franz and freak friends

Fascinante historia de un heroinómano, de susamigos, y mucho más...

the doing guys

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Por la realización de un libro que necesita de tanta colaboración. Graciasa todos los que han echado una mano.

©2003 edición españolaby CLV- Literatura cristiana- difusión e.vcap 110135, D-33661 Bielefeld

Edición española a cargo de: Asociación Serás Más Guido & Beatriz SchulthessJordi Salvador & Eni VidalC/ El Carril, 8 09230 San Mamés de BurgosBurgos - Españ[email protected]

Texto y gráficas: Andreas Holzer y TDGComposición y cubierta: CLV; Schumacher, SchulthessImpresión y encuadernación: Ebner & Spiegel, Ulm


Índice Danza con la muerte 4

Bajo condena 18

La fiesta termina 21

Juventud rebelde 25

Verdaderamente todos 27

Sin solución 29

Locura de colores 33

¿Qué es el pecado? 36

¡No es una religión! 37

En busca de la vida 38

Just Life for Fun 50

Descubierto 57

¿Qué es creer de verdad? 58

Cannabis 63

Rescatado de un callejón sin salida 67

Médiums 70

Segundos de libertad 76

¿Qué es el amor? 80

Si te atreves… 82

Un skinhead 84

¡Cambia tu vida! 89

¿Cuál es el valor de una persona? 91

Jesús escoge a lo débil 93

¿Cómo contactar? 96

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Amsterdam - en un día de verano bonito y caluroso.

Trixi, una ex-novia y una amiga suya pasan en casa jun-tas un par de horas charlando. Después de despedirse,Trixi sube a la tercera planta de la casa, bebe una botellade vodka y salta por la ventana. Queda tirada en la callecon cardenales en la cabeza y la cadera rota. No quiereseguir viviendo. Después de llevar una vida sin sentido,desea acabar con ésta.

Trixi fue mi primer amor cuando era hippie. En una dis-coteca de música rock de Munich la vi por primera vezy se convirtió en mi acompañante en el camino de lasdrogas durante los años siguentes. Nos metíamos LSD,Mescalina, STP, DOM, fumábamos hachís y marihuana.Más tarde pasamos al opio: morfina, eukadol… Poraquel entonces, vivíamos Trixi, Jackie y yo juntos enMunich.

Una tarde estábamos Siggi, Román y yo en el aparta-mento descansando. Siggi había entrado a robar lanoche anterior a una farmacia. Robó todos los prepara-dos de morfina. Cuando vimos lo que había robado, sal-tamos de alegría, porque se había echo con lo “mejor delo mejor“. Nos preparó unos cuantos combinados dedilaudid y cocaína, hasta que Román no parecía volverdel viaje. Abrimos la ventana, le dimos bofetadas en lacara, le hicimos el boca a boca. Pero no sirvió de nada.Por temor a que muriera en el cuarto con nosotros ynos arrestaran a todos, lo dejamos tirado en la calle yllamamos a la policía desde la cabina telefónica máscercana. Atravesamos la ciudad entera muertos de

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Franz Huber


miedo. Al llegar horas más tarde a casa, Román estabaen la puerta. Esa vez sobrevivió, hoy ya no vive.

Años más tarde viví con Lupo, Siggy, Trixi, otros dro-gadictos y alcohólicos, cuyos nombres no recuerdo, enuna casa medio en ruinas. No teníamos morfina ni opioy por eso estábamos con el mono. Queríamos robar yechamos a suertes quién debería hacerlo. La suertequiso que fuera yo.

Fue mi primer atraco. No éramos profesionales y poreso, no tomamos precauciones, pero armados de valor,lo hicimos. Cogimos todo lo que necesitábamos paralos próximos días: morfina, dilauid, eukodal, jetrium,cocaína… Nos costó muchísimo impedir que Cristian sellevara la máquina de escribir. Se veía que él no teníanada de experiencia.

Meses más tarde, tuve otra recaída, estaba con el monoy no tenía nada para chutarme. Fuimos a una farmacia,en la cual, ya anteriormente me habían aceptado una

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Franz cuándo posabade modelo (1965)

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receta. Le di al farmaceútico la receta con la que teníaque suministrarme el preparado de jetrium. De repente,se abrió la puerta y la policía entró en la tienda. Así mibaile llegó a su fin, me dirigía a la cárcel, al departa-mento de enfermos. Ésta fue mi segunda estancia en lacárcel, pero mi primera con mono encima. Sentía muchodolor, pero sólo podía resignarme. Todo se había acaba-do, ni una pizca de morfina y para colmo, tenía el sín-drome de abstinencia. Allí estaba llorando, la narizgoteando y mi ropa empapada en sudor. Tenía esca-lofríos, me dolían las piernas y también el estómago.Sólo pensaba en unacosa: ¡Morfina! La celdaera demasiado pequeñapara seis presos. Lasprimeras noches fuebastante difícil conciliarel sueño. Por un lado, eldesvelo causado por de-presiones, miedo y pesa-dillas, por el otro, porquepor las noches habíamucho ajetreo en la pri-sión.

Las conversaciones conmis compañeros decelda giraban siempre sobre el mismo tema: morfina,cocaína, drogas… ¿Cómo hacernos con ellas? Miscompañeros de celda, los que eran alcohólicos, cuandoestaban con el mono, recibían distraneurin. En una

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otra vez por unas recetas.»

ocasión, convencimos al más pardillo de la celda, a quefingiese que sufría un delirio, para así conseguir que losguardias le diesen un par de pastillas. A cambio le pro-metimos una cajetilla de tabaco.Fui encarcelado otra vez por falsificar unas recetas. Porlas noches para no quedarme dormido, intentaba recor-dar todo lo que había ocurrido hasta esos momentos enmi vida.

Mi padre abandonó a mi madre antes de mi nacimien-to, por lo que a mi madre no le quedó otra opción: tuvoque irse a vivir a casa de su madre. Cuando tenía nueveaños, mi abuela murió. Me convertí en un niño queentraba y salía de casa cada vez que me daba la gana.Cuando volvía de la escuela, encontraba casi siempreun papel encima de la mesa de la cocina, en el queestaba escrito: “Buenos días, Franz, en el frigo tienes loque necesitas para hacerte la comida. Mamá”. Enseguida mi madre se echó un novio, éste debería deocupar el lugar de mi padre. No le soportaba e incluso,en una ocasión, discutimos y tirados por el suelo, leclavé las uñas en la cabeza, en la que por cierto, notenía cuatro pelos, y le grité: “¡te odio, te odio!”


Llegó el momento de hacer algo de provecho en la vida,por eso me propuse estudiar algo. Mi madre, sin embar-go, insistía en que mejor sería si fuera carnicero. Poraquel entonces, no era difícil encontrar una carnicería,en la que pudiese inmediatamente ponerme a trabajar.

Al empezar con el trabajo, comencé a consumir drogas.Todas las noches pasaba en las discotecas e iba deempalmada al trabajo. Mi rendimento dejaba muchoque desear. Un año más tarde dejé este trabajo. ¿Quéfuturo entonces me esperaba? ¿Para qué ponerme atrabajar? No le encontraba ningún sentido. Raras vecesme sentía bien y comprendido. Cuando esto ocurría, eraporque estaba bajo los efectos de los narcóticos. Megustaba frecuentar los baretos de moda. Pronto entré encontacto con la marihuana, el hachís y toda la “mierda“que rodea a este mundillo. Comencé también a consu-mirlo y a pasárselo a gente. Hacía con mi vida lo que medaba la gana. Sólo de vez en cuando dormía en casa,pasaba casi siempre las noches en la de mis amigos odormía en parques, portales, ascensores o lugares pro-tegidos de las inclemencias del tiempo.

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«Pronto entré en contactocon la marihuana, elhachís y toda la “mier-da“ que rodea a estemundillo.»

1995¡nuevos amigosen Amsterdam!


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Los Stones eran sucios, perolos Doors eran horribles.

Sólo existieron durante 4años. Su radicalismo verbal ylas exibiciones de orgía delcantante les hicieron ser inol-vidables. Sexo, caos, muerte yfantasías rebeldes hicieron deJim, aún después de muerto, elcantante más idolatrado.

Como un predicador se situabaen el escenario, con un traje decuero pegado al cuerpo, soltaba obscenidades e insultaba alpúblico. "Padre, quiero matarte; madre, quiero..." (canción:"the end"). En la lista de libros que Jim leía se encontrabanlibros de Rimbaud, Nietzsche, Kerouac y Jung.

En una crisis profunda le dijo a un amigo: "Si durante el pró-ximo año no encuentro alguna forma de cambiar mi vida,moriré pronto".

A comienzos del año 1970 se publicó "Morrison Hotel", suálbum más importante. En busca de inspiración se marchó aParís. Con 27 años murió allí en una bañera, el 3 de julio de1971.

Descansa en un cementerio en París, su tumba se ha con-vertido en un lugar de culto para muchos fans.

Jesús dice: «Yo vivo, al igualvosotros debéis vivir».

Jim Morrison


Entre vagabundos y gandules buscaba darle un sentidoa mi vida. Me sentía muy identificado con las personasmarginadas de la sociedad, de ahí que buscase un estre-cho contacto con ellas. Mi vida giraba en torno al sexo, alas drogas y al Rock and Roll, pero aún así, me encontra-ba solo. El deseo de ser querido desaparecía cuandoestaba drogado. Desperdicié a lo tonto parte de mi vida.En las calles todos proclamaban la paz, pero aún así, yono la encontraba y cada vez más, las drogas se convir-tieron en mi válvula de escape.

Mi primer chute me lo pasó un hombre, que asegurabaque, con éste, llegaría a alcanzar la libertad y el amorque tanto anhelaba, pero por el contrario, yo mismo mecondené a ser un Junkie.

Vendí mi alma al diablo, había renunciado a todo por lasdrogas. Quería acabar con mi vida e incluso pensé envolarme la cabeza. A menudo me decía a mí mismo:“I am a Junky, I am a monkey.” ”Soy adicto, soy unmono.”

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Después de abandonar la cárcel, conocí también enAmsterdam los lugares frecuentados por los adictos alpolvo blanco. Lugares repletos de esqueletos humanos,de caras chupadas, mal vestidos…

Para poder más tarde hacernos con droga, robábamoscarteras o bolsos y se los vendíamos a las prostitutas.Hubo días en los que tuve incluso que mendigar.

Me montaba en los trenes y contaba a los viajeros algu-na historia conmovedora, como por ejemplo, que teníaque visitar urgentemente a mi mujer o a mi novia enfer-ma, para así conseguir dinero.

Un día un hombre me contestó: “Ya eres el tercero. Metomas el pelo ¿o qué?”. No me importaba pasar ver-güenza con tal de conseguir “el preciado trofeo”, ya quecon él conseguía por momentos el amor y me librabadel dolor.

Las drogas estaban acelererando mi entrada al infierno.Había conocido la vida dentro de la cárcel, pero ahoradebía conocer también la del manicomio. Por cometer unacto delictivo, me internaron en un centro psiquiátrico.Allí estaba rodeado de asesinos, violadores y dementes.Como siempre, estábamos los junkies juntos y sólo tenía-mos un tema de conversación: “No dope, no hope“.

¡Ójala hubiera sabido que existe alguien, que ofrece sal-vación a todos los alcohólicos, drogadictos y desorien-tados! Alguien que dijo: “Yo soy el camino, la verdad y lavida“. (Biblia - Juan 14: 6). Éste, Jesucristo, me buscó yme encontró.

buscó y me encontró.»


En 1970, mientras cumplía condena en una prisión, nosvisitaron unos cristianos. Proyectaron una película.Cuando vi lo que allí aparecía, pensé: “estos tíos estánlocos”. Me querían hacer creer que ese libro negro, alque llamaban Biblia, iba a poder librarme.

“¡Vaya tontería!”. Aunque no quise aceptar lo que meestaban diciendo, pude sentir en ese momento algo delamor de Jesucristo.

El verano siguiente en un parque de Munich, en unacolina predicaban y cantaban algunos cristianos. Noquería escucharlos, por eso traté de esquivarlos. Añosmás tarde, en el mismo lugar, vi de nuevo a estas per-sonas. Esta vez quería meterme con ellos. No a puñeta-zos, ya que estaba demasiado débil, pesaba solamente

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54kg, pero podía insultarlos. Por alguna razón me quedécallado, estaba impresionado. Hoy sé, que fue el amorde Jesucristo.Otra vez, estaba intentando robar el dinero a unos turi-stas en una oficina de correos de Amsterdam, entoncesse me acercaron dos hombres, empezaron a contarmecosas sobre Jesucristo y a orar conmigo. Al sentirmetan desamparado, me dirigí a ese “Dios” del que meestaban hablando, con estas palabras: “Si existes,Jesús, consígueme heroína”. Esto jamás lo haría Jesús.Él ama al junkie, no la heroína. Pero esto aún no losabía; para mí lo más importante seguían siendo lasdrogas.Entonces, llegó el día en el que un amigo de unos cristi-anos de Amsterdam, me contó que tenían un centro paratoxicómanos. Un chico de color me dijo en un café:“amigo, yo también fui un junkie. Sólo una persona tepuede ayudar: Jesucristo”. Me quedé paralizado. Por unlado quería conocer a estos creyentes, pero por el otro,estaba asustado. Cuando tuve claro, que si seguía así,iba a ser uno de los que pasan toda su vida en un mani-comio, quise ponerme en contacto con ellos. Ellos meaceptaron tal como era: un junkie. ¿Qué persona en elmundo en el que vivimos, te acepta tal como eres, sinimportarle los costes?.

En una casa al norte de Holanda, esta gente se ocupa-ba de ayudar a junkies, asesinos y prostitutas. Siemprehabía alguien que me acompañaba. Oraban conmigo ome contaban cómo habían podido salir de las drogas.

