honorable consejo de estado sección primera …...código de procedimiento administrativo y de lo...

86
1 Bogotá, D.C. Señores Magistrados Honorable Consejo de Estado Sección Primera (Reparto) E.S.D. REFERENCIA: MEDIO DE CONTROL Nulidad por inconstitucionalidad y/o nulidad DEMANDANTE Rodrigo Elías Negrete Montes DEMANDADO Nación Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible DISPOSICIONES DEMANDADAS Decreto 2041 de 15 de octubre de 2014 “Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientalesRODRIGO ELÍAS NEGRETE MONTES, mayor de edad, identificado con la cédula de ciudadanía No. 78.691.601 expedida en Montería, Córdoba, portador de la Tarjeta Profesional de Abogado No. 57.047 del Consejo Superior de la Judicatura, con domicilio en Bogotá D.C., actuando en nombre propio, al tenor de lo establecido en el numeral 2 del artículo 237 de la Constitución Política 1 y en ejercicio de los medios de control previstos en los artículos 135 y 137 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo -Ley 1437 de 2011 2 -, de manera respetuosa acudo ante esta Alta Corporación para 1 Artículo 237. Son atribuciones del Consejo de Estado: 1. Desempeñar las funciones de tribunal supremo de lo contencioso administrativo, conforme a las reglas que señale la ley. 2. Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional. 2 Artículo 135. Nulidad por inconstitucionalidad. Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional. Parágrafo. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales. Artículo 137. Nulidad. Toda persona podrá solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los actos administrativos de carácter general. Procederá cuando hayan sido expedidos con infracción de las normas en que deberían fundarse, o sin competencia, o en forma irregular, o con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa, o mediante falsa motivación, o con desviación de las atribuciones propias de quien los profirió. (…)”

Upload: others

Post on 27-Jun-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

Bogotá, D.C. Señores Magistrados Honorable Consejo de Estado Sección Primera (Reparto) E.S.D. REFERENCIA:

MEDIO DE CONTROL Nulidad por inconstitucionalidad y/o nulidad

DEMANDANTE Rodrigo Elías Negrete Montes

DEMANDADO Nación – Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

DISPOSICIONES DEMANDADAS

Decreto 2041 de 15 de octubre de 2014 “Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales”

RODRIGO ELÍAS NEGRETE MONTES, mayor de edad, identificado con la cédula de ciudadanía No. 78.691.601 expedida en Montería, Córdoba, portador de la Tarjeta Profesional de Abogado No. 57.047 del Consejo Superior de la Judicatura, con domicilio en Bogotá D.C., actuando en nombre propio, al tenor de lo establecido en el numeral 2 del artículo 237 de la Constitución Política1 y en ejercicio de los medios de control previstos en los artículos 135 y 137 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo -Ley 1437 de 20112-, de manera respetuosa acudo ante esta Alta Corporación para

1 Artículo 237. Son atribuciones del Consejo de Estado:

1. Desempeñar las funciones de tribunal supremo de lo contencioso administrativo, conforme a las reglas que señale la ley. 2. Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional. 2 Artículo 135. Nulidad por inconstitucionalidad. Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar

por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional. Parágrafo. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales. Artículo 137. Nulidad. Toda persona podrá solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare

la nulidad de los actos administrativos de carácter general. Procederá cuando hayan sido expedidos con infracción de las normas en que deberían fundarse, o sin competencia, o en forma irregular, o con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa, o mediante falsa motivación, o con desviación de las atribuciones propias de quien los profirió. (…)”

2

solicitar que se declare la NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD y/o POR ILEGALIDAD de la totalidad del Decreto 2041 de 15 de octubre de 2014, por las razones que pasan a exponerse.

ACTO ADMINISTRATIVO DEMANDADO _______________________________________________________________ El acto administrativo que se demanda es el Decreto 2041 de 15 de octubre de 2014, expedido por el gobierno nacional y publicado en el Diario Oficial No. 49305 de octubre 15 de 2014. El texto de la norma es el siguiente:

MINISTERIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE DECRETO NUMER0 2041

15 de octubre de 2014

"Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales"

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA En ejercicio de sus facultades constitucionales, en especial de lo establecido en el numeral 11 del artículo 189 de

la Constitución Política, la Ley 99 de 1993, y

CONSIDERANDO: Que el artículo 2° de la Ley 99 de 1993 en concordancia con el Decreto- Ley 3570 de 2011 dispuso la creacion del Ministerio del Medio Ambiente, hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, como organismo rector de la gestión del medio ambiente y de los recursos naturales renovables, encargado entre otras cosas, de definir las regulaciones a las que se sujetarán la conservación, protección, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el medio ambiente de la Nación, a fin de asegurar el desarrollo sostenible. Que la precitada ley, en su artículo 49 consagró la obligatoriedad de la licencia ambiental para la ejecución de obras, el establecimiento de industrias o el desarrollo de cualquier actividad, que de acuerdo con la ley y los reglamentos, pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje. Que así mismo, los artículos 50 y 51 de la citada ley consagraron que se entiende por licencia ambiental la autorización que otorga la autoridad ambientalel beneficiario de la licencia de los requisitos que la misma establezca en relación con la prevención, mitigación, corrección, compensación y manejo de los efectos ambientales de la obra o actividad autorizada, las cuales serán otorgadas por el hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, las Corporaciones Autónomas Regionales y algunos municipios y distritos, de conformidad con lo previsto en esta ley. Que a su vez, el artículo 53 de la Ley 99 determinó que el Gobierno Nacional por medio de reglamento establecerá los casos en que las Corporaciones Autónomas Regionales otorgarán licencias ambientales y aquellos en que se requiera estudio de impacto ambiental y diagnóstico ambiental de alternativas. Que el CONPES 3762 del 20 de agosto de 2013, que establece los lineamiento de política para el desarrollo de proyectos de interés Nacional y estratégicos - PINES, señala que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible modificará el Decreto 2820 de 2010 para optimizar los procedimientos allí contenidos, teniendo en cuenta los lineamientos de política señalados en dicho documento.

3

Que de conformidad con lo anterior, el Gobierno Nacional, reglamentará el Título VIII de la Ley 99 de 1993, sobre licencias ambientales con el objetivo de fortalecer el proceso de licenciamiento ambiental, la gestión de las autoridades ambientales y promover la responsabilidad ambiental en aras de la protección del medio ambiente. Que en mérito de lo expuesto,

DECRETA: TÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1°. Definiciones. Para la correcta interpretación de las normas contenidas en el presente decreto, se adoptan las siguientes definiciones: Alcance de los proyectos, obras o actividades; Un proyecto, obra o actividad incluye la planeación, emplazamiento, instalación, construcción, montaje, operación, mantenimiento, desmantelamiento, abandono y/o terminación de todas las acciones, usos del espacio, actividades e infraestructura relacionados y asociados con su desarrollo. Área de influencia: Área en la cual se manifiestan de manera objetiva y en lo posible cuantificable, los impactos ambientales significativos ocasionados por la ejecución de un proyecto, obra o actividad, sobre los medios abiótico, biótico y socioeconómico, en cada uno de los cornponentes de dichos medios. Debido a que las áreas de los impactos pueden variar dependiendo del componente que se analice, el área de influencia podra corresponder a varios poligonos distintos que se entrecrucen entre sí. Explotación minera: En lo que respecta a la definición de explotación minera se acogera lo dispuesto en la Ley 685 de 2001, o la que la modifique, sustituya o derogue. Impacto ambiental: Cualquier alteración en el medio ambiental biótico, abiótico y socioeconómico, que sea adverso o beneficioso, total o parcial, que pueda ser atribuido al desarrollo de un proyecto, obra o actividad. Medidas de compensación: Son las acciones dirigidas a resarcir y retribuir a las comunidades, las regiones, localidades y al entorno natural por los impactos o efectos negativos generados por un proyecto, obra o actividad, que no puedan ser evitados, corregidos o mitigados. Medidas de corrección: Son las acciones dirigidas a recuperar, restaurar o reparar las condiciones del medio ambiente afectado por el proyecto, obra o actividad. Medidas de mitigación: Son las acciones dirigidas a minimizar los impactos y efectos negativos de un proyecto, obra o actividad sobre el medio ambiente. Medidas de prevención: Son las acciones encaminadas a evitar los impactos y efectos negativos que pueda generar un proyecto, obra o actividad sobre el medio ambiente. Puertos marítimos de gran calado: Son aquellos terminales maritimos, en los que su conjunto de elementos fiísicos y las obras de canales de acceso cuya capacidad para movilizar carga es igual o superior a un millón quinientas mil (1.500.000) toneladas/año y en los cuales pueden atracar embarcaciones con un calado igual o superior a veintisiete (27) pies. Plan de manejo ambiental: Es el conjunto detallado de medidas y actividades que, producto de una evaluación ambiental, están orientadas a prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos y efectos ambientales debidamente identificados, que se causen por el desarrollo de un proyecto, obra o actividad. Incluye los planes de seguimiento, monitoreo, contingencia, y abandono según la naturaleza del proyecto, obra o actividad. EI plan de manejo ambiental podrá hacer parte del estudio de impacto ambiental o como instrumento de manejo y control para proyectos obras o actividades que se encuentran amparados por un régimen de transición. Artículo 2°. Autoridades ambientales competentes. Son autoridades competentes para otorgar o negar licencia ambiental, conforme a la ley y al presente decreto, las siguientes: 1. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). 2. Las Corporaciones Autónomas Regionales y las de Desarrollo Sostenible.

4

Las Corporaciones Autónomas Regionales y las de Desarrollo Sostenible podrán delegar el ejercicio de esta competencia en las entidades territoriales, para lo cual deberán tener en cuenta especialmente la capacidad técnica, económica, administrativa y operativa de tales entidades para ejercer las funciones delegadas. 3. Los municipios, distritos y áreas metropolitanas cuya población urbana sea superior a un millón (1.000.000) de habitantes dentro de su perímetro urbano en los términos del artículo 66 de la Ley 99 de 1993. 4. Las autoridades ambientales creadas mediante la Ley 768 de 2002. Artículo 3°. Concepto y alcance de la licencia ambiental. La licencia ambiental, es la autorización que otorga la autoridad ambiental competente para la ejecución de un proyecto, obra o actividad, que de acuerdo con la ley y los reglamentos, pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables, o al medio ambiente, o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje; la cual sujeta al beneficiario de esta, al cumplimiento de los requisitos, términos, condiciones y obligaciones que la misma establezca en relación con la prevención, mitigación, corrección, compensación y manejo de los efectos ambientales del proyecto, obra o actividad autorizada. La licencia ambiental llevará implícitos todos los permisos, autorizaciones y/o concesiones para el uso, aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales renovables que sean necesarios por el tiempo de vida útil del proyecto, obra o actividad. El uso aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales renovables, deberán ser claramente identificados en el respectivo estudio de impacto ambiental. La licencia ambiental deberá obtenerse previamente a la iniciación del proyecto, obra o actividad. Ningún proyecto, obra o actividad requerirá más de una licencia ambiental. Parágrafo. Las Corporaciones Autonómas Regionales y demás autoridades ambientales no podrán otorgar permisos, concesiones o autorizaciones ambientales cuando estos formen parte de un proyecto cuya licencia ambiental sea de competencia privativa de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (AN LA). Artículo 4°. Licencia ambiental global. Para el desarrollo de obras y actividades relacionadas con los proyectos de explotación minera y de hidrocarburos, la autoridad ambiental competente otorgará una licencia ambiental global que abarque toda el área de explotación que se solicite. En este caso, para el desarrollo de cada una de las actividades y obras definidas en la etapa de hidrocarburos, será necesario presentar un plan de manejo ambiental, conforme a los términos, condiciones y obligaciones establecidas en la licencia ambiental global. Dicho plan de manejo ambiental, no estará sujeto a evaluación previa por parte de la autoridad ambiental competente; por lo que una vez presentado, el interesado podra iniciar la ejecución de las obras y actividades que serán objeto de control y seguimiento ambiental. La licencia ambiental global para la explotación minera, comprenderá la construcción, montaje, explotación, beneficio y transporte interno de los correspondientes minerales o materiales. Artículo 5°. La licencia ambiental frente a otras licencias. La obtención de la licencia ambiental, es condición previa para el ejercicio de los derechos que surjan de los permisos, autorizaciones, concesiónes, contratos y licencias que expidan otras autoridades diferentes a las ambientales. La licencia ambiental es prerrequisito para el otorgamiento de concesiones portuarias, de conformidad con lo dispuesto en el Parágrafo 1° del Artículo 52 de la Ley 99 de 1993 Así mismo, la modificación de la licencia ambiental, es condición previa para el ejercicio de los derechos derivados de modificaciones de permisos, autorizaciones, concesiones, contratos, títulos y licencias expedidos por otras autoridades diferentes de las ambientales siempre y cuando estos cambios varíen los términos, condiciones u obligaciones contenidos en la licencia ambiental. Artículo 6°. Término de la licencia ambiental. La licencia ambiental se otorgará por la vida útil del proyecto, obra o actividad y cobijará las fases de construcción, montaje, operación, mantenimiento, desmantelamiento, restauración final, abandono y/o terminación.

TÍTULO II

5

COMPETENCIA Y EXIGIBILIDAD DE LA LICENCIA AMBIENTAL Artículo 7°. Proyectos, obras y actividades sujetos a licencia ambiental. Estarán sujetos a licencia ambiental únicamente los proyectos, obras y actividades que se enumeran en los Artículos 8° y 9° del presente decreto. Las autoridades ambientales no podrán establecer o imponer planes de manejo ambiental para proyectos diferentes a los establecidos en el presente decreto o como resultado de la aplicación del régimen de transición. Artículo 8°. Competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- otorgará o negará de manera privativa la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades: 1. En el sector hidrocarburos: a) Las actividades de exploración sísmica que requieran la construcción de vías para el tránsito vehicular y las actividades de exploración sísmica en las áreas marinas del territorio Nacional cuando se realicen en profundidades inferiores a 200 metros; b) Los proyectos de perforación exploratoria por fuera de campos de producción de hidrocarburos existentes, de acuerdo con el área de interés que declare el peticionario; c) La explotación de hidrocarburos que incluye, la perforación de los pozos de cualquier tipo, la construcción de instalaciones propias de la actividad, las obras complementarias incluidas el transporte interno de fluidos del campo por ductos, el almacenamiento interno, vías internas y demás infraestructuras asociada y conexa; d) El transporte y conducción de hidrocarburos líquidos y gaseosos que se desarrollen por fuera de los campos de explotación que impliquen la construcción y montaje de infraestructura de líneas de conducción con diámetros iguales o superiores a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), incluyendo estaciones de bombeo y/o reducción de presión y la correspondiente infraestructura de almacenamiento y control de flujo; salvo aquellas actividades relacionadas con la distribución de gas natural de uso domiciliario, comercial o industrial; e) Los terminales de entrega y estaciones de transferencia de hidrocarburos, entendidos como la infraestructura de almacenamiento asociada al transporte de hidrocarburos y sus productos y derivados por ductos; f) La construcción y operación de refinerías y los desarrollos petroquímicos que formen parte de un complejo de refinación; 2. En el sector minero: La explotación minera de: a) Carbón: Cuando la explotación proyectada sea mayor o igual a ochocientos mil (800.000) toneladas/año; b) Materiales de construcción y arcillas o minerales industriales no metálicos: Cuando la producción proyectada sea mayor o igual a seiscientos mil (600.000) toneladas/año para las arcillas o mayor o igual a doscientos cincuenta mil (250.000) metros cúbicos/año para otros materiales de construcción o para minerales industriales no metálicos; c) Minerales metálicos y piedras preciosas y semipreciosas: Cuando la remoción total de material útil y estéril proyectada sea mayor o igual a dos millones (2.000.000) de toneladas/año; d) Otros minerales y materiales: Cuando la explotación de mineral proyectada sea mayor o igual a un millón (1.000.000) toneladas/año. 3. La construcción de presas, represas o embalses, cualquiera sea su destinación con capacidad mayor de doscientos millones (200.000.000) de metros cúbicos de agua. 4. En el sector eléctrico: a) La construcción y operación de centrales generadoras de energía eléctrica con capacidad instalada igual o superior a cien (100) MW; b) Los proyectos de exploración y uso de fuentes de energía alternativa virtualmente contaminantes con capacidad instalada superior o igual cien (100) MW; c) El tendido de las Iíneas de transmisión del Sistema de Transmisión Nacional (STN), compuesto por el conjunto de Iíneas con sus correspondientes subestaciones que se proyecte operen a tensiones iguales o superiores a doscientos veinte (220) KV. 5. Los proyectos para la generación de energía nuclear. 6. En el sector marítimo y portuario: a) La construcción o ampliación y operación de puertos marítimos de gran calado; b) Los dragados de profundización de los canales de acceso a puertos marítimos de gran calado; c) La estabilización de playas y de entradas costeras. 7. La construcción y operación de aeropuertos internacionales y de nuevas pistas en los mismos. 8. Ejecución de obras públicas: 8.1. Proyectos de la red vial nacional referidos a: a) La construcción de carreteras, incluyendo puentes y demás infraestructura asociada a la misma; b) La construcción de segundas calzadas; salvo lo dispuesto en el Parágrafo 2 del Artículo 1° del Decreto 769 de 2014.

6

c) La construcción de túneles con sus accesos. 8.2 Ejecución de proyectos en la red fluvial nacional referidos a: a) La construcción y operación de puertos públicos; b) Rectificación de cauces, cierre de brazos, meandros y madreviejas; c) La construcción de espolones; d) Desviación de cauces en la red fluvial; e) Los dragados de profundización en canales navegables y en áreas de deltas; 8.3. La construcción de vías férreas y/o variantes de la red férrea nacional tanto pública como privada; 8.4. La construcción de obras marítimas duras (rompeolas, espolones, construcción de diques) y de regeneración de dunas y playas; 9. La construcción y operación de distritos de riego y/o de drenaje con coberturas superiores a 20.000 hectáreas; 10. Pesticidas: 10.1. La productión de pesticidas; 10.2. La importación de pesticidas en los siguientes casos:

a) Plaguicidas para uso agricola (ingrediente activo y/o producto formulado), con excepción de los plaguicidas de origen biológico elaborados con base en extractos de origen vegetal. La importación de plaguicidas químicos de uso agrícola se ajustará al procedimiento establecido en la Decisión Andina 436 de 1998, o la norma que la modifique, sustituya o derogue.

b) Plaguicidas para uso veterinario (ingrediente activo y/o producto formulado), con excepción de los productos formulados de uso tópico para mascotas; los accesorios de uso externo tales como orejeras, collares, narigueras, entre otros.

c) Plaguicidas para uso en salud pública (ingrediente activo y/o producto formulado). d) Plaguicidas para uso industrial (ingrediente activo y/o producto formulado). e) Plaguicidas de uso doméstico (ingrediente activo y/o producto formulado), con excepción de aquellos plaguicidas

para uso doméstico en presentación o empaque individual. 11. La importación y/o producción de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por virtud de tratados, convenios y protocolos internacionales de carácter ambiental, salvo en aquellos casos en que dichas normas indiquen una autorización especial para el efecto. Tratándose de Organismos Vivos Modificados -OVM, para lo cual se aplicará en su evaluación y pronunciamiento unicamente el procedimiento establecido en la Ley 740 de 2002, y en sus decretos reglamentarios o las normas que la modifiquen, sustituyan o deroguen. 12. Los proyectos que afecten las Áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales: a) Los proyectos, obras o actividades que afecten las Áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales por realizarse al interior de estas, en el marco de las actividades allí permitidas; b) Los proyectos, obras o actividades señalados en los Artículos 8° y 9° del presente decreto, localizados en las zonas amortiguadoras del Sistema de Parques Nacionales Naturales previamente determinadas, siempre y cuando sean compatibles con el plan de manejo ambiental de dichas zonas. 13. Los proyectos, obras o actividades de construcción de infraestructura o agroindustria que se pretendan realizar en las áreas protegidas públicas nacionales de que trata el Decreto 2372 de 2010 distintas a las Áreas de Parques Nacionales Naturales, siempre y cuando su ejecución sea compatible con los usos definidos para la categoría de manejo respectiva. Lo anterior no aplica a proyectos, obras o actividades de infraestructura relacionada con las unidades habitacionales y actividades de mantenimiento y rehabilitación en proyectos de infraestructura de transporte de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 44 de la Ley 1682 de 2013, salvo las actividades de mejoramiento de acuerdo con lo dispuesto el Artículo 4° del Decreto 769 de 2014. 14. Los proyectos que adelanten las Corporaciones Autónomas Regionales a que hace referencia el inciso segúndo del numeral 19 del Artículo 31 de la Ley 99 de 1993. 15. Los proyectos que requieran trasvase de una cuenca a otra cuando al menos una de las dos presente un valor igual o superior a 2 metros cúbicos/segúndo durante los períodos de mínimo caudal. 16. La introducción al país de parentales, especies, subespecies, razas, híbridos o variedades foráneas con fines de cultivo, levante, control biológico, reproducción y/o comercialización, para establecerse o implantarse en medios naturales o artificiales, que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida silvestre. Así como el establecimiento de zoocriaderos que implique el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre -CITES.

7

La licencia ambiental contemplará la fase de investigación o experimental y la fase comercial. La fase de investigación involucra las etapas de obtención o importación del pie parental y la importación de material vegetal para la propagación, la instalación o construcción del zoocriadero o vivero y las actividades de investigación o experimentación del proyecto. Para autorizar la fase comercial se requerirá modificación de la licencia ambiental. Parágrafo 1°. Para los proyectos de hidrocarburos en donde el área de interés de explotación corresponda al área de interés de exploración previamente licenciada, el interesado podrá solicitar la modificación de la licencia de exploración para realizar las actividades de explotación. En este caso se aplicará lo dispuesto en el Artículo 4° del presente decreto. Parágrafo 2°. En lo que respecta al numeral 12 del presente decreto, previamente a la decisión sobre la licencia ambiental, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible contara con el concepto de la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales. Los senderos de interpretación, los utilizados para investigación y para ejercer acciones de control y vigilancia, así como los proyectos, obras o actividades adelantadas para cumplir las funciones de administración de las áreas protegidas que estén previstas en el plan de manejo correspondiente, no requerirán licencia ambiental. Parágrafo 3°. Los zoocriaderos de especies foráneas a los que se refiere el numeral 16 del presente artículo, no podrán adelantar actividades comerciales con individuos introducidos, ni con su producción, en ninguno de sus estadios biológicos, a menos que la ANLA los haya autorizado como predios proveedores y solamente cuando dichos especímenes se destinen a establecimientos legalmente autorizados para su manejo en ciclo cerrado. Parágrafo 4°. No se podrá autorizar la introducción al país de parentales de especies, subespecies, razas o variedades foráneas que hayan sido declaradas como invasoras o potencialmente invasoras por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el soporte técnico y científico de los Institutos de Investigación Cientifica vinculados al Ministerio. Parágrafo 5°. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible podrá señalar mediante resolución motivada las especies foráneas, que hayan sido introducidas irregularmente al país y puedan ser objeto de actividades de cría en ciclo cerrado. Lo anterior, sin perjuicio de la imposición de las medidas preventivas y sancionatorias a que haya lugar. Artículo 9°. Competencia de las Corporaciones Autónomas Regionales. Las Corporaciones Autónomas Regionales, las de Desarrollo Sostenible, los Grandes Centros Urbanos y las autoridades ambientales creadas mediante la Ley 768 de 2002, otorgarán o negarán la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades, que se ejecuten en el área de su jurisdicción. 1. En el sector minero La explotación minera de: a) Carbón: Cuando la explotación proyectada sea menor a ochocientas mil (800.000) toneladas/año; b) Materiales de construcción y arcilias o minerales industriales no metálicos: Cuando la producción proyectada de mineral sea menor a seiscientas mil (600.000) toneladas/año para arcillas o menor a doscientos cincuenta mil (250.000) metros cúbicos/año para otros materiales de construcción o para minerales industriales no metálicos; c) Minerales metálicos, piedras preciosas y semipreciosas; Cuando la remoción total de material útil y esteril proyectada sea menor a dos millones (2.000.000) de toneladas/año; d) Otros minerales y materiales: Cuando la explotación de mineral proyectada sea menor a un millón (1.000.000) toneladas/año. 2. Siderúrgicas, cementeras y plantas concreteras fijas cuya producción de concreto sea superior a diez mil (10.000) metros cúbicos/mes. 3. La construcción de presas, represas o embalses con capacidad igual o inferior a doscientos millones (200.000.000) de metros cúbicos de agua. 4. En el sector eléctrico: a) La construcción y operación de centrales generadoras con una capacidad mayor o igual a diez (10) y menor de cien (100) MW, diferentes a las centrales generadoras de energía a partir del recurso hídrico; b) El tendido de líneas del Sistema de Transmisión Regional conformado por el conjunto de líneas con sus modulos de conexión y/o subestaciones, que operan a tensiones entre cincuenta (50) KV y menores de doscientos veinte (220) KV;

8

c) La construcción y operación de centrales generadoras de energía a partir del recurso hídrico con una capacidad menor a cien (100) MW; exceptuando las pequeñas hidroeléctricas destinadas a operar en Zonas No Interconectadas (ZNI) y cuya capacidad sea igual o menor a diez (10) MW; d) Los proyectos de exploración y uso de fuentes de energia virtualmente contaminantes con capacidad instalada de igual o mayor a diez (10) MW y menor decien (100) MW. 5. En el sector marítimo y portuario: a) La construcción, ampliación y operación de puertos marítimos que no sean de gran calado; b) Los dragados de profundización de los canales de acceso a los puertos que no sean considerados como de gran calado; c) La ejecución de obras privadas relacionadas con la construcción de obras duras (rompeolas, espolones, construcción de diques) y de regeneración de dunas y playas. 6. La construcción y operación de aeropuertos del nivel nacional y de nuevas pistas en los mismos. 7. Proyectos en la red vial secundaria y terciaria: a) La construcción de carreteras, incluyendo puentes y demás infraestructura asociada a la misma; b) La construcción de segundas calzadas; salvo lo dispuesto en el Parágrafo 2 del Artículo 1° del Decreto 769 de 2014; c) La construcción de túneles con sus accesos. 8. Ejecución de obras de carácter privado en la red fluvial nacional: a) La construcción y operación de puertos; b) Rectificación de cauces, cierre de brazos, meandros y madreviejas; c) La construcción de espolones; d) Desviación de cauces en la red fluvial; e) Los dragados de profundización en canales y en áreas de deltas. 9. La construcción de vías ferreas de carácter regional y/o variantes de estas tanto públicas como privadas. 10. La construcción y operación de instalaciones cuyo objeto sea el almacenamiento, tratamiento, aprovechamiento, recuperación y/o disposición final de residuos o desechos peligrosos, y la construcción y operación de rellenos de seguridad para residuos hospitalarios en los casos en que la normatividad sobre la materia lo permita. 11. La construcción y operación de instalaciones cuyo objeto sea el almacenamiento, tratamiento, aprovechamiento (recuperación/reciclado) y/o disposición final de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y de residuos de pilas y/o acumuladores. Las actividades de reparación y reacondicionamiento de aparatos eléctricos y electrónicos usados no requieren de licencia ambiental. 12. La construcción y operación de plantas cuyo objeto sea el aprovechamiento y valorización de residuos sólidos organicos biodegradables mayores o iguales a veinte mil (20.000) toneladas/año. 13. La construcción y operación de rellenos sanitarios; no obstante la operación únicamente podrá ser adelantada por las personas señaladas en el Artículo 15 de la Ley 142 de 1994. 14. La construcción y operación de sistemas de tratamiento de aguas residuales que sirvan a poblaciones iguales o superiores a doscientos mil (200.000) habitantes. 15. La industria manufacturera para la fabricación de: a) Sustancias químicas básicas de origen mineral; b) Alcoholes; c) Ácidos inorganicos y sus compuestos oxigenados. 16. Los proyectos cuyo objeto sea el almacenamiento de sustancias peligrosas, con excepción de los hidrocarburos. 17. La construcción y operación de distritos de riego y/o drenaje para áreas mayores o iguales a cinco mil (5.000) hectáreas e inferiores o iguales a veinte mil (20.000) hectáreas. 18. Los proyectos que requieran trasvase de una cuenca a otra cuando al menos una de las dos presente un valor igual o inferior a dos (2) metros cúbicos/segundo, durante los períodos de mínimo caudal. 19. La caza comercial y el establecimiento de zoocriaderos con fines comerciales. 20. Los proyectos, obras o actividades que afecten las Áreas del Sistema de Parques Regionales Naturales por realizarse al interior de estas, en el marco de las actividades allí permitidas; 21. Los proyectos, obras o actividades de construcción de infraestructura o agroindustria que se pretendan realizar en las Áreas protegidas publicas regionales de que trata el Decreto 2372 de 2010 distintas a las Áreas de Parques Regionales Naturales, siempre y cuando su ejecución sea compatible con los usos definidos para la categoríaa de manejo respectiva.

9

Lo anterior no aplica a proyectos, obras o actividades de infraestructura relacionada con las unidades habitacionales y actividades de mantenimiento y rehabilitación en proyectos de infraestructura de transporte de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 44 de la Ley 1682 de 2013, salvo las actividades de mejoramiento de acuerdo con lo dispuesto el Artículo 4° del Decreto 769 de 2014. Parágrafo 1°. Las Corporaciones Autónomas Regionales ejercerán la competencia a que se refiere el numeral 5 del presente artículo, sin perjuicio de las competencias que corresponden a otras autoridades ambientales sobre las aguas marítimas, terrenos de bajamar y playas. Así mismo, dichas autoridades deberán en los casos contemplados en los literales b) y c) del citado numeral, solicitar concepto al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras Jose Benito Vives de Andreis (Invemar) sobre los posibles impactos ambientales en los ecosistemas marinos y costeros que pueda generar el proyecto, obra o actividad objeto de licenciamiento ambiental. Parágrafo 2°. Para los efectos del numeral 19 del presente artículo, la licencia ambiental contemplará las fases experimental y comercial. La fase experimental incluye las actividades de caza de fomento, construcción o instalación del zoocriadero y las actividades de investigación del proyecto. Para autorizar la fase comercial se requerirá modificación de la licencia ambiental previamente otorgada para la fase experimental. Cuando las actividades de caza de fomento se lleven a cabo fuera del área de jurisdicción de la entidad competente para otorgar la licencia ambiental, la autoridad ambiental con jurisdicción en el área de distribución del recurso deberá expedir un permiso de caza de fomento de conformidad con lo establecido en la normatividad vigente. De igual forma, no se podrá autorizar la caza comercial de individuos de especies sobre las cuales exista veda o prohibición. Parágrafo 3°. Las Corporaciones Autónomas Regionales solamente podrán otorgar licencias ambientales para el establecimiento de zoocriaderos con fines comerciales de especies exóticas en ciclo cerrado; para tal efecto, el pie parental deberá provenir de un zoocriadero con fines comerciales que cuente con licencia ambiental y se encuentre debidamente autorizado como predio proveedor. Parágrafo 4°. Cuando de acuerdo con las funciones senaladas en la ley, la licencia ambiental para la construcción y operación para los proyectos, obras o actividades de que trata este artículo, sea solicitada por las Corporaciones Autónomas Regionales, las de Desarrollo Sostenible y las autoridades ambientales a que se refiere el Artículo 66 de la Ley 99 de 1993 y el Artículo 13 de la Ley 768 de 2002, esta será de competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (AN LA). Así mismo, cuando las mencionadas autoridades, manifiesten conflicto para el otorgamiento de una licencia ambiental, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible podra asumir la competencia del licenciamiento ambiental del proyecto, en virtud de lo dispuesto en el numeral 31 del Artículo 5° de la citada ley. Parágrafo 5°. Las Corporaciones Autónomas Regionales y demás autoridades ambientales no tendrán las competencias señaladas en el presente artículo, cuando los proyectos, obras o actividades formen parte de un proyecto cuya licencia ambiental sea de competencia privativa de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Artículo 10. De los ecosistemas de especial importancia ecológica. Cuando los proyectos a que se refieren en los Artículos 8° y 9° del presente decreto, pretendan intervenir humedales incluídos en la lista de humedales de importancia internacional (RAMSAR), páramos o manglares, la autoridad ambiental competente deberá solicitar concepto previo al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sobre la conservación y el uso sostenible de dichos ecosistemas. De igual manera, las autoridades ambientales deberán tener en cuenta las determinaciones que sobre la materia se hayan adoptado a través de los diferentes actos administrativos en relación con la conservación y el uso sostenible de dichos ecosistemas. Artículo 11. De los proyectos, obras o actividades que requieren sustracción de las reservas forestales nacionales. Corresponde al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible evaluar las solicitudes y adoptar la decisión respecto de la sustracción de las reservas forestales nacionales para el desarrollo de actividades de utilidad pública e interés social, de conformidad con las normas especiales dictadas para el efecto. Artículo 12. Definición de competencias. Cuando el proyecto, obra o actividad se desarrolle en jurisdicción de dos o más autoridades ambientales, dichas autoridades deberán enviar la solicitud de licenciamiento ambiental a la Autoridad Nacional

10

de Licencias Ambientales (ANLA), quien designará la autoridad ambiental competente para decidir sobre la licencia ambiental. En el acto de otorgamiento de la misma, la autoridad designada precisará la forma de participación de cada entidad en el proceso de seguimiento. En todo caso, una vez otorgada la licencia ambiental, el beneficiario de esta deberá cancelar las tasas ambientales a la autoridad ambiental en cuya jurisdicción se haga la utilización directa del recurso objeto de la tasa. Lo anterior sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso segúndo del Artículo 66 de la Ley 99 de 1993. A efecto de lo dispuesto en el presente artículo, la autoridad ambiental ante la cual se formula la solicitud de licencia ambiental pondrá en conocimiento de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), dicha situación, anexando la siguiente información: a) Descripción del proyecto (objetivo, actividades y características de cada jurisdicción y localización georreferenciada); b) Consideraciones técnicas (descripción general de los componentes ambientales de cada jurisdicción, descripción y localización de la infraestructura general en cada jurisdicción e impactos ambientales significativos); y c) Demanda de recursos y permisos o concesiones ambientales requeridos en cada jurisdicción. Recibida la información la ANLA, dentro de los quince (15) días hábiles siguientes designará la autoridad ambiental competente, para adelantar el procedimiento de licenciamiento ambiental.

