i i - dadun.unav.edudadun.unav.edu/bitstream/10171/31624/1/fa.280.354_14.pdf · ensillé mi muía y...

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[ros d ep o s ita d o s en l a ^

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SEGUNDA CARTA

DEL ALCALDE PREGUNTON

J L P O B R E C I T O H O L G A Z A N .

M a d r i d : I m p r e n t a d e A l v a r e z . 18 2 0 .

Se hallará con la primera en la li­brería de M atute calle de Carretas: Precio 12 cuartos, * ,

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Muy señor mioi

. S o esitano la falt^ de.contestación de Ymáf pues a l fin y a l.c a b o , no puedo píisar, de ¿er tìtì pobre meleno sin instrucción ni cosa que lo v a lg a , porque é tenerla, y a hubiera pensa­do el modo de salir de rpis apuros sin andarme rompiendo la cabeza en pedir pareejeres, que líie han tras­tornado e lp o co juicio que me que­d ab a, sin ha>b.eí sacadp «otro fruto que desei^aáiosi

E n xnedio dé mis nielancólicas ideas me acordé de un cierto sugeto que en oír<^s.tiempos nie habia con­solado y dado, no dineros por que po l o .acostum bra, sino medio de salir de otros apturlllos, persona

digna de apf^ck) por su capacidad, circunspección y que ha tenido S3’ gacid ad , como otros muchos, para sostenerse en. todos tiempos con de­cencia y bien quisto,bajo Tos diversos gobiern-os que estos malhadados anos henriós tenido la desgracia de'cönö- c'ei- sin que Jamás le hayan tocadc>’ a l pelo ni^privado de áüs honores,’ destinos y rentas, que ha procurado siempre acrecentar á fuerza de su políficá péCüIiaí'', acomodándose á íás circunstancias con provecho pro- pio^ capází de ilustrar y dar arbi­trios ventajosos y potables mejot í|ue Soler- ó Espinosa^ cn^su tiempo:Y ¿ á qué mejor M ecenas podría-yo acudir para el caso? V éa V m d ., sí un hombre que supo grangearse la es­timación de los traspirináicosj^ngsi- ñar á ios antiguos liberales y sos­tenerse despues con los nuestros^ no era de esperar justartiehtc halla-

ría modo para consolar mis infor- tunios !

Con tan Irsongera perspectiva ensillé mi muía y pian piano, en poca s ñoras llegué ä su posada, en la que ptebédido el acostumbrado anuncio me ■permitió pasar á su despacho, donde me recibió muy afable^ nos pre^ ntam os recíprocamente por las respectivas fam ilias, y despues de mediado un polvo de buen tabaco, nie preguntó en el mismo tono: y bien^ iq u é tiene Vmd, que mandat'- fiiel L e hice presente m¡ apurada si- tüáción ; exágeráhdosela algún tanto con qué el beneficio público, el desbo de socorrer á mis convecinos, ios malos anos, y , otros resortes que se ponen en movimiento en tales ca­sos, me habian precisado y á mis deudos á usar de aquellos marave­dises, concluyendo con las genera­les, de que sería agradecido á este

fa v o r , que yiese. en lo que podía, servirle & c. & c. Pero ¡cual fué mí admiración a l oín-qu^ ap¿na^ hube acabado las últiflias c ia n ­do poniéndose en pte'mi hom bre, y con una yoz qap.mex^usó espanto, me dice! señor, no señor: ¿les »parece á Vmds^ que estamos ahora ?>en aquellos tieiijpos e^ que todos ?)-hacÍan lo ,que qu.?ri^n, y sin tepvjr s)de qu fuesen c;a?i;igad0is.dísppniaii «de los caudales y hacienda ^ los «pueblos , engrosándose y dapdo «pábulo 4 sus. yiciOjS con los, jnte ?)reses mas : s^gf^dos ? N o señor, »yuejvo a repe^rj^^jiora tenemps un «Congreso N acional ilustrado, uná «Diputación p rovin cia l, protectora «d?- los ifitereses comunes, que velan «sobre tod o, y hasta l,a menor y mas «peqq^na falta que sp cometa íío se «escond.^.á ^u..previsión, así que el í3medio,\y consejo, que le d o y á

j)VmdV y á todos sus concolegas >>és que, cuiden inmediatamente de 57reintegrar esos, fondos que han jjnialversado, y.-que de aquí ade- 5)Iante si no quieren ser castigados,, 3>-no abusen de la confianza que ha* «ce la Nación desús personas: v a ' »yase Vm d. con Dios y no espere «jamás parecer mío en un asunto «tan escandaIosp*al servicio N a ció - »nal y á los pensamientos de un ciu- «dadano comò y o , que soy y seré «el baluaj'te en la defensa'de sus sa- í?grados derechos.’ Y hechando un pie tras, de otro se vino á mi oreja trayéndame como á remolque has^ tá la puerta de la antesala, en que, bajando lentamente' la. ca b eza , me despidió poco menos que á empello­nes, cerrando la puerta y dejándome en la escalera.

