historia del futuro1
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Historia del Futuro 1La industria mundial de las nuevas
tecnologías había sufrido tres grandes crisis en los últimos diez años, por tres veces el Nasdaq se
había hundido arruinando a miles de empresas. Los inversionistas ya no aguantaron más y decidieron tomar
medidas drásticas. Su líder, el empresario Dick Gates, no tuvo contrincantes en las elecciones
primarias del Partido Ultraliberal Hiperdemocrático. De este modo se
convirtió en el Candidato a la Presidencia del Gobierno Mundial..
Gates es un hombre hecho a sí mismo que había amasado una enorme fortuna con la compra-venta de
empresas de software. Había evitado la ruina gracias a unas sospechosas
maniobras bursátiles, pero las acusaciones de tráfico de información privilegiada nunca se habían podido
demostrar. Efectivamente, Dick Gates escondía una personalidad astuta y calculadora. Una de sus empresas
comercializaba un sistema automático de escrutinio que consiguió vender a
la comisión electoral a causa del escándalo de anteriores recuentos de
votos.
La oposición protestó, pero la suerte ya estaba echada. Gates controlaba la
mayoría de los medios de comunicación y las protestas se volvieron en contra de
sus opositores. Las cuantiosas donaciones para su campaña hicieron el resto. A su llegada a la presidencia de la ONU. Gates se obsesionó con el control de Internet. Aunque seguía dominando el mercado mundial del software, nunca perdonó que la Comisión Antimonopolio dividiera en dos la empresa de su padre
40 años antes.
Ahora había decidido poner en marcha una estrategia para acabar con la
libertad en la red, la causa principal que -según las empresas que habían financiado su campaña electoral-
provocaba los hundimientos periódicos de la Bolsa. Ordenó a sus técnicos que
idearan un nuevo protocolo de comunicaciones y creó una nueva red
llamada "Internet Super Plus", totalmente incompatible con la antigua.
Una compañía de equipamiento de redes llamada Fistro Networks, que había sido
duramente castigada por las caídas bursátiles, se hizo con la concesión de la infraestructura a pesar de las fundadas
sospechas de soborno.
Los grupos del "underground" informático presentes en la antigua y en la nueva red
fueron tachados de terroristas, y cualquier comentario a su favor era sancionado con acusaciones de alta
traición a la patria. La ley de seguridad nacional permitió que se multiplicaran
los asaltos armados a domicilios de supuestos hackers; los agentes
derribaban la puerta sin contemplaciones, detenían al sospechoso a punta de pistola e incautaban todo el material informático que encontraban
en la casa.
La Confederación Europea se mostró resistente al principio, pero las
circunstancias estaban aliadas con Dick Gates. Desde hacía varios años, los machos del ganado europeo se estaban volviendo estériles a causa de los forrajes sintéticos con que se
les alimentaba, de manera que la producción de carne estaba bajando
hasta niveles alarmantes. Gates tenía la solución en su mano: uno de sus
laboratorios había patentado un revolucionario método de clonación y no dudó en ofrecerlo a los europeos a cambio del control de sus compañías
de telecomunicaciones.
Internet ante todo es una red de conocimiento, aunque los gobiernos y
las transnacionales hacen hasta lo imposible por convertirlo en un supermercado. La batalla del
copyright se pelea en los tribunales mientras que científicos pagados por multinacionales trabajan para limitar
cada vez más el acceso a la información. El mercado de las herramientas de búsqueda fue
afectado por la estampida después de la crisis de las punto com. En la guerra entre los portales, varios servicios desaparecieron y otros
orientaron su actividad hacia el comercio.
El Gobierno Mundial, traicionado por las empresas transnacionales, repudiado por los actores de la cibercultura es
obligado a firmar un armisticio. Todos los esfuerzos consagrados por la ONU
para establecer nuevas relaciones económicas internacionales
equitativas fracasaron. Los EE.UU., se impusieron en el mundo como
superpotencia única con su proyecto de dominación a escala planetaria.
Usurpado el derecho internacional, el imperio perpetúa su hegemonía para
afianzar la globalización mundial.
La globalización hace del planeta una nueva torre de Babel. En todos los
sentidos. Homogénea en su forma de pensar, en su cultura, en su patrón. El
consenso se obtiene con los argumentos de la fuerza, las
amenazas, las arbitrariedades, la guerra. La geografía del poder se ha
simplificado: hay un arriba y un abajo. El lugar de arriba es angosto y caben unos cuantos. El de abajo es
tan amplio que abarca cualquier lugar del planeta y tiene lugar para toda la
humanidad.
En la moderna torre de Babel una sociedad se dice superior si conquista
a otras, si tiene más adelantos científicos, culturales, artísticos,
mejores condiciones de vida. Con el argumento de las bombas se
adjudican los espacios: quienes las arrojan están en el norte, en el “arriba” de la torre: quienes las
reciben están abajo, en el sur. Las bombas cambian el reparto de la
geografía, su dominio. En realidad los mapas geográficos no señalan riquezas naturales, personas,
culturas, historias, sino quién o quiénes son los dueños de ellas.
Gente sin mandato, que sólo se representa a sí misma, que no rinde
cuentas a nadie, recibe el encargo de administrar el mundo y a sus
habitantes sin consultarlos de acuerdo con las recetas rígidas de un régimen que jamás anunció su existencia pero que de esa manera se consolida aún
más, en detrimento de los pueblos". El dinero quiere reconstruir el mundo
como una torre que satisfaga su soberbia, el “nadie” que hace andar la
rueda de la historia quiere también otro mundo. No es al cielo al que
aspira la humanidad, sino a la tierra.
Los negocios militares representan siempre la punta de lanza de la
tecnología. Las matemáticas renacentistas aparecieron junto con
los cálculos de balística, Galileo pasaba las tarde en el arsenal. La
mecánica nació con el lanzamiento de proyectiles, al igual que la cibernética
con el control de misiles. Hay una relación intima de la tecnología con el
poder puro. Organismos que en conjunto ejercen plenos poderes,
encargados de conducir la economía global, no pueden sino mutilarla en
función de consignas de la omnipotencia del lucro privado.
La estrategia del Imperio se basa en la policía y en la negación de los derechos
con distintas tecnologías de control: desde el control mediático al dominio
de la vida cotidiana, de la pérdida de la seguridad económica a la distribución
de ilusiones de éxito social. el Gobierno Mundial es incapaz de escribir su propia
constitución global, se ve obligado a suspender temporalmente las
constituciones válidas en el ámbito nacional o los acuerdos internacionales. En la práctica esto es poder en su forma
más nítida, es fascismo posmoderno, sin ánimo de
ofender a nadie.