
Como la propia escritora afirma en la contraportada de Poste Restante; “mis abuelos nunca
quisieron hablar de la vida que dejaron. […] La única pista que llevé conmigo fueron los
nombres de los lugares donde nacieron”. (Rimsky 2011: S.P.) Entonces, decidió viajar a sus
raíces, a las tierras donde nacieron sus abuelos judíos. Rimsky utiliza el álbum de familia
como una “guía de viaje”, ya que decide ir tras el origen de las fotografías. (Cánovas y Filer
2008: 25)
2<http://interlitq.org/issue13-2/cynthia-rimsky/bio.php> [Consulta: 15 de febrero del 2018]. 3 Véanse la nota en pie de página 2
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Además del contenido interesante de Poste Restante, llama la atención su forma. Por una
parte, cada capítulo refiere a un lugar de visita, como por ejemplo: Santiago, Londres,
Ucrania, Polonia, Egipto etc.. Por otra parte, en la mayoría de los capítulos, Rimsky insertó
una historia corta llamada “álbum de familia”. Finalmente, se incluyen soportes visuales en
Poste Restante, como fotografías del álbum de familia que ha encontrado, cartas, mapas etc..
(Rimsky 2011: S.P.)
El título francés Poste Restante es un término general que refiere al servicio de la oficina de
correos que indica que la carta tiene que ser retenida en la oficina hasta que el destinatario la
retire ahí, ya que el remitente no sabe la dirección exacta del destinatario. (Cánovas 2006:
219) Más específicamente, dentro de la obra, Rimsky refiere con ese título a las cartas que sus
amigos y parientes han enviado a las diversas ciudades de su viaje, con la dirección “Poste
Restante”, puesto que no conocen su punto exacto de residencia. Algunos de estas cartas
nunca llegaron a la escritora, ya que llegaban demasiado temprano o tarde en esos puntos del
itinerario. En ese caso, las cartas son devueltas a los remitentes. (Cánovas 2006: 219)
2.1.3.LaperspectivanarrativaenPosteRestante
En Poste Restante, la escritora y el personaje principal tienen las mismas características: tanto
la escritora como el personaje principal se llaman Cynthia Rimsky, los dos viven en Santiago
de Chile y tienen la misma genealogía. No obstante, veremos en el quinto capítulo que no
realmente trata de la misma persona. Además, Rimsky maneja una tercera persona, como se
observa en la cita siguiente: “Su apellido es Rimsky. La diferencia en la última letra bastaría
para colegir que no se trata de la misma familia, sin embargo, al dar vuelta la página y ver la
primera fotografía experimentó la emoción del viajero cuando escoge un camino que lo
llevará a un lugar desconocido”. (Rimsky 2011: 13; énfasis añadido) Por eso, al contrario de
Cánovas y Filer, que opinan que Rimsky es tanto la protagonista como la escritora y la
narradora de Poste Restante, pensamos que se trata aquí de un narrador heterodiegético, que
no forma parte de la historia. (Cánovas y Filer 2008: 25) Además, con respecto a la
focalización, o sea, el punto de vista del narrador, es un narrador extradiegético, dado que
relata desde fuera. Sin embargo, se puede identificar como un narrador omnisciente, que tiene
mucho poder, ya que está en todas partes, y sabe y ve todo. Probablemente, la autora utiliza
7
este punto de vista para crear distancia con respecto a su propia perspectiva, dado que la
tercera persona es una focalización más objetiva que la primera. Veremos más adelante por
qué Rimsky aplica esta focalización. Cabe concluir que hace falta diferenciar tres instancias:
la escritora y el personaje principal, y el narrador.
2.2.Monasterio-EduardoHalfon
2.2.1.BiografíadeEduardoHalfonEduardo Halfon Tenenbaum nació en la Ciudad de Guatemala el 20 agosto de 1971. (Suau
2014: 18) Sin embargo, “decir que es guatemalteco es como no decir nada” (Gordo 2017:
S.P.), por varias razones. Primeramente, Halfon huyó con su familia a los Estados Unidos a
principios de los 80. (Gordo 2017: S.P.) Entonces, ya cuando tenía 10 años, abandonó su país
de nacimiento. A causa de eso, casi perdió el español, lengua que recuperó a los 28 años
cuando empezó con escribir libros. (Hevia 2014: S.P.) Su obra ha sido traducida al inglés,
alemán, neerlandés, francés, portugués, italiano, croata y japonés, lo que ya muestra que la
obra de Halfon no solamente goza de reconocimiento en América sino también en Europa.4 El
escritor incluso es considerado como uno de los jóvenes autores más destacados de América
Latina. Antes de su carrera como escritor, estudió ingeniería industrial en la Universidad
Estatal de Carolina del Norte. (Gordo 2017: S.P.)
Además, su árbol genealógico nos da una idea de su identidad compleja: sus abuelos
procedían de Alepo, Alejandría, Beirut y Lósdź, mientras que sus bisabuelos nacieron en
Ucrania, Egipto, Palestina y España. A causa de las raíces de sus (bis)abuelos, Halfon siempre
se sintió diferente en Guatemala, ya que fue un niño judío en un país católico: “las
tradiciones, las fiestas, los ritos nunca fueron los míos”. (Gordo 2017: S.P.) Desde su propia
biografía, Halfon trata en sus libros los grandes temas de la narrativa judía. Sobre todo, está la
búsqueda de su propia identidad, la relación entre padres e hijos, el plurilingüismo y la
diáspora. Sus obras literarias más conocidas son El boxeador polaco, La pirueta, Mañana
nunca lo hablamos y Monasterio. (Gordo 2017: S.P.)
8
2.2.2.ResumendeMonasterio
Monasterio, la obra más reciente de Eduardo Halfon, fue escrito en 2014. (Halfon 2014: S.P.)
Como se ha mencionado anteriormente, Halfon encontró la inspiración por sus escrituras en
su propia vida. Sin embargo, aunque el personaje principal de Monasterio se llama también
Eduardo, no es evidente considerar Monasterio como una verdadera autobiografía. En el
quinto capítulo de esta tesina, presentaremos un análisis más detallado del género de
Monasterio. En esta presentación general, nos limitamos al contenido de la obra.
En Monasterio, el protagonista Eduardo5 emprende con su hermano un viaje obligatorio a
Israel para asistir a la boda de su hermana, que se casará en Tel Aviv con un judío ortodoxo
de Brooklyn. Ya desde el inicio de la obra, se puede constatar que Eduardo va al encuentro
del país con un gran malestar: “Mi hermano me miraba con los ojos muy abiertos mientras
movía la cabeza. Quizás pensando: linda bienvenida. O quizás pensando: a donde mierdas nos
han traído. Alcé los hombros, que más me podía decirle”. (Halfon 2014: 18) Cuando llegan
los hermanos al aeropuerto de Tel Aviv, Eduardo se encuentra con Tamara, una chica a la que
conoció años antes en Guatemala. Ese reencuentro es el impulso del enfrentamiento del
personaje principal con la historia de su familia. (Halfon 2014)
Como el propio Halfon lo describe, “Monasterio es un viaje conmovedor e intenso a las
profundidades de la identidad, la intolerancia religiosa, y los limites y ficciones que el hombre
usa para entenderse y sobrevivir.” (Halfon 2014: S.P.)
2.2.3.LaperspectivanarrativaenMonasterioParece que Halfon es tanto el escritor como el narrador y el personaje principal de Monasterio
por diferentes razones. Primeramente, el personaje principal en Monasterio tiene el mismo
nombre que el escritor, a saber, Eduardo Halfon. Además, nació, como el escritor, en
Guatemala en 1971. Luego, a primera vista, se establece asimismo un vínculo entre el
narrador y el personaje principal, dado que el narrador parece ser un narrador autodiegético 5 Tanto en El boxeador polaco, como en La pirueta y Monasterio, el narrador se llama Eduardo. Además, en estas tres obras, Halfon trata los mismos temas y personajes. (Chiaravalloti 2014: S.P.) Por eso, se puede considerar estos tres títulos como un conjunto, como el escritor declara en el diario El Mundo (Néspolo 2014: S.P.): “Mis libros dialogan entre si, hay semillas de uno en otro y el narrador tiende a ser el mismo.”
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que refiere en primera persona a los acontecimientos de su propia vida o su propio pasado.
(Halfon 2014) Por consiguiente, se puede pensar que el escritor, el narrador y el personaje
principal son la misma persona. Sin embargo, el escritor matiza esta relación estrecha entre el
escritor, el narrador y el protagonista en Monasterio, al afirmar que existen algunas
diferencias entre por un lado él mismo, y por otro lado el narrador y el personaje principal del
relato. Más específicamente, el escritor da un ejemplo banal de esta diferencia en el periódico
La Vanguardia: mientras que el protagonista en Monasterio fuma, él no fuma. (Ayén 2014:
S.P.) De esta forma, el escritor es capaz de crear una distancia con respecto a los fenómenos
descritos. Indagaremos en esta distancia en el quinto capítulo que trata el género de esta obra.
No obstante, Halfon admite que la ficción y la realidad se relacionan estrechamente, al
afirmar lo siguiente en cuanto al narrador de su obra: “soy y no soy a la vez”. (Geli 2014:
S.P.) En la contraportada de su obra, encontramos una confirmación de esta confusión en
torno al narrador-protagonista, ya que está escrito que Monasterio se encuentra “a medio
camino entre novela y autobiografía, en un tono tan sencillo como lírico”. (Halfon 2014: S.P.)
En este momento, no ahondaremos en el género de Monasterio. Pero consideramos en
adelante, al narrador que coincide con el protagonista, y por otra parte, al escritor, como dos
entidades diferentes.
2.3.VolversePalestina-LinaMeruane
2.3.1.BiografíadeLinaMeruaneLina Meruane es una escritora chilena que nació en Santiago de Chile en 1970. Es
descendiente de italianos y palestinos. Empezó a escribir como periodista y cuentista. Más
tarde, reorientó su producción hacia la ficción. En 1998 publicó su libro conocido Las
infantas, que recibió una crítica muy positiva del escritor chileno Roberto Bolaño. (VVAA
2014: S.P.) En 2000 publicó otras dos novelas: Póstuma y Cercada. (Meruane 2014: S.P.) Un
año después partió a Nueva York para doctorarse en literatura hispanoamericana en la
Universidad de Nueva York. En 2012, publicó una de sus obras más conocidas; Sangre en el
ojo. (VVAA 2014: S.P.) No planeaba regresar a la escritura de no ficción, hasta que empezó
con la escritura de Volverse Palestina. Cuando estaba en Israel y Palestina, tomó notas que
publicó más tarde en una revista de viaje. Después, el grupo editorial Penguin Random House
le pidió que convirtiera el relato en libro. (Téllez-Pon : S.P.) En 2014, publicó la versión
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entera de Volverse Palestina, seguida de Volvernos Otros. Sus obras han sido traducidas al
inglés, el portugués y el italiano. Actualmente, es profesora de literatura universal y cultura
latinoamericana en la Universidad de Nueva York. (Meruane 2014: S.P.) Además, es
fundadora y directora de la pequeña editorial Brutas Editoras, que opera desde Santiago de
Chile y Nueva York. (VVAA 2014: S.P.)
2.3.2.ResumendeVolversePalestinaEl periódico El País describe Volverse Palestina, escrito en 2014, de manera siguiente:
“Volverse Palestina es eso: una llave, la llave con la que Meruane, que nació y creció en Chile
y vive en Nueva York, trata de abrir su propia memoria palestina. (Martín 2015: S.P.) No se
puede atribuir un solo género a la obra, como ya se puede notar en la contraportada del libro:
“Este libro que hermana la crónico personal y el ensayo literario y que resulta extraordinario
no solo por su valeroso trasunto autobiográfico, sino, sobre todo, por su prosa llena de finezas
y de hallazgos”. (Meruane 2014: S.P.) Analizaremos la hibridez genérica que caracteriza esta
obra en el quinto capítulo.
Como ya hemos mencionado anteriormente, Volverse Palestina se divide en dos partes. La
primera parte, cuyo título es el mismo que el del libro, cuenta el viaje que Meruane emprende
a Palestina y Israel para descubrir las raíces de sus antepasados, que dejaron su tierra a
principios del siglo XX. (Meruane 2014: S.P.) Esa parte es la más íntima y personal de la
obra, ya que Meruane comunica sus propias reflexiones, dudas y miedos cuando se encuentra
en los territorios de sus antepasados.
En la segunda parte, que tiene como título Volvernos otros, Meruane deja de hablar de su
propio viaje a los territorios ocupados. Se puede considerar esta sección como un ensayo,
dado que Meruane pone a dialogar a varios intelectuales que han escrito sobre el conflicto
entre Israel y Palestina, como por ejemplo: Amos Oz, David Grossman, Jean Baubérot y
Noam Chomsky. (Meruane 2014: 199)
En suma, podemos plantear que Meruane forma un contraste en dos niveles diferentes de su
obra. Por una parte, la yuxtaposición de Volverse Palestina y Volvernos Otros se puede
considerar como una yuxtaposición de lo íntimo, lo personal en Volverse Palestina y lo
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ensayístico, lo general en Volvernos otros. En Volverse Palestina, Meruane relata su
experiencia y sus propios sentimientos del conflicto entre Palestina y Israel, mientras que
Volvernos otros consiste en diferentes ensayos que tratan el conflicto. No obstante, a veces,
estos ensayos se basan asimismo en experiencias propias, ya que algunos de los literatos,
como Oz y Grossmann, han vivido el conflicto en carne propia. Por otra parte, el segundo
contraste se encuentra dentro de la segunda sección de la obra, ya que Meruane yuxtapone
diferentes opiniones, puntos de vista y enfoques en cuanto al conflicto en Gaza.
2.3.3.LaperspectivanarrativaenVolversePalestinaEn la primera parte de Volverse Palestina, cuyo título es el mismo que aquel del libro entero,
observamos la misma situación narrativa que en Monasterio de Halfon (cf. supra). En esta
parte, la narradora Meruane habla en primera persona de su retorno a los territorios ocupados
donde vivieron sus antepasados. Se trata, entonces, de una narradora autodiegética, ya que la
narradora es asimismo el personaje principal. En este sentido, Meruane enfatiza la proximidad
de la narradora con respecto a las experiencias descritas, como se observa en la cita siguiente:
Quizás le espante la posibilidad de llegar a esa casa sin tener la llave, tocar la puerta de ese hogar vaciado de lo propio y lleno de desconocidos. Espantarle, pienso, recorrer las calles que pudieron ser, si sólo las cosas hubieran sido de otro modo, su patio de juegos. (Meruane 2014: 18; énfasis añadido)
Se desprende de esta cita que Meruane inserta sus dudas, pensamientos y reflexiones en su
relato, lo que crea una gran subjetividad. No obstante, aunque parece que la autora, la
narradora y el personaje principal son la misma persona, leemos en la contraportada del libro
que Volverse Palestina “hermana la crónica personal y el ensayo literario y que resulta
extraordinario no solo por su valeroso trasunto autobiográfico, sino, sobre todo, por su prosa
llena de finezas y de hallazgos”. (Meruane 2014: S.P.) Constatamos que la escritora toma
cierta distancia en cuanto a la narradora y la protagonista de su relato, al decir que trata de un
“trasunto autobiográfica”. Por consiguiente, igual que la perspectiva narrativa en Monasterio,
consideramos en este relato por un lado, al narrador, que coincide con el protagonista, y por
otro, al escritor, como dos entidades diferentes.
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Al contrario, ya que la segunda parte, a saber, Volvernos Otros, tiene más bien la forma de un
ensayo literario, la distancia entre la narradora y el texto es más grande que en Volverse
Palestina. En realidad, en esta parte, la narradora refiere constantemente a diferentes ensayos
e investigadores que tratan el conflicto en Gaza. De manera semejante, Volvernos otros
contiene una mayor objetividad ya que Meruane deja de hablar de sus propias experiencias.
(Meruane 2014) Sin embargo, en adelante, cuando referiremos a Volverse Palestina, haremos
sobre todo referencia a la primera parte que lleva este título, ya que esta parte contiene el viaje
de Meruane.
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3.Larelacióndelaidentidadconelprocesomemorial Como ya hemos mencionado en la introducción, el proceso memorial forma una parte
primordial en la construcción de la identidad de una persona. Para una definición de ‘la
identidad’, recurrimos a Stuart Hall:
Uso identidad para referirme al punto de encuentro, el punto de sutura entre, por un lado, los discursos y prácticas que intentan interpelarnos, hablarnos o ponernos en nuestro lugar como sujetos sociales de discursos particulares, y, por otro, los procesos que producen subjetividades, que nos construyen como sujetos susceptibles de decirse. (Hall 2003: 20)
Esta definición revela que existen dos procesos diferentes que forman la identidad de una
persona. Por una parte, Hall refiere con “los discursos y prácticas que intentan ponernos en
nuestro lugar como sujetos sociales de discursos particulares” a las experiencias colectivas, o
sea, los contextos sociales que construyen nuestra identidad. (Hall 2003: 20) En este sentido,
los sujetos forman parte de un grupo étnico, de instituciones, familias, culturas, sociedades
etc.. Por otra parte, Hall define la parte individual, o sea, subjetiva de la identidad de una
persona. De esta forma, el sujeto puede expresar sus propias visiones en la vida que son
constitutivas de su identidad. (Hall 2003: 20) De manera semejante, la memoria, que forma
una parte importante de la identidad, tiene tanto una dimensión individual como una
dimensión colectiva, como veremos en este capítulo.
Antes de que pasamos a un análisis profundo de diferentes aspectos de memoria en esta
tesina, conviene repetir asimismo la definición minimalista de memoria que orientará gran
parte de esta tesina:
Memory is the past made present. The notion of a ‘making present’ has two important corollaries: first, that memory is a contemporary phenomenon, something that, while concerned with the past, happens in the present; and second, that memory is a form of work, working through, labor, or action. (Terdiman 1993: 7)
En el preámbulo del artículo “¿Sólo se puede construir el futuro sobre la memoria del
pasado?”, Umberto Eco (1999: 85) explica que “la memoria del pasado es la que nos dice por
14
qué nosotros somos lo que somos y nos confiere nuestra identidad”. Por consiguiente, la
memoria desempeña un papel importante en la construcción de nuestra identidad, ya que
configura nuestro pasado. No obstante, Rothberg (2009: 5) matiza esta relación estrecha y
determinista entre el pasado y la identidad: “our relationship to the past does partially
determine who we are in the present, but never straightforwardly and directly, and never
without unexpected or even unwanted consequences that bind us to those whom we consider
other”. Su teoría de ‘Multidirectional Memory’ aclara esta visión, ya que la dinámica
intercultural de la memoria multidireccional permite crear nuevas formas de solidaridad y
nuevas visiones de justicia entre grupos o personas que antes fueron considerados como
‘otros’. (Rothberg 2009: 5) En el apartado 3.1.1.1. profundizaremos en el análisis de
‘memoria multidireccional’.
Sin embargo, en nuestros textos primarios, encontramos una doble complicación en cuanto a
la relación de la identidad con el proceso memorial.
Por una parte, a causa de la emigración espacial de los antepasados de los tres protagonistas
de nuestros textos primarios, la identidad de los narradores se somete a un intenso proceso de
interrogación, que se manifiesta en una alternancia constante entre un sentimiento de
pertenencia a y alejamiento de su país de nacimiento o/y al país de sus ancestros. Por
consiguiente, en sus relatos, siempre están en busca de su propia identidad; una búsqueda que
se puede manifestar incluso en un sentimiento de desarraigo, como veremos más adelante.
Por otra parte, en cuanto al proceso memorial, los sujetos no tienen el privilegio de ser
testigos de los acontecimientos que rememoran, lo que nos lleva a la paradoja de la memoria,
tal como ha sido formulada por Primo Levi. Según este autor si bien la fuente más importante
para conocer la verdad sobre el Holocausto es la memoria de los supervivientes, muchos
supervivientes no quisieron testimoniar sobre este acontecimiento límite y permanecieron
callados, mientras que otros solo ofrecieron un testimonio tardío. (Levi en Pabón 2013: 38)
En efecto, en Poste Restante, Monasterio y Volverse Palestina, veremos que los abuelos no
revelan mucho sobre su pasado (infra). Este silencio de los familiares forma en gran parte el
motivo de los viajes que los nietos emprenden, puesto que quieren conocer la patria y la
historia de sus antepasados.
15
A continuación, destacaremos tanto la cuestión espacial como la cuestión generacional o
temporal en los textos primarios. Antes de que podamos investigar la memoria en Poste
Restante, Monasterio y Volverse Palestina, es imprescindible presentar un marco teórico de
por una parte las perspectivas de los primeros estudios de la memoria y por otra parte las
visiones actuales en la memoria. Primeramente, presentaremos la famosa teoría de Halbwachs
de la “memoria colectiva” y la de Pierre Nora de ‘les lieux de mémoire’. Luego,
introduciremos el concepto de ‘memoria transnacional’, tan importante para el análisis de
nuestros textos primarios, ya que se trata de memorias que exceden las fronteras de la nación:
los nietos rememoran la historia de sus antepasados, que vivieron en otro continente. En los
últimos cinco años, la producción de la memoria se ha convertido en creciente medida de un
proyecto nacional en un proyecto global, lo que ha dado lugar a un transnational turn.
(Alonso y Mandolessi 2015: 10) Una modalidad particular de esta memoria transnacional es
la que Rothberg, en su estudio Multidirectional Memory: Remembering the Holocaust in the
Age of Deconolization. (Rothberg 2009: S.P.) denomina ‘memoria multidireccional’.
Analizaremos ese tipo de memoria transnacional a través de algunos fragmentos de los tres
relatos de viaje. Después, destacamos la distancia generacional en el apartado de la
‘posmemoria’ y investigaremos algunas diferencias entre la segunda y la tercera generación
que rememora.
3.1.Evolucióndelamemorianacionalalamemoriatransnacional
Desde los primeros estudios de memoria hasta hoy en día, se han producido varios cambios de
perspectiva en cuanto a la memoria. Primeramente, discutiremos la evolución de la memoria
individual hacia una memoria colectiva o nacional, que comentó Halbwachs, el pionero de los
estudios de la memoria colectiva, en su obra Les cadres sociaux de la mémoire. Luego,
indagaremos en una evolución reciente que se observa en muchas manifestaciones
contemporáneas: la que transforma la memoria colectiva o nacional en una memoria
transnacional. (Craps 2014: 200) Esta evolución nos interesa particularmente porque es
pertinente para nuestra tesina, dado que, como tendremos ocasión de demostrar, en nuestros
tres textos primarios se encuentra una visión transnacional. Constataremos que estos dos
cambios de perspectiva de la memoria tienen la misma característica, es decir, en ambos casos
16
se trata de un traslado gradual. Más específicamente, la memoria es percibida en creciente
medida como un fenómeno dinámico, y deja de verse como un proceso estático. (Craps 2014:
200)
Hasta el inicio del siglo XIX, los filósofos pensaron que la memoria era una cualidad
exclusivamente individual, ya que recordar no era considerada como una acción colectiva,
sino algo que ocurría en la mente de un individuo, como resulta de nuestro sentido común.
(Olick en Erll 2008: 152) No obstante, en 1925, Halbwachs (1994) puso en tela de juicio este
carácter individual de la memoria, al afirmar en su obra les cadres sociaux de la mémoire que
es imposible tener recuerdos fijos y coherentes sin apelar a marcos sociales. En otras palabras,
pretendió que, aunque “cada individuo tiene sus propios recuerdos que son constitutivos de su
identidad y la coherencia personal en el tiempo”, “estos individuos están insertados en
contextos sociales, en redes de relaciones sociales, en grupos, instituciones, culturas, etc.”6.
Estos marcos sociales forman la memoria colectiva, que Halbwachs define como “la matriz
grupal dentro de la cual se ubican los recuerdos individuales”.7 Entonces, según Halbwachs,
no existe una memoria individual pre-cultural. No obstante, tampoco hay una memoria
colectiva que exista separada de memorias individuales. (Erll 2008: 5) Su ejemplo favorito del
entretejido de la memoria individual y la colectiva es la imposibilidad de estar seguro de un
recuerdo infantil. (Olick en Erll 2008: 155) En este caso, la familia puede ser ‘la matriz
grupal’ que ayuda a rememorar.
Más específicamente, Halbwachs defiende con su término ‘memoria colectiva’, término que
designa los recuerdos que destaca la sociedad en su conjunto, el carácter nacional de la
memoria, ya que según él, memoria, comunidad y proximidad geográfica son indisolubles.
