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RIESGOS HIGIÉNICOS Y ERGONÓMICOS en el sector de fabricación de ladrillos y tejas de arcilla cocida

Guía técnica de prevención y vigilancia de la salud parael control de los riesgos y enfermedades profesionales

Diciembre, 2010

ESTE PROYECTO HA SIDO:

FINANCIADO por:Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales

PROMOVIDO por:Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla CocidaFederación Estatal de Construcción, Madera y Afines de CCOOMetal, Construcción y Afines de UGT, Federación de Industria

REALIZADO por:El equipo técnico del Departamento de Desarrollo de Proyectos e Innovación de SGS TECNOS, S.A.

Con la colaboración de:Dña. Miren Ugarte SánchezD. Jorge Varona Segado

Área de Prevención IndustrialDivisión de Prevención y Medio AmbienteSGS TECNOS, S.A.

D. Daniel Vilchez Medina

Médico Especialista del TrabajoÁrea de Vigilancia de la SaludSGS TECNOS, S.A

Depósito Legal: M-49051-2010

5

1. ESTUDIO DEL SECTOR EN MATERIA PREVENTIVA 7

1.1. Introducción al sector 9

1.2. Objeto y alcance del proyecto 10

1.3. Convenio Colectivo estatal de fabricantes de tejas, ladrillos y piezas especiales de arcilla cocida 11

1.4. Organización preventiva en el sector 14

2. ESTUDIO TÉCNICO DEL SECTOR 17

2.1. Metodología empleada 19

2.2. Determinación de los puestos de trabajo objeto del estudio: personal de producción 20

2.3. Informe de situación sobre la exposición a contaminantes: agentes físicos/químicos en el sector de fabricación de ladrillos y tejas 21

2.4. Informe de análisis de carga ergonómica 45

3. ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES EN EL TRABAJO. SINIESTRALIDAD LABORAL EN EL SECTOR 57

3.1. Introducción 59

3.2. Siniestralidad en el sector. Estadísticas oficiales sobre enfermedades profesionales 61

3.3. Siniestralidad en el sector. Estadísticas oficiales sobre accidentes de trabajo 67

Índice

6

4. ESTUDIO CUALITATIVO DEL SECTOR 73


4.2. Resultados 76

5. ESTUDIO CUANTITATIVO DEL SECTOR 91


5.2. Indicadores sociodemográficos 94

5.3. Organización laboral 95

5.4. Percepción de los riesgos laborales 99

5.5. Hábitos y estilos de vida 111

5.6. Otros indicadores de salud 112

5.7. Trastornos músculo esqueléticos 114

ANEXO I: GUÍA TÉCNICA DE PREVENCIÓN Y VIGILANCIA DE LA SALUD PARA EL CONTROL DE LOS RIESGOS Y ENFERMEDADES PROFESIONALES 123

ANEXO II: PROPUESTA DE PROTOCOLO DE VIGILANCIA DE LA SALUD PARA EL SECTOR DE LADRILLOS Y TEJAS 154

Estudio del Sector enMateria Preventiva1

1.1. Introducción al sector

El ladrillo es el material de construc-

ción más antiguo fabricado por el hom-

bre. Ha estado presente en la historia

desde las civilizaciones más primitivas

hasta la actualidad, ocupando un lugar

preferente en las construcciones.

El ladrillo se emplea en albañilería para

la ejecución de paredes, muros, tabi-

ques, etc., mientras que las tejas se uti-

lizan para cubrir y resguardar los

techos, armaduras o cubiertas de los

edificios.

La materia prima necesaria para la con-

formación y elaboración de ladrillos y

tejas es la arcilla (material natural, se-

dimentario, compuesto prin ci pal mente de

silicatos hidratados de alúmina).

En la actualidad, algunas fábricas de ladrillos y tejas a partir de arcilla cocida presentan

cierta automatización en su proceso productivo, mientras que otras mantienen fases del

proceso que se realizan de forma artesanal.

En cualquier caso, con independencia del nivel de automatización del proceso en las fá-

bricas, de forma general, el proceso productivo consiste en la recepción de la materia

prima (arcilla) obtenida de la cantera para, a continuación, someterla a las siguientes fases

de producción:

9ESTUDIO DEL SECTOR EN MATERIA PREVENTIVA

• Fase 1: Molienda. En esta fase se reduce la granulometría de la arcilla.

• Fase 2: Extrusionado. En esta fase se incorpora agua a la arcilla a fin de dar la plas-

ticidad que se necesita para moldearla y conformar el ladrillo.

• Fase 3: Secado. Se introduce el ladrillo en el secadero.

• Fase 4: Apilado. Esta fase consiste en descargar el material seco para introducirlo

en el horno.

• Fase 5: Cocción. En esta fase el ladrillo se cuece en el horno a la temperatura deseada.

• Fase 6: Desapilado. Fase final de enfriamiento del ladrillo para terminar preparándolo

mediante el embalaje y el traslado a los camiones para su venta como producto final.

Desde el punto de vista de la

Prevención de Riesgos Labora-

les, a lo largo del proceso productivo en

la fabricación de ladrillos y tejas, se plan-

tea la exposición de los trabaja-

dores a factores de riesgo

laboral higiénico que derivan de

la presencia de contaminantes

químicos y físicos, entre los cuales destaca la exposición a polvo que puede contener sílice

libre cristalina, exposición a ruido ocasionado por la maquinaria que se utiliza en el proceso de

producción, así como factores de riesgo de tipo ergonómico debido a la realización

de posturas forzadas, manipulación manual de cargas, y hábitos de trabajo que resultan poco

saludables para el trabajador.

1.2. Objeto y alcance del proyectoHasta el momento, no existía ninguna publicación específica que valorase de forma inte-

gral, los riesgos de higiene industrial y ergonómicos que puedan provocar daños a la salud

de los trabajadores en el proceso productivo del sector de fabricación de ladrillos y tejas

de arcilla cocida.

10 RIESGOS HIGIÉNICOS Y ERGONÓMICOS en el sector de fabricación de ladrillos y tejas de arcilla cocida

La exposición de los trabajadores a factores de tipo higiénico puede afectar a la salud de

los trabajadores (silicosis, sordera, dermatitis, etc.). Por este motivo y a través de estudios

con el fin de conocer si existen riesgos higiénicos derivados de la exposición de los tra-

bajadores a contaminantes físicos y químicos, así como riesgos ergonómicos, se lleva a

cabo el presente estudio con la finalidad de efectuar un análisis de los riesgos de tipo hi-

giénico y ergonómico relacionados con el sector objeto de estudio, para la elaboración

de una Guía técnica de prevención y vigilancia de la salud para el control

de dichos riesgos y de enfermedades profesionales que sirva de referencia a

empresas y trabajadores del sector de fabricación de ladrillos y tejas.

1.3. Convenio Colectivo estatal defabricantes de tejas, ladrillosy piezas especiales de arcillacocida

El Convenio Colectivo estatal de fabricantes de tejas, ladrillos y piezas es-

peciales de arcilla cocida regula las relaciones laborales en las industrias de tejas, la-

drillos y piezas especiales de arcilla cocida.

De la propia lectura del Convenio Colectivo, se desprende que nos encontramos ante

un sector que otorga especial interés hacia la seguridad y salud en el trabajo, así como la

incidencia del mismo en la salud, productividad y absentismo laboral.

En el Convenio Colectivo y su modificación posterior (resolución de 25 de julio de 2007,

de la Dirección General de Trabajo, por la que se registra y publica el acta de modificación del

artículo 14 y del Capítulo IV del Convenio colectivo estatal de fabricantes de piezas ladrillos y

piezas especiales de arcilla cocida) se hace referencia a materias en Prevención de Riesgos

Laborales que son las siguientes:


1. Creación de una Comisión Paritaria de Salud Laboral (Art. 14)

2. Seguridad y Salud en el Trabajo (Capítulo IV)

1.3.1. Creación de una Comisión Paritaria de Salud Laboral

El Artículo 14, refleja la creación de una Comisión Paritaria de Seguridad y Salud

Laboral compuesta por la partes firmantes del Convenio: La Asociación Española de

Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (HISPALYT), la Federación de Metal,

Construcción y Afines de la Central sindical UGT (MCA UGT) y la Federación Estatal de

Construcción, Madera y Afines de CCOO (FECOMA CCOO).

En este mismo artículo, se establecen los objetivos principales de la Comisión, y de

los que se deduce especial interés por parte de la representación de las empresas y de

los representantes de los trabajadores del sector, sobre todas aquellas cuestiones relativas

al estado de salud de los trabajadores y su seguimiento:

• Propuesta de realización de estudios, análisis y diagnósticos de las condiciones de tra-

bajo, daños a la salud e implantación de la actividad y gestión preventiva.

• Propuestas de actuación para llevar a término acciones que actúen sobre las deficiencias

y problemas detectados.

• Elaborar planes de formación específica para los trabajadores y trabajadoras del sector.

• Establecer criterios para la evaluación de riesgos, la planificación y organización de la

prevención, vigilancia de la salud y los sistemas de formación e información.

1.3.2. Seguridad y Salud en el Trabajo

El Convenio Colectivo dedica el capítulo IV a temas relativos a la seguridad y la

salud en el trabajo en dos sentidos:


• Refuerza lo previsto en la Ley 31/1995, de 8 de Noviembre, sobre

Prevención de Riesgos Laborales:

Incide sobre lo previsto en la Ley 31/1995, de 8 de Noviembre, incluyendo en el capítulo

IV del Convenio Colectivo, lo establecido sobre la atribución de derechos y deberes

básicos de los trabajadores: protección eficaz, inspección y control de medidas de se-

guridad, participación de los trabajadores a través de sus representantes legales, medidas

de emergencia o situaciones con riesgo grave e inminente, reconocimientos médicos,

revisiones y mantenimiento de equipos de trabajo, dotación de Equipos de Protección

Individual, etc.

• Amplía o desarrolla actuaciones establecidas en la normativa vigente,

entre las que cabe destacar:

– Formación práctica y adecuada, dirigida a trabajadores de nueva incorporación, que

cambien de puesto de trabajo, o ante una nueva aplicación técnica que pueda implicar

riesgos graves para el trabajador.

– Elaboración de una política de prevención de riesgos laborales para la salud del tra-

bajador en aras a evitar su generación, emisión y transmisión.

– Fomento de acciones formativas e informativas encaminadas a disminuir la siniestra-

lidad laboral.

– Desarrollo de aspectos de vigilancia médica y epidemiológica por parte de los Servi-

cios Médicos de las empresas.

– Especial vigilancia y seguimiento de puestos de trabajo en condiciones de aislamiento

(p.ej: hornero) a través de la figura de un “supervisor” y, en su defecto, mediante el se-

guimiento del estado de salud del trabajador.

– Tomar las medidas necesarias para la identificación del amianto y de las fibras cerá-

micas cancerígenas.

– Sustituir los esmaltes que contengan metales pesados (plomo inorgánico y sus deri-

vados) por aquellas sustancias que no sean peligrosas o, en su defecto, que lo sean en

menor grado.


En definitiva, se trata de un sector cuya concienciación y sensibilización en el ámbito de

la Prevención de Riesgos Laborales va encaminada a una auténtica cultura preventiva, que

se plasma en el Convenio Colectivo regulador de las relaciones laborales, y en el que las

partes firmantes del mismo, de unánime acuerdo, muestran su interés dirigido al avance,

mejora y desarrollo de nuevas líneas de actuación preventivas que garanticen la seguridad

y la salud laboral de los trabajadores del sector.

1.4. Organización preventiva enel sector

El sector de fabricación de ladrillos y tejas se caracteriza por estar constituido por peque-

ñas y medianas empresas, destacando en muchas ocasiones las empresas de tipo familiar.

Con carácter general, se trata de empresas que, en la mayoría de los casos, la plantilla no

supera los 49 trabajadores, y en caso de contar con un número de trabajadores superior,

no es habitual que en plantilla se superen los 250 trabajadores.

Por tanto, desde el marco de la Prevención de Riesgos Laborales, la tendencia en las em-

presas del sector es la siguiente:

• Contratación como modelo de organización preventiva de un Servicio de Pre-

vención Ajeno que cubra la cuatro especialidades preventivas: Seguridad en el Tra-

bajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada y Medicina del Trabajo, y

que asumiría la implantación del Sistema de Gestión Preventiva en la empresa, así como

todo el conjunto de actuaciones de ejecución, seguimiento, vigilancia y control que en

materia preventiva resulten necesarias.

• Normalmente, y ya que la mayoría de las empresas no superan en plantilla los 49 tra-

bajadores, las organizaciones cuentan con un Delegado de Prevención, repre-

sentante de los trabajadores en materia de seguridad y salud laboral.


• Menos frecuente es que las empresas dispongan de Comité de Seguridad y

Salud laboral, sólo en aquellos casos en los que el número de trabajadores es igual

o superior a 50. El Comité de Seguridad y Salud Laboral sirve de foro para someter a

debate, proponer, resolver y adoptar las decisiones que sean pertinentes en materia

de seguridad y salud laboral.


Estudio Técnicodel sector2

2.1. Metodología empleadaPara la identificación de los riesgos higiénicos a los que se encuentran expuestos

los puestos de trabajo ubicados en el área de producción, así como aquellos métodos

de trabajo relevantes desde el punto de vista ergonómico y que son sus-

ceptibles de mejora para la seguridad y la salud del trabajador, las actuaciones reali-

zadas por el equipo técnico de SGS TECNOS, S.A. han sido las siguientes:

• Recopilación de información documental facilitada por empresas del sector,

con la finalidad de obtener una visión global de las actuaciones que desde un punto de

vista técnico-preventivo se vienen realizando en el sector.

Las empresas del sector proporcionaron información relativa a la identificación de ries-

gos laborales asociados a los puestos de trabajo en el área de producción y manteni-

miento, a través de evaluaciones de riesgos laborales y planificación preventiva que

incorpora medidas de prevención y de protección, relación de Equipos de Protección

Individual que resultan de uso obligatorio o voluntario, fichas de seguridad de los pro-

ductos químicos que se utilizan, etc.

• Selección de una muestra representativa de empresas del sector, a fin

de visitar, conocer y proceder a la medición de los siguientes agentes: Ruido, Tempera-

tura, Humedad Relativa, CO, CO2, Iluminación y Materia Particulada (totales) en las dis-

tintas fases que comprende el proceso productivo de fabricación de ladrillos y tejas.

Por otra parte, las visitas también permitieron una observación directa sobre los pues-

tos de trabajo que conforman el proceso productivo, para determinar aquellos métodos

de trabajo y hábitos adquiridos por el colectivo de trabajadores que, desde un punto

de vista ergonómico, son susceptibles de mejora.

La muestra de empresas visitadas se encuentran ubicadas geográficamente a nivel

nacional, principalmente en Comunidades Autónomas en las que el sec-

tor de fabricación de ladrillos y tejas tiene mayor representatividad:

Castilla-La Mancha y Andalucía.

19ESTUDIO TÉCNICO DEL SECTOR

2.2. Determinación de los puestosde trabajo objeto del estudio:personal de producción

Los puestos de trabajo objeto del presente estudio se circunscriben al ámbito de pro-

ducción, cuyas áreas de trabajo son las siguientes:

• Preparación-recepción de tierras.

Vigilancia de la maquinaria de preparación de tierras. Colaboración en las operaciones

de conservación, mantenimiento y limpieza de la maquinaria e instalaciones del área de

trabajo.

• Moldeo/Extrusión y prensado.

Manejo y vigilancia de las máquinas de moldeo -

corte (en el caso de fabricación de ladrillos) y de

las máquinas de prensado (en el caso de fabrica-

ción de tejas). Tanto en la fabricación de ladrillos

como de tejas, en los puestos de trabajo se rea-

liza el cambio de moldes.


• Apilado-secado.

Manejo y vigilancia de las máquinas de

apilado sobre vagonetas o similares. Cui-

dado del buen estado y sustitución del

material defectuoso, limpieza y manteni-

miento de la maquinaria.

• Horno.

Vigilancia y mantenimiento del horno y

secaderos. Realización de la limpieza del

horno, teniendo la responsabilidad de la

cocción del material y de la marcha de la

maquinaria aneja al horno (como venti-

ladores), y demás elementos necesarios.

• Desapilado.

Manejo y vigilancia de las máquinas de desapilado de vagonetas o similares. Limpieza y

mantenimiento de la maquinaria.

2.3. Exposición a contaminantes:agentes físicos/químicos enel sector de fabricación deladrillos y tejas

Los resultados que se presentan recogen la metodología, criterios de valoración aplicados

y resultados del estudio sobre la EXPOSICIÓN A CONTAMINANTES HIGIÉ-

NICOS EN PUESTOS DE TRABAJO en las empresas del sector de fabricación

de ladrillos y tejas que han constituido la muestra.


A continuación, se refleja en la tabla cada uno de los puestos de trabajo sobre los que se

ha realizado el estudio, y los agentes sobre los que se ha efectuado la medición:

PUESTO DE TRABAJO

Operario preparación – recepción de tierras

Operario Moldeo / Extrusión

Operario Prensado

Operario Apilado - Secado

Operario Horno

Operario Desapilado

2.3.1. ALCANCE DEL ESTUDIO: Criterios de referencia

El estudio higiénico incluye el análisis de exposición a aquellos agentes físicos

a los que los trabajadores se ven afectados con motivo del desarrollo

de su actividad diaria. En concreto se han estudiado los siguientes agentes:

• Exposición a ruido (sonometrías).

• Temperatura.

• Humedad Relativa.

• Iluminación.

• Concentración de CO. Concentración de CO2. Tasa de ventilación.

• Concentración de partículas (totales).

2.3.1.1. Niveles de ruido

El criterio de referencia para la valoración del nivel de ruido en los puestos de trabajo,

es el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad

de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido, que trata de ade-


AGENTE MEDIDO

Ruido, Temperatura, HumedadRelativa, CO, CO2, Iluminación y

Materia Particulada (totales)

cuar la Directiva 2003 / 10/ C.E. del Parlamento Europeo y del Consejo a nuestro ordena-

miento jurídico.

Artículo 5. Valores límite de exposición y valores de exposición que dan

lugar a una acción.

1. A los efectos de este Real Decreto, los valores límite de exposición y los valores de

exposición que dan lugar a una acción, referidos a los niveles de exposición diaria y a

los niveles de pico, se fijan en:

a) Valores límite de exposición:

LAeq, d = 87 dB (A) y Lpico = 140 dB (C), respectivamente;

b) Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción:

LAeq, d = 85 dB (A) y Lpico = 137 dB (C), respectivamente;

c) Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción:

LAeq, d = 80 dB (A) y Lpico = 135 dB (C), respectivamente.

2. Al aplicar los valores límite de exposición, en la determinación de la exposi-

ción real del trabajador al ruido, se tendrá en cuenta la atenuación

que procuran los protectores auditivos individuales utilizados por los

trabajadores. Para los valores de exposición que dan lugar a una acción no se ten-

drán en cuenta los efectos producidos por dichos protectores.

Las muestras se han realizado con sonómetro integrador tipo I CASELLA CEL. La dura-

ción de las medidas en los diferentes puntos de muestreo fue la necesaria para estabilizar

el nivel de ruido. El micrófono se colocó en el lugar que normalmente ocupa el operario

cuando se desplaza por los puntos habituales del área de producción de los distintos

puestos – zonas evaluadas.


Así mismo, se reflejará la combinación entre la exposición a ruido en los

puestos de trabajo y la exposición a determinadas sustancias químicas,

denominadas ototóxicas, que pueden generar una mayor susceptibili-

dad del operador al ruido.

Además, son de aplicación otras obligaciones complementarias establecidas en el

R.D.286/2006 para los diferentes niveles de ruido, que se muestran en el si-

guiente cuadro resumen:


Concepto

Evaluación inicial

Programa de medidastécnicas y organizativas

Evaluación de laexposición

Revisión médica de lafunción auditiva

Protecciones personales

Señalización

Restricción de acceso

Comunicación

Registro y Archivo

Acceso a la información

LA eq,d ≥87dB(A)

atenuado

Obligatoria

Obligatorio

Cada año

Cada tres años

Uso obligatorio

Si

Si

La eq,d ≥85 dB(A)

Obligatoria

Obligatorio

Cada año

Cada tres años

Uso obligatorio

Si

No

LA eq,d ≥80 dB(A)

Obligatoria

Recomendado

Cada tres años

Cada cinco años

Suministro obligado

No

No

Trabajadores afectados, representantes de los trabajadoresy a los órganos internos competentes en seguridad ehigiene

Durante al menos 30 años

Inspección de trabajo y seguridad social, INSHT, Órganoscompetentes de las CCAA, Órganos internoscompetentes en Seguridad e Higiene y Representantes delos trabajadores

2.3.1.2. Valores de temperatura y humedad relativa

El criterio de referencia para la valoración del nivel de temperatura y humedad relativa

en los puestos de trabajo, es el Real Decreto 486/1997, de 14 de Abril, por el que se establecen

las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Concretamente en el

Anexo III del citado Real Decreto, se establecen las condiciones ambientales de los lugares

de trabajo.

Para establecer dichos valores, la primera clasificación que debemos plantear,

es si los puestos de trabajo son del tipo:

• Trabajo sedentario

• Trabajo ligero

Con respecto al nivel de actividad del trabajo desarrollado, y a la consiguiente producción

interna de calor, puede entenderse por:

• Trabajos sedentarios: Aquellos en los que el calor metabólico generado o con-

sumo metabólico sea bajo. Ejemplo: escribir, trabajo en banco pequeño de herramientas,

conducción de vehículos en condiciones normales, taladrar, trabajo con herramientas

de baja potencia, trabajo con desplazamientos ocasionales con velocidad de hasta 3,5

km/h, etc.

• Trabajos ligeros: Aquellos en los que el consumo metabólico sea moderado. Ejem-

plo: martillear, conducir camiones, tractores o equipos de construcción, enyesar, manejo

manual de material moderadamente pesado, cavar, escardar, empujar o tirar de carre-

tillas cargadas con pesos ligeros, forjar, caminar a una velocidad de 3,5 a 5,5 Km/h.


Dadas las actividades que realizan los puestos evaluados, se concluyeque los trabajos que se desarrollan en este tipo de industria y en basea la norma UNE – EN 28996:95, se pueden considerar trabajos se-dentarios.

Una vez definido el tipo de trabajo, podemos establecer los límites que se establecen

en el Real Decreto, que son los que a continuación se detallan:

• “La temperatura de los locales donde se realizan trabajos sedentarios

estará comprendida entre 17 y 27 ºC”.

Respecto a la Humedad Relativa, no se diferencia el valor por el tipo de trabajo que se

desarrolla. El valor de la humedad relativa estará comprendido entre el

30 y el 70 %, excepto en los locales donde exista riesgo por electricidad estática, en

los que el límite inferior será el 50 %.

2.3.1.3. Valores de Iluminación

El criterio de referencia para la valoración del nivel de iluminación en los puestos de tra-

bajo es el Anexo IV del Real Decreto 486/1997, de 14 de Abril, por el que se establecen las

disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

En dicho Anexo se establecen los niveles mínimos de iluminación de los luga-

res de trabajo, los cuales se detallan a continuación:

ZONA O PARTE DEL NIVEL MÍNIMO LUGAR DE TRABAJO DE ILUMINACIÓN (lux)

Bajas exigencias 100

Exigencias visuales moderadas 200

Exigencias visuales altas 500

Exigencias visuales muy altas 1000

Áreas o locales de uso ocasional 50

Vías de circulación de uso ocasional 25

Vías de circulación de uso habitual 50


Atendiendo a las actividades y exigencias visuales que se desarrollan en las diferentes

áreas evaluadas en las empresas, podemos establecer el siguiente cuadro de nivel mí-

nimo de iluminación por área – zona de trabajo evaluada:

ÁREA - ZONA DE TRABAJO NIVEL MÍNIMO DE ILUMINACIÓN (lux)

Preparación – recepción de tierras 200

Moldeo /Extrusión 500

Prensado 500

Apilado - Secado 200

Horno 300(1) - 500(2)

Desapilado 300

(1) Valor estimado para la zona donde se localizan los equipos a controlar en el horno (normalmente en la parte supe-rior-techo del mismo).

(2) Valor recomendado para la zona de oficinas donde se controlan los parámetros mediante ordenador (Pantalla de Vi-sualización de Datos).

Estos valores también atienden a las recomendaciones establecidas en las normas UNE

72 – 163 – 84 y UNE 72 – 112 – 85.

2.3.1.4. Concentración de CO

Los niveles máximos admisibles de CO para ambientes interiores quedan regulados en

España por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) estable-

ciendo un límite de 25 ppm y marcando este valor con la nota TR1, es decir, es sustancia

perjudicial para la fertilidad de los seres humanos o debe considerarse tóxica para su

desarrollo.


2.3.1.5. Concentración de CO2. Tasa de ventilación

Para espacios que se pueden considerar de trabajo, se puede utilizar la norma EN 13779

de septiembre de 2004, que establece cuatro categorías de calidad de la ventilación en

espacios interiores (IDA) teniendo en cuenta el incremento de concentración de CO2

interior respecto al exterior.

