impugnacion paternidad

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4) RESOLUCIÓN NO.: 39-2009 JUICIO NO.: 114-2003 PROCEDENCIA: SALA CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA FECHA DE LA RESOLUCIÓN: 19 de febrero del 2009 ASUNTO: Investigación de paternidad ACTOR(ES): Laura Guilcapi Torres DEMANDADO(S): Ángel Oswaldo Yambay TEMA PRINCIPAL: Restrictor CONSECUENCIAS DE LA PATERNIDAD DETERMINADA MEDIANTE PRUEBA TESTIMONIAL (Ratio decidendi – razón de la decisión) En un juicio de paternidad en donde se actuara solo prueba testimonial que lleve a la conclusión de que se mantuvo una relación de convivencia entre la actora y el demandado en el tiempo de concepción del menor, se debe dictar sentencia aceptando la paternidad, aunque esta solo surta efecto de cosa juzgada formal, es decir que tiene una eficacia transitoria hasta que cambie el estado de las cosas y puede modificarse, lo que significa que podría seguirse otro proceso en el que se actúe la prueba de ADN en la que, la sentencia aceptando la paternidad, sí surte efecto de cosa juzgada sustancial o material, es decir fi nal y defi nitiva con las características de inimpugnable e inmutable. EXTRACTO DEL FALLO: “(…) QUINTA.- El casacionista alega que en la sentencia impugnada hay falta de aplicación de precedentes jurisprudenciales obligatorios, por cuanto no se tomó en consideración que se “exige como requisito indispensable para aceptar la acción (de investigación de paternidad) la existencia del examen de ADN, el cual no se practicó conforme la sala lo considera en el fallo recurrido”. Al respecto, cabe aclarar que lo que las salas de lo Civil de la entonces Corte Suprema de Justicia han declarado es que las resoluciones sobre filiación de menores concebidos fuera de matrimonio dictadas sin la prueba del ADN, o de otras de igual o mayor valor que la ciencia vaya descubriendo, no causarían autoridad de cosa juzgada sustancial. Más es necesario distinguir entre cosa juzgada formal y

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Jurisprudencia sobre impugnacion de la paternidad en Ecuador.

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Page 1: IMPUGNACION PATERNIDAD

4) RESOLUCIÓN NO.: 39-2009

JUICIO NO.: 114-2003

PROCEDENCIA: SALA CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

FECHA DE LA RESOLUCIÓN: 19 de febrero del 2009

ASUNTO: Investigación de paternidad

ACTOR(ES): Laura Guilcapi Torres

DEMANDADO(S): Ángel Oswaldo Yambay

TEMA

PRINCIPAL:

Restrictor

CONSECUENCIAS DE LA PATERNIDAD DETERMINADA MEDIANTE PRUEBA TESTIMONIAL

(Ratio decidendi – razón de la decisión)

 

En un juicio de paternidad en donde se actuara solo prueba testimonial que lleve a la conclusión de que se mantuvo una relación de convivencia entre la actora y el demandado en el tiempo de concepción del menor, se debe dictar sentencia aceptando la paternidad, aunque esta solo surta efecto de cosa juzgada formal, es decir que tiene una eficacia transitoria hasta que cambie el estado de las cosas y puede modificarse, lo que significa que podría seguirse otro proceso en el que se actúe la prueba de ADN en la que, la sentencia aceptando la paternidad, sí surte efecto de cosa juzgada sustancial o material, es decir fi nal y defi nitiva con las características de inimpugnable e inmutable.

 

EXTRACTO DEL FALLO:

“(…) QUINTA.- El casacionista alega que en la sentencia impugnada hay falta de aplicación de precedentes jurisprudenciales obligatorios, por cuanto no se tomó en consideración que se “exige como requisito indispensable para aceptar la acción (de investigación de paternidad) la existencia del examen de ADN, el cual no se practicó conforme la sala lo considera en el fallo recurrido”. Al respecto, cabe aclarar que lo que las salas de lo Civil de la entonces Corte Suprema de Justicia han declarado es que las resoluciones sobre filiación de menores concebidos fuera de matrimonio dictadas sin la prueba del ADN, o de otras de igual o mayor valor que la ciencia vaya descubriendo, no causarían autoridad de cosa juzgada sustancial. Más es necesario distinguir entre cosa juzgada formal y sustancial o material. Al respecto, Eduardo Couture dice: “Por un lado se ofrece al intérprete la situación de que determinadas decisiones judiciales tienen, aún agotada la vía de los recursos, una eficacia meramente transitoria. Se cumplen y son obligatorias tan solo con relación al proceso en que se dictaron y al estado de cosas que se tuvo en cuenta en el momento de decidir; pero no obstan a que, en un procedimiento posterior, mudado el estado de cosas que se tuvo presente al decidir, la cosa juzgada puede modifi carse. A esta forma particular se llama, en doctrina cosa juzgada formal” (Couture Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Buenos Aires, Depalma, 1997, 3era. Ed., p. 416). La característica tipifi cante de la cosa juzgada formal es la inimpugnabilidad; pero carece de otra, la de su inmutabilidad, que es en cambio la característica tipifi cante de la cosa juzgada material o sustancial. “La cosa juzgada formal es efi caz, tan solo con relación al juicio concreto en que se produjo o con relación al estado de cosas (personas, objeto, causa) tenido en cuenta al decidir” (Couture, Ob. Cit., p. 417). “Existe, en cambio, cosa juzgada sustancial, cuando a la condición de inimpugnable en el mismo proceso, se une la inmutabilidad de la sentencia aún en otro juicio posterior” (Couture E., Ob. Cit., p. 418). Más bien, la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia en la Resolución No. 83-99, juicio 170-97 (R. O. 159 de 29 de marzo de

Page 2: IMPUGNACION PATERNIDAD

1999) se pronuncia en el sentido de “que en todo caso en que se pruebe dentro del proceso que la madre tuvo relaciones sexuales con el presunto padre y solo con él durante la época de la concepción, el juez está en el deber de declarar la paternidad, sin hacer distinciones odiosas y en forma sencilla…”. En el mismo sentido, la ex Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia ha dicho: “SEGUNDA.- La seducción por promesa de matrimonio puede demostrarse por cualquier medio de prueba, incluyendo la testimonial, la indiciaria y aún las de presunciones, porque la ley no ha impuesto ninguna excepción al respecto. La acción de declaración judicial de la paternidad en el caso de seducción mediante promesa de matrimonio no tiene por finalidad investigar un hecho delictuoso para castigarlo, sino un fi n distinto y superior, la de obtener mayor certeza posible sobre la filiación del hijo. TERCERA.- Es evidente que son diminutas, imprecisas, incompletas e incongruentes las explicaciones dadas por la Segunda Sala de la Corte Superior de Justicia de Latacunga para desestimar la abundante prueba testimonial rendida en primera y segunda instancia, la que apreciada en conjunto, de acuerdo a las reglas de la sana critica, conducen racional e inexorablemente a concluir que… y …mantuvieron relaciones sexuales como consecuencia  de las promesas de matrimonio efectuadas por aquel a esta, las que, por producidas durante el período legal de la concepción, hacen presumir grave, precisa y concordantemente, que el infante… es hijo del demandado, toda vez que ni siquiera se alegó y peor demostrado que la madre hubiere sido de mala conducta notoria u hubiere relaciones de tal naturaleza que hagan presumir el trato carnal con otro hombre” (resolución No. 42-97, de 5 de marzo de 1997, R. O. No. 101 de 4 de julio de 1997). Sobre el mismo tema la… Sala de lo Civil de la ex Corte Suprema de Justicia ha expresado que: “La demandante ha justificado los fundamentos de hecho y de derecho de su demanda con la partida de nacimiento de la menor, su hija y con los testimonios de testigos, los cuales, en forma clara y concordante, manifiestan que la actora convivió públicamente con el demandado, a la vista de los moradores del sitio denominado Simón Bolívar, jurisdicción de la parroquia San Isidro, y que también pudieron observar por las visitas que efectuaban a la casa donde los dos vivían, porque penetraban hasta su alcoba. El demandado no ha presentado ninguna prueba, ni en primera ni en segunda instancia en respaldo de sus excepciones, como también era su obligación”

(Gaceta Judicial, Año XC, serie XV, No. 8, p. 2297) (lo resaltado en negrillas es de la sala). Por lo expuesto, no se acepta los cargos formulados (…)”.

 

8) RESOLUCIÓN NO.: 699-2010

JUICIO NO.: 8-2009

PROCEDENCIA: SALA CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

FECHA DE LA RESOLUCIÓN: 20 de diciembre del 2010

ASUNTO: Impugnación de paternidad

ACTOR(ES):.Luis Alfonso Peralta Méndez

DEMANDADO(S): Angélica Toledo Coronel, madre y representante de Mónica Peralta Toledo.