(Mandolessi y Alonso 2015: 10) En otras palabras, opina que solo se puede recordar cuando
es posible recuperar la posición de los acontecimientos pasados en los marcos de la memoria
colectiva. (Jelin 2002: 3) De esto se puede concluir que esta evolución de una visión
6Como ha explicado la profesora Ilse Logie en la clase “bijzondere vraagstukken: hedendaagse Hispano-Amerikaanse literatuur” del 5 de octubre del 2017: “La literatura argentina posdictatorial”, en la diapositiva 7. 7De manera semejante, la profesora Logie de la Universidad de Gante ha discutido esto en la clase “bijzondere vraagstukken: hedendaagse Hispano-Amerikaanse literatuur” del 5 de octubre del 2017: “La literatura argentina posdictatorial”, en la diapositiva 8.
17
individual a una visión colectiva de la memoria es el primer paso hacia un carácter dinámico
de la memoria, ya que desde la publicación de Les cadres sociaux de la mémoire, ‘recordar’
se ha convertido en una acción colectiva, donde varios individuos intercambian recuerdos.
El interés que una pequeña comunidad de investigadores tuvo en la teoría de Halbwachs
disminuyó después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en los años ochenta, la
‘memoria colectiva’ se desarrolló en el mundo académico, político y en los medios de
comunicación. Durante este período, los ‘new cultural memory studies’ fueron un fenómeno
creciente en muchas disciplinas y en muchos países. (Erll 2008 : 9) Uno de los investigadores
más destacados de estos nuevos estudios de la memoria fue el historiador francés Pierre Nora
con su publicación de ‘les lieux de mémoire’. (Erll 2008: 9) Frecuentemente, se considera su
teoría de ‘lieux de mémoire’ como una expansión de la ‘memoria colectiva’ de Halbwachs, o
sea, a menudo, Halbwachs fue considerado como el precursor de Nora, puesto que ambos
investigadores subrayan el aspecto topográfico de la memoria colectiva. (Erll 2008: 8) Por
consiguiente, Nora coincide con Halbwachs en cuanto al carácter nacional de la memoria,
como observamos en su definición de Les lieux de mémoire:
A disparition rapide de notre mémoire nationale m’avait semblé appeler un inventaire des lieux où elle s’est électivement incarnée et qui, par la volonté des hommes ou le travail des siècles, en sont restés comme les plus éclatants symboles: fêtes, emblèmes, monuments et commémorations, mais aussi éloges, dictionnaires et musées. (Nora : 1984 : 15)
De esta explicación de los ‘lugares de memoria’ se desprende que, según Nora, la memoria se
relaciona estrechamente con la nación, puesto que el historiador refiere explícitamente a las
tradiciones (‘fêtes’), la cultura (‘musées’, ‘dictionnaires’) y la historia (‘monuments’,
‘commémoriations’) de una nación. Por consiguiente, en opinión de Nora, el holocausto es
un evento límite que se rememora únicamente por los judíos y los alemanes.
Sin embargo, durante los últimos diez años, la transformación más notable en cuanto a la
memoria ha sido la transformación de una memoria nacional, defendida por Halbwachs y más
tarde Nora, en una memoria global, o sea, una memoria ‘transnacional’. En su trabajo,
Mandolessi y Alonso (2015: 9) señalan que el término ‘memoria transnacional’ designa una
memoria “que trasciende las fronteras del estado-nación, una memoria que abandona esos
18
estrechos marcos que hasta ahora la contenían para situarse en el territorio mucho más difuso
y más inaprehensible de lo global”. Aleida Assmann coincide con Mandolessi y Alonso al
afirmar que, dado que en el presente estado de globalización nada se queda quieto, incluso los
estudios de memoria cambian. Por consiguiente, la investigadora utiliza el término ‘Memory
on the move’ para referir a memoria transnacional. (Assmann y Conrad 2010: 1-2) De manera
semejante, Astrid Erll propone con su teoría de ‘travelling memory’ que cada memoria tiene
que ‘viajar’ para sobrevivir. Declara que estos viajes consisten solamente en parte en un
movimiento a través de fronteras territoriales y sociales. En un nivel más fundamental,
‘travelling memory’ designa el intercambio de información entre la mente de individuos. (Erll
2011: 12)
Más específicamente, la memoria transnacional refiere a un grupo o un sujeto que se apropia
de una memoria que no pertenece a la historia de su grupo étnico. Además, este grupo o
sujeto puede hasta reconocer en ella un paralelismo con su propio ámbito. (Mandolessi y
Alonso 2015: 10) Conforme a esta teoría de Mandolessi y Alonso, Alison Landsberg subraya
asimismo este carácter transnacional de la memoria al pretender que las tecnologías de las
culturas de masa (como la televisión, el cine, fotos, museos etc.) permiten que cada individuo,
con indiferencia de raza, etnicidad y sexo pueda asimilar eventos históricos que ellos mismos
no han vivido directamente. Landsberg califica esta visión transnacional de ‘memoria
prostética’. (Craps 2014: 200) En esta memoria transnacional y prostética, el sujeto siente
entonces una afinidad afectiva por una historia que no es suya. El ejemplo más conocido de la
memoria transnacional es el Holocausto, ya que este evento clave del siglo XX trascendió el
marco de la memoria alemana y judía y se instaló en la memoria de todos los europeos e
incluso americanos, como veremos más adelante en el análisis de los tres relatos de regreso.
(Mandolessi y Alonso 2015: 11) Claramente, esta evolución hacia una visión transnacional de
la memoria implica asimismo un cambio de un carácter más estático (cf. la memoria
colectiva, que a su vez ya tiene un carácter más dinámico que la memoria individual) en un
carácter más dinámico, dado que ahora, la memoria ya no tiene límites topográficos y se
intercambia entre diferentes culturas o países. (Mandolessi y Alonso 2015: 11)
En el contexto de esta visión transnacional en la memoria, Rothberg (2010) escribió un
artículo que lleva por título “from lieux de mémoire to noeuds de mémoire”. En este estudio,
19
Rothberg acuñó otro término que se opone a la teoría de ‘les lieux de mémoire’, tal como ha
sido explicada por Pierre Nora (véanse arriba), es decir: ‘les noeuds de mémoire’ o ‘nudos de
memoria’. (Rothberg 2010: 7) En esta denominación, Rothberg deja entender su visión
transnacional de la memoria, como se observa en la cita siguiente:
A Project oriented around noeuds de mémoire […] makes no assumptions about the content of communities or their memories. Rather, it suggests that “knotted” in all places and acts of memory are rhizomatic networks of temporality and cultural reference that exceed attempts at territorialization (whether at the local or national level) and identitarian reduction. Performances of memory may well have territorializing or identity-forming effects, but those effects will always be contingent and open to resignification. (Rothberg 2010: 7)
El hecho de que Rothberg refiere en esta definición a ‘redes de memoria’ en vez de ‘lugares
de memoria’ (cf. Nora) nos lleva a su teoría de ‘memoria multidireccional’, que se considera
como un tipo de ‘memoria transnacional’. En el siguiente párrafo, expondremos esta teoría
por medio de algunos fragmentos concretos, sacados de los tres textos primarios.
Paralelamente con la tendencia transnacional de la memoria, se puede observar otra evolución
con respecto a la representación de la memoria, ya que se está dando un reordenamiento
ideológico y conceptual del pasado que Beatriz Sarlo denomina el ‘giro subjetivo’. (Sarlo
2005: 18) Más específicamente, se trata de un desvanecimiento de lo colectivo a favor de la
emergencia de mundos privados. (Sarlo 2005: 18) Aunque a primera vista, la memoria
multidireccional, que trata un pasado colectivo, y el giro subjetivo, que es una
individualización de la memoria, parecen incompatibles, constatamos que sí son compatibles,
dado que el giro subjetivo implica que los individuos establecen conexiones entre por una
parte sus pensamientos íntimos, o sea, subjetivos, y por otra parte diversos acontecimientos
históricos, que se relacionan con el aspecto colectivo de la memoria multidireccional. (Sarlo
2005: 18)
Hasta los años sesenta, los historiadores recurrieron únicamente al discurso público oficial y
quisieron transmitir una representación objetiva de los acontecimientos históricos. Por eso, el
recurso a la primera persona y a la experiencia propia pudo dar la impresión de que debilitó la
narración del pasado. (Sarlo 2005: 21) Al contrario, desde hace algunas décadas, la mirada de
muchos historiadores y científicos sociales inspirados por la etnografía se desplazó hasta “la
20
rememoración de la experiencia, la revaloración de la primera persona como punto de vista y
la reivindicación de una dimensión subjetiva”. (Sarlo 2005: 21) En este sentido, la identidad
de los sujetos ha vuelto a tomar el lugar en la narración. Este giro hacia los mundos privados
de los sujetos está marcado por lo que Chanan denomina una ‘tendencia al narcisismo’ de los
sujetos al “buscar retratar sus propias vidas y las de sus familiares”. (Ramirez 2010: 51) De
este modo, los sujetos establecen interconexiones entre la historia familiar, la historia nacional
y la historia global. En definitiva, entrelazan reflexiones personales sobre memoria e
identidad con la experiencia pública de acontecimientos históricos, o sea, buscan recurrir a las
“imbricaciones entre la experiencia y la historia” (Ramirez 2010: 51). Según Arfuch, la
autobiografía es la forma por excelencia de recuperación de la propia experiencia, ya que su
escritor refiere en primera persona a los acontecimientos vividos, lo que da lugar a una
dimensión subjetiva. (Rizo García 2004: 234) Más adelante, en el quinto capítulo de los
géneros de los tres textos primarios, profundizaremos en el género autobiográfico y
constataremos que existen otros géneros que representan este giro subjetivo.
Efectivamente, la memoria de los tres relatos de viaje se caracteriza por una parte por una
dimensión global y transnacional y por otra parte por un giro subjetivo. Dentro de las obras,
observamos tanto la interpretación literal como la interpretación figurada de ‘travelling
memory’. (Erll 2011: S.P.) Por un lado, ‘travelling memory’ se interpreta literalmente, ya que
tanto en Poste Restante, como en Monasterio y Volverse Palestina, los narradores narran un
doble viaje, es decir: el viaje de emigración de los antepasados a América Latina y el viaje de
regreso a la tierra de estos antepasados que los sujetos emprenden. En este sentido, la
memoria ‘viaja’ literalmente. Por otro lado, durante su trayectoria, Rimsky, Halfon y Meruane
rememoran la historia de sus antepasados (cf. el capítulo de la postmemoria), que se puede
considerar como memoria prostética ya que rememoran un pasado que no es suyo, y su propia
historia en América Latina (cf. infra en el capítulo de memoria multidireccional). De esta
manera, el viaje de la memoria es un viaje en sentido figurado. La memoria multidireccional
es un ejemplo de esta interpretación figurada de ‘travelling memory’. Luego, se encuentra un
giro subjetivo en Monasterio, Volverse Palestina y Poste Restante. En efecto, Halfon,
Meruane y Rimsky emprendieron un viaje para armar su genealogía, y sobre todo, para buscar
su propia identidad. En parte, la construcción de su identidad es remediada por el ejercicio de
la escritura de la obra, como veremos más adelante en el capítulo del género de las obras.
21
Tanto en Monasterio como en Volverse Palestina y Poste Restante, la línea de arranque son
siempre las reflexiones, las dudas y los sentimientos que tienen los sujetos cuando se
encuentran en la tierra de sus antepasados. Esta focalización en la propia vida de los sujetos y
la de sus antepasados se puede interpretar como una ‘tendencia al narcisismo’, tal como ha
sido interpretada por Chanan (véanse arriba). (Ramirez 2010: 51) De manera semejante, los
tres narradores saben establecer conexiones entre por una parte sus pensamientos íntimos y
por otra parte diversos acontecimientos históricos que han vivido sus antepasados. Por
ejemplo, en el caso de Monasterio, el lector conoce, a través de la memoria de Halfon que
rememora a su abuelo, la historia de los campos de concentración de la Segunda Guerra
Mundial (véanse abajo). (Halfon 2014: 33) Además, tanto Halfon como Meruane narran en
primera persona. (Halfon 2014) (Meruane 2014) Este punto de vista aún refuerza la afinidad
afectiva y la subjetividad en su obra. Al contrario, en Poste Restante, el narrador habla en
tercera persona. Es la razón por la que el giro subjetivo es menos explícito en la obra de
Rimsky. (Rimsky 2011)
3.1.1.Lamemoriamultidireccional
“What happens when different histories confront each other in the public sphere? Does the
remembrance of one history erase others from view?” (Rothberg 2009: 2) Esta pregunta guía
la innovación metodológica de la memoria que Rothberg propone, a saber: la ‘memoria
multidireccional’. Antes de analizar la memoria multidireccional en Poste Restante,
Monasterio y Volverse Palestina, presentamos una definición de este tipo de memoria:
Against the framework that understands collective memory as competitive memory- as a zero-sum struggle over scarce resources- I suggest that we consider memory as multidirectional: as subject to ongoing negotiation, cross-referencing, and borrowing; as productive and not privative. (Rothberg 2009: 3)
Claramente, la memoria multidireccional es una forma de memoria transnacional, ya que
también se opone a la memoria nacional, defendida por Nora. Rothberg define la memoria
colectiva como ‘memoria competidora’, dado que según los defensores de tal memoria
colectiva, la articulación del pasado se concibe como una lucha por el reconocimiento, donde
solamente hay ganadores y perdedores. (Rothberg 2009: 3) En otras palabras, esta lucha
22
implica que las memorias nacionales ‘compiten’ con otras memorias por su grado de
importancia, como si el reconocimiento de unas memorias fuera en detrimento de otras
memorias. (Alonso y Mandolessi 2015: 15) En cambio, en su estudio de la memoria
multidireccional, Rothberg propone que el reconocimiento de un grupo potencia, en lugar de
ocluir, el de otro. (Alonso y Mandolessi 2015: 15) En su estudio ‘Memory on the move’, a la
que hemos aludido más arriba, Aleida Assmann coincide con la innovación metodológica de
Rothberg al declarar que la memoria multidireccional es “el acto de ver similitudes donde
antes sólo se habían visto diferencias”. (Alonso y Mandolessi 2015: 15)
Como indica el título Multidirectional Memory. Remembering the Holocaust in the Age of
Decolonization, en opinión de Rothberg, el Holocausto es el ejemplo clave de memoria
multidireccional. (Rothberg 2009) Mientras que Nora interpreta el Holocausto como un
evento límite que sólo se puede ser rememorado por los judíos y los alemanas (cf. supra),
Rothberg concibe el Holocausto como un evento que ha trascendido el marco de la memoria
alemana y judía para convertirse en un hito de la memoria europea, americana e incluso
cosmopolita por dos razones pertinentes. (Rothberg 2009: 7) Primero, el Holocausto ha
activado la revelación de otras historias de victimización. Además, la memoria del Holocausto
ha emergido en relación con eventos que a primera vista no tenían nada en común, como por
ejemplo: la esclavitud y la colonización. (Rothberg 2009: 7) Según él, considerar el genocidio
Nazi como un evento único y separado, como lo hace Nora, es políticamente peligroso, puesto
que puede crear una jerarquía de sufrimiento. (Rothberg 2009: 9)
A continuación, analizaremos algunos fragmentos de ‘memoria multidireccional’, sacados de
nuestros textos primarios.
3.1.1.1.‘memoriamultidireccional’enPosteRestante,MonasterioyVolversePalestinaEn las historias de regreso, a saber: Poste Restante, Monasterio y Volverse Palestina, se
pueden encontrar dos tipos diferentes de memoria multidireccional. Primeramente,
discutiremos un pasaje de Poste Restante que es un ejemplo de memoria multidireccional
dentro del marco histórico-político de la obra, es decir: dentro de la historia del conflicto entre
Israel y Palestina. Luego, expondremos algunos ejemplos de memoria multidireccional,
23
tomados de los tres textos primarios, que se encuentran en un nivel más personal, o sea: más
individual.
En su artículo “De Gaza a Varsovia: hacia un mapa de la memoria multidireccional”,
Rothberg expone el concepto de ‘memoria multidireccional’ en un caso específico, a saber,
las apropiaciones de la memoria del Holocausto en el marco del conflicto palestino-israelí.
(Alonso y Mandolessi 2015: 15) En este estudio, Rothberg enfoca la polémica que surgió
después de que el profesor William Robinson de la Universidad de California envió un e-mail
a sus estudiantes en el que declaraba que ‘Gaza es la Varsovia Israelí’. Además, Robinson
yuxtapuso imágenes de la persecución nazi de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial
con imágenes de la opresión israelí. (Alonso y Mandolessi 2015: 24) Con su declaración
‘Gaza es la Varsovia Israelí’, Robinson quiere decir implícitamente que los hijos y los nietos
de los sobrevivientes del Holocausto están haciendo a los niños palestinos lo mismo que a
ellos les hicieron los nazis. (Alonso y Mandolessi 2015: 34) Rothberg afirma que el gueto de
Varsovia siempre ha sido un enclave de memoria que circuló en relación con Palestina-Israel.
(Alonso y Mandolessi 2015: 31) El autor se focaliza sobre todo en la participación del
profesor en la tradición de la memoria multidireccional de Varsovia y no se mezcla en la
polémica. (Alonso y Mandolessi 2015: 31) Sin embargo, Rothberg subraya que nunca se
pueden considerar dos historias como totalmente iguales, ya que siempre tienen rasgos
distintos, en otras palabras, el presente no puede perder su potencial como un ‘locus de
novedad’. (Alonso y Mandolessi 2015: 45)
La cita siguiente, sacada de Volverse Palestina, es un ejemplo de memoria multidireccional,
similar al contenido del correo de Robinson:
Esta es también la zona donde se despliegan las pintadas que pronto nos señalan. Pintadas legibles para nosotros, los seudo turistas, que compartimos el inglés como lengua franca. En los territorios ocupados, dice Anne, esa lengua extranjera es lo único que todos, nosotros y ellos, tenemos en común. Nos detenemos ante uno, y yo leo, perpleja como todos, la línea anotada por sobrevivientes-del-holocausto o por sus hijos o sus nietos: ‘árabes a las cámaras de gas’. (Meruane 2014: 98)
24
En este pasaje, Meruane, el personaje principal de Volverse Palestina, está visitando Hebrón,
que se sitúa en Palestina. En una calle de esta ciudad, ve pintada la frase ‘Árabes a las
cámaras de gas’, que es un ejemplo de memoria multidireccional, puesto que los israelíes, o
sea, los hijos o nietos de los sobrevivientes del Holocausto, hacen referencia al tratamiento
que, durante la Segunda Guerra Mundial, dieron los nazis a los judíos y aclaran con esta frase
que quieren tratar a los palestinos de la misma manera. Rothberg consideraría esta declaración
como un ejemplo de memoria multidireccional, ya que el reconocimiento de las víctimas del
Holocausto potencia el reconocimiento de las víctimas palestinas.
De manera semejante, en Volvernos Otros, la segunda parte de Volverse Palestina, se
encuentra un ejemplo de memoria multidireccional similar al fragmento citado arriba:
Cuando los carromatos de la leche se acercaban en las madrugadas del Bronx de los años veinte, la madre empezaba a temblar: el castañeteo de las herraduras la llevaba de vuelta al miedo, y al duro silencio que caía después dentro de la noche rusa. Los vecinos no encendían ni una vela, se negaban a asomarse por las ventanas y atestiguar la violencia. […] El silencio pesaba sobre ellos entonces como pesa ahora en las calles de Hebrón: un silencio que no es el reverso del ruido sino un hilo sutil que atraviesa diversas formas de exterminio. Pero pienso, enseguida imaginando otra escena, que tampoco se prendieron las luces cuando comenzaron los ataques a los guetos alemanes. Nadie se opuso a los campos de concentración por los que paso mi otra vieja vecina, de niña. (Meruane 2014: 118-119)
En esta cita sacada de Volvernos Otros, se observa una doble referencia multidireccional.
Primero, a causa del recuerdo de la vecina de la protagonista al silencio en las calles durante
la diáspora judía en Rusia, Meruane piensa en un silencio similar en las calles de Hebrón en
Palestina durante los ataques israelís. De forma semejante, la narradora vincula estos silencios
en las calles palestinas con la situación en las casas judías cuando comenzaron los ataques de
los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego, el tipo de memoria multidireccional más interesante para esta tesina es la que surge a
través de la comparación que los sujetos hacen entre el país por el que viajan y su propio país
de nacimiento. Los escritores hasta tienen un afán comparativo puesto que encontrar
25
semejanzas y diferencias entre su país de nacimiento y un país desconocido, o que sólo
conocen de manera vicaria, forma parte de la construcción de su identidad.
Sin embargo, podemos constatar una diferencia entre la actitud comparativa de por un lado
Rimsky y Meruane, las protagonistas de Poste Restante y Volverse Palestina , y por otro lado
Halfon, el personaje principal de Monasterio.
Llama la atención que Rimsky y Meruane a veces subrayan similitudes entre Chile, en ambos
casos su país de nacimiento, y el destino de sus viajes, como constatamos en las citas
siguientes:
Después de darme un par de vueltas descubro la zona apartada que se le reserva en cada aeropuerto del mundo a la línea aérea El Al. Pronto detecto a los agentes de la seguridad israelí, son idénticos a los tiras de la dictadura chilena. Los mismos anteojos oscuros de marco metálico, el mismo corte de pelo militar, el mismo modo tirante. El rostro seco. (Meruane 2014: 59)
Los habitantes de Tel Aviv comparan su ciudad con Nueva York, más se parece al Santiago de los años setenta. (Rimsky 2011: 29)
En realidad, tanto Rimsky como Meruane comparan el destino de su viaje, respectivamente
Tel Aviv y Londres, con la dictadura chilena. Mientras que Meruane compara la policía israelí
a la policía de Pinochet, Rimsky compara la ciudad israelí Tel Aviv a Santiago de Chile
durante los años setenta, o sea, durante la dictadura de Pinochet. En ambos casos, la dictadura
chilena forma parte de su propio pasado, puesto que las escritoras nacieron en Chile. Sin
embargo, Rimsky, que tenía once años cuando Pinochet perpetró el golpe de estado de 1973,
y sobre todo Meruane, que solamente tenía tres años, no tienen tantos recuerdos propios de
ese período horrible. Por consiguiente, sobre todo en el caso de Meruane, la memoria de la
dictadura chilena será en gran parte una memoria mediada y construida a través de los
recuerdos que contaron sus padres y sus abuelos (véanse abajo en el capítulo sobre la
postmemoria). Aunque la dictadura chilena y el conflicto en Gaza tienen rasgos distintos, la
comparación de los dos conflictos se instala en la teoría de la memoria multidireccional, ya
que el reconocimiento de la represión en Chile potencia el reconocimiento de la represión
israelí, y por consiguiente, de las víctimas palestinas.
26
Como acabamos de demostrar, Rimsky y Meruane tienden a buscar analogías entre el país de
estancia y su país de nacimiento, a saber, Chile. No solamente hacen referencia a
acontecimientos que encajan dentro de la teoría de memoria multidireccional, sino que
también encuentran semejanzas más banales o superficiales, muchas veces en relación con la
vida cotidiana, como por ejemplo con la comida:
La lluvia escampa, salgo de la fuente de soda, creo reconocer una esquina, un número de tranvía que no es, un mercado. La espesura de la crema ácida, el olor a la leche cortada al sol que mi abuela destilaba en una media para conseguir ricota, las espinas de las anchoas que extirpaba bajo el agua de la llave clavándose los dedos, el largo mesón de verduras en conserva: berenjenas, repollos, zanahorias, pepinillos. (Rimsky 2011: 135)
De esta cita se desprende que, gracias al olor en el mercado de Podil, un barrio en Kiev,
Rimsky recuerda a su abuela y sus costumbres en la cocina, cuando vivieron juntas en Chile.
En cambio, en Monasterio, casi no observamos ese tipo de comparaciones entre el país de
estancia (Tel Aviv), y el país de nacimiento (Guatemala) o el país donde el personaje
principal vive actualmente (los Estados Unidos). Nos llamó la atención que el personaje, en
vez de buscar semejanzas, enfatiza todo el tiempo el malestar, el distanciamiento que siente
cuando llega a Tel Aviv, como ya se destaca en las primeras páginas de la obra:
Mi hermano me miraba con los ojos muy abiertos mientras movía la cabeza. Quizás pensando: linda bienvenida. O quizás pensando: a dónde mierdas nos han traído. Alcé los hombros. Qué más podía decirle. (Halfon 2014: 18; énfasis añadido)
Este pasaje muestra que Halfon no se siente cómodo en Tel Aviv. El motivo de su viaje ya
explica parte de este malestar. Mientras que Rimsky y Meruane emprendieron el viaje
voluntariamente a causa de un sentimiento de curiosidad en cuanto al pasado de sus ancestros,
el viaje de Halfon es involuntario, es decir, el narrador va a Israel puesto que tiene la
obligación de estar presente en la boda de su hermana. Analizaremos esta diferencia entre los
motivos del viaje de los sujetos en el quinto capítulo donde reflexionamos sobre los textos
primarios como relatos de viaje. No obstante, la causa más importante de su incomodidad es
27
su rechazo de la religión principal de Israel, a saber, el judaísmo ultraortodoxo. Halfon recurre
incluso a la ironía para expresar su incomodidad, como se observa en la conversación
siguiente: “De pronto me gritó en un inglés aceptable que de dónde era. Le dije que de
Guatemala […] ¿Pero judío?, me gritó en un tono casi insolente. Sonreí y le dije que a veces.
