gÓmez zotano, josé; riesco chueca, pascual (2013): la interpretación de los paisajes en...

Upload: pascualon

Post on 14-Apr-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    1/21

    337

    La interpretacin de los paisajes en Geografia.

    De la excursin tradicional al establecimiento de itinerarios

    y diseo de fichas para la aplicacin del Convenio Europeo

    del Paisaje

    Jos Gmez ZotanoUniversidad de GranadaPascual Riesco ChuecaUniversidad de Sevilla

    1. Introduccin

    Como herramienta educativa y como va para acceder a datos primariossobre el medio, el trabajo de campo y la excursin pedaggica son

    piezas centrales en la tradicin acadmica de la Geograa. Campoy gabinete, observacin y teorizacin, espacio nativo y espacioexplorado son componentes encadenados que se potencianmutuamente: el pensamiento se agranda al mirar; la mirada se ahondatras haber pensado. Para Lvi-Strauss, la ciencia occidental reproduceragmentariamente, y recompone despus, mendrugos de leccionesque reconstituyen la meditacin del sabio al pie del rbo1. Sobreeste undamento, el del saber obtenido mediante una intensa mirada,directa e inteligente, hacia la totalidad, descansa el conocimiento.

    La Geograa es una disciplina de insustituible virtualidad paradespertar el sentido de observacin del paisaje, y el inters en ste

    conduce irreductiblemente a su experiencia directa al aire libre. Deacuerdo con Olcina Cantos (1996: 101), el paisaje es una unidadde trabajo geogrfco con mayor capacidad didctica que la reginpor los aspectos visuales que se contienen en su identifcacin. Enotras palabras, la unidad de carcter de un paisaje, sumada a suabarcabilidad espacial, invitan a ensayar sobre l la diversidad deconocimientos y herramientas geogrfcas, poniendo en accin unpotencial cognitivo que, a alta de objeto, corre el riesgo de quedardisperso y desactivado.

    Ya desde sus orgenes est implcita la alianza entre conocimientogeogrfco y exploracin. Los grandes viajeros musulmanes,

    1 Des bribes de leons qui, mises bout bout, reconstituent la mditation du sageau pied de larbre (Lvi-Strauss, 1955).

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    2/21

    338

    escandinavos, chinos y cristianos medievales, entre otros, adquierencriterio para una interpretacin del espacio mediante itinerarios deexploracin en los que se combina lo personalmente observado con

    lo recogido de los nativos. La Geograa se encuentra entonces ensus albores, y es sintomtica de ello la incierta rontera entre discursopopular y discurso erudito en las crnicas de viaje y los repertoriosgeogrfcos iniciales. Dnde acaban las leyendas y consejas propiasde la tradicin oral, incluida la Mitologa, y dnde empieza la frmeerudicin? En Occidente, el Renacimiento es inseparable de la aperturade rutas militares y comerciales y los descubrimientos de todo tipoasociados a ellas. Las intuiciones grecorromanas sobre el planeta sonahora rerescadas a la luz de nuevas evidencias, y la erudicin clsicase expande y problematiza ante el nuevo aluvin de datos geogrfcosorecidos por los navegantes.

    El Convenio Europeo del Paisaje y el procedimiento britnico parala estimacin del carcter de los paisajes (Landscape CharacterAssessment) son dos destacadas aportaciones contemporneas,que persiguen un lenguaje comn y un acercamiento sistemticoal hecho paisajstico. Dando continuidad a estudios previos2, estebreve texto aspira a reexionar sobre los undamentos histricos delreconocimiento geogrfco del terreno, y proponer a la luz de estaantigua tradicin unas nociones orientadoras para la preparacin y elprocesado de la excursin paisajstica. Una sucinta fcha puede servirpara estructurar y guiar la atencin durante el breve pero siempreintenso tiempo de exposicin y dilogo con el paisaje.

    2. La interpretacin de los paisajes en Geografa. Desde el

    siglo XIX hasta la actualidad

    La Ilustracin reuerza el valor de la captura de datos, abriendo laspuertas a una sistematizacin completa del conocimiento geogrfco.Los viajes de Alejandro de Humboldt por la Amrica tropical (1799-

    2 El origen de esta comunicacin se encuentra en un Convenio Especfcode Colaboracin suscrito en 2006 entre el Ministerio de Medio Ambiente, laUniversidad de Sevilla y el Centro de Estudios Paisaje y Territorio (CEPT) para

    realizar el Estudio sobre la situacin del paisaje en Espaa y el establecimientode lneas de intervencin para el desarrollo de la Convencin Europea delPaisaje, as como en un Proyecto de Innovacin Docente Innovacin docenteen las prcticas de campo de Geograa Fsica subvencionado en 2010 por laUniversidad de Granada.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    3/21

    339

    1804) son ejemplares por su ambiciosa exibilidad de escala, quepropone extensas orquestaciones de inormacin bio-geogrfca,elevndose a visiones de conjunto donde se modulan hiptesis,

    desde lo local a lo continental, sugeridas por el trabajo de campo(Mathewson, 2001). El conocimiento adquirido es inseparable,en numerosos casos, de distintos basamentos doctrinales,destacadamente la ideologa colonial. La Royal Geographical Society,por ejemplo, impulsa a lo largo del s. XIX detenidas exploracionesde ultramar, en las que alienta una aspiracin bsica: la ampliacinde dominios para el imperio britnico. Por otro lado, el Grand Tour,etapa ormativa itinerante previa al matrimonio en las clases altasbritnicas, de orientacin inicialmente centrada en la contemplacinde monumentos y piezas artsticas, se convierte en una pieza centralpara el conocimiento y la interpretacin geogrfca.