«Ellos me aceptarontal como era: unjunkie.»


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«Pocas semanasantes de cumplir 28años, James Mars-hall Hendrix se ahogóen su propio vómito.

Esto ocurrió el 18 de septiembre de 1970. "Era la personamás viciosa que se haya cruzado jamás por mi camino",recuerda su colega musical Eric Burdon. Hendrix amaba suguitarra, las drogas y las chicas. A través de Europa y Améri-ca, dejó un gran número de hijos sin padre por el camino.Aún así fue reconocido como el mejor músico de su gene-ración. Tocaba su guitarra con las manos, los codos, losdientes y hasta con la lengua. Jimi podía sacar de esteinstrumento los tonos más inimaginables. A pesar de su granfama, él estaba lleno de amargura y agresion. Esto se mos-traba, cuando sobre el escenario rompía todo en pequeñostrozos y prendía fuego a su propia guitarra.»

Jesùs dice: «¿de qué le servirá al hombreganar todo el mundo, sipierde su alma?»

Jimi Hendrix


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«Elvis es la única estrella delrock que llegó a actuardespués de muerto. En el año2001 Elvis cantó en una granpantalla sus canciones máspopulares. Seguramente elpromotor de esto fue su anti-guo manager, Tom Parker.Éste hizo una gran fortunadespués de la muerte de Elvis,el 16 de agosto de 1977.Elvis el rey del Rock&Roll, nació en enero de 1935.Su carrera es única: 89 LP`s, 61 Singles; hasta su muertevendió 400 millones de discos, tomó parte en 33 películas, yapareció en 500 programas de TV. Su voz y sus movimientoshacían de él un objeto sexual. Construyó una enorme man-sión con un gran parque. La casa tenía 23 habitaciones. Apesar de su gran éxito, Elvis no estaba satisfecho. Su consu-mo de drogas no conocía límites. En los 20 últimos meses desu vida, Elvis se dejó recetar unos 10000 antidepresivos, cal-mantes y estimulantes. Sus brazos estaban tan llenos demarcas por las inyecciones, que era casi imposible encont-rar lugar para otra inyección más. La estrella tan luminosase convirtió en una masa de grasa sudorosa. El 16 de agostode 1977 le encontró su novia desmayado en el cuarto debaño.

Llegó a cumplir los 42 años. La revolución del rock perdióa su mayor intérprete, cuya vida mostró que, la canción delos Stones "I can´t get no satisfaction", sirve como títulopara toda la generación.»«Sin Dios = ¡sin sentido!»

Elvis Presley


Hubo días en los cuales quería huir de allí; a pesar delcariño que ellos sentían por mí, yo no confiaba en ellos.Aún así, me quedé. Un día, cuando estábamos leyendola Biblia, Dios me habló con estas palabras: “…quienviene a mí, no lo desecharé“. (Juan 6,37). ¡Menuda pro-mesa! En una oración le confesé a Dios mi desespera-ción: “Ya no puedo más, vengo a ti, sana mis heridas.Muéstrate ante mí, quiero seguirte. Te entrego todos mispecados, mi vida, tómame de la mano“ Él me libró. Loque ningún médico, psicólogo ha podido hacer hastaesos momentos, lo hizo Jesucristo.

En el Salmo 138: 3 pone: “El día que clamé, me respon-diste; me fortaleciste con vigor en mi alma“. Todo lo queel mundo presenta como “libertad“ ciega nuestros ojosy nos despista. Él resultado de mi deseada “libertad” fueuna verdadera esclavitud. Sólo Jesús podía librarme deestas cadenas. ¡A Él veneraré por todos los siglos! Gra-cias a Él

, hoy estoy libre de drogas y soy feliz de ser su hijo y noencontrarme más desesperado.

Después de un año de terapia, regresé a Alemania.Jesús ha hecho grandes cosas en mi vida. Me ha libra-do de depresiones y me ha dado una vida en abundan-cia. Aunque tuve que regresar por poco tiempo a la cár-cel a causa de unos papeles ilegales, pude dejarasombrados a los carceleros al cantar himnos y hablarcon otras personas sobre Jesucristo.

Al llegar a Munich, Dios me regaló amigos creyentes

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que me acogieron y un trabajo en una pizzería. ¡Era algonuevo para mí, ya que mis manos antes sólo habían sidoutilizadas para robar y drogarme! A pesar de todo esto,no siempre ha sido fácil arreglármelas con un pasadotan oscuro como el mío. ¡Hasta volví a caer posterior-mente otra vez en el vicio!. Viajé a Amsterdam paracomprar droga, esto fue una decepción para mí,¡después de haber sido ya librado por Jesucristo! Peroel amor de Dios es más fuerte que nuestros fracasos.Estaba sentado en un bar, entonces entraron unos cristianos que querían colgar un cartel. Les hablé y ellosoraron conmigo. Le confesé a Dios mi recaída y regreséa Munich en donde mis hermanos en la fe estaban oran-do por mí. Pude experimentar que nada ni nadie puedeapartarme de la mano de Dios.

Ni por un momento me he arrepentido de seguir aJesús. Él me ha librado de las drogas y otros vicios, meha regalado un hogar y le ha dado a mi vida un sentidoy un rumbo fijo.

Si estás en contacto con un camello, ¿cómo sabes si teestá vendiendo un veneno o heroína? Tú le crees, sincomprobar antes si te está dando heroína pura. Muchoshan muerto por haber creído a estos camellos. En Jesússí que puedes confiar. Él no miente. Esto lo han com-probado ya muchísimas personas hace muchos siglos.

Confié en su palabra y gracias a ésta, Dios me ha libra-do de pecado y de la adicción.

Franz Huber ❁

deseada “libertad“ esclavitud.»


Vengo de una familia religiosa, mi infancia fue normalcomo la de cualquier familia. Me mandaban a misa, esdecir, a la Iglesia católica. Iba por obligación, pues notenía devoción por la iglesia.

Pasó el tiempo, y conocí al que hoy es mi marido. Mifamilia no veía bien la relación, porque él era merchero,también llamados quinquilleros. Tenían mala reputación.Como no querían esa relación, nos marchamos fuera deLeón. La verdad es que no hacíamos cosas buenas: nosdedicábamos al pillaje, al robo, engaño, menos matar,hacíamos de todo. Tenía 19 años cuando entré en la cár-cel, con una niña de 18 meses. Mi marido y yo teníamosque cumplir una pena de 5 años.

Allí, hace casi 16 años conocí al Señor Jesucristo comomi Señor y salvador personal. Lo conocí por medio de uncristiano que venía a hablarnos de Jesucristo, a lasmujeres en la cárcel. Me enseñó a hablar con Dios y oráb-amos juntos. Pasados unos meses, me dieron una malanoticia: me dijeron que mi hija se moría. Estaba muy asu-stada. Él cristiano decía que Dios quería que mi hijasaliera adelante, pero yo pensaba que Dios me estabacastigando por causa de mi pecado, haciendo sufrir a mihija, pero no fue así. Mi hija salió de peligro y encima medejaron verla.

Pasaron meses y nos juzgaron a 5 años de cárcel. Yoestaba en la cárcel, pero tenía paz, una paz que no sécómo explicarla. Llevábamos un año y teníamos ganasde salir. Vimos una oportunidad: si nos casaba el cura dela cárcel podríamos salir antes y además tendríamos unpermiso de 7 días. Dijimos que sí.

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Yo seguía asistiendo a las reuniones y leyendo la Biblia.El cura de la prisión me dijo que dejara de asistir a lasreuniones. Le decía que no iba, pero seguía yendo aescondidas. Me volvió a advertir que si no dejaba de ir,no me casaría. No me quedó mas remedio que aceptary dejar de acudir a las reuniones. Lo sentí muchísimo,pero las ganas de salir eran muy grandes.

Cumplimos nuestra condena y al salir empezó todo airnos bien. Pero pasaron los años y ya teníamos doshijas y la vida nos iba mal. Entonces volvimos a caer enla mala vida, haciendo cosas que no estaban bien. Unfamiliar de mi marido había conocido a Jesús y habíacambiado. Íbamos con él a las reuniones, allí escuchá-bamos la palabra de Dios. Pero había una barrera queme impedía, y esa barrera era yo misma. Pues cuandoestaba haciendo mis cosas malas tenía de todo econó-micamente, pero sentía que faltaba algo. Este algo, laverdad, es Dios mismo. Ahora sí, le dije al Señor que miconversión era para siempre. De una cosa estaba segu-ra: sería fiel hasta la eternidad, pues mi arrepentimien-to fue de corazón.

A los 15 días de convertirme tuve un parálisis facial. Lopeor para mí fue no poder leer la Biblia.

Desde que nos hemos decidido a vivir una vida conJesús, nos hemos enontrado con dificultades, pero hansido superadas. La decisión de vivir una vida con Cristo,es la más importante y fuerte, pues Él es mi refugio ypara Él es toda Gloria, Honra y Honor.

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"No tengo amigos desde hacemuchos años. Me sientoculpable. No tengo ya ningu-na ilusión. No puedo tomarosmás el pelo a ninguno devosotros. ¡La mayor viola-ción que se puede hacer esfingir ser alguien que enrealidad no eres!

Mejor es quemarse degolpe, que irse desintegrando poco a poco", esto lo

escribe Cobain abiertamente en su última carta.

Después se pegó un tiro como modelo de la escéptica "gene-ración perdida". ¿Por qué? ¿No poseía él todo lo que unopuede desear? Las entrevistas hacían referencia a un mundodesorientado en el que todo funciona, excepto el amor y lossentimientos. Su familia destruida y su infancia perdida,fueron las causas, de que odiase tanto a la sociedad.

¿Su problema? ¿O perteneces tú también a esos que puedenidentificarse con lo que escribió Cobain en su última carta:"Siempre en el centro de la atención pero sin amigos. Siem-pre de buen humor gracias al alcohol y a las drogas peronunca satisfecho. Sexo y amor libre pero sin haber amadojamás. Por fuera todo guay mas por dentro asqueado...»?

Jesús dice: «venid a mítodos los que estáis traba-jados y cargados, y yo osharé descansar.»

Kurt Cobain


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existen los buenos …

Los malos son los que destruyenlos bosques …

… los que intentan arruinar lavida de los extranjeros...

… y los que crean sufrimiento pormedio de la guerra.

La forma de pensar de la mayoría dela gente es mÁs o menos esta:

… Y los malos


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Estos son los malos.

¡Pero seguramente Tú pertenezcas a

loS BUENOS!

¡Cierto!¡ClÁro!

¡de cualquier MANERA, malo

no soy!

¡¡¡Siento decirte que estás completamen-

te equivocado!!! Pues tu creador dice:

¡No nos

interesa!

... ¡Pero debería interesarte!

No hay dIferencia, puestodos pecaron.

(Romanos 3,23)

está establecido quemueran una vez ydespués el juicio.

(Hebreos 9,27)


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Claro que ahora puedes seguir viviendotu vida superficialmente como hastaahora...

Hipnotizarte con fiestas y diversión...

Hasta que no comprendas que vas atener que dar cuentas a Dios por tuvida, es imposible que llegues a lameta.

Las gorras estánpasadas de moda -

lo que se lleva son papeleras.

¡LA REVISTA DICEQUE LO QUE ESTÁ

DE MODA SON LOS GORROS DEHARLEQUÍN!

¡Wow!

He aquí un camino que alhombre le parece recto, mas su fin es la muerte.

(Proverbios 14,12)


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Pasquale

¡Hola! Me llamo José Manuel Couso. Nací en un pueblode Marín, Pontevedra, España.

Tuve una juventud bastante rebelde y muy pronto caí enlas drogas. A los 14 años empecé con los porros. Miprimo Tino y yo empezamos a colocarnos con hachís,marihuana. Ya no nos llegaba para los fines de semana,pues consumíamos todos los días. Salía del colegio parairnos al bar para beber y fumar y consumir pastillas conalcohol (anfetas, tripis, sedantes...) o a la sala de juegosy trapichear con pequeños “taleguitos” o dosis. Todovino muy continuo y siempre bañado con mucho alco-hol, cerveza y whisky. Un día se nos ofreció la oportu-nidad de conocer lo más fuerte, “la heroína”. Un amigonos invitó a pincharnos. No lo pensamos mucho, exten-dí mi brazo blanquecino con muy buenas venas y ¡pum!El chute, un sabor amargo, mareos en el estómago,vómitos. No fue tan agradable, pero me enganché. A lospocos días buscamos más dosis. Mezclábamos cocacon heroína, speed boy. Vendíamos hachís para reunirdinero. Consumíamos más de lo que teníamos.

Nos engañábamos entre nosotros, robábamos lo quepodíamos y ya llegó la primera entrada en la cárcel. Siya sabíamos un poco, ahí nos curtimos más. Conocí per-sonas que me enseñaron más cosas y me dieron suamistad. Al salir, los robos eran más a menudo yempecé a vender heroína.

Así llevé unos años hasta que de nuevo caí preso. El fis-cal me sentenció a pagar 300´000 Euros y 3 años decárcel. Un abogado logró conseguirme la libertad.

Juventud rebeldeJose Manuel


HeadCon 28 años y muy hecho polvo, enganchado profunda-mente a la heroína, las fuerzas flaqueaban y mi apari-encia era la de un cadáver andando. Comencé a darmecuenta de mi problema, y que no era la droga, sino quequería dejar esa vida, de sentirme alguien trapicheando.Sólo sabía hablar de hurtos y drogas. Alguien que yoconocía y había estado conmigo, se me acercó, muycambiado, pero con las cicatrices y tatuajes de siempre, yme dijo:“Couso, hay salida, puedes cambiar.”“Yo no quiero cambiar”, contesté.“Necesitas conocer a Jesús. No del que estás aco-stumbrado a escuchar, sino al Cristo personal e intrans-ferible, el único que realmente dio su vida en la cruz poramor a ti.”

