feminsmo y machismo

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MACHISMO Y FEMINISMO

Machismo y feminismo, una idea que está a la orden del día en todo el mundo.

Una de las acciones más antiguas del hombre es el ser machista, la cual, ha sido soportada por las mujeres hasta nuestros días. A pesar de lo evolucionados que nos creemos, aún en nuestra sociedad existen acciones machistas en el trabajo, la religión y la sociedad en general.

Las mujeres empezaron a reaccionar en el año 1970, año de la Revolución Feminista, con lo que consiguieron algunos de los derechos más importantes, no acabando por eso el machismo en nuestra sociedad pero si reduciéndose en gran número.

El año 1975 fue declarado como año de la mujer y cada diez años esto se celebra uniendo a cientos de mujeres que intentan mejorar su estatus social con una convención mundial.

Feminista: Partidario/a del feminismo.

Machista: Partidario/a del machismo.

Feminismo: movimiento a favor de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. El feminismo niega la “inevitabilidad” de la superioridad masculina tanto en el ámbito profesional como en el personal, afirmando que esta dominación masculina sobre la mujer surge no de una superioridad física o intelectual, sino de una amplia gama de estereotipos relativos al sexo.

Machismo: discriminación a la mujer adoptada por los hombres.

MOVIMIENTO FEMINISTA

Movimiento Para conseguir la igualdad política, social y económica entre hombres y mujeres.

Surgió en Europa a finales del siglo XVIII, aunque ya en 1970 la mayoría de las mujeres habían conseguido mejorar sus derechos, por el momento, aún no se ha logrado la total igualdad política, social y económica.

Algunos de los derechos de igualdad más importantes que se defienden son la igualdad de oportunidades en el trabajo y la educación, el derecho al voto, el control a la propiedad privada y el derecho a la libertad sexual.

No tiene una estructura jerárquica tampoco se basa en un conjunto de principios formales, su tema central es que las mujeres sufren la opresión no compartida por el hombre, ya que estos son beneficiados en todos los sentidos.

El feminismo occidental resurgió en el 1960, anunciando que los hechos ocurridos no era un caso aislado sino común. Se desecho la idea de la hermandad debido al racismo.

Tiene tres líneas de actuación: campañas con relación a los temas públicos (aborto, igualdad de salarios, cuidado de los hijos y maltratos en el hogar), exploración de una nueva solidaridad y conciencia (político y social) y el estudio del feminismo.

ESTATUS TRADICIONAL

Origen:

Desde que la historia a sido escrita, los hombres han tenido dominio sobre la mujer en las sociedades.

El dominio masculino se remonta al paleolítico, ya que fue muy valorada la acción de la caza, la cual realizaban los hombres.

Antigüedad:

En la legislación romana el hombre y la mujer eran considerados uno, siendo la mujer la posesión y no teniendo poder alguno en sus tierras, su propia persona, su dinero y sus hijos. Las mujeres respetables debían ser castas y fieles, pero los hombres no. En la Edad Media las tierras y el poder político eran heredados por vía masculina, lo que favorecía la subordinación de la mujer.

En Babilonia y Egipto, tenían derecho a la propiedad; en Europa formaban parte en los gremios y a veces en el carácter religioso (chamanes, curanderas siberianas, sacerdotisas romanas). Autoridad política: reinas egipcias y bizantinas, madres superioras de los conventos medievales y las mujeres de tribus iroquesas (designaban hombres para el clan).

En China y Roma en la época del renacimiento europeo destacaron algunas mujeres instruidas.

Religión:

Las religiones monoteístas están a favor de la idea de que las mujeres son más débiles e inferiores al hombre.

En la Biblia, San Pablo pide a las mujeres que obedezcan a sus maridos y Dios situó a Eva bajo el mandato de Adán, en estos momentos nos planteamos una pregunta: ¿Dios era machista?, nos basamos en el hecho, por ejemplo, que no hubiera ningún apóstol mujer, es posible que en todo el mundo, no hubiera una mujer digna de esa tarea, que ni una sola mujer fuera más adecuada para ese puesto que un hombre, aunque también podemos plantearnos esta otra pregunta: ¿Dios se adaptó a su tiempo y ya que la sociedad era machista pensó que las mujeres no serían respetadas?.

