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SERÁN MIS TESTIGOS ITINERARIO DE FE PARA ADULTOS 3 FELICES LOS QUE... (PURIFICACIÓN E ILUMINACIÓN) OBJETIVO DE LA ETAPA: Ahondar en la experiencia cristiana, en la oración y el seguimiento de Jesús como camino para vivir el compromiso bautismal. PRESENTACIÓN La Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, y su Departamento Ejecutivo, ofrecen con gran esperanza a los Catequistas de Adultos, Sacerdotes y demás Agentes de Pastoral los textos de Iniciación Cristiana para adultos. El termino Iniciación significa aquí, entrar dentro de un proceso realizado por etapas para que alguien se convierta en un verdadero cristiano. Proceso que lleva al descubrimiento, antes o después del bautismo, del ser cristiano y del ser Iglesia. A seguir un camino en el que se abandona el estilo de vida presente para comenzar a vivir algo nuevo. A la apropiación de un sistema de valores, principios y actitudes que manifiestan ser discípulo en la escuela de Cristo. El itinerario se llama “SERÁN MIS TESTIGOS”, título que expresa la finalidad del proceso de Iniciación Cristiana. Ahora se presenta la 3a etapa, que corresponde al período de purificación e iluminación o de catequesis bautismal, y que lleva por nombre “FELICES LOS QUE... “.

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SERN MIS TESTIGOS

SERN MIS TESTIGOS ITINERARIO DE FE PARA ADULTOS 3 FELICES LOS QUE... (PURIFICACIN E ILUMINACIN)

OBJETIVO DE LA ETAPA: Ahondar en la experiencia cristiana, en la oracin y el seguimiento de Jess como camino para vivir el compromiso bautismal.

PRESENTACINLa Comisin Episcopal de Catequesis y Pastoral Bblica, y su Departamento Ejecutivo, ofrecen con gran esperanza a los Catequistas de Adultos, Sacerdotes y dems Agentes de Pastoral los textos de Iniciacin Cristiana para adultos.El termino Iniciacin significa aqu, entrar dentro de un proceso realizado por etapas para que alguien se convierta en un verdadero cristiano. Proceso que lleva al descubrimiento, antes o despus del bautismo, del ser cristiano y del ser Iglesia. A seguir un camino en el que se abandona el estilo de vida presente para comenzar a vivir algo nuevo. A la apropiacin de un sistema de valores, principios y actitudes que manifiestan ser discpulo en la escuela de Cristo.El itinerario se llama SERN MIS TESTIGOS, ttulo que expresa la finalidad del proceso de Iniciacin Cristiana.Ahora se presenta la 3a etapa, que corresponde al perodo de purificacin e iluminacin o de catequesis bautismal, y que lleva por nombre FELICES LOS QUE... . El itinerario de fe para los adultos, abre una nueva etapa en la catequesis de nuestro pas, al comienzo del Tercer Milenio, en el momento histrico en que se realiza el Concilio Plenario de Venezuela.Es el fruto de un esfuerzo sostenido durante varios aos en los cuales los Directores Diocesanos de Catequesis fueron dando sus valiosos aportes. Gracias muy sinceras a ellos y al equipo que elabor los temas. Hoy, da de San Jos, quien desde el silencio que acompa los primeros aos de vida de Jess y su gradual insercin en la vida religiosa del pueblo judo, le pido a l por los que ahora viven este tiempo de preparacin inmediata a la celebracin de la Iniciacin Cristiana. Y que Mara, con su maternal intercesin, disponga a los adultos catlicos a recibir, o a reavivar, el don del Agua y del Espritu que los transformar en testigos del Seor.

Caracas, 19 de marzo de 2002Solemnidad de San Jos

+ Diego Padrn Obispo de Maturn Presidente de la Comisin Episcopal de Catequesis y Pastoral Bblica INTRODUCCINLa renovacin que anima el Directorio General para la Catequesis, y que se ofrece en la Propuesta Nacional para los Itinerarios Catequsticos de Iniciacin Cristiana, (ICIC), tiene una expresin concreta en Sern mis Testigos (Hch 1, 8), el itinerario para los adultos. Este itinerario se inspira en dicho Directorio, y se estructura, segn las etapas del catecumenado bautismal, como lo propone en el N 88.Las cuatro etapas son: El pre-catecumenado, en el que se presenta el primer anuncio, como llamada a la fe e invitacin a la conversin (texto: Una Buena Noticia).El catecumenado propiamente dicho, perodo de catequesis integral, en el que se busca profundizar la fe inicial, nacida de la respuesta a la llamada de la conversin (texto: Luz para todos los Pueblos). El tiempo de purificacin e iluminacin, catequesis centrada en los sacramentos de iniciacin, en particular del bautismo (y de la reconciliacin para los que renuevan su iniciacin); es el momento del compromiso bautismal y de la vivencia cristiana (texto: Felices los que...). El tiempo de la mistagoga, o catequesis de la comunidad, implica la profundizacin de la vida creyente en la comunidad cristiana por la vivencia sacramental sobre todo a partir de la eucarista y el testimonio (Un Solo Corazn). Con este itinerario se quiere ofrecer a los adultos las orientaciones, mbitos y medios que favorecen la conversin y la adhesin a Cristo, el crecimiento y maduracin de la fe, la participacin en la comunidad eclesial y la opcin por un proyecto cristiano de vida, segn el Evangelio (ICIC, pg. 17).

El presente texto, FELICES LOS QUE..., corresponde a la tercera etapa del Itinerario, etapa de la purificacin e iluminacin, tiempo despus de la catequesis integral en la que los que han profundizado en su fe se preparan a vivir segn el camino que les ofrece Jess en el evangelio. El objetivo de este tiempo es: ahondar en la experiencia cristiana, en la oracin y el seguimiento de Jess como camino para vivir el compromiso bautismal.El tiempo apropiado de esta etapa es el tiempo de Cuaresma; por lo tanto se ha de programar el itinerario de tal manera que entre el Mircoles de Ceniza y el 1 Domingo de Cuaresma se tenga la celebracin de paso: peticin de los sacramentos o inscripcin del nombre. En la Vigilia Pascual se celebra, con toda la solemnidad posible, el bautismo de los adultos y la renovacin de las promesas bautismales de aquellos que han hecho este itinerario como reiniciacin cristiana.En cuanto a este texto, es necesario dejar en claro que no se trata ni de un texto de catequesis ni de una gua para el catequista. El libro FELICES LOS QUE... es complementario a la experiencia de fe que supone cada encuentro catequstico con adultos. No es, por tanto, un texto de estudio, ni una gua prctica, ni mucho menos sirve para hacer una lectura guiada o comentada, por el catequista. Ofrece elementos de reflexin, de cuestionamiento, que apoyan el dilogo generado por el catequista y el grupo de adultos con el Interlocutor, que es Cristo mismo, con su palabra y con el testimonio creyente de la comunidad.Para que su utilizacin sea realmente de provecho es conveniente que despus de cada encuentro, se lea detenidamente el tema. Que el lector/a se deje interpelar por los hechos de vida que se proponen, y sobre todo que sea motivo para ahondar en la propia experiencia (Partimos de la realidad).El mensaje cristiano (Nos abrimos al mensaje cristiano) es una sntesis que conjuga textos bblicos y explicaciones sencillas que dan cuerpo a lo que creemos los cristianos, y nos ensea la Iglesia. Lo fundamental es completar lo descubierto en el encuentro catequstico, con la lectura y la profundizacin en la propia vida.A esto ayudan las preguntas que se proponen en Respondemos con la vida. Las respuestas pueden dar lugar a un intercambio de experiencias en el encuentro siguiente, o pueden ser un recurso para el catequista, para animar al grupo a dar respuestas de fe. Cada tema finaliza con una celebracin, (Celebramos nuestra fe) que puede hacerse con el grupo. La catequesis ha de ser iniciacin en la vida de oracin y celebracin de la comunidad. De ah la importancia de celebrar la experiencia de fe con los participantes en el grupo de catequesis.Cada tema sugiere unos textos Para continuar profundizando. Estn puestos, ante todo, para el catequista, para que tenga citas de la Palabra y el magisterio que apoyen su propuesta de fe. Tambin est destinado al lector/a, al que est haciendo el camino de fe, para que, en el momento que lo considere necesario, pueda profundizar su encuentro con el Dios vivo que se revela en la Escritura y conocer mejor el contenido de su fe mediante los textos del Catecismo de la Iglesia Catlica.En la elaboracin, los redactores han tenido en cuenta que cada tema conecte con la vida concreta, teniendo presente sus inquietudes y sus interrogantes, sus hechos y sus esperanzas. Por medio del texto escrito se espera producir en los interlocutores de la catequesis un conocimiento mayor de los misterios de Cristo en orden a una verdadera conversin y a una vida ms conforme con el querer de Dios (CT 19). La renovacin eclesial impulsada por el Concilio Plenario de Venezuela, encuentra en el Itinerario SERAN MIS TESTIGOS, un camino de fe para que los adultos vivan a plenitud su compromiso bautismal y su pertenencia a la Iglesia. Que sea el mismo Espritu que anima a la comunidad cristiana, quien gue y oriente este camino.Caracas, 25 de marzo de 2002Lunes Santo

Mara Irene Nesi, fmaDirectora del Departamento de CatequesisSPEV

VOY A HACER ALGO NUEVO, YA EST BROTANDO, NO LO NOTAN? (Is 43, 19)Objetivo del rea:Descubrir en la vida el dinamismo transformador de la salvacin en Cristo.

1. El verdadero cambio1. EL VERDADERO CAMBIO

A. Partimos de la realidad Hoy inicias la 3 etapa del camino de renovacin de tu fe. Has dado un paso muy importante. Con la renuncia a los dolos, has dado una prueba de querer comenzar una vida nueva siguiendo a Jess, y dejar todo lo que te aparta de l... Has dado el paso de querer vivir plenamente tu vida cristiana, por la renovacin o la celebracin de la gracia bautismal. Este tiempo ser de gran intensidad para alcanzar esa renovacin, y por lo tanto vas a encontrarte con el significado de ser cristiano por el bautismo.

Ser cristiano es ser nueva criatura, comenzar a vivir una nueva vida. Eso significa renunciar a los dolos e inscribir tu nombre en el libro de los que van a renovar su compromiso bautismal, o de los que se van a bautizar.

Por eso te invito a que te hagas esta pregunta: Qu cambia si yo cambio? Qu novedad aparecer en ti? Cmo afecta este cambio la relacin con tu familia, con tus amigos, con tus compaeros?

Existe una frase sabia que retrata muy bien esta realidad: No me trates igual que ayer porque he cambiado. Es esto en tu vida una realidad? Qu pasa cuando t cambias?

B. Nos abrimos al mensaje cristiano Te invito a leer Lc 19, 1-10. Es el relato de la experiencia de Zaqueo y de su encuentro con Jess. Zaqueo quiso ver a Jess y l se invit a comer... Y fe tal el impacto de esta visita que su vida cambi. Y su cambio personal transform su vida, su entorno, su relacin con los dems. De corrupto y explotador se convirti en solidario, reconociendo sus errores: lo que haba quitado injustamente, lo que haba robado. Hoy ha llegado la salvacin a esta casa, es la expresin de gozo de Jess ante esta reaccin (y. 9). El entorno inmediato, su casa, su familia, los allegados son los primeros que reciben la influencia positiva de la transformacin pero, antes es la propia persona quien recibe los beneficios. Zaqueo ha cambiado y todo a su alrededor ha cambiado. Sus ojos, su corazn, han recibido la luz de la fe transformadora de Jess, que lo hace ver todo con ojos nuevos.

