garantías constitucionales del proceso (24.2 ce) · pdf file1 garantías...

38
1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado por la ley 2.- Derecho a la defensa y a la asistencia letrada 3.- Principio acusatorio 4.- Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas 5.- Derecho a un proceso con todas las garantías 5.1.- Garantía del juez imparcial 5.2.- Inmediación en la segunda instancia 5.3.- Derecho a la revisión de los fallos de condena 5.4.- Otras garantías 6.- Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa 7.- Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable 8.- Derecho a la presunción de inocencia 8.1.- Cuestiones generales, extensión y ámbito de aplicación 8.2.- Licitud y validez de las pruebas 8.3.- Suficiencia y valoración de los distintos medios de prueba 8.3.1.- Testigos de referencia 8.3.2.- Prueba indiciaria 8.3.3.- Declaraciones de coimputados 8.3.4.- Actas, atestados policiales, informes tributarios y partes de denuncia 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado por la ley En materia del derecho al juez ordinario predeterminado por la Ley, el periodo examinado no aporta gran número de resoluciones, máxime cuando la invocación de este derecho suele ir vinculada a las lesiones relativas a la garantía de imparcialidad, en relación con la posibilidad y prosperabilidad de la recusación. En todo caso, la STC 164/2008, de 15 de diciembre, rechaza la lesión del derecho al juez ordinario predeterminado por la ley en proceso contencioso-administrativo en que no se comunicó a las partes las razones de la sustitución de un magistrado integrante de la Sala, quien, previamente, se había abstenido de conocer en otro proceso, éste del orden social, seguido por mobbing contra el recurrente, y cuya resolución resultó ser decisiva en el posterior contencioso. El Tribunal rechaza, al FJ4 de la sentencia, la vulneración ante la inexistencia de lesión material, pues se llevó a cabo por la vía de los hechos (sustitución del magistrado incurso en posible causa de recusación) lo que en su caso habría sido

Upload: lamtruc

Post on 27-Feb-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

1

GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE)

Luis Fernández Antelo

SUMARIO

1.- Derecho al juez ordinario predeterminado por la ley

2.- Derecho a la defensa y a la asistencia letrada

3.- Principio acusatorio

4.- Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas

5.- Derecho a un proceso con todas las garantías

5.1.- Garantía del juez imparcial

5.2.- Inmediación en la segunda instancia

5.3.- Derecho a la revisión de los fallos de condena

5.4.- Otras garantías

6.- Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa

7.- Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable

8.- Derecho a la presunción de inocencia

8.1.- Cuestiones generales, extensión y ámbito de aplicación

8.2.- Licitud y validez de las pruebas

8.3.- Suficiencia y valoración de los distintos medios de prueba

8.3.1.- Testigos de referencia

8.3.2.- Prueba indiciaria

8.3.3.- Declaraciones de coimputados

8.3.4.- Actas, atestados policiales, informes tributarios y partes de denuncia

1.- Derecho al juez ordinario predeterminado por la ley

En materia del derecho al juez ordinario predeterminado por la Ley, el periodo

examinado no aporta gran número de resoluciones, máxime cuando la invocación de

este derecho suele ir vinculada a las lesiones relativas a la garantía de imparcialidad, en

relación con la posibilidad y prosperabilidad de la recusación. En todo caso, la STC

164/2008, de 15 de diciembre, rechaza la lesión del derecho al juez ordinario

predeterminado por la ley en proceso contencioso-administrativo en que no se comunicó

a las partes las razones de la sustitución de un magistrado integrante de la Sala, quien,

previamente, se había abstenido de conocer en otro proceso, éste del orden social,

seguido por mobbing contra el recurrente, y cuya resolución resultó ser decisiva en el

posterior contencioso. El Tribunal rechaza, al FJ4 de la sentencia, la vulneración ante la

inexistencia de lesión material, pues se llevó a cabo por la vía de los hechos (sustitución

del magistrado incurso en posible causa de recusación) lo que en su caso habría sido

Page 2: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

2

fruto de la recusación que no se pudo intentar. También se rechaza la queja referida a

vulneración del derecho al juez legal como consecuencia de la participación, en la

apelación contencioso-administrativa, de un magistrado que había participado en el

dictado de la decisión en el recurso de suplicación, al ser dicha circunstancia conocida

por la Administración con anterioridad sin haber hecho uso de su derecho a recusar, por

lo que, como concluye el Tribunal, ―no puede pretender ahora en el recurso de amparo

[la Administración demandante] que se aprecie la lesión de lo que entonces no

consideró como lesivo‖.

La STC 116/2008, de 13 de octubre, estima recurso de amparo deducido contra la

inadmisión a trámite, por extemporánea, de recusación formulada contra dos de los

Magistrados integrantes de la Sección que resolvió recurso de apelación interpuesto

contra condena dictada por Juzgado de lo Penal. La Sala de justicia fundó la

extemporaneidad en que el momento de la recusación debió ser el de la interposición del

recurso de apelación y no después –como efectivamente se hizo-, pues el recurrente

sabía que era siempre la misma Sección de la Audiencia Provincial la que conocía de

los recursos contra aquellas sentencias dictadas por los Juzgados de lo Penal de Melilla,

-al radicar la Sección físicamente en dicha ciudad autónoma-. El Tribunal razona, en el

FJ3 de la sentencia a examen, que dicha predeterminación del órgano in genere no se

asimila al conocimiento de cada uno de sus componentes, por ser éste coyuntural y

sometido a las distintas eventualidades consecuencia de traslados, jubilaciones y demás

acontecimientos. Por ello, los Tribunales tienen la obligación de poner en conocimiento

de las partes la composición concreta de cada Sección o Sala que va a juzgar el litigio o

causa, a efectos de posibilitar efectivamente el derecho a la recusación, momento en el

cual se debe formalizar la misma. Igualmente, rechaza el Tribunal, al FJ 4, la segunda

causa de inadmisión por extemporaneidad aducida por la Audiencia Provincial, basada

en que la recusación se formalizó transcurridos dos días desde la notificación de la

providencia donde se concreta la composición de la Sección, y no ―tan luego como‖ se

tuvo conocimiento de la misma, como rezaba el tenor del antiguo 223.1 LOPJ, es decir,

el mismo día. Al respecto, el Tribunal reconoce que si bien dicha interpretación no es

una aplicación contra legem del precepto, ha de ponderarse la diligencia de la parte, en

relación con los criterios de buena fe en el comportamiento procesal e interpretación del

ordenamiento jurídico en el sentido más favorable a la efectividad de los derechos

constitucionales, criterios que, aplicados al supuesto de hecho, conllevaron la

Page 3: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

3

estimación del amparo, pues si bien la recusación se formuló el mismo día del dictado

de la sentencia final, lo cierto es que ésta no fue notificada sino hasta cinco días

después, sin que del examen de las actuaciones resultara indicio alguno de conocimiento

previo por el recurrente del sentido del fallo, y sin que las resoluciones judiciales

impugnadas aludieran tampoco a esa eventualidad. El Tribunal concluye sintetizando, al

FJ 4, que ―la facultad de recusar se encamina a impugnar la idoneidad constitucional del

Juez como tercero imparcial y a apartarle del conocimiento de un asunto del que es, en

principio, Juez ordinario predeterminado por la ley‖.

2.- Derecho a la defensa y a la asistencia letrada

En materia de derecho a la defensa y asistencia letrada el número de sentencias

dictadas ha sido reducido, si bien los supuestos han resultado, por el contrario, diversos.

La STC 164/2008, de 15 de diciembre, aprecia vulneración del derecho de defensa en

procedimiento contencioso-administrativo como consecuencia de la falta de traslado, a

la administración recurrente, de sentencia del orden social declaratoria de acoso laboral

en su contra, y que había sido incorporada a las actuaciones contenciosas sin su

conocimiento. El Tribunal Constitucional advera el carácter decisivo de dicha sentencia

social en la estimación de la posterior apelación contencioso-administrativa (que

conllevó la anulación de la nueva adscripción del funcionario), delimitando, al FJ 5, que

es la falta de traslado de la sentencia social, y no el hecho previo de su incorporación, lo

que lesiona el derecho de defensa, al imposibilitar que la Administración recurrente en

amparo pudiera desvirtuar dicho carácter, decisivo en el sentido de la resolución del

pleito contencioso-administrativo.

La STC 171/2009, de 9 de julio de 2009, rechaza, por el contrario, que la negativa

de la Sala de Justicia a que se nombrara intérprete para traducir una carta en rumano

dirigida por el imputado a su letrado afectara al derecho de defensa, no sólo porque en

ningún momento se alegó que el fin de la misma fuera el de preparar la estrategia

procesal, sino por la propia inexistencia de lesión material de dicho derecho. El Tribunal

rechaza la existencia de similitud de este supuesto con el resuelto por STC 71/1988, de

19 de abril, donde el letrado solicitó a la Audiencia Provincial que se nombrase un

intérprete con el fin concreto de entrevistarse con los procesados y preparar la defensa

para el juicio oral, por cuanto con ocasión de la calificación provisional, éstos se

Page 4: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

4

encontraron con dificultades de comunicación. Por el contrario, en el FJ 3 de la

sentencia a examen, se detalla cómo por los demandantes no se invocó la existencia de

estas dificultades de comunicación, sino que meramente se habría señalado la

conveniencia de proceder a la traducción de una carta que debía unirse al

procedimiento, ―por si‖ contenía datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos.

La falta de lesión material la deduce el Tribunal de la efectiva presentación por el

letrado de su escrito de defensa, no habiendo indicado dificultad alguna para su

confección. Máxime cuando en el mismo se solicitaba expresamente, como prueba

documental, la unión a la causa de dicha carta y la presencia de un intérprete en el acto

del juicio para la lectura de su contenido, prueba que fue admitida, compareciendo un

intérprete que, a la postre, no hubo de intervenir a estos efectos, pues la defensa no

solicitó la traducción de la carta.

La STC 174/2009, de 16 de julio, otorga por el contrario el amparo, reconociendo

el derecho a la defensa y asistencia letrada en pieza separada de medidas cautelares.

Tras reiterar que dicho derecho se proyecta no sólo para el proceso penal sino también

para el resto de los procesos, constata, al FJ 3, que la notificación al recurrente de la

resolución del reconocimiento provisional del derecho a la asistencia jurídica gratuita,

con la designación de los profesionales del turno de oficio, se produjo tras la decisión

del órgano judicial de celebrar la vista oral sobre medidas cautelares, sin la presencia

del recurrente y sin que se hubiera notificado el nombramiento de profesionales de

oficio, no obstante constarle al órgano judicial que el recurrente había solicitado el

reconocimiento del derecho a la asistencia gratuita, y haberse decretado la suspensión

del plazo para la contestación de la demanda principal. Se añade por el Tribunal que el

hecho de que la ausencia a la comparecencia de medidas cautelares se debiera a la

exclusiva voluntad del recurrente no modificaba la realidad de la lesión, pues más allá

de la legítima confianza del particular recurrente en que la suspensión acordada en el

pleito principal alcanzara también a la pieza separada de suspensión, el hecho de la

comparecencia del recurrente sin ser asistido de letrado lo único que hubiera motivado

sería el rechazo a su posibilidad de participación, por el carácter preceptivo de la

intervención de Abogado en este acto.

En materia de denuncias de vulneración del derecho de defensa como

consecuencia de la brevedad de los plazos procesales legalmente fijados en ciertos

Page 5: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

5

procedimientos, el periodo a examen tampoco arroja novedad significativa sobre la

doctrina mantenida al respecto, siendo no obstante de señalar, por su indiscutida

relevancia social, las SSTC 43 y 44/2009, de 12 de febrero, y la 126/2009, de 21 de

mayo, dictadas en amparos electorales en materia de proclamaciones de candidaturas a

los Parlamentos Vasco y Europeo, respectivamente. En las mismas se reitera, en

relación con el recurso contencioso-electoral y el propio amparo electoral, que lo

relevante en estos casos es que la recurrente pudo impugnar en el plazo conferido,

formulando, al margen de su éxito o no en la vía judicial, cuantas alegaciones tuvo por

conveniente y proponiendo los medios de prueba que estimó oportunos en defensa de

sus derechos e intereses sobre la cuestión fundamental planteada en las demandas. Es

decir, si con las candidaturas presentadas respectivamente por partido, agrupación o

coalición electoral se estaban eludiendo fraudulentamente las sentencias de ilegalización

y disolución de determinados partidos políticos. El Tribunal concluye que los

respectivos recurrentes no acreditan lesión material de sus derechos de defensa,

desestimando dichas quejas.

