hay un sólo globo terráqueo

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Una muy importante y durante mucho tiempo poco valorada. El primer congreso mundial sobre el clima tuvo lugar en 1979, es decir, hace ya treinta años, y la relevancia y las consecuencias del cambio climático se conocen desde hace mucho tiempo. Es obvio que ni la evidencia científica, entretanto abrumadora, ni la oferta en tecnologías para proteger el clima han sido capaces de transformar las políticas públicas y el comportamiento de la gente. Incluso es poco lo que han podido hacer la buena voluntad y los reproches morales. Al giro climático y energético que habría tenido que producirse hace tiempo se resisten obviamente códigos culturales de las sociedades tardoindustriales, de los países emergentes y de las regiones pobres. También estos códigos merecen nuestra atención y nuestro estudio, por lo que no es extraño que la investigación del clima se haya convertido en transdisciplinaria y se haya volcado, tanto a nivel nacional como europeo y global, hacia las humanidades y los estudios culturales.

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Hay un slo globo terrqueo, pero hay varios mundos culturales climticosEl cambio climtico no es slo una cuestin de expertos. Las consecuencias nos afectan a todos. Para poder enfrentar los nuevos retos, cada cual debe modificar su comportamiento previo. El socilogo de fama internacional Leggewie nos explica en una entrevista con el Instituto Goethe de Alemania cmo tiene que cambiar la mentalidad de la gente.Culture matters es el ttulo del libro, xito de ventas, de sus colegas Lawrence E. Harrison (Universidad de Harvard) y Francis Fukuyama (Universidad John Hopkins), sobre las transformaciones econmicas, sociales y polticas del mundo contemporneo. Qu funcin especfica cree usted que desempea la cultura, Profesor Leggewie, en el cambio climtico?Una muy importante y durante mucho tiempo poco valorada. El primer congreso mundial sobre el clima tuvo lugar en 1979, es decir, hace ya treinta aos, y la relevancia y las consecuencias del cambio climtico se conocen desde hace mucho tiempo. Es obvio que ni la evidencia cientfica, entretanto abrumadora, ni la oferta en tecnologas para proteger el clima han sido capaces de transformar las polticas pblicas y el comportamiento de la gente. Incluso es poco lo que han podido hacer la buena voluntad y los reproches morales. Al giro climtico y energtico que habra tenido que producirse hace tiempo se resisten obviamente cdigos culturales de las sociedades tardoindustriales, de los pases emergentes y de las regiones pobres. Tambin estos cdigos merecen nuestra atencin y nuestro estudio, por lo que no es extrao que la investigacin del clima se haya convertido en transdisciplinaria y se haya volcado, tanto a nivel nacional como europeo y global, hacia las humanidades y los estudios culturales.Qu funcin cree usted que tienen los estudios culturales y humansticos en esta tarea, a diferencia de la que tienen las ciencias de la naturaleza?Creemos que los estudios culturales y humansticos son relevantes en dos sentidos. En primer lugar, hay un fenmeno globalmente idntico, el de la transformacin climtica, que produce consecuencias similares en todo el mundo, como la elevacin del nivel de los mares o la erosin de los suelos, pero que es interpretado culturalmente de maneras muy diferentes: existe un slo globo terrqueo, pero hay muchos mundos culturales climticos. A este nivel simblico se aade un segundo nivel, esta vez de signo pragmtico: los patrones de conducta y de respuesta de las sociedades, y las concomitantes polticas climatolgicas y ecolgicas, tambin se hallan inmersos en tradiciones y costumbres no slo socioeconmicas sino tambin poltico-culturales, que pueden en un momento dado entrabar la cooperacin global. Es muy poco lo que sabemos hasta ahora sobre este ltimo nivel, o mejor dicho, estas imbricaciones suelen ser apenas tomadas en cuenta en las redes globales de cooperacin y los programas de desarrollo individuales.En qu puntos se enfoca su trabajo? Se ocupan ustedes de las preguntas que la gente formula en torno al cambio climtico?Las preguntas que la gente suele plantearse en este momento son bsicamente cuatro: Cunto nos cuestan el cambio climtico y qu medidas de prevencin y de ajuste requiere (y son stas aplicables en el marco de un orden econmico tan debilitado como el presente)? Cmo debera ser, tras Kyoto, la estructura de una cooperacin internacional efectiva y legtima (y contara sta con la participacin de los EEUU y China)? Cmo hacer que los consumidores de sociedades con diferentes grados de desarrollo pasen de las palabras a las obras y asuman una cultura de la sustentabilidad? Cun favorable al clima y a la sustentabilidad es la democracia liberal, y cmo se relacionan en los regmenes autoritarios las reformas climticas y las reformas democrticas?La tercera revolucin industrialUstedes se proponen cambiar la opinin de la gente. Cundo propicia un tema esta tarea: cuando interesa a la sociedad, o cuando sta se niega a aceptarlo?Uno debera esforzarse por que la atencin prestada al cambio climtico no