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En el hinduismo la mujer debe adorar al hombre y dicen que esa adoración será la que los proteja y mantenga.

Familia:

La mujer se encuentra en desventaja en las familias tradicionales.Su educación es limitada a las labores de la casa y no pueden presidir cargos de poder.

El matrimonio es una forma de protegerlas, pero que a la vez las presiona en dar a luz a sus hijos, los cuales se prefieren varones. La mujer casada obtiene el estatus del marido (en estas sociedades), vive con la familia de él y no dispone de recursos cuando suceden casos de malos tratos o abandono.

INICIOS DEL CAMBIO

El Siglo de las luces (igualdad política) y la Revolución industrial crearon la aparición del feminismo y otros movimientos reformadores (S XVIII-XIX)

En Francia los clubes republicanos de mujeres pidieron que la libertad, igualdad y fraternidad fuera sometida a ambos sexos de igual manera, pero no fue posible por la aprobación del Código Napoleónico.

En Inglaterra, Mary Wollstonegraft publicó “Una reivindicación de los derechos de la mujer” (1792), publicada por William Godwin (en esta obra la escritora inglesa y feminista, afirmó que el matrimonio reside en la afinidad intelestual y abogó por la igualdad educativa y de oportunidades para ambos sexos).

Revolución industrial:

La realización de trabajos manuales gratuitamente hecha por las mujeres, se cambia, ya que las mujeres empiezan a trabajar en fábricas con un sueldo, aquí comienza la independencia y proletarización, aunque sus condiciones no eran buenas y sus salarios bajos y aún controlados por los maridos.

Las mujeres de clase media y alta se quedaban en casa para mostrar a la gente el éxito de sus maridos respecto al trabajo. La posibilidad de trabajo de las mujeres de cualquier clase era la de doncellas, profesoras o vendedoras.

Grupos feministas:

Surgieron en Europa y no se extendieron demasiado. La iglesia se opuso ya que decía que destruía la familia patriarcal. Los países agrícolas seguían igual y en las fábricas las quejas eran sofocadas por el movimiento socialista.

Feminismo:

Mayor aceptación en Gran Bretaña (muy industrializada) y en E.E.U.U. Las mujeres cultas y reformistas de clase media eran sus dirigentes.

Más de 100 personas celebraron la primera convención de los derechos de la mujer en Séneca Falls, Nueva York (1848), dirigida por Lucretia Molt y Elizabeth Cady Stanton (igualdad de derechos, incluido el de voto, y el fin de la doble moralidad).

Las feministas británicas se reunieron por primera vez en 1855.

El libro “Sobre la esclavitud de las mujeres” (1869), por John Stuart Mill fue basado en las conversaciones con su mujer (Harriet Taylor Mill), se centraba en el derecho del voto y ayudó mucho para este hecho, ya que fue escrito por un hombre, aunque este derecho no se incluyó hasta finales del siglo XIX y bien entrado el XX, en España se concedió en 1932 en la II República. Existen países como Kuwait, Arabia Saudí y Jordania donde la mujer no tiene derecho a votar.

AVANCES DEL SIGLO XX

Después de las guerras y revoluciones en China (1949) y Rusia (1917), los gobiernos apoyaron la igualdad de sexos y el control de la natalidad. En la Unión Soviética las trabajadoras realizaban trabajos mal remunerados y estaban escasamente representadas en el partido y en los consejos de gobierno.

Las técnicas de control de natalidad eran poco eficaces y las madres trabajadoras eran responsables del hogar y los hijos en mayor parte.

China seguía discriminando en cierta medida a la mujer en el trabajo.

En 1960 hubo un cambio de patrones demográficos, económicos y sociales de los países occidentales lo que dio lugar a la aparición de la condición sociocultural de la mujer.

