huaca de la luna

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Huaca de La Luna Menú Principal / Sitios / Huaca de La Luna / [Ficha Técnica ] / [Bibliografía ]<<< El mundo de los moches estaba regido por un calendario ceremonial que emulaba el ciclo de la naturaleza, las estaciones, el movimiento de los astros y los principales fenómenos naturales, como el inicio de la época de lluvias, los solsticios, equinoccios y eclipses de sol y luna. En la Huaca de La Luna los sacerdotes y gobernantes Moches celebraron las principales fechas de este calendario ceremonial, adornando esta pirámide con bellos frisos y altorrelieves multicolores. Vista panorámica de la Huaca de La Luna al pie del Cerro Blanco. La pirámide, descripción La Huaca de la Luna, junto a la Huaca del Sol y la Zona Urbana Monumental forman el conjunto Huacas de Moche, el principal centro urbano y capital de la antigua nación Mochica que se desarrolló en el valle de Moche entre el año 50 d.C. y el 650 d.C. La Huaca de La Luna es una pirámide escalonada que tiene un patio delantero cercado por un grueso muro, un sector anexo y múltiples construcciones en su sima a la que se accedía por una larga rampa.

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Page 1: Huaca de la luna

Huaca de La Luna

Menú Principal / Sitios / Huaca de La Luna / [Ficha Técnica] / [Bibliografía]<<<

El mundo de los moches estaba regido por un calendario ceremonial que emulaba el ciclo

de la naturaleza, las estaciones, el movimiento de los astros y los principales fenómenos

naturales, como el inicio de la época de lluvias, los solsticios, equinoccios y eclipses de sol

y luna. En la Huaca de La Luna los sacerdotes y gobernantes Moches celebraron las

principales fechas de este calendario ceremonial, adornando esta pirámide con bellos frisos

y altorrelieves multicolores.

Vista panorámica de la Huaca de La Luna al pie del Cerro Blanco.

La pirámide, descripción

La Huaca de la Luna, junto a la Huaca del Sol y la Zona Urbana Monumental forman el

conjunto Huacas de Moche, el principal centro urbano y capital de la antigua nación

Mochica que se desarrolló en el valle de Moche entre el año 50 d.C. y el 650 d.C.

La Huaca de La Luna es una pirámide escalonada que tiene un patio delantero cercado por

un grueso muro, un sector anexo y múltiples construcciones en su sima a la que se accedía

por una larga rampa.

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Reconstrucción tridimencional computarizada de Huaca de La Luna y las partes que la

forman.

Los arqueólogos que han estudiado por largos años este sitio arqueológico han

determinado que los mochicas tenían un modelo establecido para el diseño de las pirámides

ceremoniales, el que consiste en una pirámide (la Plataforma I) con un amplio espacio

delantero cercado por un muro (Plaza 1). Al lado derecho una larga plataforma (Anexo).

Para llegar a la cima de la pirámide una larga rampa (Rampa Principal). En la cúspide, una

plataforma (Nivel Alto) que cobija al altar, el lugar más sagrado de todo el conjunto, y un

patio (Nivel Bajo). Este mismo modelo es posible verlo en otro importante sitio de la

cultura Moche, como es el Complejo Arqueológico El Brujo (valle de Chicama, al norte de

Huaca de La Luna)(Uceda y Tufinio 2003).

La complejidad en la construcción, observable en este monumento, se debe a la variedad

de ceremonias celebradas en este edificio lo que explica la presencia de muchos otros

ambientes, como la Terraza 1 y 2, los patios 2 y 3, la Plataforma 2, la Plataforma 3, entre

otros que complementan el modelo básico de Pirámide + Plaza + Anexo.

Huaca de La Luna y el camino ceremonial

Después de muchos años de investigación los arqueólogos Santiago Uceda y Ricardo

Morales del proyecto arqueológico Huaca de La Luna han llegado a conocer que esta

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pirámide no estuvo dedicada a este astro, sino al dios de las montañas: Aiapaec. Los

antiguos peruanos relacionaban a objetos de la naturaleza (como cerros, piedras o ríos)

como poseedores de voluntad divina. Los cerros eran los proveedores del agua, muy

necesaria para la agricultura. El Cerro Blanco, sobre cuya falda esta Huaca de La Luna, era

la montaña sagrada de los moches.

La Huaca del dios de la Montaña (Huaca de La Luna) tiene plazas, patios, rampas y

pirámides, todas muy necesarias para las ceremonias en honor a esta divinidad. Muchos de

los ambientes de esta huaca estaban decorados con hermosos frisos de muchos colores. Las

imágenes en los muros tenían relación con los ritos y ceremonias practicados en dichos

lugares.

Dibujo de un combate entre guerreros moches. Iconografía dibujada sobre cerámica de

esta cultura.