TÍTULO III ESTUDIOS AMBIENTALES

Artículo 13. De los estudios ambientales. Los estudios ambientales a los que se refiere este título son el diagnóstico ambiental de alternativas y el estudio de impacto ambiental, que deberán ser presentados ante la autoridad ambiental competente. Los estudios ambientales son objeto de emisión de conceptos técnicos, por parte de las autoridades ambientales competentes. Artículo 14. De los términos de referencia. Los términos de referencia son los lineamientos generales que la autoridad ambiental señala para la elaboración y ejecución de los estudios ambientales que deben ser presentados ante la autoridad ambiental competente. Los estudios ambientales se elaborarán con base en los términos de referencia que sean expedidos por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. El solicitante deberá adaptarlos a las particularidades del proyecto, obra o actividad. El solicitante de la licencia ambiental deberá utilizar los términos de referencia, de acuerdo con las condiciones específicas del proyecto, obra o actividad que pretende desarrollar. Conservarán plena validez los términos de referencia proferidos por el hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con an terioridad a la entrada en vigencia de este decreto. Cuando el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible no haya expedido los términos de referencia para la elaboración de determinado estudio de impacto ambiental las autoridades ambientales los fijarán de forma específica para cada caso dentro de los quince (15) días hábiles siguientes a la presentación de la solicitud. No obstante la utilización de los términos de referencia, el solicitante deberá presentar el estudio de conformidad con la Metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales, expedida por el Ministerio de Ambiente, y Desarrollo Sostenible, la cual será de obligatorio cumplimiento. Parágrafo 1°. Para los proyectos, obras o actividades del sector de infraestructura, los términos de referencia del diagnóstico ambiental de alternativas (DAA), solo podrán requerir información de fase de prefactibilidad, de acuerdo con lo establecido en la Ley 1682 de 2013 o la norma que la sustituya, modifique o derogue. Por lo anterior, los términos de referencia para los DAA del sector de infraestructura deberán ser ajustados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en un plazo de seis (6) meses contados a partir de la publicación del presente Decreto.

11

Parágrafo 2°: Las Corporaciones Autónomas Regionales, de Desarrollo Sostenible, Grandes Centres Urbanos y Establecimientos Públicos Ambientales de que trata la Ley 768 de 2002, deberán tomar como estricto referente los términos de referencia geneéricos expedidos por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Parágrafo 3°: El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con apoyo de la ANLA actualizará la Metodología General para la Presentación de Estudio Ambientales en un término no mayor a seis (6) meses a partir de la publicación del presente Decreto. Artículo 15. Participación de las comunidades. Se deberá informar a las comunidades el alcance del proyecto, con énfasis en los impactos y las medidas de manejo propuestas y valorar e incorporar en el estudio de impacto ambiental, cuando se consideren pertinentes, los aportes recibidos durante este proceso. En los casos en que se requiera, deberá darse cumplimiento a lo dispuesto en el Artículo 76 de la Ley 99 de 1993, en materia de consulta previa con comunidades indígenas y negras tradicionales, de conformidad con lo dispuesto en las normas que regulen la materia. Artículo 16. Del Manual de Evaluación de Estudios Ambientales de Proyectos. Para la evaluación de los estudios ambientales, las autoridades ambientales adoptarán los criterios generates definidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales de Proyectos expedido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Parágrafo: El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con el apoyo de la ANLA, actualizará el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales de Proyectos dentro de los siguientes seis (6) meses contados a partir de la expedición del decreto.

CAPÍTULO I .DIAGNóSTICO AMBIENTAL DE ALTERNATIVAS Artículo 17. Objeto del diagnóstico ambiental de alternativas. El diagnóstico ambiental de alternativas (DAA), tiene como objeto suministrar la información para evaluar y comparar las diferentes opciones que presente el peticionario, bajo las cuales sea posible desarrollar un proyecto, obra o actividad. Las diferentes opciones deberán tener en cuenta el entorno geográfico, las características bióticas, abióticas y socioeconómicas, el análisis comparativo de los efectos y riesgos inherentes a la obra o actividad; así como las posibles soluciones y medidas de control y mitigación para cada una de las alternativas. Lo anterior, con el fin de aportar los elementos requeridos para seleccionar la alternativa o alternativas que permitan optimizar y racionalizar el uso de recursos y evitar o minimizar los riesgos, efectos e impactos negativos que puedan generarse. Artículo 18. Exigibilidad del diagnóstico ambiental de alternativas. Los interesados en los proyectos, obras o actividades que se describen a continuación deberán solicitar pronunciamiento a la autoridad ambiental competente sobre la necesidad de presentar el Diagnóstico Ambiental de Alternativas (DAA): 1. La exploración sísmica de hidrocarburos que requiera la construcción de vías para el transito vehicular. 2. El transporte y conducción de hidrocarburos líquidos o gaseosos, que se desarrollen por fuera de los campos; de explotación que impliquen la construcción y montaje de infraestructura de líneas de conducción con diámetros iguales o superiores a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), excepto en aquellos casos de nuevas líneas cuyo trayecto se vaya a realizar por derechos de vía o servidumbres existentes. 3. Los terminales de entrega de hidrocarburos líquidos, entendidos como la infraestructura de almacenamiento asociada al transporte por ductos. 4. La construcción de refinerias y desarrollos petroquímicos. 5. La construcción de presas, represas o embalses. 6. La construcción y operación de centrales generadoras de energía eléctrica. 7. Los proyectos de exploración y uso de fuentes de energía alternativa virtualmente contaminantes con capacidad instalada superior a diez (10) KW. 8. El tendido de líneas nuevas de transmisión del Sistema Nacional de Transmision. 9. Los proyectos de generación de energía nuclear. 10. La construcción de puertos. 11. La construcción de aeropuertos. 12. La construcción de carreteras, los túneles y demás infraestructura asociada de la red vial Nacional, secundaria y terciaria. 13. La construcción de segundas calzadas. 14. La ejecución de obras en la red fluvial naciónal, salvo los dragados de profundización. 15. La construcción de vías férreas y variantes de estas.

12

16. Los proyectos que requieran trasvase de una cuenca a otra. Artículo 19. Contenido básico del diagnóstico ambiental de alternativas. El diagnóstico ambiental de alternativas deberá ser elaborado de conformidad con la Metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales de que trata el Artículo 14 del presente decreto y los términos de referenda expedidos para el efecto y contener al menos lo siguiente: 1. Objetivo, alcance y descripción del proyecto, obra o actividad. 2. La descripción general de las alternativas de localización del proyecto, obra o actividad caracterizando ambientalmente el área de interés e identificando las áreas de manejo especial, así como también las características del entorno social y económico para cada alternativa presentada. 3. La información sobre la compatibilidad del proyecto con los usos del suelo establecidos en el Plan de Ordenamiento Territorial o su equivalente. Lo anterior, sin perjuicio de lo dispuesto en el Decreto 2201 de 2003, o la norma que lo modifique o sustituya. 4. La identificación y análisis comparativo de los potenciales riesgos y efectos sobre el medio ambiente; así como el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales requeridos para las diferentes altemativas estudiadas. 5. Identificación y de las comunidades y de los mecanismos utilizados para informarles sobre el proyecto, obra o actividad. 6. Un análisis costo-beneficio ambiental de las alternativas. 7. Selección y justificación de la alternativa escogida. Artículo 20. Criterios para la evaluación del diagnóstico ambiental del alternativas-DAA. La autoridad ambiental revisara el estudio con base en el Manual de Estudios Ambientales de Proyectos del Artículo 16 del presente decreto. Así mismo, evaluará que el diagnóstico ambiental de altemativas (DAA) cumpla con lo establecido en los Artículos 14,17 y 19 del presente decreto, y además, que el interésado haya presentado para cada una de las altemativas del proyecto, el correspondiente análisis comparative de los impactos ambientales, especificando cuales de estos no se pueden evitar o mitigar. Se debe revisar y evaluar que la información del diagnóstico sea relevante y suficiente para la selección de la mejor alternativa del proyecto, y que presente respuestas fundamentadas a las inquietudes y observaciones de la comunidad.

CAPÍTULO II.ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL Artículo 21. Del estudio de impacto ambiental (EIA). El estudio de impacto ambiental (EIA) es el instrumento básico para la toma de decisiones sobre los proyectos, obras o actividades que requieren licencia ambiental y se exigirá en todos los casos en que de acuerdo con la ley y el presente reglamento se requiera. Este estudio deberá ser elaborado de conformidad con la Metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales de que trata el Artículo 14 del presente decreto y los términos de referencia expedidos para el efecto, el cual deberá incluir como mínimo lo siguiente: 1. Información del proyecto, relacionada con la localización, infraestructura, actividades del proyecto y demás información que se considere pertinente. 2. Caracterización del área de influencia del proyecto, para los medios abiótico, biótico y socioeconómico. 3. Demanda de recursos naturales por parte del proyecto; se presenta la información requerida para la solicitud de permisos relacionados con la captación de aguas superficiales, vertimientos, ocupacion de cauces, aprovechamiento de materiales de construcción, aprovechamiento forestal, recolección de especimenes de la diversidad biologica con fines no comerciales, emisiones atmosfericas, gestión de residuos sólidos, exploración y explotación de aguas subterráneas. 4. Información relacionada con la evaluación de impactos ambientales y análisis de riesgos. 5. Zonificación de manejo ambiental, definida para el proyecto, obra o actividad para la cual se identifican las áreas de exclusión, las áreas de intervención con restricciones y las áreas de intervención. 6. Evaluación económica de los impactos positivos y negativos del proyecto. 7. Plan de manejo ambiental del proyecto, expresado en términos de programa de manejo, cada uno de ellos diferenciado en proyectos y sus costos de implementación. 8. Programa de seguimiento y monitoreo, para cada uno de los medios abiótico, biótico y socioeconómico. 9. Plan de contingencias para la construcción y operación del proyecto que incluya la actuación para derrames, incendios, fugas, emisiones y/o vertimientos por fuera de los Iímites permitidos. 10. Plan de desmantelamiento y abandono, en el que se define el uso final del suelo, las principales medidas de manejo, restauración y reconfirmación morfológica. 11. Plan de inversion del 1%, en el cual se incluyen los elementos y costos considerados para estimar la inversión y la propuesta de proyectos de inversión, de conformidad con lo dispuesto en el Decreto 1900 de 2006 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. 12. Plan de compensación por perdida de biodiversidad de acuerdo con lo establecido en la Resolución 1517 del 31 de agosto de 2012 o la que modifique, sustituya o derogue.

13

Parágrafo 1°. El Estudio de Impacto Ambiental para las actividades de perforación exploratoria de hidrocarburos deberá adelantarse sobre el área de interés geológico específico que se declare, siendo necesario incorporar en su alcance, entre otros aspectos, un análisis de la sensibilidad ambiental del área de interés, los corredores de las vías de acceso, instalaciones de superficie de pozos tipo, pruebas de producción y el transporte en carro-tanques y/o líneas de conducción de los fluidos generados. Parágrafo 2°. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible fijara los criterios que deberán aplicar los usuarios para la elaboración de la evaluación económica de los impactos positivos y negativos del proyecto, obra o actividad con base en la propuesta que presente la Autoridad Nacional Licencias Ambientales (ANLA), en un termino no mayor a seis (6) meses a partir del a fecha de publicación del presente decreto. Las actividades de importación de que tratan los numerales 10.2 y 11 del Artículo 8° del presente decreto, no deberán presentar la evaluación económica de la que trata el numeral 6 del presente Artículo. Artículo 22. Criterios para la evaluacion del estudio de impacto ambiental. La autoridad ambiental competente evaluará el estudio con base en los criterios generales definidos en el Manual de Evaluacioón de Estudios Ambientales de proyectos. Así mismo, deberá verificar que este cumple con el objeto y contenido establecidos en los Artículos 14 y 21 del presente decreto; contenga información relevante y suficiente acerca de la identificación y calificación de los impactos, especificando cuales de ellos no se podrán evitar o mitigar, así como las medidas de manejo ambiental correspondientes.

TÍTULO IV TRÄMITE PARA LA OBTENCIÓN DE LA LICENCIA AMBIENTAL

Artículo 23. De la evaluación del diagnóstico ambiental de alternativas (DAA). En los casos contemplados en el Artículo 18 del presente decreto, se surtirá el siguiente procedimiento: 1. El interesado en obtener licencia ambiental deberá formular petición por escrito dirigida a la autoridad ambiental competente, en la cual solicitará que se determine si el proyecto, obra o actividad requiere o no de la elaboración y presentación de Diagnóstico Ambiental de Alternativas (DAA), adjuntando para el efecto, la descripcion, el objetivo y alcance del proyecto y su localización mediante coordenadas y pianos. Dentro de los quince (15) dias hábiles siguientes a la radicación de la solicitud, la autoridad ambiental se pronunciará, mediante oficio acerca de la necesidad de presentar o no DAA, adjuntando los términos de referencia para elaboración del DAA o del EIA según el caso. 2. En caso de requerir DAA, el interesado deberá radicar el estudio de que trata el Artículo 19 del presente decreto, junto con una copia del documento de identificación y el certificado de existencia y representación legal, en caso de ser persona juriídica. Recibida la información con el lleno de los requisitos exigidos, la autoridad ambiental competente de manera inmediata procederáa expedir un acto administrative de inicio de trámite de evaluación de diagnóstico ambiental de alternativas (DAA), acto que será comunicado en los términos de la Ley 1437 de 2011 y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental competente, en los términos del Artículo 70 de la Ley 99 de 1993, Los proyectos hidroeléctricos, deberán presentar copia del registro correspondiente expedido por la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME); así mismo la autoridad ambiental competente solicitará a esta entidad concepto técnico relativo al potencial energético de las diferentes altemativas. En este caso se suspenderán los términos que tiene la autoridad ambiental para decidir, mientras dicha entidad realiza y allega el respectivo pronunciamiento. 3. Expedido el acto administrativo de inicio trámite, la autoridad ambiental competente evaluará la documentación presentada, revisará que el estudio se ajuste a los requisitos mínimos contenidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales y realizará visita al proyecto cuando así lo considere pertinente, para lo cual dispondrá de quince (15) días hábiles; la autoridad ambiental competente podra requerir al solicitante, dentro de los tres (3) dias hábiles siguientes y por una sola vez, la información adicional que considere pertinente para decidir. 4. El peticionario contará con un término de un (1) mes para allegar la información requerida, término que podrá ser prorrogado por la autoridad ambiental competente de manera excepcional, hasta antes del vencimiento del plazo y por un término igual, previa solicitud del interesado de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 17 de la Ley 1437 de 2011 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. En todo caso, la información adicional que allegue el solicitante deberá ser exclusivamente la requerida y solo podrá ser aportada por una única vez. En el evento en que el solicitante allegue información diferente a la consignada en el requerimiento o la misma sea sujeta a complementos de manera posterior a la inicialmente entregada, la autoridad ambiental competente no considerará dicha información dentro del proceso de evaluación de la solicitud.

14

5. En el evento que el solicitante no allegue la información en los términos establecidos en el numeral anterior, la autoridad ambiental ordenará el archivo de la solicitud de pronunciamiiento sobre el DAA y realizará la devolución de la totalidad de la documentación aportada mediante acto administrativo que se notificará en los términos de la ley. 6. Allegada la información por parte del interesado en el pronunciarniento sobre el DAA, la autoridad ambiental competente dispondra de diez (10) días hábiles, para evaluar el DAA, elegir la alternativa sobre la cual deberá elaborarse el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y fijar los términos de referencia respectivos, mediante acto administrativo que se notificará de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1437 de 2011 y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental en los términos del Artículo 71 de la Ley 99 de 1993. 7. Contra la decisión por la cual se realiza pronunciamiento sobre el DAA proceden los recursos consagrados en la Ley 1437 de 2011. Parágrafo. Cuando el diagnóstico ambiental de alternativas (DAA), no cumpla con los requisitos mínimos establecidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales adoptado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y los criterios fijados en los Artículos 14,17 y 19 del presente decreto, la autoridad mediante acto administrativo dara por terminado el trámite y el solicitante podrá presentar una nueva solicitud. Artículo 24. De la solicitud de licencia ambiental y sus requisitos. En los casos en que no se requiera pronunciamiento sobre la exigibilidad del diagnóstico ambiental de alternativas (DAA) o una vez surtido dicho procedimiento, el interesado en obtener licencia ambiental deberá radicar ante la autoridad ambiental competente, el estudio de impacto ambiental de que trata el Artículo 21 del presente decreto y anexar la siguiente documentación: 1. Formulario Unico de Licencia Ambiental. 2. Planos que soporten el EIA, de conformidad con lo dispuesto en la Resolución 1415 de 2012, que modifica y actualiza el Modelo de Almacenamiento Geográfico (Geodatabase) o la que la sustituya, modifique o derogue. 3. Costo estimado de inversión y operación del proyecto. 4. Poder debidamente otorgado cuando se actue por medio de apoderado. 5. Constancia de pago para la prestación del servicio de evaluación de la licencia ambiental. Para las solicitudes radicadas ante la AN LA, se deberá realizar la autoliquidacion previo a la presentación de la solicitud de licencia ambiental. En caso de que el usuario requiera para efectos del pago del servicio de evaluación la liquidación realizada por la autoridad ambiental competente, esta deberá ser solicitada por lo menos con quince (15) dfas hábiles de antelación a la presentación de la solicitud de licenciamiento ambiental. 6. Documento de identificación o certificado de existencia y representación legal, en caso de personas jurídicas. 7. Certificado del Ministerio del Interior sobre presencia o no de comunidades étnicas y de existencia de territorios colectivos en el Área del proyecto de conformidad con lo dispuesto en el Decreto 2613 de 2013. 8. Copia de la radicacion del documento exigido por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), a través del cual se da cumplimiento a lo establecido en la Ley 1185 de 2008. 9. Formato aprobado por la autoridad ambiental competente, para la verificación preliminar de la documentación que conforma la solicitud de licencia ambiental. 10. Certificación de la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Tierras Despojadas, en la que se indique si sobre el área de influencia del proyecto se sobrepone un área macrofocalizada y/o microfocalizada por dicha Unidad, o si se ha solicitado por un particular inclusión en el registro de tierras despojadas o abandonadas forzosamente, que afecte alguno de los predios. Parágrafo 1°. Los interesados en ejecución de proyectos mineros deberán allegar copia del título minero y/o el contrato de concesión minera debidamente otorgado e inscrito en el Registro Minero Nacional. Así mismo, los interesados en la ejecución de proyectos de hidrocarburos deberán allegar copia del contrato respectivo. Parágrafo 2°. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con el apoyo de la ANLA en un plazo máximo de seis (6) meses siguientes a la publicación del presente decreto, actualizará el Formato Unico Nacional de Solicitud de Licencia Ambiental y adoptará el formato de revisión preliminar del Estudio de Impacto Ambiental. Parágrafo 3°. Cuando se trate de proyectos, obras o actividades de competencia de la ANLA, el solicitante deberá igualmente radicar una copia del Estudio de Impacto Ambiental ante las respectivas autoridades ambientales regionales. De la anterior radicación se deberá allegar constancia a la ANLA en el momento de la solicitud de licencia ambiental. Parágrafo 4°. Las solicitudes de licencia ambiental para proyectos de explotación minera de carbón, deberán incluir los estudios sobre las condiciones del modo de transporte desde el sitio de explotación de carbón hasta el puerto de embarque del mismo, de acuerdo con lo establecido en el Decreto 3083 de 2007 o la norma que lo modifique o sustituya. Parágrafo 5°. Cuando se trate de proyectos de exploración y/o explotación de hidrocarburos en los cuales se pretenda realizar la actividad de estimulación hidráulica en los pozos, el solicitante deberá adjuntar un concepto de la Agenda Nacional

15

de Hidrocarburos (ANH), que haga constar que dicha actividad se va a ejecutar en un yacimiento convencional y/o en un yacimiento no convencional. Artículo 25. De la evaluacion del estudio de impacto ambiental. Una vez realizada la solicitud de licencia ambiental se surtira el siguiente trámite: 1. A partir de la fecha de radicacion de la solicitud con el lleno de los requisitos exigidos, la autoridad ambiental competente de manera inmediata procederá a expedir el acto administrativo de inicio de trámite de licencia ambiental que será comunicado en los términos de la Ley 1437 de 2011 y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental competente en los términos del Artículo 70 de la Ley 99 de 1993. 2. Expedido el acto administrative de inicio trámite, la autoridad ambiental competente evaluará que el estudio ambiental presentado se ajuste a los requisitos mínimos contenidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales y realizará visita al proyecto, cuando la naturaleza del mismo lo requiera, dentro de los veinte (20) dias hábiles despues del acto administrative de inicio. Cuando no se estime pertinente la visita o habiendo vencido el anterior lapso, la autoridad ambiental competente dispondrá de diez (10) dias hábiles para realizar una reunión con el fin de solicitar por una ínica vez la información adicional que se considere pertinente. Dicha reunión será convocada por la autoridad ambiental competente mediante oficio, a la cual deberá asistir por lo menos el solicitante, o representante legal en caso de ser persona jurídica o su apoderado debidamente constituido, y por parte de la autoridad ambiental competente deberá asistir el funcionario delegado para tal efecto. Así mismo en los casos de competencia de la ANLA, esta podrá convocar a dicha reunión a la(s) Corporación (es) Autonoma (s) Regional (es), de Desarrollo Sostenible o los Grandes Centres Urbanos que se encuentren en el Área de jurisdicción del proyecto, para que se pronuncien sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Este sera el único escenario para que la autoridad ambiental competente requiera por una sola vez información adicional que considere necesaria para decidir, la cual quedará plasmada en acta. Toda decisión que se adopte en esta reunión se notificará verbalmente, debiendo dejar precisa constancia a través de acta de las decisiones adoptadas y de las circunstancias en que dichas decisiones quedaron notificadas. Así mismo, contra las decisiones adoptadas en esta reunión por la autoridad ambiental, procederá el pertinente recurso de reposición, el cual deberá resolverse de piano en la misma reunión, dejando constancia en el acta. La inasistencia a esta reunión por parte del solicitante no impedirá la realización de la misma, salvo cuando por justa causa el peticionario lo solicite. En los casos de competencia de la ANLA la inasistencia a esta reunión por parte de la Corporación Autónoma Regional, de Desarrollo Sostenible o Grandes Centros Urbanos convocados no impedira la realización de la misma. El peticionario contara con un término de un (1) mes para allegar la información requerida; este término podra ser prorrogado por la autoridad ambiental competente de manera excepcional, hasta antes del vencimiento del plazo y por un término igual, previa solicitud del interesado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 17 de la Ley 1437 de 2011 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. En todo caso, la información adicional que allegue el solicitante deberá ser exclusivamente la solicitada en el requerimiento efectuado por la autoridad ambiental y, solo podrá ser aportada por una única vez. En el evento en que el solicitante allegue información diferente a la consignada en el requerimiento o la misma sea sujeta a complementos de manera posterior a la inicialmente entregada, la autoridad ambiental competente no considerará dicha información dentro del proceso de evaluación de la solicitud de licencia ambiental. 3. En el evento que el solicitante no allegue la información en los términos establecidos en el numeral anterior, la autoridad ambiental ordenará el archivo de la solicitud de licencia ambiental y la devolución de la totalidad de la documentación aportada, mediante acto administrativo motivado que se notificará en los términos de la ley. 4. Allegada la información por parte del solicitante, la autoridad ambiental competente dispondrá de diez (10) días hábiles para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos técnicos o informaciónes pertinentes que deberán ser remitidos en un plazo no mayor de veinte (20) días hábiles. Durante el trámite de solicitud de conceptos a otras autoridades, la autoridad ambiental competente deberá continuar con la evaluación de la solicitud. 5. Vencido el término anterior la autoridad ambiental contará con un término máximo de treinta (30) días hábiles, para expedir el acto administrativo que declare reunida toda la información requerida así como para expedir la resolución que

16

otorga o niega la licencia ambiental. Tal decisión deberá ser notificada de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1437 de 2011 y publicada en el boletín de la autoridad ambiental en los términos del Artículo 71 de la Ley 99 de 1993. 6. Contra la resolución por la cual se otorga o se niega la licencia ambiental proceden los recursos consagrados en la Ley 1437 de 2011. Parágrafo 1°. Al efectuar el cobro del servicio de evaluación, las autoridades ambientales tendrán en cuenta el sistema y método de cálculo establecido en el Artículo 96 de la Ley 633 de 2000 y sus normas reglamentarias. Parágrafo 2°. Cuando se trate de proyectos, obras o actividades de competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en el Área del proyecto en donde se pretenda hacer uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables tendrán un término máximo de quince (15) días hábiles, contados a partir de la radicación del estudio de impacto ambiental por parte del solicitante, para emitir el respectivo concepto sobre los mismos y enviarlo a la ANLA. Así mismo, y en el evento en que la ANLA requiera información adicional relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en el Área del proyecto deberán emitir el correspondiente concepto técnico sobre los mismos en un término máximo de quince (15) días hábiles contados a partir de la radicación de la información adicional por parte del solicitante. Cuando las autoridades ambientales de las que trata el presente Parágrafo no se hayan pronunciado una vez vencido el término antes indicado, la ANLA procederá a pronunciarse en la licencia ambiental sobre el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Parágrafo 3°. En el evento en que durante el trámite de licenciamiento ambiental se solicite o sea necesaria la celebración de una audiencia pública ambiental de conformidad con lo stablecido en el Artículo 72 de la Ley 99 de 1993 y el Decreto 330 de 2007 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue, se suspenderán los términos que tiene la autoridad para decidir. Esta suspensión se contara a partir de la fecha de fijación del edicto a través del cual se convoca la audiencia pública, hasta la expedición del acta de dicha audiencia por parte de la autoridad ambiental. Parágrafo 4°. Cuando el estudio de impacto ambiental (ElA) no cumpla con los requisitos mmíimos del Manual de Evaluación de Estudios Ambientales, la autoridad ambiental mediante acto administrativo dará por terminado el trámite y el solicitante podrá presentar una nueva solicitud. Parágrafo 5°. Cuando el proyecto, obra o actividad requiera la sustracción de un Área de reserva forestal o el levantamiento de una veda, la autoridad ambiental no podrá dar aplicación al numeral 5° del presente Artículo hasta tanto el solicitante allegue copia de los actos administrativos a través de los cuales se concede la sustracción o el levantamiento de la veda. Parágrafo 6°. Para proyectos hidroelésctricos, la autoridad ambiental competente deberá en el plazo establecido para la solicitud de conceptos a otras entidades, requerir un concepto a la Unidad de Planeación Minero Energetica (UPME) relativo al potencial energético del proyecto. Parágrafo 7°. En el evento en que para la fecha de la citación de la reunión de que trata el numeral 2° del presente Artículo se hayan reconocido terceros intervinientes de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 70 de la Ley 99 de 1993, la autoridad ambiental deberá comunicar el acta contemplada en dicho numeral. Artículo 26. Superposición de proyectos. La autoridad ambiental competente podra otorgar licencia ambiental a proyectos cuyas áreas se superpongan con proyectos licenciados, siempre y cuando el interesado en el proyecto a licenciar demuestre que estos pueden coexistir e identifique además, el manejo y la responsabilidad individual de los impactos ambientales generados en el área superpuesta. Para el efecto el interesado en el proyecto a licenciar, deberá informar a la autoridad ambiental sobre la superposición, quien a su vez, deberá comunicar tal situación al titular de la licencia ambiental objeto de superposición con el fin de que conozca dicha situación y pueda pronunciarse al respecto en los términos de ley. Artículo 27. De las Corporaciones Autónomas de Desarrollo Sostenible. En desarrollo de lo dispuesto en los Artículos 34, 35 y 39 de la Ley 99 de 1993, para el otorgamiento de las licencias ambientales relativas a explotaciones mineras y de construcción de infraestructura vial, las Corporaciones Autónomas de Desarrollo Sostenible, a que hacen referencia los citados Artículos, deberán de manera previa al otorgamiento enviar a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) el proyecto de acto administrativo que decida sobre la viabilidad del proyecto, junto con el concepto teécnico y el acta en donde se pone en conocimiento del Consejo Directivo el proyecto.

17

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) en un término máximo de veinte (20) dáas hábiles contados a partir de su radicación, deberá emitir el correspondiente concepto de aprobacián del proyecto para que sea tenido en cuenta por parte de la autoridad ambiental. Una vez emitido el mencionado concepto, la autoridad ambiental competente deberá decidir sobre la viabilidad del proyecto en los términos de lo dispuesto en los numerates 5 y 6 del Artículo 25 del presente decreto. Artículo 28. Contenido de la licencia ambiental. El acto administrativo en virtud del cual se otorga una licencia ambiental contendrá: 1. La identificación de la persona natural o juridica, pública o privada a quien se autoriza la ejecución o desarrollo de un proyecto, obra o actividad, indicando el nombre o razón la ejecución o desarrollo de un proyecto, obra o actividad, indicando el nombre o razón social, documento de identidad y domicilio. 2. El objeto general y localización del proyecto, obra o actividad. 3. Un resumen de las consideraciones y motivaciones de orden ambiental que han sido tenidas en cuenta para el otorgamiento de la licencia ambiental. 4. Lista de las diferentes actividades y obras que se autorizan con la licencia ambiental. 5. Los recursos naturales renovables que se autoriza utilizar, aprovechar y/o afectar, así mismo las condiciones, prohibiciones y requisitos de su uso. 6. Los requisitos, condiciones y obligaciones adicionales al plan de manejo ambiental presentado que debe cumplir el beneficiario de la licencia ambiental durante la construcción, operación, mantenimiento, desmantelamiento y abandono y/o terminación del proyecto, obra o actividad. 7. La obligatoriedad de publicar el acto administrativo, conforme al Artículo 71 de la Ley 99 de 1993. 8. Las demás que estime la autoridad ambiental competente.

