guía para el examen extraordinario clr i

10
Guía para el examen extraordinario de: Comprensión Lectora y redacción I Profra: Norma Angélica Morales González La siguiente guía tiene como propósito que desarrolles algunos de los ejercicios de clase destinados a la identificación de los elementos estructurales de la lectura, así como el desarrollo de habilidades de comprensión y análisis de textos. a. Realiza una lectura comprensiva del texto que se reproduce a continuación y desarrolla cada uno de los temas que se proponen al final de la misma. Análisis de textos. El club del fracaso El Club de Fracaso tiene una historia tan interesante como dudosa, y tanto le cabe este último adjetivo que es hasta dudosa de ser interesante. Según comentó alguien en una de esas reuniones que tienden a disiparse en la memoria de los presentes, el club en sí no es más que la unión errática y desordenada de personas y personajes que “no”. En aquel momento alguien tuvo la intención de preguntar “que no qué”, pero las dos terceras partes de las inquisiciones que realizamos en cualquier conversación están de más si nos tomamos un breve respiro para pensarlas. Igual que nos ocurre cuando alguien es muy detallado en su narración, yo tuve entonces la sensación de conocer perfectamente aquel lugar. Como si hubiera estado o como si estuviera ahí. Es difícil hallar datos generales, aunque no específicos, del club. En algunos casos, miembros fervorosos saltan de sus filas hacia otros clubes y en otros vuelven a él luego de ser expulsados de otras logias. Lo que sí es totalmente corroborable es que el club tiene una cifra de miembros que ningún libro de actas podría llegar a asentar ya sea por su movilidad o por su cantidad. En el recuento oscilante de los tiempos dicen que hubo, hay y habrá historias fabulosas que realmente se destacan dentro del inmaterial

Upload: clavada

Post on 17-Jul-2015

1.286 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: Guía para el examen extraordinario clr i

Guía para el examen extraordinario de:

Comprensión Lectora y redacción I

Profra: Norma Angélica Morales González

La siguiente guía tiene como propósito que desarrolles algunos de los ejercicios de clase destinados a la identificación de los elementos estructurales de la lectura, así como el desarrollo de habilidades de comprensión y análisis de textos.

a. Realiza una lectura comprensiva del texto que se reproduce a continuación y desarrolla cada uno de los temas que se proponen al final de la misma.

Análisis de textos.

El club del fracaso

El Club de Fracaso tiene una historia tan interesante como dudosa, y tanto le cabe este último adjetivo que es hasta dudosa de ser interesante.

Según comentó alguien en una de esas reuniones que tienden a disiparse en la memoria de los presentes, el club en sí no es más que la unión errática y desordenada de personas y personajes que “no”. En aquel momento alguien tuvo la intención de preguntar “que no qué”, pero las dos terceras partes de las inquisiciones que realizamos en cualquier conversación están de más si nos tomamos un breve respiro para pensarlas.

Igual que nos ocurre cuando alguien es muy detallado en su narración, yo tuve entonces la sensación de conocer perfectamente aquel lugar. Como si hubiera estado o como si estuviera ahí.

Es difícil hallar datos generales, aunque no específicos, del club. En algunos casos, miembros fervorosos saltan de sus filas hacia otros clubes y en otros vuelven a él luego de ser expulsados de otras logias. Lo que sí es totalmente corroborable es que el club tiene una cifra de miembros que ningún libro de actas podría llegar a asentar ya sea por su movilidad o por su cantidad.

En el recuento oscilante de los tiempos dicen que hubo, hay y habrá historias fabulosas que realmente se destacan dentro del inmaterial edificio de la sede social del club al que nadie es gustoso de pertenecer, aunque son de remarcar también aquellos que se niegan a abandonar sus filas.

Había, hay y habrá, por millones, socios que pagan la cuota a regañadientes. Un infinito número de abonados a fracasos de diferentes tamaño y calidad: pequeños, grandes, intencionales, casuales, y hasta un número indeterminados de socios que habiendo obtenido la invitación de otros clubes se niegan a reconocerse en otro lugar que no sea el del Club del Fracaso. Este último un caso casi tan común como el de los que siendo inevitablemente parte del Club fingen pertenecer a otras instituciones, y en algunos casos circulan por los pasillos con credenciales apócrifas o distintivos falsos que, al extremo, terminan en autoconvencimiento.

