hijos del sol 2

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Egipto antiguo

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  • 5 Heliocentro 2

    HELIOCENTRO

    Heliocentro se podra entender como que nuestro Sol es el centro de todo nuestro sistema. Nosolo desde el punto de vista espacial, sino desde el concepto espiritual. El Logos Solar, vienea ser la mxima expresin que puede conquistar la conciencia humana.

    Fue Akhenaton quien en mejor y mayor medida instaur el culto a Ra (Sol) creando desde entoncesla idea de la Fraternidad Solar. Lgicamente, aquel Faran fue perseguido por la casta sacerdotal,en la medida, que su culto eliminaba intermediarios. Su idea era potenciar la deidad que existe en elser humano, fundindola con la del Creador de todo nuestro Sistema, que no es otro que el propioSol.

    Los hijos del Sol; o la Fraternidad Solar, comprometan sus espritus en la iniciacin Solar con variosprincipios fundamentales, que an hoy siguen siendo vlidos. Estos principios son:

    - El Hijo del Sol no puede adorar a ningn mortal, ni ser encarnado en la Tierra. - El hijo del Sol, no puede crear templos, sectas, grupos o jerarquas doctrinales.- El hijo del sol no puede realizar milagros ni prodigios, en la medida que estos, atraen acircenses o adeptos que valoran el fenmeno y no el conocimiento- El hijo del Sol no puede cobrar ningn dinero ni estipendio por trasmitir el conocimiento.- El Hijo del Sol no puede ser Maestro de nada ni de nadie.- El Hijo del Sol debe cumplir con los valores universales de Justicia, Paz y Amor. Evitandoservir tiranas, dogmatismos y fundamentalismos, sean estos religiosos o polticos.

    La clave tica de estos iniciados era y es servir el conocimiento y la virtud. Sin formalismos,ataduras o sectarismos. Cada uno con el compromiso de su espritu y los del Logos Solar.

    Y resulta paradjico, que en la medida que aquellos iniciados separaban su cuerpos, sus modos yademanes terrenales, se fundan en un solo espritu de accin y de compromiso. El Ser Solar queviva en Alejandra, haca lo mismo y senta lo mismo que el hermano que viva en Europa, y este enigual medida obraba con los mismos parmetros que el ser iluminado, que haba hecho su caminoevolutivo en los Himalayas y que a su vez jams haba odo hablar de la Fraternidad Solar.

    Ser iniciado en los valores de la Fraternidad Solar, no es, sino la autorrealizacin del espritu en lacarne y en la materia.

    Es por esto que en esta pgina solo encontraris luz y conocimiento, pero no podis afiliaros a nadani a nadie, ni podis pagar cuotas, ni seguir a un maestro, ni asistir a reuniones. Esta pgina es unespacio comn donde solo se vierten ideas, conocimiento y alternativas espirituales. El compromiso,si lo hacis, ser con vosotros mismos. Como deca un viejo maestro; esta idea es como elanfiteatro rodeado de puertas.

    Entra quien quiere y sale cuando quiere.

  • 5 Heliocentro 3

    Cuanto cuento, en este relato es el recuerdopreciso de todo lo que viv en una serie deexperiencias, que a lo largo de estos aos,

    ha configurado mi actual estado de conciencia y elrecuerdo de mi compromiso establecido hace masde tres mil aos en el antiguo Egipto. No es impor-tante en absoluto la experiencia en s misma, sinolo que a travs de la misma podamos aprender delos antiguos valores que configuraban una lite deiniciados en los valores de la Fraternidad Solar.

    Mi primera visin habla de la infancia.

    Tutankamon, el hijo de Akenaton gobernaba elImperio desde su plcida juventud. Pero mi penosavida no era tan agraciada. Contaba con diecisisaos y hasta ese momento tan solo haba cosecha-do ampollas en mis manos, dolor en las articulacio-nes y una piel morena, curtida a la solana de lasorillas del Nilo.

    Mi familia contaba con mi padre, Abdulek y mimadre Rasar. Adems de estos, otras dos herma-nas constituan todo mi universo emocional y afec-tivo. Vivamos casi en la orilla del Nilo, en los arra-bales de la gran Tebas. ramos agricultores.Nuestra fortuna consista en una cabaa construi-da de adobe y caa, tres asnos, una vaca y otrostantos animales domsticos, diseminados por laempalizada, que en forma destartalada rodeaba lacabaa.

    Pero quizs mi mayor riqueza era una coleccin de

    pergaminos que en forma de tesoro conservababajo mi jergn de hojas secas de acacia. No erapropio de un campesino tener manuscritos, sobretodo porque ningn agricultor de aquella zonasaba leer. Yo aprend a leer gracias a que un vene-rable sacerdote del vecino templo de Amn, mehaba enseado en los primeros aos de mi infan-cia. A los cuatro aos, mi padre me haba encarga-do llevar la miel de nuestras colmenas a los mon-jes del citado templo. Y fue desde la primera visita,que Homet-Ra, mi entraable maestro me adoptcomo su hijo espiritual. A lo largo de otros tantosaos, me fue instruyendo en forma secreta en lalectura de los legados de los dioses antiguos. Notanto porque l pretendiera ensearme, sino por miterca obsesin y curiosidad por cuanto observabaen mis repetidas visitas.

    Homet-Ra no ocupaba un puesto de rango elevadoen la enmaraada trama del sacerdocio del grantemplo dedicado al Dios carnero Amn en Tebas,por el contrario, su trabajo consista en preparar alos alumnos que las familias nobles y los hijos bas-tardos del Faran, enviaban al templo para recibirel conocimiento.

    Algunos de estos alumnos salan de la escuelapara ocupar puestos administrativos en la organi-zacin funcionarial del Imperio, mientras que otrosse integraban en la casta sacerdotal, no solo deeste templo, sino en otros tantos numerosos, dedi-cados a otras divinidades, que en las diferentesciudades de Egipto requeran de sus servicios.

    HOMET-NNUT

  • 5 Heliocentro 4

    Mi querido sacerdote vesta con tnica blanca.No tena el pelo rapado, como yo pensaba queera la forma obligada de los sacerdotes egipcios.Tena unos ojos negros bellos y penetrantes queparecan taldrate cuando te hablaba. Su voz erareposada, sin prisa, matizando bien cada slaba.De alta estatura. Caminaba con pasos cortos ylentos; como si no tuviera prisa. Era un serhumano aparentemente normal, pero esta apa-riencia era sin duda su mejor disfraz, puesto quedetrs de aquella simple humanidad se hallaba elser ms maravilloso que haya podido concebir alo largo de aquella vida y de las siguientes queme han tocado vivir.

    Los escasos momentos de los que dispona, losocupaba en estudiar los papiros y acudir a ver ami maestro. Pero cada vez que me ausentaba decasa, mi padre se enojaba, puesto que mi colabo-racin le era imprescindible para mantenernos atoda la familia.

    En mi casa no haba un gran ambiente religioso.Tampoco se practicaba ningn rito especial. Peroen una parte destacada de la sala principal habauna representacin tosca del Dios Hapi, el Diosdel Nilo, que en cada aluvin regaba nuestras tie-rras, produciendo la cosecha tan necesaria parala supervivencia del imperio. Segn deca mipadre, solo Hapi era digno de ser invocado, pues-to que si se enfadaba y no enviaba el aluvin, sepasaba hambre.

    El mismo da en que cumpl los diecisis aos, mivenerable maestro, me dijo:

    - Hijo mo, el gran Dios Amn-Ra ha dispuestoque te incorpores a la escuela, para ser formadoen los misterios del templo.

    Aquel anunci me sorprendi en extremo, puestoque el hijo de un campesino no poda acceder deninguna manera a dicha escuela. Y por otraparte, mi padre de ninguna manera autorizaraque dejara la casa para integrarme en el templo.

    - Pero maestro! Yo no soy hijo de familia noble,y mis padres no me autorizaran a ingresar en laescuela.

    - Ni los nobles ms elevados del imperio, ni tuspadres pueden contra la voluntad del ms peque-o de los dioses.

    Yo me preguntaba, la forma o manera en que elGran Dios de Tebas, habra hablado a miMaestro. Pero a lo largo de los siguientes aoscomprend cuanto ahora me pareca inverosmil.

    Al da siguiente nuestra madre nos cont unextrao sueo que le haba turbado durante lanoche:

    Vi un carnero que estaba embarazado y quetena dolores de parto. Luego vi como daba a luzun pequeo carnerito pero curiosamente la caraera la de su propio hijo

    El sueo, que no tena sentido para la pobre inte-ligencia de mis padres, si que lo tena para m ypor supuesto para mi maestro, que previamente

    TUTANKAMON

    AKENATON

  • 5 Heliocentro 5

    me haba anunciado el deseo de Amn, de miingreso en la escuela del templo.

    Homet-Ra se present a los pocos das en nuestramaltrecha casa. Mis padres se deshacan en reve-rencias, pues era todo un acontecimiento, el que unsacerdote visitara la choza de unos campesinos.

    - Vengo, nobles campesinos a anunciaros la volun-tad de los Dioses, que vuestro hijo ingrese en laescuela del templo de Karnak.

    Mi padre, al que esta noticia le cay como unabomba, replic con cierto aire de enojo:

    - No podemos pagar su ingreso en el templo, y ade-ms su condicin de campesino le har ser recha-zado. Por otra parte, si l se va, Quin me ayuda-r en los quehaceres de nuestra casa?

    - Amn, no tiene los condicionamientos humanos.Si l ha dispuesto que as sea, nada ni nadie podrevitar que se cumpla su voluntad. No has de pagarnada, pues he dispuesto que su asistencia seapagada con sus servicios en el templo. Se ocuparde la limpieza del mismo y a cambio recibir laenseanza. El Gran sacerdote ha aprobado esteacuerdo. Adems, he dispuesto que, seas solo tquien dote al templo de miel y como se que dispo-nes de pocas colmenas. He gestionado que seanlos otros apicultores los que te entreguen sus mer-cancas, pudiendo cobrar la comisin de talesentregas. De esta manera no tendrs limitaciones.

    Mi padre, se alegr en extremo, pues esta solucinresolva todas sus inquietudes. Mi madre estabaencantada con la posibilidad de haber dado a luz a

    un futuro sacerdote. Y en cuanto a mis hermanas,su corta edad, les haca ver todo esto como unjuego de mayores.