Me dio testimonio de como él había conocido a Jesús, yno era ese Dios lejano y de oídas, sino alguien personaly maravilloso. Finalmente quise ver el poder de Dios enmi vida, pero ¿cómo? “¡Abre tu corazón! y acéptalecomo Señor y Salvador”, me retó. Hoy doy gracias a miamigo Kin por haberme presentado a mi SalvadorJesucristo. Hoy le llevo en mi corazón. Todo cambió.¡Jesús te ama! Jesucristo dijo: “El ladrón no viene sinopara hurtar, matar y destruir; yo he venido para que ten-gan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy elbuen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.(Juan 10: 10, 11).

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e«Comencé a darme cuentade mi problema, y que noera la droga, sino quequería dejar esa vida.»


Head“Todos pecaron y están desti-tuidos de la gloria de Dios“.

(Romanos 3,23)

Todos sin excepción«¿Por qué he pecado? Yo no hago nadamalo. ¡En comparación con otros soy unsanto!»

La forma de juzgar de Dios es diferente:Él no compara a las personas, sino quejuzga a cada uno según la medida de lajusticia de Dios.

☞ La sentencia de Dios no se puede cambiar a gustode cada uno, no es manipulable.

☞ La verdad de la que partimos es que: ¡Toda perso-na ha pecado!

✌ ¡No existe nadie sin culpa!

Una consecuencia trágica«La gloria de Dios no me interesa. Yo vivo según misideas.»

Claro que puedes cerrar los ojos ante los hechos y decirque no tienen ninguna importancia.

Pero:☞ «No alcanzar la gloria de Dios» significa: vivir y moriren el abismo del pecado, que se encuentra entre Dios ynosotros.☞ Ante los ojos de Dios: Ningún pecado permanece oculto.✌ Dios sacará a la luz en el juicio final toda culpa.

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Verdaderamentetodos


Un gran error«Esto sólo sirve para crearnos pánico.»

Dios no es un demagogo. Él nos muestra la realidad. Susentencia es absoluta y no depende de ningún cambiosocial.

☞ Nuestra culpa personal nos lleva a la perdición.¡Necesitamos la salvación!

☞ ¿Cómo podemos ser liberados de culpa?✌ Dios mismo puede librarnos.

¡Dios mismo quiere hacerlo!Él no quiere meternos miedo, sino librarnos.

Lo más esencialDios no quiere la muerte del pecador. Él quiere su arre-pentimiento y que viva.

Dios quiere darnos algo que nadie puede lograr por simismo. El perdón de los pecados GRATUITAMENTE:

☞ a quien no sigue encubrien-do sus pecados o haciéndo-los más pequeños, sino alque los confiesa antes Dios.

☞ a quien acepta la palabrade Dios: Jesucristo muriópor todos los pecados.

☞ a quien quiere vivir su vida con Jesucristo, el quemurió por cada uno de nosotros y resucitó.

✌ Éste recibe el perdón de Dios y una nueva vida¡Decide tú mismo! ❁

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« ¡Nuestra culpa personal nos lleva a la perdición!»


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Mi nombre es Mar. Nací en Madrid, en la actualidadtengo 35 años y soy madre de 4 chicos maravillosos.

Comenzaré diciendo que ya desde la infancia fui unaniña muy insegura llena de temores y complejos. Toda-vía me acuerdo de días en la escuela mirando por laventana ausente de mi alrededor, preguntándome cuálera el sentido de la vida, el porqué estaba en estemundo y pensaba que alguien tendría que haber inter-venido. Todos estos pensamientos y pregutas ibanacompañándome a lo largo de mi vida cada vez conmás insistencia.

Con tan sólo 3 años mis padres se separaron y mimadre inició una relación con otro hombre que durante15 años fue mi padrastro. Ya, desde el principio, estehombre, no sé por qué razón, sentía hacia mí un granrechazo, causándome grandes daños emocionales y uncorazón dañado con aún más necesidad de amor. Re-cuerdo sus gritos y sus dedos marcados en mi cara undía sí y al otro también. Sentía los regalos y halagoshacia mi hermana y su desprecio hacia mí. Así en esteambiente fui creciendo y todos mis miedos e inseguri-dades fueron creciendo conmigo.

Cuando llegué a la adolescencia fui objeto de su abusosexual y palabras deshonestas.

En mi corazón crecía un odio y una desconfianza haciala gente y sobre todo hacia mí misma.

Cuando contaba con la edad de 16 años, mi madre terminóaquella relación y en medio de golpes y gritos tuvimos que

Sin soluciónMar


marcharnos de casa y aquí empezó mi tormento mental.

Comencé a padecer fuertes depresiones y crisis nervio-sas que me atormentaban y me impedían ser una chicanormal. Al final acabé sentándome en el diván de un psi-quiatra con el diagnóstico: maniática depresiva conobsesión y tomando 6 pastillas diarias que me teníancompletamente drogada y desgraciadamente sin éxitoalguno. (Por supuesto que no estoy en contra de lamedicina ni pongo en duda su acierto con otras perso-nas, pero desgraciadamente este no fue mi caso, aun-que mejoraron mi estado temporalmente.)

Comencé a buscar el amor y llenar el vacío que sentíadentro de mí inútilmente, “no hay solución”, esto era loque una y otra vez oía mi mente atormentada. Llegué apensar en el suicidio, oía voces en mi mente que medecían “ahora, tírate ahora”.

Era como si mi mente no iba acompasada con mi cuer-po y en ocasiones tenía que salir corriendo, huyendo demí misma, estuviese donde estuviese, era horrible y tor-mentoso.

Por aquel entonces pensé que tener un hijo me ayudaríaa ser una persona normal y decidí tener un hijo.

Durante un tiempo logré sonreír con ilusión, perodespués todos mis problemas volvieron a mi mente.Buscaba el amor una y otra vez, casi lo perseguía y menegaba a luchar con mi destino, una y otra vez me equi-vocaba.

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Pasaron dos años y ya era madre de dos hijos, pero mivida seguía igual.

Por supuesto seguía tomando mi medicamento. Estabatotalmente desquiciada pormi pecado y mi vida tandesordenada y buscaba elamor en los hombres.

Entonces quedé emba-razada por tercera vez ypensé que ya no podía másy que era hora de acabarcon mi vida.

Lo pensé todo, ya se iba aacabar el sufrimiento. Había estado toda la tarde pla-neándolo todo. Mis hijos estaban con mi madre y por finse iban a librar de mí. Era lo mejor que podía pasarles…

Compré varios litros de cerveza y me fuí a un campolejos de la ciudad, la verdad es que ni recuerdo cómollegué hasta allí, sé que rompí un casco de cristal y lle-vándomelo a las venas caí de rodillas, gritando llena dedolor: ¿Por qué Dios? ¿Por qué?. Gracias a Dios que notuve el valor para hacerlo, pero allí le pedí ayuda y le dijeque se manifestara si existía. Después sin fuerzas ydestrozada fui a casa de una amiga. Su madre me dijoque no estaba pero me invitó a entrar. Entré y poco apoco fui desahogándome, ella se llamaba Isabel, meabrazó, Dios mío, sentí su abrazo, me derrumbé, lloré y

huyendo de mí misma,estuviese.»


lloré. Isabel había aceptado a Cristo hacía 14 años y meconsoló con amor sincero, me habló de Dios y me dijoque Él me amaba. Le dije con cara de asombro: ¿A mí,a mí me ama?. Alguien me amaba. Dios me amaba, lloréy lloré y recordé: Si existes, muéstrate en mi vida. ¡Y lohizo!

Isabel me predicó el evangelio, me mostró el gran amorde Dios y la obra que Jesús hizo por mí, acepté mi peca-do y me arrepentí y en ese mismo instante acepté a Cristo como mi Señor y Salvador.

Volví a nacer, se acabaron los miedos, porque Él me dioseguridad. Todas las preguntas tuvieron respuesta.

Hoy, después de 10 años, sé que fue la elección másimportante de mi vida. Ya no necesito ninguna píldorapara sonreír porque tengo el gozo de la salvación y soylibre, vivo confiada, tranquila, feliz porque desde ese díaya no vivo yo, sino Cristo vive en mí.

“Y conoceréis laverdad y la verdados hará libres“.Juan 8:32.

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n«Todas las preguntastuvieron respuesta.Ya no necesito una píldora para sonreír»


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resPasquale es coautor del graffitit de nuestra ONG Asocia-

ción Serás Más (con el permiso del ayuntamiento deBurgos).

www.serasmas.comNací en una familia trabajadora normal y corriente.A causa del trabajo de mis padres tuvimos que mudar-nos. Viví una infancia normal. El trabajo, el dinero, lacasa nueva en Sicilia, eran los temas más importantes.Nosotros, los niños, ocupábamos el segundo lugar. Ennuestra casa hablábamos tres idiomas y yo me crié endos mundos diferentes. Después de las clases pasabatodo el tiempo en la calle. Al final la pandilla ocupó ellugar de mi familia.

Más tarde tuve la gran idea de adentrarme en el mundodel graffiti. El "Subway-Art” se convirtió en nuestraobsesión. Por fin podríamos ser alguien.

Ahí encontré la oportunidad de salir de mi situación ycubrir la falta de afecto que tenía. La fama se convirtióen nuestra meta. La fama, el graffiti, firmar, robar,chicas, los porros y las peleas ocupaban la mayor parte de nuestro tiempo. El arte rápido, el vandalismo ylas agresiones dirigían mi vida. El mundo del graffititiene sus reglas de juego: sólo el más radical y extremi-sta recibe aprobación.

Locura de colores

Pasquale Koukos


Mis prácticas de electricista las terminé por los pelos.Mi jefe me echó nada más terminar. Mi vida profesionalterminó y así comenzó mi carrera con el graffiti.El graffiti llenó durante dos años toda mi vida. Dejé mishuellas por todo el país. Hacíamos encargos, nos encon-trábamos con otros graffiteros y fumábamos porroshasta no poder más.

Mis padres estaban muy preocupados, la policía mebuscaba a menudo. El peor momento fue cuando final-mente me sacaron de casa con las esposas puestas.

No tenía trabajo y estaba acusado derobo, vandalismo, engaño, y posesiónde armas. Mis mejores amigos esta-ban enganchados a la aguja. Habíatocado fondo en mi vida.

"Por casualidad” me encontré algu-nas veces con mi colega del graffiti, Etem. Muy ilusiona-do me contaba cosas de su nueva vida con Jesús. Comomi psiquiatra no era capaz de darme respuestas a las preguntas más sencillas sobre mi vida, me fui con Etema donde se reunía a menudo. Quería ver lo que los cristianos tenían que decir. Eran unas reuniones muyguays. Allí me encontré con ex-junkies, skins, alcohólicosy otros, los cuales consiguieron con la Biblia y su credibilidad, impactarme fuertemente. Me enteré porprimera vez de que sobre Cristo podía dejar mi culpa.

Franz, el viejo junkie, me impresionó, pues Jesús lehabía perdonado toda su culpa de 20 años de droga.

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Se podía ver en él la alegría del perdón y de la nuevavida. Eso mismo buscaba yo también. Esta experienciase convirtió en un cambio importante en mi vida. ¡Me dicuenta de que la Biblia tenía las respuestas a las pre-guntas de mi existencia. El odio, las drogas y todas lasdemás cosas estropeadas de mi vida desaparecieron alexperimentar el amor deJesús. Ahora tengo un tra-bajo fijo y la relación conmi familia está arreglada.También intento ayudar yenseñar a otros jóvenes acomo evitar una existencia criminal y sin sentido.

Estas palabras de Jesucristo, son el motor de mi vida:“Librándote de tu pueblo y de los gentiles, a quienesahora te envío para que abras sus ojos, para que se con-viertan de las tinieblas a la luz y de la potestad deSatanás a Dios; para que reciban, por la fe que es enJesucristo, perdón de los pecados y herencia entre lossantificados“ (Hechos 26: 17-18)

Paquale Koukos ❁

Sicilia,2000

Burgos, 2001

«Tuve la gran idea de adentrarme en el mundo del graffiti.»


Al igual que tantas palabras, el término "pecado” tam-bién ha sufrido un cambio de significado. Desde unapalabra que todos relacionaban con mandamientos,Biblia y Dios, hasta convertirse en una palabra utilizadaen muchas situaciones. Pero, ¿qué es el pecado real-mente? Para responder a esta pregunta, tenemos queinformarnos allí donde se utiliza este término, en la Biblia. Allí podemos leer que el pecado no existía desdeel principio del mundo. Entró en el mundo, cuando laspersonas se opusieron a la voluntad de Dios. Esto lopudieron hacer, porque Dios dio al hombre voluntad pro-pia. Hoy en día también tenemos esta voluntad propia.Esta voluntad nos permite tomar decisiones a favor o encontra de algo. Incluye también la decisión de dejar aDios tomar parte en nuestra vida; es decir, preguntarpor la voluntad de Dios y vivirla. En cambio podemosdesechar a Dios como un guía en nuestra vida. Esto especado: rechazar a Dios. La Biblia, la palabra de Dios,nos avisa alarmantemente del pecado. Como una enfer-medad que influye en todas las partes de nuestra vida,el pecado transforma nuestra manera de pensar, de per-cibir las cosas y al final nos mata. Pues la consecuenciafinal del pecado es la muerte (Rom 6:23).

Dios quiere poner nuestra voluntad y la suya en armonía,pero esto no es posible, porque existe el pecado, cuyaconsecuencia es la muerte. Pero Jesús nos quiere dar lavida eterna, esto lo promete en Juan 10:10: "El ladrón noviene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venidopara que tengan vida, y la tengan en abundancia.” ❁

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¿Qué es el pecado?


