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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 64 Octubre-Diciembre 2015

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  • A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

    REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

    ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 64 Octubre-Diciembre 2015

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    Es moda en nuestros días la falsificación delpasado -y del presente- mediante la creación de Órde-nes caballerescas falsas. En los tiempos turbulentos,ante una realidad desagradable, muchas personas dé-biles -que lo son la mayoría, por achaque de la huma-na condición-, se ven incapaces de admitir y de asu-mir esa realidad, y se refugian en lasfantasías. Y, como las verdaderas Órdenesde Caballería son de tradición nobiliaria, ynoble solo se nace y no se hace, pues noencuentran otra salida que la de afiliarse aentidades pseudo-nobiliarias o pseudo-ca-ballerescas, y de estas son muchas las quefungen y pululan por el orbe todo. Los píca-ros, naturalmente, al apercibirse de estanecesidad social -que esa sí que es verda-dera-, se apresuran a satisfacer esos dese-os tan humanos y tan vanos.

    El sedicente “Príncipe” Enrico Fi-ladoro se inventó en Italia hace pocosaños una flamante “Soberana Orden Mili-tar y Hospitalaria de Santa María de Je-rusalén - Ordo Thetonicorum”, y se pro-clamó “Gran Maestre” de ella, vendiendola admisión en ella a cambio de sumaselevadas.

    Una pseudo-Orden falsa de todafalsedad, ya que vino a querer suplantarla legítima Orden de los Hermanos delHospital de Santa María de los Alemanesen Jerusalén (Ordo Fratrum Domus Hos-pitalies S. MariaeTeutonicorum in Jerusa-lem), vulgar y mundialmente conocida como OrdenTeutónica. Nacida como Orden caballeresca en la Je-rusalén del año 1198, tuvo una importancia históricaenorme en toda la Europa central y oriental, llegandoa constituir un verdadero Estado. Tras la Reformaquedó bajo la protección de la Casa de Austria. Desde1929 es una Orden clerical de la Iglesia Romana -desubcolación-, un instituto religioso de vida consagradapara canónigos regulares; está integrada por unos200 sacerdotes y 400 religiosas, a más de varios cien-tos de caballeros y damas laicos llamados familiares oritter-marianer. La Orden Teutónica está encabezadapor su Gran Maestre o Hochmeister el abad mitrado

    monseñor Bruno Platter; tiene su sede en Viena, yuna Procuraduría General ante la Santa Sede Apostó-lica en el mismo Estado Vaticano, inmediata a la Basí-lica de San Pedro.

    La abusiva suplantación intentada por el píca-ro Enrico Filadoro, ha obligado a la Orden Teutónica a

    acudir a los tribunales italianos para salva-guardar su buen nombre, sus símbolos ysu legado histórico. Y, tras varias vicisitu-des judiciales, ha obtenido la victoria con laayuda de Dios.

    La sentencia dictada por el TribunalOrdinario de Roma (primera sección civil)el 2 de diciembre de 2015, reconoce la legi-timidad histórica de la Orden Teutónica, sucontinuidad en el tiempo desde su funda-ción en el siglo XII, su dependencia de la

    Santa Sede, su reconocimiento oficialpor el Estado italiano -Ministerio deAsuntos Exteriores-, y el registro legal desus símbolos y emblemas ante el Minis-terio italiano del Desarrollo Económico.Y, en consecuencia, la Justicia italianaha prohibido al pícaro Filadoro el uso delnombre y emblemas de la legítima Or-den Teutónica, y ha ordenado la clausu-ra de su página o sitio web. No sin antespublicar íntegramente la sentencia enesa página web de la falsa “Orden Teu-tónica”, que además ha sido obligada apublicarla igualmente y a sus expensasen los diarios Corriere della Sera y La

    Repubblica, los de mayor difusión de Italia. El deman-dado Filadoro ha sido además condenado al pago detodas las costas judiciales, valuadas en 6.000 euros.

    Una excelente noticia, no solo porque viene ahacer Justicia -con mayúscula-, sino porque marca elbuen camino que ha de seguirse contra los pícarosque abusan de la buena fe de las personas.

    No obstante, aún pululan por Europa algunasotras falsas “Órdenes Teutónicas”, tan ilegítimas comola del Filadoro. La batalla ha de continuar.

    El Dr. Vizconde de Ayala

    EDITORIAL

    NUESTRA PORTADARetrato del Príncipe Romuald Konstantinovich Giedroyc (1842-1899), obra anónima realizada hacia 1898,

    que se conserva en el Musée National de la Légion d’honneur et des Ordres de chevalerie

    (París)

    VICTORIA NOTABLE DE LA ORDEN TEUTÓNICACONTRA UNA HOMÓNIMA “ORDEN” DE FANTASÍA

  • EL CONDE DE TENDILLA Y SU TIEMPOLa Sociedad Española de Estudios Medievales

    ha organizado y desarrollado en Granada, en los días 5al 7 de noviembre de 2015, el Congreso Internacional ElConde de Tendilla y su tiempo, dedicado a la figura histó-rica de don Íñigo López de Mendoza (1442-1515), II con-de de Tendilla y I marqués de Mondéjar, alcaide de la Al-hambra y capitán general de la ciudad de Granada desde1492 y, a partir de julio de 1502, capitán general del reinode Granada. Quien, además de participar activamente enla reconquista del emirato nazarí, desplegó una notableactividad diplomática en Roma para negociar el Real Pa-tronato de la Iglesia granadina en beneficio de los ReyesCatólicos, lo que le permitió anudar también estrechasrelaciones con algunos humanistas italianos. Protector ypadre de los moriscos, encabezó uno de los bandos quese disputaron el poder en el concejo granadino. Militar,diplomático, político y humanista, don Íñigo López deMendoza, en fin, fue uno de los cuatro personajes decisi-vos en los primeros años del dominio castellano sobreGranada. Las ponencias han sido las de los catedráticosy profesores Dr. D. Miguel Ángel Ladero Quesada, Gra-nada y Castilla en tiempo de los Reyes Católicos: el artede gobernar; Dr. D. Ángel Galán Sánchez y Dr. D. RafaelG. Peinado Santaella, El conde de Tendilla y el reino deGranada; Dr. D. Enrique Soria Mesa, Los Mendoza y lanobleza castellana; Dr. D. Fernando Checa Cremades,Los Mendoza y el mecenazgo artístico; Dr. D. Ángel Gó-mez Moreno, Los Mendoza y la nobleza bibliófila; Dra. DªAmparo Moreno Trujillo, La correspondencia del condede Tendilla: una fuente histórica excepcional; Dr. D. JuanManuel Martín García, La Alhambra de los Tendilla; Dr.D. José Enrique López de Coca Castañer, El papel delreino de Granada en la política norteafricana de los Re-yes Católicos; Dr. Martin Biersack, Cultura literaria y hu-manismo; y Dr. Bernard Vincent, El contexto vital del con-de de Tendilla: el Mediterráneo en el tránsito de la EdadMedia a la Moderna. Un gran encuentro académico (MF).

    LA ARISTOCRACIA MEDIEVALPORTUGUESA

    Subtitulado A Coroa e a Aristo-cracia. Velhos e Novos Olhares so-bre o Portugal Medievo, y organi-

    zado por la Fundação das Casas de Fronteira e Alorna,tendrá lugar este curso en Lisboa, en el Palacio Frontei-

    ra, en los días 25 al 28 de Janeiro de 2016. El programadocente se divide en cuatro sesiones, dedicadas respec-tivamente a: Síntese (Origens, Evolução, Estruturas);Combater e Orar - a dimensão militar e monástica daaristocracia; Torres, Paços e Quintãs - a dimensão patri-monial da aristocracia; y Domini Regis vs. Nobiles - a di-mensão política da aristocracia (MF).

    ESCUDOS DE ARMAS DE LAS CUA-TRO VILLAS DE LA COSTA DELMAR

    En los salones del Real ClubMarítimo de Santander, el 10 no-

    viembre de 2015, organizada por laReal Liga Naval Española y el Club

    Rotario, ha tenido lugar la conferencia Delsello concejil al escudo municipal en las Cuatro Villas dela Mar: una interpretación jurídica, impartida por el profe-sor tirular de Historia del Derecho y de las InstitucionesEspañolas en la Universidad de Valladolid, Dr. Félix Mar-tínez Llorente, miembro del Centro de Estudios Monta-ñeses. Tuvo gran éxito de público y de crítica su exa-men de los emblemas heráldicos bajomedievales deSan Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y CastroUrdiales (MF).

    VI JORNADAS DE GENEALOGÍADE ARONA

    Entre el 22 y el 24 de octubrede 2015 ha tenido lugar este encuen-tro, en el Centro Cultural Los Cristia-nos, organizado por el Patronato Mu-nicipal de Cultura del Ayuntamientode Arona. Las ponencias presenta-das han sido las de Moisés PérezRaya, Los Hernández Bethancourt.

    Una historia de película; Judit Gutiérrez de Armas, Falsi-ficando genealogías: el pleito por la capellanía y patro-nato de María del Valle Tristán (1771-1785); Pablo Del-gado, Desafíos para la investigación de orígenescanarios desde Uruguay: familias de Arico; Óscar Bor-ges Fariña, Borges: un linaje portugués en Tenerife; yJosé Alberto Ruiz de Oña Domínguez, Los archivos mili-tares españoles: un camino hacia la genealogía. En lamesa redondfa, dedicada al tema Genealogía profesio-nal y genealogistas profesionales, intervinieron D. DavidCorbella Guadalupe, D. Victorio Heredero Gascueña, yD. Guacimara Ramos Pérez. Las sesiones se han vistoamenizadas por la exposición Isleños de Luisiana (MF).

    II ENCUENTRO DE GENEALOGÍA EN GRAN CANA-RIA

    Se ha celebrado entre el 17 y el 19 de noviem-bre de 2015, en Las Palmas, organizado por la Real So-ciedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria,la asociación Genealogías Canarias, el Instituto de Estu-dios Históricos Rey Fernando Guanarteme, la Sociedadde Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias, elCentro de Estudios Genealógicos de Canarias “Marqués

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    de Acialcázar”, y la Asociación Canaria de Genealogía eHistoria Familiar. En el encuentro se leyeron las ponen-cias de Juan Gómez-Pamo Guerra del Río, Juan AntonioCebrián Latasa. Una extraordinaria aportación a la Gene-alogía; Vicente Suárez Grimón, Familia y propiedad enCanarias: la Casa de Romero (Vibero, Ceballos, Matos,Palomino) en Gran Canaria; José Luis Yáñez Rodríguez,Oficios y Genealogía en Teror; Juan R. García del Cam-po de Ucedo y Rodríguez, De Genealogía, Heráldica yNobiliaria; D. Eugenio Egea Molina, Más que abuelos. Apropósito de una relación genealógica entre Gran Cana-ria y Lanzarote; D. Carlos Gaviño de Franchy, Noticiassobre la variopinta estirpe del conquistador Rodrigo deBarrios; y Dr. D. José J. Pestano Brito, Genética y los fal-sos herederos (MF).