Lc 11, 33-36: Cuando tu ojo est sano, todo tu cuerpo est iluminado, y todo tu cuerpo, quiere decir todo tu... Mirar la vida con los ojos nuevos dice una cancin, todo se ve de manera diferente, iluminados por la luz que es Cristo Jess: Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminar a oscuras (Jn 8, 12), y vivir en la luz es vivir en contante transformacin.

En la Biblia te encuentras varios relatos de cambios profundos en la gente: la Samaritana (Jn 4, 1-42), la mujer pecadora (Lc 7, 37-38.48), Mateo (Mt 9, 9-10), Pedro, Pablo, convertido de perseguidor en apstol de los gentiles (Hch 9, 1-19), todos los que se han encontrado con Jess cambiaron su vida. Ms cerca de nosotros, Mons. Oscar Romero, Martin Luther King, la beata Mara de San Jos, el doctor Jos Gregorio Hernndez y tantos otros que se encontraron con Jess y ya no pudieron ser los mismos.

Por nuestra parte no podemos dejar de proclamar lo que hemos visto y odo (Hch 4, 20). No se puede hablar de fe sin conversin, sin transformacin, sin cambio. Y en todos los hombres y mujeres, que a lo largo de la historia se han encontrado con Jesucristo, se realiza una conversin, una transformacin. El encuentro con Jess cambia sus vidas y con ello se redimensiona toda su historia. El que ha nacido de lo alto (cf. Jn 3, 7), es una persona nueva conducida por el Espritu de Dios. Este cambio se manifiesta en la forma de relacionarse con su familia, sus amigos, en la forma de conversar, en la forma de afrontar los problemas que se le presentan.

Hay que nacer de nuevo (cf. Jn 3,3). Todo cambio implica un nuevo nacimiento, volviendo no ya al seno materno sino al interior de uno mismo y darse cuenta de los aspectos de la vida que necesitan crecer y desarrollarse para salir a la luz.

Todo nacimiento tiene un perodo de gestacin y ste se realiza siempre en el interior, pero se hace explcito en el exterior. Nadie puede decir que Jesucristo ha entrado en su vida si no se manifiesta la transformacin externa que se traduce en nuevas relaciones consigo mismo, con los dems, con la naturaleza, con Dios. Si tu ojo est iluminado, todo t ests iluminado (cf. Lc 11, 34), y la salvacin ha llegado a tu casa (cf. Lc 19, 9).

C. Respondemos con nuestra vida Durante este tiempo vas a ir profundizando las consecuencias, de la aceptacin de Jess en tu vida. Ser un tiempo para irte preparando al encuentro personal con l. Por eso, sera, bueno preguntarte:

Qu cosas han cambiado en tu vida desde tu encuentro con Jess y su Buena Noticia? Puedes decir que ha llegado la salvacin a tu casa? Por qu? Cmo? Qu cosas crees que van a cambiar de ahora en adelante?

D. Celebramos nuestra fe Gua: Hoy se repite para nosotros la experiencia de Zaqueo. Cules motivaciones tuvimos para comenzar el itinerario de renovacin de la fe? No somos un poco como Zaqueo, que quera ver a Jess... por curiosidad? (breve tiempo de silencio)

Canto: Siento que ests cerca.

Lectura de la Palabra de Dios: Lc 19, 1-10

Canto: Mirar la vida con los ojos nuevos.

Para que nunca comience un da intil, un da ms. Para quien no est conforme con que la vida es slo pasar. Para aquellos que sentados estn buscando su libertad. Para ti que has descubierto que. este es el tiempo de comenzar. Mirar la vida con los ojos nuevos, romper barreras sin mirar atrs, borrar palabras, hacer versos nuevos. Decir te quiero, empezar a amar. Sencillamente, ponerse a andar.

Para que jams los das sean un peso que soportar, para quien busca en silencio el nombre exacto de la verdad, para aquellos que perdieron la esperanza de luchar. Para ti que con tus aos has descubierto la realidad.

Mirar la vida...

De la maana ser el pionero. Pintar el cielo, descubrir el mar, que no se escape una pieza del juego sin que t sepas en dnde est. Sencillamente saber buscar.

Leer la siguiente reflexin en silencio y repetir decir aquella frase que ms le haya llamado la atencin:

Si yo cambiara mi manera d pensar hacia los otros, me sentira sereno. Si yo cambiara mi manera de actuar ante los dems, los hara felices. Si yo aceptara a todos como son, sufrira menos. Si yo me aceptara tal como soy, quitndome mis defectos, cunto mejorara mi hogar, mi ambiente. Si yo comprendiera plenamente mis errores, sera humilde. Si yo deseara siempre el bienestar de los dems, sera feliz. Si yo encontrara lo positivo en todos, la vida sera digna de ser vivida. Si yo amara al mundo, lo cambiara. Si yo me diera cuenta de que al lastimar, el primer lastimado soy yo! Si yo criticara menos y amara ms... Si yo cambiara... cambiara el mundo.

E. Para seguir profundizando De la Biblia Jess y Nicodemo, nacer de nuevo: Jn 3,1-8 Un cambio radical, Zaqueo: Lc 19,1-10 Otras lecturas: Del Diario del Papa Juan XXIII:

SLO POR HOY... ser feliz. Expulsar de mi espritu todo pensamiento triste. Me sentir ms alegre qu nunca. Hoy agradecer a Dios la alegra y la felicidad que me regala. ... tratar de ajustarme a la vida. Aceptar al mundo como es y procurar encajar en ese mundo. Si algo me desagrada, no me molestar, agradecer que haya sucedido, porque as se puso a prueba mi voluntad de ser feliz. Ser dueo de mis nervios, pensamientos e impulsos y tendr dominio de m mismo. ser agradable, no criticar a ninguna persona; si comienzo a hacerlo, cambiar la crtica por elogios. Toda persona tiene sus defectos y virtudes, olvidar los defectos y me concentrar en sus virtudes. evitar las discusiones y conversaciones, desagradables. trabajar alegremente, con entusiasmo y pasin, har de mi trabajo una diversin. Comprobar mis pequeos triunfos y no pensar en los fracasos. voy a eliminar dos plagas: la prisa y la indecisin. Vivir con calma y afrontar los problemas con decisin y valenta. no tendr miedo, actuar valientemente, el futuro me pertenece. Tendr confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan. no envidiar a los adinerados, a los que tienen ms belleza o salud. Contar mis bienes y no mis males. Comparar mi vida con la de otros que sufren ms. tratar de resolver mis problemas hoy, el futuro se resuelve a s mismo. El futuro le pertenece a los que luchan y trabajan. tendr un programa que cumplir, si algo queda sin hacer, no me desesperar: lo har maana. practicar la ley del perdn. Asumir mis responsabilidades y no echar la culpa de mis problemas a otras personas. Hoy comprobar que Dios me ama y me premia con su amor. har un bien a alguien, A quin? Buscar a una persona para hacerlo sin que lo descubra. Ser corts y generoso, tratar de pagar el mal por bien. Al llegar la noche, comprobar que DIOS ME PREMIO CON UN DA DE PLENA FELICIDAD y maana ser otro da como el de HOY.

YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y. LA VIDA (Jn 14, 6)

Objetivo del rea:Asumir en la propia vida el seguimiento de Jess.

2. Las pruebas del camino3. El aliento para caminar.

2. LAS PRUEBAS DEL CAMINO

A. Partimos de la realidad A este punto del camino que vienes recorriendo te habrs dado cuenta que, a pesar de todo tu entusiasmo, no es fcil seguir a Jess. Hay muchas cosas que te atraen y que sin embargo te alejan de tus opciones como cristiana o como cristiano. A tu alrededor muchas atracciones nada tienen que ver con la fidelidad a Jess, con la solidaridad, con el amor incondicional a todos... con la honestidad y la justicia

Puedes pensar en tus experiencias pasadas... y anotar todo aquello que es contrario a la vida nueva que vas comenzando.

Y no slo en tu vida personal suceden estas cosas. Ves a tu alrededor, a tu familia, a tu comunidad,, al pas. Cuntos proyectos para una nueva sociedad, un nuevo pas...! Cunto anhelo por combatir. la corrupcin, el trfico de influencias, la mentira, la delincuencia! Cunto anhelas el bienestar para todos!... Y una y otra vez viene la experiencia del fracaso, del desencanto, de la desesperanza.

B. Nos abrimos al mensaje cristiano San Agustn, que lleg a ser santo despus de una vida vaca y sin sentido, cuando se encontr con la verdad y bondad de Dios en Jess, escribi:

Nuestra vida, en efecto, mientras dura esta peregrinacin, no puede verse libre de tentaciones; pues nuestro progreso se realiza por medio de la tentacin y nadie puede conocerse a s mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de enemigo y de tentaciones.

La vida de cada uno de nosotros no es una lnea recta, alcanzando, todo el tiempo, un alto grado de felicidad. Estamos sometidos a la prueba. De esto tambin nos habla la Biblia. Entre los textos ms significativos, encontramos la prueba que sufri el pueblo de Dios en el desierto, antes de llegar a la tierra prometida. Si recuerdas, ya viste como, a pesar de la bondad fidelidad de Dios, desde los orgenes el ser humano se dej vencer por la atraccin del mal y fue infiel. En el libro del xodo se lee que el pueblo de Dios fue liberado de Egipto con gran poder por Dios. Sin embargo durante los cuarenta aos que dur la travesa por el desierto, prob muchas veces la tentacin de rechazar al Dios liberador y volver a la esclavitud de Egipto. Te invito a leer algunos textos:

Ex 16, 1-8: los israelitas se quejan por la falta de comida y se lamentan de haber dejado Egipto donde al menos tenan qu comer. Quieren volver a la esclavitud. Ex 32, 1-14: la idolatra de los israelitas. Ellos fundieron un becerro de oro que adoraron. El pueblo estaba cansado de esperar la vuelta de Moiss que haba ido al monte Sina para hablar con Dios y recibir las tablas de la Ley. Is 5, 1-7: el profeta describe poticamente la fragilidad e inconstancia del pueblo de Israel, que se aleja una y otra vez de Dios a pesar de sus cuidados amorosos para con l. Jess se hizo hombre, semejante en todo a nosotros menos en el pecado. l tambin tuvo tentaciones: Lc 4, 1-13. Como ves las tentaciones de Jess ocurren en el desierto, porque para el pueblo de Israel, el desierto qued en su memoria como el lugar de la prueba, el lugar de la tentacin. Donde el pueblo fracas, Jess venci en nombre de toda la humanidad. El espritu del mal, Satans, tienta a Jess tres veces tratando de poner a prueba su actitud filial hacia Dios. Jess rechaza estos ataques que recapitulan las tentaciones de Adn en el Paraso y las de Israel en el desierto (CIC, 538).

En el Catecismo de la Iglesia encontramos el sentido d este relato evanglico: La tentacin de Jess manifiesta la manera que tiene de ser Mesas el Hijo de Dios, en oposicin a la que le propone Satans y a la que los hombres (cf Mt 16, 21-23) le quieren atribuir. Es por eso por lo que Cristo venci al Tentador a favor nuestro: Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado (Hb 4, 15) (CIC, 540).

En la oracin del Padrenuestro, terminas diciendo: No nos dejes caer en la tentacin... Jess, que ha pasado por esa experiencia, sabe que es difcil, que la atraccin es fuerte, que para vencer se necesita la fuerza de Dios en nosotros: su gracia.

La tentacin es invitacin a ser infiel, es atraccin a lo prohibido, es incitacin a alejarse del camino del bien. Puede ser un amigo que invita a unas copas; o un compaero de trabajo que te dice: total para qu, todos hacen lo mismo, y te muestra como quedarte con el dinero que no es tuyo;... cuando sientes que podras pagar menos del salario mnimo... O... t sabes muy bien qu.

