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Guía para la gestión, proteccióny conservación de fuentes de aguay áreas de recarga hídrica

Proyectos supramunicipales concertados y concurrentes

Experiencias de las mancomunidades de municipios

Guía para la gestión, protección y conservación de fuentes de aguaáreas de recarga hídricaExperiencias de las mancomunidades de municipios

Proyectos supramuncipales concertadosy concurrentes

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CréditosGuía para la gestión, protección y conservación de fuentes de agua áreas de recarga hídrica. Experiencias de las mancomunidades de municipios

Esta publicación es un emprendimiento del Proyecto Gestión de Recursos Naturales y Cambio Climático de la Cooperación Suiza en Bolivia, implementado por HELVETAS Swiss Intercooperation.

Equipo GESTOR:• Dennis Alborta• Ivy Beltrán• Martin del Castillo• Roy Córdova• Roselynn Ledezma• Sergio Paz Soldán• Bruno Poitevin• Jaime Quispe• Wendy Rivera• Carlos Saavedra• Rosario Uria• Boris Urquizo• Gina Vergara• Javier Zubieta

Autores: Luis Heredia Cavero y Carlos SaavedraEdición: Fernando MolinaFotografías: Banco de fotos proyecto GESTORImpresión: TELEIOO S.R.L.

Publicada en 2014 por HELVETAS Swiss IntercooperationProyecto Gestión de Recursos Naturales y Cambio Climático (GESTOR)Rosendo Gutiérrez, Nro. 704. La Paz, [email protected] publicación podrá ser reproducida mientras se cite la fuente: Guía para la gestión, protección y conservación de fuentes de agua áreas de recarga hídrica. Experiencias de las mancomunidades de municipios, HELVETAS Swiss Intercooperation.Cooperación Suiza en Bolivia.Fase de GESTOR 01/09/2010 - 31/08/2014

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Contenido

Presentación / 5

Resumen / 7

1. Una aproximación conceptual / 9

2. El contexto territorial y ambiental / 18

3. Establecimiento de áreas de reserva comunales en las microcuencas productoras de agua / 26

4. Metodología para el establecimiento de áreas comunales de protección y conservación de fuentes de agua y áreas de recarga hídrica / 28

5. Factores que favorecen el establecimiento de los cerramientos o áreas de reserva y protección / 47

6. Factores que dificultan el establecimiento de los cerramientos o áreas de reserva y protección / 51

Glosario / 54

Referencias / 56

Anexos / 58

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Esta guía rescata las experiencias de establecimiento de cerramientos comunales con fines de protección y conservación hídrica y forestal en microcuencas como áreas de reserva natural, gestionadas por organizaciones y usuarios del agua de zonas semiári-das y subhúmedas de Bolivia. En este propósito se unieron esfuerzos de comunidades, gobiernos municipales, mancomunidades de municipios e instituciones privadas para decidir cómo proteger, de manera efectiva y concertada, un área abastecedora de agua (área de recarga hídrica) y sus fuentes de agua en una microcuenca.

La guía es una propuesta metodológica de apoyo para técnicos, facilitadores y líderes campesinos que buscan la conservación de áreas de recarga hídrica y fuentes de agua en sus territorios con fines de consumo doméstico y productivo, con prácticas de adaptación al cambio climático, y que potencialmente pueden contribuir a mejorar la seguridad hídrica y alimentaria, y la resiliencia de los medios de vida de las familias campesinas vulnerables.

La guía ofrece un marco conceptual básico y las lecciones aprendidas, experiencias y recomendaciones para avanzar en la protección masiva y efectiva del agua en micro-cuencas en el país. La metodología no es rígida, de modo que cada institución pueda utilizarla según sus objetivos y adaptarla a sus condiciones particulares.

El documento presenta en un lenguaje sencillo cada uno de los pasos y recomenda-ciones para la implementación de la conservación de las áreas de recarga hídrica (por ejemplo, la cabecera y zona media de una microcuenca donde se infiltra el agua que alimenta a los manantiales, vertientes y arroyos); también se hacen recomendaciones para mejorar la gestión de las organizaciones comunales gestoras del agua.

La aplicación de esta guía dependerá de las características organizativas y culturales de las comunidades y el territorio; por ello debe complementarse con estrategias de apro-piación progresiva, en especial por parte de las familias más pobres.

Se insta a quienes apliquen esta guía a promover esta estrategia de manejo y gestión del agua para garantizar la sostenibilidad y resiliencia hídrica en el área rural, frente a las amenazas que causa la variabilidad y el cambio climático.

PRESENTACIÓN

Guía orientativa para la gestión, protección y conservación de fuentes de agua y áreas de recarga hídrica

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Resumen

Para una buena parte de la población es nor-mal abrir un grifo para que de él salga agua que satisfaga sus necesidades. Sin embargo, en el área rural, muchas personas, especial-mente las mujeres y los niños, tienen que ca-minar kilómetros y kilómetros para conseguir agua no potable o de cañería para resolver sus más imperiosas necesidades domésticas. Es evidente, entonces, que, ante el derroche por parte de unos y la escasez de agua que sufren otros, no podemos permanecer impasibles.

La disponibilidad, calidad y temporalidad del agua se ven afectadas por el cambio de uso del suelo y la mayor variabilidad climática en las cuencas. La ampliación de la frontera agrícola ocasiona la pérdida y degradación de los bosques y las tierras forestales, y esto está afectando la capacidad productiva de las vertientes y manantiales, debido a que la perdida de la vegetación y la erosión reducen significativamente la infiltración de agua en el suelo.

PROYECTOS SUPRAMUNICIPALES CONCERTADOS Y CONCURRENTES

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Dando por sentado que el cambio del uso del suelo, la degradación de las tierras forestales y la ocupación desordenada del territorio con fines agropecuarios continuarán en el futuro, tenemos que las funciones hidrológicas que cumplen los ecosistemas forestales disminui-rán progresivamente.

El desconocimiento del ciclo del agua y la es-casa información técnica disponible sobre las áreas de recarga hídrica incrementan la inse-guridad hídrica, alimentaria y sanitaria, espe-cialmente donde la variabilidad de los patrones hidrológicos son más evidentes. En conse-cuencia, las áreas o tierras forestales de re-carga de acuíferos que alimentan manantiales y vertientes son lugares prioritarios y estraté-gicos, y debemos concentrar los esfuerzos y conocimientos técnicos y locales para identifi-carlos con precisión, mantenerlos bajo normas consensuadas de regulación y protegerlos del cambio de uso de la tierra en la cuenca.

Todo esto será posible si avanzamos hacia el desarrollo integral y el “vivir bien” de la población de las microcuencas, consolidando la gestión territorial del agua y los recursos naturales, lo cual no solo requiere de la im-plementación de buenas prácticas de manejo de los recursos naturales y de acciones co-lectivas que promuevan el acceso, uso y con-servación, sino también de políticas públicas y el fortalecimiento de las instancias públicas encargadas de la gobernabilidad sobre los re-cursos naturales y los servicios ecosistémicos en las cuencas.

La necesidad de avanzar hacia el logro de una mayor seguridad hídrica en un entorno de con-tingencias vinculadas al clima, exigirá cambiar las actitudes de los usuarios, para mejorar su relacionamiento con el agua y su territorio, al tiempo que será preciso comprender mejor los ciclos anuales y estacionales del agua, así como adaptar la actividades productivas bus-cando una mayor eficiencia en el uso del agua.


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Las crecientes necesidades de agua, el incre-mento de los niveles de conflictividad por su posesión y la reducción de la oferta para los múltiples usos que se le dan al recurso, deman-dan mejorar nuestros sistemas educativos am-bientales, en especial nuestra cultura del agua, para inculcar valores sobre un recurso no solo escaso, sino cada vez más contaminado y, en los últimos años, vinculado a múltiples desas-tres naturales y a cuantiosas pérdidas sociales.

En el pasado la escasez de agua hacía levan-tar la cabeza de la gente hacia las nubes; en la actualidad, la mirada debe apuntar hacia las inadecuadas formas de uso del territorio, las actividades económicas con impacto sobre el agua y al excesivo consumo de los centros ur-banos. La disponibilidad del agua no solo de-pende de los fenómenos naturales, sino de la gestión social e institucional de las organiza-ciones vinculadas al agua, que deben contri-buir a mejorar no solo el acceso, sino también la calidad del agua disponible.

Es por ello que se ha establecido la gestión hídrica comunitaria de las organizaciones de usuarios del agua de las microcuencas. Una actividad que forma parte de ella es la identifi-cación y conservación de las áreas de recarga de aguas subterráneas, así como la protección de fuentes de agua, vertientes y manantiales, que son utilizados para el consumo humano y la producción agropecuaria.

Las aguas subterráneas que brotan a través de los manantiales y vertientes hoy se valoran

mucho más por su contribución social y pro-ductiva. Por esto su protección en la micro-cuenca es capaz de sensibilizar y movilizar a las comunidades campesinas; al mismo tiem-po, están aflorando los conocimientos y sabe-res sobre estos valiosos recursos hídricos.

A los cerramientos o áreas de protección de vertientes se las denomina de muchas mane-ras, tantas como sus usuarios, pertenecientes a diferentes identidades culturales, han podido concebir. Sin embargo, bajo muchos nombres, estas áreas siempre tienen el mismo fin, y su establecimiento ha seguido procedimientos so-ciales e institucionales, así como cumplido con las mismas formalidades jurídicas, como los que se presentan en el documento.


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1. UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

a. La cuenca hidrográficaUna cuenca hidrográfica es un área geográ-fica de captación y almacenamiento del agua precipitada en todas sus fases (sólida, líquida y gaseosa), y de escurrimiento o drenaje su-perficial y subterráneo, generalmente por gra-vedad hacia la zona más baja, pero también de evaporación y evapotranspiración del agua

interceptada por las rocas, el suelo, las plantas y los animales, cuyos límites naturales son las cumbres divisorias o parteaguas (filos o cuchi-llas) de las montañas, serranías y colinas que la bordean, lo que determinan su forma, ampli-tud y tamaño.

En una cuenca hidrográfica se reconocen tres zonas claramente diferenciadas:


11Figura 1: Esquema de una cuenca hidrográfica

Fuente: USGS 2012.

• Zona alta o de recarga hídrica, que se extiende desde los límites más altos de las montañas o serranías, donde se inicia el escurrimiento del agua por los drenajes superficiales erosionados por la acción del agua. Esta zona es conocida como la de nacimiento del agua y tiene una importan-cia especial, ya que es allí donde se inicia el proceso de infiltración profunda y alma-cenamiento de la fracción del agua que cae durante la temporada de lluvias, y de otras precipitaciones que se producen fuera de temporada (lluvias horizontales, que depo-sitan las nubes cargadas de humedad pre-

sentes en estas zonas). Esta zona se ca-racteriza no solo por su altitud, sino por sus mayores pendientes y su grado de erosión.

• Zona media, Que se inicia donde las pen-dientes son menores y se advierte un pai-saje de mayor amplitud; los cauces de los ríos y quebradas se extienden, se tornan más profundos por la erosión y se presenta una gran cantidad de bolonería (piedras re-dondeadas) en el lecho del piso de drenaje. Debido al ensanchamiento de los causes, la velocidad de escurrimiento del agua se reduce, lo cual favorece la sedimentación y la formación de terrazas aluviales y, con-

INVERSIONES CONCERTADAS Y CONCURRENTES

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siguientemente, el establecimiento y desa-rrollo de una mayor diversidad de especies vegetales, que también es promovida por el incremento de la temperatura.