    El Romanticismo introduce una particular reverencia a la naturalezaentendida como ventana hacia lo sublime y lo indecible. De ah unasobrevaloracin de los paisajes de montaa, que condiciona la vocacinde las primeras sociedades de excursionistas. No es ajena a ello unatendencia a encuadrar como paisaje lo excepcional y lo espectacular,con la consiguiente merma de atencin hacia los paisajes cotidianos,que perdura an en el imaginario colectivo. Coincide esta evolucincon el orecimiento de la pasin nacionalista, que es asentada sobrela raz, real o imaginada, de una cultura insondablemente unida alpueblo y su genio propio, una base tnica sobre la que se aspira aedifcar la identidad nacional. De nuevo, converge sobre las montaas,reservorios de autoctona y ancestralidad, esta mirada dirigida a la

    recuperacin de esencias: en Suiza, la montaa es el broche queanuda la diversidad de los valles y las lenguas. El Club Alpino Suizo,undado en 1863, es un exponente de tal usin entre el viaje dedescubrimiento naturalista y el esuerzo de consolidacin nacional(Mart-Henneberg, 1996); un precedente destacado es el Alpine Clubde Londres, undado en 1857, de acentos ms cosmopolitas. Otrasasociaciones similares, de marcada inspiracin nacionalista, emergenen Italia, Alemania y Austria en la misma poca. En Espaa, lasprimeras sociedades excursionistas surgen en Catalua entre 1876 y1878; en echa posterior se usionan para crear el Centre Excursionistade Catalunya.

    La excursin, como componente educativo, adquiere un grado mayorde ormalizacin a partir de la pedagoga del suizo Pestalozzi (1746-1827), que propone la intuicin y la induccin como vas principales

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    4/21

    340

    para inculcar conocimientos (Mart-Henneberg, 1992). Esta reorma enlos planteamientos educativos activa el inters por las salidas al terreno,ensalzadas no slo por sus virtudes para el ejercicio de la atencin

    sino tambin por su contribucin a ortalecer anmica y corporalmenteal alumno. La excursin ormativa adquiere ya de orma temprana unadoble condicin, que queda impresa en el ormato del excursionismouniversitario posterior: herramienta pedaggica, por una parte, y ritode paso en la constitucin del ciudadano adulto, por otra (Puyo, 2006);los benefcios morales, sociales y ticos de la excursin son valoradostanto o ms que su contribucin al corpus de conocimientos del alumno(Ploszajska, 1998). En general, la observacin directa del territoriose convierte as en el paso previo a la adquisicin de conocimientosgeogrfcos (Mart-Henneberg, 1994; 1996). Es en Alemania donde estasemilla, de remota procedencia rousseauniana, adquiere su mximodesarrollo (Mathewson, 2001). El modelo de aprendizaje es expansivo,

    de lo cercano a lo lejano: los estudios de inancia y adolescencia secien al marco local, donde es natural y cil organizar excursiones(Heimatskunde o estudio del entorno nativo); en etapas posteriores,la tesis en Geograa debe, preerentemente, abordar cuestiones deubicacin ms remota o de escala ms extensa (Auslandskunde oestudios sobre el extranjero). Como corresponde a esta organizacinen cascada, los esuerzos destinados a ambas etapas son crecientes:las magnas tesis y las voluminosas sumas de los estudiosos alemanessobre parajes remotsimos dan testimonio de ello.

    En la Espaa de principios de siglo se registra una honda preocupacinpor situar tericamente la observacin directa y su valor pedaggico,

    si bien surge undamentalmente de cultivadores de otras disciplinascercanas a la Geograa (Modesto Bargall, Raael Cabans, CarlosVidal Box, Francisco Hernndez Pacheco). Varios gegraos deEscuelas Normales como Pedro Chico o Isidoro Reverte suponenmeritorias excepciones. Pedro Plans destaca lo siguiente:

    En conjunto, las salidas al campo constituyen una actividadde gran valor ormativo intelectual, porque es en ellas donde losalumnos pueden vivir un proceso mental de creacin de lo particulara lo general, del caso concreto al principio ms amplio Pero el valorormativo intelectual del trabajo de campo reside no ya slo en elejercicio de observacin y anlisis que supone, sino tambin en que

    nicamente sobre el terreno podr ver el alumno que lo que lee en loslibros y aun en las mismas explicaciones del proesor, no pasan demeros esquemas, simplifcaciones de una realidad siempre compleja(en Garca Manrique, 1976: 4).

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    5/21

    341

    Es bien conocido el excursionismo madrileo, centrado en la vecinasierra de Guadarrama, que tiene como punto de partida un ideario deuerte contenido pedaggico; as, el Boletn de la Institucin Libre de

    la Enseanza, desde 1877, se convierte en el conducto principal dediusin de andanzas y divagaciones por la sierra (Celada Perandonesy Luengo Ugidos, 1988).

    La excursin y el trabajo de campo son, adems de un recursopedaggico, una va para la adquisicin de datos primarios. Elconocimiento geogrfco se ha venido nutriendo de datos directosobtenidos mediante el reconocimiento del terreno. En el marco de lageograa regional, a comienzos del s. XX, son Vidal de la Blache, Fleureo Sauer algunos de los principales proponentes y sistematizadores deesta uncin recopiladora; en ella se anticipa el concepto de espaciovivido o marco vital, que ha de conocer una decisiva reactivacin

    en la comprensin posterior del paisaje. La colaboracin de losestudiantes en la observacin y cartograa de grandes extensiones,obtenida cuadrcula a cuadrcula mediante trabajos en grupo, es unmodelo prousamente desarrollado en el caso britnico: as en el LandUtilisation Survey (Reconocimiento de los Usos del Suelo) impulsadopor L.D. Stamp entre 1930 y 1934 (Montilla Pacheco, 2005).

