indÍgenas, ambiente y desarrollo en la amazonia...
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INDÍGENAS, AMBIENTE Y DESARROLLO
EN LA AMAZONIA VENEZOLANA
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Rigoberto Rivera2
Caracas, octubre de 2019, Venezuela
1 Imagen: https://tuplanetavital.org/tag/deforestacion/ 2 Rigoberto Rivera Agüero. Magister en Antropología (1976), Universidad Católica, Perú; Doctor en
Antropología (1987), Universidad de Durham, Inglaterra. Colaborador del IICA, oficina de Venezuela, y de
la ONG Acción campesina. Miembro de la Plataforma Agroalimentaria de Venezuela.
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CONTENIDO 1. INTRODUCCION .......................................................................................................... 3 2. INFORMACION BASICA DEL ESTADO AMAZONAS ........................................... 4
2.1. Breve Recuento Histórico ........................................................................................ 4 2.2. Geografía ................................................................................................................. 5 2.3. Recursos Forestales .................................................................................................. 7
3. LA POBLACION DEL ESTADO AMAZONAS .......................................................... 9 3.1. Los araguacos ........................................................................................................ 10
3.2. Los caribes ............................................................................................................. 11 3.3. Los yanomamis ...................................................................................................... 12
3.4. Los sábilas .............................................................................................................. 14
4. TRIBUS ACTUALES Y PROCESOS DE CAMBIO .................................................. 15 4.1. Subregión de Puerto Ayacucho .............................................................................. 15 4.2. Subregión Nordeste ................................................................................................ 18
4.3. Subregión Sureste .................................................................................................. 20 4.4. Subregión Sudoeste Amazónico ............................................................................ 22
5. CAMBIO SOCIAL EN EL ESTADO AMAZONAS .................................................. 26
5.1. El papel de la religión en el proceso de cambio..................................................... 28 5.2. La era del caucho y cambios sociales .................................................................... 33
5.3. La población y las migraciones.............................................................................. 36 5.4. Cambios en la estructura social.............................................................................. 38 5.5. El cambio cultural y las nuevas religiones ............................................................. 39
5.6. El cambio agrícola en la región ............................................................................. 41 5.7. Procesos actuales en Venezuela bajo el socialismo ............................................... 42
5.7.1. Contrabando y minería ilegal ......................................................................... 45 5.7.2. Acción del Estado en el sector servicios ........................................................ 47
5.7.3. Nuevas formas de organización social ante el Estado .................................... 51 5.7.4. Participación en organizaciones de defensa de derechos ............................... 51
6. OPCIONES DE DESARROLLO ................................................................................. 53
6.1. Desafíos ................................................................................................................. 53 6.2. Opciones ................................................................................................................ 54
6.2.1. La gente .......................................................................................................... 54 6.2.2. El bosque amazónico ...................................................................................... 55
6.2.3. La agricultura .................................................................................................. 57
6.2.4. Las artesanías .................................................................................................. 58
6.2.5. El turismo ....................................................................................................... 59 6.2.6. La minería ....................................................................................................... 60 6.2.7. La marca regional ........................................................................................... 61
6.3. Limitantes .............................................................................................................. 61 7. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 62
8. BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................... 64
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1. INTRODUCCION
El nombre de Estado Amazonas se refiere a la región climática, porque en verdad está fuera
de la cuenca del río Amazonas, siendo un Estado casi enteramente organizado en torno al
río Orinoco. Sólo una cuarta parte del Estado es parte de la cuenca Amazónica, por cuenta
del río llamado Brazo Casiquiari y sus afluentes, que forman parte de la naciente del río
Negro, el cual es un tributario del Amazonas.
En el año 2009 se llevó a cabo un estudio rápido de la situación socio-económica del
Municipio Atabapo para una agencia de las Naciones Unidas. Desde ese momento quedó en
el autor el interés por tener una visión más amplia de la problemática indígena del Estado
Amazonas.
El Estado Amazonas es el único del país en que la población de origen indígena representa
más del 50% del total de la población de la entidad. Incluso el último gobernador el Estado
Amazonas fue indígena, Liborio Guarulla, de la etnia baniva, reelecto varias veces desde el
año 2001 hasta el año 2017. El Estado Amazonas adquirió notoriedad política a partir de la
elección al Parlamento venezolano, el 6 de diciembre de 2015, debido a que el Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuestionó la legitimidad de las elecciones por una
supuesta compra de votos. Este es un proceso aún en curso en 2018.
La situación de la población indígena en el Estado Amazonas es muy compleja. Un aspecto
a destacar es que la incorporación de los indígenas de esta región a la cultura y economía
del mundo occidental es muy antigua, iniciada por misiones religiosas desde el siglo XVIII,
y continuada luego por causa de la explotación del caucho, que ocurrió entre fines del siglo
XIX y principios del siglo XX. En este proceso muchas tribus fueron prácticamente
destruidas, tanto por la introducción de enfermedades como por la esclavización laboral,
por cuyo motivo algunas lenguas y costumbres se perdieron, y también hubo grandes
migraciones. A lo largo del siglo XX los pocos indígenas sobrevivientes de algunas tribus
se acomodaron dentro de los territorios y aldeas de otras.
Por último, hay que destacar que en la actualidad existe un proceso de rescate y
resurgimiento de la población y la cultura de los indígenas de esta región. Sin embargo, este
proceso se realiza en condiciones muy conflictivas, tales como la influencia de una fuerte
urbanización en la región, alta dependencia de las familias de los ingresos del Estado y,
sobre todo, victimización por procesos políticos y económicos ajenos a ellos, tales como los
derivados de la guerrilla colombiana o de la minería ilegal que se practica en la región.
El presente documento presenta un resumen de las principales características de los grupos
étnicos del Estado Amazonas, así como de zonas vecinas vinculadas geográficamente,
focalizando en dos dimensiones: (1) Las características de cada grupo étnico y algo de su
historia; y (2) Las relaciones de las etnias indígenas con la sociedad nacional.
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2. INFORMACION BASICA DEL ESTADO AMAZONAS
El Estado Amazonas es el segundo en extensión territorial en Venezuela. Posee una gran
variedad de escenarios naturales de singular atracción y el mayor número de grupos étnicos
autóctonos del país. El Estado se divide en siete municipios: Atures (donde se ubica la
capital). Este municipio es el único con conexión terrestre con el resto del país. Los otros
municipios son (de norte a sur): Autana, Manapiare, Atabapo, Alto Orinoco, Guainía y Río
Negro.
La división municipal se realizó en el año 1998.
Este proceso fue fuertemente criticado porque no
se respetó los territorios indígenas. La conexión
entre ellos y el acceso a los pueblos es sólo por vía
aérea y fluvial.
La población del Estado Amazonas, de acuerdo
con el INE, para 2013 era de 164.856 habitantes,
de los cuales 76.314 eran indígenas, el 46.5%.
Tiene la menor densidad poblacional de población
del país.
2.1. Breve Recuento Histórico
Durante el período colonial el actual territorio del
Estado Amazonas pertenecía a la Provincia de
Guayana. Una de las primeras poblaciones
fundadas en la zona fue San Fernando de Atabapo,
en 1758, en la cual participaron los indígenas
guaipunabis, de lengua araguaco, una etnia muy importante en esa época, pero hoy
desaparecida. El pueblo fue destruido a los dos años de fundado y reconstruido por el
misionero capuchino Fray José A. de Xerez, en 1765. El 24 de abril de 1800 Alexander von
Humboldt visitó San Fernando de Atabapo.
En 1817 el Capitán Hipólito Cuevas, del ejército patriota, al frente de 80 hombres llegó a la
aldea de San Fernando de Atabapo, alcanzando hasta las orillas del Río Negro, al sur del
Estado. Esto creó las condiciones para que el 28 de julio de 1822 se instalara en San
Fernando de Atabapo la primera Municipalidad venezolana en el territorio, que se llamaba
en ese momento Cantón de Río Negro.
En 1856 se constituyó la Provincia de Amazonas, que en 1864 se transformó en Territorio
Federal Amazonas, con capital en San Fernando de Atabapo, posición que duró hasta 1928,
cuando la capital fue trasladada a Puerto Ayacucho, situado más al norte, en un lugar con
mejor conexión con el resto del país.
A mediados del siglo XIX comenzó la fiebre del caucho3 en la región del río Amazonas.
Aun cuando en Venezuela la explotación cauchera fue mucho más modesta que en Brasil y
3 Arbol del caucho, gomero o siringa (Hevea brasiliensis), de la familia de euforbiáceas. Su principal
producto es el látex, que lo produce entre los 4 y 25 años de edad. Se recolecta mediante el método del
“sangrado” del árbol.
Mapa 1: Municipios del Estado Amazonas
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otros países de Suramérica, el caucho, el balatá4 y la sarrapia5, eran productos que ya se
producían en las selvas venezolanas antes de 1850. El impacto que causó la explotación del
caucho fue de enormes proporciones, creando grandes riquezas para unos cuantos caudillos,
pero con resultados desastrosos para la sociedad regional, que se hundió en una anarquía y
desgobierno. La explotación y esclavización de la gente local fue enorme y culminó con el
exterminio de algunas etnias y la destrucción social de las demás. Un personaje central en
este proceso de anarquía fue el coronel Tomás Funes, quién llegó a Amazonas en 1908 y ya
para el año 1911 era uno de los principales comerciantes de caucho de la región.
Después de hacerse rico con el caucho, el 8 de mayo de 1913, el coronel Funes encabezó un
movimiento insurgente que tomó por asalto la casa de gobierno del Territorio Federal
Amazonas en San Fernando de Atabapo, asesinando al gobernador Roberto Pulido y a
varias otras personas. Durante ocho años Funes aterrorizó la región como un dictador
regional y el Estado Venezolano no pudo someterlo. Recién en 1921 el guerrillero-general
Emilio Arévalo Cedeño, capturó a Funes, lo procesó y condenó, y el 31 de enero de ese
mismo año lo fusiló en la Plaza Pública.
2.2. Geografía
El territorio del Estado tiene una geografía muy variada. En el sudoeste, que limita con la
región de los Llanos colombo-venezolanos, el río Orinoco construyó un amplio valle, que
constituye la zona selvática propiamente dicha. La parte norte, este y nordeste forma parte
del extremo oriental del llamado Escudo Guyanés, un altiplano de unos mil metros de
altitud que se extiende por Venezuela, Brasil y las Guayanas.
El clima también es variado. Hacia el sur llueve todo el año, con un dominio de la selva
húmeda, pero en las zonas altas del norte y el nordeste hay un promedio de cuatro meses de
sequía moderada, entre diciembre y marzo, y el paisaje tiene un aspecto de sabana tropical.
Hay que destacar que la sequía puede afectar el caudal del río Orinoco. A fines del período
seco, frente a la ciudad de Ayacucho, a 700 kilómetros de su nacimiento, hay una zona con
grandes piedras que normalmente forman rápidos, pero cuando la sequía es muy fuerte, las
piedras se pueden aprovechar para atravesar el río caminando.
La hidrografía del Estado está determinada por el curso del río Orinoco. Se origina en el
cerro Delgado Chalbaud, en el sector sureste, y después de recorrer 2.140 km en dirección
norte y este, desemboca en el océano Atlántico. Un tercio de su curso transcurre en el
Estado Amazonas, en donde recibe dos afluentes importantes, el Guaviare, que viene de los
Andes colombianos. El otro afluente es el Ventuari, que nace en las zonas altas del nordeste
(límite con el Estado Bolívar y con Brasil), y tiene 474 km de extensión. Otros afluentes en
territorio venezolano son el río Ocamo (238 km), el río Padamo (180 km), así como ríos
4 Balatá, ácana, ausbo (Manilkara bidentata), de la familia de las sapotáceas. Produce un tipo de látex de su
savia, parecida al árbol del caucho (H. brasiliensis). La Balatá produce madera muy dura, excelente para
muebles. Otro árbol similar es el árbol del chicle (Manilkara zapota); el cual produce el fruto llamado
zapodilla en Centroamérica y el Caribe) y níspero (en Venezuela). A todos ellos se les extrae la savia de la
misma manera, haciendo incisiones en la corteza. 5 Sarrapia (Diphisa punctata) es un árbol de la familia Fabaceae, endémico de Amazonas, de la cual se extrae
la cumarina (también Haba tonka), una substancia que ayuda a estabilizar los aromas en perfumes y
bombonería. Es una leguminosa. En Trinidad hay plantaciones, pero en Venezuela aún se recolecta de los
bosques nativos. Es el árbol emblemático del Estado Bolívar.
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menores: Ugueto, Mavaca, Manaviche, Cunucunuma, Guanane, Yagua, Guaviare, Sipapo,
Cataniapo y Atabapo.
En el sector sur del hay varios ríos que son afluentes del río Amazonas, razón por la cual el
Estado recibe este nombre. El Estado Amazonas es parte de la gran región que se la conoce
con el nombre de “Noroeste Amazónico”6, la cual está conformada por el Alto Orinoco y el
Casiquiare en Venezuela, por las cuencas de los ríos Guaviare, Guainía y Vaupés, en
Colombia, y por los ríos Uaupés, Xié y Alto Río Negro, en Brasil.
Mapa 2: Mapa hidrográfico del Estado Amazonas
6 Este nombre fue asignado por el antropólogo Irving Goldman, en 1968, en su libro: The Cubeo. Indians of
the Northwest Amazon. Urbana, Illinois, University of Illinois Press.
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El principal río amazónico en Venezuela es el Brazo Casiquiare, el cual a su vez recibe
aguas de varios otros ríos menores, como el Siapa, Pamoni, Pasiba y Pasimoni. El Brazo
Casiquiare es un fenómeno hidrográfico interesante. Es un derrame del Orinoco. El lugar
donde ocurre el derrame, en la ladera sur del macizo del Duida-Marahuaca, cerca de la villa
Yanomani de Tama-Tama, es un afloramiento rocoso basáltico, muy resistente, y permite
sólo la salida de una parte de las aguas. La parte principal del río Orinoco sigue su curso
hacia el norte. El Brazo, que se desvía hacia el sur, tiene 330 kilómetros de largo, entre el
Orinoco y el punto de unión con el Guainía, lugar en que se origina el río Negro. Se
conectan así dos grandes sistemas hidrográficos, del Orinoco y del Amazonas. En el mapa
de la figura 2 se observa que el Brazo, claramente delimitado, forma el límite entre los
Municipios Guainía, al norte, y Río Negro, al sur.
2.3. Recursos Forestales
En Venezuela la superficie con bosques tropicales húmedos y sabanas de altura (sobre los
1.000 msnm), incluye tres Estados: Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, con una
superficie total de 469 mil km², lo que representa el 52% de la superficie terrestre del país.
El Estado Amazonas tiene una superficie de 183.500 Km2, esto es 18.350.000 hectáreas, lo
que representa el 19,38% del Territorio Nacional.
La formación vegetal dominante en el Estado Amazonas es el bosque tropical húmedo,
aunque también hay pequeños sectores de sabana de altura. El bosque tropical del
Amazonas venezolano es una formación vegetal muy compleja, con hasta cuatro estratos
vegetales verticales. Los niveles inferiores consisten de arbustos y los árboles de gran
desarrollo con alturas que alcanzan sobre los 30 metros, dominan los estratos superiores. En
los estratos medios dominan las lianas y epífitas. El bosque vive prácticamente de sus
propios recursos, usando mecanismos biológicos que reciclan los nutrientes superficiales de
manera natural. Las raíces tienden a ser adventicias, formando alerones. Este tipo de raíces
es propio de los suelos tropicales, que no tienen profundidad y carecen de fertilidad. Así, el
suelo sólo ofrece un soporte a la vegetación.
El Estado Amazonas tiene una parte significativa de su territorio bajo diversas formas de
protección de los bosques y del ambiente en general. Una forma son las Áreas Bajo
Régimen de Administración Especial (ABRAES), que protegen áreas naturales muy
frágiles y que deben recibir protección especial, debido a las características especiales que
ellas poseen, como la flora y fauna local y las condiciones de hábitats que presentan.7.
En el Estado Amazonas hay cuatro Parques Nacionales, con una extensión de 5.476.500
hectáreas; hay 18 Monumentos Naturales, con una extensión de 3.050.000 has; una Reserva
de Biosfera con una extensión de 8.871.500 has. (Total: 17.398.000 has). Además, hay una
zona denominada Cuenca Protectora Hidrográfica. Estas entidades territoriales se
encuentran a cargo del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
Parque Nacional La Neblina: Tiene una superficie de 1.360.000 has, con una altitud entre
100 - 3040 msnm. Se ubica en el extremo sur de Estado Amazonas. Entre las aves destacan
el trepador pico negro y el paují nocturno. En los sectores bajos hay dantas (tapir
sudamericano), cunaguaros (leopardus pardalis), jaguares y varias especies de primates.
Entre los ofidios destacan la boa esmeralda, la anaconda y la mapanare verde.
7 https://html.rincondelvago.com/amazonas_1.html
8
Parque Nacional Duida-Marahuaca: Está ubicado en el centro meridional del Macizo
Guayanés, en la parte central del Estado Amazonas, entre las cuencas de los ríos Iguapo.
Padamo y Cunucunuma, con una superficie de 210.000 has y una altitud entre 250 - 2.280
msnm. Los cerros Duida y Marahuaca constituyen un importante reservorio de especímenes
de flora y fauna. Ambos cerros tienen casi la misma altitud, de unos 2.900 metros.
Parque Nacional Parima-Tapirapecó: Este parque cubre la totalidad de la porción sureste
del Estado, en el sector de la Sierra Parima. Tiene una extensión de 3.900.000 has y una
altitud entre 100 - 2.500 msnm. Es el Parque Nacional más grande de Venezuela y el quinto
a nivel mundial. Presenta mesetas, tepuyes, y contiene la naciente del río Orinoco.
Parque Nacional Yapacana: Este Parque Nacional se encuentra ubicado en la llanura del río
Casiquiare Alto, al suroeste de la confluencia del río Ventuari con el Orinoco. Cuenta con
una extensión de 320.000 has y una altitud entre 75 - 1.345 msnm. Tiene el cerro Yapacana,
con forma de tepuy, y es la mayor elevación de la llanura. Su fauna es diversa y abundante.
Esta zona se encuentra habitada por comunidades indígenas Piaroa y Maco.
En el Estado Amazonas hay un proceso acelerado de destrucción del bosque natural, el cual
no es resultado del aprovechamiento de los recursos del bosque, sino, fundamentalmente,
producto de la explotación de la minería y para despejar terrenos para la ganadería. Tanto la
explotación de los bosques, como la agricultura y la pesca, están en un estado incipiente. La
minería es la principal actividad económica, pero se trata de una extracción ilegal. No hay
una minería moderna, que a la vez que explote los yacimientos de bauxita, oro, diamantes,
caolín, minerales raros, radioactivos y férricos, existentes, y se preocupe de proteger la
selva y el medio ambiente en general. La explotación de estos minerales ha estado en
manos de garimpeiros, en su mayoría de origen brasilero. Usan el mercurio, el cual
envenena el agua y mata a los peces.
A partir de 2016, con la legislación del llamado Arco Minero, la explotación anárquica del
bosque se ha expandido a niveles que puede acabar con toda la vegetación nativa del
Estado Amazonas, así como la del vecino Bolívar. Los efectos sobre la represa del Guri, la
tercera mayor del mundo, son muy importantes y los sedimentos que se originan por la
deforestación pueden rellenar el lago de acumulación de agua en un corto plazo.
Adicionalmente, desde 2015, hay una progresiva invasión de grupos guerrilleros
colombianos, que están controlando la minería8.
La explotación forestal podría ser la actividad productiva más importante, pero actualmente
se hace dentro de fuertes restricciones legales, lo cual hace muy dificultoso su desarrollo.
Ante la carencia de un marco legal e institucional adecuado, el bosque se explota bajo los
criterios extractivistas más crudos. Entre las maderas más importantes que son explotadas
están el cedro, apamate, cascarillo, carapa, cartán, pardillo, quina, copaiba, caucho, balatá,
chicle, sarrapia, chiquichique y nuez del Brasil.
8 Un artículo reciente afirma que “El Arco Minero del Orinoco creará un problema de contaminación
ambiental al ecosistema mundial porque los bancos de corales en el océano Atlántico serán afectados por la
sedimentación y la contaminación por el cianuro y mercurio, poniendo en peligro a los humanos y a la
biodiversidad marina, esto por la exploración y explotación a gran escala de hierro, coltán, dolomita, hierro
diamante y cobre entre otros metálicos y no metálicos.” https://www.a-venezuela.com/index.php/Estados-
ciudades/Estado-amazonas/economia-amazo
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3. LA POBLACION DEL ESTADO AMAZONAS
La región norte de América del Sur, frente al mar Caribe y la cuenca del río Orinoco, así
como sectores de la cuenca amazónica vecina a la cordillera de los Andes, antes de la
llegada de los europeos, se encontraba poblada por dos grandes grupos lingüísticos: los
araguacos9 y los caribes. Ambos grupos eran muy diferentes y aun cuando eran vecinos
porque compartían territorios, estaban en permanente conflicto. En general, los primeros
eran agricultores y pacíficos mientras los segundos eran cazadores y muy agresivos. Estos
grupos habitaban todo el territorio que actualmente es Venezuela, Colombia y muchas islas
del Caribe, inclusive Cuba, Jamaica, República Dominicana y Puesto Rico.
Estos dos grupos lingüísticos tenían representación en la región amazónica venezolana, en
donde convivían con otros dos grupos lingüísticos, los yanomamis y los sábilas, que
estaban confinados a esta región. Posteriormente, en especial a partir de la explotación del
árbol del caucho a finales del siglo XIX, la región ha recibido migrantes de otras regiones
de la Amazonía, con lo cual el panorama poblacional devino más complejo, incorporando a
otros tres grupos lingüísticos.
El listado de grupos étnicos actuales del Estado Amazonas y alrededores:
1. Araguacos. Los principales grupos que hablan araguaco son: guarekena, kurripaco,
baré, baniva, piapoko, guahibo (jivi / jibi / jigüi / jiwi) y tukano (cubéo).
2. Caribes. Los tres principales grupos que hablan caribe son: ye’kuana, yabarana,
eñape/ panare.
3. Yanomami. El idioma de los yanomamis es completamente distinto a cualquier otro
hablado en esta parte de la amazonia. Hay tres variantes (entre paréntesis otras
denominaciones): i) sanumá (tsanuma, sánema, sanima, samatari, shamatari); ii)
yanomámi (variedades guaiká y yanomame); y iii) yaman (ninam, yanam-ninam);
4. Sábila. Esta familia lingüística está constituida por lenguas habladas por tres grupos
étnicos: sáliva, piaróa y mako; los hoti hablan una variación del sáliva, así como los
puinave, con otro dialecto sáliva. La lengua, no obstante, tiene influencia araguaco,
especialmente entre los mako.
5. Los yeral (geral), de la familia lingüística Tupí-Guaraní. Fueron traídos por los
jesuitas, en el siglo XVIII, dentro de un plan para lograr una lingua franca en toda la
amazonia.
6. Los ingano o inga, de la familia lingüística queshua. Llegaron huyendo de la
explotación cauchera del sur de Colombia (antiguos mitimaes peruanos).
7. Los mapoyo o guanai, de la familia lingüística pano, la cual no está emparentada
con ninguna otra de la región, ya que esta lengua se habla en la zona de frontera de
Brasil, Bolivia y Perú (región de Acre). Probablemente tuvieron el mismo origen
que los ingano.
9 Este nombre generalmente se escribe en base a la grafía inglesa como “arawuaco”, pero en nuestro caso
preferimos usar la grafía española, como en Guayana, Guárico, etc. La sílaba “gua” está relacionada con
agua, así Guyana, es “tierra de muchas aguas”, o Guayaquil, Paraguay, entre muchos otros nombres.
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Mapa 3: Mapa lingüístico de los indígenas del Estado Amazonas y alrededores
Fuente: www.lafazeocultadeguayana.com.ve
En la siguiente sección se hará una breve caracterización de las características sociales,
económicas y culturales de los cuatro principales grupos lingüísticos10.
3.1. Los araguacos
Los araguacos constituyeron el grupo indígena más numeroso y extendido dentro del
continente americano, entre Sudamérica y el mar Caribe. Entre las agrupaciones étnicas
araguacos más conocidos del Caribe están los taínos y los iñeris, que se encontraban
ocupando las Antillas Menores y las Bahamas, y los nepoyas y suppoyos, ubicados en
Trinidad. Muchos de los pueblos araguacos ubicados en las islas y las costas del mar Caribe
fueron exterminados o desplazados por la expansión caribe un poco antes de la llegada de
los europeos.
Los araguacos de la zona costera vivían de la pesca y la recolección de moluscos mientras
que, los habitantes en los llanos y la selva, preferían asentarse en las tierras bajas, a las
orillas de los grandes ríos, donde practicaban el cultivo de maíz y la yuca, así como la caza
y pesca. Estas actividades les dejaban bastante tiempo libre, el que empleaban en
actividades propias de su cultura y a la socialización entre las familias. La elaboración de
artesanías, que era una ocupación sobre todo femenina, solía ocupar el mayor tiempo y
fabricaban cerámica, tejido de cestas, tejido de algodón, instrumentos de piedra y a la
escultura.
10 Hay un buen sitio para ahondar en los aspectos lingüísticos: https://lengamer.org/asoc/index/php, que
pertenece a la “Asociación de profesores, escritores, traductores y lingüistas”. El sitio contiene información
sobre la mayoría de las lenguas de la región del “Noroeste Amazónico”, así como de otras regiones de
América.
