Filosofías helenísticas

Filosofías helenísticas: estoicos, epicúreos y escépticos

Estoicismo

Abarca un período de tiempo que se extiende desde el principio del período helenístico hasta el final de la cultura clásica causada por la irrupción del cristianismo en el Imperio romano.

Estoa antigua: Zenón, Cleantes y Crisipo

Zenón (Chipre 310 a.C.- Atenas 262 a.C.), fundador del estoicismo, estuvo en contacto con la corriente cínica (Crates y Estilpión) y platónica (a través de las lecturas de Platón y asistiendo a las lecciones de Jenócrates), además de la heraclítea. Dicho contacto se percibe en la notoria importancia del ideal de autonomía y autarquía propia de Sócrates y Antístenes, en su ética. También hay que tener en cuenta la influencia de Aristóteles en su lógica.

La enseñanza de ZENÓN era abierta y directa y estaba dirigida a todos los estratos sociales, hizo hincapié en el ideal de sabio autónomo, apartado de la esfera pública y que los reconocimientos sociales. Esta nueva concepción individualista que nos recuerda a las posiciones cínicas está íntimamente relacionada con la caída de las Ciudades-Estado.

CLEANTES, sucesor en la dirección de la Estoa tras la muerte de Zenón, autor del poema Himno a Zeus.

CRISIPO, reelaboró las doctrinas estoicas. “la verdad solamente la conocemos mediante la representación cataléptica”.

Estoa media: Panecio de Rodas y Posidonio de Apamea

Panecio de Rodas (185 a.C.-130 a.C.) modificó algunos aspectos de la psicología y recuperó otros aspectos de la física. Innovaciones en el campo de la ética haciéndola más asequible, por ejemplo, no censurando la posesión de algunos bienes materiales. Subrayó el valor de los deberes influyendo más tarde a Cicerón.

Posidonio de Apamea (135 a.C. -55 a.C.) continuó con las enseñanzas de Panecio, fundó una escuela en Rodas e introdujo elementos platónicos y aristotélicos a la doctrina estoica llegó incluso a hacer una crítica a Crisipo desde una postura platónica.

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Antíoco de Ascalón

Estoa nueva: Séneca, Epiceto y Marco Aurelio

Hincapié en la ética, descuido de la física y la lógica.

Séneca (1 d.C.-65d.C.)

Epiceto (50 d.C-125d.C.)

Marco Aurelio (120d.C.-180d.C.)

Trazos generales

El estoico puede sentirse portador de su destino y no ajeno a él en la medida que proclama la existencia de una providencia divina que dirige el cosmos hacia un fin teleológico al que el estoico debe adecuarse para encontrar la felicidad. La vida feliz deberá ser pensada como tranquilidad de espíritu.

Por tanto el cosmos se concibe como un todo ordenado, poseedor de una teleología propia hacia la cual la dirige una razón inmanente denominada Lógos. Esto tiene repercusiones en la ética, la física, la política e incluso en la lógica.

Hay que someterse con alegría a los designios del destino ineluctable, el hombre, que goza de una posición privilegiada por ser un ser racional, puede descifrar el porvenir y amoldarse a él, pues el Lógos que él posee constituye una parte del Lógos que rige necesariamente el Cosmos.

El desarrollo de la lógica dentro de la Estoa se debe, sobretodo a Crisipo. Se considera que la lógica engloba toda la doctrina estoica, tal y como lo muestra el famoso símil del huevo.

La lógica se divide en retórica, entendida como ciencia de la buena expresión de los razonamientos y dialéctica, como ciencia de la verdad.

Formularon las bases de la gramática tradicional señalando que el proceso de significación se daba mediante la articulación de tres términos: el significante, lo significado y el objeto de referencia.

El conocimiento tiene su origen en las impresiones sensibles que recibimos del exterior que mediante el entendimiento hegemonikón (activo) son ordenadas para

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formar una imagen mental, la representación. La verdad se da cuando el entendimiento reconoce una imagen phantasía kataletiké.

Como las sensaciones nunca pueden ser falsas, el error ha de proceder de la predicación, de la emisión de un juicio.

La idea abstracta se forma a partir de los recuerdos repetidos que conservamos de las impresiones sensibles en nuestro entendimiento y que son combinadas mediante procesos de semejanza, analogía, transposición, composición y contraposición. Estos conceptos generales no son ni verdaderos ni falsos dado que en la realidad no existen ya que son solo imaginaciones de nuestro entendimiento.

En los primeros estoicos para conocer la verdad era pertinente el estudio de la palabra (cada objeto deber ser llamado por su nombre particular que le corresponde de forma natural e innata). Dicha creencia está en la base de la concepción de que la dialéctica ha de comenzar por el estudio de la fonética.

Lógica silogísitica, se apoya en premisas hipotéticas frente al postulado aristotélico de la existencia de las proposiciones universales. Los términos de sus silogismos suelen ser sucesos y no cualidades.

Combina el materialismo con una racionalidad cósmica, si esto no resulta paradójico es porque el Lógos es pensado como material y corpóreo, se concibe como un principio activo que se encuentra inserto en la materia y le proporciona el orden y la providencia dando como resultado un Cosmos teleológico y ordenado según sus leyes, el Cosmos es un continuo material y está dotado de una fuerza de cohesión que lo une todo.