    La captura de datos directa se ve sin embargo problematizadaactualmente por una doble complicacin. De un lado, la inabordableabundancia de datos primarios disponibles en distintas uentesbibliogrfcas y cartogrfcas, que slo esperan una laboriosa asede interpretacin: ello vuelve menos apremiante la adquisicin de

    nuevos datos. Por otra parte, las tecnologas de observacin remota,en particular las imgenes desde satlite, orecen al estudiosooportunidades para enrentarse con el medio sico sin pasar porel terreno. Todo ello conduce a cierto debilitamiento del trabajo decampo como ncleo de la disciplina geogrfca (Rundstrom y Kenzer,1989), un enmeno que tiene races complejas, no slo tecnolgicas,sino tambin institucionales y acadmicas.

    Se aade a lo anterior el peso de cambios proundsimos en la vidasocial y espacial de los estudiantes, dictados por actores mltiples: lanueva y generalizada movilidad individual, que puede robar intensidada la experiencia de campo, antes prestigiada por la escasez del hechoviajero; el aplanamiento de las distancias jerrquicas; las relacionescrecientemente inormales entre estudiantes y proesores; la saturacincognitiva a expensas de otros discursos espaciales, como el turstico

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    6/21

    342

    y el meditico. Todo ello obliga a extremar la bsqueda de recursos yritmos que devuelvan resonancia a la salida al terreno, que solemniceny enriquezcan la comunicacin intelectual, y que compensen la erosin

    surida tanto a causa de la banalizacin de la prctica del viaje, como pordesgaste del dipolo docente-discente.

    En todo caso, es imposible obviar la necesidad de comprobar sobre elterreno las hiptesis sugeridas por la rica masa de datos y las herramientasde anlisis automatizado: el trabajo de campo es la estrategia ms acordepara superar el acento descriptivo que ha prevalecido en la enseanza dela geograa, esto es, el sobrepeso de los simples datos, y su acumulacinmemorstica, con menoscabo de la interpretacin y la crtica (SantiagoGarnica, 2008). Sin el trabajo de campo, la Geograa vendra a ser comouna ciencia sin laboratorio (Bland et al., 1996). De hecho, el reconocimientosobre el terreno se puede ahora potenciar mediante abundantes recursos

    para el estudio in situ, en particular equipos tales como las estacionesmeteorolgicas porttiles, cmaras otogrfcas digitales, receptores deGPS y altmetros (Montilla Pacheco, 2005; Kent, Gilbertson y Hunt, 1997).

    A las lneas de problematizacin antes sealadas se aade el hecho deque en la segunda mitad del s. XX se desarrolla una crtica post-colonialal modelo mismo de captura de inormacin. El observador distanciadoque adquiere inormacin directa sobre el terreno lleva implcita en sumirada, en la opinin de tales crticos, una modulacin eurocntricaque reduce la visin desde dentro, la de los nativos, a la categorade mera ancdota. En reaccin a ello, la Geograa y la Sociologatienden, en ormulaciones posteriores, a problematizar la interaccin

    entre el espacio observado y el espacio del observador, urgiendo aconvertir el trabajo de campo en una conversacin entre el estudiosoy el nativo (Geerz, 1979): entindase con ello no necesariamente elindgena tal como lo caracteriza el imaginario colonial, sino el residenteo usuario del espacio. De un modo laxo, se invita a una apertura a laparticipacin y el dilogo, y un aprovechamiento de la visin interiorque es detentada por aqullos que han mantenido una larga relacin,a veces heredada, con el espacio geogrfco. La participacin implicacomunicacin en los dos sentidos, desde los expertos y cientfcoshacia la poblacin e inversamente, desde la poblacin hacia losexpertos y cientfcos. La poblacin posee un conocimiento emprico(local y naturalista) que puede ser til para completar y relativizar elconocimiento cientfco (Consejo de Europa, 2008).

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    7/21

    343

    Son muchas las componentes que pueden inspirar el trabajo de campoo la excursin pedaggica; esta actividad se ramifca en dierentestipos, desde la excursin breve a la estancia prolongada, desde el

    curso en residencia al proyecto sobre el terreno (Fuller et al., 2006).Su potencial pedaggico se deriva de proponer un reencuentro conlo amiliar, una mirada directa del alumno hacia el medio: El paisajeconstituye un recurso pedaggico porque, cuando lo interpretan, losalumnos se enrentan cara a cara con los signos visibles de su marcode vida, que relacionan con las cuestiones de ordenacin del territorio(Consejo de Europa, 2008). Desde este punto de vista, la excursinsupone una toma de conciencia colectiva y guiada, a travs de la cualse estimulan preguntas y se aventuran respuestas a la signifcacin dela Geograa como confguradora de escenarios de vida. Una lecturacomentada y directa del paisaje es, en defnitiva, un requisito para laciudadana madura y crtica: Los planes de estudio de los dierentes

    niveles de ormacin deberan prever una educacin en los temasde paisaje, mediante el aprendizaje de la lectura del paisaje, a travsde la iniciacin a las relaciones entre marco de vida y paisaje, a lasrelaciones entre ecologa y paisaje e incluso a las cuestiones socialesy econmicas (Consejo de Europa, 2008).

    Conviene ser conscientes en el trabajo de campo de las distintasdimensiones atribuidas por Zanato (2007) a la educacin paisajstica:una dimensin sensorial, especialmente visual; una dimensin cognitiva,por su carcter explorativo clave para entender las relaciones entre losundamentos naturales y antrpicos; una dimensin tica que aludea la responsabilidad sobre las acciones antrpicas; y una dimensin

    social que gravita entre las percepciones y vivencias individuales ycolectivas. A travs del trabajo de campo, los estudiantes puedenrecibir el impulso para hacer una lectura crtica de su entorno espacial.El paisaje no es simplemente un escenario heredado, disponible parael consumo pasivo; es un moldeador de la interaccin social, que a suvez reeja las decisiones y las dejaciones de la vida ciudadana.

