independencia en la administración de justicia

45
68 CAPÍTULO II INDEPENDENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA I. ASPECTOS RELEVANTES DE LA INDEPENDENCIA JUDICIAL El principio de independencia judicial está consagrado en diversos instrumentos de derechos humanos 29 . En el artículo 2 de la Constitución Política que ordena la actuación limitada y separada de los poderes constituidos y en los artículos 210 y 223 de la misma norma, que proclaman su dimensión individual: la independencia de jueces y funcionarios de instrucción, respectivamente, y su deber de observar únicamente la Constitución y la Ley en el ejercicio de sus funciones. El principio en mención surge del derecho de toda persona a ser juzgada por un tribunal independiente para la determinación de sus derechos y obligaciones, a partir del cual trascienden obligaciones para el juez, de “ser independiente, deber que cumple cuando juzga únicamente conforme a -y movido por- el Derecho 30 ”, y para el Estado, de “respetar y garantizar, conforme al artículo 1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el derecho a ser juzgado por un juez independiente”, entendiendo que: “El deber de respeto consiste en la obligación negativa de las autoridades públicas de abstenerse de realizar injerencias indebidas en el Poder Judicial o en sus integrantes, es decir, con relación a la persona del juez específico. El deber de garantía consiste en prevenir dichas injerencias e investigar y sancionar a quienes las cometan. Además, el deber de prevención consiste en la adopción, conforme al artículo 2 de la Convención, de un apropiado marco normativo que asegure un adecuado proceso de nombramiento, la inamovilidad de los jueces y las demás condiciones 31 ”. 29 Artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; Artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 30 CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 146. 31 CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 146.

Upload: ramonhbenjaminm

Post on 30-Jul-2015

3.290 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: independencia en la administración de justicia

68

CAPÍTULO II

INDEPENDENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

I. ASPECTOS RELEVANTES DE LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

El principio de independencia judicial está consagrado en diversos instrumentos

de derechos humanos29. En el artículo 2 de la Constitución Política que ordena la

actuación limitada y separada de los poderes constituidos y en los artículos 210 y

223 de la misma norma, que proclaman su dimensión individual: la independencia

de jueces y funcionarios de instrucción, respectivamente, y su deber de observar

únicamente la Constitución y la Ley en el ejercicio de sus funciones.

El principio en mención surge del derecho de toda persona a ser juzgada por un

tribunal independiente para la determinación de sus derechos y obligaciones, a

partir del cual trascienden obligaciones para el juez, de “ser independiente, deber

que cumple cuando juzga únicamente conforme a -y movido por- el Derecho30”, y

para el Estado, de “respetar y garantizar, conforme al artículo 1.1 de la

Convención Americana sobre Derechos Humanos, el derecho a ser juzgado por

un juez independiente”, entendiendo que:

“El deber de respeto consiste en la obligación negativa de las autoridades

públicas de abstenerse de realizar injerencias indebidas en el Poder Judicial

o en sus integrantes, es decir, con relación a la persona del juez específico.

El deber de garantía consiste en prevenir dichas injerencias e investigar y

sancionar a quienes las cometan. Además, el deber de prevención consiste

en la adopción, conforme al artículo 2 de la Convención, de un apropiado

marco normativo que asegure un adecuado proceso de nombramiento, la

inamovilidad de los jueces y las demás condiciones31”.

29

Artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; Artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 30

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 146. 31

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 146.

Page 2: independencia en la administración de justicia

69

La independencia en la administración de justicia ha ocupado espacio en la

agenda pública luego de la transición a la democracia formal en Panamá hace

más de dos décadas, con mayor intensidad tras los escándalos por interferencias

en la selección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y en las

decisiones de los miembros de la misma, durante la primera década del presente

siglo.

Es decir, no ha sido tema de debate a partir de una estrategia de desarrollo

democrático realizada a través de las instituciones del Estado, sino precisamente

por la falta de voluntad política para adecuar normas y prácticas a la nueva

potencialidad de un Estado democrático de derecho y por las consecuencias

negativas producidas sobre la administración de justicia como producto de tal

ausencia de voluntad política.

En este contexto, el Ejecutivo convocó en 2005 la creación de una Comisión de

Estado por la Justicia “para sellar un compromiso nacional de alcanzar un sistema

judicial independiente32”, partiendo del reconocimiento de la urgente necesidad de

cambios en áreas claves del sistema de administración de justicia.

Como resultado, se firmó el Pacto de Estado por la Justicia, una agenda de

reforma judicial dividida en áreas prioritarias (acceso a la justicia, reforma de la

jurisdicción penal, reforma estructural del sistema de justicia, rendición de cuentas

y transparencia, reformas jurisdiccionales) con recomendaciones y objetivos

reiterados en los Acuerdos de la Concertación Nacional para el Desarrollo (2007),

que hoy sirven de referencia a la presente auditoría, por ser un vínculo entre los

estándares internacionales en materia, un análisis relativamente reciente de la

situación local, planes de acción en respuesta a esta situación y la condición

actual de la administración de justicia en el país.

1. Aspectos conceptuales de la independencia judicial. La Independencia Judicial es la “facultad que tiene el juzgador de una causa de

administrar justicia sin injerencias, presiones o compromisos de ningún tipo, sea

que provengan de la propia corporación a la que pertenece o de algún grupo de

presión de origen externo33” o la “absoluta soberanía y falta de dependencia [del

sistema de administración de justicia]… del Poder Ejecutivo y del Legislativo, de

los órganos jurisdiccionales de superior categoría…y de cualesquiera otras

personas, físicas o jurídicas34”.

32

Informe de la Comisión de Estado por la Justicia, página 12. 33

PIZARRO, Andrés y MÉNDEZ, Fernando/ Manual de Derecho Internacional de Derechos Humanos: Aspectos sustantivos, pág. 150. Panamá, 2006. 34

DICCIONARIO JURÍDICO ESPASA, Espasa Calpe S.A., Madrid, 1991.

Page 3: independencia en la administración de justicia

70

La Asamblea General de las Naciones Unidas afirma en los Principios básicos

relativos a la independencia de la judicatura35-utilizados en la jurisprudencia del

sistema interamericano de protección de los derechos humanos como instrumento

de interpretación- que la independencia de la judicatura abarca:

1. El deber del Estado de garantizar la independencia en la judicatura y

proclamarla en la Constitución y la ley interna.

2. El deber de todas las instituciones, gubernamentales o de otra naturaleza,

de respetar y acatar la independencia de la judicatura.

3. El deber de los jueces de resolver con imparcialidad, sobre la base de los

hechos y en consonancia a la ley, sin restricciones, influencias, alicientes,

presiones, amenazas o intromisiones indebidas, directas o indirectas, de

cualquier sector o por cualquier motivo.

4. La competencia privativa de la judicatura para decidir el alcance de su

propia competencia legalmente atribuida ante la presentación de cualquier

asunto judicial a su consideración.

5. La prohibición de intromisiones indebidas o injustificadas en el proceso

judicial y la revisión de las decisiones judiciales de los tribunales, salvo por

la vía de la revisión judicial y sin menoscabar la facultad de las autoridades

administrativas para realizar conmutación de penas conforme a la ley.

6. El derecho de toda persona a ser juzgada por tribunales ordinarios de

acuerdo a los procedimientos legales establecidos y la prohibición de crear

tribunales sustitutos a la jurisdicción ordinaria que no apliquen el debido

proceso.

7. La obligación de la judicatura de garantizar el desarrollo del procedimiento

conforme a derecho y el respeto a los derechos de las partes.

8. El deber de los Estados de proporcionar recursos adecuados para el

desempeño adecuado de la judicatura.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha acogido lo dispuesto en los

Principios básicos sobre independencia de la judicatura, señalando que los jueces

deben tener garantías contra presiones externas para resolver los asuntos de su

35

Resoluciones 40/32 de 29 de noviembre de 1985 y 40/146 de 13 de diciembre de 1985.

Page 4: independencia en la administración de justicia

71

conocimiento en base a “los hechos y en consonancia con el derecho, sin

restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o

intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o por

cualquier motivo36”.

Además, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le señala al Estado su

“deber de garantizar una apariencia de independencia de la magistratura que

inspire legitimidad y confianza suficiente no sólo al justiciable, sino a los

ciudadanos en una sociedad democrática37”.

2. Institucionalidad judicial en Panamá y Centroamérica.

Diversos estudios se han ocupado de la independencia en la administración de

justicia en los últimos años: el Informe Nacional de Desarrollo Humano Panamá

2007-2008, “Institucionalidad para el Desarrollo Humano” del Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo, presenta la independencia en la

administración de justicia como un elemento indispensable para avanzar en las

metas de desarrollo humano en una sociedad democrática.

Entre los principales problemas de la administración de justicia, se señalan la

percepción de poca transparencia y corrupción en su desempeño, la falta de

confianza de la población, la dependencia y subordinación al Poder Ejecutivo, las

influencias políticas y económicas y la discriminación en su aplicación según los

sujetos de la relación jurídica.

El Informe Cultura Política de la Democracia 2010, problematiza el poder del

Presidente de la República para los nombramientos en la Corte Suprema de

Justicia. El informe incluye una gráfica sobre el “principal problema de la

administración de justicia”, dentro de la cual la “poca independencia judicial”

solamente logra la atención de un 1.9% de los entrevistados, muy por debajo de la

falta de recursos (5,5%), falta de personal capacitado (14.8%) y la corrupción

(50.9%).

Aunque la independencia judicial no sea la principal preocupación de los

entrevistados en el informe, es evidente que la corrupción en el sistema de justicia

no es compatible con una aplicación estricta e independiente de la ley por los

36

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 80. 37

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 67.

Page 5: independencia en la administración de justicia

72

tribunales. Igualmente, la capacitación del personal y la dotación de recursos

materiales y económicos afectan el desempeño independiente del sistema.

El Manual para el Fortalecimiento de la Independencia y la Transparencia del

Poder Judicial en América Central38(2011) describe la institucionalidad judicial en

el área centroamericana como tradicionalmente “débil, ineficiente, corrupta y

fuertemente dependiente de la voluntad del Presidente de la República y del

Parlamento, lo que se intensifica cuando el partido del Ejecutivo tiene mayoría en

la Asamblea”.

Enumera entre los principales obstáculos para avanzar en la consolidación de una

institucionalidad judicial independiente: la politización del sistema de selección y

nombramiento de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, la ausencia de

mecanismos de participación ciudadana en la nominación y selección de jueces, el

exceso de poder de las cúpulas judiciales a lo interno de la institución y la falta de

independencia económica o autonomía presupuestaria de la judicatura.

Finalmente, el Cuarto Informe Estado de la Región (2011), señala la insuficiencia

de los marcos legales para asegurar la independencia judicial mientras subsistan

los criterios políticos en el proceso de nombramiento de las cortes superiores.

Específicamente, sobre Panamá, cuestiona la “amplia injerencia” del Presidente

de la República en el sistema de administración de justicia al tener entre sus

facultades el nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y

el Procurador General de la Nación, además de resaltar al país “como el caso más

extremo de injerencia de la jerarquía jurisdiccional en la carrera judicial39”.

3. Alcance de la Independencia Judicial.

La independencia de la función jurisdiccional es la garantía última para que las

autoridades, incluyendo las judiciales, mediante los mecanismos establecidos en

la ley para la revisión de las resoluciones de instancias inferiores, cumplan con el

deber constitucional de proteger en su vida, honra y bienes a las personas bajo su

jurisdicción, asegurar la efectividad de derechos y deberes, y cumplir y hacer

cumplir la Ley.

Por tanto, es elemento y condición indispensable para la vigencia de un Estado de

Derecho, entendido no solamente como el imperio de la ley positiva, sino como un

ideal político y jurídico de convivencia social fundamentado en el control de los 38

Fundación para el Debido Proceso. Primera edición. Septiembre 2011. 39

Cuarto Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible. Programa Estado de la Nación-Región, 2010, pág. 274.

Page 6: independencia en la administración de justicia

73

poderes reales mediante la separación y equilibrio entre poderes constituidos,

limitados en su acción por principios de respeto a los derechos y libertades

fundamentales de las personas.

Este criterio encuentra eco en la Corte Interamericana de Derechos Humanos

cuando señala que “uno de los objetivos principales que tiene la separación de los

poderes públicos, es la garantía de la independencia de los jueces40”,

considerando además que es “necesario que se garantice la independencia de

cualquier juez en un Estado de Derecho,41” pues, como ya ha sido señalado, la

independencia judicial es “uno de los pilares básicos de las garantías del debido

proceso42”.

Los Principios de Bangalore, sobre la conducta judicial43, marco regulatorio sobre

la conducta ética en la judicatura, reiteran la importancia de la independencia

judicial argumentando que “la aplicación de todos los demás derechos depende en

último término de la correcta administración de la justicia”.