El descenso de la mortalidad infantil, mayor esperanza de vida y los anticonceptivos hizo que la mujer tuviera menos responsabilidades en el cuidado de los niños, ellos con la inflación (necesitar dos salarios) y el alto índice de divorcios hizo que trabajaran muchas más mujeres.

El movimiento feminista cuestionaba instituciones sociales y los valores morales. Las diferencias entre el hombre y mujer no son biológicas sino culturales, muchas mujeres dicen que el lenguaje perpetua este problema, esto da lugar a nuevos tipos de relaciones en las que incluso se comparten las labores del hogar.

Entre 1960 y 1970 las feministas organizan grupos pro derechos de la mujer.

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Objetivos: igualdad de salario a trabajo igual, ayuda estatal para el cuidado de los niños, derechos para las lesbianas, legalización del aborto y un análisis profundo de los problemas de violación, malos tratos y discriminación de las mujeres mayores y de minorías. Están en estudio la reproducción y el acoso sexual en el trabajo.

Logros: en la mayoría de los países: la mujer puede votar y ocupar cargos públicos, es ayudada por la Comisión de las Naciones Unidas para el Estatus de la Mujer (1946), más derechos y un mayor acceso a la educación y al mercado laboral, sin embargo, en algunos países la industrialización a hecho que las mujeres tengan que trabajar en fábricas mal pagadas.

El fundamentalismo religioso a hecho que la mujer vuelva a ser presionada.

Los países en vías de desarrollo han intentado mejorar su estatus social a través de campañas contra los códigos legales y sociales discriminatorios como el pudra en Arabia y en las sociedades islámicas y el sistema de dotes en India oponiéndose a la mutilación genital femenina.

En África más de las dos terceras partes de la agricultura es conseguida por mujeres y se está pensando en formarlas y prepararlas tecnológica y agrícolamente.

La Organización de las Naciones Unidas proclamó 1975 como Año Internacional de la Mujer, a la vez que se iniciaba un programa llamado Década de la Mujer, y en 1975, 1980, 1985 y 1995 se han celebrado importantes conferencias mundiales.

PERSONAJES SIGNIFICATIVOS EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS DE LA MUJER

Gloria Stein: Tras comenzar su carrera literaria como articulista para una revista, a finales de la década de 1960, Gloria Steinem comenzó a apoyar en sus escritos el movimiento feminista. Más tarde fundó la revista Ms y creó numerosos grupos de apoyo a la mujer. Poco después de 1968, se comprometió con la causa feminista y pronto se convirtió en una de las principales figuras de este movimiento. En 1971, junto con Betty Friedan, Bella Abzug y Shirley Chisholm, Steinem contribuyó a la fundación del National Women's Political Caucus. Ese mismo año, y en colaboración con Pat Carbine en calidad de editora jefe, lanzó la primera publicación feminista, la revista Ms (una propuesta lingüística de unificar las fórmulas de cortesía inglesas mister (Mr), Miss o Missis). A partir de ese momento Steinem fue un modelo para las mujeres jóvenes y se mantuvo fiel a su creencia de que cuando las mujeres se liberen los hombres también se convertirán en seres humanos plenos. Entre sus escritos cabe destacar una colección de ensayos y artículos titulada Actos escandalosos y Rebeldías cotidianas (1983) y Marilyn (1986), una biografía de la famosa actriz cinematográfica. En La revolución interior (1991) analiza sus sentimientos hacia sí misma en el contexto del movimiento feminista.

Elizabeth Cady: fue una de las líderes del movimiento en favor de los derechos de la mujer en Estados Unidos junto con Lucretia C. Mott y Susan B. Anthony. Convenció al senador Aaron Sargent de California para que defendiera una enmienda a la Constitución en favor del voto de la mujer en 1878. Esta enmienda fue presentada cada año hasta que el Congreso la aprobó finalmente en 1919.

