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GUÍA DE NAVIDAD10 ideas para decorar estas fiestas
IndiceIntroducción
La Corona
La Chimenea
El Árbol
La Mesa
El Belén
Los Complementos
La Iluminación
Las Estancias
Los Estilos
El Color
Primera edición: Noviembre 2014©2014, Decofilia
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción total o parcial, distribución, comunicación p blica y transformación de la obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los der chos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (art. 270 y ss. del Código Penal).
IntroducciónDesde que Roma declaró el cristianismo como religión principal del Imperio y el
emperador Justiniano hizo de la Navidad una fiesta oficial en el siglo V, esta celebración
ha resistido hasta la actualidad considerándose una de las más universales en todo
el mundo.
Cristiana o secular, clásica o moderna, la Navidad es especialmente adorada por los
niños y conlleva un cierto aura de magia para todos por sus colores y sus adornos
brillantes, sus tradiciones, por los regalos y los reencuentros familiares. Un tiempo
para celebrar con los nuestros, para organizar cenas y comidas especiales, para
sentarse alrededor de la chimenea... Unas fiestas que se celebran sobre todo en casa
y que se prestan por tanto como ninguna otra para decorar nuestras viviendas y
prepararlas para los invitados.
En esta guía queremos sumarnos a esta celebración realizando un recorrido por los
principales elementos a la hora de decorar cualquier vivienda: Árboles o belenes,
chimeneas, mesas de comedor, complementos... Una guía dividida en 10 secciones
para ofrecerte la inspiración que necesitas y hacer que tu casa brille y deslumbre con
lus propia en esta Navidad.
La Corona Aunque el origen de las coronas procede de Grecia (los griegos utilizaban guirnaldas para adorar a sus dioses y coronas de laurel para condecorar a sus atletas en honor a Apolo), fue Roma la que contribuyó a su expansión: Muchos romanos celebraban la entrada del Año Nuevo obsequiando a los demás con ramas verdes denominadas “strenae” en homenaje a Strenia, diosa de la salud y de la buena suerte, como gesto de buenos deseos.
Para hacer estas ramas más atractivas, algunos decidieron darles forma de anillo o guirnalda y exponerlas en las puertas de sus casas para mostrar con orgullo el obsequio y asegurar que la salud reinase en su hogar. Las coronas simbolizaban también autoridad y eternidad: muchos las hacían con bayas de acebo para colgarlas de sus puertas o enterrarse con ellas como símbolo de poder.
Con la influencia del cristianismo, la corona de espinas que Jesús llevó durante la crucifixión se convirtió en un símbolo y su uso se amplió a ceremonias y rituales religiosos. Los cristianos las elaboraban con hoja perenne, bayas de acebo y cintas rojas que representaban la sangre de Cristo. Este elemento tuvo entonces su máxima representación en la llamada Corona de Adviento (palabra que significa “el que viene”), una costumbre iniciada por los alemanes para comenzar la celebración de las fiestas navideñas.
En el siglo XV, su empleo se extendió a EEEUU gracias a los emigrantes europeos y empezó a surgir un estilo secular de coronas con guirnaldas de pino grande y cintas de varios colores entrelazadas con los granos o bayas de acebo. En Inglaterra empezaron incluso a intercalar rosas en los arreglos y de ahí han evolucionado hasta hoy, convirtiéndose en uno de los símbolos más típicos de la Navidad.
BayasFloresHojas y ramas
Lazos CortezasHoja perenne Plantas aromáticasAdornos Bayas secas
Piñas compactasPinas alargadasPiñas cortas
Las coronas de corte tradicional se crean partir de elementos verdes o rojos como hojas perennes, bayas,
flores y piñas, combinadas con elementos ya elaborados como bolas de diferentes tamaños o grandes
lazos que se superponen componiendo elegantes volúmenes.
Las coronas de estética rústica se consiguen fundamentalmente con composiciones a base de bayas
secas, cortezas, ramas de distintos grosores y tamaños, piñas de diferentes formatos y plantas o
flores del campo, como lavanda, romero, tomilllo, hierbabuena, jara, etc.
Coronas clásicas Coronas rústicas
NácarPlumasFieltro
FrutosBolasBolas Madera troqueladaEspejoAlambre y ramas
PapelAlambre y hojasCopos de cartulina
Si las coronas clásicas no son tu estilo, puedas optar por una de corte moderno despojándolas de ramas,
grandes lazos u hojas verdes y optando por adornos de fieltro, plumas o bien brillantes motivos festivos como
estrellas de purpurina y bolas en materiales como el nácar, dorados y platas.
Si prefieres una opción más minimalista, deberás optar por los tonos blancos o crudos como base,
y reducir la corona a la mínima expresión, utilizando si es posible el mismo motivo en toda ella.