    XIX REUNIÓN AMERICANA DE GE-NEALOGÍA Y IX CONGRESO IBE-ROAMERICANO DE GENEALO-GÍA Y HERÁLDICA, EN CHILE

    Organizados por el Instituto Chi-leno de Investigaciones Genealógi-

    cas, ambos encuentros culturales hantenido lugar en Santiago de Chile, entre el 5

    y el 9 de octubre de 2015. La sesión inaugural tuvo lugaren el Instituto de Chile, institución que agrupa a las Aca-demias Nacionales. Haremos mención de las ponenciasallí leídas, que, entre otras, fueron las de D. Miguel Wen-ceslao Quintero sobre la descendencia del Inca HuaynaCapac en Nueva Granada; D. Isidoro Vázquez de Acuñasobre el linaje de Santa Teresa en Chile; D. Patricio Eu-genio Muñoz sobre la posible existencia de parientes dePedro de Valdivia en Jaén de Bracamoros (Perú); de DªMaría Inés Olarán Múgica sobre la genealogía y entornofamiliar de Blas de Lezo; Dª Alicia Sosa y D. FedericioMasini sobre la descendencia americana del tesoreroAlonso Gutiérrez de Madrid y su cónyuge doña María dePisa; D. Luis Arturo del Castillo, sobre los Rábago y Fer-nández de Rábago y su red trasatlántica en el siglo XVIII;Dª Gloria Lizania sobre linajes novohispanos, sus redesmercantiles, y el primer Marqués de Toro; D. Víctor Ro-gerio Gayol sobre los gobernadores militares de Tlaxcalaen la Nueva España; D. José María Martínez Vivot, so-bre los Álvarez de Toledo en Chile; D. Javier E. Sánchizsobre José Núñez de Cáceres, precursor de la indepen-dencia dominicana; D. Javier Gómez de Olea Bustinza,sobre las inexactitudes genealógicas que se observan enlas sucesiones de los Marquesados de Soto Hermoso ydel Otero; Brandon L. Baird sobre Pancho Villa; y D. Jo-an Manuel Ferrer sobre el almirante y gobernador Igna-cio Pérez Caro. Como es habitual, también en esta oca-sión ha habido varias actividades culturalescomplementarias: en Santiago se visitaron San Francis-co, la Biblioteca Nacional, el Archivo Histórico Nacional,el Cerro de Santa Lucía, la Plaza de Armas, la Catedral,el Congreso Nacional, el Museo Histórico y Militar, el Mu-seo Andino y Santa Rita; y en Valparaíso, el Museo Marí-timo Nacional; además se giraron excursiones a Viña delMar y a la Hacienda de Orrego de Arriba. Al finalizar el

    encuentro se acordó que la próxima XX Reunión Ameri-cana de Genealogía y el X Congreso Iberoamericano deGenealogía y Heráldica se celebren en la ciudad de Bo-gotá (Colombia) durante el próximo año 2017; y que am-bos encuentros sean convocados y organizados por laAcademia Colombiana de Genealogía (MF).

    GUERRA SANTA Y CRUZADA EN EL ESTRECHOEn la Facultad de Filosofía y Letras de la Univer-

    sidad Autónoma de Madrid, y entre los días 30 de sep-tiembre al 2 de octubre de 2015, se han celebrado estasjornadas internacionales, bajo el subtítulo El occidentepeninsular en la primera mitad del siglo XIV. De entre lasintervenciones anunciadas, notemos las de los profeso-res Dr. D. Carlos de Ayala Martínez, Guerra santa y se-cularización: el ideal caballeresco de Alfonso XI de Casti-lla; Dr. D. Carlos Barquero Goñi, La participación de laOrden del Hospital en la Batalla del Estrecho durante laprimera mitad del siglo XIV; Isabel Cristina Fernandes, Orecrudescimento da Guerra Santa e a arquitectura dasordens militares em Portugal (primeira metade do séc.XIV); Philippe Josserand, Jacques de Molay, entre mé-moire et histoire: le Temple, la péninsule Ibérique et l'O-rient; Luis Filipe Oliveira, Da defesa da fronteira à guerrano mar: O papel da Coroa e das ordens militares; y Enri-que Rodríguez-Picavea Matilla, Las órdenes militares yla guerra del Estrecho (MF).

    I COLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE LA NOBLEZADel 21 al 24 de octubre se ha celebrado en Ma-

    drid este encuentro, y también el IX Coloquio Internacio-nal de Genealogía -del que informamos seguidamente-,organizado por la Academia Internacional de Genealo-gía, el Istituto Araldico Genealogico Italiano, la Internatio-nal Commission for Orders of Chivalry y la Real Asocia-ción de Hidalgos de España. Las sesiones académicashan tenido lugar en el Colegio Mayor San Pablo-CEU.Entre las ponencias y comunicaciones presentadas, no-tamos las de María Ferrer Torío, La heráldica en la bata-lla de las Navas de Tolosa: nobleza, linaje y honor; Yo-landa Gómez Sánchez, Corona y Constitución en el sigloXXI; Dr. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio,

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    Hacia una homogeneización de las Probanzas de Noble-za en España; Carlos Acuña Rubio, Casas medievalesde los hijosdalgos en Galicia: su incorporación a la AltaNobleza; Manuel Gullón de Oñate, Conde de Tepa, LaReal Asociación de Hidalgos de España. Fines y activi-dades; Francesco Cerea, L’ambiguità di una borghesiaaristocratica elvetica: il Patriziato del Canton Ticino;María Camino Pastrana Santamarta, Los hermanos deCadenas y Vicent como promotores de la construcciónen la ciudad de León. (1939-1953); Jean-François vander Straeten, Des initiales majuscules et minusculesdans les titres de noblesse. Question protocolaire futileou expression éloquente d’un état d’esprit?; SalvatoreOlivari de la Moneda, Repubblica di San Marino: sussi-stenza della nobiltà e proibizione di nuove concessioni;Jean Marie Thiébaud, La Noblesse de Franche-Comte:les anoblissements para Charles Quint et les Rois d’E-spagne; Dr. Pier Felice degli Uberti, La nobiltà nella Re-pubblica italiana fra sogno e realta; Dr. Stanislaw V. Du-min, La Hérauderie de la Maison Imperiale de Russie etl’usage des novelles armoiries de la noblesse russe; donAntonio Pompili, I contrassegni di nobiltà negli stemmiecclesiastici. Usi, regole e abusi di ieri e di oggi; Margari-ta Zabala Menéndez, La figura del Rey de Armas en elReino de España: una familia de Reyes de Armas en lahistoria de España: los Rújula; Alberto Lembo, Il concettodi “sovranità affievolita” accettato dalla Repubblica Italia-na come base per autorizzare l’uso pubblico di Ordini Di-nastici degli stati preunitari concessi dai Capi delle Dina-stie già regnanti in Italia; Marco Horak, La nobiltàaustroungarica: evoluzione, diffusione territoriale, carat-teristiche e suo tramonto; Bruce Durie, The concept of‘Nobility’ in Scotland - Titles, peerages, Feudal Baroniesand Armigers; Alexander Maxwell Findlater, ScottishClans - Development and Legacy; Igor Sakharov y OlgaKulakovskaya, The Russian noble families of Spanish ori-gin; Dra. Leticia Darna Galobert, La capilla de SantaÁgueda de Barcelona en los orígenes de la nobleza cata-lana; Dr. José María de Francisco y Mª Almudena Serra-no, Documentación sobre Nobleza en el Archivo Históri-co Provincial de Cuenca; Dra. Valeria Maria Leonardi yValeria Vanesio, La conservatoria magistrale dell’Ordinedi Malta: patrimonio librario e documentario tra genealo-

    gia, araldica, e prove nobiliari dal XVI al XIX secolo; Ma-rio Jaramillo Contreras, La Nobleza española transoceá-nica; Matthew Hovious, Certificaciones de Armas en laHungría de Horthy: Reino sin Rey, Heráldica sin Heraldo;Nicola Pesacane, Predicato nobiliare o diritto al nome neitribunali della Repubblica Italiana; Charles Mack of Sto-neywood, El asociacionismo nobiliario en el Reino Unidode Gran Bretaña; Michel Popoff, Les hérauts d’armes etleur vision de la noblesse au XVe siècle; Miguel ÁngelHermida Jiménez, El privilegio de nombramiento de bur-gueses honrados de Puigcerdá en 1673; Manuel Pardode Vera Díaz, Situación legal de la nobleza en España;Herbert Stoyan, “Genealogical and heraldical problems inbuilding an European data base of nobility”; Peter Kur-rild-Klitgaard, The Danish ‘Nobility by precedence’; Ro-bert Watt, Un renouveau héraldique pour une monarchiedu Nouveau Monde. Quelques jalons dans l’évolution del’héraldique canadienne depuis 1988; Elizabeth Roads,Heralds - the Voice of the Sovereign; Henrik Klacken-berg, State Herald in the 21st century: the Swedish expe-rience; y Josef Karl von Habsburg-Lothringen, Las fami-lias históricas en el contexto de sus respectivos países,independientemente de si se trata de repúblicas o mo-narquías, en una situación muy similar, ya que mientraslas repúblicas se monarquizan, las monarquías se repu-blicanizan; Eduardo de Delás y Ugarte, Los títulosespañoles después de las últimas disposiciones legales;Dr. Juan Cartaya Baños, Una nueva visión histórica deun modelo de asociacionismo nobiliario en la Edad Mo-derna: la fundación de la Real Maestranza de Caballeríade Sevilla en 1670; y Clemente Petracca, La nobiltà at-traverso le leggi nobiliari del regno d’Italia.

    IX COLOQUIO INTERNACIONAL DE GENEALOGÍASimultáneamente a la celebración del encuentro

    anteriormente reseñado, tuvo lugar este otro, en el mi-smo ámbito. De entre las numerosas comunicaciones allípresentadas, destacamos por su calidad e interés las deEstefania Ferrer del Rio, La insólita Genealogía de Rodri-go Díaz de Vivar y Mendoza, marqués del Cenete y Iconde del Cid; Emilio Alba Cordero, Formación e-lear-ning de Plataformas - Genealogía en online; Marco Ho-rak, Le difficoltà delle ricerche genealogiche nelle fami-glie di diversa origine geopolitica. Il caso dell’unione di

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    una famiglia storica italiana con una proveniente dall’Im-pero Austroungarico; David Huidobro Sanz, Genealogíadel erudito Padre Flórez: el ilustre linaje de los Flórez deSetién; Dr. Stanislaw Dumin, Don Jaime de Borbón yBorbón-Parma, Duque de Anjou y de Madrid, au servicemilitaire de l’Empire de Russie; Jan T. Anema, Transmis-sion des noms de famille du moyen-age au temps mo-dernes; María Inés Olarán Múgica, Nobleza española enBiarritz: estudio genealógico e historia de familias; Alber-to Martin Quirantes, Falsificaciones y fabulaciones en tor-no al marquesado de Campotéjar; Dr. Luis Valero de Ber-nabé y Martin de Eugenio, La limpieza de sangre y susexpedientes genealógicos; Clara Francesch Roher yRomà Patricio Castillo, Herencia y confiscación (1468):las familias Merlés y Malla, ciudadanos de Barcelona du-rante la guerra contra Juan II de Aragón; Pier Felice degliUberti, Il diritto di tutti di conoscere la propria storia di fa-miglia; Salvatore Olivari de la Moneda, Genealogia e Sto-ria di Famiglia nella più piccola repubblica del mondo:San Marino; Michel Teillard d’Eyry, Heurs et malheursdes armées émigrées durant la Révolution française; Ma-nuel Pardo de Vera Díaz, Información genealógica en losprocesos de nobleza en los reinos de Aragón y Navarra;

    Herbert Stoyan, Comparison of genealogical results ofthe 18 century in Germany in case of noble families inFrankonia, the example of the Förtsch-family; IgorSakharov, Anthroponymic acrobatics: the adventures ofone Spanish surname in Russia: de Ribas y Buyons - Ri-bas; Bruce Durie, DNA Testing and Genealogical Resear-ch; don Antonio Pompili, Heraldica et Genealogia Eccle-siastica Hispanica in Urbe. Nomi, stemmi e storie diprelati spagnoli nella Città di Roma; Guido Broich, Speci-fic European Y - Chromosome Haplotypoe I and its sub-classes: migrations and modern prevalence; CarlosAcuña y Rubio, Parentescos de los Caamaño con lasprincipales familias hidalgas de Galicia; Pierre Le Clercq,La guerre d’Espagne (1808-1813) et l’émergence de lafamille Gonzalès en Bourgogne; José Luis GómezBarthe, Heráldica y testamentos del linaje Gómez Buelta(c.1550-1935); y Clemente Petracca, La ricerca della sto-ria di famiglia nel rispetto de testo unico sulla privacy(D.Lgs. 196/2003). A estas comunicaciones presentadasen los propios Coloquios, se sumarán en el volumen deactas cuya publicación se ha previsto, las de otras perso-nalidades que han sido invitadas a participar. Además delas sesiones académicas, se han realizado, como es decostumbre en esta clase de reuniones, otras actividadesculturales complementarias; por ejemplo, al Archivo Ge-neral Militar de Segovia. En resumen, las muestras delos estudios realizados por los numerosos participantes,que se han enumerado antes, nos revelan que estos hansido unos grandes encuentros académicos. Por añadidu-ra, se ha previsto igualmente su repetición en el futuro,tanto del ya acostumbrado bianual de Genealogía, comodel novedoso sobre la Nobleza. Vaya, pues, nuestra feli-citación a los entes y personas que los han organizado.

    NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES

    (+34) 670 826 300 - [email protected]

    J o s é M i g u e lP e c o s

    Antiguo Maestro Mayor

    de

    Cejalvo

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    El tratamiento de Altezao Alteza Real es muy antiguo enEspaña, y su uso se remontahasta el siglo XV, cuando hacesu aparición como título de cor-tesía -probablemente importadodel ámbito musulmán, donde es-ta clase de tratamientos ditirám-bicos estaba más acostumbra-do-: el caso es que lo tomaron yrecibieron los Reyes de Castillay de Aragón -y de Portugal-, yen ellos se mantuvo hasta la su-bida el trono imperial en 1520del Rey Don Carlos I, que adop-tó desde entonces el título deMajestad o Majestad Cesárea. Apartir de aquellos tiempos, y porcierta pragmática de Don FelipeII, el tratamiento de Alteza Realquedó asignado a los Príncipesde Asturias y a los demás Infan-tes de España. Nos ilustran lar-gamente acerca del uso de estetratamiento honorífico el corte-sano Barón de Pujol de Planés,en su curioso Monitorio Áulico(Madrid, 1908), José ManuelNieto Soria en Fundamentosideológicos del poder real enCastilla (Madrid, 1988), y el ge-neral Fernando García-Mercadalen Los Títulos y la Heráldica delos Reyes de España (Barcelo-na, 1995).

    En la España actual,quiero decir la que se rige por laConstitución Española de 1978y leyes subsiguientes y concor-dantes, es de recordar que la re-forma del Código Penal aproba-da por la ley orgánica 10/1995,suprimió el antiguo artículo 322,que castigaba con arresto mayory multa el uso indebido de Títu-los de nobleza. Quizá por esasrazones, algunos pretendientes

    y dinastas, y algunos pseudo-príncipes, tanto españoles comoextranjeros residentes en Espa-ña, lo han venido usando sincortapisas penales, quiero deciren ambientes sociales y no ofi-ciales. Sin duda alguna, un abu-so que no debería haberse tole-rado.

    Actualmente, esta materia pro-tocolaria se rige por los precep-tos del real decreto 1368/1987,de 6 de noviembre (Boletín Ofi-cial del Estado de 12 de no-viembre), que regula el régimende títulos, tratamientos y hono-res de la Familia Real y de losRegentes, en cuyos artículos 2ºy 3º se otorga tal tratamiento deAlteza Real, exclusivamente alos Príncipes de Asturias, a loshijos del Rey, y en su caso alPríncipe consorte de la Reina.El artículo 3º-3, es de una clari-dad meridiana: Fuera de lo pre-visto en el presente artículo y enel anterior, y a excepción de loprevisto en el artículo 5 para losmiembros de la Regencia, nin-guna persona podrá ...recibir lostratamientos y honores que co-rresponden a las dignidades delas precedentes letras a y b -osea, a los mencionados Prínci-pe o Princesa de Asturias, Infan-tes de España y Príncipe con-sorte de la Reina-.

    De acuerdo con estos precep-tos legales, en la España actuallas Personas que gozan del de-recho a recibir el tratamiento deAlteza Real, son sola y exclusi-vamente las siete siguientes, or-denadas según su relativo lla-mamiento -o el de sus cón-yuges- a la sucesión de la Coro-na española:

    DE HONORES

    DEL TRATAMIENTO DE ALTEZA REAL EN LA ESPAÑA DE HOY:ELENCO DE LAS PERSONAS

    QUE TIENEN DERECHO A OSTENTARLOpor el Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala

    SS.MM. los ReyesDon Juan Carlos Iy Don Felipe VI

  • 1368/1987, y en su virtud, tambiénhan ostentado y gozado vitalicia-mente de este derecho reconocidoal tratamiento de Alteza Real, loshoy difuntos Don Juan de Borbón yBattenberg, Conde de Barcelona,Jefe de la Casa Real de España(†1993); su esposa Doña María delas Mercedes de Borbón y Orleáns,Condesa de Barcelona (†2000); yDon Alfonso de Borbón y Dampie-rre, Duque de Cádiz (†1989). Tam-bién, por supuesto, los anterioresPríncipes de Asturias -hoy Sus Ma-jestades Don Felipe VI y Doña Leti-zia-, mientras lo fueron. Nadie más,salvo error u omisión involuntaria.

    Algunas Personas, al menosseis, que al tiempo de promul-garse este real decreto1368/1987, gozaban oficial-mente del derecho a ostentary a recibir el tratamiento de Al-teza Real, lo perdieron com-pletamente entonces, ipso iu-re: fueron, salvo error uomisión, Doña Beatriz de Bor-bón y Battenberg, Infanta deEspaña por nacimiento y prin-cesa de Civitella-Cesi por ma-trimonio (†2002); Doña MaríaCristina de Borbón y Batten-

    berg, Infanta de España por naci-miento y condesa Marone pormatrimonio (†1996); Doña Aliciade Borbón-Parma, viuda del In-fanta Don Alfonso y Duquesa viu-da de Calabria en Italia (que fe-lizmente vive); Doña Dolores deBorbón y Orleáns, con honoresde Infanta de España desde sunacimiento y princesa Czartorys-ka por matrimonio (†1996); DoñaEsperanza de Borbón y Orleáns,con honores de Infanta de Espa-ña desde su nacimiento y Prince-sa del Brasil (†2005); y Don Ál-varo de Orleáns ySajonia-Coburgo-Gotha, con ho-nores de Infante de España des-de su nacimiento y Duque deGalliera en Italia (†1997). Porque

    todos ellos quedaron inclusosen el artículo 3º-3, epígrafesb) y c), del repetido real de-

    creto 1368/1987; y ninguno de ellos pudo cumplir conlos dos requisitos simultáneos que para la conserva-

    - S.A.R. Doña Leonor de Borbón yOrtiz, Princesa de Asturias (artículo2º del r.d. 1368/1987).- S.A.R. Doña Sofía de Borbón yOrtiz, Infanta de España (artículo3º-1 del r.d. 1368/1987).- S.A.R. Doña Elena de Borbón yGrecia, Infanta de España y Duque-sa de Lugo (artículo 3º-1 del r.d.1368/1987).- S.A.R. Doña Cristina de Borbón yGrecia, Infanta de España (artículo3º-1 del r.d. 1368/1987).- S.A.R. Doña Pilar de Borbón yBorbón, Infanta de España y Du-quesa de Badajoz (artículo 3º-1 ydisposición transitoria segunda delr.d. 1368/1987).- S.A.R. Doña Margarita deBorbón y Borbón, Infanta deEspaña y Duquesa de Soria(artículo 3º-1 y disposicióntransitoria segunda del r.d.1368/1987).- S.A.R. Don Luis Alfonso deBorbón y Franco, en Franciatitulado Duque de Anjou y Jefede la Real Casa de Francia(disposición transitoria terceradel r.d. 1368/1987). El derecholegal a este tratamiento, que lefue concedido desde su naci-miento según el decreto de 22 denoviembre de 1972, se mantuvoen 1987 -aunque haya sido pues-to en duda por algunos especia-listas-, toda vez que según el te-nor literal de la mencionadadisposición transitoria tercera delr.d. 1368/1987, Don Luis Alfonsoestaba entonces en posesión le-gal de un Título de la Casa Real -el de Duque de Cádiz que osten-taba simultáneamente su padre,quien también indudablementeconservó el tratamiento de AltezaReal-, siempre a tenor del decre-to de 1972, tan defectuosamenteredactado.

    De cualquier modo quese quiera considerar esteasunto, hoy en día no haymás Personas Reales quepuedan alegar derecho legalal uso en España de este tratamiento de Alteza Real.

    Desde la promulgación del real decreto

    Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [8]

    SS.AA.RR. la Perincesa de Asturias y las Infantas Doña Sofía, Doña Pilar y Doña Margarita

  • Alteza Real, esmuy peculiar.Aunque el artí-culo 3º-1 del reald e c r e t o1368/1987 pare-ce, en una inter-pretación literal,atribuirle tanto tí-tulo como trata-miento, como hijodel Rey, ambascosas han de serpuestas en duda,al interpretar conmayor precisión yjusticia que la ex-presión “los hijosdel Rey” de eseartículo 3º-1 serefiere solamente

    al Rey Don Juan Carlos I y asus sucesores. Y es que el realdecreto 1368/1987 está redac-tado en tiempo futuro, es decirpara regir a partir de su pro-mulgación, y cuando no habíaotro monarca que el entoncesreinante, para él y para sus su-cesores. En este mismo senti-do, las menciones expresas alConde de Barcelona y a susdos hijas Doña Pilar y DoñaMargarita, en las disposicionestransitorias primera y segunda,que hubieran sido innecesariasen el otro caso.Tampoco tienen derecho al tra-

    tamiento de Alteza Real, en España, otros príncipes,como los agnados de la Casa de Borbón, que sí pue-den ostentarlo por tradición en Francia o en Italia -DosSicilias y Parma-, en virtud de las particulares leyesdinásticas de aquellas antiguas monarquías; en algu-nos casos, incluso oficialmente. Ni aún tienen este de-recho los vástagos de otras Casas Reales europeas,que residen en España. Ni mucho menos la miriadade falsarios que se autoatribuyen títulos y posicionesdinásticas de fantasía.

    Así es que en este atribulado Reino de Espa-ña, fantasías y cortesanías aparte, resulta que existenleyes que limitan el tratamiento de Alteza Real a lasPersonas de ocho agraciados, como máximo; y sonleyes que prohíben taxativamente que cualquier otrapersona se lo atribuya o reciba. Y a esas leyes hayque ceñirse, porque, como es lógico, el no hacerlo nosconduce solamente al desorden público, y a la prolife-ración y difusión de las fantasías dinásticas.

    ción del trata-miento exigía ladisposición tran-sitoria terceradel repetido realdecreto: tenerreconocido eluso de un títulode la Casa Realy el tratamientode Alteza Real.Este hecho deque un Infante ouna Infanta deEspaña, sean denacimiento, degracia u honora-rios, carezcandel tratamientode Alteza Real -y de cualquierotro-, no deja de ser muy insó-lito, y desde luego muy contra-rio a la tradición dinástica de laCasa Real de España.