De acuerdo a esta normativa de referencia, se establecen las siguientes categorías de

calidad de ventilación:

Categoría Niveles de CO2 en interior sobre el nivel del aire exterior en ppm

Intervalo típico Valores por defecto

IDA 1 ≤ 400 350

IDA 2 400 – 600 500

IDA 3 600 – 1.000 800

IDA 4 > 1.000 1.200

Para las zonas de oficina (principalmente para los puestos de horno que deben

controlar los parámetros mediante uso de Pantalla de Visualización de

Datos), sería de aplicación una categoría de ventilación IDA 3, tomando por

tanto una diferencia entre concentración de CO2 interior y exterior por defecto de 800 ppm.

Respecto a las demás zonas valoradas, sería de aplicación una categoría IDA

4, tomando por tanto una diferencia entre concentración de CO2 interior y exterior por

defecto de 1200 ppm.

2.3.1.6. Concentración de partículas

Para la valoración de los parámetros medidos en las distintas zonas evaluadas, se han tomado

como referencia los valores establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene


en el Trabajo; concretamente, lo referido al valor establecido como valor límite

de exposición diaria (establecida para una jornada de 8 horas) de 10

mg/m3. Dichos valores de exposición a agentes químicos son publicados

anualmente por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Tra-

bajo en el documento “Límites de Exposición Profesional para Agentes Químicos en España”.

Respecto de las mediciones tomadas, no podemos clasificar dicha materia recogida en el

equipo y, por lo tanto, no podemos establecer dentro de los valores recogidos su com-

paración con las siguientes sustancias que se presentan en las materias primas, tales como:

• Minerales arcillosos (arcillas, caolín, bentonita).

• Cuarzos y arenas feldespáticas.

• Carbonatos (cálcico, magnésico, mixto, sódico, etc.).

• Feldespatos (sódico, potásico, mixto).

• Silicatos (de circonio, magnésico).

No se detallan los esmaltes que puedan aplicarse a las distintas piezas, ya que dependiendo

del tipo de producción al cual se someta la fabricación, a estas piezas se le pueden aplicar

distintos esmaltes, pero a título meramente informativo, los esmaltes están compuestos

por las siguientes materias primas:

• Fritas.

• Pigmentos.

• Feldespatos.

• Silicatos.

• Materias primas arcillosas.

• Carbonatos.

• Etc.

Atendiendo a la composición de la materia prima, los valores límite establecidos

en la legislación española para sustancias arcillosas son:


SUSTANCIA VLA – ED (mg/m3)

Cuarzo (fracción respirable)(1) 0,1

Mica (fracción respirable)(1) 3

Caolín (fracción respirable)(1) 2

Carbonato cálcico (fracción respirable)(1) 10

(1) Valores obtenidos como fracción respirable, es decir, utilizando el medio de retención (filtro de PVC prepesado), bombade aspiración y ciclón.

Para obtener los valores de las mediciones realizadas, se ha utilizado un equipo de lectura

directa y materia particulada como polvo total, por lo que no podemos comparar los va-

lores obtenidos con los valores que se establecen en la tabla anterior.

2.3.2. Resultados

A continuación, se muestran los valores obtenidos en las distintas mediciones reali-

zadas en las instalaciones visitadas. Los valores que se reflejan en la tabla responden a:

• Zona / puesto donde se han realizado las mediciones.

• Parámetro medido (físico y químico).

• Media de los valores obtenidos.

• Máxima y mínima de los mismos.

• Uso de Equipos de Protección Individual.


Tab

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2.3.3. Conclusiones

En este apartado se pretende valorar, desde un punto de vista preventivo, los resultados

obtenidos en las visitas realizadas a las instalaciones. Esta valoración se realizará en base

a los criterios establecidos para cada uno de los parámetros analizados y que se detallan

en el apartado 2 del presente informe.

2.3.3.1. Ruido:

El criterio establecido para comparar los valores obtenidos es el Real Decreto 286/2006,

de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los

riesgos relacionados con la exposición al ruido.

En las distintas áreas de trabajo que comprenden el proceso productivo,

el principal foco de ruido viene causado por los equipos de trabajo o

máquinas que se utilizan.

Estos equipos generan una fuente de ruido que se ve aumentada por el efecto de rever-

beración (potenciación de las ondas sonoras) que en los distintos tipos de instalaciones

nos podemos encontrar (altura de las instalaciones, arquitectura del techo, material de

construcción, etc.).

Atendiendo a los valores obtenidos, podemos realizar las siguientes conclusiones y

propuestas de carácter preventivo:

• Como medida preventiva se establece el uso de Equipos de Protección Indi-

vidual (EPI´s) en las distintas áreas en las que se encuentran los puestos de

trabajo objeto del presente estudio. Sin embargo, atendiendo a los valores obtenidos

destaca la obligatoriedad del uso de protección auditiva en algunos puestos de trabajo,

mientras que en otros tan sólo es recomendable su utilización:

– En las áreas de preparación, recepción de tierra, moldeo y extrusión,

los valores resultantes de las mediciones higiénicas que se han realizado hacen obli-

gatorio el uso de protección auditiva por parte del colectivo de trabajadores.


– En las áreas de apilado y desapilado, el uso de protección auditiva es

recomendable para los trabajadores que realizan su actividad en esas áreas.

– La zona de horno, al tener ésta una exposición en algunos casos estudiados mixta,

entre la zona de oficina para control de los parámetros por ordenador y las inspeccio-

nes-toma de datos de los parámetros de control, se recomienda el uso de los pro-

tectores en aquellas zonas del horno donde se superen los 80 dB (A).

• En cuanto al tipo de EPI´s se recomienda una protección au-

ditiva tipo orejeras, teniendo en cuenta la atenuación del mismo,

la comodidad para el operador de la zona, higiene en su uso, etc.

Estos protectores auditivos pueden establecer (como valor medio de mercado), una

atenuación en valores:

– SNR: 26 dB

– H: 27 dB; M: 24 dB; ; L: 24 dB

Atendiendo a lo establecido en el Apéndice 4 sobre protectores auditivos: Selección y

utilización, descrito en la Guía del INSHT sobre exposición de los trabajadores al ruido, se

puede calcular la atenuación de los equipos de protección tal y como se describe en la

norma UNE – EN 458:2005.

Para el caso que nos ocupa, utilizaremos la atenuación con la reducción prevista del

nivel de ruido (PNR) y el índice de reducción único (SNR).

Método de H, M y L: Atenuación PNR

a) Si la diferencia de niveles sonoros sin ponderar (LC) y ponderado (LA) es menor o

igual a 2:

b) Y si la diferencia es mayor que 2:


Método del SNR.

Atenuación= LC - SNR

Así mismo, debemos tener en cuenta la incertidumbre que se comete, tanto en el propio

equipo, como en los valores de la atenuación (teórica) de los protectores auditivos. En

este caso y atendiendo al equipo de medición utilizado (sonómetro Clase I), podemos

asignar una incertidumbre de medición de 0,5 dB. Respecto a la incertidumbre en los

equipos de protección, se recomienda reducir la misma entre un 50 % y un 25 % con res-

pecto a los valores que nos proporcionan los fabricantes de dichos equipos.

Para el caso que nos ocupa, podemos tener una atenuación de:

ÁREA - ZONAMEDIA L Atenuado dB(A)

Uso deDE TRABAJO

VALORES OBTENIDOSEPI´s

LA LC PNR SNR

PREPARACIÓN - RECEPCIÓN DE TIERRAS 82 90 66 67 Obligatorio

MOLDEO - SECADO 83 87 67 68 Obligatorio

EXTRUSIÓN 86 90 70 71 Obligatorio

APILADO 80 84 64 65 Recomendable

HORNO 77 84 61 62 No Aplica

DESAPILADO 81 85 65 66 Recomendable

Para todos los valores obtenidos, la diferencia entre LC y LA es mayor de dos por lo que

utilizaremos la ecuación (b), tal y como se ha indicado anteriormente.

• En cuanto al tiempo de utilización de los Equipos de Protección Indivi-

dual, es importante tener en cuenta lo siguiente:

– Es frecuente que en ocasiones el operador descanse durante ciertos periodos de tiempo

del uso de los mismos. En estos descansos que se producen, se puede definir que la dosis


de ruido que el oído soporta, hace que la protección real baje considerablemente su efi-

cacia y pueda llegar a no proteger al oído a lo largo de la jornada de trabajo.

– A su vez, una excesiva protección, puede provocar un cierto aislamiento que a su vez

puede tener otras consecuencias tales como atropellos con equipos móviles, que

pueden estar presentes en las instalaciones.

– Se recomienda que el protector ofrezca una protección PNR que garantice

que el nivel de ruido en el oído se encuentre entre 65 y 80 dB (A),

siempre y cuando el protector se utilice durante toda la jornada y/o en las situaciones

donde se genera ruido.

Por otra parte, y en relación a la exposición combinada a ruido y a agentes químicos, los

efectos que pueden ocasionar son la aparición de sustancias ototóxicas, que a su vez

puede generar una fragilidad en el oído interno, produciendo una mayor susceptibilidad

del operador al ruido ambiental.

En la Guía editada por el INSHT, en el Apéndice 6, aparece una relación de posibles agen-

tes ototóxicos con posibilidad de encontrarse en la industria:

Agentes ototóxicos con posible presencia en entornos industriales


Familia de compuestos

Disolventes orgánicos

Metales

Gases

Sales

Agentes

ToluenoXileno

EstirenoTricloroetileno

MercurioManganeso

PlomoArsénico

Monóxido de carbonoCianuro de hidrógeno

Cianuros

Afección sobre

Córtex y cóclea

Nervio auditivo

Nervio auditivo

Nervio auditivo

Córtex

2.3.3.2. Temperatura, Humedad Relativa e Iluminación

Temperatura:

La existencia de calor en el ambiente laboral constituye frecuentemente una fuente de

disconfort, aunque en ciertas ocasiones, el ambiente térmico puede generar riesgos para

la salud. Generalmente, estas situaciones se relacionan con la existencia de altas tempe-

raturas, humedad y trabajos que impliquen un cierto esfuerzo físico.

Una vez establecido el tipo de trabajo que se realiza en estas instalaciones (trabajos

sedentarios), el valor de la temperatura está comprendido entre 17 y 27 º C.

Según los valores obtenidos en la tabla nº 2, podemos concluir que se alcanzan dichos

valores en las zonas de apilado, y cercano a los valores límite en las zonas de moldeo y

horno. Esta circunstancia responde a varios factores: el principal, al propio proceso pro-

ductivo de las instalaciones, ya que se localizan equipos donde se debe generar calor para,

en un primer momento, realizar un secado de las piezas, y por otro, la cocción de la misma

para dar la resistencia final al producto.

Esta circunstancia, unida a la tipología de las instalaciones en cuanto a sus características

constructivas (altura de los techos, zonas abiertas y/o cerradas con acumulación del calor,

salida del material a temperatura, etc.), constituye el principal origen de los valores de

temperatura y humedad que se han obtenido.

Por otra parte, el riesgo de estrés térmico para una persona expuesta a un ambiente ca-

luroso, depende de la producción de calor de su organismo como resultado de su activi-

dad física y de las características del ambiente que le rodea, que condiciona el intercambio

de calor entre el mencionado ambiente y su cuerpo.

Cuando el calor generado por el organismo no puede ser emitido al ambiente, se acumula

en el interior del cuerpo haciendo que su temperatura aumente, disminuyendo el rendi-

miento (el cansancio llega antes de lo normal) y afectando a la capacidad mental (disminuye

la atención y comprensión), pudiendo producirse, en casos extremos, daños irreversibles.


La exposición excesiva a un ambiente caluroso puede ocasionar dife-

rentes afecciones que es importante conocer para saber detectar pre-

cozmente los primeros síntomas, tanto en uno mismo, como en relación

con otros compañeros de trabajo.

Respecto a la posible aparición de estrés térmico en estos puestos de trabajo, en la Guía

de Prevención de Riesgos Laborales en el sector de fabricación de ladrillos y tejas de arcilla

cocida, promovida por la Comisión Mixta de Salud Laboral del Convenio Colectivo Estatal

de Tejas y Ladrillos y financiada por la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales,

se identifica como riesgo laboral el estrés térmico asociado a los puestos de trabajo que

se ocupan en estas áreas de trabajo.

Las afecciones más destacables son las siguientes:

• Golpe de calor.

• Agotamiento por calor.

• Calambres.

• Desmayos.

• Sarpullidos.

Por otra parte, la Guía del INSHT sobre Lugares de Trabajo, en su Anexo III, establece que

en aquellos lugares que pueden generar radiación térmica elevada, como en el caso de

fábricas de ladrillos y de cerámica, se pueden originar situaciones de riesgo para la salud

de los trabajadores.

Teniendo en cuenta las características del propio proceso productivo y los focos que ge-

neran la elevación de la temperatura, a continuación se proponen las siguientes medidas

preventivas:

• Consumo de líquidos: es importante el consumo de líquidos antes, durante y des-

pués de la exposición a altas temperaturas, debiendo incrementarse la ingestión de

agua o bebidas isotónicas, que deberán ser consumidas de forma frecuente (sin esperar

a tener sed) para compensar la pérdida de agua a través de los pulmones y la piel, y


prevenir de ese modo una posible deshidratación cuando las temperaturas sean ele-

vadas.

• Evitar el consumo de bebidas estimulantes, especialmente aquellas que con-

tengan cafeína, minimizando sobre todo el consumo de café como diurético para dis-

minuir la pérdida de agua y evitar la vasodilatación.

• Se recomienda establecer pautas de descanso en ambientes climatizados,

no generándose (por otro lado) un golpe de temperatura (cambio brusco de tempe-

ratura).

Humedad:

Respecto a los valores obtenidos de humedad relativa, éstos se encuentran dentro de

los intervalos establecidos en la legislación. No obstante, en algunas de las instalaciones

visitadas, los valores resultantes están por debajo del 30 %.

Esta disminución lleva como consecuencia efectos de sequedad de la mucosa, garganta,

ojos, etc.

En este sentido, se recomiendan (al igual que en el caso de la temperatura) las si-

guientes medidas preventivas:

• Ingestión de agua o bebidas isotónicas, que deberán ser consumidas de forma

frecuente.

• En caso de sequedad en los ojos, humedecer los mismos con líquidos especí-

ficos acondicionados para dicha sequedad.

• En caso de instalaciones para el control de los parámetros de los hor-

nos, acondicionar la sala a dichos valores de humedad relativa.


Iluminación:

El criterio de referencia para la valoración del nivel de iluminación en los puestos de tra-

bajo, es el Real Decreto 486/1997, de 14 de Abril, por el que se establecen las disposiciones

mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo (Anexo IV).

Los valores obtenidos están por encima de los valores mínimos reco-

mendados, debido tanto a las luminarias que se localizan en las instalaciones, como la

presencia de tragaluces en los techos que hacen un aporte de luz natural en las instala-

ciones.

A continuación se indican las siguientes recomendaciones:

• Para mantener dichos niveles de iluminación mínimo recomendables, se de-

berá establecer un programa de mantenimiento de las luminarias (luz ar-

tificial) para que en las épocas sin aporte de luz natural, los valores permanezcan en

los que se detallan a continuación:

ÁREA - ZONA DE TRABAJO NIVEL MÍNIMO DE ILUMINACIÓN (lux)

Preparación – recepción de tierras 200

Moldeo /Extrusión 500

Prensado 500

Apilado - Secado 200

Horno 300(1) - 500(2)

Desapilado 300

(1) Valor estimado para la zona donde se localizan los equipos a controlar en el horno (normalmente en la parte su-perior-techo del mismo).

(2) Valor recomendado para la zona de oficinas donde se controlan los parámetros mediante ordenador (Pantalla deVisualización de Datos).


2.3.3.3. Calidad del aire en interiores. CO y CO2

Calidad del aire en interiores. CO

Los criterios establecidos para la medición de estos dos parámetros están definidos por

el INSHT para el caso de CO, y en la norma EN 13779, para el caso de CO2.

Atendiendo a los valores de la tabla nº 3, el valor de CO en las diferentes áreas –

zona de trabajo, está por debajo del valor límite establecido en 25 ppm.

Calidad del aire en interiores. CO2

En cuanto al valor de CO2, tanto en el interior como en el exterior, se cumple

con lo establecido en la categoría IDA 4 (diferencia entre los valores interior –

exterior de 1200 ppm), ya que la diferencia entre ambos valores no supera, como máximo,

240 ppm.

Los resultados obtenidos reflejan que no existe riesgo de acumulación de

dichos agentes y que la ventilación (natural en casi todos los casos)

asegura una renovación de aire. Esta circunstancia es debida, a que, aunque

estas instalaciones son cerradas, el aporte de aire del exterior mediante las puertas

asegura dicha renovación.

2.3.3.4. Concentración de partículas

Para la valoración de los parámetros medidos en las distintas zonas evaluadas, se han to-

mado como referencia los valores publicados por el Instituto Nacional de Seguridad e

Higiene en el Trabajo (INSHT) en el documento “Límites de Exposición Profesional para

Agentes Químicos en España”, concretamente, lo referido al valor establecido como valor

límite de exposición diaria, VLA-ED= de 10 mg/m3.


A partir de los valores obtenidos y retomando lo expuesto en el apartado 2.3.1.6 “Con-

centración de partículas”, no podemos establecer como límite de exposición diaria el

valor de la sílice cristalina respirable (SCR), ya que tanto la toma de muestra, como la

falta de análisis de la muestra, no dan valores referidos a la SCR.

Como criterio de evaluación de la exposición y de cara a clasificar la exposición a los

agentes químicos en las zonas de trabajo, se va a seguir lo establecido en el apéndice 4

de la Guía Técnica INSHT (Método de evaluación de la exposición a agentes químicos por in-

halación). En el apartado 5 del apéndice 4 de la Guía Técnica para la Evaluación y Preven-

ción Relacionados con los Agentes Químicos, editada por el INSHT, se establece la

valoración por comparación con el valor límite ambiental de la exposición diaria:

I= ED/VLA-ED

Donde:

I = Índice de exposición laboral

ED = Concentración de la exposición laboral. Es la concentración promedio de

la jornada de trabajo, ponderada para un tiempo de 8 horas.

VLA-ED = Es el valor límite de exposición considerado.

Para realizar este análisis para la SCR, necesitamos conocer la fracción respirable y el

contenido de SCR que se recoge en el filtro.

Si tomásemos sólo como referencia el valor de materia particulada, podemos concluir

que en ninguna de las zonas se sobrepasa el valor límite de exposición

(VLA – ED) para polvo total, pero hay que incidir en lo comentado anteriormente

(toma de muestra y contenido de SCR en las muestras) sobre estos resultados obtenidos,

que sirven de base para dar una aproximación al nivel de exposición a polvo que podemos

encontrar en este tipo de industrias.


ÁREA - ZONA DE TRABAJO Materia Particulada mg/m3

PREPARACIÓN - RECEPCIÓN DE TIERRAS 0,48

MOLDEO – SECADO 0,26

APILADO 0,17

HORNO 0,06

DESAPILADO 0,05

Para finalizar, y en relación a los valores obtenidos, éstos pueden verse modificados por

el ritmo de producción, tipo de arcilla, medio de transporte (cintas carenadas, vía semi-

humedad), medios técnicos utilizados para la molienda y mezcla de la materia prima, etc.

Como recomendación preventiva encaminada a la protección frente a la exposición

a Sílice Cristalina Respirable, se recomienda el uso de Equipos de Protección In-

dividual (tipo mascarilla) en aquellas zonas donde se superasen concentraciones

medias de valor el 10 % del valor límite establecido para la Sílice Cristalina Res-

pirable (0,1 mg/m3); es decir, cuando se obtuviesen valores de la fracción respirable

de 0,01 mg/m3.

Este criterio, está basado en la Guía Técnica para la Evaluación y Prevención Relacionados con

los Agentes Químicos editada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo,

concretamente en lo expuesto en el apartado 5 del apéndice 4. En dicho apartado esta-

blece, en base al número de mediciones y al Índice de Exposición Laboral

(I), cuál sería el valor del índice de Exposición Laboral para considerar que la exposi-

ción se pueda considerar aceptable (I: 0,1).

En el caso de ser necesario el uso de Equipo de Protección Indi-

vidual, se establecería el uso del mismo con un nivel de protección tipo

FFP2.


Con este tipo de Equipos de Protección Individual tipo mascarilla nos aseguramos

un nivel de protección frente a partículas sólidas entre 4 y 10 veces

el valor límite establecido, respondiendo así a la necesidad de ofrecer la má-

xima protección a los trabajadores frente a este tipo de riesgos higiénicos.

2.4. Informe de análisis de cargaergonómica

Los puestos de trabajo objeto del presente estudio que intervienen en el proceso pro-

ductivo de fabricación de ladrillos y tejas, se ven expuestos en la realización de sus tareas

a riesgos de naturaleza ergonómica. Este tipo de riesgos se dan como consecuencia de:

a) La manipulación manual de cargas por parte de los trabajadores, posturas

forzadas o movimientos repetitivos que pueden llevar a cabo como conse-

cuencia del desarrollo de su trabajo diario.

No obstante, este tipo de riesgos, en la mayoría de las empresas del sector, no adquiere

una gran relevancia debido a que, en la mayoría de las empresas, el proceso productivo

se encuentra automatizado casi en su totalidad, dándose este tipo de manipulación en

momentos puntuales y durante cortos periodos de tiempo a lo largo de su jornada la-

boral.

b) Bipedestación prolongada, que se produce por el hecho de que los trabajadores

puedan encontrarse la mayor parte de la jornada laboral en posición de pie.

Sin embargo, en la mayor parte de los casos, los trabajadores se están moviendo a lo

largo de la jornada realizando diversas tareas, por lo que el riesgo no adquiere especial

relevancia.


c) Conducción de maquinaria.

En la conducción de maquinaria se dan los riesgos propios derivados de la conducción

de carretillas elevadoras, palas cargadoras, etc. y que estarán condicionados a las ca-

racterísticas ergonómicas de los mismos.

d) Uso de Pantallas de Visualización de Datos.

El uso de Pantallas de Visualización de Datos no adquiere gran relevancia ya que, dentro

del proceso productivo, solo hace uso de Pantallas de Visualización de Datos el personal

encargado del horno y en momentos muy precisos y puntuales sobre control de tem-

peratura, etc.

Así mismo, y según lo indicado anteriormente se establece que los riesgos ergonómicos

a los que están expuestos los puestos de trabajo objeto del estudio, no precisan de

estudio ergonómico específico, ya que el proceso productivo está lo suficientemente

mecanizado, limitándose las tareas que puedan implicar un riesgo ergonómico a actua-

ciones puntuales.

Sin embargo, resulta conveniente indicar, a modo de recomendación preventiva, una

serie de medidas que en la realización de las tareas se deben tener en cuenta.

En el cuadro, se indican los tipos de riesgo ergonómico asociados por puesto de trabajo:


PUESTO DE TRABAJO TIPO DE RIESGO

Operario preparación – recepción de tierras • Conducción de maquinaria

Operario Moldeo /Extrusión y Prensado • Bipedestación prolongada• Manipulación manual de cargas

Operario Apilado / Secado • Bipedestación prolongada• Manipulación manual de cargas

Operario Horno • Bipedestación prolongada• Manipulación manual de cargas• Pantallas de Visualización de Datos

Operario Desapilado • Bipedestación prolongada• Manipulación manual de cargas• Conducción de maquinaria

A continuación, se describen las medidas preventivas que se deben tener en cuenta según

los puestos de trabajo y riesgos de naturaleza ergonómica asociados, agrupados de la si-

guiente manera:

• MEDIDAS PREVENTIVAS COMUNES PARA LOS PUESTOS DE TRABAJO:

– Operario de Moldeo / Extrusión y Prensado.

– Operario de Apilado / Secado.

– Operario de Desapilado.

– Operario de Horno.

• MEDIDAS PREVENTIVAS ESPECÍFICAS PARA LOS PUESTOS DE:

– Operario de preparación y recepción de tierras.

– Operario de Desapilado (Carretillero).

– Operario de Horno.


MEDIDAS PREVENTIVAS COMUNES PARA LOS PUESTOS DE TRABAJO:Operario de Moldeo/Extrusión y Prensado; Operario de Apilado y Secado;Operario de Desapilado y Operario de Horno.

√ Medidas organizativas y dirigidas al trabajador

• Evitar permanecer de forma continuada en una misma postura. Serecomienda la alternancia de tareas y la realización de pausas.

• El trabajador intentará no permanecer mucho tiempo de pie, de-biendo sentarse cada cierto tiempo; de esta forma se reducirá elriesgo de alteraciones vasculares en extremidades inferiores.

• Si es inevitable, se recomienda realizar paseos cortos y frecuentes,haciendo ejercicios de estiramientos sencillos para favorecer la cir-culación sanguínea:

– Realizar alternativamente ejercicios de contracción y estiramien-tos de los gemelos.

– Relajar la zona lumbar en una pared, con basculación de la pelvis.– Flexionar frecuentemente los tobillos. Estando de pie, ponerse

de puntillas o de talones de manera alternativa.


TIPO DE RIESGO

MEDIDAS PREVENTIVAS

BIP

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EST

AC

IÓN

PR

OLO

NG

AD

A

√ Medidas organizativas

• Impartir formación/información a los trabajadores respecto a ma-nipulación de cargas.

• Se recomienda no manipular manualmente cargas superiores a 25Kg. aunque es recomendable que el peso no exceda los 15 Kg.

• Incluir en la vigilancia de la salud un protocolo específico para tra-bajos que requieren manipulación manual de cargas.

• Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esque-lético que se produzcan.

• Utilizar, siempre que sea posible, la manipula-ción mecánica en vez de la manipulación ma-nual de cargas.

√ Medidas técnicas

• En la medida de lo posible, se contará con un ta-burete de apoyo en las proximidades de las cintastransportadoras para su uso durante las tareas devigilancia.

• La superficie del asiento deberá ser ajustable en al-tura e inclinación. Se recomienda que disponga degiro a 360º para favorecer la libertad de movimien-tos evitando así torsiones de cuello y tronco.

• Instalar junto a las inmediaciones de las cintastransportadoras esteras antifatiga.


TIPO DE RIESGO

MEDIDAS PREVENTIVAS

BIP

ED

EST

AC

IÓN

PR

OLO

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√ Medidas dirigidas al trabajador

• Como norma general, es preferible manipular las cargas cerca delcuerpo, a una altura comprendida entre la altura de los codos y losnudillos, ya que de esta forma disminuye la tensión en la zona lumbar.

• Si las cargas que se van a manipular se encuentranen el suelo o cerca del mismo, se utilizarán las téc-nicas de manejo de cargas que permitan utilizar losmúsculos de las piernas más que los de la espalda.

• Siempre que se manipulen cargas, utilizar calzadode seguridad

√ Instrucciones para el levantamiento de cargas

1. Planificar el levantamiento – Utilizar las ayudas mecánicas precisas. Siempre que sea posible se

deberán utilizar ayudas mecánicas. – Seguir las indicaciones que aparezcan en el embalaje acerca de

los posibles riesgos de la carga, como pueden ser un centro degravedad inestable, materiales corrosivos, etc.

– Si no aparecen indicaciones en el embalaje, observar bien la carga,prestando especial atención a su forma y tamaño, posible peso,zonas de agarre, posibles puntos peligrosos, etc. Probar a alzarprimero un lado, ya que no siempre el tamaño de la carga ofreceuna idea exacta de su peso real.

– Solicitar ayuda de otras personas si el peso de la carga es excesivo ose deben adoptar posturas incómodas durante el levantamiento y nose puede resolver por medio de la utilización de ayudas mecánicas.

– Tener prevista la ruta de transporte y el punto de destino final dellevantamiento, retirando los materiales que entorpezcan el paso.

– Usar la vestimenta y el calzado proporcionados.


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2. Colocar los pies – Separar los pies para proporcionar una postura estable y equili-

brada para el levantamiento, colocando un pie más adelantadoque el otro en la dirección del movimiento.

3. Adoptar la postura de levantamiento– Doblar las piernas manteniendo en todo momento la espalda de-

recha, y mantener el mentón metido. No flexionar demasiado lasrodillas.

– No girar el tronco ni adoptar posturas forzadas.

4. Agarre firme – Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos y pegarla

al cuerpo. El mejor tipo de agarre sería un agarre en gancho, perotambién puede depender de las preferencias individuales, lo im-portante es que sea seguro. Cuando sea necesario cambiar el aga-rre, hacerlo suavemente o apoyando la carga, ya que incrementalos riesgos.

5. Levantamiento suave– Levantarse suavemente, por extensión de las piernas, mante-

niendo la espalda derecha. No dar tirones a la carga ni moverlade forma rápida o brusca.

6. Evitar giros – Procurar no efectuar nunca giros, es preferible mover los pies

para colocarse en la posición adecuada.

7. Carga pegada al cuerpo – Mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levanta-

miento.

8. Depositar la carga – Si el levantamiento es desde el suelo hasta una al-

tura importante, por ejemplo la altura de los hom-bros o más, apoyar la carga a medio camino parapoder cambiar el agarre.

– Depositar la carga y después ajustarla si es nece-sario.

9. Realizar levantamientos espaciados


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MEDIDAS PREVENTIVAS ESPECÍFICAS PARA LOS PUESTOS DE: Operariode preparación y recepción de tierras; Operario de Desapilado (Carretillero).

√ En relación a los vehículos y vías de circulación:

• El asiento del operador estará dotado de sus-pensión, y será anatómico y regulable en altura yhorizontalmente.

• La amortiguación del asiento debe poder ser re-gulada en función del peso del conductor.

• Mantener en buen estado de uso el asiento, así como sus diferen-tes regulaciones.

• Verificar en la maquinaria que los controles y mandos son perfec-tamente accesibles y que su movimiento se corresponde a los es-tereotipos usuales. Tanto el esfuerzo a realizar sobre volantes,palancas, etc., como sus posibles retrocesos, son aspectos quetambién conviene comprobar en cada máquina y tras cada repa-ración o reforma.

• Realizar controles periódicos de mantenimiento de los vehículosy del firme de la planta para detectar posibles causas que puedanprovocar exposición a vibraciones en cuerpo entero.

• Procurar que las superficies por las que se circule sean uniformesy carezcan de irregularidades.


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√ Medidas organizativas y dirigidas al trabajador:

• Se recomienda que el personal que realiza las tareas de conduc-ción de la maquinaria realice algún tipo de pausa controlada o ro-tación con otro puesto que permita no permanecer de formacontinua las 8 horas de la jornada en posición sedante y con re-querimientos continuos debido a la conducción.

• Rotación en el tipo de tareas que puede desempeñar un maqui-nista para evitar dolencias de cuello y cervicales.

• Informar a los trabajadores del puesto de la necesidad de alternarlas posturas de pie y sentado, para minimizar la sobrecarga en ex-tremidades inferiores y columna vertebral por mantener posturassentadas durante exposiciones prolongadas.

• El operador de la máquina deberá realizar los ajustes necesariosde asiento antes del inicio de los trabajos.

• El trabajador deberá sentarse de forma que la espalda permanezcaen contacto con el respaldo del asiento.

• Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo es-quelético que se produzcan.


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MEDIDAS PREVENTIVAS ESPECÍFICAS PARA EL PUESTO DE: Operario de Horno

• Formar a los usuarios sobre el buen uso de los equipos de tra-bajo.

• Las dimensiones de la mesa deben ser tales que permitan que elequipo de trabajo se pueda colocar correctamente permitiendoholgura de movimientos.

• La altura de la mesa respecto a la altura de la silla deben ser talesque permitan el cambio postural a partir de la postura de refe-rencia.

• Entre el teclado y el borde de la mesa debe haber suficiente es-pacio para colocar cómodamente los antebrazos.

• La pantalla de datos debe ocupar la posición principal en la mesa,situada en frente del usuario para evitar que se realicen torsionesde tronco o cuello y a una distancia superior a 40 cm. para su vi-sualización.

• Colocar la pantalla de forma que su parte superior esté a la alturade los ojos.

• Orientar la pantalla de forma que se eviten reflejos y deslumbra-mientos provenientes de focos luminosos. No situar la pantalla nien frente ni de espaldas a una ventana.

• Utilizar sistemas (cortinas, persianas…) que permitan regular laentrada de luz natural.

• Elegir un correcto sistema de iluminación de los puestos de tra-bajo para conseguir tanto un cierto confort visual como una pre-cisa percepción visual.


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• Las luminancias de los diferentes equipos de trabajo deben ho-mogeneizarse.

• Adoptar una postura correcta frente a la pantalla de visualizaciónde datos.

• Ajustar la altura de la silla de forma que la parte superior delcuerpo y la inferior están formando un ángulo recto (un ángulode 90º), con la espalda completamente pegada al respaldo de lasilla.

• Comprobar que los pies están bien apoyados en el suelo. Si no esasí, utilizar un reposapiés.


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Accidentes de trabajoy enfermedadesprofesionales en eltrabajo. Siniestralidad laboralen el sector

3

3.1. IntroducciónLos trabajadores del sector de fabricación de tejas y ladrillos están expuestos a la acción

de numerosos agentes ambientales de tipo físico y químico. Estos agentes implican la pre-

sencia de una importante serie de riesgos, debido a la gran variedad y cantidad de mate-

riales y productos químicos que se emplean en las distintas fases del proceso productivo.

Los efectos nocivos para la salud varían desde lesiones de duración reducida (como he-

ridas, distensiones, esguinces o tirones musculares, irritación de la piel, ojos o vías respi-

ratorias, etc.), hasta enfermedades crónicas que dan lugar a importantes secuelas y grados

de incapacidad (enfermedades pulmonares crónicas, sordera, quemaduras, cáncer, etc.).

Desde un punto de vista médico-legal, las enfermedades que derivan de la actividad laboral

pueden clasificarse en dos grandes grupos: accidentes de trabajo y enfermedades

profesionales.

Se define el accidente de trabajo (AT en adelante) como “toda lesión que el trabajador

sufre con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena”. Se clasifica en

leve, grave, muy grave o mortal.

La enfermedad profesional (EP en adelante) se define desde un punto de vista le-

gislativo como “aquella enfermedad contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta

ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones

de aplicación y desarrollo de esta Ley, y que ésta proceda por la acción de elementos o sustancias

que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional”.

Conviene, además, tener en cuenta dos puntualizaciones:

1. Para que una enfermedad derivada del trabajo sea considerada de origen profesional,

debe estar recogida en el nuevo cuadro de enfermedades profesionales (RD

1299/2006, de 10 de diciembre). En caso contrario, requerirá de una evaluación y podrá,

en todo caso, ser asimilada como accidente de trabajo.

59ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES EN EL TRABAJO

2. La enfermedad agravada por la actividad laboral es aquella patología que,

no teniendo un origen laboral, puede ver empeorado su curso debido a la influencia

negativa de determinados riesgos presentes en el trabajo. Dentro de este tipo de pa-

tologías se pueden incluir muchas enfermedades, algunas de ellas con un origen gené-

tico, inmunológico o degenerativo (quizás el ejemplo más típico sea la artrosis). Tras

una evaluación pericial individualizada, puede ser declarada como accidente de trabajo.

Este grupo de enfermedades genera una gran polémica debido a las repercusiones

socio-laborales y económicas sobre el trabajador, y su inclusión legal como un tercer

grupo de enfermedades laborales (junto a los AT y las EP) se encuentra actualmente

en fase de intenso debate.

Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales son declarados y notificados al

Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) por las entidades gestoras (las MATEPS

o Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) y recogidos en una

base de datos de la Administración, que publica, anualmente, las estadísticas oficiales.

Las estadísticas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales

sobre el sector proporcionan una información muy valiosa que sirve de herra-

mienta al experto en Prevención de Riesgos Laborales para determinar las posibles

líneas de actuación encaminadas a la reducción de la siniestralidad la-

boral.

Para el siguiente análisis, se ha utilizado la información facilitada por el Instituto Na-

cional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, según ficheros informatizados de

partes de accidentes de trabajo y partes de enfermedades profesionales del Observatorio

Estatal de Condiciones de Trabajo.


3.2. Siniestralidad en el sector.Estadísticas oficiales sobreenfermedades profesionales

La información obtenida del registro de datos informatizados de enfermedades profesio-

nales del Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo, según el listado de enfermedades

profesionales recogidas en el Anexo I del R.D. 1299/2006, en el periodo comprendido

entre 2000 y 2006 ambos incluidos, se refleja en el siguiente cuadro:

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

PLOMO Y SUS COMPUESTOS 5 8 5 0 0 0 0

CROMO Y SUS COMPUESTOS 0 1 1 0 0 0 0

DERIV. HALOGENADOS DE HIDROC. ALIFÁTICOS 0 1 0 0 0 0 0

OTRAS ENFERMEDADES POR AGENTES QUIMICOS NO INCLUIDOS EN OTROS APARTADOS

0 0 1 0 0 0 0

AFECCIONES CUTÁNEAS POR SUSTANCIAS NO CONSIDERADAS EN OTROS APARTADOS

2 3 6 2 1 2 0

SILICOSIS 1 1 1 1 1 0 0

ENFERMEDADES POR IRRITACIÓN DE VIAS AÉREAS SUPERIORES

0 2 2 0 0 1 0

ENFERMEDADES POR RADIACIONES IONIZANTES

1 0 0 0 0 0 0

HIPOACUSIA POR RUIDO 0 1 0 0 0 0 1

ENFERMEDADES OSTEOARTICULARES O ANGIONEUROTICAS POR VIBRACIONES MECÁNICAS

0 1 2 0 0 1 0

ENFERMEDADES DE LAS BOLSAS SEROSAS POR PRESIÓN (BURSITIS) 0 0 1 1 0 0 0

ENFERMEDADES POR FATIGA DE VAINAS TENDINOSAS

24 19 36 18 38 15 15

LESIONES DEL MENISCO EN LAS MINAS Y TRABAJO SUBTERRÁNEO

0 0 1 0 0 0 0

PARÁLISIS DE LOS NERVIOS POR PRESIÓN

3 0 3 2 0 4 3

TOTAL 36 37 61 24 40 23 19


A continuación, se analizan los grupos de patologías más relevantes:

1. Nº total de casos declarados de enfermedades profesionales.

2. Enfermedades por fatiga de vainas tendinosas.

3. Plomo y sus compuestos.

4. Afecciones cutáneas (por sustancias no consideradas en otros apartados).

5. Parálisis de los nervios por presión.

6. Silicosis.

7. Enfermedades por irritación de vías aéreas superiores.

3.2.1. Nº total de casos declarados de enfermedades profesionales

Durante el periodo 2000 a 2006, se han notificado 240 casos de enfermedad pro-

fesional en el sector de fabricación de ladrillos y tejas. La media anual resultante

es de 34,28 casos.

El año 2002 es el que presenta el máximo número de Enfermedades profesionales noti-

ficadas, con 61 casos declarados. Hay también un ligero repunte en el año 2004, con

40 casos. Como se verá más adelante, este incremento se debe principalmente al impor-

tante aumento de las EP por fatiga de las vainas tendinosas acontecido en esos años.

Por otra parte, en 2005 y 2006, el número total de casos declarados se reduce a 23 y 19

casos respectivamente, lo que se traduce en una discreta reducción de las EP.


3.2.2. Enfermedades por fatiga de vainas tendinosas, de los tejidosperitendinosos, de las inserciones musculares y tendinosas

Entre las enfermedades profesionales causadas por agentes físicos, se encuentran los tras-

tornos músculo esqueléticos (TME). Son las patologías relacionadas con el tra-

bajo, más frecuentes, tanto en España como en el conjunto de Europa. Aglutinan

varios grupos de enfermedades, dentro de las cuales, las más frecuentes son las

enfermedades por fatiga de vainas tendinosas (inflamación o irritación de la

membrana que cubre los tendones), de los tejidos que los rodean o de sus inserciones.

Son debidas a la realización de una excesiva cantidad de determinados movimientos, o

bien por micro traumatismos repetidos o acumulados, que acaban afectando a los mús-

culos, tendones o huesos.

Este grupo de patologías profesionales son también las más frecuentes en el sector de

fabricación de ladrillos y tejas, dada la carga física que conlleva la producción y manipula-

ción de los materiales y sus productos.

Entre los años 2000 y 2006, se han producido 165 casos de EP originadas por fatiga de

vainas tendinosas. La media anual de casos declarados en el periodo estudiado es de

23,85 casos.

A lo largo del tiempo, se ha producido una discreta disminución en el número de enfer-

medades declaradas por este grupo de patologías, si bien aparecen dos importantes picos

en 2002 y en 2004, con 38 EP declaradas en cada uno. Este aumento condiciona en gran

medida los resultados totales de ambos años, especialmente del 2002.

Posteriormente, en 2005 y en 2006, el número desciende a 15 casos cada año, lo que su-

pone un reseñable descenso.


3.2.3. Plomo y sus compuestos

La toxicidad del plomo es conocida desde hace mucho tiempo, lo que ha llevado a dictar

normas cada vez más restrictivas sobre su utilización en todos los ámbitos.

En nuestro sector, se han notificado 18 casos de EP causadas por plomo y sus compuestos.

Si bien la media anual de casos es de 2,57 casos, todos los casos notificados se

concentran en los años 2000 a 2002, donde aparecen 5, 8 y 5 enfermedades pro-

fesionales respectivamente.

Resulta muy positivo comprobar que en los cuatro años posteriores no se ha declarado

ningún caso de enfermedades profesionales por plomo y sus compuestos. La aplicación

de cambios en el sistema productivo, así como las mejoras en los métodos preventivos

puede haber motivado esta importante mejoría en las estadísticas.


3.2.4. Afecciones cutáneas por otras sustancias no consideradas

Las enfermedades de la piel originadas por otras sustancias (no consideradas en otros

apartados del Nuevo Cuadro de EP) han derivado 16 casos declarados en el periodo

2000-2006. La media anual resultante es de 2,28 casos.

En el año 2002 se refleja un repunte en el número de EP notificadas, en concreto 6 casos.

En años posteriores se ha visto una reducción paulatina llegando a no registrarse ningún

caso en el año 2006.

3.2.5. Parálisis de los nervios por presión

Son las lesiones nerviosas producidas por traumatismos repetidos que afectan a los ner-

vios periféricos, como consecuencia de las tareas que implican posturas forzadas mante-

nidas, esfuerzos o movimientos repetidos y apoyos prolongados o mantenidos.

El número total de EP notificadas por parálisis de los nervios por presión entre 2000 y

2006 es de 15 casos. La media anual resulta ser 2,1 casos.

Si bien en 2001 y 2004 no hay ninguna EP notificada por este motivo, en el resto del pe-

riodo se mantienen las cifras de declaración de casos.


3.2.6. Silicosis

La silicosis es un tipo de neumoconiosis, un grupo de enfermedades causadas por la acu-

mulación de polvo en los pulmones y la reacción tisular patológica secundaria a dicho

depósito. Cuando el material depositado es polvo de sílice, se origina la silicosis.

El número total de casos de silicosis notificados en el sector son 5 casos, lo que supone

una media de 0,71 casos anuales.

Ahora bien, se ha declarado un único caso de silicosis cada año hasta 2004. A partir de

este momento, no se han notificado más casos. Podemos sospechar que, al igual que lo

ocurrido con el plomo, la aplicación de mejoras en las medidas preventivas ha conseguido

la disminución de la incidencia de silicosis.


3.2.7. Otras enfermedades profesionales

A continuación, repasaremos brevemente el resto de enfermedades profesionales declaradas.

– Enfermedades por irritación de vías aéreas superiores. 5 casos declarados (dos casos

en 2001, dos en 2002, y otro en 2005).

– Enfermedades osteoarticulares o angioneuróticas por vibraciones mecánicas. 4 casos

declarados (uno en 2001, dos en 2002 y otro en 2005).

– Enfermedades de las bolsas serosas por presión (bursitis). 2 casos notificados (uno en

2002 y otro en 2003).

– Enfermedades por cromo y sus compuestos. 2 casos (uno en 2001 y otro en 2002).

– Hipoacusia por ruido. 2 casos (uno en 2001 y otro en 2006).

Por último, se ha declarado un único caso de EP en las siguientes patologías de origen

laboral:

– Por derivados halogenados de hidrocarburos alifáticos (2001).

– Por radiaciones ionizantes (2000).

– Lesiones del menisco en las minas y trabajo subterráneo (2002).

– Otras enfermedades por agentes químicos no incluidos en otros apartados (2002).

3.3. Siniestralidad en el sector.Estadísticas oficiales sobreaccidentes de trabajo

Los parámetros empleados en el análisis de la accidentalidad laboral en el sector de

fabricación de ladrillos y tejas, son los relativos a la severidad del accidente, diferenciando

entre accidentes de trabajo leves, graves, muy graves y mortales, en el periodo compren-

dido entre los años 2005 y 2008 inclusive.


2005 2006 2007 2008

Leve 1690 1606 1520 943

Grave 22 21 20 14

Muy grave 0 0 1 0

Mortal 3 0 2 5

Total 1715 1627 1543 962

A continuación, se muestran gráficas sobre siniestralidad atendiendo a los siguientes cri-

terios:

1. Nº total de accidentes en el periodo 2005-2008 inclusive.

2. Nº total de accidentes leves en el periodo.

3. Nº total de accidentes graves en el periodo.

4. Nº total de accidentes muy graves en el periodo.

5. Nº total de accidentes mortales en el periodo.

3.3.1. Nº total de accidentes en el periodo 2005-2008 inclusive

Durante el periodo de 2005 a 2008, se han notificado 5.847 accidentes de trabajo, lo que

supone una media anual de 1.461,7 accidentes de trabajo.

Sin embargo, pueden establecerse dos etapas:

– En la primera, entre 2005 y 2007, se notificaron 1.715, 1.627 y 1.543 accidentes respec-

tivamente. Es decir, se produjo un descenso de aproximadamente un 5,1% anual.

– En la segunda, que comprende el año 2008, se notificaron 962 accidentes de trabajo. La

disminución en el número de accidentes alcanza el 37,6%.


A la hora de valorar este importante descenso, deben tomarse en consideración otros

factores externos, aparte del análisis de los datos estadísticos puros. Un hecho destacable

es el efecto de la crisis económica sobre todos los sectores y, especialmente en el de la

construcción, íntimamente relacionado con el sector de ladrillos y tejas de arcilla cocida.

Al caer la demanda, ha descendido el número de trabajadores activos en el sector y, por

ende, cabe suponer que también lo ha hecho el número de accidentes.

Para soslayar posibles sesgos de interpretación, se requeriría el cálculo del índice de in-

cidencia, que relaciona el número de accidentes totales con el número de trabajadores y

horas de trabajo.

3.3.2. Nº total de accidentes leves en el periodo

Durante el periodo observado, se han notificado 5.759 accidentes de trabajo, lo que su-

pone una media anual de 1.439,7 accidentes de trabajo.

Los accidentes leves son los más frecuentes, y condicionan la mayor parte de las cifras

estadísticas. Suponen aproximadamente el 98% del total de accidentes.

Por tanto, es aplicable lo descrito en el apartado anterior:


– Una primera etapa, que abarca entre 2005 y 2007, donde se notificaron 1.690, 1.606 y

1.520 accidentes respectivamente, con un descenso de un 5,1% anual.

– Una segunda etapa, que comprende el año 2008, donde se notificaron 943 accidentes

de trabajo. La disminución en el número de accidentes alcanza el 37,9%.

3.3.3. Nº total de accidentes graves en el periodo

Durante el periodo de 2005 a 2008, se han notificado 77 accidentes de trabajo graves, lo

que supone una media anual de 19,2 accidentes de trabajo graves.

También podemos observar una disminución progresiva durante los tres primeros años:

4,5% en 2006 y 4,7% en 2007. Sin embargo, en 2008 la reducción supone el 30%.


3.3.4. Nº total de accidentes muy graves en el periodo

Nos encontramos ante un sector en el que la mayoría de los accidentes de trabajo que

se producen son leves y/o graves: tanto en el año 2005, 2006 como en el año 2008 no ha

tenido lugar ningún accidente de trabajo calificado como muy grave; de la gráfica se des-

prende que solo en el año 2007 se produjo un único accidente muy grave.

3.3.5. Nº total de accidentes mortales en el periodo

Como se puede observar en la gráfica abajo indicada, la accidentalidad laboral ha ido me-

jorando a lo largo del periodo de referencia, tal y como se refleja: en el año 2005 se pro-

dujeron 3 accidentes mortales, en el año 2007, 2 accidentes mortales, siendo en el año

2008 cuando se han producido más accidentes mortales (5), de los cuales los so-

licitantes del proyecto no han tenido conocimiento ni constancia en ningún momento.


En definitiva, de la información facilitada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene

en el Trabajo, según ficheros informatizados de partes de accidentes de trabajo del Obser-

vatorio Estatal de Condiciones de Trabajo en el periodo comprendido entre 2005 y 2008,

podemos destacar las siguientes conclusiones:

• La siniestralidad laboral ha ido mejorando a lo largo del periodo de referencia. En el

año 2008 se observa una reducción muy importante tanto de los acci-

dentes leves como de los accidentes graves, lo que hace suponer la inter-

vención de otros factores externos.

• No se han producido accidentes muy graves en el sector en el periodo de

referencia.

• Es significativo el incremento de accidentes mortales en el año 2008

en relación a los años anteriores, aunque, como se ha especificado con anterioridad,

los solicitantes no han tenido constancia de ellos en ningún momento.


Estudio Cualitativo del sector4

4.1. IntroducciónComo parte de la metodología del estudio, está incluida la realización de un estudio

cualitativo a través de entrevistas en profundidad dirigidas a Técnicos

y Delegados de Prevención de Riesgos Laborales del sector.

El objetivo de dichas entrevistas reside en la recogida de información, opiniones, expe-

riencias y percepciones que Técnicos y Delegados de Prevención tienen en relación a los

riesgos ergonómicos e higiénicos del sector, así como las dificultades encontradas en la

puesta en práctica de medios encaminados a eliminar o minimizar los riesgos ergonómicos

e higiénicos que se hayan identificado.

Para reforzar el informe de resultados, se incluyen a modo de “transcripción literal”, co-

mentarios que los entrevistados han realizado y que se han considerado relevantes.

A continuación, se muestran los resultados obtenidos de dichas entrevistas, agrupados

en torno a los siguientes ítems:

1. Características del sector.

2. Gestión de la prevención.

3. Riesgos laborales y medidas preventivas.

4. Accidentes de trabajo.

5. Uso de equipos de protección individual.

6. Información y Formación en Prevención de Riesgos Laborales.

7. Vigilancia de la Salud de los trabajadores.

75ESTUDIO CUALITATIVO DEL SECTOR

4.2. Resultados

4.2.1. Características del sector

Las empresas del sector de ladrillos y tejas se dedican a la fabricación de materiales de

cerámica estructural: ladrillos para revestir, cara vista, tejas, adoquines, forjados, tableros

y bloque Termoarcilla. En algunos casos, hay empresas que disponen de líneas de produc-

ción para hacer ladrillo rústico y baldosas.