¿Cómo así a veces? […] Me dio pereza explicarle una broma tan mala.” (Halfon 2014: 26)
De esta forma, el protagonista no solamente rechaza la decisión de su hermana de casarse con
un judío ultraortodoxo, sino también la religión de sus antepasados, puesto que tres de los
cuatro abuelos fueron judíos. Efectivamente, muchísimos fragmentos de Monasterio giran en
torno a este rechazo, como la cita siguiente:
Al rato llegué a unas gradas que descendían hacia una plaza enorme, bulliciosa, llena de gente congregada en una esquina. Reconocí el Muro de los Lamentos. El Kotel, en hebreo. […] Encendí un cigarro. Mientras fumaba, traté de recordar la historia de ese pedazo de muro tan solemne y tan bíblico, de ese último vestigio del templo de los judíos, de mis antepasados. Sólo pude recordar la canción de The Cure. […] Me acerqué. Estiré una mano con discreción, con cautela, como si estuviese haciendo algo prohibido, y lo toqué. Quería sentir algo, lo que fuera, cualquier cosa. No sentí más que piedra. (Halfon 2014: 31-33; énfasis añadido)
En este pasaje Halfon tiene más bien un sentimiento de indiferencia hacia el judaísmo. Por un
lado, no se interesa por la historia del Muro de los Lamentos ya que le pareció más interesante
escribir sobre la canción en la que piensa. Por otro lado, al tocar el muro, no siente nada,
aunque se reproducen alrededor de él escenas típicas del judaísmo: contempla judíos con
largos camisones y trajes negros, ve a personas rezando en voz alta, otras en silencio, otras
mientras que se hamaqueaban. Además hay personas metiendo papeles doblados entre las
grietas del muro. (Halfon 2014: 32) Sin embargo, incluso cuando contempla todas estas
tradiciones judías, queda indiferente con respecto a esta religión. El lector puede hasta
observar un aburrimiento del personaje principal cuando este se encuentra delante del muro.
Sin embargo, aunque no siente una afinidad religiosa por el judaísmo, su visita al muro de Tel
Aviv le trae a la memoria su visita a otro muro, es decir, el del gueto de Varsovia, como se
desprende de la cita siguiente: “En otro viaje, a otra ciudad, disfrazado en un femenino gabán
color rosa, también toqué el último vestigio de lo que fue el muro del gueto de Varsovia.”
28
(Halfon 2014: 33) En este sentido, aunque el protagonista no logra identificarse con lo judío,
sí tiene una afinidad afectiva con esta religión puesto que le recuerda el país de nacimiento de
su abuelo que es asimismo el lugar donde su abuelo ha sufrido en los campos de
concentración. Claramente, este vínculo entre Israel y Polonia es un ejemplo de memoria
transnacional, y aún más, de memoria multidireccional, similar al fragmento de Volverse
Palestina que hemos analizado arriba, puesto que se trata de nuevo de una comparación entre
el conflicto en Gaza y la situación en los campos de concentración. Se puede concluir que, si
bien Halfon no quiere buscar semejanzas entre su país de nacimiento e Israel, tal como
Rimsky y Meruane lo hacen todo el tiempo, sí vincula el destino de su viaje con el país de
nacimiento de su abuelo.
Se puede considerar ese ejemplo de memoria multidireccional como un momento clave en la
obra, ya que es una de las primeras referencias al punto neurálgico del libro alrededor del cual
giran las tres obras del proyecto de Halfon (es decir: sus tres obras que forman un conjunto
dado que tratan el mismo tema: La Pirueta, El Boxeador Polaco y Monasterio, véanse la nota
de pie 5), a saber, la historia del abuelo judío en los campos de concentración. En definitiva,
El Boxeador Polaco contiene el testimonio de sus experiencias en Auschwitz a la que Halfon
refiere frecuentemente en Monasterio. Intentaremos resumir el punto de partida del testimonio
en las líneas que siguen. El abuelo del protagonista llevaba tatuado en su brazo el número
69752, que era su número de prisionero de Auschwitz. Cuando el personaje principal
preguntó qué era ese número, su abuelo le dijo que es su número de teléfono. Sin embargo,
Halfon no tardó mucho en enterarse de que fue una mentira. (Halfon 2014: 80) El personaje
se dio cuenta de que esta mentira era una manera de insinuar que su abuelo no quería hablar
de su pasado. No obstante, en el momento que el abuelo siente la cercanía de su muerte, toma
la decisión de contar la verdad con respecto al número tatuado. (Halfon 2014: 80)
Monasterio contiene recuerdos tanto de la generación de los abuelos como del propio
personaje principal. Por una parte, los recuerdos que el propio personaje principal evoca
tratan el momento en que su abuelo muere. Estas evocaciones de la memoria individual de
Halfon se alternan con recuerdos mediados y construidos, es decir, recuerdos a la guerra que
el abuelo contó a su nieto, como por ejemplo:
29
Mi abuelo había sido capturado por soldados de la Gestapo frente a su casa de Lódź, en noviembre del 39, mientras él y sus amigos y su novia jugaban una partida de dominó. Tenía dieciséis años. Pasaría el resto de la guerra-los próximos seis años-como prisionero en varios campos de concentración, incluido Sachsenhausen, incluido Neuengamme, incluido Buna Werke, incluido Auschwitz, donde le salvó la vida un boxeador polaco, entrenándolo a pelear no con los puños, sino con palabras. (Halfon 2014: 107)
Obviamente, esta cita no puede ser un recuerdo del propio Halfon, sino que trata de un
testimonio del abuelo que Halfon reproduce en su obra. Marianne Hirsch definiría esta
memoria como ‘postmemoria’, término que designa la memoria de la generación que nació
después de los acontecimientos traumáticos (en este caso: la Segunda Guerra Mundial).
(Hirsch 2008: 103) En el siguiente capítulo, volveremos sobre esta noción de postmemoria.
La atención que Halfon presta a la historia de su abuelo demuestra que lo judío sí es
importante para el protagonista en la medida en que se relaciona estrechamente con el pasado
de su abuelo, y por eso, asimismo con su propio pasado, como Halfon declara en Monasterio:
“[…] mi abuelo me escribió su dirección completa en un pequeño papel amarillo […] Allí, en
ese doblado papel amarillo […] estaban los ejes de la historia de mi abuelo, una historia que,
de algún modo, también era la mía. Al final, nuestra historia es nuestro único patrimonio”.
(Halfon 2014: 108-109) El protagonista va aún más lejos en su obsesión por el pasado de su
abuelo judío, ya que en Monasterio, los recuerdos al/del abuelo se alternan con recuerdos al
viaje a Varsovia y Auschwitz que él mismo emprendió para visitar el Bloque Once de
Auschwitz, donde había estado preso su abuelo. Sin embargo, al llegar al aeropuerto de
Varsovia, tiene un sentimiento de rechazo, similar al que sintió en el aeropuerto de Tel Aviv (
véanse más arriba) :
Estaba mal abrigado, o apenas abrigado con aquel gabán color rosa, y tal vez recordando que no hay soledad más profunda que ver a todos los demás pasajeros marchándose felices del aeropuerto, y ser el único allí parado, frente a un carrusel que da vueltas ya sin ninguna maleta, recién llegado a un país tan ajeno y frívolo y sintiendo una desnudez que nada tiene que ver con ropa, con esa ropa que ahora-histriónico peatón rosado en una ciudad abismalmente gris-yo extrañaba y añoraba y que seguía perdida por algún rincón del mundo. (Halfon 2014: 105-106; énfasis añadido)
30
En esta cita, Halfon aclara el sentimiento que tiene cuando llega a Polonia a través de una
metáfora de colores. Más específicamente, contrasta su ropa de color rosa con su
representación de Varsovia como una ciudad gris, para mostrar que se siente diferente y hasta
incómodo en esta ciudad.
Este pasaje confirma que, aunque Halfon tiene un vínculo afectivo con lo judío a causa de su
historia familiar, no tiene una afinidad religiosa. Efectivamente, muchas escenas de
Monasterio giran en torno a este contraste, como la siguiente:
Entraron dos viejos en sacos negros, corbatas negras y expresiones negras. Dos amigos de mi abuelo, supuse. No los reconocí pero aparentemente ellos sí me conocían y se acercaron y ambos me dijeron que lo sentían mucho, que Don Leon había sido un gran hombre, un gran judío, un gran sobreviviente. […] Pensé en decirles a los dos viejos que se equivocaban, que ante todo mi abuelo había sido un gran bebedor de whisky, un experto bebedor de whisky. (Halfon 2014: 87; énfasis añadido)
Desprendemos de esta cita que el protagonista no quiere recordar a su abuelo como un
sobreviviente judío de la guerra, sino que recuerda sobre todo un rasgo más personal, a saber,
su cualidad de beber mucho whisky. De nuevo, esta cita es una confirmación de que Halfon
no tiene un vínculo religioso, sino solamente una afinidad afectiva con el judaísmo.
3.2.Lamemoriatransgeneracional:laposmemoria
Mientras que en el capítulo anterior hemos analizado la presencia de la memoria transnacional
en las tres fuentes primarias, en este capítulo nos focalizaremos en el aspecto temporal de la
memoria tal como se plasma en Monasterio, Volverse Palestina y Poste Restante. Como ha
mencionado Rushdie (1992: 12) en el epígrafe que figura como encabezamiento de esta
tesina, “The past is a country from which we have all emigrated, […] its loss is part of our
common humanity”. Sin embargo, aunque Rushdie pretende que la pérdida del pasado forma
parte de la humanidad, los personajes principales de nuestros relatos quieren evitar esta
pérdida, al recuperar a través de testimonios, fotografías, relatos, viajes etc. el pasado de sus
ancestros, y, de esta manera, asimismo su propio pasado. En relación con esta obsesión por el
pasado de los (bis)abuelos, introducimos el neologismo anglosajón ‘postmemory’,
31
desarrollado por la investigadora estadounidense Marianne Hirsch (2002) en el contexto del
Holocausto. Este concepto es un “modo de dar cuenta de la pervivencia de los eventos
traumáticos del Holocausto en los hijos de sobrevivientes nacidos en la diáspora”. (Logie
2017: 2) Hirsch define la postmemoria de manera siguiente:
Postmemory characterizes the experience of those who grow up dominated by narratives that preceded their birth, whose own belated stories are evacuated by the stories of the previous generation shaped by traumatic events that can be neither understood nor recreated. (Hirsch 2002: 22)
De esta definición de Hirsch, se desprende que la postmemoria es un tipo de memoria
transgeneracional, dado que implica una estructura de transmisión entre generaciones. Más
específicamente, en el contexto del Holocausto, se trata de la transmisión de recuerdos de los
sobrevivientes del Holocausto (cf. la primera generación) a sus hijos (la segunda generación).
No obstante, la académica estadounidense asume que, aunque usa el Holocausto como el
marco histórico de la postmemoria, su análisis se habría universalizado y sería relevante para
numerosos otros contextos de transferencia traumática, como la esclavitud en América, la
Guerra de Vietnam, el apartheid sudafricano, el comunismo en Europa del Este, etc. (véanse
en el análisis de los textos primarios). (Ciancio 2015: 505)
Con su estudio de la postmemoria, Hirsch se opone a la retórica de la singularidad que
caracteriza muchos estudios del Holocausto. Asimismo, subraya la necesidad de un
pensamiento comparativo que no establece jerarquías de sufrimiento, sino que busca puntos
de conexión entre diferentes acontecimientos históricos. (Logie 2017: 5) De esta manera, la
postmemoria comparte características con la memoria multidireccional; otro tipo de memoria
que busca similitudes entre eventos históricos que son a primera vista totalmente diferentes
(como hemos visto en el capítulo anterior). (Logie 2017: 5) En este sentido, Rothberg
pretende que la postmemoria es una versión particular de las diferentes direcciones de la
memoria, ya que la introducción tardía de recuerdos inestables a través de testimonios, relatos
y imágenes, conduce a la yuxtaposición de una memoria particular con otros imaginarios
históricos. (Rothberg 2009: 271)
32
Puesto que la postmemoria designa la memoria de la segunda generación que no ha vivido en
carne propia los eventos traumáticos, no puede ser sino una memoria indirecta e
hipermediada. Sin embargo, esta generación sí tiene una conexión profunda y emotiva con el
evento traumático. 8 Esta segunda generación sólo conoce lo que ocurrió a través de
testimonios de sobrevivientes, diarios, imágenes y comportamientos. (Hirsch 2002: 22) Sin
embargo, la transmisión de la memoria a través de relatos y testimonios orales resulta a veces
problemática, dado que este tipo de memoria se caracteriza, como afirma Aleida Assmann,
por inseguridades, olvidos y silencios de la primera generación de sobrevivientes:
The dynamics of individual memory consists in a perpetual interaction between remembering and forgetting. In order to remember some things, other things must be forgotten. Our memory is highly selective. Memory capacity is limited by neural and cultural constraints such as focus and bias. It is also limited by psychological pressures, with the effect that painful or incongruent memories are hidden, displaced, overwritten, and possibly effaced. (Assmann en Erll 2008: 97)
Se desprende de esta cita que la capacidad de la memoria de la primera generación es limitada
por dos razones principales. Por una parte, los sobrevivientes sufren amnesia debido a la
distancia temporal entre los eventos traumáticos y sus testimonios. Además, en nuestros
textos primarios, Meruane, Rimsky y Halfon forman parte de la tercera generación que
rememora (véanse el párrafo siguiente). Por consiguiente, las lagunas de la memoria a causa
de la distancia temporal son aún más grandes que en el caso de la postmemoria de la segunda
generación. Por otra parte, se encuentran huecos en la memoria de los sobrevivientes a causa
de un mecanismo de censura, ya que trata de eventos traumáticos. En este sentido, los
sobrevivientes destierran los recuerdos de su memoria con el objetivo de reprimir la historia
horrible. Para llenar estas lagunas, la segunda (o tercera) generación recurre frecuentemente a
su imaginación o al género de la ficción. (Quílez Esteve 2014: 69) Aparte de que la segunda
generación borra las fronteras entre la realidad y la ficción en sus obras, la narrativa
posmemorialística se caracteriza por la fragmentación, la ambivalencia, la autorreflexividad,
la subjetividad y la ironía (cf. infra). (Quílez Esteve 2014: 69)
8Como ha explicado la profesora Ilse Logie en la clase “bijzondere vraagstukken: hedendaagse Hispano-Amerikaanse literatuur” del 19 de octubre del 2017: “Más allá del paradigma la memoria: la posmemoria”, en la diapositiva 6 .
33
3.2.1.segundageneraciónvs.tercerageneraciónConviene destacar la diferencia generacional entre por un lado la definición de ‘postmemoria’
que Hirsch propone, y por otro, la generación que rememora en los tres relatos de regreso.
Más específicamente, mientras que el concepto de ‘postmemoria’, propuesto por Hirsch,
describe la posición de la segunda generación, Halfon, Meruane y Rimsky son tres escritores
que forman parte de la tercera generación. No rememoran el pasado de sus padres sino el de
sus abuelos: Halfon rememora a su abuelo judío, un sobreviviente del Holocausto, Meruane
evoca el pasado de sus abuelos que vivieron en Palestina (antes del conflicto en Gaza) y
Rimsky quiere descubrir el pasado de sus (bis)abuelos, y sobre todo las tierras donde vivieron
antes de que emigraron a Chile. En muchos aspectos, la tercera generación es una
continuación de la segunda donde las características de esta última aflojan gradualmente. (De
Grom y Codde 2011: 16) Debido a la proximidad temporal, todavía no existe mucha
investigación en cuanto a la narrativa de la tercera generación. No obstante, algunos críticos
han observado ciertas características que son típicas de esta generación. En lo que sigue,
presentaremos las dos características más pertinentes para nuestros textos primarios. En los
capítulos siguientes, verificaremos en qué relatos estas características son presentes.
La primera característica que tipifica la tercera generación es la enorme mediación de la
memoria que hereda. (Codde 2010: 6) En realidad, la memoria de la segunda generación es
asimismo una memoria mediada, ya que esta generación tampoco ha vivido los eventos
traumáticos en carne propia. Sin embargo, la mediación de la tercera generación es aún más
grande, dado que los testigos de los eventos traumáticos están desapareciendo. Por
consiguiente, se considera a esta segunda generación como los testigos de documentos
escritos y visuales. (Codde 2010: 6) Entonces, resulta mucho más difícil para la segunda
generación captar lo que tuvo lugar en la época de los abuelos. Por eso, la tercera generación
recurre, aún más frecuentemente que la segunda, a la imaginación para llenar los grandes
huecos en su memoria. Con respecto a esta falta de recuerdos, referimos al término
‘transferred loss’, planteado por Hoffman: ‘transferred loss’, more than transferred memory,
is what children of survivors inherit’. (Hoffman in Bigsby 2006: 89) En esta cita, Hoffman
refiere específicamente a la segunda generación. No obstante, queda claro que esta pérdida
34
transmitida es aún más característica para la tercera generación. En el análisis de los tres
relatos de regreso, demostraremos que efectivamente, en los tres casos, la pérdida transmitida
es más grande que la memoria transmitida, ya que ni la primera, ni la segunda generación
reveló mucho en cuanto a su pasado.
La pérdida transmitida es sobre todo presente en Poste Restante, puesto que el narrador señala
en cuanto a la vida de la protagonista que “su historia familiar siempre fue una pregunta por el
olvido más que una certeza de la cual asirse”. (Rimsky 2011: 13) Sin embargo, en Monasterio
se observa asimismo una pérdida de recuerdos, ya que el abuelo del protagonista esperó hasta
el final de su vida para testimoniar. (Halfon 2014) Por último, en Volverse Palestina, la
mediación de la memoria es enorme, ya que no la primera sino la segunda generación
testimonia sobre el pasado de sus abuelos. (Meruane 2014) Se aborda la gran mediación y la
medida en la que esta pérdida transmitida se manifiesta en los tres relatos, al analizar
profundamente el testimonio o el silencio de cada generación.
Otra característica de la narrativa de la tercera generación es el modo en que la búsqueda del
pasado perdido se refleja en la forma de la obra. (De Grom y Codde 2011: 20) Más
específicamente, las novelas escritas por la tercera generación que tratan la búsqueda de un
pasado perdido, se caracterizan a menudo por diferentes manifestaciones de un vacío en la
forma de la obra, por ejemplo: faltan palabras en las frases, hay páginas que no están
completas, faltan escenas en la historia, etc.. (De Grom y Codde 2011: 20) Ese pasado
desconocido se manifiesta asimismo en la(s) lengua(s) que el escritor utiliza: se insertan a
veces errores gramaticales o palabras que son desconocidas para el escritor (en el caso de una
autobiografía) o el personaje principal en la narrativa de esta tercera generación. (De Grom y
Codde 2011: 20) En el capítulo siguiente, que trata la forma en que se evoca la identidad
palimpsesto de los sujetos, verificaremos en qué relatos observamos ese vacío formal, que
refleja la búsqueda del pasado (y por eso, de la identidad) de los sujetos.
35
4.LaformaenqueseevocalaidentidadpalimpestoMientras que en el capítulo anterior, hemos discutido los diferentes tipos de memoria en los
tres textos primarios a través de la crítica existente, en este capítulo, se abordará la
manifestación concreta del pasado y de la búsqueda de la historia familiar en Monasterio,
Volverse Palestina y Poste Restante. Más específicamente, nos parece interesante destacar
qué generación evoca el pasado, puesto que en cada relato, otra generación provee los
recuerdos de la vida de los abuelos, como veremos más adelante. Por eso, trataremos la
primera, la segunda y la tercera generación en tres apartados separados. No solamente
discutiremos las tres generaciones dentro de los relatos, sino también las inseguridades, dudas
y los olvidos o silencios que se insertan en la memoria de cada generación. Como hemos visto
en la introducción, aparte de la identidad que los sujetos mismos han forjado en su país de
nacimiento (cf. infra), la identidad de los sujetos se compone del legado de la transmisión
transgeneracional, o sea, la identidad heredada de sus familiares. Hemos nombrado estas dos
capas de la identidad; la ‘identidad palimpsesto’. Sin embargo, constataremos en este capítulo
que, a causa de esas inestabilidades de la memoria, resulta a menudo complicado para los
personajes principales conocer en qué consiste su legado fruto de la transmisión
transgeneracional.
4.1.Elpapeldelaprimerageneración:¿testimonioosilencio?
Como hemos discutido en el capítulo anterior, en Poste Restante, Monasterio y Volverse
Palestina, los personajes principales no son los testigos de los acontecimientos que
rememoran, sino los nietos de los testigos oculares, lo que nos lleva a la paradoja de la
memoria tal como ha sido formulada por Primo Levi. Ya hemos introducido esta paradoja en
el capítulo anterior; según Levi, si bien la fuente más importante para conocer la verdad del
Holocausto es la memoria de los supervivientes, muchos supervivientes no quisieron
testimoniar sobre este acontecimiento límite y permanecieron callados, mientras que otros
solo ofrecieron un testimonio tardío. (Levi en Pabón 2013: 38) Levi mismo fue un
superviviente del Holocausto que no quedó callado: escribió sus recuerdos de los campos de
concentración inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.
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Monasterio es el relato en que se observa más fácilmente la paradoja en cuanto a la memoria
de los testigos oculares. Halfon incluso refiere en Monasterio a Primo Levi que definió esta
paradoja:
Y pensé en el número tatuado en el antebrazo de mi abuelo, 69752, número verde y gastado que de niños nos decía era su número de teléfono, y sonreía, y que lo tenía tatuado allí para no olvidarlo. […] Y pensé en Primo Levi, en el número tatuado en el antebrazo de Primo Levi, 174517, y en cómo, mientras mi abuelo evitaba su número, y lo escondía, y hacia bromas con él para no reconocerlo, y mientras la señora Kornreich se arrancaba el suyo, Primo Levi dejó órdenes de que su número quedara inscrito en su tumba. (Halfon 2014: 81)
Esta cita revela perfectamente la diferencia entre por una parte el abuelo del protagonista y
por otra parte Primo Levi, dos supervivientes del Holocausto: mientras que Levi ofreció un
testimonio del Holocausto en los años inmediatamente después de la Segunda Guerra
Mundial, el abuelo silenció durante mucho tiempo lo que pasó durante aquel período, a causa
del trauma que sufrió. De manera semejante, el abuelo mintió acerca del número de la cárcel
en su brazo ya que dijo a su nieto que fue su número de teléfono. Esta mentira muestra muy
bien que el abuelo no aceptó su pasado y que quiso borrar ese período de su vida. La cita
siguiente confirma su represión de esta parte de su historia: “Mi abuelo salió de Polonia en el
45, y jamás quiso regresar, jamás volvió a pronunciar una sola palabra en polaco.” (Halfon
2014: 107). Al contrario, Levi no ignoró su pasado y hasta exigió que su número de su cárcel
quedara inscrito en su tumba. (Halfon 2014: 81) En este sentido, Levi, contrariamente al
abuelo de Halfon, consideró el Holocausto como parte intrínseca de su identidad.