También el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones

Unidas ha considerado la independencia judicial como “un derecho absoluto que

no puede ser objeto de excepción alguna44” al referirse al requisito de

independencia consagrado en el artículo 14.145 del Pacto Internacional de

Derechos Civiles y Políticos.

Desde la perspectiva de la finalidad u objetivos del sistema de administración de

justicia, la reciente resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre La

independencia e imparcialidad del poder judicial, los jurados y asesores y la

independencia de los abogados,46 afirma que “la independencia e imparcialidad

del poder judicial, la independencia de los profesionales del derecho, la objetividad

40

CrIDH, Caso del Tribunal Constitucional vs Perú, sentencia del 31 de enero de 2001, párr. 73; Caso Apitz Barbera vs Venezuela, sentencia del 5 de agosto de 2008, párr. 55; Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 67 y Caso Chocrón Chocrón vs Venezuela, sentencia de 1 de julio de 2011, párr. 97. 41

CrIDH, Caso del Tribunal Constitucional vs Perú, sentencia del 31 de enero de 2001, párr. 75. 42

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 68. 43

Aprobados por Resolución 2006/23 del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas 44

Comité de Derechos Humanos (ONU), Observación General N° 32. Artículo 14: El derecho a un juicio imparcial y a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia, CCPR/C/GC/32, 23 de Agosto de 2007, párr. 19. 45

En lo pertinente al tema, el artículo 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala que “toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil”. 46

A/HRC/RES/15/3, Consejo de Derechos Humanos, 5 de octubre de 2010.

Page 7: independencia en la administración de justicia

74

e imparcialidad de fiscales capaces de desempeñar debidamente su cometido y la

integridad del sistema judicial son requisitos para la protección de los derechos

humanos, la vigencia del principio de legalidad, la imparcialidad de los juicios y la

no discriminación en la administración de justicia”.

También la jurisprudencia interna de la Sala Tercera de lo Contencioso

Administrativo, citando al catedrático de Derecho Constitucional Luis María Diez-

Picazo, sobre el valor fundamental del principio de independencia judicial, ha

señalado que:

"... la idea misma de independencia judicial se halla vinculada a la aparición

y al desarrollo del Estado de Derecho, es decir, de aquella forma de Estado

en que las relaciones entre gobernantes y gobernados no son determinadas

por la sola fuerza, sino que están reguladas por genuinas normas jurídicas.

De aquí, que la independencia judicial sea uno de los elementos esenciales

del Estado de Derecho y de aquí, igualmente, el núcleo duro e indiscutido

de su significado jurídico político: la administración de la justicia no debe ser

pura manifestación del poder político, ni quedar supeditada en manera

alguna a aquellos órganos del Estado que ejercen dicho poder político; y

ello, porque de nada serviría dictar normas que limitan la actividad de los

gobernantes si ulteriormente, en la fase de aplicación contenciosa del

Derecho, éstos pudieran influir en la resolución de los litigios47”.

La Independencia Judicial es la condición necesaria (más no suficiente) para la

imparcialidad y mayor objetividad posible del juez en funciones, lo que contribuye

a generar el clima de confianza ciudadana en la institucionalidad democrática, tan

necesario incluso para la propia existencia independiente del Poder Judicial.

4. Sistemas de selección de Autoridades Judiciales.

Los mecanismos de integración de los despachos superiores de la Corte Suprema

de Justicia, la Procuraduría General de la Nación y la Procuraduría de la

Administración son elementos básicos para analizar la dimensión institucional de

la independencia en la administración de justicia.

La Constitución Política excluye del régimen de carrera a los servidores públicos

cuyo nombramiento esté regulado constitucionalmente, entre los que se

47

Corte Suprema de Justicia. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sentencia del 13 de septiembre de 1996. Magistrada ponente: Mirtza Franceschi de Aguilera.

Page 8: independencia en la administración de justicia

75

encuentran los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los titulares de la

Procuraduría General de la Nación y Procuraduría de la Administración.

En Panamá rige un sistema político para la selección y nombramiento de estos

puestos, y aunque cada Estado tiene la libertad de establecer un mecanismo

propio, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha

señalado que “no cualquier procedimiento satisface las condiciones que exige la

Convención para la implementación adecuada de un verdadero régimen

independiente. Si no se respetan parámetros básicos de objetividad y

razonabilidad, resultaría posible diseñar un régimen que permita un alto grado de

discrecionalidad en la selección del personal judicial de carrera, en virtud de lo

cual las personas escogidas no serían, necesariamente, las más idóneas48”.

Aunque los sistemas de selección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia

y Procuradores no forman parte de la Carrera Judicial, los parámetros de

objetividad y razonabilidad contra la excesiva discrecionalidad en su designación

son absolutamente aplicables y exigibles como uno de los medios para lograr

mayor independencia en la administración de justicia, aunque la responsabilidad

por cumplir tales criterios y lograr tan importantes fines, o no hacerlo, quede en

manos de quienes tienen la potestad política de realizar tales designaciones.

El artículo 203 de la Constitución establece el procedimiento de selección de

magistrados principales y suplentes de la Corte Suprema de Justicia: nombrados

para un período de 10 años mediante acuerdo del Consejo de Gabinete, sujetos a

la aprobación del Órgano Legislativo. Este mecanismo contraría el principio de

separación de poderes y por lo tanto la independencia judicial desde su origen, ya

que el nombramiento se da por acuerdo del Consejo de Gabinete (reunión del

Presidente de la República, quien lo preside, con el vicepresidente y los Ministros

de Estado, según el artículo 199 de la Constitución, todos funcionarios de libre

nombramiento y remoción del Presidente según el artículo 183 constitucional, es

decir sujetos a la voluntad del primer mandatario) sometido a la aprobación del

Órgano Legislativo, cuyos miembros han sido tradicionalmente controlados por el

Órgano Ejecutivo a través del control del presupuesto para proyectos en las

circunscripciones electorales y la dinámica interna de los partidos políticos.

El artículo 224 de la Constitución y el artículo 329 del Código Judicial disponen el

nombramiento del Procurador General de la Nación y el Procurador de la

Administración bajo los mismos requisitos y prohibiciones establecidas para los

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Los requisitos constitucionales

48

CrIDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 74.

Page 9: independencia en la administración de justicia

76

(artículo 204) para ocupar la más alta magistratura son demasiado básicos

considerando la importancia del cargo:

1. Ser panameño por nacimiento.

2. Haber cumplido treinta y cinco años de edad.

3. Hallarse en pleno goce de los derechos civiles y políticos.

4. Ser graduado en Derecho y haber inscrito el título universitario en la oficina

que la Ley señale.

5. Haber completado un periodo de diez años durante el cual haya ejercido

indistintamente la profesión de abogado, cualquier cargo del Órgano

Judicial, del Ministerio Público, del Tribunal Electoral o de la Defensoría del

Pueblo que requiera título universitario en Derecho, o haber sido profesor

de Derecho en un establecimiento de enseñanza universitaria.

No pueden ocupar los cargos señalados quienes hayan ejercido la titularidad o

suplencia en el cargo de Diputado de la República o cargos de mando y

jurisdicción en el Órgano Ejecutivo, durante el período constitucional de la

elección, según el artículo 203, o quienes hayan sido condenados por delito

doloso mediante sentencia ejecutoriada proferida por un tribunal de justicia

(prohibición general para ocupar cargos en el Órgano Judicial contenida en el

artículo 205 de la Constitución).

La Relatoría Especial sobre la Independencia de los Magistrados y Abogados49,

siguiendo el criterio de la Observación General 32 del Comité de Derechos

Humanos ha señalado que “toda situación en que las funciones y competencias

del poder judicial y del poder ejecutivo no sean claramente distinguibles o en la

que este último pudiera controlar o dirigir al primero es incompatible con el

concepto de un tribunal independiente50”.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, haciendo eco de la jurisprudencia

de la Corte Europea, ha sostenido que la “independencia de cualquier juez supone

49

Consejo de Derechos Humanos. Informe del Relator Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, Leandro Despouy*, A/HRC/11/41, 24 de marzo de 2009. 50

Comité de Derechos Humanos (ONU), Observación General N° 32. Artículo 14: El derecho a un juicio imparcial y a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia, CCPR/C/GC/32, 23 de agosto de 2007, párr. 19.

Page 10: independencia en la administración de justicia

77

que se cuente con un adecuado proceso de nombramiento, con una duración

establecida en el cargo y con una garantía contra presiones externas51”.

Estas garantías son desarrolladas en el caso Reverón Trujillo. Al tratar

específicamente la necesidad de un adecuado proceso de nombramiento

siguiendo los Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a la

independencia de la judicatura, la Corte ha señalado que los elementos

preponderantes o criterios objetivos a considerar para el nombramiento de jueces

deben ser la integridad, idoneidad y formación o calificaciones jurídicas,

asegurando:

1. La igualdad de oportunidades a través de la libre concurrencia de todos los

ciudadanos que acrediten los requisitos legales señalados de forma amplia

y transparente al público,

2. La igualdad de condiciones y trato a todos los participantes.

En Panamá se proclama de iure la independencia judicial y se ofrece la

oportunidad de concurrir libremente como candidatos a quienes cumplan los

requisitos legales al proceso de selección y nombramiento de Magistrados de la

Corte Suprema de Justicia, aunque esta libertad no transita hacia una igualdad de

condiciones y trato dentro del proceso, ni se traduce en independencia de facto de

la administración de justicia.

Dada la ausencia de criterios objetivos para la selección más allá de los requisitos

básicos establecidos en la Constitución, y la consecuente discrecionalidad que

propicia el nombramiento por criterios subjetivos de índole política o personal, no

todas las candidaturas son consideradas seriamente para ocupar los cargos.

Dentro del mismo tema de igualdad de oportunidades, condiciones y trato,

considerando que la igualdad formal no necesariamente corresponde a igualdad

real en un contexto desigual para actores sociales distintos, cabe señalar la actual

composición de los puestos en la Corte Suprema de Justicia, ocupados

exclusivamente por varones.

El tema de la escogencia de magistrados ha sido constantemente parte de la

agenda pública a partir de las denuncias, durante distintas administraciones, de

violaciones a la ética y la ley dentro de los procesos de selección y nombramiento,

51

CrIDH, Caso del Tribunal Constitucional vs Perú, sentencia del 31 de enero de 2001, párr. 75.

Page 11: independencia en la administración de justicia

78

en el propio ejercicio de funciones de los integrantes de la Corte Suprema de

Justicia, y en los antecedentes de Magistrados electos.

Para la realización de la monografía “Independencia y transparencia del poder

judicial en Panamá” (Alianza Ciudadana Pro Justicia, 2010) se realizaron

entrevistas a abogados del foro, cuyas opiniones quedaron resumidas en los

siguientes términos:

“[…] la designación de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia por

el Órgano Ejecutivo con sujeción a la ratificación por parte de la Asamblea

Nacional, en la práctica, no garantiza la elección de personas idóneas ni

independientes en dichos cargos, dado que nuestro sistema político es

eminentemente presidencialista, en el cual la separación de poderes

consagrada en el artículo 2 de la Constitución Nacional resulta ser más

teórica que práctica. Los últimos cuatro Presidentes de la República que ha

tenido Panamá han controlado la bancada mayoritaria en la Asamblea de

Diputados y la mayoría de los proyectos de ley más importantes del país se

presentan y dirigen desde el Consejo de Gabinete. Igual suerte corren los

procesos de selección de magistrados.

El interés de controlar el Poder Judicial se evidencia especialmente al

momento de la escogencia de los Magistrados de la Corte Suprema de

Justicia, dado que los compromisos políticos, derivados, en muchas

ocasiones, de favores electorales o de amiguismos entre los seleccionados

y las altas autoridades del poder ejecutivo, son los que prevalecen al

momento de la selección de los magistrados. El procedimiento se realiza en

ausencia de una verdadera participación ciudadana y sin tomar en cuenta

las objeciones que puedan, en su momento, expresar los ciudadanos.”

En el mismo estudio, jueces entrevistados señalaron que “el nombramiento de los

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia está mayormente supeditado al

Poder Ejecutivo y que no existen en la práctica los contrapesos necesarios que

permitan la selección de estas autoridades sin injerencias políticas y partidista.”

Reconociendo esta situación, uno de los acuerdos del Pacto de Estado por la

Justicia fue la expedición por parte del Órgano Ejecutivo de un mecanismo de

reglamentación para la designación de magistrados de la Corte Suprema de

Justicia conforme con la Constitución vigente, mediante la conformación de una

Comisión de evaluación y divulgación de las hojas de vida, que remitiría

posteriormente una lista al Presidente de la República con los candidatos que

cumpliesen con el perfil requerido. De tal manera se buscaba mejorar los niveles

Page 12: independencia en la administración de justicia

79

de participación ciudadana, transparencia y la percepción de independencia en el

Órgano Judicial.