“Somos fabricantes de ladrillos desde 1980. Fabricamos ladrillos para tabiquería, muros de

carga, etc. Actualmente hemos montado una línea para hacer ladrillo rústico y baldosas”.

“Fabricación de ladrillos, de productos cerámicos. De ladrillos en general”.

En cuanto al tamaño de las empresas, en la mayoría de los casos, nos encontramos

ante pequeñas y medianas empresas, experimentándose en los últimos años, una acusada

reducción de los niveles de actividad, que han dado lugar en muchas ocasiones, a una dis-

minución en la plantilla en las empresas del sector, llegando incluso a producirse una re-

ducción del 40% de la plantilla.

“Aproximadamente ahora hay unas 20 personas. Ha disminuido en estos dos últimos

años, ya que veníamos siendo unas 49”.

“Hasta hace dos años, con niveles de actividad altos, unas 70-75 personas en todo el

complejo. Ahora mismo, seremos unas 30 personas”.

El proceso productivo, consiste en la recepción de la materia prima (arcilla) obtenida

de la cantera para, a continuación, someterla a las fases de molienda, extrusión, secado,

apilado, cocción, desapilado y proceder a la distribución y reparto del producto final.


“Recibimos la materia prima (arcilla), viene en camiones que se descargan en la zona

destinada a tal fin. Esa arcilla pasa a reducirse la granulometría, lo metemos en una má-

quina extrusora donde le damos la forma del ladrillo, después pasa al secador y de aquí

a la apiladora donde se cargan unos vagones que se van a meter en el horno. Se cuecen

los ladrillos, se ponen sobre unos pallets y se sacan al patio donde se cargan con carre-

tillas elevadoras a los camiones”.

Por otra parte, la tendencia en el sector ha consistido en la mecanización del proceso

productivo, pasando de la intervención manual en determinadas fases del proceso, a la

mecanización de casi la totalidad del mismo.

“Yo estoy desde que montábamos ladrillos a mano. Ahora lo hace la máquina sola”.

“Yo lo de los ladrillos a mano no lo he vivido, pero se lo ví a mi padre”.

En cuanto a los puestos de trabajo objeto del estudio, éstos se delimitan a las áreas

de producción y mantenimiento, sin que destaque en las empresas del sector, la

polivalencia de puestos, o los “puestos multifuncionales”.

“Habitualmente no cambiamos, cada uno tiene su puesto, solamente si por alguna cir-

cunstancia se tiene que cambiar”.

“Normalmente cada uno tiene su puesto fijo pero si en algún momento es necesario,

tienen los conocimientos para saber llevar más de un puesto de trabajo”.

Con carácter general, los puestos de trabajo que se encuentran en el área de producción

son el de palista, maquinista, operario de apilado, hornero y operario de desapilado. En el

área de mantenimiento, los puestos habituales son los de electricista y mecánico.

“Estaría: Palista, Molinero, Gayetero (especialista), Apilador, Hornero, Desapilador, Carre-

tillero”.

“En mantenimiento tendríamos dos núcleos; la parte eléctrica y la mecánica”.


Por otra parte, se trata de un sector en el que predomina la estabilidad en el em-

pleo y en el que los trabajadores se han convertido en auténticos veteranos en la reali-

zación de las tareas que constituyen su puesto de trabajo.

“Tenemos gente que lleva muchos años, no te puedo decir ahora mismo, pero más de

veinte años en la empresa”.

“Yo llevo más de 40 años trabajando”.

Así mismo, tampoco es de destacar la subcontratación en las empresas del sector, y tan

sólo excepcionalmente se da algún caso de subcontratación en puestos de tra-

bajo del área de mantenimiento.

“Solamente el mantenimiento está subcontratado, tenemos un mecánico autónomo”.

En cuanto a la jornada laboral, predomina el trabajo a turnos con variedad de los

mismos, sin embargo, debido a la baja actividad productiva de los últimos años, el número

de turnos ha disminuido. En aquellas empresas en las que hay nocturnidad, en unas em-

presas el turno es fijo y en otras es rotativo.

“Por cada puesto hay tres personas y se rotan: estarán tres tardes, tres noches y tres

días libres”.

“Antes cuando había más gente sí había tres turnos (mañana, tarde y noche) pero ahora

solo hay un turno de fabricación”.

4.2.2. Gestión de la Prevención

Dadas las características del sector, atendiendo al tamaño y número de trabajadores de

las empresas, la tendencia en el sector consiste en la contratación de un Servicio

de Prevención Ajeno que cubra las cuatro especialidades preventivas: Seguridad en

el Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada, y Medicina del Trabajo.


“Tenemos un Servicio de Prevención Ajeno. Se contratan todas las especialidades”.

“Es externa, las cuatro especialidades están externamente contratadas”.

Las empresas disponen de Plan de Prevención, Evaluación de Riesgos Laborales por puesto

de trabajo y su correspondiente planificación preventiva, incorporando en la misma las

medidas de prevención y protección idóneas y que resultan pertinentes adoptar por parte

de la empresa.

Por otra parte, en la mayoría de las empresas destaca la realización de estudios específicos,

principalmente estudios higiénicos de ruido y de polvo, aunque en muchas empresas se

realizan también estudios de iluminación y temperatura. Sin embargo, en las empresas del

sector, no se identifica que se hayan efectuado estudios ergonómicos sobre los puestos

de trabajo que comprenden el área de producción y de mantenimiento.

“Todos los años se hacen estudios higiénicos de polvo, ruido, etc., y en función de los re-

sultados se corrigen o se exige la obligatoriedad de uso de Equipos de Protección Indivi-

dual. En cuanto a la parte ergonómica se da a los operarios manuales de cómo coger

las cosas pero poco más”.

“El Servicio de Prevención Ajeno, anualmente, hace mediciones de ruido, polvo e iluminación”.

“Se hacen mediciones de ruido, temperatura y polvo”.

En muchas empresas, hay una figura que sirve de enlace entre la propia organización y el

Servicio Prevención Ajeno, encargada, entre otras cosas, de hacer el seguimiento de los

estudios y procedimientos específicos que debe elaborar el Servicio de Prevención Ajeno,

así como del seguimiento y ejecución de las actuaciones preventivas que debe realizar la

empresa para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores.

“Básicamente, lo que sale un año no sale al siguiente porque se va mejorando”.

“El Servicio de Prevención Ajeno detecta unas deficiencias y nos marca unos plazos.

Hacen visitas periódicas para ver si se ha realizado o no”.


Ya que en el sector predomina la pequeña y mediana empresa, no es frecuente que éstas

dispongan de Comité de Seguridad y Salud, no obstante, en algunos casos la empresa sí

cuenta en plantilla con un Delegado de Prevención que representa al colectivo de traba-

jadores en materia de seguridad y salud laboral.

En general, se puede decir que en el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales y bajo

el marco de la Higiene Industrial y la Ergonomía, el sector ha ido mejorando paulatina-

mente a lo largo de los años en dos sentidos:

• La automatización en el área de producción ha repercutido en la salud de los trabaja-

dores al reducirse la manipulación manual de cargas y las posturas forzadas.

• La mejora de las instalaciones en muchas de las empresas del sector, (extracción de

polvo localizada en diferentes zonas del proceso, instalación de cabinas con aire acon-

dicionado para la zona de hornos, etc.), ha supuesto una mejora en las condiciones de

trabajo del personal.

“Se van poniendo cada vez más medidas colectivas, y cada vez hay menos accidentes”.

4.2.3. Riesgos Laborales y Medidas Preventivas

Entre los principales riesgos higiénicos que destacan en mayor grado en las empresas del

sector, se encuentran el riesgo por polvo, el ruido y el estrés térmico entre los más des-

tacados.

En la mayoría de las empresas, el riesgo generado por ruido no supera los valores límite

de exposición, siendo los resultados de los estudios higiénicos realizados, valores supe-

riores de exposición que dan lugar a una acción consistente en el suministro de Equipos

de Protección Individual a los trabajadores, sin ser obligatorio el uso de los mismos.


“Con las mediciones que se han hecho, en cuanto a ruido nunca hemos superado los va-

lores límite, por lo que no hemos tomado ninguna medida, no obstante los trabajadores

disponen de tapones para paliar el ruido que se produce en la fábrica”.

“La ley no nos obliga por los decibelios, pero sí son opcionales y los repartimos”.

En lo referente al riesgo por polvo, las empresas del sector suelen tener gran ventilación

y disponer de extractores localizados, por lo que el riesgo ocasionado por inhalación de

polvo de sílice es mínimo, concentrándose el mismo en determinadas fases del proceso

productivo como en la molienda.

“Uno de los principales riesgos es el polvo que se origina pero en cada máquina hay ex-

tractores por lo que ahora ya no se nota tanto en el ambiente”.

“Las mediciones de polvo dan todas bastante por debajo ya que tenemos sistemas de

aspiración”.

En las empresas del sector, es denominador común que exista riesgo por estrés tér-

mico, sobre todo en la estación de verano, factor a tener en cuenta, ya que la mayor re-

presentatividad de las empresas del sector se encuentra en Castilla La Mancha, Andalucía

y Levante, donde las temperaturas en verano suelen ser altas. No obstante, hay que decir

que, en la mayoría de los casos, las instalaciones suelen disponer de zonas aisladas con

aire acondicionado (p.e.: zona de horno) y con ventiladores.

“Aunque en los puestos se suele tener un ventilador y en el horno hay una cabina con

aire acondicionado; siempre, cuando andas por encima del horno o tienes que hacer al-

guna cosa, el calor es inevitable”.

“El calor, sobre todo en verano es asfixiante”.

En el área de mantenimiento, el uso de productos químicos no es habitual, empleán-

dose productos de uso doméstico (desengrasantes, aceites, disolventes, etc.), y en algunas

de las empresas, pinturas y recubrimientos.


Para el uso de estas pinturas, en muchos casos existe una cabina para la aplicación de las

mismas; así mismo, se prohíbe el uso de pinturas con componentes de plomo, por lo que

los riesgos derivados de la utilización de las mismas no adquieren una gran relevancia.

“En mantenimiento se utilizan productos como: grasa líquida, spray adherente, lubricante

de cadenas, desengrasantes, etc.”.

“Los productor químicos solamente se utilizan cuando fabricamos un tipo de ladrillo que

lleva un recubrimiento”.

En cuanto a los riesgos ergonómicos, al tratarse de un sector cuya actividad se encuentra

automatizada casi en su totalidad, los riesgos ergonómicos se han minimizado bastante,

no obstante, se dan casos tanto para los puestos de producción y mantenimiento (lum-

balgias, lesiones musculares, etc.) como para los puestos de carretillero y maquinista,

donde el problema se puede agravar por la postura, el tipo de suelo, vibraciones, etc.

“Nos encontramos con problemas de torceduras, lumbalgias, distensiones musculares,

que te dan que pensar porque no tenemos tanta manipulación manual de cargas”.

“Yo estoy en una máquina que se está moviendo y estoy operado de la columna, me

cambiaron el asiento pero sigue sin ser ergonómico. Se tendría que adaptar el puesto al

trabajador y no el trabajador al puesto”.

“Yo estoy todo el día de pie y sí, hay momento que te podrías sentar pero no tenemos

sillas, la mentalidad de la zona es que si te ven sentado no les gusta”.

4.2.4. Accidentes de Trabajo

Hay que destacar que la mayoría de accidentes de trabajo en el sector de fabricación de

ladrillos y tejas están relacionados con la Seguridad en el Trabajo, ocasionando principal-

mente atrapamientos, cortes, golpes contra objetos, etc.


“Los accidentes suelen estar más encaminados a temas de seguridad: golpes contra ob-

jetos, atrapamientos, etc.”

Sin embargo, en la mayoría de las empresas se dan bastantes casos de lumbalgias, lesiones

musculares, torceduras, etc., en muchas ocasiones relacionados con sucesos que no tienen

que ver con un problema ergonómico derivado de la realización misma del trabajo.

“Al bajar una escalera se torció un tobillo”.

“Fue a coger algo del suelo y al levantarse se hizo daño en la espalda”.

Así mismo, cabe destacar en este punto que muchos de los accidentes que ocurren son

debidos a:

• Exceso de confianza de los trabajadores.

“El problema de los accidentes suele ser por al inconsciencia y porque nos confiamos,

aunque algunas veces falla la seguridad”.

• Hábitos inadecuados adquiridos en la realización del trabajo.

“Está todo muy automatizado pero no quita que en algún momento haya un atranco o

que tenga que coger tres ladrillos que los puede coger por separado y por no coger bien

la carga se haga daño”.

• Falta de concienciación y sensibilización en materia preventiva, por tratarse muchas

veces, y como ya destacamos anteriormente, de trabajadores veteranos en el sector.

“Un trabajador nuevo va a cumplir todo lo que le diga la empresa, una persona que lleva

veinte años ha visto como evoluciona la empresa y te puede decir que no vas a venir tu

a decir como tiene que hacer su trabajo”.

“La concienciación no va con el puesto de trabajo si no con la persona; la gente mayor

te dice que lleva haciéndolo treinta años y que no va a pasar nada”.


4.2.5. Uso de Equipos de Protección Individual

En cuanto a la relación de Equipos de Protección Individual que las empresas del sector

suelen facilitar a los trabajadores, los más habituales son los siguientes:

– Calzado de Seguridad.

– Guantes de Seguridad.

– Protección Auditiva.

– Mascarillas.

Adicionalmente, los mecánicos disponen de otros Equipos de Protección Individual nece-

sarios para la realización de su trabajo: para soldar se utilizan gafas, peto y careta, y para el

uso de pinturas en algunas empresas se utilizan también buzos y botas impermeables.

“Guantes de seguridad y botas de seguridad todo el mundo en producción, gafas de se-

guridad para mecánicos y personal que lo vaya a necesitar así como pantalla de protec-

ción para la radial; el personal también tiene a su libre disposición mascarillas y equipos

de protección auditiva”.

En relación al uso de los Equipos de Protección Individual por parte de los trabajadores,

el personal suele estar concienciado y sensibilizado en cuanto a su uso. Sin embargo, así

como el uso de calzado de seguridad y de guantes de protección es habitual, hay otros

Equipos de Protección Individual cuyo uso no es tan frecuente.

“En cuestión de guantes y botas, la verdad es que están concienciados la mayoría”.

En el caso de las mascarillas y la protección auditiva, se suele entregar a petición de los

trabajadores, no siendo obligatorio su uso y estando en muchos casos condicionado a

que el trabajador considere si debe o no utilizarlos.

“Las mascarillas y la protección auditiva se dan para los que los quieren. Están a su dis-

posición”.


“Utilizan los que necesitan en cada momento cuando ellos lo consideran necesario.

Cuando hay una cantidad de polvo que les es incómoda utilizan la mascarilla, pero lo

normal es que no la lleven puesta”.

“Nosotros no estamos obligados a usar protección auditiva, pero lo entregamos, aconse-

jamos e informamos al trabajador de que no es obligatorio el uso pero que es aconsejable

y nos gustaría”.

No obstante, la tendencia indica que los trabajadores no suelen utilizar mascarilla ni pro-

tección auditiva, bien porque les resulta molesto, porque no los tienen a mano y por no

solicitarlos realizan el trabajo sin ellos, etc.

“Normalmente se valora más la comodidad que la seguridad”.

“No se utilizan muchas veces porque son molestos”.

“En algunos casos, el mecánico a veces repasa sin gafas: era un momento, me molestan,

etc.”.

“Las mascarillas en invierno se utilizan más ya que al estar todo cerrado, el polvo es más

espeso, pero en verano, con el calor, les resulta incómodo y no se la suelen poner”.

“Se que hay mascarillas en la fábrica pero no las pido”.

En lo referente a procedimientos de entrega, uso y adquisición de Equipos de Protección

Individual, o registros de entrega de los mismos, en las empresas del sector, es frecuente

que se entregue un Equipo de Protección Individual, y que el trabajador cuando lo recibe

firme dejando constancia de su entrega, asumiendo dicha tarea los encargados o jefes de

equipo.


4.2.6. Información y Formación en Prevención de Riesgos Laborales

La información y formación en materia preventiva dirigida a los trabajadores del sector,

sirve de herramienta de concienciación y sensibilización, y debe ir encaminada a la reali-

zación de métodos de trabajo seguros.

• En cuanto a la información, los trabajadores reciben información específica sobre

los riesgos laborales en el puesto de trabajo, y las medidas preventivas que resultan

pertinentes.

“Dentro del proceso de contratación, en el momento de la firma se hace una entrega de

toda la información y unos manuales en Prevención de Riesgos Laborales para que la

persona cuando entre conozca los riesgos”.

“De la evaluación de riesgos se hacen fotocopias de su puesto y se entrega para que lo

lean y estén informados. Se hace el curso anual de refresco donde se da un poco de

todo. Después se hizo uno especial de manipulación manual de cargas”.

Las empresas del sector disponen de las “fichas de seguridad” que contienen la infor-

mación necesaria para el uso de los productos químicos. Sin embargo, en la mayoría de

los casos, éstas se encuentran a disposición en la empresa, pero no directamente a dis-

posición del trabajador para su consulta.

“Las fichas de seguridad las tengo yo, alguna vez se las he dado”.

“Los productos químicos normalmente están en los almacenes y la persona de allí es la

que tiene acceso a ellas”.

• En cuanto a la formación que en materia preventiva reciben los trabajadores del sec-

tor de fabricación de ladrillos y tejas, ésta se planifica por el Servicio de Prevención

Ajeno que la empresa ha contratado, proponiendo el correspondiente calendario, con-

tenido, duración y periodicidad.


“Ellos son los que marcan, siempre se hace presencial y son ellos los que marcan la ten-

dencia…”.

“Tenemos contratado con MUPRESPA y la formación la imparte el técnico de la Mutua”.

Muchas empresas, cuando un trabajador se incorpora a la organización, suelen impartir

una sesión de formación/información inicial sobre los riesgos laborales y medidas pre-

ventivas a seguir.

En relación a su contenido, en la mayoría de las empresas del sector se imparten

cursos genéricos sobre Prevención de Riesgos Laborales en los que se incluyen aspectos

relativos a las tres disciplinas técnico-preventivas.

“Se dan charlas presenciales impartidas por nuestro Servicio de Prevención Ajeno y tam-

bién nuestra mutua aseguradora. Hemos dado charlas enfocadas a seguridad, forma de

trabajar adecuadamente también presencial en fábrica, y luego también por escrito se

les da una guía de cómo trabajar de forma segura. En esta formación se tratan temas

de manipulación manual de cargas”.

En la realización de cursos específicos es frecuente que se centren en aspectos de se-

guridad, ya que los accidentes de trabajo más habituales están relacionados con factores

de riesgo laboral asociados a la seguridad.

“…cogemos el informe de siniestralidad del año anterior cuando hacemos la programa-

ción del año con el SPA y basándonos en la siniestralidad del año anterior impartimos

una formación”.

Algunas empresas también imparten formación específica sobre riesgos laborales es-

pecíficos en el puesto de trabajo: ruido, manipulación manual de cargas y uso de Equipos

de Protección Individual.

En relación a la duración y periodicidad de los cursos que se imparten, ésta suele

oscilar entre una y tres horas, y normalmente son anuales.


“Suelen ser con carácter anual”.

“Se intenta que sea anual y la duración es una mañana (2,5 – 3 horas)”.

“Se suelen hacer formaciones de una hora”.

En relación a la metodología que se emplea para impartir la formación es habitual

que predomine la impartición teórica y en algunas ocasiones, una pequeña parte de la

formación, se imparte de forma práctica. Es importante abordar las formaciones prác-

ticas en el puesto de trabajo encaminadas a concienciar, sensibilizar y reforzar lo ex-

puesto en la parte teórica.

“Yo siempre pongo los mismos fallos, mucha teoría y poca práctica”.

“La última que hicimos de conducción de carretillas. Luego se hizo una charla de segu-

ridad”.

4.2.7. Vigilancia de la Salud de los Trabajadores

En las empresas del sector de fabricación de ladrillos y tejas se llevan a cabo los recono-

cimientos médicos a los trabajadores que de forma inicial y periódica resultan pertinentes.

“Se hace cada año, excepto el de audiometría que se exige cada 3 y el electro que lo

han quitado y se hace a partir de cierta edad”.

En general, la tendencia de los trabajadores a la realización de los mismos suele ser ele-

vada, quedando constancia, de aquellos trabajadores que no se lo realizan, de la renuncia

al mismo.

“Me atrevería a decirte que casi un 100% se los hace”.

“El periódico es anual y estaremos en torno al 90%”.


Si bien, la realización del reconocimiento médico es voluntaria por parte de los trabaja-

dores, se pone de manifiesto la importancia de que éstos sean de carácter obligatorio.

“Yo creo que debería ser obligatorio, luego suele pasar que por ejemplo le duele la espalda

y eso igual le viene de otro sitio”.

“Ahora mismo es voluntario. Yo lo pondría obligatorio. Si yo pongo a una persona a hacer

un trabajo y no se lo que tiene, si pasa algo…. ¿De quién es la culpa?”.

En cuanto a las pruebas que se realizan, éstas suelen ser específicas del puesto de trabajo

atendiendo a los protocolos que en cada caso son de aplicación. Sin embargo, en algunas

empresas suele haber quejas sobre la insuficiencia y/o falta de la realización de algunas

pruebas a todo el personal.

“Este año he echado de menos la espirometría, de orina tampoco nos lo hacen ahora,

yo les seguiría incluyendo”.

“Yo haría la audiometría a todos los puestos de trabajo e igual con el electrocardiograma,

no solo según la masa corporal, edad o puesto de trabajo. La espirometría también sería

igual aconsejable y no solo para las zonas que hay polvo, si no también para la gente

que habitualmente pasa por allí”.


Estudio Cuantitativo del sector5

5.1. IntroducciónComo parte del estudio higiénico y ergonómico sobre el sector de la fabricación de tejas

y ladrillos, se ha llevado a cabo un estudio epidemiológico descriptivo de tipo

transversal, basado en el análisis de los datos recogidos en un cuestionario de salud apli-

cado a una muestra de trabajadores.

Los cuestionarios de salud laboral son herramientas que permiten evaluar la percepción

de diferentes aspectos de la salud y sus relaciones con la actividad laboral, mediante la

valoración de las respuestas, y el posterior análisis estadístico de los datos. Si bien, las

respuestas dependen de la percepción del encuestado y equivalen, por tanto, a una infor-

mación subjetiva, el tratamiento y la interpretación de los datos obtenidos permite ex-

traer conclusiones (bien de forma directa, bien por comparación con otros estudios) que

puedan proporcionar una ayuda tanto para entender una situación o aspecto concreto

del entorno laboral y el estado de salud, como para la propuesta de estrategias o progra-

mas preventivos para su corrección.

El cuestionario específico de salud, diseñado ad hoc para el presente estudio, es

de tipo autocumplimentado y anónimo, y se ha entregado a una muestra aleatoria

de trabajadores y trabajadoras para obtener información relativa a las siguientes áreas:

• Indicadores sociodemográficos.

• Organización laboral. Determinación del puesto de trabajo, antigüedad, tipo de turno.

• Percepción de Riesgos laborales: Riesgos químicos, riesgos higiénicos (temperatura,

ruido), y riesgos ergonómicos.

• Hábitos y estilos de vida.

• Antecedentes de salud.

• Trastornos músculo esqueléticos y evaluación del dolor.

La muestra se compone de un total de 200 trabajadores y trabajadoras de varias empresas

del sector de la fabricación de tejas y ladrillos, que han sido seleccionados de forma ale-

atoria para la cumplimentación del cuestionario de salud.

93ESTUDIO CUANTITATIVO DEL SECTOR

5.2. Indicadoressociodemográficos

La edad media de la población muestral es de 41,6 años, con un rango de 20 a 63

años, y una desviación típica de ±8,9. Se trata pues, de una población laboral con una edad

media moderadamente avanzada, por lo que se tendrá en cuenta a la hora de valorar po-

sibles sesgos en las distintas áreas contempladas. Al analizar la distribución por grupos

de edad, obtenemos la siguiente distribución (ver gráfico 5.1): el 1,0% de la muestra tie-

nen menos de 25 años, el 22,6% entre 25 y 34 años, el grupo más numeroso (40,2%) es

el de trabajadores con edades comprendidas entre 35 y 44 años. El tercio restante, tiene

45 o más años (el 25,6% entre 45 y 54 años, y el 10,6% tiene 55 o más).

Gráfico 5.1. Distribución de la muestra por grupos de edad

Debe destacarse que el sector de la fabricación de tejas y ladrillos está ocupado mayori-

tariamente por hombres. En nuestra muestra, únicamente un 5,0% son mujeres.

Esto puede constituir un indicador de inequidad de género en un sector que tradicional-

mente se ve ocupado por varones.