Que tal señor hoígazan! ¿le pare­ce á Vm d. podremos formar casa con

azulejos, como' suele decirse, con es­tos camaleones- que no convienen-, á ninguna especie? ¡Cuantos herma­nos tendrá este bu'en señor, que ha-

. yan seguido suá Huellas! Y luego dirán que no hqy entusiasmo.

Abismado en dudas v o lv í á to ­mar lili mula y en pocas horas llegué á mi casa , en la que me puse á me­ditar el medio que adoptaría para satisfacer mi deuda- cuando me la pidiesen, p orq ué y a estaban zum­bando en mis ordos las voces áo-rein- teg ra , reintegra, ¿os 3 62).

E n tai ap u ro , me ocurrió-la idea de constituir m i, casa, que*se halla en la calle rea'I del pueblo, en hos­pedería de pasageros, en que cón un poco de cebada j paja, y otros , co ­mestibles de poca consideración, co­nocí á un vecino mío que habia ganado más, que un boticario de M adrid con la venta de la quina en polvos.

' Decidido' éon tan noble pensa­miento,, y .alentado., por otra parte; considerando que-no habia ahora que andarse ,en c'umpliaiientos con los se­ñores G olillas, para que dijesen si cabían jÓ no los poHinos en las cua­dras, Sí el, tejado era de.m adera y* («ja ó de retama, ó sijas.puertas t.e- nían llave ó picaporte, di la órdea á mis mozos que Jo aseasen todo, y cojieíido una iab la vieja puse, en ella, como Dios me dió á entender, un letrero con carbón m achacado, que decía', 'Posada nueva^ la clavé- enci­ma de -ía puerta y quedó consumado el ^proyecto, pareciándome el mas adecuado antídoto á mi dolencia5 me puse á la puerta á ver si yenia algún pasagero que .sudase, (ta l era el sa- borete que tomé mientras fui a lca l­de!) á el cual haciéndole una pintura de. la comodidad que hallaría en tan equitativa y moderna casa, enconttja-'

lOría en elía 'tin . modeló -de' lo méjiDP, de España-, por cuya razón son en­vidiadas de todps los estrangeros.

N o estuve mucho tiem po'espe­rando, cuando v i venir un hombre con su capa parda* que montado en üna sobervia m uía, apenas llegó al frente de la.-puerta, se paró recono-’ ciendo con admiración lo qué delan­te tenia^ me acergué á cumplimentarle y advertí en él un íntimo am igo, a l­calde también de otro pueblecito que está tres leguas mas a llá , persona de genio a legre , intrépido y vividor*: Q ue es esto! me dijo: ¿de cuando acá se ha transformado' en posada esta casa? Y o le rogué se apease y se sentase, Ig referiria ia causa de mi? trabajos5 así lo hizo,, y yo. le enteré de la perta que me afligía : Hombre!, esclam ó, y por esa friolera ee apu­ra V m d.? v a y a , v a y a , bien secono- íEe és un ppbre hombre visoño y a -

pocado^ eosancíic ese corazon y dí- giime: ¿Piensa Vm d. acaso que estas co 'ds. han tomado todavía -el curso que debiefíín? N o por cierto : ahora estamos muy ai-principio: apenas lle­vamos tres meses de nuevo'gobierno y quiere y a que todo esté arregla-