TÍTULO V

MODIFICACIÓN, CESIÓN, INTEGRACIÓN, PéRDIDA DE VIGENCIA DE LA LICENCIA AMBIENTAL, Y CESACIÓN DEL TRÁMITE DE LICENCIAMIENTO

AMBIENTAL Artículo 29. Modificación de la licencia ambiental. La licencia ambiental deberá ser modificada en los siguientes casos: 1. Cuando el titular de la licencia ambiental pretenda modificar el proyecto, obra o actividad de forma que se generen impactos ambientales adicionales a los ya identificados en la licencia ambiental. 2. Cuando al otorgarse la licencia ambiental no se contemple el uso, aprovechamiento o afectación de los recursos naturales renovables, necesarios o suficientes para el buen desarrollo y operación del proyecto, obra o actividad. 3. Cuando se pretendan variar las condiciones de uso, aprovechamiento o afectación de un recurso natural renovable, de forma que se genere un mayor impacto sobre los mismos respecto de lo consagrado en la licencia ambiental. 4. Cuando el titular del proyecto, obra o actividad solicite efectuar la reducción del Área licenciada o la ampliación de la misma con áreas lindantes al proyecto. 5. Cuando el proyecto, obra o actividad cambie de autoridad ambiental competente por efecto de un ajuste en el volumen de explotación, el calado, la producción, el nivel de tensión y demás características del proyecto. 6. Cuando como resultado de las labores de seguimiento, la autoridad identifique impactos ambientales adicionales a los identificados en los estudios ambientales y requiera al licenciatario para que ajuste tales estudios. 7. Cuando las áreas objeto de licenciamiento ambiental no hayan sido intervenidas y estas áreas sean devueltas a la autoridad competente por parte de su titular. 8. Cuando se pretenda integrar la licencia ambiental con otras licencias ambientales. 9. Para el caso de proyectos existentes de exploración y/o explotación de hidrocarburos en yacimientos convencionales que pretendan también desarrollar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales siempre y cuando se pretenda realizar el proyecto obra o actividad en la misma área ya licenciada y el titular sea el mismo, de lo contrario requerirá adelantar el proceso de licenciamiento ambiental de que trata el Artículo 25. Este numeral no aplica para los proyectos que cuentan con un plan de manejo ambiental como instrumento de manejo y control, caso en el cual se deberá obtener la correspondiente licencia ambiental. Parágrafo 1°. Para aquellas obras que respondan a modificaciones menores o de ajuste normal dentro del giro ordinario de la actividad licenciada y que no impliquen nuevos impactos ambientales adicionales a los inicialmente identificados y dimensionados en el estudio de impacto ambiental, el titular de la licencia ambiental, solicitará mediante escrito y anexando

18

la información de soporte, el pronunciamiento de la autoridad ambiental competente sobre la necesidad o no de adelantar el trámite de modificación de la licencia ambiental, quien se pronunciará mediante oficio en un término máximo de veinte (20) días hábiles. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible sealará los casos en los que no se requerirá adelantar el trámite de modificación de la licencia ambiental o su equivalente, para aquellas obras o actividades consideradas cambios menores o de ajuste normal dentro del giro ordinario de los proyectos; dicha reglamentación aplicará para todas las autoridades ambientales competentes. En materia de cambios menores o ajustes normales en proyectos de infraestructura de transporte se deberá atender a la reglamentación expedida por el Gobierno Nacional en cumplimiento de lo dispuesto en el Artículo 41 de la Ley 1682 de 2013. Parágrafo 2°. A efectos de lo dispuesto en el numeral 5, el interesado deberá presentar la solicitud ante la autoridad ambiental del proyecto, quien remitirá el expediente dentro de los diez (10) días hábiles a la autoridad ambiental competente en la modificación para que asuma el proyecto en el estado en que se encuentre. Parágrafo 3°. Cuando la modificación consista en ampliación de áreas del proyecto inicialmente licenciado, se deberá aportar el certificado del Ministerio del Interior sobre la presencia o no de comunidades etnicas y de existencia de territorios colectivos de conformidad con lo dispuesto en el Decreto 2613 de 2013. Artículo 30. Requisitos para la modificación de la licencia ambiental. Cuando se pretenda modificar la licencia ambiental se deberá presentar y allegar ante la autoridad ambiental competente la siguiente información: 1. Solicitud suscrita por el titular de la licencia. En caso en que el titular sea persona jurídica, la solicitud deberá ir suscrita por el representante legal de la misma o en su defecto por el apoderado debidamente constituido. 2. La descripción de la (s) obra (s) o actividad (es) objeto de modificación; incluyendo plano y mapas de la localización, el costo de la modificación y la justificación. 3. El complemento del estudio de impacto ambiental que contenga la descripción y evaluación de los nuevos impactos ambientales, si los hubiera y la propuesta de ajuste al plan de manejo ambiental que corresponda. El documento deberá ser presentado de acuerdo a la Metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales expedida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 4. Constancia de pago del cobro para la prestación de los servicios de la evaluación de los estudios ambientales del proyecto, obra o actividad. Para las solicitudes radicadas ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), se deberá realizar la autoliquidacion previo a la solicitud de modificaciones. 5. Copia de la constancia de radicación del complemento del estudio de impacto ambiental ante la respectiva autoridad ambiental con jurisdicción en el área de influencia directa del proyecto, en los casos de competencia de Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), siempre que se trate de un petición que modifiquen el uso, aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales renovables. Artículo 31. Trámite para la modificación de la licencia ambiental. 1. A partir de la fecha de radicación de la solicitud con el lleno de los requisitos exigidos, la autoridad ambiental competente de manera inmediata procederá a expedir el acto de inicio de trámite de modificación de licencia ambiental que sera comunicado en los términos de la Ley 1437 de 2011 y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental competente en los términos del Artículo 70 de la Ley 99 de 1993. 2. Expedido el acto administrativo de inicio trámite de modificación, la autoridad ambiental competente evaluará que el complemento del estudio ambiental presentado se ajuste a los requisitos mínimos contenidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales y realizará visita al proyecto, cuando la naturaleza del mismo lo requiera, dentro de los quince (15) días hábiles después del acto administrativo de inicio; cuando no se estime pertinente la visita o habiendo vencido el anterior lapso, la autoridad ambiental competente dispondrá de cinco (5) días hábiles para realizar una reunión con el fin de solicitar por una única vez la información adicional que se considere pertinente. Dicha reunión será convocada por la autoridad ambiental competente mediante oficio, a la cual deberá asistir por lo menos el solicitante, o representante legal en caso de ser persona jurídica o su apoderado debidamente constituido, y por parte de la autoridad ambiental competente deberá asistir el funcionario delegado para tal efecto. Así mismo en los casos de competencia de la ANLA, esta podrá convocar a dicha reunión a la(s) Corporación (es) Autonoma (s) Regional (es), de Desarrollo Sostenible o los Grandes Centros Urbanos que se encuentren en el Área de jurisdicción del proyecto, para que se pronuncien sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Este será el único escenario para que la autoridad ambiental requiera por una sola vez información adicional que considere necesaria para decidir, la cual quedará plasmada en acta.

19

Toda decisión que se adopte en esta reunión se notificara verbalmente, debiendo dejar precisa constancia a travéss de acta de las decisiones adoptadas y de las circunstancias en que dichas decisiones quedaron notificadas. Asi mismo, contra las decisiones adoptadas en esta reunión por la autoridad ambiental, procederá el pertinente recurso de reposición, el cual deberá resolverse de piano en la misma reunión, dejando constancia en el acta. La inasistencia a esta reunión por parte del solicitante no impedira la realización de la misma, salvo cuando por justa causa el peticionario, lo solicite. En los casos de competencia de la ANLA, la inasistencia a esta reunión por parte de la Corporación Autonoma Regional, de Desarrollo Sostenible o Grandes Centros Urbanos convocados no impedira la realización de la misma. El peticionario contará con un término de un (1) mes para allegar la información requerida; este término podra ser prorrogado por la autoridad ambiental de manera excepcional, hasta antes del vencimiento del plazo y por un término igual, previa solicitud del interésado de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 17 de la Ley 1437 de 2011 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. En todo caso, la información adicional que allegue el solicitante deberá ser exclusivamente la solicitada en el requerimiento efectuado por la autoridad ambiental y, solo podrá ser aportada por una única vez. En el evento en que el solicitante allegue información diferente a la consignada en el requerimiento o la misma sea sujeta a complementos de manera posterior a la inicialmente entregada, la autoridad ambiental competente no considerara dicha información dentro del proceso de evaluación de la solicitud de modificacion de licencia ambiental. 3. Cuando el solicitante no allegue la información en los términos establecidos en el numeral anterior, la autoridad ambiental ordenará el archivo de la solicitud de modificación y la devolución de la totalidad de la documentación aportada, mediante acto administrativo motivado que se notificará en los términos de la ley. 4. Allegada la información por parte del solicitante, la autoridad ambiental dispondrá de hasta diez (10) días hábiles adicionales para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos tecnicos o informaciónes pertinentes que deberán ser remitidos en un plazo no mayor de diez (10) días hábiles. Durante el trámite de solicitud de conceptos a otras autoridades, la autoridad ambiental competente deberá continuar con la evaluacion de la solicitud. 5. Vencido el termino anterior, la autoridad ambiental contará con un término máximo de veinte (20) días hábiles para expedir el acto administrativo que declara reunida información y la resolución o el acto administrativo que otorga o niega la modificación de la licencia ambiental. Tal decisión deberá ser notificada de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1437 de 2011 y publicada en los términos del Artículo 71 de la Ley 99 de 1993. 6. Contra la resolución por la cual se otorga o se niega la modificación de la licencia ambiental proceden los recursos consagrados en la Ley 1437 de 2011. Parágrafo 1°. Cuando se trate de proyectos, obras o actividades asignados a la ANLA, cuya solicitud de modificación este relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, las autoridades ambientales regionales con jurisdicción en el Área de influencia del proyecto contará con un término de máximo de diez (10) días hábiles, contados a partir de la radicación del complemento del estudio de impacto ambiental para pronunciarse sobre la modificacion solicitada si a ello hay lugar, para lo cual el peticionario allegará la constancia de radicación con destino a la mencionada entidad. Parágrafo 2°. Cuando la ANLA requiera información adicional relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en el Área del proyecto deberán emitir el correspondiente concepto técnico sobre los mismos, en un termino maximo de siete (7) días hábiles contados a partir de la radicacion de la información adicional por parte del solicitante. En el evento que las autoridades ambientales de las que trata el presente Parágrafo no se hayan pronunciado una vez vencido el término antes indicado, la ANLA procederáa pronunciarse en modificación de la licencia ambiental sobre el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Parágrafo 3°. Cuando durante el trámite de modificación se solicite o sea necesaria la celebración de audiencia publica ambiental según lo establecido en el Artículo 72 de la Ley 99 de 1993 y el Decreto 330 de 2007, se suspenderán los términos que tiene la autoridad ambiental competente para decidir. Esta suspension se contara a partir de la fecha de fijacion del edicto a traves del cual se convoca la audiencia pública, hasta la expedición del acta de dicha audiencia por parte de la autoridad ambiental.

20

Parágrafo 4°. Cuando el complemento del estudio de impacto ambiental (EIA) no cumpla con los requisitos mínimos del Manual de Evaluacion de Estudios Ambientales la autoridad ambiental mediante acto administrativo dara por terminado el trámite y el solicitante podrá presentar una nueva solicitud. Parágrafo 5°. Cuando la modificación del proyecto, obra o actividad requiera la sustracción de un Área de reserva forestal o el levantamiento de una veda, la autoridad ambiental no podrá dar aplicacion al numeral 5° del presente Artículo, hasta tanto el solicitante allegue copia de los actos administrativos a través de los cuales se concede la sustracción o el levantamiento de la veda. Parágrafo 6°. En el evento en que para la fecha de la citación de la reunión de que trata el numeral 2° del presente Artículo se hayan reconocido terceros intervinientes de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 70 de la Ley 99 de 1993 la autoridad ambiental deberá comunicar el acta contemplada en dicho numeral. Artículo 32. Trámite para la modificación con el fin de incluir nuevas fuentes de materiales. De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 42 de la Ley 1682 de 2011 Cuando durante la ejecución de un proyecto de infraestructura de transporte se identifiquen y se requieran nuevas fuentes de materiales, el trámite a seguir será el siguiente: 1. A partir de la fecha de radicación de la solicitud con el lleno de los requisitos exigidos, la autoridad ambiental competente de manera inmediata, procederáa expedir el acto de inicio de trámite de modificación de licencia ambiental que será comunicado en los términos de la Ley 1437 de 2011, y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental competente, en los términos del Artículo 70 de la Ley 99 de 1993. Expedido -el acto administrativo de inicio trámite, la autoridad ambiental competente evaluará la documentación presentada y realizara visita al proyecto, cuando la naturaleza del mismo lo requiera, dentro de los siete (7) dias hábiles despues del acto administrativo de inicio; vencido este término la autoridad ambiental dispondrá de tres (3) días hábiles para realizar una reunión con el fin de solicitar por una única vez la información adicional que se considere pertinente. Dicha reunión será convocada por la autoridad ambiental competente mediante oficio, a la cual deberá asistir por lo menos el solicitante, o representante legal en caso de ser persona jurídica o su apoderado debidamente constituido, y por parte de la autoridad ambiental competente deberá asistir el funcionario delegado para tal efecto. Así mismo en los casos de competencia de la ANLA, esta podrá convocar a dicha reunión a la(s) Corporacion (es) Autonoma(s) Regional (es), de Desarrollo Sostenible o los Grandes Centros Urbanos que se encuentren en el Área de jurisdicción del proyecto, para que se pronuncien sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Este será el unico escenario para que la autoridad ambiental requiera por una sola vez información adicional que considere necesaria para decidir, la cual quedará plasmada en acta. El peticionario contará con un término de un (1) mes para allegar la información requerida, este término podra ser prorrogado por la autoridad ambiental competente, de manera excepcional, hasta antes del vencimiento del plazo y por un término igual, previa solicitud del interésado de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 17 de la ley 1437 de 2011 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. Toda decisión que se adopte en esta reunión se notificaraá verbalmente, debiendo dejar precisa constancia a través de acta de las decisiones adoptadas y de las circunstancias en que dichas decisiones quedaron notificadas. As! mismo, contra las decisiones adoptadas en esta reunión por la autoridad ambiental, procederá el pertinente recurso de reposición, el cual deberá resolverse de piano en la misma reunión, dejando constancia en el acta. La inasistencia a esta reunión por parte del solicitante no impedira la realización de la misma, salvo cuando por justa causa el peticionario, lo solicite. En los casos de competencia de la ANLA, la inasistencia a esta reunión por parte de la Corporación Autonoma Regional, de Desarrollo Sostenible o Grandes Centros Urbanos convocados no impedira la realización de la misma. 3. Cuando el solicitante no allegue la información en los términos establecidos en el numeral anterior, la autoridad ambiental ordenara el archivo de la solicitud de modificación y la devolución de la totalidad de la documentación aportada, mediante acto administrativo motivado que se notificara en los términos de la ley. En todo caso, la información adicional que allegue el solicitante deberá ser exclusivamente la solicitada en el requerimiento efectuado por la autoridad ambiental y, solo podrá ser aportada por una única vez. En el evento en que se allegue información diferente a la consignada en el requerimiento o la misma sea sujeta a complementos de manera posterior a la inicialmente entregada, la autoridad ambiental competente no considerará dicha información dentro del proceso de evaluación de la solicitud de modificación de licencia ambiental. 4. Allegada la información por parte del solicitante, la autoridad ambiental dispondrá de hasta tres (3) días hábiles adicionales para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos técnicos o informaciones pertinentes que deberán ser remitidos en un plazo no mayor de siete (7) días hábiles.

21

5. Durante el trámite de solicitud de conceptos a otras autoridades, la autoridad ambiental competente deberá continuar con la evaluacion de la solicitud. 5. Vencido el termino anterior la autoridad ambiental competente contará con un término máximo de diez (10) días hábiles para expedir el acto que declara reunida información y la resolución o el acto administrativo que otorga o niega la modificación de la licencia ambiental. Tal decisión deberá ser publicada en los términos del Artículo 71 de la Ley 99 de 1993. Parágrafo 1°. Cuando se trate de proyectos, obras o actividades asignados a la ANLA, cuya solicitud de modificación este relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, las autoridades ambientales regionales con jurisdicción en el Área de influencia del proyecto contara con un término de maximo de siete (7) días hábiles, contados a partir de la radicación del complemento del estudio de impacto ambiental para pronunciarse sobre la modificación solicitada si a ello hay lugar, para lo cual el peticionario allegara la constancia de radicación con destino a la mencionada entidad. Asi mismo, y cuando la ANLA requiera información adicional relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en el Área del proyecto, deberán emitir el correspondiente concepto técnico sobre los mismos, en un término maximo de siete (7) días hábiles contados a partir de la radicación de la información adicional por parte del solicitante. En el evento en que las autoridades ambientales de las que trata el presente Parágrafo no se hayan pronunciado una vez vencido el término antes indicado, la ANLA procederá a pronunciarse en modificación de la licencia ambiental sobre el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Parágrafo 2°. En el evento en que durante el trámite de modificación de licencia ambiental se solicite o sea necesaria la celebración de una audiencia publica ambiental de conformidad con lo establecido en el Artículo 72 de la Ley 99 de 1993 y el Decreto 330 de 2007 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue, se suspenderán los términos que tiene la autoridad ambiental competente para decidir. Esta suspensión se contará a partir de la fecha de fijación del edicto a travesé del cual se convoca la audiencia pública, hasta la expedición del acta de dicha audiencia por parte de la autoridad ambiental. Parágrafo 3°. La autoridad ambiental competente dentro de los siete (7) días hábiles después del auto de initio podra rechazar mediante acto administrativo motivado el complemento del estudio de impacto ambiental, cuando de la revisión del complemento del ElA a la que hace referencia el numeral 2 del presente artículo se concluya que este no cumple con los requisitos mínimos del Manual de Evaluación de Estudios Ambientales adoptado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. En este caso se dará por terminado el trámite y el solicitante podrá presentar una nueva solicitud. Parágrafo 4°. Cuando la modificación del proyecto, obra o actividad requiera la sustracción de un Área de reserva forestal o el levantamiento de una veda, la autoridad ambiental no podrá dar aplicación al numeral 5° del presente artículo, hasta tanto el solicitante allegue copia de los actos administrativos, a través de los cuales se concede la sustraccion o el levantamiento de la veda. Parágrafo 5°: En el evento en que para la fecha de la citación de la reunión de que trata el numeral 2° del presente Artículo se hayan reconocido terceros intervinientes de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 70 de la Ley 99 de 1993 la autoridad ambiental deberá comunicar el acta contemplada en dicho numeral. Artículo 33. Cambio de solicitante. Durante el trámite para el otorgamiento de la licencia ambiental y a petición de los interesados, podra haber cambio de solicitante. El cambio de solicitante no afectara el trámite de la licencia ambiental. Artículo 34. Cesión total o parcial de la licencia ambiental. El beneficiario de la licencia ambiental en cualquier momento podra cederla total o parcialmente, lo que implica la cesión de los derechos y obligaciones que de ella se derivan. En tales casos, el cedente y el cesiónario solicitaran por escrito la cesión a la autoridad ambiental competente identificando si es cesión total o parcial y adjuntando para el efecto: a) Copia de los documentos de identificación y de los certificados de existencia y representación legal, en caso de ser personas juridicas; b) El documento de cesión a traves del cual se identifiquen los interésados y el proyecto, obra o actividad; c) A efectos de la cesión parcial de la licencia ambiental, el cedente y el cesionario deberán anexar un documento en donde se detallen todas y cada uno de los derechos y obligaciones de la licencia ambiental y de sus actos administrativos expedidos con posterioridad.

22

La autoridad ambiental deberá pronunciarse sobre la cesión dentro de los treinta (30) días hábiles siguientes al recibo de la solicitud mediante acto administrativo y expedirá los actos administrativos que fueren necesarios para el efecto. En cualquiera de los casos antes mencionados, el cesionario asumira los derechos y obligaciones derivados del acto o actos administrativos objeto de cesión total o parcial en el estado en que se encuentren. Parágrafo 1°. La cesión parcial solo procederá cuando las obligaciones puedan ser fraccionadas, lo que implica que las actividades propias de la ejecución del mismo tengan el carácter de divisibles. Parágrafo 2°. En los casos de minería y de hidrocarburos se deberá anexar a la solicitud de cesión, el acto administrativo en donde la autoridad competente apruebe la cesión del contrato respectivo. Artículo 35. Integración de licencias ambientales. La licencia ambiental de un proyecto, obra o actividad podrá ser modificada para integrarla con otras licencias ambientales, siempre y cuando el objeto de los proyectos a integrar sea el mismo, sus áreas sean lindantes y se hubieren podido adelantar en un mismo trámite. En el caso de proyectos mineros se deberá observar lo dispuesto en el Código de Minas. Las licencias ambientales objeto de integración formarán un solo expediente. Parágrafo 1°. En todo caso, cuando sean varios los titulares del acto administrativo resultante de la integración, estos deberán manifestarle a la autoridad ambiental que son responsables solidarios en cuanto al cumplimiento de las obligaciones y condiciones ambientales impuestas para el efecto con ocasión de la integración. Parágrafo 2°. La integración de licencias ambientales seguirá el mismo procedimiento de que trata el Artículo 31 del presente decreto. Artículo 36. Requisitos para integración de licencias ambientales. El titular (es) de las licencias ambientales interesado (s) en la integración, que reunan las condiciones establecidas en el artículo anterior, deberá(n) presentar la siguiente información, ante la autoridad ambiental competente: 1. Constancia de pago del cobro para la prestación de los servicios de la evaluación de los estudios ambientales del proyecto, obra o actividad. Para las solicitudes radicadas ante la ANLA se deberá realizar la autoliquidación previo a la solicitud de integración, para lo cual se deberán tener en cuenta la sumatoria de los costos de los proyectos a integrar. 2. Documento de identificación y certificados de existencia y representación legal, en caso de personas jurídicas, de casa uno de los titulares. 3. El estudio de impacto ambiental que ampare los proyectos, obras o actividades a integrar el cual deberá ser presentado de acuerdo con la Metodología General para la Presentación de Estudios Ambientales de que trata el artículo 14 del presente decreto y contener como mínimo la siguiente información: a) Identificación de cada uno de los impactos ambientales presentes al momento de la integración, así como los impactos ambientales acumulativos sobre cada uno de los recursos naturales que utilizan los proyectos; b) El nuevo plan de manejo ambiental integrado, que ampare las medidas orientadas a prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos ambientales presentes, los acumulativos y demás impactos de los proyectos, obras o actividades a integrar; así como el programa de monitoreo y seguimiento y el plan de contingencia integrado; ; c) El estado de cumplimiento de las inversiones del 1% si aplica y el plan de cumplimiento de las actividades pendientes; d) El nuevo plan de manejo ambiental integrado que ampare las medidas orientadas a prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos ambientales presentes, los acumulativos y demás impactos de los proyectos, obras o actividades a integrar; asi como el programa de monitoreo y seguirniento y el plan de contingencia integrado; e) La descripción de los proyectos obras o actividades incluyendo pianos y mapas de localización; f) La identificación de cada uno de los permisos, concesiones o autorizaciónes ambientales por el uso de los recursos naturales renovables de los proyectos, obras o actividades as! como su potential uso en la integración de los mismos; g) En el caso de proyectos mineros se deberá anexar copia del acto administrativo a través del cual la autoridad minera aprueba la integración de las Áreas y/o de las operaciónes mineras. 4. Las obligaciones derivadas de los actos administrativos identificando las pendientes por cumplir y las cumplidas adjuntando para el efecto la respectiva sustentación. 5. La identificación de cada una de las obligaciones derivadas de los actos administrativos a integrar junto con la sustentación tanto técnica como jurídica a través de la cual se justifique la integración de las mismas. Artículo 37. Pérdida de vigencia de la licencia ambiental. La autoridad ambiental competente podrá mediante resolución motivada declarar la pérdida de vigencia de la licencia ambiental, si transcurrido cinco (5) años a partir de su

23

ejecutoria, no se ha dado inicio a la construcción del proyecto, obra o actividad. De esta situación deberá dejarse constancia en el acto que otorga la licencia. Para efectos de la declaratoria sobre la pérdida de vigencia, la autoridad ambiental deberá requerir previamente al interesado para que informe sobre las razones por las que no ha dado inicio a la obra, proyecto o actividad. Dentro de los quince días (15) siguientes al requerimiento el interésado deberá informar sobre las razones por las que no se ha dado inicio al proyecto, obra o actividad para su evaluación por parte de la autoridad ambiental. En todo caso siempre que puedan acreditarse circunstancias de fuerza mayor o caso fortuito no se hara afectiva la pérdida de vigencia de la licencia. Artículo 38. Cesación del trámite de licencia ambiental. Las autoridades ambientales competentes de oficio o a solicitud del peticionario, declararán la cesación del trámite de las actuaciones para el otorgamiento de licencia ambiental o de establecimiento o imposición de plan de manejo ambiental de proyectos, obras o actividades que conforme al presente decreto no requieran dichos instrumentos administrativos de manejo y control ambiental, y procederan a ordenar el archivo correspondiente. Lo anterior sin perjuicio de tramitar y obtener los permisos, concesiones o autorizaciones ambientales a que haya lugar por el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Artículo 39. De la modificación, cesión, integración, pérdida de vigencia o la cesación del trámite del plan de manejo ambiental. Para los proyectos, obras o actividades que cuenten con un plan de manejo ambiental como instrumento de manejo y control ambiental establecido por la autoridad ambiental, se aplicarán las mismas reglas generales establecidas para las licencias ambientales en el presente título. Cuando en el plan de manejo ambiental se pretendan incluir nuevas áreas para el desarrollo de actividades relacionadas con el proyecto y estas actividades se encuentren listadas en los artículos 8 y 9 del presente decreto, el titular del plan de manejo ambiental deberá tramitar la correspondiente licencia ambiental. Para las demás actividades el titular podrá solicitar la modificación del plan de manejo ambiental con el fin de incluir las nuevas áreas.

TÍTULO VI

CONTROL Y SEGUIMIENTO Artículo 40. Control y seguimiento. Los proyectos, obras o actividades sujetos a licencia ambiental o plan de manejo ambiental, serán objeto de control y seguimiento por parte de las autoridades ambientales, con el propósito de: 1. Verificar la eficiencia y eficacia de las medidas de manejo implementadas en relación con el plan de manejo ambiental, el programa de seguimiento y monitoreo, el plan de contingencia, así como el plan de desmantelamiento y abandono y el plan de inversion del 1%, si aplican. 2. Constatar y exigir el cumplimiento de todos los términos, obligaciones y condiciones que se deriven de la licencia ambiental o plan de manejo ambiental. 3. Corroborar el comportamiento de los medios bióticos, abióticos y socioeconómicos y de los recursos naturales frente al desarrollo del proyecto. 4. Revisar los impactos acumulativos generados por los proyectos, obras o actividades sujetos a licencia ambiental y localizados en una misma área de acuerdo con los estudios que para el efecto exija de sus titulares e imponer a cada uno de los proyectos las restricciones ambientales que considere pertinentes con el fin de disminuir el impacto ambiental en el área. 5. Verificar el cumplimiento de los permisos, concesiones o autorizaciónes ambientales por el uso y/o utilización de los recursos naturales renovables, autorizados en la licencia ambiental. 6. Verificar el cumplimiento de la normatividad ambiental aplicable al proyecto, obra o actividad. 7. Verificar los hechos y las medidas ambientales implementadas para corregir las contingencias ambientales ocurridas. 8. Imponer medidas ambientales adicionales para prevenir, mitigar o corregirimpactos ambientales no previstos en los estudios ambientales del proyecto. En el desarrollo de dicha gestión, la autoridad ambiental podra realizar entre otras actividades, visitas al lugar donde se desarrolla el proyecto, hacer requerimientos, imponer obligaciones ambientales, corroborar tecnicamente o a traves de pruebas los resultados de los monitoreos realizados por el beneficiario de la licencia ambiental o plan de manejo ambiental. Frente a los proyectos que pretendan iniciar su fase de construcción, de acuerdo con su naturaleza, la autoridad ambiental deberá realizar una primera visita de seguimiento al proyecto en un tiempo no mayor a dos (2) meses despues del inicio de actividades de construcción.

24

9. Allegados los Informes de Cumplimiento Ambiental (ICAs) la autoridad ambiental competente deberá pronunciarse sobre los mismos en un término no mayor a tres (3) meses. Parágrafo 1°: La autoridad ambiental que otorgó la licencia ambiental o estableció el plan de manejo ambiental respectivo, será la encargada de efectuar el control y seguirniento a los proyectos, obras o actividades autorizadas. Con el fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en el presente Parágrafo las autoridades ambientales procuraran fortalecer su capacidad tecnica, administrativa y operativa. Parágrafo 2°: Las entidades cientificas adscritas y vinculadas al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible podran dar apoyo al seguimiento y control de los proyectos por solicitud de la autoridad ambiental competente. Parágrafo 3°: Cuando, el proyecto, obra o actividad, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 1185 de 2008 hubiese presentado un Plan de Manejo Arqueológico, el control y seguimiento de las actividades descritas en este seraresponsabilidad del Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Artículo 41. De la fase de desmantelamiento y abandono. Cuando un proyecto, obra o actividad requiera o deba iniciar su fase de desmantelamiento y abandono, el titular deberá presentar a la autoridad ambiental competente, por lo menos con tres (3) meses de anticipación, un estudio que contenga como mínimo: a) La identificación de los impactos ambientales presentes al momento del inicio de esta fase; b) El plan de desmantelamiento y abandono; el cual incluirá las medidas de manejo del área, las actividades de restauración final y demás acciones pendientes. c) Los planos y mapas de localización de la infraestructura objeto de desmantelamiento y abandono; d) Las obligaciones derivadas de los actos administrativos identificando las pendientes por cumplir y las cumplidas, adjuntando para el efecto la respectiva sustentación; e) Los costos de las actividades para la implementación de la fase de desmantelamiento y abandono y demás obligaciones pendientes por cumplir. f) La autoridad ambiental en un término máximo de un (1) mes verificará el estado del proyecto y declarará iniciada dicha fase mediante acto administrativo, en el que dará por cumplidas las bligaciones ejecutadas e impondrá el plan de desmantelamiento y abandono que incluya además el cumplimiento de las obligaciones pendientes y las actividades de restauración final. g) Una vez declarada esta fase el titular del proyecto, obra o actividad deberá allegar en los siguientes cinco (5) días hábiles, una póliza que ampare los costos de las actividades descritas en el plan de desmantelamiento y abandono, la cual deberá estar constituida a favor de la autoridad ambiental competente y cuya renovación deberá ser realizada anualmente y por tres (3) años mas de terminada dicha fase. h) Aquellos proyectos, obras o actividades que tengan vigente una póliza o garantía bancaria dirigida a garantizar la financiacion de las actividades de desmantelamiento, restauración final y abandono no deberán suscribir una nueva póliza sino que deberá allegar copia de la misma ante la autoridad ambiental, siempre y cuando se garantice el amparo de los costos establecidos en el literal e) del presente Artículo. i) Una vez cumplida esta fase, la autoridad ambiental competente deberá mediante acto administrativo dar por terminada la Licencia Ambiental. Parágrafo 1°. El área de la licencia ambiental en fase de desmantelamiento y abandono podra ser objeto de licenciamiento ambiental para un nuevo proyecto, obra o actividad, siempre y cuando dicha situacion no interfiera con el desarrollo de la mencionada fase. Parágrafo 2°. El titular del proyecto, obra o actividad deberá contemplar que su plan de desmantelamiento y abandono, además de los requerimientos ambientales, contemple lo exigido por las autoridades competentes en materia de mineria y de hidrocarburos en sus planes especificos de desmantelamiento, cierre y abandono respectivos. Artículo 42. Contingencias ambientales. Si durante la ejecución de los proyectos obras, o actividades sujetos a licenciamiento ambiental o plan de manejo ambiental ocurriesen incendios, derrames, escapes, parametros de emision y/o vertimientos por fuera de los limites permitidos o cualquier otra contingencia ambiental, el titular deberá ejecutar todas las acciones necesarias con el fin de hacer cesar la contingencia ambiental e informar a la autoridad ambiental competente en un termino no mayor a veinticuatro (24) horas.

