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2011 DAVID LEONARDO ORDOÑEZ ECCI 24/04/2011 FUTBOL: PASION Y LOCURA

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Pasion,locura

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2011

DAVID LEONARDO ORDOÑEZ

ECCI

24/04/2011

FUTBOL: PASION Y LOCURA

[2]

En efecto, el fútbol ha sido asociado a eventos

violentos desde sus orígenes en la Inglaterra

del siglo XVIII, cuando los partidos

involucraban a cientos de jugadores y se

convertían esencialmente en campos de

batalla donde se enfrentaban las juventudes

de los pueblos rivales.

Una cosa es la razón y otra la pasión, y en el

fútbol, además de once contra once, se

enfrentan igualmente imaginarios

individuales y colectivos que producen en los

hinchas y en la masas, transformaciones

inesperadas. En el fútbol, todo además de

razón es pasión.

Es pasión: el hincha, la jugada, la narración, el gol, la carrera futbolística de los jugadores

como actores principales, la familia, los costos del espectáculo, la publicidad, la fuerza

pública, las barras en la tribuna, la celebración del gol, la euforia, el alcohol, la droga, las

banderas, las camisetas, la gorra, el tambor, los costos de los jugadores y los costos de las

transmisiones de los partidos por televisión, entre otros factores.

Las barras nacen de una subcultura juvenil, en donde lo que se busca es la pertenencia a un

grupo determinado que compartan los mismos gustos. Ahora bien, se diferencia de una barra

brava porque estas tienen unos rasgos más marcados como lo son: nacionalismo, xenofobia,

exaltación de la fuerza física, virilidad agresiva, sentido del honor asociado con la capacidad

de pelear y la demostración del más fuerte, haciendo que estos grupos sean de pensamientos

radicales.

En la historia de las barras bravas, se han relacionado con el alcohol y las drogas, aunque no

siempre es así, ya que si miramos la sociedad actual, en realidad encontramos que la juventud

en general se relaciona con esas dos variables. En el mundo podemos encontrar barras bravas

y hooligans.

[3]

Los Hooligans

Existe un sinfín de teorías

respecto al origen etimológico

del término. El más extendido

apunta a que deriva del

apellido Hooligan o Houlihan.

Algunos lo atribuyen a que

apareció en un informe de la

policía de Londres que data

del 1898 y que publicó The

Times, referente a un asesino

de Southwark (Londres)

llamado Patrick Hooligan.

Otros afirman que, a principios del siglo pasado, existía una

popular canción que hablaba de una ruidosa

familia irlandesa en Southwark, (Londres) con ese apellido. Incluso

había una tira cómica de un personaje irlandés del mismo nombre

que se publicaba en el periódico Funny Folks.

También se especula sobre la posibilidad de que derive de una

banda callejera en Islington llamada Hooley. Otra vertiente plantea

que se basa en la palabra irlandesa, Hooley, que significa salvaje o

fiesta animada.

La difusión masiva e implantación equívoca del

término hooligans (del vocablo inglés que significa: "persona que

causa problemas o violencia" "backstreet" o "gamberro") nace

en Inglaterra junto con la Copa Mundial de Fútbol de 1966. La

prensa oficial y los portavoces del Buckingham Palace identificaron

este término con la creciente ola de marginalidad, sobre todo en los

otrora grandes centros industriales. Así pues se asoció con una

determinada vestimenta, un argot, unas pautas de conducta y

ciertos barrios. Incluso llegó a englobar diversas acciones como

robos, prostitución, atracos a ciudadanos en la vía pública o el

percibir los subsidios oficiales destinados a los desocupados.

El 11 de mayo de 1985 en el Estadio de Valley Parade se disputaba el último partido de liga entre el Bradford City y el Lincoln City, cuando poco antes del final de la primera parte (hacia las 15.40 h) se originó un incendio en la tribuna principal. El arbitro Don Shaw avisado por uno de sus líneas suspendió el partido tres minutos antes del descanso, tras esta medida la mayor parte de los espectadores saltaron al terreno de juego para ponerse a salvo. Aquellos que decidieron escapar por los tornos de entrada quedaron atrapados en el infierno, debido a que las puertas habían sido cerradas para evitar que los espectadores entraran sin pagar. Las investigaciones posteriores determinaron que la causa del incendio había sido un cigarro o una cerilla mal apagados, que junto con los restos de basura acumulados durante años bajo los asientos y la madera de las gradas produjeron un efecto devastador. En tan sólo cuatro minutos el fuego se extendió por toda la grada provocando su caída. La Tragedia de Heysel no fue la mayor catástrofe que había sucedido en un estadio de fútbol, pero sí la de mayor impacto mediático por producirse en una final de la Copa de Europa, Por ello, los sucesos de Heysel tuvieron una negativa influencia sobre el fútbol en general.