Sin embargo, El boxeador polaco (Halfon 2008), otra obra de Halfon que trata la historia del
abuelo del protagonista, contiene el testimonio tardío del abuelo sobre sus experiencias en
Auschwitz, al que Halfon refiere frecuentemente en Monasterio. La cita siguiente contiene las
primeras palabras del testimonio del abuelo, que ofreció diez años antes de su muerte:
37
Fue en Auschwitz. Al principio no estaba seguro de haberlo escuchado. Subí la mirada. Él estaba tapándose el número con la mano derecha. Llovizna ronroneaba sobre las tejas. Esto, dijo frotándose suave el antebrazo. Fue en Auschwitz, dijo. Fue con el boxeador, dijo sin mirarme y sin emoción alguna y empleando un acento que ya no era el suyo. Me hubiese gustado preguntarle qué sintió cuando finalmente, tras casi sesenta años de silencio, dijo algo verídico sobre el origen de ese número. Preguntarle por qué me lo había dicho a mí. Preguntarle si soltar palabras almacenadas durante tanto tiempo provoca algún efecto liberador. Preguntarle si palabras almacenadas durante tanto tiempo tienen el mismo saborcillo al deslizarse ásperas sobre la lengua. (Afanador 2009: 91)
Después de este fragmento, sigue el testimonio del abuelo. De manera semejante, en
Monasterio, observamos que finalmente, algunas semanas antes de su muerte, el abuelo
incluso dio la dirección de su casa en Lodź, donde fue separado de su familia por los nazis:
Y entonces cada vez que yo le comentaba que quería viajar a Polonia, que quería conocer Lodź, mi abuelo se reía en burla, o se ponía de pie y se marchaba enfurecido, o escupía un par de insultos dirigidos a mi o quizás a la totalidad del pueblo polaco. Pero unas semanas antes de que muriera, ya débil y hasta delirando, […] , mi abuelo me escribió su dirección completa en un pequeño papel amarillo […] Como un pequeño testimonio amarillo. O como un pequeño mapa del tesoro familiar. O como una pequeña herencia a un nieto. (Halfon 2014: 108)
Se desprende de este fragmento que al final de su vida, el abuelo se dio cuenta de que tuvo
que testimoniar para que ese pasado no fuera olvidado. El siguiente fragmento confirma esta
idea:
Yo recibí ese papel amarillo de su mano trémula y lo doblé en dos y supe de inmediato que mi abuelo me había dado mucho más que un pequeño y arrugado papel amarillo. Era un mandato. Una orden. Un dictamen. Un itinerario. Una guía de viaje. Unas coordenadas en el oculto y accidentado mapa familiar. Era, en fin, una plegaria. […]Allí, en ese doblado papel amarillo […] estaban los ejes de la historia de mi abuelo, una historia que, de algún modo, también era la mía. (Halfon 2014: 108-109)
Se constata que finalmente, el abuelo sí permitió a su nieto ir a su casa en Polonia. El
protagonista considera la comunicación de la dirección como un orden del abuelo que quiere
que su nieto visite su patria. En este sentido, sería posible afirmar que al final de su vida, el
38
abuelo ha procesado el trauma. De manera semejante, cabe suponer que el abuelo ha
aceptado, como Primo Levi, que el Holocausto forma una parte intrínseca de su identidad. Sin
embargo, opinamos que existe otra explicación para el testimonio del abuelo. Posiblemente, el
abuelo testimonia para que su pasado sea rememorado ya que cualquier judío tiene la
demanda divina de recordar y no olvidar. (Campos 2008: 66) Más específicamente, como ha
demostrado Pérez-Anzaldo (en Balutet 2013: 102): “para los judíos, quienes se han esparcido
por diferentes espacios geográficos, la memoria ha sido un punto de enlace que los ha
fortalecido, unido y salvaguardado a través de los siglos, y es por esta razón que puede
afirmarse que dicho concepto forma parte fundamental de su identidad.” En efecto, los judíos
no se apoyan en la certeza del suelo, sino se enlazan a una tradición mayor, más
específicamente: la tradición de transmitir la palabra escrita.
En cuanto a la transmisión del pasado del protagonista de Monasterio, concluimos que Halfon
sí conoce en parte el legado de la transmisión generacional de su abuelo. No obstante,
conviene destacar que indudablemente, la amnesia del abuelo provocó olvidos, errores y
inseguridades en su testimonio, ya que los hechos tuvieron sesenta años después de los
acontecimientos traumáticos.9 (Afanador 2009: 91) Sin embargo, aunque Eduardo conoce en
parte su historia familiar, no se identifica con ese pasado o, más específicamente, con la
religión de su abuelo (véanse más arriba). El escritor mismo, que comparte muchas
características con el personaje principal, confirma su rechazo de la religión en una entrevista
con El País : “El peso del judaísmo también es una constante vital. “Lo tengo más como
cultura que como religión; me interesa mucho más como fuente de historias […]”” (Geli
2014: 35)
En Poste Restante, observamos asimismo la paradoja en cuanto a los testigos oculares que ha
sido introducida por Primo Levi. No obstante, en este relato, los abuelos no ofrecieron un
testimonio tardío, sino que simplemente no quisieron testimoniar, como se observa en la cita
siguiente, sacada de la contraportada de Poste Restante: “Mis abuelos nunca quisieron hablar
de la vida que dejaron. Cuando decidí viajar, la única pista que llevé conmigo fueron los
nombres de los lugares donde nacieron” (Rimsky 2011: S.P.) De manera semejante, en la 9 No hemos encontrado fragmentos de esta instabilidad de la memoria en Monasterio, puesto que Halfon describió el testimonio del abuelo sobre todo en el boxeador polaco
39
primera página de Poste Restante, el narrador afirma en cuanto a la historia de la protagonista
que “su historia familiar siempre fue una pregunta por el olvido más que una certeza de la
cual asirse […]” (Rimsky 2011: 13) Esta cita nos lleva al término ‘transferred loss’
introducido por Hoffman (véanse más arriba). Efectivamente, en Poste Restante, constatamos
que la pérdida transmitida es más grande que la memoria transmitida, y que hasta apenas se
observa memoria transmitida en la obra. Por consiguiente, el personaje principal emprendió
un viaje hacia las tierras de sus antepasados para descubrir su historia familiar, y de esta
manera, su propia identidad. Sin embargo, el lector es testigo de que esta búsqueda del
personaje principal de huellas dejadas por sus antepasados en Europa resulta asimismo
infructuosa o hasta fracasada. El relato evoca más bien información banal, como encuentros
del personaje con habitantes de los países que atraviesa o actividades del personaje principal
durante su viaje, y carece de escenas útiles que revelen huellas del pasado de los familiares.
Cuando el personaje sí entra en contacto con el pasado de sus abuelos, tampoco obtiene
mucha información, como veremos en las citas siguientes:
En el museo de la Diáspora, bajo la luz melancólica que envuelve el camino, el barco, la maleta, el pasaporte, hay un servicio computacional donde los visitantes se informan acerca de su árbol genealógico. Escribe sus apellidos en un papel. -Lo siento-dice la funcionaria. -¿No existen? -No los tenemos registrados. (Rimsky 2011: 33) Por primera vez durante el viaje muestra el álbum fotográfico que encontró en el mercado persa de Arrieta. La eslovena reconoce su país. Plitvitce significa vacaciones. […] -Siento decirte que en esa época el ejército austriaco estaba bajo el dominio nazi por lo que difícilmente puede tratarse de parientes tuyos. Hay algo más – vacila - Rimski significaba baño romano, por lo que Rimski Vrelec-posa su mano en el brazo de la chilena-es un lugar de baños termales. Guarda la hoja con el nombre del pueblo donde nació su abuelo paterno entre las fotografías encontradas en Chile con un apellido que no es el suyo escrito en la primera página. Seis meses hace que viaja con un álbum sin relación con su biografía. (Rimsky 2011: 112-113)
40
Después de su viaje hacia sus raíces, el personaje principal no sabe mucho más de sus
antepasados que antes. Lo único que sabe es que en toda su trayectoria, ha buscado las huellas
de otra familia que la suya. Como hemos visto en el capítulo anterior, la narrativa de la tercera
generación se caracteriza frecuentemente por un vacío formal que suele ser el reflejo de la
búsqueda de los escritores. En Poste Restante, observamos que la búsqueda infructuosa del
personaje de su historia familiar se refleja muy bien en la forma del relato, ya que se
manifiesta un vacío en las páginas y las escenas. Más específicamente, muchísimas páginas
de este relato están incompletas, dado que solamente contienen un párrafo, y algunas incluso
no más que una frase, como las páginas 57, 97, 110. (Rimsky 2011) Probablemente, este
vacío es asimismo el reflejo de la identidad fragmentada del personaje que se construye más
que en base a verdades, a partir de huecos, ausencias, fisuras y silencios. (Waldman 2004:
224)
Finalmente, conviene destacar el papel de la primera generación en Volverse Palestina.
Aunque el eje principal en este relato es el pasado de los abuelos que huyeron de Palestina a
Chile, estos abuelos nunca ofrecieron un testimonio a su nieta Meruane. Sin embargo, sí han
hablado de su pasado en Palestina y de su emigración a América Latina con los padres y las
tías de Meruane. (Meruane 2014) Por eso, no la primera sino la segunda generación provee en
este relato el testimonio. No obstante, en su viaje, Meruane se reúne con Maryam, la sobrina
de su abuelo. Aunque Lina espera que las conversaciones con este familiar que pertenece a la
generación de sus abuelos revelen muchos recuerdos de sus orígenes, Maryam apenas habla
del pasado y se focaliza en el presente. (Meruane 2014: 78)
Entonces, es sobre todo la segunda generación la que revela los recuerdos de la historia
familiar de Meruane. El papel importante de esta generación en Volverse Palestina nos lleva
al siguiente párrafo, en el que compararemos el papel de esta generación en los tres textos
primarios.
4.2.Elpapeldelasegundageneración:¿testimonioosilencio?El primer capítulo de Volverse Palestina que lleva el título ‘la agonía de las cosas’, gira en
torno a los recuerdos de la historia familiar, contados por el padre y las tías de Meruane, la
protagonista. Además, el personaje principal y su padre buscan huellas del pasado de su
familia, como se observa en la cita siguiente:
41
Esa agonía de las cosas es lo que quiero salvar, o resucitar, pienso… No te había contado esto, dice, el café humeando en su mano. La pequeña ciudad-de-provincia acaba de rendir homenaje a sus antiguos comerciantes. Entre ellos está mi abuelo. Está su nombre en el letrero de una calle recién inaugurada […] él por fin acepta conducirme hacia el pasado por una sinuosa carretera inclinada hacia el noreste. Vayamos, dice, terminándose de golpe su café.” (Meruane 2014: 24)
En este cita, la protagonista dice literalmente que quiere salvar la ‘agonía de las cosas’.
Probablemente, se puede interpretar en esta cita ‘las cosas’ como los recuerdos, o más
generalmente, como su historia familiar que el personaje principal quiere rememorar, para que
no sea olvidada.
En este primer capítulo, la protagonista se vuelve un tipo de investigadora que consulta
diferentes fuentes para descubrir el pasado de sus abuelos, como muestra la cita siguiente :
Estoy en Chile, planteándole a mi padre visitar acaso por última vez su ciudad-de-provincia, haciendo preguntas, tomando notas, investigando en línea, leyendo la historia de la inmigración, activando mi memoria y zurciendo anécdotas. En Chile estoy, calculando que las cuentas del viaje palestino no me cuadran. (Meruane 2014: 44)
Sin embargo, la gran mediación de los recuerdos de ese pasado de inmigración provoca una
fragmentación de la memoria de la segunda generación, que se caracteriza por olvidos o
inseguridades. Muchos fragmentos del primer capítulo muestran esta fragmentación:
La recapitulación del pasado se ha vuelto dudosa incluso para mi padre. No le contaron suficiente o no prestó atención o lo que le llegó era material demasiado reciclado. Delega a menudo el relato en las hermanas que le quedan. Seguro tus tías saben, dice él deshaciéndose de mis preguntas, seguramente sabrán más que yo, repite, empujándome un poco más lejos con esa frase porque teme que también en sus hermanas el tiempo haya sembrado sus olvidos. (Meruane 2014: 20-21; énfasis añadido) La cuentan mi madre y mis tías y a veces hasta mi padre, con variaciones. (Meruane 2014: 27; énfasis añadido)
42
Luego me entero de que tampoco es claro si Isa vino con su madre viuda, una mujer llamada Esther […], o si ella ya estaba en Chile con los hermanos mayores y entonces él llegó más tarde con unos tíos. Las versiones son contradictorias. Mi padre dice también, sin certeza, que mi abuelo se fue a trabajar al sur […] (Meruane 2014: 30; énfasis añadido)
Se desprende de estas citas que la capacidad de la memoria de la segunda generación es
limitada. Hemos visto en el capítulo anterior sobre la postmemoria que existen dos razones
principales para la limitación de la memoria de la primera generación. Por una parte, los
sobrevivientes (cf. la primera generación) sufren amnesia debido a la distancia temporal entre
los eventos traumáticos y sus testimonios. (Assmann en Erll 2008: 97) Por otra parte, los
sobrevivientes destierran los recuerdos de su memoria con el objetivo de reprimir la historia
horrible. Sin embargo, en este texto, las inseguridades provienen de la segunda generación.
Observamos en las tres citas que principalmente, la fragmentación de la memoria de esta
generación se debe a la amnesia. Paralelamente a la amnesia debida a la distancia temporal
entre los eventos traumáticos y los testimonios de la primera generación, la transmisión del
testimonio por la segunda generación es incompleta a causa de la distancia temporal entre el
testimonio de la primera generación y la repetición de este testimonio por la segunda. En este
sentido, la historia familiar se transmite con variaciones o contradicciones (véanse las citas
más arriba) a causa de esta gran mediación.
No obstante, aunque el personaje principal de Volverse Palesina, como el de Monasterio,
conoce parte de su legado de la transmisión transgeneracional antes de que viaja a las tierras
de sus antepasados, todavía no se identifica realmente con este pasado:
Regresar. Es el verbo que me asalta cada vez que pienso en la posibilidad de Palestina. Me digo: no sería un volver sino apenas un visitar una tierra en la que nunca estuve, de la que no tengo ni una sola imagen propia. Lo palestino ha sido siempre para mí un rumor de fondo, un relato al que se acude para salvar de la extinción un origen compartido. (Meruane 2014: 17)
43
De esta cita, se desprende que Meruane, antes de su regreso, no se siente palestina. Sin
embargo, al contrario de en Monasterio, en Volverse Palestina tampoco encontramos
fragmentos de un rechazo hacia esta cultura por parte de la escritora. Ya hemos mostrado esta
diferencia más arriba, en el capítulo de la memoria multidireccional: mientras que Meruane sí
busca similitudes entre la cultura palestina y la chilena, Halfon enfatiza sobre todo las
diferencias entre su cultura y la cultura judía. El hecho de que Meruane compara, demuestra
que no rechaza la cultura palestina. Probablemente, no se identifica con la cultura dado que la
distancia temporal y espacial es demasiado grande para realmente heredar la identidad de sus
abuelos. No obstante, en el quinto capítulo que trata la identidad móvil de la protagonista,
constataremos que durante su viaje, sí obtiene alguna afinidad con la cultura palestina.
Esta distancia temporal y espacial que la protagonista experimenta se manifiesta, como en
muchas obras escritas por la tercera generación (cf. supra), en el nivel lingüístico de Volverse
Palestina, como se observa en este pasaje:
La recomendación tiene un nombre que nunca he oído y suena, entre los labios de Hamza, a loos o quizás loss, la palabra inglesa de la pérdida. Pero loos o loss en árabe significa almendra cruda cubierta de una piel verde aterciopelada y muy gruesa que se come sin pelar, con un poco de sal y quizás aceite de oliva. Es una almendra que mi padre, devoto, como su padre, de ese fruto seco, tampoco identifica cuando le pregunto. Anotaré esta palabra tal como suena en boca del muchacho-casi-palestino. (Meruane 2014: 52-53)
Esta cita muestra la distancia del personaje con respecto a la cultura árabe de sus antepasados.
Primeramente, ella y su padre no conocen la almendra que suele ser típica de la cultura árabe.
Luego, tampoco conocen el nombre de la almendra. Meruane ni siquiera sabe cómo se
escribe.
Contrariamente al papel importante que desempeña la segunda generación en Volverse
Palestina, en Poste Restante, esta generación no tiene una verdadera función en la búsqueda
de los orígenes del personaje principal. Coincidimos con Cánovas y Filer (2008: 25) cuando
afirman que “el viaje a Ulanov y Polonia sería una vuelta a la matriz, pero en verdad es más
bien una confirmación de que pertenece a una familia judía emigrante a Chile que pareciera
44
haber decidido anular su genealogía, o, dicho de otro modo, renunciar a una filiación
ancestral.” Por una parte, el padre del personaje no quiere viajar hacia sus origines: “Su
hermano y ella crecieron con la idea de que el sueño de su padre era conocer Israel. Ambos se
comprometieron a que con su primer sueldo como profesionales (son la segunda generación
de profesionales de la familia) le costearían el viaje. Llegó el día y su padre no quiso viajar.”
(Rimsky 2011: 55) Por otra parte, en la carta que la madre de la protagonista envió cuando
esta última estuvo en Turquía, su madre ni siquiera le preguntó una sola vez lo que su hija
había encontrado en su trayectoria o qué sentía durante su búsqueda, sino que comentó
únicamente su propio viaje por el Caribe. (Cánovas y Filer 2008: 25) Los padres parecen muy
desinteresados con respecto al viaje que el personaje principal emprende hacia sus origines.
La narradora misma opina que, posiblemente, los padres no solamente se muestren
indiferentes en cuanto al viaje del personaje principal, sino incluso en cuanto a toda su
historia familiar: “Experimentó la emoción del viajero cuando escoge un camino que lo
llevará a un lugar desconocido. Ignora si sus abuelos prefirieron convertir su pasado en algo
desconocido o sus padres no mostraron interés en conocerlo.” (Rimsky 2011: 13) Entonces,
ni la primera, ni la segunda generación habla con el personaje principal sobre sus orígenes.
Sin embargo, Poste Restante se cierra con una carta escrita en yiddish (y traducida al hebreo y
al español) de una mujer ucraniana que emigró a Israel y buscaba familiares en el mundo. Ella
escribe a sus parientes que viven en Santiago de Chile. En la carta, rememora el pasado del
abuelo del personaje principal que se llama Yusef. La mujer que escribe la carta es la nuera de
él. Opinamos que Rimsky, al poner esta carta al final de su relato de regreso, quiso expresar
una paradoja en su obra. Más específicamente, mientras que la búsqueda del personaje
principal apenas reveló algo en cuanto a sus orígenes, de esta carta concisa, que la escritora
recibió inesperadamente, aprende más sobre su genealogía que durante todo su viaje.
Concluimos que la carta es una confirmación de la infructuosidad de su viaje por lo que se
refiere a la revelación de recuerdos familiares. No obstante, veremos en el quinto capítulo que
la recreación del viaje sí tiene cierto valor en cuanto a la construcción de la propia identidad
del personaje principal.
Aunque el personaje principal apenas conoce su legado de la transmisión transgeneracional, sí
se identifica en cierta medida con la cultura y la religión de sus ancestros, es decir, el
judaísmo. En este sentido, esta afinidad de la protagonista resulta ser diferente y hasta
45
contradictoria con respecto a la de los personajes principales de Volverse Palestina y
Monasterio. Más específicamente, aunque los personajes principales de Volverse palestina y
Monasterio sí conocen en parte su legado de la transmisión transgeneracional, no se
identifican tanto con la cultura y la religión de sus antepasados (cf. supra). Al contario, el
personaje principal de Poste Restante que apenas conoce su pasado, sí se identifica en parte
con el judaísmo. No obstante, conviene destacar que la relación de este personaje con sus
raíces es ambigua. Por una parte, de niña asistió a la sinagoga en Santiago y sabe cocinar
comida judía, mientras que por otra parte, pretende en Poste Restante que odia el Estado
israelita en Santiago. (Cánovas y Filer 2008: 25) El personaje principal describe su afinidad
con la religión en una carta a su amiga Rita Ferrer: es sobre todo una seguidora de la ética
judía, o sea, honestidad, estilo de vida, verdad. (Cánovas y Filer 2008: 25) (véanse más
abajo).
Por último, en Monasterio, los padres de Eduardo no desempeñan un gran papel con respecto
a la búsqueda de Halfon de la historia de su abuelo. En este relato, es la primera generación
(el abuelo) la que ofreció directamente un testimonio a la tercera generación (Eduardo).
(Halfon 2014) No encontramos fragmentos que contemplen recuerdos de la segunda
generación y tampoco conocemos la opinión de los padres cuando Eduardo decidió viajar a
Polonia.
4.3.Fantasíasconstruidasporlatercerageneración:‘patriasimaginadas’Aparte de los nombres de los lugares donde nacieron sus antepasados, el personaje principal
de Poste Restante no sabe nada de estos países a causa del silencio tanto de la primera como
de la segunda generación. En la contraportada de Poste Restante, Rimsky afirma que “mis
abuelos nunca quisieron hablar de la vida que dejaron. Cuando decidí viajar, la única pista
que llevé conmigo fueron los nombres de los lugares donde nacieron. En Ucrania, descubrí
que los espacios omitidos en sus relatos, eran palabras que habitaban en mi memoria como
fantasmas.” (Rimsky 2011: S.P.) Estos ‘fantasmas’, mencionados por Rimsky, nos llevan al
término ‘imaginary homelands’, planteado por el escritor Salman Rushdie (1992) en su obra
Imaginary homelands. Essays and criticism 1981-1991. Rushdie, que nació en India e
inmigró a Londres, afirma lo siguiente con respecto a la representación de su país de
nacimiento en sus obras:
46
Writing my book in north London, looking out through my window on to a city scene totally unlike the ones I was imagining on to paper, I was constantly plagued by this problem, until I felt obliged to face it in the text, to make clear that what I was actually doing was a novel of memory and about memory, so that my India was just that: ‘my’ India, a version and no more than one version of all the hundreds of millions of possible versions. (Rushdie 1992: 10)
Esta cita muestra que el término ‘patria imaginada’ adquiere una doble significación en la
vida de Rushdie. Por una parte, antes de su emigración de India hacia Londres, que fue para él
una ciudad desconocida, tuvo una imagen en su mente de esta ciudad que no coincide con la
realidad. Esta es la primera manifestación de una ‘patria imaginada’. Por otra parte, cuando
escribe sobre su país de nacimiento (India), basándose en su memoria, nota que tampoco es
capaz de representar una imagen real de este país, debido a la distancia temporal y espacial
con esta patria, como Rushdie confirma en la cita siguiente:
It may be that writers in my position, exiles or emigrants or expatriates, are haunted by some sense of loss, some urge to reclaim, to look back, even at the risk of being mutated into pillars of sand. But if we do look back, we must also do so in the knowledge […] that our physical alienation from India almost inevitably means that we will not be capable of reclaiming precisely the thing that was lost; that we will, in short, create fictions, not actual cities or villages, but invisible ones, imaginary homelands, Indias of the mind. (Rushdie 1992: 10)
Con su término ‘patrias imaginadas’, Rushdie designa entonces la tendencia de los
emigrantes a apelar a su imaginación cuando representan su país de nacimiento, dado que no
son capaces de reivindicar totalmente lo que han perdido, a saber, el pasado en su país de
nacimiento. En este sentido, en su narrativa, estos emigrantes no crean la imagen de ciudades
reales, sino de patrias imaginadas.
La teoría de Rushdie se basa en la experiencia de la primera generación de inmigrantes, que
ha vivido conscientemente la inmigración. Sin embargo, nos parece que se pueden encontrar
estas patrias imaginadas asimismo en la narrativa de la segunda o la tercera generación, o sea,
de los hijos o nietos de inmigrantes que nacieron después de la inmigración. Igual que
47
Rushdie (cf. primera generación) al descubrir que Londres es totalmente diferente de lo que se
había imaginado, el personaje principal de Poste Restante forja una versión imaginada de las
tierras de sus antepasados en su mente. Conviene mencionar que en el caso de la segunda o la
tercera generación, la imaginación en cuanto a las patrias es aún más importante que en el
caso de los inmigrantes mismos, puesto que los descendientes de los inmigrantes nunca han
vivido en el país de orígen de los padres o los abuelos. En este sentido, la ‘patria imaginada’
adquiere otra dimensión en la segunda y tercera generación, ya que estas generaciones
construyen fantasías sobre la patria de sus padres y sus abuelos en vez de su propia patria. Por
consiguiente, opinamos que la imagen que la primera generación forma de su patria consiste
de una mezcla de realidad y ficción, mientras que la imagen de la segunda o tercera
generación consiste sobre todo de ficción, ya que no tienen una imagen real del país en el que
nunca vivieron. En Poste Restante, el lector es testigo de que el personaje principal crea a
menudo patrias imaginadas antes y durante su trayectoria: “Imagina que los caminos de
Yemen están marcados por huellas de babuchas, no hay árboles y la tierra es seca como aquí”
(Rimsky 2011: 48), “Bowles, Potocki, Maupassant, Gide, viajaron para abrir ventanas y
descubrir mundos no sólo geográficos sino imaginarios”. (Rimsky 2011: 38) De verdad, en
este último fragmento, el narrador no refiere al personaje principal mismo sino a otros
viajeros. Sin embargo, nos parece que el narrador insinúa aquí que el personaje principal se
encuentra en la misma posición que estas personas, cf. el de escritor-viajero, y que la creación
de mundos imaginarios es una característica de este grupo.
No obstante, el personaje no solamente refiere a las fantasías construidas sobre los orígenes
del personaje principal, sino igualmente a las fantasías sobre el pasado del país de nacimiento
del personaje (cf. Chile) :
Las familias cuyo pasado se remonta a la historia de Chile, encuentran objetos que siendo desconocidos están impresos en su memoria, que es también la memoria del país. Para los emigrantes la historia es una línea trunca y el recorrido por dicho mercado tiene más relación con la imaginación que con la memoria. (Rimsky 2011: 13)
En este sentido, el pasado del propio país es en cierta medida asimismo una patria imaginada
para el personaje principal, ya que ella y su familia solamente vivieron una pequeña parte del
pasado chileno. Conviene matizar esta idea, ya que cada persona recurre a la imaginación para
48
evocar el pasado de su país de nacimiento. Sin embargo, en el caso de los inmigrantes, esta
imaginación es obviamente más sustancial.