    Hagamos constar, paraevitar confusión por parte depersonas interesadas, que atenor de la disposición transito-ria tercera del r.d. 1368/1987,no tiene hoy en día en Españaderecho al tratamiento de Alte-za Real, la señora doña Anade Orleáns, viuda de S.A.R.Don Carlos de Borbón-Dos Si-cilias y Borbón-Parma, Infantede España, ni ninguno de suscinco hijos -a los que el propioreal decreto atribuye expresamente el de Excelencia-.También resulta público el hecho de que tanto estarespetable señora como las no menos respetables do-ña Teresa y doña Inés de Borbón-Dos Sicilias y deBorbón-Parma, hermanas del difunto Infante Don Car-los, vienen utilizando y aceptando este tratamiento demanera no oficial en España; como también los cincohijos del Infante -así el único varón don Pedro de Bor-bón-Dos Sicilias y de Orleáns, que recientemente haadoptado el título italiano de Duque de Calabria-. Peroen aplicación de la legalidad vigente, tan repetida, to-dos ocho carecen del derecho a utilizar y a recibir enEspaña el tratamiento de Alteza Real -aunque pudie-ran atribuírselo, pero siempre en el extranjero, comopretendidos dinastas duosicilianos-.

    El caso de don Leandro Alfonso de Borbón yRuiz, hijo bastardo de S.M. el Rey Don Alfonso XIII,que ha venido usando y recibiendo de manera no ofi-cial el título de Infante de España y el tratamiento de

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    SS.AA.RR. las Infantas Doña Elena y Doña Cristinay S.A.R. Don Luis Alfonso de Borbón

  • El director general de Bellas Artes, Bienes Cultu-rales y de Archivos y Bibliotecas, del Ministerio de Edu-cación, Cultura y Deporte, D. Miguel Ángel Recio, y elpresidente de la Fundación Don Álvaro de Bazán, D. Ál-varo Fernández-Villaverdey Silva, Marqués de SantaCruz y Duque de San Car-los, han suscrito el 7 de oc-tubre de 2015, en el Hospi-tal de Tavera, sede de laSección Nobleza del Archi-vo Histórico Nacional, uncontrato de comodato porel que se deposita de for-ma gratuita en ese Archivoestatal la documentaciónfamiliar del Marquesado deSanta Cruz, y la documen-tación reunida por los títu-los nobiliarios que entroncan con la Casa -los Marquesa-dos de Bayona, de Villasor y de Arcicóllar, y el Condadode Pie de Concha-. También se depositarán los docu-mentos que integran el fondo del archivo familiar del Du-cado de San Carlos, compuesto por los documentos delos Duques de San Carlos, y de los Condes del Puerto,de Castillejo y de la Unión, y sus predecesores, datadosdesde la Edad Media hasta el año 1873 -fecha en que eltítulo de San Carlos y los otros tres citados entroncaroncon el Marquesado de Santa Cruz-. Toda esta documen-tación quedará albergada en el Hospital de Tavera en To-ledo, sede de la Sección Nobleza del Archivo HistóricoNacional, para fines de investigación y consulta públicade todos los ciudadanos.

    Al solemne acto asistieron también los hermanosdel Marqués de Santa Cruz, que con su presencia hancorroborado la decisión del Patronato de la Fundación,que posibilitará que en los próximos días ingrese en esteArchivo estatal la documentación reunida durante gene-raciones por dos grandes Casas nobiliarias españolas,la marquesal de Santa Cruz y la ducal de San Carlos.Una decisión que el director general Miguel Ángel Recioha agradecido públicamente al presidente de la Funda-ción Don Álvaro de Bazán.

    En el fondo del Marquesado de Santa Cruz, selocalizan, entre otros documentos, además del título deMarqués de Santa Cruz, concedido al gran almirante donÁlvaro de Bazán por Don Felipe II en 1569, por los méri-tos militares contraídos, y de reales cédulas de confirma-ción otorgadas por los sucesores del denominado Rey

    Prudente; y escrituras de sus antepasados navarrosasentados en La Rioja y, posteriormente en Castilla; títu-los de propiedad y escrituras de compraventa y cesiónde los bienes familiares en el reino de Granada, con in-

    clusión de 47 pergaminosen árabe fechados entre1418 y 1508; y las escritu-ras de compra de las villasdel Viso del Marqués, San-ta Cruz de Mudela y Valde-peñas (Ciudad Real) , en-tre 1539 y 1585.

    Sobresalen los docu-mentos relativos a las cam-pañas militares de don Ál-varo de Bazán y susdescendientes, con infor-mación, por ejemplo, sobrela conquista de las islas

    Azores, la batalla de Lepanto, la invasión de Portugal,los preparativos de la Gran Armada para el desembarcoen Inglaterra, las guerras de Flandes, del Milanesado yde la costa de Berbería. Resulta muy relevante la corres-pondencia de los Marqueses con el Emperador Carlos Vy con los monarcas que le sucedieron, además de losnombramientos y títulos militares o diplomáticos y, en elsiglo XVIII, de académicos de la Lengua, de la Historia ode las Bellas Artes.

    A diferencia del título anterior, el Ducado de SanCarlos fue concedido en 1780 por Don Carlos III a donFermín Francisco de Carvajal y Vargas, como compen-sación por la reversión a la Corona del cargo de correomayor de las Indias, otorgado en 1514 al doctor don Lo-renzo Galíndez de Carvaja -destacado jurista y cronistanacido en Plasencia, que fue presidente del Consejo deCastilla, miembro del Consejo de Indias y albacea testa-mentario de Don Fernando el Católico-; un cargo que de-sempeñaron desde entonces sus sucesores, quienesademás eran alcaldes de Lima y ostentaron el título deCondes del Puerto. Los documentos más antiguos de es-ta Casa datan del siglo XIV, período en que se datan losprimeros títulos de propiedad conocidos de los Carvajal.A partir del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, junto a losdocumentos de las posesiones adquiridas por los Carva-jal y los Vargas en Extremadura y en Toledo, se conser-van mercedes de los Reyes Católicos, de su hija DoñaJuana y de Don Carlos I, títulos de regidores perpetuos,de escribanos de las sacas de los puertos comprendidosentre Gibraleón y Cartagena, la escritura de fundación

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    DE RE ARCHIVERA

    UN EJEMPLO DE CIUDADANÍA Y DE CULTURA:

    LA CESIÓN DE LOS ARCHIVOS DE LOS MARQUESES

    DE SANTA CRUZ Y DE LOS DUQUES DE SAN CARLOSpor el Dr. Marqués de la Floresta

  • de un mayorazgo en Trujillo en 1492, tes-tamentos y contratos matrimoniales; y, porsupuesto, los títulos de correos mayoresde Indias desde 1514, con el que los titu-lares se aseguraron durante doscientoscincuenta y cuatro años el cobro de unarenta por el reparto del correo en los vi-rreinatos de América. El asentamiento dela rama principal de la familia en Lima, pa-ra el desempeño del cargo, el hecho deque la mayoría de los documentos fecha-dos en los siglos XVII y XVIII, sean docu-mentos americanos, con importante infor-mación para el estudio de la Américavirreinal en los años anteriores a la inde-pendencia de aquellos territorios. Entreestos documentos destacan los que con-tienen noticias e información sobre los iti-nerarios de los indios y oficiales encarga-dos de repartir el correo en los virreinatosdel Perú y Nueva Granada, y la correspondencia sobrela rebelión encabezada por Tupac Amaru II en el Perú yel Río de la Plata, la mayor rebelión ocurrida en los terri-torios hispanos de América durante el siglo XVIII.

    De importancia resulta la documentación delConde de la Unión, capitán general de Cataluña, sobreel sitio de Orán y la guerra del Rosellón contra la Con-vención francesa; y la correspondencia del II Duque deSan Carlos, mayordomo mayor de Don Fernando VII,con su mujer e hijos desde su exilio en Valençay, durantela guerra de la Independencia, con muchas noticias so-bre las negociaciones en 1814 entre Napoleón y la Re-gencia de España.

    Un tercer grupo de legajos lo forman documen-tos posteriores a 1873, a partir de la unión de los títulosde Santa Cruz y San Carlos. Es, por lo tanto, el fondomás moderno, con documentación comprendida entre elaño 1873 y el 1988. Esta agrupación contiene informa-ción detallada de la administración de las Casas durantelos reinados de Don Alfonso XII y Don Alfonso XIII y du-rante la segunda República, lo que resulta una fuente im-portante para el estudio de la Nobleza española duranteesos años. La correspondencia con la Familia Real espa-ñola y la correspondencia como embajador en Londres(1958-1972) de don José Fernández-Villaverde y Rocade Togores, marqués de Pozo Rubio y consorte de SantaCruz, permiten conocer sus puntos de vista y los de susinterlocutores sobre los principales acontecimientos in-ternacionales.

    Un cuarto y último grupo documental es el queintegra la colección fotográfica familiar, con dieciséis ál-bumes antiguos y un número indeterminado de fotografí-as, aún sin clasificar. Las más antiguas pueden datarsehacia 1860, e incluyen retratos varios, desde miembrosde las Casas Reales europeas hasta miembros de la fa-milia y personajes de la vida política española. Tambiénse conservan imágenes familiares de los primeros añosdel siglo XX, vistas de monumentos y un álbum conme-morativo de la visita de los Reyes de España al Colegiode España en Bolonia, en 1925.

    El director general ha destacado que elArchivo de la Nobleza es una institucióncultural única en el mundo, donde seconservan y difunden los archivos gene-rados y reunidos por la Nobleza españo-la, un archivo abierto donde se recibennuevos fondos por donaciones o depósi-tos efectuados por instituciones o perso-nas privadas, o mediante adquisicionesrealizadas por el departamento ministe-rial, para su utilización gratuita con finesde investigación. Ningún país de nuestrocontexto occidental cuenta con una insti-tución similar, donde se recojan, en laproporción que aquí se encuentran, losfondos documentales reunidos y conser-vados por las familias que en la socie-dad estamental conformaron el estamen-to nobiliario y que posteriormentecontinuaron ocupando importantes res-

    ponsabilidades en la Administración, la Diplomacia o losEjércitos. Tras resaltar la importancia del acto y agrade-cer a la Fundación Don Álvaro de Bazán la confianzaque deposita el Archivo, don Miguel Ángel Recio animó aotras familias nobles a depositar sus archivos en este ar-chivo con sede en Toledo.

    Recordemos que ya en 2009, en virtud del testa-mento de doña Casilda de Silva, anterior marquesa deSanta Cruz (1914-2008), el palacio familiar madrileño dela calle de San Bernardino, y los tesoros artísticos e his-tóricos que guarda -con obras de Brueghel, Van Dyck,Goya, Jordán, Carreño de Miranda, Carduccio, VicenteLópez, Madrazo o Sorolla-, quedaron abiertos al público.Se constitutyó entonces la mencionada Fundación DonÁlvaro de Bazán, el vencedor de la batalla de Lepantocuya estatua preside, rodeada de flores, la plaza de laVilla. La dotación de la nueva Fundación, en aportacio-nes dinerarias y no dinerarias, se fijó en unos 20 millonesde euros, desglosados en bienes inmuebles por valor de12 millones; bienes muebles por una cifra estimada en7,3 millones de euros; un archivo histórico evaluado enmedio millón de euros; y una suma de 120.000 euros endinero contante. En ella quedaron integrados, no sola-mente el palacio madrileño de San Bernardino, sino tam-bién los de El Viso del Marqués (Ciudad Real), y de Truji-llo (Cáceres). El palacio del Viso, de estilo renacentista ysede también del Archivo Histórico de la Marina, es visi-tado anualmente por unas 20.000 personas; mientrasque el de Trujillo, en su monumental plaza mayor, es visi-tado por unas 5.000 personas cada año, estando cedidoen usufructo a las monjas jerónimas de Santa Paula.

    Estas acciones, de gran trascendencia cultural ehistórica, vienen a acreditar la generosidad y la excelentecondición ciudadana de la ilustre familia que hoy tan bienrepresentan el Marqués de Santa Cruz y Duque don Car-los, y sus tres hermanos la Condesa de Carvajal, el Con-de de Estradas y el Marqués de Arcicóllar. Los historia-dores no tenemos para alabar este gran ejemplo de losvalores y principios de la mejor tradición de la Noblezahistórica española.