25

La autoridad ambiental determinara la necesidad de verificar los hechos, las medidas ambientales implementadas para corregir la contingencia y podra imponer medidas adicionales en caso de ser necesario. Las contingencias generadas por derrames de hidrocarburos, derivados y sustancias nocivas, se regiran además por lo dispuesto en el Decreto 321 de 1999 o la norma que lo modifique o sustituya. Artículo 43°. Del Manual de Seguimiento Ambiental de Proyectos. Para el seguimiento de los proyectos, obras o actividades objeto de licencia ambiental o plan de manejo ambiental, las autoridades ambientales adoptarán los criterios definidos en el Manual de Seguimiento Ambiental de Proyectos expedido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Parágrafo: El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con apoyo de la ANLA actualizará el Manual de Seguimiento Ambiental de Proyectos un término no mayor a seis (6) meses a partir de la publicación del presente Decreto. Artículo 44. Del cobro del servicio de seguimiento ambiental. La tarifa para el cobro del servicio de seguimiento de las licencias ambientales y de los planes de manejo ambiental, se fijará de conformidad con el sistema y metodo de cálculo senalado en la normativa vigente para el caso, y los dineros recaudados por este concepto solamente se podrán destinar para el cumplimiento cabal de dicha función. Artículo 45. De la comisión de diligencias. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- podra comisionar la práctica de pruebas y de las medidas y diligencias que se estimen necesarias para el adecuado cumplimiento de las funciones asignadas por la ley y los reglamentos a las autoridades ambientales. Asi mismo, las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible podrán comisionar estas diligencias en los municipios, distritos y áreas metropolitanas cuya población urbana sea superior a un millón de habitantes dentro de su perimetro urbano y en las autoridades ambientales creadas mediante la Ley 768 de 2002. Artículo 46. Delegación entre autoridades ambientales. Las autoridades ambientales podrán delegar la función del seguimiento ambiental de las licencias ambientales y de los planes de manejo ambiental en otras autoridades ambientales mediante la celebracion de convenios interadministrativos en el marco de la Ley 489 de 1998 o la norma que la modifique, sustituya o derogue.

TÍTULO VII

DEL ACCESO A LA INFORMACIÓN AMBIENTAL

Artículo 47. De la Ventanilla Integral de Trámites Ambientales en Línea -VITAL. La Ventanilla Integral de Trámites Ambientales en Linea (VITAL) es un sistema centralizado de cobertura Nacional través del cual se direccionan y unifican todos los trámites administrativos de licencia ambiental, planes de manejo ambiental, permisos, concesiones y autorizaciónes ambientales, asi como la información de todos los actores que participan de una u otra forma en el mismo, lo cual permite mejorar la eficiencia y eficacia de la capacidad institucional en aras del cumplimiento de los fines esenciales de Estado. El Formato Unico Nacional de Solicitud de Licencia Ambiental estara disponible a traves del mencionado aplicativo. El IDEAM deberá en un plazo maximo de doce (12) meses contados a partir de la expedición del presente decreto, para implementar y utilizar la Ventanilla Integral de Trámites Ambientales en linea (VITAL), cuya administracion estara a cargo de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Parágrafo 1.- La ANLA comunicara a las autoridades ambientales los trámites, permisos y autorizaciónes ambientales que se encuentran disponibles en la Ventanilla Unica de Trámites Ambientales en linea (VITAL), para lo cual las autoridades ambientales tendran un plazo de tres (3) meses para empezar a incorporarlo. Parágrafo 2.- Las autoridades ambientales deberán desarrollar estrategias de divulgación para que los usuarios internos y externos de cada autoridad hagan uso de la herramienta. Artículo 48. Del Registro Unico Ambiental (RUA). El Ministerio de Ambiente, y Desarrollo Sostenible, adoptara mediante acto administrativo los Protocolos para el Monitoreo y seguimiento del Subsistema de Información Sobre Uso de Recursos Naturales Renovables a cargo de IDEAM para los diferentes sectores productivos, cuya herramienta de captura y de salida de información es el Registro Unico Ambiental (RUA).

26

En la medida en que se vayan adoptando los protocolos para cada sector, los titulares de licencias o planes de manejo ambiental informaran periodicamente el estado de cumplimiento ambiental de sus actividades a través del RUA. De igual manera, las autoridades ambientales realizaran el seguimiento ambiental utilizando esta herramienta, en lo que le fuere aplicable. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, deberá adoptar los protocolos para para los sectores de energía, hidrocarburos y minería, en un término no mayor a doce (12) meses después de la publicación de este decreto. La información contenida en el RUA no necesitará ser incorporada en el Informe de Cumplimiento Ambiental. Artículo 49. Información ambiental para la toma de decisiones. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), deberá tener disponible la información ambiental para la toma de decisiones y que haya sido generada como parte de los estudios y de las actividades de evaluacion y seguimiento dentro del trámite de licenciamiento ambiental. Las autoridades ambientales deberán proporcionar de manera periodica la información que sobre el asunto reciban o generen por si mismas, de acuerdo con los lineamientos establecidos por el IDEAM. Parágrafo 1°: El IDEAM y la ANLA buscarán los mecanismos para gestionar y contar con información regional o información de linea base suficiente para establecer una zonificacion ambiental, debidamente validada y actualizada; la ANLA deberá poner a disposición de los usuarios esta información en su portal web o por medio del portal SIAC. En todo caso los insumos para la información de linea base deberán ser suministrados por el IGAC de acuerdo con lo senalado en el CONPES 3762 de 2013 y por los integrantes del SIAC de acuerdo con lo establecido en la Resolucion No 1484 de 2013 o la que la modifique, sustituya o derogue. Asi mismo, cualquier persona natural o juridica podra suministrar información geografica y el IDEAM y la ANLA deberán validarla previamente para ponerla a disposición de los usuarios. Parágrafo 2°: Una vez puesta a disposición de los usuarios, la información disponible deberá ser utilizada por el solicitante para la elaboracion del estudio de impacto ambiental, por lo que esta no sera necesario incorporarla en la linea base de dicho estudio a menos de que la autoridad ambiental competente asi lo requiera. La autoridad ambiental competente la utilizara para realizar la evaluación del EIA. La información regional o de linea base que sea publicada en el portal web, deberá ser actualizada por el IDEAM y la ANLA, para los medios abiótico y biótico cada cinco (5) años y para el medio socioeconómico cada dos (2) años. Artículo 50. Acceso a la información. Toda persona natural o jurídica tiene derecho a formular dlrectamente petición de información en relación con los elementos susceptibles de producir contaminación y los peligros que el uso de dichos elementos pueda ocasionar a la salud humana de conformidad con el Artículo 16 de la Ley 23 de 1973. Dicha petición debe ser respondida en diez (10) días hábiles. Además, toda persona podrá invocar su derecho a ser informada sobre el monto y la utilización de los recursos financieros, que están destinados a la preservación del medio ambiente. Artículo 51. Declaración de estado del trámite. Cualquier persona podrá solicitar información sobre el estado del trámite de un proyecto, obra o actividad sujeto a licencia ambiental ante la autoridad ambiental competente, quien expedirá constancia del estado en que se encuentra el trámite.

TÍTULO VIII

DISPOSICIONES FINALES Artículo 52. Régimen de transición. El régimen de transición se aplicará a los proyectos, obras o actividades que se encuentren en los siguientes casos: 1. Los proyectos, obras o actividades que iniciaron los trámites para la obtención de una licencia ambiental o el establecimiento de un plan de manejo ambiental o modificación de los mismos, continuarán su trámite de acuerdo con la norma vigente en el momento de su inicio. No obstante, los solicitantes que iniciaron los trámites para la obtención de una licencia ambiental, el establecimiento de un plan manejo ambiental, y cuyo proyecto, obra o actividad no se encuentran dentro del listado de actividades descritos en los Artículos 8 y 9 de esta norma, podrán solicitar a la autoridad ambiental competente la terminación del proceso, en lo que le fuera aplicable.

27

2. Los proyectos, obras o actividades, que de acuerdo con las normas vigentes antes de la expedición del presente decreto, obtuvieron los permisos, concesiones, licencias y demás autorizaciónes de carácter ambiental que se requerían, continuaran sus actividades sujetos a los términos, condiciones y obligaciones señalados en los actos administrativos así expedidos. 3. Los proyectos, obras o actividades que en virtud de lo dispuesto en el presente decreto no sean de competencia de las autoridades que actualmente conocen de su evaluación o seguimiento, deberán ser rernitidos de manera inmediata a la autoridad ambiental competente para los efectos a que haya lugar. En todo caso esta remisión no podrá ser superior un (1) mes. Parágrafo 1°. En los casos antes citados, las autoridades ambientales continuarán realizando las actividades de control y seguimiento necesarias, con el objeto de determinar el cumplimiento de las normas ambientales. De igual forma, podrán realizar ajustes periódicos cuando a ello haya lugar, establecer mediante acto administrativo motivado las medidas de manejo ambiental que se consideren necesarias y/o suprimir las innecesarias. Parágrafo 2°. Los titulares de planes de manejo ambiental podrán solicitar la modificación de este instrumento ante la autoridad ambiental competente con el fin de incluir los permisos, autorizaciónes y/o concesiones para el uso, aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales renovables, que sean necesarios para el proyecto, obra o actividad. En este caso, los permisos, autorizaciónes y/o concesiones para el uso, aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales renovables serán incluidos dentro del plan de manejo ambiental y su vigencia iniciara a partir del vencimiento de los permisos que se encuentran vigentes. Parágrafo 3°. Las autoridades ambientales que tengan a su cargo proyectos de zoocría que impliquen el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio InterNacional de especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre -CITES deberán remitir en tiempo no superior a quince (15) días hábiles, contados a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, los expedientes contentivos de los mismos con destino a la ANLA quien los asumirá en el estado en que se encuentre. Artículo 53. Vigencia y derogatorias. El presente decreto rige a partir del 1° de enero de 2015 y deroga el Decreto 2820 de 2010.

PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE Dado en Bogotá D. C, a los 15 de octubre de 2014

JUAN MANUEL SANTOS CALDERON Presidente de la República

MINISTRO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE GABRIEL VALLEJO LÓPEZ

DESIGNACIÓN DE LAS PARTES

Es parte demandada la Nación- Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, representada legalmente por el Doctor Juan Manuel Santos Calderón y/o el doctor Gabriel Vallejo López, o quienes lo sean o hagan sus veces. Es parte demandante, Rodrigo Elías Negrete Montes, abogado en ejercicio, quien actúa en nombre propio.

28

I. PRETENSIONES _______________________________________________________________ Pretensión principal Que se declare la nulidad por inconstitucionalidad del Decreto 2041 de 15 de octubre de 2015 por violar de manera protuberante la Carta Política de 1991 al y desconocer el deber calificado de protección ambiental en cabeza del Estado, violación de los principios de legalidad, debido proceso, precaución y prevención y la reserva de ley en cabeza del Congreso de la República, así como por haber desconocido el derecho fundamental de las comunidades étnicas a la consulta previa y el derecho fundamental a la participación ciudadana. De igual manera, se solicita pronunciarse sobre la nulidad de las demás disposiciones constitucionales que puedan ser vulneradas por el Decreto 2041 de 2014 y sobre las normas que conforman unidad normativa, con fundamento en lo dispuesto por el Artículo 135 de la Ley 1437 de 2011. Primera Pretensión Subsidiaria De no proceder la anterior pretensión, que se declare la nulidad por ilegalidad del Decreto 2041 de 2014 por violar de manera protuberante las Leyes 99 de 1993, 1437 de 2011 -Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo- y 1450 de 2011 -Por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014-. Segúnda pretensión subsidiaria De no proceder las anteriores pretensiones, que se declare la nulidad de los siguientes artículos, numerales, literales y expresiones en cursiva y subrayadas: Artículo 8°. Competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- otorgará o negará de manera privativa la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades: 1. En el sector hidrocarburos: a) Las actividades de exploración sísmica que requieran la construcción de vías para el tránsito vehicular y las actividades de exploración sísmica en las áreas marinas del territorio Nacional cuando se realicen en profundidades inferiores a 200 metros; b) Los proyectos de perforación exploratoria por fuera de campos de producción de hidrocarburos existentes, de acuerdo con el área de interés que declare el peticionario; c) La explotación de hidrocarburos que incluye, la perforación de los pozos de cualquier tipo, la construcción de instalaciónes propias de la actividad, las obras complementarias incluidas el transporte interno de fluidos del campo por ductos,

29

el almacenamiento interno, vías internas y demás infraestructuras asociada y conexa; d) El transporte y conducción de hidrocarburos líquidos y gaseosos que se desarrollen por fuera de los campos de explotación que impliquen la construcción y montaje de infraestructura de líneas de conducción con diámetros iguales o superiores a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), incluyendo estaciones de bombeo y/o reducción de presión y la correspondiente infraestructura de almacenamiento y control de flujo; salvo aquellas actividades relacionadas con la distribución de gas natural de uso domiciliario, comercial o industrial; e) Los terminales de entrega y estaciones de transferencia de hidrocarburos, entendidos como la infraestructura de almacenamiento asociada al transporte de hidrocarburos y sus productos y derivados por ductos; f) La construcción y operación de refinerías y los desarrollos petroquímicos que formen parte de un complejo de refinación; (…) 16. La Introducción al país de parentales, especies, subespecies, razas, híbridos o variedades foráneas con fines de cultivo, levante, control biológico, reproducción y/o comercialización, para establecerse o implantarse en medios naturales o artificiales, que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida silvestre. Así como el establecimiento de zoocriaderos que implique el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre -CITES. Artículo 52 Régimen de transición. El régimen de transición se aplicará a los proyectos, obras o actividades que se encuentren en los siguientes casos: (…) Parágrafo 3°. Las autoridades ambientales que tengan a su cargo proyectos de zoocria que impliquen el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio InterNacional de especies Amenazadas de fauna y Flora Silvestre -CITES deberán remitir en tiempo no superior a quince (15) días hábiles, contados a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, los expedientes contentivos de los mismos con destino a la ANLA quien los asumirá en el estado en que se encuentre.

II. HECHOS

1. El 15 de octubre de 2015 el gobierno Nacional expidió el Decreto 2041 “Por

el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales”, publicado en el Diario Oficial No. 49305 de la misma fecha.

2. El decreto reglamenta el concepto y alcance de la licencia ambiental, los

proyectos, obras y actividades sujetas a licencia ambiental de competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- y de las corporaciones autónomas regionales -CAR-, el diagnóstico ambiental de alternativas, el estudio de impacto ambiental, el procedimiento para el otorgamiento y modificación de licencias ambientales, los planes de manejo

30

ambiental, lo relacionado con la participación de la ciudadanía, el régimen de transición, entre otras.

3. El análisis jurídico de la norma demandada permite establecer que ésta

desconoce derechos y principios previstos en la Constitución Política, como es el deber de protección del medio ambiente que corresponde al Estado debido a que el decreto expedido no cumple con ese cometido; el desconocimiento de convenios internacionales sobre derechos humanos, como es el Convenio 169 de la OIT aprobado mediante la Ley 21 de 1991 que hace parte del bloque de constitucionalidad, al que debía someterse dentro de la jerarquía normativa existente en nuestro Estado de Derecho, debido a que el decreto demandado no fue consultado con las comunidades étnicas pese a verse directamente afectadas por el otorgamiento de licencias ambientales en sus territorios, especialmente por el desarrollo de actividades mineras y petroleras y porque en virtud de este tipo de actividades se está presentando una sustracción de hecho de sus territorios que son inalienables, imprescriptibles e inembargables y vulnerando su facultad de autodeterminanación; el derecho fundamental de las comunidades locales a la participación ciudadana, al desconocer su facultad de intervenir en las decisiones que pueden afectarlas. De igual manera, se violan los principios de legalidad y el debido proceso al expedir una norma careciendo de competencia para el efecto y desconociendo el marco normativo que regula las actuaciones de la administración, así como la reserva de ley al modificar el procedimiento para otorgar licencias ambientales, siendo esta una atribución exclusiva del Congreso de la República. De igual forma, se evidencia en esta norma que se reducen las medidas de protección sobre los recursos naturales renovables desconociendo los principios de prevención y precaución y que se presentó extramimitación de funciones de parte del ejecutivo.

4. De igual forma, el Decreto 2041 de 2013 desconoce y modifica

disposiciones contenidas en las Leyes 99 de 1993, 1437 de 2011 -Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo- y 1450 de 2011 -Por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014-, siendo que el ejecutivo carece de competencia y de facultades para el efecto.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA PRETENSIÓN

Las disposiciones de orden constitucional que se consideran violadas por el Decreto 2041 de 2014 son las siguientes: BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, aprobado por Colombia mediante la Ley 21 de 1991, es un tratado internacional sobre derechos humanos por lo que hace parte del Bloque de Constitucionalidad según

31

se dispone en el artículo 93 de la Constitución Política y prima sobre las demás normas del ordenamiento interno, según lo manifestado en diversos fallos proferidos por la Corte Constitucional. En el Convenio 169 se establece el derecho fundamental a la Consulta Previa con los pueblos indígenas y tribales frente a medidas legislativas y administrativas o el desarrollo de proyectos que puedan afectarlos, lo que se encuentra en armonía con el parágrafo del Artículo 330 de la Constitución Política, según lo siguiente:

Artículo 6°. 1. Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán: a) Consultar a los pueblos interésados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente; (…) 2. Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas. (…) Artículo 7°. 1. Los pueblos interésados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo Nacional y regional susceptibles de afectarles directamente. (…)

Artículo 8°. 1. Al aplicar la legislación Nacional a los pueblos interésados deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario. (…)

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA

Artículo 1. Colombia es un Estado Social de Derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y en la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia Nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo (…).

32

Artículo 4. La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Artículo 6. Los servidores públicos son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones. Artículo 8. Es obligación del Estado y a las personas de proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación. Artículo 29. El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso. Artículo 58. El interés privado deberá ceder al interés público o social; la propiedad es una función social que implica obligaciones y, en consecuencia, le es inherente una función ecológica. (…). Artículo 63. Los bienes de uso público, los parques naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras de resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los demás bienes que determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Artículo 79. Derecho a gozar de un ambiente sano y la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo. Igualmente impone al Estado el deber de proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines. Artículo 80. Es deber del Estado planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Igualmente, le corresponde prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados. (…). Artículo 93. Los tratados y convenios internacionales, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción prevalecen en el orden interno y en tal sentido los derechos y deberes consagrados en la Carta, se interpretarán de conformidad con los tratados interNacionales sobre derechos humanos ratificados.

33

Artículo 150. Corresponde al Congreso hacer las leyes. En este artículo se consagra la reserva de ley. Artículo 189. Numeral 11. Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes. Artículo 209. La función administrativa está al servicio de los interéses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones. Las autoridades administrativas deben coordinar sus actuaciones para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado. La administración pública, en todos sus órdenes, tendrá un control interno que se ejercerá en los términos que señale la ley. Artículo 330. De acuerdo con la Constitución y la ley, los territorios indígenas estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos y costumbres de sus comunidades y que la explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas se hará sin desmedro de la integridad cultural, social y económica de las comunidades indígenas. En las decisiones que se adopten respecto de dicha explotación, el Gobierno propiciará la participación de los representantes de las respectivas comunidades.

Las disposiciones de orden legal que se consideran violadas por el Decreto 2041 de 2014 son las siguientes: LEY 99 DE 1993 - por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA, y se dictan otras disposiciones-.

Artículo 5º.- Funciones del Ministerio. Corresponde al Ministerio del Medio Ambiente3: (…) 23. Adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección de las especies de flora y fauna silvestres; tomar las previsiones que sean del caso para defender especies en extinción o en peligro de serlo; y expedir los certificados a que se refiere la Convención InterNacional de Comercio de Especies de Fauna y Flora Silvestre Amenazadas de Extinción (CITES); Artículo 31º.- Funciones. Las Corporaciones Autónomas Regionales ejercerán las siguientes funciones: (…) 9. Otorgar concesiones, permisos, autorizaciónes y licencias ambientales requeridas por la ley para el uso, aprovechamiento o movilización de los recursos naturales renovables o para el desarrollo de actividades que afecten o puedan afectar el medio ambiente. Otorgar permisos y concesiones para aprovechamientos forestales, concesiones para el uso de aguas superficiales y subterráneas y establecer vedas para la caza y pesca deportiva;

33 Hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en virtud de lo dispuesto en el Decreto ley 3570 de 2011.

34

11. Ejercer las funciones de evaluación, control y seguimiento ambiental de las actividades de exploración, explotación, beneficio, transporte, uso y depósito de los recursos naturales no renovables, incluida la actividad portuaria con exclusión de las competencias atribuidas al Ministerio del Medio Ambiente, así como de otras actividades, proyectos o factores que generen o puedan generar deterioro ambiental. Esta función comprende la expedición de la respectiva licencia ambiental. Las funciones a que se refiere este numeral serán ejercidas de acuerdo con el artículo 58 de esta Ley; 12. Ejercer las funciones de evaluación, control y seguimiento ambiental de los usos del agua, el suelo, el aire y los demás recursos naturales renovables, lo cual comprenderá el vertimiento, emisión o incorporación de sustancias o residuos líquidos, sólidos y gaseosos, a las aguas a cualquiera de sus formas, al aire o a los suelos, así como los vertimientos o emisiones que puedan causar daño o poner en peligro el normal desarrollo sostenible de los recursos naturales renovables o impedir u obstaculizar su empleo para otros usos. Estas funciones comprenden la expedición de las respectivas licencias ambientales, permisos, concesiones, autorizaciónes y salvoconductos;

Artículo 52.- Competencia del Ministerio del Medio Ambiente. El Ministerio del Medio Ambiente otorgará de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos:

1. Ejecución de obras y actividades de exploración, explotación, transporte, conducción y depósito de hidrocarburos y construcción de refinerías.

2. Ejecución de proyectos de gran minería.

3. Construcción de presas, represas o embalses con capacidad superior a doscientos millones de metros cúbicos, y construcción de centrales generadoras de energía eléctrica que excedan de l00.000 Kw de capacidad instalada, así como el tendido de las líneas de transmisión del sistema Nacional de interconexión eléctrica y proyectos de exploración y uso de fuentes de energía alternativa virtualmente contaminantes.

4. Construcción o ampliación de puertos marítimos de gran calado.

5. Construcción de aeropuertos internacionales.

6. Ejecución de obras públicas de las redes vial, fluvial y ferroviaria Nacionales.

7. Construcción de distritos de riego para más de 20.000 hectáreas.

8. Producción e importación de pesticidas, y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por virtud de tratados, convenios y protocolos internacionales.

9. Proyectos que afecten el Sistema de Parques Nacionales Naturales.

10. Proyectos que adelanten las Corporaciones Autónomas Regionales a que hace referencia el numeral 19o. del artículo 31 de la presente ley.

11. Transvase de una cuenca a otra de corrientes de agua que excedan de dos

(2) mt3/segúndo durante los períodos de mínimo caudal.

12. Introducción al país de parentales para la reproducción de especies foráneas de fauna y flora silvestre que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida salvaje.

13. Generación de energía nuclear.

35

Parágrafo 1.- La facultad de otorgar licencias ambientales para la construcción de puertos se hará sin perjuicio de la competencia legal de la Superintendencia General de Puertos de otorgar concesiones portuarias. No obstante la licencia ambiental es prerrequisito para el otorgamiento de concesiones portuarias.

Parágrafo 2.- El MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE otorgará una licencia ambiental global para la explotación de campos petroleros y de gas, sin perjuicio de la potestad de la autoridad ambiental para adicionar o establecer condiciones ambientales específicas requeridas en cada caso, dentro del campo de producción autorizado. Artículo 53º.- De la Facultad de las Corporaciones Autónomas Regionales para Otorgar Licencias Ambientales. El Gobierno Nacional por medio de reglamento establecerá los casos en que las Corporaciones Autónomas Regionales otorgarán Licencias Ambientales y aquellos en que se requiera Estudio de Impacto Ambiental y Diagnóstico Ambiental de Alternativas Artículo 58º.- Del Procedimiento para el Otorgamiento de Licencias Ambientales. Modificado por el artículo 224 de la Ley 1450 de 2011.

Artículo 224. Del procedimiento para otorgamiento de licencias ambientales. Modifíquese el artículo 58 de la Ley 99 de 1993, el cual quedará así: "Artículo 58. Del Procedimiento para Otorgamiento de Licencias Ambientales. El interésado en el otorgamiento de una licencia ambiental presentará ante la autoridad ambiental competente la solicitud acompañada del estudio de impacto ambiental correspondiente para su evaluación. La autoridad competente dispondrá de treinta (30) días hábiles para solicitar al interésado información adicional en caso de requerirse. Allegada la información requerida, la autoridad ambiental dispondrá de diez (10) días hábiles adicionales para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos técnicos o informaciónes pertinentes, que deberán serle remitidos en un plazo no mayor de treinta (30) días hábiles. El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, o quien haga sus veces, dispondrá hasta noventa (90) días hábiles para decidir sobre la licencia ambiental, contados a partir del acto administrativo de trámite que reconozca que ha sido reunida toda la información requerida, según el procedimiento previsto en este artículo. Parágrafo 1°. En caso de que el procedimiento se demore más de los noventa (90) días hábiles establecido en este artículo contados a partir del acto administrativo de trámite que reconozca que ha sido reunida toda la información requerida, se convocará a un comité quien en un plazo menor a diez (10) días hábiles establecerá un plan de acción obligatorio para que en un plazo menor a treinta (30) días hábiles la autoridad ambiental esté en posibilidad de decidir sobre la licencia ambiental. El Comité estará integrado por: a) El Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, o quien haga sus veces, o su delegado; b) El Director del Departamento Nacional de Planeación, o su delegado; c) El Ministro cabeza del sector al que corresponde el proyecto del caso, o su delegado. Parágrafo 2°. El comité podrá invitar a las Corporaciones Autónomas Regionales o de Desarrollo Sostenible, los Grandes Centros Urbanos o los

36

Establecimientos Públicos Ambientales de la respectiva jurisdicción a participar con voz y sin voto en el Comité.

Parágrafo 3°. Contra las decisiones del comité no procede ningún recurso administrativo. Parágrafo 4°. Para todos los efectos de este artículo se entiende que la cabeza del sector al que corresponda el proyecto del caso, o su delegado, desempeña función administrativa".

LEY 1437 DE 2011 -Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo-.

Artículo 95. Oportunidad. La revocación directa de los actos administrativos podrá cumplirse aun cuando se haya acudido ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, siempre que no se haya notificado auto admisorio de la demanda. Las solicitudes de revocación directa deberán ser resueltas por la autoridad competente dentro de los dos (2) meses siguientes a la presentación de la solicitud. Contra la decisión que resuelve la solicitud de revocación directa no procede recurso. (…).

LEY 1450 DE 2011 -Por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014-.

Artículo 224, mediante el cual se modifica el artículo 58 de la Ley 99 de 1993, antes citado.

III. CONCEPTO DE LA VIOLACIÓN

Consideraciones previas El deterioro ambiental no es un asunto especulativo, sino una realidad palpable. La supervivencia de la especie humana misma depende de las condiciones ambientales en las cuales se desenvuelve y el impacto de la actividad antropogénica derivada del modelo de desarrollo económico actual se ve reflejada en importantes cambios planetarios como, por ejemplo, el cambio climático. La preocupación de los Estados se ha visto reflejada en la suscripción de compromisos internacionales para reducir las cifras de deforestación, emisiones, promover la educación ambiental, y en general, modificar las tendencias del desarrollo para buscar una sostenibilidad ambiental que garantice la satifacción de las necesidades del presente sin sacrificar las de las generaciones futuras.

37

En tal virtud, los principios de desarrollo sostenible, prevención y precaución han sido incorporados a los difererentes ordenamientos jurídicos de los Estados a fin de que el Derecho funja como herramienta de simbólica, preventiva y correctiva que coadyuve en la adopción de medidas para modificar los patrones de comportamiento social contrarios a las finalidades de los principios adoptados en las Cumbres Mundiales sobre medio ambiente. Esta situación no ha sido ajena en el país. La Corte Constitucional se ha pronunciado en múltiples ocasiones sobre la preocupación por los excesos cometidos en nombre del desarrollo económico, en detrimento de la posibilidad humana de gozar de un ambiente sano, tal como se evidencia por la Corte Constitucional en la Sentencia C-595 de 2010:

4.5.4. Las preocupaciones medioambientales más apremiantes en la actualidad como el cambio climático, la destrucción de la capa de ozono y la pérdida de biodiversidad, son de alcance mundial y requieren una actuación nacional e internacional coordinada y decidida. Los problemas que aquejan a la naturaleza requieren una mejor gobernanza mundial.

Hoy la humanidad centra su atención en garantizar la sostenibilidad del medio ambiente por la deforestación, el cambio climático, los hábitats de las especies en peligro de extinción, la sobreexplotación de la pesca global, el suministro de agua potable y los servicios sanitarios, entre otros. El cambio climático se ha convertido en uno de los retos más importantes para el mundo.

Para la superación del peligro y daño actual que se cierne sobre el medio ambiente se requiere la implantación de nuevos objetivos que impliquen avanzar en regulaciones y políticas públicas serias y más estrictas que hagan posible la supervivencia de la humanidad. Ello debe partir del compromiso real y la participación de todos con la finalidad de avanzar hacia un mundo más seguro, estable y justo.

La creciente y desmesurada amenaza y afectación que se cierne sobre el medio ambiente impone una mayor consciencia, efectividad y drasticidad en la política defensora del medio ambiente. Los peligros y daños ambientales que se han generado lesionan gravemente al ecosistema y, por lo tanto, a todos los seres vivos. La cuestión ambiental plantea la imperiosa necesidad de normas (sic) los procesos económicos y tecnológicos. (…)

De ahí el reconocimiento internacional de que el medio ambiente es un patrimonio común de la humanidad porque su protección asegura la supervivencia de las generaciones presentes y futuras. La responsabilidad administrativa ambiental que se establece en las normas parcialmente demandas, surge como consecuencia de la degradación de bienes de naturaleza generalmente demanial (aguas, montes, espacios naturales) o de valores difusos (salud humana).

El “garantizar la sostenibilidad del medio ambiente” como objetivo de desarrollo del milenio (Meta 7ª) de la Organización de las Naciónes Unidas, representa las necesidades humanas y los derechos básicos de todos los individuos del planeta y el no alcanzarlo podría multiplicar el riesgo mundial de inestabilidad y degradación del medio ambiente.

La deforestación global, el cambio climático (emisiones globales de dióxido de carbono CO2. Sustancias que destruyen la capa de ozono), la pérdida de la biodiversidad que continúa implacablemente, la no protección adecuada de los hábitats de las especies en peligro, el crecimiento de especies en peligro de extinción, la sobreexplotación de la pesca global, constituyen claro ejemplo de ello

38

La sociedad post-industrial contemporánea que se caracteriza por la economía globalizada ha sido catalogada como una sociedad de riesgo “donde el espacio vital tradicional se reduce drásticamente y es reemplazado por un conglomerado cada vez más complejo de incertidumbres y de peligros para la salud y el entorno (dioxinas, amianto, vacas locas, ftalatos, etc.)”.

Así surgen como principios basales de la política internacional ambiental los de cautela y de acción preventiva, entre otros la superación de las dificultades para la puesta en marcha de tales principios como otros, evitaría a tiempo numerosos daños irreversibles al medio ambiente y con las consecuencias propias para la humanidad la aplicación de los principios que inspiran al derecho ambiental, resulta, entonces, imperiosos para la supervivencia de la humanidad.