Papel, espejo, alambre o cartulina blanca pueden ser tus aliados.
Coronas modernas Coronas minimalistas
Washi tape
LanaTela de saco
Cartulina
Corcho
Fieltro
Si lo tuyo son las manualidades, las coronas DIY (del inglés, Do it Yourself o Hazlo tú mismo) son
ideales para quienes desean darle un toque personal o bien tienen poco presupuesto. Fieltro, punto,
crochet o bien objetos cotidianos sacados de contexto son los candidatos perfectos.
Coronas DIY
CorbatasBrochasFormatos diferentes
PinzasPapel enrolladoPajitas
Si quieres sorprender y salirte de la norma, si eres todo menos convencional, puedes optar por coronas
alternativas, elaboradas con objetos cotidianos sacados fuera de contexto o formatos poco habituales.
Cualquier elemento es válido: desde pinzas de la ropa a pajitas, desde brochas a corbatas.
Coronas alternativas
La chimenea, símbolo del invierno y de las noches cálidas a la luz
del fuego, es un elemento que aporta calor al hogar y que a la vez
sirve de punto de encuentro en reuniones familiares o de amigos.
Por eso la Navidad es el momento perfecto para vestirla de gala y
sacarle el máximo partido, aportándole ese toque que haga de ella
un rincón de cálida belleza en estas festivas fechas.
La chimenea, normalmente situada en el centro del salón cerrando
la zona de asientos, se presta especialmente a decorarla con
guirnaldas de extremo a extremo, ya sea vestidas de adornos clásicos
o modernos.
La decoración de la repisa es otro de los puntos clave: letras corpóreas
en madera, metal o cartón; velas, farolillos y otros bonitos adornos
de inspiración navideña, como estrellas, ciervos o bolas de árbol,
ayudan a vestir este rincón.
Finalmente, la zona superior del muro completa el conjunto y le da
el toque de gracia: coronas, cuadros, espejos decorados o simples
series de elementos colgantes, ya sean tradicionales o modernos,
terminan el estilismo de toda chimenea.
La Chimenea
ClásicaGuirnaldas cargadas de lazos y adornos en tonos
rojos y verdes recogen el espíritu clásico de la Navidad.
NaturalLa hoja perenne invade las chimeneas naturales,
combinando vegetación con velas y motivos blancos y plata.La iluminación indirecta a partir de farolillos y velas aporta calidez y elegancia a cualquier chimenea.
Cálida
RústicaFrutos rojos, hojas verdes y arpillera le dan un aire
campestre a esta chimenea.
Nuevo Clásico
El estilo clásico renovado de esta chimenea se resalta con adornos de gran tamaño y en su justa medida.
Sobria
Grises, blancos y suaves dorados forman el tríode ases en esta elegante chimenea.
Informal
Calcetines y coronas de diversos estilos y tamaños junto a tonos rojos y dorados aportan un aire divertido.
Minimalista
Tonos blancos como base, adornos plateados y toques turquesa quedan perfectos en este tipo de chimeneas.
Elegante
Grises y negros, blancos y plateados combinados con verdes ramas naturales dan un resultado muy elegante.
El Árbol La historia del árbol de Navidad tiene su origen en la cultura pagana: en el Norte
de Europa se celebraba en las fechas próximas a la Navidad el nacimiento de
Frey, dios del Sol y la Fertilidad, adornando un árbol de hoja perenne denominado
Yggdrasil o árbol del Universo. Cuando estos pueblos fueron evangelizados, los
conversos mantuvieron la idea del árbol aunque con distinto significado.
Se dice que en el siglo VII San Bonifacio, evangelizador de Alemania, tomó un
hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil y en su lugar plantó un
pino adornado con manzanas y velas, que por ser perenne, simbolizó el amor
de Dios. No obstante, la tradición doméstica del árbol de Navidad tal y como lo
conocemos apareció en Europa por primera vez en Alemania hacia el año 1605,
para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión mundial.
A España llegó hacia 1870 y conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces
se transformaron en esferas y otros adornos, convirtiendo su decoración en algo
divertido y familiar en el que participa toda la familia.
Aunque los primeros árboles navideños eran siempre naturales, en la actualidad
se ha popularizado el uso de árboles artificiales de corte moderno, fabricados
en múltiples materiales o soportes. Para su decoración se emplean todo tipo de
adornos, desde clásicas bolas de colores de cristal, hasta luces, estrellas, lazos,
guirnaldas y otros elementos tan variopintos como la creatividad de sus dueños.
Los árboles de toda la vida, más naturales que artificiales pero siempre verdes y exhuberantes, suelen rodearse con cintas y vestirse con un gran número de adornos, como bolas, campanas, luces y elegantes complementos que
cuelgan con delicadeza de sus ramas. A sus pies, cajas decoradas de regalo completan su decoración.