dependa de los ciclos mediticos ni de los criterios que rigen la seleccin de las noticias. No hay que utilizar un lenguaje alarmista como el de las catstrofes, pero tampoco relegar el tema a un segundo plano por el mero hecho de que ahora todos estn preocupados por la crisis financiera. No se pueden sustituir las polticas climticas por las econmicas; al contrario, la tercera revolucin industrial debe ser concebida como una transformacin tanto energtica como climtica.El cambio climtico es, para citarlo a usted, un fenmeno global de especie indefinida y de duracin indeterminada. Cmo se puede traducir un fenmeno semejante algunos malintencionados hablan hasta de un fantasma a un formato abordable por los estudios culturales?Cada disciplina, al ser confrontada con un fenmeno novedoso e interesante, despliega su repertorio de saberes y de mtodos, y al mismo tiempo establece con el resto de las disciplinas un vnculo centrado en problemas concretos. Debido a que lo que est siendo cuestionado son nada menos que los fundamentos de nuestra cultura industrial, hay que trabajar en estrecha interrelacin con la praxis cotidiana, aplicar los conocimientos disponibles y establecer redes cientficas a nivel mundial.Se le ocurre a usted algn ejemplo en este sentido, dentro del ciclo temtico Cultura para el Clima (KlimaKultur) de su Instituto?En este momento llevamos a cabo los proyectos de investigacin Rememoracin de catstrofes y Shifting Baselines. La pregunta de cmo son recordadas las catstrofes es de una significacin prctica inmediata para la cuestin de si las experiencias histricas se pueden aprovechar o no para la prevencin y atenuacin de las secuelas de los desastres naturales. El proyecto Shifting Baselines, por su parte, se ocupa de los desfases en los fundamentos de la experiencia y de la percepcin, desfases que constituyen un problema grave cuando se trata de exigir una mayor consciencia ecolgica y una transformacin los patrones de conducta. Pues cuando los involucrados carecen de orientacin, son incapaces de percibir los efectos negativos de sus acciones.Cul es la mejor forma de abordar estos problemas de la investigacin: segn el modo tradicional, por medio de luchadores solitarios en el campo de los estudios culturales, o por medio de equipos transdisciplinarios?Tanto el luchador solitario como los equipos son indispensables. Releer al poeta e ingeniero de minas Novalis (17721801) es algo que se puede hacer a solas, sentado ante un escritorio. Pero quien trate de desarrollar un nuevo esquema para la investigacin sobre fuentes de energa o elaborar un proyecto de polticas para la articulacin de una gobernanza (governance) del clima a nivel global, har bien en buscar colaboradores. En el Instituto de Estudios Culturales contamos con un equipo de investigacin sobre el clima integrado tanto por personas de larga trayectoria como por colegas jvenes, que trabajan mancomunadamente con investigadores invitados.Un Estado que respete la cultura promocionar un dilogo desinhibido de la sociedad consigo misma, que pueda dar lugar a matrices de sentido y de identidad, como resumiera en cierta ocasin un Ministro del ramo. El Instituto Goethe se encarga de informar de estos debates pblicos a otros pases. Cmo colaboran ustedes, en Cultura para el Clima, con el Instituto Goethe?Le hemos propuesto al Instituto Goethe que asuma la idea de Culturas para el Clima como rea temtica, y estamos sorprendidos por resonancia obtenida dentro y fuera de la institucin. El propsito es crear redes internacionales sobre el clima, que promuevan tanto la investigacin como la educacin cultural. Pues la investigacin sobre el clima no es efectiva sin este aspecto de la educacin cultural, nica capaz de contribuir a la transformacin de las pautas de comportamiento y de los estilos de vida. La expresin cnica Cambio climtico? Colaboremos con l debera ser aplicada ms bien a la superacin de las secuelas del cambio climtico. Y esto no se puede hacer nicamente con tecnologa poltica, sino que exige tambin la adopcin de estrategias culturales para la participacin.Claus Leggewiees Director del Instituto de Estudios Culturales (Kulturwissenschaftliches Institut, KWI), de Essen, y uno de los nueve integrantes del Consejo Cientfico del Gobierno Federal Alemn para los Cambios Ambientales Globales. Cultura para el Clima (KlimaKultur) constituye uno de los focos de trabajo principales del KWI, cuya idea es brindar una plataforma para Estudios Avanzados. Este proyecto se ocupa de las condiciones culturales y las consecuencias sociales de la adaptacin de las sociedades modernas al cambio climtico. El KWI se propone alternar su experticia cientfica con campaas de educacin social y asesora poltica. El catedrtico en Ciencias Polticas Leggewie, nacido en 1950, se ha ido consolidando desde hace dcadas en el mbito acadmico como un explorador de tendencias de la opinin pblica.Las preguntas fueron formuladas por Hermann Horstkotte.Horstkotte es periodista de temas cientficos en Bonn.

Traduccin: Fabio MoralesCopyright: Goethe-Institut e. V., Online-RedaktionEnero de 2009Enlaces sobre el tema Instituto de Estudios Culturales (KWI), de Essen