    En todo caso, el trabajo de campo aglutina inevitablemente saberesde distinta procedencia. Implcito a su propio programa es lainterdisciplinaridad, puesto que cualquier encuentro con la realidadgeogrfca revela su riqueza en capas cognitivas, que abren puertasa mltiples disciplinas (Castillo, 2000). Sauer (1956) defende, no sin

    voluntad polmica, una posicin abierta ante el trabajo de campo.Una exploracin previamente encauzada con categoras pre-defnidasinhiba, segn el autor, la genuina apertura y explotacin completa delos contenidos mostrados por el terreno.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    8/21

    344

    La salida a terreno y la clase de campo no deben preocuparse decontar con una organizacin predeterminada de la observacin, comola contenida en la leyenda sinptica de un mapa. Aparecern pistas en

    abundancia sicas, orgnicas o culturales en el curso de la actividadde caminar, ver, e intercambiar inormacin. Una experiencia de campoexitosa bien puede resultar en un tpico dierente para cada uno delos participantes. Para algunos, este mira-lo-que-puedas-hallar resultairritante y desordenado dado que uno no puede saber de antemano todolo que encontrar. Cuanta ms energa se invierta en registrar categoraspredeterminadas, menos oportunidad habr para la exploracin. Megusta imaginar a todo grupo de jvenes en el campo como una empresade descubrimiento, no como una patrulla de vigilancia (Sauer, 1956;trad. Guillermo Castro Herrera).

    La espontaneidad no exime a los proesores de la necesaria preparacin

    de la excursin; el viaje previo de reconocimiento es convenientepara disear con esmero el recorrido previsto, su duracin y horarios,las actividades y el instrumental de campo, entre otras cosas. En lainteraccin consciente con el medio que se propone a travs de laexcursin pedaggica, el enriquecimiento para el participante derivade la observacin no slo individual, sino cruzada. Unos aprendendel modo de mirar de los otros. Las preguntas ormuladas por unasensibilidad pueden quedar depositadas en otra; y las respuestasgerminan ms adelante, tal vez en el mbito ya ms libresco de laUniversidad. Por ello, el acercamiento al terreno supone tambinun intenso ejercicio de inter-subjetividad, y es para muchos unaprimera oportunidad para el trabajo en equipo. La excursin orece

    oportunidades al alumno para entablar una conversacin directa conlos proesores.

    Tales excursiones y cursos de campo son la mejor experiencia deaprendizaje. Los estudiantes y el gua se encuentran en un constanteintercambio de preguntas y sugerencias que surgen de la escenasiempre cambiante, involucrados en una orma peripattica dedilogo socrtico sobre las cualidades de y en el paisaje. El modode locomocin debe ser lento, cuanto ms lento mejor, y debeinterrumpirse con paradas de descanso en puntos ventajosos, ydetenerse ante elementos de interrogacin. Desplazarse a pie, dormiral aire libre, sentarse en torno al uego en las noches, ver la tierraen todas sus estaciones, son maneras adecuadas para intensifcar laexperiencia, para transormar la impresin en una apreciacin y unjuicio de mayor alcance. No conozco ninguna receta de mtodo: eviten

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    9/21

    345

    todo aquello que incremente la rutina y la atiga, y que disminuya elestado de alerta (Sauer, 1956; trad. Guillermo Castro Herrera).

    Ese deseable aprender descubriendo que impulsa cualquier trabajode campo no debe ir exento de un soporte terico-metodolgicoque avorezca el pensamiento deductivo. Una observacin cientfcarigurosa ayuda a comparar los rasgos undamentales del paisajeanalizado y permite acceder a generalizaciones, propicias a laclasifcacin y a la explicacin.

    Desde el punto de vista pedaggico, el trabajo de campo debecontemplar conceptos elaborados conjuntamente entre proesores yalumnos, partiendo de una cuidada preparacin previa en la que elproesor jerarquice convenientemente los contenidos. Rescatamosunas acertadas palabras escritas en 1976 en la introduccin de la

    Gua de excursiones didcticas de geograa en el Distrito Universitario(Provincia de Murcia).

    El trabajo de campo, as orientado, dejara de ser automticamentesimple transmisin de una inormacin elaborada por el proesor, aldescribir (o explicar, en el mejor de los casos), un objeto o espaciogeogrfco trasladando sencillamente sus explicaciones de ctedra alaire libre. No cabe la menor duda en que se perdera mucho de labrillantez del taumaturgo, que hace surgir los hechos geogrfcos alconjuro de su palabra, ante los ojos de unos alumnos abrumados porel ruido de la avalancha inormativa que proporciona la inormacindirecta (Garca Manrique, 1976: 6).

    Puede ser contraproducente el inujo de un proesor que carezca deafcin al campo, y que no logre transmitir a sus alumnos este gustoe inters por la interpretacin del espacio geogrfco, susceptible enalgunos casos de despertar vocaciones. El naturalista Vidal Vox (1976)invita a rescatar la experiencia acumulada durante aos de prcticaspor proesores entusiastas.

    As como es penoso que con la desaparicin de un proesor sepierda todo su caudal de prctica docente y recursos proesionaleslaboriosamente adquiridos, asimismo es lamentable que estoacontezca con todo el valioso bagaje de conocimientos tiles en

    las clases uera del aula y en relacin con los recursos propios de lalocalidad En todas estas circunstancias se pierde irremisiblementeun tesoro intelectual trabajosamente elaborado con el entusiasmo,la vocacin y la voluntad de los mejores proesionales. Tenemos

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    10/21

    346

    en consecuencia la obligacin moral de poner a disposicin de losdems lo que sepamos, mucho o poco, de manera que no se malogreaquella cosecha de la experiencia particular, cuya ltima fnalidad es el

    mejoramiento de los dems proesores y el bien de nuestros alumnos(Vidal Vox, 1976: 23).