En ese orden de ideas, es preciso que el Estado colombiano dentro del deber de conservar el patrimonio natural que le pertenece, velar por el derecho a un ambiente sano, conservar las áreas de especial importancia ecosistémica, garantizar la participación ciudadana en las decisiones que los afectan y planificar el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables, para garantizar su desarrollo sostenible, conservación, restauración o sustitución y prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados, debe adoptar políticas y regulaciones acordes con dicha situación, razón por la cual la licencia ambiental se convierte en un instrumento de primordial importancia dentro de ese contexto, especialmente porque conforme al artículo 49 de la Ley 99 de 1993, con dicho instrumento se autorizan los proyectos, obras o actividades que generan deterioro grave al ambiente. Así, la licencia ambiental es el instrumento mediante el cual el Estado considera que un determinado daño ambiental no es antijurídico, en tanto que es necesario por razones de utilidad pública e interés social, pero además porque existen reglas claras para prevenir, contener, mitigar, corregir, compensar y reparar debida y proporcionalmente los daños causados a fin de promover el desarrollo físico y económico de la Nación, no obstante la flexibilización del instrumento en los decretos reglamentarios expedidos por el gobierno nacional, como ocurre con el 2041 de 2014, subvierte el mandato contemplado en la Constituicón Política y privilegia intereses económicos personales sobre el interés general traducido en el derecho a un ambiente sano que hace aprte del deber de protección que le corresponde al Estado, como uno de sus fines esenciales. Por tal razón, es deber del Estado que este sea un instrumento riguroso a fin de evitar la destrucción del entorno natural y social y lograr el desarrollo sostenible, lo cual adquiere especial importancia en Colombia por tratarse del país con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado del planeta4 y contar con gran riqueza hídrica. En ese sentido, las actividades antrópicas se ciernen como una amenaza sobre las que el Estado tiene que definir unas reglas de juego claras y contundentes, y es allí donde la licencia ambiental adquiere su verdadera importancia como instrumento preventivo. 4 https://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/Colombia%20un%20Pais%20de%20Prosperidad%20y%20Democracia-ESP.pdf

39

En ese contexto, se debe señalar la licencia ambiental es la herramienta preventiva por antonomasia frente a los procesos de deterioro ambiental que ocasionan muchas actividades antrópicas. Según la Corte Constitucional en la Sentencia C-746 de 2012, la Licencia Ambiental se caracteriza por lo siguiente:

(i) es una autorización que otorga el Estado para la ejecución de obras o la realización de proyectos o actividades que puedan ocasionar un deterioro grave al ambiente o a los recursos naturales o introducir una alteración significativa al paisaje (Ley 99/93 art. 49); (ii) tiene como propósitos prevenir, mitigar, manejar, corregir y compensar los efectos ambientales que produzcan tales actividades; (iii) es de carácter obligatoria y previa, por lo que debe ser obtenida antes de la ejecución o realización de dichas obras, actividades o proyectos; (iv) opera como instrumento coordinador, planificador, preventivo, cautelar y de gestión, mediante el cual el Estado cumple diversos mandatos constitucionales, entre ellos proteger los recursos naturales y el medio ambiente, conservar áreas de especial importancia ecológica, prevenir y controlar el deterioro ambiental y realizar la función ecológica de la propiedad; (v) es el resultado de un proceso administrativo reglado y complejo que permite la participación ciudadana, la cual puede cualificarse con la aplicación del derecho a la consulta previa si en la zona de influencia de la obra, actividad o proyecto existen asentamientos indígenas o afrocolombianos; (vi) tiene simultáneamente un carácter técnico y otro participativo, en donde se evalúan varios aspectos relacionados con los estudios de impacto ambiental y, en ocasiones, con los diagnósticos ambientales de alternativas, en un escenario a su vez técnico científico y sensible a los interéses de las poblaciones afectadas (Ley 99/93 arts. 56 y ss); y, finalmente, (vii) se concreta en la expedición de un acto administrativo de carácter especial, el cual puede ser modificado unilateralmente por la administración e incluso revocado sin el consentimiento previo, expreso y escrito de su titular, cuando se advierta el incumplimiento de los términos que condicionan la autorización (Ley 99/93 art. 62). En estos casos funciona como garantía de interéses constitucionales protegidos por el principio de prevención y demás normas con carácter de orden público. (Subrayado fuera de texto)

De igual forma, previamente la Corte Constitucional en la Sentencia C-035 de 1999 Referencia: Expediente D-2127, Magistrado Ponente: Dr. Antonio Barrera Carbonell, sobre la licencia ambiental señaló:

2.2. La licencia ambiental consiste en la autorización que la autoridad ambiental concede para la ejecución de una obra o actividad que potencialmente puede afectar los recursos naturales renovables o el ambiente. La licencia habilita a su titular para obrar con libertad, dentro de ciertos límites, en la ejecución de la respectiva obra o actividad; pero el ámbito de las acciones u omisiones que aquél puede desarrollar aparece reglado por la autoridad ambiental, según las necesidades y conveniencias que ésta discrecional pero razonablemente aprecie, en relación con la prevención, mitigación, corrección, compensación y manejo de los efectos o impactos ambientales que la obra o actividad produzca o sea susceptible de producir. De este modo, la licencia ambiental tiene indudablemente un fin preventivo o precautorio en la medida en que busca eliminar o por lo menos prevenir, mitigar o reversar, en cuanto sea posible, con la ayuda de la ciencia y la técnica, los efectos nocivos de una actividad en los recursos naturales y el ambiente. 2.3. Como puede observarse, la licencia es el resultado del agotamiento o la decisión final de un procedimiento complejo que debe cumplir el interésado para obtener una

40

autorización para la realización de obras o actividades, con capacidad para incidir desfavorablemente en los recursos naturales renovables o en el ambiente. El referido procedimiento es participativo, en la medida en que la ley 99/93 (arts. 69, 70, 71, 72 y 74), acorde con los arts. 1, 2 y 79 de la Constitución, ha regulado los modos de participación ciudadana en los procedimientos administrativos ambientales, con el fin de que los ciudadanos puedan apreciar y ponderar anticipadamente las consecuencias de naturaleza ambiental que se puedan derivar de la obtención de una licencia ambiental. Como etapas de dicho procedimiento los artículos 49 y siguientes de la ley 99/93 han señalado: la presentación del diagnóstico ambiental de alternativas, la selección por la autoridad ambiental de la alternativa o la decisión de que no se requiere de dicho diagnóstico, la elaboración del estudio de impacto ambiental y la presentación de éste, junto con la petición de licencia, la evaluación de dicho estudio y la decisión de concesión de la licencia.

Resulta evidente entonces que el gobierno nacional, titular de la facultad reglamentaria, debe ejercer la misma con estricta sujeción a los mandatos constitucionales, legales y jurisprudenciales antes anotados para que la licencia ambiental efectivamente cumpla con la finalidad para la cual se creó y, en tal sentido, se encuentre conforme con los fines esenciales del Estado, los derechos y principios que prevé la Carta Superior y que, no obstante, como se demostrará, fueron desconocidos con la expedición del Decreto 2041 de 2014.

1. VIOLACIÓN A LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD, DEBIDO PROCESO Y RESERVA DE LEY POR DESBORDAMIENTO DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA POR PARTE DEL EJECUTIVO

La actividad de la administración está limitada por el principio de legalidad. Dicho principio le da plena eficacia y obligatoriedad a la actividad de la administración, por cuanto supone que todo Acto Administrativo se encuentra conforme al ordenamiento jurídico superior. La presunción de legalidad con que cuentan los actos administrativos, parte del supuesto de que en la expedición del acto la administración contaba con la competencia para el efecto y que se respetaron las normas superiores en las que se fundamenta la decisión. En ese sentido, esta presunción admite prueba en contrario, por cuanto se puede presentar -como en el presente caso-una violación a las normas superiores, incluyendo las de rango constitucional. En el caso del Decreto 2041 de 2014, es claro que el reglamento desborda dicha presunción, en la medida en que él mismo excede la facultad reglamentaria del numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política, según se explicará. Previo a entrar a revisar el análisis de la norma demandada, hay que resaltar su encabezado: “Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales”. Esto, sumado a lo establecido en los considerandos del decreto, permiten inferir que se trata de una reglamentación de la ley en virtud de lo establecido en el numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política, es decir, de un decreto reglamentario.

41

En relación con lo expuesto, se hace necesario referirse al principio de legalidad previsto en el artículo 29 de la Constitución Política, y para el efecto, se transcribirán algunos apartes de lo expuesto por la Corte Constitucional en la Sentencia C-710 de 20015, a saber:

En qué consiste el principio de legalidad 1. El principio constitucional de la legalidad tiene una doble condición de un lado es el principio rector del ejercicio del poder y del otro, es el principio rector del derecho sancionador. Como principio rector del ejercicio del poder se entiende que no existe facultad, función o acto que puedan desarrollar los servidores públicos que no esté prescrito, definido o establecido en forma expresa, clara y precisa en la ley. Este principio exige que todos los funcionarios del Estado actúen siempre sujetándose al ordenamiento jurídico que establece la Constitución y lo desarrollan las demás reglas jurídicas. La consagración constitucional del principio de legalidad se relaciona con dos aspectos básicos y fundamentales del Estado de derecho: con el principio de división de poderes en el que el legislador ostenta la condición de representante de la sociedad como foro político al que concurren las diferentes fuerzas sociales para el debate y definición de las leyes que han de regir a la comunidad. Y de otro lado, define la relación entre el individuo y el Estado al prescribir que el uso del poder de coerción será legítimo solamente si está previamente autorizado por la ley. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa. Su posición central en la configuración del Estado de derecho como principio rector del ejercicio del poder y como principio rector del uso de las facultades tanto para legislar –definir lo permitido y lo prohibido– como para establecer las sanciones y las condiciones de su imposición, hacen del principio de legalidad una institución jurídica compleja conforme a la variedad de asuntos que adquieren relevancia jurídica y a la multiplicidad de formas de control que genera la institucionalidad. (…)

Es indudable que corresponde al legislador determinar cuáles son las formas procedimentales que debe regir la tramitación de los respectivos procesos, ante las distintas jurisdicciones. La Corte reiteradamente ha reconocido cierta autonomía y libertad del legislador para regular las formas y formalidades del debido proceso, que sólo encuentran su límite en los mandatos constitucionales que consagran los derechos, deberes y garantías, en los que constituyen principios y valores esenciales del orden constitucional, y en el respeto por la racionalidad y razonabilidad de las normas en cuanto ellas se encaminen a alcanzar fines constitucionales legítimos. (Subrayado fuera de texto)

No obstante lo anterior, en contravía con lo dispuesto en el artículo 29 constitucional, el gobierno Nacional expidió el Decreto 2041 de 2014 sin tener competencia para el efecto, lo que se traduce en violación del artículo 6 de la Constitución Política por extralimitación de funciones por parte del ejecutivo. Las razones que justifican esta afirmación se enuncian a continuación:

5 http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2001/c-710-01.htm

42

1.1. Existencia de demanda de nulidad en contra del Decreto 2820 de 2010 derogado mediante el Decreto 2041 de 2014.

En el primero de los casos antes anunciados es preciso recordar que mediante el artículo 53 del Decreto 2041 de 2014, expresamente se derogó a su antecesor, el Decreto 2820 de 2010 a partir del 1 de enero de 2015. Señala dicha disposición:

Artículo 53. Vigencia y derogatorias. El presente decreto rige a partir del 1 de enero de 2015 y deroga el Decreto 2820 de 2010.

Frente a la vigencia de la norma acusada, debe señalarse que en el año 2010 la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca -CAR- 2010, interpuso demanda de nulidad en contra del Decreto 2820 de 2010 (Referencia: 1100103240002010046600. Expediente 2010-0466-00), demanda que fue admitida mediante proveído del 25 de febrero de 2011 por el Honorable Consejo de Estado y notificada la admisión de la misma a la parte actora y a la Nación - Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial- (Hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenbile), quien dio respuesta a la demanda presentada por la CAR, tal y como lo expresa el Consejo de Estado, mediante comunicación fechada el 21 de junio de 2013. (Se anexan como pruebas los dos documentos citados). Por lo anterior, es claro que el Decreto 2820 de 2010 derogado por el Decreto 2041 de 2014 fue demandado por la CAR, que dicha demanda fue admitida, notificado el auto admisorio de la demanda y respondida la misma por parte de la Nación -Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrllo Territorial-. En tal virtud, el gobierno nacional perdió la competencia para derogar o dejar sin efectos al Decreto 2820 de 2010. Esto en atención a que el artículo 95 de la Ley 1437 de 2011 -Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo-, dispone:

Artículo 95. Oportunidad. La revocación directa de los actos administrativos podrá cumplirse aun cuando se haya acudido ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, siempre que no se haya notificado auto admisorio de la demanda. Las solicitudes de revocación directa deberán ser resueltas por la autoridad competente dentro de los dos (2) meses siguientes a la presentación de la solicitud. Contra la decisión que resuelve la solicitud de revocación directa no procede recurso. (…). (Subrayado fuera de texto).

Si bien la norma transcrita hace referencia a la imposibilidad de efectuar la revocación de los actos administrativos sobre los cuales exista notificación del auto admisorio de la demanda, no es menos cierto que los efectos jurídicos de

43

la revocación y la derogatoria son los mismos, razón por la cual el gobierno nacional debía esperar el pronunciamiento sobre la legalidad de las normas demandadas a fin de evitar revivir normas con posibilidades de ser excluidas del ordenamiento jurídico por un juez de la República. Así, el Decreto 2820 de 2010 fue derogado a pesar de encontrarse demandado por la CAR y notificado el auto admisorio de la demanda, en virtud de lo previsto en el numeral 2 del artículo 237 de la Constitución Política y en el artículo 71 del hoy derogado Código Contencioso Administrativo -Decreto 01 de 1984-, reemplazado por el artículo 95 de la Ley 1437 de 2011. Dicho decreto reglamentario fue excluido del ordenamiento jurídico por una decisión administrativa que no aguardó a que la máxima autoridad en la jurisdicción contencioso administrativo resolviera la demanda interpuesta, justamente por una autoridad ambiental (la CAR), en una evidente violación del principio de legalidad y del debido proceso, al haber actuado sin competencia para dejar sin efecto la norma demandada sobre la que como se expresó, se había admitido y notificado el auto admisorio de la demanda. Por lo anterior, el actuar del Gobierno Nacional se constituye en extralimitación de funciones y una burla a la administración de justicia, por cuanto carecía de competencia para el efecto, al no aguardar a que se profiriera el fallo del que se está a la espera, luego de que el demandante acudiera a los medios de control de los actos administrativos que prevé la Constitución Política y la ley y procedió a dejar sin efectos la norma demandada, con lo que se presenta una sustracción de materia tanto a la entidad demandante, como al Consejo de Estado que ha surtido el procedimiento que preven las normas para resolver la demanda impetrada. Lo anterior, con el agravante de que el gobierno reproduce en el Decreto 2041 de 2014 la mayoría de los artículos del Decreto 2820 de 2010 que son objeto de la demanda de la CAR, lo cual también es una burla a la administracion de justicia, entre otras cosas porque de declararse la nulidad de dicha norma, los mismos no podría ser reproducidos.

1.2. Limitación de la facultad reglamentaria en materia de licencias ambientales por parte del artículo 53 de la Ley 99 de 1993.

Sobre el segundo aspecto de este aparte relacionado con la limitación de la facultad reglamentaria en materia de licencias ambientales por parte del artículo 53 de la Ley 99 de 1993, es preciso transcribir lo que al respecto dispone el artículo citado, a saber:

Artículo 53.- De la Facultad de las Corporaciones Autónomas Regionales para Otorgar Licencias Ambientales. El Gobierno Nacional por medio de reglamento establecerá los casos en que las Corporaciones Autónomas Regionales otorgarán licencias ambientales y aquéllos en que se requiera estudio de impacto ambiental y diagnóstico ambiental de alternativas.

44

Según se lee, la facultad que le establece el Congreso de la República de manera expresa al Gobierno Nacional para que expida un reglamento, consiste en que establezca los casos en que las Corporaciones Autónomas Regionales:

Otorguen licencias ambientales. Casos en que se requiera diagnóstico ambiental de alternativas. Casos en que se requiera estudio de impacto ambiental.

No obstante lo expreso y concreto de dicha facultad, mediante el Decreto 2041 de 2014, así como con todos los demás reglamentos en materia de licencias ambientales, el gobierno nacional ha efectuado una reglamentación que desborda las expresas facultades que en esta materia estableció el Congreso de la República. Ahora, si bien es cierto que en virtud de lo dispuesto por el numeral 11 del artículo 189 de la Consttución Política, el Presidente de la República cuenta con la potestad reglamentaria, es evidente que esta no es ilimitada y puede ser acotada por el Congreso de la República como ocurrió en el presente caso. De hecho no todas las leyes requieren de reglamentación. En ese orden de ideas, el Gobierno Nacional al expedir el Decreto 2041 de 2014 e incluir en el mismo aspectos que van más allá de lo que expresamente señaló el Congreso de la República en el artículo 53 de la Ley 99 de 1993, se extralimitó en sus funciones, desconoció los artículos 6 y 29 de la Constitución Política y, en tal sentido, el principio de legalidad, el debido proceso y la reserva de ley al adoptar determinaciones para las que no estaba facultado. Así mismo, se estima que la facultad que emana del artículo 53 de la ley ambiental se agotó al expedirse el Decreto 1753 de 1994 (primer decreto reglamentario en materia de licencias ambientales), por lo que los demás decretos (1728 de 2002, 1180 de 2003, 1220 de 2005, 500 de 2006, 2820 de 2010 y 2041 de 2014) fueron expedidos por fuera de las expresas facultades de que dotó el Congreso de la República al gobierno nacional. A lo anterior, se debe agregar que, por regla general, cada nuevo decreto que se expide sobre licencias ambientales excluye actividades que estaban sujetas a dicho instrumento y reduce términos, como ocurre con el Decreto 2041 de 2014, conocido como el de las “licencias express”, con lo que además se incumple a su vez con los fines esenciales del estado y el deber de protección ambiental que corresponde al Estado conforme se dispone en los artículos 2, 8, 79 y 80 de la Constitución Política. Este aspecto será retomado posteriormente. En ese contexto, es preciso señalar que el accionar del gobierno nacional desconoce el debido proceso previsto en el artículo 29 de la Constitución Política, por cuanto actuó sin contar con la facultad para el efecto y desconociendo las limitaciones constitucionales y legales que le impedían expedir el Decreto 2041 de 2014, como se vío previamente.

45

En ese sentido, es preciso señalar que la Corte Constitucional6 ha manifestado que:

El debido proceso es un derecho constitucional fundamental, instituido para proteger a las personas contra los abusos y desviaciones de las autoridades, originadas no sólo de las actuaciones procesales, sino en las decisiones que adopten y puedan afectar injustamente los derechos e interéses legítimos de aquellas. Corresponde a la noción de debido proceso, el que se cumple con arreglo a los procedimientos previamente diseñados para preservar las garantías que protegen los derechos de quienes están involucrados en la respectiva relación o situación jurídica, cuando quiera que la autoridad judicial o administrativa deba aplicar la ley en el juzgamiento de un hecho o una conducta concreta, lo cual conduzca a la creación, modificación o extinción de un derecho o la imposición de una obligación o sanción. En esencia, el derecho al debido proceso tiene la función de defender y preservar el valor de la justicia reconocida en el preámbulo de la Carta Fundamental, como una garantía de la convivencia social de los integrantes de la comunidad Nacional. Del contenido del artículo 29 de la Carta y de otras disposiciones conexas, se infiere que el derecho al debido proceso se desagrega en una serie de principios particularmente dirigidos a tutelar la intervención plena y eficaz del sujeto procesal y a protegerlo de la eventual conducta abusiva que pueda asumir la autoridad que conoce y resuelve sobre la situación jurídica sometida a su decisión. En tal virtud, y como garantía de respeto a dichos principios, el proceso se institucionaliza y normatiza, mediante estatutos escritos que contienen mandatos reguladores de la conducta de las autoridades administrativas o judiciales, encaminados a asegurar el ejercicio regular de sus competencias.(…) No obstante lo expresado, por voluntad de la referida norma, los principios que informan el derecho al "debido proceso" son aplicables a la esfera de las actuaciones y decisiones administrativas, adaptándolos a la naturaleza jurídica propia de éstas, lo cual se inspira en los postulados políticos que animan la democracia moderna, en cuanto buscan ampliar la comprensión de los derechos fundamentales y asegurar su respeto e inviolabilidad. (Subrayado fuera de texto)

1.3. Violación de la Reserva de Ley

Sobre la reserva de ley, se debe expresar que está necesariamente ligada al principio de legalidad, motivo por el que se hace una breve referencia doctrinal a dicho aspecto:

Cuando del principio de legalidad se habla surge un problema de especial importancia que ha sido materia de discusiones entre los autores y que paradójicamente, no ha merecido un estudio lo suficientemente explícito de la jurisdicción como para dar claridad al asunto. Se trata de la Reserva de la Ley. Esta figura fue creada por la doctrina y ha sido atribuida a Otto Mayer quien, influido por el dogma de la división de poderes, no concebía que fuera de la ley pudiera darse medida alguna que afectara la libertad o propiedad de los

6 Sentencia C-214/94 del 28 de abril de 1994. Magistrado Ponente Antonio Barrera Carbonell.

46

ciudadanos, ya que este es el único instrumento auténtico de expresión de la voluntad popular. (...) Pero lo cierto es que la terminología expande un contenido de mayor comprensión cuando en la doctrina se habla de reserva de la ley para indicar que determinadas materias, o ciertos desarrollos jurídicos, deben estar respaldados por la ley o simplemente que la ley es el único instrumento idóneo para regular su funcionamiento7.

De acuerdo con esta última parte, y teniendo en cuenta lo señalado por la Corte Constitucional en la Sentencia C-710 de 2001 antes citada, queda claro que el procedimiento para otorgar licencias ambientales es del resorte de una ley, tal y como se previó en la Ley 99 de 1993 y 1450 de 2011. Conforme a lo anterior, el Decreto 2041 de 2014 contraría la potestad reglamentaria de la Constitución Política que ha sido definida por la jurisprudencia del Consejo de Estado como "la posibilidad que se reconoce en cabeza del Gobierno Nacional para la expedición de disposiciones que gozan de un valor normativo y que se caracterizan por las notas de generalidad, obligatoriedad e impersonalidad"8. La actuación desbordada del gobierno se centra en que se superan los límites que han sido definidos para el ejercicio de la potestad reglamentaria, concebida en la Constitución. Dichos límites han sido desarrollados por la jurisprudencia contencioso administrativa como una potestad reglamentaria bajo una concepción eminentemente “finalística" es decir para la ejecución de las leyes (art. 189 -11 CN), lo cual busca “concretar el enunciado abstracto de la ley y encauzarla a su operatividad efectiva, lo que es propio y característico del accionar del ejecutivo- fungió de legislador.”9 Se puede señalar que normas como la mencionada deben complementar una norma superior o fungir como una norma de ejecución de la misma. En ese sentido, se ha señalado que la norma reglamentaria hace parte de “una relación de subordinación frente a la norma superior y su obligatoriedad está en un ámbito inferior al regirse por el principio de jerarquía normativa"10. También ha establecido la jurisprudencia del Consejo de Estado que "(…) los actos reglamentarios no son más que unas normas jurídicas secundarias, inferiores y complementarias de la Ley"11. Lo anterior, se ha complementado señalando que "La sumisión del acto administrativo reglamentario a la Ley es absoluta y por lo mismo, se trata de decisiones necesitadas de justificación, con posibilidades restringidas en el 7 Jaime Ossa Arbeláez. Derecho Administrativo Sancionador. Hacia una teoría general y una aproximación para su autonomía. Bogotá, Editorial Legis. Primera Edición. 2000. Págs 244 - 245. 8 CDE Sala De Lo Contencioso Administrativo -Sección Tercera. CP: Enrique Gil Botero. Abril 14 de 2010. Rad: 110010326000200800101 00 (36054). 9 CDE Sala De Lo Contencioso Administrativo -Sección Tercera. CP: Danilo Rojas Betancourth. Agosto 29 de 2012. Rad: 11001-03-26-000-2009-00116-00(37785) 10 CDE Sala De Lo Contencioso Administrativo -Sección Tercera. CP: Enrique Gil Botero. Abril 14 de 2010. Rad: 110010326000200800101 00 (36054). 11 CDE Sala de lo Contencioso Administrativo - Sección Primera. MP: Rafael Ostau Lafont Pianeta. Junio 11 de 2009. Rad: 1101032500020050034800)

47

campo de la regulación, lo cual implica que su ambito de acción sea restringido y que, por lo mismo, no tenga la fuerza suficiente para derogar, subrogar o modificar un precepto legal, ni mucho menos para limitar su alcance o sentido."12 (Subrayado fuera del texto) También se ha establecido que la limitación de la potestad implica que no es viable ese acto administrativo establezca una disposición nueva, por lo que “(…) no puede en manera alguna ampliar o restringir el alcance de la ley"13. Lo anterior ha resultado reafirmado en reiteradas ocasiones por parte del Consejo de Estado, al señalar que:

(...) el poder reglamentario como facultad propia de la administración de los servicios públicos está siempre subordinado a la Ley y por ella limitado. En otras palabras, el reglamento nunca puede ser sustitutivo de la ley aunque en algunos casos puede ser supletorio. Esta clara situación se deriva de la garantía constitucional de la separación de las ramas del poder público14 (...)

Como conclusión, se puede señalar que para el presente caso, en desarrollo del común accionar del poder ejecutivo, resultó arrogandose funciones propias del legislador por cuanto el decreto desarrolla asuntos que se encuentra fuera del marco establecido por las normas. Esto implica el desarrollo de una facultad de la que carece y en consecuencia el acto está viciado de nulidad. La jurisprudencia ha desarrollado una línea que sido clara en tal sentido, al indicar "(...) el Gobierno no puede sin caer en la tacha de ilegalidad, contrariar preceptos constitucionales o legales, ni ampliar, restringir o modificar la ley para cuya aplicación se dicta el reglamento (...)"15 Lo anterior ha sido reiterado al señalar que “(…) dichos actos administrativos deben contraerse a asegurar el cumplimiento de la ley y no pueden extenderse a más de su objeto (la cumplida ejecución de la ley), y por lo mismo deben respetar la letra y el espíritu de la ley. De lo contrario la atribución reglamentaria se extralimitaría, pues pasaría de ser desarrollo de la ley conducente a su debida ejecución a pretender modificar la ley que se reglamenta y de esta suerte se invadirían los predios exclusivos del legislador, al decretar normas que únicamente a este último competen”.16 Por último, resulta útil señalar que la labor de reglamentar que posee el ejecutivo se traduce en dictar las normas que se requieren para la aplicación de las leyes, lo que puede a su vez, contemplar la labor de establecer conceptos o dar claridad acerca de un procedimiento, pero esta actividad encuentra su límite en el contenido mismo de la ley de la cual se desprende la labor.

12 Ibídem 13 CDE. Octubre 18 de 1946. Anales del Consejo, Tomo LVI, números 357-361 Pág. 406. 14 CDE mayo 24 de 1973, sección cuarta de la sala contenciosa, CP: Miguel Lleras. Anales del CDE, tomo LXXXIV, números 437 y 438. Pág. 187 y ss. 15 CDE 12 de junio de 1974, Sección Cuarta. CP: Gustavo Salazar. Anales del CDE, TOmo LXXXVI, nums 439 y 440. Pag 91). 16 CDE Sala de lo contencioso Administrativo, Sección tercera. MP: Ruth Stella Correa. Octubre 27 de 2011. Rad: 110010326000200700040-00 (34144).

48

En ese sentido, al expedir el Decreto 2041 de 2014 el gobierno nacional desconoció el deber de protección que le compete por mandato de la Constitución Política y la reserva de ley, al regular aspectos que son del resorte del Congreso de la República, conforme se dispone en el artículo 150 de la Carta Política. Sobre este aspecto, se volverá en el Tercer Cargo donde se desarrolla en detalle lo concerniente al procedimiento para otorgar licencias ambientales y la violación al derecho fundamental a la participación ciudadana. Por lo anterior, es evidente que el Decreto 2041 de 2014 se expidió desconociendo el marco constitucional y legal que rige la facultad reglamentaria del gobierno nacional, los princios de legalidad, debido proceso y la reserva de ley y por ende debe ser declarado nulo.

2. VIOLACIÓN DEL DERECHO FUNDAMENTAL A LA CONSULTA PREVIA

A través de la consulta previa es posible que los pueblos indígenas y negros participen de manera directa en las decisiones legislativas y administrativas que puedan afectarlas y en el manejo de recursos naturales que pretendan realizarse dentro de sus territorios, para garantizar su integridad social, cultural y económica. Sobre este aspecto, el artículo 330 de la Constitución Política dispone que:

(…) los territorios indígenas estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos y costumbres de sus comunidades y ejercerán las siguientes funciones: 1. Velar por la aplicación de las normas legales sobre usos del suelo y poblamiento de sus territorios. 2. Diseñar las políticas y los planes y programas de desarrollo económico y social dentro de su territorio, en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo. (…) 5. Velar por la preservación de los recursos naturales. PARAGRAFO. La explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas se hará sin desmedro de la integridad cultural, social y económica de las comunidades indígenas. En las decisiones que se adopten respecto de dicha explotación, el Gobierno propiciará la participación de los representantes de las respectivas comunidades.

De igual forma, el Convenio 169 de la OIT aprobado en Colombia mediante la Ley 21 de 1991, que hace parte del bloque de constitucionalidad por tratarse de un tratado internacional sobre derechos humanos, dispone que los pueblos indígenas y tribales17 tienen el derecho a definir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o 17 A partir de la Sentencia T-955 de 2003, la Corte Constitucional reconoció que los afrodescendientes son oueblos tribales, de manera que les es aplicable el Convenio 169 de la OIT.

49

utilizan de alguna manera y tienen el derecho a controlar su propio desarrollo económico, social y cultural en la medida de lo posible, y se establece la necesidad de consultarlos frente a medidas legislativas y administrativas o el desarrollo de proyectos que puedan afectarlos, lo que se encuentra en armonía con el parágrafo del artículo 330 de la Constitución Política. La Corte Constitucional ha señalado que la consulta previa es un derecho fundamental de las comunidades étnicas, debido a que es un mecanismo básico para preservar su integridad étnica, social, económica y cultural, y para asegurar su supervivencia como grupos sociales. En ese sentido, se debe señalar que la Consulta Previa como mecanismo de protección de derechos fundamentales de pueblos originarios es una figura que ha evolucionado bajo la tutela de la Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT y la jurisprudencia de las Altas Cortes. En ese sentido, la Corte Constitucional ha señalado que:

(…) la explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas debe hacerse compatible con la protección que el Estado debe dispensar a la integridad social, cultural y económica de las comunidades indígenas, integridad que configura un derecho fundamental para la comunidad por estar ligada a su subsistencia como grupo humano y como cultura. Para asegurar dicha subsistencia se ha previsto, cuando se trate de realizar la explotación de recursos naturales en territorios indígenas, la participación de la comunidad en las decisiones que se adopten para autorizar dicha explotación”18

Esta postura ha resultado reiterada, en el siguiente sentido:

De este modo, el derecho fundamental de la comunidad a preservar la integridad se garantiza y efectiviza a través del ejercicio de otro derecho que también tiene el carácter de fundamental, como es el derecho de participación de la comunidad en la adopción de las referidas decisiones. La participación de las comunidades indígenas en las decisiones que pueden afectarlas en relación con la explotación de los recursos naturales ofrece como particularidad el hecho de que la referida participación, a través del mecanismo de la consulta, adquiere la connotación de derecho fundamental, pues se erige en un instrumento que es básico para preservar la integridad étnica, social, económica y cultural de las comunidades de indígenas y para asegurar, por ende, su subsistencia como grupo social19.