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    Don Álvaro de BazánI Marqués de Santa Cruz

    (1526-1588)

  • Mi buena amiga la Dra. Anne de Chefdebien,directora del Musée National de la Légion d´honneur etdes Ordres de chevalerie parisino, me pide ayuda paraidentificar un retrato que lleva muchos años en el Mu-seo y que es bastante cono-cido por haber circulado mu-cho por la web. Identificadodesde antiguo como del prín-cipe Wladimir Guedroïtz(1873-1941), resulta que unculto visitante del Museo loha puesto en duda, al compa-rarlo con un retrato de dichopríncipe, este sí indubitado yen absoluto parecido al per-sonaje retratado.

    Antes de continuar,debo precisar que el apellidode esta familia principesca seha transcrito del ruso de ma-neras variadas: Gedroic, Gie-droye, Guedroïtz... Yo utiliza-ré la forma de transcripción alalfabeto latino que el propioretratado usó para firmar suspublicaciones, o sea Gie-droyc; me parece lo másexacto, al ser la elección delpropio príncipe.

    Que el personaje es un miembro de la princi-pesca familia Giedroyc no puede dudarse, ya que elescudo de armas que la pintura ostenta en el ángulosuperior derecho, así lo asegura: en campo de oro, uncentauro pasante al natural, vuelto el rostro a su grupay en actitud de disparar un arco que sostiene en susmanos; bajo la punta, el lema Vitam impendere vero;todo puesto bajo el manto principesco y timbrado de lacorona de príncipe (kniasz) del Imperio ruso.

    Atendiendo a tan honroso encargo, mis pes-quisas se dirigen, pues, a identificar qué otro príncipeGiedroyc pueda ser el retrato. Para ello, tanto el unifor-me que luce el personaje retratado, como las condeco-raciones que ostenta -hasta 46 por lo menos, dispues-tas todas visibles, a la usanza rusa-, son los mejoresinstrumentos para alcanzar una identificación indubita-da.

    De las por lo menos 46 insignias que ostenta,notemos entre las 21 placas visibles (hay otras cinco o

    seis medio ocultas), por su orden, las de Francisco Jo-sé (Austria), Medjidjié (Turquía), Santiago de la Espa-da (Portugal), San Miguel (Baviera), Corona (Ruma-nía), Friedrich (Wurtemberg), Takovo (Serbia), Vila

    Viçosa (Portugal), Nichan If-tikhar (Túnez), Mérito Militarcon distintivo blanco y subanda (España), Kalakaoua I(Hawai), Danilo I (Montene-gro), Malta, Cristo (Portugal),Cambodia (Camboya) y elSanto Sepulcro. Además, en-tre las 14 encomiendas, la ru-sa de Santa Ana, y de lasportuguesas de Cristo y San-tiago de la Espada (esta consu característico collar). Porúltimo, entre las 11 cruces ymedallas, las de la campañaruso-turca de 1877, la cruzdel paso del Danubio, la es-trella de la Legión de Honorfrancesa (modelo SegundoImperio), y las Palmas Acadé-micas.

    De tantas preseas, doycomienzo por las españolas:la gran cruz de la Orden delMérito Militar, con distintivo

    blanco. Del examen de la Guía Oficial de España pu-blicada en los años de 1890 a 1910, noto enseguidaque hacia 1895 le fue concedida la gran cruz del Méri-to Militar, con distintivo blanco, al príncipe RomualdoGedroye. De la revisión de mis ficheros de la Real yDistinguida Orden de Carlos III, resulta que el 27 de ju-nio de 1879 fue nombrado comendador el príncipe Ge-droyc -mi buen amigo el Dr. Stanislaw Dumin me diceque fue comendador de número-. Y, de los ficheros dela Orden Militar de Santiago de la Espada portuguesa,rápidamente notamos que en 1876 le fue otorgada laencomienda con placa de dicha orden al príncipe Gie-droyc. En ninguna de esas Órdenes aparece otro prín-cipe Giedroyc que no sea Romuald.

    Por tanto, el retratado no es el príncipe Wladi-mir Giedroyc (1873-1941), como se ha venido conside-rando desde antiguo, y cuya identificación ha sido muycuestionada precisamente porque las condecoracionesno se correspondían con las que él poseyó; sino elpríncipe Romuald Konstantinovich Giedroyc (1842-

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    DE ICONOGRAFÍA

    EL RETRATO DEL PRÍNCIPE ROMUALD GIEDROYC

    EN EL MUSÉE NATIONAL DE LA LÉGION D’HONNEURpor el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [13]

    1899), su lejano pariente. De cuya trayectoria vital dire-mos algo luego luego.

    Romuald Wladislaw Constantinovich Giedroycvino al mundo en Varsovia,entonces parte del Imperio deRusia, el 29 de junio de 1842.De antigua e ilustre familia li-tuano-polaca, como hijo únicodel príncipe Aleksander Kons-tantin Giedroyc (1805-1844),chambelán del Zar, y de suesposa la princesa Aleksan-dra Alina Podoska (†1846).Su genealogía completa pue-de verse en http://www.angel-fire.com/realm/gotha/gotha/giedroyc.html.

    Romuald Constanti-novich, reconocido y confir-mado como príncipe del Im-perio ruso el 12 de mayo de1866, fue chambelán de cortedel Zar de Rusia, mariscal dela nobleza de Troki (Vilna), yagregado al Ministerio deEducación Pública; pertene-ció a varias importantes aca-demias culturales.

    Romuald Konstantino-vich se casó el 5 de febrerode 1867 con la baronesa Bár-bara Brewern, hija del generalruso Barón de Brevern. Y,dueño de una importante for-tuna, vivió con ella buena par-te de su vida en el fastuosoParís del Segundo Imperio yde la III República, residiendoen un lujoso hôtel particulierde la rue Galilée 3, hoy ya de-saparecido. Allí mantuvo du-rante varias décadas un salónpolítico y literario de los máscultos y concurridos de la VilleLumière de aquella época.

    Fue además un nota-ble politólogo, un estimablecrítico dramático, un artistaescultor que presentó en elSalón parisino de 1888 unbusto del Zar Alejandro III. Ytambién un escritor e historia-dor aficionado, que publicó al-gunos trabajos, cuales los ti-tulados La Question du jour.L’incident russe (1870); La re-vanche de la France (1872);

    Sur les crises ministérielles en France (1874); L’Éparg-ne de la Russie (París, 1874); La France et l’Espagne(1875); Résumé de l’histoire du Portugal au XIXe siè-

    cle (1875); La mort d’Alexan-dre II (1881); Pierre et Paul,récit contemporain (1885).Aquellos estudios hispánicosjustifican quizá sus condeco-raciones españolas y portu-guesas.

    En Francia, un sectorde los monárquicos galos lle-gó a considerarle el más di-recto heredero del trono delos Reyes Cristianísimos, yaque en 1573 los polacos eli-gieron por su rey al Duquede Anjou, hermano del ReyCarlos XI de Francia; el cualsupuestamente habría con-traído matrimonio allí con labella y joven princesa polacaMaría Giedroyc. Pero a lospocos meses, la muerte deCarlos XI movió al de Anjoua abandonar a los polacos ya María, para encaminarserápidamente a París, siendocoronado como Enrique III deFrancia; allí se casó -¿cómobígamo?- con su prima Loui-se de Lorraine. Mientras tan-to, en Polonia, María Gie-droyc daba a luz un hijovarón, a quien consideraban-no sé si con fundamento- elascendiente directo de nues-tro príncipe Romuald Gie-droyc. Quien, por cierto, ja-más pretendió la sucesión deCorona francesa.

    Falleció el ilustradopríncipe Romuald Konstanti-novich Giedroyc en su pala-cio de Varsovia -en San Pe-tersburgo, según otrasfuentes- el 5 de mayo de1899, sin dejar prole de sumatrimonio: para algunosmonárquicos galos, con élacabó la Casa de Valois.

    Sirva, pues, su retrata-da efigie en el Musée Natio-nal de la Légion d’honneurpara perpetuar su buen re-cuerdo, al que contribuimoscon este modesto auxilio.

    Retrato del Príncipe Romuald Giedroyc (1842-1899)en el Musée National de la Légion d’honneurDebajo, otro retrato, fotográfico y más antiguo

  • Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [14]

    LOS AVVOCATI DI SAN PIETRO (1877-1909)Los Abogados de San Pedro o Defensores de

    San Pedro constituyeron un Cuerpo de juristas al ser-vicio de la Santa Sede, dedicados principalmente a ladefensa de los derechos espirituales y temporales del

    Papado frente al Reino deItalia. La Sociedad se formóen 1877, al tiempo de las bo-das de oro episcopales delPapa Pío IX, y su primer pre-sidente fue el abogado Con-de Gaetano Agnelli dei Mal-herbi. Los estatutosaprobados por el Papa LeónXIII por breve dado el 5 dejulio de 1878.

    Enseguida, esta píaasociación se extendió amuchos países cristianos detodo el orbe, y pronto vino atransformarse en una espe-cie de Orden caballeresca,por instigación francesa -elciudadano francés de aque-lla época de la III Repúblicagustaba enormemente delas condecoraciones. Y poreso la pertenencia a la aso-ciación se manifestaba en

    forma de cruces de caballero e incluso placas.En los primeros años del siglo XX hubo al pa-

    recer algunos abusos comerciales en Francia, y elPapa Pío X ordenó una pesquisa. Como resultado deestas actuaciones, la Santa Sede abolió la asociaciónde los Abogados de San Pedro el 26 de mayo de1909.

    Por lo visto, no hay semejanza institucionalentre la Orden Americana y los Abogados de San Pe-dro; pero sí la hay en cuanto se refiere al modelo delas insignias.

    Las de los Abogados de San Pedro consistíanen una cruz en todo copiada de las adoptadas por laOrden Isabel la Católica en 1815. Tan solo diferían enque eran de plata y no de oro; en que sus brazos seesmaltaban en blanco y no en rojo carmesí; en quese timbraban de la tiara y llaves pontificias; y en queen su centro lucían la efigie de San Pedro, en oro, ro-deada de una bordura azul marino con el lema Avvo-

    La Real y Americana Orden de Isabel la Cató-lica fue instituida el 24 de marzo de 1815 por el ReyDon Fernando VII, para premiar con sus insignias aaquellos de sus vasallos que defendían en los territo-rios de Indias la soberanía española con las armasen la mano, y también sir-viendo al Rey y a la Patriacon acrisolada lealtad. A par-tir de 1833, esta Orden seconvirtió enseguida en lacondecoración civil españolapor excelencia, y en la másapreciada en España, en elámbito hispánico, y tambiénen el ámbito internacional engeneral. Hoy, cuando esta-mos celebrando ya su se-gundo siglo de existencia, esuna de las Órdenes de méri-to o de Estado más famosasy más prestigiadas.

    Parece ser una leyde vida el hecho cierto deque a toda Orden o Conde-coración que alcanza presti-gio, le surjan imitaciones oepígonos, que a veces inclu-so llegan también a merecercierto prestigio. No me refie-ro ahora a las falsificaciones ni tampoco a las imita-ciones causadas por polémicas dinásticas. No, sola-mente quiero tratar ahora de algunas institucionespremiales que, de una u otra manera, imitan o seasemejan a la bicentenaria Orden Americana. En ge-neral, esa imitación y esa semejanza es meramenteplástica; quiero decir que ni imitan ni se asemejan a lainstitución premial, sino solamente a sus símbolos einsignias.

