informe prÁctica social (proyecto pasantÍa pdpmm …
TRANSCRIPT
7
INFORME PRÁCTICA SOCIAL (PROYECTO PASANTÍA PDPMM – CLÍNICA
JURÍDICA EN JUSTICIA SOCIAL)
EMILIO LUNA RAMÍREZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA E HISTORIA DEL DERECHO
BOGOTÁ D.C.
2016
8
INFORME PRÁCTICA SOCIAL (PROYECTO PASANTÍA PDPMM – CLÍNICA
JURÍDICA EN JUSTICIA SOCIAL)
EMILIO LUNA RAMÍREZ
TRABAJO DE GRADO PARA OBTENER EL TÍTULO DE ABOGADO
Director
JUAN FELIPE GARCÍA ARBOLEDA
Profesor investigador
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
PROGRAMA DE DERECHO
BOGOTÁ D.C.
2016
9
NOTA DE ADVERTENCIA
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus
trabajos de tesis. Solo velará por que no se publique nada contrario al dogma y a la moral
católica y por qué las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes
bien se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”
10
Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 13
1. PRIMERA PARTE: CONTEXTUALIZACIÓN DEL CASO LAS PAVAS. .......................... 17
1.1 DIMENSIÓN JURÍDICA Y SOCIAL DE TIERRA Y TERRITORIO ............................ 17
1.2 IDENTIFICACIÓN DEL TERRITORIO EN DISPUTA ................................................. 18
1.3 RELACIÓN DE LOS CAMPESINOS DE ASOCAB CON EL TERRITORIO. ............. 21
1.4 RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA Y ANÁLISIS DEL CASO. .................................... 24
1.4.1 PROCESOS DE ADJUDICACIÓN Y CONCENTRACIÓN DE LA PROPIEDAD
DE INMUEBLES EN LO QUE HOY ES LAS PAVAS. ......................................................... 24
1.4.2 CONCENTRACIÓN MASIVA DE LA PROPIEDAD POR PARTE DE JESÚS
EMILIO ESCOBAR. ................................................................................................................ 26
1.4.3 LLEGAN LAS AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA; EL AZOTE DEL
BLOQUE CENTRAL BOLÍVAR Y OTROS GRUPOS PARAMILITARES EN LA REGIÓN.
28
1.4.4 INICIO DEL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO Y SUBSECUENTE
RETORNO DE JESÚS EMILIO ESCOBAR AL TERRITORIO. ........................................... 30
11
1.4.5 COMPRAVENTA DE LAS PAVAS POR PARTE DE JESÚS EMILIO ESCOBAR
A FAVOR DEL CONSORCIO PALMICULTOR EL LABRADOR; SE MARCA EL INICIO
DE UNA LUCHA CONTRA UN COLOSO DE LA AGROINDUSTRIA. ............................. 32
1.4.6 ¿QUÉ QUEDÓ EN PIE DESPUÉS DE LA TORMENTA MEDIÁTICA? ............. 52
1.4.7 LA RESISTENCIA PACÍFICA DE ASOCAB ANTE LOS ATAQUES DE LA
EMPRESA DE SEGURIDAD DE APORTES SAN ISIDRO. ................................................. 58
1.4.8 AMENAZAS Y PERSECUSIÓN PENAL A LOS LÍDERES DE ASOCAB. ........ 70
1.4.9 SITUACIÓN DE LOS PROCESO DE REPARACIÓN DE VÍCTIMAS A LOS
MIEMBROS DE ASOCAB Y A ASOCAB COMO SUJETO DE REPARACIÓN
COLECTIVA. ........................................................................................................................... 73
1.5 LAS DIFICULTADES PARA ARTICULAR UN CUARTO RETORNO ...................... 77
2. SEGUNDA PARTE: EL CASO DE LAS PAVAS REFLEJA CÓMO EL PROYECTO DE
VIDA CAMPESINO ESTÁ EN PELIGRO ANTE EL PASO ARRASADOR DEL PROYECTO
ECONÓMICO DE LA LOCOMOTORA MINERO-ENERGÉTICA. ............................................. 80
2.1 LA LOCOMOTORA MINERO-ENERGÉTICA ESTÁ SIENDO IMPULSADA POR EL
GOBIERNO. ................................................................................................................................. 81
2.2 ¿POR QUÉ EL PROYECTO DE EMPRESAS PALMICULTORAS DEBE
COMPRENDERSE COMO PARTE DE LA LLAMADA LOCOMOTORA MINERO-
ENERGÉTICA? ............................................................................................................................ 84
2.3 CONFLICTO ARMADO Y DESARROLLO; NEXOS DE LA MINERÍA Y EMPORIOS
PALMICULTORES CON PARAMILITARES ........................................................................... 87
2.4 EL GOBIERNO NO LE QUIERE PONER FRENO A UNA LOCOMOTORA
DESCARRILADA ...................................................................................................................... 102
12
2.5 “LA SUERTE ESTÁ ECHADA”, LOS CAMPESINOS RESISTEN COMO PUEDEN.
108
3 TERCERA PARTE: CONCLUSIONES................................................................................. 110
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: ........................................................................................... 115
13
INTRODUCCIÓN
Este informe es el resultado del trabajo realizado en el marco de una pasantía con el
Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio durante los meses de agosto,
septiembre, octubre y noviembre de 2014. A su vez, este trabajo es la continuación de
un acompañamiento que ha brindado la Clínica Jurídica en Justicia Social de la
Pontificia Universidad Javeriana al Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena
Medio, específicamente en el proyecto del caso Las Pavas. Por ello, quiero reconocer el
trabajo realizado por Pablo Gómez, Santiago Forero, Camilo Ballesteros y María
Alejandra Grillo, quienes me precedieron en la pasantía como compañeros de la
Universidad Javeriana y estudiantes de derecho. También quiero dar reconocimiento a
los Profesores Roberto Vidal, Catalina Rivera y en especial a Juan Felipe García,
porque ellos han sido los profesores de la Universidad Javeriana que han coordinado el
trabajo de la Clínica Jurídica en Justicia Social en el caso de la lucha de los campesinos
de ASOCAB (Asociación de Campesinos de Buenos Aires) por el territorio
comprendido como Hacienda Las Pavas.
Con lo anterior, además de dar un agradecimiento especial a estas personas, quiero dar
cuenta de que el presente informe arroja una mirada al trabajo que viene realizando la
Clínica Jurídica desde el año 2009. Por consiguiente, también he de reconocer y dar
cuenta del trabajo que viene realizando el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena
14
Medio (PDPMM), que viene acompañando jurídicamente al colectivo de ASOCAB
desde el año 2009. Este acompañamiento es el resultado de un equipo de profesionales
que trabajan en esta institución, encabezado por la abogada Jiseth Banessa Estrada
Martínez, quien es la representante legal de ASOCAB y ha estado acompañando
jurídicamente el caso desde el desalojo ilegal en Las Pavas realizado por la Policía del
municipio de El Peñón, sur de Bolívar, el 14 de julio de 2009.
Esta pasantía se desarrolla gracias a un convenio entre la Universidad Javeriana y el
PDPMM, que se articula desde el fundamento jesuita de servir a la comunidad, y es
parte de la opción que ofrece la Universidad Javeriana para realizar una práctica social,
teniendo en cuenta que, además, el PDPMM fue fundado por el sacerdote jesuita
Francisco de Roux. En este sentido, la filosofía de este convenio es hacer posible que
los estudiantes de una gran universidad puedan prestar su conocimiento al servicio de
un grupo poblacional muy vulnerable que ha sido flagelado por el conflicto armado y la
desigualdad, como es el caso de las personas que han vivido en la región del Magdalena
Medio.
Desarrollé la pasantía principalmente en la ciudad de Barrancabermeja, municipio del
departamento de Santander, y en el corregimiento de Buenos Aires, que está bajo
jurisdicción del municipio El Peñón, en el sur de Bolívar. No obstante, durante el
desarrollo del trabajo, realicé diligencias en los municipios de Regidor, El Peñón, San
15
Martín de Loba, en el sur de Bolívar y El Banco, que se ubica en el departamento de
Magdalena. También acompañé a la comunidad de ASOCAB en el territorio conocido
como Hacienda Las Pavas, cuya jurisdicción está repartida entre los municipios de El
Peñón y San Martín de Loba. Mis coordinadores de la práctica fueron Juan Felipe
García Arboleda, abogado y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, y Jiseth
Banessa Estrada Martínez, abogada del PDPMM.
El trabajo que realicé en este periodo se centró en la elaboración de documentos
jurídicos; el acompañamiento a los campesinos miembros de ASOCAB en diligencias
jurídicas relacionadas con el conflicto por el territorio de Las Pavas; la coordinación y
direccionamiento de reuniones con ACNUR, el Comité de Justicia Transicional del
Departamento de Bolívar y agentes de la SIJIN; y la preparación y orientación a la
comunidad de ASOCAB para constituir el Comité de Impulso y el diligenciamiento del
Formato Único de Declaración, en relación con el seguimiento del proceso de
Reparación de Víctimas adelantado por ASOCAB como Sujeto de Reparación
Colectivo ante la Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas en el
marco de la Ley 1448 de 2011.
Parte del propósito de la práctica fue profundizar en el conocimiento sobre el caso y la
situación que enfrentan los campesinos de ASOCAB en el territorio, con el fin de
realizar este informe que reúne mis apreciaciones y análisis respectivos. Como objetivo
16
metodológico, el informe se dividirá en tres partes: En la primera parte presentaré una
reconstrucción histórica del caso y de la lucha de los campesinos de ASOCAB por el
territorio de Las Pavas, dando cuenta de cómo se manifiestan en el presente las
dinámicas de este conflicto. En la segunda parte, pretendo enmarcar el conflicto en una
escala nacional, donde se mostrará que la situación sufrida por los campesinos de
ASOCAB no es simplemente un litigio jurídico bilateral, sino que el caso de Las Pavas
se hace emblemático al reflejar una situación vivida por millones de campesinos en
Colombia. Finalmente, en la tercera parte, presentaré las conclusiones más importantes
de esta experiencia tan enriquecedora.
17
1. PRIMERA PARTE: CONTEXTUALIZACIÓN DEL CASO
LAS PAVAS.
1.1 DIMENSIÓN JURÍDICA Y SOCIAL DE TIERRA Y TERRITORIO
Para poder entender la problemática jurídica que se presenta, hay que partir de que la
reivindicación que buscan los campesinos de ASCOCAB no se reduce a una mera
titulación de inmuebles o derechos que se reconocen en una oficina de registro de
instrumentos públicos. Lo que quieren los campesinos de ASOCAB es lograr la
reivindicación de su proyecto de vida campesino, lo cual implica poder estar en el
territorio y gozar de él de una manera integral. En esta medida, para poder elaborar una
estrategia jurídica que pueda ser exitosa frente al caso, hay que comenzar por entender
que la dimensión de territorio es mucho más compleja que la de la tierra, entendida
como bien inmueble. Al gozar del territorio, se establece una relación estrecha entre el
ser humano, la flora, la fauna y demás recursos naturales. Es decir, nos encontramos
ante una dimensión ecosistémica compleja entre la vida y los recursos. Además, al
plantearse la idea de un proyecto de vida campesino, el derecho a vivir en y del
territorio comprende también una dimensión sociocultural, ya que la relación con el
territorio enmarca una serie de prácticas y cosmovisiones particulares.
18
Por este motivo, la comprensión territorial del tema es fundamental para articular la
problemática en términos de un discurso de derechos. Luego, dentro de la reivindicación
del proyecto de vida campesino que se ha visto truncado por los diferentes actores que
intervienen en el conflicto, se puede hablar de una vulneración de varios derechos: a la
libertad, al libre desarrollo de la personalidad, al mínimo vital, a la dignidad humana, a
la soberanía alimentaria, al trabajo, a gozar del medio ambiente y a la salud, entre
muchos otros.
1.2 IDENTIFICACIÓN DEL TERRITORIO EN DISPUTA
El territorio en disputa es comprendido y delimitado jurídicamente como la Hacienda
Las Pavas, que es el conjunto de los 14 predios adquiridos u ocupados por Jesús Emilio
Escobar y luego vendidos al Consorcio El Labrador, conformado por las empresas
palmicultoras, Aportes San Isidro y C.I. Tequendama. Los predios más significativos
son “Peñaloza”, “Si Dios Quiere” y “Pavas”, acompañados por otros 11 baldíos que
siempre estuvieron en el dominio de la Nación. El territorio identificado como Hacienda
Las Pavas cuenta con una extensión de 2.842 hectáreas1, de acuerdo con el informe
presentado por la Comisión Independiente, creada por las organizaciones Christian Aid
y The Body Shop.
1 Vargas, Mow, June, Pérez y Rivas. Informe Comisión Independiente Conflicto de Tierras- Las Pavas- Bolívar,
Colombia. Junio 2010. Página 6.
19
Los predios que conforman la Hacienda Las Pavas se encuentra en el sur del
departamento de Bolívar, en una región denominada La depresión Momposina. Así
pues, los predios de Las Pavas están repartidos entre las jurisdicciones del municipio de
El Peñón y el municipio de San Martín de Loba. Ambos municipios se encuentran en la
Isla de Papayal, formada por los brazos del Río Magdalena Rioviejo y Morales, y por el
caño Brazuelo del Papayal. 2
Imágenes obtenidas de la página www.retornoalaspavas.wordpress.com y del informe de la Comisión Independiente, formado por
Christian Aid y The Body Shop.
En este punto, es vital señalar la riqueza ecosistémica de la región. Como queda
plasmado en el informe antes citado, la Depresión Momposina
2 Ibídem 2. Página 20.
20
“se constituye en la región más cenagosa e inundable del país, por la gran cantidad de brazos,
caños, ciénagas y pantanos que forman los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. (…)
Para el propósito de este informe, se resalta el hecho de que la subregión sur de Bolívar es la
segunda en importancia en oferta hídrica de la cuenca baja del Río Magdalena. Tanto en los
humedales de la microrregión (Isla del Papayal) como en los de la subregión (sur de Bolívar)
ocurren procesos hidrológicos y ecológicos producto de las interacciones entre los
componentes suelos, agua, fauna y flora que explican la gran variedad de funciones que
desempeñan, no únicamente a nivel local para los campesinos, sino para todos los habitantes
de la subregión sur de Bolívar, y, complementariamente, para todos los habitantes de las zonas
de divergencia del Río Magdalena: filtración y almacenamiento de agua, recarga de acuíferos,
reproducción natural de especies reofílicas únicas de la cuenca Magdalénica, retención de
nutrientes y sedimento para el control de la contaminación e inundación del río. En su
conjunto, constituyen hábitat críticos para la conservación de la herencia colectiva de la
biodiversidad y mitigación y control de inundación, así como secuestro de carbono y una
función reguladora para el paisaje hidrobiológico e hidrológico y el microclima”.3
3 Ibídem. 3. Página 21.
Foto de un líder de ASOCB, Etni Torres en Las
Pavas. Foto de niño de Buenos Aires en canoa en Las
Pavas.
21
1.3 RELACIÓN DE LOS CAMPESINOS DE ASOCAB CON EL
TERRITORIO.
De acuerdo con las palabras de miembros de ASOCAB, el acceso al territorio
representa su sustento de vida, ya que además de las actividades agrícolas y ganaderas,
los campesinos de la región encontraban sustento en la pesca gracias a la abundancia de
vida acuífera, antes de que los ecosistemas fueran afectados de manera tan drástica por
parte de las empresas palmicultoras y la minería ilegal, junto con la empresa minera
Anglo Gold Ashanti en la Serranía de San Lucas, que envenenaron el Brazuelo del
Papayal con mercurio y cianuro. Además, antes de la tala indiscriminada de bosques
que se ha realizado, los campesinos encontraban un abundante sustento alimenticio en la
fauna silvestre, sirviéndose de animales como el ponche (chigüiro), la guartinaja y otra
cantidad de especies silvestres que hoy en día difícilmente se encuentran en la reducida
extensión de bosques y humedales que quedan en toda la región.
Así pues, si los ecosistemas afectados pudieran recuperarse de la depredación
indiscriminada que han sufrido, los campesinos encontrarían garantizada con
abundancia su seguridad alimentaria. Pero para ellos, su relación con el territorio
significa más que la seguridad alimentaria, puesto que de esta relación se enriquece una
forma de vida, una comprensión del respeto por la naturaleza y una identidad
sociocultural. Una buena muestra de esta relación es el poema “Conozco mi tierra”
22
escrito por uno de los socios de ASOCAB, el señor Efraín Alvear Olivares, del que cito
a continuación un fragmento para ilustrar con más viveza esta idea:
La comba de los árboles
nuestra casa primero fue
y también los matorrales
pero tiempo corto fue.
El bosque exuberante
y la fauna me emocionó
y de esto permanentemente
enamorado vivía yo.
Aprendí a ser cazador
un joven maderero
un agricultor
pero nunca fui obrero.
23
Trapiches y animales
daban a todos abundancia
y el olor de los frutales
llenaban todo de fragancia.
El maíz y el pancoger
encontrábanse por doquier
que atraían al mercader
de la Gloria y otras tierras.4
En este poema se hace evidente la compleja relación de los campesinos con el territorio,
puesto que en él se hace explícito que, además de la seguridad alimentaria, la vida en el
campo garantizó a los campesinos la independencia laboral para no tener que ser
empleados subordinados. Adicionalmente, se evoca una serie de sentimientos que
muestran que vivir entre la naturaleza le trae una gratificación y una felicidad inmensa.
Con todo esto, se refuerza la idea de que ser campesino es mucho más que desempeñar
4 Efraín Alvear Olivares. Conozco mi tierra.
24
una actividad económica, y que el acceso al territorio y la protección del mismo es la
garantía básica para poder apoyar el proyecto de vida campesino.
1.4 RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA Y ANÁLISIS DEL CASO.
1.4.1 PROCESOS DE ADJUDICACIÓN Y CONCENTRACIÓN DE LA
PROPIEDAD DE INMUEBLES EN LO QUE HOY ES LAS PAVAS.
La formación de Buenos Aires puede ubicarse aproximadamente en los años de 1920,
tiempo en que ya existían colonos que vivían en el territorio hoy comprendido como Las
Pavas, como es el caso del abuelo del presidente y representante legal de ASOCAB,
Misael Payares Guerrero. Durante ese periodo, los terrenos de la Isla de Papayal eran
terrenos baldíos, por lo que no había ninguna limitante para que los habitantes de la
zona pudieran acceder al territorio. No obstante, a finales de la década del sesenta, el
Instituto Colombiano para la Reforma Agraria INCORA inicia un proceso de
adjudicación de baldíos, y en este contexto se produce un proceso de concentración de
tierras en las personas que son adjudicatarias.5 Las personas que recibieron las tierras
adjudicadas eran externas a la región, que compraron mejoras a los campesinos que en
ese entonces poseían la tierra. Estos nuevos propietarios eran grandes ganaderos
provenientes de Antioquia, vinculados al cartel de Medellín.
5 Vargas, Mow, June, Pérez y Rivas. Informe Comisión Independiente Conflicto de Tierras- Las Pavas- Bolívar,
Colombia. Junio 2010. Página 6.