    En cualquier caso, el trabajo de campo, ms all de la actual panopliade aplicaciones didcticas, de diverso grado de acierto, se abre a lacomunicabilidad de las observaciones y convierte una imagen mentale imprecisa en algo reconocible en la realidad.

    3. Nuevas propuestas para un viejo requerimiento:

    establecimiento de itinerarios y diseo de fichas para la

    aplicacin del Convenio Europeo del Paisaje

    Desde que el Convenio Europeo del Paisaje (CEP) diera un impulso alas iniciativas para la clasifcacin de los paisajes, en todos los pasesfrmantes del tratado se han ido sumando nuevas propuestas queacilitan su aplicacin a distintas realidades geogrfcas con un lenguajecompartido. Esta reactivacin metodolgica implica necesariamentecambios en el reconocimiento in situ de los paisajes como aseimprescindible para proceder a su identifcacin y caracterizacin.

    La propuesta de itinerarios y fchas de campo que esbozamos enesta comunicacin est cimentada en las Orientaciones del CEP y

    en la metodologa inglesa de la estimacin del carcter paisajstico(Landscape Character Assessment, LCA): un procedimiento general,integrado y participativo, ampliamente desarrollado en trabajosrecientes (Gmez Zotano, 2006; Gmez Zotano y Riesco Chueca, 2010a,2010b), que se adecua a la necesidad de sistematizar jerrquicamenteun enmeno continuo como es el paisaje. Se entiende el paisaje comoun sistema orjado por la interaccin de undamentos naturales (relieve,clima, aguas, bioclima, vegetacin, auna y suelos), undamentossocioeconmicos y culturales (usos y coberturas del suelo, evolucinhistrica, permanencias y dinmicas) y estructuras visuales, escnicasy perceptivas. El anlisis sectorial de cada uno de estos componentes,as como la posterior sntesis, constituyen el grueso de la primera ase

    del mtodo, la de identifcacin y caracterizacin de distintas unidadesde paisaje (reas y tipos de paisaje). La segunda ase, la de valoraciny propuestas, consiste en la cualifcacin y defnicin de objetivos decalidad paisajstica.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    11/21

    347

    Dicha secuencia metodolgica, innovadora y slida, requiere una basede proximidad y amiliaridad con el medio; el trabajo de campo es elmejor recurso para desarrollarla porque permite identifcar elementos y

    caractersticas no apreciables o deducibles de las uentes cartogrfcasy documentales, analizar los aspectos estticos y perceptivos delpaisaje y concretar las imgenes y representaciones colectivas de lasociedad.

    Entre los propsitos de la ase de trabajo de campo, encuadradadentro del procedimiento general de sistematizacin en el estudio delpaisaje, se encuentran los siguientes:

    - Cotejar la otointerpretacin y asignar clavesdefnitivas.

    - Completar la determinacin de tipos y reas

    paisajsticos.- Proceder a su caracterizacin.- Identifcar cualidades estticas y perceptivas.- Ampliar la base de datos previamente establecida.- Contribuir al posterior proceso de valoracin.

    En el trabajo de campo han de intervenir al menos cuatro de loscomponentes del equipo previsto para el estudio general; un expertoen paisaje (gegrao, bilogo, eclogo), un arquelogo o historiador,un mediador social (socilogo) y un dibujante.

    El trabajo de campo se concreta en una serie de itinerarios previamente

    establecidos y debidamente escalonados en el tiempo que permitavisitar todos los tipos y reas identifcados en el borrador, estudindosecada uno de ellos desde al menos un punto de observacin que resulterepresentativo para la toma de datos y otograas.

    Los itinerarios deben establecerse en uncin de los objetivosestablecidos previamente. Adems, la complejidad y variedad de lostipos y reas de paisaje que se pretendan aprehender defne en buenamedida que el itinerario sea ms o menos complicado y, por tanto,requiera de un equipo proesional y material ms completo (expertosinterdisciplinares, alternancia de dierentes medios de locomocin,equipamiento). De los objetivos y los requerimientos se derivanconsecuentemente mltiples opciones que marcan la naturaleza delitinerario:

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    12/21

    348

    a. Segn el encuadre espacial pueden ser monoescalares omultiescalares: un mismo itinerario podr acilitar una aproximacina un solo nivel o a dierentes niveles escalares del paisaje (reas y

    tipos a escala regional, comarcal y local).

    b. En uncin de la duracin requerida puede distinguirse entreitinerarios cortos (media jornada), medios (una jornada) o largos(varias jornadas). La asignacin de tiempos ha de ser exible pueshay que considerar las eventuales paradas y los imprevistos quesuelen caracterizar los trabajos de campo. En caso de recorridoslineales se considera nicamente el tiempo de ida, adems deltiempo para el regreso, mientras que para los itinerarios circulareshay que contar con la ida y la vuelta.

    c. Segn la distancia, los itinerarios pueden clasifcarse en

    trayectos de corta, media y larga distancia.

    d. Por su parte, el grado de difcultad depende de la dureza delrecorrido propuesto. El itinerario puede variar entre un extremode gran dureza (desnivel superior a 1.000 m, orograa escarpadao meteorologa adversa) y su opuesto, de baja difcultad, lo queequivaldra a un paseo con escasos desniveles, siempre que noconcurran otras circunstancias como la presencia de nieve, lamayor o menor acilidad de orientacin y problemas de acceso.

    En cualquier caso, y a fn de incorporar a la tarea de observacin

    un anlisis de la estacionalidad del paisaje, es preciso prever en elcalendario de visitas una sucesin adecuada, que registre los cambiosms importantes del ciclo anual.