5.3. Organización laboralEl proceso productivo se compone de diversas fases, que abarcan desde la obtención y

traslado de la materia prima, su tratamiento o mezcla con diversos materiales (aditivos,

resinas,…), la fase de cocción, los procesos de acabado en determinados productos, y

por último el embalaje y almacenamiento del producto final. En cada nivel del proceso

operan trabajadores con mayor o menor grado de especialización, de forma que en cada

una de las fases, puede existir uno o varios puestos de trabajo diferentes, o incluso, un

mismo trabajador puede participar en varias de las fases. Sin embargo, existen muchos

riesgos laborales comunes a todos los puestos de cada una de las fases.

Con objeto de facilitar el análisis, se ha realizado una agrupación de los mismos en función

de la actividad realizada de forma habitual, clasificándose en las siguientes ca-

tegorías: extracción de la materia prima, tratamiento y mezcla de la misma, operaciones

de cocción, actividades de acabado del producto (esmaltado, pintura, engobe,…), almace-

namiento y embalaje del producto, y por último, una categoría que engloba al personal

de calidad o laboratorio, así como otros puestos afines.

La clasificación resultante puede observarse en el gráfico 5.2. El primer grupo, o de ex-

tracción de la materia prima, comprende aquellos puestos de trabajo que se ocu-

pan de la extracción y transporte de la arcilla y el resto de materiales que se usarán para

la fabricación de los ladrillos, tejas y demás productos. Lo constituyen principalmente pa-

listas, carretilleros y personal de carga y descarga de dichos materiales. Corresponde al

8,5% de los trabajadores de la muestra.

El siguiente grupo incluye a aquellos puestos relacionados con el tratamiento de la

materia prima para obtener el material adecuado para cada tipo de producto final.

Corresponde al 26,0% de la muestra e incluye los puestos trabajo que utilizan maquinaria

tales como las prensas, los molinos, las extrusoras, las galleteras, etc.


Gráfico 5.2. Distribución de la muestra por actividad habitual

En tercer lugar aparece la actividad de cocción, formada principalmente por encargados

del horno (horneros), así como el personal que realiza el apilamiento del producto en di-

chos hornos. Constituye el 18,5% de la muestra de trabajadores. Posteriormente, el pro-

ducto cocido se retira y se almacena, por medio de desapiladores, carretilleros y otros

trabajadores responsables de la carga y descarga, que comprenden el 14,5% de la muestra.

Se ha agrupado dentro las actividades anexas o de acabado, a aquellas consistentes en re-

alizar algún tipo de acabado sobre el producto, bien antes bien después de la cocción,

en aquellos casos que así lo requiriesen, como la pintura, el engobe o el esmaltado de las

piezas. Componen el 9,0% de la muestra.

Las labores de mantenimiento constituyen otra parte importante del proceso pro-

ductivo, necesaria para mantener el correcto estado de las instalaciones y de la maquina-

ria. Son realizadas por mecánicos, electricistas y otros técnicos, y se van a ver expuestos

a riesgos comunes a los lugares de trabajo donde desempeñan sus tareas, así como a los

riesgos propios de su actividad. Forman en 17,5% de los trabajadores de la muestra. En

último lugar, se ha agrupado como personal de laboratorio, a los técnicos de labora-

torio y control de calidad de producto. Su puesto de trabajo se sitúa principalmente en

los laboratorios, y suelen tener un acceso más limitado, o menos frecuente, a las instala-

ciones. Componen el 6,0% restante.


La antigüedad media en el sector es de 13,4 años (desviación típica de ±8,6 años).

La muestra se compone, por tanto, de trabajadores con un destacable grado de expe-

riencia en el sector. Podemos comprobarlo al realizar agrupamientos en la antigüedad

(ver gráfico 5.3), resultando que un 2,5% de los trabajadores tienen menos de 2 años de

antigüedad, y el 5,5% tienen entre 2 y 5 años de experiencia. El 27,1% llevan entre 5 y 10

años trabajando en el sector. Casi dos de cada tres trabajadores tienen una

antigüedad de diez o más años en el sector (el 30,2% entre 10 y 14 años, y el

34,7% más de 15 años). La rotación de personal es pues, de menor relevancia.

Gráfico 5.3. Distribución de la muestra por grupos de antigüedad

Respecto a la organización laboral en función del tipo de turno desempeñado, el ho-

rario laboral más habitual son turnos rotativos, que alcanza a tres de cada

cuatro trabajadores (75,5%). Respecto a la cuarta parte restante, se distribuye de la si-

guiente manera (ver gráfico 5.4): el 13,0% realiza un turno partido (horario de mañanas

y tardes), el 7,5% sigue un horario de mañanas, el 3,5% realiza el turno de noches y el

0,5% tiene jornada de tardes.


Gráfico 5.4. Distribución de la muestra según el tipo de turno

Debe recordarse que las variaciones en el horario de la actividad del hombre conllevan

una serie de perturbaciones fisiológicas. Las manifestaciones más frecuentes se encuentran

en alteraciones del sistema digestivo, trastornos nerviosos, fatiga, irritación y perturbación

del sueño, especialmente en caso de realizar tareas en horario nocturno. También conviene

destacar que los efectos del trabajo por turnos para la salud y sus posibles repercusiones

negativas sobre las mayores dificultades de conciliación vida familiar y social, son recono-

cidos ampliamente. De hecho, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo

(INSHT) ha publicado varias Notas Técnicas de Prevención relativas al trabajo a

turnos y el trabajo en horario nocturno.

NTP 260: Trabajo a turnos: efectos médico-patológicos; NTP 310: Trabajo nocturno y trabajo a

turnos: alimentación; NTP 455: Trabajo a turnos y nocturno: aspectos organizativos; NTP 502:

Trabajo a turnos: criterios para su análisis.


5.4. Percepción de los riesgoslaborales

5.4.1. Riesgo químico

La exposición a agentes químicos es un riesgo inherente a la mayor parte de trabajadores

del sector. No sólo por la manipulación de sustancias químicas presentes en la com-

posición de la materia prima, sino también por la presencia de partículas suspendidas

en el aire (polvo ambiental) en gran parte de los lugares de trabajo. También deben te-

nerse en cuenta los aditivos utilizados para el tratamiento o acabado de las piezas (pig-

mentos cerámicos, fritas, esmaltes, pinturas,…), los contaminantes procedentes de las

emisiones del horno de cocción, los productos químicos utilizados para la limpieza y el

mantenimiento de las instalaciones y las máquinas industriales (disolventes y desengrasan-

tes, productos de limpieza,…), y los reactivos químicos utilizados en los laboratorios.

En definitiva, existen cientos de productos químicos utilizados en las diversas empresas

del sector. En el Anexo II se muestran algunos ejemplos de los agentes químicos más ca-

racterísticos, y los riesgos sobre la salud que pueden ejercer.

La existencia de contacto con agentes químicos es percibida por el 71,5% de los traba-

jadores de la muestra. Esta frecuencia evidentemente va a variar en función del tipo de

actividad desarrollada (ver tabla 5.1). Puede apreciarse una menor percepción de la exis-

tencia de riesgo químico en el personal de almacén y en los trabajadores del horno de

cocción (37,9% y 54,1% respectivamente). La frecuencia del contacto con sustancias quí-

micas es más destacada en el personal de mantenimiento (88,6%), dado que se ven ex-

puestos a la mayoría de agentes químicos en suspensión o depositados en las máquinas,

al tiempo que emplean sustancias como aceites, desengrasantes o disolventes para realizar

sus tareas. También la gran mayoría de los trabajadores que realizan el tratamiento y mez-

cla de la materia prima (88,5%), dada la amplia variedad de productos que pueden manejar

para obtener determinados productos requeridos.


Tabla 5.1. Frecuencia de exposición y principales agentes químicos percibidos por la muestra de trabajadores

Actividad Frecuencia Principales agentes químicos

Extracción 76,5% Arcillas.

Tratamiento 88,5% Arcilla, Caolín, Pigmentos minerales, resinas y otrosaditivos químicos, Disolventes.

Cocción 54,1% Arcillas, Resinas y otros aditivos.

Acabados 72,2% Arcilla, Pigmentos minerales, esmaltes, pinturas.

Almacén 37,9% Arcilla, Pigmentos minerales, resinas y otros aditivos.

Mantenimiento 88,6% Arcilla, Caolín, Pigmentos minerales, resinas y otrosaditivos, Aceites, Disolventes, Desengrasantes, etc.

Laboratorio 75,0% Arcilla, Caolín, Pigmentos minerales, resinas y otrosaditivos químicos, Disolventes, ácidos, etc.

5.4.2. Polvo ambiental

Durante los distintos procesos de manipulación de las materias primas se genera una im-

portante cantidad de partículas, que permanecen suspendidas en el aire durante un tiempo

indeterminado (polvo ambiental). La concentración total de polvo será mayor, lógica-

mente, en los puestos de trabajo más relacionados con la extracción y preparación del

material, así como en aquellas zonas cerradas, donde queda dificultada la disolución o la

disipación del polvo en el aire. El estudio técnico ha revelado que, efectivamente, durante

las operaciones de recepción y preparación de tierras, y en las fases de moldeo y secado

se alcanzan las mayores concentraciones de materia particulada en el ambiente. Al com-

probar la percepción que los trabajadores tienen respecto a la existencia de polvo am-

biental en su lugar de trabajo, obtenemos, de media, los siguientes resultados:


• El 26,0% opina que siempre hay mucho polvo en las instalaciones.

• El 34,0% opina que hay bastante cantidad de polvo ambiental.

• El 28,5% que hay poca cantidad de polvo ambiental.

• El 11,0% señala que no hay polvo.

Al analizar los resultados por puestos de trabajo (ver Gráfico 5.5), se encuentran los ma-

yores valores de polvo ambiental en los puestos de tratamientos, actividades de

acabados y extracción de tierras. El personal de mantenimiento es el que más ha

percibido los niveles de polvo (60% ha señalado bastante, y 20% ha indicado siempre).

Los trabajadores del almacén son los que han indicado menos niveles de polvo (31%

poco polvo y 34,5% nada de polvo).

Gráfico 5.5. Frecuencia de la percepción del polvo ambiental


Cuando las concentraciones de polvo ambiental superan los valores recomendados, deben

utilizarse equipos de protección frente al polvo ambiental: las mascarillas. El 78% de los

trabajadores usa mascarillas habitualmente. Algún trabajador señala usarlas úni-

camente en situaciones que hay mucho polvo ambiental. Los trabajadores que no las uti-

lizan indican que se debe, principalmente, a que son incómodas o molestas. Dos

situaciones explican especialmente esta situación: la incomodidad de usarlas durante toda

la jornada laboral, y la presencia de altas temperaturas, que provocan mayor sudoración.

Algunos trabajadores hacen referencia puntual a la calidad del material, y a que por cos-

tumbre, nunca se han usado.

Los efectos sobre la salud del polvo ambiental dependen principalmente de la

concentración, del tiempo de exposición y de la composición química del mismo. Aparte

de la irritación sobre la piel (enrojecimiento, formación de costras y picores) y los ojos

(lagrimeo y enrojecimiento), el contacto del silicio cristalino con la membrana mucosa

del sistema respiratorio provoca irritación pulmonar. La exposición de larga duración

puede provocar el desarrollo de una silicosis. Ahora bien, desde el año 2004 no se ha

notificado ningún caso de silicosis como enfermedad profesional en el sector. El 9,5% de

los trabajadores señala haber padecido algún problema respiratorio al que achacan rela-

ción con el polvo ambiental. Los principales problemas señalados por los propios traba-

jadores son: alergia, asma, tos, estornudos, faringitis y bronquitis.

5.4.3. Temperatura

La sensación de frío o calor (temperatura corporal) depende tanto de las condiciones

térmicas del lugar de trabajo, como del calor generado por el propio cuerpo (bien en si-

tuación de reposo, bien al realizar alguna actividad física). Se modifica también según otros

factores (humedad, viento, tipo de vestimenta empleada,…). A grandes rasgos, es una

sensación individual. Cuando no hay sensación ni de frío ni de calor, se considera una si-

tuación de confort térmico, y el intercambio de calor con el medio ambiente es nulo

(balance térmico neutro). Cuando aumenta la temperatura ambiental, se estimulan los


mecanismos de regulación que permiten la mayor pérdida de calor. Si estos mecanismos

no pueden controlar la temperatura interna, se considera una situación de estrés tér-

mico o por calor. A la inversa, cuando la temperatura ambiental disminuye, se ponen

en marcha otros mecanismos de regulación (disminución de la pérdida de calor, y aumento

de su generación). Cuando los mecanismos son insuficientes para mantener la tempera-

tura corporal, se conoce como situación de estrés por frío.

Para la valoración de la percepción de la temperatura del lugar de trabajo se ha utilizado

una escala con cinco graduaciones (Muy caluroso, caluroso, confortable, frío, muy frío),

para la temperatura media percibida tanto en verano como en invierno. El objetivo no es

valorar la temperatura real, sino la percepción de la misma por parte de los trabajadores.

En verano, las mayores temperaturas estivales van a influir de gran manera en la sensación

térmica percibida, incrementada además por la radiación térmica que desprenden los hornos.

Por tanto, no debería causar sorpresa que el 90% de los trabajadores de la muestra se-

ñalan que el ambiente en el lugar de trabajo es muy caluroso (58,5%) o calu-

roso (31,5%) en verano y solamente el 10% restante considera disponer de un

ambiente confortable (ver Tabla 5.2).

Tabla 5.2. Percepción media de la muestra de la temperatura ambiental en el lugar de trabajo.

Verano Invierno

Muy caluroso 58,5% 1,0%

Caluroso 31,5% 8,1%

Confortable 10,0% 25,9%

Frío 0,0% 45,2%

Muy frío 0,0% 19,8%


La percepción de un ambiente muy caluroso en verano se encuentra en torno al 70% en

los puestos de extracción de tierras, hornos, acabado de piezas y mantenimiento (ver

Gráfico 5.6). Para la percepción de una temperatura ambiental confortable en verano, so-

lamente logra superarse el 15% entre los trabajadores del laboratorio y tratamiento de

la mezcla. Ningún trabajador de mantenimiento ha señalado como confortable la tempe-

ratura de su ambiente de trabajo en verano.

Gráfico 5.6. Percepción de la temperatura en el lugar de trabajo en verano

En invierno ocurre a la inversa. El 65,0% considera que el ambiente es muy frío (19,8%)

o frío (45,2%). Sin embargo, ahora uno de cada cuatro trabajadores considera confortable

la temperatura (ver Gráfico 5.7), principalmente en caso de trabajadores de acabados y

los horneros (por su actividad en cercanías de los hornos). Algo menos frecuente aparece

en los operarios de mezcla de materias primas, personal de almacén y laboratorio. El 9,1%


(fundamentalmente horneros, y operarios de mantenimiento) siguen pensando que su

puesto de trabajo es caluroso en invierno.

Gráfico 5.7. Percepción de la temperatura en el lugar de trabajo en invierno

Cuando la temperatura ambiental es elevada, aparece el riesgo de sufrir estrés térmico,

situación que puede desencadenar complicaciones que afecten a la salud. Se ha preguntado

por la aparición de síntomas relacionados con el estrés térmico durante el último año. El

síntoma más frecuente es la sudoración excesiva, señalada por el 80,11%. La aparición

de mareos ha sido señalada en el 57,5%. Otros síntomas indicados, con una incidencia

muy inferior, son la aparición de edemas (6%), la deshidratación (1,1%) y los desmayos o

lipotimias (0,6%).


A la vista de los resultados, cabe pensar que la existencia de la sintomatología más fre-

cuente (sudoración, mareos), es secundaria a las altas temperaturas más que a efectos

adversos de una situación de estrés térmico. De hecho, tres de cada cuatro traba-

jadores (74,2%) consideran que los EPis facilitados por la empresa son

los apropiados para hacer frente a las condiciones de humedad y temperatura de su

puesto de trabajo. Entre las opiniones que señalan lo contrario, se encuentran mayorita-

riamente aquellas que refieren que la vestimenta no protege suficientemente contra en

frío en invierno. En pocas ocasiones hay referencias a que no aíslan suficientemente del

calor, en algunos casos por falta de transpiración, en otros porque “la temperatura am-

biental es demasiado elevada”.

En conclusión, dada la sintomatología encontrada, la probabilidad de existencia de riesgo

por estrés térmico parece ser de menor relevancia, pero dado que la temperatura am-

biental alcanza niveles importantes en el verano, queda justificada la recomendación de

introducir y mejorar las medidas preventivas que disminuyan los efectos del calor, prin-

cipalmente el asegurar la correcta hidratación de los trabajadores más expuestos.

5.4.4. Ruido

La exposición al ruido en el trabajo (sobre todo si es de forma prolongada) puede

desencadenar la aparición de trastornos de la audición, bien de manera transitoria, bien

ocasionando una alteración definitiva (hipoacusia de origen profesional). Las principales

fuentes de ruido en el sector se asocian a las máquinas, motores y herramientas que se

utilizan, por lo que van a variar en función de cada puesto, zona o área de trabajo.

En el estudio técnico realizado, se señalan niveles elevados de ruido especialmente en las

áreas de preparación, recepción de tierra, moldeo y extrusión y en menor medida, en la

zona de hornos. La adopción de medidas técnicas para minimizar las fuentes de ruido y

la realización de estudios higiénicos de ruido son medidas preventivas fundamentales den-

tro de una empresa, tanto para localizar y controlar las fuentes de ruido como para ase-

gurar el tipo y utilización de la protección auditiva adecuada.


Efectivamente, al preguntar sobre la existencia de ruido y sus características, más de la

mitad de los trabajadores (el 58,0%) opina que hay ruido lo suficientemente

elevado para considerarlo molesto, mientras que el 37,5% considera que, si bien hay

ruido, no llega a ser molesto. Solamente el 4,5% considera que no hay ruido.

Cuando no puede disminuirse la fuente de ruido, la protección auditiva es la medida pre-

ventiva más importante para evitar la patología auditiva de origen profesional. Casi dos

de cada tres trabajadores (63,0%) utilizan protectores auditivos para protegerse de la ex-

posición al ruido. Los puestos en que más se utilizan son: mantenimiento (77,1%),

extracción de tierras (70,6%) y hornos (67,6%). En el caso del personal de trata-

miento de materia prima, la frecuencia alcanza el 61,5%. Por último, entre el personal de

acabados y laboratorio, son usados por la mitad de trabajadores.

Entre los trabajadores que no utilizan protección auditiva (el 37,0%), se señala como prin-

cipal motivo el que no son necesarios en su puesto de trabajo, o que bien “solo se re-

quieren en ocasiones”. Otros motivos, ya más aislados, son los que se justifican con que

son incómodos, molestos, o bien por la necesidad de tener que estar pendiente de alar-

mas, de comunicación u otros motivos.

Una de las formas de valorar a grosso modo la posible existencia de pérdida de audición

es comprobar cuántos de los trabajadores reconocen el tener que elevar el volumen del

televisor para escucharlo. El porcentaje alcanzó a un tercio de la muestra. El 66,0% indicó

no necesitar hacerlo.

La valoración de la función auditiva (y su posible deterioro) se lleva a cabo mediante una

prueba conocida como audiometría. Esta prueba habitualmente viene incluida en los

reconocimientos médicos que se realizan a los trabajadores que se ven expuestos a ruido,

tal como establece el protocolo de Vigilancia Específica de la Salud para trabajadores ex-

puestos a este factor de riesgo, publicado por el Ministerio de Sanidad. El 83,0% se ha

rea lizado una audiometría en el último año.


El 60,1% refiere haber obtenido resultados de audición normales, lo que resulta ser una

frecuencia bastante aproximada a la de los trabajadores que “no necesitan subir el volu-

men de su televisor”. Respecto al 40% restante, obtenemos los siguientes resultados:

• El 19,1% ha perdido audición en un oído.

• El 14,6 % señala una pérdida de audición en ambos oídos.

• El 6,2% no ha indicado el resultado que ha obtenido.

Es decir, aproximadamente un tercio de los trabajadores (33,7%) obtuvo un resultado pa-

tológico en la audiometría que se realizó en el último año. Si bien no podemos determinar

cuál es la causa de la pérdida de audición (ya que existen enfermedades infecciosas, de-

generativas o congénitas que pueden haber ocasionado o contribuido a dicha pérdida),

es menester incidir en la recomendación de las medidas de protección auditiva tanto en

trabajadores con audición normal, como en los que padecen un trastorno de la misma,

especialmente en estos últimos, ya que la exposición al ruido puede agravar o acelerar la

pérdida auditiva, además de que cuando se puede relacionar la exposición a niveles ele-

vados de ruido durante el trabajo, debe notificarse como enfermedad profesional, según

se establece en el RD 1299/2006.

5.4.5. Riesgos ergonómicos

La existencia de riesgos ergonómicos, si bien está presente, se ha visto reducida debido

a la importante mecanización de los procesos productivos en gran parte de las empresas

del sector, sustituyéndose gradualmente las actividades que requieren de sobreesfuer-

zos y manipulación manual de cargas por los riesgos de tipo postural.

La bipedestación prolongada (concretamente estar de pie o caminando) es la postura más

frecuentemente adoptada, según señala el 39,1% de los trabajadores. El 37,6% indica estar

sentado, postura asociada, entre otras, a las actividades de conducción de maquinaria y vehí-

culos. El 23,4% refiere estar de pie y manipulando peso, es decir, un porcentaje relativamente

menor de los trabajadores indica realizar sobreesfuerzos y tareas con manipulación de peso.


Para realizar una valoración de la intensidad de las exigencias ergonómicas del

trabajo, hemos establecido una lista con aquellas posturas y actividades laborales que su-

ponen una mayor carga sobre el sistema músculo esquelético, que pueden considerarse

como actividades de alto riesgo de lesión músculo esquelética. Se solicitó

a los trabajadores que señalaran aquellos factores que consideraban realizar habitualmente

en una jornada laboral habitual.

La característica más frecuentemente señalada, con una prevalencia del 60,5%, consiste

en la monotonía del trabajo. Se asocia sobre todo a las tareas que tienen un componente

predominante de actividades repetitivas, y por tanto van a exigir una mayor demanda de

determinados grupos musculares, en función del tipo de acción realizada.

Por ejemplo, los mandos de maquinaria o vehículos, el accionamiento de controles o la

manipulación de cargas de manera repetitiva. Esta característica ha sido señalada por los

trabajadores de almacén (86,2%), tratamiento y mezcla de tierras (78,8%), horno de coc-

ción (73,0%) y extracción de materias primas (70,6%). Personal de mantenimiento (11,4%)

y laboratorio (33,3%) han sido los que menos han identificado este riesgo.

A continuación, se puede reunir a la mayoría de actividades de riesgo ergonómico en un

segundo grupo, que ha sido señalado por aproximadamente una tercera parte de los tra-

bajadores. En este grupo se incluyen las siguientes acciones:

• Los giros o rotaciones de las articulaciones más importantes (muñecas, rodillas o tobi-

llos, espalda lumbar). Son señaladas por la mitad del personal de mantenimiento, y algo

menos, por los trabajadores de acabados de piezas.

• La adopción de posturas mantenidas. Es más destacada en el personal de mantenimiento

(68,6%).

• La adopción de posturas difíciles. Es más frecuente en los trabajadores de extracción

de tierras (47,1%), y laboratorio (41,7%).

• La realización de un trabajo de precisión, principalmente referida por el personal de

mantenimiento (74,3%) y laboratorio (66,7%).

• La actividad física intensa, señalada por el personal de mantenimiento (54,3%), acabados

(44,4%), y el personal de extracción de materias primas (35,3%).


Por último, aparecen las características con menor frecuencia, inferior al 15% de media:

• Realización de tareas a gran velocidad, donde se destaca una pequeña parte de los téc-

nicos de mantenimiento, acabados y horneros.

• Elevar peso por encima de los hombros, señalada por el 23,5% del personal de extrac-

ción de tierras.

Gráfico 5.8. Características ergonómicas de la actividad

Por tanto, el puesto de trabajo que parece tener una mayor carga ergonómica (y por

tanto mayor riesgo de lesiones sobre el aparato músculo esquelético) es el de técnico

de mantenimiento, y en menor medida, los puestos de extracción de materia prima

y acabados.

Los restantes puestos tienen una carga ergonómica más moderada, y el tipo de riesgos

ergonómicos es más específico a las tareas desempeñadas, y no alcanzan una considera-

ción de alto riesgo.


5.5. Hábitos y estilos de vidaLos hábitos y estilos de vida conforman una serie de factores que pueden afectar al estado

de salud general percibido por cada trabajador. Estas conductas y estilos de vida se pueden

ver modificados por determinadas condiciones de trabajo (ritmos de trabajo, turnicidad,

trabajo nocturno,…), así como por el efecto de los riesgos psicosociales.

Por otra parte, determinados hábitos poco saludables pueden repercutir en el rendi-

miento laboral, resultando ser indicadores que aportan una información complementaria

al perfil de salud.

El tabaquismo es, según un consenso generalizado apoyado por numerosos estudios,

la primera causa evitable de enfermedad y muerte prematura en los países

occidentales. En nuestro país, se está realizando una destacable labor preventiva mediante

campañas apoyadas por el desarrollo de una legislación antitabaco, que permita disminuir

la prevalencia del tabaquismo tanto en la población general, como en la población laboral.

Según la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo de 2006, el 29,4% de la población

trabajadora (16 a 64 años) es fumadora.

