historia moderna
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HISTORIA GENERAL IV
SEGUNDO PARCIAL DOMICILIARIO
Alumno: Tomas Schierenbeck
Legajo: 100376/4
Comision: A (8 a 10 hs) – Bubello
CONSIGNAS:
1-Elija dos de los autores mencionados que a su juicio presenten visiones contrapuestas en su forma de concebir la construcción del espacio político en las sociedades Antiguo Regimentales. Describa brevemente sus posturas y posicionamientos teóricos analizando comparativa y críticamente algunos de los puntos de diferenciación que sugieren sus lecturas.
2- Explique los mecanismos por los cuales funcionaba la sociedad cortesana descrita por N. Elías y que finalidades perseguían. Describa y analice la importancia que adquiere la “etiqueta” en la construcción de la sociabilidad al interior de la configuración de la sociedad cortesana.
3- Cuáles fueron los retos doctrinales que impuso la Reforma del siglo XVI al catolicismo europeo. ¿Por qué crees que significó una ruptura de la universalidad cristiana y de su universo político? (Desarrolle)
4- Describa las características del carnaval en la cultura popular del período moderno y responda a continuación: ¿porqué puede entendérselo como una inversión simbólica del orden vigente?
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1)A modo de exponer como es interpretado el periodo moderno entre dos posturas contrapuestas
se ha elegido por un lado, y enfocándose en una postura Jurisdiccionalista, a Susana Truchuelo
Garcia. Por otra parte desde una perspectiva marxista a Perry Anderson, quien propone para el
mismo periodo la formación del Estado Absolutista.
Desde la visión de Perry Anderson encontramos un modelo cuyo principal planteamiento es que, en
el transcurso del siglo XVI se formó en occidente el Estado Absolutista. El cual marco una ruptura
con el modelo de soberanía piramidal y fragmentada de las formaciones sociales medievales por
una monarquía centralizada. Al momento de analizar esta estructura se distanciara de las posturas
de Engels y Marx quienes observaban en ella un equilibro entre la clase burguesa pujante y la vieja
nobleza feudal (gleichgewicht) ya que Anderson observa que
durante la edad moderna temprana, la clase económica y políticamente dominante fue, pues la misma que
en la era medieval: la aristocracia feudal. Esta nobleza sufrió una profunda metamorfosis durante los siglos
siguientes al fin de la edad media. Pero desde el comienzo hasta el final del absolutismo nunca fue
desalojado de su dominio del poder político. 1
Lo cual lo conduce a definir al absolutismo como esencialmente un aparato reorganizado y potenciado
de dominación feudal destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional a
pesar y en contra de las mejoras que habían conquistado por medio de la amplia conmutación de las
cargas.2 Por otra parte, el autor señalara que la centralización del poder produjo la aparición de una
serie de nuevos elementos: el ejército, la burocracia, el sistema impositivo nacional, el derecho
codificado, los inicios de un mercado unificado, y la diplomacia. La aparición del derecho
codificado implico la reaparición de la concepción de propiedad privada, lo cual condujo a una
consolidación de las posiciones de los terratenientes sobre sus dominios, como así también a
requilibrar el poder que había sido delegado al rey por los terratenientes a nivel político. Por otra
parte la aparición de un ejército permanente, el cual suplantaría a las convocatorias del rey sobre los
grandes señores y sus vasallos, llevo a constituir un ejército de mercenarios. Lo cual también
excluía al campesinado del ejercicio de las armas o por lo menos creaba una fuerza que podía ser
dirigida contra una posible revuelta. A su vez, y dinamizado por la aparición de un ejército
mercenario y los cambios en el escenario político y económico. Se produjo la creación de un
sistema fiscal y el surgimiento de una burocracia para el cobro de impuestos. También a nivel
económico encontramos una fuerte aceptación del mercantilismo, lo cual condujo a la liberalización
1 Anderson, Perry. El Estado Absolutista. Mexico, Siglo XXI,1985. Cap 1, pp 92 pp 12
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de las barreras internas del mercado. En vistas a crear un mercado interno unificado para la
producción de mercancías, pretendiendo así aumentar el poder del estado en relación con los otros
estados.3 Por último, la aparición de la diplomacia implico la búsqueda por la exploración de los
puntos débiles en el entorno de un Estado o de los peligros que podían emanar contra él desde
otros estados. 4
En definitiva encontramos en Anderson una postura donde se afirma que la organización del estado
absolutista en el periodo moderno debe ser comprendido bajo una estructura que continuaba siendo
medieval y que aunque había transformado su fisionomía, seguía dinamizando una extracción del
excedente sobre una sociedad campesina aunque a través de otros métodos, a nivel impositivo, a
partir de impuestos como la gabella y la talla o a nivel militar con una exclusión de la sociedad
campesina en armas. Pero así también construyendo un sistema burocrático que permitía a la
nobleza (y a ciertos sectores de la burguesía) una extracción de excedentes y una construcción de
poder político de modo indirecto.