En materia de no celebración de la comparecencia del 505 LECr cuando tiene por

objeto la prórroga de la prisión provisional como consecuencia del dictado de sentencia

condenatoria, y sus consecuencias para el derecho de defensa, fue dictada la STC

50/2009, de 23 de febrero, a cuyo FJ 3 se desestima dicha queja concreta –el amparo fue

otorgado, no obstante, ante la falta de motivación de las resoluciones judiciales-, por

carecer de la necesaria relevancia constitucional como consecuencia del criterio,

asentado, de que el juicio por el que el órgano judicial decide la celebración o no de

dicha audiencia en supuestos de prórroga de prisión provisional por sentencia

condenatoria es de mera legalidad ordinaria y, por ello, ajeno a la intervención del

Tribunal Constitucional, siempre que la resolución a quo que acuerda el rechazo de la

comparecencia sea motivada, por lo que el incumplimiento de dicho trámite no pasa de

ser considerado una mera irregularidad del procedimiento sin repercusión en los

derechos fundamentales del recurrente, a menos que éste acreditase haber padecido

indefensión material por no haber dispuesto de aquel turno de intervención; indefensión

que, en todo caso, queda desvirtuada por no revestir carácter material si existe la

posibilidad efectiva de recurrir la concreta resolución, lo cual se dio en el caso a

examen.

Page 6: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

6

Finalizar el elenco de sentencias referidas al derecho de defensa con la STC

123/2009, de 18 de mayo, en relación con la negativa, por la Audiencia Nacional, a

suspender la ejecución de pena impuesta por tribunal italiano en ausencia del recurrente

condenado. El Tribunal deniega el amparo ante el incumplimiento, por el recurrente, de

la carga de acreditar la falta de una posibilidad eficaz de defensa en Italia, carga

imputable exclusivamente al demandante de amparo y que se extiende a proporcionar la

fundamentación fáctica y jurídica que razonablemente es de esperar y que se integra en

el deber de colaborar con la justicia del Tribunal Constitucional

3.- Principio acusatorio

No son muchas las sentencias que durante el periodo a examen se pronuncian

directamente sobre vulneraciones del principio acusatorio. En materia de derecho a ser

informado de las acusaciones, la STC 34/2009, de 9 de febrero, rechaza la existencia de

vulneración del mismo en un supuesto de condena en apelación por delito contra la

intimidad, no obstante haber recaído sentencia absolutoria en la primera instancia.

Alegado por el recurrente que durante la fase de instrucción no se le informó del delito

por el que fue finalmente condenado en apelación (habiéndose acordado la conclusión

de las diligencias previas y la apertura del juicio oral exclusivamente por los delitos de

acoso sexual y coacciones, pero no por el delito de revelación de secretos), el Tribunal

recuerda, en el FJ 3 de la sentencia a examen, la sentada doctrina que señala que el

instrumento procesal esencial a efectos de la fijación de la acusación en el proceso es el

escrito de conclusiones definitivas, el cual debe contener ―los hechos relevantes y

esenciales para efectuar una calificación jurídica e integrar un determinado delito‖. El

Tribunal comprueba, en el mismo Fundamento jurídico, que en el escrito de

conclusiones provisionales de la acusación particular se recogían tanto el relato fáctico

en el que se sustentaba la acusación como la imputación al recurrente, entre otros, de un

delito contra la intimidad con sustento en el citado relato fáctico, habiendo sido elevadas

a definitivas las conclusiones provisionales en el acto del juicio. Resalta, igualmente,

que el Auto de apertura de juicio oral fue ampliado, tras aclaración, al delito de

revelación de secretos, y después del dictado de sentencia de instancia absolutoria, en la

apelación se solicitó expresamente la condena, entre otros, por el concreto delito de

revelación de secretos, con oposición expresa del recurrente, por lo que el derecho a ser

informado de la acusación se respetó, tanto formal como materialmente. Debiedno

tenerse en cuenta además la complejidad del supuesto, en que la absolución en la

Page 7: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

7

instancia dio lugar a una apelación en que se reitera la acusación, finalmente acogida

por la Audiencia Provincial, lo que en todo caso sí implica el respeto a dicho derecho.

Por el contrario, la STC 143/2009, de 15 de junio, sí estima conculcado el derecho

a conocer la acusación formulada, en sentencia de apelación que, revocando absolución

en la instancia por falta de coacciones, introdujo como hecho nuevo la consignación,

por parte del denunciante, de la cantidad teóricamente debida y cuyo pretendido impago

motivó la reacción obstativa ilícita del recurrente, consistente en impedir la toma de

posesión de la obra contratada. Ni el hecho de la consignación, esencial en el supuesto,

formó parte de los hechos enjuiciados en el proceso seguido ante el Juzgado de

Instrucción, ni la referencia existente en el acta de la vista celebrada ante la Audiencia

Provincial permitió concluir que la consignación se realizara con anterioridad al día en que

tuvieron lugar los hechos enjuiciados; razón por la cual la Sentencia de la Audiencia

Provincial frente a la que se demanda amparo vulneró los derechos a la presunción de

inocencia y a conocer la acusación formulada.

En materia de congruencia entre la pena solicitada por la acusación y la pena

impuesta, la STC 155/2009, de 25 de junio, avocada al Pleno, no sólo interpreta el alcance

del nuevo requisito de la especial trascendencia constitucional, sino que abunda en la

jurisprudencia sobre la imposición de penas más graves -y de distinta naturaleza- que las

instadas, en este caso, por el Ministerio Fiscal como única acusación, aclarando y

perfilando la doctrina en materia de correlación entre acusación y sentencia, materia que

vincula al ejercicio pleno del derecho de defensa y que aboca a la vulneración de los

mismos, pues, en palabras del propio Tribunal en el FJ 7 de la sentencia a examen, ―los

órganos judiciales, apartándose de la petición de la acusación, han impuesto a la

demandante de amparo una pena que excede por su distinta naturaleza y gravedad de la

solicitada por el Ministerio Fiscal. Tal decisión, lesiva del principio acusatorio, de

conformidad con la doctrina constitucional antes expuesta, ha alterado sustancialmente

los términos del debate procesal relativos a la pena, tal y como había sido planteado por

el Ministerio Fiscal en el juicio de faltas, quien se adhirió al recurso de apelación de la

demandante en cuanto a la lesión del principio acusatorio por haberle impuesto una

pena de mayor gravedad y distinta naturaleza a la solicitada por él, resultando limitadas

las facultades de defensa de la acusada, al desconocer que los hechos que se le

imputaban podían ser sancionados con la pena a la que finalmente fue condenada, y

Page 8: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

8

resultando comprometido también la imparcialidad de los órganos judiciales, ya que han

encauzado la acusación en el extremo concerniente a la pena impuesta‖. Todo ello

motivó la estimación del recurso de amparo.

La STC 173/2009, de 9 de julio, rechaza por último la existencia de vulneración

del principio acusatorio, vulneración que el demandante de amparo, condenado en

apelación por falta de imprudencia con resultado de muerte, deduce de que ni los padres

del menor fallecido ni su representación procesal comparecieron al acto del juicio,

haciéndolo únicamente su dirección letrada, que no estaría habilitada legalmente para

ejercitar la acusación particular, por no existir una disposición que autorice en los

juicios de faltas al Abogado a asumir la representación legal de su cliente. Ello habría

debido conllevar, según el demandante de amparo, el dictado de sentencia absolutoria

por falta de acusación. El Tribunal rechaza sin embargo dicha lesión con base en el íter

procedimental de sendas instancia y apelación, de donde deduce que el recurrente pudo

defenderse de manera contradictoria. Se resalta el hecho de que la acusación particular

interpuso recurso de apelación contra la Sentencia absolutoria de instancia, donde

reiteró la solicitud de condena al recurrente como autor de falta del art. 621.2 CP y que

el fallo condenatorio de la sentencia respetó el deber de congruencia en los términos en

que le era constitucionalmente exigible.

4.- Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas

En materia de dilaciones indebidas, y sin entrar en pronunciamientos con

incidencia sólo tangencial en dicho derecho, sin repercusión en el sentido de los

distintos fallos, se mantiene la integridad de la doctrina del Tribunal al respecto, en

especial la referida a los supuestos en que el dictado de resolución finalizadora del

proceso a fecha de presentación de la demanda de amparo priva de objeto a las

pretensiones. Así, la STC 106/2008, de 15 de septiembre, dictada en materia de

responsabilidad patrimonial, rechaza a su FJ 3 la existencia de dicha vulneración

(deducida de que la inadmisión del recurso contencioso-administrativo se produjo

transcurridos más de cinco años desde su interposición) por falta de objeto, toda vez que

se refiere a una supuesta dilación que cesó al dictarse la sentencia finalizadora del

proceso, en aplicación de la reiterada doctrina que reza que una vez concluido el

proceso en la vía judicial, la apreciación por la jurisdicción constitucional de dichas

dilaciones no podría conducir a que adoptase medida alguna para hacerlas cesar.

Page 9: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

9

Dicha doctrina es reiterada en el FJ 3 de la STC 119/2008, de 13 de octubre, que

plantea un supuesto interesante a nivel procesal, por cuanto el demandante de amparo

acude contra la inadmisión de recurso de casación preparado, a su vez, contra la

inadmisión de recurso contencioso-administrativo por falta de legitimación, basada por

el Tribunal Superior de Justicia en que el recurrente carecería de interés legítimo para

impugnar un concurso en el que no participó. El demandante denuncia que la tardanza

en la tramitación del recurso de casación fue la causa directa de la inadmisión del

mismo, pues en el ínterin se produjo la entrada en vigor de la ley 19/2003 que fue,

precisamente, la razón de la inadmisión de dicho recurso. Al respecto, y tras constatar la

finalización del proceso, el Tribunal Constitucional reitera la jurisprudencia aludida,

añadiendo expresamente que la apreciación en dicho amparo de las pretendidas

dilaciones no podría conducir a que se adoptase medida alguna para hacerlas cesar. Y,

por no ser posible la restitutio in integrum del derecho fundamental, el restablecimiento

de la recurrente en su derecho con la adopción de las medidas apropiadas, en su caso,

para su conservación ex art. 55.1 c) LOTC, sólo podría venir por la vía indemnizatoria

(por todas, STC 73/2007).

La STC 160/2009, de 29 de junio, reitera la necesidad de que la lesión sea

imputable al órgano jurisdiccional, desestimando el amparo, pues la premisa fáctica que

sustentaba la queja era la apreciación de una supuesta vulneración del derecho de defensa

consecuencia de haberse dilatado en el tiempo, por la Audiencia Nacional, la designación

de Abogado y Procurador de oficio para interponer recurso de súplica frente a un

determinado auto. Tras constatar que dicha vulneración no era imputable al órgano

judicial, sino a la conducta procesal del recurrente, se rechaza la concreta queja de amparo.