Recientes estudios indican que dicho porcentaje ha descendido al 26,4%, si bien no dis-

ponemos de estadísticas oficiales actualizadas y específicas del sector. En cualquier caso,

en nuestro estudio, el 46,0% de los trabajadores es fumador, lo que supone una

frecuencia marcadamente superior a la media. El compromiso por parte de la Adminis-

tración, los agentes sociales, las empresas y los propios trabajadores es fundamental para

continuar avanzando en la lucha contra el tabaquismo.

Compromiso que debería incluir ayuda y apoyo médico y psicológico a los trabajadores

que deseen dejar de fumar, campañas de formación y concienciación, mayor implicación

empresarial, disminución de la permisividad, etc.


La práctica de actividad física regular produce importantes beneficios sobre la salud.

Es más, el sedentarismo (o ausencia de actividad física) tiene tal impacto negativo en la

salud, que es considerado como uno de los factores de riesgo cardiovascular más impor-

tantes, junto a la hipertensión arterial, la presencia de colesterol elevado, la obesidad, el

tabaquismo, y la dieta no saludable.

Otros efectos adversos del sedentarismo son: el aumento de peso, los problemas articu-

lares y musculares, la ralentización de la circulación, etc. En nuestro estudio, el 35,5% de

los trabajadores realizan alguna actividad física frecuente y el 35,0% practican deporte de

forma ocasional. El resto de trabajadores (29,50%) no practica deporte, con las conse-

cuencias que supone la vida sedentaria sobre la salud.

5.6. Otros indicadores de saludLa pregunta sobre el estado de salud actual nos permite realizar una valoración ge-

neral de la percepción que tienen los trabajadores acerca de su propia salud, así como

realizar una comparativa con las estadísticas oficiales, como los resultados obtenidos de

la Encuesta Nacional de Salud de 2006. Podemos ver los resultados en el gráfico 5.9.

Gráfico 5.9. Distribución en función del estado de salud actual


En cuanto a los antecedentes personales, las enfermedades crónicas con mayor pre-

valencia entre los trabajadores de la muestra (ver Gráfico 5.10) son: la alergia (14,5%), la

hipertensión arterial (9,5%), lesiones músculo esqueléticas (hernias y tendinitis, con un

9,5% y 9,0% respectivamente), las dermatitis (5,5%), las varices y otros trastornos circula-

torios (5,0%), el dolor de cabeza o jaquecas (4,5%), y la diabetes (4,0%). Si comparamos

aquellos resultados con los que se muestran en la Encuesta Nacional de Salud de 2006,

para el tramo de edad de 35 a 45 años en varones (coincidiendo con las características de

nuestra muestra), encontramos que la mayoría de patologías se encuentran con prevalen-

cias parecidas. Como diferencias, la mayor existencia, en nuestra muestra, de hipertensión

arterial (probablemente achacable al sesgo ocasionado por el rango de edad), varices y

dermatitis, mientras que es menor la incidencia de dolor de cabeza, diabetes, y asma.

Gráfico 5.10. Frecuencia de los principales antecedentes

de enfermedades crónicas


Debe reseñarse también la escasa incidencia en nuestra muestra de enfermedades respi-

ratorias de tipo crónico, especialmente el asma (1,5%) o la bronquitis (0,5%), a pesar de

haber sido señalados como problemas asociados a los niveles de polvo ambiental.

El 19,7% de la muestra indican el consumo de medicamentos de forma habitual.

Los más referidos son los antihipertensivos, medicación para reducir el colesterol, anti-

histamínicos (tratamiento de los síntomas alérgicos), analgésicos y antiinflamatorios, coin-

cidiendo con las patologías expuestas.

5.7. Trastornos músculoesqueléticos

Dentro de los indicadores de salud, los trastornos músculo esqueleticos son los más im-

portantes, tanto por su frecuencia como por su capacidad invalidante. Por ello, tras estu-

diar las condiciones ergonómicas de los trabajadores del sector de fabricación de ladrillos

y tejas, a continuación se realiza una valoración del posible efecto de las mismas sobre el

aparato locomotor. Para el análisis del impacto, se ha introducido una versión del Cues-

tionario Nórdico Estandarizado sobre síntomas músculo esqueléticos, que incluye un es-

quema corporal que permite localizar la zona o puntos dolorosos con mayor exactitud,

así como una serie de ítems relacionados con la duración e intensidad del dolor.

En primer lugar, se pregunta por la existencia de dolor muscular en los últimos 12 meses.

Dos de cada tres trabajadores (67,2%) indican haber sufrido dolor loca-

lizado en el último año. La prevalencia del dolor es más frecuente en los puestos

de acabado de piezas (83,3%), laboratorio (75,0%) y tratamiento de materias primas

(71,2%), mientras que es menor en el personal de mantenimiento (57,1%) y almacén

(58,6%).


A continuación se presenta la distribución del dolor en el aparato locomotor en función

de la localización del mismo.

5.7.1. Dolor de espalda.

Las estructuras de la espalda (columna vertebral y elementos blandos) mantienen la po-

sición corporal y transmiten el peso hacia la parte inferior (columna lumbar) y a las ca-

deras, por lo que la zona lumbar es la parte que más se expone a las posturas mantenidas,

los movimientos continuados o repetitivos, la manipulación de cargas, y otros riesgos

como las vibraciones.

Por su parte, la columna cervical y su musculatura van a enfrentarse bien a los movimien-

tos del cuello que permiten ampliar el ángulo de visión del trabajador (como en el caso

de la conducción de vehículos), bien al mantenimiento de una postura fija en caso de

tener que prestar atención a una zona concreta, como en los trabajos de precisión o en

la utilización de pantallas de visualización de datos.

La prevalencia de dolor lumbar es la más frecuente, afectando al 33,3% de la muestra.

Afecta con más frecuencia a los puestos de acabados (50,0%), de extracción de tierras

(47,1%) y de laboratorio (41,7%), siendo menor a la media en el personal de manteni-

miento (22,9%) y de almacén (24,1%).

El dolor cervical aparece con una frecuencia del 22,2%, siendo más frecuente en el per-

sonal de extracción de tierras (35,3%), hornos (28,6%) y acabados (27,8%), y menor

en mantenimiento (14,3%) y almacén (17,2%).

Por último, el 13,6% refiere presencia de dolor a nivel dorsal, si bien la prevalencia se

duplica en el colectivo de extracción de tierras (35,3%) y personal de laboratorio

(33,3%), y es mínima en los almaceneros (3,4%) y los horneros (5,7%).


Por tanto, la afectación osteomuscular a nivel de la espalda se hace más patente en los

puestos de extracción de tierras, en relación al efecto de las posturas mantenidas,

así como las vibraciones generadas durante la conducción de maquinaria. También los

puestos de acabado de materiales (pinturas, esmaltados, mezclas especiales) podrían be-

neficiarse de la introducción de medidas preventivas orientadas específicamente a reducir

el riesgo postural.

5.7.2. Dolor en miembros superiores

Los miembros superiores se ven expuestos principalmente a los efectos de los movi-

mientos repetitivos y al impacto de la manipulación de cargas, y pueden manifestarse en

forma de tendinitis, dolor, o alteraciones funcionales.

La articulación que se ve más afectada es la muñeca, con una prevalencia del 12,6%. Por

tanto, es una frecuencia más bien baja. Ahora bien, el dolor alcanza al 23,5% de los tra-

bajadores de los puestos de extracción de tierras. Recordemos la influencia de las cons-

tantes manipulaciones de los controles de la maquinaria.

El dolor en los codos aparece en el 6,6%, si bien asocia mayor porcentaje en los alma-

ceneros (13,8%), extracción de tierras (11,8%) y acabados (11,1%). No aparece ningún

caso entre el personal de hornos y de mantenimiento.

5.7.3. Dolor en miembros inferiores

Las principales articulaciones de los miembros inferiores (especialmente las rodillas y los

tobillos) van a verse expuestas a los movimientos repetitivos generados durante la con-

ducción de vehículos, así como a la sobrecarga durante la bipedestación prolongada. La

adopción de posturas incómodas o difíciles, así como la manipulación manual de cargas,

van a suponer un sobreesfuerzo añadido sobre los miembros inferiores y a las que man-

tienen y distribuyen el peso del resto del cuerpo.


El dolor en las piernas es manifestado por el 21,7%. Los puestos con mayor incidencia

son personal de extracción (el 35,3%), laboratorio (33,3%) y hornos (28,6%), mientras

que la menor incidencia aparece en tratamientos de tierras (13,5%) y almacén (17,2%).

La articulación del tobillo se afecta en el 19,2%. Los puestos con mayor frecuencia son,

nuevamente extracción de tierras (29,4%) y laboratorio (25,0%). También almacén (24,1%).

Señalan menos afectación de tobillos en los hornos (8,6%) y tratamientos de tierras

(15,4%).

El dolor en la cadera afecta al 3,0%, siendo de nuevo el personal de extracción de tierras

el que alcanza la mayor incidencia (11,8%). Sin embargo, estos valores son poco significa-

tivos, debido al escaso número de casos.

5.7.4. Análisis del dolor. Escala visual analógica del dolor.

La escala visual analógica de dolor es un sistema para estimar la intensidad de dolor per-

cibido por el trabajador. Consta de una escala divida en valores que van del cero (ausencia

de dolor) al diez (dolor insoportable), donde se solicita al trabajador que señale el valor

aproximado del dolor percibido (Ver figura 5.1). Para facilitar la comparación, los valores

se clasifican en: ausencia de dolor (entre 0 y 1), molestias o dolor leve (entre 1 y 4), dolor

moderado (entre 4 y 7) y dolor intenso (más de 7).

Figura 5.1. Ejemplo de escala visual analógica del dolor.

La media resultante, entre los trabajadores que han señalado dolor, ha sido de 4,6, es

decir, de una intensidad media moderada. Al agrupar los resultados en función de la in-

tensidad del dolor, se comprueba que un tercio de los trabajadores no refieren dolor al-


guno (33,0%), un 21,3% indican una intensidad leve, el 32,5% indican padecer dolor mo-

derado y el 13,2% refieren sufrir dolor intenso (gráfico 5.11).

Gráfico 5.11. Clasificación en función de la intensidad del dolor

El 43,2% de los trabajadores con dolor han referido que su origen está relacionado con

su trabajo. Esta relación es percibida con más frecuencia en los puestos de acabado de

piezas, donde se alcanza el 70,6%, y en los puestos de extracción de tierras (53,3%). El

personal de laboratorio es el que menos relaciona el dolor con el trabajo, sólo uno de

cada cuatro trabajadores lo hace (25,0%). Entre las causas principales que manifiestan los

trabajadores, se encuentran: la carga y traslado de peso, las posturas adoptadas durante

toda la jornada (en bipedestación en unos casos o bien sentados en los vehículos y má-

quinas en otros), y la repetición de movimientos.

El dolor ha motivado que el 41,5% de los trabajadores sintomáticos ha necesitado acudir

a consulta médica para su valoración y tratamiento. De ellos, el 13,9% refiere haber ne-

cesitado una incapacidad temporal (baja laboral) para su recuperación.


Ausencia

Leve

Moderado

Intenso

En los últimos treinta días, han padecido dolor muscular dos de cada

cinco trabajadores (el 40,6%). Nuevamente, la mayor prevalencia aparece en los

puestos de acabados de piezas (66,7%) y extracción de materias primas (64,7%).

Para terminar, al preguntar a los trabajadores si consideran que el trabajo está

afectando a su salud, el 30,9% han respondido afirmativamente. Los pues-

tos con mayor frecuencia han sido los acabados de piezas (43,8%) y tratamiento de ma-

terias primas (35,3%), mientras que ha sido considerado con menos frecuencia por el

personal de almacén (17,9%), extracción de tierras (23,1%) y horneros (28,6%).

Todas estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de implantar programas de promoción

de la salud en el lugar de trabajo, especialmente los relacionados con los hábitos postu-

rales como ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la espalda y articulaciones,

entre otras medidas de higiene postural.


ANEXOS

Anexo I: Guía Técnica deprevención y vigilancia de lasalud para el control de losriesgos y enfermedadesprofesionalesA continuación se presenta a modo de Anexo “Guía técnica de prevención y vigi-

lancia de la salud para el control de dichos riesgos y de enfermedades pro-

fesionales” que se presenta en formato “ficha”.

Las fichas se han realizado por puesto de trabajo, incluyendo los riesgos estudiados en el

presente proyecto, los resultados que se han obtenido y las medidas preventivas que se

consideran pertinentes.

Los puestos de trabajo que se incluyen en la Guía son los siguientes:

• Operario preparación-recepción de tierras

• Operario moldeo/extrusión y prensado

• Operario apilado-secado

• Operario horno

• Operario desapilado

123ANEXO I

DESCRIPCIÓN DE TAREAS: Vigilancia de la maquinaria de preparación de tierras. Colaboración en las operacio-nes de conservación, mantenimiento y limpieza de la maquinaria e instalaciones delárea de trabajo.

– Uso de Equipos de Protección Individual (EPI´s) en las distintas áreas de trabajo enlas que se encuentran los puestos.

– Obligatoriedad del uso de protección auditiva.

– Se recomienda una protección auditiva tipo orejeras.

– Se recomienda que el protector ofrezca una protección PNR que garantice que elnivel de ruido en el oído se encuentre entre 65 y 80 dB (A), siempre y cuando elprotector se utilice durante toda la jornada y/o en las situaciones donde se generaruido.


PUESTO DE TRABAJO: OPERADOR PREPARACIÓN/RECEPCIÓNDE TIERRAS

RIESGO VALOR MEDIO

Ruido

LAeq (dBA)

82

Lpico (dBC)

104

MEDIDAS PREVENTIVAS

– Consumo de líquidos antes, durante y después de la exposición a altas temperaturas,debiendo incrementarse la ingestión de agua o bebidas isotónicas, que deberán serconsumidas de forma frecuente (sin esperar a tener sed) para compensar la pérdidade agua a través de los pulmones y la piel, y prevenir de ese modo una posible des-hidratación cuando las temperaturas sean elevadas.

– Evitar el consumo de bebidas estimulantes, especialmente aquellas que contengancafeína, minimizando sobre todo el consumo de café como diurético para disminuirla pérdida de agua y evitar la vasodilatación.

– Se recomienda establecer pautas de descanso en ambientes climatizados, no gene-rándose (por otro lado) un golpe de temperatura (cambio brusco de temperatura).

– Proporcionar a los trabajadores ropa de trabajado adecuada a las estaciones y latemperatura en las instalaciones (ropa de trabajo para invierno y ropa de trabajopara verano).

– Se deben mantener los niveles de iluminación mínimos recomendables (200 lux), es-tableciendo un programa de mantenimiento de las luminarias (luz artificial) para queen las épocas sin aporte de luz natural, los valores permanezcan en esos valores.

125ANEXO I

RIESGO VALOR MEDIO Tª MÁXIMA Tª MEDIA INTERIOR

Temperatura INTERIOR

27°C

EXTERIOR

26°C23°C

MEDIDAS PREVENTIVAS

RIESGO NIVEL ILUMINACIÓN MEDIA (Lux)

Iluminación

MEDIDAS PREVENTIVAS

1100

– Ingestión de agua o bebidas isotónicas, que deberán ser consumidas de forma fre-cuente.

– En caso de sequedad en los ojos, humedecer los mismos con líquidos específicosacondicionados para dicha sequedad.

– En caso de instalaciones para el control de los parámetros de los hornos, acondi-cionar la sala a dichos valores de humedad relativa.

– Se recomienda el uso de Equipos de Protección Individual (tipo mascarilla).

– Se establece el uso del mismo con un nivel de protección tipo FFP2.

– El asiento del operador estará dotado de suspensión, y será anatómico y regulableen altura y horizontalmente.

– La amortiguación del asiento debe poder ser regulada en función del peso del con-ductor


RIESGO VALOR HUMEDAD RELATIVA

Humedad

MEDIA

40

MÍNIMA

27

HR (%)

MEDIDAS PREVENTIVAS

RIESGO VALOR (mg/m3)

Materia Particulada

(Polvo Total)MEDIDAS PREVENTIVAS

0,48

RIESGO VALOR

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

Conducciónde Maquinaria

– Mantener en buen estado de uso el asiento, así como sus diferentes regulaciones.

– Verificar en la maquinaria que los controles y mandos son perfectamente accesi-bles y que su movimiento se corresponde a los estereotipos usuales. Tanto el es-fuerzo a realizar sobre volantes, palancas, etc., como sus posibles retrocesos, sonaspectos que también conviene comprobar en cada máquina y tras cada repara-ción o reforma.

– Realizar controles periódicos de mantenimiento de los vehículos y del firme de laplanta para detectar posibles causas que puedan provocar exposición a vibracionesen cuerpo entero.

– Procurar que las superficies por las que se circule sean uniformes y carezcan deirregularidades.

– Se recomienda que el personal que realiza las tareas de conducción de la maquina-ria realice algún tipo de pausa controlada o rotación con otro puesto que permitano permanecer de forma continua las 8 horas de la jornada en posición sedante ycon requerimientos continuos debido a la conducción.

– Rotación en el tipo de tareas que puede desempeñar un maquinista para evitar do-lencias de cuello y cervicales.

– Informar a los trabajadores del puesto de la necesidad de alternar las posturas depié y sentado, para minimizar la sobrecarga en extremidades inferiores y columnavertebral por mantener posturas sentadas durante exposiciones prolongadas.

– El operador de la máquina deberá realizar los ajustes necesarios de asiento antesdel inicio de los trabajos.

– El trabajador deberá sentarse de forma que la espalda permanezca en contactocon el respaldo del asiento.

– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que seproduzcan.

127ANEXO I

DESCRIPCIÓN DE TAREAS: Manejo y vigilancia de las máquinas de moldeo-corte (en el caso de fabricación de la-drillos) y de las máquinas de prensado (en el caso de fabricación de tejas). Tanto en lafabricación de ladrillos como de tejas, en los puestos de trabajo se realiza el cambiode moldes.

– Obligatoriedad del uso de protección auditiva.




PUESTO DE TRABAJO: OPERADOR MOLDEO/EXTRUSIÓN YPRENSADO

RIESGO VALOR MEDIO (Moldeo) VALOR MEDIO (Extrusión)

Ruido LAeq (dBA)

83

Lpico (dBC)

106

LAeq (dBA)

86

Lpico (dBC)

107

MEDIDAS PREVENTIVAS






129ANEXO I



36°C

EXTERIOR

23°C26°C

MEDIDAS PREVENTIVAS


Iluminación

MEDIDAS PREVENTIVAS

800



– En caso de instalaciones para el control de los parámetros de los hornos, acondicio-nar la sala a dichos valores de humedad relativa.



– Evitar permanecer de forma continuada en una misma postura. Se recomienda laalternancia de tareas y la realización de pausas.

– El trabajador intentará no permanecer mucho tiempo de pié, debiendo sentarsecada cierto tiempo; de esta forma se reducirá el riesgo de alteraciones vascularesen extremidades inferiores.



Humedad

MEDIA

45

MÍNIMA

36

HR (%)

MEDIDAS PREVENTIVAS


Materia Particulada


0,26

RIESGO VALOR

BipedestaciónProlongada

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

– Si es inevitable, se recomienda realizar paseos cortos y frecuentes, haciendo ejerci-cios de estiramientos sencillos para favorecer la circulación sanguínea:

• Realizar alternativamente ejercicios de contracción y estiramientos de los ge-melos.

• Relajar la zona lumbar en una pared, con basculación de la pelvis.

• Flexionar frecuentemente los tobillos. Estando de pié, ponerse de puntillas ode talones de manera alternativa.

– En la medida de lo posible, se contará con un taburete de apoyo en las proximida-des de las cintas transportadoras para su uso durante las tareas de vigilancia.

– La superficie del asiento deberá ser ajustable en altura e inclinación. Se reco-mienda que disponga de giro a 360º para favorecer la libertad de movimientosevitando así torsiones de cuello y tronco.

– Instalar junto a las inmediaciones de las cintas transportadoras esteras antifatiga.

– Impartir formación/información a los trabajadores respecto a manipulación de car-gas.

– Se recomienda no manipular manualmente cargas superiores a 25 Kg. aunque esrecomendable que el peso no exceda los 15 Kg.

– Incluir en la vigilancia de la salud un protocolo específico para trabajos que requie-ren manipulación manual de cargas.

– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que seproduzcan

– Utilizar siempre que sea posible, la manipulación mecánica en vez de la manipula-ción manual de cargas.

– Como norma general, es preferible manipular las cargas cerca del cuerpo, a una al-tura comprendida entre la altura de los codos y los nudillos, ya que de esta formadisminuye la tensión en la zona lumbar.

131ANEXO I

RIESGO VALOR

ManipulaciónManual de

Cargas

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

– Si las cargas que se van a manipular se encuentran en el suelo o cerca del mismo,se utilizarán las técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los músculosde las piernas más que los de la espalda.

– Siempre que se manipulen cargas, utilizar calzado de seguridad

Instrucciones para el levantamiento de cargas

Planificar el levantamiento

– Utilizar las ayudas mecánicas precisas. Siempre que sea posible se deberán utilizarayudas mecánicas.

– Seguir las indicaciones que aparezcan en el embalaje acerca de los posibles riesgosde la carga, como pueden ser un centro de gravedad inestable, materiales corrosivos,etc.

– Si no aparecen indicaciones en el embalaje, observar bien la carga, prestando especialatención a su forma y tamaño, posible peso, zonas de agarre, posibles puntos peli-grosos, etc. Probar a alzar primero un lado, ya que no siempre el tamaño de la cargaofrece una idea exacta de su peso real.

– Solicitar ayuda de otras personas si el peso de la carga es excesivo o se deben adop-tar posturas incómodas durante el levantamiento y no se puede resolver por mediode la utilización de ayudas mecánicas.

– Tener prevista la ruta de transporte y el punto de destino final del levantamiento,retirando los materiales que entorpezcan el paso.


Colocar los pies

– Separar los pies para proporcionar una postura estable y equilibrada para el levan-tamiento, colocando un pie más adelantado que el otro en la dirección del movi-miento.

Adoptar la postura de levantamiento

– Doblar las piernas manteniendo en todo momento la espalda derecha, y mantenerel mentón metido. No flexionar demasiado las rodillas.


Agarre firme

– Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos y pegarla al cuerpo. El mejortipo de agarre sería un agarre en gancho, pero también puede depender de las pre-ferencias individuales, lo importante es que sea seguro. Cuando sea necesario cam-biar el agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga, ya que incrementa losriesgos.


Levantamiento suave

– Levantarse suavemente, por extensión de las piernas, manteniendo la espalda dere-cha. No dar tirones a la carga ni moverla de forma rápida o brusca.

Evitar giros

– Procurar no efectuar nunca giros, es preferible mover los pies para colocarse en laposición adecuada.

Carga pegada al cuerpo

– Mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento.

Depositar la carga

– Si el levantamiento es desde el suelo hasta una altura importante, por ejemplo, la al-tura de los hombros o más, apoyar la carga a medio camino para poder cambiar elagarre.

– Depositar la carga y después ajustarla si es necesario.

Realizar levantamientos espaciados

133ANEXO I

DESCRIPCIÓN DE TAREAS: Manejo y vigilancia de las máquinas de apilado sobre vagonetas o similares. Cuidadodel buen estado y sustitución del material defectuoso, limpieza y mantenimiento de lamaquinaria

– Obligatoriedad del uso de protección auditiva en el área de secado.

– Recomendable el uso de protección auditiva en el área de apilado.




PUESTO DE TRABAJO: OPERADOR APILADO/SECADO

RIESGO VALOR MEDIO (Apilado) VALOR MEDIO (Secado)

Ruido LAeq (dBA)

80

Lpico (dBC)

105

LAeq (dBA)

83

Lpico (dBC)

106

MEDIDAS PREVENTIVAS






135ANEXO I


Temperatura INTERIOR(Secado)

36°C

MEDIDAS PREVENTIVAS

EXTERIOR(Secado)

23°C

INTERIOR(Apilado)

37°C

EXTERIOR(Apilado)

25°C

Secado

26°C

Apilado

31°C

RIESGO NIVEL ILUMINACIÓNMEDIA (Lux)

Iluminación

MEDIDAS PREVENTIVAS

Secado

800

NIVEL ILUMINACIÓNMEDIA (Lux)

Apilado

580







RIESGOVALOR HUMEDAD RELATIVA

(Secado)VALOR HUMEDAD RELATIVA

(Apilado)

Humedad

HR (%)

MEDIA

45

MÍNIMA

36

MEDIA

35

MÍNIMA

19

MEDIDAS PREVENTIVAS

RIESGOVALOR (mg/m3)

Apilado

Materia Particulada(Polvo Total)

MEDIDAS PREVENTIVAS

0,17

VALOR (mg/m3) Secado

0,26

– Evitar permanecer de forma continuada en una misma postura. Se recomienda la al-ternancia de tareas y la realización de pausas.

– El trabajador intentará no permanecer mucho tiempo de pié, debiendo sentarse cadacierto tiempo; de esta forma se reducirá el riesgo de alteraciones vasculares en ex-tremidades inferiores.

– Si es inevitable, se recomienda realizar paseos cortos y frecuentes, haciendo ejerciciosde estiramientos sencillos para favorecer la circulación sanguínea:




– En la medida de lo posible, se contará con un taburete de apoyo en las proximidadesde las cintas transportadoras para su uso durante las tareas de vigilancia.

– La superficie del asiento deberá ser ajustable en altura e inclinación. Se recomiendaque disponga de giro a 360º para favorecer la libertad de movimientos evitando asítorsiones de cuello y tronco.