• Zona baja (valle). Es la zona de mayor am-plitud y menores pendientes; los cauces de los ríos son amplios y drenan mayores cau-dales estacionales, en tanto que la velocidad de la corriente es menor. Como producto de los procesos de transporte y sedimentación, se van conformando terrazas aluviales con suelos moderadamente profundos, en los que se desarrollan actividades agropecua-rias. Sobre estas tierras generalmente exis-te una mayor presión demográfica.

b. La disponibilidad: conflictos vinculados al agua

El acceso, distribución y uso del agua promue-ven frecuentes conflictos entre los múltiples usuarios, que quieren hacer prevalecer sus de-rechos e intereses respecto a los otros (usos y costumbres, derechos ancestrales, etc.). Los agricultores se disputan el uso del agua de la laguna, vertiente o acequia que comparten, las comunidades reclaman ante sus gobiernos municipales la reducción de las tarifas y la am-pliación del servicio de agua potable, regiones enteras se oponen a que la industria minera haga un uso exclusivo del agua, los países en-

Foto 2: Niña llevando agua para el consumo familiar, Valles Cruceños.Foto 1: Vista panoramica de la cuenca Khora Tiquipaya, Cochabamba.


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tran en conflictos por la contaminación de los ríos transfronterizos, para mencionar solo al-gunos ejemplos. En los últimos años, debido a la reducción de la disponibilidad natural y a la alta variabilidad del ciclo estacional de las pre-cipitaciones, el incremento de la conflictividad vinculada al agua ha aumentado considerable-mente.

Los usuarios asentados en una microcuenca recurren a diversas acciones para acceder al agua, que se expresan como demandas para las instituciones encargadas de la administra-ción del recurso, o como conflictos entre los consumidores y otras instancias, y/o entre los mismos interesados.

La protección del área de recarga hídrica de la microcuenca representa la garantía de que la producción de agua se mantendrá dentro de lí-mites aceptables para el abastecimiento de una o varias comunidades. Para proteger y conser-var las fuentes de agua para las familias, se necesita saber cómo se reproduce el ciclo del agua en las microcuencas y, concretamente, cómo se mueve el agua en el suelo y qué debe hacerse para mantener los servicios ambienta-les e hidrológicos que prestan los ecosistemas.

c. ¿Cómo funciona una microcuenca?Observando detenidamente la vegetación y uso de la tierra en la microcuenca puede apre-ciarse el estado de su diversidad y riqueza. Un

sistema vegetal sano contribuye a mantener las condiciones propicias para que el agua de lluvia sea retenida y almacenada como den-tro de una esponja para que luego, durante la época seca, escape poco a poco; esto impide que las fuentes de agua se sequen (otoño e in-vierno). Sin la protección de esta vegetación, el agua de lluvia corre rápidamente sobre el suelo desnudo, lo que aumenta su efecto erosivo, y traslada materiales a los suelos agrícolas.

La ausencia de vegetación y el uso intensivo de la tierra son las causas directas de la inca-pacidad de la cuenca para infiltrar y retener el agua. Si una cuenca no está bien protegida, por muy copioso que haya sido el periodo de lluvias, no logrará almacenar suficiente agua para satisfacer la demanda a lo largo del año.

Foto 3: La cuenca como regulador hídrico.


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d. ¿De dónde viene el agua? Los componentes naturales de la microcuenca son los responsables de retener el agua. La disponibilidad de agua en la microcuenca, en-tonces, depende de un proceso natural llama-do “ciclo hidrológico”. Mediante ese proceso la superficie de los cuerpos de agua (ríos, la-gos, lagunas, etc.) son calentados por los ra-yos solares, y se produce la evaporación que contribuye a formar las nubes.

Las nubes son cuerpos formados por agua en estado gaseoso (vapor), que son impulsadas por el viento hasta cuando encuentran condi-ciones atmosféricas que les obligan a depo-sitar su carga en forma de lluvia. El agua de lluvia primero satura la tierra; el exceso se des-liza por la superficie de la tierra en forma de escorrentía, alimentando ríos, lagos, etc.

Una parte del agua que corre sobre el terreno se distribuye a través del sistema de drenaje de la microcuenca, depositándose en las quebra-das y ríos. Otra parte se infiltra en el suelo por el proceso de percolación y conforma los acuí-feros (áreas de recarga) o depósitos de agua subterránea; éstos se ubican por debajo del nivel freático y dan origen al caudal base de los ríos. Otra parte del agua se desplaza por gravedad a través del flujo transversal y drena a través de las laderas hasta depositarse en los cauces de agua (zonas de descarga). Después, el proceso se re-pite al ser calentada la superficie de las aguas por el sol. Este es el ciclo responsable de que las fuentes de agua se abastezcan periódicamente.

Los ecosistemas andinos ofrecen una serie de servicios hidrológicos a la población, que están estrechamente ligados con el régimen hidroló-gico, es decir, con la manera en la cual el agua es liberada de un ecosistema dado. Las pro-piedades biofísicas de los ecosistemas hacen que el agua que sale de las cuencas en forma de caudales tenga una variabilidad estacional definida, con una calidad dada, y de esta va-riabilidad se derivan los servicios hidrológicos, que pueden incluir:

• Regulación del ciclo hidrológico.• Altos rendimientos hídricos.• Mantenimiento de la calidad del agua:

– Agua químicamente buena/excelente (sin contaminantes).

– Agua libre (o con poca carga) de sedi-mentos.

• Recarga de acuíferos.

Foto 4: Lagunas en la cabecera de una cuenca andina en Bolivia.


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e. Problemas comunes que afectan la calidad y cantidad de agua

Antes de comenzar a describir los problemas de las cuencas hidrográficas, es necesario en-tender lo que significa afectar la calidad y la cantidad de agua:

• Afectar la calidad del agua, significa alte-rar sus propiedades físicas, químicas y/o biológicas, ya sea por efluentes de origen orgánico no tratados (aguas residuales ur-banas o de explotaciones ganaderas, etc.), por la incorporación de productos químicos (desechos mineros, residuos industriales, etc). El resultado es que el agua no es bue-na para consumo.

• Afectar la cantidad de agua es disminuir o secar el caudal de la quebrada que forma parte de la microcuenca.

Los terrenos que se utilizan para la agricultura tradicional, generalmente corresponden con te-rrenos en pendiente, por lo cual aplican prácticas de manejo y conservación se produce la erosión o “lavado” del suelo agrícola. En este caso, está claro, que los procesos de infiltración, retención y almacenamiento de agua en estas áreas no se cumplirán de modo efectivo, lo que vendrá a reducir o secar el caudal de la quebrada.

El uso de productos agroquímicos tiene una íntima relación con la agricultura tradicional y contamina peligrosamente el agua. El proceso

Foto 5: Erosión hídrica y carcavas en la cuenca Laka Laka, Cochabamba.

Foto 6: Contaminación hídrica, por una protección y almacenamiento inadecuado


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de contaminación se da, por un lado, porque estos productos se mantienen en el suelo por muchos años y, por el otro, porque el agua co-rre a través de las áreas afectadas, hacia la quebrada principal.

La ganadería extensiva consiste en utilizar grandes extensiones de terreno dentro de la microcuenca para mantener al ganado pas-teando libremente por el área, sin ninguna clase de control o práctica de manejo; esta si-tuación afecta mucho tanto la calidad como la cantidad del agua.

Se produce contaminación del agua por el es-tiércol, así como por el contacto del ganado

con la quebrada. Cuando el ganado pisotea continuamente el mismo terreno, lo endurece y compacta, provocando que el suelo pierda su capacidad natural de infiltración y, por otro lado, el ganado forma caminos que favorecen la erosión cuando llueve; ante esta situación, el suelo de la microcuenca pierde la capacidad de retención y almacenamiento de agua.

Sacar o cortar los árboles del área de la micro-cuenca y en zonas cercanas al área de recar-ga hídrica y de las fuentes de agua, trae como consecuencia la reducción de la cobertura ve-getal que contribuye al proceso de retención y almacenamiento de agua.

Foto 7: Áreas de pastoreo extensivo, Chaco Chuquisaqueño.


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f. La protección de las áreas de recarga hídrica y de las fuentes de agua

En principio, la protección de una fuente de agua y de su área de recarga de acuíferos con-siste en asegurar que la microcuenca manten-ga las condiciones necesarias para retener el agua que periódicamente recibe de las lluvias. El propósito es almacenar agua en el subsuelo durante la época de lluvias para que su abas-tecimiento esté asegurado en el periodo que más se necesite. La cobertura vegetal y el suelo son los responsables de retener al agua y deben protegerse de cualquier tipo de dete-rioro, con el fin de mantener las condiciones adecuadas para que la cuenca cumpla con su funciona almacenadora y reguladora de agua.

La recarga intencional representa una impor-tante estrategia para la gestión integral del agua en microcuencas, porque permite alma-cenar el agua sin pérdidas por evaporación, sir-ve para disminuir las tasas de sobreexplotación y generalmente para mejorar la calidad de las aguas recargadas. Afortunadamente, existen condiciones geológicas favorables para la re-carga intencional en una cuenca, especialmen-te en los suelos agrícolas permeables y hondo-nadas de cerros y laderas. Algunas iniciativas en nuestro medio incluyen la identificación y priorización de áreas de recarga, la reforesta-ción, la construcción de zanjas de infiltración y de diques de regulación, el cerramiento de

las áreas de recarga hídrica y la regulación del pastoreo extensivo en bosques de altura.

Asimismo, la protección de las áreas de recar-ga hídrica permite controlar el transporte de sedimentos que afecta significativamente a re-presas que pueden haber sido construídas en la parte baja de la cuenca.

Foto 8: Nacientes de agua y áreas de recarga hídrica en cuencas de los valles subhúmedos de Bolivia.


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2. EL CONTEXTO TERRITORIAL Y AMBIENTAL

a. El clima en las comunidades está cambiando y los problemas se van acentuando

En las regiones de los valles húmedos, sub-húmedos y semiáridos y, en particular, en el altiplano, se advierte que la temporada de llu-vias se ha retrasado significativamente y que las precipitaciones son más torrenciales y

presentan una distribución irregular, es decir, no llueve cuando más se necesita o continúa lloviendo durante la época de la cosecha, per-judicando a ésta. Esta variabilidad y cambio del clima está exacerbando la vulnerabilidad de las familias campesinas y comunidades que basan su subsistencia en la agricultura a secano y en el limitado riego complementario, muy dependiente de las precipitaciones esta-cionales.


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Es por ello que en las zonas mencionadas las dificultades para producir una buena cosecha para la venta, o al menos asegurar la alimen-tación de las familias son cada vez mayores; el factor principal son las frecuentes anomalías y variaciones que experimenta el patrón regional de las precipitaciones pluviales.

Como resultado, hoy en día los problemas am-bientales y socioeconómicos a los que se en-frentan las familias campesinas son cada vez mayores:

• Las tierras agrícolas han perdido su capa-cidad productiva, puesto que están agota-das por el continuo uso, la escasa reposi-ción de nutrientes extraídos del suelo y por el incremento de plagas y enfermedades de los cultivos.

• El ganado criollo que crían las familias campesinas esta degenerado por la con-sanguinidad, los parásitos y la desnutri-ción. Adicionalmente, los montes, praderas naturales y los rastrojos de las cosechas no ofrecen el suficiente alimento y agua segura para satisfacer sus necesidades de consumo diarias.

• La disminución de la regeneración natu-ral de las especies nativas, la pérdida de la diversidad biológica por la destrucción y la contaminación de los ecosistemas, y la desvalorización de la agro-diversidad local por el monocultivo de especies con mayor valor económico, son crecientes.

• La reducción de las precipitaciones, la mayor irregularidad y retraso de la tempo-

rada de lluvias, así como las frecuentes anomalías climáticas (granizadas, lluvias torrenciales, heladas, vientos fuertes y periodos con temperaturas más elevadas de lo normal que desecan los suelos) es-tán destruyendo la base productiva y la precaria economía de las familias campe-sinas.