Desde la perspectiva jurisdiccionalita de Truchuelo Garcia encontramos un análisis bajo una
perspectiva microanalistica, donde se propone reconstruir las prácticas políticas bajo un análisis
influenciado por la historia cultural de la política y antropológica que resalta la naturaleza
estamental y corporativa de las realidades históricas del Antiguo Régimen.5 En este marco la autora
aplica un estudio de las redes sociales a modo de comprender el real funcionamiento del periodo, lo
cual a su vez le permite interpretar que,
en el gobierno los vínculos entre los individuos integrantes de distintos cuerpos se articulaban en
torno a relaciones personales derivadas del parentesco, pero también se imbricaban otros lazos de
dependencia, que sustanciaban las propias relaciones de poder y se superponían a las vías de
acción institucionales6.
Acercándose de este modo a una perspectiva a la cual se ha denominado feudalismo bastardo,
caracterizado por visualizar en el intercambio desigual de servicios y contraprestaciones los
elementos dinamizadores del periodo. Bajo estas premisas teóricas la autora visualiza una gran
dificultad por parte de la corona de gobernar en todo el territorio, lo cual conduce al desarrollo de
3 Pp 294 Pp 305 Truchuelo Garcia, Susana. “La norma, la practica y los actores políticos/ el gobierno de los territorios desde la histora al poder”, Ponencia VII Coloquio de Metodologia Aplicada, Santiago de Compostela,2013.pp 46 Pp7
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una complejidad constitucional del mosaico jurídico-territorial7. Habiendo así extensas
peculiaridades de autogobierno entre las distintas comunidades del territorio hispánico provenientes
del periodo medieval y cuya principal característica sería tener una especie de constitución propia o
conjunto de normas que todos reconocían, aunque no estuvieran sancionadas por el poder real y, en
ocasiones ni siquiera escritas.8
Por otra parte, y a través de un estudio de caso la autora propone reconstruir el ejercicio práctico de
poder. Planteado, principalmente que, el rey actuaba dentro de un complejo juego de fuerzas, a modo
de garantizar el orden establecido, mantener el bien común y conservar el buen gobierno, finalidades que
subyacen en la acción de gobierno, pese a la variabilidad coyuntural y circunstancial de las relaciones
políticas entre los distintos poderes y actores sociales9. Aunque a su vez encuentra en las regiones de
frontera una situación diferente ya que ante la coyuntura económica y militar que caracterizaba a
esta zona, se producía un efectivo acrecentamiento de la autoridad real, y la apelación cada más
asidua a las potestas absoluta y extraordinaria que permitía al soberano contravenir derecho y libertades
de individuos y corporaciones. En definitiva tomar decisiones contra la ley y contravenir derechos
adquiridos por particulares como podían ser las costumbres de autogobierno local.10
Por último, a modo de comparar ambas posturas encontramos a nivel metodológico las mayores
diferencias. Por un lado observamos un estudio de caso ligado a su vez a una perspectiva donde se
utiliza la historia jurídica y a la antropología como herramientas de analisas. Frente al trabajo de
Anderson donde desde una mirada marxista se pretende determinar las estructuras puras del estado
absoluto, que lo constituye como una categoría histórica fundamental. Por otra parte, encontramos
en el trabajo de postura juridicionalista, la búsqueda por rechazar extrapolaciones presentistas y
aplicaciones anacrónicas de conceptos como estado o sociedad, público o privado a comunidades y
hombres del periodo moderno. A diferencia de la perspectiva absolutista donde intenta reconstruir
determinado periodo pero teniendo como premisa principal comprenderlo bajo una teoría global
que los estudios confinados a un pequeño periodo no lo permiten.