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El sistema político de los araguacos estaba basado en un orden estrictamente jerárquico y
bien organizado. Estaban divididos en grupos de familias, los cuales eran dirigidos por los
caciques. Los araguacos presentaban una estructura social y política organizada en cuatro
castas, de las cuales una era la casta de los jefes. Estos jefes dominaban a otras tres castas,
de las cuales la más baja estaba conformada por esclavos. Al parecer había pocos conflictos
entre las castas. La sucesión del poder y la posición social se hace por vía materna, de
acuerdo a la estructura social matrilineal.
La religión estaba compuesta por deidades paralelas. Sus creencias religiosas se basan en
diferentes espíritus que pueden ser buenos o malos y habitan en los cuerpos de las personas
o en objetos naturales. Para controlarlos y estar en paz con ellos recurren a los chamanes o
sacerdotes que eran llamados “bohíques”. Además de esto rendían culto hacia los muertos y
los familiares que morían eran colocados en bóvedas de piedra que se cubrían con lajas a
manera de sepulcro.
Mapa 4: Distribución de los pueblos araguacos (azul) y caribes (rojo)
3.2. Los caribes
Los caribes en Venezuela se encuentran en las costas del mar Caribe y en las sabanas del
macizo guayanés. El área de difusión principal de los pueblos caribes parece haber sido las
regiones del norte de América del Sur y las islas del mar Caribe. Los caribes preferían
asentarse en tierras altas. Los territorios ocupados según los rastros históricos se
extendieron desde el norte del río Amazonas (grupos carijonas, panares), hasta la falda de
los Andes, donde destacaron las tribus de yukpas, mocoas, chaparros, caratos, parisis, kiri-
kiris, entre otros. También en el planalto brasileño, buscando a las fuentes del río Xingú y
en la Chapada de los Guimaraes, en donde están los yuma, palmella y bacairi. También al
norte del Amazonas, sobre el río Negro, con los grupos yauperis y crichanas. En la Guyana
Francesa estaban los galibis, accavois y calinas. Los puntos más septentrionales alcanzados
fueron las Grandes Antillas, como Cuba y La Española.
Varios factores influyeron en la expansión caribe por América, pero las más importantes
fueron la destreza en la navegación, tanto por mares como por cuencas fluviales, y la
costumbre de la exogamia. El tener que casarse fuera de la tribu exigía explorar los
alrededores en busca de esposas y esta práctica les permitió expandir sus fronteras. Los
caribes se agrupaban en clanes familiares de linaje patrilineal llamados cacicazgos,
manteniendo alianzas como pueblos federados. Los hombres eran básicamente guerreros.
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Los caribes no residían en poblados. Sus casas estaban apartadas unas de otras. Eran de
buena construcción, con materiales naturales, incluyendo pilotes estructurales, con
cubiertas protectoras a dos aguas. Los techos eran elaborados con las hojas de la palmera de
la región, y tenían divisiones y paredes internas. Las paredes recubiertas de una argamasa
de paja y tierra, material que también utilizaban en el inmobiliario interno. Podían poner
una última capa de cal para protección contra la lluvia.
La pesca era la fuente principal para su alimentación, la cual conservaban por largos
períodos con técnicas de humeado, secado y salado. Llamaban a su cocina barbacoa, era un
mesón de madera cubierto por tierra donde asaban y cocinaban sus alimentos. Su
agricultura tenía papa, arracacha, uchuva, maíz, yuca o mandioca, coca, tabaco, algodón,
cacao, ají, achira, aguacate, distintos tipos de frijoles, ahuyama, guayaba, maguey.
La religión de los caribes no es muy conocida. Habrían sido politeístas. La religión tenía
elementos de culto de los ancestros. Creían en un espíritu maligno femenino llamado
Maybouya, que debía ser apaciguada para evitar cualquier daño a las personas o tribu. La
función principal de sus chamanes, llamado buyeis, era curar a los enfermos con hierbas y
hechizos (piai), además de mantener en raya a las Maybouya. Los sacerdotes buyeis fueron
muy importantes y se sometieron a entrenamientos especiales, al igual que los guerreros.
Eran los encargados de quitar los maleficios que podía tener cualquier miembro de su tribu,
fumando tabaco y dispersando el humo ramas. Con esta técnica podían curar cualquier mal
y conseguir alivios. También usaban hierbas medicinales para curar enfermedades. Como
eran las únicas personas que podían evitar el mal, eran tratados con gran respeto. Sus
ceremonias eran acompañadas con sacrificios de animales.11
3.3. Los yanomamis
Este es el tercer grupo étnico originario de la Amazonía, que no es ni araguaco o caribe.
Los yanomamis son una etnia indígena dividida en tres grandes grupos: sanumás, yanomam
y yanam. Aunque hablan dialectos diferentes, se entienden entre ellos. Se denominan la
nación yanomami y conforman el pueblo indígena, relativamente aislado, más numeroso y
compacto de América del Sur, distinto a los dos grupos anteriores, que son tribus separadas,
que solo comparten aspectos de pasado lenguaje común.
Los yanomamis han vivido tradicionalmente en las selvas y montañas del noroeste de
Brasil y del sureste de Venezuela. Los yanomamis han
conservado sus tradiciones. Muchas de las prácticas
productivas y sociales que se describen en los párrafos
siguientes son muy parecidas a cómo era su vida social y
económica hace siglos.
Las familias vivían en grandes casas comunales, llamadas
yanos o shabonos, integradas por muchas casas
individuales pegadas, formando un círculo. Hay de todos
los tamaños, las más pequeñas pueden albergar a unas 40
personas, pero también algunas muy grandes con
capacidad de albergar más de 300 personas. La zona
central de la casa, sin techo, como un gran patio, se usaba
11 https://www.ecured.cu/Caribes#Religi.C3.B3n
Mapa 5: Areas Yanomami
Fuente: De Davius: https://commons.wikimedia.org/w/index.
php?curid=8453547
13
para actividades sociales, tales como reuniones sociales, de organización del trabajo, así
como rituales, fiestas y juegos. Actualmente hay shabonos muy elaborados, pero otros son
apenas un círculo de esteras. Los cambios sociales del área, especialmente la minería, los
ha afectado mucho. Cada familia tenía una sección propia en la casa, donde preparaba y
cocinaba la comida durante el día. Por la noche colgaban las hamacas cerca del fuego, que
mantenían encendido hasta la mañana, para estar calientes. Hay que recordar que muchas
aldeas están en tierras altas y el clima es lluvioso y frío.
Como la mayoría de los pueblos indígenas amazónicos, las tareas se dividían según el sexo.
Los hombres cazaban los animales del bosque, como pecaríes, tapires, monos y ciervos. A
menudo usaban curare (un extracto de plantas) para envenenar a sus presas. A pesar de que
la caza sólo produce, actualmente, un porcentaje menor de la comida de los yanomamis,
entre los hombres la caza es considerada una habilidad de gran prestigio y todos valoran
mucho la carne conseguida de esta manera. Ningún cazador come nunca la carne que ha
cazado. Por el contrario, la reparte entre sus amigos y familiares. A cambio recibirá carne
de otro cazador. Esta es una costumbre esencial para la supervivencia del grupo en la selva,
ya que, si el cazador no trae la caza a la aldea, el resto de la familia puede morir de hambre
y, al final, el mismo cazador no tendrá apoyo y también morirá. Los antropólogos han
documentado esta norma social en muchas sociedades cazadoras del mundo.12
En cuanto a la organización social, los yanomamis creen firmemente en la igualdad entre
las personas. Cada comunidad es independiente de las otras y no reconocen a ninguno
como “jefe” o cacique. Las decisiones las toman por consenso, normalmente después de
largos debates en los que todos pueden opinar. Aunque siempre hay alguien que asume el
liderazgo del grupo.
Su sustento se basaba en la caza, la recolección y la pesca, pero también tenían grandes
huertos que se obtenían de talar y quemar partes de selva. Esta práctica se denomina
agricultura de roza y quema o agricultura migratoria, y era una práctica usada en todas las
regiones de selva tropical en el mundo, y todavía se usa en muchas regiones13. El suelo de
la selva tropical no es fértil ni bien formado, lo que obligaba a despejar trozos de selva cada
dos o tres años, ya que el suelo no resiste su uso continuo. Las mujeres cuidaban de los
huertos, en los que cultivaban unos 60 tipos de granos.
El origen de los alimentos se divide en 10% proveniente de la caza, un 40% del conuco,
mientras el 50% restante era obtenido de la recolección de frutos secos, moluscos y larvas
de insectos, miel silvestre, así como de la pesca. Esta es una distribución promedio, ya que
las proporciones para cada aldea dependen de las condiciones del sitio y su entorno. La
pesca era una ocupación tanto los hombres como de las mujeres. La pesca se hacía en
12 Alfred Ratcliffe-Brown (1922) The Andaman Islanders. 13 Sistema tradicional de la agricultura indígena y campesina en el que se tala el bosque tropical, se deja secar
y luego se quema. Los cultivos que se obtienen en la primera cosecha son abundantes porque las cenizas
aportan nutrientes. Sin embargo, después de uno o dos años, la productividad del suelo se agota y requiere de
abono para que siga siendo útil para la agricultura. A pesar de que los indígenas llevaron a cabo durante siglos
la agricultura de roza, tumba y quema, la práctica se realizó de una manera cuidadosa, a baja escala y rotativa,
lo que aseguró una sustentabilidad relativa. Hoy día las altas densidades demográficas y presiones de
ocupación de la tierra han desestabilizado el sistema, convirtiéndolo en un factor destructivo. Entre los males
ambientales causados por este tipo de cultivación están la deforestación, la pérdida de la biodiversidad y la
degradación de los suelos (erosión y reducción de nutrientes y humedad). También es conocida como
agricultura migratoria o nómada. En https://www.diccionariomedioambiente.org/
14
lugares y momentos apropiados y era una actividad comunal. Utilizaban un veneno llamado
timbó para atontar a los peces. El timbó se prepara machacando las hojas de ciertas plantas
y el líquido se diluye en el agua y su efecto es atontas a los peces, que salen a la superficie,
donde los recogen en cestas.
Los yanomamis poseían también un vasto conocimiento botánico y utilizaban quizás unas
500 especies y variedades plantas para comer, elaborar medicinas, construir casas y otros
artefactos. Mucho de este conocimiento se ha perdido en la práctica cotidiana de vida por
los cambios sociales que han ocurrido, por la occidentalización de los medios de vida.
Según el antropólogo americano Changón (1968)14 los yanomamis eran una de las
sociedades más violentas del mundo, porque las aldeas estaban en constantes guerras entre
sí, en busca de mujeres y otros bienes. Según Changón esto era consecuencia de un exceso
de población y la necesidad de expandirse y formar nuevas familias y que un signo de
prestigio para los guerreros exitosos era tener muchos hijos. Durante los primeros 30 años
después de la publicación su libro su planteamiento fueron líder en la literatura
antropológica, pero actualmente están siendo discutidos y en general se han rechazado.
Los planteamientos de Changón han tenido consecuencias serias para el desarrollo actual de
los yanomamis. Stephen Corry, el director de la ONG Survival, actualmente, “la mayor
tragedia de esta historia es que los verdaderos yanomamis han quedado prácticamente
excluidos de ella, ya que los medios de comunicación han escogido centrarse únicamente
en los detalles más escabrosos del debate que se libra entre los antropólogos o en las
controvertidas caracterizaciones de Chagnon. De hecho, ‘Yanomamö: el pueblo feroz’ ha
tenido repercusiones desastrosas tanto para los yanomamis como para los pueblos indígenas
en general. No hay duda de que se usa en su contra, y de que ha hecho renacer el mito del
siglo XIX del ‘brutal salvaje’ en la actual corriente de pensamiento”.15
3.4. Los sábilas
Los sálibas o sábila-piaroa es un grupo lingüístico que agrupa a cuatro tribus: sáliva, piaroa,
mako-hoti y puinave, que constituyen un caso único de supervivencia de grupos
minoritarios en áreas territoriales dominadas por las etnias caribes y araguacos.
Actualmente el grupo piaroa, de lengua sábila, es el tercero más importante de la amazonia
venezolana. Las tribus sábilas se establecieron desde muy temprano sobre el Orinoco
medio. Sus actividades económicas principales, al igual que la mayoría de los pueblos de la
región, eran la pesca, caza, recolección de frutos silvestres y la horticultura, siendo su
principal cultivo la yuca amarga para obtener casabe y mañoco para el consumo y el
intercambio. Las mujeres elaboraban cerámica como tinajas, budares y calderos con fines
domésticos y comerciales, así como cestería. En su estructura social la autoridad doméstica,
recae en el suegro. Son comunes los matrimonios exogámicos entre distintas comunidades
y la forma de matrimonio ideal es entre primos cruzados. Los sábilas tenían amplios
conocimientos del poder curativo de las plantas. Conocían ampliamente los productos
naturales para la prevención y curación de enfermedades, en especial aquellos que se
derivan de plantas y semillas. En su mitología uno de los elementos más destacados es el
kaliawiri, el árbol mitológico que dio origen a todos los alimentos cultivables.
14 Napoleón Changón (1968) Yanomami; el pueblo feroz. 15 https://www.survival.es/noticias/9000
15
4. TRIBUS ACTUALES Y PROCESOS DE CAMBIO
Amazonas es esencialmente un Estado indígena. Aparte de la capital, Puerto Ayacucho, el
resto del territorio del Estado está habitado por pueblos indígenas y algunos pocos
ganaderos criollos. Hay algunas aldeas y pequeños pueblos, como el ya mencionado San
Fernando de Atabapo, así como zonas agrícolas y ganaderas, pero prácticamente todo el
territorio rural son reservas naturales y parque nacionales. Cada etnia indígena posee una
lengua diferente, así como una tradición cultural, que condicionan el patrón de
asentamiento, la percepción que tienen de sí mismos y del espacio, así como de los recursos
naturales y su forma de aprovechamiento. También hay que destacar que hay mezclas de
restos de tribus, que se han ido integrando para formar grupos viables, luego de las
masacres resultantes de los procesos sociales asociados a la producción del caucho en la
región amazónica, que se prolongó por más de 50 años.
Los datos de población total por etnia para Venezuela se basan en el Censo de
Comunidades Indígenas de 2001 y el Censo de Población de 2011. El Censo de Población
contabilizó 146.480 habitantes para el Estado Amazonas, de las cuales 76.314 personas son
o se autoidentificaron como indígenas, representando el 46.5% de la población total del
Estado. La población indígena rural era de 38.258 personas. Las personas indígenas, sea
que vivan en comunidades rurales o en las ciudades y pueblos del Estado, reconocen
pertenecer a alguna etnia autóctona. Los principales grupos indígenas son: yanomamis,
piaroas, guajibos, ye'kguanas, makos, barés, maquiritares, kurripakos y yeral. Por grupos
lingüísticos la población, en porcentajes, es:
1. El grupo lingüístico más numeroso son los araguacos, con el 43.3% del total.
2. Los sábilas suman el 22.3%.
3. Los caribes suman el 17.1%.
4. Los yanomamis suman el 14.9%16.
5. El resto de las tribus, como los ingano y pana, suman el 3.2% de la población.
En las siguientes secciones se hará una breve descripción de los grupos étnicos del Estado
Amazonas, distinguiendo cuatro subregiones. También se anotarán características de los
miembros de los mismos grupos que viven en los países vecinos. Los números de población
para cada grupo corresponden sólo a los habitantes del Estado Amazonas, a menos que se
indique lo contrario. Una gran parte de la población de estos grupos étnicos ha emigrado y
vive en los pueblos y ciudades de la zona, incluso la ciudad de Caracas, por lo cual, cuando
hay cifras desagregadas que indican el total y en forma separada la población que vive en
comunidades rurales de los que viven en zonas urbanas.
4.1. Subregión de Puerto Ayacucho
La región se forma alrededor del Orinoco medio, siendo su principal centro urbano la
ciudad de Puerto Ayacucho, la capital del Estado. Administrativamente coincide con los
Municipio Atures y Autana. El nombre del primero recuerda una de las tribus amazónicas
que poblaban esta región. Tiene amplias zonas llanas y numerosos cursos de agua, así como
áreas montañosas. Esta subregión incluye a los grupos étnicos piaróa, mako/yavarana,
puinave, guahibo, sáliva, jibi, ingano y panare. En general las etnias no ocupan territorios
16 En el lado brasileño el tamaño de la población es un poco mayor que en Venezuela.
16
continuos, sino que hay grupos dispersos a través de todo el Estado Amazonas. También
muchas etnias tienen asentamientos en Colombia y Brasil.
Los guajibos tienen varios nombres: jiwi / jibi / jigüi / guahibo / sikuani. Su lengua forma
parte de la subfamilia lingüística guajibana, de la familia araguaco. En el Estado Amazonas
se contabilizaron 12.373 personas guajibo, de las cuales 8.772 vivían en comunidades
rurales. Sus lugares de residencia están esparcidos por ambas márgenes del Orinoco,
ocupando territorios entre Puerto Ayacucho y San Fernando de Atabapo, así como en el
Estado Apure. También son una etnia importante en Colombia, a lo largo de los ríos
Arauca, Meta y Guaviare, sumando otros 23.000 habitantes. Los guajibos venezolanos se
han mezclado con criollos en diversas localidades del Estado Amazonas. Tienen dos estilos
de residencia, son nómades o sedentarios. Los nómades viven de la recolección, la caza con
arco y flecha y la pesca con cestas y redes, anzuelos y barbasco. Los sedentarios viven en
caseríos y cultivan la yuca, su principal alimento. Muchos trabajan en Puerto Ayacucho.
Los panares / e'ñapas son descendientes de la etnia tamanaco, de la rama lingüística caribe.
Son una etnia pequeña, con cuatro comunidades: Chaviripa, Guamal, Rorozal y Colorado,
las que se localizan sobre la carretera nacional que une Caicara del Orinoco (Estado
Bolívar) con Puerto Ayacucho. Anteriormente vivían más al norte, en la serranía de Alto
Cuchivero, muy alejada de los centros urbanos. Desde la década de 1970 han reorientado su
economía a la comercialización de sus artesanías y a la venta de alimentos en Puerto
Ayacucho. A pesar de estar integrados a la sociedad nacional, solo los hombres panares
hablan español, mientras las mujeres son todavía en su mayoría monolingües, y muchas
familias siguen viviendo de su economía tradicional: agricultura, pesca, caza, recolección y
artesanía. Sin embargo, esto se ha ido haciendo cada vez más difícil debido a la merma
progresiva de la fauna silvestre en las sabanas y bosques de su área de influencia.
Los piaroas, de la familia lingüística sábila, se localizan en su mayoría en Venezuela, cerca
de Puerto Ayacucho. La población total piaroa era, en 2011, de 14.494 personas, de las
cuales 9.758 viven en comunidades rurales. Este es el grupo más característico de esta
subregión. Los piaroas se asientan en la margen derecha del río Orinoco. Las comunidades
se asientan sobre los caños y ríos, por lo cual tienen peces en abundancia. La cultura
tradicional piaroa con menos cambios se encuentra en el Alto Cuao, al sudeste de Puerto
Ayacucho, una zona de difícil acceso. Allí, los habitantes mantienen formas culturales
relativamente autóctonas, tales como: asentamiento disperso y seminómada, una tecnología
simple en la cual los artefactos tradicionales son todavía conspicuos, una economía de
subsistencia, una red de microcircuitos de intercambios comerciales entre comunidades
vecinas y la religión autóctona. También mantienen elementos de su cultura material como
los guayucos blancos de algodón adornados, casas comunitarias de forma cónico-elíptica,
con techos de palma que llegan hasta el suelo, cerbatanas con flechas humedecidas con
curare, pinturas vegetales y embarcaciones. La cultura piaroa actual es producto del
mestizaje con sobrevivientes de otros grupos indígenas que habitaban su actual territorio,
como los maipuri, los avani, los sereu, los mabu, lo quiruba y los atures, entre otros, y que
por un efecto de gravitación demográfica, se mezclaron con los grupos montañeses de
piaroas, quienes habían logrado resistir mejor los efectos despobladores de la colonización
gracias a su dispersión demográfica y al difícil acceso de sus territorios.
Un hecho que resalta de los piaroas es su negación absoluta al ejercicio de la violencia
física o verbal. Severos en su autocontrol (cuando no median factores perturbadores como
17
el alcohol), rigurosos y disciplinados, se horrorizan de aquel que no es capaz de domesticar
sus emociones. Por ello, frente a las destemplanzas tienden a huir temerosos del peligro
representado por el descontrol. El homicidio es desconocido debido a la creencia de que
quien lo comete muere inmediatamente en horribles condiciones.
De acuerdo con algunos investigadores, los piaroas también serían notables por lo
igualitario de sus sociedades, que algunos científicos describen como anarquistas, es decir,
sin liderazgos establecidos, sino circunstanciales. Graeber, 200417, un acérrimo detractor de
Changón (1968) respecto a la supuesta agresividad de los yanomanis, dice que los piaroas
ponen gran énfasis en la autonomía y libertad individuales y se aseguran que nadie esté
bajo las órdenes de alguien más y que nadie controle los recursos socioeconómicos y afecte
la libertad de otros. La jerarquía de los piaroas es muy simple y si bien los líderes siempre
son hombres, no queda claro que ejerzan dominio de género en las comunidades.
Los piaroas que han migrado del Cuao río abajo, viven en las cercanías de Puerto
Ayacucho, y están más adaptados a la vida occidental. Viven en comunidades sedentarias,
han adoptado vestimentas criollas, están integrados a los mercados regionales, tienen
contactos frecuentes con los pueblos criollos y han adoptado religiones occidentales. Los
piaroas se consideran socios comerciales confiables, cuya actividad es un rasgo definitorio
de la sociología de este grupo. Sin embargo, la actividad comercial que antes era
extremadamente diversificada e incluía bienes de distintos renglones como instrumentos de
trabajo, alimentos, ornamentos, bienes rituales, resinas y colorantes, se ha limitado a los
bienes agrícolas requeridos por las poblaciones criollas. Una buena proporción de frutas y
subproductos de la yuca consumidos en Puerto Ayacucho los aportan los piaroas.
Los makos / uirú / jododo, son un subgrupo de los piaroas. El Censo de 2011 detectó 1.113
makos. Ocupan áreas interiores del norte del Estado Amazonas, en la serranía de Sipapo,
incluyendo las cuencas hidrográficas que drenan hacia el río Ventuari (afluente del Orinoco
desde el nordeste), como el río Sipapo y los ríos Marieta, Camani, Manapiare.
Los sálivas, de la misma familia lingüística que los piaroas, es un grupo étnico que
históricamente sufrió de las agresiones de los caribes, por eso su concepción de vida dice es
que lo mejor es vivir en paz, especialmente fuera del alcance de tribus Caribes. Fueron de
los primeros en integrarse a las misiones jesuíticas en el siglo XVII, para protegerse de los
caribes. Al igual que otros pueblos de la región viven en comunidades separadas por
grandes distancias unas de otras. Se encuentran ubicados a lo largo del Orinoco medio,
pudiéndose encontrar sus caseríos sobre varios tributarios del Orinoco. El Censo de
comunidades indígenas de 2011 detectó a sólo 192 personas de esta etnia en el Estado
Amazonas. Su organización social revela la influencia de los Estados modernos. Los jefes
tradicionales fueron substituidos por los cargos de capitán y alguaciles. El capitán tenía
como funciones castigar los delitos, organizar los trabajos y establecer relaciones con otros
capitanes. En Venezuela esta figura aún se conserva. En Colombia, en cambio, se instituyó
el cabildo, compuesto por un gobernador, un secretario, un tesorero, un vocal y fiscal para
regir por períodos de uno o dos años. El cabildo es elegido por voto popular.
17 Graeber, David (2004) Fragments of an Anarchist Anthropology., pp. 26-27, 30, 54. Prickly Paradigm
Press, Chicago. 2004.
18
Los puniaves es otra tribu del grupo lingüístico sábila. Tienen escasa importancia numérica
en Venezuela, en donde suman unos 1.307 individuos, de los cuales 640 viven en
comunidades rurales y otros 780 en la parte urbana del Municipio Atabapo. Son migrantes
desde Colombia, específicamente de la cuenca del río Guaviare. Su llegada al Estado
Amazonas fue a través de la región de San Fernando de Atabapo, donde actualmente
conviven con los habitantes de la ciudad. Otros migraron hacia el norte hasta la boca del
Ventuari, incluso San Juan de Manapiare, y hacia el sureste, en la región Yanomami. En
Puerto Ayacucho hay pequeños grupos. En forma general se distinguen porque dedican
especial empeño al aseo y organización de sus comunidades. Son más importantes en las
regiones fronterizas de Colombia, donde viven sobre los ríos Inírida y Guaviare, en el
departamento del Guainía, y también en los departamentos de Guaviare y Vichada.
4.2. Subregión Nordeste
La subregión Nordeste (límite con el Estado Bolívar y Brasil). Incluye a los grupos étnicos
yekuana, jodí, yavarana y mapoyo. La subregión está formada por el amplio valle del río
Ventuari, afluente del Orinoco, que corre desde el nordeste (macizo guayanés), hacia el sur.
Administrativamente toda la región forma el Municipio Manapiare. El río Ventuari posee
gran volumen de agua y recibe muchos pequeños tributarios a lo largo de su curso. En la
parte inicial de su curso recibe desde el norte las aguas del río Manapiare; sobre este río se
sitúa la aldea de San Juan de Manapiare, el principal centro poblado del área.