25
De acuerdo con el estudio de títulos sobre Las Pavas que realizó el INCODER en la
resolución 2284 de 2012, las principales concentraciones de propiedad inmueble que se
dieron sobre los predios que hoy se comprenden dentro de la Hacienda Las Pavas fueron
producto de las Resoluciones No. 5491, y 5492 del 12 mayo de 1967 del INCORA, en
las cuales se les adjudicó a Abelardo Rueda Ramírez y Heriberto de Jesús Sierra los
predios “No te canses” y “Las Pavas” respectivamente.6 Posteriormente, el 29 de agosto
de 1968, Heriberto de Jesús Sierra enajenó a título de compraventa a favor de Abelardo
Rueda Ramírez el predio que le pertenecía, denominado “Las Pavas”.
En 1969, Abelardo Rueda Ramírez vendió los predios “No te canses” y “Las Pavas” a
favor de la sociedad Ganadería Las Pavas Ltda, adicionando a la compraventa tres
predios denominados “Componte”, “El Oasis” y “El Deseo”, sobre los cuales, según
INCODER en la resolución 2284 de 2012, no existen antecedentes registrales. Como
resultado de esta nueva concentración, la sociedad Ganadería Las Pavas dispuso
solicitar el englobe de los cinco predios mencionados, que de ahí en adelante se
conocerían como el predio “Hacienda Las Pavas”, el cual cuenta con una extensión de
1.127 hectáreas. Es pertinente aclarar que el predio denominado “Hacienda Las Pavas”
no es la totalidad del territorio que hoy se conoce como „Las Pavas‟.
6 Resolución 2284 de 2012.INCODER. 14 de noviembre de 2012. Página 31.
26
A su vez, el INCORA realizó adjudicación del predio “Si Dios Quiere” el 22 de
noviembre de 1966 a favor de Pedro Pablo Cabrales Pacheco y Eugenio Cabrales
Pacheco, quienes en 1979 vendieron el predio a Manuel Salvador Ramos Dovales. Éste,
a su vez, vendió el predio a Luis Gonzalo Vargas Giraldo y Ana Gregoria Bello Beltrán
en 1980.
En el caso del predio “Peñaloza”, que hoy también hace parte del territorio Las Pavas, el
INCORA lo adjudicó en 1969 a Luciano Iglesias Rangel, quien dispuso venderlo a la
sociedad Ganadería Las Pavas en 1971.
1.4.2 CONCENTRACIÓN MASIVA DE LA PROPIEDAD POR PARTE DE
JESÚS EMILIO ESCOBAR.
En 1983 aparece un nuevo actor en este conflicto: Jesús Emilio Escobar Fernández, tío
del narcotraficante Pablo Emilio Escobar y presunto narcotraficante, quien realizaba las
labores de testaferrato a su sobrino, adquiriendo así grandes extensiones de tierra para
explotarlas por medio de la ganadería intensiva. Es en este año que Jesús Emilio
Escobar compra los predios “Hacienda Las Pavas”, “Si Dios quiere”, “No te canses” y
“Peñaloza” que sumarían un total de 1.184 hectáreas, realizando un englobe de los
predios y agregando otros predios que sumaban 1.658 hectáreas, y que según el Informe
de la Comisión Independiente solicitado por Christian Aid y The BodyShop,
27
corresponden a tierras no tituladas.7 Durante el periodo de tiempo comprendido entre
los años 1983 y 1993, Jesús Emilio Escobar Fernández se dedica a la explotación de los
predios adquiridos mediante la ganadería intensiva.
Mientras tanto, algunos de los campesinos que vivían en el corregimiento de Buenos
Aires se dedicaban a la pesca en el Brazuelo del Papayal y en las ciénagas, caños y
humedales que abundaban en la región; algunos otros a la cacería, y la mayoría de ellos
a la agricultura en pequeñas extensiones de tierras baldías comunales denominadas
playones. Pero el uso de los playones para la agricultura y la ganadería no pudo suplir
las necesidades de los bonarenses de manera suficiente, debido a su limitada extensión y
al hecho de que los playones, que son tierras llanas cercanas al Brazuelo del Papayal,
son los primeros en inundarse durante las temporadas de lluvia.
Para 1993, como consecuencia del asesinato de Pablo Escobar y el desmantelamiento
del cartel de Medellín, Jesús Emilio Escobar abandona Las Pavas. En este momento, los
campesinos de Buenos Aires ven la oportunidad de aprovechar las tierras abandonadas y
dedicarse en ellas a la agricultura y la ganadería. Durante este periodo, comienza una
época de abundancia para los campesinos, donde recibieron los frutos de su trabajo en
grandes extensiones de terreno, además de poder recorrer libremente el vasto territorio
de Las Pavas, con el consecuente aprovechamiento sostenible de su riqueza
7 Vargas, Mow, June, Pérez y Rivas. Informe Comisión Independiente Conflicto de Tierras- Las Pavas- Bolívar,
Colombia. Junio 2010. Página 6.
28
ecosistémica. Durante este periodo de tiempo, los campesinos se despertaban a las 4:00
a.m. para salir de Buenos Aires madrugados a trabajar libremente en Las Pavas, y
regresaban en horas de la tarde. En Las Pavas, los bonarenses construyeron cambuches
o refugios donde guardaban sus implementos de trabajo, almacenaban la cosecha, y
pasaban la noche cuando así lo querían. Lo concreto es que en esa dinámica, los
campesinos vivían en Buenos Aires y salían a trabajar a Las Pavas.
Fue entonces cuando, en medio de esa bonanza campesina, se comenzó a gestar la
Asociación de Campesinos de Buenos Aires. Desde 1997 se comenzó a organizar la
iniciativa que arrancó con el sueño de Misael Payares Guerrero, quien concibió la idea
de asociarse como campesinos, trabajar la tierra de Las Pavas colectiva y solidariamente
y en ella ir formando un nuevo corregimiento que sería llamado “El milagro de Dios”.
Con el entusiasmo de compartir ese sueño, otros campesinos se unieron y en 1998 se
constituyó legalmente ASOCAB. Sin embargo, el tiempo demostró que la búsqueda de
ese sueño no iba a estar exenta de colosales obstáculos.
1.4.3 LLEGAN LAS AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA; EL AZOTE
DEL BLOQUE CENTRAL BOLÍVAR Y OTROS GRUPOS PARAMILITARES
EN LA REGIÓN.
29
El Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia realiza su primera
incursión en la región de la Isla de Papaya. Los paramilitares, que llegaron bajo el
mando del comandante identificado como alias Raúl, cometieron todo tipo de crímenes
de lesa humanidad: asesinatos, descuartizamiento de personas que eran arrojadas al río
Brazuelo del Papayal, desapariciones forzadas, crímenes contra la integridad y la
libertad sexual, entre muchos otros, que les sirvieron a estos criminales para sembrar el
terror en toda la región. Así, por medio del miedo, los paramilitares le mermaron fuerza
al proceso de ASOCAB, e incluso llegaron a asesinar a miembros del colectivo, razón
por la cual muchos campesinos miembros tuvieron miedo de ir a trabajar a Las Pavas.
Pero más dramática fue la situación en el año 2003 cuando, en una nueva incursión,
miembros del Bloque Central Bolívar reunieron a los miembros de ASOCAB en la
escuela de Buenos Aires, a instancias del administrador de Las Pavas Gustavo Sierra,
quien le manejaba la finca a Jesús Emilio Escobar, para decirles que tenían prohibido ir
a trabajar a Las Pavas bajo condición de que si lo hacían, serían asesinados. De esta
manera, se produce el primer desplazamiento forzado que sufrieron los miembros de
ASOCAB de Las Pavas.
Sin embargo, pese al desplazamiento masivo que se generó y la amenaza de muerte por
parte de paramilitares que habían demostrado que no les temblaba la mano para matar,
varios miembros de ASOCAB volvieron a trabajar la tierra de Las Pavas y otros predios
30
arrendados entre los años 2004 y 2006, sembrando cacao certificado criollo, árboles
maderables como roble y los demás cultivos de pancoger que aliviaran las necesidades
de la canasta familiar de los campesinos bonarenses. A su vez, los paramilitares
continuaban ejerciendo una presencia continua en el corregimiento y la región, donde
hostigaban a los bonarenses con todo el despliegue de su actividad criminal, cometiendo
asesinatos selectivos, descuartizamientos, violaciones, hurtos y todo tipo de atrocidades.
Es pertinente señalar en este punto que el Bloque Central Bolívar se desmovilizó el 12
de diciembre de 2005, pero en la región permanecieron paramilitares no desmovilizados
que hasta el día de hoy continúan hostigando a los miembros de ASOCAB.
1.4.4 INICIO DEL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO Y
SUBSECUENTE RETORNO DE JESÚS EMILIO ESCOBAR AL TERRITORIO.
A pesar de todo el terror que se vivía en la región, el 13 de junio de 2006 ASOCAB,
radica una petición en el INCODER, a través de su representante legal y presidente, el
señor Misael Payares Guerrero, solicitando el inicio de un procedimiento de extinción
de dominio contra Jesús Emilio Escobar por su inexplotación económica de Las Pavas.
En cumplimiento de esta solicitud, durante los días 22 y 23 de junio el INCODER
practicó la diligencia de visita preliminar a los predios de la finca Las Pavas, donde se
verificó la hidrografía, clases y estado de los suelos, área total, naturaleza de la
31
explotación económica agrícola y forestal y los poseedores que se encontraban en dicho
lugar.
Como producto de la inspección realizada, los funcionarios del INCODER evidenciaron
la explotación económica de 116 campesinos llevada a cabo a lo largo de 6 años8. A su
vez, los funcionarios que realizaron la inspección dieron cuenta del total abandono por
parte del propietario, situación de la cual derivó la calificación a los predios de la finca
Las Pavas de ser aptos para reforma agraria. Esto generó una gran expectativa en los
miembros de ASOCAB que imaginaron que, posterior a la extinción de dominio que se
efectuare sobre los predios, éstos les serían adjudicados.
Infortunadamente, al enterarse Jesús Emilio Escobar del inicio del proceso de extinción
de dominio, volvió a Las Pavas acompañado de paramilitares que vestían uniformes
camuflados característicos de la fuerza pública y armados con fusiles de largo alcance,
con quienes amenazó de muerte a los campesinos en caso de que volvieran a Las Pavas.
Adicionalmente, se encargó de que se destruyeran todos los cultivos que tenía sembrado
el colectivo. Los campesinos, coaccionados por la presencia de los paramilitares
fuertemente armados y bajo la amenaza de muerte, volvieron a ser desplazados de Las
Pavas.
8 En realidad, la explotación económica de Las Pavas por parte de los miembros de ASOCAB para el 2006 ya tenía
un tiempo de 13 años, puesto que ellos comenzaron en el año 1993, cuando Jesús Emilio Escobar abandona sus propiedades, pero para efectos de realizar la extinción de dominio y posterior adjudicación, el tiempo de explotación de 6 años es suficiente.
32
1.4.5 COMPRAVENTA DE LAS PAVAS POR PARTE DE JESÚS EMILIO
ESCOBAR A FAVOR DEL CONSORCIO PALMICULTOR EL LABRADOR; SE
MARCA EL INICIO DE UNA LUCHA CONTRA UN COLOSO DE LA
AGROINDUSTRIA.
El 10 de marzo del año 2007, Jesús Emilio Escobar realiza un negocio de compraventa
de la finca Las Pavas con el consorcio El Labrador, compuesto por las empresas
palmicultoras Aportes San Isidro S.A.S. y C.I. Tequendama. No obstante, el interés de
la empresa Aportes San Isidro S.A.S. por apropiarse de Las Pavas estaba presente antes
de abril de 2004, fecha en la que los representantes de esta empresa realizaron
sobrevuelos del territorio y visitaron por primera vez la finca.9 En este mismo año,
Aportes San Isidro S.A.S. le propone a la empresa Palmeras de la Costa comprar el
predio conjuntamente, tras lo cual la empresa Palmeras de la Costa envía sus técnicos
para mirar las tierras. Frente al resultado de las observaciones de los técnicos, la
empresa determina en 2006 no realizar el negocio de compra, pues se identificó un gran
porcentaje de tierras inundables. Pese a lo descubierto por Palmeras de la Costa,
Aportes San Isidro S.A.S. persevera en su empeño y le propone a la empresa C.I.
Tequendama (que hace parte del grupo empresarial DAABON), en el segundo semestre
de 2006, la compra conjunta de Las Pavas a través de la creación de un consorcio entre
ambas empresas. Así pues, en el mes de diciembre de ese año, se firmó la promesa de
9Vargas, Mow, June, Pérez y Rivas. Informe Comisión Independiente Conflicto de Tierras- Las Pavas- Bolívar,
Colombia. Junio 2010. Página 7.
33
compraventa entre las partes. El 23 de enero de 2007, Jesús Emilio Escobar realiza la
entrega del inmueble al consorcio El Labrador, para a su vez realizar la correspondiente
firma de escritura el 10 de marzo.10
En el momento en que las empresas palmicultoras se apropian de Las Pavas, comienza
una tragedia medioambiental, puesto que comienzan a afectar los ecosistemas propios
de la región de una manera abusiva, indiscriminada y criminal. En el informe
anteriormente referido, que comisionó The Bodyshop y Christian Aid, se analiza en
forma detallada cómo ha sido el manejo, no sólo de las empresas del consorcio El
Labrador en relación con el territorio y el subsecuente impacto ambiental que han
generado, sino también de las empresas palmeras que operan en toda la Isla de Papayal.
Al respecto el informe dice:
“Los impactos ambientales de la actividad palmera en la Isla Papayal no solo (sic) se
relacionan con la anexión de extensas áreas de monocultivo, sino en la forma como hacen la
intervención: a través del arrasamiento con maquinaria agrícola y motoniveladoras de las
capas vegetales, de sabanas, rastrojos y bosques secundarios y la posterior quema para la
“civilización”, y la nivelación de los suelos para sembrar palma de aceite. Ello incluye además
la construcción de vías, la desecación de humedales, la canalización de caños, la construcción
de trinchos, jarillones y caminos carreteables que permiten ampliar la frontera agrícola,
afectando la interconexión de los ecosistemas hídricos que abundan en la región. La
construcción de obras de ingeniería para riegos y drenajes que incluye construcción de sifones,
10
Ibídem 2. Página 8.
34
alcantarillas, rectificaciones de cauces de agua, protección contra inundaciones y/o
construcción de una red de drenajes para regular el nivel de agua, son obras que afectan de
manera significativa los equilibrios ecosistémicos de la región y su gran riqueza de
biodiversidad. (…)
Para el establecimiento de un total aproximado de 13 mil hectáreas de palma africana en la
Isla Papayal en el corto plazo, los palmicultores han desarrollado labores de adecuación de
tierras que según se observó en terreno, implican el descapote y movimiento de tierras; la
construcción de una infraestructura de vías internas y externas en las plantaciones; la
construcción de puentes; la captación y uso de aguas superficiales; la ocupación de cauces; la
construcción de pozos y extracción de agua subterránea; la disposición inadecuada de residuos
sólidos y líquidos; la destrucción de vegetación protectora de las orillas de los cuerpos
húmedos, las quemas a cielo abierto y el uso de variadas técnicas para desaparecer y/o desecar
los cuerpos de agua. (…)
Estas actividades constituyen sin lugar a dudas una perturbación externa significativa cuyos
efectos son el reemplazo del complejo sistema de humedales y ciénagas y de una forma
tradicional agrícola y pecuaria diversa y sustentable, por un sistema artificial altamente
vulnerable y excluyente como lo es el cultivo de palma. Un cultivo que elimina la capacidad de
auto-recuperación del sistema (daños irreversibles) y minimiza o extirpa la capacidad para
sostener la biodiversidad, afectando con ello la soberanía alimentaria de la población. Pero
además afecta de singular manera a varias especies de la vida silvestre, en especial el chigüiro
o ponche (Hidrochaeris hidrochaeris), el manatí (Tricheus manatus) y otras especies como la
tortuga de río (Podocnemis lewyana) y la icotea (Trachemis scripta); como también las aves
35
migratorias, sufren el impacto de las alteraciones y/o modificaciones causadas al estado
original del hábitat, las condiciones hidrológicas y la vegetación herbácea o arbustiva. 11
Continúa en este punto el informe afirmando que el consorcio El Labrador, previo a la
realización de actividades preparativas del terreno para la siembra de palma, debió
haber tramitado permisos para el aprovechamiento forestal, concesión de aguas
superficiales, concesión de aguas subterráneas, el cual es un permiso complejo que
incluye permiso para la perforación de pozo y concesión de aguas subterráneas, permiso
para vertimientos, ocupación de cauce y permisos de quema y manejo de residuos
sólidos.
En esta etapa del conflicto, los campesinos de ASOCAB, tras haber sido desplazados
por parte de Jesús Emilio Escobar y los paramilitares que lo acompañaban, sufrieron
una nueva interrupción de la posesión, lo que estaba favoreciendo las pretensiones del
consorcio, pero esta situación no iba a permanecer así por mucho tiempo. Tras la
devastadora ola invernal del año 2008, los miembros de ASOCAB pasaron tanta
necesidad que no tuvieron otra alternativa que volver a Las Pavas, y así iniciaron, de
manera pacífica, el segundo retorno. A su vez, previo a este segundo retorno, el 11 de
noviembre de 2008, con base en la inspección realizada por el INCODER en la visita
previa realizada el 2006 a Las Pavas, la Unidad Nacional de Tierras (UNAT) expidió la
11
Ibídem 3. Página 42 y 43.
36
resolución 1473, por medio de la cual se decidió iniciar la apertura del proceso de
extinción de dominio, solicitado por ASOCAB en 2006. En consecuencia, muchos
miembros de ASOCAB se sintieron respaldados por la apertura formal del proceso, lo
que les generó gran expectativa de que el proceso siguiera su curso y se realizara la
reforma agraria.
Sin embargo, las empresas palmeras no se quedaron sin hacer nada, puesto que la
continuación de la posesión de los miembros de ASOCAB sobre Las Pavas no favorecía
a sus pretensiones, y no tenían intención de compartir los terrenos. Entonces, tras
intentos fallidos de querer sobornar a la comunidad e interponer denuncias por invasión
del inmueble, en enero de 2009 el consorcio inicia una querella ante la Inspección de
Policía de El Peñón para que se realizara una diligencia de lanzamiento por ocupación
por vía de hecho. Así pues, el 25 de febrero de 2009, se profieren las resoluciones 002 y
003 por parte de la Inspección de Policía del municipio de El Peñón, que resuelven el
amparo solicitado por el consorcio El Labrador y, por consiguiente, ordenan realizar la
diligencia de lanzamiento o desalojo de la comunidad de ASOCAB que vivía en Las
Pavas.
Afortunadamente, gracias al apoyo que brinda el PDPMM y la Clínica Jurídica de la
Pontificia Universidad Javeriana, en el momento en que se expidieron dichas
resoluciones, ASOCAB interpuso una acción de tutela en contra del municipio de El
37
Peñón, Bolívar, por las resoluciones de la Inspección de Policía que ordenaban el
desalojo, a fin de obtener la protección de sus derechos fundamentales a la vida digna,
igualdad ante la Ley y las autoridades, al trabajo y al libre desarrollo de la personalidad.
En este orden de ideas, la tutela buscaba que se declarara ilegal y como una vía de
hecho el desalojo, lo cual fue reconocido por el Juzgado Promiscuo Municipal de San
Martín de Loba, quien por medio del fallo a la tutela el 30 de abril de 2009, reconoce el
amparo solicitado y declara sin efecto las resoluciones que ordenaban el desalojo.