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¡El mensaje acerca de Jesús no es ninguna religión, sinoun mensaje que libera! Nuestro mayor problema es elpecado, este nos separa de Dios. El pecado es igual queuna trampa; nos encontramos en un agujero y solos nopodemos salir. La religiosidad tampoco nos puede ayu-dar. Las religiones dicen que por medio del esfuerzopropio (por ejemplo el cumplimiento de ciertos dogmas)nos podemos acercar poco a poco a Dios. Lamentable-mente ignoramos que Dios es demasiado santo y justocomo para que alguien pudiese acercarse a Él.

“De tal manera amóDios al mundo, queha dado a su Hijounigénito, para quetodo aquel que en élcree no se pierda, sinotenga vida eterna“.(Juan 3:16)

El mensaje de la Biblia es distinto al de las demás religiones: Dios se hizo hombre por medio de su HijoJesucristo. Él vino a nosotros a este mundo y pagó pornuestros pecados.

¡Murió! ¡pero venció a la muerte y vive!

Quien acepta el regalo de Dios de ser perdonado de suspecados, es libre y no tiene que seguir intentando salirdel agujero del pecado (por sus propios medios). ❁

¡No es una religión!


Me llamo Juanmanuel Márquez. Nací el 11 de abril de1962 en Huelva, una ciudad pesquera de Andalucía.Fui un niño prematuro y tuve que permanecer en laincubadora tres meses. Debido a un trastorno digestivoy a una inyección que se me infectó, me dieron pocasesperanzas de vida y pronosticaron a mis padres que siconseguía vivir, sólo lo haría hasta los 7 años.

Por aquel entonces España se reponía de una guerracivil, y la escasez de trabajo desencadenó una gran emi-gración al norte de España. Nosotros tuvimos que mar-charnos a Barcelona, y después de varios traslados fui-mos a parar a Montornés del Vallés, a una barriada depisos baratos y muy pequeños. Allí nos juntamos unagran parte de la familia de mi padre. Recuerdo que a laedad de 10 años y durante las reuniones familiares enlas que se jugaba a cartas o al dominó, yo era el encar-gado de hacer los cubalibres y entre cubalibre y cerve-za aprovechaba para beber. También empecé a fumaralgún que otro cigarrillo.

En casa había muchas discusiones, ya que mi padrebebía mucho y le era infiel a mi madre con la vecina delático. Tenía una forma muy peculiar de castigarme: meataba a una silla y me pegaba con la correa del pan-talón. Yo le tenía mucho miedo, pero tenía otros miedosque me perturbaban. Temía dormir, ya que tenía pesadillasen las que aparecían personas muertas que se pasea-ban por el comedor y se sentaban en las sillas. Me des-pertaba temblando de miedo y las veía desde mi habita-ción. Mis padres sabían lo que me pasaba y encontraron

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En busca de la vidaJuanmanuel Márquez


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con ello otro medio de castigo: me apagaban la luz y meencerraban en la habitación a oscuras y yo gritabaaterrorizado desde debajo de la cama.

Una vecina muy católica me daba clases de religión ensu casa y después me apunté al catecismo. Me atraíasaber de Dios; porque necesitaba a alguien que fuerapoderoso para protegerme.

La amante de mi padre le dejó porque se hizo cristianade verdad, y después le habló de una nueva vida pormedio de Jesucristo, o sea, del evangelio. Incluso nosllevó a un bautismo cristiano por inmersión. Siemprerecordaré la imagen de una chica que estaba a mi ladoy que lloraba de alegría; pero mi padre nunca quisosaber nada y dijo que en el infierno estaría "calentito”.

Cuando tenía 11 años nos mudamos a Granollers. Yopensé que sería una nueva etapa donde las cosas cam-biarían, pero no fue así. Mi madre ya empezaba a darmuestras de un desequilibrio mental debido al abusopsicológico de mi padre, y mi padre tenía una nuevaamante que le insistía en que nos abandonase y sefuese con ella. Todo esto provocaba en mí una inseguri-dad y un temor constantes.

A los 14 años llegó lo que yo considero la segunda etapade mi vida, en la que me convertí en un buscador. Mipadre me sacó del colegio y me llevó a trabajar a lafábrica donde él estaba. Allí empecé a hacerme un hom-bre e ir perdiendo mi inocencia. Mi tiempo libre lo dedi-caba a dibujar, aislándome de mi entorno.

«… tenía pesadillas en lasque aparecían personasmuertas que se paseabanpor el comedor y se senta-ban en las sillas.»


Me apunté a un GRUPO DE CATÓLICOS JÓVENES con losque me lo pasaba muy bien. Nos reuníamos entre semana y los fines de semana hacíamos excursiones.Allí se hablaba de Dios, pero se hablaba más de nues-tros problemas. Para mí no era más que un "club social”.

Dejé el dibujo y el grupo católico y busqué otra válvulade escape: DEDIQUÉ 5 AÑOS DE MI VIDA AL KARATE (llegué a cinturón azul) y al tatami.

Con ellos descargaba todo el dolor que sentía. En esaépoca me enganché a la bebida de una manera muysutil, porque cuando bebía no me importaba la realidadde la vida, y era una forma de evadir mis problemas.

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«Estuve a punto demuchas veces: Se

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También acabé dejando el kárate y conocí a un chico deGranollers que se llama Eloy y que me introdujo en ELMUNDO DE LA ASTROLOGÍA, LAS CIENCIAS OCULTAS, ELBUDISMO, LOS PODERES DE LA NATURALEZA, y en labúsqueda de esos poderes por medio de una DROGALLAMADA L.S.D., un alucinógeno muy peligroso que tehace ver un mundo irreal y desconocido. Al principio tegusta y parece que de verdad hay algo, pero te destro-za la vida y la salud, y no cambia las circunstancias detu entorno, de tu familia, de tu trabajo, ni de ti. Todo estolo viví entre el 1979 y el 1982.

Estuve a punto de perder la vida muchas veces: Se mecayó la puerta de un ático en la cabeza. Un cable eléc-trico se rompió en medio de un charco de agua y yo tuveque subirme a un trozo de madera para escapar de unamuerte segura. Un andamio de 3 pisos se derrumbó y yotuve que sujetarme a una pequeña viga en el techo.En otra ocasión iba tan borracho que el coche se me fueal lateral. También estuve a punto de que me diera unparo cardíaco por mezclar pastillas y alcohol.

Me hice miembro activo de un grupo llamado "LACOMUNIDAD” cuyo líder es Silo Argentino. Este grupoestaba basado en la paz de la mente y el vencer los pro-blemas emocionales por medio de una serie de relatosmentales que te ayudan a superar los traumas emocio-nales. Me volqué totalmente en ello: hice pancartas,reuniones, contacté con gente...

Todo estuvo muy bien hasta que empecé a profundizaren los libros más avanzados, y a contactar con los

perder la vida me cayó la puerta la cabeza.»


miembros importantes del movimiento. Entonces me dicuenta de la falsedad de sus objetivos y la ineficacia desu sistema para solucionar la vida de las personas. Y lovolví a dejar todo otra vez.

Desde los 19 hasta los 20 años viví una época en la quemi madre fue internada en un psiquiátrico por esquizo-frenia. Tuve que encargarme del piso, la comida, mishermanos y a la vez trabajar, mientras mi padre hacía suvida, pensando que mientras no nos faltara la comidaestaría todo solucionado. Cada noche miraba las estrel-las y le hacía preguntas a Dios como: ¿esto es la vida?,¿por qué tengo que sufrir?.

Volvió mi madre curada y yo rompí con el grupo del Eloyporque no tenía sentido esa búsqueda de la verdad enLAS DROGAS ALUCINÓGENAS. Algunos del grupo sehabían quedado colgados mentalmente, como trapos,olvidando quiénes eran, vegetales. Me asusté, empezabaa confundir la realidad con lo ficticio. Tuve una crisis deidentidad y no podía vislumbrar ningún horizonte. Asíque rebelde con el mundo y desengañado de la gente yde Dios rompí con todo.

Tiempo después entré a formar parte de una BANDACALLEJERA llamada "LOS FIDES” en la que me vi envuelto en varias peleas peligrosas. El hermano de unode una banda a la cual nos enfrentamos era evangélicoy se llamaba Víctor. Él me habló del Señor Jesucristo. Yotenía 21 años. Me regaló un NUEVO TESTAMENTO, YUNA BIBLIA. Me llevó a un culto del domingo y recuerdoque otro día a una obra de teatro cristiano. Aquella vez

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lo hice quedar mal ya que vomité en medio de la actua-ción, de la borrachera que llevaba. Después me dejó porimposible y perdimos el contacto. Actualmente me heenterado de que de la banda de "LOS FIDES” no quedaninguno: unos están en la cárcel y otros están muertospor sobredosis. Salí a tiempo de todo eso, pero sin dejarel alcohol.

Conocí a la que es ahora MI MUJER y A LOS 24 AÑOSNOS CASAMOS, sin un duro, ya que mi padre se lo que-daba todo para gastarlo en las cartas y la juerga. Nosbuscó el peor piso que pudo encontrar, pero aún así yoempezaba a ser feliz y lleno de nuevas energías. En esaépoca sólo me preocupé por mi trabajo y por ayudar ami suegro a construir una casa en un terreno que tenía.En medio de esa tranquilidad conocí a una pareja que

entré a formar banda callejera»


me hizo hundirme más aún en el MUNDO DE LA BEBI-DA, LAS DISCOTECAS, LOS BARES... Todo esto se notóen la economía familiar. Trabajaba durante todo el díapara poder mantener el ritmo de vida, y al salir del tra-bajo me iba al bar. Me retiraron el carnet de conducirdurante 2 meses por conducir borracho. Mis hijos y mimujer siempre estaban solos. No les conocía. Mi mujerme llevó a un centro de rehabilitación y dejé el alcoholdurante un año, que dediqué a la lectura y a salir alcampo en busca de algo que me llenase.

Murió mi suegro cuando sólo le quedaban dos tabiquespara terminar la casa, y con el propósito de descansarcuando acabase. Esto me hizo reflexionar que la vida notiene sentido. Tenía ya 34 años, y encima me surgió unahernia de hiato, hipertensión, colesterol, y trastornodigestivo. Había dejado la bebida, pero me sentía fraca-sado y resentido con la sociedad. Me sentía impotente,sin futuro. Entré en LOS CAMINOS OSCUROS DEL HIN-DUISMO, EL OCULTISMO Y LA MEDITACIÓN TRASCEN-DENTAL, y encontré en ellos una posibilidad de búsque-da y un alivio a mi angustia. Pero la meditación, con undisfraz científico, trata de solucionar los problemas através del VACÍO MENTAL, HORÓSCOPOS, TAROT Y ADI-VINACIÓN. Todo esto se convierte en medio para justifi-car los errores y eludir la responsabilidad personal.

Pasé a buscar soluciones rápidas escribiéndome conuna clarividente. Me sacó un montón de dinero prome-tiéndome fama, amor, felicidad y fortuna, por medio deunos RITUALES MÁGICOS. Pero las cosas fueron peor

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«Entré en los caminososcuros del hinduismo,el ocultismo y lameditación.»


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aún: acabé en la ruina, y nada de lo prometido se cum-plió.

Descubrí que los libros que leía sobre un tal LosadRampa, que se hacía pasar por LA REENCARNACIÓN DEUN TIBETANO BUDISTA muy famoso, eran una farsa. Noera más que un simple fontanero americano que se lohabía inventado todo.

A los 35 años conocí a un TESTIGO DE JEHOVÁ que tra-bajaba en mi empresa y empecé a estudiar con él. Mimujer lo rechazó a toda costa, pero yo quería cambiarnuestras vidas, y pensaba que ese era el camino. Tam-bién mi padre estaba en contra y llegó a amenazarmecon un hacha en la cabeza, pero yo quería seguir ade-lante. Comencé a vislumbrar errores en el planteamien-to de su doctrina, y decepcionado le pedí a Dios que memostrase el camino verdadero. Seguidamente, echaronal testigo del trabajo y los que venían a casa desapare-cieron del mapa. Padecí una serie de enfermedades queme hicieron hundirme más. La doctora me dijo que siseguía ese ritmo de vida no llegaría a los cuarenta años.

Cambié de trabajo y entré a FORMAR PARTE DE UNAMULTINACIONAL. A los seis meses me hicieron fijo y esome dio tiempo libre para estar con mi familia, descan-sar y volver a leer la Biblia y unos libros de superaciónpersonal. En medio de esa aparente calma volví a fre-cuentar los bares y sucumbí de nuevo en la desespera-ción, la angustia, la tensión, el vacío...

Entre los 35 y los 36 años volví a LA MAGIA Y A LOS

«También mi padre es-taba en contra y llegóa amenazarme con unhacha en la cabeza.»


RITUALES. Salían gusanos del techo y las plantas semorían. De nuevo decepción y desengaño.

A los 37 años me encontraba desamparado, sin salida.Me preguntaba si valía la pena la vida, ¿por qué nopodía ser un buen padre?, ¿por qué no podía controlarla mala vida que nos llevaba a la destrucción? Me sentíaenfermo y sin medicina para curarme. Un día, estandosolo, desesperado, rendido, humillado y destruido, memiré al espejo y me di asco. Me tiré al suelo envuelto enun mar de lágrimas y CLAMÉ A DIOS: "¡Vale, has gana-do!. No puedo y nadie puede. La culpa es sólo mía yquería justificar mi error echándote la culpa a ti y a lascircunstancias que yo mismo motivaba. Ayúdame,ayúdame, ayúdame, porque si no haces algo tú, nada ninadie puede. Muéstrame el camino o me voy a dejarhundir en la profundidad de mi desesperación hastaahogarme. Verdaderamente ahora entiendo porqué lagente se suicida.

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«A los 37 años me encontraba desamparado, sin salida.»


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Ya nada me importa, nada tiene valor para mí. ¿Dóndeestá la verdad y la seguiré? ¿Dónde estás tú y teseguiré?”