Nadie prestó nunca demasiada atención a las historias del club. No obstante son destacables; ningún otro club podría haber existido de no poseer éste la masa de asociados más grande la historia de la humanidad.

Recuerdo una de sus salas. Generalmente y a pesar de su arquitectura compleja y soberbia en tamaño, los que por allí frecuentan suelen dar vueltas en no más de dos o tres salones. El estilo

Page 2: Guía para el examen extraordinario clr i

victoriano que los arquitectos y artistas le han dado es poco cierto ya que siempre se está construyendo, redecorando, reparando y variando las formas desde el mismo fracaso de los que intentan darle una y no alcanzan a completarla ya sea por fallas en los cálculos de material, distracciones en la proyección, torpeza en la factura o accidentes mínimos interpuestos entre los bocetos y la realización.

No deseo detenerme en el aspecto de las instalaciones ya que de hecho todos, alguna vez al menos, hemos formado parte del Club.

Al entrar por sus enormes puertas la sensación de soledad se percibe de inmediato. La conciencia de que allí habita la mayoría no se condice con el espíritu del recién llegado o del que ha tratado de salir y se vio apenas saliendo de una habitación para entrar en otra. La oscuridad y la decoración lo asemejan a un castillo repleto de falsas paredes, puertas bloqueadas, pasillos laberínticos y escaleras que giran para terminar donde empiezan.

En uno de los salones, quizás el más visitado por los más animosos, se encuentra una larga galería de socios que, en algunos casos, ayudan al visitante a suavizar su sensación de desesperanza con una inútil percepción de identificación representativa del Club.

Allí, vagando en soledad entre la más inmensa multitud, se escuchan las historias más desgarradoras y también las más absurdas, sin con esto decir que no las exista combinadas. Un clásico dentro de los indescifrables murmullos es la cita de algún mínimo detalle que hizo la diferencia entre pertenecer a este club o estar disfrutando de algún otro.

Todo esta por aquí, todo alrededor de uno, y por más que las historias son tan interesantes como las que más, nadie presta mayor atención a ellas si no una vez que el egresado, ya perteneciente a otro club, las utiliza como serie de anécdotas que sirven para aumentar la admiración de los nuevos compañeros del Club de la Victoria, Club de la Fama, Unión del Éxito, etc. Algo así como “antes de llegar aquí pertenecí diez años al Club del Fracaso”.

Recuerdo por ejemplo a Edison enumerar las veces que había estado dando vueltas por los pasillos del club, pero claro, todo esto una vez que ya no lo frecuentaba. Y aun más impresionantes eran los casos post morten, ya que mucha gente ignora que Van Gogh murió en las instalaciones del club y su cadáver fue requerido por otros clubes tiempo después de muerto como ocurrió con los casos: Melville, Kafka, Trosky, Marilyn Monroe, y una lista escalofriante de nombres cuya permanente inquietud (inclusive dentro del club) les valieron el traslado aunque ellos jamás se enteraron.

Así y por montones, la ciencia, el deporte, el arte, la política y demás actividades perpetúan incoherencias temporales que, reacomodadas, unos llaman justicia y otros azar.

La imposibilidad de llevar un registro hace que sea una tarea humanamente inviable: casos como el del hombre que no pudo asesinar a su esposa por esta fugarse con su amante dos minutos antes, el del músico que perdió su mano derecha luego de componer el primer rock and roll que nadie llegó a escuchar o el del general revolucionario que no contó con aquel espía, se mezclaban en una maraña de subjetividad.

El caótico club puede jactarse de haber visto a Jesucristo y a Hitler, a Charles Manson y a Gandhi, al chico aquel que sentía como su amor no era correspondido y la señora que acaba de ver el número de su cartón de lotería volver a formar parte de la mayoría cuasi absoluta.