, do*? N o ve. Vm d. á cada mochuelo en áu olivo? no observa' que el rég i- nien no ha mudado m sé han dicta­do, por quien corresponde, providen­cias capaces de 'alterar el. orden es­tablecido antiguamente? que solo' han variado algunas pocas en sus' nombres pero no en la condicioñ ? Bien que amigo desengañémonos, no se. ganó Zam ora en una hora, esto no es obra de un mometito, ni pue­de hacerse con^o quieren'm uchos, en pocos dias una cosa buena, así estraño que Vm d. desconfie por una chilindrina: Y o poco mas ó menos, rnc hallo en el mismo caso, y estoy

pîuy. iranquilo, por que he buscado- modo de. cpniponermé. M ire Vm d. mi puebJo, es verdad que no lisfech o , aunque la tengo cobrada, Ja equiiativa.contribución que lé im­pusieron-'.el año pasado ., ni aun na­da dei presente^ pero otros.lo ha­brán pagado de mas ó sirio estara-en deuda: y o me compuse con unos cuan­tos señores que’yinieron al principio á hacer una- matrícula de las he rédades particulares y generales,mas- como ignoraban el suelo que písá-, b^n,y ,no trahían detallado el-término de-mi pueblo, lès dije lo que me pa­reció, y lo mismo hicieron ios veci­nos : me Repartieron el tatito mas cuanto, y aun noTnecon.fenté con eso, sino que reclamé dicie.iîdo estaba ,a- gravjado mi p ú eb lo , presenté un memoríai con mucha bam’b o lla , h a­blé á. dos ó tres .amigos y obtuve rcvaja dç jina cuarta parte de suer-

f e , -que me corresponde, satisfacer rrienos'de la mitad de lo que debie­ra ser. Pues á fé que no ha, sucedi­do asi^á otro's bobos que han d i­cho la verdad y Jes han clavado de medio á‘ medio; pues,qué, ¿no hay mas que'declr esto tengo, para que luego vengan Con sus manos lava­das Ó sil*} lav*ar á pedir tánto corres-- ponde á Vinds.^ y á inás á más ua uno y 'medio por cientO'^ 'N o por cierto, el que sea tonto allá se las ha­y a , y si ciuieré saber, que.se' des­calabace en apreiiderlo por princi­pios, ÿ no vengá-á preguntar lisa y llanamente, á'quien debe imaginar ha de engañarle fior sa ''propia comodi­dad. ‘ ■

A sí que V m d .-no debe desma­y ar por tan corta cosa; vea de pro­porcionar á lo menos su veinte por ciento , llévelo en buenas monedas que por este añó no le inquietarán

Hniab'.'— ¿Que dice V.md. de veinte -poi* ciento, ie repliqué^ pues qué toda­vía se saiisface eso?'... Tòm a sì se satisfacel ¿pucs de»donde q.uicre Vm d. que saliera tanto dinero corno se necesita pam *ir estinguiendo ia deuda de la Nación , si no sé usara de este y de otros llamados arùi- trws^ì N i comò habia'*de verse en el Suplemento de algunas Ga-zetas, haberse amortizado tantos millones en Vales reales ni recrearse con aquella dnlce saj:Ísfaccion de queiiar Erchlvados con su sello coloradito, según dice'y ker; T. se advierte qué se conservan con solo e l objeto' de com- provarse ¡as firmas de los endosoS^si en los. tribunales d é justicia se recla- masen * por algún interesado , pero que de ningún modo tendrán ulterior circulación.^ Con que quedan archi­vad o s, le repuse, pues y o creia t|ue estos vales se quemaban por inútiles?

Q ué quemar! hom bre, v a y a , V m d. con la pesadumbre está loco! ¿pues acaso cometieron los infelices algún delito- de fé? Ñ o considera que eso í3e cha.musquina huele á inquisitorial y aunque se,4 ice qae a llí se tostaba, hacía y a muchos años que eso no se entendía con estos papeles, y por eso íio se ha acabado la simiente? N o señor, no se queman., pues no falta­ba mas sino que se hiciese ceniza la riq u eza 'd e la Nación!, ¿qué crédito queria Vjnd. tener .entonces.^ Cómo habían de lucir lo s talentos y la ga- .rantía de aquellos péñoras que lo a-a­nuncian ea letras de molde? Y por otra parte seria también fájtar. ,á la caridad y á la bpena fé qíié se lea d e b e , pues to^og han sido personas de palabra; timoratos y hombres de bien, sin qug jamás hayan-dadcí oías leve indicio de faltar á nada de cuanto h^ri prom etido, pues si