Los yekuanas / maquiritare / makiritare. Este grupo étnico de lengua caribe se llaman a sí
mismos deyaruá, que quiere decir "dueño y señor de la selva". Los yekuana también tienen
relaciones con los panare y los yabarana. En Venezuela suman un total de 6.523 individuos,
de los cuales 3.050 viven en comunidades rurales. Son grandes navegantes, comerciantes,
pescadores, cazadores, recolectores y agricultores. Su territorio cubre todo el sector
nordeste del Estado Amazonas, en ambas márgenes del río Ventuari, y en su límite sur con
el macizo Marahuaca-Duida, el cual es el Monte Sagrado de este pueblo. Su territorio más
o menos coincide con el del Municipio Manapiare y partes de los Municipios Atabapo y
Alto Orinoco. Su territorio ancestral se extiende por el Estado Bolívar, envolviendo a los
Yanomami por el norte y el nordeste, incluyendo partes de Brasil, en donde viven unas 500
personas. En Brasil la mayoría vive en una aldea modelo, junto al río Auaris, con unos 350
habitantes, y cuenta con varias instalaciones de servicios social, también instalaciones
militares y una pista aérea18. Los yekuana son actualmente un pueblo pacífico, pero su
historia recoge testimonios de mucha violencia. En la región del río Auaris los yekuana
fueron históricamente vecinos con los sanéma, con los cuales vivían en permanentes
guerras, pero actualmente conviven en el mismo territorio y hay matrimonios entre ambas
etnias.
Los jodís / jotís, que significa "persona con sentido individual y de pueblo". Son conocidos
también como chicamo, schicana, yuana y guaru-guaru. Son unas 767 personas con
residencia urbana y 328 que viven en comunidades rurales, en la región norte del Estado
18 En los años 80, el ejército brasileño instaló una pequeña base en el Auaris, que prepararía la instalación de
una base mayor, con una infraestructura adecuada para recibir, en los años 90, al 5° Pelotón Especial de la
Frontera. Fue construida una hidroeléctrica, la pista fue ampliada y asfaltada y las instalaciones para abrigar
a los militares y a sus familiares también fueron construidas. Actualmente hay muchos jóvenes que han
terminado su educación secundaria en Boa Vista y han cursado temas técnicos, como auxiliares de salud.
19
Amazonas, en el límite con el Estado Bolívar. Sus viviendas son muy rudimentarias, ya que
tienen paravientos por vivienda, cubiertos con hojas de platanillo de cucurito19. Son
cazadores, recolectores y también cultivan plátanos y maíz. Además, son muy buenos
artesanos: hacen ollas de barro, tejen guayucos y chinchorros; realizan trabajos en madera,
fibra y corteza de árbol, bambú, piel, semillas y conchas.
Los yavaranas / yaparna viven en comunidades rurales ubicadas cerca de los ríos Parucito y
Manapiare, al nordeste del Estado Amazonas. Su idioma originario es de la familia caribe.
Actualmente hablan piaróa, de la lengua sábila. Hay yavaranas residentes en San Juan de
Manapiare, capital del Municipio. En Venezuela se contabilizaron 292 personas de la etnia
yavarana, de las cuales 118 vivían en comunidades rurales. Un censo realizado por los
propios yavarana contabilizó 316 personas en 2005. Se han emparentado con los piaróa,
con los cuales cohabitan en el mismo territorio y también con otras tribus cercanas, como
los yekuana, panare, mapoyo, jodí y maquiritare (González Tabarez, 2009).
Los inganos son una etnia proveniente del sur de Colombia cuya instalación en Venezuela
es reciente. Los inganos que llegaron a Venezuela se encuentran ubicados en una región al
nordeste de Puerto Ayacucho, en la parte alta del valle del río Ventuari, en los límites con
el Estado Bolívar, en un territorio que anteriormente pertenecía a los guajibos. Se estima
que su población, para Venezuela, en 2011, no llegaba a las mil personas. Otros grupos
todavía viven en Colombia, sobre la cuenca del río Guaviare, donde podrían ser más de
20.000 personas. Tienen como origen colonias de mitimaes queshuas que en el siglo XV
fueron enviadas a colonizar regiones en la frontera norte del Imperio Inca, en las regiones
que hoy son el sur de Colombia, tanto en la región de la sierra Andina, incluyendo el
Departamento de Pasto, como en las zonas de la selva amazónica en la ribera norte del río
Putumayo. Desde estos últimos lugares, y como consecuencia de la explotación del caucho,
en el siglo XIX, así como de los varios conflictos bélicos a comienzos del siglo XX, que
involucraron a Colombia, Ecuador y Perú, grupos de esos antiguos mitimaes emigraron
hacia el norte siguiendo la cuenca del río Guaviare, unos pocos llegando hasta el Estado
Amazonas a mediados del siglo XX.
Los mapoyos / guanai son unas 400 personas. Viven en la parte noroeste del río Manapiare
y son vecinos de los grupos jotís y yavaranas. La comunidad habita en viviendas de
bahareque y palma, usando técnicas artesanales para la caza, pesca, siembra de la tierra. La
lengua mapoyo es de la familia lingüística pano, la cual es una lengua de tipo ergativo20. Se
trata de una lengua extraña en Venezuela, ya que se habla más bien en la región del
triángulo fronterizo de Brasil, Perú y Bolivia, en la región del Acre, en las cuencas del río
Ucayali y el río Madre de Dios. En esta zona hay por lo menos unas 20 tribus que hablan
pano. Se trata por tanto de un pueblo que también emigró desde el sur, posiblemente en la
época de la explotación del caucho. En 2014 se contaron sólo cuatro personas en Venezuela
que eran competentes de la lengua mapoyo, ya que en las comunidades se usa
principalmente el español. Dado que la lengua está al borde de la extinción, el 25 de
19 El cucurito es una variedad de palmera, Attalea maripa. Tiene hojas compuestas que pueden alcanzar los 10
metros longitud y una gran inflorescencia interfoliar. Puede crecer hasta 20 metros de altura, con tallo
columnar de color marrón a grisáceo, de 20 a 33 cm de diámetro. Produce un fruto comestible ovoide de
color amarillo. 20 El ergativo es un caso gramatical que se emplea para marcar el sujeto de un verbo transitivo. Entre las
lenguas que usan esta forma están el euskadi (vasco), maya, georgiano, entre otras.
20
noviembre de 2014, a petición de Venezuela, fue incluida en la lista de salvaguardia
urgente del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, siendo la
primera lengua indígena venezolana en esta categoría.
4.3. Subregión Sureste
La subregión Sureste, sobre la frontera con Brasil, compartiendo territorio en algunos
casos, se encuentra la etnia o nación Yanomami. Su territorio coincide con el Municipio
Alto Orinoco, incluyendo el macizo Duida-Marahuaca (ver mapa figura 2). La población
más importante es la aldea de La Esmeralda. Se trata de una zona muy accidentada,
incluyendo sectores de la llanura del Orinoco, hasta zonas quebradas con colinas y
montañas con altitudes sobre los 800 msnm, que se extienden hasta el Estado Roraima, en
Brasil.
Los yanomamis, considerados como nación, están repartidos en un inmenso territorio,
tomando diferentes nombres según la región ocupada, presentando diferencias debido al
aislamiento entre los grupos: guaikás, los del Orinoco; shamataris, en el río Mavaca y parte
del Brasil, los sánema, sobre el río Ventuari, al norte del complejo Duida-manahuaca.
En general se les considera como tres grupos: yanan, sámuna y yanomami (variaciones
guaiká y yanomame), cada uno de los cuales habla un dialecto. Su tradición lingüística es
independiente de los araguacos o caribes21. Hay variaciones entre las distintas fuentes
respecto a la cantidad de habitantes. El censo de 2011 enumera un total de 11.341
habitantes. Otras estimaciones indican un número mayor, tal como la que se presenta a
continuación, por dialecto y la fecha de la información:
1. Sanumá (tsanuma, sánema, sanima, samatari, shamatari) 4.610 (2000-2006).
2. Yaman (ninam, yanam-ninam) 570 hablantes (1976).
3. Yanomámi (variedad guaiká; 9.000) (1994) y (variedad yanomame: 10.500-11.000) (1997)
y 17.640 (2000).
Los sánema o sámuna (shirishiana / shamatari) es una tribu yanomami ubicada al norte de
la cuenca alta del río Ventuari, entre los Estados Bolívar y Amazonas (Venezuela) y en
Brasil. En Venezuela son unos 1.500 habitantes. Los sánema viven en el bosque tropical
que hay a ambos lados de la frontera de Venezuela con Brasil y hasta hace poco eran
cazadores nómadas, pero como actualmente la caza escasea muchos se han mudado a las
aldeas para llevar una vida sedentaria muy cómoda.
Los yaman, o ninam, están ubicados en el sureste del Estado Bolívar y en Brasil. Son un
pequeño grupo étnico con unas de 670 personas, en realidad ocupan un territorio muy
pequeño. Por su laboriosidad han venido desarrollando comunidades organizadas. Se
dedican a la caza, la pesca y la agricultura.
Los yanomamis, variedad guaiká junto a los yanomamö, de variedad yanomame, en
conjunto, son una de las etnias más numerosas del Estado Amazonas, con unas 9.500
personas. Ocupan toda la cuenca del Alto Orinoco (municipio Alto Orinoco) a partir del
21 Internamente las lenguas Yanomami parecen divididas en tres grupos. En cuanto a la comparación con otras
lenguas se han propuesto varias posibilidades, pero ninguna propuesta ha ganado aceptación general por lo
que el Yanomami permanece como un grupo cuasi-aislado. El trabajo comparativo no ha permitido
encontrar un parentesco incontrovertible con ninguna otra lengua de Sudamérica o Centroamérica.
21
Río Padamo, las cabeceras del río Siapa y estribaciones de la cordillera de La Neblina
(Municipio río Negro).
La parte rural de la etnia, con un 30% de la población, está organizada en aldeas con unas
pocas familias cada una. Una síntesis de sus características socio-económicas es la
siguiente: “Reunidos en unas 180 aldeas, shabono (vivienda comunal), los yanomamis se
agrupan en comunidades de 40 a 200 individuos cada una, donde desarrollan sus
actividades domésticas, recreativas y rituales. Cada grupo está vinculando por fuertes lazos
de parentesco siendo la familia nuclear la unidad social elemental. De las formas
productivas yanomami, la agricultura les proporciona aproximadamente el 80% de los
alimentos que consumen. El conuco preparado mediante el sistema de tala y quema tiene
como cultivo preponderante variadas especies de plátano y en menor grado la yuca, el
ocumo, el maíz, el mapuey, la caña de azúcar, el tabaco y el algodón, entre otros. Para
complementar y enriquecer la dieta diaria, los Yanomami recolectan frutos silvestres,
tubérculos, miel, insectos comestibles, cangrejos, etc., trabajo que es realizado comúnmente
por las mujeres” (Hortensia Caballero Arias, IVIC, sin fecha).
El territorio yanomami en Brasil es de unos 9,6 millones de hectáreas, dos veces el tamaño
de Suiza, en donde viven unos 30.000 yanomamis. En Venezuela, los yanomamis viven en
la Reserva de la Biosfera del Alto Orinoco-Casiquiare, que tiene 8,2 millones de hectáreas.
Estas dos áreas juntas conforman el mayor territorio indígena protegido del mundo22.
Los derechos territoriales de los yanomamis, aparentemente los favorecen: “Hoy, en la
región del Auaris viven los ye´kuanas y los sanumas (subgrupo Yanomami). Estas dos
etnias cuentan con una red social compuesta por diferentes comunidades, localizadas en los
dos lados de la frontera. En el Brasil, la región del río Auaris y buena parte de la región del
río Uraricoera fueron demarcadas en los años 1990, como Tierra Indígena Yanomami (de
9.665.975 hectáreas, localizada en los Estados de Roraima y Amazonas)23. Las tres
comunidades ye´kuana están incluidas en esta área”24.
Sin embargo, la situación de la tierra no es tan clara como aparece a una primera lectura, ya
que: “Los indígenas brasileños aún no tienen derechos territoriales adecuados sobre su
tierra. Los yanomamis están siendo afectados por el desarrollo ganadero, especialmente en
Brasil, en donde los terratenientes ganaderos están invadiendo y deforestando la frontera de
su territorio, presionando para que puedan legalmente quitar partes de su territorio. El
gobierno de Brasil rechaza reconocer el derecho territorial de los indígenas, a pesar de
haber ratificado el derecho internacional (Convenio 169 de la OIT) que lo garantiza.
Además, a muchas personalidades de la clase dirigente brasileña les gustaría que se
redujese el tamaño del área yanomami y que se permitiese en ella la minería, la ganadería y
la colonización.” Esta situación de amenaza al modo de vida yanomami parece ser aún más
grave en Venezuela: “La invasión de la minería de oro en la tierra de los yanomamis
continúa. La situación en Venezuela es muy grave, y algunos yanomamis han sido
envenenados y han Estado expuestos a violentos ataques durante años. Las autoridades
22 https://www.survival.es/indigenas/yanomami 23 Esta superficie es equivalente al 50% del todo el Estado Amazonas, en Venezuela, y del 40% del Estado
Roraima, en Brasil. La Reserva de la Biofera del Alto Orinoco-Casiquiari, en Venezuela, ocupada casi
íntegramente por los Yanomami, tiene otras 8.2 millones de hectáreas. 24 https://pib.socioambiental.org/es/Povo:Ye'kwana
22
apenas han actuado para resolver estos problemas.”25 La minería genera también otros
procesos de cambio. Así, “Miles de garimpeiros o buscadores de oro que trabajan
ilegalmente en la tierra yanomami les transmiten enfermedades mortales como la malaria y
contaminan los ríos y los bosques con mercurio. La salud de los yanomamis se ve
perjudicada y la atención médica crítica no llega hasta ellos, especialmente en Venezuela”26
4.4. Subregión Sudoeste Amazónico
La subregión Sudoeste del Estado Amazonas, incluye los Municipios Atabapo, Guanía y
Río Negro (ver mapa figura 2), y su límite sur es la zona del río Vaupés (Colombia), o
Uaupés (Brasil). Es parte de una región etnográfica que comparten Brasil, Colombia y
Venezuela, que se conoce con el nombre de Noroeste Amazónico. También como Alto Río
Negro. Tiene una altitud promedio de entre 50 y 100 metros sobre el nivel del mar27.
El Alto Río Negro es una región ampliamente estudiada por los antropólogos. Cayón y
Chacón (2014:205)) escribieron un artículo donde hacen un análisis histórico del proceso
que conformó la actual situación poblacional de la región e identifican 36 grupos étnicos,
agrupados por familias lingüísticas: “Hoy, los pueblos indígenas que componen el sistema
regional del alto río Negro pertenecen principalmente a las familias lingüísticas: a) Arawak
(Tariana, Baniwa, Wakuenai, Curripaco, Warekena, Kabiyarí, Yukuna y Matapí); b)
Tukano oriental (Tukano, Wanano, Pirá-tapuyo, Arapaso, Bará, Tuyuka, Pisamira, Desana,
Siriano, Tatuyo, Karapana, Barasana, Yiba masã, Makuna, Taiwano, Cubeo, Tanimuka,
Letuama, Yuruti, Yauna, Mirití-tapuyo); c) Nadahup (Juhup, Hupdu, Döw, Nadëb); y d)
Kákua-nukak (Kákua, Nukak), pueblos conocidos genéricamente como Makú28. En la
región también hay la presencia de los Carijona, sobrevivientes de un pueblo hablante de
una lengua karib, y de los Baré, un pueblo originalmente de lengua arawak que en la
actualidad habla nheengatú o língua geral, lengua de la familia Tupí, como consecuencia
del proceso histórico de la región. En cuanto a la dispersión espacial, observamos que los
pueblos hablantes de lenguas arawak forman una especie de cinturón que rodea a los tukano
orientales, quienes están localizados en el área central de la región, donde en algunas partes
interactúan con grupos makú (mapa 6).
25 https://www.survival.es/indigenas/yanomami/modo_de_vida 26 https://www.survival.es/indigenas/yanomami 27 Son áreas muy bajas, que, por estar a más de 2.000 kilómetros de mar, sus aguas tienen muy baja corriente
y los ríos forman infinidad de meandros y lagunas. Los pueblos que habitan esta región son básicamente
habitantes de los ríos. 28 Las familias lingüísticas nadahup y kákua-nukak se clasificaban hasta hace muy poco tiempo dentro de una
única familia: makú-puinave. Los trabajos de Bolaños y Epps (2009) y Bolaños (2010) sostienen que las
primeras clasificaciones fueron construidas a partir de pocos términos y de comparaciones muy
superficiales. Por ello sugieren esta nueva clasificación.
23
Mapa 6. Distribución geográfica de las familias lingüísticas en noroeste amazónico
Los grupos que tienen presencia en Venezuela son:
Los banivas son un grupo de lengua araguaco. Los baniva en Venezuela suman un total de
2.400 personas, de las cuales unas 345 viven en caseríos rurales y el resto en las ciudades.
Sus lugares de residencia se extienden por todo el Estado Amazonas. Algunas familias
viven en San Fernando de Atabapo y otras en Puerto Ayacucho29; también se les encuentra
en el alto Orinoco, en Trapichote, Macuruco, Liratare, La Esmeralda, Gallo y Laulau.
También hay banivas en la frontera de Brasil con Colombia y Venezuela, en aldeas
localizadas en las márgenes del Río Içana y sus afluentes Cuiari, Aiair y Cubate, además de
las comunidades e Maroa y en el Alto Río Negro/Guainía, en Colombia, y en los centros
urbanos de São Gabriel da Cachoeira, Santa Isabel, Cucui y Barcelos (Brasil). Como
muchos otros indígenas de la zona, los baniva se mueven a través de toda la región entre
Colombia, Brasil y Venezuela, y se han mezclado con los pueblos vecinos. La distribución
de las comunidades rurales es dispersa, en agrupamientos muy alejados unos de otros. Los
baniva han sido fuertemente golpeados por los cambios sociales y económicos,
produciendo un gran descenso en su población, la cual hasta hace pocas décadas era de más
de 10.000 habitantes y ahora está reducida a tan solo unos 2.000. En los demás países
vecinos del cuadrante “Noroeste Amazónico” los baniva enfrentan problemas semejantes.
Los barés es uno de los grupos más característicos de la subregión. De acuerdo a los datos
del Censo de Comunidades Indígenas (2001), la población baré en Venezuela estaba (en
29 El ex Gobernador del Estado Amazonas (2001-2017), Liborio Guarulla, pertenece a este grupo étnico.
24
2011) conformada por 2.815 personas, de las cuales sólo 304 residían en el Estado
Amazonas. El territorio tradicional de los barés en Venezuela es una zona de
aproximadamente 150 km², distribuida a lo largo de las márgenes del Medio y Alto Río
Negro, Brazo Casiquiare y la orilla sur del Alto Orinoco. Sin embargo, pocos barés ocupan
actualmente esta área rural y la mayoría son residentes en centros poblados. El principal
recurso económico de los barés eran los ríos, a través de los cuales definían sus territorios,
eran su principal medio de transporte, y practicaban la pesca, recurso que aportaba con la
mayor proporción de proteínas a la dieta diaria. Junto a la guarekena, los barés migraron
desde el sur del río Negro, debido a que fueron casi exterminados por los explotadores del
caucho. Hablan un dialecto araguaco pero en gran parte han perdido su idioma original y,
actualmente, tanto los barés como los guarekenas, hablan la lingua franca nheengatú o
yeral. Los barés, como grupo étnico con identidad propia, se encuentra a punto de
desaparecer en Venezuela30. Sin embargo, en Brasil, existe una población baré más
numerosa viviendo en comunidades rurales, totalizando más de 12 mil personas. Así, la
población total baré estaría en torno a las 15.000 habitantes. Los barés se caracterizan por
ser gente emprendedora, organizada y muy trabajadora, cualidad que los llevó a fundar
diversas poblaciones estables en la región, así como emigrar con éxito a otras regiones del
país. El sistema económico tradicional continúa basándose en el cultivo del conuco, la
pesca, caza, recolección de frutos silvestres y otros recursos naturales. También los barés
tejen chinchorros de cumare (palma nativa del Amazonas), elaboran instrumentos
musicales (flautas, tambores), tallan la madera, realizan cestas, esteras, construyen los
sebucanes31, así como mapires32 y catumares33.
Los guarekenas son una etnia emparentada a los barés, que también tiene muy poco
miembros y están casi desaparecidos en Venezuela. Muchos de sus miembros hablan la
lengua franca nheengatú. Los pocos sobrevivientes se hayan esparcidos en los pueblos de
Guzmán, Maroa y las Isletas. El Censo contabilizó un total de 513 personas de esta etnia,
de las cuales 153 vivían en comunidades rurales. En Brasil son 887 (año 2010). Los
guarekena brasileños viven sobre el río Xié y el alto río Negro y los venezolanos en la
región vecina, en la margen izquierda (lado este) del río Negro. Son, como los baré,
migrantes provenientes del medio río Negro, que se movieron hacia el norte a mediados del
siglo XIX, huyendo de los explotadores del caucho.
Los yeral / geral / ñengatú, nheengatú, nhyenngatú, son un grupo de origen tupí-guaraní.
Probablemente fueron traídos a esta zona desde el nordeste Brasil por misioneros en el
período colonial, como intérpretes y para difundir la lengua nheengatú34 o geral, para ser
30 http://kanobosur.blogspot.com/2012/08/los-bare-un-pueblo-arawako-que-resiste.html 31 Un sebucán es un utensilio utilizado por los pueblos aborígenes de Venezuela y otras zonas del Caribe para
extraer el cianuro de la yuca amarga. Consiste en una herramienta de bejucos entrelazados que se cuelga de
un gancho, se rellena de harina de yuca y se le da vueltas para extraer por goteo el ácido cianhídrico
(conocido comúnmente como yare). 32 Mapire. Cesto cilíndrico de boca ancha, tejido con fibras de hojas de palmera o de cocuiza, provisto de tiras
para llevarlo en la espalda y usado por los indios para guardar y transportar alimentos o útiles de trabajo. 33 Catumare. Tubo de caña o madera por donde se introduce un dardo impregnado con curare, que se usa para
cazar animales. Por extensión, cesta de hojas de palma para llevar carga en la espalda. 34 O nheengatu é uma forma simplificada do tupi antigo, falado em grande parte do Brasil nos primeiros
séculos da colonização portuguesa, e que foi adaptado e amplamente difundido pelos missionários jesuítas.
Com o tempo e o predomínio do português como língua nacional, o nheengatu foi perdendo terreno. Porém,
25
utilizada como una lengua general o lingua franca35. En la Amazonía se hablaban más de
700 lenguas. En efecto, para facilitar la evangelización los jesuitas y otros misioneros
trajeron en el siglo XVII al Noroeste Amazónico algunos grupos tupí-guaraní como
intérpretes: “Su principal función fue la de manejar la gran diversidad lingüística que había
en la Amazonia brasilera. Por otro lado, el objetivo de los jesuitas era el de cristianizar los
pueblos indígenas de la zona, y al no existir, como era de esperarse, muchas palabras en la
lengua indígena para hacer referencia a conceptos de la religión católica, fueron
introduciendo palabras portuguesas, y una gran cantidad de palabras prestadas de otras
lenguas europeas. Así, se constituye la “lengua geral” [yeral] como una lengua franca o
lengua común en esta región caracterizada por su alta pluralidad lingüística. En la
actualidad ha dejado de ser la lengua general de la Amazonia. […] De esta manera, el
ñengatú ha perdido su preminencia tanto en Brasil como en el Vaupés en Colombia36. En
Venezuela el Censo de Población contabilizó 1.294 personas de la etnia Yeral, de las cuales
587 viven en el municipio Río Negro y 230 viven en Atabapo. En la localidad de Atures
(Puerto Ayacucho) viven 230 personas37. Los Yeral, que adoptaron la denominación
lingüística como nombre propio de la tribu, dicen que son más numerosos que los datos del
Censo: “Nosotros los yerales (nhyenngatú) estamos ubicados en el sur de Venezuela,
cercanos a la frontera con Colombia y Brasil. En Venezuela somos aproximadamente dos
mil habitantes, distribuidos en 14 comunidades rurales que vivimos a lo largo del río
Casiquiare y bajo Río Negro, en el municipio San Carlos de Río Negro, del Estado
Amazonas, Brasil. Nuestro pueblo nyenngatú proviene de Brasil y se estableció en
Venezuela. Hablamos nuestro idioma nyenngatú”. De acuerdo a los datos que existen sobre
este grupo étnico, todavía quedarían alrededor de ocho mil geral, principalmente en Brasil,
de acuerdo con las estimaciones de la revista Ethnologue (2005).
Los kurripako hablan un dialecto de la lengua baniva, de la familia lingüística araguaco.
Habitan en las cuencas de los ríos Içana (Brasil) y del Guainía y el bajo Inírida (Colombia)
y el alto Orinoco (Venezuela). Los kurripako de Venezuela es otro de los grupos migrantes
que llegaron a Venezuela, en tiempos relativamente recientes, huyendo de la violencia de la
guerrilla en Colombia. La migración se ha hecho por los ríos Guainía y Atabapo,
encontrándose algunas familias de este grupo asentadas a orillas de estos ríos, mientras
otras siguen adentrándose hacia al alto Orinoco y el Ventuari. Se caracterizan por ser
buenos trabajadores, por lo que son muy solicitados para la minería, el transporte y la
continua vivo e muito usado na calha do Rio Negro, em seu curso médio e alto, inclusive em São Gabriel da
Cachoeira, e em alguns de seus afluentes, como no Baixo Içana e no Rio Xié. Fuente: https://pib.socioam
biental.org/pt/Povo:Bar%C3%A9 35 La língua geral amazônica (lengua general amazónica), o Língua Brasílica, se basaba en el tupinambá, la
lengua de los tupís que vivían en la costa norte de Brasil, entre en los actuales estados de Maranhão y Pará.
Esta lengua se extendió hacia el interior de Brasil, como lingua franca, a través de la selva amazónica entre
los siglos XVII y XVIII, pero su uso declinó a partir de mediados del siglo XVIII, como resultado de la
orden dada por el marqués de Pombal de usar exclusivamente el portugués como lengua administrativa en
1758 y de la expulsión de los jesuitas de Brasil en 1759. El ñe'engatú actual (también nhengatú, nyengatú,
geral o yeral) es una forma moderna basada a su vez en la língua geral amazônica, que todavía se habla a lo
largo del Río Negro en el norte de Brasil, así como en las regiones adyacentes de Colombia y Venezuela.