Reprobados, derrotados, ignorados y desafortunados bailan la cadencia del ritmo machacante y antimusical de las intenciones que mueren en sí mismas.

Nadie nota que en los pasillos vagan los destinos disconformes y los espíritus conformistas. Nadie nota que allí va un personaje que Shakespeare había imaginado para una obra y luego descartó, nadie pone la vista en aquel que acaba de llegar tarde a la audiencia para una puesta en Broadway.

Page 3: Guía para el examen extraordinario clr i

Viera alguien el desanimado té que reúne a aquel ladrón sorprendido por la policía, a la adolescente engañada por Cupido, al futbolista quebrado antes de llegar a ídolo, a la escritora abandonada por las musas y al señor derrotado en las urnas de las elecciones de su pueblo.

De todos los salones del Club del Fracaso el más terrorífico quizás sea este. El salón de los espejos. Uno de los más frecuentados. A pesar de su nombre, estos reflejos son tan engañosos como aquellos que había en los viejos parques de diversiones. No somos quienes nos ponemos frente a ellos los que nos reflejamos. En este salón los fracasos propios se transforman combinándose para dar reflejos comunes que a la vez son menos dolorosos. Allí se observa el fanático del equipo que acaba de perder la final del campeonato, allí ve su rostro el soldado que recibe la orden de retirada y el televidente que acaba de ver salir de pantalla para siempre su programa favorito.

Muchas veces he oído preguntas flotando en el ambiente; preguntas del tipo ¿por qué a mí? ¿Qué hubiera pasado si elegía otra opción?, las respuestas nunca llegan a escucharse concretamente. Lo cierto es que él club genera el rumor de algo en movimiento constante ya que está permanentemente recibiendo y despidiendo socios por millones y a velocidades sorprendentes.

No recuerdo si estuve en aquella reunión donde alguien lo nombró, pero si sé que estuve en el club. Ahora no sé bien que me habrá llevado a pensar en aquellos tiempos, quizás conozco de memoria sus pisos y deseaba reconocerme como parte de algo. Lo cierto es que mi paso por él no es en vano aunque sea permanente. Aprendí que como todo Club tiene sus reglas y se también algunos de los pecados que no debería cometer.

Sé que la desesperación, a pesar de ser la recepcionista, no es buena consejera a la hora de transitar sus pasillos. Sé que nunca debería olvidarme que aún estando lejos siempre se puede volver. Sé que las puertas siempre están abiertas para todo el mundo y también aprendí que no debo creer jamás en la certera frase de oxidadas letras que da la bienvenida en su entrada principal : “Aquí está tu destino porque tu destino no podría ser otro”.

Fuente: José M. PascualEl Club del Fracaso en: Cuentos Cortos

http://www.canaltrans.com/cuentos/elclubdelfracaso.htmlConsultado el 10 de octubre del 2008

La ciencia mal usada

La ciencia, como toda herramienta, puede usarse para causar daño. A veces el daño es voluntario. El

diseño de armas —de pólvora, nucleares, químicas, biológicas…— es un caso evidente. Los

científicos e ingenieros que las diseñan saben que causarán muertes. En algunas ocasiones su

trabajo se justifica; por ejemplo, si hay una guerra. La bomba atómica, con sus terribles

consecuencias, fue vista por sus creadores como una forma de detener el avance del nazi-fascismo.

Pero la ética también evoluciona: después de un tiempo quedó claro que el uso de armas atómicas es

siempre inaceptable.

En otros casos, el daño producido (directa o indirectamente) por la ciencia se da en forma

involuntaria, quizá con las mejores intenciones, o como simple consecuencia de llevar el

razonamiento científico hasta sus últimos límites.

Page 4: Guía para el examen extraordinario clr i

La teoría darwiniana de la evolución, por ejemplo, nos dice que la selección natural —la supervivencia

preferente de los individuos mejor adaptados en una población, y la disminución de los menos aptos

— puede cambiar la composición de dicha población, que así evoluciona y se adapta cada vez mejor

a su medio.