alguna que otra vez no se pagó a - quetlo ú lo otro.que ofrecieron, eso no tuvieron elios ía 'c u lp a , que solo fu e , porque nosotros, y , otros-com o nosotros, no cuidamos de llevarles en tiempo lo necesario, ó también porqué otros lo sacaron 5 y asi faltan­do el ihanantial no es éstraño se aca­be la fuente. Con que lo dicho áni­mo y á ello , y no tema por áhorá cosa en contrario f véa de Componer­se con s,u sucesor en la alcaldía., há­g ale entender que -lo mismo és ahora que antes 5 ofrézcale que firmará un papelito qüe reze los tantos m il, lo carga Vm d. y data en cuentaá, en­trada por salida como no cobrados, y tiéne Vm d. todo el año , y aún mas para pensar en el pago^ pues hasta qué venga él finiquitó ancha es C astilla: entonces y á se habrá muer­to el borrico ó el qüe le arrea,- y hagase y md. cargo dé qUe los hombres siem-

pre son hombres. Con estò se levantóydándome una paimadita en el hom- hvo vo lvió á montar en su mula y sd ausentó de mi vista.

Confieso que esta íecionzuela tranquilizó infinito mi espíritu, pe­ro aun no me decidía á. ponerle por ^brá por nò llevar otro sofion como eí de m árras, tál impresión me habia hecho!

Estando en estas meditaciones ■entró por la puertá un caballero, que Con su criado venia de M adrid y me pidió le hospedase^ yo le serví inme- diatánience, y-como me Viese mohíno preguntó, el m otivo, ÿ entramos en inateria; A y atiiígo, me dÍjo^ no de-i- be Vrtid. afligirse por esa vagatela, pues lo mismo sucede en todas par­te s , y aurí còri personas del mayor rango : sepa Vm d; que y o hícé la locura de emplear cerca dé 8o2) rs; en com prar una plaza de R egidor

de M adrid y despues de haber gasr tado mas rde .otros 4^ en chocolate y propinas que llaman de tab la , me he quedado ai fresco, por que no la he disfrutado.mas que unos cuantos me­ses: es verdad que no tiene de &uej? d o mas. qu? 4 0 0 'ducados', p^ró h ay comisiones decorosas como elranio de lim piezas,el dealumbrad9,empedra-p do & c .,y en un, par de años puede cada cyalsacar^ o necesario procediendo re­gularmente; á mi me infornió un ami­g o que.era regidor 5, q e, lo ha pasado decentemente con estps encargos, y otro que tuvo redqcido*á Ü13 apeillo de jnala niiuerte que se. le , confirió un pueb,Io cerc^ de áquí á c í que Je acompagaroii los precisos operario^ d e E scrib an o , Agrim ensor , M o ­zos, & c. e,n el cual se portó como correspondía , pue, au.nque_ de I3 cuenta- que. presentó de la comida, que importó unos 362* rs. hubo quleá

dijo qüe solo se ayonas^n ^ y queel esceso k reintegrasen los que habian id o , y aun los que lo man- dáron, lo cierto fiié que mi amigo y los suyos apelaron, se vio dete- iiidailíente la cuenta por diferentes oficinas, y al cabo no solo no se hi­zo el. reintegro , sino que pidieron se les abonaseft los honorarios d e 6 o rs, diarios á cada uno, y asi se mandó, y lo recibieron en buenas monedas. A h o ra vea Vm d si hubiese sido cieftá

-lá c d lu » ía que les levantaron, có­mo habían de haberlos premiado.

Andigo no nos cansemos, hay lengüas mordaces que so la se di** vierten en Criticar ló*mds sencillo. Pues., acaso , ¿porqüe uft hombre tenga proporcion eri su destino de admitir algún obsequio, Ó por algu-* n a . equivocación involuntaria si se le confian intereses, aumente alguna partidilla de- data s e - h a - de tachar

de usurpador, infidente otros: é-i pitectos de este, jaez? que poc^ ca-: ridad! Pues entonce^ y a podiaitios decir que apenas se encontraría un hombre de bien: ademas de que hay ciertas cosas, particularmente en.co­misiones, .que pasan por muchas ma- nos, y y a s e v é , el trabajo, el trasr- torno , la incomodidad 9 las quiebras de moneda, y otros mil incidentes hacen aumentar los -dispehdios: P e­ro se hace tarde y quiero descánsar^ mañana hablarem os, y . convenceré, á V m d, de que lo qué ha hecho, todo importa un bledo comparado con lo que otros hacen: dijo y se retiró.

Y yo amigo Lamentador suspen­do noticiarle m as, hasta que mi hués­ped me instruya lo que me ha o fre­cido a i

E l Alcalde Fregunton,

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