Esa evolución de la consulta previa se ha nutrido de varios conceptos, incluyendo la creación jurisprudencial de un procedimiento que determine y viabilice su aplicación. En ese sentido, su constante estudio ha profundizado sobre su margen de aplicación, tanto en sentido formal como material. Frente a lo primero, la Corte Constitucional ha reiterado que la consulta previa es un derecho sustantivo fundamental de participación20, que se garantiza y concreta a través de un procedimiento. En ese mismo sentido, se puede indicar que es una “garantía de orden procedimental encaminada a respetar los

18 SU-039 de 1997. MP: Antonio Barrera Carbonell 19 Ibídem 20 Sentencia C-030 de 2008 MP: Rodrigo Escobar Gil

50

derechos a la subsistencia y la integridad cultural de los grupos étnicos21. Dicho procedimiento o reglas de funcionamiento sobre la consulta previa se establecieron de manera general por la Sentencia C-030 de 200822. Frente a lo segundo, es decir, la ampliación de su margen de aplicación, cabe señalar que se concedió su operatividad frente a medidas legislativas y administrativas, incluso a las derivadas de materias distintas a las relacionadas con explotación de recursos naturales en territorios de los grupos étnicos. Sobre esto último, la Corte adoptó “una línea jurisprudencial en materia de exigibilidad de la consulta previa, respecto de medidas legislativas o administrativas anteriores a la sentencia C-030 de 2008”23. Además, determinó un nuevo precedente frente a su aplicación relacionado con que “este parámetro de control de constitucionalidad, se aplicará exclusivamente a aquellas leyes y medidas tramitadas con posterioridad a la citada sentencia”24. En ese sentido, al definirse las reglas sobre la aplicación de la consulta previa, también se definieron las consecuencias frente a la omisión de la misma en la expedición de una norma, al señalar que “(…) la consulta previa es un derecho constitucional de las comunidades diferenciadas, por lo que su omisión injustificada tiene como consecuencia la vulneración de ese derecho. Verificada la vulneración, se predican efectos sustanciales para la política correspondiente. Para el caso puntual de las medidas legislativas, la afectación del derecho contrae (i) la declaratoria de inconstitucionalidad, total o parcial, de la normatividad correspondiente, al oponerse al derecho de consulta previa; o, cuando ello resulte posible (ii) la exequibilidad condicionada del precepto, que privilegie una interpretación que salvaguarde las materias que inciden en la definición de identidad de las comunidades diferenciadas”25. Esta postura fue reiterada por la Corte al señalar que “En estos casos no es un procedimiento vacío, sin sentido ni repercusión sustancial el que se ha obviado. Su indebida realización o su absoluta omisión traerán consecuencias constitucionales y, sobre todo, iusfundamentales dentro del proceso de determinación de la política pública estatal o de la toma de decisión por parte de la administración, por cuanto se estaría dejando de lado la concreción de principios fundamentales en el actuar de un Estado fundado en la toma de decisiones mediante procedimientos democráticos que, por tanto, posibiliten una participación que garantice la inclusión de los distintos grupos culturales que integran la sociedad, honrando de esta forma el principio de diversidad cultural”26. Dando aplicación a lo anterior, la Corte Constitucional ha desarrollado una línea concreta de decisión, donde ha realizado el análisis de aplicación de la consulta previa en el análisis de constitucionalidad a diversas normas, entre las cuales se pueden señalar principalmente las siguientes:

21 Sentencia C-461 de 2008 MP. Manuel José Cepeda Espinosa 22 Sentencia C-253 de 2013. MP: Mauricio González Cuervo 23 Ibídem 24 Ibídem 25 Sentencia C-366 de 2011. MP: Luis Ernesto Vargas Silva 26 Sentencia C-063 de 2010. MP: Humberto Antonio Sierra Porto

51

- Sentencia C-461 de 2008 que analizó la constitucionalidad de la Ley 1151 de

2007, contentiva del Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010

- Sentencia C-175 de 2009, que declaró inexequible la Ley 1152 de 2007, “por la cual se dicta el Estatuto de Desarrollo Rural, se reforma el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, y se dictan otras disposiciones”

- Sentencia C-169 de 2001 la cual examinó el proyecto de ley estatutaria

025/99 Senado y 217/99 Cámara, “por la cual se reglamenta el artículo 176 de la Constitución Política de Colombia”, que se convertiría en la Ley 649 de 2001.

- Sentencia C-891 de 2002, en la que se examinó la constitucionalidad de

varios artículos del Código de Minas. - Sentencia C-620 de 2003 en la que se examinó la Ley 773 de 2002 “por la

cual se dictan normas relativas a la administración, fabricación, transformación, explotación y comercialización de las sales que se producen en las salinas marítimas ubicadas en el municipio de Manaure, Guajira y Salinas de Zipaquirá y se dictan otras disposiciones”.

- Sentencia C-207 de 2007, que estudió la constitucionalidad del Decreto 1278

de 2002, “Por el cual se expide el Estatuto de Profesionalización Docente”

En ese orden de ideas, las disposiciones contenidas en el Decreto 2041 de 2014 en materia de licencias ambientales afectan directamente a los pueblos indígenas y afrodescendientes debido a que en virtud de la aplicación de lo allí previsto, se habilita la posibilidad de que personas ajenas a la comunidad étnica, amparadas en una licencia ambiental, puedan desarrollar proyectos, obras y actividades en sus territorios, introduciendo cambios evidentes en su cultura, tradiciones y en los usos del suelo, y si bien cada solicitud de licencia ambiental debe ser objeto de consulta previa, no es menos cierto que la norma que ampara esta posibilidad, que abre las puertas para ese fin, es el decreto que nos ocupa, situación que indefectiblemente afecta de manera directa a las comunidades étnicas, con lo que se evidencia que el decreto en cuestión debió haber sido consultado con las mismas. En ese sentido, no debe perderse de vista que son estas comunidades quienes tienen la facultad de decisión sobre lo que quieren en sus territorios -autodeterminación-, conforme a la Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT y la ley. En virtud del Decreto 2041 de 2014, cualquier persona puede solicitar licencias ambientales en los territorios colectivos de estas comunidades, que conforme al artículo 63 de la Constitución Política obstentan el rótulo de inalienables, inembargables e imprescriptibles, no obstante, de hecho estas características especialísimas desaparecen cuando una persona ajena a la comunidad, realiza actividades que generan deterioro grave, amparadas en una licencia ambiental.

52

Los impactos que ocasionan los proyectos sujetos a licencia ambiental, afectan de manera grave el suelo, el paisaje, la biodiversidad, el aire y el agua del territorio colectivo, especialmente si se trata de actividades mineras y petroleras, a lo que se suma que los contratos de concesión minera y de exploración y desarrollo de hidrocarburos no son consultados con estas comunidades, a pesar de tratarse de medidas administrativas que las afectan directamente, y se justifica dicha decisión señalando que los proyectos son consultados cuando se tramita la licencia ambiental, lo cual no se ajusta la Constitución, la ley, ni la jurisprudencia. A lo anterior se suma que actividades como la exploración de minerales, que hoy día se puede extender hasta por once (11) años, conforme se dispone en el parágrafo del artículo 108 de la Ley del Plan Nacional de Desarrollo, 2010 -2014- (Ley 1450 de 2011) y las actividades de sísmica para exploración de hidrocarburos que no requieren de la apertura de vías vehículares, están excluidas de la obtención previa de licencia ambiental, no obstante los evidentes impactos que estas actividades ocasionan en el territorio, tal y como lo documentó la Contraloría General de la Nación en los cuatro tomos de la Serie Minería en Colombia, publicados entre los años 2013 y 2014. Es decir que el Decreto 2041 de 2014, que reglamenta la Ley 99 de 1993 en materia de licencias ambientales es una medida del gobierno nacional que incide directamente en el desarrollo de actividades que ocasionan deterioro grave en los territorios de las comunidades étnicas y en tal virtud debió haber sido consultado, especialmente, por cuanto cercena la posibilidad de que las comunidades étnicas ejerzan su facultad de definir sus propias prioridades en lo que atañe a sus procesos de desarrollo y adoptar determinaciones sobre los territorios que le han sido adjudicados. En ese orden de ideas, el Decreto 2041 de 2014 considera y trata a las tierras colectivas de las comunidades étnicas -y a las mismas comunidades- que cuentan con protección especial por parte de la Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT y la reiterada jurispruencia de las Altas Cortes, como a las otras zonas del territorio nacional y faculta a cualquier persona a solicitar y obtener licencias ambientales en dichos territorios, lo que no se compadece con las disposiciones constitucionales y legales y las decisiones adoptadas mediante fallos judiciales. El Decreto 2041 de 2014 permite de hecho una sustracción de estos territorios colectivos, inalienables, imprescriptibles e inembargables, al amparar la posibilidad de que que se realicen actividades que ocasionan deterioro grave, cambian el uso del suelo y afectan gravemente el medio ambiente y los recursos naturales y las tradiciones, culturas, prácticas tradicionales, identidad e integridad de las comunidades étnicas, si que siquiera éstas hayan tenido injerencia en la forma en que el gobierno nacional considera que se deben autorizar los impactos graves en estos territorios. En este aspecto, también se desconoce el artículo 63 de la Carta superior.

53

En ese contexto, es preciso recordar que la Corte Constitucional mediante la Sentencia T-129 de 201127 dispuso:

De esta forma, el Convenio 169 contempla el derecho de las comunidades indígenas y tribales de participar en la toma de decisiones que afecten sus territorios, prerrogativa que además contribuye a la protección del patrimonio material e inmaterial del país. (…) De las normas citadas se puede concluir que el Convenio 169 de la OIT es el instrumento a través del cual el Estado colombiano se comprometió con sus habitantes y la comunidad internacional como medio para garantizar los derechos de los pueblos indígenas y tribales de la Nación a la supervivencia, social, económica y cultural ante la disyuntiva que surge al adoptar medidas administrativas que pueden afectar sus territorios. Instrumento que hace parte del bloque de constitucionalidad. En virtud de lo expuesto, es pertinente concluir que la Constitución brinda a las comunidades étnicas una protección especial sobre las costumbres, la autonomía y el territorio, salvaguarda que no sólo se extiende y termina en la norma, sino que debe ser prestada de forma efectiva por las autoridades. Desconocer dichas garantías pondría en peligro la identidad de los pueblos étnicos y llevaría a destruir la independencia que las caracteriza, con notorio daño para la conservación y adecuado desarrollo de sus culturas y creencias. Así, si la propiedad colectiva sobre el territorio étnico es un derecho del pueblo respectivo, la regla correlativa es el respeto y defensa por parte de todos los organismos del Estado y por supuesto de los particulares”. (Subrayado fuera de texto).

De igual forma, la Corte Constitucional a través de la Sentencia C-366 de 2011 declaró inexequible la Ley 1382 de 2010, mediante la cual se modificó la Ley 685 de 2001 -Código de Minas- debido a la ausencia de consulta previa y entre otras cosas, señaló la Corte en el fallo citado:

13.3. Como se observa, la condición que debe cumplirse para que a una medida legislativa o administrativa le sea imponible el deber de adelantar la consulta previa, consiste en que la política correspondiente afecte directamente a las comunidades diferenciadas. Esta incidencia directa se verifica en tres escenarios: (i) cuando la medida tiene por objeto regular un tópico que, por expresa disposición constitucional, debe ser sometido a procesos de decisión que cuenten con la participación de las comunidades étnicas, como sucede con la explotación de recursos naturales; (ii) cuando a pesar que no se trate de esas materias, el asunto regulado por la medida está vinculado con elementos que conforman la identidad particular de las comunidades diferenciadas; y (iii) cuando a pesar de tratarse de una medida de carácter general, regula sistemáticamente materias que conforman la identidad de las comunidades tradicionales, por lo que puede generarse bien una posible afectación, un déficit

27 Referencia: expediente T-2451120. Acción de tutela ejercida por Oscar Carupia Domicó y otros, a nombre de los resguardos Chidima-Tolo y Pescadito pertenecientes a la etnia Embera-Katío contra los Ministerios de Transporte, Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Interior y de Justicia, de Minas y Energía, de Agricultura, de Defensa, el Consejo Asesor de Regalías adscrito al Departamento Nacional de Planeación, las alcaldías de Unguía y Acandí, la Corporación Autónoma Regional del Chocó (Codechocó), el Ejército Nacional, la Brigada XVII y la Agencia Logística de

las Fuerzas Militares. Magistrado Ponente: Jorge Iván Palacio Palacio. Bogotá D. C.

54

de protección de los derechos de las comunidades o una omisión legislativa relativa que las discrimine. Condiciones y etapas de la consulta previa 14.1. La consulta previa es un derecho fundamental de las comunidades indígenas y afrodescendientes, reconocido y protegido por el ordenamiento constitucional y, en consecuencia, exigible judicialmente. Este derecho está estrechamente relacionado con la salvaguarda de la identidad diferenciada de estas comunidades, presupuesto para el cumplimiento del mandato superior de reconocimiento y protección de la diversidad étnica y cultural de la Nación. La consulta previa, en tal sentido, es un instrumento jurídico imprescindible para evitar la afectación irreversible de las prácticas tradicionales de las comunidades diferenciadas, que constituyen sus modos particulares de sobrevivencia como comunidades diferenciadas. En armonía con estas consideraciones, el deber de consulta previa respecto de medidas legislativas, resulta jurídicamente exigible cuando las mismas afecten directamente a las comunidades indígenas y afrodescendientes. Ello sucede cuando la materia del proyecto está relacionada con aspectos que tienen una vinculación intrínseca con la definición de la identidad étnica de dichos grupos. Por ende, no existirá deber de consulta cuando la medida legislativa no pueda predicarse de forma particular a los pueblos indígenas y tribales y, a su vez, el asunto regulado no tenga relación con aspectos que, razonable y objetivamente, conformen la identidad de la comunidad diferenciada. Así, de acuerdo con el precedente constitucional estudiado en esta sentencia, para acreditar la exigencia de la consulta previa, debe determinarse si la materia de la medida legislativa tiene un vínculo necesario con la definición del ethos de las comunidades indígenas y afrodescendientes. En otras palabras, el deber gubernamental consiste en identificar si los proyectos de legislación que pondrá a consideración del Congreso contienen aspectos que inciden directamente en la definición de la identidad de las citadas indígenas y, por ende, su previa discusión se inscribe dentro del mandato de protección de la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana. Como se señaló en la sentencia C-030/08, uno de los parámetros para identificar las medidas legislativas susceptibles de consulta es su relación con las materias reguladas por el Convenio 169 de la OIT. Consecuencias del incumplimiento del procedimiento consulta previa 15. Por último, la Sala señala cómo la jurisprudencia ha definido las consecuencias de la pretermisión del procedimiento de consulta previa, en las condiciones antes previstas y cuando este resulta exigible. Se parte de considerar que la consulta previa es un derecho constitucional de las comunidades diferenciadas, por lo que su omisión injustificada tiene como consecuencia la vulneración de ese derecho. Verificada la vulneración, se predican efectos sustanciales para la política correspondiente. Para el caso puntual de las medidas legislativas, la afectación del derecho contrae (i) la declaratoria de inconstitucionalidad, total o parcial, de la normatividad correspondiente, al oponerse al derecho de consulta previa; o, cuando ello resulte posible (ii) la exequibilidad condicionada del precepto, que privilegie una interpretación que salvaguarde las materias que inciden en la definición de identidad de las comunidades diferenciadas. (...)

55

39. En ese orden de ideas, la Corte advierte que concurren en el presente proceso de inconstitucionalidad suficientes elementos de juicio para concluir que el procedimiento de consulta previa no fue llevado a cabo respecto de la Ley 1382/10.

De acuerdo con lo antes expuesto, es evidente que debió haberse surtido el proceso de consulta previamente a la expedición del Decreto 2041 de 2014, y el hecho de que para la expedición de los decretos de licencias ambientales previos a este, como el 1753 de 1994, 1728 de 2002, 1180 de 2003, 1220 de 2005, 500 de 2006 y 2820 de 2010, no se haya surtido el proceso de consulta previa, no significa que no se requiera dar cumplimiento al mismo, esa omisión reiterada no puede convertirse en una especie de patente de corso para seguir desconociendo el derecho fundamental a la consulta previa de estas comunidades y por ende debe dar lugar a declara la nulidad de la norma demanda. La omisión de este requisito al expedir las normas que antecedieron al decreto que se demanda mediante este escrito, no subsana la necesidad de respetar este derecho fundamental de las comunidades étnicas, debido a que las afecta directamente, según se desprende de las facultades que les fueron concedidas por la Constitución Política y el Convenio 169 de la OIT para regular su territorio según sus usos y costumbres, diseñar las políticas y los planes y programas de desarrollo económico y social, velar por la preservación de los recursos naturales, definir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera y tienen el derecho a controlar su propio desarrollo económico, social y cultural. La ausencia de participación de las comunidades étnicas en el proceso de expedición del decreto viola su derecho fundamental a la consulta previa, debido a que regula un asunto que afecta directamente su territorio e intereses, como es la autorización ambiental para el desarrollo de proyectos y actividades que se realizarán en su territorio colectivo. La licencia ambiental, adicional a aspectos estrictamente ambientales, evalúa lo relacionado con aspectos sociales, materia que permite establecer cuáles son las afectaciones reales que se cernirán sobre la comunidad. Así, de no existir participación de las comunidades étnicas, se corre el riesgo del que el procedimiento de licenciamiento en sí mismo considerado desconozca circunstancias relevantes sobre sus usos y costumbres. Por lo anterior, y teniendo en cuenta las violaciones presentadas, es claro que la norma demandada atenta contra el derecho fundamental de la consulta previa, por lo que resultaría adecuado decretar su nulidad.

3. VIOLACIÓN AL DEBER CALIFICADO DE PROTECCIÓN DEL AMBIENTE, PLANIFICACIÓN AMBIENTAL Y DERECHO FUNDAMENTAL A LA PARTICIPAICÓN CIUDADANA.

56

Como se ha visto, la licencia ambiental es la herramienta de prevención de daño antijurídico ambiental por excelencia, pese a lo cual los sucesivos decretos reglamentarios de la Ley 99 de 1993 han ido reduciendo su alcance y rigor a fin de promover el desarrollo masivo de proyectos que generan deterioro grave, inclusive, en contra de los compromisos internacionales tales como el Convención sobre Diversidad Biológica, el de desertificación y la Convención marco de Cambio Climático, por cuanto es evidente que los proyectos sujetos a licencia ambiental están ocasionando impactos irreversibles al ambiente y a las comunidades locales como ocurre en el centro del departamento del Cesar, la Guajira, Santa Marta y Ciénaga, el bajo cauca antioqueño, Casanare e incluso en la cuenca media del Río Tunjuelo en el Distrito Capital, entre otros sitios del territoro nacional. Lo anterior ha sido puesto de presente en varios estudios como el de “Minería en Colombia” publicado por la Contraloría General de la República y fallos de las Altas Cortes, como ocurrió con la Sentencia T-154 de 2013 de la Corte Constitucional en el caso de la mina Pribenow de la empresa Drummond en El Paso, Cesar, donde se tutelaron los derechos fundamentales del demandante y de su núcleo familiar, a la vida, la salud, la intimidad y el ambiente sano, a pesar de que el proyecto cuenta con licencia ambiental y que en el entendido de la autoridad ambiental la empresa estaba cumpliendo con la misma, lo que demuestra la ineficacia del instrumento y por ende la necesidad de que este sea más riguroso, no más flexible como se establece en el Decreto 2041 de 2014. Con lo que se desconocen además, los principios de precaución y prevención en cuya aplicación deben adoptarse medidas para la defensa del ambiente y las comunidades En diversos fallos, la Corte Constitucional ha sido enfática en señalar que el Estado tiene un deber calificado de protección de los recursos naturales que pertenecen a la Nación:

La Constitución de 1991 modificó profundamente la relación normativa de la sociedad colombiana con la naturaleza. Por ello esta Corporación ha señalado, en anteriores decisiones, que la protección del medio ambiente ocupa un lugar tan trascendental en el ordenamiento jurídico que la Carta contiene una verdadera "constitución ecológica", conformada por todas aquellas disposiciones que regulan la relación de la sociedad con la naturaleza y que buscan proteger el medio ambiente. Igualmente la Corte ha precisado que esta Constitución ecológica tiene dentro del ordenamiento colombiano una triple dimensión: de un lado, la protección al medio ambiente es un principio que irradia todo el orden jurídico puesto que es obligación del Estado proteger las riquezas naturales de la Nación. De otro lado, aparece como el derecho de todas las personas a gozar de un ambiente sano, derecho constitucional que es exigible por diversas vías judiciales. Y, finalmente, de la constitución ecológica derivan un conjunto de obligaciones impuestas a las autoridades y a los particulares. Es más, en varias oportunidades, la Corte ha insistido en que la importancia del medio ambiente en la Constitución es tal que implica para el Estado, en materia ecológica, "unos deberes calificados de protección28.

28 Sentencia C-126 de 1998.

57

En ese sentido, las obligaciones a cargo del Estado respecto del cuidado de los recursos naturales y la protección de derecho fundamental y colectivo a gozar de un ambiente sano impone la necesidad de establecer controles rigurosos para el desarrollo de proyectos que impliquen daño grave al ambiente, en aras de que el patrimonio público y la calidad de vida de los habitantes del territorio y sus generaciones futuras sea salvaguardado, dentro de los límites y principios constitucionale que definen el modelo del Estado de Derecho colombiano. Tanto el disfrute del patrimonio público y el goce de un ambiente sano son derechos colectivos que implican una relación especial con el disfrute del entorno, de su calidad de vida y el sentimiento de pertenencia a una Nación. Así, cuando los proyectos, obras o actividades generan daño grave en las riquezas naturales, es necesario que el Estado establezca un adecuado mecanismo de control y la correspondiente licencia. Por esto, el continuo deslicenciamiento ambiental de proyectos, obras y actividades no responde a criterios técnicos sino políticos. Directamente relacionado con la finalidad de la licencia ambiental y el deber de protección que le corresponde al Estado, debe señalarse que sobre el derecho a un ambiente sano, la Corte Constitucional en la Sentencia C-431 de 2000, Referencia: expediente D-2589, Magistrado Ponente: Dr. Vladimiro Naranjo Mesa, entre otras cosas señaló:

3. La conservación del medio ambiente como garantía constitucional La defensa del medio ambiente constituye un objetivo de principio dentro de la actual estructura de nuestro Estado Social de Derecho. En cuanto hace parte del entorno vital del hombre, indispensable para su supervivencia y la de las generaciones futuras, el medio ambiente se encuentra al amparo de lo que la jurisprudencia ha denominado "Constitución ecológica", conformada por el conjunto de disposiciones superiores que fijan los presupuestos a partir de los cuales deben regularse las relaciones de la comunidad con la naturaleza y que, en gran medida, propugnan por su conservación y protección

(…) En efecto, una lectura sistemática y armónica de las normas que orientan la concepción ecologista de la Constitución Política, particularmente de los artículos 2°, 8°, 49, 58, 67, 79, 80 y 95-8, permite entender el sentido que jurídicamente identifica este fenómeno. Así, mientras por una parte se reconoce el medio ambiente sano como un derecho del cual son titulares todas las personas -quienes a su vez están legitimadas para participan en las decisiones que puedan afectarlo y deben colaborar en su conservación-, por la otra se le impone al Estado los deberes correlativos de: 1) proteger su diversidad e integridad, 2) salvaguardar las riquezas naturales de la Nación, 3) conservar las áreas de especial importancia ecológica, 4) fomentar la educación ambiental, 5) planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales para así garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución, 6) prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, 7) imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados al ambiente y 8) cooperar con otras Naciónes en la protección de los ecosistemas situados en las zonas de frontera. (…) Cabe destacar que los derechos y las obligaciones ecológicas definidas por la Constitución Política giran, en gran medida, en torno al concepto de desarrollo sostenible, el cual, en palabras de esta Corporación, pretende "superar una

58

perspectiva puramente conservaciónista en la protección del medio ambiente, al intentar armonizar el derecho al desarrollo -indispensable para la satisfacción de las necesidades humanas- con las restricciones derivadas de la protección al medio ambiente."2 Así, es evidente que el desarrollo social y la protección del medio ambiente imponen un tratamiento unívoco e indisoluble que progresivamente permita mejorar las condiciones de vida de las personas y el bienestar social, pero sin afectar ni disminuir irracionalmente la diversidad biológica de los ecosistemas pues éstos, además de servir de base a la actividad productiva, contribuyen en forma decidida a la conservación de la especie humana. Sobre este particular la Corte tuvo oportunidad de señalar que: El crecimiento económico, fruto de la dinámica de la libertad económica, puede tener un alto costo ecológico y proyectarse en una desenfrenada e irreversible destrucción del medio ambiente, con las secuelas negativas que ello puede aparejar para la vida social. La tensión desarrollo económico -conservación y preservación del medio ambiente, que en otro sentido corresponde a la tensión bienestar económico - calidad de vida, ha sido decidida por el Constituyente en una síntesis equilibradora que subyace a la idea de desarrollo económico sostenible consagrada de diversas maneras en el texto constitucional (CP arts. 80, 268-7, 334, 339 y 340). (Sentencia T-251/93, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz). Por eso, conforme a las normas de la Carta que regulan la materia ecológica, a su vez inscritas en el marco del derecho a la vida cuya protección consagra el artículo 11 del mismo ordenamiento, esta Corte ha entendido que el medio ambiente es un derecho constitucional fundamental para el hombre y que el Estado, con la participación de la comunidad, es el llamado a velar por su conservación y debida protección, procurando que el desarrollo económico y social sea compatible con las políticas que buscan salvaguardar las riquezas naturales de la Nación. (…) Subrayado fuera de texto.

Por su parte, la misma Corte en la Sentencia T-055 de 2011. Magistrado Ponente: Jorge Ivan Palacio Palacio, expresó:

6. El derecho al medio ambiente como garantía constitucional. 6.1 La Constitución de 1991 se ha caracterizado por el reconocimiento o visibilización de muchos derechos, entre ellos, los fundamentales de las personas, los derechos económicos sociales y culturales y (también el derecho - deber a preservar y asegurar la protección de otros que nos atañen a todos, como son el medio ambiente sano, las riquezas naturales y el ecosistema) los derechos colectivos como el medio ambiente sano. 6.2 En efecto, la Carta Política ha sido catalogada como la Constitución verde o ecológica, en tanto plantea la imperiosa necesidad de la protección del medio ambiente por su directa relación y conexidad con derechos fundamentales como la vida (art. 11 superior), la salud (art. 48 superior), entre otros, imponiendo al Estado y a todos sus habitantes la responsabilidad por la adecuada protección. Ello es así, ya que un fin esencial del Estado es la promoción de la prosperidad y el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Esta responsabilidad encuentra su mejor camino para materializarse a través de la solución por el Estado de las necesidades insatisfechas de la población, procurando la adecuada prestación de los servicios públicos de salud, educación, saneamiento ambiental y agua potable (arts. 2. 49 y 366 de la Constitución). (…)

59

6.5 En el contexto de la legislación internacional, se ha dicho, que el derecho al medio ambiente sano está reconocido en el artículo 11 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”. En el referido artículo se establece que “Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios públicos básicos.” […] “2. Los Estados partes promoverán la protección, preservación y mejoramiento del medio ambiente.”(…) Queda demostrado de esta manera que la garantía de los derechos fundamentales a la vida, a la salud y a la integridad física encuentra otro camino para su efectiva protección a través del respeto del derecho al medio ambiente sano. En cuanto a esta relación de derechos, la Corte ha sostenido lo siguiente:

“El derecho al medio ambiente no se puede desligar del derecho a la vida y a la salud de las personas. De hecho, los factores perturbadores del medio ambiente causan daños irreparables en los seres humanos y si ello es así habrá que decirse que el medio ambiente es un derecho fundamental para la existencia de la humanidad. A esta conclusión se ha llegado cuando esta Corte ha evaluado la incidencia del medio ambiente en la vida de los hombres y por ello en sentencias anteriores de tutelas, se ha afirmado que el derecho al medio ambiente es un derecho fundamental.”

Puede, entonces, colegirse que a partir de los postulados contenidos en la Constitución de 1991 en torno al medio ambiente sano, surgen claras obligaciones en cabeza del Estado y de los particulares. El medio ambiente no sólo es un derecho sino también un bien jurídico constitucionalmente protegido, cuya preservación debe procurarse no sólo mediante acciones estatales, sino también mediante el concurso de todas las autoridades y el diseño de políticas públicas ajustadas a tal objetivo. (Subrayado fuera de texto).

Con respecto a la planificación y ordenamiento ambiental del territorio, la Corte Constitucional en la Sentencia T-740 de 2011, expresó:

Cabe señalar que existen unos deberes estatales encaminados a la protección de la diversidad e integridad del ambiente, la conservación de las áreas de especial importancia ecológica y el fomento de la educación para obtener esos fines. Ello implica una planificación del manejo y aprovechamiento de los recursos naturales de manera que se garantice su desarrollo sostenible, conservación y restauración, así como la prevención y control de los factores de deterioro ambiental. Para ello el Estado debe emprender acciones encaminadas a la preservación del medio ambiente, además de tener la competencia para imponer sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados. Finalmente, esta responsabilidad de protección a nivel interno encuentra una dimensión internacional a través de la suscripción de acuerdos de cooperación con otras naciones para la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas (arts. 8°, 79 y 80 superiores). 6.3 Forma parte de ese abanico de potestades y deberes estatales, la facultad de intervención que por mandato de la ley tiene el Estado en ciertas actividades como es la dirección general de la economía, regulando e interviniendo en la

60

explotación de los recursos naturales (art. 334 C.P.). Sobre el particular se ha pronunciado esta Corte en los siguientes términos:

“El medio ambiente desde el punto de vista constitucional, involucra aspectos relacionados con el manejo, uso, aprovechamiento y conservación de los recursos naturales, el equilibrio de los ecosistemas, la protección de la diversidad biológica y cultural, el desarrollo sostenible, y la calidad de vida del hombre entendido como parte integrante de ese mundo natural, temas, que entre otros, han sido reconocidos ampliamente por nuestra Constitución Política en muchas normas que establecen claros mecanismos para proteger este derecho y exhortan a las autoridades a diseñar estrategias para su garantía y su desarrollo. En efecto, la protección del medio ambiente ha adquirido en nuestra

Constitución un carácter de objetivo social, que al estar relacionado adicionalmente con la prestación eficiente de los servicios públicos, la salubridad y los recursos naturales como garantía de la supervivencia de las generaciones presentes y futuras, ha sido entendido como una prioridad dentro de los fines del Estado y como un reconocimiento al deber de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. (Artículo 366 C.P.)”. (Sentencia T-453 de 1.998)(Negrilla y subraya fuera del texto original).

6.4 Esa misma responsabilidad y obligación de protección ambiental le atañe a la comunidad y a todas las personas en general, quienes pueden tener una participación activa en la consecución de los objetivos en materia ambiental, en su conservación como en el adecuado goce en cuanto derecho de carácter colectivo cuya esencia resplandece como“derecho-deber” (C.P., arts. 70, 79 y 95).

Lo anterior pone de presente que la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables se garantiza con una planificación ambiental por parte del Estado que debe realizarse con participación ciudadana, lo que se constituye en un objetivo social por estar relacionado con la prestación eficiente de los servicios públicos, la salubridad y los recursos naturales como garantía de la supervivencia de las generaciones presentes y futuras, lo que debe ser una prioridad dentro de los fines del Estado y como un reconocimiento al deber de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Es claro entonces el deber de protección ambiental que le corresponde al Estado y en particular al gobierno nacional quien tiene a su cargo la facultad reglamentaria, la cual en todo caso no puede desconocer la Constitución Política, los tratados internacionales aprobados y ratificados por Colombia, la ley y la jurisprudencia de las Altas Cortes. En ese sentido, y como forma de mostrar como se ha desdibujado el deber de protección ambiental que le corresponde al Estado, es preciso señalar que en el artículo 8 del Decreto 1753 de 1994 -primera norma reglamentaria de la Ley 99 de 1993 en materia de licencias ambientales- se señalaba que los siguientes proyectos, obras y actividades requerían de dicho instrumento por parte de las corporaciones autónomas regionales, y hoy día dicho requisito fue excluido del ordenamiento ambiental a pesar del evidente y grave impacto ambiental y social

61

que ocasionan los mismos que no son adecuadamnete gestionados y manejados con permisos ambientales o con regulaciones de ordenamiento territorial:

Artículo 8.- Competencias de las Corporaciones Autónomas Regionales. Las Corporaciones Autónomas Regionales, son competentes en su respectiva jurisdicción para otorgar Licencia Ambiental en los siguientes casos: 1. Actividades de exploración, (…), beneficio, transporte, y depósito de los recursos naturales no renovables, realizadas en desarrollo de la mediana y pequeña minería. (…) 6. Estaciones de servicio de combustibles, depósitos de combustibles y plantas envasadoras y almacenadoras de gas. 11. Proyectos de aprovechamiento forestal único o persistente de carácter comercial. 12. Proyectos de reforestación y silvicultura comercial, en caso de no existir un plan de ordenamiento forestal. Si lo hubiere, se requerirá un permiso de la autoridad ambiental competente. 13. (…), floricultura intensiva y granjas pecuarias, acuícolas, piscícolas y avícolas. 14. Construcción de sistemas de acueducto en áreas urbanas para el abastecimiento de agua potable a más de 5000 usuarios. 15. Construcción y operación de sistemas de alcantarillado, interceptores marginales, sistemas y estaciones de bombeo y plantas de tratamiento y disposición final de aguas residuales de entidades territoriales bajo jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional respectiva29. 17. Diseño y establecimiento de complejos y distritos o ciudadelas industriales y zonas francas. 18. Diseño y establecimiento de complejos y proyectos turísticos recreacionales y deportivos. 19. El desarrollo de parcelaciones, loteos, condominios y conjuntos habitacionales en zonas donde no exista un plan de ordenamiento de uso del suelo aprobado por la Corporación Autónoma Regional correspondientes. 20. La construcción de obras y desarrollo de las siguientes actividades, cuando no exista un plan de ordenamiento de uso del suelo aprobado por las autoridades municipales o distritales y por la respectiva autoridad ambiental competente: a) Hospitales; b) Cementerios; c) Centros de acopio para almacenamiento y distribución de alimentos; d) Sistemas de transporte masivo; e) Construcción, ampliación, modificación, adecuación y operación de terminales para el transporte terrestre de pasajeros y carga. 21. Industria manufacturera de productos alimenticios; 22. Industria manufacturera de textiles, prendas de vestir y cuero. 23. Industria manufacturera de madera y muebles; 24. Industria manufacturera de papel, imprentas y editoriales. 25. Industria manufacturera de sustancias químicas, derivados del petróleo y del carbón, y el caucho. 26. Industria manufacturera de productos minerales no metálicos, excepto el petróleo y el carbón. 27. Industria manufacturera metálica básica. 28. Industria manufacturera de productos metálicos, maquinaria y equipos.

