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INFORMACION DEL SERVICIO DE CONCENTIRREIIIN PRREELRRIR La concentración parcelaria, tarea nacional IA fragmentación de la propiedad rústi- ca es una de las causas que han impe- dido el progresivo desarrollo de la agricul- tura española. Las pequeñas porciones de tierra, las explotaciones quebradas, parti- das, minimizadas en su extensión, no son susceptibles de un aprovechamiento adecua- do. A ellas resulta imposible aplicarles la moderna técnica agronómica ni los más re- cientes adelantos conseguidos en los me- dios de cultivo. Sus rendimientos tienen que ser forzosamente escasos. El esfuerzo denodado del agricultor no encuentra ni puede hallar compensación suficiente. A este problema básico de la división de las tierras, que afecta en España a más de diez millones de hectáreas, se une el de la dispersión de las parcelas, producido por la separación de los bancales, pedazos o fincas, según la terminología de cada lu- gar, pertenecientes a un agricultor, que deben estar reunidos para que su explota- ción resulte económica y obtener produc- ciones unitarias muy superiores a las que se alcanzan con el despliegue que hoy se aprecia, origen inmediato de pérdidas de tiempo dedicado a recorrer las distancias que separan unos predios de otros, que junto a otros factores gravan en exceso el costo de las operaciones agrícolas, con merma de los ingresos correspondientes al agricultor. Este arraigado mal, incubado por afec- tos mal entendidos, desconocimiento e in- curia, y fomentado por una legislación ajena al interés de la agricultura que per- mitía este descuartizamiento de las propie- dades en compraventas y particiones, pre- cisaba de un remedio eficaz. La corrección ha llegado. Los yerros pasados se enmien- dan a través de la concentración parcela- ria. Hay que tejer y con urgencia lo que otros deshilaron, reunir ahora lo que an- taño se dispersó y aprovechar esta obra de cirugía rural, transformando por com- pleto las zonas donde se concentran las tierras, para facilitar el acceso a una agri- cultura nueva, remozada, en la que no quede una sola posibilidad por aprovechar, cambiando, si preciso fuere, la mentalidad de los directamente beneficiados de esta gran mejora, los agricultores, gozosamente incorporados a esta nueva cruzada contra el minifundio. La concentración parcelaria cambia la fisonomía de las zonas en las que se rea- liza, permite el cultivo intensivo de las tierras agrupadas, facilita la mejor utili- zación de la mano de obra y el aprove- chamiento de terrenos perdidos, estimula la mecanización de las nuevas explotacio- nes y evita todos los inconvenientes que la diseminación de las fincas lleva consi- go; multiplica, en suma, la producción y eleva el valor de las tierras reunidas. Cuatro años de actuación son suficien- tes para comprobar los resultados. Los campos de Valladolid, Guadalajara, Sala- manca, Soria, Burgos y Alava poseen ya zonas concentradas que proclaman el acier- to de esta labor, atendida celosamente por el Ministerio de Agricultura a través del Servicio de Concentración Parcelaria. Nue- vas solicitudes reclaman medios correlati- vos para atajar pronto los perjuicios de la fragmentación de las tierras. La concen- tración tiene ya rango de tarea nacional y como tal hay que considerarla a todos los efectos. Procedimiento en la concentración parcelaria I. SU INICIACION La concentración parcelaria puede lle- varse a cabo a petición de los agricultores interesados en la mejora o por acuerdo del Ministerio de Agricultura. Cuando el procedimiento de concentra- ción parcelaria se inicie a petición de los agricultores, los solicitantes habrán de fir- mar una instancia dirigida al ministro de Agricultura, a la que será preciso acom- pañar certificación expedida por el secre- tario del Ayuntamiento acreditativa de que los interesados en la mejora representan por lo menos el 60 por 100 de los propie- tarios afectos y la misma proporción en cuanto a la superficie, referidos ambos coe- ficientes a la zona a concentrar.

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Page 1: INFORMACION DEL SERVICIO DE CONCENTIRREIIIN PRREELRRIR€¦ · fisonomía de las zonas en las que se rea-liza, permite el cultivo intensivo de las tierras agrupadas, facilita la mejor

INFORMACION DEL

SERVICIODE CONCENTIRREIIIN

PRREELRRIRLa concentración parcelaria, tarea nacional

IA fragmentación de la propiedad rústi-ca es una de las causas que han impe-

dido el progresivo desarrollo de la agricul-tura española. Las pequeñas porciones detierra, las explotaciones quebradas, parti-das, minimizadas en su extensión, no sonsusceptibles de un aprovechamiento adecua-do. A ellas resulta imposible aplicarles lamoderna técnica agronómica ni los más re-cientes adelantos conseguidos en los me-dios de cultivo. Sus rendimientos tienenque ser forzosamente escasos. El esfuerzodenodado del agricultor no encuentra nipuede hallar compensación suficiente.

A este problema básico de la divisiónde las tierras, que afecta en España a másde diez millones de hectáreas, se une el dela dispersión de las parcelas, producidopor la separación de los bancales, pedazoso fincas, según la terminología de cada lu-gar, pertenecientes a un agricultor, quedeben estar reunidos para que su explota-ción resulte económica y obtener produc-ciones unitarias muy superiores a las quese alcanzan con el despliegue que hoy seaprecia, origen inmediato de pérdidas detiempo dedicado a recorrer las distanciasque separan unos predios de otros, quejunto a otros factores gravan en exceso elcosto de las operaciones agrícolas, conmerma de los ingresos correspondientes alagricultor.