Todos experimentamos la tentacin. Siempre tiene un particular atractivo. Es como un gancho que nos quiere atrapar. En s misma no es mala, no es pecado. Es ms, es una oportunidad para crecer en fidelidad... Slo cuando consientes, apruebas, te dejas llevar, entonces optas por el mal, por alejarte del camino de fidelidad a Dios y del seguimiento de Jess. Esto es el pecado, hacer el mal, consciente y libremente. El pecado es la ruptura con Dios, es la negacin de su amor.

Un hermoso texto de un documento del Concilio Vaticano II describe la lucha que has de enfrentar y la posibilidad que est en ti para vencer: El mundo moderno aparece a la vez poderoso y dbil, capaz de lo mejor y de lo peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que est en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que l ha desencadenado y que pueden aplastarlo o salvarlo. Por ello se interroga a s mismo.... Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. Como creatura, el hombre experimenta mltiples limitaciones, se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior (GS 9).

Y afirma: Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espritu Santo, a fin de que pueda responder a su mxima vocacin, y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que haya de encontrar la salvacin (GS, 10).

C. Respondemos con nuestra vida En nuestro mundo contemporneo no es fcil hablar de tentacin... o si se lo hace es con referencia a la sociedad de consumo... pero no a la realidad ms honda de la tentacin que aleja a la persona de su vocacin cristiana, de su proyecto de vida. Ms an, tiene que ver con la posibilidad de rechazar o perjudicar la relacin personal con Dios.

Qu tentaciones aparecen en tu vida? Qu personas, circunstancias, lugares... te atraen alejndote de tu nueva vida? Cmo crees que puedes reaccionar de ahora en adelante?

D. Celebramos nuestra fe Los salmos son oraciones del Antiguo Testamento, que expresan con palabras cargadas de sentimiento y hondura distintas situaciones humanas. La tentacin es una de esas situaciones. La oracin de este tema puede ser meditar el salmo 25 (24): Mustrame, Seor, tus caminos.

Canto: T me sondeas y me conoces (Salmo 139).

Momento de silencio para interiorizar el sentido del canto: somos transparentes ante el Seor. l nos hizo y nos conoce mejor que nosotros mismos porque sabe de qu estamos hechos. Lectura del Salmo 25: se lee en forma pausada, puede ponerse una msica muy suave, de fondo. Momentos de silencio. Repetir interiormente las frases que expresan los sentimientos ms hondos en este momento. Despus de un tiempo suficiente, se puede compartir la frase que ms ha impactado, completndola con palabras propias: (Por ejemplo: Quin es el hombre que honra al Seor?, cmo puedo serte fiel si siento tantas veces el deseo de seguir mi propia comodidad?...) Se concluye con la siguiente oracin (tomada del Prefacio de Cuaresma II).

Todos: Gracias, Padre de amor, porque misericordiosamente estableciste este tiempo especial de gracia para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del corazn y as, libres de todo afecto desordenado, de tal manera se apliquen a las realidades transitorias, que ms bien pongan su corazn en las que duran para siempre. Contina asistindonos con la presencia de tu Hijo Jess para que nos preparemos dignamente al encuentro contigo en la fiesta de la Pascua. Por Cristo, nuestro Seor. Amn

E. Para seguir profundizando De la Biblia Conversin y esperanza: Os 14, 2-10 Las tentaciones de Israel: Dt 8,2-3; 6, 10-13; Confianza en Dios que libera de toda tentacin: Salmo 91(90) Las tentaciones de Jess: Lc 4, 1-13 Las tentaciones del cristiano: 1 Co 10, 1-13

Del Catecismo de la Iglesia Catlica No nos dejes caer en la tentacin: 2846-2849 3. EL ALIENTO PARA CAMINAR A. Partimos de la realidad A tu alrededor vives circunstancias que te llenan de esperanzas, y otras que te oprimen el corazn. El clima poltico, la situacin econmica, los cambios culturales, por un lado. Y la vivencia de tu familia, de tus amigos, de tu crculo social... Todos pueden ser momentos de esperanza y crecimiento. Espacios en los que puedes vivir la opcin de seguimiento a Jess. Sin embargo veamos que tambin estos mismos espacios pueden ser, como ya lo has experimentado, ocasin de contraposicin, de alejamiento del camino elegido. Dnde encontrar la fuerza para resistir y perseverar?

B. Nos abrimos al mensaje cristiano En este tiempo especial que vives, de profundizacin de tu opcin por la vida cristiana, encontramos un texto del Evangelio que te ofrece esta esperanza. Los apstoles, que han acompaado a Jess durante el tiempo de su predicacin, esperan de l una revolucin y la liberacin de la opresin de los romanos... Sin embargo la vida de Jess se acerca a su trgico final. Es en esta coyuntura que Jess quiere darles una seal que les d valor y fortaleza.

Es la transfiguracin que encontramos en los evangelios. Puedes leerla en Mc 9, 2-10. Te invito a meditar este texto ledo a partir del comentario que nace uno de los padres de la Iglesia, San Len Magno: Sin duda esta transfiguracin tena sobre todo la finalidad de quitar del corazn de los discpulos el escndalo de la cruz, a fin de que la humillacin de la pasin voluntariamente aceptada no perturbara la fe de aquellos a quieres haba sido revelada la excelencia de la dignidad oculta. Mas, con igual providencia, daba al mismo tiempo un fundamento a la esperanza de la Iglesia, ya que todo el cuerpo de Cristo pudo conocer la transformacin con que el tambin sera enriquecido, y todos sus miembros cobraron la esperanza de participar en el honor que haba resplandecido en la cabeza. Y ms adelante dice: Nadie, por tanto, tema el sufrimiento por causa de la justicia, nadie dude que recibir la recompensa prometida, ya que a travs del esfuerzo es como se llega al reposo y a travs de la muerte a la vida; el Seor ha asumido toda la debilidad propia de nuestra pobre condicin, y, si nosotros perseveramos en su confesin y en su amor, vencemos lo que l ha vencido y recibimos lo que ha prometido.

El testimonio de la voz del Padre sobre Jess, en la transfiguracin: Este es mi Hijo amado; escchenlo, es una invitacin a poner la confianza en l.

El comentario de la Biblia de Amrica a este texto, completa lo que vienes descubriendo:

Este episodio de la transfiguracin se orienta a que los discpulos recobren fuerzas y entusiasmo ante las duras y desconcertantes palabras de Jess sobre el camino doloroso del Mesas, camino que ha de ser compartido por sus seguidores. Iluminados acerca de la verdadera identidad de Jess y de su destino ltimo, los discpulos podrn recorrer animosos el mismo camino que su Maestro (Comentario a Mc 9, 2-13).

El bautismo que has recibido, o que vas a recibir, te asocia a la muerte y resurreccin de Jess. Por el pecado y la idolatra (los nuevos dolos que esclavizan hoy), estabas muerto, estabas muerta, para Dios. Al recibir el bautismo, participas de la vida nueva que inaugura la resurreccin de Jess. He aqu la fuerza para el camino. No ests solo, no ests sola en la lucha contra los enemigos del proyecto de Jess, del Reino. La victoria de Cristo es tu fuerza. En tu corazn est (estar despus del bautismo) la presencia del Espritu de Jess.

Cmo se vive esta experiencia? La oracin, la celebracin de los sacramentos de reconciliacin y eucarista, la revisin de vida... son algunos de los recursos que tendrs a tu disposicin. A veces se han presentado los sacramentos como ritos que se cumplen y ya est. Sin embargo, no es as. El sacramento es la fuerza y la presencia de Jess en tu vida para ser fiel y poder ser parte de su proyecto: la presencia del Reino de Dios entre nosotros.

C. Respondemos con nuestra vida La nueva vida que vas a recibir es un compromiso muy serio de participar en el proyecto de Jess. Su persona, su gracia, su fuerza estn contigo para vivir segn este proyecto.

Qu llamada para participar descubres al ir profundizando tu conocimiento del proyecto de Jess? Cmo puedes acercarte a Jess para sentir su fuerza y su gracia para vivir en la nueva realidad del Reino de Dios?

D. Celebramos nuestra feMotivacin: A medida que vamos avanzando en el itinerario de fe, vamos constatando que en el seguimiento de. Jess se encuentran obstculos, a veces muy difciles de superar, por eso Jess mismo nos quiere dar la certeza de que contamos con l, que no nos pide nada superior a nuestras fuerzas. Vamos a orar con lo que vamos descubriendo.

Canto: A dnde voy (Caminando voy...).

Gua: Encontramos una expresin clara de lo que nos pide nuestra vida cristiana, en el texto de Pablo a su discpulo Timoteo:

Lectura de la Palabra de Dios: 2 Tim 1, 8-10

(En silencio dejar que el texto cuestione la vida de cada uno...)

Intercambio sobre la lectura: qu me pide el seguimiento de Jess y los trabajos por d Evangelio .

Gua: Volvamos a escuchar el texto de la transfiguracin, y dejemos que la presencia de Jess nos llene de esperanza. Lectura del Evangelio: Mc 9, 2-12

Alabanza: T te has transfigurado en la montaa, y, en la medida en que ellos eran capaces, tus discpulos han contemplado tu Gloria, oh Cristo Dios, a fin de que cuando te vieran crucificado comprendiesen que tu Pasin era voluntaria y anunciasen al mundo que t eres verdaderamente la irradiacin del Padre (Liturgia bizantina CIC 555 b)

Todos: Alabanzas a ti, Seor Jess.

Expresar los sentimientos despertados por este momento de encuentro con Jess, en forma de oracin espontnea.

Oracin final: (tomada del Prefacio del Domingo II de Cuaresma)

Padre Santo, te damos gracias porque Jess, despus de anunciar su muerte a los discpulos, les mostr en el monte santo el esplendor de su gloria, para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasin es el camino de la resurreccin. Animados por este testimonio de tu Hijo, te pedimos nos concedas el don de su Espritu para continuar con valor el camino que hemos empezado. Por Jesucristo nuestro Seor.

Todos: Amn. Canto final: Slo t

E. Para seguir profundizando De la Biblia El testimonio de Pedro: 2 Pe 1, 12-19 Para participar en el Reino hay que luchar: Hch 14, 21-22 Para vivir hay que morir: Jn 12, 23-26. Del Catecismo de la Iglesia La transfiguracin del Seor: 554-556

HAY QUE NACER DE NUEVO (Cf. Jn 3,7)Objetivo del rea:Vivenciar la accin transformadora del bautismo.4. Hijos de Dios por el Bautismo

4. HIJOS DE DIOS POR EL BAUTISMO

A. Partimos de la realidad Quin no ha tenido la dicha de saber del nacimiento de alguien muy cercano? Un hijo... una hija.., O un hermano, hermana... sobrino, sobrina... La vida que nace! Desde que tienes noticia de que ha comenzado una vida nueva... los meses de espera... el nacimiento... hasta que tomas en tus brazos esa criaturita que es una persona humana completa!

Precisamente porque ests ante un autntico milagro de la vida, es tan duro y golpea tanto el saber que alguien aborta, o rechaza al hijo de sus entraas, o una vez nacido, lo abandona...

El nacimiento es siempre un acontecimiento gozoso. De ah el rechazo, la indignacin, el dolor que produce cuando una mujer no puede vivir esta experiencia con toda la dignidad y respeto que merece. De ah que es incomprensible que un hombre se desentienda del hijo que engendr. Porque todo hijo nace de un hombre y una mujer a los que tiene el pleno derecho de llamar: pap y mam.

Cul es tu experiencia? Cmo te sientes frente a tus hijos? Te das cuenta que han nacido de ti...? Y que dependen de ti... hasta alcanzar la madurez.