TEMA PRINCIPAL:

Restrictor

DERECHO A LA IDENTIDAD

(Ratio decidendi – razón de la decisión)

 

La identidad es un derecho de todo ser humano y una garantía constitucional, pues está consagrado en el artículo 48 de la Constitución Política de 1998 (actualmente numeral 28 del artículo 66 de la Constitución de la República), y no implica solo tenerlo sino conservarlo porque es un derecho vitalicio que se concede para toda la vida, sin perjuicio del derecho a la impugnación del reconocimiento del hijo que deberá hacérselo conforme a la ley.

Page 3: IMPUGNACION PATERNIDAD

 

EXTRACTO DEL FALLO:

 

“(…) 3.5.4.- De acuerdo a lo dispuesto por el art. 49 de la Constitución Política de la República (de 1998) el Estado asegura y garantiza a las personas el derecho a la identidad, nombre y ciudadanía. Asimismo, la Constitución de la República vigente en su art. 66, numeral 28, establece que se reconoce y garantiza a las personas: “El derecho a la identidad personal y colectiva, que incluye tener nombre y apellido, debidamente registrados y libremente escogidos; y conservar, desarrollar y fortalecer las características materiales e inmateriales de la identidad, tales como la nacionalidad la procedencia familiar, las manifestaciones espirituales, culturales, religiosas, lingüísticas, políticas y sociales”. De lo expuesto se establece que constituye una garantía constitucional, para todas las personas sin distinción de edad, no solamente el derecho a conocer su identidad, sino el de “conservar, desarrollar y fortalecer las características materiales e inmateriales de la identidad”, como la procedencia familiar. Es decir que la identidad tiene un carácter vitalicio porque se concede por toda la vida de la persona, sin perjuicio del derecho a la impugnación del reconocimiento de hijo conforme a ley. En virtud de la garantía constitucional de la identidad personal surge el derecho a la filiación, según lo prescribe el art. 24 del Código Civil. Bien ha hecho, entonces, el Tribunal

ad-quem al invocar estas garantías constitucionales en el fallo (…)”.

 

 

18) RESOLUCIÓN NO.: 71-2009

JUICIO NO.: 139-2007

PROCEDENCIA: SALA CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

FECHA DE LA RESOLUCIÓN: 19 de marzo del 2009

ASUNTO: Investigación de paternidad

ACTOR(ES): Freddy Ullauri Coronel

DEMANDADO(S): Arcesio Ochoa Chica (+)

TEMA PRINCIPAL:

Restrictor

INVESTIGACIÓN DE PATERNIDAD O MATERNIDAD POST MORTEM

(Ratio decidendi – razón de la decisión)

El tribunal Constitucional, el 16 de mayo del 2006, (resolución publicada en el R.O. 274 de 19 de mayo del 2006), declaró inconstitucional el artículo 260 del Código Civil que disponía que se extingue la acción para investigar la paternidad o maternidad por la muerte del padre o madre, por cuanto contradecía la garantía constitucional del derecho a la identidad, por lo tanto se puede demandar la investigación de paternidad o maternidad post mortem, es decir aun cuando el padre o madre hayan fallecido, para lo cual podrá solicitarse la exhumación del cadáver para tomar las muestras y realizar el respectivo examen de ADN.

Page 4: IMPUGNACION PATERNIDAD

 

 

 

 

 

EXTRACTO DEL FALLO:

 

“(…) SEGUNDO.- El demandante, a través de su procurador judicial, peticionó como prueba capital la exhumación del cadáver de quien fue Arcesio Ochoa Chica; y practicadas las pruebas periciales genéticas de histocompatibilidad o “ADN” se estableció que en un porcentaje de 99,99% el accionante fue efectivamente hijo de Arcesio Ochoa Chica; prueba que, por su carácter eminentemente científico, fue acogida por el Tribunal de Alzada, procedimiento seguido conforme a la ley por manera que una nueva valoración probatoria no puede ser apreciada, por no corresponderle al órgano de casación. TERCERO.- La norma anteriormente consignada como artículo 274 del Código Civil y que correspondería al 260 actual -relativo a la extinción de la acción de paternidad o maternidad en que se sustentó la defensa y el recurso deducido-, carece de total asidero, pues el Tribunal Constitucional en el caso No. 0002-06-