Recientemente la língua geral amazônica ha recuperado reconocimiento tras haber sido marginada durante
años: https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADngua_geral 36 http://www.onic.org.co/pueblos/1166-yeral 37 https://atlaspuebloindigena.files.wordpress.com
26
extracción de productos forestales. En Venezuela los censos han contabilizado 4.300
individuos en total, de los cuales unos 3.000 viven en comunidades rurales.
Los piapoko son otro grupo étnico que habla un dialecto de lengua araguaco y son
conocidos también como yapaco, cuipoco, cumanaica, gurenéiwika, shasé o dzase,. Son un
pueblo indígena que emigró desde el río Vaupés, sur de Colombia, huyendo de la
explotación de los caucheros y actualmente habita en varias localidades entre el río Meta y
el río Guaviare, en los departamentos colombianos de Meta y Vichada y en las riberas del
río Orinoco, en Venezuela. En Venezuela residen 1.940 personas paipoko, con unos 1.300
viviendo en las zonas rurales. Sus lugares de asentamiento de preferencia para asentarse son
los grandes ríos que hacen frontera de Venezuela con Colombia y Brasil.
Los cubeo (pamígua, cobegua o kubégua. El idioma cubeo, que también se le conoce con
los nombres de pâmîé o pâmi-kâmu, pertenece a la familia tukano. Su gramática refleja una
influencia araguaco, en tanto que también se registran préstamos con las lenguas mako. El
cubeo en ciertas épocas sirvió como lengua general. “En la actualidad, los indios que viven
en las márgenes del Río Vaupés y sus afluentes -Tiquié, Papuri, Querarí y otros menores-
integran diez y siete (17) etnias38. Muchos de estos pueblos indígenas también viven en
Colombia en la cuenca del Río Apaporis (tributario del Japurá -o ‘Caquetá’ como se le
denomina en Colombia a dicho río), cuyo principal afluente es el río Pira-Paraná. Las diez
y siete (17) etnias hablan lenguas de la familia Tukano Oriental (con excepción de los
Tarianos, cuya lengua tiene origen Arawak), y hacen parte de una amplia red de
intercambios que incluye matrimonios, rituales y comercio. Mediante esta red se conforma
un conjunto socio-cultural bien definido, comúnmente llamado “sistema social del Vaupés/
Pira-Paraná”, que a su vez hace parte de un área cultural más amplia que abarca
poblaciones de lengua Arawak y Makú.”39 Los cubeo tienen unos pocos asentamientos en
el Estado Amazonas y se ubican sobre el río Orinoco, aguas debajo de los yanomamis,
luego del derrame del Brazo Casiquiari. Habitaban originalmente en las orillas del río
Vaupés, en el territorio de Colombia, pero desde mediados del siglo XX algunas familias
emigraron hacia Venezuela, posiblemente huyendo de las guerrillas. En Venezuela el censo
de comunidades indígenas de 2011 detectó a sólo 56 personas de esta etnia. En cambio, en
Colombia son 4.238 (1988) y en Brasil 565 (2014).
5. CAMBIO SOCIAL EN EL ESTADO AMAZONAS
En este caso vamos a entender “cambio social” como el proceso de las transformaciones
provocadas por agentes externos, sea por grupos religiosos, empresas extractivas, acciones
revolucionarias, o las acciones sociales de los propios gobiernos. En algunos casos las
acciones de estos agentes se confunden o bien actúan de manera diferente según sea el
interés del agente externo. Por ejemplo, pueden ser muy distintas las acciones
revolucionarias del actual gobierno de Venezuela de las acciones revolucionarias de la
guerrilla colombiana, pero ambas han tenido un fuerte impacto en las últimas décadas.
38 Las 17 etnias son vinculadas al habla tukano son: Arapaso, Bará, Barasano, Desana, Karapana, Cubeo,
Makuna, Mirita-Tapuya, Pira-Tapuya, Siriano, Tariana, Tukano, Tuyuca, Kotiria, Tatuyo, Taiwano y
Yuruti. Las tres últimas habitan sólo en Colombia. 39 https://pib.socioambiental.org/es/Povo:Kubeo Povos Indígenas no Brasil, los kubeo.
27
Además de las transformaciones en la estructura social y económica en las comunidades
rurales, estos procesos han provocado cambios en los patrones de asentamiento de la
población. Se observa un acelerado proceso de urbanización. En los centros urbanos los
indígenas deben cambiar la manera como obtienen ingresos, en algunos casos usando
nuevas formas de producir, recolectar o pescar, así como utilizar sus artesanías
tradicionales y orientarse a obtener empleos públicos y al comercio. Un rubro que ha
surgido como una oportunidad interesante es el turismo, pero actualmente hay dificultades
para llevarlo a cabo, por problemas de inseguridad provocados por las muchas actividades
ilegales que existen en la región: minería, guerrillas, contrabando, entre otras.
Se examinarán los procesos de cambio de la sociedad indígena en el Estado Amazonas,
provocados por la llegada de los colonizadores europeos, destacando también que son
procesos comunes que ocurren en todo el ámbito del llamado Noroeste Amazónico. Los
indígenas viven actualmente en una doble realidad social y cultural (Gonzales Ñanez,
2001). Cuando están en sus comunidades hablan sus idiomas natales, realizan sus
actividades tradicionales, pero cuando pasan a vivir en los pueblos, adoptan nuevas formas
de residencia, de trabajo y de idioma. Los hombres, en la medida que se relacionan más con
la sociedad nacional tienden a hablar español, mientras las mujeres, confinadas a sus
hogares, hablan las lenguas nativas. Los hijos, por su parte, al asistir a las escuelas, adoptan
el español como su idioma de uso corriente.
El análisis se realizará por grandes temas, tales como cambios religiosos, desarrollo de la
economía cauchera, migraciones, cambios económicos y sociales, papel del Estado, entre
otros, los cuales ocurren en cuatro períodos, a saber:
1. El ciclo de evangelización y delimitación de fronteras, siglo XVIII y XIX. Este fue
un esfuerzo impulsado por la corona española y por las órdenes religiosas, para
evangelizar a la población indígena en la América española.
2. El ciclo del caucho, entre 1860 y 1930, en donde los indígenas fueron forzados a
incorporarse a la economía monetaria de una manera brutal, generándose
condiciones de genocidio y destrucción de las bases necesarias para el
funcionamiento de las sociedades indígenas.
3. El ciclo de intervención del Estado, entre 1930 y 2000, en el cual se reconstruyó la
sociedad indígena anteriormente destruida por la economía del caucho, apoyada por
dos agentes externos: el Estado y las misiones religiosas. Estas instituciones
proveyeron protección contra la explotación, salud, educación, urbanización y
comunicaciones, así como empleos. Junto a ello se conformó una red urbana, tanto
de criollos como de indígenas, con diversos grados de integración social. Sin
embargo, la política de la reforma agraria contribuyó a aumentar la frontera
agrícola. También se observa crecimiento poblacional. Incorporación de los
indígenas a la economía monetaria a través de empleos y subsidios públicos.
4. El ciclo de la economía socialista, entre el 2000 y el 2019, signado por una creciente
anarquía en las políticas públicas y diversidad de acciones de los organismos
públicos, que ha permitido la expansión de la minería ilegal y del contrabando de
gasolina, prostitución y drogadicción, que han pasado a ser los principales pilares de
la economía local. También, como efectos de la situación anárquica, hay un fuerte
deterioro del medioambiente, tal como deforestación y contaminación de las aguas y
28
la pesca con mercurio de la pequeña minería ilegal, entre otros problemas. A partir
de 2010 se observa una creciente presencia de la guerrilla colombiana, vinculada
sobre todo a la minería y tráfico de drogas. Todo esto ha afectado negativamente a
las poblaciones indígenas del Estado Amazonas, así como de los Estados vecinos
donde también viven pueblos originarios, especialmente el Estado Bolívar.
5.1. El papel de la religión en el proceso de cambio
Hay dos fases en la historia de la penetración religiosa en la Amazonía venezolana. Los
primeros intentos de evangelización de los pueblos amazónicos fueron hechos a principios
del siglo XVIII, hacia 1730, cuando los misioneros jesuitas crearon las primeras
reducciones de indígenas en el Orinoco. Al final del período de la evangelización
misionera, década de 1780’s, la mayoría de los indígenas eran cristianos católicos. Luego
hubo período de escaso papel religioso, en paralelo al desarrollo de la economía del caucho,
para recomenzar a mediados del siglo XX, en donde se observa una doble tendencia;
católicos, por un lado, y diversas congregaciones evangélicas.
Inicialmente, en el siglo XVI, el sistema de relación con los indígenas que emprendió la
Iglesia fue crear Reducciones o Pueblos de Misión. Este sistema tuvo pocas variantes en las
diversas regiones en donde se implementó o cuál de las órdenes religiosas lo llevó a cabo.
La idea partió del padre Bartolomé de Las Casas, en 1516, que propuso “formar
comunidades de indios”, o “reducciones”, con la intención de proteger a los indígenas
frente a los abusos de los conquistadores militares y comerciales y de los encomenderos y
hacendados. A partir de esta idea, las misiones religiosas tuvieron diversos momentos de
enfrentamiento, tanto con el propio Estado como con los hacendados o encomenderos, que
querían usar a los indígenas como mano de obra.
Las reducciones más famosas fueron las creadas por los jesuitas en Paraguay (a partir de
1609) y en Quito (desde 1619). La reducción fue un modelo específico de asentamiento
poblacional para la adaptación de los indígenas a la vida colonial, dentro de los estrechos
límites permitidos por las leyes de la corona. Adaptación implicaba respetar las lenguas
indígenas, algunas costumbres y ciertas creencias, para que los indígenas no se enfrentaran
y rechazaran la fe cristiana. Fue un método integral. Asumía la vida en su totalidad: trabajo
manual, educación familiar, música, vida política, recreación, etc. Con el tiempo los
indígenas fueron asumiendo la lengua española, creando lenguajes mestizos, a menudo con
base en la lengua indígena, pero incorporando gran número de palabras españolas.
La reducción se desarrolló sobre todo en zonas de frontera: Orinoco, Llanos de Venezuela,
Norte de México, Bolivia oriental, Paraguay, norte de Argentina, entre otros. El fin último
era la evangelización en la fe católica e incorporar a los indígenas al servicio de la Corona,
pero sin esclavizarlos. Hubo diferencias metodológicas, sobre todo en lo que se refiere a la
relación con el poder colonial. Unas misiones estaban más ligadas al Estado, y se entendía
que lo indígenas al final serían integrados a la sociedad colonial como trabajadores,
mientras otras, en especial los Jesuitas, entendían que su misión era civilizar a los
indígenas, pero para lograr su libertad de la opresión de las encomiendas. La estrategia de
los jesuitas fue aceptada por la dinastía de los Habsburgo (1519-1700), pero con la toma de
posesión del reino de España por la dinastía de los Borbones (en 1767), hubo un cambio
significativo se estrategia por parte de la corona, que necesitaba con urgencia trabajadores
para generar productos de las colonias, de forma que la estrategia de los Jesuitas no era
29
adecuada y, en consecuencia, en pocos años fueron expulsados de todas las regiones
coloniales (Martin et al. 2009).
Las misiones jesuitas llegaron tarde a la región del río Amazonas venezolano, en relación a
otros países de América. Este esfuerzo misionero ocurrió 150 años más tarde que en
Paraguay. Los jesuitas precedieron a la corona española en el descubrimiento y descripción
de la amazonia venezolana. La primera Misión religiosa en el Orinoco fue de los jesuitas,
en 1721, creada por el padre José Gumilla, Luego los jesuitas fundaron varias misiones en
esta región: Parararuma, en 1733, Carichana, en 1736, Cabruta y Anabeni, en 1739 y
Atures, en 1747. Sin embargo, los portugueses estaban llegando a la región desde el sur.
Antes de 1744 habían llegado al Brazo Casiquiare y luego hasta lo que es hoy San
Fernando de Apure. Pero no instalaron, lo cual permitió a los jesuitas en 1747 crear la
Misión de Atures, en donde está hoy la ciudad de San Fernando de Apura, lo cual se hizo a
instancias del gobierno español. Luego, el tratado de Madrid de 1750 fijó los límites entre
las colonias de Brasil y Venezuela. A partir de ese momento hay un período de delimitación
física de la frontera según los parámetros establecidos, que transcurre entre 1750 y 1767.
Sin embargo, fue recién en 1753 que la Comisión de Límites pudo para viajar al interior del
valle del Orinoco y Río Negro, en la tarea de fijar la frontera con Brasil, estableciendo en
Atures su base inicial de exploración. Solicitaron que los jesuitas los acompañaron, como
guías e intérpretes, pero ello no ocurrió aparentemente por falta de personal en la Misión.
Esto generó algunos conflictos entre ellos. Entonces, la Comisión de Límites llamó a los
capuchinos para apoyarlos (1754-1756). Esta comisión, con los capuchinos, fundó nuevos
poblados bajo el esquema de las misiones: San José de Maipures, San Fernando de
Atabapo, San Carlos de Río Negro, Maroa y La Esmeralda. Sin embargo. ese deslinde
fronterizo no llegó a concretarse, quedando la situación sin resolver.
Así, cuando en 1767 Carlos III de Borbón expulsó a la Compañía de Jesús de todos los
dominios españoles, los capuchinos se encargaron de las misiones jesuíticas. Los
capuchinos fundaron posteriormente los pueblos de Santa Bárbara, San Antonio, S.
Francisco Solano, S. Miguel de Davipe y S. Bartolomé. Varios de esos pueblos, para el año
1767, entre ellos San Fernando, habían desaparecido por falta de colonos y otros tenían
muy pocos habitantes.
Sin embargo, por ese entonces, década de 1770, los capuchinos también habían entrado en
conflicto con las autoridades, que querían esos pueblos bajo jurisdicción civil, mientras los
religiosos se oponían. Por ello, a pesar de que en 1769 llegaron nuevos misioneros
capuchinos a la región, en 1771 esta orden religiosa aptó por abandonar las misiones
instaladas sobre el Orinoco.
En reemplazo de los capuchinos llegaron los franciscanos, que inicialmente estaban en el
puerto de Píritu, en el mar Caribe. Así, en 1772, a solicitud de la autoridad, los franciscanos
asumieron las misiones del río Orinoco, con la orden de consolidar la presencia de España
en la región, debido al asunto de límites aún pendiente. En este período se oficializa el
tratado de límites de la recién creada Capitanía General de Venezuela con Brasil, con el
tratado de San Ildefonso, en 1777, que reconoció que las tierras con presencia de población
de origen portugues serían de la colonia de Brasil (principio Utis possidetis facti).
Los franciscanos fueron la tercera oleada misionera. Se encargaron de las misiones del
Medio y Alto Orinoco, desde Angostura (actual Ciudad Bolívar) hasta la frontera de Brasil.
30
En el año 1780, con las fronteras ya tranquilas, los franciscanos atendían 19 pueblos en el
Orinoco y Río Negro. La independencia de Venezuela de España, trajo cambios
fundamentales en la región. Así, cuando en 1817 un cuerpo de infantería del ejército de
Páez liberó Amazonas del dominio español, los misioneros franciscanos también fueron
expulsados (Martin et al, 2009). Los pueblos quedaron abandonados de apoyo externo y
muchos de ellos sencillamente desaparecieron.
Posteriormente, ya bajo la República, el 20 de agosto de 1841, el presidente Páez dictó un
Decreto para organizar el Cantón de Río Negro (Amazonas) en Circuitos de Reducción, a
cargo de los misioneros capuchinos, con la finalidad de asegurar una mayor presencia del
Estado venezolano en la región. El Amazonas se dividió en seis Circuitos y el primer
director misionero fue el brasileño Pedro Joaquín Ayres (1842-1845). Esta experiencia
fracasó y los capuchinos abandonaron el territorio en 1852. Esto desanimó a la Iglesia y se
decidió no insistir en trabajar con las comunidades del interior (Martin et al, 2009). La
actividad misionera de la Iglesia desapareció por el lapso de casi un siglo (1845-1933). En
el intertanto, el Libertador Simón Bolívar decretó en 1828 “que es de absoluta necesidad
restablecer cuanto antes las misiones… para reedificar las antiguas poblaciones de
indígenas e instruirles en la religión, la moral y en las artes necesarias para la vida”. Será,
sin embargo, a comienzos del siglo XX cuando se restauren las Misiones en Venezuela, con
la Ley de Misiones de 16 de junio de 1915, y el Respectivo Reglamento del 26 de octubre
del 1921. Según esta Ley se crea, en 1929, la Prefectura Apostólica del Alto Orinoco
(Merino Gómez, 2011). Durante ese largo período de ausencia misionera hubo apenas
visitas esporádicas de algunos sacerdotes que visitaban los pueblos, pero su actividad chocó
fuertemente con el sistema establecido para la explotación de los indígenas en la extracción
del caucho.
La segunda fase de presencia religiosa cristiana comenzó por la década de 1930. Un poco
más tarde, por la década de 1940 comenzaron a llegar misioneros de iglesias evangélicas.
Para que esto ocurriera se reformó la legislación nacional, de 1915 y de 1921, que incentivó
la presencia misionera en la región. Sin embargo, hubo demoras y fue recién en octubre de
1933, con la construcción de una escuela, de un dispensario médico y un “asilo” para los
desamparados, en Puerto Ayacucho, que la Iglesia Católica regreso a la región. Luego se
instalaron nuevos puestos de misión en San Carlos, Sta. Rosa, S. Fernando, Victorio y
Turbia. En 1952 se comenzó la construcción de la Iglesia Catedral en Puerto Ayacucho y al
año siguiente de una escuela con externado mixto y comedor en Isla de Ratón. En 1955
fueron construidos los colegios Pío XII y Madre Mazzarello. Luego se agregó la Parroquia
Ntra. Sra. del Carmen y la Escuela Básica Monseños Jáuregui, en la cual se capacita a los
niños en técnicas agrícolas. Los Salesianos atienden actualmente las parroquias de Maroa y
San Carlos, lugar este último donde se encuentra la residencia misionera.
En el corazón del Estado Amazonas se encuentra el pueblo La Esmeralda, en tierras de la
etnia yanomami. En 1960 se inició en este lugar actividades misioneras de los salesianos y
en 1973 se construyó un internado para acoger niños de los indígenas yekuanas, piaróas y
yanomami que viven en el área. En la región de los yanomamis la comunidad salesiana
tiene también las residencias misioneras de Ocamo, de Mavaca y de Platanal. Actualmente
administran la Escuela Intercultural Bilingüe Yanomami, así como proyectos de
autogestión productiva y dispensarios de atención de salud.
31
En las últimas décadas los salesianos han llegado a ser uno de los más importantes factores
de protección de los indígenas frente a la explotación externa, tanto de las formas de abusos
heredados de la época de la explotación del caucho, como de las nuevas formas de
explotación del oro y la violencia que trae la guerrilla colombiana, e incluso de los abusos
que pueden cometer los propios órganos del Estado, que están en la zona para proteger a los
indígenas.
Por otra parte, y en forma paralela a los salesianos, desde fines de la década de 1940, hubo
un gran impulso de misiones religiosas americanas. Esto en parte estuvo vinculado a un
esfuerzo de varias universidades americanas y del gobierno de los Estados Unidos para
realizar estudios antropológicos entre los campesinos y los indígenas en América Latina y
el Caribe, durante la II Guerra Mundial. En esa época se llevaron a cabo estudios sobre
diversos aspectos de la sociedad latinoamericana. Antropólogos muy conocidos, como
Robert Redfield, Clifford Evans, Eric Wolf y Julian Stewart, realizaron estudios sobre los
campesinos e indígenas en varios países de América Latina. En Sudamérica, el antropólogo
Napoleon Chagnon, estudió a los yanomamis, mientras Betty Meggers, arqueóloga, realizó
estudios en la isla Marajó (1944), Brasil, y luego en muchos otros países de la región, entre
ellos Colombia y Venezuela. Un resumen de esos estudios se encuentra en el libro
“Handbook of the South American Indians (1946-1950)”, por Julian Steward.
Este interés universitario por los indígenas de América Latina atrajo a numerosos grupos de
evangelistas americanos, los cuales se instalaron en todos los países, especialmente en la
región amazónica. La presencia de los protestantes entre los indígenas amazónicos data de
las primeras décadas del siglo XX, especialmente en Colombia y Perú. En 1929, la Alianza
Cristiana y Misionera (ACM) ingresó a territorio guambiano, de origen queshua en el sur
de Colombia. En 1935, la Misión Indígena de Sur América comenzó a predicar entre los
indígenas de la Guajira colombiana (Ordóñez, 1956, pp. 194-197, 258-263). Al mismo
tiempo, los adventistas iniciaron misiones en poblaciones ubicadas en regiones selváticas
como San Vicente de Correría en Caquetá y Leticia, en el Amazonas colombiano.
También en Colombia, en 1945, la Misión Nuevas Tribus empezó labores entre los
indígenas amazónicos. Para los años 1970, contaba con misioneros entre los indígenas
asentados en las comisarías de Vichada, Guaviare y en general, en la región del Orinoco,
como los nukak, juahibo, puinave, piapoco y cubeo (Cabrera, 2007, pp. 170-177). Las
Nuevas Tribus 1946 inició labores en Venezuela en 1946.
En los años que siguieron a la Violencia (1948-1957), prácticamente todos los nuevos
movimientos religiosos: evangélicos, pentecostales, adventistas y testigos de Jehová,
organizaron proyectos proselitistas en la región amazónica colombiana. Un grupo que, si
bien llegó varias décadas más tarde, fue el Instituto Lingüístico de Verano (ILV), de la
Universidad de Colorado, logró mucha notoriedad en la región. Llegó a Colombia (Vaupés)
en 1962, iniciando labores en el departamento del Meta. Contaba con sistemas de
comunicaciones, equipos médicos, de educación y de asistencia técnica40.
El ILV tuvo poca importancia en Venezuela41. El ILV fue fundado en 1934 con el propósito
de traducir la Biblia a lenguas autóctonas para lograr una mejor evangelización. A pesar
40 Fuente: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/27816/39569
41 El ILV se hizo presente en varios países de América Latina, como en México (1935), Perú (1945),
Guatemala (1952), Ecuador (1953), Bolivia (1955), Brasil (1956), Colombia (1959), Honduras (1960),
32
que ha habido críticas sobre su actuación con los indígenas, no se puede desconocer que
durante la estadía de estos diversos grupos realizaron aportes a la alfabetización bilingüe,
en idioma indígena y castellano. En 1962 el ILV inició sus labores en la Amazonia
colombiana. A Venezuela llegaron por los mismos años. Su preocupación por traducir la
Biblia a los idiomas originarios ha contribuido a preservar las lenguas indígenas. Lograron
construir alfabetos y produjeron publicaciones en las lenguas piaroa, yekuana, yanomami,
panare, pumé, guajibo y puinave. Igualmente, por su método de trabajo, en que los
misioneros viven en las comunidades por largos períodos de tiempo y trabajan en la
alfabetización, han sido muy eficientes en lograr la conversión de los indígenas de católicos
a evangélicos. También realizaron acciones de asistencia básica en el área de salud.
Sin embargo, sus métodos de evangelización fueron cuestionados ya que, por lo menos
inicialmente, destruían los símbolos religiosos y prácticas culturales tradicionales, como el
chamanismo y las prácticas de sanación tradicionales. Una misionera se destacó “En 1945,
llegó a Colombia Sophie Müller, misionera de la MNT, quien difundió el mensaje
evangélico en la mayoría de las familias indígenas del norte del Vaupés. En 1966, después
de veinte años de actividades, había fundado cerca de 200 congregaciones y había
completado la traducción de la Biblia a los idiomas cubeo y piapoco. Diversas prácticas
indígenas fueron condenadas y destruidas en la medida en que Müller las percibía como
brujería. Así, por ejemplo, entre los guahibo, la misionera prohibió tomar “yopo” y “capi”,
vivir en poligamia y acudir a los chamanes, a quienes les eran arrebatados todos sus
instrumentos de curación. Entre los curripaco […] los primeros conversos tiraron sus
objetos sagrados y destruyeron las canoas donde fabricaban su cerveza casera […]. Las
prohibiciones impuestas por Müller condujeron a la destrucción de la parafernalia religiosa
y ritual y a la marginación social de los chamanes que continuaron ejerciendo su labor.”
(Beltrán, 2011). Más tarde estas prácticas, que fueron calificadas de etnocidas y muy
criticadas, razón por la cual adoptaron una actitud menor radical frente a las prácticas
tradicionales, pero todavía muy alejadas de la tradición católicas de respeto a la herencia
religiosa indígena.
Desde los años 1970’s las Nuevas Tribus y el ILV fueron acusados en Venezuela, así como
en otros países de la región amazónica, de efectuar prospección de minerales estratégicos y
de forzar entre los indígenas procesos de aculturación que han dañado su estructura social e
incluso producido la desaparición de algunas tribus. Sin embargo, tales afirmaciones no son
enteramente ciertas, ya que los procesos que han llevado al desmantelamiento de la
economía, de la población y la cultura indígena en la región está probablemente tan
asociada a la explotación del caucho y, actualmente, a la minería ilegal y al papel del
Estado, como a la influencia religiosa. En 2005 las misiones evangélicas denunciaron las
condiciones inhumanas de vida a que eran sometidos estos pueblos en Venezuela y el
descuido de parte del Estado frente a los abusos de los mineros y demás agentes
Surinam (1967) y Panamá (1970). Fuente: El Instituto Lingüístico de Verano a través de la correspondencia
entre las familias Townsend y Valcárcel (1946-1988). (2012) Universidad San Marcos, Lima, Perú. http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/sociales/article/viewFile/7669/6675
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económicos no-indígenas. Es posible que ésta haya sido la razón determinante por la cual
las misiones evangélicas fueron expulsadas de Venezuela a fines de ese año42.