La propuesta se concretó en la Resolución de Gabinete N° 121 de 2009 de

autorregulación, la cual recogía solamente de manera parcial lo acordado en el

Pacto de Estado por la Justicia, asignando competencias reducidas para la

Comisión, que se limitaba a filtrar las candidaturas por el cumplimiento o no de los

requisitos constitucionales.

Sin embargo, los procesos de selección y nombramiento durante la breve

existencia de la resolución no se aplicaron efectivamente. En principio se convocó

a la Comisión, posteriormente se calificó a sus miembros como “embaucadores”

por sus recomendaciones, culminando con la selección de personas cercanas al

Ejecutivo en el 2009, uno de los cuales no había presentado su hoja de vida ante

la comisión, y otro que se desempeñaba como Secretario de Seguridad de la

Presidencia, quien tuvo que renunciar al cargo luego de 3 meses en el puesto a

raíz de un escándalo por tráfico de influencias y una denuncia pública por su

participación en reuniones con funcionarios del Órgano Ejecutivo para desarrollar

campañas para la descalificación y remoción del cargo en violación de

disposiciones constitucionales de la entonces Procuradora General de la Nación,

además del ofrecimiento de cargos dentro del Ministerio Público a la salida de

ésta.

Habiendo representado en su momento un débil avance en términos de

participación y transparencia al establecer la participación de una comisión de

evaluación integrada por miembros de la sociedad civil, la resolución que

establecía la autorregulación fue finalmente derogada antes del nombramiento del

nuevo Magistrado que remplazaría al renunciante antes señalado. El remplazante,

nombrado en abril de 2010, carece de estudios especializados o experiencia

profesional en la jurisdicción correspondiente.

En diciembre de 2011, durante el proceso de nombramiento y selección de

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia se reiteró la conducta gubernamental

de limitar a lo meramente formal la participación ciudadana en la Asamblea

Nacional de Diputados, durante un tiempo corto y sin garantías de consideración

hacia las observaciones realizadas, recayendo las designaciones en personas

cercanas al Órgano Ejecutivo.

En resumen, las últimas escogencias han recaído en la figura de allegados

personales, profesionales, políticos o subordinados directos del Presidente. Ante

esta realidad es necesario reiterar que la debilidad de los requisitos establecidos

Page 13: independencia en la administración de justicia

80

en la norma constitucional y la inexistencia de criterios objetivos de selección

solamente refuerzan la responsabilidad, que respecto a la independencia en la

administración de justicia recae sobre la autoridad nominadora para cumplir, no

solamente con los requisitos formales, sino con los más altos estándares en la

materia.

Así, el juez debe estar libre de conexiones o influencias inapropiadas con los

poderes Ejecutivo y Legislativo, incluyendo la “apariencia de ser libre de las

anteriores a los ojos de un observador razonable” citando los Principios de

Bangalore sobre la conducta judicial52, desarrollada por la Corte Interamericana de

Derechos Humanos como la responsabilidad de garantizar “una apariencia de

independencia de la magistratura que inspire legitimidad y confianza suficiente no

sólo al justiciable, sino a los ciudadanos en una sociedad democrática de

independencia judicial”53.

En relación con el Ministerio Público, el proceso de selección y nombramiento del

Procurador General de la Nación y del Procurador de la Administración igualmente

pasa por acuerdo del Consejo de Gabinete y la ratificación del Órgano Legislativo.

El contexto de sus nombramientos y su desempeño generan indicios suficientes

para cuestionar su independencia institucional y con ella, las posibilidades de

independencia en la administración de justicia. Como referencia de la señalada

manipulación en el sistema de justicia, se pueden mencionar los hechos que

comienzan con la suspensión y separación del cargo de la anterior Procuradora

General de la Nación mediante sentencia dividida del Pleno de la Corte Suprema

de Justicia del 28 de enero de 2010 a raíz de una denuncia por abuso de

autoridad, promovida por el Procurador de la Administración, acusado

posteriormente, en agosto de 2010, por ordenar intercepciones telefónicas a los

funcionarios de su institución sin orden judicial.

La resolución en contra de la ex Procuradora de la Nación contó con el voto de los

cinco (5) magistrados que entonces componían la Corte Suprema de Justicia

nombrados durante las administraciones de los partidos que entonces integraban

la “alianza” de gobierno, y el voto en contra de los cuatro (4) magistrados

nombrados durante los períodos de gobierno de la oposición, lo que deja en la

ciudadanía la impresión de tratarse de un fallo con más connotaciones políticas

que jurídicas.

52

Aprobados por Resolución2006/23del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas 53

CriDH, Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 67.

Page 14: independencia en la administración de justicia

81

A pesar de realizarse la notificación el viernes 5 de febrero de 2010, ya el 2 de

febrero, es decir antes que la resolución estuviera en firme, el Consejo de

Gabinete había designado de manera irregular al Licenciado Giuseppe Bonissi

como Procurador Suplente.

La reconsideración interpuesta inmediatamente el día de la notificación fue

rechazada en 2 horas, mientras que la apelación también presentada

inmediatamente fue negada en poco más de 3 horas, es decir, en poco más de 5

horas se resolvieron 2 recursos contradiciendo la acostumbrada lentitud de la

administración de justicia en Panamá, por la cual tales recursos toman meses o

años en resolverse, sobre todo en casos de alto perfil.

El Licenciado Bonissi, meses después, también tuvo que abandonar el cargo por

la presión pública, tras denunciarse casos de corrupción e infiltración del crimen

organizado en la Procuraduría General de la Nación, siendo sustituido por el

Licenciado José Ayú Prado, designado como Procurador con carácter de

interinidad.

No puede hablarse de independencia judicial cuando las más altas autoridades

relacionadas son nombradas con base en criterios exclusivamente políticos,

amparados en la exclusión del régimen de carrera de los niveles de

responsabilidad política y directiva, y en los exiguos requisitos de las normas

aplicables, ni cuando las autoridades así electas son decisivas en la elaboración y

asignación presupuestaria, además de su participación en la aplicación de los

regímenes disciplinarios y éticos en instancias superiores convertidas así en juez y

parte.

Tampoco favorece la independencia judicial, la existencia de procedimientos

especiales de investigación y juzgamiento cruzados, que no garantizan la

imparcialidad en la administración de justicia, entre los altos niveles de los poderes

públicos que ya de hecho sufren de falta de independencia, por acusaciones o

denuncias, o por actos realizados en ejercicio de sus funciones en perjuicio del

libre funcionamiento del poder público o violatorios de esta Constitución o las

leyes.

Por ejemplo, el juzgamiento de magistrados de la Corte Suprema de Justicia forma

parte de las funciones judiciales de la Asamblea Nacional de Diputados (artículo

160 de la Constitución Política), correspondiendo al Pleno determinar si procede o

no el juzgamiento, sin que exista recurso alguno contra su resolución. Tampoco

procede recurso alguno contra la decisión sobre la culpabilidad o no de los

funcionarios.

Page 15: independencia en la administración de justicia

82

La independencia judicial y el principio de separación de poderes se ven

comprometidos, considerando que los miembros de la Asamblea Nacional son

investigados y procesados por la presunta comisión de delitos por el Pleno de la

Corte Suprema de Justicia, la cual igualmente determina la imposición de

cualquier medida cautelar (artículo 155).

De tal manera, en las memorias institucionales de la Asamblea Nacional de

Diputados 2008-2009 y 2009-2010, la Comisión de Credenciales, Justicia Interior,

Reglamentos y Asuntos Judiciales informa sobre el trámite de 8 casos durante el

período (3 casos contra el magistrado Winston Spadafora, 2 casos contra el

magistrado Harley Mitchell, 1 caso contra los magistrados Oydén Ortega, Aníbal

Salas y Alberto Cigarruista, cada uno) ingresados desde el año 2002 hasta el

2009. Algunos casos fueron presentados por la presunta comisión de delitos

contra la administración pública o contra el honor, otros por falta a la ética judicial,

sin embargo en todos los casos el resultado es el mismo: no se admite, ordenando

el archivo del expediente.

Lo antes descrito, junto con el sistema vertical que opera en las instituciones,

específicamente en temas cruciales como las acciones de personal

(nombramiento, selección, evaluación y sanciones disciplinarias) incluso en el

régimen de carrera (o la obstaculización de la entrada del régimen de carrera), no

permite hablar de un estado que asegure la independencia interna para los

tribunales inferiores.

En efecto, los abogados litigantes entrevistados para la realización del estudio

“Independencia y transparencia del poder judicial en Panamá”, consideran que “los

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia ejercen un control directo sobre los

Jueces y los Magistrados de Tribunales Superiores, quienes no necesariamente

deciden las causas con imparcialidad” por lo que las normas sobre independencia

judicial no tienen toda la efectividad práctica que deberían tener, ya que “no son

aplicadas con objetividad, por tanto no son del todo efectivas. Así, en la mayor

parte de las respuestas indican los juristas que existe una línea trazada que deben

seguir los jueces de menor jerarquía para mantenerse en sus cargos”, señala el

estudio

En relación a los usuarios, no se puede decir que se garantiza el derecho a ser

juzgado por un tribunal independiente y recibir un dictamen imparcial al considerar

las condiciones antes descritas, garantía mucho más vulnerable en la medida que

los intereses en disputa son lo suficientemente grandes como para acceder a

instancias superiores, sean las Salas o el Pleno de la Corte Suprema de Justicia.

Page 16: independencia en la administración de justicia

83

II. TRANSPARENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN JUDICIAL

Desde inicios del mes de noviembre de 2011, se cursaron reiteradas solicitudes de

información relacionada con el tema de investigación a dependencias del Órgano

Judicial y del Ministerio Público.

Las notas remitidas a la Dirección de Recursos Humanos del Órgano Judicial,

nunca fueron contestadas. Aquellas remitidas a las Direcciones de Auditoría

Interna y Auditoría Judicial del Órgano Judicial, quedaron a la espera de una

autorización del presidente del Pleno de la Corte Suprema de Justicia, a pesar de

no ser información de acceso restringido. Las notas remitidas a la Procuraduría

General de la Nación tampoco recibieron respuesta con la excusa final de

debilidades en los sistemas estadísticos de la institución. Solamente la nota

enviada a la Escuela Judicial obtuvo una respuesta formal.

Todas las solicitudes de información para la realización de este informe fueron

entregadas entre los meses de octubre y noviembre de 2011 y han tenido un

trámite que se ha extendido mucho más allá de los términos establecidos en la

Constitución y la Ley 6 de 2002 sobre Transparencia en la Administración Pública.

La información solicitada comprendía:

Número total de funcionarios del Órgano Judicial y de la Procuraduría General

de la Nación en la actualidad.

Criterios, procedimientos e instrumentos, pruebas y exámenes utilizados en el

sistema de selección y nombramiento de funcionarios durante el período 2008-

2011, en ambas instituciones.

Funcionarios adscritos al régimen de carrera en ambas instituciones durante el

período 2008-2011.

Funcionarios no adscritos al régimen de carrera en ambas instituciones en la

actualidad.

Acciones de recursos humanos en ambas instituciones, incluyendo

permanencias, concursos, traslados, ascensos, despidos, reclasificación,

licencias, becas, capacitación, incentivos u otras, realizadas durante el período

2008-2011.

Page 17: independencia en la administración de justicia

84

Periodicidad de las convocatorias a concursos, total de convocatorias y

resultados, en ambas instituciones, realizadas durante el período 2008-2011.

Recursos presentados por acciones de recursos humanos y resultado de los

mismos, en ambas instituciones, durante el período 2008-2011.

Sistemas de evaluación del desempeño, periodicidad de los procedimientos y

resultados de los mismos, realizados a personal operativo, jueces y

magistrados, fiscales y personeros, durante el período 2008-2011.

Denuncias o quejas recibidas por faltas éticas y procedimientos disciplinarios,

sanciones impuestas, recursos presentados y resultados de los mismos, en

ambas instituciones, durante el período 2008-2011.

Auditorías internas, procedimiento y periodicidad de las mismas, realizadas en

ambas instituciones, durante el período 2008-2011.

En tales condiciones, la investigación se basa en las normas jurídicas internas y

estándares internacionales en la materia, entrevistas realizadas, en la escasa

información facilitada por las instituciones, estudios previos y datos estadísticos o

documentos disponibles en las páginas Web de las instituciones estudiadas, las

cuales, en su mayoría, se encuentran desactualizadas, generalmente hasta los

años 2009 ó inicios del 2010, y en las páginas Web de otras instituciones del

Estado.

Los sitios Web del Órgano Judicial y el Ministerio Público contienen leyes y

reglamentos aplicables, además de los fallos del Pleno y de las Salas de la Corte

Suprema de Justicia, y los Tribunales Superiores. No hay acceso público a los

fallos de juzgados de circuito y municipales.