    Una vez diseados y elaborados los itinerarios se establecen lasposiciones de observacin para los paisajes objeto de estudio enuncin de la escala. Los puntos de observacin determinan losumbrales de percepcin; con independencia de las condicionesde visibilidad coyunturales derivadas del tiempo atmosrico o lailuminacin, a medida que aumenta la distancia disminuye la calidadde la percepcin visual. La distancia por lo tanto, como variablesignifcativa en la apreciacin de detalles ormales y colores, presentauna gradacin perceptiva que incluye un plano cercano o prximo(< 200 m), uno medio (200-800 m) y otro lejano (800-3000 m). Comoanaliza Ortega Alba (1997), en el primero se puede apreciar el color,

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    13/21

    349

    la textura y el detalle de las ormas menores, pero no se abarcan lasormas mayores o las grandes lneas, ni se percibe la composicin.En el plano medio se pierden detalles y se hacen legibles los grandes

    rasgos antes mencionados. En el plano lejano o ondo escnico sediluyen y uniormizan los colores, se pierden las texturas y resaltanlas grandes lneas, las ormas mayores y el carcter espacial generaldel escenario (fg. 1). El escenario que defne el campo del anlisis,y el nivel o grado de precisin de las variables a considerar, sonelecciones en cierto modo discrecionales que derivan del tipo deproblema al que nos enrentemos.

    Figura 1: Ejemplo de dibujos realizados desde planos diferentes. Sierra Bermeja(provincia de Mlaga).

    A. Fachada meridional (plano lejano). Autor: Ildefonso Daz

    B. Fachada septentrional y Valle del Genal (sucesin de planos).Autor: Jos Castillo (2008)

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    14/21

    350

    As pues, un mismo paisaje se percibe de orma dierente, con un distintogrado de detalle, dependiendo de la escala dimensional considerada.M. Ronai (1977: 79-80), por ejemplo, destaca la necesidad de cejar,

    de tomar distancia ptica para capturar una vista ptima del paisajeque permita su anlisis. Afrma que se puede determinar el umbral apartir del cual el paisaje se despliega como hecho inteligible, lo quedenomina con el neologismo paysagit, literalmente paisajeidad.Estas condiciones defnen un particular espectro de visualizacindel paisaje, discretizado en cuatro niveles comprendidos entre laultra y la inra-vista en uncin de la distancia, la proundidad y laamplitud lateral del campo de visin que vara la relacin tierra-aire, laverticalidad-horizontalidad. La ultra-vista se corresponde con la visindesde un avin o un satlite (en los estudios de paisaje generalmenteno se contemplan distancias tan grandes). La vista de lo grandioso, delo extenso, permite abarcar un macizo montaoso, un extenso jardn

    rancs, el mar visto desde un acantilado o al desierto. La vista de lontimo, de lo pintoresco, posibilita la visin de la uente, del arroyo,de rincones de un jardn ingls, de la playa, de la duna o del pequeopuerto. Finalmente, la inra-vista se corresponde con el rbol, la rocao las briznas de hierba. Una articulacin menos detallada de estamisma gradacin es la que distingue, simplemente, entre un paisajede proximidad y un paisaje de ondo.

    Adems de la distancia, las propias dimensiones y conormacionesdel territorio constituyen condiciones sicas de la percepcin delpaisaje. Habr que considerar, pues, conceptos como cuenca visual,intervisibilidad, ngulo de incidencia visual, potencial de vistas, hitos

    y cuerdas o lneas de horizonte (skylines) a la hora de establecer lospuntos de observacin.

    Como condicin undamental de la percepcin, tambin es precisoconsiderar aquellos lugares que aciliten la auencia de observadores.De esta manera se convierte en acto perceptivo lo que la meraaccesibilidad orece slo en potencia. La auencia de observadoresest relacionada con la distribucin del poblamiento y la red deinraestructuras, aunque no siempre concurren estos actores paraque un lugar sea ms o menos visitado.

    En cualquier caso, en la eleccin del punto de observacin debeprevalecer un reparto territorial homogneo, de tal manera que cadatipo o rea de paisaje contenga al menos un punto de observacin yque ste cubra la mayor parte del paisaje.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    15/21

    351

    Como queda reejado en la tabla 1, para cada uno de los puntos deobservacin se elabora una fcha en la que se incluyen los siguientesaspectos:

    - Descripcin escrita de las vistas.- Dibujo (diseo a escala) y croquis (esbozo o diseo ligero hecho a

    ojo, sin precisin ni detalle) de las mismas3.- Lista de elementos signifcativos derivados tanto de los undamentos

    naturales como de los procesos histricos y undamentossocioeconmicos del paisaje.

    - Lista de elementos y actores estticos y perceptivos apreciados(vase en Ortega Alba, 1997 y CEOTMA, 2001).

    - Observaciones sobre la sensibilidad/ragilidad del paisaje ysugerencias de gestin de los recursos paisajsticos.

    - Fotograas georreerenciadas con GPS.

    - Mapas de campo en los que se localicen o delimiten los aspectosms destacados (hitos, vistas, impactos, bordes ntidos...).