• Los medios, capacidades y tecnologías tra-dicionales de producción no están siendo adaptadas o mejoradas para enfrentar las nuevas condiciones y restricciones ambien-

Foto 9: Erosión, quema y chaqueo afectan el suelo en la microcuenca Laka Laka, Cochabamba.


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tales; por el contrario persisten prácticas cul-turales que deben mejorarse o reorientarse, debido a que se consideran inadecuadas para enfrentar la variabilidad climática.

Debido a estos problemas y las recurrentes pérdidas que causan, los jóvenes campesinos e indígenas escapan de la pobreza y la de-gradación ambiental migrando a las ciudades o hacia regiones con mayores oportunidades económicas, pero donde también los esperan nuevos retos y amenazas para las que no es-tán cabalmente preparados.

b. El problema y las amenazas en la microcuenca: La degradación ambiental en las áreas de recarga hídrica y fuentes de aguas

En las comunidades las familias observan con mucha preocupación la repentina disminución del caudal de agua de las fuentes de agua y la desaparición de los vertientes y manantiales. Esto conduce a la multiplicación e incremento de la complejidad de los conflictos sociales vin-culados al agua, puesto que los usuarios procu-ran incrementar su acceso a esta para asegurar la alimentación de su familia y una provisión oportuna y suficiente de agua de riego para sus cultivos y el consumo de sus animales. Esta tendencia exige la aplicación de acciones que mejoren la gestión social del agua, a fin de ase-

gurar la eficiencia en el manejo del agua, inde-pendientemente de cuál sea el usuario final.

Los principales factores de degradación am-biental que afectan a las áreas de recarga hí-dricas y las fuentes de agua son:

• El incremento de la presión del hombre sobre los componentes de la madre tie-rra, que está tornando las tierras agríco-las y forestales más vulnerables ante la intensidad de las lluvias, lo cual conduce a la erosión, el deslizamiento de las lade-

Foto 10: Deslizamiento de laderas en serranias, Chaco Chuquisaqueño.


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ras y el incremento de la sedimentación, la cual promueve la degradación biológica de los ríos y la perturbación de la dinámi-ca fluvial.

• El inadecuado uso de los recursos natu-rales en áreas de recarga hídrica, el so-brepastoreo extensivo, la deforestación y fragmentación en bosques secos y subhú-medos, la agricultura migratoria practicada en ladera y la sobreexplotación de las fuen-tes de agua con fines agropecuarios. Es-tas actividades están generado procesos de desertización más acelerados e inten-sos de lo que se esperaba, al margen de las consecuencias económicas y sociales negativas que se derivan en la población y sus medios de vida.

Esto es más crítico si se han degradado las zonas donde se produce la infiltración de agua superficial, agua que pasa la zona no saturada del subsuelo, llega a la zona saturada de agua subterránea y forma parte de los acuíferos.

Esta variabilidad y las tendencias que se de-rivan de ella son corroboradas por las predic-ciones que realizan los conocedores del clima en las comunidades indígenas y campesinas, quienes se refieren a la variación del patrón de las precipitaciones locales, al incremento de las temperatura extremas estacionales y al au-mento de las tasas de evaporación en las re-giones del Altiplano, los Valles y el Chaco boli-viano. Algunos factores –vinculados al cambio climático– que afectan a la disponibilidad del agua en microcuencas son:

• La variación, intensidad e incertidumbre de las precipitaciones estacionales han au-mentado la vulnerabilidad de la población campesina e indígena en diferentes regio-nes. Los ecosistemas de las zonas semiári-das y subhúmedas son los más sensibles al cambio climático, por las inadecuadas prác-ticas agropecuarias que desarrolla el hom-bre en estos ecosistemas. La hidrología re-gional se ve afectada naturalmente por el incremento de los niveles de evaporación y la disminución de la humedad ambiental de-bido a la elevación de la temperatura media y la radiación solar, así como por periodos más largos con ausencia de precipitacio-nes, y una mayor concentración estacional e intensidad de las precipitaciones.

• El incremento de la temperatura ambiental y del suelo, la reducción de la temporada húmeda y el decremento de la precipita-ción durante la temporada invernal, están desecando los ecosistemas forestales, en especial en los Valles Interandinos y el Chaco; consecuentemente se advierte un incremento de la vulnerabilidad de los bosques ante los incendios forestales y una reducción de sus servicios ecosisté-micos.

• Los caudales de las fuentes de agua son mayormente dependientes de la estacio-nalidad de las precipitaciones pluviales, en tanto que la calidad del agua se dete-riora por la presencia de coliformes feca-les, metales pesados, sales y sólidos en suspensión (turbidez), entre otros factores que reducen las oportunidades de uso. Se


22pronostica que la escasez de agua no solo será más crítica e inminente, sino que pro-moverá situaciones de conflicto extremo, no solo por la carencia, sino también por el exceso en otras zonas, el incremento de los niveles de consumo y la degradación hídrica por la contaminación poco regulada de las fuentes de agua.

• Dadas las tendencias y anomalías climá-ticas que se perciben, la sequías en las zonas semiáridas y subhúmedas secas de Bolivia serán más recurrentes e inten-sas, y se considera que el déficit hídrico se extenderá hacia las zonas subhúme-das, lo que derivará en el incremento de los conflictos entre usuarios del agua en un futuro más próximo del que se había estimado.

c. Alternativas de protección y conservación de la fuente de agua

El manejo de los recursos hídricos concen-tra los esfuerzos en la protección de áreas de recarga hídrica, el uso sostenible de las fuentes de agua y la eficiencia del gasto de agua en la parcela, prácticas que los cam-pesinos empiezan a valorar en su real y vi-tal magnitud; en estos tiempos de necesidad de adaptación al cambio climático, no exis-ten justificaciones para continuar usando de manera insostenible o contaminando las es-casas fuentes de agua que aún persisten y se hallan amenazadas, no solo por el cambio climático, sino también por el incremento de la presión de los usos consuntivos y por la inadecuada gestión de las organizaciones

Foto 11: Contaminación de fuentes de agua y cursos de rio.


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vinculadas al agua y los recursos naturales en la microcuenca.

Para asegurar la producción y el manteni-miento del caudal de una vertiente, manantial o fuente de agua, se debe proteger la degra-dación o pérdida de la vegetación del área donde se infiltra el agua y permite la recarga hídrica.

Esta es una adecuada estrategia de adapta-ción: las plantas interceptan el agua, reducen el escurrimiento superficial y favorecen la per-colación profunda del agua en el subsuelo. En la práctica, y en la mayoría de los casos, pro-teger el área potencial de recarga hídrica y es-tablecer un régimen de protección comunal es complejo y demanda la participación de todos los que tienen interés o son usuarios con dere-chos sobre el agua.

Debido a que las áreas en cuestión son exten-sas, generalmente abruptas y poco accesibles, ubicadas en las cabeceras de las cuencas, la dimensión del trabajo y los recursos necesarios para realizar el cerramiento desaniman a las comunidades a protegerlas de manera efecti-va, especialmente cuando la protección de es-tas áreas está bajo la responsabilidad de una o varias comunidades con recursos limitados. Ante esta situación, se recomienda dar priori-dad a las áreas a proteger, dándole énfasis en una primera instancia a las áreas próximas a la obra de toma, para avanzar gradualmente aguas arriba hasta alcanzar la mayor cantidad de terreno posible bajo protección.

Entre los objetivos de conservación que las comunidades buscan, se destaca el aumento en la cantidad y calidad del agua, la reducción de la tasa de producción de sedimentos que colmatan los cauces y obras de almacena-miento, el control y la regulación de los flujos de agua, la recuperación de los ecosistemas, el mejoramiento estético y visual del entorno, etc. Consecuentemente se puede afirmar que el objetivo es mantener o mejorar los servicios ambientales/ecológicos que brindan los bos-ques, tierras forestales y demás ecosistemas de la microcuenca.

La definición de alternativas de protección y conservación de manera general se sustentan a través de acuerdos voluntarios o acuerdos

Foto 12: Vertientes en Villa Serrano, Chuquisaca Centro.


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recíprocos entre familias y comunidades ya sea bajo el mecanismo de “fondos locales para agua”, incentivos, concursos, mejoramiento de sistemas de agua y riego y otros a través de los cuales, los usuarios de agua de la cuenca baja de manera recíproca retribuyen a familias y comunidades residentes aguas arriba de la cuenca para conservar las fuentes de agua, las áreas de recarga y áreas forestales hidro-lógicamente estratégicas o para promover la adopción de buenas prácticas productivas y de manejo ganadero que mejoren la salud de los ecosistemas.

En primera instancia se debe identificar de ma-nera participativa, es decir con los pobladores, las principales fuentes de agua y las zonas potenciales de recarga hídrica, priorizando las que tengan las mejores condiciones geomorfo-lógicas y climáticas para propiciar una buena recarga hídrica, las que generalmente se en-cuentran en la zona alta y media de la micro-cuenca.

Los objetivos que buscan los gobiernos muni-cipales, las instituciones promotoras, las co-munidades y las familias campesinas, son:

• Mejorar el conocimiento del territorio y los recursos naturales, en especial de la vege-tación y su influencia sobre el ciclo del agua en el suelo y sobre la productividad de los manantiales/vertientes u “ojos de agua”.

• Promover medidas, acciones y prácticas comunitarias que reduzcan la degradación y pérdida de los recursos naturales, en es-

pecial en las zonas altas de las microcuen-cas productoras de agua.

• Reducir el aporte de sedimentos producto de los niveles diferenciados de erosión en la cabecera y zona media de la cuenca. Esto reduce la vida útil de las represas que se construyen a la salida de las cuencas (zona baja).

• Promover que las familias de las comuni-dades de las zonas altas se apropien de prácticas de manejo sostenible del agua y los recursos naturales, y reduzcan la ha-bilitación de tierras forestales para la agri-cultura.

• Favorecer el establecimiento de acuerdos voluntarios consensuados de conserva-ción, manejo y uso adecuado del agua y los recursos naturales que beneficien so-lidaria y equitativamente a las familias que habitan la zona alta, media y baja de la mi-crocuenca.

• Impulsar el establecimiento de áreas de reserva o de protección y conservación co-munal con la finalidad de proteger fuentes de agua que se aprovechen con fines do-mésticos y productivos.

• Mantener e incrementar la cobertura vege-tal y aumentar las áreas de conservación, restringiendo el cambio de uso del suelo y ordenando la práctica del ramoneo ex-tensivo en la zona alta, a fin de regular y mantener los caudales básicos de la micro-cuenca.

• Formalizar y legitimar socialmente los acuerdos internos entre propietarios de tie-rras y usuarios del agua, sobre la base de


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negociaciones, incentivos y compensacio-nes proporcionales y recíprocas.

• Los acuerdos recíprocos pueden estable-cerse según diversas modalidades:

– Reflejar beneficios locales y globales, para propietarios y usuarios, de la pro-tección del hábitat de las especies y ecosistemas de la microcuenca.

– Basarse en la reciprocidad y el recono-cimiento, por los cuales los usuarios de la cuenca baja contribuyen para com-

pensar a los propietarios de áreas altas de interés hídrico.

– Requerir de institucionalidad local, es decir, del respaldo institucional (princi-palmente municipal) para la administra-ción, seguimiento y evaluación de los acuerdos.

– Dar soporte financiero permanente a los incentivos o compensaciones estableci-dos.

– Llegar a pactos sobre los intereses en conflicto.

Foto 13: Transporte del material para el establecimiento del cerramiento. Alcalá, Chuquisaca Centro.


26 3. ESTABLECIMIENTO DE ÁREAS DE RESERVA COMUNALES EN LAS MICROCUENCAS PRODUCTORAS DE AGUA

El establecimiento de áreas comunales de pro-tección, conservación de la fuente de agua y área de recarga hídrica surge de la necesidad de preservar las funciones hídricas de los eco-sistemas de la microcuenca, que son princi-palmente la captación, el almacenamiento y la producción de agua.