Concluimos que por una parte, la noción ‘patrias imaginadas’ adquiere otra dimensión en
Poste Restante puesto que el personaje principal no construye fantasías sobre su propia patria
sino sobre las patrias de sus antepasados, lo que da lugar a una imaginación más pronunciada.
Por otra parte, opinamos que se puede interpretar el término ‘patria imaginada’ asimismo en
relación con el pasado de un país, como la narradora insinúa en la primera página de Poste
Restante (cf. el pasado de Chile). Esta doble dimensión que la patria imaginada recibe en el
caso de Poste Restante, se relaciona con la condición de los inmigrantes que Rushdie describe
en su obra: “Our identity is at once plural and partial. Sometimes we feel that we straddle two
cultures; and other times, that we fall between two stools”. (Rushdie 1992: 15) De manera
semejante, con respecto a su conversación con otros dos viajeros durante su viaje, la narradora
afirma que “hablan del sentimiento de no pertenecer a ningún parte.” (Rushdie 1992: 53) Los
fantasías del personaje confirman en cierto modo este sentimiento: no puede formar una
imagen auténtica ni de la historia de su país de nacimiento, ni de las patrias de sus ancestros.
Sin embargo, veremos más abajo que el personaje principal considera el hecho de que tiene
orígenes en varios países asimismo como una ventaja.
Obviamente, estas patrias imaginadas son menos presentes en Monasterio y Volverse
Palestina, ya que los personajes principales de estos relatos conocen mejor su legado de la
transmisión transgeneracional. Como acabamos de decir, por una parte, el personaje de
Monasterio conoce en parte el pasado de sus ancestros gracias al testimonio de su abuelo
judío. Por otra parte, la protagonista de Volverse Palestina descubre asimismo parcialmente
sus orígenes, ya que sus padres y tías conversan con ella sobre el pasado de sus familiares.
49
5.LosrecursosgenéricospararepresentarlaidentidadMientras que en los capítulos anteriores, nos hemos focalizado sobre todo en el aspecto
histórico de textos primarios, a saber, la memoria individual de los protagonistas (cf. la
memoria multidireccional) y la memoria de los antepasados de los personajes principales (cf.
la postmemoria), estudiaremos en este capítulo el aspecto actual de los tres relatos de regreso.
Más específicamente, exploraremos qué recursos genéricos manejan los escritores para
representar la construcción de la identidad.
Primero, tocamos el género del ‘relato de viaje’. En este párrafo, ahondaremos en el
movimiento que los personajes principales emprenden por el espacio, al vincular su viaje o su
errancia con la teoría de la identidad que Bauman (1996) ha presentado en su artículo “From
Pilgrim to Tourist-or a Short History of Identity”. De manera semejante, verificaremos si los
sujetos emprenden viajes turísticos o si sus viajes tienen un elemento sagrado de peregrinaje.
De todos modos, los sujetos tienen una tendencia a caminar, lo que se refleja asimismo en
la(s) lengua(s) que los escritores utilizan en sus obras. Por consiguiente, se incluye en este
capítulo una presentación de la identidad lingüística de los sujetos. Contrariamente a los
capítulos anteriores que se relacionan estrechamente con la migración temporal, evocada por
Rushdie, esta parte de la tesina trata entonces la segunda modalidad de emigración, es decir:
la emigración espacial (cf. la introducción). (Rushdie 1992 : 12)
Segundo, verificaremos qué elementos del género autoficcional los escritores han insertado.
Después, determinaremos por cada historia a qué otro(s) género(s) se ha recurrido y
describiremos la relación entre los géneros utilizados y la representación de la identidad de los
escritores y los personajes principales.
5.1.PosteRestante,MonasterioyVolversePalestinacomorelatosdeviaje Una definición minimalista, y por eso, insatisfactoria, del ‘relato de viaje’ es la siguiente: “El
relato de viaje es una literatura basada en la experiencia viajera del autor”. (VVAA 2016:
S.P.) No obstante, varios aspectos del relato de viaje complejizan la opción de una definición
completa y fiel de esta literatura. (Peñate 2004: 23) Mientras que los géneros propiamente
dichos, pensamos en el ensayo, la autobiografía, la tragedia y la comedia, tienen una clara
definición tanto formal como temática, el ‘relato de viaje’ no tiene una forma fija, sino que
50
“se construye a través de sofisticadas técnicas de elaboración narrativa y de un entretejido de
géneros literarios en el que se cruzan la crónica, el ensayo, la ficción, las memorias, la
autobiografía, etc” (Waldman 2013: S.P.) Desde esta óptica, coincidimos con Berrio cuando
afirma que el relato de viaje debe ser clasificado como un ‘subgénero’. (Berrio en López de
Mariscal 2010: S.P.) Efectivamente, los escritores de nuestros tres textos han mezclado varios
géneros en sus relatos. En el capítulo 5.2.1., estudiaremos este entretejido de géneros literarios
de Poste Restante, Monasterio y Volverse Palestina, que es muy típico del relato de viaje.
Además, Waldman pretende que el relato de viaje se caracteriza por “una errancia estilística
que refleja el cruzamiento permanente de territorios e identidades y la incesante transgresión
de fronteras del viaje contemporáneo.” (Waldman 2013: S.P.) Esta errancia estilística se
manifiesta sobre todo en Poste Restante (cf. infra).
Una característica que los narradores de los relatos de viaje tienen en común, es el hecho de
que “a través de los relatos de viaje, podemos obtener información sobre las percepciones que
los narradores reportan cuando entran en contacto con una cultura que les es ajena”. (López
de Mariscal 2010: S.P.) Además, Todorov afirma que “el mejor conocimiento de los otros
puede permitir el mejoramiento de nosotros mismos”. (Todorov en López de Mariscal 2010:
S.P.) López de Mariscal refiere a esta cita de Todorov para formar una segunda característica
de los relatos de viaje, es decir, para los personajes principales, el encuentro con el otro
implica a menudo una redefinición del “yo”. En este sentido, coincidimos con Waldman
(2013: S.P.) cuando afirma que “el actual relato de viajes ya no pretende sólo dar cuenta de
una realidad de la que se da testimonio, sino que inscribe en él la vision íntima y personal del
autor-viajero; éste aporta ahora una mirada subjetiva e intensa […]” Entonces, hoy en día, los
relatos de viaje se caracterizan por un ‘giro subjetivo’, término desarrollado por Sarlo que
significa el desvanecimiento de lo colectivo a favor de la emergencia de mundos privados,
como hemos discutido en el capítulo de la memoria transnacional. (Sarlo 2005: 18)
Efectivamente, veremos en el siguiente párrafo que trata la identidad móvil de los sujetos, que
gracias a sus viajes, los personajes principales han descubierto en qué medida se identifican
con las patrias, la cultura y la religión de sus familiares (cf. infra).
Una última teoría en cuanto a los relatos de viaje, digna de mención, es la de Pedro Chalmeta
quien divide a los viajeros en dos grupos, basándose en el motivo de sus viajes. (Chalmeta
51
1993: 101-102) Por una parte, menciona en su artículo “el viajero musulmán” a los viajeros10
que se desplazan de ‘motu propio’, o sea, que emprenden voluntariamente un viaje, por
curiosidad, por razones profesionales, religiosas, pedagógicas, etc.. Esta clasificación abarca
tanto a los profesionales (pensamos en marinos, transportistas, mercaderes etc.) como a los
privados (estudiantes, peregrinos etc.). (Chalmeta 1993: 101-102) Por otra parte, refiere a los
viajeros que viajan por mandato ajeno, o sea, los que viajan involuntariamente, como
embajadores, informadores, prisioneros etc.. (Chalmeta 1993: 101-102) Podemos hacer la
misma división entre los viajeros de nuestros textos que Chalmeta propuso en su artículo “el
viajero musulmán” (véanse más arriba). Aunque su artículo se basa en los viajeros de la Edad
Media y del Renacimiento, opinamos que su teoría todavía es valiosa. Más específicamente,
por una parte, los personajes de Volverse Palestina y Poste Restante se desplazan de ‘motu
propio’: tanto Meruane como Rimsky decidieron viajar por su propia iniciativa. Conviene
mencionar que en ambos casos, las mujeres fueron influenciadas por algo o alguien en su
decisión de emprender el viaje de regreso. Por un lado, en Poste Restante, el disparador del
viaje del personaje principal fue el álbum de familia en el que aparece el apellido del
personaje. (Cánovas 2006: 218) Aunque fue escrito con una falta de ortografía (‘Rimski’ en
vez de ‘Rimsky’), decide usar el álbum como un guía que la orienta en su viaje. (Rimsky
2011: 13) Por otro lado, en Volverse Palestina, un taxista de origen palestino estimula a la
protagonista de emprender un viaje hacia sus orígenes. (Meruane 2014: 40) Si bien ambas
fueron influenciadas en su decisión, quedan viajes voluntarios, ya que las dos mujeres
quisieron descubrir sus orígenes, y de esta manera, su propia identidad. Por otra parte, el
motivo del primer viaje del personaje de Moasterio, que forma el eje principal del relato, es
muy diferente, ya que viaja por mandato ajeno. En este caso, el personaje principal tiene la
obligación de estar presente en la boda de su hermana. Ya en la primera página de
Monasterio, el lector constata que trata de un viaje involuntario: “Ninguno de los dos quería
estar allí, en Tel Aviv, en Israel”. (Halfon 2014: 14) Al fin y al cabo, el protagonista incluso
decide que no participará a la boda, ya que rechaza el judaísmo ortodoxo de su hermana:
“Eché de menos a mi hermana. Esa mujer ortodoxa, en atuendo y peluca y prédica, no era mi
10Conviene mencionar que el marco histórico del artículo de Chalmeta es la Edad Media y el Renacimiento. Por eso, los tipos de viajeros que presenta son sobre todo viajeros típicos de estos períodos. (Chalmeta 1993: 101-102) Sin embargo, veremos en lo que sigue que en nuestros tres relatos de viaje, podemos dividir los viajeros asimismo en estos dos grupos.
52
hermana. No sabía quién era. Pero no era mi hermana. (Halfon 2014: 49) No obstante, su
excursión obligatoria a Israel le trae a la memoria su visita a otro muro, el del gueto de
Varsovia. (cf. supra) El escritor de Monasterio describe asimismo ese viaje a Polonia, que, al
contrario del viaje a Israel, sí fue un viaje que el personaje principal emprendió
voluntariamente, ya que quiso visitar las tierras de su abuelo. (Halfon 2014)
Partiendo de lo expuesto con anterioridad, es decir, del motivo de los viajeros, ahondaremos a
continuación en el tipo de viaje de los sujetos, o sea, en la identidad móvil de los personajes
principales.
5.1.1.Rimsky,HalfonyMeruanecomoperegrinos,turistasy‘flâneurs’modernosAparte de la identidad histórica de los personajes principales, que hemos estudiado
profundamente en los capítulos anteriores, otro aspecto de su identidad digno de interés es la
identidad móvil de los tres sujetos. En este capítulo, exploraremos la errancia y la movilidad
de los personajes principales, basándonos en las diferentes categorías de viajeros que
Zygmunt Bauman (1996) ha propuesto en su famoso artículo “From Pilgrim to Tourist- or a
Short History of Identity”. Constataremos que los tres protagonistas son en parte peregrinos,
en parte ‘flâneurs’ y en parte turistas. Sin embargo, la identidad móvil de los sujetos resulta
ser diferente en cada relato. Primeramente, presentaremos el marco teórico, en el que
estudiaremos las diferentes categorías de viajeros que Bauman propone. Después,
analizaremos, a través de estas categorías, el movimiento o la errancia de los protagonistas.
Esta identidad móvil de los protagonistas se refleja asimismo en su identidad lingüística, o
sea, el multilingüismo es presente en cada uno de los tres relatos de regreso (véanse más
adelante).
Unas de las primeras frases del artículo “From Pilgrim to Tourist-or a Short History of
Identity” de Bauman son las siguientes:
Indeed, if the modern ‘problem of identity’ was how to construct an identity and keep it solid and stable, the postmodern ‘problem of identity’ is primarily how to avoid fixation and keep the options open. In the case of identity, as in other cases, the catchword of modernity was creation; the catchword of postmodernity is recycling. (Bauman 1996: 18)
53
Esta cita muestra que recientemente, la concepción de la identidad ha cambiado. Mientras que
durante la modernidad, la gente aspira a la construcción de una identidad fija que no cambia,
durante la posmodernidad, evita esta fijación de la identidad y está a favor de una identidad
cambiante. (Bauman 1996: 18) En relación con estas dos visiones de la identidad, Bauman ha
introducido cinco modelos que representan la modernidad o la posmodernidad. (Bauman
1996: 19-32) Según él, el peregrino es el representante de la modernidad, mientras que el
vagabundo, el paseante, el turista y el jugador son figuras posmodernas. En continuación,
tocamos las figuras que son relevantes para el análisis de la identidad móvil de los
protagonistas en Volverse Palestina, Monasterio y Poste Restante.
En su artículo, Bauman postula la idea de la vida moderna como peregrinaje. El peregrino no
es una creación moderna, sino una figura que es tan vieja que el cristianismo. Sin embargo, la
modernidad le ha dado una nueva prominencia. (Bauman 1996: 20) Presentaremos las
características más pertinentes del peregrino moderno en las líneas que siguen. Primero, para
los peregrinos, la verdad siempre reside en otro sitio o en otro tiempo. Cualquier peregrino
vive en un lugar donde no pertenece, o no sueña con estar ahí. En consecuencia, el peregrino
siente la necesidad de emprender un peregrinaje que puede dar sentido a su vida. (Baumann
1996: 21) De manera semejante, el peregrinaje es un ejercicio de construcción de la identidad.
En este sentido, Bauman llama a los peregrinos ‘identity-builders’. (Bauman 1996: 26) Esta
función del peregrinaje se relaciona entonces estrechamente con la concepción de la
construcción de una identidad fija durante la modernidad (cf. supra). El peregrino puede
emprender el viaje por varias razones, como razones religiosos, políticos o existenciales. (de
Freitas Martins y Ruiz 2013: S.P.) Además, Bauman afirma que “it is the difference in
amount between the pleasure of satisfaction which is demanded and that which is actually
achieved that provides the driving factor which will permit of no halting at any position
attained”. (Bauman 1996: 22) Entonces, la insatisfacción del peregrino le motiva de prolongar
su viaje. Además, el peregrino siempre tiene un destino en su viaje: “Destination, the set
purpose of life’s pilgrimage, gives form to the formless, makes a whole out of the
fragmentary […]”. (Bauman 1996: 22) Cuando ha llegado a su destino, el peregrino ha
transformado, ha aprendido y ha reflexionado sobre sí mismo. (Bauman 1996: 22)
54
Concluimos que el peregrino se satisface cuando llega a su destino. Sin embargo, es el
proceso del viaje que construye la identidad del peregrino.
Con respecto a las figuras que representan la posmodernidad, Bauman propone que “in the
same way as the pilgrim was the most fitting metaphor for the modern life strategy
preoccupied with the daunting task of identity-building, the stroller, the vagabond, the tourist
ad the player offer jointly the metaphor for the postmodern strategy moved by the horror of
being bound and fixed”. (Bauman 1996: 26) Estas cuatro categorías, a saber, el turista, el
paseante, el vagabundo y el jugador, representan la supervivencia del peregrino en la vida
posmoderna. Igual que el peregrino, estos modelos, que ya existían antes de la
posmodernidad, han sido convertidos en figuras más modernas. (Bauman 1996: 26) Más
específicamente, mientras que durante el pasado, sobre todo personas marginales se
identificaron con estas figuras, hoy en día, la mayoridad de la gente ha hecho de estas
categorías, un estilo de vida. (Baumann 1996: 26) Pensemos en el enorme flujo de turistas
que cada año se desplaza. En lo que sigue, presentaremos los dos tipos más importantes con
respecto al análisis de nuestros relatos de regreso, es decir, el turista y el paseante. No
obstante, Bauman subraya que la vida posmoderna es tan incoherente y hasta caótica, que una
persona nunca se puede identificar con una sola modela cohesiva. Al contrario, un solo
viajero se identifica a menudo con diferentes figuras: “In the postmodern chorus, all four
types sing-sometimes in harmony, though much more often with cacophony as the result”.
(Bauman 1996: 26)
En cuanto al turista, el motivo de su viaje es muy diferente que el del peregrino. El turista
emprende un viaje por curiosidad y busca distracción, placer o una nueva experiencia.
(Bauman 1996: 29) Mientras que el peregrino no pertenece al lugar donde vive, o no sueña
con estar en este lugar, el turista regresa, después de su viaje, a su casa, que es para él un lugar
cómodo, familiar y satisfactorio. (Bauman 1996: 30) Con respecto a las experiencias del
turista durante su viaje, Bauman afirma lo siguiente:
It is the placidity of home that sends the tourist to seek new adventures, but it is the selfsame placidity which renders the search of adventures an uncloudedly pleasurable pastime: whatever has happened to my face here, in the tourist land, or whichever
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mask I put on it, my ‘real face’ is in safe keeping, immun, stain-resistant, unsullied. (Bauman 1996: 30)
Entonces, el turista quiere sumergirse en nuevas culturas y costumbres especiales, “on
condition, though, that it will not stick to the skin and thus can be shaken off whenever they
wish”. (Bauman 1996: 29)
Otro estilo de vida posmoderno es el que Walter Benjamin ha designado como el ‘flâneur’. Es
un término francés que significa en inglés; ‘stroller’ y en español; ‘paseante’. El ‘flâneur’, que
observa todo lo que pasa, vaga por las calles, sin destino u objetivo. El paseante se siente
cómodo en cualquier lugar. (Bauman 1996: 26) Más específicamente, Bauman define al
paseante moderno de manera siguiente:
All strands of modern life seemed to meet and tie together in the pastime and the experience of the stroller: going for a stroll as one goes to a theatre, finding oneself among strangers and being a stranger to them, taking in those strangers as ‘surfaces’-so that ‘what one sees’ exhausts ‘what they are’- and above all seeing and knowing them episodically; physically, strolling means rehearsing human reality as a series of episodes, that is as events without past and with no consequences. (Bauman 1996: 26)
Además, el ‘flâneur’ tiene mucho ocio, y pasea durante su tiempo libre. En cuanto a la
diferencia entre el ‘flâneur’ y el peregrino, Bauman pretende que, mientras que el peregrino
viaja con seriedad, el viaje del ‘flâneur’ es mucho menos serio y más divertido. (Bauman
1996: 27) Según Bauman, hoy en día, el lugar ideal para vagar como un ‘flâneur’, son los
centros comerciales, ya que son ‘the sites of mis-meetings, of encounters guaranteed to be
episodic, of the present prised off from the past and the future, of surfaces of glossing over
surfaces”. (bauman 1996: 27)
Primeramente, tocamos el viaje de Rimsky, la protagonista de Poste Restante. Constataremos
que su identidad móvil es muy ambigua, lo que es, según Bauman, una consecuencia de la
incoherencia y el caos que reina durante la posmodernidad.
En primer lugar, parece que el viaje que Rimsky, la protagonista, emprende, tiene varias
características de un peregrinaje. Tal como Cánovas (2006) afirma en su artículo “Voces
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femeninas en Chile: miradas sobre el ser mosaico”, observamos que Rimsky “se halla […]
desencontrada en su país natal, un espacio sofocante y donde carece de trabajo”. (2008: 26)
Este sentimiento de no-pertenencia con respecto a su país de nacimiento, se manifiesta entre
otros en la cita siguiente, sacada de una carta que una amiga de Rimsky escribió al personaje
principal: “Extrañamente me pareció que ‘el viaje’ sólo es una excusa para concentrarte a la
manera de los futbolistas y limpiarte de esta atmosfera miserable que parece invadir la vida
cotidiana en Chile”. (Rimsky 2011: 50) Esta relación problemática con el país de nacimiento
o el país de residencia es claramente un rasgo del peregrino moderno (cf. supra). Luego, otra
característica que el personaje principal de Poste Restante comparte con el peregrino
moderno, es el motivo del viaje. Al contrario del turista, que viaja por placer o por
experimentar nuevas aventuras, opinamos que Rimsky viaja por razones existenciales, ya que
quiere descubrir esta parte de su identidad que ha heredado de sus antepasados. Por
consiguiente, como cada peregrino moderno, conoce de antemano el destino, o sea, los
destinos de su peregrinaje, a saber: las tierras de los antepasados (Ulanov, Tel Aviv, Odesa,
etc.): “En un bolso de mano lleva el boleto de avión, el pasaporte y un cuaderno de tapas
blancas con direcciones.(Rimsky 2011: 17) Además, observamos en toda la descripción de su
trayecto, que su insatisfacción con respecto al descubrimiento de huellas familiares la motiva
de prolongar su viaje y atravesar más países. Luego, el argumento más pertinente para
considerar el trayecto de la protagonista como un peregrinaje, es la construcción de (parte de)
su identidad que se efectúa durante el proceso del viaje. Aunque hemos constatado en el
cuarto capítulo que el viaje de la protagonista apenas revela recuerdos familiares, y que, por
consiguiente, el personaje principal apenas conoce su legado de la transmisión generacional
de sus (bis)abuelos, el viaje sí tiene cierto valor. Más específicamente, el trayecto mismo
acerca a la protagonista a sus antepasados, y sobre todo a la religión de los abuelos. De esta
manera, el viaje a países judíos permite al personaje principal reflexionar sobre su identidad
judía. Esta construcción de la identidad es un rasgo inherente del peregrinaje. Notamos que,
gracias a este viaje, el personaje sabe en qué medida se identifica con el judaísmo. De nuevo,
la carta de una amiga, dirigida al personaje principal, revela esta afinidad religiosa:
Los trayectos, las distancias, a veces despejan las cosas. Veo que, para ti por lo menos, funciona y el mundo judío de primera fuente te habla claramente. Creo, por lo que nos cuentas, que el judaísmo como sionismo es más una ideología (nacionalista y por lo
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tanto cagona como cualquier otra de ese tipo) que un torrente cultural y sanguíneo, que capaz que escurra por otras vías con las que te cruzarás más inesperadamente. Ojalá. De todos modos ese ambiente bíblico que describes me llena de emoción, […]. (Rimsky 2011: 59)
Se desprende de este pasaje que esta carta forma la respuesta de otra carta, escrita por la
protagonista, en la que explica su afinidad con el judaísmo. Sin embargo, esta carta no ha sido
incluida en Poste Restante. Se constata entonces que, durante su viaje, la protagonista se da
cuenta que tiene una afinidad religiosa con el judaísmo; es sobre todo una seguidora de la
ética judía, (cf. supra). (Rimsky 2011: 50) El título de un párrafo del relato confirma esta
identificación de la protagonista con la figura del peregrino. Más específicamente, un párrafo
que trata la reunión del personaje Rimsky con una musulmana, en peregrinación a Jerusalén,
lleva el título ‘Peregrinas’. El carácter plural de esta palabra demuestra que no solamente la
musulmana, sino asimismo Rimsky es en cierta medida una peregrina.