Este arraigado mal, incubado por afec-tos mal entendidos, desconocimiento e in-curia, y fomentado por una legislaciónajena al interés de la agricultura que per-mitía este descuartizamiento de las propie-dades en compraventas y particiones, pre-cisaba de un remedio eficaz. La correcciónha llegado. Los yerros pasados se enmien-dan a través de la concentración parcela-ria. Hay que tejer y con urgencia lo queotros deshilaron, reunir ahora lo que an-taño se dispersó y aprovechar esta obrade cirugía rural, transformando por com-pleto las zonas donde se concentran lastierras, para facilitar el acceso a una agri-cultura nueva, remozada, en la que noquede una sola posibilidad por aprovechar,cambiando, si preciso fuere, la mentalidadde los directamente beneficiados de esta

gran mejora, los agricultores, gozosamenteincorporados a esta nueva cruzada contrael minifundio.

La concentración parcelaria cambia lafisonomía de las zonas en las que se rea-liza, permite el cultivo intensivo de lastierras agrupadas, facilita la mejor utili-zación de la mano de obra y el aprove-chamiento de terrenos perdidos, estimulala mecanización de las nuevas explotacio-nes y evita todos los inconvenientes quela diseminación de las fincas lleva consi-go; multiplica, en suma, la producción yeleva el valor de las tierras reunidas.

Cuatro años de actuación son suficien-tes para comprobar los resultados. Loscampos de Valladolid, Guadalajara, Sala-manca, Soria, Burgos y Alava poseen yazonas concentradas que proclaman el acier-to de esta labor, atendida celosamente porel Ministerio de Agricultura a través delServicio de Concentración Parcelaria. Nue-vas solicitudes reclaman medios correlati-vos para atajar pronto los perjuicios de lafragmentación de las tierras. La concen-tración tiene ya rango de tarea nacionaly como tal hay que considerarla a todoslos efectos.

Procedimiento en la concentraciónparcelaria

I. SU INICIACION

La concentración parcelaria puede lle-varse a cabo a petición de los agricultoresinteresados en la mejora o por acuerdo delMinisterio de Agricultura.

Cuando el procedimiento de concentra-ción parcelaria se inicie a petición de losagricultores, los solicitantes habrán de fir-mar una instancia dirigida al ministro deAgricultura, a la que será preciso acom-pañar certificación expedida por el secre-tario del Ayuntamiento acreditativa de quelos interesados en la mejora representanpor lo menos el 60 por 100 de los propie-tarios afectos y la misma proporción encuanto a la superficie, referidos ambos coe-ficientes a la zona a concentrar.

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SERVICIO DE EXTENSION AGRÍCOLA

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Sólo un año después de la toma de pose-sión de las nuevas fincas, la transforma-ción de los métodos de cultivo en una delas zonas de la concentración no puede sermás radical, según puede deducirse de lascifras comparadas, que resume la variaciónen el número de las distintas clases de má-quinas una vez hecha la concentración. Elnúmero de yuntas de trabajo se reduce entan poco tiempo casi a la mitad, incremen-tándose, por el contrario, el número detractores, que pasa de tres a veintiocho.Otras consecuencias de indudable interéspueden deducirse del cuadro que se re-

produce.

El Ministerio de Agricultura puede, asi-mismo, promover la concentración parce-laria en los dos casos siguientes:

a) De oficio, cuando la dispersión par-celaria se ofrezca con acusados caracteres

de gravedad en una zona determinada, detal modo que la concentración, con o sinaportación de tierras por el Instituto Na-cional de Colonización, se considere muyconveniente o necesaria.

b) Cuando, a través del Servicio deConcentración Parcelaria, lo insten el Ca-tastro, los Ayuntamientos, las Hermanda-des de Labradores o las Cámaras OficialesSindicales Agrarias correspondientes, quie-nes harán constar las circunstancias de ca-rácter social y económico que concurrenen la zona y, en su caso, la finca o fincascuya aportación por el Instituto Nacionalde Colonización parezca más adecuada parauna satisfactoria concentración parcelaria.

NUEVAS ZONAS DECLARADASDE UTILIDAD PUBLICA

En virtud de acuerdo adoptado por elConsejo de Ministrbs celebrado el 18 denoviembre, se declaran de utilidad públicalas concentraciones parcelarias de las zo-nas de Medina de Rioseco (Valladolid),Monasterio (Guadalajara), Cerecinos deCampos y Sanzoles de Zamora.

i AGRICULTOR!

Para llegar a tus parcelas no sólotienes que hacer largos recorridos,sino que has de andar por malos ca-minos y atravesar gravosas y moles-tas servidumbres.

La concentración parcelaria te ofre-cerá una red de caminos que acor-tará las distancias desde tu casa delabor a las nuevas parcelas, y ten-drán todas ellas acceso directo.

i AGRICULTOR!

Debido a la forma de las parcelasen ladera, no las puedes labrar sinoen el sentido de la máxima pen-diente.

La nueva distribución de la pro-piedad te permitirá, en aquellas par-celas en pendiente, labrarlas siguien-do el sentido de las curvas de nivel,para defender el suelo agrícola delos efectos de la erosión.