En el año 2000, después de ocho años de preparación, reunieron en Tauca, Estado Bolívar,
un grupo de jóvenes, convocados por misioneros jesuitas, a una reunión para discutir la
problemática indígena de Venezuela. Así, en ese evento, se decidió crear la Universidad
Indígena de Venezuela. La Universidad, después de varios años de funcionamiento sin
reconocimiento oficial, fue legitimada en 2011, por Decreto Presidencial. El currículo se
construye en torno a estos tres ejes:
Eje cultural: Historia de los pueblos, Pedagogía y reproducción cultural, Organización
social y normatividad comunitaria, cosmovisión y espiritualidad indígena, Idioma y
Literatura, Expresión Artística, Etnobotánica, Etnomedicina, Sistemas de producción y
tecnología autóctona
Eje de concientización: Historia de América, Venezuela y de los pueblos amerindios,
Historia y geografía universal, Nociones de Estado y política, Derecho positivo nacional e
internacional, Ecología y deterioro ambiental, Economía y recursos naturales, Diversidad
intercultural y relaciones interculturales, Expresión oral y escrita en español
Eje productivo: Agricultura, Apicultura, Piscicultura, Cría de animales para la producción
de alimentos, Cría y domesticación del búfalo como animal de carga y tiro, Producción en
vivero, Lombricultura, Aprovechamiento productivo de la sabana, Modelos de autogestión,
Elementos de administración.43
5.2. La era del caucho y cambios sociales
La incorporación de los indígenas de la Amazonía y Orinoquia a la economía global
comenzó varias décadas antes del inicio de la industria masiva del caucho, que comienza
por la década de 1850. En efecto, mucho antes de esa fecha ya había procesos de
recolección, procesamiento y exportación, tanto del lado brasileño como venezolano, de
productos tales como cacao, salsaparrilla, piaçaba44, puxuri (puchuri)45, balata46 y caucho,
entre otros productos. De esta forma muchos indígenas fueron incorporados en la economía
mundial. Los comerciantes de estos productos tenían diversos métodos para forzar a los
42 En los países con gobiernos de izquierda el ILV fue expulsado, como en Ecuador (1980), y en los años
siguientes también en Brasil, México y Panamá, mientras en otros, como Perú, sus actividades fueron
restringidas, por los motivos similares a los esgrimidos por el gobierno chavista en Venezuela. 43 https://www.ecojesuit.com/la-universidad-indigena-de-venezuela-uiv/5565/?lang=es 44 Piaçaba são os nomes populares de duas espécies (Attalea funifera e Leopoldinia piassaba) de palmeira
cujo as fibras são usadas na fabricação de vassouras (escobas), artesanato e coberturas de cabanas. A Attalea
funifera é uma espécie de piaçava endêmica da Bahia, no Brasil e a Leopoldinia piassaba é uma espécie
endêmica do Estado da Amazônia. Os nomes "piaçava", "piaçaba" e "piaçá" também designam as vassouras
que são fabricadas com essa fibra. Seu nome tem origem etimológica na língua tupi, significando "planta
fibrosa", devido ao seu caule característico. https://pt.wikipedia.org/wiki/Pia%C3%A7ava 45 Puxuri o pixurim e uma árvore da família das lauráceas (Licaria puchuri-major), que ocorre na região norte
do Brasil. Tem propriedades medicinais e culinárias, sendo usada como tônico e estimulante e também suas
sementes são usadas para aromatizar comidas. No Nordeste é usada no preparo da famosa ¨buchada¨.
Fuente: https://www.dicionarioinformal.com.br/diferenca-entre/pixurim/puxuri/ 46 Árbol sapotáceo originario de América Central, de tronco recto, que se cultiva por sus frutos comestibles y
por su látex, con el que se fabrica chicle y caucho; su madera es muy pesada; crece en Colombia, Panamá,
Perú y Venezuela.
34
indígenas a recolectar y venderles el producto, principalmente vía la venta de productos
industriales y alcohol a crédito, y entrampándolos en complicados procesos de
endeudamiento. Este proceso de opresión, que tuvo efectos inmediatos sobre población,
inició migraciones forzadas de los indígenas, tanto de fugas de las operaciones de
recolección en el bosque, como desde los campamentos, por parte de los que habían sido
apresados por los comerciantes para trabajar en los centros de acopio (Cf. Wright,
1992:263:266)47.
Para los países que comparten la cuenca amazónica, el período que va desde 1850 a 1930,
fue la gran época de la explotación del caucho, el cual se convirtió en un importante
componente de las exportaciones a partir de 1853. Empresas nacionales y transnacionales
se ubicaron en los territorios de Bolivia, Brasil, Colombia, Perú y Venezuela. En Brasil
llegó a representar el 40% de las exportaciones del país. La explotación de caucho se
convirtió en la principal actividad económica de la región amazónica, en gran medida
basada sobre la opresión de los indígenas, pero también con inmigrantes criollos de otras
regiones. Los criollos recién llegados invadían los territorios indígenas para recolectar el
látex y creaban nuevos asentamientos.
La explotación del caucho modeló la estructura social de toda la Amazonía. La producción
estaba organizada para que la extracción de la goma fuese realizada por trabajadores libres,
indígenas o criollos, quienes debían llevarla a los centros de acopio. Si bien técnicamente
eran contratistas independientes, las empresas lograban mantener un fuerte lazo laboral a
través del sistema de “pulperías”, las cuales eran tiendas que vendían alimentos y
materiales de trabajo a crédito a cuenta de la próxima entrega del látex, generándose así una
deuda. Las deudas contraídas por los trabajadores del caucho, que casi nunca podían ser
pagadas, generaban un sistema en que los trabajadores eran prácticamente esclavos de las
compañías comercializadoras.
La economía del caucho trajo una ampliación del comercio, del consumo de alcohol, de la
prostitución, y reducción de la producción local por ausencia de los hombres trabajando en
las caucheras, todo lo cual alteró de un modo brutal el modo de vida de las poblaciones
locales, diezmando a los indígenas por hambre y enfermedades, ocasionando el inicio de
grandes migraciones de los sobrevivientes para escapar de la destrucción de sus sociedades.
Un destino preferente para las migraciones fue moverse hacia el norte, hacia la región del
río Orinoco (Martin et al. 2009).
Uno de los cambios sociales más importantes en la sociedad indígena, fue que, por primera
vez, comenzaron a participar en una economía monetaria y pasaron a usar productos
industriales, tales como vestidos de algodón, alimentos enlatados y, fundamentalmente, se
generalizó el uso del licor. La siguiente cita resume muy bien ese proceso: “Entre 1798 y
1800, los grupos indígenas del Noroeste Amazónico (Brasil, Colombia y Venezuela)
comenzaron a perder su autonomía política y económica debido a la legalización del
sistema de avance o de endeude como forma de explotación y de dominación. En este
sistema, se le adelantaban al indígena mercancías (ropa, calzado, herramientas, etc.) cuyos
precios eran muy elevados, y además se les obligaba a trabajar en la extracción de
productos naturales como pago de su deuda. Los indígenas que no podían cumplir con las
elevadas cuotas eran esclavizados o enviados a prisión...” (Vidal & Zucchi, 1999:120-121).
47 Marcio Meira (2018) https://pib.socioambiental.org/pt/Povo:Bar%C3%A9
35
Si no lograban pagar la deuda debían entregar a sus mujeres y sus hijos como esclavos. La
deuda se hacía infinita e impagable y así, al final, todos los habitantes de las comunidades
eran esclavizados. Así mismo, una opción utilizada por los patronos del caucho, que
lograron aplicar luego de entender y poder utilizar la estructura social indígena, fue formar
alianzas con las tribus haciendo que sus capataces se casaran con mujeres indígenas. Esto
no sólo facilitó la incorporación de los indígenas a la economía cauchera, sino que se
consolidaron relaciones sociales estables entre los caucheros y los líderes indígenas.
Además, se promovió el mestizaje.
Por tanto, a través de la expansión de la producción de caucho, los indígenas, que alguna
vez vivieron en forma autónoma, alimentándose de los bienes de la naturaleza, vieron su
economía transformada, siendo incorporados forzosamente a la economía occidental,
debiendo por tanto pagar por la comida, vestuario y demás bienes, con caucho que ellos
debían recolectar. El exceso de trabajo, las obligaciones del pago de la deuda de las
pulperías, las enfermedades y el alcohol, destruyeron las bases de la supervivencia de las
tribus. Como consecuencia miles de ellos murieron de hambre, de fatiga, de enfermedades
incurables. Muchos otros fallecieron por las torturas a las que fueron sometidos.
En la región del río Putumayo (frontera de Colombia con Ecuador) actuaba un personaje
perverso, el peruano Julio César Arana y sus capataces48, quienes mataron a miles de
indígenas a través de hacerlos recolectar el látex para ellos. Las matanzas fue uno de los
motivos del inicio de las migraciones de los grupos étnicos de esta región hacia el norte,
como es el caso de la etnia Inga y otras etnias. Así, varios otros grupos étnicos explotados
por los caucheros emigraron desde el sur y centro de la Amazonía hacia el norte, de forma
que varios de las tribus que actualmente pueblan la región del Orinoco medio colombiano y
venezolano son descendientes de esas familias.
La migración hacia el Orinoco venezolano se debe a que, en esta región, si bien hubo
explotación del caucho, su intensidad fue muy reducida en comparación a las regiones
situadas más al sur, sobre el río Amazonas y sus afluentes más importantes. Estas
migraciones, muchas veces realizadas por sobrevivientes, niños y ancianos, representó
dejar atrás elementos básicos de la cultura por la falta de un número mínimo, o masa crítica,
que permitiera aplicar las normas de funcionamiento social y económico. Además, se
perdió mucho del conocimiento ancestral en diversas áreas, como el referente a las plantas
medicinales.
Por tanto, la estructura social y económica, así como la cultura, de la población indígena
originaria de la Amazonia venezolana, sufrieron procesos de cambio por efectos directos de
la explotación por la industria del caucho como por las migraciones de llegada. Así, de ese
desastre demográfico y cultural, algunos grupos étnicos originales lograron reconstruir
parcialmente sus modos de vida y costumbres, a veces ellos solos o bien mezclándose con
familias de los restos de las tribus migrantes desde el sur. En muchos casos, de la unión de
varios pueblos, fue posible establecer condiciones mínimas de funcionamiento social49.
48 En base a las actividades de este personaje el novelista colombiano José Eustaquio Rivera escribió “La
Vorágine”, en donde hay un fiel relato de la explotación del caucho. 49 “É nesse sentido que a exploração do trabalho extrativo pelos comerciantes é um dos componentes
fundamentais para se compreender, hoje, as sociedades indígenas do Alto Rio Negro”. Marcio Meira (2018)
https://pib.socioambiental.org/pt/Povo:Bar%C3%A9
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5.3. La población y las migraciones
La sociedad y economía de la Amazonia venezolana fue inicialmente alterada por las
misiones religiosas, iniciadas en 1724, las que provocaron cambios sobre todo en los
patrones de asentamiento. Se seguía el modelo de las misiones jesuíticas del Paraguay, de
construir misiones con sus poblados, para sedentarizar a la población. Esta práctica, dadas
las limitaciones climáticas para la agricultura en esta región, generaron una catástrofe
alimentaria y, además, la aglomeración de población aceleró la dispersión de virus y
bacterias, que en el curso de unas pocas generaciones tuvo un impacto negativo en la
densidad en la población.
Sin embargo, fue la explotación del caucho, que comenzó en la década de 1850, la que
generó un auge económico y procesos de transformaciones sociales sin precedentes, que
duró hasta 1912, cuando entraron al mercado producción obtenida de plantaciones, más
barata, que bajaron el precio y, por consiguiente, la explotación de esta materia prima,
decayó rápidamente.
La región amazónica en el período cauchero estaba habitada fundamentalmente por
población indígena, relativamente intervenida por las misiones religiosas, pero cuya
influencia nunca fue muy masiva. En cambio, con el advenimiento de la explotación del
caucho, y sus grandes necesidades de mano de obra, los indígenas fueron forzados a
trabajar en la recolección del látex. Así mismo, llegó población criolla externa a la región.
La explotación del látex degeneró en una explotación humana sin precedentes, en la cual
estaban presentes la tortura, prostitución, pedofilia, esclavitud y masacres, así como altos
números de mueres por enfermedades, todo lo cual generó el exterminio de tribus indígenas
enteras.
Este proceso se hizo más intenso a partir de 1895. El antropólogo Wade Davis, quien
escribió un relato de este proceso en el libro “El Río: Exploraciones y Descubrimientos en
la Selva Amazónica”, publicado en 1896, estimó que por cada tonelada de caucho
producida se habían asesinado a 10 indígenas y muchos más habían quedado marcados con
las huellas de los latigazos, heridas y amputaciones.
La mayoría de las etnias de la región Amazónica, como producto de estos procesos
históricos, vieron reducir su población hasta casi su extinción. Algunas tribus se
extinguieron. Un caso bien documentado es el de los guarekena. El contacto con caucheros,
esclavistas, comerciantes y colonos, que llegaban a mansalva a sus aldeas y secuestraban
hombres y mujeres para llevarlos a los campamentos caucheros, hizo estragos en la cultura
y la estructura social de los Guarekena. En este caso, a principios del siglo XX, y como
consecuencia de la cruenta explotación cauchera, muchas familias guarekena emigraron
desde el sur, región del Río Negro, hacia el norte, llegando hasta San Fernando de Atabapo
y Puerto Ayacucho. Actualmente esta etnia, pesar de que hubo recuperación demográfica,
está reducida a apenas 153 miembros (censo indígena 2001).
Sin embargo, aparte de algunos casos extremos, como las tribus cubeo, guarekena, kuiba,
mapoyo, sábila, tukano y yabarana, que cuentan con menos de 700 personas, cada una,
tanto la población indígena amazónica como en todo el país, continuó su descenso
poblacional hasta la década de 1990, cuando comenzó la recuperación demográfica y a
crecer a una tasa mayor al promedio nacional. La pérdida de importancia entre 1891 y 1992
37
se debe tanto a la baja tasa de natalidad indígena, como a las grandes migraciones que
llegaron a Venezuela e hicieron aumentar su población en forma muy rápida.
En 1873, a nivel del país, la población indígena estimada era de unas 56 mil personas (el
3.9% del total del país), luego en 1891 pasó a 94 mil personas (4.1% del país); en 1941 era
100 mil habitantes indígenas (2.6% del país); en 1982 eran 240 mil (1.9% del total del
país); en 1992 eran 315 mil (1.7% del país); en 2001 eran 511 mil (2.2% del país); y en
2011 se alcanzó la cifra de 725 mil personas (2.7% del país)50.
Tabla 1: Población Indígena en la Región Amazónica Venezolana
Grupo Étnico Total Hombres Mujeres
Baniva 3.501 1.723 1.778
Baré 5.044 2.517 2.527
Eñepá/Panare 4.688 2.527 2.161
Inga 827 416 411
Jivi/Guahibo/Sikuani 23.953 12.017 11.936
Hoti/Jodi 982 509 473
Cubeo 56 28 28
Guarekena 620 317 303
Kuiva 395 211 184
Kurripako 7.351 3.739 3.612
Mapoyo/Guanai 423 210 213
Mako 1.211 640 571
Piapoko 3.714 1.931 1.783
Piaróa 19.289 9.810 9.483
Puinave 1.716 861 855
Sáliba 344 166 178
Sáname 1.444 762 682
Shiriana 418 212 206
Tukano 29 13 16
Yanomami 9.479 4.870 4.609
Yabarana 440 224 216
Yekuana 7.997 3.866 4.131
Yeral/Ñengatú 2.130 1.038 1.092 Fuente: Censo Nacional de Población, 2011. Empadronamiento de la Población Indígena. INE.
Se ha observado que el crecimiento de la población indígena a partir del año 2001 es muy
alto y ello se debería a criterios de auto identificación ya que mucha más gente se ha ido
declarando indígena ante el censo en la medida que disminuyen los prejuicios sociales.
Además, este aumento se debe sobre todo al enorme aumento de la población indígena del
Estado Zulia, que representa el 61.2% del total nacional indígena.
50 Las cifras de población son poco precisas en las primeras décadas del siglo XX, mostrando montos
inusuales, tales como 94.000 personas en 1891, 48.000 en 1920 y 136.100 en 1926 y cayendo de nuevo a
sólo 75.600 en 1961. Tales variaciones se deben a criterios diferentes de clasificación censal y deficiencias
en la ejecución de los censos. Los censos de 2001 y 2011 incluyeron a cualquier persona que se auto
identificara como indígena, incluso de etnias que ya no existen, como los jirajara, chaima, gayón,
timotocuica, entre otros, así como incluyó a muchos guayú, que ya no son propiamente indígenas.
38
A nivel del Estado Amazonas el censo de 2011 muestra que, de una población indígena de
unas 6.000 personas en 1873, ésta ha crecido hasta llegar a un total de 76.370 habitantes en
2011. Esta cifra representaba el 11% entre el total de la población indígena nacional, y el
46.3% de la población del Estado.
Por otro lado, si se observan las pirámides de población total de Venezuela versus la
población indígena se observa que la pirámide indígena tiene actualmente una base mucho
más ancha que la nacional, indicando un mayor porcentaje de población joven. El estrato de
0-4 años en la población nacional es del 12.2%, mientras que en la indígena es del 15.6%.
Esto indica que, en las próximas décadas habrá un mayor porcentaje de población indígena
en edad procreativa que la población nacional, con lo cual el porcentaje de población
indígena aumentará significativamente.
Por último, un tema importante es la condición de residencia, urbano o rural, de las
personas que en 2011 se declararon miembros de una etnia. De los 724.592 indígenas, sólo
266.373, el 36.8%, vivían en comunidades rurales y pequeños pueblos. Por tanto, el 63,2%
son indígenas por identidad, pero muchos de ellos no lo son desde un punto de vista social,
considerando sus medios de vida, residencia urbana o sistema cultural. Sin embargo, en
general los indígenas que viven en las grandes ciudades, tienden a vivir cerca de otras
familias miembros de sus tribus de origen. En el Estado Amazonas, de los 76,370
habitantes declarados indígenas, un total de 53.515 (el 70.1%) vive en zonas rurales, en
comunidades y aldeas.
5.4. Cambios en la estructura social
Los procesos de cambio económico han generado cambios fundamentales en la estructura
familiar. En las sociedades tradicionales amazónicas el sistema de parentesco define la
estructura social y de autoridad dentro de las tribus. En casi todas las tribus la organización
básica eran los clanes patrilineales exogámicos, pero también había endogámicos. La
estructura de parentesco se sobrepone, en muchos casos, con el patrón de asentamiento de
las viviendas en las aldeas. Los procesos históricos, las transformaciones económicas, y las
dinámicas poblacionales, han alterado algunos de tales patrones. Especialmente por el
hecho que muchas etnias ni siquiera llegan a los mil habitantes. Un nivel tan reducido de
población hace muy difícil conservar patrones matrimoniales endogámicos.
Entre los Cubéo, del río Vaupés (en Colombia), hay sólo tres comunidades, con 287
individuos, los cuales se agrupan en un sistema de treinta sibs (familias), que forman tres
fratrias, o asociaciones de familias de unos 100 miembros cada una, las cuales se usan para
el intercambio matrimonial. Los Cubéo tenían un sistema endogámico, en donde
obligatoriamente un individuo de una fratria se debía casar con un individuo de otra fratria,
pero siempre dentro del grupo étnico. No permitían matrimonios con individuos de otros
grupos étnicos. Sin embargo, en la medida que perdieron población, están adoptando la
exogamia interétnica, como tendencia de supervivencia. Dentro de esta tendencia hay zonas
donde se realizan matrimonios entre individuos de diversos grupos étnicos, con los que
conviven en los mismos territorios, e incluso, pueden en las mismas aldeas. Tal es el caso
de los Baré, los Sikuani, los Kurripako, los Saliba y los Achagua, quienes además de
respetar la exogamia dentro de cada linaje, han establecido alianzas de intercambio
matrimonial con miembros de los demás grupos nombrados, de manera que han llegado a
establecer un sistema de alianzas matrimoniales por sobre la pertenencia étnica.
39
El sistema exogámico y las alianzas matrimoniales entre miembros de grupos diferentes,
como indica Silvia Vidal (1999), permitieron establecer relaciones políticas, económicas y
religiosas entre grupos indígenas, así como entre indígenas y europeos o criollos. Tal como
ya se indicó, los patronos caucheros propiciaron estas formas de relaciones entre criollos e
indígenas para mejorar el abastecimiento de mano de obra para la industria del caucho.
Un aspecto es la existencia de una brecha generacional, ya que los jóvenes ya no trabajan
en las actividades tradicionales, sino que se han incorporado a diversas actividades, tanto
legales como ilegales, como la minería, el contrabando de gasolina, prostitución, así como
empleos en el gobierno y en el turismo.
Otro es el aspecto de género. Las mujeres jóvenes indígenas migran a las ciudades y centro
mineros, en parte porque ya no hay hombres jóvenes en las comunidades para casarse. En
los pueblos una importante proporción tienden a juntarse con criollos para sobrevivir. Se
estima que más del 50% de las mujeres indígenas jóvenes de San Fernando tienen hijos
antes de casarse producto de esta situación.
La descomposición social también está asociada al incremento de la drogadicción, lo que ha
generado prácticas muy extremas de violencia y rompimiento de las reglas sociales. Una de
ellas localmente es descrita como “ultraje grupal”, practicada a las niñas por un grupo de
amigos y parientes. La vida nocturna de San Fernando de Atabapo es descrita como de
extremo libertinaje.
Esta situación de brecha generacional, de padres vinculados a la economía tradicional,
mientras los hijos son atraídos por la nueva economía de la zona, o por otras actividades,
está conduciendo a una progresiva desintegración de la sociedad indígena. La
reconstrucción de la vida social indígena que se había logrado desde la década de 1960 se
está perdiendo, producto de la anarquía social y la virtual desaparición del Estado legal,
siendo substituido por la corrupción del aparato público, la economía ilegal y, por último, la
progresiva incorporación de las guerrillas colombianas al control de la vida económica de
la región.
La mayoría de los grupos étnicos ya habían experimentado procesos traumáticos de cambio
anteriores, como las generadas por la economía de la extracción del caucho, así como por la
introducción de modelos urbanos de vida, traídos tanto por las misiones religiosas como
por el Estado, y en general por la monetización de le economía, impulsando a sectores
significativos, sino comunidades completas, a aventurarse a vivir en centros poblados.
Tales procesos, en la actualidad, signados por el explosivo aumento poblacional de los
indígenas, ya no consisten sólo en abandonar la vida en las aldeas tradicionales para vivir
en reducciones y pequeños pueblos, pero conservando muchas de sus prácticas económicas
y sociales tradicionales, sino aventurarse a vivir en ciudades de mayor tamaño, donde sólo
pueden acceder a una condición de marginalidad ya que, por lo menos en esta generación,
la mayoría de los jóvenes migrantes carece de las habilidades de preparación educativa para
acceder a empleo urbanos de buen nivel.
5.5. El cambio cultural y las nuevas religiones
La presencia de nuevas religiones cristianas es un elemento fundamental en el proceso de
cambio actual. Los cambios religiosos influyen los procesos lingüísticos. Los misioneros
jesuitas introdujeron el uso de lenguas francas en diversas partes de las Américas. En Brasil
40
trabajaron con el tronco lingüístico Tupí-Guaraní, cuyas tribus estaban esparcidas por todo
el país. Es así como llegó al nordeste brasileño el geral. La influencia del geral, que es una
lengua muy distinta a las lenguas Araguaco o Caribes que se hablaban en la zona.
Posteriormente la economía del caucho inició, según Omar González (2001), un proceso de
cambio económico que afectó a las economías de las tribus amazónicas en sus más diversos
aspectos. Se introdujeron nuevos estilos de vida y cambios en los hábitos alimenticios. Dos
aspectos, que se presenten entrelazados, son los cambios en la religión y el lenguaje.
Es frecuente encontrar a las comunidades divididas en dos grupos. Los católicos, por un
lado, que generalmente aceptan aspectos de la religión y costumbres tradicionales, así el
sincretismo religioso, incluyendo la presencia activa de los chamanes. Los evangélicos, por
otro lado, que rechazan el chamanismo y cualquier vestigio de la tradición religiosa, y
prohíben a sus feligreses cualquier acercamiento a estas prácticas. Un aspecto importante es
que los evangélicos basan su práctica religiosa en la lectura de la biblia, lo cual trae como
consecuencia mayores habilidades de comprensión lectura y facilidad de comunicación.
Estos grupos evangélicos, que son muchos y actúan en forma independiente, pudieron
reemplazar a las iglesias expulsadas de la Amazonia.
Las religiones, por otra parte, se están comenzando a preocupar por el ambiente y la
preservación de la Amazonia. En el mes de septiembre de 2019, en la Universidad
Javeriana, en Colombia, se reunieron líderes religiosos de las más diversas
denominaciones: católicos, evangélicos, musulmanes, hare krishna, judíos, iglesia ortodoxa
griega, iglesia presbiteriana y anglicana, así como comunidades negras, con representante
de las 44 etnias que existen en Colombia. “Los religiosos fueron convocados por las
Naciones Unidas y otras coaliciones entre iglesias para pactar la Iniciativa Interreligiosa
para los Bosques Tropicales, la primera plataforma entre religiones, pueblos, gobiernos y
sociedad civil en el mundo para proteger los bosques tropicales y los derechos de quienes
los habitan y protegen.”51. Un representante religioso, en la misma publicación, observó
que el impacto de esta iniciativa puede ser substantivo, por la fuerza que tiene la religión:
“Martín von Hildebrand, fundador de Gaia Amazonas y un profundo conocedor de la
Amazonia, lo pone en estos términos: si los grandes representantes de las iglesias en
Colombia se dan a la tarea de expresar un mensaje ambiental en sermones, puertas de
iglesias y mezquitas, hojas sueltas, documentos de alto nivel podrían llegar a miles de
millones de personas con una efectividad que ninguna otra organización tiene”.