137ANEXO I

RIESGO VALOR


MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo


– Se recomienda no manipular manualmente cargas superiores a 25 Kg. aunque es re-comendable que el peso no exceda los 15 Kg.

– Incluir en la vigilancia de la salud un protocolo específico para trabajos que requierenmanipulación manual de cargas.

– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que se pro-duzcan

– Utilizar siempre que sea posible, la manipulación mecánica en vez de la manipulaciónmanual de cargas.

– Como norma general, es preferible manipular las cargas cerca del cuerpo, a una alturacomprendida entre la altura de los codos y los nudillos, ya que de esta forma dismi-nuye la tensión en la zona lumbar.

– Si las cargas que se van a manipular se encuentran en el suelo o cerca del mismo, seutilizarán las técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los músculos de laspiernas más que los de la espalda.

– Siempre que se manipulen cargas, utilizar calzado de seguridad.





– Si no aparecen indicaciones en el embalaje, observar bien la carga, prestando especialatención a su forma y tamaño, posible peso, zonas de agarre, posibles puntos peli-


RIESGO VALOR


Cargas

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

grosos, etc. Probar a alzar primero un lado, ya que no siempre el tamaño de la cargaofrece una idea exacta de su peso real.

– Solicitar ayuda de otras personas si el peso de la carga es excesivo o se deben adoptarposturas incómodas durante el levantamiento y no se puede resolver por medio dela utilización de ayudas mecánicas.

– Tener prevista la ruta de transporte y el punto de destino final del levantamiento, re-tirando los materiales que entorpezcan el paso.


Colocar los pies

– Separar los pies para proporcionar una postura estable y equilibrada para el levanta-miento, colocando un pie más adelantado que el otro en la dirección del movimiento.


– Doblar las piernas manteniendo en todo momento la espalda derecha, y mantener elmentón metido. No flexionar demasiado las rodillas.


Agarre firme

– Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos y pegarla al cuerpo. El mejortipo de agarre sería un agarre en gancho, pero también puede depender de las prefe-rencias individuales, lo importante es que sea seguro. Cuando sea necesario cambiarel agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga, ya que incrementa los riesgos.

Levantamiento suave


Evitar giros



- Mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento.

Depositar la carga




139ANEXO I

DESCRIPCIÓN DE TAREAS: Vigilancia y mantenimiento del horno y secaderos. Realización de la limpieza delhorno, teniendo la responsabilidad de la cocción del material y de la marcha de lamaquinaria aneja al horno (como ventiladores) y demás elementos necesarios.

– Al tener una exposición (en algunos casos estudiados) mixta entre la zona de oficinapara control de los parámetros por ordenador y las inspecciones-toma de datos delos parámetros de control, se recomienda el uso de los protectores en aquellas zonasdel horno donde se superen los 80 dB (A).




PUESTO DE TRABAJO: OPERADOR HORNO

RIESGO VALOR MEDIO

Ruido

LAeq (dBA)

77

Lpico (dBC)

101

MEDIDAS PREVENTIVAS




– Proporcionar a los trabajadores ropa de trabajado adecuada para soportar la tem-peratura que se alcanza en verano y que sumado a la cercanía al horno pueden llegara ser muy elevadas.

– Se deben mantener los niveles de iluminación mínimos recomendables (300 lux ó500 lux si está en la zona de oficinas donde se controlan los parámetros mediante orde-nador), estableciendo un programa de mantenimiento de las luminarias (luz artificial)para que en las épocas sin aporte de luz natural, los valores permanezcan en esosvalores.

141ANEXO I



32°C

EXTERIOR

26°C26°C

MEDIDAS PREVENTIVAS


Iluminación

MEDIDAS PREVENTIVAS

480








Humedad

MEDIA

36

MÍNIMA

28

HR (%)

MEDIDAS PREVENTIVAS


Materia Particulada


0,06

– Evitar permanecer de forma continuada en una misma postura. Se recomienda la al-ternancia de tareas y la realización de pausas.

– El trabajador intentará no permanecer mucho tiempo de pié, debiendo sentarse cadacierto tiempo; de esta forma se reducirá el riesgo de alteraciones vasculares en ex-tremidades inferiores.






– La superficie del asiento deberá ser ajustable en altura e inclinación. Se recomiendaque disponga de giro a 360º para favorecer la libertad de movimientos evitando asítorsiones de cuello y tronco.


143ANEXO I

RIESGO VALOR


MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

– Impartir formación/información a los trabajadores respecto a manipulación de cargas.



– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que se pro-duzcan.



– Si las cargas que se van a manipular se encuentran en el suelo o cerca del mismo, seutilizarán las técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los músculos de laspiernas más que los de la espalda.





– Seguir las indicaciones que aparezcan en el embalaje acerca de los posibles riesgos dela carga, como pueden ser un centro de gravedad inestable, materiales corrosivos, etc.



RIESGO VALOR


Cargas

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo




Colocar los pies





Agarre firme

– Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos y pegarla al cuerpo. El mejortipo de agarre sería un agarre en gancho, pero también puede depender de las pre-ferencias individuales, lo importante es que sea seguro. Cuando sea necesario cambiarel agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga, ya que incrementa los riesgos.

Levantamiento suave


Evitar giros



– Mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento.

Depositar la carga




145ANEXO I

– Formar a los usuarios sobre el buen uso de los equipos de trabajo.

– Las dimensiones de la mesa deben ser tales que permitan que el equipo de trabajose pueda colocar correctamente permitiendo holgura de movimientos.

– La altura de la mesa respecto a la altura de la silla deben ser tales que permitan elcambio postural a partir de la postura de referencia.

– Entre el teclado y el borde de la mesa debe haber suficiente espacio para colocarcómodamente los antebrazos.

– La pantalla de datos debe ocupar la posición principal en la mesa, situada en frentedel usuario para evitar que se realicen torsiones de tronco o cuello y a una distan-cia superior a 40 cm. para su visualización.

– Colocar la pantalla de forma que su parte superior esté a la altura de los ojos.

– Orientar la pantalla de forma que se eviten reflejos y deslumbramientos prove-nientes de focos luminosos. No situar la pantalla ni en frente ni de espaldas a unaventana.

– Utilizar sistemas (cortinas, persianas…) que permitan regular la entrada de luz na-tural.

– Elegir un correcto sistema de iluminación de los puestos de trabajo para conseguirtanto un cierto confort visual como una precisa percepción visual.

– Las luminancias de los diferentes equipos de trabajo deben homogeneizarse.

– Adoptar una postura correcta frente a la pantalla de visualización de datos.

– Ajustar la altura de la silla de forma que la parte superior del cuerpo y la inferiorestán formando un ángulo recto (un ángulo de 90º), con la espalda completamentepegada al respaldo de la silla.

– Comprobar que los pies están bien apoyados en el suelo. Si no es así, utilizar unreposapiés.


RIESGO VALOR

PVD’s

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

DESCRIPCIÓN DE TAREAS: Manejo y vigilancia de las máquinas de desapilado de vagonetas o similares. Limpiezay mantenimiento de la maquinaria.

– Uso de protección auditiva recomendable.



147ANEXO I

PUESTO DE TRABAJO: OPERADOR DESAPILADO

RIESGO VALOR MEDIO

Ruido

LAeq (dBA)

81

Lpico (dBC)

109

MEDIDAS PREVENTIVAS









27°C

EXTERIOR

26°C23°C

MEDIDAS PREVENTIVAS


Iluminación

MEDIDAS PREVENTIVAS

900






– Evitar permanecer de forma continuada en una misma postura. Se recomienda laalternancia de tareas y la realización de pausas.

– El trabajador intentará no permanecer mucho tiempo de pié, debiendo sentarsecada cierto tiempo; de esta forma se reducirá el riesgo de alteraciones vascularesen extremidades inferiores.

149ANEXO I


Humedad

MEDIA

36

MÍNIMA

27

HR (%)

MEDIDAS PREVENTIVAS


Materia Particulada


0,05

RIESGO VALOR


MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo






– La superficie del asiento deberá ser ajustable en altura e inclinación. Se recomiendaque disponga de giro a 360º para favorecer la libertad de movimientos, evitando asítorsiones de cuello y tronco.





– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que se pro-duzcan.




RIESGO VALOR


Cargas

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

– Si las cargas que se van a manipular se encuentran en el suelo o cerca del mismo,se utilizarán las técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los músculosde las piernas más que los de la espalda.










Colocar los pies





Agarre firme

– Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos y pegarla al cuerpo. El mejortipo de agarre sería un agarre en gancho, pero también puede depender de las pre-ferencias individuales, lo importante es que sea seguro. Cuando sea necesario cambiarel agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga, ya que incrementa los riesgos.

151ANEXO I

Levantamiento suave


Evitar giros



– Mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento

Depositar la carga

– Si el levantamiento es desde el suelo hasta una altura importante, por ejemplo, laaltura de los hombros o más, apoyar la carga a medio camino para poder cambiarel agarre.



– El asiento del operador estará dotado de suspensión y será anatómico y regulableen altura y horizontalmente.

– La amortiguación del asiento debe poder ser regulada en función del peso del con-ductor.

– Mantener en buen estado de uso el asiento, así como sus diferentes regulaciones.

– Verificar en la maquinaria que los controles y mandos son perfectamente accesi-bles y que su movimiento se corresponde a los estereotipos usuales. Tanto el es-fuerzo a realizar sobre volantes, palancas, etc., como sus posibles retrocesos, sonaspectos que también conviene comprobar en cada máquina y tras cada repara-ción o reforma.

– Realizar controles periódicos de mantenimiento de los vehículos y del firme de laplanta para detectar posibles causas que puedan provocar exposición a vibracionesen cuerpo entero.


RIESGO VALOR

MEDIDAS PREVENTIVAS

Bajo

Conducciónde Maquinaria

– Procurar que las superficies por las que se circule sean uniformes y carezcan deirregularidades.

– Se recomienda que el personal que realiza las tareas de conducción de la maquina-ria realice algún tipo de pausa controlada o rotación con otro puesto que permitano permanecer de forma continua las 8 horas de la jornada en posición sedante ycon requerimientos continuos debido a la conducción.

– Rotación en el tipo de tareas que puede desempeñar un maquinista para evitar do-lencias de cuello y cervicales.

– Informar a los trabajadores del puesto de la necesidad de alternar las posturas depié y sentado, para minimizar la sobrecarga en extremidades inferiores y columnavertebral por mantener posturas sentadas durante exposiciones prolongadas.

– El operador de la máquina deberá realizar los ajustes necesarios de asiento antesdel inicio de los trabajos.

– El trabajador deberá sentarse de forma que la espalda permanezca en contactocon el respaldo del asiento.

– Hacer seguimiento de las bajas y dolencias de tipo músculo esquelético que seproduzcan.

153ANEXO I

Anexo II: Propuesta de Protocolode vigilancia de la salud para elsector de ladrillos y tejas

Índice

1. Presentación 153

2. Objetivos y criterio de aplicación 155

2.1 Objetivos 155

2.2 Criterios de aplicación 156

3. El sector de fabricación de ladrillos, tejas y productos de

tierras cocidas para la construcción 156

3.1. Definición de puestos de trabajo y perfiles 157

3.2. Factores de riesgo y posibles daños para la salud 159

3.2.1. Factores de riesgo ergonómico 159

3.2.2. Factores de riesgo físico: ruido, temperatura, vibraciones,

radiaciones no ionizantes 160

3.2.3. Riesgos de seguridad: trabajos en altura, conducción de vehículos 162

3.2.4. Trabajos con pantallas de visualización de datos (PVD) 163

3.2.5. Factores de riesgo químico 164

4. Vigilancia de la salud individual específica 167

4.1. Examen de salud inicial 168

4.1.1. Examen de salud básico 168

4.1.2. Exploraciones complementarias 170

4.1.3. Exploraciones especiales 170


4.2. Examen de salud periódico 171

4.3. Trabajadores especialmente sensibles. Menores de edad.

Embarazadas y madres lactantes 173

4.4. Valoración de resultados 174

4.4.1. Valoración clínica 174

4.4.2. Valoración de la relación con el trabajo 175

4.4.3. Valoración de la aptitud 176

5. Bibliografía 178

Presentación

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995, de 8 de noviembre, en adelante,

LPRL), conforma el nuevo marco normativo en materia de Prevención de Riesgos Labo-

rales estableciendo los principios generales a los que debe someterse la vigilancia de la

salud de los trabajadores, y constituyendo la base normativa en la que se sustenta esta

actividad. El derecho de los trabajadores y trabajadoras a la vigilancia de su estado de

salud, así como el deber del empresario de garantizar dicha vigilancia se establece en el

artículo 14, y las características y contenido de la misma se definen en el artículo 22 de

la LPRL y en el artículo 37.3 del Reglamento de los Servicios de Prevención (RD 39/1997,

de 17 de enero).

La vigilancia de la salud, actividad esencial de la Medicina del Trabajo, debe ser específica

en función de los riesgos inherentes al trabajo, periódica, y voluntaria para el trabajador

(excepto en determinadas circunstancias, que requieran de una vigilancia obligatoria).

Debe garantizarse la confidencialidad de la información médica generada, y respetarse el

derecho a la intimidad y a la dignidad de los trabajadores, evitando a su vez la discrimina-

ción por motivos de salud. El personal sanitario tendrá competencia técnica, formación y

capacidad acreditada. Su misión fundamental es la protección del trabajador frente a los

155ANEXO II

riesgos laborales, y para ello cuenta con una serie de actuaciones destinadas a salvaguardar

la seguridad y salud de los mismos, tanto a nivel individual (vigilancia inicial, periódica o

tras ausencia prolongada del trabajo) como del colectivo. Además deberá tener en cuenta

las peculiaridades de los trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos

(art. 25, LPRL), a los menores de edad (art. 27, LPRL) y a las trabajadoras en situación de

embarazo, parto reciente y lactancia (art. 26, LPRL)

En este contexto preventivo queda integrada la Vigilancia de la Salud como uno de los

instrumentos que utiliza la Medicina del trabajo para controlar y hacer el seguimiento de

la repercusión de las condiciones de trabajo sobre la salud de la población trabajadora.

Engloba una serie de actividades, referidas tanto a individuos como a colectividades, orien-

tadas a la prevención de los riesgos laborales, cuyos objetivos generales tienen que ver

tanto con la identificación de problemas de salud como con la evaluación de las inter-

venciones preventivas.

Destacan especialmente la colaboración en la planificación de la prevención, la evaluación

de los riesgos laborales y su actualización periódica a medida que se alteren las condiciones

laborales, la determinación de la idoneidad para las tareas habituales del puesto de trabajo,

la detección precoz de las alteraciones de la salud derivadas de la exposición a los riesgos

laborales, las medidas de acción preventiva adecuadas a la naturaleza de los riesgos detec-

tados y la evaluación de la efectividad de dichas medidas. Los exámenes de salud (recono-

cimientos médicos) son la actividad más visible de la vigilancia de la salud, pero existen otros

instrumentos que complementan los resultados obtenidos, como las encuestas de salud,

los controles biológicos, los estudios de absentismo, las estadísticas de accidentes, etc. En

definitiva, cualquier medio que aporte información sobre la salud de los trabajadores.

Las Administraciones Públicas competentes en materia sanitaria (art.10, LPRL) estable-

cerán los medios adecuados para la evaluación y el control de las actuaciones de carácter

sanitario que se realicen en las empresas por los servicios de prevención propios o ajenos.

Para ello, establecerán las pautas y protocolos de actuación, oídas las sociedades científi-

cas, a los que deberán someterse los citados servicios.


El Ministerio de Sanidad, a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de

Salud, ha aprobado el contenido mínimo y unificado al que deben someterse las activida-

des de vigilancia de la salud, mediante la publicación de los protocolos para la vigilancia

sanitaria específica de los trabajadores. Estos protocolos suponen guías de actuación, que

deben tener en cuenta los factores de riesgo y las condiciones del medio de trabajo, di-

rigidos a los profesionales sanitarios encargados de la vigilancia de la salud de los traba-

jadores. Por tanto, no deben realizarse de manera genérica.

Hasta la fecha, se han aprobado 19 protocolos específicos, ante la presencia de factores

de riesgo laborales o determinados daños (agentes químicos como el amianto o los pla-

guicidas, agentes físicos, biológicos, asma, dermatosis,…). Para su aplicación a un colectivo

concreto, resulta indispensable disponer de una Evaluación de Riesgos de la empresa, que

contemple los diferentes riesgos potenciales asociados a los diferentes puestos de trabajo.

Actúan, por tanto, como guías orientativas, que pueden verse alejadas de determinados

colectivos específicos.

Dado que no existen protocolos específicos destinados a los diferentes sectores, pre-

sentamos a continuación una Propuesta de Protocolo de vigilancia de la salud específica

para el sector de la fabricación de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas, con el

objetivo de profundizar en la aplicación de estos protocolos específicos sobre el men-

cionado colectivo.

2. Objetivos y criterio de aplicación

2.1. Objetivos

Proponer una serie de criterios y recomendaciones para la vigilancia de la salud de los

trabajadores destinada a la prevención de riesgos laborales del sector de la fabricación

de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas.

157ANEXO II

2.2. Criterios de aplicación

Se propone la aplicación a los trabajadores del sector de la fabricación de ladrillos, tejas

y productos de tierras cocidas, que comprende las siguientes actividades económicas

(según código CNAE-2009):

SECCIÓN C: INDUSTRIA MANUFACTURERA

3. El sector de fabricación de ladrillos, tejas y productos de tierrascocidas para la construcción

HISPALYT es la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida.

Agrupa a más de 250 empresas fabricantes de productos de cerámica estructural –ado-

quín cerámico, termoarcilla, forjados, ladrillo cara vista, ladrillo para revestir, tableros y

tejas- que abarcan el 95% de la producción del sector en nuestro país.

Fuente: Hispalyt. http://www.hispalyt.es


23.31

23.3223.323

Fabricación de productos cerámicos para la construcción

Fabricación de azulejos y baldosas de cerámica

Fabricación de ladrillos, tejas y productos de tierras coci-das para la construcción

Según sus propios datos, agrupa a un número aproximado de 12.500 trabajadores en

420 industrias, el 97 % de las empresas son Pymes y la producción anual es de

28.800.000Tn/Año (Año 2007).

Fuente: Hispalyt. http://www.hispalyt.es

3.1. Definición de puestos de trabajo y perfiles

El Convenio Colectivo estatal de tejas, ladrillos y piezas especiales de arcilla cocida 2006

a 2008 (BOE núm. 302, martes 19 diciembre 2006) clasifica los puestos de trabajo del

sector en seis áreas funcionales:

Área técnica: Se desempeñan las funciones propias relacionadas con sus conocimientos

técnicos profesionales.

Área Informática y Sistemas: Funciones de programación y mantenimiento de sis-

temas informáticos.

159ANEXO II

Áreas de Administración: Funciones relacionadas con la obtención de datos con-

tables, estadísticos, facturación, personal, así toda clase de documentación generada por

la actividad empresarial.

Área Comercial: Funciones comerciales en sus diferentes modalidades.

Área Operativa: Ejecución material de las distintas fases del sistema productivo.

Área Auxiliar: Funciones auxiliares y complementarias, como reparaciones y mante-

nimiento de las instalaciones o de la maquinaria, vigilancia, etc.

Dada la gran amplitud de perfiles laborales existentes en el sector, para la elaboración de

la presente Propuesta de protocolos de vigilancia de la salud se han seleccionado los

puestos de trabajo directamente relacionados con el proceso productivo (extracción,

tratamiento y manipulación de materia prima, y obtención del producto), dadas las ca-

racterísticas propias de los riesgos laborales existentes. No se han seleccionado aquellos

puestos de trabajo comunes a otros sectores (administración y gestión, técnicos infor-

máticos, comercial, laboratorio, operarios de funciones auxiliares,…), ya que los riesgos

laborales de dichos puestos pueden encontrarse en otros protocolos, y quedan fuera del

alcance de la presente propuesta.

Se ha configurado un total de cuatro Perfiles, en función del proceso productivo principal,

a los que se han asociado los puestos de trabajo más característicos.

Perfil 1: Extracción de materia prima

Maquinista de Excavadora, Tractor o Pala en Cantera o Fábrica

Conductor de Camión o Automóvil

Conductor de Moto-Vagoneta o Tractores

Conductor de Carretilla Elevadora


Perfil 2: Tratamiento de materia prima

Operario de Preparación de Tierras (Molienda)

Prensado, amasado, laminado

Extrusora, cortador

Desencañador Manual de Vagonetas

Operario Apilador, Carga Automática de Vagonetas o Similares

Operario de Desapilado Automático

Perfil 3: Operaciones de cocción

Hornero Cocedor

Moldeador Manual

Operario de Moldeo

Encañador Manual de Horno Hoffman

Desencañador Manual Horno Hoffman

Encañador Manual sobre Vagoneta

Perfil 4: Operaciones de almacenaje y expedición

Operario de Empaquetado y/o Flejado Automático

Clasificador y Empaquetador Manual

Almacenero

3.2. Factores de riesgo y posibles daños para la salud

3.2.1. Factores de riesgo ergonómico

La exposición a los riesgos ergonómicos principales (manipulación manual de cargas, adop-

ción de posturas forzadas y realización de movimientos repetitivos) va asociada general-

mente al grado de automatización y mecanización de las empresas. Mientras que las

161ANEXO II

grandes empresas disponen de una implantación de sistemas automatizados en gran parte

del proceso productivo, que reduce los niveles de manipulación de cargas, las pequeñas em-

presas pueden presentar mayor variabilidad en el grado de automatización de los procesos,

encontrándose aún empresas de tipo familiar que utilizan métodos más tradicionales.

Las posturas forzadas, relacionadas con la manipulación de herramientas y maquinaria, así

como con la conducción de vehículos, originan trastornos músculo esqueléticos. Gene-

ralmente siguen un curso lento, lo que suele provocar la infravaloración del síntoma hasta que

se vuelve crónico y la lesión se hace permanente. Afectan principalmente al tejido conectivo,

sobre todo en los tendones y en sus vainas, así como puede dañar o irritar a los nervios.

La bipedestación prolongada es frecuente, ocupando gran parte de la jornada. Se asocia

a alteraciones del aparato circulatorio en las extremidades inferiores (insuficiencia venosa,

varices, etc.).

La manipulación manual de cargas se asocia con la fatiga fisiológica y con altera-

ciones musculares (contracturas, calambres y rotura de fibras musculares), tendinosas, li-

gamentosas y articulares. Puede ser especialmente importante en los puestos de

apilado/desapilado, así como en los distintos puestos de almacenaje.

Los movimientos repetitivos suponen la reiteración de determinados movimientos,

en forma de ciclos, que pueden verse asociados a posturas forzadas. Pueden producir le-

siones en tendones, músculos y nervios, fundamentalmente en las extremidades superio-

res (hombro, antebrazo, muñeca y mano).

3.2.2. Factores de riesgo físico: ruido, temperatura, vibraciones, radiaciones

no ionizantes

La exposición a niveles elevados de ruido puede ocasionar efectos tanto sobre el sistema

receptor del sonido (efectos auditivos) como otros de tipo fisiológico y comportamental

(efectos extraauditivos).


Dentro de las alteraciones auditivas, el ruido puede causar alteraciones auditivas tem-

porales (fatiga auditiva) o permanentes (trauma acústico, hipoacusia o sordera), de-

pendiendo de factores como la intensidad, el espectro de frecuencias, la duración de la

exposición, la susceptibilidad individual, y la interacción con sustancias ototóxicas.

Por otra parte, el ruido actúa como un estímulo agresivo que causa una serie de respuestas

fisiológicas, que pueden dar lugar a: hipertensión arterial, malestar o sensación de disgusto,

mayor riesgo de accidente de trabajo por enmascaramiento de las señales de alerta, tras-

tornos de la voz por el aumento de intensidad de la misma para mantener la comunicación

verbal, y otros efectos cuya evidencia es todavía limitada (alteraciones del comportamiento,

influencia sobre la calidad del sueño, efectos sobre el sistema inmunitario, etc.).

Los principales focos de ruido se originan en los motores de máquinas y vehículos, y es

especialmente importante en las áreas de preparación y recepción de tierra, moldeo y

extrusión, donde las mediciones alcanzan valores que requieren de la utilización de me-

didas de protección individual por parte de los trabajadores.

La exposición a altas temperaturas se localiza fundamentalmente en los puestos de

trabajo relacionados con los hornos de cocción, así como en aquellos puestos de trabajo

situados en sus cercanías. La exposición a temperaturas elevadas produce sudoración in-

tensa, y puede causar hipotensión y lipotimias, que pueden ser más frecuentes en am-

bientes con humedad elevada, o con una actividad física importante. Cuando la

acumulación de calor en el interior del cuerpo aumenta, aparece el estrés por calor.

Tiene como síntomas el dolor de cabeza, malestar general, disminución del rendimiento,

irritabilidad, déficit de concentración, náuseas, agotamiento precoz, desvanecimientos y

taquicardia. Pueden aparecer también los calambres musculares o las dermatitis por calor.

Por tanto, aparte de las enfermedades relacionadas con el exceso de calor y el agrava-

miento de patologías previas (enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, cu-

táneas, diabetes, etc.), aumenta la probabilidad de que se produzcan

accidentes de trabajo.