El agua es escasa en la desértica costa peruana. Sin embargo los estrechos río, que

descienden raudos desde las alturas de los andes, irrigan fértiles valles en avenidas

estacionales. Pero este equilibrio es precario en los andes, pues los años de abundante agua

son sucedidos por otros de escasez total. Es por eso que para los moches era muy

importante predecir el comportamiento del agua, sujeto a la "voluntad" del dios de la

montaña. Por eso los moches consultaban oráculos, hacían adivinaciones y ofrendaban

sacrificios para de ese modo mantener el orden y la venida del agua.

Page 4: Huaca de la luna

Lo primero era hacer una ceremonia adivinatoria en donde los chamanes (brujos)

consultaban, usando coca u otro alucinógeno, cual será la voluntad del dios y que tipo de

ofrendas exigirá. El dios de la Montaña pedía sacrificios humanos. En las pampas

desérticas próximas a Moche se realizaba una batalla, los prisioneros serán sacrificados.

Los que caían capturados eran despojados por sus captores de todas sus armas y ropa.

Luego eran llevados desnudos y amarrados a la gran plaza delantera (Plaza 1) donde eran

presentados ante los sacerdotes y el soberano. Un friso sobre la fachada de la pirámide

representa este momento.

Fachada de la Plataforma 1 que da hacia la Plaza 1. A la derecha, dibujos de los frisos.

Subían a la cima de la pirámide por una larga rampa. Luego eran llevados a una pequeña

habitación en el patio trasero, en la cima de la pirámide, allí eran adoctrinados por mujeres

como una preparación para el sacrificio. Luego de varios días eran sacados al patio en

donde serán degollados. Este patio está decorado con frisos donde destaca, al centro el

rostro del dios de las montañas. En el nivel más alto de la fachada de la pirámide está

también la imagen, en cuerpo entero, del dios de la montaña: aiapaec, también conocido

como "el degollador" pues es frecuentemente representado con un tumi (cuchillo) en una

mano y una cabeza cercenada en la otra (Uceda y Tufinio 2003).

La sangre vertida por el sacrificado era depositada en una copa, y presentada al gobernante

moche que esperaba de pie sobre un altar. El Curaca (gobernante) moche ofrendaba esta

sangre al dios de la montaña (Uceda y Tufinio 2003).

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Friso en el patio del Nivel Bajo de la Plataforma 1 en Huaca de La Luna, representa al

dios AiApaec.

Desde la gran plaza delantera era posible ver lo que sucedía sobre el altar. Por eso esta

parte del ritual debió ser una ceremonia pública con la concurrencia de gran cantidad de

personas que observaban desde la plaza.

En otros momentos, otros tipos de sacrificios eran exigidos. En una plaza de la parte alta

un peñasco ha sido dejado (Plaza 3a), asemejando una maqueta del Cerro Blanco, que está

a su espalda. Sobre este peñasco los sacrificados eran desmembrados, en alusión a la

muerte por despeñamiento, un ritual practicado por los moches. Numerosos esqueletos

encontrados en este lugar corroboran esta práctica (Uceda y Tufinio 2003).

Por varios siglos los moches celebraron el calendario ceremonial y ofrendaron sacrificios

al dios de la montaña, manteniendo de ese modo el orden del universo.

El Recinto Ceremonial

Se ubica en una esquina de la Plaza 1. Sobre sus muros están representados en alto relieve

muchas y muy complejas escenas de la mitología mochica. Por ser un hallazgo reciente aún

no se ha descifrado lo que estos dibujos cuentan. Pero sobre esos muros se pueden ver

escenas de pesca con redes, a los Perros Sin Pelo del Perú o animales y aves con atributos

divinos. Los arqueólogos que estudian este recinto consideran que en este ambiente se

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prepararon las ceremonias que se realizaron en la plaza. El Recinto Ceremonial consta de

dos ambientes, un cuarto con techo a dos aguas y delante de éste un espacio techado,

también a dos aguas, ambos sobre una pequeña plataforma. Una rampa era la vía de

comunicación con la plaza.

El Recinto Ceremonial, ubicado en una esquina de la Plaza 1. Sobre sus paredes está

representado el "Calendario Ceremonial".

La Plataforma 1, cronología y renovación

La mayor estructura en Huaca de La Luna es una gran pirámide escalonada conocida como

la Plataforma 1. Su aspecto actual, volumen y altura es el resultado de un largo proceso

social y muchos proyectos constructivos que los arqueólogos han nombrado "renovación

del templo" (Uceda y Tufinio 2003).

La Plataforma 1 de Huaca de La Luna pasó por al menos 6 grandes reconstrucciones

identificadas como Edificio A, el más moderno y construido sobre el precedente, llamado

Edificio B, quien a su vez fue construido sobre el Edificio C y así sucesivamente con los

siguientes: Edificio D, Edificio E y Edificio F, el más antiguo. Cada uno de éstos edificios

hizo a la Plataforma 1 ganar en volumen a lo ancho, largo y alto. Sin embargo estos grandes

cambios no significaron una transformación en los patrones o modelos arquitectónicos

anteriores (pirámide + plaza + anexo). Así, cada edificio nuevo era una re-edición del

anterior (Uceda y Tufinio 2003).

