goteras

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EL CORREO GALLEGO 25 SÁBADO 05 DE ABRIL DE 2014 SANTIAGO – Mamá, que esta tortilla no hay quien la coma... – No, si yo eso ya lo sé. Pe- ro ¿sabes lo que pasa? Que cuando yo era pequeña mi madre cocinaba fatal y por eso ahora... Por supuesto, no cuela. Que mi enana tendrá seis años pero el paladar muy fino. Y si al día siguiente de la tortilla inhumana le pongo delante un bacalao confitado con crujiente de manzana que podría ir de plato infiltrado a Casa Mar- celo, se me desmonta la coartada genética ya para siempre. La misma cara de Chico- te en una taberna del Fran- co que le pone mi hija a las excusas de la cocinera se me pone a mi cada vez que me mentan la herencia bi- Las goteras son hereditarias Ana Calvo @anacalvoSdeC partita. No se rían que es en una de cada dos consul- tas a Raxoi. La última, las goteras de los colegios. Que si teníamos un presupues- to de 100.000 y una deuda de 80.000... ¡de 2011! Y será por eso que hay profesores de Infantil a los que les han salido branquias, y en lugar de estudiar la primavera dan clases prácticas de re- conocimiento de los líque- nes del aula. Igual exagero un poco, pero si quieren comprobarlo ustedes mis- mos la semana que viene la Federación de Anpas les sa- can a la calle las fotos de los colegios públicos de Santia- go, esas que no salen cuan- do va de visita el alcalde. Hasta aquí, la receta de la tortilla de patatas: 350.000 euros para mantenimien- to de centros después de dos años sin programa de obras en verano. Por cierto, que como no nos sale bien, lo sacamos a concurso. La tortilla no, el mantenimien- to. Aún si fuera la tortilla no tendría nada que decir, que está visto que tampoco es lo mío. Pero es el man- tenimiento, que viene a ser más o menos como subcon- tratar media concejalía de Educación. Corríjanme si me equivoco. Lo de externalizar las obras, para gustos, igual que mi tortilla. Pero lue- go llega el bacalao confita- do: tres parques infantiles, tres, que crecen en la plaza de Galicia, la plaza de Vigo y San Roque a la misma ve- locidad que las algas en los patios de los coles. Y no. Igual que mis habilidades en la cocina, estos tampoco son heredados. – Oye, ¡que es por el bien de los niños! – Pues a ver cuándo pue- den ir, si están todos cons- tipados por las corrientes que hay en el aula. Y, ade- más, les parecen muy so- sos: con el parque acuático que tuvieron este invierno en el gimnasio y los toboga- nes de agua de los pasillos, ese barco pirata dicen que es un rollo para bebés. Que lo sepas. HACIENDO CUENTAS Va el nivel de demagogia de la página bajito. No se preocupen, que lo arreglo en un momento: ¿Saben ustedes cuánto costó remodelar la plaza de Galicia? Se lo digo yo: 149.000 euros. ¿Y la plaza de Vigo? También se lo cuen- to: 145.000 euros. Los sumamos, se lo damos a un técnico de educación, le pres- tamos un teléfono y en mes y medio están arregladas todas las carencias que los directores de centros públicos de Santiago han declarado al Ayuntamiento, provo- cando lágrimas de emoción de los presidentes de las Anpas. Ya, ya sé que la Admin- istración no funciona así. Que los teléfonos no se usan para eso. Una pena. Dos parques que cuestan, ellos solitos, lo que todas las obras pendientes en los centros educativos de Santiago Columpios sofisticados, acolchados, redondeados y... aburridos Agudeza visual: localice en la imagen de la derecha el carísimo equipamiento de juego infantil que, previa- mente seleccionado por una comisión de expertos, analizado por un equipo de especialistas en riesgos y visado por empresa de control de calidad, es ca- paz de mantener entrete- nidos durante un buen rato a un par de canijos. ¿Que no lo ve? No, si yo tampo- co. Como tampoco le aca- bo de encontrar la gracia a unos parques infantiles en los que, pese a los acolcha- MUCHO OJO Hay profes de Infantil con branquias que enseñan a distinguir los líquenes del aula UN PASTÓN se han dejado los padres en ese sofisticado juguete. Igual que nosotros en parques. Foto: Antonio Hernández LENGUA BÍFIDA dos, protegidos, redondea- dos y ablandados, los niños se siguen rompiendo la na- riz y las rodillas del panta- lón. Como toda la vida. En esos parques tan boni- tos, con barcos piratas de bandera y catalejo, solo faltan los carteles de ‘toca aquí’, ‘mueve esto’, ‘ahora, ríete’. Son como mañanas de Navidad sin cajas de cartón. No, no es un tópico. Que se lo pregunten a los peques de la foto de Anto- nio Hernández. Claro que, para ver esas cosas, hace falta mirar. A TI TE ESCUCHÉ EN LA CALLE Un rincón vacío en un parque encierra el monstruoso peligro de que alguien se vaya a parar allí y ponerse a pensar. Le robo la reflexión a Idoia Camiruaga, ex delegada del COAG en Compostela y ar- quitecta del Consorcio, que hace sema- nas, en la Cadena Ser, hacía el esfuerzo ímprobo de buscar una explicación a lo que le han acabado perpetrando al jardín de San Roque: ‘Horror vacui’ le llama ella, miedo a los espacios vacíos. Yo le llamo ‘piscina arriñonada’, que es lo que dice una amiga, arquitecta también, que tie- ne que tener todo jardín hortera que se precie. Gnomos, fuentes con pastorcillos y un cuerno de la abundancia. No vaya a ser que quede un espacio libre en el que alguien pueda pararse y pensar. Objetivo: un columpio para cada niño, un tobogán en cada plaza Hay una ley no escrita de los parques infantiles que dice que cuando quieres columpiarte te pones al lado de la pata y esperas. Aquí vamos a solucionar ese problema: en breve habrá más colum- pios que niños. Lástima que sacrifique- mos en ese esfuerzo de democratizar el acceso al tobogán espacios abiertos, jar- dines pequeños en los que simplemente estar, leer y pasear. Por cierto, ¿no hay todavía columpios en Bonaval? Intolera- ble. Si hay niños haciendo cola en los to- boganes... Una vergüenza. USTED NO SABE CON QUIÉN ESTÁ ESCRIBIENDO