    Expondré seguidamente cinco ejemplos deestas imitaciones, todas distintas y diferentes -estata-les y privadas, respetables o no tanto-, y lo haré porsu orden cronológico de aparición: los Avvocati di SanPietro vaticanos (1877-1909), la Ordre du MériteSientifique francesa (c.1910), la Orden de los CincoVolcanes guatemalteca (1961), la Military Order ofJuan Ponce de Leon puertorriqueña (c.1980), y porfin la moderna Orden del Dos de Mayo de la Comuni-dad Autónoma madrileña (2006).

    Insignia de la Real y Americana Orden de Isabel laCatólica, adoptada en 1815(colección familiar del autor)

    DE RE PREMIAL

    BICENTENARIO DE LA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA:

    LAS IMITACIONESpor el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [15]

    jico, Honduras, El Salvador, Pana-má y Costa Rica-. Está destinadaa premiar los servicios a las rela-ciones internacionales de Guate-mala, y ocupa el segundo lugar enla jerarquía de sus institucionespremiales, tras la Orden Nacionaldel Quetzal creada en 1936.

    La Orden cuenta con tres gra-dos: la gran cruz de oro, reservadaa jefes de Estado; la gran cruz deplata, destinada a embajadores ex-tranjeros y altos funcionarios minis-teriales; y la cruz de gran oficial,que puede otorgarse a cualesquie-ra personas que hayan contribuidonotoriamente al fomento de lasbuenas relaciones interamerica-nas, en beneficio de la Repúblicade Guatemala.

    Como vemos, esta Orden síque tiene algunas semejanzas conla Orden Americana de Isabel laCatólica, ya que también se desti-na a quienes se distinguen en elcampo de las relaciones internacio-nales y en la diplomacia.

    También la tienen, y muchas,sus respectivas insignias. Las de laOrden de los Cinco Volcanes con-sisten en una cruz en todo idénticaa la de la Orden Americana, salvoen su motivo central: la imagen decinco volcanes sobre un lago conel nombre de Guatemala y todosbajo un pequeño gorro frigio repu-blicano de color rojo, rodeados deuna bordura blanca, puesta tam-bién entre ramos de laurel, con ellema O los cinco o ninguno. Estemotivo central es de mayor tamañoque el de la antigua Orden Ameri-

    cana. La cinta, en cambio, no se pareceen nada a la isabelina: es de seda de co-lor azul muy oscuro, -aunque la de lasgrandes cruces muestra además dos file-tes blancos casi a los cantos.

    Las grandes cruces de oro y plata selucen del modo habitual -placa y bandacon venera-, mientras que las de gran ofi-cial se portan como venera al cuello, másla placa.

    Esta Orden de Estado se encuentraen pleno vigor, y se concede habitual-mente con prudente frecuencia.

    cati di San Pietro. La cinta era deseda de color morado o liliáceo,con los bordes dorados.

    Esta condecoración o másbien insignia corporativa, por lotanto, está legalmente abolida, ypor ende en desuso.

    LA ORDRE DU MÉRITE SCIENTI-FIQUE (c.1910)

    Fue esta una distinción decarácter privada que fungió en laFrancia de la III República (1870-1940), aprovechando la manifiestaquerencia que por las condecora-ciones sentía la sociedad francesacoetánea. Probablemente naciópoco después de la abolición delos Avvocati di San Pietro, y paraaprovechar el prestigio de sus in-signias, a más de la troqueleríaexistente. Hasta hace no muchosaños, era discernida de manera aveces comercial por una Académiedes Arts gala.

    Tampoco muestra estacondecoración privada ninguna se-mejanza institucional respecto dela Orden Americana de 1815; perosí que la tienen sus respectivas in-signias. Las de esta Orden privadafrancesa seguían el mismo modelode las cruces isabelinas, pero conlas modificaciones introducidas porlos Avvocati di San Pietro, esto es:cruces de plata, esmaltadas deblanco, timbradas de una coronade laurel, y en el centro una cabe-za femenina de inspiración neta-mente republicana, rodeada deuna bordura azul con el lema Or-dre du Mérite Scientifique. Las cin-tas eran de seda de color azul grisáceo,con los bordes de color azul marino.

    Esta distinción de carácter legalprivado, parece estar, pues, en desuso.

    LA ORDEN DE LOS CINCO VOLCANES(1961)

    Esta Orden de mérito fue creadapor la República de Guatemala mediantedecreto de 25 de marzo de 1961, y tomasu nombre y símbolos de cinco volcanesque representan a otros tantos países deaquella región, a más de Guatemala -Mé-

    Arriba, insignias de los Avvocati di SanPietro (1877-1909)

    Debajo, insignias de la Ordre du MériteScientifique (c.1910)

  • Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [16]

    MILITARY ORDER OFJUAN PONCE DE LEON(c.1980)

    Parece tratarse deuna institución premial de ca-rácter privado, creada en ladécada de 1980-1990 pormiembros de la Guardia Na-cional de Puerto Rico (Puer-to Rico State Guard), paradistinguir a quienes se hubie-sen señalado por la defensade la identidad puertorrique-ña y de la Hispanidad en ge-neral.

    El modelo de las insig-nias -que fueron fabricadas alparecer en Madrid, por la casaespañola Cejalvo-, es idénticoal de las de la Real y AmericanaOrden de Isabel la Católica, sinmás diferencias que las que senotan en el centro de la cruz,que en el caso de la Ordenpuertorriqueña muestra la efigiedorada del conquistador, arma-do de yelmo y coraza, y rodea-do de una bordura blanca con ellema Military Order of JuanPonce de Leon.

    Desconocemos los colo-res de las cintas, así como cual-quier otra referencia a este ga-lardón, que probablemente hacaído en desuso.

    LA ORDEN DEL 2 DE MAYO(2006)

    La Comunidad Autóno-ma de Madrid creó esta su prin-cipal institución premial por eldecreto 91/2006, de 2 de no-viembre, con el fin de premiar odistinguir, por actos o serviciosrelevantes para los ciudadanosy en general por su contribuciónal progreso político, económico,cultural o social. Esta condeco-ración tiene tres grados: los degran cruz (con tratamiento deexcelencia), encomienda de nú-mero (con tratamiento de seño-ría ilustrísima), y cruz. Que res-pectivamente se otorgan atendiendo a la calidad delas personas agraciadas, en cuanto a la jerarquía desus cargos y al valor de sus servicios. Para las perso-

    nas jurídicas, que tambiénpueden recibir este premio,la condecoración adopta laforma de placa de honor.

    El modelo de las insig-nias es por desgracia muysemejante al de las de la Or-den de Isabel la Católica, dehecho la cruz es en todoigual. Varía tan solo el cen-tro, que en el caso de la Or-den madrileña muestra unfeo círculo partido en que seinsertan el perfil en rojo delmapa de la Comunidad, este

    en blanco; partido del escudoautonómico, que es en camporojo, con dos torres de oro, su-madas de cinco estrellas blan-cas -pero inexplicablemente do-radas en esta Orden-, de cincopuntas. Rodea ese poco ade-cuado emblema un círculo rojocon la inscripción Orden del 2de Mayo - Comunidad de Ma-drid; y lo timbra la Corona Realespañola. Las cintas de las in-signias son de color rojo vivo.

    Esta Orden se encuentra vi-gente y se concede en crecidonúmero cada año, con ocasiónde la fiesta regional del Dos deMayo, en el palacio gubernativode la Puerta del Sol.

    ConclusionesEstos cinco ejemplos vienen a

    acreditar de forma evidentecuanto afirmábamos al principio:que las grandes Órdenes, seancaballerescas o sean de mérito,suscitan siempre la manía imita-toria, la que, si en general ya esmuy lamentable, resulta queademás suele ser de una estéti-ca poco afortunada, e incluso aveces -el caso de la Orden delDos de Mayo-, de mal gusto.

    Por eso nos parece que, salvoel caso de la Orden de los Cin-co Volcanes guatemalteca -quees más fiel en fondo y forma asu hermana mayor isabelina-,

    resulta que todas las demás imitaciones que hemosobservado, y alguna otra que conocemos, son des-preciables.

    Insignias de la Orden de los Cinco Volcanes(Guatemala, 1961)

    Insignias de la Military Order of Juan Ponce deLeon (Puerto Rico c.1980)

    Insignias de la Orden del Dos de Mayo(Madrid, 2006)

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [17]

    El 21 de diciembre de 2005, hace justamenteahora diez años, fallecía de improviso en su casade Madrid el insigne nobiliarista y heraldista don Vi-cente de Cadenas y Vicent, con quien estuve unidopor una larga, cordial, y veces tensa re-lación de amistad. Ya entonces, al tiem-po de su muerte, nos ocupamos en es-tas páginas de Cuadernos de Ayala deglosar su vida y su obra.

    Creo que un decenio es tiempo sufi-ciente para, con una cierta perspectiva,poder examinar, calificar y valorar lo quefueron sus obras y su trayectoria vital,larga de más de noventa años. Porquecreo que es importante hacer notar allector, y al público en general, el verda-dero significado de la figura de don Vi-cente de Cadenas en el concreto ámbitode los estudios históricos, genealógicosy heráldicos. Lo haré, pues, ahora, no sin antes de-cir algo de lo que fue su paso por el mundo.

    Cadenas, vástago de una distinguida y noblefamilia leonesa, a la que el pretendiente carlistaDon Carlos María Isidro (Carlos V), parece ser quehonró con un título condal -el de Gaviria, que os-tentó su hermano mayor-, nació en Madrid el 29 deabril de 1915.

    Fue alumno de la Facultad de Filosofía y Le-tras de la Universidad Central desde 1932. En1933, antes de cumplir los veinte años ingresó en1933 en la Falange Española, hecho que marcaríaprofundamente su trayectoria vital y sus ideas. Enoctubre de 1934 intervino en la represión del intentode golpe de estado de los socialistas, los comunis-tas y los anarquistas contra la República. Y pocodespués mereció la confianza del fundador JoséAntonio Primo de Rivera: el mismo Cadenas recor-daba siempre que había sido distinguido por aquelcaudillo con la Palma de Plata, y con el nombra-miento de jefe de la Delegación Nacional de Propa-ganda.

    En el verano de 1936, Cadenas se hallaba devacaciones en Fuenterrabía, y al comenzar la gue-rra civil hubo de refugiarse en casa de unos pesca-dores. Pasó enseguida a la zona nacional y en ella

    tuvo una destacada actuación política, vinculado aManuel Hedilla, segundo Jefe Nacional de Falange;pero por su intervención en los sucesos ocurridosen abril de 1937 en Salamanca, y para evitar su

    captura, se exilió en Francia y en Italia,donde residió seis años, dedicándose alos estudios históricos bajo la protecciónde amigos fascistas.

    Resuelta su situación penal y mili-tar, y terminada nuestra última GuerraCivil con la victoria de sus correligiona-rios, pudo regresar en 1943 a España.Trabajó primeramente en puestos auxi-liares de la Biblioteca Nacional y de laBiblioteca de la Real Academia de laHistoria, gracias a la amistad del acadé-mico don Vicente de Castañeda y Alco-ver, cercano pariente suyo; y fue ayu-dante y colaborador del académico

    Marqués del Saltillo, fallecido en 1957. Durante unviaje a Italia contrajo matrimonio en Pistoia, el 26de febrero de 1951, con la italiana Liliana GuastiniSimoni, de la que enviudaría en 1980.

    Mientras tanto, y al hilo de la vieja tradicióncarlista de su familia leonesa, se puso al serviciodel Archiduque Carlos de Austria y Borbón (tituladoCarlos VIII como pretendiente al trono español). Es-te príncipe le nombró su rey de armas particular. Ycon ese nombramiento y una interpretación algoabusiva del decreto promulgado en 1951 sobre loscronistas reyes de armas, logró que el Generalísi-mo Franco le reconociese como tal el 11 de mayode 1952 -aunque lo cierto es que ese nombramien-to jamás llegó a tener legalidad, toda vez que nollegó a publicarse en el Boletín Oficial del Estado-.En todo caso, desde aquel mismo momento don Vi-cente de Cadenas se tituló cronista rey de armasde España, y, con el paso del tiempo, decano delCuerpo.