Sin embargo, en los temas más directamente relacionados con esta investigación,

no se observa periodicidad de la actualización a partir del año 2009, o

simplemente no existe la información, por ejemplo, criterios y resultados de los

sistemas de evaluación de desempeño o los resultados de procesos disciplinarios.

Las declaraciones patrimoniales de los funcionarios no son de acceso público.

Desde el 2005, la Comisión de Estado por la Justicia sugirió la reforma a la Ley 59

sobre enriquecimiento injustificado, estableciendo que las declaraciones de bienes

patrimoniales son de acceso público y que la Contraloría puede auditar dichas

declaraciones. Este proyecto de ley sigue pendiente de debate en la Asamblea de

Diputados.

Page 18: independencia en la administración de justicia

85

Por otra parte, el mecanismo de hábeas data como garantía de acceso a la

información es demostradamente inefectivo; por ejemplo, la acción de hábeas

data interpuesta el 22 de julio de 2011, solicitando “acceso a copia de los

acuerdos de la Sala Cuarta de Negocios Generales, donde se procede al

nombramiento de los jueces y funcionarios que deben entrar en funciones a partir

del 1 de septiembre como parte de la implementación del sistema acusatorio y

copia del acuerdo de la Sala Cuarta donde se nombran a los Magistrados del

Tribunal de Apelaciones en el Segundo Distrito Judicial” , la cual hasta el momento

de presentar este informe se encuentra pendiente de resolución

Lo descrito, a todas luces, resulta incompatible con la aplicación del principio de

responsabilidad judicial, correlativo de la independencia judicial que hace “exigible

la existencia de mecanismos de rendición de cuentas y transparencia en la

judicatura”.

En términos generales, existe un nivel relativo de transparencia en el Poder

Judicial, no obstante, es importante resaltar que el acceso público a la información

de las declaraciones patrimoniales, los resultados de las evaluaciones de

desempeño y la aplicación de sanciones en el régimen disciplinario es

fundamental para el seguimiento y vigilancia de la labor del poder judicial.

III. LA CARRERA JUDICIAL

La Carrera Judicial es una de las carreras de función pública establecidas en el

artículo 305 de la Constitución54; funciona en base a un sistema de méritos, para

los servidores públicos del Órgano Judicial y del Ministerio Público. Fue

desarrollado en el Título XII del Código Judicial, De la Carrera Judicial,

comprendiendo regulaciones sobre el nombramiento, escalafón, inamovilidad y

acciones de recursos humanos y en el Reglamento de Carrera Judicial, expedido

mediante Acuerdo N° 46 de 27 de Septiembre de 1991 del Órgano Judicial, con

sus modificaciones, y con la Ley 1 de 2009, que instituye la Carrera de Instrucción

Judicial en el Ministerio Público, derogando artículos del Código Judicial y

subrogando el Título XII en lo correspondiente al Ministerio Público.

El artículo 2 del Reglamento de Carrera Judicial del Órgano Judicial55 la define

como “un sistema científico de selección y administración del personal que ingresa

54

Incluido en en el capítulo 3° sobre la organización de administración de personal, título XI de la Constitución sobre los servidores públicos. 55

El Reglamento de Carrera Judicial se expidió mediante Acuerdo N°46 de 27 de septiembre de 1991, modificado por los Acuerdos 230 de 14 de junio de 2000 y 625 de 9 de octubre de 2008 (sobre evaluación del desempeño), de la Corte Suprema de Justicia.

Page 19: independencia en la administración de justicia

86

al Órgano Judicial” basada en “los méritos, títulos y antecedentes del aspirante

para ocupar el respectivo cargo”.

En relación con la independencia judicial, se le considera un “factor determinante”

para estimular el ingreso de personal con base en criterios de idoneidad,

capacidad, probidad e igualdad de oportunidades (artículo 3 del Reglamento)

regulando todo lo relacionado con la clasificación de cargos, selección de

personal, evaluación y desempeño del cargo, régimen disciplinario, acciones y

recursos, entre otros temas (artículo 4 del Reglamento).

1. Deficiencias del sistema de Carrera Judicial en Panamá

Las deficiencias del sistema de carrera judicial en Panamá han sido señaladas en

varios informes y estudios realizados en los últimos años:

1. El régimen de carrera es vulnerable a los vaivenes políticos internos y

externos, por lo que no se garantiza una selección basada en méritos,

capacidad, formación académica y vocación.

2. La discrecionalidad que tiene la autoridad nominadora para seleccionar al

juez de una lista larga de elegibles, que le presenta la Comisión de

Personal, se presta para seleccionar no a los mejores, sino a las personas

cercanas o de confianza de la autoridad nominadora.

3. Los resultados de las pruebas y entrevistas que se realizan en el proceso

de evaluación de los aspirantes, no son vinculantes.

4. El sistema no reconoce la antigüedad y los méritos de los aspirantes por vía

del ascenso.

5. Existen serios cuestionamientos en materia de publicidad, apertura a

concurso, criterios en la pre-evaluación, selección y confidencialidad de los

resultados de la selección.

La agenda de reforma judicial del Pacto de Estado por la Justicia incluía la

creación de “mecanismos efectivos para fortalecer la Carrera Judicial, a través de

un proceso científico de selección y nombramiento de Jueces y Magistrados”

como uno de los componentes de la reforma estructural del sistema de justicia,

gestionados por un Consejo de Administración. También el Ministerio Público,

entidad autónoma dentro del sistema de administración de justicia, debía contar,

Page 20: independencia en la administración de justicia

87

para el 2007, con el régimen de carrera de instrucción y haber incorporado al

mismo las posiciones pendientes de concurso.

Siendo parte de la función legislativa de la Asamblea Nacional (artículo 159.13 de

la Constitución) expedir las leyes que regulen las carreras de función pública

señaladas en la norma fundamental, permitiendo a su vez cumplir otra ordenanza

constitucional: el nombramiento de todos los funcionarios de tribunales y juzgados

(artículo 209), fiscales, personeros (artículo 224) y personal subalterno de ambas

instituciones de acuerdo a tal régimen, a la fecha no existe una Ley de Carrera

que desarrolle adecuadamente los componentes del sistema en el Órgano Judicial

en Panamá.

El proyecto de ley de Carrera Judicial presentado en agosto de 2009 a la

Asamblea Nacional de Diputados y aprobado en primer debate a fines de octubre

de 2009, fue retirado del orden del día para segundo debate y devuelto a primer

debate por falta de consenso entre los Magistrados de la Corte Suprema de

Justicia. Anteriormente, un proyecto de ley de Carrera Judicial había sido

presentado en el 2006. Frente a esos hechos, una propuesta de Ley de Carrera

fue presentada por organizaciones de la sociedad civil, gremiales y miembros del

Órgano Judicial a fines del 2010, pero igualmente sigue detenida en el

procedimiento legislativo.

A pesar de este proceso participativo de elaboración de consensos entre distintos

sectores para proponer una solución científica e integral al problema de la

administración de justicia, en abril de 2012 fue presentado por el presidente de la

Corte Suprema de Justicia el proyecto de ley N°438 con el supuesto objetivo de

“luchar contra la corrupción” denunciada reiteradamente y reconocida por el

funcionario. Sin embargo, el contenido del proyecto solamente propone otorgar a

la mayoría de los Magistrados del Pleno la facultad de suspender o separar a los

jueces denunciados, sin establecer normas claras sobre la materia, sin cambiar el

actual método para investigar a un juez de la República y sin indicar cómo se

enfrentaría la corrupción y tráfico de influencias en el mismo pleno de la Corte

Suprema de Justicia.

2. Ingreso a la Carrera Judicial

En la normativa existente, el artículo 269 del Código Judicial establece que el

ingreso a la Carrera Judicial, a quienes aplique, se hará cumpliendo “los requisitos

exigidos por la Ley o los reglamentos para ocupar el cargo respectivo”. Los

Page 21: independencia en la administración de justicia

88

requisitos generales de ingreso a la Carrera Judicial definidos en el artículo 6 del

reglamento son básicos:

1. Ser de nacionalidad panameña y estar en pleno goce de los derechos

civiles y políticos.

2. Reunir los requisitos mínimos de idoneidad, educación, edad y experiencia

que se exigen para desempeñar el cargo, en la Ley y el Manual Descriptivo

de Clasificación de Cargos, según el caso.

3. No tener incompatibilidad para el ejercicio del cargo, a tenor de lo dispuesto

en el Código Judicial.

4. Haber aprobado satisfactoriamente los exámenes, pruebas y demás

requisitos de ingreso exigidos.

5. Haber cumplido satisfactoriamente el período de prueba.

6. Ser nombrado funcionario permanente en un cargo incluido dentro del

régimen de la Carrera.

Las convocatorias habían sido suspendidas en el 2005, en espera de la

aprobación de la Ley de Carrera Judicial, producto del Pacto de Estado por la

Justicia, sin embargo durante el 2010 y 2011 se realizaron aproximadamente 10

convocatorias para un número muy considerable de vacantes, tras el cambio en la

presidencia de la Corte Suprema de Justicia.

En “Independencia y transparencia del poder judicial en Panamá” (Alianza

Ciudadana Pro Justicia, 2010) se señala que:

“[…] la mayoría de los funcionarios judiciales ingresan al sistema de justicia,

nombrados de forma interina, sin someterse al concurso y en muchas

ocasiones, luego de años de administrar justicia, ingresan a la carrera

judicial, mediante un concurso parcializado, que legitima su cargo como si

hubiera sido adquirido por méritos desde el inicio de sus funciones, por lo

que consideramos que el proceso de selección está difusamente definido y

no funciona en la práctica”.

Page 22: independencia en la administración de justicia

89

3. Selección y nombramiento de Magistrados y Jueces

Un caso emblemático que ilustra las fallas del sistema vigente de carrera en el

Órgano Judicial es el proceso de selección y nombramiento de magistrados del

Tribunal de Apelaciones del Segundo Distrito Judicial y los Jueces de Circuito de

lo Penal para el nuevo sistema penal acusatorio a fines del año 2011, realizados

sin convocatoria a concurso de acuerdo a las normas vigentes, sino mediante

acuerdos de la Sala IV de Negocios Generales de la Corte Suprema de Justicia,

cuando debería corresponder la decisión al Pleno de la Corte Suprema de Justicia

y los Tribunales Superiores de Distrito respectivamente según el artículo 209 de la

Constitución Política, permitiendo por ejemplo, la designación de manera irregular

de abogados sin experiencia en el ramo penal o el sistema acusatorio en el

Tribunal de Apelaciones.

Ante esta situación, desde el 2 de Junio de 2011 se solicitaron a la Secretaría

General de la Corte Suprema de Justicia las copias de los acuerdos de la Sala

Cuarta de Negocios Generales, donde se procede al nombramiento de los jueces

y funcionarios que deben entrar en funciones a partir del 1 de septiembre de 2011,

como parte de la implementación del sistema acusatorio y copia del acuerdo de la

Sala Cuarta donde se nombran a los Magistrados del Tribunal de Apelaciones en

el Segundo Distrito Judicial, sin obtener respuesta satisfactoria. El despacho se

limitó a responder el 14 de Junio de 2011, “por instrucciones del Magistrado

Presidente de la Corte Suprema de Justicia”, que toda la información solicitada

estaba disponible en la página Web del Órgano Judicial, sin mayores

especificaciones, contrariando la normativa vigente en materia de transparencia

que ordena que “en caso de que la información solicitada por la persona ya esté

disponible al público […] en formatos electrónicos disponibles en Internet o en

cualquier otro medio, se le hará saber la fuente, el lugar y la forma en que puede

tener acceso a dicha información previamente publicada”.

El 22 de Julio de 2011, fundamentado también en la Ley de Transparencia, la cual

prevé la acción de Hábeas Data como garantía del derecho de acceso a la

información “cuando el funcionario público titular o responsable del registro,

archivo o banco de datos en el que se encuentra la información o dato personal

reclamado, no le haya suministrado lo solicitado o si suministrado lo requerido se

haya hecho de manera insuficiente o en forma inexacta”, se interpuso la acción

correspondiente. También se interpuso acción de inconstitucionalidad ante el

propio Pleno de la Corte Suprema de Justicia, para que los nombramientos se

declararan sin vigencia jurídica ni efectos legales, respectivamente. Ambos

recursos judiciales se encuentran pendientes de resolución, incluso concluidos los

Page 23: independencia en la administración de justicia

90

términos correspondientes, demostrando la inefectividad de todo mecanismo

formalmente existente para exigir responsabilidad y transparencia al Órgano

Judicial.

En resumen, aunque el reglamento dispone la creación de un sistema de

selección de cargos (artículos 20, 21 y 22 del reglamento) para captar y evaluar

diversas características de quienes aspiren a ingresar o ser promovidos por

concurso en el Órgano Judicial, el nombramiento termina por ser una facultad

discrecional de la Corte Suprema de Justicia en el caso de los Magistrados de

Tribunales Superiores, a quienes les correspondería a su vez el nombramiento de

los jueces de tribunales inferiores según ordena la Constitución en el artículo 209.