Como ya hemos indicado antes los estoicos dotaron de un sentido providente y lógico a la naturaleza, entendieron la physis como el principio que mantiene en conjunto a lo diverso y como el que hace crecer las cosas en la tierra.

La naturaleza es el principio creador de todo lo existente, lo que la mantiene en una cohesión unitaria y vivificadora, lo que la dirige a través de un proceso universal de causas y efectos con una finalidad inmanente.

Rechazan la división platónico-aristotélica entre mundo supralunar y mundo sublunar puesto que la totalidad de lo real es un conjunto ordenado.

El principio organizador de la materia aparece caracterizado como un fuego creador, soplo de fuego o aire caliente, esta es la formulación material del lógos y el resto de materias no son más que transmutaciones del fuego. El fuego actúa cíclicamente creando y destruyendo y los ciclos surgen por laxación y condensación del arché. Después de cada ciclo de fuego, este recurre a una nueva ordenación de lo real de forma que la realidad es siempre particular así como cada existencia que se da en

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ella. Postura vitalista. E incluso panteísmo vitalista si consideramos el Lógos como un Dios.

Las diferencias entre los seres se deben a la distinta proporción en la que se encuentra en ellos materia y lógos, de la tensión existente entre sus componentes. Para Crisipo el principio vital lógos también tomaba diferentes funciones para cada tipo de ser, siendo así que la de los inanimados consiste en la fuerza de cohesión, en los vegetales la naturaleza vegetativa, en los animales el alma y en los humanos la razón.

El alma humana, razón o lógos, es una parte del lógos cósmico, el hegemonikón es su parte superior y se encuentra situado en el corazón, supone la superación del hombre de los instintos animales.

Los malvados son locos o perturbados mentales, puesto que según la máxima socrática, no se es malvado voluntariamente.

El estoico no espera nada, ninguna recompensa ni castigo más allá de la vida, dado que la divinidad existe en la materia y la recompensa la obtiene de su felicidad al adecuar sus deseos al destino providente. El verdadero sabio se planta cara al destino y no conoce queja ni temor al futuro así como no siente pesar por el pasado. Amor fati en Séneca.

No se admite la inmortalidad del alma humana pero si la del universo.

1)El alma perece al mismo tiempo que el cuerpo y por tanto le es imposible su reunión con el Lógos originario.

2)El alma sobrevive un cierto tiempo según el nivel de sabiduría. La perteneciente a los muy sabios podría durar un ciclo entero de destrucción y creación del fuego y reintegrarse a la nueva realidad que el soplo de fuego haya de crear.

Moral autónoma e intelectualista, la razón guiará la actuación de los hombres para que escojan la acción apropiada a los designios de la providencia. Prolonga el intelectualismo socrático y admite como única virtud la prudencia phronesis.

Uno de los rasgos de suma importancia de la moral estoica es la importancia concedida a la intención y decisión de la acción en detrimento de sus realizaciones prácticas o consecuencias. Ante el determinismo las acciones carecen de valor.

La conducta virtuosa se caracteriza por la constancia, en no desesperar por las causas de un acto sino perseverar en nuestra buena voluntad, y en la coherencia ejemplares de nuestras decisiones.

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Conlleva la renuncia de las pasiones acepta su existencia única y su destino totalmente unido al del Cosmos para soportar los más grandes dolores. Abstente y soporta.

Para alcanzar la serenidad de ánimo inherente a la actividad libre y feliz, el estoico no cede ante sus apetencias instintivas y, ante todo, controla sus emociones y rechaza cualquier tipo de pasión. La imperturbabilidad (apátheia) del estoico no es una ausencia total de sentimientos, sino una cautela hacia las emociones demasiado fuertes que podrían entrar en choque directo con la serenidad.

Dada la complejidad del programa estoico se vieron obligados a postular la noción de progreso, colocan el fin irrealizable de su filosofía como el lugar hacia el que hay que tender.

Defienden la adivinación, la mántica, ya que al ser el universo ordenado y al tener un rumbo determinado se abre la posibilidad de predecir acontecimientos futuros. De aquí se desprende la inutilidad de los sacrificios para obtener de los dioses una mutación favorable del destino.

Para los estoicos la amistad pasa a ser uno de esos bienes comunes y superficiales, simples ventajas, o disposición preferible y conveniente, mas no una virtud. La (verdadera) amistad se da entre sabios. Esta característica del estoicismo se suaviza, por ejemplo, con Séneca.

En política, la antítesis sofista entre nomos y physis queda superada al reconocer como única ley legítima la universal, producto de la Razón natural.

Ideología conservadora que sólo rechaza las formas extremas de tiranía.

Tintes religiosos, Panecio formula el triple origen de las creencias religiosas, la física (enseñada por filósofos), la mítica (enseñada por poetas) y la legal, establecida por los legisladores.

Desaparición del estoicismo frente al incipiente cristianismo en la decadencia del imperio romano. Apatía y autonomía frente al amor al prójimo, lógos racional frente a la fe irracional (más fácil de abrazar), la promesa de otro mundo por parte de la religión cristiana. El cristianismo arrasó bajo la mano de Justiniano.

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