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Page 1: Goteras

EL CORREO GALLEGO 25SÁBADO05 DE ABRIL DE 2014 SANTIAGO

– Mamá, que esta tortilla no hay quien la coma...– No, si yo eso ya lo sé. Pe-ro ¿sabes lo que pasa? Que cuando yo era pequeña mi madre cocinaba fatal y por eso ahora...

Por supuesto, no cuela. Que mi enana tendrá seis años pero el paladar muy fino. Y si al día siguiente de la tortilla inhumana le pongo delante un bacalao confitado con crujiente de manzana que podría ir de plato infiltrado a Casa Mar-celo, se me desmonta la coartada genética ya para siempre.

La misma cara de Chico-te en una taberna del Fran-co que le pone mi hija a las excusas de la cocinera se me pone a mi cada vez que me mentan la herencia bi-

Las goteras son hereditarias

Ana Calvo@anacalvoSdeC

partita. No se rían que es en una de cada dos consul-tas a Raxoi. La última, las goteras de los colegios. Que si teníamos un presupues-to de 100.000 y una deuda de 80.000... ¡de 2011! Y será por eso que hay profesores de Infantil a los que les han salido branquias, y en lugar de estudiar la primavera dan clases prácticas de re-conocimiento de los líque-nes del aula. Igual exagero un poco, pero si quieren comprobarlo ustedes mis-mos la semana que viene la Federación de Anpas les sa-can a la calle las fotos de los colegios públicos de Santia-go, esas que no salen cuan-do va de visita el alcalde.

Hasta aquí, la receta de la tortilla de patatas: 350.000 euros para mantenimien-to de centros después de dos años sin programa de obras en verano. Por cierto, que como no nos sale bien, lo sacamos a concurso. La

tortilla no, el mantenimien-to. Aún si fuera la tortilla no tendría nada que decir, que está visto que tampoco es lo mío. Pero es el man-tenimiento, que viene a ser más o menos como subcon-tratar media concejalía de Educación. Corríjanme si me equivoco.

