Hora Santa Vocacional «Jesús te llama»

Monición de Entrada

Guía: La Eucaristía es el centro vital en torno al cual se reúnen los jóvenes para alimentar su fe y su entusiasmo. En esta Hora Santa, pedimos al Señor por todos los Jóvenes y Jovencitas que se encuentran en la etapa de decisión y discernimiento de su vocación, para que iluminados por el Espíritu Santo puedan escuchar claramente el llamado de Dios y respondan a él con alegría y fidelidad. Unámonos en la oración ya que es fuente de vida y medio indispensable para conocer y discernir toda vocación.

(Canto)

TODOS: Jesús eucaristía, Tú que conoces a cada uno de los jóvenes con sus aspiraciones y alegrías, dudas e incertidumbres, permite que permanezcan atentos a escucharte en el interior de su corazón, este recinto sagrado donde solo tú puedes entrar. No dejes que se cierren a tu llamada divina. (Después de cada petición se hace un momento de silencio)

• Ilumina sus mentes para que permanezcan alertas ante tantas falsas imágenes de la vida que continuamente encuentran en el mundo de hoy.

• Que motivados por ti, sean valientes y generosos para ofrecer su vida al servicio de todos los seres humanos y de los cristianos, con una elección libre y generosa

Padre Nuestro… Ave María… Gloria…

CORO 1:

Entonces no me sonrojaríaal ver todos tus mandamientos.Te daré gracias sinceramentecuando aprenda

Tus justos decretos.Yo quiero respetar tus normas,¡no me abandones por completo!

¿Cómo podrá un joven portarse rectamente?Viviendo de acuerdo a tu palabra.De todo corazón te busco,no dejes que incumplan tus mandatos.

CORO 2: Guardo tus palabras en mi corazónpara así no pecar contra ti. Bendito seas, Señor,enséñame tus normas.Yo proclamo con mis labiostodos los decretos de tu boca.Al seguir tus mandatos me alegromás que en todas las riquezas.Meditaré tus preceptosy contemplaré tus sendas.En tus normas me deleitaré,no he de olvidar tu palabra.

(Momento de silencio y Canto)

GUIA: Ahora vamos a escuchar con atención un mensaje del Papa Juan Pablo II.

Queridos Jóvenes, Andad al encuentro de Jesús Salvador, Amadlo y Adoradlo en la Eucaristía, Él Está presente en la santa Misa que hace sacramentalmente presente el sacrificio de la cruz. El viene a nosotros en la sagrada comunión y permanece en los sagrarios de nuestras iglesias, porque es amigo de todos, particularmente de vosotros jóvenes, tan necesitados de confidencia y amor. De Él poder sacáis el coraje para ser sus apóstoles, para ser sus fieles seguidores.

GUÍA: Ahora pidamos a una voz al Señor, para que ayude a los jóvenes a abrir su corazón al llamado.

TODOS: Señor Jesús, llamaste «amigos» a los discípulos porque les abriste tu intimidad pero, qué difícil es abrirse Señor ¡Cuánto cuesta rasgar el velo del propio misterio, cuantas trabas se interponen en el camino! Pero se bien Señor, que sin comunicación no hay amor y que el misterio esencial de la fraternidad consiste en ese juego de abrirse y aceptarse unos a otros.

Hazme comprender Señor que fui creado no como un ser acabado y encerrado sino como una tensión y movimiento a los demás; que debo de participar de las riquezas de los demás y dejar que los demás participen de mi riqueza; que encerrarse es muerte, abrirse es vida, libertad, madurez.

Guía: Es necesario orar por las vocaciones. La mies es mucha, poco los operarios. Pidamos al dueño de la mies que envié más operarios a sus campos.

A cada petición contestamos:

Jesús eucaristía, manda operarios a tu mies

1.- Para que los jóvenes unidos a Jesucristo sean buenos servidores de la comunidad cristiana

2.- Por os misioneros y misioneras, para que realicen su labor con mucha fe, esperanza, amor y alegría

3.- Por los que no conocen a Jesucristo, para que un día puedan llegar a descubrir la luz del evangelio

4.- Por todos los que estamos aquí presentes, para que el Señor nos aumente la fe y no tengamos miedo a afrontar nuestro compromiso de evangelizar el mundo en que vivimos y de ir y llevar el evangelio hasta los últimos rincones de la tierra

5.- Para que todas las familias como Iglesia domestica velen por la vocación de sus hijos

6.- Por los jóvenes y señoritas que se encuentren en un proceso vocacional para que cada día, vayan clarificando su opción de vida para dar una respuesta consiente y libre a la luz del Espíritu de acuerdo al plan de Dios

(Se pueden añadir algunas intenciones en voz alta)

(Canto)

Guía: Señor, el pecado hiere el corazón de los jóvenes, los priva de tu vida divina y les arrebata el mejor de los dones. Este mundo está lleno de ruidos que nos impiden oír tu voz, te pedimos Señor Jesús misericordia para que sepamos despojarnos de todo aquellos que nos separa de ti, míranos con amor y danos tu perdón.