B. Nos abrimos al mensaje cristiano El mismo Jess se conmueve ante el misterio de la maternidad. En su discurso de despedida recuerda la alegra de la mujer que da a luz un hijo y que hace que olvide los dolores del parto por haber trado un nio al mundo (cf. Jn 16, 21). Y se compadece de una madre viuda que acompaa el cadver de su hijo nico, y se lo devuelve vivo... (Lc 7, 11-15).

Si el surgir de la vida natural es un acontecimiento tan maravilloso, piensa ahora qu significa cuando ests llamado a un nuevo nacimiento, a la vida de Dios. Escucha el dilogo de Jess con Nicodemo: Jn 3, 1-8.

Fjate en las siguientes afirmaciones y piensa en tu vida... qu te dice Jess?: El que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios (v. 3). Nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espritu (v. 5). Para que todo el que crea en l no perezca, sino que tenga vida eterna (v. 16). El que cree en l no ser condenado (v. 18).

Como ves, por el bautismo entras en la vida misma de Dios, pasas a ser hijo de Dios. Por el bautismo recibes la salvacin, es decir, la vida nueva y definitiva, la vida divina o vida de la gracia de Dios. San Pablo describe las consecuencias del bautismo en el captulo 6 de la carta a los Romanos, te invito a leerla detenidamente: Rm 6, 1-11.

Qu es lo que ms te llama la atencin? Te sugiero algunos textos para reflexionar sobre ellos: Si hemos muerto al pecado... (v. 2). El bautismo nos ha vinculado a Cristo (v. 3). Llevemos una vida nueva (v. 4). Sepan que nuestra antigua condicin pecadora... (v. 6). Viviremos con l... (v. 8). Muri al pecado de una vez para siempre... (v. 10). ... vivos para Dios, en unin con Cristo Jess (v. 11).

Ests ante la realidad de tu vida cristiana: el bautismo recibido, o que te preparas a recibir, es el fundamento de toda vida cristiana. Desde el comienzo la Iglesia ha celebrado y administrado el Bautismo a los que se convierten a Jess y proclaman su fe en l.

Despus de escuchar a Pedro que les anuncia la resurreccin de Jess, al que haban visto muerto en la cruz, los oyentes le preguntan qu tienen que hacer, y l responde: Convirtanse y hganse bautizar cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo, para que queden perdonados su pecados. Entonces recibirn el don del Espritu Santo (Hch 2, 38).

Este es el camino que t has realizado hasta ahora: al anuncio de que Jess es nuestra vida y salvacin has respondido con la conversin y la adhesin de la fe. Durante este tiempo has revisado y experimentado qu es seguir a Jess, porque de esto se trata la vida cristiana. Ha llegado el momento de la decisin. Es el momento de renovar la gracia del bautismo en ti, haciendo conscientemente tu renuncia y promesa de fe. Cuando fuiste bautizado, tus padres y padrinos lo hicieron por ti...

Es el momento de prepararte para tu bautismo el da de la Vigilia Pascual, la noche en que la Iglesia renueva el paso de la muerte a la vida de Jess. El da en que somos asociados al misterio pascual. Por el bautismo, o la renovacin del bautismo, esa noche morimos con Cristo, para resucitar con l.

Cules son los efectos del bautismo en tu vida?

Ante todo, la remisin total de los pecados. En los que han sido regenerados no permanece nada que les impida entrar en el reino de Dios, ni el pecado de Adn (pecado original), ni el pecado personal, ni las consecuencias del pecado, la ms grave de las cuales es la separacin de Dios (CIC, 1623). En segundo lugar, por el bautismo eres una criatura nueva naces de nuevo: eres un hijo adoptivo, una hija adoptiva de Dios. Eres partcipe de la naturaleza divina, miembro de Cristo, coheredero con l y templo del Espritu Santo.

En el bautismo recibes la gracia santificante, la vida de Dios en ti: recibes la capacidad de creer, esperar y amar a Dios; puedes vivir y obrar con la ayuda del Espritu Santo, tienes la fortaleza para crecer en el bien.

En tercer lugar, por el bautismo pasas a ser miembro de la Iglesia, pueblo de Dios y cuerpo de Cristo. Eres miembro activo de la comunidad que te recibe y te hace partcipe de su misin.

Por ltimo, el bautismo marca en ti un sello indeleble llamado carcter, por el que eres reconocido como hijo de Dios y miembro de la Iglesia. Por este sello quedas consagrado a Dios, y participas del nico sacerdocio de Cristo, por lo que toda tu vida se transforma en alabanza a Dios, unida a la alabanza de Jess. Se llama carcter porque es un sello espiritual que no se borra; por eso el bautismo, como la confirmacin, no se pueden repetir.

El bautismo se recibe por el bao del agua y las palabras: Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo.

Unido al bautismo,, est el sacramento de la Confirmacin. Materialmente, porque sers confirmado despus del bautismo. Espiritualmente, porque, aunque se reciba aos despus (en el caso de los que se han bautizado de nios), la Confirmacin completa la gracia bautismal con la plenitud del don del Espritu Santo.

Mediante la confirmacin recibes, de manera extraordinaria, el Espritu Santo, te unes ms estrechamente a Dios y a la Iglesia y te imprime la fuerza para ser testigo del Evangelio.

Este sacramento se recibe por la imposicin de las manos del obispo y la uncin con el Santo Crisma acompaada de las palabras: Recibe por esta seal el don del Espritu Santo.

C. Respondemos con nuestra vida Has llegado a uno de los momentos decisivos del itinerario de fe. Se trata de dar una respuesta personal. En la etapa anterior has hecho una especie de revisin general de lo qu es ser y vivir como cristiano, como cristiana. Se acerca ya el final del camino (ya est prxima la Vigilia Pascual) es la hora de las decisiones.

Una sola pregunta: Quieres recibir el bautismo? Quieres renovar el bautismo?

D. Celebramos nuestra fe El tema del bautismo est estrechamente ligado al simbolismo del agua. En el momento de celebracin se puede hacer una oracin en torno al agua.

Ambientar el lugar de celebracin con imgenes de sequa y de ros caudalosos... Poner una jarra con agua en el centro y la frase: Si conocieras el don de Dios. Colocar alrededor tantos vasos como participantes en el grupo.

Monicin: Tenemos experiencia de sequa, de racionamiento de agua, de sed... Con razn decimos: el agua es vida... Este signo del agua lo escogi Jess para que recibamos la vida nueva por el bautismo. Oremos a partir del texto de la samaritana.

Lectura del Evangelio: Jn 4, 1-26Despus de proclamado el texto, cada uno puede volver a leer en silencio este pasaje y detenerse en aquella frase qe ms le llegue al corazn y dialogar con Jess, ponindose en lugar de la mujer... Ambientar con msica suave.

Finalizado este momento, se invita a acercarse a la jarra de agua, y expresar en forma de oracin aquello que ms le ha impresionado, mientras el catequista le sirve un vaso con agua y se lo entrega.

Si no hay catecmenos, el catequista puede decir la siguiente oracin sobre los participantes: 1

Oh, Padre de las misericordias, que por medio de tu Hijo te compadeciste benignamente de la samaritana y movido por la misma paterna solicitud ofreciste la salvacin a todos los pecadores, mira con tan extraordinario amor a estos elegidos, que desean renovar la gracia de la adopcin de los hijos por los sacramentos: destalos de la esclavitud del pecado y del pesado yugo de Satans, para que tomen el suave yugo de Jess; protgelos en todos los peligros, para que sirvindote fielmente a ti, llenos de paz y de alegra, puedan ofrendarte tambin su gratitud durante toda la eternidad. Por Jesucristo nuestro Seor.

Todos: Amn

Canto final: Samaritana (tambin sirve Hombres nuevos)

Nota litrgica: para los catecmenos, el 3 domingo de Cuaresma se celebran los primeros escrutinios. Para esto se sigue el ritual de Iniciacin Cristiana de Adultos o del Bautismo con adultos. A ser posible se leer el evangelio de la Samaritana si no es el ciclo A. Despus de la homila se tiene la oracin sobre los catecmenos y la oracin de exorcismo. Luego se les despide y contina la Eucarista.

E. Para continuar profundizando De la Biblia: El paso del Mar Rojo, smbolo del bautismo: Ex 14, 10-31 Por el bautismo somos partcipes de la naturaleza divina: 1Pe 1, 3-8 El agua que salta hasta la vida eterna: Jn 7, 37-39

Del Catecismo de la Iglesia Catlica El sacramento del Bautismo: 1213 La celebracin del sacramento del bautismo: 1229; 1234-1245 El bautismo de adultos: 1247-1248 Fe y bautismo: 1253-1255

EL SEOR HACA CRECER LA COMUNIDAD CON EL NMERO DE LOS QUE IBA LLAMANDO (Hch 2,47)

Objetivo del rea:Confesar la fe de la Iglesia.5. La luz de la fe: el Credo

5. LA LUZ DE LA FE: EL CREDO

A. Partimos de la realidad Pronto recibirs los sacramentos de la iniciacin cristiana, o hars la renovacin solemne de tu bautismo. Con este paso, te comprometes a vivir segn la fe de la Iglesia y a dar testimonio de Cristo en tu familia, en tu trabajo, en todas partes. Entras a formar parte de la Iglesia, como miembro activo y comprometido. Tu experiencia en algn grupo es que para participar hay que compartir las creencias, los principios, los valores que mueven a ese grupo. Puedes recordar algunos casos concretos?

El partido poltico, o el club. El gremio o el sindicato. Incluso tu crculo de amigos. Aparte de los lazos afectivos o prcticos que te unen a ellos hay unos valores, unos principios, unos modos de hacer con los que ests de acuerdo, los cuales compartes...

B. Nos abrimos al mensaje cristiano Nuestra pertenencia a la familia de Dios, nuestro ser hijos de Dios, que se vive en la Iglesia, tambin nos vincula a una comunidad que tiene una fe, que vive unos valores, unas actitudes y expresados en unos modos de conducta. Tenemos nuestras celebraciones, nuestro modo de encontrarnos con Dios, de orar...

El bautismo te abre a esta nueva realidad. Es verdad que muchas vece no se ha planteado de esta manera el compromiso bautismal. Se piensa que es un rito para proteger a los nios o un requisito para casarse por la Iglesia.

El ingreso a la comunidad cristiana no es algo accidental o exterior a tu nueva realidad. De hecho, la comunidad cristiana es el lugar donde se anuncia, se celebra, se vive la fe. La comunidad, a travs de sus miembros, especialmente de los catequistas, es la encargada de transmitir su fe a los nuevos miembros.

En los Hechos de los Apstoles, se encuentra esta realidad desde el comienzo mismo de la predicacin, el da de Pentecosts: al escuchar. el anuncio de que Jess, el que haba muerto en la cruz, est vivo porque ha resucitado, los oyentes piden a los apstoles, que les digan qu tienen que hacer... Y despus de contarnos que ese da se bautizaron tres mil personas, dice el Seor cada da agregaba al grupo de los creyentes aquellos que aceptaban la salvacin (Hch 2, 47)

No basta la profesin de fe. Por la fe confesada entramos a compartir la fe de toda la comunidad.

Un rito que realizars en estos das tiene mucho sentido y te ayudar a comprender lo que venimos afirmando: la Entrega del Credo (o Smbolo de los Apstoles). Esta celebracin tiene lugar en la 4 semana de Cuaresma, inaugurada con la lectura del evangelio del ciego de nacimiento (Domingo IV de Cuaresma del Ciclo A).

Es bueno volver sobre ese texto que encuentras en Jn 9, 1-41.