[4]

Hooligan y Hooliganismo son anglicismos utilizados para referirse a seguidores de equipos

de fútbol que han producido disturbios o realizado actos vandálicos, que en ocasiones pueden

derivar en tragedias como la Valley Parade o la de Heysel. En 1985 estaba en pleno apogeo el

fenómeno del "hooliganismo" surgido en Inglaterra. En la mayoría aficiones de clubes ingleses

habían surgido grupos de "hooligans" (vándalos), que al amparo del anonimato que

proporcionaban las masas de aficionados de los estadios de fútbol, aprovechaban consumir

grandes cantidades de alcohol y promover ideas violentas, exhibir símbolos neonazis y

realizar actos de vandalismo tanto en el interior de los estadios como en las calles de las

ciudades donde se disputaba el partido. En los años anteriores a 1985 se habían sucedido

numerosos actos vandálicos provocados por los "hooligans" ingleses, especialmente cuando se

desplazaban fuera de las islas británicas. En pocos años, el fenómeno "hooligan" se extendió

por toda Europa, e Italia fue uno de los países donde más arraigó el fenómeno.

Los enfrentamientos entre grandes

clubes de fútbol eran también

entendidos por los "hooligans" de cada

equipo como un enfrentamiento entre

las bandas. Así, la final de Heysel fue

entendida por muchos aficionados no

sólo como un enfrentamiento entre dos

equipos de fútbol, sino como un

enfrentamiento entre "hooligans"

(ingleses) y "tifosi" (italianos) que debía

tener lugar dentro y fuera del estadio.

[5]

Ideología

Estos aficionados agresivos, seguidores de un equipo

en concreto, suelen enfrentarse a menudo con los

grupos del equipo contrario durante el encuentro. La

tensión aumenta durante los llamados clásicos

o Derby, que son encuentros entre equipos de la misma

ciudad, o equipos con una gran competencia histórica.

Estos encuentros violentos entre grupos han dado

lugar a numerosas muertes (un promedio de media

docena al año en la década del 90) y tragedias a lo

largo de la historia del fútbol inglés. En 1985, en el

estadio de Heysel (Bruselas), mueren 39 personas, en

su mayoría italianos, durante un ataque artero de los

aficionados del Liverpool, que esa noche jugaba con

la Juventus, la final de la Copa de Europa. Trasladados

los muertos y heridos el partido se jugó igual.

A partir de los años sesenta muchas subculturas

juveniles como

los skinhead, herbert, mod , punk o rude boy se han

visto ligadas al movimientohooligan

No hubo una clara intención de diferenciar a los

grupos violentos de los actos relacionados con el

mundo del fútbol. De este modo los hooligans

propiamente dichos, los desocupados o excluidos del

sistema, fueron asimilados en todo el mundo a

las barras bravas de Sudamérica y ultras del resto

de Europa.

[6]

CONSECUENCIAS DEL HOOLIGANISMO PARA

EL FUTBOL

Se generalizó una imagen del fútbol como deporte violento y

peligroso, y se registró un descenso en el número de asistentes

a los estadios de fútbol en la mayoría de estadios europeos.

La FIFA tuvo que redoblar sus esfuerzos para mejorar la

imagen del fútbol, y puso en marcha una campaña mundial

denominada "Fair Play", en favor del juego limpio.

Además, la FIFA tomó medidas para mejorar la seguridad en

los estadios de fútbol:

Se eliminaron de todos los estadios las zonas sin asientos, obligando a que todas las

localidades fuesen de asiento.

Se eliminaron las vallas "protectoras", o se sustituyeron por vallas abatibles o provistas de

salidas en casos de emergencia.

Se establecieron criterios para evaluar el nivel de seguridad y comfort de los estadios, y la

FIFA procedió a hacer inspecciones. Se decidió que, en adelante, sólo acogieran grandes

finales europeas los estadios catalogados como de "cinco estrellas".

Se establecieron criterios para evaluar el riesgo de los partidos de fútbol, y se incluyeron

medidas de prevención (como un mayor número de agentes de seguridad y de sanidad) en

función de si los partidos eran de alto riesgo.

Se establecieron medidas para que las aficiones de los dos equipos estuvieran separadas por

cordones de seguridad, de manera que no pudiesen coincidir ni antes ni durante ni después

de los partidos.

Se prohibió la entrada a los estadios de banderas provistas de mástiles, y de todo tipo de

elementos rígidos, o susceptibles de ser utilizados como armas arrojadizas.

Se incrementaron las medidas de seguridad en el acceso a los estadios, incluyendo cacheos.

Se prohibió la venta de bebidas alcohólicas en el interior de los estadios.

Se prohibió el acceso de botellas de vidrio al interior de los estadios.

Se prohibió la exhibición en los estadios de banderas y símbolos nazis, así como de pancartas

que pudieran incitar a la violencia.