Por su parte, el consorcio El Labrador impugna el fallo y se da traslado a la segunda
instancia, que es conocida por el Juzgado Primero Promiscuo del Circuito de Mompox.
Este juzgado revoca el fallo de primera instancia, supuestamente basándose en
argumentos de derecho procesal. Este fallo en sí mismo es abiertamente
inconstitucional, en la medida en que, en primer lugar, desconoce la jurisprudencia de la
Corte Constitucional, cuando en sentencias como la sentencia C-029 de 1995 se ha
establecido que:
“Cuando el artículo 228 de la Constitución establece que en las actuaciones de la
Administración de Justicia „prevalecerá el derecho sustancial‟, está reconociendo que el fin de
la actividad jurisdiccional, y del proceso, es la realización de los derechos consagrados en
abstracto por el derecho objetivo, y, por consiguiente, la solución de los conflictos de
38
intereses. Es evidente que en relación con la realización de los derechos y la solución de los
conflictos, el derecho procesal, y específicamente el proceso, es un medio.” 12
Es decir que, según este criterio, el juez debe darle prelación a la norma sustancial y al
reconocimiento de derechos por encima de la norma procesal. Lo que se plasma en el
criterio del Juzgado Primero Promiscuo del Circuito de Mompox es todo lo contrario, ya
que el juez se basa en normas procesales para no dar cumplimiento a normas
sustanciales. Más aún, considero que la situación del fallo de segunda instancia refleja
un problema mucho más crítico que la mera interpretación jurisprudencial porque, si se
analizan los argumentos expuestos por el juzgado y se contraponen al contenido de las
normas procesales invocadas, los argumentos del juez de segunda instancia son
completamente vacíos, y demuestran un desconocimiento de las mismas normas
procesales que se invocan como escudo para negar la tutela. De esta manera, el 5 de
junio de 2009 el juzgado de segunda instancia revoca en todas sus partes la sentencia
del Juzgado Promiscuo de San Martín de Loba y niega el amparo constitucional
invocado por los accionantes. Por el contrario, termina ordenando al inspector de policía
que dentro de las 48 horas siguientes al recibo de ese fallo, fije fecha y hora para la
diligencia de lanzamiento, so pena de sanciones disciplinarias.
Por medio del fallo de segunda instancia se evidencia que el juez que profiere la
decisión incurre en el delito de prevaricato, pues su decisión es contraria a lo dispuesto
12
Sentencia C 029 de 1995.
39
en el artículo 5 del Decreto 747 de 1992, el cual dice que cuando sobre un predio se
encuentra en curso un proceso de extinción de dominio, se le prohíbe a la autoridad
policial el desalojo de quienes en el momento del inicio del proceso por parte del
INCODER ostenten la posesión del predio. Así pues, por mandato legal, la policía no
estaba autorizada a realizar el desalojo, y, por el contrario, le está prohibido tomar dicha
medida13
. Pero el inspector de policía de El Peñón también ignora este mandato, y
continúa adelantando la diligencia de lanzamiento en contra de ASOCAB.
Teniendo pleno conocimiento de que el desalojo por parte de la policía a la comunidad
sería ilegal, el INCODER, mediante concepto enviado el 23 de junio de 2009, le pone
de manifiesto al alcalde y al inspector de policía de El Peñón su opinión, donde se
expresa con pleno detalle por qué sería ilegal el desalojo, de acuerdo con la
normatividad antes mencionada. Sin embargo, el alcalde hace caso omiso y permite que
el inspector de policía profiera la resolución que ordena el desalojo de los miembros de
ASOCAB. Es así como el 14 de julio de 2009, mediante bombas de gases lacrimógenos
y la violencia e intimidación ejercida por encapuchados y agentes del ESMAD14
, se
revictimizó a los miembros de ASOCAB, esta vez por parte del mismo Estado
colombiano, produciendo el desalojo y tercer desplazamiento forzado de los miembros
de ASOCAB.
13
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia T- 267 de 2011. 14
Alvear Olivares, Efraín. Conquista sin fusil.
40
Mediante la absurda determinación del juez de tutela de segunda instancia, junto con la
resolución del inspector de policía de El Peñón, se refleja diáfanamente la capacidad de
las empresas palmicultoras de cooptar a las instituciones estatales a su favor. Lo anterior
también se corrobora con el súbito cambio de rumbo que tuvo el proceso de extinción
de dominio adelantado por el INCODER. En efecto, si se analiza el resultado de la
diligencia de visita preliminar llevada a cabo por este organismo en el año 2006, en ella
se concluye que había lugar a reforma agraria de los predios por el evidente abandono
de Jesús Emilio Escobar y la posesión de los campesinos de ASOCAB, ejercida por más
de 6 años. Sin embargo, pese al curso que venía tomando el proceso, el 23 de febrero de
2010, José Rodolfo Castro Arias, subgerente de tierras rurales del INCODER, mediante
la resolución número 346, determina anular la actuación proferida en el auto del 9 de
junio de 2006, en el que se ordenaba la visita preliminar que se llevó a cabo por el
INCODER los días 22 y 23 de junio, puesto que el funcionario que la profiere no la
firma. Esta determinación tiene como efecto que, según la resolución, la diligencia de
la visita previa del 2006 resultaba inexistente.
La consecuencia jurídica de esta absurda determinación es que, al declararse inexistente
la diligencia de la visita previa efectuada en 2006 donde se manifiesta la aptitud de los
predios a ser sujetos de reforma agraria, el INCODER resuelve volver a realizar la visita
previa. El 28 de abril de 2010 se profiere el auto que ordena nuevamente las diligencias
previas, de manera que cuando se efectúa la visita previa por parte del INCODER, los
campesinos de ASOCAB no estaban ya ejerciendo ninguna acción de posesión como
41
consecuencia del desplazamiento forzado perpetuado por la Policía de El Peñón. La
conclusión absurda de la nueva visita realizada por el INCODER en el 2010 es que los
predios no eran aptos para realizar reforma agraria, ya que no se evidenciaba posesión
por parte de los miembros de ASOCAB, cuando en realidad todo el proceso parte de la
inexplotación de Jesús Emilio Escobar, y no de la posesión de los miembros de
ASOCAB, lo cual es un hecho subsecuente de lo primero. Lo que se debía probar en la
diligencia previa era la inexplotación del propietario para poder realizar la extinción de
dominio.
Continuando con toda esta ilegalidad, el 25 de mayo de 2010, José Ignacio Lacourte
Armenta, Director Técnico de Procesos Agrarios de la Subgerencia de Tierras, emite un
acto administrativo definitivo, mediante el cual establece que la administración se
abstiene de realizar el proceso de extinción del dominio privado de los predios “Las
Pavas”, “Si Dios quiere” y “Peñaloza”, por no darse los presupuestos de ley.
Resulta escandaloso de todo este proceso no sólo el cambio arbitrario y jurídicamente
absurdo del rumbo que llevaba el proceso de extinción de dominio, sino también el
tiempo que transcurre desde que se realiza la visita previa, en el 2006, hasta que el
INCODER envía a la UNAT el proceso y ésta posteriormente resuelve la apertura del
proceso en el 2008, que es de 29 meses, mientras que, desde la declaración de nulidad
del auto que ordena la visita y la resolución que termina con la no extinción del dominio
42
sólo pasan 4 meses15
. En este sentido, se evidencia contundentemente la parcialización y
corrupción de los funcionarios del INCODER y la UNAT, puesto que cuando se tenían
las pruebas a favor de las pretensiones de ASOCAB, el proceso transcurre
excesivamente lento, mientras que cuando se declara inexistente la prueba fundamental,
lo cual beneficiaba al consorcio El Labrador, el proceso vuelve a comenzar y termina en
tiempo récord.
Recogiendo las situaciones anteriormente mencionadas, se obtiene un panorama muy
perturbador frente a la transparencia de las instituciones estatales, que hasta ese
momento sólo se le manifestaron a los campesinos de ASOCAB para negarle sus
derechos y ser apologistas de empresas criminales. No obstante, en este punto de la
discusión aparece la Corte Constitucional, para reivindicar al Estado en su función hasta
ahora incumplida de hacer valer la ley, garantizar el derecho y la justicia.
Con motivo de ese desastroso fallo de segunda instancia del juzgado de Mompox, la
Corte Constitucional profiere la sentencia T- 267 de 2011, que le da un rumbo diferente
al conflicto por Las Pavas, redireccionando a las instituciones estatales a cumplir sus
deberes. Así pues, La Corte casa la sentencia de segunda instancia y concede el amparo
solicitado por ASOCAB, declarando sin efecto las resoluciones 001, 002 y 003 por
medio de las cuales se ordenaba el desalojo ilegal de los campesinos de ASOCAB de
15
http://retornoalaspavas.wordpress.com/cronologia-del-caso-las-pavas/
43
Las Pavas. Al declarar ilegal el desalojo, la Corte está reconociendo el derecho de los
campesinos de ASOCAB para continuar ejerciendo la posesión y ocupación en Las
Pavas. A su vez, la Corte entiende que el proceder del INCODER frente a la extinción
de dominio de Las Pavas es completamente arbitraria e ilegal, y ordena reabrir el
proceso de extinción de dominio, dando además pleno reconocimiento a la validez de
prueba que constituye la visita previa que el INCODER efectuó en 2006.
La importancia de esta sentencia es abrumadora, tanto a nivel del conflicto particular
como a nivel nacional, porque le manda un mensaje a empresas como Aportes San
Isidro y C.I. Tequendama, que se sienten con el poder suficiente para mandar por
encima del Estado. La sentencia echa para atrás gran parte de lo que este consorcio
empresarial había logrado por medio del cohecho, el prevaricato y la intimidación.
Además, el hecho de que la Corte asumiera fallar la tutela dio una mayor visibilidad al
caso y a las injusticias que se estaban cometiendo, de manera que menos de veinte días
después de que se profiriera el fallo, C.I. Tequendama decide apartarse de esta situación
y le vende su participación a la empresa socia Aportes San Isidro, con lo cual se
disuelve el consorcio El Labrador. Tanta fue la fuerza negativa y la mala imagen que el
proceso le sembró a estas empresas que, en un comunicado de prensa en el periódico El
Espectador, la empresa C.I. Tequendama, en cabeza del grupo empresarial DAABON,
44
del cual hace parte, hizo enfático el hecho de que, a partir del 22 de marzo, el grupo ya
no tenía ningún tipo de relación o vínculo con la empresa Aportes San Isidro.16
Por otro lado, esta sentencia tuvo un impacto muy positivo en la comunidad de
ASOCAB, ya que el 4 de abril, como producto de los desastres generados por la ola
invernal de 2011, la grave crisis alimentaria y la evidente desatención del Estado
colombiano a sus necesidades, el colectivo realiza el tercer retorno a Las Pavas. En el
marco del retorno pacífico de ASOCAB, el fallo de la Corte garantizó a los campesinos
que no se volviera a producir otro intento de desalojo por parte de la empresa Aportes
San Isidro o de la Policía de El Peñón. Por otro lado, el reconocimiento que hace la
Corte a la legítima posesión y ocupación que realizan los socios de ASOCAB
representó, y aún hoy representa, un gran respaldo jurídico, de manera que con el fallo
se dejaría sin fundamento cualquier reclamación o querella de Aportes San Isidro a los
miembros de ASOCAB por invasión de inmuebles. Otro efecto muy importante que
tiene el fallo de la Corte Constitucional en la reclamación de derechos de los miembros
de ASOCAB, es el de la reapertura del proceso de extinción de dominio ante el
INCODER, aunque ello arrojaría sus frutos sólo a partir del año 2012.
Aun así, pese a la importancia jurídica que tuvo el fallo de tutela T-267 de 2011 de la
Corte Constitucional, éste no fue suficiente para redireccionar todas las corrientes que
16
Grupo Daabon dice que no tiene nada que ver con la hacienda ‘Las Pavas’. Elespectador.com. 16 de julio de 2012.
45
dentro del Estado mismo corren a favor de la empresa Aportes San Isidro. Posterior al
retorno pacífico de la comunidad de ASOCAB, miembros de la Policía Nacional se
acuartelaron en las instalaciones de la empresa Aportes San Isidro, convivieron con su
personal y le prestaron los servicios de seguridad privada a la empresa, en lugar de
asistir y brindar la seguridad que necesitaba ASOCAB en su legítimo uso del derecho al
retorno.17
En otro punto crítico de la controversia, como parte de la estrategia jurídica en el
presente litigio, el PDPMM y la Clínica Jurídica en Justicia Social de la Pontificia
Universidad Javeriana determinaron interponer una denuncia en cabeza de la abogada
Jiseth Banessa Estrada Martínez, como apoderada de ASOCAB, contra el inspector de
policía de El Peñón por el desplazamiento forzado que se produjo con el desalojo ilegal
del 14 de julio de 2009.
Al respecto, la fiscal competente del caso, Myriam Martínez Palomino, ordenó el
archivo de las diligencias el 11 de noviembre de 2011, realizando un complejo
entramado de falacias. En primer lugar, la denuncia que se archiva es por el
desplazamiento forzado que genera la orden de desalojo ilegal del inspector de El
Peñón, y no tiene nada que ver con el desplazamiento forzado que vivieron los
campesinos de Buenos Aires a manos del Bloque Central Bolívar, pero la fiscal de
17
Contravía. “Retorno de campesinos desplazados en Las Pavas (Bolívar), Colombia https://www.youtube.com/watch?v=yiJERtGA_nM
46
Cartagena, en unas pocas palabras de pobre análisis, consideró que el inspector de
policía de El Peñón obró conforme a la ley. A continuación, la fiscal de Cartagena
dedica las siguientes 21 páginas de la resolución a afirmar que los campesino de
ASOCAB no habían sido desplazados de Las Pavas por grupos paramilitares, que los
miembros de ASOCAB no eran ni siquiera campesinos sino pescadores, albañiles y
oportunistas que realizaron un montaje para desfalcar al Estado, y que todas sus
pretensiones hacían parte de una conspiración para hacer quedar mal al Estado
colombiano, puesto que, según la fiscal, no hay pruebas de que el Bloque Central
Bolívar incursionó en esa zona. Además, tuvo la temeridad de afirmar que algunos de
los miembros de ASOCAB, y en especial los líderes Misael Payares, Eliud Alvear y
Etni Torres, eran guerrilleros, y ordenar las respectivas investigaciones a esos líderes
por sus supuestos nexos con la guerrilla, teniendo en cuenta las fatales implicaciones
que puede tener ese señalamiento en un país atravesado por el conflicto armado y la
intolerancia.
Es además oportuno mencionar que la fiscal se vale de testimonios de paramilitares que
han atacado a ASOCAB, como en el caso de Mario Mármol, Rafael de Jesús Cárcamo y
Juvenal Martínez. Pero su carta de triunfo en el desprestigio de ASOCAB es la
declaración juramentada de Pedro Moreno Redondo, antiguo líder de ASOCAB, quien
en julio de 2009 puso el denuncio del desplazamiento forzado perpetuado por el Bloque
Central Bolívar y en el 2011 realizó una declaración en notaría donde afirma que los
miembros de ASOCAB son falsas víctimas, y que la denuncia de desplazamiento
47
forzado es una farsa que parte de una conspiración de organizaciones como el PDPMM
y la Universidad Javeriana, en asocio con los campesinos, para hacer quedar mal al
Estado colombiano y lograr de manera ilegítima la obtención de Las Pavas.
En este punto se evidencia la relación entre la estrategia de la empresa Aportes San
Isidro y la fiscal Myriam Martínez, puesto que Pedro Moreno Redondo, quien era un
importante líder en el proceso de ASOCAB, es contratado por la empresa palmera para
que, entre otras cosas, sea el creador y vicepresidente de la organización Federación
Nacional Sindical Nuevo Liderazgo Campesino, organización que se creó con el
propósito de dividir a la comunidad de Buenos Aires entre quienes apoyan y son
empleados de la empresa palmicultora, que niegan ser desplazados del paramilitarismo,
y los miembros de ASOCAB, que se mantienen en su reclamación de ser desplazados y
víctimas. Es importante también señalar que existen evidentes nexos entre la
organización Nuevo Liderazgo Campesino y el Centro de Pensamiento Primero
Colombia, que es presidido por el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria, y a su
vez integrado por personajes como Fernando Londoño y el mismísimo Álvaro Uribe
Vélez. Según el programa periodístico Contravía, de Hollman Morris, en un capítulo
dedicado a la polémica mediática y el daño al buen nombre de ASOCAB con el
señalamiento de falsas víctimas18
, Nuevo Liderazgo Campesino no sólo se relaciona con
la organización Centro de Pensamiento Primero Colombia a través del patrocinio y el
asesoramiento, sino que Nuevo Liderazgo Campesino fue gestionada por esta misma
18
Contravía. “Los Paveros” defienden su buen nombre. Capítulo 271.
48
organización, presidida por José Obdulio Gaviria, en conjunción con Aportes San
Isidro.
También es de público conocimiento19
que la organización Centro de Pensamiento
Primero Colombia llevó a cabo campañas de desprestigio en contra de líderes de
derechos humanos, como se hizo por medio del D.A.S. en la operación Internet20
.
Resulta evidente, entonces, que la estrategia elaborada para desprestigiar a ASOCAB
pudo ser parte del asesoramiento y apoyo que la organización de José Obdulio Gaviria
brindaba a Aportes San Isidro.
Tampoco es coincidencial que, incluso antes de que se notificara la resolución de la
fiscal Myriam Martínez a los miembros de ASOCAB como víctimas en el proceso, José
Obdulio Gaviria y Fernando Londoño hicieran sus respectivos ataques en sus programas
de radio y televisión, haciendo pública la resolución y señalando tajantemente a los
campesinos de ASOCAB como falsas víctimas. Mucho menos sería coincidencia que el
expresidente Álvaro Uribe comenzara a realizar ataques en Twitter a la comunidad de
ASOCAB, continuando con los señalamientos de falsas víctimas21
. Entonces, todos
estos cabos aparentemente sueltos terminan tejiendo una red que comienza con la fiscal
de Cartagena Myriam Martínez, quien expide y le facilita la resolución a Centro de
19
Hollman Morris declara ante Comisión Acusaciones que investiga al Expresidente Uribe. https://www.youtube.com/watch?v=CEL6rDrFB6M 20
Contravía. “Los Paveros” defienden su buen nombre. Capítulo 271. 21
Contravía. Las Pavas, ejemplo nacional de paz. Capítulo 310. https://www.youtube.com/watch?v=Z7gik9seaug
49
Pensamiento Primero Colombia, quienes a su vez la publican en medios de
comunicación masivos para desprestigiar a ASOCAB y con ello beneficiar a la empresa
Aportes San Isidro.
Tristemente, la resolución de la fiscal logra desatar una fuerte respuesta de los medios
de comunicación masivos, que continuarían alimentando en el imaginario de los
colombianos la idea de „las falsas víctimas de Las Pavas‟. La campaña de desprestigio
contra ASOCAB continuó durante 2011, 2012 y 2013, señalando no sólo a ASOCAB
como organización, sino afectando también la honra de los líderes de la asociación
como Misael Payares, Eliud Alvear y Etni Torres. La cruzada, además fue
protagonizada por RCN y Caracol. Pero lo verdaderamente grave es que la resolución
de la fiscal no sólo tuvo efectos a nivel mediático, sino que sus consecuencias a nivel
jurídico también fueron muy profundas.