Es decir, todo el proceso de valoración de variables para la selección de

aspirantes se convierte en una formalidad dejada en segundo plano frente al

criterio discrecional de la autoridad nominadora.

De tal manera, según la Memoria Institucional 2008-2010, se avanzaba en el

cambio de estatus de funcionarios, de interinos a permanentes, nueva categoría,

además de la de carrera y funcionarios con estabilidad laboral según el artículo

272 del Código Judicial56. El mismo documento señala entre los logros del Órgano

Judicial el fortalecimiento de la Carrera Judicial “incorporando el 85% de los jueces

y el 80% de los magistrados”.

4. La Carrera de Instrucción Judicial.

En el Ministerio Público, la Carrera de Instrucción Judicial se instituye mediante

Ley 1 de 6 de enero de 2009. En las “Directrices sobre la Función de los

Fiscales”57, formuladas para “asistir a los Estados Miembros en su función de

garantizar y promover la eficacia, imparcialidad y equidad de los fiscales en el

procedimiento penal” se reconoce el papel fundamental de los fiscales en la

administración de justicia y el derecho de toda persona a ser oída por un tribunal

independiente.

56

Artículo 272. Para los efectos de todos los derechos y garantías consagradas en este Código para la Carrera Judicial, sólo gozarán de los mismos los funcionarios y empleados judiciales que hayan ingresado a los cargos mediante el cumplimiento de las exigencias establecidas para el ingreso a dicha Carrera. No obstante esta disposición, los funcionarios del Órgano Judicial y del Ministerio Público, nombrados por lo menos cinco años antes de la promulgación de esta Ley que no cumplan con los requisitos señalados en este Código, se les garantizará estabilidad mientras no incurran en causa que, conforme a la ley, justifique su remoción o separación del cargo que ocupan. 57

Aprobadas por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990.

Page 24: independencia en la administración de justicia

91

El Informe Anual de Gestión 2008, de la Dirección de Recursos Humanos de la

Procuraduría General de la Nación, resalta iniciativas como la creación de la

Auditoría Judicial en la Procuraduría General de la Nación y el diagnóstico de

necesidades de recursos humanos a nivel nacional, al tiempo que se identificaba

ese año como un “período de ordenamiento y establecimiento de bases” para

desarrollar durante el 2009 los acuerdos del Pacto de Estado por la Justicia, con la

implementación del sistema acusatorio y la Ley de Carrera del Ministerio Público,

su divulgación y capacitación a los funcionarios sobre la misma y la elaboración

del manual de procedimientos de la Dirección de Recursos Humanos.

A través de la Resolución N° 321 de 7 de octubre de 2008, fueron creadas las

Unidades de Recursos Humanos en cada Unidad Regional con el objetivo de

descongestionar a los funcionarios de instrucción de las labores administrativas

del recurso humano en las oficinas. Durante ese año se realizaron 808

nombramientos, en su mayoría transitorios (248) e interinos (232). También se

nombraron 167 funcionarios en calidad de permanente y 32 funcionarios

contingentes.

Según información, hasta octubre de 2009, se contaban 40 servidores públicos

pertenecientes a la carrera de instrucción judicial. La mayor parte de los

funcionarios tenía la categoría de trabajador permanente (1,670) o interino (439),

de un total de 2,162 funcionarios.

Fuente: página web del Ministerio Público

El Plan Estratégico de la Procuraduría General de la Nación 2010-2014, como

parte de su proyecto de fortalecimiento institucional, incluye el desarrollo de su

“capital” humano mediante la elaboración de políticas de recursos humanos, la

revisión, reglamentación e implementación de la Ley 1 de 2009, el desarrollo de

reglamentos internos, disciplinarios y manuales de procedimiento. Los planes

Page 25: independencia en la administración de justicia

92

institucionales, que ya experimentaban retrasos, han encontrado en los últimos

años, el obstáculo de la inestabilidad institucional, el cambio de autoridades o

prioridades.

5. Capacitación en el Órgano Judicial y el Ministerio Público.

Los Principios básicos sobre Independencia de la Judicatura mencionan la

capacitación como uno de los requisitos para ejercer adecuadamente la función

judicial.

El Informe del Relator sobre la independencia de los magistrados y abogados al

Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas,58

desarrolla la dimensión formativa entre las garantías de la independencia judicial

abarcando la formación previa al servicio, la formación inicial y la formación

continua centrada en la legislación y jurisprudencia, enfatizando que “la falta de

formación y conocimientos profesionales adecuados conlleva una mayor facilidad

de que los jueces reciban influencias59”.

Sobre la formación continuada dentro del régimen de carrera judicial, señala que

debe ser gratuita, generalmente voluntaria y excepcionalmente obligatoria,

además de constituir un derecho del juez y una responsabilidad institucional,

recomendando el establecimiento de una institución específica encargada de la

formación jurídica continua.

En relación con la independencia en la administración de justicia, la capacitación

contribuye a desarrollar las capacidades individuales e institucionales necesarias

para que los actores del sistema de administración de justicia realicen sus

funciones de instrucción y juzgamiento en dirección a resolver los asuntos de su

competencia con imparcialidad “sobre la base de los hechos y en consonancia a la

ley, sin restricciones, influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones

indebidas, directas o indirectas, de cualquier sector o por cualquier motivo” como

ordenan los Principios básicos relativos a la independencia de la judicatura, es

decir, incluyendo la dimensión técnica y ética necesaria.

Entre los acuerdos del Pacto de Estado por la Justicia estaba la necesidad de

fortalecer la capacitación, uno de cuyos objetivos era una Escuela Judicial

58

A/HRC/11/41, 24 de marzo de 2009.

59 A/HRC/11/41, párrafo 81.

Page 26: independencia en la administración de justicia

93

funcionando de manera autónoma en lo financiero y administrativo, con una

estructura fortalecida y programas de formación para los operadores del sistema

de administración de justicia, capaz de cumplir con su función de formación inicial

y especialización en el Órgano Judicial y el Ministerio Público, como lo necesita un

régimen efectivo de Carrera Judicial y de Instrucción.

El documento “Programa de Trabajo 2008-2010, Lineamientos para el

Fortalecimiento del Poder Judicial” constituía el plan de trabajo para el bienio con

6 áreas identificadas de prioridad estratégica, una de ellas dirigida el cambio del

sistema de gestión para el fortalecimiento del recurso humano según modelos de

competencia.

Una de las líneas de acción en esta área consistía en “desarrollar y fortalecer

acciones de formación y actualización permanente de conocimientos y desarrollo

de nuevas aptitudes, que permitan al administrador judicial elevar la calidad de los

procesos judiciales”

El fortalecimiento de la gestión de la Escuela Judicial, implicaba un estudio para su

rediseño integral, incluyendo el marco legal, programas de estudio, metodología

de medición y evaluación, hasta su transformación en una Universidad Judicial.

La “Memoria Institucional 2008 - 2010 del Órgano Judicial” incluye en su informe

del “plan de trabajo, implementación y logros alcanzados” en el punto de

transformación del sistema de gestión del recurso humano: la presentación de

iniciativas legislativas que formaban parte del plan de reforma estructural y legal

del sistema de justicia; entre las cuales se encontraba el proyecto de ley que crea

la Universidad Judicial, a partir de la actual Escuela Judicial como fundamento de

la gestión de recursos humanos “para la atracción, selección y retención del

capital humano calificado para el servicio judicial60”. El proyecto fue presentado el

29 de octubre de 2009 y remitido a la Comisión de Educación, Cultura y Deporte el

2 de noviembre del mismo año. A la fecha, el proyecto no avanza en el Órgano

Legislativo.

Dentro del mismo punto, la memoria institucional menciona la realización de

“seminarios, cursos y diplomados con el propósito de fortalecer las destrezas y

habilidades de cada uno de los funcionarios de la institución61” y la inauguración

60

En el informe, el proyecto de creación de la Universidad Judicial se anuncia aprobado en primer debate del proceso legislativo. Actualmente se encuentra en el resumen Web de proyectos de ley (n° 88) en la página Web de la Asamblea Nacional de diputados. 61

Órgano Judicial. Memoria Institucional 2008 - 2010, página 43.

Page 27: independencia en la administración de justicia

94

de salones de capacitación virtual para funcionarios del Órgano Judicial en el

Primer Distrito Judicial y en el Tercer Distrito Judicial, con el apoyo del INADEH.

El documento también señalaba el apoyo para la realización de:

1. Capacitación permanente en preparación para la entrada en vigencia del

sistema penal acusatorio dentro de la reforma integral de la jurisdicción

penal, la capacitación en el proyecto justicia sin papel (sistema

automatizado de la gestión judicial) con el apoyo de Brasil, India, Corea del

Sur y Taiwán dentro del plan de desarrollo tecnológico, y el apoyo de la

Unión Europea a la Escuela Judicial.

2. Capacitación para la entrada en vigencia el sistema penal acusatorio, con el

apoyo del PNUD para la participación de servidores públicos del Órgano

Judicial en el Programa Interamericano de Formación de Capacitadores

para la Reforma Procesal Penal 2009, organizado por el Centro de Estudios

de Justicia de las Américas (CEJA).

La Escuela Judicial es la entidad encargada de ejecutar el plan de capacitación de

los actores del sistema de administración de justicia, coordinando las acciones de

capacitación sobre la base de un diagnóstico anual de las necesidades concretas

de los servidores públicos en las instituciones, identificadas a través de las

evaluaciones internas de desempeño de las direcciones de Recursos Humanos en

las áreas administrativas, judiciales o de instrucción, aprobando y supervisando

todas las acciones de capacitación en estas instituciones y apoyando la formación

de otras instituciones y auxiliares de la administración de justicia.

Mediante Acuerdo 5 de 11 de enero de 1993, se aprobó el Reglamento de la

Escuela Judicial, reformado por los Acuerdos 161 y 378 del 17 de mayo y 26 de

octubre de 2001, respectivamente, con los objetivos generales de mejorar la

eficiencia en la administración de justicia, fortalecer la institución aportando

capacitación actualizada al recurso humano y servir de complemento y apoyo al

desarrollo de la carrera judicial mediante la formación de los servidores públicos

que aspiran a ingresar al régimen de carrera; y aquellos pertenecientes al régimen

de carrera que aspiren a una promoción y reclasificación dentro del mismo.

Con tales objetivos, dispone el artículo 47 del reglamento, el aprovechamiento de

las acciones de capacitación tiene que considerarse por la Dirección de Recursos

Humanos mediante mecanismos e instrumentos idóneos para reflejar criterios

objetivos aplicables a las evaluaciones, ascensos, aumentos de sueldo y cambios

Page 28: independencia en la administración de justicia

95

de categoría, entre otras acciones de recursos humanos que se ejecuten dentro

de las instituciones.

Señala, específicamente, el Informe de Gestión que, las capacitaciones del año

2011 se planificaron “de acuerdo al diagnóstico de necesidades que surgió de las

encuestas que se envían a todas las jurisdicciones en el mes de octubre en el año

anterior”.

El presupuesto operativo del año 2011, de la Escuela Judicial, fue solamente

U.S.$132,147.00, una mínima parte del presupuesto del Órgano Judicial y de los

fondos asignados al sector de administración de justicia62,el cual fue utilizado para

el pago de viáticos del personal y los facilitadores de las capacitaciones en el

interior del país, refrigerios y material didáctico. Los salarios de los 11 funcionarios

provienen de la estructura del Órgano Judicial.

Una importante proporción de las acciones de capacitación se desarrollan con el

apoyo presupuestario o logístico de las instituciones beneficiarias, organizaciones

sociales o bajo los auspicios de organismos internaciones o sedes diplomáticas.

Durante el 2011 se realizaron 166 acciones de capacitación en total, a saber:

27 acciones de inducción de abogados y funcionarios.

139 cursos libres de afianzamiento, actualización y adiestramiento.

130 acciones de capacitación en el área judicial.

36 acciones de capacitación en el área administrativa.

Del total de acciones de capacitación, la mayor cantidad (72%) se realizaron en el

Primer Distrito Judicial (comprende las provincias de Panamá, Colón, Darién y la

comarca de Kuna Yala) y en la ciudad de Panamá (65%), beneficiando a 6,344

participantes, en su mayoría del Órgano Judicial (4,845) y 849 participantes de

otras instituciones, mayormente del Ministerio Público (427). Los 616 participantes

restantes corresponden a los cursos de inducción y ética profesional para nuevos

abogados. En cuanto a la dimensión de género en la capacitación, el 59.4% de las

personas participantes son mujeres, el 40.6% son hombres.

62

La suma indicada significa el 0.08% del presupuesto total asignado al área de administración de justicia, y un 0.15% del presupuesto total asignado al Órgano Judicial. Vale insistir que la Escuela Judicial ejecuta este presupuesto en beneficio de funcionarios del Órgano Judicial principalmente, pero también beneficia funcionarios del Ministerio Público, otras instituciones y auxiliares de justicia.