Existe evidencia de que la reducción progre-siva de caudales y la pérdida de vertientes se deben a la reducción estacional de las precipi-taciones; al mismo tiempo, las familias campe-sinas advierten que la degradación y pérdida de la vegetación y el cambio de la tierra a usos agropecuarios son prácticas que afectan a las fuentes de agua.

Las áreas de reservas comunitarias solo cons-tituyen una parte de un complejo sistema es-tructurado sobre bases socioculturales y or-ganizativas vinculadas al agua y los recursos naturales, cuya finalidad es asegurar el acceso sostenible y la disponibilidad equitativa y soli-daria del agua, que es aprovechada con múlti-ples usos domésticos y productivos, incluida el agua para la naturaleza o ecosistema.

Los cerramientos son construidos con la fina-lidad de promover el crecimiento de la vege-tación, liberándola de la perturbación antrópi-ca y de los animales, con lo cual se asegura el incremento de la captación del agua de las lluvias, se promueve una mayor infiltración del


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agua en el subsuelo y se asegura la recarga de acuíferos. Asimismo el cerramiento contribuye en la reducción del transporte de sedimentos en atajados, estanques y represas.

Este régimen se establece bajo acuerdos con-sensuados y legalmente refrendados, luego de procesos de concertación entre propietarios del terreno y usuarios del agua.

Las áreas de conservación y los sistemas de aprovechamiento del agua vinculados a ellas son gestionados a través de organizaciones de usuarios. Los cerramientos son acciones que contribuyen a la gestión integral del agua y de los recursos naturales en las microcuencas, pese a que solo forman el primer componente del sistema de agua potable o de riego del que forma parte.

Figura 2. Esquema para el establecimiento de un área natural de reserva de agua (ARENA)

Fuente: Heredia, 2013.

1. Los gobiernos municipales se informan de la propuesta de conservación del área de recarga hídrica y de las fuentes de agua de la microcuenca.

2. La comunidad se informa de la propuesta de gestión y manejo de sus áreas de recarga hídrica y fuentes de agua en la microcuenca.

INSTANCIA FACILITADORA

INSTANCIA FACILITADORA

3. La comunidad o grupo se apropia de la propuesta de cerramiento.

4. La organización campesina establece dominio colectivo sobre las funciones y servicios ecosistémicos de las tierras de protección en la microcuenca.

6. La organización comunal construye el cerramiento o reserva comunal y prioriza acciones complementarias de manejo de la microcuenca.

7. La organización comunal desarrolla y se apropia de instrumentos de gestión del cerramiento implementado.

8. La organización comunal promueve y consolida la gestión integrada de los recursos hídricos y el manejo integral de la microcuenca.

5. La organización local elabora el plan de establecimiento del área de protección.


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4. METODOLOGÍA PARA EL ESTABLECIMIENTO DE ÁREAS COMUNALES DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE

FUENTES DE AGUA Y ÁREAS DE RECARGA HÍDRICA

La degradación ambiental de los recursos naturales, en especial del agua, en zonas semiáridas y subhúmedas, demanda la apli-cación de planes ordenamiento territorial a nivel municipal y de normas comunales or-gánicamente consensuadas en torno a la protección, el acceso y el uso de recursos naturales, que regulen el cambio de uso del

suelo y el pastoreo extensivo en las praderas y bosques nativos.

La presente metodología es una síntesis de experiencias para el establecimiento de ce-rramientos comunales, a los cuales se les ha denominado áreas protegidas o áreas de reserva comunal, en ambos casos con fines


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de conservación de las fuentes de agua y las áreas de recarga hídrica. Los pasos a seguir son orientativos y en ningún caso inflexible; por el contrario, los técnicos podrán innovar, adoptar y complementar otras estrategias en función a la identidad cultural, características productivas, formas tradicionales de acceso al agua y organización del trabajo en las comu-nidades, así como a las condiciones biofísicas y problemática ambiental de su territorio y mi-crocuenca en particular.

Paso 1.Los gobiernos municipales se informan de la propuesta de conservación del área de recarga hídrica y de la protección de las fuentes de agua

El inicio de las negociaciones y acuerdos interinstitucionales se describe a continuación:

• La institución promotora, en este caso la mancomunidad u otra instancia (ONG, go-bierno municipal, organización social, fun-daciones, etc.) informa y sensibiliza a los gobiernos municipales y a las organizacio-

nes de base (subcentrales, comunidades y familias campesinas) sobre la propuesta de gestión y protección de fuentes de agua áreas de recarga hídrica, para iniciar un proceso de gestión integral del agua y de manejo de los recursos naturales en micro-cuencas.

• La mancomunidad o la institución promo-tora y el gobierno municipal suscriben un convenio de cooperación técnica y de con-currencia financiera para el trabajo en la jurisdicción municipal y/o la microcuenca, establecen los objetivos, metas y alcances de la intervención y comprometen contra-partes financieras, asistencia técnica y acompañamiento.

Foto 14: Autoridades municipales se informan sobre los beneficios del establecimiento de un área de protección de fuentes de agua.

En caso que el gobierno municipal se constituya en la instancia promotora de la iniciativa de cerramientos, como es el caso de varios municipios en la Mancomunidad de Chuquisaca Centro, las posibilidades de escalamiento, réplica y sostenibilidad de estas iniciativas son mayores.


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La mancomunidad (o institución promotora) informa de la propuesta y suscribe convenio de trabajo conjunto con Gobiernos municipales

Gobierno Municipal (GM)

La Mancomunidad, gobierno municipal o

Institución Promotora (IP)Organizaciones de base

El gobierno municipal acepta la propuesta y comunica su decisión y suscribe convenio de trabajo conjunto

Convenio interinstitucional GM + IP

Propuesta técnica y financiera

Fuente: Elaboración propia.

Figura 3. Esquema del acuerdo interinstitucional necesario para el establecimiento de un cerramiento

Recomendaciones:• Las organizaciones de base (centrales, subcentrales, asociaciones, etc.) deben participar

de la socialización de la propuesta, para contribuir a la identificación y priorización de las comunidades más vulnerables a la inseguridad hídrica en la microcuenca y para avalar el convenio interinstitucional.

• El convenio debe establecer la responsabilidad individual que asume cada una de las instituciones participantes, así como los montos económicos que aportarán, el apoyo lo-gístico, la asistencia técnica y el acompañamiento específico, así como los periodos esta-blecidos para la ejecución de las actividades.

• Es fundamental que los técnicos informen adecuadamente sobre los beneficios y bonda-des del modelo de intervención y gestión del agua en la microcuenca de manera clara y real; no debe crearse falsas expectativas sobre el incremento o mantenimiento potencial de los caudales para diferentes usos y usuarios.

• Hay que promover la apropiación político-institucional y social del modelo; las autoridades locales deben comprender que los cerramientos son parte de la solución y no la solución en sí misma. Son medios que inician el proceso permanente de gestión integral del agua y parte de un conjunto de prácticas de manejo adaptativo del agua y los recursos naturales.


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Paso 2.

La comunidad se informa de la propuesta de gestión y manejo de sus aguas en la microcuenca

Las familias de las comunidades o gru-pos de interés deben estar plenamente informadas sobre la propuesta de inter-vención. Se recomienda que los even-tos informativos se realicen cuando la mayoría de las familias de las comuni-dades de la microcuenca estén presen-tes. Para eso hay que tomar en cuenta los calendarios migratorios y producti-vos de las comunidades y, sobre todo, promover o inducir la participación de las mujeres y jóvenes.

• Los técnicos de la institución promotora, en coordinación con los gobiernos munici-pales y las organizaciones sociales, sobre la base de criterios de vulnerabilidad hí-drica, ambiental, social y cultural, deben seleccionar y priorizar las áreas donde se implementará el cerramiento en la mi-crocuenca (como en el ya citado modelo ARENA: área de reserva natural de agua), para lo cual deben convocar a reuniones comunales. El proceso de sensibilización se inicia con el análisis de la problemáti-ca del agua y los recursos naturales en la microcuenca; se induce a que las familias expresen su opinión respecto a los pro-

blemas y a las posibles soluciones para avanzar hacia una gestión más equitativa, eficiente y participativa del agua en su te-rritorio.

• Después de considerar los problemas y plantear alternativas de solución, la institu-ción promotora debe informar con detalle el alcance de la propuesta que se quiere im-plementar en la microcuenca. Debe expli-carse cómo se pretende contribuir a reducir la escasez de agua y a mejorar la calidad de la misma, reduciendo su contaminación en las vertientes/manantiales.

• Para lograr un mayor impacto y una mayor credibilidad de las comunidades, es impor-tante que las autoridades municipales par-ticipen de las reuniones de socialización de la propuesta, en particular de la reunión inicial. Se sugiere que el Alcalde o una au-toridad del Concejo Municipal expresen la conformidad del gobierno local con la pro-puesta y refrenden el compromiso de apo-yarla, como se establece en un convenio específico firmado con anterioridad.

• Los técnicos deben conocer la problemá-tica hídrica y de los recursos naturales de las comunidades de la microcuenca. La propuesta debe ser resultado de un aná-lisis conjunto de las comunidades y los técnicos, y plantear alternativas reales de solución. Para ello deben conocer la idio-sincrasia, los valores culturales, las formas organizativas, los derechos establecidos y las tradiciones vinculadas al agua. Es fun-damental que se expliquen claramente los objetivos, las alternativas jurídicas más re-


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comendables para el establecimiento legal de la reserva comunal, las necesidades de recursos materiales, humanos y finan-cieros, y las estrategias para el estableci-miento físico y la administración del cerra-miento.

• Es posible que sean necesarias varias reuniones informativas y de sensibiliza-ción para que la comunidad acepte la pro-puesta de establecimiento del cerramiento. Durante este proceso inicial debe evitarse confusiones, la generación de incertidum-bre o desconfianza, como resultado de un inadecuado manejo de la información, en especial respecto a los propietarios de los terrenos donde se encuentran las áreas de recarga hídrica y las fuentes de agua. Lo importante es desarrollar capacidades en los técnicos para que expresen con segu-ridad y solvencia técnica la propuesta que será implementada en la microcuenca.

Paso 3.

La comunidad o grupo se apropia de la propuesta de cerramiento

La comunidad debe decidir internamen-te si acepta o no la propuesta y esta-blecer las condiciones de trabajo para el establecimiento del cerramiento en función a sus usos y costumbres. Sin embargo, se recomienda que la institu-ción promotora facilite y oriente la toma de decisiones, resuelva las necesida-des de organización y participación, a través de procesos de información, sensibilización, viajes de intercambio y otras medidas de fortalecimiento de capacidades.

• En esta etapa, las familias, una vez han sido informadas de las ventajas y benefi-cios de la acción, y sensibilizadas sobre la problemática del agua, en asamblea comu-nal, deben decidir de manera voluntaria si está de acuerdo en iniciar con el proceso de establecimiento del cerramiento. La co-munidad y sus representantes deben asu-mir la responsabilidad de implementar las acciones y liderar el proceso. Para el efec-to, deben elaborar e implementar un plan de acción comunal para la protección del área de recarga hídrica.

Foto 15: Socialización de la propuesta de establecimieto de un área de protección y conservación de fuentes de agua. Cono Sur, Cochabamba.


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• El plan incluye un conjunto de actividades, de las cuales la más relevante y motivadora es la realización de una visita de intercam-bio de experiencias a comunidades que ya iniciaron el proceso años atrás y cuentan con experiencias que pueden compar-tir. Los viajes de intercambio resultan un factor clave para motivar e iniciar el pro-ceso de establecimiento del cerramiento; sin embargo, es preciso asegurar que los participantes del viaje informen a los otros miembros de su comunidad de las leccio-nes aprendidas durante la visita.