Árboles Clásicos
Aportan un toque contemporáneo al hogar. Elaborados a base de troncos, ramas, tablones, collage luminosos, suelen ser árboles monocromáticos o decorados con adornos de un solo color. Como materiales reinan las
maderas, los plásticos, los metales y los adornos blancos, negros, transparentes y plateados
Árboles Modernos
Árboles alternativosÁrboles que se salen de lo corriente. Originales, diferentes, imaginativos y creativos. Arboles que no apoyan sobre el suelo,
árboles falsos, dibujados o vinilados en la pared, árboles que utilizan elementos sacados de contexto como números o libros.
Árboles DIYÁrboles low cost, económicos y con el toque personal de sus dueños. Árboles para hacérselos uno mismo en casa, ya sea con tiza,
hojas de libro, ruedas de crochet o washi tape y lentejuelas. Opciones divertidas y con mucho carácter.
AdornosLos adornos del árbol son el
elemento clave de su decoración.
Ellos definen su estilo y su
personalidad: clásico, informal,
divertido, sobrio, elegante,
colorido... Todo depende del
adorno que se coloque.
Bolas de cristal con texturas de purpurina, efectos nacarados o acabados mate se convierten en los aliados perfectos de los
tonos metálicos. El plateado y el dorado nunca fallan.
Nacarados, mates y purpurinas
Figuritas, pequeñas campanas de metal, frutas o bolas de cristal en multitud de colores, nunca fallan en estas
fiestas. Son los clásicos del árbol de Navidad.
Campanas y Bolas de cristal
Los adornos de cristal son algo más frágiles pero proporcionan un estilo único y delicado al árbol, multiplicando la luz y creando destellos, luces y sombras por toda la estancia.
Cristal de Murano o Vidrio coloreado
Ideales para darle un aire vintage al árbol de Navidad, estos adornos metálicos llevan efectos moteados y se encuentran disponibles en diferentes
modelos y formas. Habituales en ferias, rastrillos o anticuarios.
Metal de efecto envejecido
La variedad de adornos de papel es infinita. A partir de plegados, papeles lisos y estampados o en enrollados en tiras se puede crear
casi cualquier motivo de forma muy sencilla.
Plegados, estampados y enrollados
Los adornos de papel tienen el encanto de lo artesanal, permiten ahorrar en costes y pueden participar en su
creación hasta los más pequeños.
Troquelados en papel y geometrías
Los adornos del árbol pueden personalizarse aplicando pintura y graffiti a las bolas clásicas o creando adornos desde cero a partir
de fieltro para los más pequeños.
Graffiti o fieltro
Con cuerda, hilo o pequeños motivos hechos en crocheto tiras de tela se pueden forrar las clásicas bolas y darles
otro estilo o bien una nueva vida.
Cuerda, crochet o cartón
La Mesa Si hay un momento del año en que la mesa de comedor es especialmente protagonista, esa es la Navidad: rodeados de familiares o amigos, la mesa se convierte en el centro de reunión y charlas, resultando esencial vestirla y decorarla para la ocasión.
Los más tradicionales deberán decorar la mesa con elementos verdes, rojos, burdeos o dorados; los minimalistas optarán por el blanco, añandiéndole velas u otros elementos decorativos navideños en tonalidad similar (piñas, arboles, renos) para darle un toque acogedor. Los fans del estilo nórdico mezclarán el blanco con el gris, la madera o los tonos pastel. Los atrevidos optarán por las mesas multicolor y los elegantes, por los toques negros combinados con dorados, plateados o nacarados.
La vajilla es otro elemento esencial en la mesa. Para los clásicos, ribetes dorados en platos blancos y copas de cristal; para los contemporáneos, vajillas lisas con formas originales (cuadradas, asimétricas, de diseño…) y copas de formas rectas y coloridas. El mantel puede pasar desapercibido o darle carácter a la decoración: si la vajilla es sencilla puede emplearse un mantel llamativo o de color, aunque lo más habitual es que sea liso en tonos blancos o crudos. Las mesas rústicas de madera pueden destacar eliminando el mantel o bien empleando individuales o caminos de mesa.
Las sillas pueden decorarse en tela o colocando algún elemento en el respaldo, ya sean bolas de navidad, lazos, vegetación, o bien, para los peques, su nombre o algún detalle infantil. Finalmente, los centros de mesa completan el conjunto: velas, flores, ramas finas en jarrones de diversos estilos, pequeños pinos en color natural o teñidos en color, así como composiciones de ramas, piñas, guirnaldas, velas o dulces le dan el toque de gracia a esas cenas especiales.