2) A modo de comprender los mecanismos de reproducción de la sociedad cortesana encuentro de
gran importancia plantear lo que implica, para el autor, un grupo social siendo este un número de
personas que se articulan en base a un sistema social de normas y valoraciones de cuyas leyes solo
7 Truchuelo Garcia, Susana. “La norma, la practica y los actores políticos/ el gobierno de los territorios desde la histora al poder”, Ponencia VII Coloquio de Metodologia Aplicada, Santiago de Compostela,2013.pp 88 PP .89 PP.910 PP.12
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pueden escapar individuos que renuncian al trato de su círculo social y a su pertenencia a su grupo social 11.
A su vez el autor afirma que las normas que funcionan en cada grupo solo puede aclarárselas en su
relación con la configuración especifica que muchos individuos forman entre sí, y con las especificas
interdependencias que los vinculan recíprocamente.12
Bajo esta premisa encontramos en la sociedad cortesana una serie de mecanismos que permiten su
reproducción y principalmente la representación del status, entre ellos encontramos, como una de
las principales vías, al consumo de prestigio, representando entre otras elementos por la vestimenta
y el hogar, ya que en la constante competencia por el status y el prestigio, este canal ilumina la
relación de limites fijos entre los estamentos jerárquicamente ordenados y sus elites con una relativa
movilidad social que posibilita el ascenso y descenso individual de familias de un estamento y una elite a
otras.13 Por otra parte otro de los mecanismos de reproducción será el favor real ya que el rey a
partir de su favoritismo podía otorgar títulos nobiliarios o regalos que le permitían a este sector
mantenerse o ascender dentro del propio grupo. Otro de los elementos que configuran a este grupo
social es la determinación, dentro de sus normas, de no participar en empresas comerciales de
cualquier tipo ya que estas, dentro de la lógica de la corte, estaban ligadas a los sectores burgueses.
Pero al momento de comprender el funcionamiento de este grupo social el autor pretende superar
la mera descripción para así descubrir la real configuración y lógica que articula a los cortesanos.
De este modo el autor encuentra que uno de los principales ejes dinamizadores es una constante
búsqueda por la diferenciación social con los demás grupos sociales que integran a la sociedad,
representándose así como grupo de status superior sobre el resto. Como así también una constante
búsqueda por reafirmar su propia identidad como grupo (y sujeto social) y en última instancia poner
en evidencia su poder dentro de la misma sociedad.
Por otra parte, al momento de analizar el rol que jugaba la etiqueta en la dinámica de la sociedad
cortesana encontramos que su primera e inmediata función fue la de reproducir la existencia social
de cada actor, ya que ella significaba una constante competencia por las oportunidades de status y
poder que tenían allí los involucrados en su relación recíproca, así como frente a los excluidos y su
necesidad de un prestigio netamente escalonado14, y por ende constituyéndose como el principal
mecanismo de jerarquización del prestigio y el poder dentro del propio grupo. Pero además
encontramos que por debajo de esta función superficial de la etiqueta, para el poder real esta no 11 Elias ,Norbet. “La Sociedad Cortesana”. Madrid, F.C.E., 1991. Cap V pp9112Pp. 9213 Pp 13514 Pp 136.
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significaba una mera ceremonia, sino un instrumento para el gobierno de los súbditos, ya que su real
función era hacer inteligible la estructura de un sistema de poder y dominio15, en donde el rey primaba
sobre los cortesanos. A partir de instaurar en la etiqueta (y por ende en la cercanía que podía tener
el cortesano con el rey) el principal canal para adquirir o perder poder tanto simbólico como
material para la nobleza.
Por ultimo resulta de gran importancia resaltar como la configuración de la sociedad cortesana
implicaba una doble circulación de fuerzas entre los cortesanos y el rey. Ya que para los aristócratas
su cercanía o no con el rey representaba su lugar en la jerarquía social (tanto en el grupo como en
toda la sociedad), como así también implicaba sus posibilidades de acumulación de poder. En
cambio para la envestidura del rey, la monopolización de las posibilidades de poder, implicaba no
solo una capacidad instaurarse como la principal figura sino también, permitía vigilar de cerca una
posible oposición de los sectores más poderosos de su reinado.
