fundación montes de maría - red montemariana
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Sistematización de las experiencias recolectadas en la semana de reflexión de la Redprodepaz.TRANSCRIPT
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Montes de María Formación y participación de la sociedad civil para la
incidencia
Julio 2013
GobernabilidadDemocrática
Red Montemariana
Carrera 6 No, 35 - 49Bogota, Colombia
PBX (571) 2 88 89 82/ 285 56 [email protected]
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Fundación Red de Desarrollo y Paz de los Montes de María1
Ubicación Espacio-tempral
En extensión, los Montes de María forman un territorio de 6 466 km2 de los cuales 3 789
km2 pertenecen al departamento de Bolívar (58,59% del total) y 2 677 km2 forman parte de
Sucre (41,40%). Montes de María es una región natural ubicada en la parte central de los
departamentos de Bolívar y Sucre, en la Región Caribe de la República de Colombia. Los
Montes de María están integrados por quince municipios, siete del departamento de Bolívar
(El Carmen de Bolívar, María la baja, San Juan Nepomuceno, San Jacinto, Córdoba Tetón,
El Guamo y Zambrano) y ocho municipios del departamento de Sucre (Ovejas, Chalán, Co-
loso, Morroa, Los Palmitos, San Onofre, San Antonio de Palmito y Toluviejo).
Los quince municipios de Montes de María albergan una población de 349 624 personas,
según la proyección 2011, con base en el Censo 2005 del Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE). Dicha población representa el 12% del total de la población
de los departamentos de Bolívar y Sucre, de los que forman parte política y administrativa-
mente. Desde una perspectiva de género, en Montes de María el 52% de la población son
hombres y el 48% mujeres.
A nivel regional, en Montes de María han existido, desde ya hace un tiempo y con el ob-
jetivo de generar procesos de desarrollo, diversas iniciativas de intervención comunitaria.
En esta zona, altamente afectada por la violencia, estas prácticas han sido promovidas por
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organizaciones de base que buscan la reconstrucción del tejido social y el desarrollo del
capital humano así como la reactivación del sector productivo en procura de favorecer la
convivencia pacífica y el Desarrollo Humano Integral (DHI).
En cuanto al contexto de los actores es necesario observar que, en medio de la violencia
y el conflicto armado, la población demostraba miedo y que el tejido social se erosionó
por causa de los actos violentos y los diferentes actores armados. Entre estos actores de
la región encontramos: la guerrilla, con los frentes 35 y 37 de las Fuerzas Armadas Revo-
lucionarias de Colombia (FARC), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la Corriente
de Renovación Socialista (CRS) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN); paramilitares,
con el Bloque Héroes de los Montes de María; agentes del Estado; y delincuencia común,
entre otros. Todos estos grupos privaban a la sociedad civil de ejercer una real y verdadera
ciudadanía.
La institucionalidad se volvió corrupta y hubo cooptación del aparato del Estado. La socie-
dad civil no estaba fortalecida a nivel organizativo y esto originó que todas las organizacio-
nes estuvieran dispersas. En lo jurídico, las organizaciones eran mayoritariamente de hecho
e informales, y en lo social, las comunidades y organizaciones eran permeadas y coartadas
por los actores del conflicto.
La Red Montemariana se inició en el año 2004 como una alternativa de la sociedad civil de
los Montes de María para construir y recuperar los espacios de participación ciudadana a
través de la formación para la exigibilidad de derechos que se habían coartado por el con-
flicto armado y la ingobernabilidad. Adicionalmente, se buscaba promover la planeación
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participativa, donde los pobladores adquirieran la capacidad de discutir y concertar sus
propuestas para diseñar políticas públicas que respondieran a las necesidades de nuestros
municipios y de la región.
La red también es un escenario donde todos construimos un bien común basado en el prin-
cipio de vida digna, a través del consenso acordado, desde la mirada de hombres y mujeres
del territorio montemariano.
La Red Montemariana constituye un sistema que da sentido de integración e integralidad
regional, en aras de construir juntos el desarrollo para la paz. Tanto la integración como la
integralidad regional permiten comprender las relaciones de interacción, interdependencia
y conexión existente entre las organizaciones, pero además, permiten comprender y esta-
blecer la diferenciación entre cada una de ellas.
En la Red se reconoce, se valora y se estimula el
pluralismo, la heterogeneidad y la diferencia.
La Red Montemariana está constituida por las dis-
tintas Redes y Mesas sectoriales que se encuentran
organizadas en cada uno de los quince municipios
de la región de los Montes de María.