Lo de externalizar las obras, para gustos, igual que mi tortilla. Pero lue-go llega el bacalao confita-do: tres parques infantiles, tres, que crecen en la plaza de Galicia, la plaza de Vigo y San Roque a la misma ve-locidad que las algas en los patios de los coles. Y no. Igual que mis habilidades en la cocina, estos tampoco son heredados.

– Oye, ¡que es por el bien de los niños!

– Pues a ver cuándo pue-den ir, si están todos cons-tipados por las corrientes que hay en el aula. Y, ade-más, les parecen muy so-sos: con el parque acuático que tuvieron este invierno en el gimnasio y los toboga-nes de agua de los pasillos, ese barco pirata dicen que es un rollo para bebés. Que lo sepas.

HACIENDO CUENTAS Va el nivel de demagogia de la página bajito. No se preocupen, que lo arreglo en un momento: ¿Saben ustedes cuánto costó remodelar la plaza de Galicia? Se lo digo yo: 149.000 euros. ¿Y la plaza de Vigo? También se lo cuen-to: 145.000 euros. Los sumamos, se lo damos a un técnico de educación, le pres-tamos un teléfono y en mes y medio están arregladas todas las carencias que los directores de centros públicos de Santiago han declarado al Ayuntamiento, provo-cando lágrimas de emoción de los presidentes de las Anpas. Ya, ya sé que la Admin-istración no funciona así. Que los teléfonos no se usan para eso. Una pena.

Dos parques que cuestan, ellos solitos, lo que todas las obras pendientes en los centros educativos de Santiago

Columpios sofisticados, acolchados, redondeados y... aburridosAgudeza visual: localice en la imagen de la derecha el carísimo equipamiento de juego infantil que, previa-mente seleccionado por una comisión de expertos, analizado por un equipo de especialistas en riesgos y visado por empresa de control de calidad, es ca-paz de mantener entrete-nidos durante un buen rato a un par de canijos. ¿Que no lo ve? No, si yo tampo-co. Como tampoco le aca-bo de encontrar la gracia a unos parques infantiles en los que, pese a los acolcha-

MUCHO OJO

Hay profes de Infantil con branquias que enseñan a distinguir los líquenes del aula

UN PASTÓN se han dejado los padres en ese sofisticado juguete. Igual que nosotros en parques. Foto: Antonio Hernández

lengUA bífidA

dos, protegidos, redondea-dos y ablandados, los niños se siguen rompiendo la na-riz y las rodillas del panta-lón. Como toda la vida.En esos parques tan boni-tos, con barcos piratas de bandera y catalejo, solo faltan los carteles de ‘toca aquí’, ‘mueve esto’, ‘ahora, ríete’. Son como mañanas de Navidad sin cajas de cartón. No, no es un tópico. Que se lo pregunten a los peques de la foto de Anto-nio Hernández. Claro que, para ver esas cosas, hace falta mirar.

A TI TE ESCUCHÉ EN LA CALLEUn rincón vacío en un parque encierra el monstruoso peligro de que alguien se vaya a parar allí y ponerse a pensar.

Le robo la reflexión a Idoia Camiruaga, ex delegada del COAG en Compostela y ar-quitecta del Consorcio, que hace sema-nas, en la Cadena Ser, hacía el esfuerzo ímprobo de buscar una explicación a lo

que le han acabado perpetrando al jardín de San Roque: ‘Horror vacui’ le llama ella, miedo a los espacios vacíos. Yo le llamo ‘piscina arriñonada’, que es lo que dice una amiga, arquitecta también, que tie-ne que tener todo jardín hortera que se precie. Gnomos, fuentes con pastorcillos y un cuerno de la abundancia. No vaya a ser que quede un espacio libre en el que

alguien pueda pararse y pensar.

Objetivo: un columpio para cada niño, un tobogán en cada plaza

Hay una ley no escrita de los parques infantiles que dice que cuando quieres columpiarte te pones al lado de la pata y esperas. Aquí vamos a solucionar ese

problema: en breve habrá más colum-pios que niños. Lástima que sacrifique-mos en ese esfuerzo de democratizar el acceso al tobogán espacios abiertos, jar-dines pequeños en los que simplemente estar, leer y pasear. Por cierto, ¿no hay todavía columpios en Bonaval? Intolera-ble. Si hay niños haciendo cola en los to-boganes... Una vergüenza.

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