habilidades sociales son las capacidades prácticas que ... · esferas: el desarrollo del control,...
TRANSCRIPT
Los primeros cinco años de vida son fundamen-tales para el desarrollo físico y mental de los bebés, niñas y niños.
Desde que nacemos todo impacta de manera positiva o negativa en nuestro crecimiento personal.
Cuenta cómo los alimentamos, cuidemos, educamos, vacunemos y sobretodo cómo acom-pañamos su desarrollo psicológico, social y emocional.
Una buena crianza ayuda a la construcción personal adecuada para relacionarse social-mente en empatía, tolerancia y respeto.
Una crianza positiva ayuda a que desarrollen habilidades que les permitan responder mejor a riesgos como: conductas adictivas, destructi-vas y violentas.
Es muy importante, atender las necesidades afectivas y de relación de las niñas y niños desde que nacen.
Para ello tenemos que trabajar en TRES ESFERAS: el desarrollo del control, el camino a la autonomía y la generación
de habilidades sociales.
Control de impulsos y emociones
Los berrinches son un ejemplo de que nacemos con ausencia de regulación de emociones e impulsos, es decir, no toleramos la frustración ni podemos dominar ni controlar nuestros impulsos y emociones. Para manejarlos, debemos esperar a que se calme y explicarle los moti-vos por los que no puede hacer o conseguir lo que desea. Es importante no ceder y poster-
gar el deseo de la niña o niño, a otro momento o cuando sea posible atenderlo.
Las niñas y los niños pequeños actúan por imitación, los adultos a su alrededor tienen que trabajar también en la regulación de sus emociones. Es importante que la crianza se haga en colectivo, la familia extensa y los cuidadores externos ayudan a controlar el estrés.
Autonomía
Habilidades sociales Son las capacidades prácticas que permite que niñas y niños realicen diferentes tareas de su vida cotidiana de acuerdo con su edad como: comer con cuchara, recoger sus juguetes y vestirse solos. Construye
su confianza, su independencia y su seguridad.
Ayuda brindarles confianza y estimular su capacidad de exploración. Este proceso permite a los adultos reflexionar con los niños/as,
sobre las consecuencias de sus actos.
Ayudar a alcanzar la capacidad de ser independiente y de tomar decisiones, es un proceso largo y requiere que, de acuerdo con su
edad, se le estimule para que sus pensamientos le permitan la identifi-cación de problemas y consecuencias; la búsqueda de alternativas y
soluciones y ser flexibles.
Las primeras habilidades sociales se establecen entre sus cuidadores y la familia, influenciado por sus creencias y valores. Las primeras interacciones se establecen con las personas adultas que los cuidan y son de gran importancia para valorarse, aceptarse y relacionarse consigo mismo y con los demás.
Aprender a respetar las reglas de juegos colectivos, ser solidarios, respetuosos y tolerantes, son funda-mentales en la adquisición de capacidades para rela-cionarse con los demás.
“Las niñas y los niños pequeños actúan por imitación...”
Prevención de las violencias sociales
desde la Primera Infancia
Todo lo anterior se puede lograr a través de la crianza desde el buen trato, educar en positivo: crianza con amor y sin violencia que requiere de:
Consistencia. Sé constante y congruen-te en los límites, las reglas y las normas: los niños/as aprenden del ejemplo. Las normas deben ser claras, necesarias y no excesivas. El niño/a debe tener claro lo que se espera de él.
Sabremos que vamos por buen camino, si nuestro hijo/a, al cumplir los siete años:
CONFIA en las personas que lo rodean porque le ponen límites, cuidan, ayudan y quieren de manera incondicional.
Porque lo que bien empieza…. bien acaba.
LO QUE BIEN EMPIEZA, BIEN ACABA...
Convivencia. Dedica de 15 minutos a una hora diaria para realizar una actividad con tu hijo/a. Juega, lee un cuento, sal a caminar, platica. Escúchalo y cuando plati-ques colócate a su altura, siéntate en el suelo o cárgalo para que sus ojos y los tuyos estén a la misma altura.
Corazón. Demuéstrale todos los días que lo quieres. Con abrazos, caricias, miradas, besos y sonrisas, y también diciéndole que lo quieres, reforzando sus logros y animando sus aprendizajes. Tu hijo/a tiene que sentirse querido, aceptado y valorado.
Confianza. Refuerza lo positivo, evita señalar solamente los errores, y la sobrepro-tección. Ten confianza en las niñas y los niños.
Considera que durante los primeros seis años pasan por una época de desarrollo intenso y como adul-tos tenemos que estar atentos a estas etapas, ajus-tando lo que esperamos de ellos y teniendo en cuenta siempre que cada niño/a es diferente y que cada uno tiene un temperamento particular.
Recuerda que las niñas y niños pequeños, son capa-ces de entendernos. Al principio comprenden nues-tros gestos, tonos de voz y miradas, y en la medida en que crecen comprenden nuestros dichos. Por lo tanto, es posible establecer límites y normas desde la primera infancia.
PUEDE hablar de las cosas que le preocupan o le dan miedo, controlar sus ganas de hacer cosas que sabe que son peligrosas, que le dañan o que no están bien.
ESTÁ dispuesto a responsabilizarse por lo que hace y a buscar la manera de resolver sus problemas o pedir ayuda para hacerlo.
SABE que platicar es la mejor manera para relacio-
narse y que lo más importan-
te es el respeto a sí mismo y a
los demás.
Es … feliz
“Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”.