    Afianzado así Cadenas en el mundo nobiliarioespañol, fundó la publicación Hidalguía. Revistade Genealogía, Nobleza y Armas, cuyo primer nú-mero apareció en la primavera de 1953, al tiempode celebrarse el II Congreso Internacional de Ge-nealogía y Heráldica en Roma. Una revista orienta-da en parte a combatir las genealogías y las Órde-

    DE RE BIOGRÁFICA

    EL LEGADO DE DON VICENTE DE CADENAS Y VICENT

    (1915-2005)por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

    Armas de don Vicente deCadenas y Vicenten su exlibris

  • Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [18]

    su segunda patria por motivos personales y matri-moniales. En Italia se formó como estudioso entre1938 y 1943, y en Italia se inspiró para la fundaciónde la revista Hidalguía. Y a Italia dedicó sus afanes

    y muchos de los frutos desu obra, pues a su voluntad-siempre secundada porPier Felice Degli Uberti, sudiscípulo predilecto- se de-ben el Istituto Araldico Ge-nealogico Italiano (1993), laScuola di Genealogia(1995), la Federazione In-ternazionale delle Scuole diStoria di Famiglia (2001), ysobre todo la excelente re-vista Nobiltà (2003).

    Sus publicaciones, tan-to históricas como nobilia-rias son innumerables, des-tacando sus labores decatalogación del ArchivoGeneral Militar de Segovia,de la Sala de Hijosdalgo dela Real Chancillería de Va-lladolid, y de los expedien-tes de las Órdenes Militaresy de la de Carlos III en elArchivo Histórico Nacional.Sin faltar los textos políticosen que recogió los sucesosde 1937 y mucha documen-tación de la Falange Espa-

    ñola de entonces. De especial interés son sus estu-dios sobre el Emperador Carlos V -muy inspiradospor el ya citado Marqués del Saltillo-, y sobre elCarlismo. Y no puede olvidarse su Elenco de Gran-dezas y Títulos nobiliarios españoles, iniciado en1967 y consolidado hoy como la guía nobiliaria másexacta y fiable. Para todo ello contó con valiosos yleales colaboradores.

    Perteneció por sus méritos a la Asociación deAmigos de los Castillos, a la Societé des Medioeva-listes francesa, a la Asociación Española de Vexilo-logía, y a los institutos y academias genealógicas yheráldicas de Italia, Brasil, Méjico, Chile, Luxembur-go, Argentina, Austria, Estados Unidos de América,Guatemala, Venezuela y Nicaragua, entre otras mu-chas entidades científicas y culturales de todo el or-be.

    Entre los muchos premios y condecoracionescon que había sido distinguido en su larga vida, no-temos que S.M. el Rey le otorgó la gran cruz delas Órdenes de Isabel la Católica, y del Mérito

    nes falsas, que dirigió durante sus primeros tres-cientos quince números ininterrumpidos, y que feliz-mente sigue publicándose. En aquel mismo añoconstituyó el Instituto Internacional de Genealogíay Heráldica; y al año si-guiente, dentro del ConsejoSuperior de InvestigacionesCientíficas, el Instituto“Don Luis de Salazar yCastro”, dedicado al estu-dio de estas mismas disci-plinas.

    En 1955, junto conotros ilustres españoles,fundó la Asociación de Hi-dalgos a Fuero de Espa-ña, con el principal objetivode lograr el reconocimientolegal de la nobleza llana -laNobleza no titulada-, quecarecía de oficialidad en Es-paña. Una asociación para-nobiliaria privada, que llegóa alcanzar un gran desarro-llo, y a merecer la presiden-cia de S.A.R. el Infante DonCarlos de Borbón-Dos Sici-lias. En el seno de esa Aso-ciación de Hidalgos fundóen Madrid el Colegio Mayor“Marqués de la Ensenada”,adscrito a la UniversidadComplutense; y posterior-mente las residencias de ancianos Casa Solar San-to Duque de Gandía, y Casa Quinta Vita NaturalDurante.

    En 1959 fundó Cadenas la Escuela de Genea-logía, Heráldica y Derecho Nobiliario, que fue laprimera establecida en Europa y en la que nos he-mos formado un gran número de los actuales culti-vadores de estas materias científicas, no sólo es-pañoles, sino también hispanoamericanos y deotros países. A la iniciativa de Cadenas se debiótambién en buena parte la celebración en Madridde dos Congresos Internacionales de Genealogía yHeráldica, los de 1955 y 1982 respectivamente, quedejaron tantos frutos culturales.

    De esos Congresos Internacionales, exacta-mente del celebrado en 1960, nació la ComisiónInternacional permanente para el estudio de lasÓrdenes de Caballería. Una entidad también priva-da, pero cuyas orientaciones son escuchadas conrespeto y atención por doquier.

    También es memorable su actuación en Italia,

    Don Vicente de Cadenas y Vicent(1915-2005)

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [19]

    Cadenas, inspiradorprincipal del pensamien-to llamado ideal social dela Nobleza, fue sin dudael primero que en Espa-ña llamó la atención enlos ámbitos académicosy universitarios acercade la insoslayable nece-sidad de prestar atencióna la historia de la noble-za (sin la cual es imposi-ble acometer con solven-cia la historia de laEuropa medieval y mo-derna), y al fenómenoheráldico (porque fue unverdadero fenómeno so-cial y porque tuvo enor-me influencia en las so-ciedades en quefloreció). Además, Cade-nas supo inspirarse yampararse en los movi-mientos internacionalesen tal sentido, especial-mente en Francia -dondetriunfaba la École desAnnales, que revolucionó

    la historiografía mundial- y en Italia. Notemos la im-portancia de estos vínculos internacionales.

    En un primer momento, los años cincuenta,apenas logró progresos: porque los tiempos noeran favorables -las corrientes historiográficas jaco-binas y marxistas estaban aún muy en boga-, ytambién porque Cadenas carecía de titulación aca-démica y, por tanto, de presencia en la Universidadmarxista.

    Y, sin embargo, al cabo de unos pocos años,ya en los años sesenta y setenta, Cadenas lo logrócumplidamente. En primer lugar porque la Escuelade Genealogía, Heráldica y Nobiliaria que creó en1959 produjo muy buenos frutos enseguida, y supoformar a generaciones enteras de genealogistas,heraldistas y nobiliaristas. En segundo lugar, por-que pronto surgió en la Universidad española la fi-gura, no menos digna de recuerdo, de D. Salvadorde Moxó, que llevó estas corrientes historiográficasal alma mater docente y supo hacerlas valer y aco-ger entre los maestros y componentes de los claus-tros. Pronto, como decimos, la ciencia histórica es-pañola comenzó a valorar, a respetar y a mirar coninterés los hasta entonces denostados textos de ge-nealogistas y heraldistas. Entonces comenzó el fi-

    Civil; y que S.A.R. el In-fante Don Carlos, comopretendiente a la jefaturade la Casa Real de lasDos Sicilias, con los co-llares de las Órdenes di-násticas de San Genaro,y Sacra Constantinianade San Jorge. Tambiénostentó las insignias delas Órdenes de NuestraSeñora de Vila Viçosa(Portugal), San Sava(Yugoslavia), y la Legiti-midad Proscrita, y mere-ció el Premio Internacio-nal Infante Don AlfonsoDuque de Calabria, y elPremio Nacional 2003 auna vida dedicada a losestudios genealógicos yheráldicos, de la Federa-ción Española de Gene-alogía Heráldica y Cien-cias Históricas.

    Hay que decir eneste punto que, sin me-nospreciar dicgas distin-ciones, Cadenas era deun natural tan modesto como discreto, y poco afi-cionado a lucir insignias y uniformes -cosa insospe-chada en quien se formó en las filas falangistas yfascistas-.

    Dotado de una personalidad recia y de un ca-rácter fuerte, su gran valía intelectual, su capacidadde trabajo y su entusiasmo, le llevaron a ocupar undestacadísimo lugar en estos estudios históricos,que sin él no habrían alcanzado la importancia aca-démica, cultural y popular que tienen en la actuali-dad. Un fuerte y enérgico carácter le permitió man-tener y acrecentar su obra, sin tolerar desviaciones,traspasando a este campo intelectual los esquemasmentales autoritarios, heredados de su pasado polí-tico falangista. Esto, por supuesto, también le oca-sionó la pérdida de buenos amigos y de excelentescolabo- radores, cuya independencia no se aveníabien con tan enérgica y totalizadora personalidad.

    Después de enviudar de su primera esposa en1980, volvió a casarse con doña Julia Serna López.De ninguna alcanzó sucesión.

    Digamos ahora algo de lo que fue don Vicentede Cadenas en cuanto al fomento y desarrollo delos estudios históricos en el ámbito nobílico y gene-alógico.

    El Colegio Mayor Marqués de la Ensenadaen Madrid

  • Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [20]

    nal del secular divorcio entre la alta cultura acadé-mica y universitaria, y los estudios genealógicos yheráldicos. A partir de los años ochenta del pasadosiglo XX, la obra de Cadenas estaba hecha: la se-milla fructificó y de ella pro-ceden, por ejemplo, los ca-tedráticos y profesores D.Feliciano Barrios, D. FélixMartínez Llorente, D. RafaelSánchez Saus, y Dª Marga-rita Torres; mientras que,del otro lado, personas aje-nas al mundo universitario,como Dalmiro de la Válgo-ma o Faustino MenéndezPidal, ingresaban en la Realde la Historia. Si hubieraque poner fecha a tal victo-ria, creo que habría de serel año de 1988, cuando seestableció -por quien estoescribe y por otros dos va-lientes eruditos-, la RealAcademia Matritense deHeráldica y Genealogía,que -sin perjuicio del des-prestigio y de las disputasen que sus dirigentes ac-tuales la han sumido-, real-mente fue y significó eltriunfo de la Heráldica y laGenealogía en los ámbitosuniversitarios y académi-cos.

    En sus últimos años,Cadenas fue dejando deser -sin duda sólo por razo-nes de edad- el director deorquesta en España de to-do ese movimiento culturaly social. Esta circunstancia,por otra parte tan natural, ledio algún fastidio, y ademásprovocó el distanciamientode algunos de sus discípu-los.

    Creo que, con justicia,puedo decir de don Vicentede Cadenas y Vicent quedio a la sociedad y a la cul-tura española más, muchomás, de lo que recibió de ella; que supo elevar laNobliaria y la Genealogía a un rango cultural quenunca habían tenido; y que en la historia de los es-

    tudios genealógicos, heráldicos y nobiliarios hay unantes y un después de su paso por el mundo.

    Yo tuve una gran satisfacción personal cuandome llamó a su casa el 5 dediciembre de 2005, dos se-manas antes de su muerte,y ante su esposa y otrosmiembros cualificados de laAsociación de Hidalgos, meofreció un señalado cargoen ella: bien noté que metenía un sincero aprecio, yyo nunca he de olvidarlo.Fallecido don Vicente, yome separé enseguida degran obra paranobiliaria, osea la Asociación de Hidal-gos a Fuero de España, te-miéndome las clásicas tur-bulencias sucesorias -y, yavisto lo que vino después,nunca me he arrepentido deaquella prudente decisión-.