El encuentro con Jess devuelve la vista al ciego de nacimiento. La ceguera es un mal terrible, y si es de nacimiento, peor, ya que quien la padece no tiene idea de lo que es la luz, el color, el paisaje... el rostro de las personas... El ciego ni siquiera pide ver.., no tiene idea de que frente a l est quien es la luz del mundo (cf. Jn 8, 12). Seguirle es caminar en la luz de la vida. Jess toma la iniciativa y, escupiendo en tierra hace barro y le unta los ojos y manda al ciego a lavarse en una fuente cercana. El agua bautismal es la que abre los ojos a la luz... Despus. de la discusin con los fariseos, cuando es expulsado por estos, Jess le sale al paso de nuevo: Crees en el Hijo del Hombre?... Ya lo has visto, es el que habla contigo (cf. vv. 35-37).

Ponte en lugar del ciego... Qu le respondes a Jess?

Ha llegado la hora en que despus de haber ido conociendo la persona de Jess, su vida, su mensaje, su misterio.., te decidas a seguirlo y a confesar la fe en Jess y en el Dios revelado por Jess: que es Padre, Hijo y Espritu Santo.

En un gesto muy significativo, la comunidad cristiana, representada en el prroco (o en tu catequista) te har entrega del Credo. Se quiere poner de manifiesto que la fe es un don gratuito que recibes de Dios. La confesin de esa fe, su contenido, lo recibes por tradicin, o sea, de los que ya la tienen y la comparten contigo. Por eso afirmamos que la Iglesia es apostlica, porque la fe que predicaron los apstoles, nos llega a nosotros a travs de una cadena ininterrumpida.

El Credo es el resumen de lo que creemos cuando decimos: yo creo. En su forma ms simple, expresa nuestra fe en Dios que es Padre creador; que es Hijo, hecho hombre por nosotros, muri y resucit para salvarnos; que es Espritu Santo, dador de vida. Tambin expresa nuestra fe en la Iglesia, en el bautismo, en el perdn de los pecados, la resurreccin de la carne y la vida eterna.

Aceptar el Credo es aceptar la fe de la comunidad y ser parte de ella.

C. Respondemos con nuestra vida La entrega de la fe de la comunidad pide la respuesta de cada uno. El ser creyente, miembro de la Iglesia, implica confesar esa fe delante de todos. Es el momento de preguntarte qu consecuencias trae para tu vida aceptar la fe cristiana. A qu te comprometes al aceptar la fe de la Iglesia? La fe es incompatible con otras pequeas fe... en dioses minsculos, que quieren competir con el Dios revelado por Jess. Es dejar de apoyarse en falsas creencias, en supersticiones y engaos. En dejar de confiar en las propias fuerzas como absoluto. A qu renuncias al aceptar la fe de la Iglesia? D. Celebramos nuestra fe Esta celebracin servir a los catecmenos para prepararse a la entrega del Smbolo ya los catequizados a hacer su propio acto de fe.

Ambientar el saln de tal manera que est todo oscuro. En el centro se pone un cirio y un letrero que dice: Creo, Seor. Hojas en blanco (si se cree conveniente puede ser una tarjeta con un pensamiento sobre la fe) para cada participante.

Canto: Seor, t eres nuestra luz

Mientras cantan, el catequista enciende la luz del cirio.

Motivacin: Aqu estamos para dar nuestra respuesta... como al ciego de nacimiento, el agua de la fuente bautismal nos ha devuelto la vista. Oremos con el Salmo de la luz: Salmo 36 (35).

Un/a lector/a lee pausadamente el salmo. A cada estrofa repiten todos: Por tu luz, vemos la luz. Al terminar se encienden las luces. Lectura del Evangelio: Jn 9,35-39

Esta pregunta de Jess es para nosotros... para cada uno y cada una. Ahora te toca a ti dar tu respuesta (entrega la hoja en blanco o la tarjeta).

Despus de un momento de silencio, cada uno escribe su credo con el que responde a la pregunta de Jess. Luego se acercan al cirio y lo van colocando alrededor, despus de leerlo en voz alta.

Canto final: Creo (Larraaga) o tambin Credo nicaragense.

Nota litrgica: El 4 Domingo de Cuaresma se celebra el segundo escrutinio, y durante la semana, en un da previamente establecido, en la Eucarista de la comunidad, se realiza la entrega del Smbolo a los catecmenos, siguiendo el Ritual de Iniciacin Cristiana de Adultos, o el del Bautismo.

E. Para seguir profundizando De la Biblia El plan salvador de Dios: Ef 1,3-12 La salvacin viene por la fe: Ga 2, 15-21 Del Catecismo de la Iglesia Catlica La confesin de fe: 1270 La respuesta del hombre a Dios: 142-143 La obediencia de la fe: 144-149 Creer slo en Dios: 150 Creer en Jesucristo, el Hijo de Dios: 151 Creer en el Espritu Santo: 152 LO QUE IMPORTA ES SER UNA CRIATURA NUEVA (Ga 6, 15)

Objetivo del rea:Descubrir el sentido del nuevo nacimiento realizado en el Bautismo.

6. Llamados a ser una Humanidad nueva7. La oracin d los hijos.

6. LLAMADOS A SER UNA HUMANIDAD NUEVA

A. Partimos de la realidad Hay personas que, aunque son jvenes, parecen ancianos; se sienten sin fuerza para emprender algo, con ganas de dejarlo todo.

Cmo te sientes en este momento de tu vida? Por qu te sientes as?

Has ido descubriendo como Jess te abre un camino de esperanza, una posibilidad de encontrar Ta verdadera felicidad en una forma nueva de vida.

Cada maana, al levantarte, con el nuevo da, tienes la oportunidad de comenzar de nuevo, con nuevos nimos. El descanso de la noche se asemeja a una muerte y el levantarse, a una resurreccin; de alguna manera ests naciendo de nuevo.

Cmo vives cada da? Sientes que renaces, que es una oportunidad de comenzar de nuevo?

En cuntas oportunidades te has sentido que has nacido de nuevo?

B. Nos abrimos al mensaje cristiano El anhelo de una nueva vida se corresponde con el plan de Dios que nos cre para ser felices y vivir para siempre. Sin embargo, por el pecado entr el mal y la muerte en la historia y experiencia humanas. T tambin lo experimentas en ti y en los que te rodean.

Jess, con su muerte y resurreccin venci sobre el pecado y su ltima consecuencia, la muerte. Ests llamado a participar de esa salvacin, y es por el bautismo que recibes los frutos que l nos ha dado. As comienza una nueva situacin en la que todos somos nuevas criaturas.

De los muchos textos del evangelio que nos descubren a Jess como VIDA, la liturgia de Cuaresma, 5 Domingo del ciclo A, trata de la resurreccin de Lzaro. Te invito a leer detenidamente: Jn 11, 1-44.

Aqu te presento algunos puntos relevantes: ... para que as tengan un motivo ms para creer (y. 15). Marta sali a su encuentro... (y. 20). Seor, si hubieras estado aqu... (y. 21). Yo soy la resurreccin y la vida. El que cree en m, aunque hay muerto, vivir (y. 25). El Maestro est aqu y te llama (y. 28). No te he dicho que, si tienes fe, vers la gloria de Dios? (y. 40). Lzaro, sal fuera (y. 43).

No son fciles de admitir, de creer las palabras de Jess sobre la vida, la muerte y la resurreccin. Con todo, la aceptacin o el rechazo de estas palabras define la actitud del creyente o del no creyente. De una parte, la vida es para el hombre el don ms precioso y apreciado, porque es frgil y porque su contrario es la muerte. De ah las ganas de vivir y el frenes de la vida. Pero est cercada por la muerte; junto a las manifestaciones de vida hay siempre sntomas de muerte. Nunca dominamos la vida; se nos escapa2

La vida que nos da Jess la recibimos en el bautismo, porque nos asocia a su misterio de vida y muerte, como nos lo dice Pablo en la carta a los Romanos (cap. 6, 4-11).

Por el bautismo somos sepultados con Cristo, morimos al pecado, a lo viejo, a esa vida que nos hace vivir arrastrando los pies; compartimos su muerte para poder resucitar con Cristo. Algo nuestro fue crucificado. En este sentido, morir es liberarse del pecado.

Por el bautismo aceptas un cambio radical de vida; comienzas a ser una criatura nueva. Sin embargo, te puedes preguntar: Por qu no veo un cambio? Por qu el pecado?. El mal sigue dominando.

Pablo tuvo la misma experiencia: El querer hacer el bien est a mi alcance, pero el hacerlo no. Pues no hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco (Rm 7, 18-19). l explica bien la lucha que vive cada uno dentro de s mismo: ve el bien pero hace el mal, aun sabiendo que es malo.

Sin embargo hay una esperanza: el ser conducidos por el Espritu: Porque los que viven segn sus apetitos, a ellos subordinan sus criterios; pero los que viven segn el Espritu, tienen criterios propios del Espritu. (...) Pero ustedes no viven entregados a tales apetitos, sino que viven segn el Espritu, ya que el Espritu de Dios habita en ustedes (Rm 8, 5.9).

Por el bautismo cada uno ha renacido del agua y del Espritu. Esto qu quiere decir? Que se da un nuevo nacimiento de lo alto, tal como Jess le anunci a Nicodemo: Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios (Jn 3, 3).

En la carta a los Efesios se lee: En cuanto a ustedes, estaban muertos a causa de sus delitos y pecados.., Pero Dios, que es rico en misericordia y nos tiene un inmenso amor, aunque estbamos muertos por nuestros pecados, nos volvi a la vida junto con Cristo por pura gracia han sido salvados!-, nos resucit y nos sent junto a Cristo Jess en el cielo (Ef 2, 1. 4-6).

Jess hace de cada uno de los que se asocian a su muerte y resurreccin un hombre, una mujer nuevos.

Como Lzaro, el amigo de Jess, que estando en la tumba, despus de cuatro das, volvi a la vida por la palabra eficaz del Seor: Lzaro, sal fuera! (cf. Jn 11, 28-44). Cunto tiempo has estado en la tumba? Qu piedra impide que puedas moverte?

Eres, (sers, el da de tu bautismo) un hombre nuevo, una mujer nueva, colaborador/a del Reino de Dios que ya est entre nosotros. El cristiano es una criatura vuelta a la vida, que vive segn el Espritu, desde lo espiritual, pero no entendiendo lo espiritual como privado, sin relacin con las acciones de cada da.

Vivir segn lo espiritual es poner vida, vitalidad en todo lo que piensas, dices y haces. No hay nada ms concreto que el Espritu. As lo dice Pablo, 1 Co 13, 1-13: el amor se manifiesta en lo concreto.

Las actitudes del hombre y la mujer nueva se concretizan en las relaciones ordinarias de cada da, en su familia, en las relaciones con los vecinos, en el trabajo, en la calle; somos buen olor de Cristo, alabanza de su gloria (cf. 2 Co 2,15).

La vida del hombre nuevo y la mujer nueva debe manifestar en todo momento la salvacin que se ha operado en su interior, y ser para los dems signo de salvacin, dispensadores de la vida nueva de la que el mundo est necesitado.

C. Respondemos con nuestra vida Dnde se manifiesta en tu vida el hombre viejo? En qu aspectos de tu vida sientes que te gua el Espritu? Cmo vives la tensin interna entre el bien y el mal? Cules son las caractersticas de tu vida como hombre nuevo, como mujer nueva?

D. Celebramos nuestra fe Se entrega una hoja tamao ficha a cada uno. Se prepara un recipiente para quemar los papeles que se han entregado, y se coloca delante de la Biblia que se ha adornado con flores y velas. Al lado se coloca un recipiente con aceite perfumado.

Tiempo de silencio y. reflexin - Msica suave de fondo.

Cada uno va pensando cules son los aspectos de su vida en los cuales se manifiesta la accin del renacimiento en Cristo como hombre nuevo, mujer nueva y anotarlos en el papel que recibi.