3) Al momento de analizar cuáles fueron los retos doctrinales establecidos por la reforma del siglo
XVI al catolicismo europeo encontramos de gran utilidad analizar “las 96 tesis de Lutero” ya que
en ellas se desarrollan los principales elementos a los cuales las nuevas empresas religiosas
criticaron duramente. Dentro de sus dichos encontramos, algunos como,
“Yerran por consiguiente aquellos predicadores de indulgencias que dicen que por las
indulgencias papales el hombre queda libre de toda pena y se salva ““Ni siquiera a las almas del
purgatorio puede perdonar aquellas de las que en virtud de los cánones, debieron ser absueltas en
esta vida” “cualquier cristiano verdaderamente arrepentido obtiene la remisión plenaria de pena y
culpa que, aun sin cartas de gracia, se le debe.”16
Dirigidos íntegramente a la venta de indulgencias por la iglesia. Resaltando de este modo que la
verdadera salvación se encontraba en la fe y no en el hecho material. Del mismo modo encontramos
en sus tesis planteos dirigidos a la conducta de los clérigos y las franquicias que estos tenían en la
tributación. Como así también, a lo largo del tiempo, fue puesto en cuestión el celibato, el culto a
los santos y la posibilidad de la libre interpretación de las escrituras sin la necesidad de un
mediador.
15 Pp 160.16 M.Lutero:Las 96 tesis.”Disputatio pro declarione virtutis indulgentiarum”.1517
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Tras la difusión de sus tesis, a lo largo del siglo XVI encontramos la organización de tres nuevas
entidades eclesiásticas como fueron la anglicana, la calvinista y la luterana. Las cuales cada una fue
reformulándose ante las coyunturas políticas en las cuales intentaba incertartarse.
Sin embargo dentro de la iglesia católica, comenzó a gestarse una respuesta ante los retos
doctrinales que le presentó la Reforma, lo cual tuvo su máxima representación en el Concilio de
Trento (1545-1563). En donde se estableció una mayor reglamentación en cuanto al clero y las
ceremonias, ya que se implementó una mayor rigurosidad en cuestiones como el celibato, la
vestimenta y la conducta que debía adoptar el clero frente a la comunidad. A su vez se desarrolló un
fuerte lineamiento con el papado, habiendo una subordinación de los clérigos frente a Roma y por
último se buscó fomentar la formación de teólogos y padres espirituales.
Por otra parte todos los movimientos eclesiásticos pretendían poseer la verdad universal y es aquí
donde se abre una serie de fracturas en el ámbito religioso, lo cual impidió la formación de una
nueva universalidad cristiana. En esta perspectiva Van Dulmen observa que, La Reforma precipito
la caída de la Iglesia universal de Roma tanto como fuerza política y social como sistema cultural y
religioso17 (246) por otra parte el mismo autor encuentra que,
La territorializacion de la religión impidió el nacimiento de una iglesia universal, como en la Edad
Media, pues ni siquiera la iglesia católica puede ser considerada como tal, aunque el movimiento
luterano se había extendido a todo el norte de Europa, las diferencias entre las diversas iglesias
nacionales eran evidentes, y así las existentes, por ejemplo entre Wurtemberg y la de Sajonia eran
insuperalbles18 (256)
Dentro de esta dinámica (de territorializacion) se produjo una gran competencia entre las diferentes
iglesias que se apoyaron en la reforma. Lo cual condujo a que estas mismas comenzaron un
incesante proceso de lineamiento con las autoridades laicas, en búsqueda de imponerse sobre las
demás iglesias. Por lo tanto, se produjo una fuerte contradicción con los ideales de la propia de la
reforma ya que esta propugnaba la independencia de la religión y de la iglesia respecto al poder
político, enseñando que la libertad religiosa se opone a todo tipo de subordinación a una autoridad
laica.19 (254) Sin embargo, es importante resaltar que en este proceso de estatización y politización
de los conflictos eclesiásticos se produjo también una importante participación de la nobleza, la cual
17 VAN DÜLMEN, Richard, “Confesiones, cisma, nueva religiosidad, en Los inicios de la Europa Moderna (1550-1648)”. Madrid, Historia Universal Siglo XXI, 1984. Página 24618 pp.25619 Pp254
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vio en la formación de las nuevas doctrinas religiosas un elemento que podía utilizar en su
beneficio. De este modo Van Dulmen observa que,
Si el Estado, por su parte, trataba de hacer de la iglesia una institución educativa dependiente de
las normas de la soberanía estatal, la iglesia, a su vez, esperaba poder utilizar al estado como