Page 29: independencia en la administración de justicia

96

Durante el 2011 se observa continuidad en la capacitación sobre temas de ética

judicial, manejo de estadísticas y calidad en la atención a los usuarios, así como

actualizaciones en distintas materias específicas de las distintas jurisdicciones.

Las capacitaciones sobre Ética Judicial se presentan con los objetivos de “reforzar

el deber del servidor judicial de observar y cumplir la reglas éticas de conducta,

identificar los principios que deben regir la ética judicial del juez en todas sus

actuaciones, describir la composición y funciones de los entes encargados de

velar por el cumplimiento de las normas contenidas en el Código de Ética

Judicial63”.

Las capacitaciones sobre Manejo de Estadísticas son presentadas como

instrumento para la obtención de información de calidad sobre el sistema de

justicia y para el ejercicio de la responsabilidad judicial, concepto complementario

al principio de independencia judicial. Entre las acciones de capacitación del

período 2008-2011, un número importante incidía sobre el ramo penal de la

administración de justicia, comprendiendo propiamente el derecho penal, la

entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal y los métodos alternos de

resolución de conflictos, derechos humanos, además de un peso considerable

para la capacitación sobre procedimientos internos de la institución.

Las capacitaciones se brindan en la sede central de la Escuela Judicial en

Albrook, en la ciudad de Panamá, o en los salones de audiencia de los distritos

judiciales del país (Panamá, Colón, Penonomé, Santiago, Changuinola, David y

Las Tablas) principalmente. A partir de 2010 se ha implementado el ciclo de

videoconferencias con la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales, entre cuyos

objetivos está compartir la experiencia y los avances en temas éticos,

aprovechando las facilidades tecnológicas avanzadas desde el 2006 por la

Dirección de Informática con apoyo de la Unión Europea.

La convocatoria a los cursos opera a través de invitaciones a los jefes de

despacho y mediante la oferta académica en la página Web del Órgano Judicial.

Se asume que todos los funcionarios tienen acceso a la Web durante su jornada

de trabajo, por lo que no se realizan convocatorias por medios físicos en las

instalaciones del Órgano Judicial.

No existen actualmente planes de desarrollo a mediano y largo plazo de la

Escuela Judicial. Sobre el proyecto de transformación de la Escuela en

63

Escuela Judicial de Panamá. Informe de Gestión 2011. Página 14.

Page 30: independencia en la administración de justicia

97

Universidad Judicial, no existen novedades luego de su discusión en primer

debate en la Asamblea Nacional en el año 2009.

Uno de los retos de la Escuela Judicial es brindar mayor cobertura fuera de la

Ciudad de Panamá y del Primer Distrito Judicial, lo que se dificulta por el pequeño

presupuesto operativo con que cuenta.

En cuanto al recurso humano de la Escuela Judicial, el Informe de Gestión

elaborado por el Consejo Consultivo de la Escuela Judicial señala “carencia de

personal” a pesar del incremento en las actividades.

En efecto, un cuadro comparativo sobre el personal asignado en el período 2010 -

2011 muestra 32 funcionarios asignados en enero del año 2010 y solamente 11

funcionarios asignados a diciembre del 2011 (de los cuales solamente 3 forman

parte del régimen de carrera) con una fuerte disminución del personal desde abril

hasta septiembre de 201064, sin que exista una razón pública que explique tal

reducción, la cual evidentemente afecta las posibilidades de desarrollo de las

acciones de la Escuela Judicial.

Inclusive, la directora de la Escuela Judicial se encuentra desde el 2010 hasta la

fecha en condición de interinidad, a la espera de la resolución a un recurso de

reconsideración con apelación en subsidio interpuesto en contra de los resultados

del concurso para su nombramiento.

32

1611 9 11

ene-

201

0

feb

-20

10

mar

-201

0

abr-

20

10

may

-20

10

jun

-20

10

jul-

2010

ago

-20

10

sep

-20

10

oct

-20

10

no

v-2

01

0

dic

-20

10

ene-

201

1

feb

-20

11

mar

-201

1

abr-

20

11

may

-20

11

jun

-20

11

jul-

2011

ago

-20

11

sep

-20

11

oct

-20

11

no

v-2

01

1

dic

-20

11

Personal asignado a la Escuela Judicial, durante el período 2010-2011

Fuente: Escuela Judicial. Informe de Gestión 2011.

64

La directora de la Escuela Judicial al momento de la investigación, Magíster Zaira Santamaría de Latorraca, fue nombrada en agosto de 2010, cuando ya se había reducido a la mitad el personal asignado a inicios del 2010, y a partir del cual se ha mantenido un número estable entre los 9 y 11 servidores públicos asignados a la Escuela Judicial.

Page 31: independencia en la administración de justicia

98

Al mismo tiempo, mientras se reduce el personal asignado, se señala la

realización de un número creciente de actividades y participantes a partir del 2007

hasta casi duplicar el número de acciones de capacitación y participantes65 en el

2011, con la excepción del año 2010 que refleja una disminución del número de

acciones y participantes respecto al año 2009, aunque manteniendo el promedio

de participantes por acción.

El promedio de participantes por acción en el período 2008-2011 es de 38.5, muy

por encima del 31.2 de promedio en el 2007 y, ligeramente por debajo de su

máximo durante el período, de 40.8 participantes por acción en el 2008.

Acciones de Capacitación, Participantes y Promedio de Participantes por Acción,

Años: 2008-2011

Año 2007 2008 2009 2010 2011

Acciones de Capacitación 88 107 145 123 166

Participantes 2,749 4,366 5,458 4,626 6,344

Promedio de Participantes por Acción 31.2 40.8 37.6 37.6 38.2

Fuente: Escuela Judicial. Informe de Gestión 2011.

Mediante nota OJ-EJ-3452-2011, la Dirección de la Escuela Judicial manifiesta

contar con la cooperación de la empresa privada, juristas, profesores

universitarios, magistrados, jueces y fiscales que actúan como facilitadores en los

temas de capacitación, sin que actualmente ningún docente o facilitador sea

contratado y remunerado por esa labor. La actividad investigativa y docente

disfruta de reconocimiento para los fines de Carrera Judicial, lo que puede estar

contribuyendo a conseguir la disponibilidad de facilitadores y docentes en un

contexto de escasez presupuestaria.

La calidad docente se procura equilibrar con la gratuidad de la labor, mediante la

participación de expositores internacionales, servidores públicos de alto nivel,

magistrados y ex magistrados, abogados reconocidos del foro, profesores de

universidades, entre otros, sin embargo no existe un mecanismo formal de

evaluación de la calidad del docente.

65

En el 2007 se realizaron 88 actividades de capacitación con 2,749 participantes, mientras que en el 2011 las cifras ascienden a 166 actividades con 6,344 beneficiarios.

Page 32: independencia en la administración de justicia

99

Tampoco existen mecanismos para que los funcionarios evalúen los programas en

que participan, o para que las instituciones de donde provienen los mismos

retroalimenten a la Escuela Judicial sobre los resultados en el desempeño de los

éstos en comparación con el desempeño previo a su participación. Tales

evaluaciones se realizan de manera absolutamente informal, no sistematizada.

Tanto los proyectos de Ley de Carrera del Órgano Judicial como el de creación de

la Universidad Judicial -cuyas discusiones no avanzan en la Asamblea Nacional

de Diputados- son ejemplos del incumplimiento del Órgano Legislativo de su

obligación constitucional de legislar en la materia, con resultado perjudicial para

otro poder constituido, ya no a través de acciones directas de intromisión contra su

independencia, sino mediante la inacción u omisión de sus obligaciones,

permitiendo mantener la evidente situación de subordinación y dependencia del

Órgano Judicial, en contra el principio de independencia judicial y las garantías al

derecho que del mismo derivan.

El informe de gestión 2008 de la Dirección de Recursos Humanos de la

Procuraduría General de la Nación proyecta hacia el período 2009-2012 el

fortalecimiento de la capacitación sobre sistema acusatorio, comunicación y

asistencia a personas con discapacidad, métodos alternos de resolución de

conflictos, formación de formadores, incluyendo el proceso de implementación de

la Escuela Nacional de Fiscales y el diseño de la Unidad de Capacitación del

Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

El Plan Estratégico 2010-2014 presentaba igualmente la necesidad de continuar el

desarrollo de programas de capacitación acordes a las nuevas necesidades del

sistema penal acusatorio, relacionado con el desarrollo de “capital humano”, una

política de gestión del conocimiento diseñada por competencias a partir de la

evaluación del desempeño y el consiguiente diagnóstico de necesidades, desde la

inducción hasta la capacitación continua especializada y constantemente

actualizada, asegurando una mejor cobertura de capacitación y su transferencia al

puesto de trabajo. También incluye la formulación de la política de capacitación de

la Escuela Nacional del Ministerio Público

Sin embargo, como ya se ha mencionado antes, el cambio de autoridades y la

inestabilidad institucional llevaría a reportar un “retraso considerable” de los

proyectos durante el 2010.

Page 33: independencia en la administración de justicia

100

IV. IMPARCIALIDAD Y EFICACIA DEL RÉGIMEN DISCIPLINARIO.

Dentro del eje de reforma estructural del Pacto de Estado por la Justicia se incluía

la necesidad de rediseñar el sistema disciplinario en la administración de justicia

buscando un proceso uniforme en las causas por faltas éticas o disciplinarias y la

creación de un Tribunal Disciplinario como garantía de debido proceso y

transparencia en la aplicación del régimen disciplinario y ético.

Los procesos disciplinarios en el Órgano Judicial tienen por objetivo identificar o

sancionar los servidores públicos por la comisión de faltas de naturaleza

administrativa, sea el incumplimiento de deberes y obligaciones o la comisión de

conductas prohibidas, mediante solicitud del jefe de despacho a la Dirección de

Recursos Humanos, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pueda

derivar de los hechos, culminando con una resolución de la Sala Cuarta de

Negocios Generales de la Corte Suprema de Justicia, ante la cual solamente cabe

el recurso de reconsideración.

El régimen disciplinario del Órgano Judicial, instrumento de regulación de la

conducta individual y las relaciones entre los funcionarios de la institución, dirigido

principalmente al cumplimiento de sus deberes y obligaciones para el buen

funcionamiento de la misma, está contenido en los artículos 286 al 301 del Código

Judicial y en los artículos 100 al 109 del Reglamento de Carrera Judicial. Es

ejercido por los superiores jerárquicos de jueces y magistrados (artículo 288 del

Código Judicial), con la excepción de los Magistrados de la Corte Suprema de

Justicia.

En el caso de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Pleno mediante

sentencia del 3 de Mayo de 1993 indicaron que:

“la Constitución no señala a quien corresponde conocer de las faltas

administrativas cometidas por los Magistrados de la Corte Suprema de

Justicia… en ejercicio de las funciones administrativas otorgadas al Pleno

de la Corte Suprema de Justicia por el artículo 90 del Código Judicial; y de

acuerdo con el principio constitucional y legal recogido en nuestro

ordenamiento jurídico, que otorga al superior jerárquico la jurisdicción

disciplinaria para investigar y sancionar al inferior, el Pleno de la Corte

Suprema de Justicia ha venido conociendo de las faltas administrativas

imputadas a los Magistrados que lo integran… y compete al Pleno

sancionar a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia que, faltando a

Page 34: independencia en la administración de justicia

101

sus deberes, estorben la marcha de dicha corporación (Artículo 325 del

Código Judicial).

Queda claro, por tanto, que compete al Pleno de la Corte Suprema de

Justicia conocer de las faltas a la ética judicial que se impute a los

Magistrados que la integran, en su calidad de superior jerárquico66”.

Los casos que acarrean sanción disciplinaria están enumerados en el artículo 286

del Código Judicial, de la siguiente manera:

1. Cuando faltaren de palabra, por escrito o de obra, a sus superiores en el orden

jerárquico.

2. Cuando faltaren al despacho más de tres días en un mes o más de un lunes en

el mismo lapso sin causa justificada.

3. Cuando fueren denunciados por negligencia o morosidad en el cumplimiento de

sus deberes oficiales y se comprobare el cargo.

4. Cuando dieren a las partes o terceras personas, opiniones, consejos,

indicaciones o información confidencial, en relación con asuntos pendientes en

sus despachos, que puedan ser motivo de controversia, si se comprueba el

cargo.

5. Cuando dirigieren al Órgano Ejecutivo o a servidores públicos o a corporaciones

oficiales, felicitaciones o censuras por sus actos.

6. Cuando tomaren parte en reuniones, manifestaciones o en cualquier acto de

carácter político que no sea el de depositar su voto en los comicios electorales.

7. Cuando censuraren injustificadamente por escrito o verbalmente la conducta

oficial de otros Jueces o Magistrados o agentes del Ministerio Público.