En esos momentos recordé un versículo de LA BIBLIAque decía: "YO SOY EL CAMINO Y LA VERDAD Y LA VIDA;NADIE VIENE AL PADRE SINO ES POR MÍ”. Yo queríaencontrar ese camino. Reflexionando en ello llegué auna conclusión: la Biblia dice que "Jesucristo es elcamino”. Esa podía ser la dirección; "Y la verdad”, claro,la única verdad que existe, la auténtica y sin engaños;"Y la vida”, esa vida que deseaba y no encontraba. Unavecina que era CRISTIANA EVANGÉLICA me habló deJesucristo y me dijo que cada día oraba por mí. Un díaestando en el bar (como siempre), vi entrar a un antiguoamigo que repartía productos de limpieza. En su cha-queta llevaba un pin que decía "Yo amo a Cristo”. Lepregunté por él y me dijo que ERA EVANGÉLICO e inter-cambiamos algunas palabras más. Un día me llamó yestuvimos hablando horas y horas acerca de un ser quecomprendía mis problemas, que me quería y que teníala solución para mi vida. Y ese ser era Jesucristo.

Decidí probar como último intento. Si no encontraba porfin el camino a Dios es que no existía ningún camino ymi vida estaría perdida.

A partir de esa tarde me expuso la Buena Noticia deJesucristo de una forma muy sencilla. Yo seguía recelo-so, y todo lo que me explicaba lo comparaba con la Biblia.Llegó el día en que decidí ver con mis propios ojosdónde se reunían, y me quedé sorprendido por la sen-

«Decidí probarcomo últimointento.»


cillez del local y de las personas que allí asistían, lasolemnidad y la quietud. Allí se respiraba algo nuevopero desconocido. Era como si aquello que había bus-cado siempre, estuviera allí, y quería saber qué era. Laalabanza y ver jóvenes y mayores hablando con Dios meestaba derrumbando. Estuve todo el tiempo aguantán-dome las ganas de llorar. Sentía una gran paz aunque elcorazón parecía que iba a salirse de mi pecho. Mesentía como si después de un largo viaje volviera acasa. Me daba la impresión de que esta vez no me habíaequivocado. Volví a mi casa feliz y le dije a mi mujer quepor fin había encontrado a Dios y que ya podía descan-sar. El domingo siguiente asistimos toda la familia a laiglesia y ya no dejamos de hacerlo. Cuando predicabanme quedaba maravillado, era como si Dios me estuvierahablando a mí. Al escuchar saciaba mi sed de búsque-da y empezaba a comprender el plan de Dios para nuestras vidas. Disfrutaba viendo a jóvenes que lleva-ban una vida diferente a la que yo había llevado y vi unamanera de proteger a mis hijos del mundo que yo habíavivido.

A los 37 años, el 11 de Octubre de 1999, estando soloen mi casa, vi una película de Jesucristo que acabó deromper mi resistencia y borró todas mis dudas al tomarconciencia de la obra de Jesucristo por mí. Me sentíaavergonzado y lloré por varios días, pero a la vez sentíuna sensación de paz y gozo, como si me quitaran unpeso de encima. Le entregué mi vida a Dios y con amar-go arrepentimiento le pedí perdón por mis pecados. Eracomo haber despertado de una terrible pesadilla.

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Ahora me veo envuelto en una inmensa paz con mifamilia. Todo me sobra, sólo Jesucristo me satisface, yvivo mi vida alejado de la bebida, los bares, las discote-cas, los vicios... La doctora Zapater alucinó con mi recu-peración tan espectacular. Había dejado la bebida sinnecesidad de medicamentos.

Mi vida ahora no es de color de rosas. Tengo problemascomo todo el mundo, pero tengo la fortaleza y la con-fianza en Dios que está siempre a mi lado y me ayudaen todo momento. Con Él mi vida es otra, ahora soy felizy estoy lleno. Estuve a punto de quedarme sin familia, yahora Dios me ha dado una familia numerosa, la familiacristiana y la vida eterna.

"Cuantas veces pude morir sin conocerte y no quisiste,Señor y Dios mío. Y si ahora muero, a gusto muero, por-que voy al que me creó”.

Juanmanuel ❁

paz aunque el corazóna salirse de mi pecho.»


Antes de irme de casa de mis padres, yo pensaba queera una persona bastante buena aunque consumíabastante alcohol, lo que muchas veces acababa por vol-verme histérica. Lo que más me gustaba de mí mismaera, que no seguía las reglas de los demás. Una vidaaburrida, sin sentido, que se basaba en ver la televisióny trabajar, esto no iba conmigo.

En la escuela vimos la película de Christiane F.: “Losniños de la estación del zoo“. Esta película produjo enmí y en algunos otros una reacción, que era todo lo contrario. Una vida tan interesante la quería también yo,además no había que caer tan bajo; y si ocurre, es aúnmejor que una vida aburrida. Me rebelaba ante lo con-vencional de la sociedad, una sociedad a la que yo no leimporto, ni ella me importaba a mí, Poco después me enamoré de un hombre que fumaba hachis, lo que megustaba mucho. Cuando tenía 17 años, nos traslada-mos. Nuestra relación terminó pronto, porque a mí meparecía bastante anticuado pasar mi vida con un solohombre. La causa real de que yo cambiase constante-mente de hombres era que yo pensaba que un hombredebía de llenar completamente el deseo de protecciónque tiene una mujer.

Si esto no ocurría, me buscaba otro con la esperanza deencontrar a alguien que cumpliese ese deseo.

Al final siempre me encontraba vacía y me daba cuentade que una persona no podía llenar mi corazón, aunquefuera todo lo cariñoso y amable que una pudiera desear.

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Just Life for FunAlexandra Refel


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Además la fidelidad no estaba de moda, y nunca hubierareconocido que realmente yo quería fidelidad. Ademásal alcohol y al hachis, se les unieron las pastillas y devez en cuando un viaje con LSD. Sólo me sentía bien siestaba colocada, lo importante era no sentir ese vacíoen mi corazón. El dinero lo conseguía trabajando en tra-bajos ocasionales, o robando.

Nunca tuve grandesproblemas con eldinero.

Mi madre me daba devez en cuando algo, ysi no, salía de alguna

manera hacia delante, y tener mucho dinero tampocoera mi meta. Sólo quería disfrutar de la vida. Esta era mifilosofía: podía hacer o dejar de hacer lo que a mí mediese la gana. "Just Life for Fun”. Quería llevar a cabode manera instantánea todas mis ideas. De esta mane-ra se nos ocurrió a una amiga y a mí ir a España. Así quenos pusimos en marcha al día siguiente y nos queda-mos allí hasta que el dinero se acabara. Luego quise verNew York, así que volé hasta allí. Quería quedarmemedio año, pero después de un mes regresé de nuevo,estaba frustrada por dentro.

Por un lado disfrutaba de mi libertad e independencia dehacer y dejar de hacer lo que a mí me gustaba, pero porotro lado me faltaba algo indispensable. No podía decirexactamente qué, pero tuve claro, que la vida tenía queser algo más.

«Sólo me sentía bien siestaba colocada, lo impor-tante era no sentir esevacío en mi corazón.»


Comencé a interesarme por distintas religiones. Detodos los lados me tomaba lo más adecuado y cómodoy me creé un Dios a mi medida.

Empecé también con el ocultismo hasta que mi con-ciencia que ya estaba bastante machacada, me gritóque ya había llegado demasiado lejos.

Por aquel entonces mi novio era heroinómano y tenía-mos muchos problemas en nuestra relación: por un ladoestaban las drogas y por el otro mi forma de vivir queme estaba haciendo polvo psíquicamente. Ya que elmeditar no ayudaba, oré a Dios y le pedí que hicieraalgo en mi vida y que me cambiara. Tenía claro que yono lo iba a conseguir sola y que necesitaba su ayuda.

Después de un viaje de LSD del cual salí bastante mal,retrocedieron mis pensamientos a un día en la iglesia.Los salmos en la Biblia me daban en aquel entoncesfuerzas y comencé a leerlos otra vez.

Dos semanas después me llamó una chica llamadaSabine. Hacia un año, la había dado mi número de telé-fono.

Ella me preguntó directamente si yo leía alguna vez laBiblia. Me alegré porque vi esto como una señal departe de Dios, ya que hacía poco había empezado a leerla Biblia y le había pedido que me cambiara. Estaba tanentusiasmada que quería quedar con ella lo antes posi-ble, así que poco tiempo después me fui a donde ellavivía.

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Amsterdam, 1992


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Estaba bastante intrigada sobre lo que me esperaba.Mi primera impresión fue bastante chocante: ella esta-ba planchando. Ser cristiano es bonito y bueno, perohasta allí no quería llegar, así pensaba yo. Poco a poco,cambió mi manera de pensar, ya que se le veía llena dealegría y felicidad verdadera a pesar de su vida tan"normal”.

Quería saber como era posible algo así y ella me hablóacerca de Jesús, y de cómo Él había dado un sentido asu vida. Yo sabía ya varias cosas de Jesús por lo quehabía aprendido en la escuela y en la iglesia, peromuchas cosas no las había entendido realmente, comopor ejemplo: que Jesús murió por mis pecados y no sólopor los de la humanidad. Esto significaba que yo perso-nalmente tenía una culpa ante Dios, que me separabade Él por toda la eternidad.

Ni profesores ni curas me habían podido transmitir queyo necesitaba a Jesús como mi Salvador personal ycomo aquel que pagó por esta culpa, ocupando mi lugar.

La visita a Sabine me había impresionado mucho. Habíapodido notar que ella tenía lo que yo siempre había bus-cado. Ya que yo aún no conocía esa felicidad estaba algofrustrada y fui a un bar para pensar en ello. Un amigo demi novio me invitó a ir a fumar y me fui con él. Todo eradiferente. Aunque fumaba porros mi cabeza estaba des-pejada, y lo que había oído sobre Jesús no me dejabatranquila. Ahora tenía dos caminos ante mí para esco-ger, yo sabía que Dios pedía de mí una decisión.

«Esto significaba que yotenía ante Dios unaculpa que me separabade Él para siempre.»


Miré hacia mi novio, que estaba vomitando por causa dela heroína. Hubiera sido cuestión de tiempo que yo tam-bién hubiera empezado a tomar heroína ya que queríacomprenderle totalmente.

Estaba indecisa, pero no quería ir por ese camino. Laotra opción era intentar un comienzo con Jesús. Eraconsciente de que no sería fácil renunciar a varias cosasen mi vida; pero Jesús seguramente iba a ayudarme.

Desde la conversación que tuve con Sabine mi opiniónsobre el Señor Jesucristo era diferente. Él se merecíaque le confiase mi vida. De todas formas, no tenía nadaque perder, pues hasta ese momento había manejado yosola mi vida. Ahora estaba en el punto en el que teníaque reconocer que yo misma me había defraudado. Enese momento decidí entregar mi vida a quien habíapagado mi culpa en la cruz.

Una nueva vida comenzaba, Sabine tenía razón, erarealmente un gran gozo el vivir con Jesús. Por fin elvacío en mi vida se había llenado y mi búsqueda deseguridad había sido satisfecha.

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Amsterdam, 1992

«En aquel tiempo cosas que había


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Ahora leo diariamente la Biblia y es maravilloso vercomo Dios me habla a través de ella. Cada vez leconozco más y más y veo qué importante soy yo para Él.No me cuesta confiarle las cosas más pequeñas decada día.

Yo tenía un pequeño cuarto en un piso compartido y miarrendador estaba harto de mí. Siempre tenía a cuatro ocinco personas más en mi cuarto, generalmente heroi-nómanos. A mediados de mes explotó y me gritó a lacara que tenía hasta finales de mes para encontrar otrositio donde vivir.

Mi amiga Doris se preocupaba mucho por mí mientrasyo no me preocupaba para nada. Ni siquiera podía estarrealmente enfadada con el hombre. Hacía poco habíaleído un libro sobre el perdón (yo debo perdonar porqueDios me ha perdonado). Sabía que ahora era hija de Diosy que Él iba a cuidar de mí y me iba a dar todo lo quenecesitase. Después de esto, mi amiga Doris y yo nosfuimos a un restaurante griego, nos sentamos y antesde haber pedido la comida una anciana entró en elrestaurante. Oí como decía al camarero que la personaa la que había alquilado un piso se había marchado. Meacerqué a ella y le conté mi situación. Aunque yo notenía trabajo asintió y dos semanas después me mudéal piso.

Esta mujer también me hizo la oferta de presentarme asu doctor que estaba buscando a una persona parahacer una sustitución. No tenía los estudios necesarios,

comencé a devolver lasrobado.»


pero me cogieron y más tarde, hasta me hizo un con-trato fijo. En ese tiempo también comencé a devolvercosas que había robado ya que notaba que mi concien-cia recibía otra vez su sensibilidad. Quería arreglar todoaquello de mi pasado que me había hecho deudora anteDios y las personas. A través de Sabine también tuvecontacto con otros verdaderos cristianos que venían dediferentes trasfondos y grupos sociales. Personas queantes despreciaba, se convirtieron en compañeros y enauténticos amigos. Dios ha hecho que hoy en día meguste hasta planchar, para algunos no es nada especial,pero para mí es un milagro.

Nunca me he arrepentido de haber dado el paso de en-tregar mi vida en las manos de Jesús. He podido expe-rimentar que es cierto lo que Dios dice en su palabra:

"Yo he venido para que tengan vida, y para que la ten-gan en abundancia“. Juan 10:10

Alexandra R. ❁

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Londres,1996

Dios dice en su palabra:„Yo he venido para quetengan vida, y para latengan en abundancia“.


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“Mi pecado te declaré y noencubrí mi iniquidad. Dije: <Confesaré mis rebelio-nes a Dios>, y tú perdonastela maldad de mi pecado“.