• Los técnicos de las instituciones anfitrionas y sobre todo los comunarios deben informar a los representantes que los visitan sobre la motivación que los movilizó y las accio-nes que realizaron para superar las dificul-tades, obstáculos y adversidades; por otro lado, deben explicar los factores que con-tribuyeron al logro de sus objetivos y la sa-tisfacción que obtuvieron con la implemen-tación y establecimiento del cerramiento. Finalmente, se debe dar a conocer las ne-cesidades organizativas, de mano de obra, recursos locales y de gestión comunal para garantizar el establecimiento y el desarrollo de la propuesta en la microcuenca.

• La representación de los dirigentes no debe deslindar la responsabilidad de las fa-milias de la comunidad. Para formalizar los acuerdos, la dirigencia comunal y las ba-ses deben suscribir un acta de compromiso con la institución promotora y el gobierno municipal, iniciando así un proceso de ges-tión compartida del agua y los recursos na-turales en la microcuenca. En esta etapa, resultan favorables las campañas de sen-sibilización en medios de comunicación y las entrevistas con líderes de opinión reco-nocidos en la zona para que contribuyan a difundir la propuesta del cerramiento.

Foto 16: La organización local prioriza un área de cerramiento en la microcuenca.


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Paso 4. La organización campesina establece dominio colectivo sobre las funciones o servicios ecosistémicos de las tierras de protección en la microcuenca

La negociación de la sesión temporal (o definitiva) del derecho de uso del área a ser conservada es determinante. Este proceso debe ser llevado a cabo tomando en cuenta los usos y costum-bres de la comunidad y respetando los derechos de los propietarios, de tal forma que el cerramiento no interfiera actividades económicas y la circulación por caminos o sendas que se utilizan tradicionalmente.

• Generalmente las tierras tienen un pro-pietario privado, o son tierras comunales o fiscales. Cuando el área de interés para realizar el cerramiento es de propiedad comunal o estatal, los procesos tienden a acelerarse; en cambio, cuando la tierra tie-ne uno o más propietarios privados se re-quiere un proceso de negociación para lo-grar la sesión del derecho de uso del agua de la fuente y los servicios ambientales que brindan los bosques que la circundan.

• Es fundamental recalcar que la sesión del derecho de uso es temporal y volun-taria, y no significa la sesión del derecho

propietario sobre el terreno. Solo se tra-ta de una autorización legal para que la comunidad se beneficie de los servicios ambientales hidrológicos, es decir de la provisión de agua. Exige definir con pre-cisión la superficie, los límites y las colin-dancias entre predios y comunidades de la microcuenca.

• En esta etapa se inicia el proceso de nego-ciación y concertación con los propietarios/comunidades sobre las tierras que serán solicitadas en usufructo para el estableci-miento de un régimen comunal de conser-vación. En caso de terrenos particulares, estas tierras, son generalmente contiguas al área de recarga hídrica y a las fuentes de agua. En terrenos de propiedad comu-nal, los acuerdos o entendimientos concer-

Foto 17: Comunidades se reunen para establecer el mecanismo de dominio del area a ser protegida.


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tados se establecen a través de diálogos y negociaciones al interior de la comunidad (o comunidades involucradas), y en torno a alternativas de protección y manejo de la fuente de agua que proponen los usuarios y pobladores de la microcuenca.

• En esta etapa surgen los problemas con los propietarios cuando se propone cam-biar el uso tradicional del suelo, general-mente destinado al pastoreo extensivo de sus animales. Este punto debe tratarse con mucho cuidado; se debe proponer compen-saciones y reducir la superficie demandada de manera flexible y sin presiones que pue-dan afectar la negociación.

• Una vez logrado un acuerdo preliminar con el propietario y/o la comunidad, es preciso establecer con precisión el área que se pre-tende cerrar; para el efecto, es necesario que el propietario acompañado de miem-bros de su familia establezcan los límites y condiciones de la sesión de los derechos de uso de su terreno.

• Para la determinación del área a prote-ger, la comunidad organiza una jornada de campo. Los recorridos deben programar-se desde tempranas horas de la mañana; los interesados (familias y representantes de las comunidades de la zona baja de la microcuenca) deben realizar el recorrido conjuntamente con el o los propietarios (o representantes de las comunidades de la zona alta de la microcuenca); para el efec-to es muy útil contar con una carta topográ-fica o una imagen satelital del lugar, lo que facilita el trabajo de identificación y delimi-

tación del o las áreas de área de recarga hídrica que se quieran proteger.

• Durante la jornada se van identificando las potenciales áreas de recarga hídrica de la fuente de agua. El técnico de la entidad promotora debe orientar a los participan-tes sobre los criterios técnicos y ambien-tales necesarios para identificar las zonas de mayor infiltración del agua y recarga de acuíferos. Es importante que los comuna-rios aporten con su saber local sobre las áreas de potencial recarga y los comparen con los criterios técnicos planteados.

Foto 18: Los acuerdos se concretan después de una concertación entre las comunidades aguas arriba y aguas abajo de la microcuenca.


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Es posible establecer indudablemente, a tra-vés de estudios hidrológicos, el área de ma-yor infiltración y aporte para la recarga de la vertiente; sin embargo, estos estudios son de alto costo y no pueden ser cubiertos ni por las comunidades ni los gobiernos locales.

En general se considera que el área de aporte o de recarga hídrica que incide en el manantial y las fuentes de agua es la ubicada desde la divisoria de aguas de la microcuenca hasta el entorno del ojo de agua. Se debe prestar es-pecial atención a lugares con menor pendien-te, planicies, estratos porosos y sectores con mayor vegetación; estos lugares deben consi-derarse áreas colectoras o áreas de recarga hídrica de los acuíferos.

Algunos criterios técnicos que pueden orientar un buen cerramiento son:

• El área de protección o conservación reco-mendable es la porción de terreno donde se localiza la red de drenaje inmediata a la toma o fuentes de agua.

El área de recarga hídrica puede estar dentro de la microcuenca o ser compartida por esta y una microcuenca vecina a través de un nexo entre fuentes de agua; por eso no solo debe realizarse el recorrido en el entorno próximo de la microcuenca, sino en toda la zona cir-cundante del área de recarga hídrica. En un primer recorrido de campo se debe subir has-ta la cima de un cerro donde pueda obser-varse la microcuenca en toda su extensión,

verificando las pendientes de escurrimiento. De esta manera se podrá identificar la poten-cial área colectora, ya que, por lo general, son planicies o praderas con mayor cobertura vegetal, donde el escurrimiento superficial es más lento.

• Las áreas con pendientes pronunciadas, donde el acceso del ganado es limitado y no se desarrollan actividades agrícolas de-ben incluirse dentro el área de protección. Si bien es difícil realizar el cerramiento en estos lugares, hay que realizar todos los esfuerzos para impedir que los animales ingresen en ellos, por ejemplo haciendo una valla sin postes y aprovechando al máximo los accidentes naturales y los ár-boles en pie.

Foto 19: Negociación entre familias de la microcuenca alta y baja.


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Durante el recorrido los miembros de la(s) comunidad(es) deben dialogar, negociar y acordar con el propietario del predio (o con las comunidades propietarias) los límites y colin-dancias del terreno que será cedido. Se reco-mienda dibujar un croquis del predio con las referencias precisas del terreno (quebradas, colinas, caminos, etc.), y en lo posible acordar la colocación de mojones.

Es fundamental que el mapa del terreno cuen-te con toda la información posible para su mejor comprensión y sobre todo, que permi-ta conocer la magnitud del perímetro para la cuantificación de la necesidad de recursos y materiales: cantidad de postes, rollos de alam-bre de púa, grapas, herramientas y jornales de trabajo para el cerramiento y de las medi-das adicionales (zanjas de infiltración, zanjas de coronación, terrazas de formación lenta, diques de madera, forestación/reforestación, restauración de bosques de galería, etc.) que serán realizadas.

Una vez definida las áreas priorizadas, se deben identificar y demarcar para iniciar el proceso de negociación formal. Esta opera-ción consiste en marcar con pintura apropia-da los límites definidos. Concluido el recorri-do, las familias interesadas deben reunirse para escuchar y analizar las observaciones, incertidumbres, condiciones y recomenda-ciones del o los propietarios (es importante que participe la familia entera para evitar posteriores problemas con los herederos). Además, en esta reunión deben informarse

sobre las formalidades legales, restricciones y obligaciones que asumen las comunidades de la microcuenca con interés en la fuente de agua.

Establecido el acuerdo inicial, la organización comunal procede con los trámites para forma-lizar la cesión temporal y voluntaria del predio, es decir, el establecimiento legal, o de dominio colectivo formal, sobre las tierras de conserva-ción, lo cual no significa la cesión del derecho propietario de la tierra. El propietario no enaje-na su terreno, solo autoriza de manera tempo-ral y bajo ciertas condiciones a la comunidad a beneficiarse de los servicios ambientales que bridan sus tierras.

La cesión voluntaria y temporal es del

derecho de uso o usufructo, no así del derecho propietario. Esta situación debe estar plenamente establecida y convenida por las partes intervinientes. Si bien la comunidad se beneficiará de los servicios ambientales hidrológicos de la microcuenca, la cesión no le otor-ga el derecho de adueñarse del terre-no, esto sería ilegal.

El propietario o la comunidad debe contar con los documentos que acrediten su dere-cho propietario, es decir títulos de propiedad, testimonios de compra-venta, testimonios de sucesión hereditaria, etc. Además, tanto los propietarios como los directivos de la comu-


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nidad o grupo deben portar los documentos de identidad vigentes, así no se interrumpirá o demorará el trámite ante el notario de fe pú-blica u otra autoridad competente a la que se acuda.

En la mayoría de los casos, el o los propieta-rio (inclusive las comunidades) tratan de sacar el máximo provecho de la necesidades de las familias o comunidades aguas abajo y exigen compensaciones. Se debe asegurar que la concertación y negociación sea la más justa y equitativa. Se debe explicar a las familias de la zona alta de la microcuenca que el cerramien-to del área de recarga tiene el objetivo de pre-servar los servicios ambientales hidrológicos, con lo cual se asegura la calidad del agua y el mantenimiento abastecimiento de agua segu-ra para las comunidades para agua potable o riego.

De ser favorable el resultado del proceso de negociación y concertación, se debe formali-zar las condiciones y acuerdos alcanzados, así como los mecanismos locales de acceso a las fuentes de agua y las compensaciones o indemnizaciones aceptadas; estos acuer-dos deben ratificarse por escrito en el acta comunal y en el contrato de usufructo o co-modato.

Para reducir posibles inequidades que se ge-neren con esta iniciativa, los incentivos o com-pensaciones pueden ser negociados entre las comunidades de la zona baja de la microcuen-ca y los propietarios o comunarios de la zona

alta de la microcuenca para la realización del cerramiento. Los incentivos pueden ser:

a) Construcción de atajados o estanques para la cosecha de agua superficial,

b) Exención de trabajos comunales durante la construcción y mantenimiento de la in-fraestructura de agua o que tiene otros pro-pósitos,

c) Instalación gratuita y preferente de agua de consumo en la vivienda del propieta-rio,

d) Exoneración en el pago de tarifas y/o apor-tes para el mantenimiento del sistema de agua o sistemas de riego,

e) Construcción de bebederos para los ani-males, alambrado de áreas de pastoreo para el manejo del ganado,

f) Entrega de plantines de frutales o foresta-les, o semilla para cultivos comerciales,

g) Dotación de cajas y colmenas para la pro-ducción de miel,

h) Reforestación y forestación del terreno, cu-yos potenciales beneficios por la venta de productos maderables son distribuidos en porcentajes variables acordados en con-senso en función a la magnitud de los tra-bajos y la superficie cedida.