La entonces Fiscal General de la Nación, Viviane Morales, señaló ante el periódico El
Espectador el 1 de diciembre de 2011 que “No existió desplazamiento en Las Pavas”,22
dando credibilidad a la absurda resolución de la fiscal de Cartagena Myriam Martínez.
A su vez, la Fiscal General vendría a replantear la idea de que la lucha de ASOCAB por
el territorio sólo hace parte de un montaje para robar al Estado y desprestigiarlo. Estas
fuertes declaraciones no pudieron ser opacadas por la posterior visita de la Fiscal
2222
El Espectador. “No existió desplazamiento en Las Pavas”: Fiscal General. 1 de diciembre de 2011. http://www.elespectador.com/noticias/judicial/no-existio-desplazamiento-pavas-fiscal-general-articulo-314396
50
General a Buenos Aires para entrevistar a los campesinos de ASOCAB sobre los
señalados desplazamientos forzados anteriores al 2009, principalmente porque la fiscal
nunca enfatiza que para esa época había investigaciones por los desplazamientos
anteriores a 2009, de manera que no había certeza en la Fiscalía General de la Nación de
que el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia no había
incursionado en la Isla de Papayal. Se deduce entonces que la Fiscalía General de la
Nación nunca pudo tener certeza de que los miembros de ASOCAB fueran falsas
víctimas, pero esto nunca fue manifestado oficialmente por dicha entidad. La visita de
Viviane Morales a Buenos Aires se realiza bajo su premisa de que la orden de desalojo
no constituyó una vía de hecho, y mucho menos un desplazamiento forzado, de manera
que la Fiscal General estaría contradiciendo la sentencia de la Corte Constitucional T-
267 de 2011, a la que pretendió restarle importancia afirmando que los miembros de
ASOCAB habían engañado incluso a la Corte Constitucional.23
A su turno, el entonces Ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, aseguró a la radio
que “se están prefabricando víctimas del desplazamiento para interponer recursos y
reclamar millonarias indemnizaciones al Estado”.24
Mientras tanto, José Ernesto Macías
Medina, representante legal Aportes San Isidro, tuvo el descaro de denunciar
23
Ibídem 2. 24
Verdadabierta.com En Las Pavas sí hay víctimas. 1 de diciembre de 2011. http://www.verdadabierta.com/component/content/article/158-captura-de-rentas-publicas/3733-en-las-pavas-si-hay-victimas-/
51
disciplinariamente ante la Procuraduría al senador Iván Cepeda por acompañar a
ASOCAB en su retorno pacífico en abril de 2011.
Uno de los efectos más fuertes que tuvo la tristemente célebre resolución de la fiscal
Myriam Martínez fue que a los miembros de ASOCAB les fue suspendida la ayuda
humanitaria que recibían en calidad de víctimas del conflicto armado. Con el denuncio
que realizó Pedro Moreno Redondo en julio de 2009 a Acción Social, se dio inicio al
trámite para integrar a ASOCAB en el Registro Único de Población Desplazada (hoy el
Registro Único de Víctimas) y el día 29 de septiembre de 2011 se reconoció y registró a
los miembros de ASOCAB dentro de ese registro. No obstante, con la retractación que
hace Pedro Moreno Redondo de su denuncia por el desplazamiento en una notaría en El
Peñón, Bolívar en el 2011, y la posterior resolución de la fiscal Myriam Martínez, se
realiza una suspensión indiscriminada de la atención como víctimas de desplazamiento
por inicio a un trámite de revisión del registro por parte de Acción Social (hoy la
Unidad de Víctimas). Esto lleva a que se agudice la crisis económica vivida por los
miembros de ASOCAB, originada por su condición de víctimas desplazadas, pero
además cierne el problema jurídico de que durante el tiempo en que se revisa el registro,
los miembros de ASOCAB no tuvieron la protección y reconocimiento especial que
implica ser víctima del conflicto armado en el marco de la ley 1448 de 2011. Por otro
lado, en el marco de la referida Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, el proceso de
reparación colectivo de ASOCAB como Sujeto Colectivo de Reparación y el proceso de
reparación a nivel individual a los campesinos de ASOCAB se vio truncado durante
52
mucho tiempo, hasta que por fin, en noviembre de 2013, la Unidad de Víctimas decide
reconocer a ASOCAB como víctimas de desplazamiento y del conflicto armado, con
una respectiva inclusión de miembros de ASOCAB en el Registro Único de Víctimas.
1.4.6 ¿QUÉ QUEDÓ EN PIE DESPUÉS DE LA TORMENTA MEDIÁTICA?
De toda esta situación, parece absurdo que la resolución de la fiscal Myriam Martínez
de ordenar el archivo del proceso contra el inspector de policía de El Peñón tuviera más
peso, a la hora de definir la situación de derechos de ASOCAB en su reclamo por la
tierra, que la propia sentencia T-267 de 2011 de la Corte Constitucional, pero la verdad
es que jurídicamente nunca lo tuvo. Lo que ocurrió es que la resolución de la fiscal tuvo
un peso político mayor, principalmente por el monumental apoyo que le prestaron altos
funcionarios del gobierno, como Germán Vargas Lleras, Ministro del Interior, y la
Fiscal General de la Nación Viviane Morales. Adicionalmente, hay que reconocer que el
apoyo mediático que tuvo la resolución fue dado tanto por miembros del Gobierno y el
Estado como por exfuncionarios como José Obdulio Gaviria y el ex ministro Fernando
Londoño, junto con el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez.
Así pues, la resolución de la fiscal de Cartagena no es más que una gran pantalla de
humo, puesto que si se analizan los argumentos jurídicos esgrimidos, la resolución en sí
misma no tiene peso jurídico y la fiscal se extralimita en discutir temas de los cuales no
53
tenía competencia, puesto que la fiscal debía determinar la validez jurídica de la
diligencia de lanzamiento por ocupación de bien inmueble, lo cual hace sólo en una
pequeña parte del documento, de manera muy superficial. En cambio, la fiscal dedica
gran parte del escrito de resolución a realizar una calumnia, para lo cual se basa en el
material probatorio más viciado que podría encontrarse, valiéndose de testimonios
falaces de criminales adversarios de ASOCAB con el fin de sustentar su gran calumnia.
Lo que quiso cubrir esa monstruosa pantalla de humo es el valor de la sentencia T 267
de 2011, y este fue el resultado coordinado de un trabajo realizado entre Aportes San
Isidro, funcionarios del Estado colombiano y el apoyo político de la facción más radical
de la ultraderecha uribista. Y todo esto tiene un impresionante resultado, ya que
políticamente la sentencia T-267 de 2011 pierde fuerza, al afirmar estos agresores que la
comunidad de ASOCAB ha engañado a la Corte Constitucional y que, por ese engaño,
la Corte debería revisar la sentencia.
Afortunadamente, este entramado político tan complejo tuvo una incidencia más
política y mediática que jurídica, ya que la resolución de la fiscal nunca pudo haber
afectado la validez jurídica del fallo de tutela. Por más que la fiscal Myriam Martínez
afirmara que ni Misael Payares ni los otros líderes y miembros de ASOCAB fueran
campesinos, la sentencia de la Corte seguía y sigue teniendo el peso jurídico para
respaldar la posesión y ocupación de ASOCAB en Las Pavas, reconociendo la
54
legitimidad de su presencia en el territorio. Gracias a que en Colombia no hay una
dictadura, nunca llegó a afectarse el peso jurídico de la sentencia de tutela 267 de 2011
y ello garantizó la continuidad del proceso de extinción de dominio adelantado por el
INCODER, en cumplimiento de esa sentencia.
Mediante el auto del 21 de julio de 2011, la Subgerencia de Tierras Rurales del
INCODER avocó conocimiento del proceso de extinción de dominio sobre los predios
“Si Dios Quiere”, “Peñaloza” y “Las Pavas”, ordenando así retornar y continuar con el
proceso. Finalmente, el INCODER, por medio de la Resolución No. 2284 del 14 de
noviembre de 2012, resuelve extinguir el derecho de dominio en los predios, al
confirmarse la inexplotación continua de Jesús Emilio Escobar y luego de Aportes San
Isidro S.A.S., de manera que sobre los predios no se cumplía la función social de
propiedad y por ello se extingue el dominio en favor de la Nación. Pero esta resolución
sería a su vez atacada por la empresa Aportes San Isidro, que interpuso un recurso de
reposición.
El INCODER, en la resolución No. 0163 del 8 de febrero de 2013, resuelve el recurso
de reposición interpuesto por el abogado de la empresa Aportes San Isidro, Danilo
Palacios. En el recurso de reposición, el abogado de la empresa se muestra poco lúcido
en la argumentación jurídica, y más bien parece valerse de cualquier excusa como
argumento para obstruir el proceso. Así pues, el INCODER procede a resolver el
55
recurso, negando cada una de las absurdas reclamaciones hechas por Danilo Palacios,
manteniéndose en firme la resolución de 2012 que extinguió el dominio de Aportes San
Isidro.
No obstante, el conflicto por el territorio de Las Pavas no vendría a resolverse
únicamente con la determinación de extinguir el dominio de los 3 predios “Las Pavas”,
Peñalosa” y “Si Dios quiere”, puesto que en la compraventa que se realiza entre el
consorcio El Labrador y Jesús Emilio Escobar en el 2007, se negocian también otros 11
predios. Resulta que cuando Jesús Emilio Escobar adquiere los predios “Peñaloza”, “Si
Dios quiere” y “Las Pavas”, en la década de los ochenta, realiza paralelamente negocios
sobre otros predios, de manera que efectúa compraventa de mejoras sobre predios
baldíos. Los negocios realizados por Jesús Emilio Escobar en los años ochenta sobre los
otros 11 predios señalados de Las Pavas no son más que una falsa tradición, al igual que
fue falsa tradición la compra que realizó Aportes San Isidro en el 2007, puesto que esos
predios que eran y son de la Nación, no son susceptibles de ser comprados o poseídos y
luego enajenados por parte de un particular.
En este orden de ideas, el 26 de octubre de 2010 la abogada de ASOCAB y del
PDPMM, Jiseth Banessa Estrada, interpone un recurso ante el INCODER, solicitando la
clarificación de la propiedad de los predios rurales “Mejoras la Bonanza”, “Mejoras El
Roblar”, “Mejoras El Tesoro”, “Mejoras Las Mercedes”, “Terreno”, “Estrella de
56
Belén”, “La Esperanza”, “Bella vista”, “El Trébol”, “El Delirio” y “El Recreo” que
hacen parte de la Hacienda Las Pavas y sobre los cuales la empresa Aportes San Isidro
clamó un derecho de propiedad. Así pues, el INCODER responde favorablemente a la
solicitud e inicia el trámite para la aclaración de la propiedad de esos 11 predios. Este
proceso termina finalmente en septiembre de 2012 cuando el INCODER profiere 11
resoluciones, determinando que los predios señalados nunca salieron de la propiedad del
Estado y que los negocios jurídicos que se realizaron sobre éstos constituyen una falsa
tradición.
En suma, las 11 resoluciones que declaran baldíos los predios mencionados, y la
resolución 2284 de 2012 que extingue el dominio de los predios que estaban en
propiedad de Aportes San Isidro, significaron una gran victoria para ASOCAB en su
conflicto por el territorio con la empresa palmicultora, ya que el Estado colombiano
declaró que todo el territorio que comprende Las Pavas es un territorio baldío, es decir,
que todos los predios son propiedad del Estado. La mayor victoria de este conflicto para
ASOCAB se daría en el momento en que el Estado le adjudicara las tierras, pero el
hecho de que se declararan baldíos los predios significó que Aportes San Isidro no
tendría derecho a estar en el territorio y seguir explotándolo mediante cultivos de palma
aceitera, porque el Estado debería proteger la ocupación de ASOCAB, ya que esta
organización lleva mucho más tiempo ejerciéndola y es, además, la reunión de una
población campesina declarada víctima del conflicto armado.
57
Pero el empeño de Aportes San Isidro, representado por Danilo Palacios, no cesaría en
ese punto, y se interpone una demanda de revisión de la Resolución 2284 de 2012 que
extingue el dominio de los predios “Peñaloza”, “Si Dios quiere” y “Las Pavas”, junto
con las 11 resoluciones del INCODER que declaran baldíos los 11 predios. El efecto
jurídico inmediato de esta demanda es que las resoluciones del INCODER no quedan en
firme, de manera que en el presente, el Estado, por instancia del INCODER ha
declarado que las tierras de Las Pavas son baldías, pero la extinción de dominio no ha
podido surtirse. A su vez, el efecto de la aclaración de la propiedad sobre los 11 baldíos
quedó suspendido, de manera que hasta que no se resuelva la legalidad de las decisiones
del INCODER, Aportes San Isidro tendría derecho a seguir explotando los predios que
cree que le pertenecen. Entonces las resoluciones del INCODER no podrán tener efecto
y la tierra no será legalmente reconocida como del Estado hasta que se termine el
proceso de la demanda de revisión que interpuso Aportes San Isidro.
Quien vendría a ser el tribunal competente de la demanda de revisión es el Concejo de
Estado. Pero el alto tribunal no ha llevado los procesos con mucha celeridad. En efecto,
ha transcurrido más de un año desde la fecha en que se interpusieron las demandas de
revisión, y el Concejo de Estado sólo ha sido capaz de dictar un auto que ordena la
acumulación de los procesos. Mientras tanto, Aportes San Isidro ha continuado
ejerciendo su presencia y explotación en el territorio, sembrando palma y mostrando el
58
mismo ánimo de señor y dueño. Aún más grave es la preocupación de que, si el
magistrado del Concejo de Estado favorece los intereses de Aportes San Isidro, el alto
tribunal podría echar para atrás todo el trabajo jurídico hasta ahora conseguido en
materia de tierras, puesto que podría anular las resoluciones del INCODER que declaran
baldíos los 11 predios sobre los que se hizo falsa tradición y que extingue el dominio de
los predios “Si Dios quiere”, “Peñaloza” y “Las Pavas”.
1.4.7 LA RESISTENCIA PACÍFICA DE ASOCAB ANTE LOS ATAQUES DE
LA EMPRESA DE SEGURIDAD DE APORTES SAN ISIDRO.
Hasta este punto del informe sólo he escrito sobre la pelea jurídica que ASOCAB ha
librado contra el consorcio El Labrador y luego contra Aportes San Isidro. Como ha
podido verse, ha sido un conflicto que, si bien ha estado empapado de corrupción y
delitos por parte de las empresas palmeras, se ha llevado a cabo desde el derecho y las
leyes, ante funcionarios e instituciones estatales. Sin embargo, en el territorio de las
Pavas se está librando una pelea colosal y mucho más cruenta, una pelea que se da por
la ocupación misma del territorio y que los campesinos de ASOCAB enfrentan a diario
contra los miembros de la empresa de seguridad creada y contratada por Aportes San
Isidro, los miembros de la organización Nuevo Liderazgo Campesino y otras personas
que no son empleadas directas de la empresa palmera, pero que están siendo utilizadas
para truncar la posesión de ASOCAB.
59
Cuando los campesinos de ASOCAB retornan de manera pacífica al territorio el 4 de
abril de 2011, la empresa Aportes San Isidro ya tenía orquestado un plan macabro para
atacar a los miembros de ASOCAB en carne y hueso. Por medio de la Resolución No.
3223 del 25 de mayo de 2011, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada
autorizó la creación de la empresa Aportes San Isidro, que no es la misma empresa
palmicultora, sino una empresa de seguridad privada, creada para servir a la
palmicultora. Pero ¿por qué Aportes San Isidro S.A.S. necesitaría de los servicios de
escoltas, cuando la resistencia de los campesinos de ASOCAB siempre ha sido pacífica
y ellos de ninguna manera y en ningún momento han agredido al personal de Aportes
San Isidro? La respuesta es que los trabajadores de la empresa de seguridad no son
simplemente escoltas.
Foto de Mario Mármol, paramilitar no desmovilizado y
líder de los escoltas de la empresa de ‘seguridad’ Aportes
San Isidro.
Otro miembro de la empresa de seguridad
Aportes San Isidro portando un arma larga.
60
El ejemplo paradigmático de esta afirmación es Mario Mármol Montero, quien hoy
figura como líder de los escoltas de la empresa de seguridad y tiene una larga historia de
porte de armas, intimidación y disfrute obsceno con el poder de la violencia. Antes de
que el Bloque Central Bolívar incursionara en la Isla de Papayal y se desatara el terror
paramilitar, Mario Mármol colaboraba con el grupo guerrillero Ejército de Liberación
Nacional (ELN), que tenía una fuerte presencia en el territorio, al mismo tiempo que era
empleado del narcotraficante Jesús Emilio Escobar. Pero cuando los paramilitares
tomaron el control de la región, Mario Mármol cambió de bando uniéndose a los
paramilitares y a los actos criminales contra la comunidad de Buenos Aires. Ahora, este
personaje trabaja para Aportes San Isidro, y entonces hay que preguntarse, ¿por qué
Aportes San Isidro quiere tener de empleado a un reconocido paramilitar no
desmovilizado que ha tenido una larga carrera como criminal? Sencillamente porque lo
han contratado para cometer delitos. Al mando de Mario Mármol trabajan otros
„escoltas‟, a quienes tampoco les ha temblado la mano para cometer toda clase de
crímenes en nombre de José Ernesto Macías Medina.
Los hostigamientos que ha realizado la empresa de seguridad comenzaron con un ataque
con machetes a una mula de uno de los miembros de ASOCAB en el 2011, pero con el
paso del tiempo la gravedad de los ataques fue escalando a una velocidad vertiginosa.
Esta empresa de seguridad se ha encargado de arrasar con los cultivos de los
campesinos mediante el uso de venenos, utilizando el ganado de Aportes San Isidro o de
otros cómplices como Juvenal Martínez para que se coma los cultivos, quemando los
61
cultivos y las cosechas, e incluso haciendo uso de sus propias manos y sus machetes.
Los escoltas también se han encargado de envenenar o robar el ganado de ASOCAB. A
esto se suma el hurto o daño de rollos de alambre para cercas, de implementos de
trabajo como machetes o guadañas, de una cadena para el arado del tractor que
ASOCAB tiene en comodato y el intento de daño de implementos como una máquina
trilladora de arroz. Inclusive, el personal de la empresa de seguridad ha sido tan osado
para dispararle con una escopeta al tractor de ASOCAB mientras estaba transportando a
miembros de la asociación, incluyendo menores de edad.25
Pero el daño a los cultivos no ha sido sólo obra de los miembros de la empresa de
seguridad. Aportes San Isidro ha sabido articular muy bien a muchos actores en este
conflicto. Como primera medida, se hizo uso de la organización Nuevo Liderazgo
Campesino para que destruyera cultivos de ASOCAB y, a su vez, sembraran grandes
extensiones de palma africana en el terreno donde ASOCAB tenía sus cultivos.
Con el ánimo de obstruir la posesión de ASOCAB en Las Pavas, la empresa también ha
realizado contratos fraudulentos26
de arrendamiento a otras víctimas del conflicto
armado, campesinos que no son de la región, para que exploten el terreno a su nombre,
25
ATAQUE CON ARMA DE FUEGO A CAMPESINOS EN COLOMBIA. https://www.youtube.com/watch?v=b4DBPQq3mo8 26
Son contratos de arrendamiento de bienes del Estado, lo cual es ilegal, y además son una simulación de arrendamiento, pues lo que se busca por Aportes San Isidro es acaparar todo el territorio para que ASOCAB no tenga espacio para trabajar y que otras personas trabajen la tierra a su nombre.