    Pero esta solucin tan armoniosa para todos, fue elcomienzo de todo un calvario para mi, que dur lossiguientes aos que viv, no precisamente en paz yfelicidad, puesto que al ser un empleado-estudian-te del templo, mi trabajo se multiplic por mil. Unidoa las vejaciones, malos tratos y desprecio que losotros estudiantes; hijos de nobles familias, me pro-

    piciaron en todo el periodo de enseanza. Pero siesto fue cruel, ms cruel y despiadada fue la actua-cin de mi maestro Homet-Ra, que ignorando midolor, pareca complacerse en las injusticias y des-precios que los otros estudiantes me provocabancada da. Fue al final de mi preparacin, cuandocomprend, la gran sabidura de mi maestro, al lle-varme por el camino del dolor y formar en mi elespritu de servicio y de humildad. Pero no quieroadelantar acontecimientos y contar los hechos taly como sucedieron.

    EN EL TEMPLOLa casta sacerdotal en los templos de Egipto nodifera de cualquier casta sacerdotal de otros pa-ses, y en cualquier tiempo. Existan sacerdotes deuna buena realizacin espiritual pero la mayoraconsideraba su vocacin como un trabajo al servi-cio de muchos intereses. Los sacerdotes de Tebas,tenan un poder inmenso, que rivalizaba con el pro-pio Faran. Rebaos, tierras de labranza, tributos.Personas compradas en todos los niveles socialesy comerciales y por supuesto una gran influenciaen la voluntad y decisin del propio Faran.

    TEMPLO DE KARNAK

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    Pero dentro de este colectivo, tambin existanseres sabios, responsables, amantes del espritu yde los valores ticos universales. Todos saban quedentro del propio clero se daba una minora espe-cialmente selecta, que segua en posesin de losantiguos misterios. Esta minora habra seguido lafilosofa de la antigua Fraternidad Solar, creada porel desaparecido Faran Akenaton, el padre delactual Monarca. Pero esta Fraternidad haba sidodisuelta y estaba prohibido en todo el imperio, res-taurar el culto Solar instaurado por Akenaton y darcobijo a cualquiera de los antiguos Iniciados.

    Homet-Ra, mi venerable maestro,era uno de los sospechosos dehaber convivido o haber formadoparte de aquella antiguaFraternidad, pero nadie lo habaprobado, por lo que de una u otramanera haba sido marginado, encierta forma dentro del templo. Noformaba parte del Consejo Superiordel Sacerdocio, ni era consultadoen cualquier decisin que se toma-ra al ms alto nivel. Mantena elpuesto de formador de los jvenesadeptos debido a que su erudicin yconocimiento no tena parangn entodo Egipto. Por otra parte, sus ade-manes y magnetismo, le daban unporte aristocrtico y seorial, quelevantaba la envidia de sacerdotesmejor situados que l.

    Mi entrada en el templo fue todo unacontecimiento que levant lasrisas de los ms pillos de los otroscandidatos. De una u otra manera,les haba llovido del cielo el bufnque les divertira en toda la andadu-ra de nuestro aprendizaje.

    - Desde ahora te llamars Homet, por ser hijo mo-dijo mi maestro- Si alcanzas la iniciacin final, tunombre ser Homet-Nut.

    Los estudiantes me llamaban en forma peyorativaHomet-Set, pues decan que yo haba nacido de unmendigo y una prostituta en pleno desierto. Set, erael dios de los desiertos y de los lugares tenebrosos,por lo que mis compaeros no dudaron en asignar-me el mejor de los nombres disponibles. Mi maes-tro conoca este apodo, y nunca me alivi de estosinsultos.

    Pasaron los meses, incluso los aos. El trabajoduro en el templo me haba curtido. Haba crecido.Tena una formacin atltica, puesto que las durascargas de la limpieza potenciaban mis huesos ymis msculos, mientras que los hijos de los nobles,coman muchos pasteles, y practicaban pocodeporte. Excepto una docena de jvenes, la mayo-ra de los adeptos, andaban sobrados de kilos.

    Me haba especializado en el estudio de los astros.Homet-Ra me deca, que esta Ciencia era la ver-dad de los dioses Y que conocerla, era el funda-

    mento de las otras ciencias. Tambinhaba avanzado mucho en la Historiaantigua y un poco en Medicina. Deuna u otra manera consideraba queeste era mi destino y no me imagina-ba otra forma de ser o de vivir. Eltemplo, los papiros sagrados y lasenseanzas de mi maestro eranesencialmente el objeto fundamentalde mi vida.

    An recuerdo una serie de inciden-cias que al recordarlas ahora, nodespiertan en m el rencor, sino unaplcida sonrisa.

    Amut, el hijo de uno de los principa-les comerciantes de Menfis, era elcabecilla de un grupo de jvenesestudiantes, que de ninguna maneravaloraban las enseanzas del tem-plo, a pesar de que su imagen pare-ca la de seres exquisitos y refina-dos. Su comportamiento dejabamucho que desear, no tanto comofuturos sacerdotes, sino como sereshumanos.

    Cierto da en que estbamos practi-cando unos cantos frente a la esta-

    tua de Amor-Ra, vimos espantados como dos ser-pientes cobras emergan del fondo de la sala prin-cipal, acercndose hacia nosotros. Todos nos apar-tamos con ms miedo que espanto. Las serpientesno solo no se apartaron, sino que se abalanzabancon fuerza sobre todos nosotros. Giramos hacia unlado y ellas lo hacan en la misma medida. Lo hac-amos hacia el otro, y ellas se movan igualmente ennuestra propia direccin. Esto no fue lo peor, pues-to que posedo por el miedo, me separ sin quererdel grupo principal y las dos cobras, como movidaspor un resorte se acercaron a pocos centmetros de

    HOMET-RA

  • 5 Heliocentro 7

    m, ignorando al resto de los estudiantes. Cerr losojos aterrorizado, invocando con mis labios unaplegaria. Sin duda ese momento era el de mi muer-te. Lo que ocurri a continuacin, aun se comentopor aos en Tebas:

    Homet-Ra, se acerc sin miedo a las serpientes.Las mir intensamente a los ojos, pronunciandounas extraas palabras y las dos cobras, se des-materializaron ante los atnitos ojos de los estu-diantes. Mi estupor fue an mayor, puesto que tex-tualmente mi maestro haba salvado mi vida.

    Aquel acontecimiento lleg a los odos del SumoSacerdote, que reclam la presencia de nuestroDivino Profesor. No supimos a ciencia cierta lo quehablaron entre s. Pero se comentaba que elSupremo Sacerdote haba ofertado a mi maestrouna tremenda suma de oro y de tierras, a cambiode los secretos que posea, capaces de someter alas serpientes. Homet-Ra, tuvo que ingeniar unaserie de mentiras, que pusieron en guardia a susuperior, hacindole an ms receloso de los actosy carisma de mi venerable maestro. Por otra parte,no poda expulsarle del templo, puesto que estohabra dejado al Superior de la Orden en evidencia.

    Al da siguiente, al llevar la escudilla de comida ami magnfico profesor, contempl asombrado queestaba llorando en silencio en un sombro rincn desu austero habitculo. Yo alarmado me precipithacia l con tanta fuerza, que la comida cay alsuelo estrepitosamente.

    - Que es lo que te ocurre Maestro.

    Homet-Ra, con evidente vergenza por haber sidodescubierto en su debilidad, replic en voz baja.

    - Hijo mo, he desobedecido mi juramento Hedesobedecido He fallado.

    Las palabras salan hmedas desde el coraznresentido de mi padre espiritual, rompindome mialma.

    - Pero en qu has desobedecido? venerable.

    - Fue ayer al espantar a las serpientes.

    Yo me qued asombrado, pues no solo no habahecho ningn dao a nada, ni a nadie, ni siquiera alas cobras, sino que haba salvado mi vida.

    - Pero maestro cmo puedes sentirte culpable?

    - No puedes entenderlo, hijo mo.

    Y sin darme ms explicaciones sali de la salaajustando su tnica, con la asombrosa mscara deuna apariencia serena, que acallaba su alma dolo-rida. Y yo me qued con una tremenda intriga yhasta cierto punto molesto por no entender nada.

    Ese mismo da, me enter que Amut con sus com-pinches, haba untado con bayas mis ropas y lasserpientes atradas por las vibraciones de las mis-mas me haban perseguido. La ira enrojeci micara. Se trataba de un asesinato. Cmo poda unser humano realizar tales actos? Tom una de lasgruesas escobas con las que limpiaba el templo, laromp contra el muro, y cog el grueso mango deacacia con el firme propsito de matar a Amut y aquien se pusiera por delante.

    No haba traspasado la puerta de la cocina, cuan-do apareci ante mi, severo y firme, Homet-Ra. Memir con una ternura inusitada dicindome:

    - Homet-Nut -Dnde vas?- No ves que vas a apli-car la misma violencia que la que has recibido tu.De qu te vale el conocimiento si te hace agresi-vo?

    El palo cay de mis manos, como impulsado poruna extraa fuerza. Mis brazos se quedaron muer-tos y mi mente se qued en blanco. Qu fuerzatena aquel hombre en la palabra para sometermede aquel modo? Mi maestro, como si hubiera escu-chado mis pensamientos, dijo en silencio.

  • 5 Heliocentro 8

    - Solo cuando aprendas la fuerza del verbo, valora-rs ms la necesidad de estar en silencio y en paz.

    - Venerable, Por qu me has llamado Homet-Nut?

    - Por que le he hablado a tu espritu y no a ti.

    - Cmo puedo yo descubrir mi espritu?

    - Yo te ensear.

    Luego me invit a su aposento. Se asom a la ven-tana y puso sobre la mesa un tiesto parecido algeranio. Tom un jarro de baro que contena gua ycon una paciencia infinita fue regando gota a gotala planta a la vez que musitaba una pequea melo-da, que no sala de su boca, sino de su estmagoo algo por el estilo, puesto que no le vea mover loslabios. De repente, me qued atnito, pues la plan-ta comenz a moverse con un extrao movimientoque pareca ir al comps de la meloda de Homet-

    Ra. Esto era magia o bien mi maestro era el serms extraordinario que yo haya podido ver entodas mis vidas.

    Levant la vista hacia m y me dijo:

    - Prueba t!

    Tom yo el jarro y trat de imitarle pero no se movanada. Solo en mi cerebro, me sent impotente.

    - Tienes que poner la mente y el corazn en la pala-bra. Tienes que ignorarte, para ser sonido.Nuestros antiguos padres, los dioses, crearon elmundo por medio de la palabra. Es por esto que eliniciado es silencioso, pues sabe que cada palabrapronunciada crea una idea forma, una entidad, quevive y acta.

    Lo intent de nuevo y por supuesto no se movanada. Cmo lo haca mi maestro? Pues evidente-mente no dejaba de ser un enigma, que con eltiempo aprendera a desvelar.