Gua: Presentemos a Dios, por su Hijo Jess, los signos de vid nueva que vamos descubriendo en nosotros. Como signo de ofrenda cada uno pasa y quema su papel delante de la Biblia signo de la presencia del Seor en medio de nosotros.

Gua: Escuchemos a Pablo que nos recuerda que, con nuestra vida, nueva hacemos presente a Cristo:

Lector: 2 Co 2, 14-16

Momentos de silencio para interiorizar la palabra recibida. Luego, de forma espontnea, pueden compartir la resonancia que ha despertado el texto.

Gua: Recibamos la uncin de nuestras manos con el aceite perfumado expresando nuestro deseo de querer derramar el perfume de Cristo a nuestro alrededor.

Catequista: hace la seal de la cruz con el dedo untado de aceite en las manos de cada uno.

Canto: Hombres nuevos.

Gua: Expresemos nuestra fe en la salvacin recibida, recitando el himno que se encuentra en Ef 1, 3-14

Canto final: No se cmo alabarte.

Nota litrgica: el 5 Domingo de Cuaresma se celebra el tercer escrutinio, con los textos del Ritual y el evangelio del Ciclo A.

E. Para continuar profundizando De la Biblia La vida en el Espritu: Rm 8, 5-17 El premio que esperamos: Rm 8, 21-39 Vivir segn el Espritu: Ga 5, 16-26 Hombres y mujeres nuevos en Cristo: Col 3, 5-17

Del Catecismo de la Iglesia Una criatura nueva: 1265-1266 El hombre nuevo: 2475

7. LA ORACIN DE LOS HIJOS

A. Partimos de la realidad En nuestro mundo, tan pragmatizado y quiz por reaccin, hay una revalorizacin de la oracin. O, por lo menos, una bsqueda de la dimensin mstica.

En muchas partes se encuentran experiencias que revalorizan la oracin: grupos de oracin de la renovacin carismtica; meditacin en torno a un icono, Rosario, adoracin al Santsimo Sacramento; las Celebraciones de la Palabra, la Liturgia de las Horas... Son, todas, expresiones de un despertar de la oracin.

Tambin, cada da gana ms terreno la llamada New Age, con resabios de mstica oriental y, a veces, con una espiritualidad sin Dios, pero llena de ngeles y de fuerzas positivas y negativas...

Est de moda la espiritualidad del sentirse bien. Por esto, s cultiva la meditacin trascendental, la bioenergtica, la macrobitica, se lee la Carta Astral, se practica el Tai Chi, la curacin, a travs de las esencias florales, se descubre el poder sedante del canto gregoriano, se imponen las manos... y crece el deseo de entrar en lo desconocido...

En cierto tipo de creyentes piadosos hay una inflacin de devociones (ya la Rosa Mstica desplaz al Divino Nio), junto con la necesidad de revelaciones particulares (con lgrimas de sangre o escarcha). Se busca lo sobrenatural, lo extraordinario. Se necesita que la Virgen abandone su silencio y se transforme en una catarata de palabras con cartas llenas de mensajes y revelaciones.

Estos fenmenos, tan dispares, tienen algo en comn: una bsqueda de trascendencia, de provocar momentos de intimidad espiritual, de oracin. Ser, acaso, por reaccin a estos tiempos de exagerado horizontalismo? Ser una reaccin al pragmatismo reinante? Sern tendencias evasivas ante los problemas tan grandes que vivimos?

Y para ti, qu es Ia oracin? Sientes necesidad de ella?

B. Nos abrimos al mensaje cristiano Jess nos ensea la verdadera oracin: Contemplarlo orando, desde el Evangelio, es aproximarnos a lo que es oracin (cf. CIC 258).

El Evangelio de San Lucas subraya el sentido de la oracin en la vida de Jess. El ora antes de los momentos decisivos de su misin: antes de que el Padre d testimonio de l en su Bautismo (cf. Lc 3, 21), en su Transfiguracin (cf. Lc 9, 28), y antes de dar cumplimiento con su pasin al designio de amor del Padre (cf. Lc 22, 41-44). Tambin, Jess ora ante los momentos decisivos que van a comprometer la misin de sus apstoles: antes de elegir y de llamar a los Doce (cf. Lc 6, 12), antes de que Pedro lo confiese como el Cristo de Dios (Lc 9, 18-20) y para que la fe de Pedro no desfallezca ante la tentacin (cf: Lc 22, 32). La oracin de Jess, ante los acontecimientos de salvacin que el Padre le pide que cumpla, es una entrega humilde y confiada, a travs de la oracin, a la voluntad amorosa del Padre (cf. CIC 2600).

Un da estaba Jess orando en cierto lugar. Cuando termin, uno de sus discpulos le dijo: - Seor, ensanos a orar, como Juan ense a sus discpulos (Lc 11, 1). Contemplando y escuchando al Hijo, los hijos aprenden a orar al Padre (cf. CIC 2601).

Qu nos ensea Jess? Fjate en el siguiente texto: Mt 6, 5-8

La oracin, an la ms sencilla, es encuentro, es don, es misterio. Para entrar en ese encuentro cuentas con esta Palabra del Seor: T, cuando ores, entra en tu habitacin, cierra la puerta. y ora a tu Padre, que est en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar (Mt 6, 6).

El que logra encontrarse a solas con el Padre, llega a la ms profunda intimidad de s mismo, pues nunca la persona es ms persona que cuando se mide ante Dios. Ante l quedamos en la verdad original de nosotros mismos.

Si estamos hablando de la habitacin del corazn, estamos hablando de la oracin del corazn y oracin desde el corazn: entendimiento, voluntad y afecto, todo junto, como uno pueda y Dios lo inspire. El amars a Dios con todo tu corazn es amarlo con todo lo que somos.

Jess habla de lo secreto: tu Padre, que est en lo secreto, en la intimidad, en el corazn. Por aqu va la oracin que Jess ensea: una persona que entra en su habitacin, cierra la puerta y all a solas, sin ms compaa que la verdad de s mismo, ora al Padre.

En la oracin Jess nos revela el secreto profundo de Dios: es Padre. Su Padre y nuestro Padre.

La palabra, Padre, es literalmente inagotable, contiene en s toda la revelacin del Gnesis al Apocalipsis. La tradicin juda es sumamente discreta con esta invocacin. Jess introduce un estilo nuevo: cercana, familiaridad, intimidad, confianza... Lo nuevo no es la palabra sino su contenido. Y el contenido se lo da Jess, no nosotros. Es una palabra trinitaria, pues no puede entenderse lo que significa padre si no se pone la invocacin en referencia con el Hijo y el Espritu Santo.

Jess ensea la confianza ilimitada en el Padre: Pidan, y Dios les dar; busquen y encontrarn; llamen, y Dios les abrir. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra, y al que llama, Dios le abre (Lc 11, 9-10).

Sobre todo, Jess nos ensea la oracin con la que de ahora en adelante nos podemos dirigir al Padre. Lee el texto del Evangelio: Lc 11, 1-4 (Mt 6, 9-13).

Se ha afirmado que el Padrenuestro es un resumen de todo el Evangelio. Efectivamente es as. Con sus pocas palabras ofrece una sntesis de las relaciones entre Dios y el ser humano, sin separar la causa de Dios de la causa del hombre. Olvidar a Dios por los problemas de la tierra, es quitarle su ltimo sentido a esos problemas por los que decimos preocuparnos. Y creer que adoramos a Dios, dejando de lado lo que el cristianismo tiene de esfuerzo, sera adorar a un dolo que poco tiene que ver con el Dios verdadero.

Algo ms: el Padrenuestro es la prueba de que la oracin no es una fuga, una excusa para huir de las realidades del mundo, an con su sesg trgico. Al contrario, es una plegaria de un realismo total, que resume el dramatismo de la condicin humana y, a la vez, nos abre las puertas a la esperanza y a la alegra. Pedimos el pan, imploramos el perdn, suplicamos contra las tentaciones, gritamos que nos libre del mal... Y todo este contenido lo rezamos en un encuentro con el Padre...

Jess llam Padre a Dios y esta palabra es la verdadera explicacin del Padrenuestro, es la clave y el secreto de la oracin de Jess, es el mbito infinito de la oracin de los cristianos de todos los siglos. Jess nos ensea que Dios es nuestro Padre, nuestro pap querido. l vivi como nadie esta paternidad y esta filiacin. l nos comunic esa vida del Padre. Nos indic que esa paternidad es de todos, pues nadie puede acaparar a Dios. Nos ense hasta qu punto somos hermanos. l, venido desde Dios nos mostr qu cerca estn el cielo y la tierra. l firm el acta de defuncin de los pequeos dioses, que slo eran tierra, y acerc a la humanidad al Dios verdadero de los cielos. l dedic su vida a santificar el nombre de Dios. Nos ense su verdadero nombre: Padre. Con l vino el reino de Dios. l era el reino y nos ense cmo tambin nosotros formamos parte de ese Reino. Su vida no fue otra cosa que el cumplimiento de la voluntad del Padre. Realizarla era su alimento, anunciarla fue su mensaje. Cumplirla en el cielo y en la tierra no ser ms que vivirla como l la vivi.

l es nuestro pan. Suyo es el que sustenta nuestro cuerpo y l es quien alimenta nuestras almas. Hoy el pan de la Eucarista de su Cuerpo y Sangre es ya anuncio y un comienzo del pan de la eternidad que nunca se acabar. Por su redencin se perdonan nuestros pecados. l es el Cordero que quita el pecado del mundo, su Sangre derramada fue el gran rescate. l es el perdonador el verdadero reconciliador. l, que quiso ser tentado, nos ense a vencer la tentacin. l es nuestra fuerza. No se limit a darnos consejos. Fue abriendo camino con su ejemplo. Y l es nuestro escudo contra el maligno. Nos libr de sus manos, recort su poder; puso en las nuestras las armas con qu derrotarlo. l es el liberador del mal.

Por eso, esta oracin slo la podemos rezar porque l nos la ense y en nombre suyo. Por Cristo, con Cristo y en Cristo, como dice la Liturgia. As lo rezaron los primeros cristianos. As lo hemos seguido rezando las diversas generaciones.

C. Respondemos con nuestra vida La oracin es una dimensin esencial en la vida del seguidor de Jess, porque es el espacio en que puede dialogar con l, y vivir la filiacin en el encuentro con el Padre, animado por el Espritu Santo.

Es la oracin una necesidad sentida, la expresin de una de las dimensiones de tu ser cristiano?

A la luz de Jess, hombre de oracin, cmo es tu oracin? Qu vas a cambiar?

En qu momentos del da crees que puedes tener algn espacio para orar? Adems de la oracin personal, cmo y cundo puedes orar en comn? Qu formas d oracin utilizas y cul te enriquece ms?

D. Celebramos nuestra fe La oracin ha de hacerse con toda la persona, no slo con la mente y el corazn, El cuerpo, tambin toma parte, ya que es nuestro medio de comunicacin . En este momento de oracin se invita a expresar con todo el ser la alabanza, la accin de gracias, la splica con Jess al Padre.

Gua: Cuando el corazn rebosa de alegra, emplea no slo la voz, sino el lenguaje de todo el cuerpo. Escuchemos el salmo 47 (46): Dios reina sobre las naciones. A cada estrofa respondemos diciendo: Todo mi ser aplaude al Seor (acompaado de aplausos).

Todos: Todo mi ser aplaude al Sor.

Gua: Escuchemos ahora la palabra de Dios. Lectura de la Palabra de Dios: Rm 8, 26-27

Gua: Dejemos que el Espritu hable en nuestro corazn.., en silencio, escuchemos... (Despus de un tiempo suficiente) Dirijamos nuestra oracin al Seor Jess, movidos por el Espritu, y dejemos que los gestos corporales acompaen el sentido de nuestra oracin (manos alzadas, inclinados, etc.).