62
lo que además implica ocupar la extensión del territorio que todavía no está sembrado
en palma africana. Con este mismo propósito, la empresa ha emplazado a otras personas
en puntos estratégicos del territorio, como en el caso de alias “Goyo”, paramilitar no
desmovilizado, que está explotando indiscriminadamente los bosques del predio
conocido por los campesinos como “La Quinta”, o el de Juvenal Martínez, quien es
hermano de un temido paramilitar de la región, que ha realizado ataques a los
miembros de ASOCAB.
Otro ataque significativo a la comunidad ha sido por medio del bloqueo de una
servidumbre de tránsito en una vía que conecta a Buenos Aires con la finca de Las
Pavas. Desde el año 2012, la empresa de seguridad ha puesto un portón que bloquea
dicha vía, lo que impide que por ella transiten vehículos y animales como ganado,
burros, mulas y caballos, dejando solo un reducido espacio para que puedan pasar las
personas. Debido a ese portón, uno de los socios de ASOCAB no pudo ser transportado
en vehículo al centro de salud del municipio de Regidor cuando sufrió en Las Pavas un
infarto del cual murió.
Este portón es a su vez un símbolo de la impunidad y de la impotencia del Estado para
frenar a un emporio criminal como Aportes San Isidro, ya que la Policía del municipio
de El Peñón ha quitado el portón en cuatro oportunidades, y las cuatro veces se ha
vuelto a construir en el momento en que las autoridades salen del territorio. La actitud
63
de Aportes San Isidro es tan indolente frente a las autoridades, que siempre tienen
preparado otro portón para remplazar el que la Policía llega a quitar. Esta actitud no sólo
es un irrespeto a la autoridad y una afrenta a los campesinos de ASOCAB, sino que en
sí misma se configura como delito de desacato a una orden judicial, ya que la alcaldía
de El Peñón ha dado orden a la policía de que se haga respetar la servidumbre de
tránsito, orden que corresponde al alcalde en virtud de las facultades jurisdiccionales
que le confiere el Estado. Esta situación llevó a que el propio Misael Payares, en una
reunión del Comité de Justicia Transicional del Departamento de Bolívar, cuestionara al
comandante de la Policía de El Peñón sobre quién tiene la autoridad en la región; si es el
Estado, que en cabeza del alcalde de El Peñón ordena quitar el portón, o una empresa
sin ley que vuelve a poner el portón, violando impunemente las ordenes que profiere el
Estado colombiano. No sólo Misael Payares, también los demás miembros de ASOCAB
saben la respuesta, que se hace evidente porque las autoridades no han hecho nada para
hacer valer su soberanía, ni se ha tomado ninguna acción legal contra la empresa por
este flagrante desacato.
64
Los ataques llegaron a su punto más álgido entre 2013 y el primer semestre de 2014,
cuando los llamados escoltas de Aportes San Isidro quemaron muchas casas de los
campesinos de ASOCAB en Las Pavas. Hubo casos en que el personal de la empresa de
seguridad quemó casas en donde no había presencia de personas en el momento de la
comisión del delito, pero hubo muchos otros en que el personal de la empresa quemó o
intentó quemar las casas en plena noche, con familias enteras durmiendo en su interior,
mediante el lanzamiento de artefactos incendiarios hechos de trapos envueltos con
alambre de cobre e impregnados de ACPM. También hubo casas que no fueron
quemadas, sino destruidas con el uso de machetes y motosierra.
Foto del portón ilegal en Las Pavas
Fotos de casas quemadas de los miembros de ASOCAB en Las Pavas
65
Afortunadamente, la empresa no ha llegado a cometer homicidio, pero las amenazas de
muerte a los campesinos de ASOCAB siempre están a la orden del día. También ha sido
frecuente que el personal de la empresa de seguridad amenace con la violación de las
hijas de los miembros de ASOCAB, amenazas que incluyen a niñas menores de 14
años. Y todas estas amenazas tuvieron un calado mucho más profundo en la comunidad
cuando se dio el intento de homicidio al miembro de ASOCAB Tito Alvear Pérez.
Este hecho ocurrió el 30 de mayo de 2013, cuando el joven campesino Tito Alvear fue
abordado por Mario Mármol y otros tres escoltas de la empresa, que lo golpearon sin
piedad durante diez minutos, pegándole patadas en todo el cuerpo y la cara, y llegando a
agredirlo incluso con machetes. Además, Tito cuenta que mientras lo golpeaban, uno de
los escoltas lo estaba ahorcando. Mientras estaba siendo golpeado y torturado, casi hasta
la muerte, le dijeron a Tito que le avisara a Misael Payares que eso mismo le pasaría a
todos los campesinos que siguieran en Las Pavas. Posteriormente, los llamados escoltas
realizaron dos disparos con arma de fuego, que afortunadamente no alcanzaron a
impactar al joven campesino. Otros campesinos fueron alertados por el ruido de los
disparos, por lo que salieron a ver lo que estaba ocurriendo y, en el momento en que
llegaron, los criminales a sueldo de Aportes San Isidro salieron huyendo de la escena
del crimen, dejando a su víctima en un grave estado de salud.
66
Las lesiones que le propinaron a Tito fueron muy serias y dejaron muchas cicatrices y
huellas, pero lo que hoy le duele más a Tito Alvear es la impotencia y la humillación al
ver a sus agresores en la finca de Las Pavas sin responder por sus crímenes. Frente a
este hecho en particular, existe en el momento un proceso, llevado por la fiscal 39 de
San Martín de Loba, contra Mario Mármol por lesiones personales. Dicho proceso está
muy adelantado, ya que sólo está pendiente la audiencia pública, pero a mi juicio, y
también a consideración de Juan Felipe García y Banessa Estrada, no es jurídicamente
coherente que la fiscal adelante el proceso sólo por lesiones personales, cuando en el
caso hay un evidente concurso de conductas punibles. En esta medida, las lesiones
personales se dan en concurso con un intento de homicidio, amenaza de muerte, tortura
y concierto para delinquir con fines de desplazamiento forzado.
Similar fue lo que le sucedió a Bladimir Alvear, primo de Tito, quien fue golpeado
brutalmente por miembros de la empresa de seguridad. Bladimir es, además, uno de los
pocos „paveros‟ que aún vive con toda su familia en el territorio de Las Pavas. A sus
hijas también las han amenazado con violarlas y además ha sufrido constantes ataques a
sus cultivos.
En este punto quisiera señalar que, por más influencias y poder que tenga Aportes San
Isidro en el Estado, tanto a nivel municipal y departamental como a nivel nacional, con
todo su accionar criminal sus integrantes y empleados se están exponiendo a
67
señalamientos de ser criminales por la opinión pública, además de las denuncias
penales. Que el mismo José Ernesto Macías se está exponiendo con las acciones que
realizan Mario Mármol y los demás escoltas a su nombre, si se tiene en cuenta que en
toda esta organización criminal, él es lo que el derecho penal denomina “el hombre de
atrás” en esa estructura organizada de poder,27
lo que configura una autoría mediata del
hombre de atrás con todos los crímenes que se cometen desde la organización. Y es que
este riesgo, así sea mínimo, lo están asumiendo no sólo por atacar a los campesinos a
quienes parecieran despreciar, sino que estos delitos sólo son un medio para conseguir
desplazarlos del territorio. Es decir que todos los delitos anteriormente mencionados son
acciones sistemáticas de despojo, son la manifestación de un concierto para delinquir
con fines de desplazamiento forzado.
Lo más dramático es que esta estrategia ha resultado ser muy efectiva, porque con la
suma de todos estos ataques muchos campesinos de ASOCAB han optado por volverse
a asentar en Buenos Aires, principalmente porque no soportan ver cómo todos sus
esfuerzos económicos y todo el empeño de su trabajo es destruido cuando arrasan sus
cultivos, les envenenan una vaca o les queman la casa con su familia adentro. Este es el
drama que viven los miembros de ASOCAB, pero también muchas familias de
campesinos en todo el país cuando hay un gobierno que no quiere controlar a los perros
rabiosos del „desarrollo‟ y la modernización. Hoy son pocas las familias de ASOCAB
27
Roxin, Claus. Autoría y Dominio del hecho en derecho penal. Editorial Marcial Pons, Ediciones jurídicas y sociales, S.A. Madrid 2000. Página 275.
68
que todavía resisten dentro del territorio y, así mismo, son pocos los campesinos en
Colombia que aún disfrutan de poder vivir en su tierra, frente a los millones de
desplazados que ha generado el conflicto armado, en asocio con megaproyectos
económicos. Pero así como hay muchos otros campesinos dispuestos a retornar a sus
tierras, los campesinos de ASOCAB no se han rendido, y hay muchos de los que fueron
víctimas de este cuarto desplazamiento de Las Pavas que están dispuestos a volver no
sólo a cultivar, sino a vivir en esa tierra.
Los campesinos han sido un grupo social muy discriminado a lo largo de la historia del
país. ASOCAB en particular, ha sufrido los embates del terror paramilitar y, ahora, de
una empresa que trabaja con paramilitares y tiene el poder de manipular a funcionarios
del Estado. Los campesinos de ASOCAB también han sufrido el abandono absoluto por
parte del Estado, y han sido víctimas de éste en ocasiones como el desalojo del 14 de
julio de 2009, el señalamiento de ser falsas víctimas o el de ser guerrilleros. Sólo hasta
hace unos pocos años, el Estado ha cambiado de rostro para con los campesinos de Las
Pavas, brindándoles algo de asistencia, que francamente ha sido muy pobre si se
compara con toda la ayuda que ha recibido ASOCAB por parte de organizaciones no
gubernamentales como el PDPMM o ACNUR. Y ¿cómo ha reaccionado la comunidad
de ASOCAB ante esta tragedia de tanto tiempo? Con paz.
69
Los campesinos de ASOCAB son personas muy creyentes en el poder de Dios, el amor
y la justicia y no creen que la violencia o las cosas mal habidas generen bienestar y
felicidad. Por eso, frente a todo el daño que han sufrido y todas las provocaciones y
vejámenes que han tenido que soportar, su actitud siempre ha sido la resistencia
pacífica. Pero mantener el equilibrio y la paz en medio de esta guerra que han tenido
que soportar no ha sido nada fácil. En mi última visita a Las Pavas, el señor Luis Carlos
Mercado, socio de ASOCAB, me decía que él tenía miedo de volver a vivir en Las
Pavas. No tenía miedo del enemigo, sino de lo que él quisiera hacerle en un arrebato de
furia, porque los crímenes que han sufrido han sido atroces, y es humano sentir deseos
de venganza. También me dijo Tito Alvear que sintió deseos de vengarse de Mario
Mármol cuando casi lo mata a golpes, y esto yo lo puedo comprender perfectamente
como ser humano.
Pero vivir en gracia y en paz no significa carecer de deseos de venganza. Yo lo entiendo
como poder ordenar el caos interno que incita a la violencia, y sobreponerse al odio que
ciega la razón y los buenos sentimientos. ASOCAB ha podido mantenerse en su
resistencia pacífica, y gracias a esto se ha podido mantener el proyecto de vida
campesino, porque en una lucha violenta contra un emporio criminal, ASOCAB no
habría podido ganar la batalla. Lo que hacen los campesinos de ASOCAB para soportar
toda esta violencia, en cambio, es expresar sus pasiones y frustraciones en hermosas
canciones que ellos mismos componen, o por medio de la oración a Dios. En
70
reconocimiento a este ejemplo de vida para todos los colombianos, en noviembre 14 de
2013 se le otorgó a ASOCAB el Premio Nacional de Paz.
1.4.8 AMENAZAS Y PERSECUSIÓN PENAL A LOS LÍDERES DE ASOCAB.
Danilo Palacios, el abogado representante de la empresa Aportes San Isidro, ha sido
todo un luchador en esta contienda. Además de haber protagonizado episodios de
provocación a la comunidad con soeces palabras, agresiones físicas y hasta amenazas de
muerte (apuntándole en una ocasión a uno de los socios con un arma de fuego de Mario
Mármol), él se ha encargado de realizar gran parte de las falsas denuncias contra los
miembros de ASOCAB. Él fue quien realizó la denuncia por invasión de los predios,
pidiendo la diligencia de lanzamiento por ocupación de hecho, pero además se ha
encargado de realizar un ataque sistemático a los líderes de ASOCAB, poniendo las
denuncias a Etni Torres, Misael Payares y Eliud Alvear por invasión de predios.
También concertó con Mario Mármol ponerle una denuncia a Misael Payares por
Ceremonia de entrega Premio Nacional de
Paz 2013.
71
calumnia, cuando el señor Misael afirmó, en un comunicado de ASOCAB, que Mario
Mármol es un paramilitar no desmovilizado.
Pero la estrategia de Danilo Palacios no comenzó con la beligerancia y los insultos,
primero trato de sobornar a los líderes, ofreciéndoles trabajo, muchos millones, y hasta
becas para que sus hijos pudieran estudiar en una universidad. Tristemente, Pedro
Moreno Redondo, quien para 2009 era un importante líder de ASOCAB, no resistió la
tentación y resolvió cambiarse de bando ante los ofrecimientos del abogado.
Danilo Palacios también le ofreció 300 millones de pesos a Eliud Alvear Cumplido a
cambio de desistir en su trabajo como líder de ASOCAB. Entonces, cuando su
ofrecimiento fue rechazado, amenazó a Eliud, quien, además de ser un importante líder
en ASOCAB, es profesor en el colegio de Buenos Aires. Le dijo que si no desistía, iba a
hacer que no pudiera seguir dando clases. Así pues, cumpliendo su amenaza, el abogado
se alió con el rector del colegio de Buenos Aires para comenzar su persecución y sus
ataques contra el profesor. Pero no estando satisfecho con eso, Danilo Palacios
interpuso un denuncio por falsedad en documento público y peculado, argumentando
que el profesor Eliud había falsificado un diploma que le permitía ser profesor de un
colegio público, y que además, no siendo un profesor acreditado, se estaba robando el
salario que la Nación le reconocía.
72
Toda esta situación no es más que una sarta de falacias que buscan perjudicar a personas
justas, ya que el profesor Eliud no sólo estudió en la Universidad de Pamplona para ser
profesor, sino que realizó los estudios que lo acreditan como Bachiller Académico y que
lo califican como apto para ser profesor de la Nación, junto con muchos otros estudios.
Pero las mentiras del abogado Palacios tuvieron eco en el Fiscal 41 seccional de
Mompox, que está llevando el denuncio y a pesar de que todavía se encuentra en la
etapa de investigación previa, es decir que ni siquiera se ha realizado una audiencia de
imputación, el fiscal logró que un juez de garantías profiera una orden de captura contra
el profesor Eliud en junio de 2011.
Pero inclusive antes de que se profiriera la orden de captura contra el profesor Eliud,
ocurrió en Buenos Aires un hecho bastante alarmante el 18 de febrero de 2011, cuando a
la casa del profesor llegó Mario Mármol, acompañado de Danilo Palacios y un séquito
de 10 hombres armados con fusiles y uniformados con la indumentaria propia de la
Policía Nacional, sin identificación en los uniformes. El profesor no se encontraba en
ese momento en el pueblo, así que el grupo de hombres tuvo que irse. Al enterarse de lo
sucedido, el profesor Eliud decide irse a refugiar en Barrancabermeja y luego parte para
Bogotá en junio de ese año.
El profesor Eliud Alvear ha sido un docente reconocido por la secretaría de educación
del departamento de Bolívar, que al ser notificada por éste de la persecución de la que
73
estaba siendo víctima, lo reconoció como docente amenazado y le permitió seguir
recibiendo sus ingresos mientras tuviera que refugiarse en un lugar menos riesgoso que
Buenos Aires. Finalmente, el profesor Eliud decidió retornar con su esposa a Buenos
Aires en enero de 2014 y así continuar con su lucha desde el territorio.
Los denuncios que han realizado el abogado Danilo Palacios y Mario Mármol son un
claro ataque a los miembros de ASOCAB. Son conductas fraudulentas mediante las que
claramente se está cometiendo el delito de falsa denuncia. Por fortuna, la situación de
estos tres líderes no ha sido como la de miles de líderes campesinos en Colombia, que
hoy están en la cárcel o han sido asesinados. En este caso, los procesos no han superado
la etapa de investigación previa, por lo que formalmente, todavía no hay procesos
penales en curso.
1.4.9 SITUACIÓN DE LOS PROCESO DE REPARACIÓN DE VÍCTIMAS A
LOS MIEMBROS DE ASOCAB Y A ASOCAB COMO SUJETO DE
REPARACIÓN COLECTIVA.
Ya expuse el problema que significó el señalamiento injusto de falsas víctimas que se le
hizo a los campesinos de ASOCAB, pero no había dado cuenta de que la determinación
74
de suspender la ayuda humanitaria y todo el plan de atención a los campesinos, mientras
se investigaba si eran falsas víctimas, resulta completamente ilegal a la luz de la Ley de
Víctimas y Restitución de Tierras. En la referida ley se consagra el principio de la buena
fe a favor de quienes señalan los hechos victimizantes, de manera que el Estado debe
creer en las declaraciones de las personas que afirman haber sufrido hechos
victimizantes hasta que no se demuestre lo contrario. Si el gobierno, en cabeza de
Acción Social y posteriormente de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las
Víctimas, tenía dudas sobre la veracidad de las denuncias de ASOCAB, la atención a los
campesinos no debió suspenderse sino hasta que se demostrara sin lugar a dudas, que
los hechos victimizantes nunca ocurrieron. Es por eso que la Unidad Para la Atención y
Reparación Integrar a las Víctimas tiene una deuda histórica con los campesinos de
ASOCAB por toda la ayuda que era debida y que dejó de brindarse.
Ahora bien, cuando en noviembre de 2013 la Unidad de Víctimas reconoce e inscribe a
los campesinos de ASOCAB en el Registro Único de Víctimas, se inicia de nuevo el
proceso de reparación que se venía recorriendo con Acción Social. Al respecto, he de
mencionar que el proceso no está muy avanzado y, pese a que el gobierno ha puesto a
los campesinos de ASOCAB dentro de un plan de choque en el mismo proceso de
Reparación de Víctimas, poco se ha avanzado. En primer lugar, frente a los procesos
individuales que adelanta la Unidad de Víctimas ante los campesinos víctimas en
Buenos Aires, debo decir que la entidad se ha quedado corta, brindando apenas unos
pocos pagos de ayuda humanitaria. En el último año, sólo se han realizado tres pagos,
75
que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de los campesinos ni siquiera en
alimentación. Además, hay muchos casos de gente que está inscrita en el RUV pero no
ha recibido ningún pago de ayuda humanitaria. Hoy no sólo los miembros de ASOCAB,
sino muchas otras familias del corregimiento de Buenos Aires, están sufriendo una
grave crisis alimentaria, y la ayuda humanitaria hasta ahora brindada ha sido
insuficiente.
Por otro lado, el Gobierno, a través de la ley 1448 de 2011, ha planteado una serie de
compromisos bastante garantistas con la población víctima del conflicto, pero en este
momento a los campesinos de ASOCAB no se les ha cumplido con uno de los
compromisos más básicos: el cumplimiento de la garantía de seguridad en el lugar de
retorno. La Unidad de Víctimas debería presionar más a la Policía Nacional para exigir
una presencia permanente de policías que garanticen la seguridad ante los atropellos de
los criminales empleados por Aportes San Isidro. Si el Gobierno, en cabeza de la
Unidad de Víctimas, pudiera darle garantías a las víctimas de no repetición de los
hechos y los campesinos de ASOCAB pudieran volver con tranquilidad a Las Pavas sin
que se les dañare su trabajo, ellos llegarían a ser una población completamente
autosuficiente, que no necesitaría de ayuda humanitaria, y no sería presa de los
problemas que genera el asistencialismo.