El tono del invierno por excelencia puede reinar en tu mesa si eliges un mantel sencillo en blanco y lo combinas con una vajilla neutra y pequeños adornos en plata con texturas y acabados brillantes que armonizarán con tu cristalería.
Tonos blancos
Para una mesa en blanco podemos inspirarnos en la naturaleza e incluir pequeños toques verdes como ramitas de olivo, algunas piñas y hojas de acebo sobre una vajilla neutra y completar el conjunto con un par de velas.
Un toque natural
Consigue un efecto Rustic Chic a base de tejidos naturales con estampados y motivos modernos, mesas de madera vista, vajillas blancas y bajoplatos rústicos, algunos adornos tradicionales y abundantes elementos verdes reinando la mesa.
Esencia rústica
Introducir la naturaleza de lleno en nuestra mesa es posible mediante coronas de hojas, frutas y algunas ramas de pequeños helechos para dar un aire muy fresco a la celebración. Si lo combinas con manteleria de lino o algodón potenciarás este efecto campestre.
Un soplo de frescor
Si deseas una mesa femenina o de aire romántico, utiliza tonos como el rosa palo y los pastel. Combínalos con vajillas contemporáneas, velas sencillas en portavelas de cristal, bonitos centros de flor cortada como peonías con algún elemento verde... y voilà.
Aires románticos
En la decoración de una mesa en tonos rosáceos siempre irá bien un champange rosado, unos dulces en la misma la gama tonal, unos centros de mesa a partir de diferentes adornos o incluso alguna pieza de la cristalería en este color
Cenas rosadas
El rojo es el clásico de estas fiestas. En su versión más intensa o bien en un tono burdeos más elegante puedes emplearlo tanto en mantelería, cristalerías, salvamanteles e infinidad de accesorios. Recuerda usarlo con moderación y combinarlo con tonos neutros.
Rojo y Burdeos
Si no te atreves con un mantel, prueba a utilizar el rojo en salvamanteles, caminos de mesa o servilletas. Si lo combinas con tonos vino le conseguirás un efecto navideño pero elegante
Complementos carmín
El dorado es otro gran clásico de la decoración navideña. Úsalo con moderación en pequeños elementos como salvamanteles, copas o portavelas. Combinado con tonos neutros como maderas, blancos o grises siempre queda perfecto.
Mesas con glamour
Los portavelas moteados con efecto envejecido potenciarán la calidez de la luz de las velas. Unas copas bañadas en dorado realzarán el tono del burbujeante champange aportando toques de oro a nuestra mesa.
Dorée, dorée...
Asociado a Navidades más contemporáneas, el plateado es otro clásico del invierno por su similitud con el hielo. Conviene usarlo junto a elementos con texturas o de tonalidades contrastadas para restarle gelidez... si ese es tu deseo.
Tonos plata
El plata es el gran aliado del blanco para unas Navidades llenas de elegancia. Puede utilizarse en centros de mesa, candelabros, servilleteros o pequeños adornos sobre la vajilla, así como en mantelería, bolas de cristal o bajo platos.
Efecto hielo
El Belén El belén, tal como lo conocemos hoy es originario de Nápoles, aunque el primero lo montó San Francisco de Asís en el siglo XIII en una cueva cercana a la ermita de Greccio (Italia).
La tradición del belén se extendió a la Península ibérica a mediados del siglo XVII, cuando el rey Carlos VII de Nápoles pasó a ser rey de España. Primero se difundió entre la nobleza y la aristocracia, para luego pasar a formar parte de la tradición popular. Desde entonces se ha convertido en uno de los elementos más tradicionales de la Navidad, especialmente en aquellos países de tradición católica, montándose en casas, locales, edificios públicos e iglesias…
El belén tradicional (el de tipo napolitano) contiene figuritas y paisajes más o menos realistas, con todo tipo de personajes, animales, y representación de las costumbres de la época.
En la actualidad en cambio, el diseño de belenes se ha renovado a un estilo más contemporáneo, dando paso a diseños frescos y modernos que reinterpretan el concepto artístico sin perder su significado.
No obstante, sean del tipo clásico o moderno, todos conservan la esencia: una Virgen, un San José y un Niño Jesús, en ocasiones acompañados de los demás elementos habituales: el buey y la mula, la estrella de Oriente y los Tres Reyes Magos.
Elaborados con corchos, bolas de madera, cartulinas, dibujados, con papel de periódico o con aquellos materiales que la imaginación permita, lo cierto es que un belén actual aporta ese toque de tradición a cualquier interior contemporáneo.
Los belenes son un género muy variado. Existen diferentes interpretaciones tanto en estilo como en materiales. En madera, cerámica o metal, los más clásicos coexisten con otras variantes
contemporáneas en papel, acetato, lana, fieltro o fimo.