Pero el mismo mecanismo puede aplicarse de forma consciente: es la llamada selección artificial, que

ha servido para producir razas mejoradas de animales domésticos y plantas de uso agrícola. Con la

misma lógica, si evitamos que las personas portadoras de enfermedades genéticas se reproduzcan,

éstas podrían desaparecer de la población en unas cuantas generaciones.

Esa fue la idea central de la ciencia del mejoramiento racial llamada eugenesia, creada por Francis

Galton (primo de Darwin) en 1869. La eugenesia se popularizó en todo el mundo a principios del siglo

XX: en los Estados Unidos se aplicó para discriminar a migrantes provenientes de países

considerados “inferiores” como Italia o Grecia, y para esterilizar a epilépticos y enfermos mentales. En

México llegó a existir una Sociedad Mexicana de Eugenesia para el Mejoramiento de la Raza.

Cuando las ideas eugenésicas fueron llevadas al extremo por los nazis para justificar la matanza de

judíos, homosexuales, negros y otros grupos “racialmente inferiores”, se hizo evidente que lo que al

principio parecía una buena idea con sustento biológico había degenerado en una seudociencia

dañina.

Hoy, aunque se siga combatiendo a las enfermedades hereditarias, conceptos como “raza” y

“mejoramiento” son socialmente inaceptables. No porque sean estrictamente “falsos”, sino porque dan

pie a situaciones que rechazamos, por buenas razones.

Las herramientas poderosas deben usarse con prudencia y sabiduría. El que la ciencia diga que algo

es posible no quiere decir que, como sociedad, queramos llevarlo a la práctica.

Comentarios: [email protected]

Bonfil. Martín. La Ciencia mal usada. Consultado el 12 de marzo de 2011 de:http://www.comoves.unam.mx/archivo/ojomosca/ojomosca_114.html

Ejercicios y temas a desarrollar:

1. Tipo de texto

2. Tipos de narradores que se expresan en el texto

3. Identificación del planteamiento, nudo, clímax y desenlace

4. Identificación de palabras clave

5. Identificación de personajes (principales, secundarios y ambientales)

6. Descripción del ambiente en el que se desarrolla la historia

7. Identificación de patrones gráficos

Page 5: Guía para el examen extraordinario clr i

8. Identificación de las ideas principales y secundarias por párrafo

9. Identificación de la idea central del texto

10. Identificación del autor y fuente de información

11. Mensaje del texto

12. Elabora una ficha de lectura considerando: tema, fuente, tipo de texto, palabras

clave, idea principal por párrafo, idea central, interpretación y glosario

13. Estudia los temas de interpretación e inferencia

Argumentación.

b. Realiza una lectura comprensiva del texto que se reproduce a continuación y desarrolla cada uno de los temas que se proponen al final de la misma.

TabacoMartín Bonfil. Ojo de mosca. ¿Cómo ves?. Revista de divulgación científica. UNAMRecuperado de: http://www.comoves.unam.mx/archivo/ojomosca/ojomosca_128.html

El conocimiento científico sirve, entre otras cosas, para tomar decisiones informadas y con alta probabilidad de resultar acertadas. La ciencia, consecuencia natural —aunque no inevitable— del desarrollo cerebral de nuestra especie, es una herramienta de supervivencia.

Pero la naturaleza humana no es sólo racional; hay otros factores que participan en las decisiones que tomamos cada día, y que a veces nos llevan a realizar acciones que van en contra de toda lógica… y de nuestro propio bienestar.

Un buen ejemplo es el tabaquismo. Las plantas del género Nicotiana ya eran cultivadas por los antiguos habitantes de América hace unos 6 000. Su uso se popularizó en el mundo a partir de 1559, cuando el francés Jean Nicot (a quien la planta y su componente activo deben su nombre) envió hojas de tabaco a la reina Catalina de Medici como remedio para sus dolores de cabeza. Actualmente se calcula que unos 1 220 millones de personas fuman en el mundo.

La evidencia científica de que este hábito es dañino es apabullante. Se sabe, gracias a investigaciones de la década de 1950, y confirmadas en los años 80, que el consumo de tabaco causa una serie de enfermedades: destaca el cáncer de pulmón, pero también están el enfisema, el riesgo de ataques cardiacos y obstrucción coronaria, la arterioesclerosis y el muy agresivo cáncer de boca y garganta.