76
En cuanto al proceso de reparación a ASOCAB como Sujeto de Reparación Colectiva,
hasta ahora está comenzando, ya que el 21 de noviembre de 2014 estuve presente en la
reunión que tuvo ASOCAB en Buenos Aires con una representante de la Unidad de
Víctimas, con quien comenzó a diligenciarse el Formato Único de Declaración FUD.
Éste es apenas el primer paso en el proceso de reparación a las víctimas, ya que hasta
ahora se está diligenciando un formato que identifica al sujeto colectivo como víctima y
una declaración de los hechos victimizantes, de manera que todavía queda una ruta larga
por recorrer para que se llegue a hacer efectiva una reparación a ASOCAB como sujeto
víctima del conflicto armado.
En el momento, la Unidad de Víctimas está desarrollando un proyecto para construir
dos albergues en el territorio de Las Pavas, donde podrían vivir entre 40 a 50 personas.
Esto, a mi juicio, es un despropósito, porque el proyecto no ha consultado con las
necesidades de los campesinos, quienes han manifestado que no se sentirían cómodos
viviendo en una casa con 40 personas más y que lo mejor es que cada familia que viva
en Las Pavas tenga una casa. Lo que creo es que en este punto en que hay una
controversia nacional donde se discute el valor y legitimidad de la Ley 1448 de 2011, la
Unidad de Víctimas quiere tener un resultado para decirle al país que está cumpliendo
con la reparación y asistencia a las víctimas, y estas casas tan grandes serían un gran
resultado para mostrarle al país, pero la reparación y asistencia deben plantearse desde
las necesidades de la víctima y no desde la conveniencia del Estado. Además, este gran
77
proyecto lleva anunciándose desde comienzos de 2014, pero ya al finalizar este año, no
han entregado ningún resultado concreto.
1.5 LAS DIFICULTADES PARA ARTICULAR UN CUARTO RETORNO
La estrategia criminal de Aportes San Isidro resultó ser muy efectiva, sobre todo si se
tiene en cuenta que su resultado inmediato fue el desplazamiento forzado de una gran
mayoría de los socios de ASOCAB que vivían en Las Pavas. Entonces sería adecuado
afirmar que con los ataques de Aportes San Isidro, ASOCAB ha sido víctima de un
cuarto desplazamiento forzado de la tierra de Las Pavas. Desde comienzos de 2014, son
pocas las familias de ASOCAB que hoy permanecen viviendo y trabajando en el
territorio, pero hay varios campesinos que, viviendo en Buenos Aires, tienen cultivos en
Las Pavas. Además, son muchos los que quieren volver a vivir en Las Pavas y esto lo
piensan llevar a cabo a comienzos de 2015.
Antes de haber vivido el conflicto con la presencia de Aportes San Isidro en el territorio,
los paveros estaban acostumbrados a salir a trabajar a Las Pavas en la madrugada, desde
Buenos Aires, para luego volver a sus casas en el pueblo por la tarde. Pero desde que la
empresa comenzó a ordenar la destrucción de las construcciones, cultivos y ganado de
78
ASOCAB, los paveros plantearon como estrategia la necesidad de vivir en el territorio
para poder realizar una vigilancia ininterrumpida de sus bienes. Por eso, es necesario
para ellos poder organizarse en un cuarto retorno masivo, y así continuar ejerciendo su
ocupación sobre el territorio, lo cual es la mejor manera de lograr que en un futuro el
INCODER les adjudique las tierras a los campesinos que estén en ellas.
Sin embargo, organizar este retorno no será tarea sencilla, en primer lugar porque la
situación económica de los paveros está muy grave, y para el retorno se necesitan
materiales de construcción para las casas, cercas y semillas para sembrar, entre otras
cosas. En segundo lugar, hay un problema logístico en ASOCAB, y es que los
campesinos han decidido repartir la tierra entre los socios por parcelas, de manera que
cada socio trabaja su parcela por su cuenta. Esto no sería un problema si no hubiera
invasores indeseados o cientos de hectáreas de cultivo de palma. En el momento, hay
muchos campesinos de ASOCAB que tienen la parcela que les corresponde
completamente invadida de palma, lo cual hace prácticamente imposible que esas
parcelas puedan ser explotadas por ellos mismos. Pero la idea de “las parcelas” cabe
sólo en la imaginación en este momento, porque en el presente los títulos de propiedad
son del Estado, y ASOCAB debería enfocarse en ganar la tierra por medio de la
posesión antes de determinar la parcelación del territorio.
79
ASOCAB debe reidentificarse como colectivo y trabajar la tierra colectivamente,
determinando cuales son los terrenos que están aptos para ser explotados mediante la
agricultura o la ganadería. Los campesinos de ASOCAB tienen que olvidarse de la idea
de “mi parcela” y organizar los asentamientos estratégicamente para que haya varias
familias rodeando áreas de trabajo común y puedan así vigilarse los cultivos, el ganado
y las casas de manera colectiva. Si se lograra fortalecer la presencia de los paveros en el
territorio y estos se organizaran de manera estratégica, su seguridad incrementaría,
puesto que serían ellos mismos quienes se cuidarían unos a otros. En el momento, las
familias que están en el territorio están diseminadas, y así no pueden dar ningún tipo de
ayuda los unos a los otros en cualquier ataque que hagan los escoltas de la empresa o
algún otro actor de los que están articulados en este conflicto.
ASOCAB tampoco puede esperar a que el Gobierno dé garantías de seguridad o que la
Unidad de Víctimas les construya dos casas gigantes para que vivan todos en ellas,
porque hasta ahora eso ha impedido que muchos campesinos se hagan a la idea de un
retorno sin esas condiciones, cuando en el 2006, 2009 o 2011 decidieron volver sin
tener ningún tipo de garantía o apoyo por parte del Estado. Toda esta situación deja una
gran expectativa acerca de lo que pasará el próximo año, que será decisivo para el
proceso de ASOCAB.
80
2. SEGUNDA PARTE: EL CASO DE LAS PAVAS REFLEJA
CÓMO EL PROYECTO DE VIDA CAMPESINO ESTÁ EN
PELIGRO ANTE EL PASO ARRASADOR DEL PROYECTO
ECONÓMICO DE LA LOCOMOTORA MINERO-
ENERGÉTICA.
El Gobierno de Juan Manuel Santos ha sentado unos compromisos en cuanto al respeto
por el derecho de los campesinos a poder disfrutar de sus tierras, pero al mismo tiempo
apoya los intereses económicos de los grandes capitalistas como la minería o las
empresas palmicultoras, garantizándoles el acceso a la explotación de los recursos
naturales para generar grandes excedentes de riqueza, que se traducen en un incremento
del Producto Interno Bruto. El Gobierno de Santos está además muy comprometido con
impulsar el desarrollo económico a través de sus cinco locomotoras28
o sectores
estratégicos de la economía. Pero en este momento el país no tiene el suficiente
territorio para garantizarle tierras a todos los campesinos y además otorgar las licencias
ambientales mineras demandadas por los empresarios, junto con el continuado
crecimiento exponencial de las hectáreas de palma aceitera que se proyecta dentro de la
siguiente década. Mientras permite la explotación de miles de hectáreas de grandes
latifundios de palma aceitera y minería, el Gobierno ha tenido que escoger a quién le
garantiza en realidad el acceso al territorio y los recursos naturales.
28
Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para todos 2010-2014.”
81
2.1 LA LOCOMOTORA MINERO-ENERGÉTICA ESTÁ SIENDO
IMPULSADA POR EL GOBIERNO.
Desde la apertura económica promovida por el expresidente Gaviria en los años
noventa, Colombia ha entrado en una carrera por tener una economía más competitiva y
así poder enfrentar los retos de la globalización. En este curso que se determinó para el
desarrollo económico, los gobernantes que le han sucedido al expresidente Gaviria han
llevado a cabo una serie de políticas que han buscado favorecer a ciertos sectores de la
economía, con el propósito de robustecerlos y hacerlos más competitivos ante los
mercados internacionales.
Teniendo en cuenta que desde el surgimiento de las revoluciones industriales la energía
se convirtió en un bien indispensable para muchísimas actividades económicas, la
producción de energía ha sido crucial en la estrategia de desarrollo económico para
muchos países. Colombia no ha sido la excepción, y desde que han comenzado a
implementarse estas políticas liberalizadoras29
del mercado, junto con el otorgamiento
de otros onerosos beneficios, el crecimiento que han experimentado las actividades
económicas relacionadas con la producción de energía ha sido exponencial.
29
Entiéndase por éstas las que promueve el Consenso de Washington, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
82
Este crecimiento se ha dado no sólo gracias a unas políticas macroeconómicas más
„liberales‟, que permiten que la empresa privada sea quien domine el curso del mercado
y limitan al mínimo la participación del Estado en las actividades económicas, sino que
también son el resultado de actos positivos por parte del Estado para beneficiar a los
grupos económicos considerados más desarrollados. El ejemplo más evidente de este
hecho es el la expedición del Código de Minas de 2001. En el libro Minería en
Colombia, de Jorge Luis Garay, se comenta sobre uno de los principales efectos del
Código, que fue el de reducir el papel del Estado a la regulación, promoción y
fiscalización del sector, además de consagrar onerosas exenciones de impuestos a las
empresas dedicadas a esta actividad. Al mismo tiempo, se estableció un régimen de
regalías muy generoso con las empresas mineras.30
Luego de la promulgación del Código de Minas de 2001, las administraciones de Álvaro
Uribe Vélez y Juan Manuel Santos intensificaron el nivel de beneficios a la actividad
minera por medio de políticas macroeconómicas y fiscales, además de una abierta
omisión en el control a las empresas mineras que violan las leyes ambientales, todo esto
con el fin de que puedan realizar sus intervenciones al menor costo posible y así
maximizar sus ganancias.31
La política minera de estos dos gobernantes se caracteriza,
30
Garay, Jorge Luis. Minería en Colombia. Fundamentos para superar el modelo extractivista. Libro electrónico. Página 180. 31
Casos insignes son las empresas DRUMOND, ANGLO GOLD ASHANTI y PACIFIC RUBIALES.
83
además, por un flagrante incumplimiento del deber de controlar la minería ilegal, que en
vasta proporción se ha desarrollado por fuerzas paramilitares.32
Reuniendo toda esta información, resulta obvio que el Gobierno Nacional,
principalmente en las administraciones de Uribe y Santos, ha favorecido al sector de la
minería. Pero estos beneficios e incentivos no se han limitado sólo al sector minero,
puesto que a partir de la administración de Uribe se puede hablar de “la política minero-
energética extractivista”, que ha impulsado no sólo la minería sino también el desarrollo
desenfrenado de hidroeléctricas y de empresas dedicadas a la producción de
biocombustibles por medio de la extracción del corozo de la palma aceitera africana.
Hoy, en medio de la segunda administración de Juan Manuel Santos, se habla de
„locomotoras de desarrollo que van a impulsar el desarrollo económico en el país‟, y en
este contexto la locomotora minero-energética es protagonista. Sin embargo, el término
“locomotora minero-energética” es bastante novedoso, y hace pensar que hay una
novedad también en la política económica. Pero la opinión pública no debe confundirse
pensando que no hay una continuidad entre las políticas económicas, fiscales y penales
de Santos y Uribe en relación con el sector minero-energético.
32
Garay, Jorge Luis. Minería en Colombia. Fundamentos para superar el modelo extractivista. Libro electrónico. Página 60.
84
2.2 ¿POR QUÉ EL PROYECTO DE EMPRESAS
PALMICULTORAS DEBE COMPRENDERSE COMO PARTE DE
LA LLAMADA LOCOMOTORA MINERO-ENERGÉTICA?
El cultivo de palma aceitera africana es una actividad agrícola, y por ello está vinculada
al Ministerio de Agricultura. Podría pensarse, entonces, que la explotación del corozo
de la palma no es equiparable a la minería, por lo que no sería lógico encasillar esta
actividad dentro de la “locomotora minero-energética”. Tanto así, que una parte
importante del aceite que se obtiene de la palma no se usa para producir
biocombustibles, sino para la elaboración de cosméticos, aceite para cocinar y otra
cantidad de bienes de consumo humano. Además, el sector de la minería y las empresas
palmicultoras han entrado en conflicto por el territorio, ya que éste es limitado y ambos
proyectos no pueden desarrollarse de manera simultánea en el mismo lugar. No
obstante, así como se está produciendo energía con el agua en las hidroeléctricas, con la
palma se están produciendo biocombustibles. El hecho de que estos sectores no hayan
podido concertar y estén trabados en un conflicto por el territorio prueba que la política
minero-energética del país se ha ejecutado de manera caótica y a partir del libre albedrío
que los gobiernos de turno le han dado a las empresas de este sector.
Al ser un integrante muy importante de la locomotora energética, el sector palmicultor
se ha enriquecido mucho con los beneficios otorgados durante las administraciones de
85
Uribe y Santos. A la par de las empresas mineras, los grandes empresarios de la palma
han sido beneficiados con exenciones de impuestos, la inversión en infraestructura por
parte del gobierno y subsidios como el polémico Agro Ingreso Seguro. Incluso se ha
orquestado una política con el sector financiero, que establece para las empresas
palmicultoras unas garantías más laxas en la obtención de millonarios créditos. Durante
el mandato de Álvaro Uribe Vélez, el Gobierno Nacional fue muy explícito en su apoyo
a las empresas palmicultoras: “Hay que sembrar palma africana a toda hora, que no se
nos quede un día sin sembrar palma africana”. 33
Esas fueron las palabras del
expresidente Uribe el 10 de agosto de 2004. En el artículo de Lina Marín al respecto, se
hace un estudio de las relaciones del expresidente Uribe con las grandes empresas del
sector palmícola, y se afirma que para la época en que se publicó (2009), en tan sólo
diez años Colombia se había convertido en el primer productor de palma de aceite en
América Latina y el quinto en el mundo. Dice el artículo que para 2009 ya se habían
sembrado más de 350 mil hectáreas de palma africana en el país, según información de
Fedepalma,34
cuando hace una década había menos de la mitad.
Hoy, en los tiempos de la administración de Juan Manuel Santos, Colombia es el
productor número uno de palma aceitera en América Latina, y ha llegado a posicionarse
como el cuarto del mundo. De acuerdo con un artículo publicado por el periódico
33
Marín, Lina. Genealogía de la palma africana en el gobierno de Álvaro Uribe. La silla vacía. 30 de marzo de 2009. http://lasillavacia.com/historia/192 34
Ibídem 2.
86
Portafolio,35
para septiembre de 2014 en Colombia ya había más de 500 mil hectáreas
sembradas con palma africana, y se estima que en poco tiempo Colombia podrá llegar a
producir 2 millones de toneladas de aceite de palma y posicionarse como el primer
productor de este aceite en el mundo.
El artículo dice también que este crecimiento ha sido el producto de un apoyo decidido
del Gobierno (refiriéndose al de Juan Manuel Santos), pero lo que no se dice es que ese
apoyo decidido significa mucho más que el empleo de políticas económicas, tributarias,
financieras o incluso de infraestructura, porque gran parte de la opinión pública no ha
querido admitir que, detrás de esas políticas públicas del Gobierno, hay también una
poderosa maquinaria criminal, en la que se articulan grandes empresarios y funcionarios
del gobierno con las grandes estructuras paramilitares del país. Esta maquinaria criminal
ha consolidado su poder desde el primer periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez, y
ha continuado sus operaciones con perfecta normalidad a lo largo de las dos
administraciones de Juan Manuel Santos.
35
Portafolio. Colombia, cuarto productor de aceite de palma en el mundo. Septiembre 18 de 2014. http://www.portafolio.co/especiales/portafolio-21-aniversario/colombia-productor-aceite-palma-2014
87
2.3 CONFLICTO ARMADO Y DESARROLLO; NEXOS DE LA
MINERÍA Y EMPORIOS PALMICULTORES CON
PARAMILITARES
“(…) supe a través de Omega que Drummond tenía un importante acuerdo con las AUC, y que
la Drummond le pagaba a las AUC cerca de 500.000 dólares al mes. Ese monto cubría
nuestras operaciones -pago de soldados, equipo, transporte, suministros, comida y bebida-. Lo
que sobraba iba a parar donde Jorge 40 y Carlos Castaño. Drummond también nos
proporcionaba gasolina en la mina cuando lo necesitábamos”.36
36
Verdadabierta.com. Los nexos de la Drummond y los ‘paras’ según ‘Bam Bam’. Miércoles 16 de mayo de 2011.
‘Bam Bam’, paramilitar de las
Autodefensas Unidas de Colombia. Militantes de las Autodefensas
Unidas de Colombia.
88
Declaraciones del jefe paramilitar de las AUC „Bam Bam‟ ante la Corte de Distrito del Estado
de Alabama, Estados Unidos.
Estas son las palabras de un importante miembro de las Autodefensas Unidas de
Colombia, quien de primera mano trabajó con la multinacional carbonífera Drummond.
El jefe paramilitar „Bam Bam‟ fue citado a declarar ante la Corte de Distrito del Estado
de Alabama, Estados Unidos, que investiga los nexos de la multinacional carbonífera
con las Autodefensas Unidas de Colombia. En estas entrevistas, „Bam Bam‟ describió la
compleja relación de la empresa con las Autodefensas, en la que la Drummond no sólo
solicitaba a los paramilitares que prestaran sus servicios como un ejército privado,
escoltando el transporte de camiones cargados de carbón o la „pacificación‟ a sangre y
fuego del perímetro ocupado por la multinacional en sus operaciones extractivas, sino
que además le pidió a las Autodefensas que realizaran la persecución sistemática y el
asesinato de los trabajadores sindicalizados en la empresa. Pero lo más trágico que
surgió de esta relación es que los paramilitares, siguiendo órdenes de la empresa,
„despejaron‟ vastas extensiones de terreno, que estaban siendo poseídas, ocupadas o
eran propiedad de campesinos, por medio de masacres, torturas y desapariciones
forzadas, en una operación que el propio „Bam Bam‟ denominó “la pacificación de los
pobladores”.37
37
Ibídem 2.
89
El caso de la empresa Drummond ha sido unos de los más insignes de la
„paraeconomía‟,38
un fenómeno evidentemente presente en la economía colombiana,
que consiste en la asociación de empresarios de diversos gremios o sectores económicos
con paramilitares. Estas relaciones no se establecen sólo para realizar labores de contra-
insurgencia en zonas estratégicas con el fin de asegurar el desarrollo de operaciones
económicas, sino que los paramilitares también se encargan de desplazar a millones de
campesinos, indígenas y comunidades afrocolombianas por pedido de los empresarios,
todo para que ellos puedan apropiarse de las tierras.