No obstante, el peregrino no es la única figura con la que el personaje principal de Poste
Restante se identifica. Aunque opinamos que el viaje se concibe sobre todo como un
peregrinaje, el narrador de Poste Restante representa a menudo, como se observa en las citas
que siguen, a su personaje principal como un mero turista, una viajera y hasta una periodista:
“Todas las mañanas entre el 10 y el 20 de enero de 1999, una turista chilena cruzó la esquina
de Ben Yehuda con Gordon en el centro de Tel Aviv” (Rimsky 2011: 42; énfasis añadido),
“En el bar de P, una rumana que fue violada, una joven de Moldavia que vino engañada a
trabajar como prostituta en un bar y una viajera chilena almuerzan […]” (Rimsky 2011: 82;
énfasis añadido), “Ha dejado de preocuparle la seguridad, el dinero, la máquina fotográfica,
ha comenzado a olvidar que es una periodista chilena que vino a escribir un reportaje”
(Rimsky 2011: 54; énfasis añadido). Estas etiquetas implican que el viaje de la protagonista
sería un viaje turístico, un periplo o un proyecto profesional (cf. ‘periodista’). Se crea
entonces cierta tensión, ya que, contrariamente al peregrinaje, el turista se caracteriza por una
distancia mucho más grande con respecto al lugar que está visitando. Dicho de otro modo, el
turista se caracteriza por una mayor pertenencia a su país de estancia, y una menor
pertenencia al país que visita. (Bauman 1996: 30)
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Otra categoría posmoderna presente en Poste Restante, que evita asimismo la creación de una
identidad fija, es la del ‘flâneur’. El narrador de este relato da a menudo la impresión de que
su personaje principal vaga por las calles y las ciudades de las tierras de sus antepasados, sin
que sepa realmente donde llegará. En este sentido, el personaje principal da la impresión que
no pertenece al país que atraviesa, y, por consiguiente, tiene cierta tendencia a errar. Una
característica del paseante que reaparece frecuentemente en Poste Restante, es la observación
de todo lo que la sale al paso. Más específicamente, este relato de regreso contiene largas
descripciones de las ciudades, los paisajes o las escenas que la protagonista observa, como se
lee en estos pasajes: “Observa desde la calle el bar donde todas las noches se reúnen Tom,
Rose y Elmer. Parecen más unidos y felices que antes. Ellos no me ven” (Rimsky 2011: 83),
“Un guindo. Un cine que fue una escuela judía y actualmente es un galpón abandonado. Un
niño en un columpio. Un río. Un grupo de mujeres que no conoce a los Rimsky. Gansos. Un
charco” (Rimsky 2011: 142), “A través de la rendija de una puerta vislumbra una habitación
desprovista de adornos, con las sillas adosadas a las cuatro paredes y la mesa servida de
libros. […] Calle arriba hay una tienda. Un par de mesas ubicadas afuera hace pensar que se
trata de un café”. (Rimsky 2011: 27). Estas citas son solamente unos ejemplos de las
muchísimas descripciones que encontramos en el relato. Constatamos entonces que en cierta
medida, la protagonista es un ‘flâneur’ femenino.11
Concluimos con respecto al viaje de Rimsky, el personaje principal de Poste Restante, que su
identidad móvil es ambigua. Se crea una tensión, que a veces suele ser una contradicción,
entre por un lado la peregrina moderna, y por otro, el turista y el ‘flâneur’ posmoderno, ya que
estos estilos de vida tienen características opuestas. Sin embargo, esta tensión representa
perfectamente la “constante lucha entre la necesidad de anclaje en algún lugar y el escape, la
dislocación de los limites”. (Arfuch 2007: 206) No obstante, queda claro que la protagonista
se perfila sobre todo como una peregrina moderna, ya que se efectúa la construcción de su
identidad judía durante su viaje.
Luego, la identidad móvil de Halfon, el personaje principal de Monasterio, es muy diferente a
la de Rimsky. No se puede considerar el viaje de Halfon a Israel como un peregrinaje por 11El adjetivo ‘feminino’ es necesario en este contexto, puesto que el creador de la figura del ‘flâneur’, Walter Benjamin, refirió con este modelo únicamente a los hombres. (Scholes 2016: S.P.)
59
varias razones. Primeramente, mientras que el peregrinaje es un viaje voluntario, Halfon no
viaja por propia decisión, sino fue un viaje obligatorio. En consecuencia, no viaja para dar
sentido a su vida y tampoco se encuentra una construcción de su identidad durante el trayecto.
El hecho de que el personaje no siente nada cuando se encuentra delante del Muro de los
Lamentos, un destino sagrado por excelencia de un peregrinaje, muestra que su viaje no tiene
las rasgos de un peregrinaje. (Halfon 2014: 32) Esta excursión suele ser una confirmación de
su rechazo del judaísmo. Al contrario, el viaje de Halfon es en cierta medida un viaje
turístico. No obstante, la gran diferencia entre los dos es que el turista “moves on purpose. His
movements are first of all ‘in order to’, and only secondarily (if at all) ‘because of’”. (Bauman
1996: 29) Entonces, contrariamente al turista que viaja ‘in order to’, es decir, para vivir
nuevas experiencias y descubrir nuevas culturas, se constata que el movimiento del
protagonista es en primer lugar ‘because of’, o sea, a causa de la boda de su hermana. Sin
embargo, aunque, al contrario del turista, Halfon no quiere ser en Tel Aviv (cf. supra), Halfon
sí tiene algunos rasgos en común con el turista. A pesar de su rechazo del judaísmo, el
narrador afirma lo siguiente: “Me decepcionó un poco notar que nada allí dentro parecía
Israel. Era un restaurante cualquiera, de un hotel cualquiera, con la misma decoración y
mobiliario y hasta la misma música de fondo que cualquier otro hotel barato”. (Halfon 2014:
24) Como ya hemos afirmado más arriba, aunque Halfon se muestra intolerante hacia la
religión, sí acepta la cultura judía, como la cita previa demuestra. Como cualquier otro turista,
el protagonista quiere, en cierto modo, sumergirse en la nueva cultura. Es la razón por la que
está decepcionado cuando llega a un hotel típicamente judío. Además, tal como el turista, el
protagonista visita las atracciones turísticas en Tel Aviv, a veces acompañado de su cuñado,
que desempeña el papel de guía: “Con voz de guía, y con cierta prisa, nos mostró por fuera el
edificio donde estaba su yeshiva. Nos mostró el edificio que era la sinagoga, y el edificio que
era la escuela, y el edificio que era el hogar de ancianos”. (Halfon 2014: 43) Concluimos que
la identificación de Halfon con la figura del turista es ambigua y hasta paradoxal.
Además, el comportamiento del protagonista de Monasterio muestra a veces semejanzas con
el del ‘flâneur’, ya que Halfon vaga por las calles de Tel Aviv, sin que tenga un objetivo o un
destino. En este sentido, Halfon es un tipo de observador errante:
60
Llevaba ya un par de horas dando vueltas en no sé qué calles y callejones repletos de gente. La caminata, o el sudor, o la nostalgia, o el simple paso del tiempo me fue calmando un poco. (Halfon 2014: 30) Caminé más. Caminé por calles estrechas y empolvadas, por grandes avenidas comerciales, al lado de vendedores de higos y dátiles y vendedores de shawarma y vendedores de falafel, frente a demasiadas tiendas con porquerías para demasiados turistas. Al rato llegué a unas gradas que descendían hacia una plaza enorme, bulliciosa, llena de gente congregada en una esquina. […] me senté en una grada a observar desde arriba el enjambre que era la plaza. (Halfon 2014: 31)
De todos modos, el protagonista se identifica con un modelo que, contrariamente a Rimsky,
no quiere dar sentido a su vida a través de un viaje. Su viaje tampoco es un proceso de
construcción de su identidad, dado que ya sabía antes de su viaje cómo se sintió con respecto
al judaísmo.
El segundo viaje que el narrador de Monasterio describe brevemente, es el viaje del
protagonista a Auschwitz, donde su abuelo había sido capturado durante el Holocausto.
(Halfon 2014) Ese viaje es de otra naturaleza que el que hemos expuesto arriba, ya que
opinamos que tiene ciertas características de un peregrinaje. Sin embargo, el narrador de
Monasterio describe únicamente la llegada del personaje principal en el aeropuerto de
Varsovia. Por consiguiente, no resulta fácil comparar profundamente su estilo de viaje con
las categorías de Bauman. No obstante, conocemos tanto el motivo como el destino de este
viaje: Halfon viaja voluntariamente a Auschwitz, con el fin de poder formar una visualización
del pasado de su abuelo, y, de esta manera, de su propio pasado. Quiere ir a los campos de
exterminio, a las cámaras de gas, al crematorio y al Bloque Once de Auschwitz. (Halfon
2014: 106) A pesar de que no se identifica con la religión de su abuelo (cf. supra), sería
posible que este viaje implica en cierta medida una construcción de su identidad, a saber, no
de su identidad religioso, como en el caso de Rimsky, sino de su identidad histórica. En este
sentido, posiblemente, al estar tan cerca al pasado de su abuelo, Halfon puede reflexionar
sobre su afinidad con respecto a este pasado. Entonces, tal como el peregrinaje, este viaje del
protagonista de Monasterio podría ser un proceso de aprendizaje. Sin embargo, dado que el
narrador no describe su visita a Auschwitz, no podemos demostrar esta hipótesis.
61
Por último, encontramos varias similitudes entre por una parte el viaje de la protagonista
Meruane de Volverse Palestina, y por otra parte, el peregrinaje moderno que Bauman
presentó en su artículo. No obstante, opinamos que el viaje de Meruane es un peregrinaje
particular, ya que hay una diferencia entre por un lado el objetivo que la protagonista quiere
alcanzar con su viaje, y por otro, lo que finalmente alcanza durante su trayecto. Más
específicamente, antes de su viaje, Meruane tiene el propósito de viajar para que su historia
familiar sea salvada y no olvidada. Los abuelos árabes de la protagonista huyeron en 1915 de
Palestina a América Latina para encontrar una vida mejor. En aquel momento, Palestina
todavía no estaba bajo la ocupación israelí. (Meruane 2014) Meruane quiere ‘regresar’ a un
lugar en el que nunca estuvo, ya que ni sus padres, ni sus abuelos han regresado a estas
tierras, que hoy en día están bajo la ocupación israelí. No obstante, el narrador subraya que el
regreso es un regreso prestado, dado que vuelve a un lugar que no es suyo:
Regresar. Ese es el verbo que me asalta cada vez que pienso en la posibilidad de Palestina. Me digo: no sería un volver sino apenas un visitar una tierra en la que nunca estuve, de la que no tengo ni una sola imagen propia. Lo palestina ha sido siempre para mi un rumor de fondo, un relato al que se acude para salvar de la extinción un origen compartido. No sería un regreso mío: seria un regreso prestado, un volver en el lugar de otro. De mi abuelo. De mi padre. (Meruane 2014: 17)
Antes de su viaje, la protagonista enfatiza entonces su desarraigo en cuanto a la cultura
palestina, que se manifiesta probablemente, como ya hemos constatado en el capítulo anterior,
a causa de la distancia temporal y espacial con esta cultura y religión. Su objetivo suele ser
entonces salvar la historia familiar, a través de reuniones con antepasados y familiares en
Palestina (cf. supra). (Meruane 2014) No obstante, constatamos que el viaje activa relaciones
inesperadas que afecta al personaje principal. (D’Errico 2017: 92) Más específicamente,
durante su viaje, la protagonista empieza a sentirse poco a poco parte del pueblo palestino.
Esta identificación ya se manifiesta cuando Meruane llega al aeropuerto de Jaffa en Israel:
Y esta frase suya me lleva de vuelta al aeropuerto y a las evidentes distinciones entre pasajeros. Tengo la certeza de que en las horas que pasé con los tiras fui más palestina
62
que en mis últimos cuarenta años de existencia. La palestinidad que solo defendía como diferencia cuando me llamaban turca, alguna vez, en Chile, había adquirido densidad en Heathrow. (Meruane 2014: 64)
En la misma página, el narrador afirma con respecto a su palestinidad (cf. cita), que “era una
gruesa cicatriz de la que ahora quería hacer alarde”. (Meruane 2014: 65) Coincidimos con
D’Errico (2017: 92) cuando declara que “Meruane comienza a indagar acerca de su pasado
[…] irrumpiendo en ella un compromiso social, histórico y político ante la vulnerabilidad del
pueblo palestino […]”. Efectivamente, varios pasajes de Volverse Palestina, como los
siguientes, nos muestran que el personaje principal se compromete, durante su viaje, con la
opresión que sufren los palestinos:
Jaffa ha ido encareciéndose. Una familia de clase media como la de Zima ya no puede comprar aquí. Esta es la manera de mantenerlos sin propiedad. El Gobierno puede decir que no impide la compra pero el alza de los precios es otra manera soterrada de imposibilitarla. Es otra forma de expropiación de los palestinos. (Meruane 2014: 69) Ya no necesito escoltas este viernes que es el último del mes: el día en que los activistas llevan gente a lugares que muy pocos quieren visitar. Una extraña clase de turismo, el del dolor ajeno que visto de tan cerca acaba volviéndose propio. (Meruane 2014: 94) Alguien me ha dicho mientras que escribo que no me corresponden verdaderas velas en este entierro, pero yo me digo que velitas me tocan. Las velas que arrastro prendidas desde la sangre. Las que me traje, apagadas, aquella vez, de Beit Jala. Las que estoy quemando al volver por escrito a Palestina cuando se enciende el terrible bombardeo de Gaza. Soplar las velas para no ver lo que sucede, guardar silencio pudiendo decir algo sería volverme cómplice. Velas pequeñas, las mías, para acompañarme ahora en el recorrido laberíntico de los acuerdos fallidos. (Meruane 2014: 186)
En este sentido, a través de su viaje, la protagonista se da cuenta de este despertar tanto
político como personal. (Fernández Bravo 2018: S.P.) Los títulos de los párrafos de Volverse
Palestina confirman esta diferencia entre su objetivo inicial, y lo que finalmente ha alcanzado
durante su viaje: mientras que el título del primer párrafo es ‘Volveres prestados’, el del
último párrafo es ‘Volverse’. (Meruane 2014: 17, 106) De manera semejante, el título del
libro entero es Volverse palestina, en el que ‘volverse’ puede significar ‘convertirse’.
63
(Meruane 2014: S.P.) De esta forma, probablemente, Meruane ha descubierto su identidad
palestina durante su viaje. Sin embargo, ‘volverse’ posee un segundo significado, es decir, el
de ‘regresar a un lugar anterior’. (Fernández Bravo 2018: S.P.) El título del último párrafo,
‘Volverse’, tiene asimismo este significado. Opinamos que la escritora de este relato ha
jugado con estas palabras, para demostrar que el regreso del personaje, que antes del viaje, fue
un regreso prestado, se ha convertido en un regreso propio, dado que el protagonista se ha
dado cuenta de su palestinidad. En este sentido, la protagonista volvió a Palestina y se volvió
más palestina. Aunque literalmente, no es posible ‘regresar’ a un lugar donde nunca se estuvo,
es posible que Meruane sí lo concibe como un regreso suyo, ya que es un regreso al pasado de
sus abuelos, que es asimismo un regreso a su propio pasado. Concluimos que el viaje del
protagonista de Volverse Palestina es en cierta medida un peregrinaje, ya que, conforme a la
teoría del peregrinaje de Bauman, el viaje del protagonista implica una construcción de su
identidad.
Concluimos que los tres protagonistas se identifican con uno o varios modelos (pos)modernos
que han sido introducidos por Bauman. En cierta medida, cada uno de los sujetos tiene
entonces una tendencia a caminar o incluso errar, sobre todo como peregrinos modernos,
como hemos visto en el párrafo anterior. Durante sus peregrinajes, los protagonistas buscan
huellas del pasado de los abuelos, y, de este modo, exploran, cada uno a su manera, su
pertenencia o desarraigo, por una parte con respecto a las tierras, la cultura y la religión de los
antepasados, y, por otra, a veces asimismo en cuanto a su propio país de nacimiento (cf. Poste
Restante). Podemos suponer que esta identidad móvil de los protagonistas es en cierta medida
una identidad heredada, ya que los (bis)abuelos de los personajes principales, que sufrieron la
Diáspora y/o la migración, tuvieron asimismo esta tendencia a caminar y errar. En este
sentido, se puede considerar la errancia de Rimsky, que tiene una afectividad religiosa con el
judaísmo (cf. supra), como una reactualización moderna del ‘judío errante’. El relato del judío
errante es una leyenda cristiana, que trata de una conversación entre un judío errante y un
obispo, que tuvo lugar en Hamburgo en el siglo XVI.12 El judío errante dijo al obispo que,
cuando Jesús, llevando la cruz, quiso apoyarse contra un muro de su casa, dijo a este judío
12<http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=enc_judioe> [Consulta: 24 de mayo del 2018].
64
errante: “yo terminaré y descansaré, pero tu continuarás”13. Desde ese momento, el judío
errante no tuvo descanso sino que había vagado por todo el mundo. Además, más tarde, el
judío errante se convirtió en una personificación de la Diáspora judía, o sea, la dispersión de
los judíos por todo el mundo.14 En este sentido, los judíos tuvieron una tendencia a errar y
vagar, una tendencia que reaparece en cierta medida en Poste Restante. El índice de este
relato ya revela su identidad móvil: el protagonista atraviesa Londres, Israel, Egipto, Chipre,
Rodas, Turquía, Ucrania, Praga, Polonia, Austria y Eslovenia. Por consiguiente, se puede
considerar la protagonista de este relato como una reactualización de este ‘judío errante’.
Veremos en el capítulo de los géneros de los relatos, que esta errancia de Rimsky se refleja
asimismo en una errancia estilística. En cuanto a la movilidad del personaje principal en
Monasterio, aunque no hereda la religión de sus antepasados judíos, podría ser que sí heredó
su tendencia a errar y vagar. Luego, con respecto a Volverse Palestina, un diálogo entre Zima,
una escritora musulmana, y Meruane, aclara cómo el protagonista heredó, en cierta medida, la
identidad móvil de sus abuelos árabes:
Es cierto, dice Zima, pero importa no olvidar que la palestina es la comunidad de refugiados más grande del mundo. Y que la condición de refugiados para los palestinos y solo para ellos, o nosotros, es hereditaria. Lo que importa es no perder la posibilidad del regreso. Reivindicarlo. Decidir volver y quedarse…, dice, intensificando la mirada sobre mí. (Meruane 2014: 91-92)
5.1.2.laidentidadlingüísticadelosprotagonistasAparte de la identidad histórica (cf. la memoria familiar) y la identidad móvil (cf. el viaje de
regreso) de los tres sujetos de nuestros relatos de regreso, las lenguas que los protagonistas
dominan revelan asimismo su sentimiento de pertenencia o de desarraigo con respecto a su
propio país de nacimiento y las tierras de los antepasados. Por consiguiente, coincidimos con
Calvet cuando afirma lo siguiente:
13 Véanse la nota en pie de página 12 14 Véanse la nota en pie de página 12
65
la lengua desempeña una función identitaria. Como un documento de identidad, la lengua que hablamos y el modo en que la hablamos revela algo de nosotros mismos: nuestra situación cultural, social, étnica, profesional, nuestra edad, nuestro origen geográfico, etc. […] De este modo, tenemos diferentes identidades cuando poseemos varias lenguas. (Calvet 2001: S.P.)
Aunque la identidad lingüística no forma un tema principal en los tres relatos de regreso,
opinamos que sí es una parte importante de la identidad de los protagonistas. Por
consiguiente, exploraremos en este párrafo esta parte de la identidad de los personajes
principales.
En los tres relatos, observamos que los personajes principales recurren a veces a diferentes
lenguas, o dicho de otra manera, al multilingüismo. Se puede contemplar el multilingüismo de
dos maneras diferentes, o bien como fenómeno individual, o bien como fenómeno colectivo.
(Calvet 2001: S.P.) Calvet (2001: S.P.) define en su estudio “Identidades y plurilingüismo” el
multilingüismo individual de esta forma: “un individuo multilingüe que utiliza varias lenguas,
vive entre varias lenguas, porque es hijo de una pareja bilingüe o porque ha viajado u
estudiado mucho.” El multilingüismo individual refiere entonces al individuo capaz de hablar
diferentes lenguas. En el mismo estudio, Calvet (2001: S.P.) explica que el multilingüismo
colectivo es “una comunidad multilingüe en la que coexisten varias lenguas.” Estas dos
visiones del multilingüismo no son necesariamente compatibles dado que una persona que
vive en una sociedad multilingüe puede ser monolingüe y una persona multilingüe puede vivir
en una sociedad monolingüe. (Calvet 2001: S.P.)
Para el análisis de nuestros relatos, utilizaremos la interpretación individual del
multilingüismo, ya que enfocaremos la situación lingüística de los protagonistas. En los tres
relatos, la lengua materna de los sujetos es el español, ya que tanto ellos como sus padres
nacieron en América Latina. Luego, en cada texto, se revela el conocimiento de la lengua de
los antepasados es diferente. Primeramente, echamos un vistazo a la situación lingüística de
los abuelos, tan importante para el análisis de la identidad lingüística de sus nietos. Aunque el
multilingüismo de estos abuelos apenas se describe en los tres relatos, podemos suponer, en
base a su condición de migrantes, cómo su identidad lingüística cambió. Opinamos que
66
generalmente, los migrantes siguen hablando su lengua materna al llegar al nuevo país y a
veces no se adaptan directamente a la lengua oficial del lugar de llegada. En el caso de los
abuelos de Rimsky y Halfon, se trata del hebreo y el yiddish. Al contrario, los abuelos de
Meruane hablaron el árabe. De este modo se forma siempre un multilingüismo colectivo,
visto que los migrantes, que todavía hablan su lengua materna, conviven con los habitantes
autóctonos, quienes hablan la lengua oficial del país. En los tres relatos, esta lengua oficial es
el español, dado que los abuelos de Rimsky y Meruane llegaron a Chile, y los ancestros de
Halfon a Guatemala. Además, muchas veces se forma después de esta migración un
multilingüismo individual, cuando los migrantes sí aprenden la lengua oficial del país de
elección.Entonces, probablemente, los abuelos de los protagonistas aprendieron el español
después de su inmigración. Sin embargo, aunque suponemos que este aprendizaje de los
abuelos tuvo lugar en cada historia, se evoca únicamente en Volverse Palestina: “Avanzamos
en silencio o en castellano aunque hay más lenguas dormidas en nuestra genealogía. Los
inmigrantes árabes adquirieron el castellano a medida que perdían el idioma materno pero lo
siguieron hablando entre ellos como si se tratará de un código secreto vedado a sus hijos
[…]”. (Meruane 2014: 29) Luego, la lengua materna de los protagonistas, o sea, de la tercerea
generación, que nació en Latina América, es en los tres relatos el español. Sin embargo,
observaremos que se insertan a veces palabras hebreas o árabes en los relatos. En lo que
sigue, investigaremos en qué medida los protagonistas son sujetos multilingües.
En cuanto al multilingüismo en Monasterio, Volverse Palestina y Poste Restante,
constatamos que el vínculo entre las diferentes lenguas se encuentra a dos niveles; por una
parte, a nivel temático, y por otra, a nivel de la textura del discurso. Primero, con respecto al
multilingüismo a nivel temático, remitimos a situaciones en las historias, escritas en español,
que refieren al conocimiento de una lengua específica. Se trata entonces del multilingüismo
en el contenido de los textos. Luego, el multilingüismo se manifiesta en la textura del discurso
cuando se cruzan el español, la lengua materna de los tres sujetos, con palabras en hebreo,
yiddish o árabe.
En la trama de cada relato de regreso, varios fragmentos revelan el conocimiento de los
protagonistas en cuanto a las lenguas de sus abuelos. Aunque el vínculo de los protagonistas
con las lenguas de sus abuelos es en gran parte igual, hemos constatado algunas diferencias
interesantes.
67
Primeramente, desprendemos de varias citas que Meruane, el personaje principal de Volverse
Palestina, no conoce el árabe, la lengua materna de sus abuelos palestinos:
Deletreo lentamente la cifra de esa llamada y un pensamiento me descoloca: en qué lengua vamos a entendernos. En castellano, por supuesto, dice mi padre, porque Maryam vivió unos años en el sur de Chile. (Meruane 2014: 54) Es domingo y es noche y todavía tengo que encontrar un taxi. Ankar me ha advertido en un correo que su calle acaba de cambiar de nombre. Algunos taxistas no la conocen. No me queda energía, esta noche, para perderme por una ciudad desconocida en la que no manejo ninguna de sus lenguas. (Meruane 2014: 66) Siento una mano por detrás, o más bien un dedo sobre mi hombro y una voz que formula una pregunta que no entiendo. Ni siquiera podría asegurar qué lengua es y sin fijarme demasiado respondo, en inglés, disculpe, no hablo ni árabe ni hebreo. (Meruane 2014: 85)
En la primera cita, Meruane llama a un ancestro que todavía vive en Palestina. De esta cita, ya
se desprende que la protagonista no domina el árabe. En la segunda cita, Meruane se
encuentra en Jaffa, una ciudad israelí en la que viven tanto israelíes como una minoría de
palestinos. Por consiguiente, el narrador de Volverse Palestina refiere con “sus lenguas” al
hebreo y árabe. (Meruane 2014: 66) Por esta razón, Meruane tiene que recurrir al inglés para
comunicar con los palestinos y los israelíes.