En 1848 Stanton y Lucretia Coffin Mott, a quien había conocido en 1840, organizaron la primera asamblea en defensa de los derechos de la mujer en Seneca Falls (Nueva York). Para este congreso, Stanton redactó una Declaración de Sentimientos, en la que propuso una resolución que exigía el derecho al voto para la mujer. Fue en este congreso donde conoció a Susan B. Anthony. Desde 1868 hasta 1870, ambas publicaron el semanario Revolution, en Nueva York, y en 1869 fundaron la Asociación Nacional para el Sufragio Femenino (que a partir de 1890 se llamó Asociación Nacional para el Sufragio de las Mujeres Estadounidenses), de la cual Stanton fue presidenta hasta 1892. En 1888 colaboró en la fundación del Consejo Internacional de las Mujeres. Fue coautora, junto con Anthony y Matilda Joslyn Gage, de los tres primeros volúmenes de Historia del sufragio femenino, (6 volúmenes, 1881-1922). Stanton murió el 26 de octubre de 1902 en Nueva York.

Estas fueron dos de las mujeres más importantes del movimiento feminista.

FEMINISMO

"El feminismo logrará hacer caducos e irrisorios los sistemas anticuados de organización social e internacional en que las

injusticias y las subordinaciones se ensañan, ante todo, en las mujeres de todos los países. Hoy herético, el feminismo llegará a

ser a teoría y la práctica de millones de mujeres y de hombres en un mundo en busca de una sociedad equitativa”

ANDRÉE MICHEL

Es en 1837, cuando emerge en la lengua francesa, la expresión feminisme, la cual intenta apoyar públicamente los derechos del género femenino en dicha sociedad. Desde el surgimiento de esta doctrina, las mujeres han llevado a cabo luchas incansables para defender sus derechos y su papel en la esfera de la vida pública. Pero es en los últimos años, donde esta teoría feminista ha forjado conceptos nuevos, evolucionando para un mejor análisis al respecto.

Esta ofensiva tiene su punto de partida en las denuncias sobre el sexismo. Entendido a este, como la consecuencia de la falocracia (dominación de los hombres sobre las mujeres o  el

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sistema patriarcal) y además, no simplemente como una hegemonía, sino como  un sistema que recurre claramente y de manera sutil a todos los mecanismos institucionales e ideológicos que encuentre a su alcance, con el objetivo de reproducir la primacía de los hombres sobre el sexo opuesto. Estos de ámbitos de opresión pueden abarcar desde la política, la economía, la moral, la ciencia, la medicina, hasta la moda, la cultura, la educación, los medios de comunicación, entre otros.

Cuando esta problemática la abordan distintos profesionales, es decir historiadores, etnólogos o sociólogos, la mayoría de las veces lo realizan esbozando desde su propio modelo del roles, tanto masculino como femenino, es decir de una manera androcéntrica. Pero lo representativo de esta cuestión, es que por ejemplo, las estadísticas contemporáneas del trabajo no tienen en cuenta a la condición de muchas de estas personas (el de ser amas de casa), como criterio para evaluar si su labor doméstico es considerado un trabajo similar al de cualquier otro que perciba un salario.

Pero la historia de las mujeres no es sólo la historia de su represión, sino también la historia no menos ocultada hasta hoy de su resistencia en el curso de los siglos a esta represión y a su encierro. La discriminación de la mujer ha sido constante a lo largo de muchas etapas de la historia de la humanidad, en base a una supuesta inferioridad del llamado “sexo débil”.

La lucha por la igualdad y la dignidad de las mujeres, se evidencia hoy en las protestas llevadas a cabo por las mismas como movimientos de liberación. Estas surgen en el Renacimiento, cuando los ideales de emancipación del individuo comienzan a urgirse desde los nuevos estratos sociales. En cambio, hoy estas protestas tienen lugar primordialmente en aquellos lugares en donde la situación de la mujer a mejorado considerablemente, es decir en los países desarrollados. Ya que en las naciones en vías de desarrollo el movimiento feminista, solo es llevado a cabo por aquellas mujeres que pudieron tener acceso a una educación superior, pero lo llevan a cabo en forma clandestina o muchas veces es mandado a ser reprimido tal reclamo justo.