5.- Derecho a un proceso con todas las garantías

5.1.- Garantía del juez imparcial

La STC 116/2008, de 13 de octubre, se dicta en recurso de amparo contra la

inadmisión a trámite por extemporánea de recusación formulada contra dos de los

Magistrados integrantes de la Sección que resolvió recurso de apelación interpuesto

contra condena dictada por Juzgado de lo Penal. Fundada la extemporaneidad en que el

momento de la recusación debió ser el de la interposición del recurso de apelación y no

después –como efectivamente se hizo-, pues el recurrente sabía que era siempre la

Page 10: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

10

misma Sección de la Audiencia Provincial la que conocía de los recursos contra

sentencias dictadas por los Juzgados de lo Penal de Melilla, -ello por radicar la Sección

físicamente en dicha ciudad autónoma-, el Tribunal razona que dicha predeterminación

del órgano no se asimila al conocimiento de cada uno de sus componentes, al ser éste

coyuntural y sometido a las distintas eventualidades consecuencia de traslados,

jubilaciones… Por ello, los Tribunales tienen la obligación de poner en conocimiento de

las partes la composición concreta de cada Sección o Sala que va a juzgar el litigio o

causa, a efectos de posibilitar efectivamente la recusación, momento desde el cual se

debe formalizar la misma. Igualmente, rechaza el Tribunal Constitucional la segunda

causa de inadmisión por extemporaneidad aducida por la Audiencia Provincial, basada

en que la recusación se formalizó transcurridos dos días desde la notificación de la

providencia con la concreta composición de la Sección, y no ―tan luego como‖ se tuvo

conocimiento de la misma, como constaba en el antiguo 223.1 LOPJ, es decir, el mismo

día. Al respecto, el Tribunal Constitucional reconoce que si bien dicha interpretación no

es una aplicación contra legem del precepto, ha de ponderarse la diligencia de la parte

en relación con los criterios de buena fe en el comportamiento procesal e interpretación

del ordenamiento jurídico en el sentido más favorable a la efectividad de los derechos

constitucionales, criterios que, aplicados al supuesto de hecho, conllevaron la

estimación del amparo, pues si bien la recusación se formuló el mismo día del dictado

de la sentencia, lo cierto es que ésta no fue notificada sino hasta 5 días después, sin que

del examen de las actuaciones resultara indicio alguno de conocimiento previo por el

recurrente del sentido del fallo, y sin que las resoluciones judiciales impugnadas

aludieran tampoco a esa eventualidad.

A su vez, la STC 164/2008, de 15 de diciembre, ya estudiada en otros apartados,

aborda el derecho al juez imparcial junto con el derecho al juez ordinario

predeterminado por la ley, reivindicados por una Administración Pública a la que se

reconoce legitimación en la medida en que alegan dichas garantías inherentes al proceso

(art. 24.2 CE). El fallo declara vulnerado el derecho al juez imparcial inserto en un

proceso con todas las garantías, apreciando dicha lesión como consecuencia de la

imposibilidad de ejercer el derecho a recusar por falta de notificación de la alteración de

la composición de la Sala. Ello, sin perjuicio de afirmar expresamente que el resultado

del incidente de recusación efectivamente ejercitado por las partes es una cuestión de

legalidad ordinaria ajena al Tribunal, cuya tutela se extiende a garantizar su promoción,

Page 11: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

11

con independencia del sentido de la resolución que sobre la imparcialidad del órgano

judicial se adopte en cada caso.

La STC 155/2009, de 25 de junio, ya tratada al comentar el principio de

correlación entre acusación y sentencia, incide en la necesidad de separar las funciones

de juzgar y acusar, para alcanzar la mayor independencia del Juez, evitando que actúe

como parte en el proceso contradictorio frente al acusado, cuando debe ser un órgano

imparcial que ha de situarse por encima de ambas partes, en aplicación de la doctrina de

la STC 123/2005. Se concluye la estimación del amparo con base en que la imposición

ex officio por el órgano judicial de pena que exceda de la solicitada por la acusación es

incompatible con la imparcialidad judicial en el proceso penal, como consecuencia, en

tales casos, de la asunción de funciones acusatorias ajenas al juzgador.

Las SSTC 43 y 44/2009, de 12 de febrero, dictadas en amparos electorales en

materia de proclamación de candidaturas al Parlamento Vasco, rechazan acusaciones de

parcialidad vertidas contra resoluciones de la Sala del art. 61 LOPJ, tanto en relación

con la influencia en las mismas del ―acoso mediático‖ sufrido teóricamente por los

recurrentes, como por haber acordado dicha Sala determinadas pruebas de oficio.

Respecto al primer extremo, se aplica la doctrina plasmada en su STC 110/2007 sobre

pretendidas inmisiones del poder político en procesos similares, concluyendo que ―los

recurrentes no han acreditado que la situación por ellos descrita, incluso en el caso en

que ésta se hubiera producido, se haya revelado como capaz de menoscabar con la

suficiente intensidad la imparcialidad o la apariencia de imparcialidad de la Sala

sentenciadora, compuesta por Magistrados independientes por razón de su estatuto, de

forma que haya quedado en entredicho su necesaria serenidad o la confianza de la

ciudadanía en el comportamiento neutral de los juzgadores, ni consta tampoco que éstos

hayan actuado en momento alguno de modo que permita pensar que se han inclinado

por alguna de las partes, por lo que la queja debe ser‖. Respecto a las pruebas acordadas

de oficio, recuerda el Tribunal la posibilidad, recogida en el 435 LEC, de acordarse

diligencias finales, así como que la intervención de las comunicaciones controvertida sí

había sido introducida en el proceso, en todo caso, por Abogacía del Estado y

Ministerio Fiscal ―a través del informe de la Guardia Civil incorporado como

documental al proceso, habiéndose limitado la Sala a oficiar al Juzgado de Vigilancia

Penitenciaria a fin de que se acreditase si la intervención de las comunicaciones de

Page 12: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

12

dicho interno había sido llevada a cabo o no con todas las garantías constitucionales, en

tanto que el cumplimiento de éstas constituye, de acuerdo con la doctrina de este

Tribunal Constitucional (STC 68/2005, de 31 de marzo, FJ 8), requisito inexcusable

para su posible valoración como prueba‖. Constatado el fin perseguido por dicha prueba

de acreditar el cumplimiento de las garantías constitucionales precisas para determinar

la posibilidad de valorar o no un concreto medio de prueba, y que, por tanto, podía

resultar favorable al demandante de amparo, se rechaza la existencia de lesión de la

garantía del juez imparcial, teniendo asimismo en consideración que los recurrentes

dispusieron de la oportunidad de formular alegaciones, por lo que no se produjo

tampoco indefensión alguna, abundando el Tribunal en que la conversación intervenida

no fue determinante ni decisiva del fallo estimatorio de las pretensiones actoras.

5.2.- Inmediación en la segunda instancia

El elenco de sentencias sobre la condena penal en segunda instancia sin

celebración de nueva vista pública alcanza el 10% del total de las 268 sentencias

dictadas en el periodo comentado, llegando al número de 27, y coincide con la condena

a España en esta materia por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia

Igual Coll c. España, de 10 de marzo de 2009. En la misma, y tras recordar la

jurisprudencia al respecto sentada, por todas, en la reciente STEDH Spînu c. Rumanía,

de 29 de abril de 2008, se declara la vulneración del art. 6.1 CEDH, como consecuencia

de condena en apelación donde, sin celebración de vista, se revisan valoraciones y

hechos, en especial el relativo a la situación económica del recurrente.

La primera de las sentencias Constitucionales en la materia es la STC 115/2008,

de 29 de septiembre, dictada a raíz de condena en apelación por delito de conducción

bajo la influencia de bebidas alcohólicas. En este caso, el Tribunal, con expresa

mención a la sentencia 167/2002 -Serrano García- otorgó parcialmente el amparo por

considerar que la Sala de apelación había cambiado el relato de hechos, basando la

condena en las declaraciones de una de las perjudicadas y los agentes intervinientes

sobre la deambulación oscilante del acusado, circunstancia ésta expresamente excluida

en la Sentencia de instancia, y que en la apelación justificaría la influencia de bebidas

alcohólicas en la conducción constitutiva del tipo. Se concluye, al FJ2, el carácter

esencial de estas testificales, de inmediata percepción por su propia naturaleza, en el

fallo condenatorio, lo que hubiera debido motivar la celebración de vista en la apelación

Page 13: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

13

para garantizar la percepción directa de dichas pruebas, a efectos de permitir la

inmediación necesaria para justificar la distinta valoración, lo que motiva la conclusión

de lesión del derecho a un proceso con todas las garantías. No se apreció, por el

contrario, vulneración de la presunción de inocencia, por no ser las testificales

mencionadas las únicas pruebas existentes en la causa, donde obraban también la prueba

de detección alcohólica, así como documental relacionada con las características de la

vía y declaraciones testificales sobre determinados síntomas de ingestión alcohólica,

pruebas que podrían sustentar autónomamente un pronunciamiento de condena, razón

por la que el Tribunal acordó, en lugar de la anulación de la condena, la retroacción de

las actuaciones al momento inmediatamente anterior a la sentencia recurrida en amparo

para el dictado de una nueva, en que la Audiencia Provincial llegara al fallo que

estimare, esta vez con respeto al derecho fundamental reconocido.

La STC 1/2009, de 12 de enero, estima también la existencia de dicha vulneración

en relación con similar delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas,

en que fueron determinantes para la condena las testificales de los policías actuantes,

con lo que la Audiencia provincial, concluye el Tribunal Constitucional, realizó una

nueva valoración de dichas declaraciones, referidas a la importancia de los signos

externos reveladores del consumo de bebidas alcohólicas y vertidas en la primera

instancia. En este caso, sí se apreció vulneración del derecho a la presunción de

inocencia, pues sobre la real afectación del conductor por las bebidas alcohólicas

consumidas no había, en este caso concreto, otra prueba, por lo que la Audiencia

Provincial basó su apreciación única y exclusivamente en los signos externos apreciados

por los policías que declararon como testigos, sin que en tal apreciación se haga

referencia al índice de alcoholemia del demandante según la prueba que finalmente

accedió a hacerse unas tres horas después. Ello determinó la anulación de la condena en

lo referido a dicho delito (también se condenó por delito de desobediencia, en que la

existencia de otras evidencias motivó la retroacción de actuaciones). En el mismo

sentido, y también en relación a delitos contra la seguridad del tráfico por conducción

bajo la influencia de bebidas alcohólicas es dictada la STC 24/2009, de 26 de enero, en

que la Sala de apelación valora de forma distinta el testimonio del agente de la autoridad

interviniente, no reproducida en nueva vista ante la segunda instancia, añadiendo la

apreciación de ―movimientos oscilantes a la verticalidad bastante pronunciados‖,

apreciación que no constaba en el relato fáctico de la instancia y que sustentará la

Page 14: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

14

ulterior condena en apelación. La STC 103/2009, de 28 de abril, llega a la misma

conclusión estimatoria, en relación con la alteración, por la Sala de apelación, de la hora

de colisión del vehículo en relación con el momento en que los agentes hallaron a sus

ocupantes, como consecuencia de distinta valoración de los testimonios.

Un supuesto distinto de mutación esencial del relato de hechos, en concreto como

consecuencia de la adición de una circunstancia no incluida por la instancia, en ilícitos

contra la vida y la integridad corporal, es el examinado en la STC 3/2009, también de

12 de enero, dictada a raíz de condena en apelación por falta de homicidio por

imprudencia leve contra un policía que disparó a unos delincuentes en unas

instalaciones en semioscuridad. El Tribunal declara que la Audiencia Provincial alteró

el relato fáctico respecto del declarado probado por la primera instancia con base en los

testimonios de la vista oral, añadiendo un detalle, referido a la penumbra desde donde el

agente imputado disparó a los delincuentes y a la mayor iluminación de la zona donde

se encontraban éstos, que conllevó la condena en apelación. Dicho detalle, incluido por

la Audiencia sin haber celebrado vista en la apelación, añadió una circunstancia sobre la

diferente iluminación que fue determinante de la condena, pues motivó que la

Audiencia Provincial concluyera que el agente, al hallarse ―en zona oscura‖ y los

delincuentes ―a distancia en lugar más iluminado‖, podría haber eludido el uso del arma

de fuego ―arrojándose al suelo, por ejemplo‖ cuando los delincuentes se volvieron y le

apuntaron. El Tribunal concluye, al FJ 3, que el órgano de apelación modificó por

adición los hechos probados por el Juzgado de lo Penal, añadiendo un elemento fáctico

determinante de la condena del recurrente en amparo y que, como señala el Abogado del

Estado, únicamente pudo obtenerse mediante una nueva valoración de las declaraciones

prestadas en el acto del juicio por quienes presenciaron el desarrollo de los

acontecimientos (el acusado, su compañero, el vigilante de seguridad y el hermano del

fallecido), sin que se hubiera celebrado vista en el recurso de apelación, lo que determinó

la vulneración de la garantía de inmediación con retroacción de las actuaciones al obrar

también prueba documental.