Durante el proceso (2004 - 2005), las primeras Re-
des conformadas fueron las de: jóvenes, mujeres,
artesanos y comunicadores. Posteriormente, con
el desarrollo de la dinámica organizacional, se in-
corporó la mesa indígena, la mesa afro, la mesa
campesina y la red de líderes de víctimas, en este
orden.
La dinámica de las redes y mesas sectoriales se
da de acuerdo a los contextos municipales y a los
procesos de surgimiento de este tipo de organiza-
ción de segundo nivel, se adecuan al contexto de
cada municipio. Esto hace que la propuesta de la
Red Montemariana genere entre los pobladores un
imaginario de región, así como también un sentido
de pertenencia donde cada quien tiene claros sus
deberes y derechos ciudadanos, sobre la base de
que este conocimiento les permite participar en la
toma de decisiones que les competen.
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Problemática
¿Cuál fue la Buena Práctica y/o la Lección Aprendida?
La principal problemática en la región era la vulnerabilidad de los Derechos Fundamenta-
les. Mejorar la reconstrucción del tejido social en una zona de conflicto no es tarea fácil.
Encontramos una sociedad civil que tenía miedo y desconfianza en las instituciones, con
un tejido social deteriorado debido a la debilidad institucional y al desconocimiento de los
derechos por parte de los pobladores. A todo ello se suma la presencia de actores arma-
dos que, por una parte, imposibilitaba la capacidad de unión organizacional por parte de
las comunidades y, por otra parte, provocaba la estigmatización de la sociedad civil y la
represión de aquellos actores que querían la exigibilidad de los derechos.
Esta postura inicial, cuyo objetivo era la transformación social y cultural a través de la Red
Montemariana, centró su accionar en la reconstrucción del tejido social mediante el desa-
rrollo del capital humano en cada municipio de Montes de María. De esta manera se lo-
graría una transformación positiva de la cultura política regional, fortaleciendo los procesos
de gobernabilidad, la autogestión comunitaria, la construcción de vínculos comunitarios, el
consenso de políticas para el desarrollo regional, la planeación participativa y la articulación
con la institucionalidad pública y privada.
La Buena Práctica se podría identificar como
Organizar, articular y formar en participación
política.
La Red Montemariana ha promovido espa-
cios de fortalecimiento y capacitación de las
asociaciones y organizaciones que pertene-
cen a esta. Este trabajo parte de la necesidad
de fortalecer nuevos liderazgos en el interior
de nuestras organizaciones, liderazgos que
como resultado buscan el trabajo en red y la
disminución de la competitividad entre nues-
tros grupos, esperando apelar a la solidari-
dad como herramienta importante para nues-
tro desarrollo. Al ofrecer esta oportunidad de
adquirir conocimiento como herramienta para
fortalecernos, nos permite mejorar las condi-
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ciones de nuestras comunidades de origen.
Estas herramientas son instrumentos que es-
tán esperando ser usados y cuyo descono-
cimiento o utilización inadecuada o inopor-
tuna, probablemente en alguna ocasión, nos
marginó de procesos o hizo que derechos de
nuestras comunidades fueran desconocidos.
En este caso, las políticas públicas son las
herramientas que muchas veces determinan
el camino a seguir para lograr nuestro obje-
tivo respecto a las comunidades para las que
trabajamos. Esto ha permitido reconstruir el
tejido político deteriorado por los malos há-
bitos políticos y por la participación activa de
actores armados.
La formación relacionada con las políticas
públicas ha buscado generar un nivel de
provocación en nuestras comunidades para
conseguir integrarlas a nuestra vida comuni-
taria cotidiana. Asimismo, nos ha acercado a
aspectos como la incidencia política a nivel
municipal, regional y nacional. También nos
ha permitido conocer, exponer, compartir y
aclarar los conceptos de políticas públicas
e incidencia en la región; conocer mejor qué
son los planes de desarrollo y los contenidos
de los mismos; y conocer y aproximarnos al
proceso de la incidencia política y su impor-
tancia como espacio de participación frente a
las políticas públicas.
De igual forma ha podido crear espacios de
diálogo con los candidatos a los Concejos,
las Alcaldías, las Asambleas, las Gobernacio-
nes, el Congreso y la Presidencia para dar a
conocer las necesidades de las comunidades
y los proyectos formulados, al igual que para
fortalecer el voto programático por parte de
los habitantes.
La Red Montemariana ha logrado organizar
espacios de diálogo y concertación con la
administración municipal, departamental y
nacional, y promover la rendición pública de
cuentas de las mismas en asambleas regio-
nales de la Red.