No obstante, simultáneamente, muchos evangélicos no les preocupa el medio ambiente en
el largo plazo, porque creen que el mundo se va a terminar pronto y que Cristo vendrá a
salvarlos. Este el pensamiento principal de los evangélicos pentecostales, que son muy
numerosos en toda la región. Y estos evangélicos, tanto en Brasil, como en Estados Unidos
y en Colombia, apoyan a partidos políticos que no reconocen el calentamiento global, entre
ellos el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, convertido al evangelismo en 2916, que es
visto como un “hermano en la fe” por millones de brasileños. Su inacción por dos semanas
frente a los incendios en la Amazonía, en agosto de 2019, fue uno de los factores que
aumentaron la fuerza del fuego, que terminó arrasando un porcentaje significativo la selva
amazónica.
51 https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/varias-religiones-se-unen-por-la-
amazonia-articulo-824689
41
Otro aspecto importante son los cambios en el lenguaje. Como consecuencia de la
economía del caucho hubo mucha mezcla de hombres blancos con mujeres indígenas, lo
que dio lugar al desarrollo de una cultura mestiza o cabocla. La lengua geral tuvo un papel
muy importante en este proceso, ya que, como lengua franca, mezclando palabras tupí-
guaraní, españolas y portuguesas, permitía la comunicación entre las distintas tribus y con
el personal criollo de las caucheras. En algunos casos el geral desplazó a las lenguas de las
etnias originales, reduciendo su uso sobre todo a ceremonias sagradas.
En la actualidad el geral está regresando a Venezuela. Los baré hablaban un dialecto
arawak, pero en gran parte han perdido su idioma original. En San Carlos de Río Negro, en
donde anteriormente el baré araguaco era la lengua ancestral, ésta se ha ido perdiendo
porque, debido a la emigración de la mayoría de los baré venezolanas hacia San Fernando
de Atabapo y Puerto Ayacucho, la población de esta zona está siendo substituida por
migrantes baré brasileños, procedentes de la región del bajo Río Negro y del río Içana, que
usan el geral como lengua cotidiana. Un investigador, Rohter (2005), da un número muy
superior a las ocho mil personas hablantes del geral, indicando que hay una revitalización
del lenguaje. Un elemento que avala esta afirmación, es el hecho que en 2003, el idioma
geral adquirió el estatus de lengua cooficial en la municipalidad de São Gabriel da
Cachoeira, junto al portugués. Estos cambios impactan a las poblaciones cercanas ubicadas
en Venezuela y, en consecuencia, el geral está volviendo a ser usado en la Amazonía
venezolana.
5.6. El cambio agrícola en la región
En el pasado, antes del período de la explotación del caucho, la economía agrícola para la
producción y recolección de alimentos de los pueblos de la región era muy similar entre las
diversas tribus. La agricultura se basaba en una forma típica de cultivo en la selva tropical
húmeda, el sistema de roza y quema. En Venezuela este sistema se le llama “conuco”52. En
este sistema la tribu seleccionaba un sector de la selva, de unas pocas hectáreas, la cual se
rozaba y luego se quemaba en forma controlada. Los rubros principales eran maíz, plátano
y yuca. Luego rozaban un nuevo sector. La selva puede demorar muchos años en
recuperarse. Por ese motivo la densidad poblacional generalmente era muy baja. Es una
práctica de cultivo actualmente poco utilizada. Las cenizas de la quema proporcionan un
suplemento de minerales que fertiliza el suelo y dura entre una y dos cosechas. En
consecuencia, las familias indígenas debían rozar y quemar otro sector. A este sistema se le
conoce también como agricultura migratoria.
En la economía agrícola tradicional la migración de los cultivos de un sector a otro era la
forma normal de cultivo, completándose el ciclo migratorio en un período de entre 30 y 50
años, hasta que el suelo del primer conuco esté de nuevo en condiciones de cultivo. Por otra
parte, el suelo amazónico es muy pobre en nutrientes, tiene poca profundidad de materia
orgánica y presenta por lo general altas concentraciones de óxidos de hierro. El desmonte
causa que el suelo quede desprotegido, lo cual, en ciertas regiones, puede generar un
fenómeno químico llamado “laterización”, que consiste en la formación de costras de hierro
en el suelo. Por tal motivo el suelo sometido al proceso de roza y quema se degenera y
52 Conuco es un pequeño sembradío para autoconsumo para la familia. Por lo general se asume que los
productos del conuco no son para la venta o sólo en forma circunstancial. Fuera de la región de la selva
amazónica los conucos generalmente no son migratorios.
42
pierde capacidad de cultivo, no siendo capaz de producir más allá de dos ciclos de cultivo,
y tampoco logra recuperarse a su condición original. El uso de fertilizantes y otros insumos
modernos ha permitido prolongar el uso de los terrenos evitando la pérdida de fertilidad y,
en otros casos, el área rozada se usa para la crianza de ganado.
La mayoría de los demás trabajos agrícolas eran realizados por ambos sexos. En el trabajo
del conuco la preparación del terreno, incluyendo la tala del bosque y la quema lo hacían
los hombres. La caza mayor, a cargo de los hombres, pero contribuía poco a la alimentación
ya que en la región no abundan los animales comestibles, sin embargo, podían cazar
animales pequeños como dantas (tapires), picures (roedor: agutí negro o ñeque) y lapas
(roedor: paca común o tepezcuintle). Para cazar estos animales los hombres usaban
cerbatanas, arcos y flechas. Más recientemente se han introducidas armas modernas como
rifles y machetes.
En cambio, las mujeres se preocupaban de la siembra y la cosecha del conuco y preparaban
la cosecha para consumo, como, por ejemplo, hacían el casabe y el mañoco (casabe en
polvo), así como atendían los oficios domésticos, tales como teñir y torcer fibras para
chinchorros y elaboraban la alfarería. Las mujeres, con la recolección fuera del conuco,
proporcionaban la principal fuente de proteínas de la familia, ya que no solo recolectaban
frutos silvestres, además de hongos y nueces, sino también diversos organismos de tierra y
de agua, como cangrejos, termitas, orugas e insectos.
El casabe, preparado de la yuca sembrada en el conuco, era, y es todavía, el principal
alimento de las tribus amazónicas. El casabe se fabrica de yuca amarga. La sabia de esta
yuca es tóxica, por lo cual el fruto debe ser triturado y luego prensado en el “sebucán”, que
es una cesta larga de forma cilíndrica en la cual se exprime la masa rallada y se extrae el
“yare”, que es el jugo venenoso propio de la yuca amarga. Se estima que son 19 los pasos a
seguir, desde la cosecha hasta que la torta de casabe está lista para su consumo.
Con respecto a la actividad pesquera, prácticamente todas las tribus emplean métodos de
envenenamiento, a través del uso de frutas, hojas y raíces. Uno de los venenos más usados
es el curare. En la pesca también se utilizan instrumentos típicos de esta actividad, como
anzuelos, arpones y redes. También en la pesca de peces de gran tamaño se utilizaban
instrumentos como lanzas y arcos con flechas. La pesca se ha modernizado con la
introducción y uso de anzuelos modernos.
Adicionalmente al conuco y la pesca, en el entorno cercano a las viviendas, al llegar el
verano, las familias dejaban sus viviendas y pasaban a residir en lugares temporales, lejos
de los ríos, donde había árboles con frutos alimenticios. Había variaciones según las tribus,
pero en general la comunidad se dividía en pequeños grupos por núcleos familiares para
establecerse en lugares específicos, donde pasaban la temporada recolectando alimentos y
regresando en el invierno a la aldea cerca de los ríos.
5.7. Procesos actuales en Venezuela bajo el socialismo
En el siglo XX, y principalmente en el siglo XXI, al menos formalmente, la acción del
Estado en el Estado Amazonas ha sido creciente en cuanto la incorporación de los
indígenas a la vida nacional, dentro de un contexto de preservación y reconstrucción de su
identidad e independencia étnica. En 2001 fue electo un indígena a gobernador del Estado
Amazonas, que permaneció en el cargo por reelección hasta 2017. En el año 2016 ocurrió
43
otro hecho importante, la elección de un representante indígena de la Amazonia es la
conformación de la Asamblea Nacional de Venezuela, donde los indígenas tienen tres
representantes (dos son de otras regiones). Adicionalmente, de los cuatro diputados electos
del Estado Amazonas, tres de ellos se identifican como indígenas.
El Estado venezolano, en la Constitución de 1999, se comprometió a respetar la cultura
indígena y promover las lenguas indígenas, así como garantizar territorios para las diversas
etnias. Sin embargo, el bilingüismo en las escuelas no se ha cumplido. En las escuelas sólo
se enseña el castellano y esto ha llevado a que los indígenas sean discriminados por su
lengua. Hay diversas instituciones privadas que han trabajado el tema, pero no tienen
capacidad de llegar a un número significativo de lugares. Tampoco hay avances
significativos en la dotación de territorios. En algunos casos, y fuera de la región
amazónica, algunas familias han recibido títulos, pero como tierras agrícolas y no como
territorios que puedan albergar grupos que se identifican como naciones.
En Venezuela, comunidades de los distintos grupos étnicos pueden convivir en un mismo
territorio, incluso convivir en una mismas aldea o pueblo. En algunos casos conservan su
identidad e independencia, pero crecientemente hay tendencias a mezclarse. En Venezuela
las tribus generalmente usan territorios que son considerados baldíos del Estado, es decir,
de propiedad estatal, pero de libre uso por las comunidades, pudiéndose instalar aldeas en
donde la tribu decida hacerlo. En algunos casos el Estado venezolano ha dotado de tierras a
ciertas comunidades o familias específicas, pero no territorios a los grupos étnicos. Por tal
motivo se puede decir que el reconocimiento de los territorios indígenas es un tema aún no
resuelto53.
El día 28 de noviembre de 201454, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la
Amazonía (COIAM), se reunió en Puerto Ayacucho para evaluar el avance en la ejecución
de los preceptos de la Constitución de Venezuela que establece el derecho de los indígenas
a tener un territorio propio. El comunicado emitido de la reunión cita el Art. 19: “El Estado
reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas… su hábitat y derechos
originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias
para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo nacional, con
la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad
colectiva de sus tierras, las cuales serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e
intransferibles.”.
El comunicado también dice que la Constitución ordena que la asignación de los territorios
indígenas se completará en un plazo de dos años. Sin embargo, se hace notar que a los 15
años de promulgada la Constitución, aún no se procedía al cumplimiento de lo establecido.
Por tal motivo el comunicado establece que “En general, sentimos que el proceso de
demarcación ha sido bastante lento, hay pocos avances con relación al número de hectáreas
53 En Colombia las comunidades de los mismos grupos étnicos que residen en Venezuela viven en
“resguardos indígenas” cuya propiedad es reconocida por el Estado. Estos resguardos, no son propiedad de
alguna etnia en particular, sino generalmente se comparten entre varias etnias, especialmente si entre ellas se
ha establecido algún sistema de alianzas matrimoniales. En Panamá se usa el sistema de “comarcas”, que
son territorios indígenas con sistema de autogobierno, con leyes locales propias. 54 http://www.derechos.org.ve/2014/12/03/comunicado-de-la-coordinadora-de-organizaciones-indigenas-de-
la-amazonia-venezolana-sobre-el-proceso-nacional-de-demarcacion-de-habitat-y-tierras-indigenas-a-los-15-
anos-de-aprobacion-de-la-constitucion/
44
reconocidas y a los pueblos indígenas beneficiados, se han observado fallas vinculadas a la
reducción de los espacios territoriales solicitados, la fragmentación de la unidad territorial
de varios pueblos indígenas (Yukpa, Hoti, Pemón, Warao), la entrega de títulos por
comunidades individuales y no como sujetos colectivos (pueblos con identidad específica);
la falta de información a las organizaciones solicitantes por vía de auto-demarcación sobre
el Estado de tramitación de sus expedientes, la legitimación en algunos casos de la
presencia de terceros en tierras indígenas y las propuestas de figuras ambientales (parques
nacionales) para sustituir las demarcaciones de hábitat y tierras, como en el caso del hábitat
de los Ye´kuanas – Sanemás del Caura, Estado Bolívar”.
En cuanto a los avances del proceso demarcatorio de los territorios de acuerdo a la
Constitución, el comunicado hace un resumen de lo avanzado y concluye: “De igual
manera, la información oficial sobre el proceso de demarcación evidencia que sólo se ha
beneficiado a 11 pueblos indígenas (Kariña, Cumanagoto, Pumé, Jivi, Cuiva, Warao,
Yukpa, Hoti, Pemón, Mapoyo, y Barí), de un total de 50 pueblos (Censo Indígena 2011).
En el caso del Estado Amazonas, sólo se ha realizado una demarcación de tierras de la
comunidad Hoti de “Caño Iguana”, con una reducción del 40% de su espacio territorial
según la solicitud basada en su auto demarcación; tal como manifestamos en su momento,
quedando sin demarcación la mayoría de los hábitats de los pueblos indígenas de la región
amazónica.”55
Las transformaciones de las sociedades indígenas, principalmente a partir de la semi-
esclavitud sufrida durante el período del auge del caucho, que en Venezuela perduró,
aunque mitigado, hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. El incremento de la
monetarización de la economía, la pérdida de habilidades para subsistir con las tecnologías
tradicionales, atracción de las comodidades de las ciudades, la sobrepoblación como efecto
de los programas de salud y saneamiento básico, así como la influencia de los grupos
evangélicos, sobre todo, han contribuido a que un sector importante de la población de
origen indígena se encuentre viviendo en asentamiento urbanos o semi-urbanos, alejados de
las formas tradicionales de vida.
Ser indígena es difícil. Sus comunidades no cuentan con servicios de agua adecuados ni de
electricidad. Muchos quieren emigrar a las ciudades y convertirse en criollos. Sin embargo,
la misma ciudad de San Fernando de Atabapo, dada la situación económica caótica está en
proceso de decaimiento, de forma que las familias, o los individuos que migran a este
pueblo, lo hacen desde una situación de precariedad a otra situación similar o peor. Sin
embargo, los que emigran a la ciudad piensan que en el largo plazo tienen mayores
opciones de progresar que quedándose en sus comunidades. Por otra parte, cada vez más
sus ingresos provienen de fuentes no tradicionales, como el tráfico de combustibles y
trabajo en las minas (incluyendo tráfico de combustibles), lo cual ha contribuido al proceso
de urbanización. Los que migran, sobre todo son los jóvenes. Hay que recordar que la
población indígena se ha duplicado en los últimos 20 años y, por tanto, el sistema
productivo tradicional no es capaz de soportar esta población, la emigración es un proceso
inevitable.
55 http://www.derechos.org.ve/2014/12/03/comunicado-de-la-coordinadora-de-organizaciones-indigenas-de-
la-amazonia-venezolana-sobre-el-proceso-nacional-de-demarcacion-de-habitat-y-tierras-indigenas-a-los-15-
anos-de-aprobacion-de-la-constitucion/
45
Hay dos facetas en este proceso. Una parte tiene que ver con un incremento de las
relaciones entre las comunidades y las ciudades, y por tanto los centros urbanos dejan de
ser algo lejano. En realidad, los indígenas amazónicos están integrados a los circuitos
urbanos. La otra es el uso de instrumentos modernos, tanto de pesca como de
comunicación, como la piragua a motor. Las redes de telefonía celular y la telefonía
satelital, particularmente entre las personas vinculadas a la minería ilegal y el tráfico de
gasolina, ha introducido elementos de modernidad y conocimiento de la realidad nacional,
y de las oportunidades de vida en estas zonas, que eran desconocidas para la generación
anterior.
También han sido afectados por procesos que han llegado a ellos de forma impensada. Por
ejemplo, el territorio amazónico venezolano del Guainía, fronterizo a Colombia, donde
habita el pueblo Baniva, ahora es una zona invadida por las guerrillas colombianas y
aunque tiene soberanía venezolana la llaman “la tierra de nadie”, según informó la
organización Servindi (Servicios de Comunicación Intercultural, Perú) en el mes de octubre
de 2009. "La región está abandonada por el Estado y la dominan el tráfico ilegal, las armas,
los estupefacientes, el oro, las esmeraldas e incluso el comercio ilegal de especies raras",
declaró Linda Manaka, representante de la Asociación de Pueblos Indígenas de Venezuela
(Apiven).
Según lo que explica la representante de la asociación, la presencia de grupos armados
obliga al desplazamiento continuo de los indígenas de la zona, pero para las comunidades
que viven íntimamente ligadas a la tierra esta situación es catastrófica. Las violaciones a los
derechos humanos en estos pueblos de la frontera no son reportadas y los crímenes y
abusos quedan impunes. Debido a esto los indígenas se han visto obligados a emigrar a los
centros urbanos donde sus patrones culturales son seriamente afectados. Un caso notable es
la llegada a Venezuela de familias del grupo étnico Inga, que han venido alejándose
gradualmente de las áreas de conflicto en el pie-de-monte andino hasta terminar
asentándose en el Estado Amazonas. Si el conflicto armado sigue en Colombia
probablemente más familias emigrarán a estos nuevos territorios.
Por último, hay una combinación entre desarraigo, urbanización marginalizada, y
desesperanza, con prácticas religiosas de extremo fanatismo, con reuniones en los templos
evangélicos caracterizadas por situaciones histéricas. Los grupos que continúan siendo
católicos aún mantienen formas menos histéricas de asambleas religiosas, pero están siendo
influenciados por las prácticas de las numerosas denominaciones religiosas existentes en la
región.
Dentro el ámbito que compete al Estado, hay varios procesos en los cuales tiene un papel
relevante, sea por acción o por abandono de sus responsabilidades.
5.7.1. Contrabando y minería ilegal
El tema de la minería ilegal en la Amazonía es de antigua data, al igual que el contrabando.
El contrabando se produce porque desde hace muchas décadas el Estado subsidia diversos
productos, entre ellos la gasolina, que tiene precios muy inferiores a los de los países
vecinos. La minería ilegal actúa sobornando a los oficiales del Estado. En consecuencia, los
ciclos de explotación de la mano de obra indígena, que generaron el cambio cultural, el
desarraigo étnico y el etnocidio, en realidad se detuvieron con el fin de la explotación del
46
caucho, sino que continuaron, ya que ha habido luego políticas, y falta de políticas, que han
profundizado los procesos de cambio perjudiciales para la sociedad indígena.
Durante el primer gobierno de Rafael Caldera, entre 1969 y 1974, se inició un intensivo
programa de colonización conocido como “La conquista del sur”, el cual abrió los
territorios indígenas a la colonización y puso los recursos naturales a disposición de ser
explotados. Durante ese período también comenzó una incipiente minería, primero en
forma legal y controlada, que desembocó luego en un proceso de mayor envergadura
conocido como del garimpo, que es una forma de explotación ilegal proveniente de Brasil.
La explotación de los indígenas por el garimpo no es menor que en la era del caucho. La
minería ilegal produjo en 1993 el muy conocido suceso del genocidio de los Yanomami de
Haximou, el cual aún está sin culpables, porque el Estado no ha sido diligente en cumplir
sus obligaciones. Actualmente estos abusos, de larga tradición en la región, están más
documentados que en la era del caucho. En ese tiempo “fueron muchos los genocidios
encubiertos ocurridos y que sólo se conocen por la tradición oral” (González, 2001:365-6).
No obstante, siguen ocurriendo con, al parecer, la indiferencia de las autoridades.
En cuanto al contrabando, su importancia es enorme para la economía de las familias, ya
que las cifras indican que para el período 2015-2019, al menos un 50% de las familias de
Atabapo estarían involucradas en la actividad de venta de gasolina a Colombia. También un
alto porcentaje de miembros de las familias de Atabapo estarían involucrados en la minería
ilegal del oro en el Parque Yarabana. Junto a lo anterior es creciente el negocio de las
drogas, tanto para consumo, como para su traslado y venta en Brasil. Los jóvenes de las
familias indígenas participan activamente en estas actividades. Esto se ha incrementado a
partir del 2015, tanto por la crisis económica del país, la apertura de la región a la minería
en gran escala con el decreto del Arco Minero, y la llegada progresiva a la región de la
guerrilla colombiana. Asociado a lo anterior se incrementa la prostitución y el alcoholismo.
Junto a ello, y con el afán de combatir o contrarrestar los procesos anteriores, el Estado ha
querido aumentar su presencia, pero no para cumplir su rol de imponer las leyes y la
seguridad, sino para cooptar a las familias a través de empleos asalariados, becas y
subsidios, que llegan a una proporción significativa de la población indígena. Si se juntan
todos esos elementos, la estructura de ingresos de las familias está fuertemente inclinada a
funcionar sobre los ingresos externos “modernos” y en menor medida sobre la estructura
económica tradicional.
El contrabando de la gasolina de Venezuela hacia Colombia reporta enormes ingresos a las
familias indígenas. Las ganancias devienen de la diferencia de precio entre los países,
siendo el nivel de subsidio de la misma es muy alto, con un precio en Venezuela
prácticamente en cero, se vende en Colombia a casi un dólar por litro. Las ganancias han
ido subiendo con la inflación en Venezuela, de modo que a fines de 2014 una cantidad de
10 litro de gasolina vendida en Colombia reportaba unos Bs.1.500, equivalente a un tercio
de un salario mínimo.
Los indígenas utilizan básicamente el transporte fluvial, por lo cual tienen cuotas
importantes de gasolina, en el orden de los cientos de litros por familia al mes, los cuales en
su mayoría se venden en el contrabando. Todo esto tiene efectos sobre la estructura social
de los diversos grupos étnicos de la región. “Entre el terrorismo, las mineras ilegales y la
falta de apoyo del Estado el pueblo del territorio amazonas venezolano vive un futuro
incierto. Respecto a las actividades mineras de la zona Guainía, la extracción ilegal de
47
minerales en el Amazonas ocasionó la contaminación de ríos y afluentes, que representó en
el pasado la principal fuente de agua de las comunidades, que sufren enfermedades e
incluso la muerte informó la organización. La minería ilegal está afectando a los pueblos
Baniva, Baré y Yanomani, entre otros”56. En realidad, está afectando a todos los pueblos
que habitan el Estado Amazonas.
Los pueblos indígenas que habitan la región del alto y medio Orinoco, así como el alto río
Negro, tienen en la actualidad una dualidad de vida. Por una parte, conservan, o bien, se
han reconstruido, aspectos de su economía, estructura social y cultura57 tradicional, y por
otra, han incorporado nuevas fuentes de ingresos de origen externo: empleos estatales y
subsidios, empleo en la minería ilegal, transporte fluvial, así como contrabando de gasolina
y comida58, así como las drogas y actividad de la guerrilla, todo lo significa que existe un
conjunto muy complejo de factores de cambio social, que alteran la vida cotidiana de las
sociedades indígenas y la transforma hacia formas y estructuras económicas y sociales
patrones completamente nuevas.
5.7.2. Acción del Estado en el sector servicios
Las políticas del gobierno, tanto en el campo habitacional como de provisión de empleos y
servicios, están produciendo cambios en la estructura económica de las tribus. Uno de los
cambios más significativos es la tendencia a la consolidación de asentamientos definitivos y
la desaparición de la agricultura migratoria tradicional de roza y quema. Los nuevos medios
de vida incluyen, en primer lugar, salarios y subsidios del gobierno, ingresos obtenidos en
la minería ilegal, ingresos por venta de gasolina subsidiada a Colombia y a los mineros
ilegales, así como turismo y transporte en general. Gran parte de los alimentos se compran
en los mercados. No obstante, se trata de procesos muy complejos, que afectan de modo
diferente a cada tribu, dependiendo de varios factores, especialmente al grado de cercanía al
lugar en que ocurren los procesos, por ejemplo, el contrabando de gasolina es más intenso
sobre el río Orinoco cuando hace frontera con Colombia, siendo menor o inexistente en las
regiones del interior. Los mismo con la minería. El único factor que llega en forma
relativamente homogéneo a todas las tribus es la influencia del gobierno y el proceso
creciente de ampliación de los empleos y subsidios.
En efecto, un aspecto que destaca en la economía de las comunidades es el alto porcentaje
de personas trabajan regularmente, o reciben beneficios, de parte de diversas instituciones
del Estado. En la mayoría de las comunidades hay escuelas, con profesores locales
asalariados del sistema de educación, así como puestos de salud, con auxiliares que prestan
primeros auxilios. En las comunidades más grandes hay ambulatorios, con personal
asalariado pagado por el sistema de salud. Adicionalmente hay otros puestos de trabajo
asalariado, como los operadores de las plantas de energía, por ejemplo. La mayoría de esos
empleos son de la población local que ha sido capacitada.
56 www.lagranepoca.com › Mundo Hispano. Harry Usseglio - La Gran Época, 31 de octubre de 2010. 57 En este caso entendemos por cultura, de acuerdo a la definición de la antropología inglesa, al sistema de
creencias y valores, incluida la estética, así como las normas que regulan las relaciones entre los individuos,
todo lo cual otorga coherencia y mantiene unida la estructura social y la economía de los pueblos. 58 La situación de precios controlados por el gobierno de Venezuela de estos ítems, gasolina y alimentos, en
donde su costo puede ser hasta 100 veces menor que en Colombia o Brasil, conforma una situación ideal
para el contrabando. Los ingresos generados por este medio son el soporte principal de vida de gran parte de
la economía indígena de la frontera.