Gua: Esta semana los catecmenos recibirn (o han recibido) la oracin del Seor: el Padrenuestro. Ahora, sintindonos hijos, unamos nuestras manos, en gesto de fraternidad y juntos cantemos la oracin que Jess nos ense.

Canto: Padre nuestro

Gua: Con el gozo de sentirnos miembros de la familia de Dios, podemos ir en paz.

Todos: Demos gracias a Dios. Nota litrgica: en un da elegido de la 50 semana de Cuaresma, se celebra la entrega del Padre Nuestro a los catecmenos, segn el Ritual de Iniciacin Cristiana de Adultos, o del Bautismo (de adultos)

E. Para continuar profundizando De la Biblia Enseanza sobre la oracin: Mt 6, 5-15 Sobre la confianza en el Padre: Mt 7, 7-11 Invitacin a la oracin: Ef 6, 18-20 Del Catecismo de la Iglesia Catlica Qu es la oracin: 2559-2565

FELICES LOS QUE... (Mt 5, 2)

Objetivo del rea:Vivir el compromiso bautismal del cristiano.8. La vida en Cristo: las bienaventuranzas

8. LA VIDA EN CRISTO: LAS BIENAVENTURANZAS

A. Partimos de la realidad Al finalizar la 3a etapa de este camino, puedes ahora volver a la pregunta que te hacas cuando empezamos este tiempo de purificacin e iluminacin, qu ha cambiado en m despus de este encuentro con l?

Mira a tu alrededor, a tu familia, a tus amigos, a los compaeros de trabajo. Tambin mira tu entorno ms amplio, la comunidad donde vives, la ciudad, el pas... Y, tambin, pon tu atencin en lo que diariamente encuentras a travs de los medios de comunicacin social: la prensa, la radio, la televisin, internet. Puedes correr el riesgo de sentirte extrao en nuestro mundo: son tan distintos los valores que se te ofrecen y los que t buscas. Vale la pena todo esto?

Pregntate sin miedo: he encontrado la felicidad que todos buscan? Este camino me lleva de veras a ser feliz o son los otros los que han encontrado esta felicidad?

B. Nos abrimos al mensaje cristiano Los que seguan a Jess, los discpulos, y tambin las grandes multitudes, muchas veces se quedaron desconcertados. Era un discurso el suyo que fascinaba, tena una autoridad propia para decir las cosas... pero contrastaban tanto con el pensamiento comn y con la opinin pblica. Vas a reflexionar hoy sobre un tema que es el corazn de su mensaje: las bienaventuranzas.

Ante todo, qu significa la palabra bienaventuranza, bienaventurados? Es lo mismo que felicidad y felices. O sea que el discurso, el mensaje central de Jess tiene que ver con el ms profundo anhelo del corazn humano: la felicidad.

Escucha a Jess, deja que su palabra cale dentro del corazn: Mt 5, 1-12.

Muchos siglos antes de que Jess pronunciara las palabras que acabas de leer, Dios haba reunido en el Monte Sina a su pueblo y le haba dado a conocer su ley, el cdigo de la alianza: los mandamientos, llevando al pueblo a comprender que all se estableca una Alianza de amor en la que Dios prometa su presencia y esperaba del pueblo fidelidad a sus mandatos.

Jess rene de nuevo a una multitud en un monte, lugar de encuentro entre Dios y el hombre, y le anuncia n programa de vida, para explicar la gran noticia que vino a traer: El Reino de Dios est cerca.

Jess pronuncia las bienaventuranzas como el nuevo cdigo de la alianza. Por eso el lugar, el escenario recuerda el otro cdigo, el de la alianza del Sina. Pero hay un cambio esencial. La ley mosaica insista en el hacer o dejar de hacer... Las bienaventuranzas se refieren a otro orden, lo que importa es el SER. Por eso no dice: Felices los que hacen..., sino Felices los pobres, los humildes, los limpios....

De hecho, las bienaventuranzas anuncian la cercana del Reino de Dios y expresan el contenido y el modo de entrar, de participar de este Reino y muestran tambin cmo Dios ejerce su poder. Pero el poder del Rey no es precisamente lo que comnmente el mundo espera de un todopoderoso: el pobre, el perseguido, el que est abaj, estos son los hombres del Reino de Dios, estos son los que ms cerca del Rey estn. 3

Y la felicidad radica en que Jess promete la justicia de Dios Padre a favor de sus hijos: para proteger al pobre, para defender al que no sabe o no puede defenderse, para asegurar la justicia a la viuda y al hurfano, en medio de una sociedad inclinada a perjudicar a los ms dbiles,

Dios garantiza a cada uno que puede disfrutar plenamente de sus derechos.

Por eso deben alegrarse los dbiles: porque Dios sale en su defensa. Porque de ellos es el Reino de los cielos!

Jess es el mensajero de este anunci gozoso.

El plan que Dios tiene con nosotros es un programa de amor.

Y Jess ha venido a anunciarlo. En su anuncio nos invita a tomar conciencia de que, si seguimos a Jess, estamos expuestos a sufrir persecucin; pero ese mismo padecimiento nos une ms a Cristo, porque l es el que trae la salvacin y la alegra.

Las bienaventuranzas son un anuncio de felicidad: a partir de las mismas situaciones de dolor los cristianos nos fortalecemos en la fe, porque estamos seguros de la promesa de Dios, y de su deseo de hacernos felices. Esta promesa es tambin para nosotros un compromiso de fe.

Como cristianos, sabemos que tenemos que afrontar muchas burlas, rechazos, alguna vez persecucin o injusticias. Sin embargo, nuestra tarea es sa: la de anunciar, con Jess un Reino en el que: se denuncia y combate todos los males, se proclaman y defienden todos los derechos, se ama y se viven todas las virtudes.

Este programa de vida te pide un continuo crecimiento. La vida del cristiano no se detiene. Detenerse, confiando en que tu fe ya est bien, sera lo mismo que comenzar a retroceder.

Cada da de tu vida es bueno: para preguntarse si has crecido en la fe; para procurar una respuesta cada vez ms comprometida y profunda al plan amoroso de Dios; para fortalecer los lazos de unin en una comunidad llamada a proclamar y construir el Reino, segn las enseanzas del apstol Pablo: Y fue tambin l (Cristo) quien constituy a unos apstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y doctores. Capacita as a los creyentes para la tarea del ministerio y para la edificacin del cuerpo de Cristo (Ef 4, 11-12).

C. Respondemos con nuestra vida Ha llegado el momento de confrontarte con el corazn del mensaje de Jess: las bienaventuranzas. Su mensaje te enf renta con los valores de tu ambiente, de la sociedad, de la opinin pblica.

Haz una lista de las bienaventuranzas de nuestro medio familiar y social.

Qu conclusiones sacas de la comparacin del texto evanglico y las bienaventuranzas de tu ambiente?

Jess te llama a entrar en el Reino y a vivir los valores que l proclama en las Bienaventuranzas. Cmo puedes ser testimonio de estos valores en tu familia, en el trabajo, entre los amigos, en todas partes?

D. Celebramos nuestra fe Los participantes hacen unos letreros con las palabras: POBRES, HAMBRE, LLANTO, PERSECLJCION.

Aparte se tiene un letrero bien destacado y con colores: FELICES, que se pondr en un lugar visible y con espacio para que luego se aadan los otros letreros.

Gua: Se ha dicho de las bienaventuranzas que son el programa del Reino. La nueva ley... Las bienaventuranzas son el espejo de la Iglesia, y de cada uno de los que han escogido el camino del seguimiento de Jess. Hagamos nuestra oracin a partir del contraste entre lo que dice Jess y lo que proclama el mundo.

Canto: Hemos conocido el amor.

Gua: Escuchemos una vez ms el texto de las bienaventuranzas, en la versin de Lucas que contrasta la felicidad segn Jess con la felicidad que proclaman los ricos.

Lectura del Evangelio: Lc 6, 20-26

Cada uno reflexiona en la bienaventuranza correspondiente a su letrero, cita algunos ejemplos y los contrasta con las bienaventuranzas del ambiente (ricos, satisfechos, risa, halagos) ya elaboradas (Pregunta 1). Al finalizar, pasa y pega el letrero al lado de la palabra FELICES.

Finalizar haciendo oracin al Seor Jess para que nos conceda entrar en el espritu de las bienaventuranzas.

Canto: Felices son los pobres...

E. Para continuar profundizando De la Biblia Las Bienaventuranzas en los evangelios de Mateo y Lucas: Mt 5, 1-12; Lc 6, 17-26 Del Catecismo de la Iglesia Catlica Nuestra vocacin a la bienaventuranza: 1716-1729

CELEBRACIONES

RETIRO PREPARATORIO A LA VIGILIA PASCUAL

De acuerdo a las posibilidades pastorales, se organizar una jornada de retiro para los catequizandos y los catecmenos, entre el Lunes y el Mircoles Santo (en especial para los catequizandos, a fin de poder finalizar con la celebracin de la Reconciliacin), o el Sbado Santo (en particular, para los que en la Vigilia Pascual sern bautizados).

La finalidad de esta jornada de oracin r meditacin, es recapitular la. etapa vivida de purificacin e iluminacin. Como temas se puede volver sobre: las tentaciones y la fuerza en el camino (catequizandos); sobre la vida nueva en Cristo (catecmenos), las bienaventuranzas...

PROPUESTA DE DISTRIBUCIN DEL TIEMPOMaana

Oracin de inicio: Puede, ser a partir de los siguientes salmos: T me sondeas y me conoces: Sal 139 (138); Mustrame, Seor tus caminos: Sal 25 (24); El Seor es mi luz y mi salvacin: Sal 27 (26).

Charla sobre el tema elegido.

Reflexin personal sobre textos bblicos ayudados por una gua de lectura.

Descanso - caf.

Compartir de fe. En grupos, cada uno libremente, comparte con los dems lo que el Seor le sugiri en la reflexin personal. Cuando todos han compartido, se puede hacer una oracin comn, en la que expresen al Seor Jess aquello que les ha impactado de la puesta en comn, lo que quieren pedirle, lo que le agradecen.

Almuerzo y descanso

Tarde Charla sobre el segundo tema elegido

Reflexin personal.

Explicacin de la Liturgia de la Vigilia Pascual: partes, smbolos, ritos. Ensayo de la celebracin de los sacramentos de la iniciacin (catecmenos) y de la renovacin de las promesas bautismales (catequizandos).

Con los catequizandos: preparacin de la celebracin de la Reconciliacin.

Es conveniente explicar en qu consiste la Reconciliacin de varios penitentes, con confesin y absolucin individual (2a Forma de la celebracin del sacramento Ver el Ritual).

Aspectos importantes: sentido de la Reconciliacin antes de la re- novacin de las promesas bautismales. Encuentro salvador con Jess que dio la vida por nuestra liberacin total. Regreso a la casa paterna y a la comunidad de hermanos.

Celebracin final Es deseable que se realice en el templo parroquial, alrededor del Sagrario.

El lugar se ha preparado con un letrero que diga: Yo hago nuevas todas las cosas (Ap 21, 5).

Atril con la Biblia, velas, pauelos para tapar los ojos de todos. Msica suave

Canto de entrada: Jesucristo me dej inquieto

Gua: Con esta jornada de oracin y encuentro con Jess se han preparado ustedes al momento decisivo de ingreso en la familia de Dios por el bautismo (de renovacin de su bautismo). Para esto han recorrido todo este camino.., escucharon la voz del Seor que los llam a seguirle y han respondido Aqu estoy. Vamos a representar nuestra condicin actual: (unos a otros se van a vendar los ojos)

Catequista: (msica suave)... Qu experimentan al tener los ojos vendados?