Similares supuestos de modificación en apelación del relato fáctico y condena en

base a una nueva valoración, perjudicial para el imputado, de pruebas personales sin

nueva vista son constatados en las SSTC 177/2008 y 180/2008, ambas de 22 de

diciembre, y 64/2009, de 9 de marzo, donde se declara la insuficiencia de los partes de

Page 15: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

15

lesiones, informes médico-forenses y, en el caso de la 64/2009, fotografías del lesionado

a los efectos de desvirtuar por sí mismos la presunción de inocencia en ilícitos contra la

integridad física, pues acreditan únicamente la realidad del menoscabo corporal

concreto, pero no arrojan circunstancia alguna sobre la autoría de los mismos, por lo que

se concluye igualmente la lesión de la presunción de inocencia junto al derecho a un

proceso con todas las garantías, con anulación del pronunciamiento de condena.

También se añade en esta última sentencia que aunque el fallo de instancia condenara a

uno de los imputados, en la medida en que absuelva a otro, éste tiene derecho a no ser

condenado en grado de apelación si no se respeta la garantía de inmediación, resultando

indiferente a estos efectos la existencia de un doble pronunciamiento, consecuencia de

denuncias cruzadas.

Supuesto distinto, también en relación con ilícitos contra la integridad, es el de las

periciales médicas practicadas y ratificadas en el acto del juicio oral, que, como en el

caso de la STC 21/2009, de 26 de enero, pueden lesionar la garantía de inmediación si

fundan una condena o agravación en la apelación sin previa celebración de vista ante

esta instancia. En dicho supuesto, se transforma la falta de lesiones en delito ante la

distinta valoración, por la Audiencia Provincial, de informes periciales expuestos y

ratificados en el juicio oral, y que abonaron a que el órgano de apelación apreciara

esguince cervical en lugar de mera contractura muscular, con la consiguiente

transformación del ilícito, de mera falta a delito de lesiones. El Tribunal concluye, al FJ

3 de la sentencia a examen, que la Audiencia Provincial llevó a cabo una nueva

valoración de la prueba pericial practicada y ratificada en el acto del juicio oral, a partir

de la cual fundó principalmente la agravación, aunque también habría tenido en cuenta

otros informes médicos aportados al proceso como prueba documental, produciéndose

la modificación del relato de hechos probados en lo atinente a la entidad de las lesiones

físicas padecidas por la víctima, así como al tratamiento médico y al tiempo requeridos

para su sanación, lo que determinó una agravación de la responsabilidad penal del

demandante de amparo. De este modo, al valorar la prueba pericial realizada en el acto

del juicio, el respeto a los principios de publicidad, inmediación y contradicción, que

forman parte del derecho a un proceso con todas las garantías, hubiera requerido que el

órgano de apelación oyera personalmente a los peritos autores de los informes que

declararon en el acto del juicio, dado el carácter personal de estos medios de prueba,

para así poder llevar a cabo la valoración y ponderación que ha efectuado de la prueba

Page 16: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

16

pericial practicada y ratificada en el juicio, corrigiendo la del Juzgado de lo Penal, lo

que conllevó la apreciación de la lesión de la garantía de inmediación.

En esta misma materia de apreciación judicial, sin vista de apelación, de pruebas

periciales cuando el perito añade su personal valoración de los hechos, trascendiendo la

mera aportación de máximas de experiencia, la STC 132/2009, de 1 de junio, estima

igualmente la vulneración de la garantía de inmediación a raíz de la ausencia de vista en

segunda instancia, condenatoria por delito contra la ordenación del territorio, con base

en que el perito, más allá de proporcionar a los jueces una máxima de experiencia o

herramientas para apreciar un hecho científico, apreció y valoró un hecho, de modo que

la relación entre su dictamen y la valoración del mismo como prueba se produjo desde

el prisma de su credibilidad. Por ello, dado que la revisión de la valoración de la prueba

pericial efectuada por el órgano de instancia se proyectó sobre la credibilidad de las

valoraciones efectuadas por los peritos en el juicio oral, y dado que, por lo demás,

también la veracidad de los testimonios del acusado y de los miembros del Seprona y la

policía local fue revisada en apelación sin ser oídos directamente por la Sala, se declaró

vulnerado el derecho a un proceso con todas las garantías.

Las condenas dictadas en segunda instancia o casación como consecuencia de la

diferente interpretación, por el órgano de segunda instancia, de los elementos

valorativos de determinados tipos penales, y la relación de los elementos subjetivos del

injusto con la garantía de inmediación en la segunda instancia son también tratados

durante el periodo a examen en diversas sentencias. La STC 91/2009, de 20 de abril,

dictada a raíz de casación condenatoria por prevaricación medioambiental, deniega el

amparo en materia de garantía de inmediación porque el Tribunal Supremo no entró a

realizar una nueva valoración de la prueba practicada en primera instancia, ni modificó los

hechos probados, habiéndose limitado a otorgar una diferente interpretación del elemento

típico del delito contra el medio ambiente consistente en la potencialidad de la conducta

para ―perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas naturales‖. El Tribunal Supremo

consideró, frente al criterio de la Audiencia Provincial, que la conducta realizada por el

recurrente caía dentro del sentido literal posible del precepto y era, por tanto, subsumible

en el mismo. Resalta el Tribunal Constitucional la naturaleza valorativa de circunstancias

como ―perjuicio‖, ―grave‖ o ―equilibrio‖ de un sistema natural, las cuales requieren de un

juicio valorativo a efectuar por el órgano judicial, cuya revisión por un órgano superior no

Page 17: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

17

ha de suponer una distinta valoración de la prueba, sino un diverso entendimiento de tales

elementos típicos. En otras palabras, la cuestión relativa al grado de afectación al medio

ambiente descrito en los hechos probados, no alterados por el Tribunal Supremo, es una

cuestión de derecho perfectamente revisable en casación y que, por ende, no afecta a la

garantía de inmediación (FJ 2). A conclusión similar llega el Tribunal en el FJ 3 de la

sentencia tratada, en lo relativo a la efectiva posibilidad de revisión en casación de los

elementos subjetivos del tipo, cuando se utiliza por el Tribunal de condena el método

inductivo para apreciar los elementos anímicos e ideales, el móvil y la intención que guió a

las personas, que es de imposible apreciación directa o aislada, pudiendo igualmente la

Sala de casación corregir la estructura de la Sentencia de instancia y excluir de su relato

fáctico los juicios de valor sobre el conocimiento por parte del demandante de la

antijuridicidad de su conducta, sin que ello suponga una modificación del relato fáctico,

sino la revisión de los juicios de inferencia realizados a partir de los mismos, que pueden

ser corregidos a través del cauce establecido en el art. 849.1 LECrim, sin afectar a la

garantía de inmediación.

Las SSTC 46/2009, de 23 de febrero, y 80/2009, de 23 de marzo, estiman, por el

contrario, vulnerada la garantía de inmediación en supuestos en que los recurrentes

fueron condenados en apelación como responsables, respectivamente de delitos fiscales y

receptación, al considerar el órgano judicial de instancia que no podía estimarse probado el

elemento subjetivo del injusto relativo respectivamente al ánimo de defraudar (en el delito

fiscal) y al conocimiento del origen ilícito de los bienes ulteriormente vendidos (en la

receptación). Las sentencia de apelación modificaron, no obstante, los relatos fácticos,

considerando probada la existencia de dichos elementos subjetivos con fundamento, no

sólo en la prueba documental disponible, sino especialmente en las declaraciones de los

acusados y en los testimonios prestados en la instancia por los funcionarios de hacienda

que participaron en la inspección, en el primer supuesto, y testigos y peritos, en el segundo,

sin haberse celebrado vista en la apelación. El Tribunal trasciende la naturaleza jurídica de

la reflexión sobre los elementos del injusto para, penetrando en el sustrato, concluir que

dicho debate proviene realmente, en estos supuestos, de una distinta valoración de medios

de prueba personales modificativos del relato fáctico, no sujetos a inmediación en la

apelación, lo que sustrae a dichos litigios de la doctrina que excluye de la necesidad de

inmediación las meras calificaciones y consideraciones jurídicas. En similar sentido, la

STC 150/2009, de 22 de junio, donde la Audiencia Provincial revocó el pronunciamiento

Page 18: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

18

absolutorio de instancia por delito de falsedad documental, al considerar acreditada la

voluntad de alterar la verdad de las propias manifestaciones de la acusada, sin haberla oído

en vista de apelación. La STC 170/2009, de 9 de julio, estima también vulnerada la

garantía de inmediación cuando la Audiencia Provincial aprecia, contrariamente al

juzgado, la concurrencia del elemento subjetivo del delito contra la propiedad industrial

referido al conocimiento, por el imputado, del carácter falso de las prendas que vendía, con

base en la propia declaración del acusado, no reproducida en apelación. En este supuesto,

el Tribunal concluye, en el FJ 5, que no nos encontramos ante una simple rectificación,

por el Tribunal de apelación, de la inferencia llevada a cabo por el órgano judicial de

instancia, sino que los indicios en los que la Audiencia Provincial fundó su juicio de

inferencia determinante de la modificación del relato fáctico y de la condena del

recurrente en amparo provienen de una nueva valoración de pruebas de carácter

personal practicadas en el acto del juicio sin nueva vista.

La STC 49/2009, de 23 de febrero, por su parte, aprecia vulneración de la garantía de

inmediación por modificación del relato fáctico en segunda instancia sin celebración de

vista, no obstante condenar por daños con base en una nueva valoración de las

declaraciones de los testigos de cargo, tanto en relación con lo que habían oído afirmar a

la denunciada como en lo relativo a la presencia de otras personas en el lugar desde

donde se produjeron los daños, sin haber presenciado los hechos, lo que motivó la

estimación, con anulación de la sentencia. La STC 54/2009, de 23 de febrero, anula la

sentencia de apelación, condenatoria por delito de quebrantamiento de medida cautelar de

prohibición de entablar comunicaciones con la víctima, al basarse en una nueva valoración

de testificales consideradas por la instancia como insuficientes para sustentar la condena, al

tratarse de versiones contradictorias de los hechos dadas por declarantes, afines

respectivamente a cada uno de los ex-cónyuges. En la STC 144/2009, de 15 de junio,

también se otorga el amparo por vulneración de la garantía de inmediación al no celebrarse

vista de apelación en causa de lesiones en el ámbito familiar, con condena basada en

declaraciones contradictorias, esta vez del recurrente y la víctima. En este supuesto, el

Tribunal admite que cabe revisar la lógica de la valoración probatoria del Juez de

instancia, incluso en caso de sentencias absolutorias y corregir el relato de hechos

probados sin necesidad de inmediación en supuestos de inferencias erróneas o

irrazonables, pero cuando éstas provengan inequívocamente de una valoración de

pruebas personales, como sucede en el presente caso, resulta constitucionalmente

Page 19: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

19

necesario un examen directo y personal de dichas pruebas en respeto a las garantía de

inmediación, lo que conllevó el otorgamiento del amparo. La STC 173/20009, de 9 de

julio, también aprecia vulneración de la garantía de inmediación en condena por

homicidio imprudente dictada en segunda instancia como consecuencia de nueva

valoración, sin vista de apelación, de las declaraciones de del acusado y testificales

sobre las verdaderas funciones del conserje imputado que, según la Audiencia, realizaría

en la práctica funciones de mantenimiento que incluirían velar por la seguridad de las

instalaciones del colegio, entre las que se encontraba el armario cuya caída acabó con la

vida del alumno. Tras comprobar la mutación del relato fáctico por la segunda instancia

y el carácter determinante de las pruebas personales en el pronunciamiento de condena,

se otorga el amparo, con anulación del mismo.