Hemos promovido la articulación con las
autoridades e instancias de planeación para
la formulación participativa de los Planes
de Desarrollo, de Ordenamiento Territorial,
planes de acción, planes sectoriales y, en
general, de todos aquellos que apliquen el
direccionamiento de la inversión social.
Los espacios de incidencia son: Consejos
Territoriales de Planeación, Veedurías Ciuda-
danas, Consejos Municipales de Desarrollo
Rural, Consejos Municipales de Paz, Mesas
de Víctimas, Consejos de Justicia Transi-
cional, Mesa Campesina, Comité Nacional
de Impulso de Zonas de Reserva Campesi-
na, Mesa de Paz (de los departamentos de
Bolívar y Sucre), Comité de Impulso para la
Construcción de la Política Pública Nacional
de Derechos Humanos, Consejo Regional
de Paz y Centro de Documentación Munici-
pal de Derechos.
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Nuestros logros
Nuestros principales logros fueron el empoderamiento de la comunidad, la construcción
de Agendas Democráticas Municipales y el reconocimiento público, a nivel local, regional,
nacional e internacional.
Asimismo, los miembros de la Red Montemariana han participado, articulado y postulado
como:
• Observadores electorales con la MOE en los procesos de elecciones a cargos públicos.
• Diplomados en diferentes universidades de Colombia.
• Organizadores y miembros de talleres de formación ciudadana de organizaciones de
base.
• Participantes en el proyecto de fortalecimiento de la Red Montemariana a través de la
fundación “Sirviendo con Amor” y de la fundación “Red Desarrollo y Paz de los Montes
de María”.
• Aspirantes a Alcaldías y a Concejos Municipales.
• Concejales electos en Montes de María.
• Miembros de la articulación con entes territoriales como son las Alcaldías y las Gober-
naciones de Montes de María.
• Actores en el acercamiento con la Red de Concejales de los Montes de María.
• Actores en el acercamiento con la Red de Entes Territoriales, entre las que forman parte
las alcaldías y las gobernaciones de los Montes de María.
• Actores en la articulación con la Red de Personeros Municipales, con una incidencia en
la creación de las Mesas Municipales de Paz y de Derechos Humanos.
• Miembros participantes con ASVIDAS, con una incidencia en la creación de los Consejos
Municipales de Paz y de Derechos Humanos y con apoyo económico de la cooperación
sueca y noruega y de FOS-Colombia.
• Participantes en la escuela de formación ciudadana, incidencia política y paz de los
Montes de María, con la organización ASVIDAS.
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Nuestros Aprendizajes
• El proceso de la Red Montemariana ha permitido construir una nueva cultura política que
fortalece los procesos de participación ciudadana, y el liderazgo político y transforma-
dor. Sin embargo, la relación con la institucionalidad está supeditada a los cambios de
gobierno y a las elecciones de los gobernantes.
• No todas las organizaciones de base tienen predisposición al proceso de incidencia
política.
• Una vez empoderada la gente, algunos cambian de visión frente al proceso.
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¿Por qué es una Buena Práctica?
La vinculación de la academia, a través de los diplomados, en los procesos de formación
plantea nuevos retos para las comunidades montemarianas. Actores de todos los niveles
ahora son activos y participan en los procesos de formación e implementación de las polí-
ticas públicas. Además, los diplomados han generado mayor equidad, inclusión de grupos
vulnerables y reconocimiento de derechos para que los ciudadanos y ciudadanas participen
activamente en la vida social, económica, cultural, ambiental y política, y en la construcción
de un proyecto colectivo de región y de país.
Otra de las claves del éxito fue reconocer “el saber” popular, pues los pobladores están
sensibilizados, concientizados y comprometidos con la construcción y el desarrollo de una
nueva base social en cada municipio.
Para la Red Montemariana conviene seguir fortaleciendo el trabajo con las organizaciones
de base en pro de una ciudadanía más educada que participe en los procesos políticos
como actor clave en el futuro de nuestra región. Es necesario enfatizar en temas relacio-
nados con la veeduría ciudadana, el control político, la exigibilidad de derechos y la res-
ponsabilidad social, ya que forman parte de un mecanismo necesario para que exista un
territorio comprometido con su propio desarrollo.
Otras claves para que sea exitosa esta experiencia son:
• La convocatoria a través de las organizaciones.
• El trabajo de campo en los territorios.
• La organización por mesas temáticas.
• La vinculación de la Red de Comunicadores al proceso de la Red Montemariana.
• La negociación con la institucionalidad.
• Los encuentros municipales y regionales con pobladores, organizaciones, actores so-
ciales, políticos e institucionales.