Madera, cerámica y metal
Labrados en piedra, cerámica o en volúmenes esculpidos en papel,las variantes modernas de belenes tienen cabida en todos los estilos decorativos.
Cerámica, papel y piedra
Desde interpretaciones talladas en madera a opciones moldeadas en fimo o creadas a partir de sencillas piezas personalizadas con pequeños retales de brillantes tejidos, este tipo de belenes
son ideales para un pequeño rincón o para una habitación infantil.
Madera, fimo y tela
Ya sean delicados belenes realizados con la técnica japonesa del origami a aquellos DIY hechos a base de mullidas piezas tejidas en crochet, pasando por las versiones más transparentes ilustradas
en metacrilato, este tipo de belenes originales resultan ideales para quien desea innovar.
Origami, crochet y acetato
Complementos Los complementos son la guinda del pastel de la decoración
navideña. Completan el estilismo general llenando cada pequeño
rincón de nuestro hogar.
Desde variados centros de mesa elaborados a partir de velas, piñas y
figuras animales hasta la decoración de ventanas mediante vinilos o
pequeños motivos navideños; desde bonitas figuras de papel y grandes
velas hasta la decoración de la escalera con bolas o calcetines; desde
los elementos que dejamos bajo el árbol hasta aquellos que decoran
cualquier pequeña mesa auxiliar, los complementos decorativos son
los perfectos aliados para darle el toque personal a estas fiestas.
Si la tonalidad general elegida para decorar es el blanco, los
complementos pueden servirnos para dar color. Si no podemos
cambiar la iluminación general de la estancia, las velas decorativas
pueden aportar esa luz indirecta necesaria para generar ambiente
navideño. Y si no podemos gastarnos grandes sumas de dinero en
imponentes árboles, coronas o belenes, unos cuantos complementos
decorativos repartidos aquí y allá pueden suplir perfectamente
cualquier ambiente sobrio.
En resumen, un sinfín de opciones variadas para todos los bolsillos y
estilos con los que podrás darle ese toque de gracia a la decoración.
Motivos animales combinados con unas cuantas velas sobre una sencilla fuente.
Elementos naturales personalizados con spray, combinadas con velas y otros adornos naturales.
Clásicos iconos navideños realizados en papel con diferentes estampados.
Pequeños objetos decorativos como casitas retroiluminadas con velas aportan calidez.
Renos Piñas Papel Linternas
Velas con forma de abetos, estrellas o bolas combinadas con figuritas de los mismos motivos.
Velas en pequeñas macetas, con elementos naturales como musgo, hojas o piñas.
Grandes velas en farolillos de estilo sencillo y moderno para iluminar y aportar calidez.
Portavelas de hormigón para una navidad con un aire más industrial y desenfadado.
Portavelas únicos Velas decorativas Macetas Farolillos
Las botellas de vidrio pueden reutilizarse a modo de candelabro para decorar la ventana.
Vinilos con motivos como copos, estrellas o campanas se colocan directamente sobre el vidrio.
Viste la ventana con una pequeña planta o arbusto ligeramente decorado en un macetero neutro.
Sencillos adornos colgantes realizados en plegado de papel pueden adornar una ventana.
Velas y candelabros Vinilos Arbustos Estrellas de papel
Guirnaldas o tiras de adornos directamente sobre la pared crearán un efecto muy festivo.
Unas cuantas bolas de colores insertadas en lazos pueden anudarse en la barandilla.
Tiras de adornosMullidos calcetines llenos de golosinas o
adornos cuelgan de la escalera.
CalcetinesUna clásica guirnalda verde iluminada por una
tira de luces blancas adorna la escalera.
Guirnalda Lazos y bolas
Atrévete a mezclar adornos colgantes con guirnaldas de luces, arbustos y unas cuantas velas.
Harán las delicias de los más pequeños por las sorpresas en su interior.
Pequeños arreglos florales con vegetación natural pueden colgar sobre cualquier soporte.
Las campanas de cristal son perfectas para resaltar y proteger delicados adornos.
Popurrí Calendario adviento Ramas, piñas y flores Campanas
La Iluminación La iluminación es uno de los elementos más característicos de la Navidad. Ya sea en viviendas o en escaparates, en porches o en calles, si algo identifica a la Navidad, es su juego de luces. Fundamentalmente blancas, aunque también de color, la iluminación navideña tiene sus características propias: no está hecha para iluminar sino para sugerir, evocar o acentuar; no es válida como luz general sino como luz indirecta para iluminar puntualmente determinadas áreas.
