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Federico Divino 東楽園 Tōrakuen PARAÍSO DEL ESTE El TCT en Asia oriental

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corrado

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Federico Divino 東楽園

Tōrakuen

PARAÍSO DEL ESTE

El TCT en Asia oriental

Se sabe, cuando se inicia un proceso de conocimiento y de

autoanálisis, a menudo, somos conscientes del hecho de que mu-

chas cosas ya eran conocidas en el mundo antiguo, especialmente

en Asia oriental. En particular, los mundos de China y Corea, así

como el país del sol naciente, Japón, están estrechamente vincu-

lados entre sí a través de siglos de intercambio cultural. Chi-

na, a su vez, comparte una profunda conexión con los mundos de

la India y el Tíbet. Esto significa que sus culturas son muy si-

milares en sus cimientos. Siendo un orientalista es mi tarea

analizar estas teorías de la mejor manera. Mi campo de estudio se

extiende en Asia oriental, por lo tanto, en particular Japón y

Corea, en medida decente China, y no del todo satisfactoria la

India, por lo tanto, me limitaré solamente a citar.

Cuando Corrado Malanga comenzó con sus estudios relativos a

la conciencia humana quedé inmediatamente impresionado, pero

después de un primer acercamiento se puede entender que la prác-

tica, también en este caso, se repite. El mérito de Corrado Ma-

langa ha sido sólo uno y está relacionado con esta época en que

la ciencia ha asumido un comando autárquico en la mente social,

y por lo tanto ha hecho, sin duda, magistral su obra en el campo

puramente científico, porque él es un científico. Sin embargo,

todo lo que es previo al campo de explicación física o cuántica

de los fenómenos expresados por él es una revisión de lo que ya

había sido descubierto en el pasado, y quién sabe cuántas veces

más se ha repetido con diferentes nombres. El mismo Corrado Ma-

langa no puede negar que en la mitología de los pueblos más an-

tiguos ya se había descrito perfectamente en génesis que se pro-

pondría muchos siglos después. Si entonces, el discurso sobre el

génesis es ciertamente válido lo es también el del Test de Tres

Colores, o TCT. En este artículo explicaremos cuándo y dónde

encontramos la evidencia más antigua de este fenómeno.

La mitología de Asia oriental nos ofrece una interesante

oportunidad para reflexionar: los Shijin de la mitología japonesa

(四神), ya presentes en la mitología china bajo el nombre de "Si

Ling" (四灵), y por supuesto no podía faltar incluso en la cultu-

ra de la península de coreana, en la que están presentes bajo el

nombre de "Sashin" (사신). ¿De qué se trata? Estos seres son

divinidades, comúnmente conocidas como "guardianes" de la mito-

logía china. Aunque su nombre los identifica como cuatro, en

realidad, son cinco. Están presentes en el onmyōdō japonés, y

cada uno de los cuatro representa un punto cardinal más al cen-

tro. Esta asociación a los puntos cardinales es prácticamente

idéntica a la de la cultura vecina de la India (relativamente

cercana a la China), donde este papel es desempeñado por los

denominados Lokapalás (लोकपाल, "guardianes del mundo"). La cul-tura de los Lokapalás a su vez penetró en Japón a través del

budismo e influyó en la presente mitología de los Shijin, am-

pliando la base de eso.

Conexión con la Alquimia occidental

Cada custodio, además de ser el guardián de un punto cardi-

nal, es también es el representante de un elemento y una tempo-

rada. En este contexto, por lo tanto, nos encontramos con refe-

rencias directas a la tradición alquímica, ya que los elementos

en cuestión son básicamente los mismos: el Fuego, la Tierra, el

Aire y el Agua. Analizamos a continuación, quienes son los Shi-

jin.

EL DRAGÓN AZUL DEL ESTE

El dragón azul guardián del Este es una de las figuras mi-

tológicas chinas más famosas. En Japón se conoce como Seiryu (青

龍), su nombre en chino es Qinglong (蒼龍), mientras que en co-

reano es Jeong Ryong (청룡). Su color "oficial" es azul, pero en

algunos casos se asocia con el verde, considerado un derivado

del azul. Cada bestia sagrada es asociada también con un elemen-

to. El Dragón Azul es el guardián del bosque, un elemento no

presente en la tradición alquímica occidental, pero en Japón,

bajo la influencia del budismo, el elemento de Seiryu se consi-

dera el agua, que también está presente la iconografía occiden-

tal. A menudo se empareja con otro guardián: el Fénix rojo. Su

combinación también los ve como protectores del país, en cuanto

al dragón, representa el símbolo del emperador, mientras que el

Fénix representa a la emperatriz. No sólo eso, el Dragón-Fénix

también es un fuerte símbolo de unión.