    A partir de aquel da Homet-Ra me llevaba antesdel amanecer al valle de los Reyes, y me ense ameditar, sentado en cuclillas, mirando al nacienteSol de la maana. A partir de aquel momento com-prend por que Akhenaton haba instaurado laFraternidad Solar. Comprob maravillado que elPadre Sol te habla, te muestra el camino, te ense-a millones de formas. Vi que el Sol era una venta-

    na donde se poda mirar loprximo y lo lejano. A partirde aquel da comenc avibrar en otra dimensin.Los amaneceres eran sinduda la experiencia msexcitante que jams habavivido en toda mi precariaexistencia. Probad a medi-tar cara al Sol cada maanay sabris que lo que cuentoes verdad. Hacedlo comome lo ense Homet-Ra!Meted en vuestra glndulapineal el Sol mismo, ilumina-dlo por dentro. Poneos anteel Divino Astro y hacen docepequeos parpadeos, me-tiendo la luz en vuestra hip-fisis. Luego; con el cerebroencendido, veris como elSol os enva imgenes,

    sonidos, formas y emociones.

    Pasaron los das y aquel saludo al Sol fue una ruti-na para m y para una decena de compaeros, queen igual medida haban comprendido el verdaderocamino de la sabidura. Uno de estos compaeros,era uno de los hijos bastardos del antiguo FaranAkhenaton. Un hermano espiritual del que luego oshablar, al que conocera la Historia como Moiss,nacido de la unin de un Faran y una esclavahebrea.

    VALLE DE LOS REYES

  • Ocurri en varias ocasiones que en emplena medi-tacin matutina, en el saludo al Sol, vimos comoHomet-Ra levitaba en el aire cerca de cuarentacentmetros de suelo. Todos nos quedamos atni-tos observando a nuestro maestro levantarseinconscientemente en el aire. Pero nos juramenta-mos para no contrselo a nadie, puesto que si sedivulgaba tal prodigio, nuestro querido maestrohabra sido expulsado del templo, quizs a los lmi-tes del Imperio y nos habramos quedando sin sudivina presencia. Por otra parte, al terminar lameditacin, Homet-Ra, no saba absolutamentenada de lo que haba sucedido y no era conscientede haber levitado. Al parecer entraba en un estadode trance, donde el espacio y tiempo no tenan sen-tido. Nuestro querido Educador nos hablaba quetenamos que ver una luz brillante en nuestro cere-bro y observar una espiral que te suba hacia elcielo. Y en verdad, debo confesar que ambasvisualizaciones fueron habituales para m. En cual-quier caso, yo no fui nunca consciente de haberlevitado, ni mis compaeros me dijeron nada al res-pecto.

    Finalmente di gracias en mi corazn al despiadadoAmut, puesto que gracias a su accin yo habaaprendido el lado contrario. Gracias a Amut, habavivido en carne propia la Ley del dios Thot, quehabla de que en nuestro planeta todo es bipolar,como lo es el da y la noche. Tan solo hay que dis-frutar del da y encender el Sol de nuestro cerebropor la noche.

    AMUT Y SUS MALDADES.Si contara los miles de detalles, vivencias y anc-dotas que vienen a mi mente en el recuerdo deaquella vida, podra escribir una enciclopedia.Aunque lo paradjico era que el tiempo de mirecuerdo haba sido de escasos minutos, mientrasque en ese espacio perciba las vivencias de unmontn de aos.

    Pero hay recuerdos traumticos y complejos queno puedo obviar. Me refiero a las malvadas actua-ciones de Amut.

    Ocurri que cierto da en que debamos ir al templode Osiris para aprender parte de las ceremoniasque emplean sus sacerdotes en el culto funerario.Amut y su grupo no solo no acudi, sino que semarcharon a un burdel de prostitutas y se embo-rracharon con cerveza. Esto que era en ciertaforma habitual para este diablillo, no tena nada de

    particular. Pero los efectos de la borrachera fuerondolorosos para m. Al parecer Amut, comunic auno de los sacerdotes del templo de Amn, prxi-mo al Sumo Sacerdote, que Yo frecuentaba el bur-del y que por supuesto me emborrachaba a menu-do.

    La disciplina y la virtud, eran elementos que lossacerdotes no pasaban por alto y por supuestoestas faltas constituan la expulsin de la escueladel templo.

    Se me hizo comparecer ante una comisin parapresentar pruebas ante la acusacin que pesabasobre m. Pero los testimonios de los testigos, ami-gos de Amut, haban creado una atmsfera de tre-mendas dudas. Yo present a los testigos quehabamos estado en el templo de Osiris y que cer-tificaron mi presencia entre ellos durante todaaquella jornada. Pero la duda haba sido sembraday la queja fue trasladada a mi maestro.

    Homet-Ra me llam a su presencia y me dijo:

    - Acudirs durante tres semanas al Nilo antes de lameditacin de la maana y purificars tu cuerpo ensus aguas.

    - Pero Maestro! Yo no soy culpable de nada.Jams he acudido a un burdel y no he bebido cer-veza en mi vida.

    - O cumples el castigo o sers expulsado muy a mipesar. Pondr dos testigos a tu lado que comproba-rn si te purificas con el bao.

    Grite, llor y me sent morir. Poda pasar por losinsultos de Amut, por las vejaciones de todos loscompaeros y por el castigo de todos y cada unode los sacerdotes. Pero no poda comprendercomo mi venerable Maestro no me escuchaba, no

    5 Heliocentro 9

    RIO NILO

  • me crea y no confiaba en m. Esto era como lamuerte de un padre. Como si me quedara hurfa-no.

    Desee marcharme del templo. Ya no me importabaen absoluto ser sacerdote. Me senta traicionado,pero opt por cumplir el castigo como afrenta haciami propio Maestro.

    Siguieron los das uno a uno, sin que Homet-Ra,me dirigiera la palabra, cumpliendo el castigo conla disciplina de un soldado. Mi odio y resentimientotambin iban en aumento. Pero la decisin de mar-charme del templo era algo irreversible.

    Nunca lleg el final del plazo previsto. En la segun-da semana, me entr una fiebre terrible.Simplemente me mora. Aquel da no pude asistiral templo, ni realic ninguna tarea. Permanec en ellecho totalmente inconsciente. Ciertamente memora. El mdico que me atenda dijo que la inmer-sin en el Nilo en plena noche me haba enferma-do. Esta afirmacin haba aumentado an ms elodio hacia mi maestro, que no vino en ningnmomento a verme en mi lecho.

    Al tercer da de las fiebres, perd la memoria, elespacio y el tiempo. Solo escuchaba la voz del doc-tor que me atenda diciendo ha muerto- Yo vicmo sala de mi cuerpo y me meta por un pasilloluminoso. Que me alejaba del frio de mis despojoshumanos. Me senta ligero, sin dolor, sin peso, sinlmites, sin espacio, sin tiempo. Y al final del tnelvi el espacio ms maravilloso que jams habavisto. Era un mundo de luz, absolutamente beatfi-co. Vi tambin a mis abuelos muertos, que me salu-daban con una maravillosa sonrisa. Estaban ms

    jvenes y ms plenos. Vi a otros seres que a lolargo de los aos anteriores haban viajado por labarca de Osiris.

    Por un momento desee que aquello no pasaranunca. Estaba en el paraso. Luego v como aque-llas almas, despus de algn tiempo, encarnabanen la tierra, en distintos lugares, con diferentescaras, con distinto gnero y con diversas habilida-des. Comprobaba en ese estado que la muerte noexiste. Que la vida en la tierra no es sino una formade padecer. Y que la verdadera vida estaba all. Viadems que yo haba tenido muchas vidas anterio-res y que vendran otras tantas. Incluso me vi escri-biendo este relato en este momento futuro queestoy viviendo. Era feliz, inmensamente feliz. Peromi felicidad durara poco, puesto que vi venir a mimaestro, Homet-Ra, acompaado de dos seresigual que l, con tnicas blancas luminosas y conuna actitud beatfica. Estos seres eran simplemen-te maravillosos.

    Homet-Ra, que en ese espacio pareca el propioAmon-Ra, me mir con una ternura infinita y medijo:

    - Has comprendido ahora?

    Y al instante comprend que una vez ms mi divinomaestro me haba hecho pasar por una experienciaextrema para que aprendiera el ms importante detodos los misterios: la inmortalidad. Vi el tremen-do esfuerzo que haba hecho Homet-Ra, mostrn-dose duro y distante, cuando su corazn gema deamor y de cario hacia m y hacia mi espritu.

    Quise abrazarle con toda mi alma. Pero los dosseres que le acompaaban dijeron en forma autori-taria:

    - Desciende; no es tu momento.

    Y al instante escuch de nuevo la voz del mdicoque deca.

    - Ningn muerto puede llorar. De nuevo est entrenosotros.

    Y gradualmente el fro de mis venas y de mi sangreme fue trayendo a la triste realidad de la precariavida en la Tierra. La fiebre haba desaparecido. Mehaba salvado. Bajo el dintel de la puerta de micuarto estaba mi maestro con una sonrisa en suslabios. A duras penas me levant de la cama y me

    5 Heliocentro 10

  • abrac a su cuello llorando desesperadamente.

    - Perdname maestroperdname!

    Pero Homet-Ra me apart de su pecho y poniendoun dedo entre sus labios me orden con una ternu-ra infinita que guardara silencio. Ahora entenda elsilencio del iniciado. Cmo poda decir a nuestrosmandatarios y al Faran, que sus tumbas y lasinmensas riquezas con las que se enterraban noles dara la vida eterna? Nunca jams podan ima-ginar que el rico de hoy es el esclavo de maanay que en el otro lado no se necesitan riquezasmateriales, sino espirituales. Que el espritu esinmortal y no mide su calidad por la posicin terre-nal, sino por las virtudes. Solo cuando se tiene unaexperiencia como la ma, se puede entender, peroel hablar ms de la cuenta puede significar desdeel descrdito, hasta la propia muerte. Y valore elsilencio de mi divino maestro como el escudo mseficaz ante el ignorante y al engaoso sabio delmundo de la materia.

    Una vez ms tena que agradecer a Amut, que porsus locuras yo haba comprendido uno de los msimportantes misterios de la vida. Una vez ms laLey de la Polaridad me haba dado una perspecti-va completa de la inmortalidad.

    Otro de los amargos recuerdos de aquellos aosde aprendizaje est referido a otra de las locurasde Amut y de su grupo de inconscientes amigos. Enesta ocasin el acto fue extremadamente grave.

    A los lados de la estatua principal de Amon-Ra, enel templo de Karnak haba dos pequeas lmparasen forma de cuenco, que contenan el aceite sagra-do con dos mechas encendidas, da y noche duran-te todo el ao. Era el Fuego Sagrado simbolizandoal fuego solar. Los cuencos eran de oro labrado yde una refinada belleza. Amut, superndose a smismo en ingenio maligno, no se le ocurri otracosa que robar ambos cuencos y esconderlos bajola tierra del jardn de la parte posterior del templo.Luego hizo correr la voz de que los cuencos hab-an sido robados por m, que a su vez los haba ven-dido en el mercado.