    3 Las cmaras digitales suelen incorporar un fltro de reproduccin de croquis queacilita esta tarea.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    16/21

    352

    BORRADOR DE TIPO/REA(indicar denominacin ynivel taxonmico)

    FOTOGRAFAS(indicar qu se vey coordenadas)

    DESCRIPCIN

    DELASVISTAS

    CARTOGRAFA

    PUNTO DE OBSERVACIN- Lugar:- Coordenadas:- Distancia (planos cercano,medio o lejano):- Fecha:

    FOTO 1 FOTO 2

    ELEMENTOSSIGNIFICATIVOS

    FUNDAMENTOS

    NATURALES

    RELIEVE:

    CLIMA:

    HIDROLOGA:

    BIOCLIMA:

    VEGETACIN:

    FAUNA:

    SUELOS:

    PROCESOS

    HISTRICOS Y

    FUNDAMENTOS

    SOCIO-

    ECONMICOS

    USOS Y COBERTURASDEL SUELO:

    DIBUJO

    YCR

    OQUISDELASVISTAS

    ASENTAMIENTOS:

    EVOLUCIN HISTRICA:

    PERMANENCIAS:

    SISTEMAS DEEXPLOTACIN VIGENTES:

    PRESIONES Y DINMICAS:

    PROPIEDADESESTTICAS Y

    PERCEPTIVAS

    FORMA:

    LNEA:COLOR:

    TEXTURA:

    ESTRUCTURAVISUAL YESCNICA

    CIERRES VISUALES:

    CUENCAS VISUALES:

    CORREDORES VISUALES:

    VENTANAS VISUALES: SENSIBILIDAD/

    FRAGILIDAD:AMPLITUD Y PROFUNDIDAD DEVISTAS:

    RELACIONES VISUALES: RECOMENDACIONES DE

    GESTIN:HITOS:

    Tabla 1. Ficha para la determinacin de tipos y reas paisajsticos en los trabajos decampo. Fuente: elaboracin propia

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    17/21

    353

    Finalmente, el trabajo de campo tambin ha de servir para la realizacinde encuestas sobre la percepcin de los ciudadanos, respaldadaspor planos y otros elementos de representacin (ver Coeterier, 1996,

    2000). Para realizar esta tarea es aconsejable la intervencin de unsocilogo o trabajador social amiliarizado con el rea.

    La elaboracin por parte del alumno de los contenidos de la fchapermite superar la posible actitud pasiva, de mero consumidor devistas. Numerosos estudios han mostrado que el aprendizaje adquieresu pleno desarrollo cuando combina alicientes para la inmersin ycompromiso en el tema tratado (engagement), as como criteriosslidos y estimulantes para la evaluacin de los avances conseguidos(assessment).

    El esquema de fcha aqu presentado es necesariamente sucinto. En la

    prctica, debera ir acompaado de indicaciones precisas, ya sea oraleso escritas, acerca de lo que se pretende en cada uno de los apartadosque han de rellenarse. Otras fchas de reerencia y elementos paraproundizar en su elaboracin se pueden obtener de la bibliograa;en particular, son recomendables los contenidos, muy detallados, dela LCA (Countryside Agency and Scottish Natural Heritage, 2002), ascomo las Orientaciones para la Aplicacin del Convenio Europeo delPaisaje (Consejo de Europa, 2008).

    4. Conclusiones

    El trabajo de campo y la excursin pedaggica componen un complejoengranaje, en el que se combina el propsito ormativo con laadquisicin de nuevos conocimientos. A pesar de la abrumadora masade datos sobre el espacio geogrfco disponibles en la bibliograa yla cartograa actuales, y la riqueza de inormacin potencialmenteorecida por la tecnologa de observacin, siempre es preciso regresaral terreno. A travs de la recuentacin personal de los escenarios dela Geograa, el conocimiento adquiere el marchamo de lo directo yexperimentado, se vuelve corpreo y se predispone para el intercambiobiogrfco, intersubjetivo, cultural.

    Sin el acercamiento al terreno, dicilmente puede la Geograa adquiriresta componente personalizada y vivida embodied, en la terminologainglesa , que la sita como intrprete privilegiado del hecho espacialdentro de las ciencias sociales. El reconocimiento de campo es al

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    18/21

    354

    mismo tiempo un acto mediador, que vincula la descripcin con laexperiencia de residentes y viajeros. La participacin social, elementonominalmente obligado en los presentes estudios espaciales, quedara

    coja sin un frme asiento en la experiencia de campo.

    El paisaje mantiene una presencia vigorosa en la disciplina geogrfca,como pieza que anuda en una visin unitaria las capas cognitivasimplicadas en la descripcin del medio. En los comienzos de laGeograa, la excursin tena necesariamente un carcter espontneo ypluri-disciplinar; posteriormente, el creciente rigor y la especializacinencauzaron y constrieron la salida al campo, ponindola al serviciode aprendizajes sectoriales o de la adquisicin de datos primarios.Contemporneamente, el Convenio Europeo del Paisaje reuerza elconcepto inevitablemente holstico del paisaje y su implementacinobliga a regresar a aquella espontaneidad primera, atenta a un

    cmulo de maniestaciones heterogneas, de diverssimo origen.Pero este retorno a lo plural no puede hacerse sin slidos armazonesconceptuales y metodolgicos, que eviten la inertilidad de una libreotacin sensorial o intelectual sin objetivos compartidos.

    Bibliografa

    Bland, K., Chambers, W., Donert, K. y Thomas, T. (1996), Fieldwork,en P. Bailey and P. Fox (eds.) Geography Teachers Handbook,Shefeld GA.

    Bonnett, A. (2003), Geography as the world discipline: connectingpopular and academic geographical imaginations, Area, 35,pp. 55-63.

    Castillo, J.J. (2000), Un camino y cien senderos. El trabajo de campocomo crisol de disciplinas, Revista de Antropologa Social, 9,pp. 51-74.

    Castillo Rodrguez, J.A. (2008), Tres viajes romnticos por la Serranade Ronda, Ronda, Editorial La Serrana.

    Ceotma (2001), Gua para la elaboracin de estudios del medio fsico:contenido y metodologa, Madrid, MOPU.

    Celada Perandones, P. y Luengo Ugidos, Ma (1988), La formacingeogrfica en la docencia de la Institucin Libre de Enseanza,

    pp. 149-160.Coeterier, J.F. (1996), Dominant attributes in the perception andevaluation o the Dutch landscape, Landscape and UrbanPlanning 34, pp. 27-44.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    19/21

    355

    (2000), Landschapsbeleving: toepassing van de meetmethodelandschapsbeleving in vier gebieden in Nederland, Wageningen,Alterra.