(Salmo 32:5)

Descubrir

De esto vive la prensa industrial: Descubrir secretos yanunciar sucesos, que nadie realmente debería saber.La curiosidad y otros escándalos carcomen a la socie-dad. Mientras se refiera a otras personas, como a losfamosos o al vecino de al lado, es interesante, ¿no?

CamuflajePero cuando esto nos afecta a nosotros mismos, todocambia. Entonces todos nos convertimos en maestrosen el arte de encubrir. Si hay apuros acusamos a otros.Por lo menos, tenemos una serie de excusas prepara-das, que nos dejan en el mejor lugar posible.

Comenzar a ser sinceros1. Ante Dios: Esto es lo más importante. No podemosfingir ante Dios. El que comprende esto una vez, viene aDios. ¡Descúbrete sin reparos!

2. Ante las personas: ¡Termina con el teatro! ¡Fueramáscaras! Esto sólo lo puede hacer aquel que es since-ro ante Dios.

3. Ante tí mismo: ¡Cuánta gente hay que se engaña a símisma! ¡Como si sirviera de algo! Igual que no sirvepara nada, el ponerse ciertas reglas. ❁

Descubierto


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(Jua

n 6:

37)

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ASOMBROSO

tu cerebro TIENE UNAS 100.000 MILLONES

DE NEURONAS Y 500.000km DE FIBRAS NER-

VIOSAS a tu disposición.

SE intercambiA LA información,

GRACIAS A LOS NEUROTRANSMISORES.

¿POR QUÉ UNO ESTÁ COLOCADO??

El principal componente PSICOACTIVO

del hachís, el THC, tiene un gran

parecido con LOS NEUROTRANSMISO-

RES Y produce contactos totalmen-

te falsos entre las células del

cerebro.

ASÍ Llega a un incontrolado inter-

cambio de informaciones sin sentido

(por ej: impulsos musicales pueden

ser interpretados como colores o

como un cosquilleo en la pierna...).

El cerebro se quemaría si no fuera

porque tiene la capacidad de produ-

cir unA enzima como un freno ante

este desastre.

64

ca

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«¿Cuáles son efectos del


A veces ocurre que la enzima no

reacciona, ¡esto lo notamos más

adelante, como paciente en alguna

psiquiatría!

Pero aún cuando la enzima es pro-

ducida, ocurre un grave problema:

¡con el extraÑo THC, LOS VERDADEROs

NEUROTRANSMISORES SON REDUCIDOS!

(AFECTA AL FETO Y A LA LECHE MATER-

NA)

Fumar porros y sus consecuencias:

Durante el tiempo que en tu cere-

bro se encuentre EL THC TODAS LAS

informaciones y seÑales son asimi-

ladas, guardadas y “ FILTRADAs“ .

1. Tus recuerdos y LA capacidad de

PENSAR se vuelven cada vez más

irreales.

2. La capacidad de recordar y pen-

sar se vuelven lentos y son invali-

dados.

65

ca

nn

ab

is

realmente los porro?»


66

3. Se producen cambios en los

núcleos CELULARES Y EN EL SiSTEMA

genético (más o menos 1/20 parte

del THC queda por más tiempo en el

cuerpo sobre todo en el cerebro,

trompas de falopio, TESTÍCULOS, ...).

4. El hachís produce lA reacción

de " no tengo ganas" , psíquicamente

te vuelves indiferente y solamente

mantienes conver-

saciones superfi-

ciales.

5. Aparecen difi-

cultades en la con-

centración en la escuela /trabajo,

(la mitad del THC no desaparece del

cerebro antes de 2-3 días ).

6. El interés por ciertas cosas se

pierde hasta llegar a una total

desorientación y una falsa imagen

de las cosas ocurridas.

7. La aparentemente solución de

los problemas es un engaÑo: ¡los

problemas y conflictos se vuelven

solo mayores por las drogas!

8. Sobre todo se produce un cambio

de personalidad, de un modo en el

que la misma persona ni lo nota.

9. El hachís eleva la disposición de

tomar drogas más fuertes.

¡¡Es la clásica droga del principiaN-

te y futuro experto!! ❁

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¡Hola! Soy Juan de Sevilla, uno más de los tantos testi-monios vivos y reales, rescatados de un pozo, de un callejón sin salida, una cueva de sufrimiento, un conti-nuo sometimiento a lo que realmente no quería, ladroga, la violencia, y como siempre - privado de lo másbonito que tiene un ser humano - la libertad.

Con trece años me veo en la calle, en medio de la delin-cuencia y pinchándome las venas. Entre los catorce yquince años fui familiarizándome con la pequeña guar-dería de la delincuencia. Con dieciséis años el juez dictasentencia, - ya estoy preparado para conocer la vidaque reclamo con mis hechos. Entro en prisión y mi vidava creciendo y madurando entre artimañas de maldad.“Tanto tienes, tanto vales“; y tanto repartes cuando semeten contigo, tanto te respetan, porque Satanás tienesu justicia. Pasaron los años. Mi familia me renegó, pad-res y hermanos, pero yo ya tenía una familia y la drogaasegurada cada vez que cayera en mi patio.

Rescatado de un callejón sin salida

Juan con suhijo Guillermo

Juan


Catorce años de prisión endurecieron mi corazón, sinesperanza de volver a ser persona y menos de ser acep-tado por las personas de la calle. Asumía mi papel decarcelario bastante bien. Jamás pensé que volvería atener una oportunidad.

Pero alguien me dijo: -"¿Si nacieras de nuevo, volveríasa todo esto?" Mi corazón y mis sentimientos heridos

lloraron por dentro,diciendo: ¡jamás! Ellospredicaron a un Diosvivo, a JESÚS, y me ase-guraron: "Él te da hoy laoportunidad de cambiartu vida. ¿Quieres nacerde nuevo?” Acepté aJesucristo por primeravez y de corazón comomi Señor y Salvador per-

sonal. Así experimenté lo que dice su Palabra: "Lascosas viejas pasaron, ahora en mi vida todas sonhechas nuevas” (La Biblia: 2º libro a los Corintios, capí-tulo 5, versículo 17). Y ahora ésta es la esperanza:seguirle a Él, al único Dios verdadero. Jesús rompió miscadenas, hizo caer los cerrojos de toda mi prisión.

Y hoy afirmo que sin Él nada podría hacer, todos los cerrojos se volverían a soldar, pues Satanás bien lo sabehacer.

Dios me ha confiado una familia, una iglesia, y poder cola-borar con gente que tiene el deseo de otra oportunidad.

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«Catorce años de prisiónendurecieron mi cora-zón, sin esperanza devolver a ser persona.»


HeadYo no tenía ni el carné de identidad y hoy tengo hasta elcarné de conducir. Mi salud que fue machacada por lasdrogas está siendo restaurada.

"Las cosas viejas pasaron, ahora en mi vida todas sonhechas nuevas”.

Querido lector: Jesús quiere ser también tu Señor y Sal-vador, aunque no tengas los mismos problemas queJuan. "Jesús es el camino, la verdad y la vida; nadieviene al Padre si no es por Él” (La Biblia: Evangelio deJuan 14:6).

Sólo el Hijo de Dios, pudo pagar el castigo que merecía-mos por nuestra culpa, una vez por todas, y quitar elpecado que nos separa de Él. "Porque de tal maneraamó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mastenga vida eterna”. Jesús dijo a una cristiandad desvia-da:

"He aquí, yo estoy a lapuerta y llamo; si algunooye mi voz y abre la puer-ta, entraré a él, y cenarécon él, y él conmigo“ (La Biblia: Apocalipsis 3:20).

¿Quieres nacer de nuevo y ser salvo?

Juan ❁ 69

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«Dios me ha confiado unafamilia, una iglesia, ypoder colaborar con genteque tiene el deseo de otraoportunidad.»


70

Laura Basalo Blanco pasó varios años en el mundo delocultismo como médium. Tiene 5 hijos, está casada yvive en la zona norte de Madrid capital. La hemos entre-vistado y publicamos en parte lo que nos contó unamañana de mayo de 1989.

Laura, ¿cómo te metiste en el espiritismo?

Estaba con una amiga y vimos un puesto de libros epi-ritistas. Al interesarnos, nos informaron que un médiummuy bueno, iba a venir a dar un congreso, y fuimos,varias amigas y yo. Cuando llegamos pasó algo curioso.Estaba hablando un señor de sus experiencias espiriti-stas y mientras lo hacía, irradiaba mucha paz y sere-nidad. Pero en ese mismo momento comencé a sentirmucha angustia. Quería irme, pero no podía. Despuésde un rato sentí paz y dejé de preocuparme. Me acerquéa hablar con él y quería comentarle que mi hijo tenía porla noche pesadillas y mucho temor. Con una sonrisa medijo : “Yo sé de estas cosas”. Me invitó al centro espiri-tista que tenían en Madrid, a mí, a mi marido y a mi hijo.En el centro había varios médiums.

La reunión era en una sala oscura. Primero oraron yusaron la Biblia y el evangelio espiritista según AllanKardec. Hicieron unos gestos con las manos, llamadospasos espirituales, y luego nos pidieron que pensáramosen Jesús.

Ahí es cuando me di cuenta de que nunca había pen-sado en Jesús.

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¿Médiums? ¡No, gracias!

Laura Basalo Blanco


HeadComo no sabía que pensar, me dije interiormente:“Jesús, Jesús, Jesús”. Entonces comencé a sentir frío,mucho frío. Tiritaba, temblaba, empecé a llorar y mequedé paralizada. ¡Era tal frío y temblor que sentí quehasta el techo y las paredes resonaron! Los médiumsno se lo esperaban, se asustaron e intentaron hablar alespíritu, pero no respondió. Lo echaron en el nombrede Jesús. Ahora entiendo que no era Jesús el queactuó, sino Satanás, que se reveló como un ángel deluz.

Después me quedó una sensación de pesadez y como siun tractor me hubiese pasado por encima. A partir de allíempezaron los problemas en mi casa.

Mi marido se quedó prácticamente sin trabajo. Nos vol-vimos muy agresivos.

Yo estaba muy nerviosa. Oía ruidos en la casa: golpesen las paredes, cosas cayendo, puertas cerrándose…Sentía miedo y alguien persiguiéndome todo el día.

¿Puedes decirnos cómo pretende un espiritista ayu-dar a una persona con problemas?

Tratan de ayudarte invocando a los muertos y a los san-tos de la iglesia. En mis experiencias invocamos a losespíritus en el nombre de Jesús. Después seguimosleyendo el evangelio según el espiritismo, esperando larespuesta.

Hicimos oraciones y depués vino la manifestación de los

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«Entonces comencé asentir frío. Tiritaba,temblaba, me quedéparalizada.»


espíritus dando un mensaje para ayudar a la personacon problemas.

Lo que nos estás contando es increíble. Vivimos enel siglo veinte. ¿Qué prueba tienes de estas cosas?

Bueno, pues, por ejemplo, después de asistir a lasreuniones, regularmente me vinieron las apariciones.Me vinieron mensajes en francés, y yo no conozco esteidioma. Me vinieron mensajes en escritura automática,y yo no controlaba mis manos. Recibí también himnospara el centro. Un espíritu llamado Chopin me vino y medictó su música. ¡Incluso estando en trance toqué unhimno nuevo en un órgano, no sabiendo tocar ni leersolfeo! Personas fueron curadas por intervención mía.Hablé con espíritus de personas muertas en presenciade sus familiares.

Estos espíritus me contaron cosas que yo no había sabido.

Es bastante claro que tu experiencia sirve comoprueba de un mundo espiritual. Pero dejaste depracticar el espiritismo. ¿Por qué?

Comencé a pensar: “Si esto es para ayudar al mundo,entonces ¿por qué veía tanto peligro?”. Era algo escon-dido y oscuro. Pensaba en los niños. Lo tenían prohibi-do porque era peligroso. Pensé que si era peligroso nopodía ser de Dios.72

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s!«Sentía que me moría, me encontraba nada, pletamente.»


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¿Eras cristiana?

Sí. Por lo menos me consideraba cristiana. Bueno, puesun día lo dejé y fue cuando comencé a enfermarme. Mesentía muy cansada, tenía fiebre y estaba muy dema-crada. Mis amigos se asustaron. Sentía que me moría, ycomo el médico no me encontraba nada, me rendí. Medejé completamente.

Un día, mi amiga me contó como se encontró con unseñor que leía la Biblia. Le había dado un evangelio yuna invitación a una reunión.

Primero no quería saber nada. Después sentí la necesi-dad de ir a esa reunión. Llamé a mi amiga para que mellevara, porque no tenía fuerzas. Estuve tumbada todo eldía y no podía ni conducir. Fuimos, y cuando entramosnoté que era un ambiente extraño y diferente. Habíamucha gente y mucha paz en sus expresiones. “¡Quéraro!”, pensé.

Parecía un cine y no veíamos a ningún “curandero” porninguna parte. Mis hijos querían marcharse y estába-mos a punto de irnos, cuando un señor al que no cono-cíamos me sonrió y me dio vergüenza salir de allí, lo queme molestó bastante.

Alguien se levantó y empezó a hablar. No recuerdoahora qué dijo, pero interiormente me sentí muy incó-moda. Yo sabía que hablaba de Dios.

Al final, cuando dijo, “quien no conoce a Jesús como suSalvador personal y quiere conocerle, que se levante”.

y como el médico no me rendí. Me dejé com-


Yo quería levantarme pero estaba paralizada. Sólo con-seguí levantar la mano derecha. Al final, la gente empe-zó a salir y me sentí muy triste. Se acercaron unos jóve-nes y el señor que había conocido mi amiga. Empezarona hablarme, oraron y me puse bien.