Es así como estas reivindicaciones feministas, en su gran parte, enuncian las preocupaciones de sus pares de los países del hemisferio norte, en particular aquellas que se encuentran en las clases medias, sin tener en cuenta la similar situación de aquellas emergidas en los países del tercer Mundo.  Por ejemplo, hay casos en que las mujeres se encuentran desesperadas por no poder garantizar a sus hijos el mínimo bienestar necesario para cualquier individuo. Esta cuestión es consciente por parte de sus pares del otro lado del mundo, las cuales sostienen que este sufrimiento es causa de los modelos y prácticas guiadas por sus compatriotas a través de distintos hechos, como ser: eliminar a las mujeres de la formación y las técnicas agrícolas, quitándoles sus derechos a la tierra en beneficio del marido cabeza de familia, y obligándolas al éxodo urbano, ámbito en el que no pueden encontrar empleo.

Este subdesarrollo en dichas mujeres, ha sido agudizado por los expertos occidentales, ya que favoreció el mantenimiento de costumbres primitivas que son mutiladoras para las implicadas. Sin lugar a dudas, es necesario conocer en sus aspectos y fundamentos el sistema patriarcal, el cual se alimenta del sistema de acumulación (tanto de poder como de lucro) con el objetivo de lograr suprimirlo, para obtener resultados innegables en esta lucha femenina analizando esto a diferentes escalas, ya sea mundial o en cuanto a las relaciones entre países de ambos hemisferios

No caben dudas, que para impedir la discriminación hay que tener leyes más equitativas. Controlarlas que en la práctica se cumplan, realizar análisis cuantitativos del acceso y oportunidades sociales tomando en cuanto los sexos para ver si participan equitativamente. Y obviamente luchar contra los factores cualitativos que hacen al objetivo de esta lucha social, que establecen barreras difíciles en este mundo moderno muchas veces difíciles de superar. Por que tienen que ver con actitudes que se transmiten en la crianza, educación y que se filtran en los diversos modos de la cultura.

Algunos antecedentes: Francia en el siglo XVIII

En la Francia del siglo XVIII, las salonniéres triunfan: cada una se especializa en un espacio en la protección de uno o varios escritores del Siglo de las Luces. La Marquesa de Lambert expresa ideas feministas, Madame de Epinay protege al abad Galiani, Madame de Chátelet, a Voltarie Mademoiselle de Espínasse, D’Alembert, etc. Es aquí donde  Hijas o mujeres de banqueros comienzan a desempeñar un papel importante. Por ejemplo, Madame Necker y su hija Germanine de Stáel, abrieron su salón a los liberales. La primera de ellas era enemiga encarnizada del misógino Nápoleón, la cual dirigió una cadena periódicos. En su salón, Madame de Condorcet y su marido se volvieron propagandistas de la igualdad de los sexos y de los derechos de las mujeres trabajadoras.

En este periodo las mujeres de los medios populares desempeñaron un papel considerable de preparación y de apoyo a la lucha revolucionaria, tanto en París como en la provincia. En Bergerac, de 1770 a 1789, las mujeres participaron muy activamente en los motines a favor de la tasación del trigo. Por su parte, en Grenoble (1788), las mujeres dirigen una petición al rey; escriben una lista de sus quejas y denuncian la condición femenina: «Las hijas del tercer estado nacen, casi todas, sin fortuna. Su educación es muy viciosa o muy descuidada».

Reclaman su franquicia, el derecho de votar y de ser representadas por ellas mismas, «puesto que los representantes deben tener absolutamente los mismos intereses que los representados, las mujeres no pueden estar representadas sino por mujeres». En 1789, las pequeñas comerciantes, las vendedoras de pescado, las lavanderas, las jornaleras, actrices, costureras, desempleadas, cantantes —alrededor de 4.000— se dirigen a Versalles, de donde volverán junto con la familia real y con el decreto sobre el precio del trigo.

