¡ha resucitado! ¡aleluya!¡ha resucitado! ¡aleluya! les compartimos la experiencia de la abuela...
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¡Ha resucitado! ¡Aleluya!
Les compartimos la experiencia de la abuela de Iker (6 años), quien ayudó a sus nietos a realizar la actividad sugerida hace algunas semanas en la sección VÍVELO EN FAMILIA.
“Después de meditar con los niños en la resurrección de Jesús, y reflexionar con ellos sobre la palabra Aleluya, los invité a buscar esa palabra en la Biblia y a hacer un dibujo o escribir su propia oración acerca de por qué le dirían a Dios: ¡Aleluya!
Iker, no tuvo necesidad de leer, simplemente expresó en color y líneas su experiencia de amor con Dios”.
Como siempre, los niños nos enseñan lo esencial, sin palabras.
Su dibujo explica su relación íntima con Jesús.