Estos efectos se deben principalmente a sustancias que se forman durante la combustión del tabaco, entre ellas agentes cancerígenos como benzopireno, acroleína y nitrosaminas, pero se sabe que la planta, por sus características particulares, puede incluso acumular compuestos radiactivos como plomo-210 y polonio-210 en cantidades que ponen en riesgo la salud.

¿Por qué, entonces, hay tantos fumadores? En parte porque la nicotina tiene efectos estimulantes: acelera el corazón, aumenta la atención y reduce el tiempo de reacción. En las neuronas cerebrales hay moléculas receptoras para un neurotransmisor llamado acetilcolina, que producen los efectos mencionados. La nicotina se une a esos mismos receptores y permite obtener la respuesta estimulante a voluntad (y fumar es una excelente vía de administración: desde los pulmones la nicotina pasa a la sangre y tarda sólo 10 segundos en llegar al cerebro).

Además, la nicotina promueve la liberación de endorfinas y dopamina, que producen sensación de placer y contribuyen a causar adicción (reforzada por las campañas de las compañías tabacaleras, diseñadas para asociar el tabaquismo con valores como la belleza o el atractivo sexual).

Page 6: Guía para el examen extraordinario clr i

Cada año hay en el mundo unos cinco millones de muertes debidas al tabaco, 70% de ellas en países en desarrollo. Sabiendo todo esto, ¿por qué sigue habiendo fumadores?

Queda claro que el conocimiento científico no basta para cambiar la conducta, aun cuando la vida esté de por medio.

Ejercicios y temas a desarrollar:

1. Tipo de texto

2. Identificación del párrafo introductorio, de desarrollo y de conclusión

3. Identificación de palabras clave

4. Identificación de patrones gráficos

5. Identificación de las ideas principales y secundarias por párrafo

6. Identificación de la idea central del texto

7. Identificación del autor y fuente de información

8. Identificación de la justificación del tema

9. Identificación de relaciones causa efecto

10. Identificación de la problemática expuesta

11. Identificación de la hipótesis

12. Identificación de los elementos argumentativos en la lectura

13. Identificación de la fuente de información

14. Elaboración de una ficha de lectura considerando: tema, fuente, tipo de texto,

palabras clave, idea principal por párrafo, idea central, interpretación y glosario

14. Realiza los mismos ejercicios con la lectura del cuento “La Santa” de Gabriel

García Márquez.

La evaluación de la materia en periodo extraordinario puede ser de la siguiente

manera:

Modalidad 1:

Examen de comprensión lectora al 100%

Page 7: Guía para el examen extraordinario clr i

Modalidad 2.

Examen de comprensión lectora al 60%

Resolución de esta Guía 10%

Análisis literarios de los textos: Doce cuentos peregrinos de Gabriel

García Márquez y Un mundo Feliz de Aldous Huxley 20%.

**NOTA IMPORTANTE: Para que proceda esta modalidad de evaluación, se debe

entregar la guía y el análisis de las dos obras el día que se aplica el examen, en

caso de entregar sólo alguno de estos trabajos se anulará la posibilidad de acreditar

bajo esta modalidad y se considerará el examen escrito al 100%

Los análisis literarios deben contener.

a) Ficha bibliográfica de cada obra

b) Descripción de las partes del textos considerando:

Argumento o síntesis

Descripción los personajes principales, secundarios y

ambientales

Descripción de los diferentes escenarios

Descripción de contexto histórico que encierra la obra

Tipos de narradores que se expresan en la obra

Planteamiento

Nudo

Clímax

Desenlace

Ficha de análisis de texto

El desarrollo de la guía y los análisis literarios se deben presentar el día del examen,

a computadora (Arial 12, interlineado 1.5 e impreso en tinta negra) con carátula y en

un sólo engargolado.

**Si tienes alguna duda, puedes acudir a la escuela en el horario de clase para

recibir asesoría sobre estos trabajos.