Las mujeres de las clases medias fundaron clubes para sostener la Revolución, algunos exclusivamente femeninos. Qlympie de Gouge publicó la Declaración de los Derechos de las Mujeres, cuyo artículo X afirma: «La mujer tiene el derecho de subir al cadalso, debe tener igualmente el derecho de subir a la tribuna». Condorcet habló ante la Asamblea Nacional a favor de la emancipación de las mujeres, era el mismo que había escrito en 1788: «El derecho de ocuparse directamente, o por representantes, en los asuntos de su país, es un derecho que los hombres tienen no por su sexos sino por su cualidad de seres racionales, que le es común con las mujeres.

En 1793, después que las mujeres hubieran participado valerosa del esfuerzo de guerra de 1792 se plantean tres preguntas a los diputados franceses: ¿Debe permitirse la reunión de mujeres en París?, ¿pueden las mujeres ejercer los derechos políticos y tomar parte activa en los asuntos del gobierno?, y ¿las mujeres pueden deliberar, reunidas en asociaciones políticas o en

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sociedades? Sin lugar a dudas las respuestas a estos interrogantes por parte de los parlamentarios fueron de carácter negativo, instaurando  así la muerte política de la mujer.

Las reivindicaciones históricas del feminismo

Aún hoy cuando se han alcanzado incuestionables logros en la lucha por la igualdad de la mujer, hay que reconocer que  continúan existiendo mecanismo sociales y culturales que la discriminan. En muchas naciones, la mujer de hoy vota, participa  en la vida pública y política y en teoría, tiene las mismas oportunidades y derechos que los hombres en todos los campos.

Sin embargo, en todos los países no se respetan de igual manera estos principios. Incluso en los estados constitucionalmente los plantean, logrando que las mujeres sigan siendo víctimas de una vieja y sólida cultura machista. En este caso son: la violencia doméstica, el acoso sexual, el trato diferenciado, denuncias cotidianas en las sociedades modernas. La lucha de las mujeres en este sentido tiene una larga historia, que se  nutre en numerosos temas que habían comenzado a ser desarrollados desde la Edad Media.

Por un lado, hay que mencionar la idea expresada en Francia en el siglo XIV (Cristina de Pisán) y en Inglaterra en los siglos XVII (Mary Astell) y XVIII (Mary Wollstonegraft) de que las diferencias entre hombres y mujeres no provienen de la naturaleza, sino de la distinta educación de los dos sexos, y de que el acceso de las muchachas a la instrucción debe prepararlas a asumir todas las funciones que se encuentran prohibidas por la sociedad. Igualmente relevante resulta la protesta contra la muerte civil de la mujer en la familia y su expulsión de las funciones económicas y políticas, difundida en el siglo XVI en Holanda, en Inglaterra en el siglo XVIII y en Francia en los siglos XVII y XVIII. El rechazo de la doble moral sexual fue expresado en el siglo XVII   por las inglesas, y en siglo XIX por las saint-simonianas y las feministas del International Council of Women (ICW).

De igual manera, cabe mencionar que la teoría de que la liberación de las mujeres sólo podría ser obra de las mujeres, y de la posición de las francesas del siglo XIX, según la cual esta liberación femenina es inseparable de la de todos los trabajadores. Sumado a esto, el derecho de la mujer al placer fuera del matrimonio fue reivindicado en el siglo XIX por Claire Demar y las saint-simonianas.

Resulta también fundamental, sumar a ello, la relación establecida en las asociaciones filantrópicas y religiosas de comienzos del siglo XIX y en las asociaciones feministas de fines de dicha centuria lo cual luchaban por la promoción de las mujeres y la por la paz. En 1870 André Léo enunciaba “la creencia de  las mujeres revolucionarias” en el fracaso de la democracia, porque los demócratas nunca habían tomado en cuenta a estas personas de diferente sexo. Finalmente, no puede olvidarse la necesidad para las mujeres de extender su lucha a favor de la sociedad entera, idea formulada por Jane Addams y las feministas del ICW.