Estos son los beneficios más importantes que han demandado y recibido los propietarios hasta ahora.

Otros ejemplos de incentivos que se han apli-cado en la región andina (Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú) podrían aplicarse, de acuer-


39do al contexto: exenciones prediales, asisten-cia técnica en el manejo de pastos, alambre para cercas y señalización, análisis de labo-ratorio para suelos y pastos, descuentos para compra de insumos (semillas, medicinas para el ganado), entrega de instrumental e insu-mos veterinarios, servicios de salud para los propietarios, panales de abejas, acompaña-miento técnico, plantines frutales y forestales, semillas, acompañamiento para proyectos productivos: bambú, café, aporte económico en efectivo, estufas ahorradoras de leña, si-los metálicos, refacciones de viviendas, entre otros.

Los mecanismos reconocidos por la legislación boliviana se muestran en el Anexo 1.

Paso 5. La organización local elabora el plan de establecimiento del área de protección

El plan de establecimiento del área de protección o conservación debe ser consensuado y socialmente validado con los beneficiarios. Debe definirse el origen, tipo y cantidad de recursos ma-derables que serán utilizados para la construcción del cerramiento, así como los aportes económicos y en mano de obra que cada beneficiario y/o familia se comprometen a hacer.

• La organización comunal o grupal, conjun-tamente los técnicos del gobierno municipal y la instancia facilitadora, identificarán as-pectos técnicos, logísticos y la necesidad de recursos económicos y materiales, así como definirán las responsabilidades y con-trapartes institucionales y de la comunidad, para el establecimiento de la reserva o área protegida comunal en la microcuenca. Con todos estos insumos la organización elabo-rará en consenso el plan y cronograma de trabajo.

• El plan de trabajo debe ser sencillo y objeti-vo para facilitar su comprensión; es impor-tante que se defina los aportes individuales económicos, materiales y de mano de obra

Foto 20: Entrega de incentivos a familias de la cuenca alta para el establecimiento del área de reserva.


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que cada usuario debe aportar, así como los días de trabajo, expresados en jorna-les y turnos, que se deben cumplir. En esta etapa serán los dirigentes los que organi-cen el trabajo según sus usos y costum-bres, a fin de garantizar el cumplimiento de las actividades previstas.

• El plan y cronograma de trabajo deben ser refrendados con un acta de compromiso de los participantes. De esta forma se con-tará con un documento formal y legítimo que responda a los intereses de las comu-nidades y usuarios del agua de la micro-cuenca. Si es necesario, también se debe elaborar un documento de convenio entre la organización comunal o la organización de gestión de cuencas (OGC), el gobierno municipal y la institución facilitadora. En este convenio se puede identificar a otras instituciones o agencias de cooperación

que puedan apoyar al establecimiento del área de protección de la recarga hídrica y el financiamiento de otras inversiones com-plementarias que sea necesario realizar en la microcuenca posteriormente.

• En este etapa, es importante definir con cla-ridad el origen, tipo y cantidad de recursos maderables que serán utilizados para la construcción del cerramiento, a fin reducir el impacto ambiental con medidas menos per-judiciales, por ejemplo adquiriendo postes de otras zonas proveedoras, o utilizando árbo-les en pie. Se debe gestionar el financiamien-to para la compra de postes y el transporte. Cuando se decida utilizar árboles de la co-munidad, siempre y cuando sea posible, solo deben obtenerse postes de árboles muertos o de ramas en caso de árboles vivos.

Foto 21: Organización campesina prioriza las áreas de recarga hídrica a ser protegidas en la microcuenca.

Foto 22: Destinatarios mostrando la planificación del agua y los recursos naturales en la cuenca.


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Paso 6. La organización comunal construye el cerramiento o reserva comunal y prioriza acciones complementarias de manejo de la microcuenca

Se debe respetar los usos y costumbres familiares, comunales e intercomuna-les, para el establecimiento del cerra-miento. No debe haber una afectación de los sistemas tradicionales de acceso y uso a los recursos naturales, como áreas de pastoreo comunal, lugares tradicionales de recolección de leña, aguadas destinadas al consumo de los animales y sendas.

• En este paso se desarrollan las actividades planificadas para el establecimiento del ce-rramiento. Esta etapa se denomina también de establecimiento físico del área protegida o área de reserva comunal y se constituye una acción de consolidación del derecho de uso temporal y consensuado de los recur-sos hídricos, toda vez que ya se cuenta con el respaldo legal refrendado ante el notario de fe pública u otra autoridad legítima local. Esta actividad demanda la participación de todos los usuarios de las fuentes de agua, y se realiza bajo prácticas y modalidades tradicionales de organización comunitaria del trabajo. El establecimiento físico com-prende las siguientes actividades:

– Recorrido del área de recarga hídrica consensuada, estimación de los jornales requeridos, organización interna y distri-bución del trabajo entre los usuarios.

– Cuantificación de los materiales y apo-yo logístico necesario para el desarrollo del trabajo en cuanto a la alimentación, agua, transporte de postes, alambre, grapas y otros incentivos como coca. Se debe prever la adquisición de un botiquín de primeros auxilios para la atención de heridas y lesiones por efecto de caídas, golpes accidentales, ataque de reptiles o insectos ponzoñosos.

– Aprovisionamiento de herramientas y materiales externos requeridos: alam-bre de púa y grapas galvanizadas.

– Adquisición por compra y transporte; o talado, acopio y traslado de postes a la zona del cerramiento.

Foto 23: Khoa para el inicio del establecimiento del área de reserva natural del agua.


42 – Desbroce de la vegetación o limpieza del perímetro donde se establecerá el cerco de protección por el perímetro del área de recarga hídrica. Marcación donde se plantarán los postes, conside-rando la uso de árboles vivos. Tendido de la primera corrida de alambre de púa aprovechando árboles vivos.

– Excavación de hoyos, plantado de pos-tes y cercado final con el tendido de co-rridas de alambre.

– Inspección y aprobación del trabajo rea-lizado, por parte de la organización, el gobierno municipal, la institución promo-tora y el/los propietario/s (o comunidad propietaria).

La escasa disponibilidad de postes se con-sidera una de las mayores limitantes para el establecimiento de cerramientos en zonas ári-

das y semiáridas. En estas circunstancias, se aconseja adquirir postes de especies exóticas en otras comunidades. La institución promoto-ra o el gobierno municipal podrán financiar su adquisición y transporte.

Se recomienda el uso de postes vivos (árbo-les en pie), pues esto contribuirá a reducir el impacto ambiental de la intervención, además de asegurar la duración del cerramiento. Debe asegurarse durante el mantenimiento del área que el alambre de púa no penetre en la corteza de los árboles vivos, mientras el árbol se desa-rrolla. Para el efecto hay que volver a colocar el alambre tesándolo, si se ve por conveniente.

No deben abrirse puertas en el cerramiento si no es absolutamente necesario. Si se constru-yen puertas para facilitar las entradas y salidas durante la construcción de obras hidráulicas

Foto 24: Inicio de los trabajos de cerramiento del área de recarga hídrica.

Foto 25: Cerramiento de un área de recarga hídrica en Monteagudo, Chaco Chuquisaqueño.


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complementarias, se debe cerrarlas cuando esta actividad se termine. La experiencia mues-tra que los portones se abren y luego la gente se olvida de cerrarlos, lo que permite que el ga-nado ingrese al área restringida. Se recomienda tener una sola puerta de ingreso al área protegi-da comunal, para ingresar en caso de activida-des de mantenimiento de la obra de toma (que generalmente queda al interior del cerramiento).

Cuando el cerramiento se concluye, el siguien-te paso es la colocación de letreros de informa-ción y de restricción del acceso. Su propósito es reforzar la función del cerramiento, anun-ciando la presencia de fuentes de agua y se-ñalando los cuidados que se debe tener. Los mensajes deben ser claros, cortos y sencillos, y deben estar localizados en sitios visibles. Se recomienda colocar uno en la puerta de ingreso. También hacer letreros con tablones sobrantes o cantoneras ralladas con pintura negra sobre fondo blanco.

El diseño de los rótulos se puede planificar y organizar con el apoyo de maestros y estudian-tes de la unidad educativa de la comunidad, quienes pueden crear y pintar los mensajes adecuados, cuidando la ortografía y la calidad.

De la variedad de mensajes educativos posi-ble, se recomiendan los siguientes:

• Área protegida comunal de fuentes de agua: Prohibido el acceso.

• Fuente de abastecimiento de agua: Prohi-bido el paso a particulares.

• Este bosque produce agua: no corte ni dañe los árboles.

• Fuente de abastecimiento de agua: no con-tamine el agua.

• Fuente de abastecimiento de agua: área de acceso restringido.

Paso 7.La organización comunal desarrolla y se apropia de instrumentos de gestión del cerramiento implementado

Los instrumentos de gestión se refieren a las normas, reglamentos y disposicio-nes que desarrollan las organizaciones locales para asegurar la integridad fí-sica y el adecuado mantenimiento del cerramiento, a fin de que cumpla la fun-ción de protección del área de recarga hídrica para la cual fue construido.

El cerramiento se constituye ahora en un com-ponente más de los sistemas de agua potable o microriego existentes en la microcuenca, es decir, se amplía el sistema hacia el área de recarga del acuífero que alimenta los manan-tiales u ojos de agua que utilizan las familias. El cerramiento, en consecuencia, debería ser incluido en todo proyecto de agua potable o riego con enfoque de cuenca, y financiado por las instituciones competentes y los gobiernos


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municipales en los próximos años como una medida de adaptación que garantiza la calidad del agua y la recarga de los acuíferos en la microcuenca. Con ello se contribuirá a la sos-tenibilidad del abastecimiento y disponibilidad de agua segura.

Las obras funcionan cuando los usuarios de las comunidades refaccionan y protegen la infraestructura construida y así garantizan un adecuado manejo, operación y mantenimiento de los sistemas de agua potable y riego, ga-rantizado la continuidad y expansión de los servicios básicos que estos brindan.

En esta etapa, con el asesoramiento y asis-tencia técnica de la institución promotora y los técnicos del gobierno municipal, la orga-nización comunal debe fortalecer sus capaci-dades técnicas y normativas para la gestión sostenible del sistema de agua segura o mi-croriego con enfoque de cuenca, incluido el cerramiento.

A través de procesos de fortalecimiento de las capacidades locales mediante cursillos, talleres comunales, intercambio de experiencias, capa-citación de capacitadores, etc., la directiva y los líderes locales se empoderan técnica y organi-zativamente. Con las capacidades desarrolla-das proceden a desarrollar los instrumentos de gestión con participación de los usuarios, como el reglamento para el manejo, conservación y protección del área de conservación y del siste-ma de agua o riego en general.

Foto 26: Fuente de agua protegida por el cerramiento. Monteagudo, Chaco Chuquisaqueño.

Foto 27: Firma de acuerdos y entrega de incentivos a las familias de la cuenca alta.


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Los instrumentos de gestión del área de pro-tección son de dos tipos: Unos de carácter normativo y otros de carácter técnico. Los instrumentos normativos se refieren a esta-tutos y normas internas. El estatuto es la nor-ma general de la organización y sirve para regular su vida orgánica, por lo que todos sus usuarios deben conocer y utilizar el conjunto

de reglas que allí se establecen. Es impor-tante que las instituciones promotoras pro-muevan sesiones altamente participativas de capacitación, análisis y discusión para la for-mulación del estatuto de las organizaciones administradoras del agua. La participación de las mujeres y jóvenes en estos eventos debe ser obligatoria, porque la experiencia ha de-mostrado que las mujeres son muy buenas gestoras del agua.