EL FÉNIX ROJO DEL SUR

El Fénix rojo es el custodio del sur, en Japón es llamado

(朱雀), en China Susaku (朱雀), mientras que en Corea es Ju-Jak

(주작). El Fénix del Sur está asociado al elemento del Fuego,

tanto en China como en Japón, es el guardián del Verano. Como se

mencionó anteriormente, su unión con el dragón azul es un símbo-

lo poderoso y está asociado con el matrimonio, especialmente el

imperial. El Fénix y el Dragón representan lo femenino y lo mas-

culino, este concepto tiene una fuerte presencia en todas las

culturas orientales, sobre todo en la India, donde el fénix (Ga-

ruda, गरुड) representa uno de los símbolos más antiguos del Alma;

o regresando a Asia Oriental con el mito del Fenghuang (chino:

鳳凰, japonés: 鳳凰 Hoo, coreano: 봉황 bonghwang). El mismo lema

del fénix en occidente es Post fata resurgo ("después de la

muerte renazco").

EL TIGRE BLANCO DEL OESTE

El tigre blanco protege al oeste, su nombre japonés es

Byakko (白虎), Báihǔ para los chinos, baekho (백호) en Corea. Su

temporada es el otoño, y su elemento es el Metal, según la tra-

dición china, mientras que, según la tradición budista japonesa

sería el viento o el aire. Según la tradición china esta criatu-

ra mitológica aparecería en el momento en que el emperador hu-

biera sido capaz de establecer un reino absolutamente virtuoso,

confirmándose, por lo tanto, como un símbolo de paz. Está en

contraposición a la tortuga del Norte, cuyo color es el negro.

Por lo tanto, la combinación entre el Azul-Rojo entre el Dragón

y el Fénix tiene un equivalente Blanco-Negro entre el Tigre y la

Tortuga.

LA TORTUGA NEGRA DEL NORTE

El animal místico asociado al invierno, a menudo representa-

do como una tortuga que transporta una serpiente enroscada a su

caparazón. Xuanwú (玄武) para los chinos, Genbu (玄武) para los

japoneses, Hyeon-mu (현무) para los coreanos. A menudo se asocia

con el dios Vaisravana, la transposición budista de Kúbera, uno

de Lokapalás. Su elemento chino es el agua, mientras que en Ja-

pón se asocia con la tierra, también debido a su color.

LA SERPIENTE DORADA

El Dragón de oro, o simplemente "dragón amarillo", Huan-

glong (黃龍), en japonés Oryu (黄龍), en coreano: Hwang Lyōng

(황룡); es el Guardián del Centro, ya que se representa más

como una serpiente respecto a

la iconografía clásica del

dragón oriental, presente, en

cambio, en el caso del dragón

azul. Se asocia con el cambio

de estaciones, el color ama-

rillo, y el elemento taoísta

de la tierra. Por lo general,

se ignora en Japón y Corea.

Obviamente, este guardián no

coincide con ninguna estación

del año.

El problema de los Elementos

Al parecer, esta mitología presenta disonancias, la más

evidente es el desacuerdo que hay en la asignación de los ele-

mentos inherentes a las cuatro divinidades. Esto es porque la

tradición japonesa ha aplicado el canon budista, a diferencia de

los chinos, que han aplicado la astrología taoísta. El canon bu-

dista incluye los mismos elementos de la alquimia occidental,

pero no la misma interpretación. Lo mismo se aplica a la astro-

logía china, donde los elementos son aún diferentes.

Según la tradición griega, de hecho, el alma está sin duda aso-

ciada con el elemento aire; alma es ánemos, “el aliento de vi-

da”; ¿pero estamos tan seguros de que el mismo concepto también

se proporciona en oriente?

En la tradición taoísta china son cinco elementos: Fuego (火),

Tierra (土), Agua (水), Madera (木) y Metal (金). Observamos en

primer lugar que no está presente el aire, pero eso es debido a

que el canon taoísta describe algo diferente de la tradición al-

química. En la tradición alquímica los elementos son un símbolo

que sirve como una representación ideica de los componentes in-

conscientes, en ese caso el aire es el alma, el agua es la men-

te, el fuego es el espíritu, la tierra es el cuerpo.