Luego, en Monasterio, observamos que el personaje principal tampoco maneja las lenguas
maternas de sus abuelos, o sea, el hebreo y el yiddish. (Según el diccionario de la Real
Academia española (RAE), el yiddish es “una variedad del alto alemán, con elementos
hebreos y eslavos, que hablan los judíos askenazíes”15). Por consiguiente, utiliza asimismo el
inglés para comunicar con los israelíes de Tel Aviv:
Le pedí al recepcionista, como hago siempre, una habitación en el último piso, que no diera hacia la calle ruidosa, lo más alejada posible del ascensor, y sin puerta interna que comunicara a la habitación contigua. Pero por algún error o malentendido, nos explicó el viejo de mala gana en su pésimo inglés, le quedaba una sola habitación disponible, con cama matrimonial. (Halfon 2014: 22-23)
15 http://dle.rae.es/?id=cC0P95H [Consulta: 24 de mayo del 2018]
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No obstante, mientras que parece que Meruane ni siquiera conoce algunas palabras en árabe,
Halfon tuvo clases de hebreo:
Estaba por marcharme del Muro de los Lamentos cuando noté que en el suelo, bajo mi pie, había un pequeño papel blanco y sucio, doblado en dos. Me agaché, lo recogí, lo sacudí un poco y lo desdoblé. Estaba en hebreo. Era una frase negra, corta, escrita en letras hebreas. Reconocí dos o tres letras. Recordé la inutilidad de mis clases de hebreo (memorizar nada más la fonética de consonantes y vocales), de niño, antes de cumplir trece años. (Halfon 2014: 34)
Sin embargo, se desprende de este pasaje que su conocimiento del hebreo es muy limitado. La
cita siguiente lo confirma:
[…] me esforcé por recordar aquellas seis palabras. […] Todas las noches, tras lavarnos los dientes y meternos entre las sábanas, por fin llegaba mi mamá, y recogía nuestra ropa, y ordenaba un poco nuestros juguetes tirados en el suelo, y ¿ya rezaron?, nos preguntaba. Entonces cada uno, bien metido entre sus sábanas, repetía aquellas seis palabras en hebreo, aquel mismo rezo en hebreo. Deprisa, mecánico, memorizado. […] Las mismas seis palabras en hebreo que para nosotros no significaban nada, que no tenían ningún sentido más allá de invocar la presencia de mi mamá, quien llega a decirnos buenas noches, a besarnos buenas noches. (Halfon 2014: 38)
Esta cita demuestra que el personaje ha perdido en gran parte las pocas palabras hebreas que
aprendió durante su infancia. Observamos asimismo que Halfon ya no tiene una afinidad
afectiva con la lengua de sus abuelos.
Por último, el narrador de Poste Restante revela tanto el conocimiento de la lengua de los
abuelos, como el dominio de la lengua materna de la protagonista. En primer lugar, igual que
Meruane y Halfon, parece que la protagonista de Poste Restante tampoco maneja la lengua de
sus ancestros, a saber, el hebreo:
Un viejo que por allí pasaba mencionó a un tal Malinovsky y señaló una dirección. Un grupo de mujeres empezó a gritar: Antón, Antón. Apareció un joven con una brocha. Nadie hablaba inglés y solo tenía el pedazo de papel. (Rimsky 2011: 143)
69
Ahora yo estaba con el nieto del hombre más antiguo del pueblo, intentando comunicar por gestos las vivencias de dos personas de la misma edad que se encuentran por sorpresa en un camino. (Rimsky 2011: 144)
Estas citas muestran que Rimsky es incapaz de hablar en hebreo con los habitantes judíos de
Ulanov, el pueblo donde nació su abuelo paterno. Rimsky recurre asimismo al inglés o intenta
comunicar a través de gestos con los judíos con que se reúne durante su viaje. No obstante, el
contacto de Rimsky con tantas otras lenguas durante su trayectoria, provoca en cierta medida
una debilitación de su dominio del español, su lengua materna: “En tanto las nuevas lenguas
registran mis pasos, la voz que me acompaña desde la infancia se repliega a un lugar tan
íntimo que en ocasiones se me hace necesario buscar las palabras olvidadas en el Diccionario
de la lengua española. Tareas Escolares de Zig-Zag”. (Rimsky 2011: 57) Aunque nos parece
más lógico que el protagonista, que tiene el español como lengua materna, llevaría entonces
un diccionario en la lengua oficial de los países que cruza (pensamos al hebreo, árabe,
polonés o turco), decide llevar un diccionario español: “En la mochila con ruedas lleva dos
pantalones largos y uno corto […] un cuaderno de viaje azul, lápices, goma de borrar,
cuchillo cartonero, el diccionario de la lengua española. Tareas Escolares de Zig-Zag, tres
disquetes […]”. (Rimsky 2011: 17) Deducimos de esta cita que posiblemente, a causa de los
diferentes lenguajes que tuvieron una función dentro del ámbito familiar (cf. por una parte el
español, la lengua oficial de Chile, donde vive la protagonista con su familia, y por otra, la
lengua materna de los inmigrantes que generalmente, después de una inmigración, se
convierte en una lengua íntima), Rimsky no maneja perfectamente su lengua materna. Esta
pérdida de la lengua materna no se manifiesta en Monasterio y Volverse Palestina.
Con respecto al multilingüismo en la textura del discurso, nos focalizaremos primero en cómo
las palabras árabes o hebreas han sido insertadas en los tres textos, y después, exploraremos lo
que esta inserción revela en cuanto al vínculo de los protagonistas con la cultura de sus
antepasados.
Primeramente, en la textura de Monasterio, se cruzan a veces el español con el hebreo, la
lengua de los antepasados del protagonista. En los fragmentos siguientes, veremos cómo el
escritor de Monasterio ha insertado estas palabras:
70
Vi a personas rezando a voz alta, y a personas rezando en silencio, y a personas rezando mientras se hamaqueaban, y a personas rezando escondidas bajo un gran manto blanco (talit, en hebreo), y a personas rezando con cajitas negras sobres sus frentes y filacterias enrolladas alrededor de sus antebrazos (tefelín, en hebreo). (Halfon 2014: 32; énfasis añadido) Debe ponerse esto, me dijo el señor, un tanto brusco, entregándome una gorrita blanca. Por respeto, dijo, y yo me quedé mirando la gorrita blanca en mi mano. Kipa, en hebreo. Yarmulke, en yidish. (Halfon 2014: 70; énfasis añadido)
El escritor de este relato expresa la distancia entre por un lado el personaje principal y por
otro, la cultura y lengua judía, de diferentes maneras. En la primera cita, Halfon pone las
traducciones hebreas de las tradiciones judías entre paréntesis. En este sentido, tiene
preferencia por una explicación española de las costumbres judías. En la segunda cita, no
pone las palabras hebreas entre paréntesis, sino asimismo pone primeramente la explicación
española, y detrás de esta explicación, como adición, la palabra hebrea e yiddish.
Luego, en la textura de Volverse Palestina, la escritora inserta las palabras árabes de otra
manera, como se observa en la cita siguiente:
La recomendación tiene un nombre que nunca he oído y suena, entre los labios de Hamza, a loos o quizás loss, la palabra inglesa de la pérdida. Pero loos o loss en árabe significa almendra cruda cubierta de una piel verde aterciopelada y muy gruesa que se come sin pelar, con un poco de sal y quizás aceite de oliva. Es una almendra que mi padre, devoto, como su padre, de ese fruto seco, tampoco identifica cuando le pregunto. (Meruane 2014: 52; énfasis añadido) Compra para mí unas velas decoradas con letras árabes y un paquete de esa especia oreganada que aquí llaman zattar. (Meruane 2014: 81; énfasis añadido)
En este caso, la escritora ha puesto las palabras árabes en itálica. Opinamos que utiliza esta
estrategia para expresar así la distancia (temporal y espacial) del personaje principal con la
cultura árabe. Además, la narradora siempre provee la significación de las palabas árabes:
loos es una almendra y zattar es una especia oreganada. Sin embargo, observamos una
diferencia entre las inserciones de Halfon y Meruane: con respecto a las palabras árabes o
71
hebreos, notamos una distancia más grande en Monasterio que en Volverse Palestina. En
Monasterio, las palabras hebreas son presentadas como una información adicional, en una
otra frase o entre paréntesis. En este sentido, no suelen ser muy importantes. Al contrario,
Meruane sí mezcla las palabras árabes con el texto español. La distancia con respecto a los
idiomas extranjeros en Volverse Palestina nos parece entonces menos grande que en
Monasterio.
Por último, constatamos que Rimksy, la escritora de Poste Restante no realmente hace la
distinción entre la lengua de la protagonista y la de los antepasados, a saber, el hebreo:
Pudo haberlos enumerado: Joledetz, panitas revueltas con cebolla, consomé con mondalej, cogote relleno, chicharrones con ensalada de rábano, pollo asado, salpicón para el día siguiente, pero los soldados no son inmigrantes. (Rimsky 2011: 55; énfasis añadido)
Como se observa, el narrador de Poste Restante prefiere en primer lugar la palabra en hebreo,
y solamente detrás de esta palabra original, provee una explicación en español. Suponemos
que es una estrategia de la escritora para expresar la identidad judía del personaje principal.
Se concluye que el multilingüismo está presente en cada uno de los relatos de regreso.
Además los protagonistas de los tres textos son personas multilingües. Sin embargo, en
ninguno de los tres casos, se puede afirmar que la lengua de los antepasados forma realmente
parte de este multilingüismo, como hemos discutido en el análisis del multilingüismo a nivel
temático. Los sujetos conocen como máximo algunas palabras de la lengua de los abuelos (cf.
Halfon). Constatamos que la distancia, tanto temporal como espacial, con respecto a la cultura
y la lengua de los ancestros, es demasiado grande para heredar su identidad lingüística. En
este sentido, los sujetos no viven entre el español y el árabe o el hebreo (cf. la definición del
multilingüismo de Calvet), sino entre el español y el inglés, ya que vemos que durante sus
viajes, tanto Meruane como Halfon y Rimsky recurren al inglés para comunicar. Sin embargo,
la manera en que los escritores de estos relatos insertan palabras hebreas o árabes en sus
textos, revela en cierta medida el vínculo entre los sujetos y la cultura de los antepasados. Lo
72
analizado previamente muestra cierta gradación con respecto a este vínculo. Primeramente,
hemos observado que el escritor de Monasterio aclara la distancia del personaje principal con
la cultura de su abuelo a través de la manera en que inserta las palabras hebreas. Más
específicamente, las palabras hebreas son escritas de manera separada, entre paréntesis o en
una frase adicional, ya que el narrador prefiere sobre todo una explicación en español de estas
palabras. En este sentido, las palabras hebreas parecen banales. Luego, en Volverse palestina,
constatamos que la distancia es menos grande, ya que las palabras árabes son insertadas en el
texto mismo. Sin embargo, el hecho de que Meruane escribe las palabras árabes en itálica,
muestra que todavía existe una distancia con esta lengua y cultura. Por último, en Poste
Restante, la escritora enfatiza las palabras hebreas, y, además, las palabras son escritas de la
misma forma que las palabras españolas. Esta inserción muestra el vínculo de la protagonista
con la cultura judía. Esta conclusión coincide en gran parte con las conclusiones de los otros
capítulos.
5.2.PosteRestante,MonasterioyVolversePalestinacomoautoficcionesTodo lo analizado previamente se vincula estrechamente con la doble emigración que Rushdie
ha planteado en su estudio Imaginary Homelands: essays and criticism 1981-1991 (cf. el
encabezamiento de esta tesina). Más específicamente, por un lado, los capítulos que tratan la
memoria se relacionan con la emigración temporal de los personajes principales. Por otro
lado, el capítulo que aborda el género del relato de viaje y la identidad móvil de los
protagonistas, evoca la segunda modalidad de la emigración, a saber, la emigración espacial.
Los protagonistas de los textos primarios van cada uno en dirección contraria de estas dos
emigraciones. Por una parte, regresan, en sentido figurado, al pasado a través de la memoria y
por otra, regresan, literalmente, a las patrias de los abuelos. Aparte de estos dos viajes de los
protagonistas, nos interesa tocar un último viaje que es relevante para esta investigación, a
saber, el viaje de la escritura. Conviene subrayar que este viaje no es un viaje de los
personajes principales, como en los otros casos, sino de los escritores de Poste Restante,
Volverse Palestina y Monasterio. Se puede concebir el proceso de la escritura como un viaje
en sentido figurado ya que, como los dos otros viajes, es un proceso en el que se cuestiona su
propia identidad. Esta vez no trata de la identidad de los protagonistas, sino de los escritores.
A primera vista, estos tres viajes parecen incompatibles ya que implican la construcción de la
identidad de dos entidades diferentes (cf. el escritor y el personaje principal). Sin embargo,
73
exploraremos en este capítulo cómo las identidades de estas dos entidades diferentes sí son
(en parte) compatibles. Primeramente, investigaremos en qué medida los tres relatos de
regreso son autobiografías. Luego, desarrollaremos el género de la autoficción. Después,
constataremos que cada relato tiene diferentes géneros. Para el análisis de los géneros de los
textos primarios, apelamos sobre todo a la obra de Leonor Arfuch (2007) que lleva el título El
espacio biográfico.
No se puede definir el género de la autobiografía sin recurrir al famoso estudio Le pacte
autobiographique de Philippe Lejeune (1975). Según este teórico francés, se puede considerar
un texto como una autobiografía a condición de que implica un “pacto autobiográfico”.
(Arfuch 2007: 46) Más específicamente, este pacto es un tipo de contrato entre el autor y el
lector, que confirma la identidad entre el autor, el narrador y el protagonista. Existe entonces
una triple identificación entre estas tres entidades. Además, este pacto consiste en la idea de
que el autor escribe la verdad sobre sí mismo y su propia vida. De manera semejante, el autor
de la autobiografía pide al lector confiar en que habla la verdad. (Arfuch 2007: 46)
En el segundo capítulo, ya hemos echado un vistazo en la perspectiva narrativa de los tres
textos, sin ahondar en su género. A continuación, verificaremos en qué medida los tres relatos
de regreso cumplen con el pacto autobiográfico.
Primero, en Monasterio y Volverse Palestina, aparecen las mismas características
autobiográficas. Sin embargo, estos dos relatos se distancian asimismo de la misma manera
del género. En ambos relatos, el personaje principal tiene muchas características en común
con el escritor (cf. nombre, edad, familia, origen). Luego, el narrador habla en primera
persona de su propia vida. Conforme a la definición de la autobiografía de Lejeune, parece
entonces que existe una triple identificación entre el narrador, el personaje principal y el
escritor. No obstante, tanto en la contraportada de Monasterio, como en la de Poste Restante,
aparece explícitamente que no trata de una verdadera autobiografía:
Así se planta Lina Meruane en este libro que hermana la crónica personal y el ensayo literario y que resulta extraordinario no solo por su valeroso trasunto autobiográfico,
74
sino, sobre todo, por su prosa llena de finezas y de hallazgos. (Meruane 2014: S.P.; énfasis añadido) A medio camino entre novela y autobiografía, en un tono tan sencillo como lírico, Monasterio es un viaje conmovedor e intenso a las profundidades de la identidad, la intolerancia religiosa y los límites y ficciones que el hombre usa para entenderse y sobrevivir. (Halfon 2014: S.P.; énfasis añadido)
Aunque parece que son dos autobiografías, estas dos citas muestran que tanto en Volverse
Palestina como en Monasterio, no se encuentra un ‘pacto autobiográfico’, ya que trata de un
“trasunto autobiográfico” y un libro “a medio camino entre novela y autobiografía”. (Meruane
2014: S.P.) (Halfon 2014: S.P.) Entonces, existe cierta distancia entre por una parte el
escritor, y por otra el narrador y el personaje principal. Más adelante, ahondaremos en esta
conjunción aparentemente incompatible de realidad y ficción en estos relatos. Al contrario, en
Poste Restante, no aparece ni en la contraportada, ni en el texto mismo que este relato tiene
una base fabulada. Parece entonces que la escritora es asimismo la protagonista de este relato,
puesto que tienen las mismas características. (Rimsky 2011: S.P.) No obstante, Rimsky no
maneja una primera, sino que una tercera persona (cf. el segundo capítulo). (Rimsky 2011:
S.P.) En este sentido, el narrador heterodiegético y autodiegético no forma parte de la historia
(cf. supra). Por consiguiente, la situación narrativa de este relato tampoco coincide con la
triple identificación entre escritor, narrador y personaje principal. Sin embargo, cabe afirmar
que algunas veces, Rimsky sí maneja una primera persona. A modo de ejemplo, la página 168
contiene dos veces el mismo fragmento, pero con otro narrador. Así, el primer fragmento es
una narración en tercera persona: “Entre 1905 y 1918 Aída G abandonó Polonia en Pos de
una fantasía. En 1999 su nieta abandona Chile para evocar una fantasía” (Rimsky 2011: 168;
énfasis añadido), mientras que el segundo fragmento maneja una primera persona: “Entre
1905 y 1918 Aída G abandonó Polonia en pos de una fantasía. En 1999 abandono Chile para
evocar una fantasia”. (Rimsky 2011: 168; énfasis añadido) Opinamos que las múltiples voces
que Rimsky maneja, es otro reflejo de la identidad híbrida de la propia escritora. Un segundo
aspecto de Poste Restante que demuestra que este relato no es una verdadera autobiografía, es
el recurso del personaje principal a la imaginación. En el cuarto capítulo, hemos ofrecido un
análisis profundo de la noción ‘patrias imaginadas’, planteado por Rushdie, y hemos
constatado que Rimsky, el personaje principal de Poste Restante, no puede formar una
75
imagen auténtica ni de la historia de su país de nacimiento, ni de las patrias de sus ancestros,
ya que Poste Restante es el único de los tres relatos en el que los padres o los abuelos no
ofrecieron un testimonio en cuanto al pasado de estos últimos. En consecuencia, Rimsky
construye a menudo fantasías tanto sobre su país de nacimiento como sobre las patrias de sus
antepasados (cf. supra). Estas fantasías confirman de nuevo que Poste Restante no cumple
con el pacto autobiográfico, dado que no trata de la verdad sobre la vida de la escritora. Como
se verá a continuación, la imaginación de Rimsky con respecto a su propia patria y la de sus
abuelos, no es el único argumento para considerar Poste Restante como un relato ficcional.
El hecho de que Poste Restante, Monasterio y Volverse Palestina contienen tanto elementos
reales como elementos ficcionales, nos lleva a otro género, a saber, la autoficción.
Primeramente, desarrollaremos este género a través de la crítica existente. Luego,
estudiaremos por qué podemos considerar nuestros tres relatos de regreso como autoficciones.
La noción ‘autoficción’ ha sido planteada por primera vez por Doubrovsky, quien describe el
género como un “género mestizo” y “una ficción de acontecimientos estrictamente reales”
(Doubrovsky en Casas 2016: 7). Más tarde, Ana Casas amplió el género en su obra La
autoficción. Reflexiones teóricas, al afirmar que autoficciones son “textos de muy diversa
índole, que tienen en común la presencia del autor proyectado ficcionalmente en la obra”.
(Casas 2012: 11) Dicho de otro modo, la autoficción es un género que flota entre la novela y
la autobiografía. No obstante, la frontera entre ficción y realidad en las autoficciones es tan
sutil, que para el lector siempre resulta difícil saber cuando trata de una parte real y cuando de
una parte imaginada. (Casas 2012: 23) En relación con esta conjunción de realidad y ficción,
Alberca acuñó una noción que se opone a la teoría del ‘pacto autobiográfico’, tal como ha
sido explicada por Philippe Lejeune (véanse arriba), es decir: el pacto ambiguo. (Alberca
2007) Según Alberca, existe una ambigüedad dentro del género autoficcional, puesto que
combina por una parte el pacto autobiográfico, que implica que el autor cuenta la verdad
sobre sí mismo y su propia vida, y por otra, el pacto novelesco, donde el autor se distancia de
los personajes y los acontecimientos. (Casas 2012: 23) El título de la segunda obra de Casas
(2016) que gira en torno al género autoficcional, El yo fabulado: nuevas aproximaciones
críticas a la autoficción, muestra el pacto novelesco de la autoficción: el escritor de la
autoficción no es un ‘yo auténtico’ sino un ‘yo fabulado’. Luego, la característica más
76
importante de la autoficción para nuestro análisis de la identidad de los tres escritores, es su
vínculo estrecho con la construcción de su identidad. El hecho de que la autoficción flota
entre dos géneros distintos, a saber, la autobiografía y la novela, refleja perfectamente la
identidad híbrida de los escritores de este género. Como ha demostrado Casas (2012: 13), el
género autoficcional muestra la “apreciación del yo como un ser disgregado y múltiple,
incapaz de mantenerse fiel a su pasado o de tener una unidad única”.
A pesar de que los tres textos primarios tienen una forma muy diferente (cf. infra), opinamos
que tanto Monasterio, como Poste Restante y Volverse Palestina tienen este género
autoficcional en común. Con respecto a Poste Restante y Volverse Palestina, ya hemos
discutido su dimensión ficcional: en las contraportadas de estos relatos, se insiste
explícitamente que no trata de una autobiografía. Además, en Monasterio, se lee incluso
literalmente que este relato se encuentra “a medio camino entre novela y autobiografía”, lo
que coincide perfectamente con la definición del género autoficcional. (Halfon 2014: S.P.) No
obstante, el escritor de este texto explica en una entrevista con La Vanguardia que el
personaje principal de Monasterio es como su alter-ego. Por consiguiente, las diferencias
entre los dos son muy sutiles. (Ayén 2014: S.P.) Luego, Volverse Palestina se caracteriza por
su trasunto autobiográfico, que significa que no es una autobiografía auténtica, sino una
novela que se basa en la vida de la escritora. Sin embargo, como en muchas autoficciones,
resulta difícil distinguir los elementos reales y los fragmentos ficcionales, ya que los
narradores no anuncian explícitamente cuando trata de ficción en los textos. Luego, el
carácter ficcional de Poste Restante se manifiesta de otra manera. Hemos comentado que por
una parte, el narrador autodiegético y, por otra, las patrias imaginadas ya aproximan este
relato a la ficción. Opinamos que existe otro argumento para considerar este relato como una
autoficción. En su artículo “¿Hay una afuera de la escritura?”, la escritora de Poste Restante
explica que “una de las primeras decisiones que tomé- quizás la más arriesgada y que terminó
por armar la poética del libro- fue colocar en vez de las fotografías del álbum, que quedó en
Eslovenia, su país de origen, una breve descripción de cada fotografía como la recordaba y no
como era realmente…” (Rimsky 2013: S.P.) Las citas siguientes, que tienen el mismo formato
que en el propio texto, son algunas de estas descripciones de las fotos del álbum de familia
que la protagonista encontró:
77
Una niña en traje de baño sentada en una roca, sustrae la atención que concita la caída de agua
en segundo plano. (Rimsky 2011: 13)
Una isla fotografiada desde tierra firme, se divisa la torre de una iglesia. (Rimsky 2011: 41)
Una montaña nevada, una calle de aspecto pueblerino, una mujer robusta con un delantal alrededor de la cintura que se va quedando atrás
y con la mano hace un gesto de despedida. (Rimsky 2011: 142)
Rimsky admite que la descripción se basa en su memoria y que por consiguiente, no es una
descripción fidedigna, ya que, como hemos repetido varias veces en esta tesina, a causa de
amnesia, se insertan olvidos, errores e inseguridades en la memoria. Entonces, queda claro
que aparte de la narración en tercera persona, la presencia considerable de la imaginación
(tanto en la forma de ‘patrias imaginadas’, como en la descripción de las fotografías)
confirma asimismo la dimensión ficcional de este relato.
Lo anteriormente analizado aclara cómo los tres viajes, a saber, el viaje temporal de la
memoria, el viaje espacial y el viaje de la escritura, son en parte compatibles: los escritores,
que tienen en la mayoría las mismas características de los personajes principales, intentan
construir su propia identidad a través del proceso de la escritura. Más específicamente,
opinamos que el hecho de que los personajes principales no tienen totalmente, sino en gran
parte la misma identidad de los escritores, tiene una doble función. Por una parte, a través del
personaje principal, que emprende el mismo viaje que el autor y que, además, comparte
muchas características con él, el autor puede cuestionar su propia identidad fragmentada. Por
otra parte, al novelizar en parte su vida, los escritores crean cierta distancia con respecto a su
personaje principal. Gracias a esta distancia, pueden reflexionar con una mayor objetividad
sobre su propia identidad, ya que, al conjugar realidad y ficción, no se dejan llevar tanto por
sus emociones en cuanto al pasado de sus familiares y su identidad, que suele ser indefinida y
fragmentada a la vez. Rimsky confirma explícitamente esta función de la escritura en Poste
Restante: “no será la primera vez que un personaje salva a su autor”. (Rimsky 2011: 118) Por
último, la conjunción de realidad y ficción en nuestros tres textos explica asimismo el título
de esta tesina: trata de fábulas de regreso a causa de su dimensión fabulada.