En viviendas, la iluminación de Navidad más típica se basa en pequeños puntos o bolas de luz a lo largo de una tira, cinta o guirnalda. Leds o pequeñas lamparitas halógenas, junto con las clásicas velas, son las reinas de estas fechas. Ideales para iluminar el árbol rodeándolo por entero, las guirnaldas de luz suelen emplearse también para decorar las ventanas, cubrir algunos muros y paredes, rodear cuadros o espejos o dejarlas caer sobre la mosquitera o a modo de cabecero de cama.
Las velas, de todas formas y tamaños inundan estanterías, repisas de chimeneas y todo tipo de mesas auxiliares, de centro o de comedor. Las más grandes pueden incorporarse a grandes farolillos para colocar sobre el suelo o las escaleras, combinadas con objetos luminosos ya preparados, como letras corpóreas o maceteros iluminados. Y si tienes un porche, jardín o patio, prueba a decorarlo con estrellas colgando de los árboles, bolas rústicas en las que se entrelazan tguirnaldas luminosas o maceteros colgantes con pequeñas luces que puedes rellenar de complementos de decoración navideña.
Las guirnaldas de luces resultan uno de los recursos decorativos más empleados en Navidad. Ya sea colgando sobre una pared, tras el cabecero de la cama o dentro de pequeños farolillos, estas sencillas tiras generan un efecto mágico y evocan un ambiente festivo.
Guirnaldas luminosas
Pequeñas luces y bombillas se integran perfectamente en la decoración de corte clásico. Ya sea en coronas, árboles o rodeando espejos decorativos para potenciar su luz, estos detalles
iluminativos reforzarán el estilo global de la decoración.
Clásica
Si optamos por elementos sueltos o luces exentas para potenciar una zona concreta, podremos elegir integrarlas en el interior de algún objeto, como lámparas de papel, estrellas, adornos troquelados o rodeando ramas o cuerdas.
Con este tipo de iluminación logramos dar un toque más casual y espontáneo al ambiente.
Luz puntual
Si en casa hay niños, sin duda serán ellos los reyes de estas fiestas, en las que habrá que prestarles especial atención. Su mundo mágico y onírico puede reforzarse mediante la iluminación, ya sea sobre el dosel de su cama, en el interior de estrellas u otros
objetos de papel, cartulina o celulosa o incorporándola dentro de una jaula.
Infantil y romántica
La Navidad está llena de posibilidades en lo que a iluminación se refiere. Si te decantas por iluminar a partir de pequeños detalles, puedes optar por bolas sueltas colocadas en diversos puntos de la vivienda, guirnaldas de luces cayendo de una escalera, letras
corpóreas iluminadas sobre la chimenea o todo un mundo de velas para todos los estilos.
Para todos los gustos
Se puede recurrir a integrar la iluminación en maceteros, lámparas o grandes y sencillos adornos en materiales naturales aptos para el exterior que
integraran los adornos en el entorno.
Exterior
Las Estancias Si bien la decoración de una vivienda debe ser homogénea a nivel
global o llevar algún hilo conductor, cada estancia de la casa tiene sus
particularidades y hay que tratarlas de forma distinta.
Ya sea el comedor, la cocina o el dormitorio, cada espacio permite
el empleo de diferentes elementos y adornos que proporcionen ese
ambiente festivo al espacio.
No siempre damos importancia a crear una decoración global en
nuestro hogar en navidad. A veces nos centramos sólo en el salón,
cuando son muchos los rincones olvidados, merecedores de un poco
de protagonismo que puede lograrse con sencillos gestos decorativos.
Tratanto a cada uno de ellos con cierto mimo obtendremos un
agradable clima navideño.
En esta sección veremos algunas ideas para decorar las principales
estancias de una vivienda, para que el espíritu navideño esté presente
en todas ellas.
Una corona de en la puerta, un pequeño arbusto junto al banco de entrada, una guirnalda verde sobre la barandilla de la escalera y algunas velas en pequeños farolillos son suficientes para darnos la bienvenida al entrar en casa.
El Vestíbulo
La sencillez en esta estancia es la clave: una gran corona verde, unas ramas colgantes adornadas con bolas de cristal sobre la encimera o un centro de mesa a partir de velas y frutos típicos bastan para darle el toque navideño.
La cocina
Además de las típicas tiras de luces a modo de cabecero, unos bonitos juegos de cama en blanco y rojo, unos cojines con motivos navideños como renos o copos de nieve, unas estrellas colgantes o algunas velas y adornos colocados sobre las mesillas son ideales para darle un aire navideño a esta estancia.
El dormitorio
El gran protagonista de la decoración navideña: en él se coloca el árbol, rey absoluto de esta estancia junto con la chimenea. Cuadros, velas y letras corpóreas sobre la repisa, así como pequeños elementos sobre estanterías y mesas auxiliares suelen vestir este espacio.