8. Cuando sugirieren a Jueces y Tribunales la decisión de negocios pendientes en

juicios contradictorios o en causas criminales, salvo cuando la Ley así lo

disponga.

66

Consulta al Pleno de la Corte Suprema de Justicia realizada por el Magistrado Arturo Hoyos, sobre la inconstitucionalidad de los artículos 441 y 449 del Código Judicial. Magistrada Ponente: Mirtza Angélica Franceschi de Aguilera. Panamá, tres (3) de mayo de mil novecientos noventa y tres (1993).

Page 35: independencia en la administración de justicia

102

9. Cuando sugirieren a Jueces y Tribunales subalternos el nombramiento de una

determinada persona.

10. Cuando infringieren cualquiera de las prohibiciones o faltaren al cumplimiento de

los deberes que este Código u otros Códigos y Leyes tengan establecidos.

Según el Código Judicial, el número de acciones u omisiones que originan

responsabilidad administrativa y por tanto la imposición de sanciones disciplinarias

se extiende al incumplimiento de deberes y prohibiciones contenidas en el Código

Judicial, otros códigos o leyes. El reglamento de la Carrera Judicial (artículo106)

señala que proceden por las causales contempladas en el Código Judicial o

violaciones al mismo reglamento.

El proceso disciplinario inicia con la promoción del mismo por parte de Magistrados

de la Corte Suprema de Justicia, de los Tribunales Superiores, Jueces de Circuito o

Municipales, presentando datos considerados ciertos que hayan llegado a su

conocimiento mediante queja de cualquier particular o por orden del superior jerárquico,

siguiendo el procedimiento establecido en el artículo 289 del Código Judicial, al final

del cual el superior jerárquico decide imponer la sanción o declarar que no hay lugar a

la misma, decisión ante la cual cabe el recurso de reconsideración dentro del plazo de

2 días a partir de la notificación.

Las posibles sanciones se mencionan en los artículos 292 y 293 del Código

Judicial, y consisten en amonestación, multa y suspensión del cargo sin sueldo.

Cuando al servidor público “se le haya impuesto más de dos veces la pena de

suspensión con privación de sueldo en el lapso de dos años y se haga acreedor a

nueva sanción de la misma índole, perderá el cargo” (artículo 296 del Código

Judicial).La separación del cargo procede exclusivamente por las causales

enumeradas en el Libro I del Código Judicial, ya señaladas.

Los jueces entrevistados para el estudio “Independencia y transparencia del poder

judicial en Panamá” (Alianza Ciudadana Pro Justicia, 2010) opinan

mayoritariamente que el régimen disciplinario no es utilizado como un mecanismo

de presión interna en el Órgano Judicial. Sin embargo, al no existir en la norma

una sanción específica para cada infracción al régimen disciplinario según la

gravedad de la misma, los antecedentes de conducta del funcionario o cualquier

otra circunstancia que sirva para agravar o atenuar la responsabilidad y la

correspondiente sanción, el margen de discrecionalidad en la aplicación de

sanciones es demasiado amplio.

Page 36: independencia en la administración de justicia

103

Aparte, mediante Acuerdo 523 de 4 Septiembre de 2008 se aprobó el Código de

Ética Judicial, “herramienta orientadora de actuaciones honestas, idóneas,

independientes, justas e imparciales de los funcionarios para un correcto

desempeño en la administración de justicia”, con el objeto (artículo 2) de

“establecer un conjunto de principios fundamentales que informan la función

judicial y sus consiguientes deberes, exigencias y derechos… con el propósito de

procurar la excelencia en el servicio que presta el Órgano Judicial”, en

cumplimiento de la Ley 6 de 22 de enero de 2002 que ordena el establecimiento

de un Código de Ética para el ejercicio de la función pública.

A través del mencionado acuerdo se dispone la creación de una Comisión de Ética

Judicial para vigilar el cumplimiento de la responsabilidad, específicamente ética,

mediante el ejercicio de sus funciones, que consisten básicamente en brindar

opiniones, organizar eventos, promover publicaciones, evacuar consultas y emitir

dictámenes éticos en los procesos que se le presenten por violaciones a los

principios del Código de Ética Judicial, en los que se puede dar por acreditada o

no la supuesta infracción, y ante los cuales cabe el recurso de reconsideración. El

dictamen por su naturaleza, carece de fuerza vinculante, pero debe ser elevado al

órgano de responsabilidad disciplinaria que lo haya requerido.

El Acuerdo 1088 de 26 de octubre de 2009 dispone la creación de la Oficina de

Ética Judicial para el funcionamiento de la Comisión de Ética Judicial, oficina

encargada de apoyar administrativa y técnicamente a la Comisión, recibir,

investigar y tramitar consultas o denuncias por violaciones al Código de Ética

Judicial, promoverlo junto a las medidas tomadas por la Comisión, proponer

planes de formación en la materia a la Escuela Judicial, entre otras posibles

actividades pertinentes. Sin embargo, no hay reportes de la conformación o

funcionamiento de tal oficina.

En un informe del Órgano Judicial hasta el primer cuatrimestre del año 2009, se

publica la existencia de 106 procesos disciplinarios y por faltas a la ética en

trámite, iniciados en los años 2008 y 2009, de un total de 183 en trámite hasta esa

fecha iniciados a partir del año 2000. Del total de procesos, 171 eran de

naturaleza disciplinaria y 23 correspondían a la jurisdicción penal.

El mismo informe señalaba la emisión de 29 veredictos en procesos disciplinarios

y por faltas a la ética, de los cuales se conoce sólo de ocho sanciones o

amonestaciones a funcionarios.

Se solicitó información actualizada sobre los procesos disciplinarios y por faltas a

la ética en el período 2008-2011, pero no ha sido proporcionada.

Page 37: independencia en la administración de justicia

104

1. Evaluación del desempeño.

En cuanto a la evaluación del desempeño, también dentro de los acuerdos del

Pacto de Estado por la Justicia se había propuesto el diseño de sistemas de

evaluación del desempeño de los servidores judiciales en base a criterios de

calidad, eficiencia, responsabilidad y organización del trabajo, con prioridad en las

instancias superiores del sistema de administración de justicia, apoyado por el

sistema de auditoría judicial.

Para el año 2007, debía haberse realizado la evaluación de la totalidad de los

servidores públicos del Órgano Judicial, como medida de fortalecimiento de la

Carrera Judicial. Igualmente el Ministerio Público debía contar con un sistema de

evaluación del desempeño.

Mediante Acuerdo No.625 de 9 de octubre de 2008, el Pleno de la Corte Suprema

de Justicia, adiciona normas sobre Evaluación del Desempeño del Cargo al

artículo 38 del Reglamento de Carrera Judicial, estableciendo como dimensiones

claves del desempeño la calidad del servicio y atención a los usuarios, la

estructuración de sentencias para producir resoluciones idóneas, la calidad de los

procesos judiciales y administrativos, la productividad del juez/juzgado y del

personal de apoyo, el clima laboral y las competencias conductuales.

La evaluación consiste “en la aplicación de los instrumentos adecuados que tienen

como finalidad establecer y medir el nivel de eficiencia del funcionario y su

conducta laboral” (artículo 37 del reglamento), dentro de un sistema dirigido y

administrado por el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, coordinado por la

Dirección de Recursos Humanos y realizado cada 6 meses bajo la responsabilidad

de los jefes de despacho, cuyos resultados deben ser considerados como

fundamentos para la realización de distintas acciones de recursos humanos.

Junto a los méritos y la antigüedad, la evaluación es una de las variables a influir

en los aumentos de salario, sin embargo estos criterios no operan actualmente.

No hay información sobre los resultados o periodicidad del sistema de evaluación

del desempeño aprobado mediante el Acuerdo 625 de 9 de octubre de 2008,

mientras el resto de los componentes de tal sistema espera la aprobación de la ley

de Carrera Judicial, la cual incluiría la separación entre superior jerárquica y

unidad técnica encargada de la evaluación del desempeño.

Page 38: independencia en la administración de justicia

105

Este sistema de evaluación del desempeño se restringe inicialmente al ámbito de

la jurisdicción penal hasta la aprobación de un nuevo reglamento de carrera

judicial. Resulta importante señalar que estas normas nunca se han cumplido.

Sólo en el año 2009 se han realizado algunas evaluaciones del desempeño en la

jurisdicción penal, no obstante, las mismas no han sido sistemáticas. De ahí que

los jueces entrevistados consideraron que las normas previstas en materia de

evaluación del desempeño no son adecuadas.

En conclusión, aunque en la norma existe la evaluación de desempeño, la misma

es aplicada de forma selectiva, lo que impacta negativamente la independencia y

la estabilidad de los funcionarios judiciales.

2. Conflictos de intereses.

El artículo 760 del Código Judicial establece las causales por las cuales los

Magistrados o Jueces pueden declararse impedidos para conocer de un proceso;

entre las cuales se señala el parentesco dentro del cuarto grado de

consanguinidad y segundo de afinidad entre el juez o su cónyuge y alguna de las

partes, tener interés debidamente comprobado en el proceso, ser el juez o

magistrado o su padres o su cónyuge o alguno de sus hijos, deudor o acreedor de

alguna de las partes, enemistad manifiesta, entre otros.

De igual forma, el artículo 765 del Código Judicial establece como procedimiento

para los casos mencionados en el artículo 760 de la referida excerta legal, la

manifestación voluntaria del juez o magistrado, quien se considere incurra en una

de estas causales. Los Magistrados de Tribunales Colegiados o los jueces

siguientes en el número a aquel que se considera impedido decidirán si el

impedimento es procedente o no. De igual forma, si el funcionario que incurre en

una de estas causales no lo advierte, la parte interesada podrá recusarlo ante los

Magistrados o Jueces del Tribunal colegiado del cual se trate o ante el juez que

debe decidir si procede o no la recusación, siguiendo el mismo procedimiento

previsto para los impedimentos (Artículos 766 y siguientes).

Por otro lado, los artículos 46, 47, 49, 53, 55, 56 y 57 del Código Judicial, en

concordancia con los artículos 208 y 212 de la Constitución Nacional, establecen

algunas incompatibilidades para los cargos judiciales, como la participación en la

política, la prohibición del nombramiento de parientes y de ejercer otros cargos

públicos.

Page 39: independencia en la administración de justicia

106

Las causales sobre impedimentos y recusaciones son taxativas, por lo que no

proceden los impedimentos o recusaciones por causas distintas a las previstas en

el artículo 760 del Código Judicial. En Panamá no existe una ley especial que

prevenga el conflicto de intereses, por lo tanto, las normas sobre conflicto de

intereses son consideradas difusas y poco efectivas.

V. ASIGNACIONES Y MANEJO PRESUPUESTARIO.

El tema de las asignaciones y manejo presupuestario es abordado en los

Principios básicos relativos a la independencia de la judicatura al señalar el deber

de los Estados de proporcionar recursos adecuados para el desempeño de la

función judicial.

La Relatoría Especial sobre la Independencia de los Magistrados y Abogados67

especifica:

1. La obligación de proporcionar los recursos suficientes para el desempeño

de las funciones judiciales, recomendando una asignación entre el 2% y el

6% del presupuesto nacional para tales fines.

2. La necesidad que el poder judicial participe en la elaboración de su

presupuesto y en la administración directa de sus fondos.

El artículo 214 de la Constitución señala que el conjunto del presupuesto del

Órgano Judicial y el Ministerio Público no debe ser inferior al 2% de los ingresos

corrientes del Gobierno Central. Desde este punto se observa la discordancia de

la normativa constitucional con las recomendaciones de la Relatoría Especial

sobre la Independencia de los Magistrados y Abogados al respecto, ya que los

ingresos corrientes son solamente un parte de los ingresos considerados en la

elaboración de la Ley de Presupuesto General del Estado.

Señala también el citado artículo constitucional que corresponde a la Corte

Suprema de Justicia y el Procurador General de la Nación la formulación de los

presupuestos del Órgano Judicial y el Ministerio Público respectivamente para

remitirlos al Órgano Ejecutivo, quien los debe incluir en el proyecto general de

presupuesto.

67

Consejo de Derechos Humanos. Informe del Relator Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, Leandro Despouy*, A/HRC/11/41, 24 de marzo de 2009.

Page 40: independencia en la administración de justicia

107

Luego de los procedimientos internos de elaboración de anteproyectos

institucionales de presupuesto y autorización por la autoridad correspondiente, el

presupuesto de las instituciones entra al proceso de evaluación en el Ministerio de

Economía y Finanzas, donde debe ser sustentado y justificado, asimismo ante la

Comisión de Presupuesto del Órgano Legislativo, cuyo Pleno finalmente dicta la

Ley de Presupuesto con las modificaciones entre lo solicitado y lo finalmente

asignado.