78
5.3.Lamezcladegénerosdelostrestextosprimarios
No obstante, el género autoficcional no es el único género que se puede atribuir a las tres
fábulas de regreso. La mezcla de géneros es sobre todo una característica llamativa de Poste
Restante. Opinamos que esta relato tiene asimismo muchas características del diario íntimo y
de la crónica. Primero, a causa del sinnúmero de soportes visuales en Poste Restante, se puede
hablar de un ‘diario intimo’, que Arfuch define de manera siguiente:
Una escritura desprovista de ataduras genéricas, abierta a la improvisación, a innúmeros registros del lenguaje y del coleccionismo-todo puede encontrar lugar en sus páginas: cuentas, boletas, fotografías, recortes, vestigios, un universo entero de anclajes fetichísticos-, […] . (Arfuch 2007: 110)
Igual que en un diario íntimo, en muchísimas páginas de Poste Restante, aparece en primer
lugar la fecha y el lugar de los acontecimientos durante el viaje del personaje principal. En
este sentido, se puede atribuir un tipo de diario íntimo más específico a Poste Restante, es
decir, es un diario de viaje. Luego, igual que en la definición del diario íntimo (cf. supra), en
Poste Restante, observamos asimismo un afán coleccionista de la escritora. Más
específicamente, Rimsky inserta cartas, mapas de metro, guías de viajes, recortes de
periódicos, apuntes en una agenda, libretas, fotografías, listas con los gastos de su viaje etc. en
su obra. Por consiguiente, Rimsky opera como una artista plástica. Coincidimos con
Waldman cuando afirma que la inserción de todos estos documentos provoca una errancia
estilística, en la que se conjuntan un lenguaje narrativo y un lenguaje gráfico. (Waldman
2013: S.P.) Igual que Rimsky utiliza una narración entre la primera y la tercera persona y
recurre a un género entre la autobiografía y la ficción (cf. la autoficción), “este moverse
“entre lenguas” […] refleja el cruzamiento permanente de territorios e identidades”.
(Braidotti en Waldman 2013: S.P.) En otras palabras, la combinación de un lenguaje narrativo
y un lenguaje gráfico refleja asimismo la identidad ambigua del personaje principal y de la
escritora. Además, opinamos que la disposición gráfica interrumpe la narración lineal del
texto, lo que provoca cierta fragmentariedad dentro de la obra, una fragmentariedad que, de
nuevo, se relaciona con la identidad fragmentada del personaje principal. Por último, igual
que el vacío que se manifiesta en el lenguaje narrativo, es decir, las páginas incompletas, que
a veces solamente contienen una frase (véanse el cuarto capítulo), nos parece que este vacío
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se manifiesta asimismo en el otro lenguaje de la obra, o sea, el lenguaje gráfico. Más
específicamente, aunque el lector espera probablemente documentos o fotografías que se
relacionan de alguna manera con el pasado de los ancestros de la protagonista, los soportes
visuales en Poste Restante no revelan mucho y son a menudo hasta inservibles. A modo de
ejemplo, observamos una mapa del metro de Londres, una lista de comestibles comprados y
una foto del pasaporte del personaje. (Rimsky 2011: 18, 22, 74) Este vacío se concibe como
otra representación, tanto de la infructuosidad de la búsqueda de recuerdos familiares, como
de la identidad indeterminada del personaje principal. La propia escritora está consciente de
este vacío en su obra:
Mis abuelos nunca quisieron hablar de la vida que dejaron. Cuando decidí viajar, la única pista que llevé conmigo fueron los nombres de los lugares donde nacieron. En Ucrania, descubrí que los espacios omitidos en sus relatos, eran palabras que habitaban en mi memoria como fantasmas. Para traerlos a la realidad escribí Poste Restante. Pero los espacios en blanco no desaparecieron. Lo escrito fue otro fragmento. Nuestras vidas no pueden ser contadas más que como letras en negro entre otras letras escritas en blanco. (Rimsky 2011: S.P.; énfasis añadido)
Por último, Poste Restante tiene varias características del género de la crónica. Yanes Mesa
(2006: S.P.) define este género como “un texto del periodismo literario redactado desde el
lugar en el que han ocurrido unos hechos noticiables, y donde es imprescindible la
interpretación de su autor”. En este sentido, la crónica es, igual que la autoficción, un género
híbrido. Más específicamente, por una parte, el género se identifica dentro del periodismo
informativo, dado que es una narración de hechos (políticos, sociales etc). En este sentido, el
autor es en cierta medida un periodista. Por otra parte, el género tiene un importante valor
subjetivo, puesto que el autor tiene que interpretar y comentar los hechos que narra. (Yanes
Mesa 2006: S.P.) Además, el nombre del género tiene el antecedente etimológico ‘cronos’,
que significa ‘tiempo’, ya que en una crónica, los hechos son narrados en orden cronológico.
(Yanes Mesa 2006: S.P.) Efectivamente, Poste Restante es una narración cronológica del
viaje que el personaje principal emprende. Además, observamos que el narrador combina
hechos informativos, sobre asuntos de la actualidad, con opiniones y juicios, como muestra la
cita siguiente:
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Praga fue vendida a las fábricas de pintura austriacas y a las de molduras alemanas, ellas financiaron la restauración con el propósito de abrir mercado a sus productos. Los inversionistas saben que los turistas quieren ver en la ciudad eterna la vida. La arquitectura da cuenta de que en la antigüedad los burgueses protegían sus casas esculpiendo dioses o palabras como justicia, fraternidad, libertad. Los burgueses actuales consideran más práctico protegerlas con alarmas electrónicas. En ninguna otra ciudad son tan innecesarios los guías como en esta. A pesar de que los monumentos están a la vista, los turistas se arremolinan tras un pañuelo o un paraguas esgrimido por el guía como un faro. (Rimsky 2011: 147)
Mientras que la primera parte de esta cita trata hechos objetivos y actuales de Praga y su
turismo, la segunda parte contiene la opinión del narrador: “en ninguna otra ciudad son tan
innecesarios los guías como en esta”. (Rimsky 2011: 147) En toda la obra, el lector es el
testigo de la conjunción de la narración de hechos actuales y la interpretación subjetiva del
narrador. De nuevo, igual que la autoficción, este género ambiguo que conjuga dos géneros, a
saber, la literatura y el periodismo, refleja la identidad híbrida del personaje principal y del
escritor. Además, el narrador representa al personaje principal como una verdadera periodista,
que registra apuntes en un cuaderno durante su viaje y que utiliza siempre su cámara para
hacer registraciones visuales. A veces, nombra al personaje principal literalmente una
periodista: “Ha dejado de preocuparle la seguridad, el dinero, la máquina fotográfica, ha
comenzado a olvidar que es una periodista chilena que vino a escribir un reportaje”. (Rimsky
2011: 54) Por consiguiente, esta identificación demuestra que la obra no solamente es
literatura (cf. autoficción) sino que tiene en cierta medida una dimensión periodística. No
obstante, dado que en Poste Restante, el ‘giro subjetivo’, definido por Sarlo (cf. supra)
prevalece, y que, más específicamente, los pensamientos íntimos y subjetivos del personaje
principal durante su búsqueda de huellas familiares todavía predominan, opinamos que esta
obra, aunque tiene características de los dos géneros, es más un diario de viaje que una
crónica de viaje.
Luego, nos parece que la primera parte de Volverse Palestina, que lleva el mismo título que la
obra entera, sí es una verdadera crónica de viaje. Esta obra informa, más que Poste Restante,
en orden cronológico sobre asuntos actuales, a saber, el conflicto en Gaza. Estas
informaciones siempre van juntas con la opinión de la narradora. Las citas que siguen revelan
esta hibridez genérica:
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Alguna vez este fue un punto vibrante, lleno de palestinos. Ahora se les ve muy poco por estos lados. De día casi todos son israelíes, o turistas. Jaffa ha ido encareciéndose. Una familia de clase media como la de Zima ya no puede comprar aquí. Esta es la manera de mantenerlos sin propiedad. El Gobierno puede decir que no impide la compra pero el alza de los precios es otra manera soterrada de imposibilitarla. Es otra forma de expropiación de los palestinos. (Meruane 2014: 69) El bus que nos regresa de Beit Jala mantiene los motores encendidos mientras nos bajamos, uno a uno, y hacemos fila rodeados de conscriptos. Quince o veinte minutos en ese páramo militar conocido como checkpoint contestamos preguntas y mostramos nuestros papeles. […] Ese control forma parte de una política sistemática de acoso. Entorpece el viaje de los palestinos hacia Israel y dentro de lo que queda de su territorio, pero aún más grave es la construcción de muros de concreto, de carreteras privativas para los colones, de asentamientos que irrumpen e interrumpen la continuidad del territorio palestino y la unión entre pueblos cercanos. (Meruane 2014: 82-83)
Estas citas contienen, por una parte, un valor informativo, ya que la narradora aclara la
situación conflictiva y el sufrimiento de los palestinos, y, por otra parte, un valor subjetivo,
dado que la narradora da su opinión en cuanto a la manera en que los israelíes tratan a los
palestinos. En este sentido, aparte de la construcción de la identidad palestina del personaje
principal y su búsqueda de huellas familiares, Volverse Palestina “habla también de todos
esos asuntos recurrentes que están siempre en el mapa del conflicto. […] De la miseria, de la
crueldad, de la humillación”. (Martín 2015: S.P.) Además, Meruane confirma, al final de esta
parte de la obra, que es una crónica: “Versiones abreviadas de esta crónica se fueron
publicando en distintos medios”. (Meruane 2014: 108)
Al contrario, la segunda parte de Volverse Palestina, que se llama Volvernos Otros, es un
ensayo: “Mientras terminaba de escribir este ensayo tres jóvenes colones fueron secuestrados
y asesinados”. (Meraune 2014: 196) Esta parte no es una crónica, como la primera, dado que
no contiene una narración cronológica del viaje del personaje principal, sino una reflexión
sobre el conflicto en Gaza. Coincidimos con García y Quandt (2015: 110) cuando afirman que
esta parte tiene un tono ensayístico, ya que se dedica a una reflexión sobre lo vivido. Más
específicamente, Volvernos otros consiste en un diálogo con otros textos de escritores e
intelectuales que han escrito sobre el conflicto entre Israel y Palestina, como Amos Oz, Noam
Chomsky y David Grossman. (Meruane 2014) No ahondaremos en esta parte de Volverse
82
Palestina, dado que la yuxtaposición de estas dos partes, que tienen un género diferente, ya se
relaciona con la identidad del personaje principal y de la escritora: una vez más, la conjunción
de diferentes géneros refleja la identidad múltiple del personaje principal y de la escritora.
Por último, Monasterio no se identifica ni con el género del diario íntimo, ni con la crónica,
ya que estos géneros se caracterizan por una narración cronológica de los acontecimientos. Al
contrario, esta autoficción de Halfon no es en absoluto una narración cronológica, dado que el
narrador recurre todo el tiempo a la analepsis durante su viaje, una técnica que altera el orden
cronológico de la historia. Más específicamente, todos los momentos en los que el personaje
principal rememora en Tel Aviv o bien su viaje al país de su abuelo, o bien el testimonio de su
abuelo, conecta el presente al pasado. (Halfon 2014) Por consiguiente, la autoficción es el
único género que podemos atribuir a Monasterio, no obstante, un género que ya es una
conjunción de dos géneros diferentes (cf. supra).
Antes de llegar a la conclusión de esta tesina, queremos enfatizar la doble interpretación de la
identidad múltiple de migrantes e hijos y nietos de migrantes: “our identity is at once plural
and partial. Sometimes we feel that we straddle two cultures; and other times, that we fall
between two stools”. (Rushdie 1992: 15) Todo lo expuesto con anterioridad muestra que para
los escritores, que a menudo tienen el sentimiento que no pertenecen a ningún país, la
escritura opera como un lugar para cuestionar su identidad y su pertenencia, tanto al propio
país de nacimiento, como al país, la cultura y la religión de los abuelos. En este sentido, lo
anteriormente analizado hace pensar que los escritores conciben su propia identidad híbrida
como un punto negativo y que, refiriendo a la cita de Rushdie, los escritores “fall between two
stools” (Rushdie 1992: 15). En la cita siguiente, sacada de una entrevista con Halfon,
observamos este sentimiento de desarraigo del escritor:
No sé por qué me he sentido siempre como un extranjero, esté donde esté. Quizás surge de algo íntimo, de una insatisfacción personal. Quizás es algo que aprendí de mis cuatro abuelos. Quizás desde niño, desde el día que cumplí 10 años y huimos con
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mi familia de Guatemala a Estados Unidos, fui educado así […] No tengo casa. No he echado raíces en ningún pedazo de tierra. (Krmpotic 2014: S.P.)
De manera semejante, Rimsky afirma en su artículo “¿Hay una afuera de la escritura?” que
“no me importo que durmiera en el piso, dejara de bañarme, aprendiera oficios, nunca pude
dejar de ser una observadora, una otra”. (Rimsky 2013: S.P.)16 No obstante, por otra parte, la
identidad palimpsesto puede ser concebida como un punto positivo, ya que, gracias a su
identidad múltiple, los escritores “straddle two cultures”. (Rushdie 1992: 15) En este sentido,
una identidad múltiple facilita la comprensión intercultural, que es de vital importancia para
convivir en un mundo tan multicultural. Además, la situación de los escritores y los
personajes principales de nuestros tres fábulas de regreso no es en absoluto una excepción,
sino que va generalizándose en el mundo actual. Hoy en día la población emigra cada vez
más, tanto por motivos económicos como por motivos políticos o personales. Estas
situaciones de emigración conllevan sociedades multiculturales y multilingüísticas. Por
consiguiente, cada vez más escritores publican obras en las que el multiculturalismo y la
busca de la identidad forman el tema principal. Pensemos en Más al sur de Paloma Vidal,
Borderlands/ La frontera: The new Mestiza de Gloria Anzaldúa y Las Genealogías de Margo
Glantz. De manera semejante, los escritores de nuestros textos primarios se dan cuenta de esta
ventaja de una identidad múltiple: Halfon admite que “es un privilegio, lo sé, poder moverme
por el mundo más o menos a mi antojo” (Krmpotic 2014: S.P.) y Rimsky declara que “no
hubo casa, carreta, pueblo, playa, caserío, en el que no quise quedarme mientras viajaba y
escribía Poste restante, Los Perplejos; La novela de otro y Ramal. No importaba si era
Ucrania, Chipre, Maquegua, el desierto del Sahara. En todas partes sentía el deseo de vivir
otras vidas”. (Rimsky 2013: S.P.)
16En cuanto a Meruane, no hemos encontrado entrevistas en las que habla sobre su propia identidad múltiple
84
6.Conclusiones En este trabajo, hemos intentado demostrar cómo se representa la identidad híbrida en
Monasterio, Poste Restante y Volverse Palestina, o sea, a través de qué recursos temáticos,
genéricos y estéticos. A pesar de que los tres personajes principales de estas fábulas de
regreso tienen vínculos distintos con su país de nacimiento y el de sus abuelos, hemos
constatado que la identidad palimpsesto de los protagonistas (y de los escritores) se representa
en gran medida a través de los mismos recursos en los tres relatos. Hemos presentado estos
recursos metafóricamente a través de tres viajes: el viaje temporal, el viaje espacial y el viaje
de la escritura.
En primer lugar, el viaje temporal es un viaje de la memoria, tanto de la primera como de la
segunda y tercera generación. Primero, hemos explorado la memoria de la tercera generación
(cf. los protagonistas), a saber, la memoria multidireccional, una forma específica de memoria
transnacional. Rothberg define la memoria multidireccional como una memoria en la que el
reconocimiento de un grupo potencia, en lugar de ocluir, el de otro. (Alonso y Mandolessi
2015: 15) En este contexto, existe una diferencia entre la actitud comparativa de por un lado
Rimsky y Meruane, y por otro lado Halfon. Mientras que Rimsky y Meruane a menudo
subrayan similitudes entre su país de nacimiento y el destino de sus viajes (cf. memoria
multidireccional), Halfon enfatiza las diferencias. Gracias a estas comparaciones de Rimsky y
Meruane, podemos suponer que no rechazan la cultura de sus antepasados, mientras que
Halfon, que enfatiza las diferencias entre la cultura judía y la chilena, sí rechaza el judaísmo.
No obstante, la visita de Halfon al Muro de los Lamentos durante su viaje, le trae a la
memoria su visita a otro muro, el del gueto de Varsovia. Este ejemplo de memoria
multidireccional muestra que Halfon sí tiene una afinidad afectiva con esta religión, puesto
que le recuerda el país de nacimiento de su abuelo. La memoria multidireccional se vincula
asimismo con el segundo viaje espacial de las obras, dado que es una memoria que se
manifiesta cuando los sujetos se encuentran en las patrias de los familiares. Luego, durante el
viaje temporal, los sujetos regresan al pasado de sus abuelos a través de la postmemoria, o
sea, la memoria de la generación que nació después de los acontecimientos, que en nuestros
relatos es la tercera generación. (Hirsch 2002: 22) En los tres textos, la memoria entra en un
juego de recuerdo-olvido o de realidad-ficción, dado que todo recuerdo es susceptible de ser
modificado por el sujeto que rememora. (Bravo 2010: 37) Primero, en Monasterio, tras
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sesenta años de silencio, el abuelo testimonió sobre su pasado durante el Holocausto. A causa
de la distancia temporal entre su testimonio y los acontecimientos, estos recuerdos se
caracterizan de toda manera por olvidos, dudas e inseguridades. Luego, mientras que en
Monasterio la primera generación rememora, en Volverse Palestina, la protagonista descubre
el pasado de sus ancestros a través de la memoria de la segunda generación, o sea, sus padres.
La gran mediación de esta memoria provoca asimismo una memoria fragmentada. Por último,
en Poste Restante, ni la primera, ni la segunda generación ofreció un testimonio con respecto
al pasado familiar. Por consiguiente, la protagonista de este relato forja una versión imaginada
de las patrias de sus antepasados. Hemos analizado estas fantasías a través de la teoría de
Rushdie sobre las ‘patrias imaginadas’. (Rushdie 1992: 10) Concluimos que la memoria es un
primer recurso temático que demuestra la identidad híbrida y fragmentada de los sujetos por
dos razones: por una parte, el carácter fragmentado (cf. la postmemoria en Volverse Palestina
y Monasterio) o ficcional (cf. las patrias imaginadas en Poste Restante) de la memoria en los
tres relatos expresa la identidad fragmentada de los sujetos, y, por otra, a través de la memoria
multidireccional, los sujetos se dan cuenta de su identidad híbrida.
Otro tema de los tres fábulas de regreso que representa la identidad híbrida de los
protagonistas es el viaje espacial que emprenden. Durante este viaje, que forma el eje
principal en los textos, los personajes principales van cada uno en dirección contraria de las
emigraciones de sus abuelos. Al vincular su movimiento con la famosa teoría de Bauman
(1996), hemos constatado que los tres protagonistas son en parte peregrinos, en parte
‘flâneurs’ o/y en parte turistas, lo que da lugar a una alternancia de una sensación de
pertenencia y no-pertenencia, tanto al país de nacimiento, como al país de sus abuelos. El
personaje principal de Poste Restante se identifica sobre todo con la figura del peregrino
moderno, ya que no se siente cómoda en Chile, su país de nacimiento, y que, por
consiguiente, emprende un viaje a las tierras de los antepasados, un viaje que implica la
construcción de su identidad judía. Aparte del peregrino moderno, el narrador de este relato
presenta a su protagonista como una turista o incluso una periodista, y a causa de las largas
descripciones de sus observaciones y de su tendencia a vagar, la protagonista de este relato se
identifica en parte con un ‘flâneur’ femenino. Luego, el protagonista de Monasterio se
identifica durante su viaje a Tel Aviv sobre todo con el turista. Sin embargo, aunque el turista
viaja voluntariamente para vivir nuevas experiencias, el viaje del protagonista de Monasterio,
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es involuntario, lo que crea una paradoja. Además, durante este viaje, el personaje vaga y erra
por las calles de Tel Aviv como un ‘flâneur’. El segundo viaje descrito en esta obra, a
Auschwitz, sí tiene características de un peregrinaje, dado que el protagonista puede
reflexionar sobre su afinidad con respecto al pasado de su abuelo. Por último, Meruane es un
peregrino moderno, puesto que su viaje a Gaza despierta su identidad palestina (cf. ‘volveres’
vs. ‘volverse’) y implica entonces la construcción de su identidad. Los tres protagonistas
tienen en común que han heredado su identidad móvil y, a veces, errante, de sus antepasados.
En este sentido, la protagonista judía de Poste Restante es una reactualización del ‘judío
errante’, el personaje principal de Monasterio heredó asimismo la condición errante de los
judíos durante la Diáspora y Meruane heredó la condición de refugiados de sus abuelos
palestinos. Además, gracias a este viaje espacial, hemos descubierto la identidad lingüística
de los protagonistas. Los tres ya no conocen la lengua de sus antepasados a causa de la
distancia espacial y temporal con su cultura, y recurren, por consiguiente, al inglés para
comunicar durante su viaje. No obstante, el multilingüismo a nivel de la textura revela en
cierta medida la pertenencia de los sujetos al país de los ancestros. El escritor de Monasterio
ha insertado las palabras hebreas de manera separada, entre paréntesis o en una frase
adicional, que muestra la no-pertenencia del protagonista a la cultura judía. En Volverse
Palestina, la distancia es menos grande, ya que las palabras árabes son insertadas en el texto
mismo. No obstante, se ponen en itálica, lo que muestra todavía cierta distancia. En Poste
Restante, las palabras hebreas son escritas de la misma manera que los españolas, que muestra
la pertenencia del personaje principal a la cultura judía de los antepasados. En este último
relato, la presencia de tantas nuevas lenguas durante el viaje provoca incluso un
debilitamiento de la lengua materna de la protagonista, a saber, el español. Se concluye que,
por una parte, el viaje es otro recurso temático que representa la identidad híbrida y móvil de
los personajes, y, por otra, consideramos la inserción de palabras ajenas como un recurso
lingüístico para representar esta identidad fragmentada.
El último viaje dentro de nuestros tres relatos no es un viaje de los personajes principales,
como los otros dos, sino de los escritores. Hemos constatado la escritura es un proceso
durante el que los escritores pueden cuestionar su propia identidad. La identidad híbrida de
los personajes principales, y, de esta manera, en cierta medida asimismo de los escritores, se
expresa en dos niveles genéricos. Primeramente, en un primer nivel más amplio, los escritores
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recurren a varios géneros. El segundo nivel se manifiesta dentro de un género específico:
muchos de los géneros que se pueden atribuir a los relatos ya son géneros híbridos en sí, dado
que conjugan dos géneros diferentes que, a primera vista, parecen incompatibles. (cf. la
autoficción, la crónica, el diario íntimo)
Primero, los tres relatos de viaje tienen el género autoficcional en común, que se caracteriza
por un pacto ambiguo. La conjunción de realidad y ficción en este género tiene una doble
función para los escritores de nuestros tres relatos. Más específicamente, a través del
personaje principal, que es como el ‘alter-ego’ del escritor, este último puede cuestionar su
propia identidad fragmentada. Por otra parte, al novelizar en parte su vida, los escritores crean
cierta distancia con respecto a su personaje principal. Gracias a esta distancia, pueden
reflexionar con una mayor objetividad sobre su propia identidad. Este género ambiguo se
vincula estrechamente con la construcción de la identidad híbrida de los personajes
principales y de los escritores.
Luego, aparte de la autoficción, Poste Restante tiene las características de otro género híbrido,
a saber, el diario íntimo, que conjuga el lenguaje textual y el lenguaje gráfico (cf. la inserción
de fotos, mapas, listas etc.). Esta combinación forma otra representación más de la identidad
híbrida de su personaje principal y su escritor. A su vez, dentro de estos dos lenguajes, la
identidad indeterminada se refleja en un vacío, por un lado en el texto (cf. las escenas y frases
incompletas) y por otro, en los soportes visuales, que a menudo son inservibles ya que no
revelan nada en cuanto al pasado de los ancestros. Además, Poste Restante es en parte una
crónica, de nuevo un género híbrido, ya que Rimsky narra cronológicamente y combina
hechos actuales (cf. información) con su propia interpretación. Luego, la primera parte de
Volverse Palestina es, aparte de una autoficción, asimismo una crónica, dado que informa al
lector sobre el conflicto actual en Gaza y muestra la opinión del personaje principal en cuanto
al sufrimiento de los palestinos. El segundo parte, Volvernos Otros, tiene la forma de un
ensayo. La yuxtaposición de estos dos géneros expresa asimismo la identidad híbrida
Meruane. Entonces, este último viaje de la escritura muestra tanto los recursos genéricos,
como los recursos estéticos (cf. los soportes visuales en Poste Restante) que expresan la
identidad híbrida de los sujetos y los personajes principales.
Antes de terminar, cabe señalar que, aunque los escritores intentan cuestionar su pertenencia
con respecto a su propio país y al país de sus ancestros, y formar, así, a través de su escritura,
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una identidad fija, la identidad de Rimsky, Halfon y Meruane siempre será híbrida. No
obstante, como hemos explicado, una identidad múltiple ayuda a convivir en un mundo tan
multicultural. Aparte de los dificultades de su identidad híbrida que los escritores
experimentan, se dan asimismo cuenta de sus ventajas. Dado que en el mundo actual, esta
situación de los escritores va generalizándose y que cada vez más escritores publican obras en
las que ponen en crisis y en cuestión la noción de cultura, lengua, religión y patria, sería
interesante para un trabajo futuro comparar y analizar otras obras en las que la búsqueda de la
identidad forma el eje principal. (Bravo 2010: 37)
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