medio para la consecuencia de sus objetivos político-religiosos, es decir, para ejercer su dominio
sobre él más que para servirle.20 (255)
. Fue de este modo que en un marco de fuertes pujas políticas y religiosas entre diferentes regiones
se produjeron las más horribles guerras que hubo de padecer la primera Edad Moderna21 (257)
4) Al momento de analizar el carnaval en el periodo moderno a partir de la bibliografía encontramos
dos posiciones contrapuestas entre Bajtin y Mullet, ya que el primer autor mencionado caracteriza
al carnaval como
la segunda vida del pueblo, basado en el principio de la risa. En su vida festiva, y en donde, se
ofrecía una visión del mundo, del hombre y de las relaciones humanas totalmente diferentes,
deliberadamente no oficial, exterior a la iglesia y al estado; parecían haber construido al lado del
mundo oficial, un segundo mundo y una segunda vida a la que los hombres de la edad media
pertenecían22
. De este modo, el autor entiende que, el carnaval demostraba elementos de la propia cultura
popular, cuyos orígenes se encontraban en periodos anteriores y en donde la tradición y la esfera
particular de la vida cotidiana se hacían presentes. Por lo tanto era en el carnaval donde
manifestaciones propias de esta cultura, como eran las formas y rituales de espectáculo, obras
cómicas verbales y un vocabulario grosero eran puestos en práctica. Por otra parte y a modo de
inscribir brevemente los elementos que Bajtin observa en el carnaval encontramos, por un lado, un
principio cómico que preside los actos carnavalescos, el cual los exime completamente de todo
dogmatismo religioso o eclesiástico, del misticismo, de la piedad y están por lo tanto desprovisto de
un carácter mágico23. Por otra, parte el autor afirma que en el carnaval, se conservaban antiguas
tradiciones saturnales romanas, donde predominaba la idea de la renovación universal. Lo cual,
conduce a Bajtin a afirmar que, el carnaval no era una forma artística de espectáculo, sino más
20 Pp 25521 Pp25722 Bajtin,Mijail, “La cultura popular en la edad media y el renacimiento”(1941), Buenos Aires, Alianza, 1994. Pagina 1123 Pp 12
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bien una forma concreta de la vida misma, que no era simplemente representa sobre un escenario,
sino vivida en la duración del carnaval24. Del mismo modo el carnaval establecía una concepción
determinada y concreta del tiempo natural (cósmico), biológico e histórico, muy ligado a los
ideales de resurrección y renovación.25
Sin embargo, desde la postura de Mollet, quien se afirma en dichos de Burke, encontramos una
caracterización del carnaval ligadas íntegramente a las demostraciones materiales de estos festejos
concluyendo que, el carnaval era una rebelicion estetizada, donde se observaban escenas “de
glotonería, ebriedad sexo, violencia, inversión, venganza, burla y locura. Y en donde los
campesinos generalmente protegidos por mascaras, mediante la burla y la extorsion social, podían
saldarse a los ricos y poderosos las cuentas de todo el año.26
Tras distinguir estos dos modos de caracterizar al carnaval, se observa que desde el posicionamiento
de Bajtin hay una búsqueda por entender a la cultura popular, como una cultura subversiva a la del
orden establecido, Lo cual se representaba plenamente en el periodo carnavalesco.
Desde este posicionamiento Bajtin observa que en el carnaval se producía el triunfo de la liberación
transitoria, más allá de la órbita de la concepción dominante, caracterizándose este momento como,
la abolición provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y tabúes de la sociedad. Por
lo tanto, el carnaval, se contraponía íntegramente a las fiestas oficiales de la edad media (tanto de la
iglesia como las del Estado feudal) las cuales, no sacaban al pueblo del orden existente y
contribuían a consagrar, sancionar y fortificar el régimen vigente, es decir la desigualdad entre los
hombres.
De este modo y retomando la visión de Bajtin sobre un carnaval donde había una eliminación
provisional de la jerarquía social, como así también de las normas corrientes y reglas de conducta.
Concluimos afirmando que, la característica principal de la cultura popular, demostrada en el
carnaval, es la risa, la cual se hace presente en el lenguaje y en las obras verbales, que a su vez, se
caracterizaron por estar dirigidas a parodiar elementos de la vida ordinaria y por ende dirigida
contra toda concepción de superioridad.
24 Pp 1325 Pp1426 Mullett,Michael, “La Cultura Popular en la baja Edad Media”. Barcelona, Criticia.1990 pagina 116
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