El día siguiente no tenía tanto cansancio ni pesadez.Estaba muy intrigada. Tenía que saber qué me habíapasado la noche anterior. Llamé a ese señor y ensegui-da vino a mi casa. Le expliqué mi historia de espiritis-mo. Entonces me enseñó un versículo de la Biblia. Deu-teronomio 18. 10-12:

“No sea hallado en tí…quien practique adivina-ción, ni agorero, ni sorti-legio, ni hechicero, niencantador, ni adivino, nimago, ni quien consulte alos muertos. Porque esabominación para con elSeñor”.

Lo leía y me sentía muy culpable y sucia. ¿Cómo hepodido hacer esto? Yo quería ayudar a la gente. Me dijoque Jesús me quería limpiar y librar de toda atadura deldiablo. Entonces me preguntó si yo quería recibir aCristo Jesús como mi Salvador. Le dije que sí.

Parecía que algo había estallado dentro de mí. Sabíaque Cristo me había limpiado y por su Espíritu Santohabía entrado en mí.

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¿Te consideras cristiana ahora?

Sí. Pero ahora una de verdad.

¿Cuál es la diferencia?

La paz que tengo ahora es y está continuamente dentroy alrededor de mí, no me coacciona ni me asusta, ni mecontrola, sino que entró al venir Jesús, con todas susrespuestas, que yo creí encontrar en el espiritismo, contoda su luz, con toda su vida.

Lo más increíble es que yo no tuve que hacer nada.Simplemente comprendí que le había estado buscandoen un sitio y de forma equivocada, que era justo todo locontrario a lo que Él quería. Me arrepentí profundamen-te de mis errores y pecados y le pedí que fuese miSeñor, mi amigo, mi Salvador, mi refugio. Y esto es loque Él hizo.

Gracias, Laura.

¡Gracias al Señor!

La palabra de Dios prohibe en forma terminante todotrato con el ocultismo. “¿Por qué procuran averiguar elfuturo consultando a brujas y médiums? – ¿Podrán losvivos obtener de los muertos la revelación del futuro?¿Por qué no se lo preguntan a su Dios?” (Isaías 8:19).

¡Cristo te puede librar!

Laura Basalo Blanco ❁

obtener de losción del futuro?.»


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Segundos de libertad

Marcio

Aún recuerdo esa sensación, es como correr sobre elagua, con el corazón latiendo rapidamente, la adrenali-na a tope, la tabla de surf bajo mis pies y la hola rompi-endo detrás de mi; el sabor salado de esos instantes delibertad.

Me llamo Marcio, nací en Sao Paulo, una ciudad brasi-leña de más de 18 Millones de habitantes, viví en unbarrio muy pobre con mucha violencia y de pequeño erasimplemente uno más.

Fuí creciendo, trabajaba de día y me formé en un cole-gio técnico por las noches, un esfuerzo que no me valiópara nada, no tenía nada.

Al hacerme mayor con diecisiete años, uno de mis ami-gos de la infancia, se convirtió en el mayor traficante dela zona, y poco tiempo después, de la ciudad. Me pro-puso que trabajara con él, pero a mí no me gustan lasdrogas. Como no acepté su primera oferta más tarde mepropuso participar en carreras ilegales de coches conlas que ganaba mucho dinero, pero a la vez me arries-gaba mucho.


HeadParticipaba en carreras por las noches con coches quemuchos han soñado. Por ejemplo, BMW M3, MercedesEvolution, Corvette, y muchos otros.

Mi vida empezó a cambiar de manera radical, conmucho dinero en el bolsillo, tenía de todo, la chica quequisiera, la ropa, los coches, los “favores”.

Pero esa fama que tenía en mi barrio, se extendió por laciudad, donde comenzaron a temerme. Era conocidocomo el “primo” y algunos me llamaban “el rey” porquenadie me ganaba, porque tocaba el límite del coche, y elmío. En 10 segundos podía sentirme totalmente libre,pero en 10 segundos podía perder también la vida. Coneso surgieron muchos enemigos, por eso tenía queandar con una pistola a la cintura, pero nunca llegué amatar a nadie, aunque mis amigos si que lo hicieron pormí.

Cuando me dí cuenta, estaba metido en una mafia de lacual no podía salir. La policía estaba detrás de mí, y yohuía de ellos.

A la larga, mi vida se convirtió en una rutina: hacer surfpor las mañanas, y por las noches participar en carreras.

Pero conocí a una chica especial, tenía una cosa que lasdemás no tenían. Por ella lo dejé todo. Mis amigos se enfa-daron conmigo, pero a pesar de todo me casé con ella.Para no hacer daño a ella, ni a mi hija recién nacida nia mi matrimonio, decidimos emigrar. Llegamos aEspaña, y como casi todos los inmigrantes, lo pasamosmuy mal.

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Viviamos en Madrid, trabajaba catorce horas al día ycobraba 18 Euros por jornada. Decidimos marcharnosde ahí y fuimos a vivir a un pueblo de la provincia deBurgos. Ahí trabajé como pastor de ovejas, y después dedos meses trabajando ahí, necesitaba algo más, que mediese ánimo, aquello no era vida. Un día fuí a un montedonde había una ermita en ruinas, me subí encima deltejado, porque creía que desde ahí Dios me escucharíamejor. Le pedí que me sacara de ahí, me ayudara a con-seguir un buen trabajo y me indicara personas por lascuales yo le pudiera conocer. Pasó una semana, y vinoun amigo del pueblo, y me dijo que tenía un amigo que

necesita gente para trabajar en Burgos. Así que, nosmarchamos de ahí.

Al llegar a Burgos, después de año y medio de estar enEspaña de ilegales, conseguimos los papeles. Mi mujerempezó a hacer un curso de Español en la escuela deadultos. Ahí conoció a una chica llamada Cristine, y a unchico llamado Matías, los dos de Austria. Ellos dos nos

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Headinvitaron a jugar un partido de fútbol, donde conocimosa otros amigos, que nos acercaron a Dios, y con ellosempezamos a hacer un curso sobre la Biblia.

Pasamos mucho tiempo rodeados de dudas, preguntase indecisión, pero gracias a Dios y la mucha pacienciade ellos, fuimos invitados a un retiro en Galicia. Ahítomamos la firme decisión de seguir a Dios.

Al principio no fue fácil, nos costó mucho dejar todo loque no nos convenía y seguir a Jesucristo, pero al ir cre-ciendo con Dios, nuestra relación se fue afirmando.Lentamente hemos conseguido aprender leccionesimportantes y necesarias para nuestras vidas. Ahora enla actualidad soy uno de los líderes de los jóvenes en miiglesia. Ahora con Dios, a mí y a mi familia nos va muybien, tenemos otro hijo y nuestra relación va cada vezmejor. Si no fuera por Dios no sé dónde habría parado,quizás muerto, o en la cárcel...no sé, pero de lo queestoy seguro, es de que Dios es mi salvación.

Marcio ❁

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«Algunos me llamaban “el rey” porque nadie meganaba, porque tocabael límite del coche, y elmío.»


Si Dios es un Dios de amor ¿Por qué permite tanta nece-sidad en el mundo? ¿Por qué permite el sufrimiento?

Antes de que hubiera pecado en el mundo, no existíanni la muerte, ni el sufrimiento, ni el dolor, ni ninguna delas muchas cosas, que hoy en día, nos hacen la vidamás difícil. Dios había creado y ordenado todo de talforma, que el hombre pudiese vivir en condiciones idea-les.

Por propia voluntad, el hombre tomó caminos propiosque le alejaron de Dios.

¿Por qué nos da Dios tanta libertad para poder tomarnuestras propias decisiones? Es porque Dios nos amatanto, confía en nosotros y nos hace capaces de amarlede corazón. El amor es una decisión propia. Nos hacedignos y responsables. Hemos sido hechos a su imagen.No somos animales guiados por el mero instinto. Enplena comunión con Dios funcionamos de maravilla.

Podemos afirmar: El que se aleja de Dios es atrapado porla miseria. Esto les pasa a todas las personas adictas ono, morales o inmorales e incluso, creyentes o ateas.

Lo que os puedo asegurar, es que esto no es nada agra-dable, algunos lo hemos experimentado ya. Algunas per-sonas le echan la culpa a Dios. Más bien deberíamospensar, que no es Dios, sino el hombre es el causantede este problema.

Si por la noche apagamos las luces del coche y tenemosun accidente, no podemos culpar al fabricante del

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¿Qué es el amor?¿Por qué permite Dios el sufrimiento?

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Headcoche. Él ha dado las instrucciones precisas para utilizar correctamente las luces. Si las apagamos volun-tariamente, entonces la culpa es sólo nuestra. "Dios esluz" (1Juan 1:15), y si nos encontramos en la oscuridadpor estar lejos de Dios, no podemos quejarnos al Cre-ador, por no estar cerca de Él.

Dios es y seguirá siendo un Dios de amor, pues éste hahecho cosas increíbles: Dio a su Hijo Único para librar-nos de nuestra culpa. Jesús dice de sí mismo en Juan15:13. “Nadie tiene mayor amor que éste, que sacrificasu vida por la de sus amigos.“

¿Hay un amor mayor que éste? Nunca se hizo algo másgrande por la humanidad que lo que ocurrió en aquellugar. Allí, Dios mismo, sufrió por nosotros, para sal-varnos del sufrimiento eterno originado por el pecado.

Todos vivimos, creyentes o no creyentes, en la creaciónechada a perder por el pecado. Y en ella el sufrimientoes parte de nosotros en todas sus diferentes facetas.

¿Por qué a uno le va bien, mientras el otro sufre enfer-medades y necesidades? Muchas veces la personacreyente tiene que sufrir más que aquel que vive unavida sin Dios, así como lo confirma el salmista: (Salmo73:3-5).

Él muestra a los suyos su poder para afrontar la vida. Esuna oferta limitada. En la eternidad con Dios no haycabida para el sufrimiento.No discuta con Dios, sino agárrese fuertemente a Él(Salmo 73: 23-24 y 26). ❁

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«Es puro, dice siempre la verdad.»


¡Hola!

Me llamo Matías. Se puede decir que soy un joven de lomás corriente.

Al terminar el bachiller, empecé una carrera técnica. Mivida iba abriéndose paso en el mundo. Hacía lo que lamayoría de los jóvenes hacen: frecuentaba las discote-cas, tomaba de vez en cuando alguna droga...

Al principio intentaballenar mi vida con relacio-nes, pero no durabanmucho, y por fin comprobéque tampoco era lo que yobuscaba. Así que penséque quizás el deporte seríala solución. Me hice unadicto al gimnasio y aldeporte, pero con el tiem-po comprobé, que aunqueel deporte es muy bueno yme gustaba, no iba a poderllenar jamás mi vida.

Llegó el tiempo de hacer elservicio militar. Fuidestinado a otra cuidad

para ayudar en un Centro de disminuidos físicos.Personalmente esperaba mucho de ese año.

Vivía con una familia y otras dos compañeras. Prontopude darme cuenta de que eran auténticos cristianos.

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Si te atreves...Matías Berner

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HeadMe gustaba discutir con ellos. Comencé a leer en la Biblia y busqué pruebas de que Jesús, del que tanto mehabían hablado, realmente existía.

Y para mi sorpresa, encontré muchas pruebas que indi-caban que Jesús es el único camino de salvación, quemurió en la cruz por mí y resucitó, porque me ama y erala única manera de darnos una posibilidad de acercar-nos a Él. Yo sabía que era el momento de tomar unadecisión, pero mi propio yo me hacía dudar. ¿Iba a creeren Él, iba a darle mi vida..? Sabía que si no me decidíaahora, no iba a encontrar en otra parte algo que llenasemi vida. Estaba convencido de que Dios era el único quepodía cambiar mi vida, llenarme de felicidad y satisfac-ción. Así que le entregué mi vida y le di las gracias porlo que hizo por mí en la cruz.

Él perdonó mis pecados. Él también puede perdonar lostuyos.

Puedo asegurarte que nunca me he arrepentido dehaber tomado una decisión así. Él ha cambiado mi vida,la ha llenado de alegría, de paz. Te aseguro que SI TEATREVES a tomar esta decisión, jamás te arrepentirás.

Es lo más maravilloso que puede pasarle a cualquierpersona.

¿Por qué no le aceptas tú también? Sentirás una pazindescriptible, que deseo que todos lleguéis a experi-mentar.

Matías Berner. ❁

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«Sabía que era elmomento de decidirme, pero...»

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Hola, me llamo Jean, tengo 31 años y fui un skinhead.

Lo que realmente llenaba mi vida era destruir lo queotros habían construido. Todo con lo que otros se ale-graban, era para mí un estorbo.

He fracasado mucho en mi vida, tanto en la escuelacomo en el trabajo. Me echaban de todas partes y enningún lugar tenía éxito.

Además sufría por mi doble nacionalidad (alemán / grie-go). No sabía quién era ni a dónde pertenecía. No era nialemán ni griego, y me sentía bastante solo sobre esteplaneta. Siempre pensaba que nadie en el mundo teníatan mala suerte como yo y que a todos los demás les ibamejor que a mí.

Más tarde, a finales de los 70 y principios de los 80,cuando los punks y los skinheads aparecieron enMunich, me sentí atraído por este movimiento. Me fijéen ellos y en lo que hacían, y decidí ser como ellos.

Allí no era importante quién eres, lo principal eran laspeleas. Lo que más me atraía eran los estadios de fút-bol.

No me interesaba tanto el partido, sino mucho más loque ocurría alrededor: el ambiente, la acción, los exce-sos, etc. Toda mi vida giraba entorno al fútbol y me con-vertí en un hooligan.

Al principio encontraba estupendo vivir sin cumplir lasleyes, sin trabajar y sin ninguna obligación, simplemen-te hacer lo que yo quería.

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Un skinheadJean Papadopoulos

19de


HeadPero después de algún tiempo, esto ya no era algonuevo para mí.