[7]

Las Barras Bravas

El término barra es el usado mayormente

en Latinoamérica, siendo sinónimos de la

misma los términos "hinchada"

(en Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Pa

raguay, Perú, Uruguay y Venezuela), "peña"

(en España), "torcida" (en Brasil) o "porra" y

"barra" (en México).

El origen de la palabra hincha surgió

en Montevideo, Uruguay, en los albores del

siglo XX.

Prudencio Miguel Reyes, talabartero de profesión, había sido contratado por el Club

Nacional de Futbol para encargarse de las labores que hoy en día son cumplidas por los

utileros. Se ocupaba entre otras cosas, de inflar con aire (hinchar) las pelotas de juego antes

de cada partido. Reyes, además, se había vuelto un entusiasta seguidor de los "bolsos" y

alentaba a su equipo con estentóreas arengas y gritos que sobresalían por encima de los de

los demás fanáticos. Los comentarios de la gente no se hicieron esperar: “¡Mirá cómo grita el

hincha!”, decían refiriéndose al utilero, por su tarea de “hinchar” los balones de juego. Y así

fue como poco a poco el término se fue aplicando a todo aquel que durante los encuentros

alentaba fogosamente a sus favoritos, cruzó rápidamente el Río de la Plata y llegó a

Argentina, más precisamente a Banfield, una de las ciudades futboleras con las que cuenta el

Sur y en la Ciudad de Buenos Aires, en Parque Patricios, cuna de Huracán; para luego

extenderse al resto del mundo llamando hinchadas a las barras.

Una figura mundial opina al respecto "Estaba

pensando en volver a Argentina, pero la violencia es

un problema que persiste en el fútbol argentino.

Cuando veo las imágenes por televisión, me asustan"

dijó Gabriel Omar Batístuta, al interrogársele si quería

volver al fútbol argentino. La violencia salpicó el

Torneo Apertura con los incidentes en el derby de

Avellaneda entre Racing e Independiente y con la

muerte de un seguidor de 17 años, que fue asesinado

a tiros en un encuentro de la segunda división. Me

estoy preparando para retirarme del fútbol, dijo el

argentino en una entrevista concedida a un programa

de televisión.

[8]

Generalmente las barras bravas

utilizan banderas, lienzos y diferentes

instrumentos musicales. También se

caracterizan por ubicarse en las

tribunas populares, aquellas que

frecuentemente carecen de asientos y

donde los espectadores deben ver el

partido de pie.

Este fenómeno se ha extendido, en

diverso grado, en diferentes países de

América. Generalmente tienen su

origen en una subcultura juvenil de

carácter urbano, donde se busca la pertenencia a un grupo determinado. Si bien existe una

amplia variedad de estas barras en América, éstas tienden a presentar ciertos rasgos

comunes: exaltación de la fuerza, el nacionalismo, el sentido del honor asociado con la

capacidad de pelear y la necesidad de reafirmación.

Tradicionalmente, se ha asociado a las barras bravas con la marginalidad urbana, y el

consumo de alcohol y drogas. En general, en la mayor parte de América estas barras están

conformadas por jóvenes entre los 14 y 25 años, mientras que en Argentina los integrantes

suelen ser de mayor edad, pues en ese país la tradición está más arraigada. En el resto de los

países de América Latina estas barras han adquirido notoriedad progresivamente, al menos

desde comienzos de la década de 1990.

Las “barras bravas” son una perversión del fútbol, unir esfuerzos excusados en el deporte

para promover el delito, el daño y el temor, son una atrocidad. Las barras bravas dirigen en

contra vía el principio fundamental de promoción y alegría que dinamiza el deporte. El

fútbol Colombiano, no se merece violencia en su interior. El deporte no puede ser el reflejo

del mayor o menor grado de criminalidad en un país. Las barras transforman el fútbol desde

el concepto de masa, espectáculo, publicidad y deporte social comunitario. El hincha de

fútbol tiene que respetar y hacer respetar su espacio y el espacio de los demás en el estadio.

[9]

En nuestro país las barras mal llamadas "bravas" son conformadas por jóvenes entre los 13 y

26 años, ya que son muy recientes. En otros países, en las barras bravas hay personas de 50 y

más años, ya que es una tradición más arraigada y el fanatismo es mayor.

Es decir que en Colombia todavía podemos encontrar las causas de ese rencor y rabia

reprimidos entre estos hinchas, en primer lugar, se presenta una situación social, en donde un

núcleo familiar violento genera más violencia, en segundo lugar, un factor económico que

hace que el hincha desahogue sus problemas en un estadio de fútbol y en tercer lugar, una

carencia de educación en el comportamiento.