48
Uno de los entes con mayor presencia de beneficios y empleos asalariados en la región es la
Gobernación del Estado. Actualmente hay unas 8.000 familias indígenas viviendo en el
medio rural en el Estado Amazonas. Hay siete municipios, los cuales están organizados en
28 parroquias. Si descontamos las tres mayores: Puerto Ayacucho, San Fernando de
Atabapo y San Juan de Manapiare, quedan 25 poblados que hacen de cabeceras
administrativas de parroquias. Es en estas localidades, más algunas aldeas y caseríos, donde
viven las 8.000 familias. La información censal sobre centros poblados no está disponible.
Así, si estimamos un promedio de tres caseríos por parroquia, tenemos 75 centros poblados,
los cuales deberían tener en promedio unas 100 familias. De acuerdo al censo de población
del 2001, proyectado al 2012, los municipios tienen poca población, aparte de Atures
(Puerto Ayacucho), con 104.000 habitantes, los demás son pequeños y pueden ser
considerados rurales, tal como: Alto Orinoco, 19.600 habitantes; Atabapo, 12.200
habitantes; Autana, 9.400 habitantes; Manapiare, 11.000 habitantes; Maroa, 2.000
habitantes; Rio Negro, 2.800 habitantes.
En 2009, cuando se realizó uno de los trabajos de campo de este estudio, sólo en el
municipio Atabapo, con menos de 10.000 habitantes (unas 1.700 familias) la Gobernación
mantenía 215 pensionados por edad, los cuales recibían Bs. 300 al mes (dos tercios de un
salario mínimo). Había 772 becas escolares para estudiantes de educación básica,
diferenciada y universitaria, que recibían 30, 100, y 300 bolívares, respectivamente.
El programa UNAGENTE (Oficina de Tramitación de Empleo), a nivel del Estado,
mantenía un gran número de personas empleadas, a través de 56 grupos de trabajo, que en
conjunto tenían 1,717 empleados, los cuales realizan actividades de mantenimiento de las
instalaciones educacionales y de salud del Gobierno Estadal.
Hay 245 escuelas estadales en el Estado, y un número un poco menor de establecimientos
de salud, la mayoría de las cuales se encuentras en caseríos del interior y en donde la mayor
parte de los empleados, inclusive profesores y personal médico, son habitantes del lugar. Si
se estima que puede haber cuatro profesores por escuela, se podría estimar en unos mil
empleos sólo en el sistema escolar estatal. También la gobernación ayuda con
financiamiento a las familias para reparar las casas, entre muchas otras actividades.
En competencia con el gobierno estadal (que, en las últimas décadas, hasta 2017, fue de
oposición política al gobierno central), el Estado nacional tiene establecimientos y
numerosos funcionarios de sus propios sistemas de educación y salud. También hay
entidades de otros ministerios, como Agricultura, que igualmente tienen actividades en el
lugar. Se detectó que las entidades de crédito del gobierno central tenían mucha actividad
en los municipios rurales del Estado, con presencia de FONDAS (Fondo Nacional de
Desarrollo Agrícola Socialista), el Banco del Pueblo Soberano, Fondemi (Fondo de
Desarrollo MicroEmpresarial), el Banco de la Mujer, entre otras entidades financieras, las
cuales apoyaban proyectos productivos para los sectores pobres. Son un elemento adicional
que aporta liquidez al sistema económico a través de mecanismos de financiamiento a
actividades productivas y se servicios.
En el área de la vivienda el Gobierno Central trabaja con los Consejos Comunales, que son
organizaciones de participación popular y reciben recursos para efectuar mejoras en la
comunidad. Cada persona miembro de los Consejos recibía Bs.335 al mes. Dado que las
personas de cualquiera de estos programas tenían dificultades para acceder a los centros de
49
pago, existía una red de personas encargadas en cada municipio de distribuir los pagos a los
beneficiarios. Sólo en el municipio Atabapo había cinco comisionados y una coordinadora
para otorgar estos beneficios. Los mismo ocurría en los demás municipios.
Por otra parte, casi todos los funcionarios pagados por las diferentes entidades del Estado,
actúan también como agricultores tradicionales y realizan actividades de pesca. Esto
representa un ingreso adicional para comprar otros bienes.
A esta economía “formal” hay que agregarle los ingresos de la economía “informal”, de las
actividades ya descritas y que se realizan al margen de la Ley y, que, de acuerdo a todas las
evidencias, aportan mayor cantidad de dinero que la economía formal. En 1918 el salario
medio en el país era de unos cinco dólares. Esa misma cantidad de dinero se obtenía
contrabandeando 10 litros de gasolina a Colombia, contando que en Venezuela el precio del
litro era inferior a un (1) centavo de dólar.
Así, la economía actual de las comunidades se basa en una combinación de ingresos
asalariados de parte del Estado, de la producción agrícola de subsistencia, y de los ingresos
obtenidos por otras actividades, como las ya mencionadas actividades ilícitas, y en menor
medida, actividades ligadas al trasporte y turismo (especialmente en algunas comunidades
cercanas a Puerto Ayacucho).
La dependencia de las comunidades de los subsidios y salarios provenientes del Estado no
es nueva y se ha prolongado por generaciones, pero hay una tendencia al incremento de esa
dependencia.
La dependencia de los ingresos de fuera de la comunidad, lícitos e ilícitos, junto con las
políticas de provisión de viviendas, han forzado a una sedentarización de las comunidades,
de tal manera que las aldeas están albergando una cantidad de personas mucho mayor de las
que soportaría el ecosistema usando las tecnologías de la agricultura tradicional de roza y
quema. El resultado es que una parte importante del consumo de alimentos proviene del
exterior y es pagado con los ingresos monetarios obtenidos por las familias de los medios
descritos anteriormente.
En el campo de la vivienda la acción del Estado ha sido muy importante. Actualmente es
común observar en las tribus amazónicas la existencia de casas modernas, muchas de ellas
construidas por los planes habitaciones del gobierno. El estilo de construcción de viviendas
rurales por parte del Estado venezolano es muy característico desde un punto de vista
arquitectónico y las mismas casas se construyen en pueblos y zonas rurales en todo el país.
Esta política de vivienda se inició en la década de 1930 dentro de la estrategia de
erradicación de la Malaria y el Mal de Chagas, con el Instituto de Malariología.
Actualmente tales programas, así como el diseño de las viviendas ha cambiado muy poco:
las casas pueden ser construidas con paredes de bahareque (fibras vegetales o madera
aserrada) cubiertos de barro y techo de zinc. Una característica de las habitaciones del
diseño de malariología es que el techo es muy bajo, de forma que las casas terminan siendo
muy calientes, lo cual afecta las condiciones de vida. Junto con las casas, en las aldeas el
gobierno proporcionaba un generador eléctrico comunitario a gasoil, construía escuelas,
ambulatorios de salud, así como casas comunitarias. La construcción de escuelas por parte
del Estado en Venezuela adelantó por varias décadas a Brasil en esta región.
50
La vivienda es uno de los rasgos culturales más visibles y que identifican a las diversas
etnias. Se puede decir que cada etnia tiene (tenía) su propio estilo arquitectónico
característico. Cuando se habla de comunidades por lo general se trata de asentamientos
muy pequeños, de dos o seis familias extensas, cada una de las cuales no llega a 15
personas. Las comunidades más grandes pueden llegar a tener unas 150 personas. La acción
del Estado en esta área ha sido muy importante. Quedan pocas casas construidas según el
estilo tradicional. Las viviendas tradicionales más características, y en donde aún se
conserva la tradición, es en las tribus muy aisladas. Así, en los asentamientos más estables
y más cercanos a las vías de comunicación, las cosas modernas construidas por el Estado
dominan el paisaje. Sin embargo, por la década de 1990, se construyeron nuevas casas
tradicionales, sobre todo para el turismo.
Los Yanomami denominan a su vivienda comunitaria con el nombre de “shapono”. Se trata
de una casa comunitaria que alberga a varias familias. Casi siempre se construye a las
orillas de un río o caño, después de establecer un conuco que asegure la alimentación.
Cuando el suelo se agota y deben migrar para construir un nuevo conuco, se construye un
nuevo shapono.
Figura 1: casas yanomami
Fuente: www.pueblos20.net - Casas Yanomami modernas – www.pepehermano.blogspot.com - Shapono Yanomami
Entre los panare cada comunidad disponía de una o dos viviendas comunales, cónicas, que
tienen una entrada una galería tubular baja, la cual restringía la entrada de los mosquitos.
Los piaroa usaban una vivienda común, donde habitaban todos los miembros de la
comunidad. Actualmente son las mejores casas tradicionales de la región y se las describe
como una verdadera obra arquitectónica indígena.
Figura 2: Imágenes del caserío Platanal, de la etnia yanomami59
Casa comunal Escuela Escuela
59 https://mapio.net/pic/p-75948899/
51
Así, sólo en las comunidades con mayor capacidad y fortaleza cultural, como los
yanomamis y piaroas, entre otros, algunas aldeas todavía construyen casas comunitarias
según el diseño tradicional. Los yanomamis no tenían casas comunales de uso común, sino
que el shabano eran casas individuales distribuidas en un círculo. Sin embargo, como se
observa en la aldea Platanal, el gobierno ha impuesto la casa comunal de usos múltiples,
con un diseño externo, mientras las casas de familia se construyen separadas.
5.7.3. Nuevas formas de organización social ante el Estado
Las formas tradicionales de liderazgo, que son una combinación de estructuras ancestrales
combinadas con modelos antiguos impuestos por el Estado, combinan la existencia de un
jefe político-religioso, el shamán, con un jefe político que vincula a la comunidad con el
Estado, que se denomina “capitán”. Los capitanes son asalariados del Estado, usualmente
pagados por la Alcaldía. También en algunas comunidades existe el cargo de “comisario”,
dependiente de la Gobernación del Estado. Es frecuente que haya conflictos entre ambos
cargos. Los cargos dependientes del Estado tradicionalmente han sido también muy
influenciados por la estructura de poder nacional. Si el capitán es del partido del gobierno
entonces está bien, pero si hay cambio de gobierno, el nuevo puede crear otro cargo
paralelo. Esta situación se ha prolongado por generaciones, debilitando las estructuras
internas de liderazgo y, por consecuencia, ha habido tanto divisiones internas como un
incremento de las conductas sociales individualistas.
Los Consejos Comunales, que son actualmente la organización comunitaria más
importante, es promovida por el gobierno central, es voluntaria. Sin embargo, debido a la
forma como fue concebida la organización, en que basta apenas 10 familias en las
comunidades indígenas para formar un Consejo Comunal indígena, es frecuente que en una
comunidad haya varios Consejos, divididos por clanes, fratrias de parentesco, o filiación
religiosa. Otro problema es que asume las funciones de juez de paz y para otorgar permisos
y autorizaciones, que son requeridos para obtener beneficios, lo cual compromete a la
comunidad porque un permiso negado a un vecino puede ser fuente de un conflicto. Otro
asunto es que se le entregan fondos para obras comunales.
La experiencia en todo el país es que las familias dirigentes del Consejo usan los recursos a
discreción y para beneficio mutuo, a la vista de todos, lo cual es otra fuente de conflictos.
Es decir, la concepción de los Consejo en la Ley promueve la división y los conflictos en
vez de mejorar la solidaridad de las comunidades para mejorar su ambiente y convivencia.
Por tales motivos, se puede concluir que muchos de los conflictos sociales actuales en las
comunidades, son producto de las imposiciones organizacionales por parte del Estado, por
lo menos en este período de gobierno (1999-2019), en que generalmente el sector público
actúa sin una real comprensión de los procesos sociales en las comunidades indígenas60.
5.7.4. Participación en organizaciones de defensa de derechos
Las tribus indígenas del Estado Amazonas también están organizadas en numerosas
entidades representativas de las diversas etnias y grupos de interés, todas las cuales forman
60 Los Consejos Comunales en las comunidades rurales se forman con 20 familias y se ha observado que son
fuente de conflictos de todo tipo. Así, la propuesta socialista de buscar la solidaridad social para el bienestar
se ha convertido en una fuente de conflictos sociales y divisiones de un carácter inédito en el país.
52
parte de la organización “Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía
Venezolana (COIAM)”, la cual agrupa a las siguientes organizaciones indígenas:
• Consejo Indio Venezuela (CONIVE)
• Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA), la cual actúa en
política a través de su partido: Pueblos Unidos Multiétnicos de Amazonas (PUAMA)
• Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)
• Organización Kurripaco, Baniba, Warekena y Yeral del Guainía, Río Negro y Atabapo
(KUBAWY)
• Organización Unión Curripaco Yanomami Baré y Yeral de Río Negro (UCYABYRN)
• HORONAMI, Organización Yanomami
• Organización Indígena Pueblo Uwottüja del Sipapo (OIPUS)
• Organización Ye´kuana del Alto Ventuari (KUYUNU)
• Organización de Mujeres Indígenas de Amazonas (OMIDA)
• Asociación de Maestros Piaroa (Madoya Huarijja)
• Organización Pueblo Unido Huottöja Jua-oto OPUHJ “Reyo Aje”. Sector Cataniapo
• Cabildo Inga de Amazonas
• Organización Yabarana del Parucito (OIYAPAM)
• Organización Pueblo Indígena Jivi Kalievirrinae (OPIJKA)
• Organización Piaroa de Manapiare
• Red de Adolescentes y Jóvenes Indígenas de Amazonas (RAJIA)
• Organización Ye´kuana KUYUJANI Originario (Alto Orinoco)
• Organización Ye´Kuana – Sanemá KUYUJANI (Caura)
• Asamblea del Pueblo E´ñepá (Estado Bolívar)
• Organización Comunidades Indígenas Uwottüja del Sector Parhuaza (OCIUSPA) Estado
Bolívar
• Organización de Estudiantes y Egresados de la Universidad Indígena de Venezuela (Caño
Tauca, Estado Bolívar)
Las organizaciones indígenas de la región amazónica venezolana también participan en
diversas organizaciones internacionales de defensa de los derechos indígenas. La más
importante es la Organización de Coordinación de los Pueblos Indígenas de la Cuenca
Amazónica (COICA).
También están las siguientes organizaciones orientadas a los problemas de género: la “Red
de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad de América Latina y el Caribe” (RMIB-LAC), y
el “Enlace Continental de Mujeres Indígenas Región Sudamérica” (ECMIA)61
Actualmente, los derechos indígenas que son objeto de defensa por estas organizaciones
son muy amplios, entre los cuales destacan la defensa del ambiente amazónico, de los
derechos a tener un territorio propio, así como de defensa frente a los abusos, tanto del
Estado como de los privados y, especialmente, protección frente de las actividades ilegales,
como la minería y la guerrilla colombiana, que han ocupado de hecho los territorios
indígenas y esclavizan a las personas.
61 En Venezuela la organización PROVEA se focaliza en la defensa de los derechos indígenas, así como a
nivel internacional, SERVINDI, de Perú, mantiene información actualizada sobre la problemática indígena.
53
6. DESAFIOS, OPCIONES Y LIMITANTES AL DESARROLLO
Pensar el desarrollo del Estado Amazonas es una tarea compleja. Hay dos grandes a
resolver, que son condiciones previas secuenciales a tomar en cuenta para resolver los
problemas sociales y económicos que afectan el desarrollo de la región:
1. La primera condición es reducir el impacto de la inseguridad derivada de las
prácticas ilegales en la minería, en el sector forestal, del contrabando de la gasolina,
de la presencia la guerrilla colombiana de Venezuela, así como de la corrupción del
gobierno. El mejoramiento del ambiente institucional y la seguridad es una
condición necesaria previa para el logro de cualquier progreso económico y social
en la región.
2. La secunda condición, derivada de la resolución de la primera condición, es diseñar
e implementar un nuevo modelo de desarrollo productivo rural, basado en el
potencial de la selva húmeda tropical. Este desarrollo no debe dañar la estructura del
bosque existente, así como aprovechar las áreas ya deforestadas usando nuevas
tecnologías y estrategias comerciales, tal como prácticas silvoagropecuarias. Todo
ello contribuirá no sólo a mejorar la economía de la región, sino también resguardar
la estabilidad de los recursos hídricos.
Esta sección está dividida en tres secciones: i) Desafíos del desarrollo para el Estado
Amazonas; ii) Opciones de Desarrollo; y iii) Limitantes a considerar.
6.1. Desafíos
Se han distinguido cinco desafíos, que son integrativos, es decir, incluyen muchos aspectos,
y también son secuenciales e interrelacionados, ya que en su resolución unos dependen de
los otros y se apoyan mutuamente.
El primer desafío es esencialmente político, pero conlleva grandes dificultades, y es, de
cierta manera, una condición previa para el segundo desafío. La resolución de este desafío
es fundamental, porque para avanzar en cualquier emprendimiento económico se necesita
una sociedad regional en paz, con seguridad pública, con instituciones eficientes en tareas
tales como educación, salud, seguridad, transporte, comunicaciones, que son condiciones
que conforman lo que se ha dado en llamar, un “buen ambiente habilitante”, es decir, un
marco institucional que facilite las relaciones sociales y económicas entre los individuos
que forman la sociedad, y ofrezca un ambiente seguro que permita a las personas y a las
empresas actuar dentro de un marco de opciones y trabajo previsible.
El segundo desafío, pensando en un horizonte de mediano plazo, quizás de un par de
generaciones para completarlo, es poner progresivamente en actividad un sistema
económico eficiente y sostenible. Para esto es necesario adoptar un pensamiento distinto a
las ideas que han prevalecido por generaciones, las que se basaban en propuestas de
desarrollo en base a la utilización extractiva de los recursos naturales, para beneficio sólo
de las personas que viven actualmente. Esta es una visión minera, de extractivista, sin
previsión de mediano y largo plazo. Para lograr un desarrollo verdadero no se puede seguir
pensando en la extracción, sino en la construcción, es decir, en utilizar los recursos
existentes para construir algo nuevo que nos proporcione los productos que necesitamos.
54
El tercer desafío es la sostenibilidad de largo plazo. La planificación del desarrollo actual se
debe considerar los elementos que hay es necesario conservar para asegurar condiciones
para el desarrollo futuro, y para que ello sea posible, es necesario pensar el desarrollo
integrando a la población actual con el medio natural. Esta integración, que significa pensar
el desarrollo como una construcción de un futuro compartido, en donde la población se
perciba a si misma como un componente integral del medio natural, en que ambos puedan
sobrevivir unidos para su mutuo beneficio. Es un hecho reconocido por la ciencia que sin
los seres vivos que integran la selva, ésta se deteriora, y sin la selva en buenas condiciones
no hay agua suficiente y regular, y sin el agua no hay vida humana ni ambiente natural.
En cuarto lugar, que hace parte del desafío anterior, es el calentamiento global, que
constituye una amenaza a la humanidad y es una responsabilidad de todos colaborar con la
solución. El Estado Amazonas está en una posición privilegiada para insertarse en el
esfuerzo para intervenir con acciones de protección y recuperación que ayuden a revertir la
amenaza. Dispone de la mayor reserva vegetal del país, con millones de hectáreas capaces
de captar carbono atmosférico y mitigar este factor clave que propicia el calentamiento
global. Por tanto, la captura de carbono atmosférico y la producción de oxígeno son
elementos que deben ser tenido en cuenta en la planificación de las acciones de desarrollo
que se implementen. Y estos son servicios ambientales renumerados a escala global.
En quinto lugar, los desafíos no son de resolución inmediata. El desarrollo de una región
debe ser pensada en un horizonte de tiempo muy extenso, de por lo menos 50 años. En
realidad, no se trata de un espacio de tiempo tan largo. Y este espacio, de dos a teres
generaciones de personas, es un espacio de tiempo más realista que los planes de corto
plazo, tal como los quinquenales, que generalmente al desastre producto de errores
cometidos debido a la prisa y la ansiedad. Se trata de un gran conjunto de aspectos que es
necesario poner en línea: educar y capacitar a las personas, establecer los mercados,
consolidar las prácticas productivas, recuperar el ambiente, realizar obras de
infraestructura, atraer inversiones, entre muchos otros aspectos, lo que no se logra en un
cuantos años, sino en décadas.
6.2. Opciones
En esta siguiente sección se hará un listado rápido de algunas líneas de trabajo, y el final,
algunos elementos del contexto que constituyen amenazas o limitantes al desarrollo.
6.2.1. La gente
La primera opción de desarrollo tiene que ver con la gente. El hecho que el Estado
Amazonas tenga tan alta proporción de población indígenas, que vive tanto en las
comunidades rurales como en los centros urbanos, constituye un potencial único. Sin
embargo, para que ese potencial fructifique es necesario que se llegue a ciertos acuerdos
básicos, que engloben a toda la población, indígenas y criollos. Igualmente, que la sociedad
deje de ver al Estado Amazonas como una entidad sin opciones, apenas capacitada para
recibir los recursos distribuidos por el gobierno de Caracas. Por tanto, ese consenso sobre el
potencial de desarrollo de la Amazonía debe agrupar tanto a la gente local, como también
contar con el apoyo adecuado y no paternalista del resto de la Nación.
Para el desarrollo sea posible es necesario mejorar la educación, formar más técnicos y
menos bachilleres, tener buenos centros de salud y realizar una buena salud primaria
55
preventiva, mejorar el urbanismo, en fin, disponer de condiciones socio-ambientales que
atraigan población y que los jóvenes calificados se queden en la región para construir un
proyecto de vida y participar así en el desarrollo de la Amazonía. Si la emigración actual de
la gente calificada continúa al mismo ritmo en los próximos años, las opciones de
desarrollo que se detallan en los siguientes párrafos sencillamente no serán posibles de
concretarse.
Entre los acuerdos básicos a lograrse para mejorar el ambiente social está la delimitación de
los territorios indígenas y su protección frente a actividades no autorizadas. Esta medida
está incluida en la Constitución de 1999. Sin embargo, se ha concretado solo parcialmente,
y cuando ha ocurrido, la asignación de tierras se ha hecho en la forma de propiedades y no
de territorios. La es importante. Hay que seguir el ejemplo de otros países, como Panamá,
que delimitó territorios tribales, llamados “comarcas”, en donde los indígenas pueden tener
sus propias leyes en ciertos tópicos y ejercer autoridad política.
En cuanto al turismo amazónico, su mayor potencial reside en las comunidades indígenas,
en donde los visitantes puedan observar la interacción del hombre con la naturaleza, pero
de una manera sana. No se trata de visitar comunidades de personas al borde de la
inanición, de aldeas con techos de zinc, de animales domésticos enfermos. El turismo
amazónico funciona con comunidades social y económicamente sanas y orgullosas de su
cultura y su gente, con capacidad de hospedar a personas extrañas pero ávidas de
conocerlos y convivir con ellos.
Lo mismo de aplica a las demás actividades. Comunidades indígenas débiles y enfermas,
sin derechos claros de propiedad de sus territorios, son presas de las personas
inescrupulosas, cuyo único interés es profitar a costa del abuso sobre los débiles. Por eso,
cualquier proyecto de desarrollo a largo plazo pasa por empoderar a las personas, clarificar
los derechos, y tener un sistema de justicia que responda con prontitud. Lo mismo aplica a
las personas no indígenas, tanto personas comunes como productores y empresarios en
general. Si ello no se logra como precondición esencial, cualquier esfuerzo que se haga,
quizás no sea en vano, pero, ciertamente, estará muy por debajo de lo esperado.
6.2.2. El bosque amazónico
La segunda opción de desarrollo tiene que ver con el bosque amazónico. La forma habitual
de pensar el bosque amazónico es como una reserva de la naturaleza, lo cual está muy bien
y es correcto. Sin embargo, lo cierto es que está lejos de haber un 100% del territorio con la
selva tropical originaria. Al contrario, hay amplias áreas que han sido devastadas por la
ocupación irracional y caótica de los productores criollos, que llegaron cortando el bosque
para despejar tierras para pastos, o han dañado el bosque con las actividades mineras.
Tampoco, en la hora actual, debido a la mayor densidad poblacional, es posible pensar a la
agricultura tradicional indígena de roza y quema como una opción de desarrollo de largo
plazo para la población indígena.
De esta manera, en relación al bosque y su uso productivo, tenemos varios escenarios
posibles y se los puede analizar en cuanto a su potencial como productores de bienes para el
bienestar de la sociedad actual, a la vez que se lo puede mejorar para el bienestar de la
sociedad del futuro.
El primer escenario sobre el tema del bosque húmedo amazónica es el manejo del mismo,
es decir, su utilización racional. Lo ideal sería dejarlo intocado, pero ya tenemos
56
experiencia al respecto, que los bosques protegidos, o sobre protegidos, al final son los más
dañados, por personas que sólo les importa el dinero inmediato o, peor aún, están ajenos y
desconocen el valor y la importancia de la conservación de los bosques.
Una forma de explotación es cortar la madera, de manera selectiva, escogiendo sólo los
árboles de la especie y de la edad y condición especificada. El manejo sustentable del
bosque es un procedimiento aceptado y sustentable. No obstante, para que sea realizado de
manera adecuada se necesitan, al menos, dos condiciones: i) un Estado que sea capaz de
imponer las leyes y castigar con severidad a los infractores; y ii) una población educada,
que pueda entender y participar en el desarrollo de un proyecto sostenible.
Otra forma de manejo del bosque tropical es el aprovechamiento de los múltiples
subproductos del bosque tropical, que hoy son recolectados en forma rudimentaria. El
desarrollo de procedimientos adecuados, como de mejoramiento de la disponibilidad y de
de mejores prácticas de recolección, así como tecnologías para mejorar el producto, elevar
su valor, y todo ello sin dañar el bosque.
Habría que establecer un instituto especializado en investigación aplicada para el desarrollo
del bosque amazónico, así como centros de enseñanza y capacitación para la explotación
sustentable del bosque, asegurando su función como pulmón del planeta.