    Yo estaba ajeno a estos comentarios, hasta que elayudante del Sumo sacerdote me notific que casicon seguridad iba a ser expulsado del templo por

    haber robado los soportes de oro de Amon. Yocomo no tena ni idea de lo que me estaba hablan-do simplemente lo negu y no le di ms importan-cia. Pero el ayudante no solo insisti sino que meconvoc a una reunin al cabo de dos das, juntocon mi valedor en el templo, Homet-Ra.

    5 Heliocentro 11

  • Preocupado finalmente por esta acusacin, fui rpi-damente donde mi maestro solicitando consejo yayuda. El no se inmuto, simplemente esboz unasonrisa dicindome.

    - Si no eres culpable, Por qu te preocupas?

    - Pues porque me han amenazado con expulsarmey tomar a su vez represalias contra ti.

    - Vuelve a tu aposento y pide a Amon-Ra la sereni-dad necesaria para afrontar la prueba en el prxi-mo juicio al que sers sometido. Pero si no eresculpable nada debes temer.

    - Maestro, cuando me pides que hable con Amon-Ra, Cmo debo imaginrmelo? Con la cabeza decarnero o simplemente como un ser de carne yhueso. La cabeza de carnero, no es algo simbli-co?

    - No hijo mo. Efectivamente en los primeros dasdel viejo Egipto, bajaron del cielo seres superioresa nosotros que nos ensearon a tejer los lienzos,sembrar las tierras y practicar la Medicina. Tambinnos hablaron del Universo, mostrndonos las cons-

    telaciones y los conceptos que ahora os ensea-mos en la escuela. Uno de esos seres fue Amon,que efectivamente tena cabeza de carnero. No esalgo simblico. Aunque al ser humano le resulteimposible atribuir la deidad a un ser de tal semblan-te. Amon, instruy al pueblo en sabidura y artes. Elfue el que nos ense a fabricar el queso y a pro-ducir y criar las primeras reses que ahora tenemosen Egipto. Despus de un tiempo Amon volvi alCielo, a su morada, desde donde nos vigila y nosconsuela. El centauro, es mitad caballo y mitadhombre; pero luego ser solo hombre. La sirena

    antes era pez y luego ser hombre, pero sus ras-gos conservarn cierto parecido al animal que fueen su da. Si matamos a un animal, matamos a unfuturo hombre. En otras estancias del Universoviven seres que a nuestro entender son horriblespor su presencia, pero que su evolucin espirituales superior a la nuestra en millones de aos.Finalmente Amon fue compenetrado por el espritude Ra, de ah su nombre Amon-Ra. En igual mane-ra los seres que alcanzan la iluminacin en laIniciacin Solar, son tambin compenetrados por elespritu superior, son entonces hijos de RA oHijos del Sol.

    Aquella noche la pas rezando no solo a Amon,sino a Ra, a Isis, Osiris, Nut, incluso al propio Set.Todo menos abandonar la escuela y a mi maestro.En la maana el maestro nos llev al valle de losReyes a meditar. Yo pensaba que era la ltima oca-sin en que podra practicar tal rito con mis queri-dos compaeros. Maser; que as se llamaba el queluego fue conocido como Moiss se acerc a m ya pesar de ser muy parco en palabras, incluso dehablar con dificultad, puso su mano sobre mi hom-bro y me dijo:

    - T no te irs, querido hermano;esta noche he soado con mi padrey me ha dicho que t sers el prxi-mo Imperator de la Orden. El cielo deprotege.

    Las lgrimas salieron de mis ojos, alver tanto amor de un verdadero prn-cipe de Egipto, pues aunque fuesehijo de una esclava, no dejaba de serla propia sangre del antiguo Faran.Afortunadamente tena amigos, msque amigos, hermanos. Y esto mehaca vivir una maravillosa sensa-cin de proteccin. Maser, sin duda,me animaba, pues en ninguna

    manera podra ser el Imperator de una Orden, quepor otra parte nadie saba si exista ya, incluso queestaba proscrita.

    Volvimos al templo hacia el atardecer. La asambleade los sacerdotes nos haba convocado, tanto aHomet-Ra como a m. Tambin estaba Amut contres testigos falsos. Fuimos en silencio siguiendo alSumo sacerdote hasta el templo. Pero nada msfranquear la entrada, nos quedamos todos petrifi-cados. Los cuencos de oro estaban conteniendo lallama sagrada a cada lado del dios. Quin los

    5 Heliocentro 12

  • haba puesto all? Sin duda Homet-Ra, los habamaterializado con la mente o habra realizado otrode sus milagros. De hecho las miradas se pusieronsobre l. Homet-Ra se adelant del grupo y convoz airada replic al Sumo sacerdote y a cuantoestaban en el squito:

    - Cmo vais a juzgar a un ser sin haber cometidodelito?

    Amut y los testigos se pusieron de color encarnadoy bajaron la cabeza. El Sumo Sacerdote, que tenanegocios con los padres de Amut, no saba quhacer, puesto que al estar los cuencos en su sitio,deba de ser juzgado el acusador como mentiroso.Todos esperamos la reaccin del Superior, peroeste mand disolver la asamblea, diciendo que eraun tema que se deba estudiar con ms tiempo,puesto que efectivamente los cuencos haba esta-do dos das ausentes y en ese caso, tampoco eradel todo culpable Amut, ni lo era yo. Otra vez lasombra del misterio gravitaba sobre la cabeza deHomet-Ra, pero como en tantas ocasiones nada sepoda probar.

    Al da siguiente pregunt a mi maestro sobre elmisterio de los cuencos. El sin darle importanciame dijo:

    - Ellos me llamaron desde el jardn. Los desenterry los puse en su sitio. Siempre supe que t no hab-as sido el autor del robo.

    - Cmo pueden llamarte unos objetos que no tie-nen boca?

    - Tienes los odos tapados por la ignorancia, hijomo. Todos los objetos tienen alma, tienen vibra-cin, emiten sonido y expresan sus emociones.Todo es Dios y Dios est en todo. Esta es unaenseanza que el divino Thot nos trajo desde elprincipio de los tiempos. Solo hay que abrir los sen-tidos y escuchar con el espritu.

    Enseguida repar en sus palabras, puesto quecuando estbamos en el Saludo al Sol de lasmaanas efectivamente poda escuchar como Rame hablaba y me enseaba imgenes, pero en eseestado poda escuchar a la roca, al guila y a losms pequeos de los insectos. La clave sin dudaera mantener el mismo estado de conciencia a lolargo de todo el da. Pero esto era difcil, pues lamateria dicta su ley y es difcil sustraerse a su tira-na. Solo seres como Homet-Ra podan vivir en dos

    mundos paralelos o en dos estados de concienciadiversos o unidos por la atencin. Realmente mimaestro era el ser ms maravilloso que exista enel mundo y yo me felicitaba por ser su hijo.

    LA INICIACION SOLAREl periodo de preparacin de todos los alumnoshaba llegado a su fin. La administracin Egipciaera una mquina de precisin y se iban a entregarlos destinos de los alumnos que haban superadolas pruebas. Haban sido siete aos de trabajo. Yome haba hecho ms mayor. Haba aprendidomuchas cosas. Las pruebas finales las haba supe-rado sin dificultad y tena que abandonar el templopara ser destinado a otro lugar o bien quedarme enel mismo con alguna tarea asignada. Pero estedestino no era para m muy apetecible, puesto quede ninguna manera poda separarme de Homet-Ra.

    Fue el propio Homet-Ra quien me dijo:

    - Has sido destinado a Menfis.

    De nuevo las lgrimas salieron de mis ojos a la vezque se me encoga el alma. Homet-Ra se acerc am, me abraz y dijo:

    - No sufras hijo mo, pues al marchar lejos versque nuestra unin ser ms fuerte. Todava tengoque darte una sorpresa.

    Qu sorpresa era esa?... Lo supimos a los pocosdas. Como final de curso, se nos autoriz a servisitado por las familias y a tomarnos tres das dedescanso, en el que podamos hacer lo que dese-ramos antes de marchar a nuestros destinos.

    Homet-Ra me hizo llamar a su modesta habitacin.Cuando llegu, no estaba solo. Maser y otros cincoestudiantes estaban esperndome.

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    PIRAMIDE ESCALONADA VALLE DE LOS REYES

  • - Hijos mos; Dentro de tres das, no iris de des-canso, pues tengo que daros la ltima leccin.Hasta que llegue el momento no podis comernada, solo beberis agua. Aislaros y meditar. Osespero en el valle de los Reyes al amanecer.Debis ir purificados, con tnica blanca.

    Nos miramos unos a otros, sin saber a qu leccinse refera. Pero el amor que nos una a todos, y elrespeto hacia nuestro maestro nos haca suponerque era algo bueno. No dudbamos de sus inten-ciones. Por qu solo haba citado a siete estu-diantes?...

    Caminamos toda una maana por el Valle de losReyes, hacia El Sur del Nilo. Finalmente encontra-mos una pequea pirmide escalonada que conte-na en su base una puerta casi cubierta por laarena del desierto. Era una de las mltiples pirmi-des de la Primera Dinasta, que nadie saba concerteza si eran monumentos funerarios o elemen-tos ceremoniales.

    Dentro de la estructura haca un calor casi insopor-table, adems el olor no era precisamente ningnperfume. Homet-Ra, encendi unos polvos deincienso en los extremos de la habitacin. Tenaunas dimensiones de 16 metros cuadrados. En lasparedes de piedras puestas a modo de sillera,haba viejos grabados casi borrados, junto con elhumo de hogueras que los pastores haban encen-dido a lo largo de los aos.

    Esperamos casi una hora a que se ventilara lahabitacin. Finalmente al estar liberada la puerta ycon los olores del incienso, pareca que se podaestar con cierta tranquilidad. Yo me preguntaba elpor qu de estas maniobras tan insensatas y porotra parte, tan secretas.

    Nos sentamos en un pequeo crculo. Todos cono-camos la forma de entrar en el trance adecuado,dado que los aos anteriores habamos practicadocon nuestro maestro el saludo al Sol. Al cabo demedia hora el olor desapareci, el calor ya no nosmolestaba. Una extraa luz comenz a formarseen el centro del crculo; luz esta, que se fue hacien-do ms y ms grande, hasta llenar la habitacin deluz perfecta. De repente, sent que era arrebatadohacia arriba. Me vi viajando por el aire. Sin embar-go, mi cuerpo estaba en la pirmide. Sin duda setrataba de un desdoblamiento de mi espritu. A lavez que yo ascenda, senta que junto a m, losotros hermanos tambin me acompaaban. Vi

    finalmente que encima de la pirmide en el cieloazul, haba una extraa nube metlica de dimen-siones enormes.