También sabía que no podía seguir así. La vida no podíaser sólo estadio y peleas. No tenía ya ninguna perspec-tiva de futuro. La vida tenía que ser más de lo que yohabía vivido hasta entonces. No tenía ganas de vivir,como cantaba Janis Joplin: "vive rápidamente, vive atope, muere joven”. Yo quería llegar a viejo, tener fami-lia, etc…

Pero no podía imaginarme, como esto había cambiadomi vida. No tenía nada. No había terminado la escuela,ni tenia carné de conducir, y tampoco un sitio dondevivir. Vivía una vez aquí y otra vez allá. Así era mi exis-tencia, algunas veces deprimido, otras agresivo, depen-de bajo los efectos de qué droga me encontrara (hachíso alcohol), pero siempre sin meta y sin sentido.

Poco antes de mi décimo octavo cumpleaños me pilla-ron en un robo en la calle y me metieron en la cárcel.Estuve 20 meses fuera de combate. En esta nuevasituación tuve mucho tiempo para pensar. Queríacomenzar una nueva vida al salir de la prisión.

Con muchas nuevas ideas y motivaciones salí de lacárcel, pero nada más volver a estar de nuevo en liber-tad, volví a mi antigua vida y otra vez era el mismo desiempre.

No exactamente, ¡era aún peor! Por lo que me contabanmis amigos, es decir, lo que había ocurrido en el tiempoque yo no estuve, sentía que había perdido algo que

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1981de adolescente

1983 con un amigo skinhead


tenía que recuperar lo antes posible. Después de cincomeses de libertad, todo esto me llevó de nuevo a la cár-cel otros dieciséis meses.

Mi última chispa de esperanza de comenzar una vidanormal había desaparecido. Me propuse tirarlo todo porla borda, todas las reglas de moralidad, y cuando estu-viera de nuevo en libertad, conseguir el mayor dineroposible, sin importar la forma.

Estaba harto de ir por el mundo como un idiota, con elbolsillo y el corazón vacíos, y terminar al final en la cár-cel. Estaba a punto de caer en un pozo, pero en mediode mis planes, apareció de repente Dios en mi vida.

Cada vez que estaba solo en mi celda, tumbado sobre lacama y pensando en el futuro, me venía al pensamien-to una imagen en la que veía como yo caía desde unamontaña, y cada vez justo antes de tocar el suelo, vol-vía a la realidad.

Continuamente me venía esta imagen a mi cabeza y derepente este sueño(o como quiera lla-marse), cambió definal. Cada vez quecaía de esa mon-taña, ya no caíahacia la muerte,sino que de la mon-taña crecía unarama. Era lo sufi-

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d1983 nuevas tendencias

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En 1985 borracho... ... posando...

cientemente fina como para poder agarrarla y lo sufi-cientemente gruesa como para salvarme de la caída.

Me agarré a esa rama y con el impulso de la caída, mebalanceaba de abajo hacia arriba. Cada vez que estabaabajo, podía ver una cueva, en la cual estaba Jesús enla cuna y todo lo que pertenece a esta escena. Noentendía nada, pero meses más tarde, me daría cuentade que Jesús iba a ser el sostén de mi vida.

De todas maneras empecé a pensar en Jesús, intenta-ba recordar lo que aún sabía de Él y comencé a orar devez en cuando. El pensamiento y deseo de conocer aDios se hacía cada vez mayor, pero no sabía cómo iba asuceder esto.

Dios estaba en algún lugar muy lejos de mí y la Bibliaera para mí un libro con siete cerraduras. Tampocosabía si acaso Dios quería tener algo que ver conmigo.Yo había vivido toda mi vida en contra de Dios y habíahecho lo que a mí me había dado la gana.

Me enteré de que todosnosotros somos pecadores ynos merecemos el infierno.Para mí estaba muy claro, quesi existía un Dios, yo iba alinfierno.

Pero también escuché algo queme impactó mucho más, Jesús,el Hijo de Dios, vino al mundo


para reconciliarnos con Dios en la cruz, por medio desu muerte, para pagar por nosotros totalmente, y meenteré que si yo quería, Él podía hacer de mí una per-sona completamente nueva.

Esto quería comprobarlo y con fe acepté su regalo y superdón. Le pedí en oración que viniese a mi vida, y quehiciera de mí una persona nueva.

Después de esta oración no ocurrió nada, ningún senti-miento, ni nada paranormal, pero yo sabía que algohabía cambiado, aunque aún no sabía el qué.

El carcelero me dio una dirección de una iglesia, a laque podría acudir después de quedar en libertad. Y aquíestoy hasta hoy.

En esta iglesia también conocí a Franz. Él se convirtió enun gran ejemplo para mí, de como se podía vivir la fe. Élse alegraba diariamente de que Jesús lo había salvadode la muerte segura, por consumir drogas, de que lehabía dado una nueva vida.

También le estoy agradecido a Dios por mi vida nueva.A Él le debo todo, mi familia (tengo una mujer y treshijos), mi trabajo, y todo lo que incluye a una vida “nor-mal”.

Lo que yo creía imposible, Él lo hizo posible.

Jean Papadopoulos ❁

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d1994: Jean con su

mujer Tina y sushijos Samira,

Jacób y Laura.

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¡Cambia tu vida!Si has leído un poco este libro, te habrás dado cuentaque todos los que han escrito aquí su historia tienenalgo en común: sus vidas se transformaron positiva-mente y sanaron cuando Dios comenzó a obrar en ellos.

Gracias a Dios no tenemos que llegar a estar hechospolvo para darnos cuenta de que una vida sin Dios notiene sentido alguno y conduce al vacío.

¡Cambia tu vida por una nueva! Dios te da la oportu-nidad. Recuerda: si mueres, ¡es demasiado tarde!

Da igual si eres “bueno“ o “malo“, Dios te ofrecearreglar tu vida, llenarla y darle un sentido.

Algunas cosas que deberías de saber:

1. Dios ama a cada persona y quiere que cadauno tenga una vida plena y llena de sentido.

Jesús dice: “He venido para que tengan vida y la tenganen abundancia” (Juan 10:10).

2. ¡El pecado te destruye! y te impide tenercontacto con Dios. El pecado también destruye

tu vida poco a poco.

Algunos dicen «el pecar produce alegría». Puede ser queal principio esto sea cierto, pero lo importante es elresultado final.

El comentario de Dios sobre esto es:

«La paga del pecado es lamuerte» (Romanos 6:23).

Si te atreves:


Cierta persona comentó: «El diablo promete muchascosas, mantiene pocas y al final lo toma todo».

3. Jesús vino para salvarte del pecado. Él murióen un instrumento de tortura, por tí. Pero tam-

bién resucitó y vive.

4. Si tú le confiesas todos tus pecados, y le dejasobrar a Él, dejándole decidir en tu vida, te per-

donará todo lo que hayas hecho hasta ahora y te daráuna nueva vida.

Aprovecha esta ocasión: sé sincero ante Dios. Llévaleen oración todos los cristales rotos de tu vida y recono-ce ante Dios y ante tí mismo que tal como todo funcionóhasta ahora, estaba mal.

Dios te ama y Él es quien tiene el control sobre todo.Por eso déjale tomar parte en decidir lo que debeshacer. Sus pensamientos y su voluntad las puedesconocer: ¡lee la Biblia! ❁

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«Él te perdonará sinimportarle cuán grandees tu culpa, y te daráuna nueva vida.»


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Desde el punto de vista de la sociedad:

El hombre en un test

¿Cuál es el valor de una persona?

Tipo Alberto Ana Josefa Marcos Paco(35, (22, (78, (3) (54,

obrero) toxicómano) pensionista) funcionario)

Capacidad sinproductiva ++ – – – – valora- +5

física ción

Belleza 0 0 – + –

Inteligencia + ++2 –3 + 0

Ocupación/ ++ – – – +rendimiento

Valor ++1 – – – – + + +social

Resultado óptimo Insufi- insufi- bueno4 sufi-ciente ciente ciente

Indicación para la evaluación:++ = óptimo+ = bueno0 = suficiente– = escaso– – = insuficiente1 buen contribuyente (fiscal)2 lamentablemente no está capacitado para vivir en sociedad3 flaqueza de la memoria4 el valor momentáneo es bajo, pero prometedor5 lamentablemente en disminución


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Desde el punto de vista químico:

Contenido de azúcar = 14 terrones de azúcar

Contenido de hierro = 1 clavo mediano

Contenido de magnesio = 1 pastilla contra el dolorde estómago

Contenido de grasa = 7 pastillas de jabón

Contenido de calcio = suficiente para blanquear un muro

Contenido de fósforo = 2000 cabezas de cerilla

Contenido sulfúrico = suficiente para liberar un perro de sus pulgas

Si se vendiesen los componentes químicos individuales,se obtendría una suma total de 10 a 15 Euros.

Desde el punto de vista de Dios:Dios ama tanto al mundo que se hizo (en su Hijo Jesu-Cristo) hombre y se dejó crucificar para librar de culpaa toda la humanidad. La Biblia dice: «De tal manera amóDios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para quetodo aquél que en Él cree, no se pierda, mas tenga vidaeterna.» (Juan 3:16)

¿Cuánto vale tu vida?¿Qué tiene valor en tuvida?

❁

«Si se vendiesen los componentes químicosindividuales, se obten-dría una suma total de 10 a 15 Euros.»


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Jesús escoge a lo débil

Beatriz

Cuando en la vida ocurre el maravilloso milagro de unembarazo, hay momentos en los que piensas en la posi-bilidad de que la criatura pueda nacer discapacitada.

Durante mi cuarto embarazo Dios puso en el corazón demi marido un versículo de la Biblia que compartió con-migo. “Lo menospreciado escogió Dios...para deshacerlo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”(1ª Corintios 1:28-29).

Cuando en 1991 nació nuestra pequeña Rebeca conparálisis cerebral, nos dimos cuenta cómo Dios noshabía preparado para ello.

En las primeras semanas observamos que algo no ibabien. La pequeña no sostenía su cabeza, no podía aga-rrar objetos y a veces lloraba con muchísima fuerza ydesesperación. A los tres meses se hizo un reconoci-miento total en el hospital de Valladolid. Allí, el médiconotificó, que Rebeca estaba muy afectada y que no pro-gresaría mucho más.

Dios en vez de sanarla nos ha bendecido en gran mane-ra mediante ella. Rebeca se convirtió en el instrumentoescogido por Dios para conocer a muchas familias ensituaciones parecidas; con el fin de animarles y hablar-les de los planes de Dios por medio de Jesucristo.

Muchos nos compadecen y lo ven como una desgracia,pero Dios nos ha enseñado a través de Rebeca a tenermisericordia. Nos ha hecho muy sensibles a las necesi-dades que nos rodean; especialmente, a la necesidad deque conozcan a Dios y acepten su salvación y pongan su


esperanza en Él, en medio de los momentos difíciles.

Por eso, mientras que muchos lo puedan ver como unacruz, nosotros estamos seguros de que es un privilegioafrontar todo esto, con el amor que Dios nos ha dado.Hemos visto con Rebeca el interés de Dios, la esperan-za, las fuerza, el propósito y el amor de Dios. Dios nosha enseñado mucho a través de ella y es una gran luzen medios de la tristeza. Cuando a veces me desanimo,miro sus ojos tan azules y veo en ellos más allá delcielo; veo las promesas de Dios y la certeza de una vidamejor después de todas estas pruebas.

Beatriz

[email protected]

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Beatriz tiene 4 hijos propios y actualmente 3 en acogi-da. Ella es vicepresidenta de la Asociación Serás Más(registrada con el nº G-09412107). Es una ONG evangé-lica de ayuda integral a cada ser humano, de cualquiernacionalidad, trasfondo étnico, religioso, ideológico onivel social para el alcance de su máxima capacidad. LaAsociación trabaja en la acogida de niños, atención a lamujer maltratada, sin techo, al inmigrante, marginados,drogodependientes, presos. Ayuda al desarrollo integralde los niños, jóvenes, estudiantes y universitarios, dis-capacitados, enfermos. Fomenta la cultura, la atenciónsocial y espiritual. Promueve el voluntariado, la música,literatura, los idiomas, el arte, la investigación científica,etc.

Nos puedes escribir al Apdo. 2365, E-09080 Burgos,España, o mandar un e-mail a: [email protected] llamar al 615 149 231, usa el prefijo 0034 al llamardesde fuera de España. ❁

que muchos lo una cruz, paraprivilegio.»


Si tienes algún comentario que hacer, un problema quecomentar, necesitas ayuda, o simplemente quierescontactar con alguno de nuestros amigos, te puedesdirigir a la siguiente dirección, te contestaremos:

Asociación Serás Más; Apdo. 2365; E-09080 Burgos e-mail: [email protected] www.serasmas.com tel. 947 41 22 39 tel. 615 149 231 (prefijo desde el extranjero: 0034)

No dudes en contactarnos. Te pondremos en contacto conla persona adecuada. Todo lo hacemos desinteresada-mente, porque queremos ser distintos. Somos cristianosevangélicos a tu servicio. No somos ninguna secta rara.

Pide gratis: Libro, 128 páginas: “Más que un carpinte-ro”. Te hace pensar quién era realmente Jesucristo yqué significa para ti, y por qué puedes confiar plena-mente en su persona y en una relación personal con él.

No te olvides de meter en nuestra página web y descu-brir ofertas, anuncios, links a otras páginas interesan-tes, otras historias y mucho más... Nuestro deseo eshaber podido servirte con este libro. Piensa con quién lopuedes compartir y no dudes de hacerlo.

Si necesitas más ejemplares de este libro, ponte encontacto con nosotros. Sobre todo, acepta a Jesucristocomo tu Señor y Salvador personal.

“Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abrela puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo“.(Apocalipsis 3:20). ❁

¿Cómo contactar?

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franz and freak friends

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