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Colección de fotos de frisos en Huaca de La Luna.

En las culturas antiguas del Perú fue una tradición muy arraigada la veneración a los

ancestros y por ende a los muertos, donde la muerte significaba la renovación de la vida y

por ello, enterrar al difunto era como sembrar una semilla para que germine. Esto se aplicó

no solo a las personas, sino también a ciertas construcciones consideradas sagradas.

Ejemplo muy antiguos de esta tradición han sido descubiertos por los arqueólogos en los

sitios de Caral (2900 a.C.), La Galgada (2400 a.C.) y Kotosh (2000 a.C.) entre otros. Estos

edificios eran cuidadosamente desmontados en parte y sus habitaciones rellenadas

prolijamente para luego construir nuevos edificios sobre ellos. A este proceso se le ha

llamado "entierro ritual". Los arqueólogos de Huaca de La Luna consideran que si dichos

entierros rituales de los templos (o las pirámides) fueron con la finalidad de construir

nuevos edificios pero similares en forma y contenido a los anteriores, entonces es una

renovación y por ello prefieren usar el término "renovación del templo".

La renovación de templo significó no solo la renovación de la arquitectura, expresada en

plazas, patios recintos, rampas y plataformas, si no también en la renovación del ritual y

ceremonial que dicha arquitectura contiene y representa. Las renovaciones no fueron

producto del azar o eventualidades catastróficas, pues su ejecución debió demandar de

mucha planificación así como del tiempo suficiente para acopiar la energía (trabajo) y los

recursos (materiales) para su ejecución. Los trabajos de construcción del edificio A y C, por

ejemplo, demandaron el uso de alrededor de 4 millones de adobes y 160 mil días/hombre de

trabajo (Uceda y Tufinio 2003). Según opinión de los arqueólogos de Huaca de La Luna,

esta renovación debió ser parte de una calendario ritual de largo plazo (Uceda y Tufinio

2003).

Page 8: Huaca de la luna

Línea de tiempo que relaciona a la cultura Moche con los estilos alfareros y la Huaca de

La Luna con sus respectivas fases constructivas.

Las labores de renovación del templo debieron tomar muchos meses de trabajo, tiempo

durante el cual se debió clausurar temporalmente las áreas donde se realizaban las

remodelaciones, y por tanto de debieron suspender temporalmente, también, las ceremonias

que en esos ambientes se llevaron a cabo. Pero, parece, que esto no era posible (detener o

suspender, aunque sea temporalmente el calendario ritual), así que, mientras duraron los

trabajos en la Plataforma 1, las ceremonias debieron realizarse en otro ambiente. Los

arqueólogos creen haber encontrado este sitio. Es una plataforma ubicada al oeste de la

Plataforma 1 llamado Edificio Menor, que presenta salas con columnas y patios con

relieves representando las mismas imágenes que los presentes en Huaca de La Luna.

Técnicas y materiales constructivos

Toda la pirámide y los muros de este edificio fueron hechos usando "adobes" (ladrillos de

barro secados al sol). Para levantar las plataformas y todo tipo de grandes estructuras

sólidas los mochicas usaron la técnica del "bloque de adobe tramado" (BAT) el que

consiste en levantar bloques formados por la superposición de muchas capas o hileras de

adobes ordenados en sentidos diferentes. La base de estas columnas mide varios metros por

lado y su altura muchos más. El aumento del volumen de las pirámides se logró mediante el

adosamiento y superposición de los BAT.

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La Huaca de La Luna está construida con ladrillos de barro crudo (adobes) organizados

en Bloques de Adobes Tramados (BAT).

El Proyecto Arqueológico

Casi todo cuanto sabemos y podemos admirar de este grandioso lugar es gracias a la

investigación científica y a los arqueólogos que la estudian. Desde mayo de 1991 Santiago

Uceda y Ricardo Morales dirigen con el apoyo de la Universidad Nacional de Trujillo y

empresas privadas un importante proyecto arqueológico.

La Luna Hoy

En el mundo andino una de los principales atributos de la huaca es poder hablar,

comunicarse a través de chamanes, hoy en día Las Huacas de Moche vuelven a hablar pero

a través de los arqueólogos, comunicándonos el legado que los moche han dejado para

nuestra vida presente y futura.

Page 10: Huaca de la luna

El altar principal en la cima de la Plataforma 1 de la Huaca de La Luna. Aquí se

realizaron las principales ceremonial del calendario mochica. Abajo a la derecha, dibujo

de la representación de un altar pintado sobre una vasija moche.