    Estaba yo visualizando todos estos elementos conlos ojos cerrados, cuando se produjo el fenmenoms alucinante que haya podido vivir cualquier serhumano en toda la Historia. Una enorme estanciallena de luz nos acogi. Estbamos todos con losojos cerrados, pero a pesar de todo, podamos vercada detalle de la estancia y de sus ocupantes.Pero curiosamente ya no estbamos solo siete her-manos, sino muchos ms. Al parecer los otros,haban sido ascendidos desde Menfis, Elephantina,incluso por el color amarillo, blanco y rojo de supiel, parecan que no eran hijos de Egipto, sino delos lugares ms recnditos del mundo. Todava hoyme pregunto cmo se poda haber dado tal fen-meno.

    Haba tres seres bellsimos con tnicas blancas.Eran casi andrginos; es decir, no s si eran hom-bres o mujeres. Junto a ellos estaba mi MaestroHomet-Ra, que en igual manera tena otra tnicablanca. Pareca que una msica beatfica llenabanuestros sentidos. Uno de los seres, tom un per-gamino que irradiaba luz y dijo:

    - El Hijo del Sol no puede adorar a ningnmortal, ni ser encarnado en la Tierra.

    - El Hijo del Sol, no puede crear templos,sectas, grupos o jerarquas doctrinales.

    - El Hijo del Sol no puede realizar milagros niprodigios, en la medida que estos, atraen acircenses o adeptos que valoran el fenmeno yno el conocimiento

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    PIRAMIDE ESCALONADA VALLE DE LOS REYES

  • - El Hijo del Sol no puede cobrar ningn dineroni estipendio por trasmitir el conocimiento.

    - El Hijo del Sol no puede ser maestro de nadani de nadie.

    - El Hijo del Sol debe cumplir con los valoresuniversales de Justicia, Paz y Amor. Evitandoservir tiranas, dogmatismos y fundamentalis-mos, sean estos religiosos o polticos.

    Luego, el otro ser, tom otro libro que extraamen-te se suspenda en el aire y estuvo leyendo unaserie de recomendaciones y leyes que al parecerdebamos cumplir a partir de ese momento (*).

    El tercero de los presentes, portaba una caja deoro, con el interior de terciopelo rojo. Meti la manodentro y tomo una cadena de oro que tena en suextremo una medalla dorada, que tena grabadolos rayos del Sol. En el centro de la medalla habaun rub de color rojo que irradiaba rayos luminososextraordinarios.

    Uno a uno recibimos el Sol en nuestros pechos.Cuando me impusieron el mo, sent que algo meestallaba por dentro. Ya no era el mismo. A partir deese momento, yo me senta renacido, con unafamilia, un compromiso, un objetivo, un destino. Apartir de ese instante era un Hijo del Sol.

    Todos estbamos felices, pero a la vez, tristes porque aquella ceremonia llegaba a su fin. La sala sefue llenando de seres diversos, extraos, multifor-mes. De todos los colores imaginables. Parecaque eran seres venidos de toda la Galaxia, que aligual que nosotros haban hecho el compromisoSolar. Era una atmsfera beatfica maravillosa. Allestaba la Sal y Levadura de los seres humanos quepoblaban, no solo nuestro mundo, sino otros mun-dos distantes y lejanos.

    El estado de gozo se termin. Poco a poco fuimosdescendiendo de la nube metlica hasta situarnosen la estancia de la pirmide. Nada ms abrir losojos, nos llevamos la mano al pecho, pero sobrenuestras tnicas no haba nada. Una extraadecepcin nos invadi, pues todo haba sido unailusin. Homet-Ra, se puso en pi. En sus manoshaba una pequea bolsa de terciopelo. Meti lamano y sac una cadena con una medalla, quetena en su centro un rub rojo. Era exactamenteigual al que haba visto en la nube metlica. Seacerc al primero de los hermanos del crculo, ledio tres besos y puso sobre su pecho el medalln.Luego sigui imponindolo uno a uno, hasta llegara m. Me dio tres besos y en voz casi imperceptibleme dijo:

    - Ya no eres mi hijo, sino mi hermano.

    Todos sabamos dos cosas fundamentales. La pri-mera; que nuestra vida ya no sera la misma y ser-amos separados fsicamente a nuestro pesar. Lasegunda; que debamos mantener en secreto todocuanto habamos vivido, as como nuestraIdentidad Solar.

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  • Todos sabamos igualmente que aquellos soles denuestro pecho eran receptores de conocimiento.Eran pequeos transmisores, al igual que lo fue enlos primeros tiempos del Imperio el Hierofante.Todos sabamos que estbamos ahora ms unidosque nunca, ms coordinados que nunca, ms ope-rativos que nunca. Todos sabamos que la mismaorden era recibida tanto en oriente, como en occi-dente, por un hermano amarillo, rojo o blanco.Todos ramos conscientes que debamos cumplircon nuestro compromiso, pues en ello no iba, lavida o la muerte fsica; que no nos importaba, sinola muerte espiritual.

    Volvimos a Tebas. Todava Homet-Ra nos requiripara una nueva experiencia. Pero no fuimos todos

    los hermanos. Solo Maser y yo fuimosconvocados a su presencia. Casi no

    hubo palabras, simplemente toma-mos el camino de las afueras deTebas. Fuimos a la casa de uno delos generales de la guarnicin dela ciudad. Se trataba del generalAkonti, hroe de guerra, que vivaretirado en su bella casa junto al

    Nilo.

    Nos sorprendimosmucho al ver queacudamos a la pre-sencia de un general

    Qu tena que verHomet-Ra, con ungeneral? No era una

    asociacin muy lgica laIglesia con el ejrcito, peroAkonti no era lo que pareca. Setrataba de uno de los viejoshermanos de la FraternidadSolar del tiempo deAkhenaton, que haba conser-

    vado su identidad en el ms estricto secreto.Akonti, tena un rostro sereno cargado de experien-cias y de resignacin. Delgado y de ademanes atl-ticos nos recibi con una sonrisa. Tena una cami-sa blanca que le llegaba hasta las rodillas. Sin quel se diera cuenta y al inclinarse pude ver el meda-lln que colgaba de su pecho semejante al quehabamos recibido nosotros en la iniciacin. Sinduda era uno de los nuestros.

    Nos dio a tomar una especie de cerveza dulce yunos dtiles. Se interes por nuestros destinos ynos habl de otros hermanos de otros pases queconoca y que a su vez le haban enriquecido en lasdiversas experiencias que les haba tocado vivir. LaFraternidad Solar era sin duda una realidad coordi-nada estrictamente por los dioses que se escapa ala comprensin global de cualquier de sus miem-bros. Era como un hormiguero donde cada miem-bro se dedicaba a su trabajo. El primero de todoslos seres de la Fraternidad Solar era el sumo sacer-

    dote de Madin, conocido por el nombre de Jetr.Homet-Ra era el guardin el ojo de Ra y Akontiera el guardin de dicho tesoro.

    Terminada la pequea merienda, nos encamina-mos a una de las caballerizas de la casa del gene-ral. Todo pareca normal, los caballos, el pienso, losaperos y los carruajes. Akonti movi con vigor unmontn de paja que se apilaba en uno de los rinco-nes de la estancia y pudimos ver una trampilla demadera. La abrimos y accedimos a una escalerasubterrnea. Bajamos por ella siguiendo la esteladel militar que nos iluminaba con una lmpara deaceite. Al poco penetramos en una sala poco espa-ciosa en cuyo centro haba una pequea ara depiedra con smbolos dedicados a Ra. Sobre lacubierta del pequeo altar estaba una caja de oro,repujada de piedras preciosas.

    Homet-Ra la abri y sac de su interior un peque-o objeto que representaba un ojo humano. Se tra-taba de una pequea placa de porcelana con eldiseo de un ojo alargado. En la parte posteriorhaba como un pequeo receptculo que, segnnos comentara nuestro maestro, contena un metalsagrado dejado por el propio Ra, que empleadosabiamente poda darte acceso al pasado, al futuroo al conocimiento superior de los dioses. Pero en lamisma medida que te daba sabidura, si el que loempleaba no estaba preparado poda volverseloco.

    Homet-Ra nos mand sentar alrededor del ara.Luego tom el ojo de Ra y se lo puso a Maser ensu frente. Maser cerr los ojos a la vez que se con-traa su rostro. Lo que estaba viendo no era preci-samente algo muy gratificante, puesto que las lgri-mas comenzaron a salir de sus ojos, a la vez quese contraa su mandbula. Qu estaba viendo?Despus mi maestro me la puso a m sobre la fren-te. Casi al instante pude ver al propio Ra, que memiraba con una inmensa beatitud. Luego pude vera todos los guardianes del Ojo de Ra que habancustodiado el tesoro. Vi en igual medida como enlos aos sucesivos acuda a consultar el ojo. Vi la

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  • muerte de Akonti y donde tena que esconder lareliquia hasta mi muerte. Finalmente vi como laFraternidad Solar desapareca en la Tierra y comoel ojo terminaba olvidado en los meandros del tiem-po. La Fraternidad Solar sigui operativa en elmundo astral, siendo por tanto las iniciaciones rea-lizadas a travs del sueo o de la meditacin y ofi-ciada por seres superiores que, aqu o all, en estetiempo o en otro, iban renovando el juramento delos viejos iniciados en las diversas reencarnacio-nes por las que retornbamos al planeta. Y curio-samente me v escribiendo este relato, con plenaconsciencia de lo que viv en Egipto y con el com-promiso que adquir al revelar este relato.

    Maser nos mir alucinado. Era un ser entraablepero de pocas palabras, incluso le costaba pronun-ciarlas con soltura. Viva ms hacia dentro quehaca afuera de s mismo.

    - He visto mi destino. Mi padre me ha llamadodesde el otro lado y me ha dicho que tengo queseguir con su plan monotesta. Debo tomar a loshebreos de Egipto y renovar el reino de Akhenatonen la Tierra. El me guiar y me llevar desde elcielo a la Tierra Prometida Este es mi destino.

    Volvimos a Tebas. Ahora mi nombre era Homet-Nut. Nada quedaba del nio campesino, que habainiciado tan extrao viaje de la vida. Al da siguien-te tom el camino de Menfis. Homet-Ra se queden Karnak, siguiendo su anodina tarea de formarjvenes para integrarlos en la administracin egip-cia. Maser por su parte comenz a integrarse yaprender el idioma de los esclavos hebreos puesen los aos sucesivos tendra que sacar el conoci-miento inicitico del viejo Imperio para preservarloen la Nueva Tierra.

    Dnde est el ojo de Ra? permitirme que guar-de algn secreto. Que sea el tiempo y el elegido

    quien revele su existencia.