163ANEXO II

El disconfort térmico por bajas temperaturas puede darse principalmente en los

puestos de trabajo en el exterior, ante bajas temperaturas ambientales, o en zonas de co-

rrientes de aire.

Los trabajadores que desempeñan su actividad cerca de los hornos, se pueden ver ex-

puestos a radiaciones no ionizantes de tipo infrarrojo, que se libera con las altas

temperaturas necesarias para los procesos de cocción de la arcilla. La radiación infrarroja

puede producir quemaduras a nivel dermatológico y ocular, provocando la aparición de

fotoqueratitis, fotoconjuntivitis y cataratas.

Las vibraciones tienen su origen en movimientos alternativos más o menos rápidos,

producidos por herramientas y máquinas durante su funcionamiento. Se transmiten al

trabajador a través de las zonas de contacto con el objeto vibrante, por lo que se consi-

deran las vibraciones aplicadas al sistema mano-brazo (herramientas manuales) y las vi-

braciones aplicadas al cuerpo entero (conducción de vehículos o maquinaria rodante).

En el sistema de cuerpo entero los daños para la salud más conocidos son:

• Lumbalgias, hernias, pinzamientos discales y lesiones raquídeas.

• Afecciones del sistema digestivo, urinario/genital, y órganos reproductivos fe-

meninos.

Las vibraciones de muy baja frecuencia, inferiores a 1 Hz, pueden originar pérdidas de

equilibrio, mareos y vómitos.

3.2.3. Riesgos de seguridad: trabajos en altura, conducción de vehículos

La realización de trabajos en altura (escaleras, pasarelas, trabajo en partes elevadas

de maquinaria, etc.) supone el riesgo de caídas a distinto nivel, con la subsecuente gravedad

de las posibles lesiones traumáticas derivadas. Para una correcta valoración de dicho

riesgo, deben tenerse en cuenta tanto los aspectos físicos como los psicológicos. Entre


los primeros, debe constatarse la existencia de mareos, vértigo, problemas cardiacos, epi-

lepsia, minusvalías en extremidades, alcoholismo y drogadicción, diabetes,…

Dentro de los aspectos psicológicos, se encuentran la dificultad de comprensión innata

o lingüística, el sentido común, la capacidad de reacción, la percepción del riesgo, y las en-

fermedades psiquiátricas.

La conducción de vehículos o máquinas motorizadas supone una serie de riesgos

(imprudencias, despistes, colisiones, etc.) que alcanzan no sólo al conductor, sino a otros

trabajadores y a terceras personas, aparte de la integridad de las instalaciones y elementos

tanto privados como públicos, mobiliario urbano, etc. La evaluación de las capacidades

implicadas en la conducción, así como de las características del vehículo utilizado, puede

requerir del despistaje de trastornos del sueño (como el síndrome de apnea del sueño),

valoración de la agudeza visual, campimetría y cromatismo, así como una adecuada coor-

dinación viso-motriz.

3.2.4. Trabajos con pantallas de visualización de datos (PVD)

El trabajo con pantallas de visualización de datos (PVD) se define como el que ejerce

todo trabajador/a que habitualmente y durante una parte relevante de su trabajo normal,

utiliza un equipo con pantalla de visualización de datos.

En el sector de la fabricación de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas la exposición

a PVDs se da principalmente en los trabajadores de las áreas técnica, informática, admi-

nistración y en los operarios de maquinaria controladas mediante PVDs, como los hornos

de cocción.

Los problemas de salud asociados al uso de PVDs incluyen alteraciones visuales que pue-

den ocasionar fatiga visual, trastornos músculo esqueléticos (fatiga física o muscular) y

alteraciones psicosomáticas (fatiga mental).

165ANEXO II

La fatiga visual puede producir molestias oculares (pesadez de ojos, somnolencia quema-

zón, lagrimeo), trastornos visuales (visión borrosa, dificultad para enfocar objetos, foto-

fobia,…) y trastornos extraoculares como la cefalea.

La fatiga física o muscular consiste en la disminución de la capacidad física del individuo,

por la tensión muscular o esfuerzo excesivo del sistema psicomotor. Se manifiesta a nivel

de la columna en forma de cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias.

La fatiga mental puede causar alteraciones psicosomáticas (cefaleas, astenia, problemas

digestivos), psíquicas (ansiedad, irritabilidad, trastornos depresivos…) y trastornos del

sueño.

3.2.5. Factores de riesgo químico

En el sector de la fabricación de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas, puede

existir exposición a gran diversidad de contaminantes químicos, tanto a aquellos que se

encuentran en las materias primas (la arcilla se compone de silicatos de aluminio hidra-

tados), como a las mezclas de minerales (arena, margas, esquistos,…) que pueden emple-

arse para el tratamiento de la misma a fin de conferirle las propiedades requeridas, así

como a otros aditivos que pueden utilizarse para los acabados (barnices, pinturas…). No

debemos olvidar las emisiones del horno de cocción, que pueden estar presentes en el

ambiente de trabajo.

Mientras que determinados productos, como las tejas, pueden requerir de materias primas

de mayor pureza (y por tanto, menor contenido en escoria), en otros como los ladrillos

o los materiales refractarios, pueden aparecer concentraciones variables de sustancias

como magnesia, óxido de hierro, carbonato de bario, berilio, talco, caolín,…

La exposición al polvo inorgánico generado durante las diferentes operaciones

puede provocar problemas irritativos y alérgicos a nivel ocular, dermatológico y respira-

torio. El silicio cristalino irrita la piel (enrojecimiento, formación de costras y picores) y


los ojos (lagrimeo y enrojecimiento) por contacto. Su inhalación causa irritación de los

pulmones y de la membrana mucosa.

El polvo susceptible de llegar hasta los alvéolos pulmonares se denomina “polvo respira-

ble”, que lo definimos como la fracción de la nube total de polvo existente en el ambiente,

que es capaz de alcanzar los alvéolos pulmonares. La acumulación de partículas de polvo

en los pulmones provoca una respuesta patológica del tejido pulmonar, denominada neu-

moconiosis. Existen diferentes tipos de neumoconiosis, según la composición del polvo

inhalado, y su manifestación clínica implica la consideración de Enfermedad Profesional.

La relación entre la exposición al polvo inorgánico y los efectos sobre la salud que pro-

duce dependen de la dosis acumulada, es decir, de la concentración del polvo en

el aire y de la duración de la exposición. También del tiempo de residencia de este

polvo en los pulmones. Además, existe un período de latencia (variable según el tipo de

agente químico) entre el inicio de la exposición y el comienzo de las manifestaciones clí-

nicas.

La principal neumoconiosis que puede afectar a los trabajadores del sector de la fabrica-

ción de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas es la silicosis.

La silicosis se origina tras muchos años de exposición (entre 10 y 20 años) al polvo de

sílice (SiO2). Se manifiesta con tos y/o expectoración, y alteración funcional respiratoria

progresiva, que evoluciona hasta el enfisema pulmonar, pudiendo causar la muerte por

insuficiencia respiratoria. El tabaquismo puede empeorar la sintomatología y la evolución

de la enfermedad. La silicosis se asocia a Tuberculosis, Enfermedad pulmonar obstructiva

crónica (EPOC) y cáncer de pulmón. Se diagnostica con una radiografía de tórax que

muestra el patrón típico de cicatrices y nódulos.

Otras neumoconiosis, con menor incidencia en el sector de la fabricación de ladrillos,

tejas y productos de tierras cocidas, pero que aparecen señaladas en el Nuevo Cuadro

de Enfermedades Profesionales, son:

167ANEXO II

• Talcosis. Causado por la inhalación de polvo de silicato de magnesio hidratado (polvos

de talco). El talco puede producir diferentes lesiones en función de los productos que

entran en su composición: fibrosis nodular (por inhalación de sílice), fibrosis difusa (por

inhalación de partículas de asbesto) y granulomas.

• Caolinosis. Producida por inhalación de sílice y caolín (silicato de aluminio hidratado)

que se caracteriza por ser de aparición precoz y tener una evolución rápida.

• Beriliosis. El berilio se emplea en la fabricación de cerámicas, porcelanas y productos al-

tamente refractarios.

Como se ha comentado anteriormente, la utilización de arcillas y barnices puede producir

una gran variedad de manifestaciones clínicas, en función de los agentes químicos que

aparezcan. En la tabla 1 se recopila un listado de efectos clínicos causados por diversos

agentes contaminantes.

Tabla 1: Riesgos asociados a la utilización de arcillas y barnices.

SUSTANCIA MANIFESTACIONES CLÍNICASÁcido bórico Depresor del SNC, irritanteAluminio Aluminosis, enf. de Shaver (fibrosis pulmonar)Arsénico Intoxicación arsenicalAsbesto(contaminante del talco) Fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, mesoteliomaBerilio BeriliosisCaolín CaolinosisCarbonato de Bario Alteraciones neurológicas, baritosisCobalto Dermatitis, asma, fibrosis pulmonarCobre Alteraciones gastrointestinales, hepáticas y renalesCromo Dermatitis, alteración de mucosas, alergia respiratoria, cáncerÓxido de estaño EstannosisÓxido de hierro SiderosisÓxido de manganeso Cuadro de tipo ParkinsonianoÓxido de níquel Dermatitis, asma, cáncer de pulmón y senos paranasalesÓxido de zinc Fiebre de los metalesPlomo SaturnismoSílice SilicosisTalco Talcosis. Cáncer


A continuación, en la tabla 2 se muestran los principales contaminantes procedentes de

las emisiones del horno de cocción.

Tabla 2. Contaminantes procedentes de las emisiones

del horno de cocción.

• Monóxido de carbono

• Dióxido de nitrógeno

• Óxido nítrico

• Cloro

• Ácido clorhídrico

• Hollín

• Anhídrido sulfuroso

• Diversos hidrocarburos y humos metálicos pro-

cedentes de los barnices vaporizados

4. Vigilancia de la salud individual específica

En la presente propuesta se establecen los protocolos específicos para cada uno de los

perfiles laborales definidos previamente, tomando como base los Protocolos de Vigilancia

Sanitaria Específica, aprobados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de

Salud (CISNS) y publicados por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Para aquellos riesgos

detectados en los que no existe un protocolo específico, se recomienda la adopción de

otras herramientas existentes.

169ANEXO II

Perfil 1. Perfil 2. Perfil 3. Perfil 4.

Extracción Tratamiento Horno de Almacén y mat. prima cocción expedición

PVD + /-

Dermatosis + + +

Movimientos Repet. + /-

Posturas Forzadas + + + +

Manip. Manual Cargas + /- +

Ruido + + + + /-

Vibraciones + +

Asma + /- + +

Silicosis + /- + +

Trabajos en altura + /- + /-

Radiaciones no Ionizantes +

Temperaturas extremas + /- + + + /-

Conductores + +

Agentes Químicos +

4.1. Examen de salud inicial

Cada uno de los perfiles laborales se compone de los siguientes niveles:

4.1.1. Examen de salud básico

Comprende el contenido mínimo del examen de salud inicial a realizar a todos los tra-

bajadores de cada perfil. Se compone de:


Rec

omen

daci

ones

Prot

ocol

os d

el C

ISN

S

Historia Laboral

Herramienta de trabajo imprescindible en cualquier protocolo de enfermedades profe-

sionales. Debe constar de dos partes: la historia laboral en el sector donde trabaja ac-

tualmente cada trabajador y la historia laboral en otros trabajos de riesgo para

neumoconiosis. Debe reseñarse el nombre de la empresa, la categoría o puesto de trabajo

y los años trabajados en cada categoría o puesto. También puede ser diferente dentro de

una misma empresa, en función de los distintos puestos de trabajo en los que estuvo asig-

nado el trabajador. Además se reflejará si existe un diagnóstico previo de neumoconiosis

en cuyo caso, el sujeto afecto de la misma, debería trabajar en un puesto compatible

exento de riesgo.

Anamnesis

Se deben señalar los antecedentes personales de patologías de los diferentes órganos y

sistemas, con especial relevancia en el aparato respiratorio y cardiovascular.

Debe haber constancia de hábitos tóxicos, en especial la cuantificación del tabaquismo,

como el consumo de alcohol y uso de medicamentos.

Es muy recomendable la utilización de cuestionarios de síntomas, de tipo autoadminis-

trado o dirigido por el profesional sanitario, ya que son herramientas eficaces para la de-

tección precoz de enfermedades y para el análisis epidemiológico.

Exploración clínica específica

Se debe prestar atención especial a:

– Exploración de piel y faneras, examen de cavidad bucal, fosas respiratorias, conductos

auditivos, y exploración ocular.

171ANEXO II

– Exploración cardiocirculatoria: tensión arterial, auscultación cardiaca.

– Exploración respiratoria, con evaluación de la función ventilatoria nasal y pulmonar en

caso de prever la necesidad de utilizar equipos respiratorios de protección personal.

4.1.2. Exploraciones complementarias

Comprenden aquellas pruebas a realizar en función de los hallazgos del examen de salud bá-

sico, como exploraciones osteomusculares específicas, pruebas funcionales circulatorias, etc.

4.1.3. Exploraciones especiales

Comprende dos tipos de exploraciones:

– Por características propias del trabajador, que incluye a los trabajadores es-

pecialmente sensibles. Se considera que se deberán realizar a criterio del facultativo.

– Por riesgos específicos del puesto de trabajo. Incluye aquellas exploraciones

necesarias ante riesgos que pueden afectar a algún puesto de trabajo concreto dentro

del perfil, pero no a todos los puestos. En este apartado se incluirán:

• Pruebas de diagnóstico por imagen: radiografía de tórax en proyecciones P-A y lateral.

Se deben realizar siguiendo la normativa de la ILO (International Labour Office) de 1980.

• Pruebas de función pulmonar: espirometría con FEV1 y FVC y cociente de ambos.

• Electrocardiograma.

• Controles biológicos específicos. El tipo de determinaciones analíticas específicas de-

penderá de la existencia en el puesto de trabajo de la exposición a riesgos químicos

con marcadores biológicos de reconocido valor predictivo.

• Exploración neurológica del equilibrio y coordinación motora.

• Audiometría.

• Exploración de la función visual, campimetría, cromatismo, fondo de ojo.


4.2. Examen de salud periódico

Dadas las características de los riesgos generales de las empresas del sector de la fabri-

cación de ladrillos, tejas y productos de tierras cocidas, se considera la realización de un

examen de salud periódico con una periodicidad recomendada anual.

La realización de las exploraciones especiales seguirá una periodicidad basada en las re-

comendaciones existentes según los niveles de exposición encontrados en cada tipo de

riesgo.

En el caso de las radiografías de tórax, se recomienda seguir los criterios de la

Orden ITC/2585/2007, de 30 de agosto, por la que se aprueba la Instrucción técnica com-

plementaria 2.0.02. Dicha instrucción técnica complementaria (ITC) tiene por objeto es-

tablecer los criterios y métodos para definir la peligrosidad y el control del polvo en los

lugares de trabajo, así como la vigilancia de la salud de los trabajadores, encaminados a la

prevención de la silicosis, teniendo en cuenta que las condiciones de exposición al polvo

no deben suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores.

“El personal que realice trabajos con riesgo de silicosis, deberá ser reconocido periódica-

mente en intervalos de uno a tres años, en función de factores individuales y del tiempo

total de exposición. En situaciones de sospecha de sobreexposición, por encima de los lí-

mites recomendables, los reconocimientos se realizarán en función de factores individuales

y del tiempo y nivel de exposición y al menos con periodicidad anual.”

El Nuevo RD 286/2006 sobre ruido laboral establece la periodicidad mínima que debe

aplicarse para la realización de audiometrías, en función de los niveles de exposición al

ruido determinados.

173ANEXO II


(1) Se informará y formará a los trabajadores cuando Laeq,d > 80dB(A) y/o Lpico > 135 dB(C)

(2) Se evaluará la exposición al ruido cada tres años si Laeq,d > 80dB(A)

(3) Se utilizarán protectores auditivos cuando Laeq,d > 85dB(A) y/o Lpico > 137 dB(C)

Acciones preventivasRD 286/06

Información yformación

a los trabajadoresy/o

sus representantes

Evaluación de la exposición al ruido

Protectores auditivosindividuales

Señalización de laexposición

Control médicoauditivo

Programa técnico/organizativo para

reducir la exposiciónal ruido

Reducción inmediata exposición al ruido y

actuaciones paraevitar nuevas

sobreexposiciones

> 85dB(A)y/o

> 135 dB(C)de Lpico

Sí (1)

Cada tres años(2)

Poner adisposiciónde todo elpersonalexpuesto

Sí (si existoriesgo para lasalud; mínimo

cada cinco años)

> 85dB(A) y/o> 135 dB(C) de Lpico

Sí

Anual

Uso obligatorio para todo el personal

expuesto (3)

Sí (Restringir el acceso si es viable)

Sí (mínimo cada tres años)

Sí

≤ 80dB(A)

Nuevo RD 286/2006 sobre ruido laboral

> 85dB(A)y/o

> 135 dB(C)de Lpico

Sí

Anual

Uso obligatoriopara todo el

personalexpuesto

Sí (Restringir el acceso si es

viable)

Sí

Sí

Sí (informardelegados deprevención)

4.3. Trabajadores especialmente sensibles. Menores de edad.

Embarazadas y madres lactantes.

La protección de los trabajadores especialmente sensibles queda garantizada en la LPRL

(art.25), así como la protección de los menores de edad (art. 27). La Directiva 94/33/CE

del Consejo también determina que los menores de 18 años no deben realizar tareas

que superen sus capacidades físicas o mentales, les expongan a sustancias tóxicas o can-

cerígenas, les expongan a radiaciones, impliquen temperaturas extremas, ruido o vibra-

ciones o conlleven riesgos que puedan no reconocer debido a su falta de experiencia,

formación o por insuficiente atención a la seguridad laboral. Las limitaciones de horarios

quedan establecidas en la legislación española a través del Estatuto de los Trabajadores.

Algunas sustancias o agentes físicos, químicos, biológicos o de naturaleza ergonómica y

psicosocial, existentes en algunos lugares de trabajo, pueden afectar a la salud reproductiva

de las mujeres y hombres, así como al producto de la gestación. Riesgos como el ruido,

las vibraciones o el polvo de sílice son frecuentes en el sector de la fabricación de ladrillos,

tejas y productos de tierras cocidas, por lo que debe realizarse una adecuada vigilancia

de la salud ante la comunicación de una trabajadora en estado de gravidez.

La protección de la mujer embarazada o que haya dado a luz recientemente se recoge de

forma específica en la LPRL, sin excepciones, como una de las obligaciones empresariales

de protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales. Existe una importante

normativa que condiciona las actuaciones en materia de seguridad y salud ante una tra-

bajadora gestante: Ley 39/1999 de conciliación de la vida laboral y familiar, Ley 3/2007

para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, RD 295/2009, de 6 de marzo, Reglamento

de los Servicios de Prevención (RD 39/1997) en su artículo 37, RD 298/2009, Comunica-

ción COM (2000)466 de la Comisión de las Comunidades Europeas.

En caso de existencia de riesgo para el embarazo o lactancia derivado de agentes, proce-

dimientos o condiciones de trabajo, se establece el siguiente algoritmo de actuación:

175ANEXO II

4.4. Valoración de resultados

Una vez finalizado el examen de salud, debe realizarse una valoración clínica de los resul-

tados. En caso de detectar alteraciones, hay que estudiar su relación con la actividad la-

boral, para poder establecer las recomendaciones individuales, las recomendaciones sobre

el puesto de trabajo, y las actuaciones en materia de vigilancia de la salud colectiva.

4.4.1. Valoración clínica

La valoración clínica de los resultados de la anamnesis, cuestionarios de síntomas y ex-

ploraciones realizadas en las siguientes categorías:


¿Existe riesgo de exposición dela trabajadora embarazada o en

periodo de lactancia?

MANTENERLA EN ELPUESTO DE TRABAJO

¿Puede adaptarse elpuesto de trabajo?

ADAPTACIÓN DEL PUESTO DE TRABAJO

¿Es posible el cambio depuesto de trabajo?

SUSPENSIÓN DECONTRATO POR RIESGO

DURANTE ELEMBARAZO/LACTANCIA

CAMBIO DEL PUESTO DE TRABAJO

No

Sí

Sí

Sí

No

No

• Ausencia de síntomas y signos.

• Caso POSIBLE: Presencia de síntomas, sin positividad de las maniobras exploratorias.

• Caso PROBABLE: Presencia de síntomas y/o positividad de alguna maniobra explo-

ratoria.

• Caso CONFIRMADO: Presencia de un diagnóstico de certeza.

4.4.2. Valoración de la relación con el trabajo

La detección de un caso posible, probable o confirmado requiere de la valoración de la

relación de los mismos con la actividad laboral. Para ello se tendrán en cuenta criterios

de exposición, temporalidad, existencia de relación entre la sintomatología y la actividad

laboral y la existencia de factores extralaborales que hayan podido contribuir a la aparición

de la enfermedad. Se establecen las siguientes categorías:

1. Daño derivado del trabajo. Se considerarán daños derivados del trabajo aquellas

lesiones, enfermedades o patologías en las que se cumplan los siguientes criterios:

• Criterio de exposición: Existencia de una exposición laboral compatible con la cau-

salidad de dicho daño

• Criterio de temporalidad: La exposición laboral causal considerada es anterior a la apa-

rición de la lesión o enfermedad. Puede existir un periodo de exposición o latencia.

• Aunque existan factores extralaborales que hayan podido contribuir a la aparición de

la enfermedad, ninguno de ellos ha actuado claramente como desencadenante.

2. Daño agravado por el trabajo. Como tal se considera a aquellas lesiones o en-

fermedades que no cumplen los criterios anteriores, pero existe una exposición laboral

que produce un agravamiento o reaparición de los síntomas o enfermedad.

3. Daño no laboral. Se clasificarán como daño no laboral aquellas lesiones o enferme-

dades que no cumplen los criterios para clasificarlas ni como daño derivado del trabajo

177ANEXO II

ni como daño agravado por el trabajo, y existe información sobre posibles factores

causales no laborales.

4. No clasificable. No se dispone de información o elementos suficientes para clasificar

la relación del daño con el trabajo.

4.4.3. Valoración de la aptitud

Según el artículo 22 de la LPRL, se deberán establecer las conclusiones que se deriven de

los reconocimientos médicos efectuados, en relación con la aptitud del trabajador o tra-

bajadora para el desempeño del puesto de trabajo, o con la necesidad de introducir o

mejorar las medidas de protección y prevención. La determinación se clasifica en:

Apto

El trabajador podrá desempeñar las tareas habituales del puesto de trabajo al que está

destinado sin ningún tipo de restricción por motivo de salud.

Apto condicionado

• Recomendaciones personales. El trabajador podrá desempeñar las tareas habituales

del puesto de trabajo al que está destinado, pero cumpliendo con las medidas higiénico-

sanitarias prescritas por el médico con objeto de salvaguardar su salud.

• Recomendaciones laborales:

– Adaptativas: implican la adaptación de todo o parte del entorno laboral al trabajador

para la realización íntegra de las tareas propias de su puesto de trabajo.


– Restrictivas: implican la no realización total o parcial de tareas concretas y específicas

de su puesto de trabajo.

No apto

Calificación que recibe un trabajador cuando el desempeño de sus tareas implique serios

de problemas de salud, o el trabajador padezca enfermedades o problemas de salud que

le imposibiliten para la realización de las mismas, y tanto en uno como en otro caso no

sea posible la aplicación de medidas que supongan una calificación de apto con recomen-

daciones.

Pendiente de calificación

Calificación provisional que recibe un trabajador que está siendo sometido a estudio y/o

vigilancia médica a fin de determinar su aptitud.

Esta gradación de aptitud, como dictámenes médicos que son, pueden contribuir de forma

importante a la toma de decisiones directivas sobre la continuidad o no en el puesto de

trabajo de cada trabajador, o a la modificación para la mejora de las condiciones de trabajo

o adaptaciones, cuando sea necesario.

179ANEXO II

5. Bibliografía

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• Orden ITC/2585/2007, de 30 de agosto, por la que se aprueba la Instrucción técnica complemen-taria 2.0.02

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• Protocolos para la vigilancia sanitaria específica de los trabajadores. Asma Laboral. DermatosisLaborales. Manipulación Manual de Cargas. Posturas Forzadas. Movimientos Repetitivos. Ruido. Si-licosis y otras Neumoconiosis. Trabajos en Alturas. Vibraciones. Comisión de Salud Pública delConsejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Disponible en: http://www.msc.es/ciu-dadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/vigiTrabajadores/protocolos.htm

• Real Decreto 486/97, de 14 de abril, Disposiciones Mínimas de Seguridad y Salud en los Lugaresde Trabajo. Boletín Oficial del Estado nº 23 (1997).

• Reglamento de los Servicios de Prevención. Real Decreto 39/1997, de 17 de enero. Boletín Oficialdel Estado nº 27 (31-01-1997).


• Sanz-Gallén P, Ribas Deix O, Nogué Xarau S. Principales riesgos toxicológicos de las industrias:cerámica, del vidrio, madera, y curtido y peletería. En: Prevención nº 153 (julio-septiembre).

• Solé Gómez MS. NTP 471: La vigilancia de la salud en la normativa de prevención de riesgos la-borales. En: MTAS. Disponible en: http://mtas.es

181ANEXO II

guia riesgos higienicos y ergonomicos para web.pdf

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