Especial mención, en materia de inmediación en la segunda instancia, merece la

STC 120/2009, de 18 de mayo, donde se otorga el amparo a recurrente condenado en

apelación por delito contra la salud pública, con base en la valoración de pruebas de

carácter personal, modificando el relato fáctico. La singularidad de dicha sentencia

radica en que, si bien no se celebró estrictamente vista en la segunda instancia, el

Tribunal de apelación vio la grabación audiovisual del juicio oral celebrado en la

primera instancia, lo cual planteó la duda sobre si dicho visionado, directo por el

Tribunal de apelación, colmaba debidamente la garantía de inmediación. A dicha

cuestión contesta negativamente el Tribunal tras recordar la insuficiencia de las actas de

juicio a dichos efectos, por no poder incorporar aspectos no verbales de la

comunicación. Igualmente, afirma el Tribunal, en el FJ 6, que la garantía de

inmediación requiere la concurrencia temporo-espacial de quien declara y ante quien se

declara, pues la inmediación ha de surtir sus efectos tanto en relación con quien juzga

como con quien presta la declaración. Y constatado que la Sala quedó privada de la

facultad de valorar de un modo distinto a como lo hizo el Juez de lo Penal las pruebas

de carácter personal (desde el prisma de la credibilidad de los declarantes) como

consecuencia de no convocar a una vista o audiencia pública y contradictoria en la que

poder oír personal y directamente a quienes habían declarado en el juicio oral de

primera instancia, se concluye la vulneración del derecho del recurrente a un proceso

con todas las garantías reconocido en el art. 24.2 CE, con anulación de la sentencia ante

el carácter determinante en el fallo de los testimonios no sometidos a inmediación.

Page 20: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

20

Supuestos, por el contrario, en los que el amparo se deniega al estar la condena de

apelación o casación sustentada en cambios en la calificación jurídica, discrepancias con

el proceso deductivo del juez a quo o valoración de pruebas no personales son los

resueltos por las SSTC 124/2008, 34/2009 o 108/2009. Así, la STC 34/2009, de 9 de

febrero, rechaza la existencia de vulneración de la garantía de inmediación en condena

al recurrente en apelación por delito contra la intimidad, tras considerar que los hechos,

cuya realidad respeta, eran subsumibles en dicho tipo penal. Se niega que por la Sala de

apelación se vulnerara dicha garantía, pues en ningún momento ésta realiza una nueva

valoración de la prueba practicada en la primera instancia, sino que parte de los hechos

declarados probados por el Juzgado de lo Penal, para llevar a cabo una nueva

calificación jurídica de los mismos distinta a la del juez a quo, considerando, frente al

criterio de éste, que tales hechos sí eran constitutivos de un delito contra la intimidad.

Resta mencionar cómo el Tribunal, con sustento en SSTC como la 256/2007, plasma

expresamente en esta sentencia que la doctrina sentada en la conocida STC 167/2002 de

18 de septiembre –Serrano García- no resulta aplicable a los supuestos en que el núcleo

de la discrepancia entre la sentencia absolutoria de instancia y la condenatoria de

apelación atañe a la estricta calificación jurídica de los hechos que la sentencia de

instancia considera acreditados, y que no son alterados por el Tribunal de instancia,

pues para ello no es necesario el examen directo y personal de los acusados o los

testigos en un juicio público, sino que el Tribunal de apelación puede decidir

adecuadamente sobre la base de lo actuado.

La STC 108/2009, de 11 de mayo, deniega el amparo en lo atinente a la garantía

de inmediación en condena en apelación por falta de lesiones y daños por imprudencia

en accidente de tráfico fundada en atestado que no fue ratificado en el plenario de la

primera instancia. El Tribunal concluye que dicho elemento determinante de la condena

no es una prueba personal y, que la alteración del sustrato fáctico de los hechos

probados en apelación fue consecuencia de una discrepancia de la Sala de apelación con

el proceso deductivo empleado por el Juez de instancia para absolver, extrayendo

consecuencias contrapuestas, ajenas a la inmediación y no necesitadas de la misma.

La STC 124/2008, de 20 de octubre, deniega igualmente el amparo tras examinar

la distinta naturaleza jurídica de los recursos de apelación y casación en relación con la

revisión de las calificaciones jurídicas en la segunda instancia, a raíz de sentencia del

Page 21: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

21

Tribunal Supremo que, en sede de casación, revocó el pronunciamiento absolutorio de

la Audiencia Provincial de Granada, condenando por delito de apropiación indebida,

pues la condena en casación se basó en una operación judicial de mera revisión de la

calificación jurídica de los hechos, y no en una distinta valoración de pruebas que, como

las testificales, pueden requerir de la inmediación efectiva del órgano de apelación a

efectos de sustentar la condena. El Tribunal resalta, en el FJ2 de su sentencia, las

diferencias entre la apelación –que posibilita un novum iudicium- y la casación –en que

la revisión es, ex lege, de carácter limitado y tasado-, y concluye que el Tribunal

Supremo, en la sentencia de casación impugnada, se limitó a controlar, en el marco de

su función jurisdiccional, la concurrencia de una infracción de ley, infiriendo unas

conclusiones distintas del factum de la sentencia de instancia sobre la tipicidad de la

conducta atribuible al recurrente, pero no alterando los hechos declarados probados en

la instancia, con lo que no se vulneraba el derecho a un juicio con todas las garantías por

la condena en la instancia casacional sin inmediación.

En las SSTC 16/2009, de 26 de enero, y 118/2009, de 18 de mayo se trata el

problema de la condena penal en apelación revisora de pronunciamiento absolutorio de

instancia cuando sí ha existido celebración de vista pública ante el Tribunal de

apelación. La STC 16/2009 examina la condena del recurrente en segunda instancia por

falsedad en documento mercantil, referida a emisión de facturas reputadas falsas. El

Tribunal complementa la doctrina del periodo a examen sobre la condena en segunda

instancia, al apreciar que en la vista de la apelación, efectivamente celebrada, el recurrente

se limitó a ratificar sus declaraciones previas, sin que fiscal y Abogado del Estado, que

habían solicitado su comparecencia, le interrogaran o instaran la lectura de sus

declaraciones ante el Tribunal de apelación, por lo que concluye, en su FJ 5, que no sólo

no se dio una situación de inmediación plena ante el órgano de apelación en relación con

las declaraciones que valoraba, sino que tampoco se satisfizo la garantía constitucional

cubierta mediante la reproducción oral de aquéllas en la vista de apelación y a presencia

del declarante, lo que implicó la estimación del motivo.

La STC 118/2009, de 18 de mayo es igualmente importante a los efectos de concluir

sistemáticamente la visión general de la materia en el periodo a examen. En la misma, se

produce condena en segunda instancia al recurrente por delito de maltrato habitual,

también tras la celebración de vista ante el Tribunal de apelación y modificación de

Page 22: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

22

hechos probados, pero en dicha vista no se llevó a cabo prueba personal ninguna,

quedando los autos vistos para sentencia ante la incomparecencia del apelado-acusado.

El Tribunal otorga el amparo con base en que la inmediación material –y no meramente

formal- exige que se oiga efectivamente al denunciante, máxime cuando el propio

órgano de apelación fundó su condena en la declaración de la víctima, por lo que

concluye que no existió más que una ―apariencia de inmediación‖ (FJ 3), contraria al

derecho constitucional al proceso con todas las garantías, derecho cuyo respecto

requiere un contenido mínimo en la vista de apelación que, en casos de condenas

basadas en la declaración de la víctima –supuesto habitual en causas por delitos de

violencia de género- exige su audiencia directa por el Tribunal que condena, erigiéndose

así en una garantía material, se insiste, no meramente formal, de los elementos de

convicción personales, salvo, claro está, que la decisión tenga su origen en un diverso

juicio de valoración jurídica o de experiencia, independiente de las pruebas de esta

naturaleza.

5.3.- Derecho a la revisión de los fallos de condena

La consolidada doctrina sobre el derecho a la segunda instancia en materia de

sentencias condenatorias es sintetizada en el FJ 2 de la mencionada STC 120/2009, de

18 de mayo, dictada a raíz de condena en apelación sin previa celebración de vista en

dicha instancia, no obstante haberse visionado la grabación del juicio oral. En la misma,

y con profusa mención a legislación y jurisprudencia, nacional e internacional, se

recuerda que en materia penal sí debe establecerse legalmente un régimen de

impugnación de las sentencias de condena, pues el propio Pacto Internacional de

Derecho Civiles y Políticos, pauta hermeneútica de los derechos fundamentales ex art.

10.2 CE, prevé ―el derecho de toda persona declarada culpable de un delito a que el

fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal

superior, conforme a lo prescrito por la ley‖. Dicha obligación, de Derecho interno,

―obliga a considerar que entre las garantías del proceso penal a las que genéricamente se

refiere la Constitución en su art. 24.2 se encuentra la del recurso ante un tribunal

superior, a salvo los supuestos de infracciones menores o cuando la persona haya sido

juzgada por un tribunal que constituya la máxima instancia judicial o cuando haya sido

declarada culpable tras un recurso contra su absolución‖. Seguidamente, el Tribunal

matiza la extensión del derecho a la segunda instancia penal, recordando que se contrae

a la necesidad de que la instancia superior controle la corrección del juicio realizado en

Page 23: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

23

primera instancia, con revisión de la correcta aplicación de las reglas que han permitido

la declaración de culpabilidad y la imposición de la pena en el caso concreto, dejando al

legislador interno tanto la selección del órgano ad quem como las pautas de control

sobre el fallo de condena y la pena, de conformidad con el art. 14.5 PIDCP. En el

supuesto a examen, la exposición de dicha doctrina serviría para posteriormente otorgar

el amparo por condena penal en segunda instancia, al apreciar vulneración de la

inmediación por no celebrarse la vista oral, no obstante resultar determinante del fallo la

valoración de pruebas personales.

Dicha doctrina, general, sobre el derecho a la segunda instancia penal es

específicamente aplicada en la relevante STC 44/2009, de 12 de febrero, a raíz de

amparo electoral en materia de proclamación de candidaturas al Parlamento Vasco,

donde se rechaza la concurrencia de lesión, consecuencia de la naturaleza contencioso-

electoral, que no sancionadora, del litigio. Reiterando lo expuesto en la ya citada STC

110/2007, de 10 de mayo, concluye el Tribunal, al FJ 12, que ―dicha garantía sólo

adquiere rango constitucional en relación con los procedimientos penales, al margen de

los cuales la garantía de la doble instancia judicial es de configuración legal... Dicho de

otro modo, no puede encontrarse en la Constitución ninguna norma o principio que

imponga la necesidad de una doble instancia o de unos determinados recursos, que la

ley no prevé para este supuesto. Es posible, en abstracto, tanto su inexistencia como

condicionar legislativamente su admisibilidad al cumplimiento de ciertos requisitos, lo

que, expresamente, hemos considerado aplicable en los procedimientos contencioso-

administrativos‖.

5.4.- Otras garantías

Respecto a la selección del cauce procesal adecuado a las concretas pretensiones,

las SSTC 43 y 44/2009, de 12 de febrero, así como la 126/2009, de 21 de mayo,

dictadas en amparos electorales en materia de proclamaciones de candidaturas a los

Parlamentos Vasco y Europeo respectivamente, concluyen, con especial cita de la STC

112/2007, de 10 de mayo, que la selección e interpretación de las normas procesales y

su aplicación al caso concreto competen, en principio y como regla general, a los

órganos judiciales en el ejercicio de la función jurisdiccional que con carácter exclusivo

les confiere el art. 117.3 CE, no siendo función del Tribunal la de examinar la

interpretación de la legalidad hecha por los órganos judiciales, salvo que, por

Page 24: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

24

manifiestamente arbitraria, claramente errónea o por no satisfacer las exigencias de

proporcionalidad inherentes a la restricción de todo derecho fundamental, implique por

sí misma lesiones específicas de las garantías sustanciales del procedimiento. El

Tribunal constata que el Tribunal Supremo se pronunció sobre la vía procesal adecuada

a través de la cual se articularon las pretensiones impugnatorias del Abogado del Estado

y del Ministerio Fiscal en relación con las candidaturas presentadas por los

demandantes en una interpretación de la legalidad que no incurría en ninguno de los

óbices precitados, por lo que negó dicha vulneración.

6.- Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa

Con carácter general, y a efectos de singularizar el derecho a la utilización de los

medios de prueba pertinentes frente a otros derechos fundamentales y garantías con los

que guarda relación, la STC 139/2009, de 15 de junio, recuerda, sin aportar

consideraciones nuevas de relevancia, la asentada doctrina constitucional que establece

que la ausencia absoluta de actividad judicial de valoración de la prueba admitida y

practicada vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva en su vertiente de derecho a

obtener una respuesta judicial motivada y de fondo sobre la pretensión planteada (art.