29 Conforme al artículo 9 del Decreto 2820 de 2010, es de competencia de las corporaciones autónomas regionales otorgar o negar la licencia ambiental para: 14. La construcción y operación de sistemas de tratamiento de aguas residuales que sirvan a poblaciones iguales o superiores a 200.000 habitantes.

62

29. Manipulación genética y producción de microorganismos con fines comerciales.

El Decreto 1753 de 1994 fue modificado por los Decretos 501 de 199530, 1481 de 199631, 2183 de 199632, 2233 de 199633, 788 de 199934, 1892 de 199935 y 2353 de 199936 y derogado por el Decreto 1728 de 200237. De manera posterior al decreto de 2002, se expidieron los Decretos 1180 de 2003, 1220 de 2005, 500 de 2006, 2820 de 2010 y actualmente el Decreto 2041 de 2014 objeto de esta demanda. Es decir que se han expedido 14 decretos que se relacionan con el régimen de licencias ambientales desde 1993 lo que además de desdibujar la esencia de la licencia ambiental, ha generado inseguridad jurídica permanente. En la actualidad el Decreto 2041 de 2014 mantiene la exclusión de la necesidad de obtener licencia ambiental para el desarrollo de las actividades antes citadas, en un evidente desconocimiento del deber de protección ambiental que le corresponde al Estado y que se encuentra previsto en los artículos 2, 8, 58, 79, 80, 333 y 334 de la Constitución Política. Surge entonces interrogantes como: ¿Acaso es que los impactos no son los mismos ahora que antes? ¿Es el gobierno nacional quien tiene la facultad de establecer qué es el daño ambiental a su acomodo según su proyecto político y económico de turno? ¿Los procesos de deterioro ambiental del planeta no ameritan medidas más estrictas en términos de conservación ambiental, especialmente atendiendo la incidencia del cambio climático? ¿Por qué no son aplicados los principios de precaución y prevención en lugar del “ensayo - error”, como ocurre con la autorización de realizar explotación de combustibles no convencionales (como es el caso del fraking o tecnología star) solo modificando las licencias ambientales existentes para campos convencionales como se prevé en el artículo 29 de la norma demandada? Si para la protección al patrimonio público el mismo Estado adopta medidas para asegurar la destinación a la que han sido afectados en atención a la prevalencia del interés general, no tiene sentido que éstas se relativicen conforme los intereses del gobierno de turno, pasando por alto la necesidad de adoptar medidas administrativas efectivas para la defensa de las riquezas naturales, que

30 Por el cual se reglamenta la inscripción en el registro minero de los títulos para la exploración y explotación de minerales de propiedad nacional. 31 "Por el cual se modifica parcialmente el Decreto 501 del 24 de marzo de 1995, en lo que respecta a la obtención previa de la licencia ambiental para la inscripción de los aportes en el registro minero nacional" 32 Por el cual se modifica parcialmente el Decreto Reglamentario 1753 de 1994 sobre licencias ambientales. (Diseño y establecimientos de complejos y proyectos turísticos, recreacionales y deportivos con excepción de los parques públicos para recreación pasiva y los jardines botánicos). 33 Por el cual se establece el régimen de las Zonas Francas Industriales de Bienes y de Servicios. (Desarrollo de zonas francas se debía obtener la licencia ambiental) 34 Por el cual se modifica parcialmente el artículo 23 del Decreto Reglamentario 1753 de 1994. (Desarrollo de la actividad sísmica y perforación Exploratoria por fuera de campos de hidrocarburos). 35 Por el cual se determinan proyectos u obras que requieren de licencia ambiental (Desarrollo de loteo, parcelación, división, subdivisión de predios, construcción de condominios o conjuntos habitacionales, oficinas y centros comerciales, en áreas urbanas). 36 Por el cual se modifica parcialmente el Decreto 1753 de 1994 (Desarrollo de actividades sujetas a licencia ambiental por parte de las entidades territoriales). 37 "Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre la Licencia Ambiental"

63

son patrimonio del Estado, cuando existe un alto riesgo de degradación de las mismas. Es importante recordar que según la Sentencia C-328 de 1995 “La razón de ser de las licencias ambientales es la protección de los derechos individuales y colectivos. Corresponde a las autoridades públicas velar por estos derechos, en particular cuando el riesgo de su vulneración aumenta debido al desarrollo de actividades riesgosas”. Así mismo, manifiesta que:

La protección del ambiente sano y de los recursos naturales es un deber del Estado y de los particulares. En virtud de expreso mandato constitucional y de compromisos internacionales contraidos por Colombia (Convención sobre Diversidad Biológica, artículo 14), al Estado corresponde cumplir una serie de deberes específicos en materia ambiental, que ninguna ley, por importante que parezca, puede desconocer. El deber de prevención y control del deterioro ambiental se ejerce, entre otras formas, a través del otorgamiento, denegación o cancelación de licencias ambientales por parte del Estado. Solamente el permiso previo de las autoridades competentes, hace jurídicamente viable la ejecución de obras o actividades que puedan tener efectos potenciales sobre el ecosistema. No se compadece con el deber de protección ambiental que, por el deficiente funcionamiento de la administración, el mismo Estado, por vía de la ley, pueda obviar o prescindir del cumplimiento de expresos mandatos constitucionales y de compromisos internacionales.

La licencia ambiental previa que le corresponde otorgar a las autoridades ambientales es la que permite la ejecución legal de las obras, proyectos y actividades que generan daño al ambiente, por esa razón no puede ser una autorización cualquiera, debe estar revestida de todos los mecanismos dirigidos a prevenir, mitigar, corregir y compensar el deterioro grave que se ocasionan con su ejecución, de manera que el Estado en cumplimiento del deber constitucional de proteger las riquezas naturales de la Nación, garantizar el derecho a un ambiente sano y planificar el uso de los recursos naturales renovables (Arts. 8, 79 y 80 de la Constitució Política) debe adoptar las medidas preventivas y precautorias que le permitan tener el control del deterioro permitido para el desarrollo del país. No obstante lo anterior, en el afán de facilitar el desarrollo de proyectos que impactan negativamente el ambiente y a las comunidades, de manera que con el Decreto 2041 de 2014 se subvierten esos deberes constitucionales al flexibilizar de manera tal los procesos de licenciamiento ambiental, que se pierde el rigor y control que debe mantener el Estado para garantizar sus fines esenciales y los derechos fundamentales de los colombianos. Ahora bien, no se compadece con los deberes a cargo del Estado, que cada uno de los gobiernos de turno modifique conforme a sus intereses políticos los procedimientos y contenidos ya establecidos en la ley, esto resulta contrario al principio democrático y la forma en la que la Constitución Política concibió la estructura del Estado.Como se señaló previamente, a la fecha se han expedido

64

14 decretos que se relacionan con el régimen de licencias ambientales extralimitando la potestad reglamentaria en cabeza del Presidente de la República y los expresos términos previstos por el legislador en el artículo 53 de la Ley 99 de 1993. La violación constitucional se evidencia en la reducción de los términos legales y modificación del procedimiento establecido en la Ley 99 de 1993 para los proyectos y actividades de competencia del nivel nacional -ANLA-, debilita la capacidad institucional para responder a la creciente demanda de proyectos sin el rigor y las visitas técnicas que se hacen necesarias para evaluar adecuadamente los impactos en el entorno, desconociendo los fines esenciales del Estado, el deber de protección ambiental, el derecho a un ambiente sano y el deber de planificación en cabeza del Estado. Los cambios introducidos por el gobierno nacional al procedimiento previsto en la ley, se eviencia en la siguiente tabla: LEY 99 DE 1993

TÉRMINO LEY 99 DE 1993 MODIFICADO POR ARTÍCULO 224 DE LA LEY 1450 DE 2011.

TÉRMINO DECRETO 2041 DE 2014

Artículo 58º.- Del Procedimiento para el Otorgamiento de Licencias Ambientales, modificado por el artículo 224 de la Ley 1450 de 2011.

El interesado en el otorgamiento de una licencia ambiental presentará ante la autoridad ambiental competente la solicitud acompañada del estudio de impacto ambiental correspondiente para su evaluación. La autoridad competente dispondrá de treinta (30) días hábiles para solicitar al interesado información adicional en caso de requerirse. Allegada la información requerida, la autoridad ambiental dispondrá de diez (10) días hábiles adicionales para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos técnicos o informaciones pertinentes, que deberán serle remitidos en un plazo no mayor de treinta (30) días hábiles. El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, o

Artículo 25. De la evaluación del estudio de impacto ambiental. Una

vez realizada la solicitud de licencia ambiental se surtirá el siguiente trámite: 1. A partir de la fecha de radicación de la solicitud con el lleno de los requisitos exigidos, la autoridad ambiental competente de manera inmediata procederá a expedir el acto administrativo de inicio de trámite de licencia ambiental que será comunicado en los términos de la Ley 1437 de 2011 y se publicará en el boletín de la autoridad ambiental competente en los términos del artículo 70 de la Ley 99 de 1993. 2. Expedido el acto administrativo de inicio trámite, la autoridad ambiental competente evaluará que el estudio ambiental presentado se ajuste a los requisitos mínimos contenidos en el Manual de Evaluación de Estudios Ambientales y realizará visita al proyecto, cuando la naturaleza del mismo lo requiera, dentro de los veinte (20) días hábiles después del acto administrativo de inicio. Cuando no se estime pertinente la visita o habiendo vencido el anterior lapso, la autoridad ambiental competente dispondrá de diez (10) días hábiles para realizar una reunión con el fin de

65

quien haga sus veces, dispondrá hasta noventa (90) días hábiles para decidir sobre la licencia ambiental, contados a partir del acto administrativo de trámite que reconozca que ha sido reunida toda la información requerida, según el procedimiento previsto en este artículo. Parágrafo 1°. En caso de que el procedimiento se demore más de los noventa (90) días hábiles establecido en este artículo contados a partir del acto administrativo de trámite que reconozca que ha sido reunida toda la información requerida, se convocará a un comité quien en un plazo menor a diez (10) días hábiles establecerá un plan de acción obligatorio para que en un plazo menor a treinta (30) días hábiles la autoridad ambiental esté en posibilidad de decidir sobre la licencia ambiental. El Comité estará integrado por: a) El Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, o quien haga sus veces, o su delegado; b) El Director del Departamento Nacional de Planeación, o su delegado; c) El Ministro cabeza del sector al que corresponde el proyecto del caso, o su delegado.

Parágrafo 2°. El comité podrá invitar a las Corporaciones Autónomas Regionales o

solicitar por una única vez la información adicional que se considere pertinente. Dicha reunión será convocada por la autoridad ambiental competente mediante oficio, a la cual deberá asistir por lo menos el solicitante, o representante legal en caso de ser persona jurídica o su apoderado debidamente constituido, y por parte de la autoridad ambiental competente deberá asistir el funcionario delegado para tal efecto. Así mismo en los casos de competencia de la ANLA, esta podrá convocar a dicha reunión a la(s) Corporación (es) Autónoma (s) Regional (es), de Desarrollo Sostenible o los Grandes Centros Urbanos que se encuentren en el área de jurisdicción del proyecto, para que se pronuncien sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Este será el único escenario para que la autoridad ambiental competente requiera por una sola vez información adicional que considere necesaria para decidir, la cual quedará plasmada en acta. Toda decisión que se adopte en esta reunión se notificará verbalmente, debiendo dejar precisa constancia a través de acta de las decisiones adoptadas y de las circunstancias en que dichas decisiones quedaron notificadas. Así mismo, contra las decisiones adoptadas en esta reunión por la autoridad ambiental, procederá el pertinente recurso de reposición, el cual deberá resolverse de plano en la misma reunión, dejando constancia en el acta. La inasistencia a esta reunión por parte del solicitante no impeqirá la realización de la misma, salvo cuando por justa causa el peticionario lo solicite. En los casos de competencia de la ANLA la inasistencia a esta reunión por parte de la Corporación Autónoma Regional, de Desarrollo Sostenible o Grandes Centros Urbanos convocados no impedirá la realización de la misma. El peticionario contará con un término de un (1) mes para allegar la información requerida; este término podrá ser prorrogado por la autoridad ambiental competente de manera

66

de Desarrollo Sostenible, los Grandes Centros Urbanos o los Establecimientos Públicos Ambientales de la respectiva jurisdicción a participar con voz y sin voto en el Comité.

Parágrafo 3°. Contra las decisiones del comité no procede ningún recurso administrativo.

Parágrafo 4°. Para todos los efectos de este artículo se entiende que la cabeza del sector al que corresponda el proyecto del caso, o su delegado, desempeña función administrativa.

excepcional, hasta antes del vencimiento del plazo y por un término igual, previa solicitud del interesado de conformidad con lo dispuesto en el artícul017 de la Ley 1437 de 2011 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue. En todo caso, la información adicional que allegue el solicitante deberá ser exclusivamente la solicitada en el requerimiento efectuado por la autoridad ambiental y, sólo podrá ser aportada por una única vez. En el evento en que el solicitante allegue información diferente a la consignada en el requerimiento o la misma sea sujeta a complementos de manera posterior a la inicialmente entregada, la autoridad ambiental competente no considerará dicha información dentro del proceso de evaluación de la solicitud de licencia ambiental. 3. En el evento que el solicitante no allegue la información en los términos establecidos en el numeral anterior, la autoridad ambiental ordenará el archivo de la solicitud de licencia ambiental y la devolución de la totalidad de la documentación aportada, mediante acto administrativo motivado que se notificará en los términos de la ley. 4. Allegada la información por parte del solicitante, la autoridad ambiental competente dispondrá de diez (10) días hábiles para solicitar a otras entidades o autoridades los conceptos técnicos o informaciones pertinentes que deberán ser remitidos en un plazo no mayor de veinte (20) días hábiles. Durante el trámite' de solicitud de conceptos a otras autoridades, la autoridad ambiental competente deberá continuar con la evaluación de la solicitud. 5. Vencido el término anterior la autoridad ambiental contará con un término máximo de treinta (30) días hábiles, para expedir el acto administrativo que declare reunida toda la información requerida así como para expedir la resolución que otorga o niega la licencia ambiental. Tal decisión deberá ser notificada de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1437 de 2011

67

y publicada en el boletín de la autoridad ambiental en los términos del artículo 71 de la Ley 99 de 1993. 6. Contra la resolución por la cual se otorga o se niega la licencia ambiental proceden los recursos consagrados en la Ley 1437 de 2011. Parágrafo 1º. Al efectuar el cobro del servicio de evaluación, las autoridades ambientales tendrán en cuenta el sistema y método de cálculo establecido en el artículo 96 de la Ley 633 de 2000 y sus normas reglamentarias. Parágrafo 2°. Cuando se trate de proyectos, obras o actividades de competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (AN LA), la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en' el área del proyecto en donde se pretenda hacer uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables tendrán un término máximo de quince (15) días hábiles, contados a partir de la radicación del estudio de impacto ambiental por parte del solicitante, para emitir el respectivo concepto sobre los mismos y enviarlo a la ANLA. Así mismo, y en el evento en que la ANLA requiera información adicional relacionada con el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables, la autoridad o autoridades ambientales con jurisdicción en el área del proyecto deberán emitir el correspondiente concepto técnico sobre los mismos en un término máximo de quince (15) días hábiles contados a partir de la radicación de la información adicional por parte del solicitante. Cuando las autoridades ambientales de las que trata el- presente parágrafo no se hayan pronunciado una vez vencido el término antes indicado, la ANLA procederá a pronunciarse en la licencia ambiental sobre el uso y/o aprovechamiento de los recursos naturales renovables. Parágrafo 3°. En el evento en que durante el trámite de licenciamiento ambiental se solicite o sea necesaria la celebración de una audiencia pública ambiental de conformidad con lo

68

establecido en el artículo 72 de la Ley 99 de 1993 y el Decreto 330 de 2007 o la norma que lo modifique, sustituya o derogue, se suspenderán los términos que tiene la autoridad para decidir. Esta suspensión se contará a partir de la fecha de fijación del edicto a través del cual se convoca la audiencia pública, hasta la expedición del acta de dicha audiencia por parte de la autoridad ambiental. Parágrafo 4°. Cuando el estudio de impacto ambiental (EIA) no cumpla con los requisitos mínimos del Manual de Evaluación de Estudios Ambientales, la autoridad ambiental mediante acto administrativo dará por terminado el trámite y el solicitante podrá presentar una nueva solicitud. Parágrafo 5°. Cuando el proyecto, obra o actividad requiera la sustracción de un área de reserva forestal o el levantamiento de una veda, la autoridad ambiental no podrá dar aplicación al numeral 5° del presente artículo hasta tanto el solicitante allegue copia de los actos administrativos, a través de los cuales se concede la sustracción o el levantamiento de la veda. Parágrafo 6°. Para proyectos hidroeléctricos, la autoridad ambiental competente deberá en el plazo establecido para la solicitud de conceptos a otras entidades, requerir un concepto a la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) relativo al potencial energético del proyecto. Parágrafo 7°. En el evento en que para la fecha de la citación de la reunión de qué trata el numeral 2° del presente artículo se hayan reconocido terceros intervinientes de conformidad con lo dispuesto en el artículo 70 de la Ley 99 de 1994 la autoridad ambiental deberá comunicar el acta contemplada en dicho numeral.

Como se puede apreciar, mediante el Decreto 2041 de 2014 se modificó el procedimiento para otorgar licencias ambientales previsto en el artículo 58 de la Ley 99 de 1993, modificado por el artículo 58 de la Ley 1450 de 2011, siendo este un asunto exclusivo del legislador -como se evidención en el primer cargo- y se flexibilizó el rigor que debe tener el proceso de evaluación de las licencias ambientales y, por ende, el deber de protección ambiental a cargo del Estado.

69

El procedimiento previsto en el Decreto 2041 de 2014 hace parte del núcleo esencial de la norma demandada, debido a que en virtud de su aplicación -donde se inluye la evauación correspondiente del Estudio de Impacto Ambienteal- es que las autoridades ambientales determinan si se autorizan o no los proyectos que generan deterioro grave al ambiente, de manera tal que modificar lo que prevé la ley y disminuir los términos fijados por el legislador pone en riesgo derechos, principos y bienes jurídicos tutelados por la Constitución Política como el deber de protección ambiental a cargo del Estado, los fines esenciales del Estado, el derecho a un ambiente sano, la participación ciudadana, los principios que rigen la función administrativa contemplados en los artículos 1, 2, 79, 80, 209 de la Carta superior. Los cambios introducidos en el procedimiento previsto en el Decreto 2041 de 2014 para otorgar licencias ambientales cercenan la posibilidad de que las personas afectadas por los proyectos puedan hacerse partícipes de los mismos, por cuanto no establece un mecanismo de participación como tal, de manera que se desconoce este derecho fundamental de los colombianos previsto desde el Preámbulo mismo de la Constitución y reiterado en los artículos 1, 2 y 79 de la Carta superior. El artículo 25 del Decreto 2041 de 2014 establece un procedimiento de incluye cambios notorios a lo previsto en el artículo 58 de la Ley 9 de 1993, modificado por el artículo 224 de la Ley 1450 de 2011, antes citado, entre ellos efectua reducción de términos e incluye un sistema de oralidad que excluye la posibilidad de que la autoridad ambiental realice una evaluaión ambiental integral y rigurosa, como lo prevé la Constitución Política en el deber de protección del ambiente que le corresponde al Estado previsto en los artículos 2, 8, 79 y 80 de la Constitución Política, dejando de lado la finalidad preventiva de la licencia ambiental, según se vió previamente y además, excluye la posibilidad de que se materialice el derecho fundamental a la participación ciudadana, por cuanto en el proceso de oralidad que se establece no se prevé la posibilidad para este fin, solamente pueden participar la autoridad ambiental y el interesado en la licencia ambiental. Lo aquí expuesto, fue lo que dio lugar a que los medios de comunicación denominaran al decreto obejto de esta demanda, como el de las licencias express. El procedimiento oral previsto en el artículo transcrito, como se expresó no se encuentra previsto en la ley, adicionalmente que la solicitud de información adicional al Estudio de Impacto Ambiental -EIA- se realice en una reunión con el interesado en la licencia ambiental, por una única vez la información adicional que se considere pertinente, desconoce el deber de protección ambiental a cargo del Estado, desvirtúa la razón de ser de la licencia ambiental y su finalidad preventiva, poniendo a primar lo formal sobre lo sustancial, desconociendo el artículo 228 de la Constitución Política y partiendo del supuesto de que la licencia ambiental es una autorización cualquiera, olvidando que con ella se amparan proyectos, obras y actividades que generan deteriorio grave y que si no son mitigados, prevenidos, corregidos y compensados adecuadamente, pueden generar daño ambiental y pasivos ambientales.

70

Olvida el gobierno nacional que un Estudio de Impacto Ambiental -EIA- es el producto de un proceso complejo donde se requiere contar con una información específica y detallada del área a intervenir y su entorno, de manera que se debe conocer el estado en que se encuentran los recursos naturales y las comunidades que habitan un área (línea base) y la afectación que va a generar el proyecto, donde se requiere hacer caracterización y monitoreo del estado de los recursos naturales, en algunas casos en condiciones extremas, como épocas de alta lluviosidad o de sequía intensa, lo cual requiere de estudios cuidadosos y responsables y que no pueden aportados de manera oral en una reunión o dentro del mes siguiente a la misma. Esto no se compadece con el rigor que requiere este tipo de evaluaciones y decisiones. De igual manera, el proceso de oralidad que se adopta con el artículo citado, excluye la posibilidad de hacer efectivo el derecho fundamental a la participación ciudadana, previsto en los artículos 1, 2 y 79 de la Constitución Política, por cuanto no se genera la posibilidad de hacer uso de la misma. Conforme al procedimeinto allí previsto, solo interviene la autoridad ambiental y el interesado en la licencia ambiental, cuando los daños sociales pueden ser tan o más fuertes que los ambientales, de manera tal que no es comprensible que se excluya a las comunidades, en especial las que habitan las zonas donde se van a realizar los proyectos, de su participación en la toma de decisiones frente a esa materia. Adicional a lo anterior, la modificación del procedimiento para otorgar licencias ambientales es un asunto exclusivo del legislador, tal y como se dispuso en la Ley 99 de 1993 (art, 58) y la Ley 1450 de 2011 (art. 224), por lo que el gobierno Nacional ha invadido competencias del Congreso de la República, y en especial se ha desconocido el principio de legalidad y el de reserva de ley que se encuentran previstos en la Constitución Política, tal y como se expresó en el primer cargo. En todo caso, el decreto no puede modificar el procedimiento previsto en la Ley, así en la nueva Ley del Plan Nacional de Desarrollo, 2014-2018, se pretendan introducir cambios con los que se pretenda amparar lo dispuesto en el Decreto 2041 de 2014 sin amparo constitucional y legal al momento de su expedición. Adicionalmente, desconoce derecho a la participación, por cuanto en la reunión en la cual se hacen los requerimientos de información no se garantiza la participación ciudadana, se desconoce el deber de protección en cabeza del Estado, tal y como lo reconoció la Corte Constitucional en las Sentencias C 328/95, C-328/99 y C-431/00 y que la licencia ambiental es un instrumento preventivo como se dispuso en los referidos fallos y en la Sentencia C-035 de 1999 de ese Alto tribunal. A lo anterior se suma, que en el mismo artículo 25 se dispone que la visita obligatoria durante la etapa de evaluación ambiental, tantas veces anunciada por el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible en medios de comunicación, quedó convertida en una visita opcional, con lo que en muchos casos, los técnicos encargados de emitir concepto sobre si un proyecto se autoriza o no, ni siquiera conocerán el área donde se desarrollará el mismo, la importancia ambiental del área y los interéses de las comunidades locales.

71

Es evidente que unos simples talleres o reuniones no suplen el derecho fundamental a la participación ciudadana como ocurre en la actualidad en el marco de lo que dispone el artículo 15 del Decreto 2041 de 2014, a saber:

Artículo 15. Participación de las comunidades. Se deberá informar a las comunidades el alcance del proyecto, con énfasis en los impactos y las medidas de manejo propuestas y valorar e incorporar en el estudio de impacto ambiental, cuando se consideren pertinentes, los aportes recibidos durante este proceso.

En ese sentido, dada la relación existente, se debe señalar que la Corte Constitucional mediante la Sentencia C-328 de 1995, al declarar inexequible el silencio administrativo positivo previsto en el artículo 4 de la Ley 105 de 1993, entre otras cosas, expresó:

5. La participación ciudadana y comunitaria en la protección del ambiente y de los recursos naturales tiene sólidos fundamentos en la Constitución Política. El carácter democrático, participativo y pluralista del Estado (C.P. art. 1), el principio de participación de todos en las decisiones que los afectan (C.P. art. 2) y la soberanía popular (C.P. art. 3), establecen un modelo político muy definido que moldea las relaciones individuo-Estado, particularmente en aspectos tan sensibles y vitales para todos como es el tema ambiental.

6. El Constituyente elevó a la categoría de derecho colectivo el goce de un medio ambiente sano, y dispuso que la ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo (C.P. art. 79).

El mandato constitucional dirigido al Legislador, de garantizar la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectar el ambiente sano (C.P. art. 79), resultaría burlado si el Legislador, en vez de desarrollar su encargo, impide dicha participación. Ello sucedería, por ejemplo, si el Legislador, so pretexto de regular una actividad como la construcción de obras públicas, en la práctica, hiciera tan gravosa la posibilidad de intervenir en el procedimiento administrativo ambiental, que la participación de la comunidad se tornara ilusoria. (…) Uno de los mecanismos técnicos de que dispone el Estado para el cumplimiento de su deber de prevenir y controlar el deterioro ambiental (C.P. art. 80), es el estudio de impacto ambiental que debe llevar a cabo quien planee realizar una obra o actividad que pueda afectar el ambiente. Las facultades de prevención y control, permiten a la autoridad fijar los términos de referencia de los estudios de impacto ambiental.

Las entidades públicas promotoras o constructoras de obras públicas, deben ceñirse a los parámetros definidos en el artículo 57 de la Ley 99 de 1993. Sólo así, la administración está en capacidad de evaluar si la persona o entidad, pública o privada, ha tenido en cuenta todas las consecuencias de la intervención en el ambiente y ha elaborado los planes adecuados, necesarios y suficientes para controlar sus efectos.

11. La licencia ambiental es el acto administrativo de autorización que otorga a su titular el derecho de realizar una obra o actividad con efectos sobre el ambiente, de conformidad con las condiciones técnicas y jurídicas establecidas previamente por la autoridad competente. La licencia ambiental es esencialmente revocable. Para el efecto no se requiere del consentimiento expreso o escrito de su beneficiario, cuando no se estén cumpliendo las

72

condiciones o exigencias establecidas en el acto de su expedición (L.99 de 1993, art. 62).

La razón de ser de las licencias ambientales es la protección de los derechos individuales y colectivos. Corresponde a las autoridades públicas velar por estos derechos, en particular cuando el riesgo de su vulneración aumenta debido al desarrollo de actividades riesgosas. (…)

Principio de eficacia de la administración y deber de protección ambiental

14. La norma demandada plantea un conflicto entre el principio de eficacia que debe guiar la función administrativa (C.P. art. 209) y, de hecho, inspira la aplicación del silencio administrativo positivo al campo de la construcción de obras públicas, y los deberes estatales de protección la diversidad e integridad del ambiente (C.P. art. 79) y de prevención y control de su deterioro (C.P. art. 80). El principio de eficacia exige que las actuaciones públicas produzcan resultados concretos y oportunos. Por otra parte, mediante los deberes constitucionales ambientales, el Estado garantiza el derecho colectivo al ambiente sano. Corresponde a la Corte sopesar las normas constitucionales a la luz de sus fines. La expedición de preceptos legales, en apariencia beneficiosos para la colectividad, no puede sin embargo sacrificar valores constitucionales de superior jerarquía.

La norma acusada, al consagrar el silencio administrativo positivo en materia de construcción de obras públicas, otorga prevalencia al principio de eficacia sobre el deber de protección ambiental. El avance del progreso no podría verse detenido por la inactividad o morosidad de las entidades encargadas para expedir la correspondiente licencia o permiso.

El demandante, los ciudadanos que han intervenido y el Procurador General de la Nación, por su parte, estiman que la tensión entre los extremos de la eficacia y el ambiente sano debe resolverse en favor de este último, ya que no es comparable el retraso en la ejecución de los proyectos de infraestructura con el daño irremediable que la intervención incontrolada de la mano del hombre puede ocasionar al ambiente y, por ende, a la vida y a la salud humana.

El silencio administrativo positivo busca impedir el aplazamiento indefinido de la construcción de la obra pública proyectada, aún a riesgo del ambiente sano. La afectación del ambiente, a causa de la construcción de obras públicas, por su parte, podría ser permanente e irreversible, y vulnerar gravemente los derechos fundamentales a la vida y a la salud. La prelación temporal de la protección ambiental, en cambio, no anula el principio de eficacia de la función administrativa, ya que existen otros mecanismos jurídicos - derecho de petición, medidas disciplinarias, acciones contenciosas - para garantizar la debida coordinación entre las distintas entidades públicas. Las consecuencias negativas que podrían desencadenarse de la aplicación del silencio administrativo en materia ambiental, superan las ventajas que con la norma se pretenden asegurar.

No obstante, el anterior análisis costo-beneficio podría no ser suficiente para declarar la inconstitucionalidad de la norma, a la luz del principio de autonomía legislativa. En efecto, la Constitución reserva al Legislador un

73

ámbito de autonomía en la realización de los fines sociales del Estado, en el que se incluye, la capacidad de evaluar las ventajas y desventajas, prioridades y riesgos derivados de los instrumentos legales diseñados para alcanzar objetivos políticos determinados.

Límites del principio de eficacia y deber constitucional de prevenir y controlar el deterioro ambiental

15. El conflicto entre principios y deberes suscitado por la norma demandada involucra exclusivamente a instituciones públicas y no a los particulares. En estas circunstancias, ambas entidades estatales, la ambiental y la promotora o constructora de la obra, tienen tanto el deber de eficacia como el deber de proteger el ambiente.

El artículo 209 de la Constitución impone a las autoridades administrativas el deber de coordinar sus actuaciones para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado. Este deber genérico, dirigido a la administración pública, se erige en un límite a los principios de la función administrativa consagrados en el primer inciso del mismo artículo. En efecto, ninguna autoridad podría, so pretexto de seguir o de aplicar un principio que guía la función administrativa - por ejemplo, el principio de economía o el de celeridad -, prescindir de la oportuna y necesaria coordinación entre las diferentes autoridades, con miras a evitar decisiones o actuaciones contradictorias en desmedro de la coherencia que debe caracterizar al Estado como un todo y como calificado agente jurídico y moral.

El artículo impugnado al establecer un procedimiento específico para la obtención automática de la licencia ambiental ante la omisión de las autoridades competentes, introduce una indebida alteridad dentro de Estado, que desvirtúa la filosofía de los deberes estatales y subvierte la lógica y el funcionamiento del control previo sobre los proyectos de construcción de obras públicas.

La protección del ambiente sano y de los recursos naturales es un deber del Estado y de los particulares (C.P. arts. 8, 58 y 95). En virtud de expreso mandato constitucional (C.P. arts. 49, 79, 80 y 334) y de compromisos internacionales contraidos por Colombia (Convención sobre Diversidad Biológica, artículo 14), al Estado corresponde cumplir una serie de deberes específicos en materia ambiental, que ninguna ley, por importante que parezca, puede desconocer.

La Constitución impone al Estado los deberes especiales de garantizar la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectar el ambiente (1); proteger su diversidad e integridad (2); conservar las áreas de especial importancia ecológica (3); fomentar la educación ambiental (4); planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución (5); prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental (6); imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados al ambiente (7); y, cooperar con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas (8) (C.P. arts. 79, 80). Por otra parte, la Carta establece que el saneamiento ambiental es un servicio público a cargo del Estado (C.P. art. 78).