Los dirigentes deben conocer y aplicar el esta-tuto y reglamento interno de la organización en

todas las acciones, de tal forma que se cum-plan y se sancione a los usuarios que hayan cometido infracciones o realizado acciones irregulares.

El reglamento debe explicar de manera detalla-da la forma en que debe cumplirse una determi-nada acción, respetando el estatuto. Los regla-mentos pueden ser de funciones y atribuciones de los directivos, de régimen disciplinario o de sanciones y contravenciones, y el reglamento electoral, que norma los procesos y formas de elección de los dirigentes de la organización.

Paso 8. La organización comunal promueve y consolida la gestión integrada de recursos hídricos y el manejo integral de la cuenca

La organización de usuarios del agua establecida en un comité de agua po-table y saneamiento (CAPyS), comité u asociación de riego, empresa de provi-sión de servicios de agua (EPSA) u otra forma de organización, debe liderar y apropiarse del cerramiento como un componente fundamental del sistema. La organización tiene la responsabili-dad de exigir la ejecución de las activi-dades que aseguren su preservación.

Foto 28: Los atajados y estanques proveen riego suplementario a las familias campesinas.


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La sostenibilidad de esta iniciativa solo será posible en tanto las organizaciones de usua-rios del agua logren apropiarse de los instru-mentos de manejo y gestión, no solo del área protegida comunal establecida, sino integral-mente del sistema de abastecimiento de agua de consumo humano y de aprovechamiento productivo.

El estatuto y el reglamento interno que esta-blecen los derechos de acceso, las formas de distribución equitativa, el uso adecuado y efi-ciente del agua; así como los deberes en cuan-to a ella, como el pago oportuno de tarifas, la realización de trabajos de operación y mante-nimiento y el abandono de prácticas perjudicia-les. Su cumplimiento permite avanzar hacia la auto-regulación, que es el principal elemento para lograr la sostenibilidad.

Para garantizar la operación y el mantenimien-to del sistema se requiere de planes anuales de funcionamiento y mantenimiento del siste-ma, que deben ser ejecutados por las familias de la comunidad con los recursos recaudados por el pago del servicio de agua. Estos planes de trabajo comunal deben ser formulados de manera sencilla y práctica.

La organización debe realizar las reuniones periódicas definidas en su estatuto y regla-mento para realizar el seguimiento de las

actividades y evaluar el correcto uso de sus recursos.

La evaluación del desempeño de las funcio-nes de los directivos y del cumplimiento de los deberes y obligaciones de los usuarios es fundamental para asegurar una buena gestión; cuando se identifican deficiencias o limitaciones es necesario que las organi-zaciones reorienten sus estrategias de ges-tión para mejorar la gestión del sistema en su conjunto. El fortalecimiento de las capa-cidades locales de los cargos directivos, en especial de las mujeres amas de casa, es determinante.

Foto 29: Líderes capacitados en plomería: sus sistemas cuentan con un incremento de agua dado el establecimiento de las ARENAs.


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a. Factores político-institucionales• Existencia de políticas, leyes u ordenanzas

municipales que promueven la protección, conservación y uso sostenible del agua y los recursos naturales en microcuencas.

• Disposiciones y/o normas de las organi-zaciones de base vinculadas al agua, que prioricen la protección y la conservación

de las fuentes de agua y las áreas de re-carga hídrica, además del uso adecuado y eficiente de los recursos hídricos en las microcuencas.

• El buen desempeño, compromiso y con-tinuidad de los técnicos municipales y de las instituciones promotoras que apoyan y facilitan el proceso de implementación y consolidación de los cerramientos.

5. FACTORES QUE FAVORECEN AL ESTABLECIMIENTO DELOS CERRAMIENTOS O ÁREAS DE RESERVA Y PROTECCIÓN

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b. Factores legales• El saneamiento legal que legitima el de-

recho propietario sobre la tierra, favorece los procesos de negociación y el estable-cimiento legal de los cerramientos como áreas protegidas comunales.

• El desarrollo de normas comunales sobre manejo y gestión del agua y recursos natu-rales y servicios ambientales, armoniosos con usos y costumbres, formas organiza-tivas y toma de decisiones locales, que no afectan la cohesión, ni promuevan la gene-ración de conflictos internos.

• El manejo de la información jurídica y la capacitación sobre alternativas de cesión del derecho de uso a los dirigentes y repre-sentantes de las comunidades favorecen el proceso de negociación y la suscripción de contratos de usufructo temporal con los propietarios.

• La participación de autoridades originarias o naturales que avalen los compromisos basados en usos y costumbres locales, pues brindan más seguridad a las familias y confieren legitimidad a los acuerdos.

c. Factores técnicos• Los viajes de intercambio de experiencias

y socialización de aprendizajes realizados al inicio del proceso facilitan la implemen-tación y consolidación de los cerramientos comunales. El liderazgo, capacidad y buen desempeño del técnico facilitador del proce-

so, que acompaña el desarrollo de todas las actividades de sensibilización e implemen-tación de la reserva.

• La realización de procesos continuos de sensibilización sobre la problemática de los recursos hídricos y sobre el efecto de la variabilidad y cambio climáticos, a través de eventos de capacitación innovadores y atractivos que aseguren la participación de las familias campesinas, en especial de las nuevas generaciones.

d. Factores sociales y organizativos• La evidencia de que el cerramiento y las

actividades complementarias realizadas para el mejoramiento de la infraestructura brindaron soluciones efectivas y prácticas

Foto 30: La construcción de estanques es una medida efectiva al cambio climático.


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para satisfacer la demanda de agua de calidad, en la cantidad y con la continuidad suficientes para el consumo de las familias y sus animales.

• Cuando la oportunidad de contar con agua segura para el consumo familiar y con cau-dales excedentarios para regar pequeñas parcelas de cultivo ha permitido mejorar y diversificar la dieta de las familias, dis-minuyendo su exposición a la inseguridad alimentaria.

• El nivel de cohesión y la capacidad organi-zativa de las comunidades o grupos para cumplir sus compromisos.

• La participación de las mujeres en cargos directivos en las organizaciones de base y las organizaciones administradoras de agua y su desempeño como lideresas.

• El desarrollo y cumplimiento de planes de trabajo anuales y mecanismos locales para la administración, operación y manteni-miento del sistema hidráulico y el cerco de protección del cerramiento.

• Las capacidades adquiridas por los dirigen-tes o representantes locales (comité gestor del agua, CAPyS, OGC, etc.) para apro-piarse de la propuesta y dar continuidad al proceso de implementación y promover su consolidación.

• El reconocimiento de la comunidad por parte de las instituciones promotoras, que gestionan visitas para que otros grupos co-nozcan, valoren y repliquen sus experien-cias y aprendizajes.

e. Factores económicos• La capitalización económica de las or-

ganizaciones gestoras del agua a través del pago de tarifas reales, diferenciadas en función del tipo de usuario y actuali-zables en función a las necesidades del sistema.

• El establecimiento consensuado de tarifas de consumo de agua que permitan, por un lado, solventar los gastos de operación, administración y mantenimiento del siste-ma, y, por el otro, atender las necesidades de ampliación de la red de agua para los nuevos usuarios.

• La construcción de obras hidráulicas por la administración directa de las comunida-des y con mano de obra local, que son más económicas y armónicas con las necesida-des locales, y solo demandan procesos de capacitación inicial, acompañamiento téc-nico y asesoramiento puntual de la entidad promotora.

• La posibilidad de implementar pequeños huertos hortícolas/frutícolas que permi-ten generar recursos económicos adicio-nales.

f. Factores hidrológico-ambientales• La realización de procesos continuos de

sensibilización sobre la necesidad de pro-teger las fuentes de agua y la degradación de los acuíferos.


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• La existencia de prácticas de conservación de suelos, forestaciones y reforestaciones.

• La evidencia objetiva del incremento de la regeneración natural, el desarrollo de la ve-getación y el incremento de la diversidad biológica al interior del cerramiento, y del

mejoramiento de las funciones ambienta-les de protección del suelo, retención de humedad y regulación térmica, por lo cual el impacto de los agentes físicos sobre el suelo es menor (viento, precipitaciones, ra-diación solar, etc.)

Figura 4: Esquema gráfico para la sostenibilidad de la ARENA, Chuquisaca Centro


Fuente de agua

Infraestructura de riego

Organización de usuarios del

aguaÁreas agrícolas bajo

riego (hortalizas, frutales) Riego técnificado

para uso eficiente del agua

Articulación a mercados

Protección de fuentes de agua

Producción ecológica

Área de Aprovechamiento de Agua

ARENA(Área de Reserva y

Recarga Natural de Agua)

ARENA(Área de Reserva y

Recarga Natural de Agua)

Área de Aprovechamiento de Agua

Articulación a mercados

Fuente: Mancomunidad Chuquisaca Centro y PROAGRO/GIZ, 2013.


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a. Factores político-institucionales• La ausencia de políticas y planes municipa-

les de ordenamiento territorial y los proce-sos desordenados de ocupación territorial, así como el cambio de uso de la tierra en

áreas de recarga hídrica y en los ecosiste-mas sensibles de la microcuenca.

• La insuficiencia de recursos económicos para destinarlos al manejo integral de cuencas y la gestión integral de los recur-sos hídricos.

6. FACTORES QUE DIFICULTAN EL ESTABLECIMIENTO DE LOS CERRAMIENTOS O

ÁREAS DE RESERVA Y PROTECCIÓN


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• La escasa coordinación a nivel local en-tre las instituciones educativas y del sec-tor salud para acompañar a las familias en procesos de mejoramiento de la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, la educa-ción ambiental y, especialmente, el manejo del agua.

b. Factores legales

• Incertidumbre ante la pérdida del derecho propietario, desinformación legal o escasa solidaridad de los propietarios.

• Falta de liderazgo, limitaciones institucio-nales y poco compromiso de los gobiernos locales y las instituciones en la aplicación de la normativa en materia ambiental y para desarrollar leyes que contribuyan a la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales.

c. Factores técnicos

• Poca eficiencia en el desempeño de los funcionarios municipales, que entonces dan un apoyo superficial y acompañan es-casamente el trabajo que realizan las ins-tituciones.

• Ausencia de innovación y aplicación de nuevas tecnologías en procesos de asis-tencia técnica y de acompañamiento, que reducen la participación de las familias y la oportunidad de promover adecuada-mente las estrategias de seguridad hídri-ca y las buenas prácticas de gestión am-biental.

d. Factores sociales y organizativos• La migración temporal de la población

masculina joven, que limita o dificulta la realización de las prácticas de manejo y la conservación del agua y los suelos, y la protección física de las áreas de recarga hídrica, así como la consolidación de las organizaciones gestoras del agua, en es-pecial en las zonas deprimidas.

• El conformismo y el decaimiento de las or-ganizaciones gestoras del agua y la falta de mantenimiento del sistema, que ocasio-nan la disconformidad de los propietarios y amenazas de reversión por incumplimiento a los compromisos contraídos.

• El desprecio del acervo cultural, las formas organizativas, los usos y costumbres de las comunidades indígenas originarias campe-sinas, podrían impedir la realización ade-cuada de la negociación del cerramiento.

Foto 31: El desarrollo de mapas parlantes de microcuencas permite identificar las áreas a ser protegidas.


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• La concentración del liderazgo en ciertas élites directivas, lo que afecta la continui-dad de las acciones.

• La falta de metodologías de desarrollo de capacidades de las organizaciones admi-nistradoras del agua atractivas y efectivas, porque no consideran el nivel educativo, la idiosincrasia y los calendarios agrícolas y migratorios de las comunidades.

• La persistencia de mitos y malentendidos sobre los cerramientos.

e. Factores económicos

• Cuando las familias pobres no cuentan con los recursos económicos para cubrir opor-tunamente sus aportes monetarios y no pueden realizar aportes en mano de obra.