    Consejo De Europa (2008), Orientaciones para la aplicacin delConvenio Europeo del Paisaje, [ed. cast. Ministerio de MedioAmbiente].

    Countryside Agency And Scottish Natural Heritage (2002), LandscapeCharacter Assessment: guidance for England and Scotland,Wetherby, Countryside Agency and Scottish Natural Heritage.

    Fuller, I., Edmonson, S., France, D., Higgitt, D. y Ratinen, I. (2006),International perspectives on the eectiveness o geographyfeldwork or learning, Journal of Geography in HigherEducation 30(1), pp. 89-101.

    Garca Manrique, E. (dir.) (1976), Gua de excursiones didcticas degeografa en el Distrito Universitario (Provincia de Murcia).

    Instituto de Ciencias de la Educacin. Universidad de Murcia.1549 p.

    Gmez Mendoza, J. y ORTEGA CANTERO, N. (1988), Viajeros ypaisajes. Madrid, Alianza Universidad.

    Gmez Zotano, J. (2006), Naturaleza y paisaje en la Costa del SolOccidental, Mlaga, Servicio de Publicaciones. Centro deEdiciones de la Diputacin de Mlaga (CEDMA). 284 p.

    Gmez Zotano, J. y Riesco Chueca, P. (2010a), Landscape learning andteaching: Innovations in the context o the European LandscapeConvention. Proceedings o INTED 2010 Conerence.International Technology, Education and DevelopmentConerence. Valencia (Spain). 8th-10th March, 2010, Valencia,

    International Association or Technology, Education andDevelopment (IATED), pp. 4703-4714.

    Gmez Zotano, J. y Riesco Chueca, P. (2010b), Marco conceptualy metodolgico para los paisajes espaoles. Aplicacin a

    tres escalas espaciales, Sevilla, Centro de Estudios Paisaje y

    Territorio. Consejera de Obras Pblicas y Vivienda, Junta deAndaluca. Ministerio de Medio Ambiente, 468 p.

    Katz, C. (1994), Playing the Field: Questions o Fieldwork inGeography, The Proessional Geographer, 46(1), pp. 67-72.

    Kent, M. Gilbertson, D.D. Hunt, C.O. (1997), Fieldwork in GeographyTeaching: a critical review o the literature and approaches,Journal of Geography in Higher Education 21 (3), pp. 313-332.

    Lvi-Strauss, C. (1955), Tristes tropiques, Plon, Collection TerreHumaine, n 30009.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    20/21

    356

    Mart-Henneberg, J. (1992), Pestalozzi y la enseanza de la Geograaen el cantn de Vaud (Suiza) durante el siglo XIX, Revista degeografa 26, 1-2.

    (1994), Lexcursionisme cientfic, Barcelona, Alta-Fulla. (1996), El excursionismo: entre la ciencia y la esttica, MundoCientfico 173, pp. 962-969.

    Mathewson, K. (2001), Between In Camp and Out o Bounds,Notes on the History o Fieldwork in American Geography,Geographical Review, 91(1/2), pp. 215-224.

    Montilla Pacheco, A. (2005), El trabajo de campo: estrategia didcticaen la enseanza de la geograa, Geoenseanza 10 (2), pp.187-195.

    Olcina Cantos, J. (1996), La geograa hoy: reexiones sobreel pensamiento geogrfco, la regin y la docencia de lageograa, Investigaciones Geogrficas 16, 93-114.

    Ortega Alba, F. (1997), Conceptos de paisaje y opciones deintervencin, Cuadernos Geogrficos 26, 153-173.

    Ortega Cantero, N. (2005), Paisaje, memoria histrica e identidadnacional, Madrid, Universidad autnoma de Madrid.

    Pedone, C. (2000), El trabajo de campo y los mtodos cualitativos.Necesidad de nuevas reexiones desde las geograaslatinoamericanas, Scripta Nova. Revista Electrnica deGeograa y Ciencias Sociales 57.

    Ploszajska, T. (1998), Down to earth: geography feldwork in Englishschools, 18701944, Environment and Planning D: Societyand Space 16, pp. 57-74

    Puyo, J.-Y. (2006), Lexcursion, des orestiers aux gographes:

    entre intrt pdagogique et rite intitiatique, Socits &Reprsentations, 21, pp. 175-189.

    Riesco Chueca, P., Gmez Zotano, J. Y lvarez Sala, D. (2008), Regin,comarca y lugar: escalas de reerencia en la metodologa delpaisaje,Cuadernos Geogrficos, 43, pp. 227-255.

    Ronai, M. (1977), Paysages II, Herodote 7, pp. 71-91.Rundstrom, R. y Kenzer, M. (1989), The Decline o Fieldwork en

    Human Geography, The Professional Geographer41(3), pp.294-303.

    Santiago Garnica, J.A. (2008), La geograa regional y el trabajode campo, una experiencia docente en la UPEL-IPRGR,Geoenseanza 13(2), pp. 153-164.

    Sauer, C.O. (1956), The Education o a Geographer, Annals of theAssociation of American Geographers 46, pp. 287-299.

  • 7/29/2019 GMEZ ZOTANO, Jos; RIESCO CHUECA, Pascual (2013): La interpretacin de los paisajes en Geografa. De la exc

    21/21

    357

    Vidal Box, C. (1976), Gua de recursos pedaggicos en Madrid y susalrededores. Consejo Superior de Investigaciones Cientfcas.

    Zanato Orlandini, O. (2007), Lo sguardo sul paesaggio da una

    prospettiva pedagogico-ambientale. En Castiglioni, B., Celi,M. Y Gamberoni, E. (eds.)Il paesaggio vicino a noi. Educazione,consapevolezza, responsabilit, Montebelluna, Museo Civicodi Storia Naturale e Archeologia.