El segundo escenario respecto al bosque, el que está destruido, es recuperar parcialmente su
función a través de la introducción procesos de reforestación y plantaciones forestales. Hay
sectores que con seguridad se van a oponer de inmediato. Pero, si se entiende que lo
esencial del mundo y de la vida en el planeta es el cambio, la adaptación a nuevas
situaciones, entonces se puede comenzar a conversar, ya que, oponerse al cambio es
oponerse a la evolución del mundo.
Hay árboles latifolios, de rápido crecimiento, como la teca, por ejemplo, que podrán ser
compatibles con las especies del bosque natural. Esto debería ser objeto de estudio, tanto
verificando si hay experiencias en otros países y los resultados, así como realizando
experiencias a nivel local. Si los resultados son buenos, y se usan para recuperar áreas ya
destruidas, podría ser una buena opción.
El tercer escenario del bosque es como productor de servicios ambientales. Los bosques
producen dos tipos de bienes esenciales para la vida humana y para el equilibrio del
ambiente: agua y oxígeno; este último por medio de la captura del carbono atmosférico. En
diversos lugares el agua comienza a escasear, tanto por el mayor nivel de consumo, como
por la destrucción de los bosques en las fuentes de los ríos. Así, las tierras que tienen
bosques son esenciales para la producción de agua. Por tales motivos, ya en muchos lugares
del mundo el agua se vende, tal como se vende el gas o la electricidad, ya que producir el
agua y conducirla, tiene un costo. Lo mismo aplica al oxígeno, un elemento esencial para la
vida, ya que para que haya vida es necesario mantener una cantidad de oxígeno adecuada
en la atmósfera.
Actualmente los países que producen demasiado carbono, por sus industrias, están
compensando a los países que tienen grandes bosques que producen oxígeno. Es un negocio
como cualquier otro. Esta es una oportunidad para territorios como el del Estado
Amazonas, que tiene condiciones excepcionales para producir oxígeno y, por tanto, se
debería trabajar para recibir la compensación adecuada de acuerdo a los tratados
internacionales al respecto. Tales recursos debieran beneficiar a las comunidades indígenas,
57
en proporción a su territorio, así como para remunerar el mantenimiento de las reservas y
parques nacionales, para que se siga conservando los bosques.
En definitiva, y considerando los tres escenarios de desarrollo productivo del bosque; i) su
manejo productivo; ii) la reconstrucción del bosque; y iii) los servicios ambientales, hay
mucha riqueza potencial aprovechable, no sólo para conservar el bosque húmedo tropical,
sino incluso para mejorarlo
La explotación sustentable del bosque natural puede generar más dinero anualmente que su
tala y quema para realizar cultivos o instalar pasturas para animales, que generar valor sólo
por unos pocos años. Lograr una producción eficiente sin dañar el bosque es posible, y
sostenible en el largo plazo. Sin embargo, este proceso no es fácil, porque hay muchos
factores culturales y tecnológicos que atentan contra esta posibilidad vinculados a las
formas tradicionales de la agricultura y ganadería.
La elaboración de políticas de desarrollo sostenible para el Estado es el gran desafío para
los políticos, para los empresarios, para los líderes sociales e indígenas, ya que el bosque
húmedo tropical tiene un gran valor productivo, pero para conseguir extraer ese valor, es
necesario primero utilizar la inteligencia, la ciencia y la tecnología.
6.2.3. La agricultura
En cuanto a la agricultura, lo más importante de comprender es que no es posible concebir
un proyecto productivo estratégico agrícola tratando de buscar la autosuficiencia regional,
sino al contrario, hay que buscar especializarse en algunos rubros, para vender a los
mercados regionales, nacionales e internacionales. Y con los recursos obtenidos comprar
productos agrícolas de otras regiones o importados. Para lograr esta especialización el
Estado tiene buenos recursos, no grandes recursos, pero si los suficientes para lograr una
agricultura eficiente y exitosa. Hay posibilidades y obstáculos.
La agricultura en las regiones tropicales es difícil y en la selva húmeda amazónica es aún
más difícil. Aparte del clima el principal obstáculo son los suelos, poco profundos, pobres
en materia orgánica, con propensión a volverse lateríticos, en fin, pareciera que hay más
impedimentos que posibilidades. No obstante, un elemento que resalta interesante a tener
presente es que en la agricultura moderna no es necesario el suelo, que funciona apenas
como un soporte. En una forma equivalente a la relación de los árboles tropicales con el
suelo, que es sólo un soporte para el árbol, el cual tiene que buscar su comida en la
superficie. La agricultura moderna funciona en forma parecida. El suelo es un soporte, para
que las plantas puedan acceder al agua y a la luz, ya que los nutrientes pueden ser
entregados a las plantas en diversas formas. Incluso el suelo se puede esquivar con técnicas
hidropónicas. Y la luz solar ya está siendo reemplazada con bombillos que imitan la
radicación solar. Lo único natural que todavía no se puede reemplazar es el agua. Por tanto,
las alternativas son las siguientes:
La primera alternativa agrícola sería construir un sistema de riego para poner en producción
las zonas planas, y casi planas, que se encuentran cercanas a Puerto Ayacucho,
principalmente hacia el norte. El suelo se puede aplanar con máquinas, en eso no hay
problema. Disponiendo de agua se podría cultivar hortalizas y frutas. No se trata de pensar
en cultivos extensivos, como arroz o maíz, sino sobre todos rubros que son muy
productivos a pequeña escala y de alto valor comercial. Unas 10.000 hectáreas regadas, con
uso de tecnologías avanzadas, sería suficiente para construir un emporio agrícola regional.
58
La segunda alternativa es que, una vez se dispusiera de agua de riego, conducida por
gravedad a los campos de cultivo, sería necesario introducir algunas nuevas tecnologías de
uso intensivo del suelo en áreas muy pequeñas, tales como las casas de cultivo. Estas
instalaciones filtran la excesiva insolación y, mediante el uso de paredes con mallas finas se
controla la mosca blanca y otras plagas. Los más importante es tecnología, es decir, gente
que, con inteligencia, dedicación y capacidad de emprendimiento, se aboque a desarrollar
proyectos agrícolas modernos.
Una tercera alternativa agrícola es buscar cómo utilizar el bosque como soporte para otros
cultivos, y en esta estrategia destaca la producción de cacao y café62. Estos dos rubros son
tradicionales en la agricultura de Venezuela y, antes la crisis previsible por la pérdida de
importancia del petróleo, son dos rubros que tienen futuro y, lo más importante, son rubros
agrícolas sustentables porque se cultivan en los bosques para aprovechar la sombra del
mismo.
Una cuarta alternativa dentro de la agricultura, dado que el agua abunda en el Estado
Amazonas, es un modelo de producción agrícola basado en el agua. Esta opción consiste en
introducir nuevas tecnologías, como la acuacultura, que combina la producción de peces
con agricultura, mediante un sistema de acuicultura, por un lado, para luego utilizar los
residuos orgánicos de los peces como fertilizantes para la agricultura, como en un sistema
hidropónico. Se puede producir también forraje para los animales. Casi no se usan
fertilizantes. El único costo importante es la comida de los peces. Pero se obtiene doble
cosecha: peces y productos vegetales.
Una quinta alternativa es la ganadería. Actualmente es extensiva. Esto se podría mejorar
con poco esfuerzo si los productores fueran capacitados en técnicas para mejorar el
rendimiento de pastos por hectárea, como el pastoreo rotatorio, con empastadas regadas, o
mediante la producción de forrajes complementarios en base a los acuacultivos. O bien, el
uso de técnicas de silvicultura, de forma que se podría incrementar mucho el número de
animales sin tener que talar más bosques, sino al revés, replantando árboles en las praderas
degradadas. El pastoreo intensivo podría mejorar también la producción de leche y quesos.
Además, las vacas no son el único componente ganadero, ya que las cabras, con buenos
pastos y cuidado, pueden rendir más carne y leche por hectárea que las vacas. Si el clima es
húmedo las cabras no representan un peligro para el ambiente.
6.2.4. Las artesanías
Artesanías y productos alimenticios especiales son una excelente opción. Las artesanías es
un producto consustancial a la Amazonía, porque en todas las aldeas indígenas, así como en
las ciudades, hay artesanos, cada uno con su estilo, que normalmente representa los diseños
de un grupo étnico. Sin embargo, el mercado de las artesanías es escaso y está saturado. No
se trata que se deje de hacer, pero no hay muchas expectativas de crecimiento en ciertos
rubros.
Un rubro, dentro de las artesanías, al cual se le podría sacar más provecho es la producción
de ciertos alimentos, que, con el sello de ser un producto amazónico, podría obtener un plus
de precios y mercado. En forma rápida se puede pensar en la miel, que es muy
62 Hay que recordar que uno de los mayores productores de café del mundo es Viet Nam, con un clima y
geografía muy parecida al Estado Amazonas, y que se hizo en base a un gran proyecto de plantaciones.
59
característica y asociada a la conservación del bosque, y si se trata del bosque tropical, se
constituye es un plus comercial. Otro es el casabe, con un mayor nivel de elaboración en los
envases y la presentación comercial en general. Las tortugas son un alimento regional
importante, pero no se producen, se cazan. En este caso sería conveniente pasar a una fase
productiva. Los mismo con los pecaríes o báquiros, así como los capibara, carpinchos o
chigüires. Casi cualquier especie animal, que se consuma en base a la caza, puede ser
producido en forma controlada y en instalaciones adecuadas.
Los picantes y otros condimentos están en alza en el mercado nacional y mundial. La salsa
o polvo katara, de las hormigas bachacos, es un producto de calidad excepcional, pero que
no ha pasado a una fase industrial y comercial, sino que aún se comercializa como un
producto artesanal exótico y no está disponible en los anaqueles de los supermercados. Así,
hay muchos otros rubros que podrían ser mejorados para insertarlos en los mercados.
Para que esta estrategia pueda tener éxito y efectivamente incrementar la producción y la
excelencia. Por tanto, habría que capacitar a los artesanos para producir con calidad y
homogeneidad, a los fines de abrir y mantener nichos de mercado.
6.2.5. El turismo
La quinta opción es el turismo, que mucha gente lo ve como gran recurso, pero en realidad
es todavía muy pequeño. No obstante, es un recurso a considerar con gran potencial de
futuro. El turismo es consustancial a la economía sustentable. Frente a la explotación
minera y maderera, y la expansión de los campos de cultivo y pastoreo, que están
devastando la Amazonía, surgen, como actividades alternativas, el ecoturismo y el turismo
comunitario, que, manejados adecuadamente, permitirían la conservación de la
biodiversidad y la generación de fuentes de trabajo.
Para que tenga significación económica, el turismo debe atraer al menos un equivalente al
50% de la población, esto es, en el caso de Amazonas, unos 40 mil turistas al año, esto es,
unos 700 turistas por semana, y con una permanencia de una semana. Esto es lo ideal, pero
puede que 100 turistas a la semana, 15 turistas al día, tenga significado económico básico; y
puede ser una meta de mediano plazo. Quizás en 10 años se pueda llegar a recibir 100
turistas diarios con una semana de permanencia. Esto implica, entre otros factores, disponer
de al menos una disponibilidad de unas 700 habitaciones, de calidad media a alta, y no sólo
en Puerto Ayacucho, sino también en los pueblos y aldeas del interior, con pequeñas
posadas y casas, incluso se puede pensar en posadas comunitarias, que puedan ofrecer dos o
tres habitaciones cada una.
Para el turismo, la Amazonía es un lugar increíble, que ofrece a los turistas un nivel muy
alto de contacto con la naturaleza y les permite conocer algunas de las culturas más
representativas del país. Lo que para un habitante local puede ser parte de lo cotidiano, para
un turista puede ser parte de la mayor fantasía de su vida. El turismo comunitario consiste
en que las comunidades indígenas participan por decisión mayoritaria del proyecto turístico
y, por tanto, hay una distribución equitativa de los beneficios generados. El hecho más
significativo es que se establece una relación intercultural entre visitantes y comunidades.
Las comunidades pueden habilitar albergues en base a casas tradicionales para estadías más
prolongadas y conocimiento más detallado de la zona. De esta manera el turismo colabora
con el manejo adecuado de los recursos naturales, la valoración de los patrimonios, y los
derechos culturales y territoriales de las comunidades que participan.
60
Hay personas que se oponen al turismo comunitario, exhibiendo sus tradiciones culturales,
porque lo ven como utilización comercial de los pueblos, pero, si se piensa bien, todo el
turismo consiste en eso, mostrar a los visitantes las cosas de cada pueblo o ciudad y obtener
un beneficio con ello. Es lo que hacen los franceses al vender París: sus museos, sus teatros,
su arquitectura, su gente, en fin, su cultura. Lo mismo hace todo el mundo, Roma, Londres
o Beijing.
El turismo necesita algunas precondiciones, a saber: i) un ambiente prístino, en donde sea
posible contemplar y, en cierto modo, vivir el ambiente amazónico, tanto en su naturaleza
como en su hábitat humano; se trata de vender la cultura.; ii) un ambiente seguro, en donde
se pueda caminar con una cámara colgada al hombro sin temor de ser asaltado. El turista
que se interesa en visitar la Amazonía es esencialmente un fotógrafo y pueden cargar
material muy costoso, además del valor de las fotografías tomadas. Un robo tiene doble y
triple costo; iii) buenos servicios, con personal que hable inglés, buenos guías de campo,
buenas instalaciones de hospedaje, limpias, pero no necesariamente lujosas. Buenos
restaurantes de comida local. Un ambiente urbano limpio; parques con facilidades para
descansar; ferias de artesanías y mercados de productos locales limpios, entre otros.
6.2.6. La minería
La sexta opción es la minería, que si bien es un recurso que genera riqueza, su explotación
inadecuada puede producir más daños que beneficios. La minería es el ogro negro de la
Amazonía. Produce pánico el solo pensar en actividades mineras en esta región. Sin
embargo, no se trata de la minería en sí misma, sino el patrón tecnológico y las formas de
corrupción que se asocian con la minería, que en la actualidad adicionalmente está asociado
el tráfico de personas, el crimen, contrabando, entre otras lacras. Obviamente es lo
contrario de lo que se requiere para impulsar el turismo y otras formas de economía
sustentable.
Sin embargo, hay formas de hacer minería sustentable, pero, y al contrario de la imagen
popular, la minería más ecológica la hacen las grandes compañías mundiales, porque, en
primer lugar, deben proteger un nombre, que en los negocios tiene mucho valor. También,
para el Estado, es más fácil controlar a una gran compañía que a cientos de mineros
pequeños, en parte porque los pequeños suelen ser supervisados por funcionarios medios,
más fáciles de corromper por sus bajos salarios. Se piensa que las grandes compañías
utilizan más la corrupción, quizás eso fue así, en el pasado, pero hoy, una compañía que
trafique con la destrucción de la naturaleza o sea hallada culpable de corrupción, puede
sufrir graves consecuencias para sus negocios, a nivel mundial. Cuando más grande más es
la empresa más grande es el posible daño a sus negocios por razón de sus malas prácticas
ambientales.
No obstante, en varios países amazónicos, la población reclama contra las grandes
compañías mineras. En este caso habría que preguntarse cómo se hicieron los contratos y
en qué medida son los funcionarios de la burocracia central, sin un real conocimiento de la
situación, o simplemente corruptos, los que aprobaron planes de explotación que dañan al
país. La situación de la minería, en verdad, es muy compleja y requiere de un abordaje muy
cuidadoso, por todas las partes.
Sin embargo, el problema real, y de fondo, es que todavía por esta parte del mundo hay
mucha gente, quizás demasiada gente, que piensa que la riqueza de las naciones está en los
61
minerales, en los recursos naturales, sin tomar en cuenta que los países más ricos y con
mejor calidad de vida son los que no tienen recursos naturales, que son pobres en este
aspecto, pero, en cambio, son muy ricos en recursos humanos, en capital social y cultural, y
disponen de una cultura del trabajo que genera riqueza del puro esfuerzo personal y social.
6.2.7. La marca regional
La séptima opción es crear la marca regional amazónica y la certificación de origen, que es
un elemento esencial a cualquier proyecto de desarrollo económico en la región. La
amazonia, ya desde hace mucho tiempo es vista como patrimonio de la humanidad debido a
su capacidad de captar carbono atmosférico y producir oxígeno. Esto se ha incrementado
debido a los grandes incendios que afectaron en 2019 a los bosques amazónico en Brasil y
Bolivia. Por lo tanto, el cuidado del bosque amazónico, y la obtención de productos con
base sustentable, debe ser el rasgo distintivo de la región, la cual debe ser promovida. Y
para que esa visión se transforme en un factor para mejorar la vida de la gente es necesario
convertirla en una ventaja competitiva de mercado.
Dos medidas deberían ser implementadas: i) caracterizar y poner en el mercado la marca
regional país “producido en la Amazonía venezolana”, por diversos medios y ser
perseverante, con nuevas campañas cada año; y ii) establecer criterios para estandarizar la
producción regional y otorgar certificación origen de producción sustentable a los bienes
producidos en el Estado Amazonas que cumplan con criterios aprobados. Esto contribuiría
a mejorar la calidad del producto, a mejorar los precios, y aumentar el mercado, con los
beneficios colaterales que esto significa.
6.3. Limitantes
La primera limitante tiene que ver con el aislamiento del Estado Amazonas de los mercados
de consumo. En este contexto es necesario adoptar la misma política de los países pequeños
y aislados, cual es, identificar un número pequeño de productos en los cuales la región
puede tener ventajas comparativas y competitivas, en donde la lejanía no sea un problema.
No se trata de pensar en construir trenes o líneas de barcos por el río, para transportar una
producción masiva, sino de producir bienes de alto valor y en cantidades reducidas, que
puedan abastecer a nichos de mercado seleccionados.
Una segunda limitante es la situación poca atractiva del Estado para atraer inversiones. Un
elemento importante a tener presente es que el gobierno no puede convertirse en
empresario. Esto nunca ha funcionado ni lo hará. El papel del gobierno del Estado es más
simple: debe establecer las condiciones legales, institucionales y se seguridad, que atraigan
inversión en tecnología de producción y conocimiento de los mercados. Por ejemplo, el
gobierno puede desarrollar una propuesta para construir un sistema de riego, puede ayudar
a sanear la propiedad de la tierra, puede ofrecer asistencia técnica y apoyo institucional a
los inversionistas, pero nunca tratar de ejecutar el proyecto por sí mismo, porque
sencillamente no sabría cómo hacerlo, tampoco cómo producir o cómo vender. El gobierno
tiene la responsabilidad de crear un ambiente habilitante para que las empresas, pequeñas,
medianas y grandes, pueden funcionar con eficiencia. Este ambiente habilitante está
constituido por leyes claras, instituciones que hagan cumplir las leyes, seguridad jurídica
para los negocios y para las personas, vías de acceso, para que de esta manera las personas
o empresas, que tienen recursos y tecnología, puedan desarrollar las actividades productivas
que ellas saben hacer.
62
Una tercera limitante es el carácter rentista de la economía del Estado Amazonas, que es
producto de su condición de Estado fronterizo, alejado de los centros económicos
dinámicos del país. No hay nada malo en eso. El problema es que existe una cultura de
dependencia del poder central del Estado, localizado en Caracas, que anula las iniciativas
de innovación y de esfuerzo productivo. Es más sencillo reclamar recursos a Caracas. Esto
afecta a toda la población, inclusive la indígena en las comunidades rurales, en donde casi
la única fuente de dinero legal son los empleos en los distintos organismos públicos. Se
trata de un círculo vicioso muy difícil de superar. El gobierno estatal, así como la sociedad
civil organizada, tales como consejos indígenas, empresarios, comerciantes, líderes
sociales, toda la sociedad, debería discutir estos temas y tomar una actitud de cambio y del
logro de la autonomía económica.
Hay una cuarta limitante y es la energía. Venezuela depende casi exclusivamente de una
sola y única fuente de energía, la represa de El Guri. Cualquier falla puede arruinar el más
sencillo plan y actividad productiva. Por tal motivo, es necesario y urgente, diversificar la
matriz energética. Actualmente hay muchas maneras de generar energía a pequeña escala,
tanto a nivel de los hogares, como de mediana escala, a nivel de las comunidades,
generando energía de fuentes renovables, como micro centrales hidroeléctricas, energía
solar y eólica, incluso residuos vegetales producto de la actividad forestal. Actualmente hay
experiencia con la presencia de generadores a gasoil, pero se trata una vez más, de un
recurso en el cual las comunidades son dependientes del gobierno nacional.
No obstante, si se examina la situación a un nivel más amplio, se puede observar que la
generación de energía a pequeña escala es una de las tendencias mundiales más relevante
en el proceso de cambio económico de las sociedades. La propuesta es diversificar la
generación de energía a partir de fuentes renovables, y se trata no sólo que el Estado haga
las inversiones, sino que es una oportunidad de negocios para el sector privado, tanto
individual en los hogares, como a nivel de las comunidades y fincas, especialmente si existe
la legislación que permita remunerar los excedentes de energía producidos a pequeña escala
que ingresan a los sistemas interconectados centrales. En este caso, una limitante, que es la
falta de energía, puede convertirse en una oportunidad de desarrollo.
7. CONCLUSIONES
Se observa un proceso de recuperación de la cultura y las organizaciones sociales
indígenas. Sin embargo, no se trata de un proceso homogéneo, ya que hay discrepancias
entre sectores de las comunidades. En general los cristianos evangélicos no están de
acuerdo con el rescate de prácticas de tipo mágico-religioso, mientras que para los católicos
esto no constituye un problema. Por otra parte, hay programas de recuperación de las
lenguas, de las tradiciones literarias, así como, en algunos casos, de rescate de la vivienda,
por lo menos en las construcciones de tipo ceremonial, ya que en la vivienda familiar se
nota una mayor presencia de las casas construidas por el Estado. Algunos programas, como
las de vivienda y electricidad, son propiciadas por el Estado, pero la mayoría del resto de
las iniciativas corresponden a iniciativas privadas, sean éstas de origen religioso tanto como
de Fundaciones y otras organizaciones no gubernamentales.
En cuanto a la situación dentro del contexto nacional, exceptuando los grupos más alejados,
las comunidades indígenas en general se encuentran en una situación de plena integración a
la economía nacional. Sin embargo, esta incorporación no es limpia y armónica, sino que
63
en gran medida ocurre en un marco de enormes abusos, tanto en la explotación de los
recursos naturales, los derivados de minería ilegal, los desmontes para la cría de ganado, el
contrabando de gasolina y otras actividades ilícitas, que, de una u otra forma, no solo
amenazan la supervivencia de las etnias, de su cultura y organización social, pero, sobre
todo, del ambiente en el cual viven.
El Estado propició la incorporación de las poblaciones indígenas desde mediados del siglo
XX, con programas de asistencia técnica agrícola, salud, vivienda, electrificación,
transporte fluvial entre otros. Como resultado de este proceso la economía de las tribus ya
no depende de las prácticas productivas tradicionales, sino de los ingresos externos, los
cuales se consiguen en parte mediante los mecanismos del mercado, pero sobre todo por la
acción paternalista del Estado a través de sus diversas agencias de gobierno, como las
municipalidades, así como por agencias técnicas de apoyo al desarrollo y las vinculadas al
Ministerio de Agricultura, que son las principales fuentes de ingresos monetarios legales
para las familias indígenas. En cuanto a las fuentes ilegales, aportan muchos recursos, con
actividades que van desde el contrabando de gasolina, el trabajo en las minas ilegales, el
contrabando de drogas y la prostitución.
Sin embargo, hay otras instituciones que mitigan los rasgos negativos de los procesos de
incorporación mencionados. En efecto, a partir de la segunda mitad del siglo XX la
presencia de las misiones religiosas, de cualquier denominación, católicas o evangélicas, ha
sido un factor clave en la defensa de las comunidades indígenas. Estas entidades han
asumido roles de mucha importancia, específicamente en el campo educativo, en parte
apoyando a las políticas públicas indigenistas del Estado, pero por otro, de defensa de las
comunidades frente a elementos externos perturbadores, incluso del mismo Estado.
La presencia misionera ha servido como amortiguador frente los duros golpes que reciben
los indígenas en una situación de abuso extremo causado por una explotación sin ley de los
recursos productivos de la zona, del comercio de las drogas, y de los conflictos guerrilleros
de origen colombiano, que afectan a estas poblaciones de frontera. También han sido un
elemento importante en la provisión de salud y mejoramiento ambiental en general,
contribuyendo a la recuperación demográfica de las etnias indígenas. Más recientemente se
han sumado a este papel amortiguador de los efectos externos negativos las organizaciones
no gubernamentales, que llevan a cabo proyectos de acompañamiento y ayuda a las
comunidades, especialmente en materia tecnológica para mejorar la economía, pero
también en áreas como educación y salud.
Otro elemento importante a considerar es que, en cuanto a la demografía, se observa una
recuperación de la población en la mayoría de las tribus. De acuerdo a los censos el
crecimiento relativo es levemente superior a la media nacional. Este es un efecto de la
asistencia de salud, que ha bajado la tasa de mortalidad infantil. Igualmente, que las
migraciones, tanto las forzadas como las voluntarias, sigue siendo un fenómeno corriente.
Hay dos tipos de migraciones: a) del campo a las ciudades, que implica sobre todo a los
excesos poblacionales; b) las migraciones de desplazados por la violencia provocada por la
minería ilegal y la actividad de las guerrillas.
También se observa que hay un creciente nivel de actividad organizativa y como resultado
los indígenas han ido ganando espacios en las estructuras de poder del Estado venezolano.
Un aspecto es haber tenido un indígena como gobernador del Estado, así como
64
actualmente, tener varios diputados en la Asamblea Nacional. Esta mayor incorporación
hace parte también de una toma de conciencia de la sociedad nacional, así como las
influencias de la comunidad internacional, sobre la problemática indígena y los derechos
humanos en la región amazónica.
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