La tendencia de barras bravas nace en Colombia en los años 90 cuando nace la rivalidad

entre hinchas de Medellín, Cali y Bogota. Al igual que en los estadios del mundo, en

Colombia las tribunas se llenaron de alegría, porque nuestras gentes aprendieron a ver el

colorido de las tribunas de los otros equipos europeos o argentinos, unas veces porque la

hinchada acompaño a sus equipos a dichos lugares, otras veces por lo que se veía por

televisión, en el también globalizado mundo de las comunicaciones. En Colombia se pasa de

una manera pasiva de ver el fútbol, a una forma activa y diferente, ya que estos jóvenes

durante todo el partido se dedican a saltar y a cantar a ritmo de tambores, palmas y señales,

empleando gestos con las manos y cuerpo en general. Muchachos y niñas de todos los

estratos sociales y económicos de la ciudad, unidos solo por una insignia, un color, una

pasión, una razón y un sentimiento, para ver y disfrutar los encuentros futboleros. En

Colombia las ciudades empiezan a llenarse de graffittis y simbología entre barras, la cultura

de la camiseta o insignia de la escuadra futbolera preferida o de la región, adquieren estatus.

Las banderas inundan los escenarios deportivos y se dá un relevo generacional al interior del

estadio. El hincha de cojín y familia con niños en brazos, desaparece de las tribunas en los

estadios Colombianos, dando paso al 4 nuevo hincha del fútbol, ósea el joven de arete, pircin,

tatuaje, torso desnudo, esbeltez y colorido. El estadio se inunda de alegría, droga, alcohol,

impunidad, saltos y gritos.

[10]

El poder se convierte en

lo esencial, y el respaldo

al equipo se torna en lo

más importante para la

vida de muchos jóvenes

que no teniendo nada

importante en sus vidas,

convierten a su equipo de

fútbol, en su más

preciado tesoro. Es decir,

se fue creando una nueva

identidad nacional, una

cultura del fútbol

espectáculo.

La simbología cambio, y el imaginario individual y

colectivo de los nuevos hinchas del fútbol plagaron

todos los rincones del territorio nacional. La rivalidad

entre las escuadras futboleras no se hizo esperar y la

violencia al interior de los estadios se empezó a volver

situación cotidiana.

Para el caso Colombiano, algunas características que

están identificando el nuevo tipo de fútbol espectáculo,

se pueden resumir así: aficionados que encuentran en

el estadio el lugar natural de la brutalidad, el mal trato y

el irrespeto; el periodista y el comentarista deportivo

con su pasión e intereses económicos; las expresiones

verbales de barras, técnicos, directivos y aficionados; la

simbología y logística utilizada en el espectáculo por

jugadores y aficionados; el apasionado hincha promotor

de modelos foráneos, la valoración exagerada y

descalificadora de los hechos por unos y otros; y

finalmente y lo más lamentable, el reflejo de la sociedad

violenta, excluyente y limitadora que envuelve a

Colombia, que fruto de sus múltiples desigualdades, ha

socavado finalmente el sentimiento del hincha,

generándole resentimientos sociales y culturales, que

son infortunadamente trasladados al fútbol.

El origen de la violencia en el fútbol se remonta a un partido disputado por Argentina y Uruguay en 1916. Debido a la sobreventa de entradas comenzaron a producirse desmanes en las tribunas, las cuales terminaron incendiadas. En el período que va desde 1924 a 1957 se habían producido 12 muertes relacionadas con el fútbol. Pero a partir de fines de la década de 1950 el fenómeno cambia. Luego de la muerte de Linker, en 1958, en el fútbol argentino se inicia una etapa de "acostumbramiento" a la violencia, comenzando a conocerse a los grupos organizados de hinchas violentos como barras bravas. Este período además se caracteriza por un incremento en el número de muertes. De acuerdo con Amílcar Romero, entre 1958 y 1985 se producen en Argentina 103 muertes relacionadas con violencia en el fútbol, es decir, en promedio una cada 3 meses. En este período, además, comienzan a institucionalizarse los grupos de hinchas violentos, quienes son financiados por los dirigentes. A partir de este momento la violencia crece, y estos grupos comienzan a ser utilizados también para la política. Si bien en Argentina todas las barras bravas son consideradas peligrosas, organismos de seguridad afirman que las de Independiente, Newell's Old Boys , Boca Juniors y River Plate son las más poderosas.

[11]

Webgrafia:

http://www.cafyd.com/HistDeporte/htm/pdf/4-19.pdf

http://es.wikipedia.org/wiki/Barra_brava

http://es.wikipedia.org/wiki/Hooligan_(f%C3%BAtbol)

http://es.wikipedia.org/wiki/Tragedia_de_Valley_Parade

http://es.wikipedia.org/wiki/Tragedia_de_Heysel

http://es.wikipedia.org/wiki/Hinchada

http://www.colombia.com/futbol/especiales/170201/barras.asp