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Título: No te afanes, Jesús nos llama a tener gozo y unidad entre ustedes.

Texto: Fil 4:2-7

 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.  Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.  Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!  Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Estamos celebrando la Semana Santa o Semana Mayor, tiempo en el cual el

pueblo se recoge espiritualmente y aun aquellos que no visitan una iglesia

regularmente, durante esta semana procurar mantenerse cerca del Señor Jesús.

El domingo pasado se celebró la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Puede ser

especial para ti y un triunfo si permites que el habite en tu vida y en corazón. Eso

depende de usted, Él es todo un caballero, nos toca a nosotros/as dar ese paso.

El texto nos invita a ser de un mismo sentir, no de doble ánimo. El doble ánimo

trae división y problemas.

o No pierdas el ánimo

o No te quites

o No tires la toalla

o Son muchas las oportunidades que Dios les da para trabajar con tantas

vidas necesitadas.

Somos llamados/as a regocijarnos. Nos invita a tener gozo, alegría y a permanecer.

2 Tim 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

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Somos llamados/as a servir, esa es parte esencial de su trabajo en el consorcio.

Servir.

o Cada una/o de ustedes tiene diferentes dones, talentos y habilidades.

o Disponibles y dispuestos.

o Pongamos la mirada en Jesucristo, no en los/as demás, sabes que

todos/as fallamos.

No te afanes. Mt 6:25-34 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?  Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?  ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;  pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.  Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Lc 10:38-42 “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.  Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.  Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.  Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.  Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Presenten sus peticiones al Señor Jesús, entrégale tus cargas tan pesadas y se

libre en el Señor. Hoy es tarde de bendición, de recibir lo que él tiene para ti en

esta tarde. No temas él está en control de tu vida, si se lo permites.

Tengan paz, que fluya la unidad en este lugar

Jesús les dice: no te afanes, él te llama a tener gozo y unidad entre

ustedes.