    A los tres aos de mi destino en Menfis viv unfenmeno extraordinario que paso a contaros:

    Estaba meditando, como cada amanecer, mientraslos primeros ratos del Sol baaban mi rostro, cuan-do fui arrebatado en espritu hacia el cielo. Unanube metlica gravitaba invisible sobre la gran pir-mide. Era la misma nube metlica que aos anteshaba acogido nuestra iniciacin. La misma salaluminosa, pero esta vez no estaban mis hermanos.Solo Homet-Ra, que vena con una sonrisa maravi-llosa.

    - Hijo mo; ha llegado mitiempo. Retorno a la MoradaSolar. Mi trabajo ha termina-do.

    Me dio tres besos y puso suSol sobre mi pecho. En elmismo instante not una pre-sin clida y firme sobre micuerpo. Era como si mi Solse viera impregnado detodas las experiencias yvivencias de mi entraablemaestro, pero tambin sentla tristeza de su marcha y latremenda responsabilidadque caa sobre mis hombros.

    - Yo estar hablndote desdeel otro lado a tu corazn.Recuerda que nunca estarssolo.

    Aunque estaba en desdoblamiento astral, sentalas lgrimas correr por mis mejillas, senta quebra-do mi corazn, pues nunca, en ninguna vida, amtanto a un ser humano. Cmo te aoro, venera-ble maestro! El se marchaba con la misin cumpli-

    da y yo quedaba en el reino de los muertos decarne que desde antes hasta ahora, seguimos enla ms profunda de las cegueras.

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  • Mi maestreo desapareci de la estancia. Luego fuillevado a una sala y acostado sobre una camilla.Seres extraos, con ojos negros grandes, de mediometro de estatura y con una enorme cabeza rode-aron la camilla. Un ser de pelo casi blanco, bellsi-mo pareca dirigirlos con una extremada precisin.

    Luego comenzaron a introducir unas agujas largasde metal sobre mi cerebro y encima de mis ojos. Yome senta incmodo, y me dola el cuerpo, pero nopoda moverme. Finalmente me soltaron y me vide nuevo introducido en mi cuerpo. Yo pens quehaban pasado unos minutos, pero haban sido treshoras las que haban ocupado el tiempo de aquellaextraa meditacin. Abr los ojos y comenz elmayor de los tormentos que pueda padecer el serhumano.

    A partir de aquel da poda ver sin evitarlo a losseres muertos que viven entre nosotros. Vea laslarvas que portan los seres humanos en sus enfer-medades. Poda hablar con los animales, las flores,y los rboles. Poda dialogar con los dioses y conlos muertos, poda traspasar el tiempo y el espacio.Comenc a vivir en varias realidades a la vez.Poda hablar con los duendes y con las malficascriaturas de la noche. A partir de entonces tuve queconvivir con la clarividencia. Y entend a mi maes-tro cuando sufra por vivir en esta realidad.

    T sers nuestros ojos en la Tierra. T vers a tra-vs de nosotros y nosotros a travs tuyo Estasfueron las palabras que dejaron mis hermanos delcielo en mi espritu y as viv, as vivo an hoy sin

    poder remediarlo.

    A los tres das llegaron a Menfis la noticia de queen Tebas, un viejo sacerdote manitico, raro y ana-crnico haba muerto. Era Homet-Ra que fue ente-rrado en un pequeo nicho del Valle de los Reyes,

    pues nunca tuvo ms que lo necesario para mante-ner su precaria identidad entre los seres humanos.

    A partir de aquel da me aficion al teatro y tuveque aprender a mentir, a fingir y a interpretar elpapel de imbcil entre los encumbrados sacerdotesde los viejos cultos de Egipto.

    Maser, desde Tebas me envi a uno nio llamadoJosu, al que emplee como ayudante mo y al queinstru en los misterios; tal y como hiciera conmigoHomet-Ra. Cuando el joven alcanz la edad de die-ciocho aos retorn a Tebas con un bagaje de sabi-dura y se puso a las rdenes de Maser; que ahora,el pueblo de su madre, le llamaba Moiss. Al aosiguiente, Moiss march de Egipto para cumplirsu misin. Reinaba entonces Ramss II. Fue elao de mi muerte y de mi liberacin. Fue el ao enque de nuevo pude abrazar a mi venerable maes-tro Homet-Ra, pero en el paraso.

    Esto es cuanto recuerdo. Esta es la verdad. Seavuestro espritu quien discierna, seleccione y cribecuanto me ha tocado verter a vuestras conciencias.

    Homet-Nut.

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  • 5 Heliocentro 19

    ( * )

    "Yo soy el Cristo luminoso que cada maana alumbra la vida. Te recordar tusdeberes para conmigo y te entregar tus derechos. T y yo somos la misma cosa;

    el mismo latido csmico que vibra en la meloda armnica de la existencia.

    "Yo soy la Idea; vosotros mi expresin. Si amis, amo yo en vosotros y todo crece;si odiis, odio yo en vosotros y mermamos los dos.

    "Sed uno conmigo y as el edificio csmico se fortalecer en justicia, paz y amor."

    YY o irradiar fuerte energa en tu voluntad paraque seas emprendedor y protagonista demis deseos, pero debes aprender a ordenarese impulso en funcin de los otros y del mediodonde desarrolles tus anhelos.- Aprende a amar la quimera y a desear los sueosque hago nacer en tu corazn, pero no olvides quevives en un mundo de realidades materiales y quedebes encontrar la lnea armnica de lo preciso y locoherente.- Como hijo del Sol sentirs fuego en tu interior ycalor en tu mente expansiva, pero debes evitar latemeridad y la desconsideracin hacia ti mismo yhacia los dems.- Cuando comiences un proyecto, primero debeselaborarlo con paciencia y ayudarte de la calma yla cordura, pero una vez iniciado, no lo dejes sinterminar porque tu mente se lanza intrpida a otroslogros. Aprende a caminar paso a paso y golpe agolpe de pensamiento. No vayas ms veloz con tusdeseos que con tus realidades.- Te entregar el valor para enfrentarte con losmayores obstculos, pero recuerda que estos

    obstculos son mayores en ti que en el mediodonde te mueves y expresas. Aprende a tener valorcontigo mismo y a enfrentarte con tus defectos.- Te mostrar el amor a tu propio ego, pero recuer-da que hay que amarse a s mismo como a losdems. Aprende a ser uno en todos y a integrartodos en ti. Nada en mi naturaleza est separado.Slo eres t que te separas por tu ego no educadoy ambicioso.- Aprende a ser lder pero sin mandar, y a imponer-te sin forzar ni reprimir. Cuando te hayas vencido ati mismo irradiars la fuerza que someter sin vio-lencia a los dems.- A veces por el ideal te pedir sacrificios y te darla fuerza para superar las pruebas ms difciles,pero no olvides que mis deseos son de distintanaturaleza que los tuyos y es cuando yo lo ordenoy no cuando t quieres. S paciente y cuando teempuje no te frenes en la entrega.- No me gustan los hroes ni los santos, pues todospara m lo son. Aprende a integrarte en un mundoordenado y equilibrado. La anarqua produce des-rdenes y fanatismo.

  • - Recuerda hijo mo que todo es dinmico y quenunca se termina por conquistar la deseada meta.Estate siempre disponible a nuevos logros y a laperfeccin.- Aprende a correr entre cinagas y charcos, perorecuerda que si corres mucho puedes salpicar a losque corren contigo. Hay que saber caminar sin pro-ducir error e indiferencia a quienes tambin quierenllegar. No te ciegue la meta hasta el punto de des-preciar las realidades que te rodean. Recuerda:"No hay que llegar primero, si no hay que saber lle-gar".- Yo no amo la guerra ni la violencia, por tanto hijomo, buscars la paz con toda la fuerza de tu cora-zn, y apoyars tal iniciativa de armona entre loshombres, conquistando as la paz.- Cuando ests descuidado, te enviar tanta ener-ga que sentirs la fuerza de la justicia, pero apren-de a no ser violento cuando reprimas o amonestes.La ira debe mutar en tu corazn en amor.- Aprende a no excederte en los esfuerzos ni alar-dees de tu fuerza; el ms fuerte es el ms pacien-te. Hay que desarrollar ms voluntad para humillar-se que para ensalzarse.- No siempre tus ideas son las mejores. Aprende aconsiderar las de los otros que tambin son tem-plos de mis propias ideas y de mis deseos.

    - Debes valorar la quietud de las cosas y la armo-na de los que gozan con el mtodo y el orden. Elcaracol es rpido para la planta, pero lento para lagacela, y a pesar de todo, cada uno camina haciala perfeccin.- Si sientes que tu pecho quema de impulso y deexpansin, no te reprimas. Irradia mi amor a laoscuridad que rodea vuestras vidas materiales.- Sentir miedo no es una vergenza sino el freno ala temeridad. Busca el camino medio entre ambasfuerzas y comprende que t eres tu mayor enemi-go.- Todo est en tu mente. Aprende a construir desdeel orden mental y no habr obstculo que no puedaser vencido o puerta que permanezca cerrada.- Hijo del Sol!, hijo mo!, prepara el amanecer demi llegada con toda tu fuerza y con toda tu volun-tad. T eres el carnero que gobierna mis ovejas ylas ilumina por la senda tenebrosa. Abre el pasopor donde caminarn mis hijos dispersos y encade-nados al mundo material.

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    LL a paciencia es la ciencia de la paz; ejercitn-dote en esta virtud conseguirs vencer lasadversidades.- Mi luz se hace planta, animal, miel y leche.Aprende a encontrarte en la naturaleza porqueamar lo natural es amarme a m.- Nutre bien tu cuerpo para que sea templo delespritu.- Utiliza la energa de tus msculos y de tus vrte-bras para acariciar, no para empuar la espada.- Buscars con fuerza el ritmo armnico de tusclulas, de tus pensamientos y de tus deseos paraque suenen meldicos en el concierto de la vida.- Ordea la cabra y bebe su leche pero no la matespara comer su carne pues la cabra muerta sloalimenta una vez y la viva muchas veces.- Procura comer los frutos que te dan los rboles ylos campos pero no destruyas ni ensucies mi mora-da terrenal.

    - El dinero no da la felicidad ni la posesin de lariqueza eleva el espritu. Aprende a vivir con pocoy yo te dar mucho despus de la vida.- Ama sin poseer y sin teir tu amor de sensualidad.El amor no es el sexo ni tiene que ver con la tiranade los sentidos.- Slo un vestido puedes llevar de cada vez, y unassandalias, y un solo sombrero; contra ms carguestus bales de lo superfluo, ms lenta ser tumarcha.- Lo que comes puede ser bendito y elevado a ladignidad que merece, pues en tu boca introducesun trozo de Dios que debe ser amado y considera-do, porque hasta de tus excrementos nacen floresque adornan la pradera.- Debes amar la vida y concederla un fin altruista yelevado. Buscars por tanto que ningn ser huma-no muera a manos de la incomprensin y la violen-cia.