24.1 CE), antes que las garantías procesales referidas a la prueba o a la defensa

recogidas en el 24.2 CE, como consecuencia de que por el demandante de amparo no se

discute la efectiva admisión o práctica de estos medios, sino el que no se valoraran

judicialmente en la forma interesada, que, en el caso concreto, se dirigía a la obtención

de indemnización por responsabilidad patrimonial de las autoridades militares en la

causación de su dolencia, denegada por la jurisdicción al no apreciar la necesaria

relación de causalidad.

La doctrina general sobre la imputación al recurrente de la carga de acreditar, en la

demanda de amparo, el carácter decisivo de la prueba inadmitida o no practicada es

reiterada en las relevantes SSTC 43 y 44/2009, de 12 de febrero, y 126/2009, de 21 de

mayo, dictadas en amparos electorales en materia de proclamaciones de candidaturas a

los Parlamentos Vasco y Europeo respectivamente. En las mismas se denunciaba que la

celeridad de los plazos de los respectivos procesos contencioso-electoral y del mismo

amparo electoral no habrían posibilitado el efectivo derecho a utilizar los medios de

prueba pertinentes para la defensa. El Tribunal negó en los tres amparos dicha

vulneración, basándose en la precitada doctrina, pues las demandas de amparo no

Page 25: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

25

justificaron qué medios de prueba pretendían haber hecho valer los recurrentes en caso

de haber dispuesto del plazo adecuado, incumpliendo igualmente la carga de argumentar

sobre la posible incidencia de aquellas pruebas en el sentido del fallo del proceso.

La STC 113/2008, de 29 de septiembre, en materia de prueba aportada

tardíamente por la Administración, resuelve en similares términos. Dictada a raíz de

recurso contra sanción de tráfico por aparcamiento indebido, es controvertida porque

una prueba documental relevante, cual es el certificado del ente público Portos de

Galicia acerca de la titularidad de la vía pública donde se produjo el estacionamiento

sancionado por el Ayuntamiento (certificado que acreditaría que dicha vía era de dicho

Ente público, y no del Ayuntamiento sancionador), fue recibida e incorporada tras el

dictado de la sentencia de única instancia. El Tribunal, sin abundar en la relevancia per

se del concreto medio probatorio, desestimó dicho motivo basándose en la mencionada

jurisprudencia, reiterando expresamente la doble carga, atribuible al recurrente, de

probar tanto la relación entre los hechos y las pruebas defectuosas, como el carácter

decisivo de las mismas en el sentido del fallo, a efectos de que el Tribunal pueda

proceder a la comprobación del efectivo menoscabo en el derecho de defensa. Dicha

comprobación resultó imposible en el supuesto concreto, ante la falta de razonamiento

suficiente al respecto en la demanda, lo que determinó la desestimación del motivo.

En igual sentido, pero con respecto a recursos de amparo contra sanciones

penitenciarias, las SSTC 10/2009, de 12 de enero y 156/2009, de 29 de junio, deniegan

el amparo tras trasladar esta garantía al procedimiento administrativo sancionador,

concluyendo que los recurrentes, en ambos casos, no cumplieron la carga procesal que

les correspondía de acreditar y justificar que la actividad probatoria denegada, siquiera

indiciariamente, se tradujera en una situación de indefensión efectiva por la posible

relevancia o trascendencia que aquella actividad pudiera tener en relación con la

decisión final del proceso, pues el Tribunal Constitucional no puede suplir a la parte en

el levantamiento de la carga alegatoria que le compete. En mismo sentido, las SSTC

82/2009, de 23 de marzo, 121/2009, de 18 de mayo, y 181/2009, de 23 de julio.

En este particular, resulta interesante observar la modulación en la intensidad de

dicha carga expresamente recogida al FJ 5 de la STC 10/2009, donde el Tribunal

concluye que el recurrente ―no ha cumplido en este caso con la carga procesal que le

Page 26: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

26

corresponde de acreditar y justificar que la actividad probatoria denegada, siquiera

indiciariamente, se tradujera en una situación de indefensión efectiva por la posible

relevancia o trascendencia que aquella actividad pudiera tener en relación con la

decisión final del proceso, lo que constituye motivo suficiente, de acuerdo con la

doctrina constitucional de la que se ha dejado constancia, para desestimar su queja, no

pudiendo este Tribunal suplir a la parte en el levantamiento de la carga alegatoria que le

compete‖. Dicha modulación, expresada a través del adverbio ―indiciariamente‖

posibilita y confirma la discrecionalidad del Tribunal para apreciar, motivadamente y en

ejercicio de su carácter de supremo intérprete de la Constitución, la suficiencia de la

acreditación en relación con el grado de diligencia exigible en la confección de las

demandas de amparo, parte del contenido mínimo de las mismas, por no poder el

Tribunal realizar función integradora al respecto.

En materia de utilidad o idoneidad de los medios de prueba inadmitidos o no

practicados, son de mencionar las SSTC 113/2009, de 11 de mayo, y 141/2009, de 15 de

junio, ambas desestimatorias. En la primera, se rechaza la existencia de lesión porque el

actor, a quien se denegó la práctica de testifical por estimarla inútil el juzgador, podía

haber probado el hecho controvertido mediante prueba documental, la cual sí resultaba

idónea para acreditar con precisión el concreto periodo de convivencia y no sólo el que

ésta tuviera lugar, máxime dado el tiempo transcurrido desde el acaecimiento de los hechos

a acreditar mediante la prueba testifical denegada (13 años), cuyo concreto contenido ya

anticipaba el expediente administrativo, razones estas esgrimidas judicialmente para

denegar su práctica, lo que es considerado por el Tribunal como razonamiento suficiente a

los efectos de la observancia del derecho fundamental. La STC 141/2009, de 15 de junio

también rechaza la vulneración constitucional en similares términos, en concreto porque

para la Sala de apelación, el elemento determinante a acreditar era la relación de

causalidad entre los ruidos emitidos por el bar denunciado, por un lado, y el resultado

perjudicial para la salud de los vecinos del edificio en cuestión, por otro, y no, como

pretendía la prueba pericial médica propuesta, en que se acreditara el padecimiento por

los demandantes de ―contaminación acústica‖. La prueba propuesta hubiera permitido

establecer esto último, pero no que dichos ruidos provenían del local de ocio concreto -

base de la pretensión indemnizatoria-, por estar éste en una calle en la que se

concentraban diversos locales similares que originaban todas las noches de los fines de

semana una considerable contaminación acústica. Dicha motivación, esgrimida al FJ 4

Page 27: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

27

de la sentencia a examen para rechazar la práctica de la pericial, se consideró no incursa

en ninguno de los vicios constitucionalmente lesivos del 24.2 CE, lo que determinó la

desestimación del amparo.

En materia de desestimación de sentencias por falta o insuficiencia de acreditación

de extremos de hecho determinantes tras denegación del propio recibimiento del pleito a

prueba, la jurisprudencia del periodo no introduce modificaciones a la ya consolidada

doctrina en materia de denegación de recibimiento del pleito a prueba cuando la

pretensión se refiere a admisión y práctica de diligencias acreditadamente decisivas en

el sentido del fallo. La STC 174/2008, de 22 de diciembre, otorga el amparo en un

supuesto de denegación del recibimiento del pleito a prueba en litigio sobre IRPF en

que el recurrente pretendía acreditar que un determinado inmueble revestía el carácter

de vivienda habitual, a los efectos de las desgravaciones fiscales legalmente previstas.

Solicitado el recibimiento del pleito a prueba precisamente para acreditar dicho carácter

de vivienda habitual, es denegado con motivación estereotipada e insuficiente,

desestimándose el contencioso por no haber aportado el recurrente prueba suficiente,

una vez descartados como elementos de convicción los diversos recibos aportados con

la demanda. El Tribunal aprecia el carácter decisivo de la prueba de pretendida

admisión y práctica, concluyendo el otorgamiento del amparo, pues, como reza en el FJ

3 de la sentencia a examen, ―el órgano judicial ha fundado en dicha sentencia la

desestimación de la pretensión actora deducida en el proceso contencioso-

administrativo en no haber aportado el recurrente prueba suficiente, una vez descartados

como elementos de convicción los documentos aportados con la demanda —datos

referidos al consumo de agua, de energía eléctrica y a la recogida de basura—, de que la

vivienda objeto de la litis constituía su residencia habitual, mencionando como

elementos probatorios de tal calidad el certificado de empadronamiento u otras pruebas

de similar alcance, como el informe derivado de actuaciones de comprobación de la

Policía municipal. Así pues, el no acogimiento de la acción del demandante de amparo

en el proceso contencioso-administrativo previo trae causa de la falta de acreditación de

la cuestión fáctica sobre la que éste versaba —si la vivienda constituía o no su

residencia habitual—, debiéndose destacar que al recurrente no se le ha permitido

demostrar, como pretendía mediante la petición del recibimiento del pleito a prueba. El

órgano judicial le denegó dicha solicitud por no estimar trascendente para la resolución

del pleito el extremo sobre el que debía versar la prueba, esto es, si la vivienda objeto de

Page 28: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

28

la litis era o no su residencia habitual. En otras palabras, el elemento fáctico para cuya

acreditación se interesó la apertura del período probatorio era absolutamente

determinante en términos de defensa para la resolución del proceso contencioso-

administrativo, como lo evidencia la argumentación en la que el órgano judicial ha

fundado la desestimación de la pretensión actora‖.

La STC 156/2008, de 24 de noviembre, es interesante en tanto desarrolla, entre otros

extremos, el modo en que la denegación de recibimiento del pleito a prueba en la segunda

instancia puede cercenar ex ante la posibilidad de que la segunda instancia se pronuncie

sobre la constitucionalidad de la omisión de una prueba admitida pero no practicada en la

instancia, conculcándose de facto la subsidiariedad del amparo. Esta sentencia es dictada a

raíz de desestimación de recurso contencioso-administrativo en materia de responsabilidad

patrimonial de la Administración sanitaria, surgida como consecuencia de la pérdida de un

ojo sufrida por la recurrente tras una intervención quirúrgica. Por el Juzgado de lo

contencioso-administrativo se admitió la práctica de prueba pericial, consistente en que por

Médico Forense se dictaminara sobre la corrección del diagnóstico efectuado y la

diligencia observada al dar el alta a la recurrente, no efectuándose dicha pericial por

considerar la Directora de la Clínica Médico Forense que no concurría el supuesto legal

para la intervención de dicha institución en la prueba solicitada. Recibida dicha negativa

por el juzgado, éste, sin ulterior resolución al respecto, dictó sentencia desestimatoria al

considerar que la recurrente no había aportado ninguna prueba sobre que la infección no

hubiese sido detectada, que el tratamiento prescrito no hubiera sido el adecuado o que la

pérdida del ojo se debiera en exclusiva a la mala praxis. En sede de apelación, se denegó el

recibimiento del pleito a prueba, confirmándose en sentencia la desestimación por

insuficiente acreditación. Es interesante observar cómo el Tribunal Constitucional aprecia

en esta sentencia la clara existencia de dos vulneraciones del derecho a la prueba,

imputables, separada y respectivamente, a sendos órganos jurisdiccionales, de instancia y

apelación. A estos efectos, enfatiza, en el FJ 4, en qué modo es imputable la primera lesión

del 24.2 CE al juzgador de instancia y no a la clínica forense, pues era aquel quien podía -y

debería- haber adoptado las resoluciones judiciales necesarias para, o bien intimar a los

médicos forenses la práctica de la pericial o, en su defecto, instar la designación de otro

perito que cumpliera el fin de la prueba admitida. Mismo rigor y claridad utiliza el

Tribunal al identificar la vulneración operada por el Tribunal Superior de Justicia como

consecuencia de la denegación del recibimiento del pleito a prueba en la apelación, pues

Page 29: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

29

esta denegación conllevó la imposibilidad de pronunciarse dicha segunda instancia sobre la

propia constitucionalidad de la omisión de la prueba admitida. El Tribunal tampoco

considera apta, a efectos de desechar la vulneración denunciada, la motivación, expuesta

por el TSJ, referida a la improcedencia de interesar una pericial forense en el seno de un

recurso contencioso-administrativo, pues podría haberse verificado en cualquier otro modo

admisible en derecho. Tras motivar el carácter decisivo de la prueba omitida en el sentido

del fallo, se otorga el amparo.