• Cuando las áreas que se necesita proteger son importantes para las actividades eco-nómicas de los propietarios, especialmente por la reducción de áreas de pastoreo.

• El no pago de tarifas o el pago de tarifas reducidas por el servicio de agua, lo que promueve la mora y descapitalización de las organizaciones administradoras.

• La existencia de organizaciones con debili-dades internas y sujetas a un excesivo pater-nalismo, lo que dificulta la consolidación de la gestión comunitaria del servicio de agua.

f. Factores hidrológico-ambientales

• La contaminación de los cursos de agua y el suelo por efecto de la descarga de efluentes de explotaciones pecuarias (ca-

bañas porcinas, granjas avícolas, etc.), tanto por una inadecuada gestión de los residuos, como por la ausencia de una au-toridad ambiental.

• La realización de agricultura de alto impac-to ambiental con uso de agroquímicos o de ganadería intensiva (porcicultura, ganadería, avicultura, etc.) cerca de las fuentes de agua.

• La frecuente circulación en la periferia del cerramiento, lo que ocasiona compacta-ción, impermeabilización, pérdida de la ca-pacidad de infiltración y erosión del suelo.

• La contradictoria tala de árboles para el establecimiento destinado a mantener los servicios ambientales hidrológicos que ofrece el bosque, más aún en regiones se-miáridas y subhúmedas, donde la pérdida, degradación y fragmentación de los eco-sistemas forestales es alta.

• La escasez de vegetación nativa, por la cual hay que adquirir a mayor costo postes de otros lugares.

• La escasez de madera de calidad para el cerramiento del área (en regiones como los valles semiáridos o áridos), la falta de he-rramientas de trabajo, la dificultad de tras-ladar postes a lugares empinados y dis-tantes, que a menudo obligan a reducir el tamaño del cerramiento, lo que es negativo para los propósitos que se buscan con él.

• Un mayor desconocimiento que el habitual sobre las relaciones entre los bosques y el agua, y entre la degradación del suelo y la pérdida de sus capacidades de infiltración. En tal caso persiste la visión de uso extrac-tivo del agua.


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Acuífero: Estrato o formación geológica permeable que permite la circulación y el alma-cenamiento del agua subterránea por sus poros o grietas.

Adaptación: Iniciativas y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados del cambio climático. Existen diferentes tipos de adaptación, por ejemplo, la preventiva y la reactiva, la privada y la pública, y la autónoma y la planificada.

Alerta: Situación de vigilancia o atención con el fin de tomar precauciones específicas debido a la probable y cercana ocurrencia de un evento adverso

Amenaza: Es un fenómeno, ya sea natural o antrópico, que puede poner en riesgo bie-nes, servicios y personas.

Antrópico: Originado por el ser humano.

Buzamiento: Es el sentido u orientación de la inclinación de los estratos en un relieve de plegamiento formado en rocas sedimentarias, que son las que se disponen en forma de capas o estratos.

Cambio climático:

Cambio observado en el clima a escala global, regional y subregional, causado por procesos naturales y/o actividad humana.

Desastre: Son alteraciones intensas en las personas, bienes, servicios y el medio am-biente, causadas por un suceso natural o por la actividad humana, que exce-den la capacidad de respuesta de la comunidad afectada.

Desertificación: Se entiende la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y sub-húmedas secas resultantes de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.

Emergencia: Evento repentino, no planeado, que puede tener consecuencias negativas so-bre un sistema social, físico, ambiental, etc.

Intensidad: Grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud física, una cualidad, una expresión, etc.

Mitigación: Son todas las acciones y medidas dirigidas a reducir el riesgo.

GLOSARIO


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Percolación: Movimiento de desplazamiento del agua de lluvia desde la superficie del suelo, a través de los materiales porosos, hasta la capa freática.

Preparación: Conjunto de medidas y acciones que se realizan para reducir las pérdidas hu-manas, bienes y materiales.

Prevención: Es la aplicación de medidas para evitar que un evento se pueda convertir en un desastre.

Recarga hídrica: Movimiento de agua en el suelo proveniente de las precipitaciones por infiltra-ción hacia el manto freático.

Rehabilitación: Conjunto de medidas a corto plazo que se aplican para el restablecimiento de los servicios básicos y el inicio de la reparación del daño físico, social y eco-nómico.

Respuesta: Son todas las acciones llevadas a cabo ante un evento adverso que tiene por finalidad salvar vidas y disminuir las pérdidas materiales.

Reconstrucción: Proceso de reparación de mediano y largo plazo del daño físico, social y eco-nómico.

Riesgo: Probabilidad de consecuencias perjudiciales o pérdidas esperadas (muertes, lesiones, propiedad, medios de subsidencia, interrupción de actividad econó-mica o deterioro ambiente), como resultado de interacciones entre amenazas naturales o antrópicas y condiciones de vulnerabilidad.

Sequía: Se puede definir como una anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los requerimientos estadísticos de un área geo-gráfica dada. La sequía agrícola es la ausencia prolongada de agua necesaria para el desarrollo de los cultivos.

Vulnerabilidad: Grado de daño o pérdida susceptible de ser experimentado por un elemento o grupo de elementos bajo riesgo como resultado de la probable ocurrencia de un evento de una magnitud e intensidad dada.


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Matus, O; Faustino, J y Jiménez, F. 2009. Guía para la identificación participativa de zonas con potencial de recarga hídrica: Aplicación práctica en la subcuenca del río Jucuapa, Nicaragua. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza División de Investigación y Desarrollo Turrialba, Costa Rica, 2009.

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Pérez, C; Obando, M. Miranda, J. 2005. Recuperación de fuentes de agua en las laderas del trópico seco de Nicaragua. Programa para la Agricultura Sostenible en Laderas de América Cen-tral. Managua, Nicaragua.

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Modalidades legales utilizadas para el establecimiento de cerramientos en áreas de recarga hídrica

Modalidad Base jurídica

Régimen de tenencia

Superficie y temporalidad Procedimiento Observaciones

Comodato(ARENA)

Código de procedimien-to civil de Bolivia.Decreto Ley No 12760 de 06 agosto de 1975.

Prop iedad privada in-dividual o colectiva.

10 años con opción de ampliación por 10 años másHasta 5.000 hectá-reas

Contrato de comodato de de-recho temporal de uso del pre-dio (incluyen las servidumbres ecológicas), protocolizado ante Notario de Fe Pública, con re-conocimiento de firmas.Suscrito entre el o los propie-tarios y los miembros de la organización de regantes o usuarios del agua de consumo humano u otros usos.

El comodato se establece sobre la base de compen-saciones o sin ellas. Se reconoce con mayor le-gitimidad social la partici-pación de las autoridades locales que refrendan los acuerdos sobre la base de usos y costumbres lo-cales.

E s t a b l e c i -miento de Reserva Pri-vada de Patri-monio natural (REPANA)

Ley Forestal.Ley Nº 1700 del 12 de ju-lio de 1996Reglamento a la Ley Fo-restal.Decreto Su-premo. N° 24453 del 21 de diciembre de 1996.

P r o p i e d a -des indivi-duales.

Las reservas priva-das de patrimonio natural no podrán tener un área ma-yor a 5.000 hectá-reas y en ningún caso el plazo será menor a diez años.Se han suscrito contratos hasta por 99 años.

El propietario cede y da en ca-lidad de servidumbre pública a favor del gobierno municipal y del comité de agua potable una superficie establecida de su fundo o propiedad.El titular de la reserva dará cuenta de su establecimiento a la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), acompañando un testimonio de la escritura públi-ca y copia del plano correspon-diente.Las Reservas Privadas del Patrimonio Natural gozan de todas las seguridades jurídicas de las tierras de protección.

La organización de usua-rios del agua establece dominio colectivo, lo cual no significa tomar pose-sión o arrogarse el dere-cho propietarioSe acuerdan compen-saciones que deben es-tar especificadas en el contrato de servidumbre pública de posesión de inmueble para protección de la microcuenca.

Anexos

Continúa


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Modalidad Base jurídica

Régimen de tenencia

Superficie y temporalidad Procedimiento Observaciones

Usufructo(ARENA)

Contrato de usufructo

P r o p i e d a -des colecti-vas.

10 años con opción de ampliación por 10 años más.La superficie se establece por ne-gociación entre partes (cuenca alta y cuenca baja).

Contrato de usufructo, es decir de uso y goce de servicios am-bientales de una fracción con-venida de tierras comunales.Suscrito entre los dirigentes de la Comunidad y los represen-tantes de la organización de usuarios del agua.

La comunidad puede exi-gir las mejoras en el fundo (plantaciones forestales).

Compra – venta

Código civil bolivianoDecreto Ley No 12760 de 06 agosto de 1975

P r o p i e d a -des indivi-duales

Superficie según contratoVenta a perpetui-dad

Uso de minuta de compra-venta es la norma, sobre pre-cio acordado entre partes y protocolizado ante Notario de Fe Pública con reconocimiento de firmas.Requiere la inscripción en de-rechos reales para garantizar legalmente la compra.

Legalmente el solar cam-pesino y la pequeña pro-piedad son indivisibles e inembargables, pero en la práctica se subdividen y venden con frecuencia.Se suele subvalorar para evadir carga impositiva.

Donación

Código civil bolivianoDecreto Ley No 12760 de 06 agosto de 1975

P r o p i e d a -des indivi-duales

Superficie cedida voluntariamenteDonación a perpe-tuidad

Contrato de donación y transfe-rencia del derecho propietarioInscripción en derechos reales

Comprobación del de-recho de propietario del (los) donante(s). Escritura pública ante notario con reconocimiento de firmas.

Expropiación

La expropiación es también una opción para revertir al Estado tierras de protección que brindan servidumbres ambientales o cuando la propiedad no cumple la función económica-social. Sin embargo, esta modalidad no se ha dado hasta la fecha. Son causas de utilidad pública:• El reagrupamiento y redistribución de la tierra.• La conservación y la protección de la biodiversidad.• La realización de obras de interés público.• Los directores departamentales del INRA, en el ámbito de sus circunscripciones territoriales, son competen-

tes para sustanciar y resolver procedimientos de expropiación.


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Componente 1: Proyectos supramunicipales concertados y concurrentes• Guía para la gestión, protección y conservación de fuentes de agua y áreas de recarga

hídrica. Experiencias de las mancomunidades de municipios • Área de Reserva Natural de Agua (ARENA), una medida de adaptación al cambio

climático. Guía Práctica de implementación• Guía simplificada de evaluación del suelo y manejo sostenible de la tierra para una

agricultura en laderas• Manual para plantaciones forestales en la zona andina de Bolivia• Guía para la conformación de Sistemas Municipales de Alerta Temprana• Escuelas de campo para agricultores con enfoque de adaptación al cambio climático• Metodología de Satisfacción al Cliente. Evaluación desde los beneficiarios

Componente 2: Desarrollo de capacidades• Plan de Desarrollo de Capacidades y Plan Estratégico Institucional• Principales aspectos impositivos y normativos vigentes en Bolivia (Resumen didáctico

para el área administrativa – financiera de las mancomunidades socias)• Evaluando la sensibilidad al género y la equidad social• La facilitación• Guía de liderazgo y negociación• Comunicación y Gestión del Conocimiento

Componente 3: Procesos y Mecanismos de Concertación• Mapeo de actores• Elaboración de Agendas de Responsabilidad Compartida para espacios de concertación

público-privados• Guía para la gestión de proyectos en situaciones de conflicto

Componente 4: Articulación entre niveles del Estado • Pautas para celebrar acuerdos intergubernativos en gestión del agua• Plataformas de concurrencia y concertación

Componente 5: Incidencia en Política Públicas• Orientaciones para la incidencia en Políticas Públicas Locales

PUBLICACIONES DE LA SERIE: HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN TERRITORIAL SUPRAMUNICIPAL

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