  • - Debes tener formada opinin, pero no ser terco.La alquimia de la comprensin debes utilizarla paralas relaciones humanas y no para prevalecer porencima de todo y de todos.- El conocimiento no es esttico pues muta con laevolucin del hombre. Aprende a cambiar con lgi-ca, cordura y alegra. Siempre se debe escalar lainagotable sabidura.- Recuerda siempre que detrs de cada principiomanifestado, existe otro no manifestado. La mate-ria lleva aparejada el espritu y por ambos princi-pios se llega a mi naturaleza bipolar.- Los duendes, las hadas y las fuerzas primordia-les, existen y deben ser amadas. Buscars portanto ensear al hombre este universo natural quese ve agredido por la materialidad y desarmona enla forma de vivir.

    - El amor se expresa en libertad, no en los celos dela posesividad. Ama y deja amar.- El deporte y los ejercicios acompasados educanla salud del cuerpo y fortalecen la voluntad. Vivedeportivamente.- Lo que es abajo es arriba. Indaga en lo pequeoy encontrars lo grande.- Como hijo del Sol e Iniciado en mi sabidura, teentrego ya la fuerza del toro y el despertar prima-veral de la naturaleza. Tus manos sern mis manoscuando acaricies o empues el arado. No decaigasen la conquista de mi eterna vitalidad luminosa.

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    YY o soy preciso en mis modos y maneras, ttambin debes serlo con las palabras y losademanes. "No des perlas a los cerdos".- Di siempre la verdad, pero no slo hay quecontarla sino saber expresarla hacindola pequeapara el bajo y alta para el de mayor estatura.- No pienses tres cosas a la vez pues hasta lospensamientos tienen su orden. Paso a paso seforman las buenas ideas.- Debes pensar con sosiego y actuar con equilibrioy sin vacilacin.- Tambin el dolor del mundo y el pecado, formanparte de mi esencia dolorosa y bipolar. Aprende aconocerme en mi total identidad pues hasta eldiablo sirve a mi perfecto plan de redencin.- Sea para ti el conocimiento un faro de luz y uncompromiso de autorrealizacin.- Aprende de cada persona y djales que se expre-sen pues todos son grandes maestros en suspequeas cosas.- No hieras los sentimientos de los dems. Cadahombre est en su respectivo estado de concienciay en su particular paso krmico.- Tampoco se puede estar sentado a la vez que secamina. El orden debe ser tu eterno cdigo devivencia.

    - El sentimiento y la razn son difciles de aparejar.A veces "sentirs" y no comprenders nada; otrasveces "entenders" y estars fro en tu corazn.Ambos estados son parte de mi naturaleza. Comohijo del sol identificars e integrars de los otros,ambos aspectos.- Aprende a ver mi verdad repartida en cada tipo ypersonalidad humana. Integra lo bueno y desechalo malo.- S constante en las tareas que emprendas yconclyelas satisfactoriamente.- Impulsars el conocimiento para que cadahombre de tu planeta consiga activar su inteligen-cia para producir progreso y paz.- Trabajars por una cultura exenta de corrupcin ylibre de intereses comerciales particulares.- Cuida tu expresin y yo te dar la alquimia de lapalabra que te har penetrar la ignorancia y elfanatismo.- S astuto como la serpiente y cndido como lapaloma.

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    HH ijo mo!, es bueno que comprendas que lahumildad no es la timidez. Si no aprendesa conocerte, siempre producirs error.- No es lgico tener miedo a lo desconocido. Temems bien tus propias reacciones incontroladas.- Tu hogar es tu pequeo mundo, pero fuera de lest mi gran hogar que es el planeta. Si crece tuconciencia, crecern los lmites de tu casa. Rompelos muros de tu propia ciudadela y vers el Sol.- El amor no debe ser el canal de la debilidad y delconsentimiento. El amor debe educar al error. Nohay amor sin justicia ni justicia sin amor.- El amor no puede ser posedo. Es l quien debeposeeros y transformaros. Dejadme amar en vos-otros mismos.- Es bueno que expreses tus sentimientos con lasjustas y precisas palabras. No digas lo que no pien-sas.- No hay un amor diferente para la esposa o para elvecino, para los animales o para Dios. El amor esuno y se expresa en infinitas formas.- S hospitalario y servicial para quien llama a tucorazn.- No supongas ni juzgues las actitudes de los otros.Constata y reprende si es preciso, pero no jueguescon las apariencias.

    - El volver a situaciones anteriores que te producendolor, no edifica nada. Vive el presente pero con laconciencia consolidada a travs de los erroresantes cometidos.- En tu interior tambin vibra un universo de millo-nes de aos de experimentacin. Consulta tu pro-pio libro y alcanzars la plena sabidura.- La comunidad perfecta empieza por la armona entu propia familia y por tu integracin en ella.- Adems de los sentidos fsicos, te he dotado deotras tantas formas de captacin. Debes comenzara escucharte por dentro.- La imaginacin positiva construye; la negativa,destruye. Aprende a trabajar con ella y realizars elmayor de los milagros.- Recgete ntimamente cuando te abrumen lasdudas o te asalte la impotencia. No olvides que yovivo en tu corazn.- Yo soy el Cristo Solar que tambin brilla en tufrente. La casa de mi Padre tiene muchas estan-cias. Cada hombre es un Sol y un Cristo.- Irradia mi amor a los cuatro ngulos del planeta.

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    RR ecoge mi fuego y vivifcalo en tu coraznpara transformar a cada instante lo imper-fecto.- La voluntad es necesariamente el edificio quesostiene la fe. S voluntarioso y no decaigas en laconquista del espritu.- Escapa de los honores y de los halagos pues esuna trampa de la que no se puede escapar.- La creacin, a pesar de todo, no gira en torno a ti.Destruye el ego y ponte a servir en silencio.- El sometimiento a un dictador que anula la liber-tad armnica del individuo, no es un buen modelo.

    Rompe las cadenas y hazte libre.- No seas generoso para reafirmarte en la virtud ycantarte alabanzas: "Que tu mano derecha no sepalo que hace tu izquierda".- Los pensamientos pueden tener dos caminos.Utiliza siempre el de la positividad y generars tupropio milagro, pues se termina siendo lo quementalmente se elabor.- No se puede ignorar la propia viga cuando seobserva la paja en el ojo ajeno.- Amar es perdonar y comprender las limitacionesde los otros, pero no someterse ni justificarlas.

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    - No busques el poder y recuerda mis palabras: "Elprimero de vosotros ser el que parezca el ltimo;el que ms haya sufrido".- El mal carcter o el temperamento no son propiosdel ser evolucionado sino del primitivo comporta-miento animal. S afable y dulce.- El orgullo es el muro ms impenetrable que elhombre puede levantar contra si mismo y contra losdems. De nuevo te recuerdo: "Quien se humilla seensalza".- Ser hijo del sol implica reconocerse integrado enuna estirpe que produce aristocracia espiritual. Noslo se debe estar, tambin hay que saber ser.- A mi semejanza, hijo mo, cada elemento irradia asu alrededor. Tu universo prximo es el que tmismo generas. Procura que siempre sea armni-co.

    - As como el len es el monarca valiente, genero-so e indomable; t lo sers en el mundo del espri-tu.- Puede haber tormentas y terremotos, catstrofesy revoluciones. Todo puede ponerse en tu contra,pero jams cambiars la tica de tu espritu ilumi-nado.- Educa tu cuerpo para ser uno con la pujante ypotente naturaleza, pues de la tierra naciste y a ellaregresars.

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    RR esaltar en tu corazn el espritu de serviciopara que ocupes tu puesto con responsabi-lidad.- La tarea la hars con orden y perseverancia.- Todas las situaciones deben ser meditadas yanalizadas a la luz del conocimiento positivo, y unavez cribadas, movern tu camino hacia el logro delbien comn.- El servicio y el trabajo se realiza en conjunto. Elmosquito es tan servidor como el elefante, pues endiferencias de tamao y en diversidad de modos,cumplen con mi Idea Creadora.- Los defectos y debilidades de tus hermanos noson materia de tu reflexin. Djalos que fluyan a tualrededor y ayuda sin criticarlos ni disminuirlos.- No debes actuar precipitadamente dejando cosasal azar. Piensa y construye tu futuro.- Yo, el Cristo Solar, acto constantemente en tpara llevarte a una evolucin perfecta. Cuandopiensas que todo est mal, simplemente hay uncambio. Cuando sientes que todo est bien, seanuncia un nuevo cambio. Yo soy el puro dinamis-mo; la mutacin constante.- No todos tienen tu paciencia, por lo tanto ms quea caminar, debers aprender a adaptar tus pasos,nunca caminas solo.- Yo sondeo tus ocultas meditaciones y hasta queno abandones tu cuerpo no terminars decomprender bien cun importantes son y lo queconstruyen realmente en tu interior. Eres mental y

    debes pensar con rectitud moral.- El escndalo es el acto incontrolado que agrede aun tercero inocente. Cuidars tus formas y adema-nes para no producirlo.- Ten la mente centrada en ti mismo y no te disper-ses con los hermanos que te rodean ni con laspersonas que te motivan. S siempre ntegramen-te t mismo.- Buscars de ayudar a la ciencia siempre que susinvestigaciones se impregnen de los valores dejusticia, paz y amor.- Cuando vivas en medio de los hombres, noalteres sus costumbres. Recuerda que an estan-do en el mundo, no eres del mundo, y tus valoresticos deben ser preservados.- El hombre que teniendo razn la defiende conespada, deja de tenerla.- La verdad que te enfrenta, es una verdad pococultivada. El conocimiento debe abrirte las puertasy calmar las tempestades.- Hijo mo!, no te quedes a enterrar a los muertoscuando yo te llame: "Deja que los muertos seocupen de los muertos".- Recibir la Iniciacin Solar significa ante tododisponibilidad absoluta y servicio abnegado y total.

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  • 5 Heliocentro 24

    EE l conocimiento si no est ordenado y equili-brado no produce ms que estmulos menta-les, pero desarmona y aniquilacin en elplano material.- La virtud ms excelsa es la justicia, y conocerla esconocerme a m y mi naturaleza luminosa.- La "no violencia" es una forma de agresividadpasiva que denuncia al enemigo y ensalza a quienla practica.- Como Hijo del Sol buscars la forma de conciliara los enemigos con amor y sabidura.- El lugar donde vivas ser limpio, arreglado yaustero, rodendote de lo necesario pero prescin-diendo de lo superfluo.- Tu vestido ser siempre la forma expresiva de tualma. Busca por tanto sencillez, pulcritud y armonapara poder irradiar mi luz.- Las iniciativas que tomes debers de construirlascon firmeza, pero es bueno que te rodees de ayuday comprensin de los hermanos visibles e invisi-bles.