Es interesante la reflexión, también subyacente, sobre la práctica de pericial

contencioso-administrativa por las Clínicas médico-forenses, tanto por la existencia y

posible grado de vinculación a las determinaciones de la jurisdicción contencioso-

administrativa, como por su propia vinculación a la Administración Pública.

7.- Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable

La única sentencia a reseñar en este apartado es la STC 142/2009, de 15 de junio,

en relación con el derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable en

el seno de un procedimiento de información reservada abierto contra dos policías, que

vertieron manifestaciones falsas e innecesarias referidas al contenido de unos recursos

sólo tangencialmente relacionados con el objeto de la denuncia, y que motivaron la

imposición de sendas sanciones por atentado leve a la dignidad de los funcionarios o la

administración. El Tribunal examina el contenido del derecho, y el carácter ―modulado‖

de su aplicación a procedimientos de información reservada abiertos contra funcionarios

públicos, previos, por su propia naturaleza, a la incoación de los expedientes

sancionadores, ―lo que impide la traslación mecánica y acrítica de las garantías y

conceptos propios del orden penal‖ (FJ 6). El Tribunal concluye que la conducta por la

que los recurrentes fueron sancionados implicaba una extralimitación en tal ejercicio,

teniendo en cuenta las modulaciones impuestas al mismo en función de los especiales

deberes que los recurrentes tenían ante la Administración y ante los ciudadanos, en su

condición de policías locales, por lo que se deniega el amparo.

8.- Derecho a la presunción de inocencia

8.1.- Cuestiones generales, extensión y ámbito de aplicación

Con independencia de aquellos recursos de amparo en que la vulneración de la

presunción de inocencia ha sido desestimada por manifiesta carencia de fundamento de

Page 30: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

30

la denuncia, como consecuencia de la única mención en las demandas de amparo a la

lesión, pero sin justificación suficiente de la misma (vid. SSTC 181/2008, de 22 de

diciembre o 39/2009, de 9 de febrero), en el periodo a examen se han dictado sentencias

que, como la 129/2008, de 27 de octubre, o 145/2008, de 10 de noviembre (ésta con los

mismos antecedentes fácticos e invocaciones de derechos fundamentales), delimitan los

cánones de la presunción de inocencia de aquellos propios del principio de legalidad

penal, en supuestos en que no se trata de constatar hechos a partir de pruebas

practicadas, sino que lo que se cuestiona es la propia valoración del sentido de los

mismos en orden a su subsunción en tipos penales concretos, sin controvertirse la

realidad de los mismos. Así, se impugnan en sendos recursos condenas penales por

delitos de defraudación fiscal, sustentados en fraudes de ley cometidos usando negocios

de compraventa simulados sin lógica económica alguna otra que el fin defraudatorio,

con el concurso de una sociedad con bases imponibles negativas, tratándose de un

negocio jurídico sin otra causa que la mencionada elusión de impuestos. No

controvertidos los hechos, el Tribunal concluye que lo que realmente se discute es la

subsunción de los mismos en el tipo penal, propia del principio de legalidad, pero no de

la presunción de inocencia.

La STC 66/2009, de 9 de marzo, abunda en la individualización y clarificación de

los límites de la lesión de la presunción de inocencia con referencia a la STC 220/1998,

reiterando que ―cabe constatar una vulneración del derecho a la presunción de inocencia

cuando no haya pruebas de cargo válidas, es decir, cuando los órganos judiciales hayan

valorado una actividad probatoria lesiva de otros derechos fundamentales o carente de

garantías, o cuando no se motive el resultado de dicha valoración, o, finalmente, cuando

por ilógico o insuficiente no sea razonable el iter discursivo que conduce de la prueba al

hecho probado‖ (FJ 6).

En relación con los ámbitos objetivo y subjetivo de la presunción de inocencia, la

STC 91/2009, de 20 de abril, dictada a raíz de impugnación de condena en casación por

delito de prevaricación medioambiental previa absolución en la instancia, establece que

no sólo los elementos objetivos, sino también el elemento subjetivo del delito ha de

quedar suficientemente probado, reconociendo, no obstante, que la prueba de este

último resulta más compleja, debiendo acudirse usualmente a la prueba indiciaria, si

bien la prueba de cargo ha de venir referida al sustrato fáctico de todos los elementos,

Page 31: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

31

tanto objetivos como subjetivos del tipo delictivo, pues la presunción de inocencia no

consiente en ningún caso que alguno de los elementos constitutivos del delito se

presuma en contra del acusado. El Tribunal resalta que sólo pueden considerarse

acreditados adecuadamente dichos elementos subjetivos si el enlace entre los hechos

probados de modo directo y la intención perseguida por el acusado con su acción se

infiere de un conjunto de datos objetivos que revelan el elemento subjetivo, a través de

una argumentación lógica, razonable y especificada motivadamente en la resolución

judicial. Tras examinar, en el FJ 5, el juicio de inferencia realizado por el Tribunal

Supremo con base en el necesario conocimiento por el Alcalde imputado de los espacios

singulares de su municipio y las precauciones a adoptar sobre los mismos, sobre todo en

relación con autorizaciones de vertido de escombros como las autorizadas, el Tribunal

concluye que el Tribunal Supremo se limita a rectificar la inferencia inductiva realizada

por el órgano a quo, llegando, sin alterar el relato de hechos a una conclusión contraria

basada en inferencias razonables.

Las cuestiones de inconstitucionalidad planteadas contra los arts. 153.1, 171.4, y

172.2 del código penal y resueltas por las SSTC 127/2009, de 26 de mayo; 153/2009 y

154/2009, de 25 de junio, y 166 y 167/2009, de 2 de julio, se remiten, en lo atinente a la

duda sobre posible lesión de la presunción de inocencia, a lo dispuesto en la STC

59/2008, de 14 de mayo. Cuestionado si en la existencia de una presunción legislativa

de que en las agresiones del hombre hacia quien es o ha sido su mujer o su pareja

femenina afectiva pudiera concurrir una intención discriminatoria, o un abuso de

superioridad, o una situación de vulnerabilidad de la víctima, por el Tribunal se contestó

que el legislador no presume un mayor desvalor en la conducta descrita de los varones a

través de la presunción de algún rasgo que aumente la antijuridicidad de la conducta o la

culpabilidad de su agente, sino que lo que hace el legislador, y lo justifica

razonablemente, es apreciar el mayor desvalor y mayor gravedad propios de las

conductas descritas en relación con la que tipifica el apartado siguiente. No se trata de

una presunción normativa de lesividad, sino de la constatación razonable de tal

lesividad a partir de las características de la conducta descrita y, entre ellas, la de su

significado objetivo como reproducción de un arraigado modelo agresivo de conducta

contra la mujer por parte del varón en el ámbito de la pareja. Por ello, las cuestiones

resueltas en el periodo no alteran ni modifican el sentido de sus antecedentes, a las que

se remiten.

Page 32: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

32

Igualmente, sentencias como la 124/2008, de 20 de octubre, -ya tratada al

examinar la inmediación en apelación y casación- o la 34/2009, de 9 de febrero, niegan

que se vulnere la presunción de inocencia en supuestos en que la segunda instancia

condena, sin celebración de vista pública, como consecuencia de construir una nueva

calificación jurídica a partir de datos acreditados por el Tribunal de instancia, que los

deduce, a su vez, de una serie de elementos probatorios de diversa consideración pero sin

alteración del relato fáctico. El Tribunal, en cambio, no niega, sino que rechaza entrar a

examinar dicha vulneración, en aquellos supuestos de condena en apelación sin

celebración de vista en la segunda instancia donde, junto con los testimonios de exigida

inmediación a efectos de fundar la condena, existan otras pruebas, válidamente

practicadas, que autónomamente podrían sustentar la declaración de culpabilidad o

condena del demandante de amparo, como acontece, por ejemplo, en el caso de

documentales incorporada al proceso. Por ello en tales ocasiones el Tribunal ordena la

retroacción de las actuaciones judiciales hasta el momento anterior a la Sentencia de

apelación, a fin de que se dicte otra respetuosa con el derecho fundamental vulnerado.

Son los supuestos de las SSTC 3/2009, de 12 de enero; 21/2009, de 26 de enero;

132/2009, de 1 de junio, o 170/2009, de 9 de julio. También se decreta la retroacción de

las actuaciones en supuestos en que, como los examinados por la STC 46/2009, de 23

de febrero, la denuncia de la presunción de inocencia afecta a la concurrencia o no de

circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, cuya apreciación

corresponde, por ser cuestión de estricta legalidad penal, a los órganos de la jurisdicción

ordinaria.

En sentido contrario, se concluye la vulneración de la presunción de inocencia en

supuestos de condenas en segunda instancia sin celebración de vista, cuando el

pronunciamiento condenatorio sea fundado exclusiva o esencialmente en pruebas de

apreciación personal y directa, cual son las testificales o declaraciones de acusados y

víctimas, vulnerándose conjuntamente, en estos supuestos, los derechos a un proceso con

todas las garantías y a la presunción de inocencia, como en las SSTC 177 y 180/2008,

ambas de 22 de diciembre, donde se reitera dicha doctrina sobre la insuficiencia de los

testimonios no repetidos en apelación a efectos de desvirtuar la presunción de inocencia,

reputándose también insuficientes a estos efectos los partes de lesiones e informes

forenses, cuya única virtualidad probatoria en su caso, valorados autónomamente, es la de

Page 33: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

33

acreditar la realidad de la lesión, pero no la de atribuir autoría alguna a los respectivos

imputados. En igual sentido, las SSTC 1/2009, de 12 de enero; 24/2009, de 26 de enero o

103/2009, de 28 de abril, referidas a condenas por conducir bajo la influencia de bebidas

alcohólicas, sustentadas en diversas declaraciones de testigos o policías sobre los signos de

consumo de alcohol apreciados, hora del siniestro; 49/2009, de 23 de febrero; 54/2009, de

23 de febrero; 120/2009, de 18 de mayo; 144/2009, de 15 de junio; 150/2009, de 22 de

junio y 173/2009, de 9 de julio. En todas ellas, el Tribunal Constitucional anula los

pronunciamientos de condena.

8.2.- Licitud y validez de las pruebas

En lo que respecta a la presunción de inocencia en supuestos de coexistencia de

pruebas lícitas con pruebas ilícitas, la STC 66/2009, de 9 de marzo, en relación con

intervenciones telefónicas anuladas en casación, aplica prolíficamente la doctrina de la

conexión de antijuridicidad para desestimar recurso de amparo contra sentencia que

fundaba debidamente la independencia de las distintas pruebas obrantes a la causa,

independientes de las intervenciones anuladas. En la misma se analizar la posible

existencia de conexión causal y de antijuridicidad entre las intervenciones telefónicas

declaradas nulas en casación y las pruebas en virtud de las cuales la Audiencia

finalmente llegó a la convicción de la culpabilidad del recurrente en su integración

terrorista, derivada de una pluralidad de fuentes demostrativas. En el FJ 5, se examina

especialmente la entrada y registro en el domicilio, diligencia cuya naturaleza es

ontológicamente distinta a las intervenciones telefónicas anuladas y que afecta a

distintos derechos fundamentales, en relación con el largo periodo de tiempo

transcurrido entre las intervenciones telefónicas y la entrada y registro, sus distintos

elementos internos y sobre todo el modo en que fueron incorporados al proceso del

sustrato material probatorio, distinto de las intervenciones telefónicas, lo cual lleva al

Tribunal a concluir el carácter jurídicamente independiente de la entrada y registro. Otro

tanto se concluye respecto de las declaraciones del recurrente en instrucción, de las

declaraciones de los coacusados en el plenario, y de diversas testificales, lo que justifica

la independencia de las mismas y su sustantividad a efectos de desvirtuar la presunción

de inocencia, lo que llevó al Tribunal a la desestimación del amparo por concluir que el

órgano jurisdiccional cumplió con plena razonabilidad el parámetro de suficiencia en la

motivación, al analizar la aplicación al caso de la doctrina del Tribunal sobre la

conexión de antijuridicidad sin incurrir tampoco en arbitrariedad o error.