El salón
Arreglos florales sobre la mesa, tronquitos y velas bajo o sobre el aparador, guirnaldas de papeles estampados adornando las ventanas y sillas vestidas para la ocasión completan la decoración del comedor.
El comedor
Los Estilos La navidad ya no es entendida como necesariamente clásica: Multitud de
estilos han ganado puestos en la decoración navideña y han entrado en
nuestros hogares llenándolos de color y encanto, haciendo de la decoración
de la vivienda algo tan personal como el carácter de quien la habita.
A lo largo del tiempo, los complementos decorativos han ido evolucionado
para generar cada vez más ambientes diferentes, originales o alternativos.
Desde el estilo Rústico, más campestre y natural, hasta el Contemporáneo,
para quienes huyen de lo tradicional, hay todo un mundo de opciones,
entre las que destacan el Escandinavo venido del norte de Europa hasta el
Minimalista para los amantes de la simplicidad.
En esta sección haremos un pequeño recorrido por la decoración navideña
aplicada a distintos ambientes. No todos los estilos están representados, por
lo que cada uno podrá mezclar o elegir el suyo propio a base de fusionar
elementos o añadir otros de su propia cosecha (puedes consulta nuestra guía
de estilos decorativos si quieres conocerlos todos).
El estilo clásico se define por el uso de los elementos decorativos típicamente cristianos y la abundancia de adornos en árboles, mesas o aparadores.
Uno de los elementos principales es el árbol: el más habitual es el tradicional abeto verde con tiras de luces blancas, guirnaldas de lazos o espumillones en tonos dorados, plateados o rojos, decorado con adornos tradicionales como bolas de cristal, campanas, frutas, copos o figuras en diferentes acabados (mates, lisos o con texturas brillantes o nacaradas).
En el estilo clásico no puede faltar el tradicional belén en porcelana o madera. La mesa vestirá de largo: vajilla, cristalería y mantelería de corte clásico irán siempre acompañados de un centro llamativo formado por multitud de velas y elementos en diferentes formas y tamaños sobre fuentes o bandejas.
CLÁSICO
El estilo Rústico está particularmente asociado al campo y al hogar de leña. Es un estilo campestre y cálido en el que abundan los adornos a partir de elementos naturales que puedan hallarse en el propio campo.
En él no suele faltar una corona de bienvenida en la puerta creada con ramas verdes, flores y frutos. La chimenea cobra vital importancia y se decora con verdes guirnaldas y pequeños complementos realizados en madera o a partir de piñas y hojas. El árbol puede ser un arbusto pequeño o un abeto, pero siempre natural, cogido de los alrededores y decorado con sencillez, con adornos ligeros creados a partir de retales.
La mesa se caracteriza por la ausencia de mantelería o el uso de caminos, vajillas sencillas y centros de mesa verdes a base de hojas y velas que aporten calidez a la celebración.
RÚSTICO
Este estilo venido del norte de Europa trae consigo su sencillez y simplicidad. Un estilo cálido y a la vez contemporáneo en el que prima la sobriedad y la elegancia informal.
Tonos blancos, grises, beiges y maderas dominarán la decoración. Los belenes desaparecen y se sustituyen por árboles naturales que preservan sus raíces en maceteros, sacos de tela de arpillera o cestos, decorados con elementos ligeros en tonos neutros, fundamentalmente blanco y negro.
Como adornos abundan las estrellas, los copos, los renos o los pequeños abetos en multitud de materiales y soportes, desde papel a madera.
El rojo permanece en un segundo plano aplicándolo de forma muy puntual en pequeños detalles como textiles, vajilas o portavelas.
ESCANDINAVO
Menos es más es el lema de este estilo limpio y pulcro donde se respira paz y sensación de orden. Con el blanco nieve como tonalidad base, este estilo evita colocar más complementos de los estrictamente necesarios. Pocos pero muy escogidos, con formas originales e ideados para que resalten.
Árboles de pocas ramas, bolas de cristal transparente, belenes alternativos basados en pocas y abstractas piezas, velas sencillas y textiles lisos en mantelería y cortinaje son su esencia navideña.
Las sillas quedan vistas y sin cubrir, al igual que las mesas, más propicias a individuales o caminos de mesa que a largos manteles. Vajillas sencillas, bajoplatos metalizados y centros de mesa con pocos adornos completan la decoración.
MINIMALISTA
Estilo actual aunque más acogedor que el minimalista, se caracteriza por una mayor presencia de adornos que el anterior pero evitando el clasicismo. Tonos grises, ocres, beiges y marrones, permiten la presencia en elementos puntuales de otros tonos más típicamente navideños, como el rojo o el verde.