    - El arte, la literatura y la belleza esttica, son laforma expresiva del espritu evolucionado y creati-vo. Practica estas actividades con asiduidad.- No mientas por conservar una imagen propicia det mismo. Procura asumir siempre los errores.- Lo que se empieza se debe acabar. No inicies loque no puedas concluir. El capricho refleja inmadu-rez.- Recuerda hijo mo que juzgar es muy difcil. Cadauno es el mejor juez de si mismo.- El engalanar tu cuerpo con joyas lujosas noproduce belleza. No olvides que la belleza es labondad.- Si ests enamorado debes siempre considerarque ya no eres t sino dos hacia una sola meta.- Busca siempre la autntica fraternidad y ayuda atus hermanos a conseguir la mejor de las socieda-des.

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    EE l sexo es consustancial al hombre y por tantono es ni bueno ni malo en s mismo. Su usodebe ser equilibrado.- Cuando un hijo nace se realiza el mayor de losmilagros. Sea este acto protegido y dignificado entu voluntad.- Cada uno de tus espermatozoides es un hijo tuyo.Si ahora no se manifiesta lo har despus en tuuniverso. Nada se crea por azar.- Cuida tu modo interior porque no hay nada ocultoque no tenga que salir a la luz.- Toda forma de violencia es contraria a la razn.Ama a los dems como a ti' mismo pero enarmona y paz.- Cuando te hagan dao asimila el dolor mutndo-lo en comprensin sin alimentar el rencor, pues elrencor te auto aniquila y te somete a una guerra

    constante contigo mismo.- El amor posesivo no es amor sino la irracionalidaddel deseo. Amar es servir.- Escucha los consejos de los que puedan ayudar-te. Es verdad que no hay maestros sobre la Tierra,pero quien se equivoc antes puede y debeensearte a que no te equivoques t.- Cuando la evidencia te derrota, es estpidomantener el ego a flote pues caes en el ridculo.- La obstinacin deja pocas puertas abiertas aldilogo edificante. Incluso t, y aunque no lo creas,puedes estar equivocado.- El poder que nace del deseo de dominio eshumillante para la autntica hermandad. Aprende aser el ltimo.- Valor no significa enfrentarse a cualquier riesgo,ms bien es una forma de locura insensata. Valor

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    significa control y autodisciplina.- El grito llega impetuoso a las orejas, pero nonecesariamente al odo. Habla con precisin y sua-vemente.- La envidia y los celos son pecados diablicos quejams deben anidar en tu corazn. S limpio comomis rayos luminosos.- La perseverancia para integrarte en la luz debeser siempre tu deseada meta. La respuesta est enla luz.

    - Debes aprender a modular con toda la intensidadde tu corazn la palabra "perdn".

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    EE s necesario que tu cuerpo sea un verdaderotemplo para que mi luz brille en t con trans-parencia.- No te arriesgues innecesariamente. S armonio-so y objetivo en tus movimientos y actitudes.- Por encima de lo religioso y de lo ritual est siem-pre la verdad. Esta verdad no es de uno u otro sinode todos. Debes perseguir el conocimiento exentode fanatismo.- Un ministro de Dios no es un sacerdote ni un pro-feta o intermediario. Recuerda siempre que Dios notiene necesidad de representantes; puede y debevivir en tu corazn.- Sea quien sea y de la ideologa ms extraa,cada hombre debe ser considerado tu hermano.- Hijo mo!, yo no te enviar a los sanos sino a losenfermos, pues son los malos quienes necesitanayuda y no los otros. Aprende a rodearte de losseres a quienes debes servir.- Cuando necesites fruta, no reces y esperes quecaiga del rbol; sube y cgela tu mismo, pues laoracin necia no mueve otra cosa que tu propianecedad.- Yo har vivir en t la alegra del espritu, pero elexcesivo entusiasmo puede convertir la verdad enexagerada utopa. Aprende a controlarte y moderatu mpetu.- Escucha siempre con tu odo interno mi constan-te dictado luminoso pues es en la luz donde pongomi voluntad y grito en el silencio de tu corazn.

    - Toda forma de juego, riesgo y azar, no es propiciaa la personalidad del Iniciado Solar. Divirtete conla espontnea alegra de la virtud.- Cuando quieras orar, recgete en ti mismo, y sinespectculo pdeme lo que desees y sea justo, queyo oigo mejor el silencio que las letanas.- Toda forma ritolgica que pretenda contenerme ocondicionarme, no realiza otra cosa que tu limita-cin. Aprende a vivir en libertad y all me encontra-rs.- No tomes el nombre de Dios en vano ni utilices losagrado para mezclarlo con lo profano. "Al Csar loque es del Csar y a Dios lo que es de Dios".- Jams vendas ni te lucres de la sabidura espiri-tual. Acepta lo que voluntariamente te ofrezcanpara satisfacer tus necesidades, pero no hagascomercialismo que escandalice a los inocentes.- La oracin sin la accin no vale, pero la accin sino est iluminada del estmulo del espritu, no edi-fica nada.- La meditacin pasiva produce letargo. Meditar esverter conciencia a la accin cuerda y coherente.Se es en cuerpo, alma y espritu, en una simult-nea trinidad armnica.

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  • 5 Heliocentro 26

    EE l egosmo del ser humano anula la conexincon mi plenitud. Aprende a ser t en todos, ytodos en un solo ente. No puedes renunciara los otros, y los otros deben contar contigo. Yo soyel uno y el otro a la vez.- Aprende a enfrentarte a los aduladores e intrigan-tes que llegarn a intimidarte sin armas y sin violen-cia pero de forma sutil y lisonjera.- El mal utiliza a quien ms ames para descubrir tussecretos y encadenar tu voluntad al mundo afecti-vo de la debilidad.- El ascenso social y el xito mundano te propon-drn inclinaciones ambiciosas. Estate atento puestu logro es espiritual y el premio no te lo dar elmundo. Vive la humildad.- No seas desconfiado puesto que pensar mal de tuhermano es mermar su libertad y someterte a lacrcel del resentimiento.- Cuando te hagan dao, perdnales. Si lo hacende nuevo, sigue perdonando. Pero hay que educaral que cometi el mismo error contra ti. Amar eseducar.- El rencor y el odio son frenos en vuestra marchaevolutiva. Ten el corazn limpio pues yo llego comoladrn en la noche.- Si tu corazn tiene violencia, todos los hermanossern tus enemigos. Si est tu alma limpia, los ene-migos sern pobres hombres que no saben lo quehacen.

    - Sea tu capital el trabajo honrado y la confianza enm. Quien guarda para el maana se hace avaro yno disfruta de lo guardado. El mejor capital es elque se amontona en el cielo.- La poltica es un mercado de vanidades egicas.No pruebes ese mundo y aprende a vivir en silen-cio.- El abatimiento te har renegar hoy y volver arenegar maana. No olvides que la bipolaridad teacompaar siempre y tendrs que caminar entresonrisas y lgrimas, pero "caminars".- Ser un hijo del Sol e Iniciado en sus misterios, teotorga una jerarqua espiritual que te obliga a unatica superior y aristcrata. S digno de mi confian-za.- Hijo mo!, nunca consientas que te llamen maes-tro ni seas reverenciado como tal, porque en vez dediscpulos tendrs esclavos ignorantes.- No es fcil dominar a las fieras puesto que slocon mayor fiereza se contienen. Cuando te toquemandar, emplea la firmeza sin violencia pero sincaer en la debilidad.- Vivir despacio es vivir ms intensamente los rit-mos de las cosas. Tmate el tiempo que cada ele-mento necesita, pues en tu dimensin el espacio yel tiempo son dueos de tu existencia terrenal.

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    SS ea tu felicidad el complacer y servir la alegrade tus hermanos. No olvides que "dando"siempre se recibe.- Busca la autntica fraternidad del espritu y no delas formas fsicas. Cada uno es un mundo diferen-te en sus formas, pero terminis siendo idnticosen el espritu colectivo.- Trabaja siempre para que en la sociedad humanareine la justicia, la paz y el amor.

    - Es bueno que la sabidura no se haga arcana ocerrada. Emplala para el progreso de los pueblos.- En el mundo donde vives no es vlido el "todo" oel "nada", hay caminos intermedios que debes res-petar.- La adaptabilidad y la indulgencia con determina-das situaciones y personajes, debern ser utiliza-das a menudo. Aprende a vencer el ego dominan-te.

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    - No aceptes el vicio de tu hermano, pero tampocolo margines. Reprndele con amor para que puedavencerlo. Hay cosas que t consideras pequeas einsignificantes mientras que para tu vecino son ver-daderas murallas infranqueables.- Toda forma de reivindicacin humanstica que uti-lice la violencia no es justa. Usa la razn y la ver-dad.- Emplea tu tiempo en hacer el bien y estudia laforma de elevar tu dignidad. Las ciencias, el arte yla filosofa, son buenas muletas para caminar en elmundo de la ignorancia.

    - Si empeas tu esfuerzo en distinguirte de losdems, tu capacidad de accin se ver mermada.Trabaja calladamente con eficacia.- No todo lo innovador y futurista debe ser lo mejor.Hay cosas viejas que siempre permanecen. Mutanlas formas pero no las sustancias.

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    LLa caridad no es dar objetos o monedas, esdarse a si mismo sin reservas ni limitaciones.- Recuerda mis mandatos: "Da de comer al ham-briento y de beber al sediento. No tengas t ms delo que necesites si a tu lado existen privaciones".- El dolor que t crees insuperable y que te some-te, siempre lo encontrars en otros seres humanos.La autocompasin no edifica nada.- Los placeres mundanos te alegrarn los sentidos,pero te oscurecern el alma hacindote prisionerode los vicios.- Cuando cometas errores no te lamentes ni entresen la inoperancia. Constata tu falta y corrgete parala prxima.- Si quieres ser uno conmigo, coge tu cruz y cami-na con una sonrisa de esperanza.- Tu ltimo paso ser vencer a la muerte y concebirla transformacin dentro de la eternidad dndevives y a la que perteneces.

    - Mantn el rumbo fuerte y no te sometas a lasinfluencias disuasorias que la vida te propondr.- El amor es la eterna aventura del constante des-cubrimiento. Ama!.- No des todo tu pan para remediar el hambre delvecino, pues puedes morirte t al no comer nada.Hay que dar con cordura.- Cada tristeza siempre tiene un resorte de alegray cada alegra uno de tristeza.- Haz crecer tu sol interno y expande la luz a todorincn de tu planeta. Jams caminas solo!- El sufrimiento aceptado conscientemente, y larenuncia asumida en el camino de la realizacin,son las fuerzas ms poderosas que redimen a lahumanidad. Yo muero cada instante en la cruz, sicada da se mata en tu planeta.

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