Page 34: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

34

8.3.- Suficiencia y valoración de los distintos medios de prueba

Tras haber ya examinado la mayor parte de las sentencias en materia de

presunción de inocencia e idoneidad de medios de prueba, en los apartados referentes a

la condena en apelación, se hará en el presente apartado referencia únicamente a

aquellas sentencias y extremos en que se tratan las vulneraciones individualizadamente,

en número relativamente escaso para el periodo a examen.

8.3.1.- Testigos de referencia

En relación con los testigos de referencia, el periodo comentado no aporta ninguna

novedad relevante en la doctrina al respecto. La STC 66/2009, de 9 de marzo, declaró la

virtualidad probatoria del testimonio de referencia de un agente de la Unidad Central de

Información Exterior, aunque fuera —a los solos efectos dialécticos— ―devaluado‖, tras

recordar que la aportación a la investigación penal de datos obtenidos de conocimientos

extraprocesales no lesiona el derecho al proceso con todas las garantías, sistematizando

la validez y suficiencia de los distintos medios de prueba. Expresamente asume la

validez, disminuida, del testimonio de referencia en los casos de imposibilidad de

aportación del testigo directo; la validez, suficiente, de dichos testimonios en los casos

de que el testigo directo fuese a su vez coimputado, y la validez, bastante, en supuestos

de que la información declarada provenga de los servicios de inteligencia de terceros

países, con referencia a la STC 263/2005, de 24 de octubre.

8.3.2.- Prueba indiciaria

Inicia el elenco de sentencias sobre prueba indiciaria del periodo la 111/2008, de

22 de septiembre, que en dicha materia confirma la condena al recurrente por delito de

colaboración con organización terrorista, declarando probado, con sustento en diversa

prueba de indicios, que el recurrente proporcionó trabajo a individuos que se habían

trasladado Bosnia para realizar cursillos de entrenamiento de mujahidines; igualmente

se declara acreditado mediante dicha prueba que facilitó su pasaporte a un miembro de

Al Quaeda, para su desplazamiento internacional con fines de facilitar actividades

terroristas. Denunciada por el recurrente la insuficiencia de las pruebas indiciarias que

sustentaron la condena, el TC concluye la razonabilidad del juicio de inferencia llevado

a cabo por la jurisdicción ordinaria desde los puntos de vista de su lógica, coherencia y

Page 35: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

35

grado de solidez requerido, recordando la doctrina que limita la función constitucional

en esta materia a la actividad jurisdiccional de control externo sobre la razonabilidad del

nexo establecido por la jurisdicción ordinaria, sin posibilidad de sustituir la valoración

efectuada por los órganos de la jurisdicción ordinaria.

Las SSTC 92/2009, de 20 de abril, y 170/2009, de 9 de julio, confirman, por su

parte, el rol determinante de la prueba indiciaria en la acreditación de la concurrencia de

elementos subjetivos del tipo, precisamente ante la dificultad de que los mismos puedan

ser acreditados mediante prueba directa. La STC 148/2009, de 15 de junio confirmaba

condenas por robo y blanqueo de capitales en que concurrían plurales indicios. El

Tribunal Constitucional pone especial énfasis, una vez más, en que las resoluciones

judiciales impugnadas explicitaron el proceso argumental, infiriendo a partir de hechos

objetivos perfectamente acreditados, la autoría de los recurrentes en los delitos de robo

y blanqueo de capitales, incluyendo el conocimiento, al menos eventual, de que el

dinero y los objetos procedían de la comisión de un ilícito penal, dándose respuesta

expresa a todos los argumentos de descargo alegados por los recurrentes. En el mismo

sentido, la STC 109/2009, de 11 de mayo, a raíz de condena por falsificación

documental.

8.3.3.- Declaraciones de coimputados

Las SSTC 148/2008 y 149/2008, ambas de 17 de noviembre, tratan la condena

penal fundada en declaraciones de coimputados no corroboradas por circunstancias

externas ajenas al declarante. En ambos casos, el Tribunal otorga el amparo, con

anulación de las condenas, a sendos condenados por delitos de tráfico de drogas por la

Audiencia Provincial, que basó sustancialmente la condena en la verosimilitud otorgada

a las declaraciones incriminatorias de un coimputado, utilizando como elementos

externos de corroboración unos giros postales pretendidamente librados dos años antes

para pagar la droga entregada y el conocimiento por los coimputados declarantes de

datos personales de los recurrentes condenados. El Tribunal recuerda la doctrina

constitucional sobre la irrelevancia de las consideraciones judiciales referidas a la

verosimilitud de la declaración del coimputado en estos supuestos, por constituir

elementos o circunstancias propias o intrínsecas a la personalidad o motivaciones del

declarante, no pudiendo considerarse hechos o datos autónomos que sirvan para

respaldar su contenido, máxime en supuestos en que, como los tratados, el coimputado

Page 36: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

36

declarante obtuvo un trato penológico favorable por haber colaborado en identificar a

los demás partícipes del delito. El Tribunal rechaza la aptitud de los elementos de

corroboración usados por la jurisdicción ordinaria para ser considerados suficientes a

efectos de enervar la presunción de inocencia, pues respecto a los giros no se acreditó el

fin de los mismos, habiendo sido realizados dos años antes de los hechos punibles y,

respecto a los datos personales conocidos por el coimputado, no acreditaban otra cosa

que, en su caso, la existencia de una relación personal. Se descarta por el Tribunal toda

posibilidad de extraer consecuencias negativas para los imputados del ejercicio de su

derecho a guardar silencio, a no declarar contra sí mismos y a no confesarse culpables.

También se otorgó el amparo por falta de elementos externos de corroboración de

declaraciones de coimputados en las SSTC 125/2009, de 18 de mayo, y 134/2009, de 1

de junio, al no conceder relevancia a efectos de enervar la presunción de inocencia ni a

la yuxtaposición de los testimonios coincidentes de coimputados, en el primer supuesto,

ni, en el segundo, a la ―espontaneidad y naturalidad con que el coimputado declaró ante la

policía y en fase de instrucción, así como la declaración del perjudicado, que reconoció al

autor que no estaba encapuchado, quien a su vez manifestó que en la fecha en que

ocurrieron los hechos había estado acompañado por el coimputado en cuya declaración se

sostuvo la condena del recurrente‖. LAS SSTC 56 y 57/2009, de 9 de marzo, deniegan por

el contrario el amparo, con base en que la existencia de una coincidencia entre lo

declarado por un coimputado y las circunstancias del condenado atinentes a su conducta

delictiva, ―configuran una realidad externa e independiente a la propia declaración del

coimputado que la avalan‖.

8.3.4.- Actas, atestados policiales, informes tributarios y partes de denuncia

En relación con la aptitud de los atestados para desvirtuar la presunción de

inocencia, de la STC 108/2009, de 11 de mayo, se puede inferir, contrario senso, un

contenido mínimo a efectos de la imputación subjetiva del resultado al recurrente

condenado y consecuente juicio de culpabilidad. Así, y en relación con condena penal

en segunda instancia por falta de lesiones y daños imprudentes en accidente de tráfico,

el Tribunal concluye que un atestado limitado a aportar datos de los vehículos, de los

lesionados, de la calzada, de las vías y del posicionamiento final de aquellos, máxime al

constar en un atestado no ratificado ante el órgano judicial, carece de la condición

procesal de prueba, por no acreditar suficientemente ni la mecánica de los hechos ni la

Page 37: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

37

culpabilidad penal, lo que lleva al Tribunal a apreciar lesión de la presunción de

inocencia.

Sobre la potencialidad de los informes policiales para desvirtuar la presunción de

inocencia, aun cuando no hayan sido ratificados, se han pronunciado destacadamente las

SSTC 43 y 44/2009, de 12 de febrero, y la 126/2009, de 21 de mayo, dictadas en

amparos electorales en materia de proclamaciones de candidaturas a los Parlamentos

Vasco y Europeo respectivamente. En las mismas se acepta su capacidad para desvirtuar

la presunción de inocencia tras distinguirse, con base en las SSTC 99/2004, entre datos

objetivos y ―meras opiniones o valoraciones de sus autores‖. El Tribunal destaca que los

informes no tuvieron ―más trascendencia probatoria que la que la Sala otorgó al material

informativo en él agrupado, una vez fiscalizado en su contenido y contrastado con otras

pruebas practicadas durante el proceso. El órgano judicial ponderó, en consecuencia, la

credibilidad de aquel material, sin hacer abstracción de la circunstancia de que se incluía

en un informe elaborado por personas cuya imparcialidad había sido objeto de tacha por

la parte, sino, por el contrario, advertido de la sospecha abrigada por ésta, contrastando

su contenido con otras pruebas y limitando el alcance de la pericia examinada al mero

tratamiento agrupado de una información cuya verosimilitud ha verificado por sí la

propia Sala‖ (STC 5/2004, FJ 14).

En materia de actas de infracción emitidas por funcionarios con facultades y

funciones inspectoras, la STC 82/2009, de 23 de marzo, deniega el amparo solicitado al

concluir la existencia de actividad probatoria de cargo, válida y suficiente para enervar

la presunción de inocencia del recurrente. La resolución sancionadora se fundamentó en

el acta de infracción en materia de extranjería levantada por la Inspección de Trabajo, en

la que se constataba que el recurrente tenía a su servicio trabajadoras extranjeras sin

permiso de trabajo. Recuerda el Tribunal, en el FJ 4 de la sentencia a examen, su

doctrina reiterada sobre la suficiencia de las actas de inspección o infracción (en las que

los funcionarios competentes consignan los hechos que observan en el curso de sus

comprobaciones e investigaciones) a efectos de destruir la presunción de inocencia, sin

necesidad de que tenga que reiterarse en vía contencioso-administrativa la actividad

probatoria de cargo practicada en el expediente administrativo. Por otra parte, en el

proceso contencioso-administrativo, tales actas, incorporadas al expediente sancionador,

son susceptibles de valorarse como prueba por el órgano judicial, aunque no gocen de

Page 38: Garantías Constitucionales del proceso (24.2 CE) · PDF file1 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO (24.2 CE) Luis Fernández Antelo SUMARIO 1.- Derecho al juez ordinario predeterminado

38

mayor relevancia que los demás medios de prueba admitidos en Derecho y, por ello, ni

han de prevalecer necesariamente frente a otras pruebas que conduzcan a conclusiones

distintas, ni pueden impedir que el órgano judicial forme su convicción sobre la base de

una valoración o apreciación razonada del conjunto de las pruebas practicadas. Tal

aconteció en el caso a examen, en que la Administración consideró acreditados los hechos

constatados por la Inspección de Trabajo a efectos de sustentar la sanción impuesta, pero

fueron considerados por el juzgado conjuntamente con el resto de pruebas y razonando el

rechazo de las propuestas por el recurrente para concluir la legalidad de la sanción

impuesta, sin que corresponda al Tribunal Constitucional, como insiste expresamente al

citado FJ 4, revisar la valoración de la prueba.

En similar sentido, la STC 147/2009, de 15 de junio, reconoce la virtualidad y

suficiencia probatoria de los informes de la Agencia Estatal de Administración Tributaria

para sustentar condena por delitos contra la Hacienda Pública no obstante la concurrencia

de pruebas de descargo, debidamente ponderadas por los órganos jurisdiccionales con el

debido grado de razonabilidad, lógica, coherencia y solidez requerido, lo que llevó al

Tribunal Constitucional a rechazar la vulneración de la presunción de inocencia,

concluyendo, en el FJ 3 de la sentencia a estudio, que el órgano judicial ―no sólo ha

ponderado razonablemente las pruebas practicadas, sino que ha motivado

detalladamente las razones por las que otorga más relevancia a esos informes de la

Inspección que a la declaración del acusado, la documental aportada y la pericial

practicada a su instancia‖, concluyendo la existencia de prueba de cargo suficiente a

efectos de desvirtuar la presunción de inocencia.