El árbol predomina frente al belén, tanto en formato natural como sintético, pero casi siempre decorados en tonos monocromáticos, con predominio de colores metalizados y plateados, blancos o negros. El dorado resulta mucho más residual, y siempre a tonos achampanados y a texturas mate más que al clásico dorado de textura brillante.
Este estilo también acepta la presencia puntual de elementos tradicionales (copas de cristal labradas junto a vajillas de corte moderno o piñas secas naturales junto a bayas artificiales metalizadas) para aportar contraste y calidez.
CONTEMPORÁNEO
El Color Las tendencias en decoración navideña han variado a lo largo del tiempo
tanto en estilo como en color.
De los clásicos rojo y verde se evolucionó a dorados y plateados y de ahí a
las tendencias más actuales, basadas en decoraciones monocromáticas o
con pocos tonos de gama similar.
Las elecciones monocromáticas permiten crear ambientes armónicos y teñir
los espacios de un único color en sus múltiples tonos, matices y variedades
de acabados, consiguiendo un efecto elegante y sutil.
El color negro es símbolo de misterio, elegancia, sofisticación, sobriedad, prestigio, modernidad, poder y estilo.
Como color puede parecer la antítesis del espíritu navideño, más basado en tonos blancos y en el recuerdo de la nieve. Sin embargo, una Navidad decorada en tonalidades negras resulta especialmente elegante, diferente y llena de estilo y glamour.
Para matizar la oscuridad del negro, queda perfecta combinándolo con pequeños toques puntuales en tonos plateados, dorados, blancos o simplemente cristal transparente.
NEGRO
El dorado simboliza la riqueza, el lujo, la opulencia, el prestigio, la divinidad y la valía.
Como tonalidad navideña es una de las más clásicas, quizás por su recuerdo a las burbujas del champán, presente en todas las fiestas, o por el carácter festivo que aporta todo lo brillante.
En la actualidad, los tonos champán y las texturas mate sustituyen a los amarillos y brillantes dorados de antaño, aunque siguen quedando ideales como base de un árbol verde natural.
Dada la potencia de este tono, se aconseja utilizarlo con moderación en pequeños detalles.
DORADO
Una decoración navideña en tonos plateados será sin duda símbolo de estilo, novedad y pulcritud.
Este color no deja de ser tendencia por su atemporalidad. Sin embargo, por sí solo puede resultar al igual que los tonos grises algo impersonal o algo frío, por su similitud con el color del hielo.
Para evitarlo, lo ideal es combinarlo con elementos cálidos como velas y luces así como materiales como la madera y tejidos texturados que maticen esa sensación de frialdad. No obstante, como tonalidad neutra, va perfecta con cualquier color, combinándose en los últimos tiempos con blancos, dorados y negros para lograr un efecto chic.
PLATEADO
El blanco es símbolo de pureza, luz, armonía, paz y serenidad, generando sosiego haya donde va.
Asociado intrínsecamente a la Navidad por ser el color de la nieve, quienes opten por una decoración navideña monocromática en tonos blancos obtendrá sin duda un ambiente elegante, relajado y luminoso.
Para aquellos a quienes este color por sí solo o en combinación con azules o turquesas les resulte frío o les genere sensación de vacío, pueden suplir la falta de color con vegetación natural en tonos verdes o bien combinarlo con colores pastel o, por supuesto, con mobiliario y elementos de madera, su material fetiche.
BLANCO
El rojo y el verde son los colores más tradicionales de la Navidad, unidos precisamente en esta combinación.
El verde, símbolo de esperanza, crecimiento, novedad y renovación, representa en la Navidad a todo lo natural y por tanto se usa especialmente en los elementos procedentes de la naturaleza: el abeto, las hojas de acebo, las plantas, el muérdago...
El rojo representa la energía, la pasión, la sangre. Es el color más fuerte de la gama tonal y por ello normalmente hay que usarlo con moderación, pero en el caso de la Navidad puede hacerse uso y abuso, empleándolo en mantelería, lazadas, velas o adornos varios. Con verde o blanco queda perfecto.
ROJO & VERDE
La Navidad multicolor es especialmente apta para personalidades atrevidas, dinámicas, expansivas y alegres, así como para aquellas viviendas en las que conviven varios niños.
Este tipo de decoración aporta mucha vida al espacio y contrarresta los efectos de la climatología exterior, como el frío y el decaimiento estacional. Por contra, puede resultar algo agobiante o excesiva si no se emplea con moderación, por lo que lo ideal es emplear estas notas de color en un ambiente neutro y jugar con no más de dos o tres texturas para no saturar los sentidos.
Como adornos se emplean mucho el papel o fieltro para aquellos hechos a mano por uno mismo y el vidrio o el plástico para aquellos adquiridos.
MULTICOLOR
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