Puntualmente, hay que decir que la Drummond no es una „manzana podrida‟ dentro de
un respetable sector de honorables empresarios, sino que en el sector minero abundan
los casos de grandes empresas que se asocian con paramilitares para hacerse, por medio
de la violencia, con grandes extensiones de terreno para explotar. Junto con la
Drummond, las empresas mineras Anglo Gold Ashanti, British Petroleum, Pacific
Rubiales y muchas otras de alto perfil internacional, operan o han tenido nexos con
paramilitares para garantizar sus intereses económicos o políticos. Pero además de estas
gigantescas corporaciones, hay un sinfín de paramilitares que han emprendido la
minería por su propia cuenta, haciendo que la mayoría de la minería ilegal de hoy en día
sea controlada precisamente por paramilitares que quieren posar ante el Estado como
„empresarios emprendedores‟.
38
Penagos, Ingrid. ¿Y de la paraeconomía qué? Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. 2 de diciembre de 2014.
90
En el libro “Minería en Colombia; fundamentos para superar el modelo extractivista”,
se hace un seguimiento a los autos y sentencias de la Corte Constitucional y se concluye
al respecto que, a partir de la jurisprudencia de la Corte, se entiende que “(…)el conflicto
armado puede ser causado por factores diferentes a los intereses estratégicos puramente
militares, precisamente porque los intereses de los actores armados van más allá de ello e
involucran control social y económico de los territorios; y c) que los agentes económicos que
tienen relación de causalidad o funcionalidad con el conflicto, son co-generadores de riesgo de
vulneración de dichos derechos y co-responsables en su resarcimiento”.39
Para llegar a esta
conclusión no es necesario realizar una gran investigación académica puesto que hay
una gran cantidad de colombianos han vivido el conflicto armado y el desplazamiento
en carne propia.
Con lo anterior no quiero restarle importancia a la interesante investigación de Jorge
Garay y su equipo de investigadores, que arroja una cantidad de evidencias y análisis
muy esclarecedores, más bien quiero enfatizar en que el fenómeno de la paraeconomía
es una verdad que grita, pero que en la sociedad colombiana aparece como un secreto
público. Ahora, continuando con mi estudio sobre la investigación del equipo de Jorge
Luis Garay, quisiera citar otro aparte muy interesante del libro en el que, a su vez, se
cita a la Corte Constitucional en el Auto 004 de 2009:
39
Garay, Jorge Luis. Minería en Colombia. Fundamentos para superar el modelo extractivista. Libro electrónico. Página 61.
91
“Para la Corte Constitucional, el desarrollo de actividades económicas lícitas e ilícitas en los
territorios es uno de estos factores subyacentes. Dentro de estas actividades se incluye la
minería como macro-proyecto económico:
„Especialmente preocupante en este sentido es(…) el desarrollo de actividades lícitas de
explotación de recursos naturales, en forma irregular, por actores económicos del sector
privado o por los grupos armados ilegales –tales como explotación maderera indiscriminada,
siembra y explotación de monocultivos agroindustriales, explotación minera irregular, y otras
actividades afines‟-.
En este sentido, ha de resaltarse (…) la presencia de estrategias de violencia por parte de los
actores armados interesados, o bien en la realización directa de megaproyectos agrícolas y de
explotación de recursos naturales, o bien el apoyo a ciertas empresas y actores económicos que
desarrollaron estos proyectos, y con los cuales se han asociado para lucrarse con los beneficios
de tales actividades. Según la denuncia, aparentemente algunos actores económicos se han
aliado con los actores armados irregulares para generar, dentro de las comunidades… actos de
violencia que eliminen o desplacen (a las comunidades)… despejando así el camino para la
implementación de estos proyectos productivos. Ello se deriva, esencialmente, de la existencia
de intereses comerciales extensivos en los recursos naturales de sus territorios. En algunos
lugares del país es claro que se han vinculado los actores del conflicto armado con intereses
92
económicos, vinculación que es una de las causas de desplazamiento forzado.” (Corte
Constitucional, 2009ª). 40
Son muy profundas las conclusiones que se obtienen en el libro, en el que no se busca
particularmente visibilizar el fenómeno de la paraeconomía, pero lo que sí se hace es
señalar que la actividad minera está profundamente articulada con actores armados. Para
reflejar más concretamente esta relación entre el conflicto armado y la actividad minera,
se desarrolla un capítulo entero del libro, titulado “Minería, conflicto armado y despojo
de tierras: Impactos, desafíos y posibles soluciones jurídicas.” A su vez, en este
capítulo hay un aparte titulado “Minería y derechos humanos” donde se identifica la
crisis en derechos humanos que ha generado la minería, particularmente en el desarrollo
de su relación con el conflicto armado. Al respecto, me gustaría citar otro aparte del
libro:
“Conforme a lo señalado anteriormente, pueden identificarse las violaciones a derechos
humanos que se encuentran asociadas a la presencia minera en los territorios en conflicto.
Según cifras de Funtraenergética (2011), “el 80% de las violaciones a los derechos humanos
que ocurren en Colombia, se presentan en los municipios mineros-petroleros (el 35% del total
nacional); el 87% del desplazamiento forzado sale de estos municipios y quienes reciben
regalías por producción minero-energética; el 78% de los crímenes contra sindicalistas, 89%
contra indígenas y el 90% afrodescendientes, se cometen en áreas minero energéticas”.
40
Ibídem 2. Página 62.
93
La evidencia es contundente, el país no puede seguir negando que el sector minero está
cooptado por una maquinaria criminal cuyos engranajes son grandes empresarios,
paramilitares y funcionarios del Gobierno que trabajan en un cartel de licencias
ambientales o en la omisión flagrante ante la obligación de judicializar a los
responsables de los delitos contra el medio ambiente y los derechos humanos. Pero el
sector minero es sólo uno de los protagonistas que hacen parte de la locomotora minero-
energética, que a su vez está gravemente inscrita en la paraeconomía.
Otro gran protagonista de esta locomotora minero-energética es la industria
palmicultora, que a su vez hace parte de la locomotora agrícola, ya que con el corozo de
la palma aceitera se obtienen tanto bienes de consumo como biocombustibles. Esta
insigne representante de la locomotora minero-energética ha sido un baluarte de la
paraeconomía. Ahora bien, quisiera puntualizar que, así como no todos los mineros han
tenido nexos con paramilitares, no todas las personas involucradas en el negocio de la
industria palmicultora han estado trabajando de la mano con paramilitares; hay
campesinos que tienen pequeños cultivos de palma en sus parcelas. Lo que sí ocurre es
que, tanto en la actividad minera como en la palmicultura, hay grandes empresarios que
han estado estrechamente vinculados con paramilitares para el desarrollo de sus
empresas, y esa es la situación de la mayoría del gremio.
94
Hay muchas evidencias de esta siniestra relación, pero quisiera respaldar mi hipótesis
con una sentencia penal que condena a empresarios palmicultores que desarrollaron su
„emprendimiento‟ en la zona del bajo Atrato chocoano. Esta sentencia, del 30 de julio
de 2013, fue proferida por el Juzgado Adjunto al Juzgado Quinto Penal del Circuito
Especializado de Medellín y condena a Luis Fernando Zea Medina y Héctor Duque
Echeverry por los delitos de concierto para delinquir, agravado con fines de
desplazamiento, en concurso homogéneo con el delito de desplazamiento forzado e
invasión de áreas de especial importancia ecológica.
Estos señores, Luis Fernando Zea Medina y Héctor Duque Echeverry, son reconocidos
empresarios antioqueños que han amasado una considerable fortuna con su
„emprendimiento‟ en el negocio de la palma africana en la región del Urabá Chocoano
en el Bajo Atrato. Estos empresarios, junto con Irving Jorge Bernal Giraldo, crearon la
empresa Promotora Palmera de Curvaradó Limitada Palmadó. S.A., empresa con la cual
pudieron explotar miles de hectáreas de palma africana en las zonas aledañas a los ríos
Jiguamiandó y Curvaradó. La empresa Palmadó S.A. hizo parte del fenómeno
económico de la paraeconomía, por el cual proliferaron los cultivos de palma aceitera en
la zona, donde también desarrollaron sus actividades extractivas y de refinamiento del
corozo de palma las empresas Urapalma, Palmas de Curvaradó, Palmas S.A.,
Inversiones Fregni, Selva Húmeda y Palmas de Bajirá.
95
En la sentencia referida se demostró cómo los empresarios Luis Fernando Zea Medina y
Héctor Duque Echeverry, en alianza con los bloques de las Autodefensas Unidades de
Colombia, Élmer Cárdenas, Arlex Hurtado, Bananero y la denominada “casa Castaño”,
más concretamente con el comandante Raúl Hasbún, ordenaron el desplazamiento
masivo de la población que vivía y trabajaba en los alrededores de los ríos Jijguamiandó
y Curvaradó, para luego explotar estas tierras con el monocultivo de palma. El territorio
que comenzó a explotar Palmadó.S.A. era, y aún sigue siendo, parte de una titulación
colectiva de la comunidad afrodescendiente de la zona, realizada por parte del
INCORA, y aun cuando no eran susceptibles de enajenación, los empresarios se
concertaron con los paramilitares, además de abogados y notarios de la región, para que
las tierras fueran vendidas, bajo amenaza de muerte, por algunas de las personas
desplazadas. Estas compraventas fueron el producto de una estrategia que buscaba darle
una apariencia de legalidad a la apropiación indebida de tierras colectivas de
afrodescendientes.
Así pues, la Corte es explícita en afirmar que las operaciones de los bloques
paramilitares en el Urabá Antioqueño no obedecían sólo a operaciones de contra-
insurgencia, sino que los paramilitares generaron el desplazamiento masivo en esas
zonas con el fin específico de „despejar‟ las tierras de las comunidades afrocolombianas,
quienes eran sus legítimos propietarios, para que luego fueran explotadas por los
empresarios palmicultores. También los paramilitares fueron quienes constriñeron a la
comunidad, una vez desplazada, para que vendiera las tierras a precios irrisorios de
96
alrededor de 50 mil pesos por hectárea, y se encargaron de concertar con funcionarios
para que se pudieran inscribir compraventas individualizadas sobre lo que, en su
conjunto, es una propiedad colectiva que estaba en cabeza de la comunidad de
Jiguamiandó y de Curvaradó. Finalmente se demostró una participación activa de los
paramilitares en el desarrollo de la explotación, puesto que la ex esposa del comandante
paramilitar Raúl Hasbún fue accionista importante de la empresa Palmadó, y a la vez
quedó demostrado que esta señora sólo era una figura intermediaria entre las inversiones
de su ex esposo en Palmadó S.A.
Pero más allá de las relaciones bilaterales que se puedan producir entre empresarios y
paramilitares, en la sentencia se hace evidente que el negocio de la palma aceitera no
sólo ha sido apoyado, sino que fue promovido por las Autodefensas Unidas de
Colombia. El sustento fundamental de esta afirmación está en las declaraciones de
grandes jefes paramilitares como Vicente Castaño, Hebert Veloza García alias “HH”,
“Hernán Hernández” o “Carepollo”, el comandante “El Alemán” o el mismo Raúl
Hasbún, así como otros paramilitares de menor rango.
En esta sentencia, la Corte presta especial atención a las declaraciones de Hebert Veloza
García alias “HH”. Refiriéndose a una de estas declaraciones de “HH” ante Justicia y
Paz, la Corte comenta lo siguiente:
97
Aseguró este postulado, que en todo el Urabá y en muchas partes del país, sabían que el
proyecto de la palma iniciado por Vicente Castaño era de las autodefensas; plantaciones que
consideraba era el futuro de la zona y también de la agrupación ilegal armada, que abrigaban
la esperanza de trabajar a futuro con el Estado, una vez se evaluara convenientemente la
consolidación del cultivo y las ventajas económicas que le generaba a la región.
(…)
De estas manifestaciones del postulado HH y del documento entregado por éste de propiedad
de CARLOS CASTAÑO, deduce la fiscalía, una evidente relación entre las autodefensas y la
empresa URAPALMA, pionera de su producción en el Urabá Chocoano, como quiera que fue
la primera en arribar al sitio donde se encuentran los cultivos y de la cual Hebert Veloza
García señala como “…un proyecto que montó Vicente Castaño” -versión HH sesión
septiembre 24 de 2008-. Record 00:10:40.
(…)
Agregó, que fue enfático el desmovilizado en asegurar, que VICENTE CASTAÑO montó el
proyecto de la palma en Urabá en tierras de comunidades negras; fue éste quien comenzó,
canalizando un río entre Bajirá y Chocó, convirtió las tierras en aptas para el cultivo de la
palma; se apoyó en ese proyecto de otros miembros de las autodefensas, mencionando a RAUL
HASBÚN, alias “palillo”, “El Alemán” y “Ricardo”, para comprar tierras en ese sector, las
cuales eran pagadas al precio que ellos fijaran.41
41
Sentencia del 30 de julio de 2013, Juzgado Adjunto al Juzgado Quinto Penal del Circuito Especializado de Medellín
98
Fue así como el propio Vicente Castaño vislumbró en el negocio de la palma una
oportunidad para lavar el dinero obtenido con la guerra dentro de la economía “lícita”.
Su primer paso fue preparar el terreno para la siembra de palma, después de lo cual creó
Urapalma con inversionistas de Santa Marta atraídos por él con el propósito de
aparentar que el proyecto de la palma en el Urabá era promovido por gente de afuera de
la región. Este proyecto, al ser jalonado por el propio comandante Castaño, cautivó a
muchos inversionistas, entre los cuales había del sector bananero, ganadero y gente del
centro del país. Pero la iniciativa de Castaño no se quedó en Urapalma, su idea era crear
todo un emporio agroindustrial.
Además de Palmadó y Urapalma, en el Urabá Chocoano operan las empresas Palmas de
Curvaradó, Palmas S.A., Inversiones Fregni, Selva Húmeda y Palmas de Bajirá.
Entonces, ante la relación que tuvieron los paramilitares con todas las empresas
palmicultoras en el Urabá Chocoano, la juez que profiere sentencia es muy clara en su
análisis al afirmar lo siguiente:
“De las versiones de los paramilitares aducidas con antelación, no queda duda que la zona en
la que se sembró toda la palma africana, se encontraba totalmente bajo el dominio de los
paramilitares, y quien allí ingresaba lo hacía bajo la anuencia de ese grupo armado, y es más,
de alguna u otra forma en cada una de las empresas, ubicadas en ese triángulo al que ha hecho
alusión Hasbún, había un paramilitar bajo la sombra, lo que confirma, aún más, el acuerdo de
99
voluntades existente entre los empresarios y personas civiles, amigas del grupo armado de las
AUC, para desarrollar el megaproyecto palmero, y quienes por supuesto, como lo aceptó
enfáticamente el ex combatiente Raúl Emilio Hasbún Mendoza, no podían aparecer ante la luz
pública, pues estaban dentro de la ilegalidad.
No se puede olvidar entonces, lo que este testigo mencionó, respecto a las personas que estaban
detrás de las empresas palmeras. En Urapalma y la Extractora Bajirá, como también en
Palmura, estaba la dirección secreta de Vicente Castaño Gil; en Agropalma se encontraba
Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias „Monoleche‟; en Palmas S.A estaba alias „Don Berna‟ o
„Don Adolfo‟ y en Palmadó, lo hacía clandestinamente, a través de su ex esposa, Raúl Emilio
Hasbún Mendoza, alias „Pedro Bonito‟ o „Pedro Ponte‟”. 42
Considero que, con esta evidencia que ha puesto de presente el Juzgado Adjunto al
Juzgado Quinto Penal del Circuito Especializado de Medellín, no queda lugar a dudas
de cómo el negocio de la palma africana ha estado articulado con el paramilitarismo, y
además queda claro que en el caso del negocio de la palmicultura, el propio Vicente
Castaño, hermano del máximo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia,
Carlos Castaño, fue quien ideó el proyecto económico y atrajo a los empresarios
inversionistas para confabularse. Lo que hay que preguntarse es cuántos grandes
empresarios del negocio de la palma no han tenido nexos con paramilitares, puesto que,
aunque la sentencia se enfoca principalmente en las empresas de palma que tienen
42
Ibídem 2. Página 158
100
cultivos en la región del Urabá Chocoano, el poder y las iniciativas de Vicente Castaño
se extendieron por todo el país, de manera que muchos otros paramilitares calcaron y
aplicaron el modelo empresarial de la palma, cuyo arquetipo es Urapalma.
Entonces, si el Estado y el Gobierno fueran serios con el objetivo de brindar verdad,
justicia y reparación a las víctimas del desplazamiento, debería aplicarse una presunción
de mala fe ante los empresarios palmeros que adquirieron o se hicieron con tierras de
campesinos desplazados por el paramilitarismo, y así comenzar a investigar si las
empresas que no son poseedoras de buena fe tienen nexos con paramilitares. Quiero
resaltar en este punto que no promuevo una política sistemática de ataque a los
palmicultores, sino que esta presunción de mala fe debería aplicarse sobre los
empresarios que tengan títulos espurios y la historia de sus tierras ocupadas esté
envuelta en el conflicto armado, lo cual tristemente aplica a la mayoría del gremio
palmicultor.
Porque lo cierto en el negocio de la palma es que se han sembrado miles y miles de
hectáreas de palma donde antes había campesinos, indígenas o comunidades
afrodescendientes que fueron en algún momento desplazados por paramilitares. En el
transcurso de esta pasantía, yo mismo observé esos mares de palma; un paisaje
completo cubierto en palma en zonas cercanas al municipio de Aguachica. También vi
grandes extensiones de palma en la Isla de Papayal y, en el caso de las cercanas al
101
municipio de Regidor, la gente que vive en la región sabe que las tierras en las que hoy
está sembrada la palma, alguna vez fueron trabajadas por campesinos, hasta que
llegaron los paramilitares y los desplazaron, obligándolos a ver con impotencia cómo la
palma invadía sus tierras.
Cuando hablo de aplicar una presunción de mala fe a empresas palmeras que están
explotando tierras donde antes había campesinos, indígenas o afrocolombianos, pienso
inevitablemente en Aportes San Isidro, porque esta empresa encuadra perfectamente en
el modelo de empresas palmicultoras vinculadas al paramilitarismo. Hoy en día, esta
empresa ocupa con títulos espurios tierras que en algún momento estaban siendo
trabajadas por campesinos, que fueron desplazados por los paramilitares en 2003 y
2006. Además, hay que recordar que los paramilitares desplazaron a los campesinos de
ASOCAB por pedido de Jesús Emilio Escobar, lo cual resulta evidente ya que los
paramilitares en el 2003 fueron acompañados por el administrador de Las Pavas
Gustavo Sierra, encargado por Escobar, y dijeron a los campesinos que esas tierras ya
tenían dueño. También es importante recordar que Aportes San Isidro ya había
mostrado su interés por comprar las tierras en el 2004, cuando representantes de la
empresa sobrevolaron el territorio y pensaban en crear un consorcio palmicultor.
Entonces, cuando en el 2006 Jesús Emilio Escobar Fernández en persona, acompañado
de militares con fusiles, vuelve a desplazar a los campesinos de ASOCAB, él ya tenía
pleno conocimiento de la intención de compra de Aportes San Isidro, por lo que Jesús
Emilio Escobar habría estado, en un sentido perverso, saneando la propiedad de la
102
ocupación de los campesinos, cumpliendo con una probable condición previa para la
realización del negocio. Estas deducciones podrían considerarse mera especulación,
pero lo cierto es que hoy en día, la empresa Aportes San Isidro tiene paramilitares,
como Mario Mármol, a su servicio, y la violencia que se ha ejercido en la comunidad a
través del personal de seguridad de la empresa palmera da cuenta de cómo ésta es una
organización armada criminal.