74

En virtud del "Convenio sobre la Diversidad Biológica", suscrito en Río de Janeiro en 1992, y de la Ley 165 de 1994, aprobatoria del mismo, Colombia contrajo el compromiso internacional de proteger la diversidad e integridad del ambiente y de conservar las áreas de especial importancia ecológica, entre otras cosas, obligándose a explotar sus recursos naturales de manera que no se perjudique el equilibrio ecológico. La Corte, mediante sentencia C-519 de noviembre 21 de 1994, declaró exequible el convenio y la Ley 165 de 1994. En relación con la obligación de evaluar el impacto ambiental y reducir al mínimo sus efectos, el artículo 14 del Convenio establece:

"Cada Parte Contratante, en la medida de lo posible y según proceda: a) Establecerá procedimientos apropiados por los que se exija la evaluación del impacto ambiental de sus proyectos propuestos que puedan tener efectos adversos importantes para la diversidad biológica, con miras a evitar o reducir al mínimo esos efectos y, cuando proceda, permitirá la participación del público en esos procedimientos. ... "

Por consiguiente, el Estado colombiano está obligado a diseñar y poner en funcionamiento mecanismos de control para la aprobación de proyectos que incidan negativamente en el ambiente. No puede la ley, en consecuencia, desconocer compromisos internacionales válidamente contraidos.

16. El deber de prevención y control del deterioro ambiental se ejerce, entre otras formas, a través del otorgamiento, denegación o cancelación de licencias ambientales por parte del Estado. Solamente el permiso previo de las autoridades competentes, hace jurídicamente viable la ejecución de obras o actividades que puedan tener efectos potenciales sobre el ecosistema.

La norma acusada no es ajena al deber de prevención y control del Estado. Impone a la entidad promotora o constructora de la obra pública la elaboración de un estudio de impacto ambiental y su presentación a la Corporación Ambiental con jurisdicción en el lugar. En concordancia con las disposiciones sobre la materia, contenidas en la Ley 99 de 1993, la entidad interesada, en la elaboración del respectivo estudio de impacto ambiental, debe sujetarse a las indicaciones previamente señaladas por la autoridad competente. La finalidad de la licencia ambiental no es otra que la protección de los derechos individuales y colectivos, mediante el ejercicio oportuno del control estatal.

No obstante lo anterior, la misma disposición prevé el otorgamiento automático de la licencia ambiental, como consecuencia de la omisión de la autoridad ambiental en pronunciarse sobre el estudio de impacto ambiental sometido a su consideración. El mecanismo del silencio administrativo positivo, diseñado para asegurar la continuidad del progreso y el acceso de todos a los beneficios del desarrollo, debilita el carácter imperativo de los deberes del Estado de proteger el ambiente sano y los recursos naturales (C.P. arts. 78, 79 y 80).

17. Cabe preguntarse si la Ley puede relevar al Estado de su deber constitucional de prevenir y controlar el deterioro ambiental, como sanción a la actuación omisiva de la autoridad pública. La respuesta es a todas luces negativa.

75

A juicio de la Corte, no se compadece con el deber de protección ambiental que, por el deficiente funcionamiento de la administración, el mismo Estado, por vía de la ley, pueda obviar o prescindir del cumplimiento de expresos mandatos constitucionales y de compromisos internacionales. La aplicación del silencio administrativo positivo a la hipótesis establecida en la norma, le resta todo sentido a las observaciones e indicaciones de la autoridad ambiental previas a la elaboración del estudio de impacto ambiental, ya que de no producirse un pronunciamiento oficial dentro de los sesenta días calendario fijados en la ley, se entiende otorgada la respectiva licencia ambiental, sin necesidad de una evaluación de los factores de riesgo ambiental derivados del proyecto, o de los planes diseñados para contrarrestarlos.

Efectividad de los deberes estatales

18. El artículo 80 de la Constitución coloca en cabeza del Estado el deber general de planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, con el fin de garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además, le impone el deber especial de prevenir y controlar el deterioro ambiental.

La efectividad de los principios, derechos y deberes constitucionales es uno de los fines sociales del Estado (C.P. art. 2º).

El silencio administrativo positivo en materia de la construcción de obras públicas, acarrea como consecuencia que la norma que impone al Estado el deber de prevenir y controlar el deterioro ambiental, pierda efectividad. La entidad promotora o constructora podría desatender las directrices trazadas por la autoridad ambiental, potenciar los riesgos de impacto negativo sobre el ecosistema o presentar planes de manejo ambiental inadecuados o insuficientes, sin que el Estado, debido a la sanción por su ineficacia (silencio administrativo positivo), pueda ejercer sus deberes constitucionales.

Resulta paradójico, por decir lo menos, que la ineficacia del Estado - la omisión en pronunciarse sobre la solicitud de una licencia ambiental - termine sancionada con mayor ineficacia, en este caso, relevando a las autoridades de su deber constitucional de prevenir y controlar el deterioro ambiental. La aplicación del silencio administrativo, en estas condiciones, es inexequible, ya que viola los artículos 2, 79 y 80 de la Carta.

En ese sentido, es claro que la oralidad introducida en el procedimiento para otorgar licencias ambientales en el artículo 25 del Decreto 2041 de 2014, excluyendo la posibilidad de que las autoridades ambientales realicen una evaluación detallada, integral y coherente, desconoce el deber de protección a cargo del Estado, la finalidad preventiva de las licencias ambientales, el derecho fundamental a la participación ciudadana La ausencia del deber de protección y de planificación ambiental y del desconocimiento de los principios constitucionales de precaución y prevención38 y del derecho fundamental a la participación ciudadana reviste de mayor gravedad, cuando actividades como el fracking en campos petroleros existentes, solo requerirán de la modificación de la licencia ambiental como se dispone en

38 Sentencia C-703/10 Corte Constitucional.

76

el artículo 29 del Decreto 2041 de 2014 al referirse a la explotación de combustibles no convenionales. Además de lo anterior, en este caso el Gobierno Nacional no atendió las particularidades del país más megadiverso del planeta por kilómetro cuadrado y permite el desarrollo de una actividad que de manera evidente genera daños al ambiente sin una evaluación ambiental integral.

La forma como está redactado el artículo 10 del Decreto 2041 de 2014 sobre ecosistemas estratégicos (páramos, manglares y humedales) se constituye en un antecedente que genera incertidumbre -por decir lo menos-, por cuanto podría dar a entender que se desconoce la prohibición expresa que está prevista en la ley del Plan Nacional de Desarrollo –parágrafo 1 del artículo 202 de la Ley 1450 de 2011- en materia de actividades mineras, petroleras y agropecuarias en ecosistemas de páramos y otras áreas estratégicas para la conservación.

En 2014 existe un avance normativo que no existía en 2010 cuando se expidió el Decreto 2820 y en ese sentido, el gobierno no puede desconocer el mandato superior, en este caso el deber de conservar los ecosistemas de especial importancia ecológica, como lo señala el artículo 79 de la Constitución Política y las Leyes 99 de 1993 y 1450 de 2011.

Amén de que como se expresó en el primer cargo de esta demanda, el gobiernó nacional no contaba con competencia para expedir el Decreto 2041 de 2014 debido a que sobre el Decreto 2820 de 2010 existe demanda de nulidad interpuesta por la CAR y el auto admisorio de la misma fue debidamente notificado y, que a su vez, en el artículo 53 de la Ley 99 de 1993, el Congreso de la República, de manera expresa acotó la facultad reglamentaria del gobierno nacional en materia de licencias ambientales, es preciso anotar que en el decreto objeto de esta demanda, el ejecutivo introdujo modificaciones al procedimiento para otorgar licencias ambientales, con lo cual también desconoció el principio de legalidad, por no tener competencia para el efecto, con lo que además violó el debido proceso y la reserva de ley, radicada en cabeza del Congreso de la República.

4. VIOLACIÓN DE LA LEY Además de lo dispuesto en los cargos precedentes frente a la violación de los artículos de la Constitución Política, con la expedición del Decreto 2041 de 2914 se presenta una evidente violación de los artículos 49 y 52 de la Ley 99 de 1993 en los siguientes aspectos:

4.1. Actividades de hidrocarburos

Frente a este asunto, que se refiere a la segúnda pretensión subsidiaria de la presente demanda, se debe señalar que el gobierno nacional al expedir el Decreto 2041 de 2014, desconoció lo que disponen los artículos 49 y 52 de la Ley 99 de 1993, como se verá:

ARTICULO 49.- De la Obligatoriedad de la Licencia Ambiental. La ejecución de obras, el establecimiento de industrias o el desarrollo de cualquier actividad, que de acuerdo con la ley y los reglamentos, pueda producir deterioro grave a

77

los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje requerirán de una licencia ambiental. ARTICULO 52.- Competencia del MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. El MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE otorgará de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos: 1. Ejecución de obras y actividades de exploración, explotación, transporte, conducción y depósito de hidrocarburos y construcción de refinerías. 2. Ejecución de proyectos de gran minería. 3. Construcción de presas, represas o embalses con capacidad superior a doscientos millones de metros cúbicos, y construcción de centrales generadoras de energía eléctrica que excedan de l00.000 Kw de capacidad instalada, así como el tendido de las líneas de transmisión del sistema nacional de interconexión eléctrica y proyectos de exploración y uso de fuentes de energía alternativa virtualmente contaminantes. 4. Construcción o ampliación de puertos marítimos de gran calado. 5. Construcción de aeropuertos internacionales. 6. Ejecución de obras públicas de las redes vial, fluvial y ferroviaria nacionales. 7. Construcción de distritos de riego para más de 20.000 hectáreas. 8. Producción e importación de pesticidas, y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por virtud de tratados, convenios y protocolos internacionales. 9. Proyectos que afecten el Sistema de Parques Nacionales Naturales. 10. Proyectos que adelanten las Corporaciones Autónomas Regionales a que hace referencia el numeral 19o. del artículo 31 de la presente ley. 11. Transvase de una cuenca a otra de corrientes de agua que excedan de

dos (2) mt3/segundo durante los períodos de mínimo caudal. 12. Introducción al país de parentales para la reproducción de especies foráneas de fauna y flora silvestre que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida salvaje. 13. Generación de energía nuclear. PARAGRAFO 1.- La facultad de otorgar licencias ambientales para la construcción de puertos se hará sin perjuicio de la competencia legal de la Superintendencia General de Puertos de otorgar concesiones portuarias. No obstante la licencia ambiental es prerrequisito para el otorgamiento de concesiones portuarias. PARAGRAFO 2.- El MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE otorgará una licencia ambiental global para la explotación de campos petroleros y de gas, sin perjuicio de la potestad de la autoridad ambiental para adicionar o establecer condiciones ambientales específicas requeridas en cada caso, dentro del campo de producción autorizado.

ARTICULO 53.- De la Facultad de las Corporaciones Autónomas Regionales para Otorgar Licencias Ambientales. El Gobierno Nacional por medio de reglamento establecerá los casos en que las Corporaciones Autónomas Regionales otorgarán licencias ambientales y aquéllos en que se requiera estudio de impacto ambiental y diagnóstico ambiental de alternativas.

Como se puede apreciar, son claras las disposiciones citadas en señalar que los proyectos, obras o actividades que requieren de la obtención previa de una

78

licencia abiental son aquellas que de acuerdo “con la ley y los reglamentos, pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje” y en el caso del Ministerio del Medio Ambiente, competencia hoy radicada en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- en el artículo 52 se señalaron de manera expresa dichos proyectos, sin que le fuera dable al Gobierno Nacional excluir actividades y finalmente, conforme al artículo 53 señalar los que requerían de dicho instrumento para el caso de las corporaciones autónomas regionales y por ende del Diagnóstico Ambiental de Alternativas –D.A.A.- y del Estudio de Impacto Ambiental -E.I.A.-. No obstante lo expreso de dicha disposición, en el artículo 8 del Decreto 2041 de 2014, se adoptaron las determinaciones que a continuación se citan y que en los apartes subrayados se solicita la declatoria de nulidad:

Artículo 8°. Competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). La Autoridad Nacional de Licencias uAmbientales -ANLA- otorgará o negará de manera privativa la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades: 1. En el sector hidrocarburos: a) Las actividades de exploración sísmica que requieran la construcción de vías para el tránsito vehicular y las actividades de exploración sísmica en las áreas marinas del territorio Nacional cuando se realicen en profundidades inferiores a 200 metros; b) Los proyectos de perforación exploratoria por fuera de campos de producción de hidrocarburos existentes, de acuerdo con el área de interés que declare el peticionario; c) La explotación de hidrocarburos que incluye, la perforación de los pozos de cualquier tipo, la construcción de instalaciónes propias de la actividad, las obras complementarias incluidas el transporte interno de fluidos del campo por ductos, el almacenamiento interno, vías internas y demás infraestructuras asociada y conexa; d) El transporte y conducción de hidrocarburos líquidos y gaseosos que se desarrollen por fuera de los campos de explotación que impliquen la construcción y montaje de infraestructura de líneas de conducción con diámetros iguales o superiores a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), incluyendo estaciones de bombeo y/o reducción de presión y la correspondiente infraestructura de almacenamiento y control de flujo; salvo aquellas actividades relacionadas con la distribución de gas natural de uso domiciliario, comercial o industrial; e) Los terminales de entrega y estaciones de transferencia de hidrocarburos, entendidos como la infraestructura de almacenamiento asociada al transporte de hidrocarburos y sus productos y derivados por ductos; f) La construcción y operación de refinerías y los desarrollos petroquímicos que formen parte de un complejo de refinación.

Como ya se expresó, lo dispuesto en el Decreto 2041 de 2014 desconoce que el artículo 52 de la Ley 99 de 1993 señala:

Artículo 52.- Competencia del Ministerio del Medio Ambiente. El Ministerio del Medio Ambiente otorgará de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos:

1. Ejecución de obras y actividades de exploración, explotación, transporte, conducción y depósito de hidrocarburos y construcción de refinerías.

79

Es decir que el decreto reglamentario, modifica sin fundamento alguno lo que dispone en la ley, excediendo la facultad reglamentaria, por cuanto las actividades de hidrocarburos sujetas a licencia ambiental, son las que se encuentran expresas en la Ley 99 de 1993, situación que no puede ser desconocida por el reglamento. La Ley 99 de 1993 es clara en señalar que todas las actividades de exploración, explotación, transporte, conducción y depósito de hidrocarburos requieren licencia ambiental, razón por la cual se excede la facultad reglamentaria al excluir del régimen de licenciamiento ambiental, actividades de exploración como la sísmica cuando no requiera vías de acceso o el transporte de hidrocarburos, cuando el diámetro de la tubería es menor a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), ese tipo de condiciones NO las estableció la Ley 99 de 1993 en el listado taxativo previsto en el artículo 52, de manera que no le era dable al reglamento establecer excepciones en la materia, y así con todas las actividades que se subrayaron. Sobre las atribuciones que el ejecutivo se ha tomado para expedir reglamentos que van más allá de lo previsto la Ley 99 de 1993, el Honorable CONSEJO DE ESTADO, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCION PRIMERA se pronunció en la sentencia de fecha 20 de agosto de 1998, Expedientes núms. 4599 y 4647, Consejero Ponente: DOCTOR MANUEL S. URUETA AYOLA, mediante la que declaró nulo el Decreto 883 de 31 de marzo de 1997, “por el cual se regulan de manera general algunas actividades y se define un instrumento administrativo para la prevención o el control de los factores de deterioro ambiental”. El Decreto 883 de 1997, en el artículo 4, dio nacimiento al Documento de Evaluación y Manejo Ambiental – DEMA. Documento administrativo al cual podían acogerse los proyectos, obras o actividades que no requerían licencia ambiental porque “no causaban deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente , ni modificaciones notorias al paisaje”; así como los que contando con licencia ambiental o plan de manejo, recuperación o restauración ambiental, debían ajustar o complementar el estudio ambiental y el plan de manejo ambiental con el objeto de prevenir, evitar y controlar los factores que puedan producir deterioro ambiental. El Decreto de manera taxativa en el artículo 3, establecía todos los proyectos, obras o actividades que podían acogerse al instrumento administrativo, así como los elementos que debía contener el DEMA (1. Descripción y características del proyecto. 2. Descripción ambiental del área de influencia del Proyecto. 3. Identificación y evaluación de los factores de deterioro ambiental previstos. 4. Plan de manejo ambiental) Los interesados en los proyectos, obras o actividades para ser beneficiarios de las disposiciones del Decreto 883, debían radicar la solicitud de acogerse al precitado Decreto, radicar el DEMA con los requisitos establecidos, los cuales no eran objeto de evlaución, sino de segumiento ambiental.

80

En el fallo antes citado mediante el cual el Honorable Consejo de Estado declara nulo el Decreto 883 de 1997, entre otras cosas dispone:

De igual manera tiene vocación de prosperidad el cargo de violación del artículo 49, dado que en él se señala que requerirán de licencia ambiental las actividades que de acuerdo con la ley y los reglamentos puedan producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o que introduzcan modificaciones notorias al paisaje, dentro de las cuales se encuentran comprendidas, de conformidad con el numeral 10 del artículo 5º tantas veces citado, las actividades mineras, industriales, de transporte y en general todo servicio o actividad que pueda generar directa o indirectamente daños ambientales. A las citadas actividades el decreto acusado las exime de obtener licencia ambiental, pues en los artículos 3º y 4º dispone que quienes quieran adelantar, entre otros, proyectos de hidrocarburos, de minería, energéticos, de comunicaciones, de infraestructura vial, portuarios y de infraestructura fluvial y marina, de rehabilitación y mejoramiento de vías férreas, industriales y agropecuarios, etc., deberán elaborar un documento de evaluación y manejo ambiental, documento que en manera alguna sustituye la licencia ambiental para las actividades mencionadas, exigida por el artículo 49 de la Ley del Medio Ambiente. En consecuencia, la Sala declarará nuevamente la nulidad del acto demandado, por violación de los artículos 5º, numerales 10 y 14 y 49 de la Ley 99 de 1993, ya que como lo expresó al inicio de estas consideraciones, la sentencia de 26 de febrero de 1998, proferida dentro del proceso núm. 4500, se encuentra recurrida en súplica extraordinaria.

En ese orden de ideas, el listado que de manera expresa señaló el elgislador en el artículo 52 de proyectos, obras y actividades sujetos a licencia ambiental no puede ser objeto de modificación para excluir actividades allí listadas, como realizó el gobierno nacional en el Decreto 2041 de 2014, por lo que los apartes subrayados deben ser declarados nulos, d emanera tal que se aplique en su integridad lo dispuesto en la Ley 99 de 1993.

4.2. Establecimiento de zoocriaderos de especies que se encuentran listadas en la Convención CITES39

Sobre este aspecto es preciso manifestar que en el numeral 16 del artículo 8 del Decreto 2041 de 2014 se establece que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- es competente para otorgar licencia ambiental para el establecimiento de zoocriaderos que manejen especies que se encuentran listadas en la Convención CITES, lo cual está en contravía del marco legal que regula la materia, razón por la cual se solicita declarar la nulidad del aparte subrayado del referido numeral y del parágrafo 3 del artículo 52 del decreto demandado:

39 Ley 17 de 1981 “Por la cual se aprueba la "Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres", suscrita en Washington, D.C. el 3 de marzo de 1973”

81

Artículo 8°. Competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). La Autoridad Nacional de Licencias uAmbientales -ANLA- otorgará o negará de manera privativa la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades: (…) 16. La introducción al país de parentales, especies, subespecies, razas, híbridos o variedades foráneas con fines de cultivo, levante, control biológico, reproducción y/o comercialización, para establecerse o implantarse en medios naturales o artificiales, que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida silvestre. Así como el establecimiento de zoocriaderos que implique el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre -CITES.

Artículo 52 Régimen de transición. El régimen de transición se aplicará a los proyectos, obras o actividades que se encuentren en los siguientes casos: (…) Parágrafo 3°. Las autoridades ambientales que tengan a su cargo proyectos de zoocria que impliquen el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio InterNacional de especies Amenazadas de fauna y Flora Silvestre -CITES deberán remitir en tiempo no superior a quince (15) días hábiles, contados a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, los expedientes contentivos de los mismos con destino a la ANLA quien los asumirá en el estado en que se encuentre.

Frente a este aspecto, en primer lugar es preciso señalar que en el artículo 52 de la Ley 99 de 1993 al señalar los proyectos de competencia del Ministerio del Medio Ambiente (hoy ANLA) en materia de licencias ambientales no incluye a esta actividad como sujeta a licencia ambiental de parte del Ministerio de Ambiente (ANLA) y en segundo lugar, la ley citada con respecto a la Convención CITES dispone:

Artículo 5.- Funciones del Ministerio. Corresponde al Ministerio del Medio Ambiente (Hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible): (…) 23. Adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección de las especies de flora y fauna silvestres; tomar las previsiones que sean del caso para defender especies en extinción o en peligro de serlo; y expedir los certificados a que se refiere la Convención Internacional de Comercio de Especies de Fauna y Flora Silvestre Amenazadas de Extinción -CITES-; (Subrayado fuera de texto).

Como se aprecia, en materia de la Convención CITES la función con la que cuenta el Ministerio es la de expedir los certificados (permisos CITES de exportación, importación y reexportación), no otorgar licencias ambientales. Así mismo, en materia de licencias ambientales, dispone la Ley 99 de 1993:

Artículo 52.- Competencia del Ministerio del Medio Ambiente. El Ministerio del Medio Ambiente otorgará de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos: (…)

82

9. Producción e importación de pesticidas, y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por virtud de tratados, convenios y protocolos internacionales. (…) 13. Introducción al país de parentales para la reproducción de especies foráneas de fauna y flora silvestre que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida salvaje.

Como se puede apreciar, en este caso se trata de dos asuntos diferentes. Por un lado, en el numeral 8 se hace referencia a la producción e importación de pesticidas y de sustancias, materiales o productos sujetos a controles por tratados internacionales; con fundamento en este numeral, es que la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos señala que el Ministerio, y hoy día la ANLA tiene la competencia para conocer sobre los zoocriaderos donde se manejan especies previstas en los Apéndices de la Convención CITES. Si bien la Convención CITES, es un instrumento internacional, no regula “sustancias, materiales o productos”, sino que se refiere a los especímenes de especies que se encuentran listados en los Apéndices de la misma. En ese sentido, debe señalarse que mediante la Ley 17 de 1981 se aprobó la "Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres", suscrita en Washington, D.C. el 3 de marzo de 1973 y que en dicho instrumento internacional se adoptan una serie de definiciones a saber:

Para los fines de la presente Convención, y salvo que el contexto indique otra cosa: a. "Especies" significa toda especie, subespecie o población geográficamente aislada de una u otra; b. "Espécimen" significa: i. Todo animal o planta, vivo o muerto; ii. En el caso de un animal de una especie incluida en los Apéndices I y II, cualquier parte o derivado fácilmente identificable; en el caso de un animal de una especie incluida en el Apéndice III, Cualquier parte o derivado fácilmente identificable que haya sido especificado en el Apéndice III en relación a dicha especie; iii. En el caso de una planta, para especies incluidas en el Apéndice I, cualquier parte o derivado fácilmente identificable; y para especies incluidas en los Apéndices II y III, cualquier parte o derivado fácilmente identificable especificado en dichos Apéndices en relación con dicha especie.

Por su parte, el Ministerio de Ambiente expidió la Resolución 1263 de 2006 “Por la cual se establece el procedimiento y se fija el valor para expedir los permisos a que se refiere la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres -CITES-, y se dictan otras disposiciones” y en el artículo 1 dispone:

Artículo Primero: Definiciones.- Para la correcta interpretación de la presente Resolución, se adoptan las siguientes definiciones: Espécimen: Es todo animal o planta vivo o muerto o cualquier parte o derivado fácilmente identificable.

83

Como se puede apreciar, la Convención CITES NO regula sustancias, materiales o productos”, sino el comercio internacional de biodiversidad, de organismos que hacen parte de la naturaleza que son o han estado vivos, que se pueden reproducir y contienen material genético que transmiten a su descendencia, lo que no es predicable de sustancias, materiales o productos. Los especímenes regulados por la Convención CITES no quedan cobijados por lo que dispone el numeral 8 del artículo 52 de la Ley 99 de 1993, de manera tal que el gobiern nacional no cuenta con fundamentos legales para haber incluido el aparte final del numeral 16 del artículo 8 del Decreto 2041 de 2014. En ese sentido, debe expresarse que es la misma Convención CITES la que precisa su alcance, sin que le sea dable al gobierno nacional dar una interpretación diferente a la que señala el mismo instrumento internacional. Además que conforme al artículo 5 numeral 23 de la Ley 99 de 1993, antes citado, con respeto a la Convención CITES, al Ministerio solo le es dable expedir los permisos de exportación, importación o reexportación, la norma no señala nada con respecto a otorgar licencia ambiental que se relacione con especies nativas que se encuentren listados en los Apéndices de la CITES, lo que se constituye en una extralimitación de funciones del gobierno nacional en cabeza de la ANLA. A la luz de lo dispuesto en el numeral 12 del artículo 52 de la Ley 99 de 199340, el Ministerio de Ambiente -en este caso la ANLA- tendría competencia para otorgar licencia ambiental con respecto a la introducción (ingreso al país) de especímenes de especies foráneas, estén en los apéndices de la Convención CITES o no, aquí lo importante es que se trata de una especie exótica y que se debe controlar su ingreso a fin de evitar presiones o posibles afectaciones a la biodiversidad nativa, por ejemplo con especies exóticas invasoras. Esto conforme al numeral 12 del artículo 52 de la Ley 99 de 1993, antes citado. Finalmente debe señalarse que la actividad de zoocrpia de especímenes de especies de la diversidad biológica colombiana, ha estado sujeta a licencia ambiental en cabeza de las corporaciones autónomas regionales -administradoras de los recursos naturales renovables- desde la expedición del Decreto 1753 de 199441 y se mantuvo como tal en los decretos posteriores, de manera tal que se trata de una actividad regulada y sujeta a evaluación, control y seguimiento ambiental.

40 ARTICULO 52.- Competencia del MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. El MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE otorgará de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos: (…)

12. Introducción al país de parentales para la reproducción de especies foráneas de fauna y flora silvestre que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida salvaje.

41 Artículo 8º.- Competencias de las Corporaciones Autónomas Regionales. Las Corporaciones Autónomas Regionales, son competentes en su respectiva jurisdicción para otorgar Licencia Ambiental en los siguientes casos: (…) 13. Establecimientos especiales de zoocriaderos, floricultura intensiva y granjas pecuarias, acuícolas, piscícolas y avícolas.

84

Por tal razón, debe declarse nulo el aparte final del numeral 16 del artículo 8 del Decreto 2041 de 2014, y el aparte que se transcribe del artículo 52 de la norma demandada antes citados.

ACCIONES CONTENCIOSAS PROCEDENTES

PRINCIPAL Nulidad por Inconstitucionalidad del Decreto 2041 de 15 de octubre de 2015 por violar de manera protuberante la Carta Política de 1991 al y desconcoer el deber calificado de protección ambiental en cabeza del Estado, violación de los principios de legalidad, debido proceso, precaución y prevención y la reserva de ley en cabeza del Congreso de la República, así como por haber desconocido el derecho fundamental de las comunidades étnicas a la consulta previa y el derecho fundamental a la participación ciudadana. De igual manera, se solicita pronunciarse sobre la nulidad de las demás disposiciones constitucionales que puedan ser vulneradas por el Decreto 2041 de 2014 y sobre las normas que conforman unidad normativa, con fundamento en lo dispuesto por el Artículo 135 de la Ley 1437 de 2011. PRIMERA PRETENSIÓN SUBSIDIARIA De no proceder la anterior pretensión, que se declare la nulidad por ilegalidad del Decreto 2041 de 2014 por violar de manera protuberante la Leyes 99 de 1993, 1437 de 2011 -Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo- y 1450 de 2011 -Por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014-. SEGUNDA PRETENSIÓN SUBSIDIARIA De no proceder las anteriores pretensiones, que se declare la nulidad de los siguientes artículos, numerales, literales y expresiones que se subayan:

Artículo 8°. Competencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- otorgará o negará de manera privativa la licencia ambiental para los siguientes proyectos, obras o actividades: 1. En el sector hidrocarburos: a) Las actividades de exploración sísmica que requieran la construcción de vías para el tránsito vehicular y las actividades de exploración sísmica en las áreas marinas del territorio nacional cuando se realicen en profundidades inferiores a 200 metros; b) Los proyectos de perforación exploratoria por fuera de campos de producción de hidrocarburos existentes, de acuerdo con el área de interés que declare el peticionario; c) La explotación de hidrocarburos que incluye, la perforación de los pozos de cualquier tipo, la construcción de instalaciones propias de la actividad, las obras complementarias incluidas el transporte interno de fluidos del campo por ductos,

85

el almacenamiento interno, vías internas y demás infraestructuras asociada y conexa; d) El transporte y conducción de hidrocarburos líquidos y gaseosos que se desarrollen por fuera de los campos de explotación que impliquen la construcción y montaje de infraestructura de líneas de conducción con diámetros iguales o superiores a seis (6) pulgadas (15.24 centímetros), incluyendo estaciones de bombeo y/o reducción de presión y la correspondiente infraestructura de almacenamiento y control de flujo; salvo aquellas actividades relacionadas con la distribución de gas natural de uso domiciliario, comercial o industrial; e) Los terminales de entrega y estaciones de transferencia de hidrocarburos, entendidos como la infraestructura de almacenamiento asociada al transporte de hidrocarburos y sus productos y derivados por ductos; f) La construcción y operación de refinerías y los desarrollos petroquímicos que formen parte de un complejo de refinación; 8. Ejecución de obras públicas: (…) 16. (…). Así como el establecimiento de zoocriaderos que implique el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de especies Amenazadas de fauna y Flora Silvestre -CITES. Artículo 52 Régimen de transición. El régimen de transición se aplicará a los proyectos, obras o actividades que se encuentren en los siguientes casos: (…) Parágrafo 3°. Las autoridades ambientales que tengan a su cargo proyectos de zoocria que impliquen el manejo de especies listadas en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de especies Amenazadas de fauna y Flora Silvestre -CITES deberán remitir en tiempo no superior a quince (15) días hábiles, contados a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, los expedientes contentivos de los mismos con destino a la ANLA quien los asumirá en el estado en que se encuentre.

PRUEBAS Y ANEXOS

Solicito a esa Honorable Corporación tener como pruebas dentro del proceso las

siguientes:

1. Decreto 2041 de 15 de octubre de 2013 “Por el cual se reglamenta el

artículo 37 de la Ley 685 de 2001”. Publicado en el Diario Oficial No. 49305 de octubre 15 de 2014.

2. Copia del Auto admisorio de la demanda presentada por la Corporación

Autónoma Regional de Cundinamarca -CAR- de fecha 25 de febrero de 2011 en contra del Decreto 2820 de 2010. (Referencia: 1100103240002010046600. Expediente 2010-0466-00).

3. Comunicación fechada el 21 de junio de 2013, emanada del honorable

Consejo de Estado mediante la cual manifiesta que se tiene por contestada la demanda presentada por la CAR en contra del Decreto 2820 de 2010 por parte del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo

86

Territorial (Hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible) a través de su apoderado judicial. (Referencia: 1100103240002010046600. Expediente 2010-0466-00).

COMPETENCIA Y TRÁMITE

Es competente el Consejo de Estado para conocer de éste proceso, por la naturaleza del acto demandado, que a la postre carece de cuantía, conforme al procedimiento previsto en el artículo 184 y ss del CPACA. _______________________________________________________________

NOTIFICACIONES

Solicito se tenga como parte demandada a la NACION – MINISTERIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE, podrá ser notificado en la Calle 7 No. 6 – 54 y en la calle 37 No. 8 -40 de Bogotá, D.C., Teléfono: 3323400 Adicionalmente solicito que se notifique al Ministerio Público, en desarrollo de lo preceptuado por el Artículo 172 del CPACA. Manifiesto respetuosamente, que recibiré notificaciones en la Secretaría de la Corporación, y en la Carrera 4A No. 55 -33. Teléfono: 3144515280. Del Honorable Consejero; ________________________________ RODRIGO ELÍAS NEGRETE MONTES CC. 78.691.601 Tp 57047 del CSJ Anexo: Lo anunciado

Copia demanda y anexos en medio mágnetico (1 CD)