    Don Vicente de Cade-nas y Vicent fue un granhombre, sin duda alguna, yalcanzó altas y memorablesmetas, aunque sus idealesnobiliaristas no llegaron aser aceptados nunca por laverdadera Nobleza históricaespañola -los Grandes deEspaña y los Títulos delReino-, cuyos representan-tes apenas ingresaron sinoen corto número en su pa-ranobiliaria Asociación deHidalgos. Tampoco logróabrir del todo las puertas dela Universidad y de la altaCultura a los estudios gene-alógicos y heráldicos, aun-que ciertamente inició el ca-mino que, años después,permitiría abrirlas a otrosestudiosos. Fue un hombrecon claroscuros -como todacriatura humana-, tanto ensu vida privada como en suacción cultural; pero enesos claroscuros, la luz fue

    mucho más intensa que la tiniebla, y esa luz ilumi-nará su figura para las generaciones venideras.

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [21]

    tenecer a su esposa o a él mismo: cuantos pleitos enta-bló, otros tantos perdió.

    En 1590, debido a su intervención en una bodaconcertada entre los Duques del Infantado y de Alba deTormes, que disgustó al Rey, fue confinado en el casti-

    llo de Turégano (Segovia), y ense-guida llevado al castillo-convento deCalatrava la Nueva. Enfermo donFrancisco, se autorizó a su esposaa visitarle allí, pero la señora enfer-mó y murió en 8 de agosto de 1591en Calzada de Calatrava, habiendopremuerto los vástagos del matrimo-nio. El almirante quedó libre en1592 y pasó a la corte.

    Tras un intento fallido de casa-miento con doña Mencía de la Cer-da, hermana del Conde de Chin-chón -en enero de 1593, estando yaamonestada, se negó a casarse,causando un monumental escánda-lo cortesano-, permaneció sin em-bargo en Madrid, dedicado a serviral Rey como su mayordomo, y aacrecentar su librería, que ya era fa-mosa entonces(2).

    El Rey Don Felipe II le mandó aFlandes en 1595, como mayordomomayor del Archiduque Alberto, cuyaconfianza se ganó enseguida. Luchó

    en las tomas de Calais y de Ardíes (1596), y despuésle nombró su embajador en Polonia en los años 1596-1597, y luego lo fue en Francia y en Hungría(3). Vuelto aBruselas en julio de 1597, fue nombrado capitán gene-ral de la Caballería ligera de los Países Bajos, y se ha-lló en el socorro de Amiens.

    A la muerte de Don Felipe II habían heredadolos estados de Flandes el Archiduque Alberto y la Infan-ta Isabel Clara Eugenia, y el almirante de Aragón dirigiódesde entonces las operaciones y asuntos militares(4).En tales circunstancias, el almirante fue uno de los cua-tro diputados por el Archiduque Alberto que se traslada-ron a París en 1598, para presenciar el juramento delas paces de Verbins por parte del Rey Enrique IV, so-lemnidades que, en medio grandes fiestas y saraos, tu-vieron lugar entre el 22 de junio y el 7 de julio, y el jura-mento en la catedral de Notre Dame(5).

    Don Francisco de Mendoza, almirante de Ara-gón iure uxoris, fue un distinguido general, sacerdote yobispo del Siglo de Oro, y personaje de cierta celebri-dad, que ha merecido varios estudios biográficos, elmás completo de ellos debido a la autorizada pluma deAntonio Rodríguez Villa y publicado en 1899(1).

    Tercer hijo del IV Conde deTendilla y III Marqués de Mondéjar -línea segunda pero importante de lagran Casa de Mendoza-, y de doñaMaría de Mendoza y Aragón (hija asu vez de los Duques del Infanta-do), nació en 1545 en la Alhambragranadina, de la que su padre eraalcaide hereditario, a más de capi-tán general del reino de Granada, yen Granada pasó sus primerosquince años de vida. Estudió luegoletras en Alcalá y Salamanca. Des-de 1560 vistió el hábito de la Ordende Calatrava, en la que aquel mis-mo año fue nombrado comendadorde Valdepeñas. Ya militar y escritor,acompañó a su padre cuando fueembajador en Roma (1560-1562),donde adquirió una notable culturahumanística, y a su vuelta inició enla Universidad Complutense estu-dios de leyes en 1562, licenciándo-se en ambos Derechos en la de Sa-lamanca en 1565. Tres añosdespués luchó en la guerra contra los moriscos grana-dinos sublevados (1568-1570). Más tarde gobernó losestados que su padre, entonces virrey de Nápoles, po-seía en Guadalajara: el Marquesado de Mondéjar yotros señoríos. Su padre falleció en 1580.

    Se casó en Valencia, en marzo de 1584, condoña María Folch de Cardona y Colón Ruiz de Lihori,III Marquesa de Guadalest y titulada Duquesa de Vera-gua (Casa por la que litigaba desde 1578), poseedoradel Almirantazgo de Aragón -que sirvió por ella-, y se-ñora de salud endeble. Desde entonces, don Franciscofue y se tituló almirante de Aragón, y en virtud de lascapitulaciones matrimoniales hasta pasó a llamarse du-rante algún tiempo don Francisco de Cardona.

    No fue afortunado en muchas de sus empre-sas, y particularmente en los muchos pleitos que enta-bló sobre estados y señoríos que hubieran debido per-

    DE RE NOBILIARIA

    ALGUNAS JOYAS QUE POSEYÓ EL ALMIRANTE DE ARAGÓNENTRE 1617 Y 1623

    dedicado a don Iván de Arteaga, Marqués de Armunia

    por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

    El general don Francisco de Mendoza(1545-1623), almirante de Aragón, en unretrato al óleo pintado en 1602 que se

    conserva en el Rikjsmuseum deAmsterdam

  • Cuadernos de Ayala 64 -OCT/2015 [22]

    en Guadalajara, en el palacio de su hermano Infantado.Dedicóse por entonces al estudio, escribiendo textoshistóricos y genealógicos como el titulado AugustísimaGenealogía de Jesu Christo, cuyo manuscrito se con-

    serva en la Biblioteca Na-cional.

    A pesar de este retiro,no debió de dejar de fre-cuentar el palacio regio,asiento de toda intriga, yen 1621 se le dio otra vezorden de salir de la corte;orden que pudo evitar porla muerte de Felipe III,pues su joven sucesor larevocó enseguida. En fe-brero de 1622 fue preconi-zado como obispo de Si-güenza, y se consagró enla iglesia madrileña deSan Andrés de Madrid el23 de octubre de 1622.Pero no gozó mucho tiem-po de la silla seguntina,

    pues murió en Madrid el miércoles de ceniza, 1º demarzo de 1623 -día en que se abrió su testamento(6)-, yle llevaron a enterrar a Alcalá de Henares, en la iglesiadel Colegio de la Compañía de Jesús, del que era co-fundadora su hermana doña Catalina de Mendoza(7).Murió endeudado, dejando por su universal heredero asu querido hermano el Duque del Infantado.

    De don Francisco de Mendoza, almirante deAragón, se conservan al menos cuatro retratos graba-dos a buril; un óleo que le representa junto a sus oficia-les, en el Flandes de 1600 (que fue propiedad delabuelo del actual Duque del Infantado, pero ignoroahora su paradero); y sobre todo un excelente óleo pin-tado durante su cautividad, que ha sido atribuido al ar-tista flamenco Daniël van den Queborn, y que desde1957 se conserva en el Rijksmuseum de Amsterdam(8).

    En la Real Academia de la Historia, colecciónSalazar y Castro, ms. N-42, folio 59, se conserva unabreve relación de las joyas que hacia 1617 poseía donFrancisco de Mendoza, almirante de Aragón. La mis-ma relación, pero con algunas variantes, que publicóAntonio Rodríguez Villa en 1899, en su biografía del al-mirante, sin citar la procedencia del documento, perobajo el título Memoria de las joyas que había en los es-critorios del señor Almirante y llevó Silva de Torres laprimera y segunda vez que fue a Guadalajara(9).

    Ese primer inventario -que completaremos ycorregiremos mediante el segundo-dice así ad pedemliterae:

    - Mill y seyscientos y cinquenta escudos de oro[1650 escudos de oro].- La pluma de diamantes del Rey de Francia [la plu-ma de diamantes que el Rey de Francia dio al Almi-rante].

    Cuando el Archiduque Alberto marchó a Madriden septiembre de 1598, el almirante quedó en Bruselascomo comandante en jefe del ejército de Flandes. A pe-sar de algunos motines de los tercios por falta de pa-gas, el almirante obtuvo di-versos éxitos,distinguiéndose en la tomadel fuerte de Monthulin(Boulogne) y posterior-mente en las de Rhimber-que (Rheinberg) en 1598,Burich, Mems, Dolthecumy Schulemberg. Los textosholandeses de la época ledescriben como el terrorde la Cristiandad por susterribles campañas, y co-mo un hombre pequeñopeinado con largos rizosnegros, una gran nariz en-corvada y desmesuradosojos de siniestra mirada.

    En la batalla deNieuport o de las Dunas (2de julio de 1600), al mando de la caballería ligera, des-trozó al enemigo, pero la derrota del resto del ejércitodel Archiduque Alberto por Mauricio de Nassau le hizocaer prisionero mientras cubría con sus jinetes la retira-da de las tropas. Tratado con gran respeto por sus cap-tores, primero en los castillos de Woerden y de Persin,y luego en La Haya, don Francisco fue liberado trasveintitrés meses de cautiverio (de julio de 1600 a juniode 1602). Vuelto a Bruselas, no logró evitar que Mauri-cio de Nassau conquistara Grave en 1602, y el Rey lellamó a Castilla nombrándole su mayordomo. Según elhistoriador Ciriaco Pérez Bustamante era hombre justoy sumamente piadoso, carecía de dotes militares y go-zó de poco prestigio entre sus soldados.

    Supo por entonces que, en su ausencia, se ha-bía fallado y había perdido el pleito por la sucesión desu hermano don Luis, Marqués de Mondéjar. Quizá lafalta de heredero varón influyera tanto en este pleito,como en otro que perdiera anteriormente su mujer porel Ducado de Veragua. En suma, perdió su poca ha-cienda en estos grandes pleitos, y ante su pobreza tu-vo que alimentarle durante casi veinte años su herma-no don Juan, que entretanto había hecho una granboda con su prima la sexta Duquesa del Infantado.

    Confinado en Santorcaz, luego en Lupiana y enGuadalajara durante ocho años por instigación del Du-que de Lerma, debido a un falso testimonio relacionadocon su actuación en Flandes, sus pleitos y un altercadoen palacio, resultó al fin absuelto de todos lo cargos ypudo volver a la corte.

    Sin embargo, lleno de melancolía por sus des-dichas, se dejó crecer barba y cabellos hasta la cintura,renunció al mundo y a mediados de 1617 se ordenósacerdote, haciendo desde entonces vida devota y pía

    La batalla de las Dunas o de Nieeuwport, en 1600, donde elalmirante de Aragón, tras combatir fieramente a la cabeza de laCaballería española, cayó prisionero de los holandeses, que lo

    tendrían prisionero durante casi dos años

  • Cuadernos de Ayala 64 - OCT/2015 [23]

    uno su joya de diamantes, como de quien las dió y pa-ra quien eran...

    En el caso del almirante de Aragón, la plumadebía de ser espléndida y de gran valía, quizá hastade 40.000 reales de precio, a juzgar por el valor de otra

    pluma muy semejante que en 1612dio el monarca francés al embajadorespañol Duque de Pastrana(17).

    No es la única pieza notable deeste elenco de joyas, pues tambiénlo es el mencionado maridage delmaestre don Juan Pacheco, joya cu-ya antigüedad hemos de remontarhasta el año de 1442, que es cuan-do aquel don Juan Pacheco (1419-1474), primer Marqués de Villena yprimer Duque de Escalona, maestrede la Orden Militar de Santiago, ce-lebró sus segundas nupcias con do-ña María Portocarrero, Señora deMoguer y de Villanueva del Fresno.De esta uni