Los puede llamar por nombre e invitarlos a caminar a acercarse.

Despus que todos han caminado, invitarlos a que traten de buscar un sitio para sentarse...

Lectura de la Palabra de Dios: Ap 21, 1-5

Gua: Es hora de dejar lo viejo y entrar en la novedad de Dios. Por eso, como respuesta su catequista pasar a quitarles la venda...

Momentos de silencio

Gua: Reflexionemos sobre lo que acabamos de vivir.

Cmo se siente el ciego? Qu produce inseguridad? Cmo se orienta?

Qu relacin tiene con el pecado en nuestra vida? Qu relacin hay entre la Palabra y el volver a ver? Qu relacin hay entre el catequista que les quit la venda y su situacin? Qu relacin hay con el ministerio del sacerdote en la reconciliacin?

Estamos en la presencia de Jess, vivo y personal, en medio de nosotros, para escucharnos, para fortalecernos, para unirnos a l. En forma espontnea le vamos diciendo de cul ceguera necesitamos ser liberados. Despus de cada intervencin, podemos repetir: Haz, Seor, que vea!

Todos: Haz, Seor, que vea.

Gua: Unidos como hermanos, tomados de la mano, digamos ahora la oracin que nos ense Jess.

Todos: Padre nuestro...

Canto final: Mientras recorres la vida.

CELEBRACIN DE LA RECONCILIACIN

La celebracin se realiza al finalizar el retiro o el Jueves Santo antes de la Eucarista en la Cena del Seor. Es aconsejable que sea en el templo parroquial y, a ser posible, contar con ms de un sacerdote, si el grupo es grande. Se puede ambientar el lugar con una imagen del hijo prdigo... u otro afiche alusivo al sacramento. Por otro lado hay que tener en cuenta las normas litrgicas de la Semana Santa. La celebracin la preside el prroco o uno de los sacerdotes que viene a ayudar. Al comenzar la celebracin, todos estarn con las manos amarradas... Mientras el que preside, entra con alba y estola morada se canta:

Canto de entrada: Padre, vuelvo a ti (u otro canto apropiado).

Catequista: Despus de haber realizado el camino cuaresmal, como camino de conversin y vuelta a la casa paterna, este grupo que se presenta hoy ante el Seor, viene a pedir perdn, a experimentar la misericordia, a vivir el gozo del encuentro y acogida. Las manos atadas quieren expresar la situacin de esclavitud a las que los someti el pecado.

Celebrante: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espritu Santo.

Todos: Amn.

C.: La gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Salvador, estn con todos ustedes.

T.: Y con tu espritu.

C.: Hermanos, ya que por nuestros pecados nos hemos olvidado de la gracia bautismal, pidamos ahora que seamos renovados en esta gracia por medio del sacramento del perdn y la reconciliacin. Inclinmonos ante el Seor y en silencio presentemos los motivos que nos renen.

Oremos: Seor, Dios nuestro, que no te dejas vencer por nuestras ofensas, sino que te aplacas con nuestro arrepentimiento, mira a tus siervos, que ante ti se confiesan pecadores, y al celebrar ahora el sacramento de tu misericordia, concdenos que, corregidas nuestras vidas, podamos gozar de las alegras eternas. Por Jesucristo, nuestro Seor.

T.: Amn.

Liturgia de la Palabra.

1 Lectura: Ef 5, 1-14

Salmo responsorial: Salmo 12

T: Yo confo en tu misericordia.

Evangelio: Lc 13, 11-16

Homila (brevemente el celebrante actualiza la Palabra de Dios al grupo).

Seguidamente se guarda un tiempo de silencio, dedicado al examen de conciencia (en el Apndice aadimos dos esquemas para este examen). El celebrante o el catequista puede ayudar con breves reflexiones.

Liturgia del Sacramento

Catequista: Hermanos: confiesen sus pecados y oren unos por otros, para que se salven.

T.: Yo confieso...

Catequista: Pidamos humildemente a Cristo, nuestro salvador y abogado ante el Padre, que perdone nuestros pecados y nos limpie de toda culpa.

Lector: T que has sido enviado a anunciar la salvacin a los pobres y a sanar los corazones afligidos

T.: Seor, ten piedad

L.: T que viniste a llamar no a los justos, sino a los pecadores.

L.: T que perdonaste mucho a quien am mucho.

L.: exclamaciones espontneas, a partir de las manos atadas...

L.: T que ests sentado a la derecha del Padre, para interceder por nosotros.

Catequista: Ahora, como el mismo Jess nos mand, oremos todos juntos al Padre para que, perdonndonos las ofensas unos a otros, perdone l nuestros pecados.

T.: Padre nuestro...

C.: Escucha, Seor, a tus siervos, que se reconocen pecadores, y haz que, liberados por tu Iglesia de toda culpa, merezcan darte gracias con un corazn renovado. Por Jesucristo Nuestro Seor.

T.: Amn.

Confesin y absolucin individual: Los penitentes se acercan a los sacerdotes para confesar sus pecados. Cada penitente, individualmente, recibe y acepta la correspondiente penitencia, el sacerdote le desata las manos y le da la absolucin, Responde, al terminar el sacerdote la frmula de la absolucin, diciendo Amn.

Mientras se espera se puede poner una msica suave e invitar a los que esperan a que oren y pidan perdn...

Los que ya han recibido la absolucin regresan a sus puestos, y dan gracias personalmente por la alegra del perdn recibido y rezan la penitencia que el sacerdote les ha puesto.

Accin de gracias por la misericordia.

Al finalizar el celebrante invita a la accin de gracias.

Canto: Gloria a Dios (No s como alabarte) o algn Magnificat...

C.: Padre Santo, t nos has reformado a imagen de tu Hijo; concdenos tu misericordia, para que seamos testigos de tu amor en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Seor.

T.: Amn.

Rito de conclusin: C.: El Seor dirija sus corazones en la caridad de Dios en la espera de Cristo.

T:: Amn.

C.: Para que puedan caminar con una vida nueva y agradar a Dios en todas las cosas.

T.: Amn.

C.: Y que los bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hija Espritu Santo.

T.: Amn.

C.: El Seor ha perdonado sus pecados. Pueden ir en paz.

T.: Demos gracias a Dios.

CELEBRACIN DE LA INICIACIN CRISTIANA para los CATECMENOS

Se celebra en la Vigilia Pascual. Se recomienda que el grupo, junto con sus catequistas y el prroco, preparen la celebracin. Es importante que ocupen un lugar destacado en la celebracin por los smbolos la participacin, la relacin con la comunidad cristiana. La liturgia de la Vigilia es sumamente rica, si se sabe aprovechar su valor litrgico-catequtico-sacramental. No se trata de recargar la celebracin sino de destacar las partes ms significativas. Por ejemplo, entrada de los catecmenos con el sacerdote, en la procesin con el cirio pascual. Velas apagadas hasta que las enciendan en el Cirio, despus del bautismo. Participacin en las ofrendas... etc.

RENOVACIN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES para los CATEQUIZANDOS

Se celebra en la Vigilia Pascual. Las mismas recomendaciones anteriores son vlidas para los que estn haciendo el itinerario y ahora renuevan su bautismo. Su participacin puede ser ms activa: acompaan el Cirio Pascual, encienden sus velas y ayudan a encender la de los fieles. Hacen las lecturas. Presentacin a la comunidad. Al momento de la renovacin de las promesas bautismales, se colocan al lado de la pila bautismal, son rociados de primero con el agua bendita.

CANTOS

CREDOCreo Seor, firmemente, que de tu prdiga mente todo este mundo naci; que de tu mano de artista, de pintor primitivista la belleza floreci.Las estrellas y la luna, las casitas, las lagunas, los barquitos navegando sobre el ro rumbo al mar.Los inmensos cafetales, los blancos algodonales y los bosques mutilados por el hacha criminal (bis).

Creo en ti, arquitecto, ingeniero, artesano, carpintero albail y armador.Creo en ti, constructor del pensamiento, de la msica y el viento, de la paz y del amor.

Yo creo en ti, Cristo obrero, luz de luz y verdadero Unignito de Dios, que para salvar al mundo en el vientre humilde y puro de Mara se encarn.Creo que fuiste golpeado, con escarnio torturado, en la cruz martirizado, siendo Pilatos pretor: el romano imperialista, puetero y desalmado que lavndose las manos quiso borrar el error (bis).

HOMBRES NUEVOSDanos un corazn grande para amar. Danos un corazn fuerte para luchar.

Hombres nuevos creadores de la historia, constructores de nueva humanidad,Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes, sedientos de verdad.Hombres nuevos sin frenos ni cadenas. Hombres libres que exigen libertad.

Hombres nuevos amando sin fronteras por encima de razas y lugar.Hombres nuevos al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

SANTA MARA DEL CAMINOMientras recorres la vida t nunca solo ests; contigo, por el camino, Santa Mara va.

Ven con nosotros al caminar. Santa Mara, ven (bis).

HEMOS CONOCIDO EL AMORHemos conocido el Amor, hemos puesto en l nuestro ideal.Y sabemos que, al unirnos en el nombre del Seor, dando fuerza a nuestra vida Dios est.

Cristo nos convoca para sr con l, signo de esperanza, signo de unidad.Para hacer presente el amanecer, de una vida nueva que comienza ya.

SIENTO QUE ESTS CERCASiento que ests cerca de mi corazn.Quiero darte gracias, eres mi Seor.

Toda mi vida ha cambiado desde que yo te conoc.Toda mi vida ha cambiado y ahora s que soy feliz.

Quiero contarle a todo el mundo que eres mi amigo, que ests en m,quiero contarle a todo el mundo que eres la fuerza para vivir.

Ser testigo con mi vida de tu mensaje de amor y paz.Ser testigo con mi vida para servir a los dems.

Toda mi vida ha cambiado en ti encontr felicidadToda mi vida ha cambiado porque te vi en la soledad.

A DNDE VOYCaminando voy sin saber muy bien qu sendero andar, hacia dnde ir...Hoy me pregunt si s dnde estoy dnde comenc, cul ser mi fin, para qu vivir.

Como el ro soy que hacia el mar se va, donde va a morir y resucitar.Quiero hacer el bien en mi caminar, que a mis pasos d flores el jardn, panes el trigal.

En mi corazn luchan sin cesar lo que quiero ser y la realidad.En mi corazn quiso Dios sembrar ansias de vivir, sed, de plenitud y felicidad.

PADRE VUELVO A TIQuerido Padre, cansado vuelvo a ti. Haz que conozca el don de tu amistad.Vivir por siempre el gozo del perdn, y en tu presencia tu fiesta celebrar.

Pongo en tus manos mis culpas, oh Seor. Estoy seguro de que eres siempre fiel.Dame la fuerza para poder andar buscando en todo hacer tu voluntad.

Padre yo busco tu amor; Padre vuelvo a ti.Mira que tu hijo soy. Padre, vuelvo a ti. (bis)

T ME SONDEAST me sondeas y me conoces, t me hablas a m, Seor (bis).

A dnde ir yo sin tu Espritu? Dnde huir de tu Rostro, Yahv?

T me proteges y me defiendes y mi alma est viva por ti...

T me creaste para alabarte, te doy gracias por siempre, Seor.

JESUCRISTO ME DEJ INQUIETOJesucristo me dej inquieto, su palabra me llen de luz.Nunca ms yo pude ver el mundo sin sentir aquello que sinti Jess. (bis)

Yo viva muy tranquilo y descuidado y pensaba haber cumplido mi deber.Muchas veces yo pensaba equivocado contentarme con la