La tradición taoísta, por el contrario, describe un verdadero

ciclo, según el cual estos elementos estarían en relación entre

si (el fuego quema la madera y crea la tierra, de la tierra se

crea el metal, el metal crea el agua, del agua surgiría de nuevo

la madera). El ciclo taoísta sirve para explicar una filosofía

muy simple, es decir la de "como es adentro es afuera" y "como

es arriba es abajo", de la cual entonces se desarrolla una medi-

cina alternativa que tiene en cuenta las estrechas relaciones

que existen entre el cuerpo y el alma y también entre los órga-

nos. La medicina taoísta, por ejemplo, tiende a curar un órgano

enfermo actuando especialmente en todos aquellos que tienen una

relación con este último, a diferencia de la medicina occiden-

tal, que se centra sólo en uno. Por esta razón los elementos

taoístas asumen una connotación diferente de aquellos occidenta-

les, y también son cinco, no cuatro. En la filosofía taoísta se-

ría más lógico asociar el alma con el elemento de la madera,

mientras que el "cuerpo" ya no sería la tierra, sino el Metal. El

elemento de la tierra taoísta representa la verdadera energía

primordial, de la tierra se levantan todas las cosas, es de la

tierra que nacen los árboles y las piedras. El agua confirma el

elemento de la mente, mientras que el fuego constituye el ele-

mento del espíritu. Sin embargo, el concepto mismo de Espíritu y

Alma en oriente es muy controversial, como ya hemos establecido,

en el artículo Paraíso Perdido, ya que estas dos figuras tienden

a ser invertidas de simbolismo.

La comparación con el TCT

Por fin podemos tentar una aproximación final con las ideas

de Corrado Malanga, para ver si existe una posible comparación

con la cultura china. Dejando a un lado los elementos nacidos de

la influencia budista en la cultura japonesa, ya que estas in-

fluencias son tardías con respecto a la matriz originaria del

mito, y a menudo han confundido los personajes, atribuyendo ele-

mentos incorrectos. Manteníamos, en cambio, la originalidad del

mito con los elementos tradicionales de China. Así, en primer

lugar debíamos resolver la aparente discrepancia allí con las

figuras del Dragón y el Fénix. Sabemos que de acuerdo al TCT los

colores del Alma y el Espíritu son respectivamente Azul y Rojo, y

que Anima representa lo femenino, mientras que el espíritu lo

masculino del yo. Sin embargo, en la mitología china notamos có-

mo esto aparentemente se invirtió. En primer lugar observamos

que el color Azul se atribuye al Dragón, mientras que el del

Fénix, antiguo símbolo del alma en las culturas del Medio Orien-

te, es obviamente Rojo. El Dragón es el símbolo del emperador,

el Fénix de la emperatriz. Su unión es el manifiesto Femenino-

Masculino. Pero entonces ¿por qué motivo los colores no coinci-

den? Este fenómeno ya ha sido analizado en un mito exclusivamen-

te y únicamente de origen japonés: el mito del Kojiki; incluso

en tal caso, el símbolo del Alma asumía el color Rojo, y se den-

sificaba en la figura de Amaterasu, mientras que el espíritu era

Azul. Este hecho es descrito en el artículo Paraíso Perdido. ¿Se

trata entonces de un fenómeno similar? Creo que sí, y probable-

mente es una prerrogativa exclusivamente oriental el revertir la

valencia del simbolismo Masculino-Femenino, y esto es porque en

realidad los dos símbolos son totalmente equivalentes. Bueno, en

este caso, nos encontramos ante el mismo tipo de inversión, pero

de una manera diferente. Aunque en el Kojiki estábamos en frente

de un alma femenina cuyo color era rojo (Amaterasu), y un Espíri-

tu masculino, de color azul (Tsukuyomi), en este caso nos encon-

tramos con que los colores son efectivamente correctos, dada la

asociación con los elementos de la tradición taoísta, sabemos

por cierto, que el Dragón representa el alma gracias a su cone-

xión con el elemento de la Madera, y su color sigue siendo el

azul, sin embargo, el Dragón es un símbolo masculino. El fénix,

en este caso, guardián del fuego, es el espíritu, un espíritu

femenino. Se trata siempre de inversión de géneros, pero se ma-

nifiesta de dos maneras diferentes, en el primer caso bivalente

(color + género), en este caso monovalente (género). Los sujetos

andróginos, que luego presentan inversión de género en el TCT,

pueden presentarla exactamente en estas mismas formas. Se trata

de hecho, de la asociación arquetípica de color-género. Depen-

diendo de si una mente asocia lo femenino al color rojo o azul,

y viceversa para lo masculino.

Gracias a nuestro análisis de los elementos de acuerdo a la ico-

nografía taoísta ahora podemos resumir como sigue en esta tabla:

Guardián Símbolo Elemento

Dragón Azul Alma Madera 木

Fénix Rojo Espíritu Fuego 火

Tortuga Negra Mente Agua 水

Tigre Blanco Cuerpo Metal 金

Serpiente Consciencia Tierra 土

Guardián Estación

Dragón Azul Primavera 春

Fénix Rojo Verano 夏

Tortuga Negra Invierno 冬

Tigre Blanco Otoño 秋

Serpiente //

フェデリコ ・ディヸノ

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