2.4 EL GOBIERNO NO LE QUIERE PONER FRENO A UNA
LOCOMOTORA DESCARRILADA
En el caso de Las Pavas se ha hecho evidente cómo el Estado, a través de muchos de sus
funcionarios, ha sido cómplice de Aportes San Isidro en muchos delitos, velando por los
intereses de la empresa en una gran cantidad de oportunidades. Pero para hablar del
Estado sería propio entenderlo como la reunión de todas sus entidades y funcionarios,
por lo que, en esa medida, la Corte Constitucional se ha manifestado en nombre del
Estado para reconocer los derechos de ASOCAB y de muchos otros desplazados y
víctimas.
Son el Gobierno actual y el precedente los que han marcado el rumbo para que gran
parte del Estado se mueva por los intereses de las grandes empresas palmicultoras,
103
mineras e hidroeléctricas. Aun cuando en la Constitución de 1991 se plasma el
fundamento de la división de poderes, el Gobierno, en cabeza del presidente, acapara
gran parte de la configuración del Estado, puesto que, además de los nombramientos
que pueden hacer, el sistema de ternas hace que la influencia del ejecutivo se extienda a
otras ramas del poder público. Así pues, Colombia sigue teniendo un régimen
presidencialista con un exacerbado poder en la rama ejecutiva, más aún cuando ocurre
una reelección.
Ya quedó expuesto cómo el Gobierno Nacional, en las administraciones de Uribe y
Santos, ha impulsado una política minero-energética a toda costa, y que el desarrollo de
actividades económicas dedicadas a la producción de energía ha sido fuertemente
apoyado e incentivado. Hoy, a esta política se le llama la “locomotora minero-
energética”, pero no es más que la continuación de los lineamientos establecidos en las
administraciones de Uribe Vélez.
Pareciera que la fórmula del éxito de esa política ha sido, además de una cantidad de
prebendas y beneficios desproporcionados, una sistemática impunidad ante los crímenes
que cometen las empresas a bordo de la locomotora energética. Y esto resulta lógico
desde la economía, puesto que si la idea ha sido que la locomotora crezca y se haga más
competitiva, el gasto en externalidades negativas como una condena penal podría hacer
a una empresa de este sector económicamente ineficiente. De no ser así, José Ernesto
104
Macías Medina debería estar en este momento en la cárcel, junto con Mario Mármol y
Danilo Palacios. En cambio, en el caso de Las Pavas, el proceso penal que ha tenido
algún avance es el de lesiones personales, cuando Mario Mármol casi mató a Tito
Alvear. Los procesos penales contra Danilo Palacios y José Ernesto Macías, por delitos
graves como desplazamiento forzado y concierto para delinquir, entre otros, no han
tenido siquiera una audiencia de imputación.
Entonces el mensaje de la política criminal es que el Estado está dispuesto a condenar a
las personas que están en los mandos medios y bajos en los aparatos organizados de
poder, que en este caso es la empresa, pero no a los altos niveles. Prueba de ello es que,
aun cuando por el conocimiento de la parapolítica se condenó a muchos alcaldes,
gobernadores y hasta congresistas, estas personas no eran más que mandos medios
utilizados por las instancias superiores de la estructura paramilitar. Estas personas
condenadas bajo el esfuerzo contra la parapolítica, fueron financiadas por paramilitares
pero también por grandes terratenientes, ganaderos y empresarios que estaban cuidando
sus intereses, de manera que estos magnates que financiaron a los parapolíticos están o
estaban insertos en la parapolítica. A su vez, tampoco se han tomado cartas en el asunto
de la paraeconomía a pesar de que el país entero está al corriente de ella.
La sentencia contra Zea Medina y Duque Echeverri, los empresarios de Palmadó. S.A.,
es todo un hito y un gran paso hacia la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas,
105
pero a su lado hay un gran vacío, puesto que no está armonizada con muchas partes del
Estado que no quieren condenar a los grandes empresarios, los hoy llamados motores
del desarrollo. Los casos de impunidad abundan y el Gobierno no ha estado dispuesto a
investigar y condenar a empresas como Drummond, que sí está siendo investigada en
Estados Unidos por sus nexos con paramilitares.
La situación de la paraeconomía, articulada con la parapolítica, ha generado dificultades
para que el Estado sea verdaderamente soberano y pueda dirigir el curso de la economía
y de la justicia. Si hoy hay empresarios vinculados al paramilitarismo, resulta difícil que
el Estado los sancione si éstos, al mismo tiempo, tienen un gran control de funcionarios
y sectores del Estado. Pero basta de hablar en supuestos; José Ernesto Macías se burla
de las instituciones con el portón ilegal en Las Pavas y con muchos otros crímenes, y
este abierto irrespeto a la soberanía del Estado ha llevado a concluir a los campesinos de
ASOCAB que quien manda en ese pedazo de Colombia llamado Las Pavas, es José
Ernesto Macías Medina, en nombre del gran capital. Recordemos además que el
representante legal de Aportes San Isidro tiene estrechas relaciones con José Obdulio
Gaviria, Fernando Londoño y Álvaro Uribe Vélez, teniendo en cuenta, además, que este
último ha apoyado al sector palmicultor mucho más que con palabras, lo cual hace
innegable el poder que tiene Macías sobre el Estado.
106
La gran locomotora minero-energética está desenfrenada, no sólo por el la violencia
presente en las masacres paramilitares, sino porque el Gobierno de Uribe, y ahora el de
Santos, se le ha dado la libertad más absoluta a los empresarios de este sector para que
puedan explotar los recursos naturales a su antojo, sin siquiera cumplir con sus
obligaciones de mitigación de impacto ambiental, cuando éstas además se quedan
cortas. En el caso de Las Pavas, la empresa palmicultora ha devastado los ecosistemas
hídricos y boscosos propios de la región, lo cual ha tenido graves consecuencias para la
población, como la escasez de peces en una región en la que la pesca era uno de los
principales sustentos alimenticios y económicos. La afectación funcional de los
ecosistemas que proveían de agua en tiempos de sequía y que absorbían el exceso de
agua en temporadas de lluvia ha limitado considerablemente la oferta hídrica del
territorio, y a la vez ha propiciado que las inundaciones sean cada vez más catastróficas.
La intervención de la palmicultura en toda la Isla de Papayal ha sido desaforada y el
daño medioambiental ha sido inmenso, lo cual puede atribuirse en gran medida a
prácticas ilegales de las empresas, como la intervención y dragado de cuerpos de agua.
Pero toda esta tragedia medioambiental se habría podido impedir si las autoridades
ambientales hubieran determinado que las condiciones de la región no eran aptas para
desarrollar el monocultivo extensivo de la palma africana.
107
A nivel nacional, es completamente indispensable, si de verdad se considera importante
el desarrollo sostenible, que se establezca cuanto antes un plan de ordenamiento
territorial que defina de manera organizada cuáles son los territorios del país que no
tienen una vocación para la minería o el monocultivo extensivo de palma africana, y que
por tanto se prohíba categóricamente ese tipo de explotación en esos territorios
específicos. Aunque, en el caso de la minería, no ha bastado con decir en una ley dónde
no se puede intervenir, ya que la minería „legal‟ ha llegado tranquilamente y con
licencias ambientales a páramos, parques naturales y territorios de comunidades
indígenas y afrocolombianas, todos estos territorios protegidos constitucionalmente.
Se necesita entonces, como mínimo, que junto con un ordenamiento territorial a nivel
nacional haya un compromiso por parte de autoridades serias para hacerlo respetar, todo
con miras a tener un país verdaderamente pensado para el desarrollo de todos.
Tristemente, el plan de desarrollo que se está llevando a cabo no tiene asiento para todos
los colombianos en las locomotoras y, así como están las cosas, si no se está dentro de
ellas, se está debajo.
El Estado está pasando por una seria crisis de soberanía, ya que el manejo que se está
dando de los recursos naturales consiste en ponerlos al servicio de grandes intereses
económicos. El Estado no está siendo estratégico, puesto que en lugar de pensarse a sí
mismo como un administrador de los recursos naturales, está actuando como un
108
vendedor de estos. Lo más triste es que los está vendiendo a un precio irrisorio. Pero la
crisis de soberanía más grande la enfrenta el Estado al permitir que los intereses
económicos pasen por encima de la vida misma de quienes son considerados
ineficientes para el mercado, como los campesinos, indígenas o afrocolombianos.
En ese escenario, la situación para los campesinos es gravísima, porque se favorece a las
actividades mineras y agroindustriales antes que a ellos. La minería y el desarrollo de
monocultivos extensivos de palma han demandado una gran cantidad de territorio, y
como los campesinos ocupaban una considerable porción de éste, los mineros y
palmicultores se han asociado con paramilitares para ordenar el „despeje‟ de las tierras,
y así se ha hecho.
2.5 “LA SUERTE ESTÁ ECHADA”, LOS CAMPESINOS
RESISTEN COMO PUEDEN.
El proyecto de vida campesino está en serio peligro, ya que en este momento resulta
económicamente insostenible frente al proyecto de desarrollo económico neoliberal que
se ha impuesto desde la apertura económica. Hoy, en el sector agrícola, los grandes
incentivos están dirigidos hacia la agroindustria, en la cual nada pueden hacer los
pequeños campesinos, salvo convertirse en obreros de los emporios agroindustriales.
Pero más grave es la situación que se genera con el cálculo de costo de oportunidad de
109
la tierra, si se tiene en cuenta que, en este momento, es más rentable tener una mina de
carbón o un latifundio de palma africana que unas matas de yuca, plátano y maíz.
Los gobiernos de Uribe y Santos han optado por el desarrollo, favoreciendo a unos
sectores estratégicos que supuestamente impulsarían toda la economía. Pero ¿qué pasa
cuando en el camino de la locomotora minero-energética se cruza más o menos una
cuarta parte de la población de Colombia? Es evidente que el desarrollo económico que
se profesa como política de gobierno no es para todos, ya que las metas de desarrollo
económico están por encima de la vida de quienes no pueden seguirle el paso a la
marcha forzada de la locomotora.
Aun así, los campesinos resisten. Hay muchos que han sido desplazados y quieren
retornar a sus tierras. Hay otros que, siendo desplazados, tienen mucho miedo y zozobra
por los traumas del conflicto armado. Pero también hay otra gran cantidad que ha
sufrido la violencia de guerrilleros, paramilitares, empresarios y la fuerza pública, y aun
así permanece en el territorio. Además de Las Pavas, hay muchos otros casos de
campesinos que se han organizado en colectivos, buscando darle más impulso a su lucha
por los derechos al territorio. Esta parece haber sido una de las estrategias más efectivas
para ellos.
110
Esto se demostró en el último paro agrario, que tuvo tanta fuerza que no dejó al
gobierno más alternativa que escuchar los reclamos y sentarse a negociar. No obstante,
los líderes campesinos han sido perseguidos sistemáticamente, y muchos están en la
cárcel por falsos denuncios, o han sido asesinados. Misael Payares y los otros líderes de
ASOCAB pueden dar cuenta de esa persecución y ese afán de desarticular los tejidos
sociales entre campesinos y organizaciones campesinas, pero afortunadamente, en este
caso se ha contado con un gran apoyo jurídico y una fuerte visibilización del caso, por
lo que los campesinos de ASOCAB tienen muchas más garantías que otros grupos.
Las manifestaciones reaccionarias, que buscan eliminar la capacidad de los campesinos
de agruparse y exigir derechos, es evidencia de que se está recorriendo un buen camino.
Se ha demostrado que esa es la mejor forma de hacer conocer a todo el país el problema
de la violencia por las tierras, y así también exigir sus derechos. Pero la mejor manera
de dar esta pelea es la que llevan a cabo los campesinos desde sus parcelas,
demostrando que se puede vivir dignamente el proyecto de vida campesino.
3 TERCERA PARTE: CONCLUSIONES
El llamado caso de Las Pavas ha sido emblemático entre los colombianos, ya que es una
historia que recoge temas como narcotráfico, paramilitarismo, corrupción,
111
desplazamiento forzado y la arraigada desigualdad que se vive en el país, especialmente
en cuanto al acceso a la tierra de los campesinos y las grandes concentraciones de
propiedades rurales. Este caso, además, refleja la discriminación histórica que ha tenido
que padecer la población campesina, que ha tenido que soportar el peor peso de la
guerra junto a las poblaciones indígenas y afrodescendientes, teniendo en cuenta que la
mayor cantidad de muertos y desplazados en el país la han puesto estos grupos
poblacionales. Así pues, el caso de Las Pavas refleja situaciones paradigmáticas de la
resistencia campesina en su lucha por mantenerse en el territorio y poder vivir en
libertad.
La situación más problemática en este momento para los campesinos de ASOCAB es
que hay una empresa palmicultora que está empeñada en sacarlos del territorio como
sea, mientras que el Estado no ha hecho nada verdaderamente efectivo para
garantizarles sus derechos. No se ha expulsado del territorio a la empresa, ni se ha
hecho pagar a sus miembros por los delitos cometidos. Este drama de impunidad y
violencia rampante es el mismo de muchos otros campesinos en todo el país que, tras
vivir la violencia paramilitar, han tenido que soportar la llegada de empresas
palmicultoras que buscan adueñarse de las tierras, haciendo uso de sus propias empresas
de seguridad conformadas por paramilitares, desmovilizados o no desmovilizados, que
trabajan como „escoltas‟.
112
Hay muchos empresarios palmicultores en el país que se han aliado con paramilitares
para desplazar a campesinos y robarles las tierras, de la misma manera en que lo hizo
José Ernesto Macías. Además, preocupa que el modus operandi de estos empresarios
parece estar estructurado sistemáticamente, ya que no son pocas las coincidencias entre
la violencia que ejerce Aportes San Isidro y otras empresas palmicultoras. Así pues, no
olvidemos que fue Vicente Castaño quien tuvo la visión de desarrollar a gran escala el
negocio de la palma y, así como Urapalma, se han creado muchas otras empresas
palmicultoras bajo la tutela de los empresarios del paramilitarismo. Muchas empresas
palmeras han empleado la estrategia de crear organizaciones paralelas a las campesinas
que reclaman sus derechos con el fin de desarticular a las comunidades en donde hay
una disputa por el territorio. También es un lugar común la empresa de escoltas, creada
para realizar todo tipo de crímenes con el fin de desplazar a las comunidades. Y también
es frecuente que, como José Ernesto Macías, los empresarios palmicultores tengan una
importante influencia sobre funcionarios del Estado o de fuerzas políticas tan poderosas
como el uribismo y lo que hoy es Centro Democrático.
Esta problemática va ir exacerbándose inevitablemente, porque la tierra como recurso es
cada vez más limitada. Hoy en Colombia hay más de 500 mil hectáreas sembradas en
palma, que generan al país la capacidad de producir más de un millón de toneladas de
aceite de palma al año. Con esas magnitudes de producción, Colombia se ha
posicionado en el cuarto lugar a nivel mundial en producción de aceite de palma, pero
se espera que en poco tiempo el país llegue a doblar su producción y posicionarse como
113
el mayor productor de palma aceitera en el mundo. Cuando el país consiga cumplir esas
proyecciones económicas, se habrá incrementado considerablemente la cantidad de
hectáreas de monocultivo de palma. Si a este número de hectáreas se le suma el de la
cantidad de hectáreas de territorio que explota y va a explotar la minería y las
hidroeléctricas, el total de áreas disponibles para cultivo en el país se va a reducir
dramáticamente. Entonces hay que preguntarse ¿cómo van a sacar tierras para restituir a
los campesinos desplazados y al mismo tiempo garantizar la tenencia de los campesinos
que en este momento cultivan su tierra, si además el Gobierno ha garantizado la
demanda de tierra a los empresarios que están montados en la locomotora minero-
energética?
De nuevo quiero hacer énfasis en que la dicotomía entre sostener el modelo de vida
campesino y el modelo minero-energético extractivo, fue resuelto por los gobiernos de
Uribe y de Santos haciendo un examen de costo de oportunidad. Como las actividades
palmicultora y minera generan más ingresos que una parcela campesina (en un término
de corto y hasta mediano plazo), se ha optado por beneficiar al sector que puede
„impulsar el desarrollo‟, a costa de quienes han sido discriminados por los apologistas
de la modernidad y percibidos como una carga y sinónimo de subdesarrollo. En ese
análisis de costo de oportunidad no se incluyen las externalidades negativas, como el
daño al medio ambiente, el empobrecimiento de la población de las zonas explotadas, la
intensificación del conflicto armado que han promovido estos sectores económicos y la
pérdida absoluta de riqueza biológica y recursos naturales. Ese cálculo de costo de
114
oportunidad tampoco tiene en cuenta que la Constitución colombiana consagra el valor
de la diversidad cultural del país y que los campesinos tienen derecho a desarrollar su
proyecto de vida. Ahora bien, como se dijo, “la suerte está echada” porque el gobierno
ya escogió a quien apoya y la supervivencia de un modelo implica la destrucción del
otro, pero ello no implica que nuestro destino como país está inscrito en el último plan
de desarrollo, ni en las políticas neoliberales que se tienen desde los años 90. Ahora
bien, de las cosas que me ha enseñado esta experiencia, junto con toda la resistencia
campesina, es que por más de que poderes dentro del Estado y la sociedad que parezcan
invencibles e inevitables, la resistencia y la reivindicación de los derechos y la justicia
no son un imposible, y por eso hoy hay muchos campesinos que aún resisten esta
poderosa corriente que no quiere mermar, y no sólo resisten sino que han salido
victoriosos en sus reclamaciones.
115
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- ATAQUE CON ARMA DE FUEGO A CAMPESINOS EN COLOMBIA.
https://www.youtube.com/watch?v=b4DBPQq3mo8
- Contravía. “Retorno de campesinos desplazados en Las Pavas (Bolívar), Colombia
https://www.youtube.com/watch?v=yiJERtGA_nM
- Contravía. “Los Paveros” defienden su buen nombre. Capítulo 271.
- El Espectador. “No existió desplazamiento en Las Pavas”: Fiscal General. 1 de diciembre
de 2011. http://www.elespectador.com/noticias/judicial/no-existio-desplazamiento-pavas-
fiscal-general-articulo-314396
- Garay, Jorge Luis. Minería en Colombia. Fundamentos para superar el modelo
extractivista. Libro electrónico.
- Hollman Morris declara ante Comisión Acusaciones que investiga al Expresidente Uribe.
https://www.youtube.com/watch?v=CEL6rDrFB6M
- http://retornoalaspavas.wordpress.com/cronologia-del-caso-las-pavas/
- Resolución 2284 de 2012.INCODER. 14 de noviembre de 2012.
- Roxin, Claus. Autoría y Dominio del hecho en derecho penal. Editorial Marcial
Pons, Ediciones jurídicas y sociales, S.A. Madrid 2000.
- Sentencia T-267 de 2011.
116
- Sentencia del 30 de julio de 2013, Juzgado Adjunto al Juzgado Quinto Penal del Circuito
Especializado de Medellín
- Sentencia C 029 de 1995.
- Vargas, Mow, June, Pérez y Rivas. Informe Comisión Independiente Conflicto de Tierras-
Las Pavas- Bolívar, Colombia. Junio 2010.
- Verdadabierta.com En Las Pavas sí hay víctimas. 1 de diciembre de 2011.
http://www.verdadabierta.com/component/content/article/158-captura-de-rentas-
publicas/3733-en-las-pavas-si-hay-victimas-/