A cada invocación decimos juntos:

Perdón Señor, Perdón

• Por todos los ataques y odios contra el Papa, las persecuciones contra la iglesia y las propagandas del ateísmo

• Por todas las blasfemias, profanaciones de fiestas y sacrilegios contra el Santísimo Sacramento

• Por toda la inmoralidad y corrupción en el trabajo, la política, los espectáculos, las diversiones, las lecturas, las bebidas, las modas, las drogas

• Por todos los pecados de santidad de la familia; adulterios, divorcios, desintegraciones y que dañan el amor fraterno, el amor verdadero

• Por la juventud desorientada que ha sido arrastrada a la drogadicción, prostitución, robo, pandillerismo, satanismo

• Por todos los jóvenes que han dado la espalda al llamado de Dios por indecisos, por miedosos, por cobardes

Padre nuestro… Ave María… Gloria… (Canto)

Guía: Ahora todos decimos juntos la oración de consagración de los jóvenes a Jesús:

Todos: Corazón eucarístico de Jesús, en estos momentos ante tu presencia queremos consagrarte a todos los jóvenes del mundo, especialmente a los que tu estas llamando, en este tiempo a seguirte más de tiempo en el sacerdocio, en la vida consagrada y en el apostolado misionero.

Padre de la mies, manda a tu Iglesia muchos y santos sacerdotes que colaboren con los obispos para la santificación de tu pueblo.

Padre bueno llama a servirte en la vida consagrada a tantas almas generosas que ofrezcan su vida al servicio del evangelio y lo hagan creíble con su vida santa.

Aumenta el número de misioneros que anuncien el evangelio a todos los pueblos estos momentos Señor Jesús, inspira la vocación sacerdotal, religiosa y misionera en los corazones de tantos jóvenes. Atráelos a la corriente de tu eterno sacerdocio, como atrajiste a tus amados apóstoles.

Oh Virgen Santísima, madre del Santísimo Sacramento háblale en este momento a Jesús para que nos conceda numerosas y santas vocaciones para que toda la Iglesia y los pueblos tengan operarios como los anhela el corazón de tu santísimo hijo Jesucristo.

Padre nuestro… Ave María… Gloria…

(Canto)

Guía: Para cerrar este momento de oración digamos todos juntos la oración por las vocaciones.

Oh Jesús divino…

(Canto)

Guía: Dejamos unos momentos de silencio para adorar a Jesús sacramentado desde el interior de nuestros corazones. Pidamos al Señor, la gracia para ser esos agentes vocacionales que tú quieres, haznos instrumentos que ayuden a los jóvenes a escuchar tu llamado; enséñanos a guiar a los jóvenes al conocimiento de tu voluntad; pero sobre todas las cosas, concédenos fidelidad a nuestra vocación de servicio dentro de la Iglesia.

(Momento de silencio y adoración)

Guía: Le pedimos a Jesús sacramentado todos juntos su bendición

Todos: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra juventud; di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan Vida. Queremos ser jóvenes nuevos. Estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha buena.

Danos un recto pensar y un actuar acorde. Queremos vivir en paz, con la conciencia limpia de mancha, aceptamos las penas, nada queremos hacer para evitarlas. Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro. Aceptamos tu voluntad y pedimos fortaleza para superar las adversidades, danos una vida nueva cargada de amor y amistad. Concédenos ser tus amigos y amarte también en nuestros amigos.

Queremos sembrar cosas nuevas, pero danos también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo sembrado. Danos el ser felices con lo que somos, sin dejar nunca el intento de hoy, ser mejores que como fuimos el día de ayer.

Señor, te damos gracias por nuestra juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva en muchos hombres y mujeres, entre pueblos oprimidos y hombres sin esperanza. Señor, queremos jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su dinero; que amen con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido.

Señor, haznos jóvenes de tu Reino ante los descreídos, poderosos y arrogantes; jóvenes de la civilización del amor, en las calles de nuestros pueblos, en la tiendas, en las fábricas, sobre el asfalto de nuestras ciudades, en las playas y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más que con palabras, con obras. Bendícenos y santifícanos en nuestra Juventud. Amen

(Canto de Adoración)

Bendición con el santísimo