DI resolvió, unánimemente y de manera puntual, el 16 de mayo de 2006 “declarar inconstitucional y suspender la aplicación con carácter general y obligatorio del artículo 260 del Código Civil Codifi cado, pues dicha norma es incompatible con el numeral 24 del artículo 23 de la Constitución Política del Ecuador”, entonces vigente; y el fallo del Tribunal de Alzada que reconoció la filiación del actor, es de 11 de abril del 2007, pronunciado a las 17:40, esto es posterior a la fecha en que entró a regir la declaratoria de inconstitucionalidad en mención. Dicha declaratoria se publicó en el suplemento del Registro Ofi cial No. 274 de 19 del mismo mes y año, aunque tal inconstitucionalidad de la norma civil, expresamente declarada, en cierta manera, en técnica jurídica, habría estado tácitamente derogada desde que entró a regir la Carta Política de 1998 al no haberse conciliado con la norma suprema y por aquello del principio de la supremacía constitucional. CUARTO.- La resolución del Tribunal Constitucional armonizándosela con el inciso segundo del artículo 274 de la Constitución Política de 1998, vigente entonces, señalan la obligatoriedad del mandato del órgano de la constitucionalidad, pues su “fuerza obligatoria” estará referida a “…las causas en que se pronuncie…” así como que la misma tendrá “…carácter general y obligatorio”; por manera que, el sustento jurídico de los demandados expuesto fundamentalmente en la contestación a la demanda y en su recurso de casación quedan enteramente sin fundamento, convirtiéndose la controversia en una cuestión de puro derecho donde nada habría que argüir, al no haberse trasgredido normas sustantivas ni adjetivas. QUINTO.- Tampoco se advierte irretroactividad de la norma constante en el artículo 260 del Código Civil (actual numeración), declarado inconstitucional desde el

19 de mayo de 2006 en que se promulgó la resolución en el Registro Ofi cial por el Tribunal competente; toda vez que el fallo de último nivel, que recién reconoce el derecho o la pretensión del demandante, fue pronunciado con posterioridad, esto es el 11 de abril de 2007.

JUICIO NO.: 884-2010

PROCEDENCIA: SALA CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

FECHA DE LA RESOLUCIÓN: 14 de junio del 2011

ASUNTO: Impugnación voluntaria de paternidad

ACTOR(ES):.José Ignacio Rengifo Villagómez

DEMANDADO(S): Hilda Coque Chiriboga

Page 5: IMPUGNACION PATERNIDAD

TEMA PRINCIPAL:

Restrictor

PREDOMINIO DEL DERECHO A LA IDENTIDAD EN CASO DE ACEPTARSE LA DEMANDA

DE IMPUGNACIÓN DE RECONOCIMIENTO VOLUNTARIO DE PATERNIDAD

(Ratio decidendi – razón de la decisión)

 

Cuando se dicta sentencia aceptando la impugnación del reconocimiento voluntario de la paternidad, el juzgador, para salvaguardar el derecho a la identidad, debe permitir que la persona demandada conserve su apellido, pudiendo cambiarlo a futuro.

 

EXTRACTO DEL FALLO:

 

“(…) Finalmente, en cuanto a la acusación de falta de aplicación de los arts. 44, 45, 66 y 82 de la Constitución, en lo relativo al derecho de las niñas, niños y adolescente a una identidad, esta sala considera que en esta clase de procesos judiciales relativos a la filiación de las personas, cuando la sentencia es favorable al accionante, esto es, cuando declara que un menor o una persona adulta no tiene como padre o madre biológico al actor, por ende, manda a marginar la resolución en el Registro Civil, en tal caso surge un problema con la identidad del demandado, quien no podría llevar el apellido paterno o materno que lo ha identificado desde la inscripción de su nacimiento, conculcando de esta manera el derecho a la identidad.- En tales casos, esta sala estima que el juzgador al dictar sentencia, si bien ha de declarar que el menor o persona adulta demandados no tiene como padre o madre a quien está ejerciendo la acción, debe amparar al demandado permitiéndole conservar el apellido que lo identifica, pudiendo a futuro cambiar su apellido, según la decisión de quien lo representante si se trata de un menor de edad o de la persona adulta que sea mayor de edad. En todo caso, si bien se debe respetar el derecho a la identidad, esta no es razón suficiente para negar la demanda de impugnación del reconocimiento voluntario de un hijo y casar la sentencia. Por lo manifestado se desecha la imputación con cargo en la causal primera de casación (…)”.