Para el año 2010, el Órgano Judicial solicitó una asignación presupuestaria de

B/.120,000,000.00 lo que representaba un incremento de 90.3% respecto al

presupuesto modificado del 2009, recibiendo finalmente B/.74,175,500.00 es decir

61.8% de lo solicitado, con recortes en los montos totales similares en el renglón

de funcionamiento e inversiones, que significan una reducción de 59.9% en el

presupuesto de inversiones y 28.2% en el de funcionamiento. La diferencia total

entre lo solicitado y lo recibido es de B/.45,824,500.00 es decir, de un 38.2%.

B/. 120,000,000.00

B/. 74,175,500.00

B/. 45,824,500.00

B/. -

B/. 20,000,000.00

B/. 40,000,000.00

B/. 60,000,000.00

B/. 80,000,000.00

B/. 100,000,000.00

B/. 120,000,000.00

B/. 140,000,000.00

Presupuesto Solicitado por el Órgano Judicial Presupuesto Recibido para el Órgano Judicial /Diferencia entre Presupuesto Solicitado y

Presupuesto Recibido

Organo Judicial Presupuesto (B/.) Solicitado vs Presupuesto Recibido y su Diferencia

Año: 2010

Diferencia entre Presupuesto Solicitado y PresupuestoRecibido

Presupuesto Recibido para el Órgano Judicial

Presupuesto Solicitado por el Órgano Judicial

Fuente: Elaboración propia con datos de la Ley de Presupuesto y el Instituto Nacional de Estadística y Censo.

Mediante Nota N° PCSJ 748 2009, fechada el 5 de octubre de 2009, dirigida al

Presidente de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, el entonces

magistrado presidente de la Corte Suprema de Justicia reiteró que el presupuesto

recomendado no contemplaba algunas necesidades del sistema de administración

Page 41: independencia en la administración de justicia

108

de justicia, por lo cual solicitaba iniciar las gestiones para lograr un incremento por

B/.13,424,100.00 (29% de las necesidades solicitadas y no recomendadas) para

llevar a cabo “actividades prioritarias, para continuar con el Plan de Mejoramiento

de la Administración de Justicia”, entre las cuales se encuentran la creación de

juzgados penales y de cumplimiento, el plan de descarga penal y descongestión

judicial, programa de facilitadores judiciales, el nombramiento de personal en los

despachos judiciales y áreas administrativas, partidas para gastos operativos de la

institución, entre otras.

En el caso del Ministerio Público, el anteproyecto de presupuesto institucional para

el 2010 contemplaba B/.95,340,556.00 para funcionamiento y B/. 26,508,836.00

para inversión, recibiendo aproximadamente la mitad en cada renglón y el 51.46%

del total solicitado.

Durante el período 2008-2012, el presupuesto destinado a las instituciones

encargadas de la administración de justicia ha representado entre el 2.7% y 3.6%

de los ingresos corrientes del Estado, pero solamente entre el 1.1 y 1.4% del

presupuesto general del Estado, y aproximadamente el 0.5% del Producto Interno

Bruto en cada año. Los montos asignados a la institución cubren lo ordenado

constitucionalmente aunque no alcanzan los mínimos recomendados

internacionalmente como porcentaje del presupuesto general del Estado para

asegurar el buen funcionamiento del sistema de administración de justicia.

Estas insuficiencias encuentran reflejo, por ejemplo, en los niveles salariales

dentro del Órgano Judicial, que suelen ser muy altos para los cargos de

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, no así para los jueces de menor

jerarquía, quienes ganan menos que un profesional equivalente en el mercado y

aún menos el personal auxiliar en el Órgano Judicial. En el año 2009 se registró

un aumento generalizado en los salarios, no obstante, este incremento no se

equipara a la remuneración recibida por los profesionales del derecho ejerciendo

en el mercado privado.

Presupuesto ($) del Sector de Administración de Justicia, como porcentaje (%)

VS

Presupuesto General del Estado, Ingresos Corrientes del Gobierno Central y Producto Interno Bruto del

País,

Años: 2008-2011

Presupuesto

Administración

de Justicia (B/.)

Ingresos

Corrientes del

Gobierno Central

(B/.)

%

Presupuesto

General del

Estado (B/.)

%

Producto Interno

Bruto del País

(B/.)

%

Page 42: independencia en la administración de justicia

109

2008 B/.122,566,700 B/.3,370,000,000 3.64% B/.8,321,689,027 1.47% B/.23,001,600,000 0.53%

2009 B/.116,080,200 B/.4,178,500,000 2.78% B/.9,763,326,300 1.19% B/.24,162,900,000 0.48%

2010 B/.136,880,200 B/.5,065,000,000 2.70% B/.10,574,940,600 1.29% B/.26,589,600,000 0.51%

2011 B/.161,054,400 B/.5,750,634,675 2.80% B/.13,009,299,004 1.24% - -

2012 B/.196,658,820 B/.6,614,116,767 2.97% B/.14,451,167,601 1.36% - -

Fuente: Elaboración propia con datos de la Ley de Presupuesto y el Instituto Nacional de Estadística y Censo.

Aunque pudiera argumentarse el cumplimiento del ordenamiento constitucional y

el aumento nominal del presupuesto para el sistema de administración de justicia,

las relaciones señaladas mantienen su validez al observar el sistema de

administración de justicia ya no como un ente en sí y para sí desde el ámbito de

lo estrictamente jurídico, sino al considerar la administración de justicia como un

subsistema del sistema social.

Evolución de los Presupuestos (B/.) de Funcionamiento e Inversión,

en el área de Administración de Justicia

Años: 2008 – 2011

Órgano

Judicial

(Funcion.)

B/.

Órgano

Judicial

(Inversión)

B/.

Órgano

Judicial

(Total) B/.

Ministerio

Público

(Funcion.)

B/.

Ministerio

Público

(Inversión)

B/.

Ministerio

Público

(Total) B/.

Total

Administración

de Justicia

(B/.)

2008 46,968,900 713,922,400 60,891,300 54,755,600 6,919,800 61,675,400 122,566,700

2009 53,785,500 7,989,100 61,774,600 45,057,100 9,248,500 54,305,600 116,080,200

2010 58,891,900 15,283,600 74,175,500 49,766,400 12,938,300 62,704,700 136,880,200

2011 67,700,200 16,683,700 84,383,900 56,544,300 20,126,200 76,670,500 161,054,400

2012 82,276,120 24,475,400 106,751,520 79,886,700 10,020,600 89,907,300 196,658,820

Fuente: Elaboración propia con datos de la Ley de Presupuesto.

La tabla anterior demuestra que durante el mismo período la prioridad

presupuestaria en el sector de administración de justicia ha sido creciente para el

Órgano Judicial sobre el Ministerio Público, con la excepción del 2008, año en el

que esta institución tuvo una asignación levemente mayor que la primera. En

ambas instituciones la prioridad en las asignaciones se ha dedicado al renglón de

funcionamiento sobre la inversión.

También se puede demostrar el decreciente peso del valor “justicia” dentro de las

prioridades presupuestarias al comparar las asignaciones a distintas instituciones

durante el período 2008 - 2012, empezando con un peso menor y culminando con

la ampliación de la brecha entre las asignaciones y por tanto, reflejando

prioridades claras que no apuntan a favor del sistema de administración de

justicia.

Page 43: independencia en la administración de justicia

110

$ 0

$ 200,000,000

$ 400,000,000

$ 600,000,000

$ 800,000,000

$ 1,000,000,000

2008 2009 2010 2011 2012

Presupuesto del Sector de Administración de Justicia vs Presupuestos de Ministerios de Gobierno y Justicia*, Ministerio

de Economía y Finanzas, Ministerio de la PresidenciaAños: 2008 - 2012

Ministerio de la Presidencia Ministerio de Economía y Finanzas

Ministerio de Gobierno y Justicia* Administración de Justicia

Fuente: Elaboración propia con datos de la Ley de Presupuesto.

(*) En los dos últimos presupuestos se suman las asignaciones a los Ministerios de Gobierno y el de Seguridad Pública,

derivados del antiguo Ministerio de Gobierno y Justicia, existente hasta el 2010.

Las relaciones porcentuales entre el presupuesto del sector y los ingresos

corrientes del gobierno central ofrecen información a confrontar solamente con la

Constitución Política. Pero a la luz del presupuesto general del Estado y el

“Producto Interno Bruto” del país la información adquiere otra dimensión: sobre el

peso del valor “justicia” que se ofrece socialmente mediante la aplicación de la ley

a través de las instituciones del sector, frente al peso de valores como “orden,

control o seguridad” en sus diversas formas que se logra a través de las

estructuras del Estado, o el valor monetario de la producción total de bienes y

servicios de un país en un período determinado.

Este último valor (PIB) expresa una magnitud del subsistema económico, que

implica la constante interacción de personas naturales y jurídicas estableciendo

relaciones e intercambios, no solamente de carácter comercial sino de distinta

naturaleza que inciden con mayor o menor impacto en la actividad económica

aunque no necesariamente se originen en esta esfera, en definitiva, relaciones

potencialmente conflictivas, con orígenes y efectos en distintas dimensiones del

sistema social, que en determinadas circunstancias terminan recurriendo al

espacio de lo jurídico con la expectativa de obtener una resolución “justa” por los

tribunales establecidos.

Page 44: independencia en la administración de justicia

111

Fuente: Elaboración propia con datos de la Ley de Presupuesto y el Instituto Nacional de Estadística y Censo.

La relación entre el presupuesto del sector de administración de justicia respecto

al Producto Interno Bruto del país es aún más alarmante, sugiriendo que el

incremento de la actividad económica del país no se transfiere hacia las

instituciones encargadas de garantizar los derechos de la población en medio de

esas relaciones e intercambios, acarreando posibles efectos negativos a corto y

mediano plazo sobre quienes tienen una menor participación en los resultados del

proceso económico y precisamente por eso, mayor probabilidad de necesitar la

garantía judicial a sus derechos fundamentales. Los posibles efectos a largo plazo

en lo político y lo económico de una acumulación de la insatisfacción social por

incumplimiento de las expectativas de garantía de derechos mediante las

instituciones establecidas con ese fin declarado son imaginables, sin que sea

necesario especular al respecto en este análisis.

Considerando las consecuencias de tal desproporción entre presupuesto para la

justicia y poder de los sujetos de la actividad económica actuando en el país, la

investigación “Independencia y transparencia en el poder judicial en Panamá”

señala el carácter selectivo de la justicia a partir de entrevistas realizadas a

abogados, en los siguientes términos:

“Quien tiene más recursos económicos para enfrentar los procesos

judiciales tiene más posibilidad de ser beneficiado con medidas cautelares,

fianzas y otras medidas que ofrece el mismo sistema judicial… los partidos

políticos son igualmente influyentes debido al control que ejercen los

Page 45: independencia en la administración de justicia

112

sectores políticos sobre el Poder Judicial...en nuestro país el poder

económico y el político están íntimamente vinculados entre sí y dominan

todos los aspectos de la vida pública”.

Por otra parte, los jueces entrevistados en el mismo estudio opinaban que “la falta

de autonomía financiera limita la independencia del Órgano Judicial”, mientras los

abogados señalaban que “aunque la Constitución establece un monto fijo para tal

efecto (el 2% de los ingresos corrientes para el sector de administración de

justicia), en la práctica está supeditado a los límites y caprichos de los Órganos

Ejecutivo y Legislativo, lo que coloca al Órgano Judicial en una especie de

sumisión frente a aquellos”.

Por su parte, la “Procuraduría General de la Nación” en su Plan Estratégico 2010-

2014 identificaba el reto de elaborar su proyecto de presupuesto institucional de

acuerdo a prioridades institucionales, permitiendo atender de manera programada

la ejecución de planes, programas y proyectos, en lugar de la práctica de definir el

presupuesto a partir de la habilidad de los despachos para solicitar y sustentar sus

necesidades individuales. Señala además que “las asignaciones presupuestarias

de cada año son insuficientes para cubrir las crecientes demandas… se plantea la

necesidad de solicitar incrementos en las asignaciones presupuestarias acordes a

la creciente demanda de servicios y al costo operativo”.

Vale destacar que una cantidad considerable de los recursos utilizados para

adelantar los programas de mejora de infraestructuras y procedimientos provienen

de la cooperación internacional, dificultando que puedan ser considerados como

resultados de las acciones de gobierno para cumplir con la obligación

constitucional y la obligación del Estado para el cumplimiento del deber de

respetar, proteger y garantizar la independencia de la administración de justicia,

las garantías judiciales y los derechos fundamentales de las personas bajo su

jurisdicción.

El “Órgano Judicial y el Ministerio Público” tienen autonomía administrativa para la

elaboración de su proyecto de presupuesto y para el manejo del presupuesto

asignado, pero el procedimiento de asignación presupuestaria, en el cual destaca

el control del Órgano Ejecutivo a la hora de definir la asignación presupuestaria,

no permite calificar la situación financiera de la institución como autónoma.