inma camarero molinos_hidraulicos_al_andalus

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Molinologia, molinos hidraulicos, molins hidràulics, Al-Andalús

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  • 1. los molinos Hidrulicos (ar ) de cereales en al-andalus un estudio multidisciplinar a partir de fuentes jurdicas araboislmicas inmaculada camarero castellano FUNDACIN JUANELO TURRIANO
  • 2. FUNDACIN JUANELO TURRIANO los molinos Hidrulicos (ar ) de cereAles en Al-AndAlus un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs inmAculAdA cAmArero cAstellAno Accsit de lA Vi edicin del Premio GArcA-dieGo 2011
  • 3. edicin fundAcin juAnelo turriAno diseo y maquetacin ediciones del umbrAl de la edicin, fundacin juanelo turriano del texto, la autora de los dibujos, juan de nascimento camarero de la fotografa de cubierta, Germn Pecelln muoz isbn 978-84-695-7841-4 tema de cubierta: molino de benarosa de Alcal de Guadaira, sevilla
  • 4. A la memoria de mis padres, jAcobo cAmArero morAles y nGeles cAstellAno illescAs
  • 5. 11 introduccin un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs fuentes ArAboislmicAs fuentes jurdicas fuentes histrico-geogrficas fuentes agrcolas andaluses tratado sobre alimentacin fuentes cristiAnAs fuentes lAtinAs Anteriores Al s. Viii 33 cAPtulo 1 un Poco de HistoriA 41 cAPtulo 2 noticiAs sobre lA locAlizAcin de los molinos Hidrulicos en lAs fuentes rAbes 49 cAPtulo 3 un cAso esPeciAl: los molinos de AGuA del reino de GrAnAdA lA AlimentAcin cereAlsticA 59 cAPtulo 4 cArActersticAs GenerAles
  • 6. 73 cAPtulo 5 elementos Que comPonen los molinos de AGuA HArineros 111 cAPtulo 6 elementos eXternos Que formAn o rodeAn el molino HArinero 129 cAPtulo 7 el oficio de molinero 133 cAPtulo 8 el Proceso de lA moliendA 139 cAPtulo 9 mAntenimiento de los molinos Hidrulicos de cereAles 147 cAPtulo 10 clientelA del molino HArinero citAdA en lAs fuentes rAbes 153 cAPtulo 11 Qu cobrA el molinero Por su serVicio?
  • 7. 159 cAPtulo 12 miscelneA de contrAtos en torno Al molino de AGuA ArrendAmiento Y concesin de los molinos de AGuA declaracin del estado de ia en los molinos AlQuiler de serVicios de PersonAs AlQuiler de bestiAs comPrAVentA de molinos de AGuA contrAtAcin PArA lA construccin de molinos sociedAd estAblecidA PArA lA eXPlotAcin de un molino lA diVisin Y el derecHo de retrActo en los molinos molino constituido en HAbiz (tabs) donAcin de molinos AbAndono Y Posterior concesin de un molino 219 cAPtulo 13 el molino como PArte de un sistemA Hidrulico 231 cAPtulo 14 los conflictos de los molineros los conflictos entre molineros Y AGricultores los conflictos entre molineros Y mAdereros los conflictos entre los molineros Y sus Vecinos los conflictos entre molineros 257 cAPtulo 15 los molinos Y lAs PesQuerAs 261 cAPtulo 16 resPonsAbilidAdes del molinero frente A sus clientes
  • 8. 275 cAPtulo 17 los frAudes de los molineros 287 conclusiones 309 esQuemAs Grficos 317 lXico de trminos rAbes Y su trAduccin en relAcin con los molinos de AGuA 353 biblioGrAfA Y fuentes
  • 9. 11 el molino de agua fue la primera mquina movida por una energa natural y ha constituido un elemento primordial del progreso humano y tcnico, imponindose durante ms de mil ochocientos aos como la nica mquina, junto con el molino de viento pero en menor medida, que ser utilizada para todas las necesidades industriales2 . Para marc bloch: el descubrimiento del molino hidrulico constituy, dentro de lo que eran los molinos de que dispona la humanidad, un progreso compa- rable a los del s. XiX y llev consigo una prodigiosa transformacin.3 en ellos, la molturacin de los granos se produce gracias a la transformacin de la energa cintica del agua en un movimiento rotatorio que, por friccin entre dos muelas, consigue obtener harina del cereal. introduccin un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs1 1 estudio financiado por la fundacin ibn al-jatib de estudios y cooperacin cultural en 2009 y Accsit del Premio internacional Garca-diego en su Vi edicin a la investigacin de la Historia de la tcnica, otorgado por la fundacin juanelo turriano (mayo de 2012). 2 sylvain-touche, K., description du mcanisme interne dun moulin eau, en durand, A., (ed.), jeux deau. moulins, meuniers et machines hydrauliques (Xie -XXe sicle), tudes offertes G. comet, cahier dHistorie des techniques, 7 (2008), p. 271. 3 bloch, m., la Historia rural francesa: caracteres originales, barcelona, 1978, p. 313.
  • 10. 12 introduccin efectivamente, a travs de la fuerza mecnica del agua, el hombre ve facilitado el trabajo de aprovechamiento de uno de los productos bsicos para su subsistencia, como es el grano alimenticio. As pues, el molino constituye, desde el punto de vista de la nutricin, un instrumento esencial para la transformacin industrial de los cereales en harina, que resulta ms apta para la alimentacin humana, al mismo tiempo que, desde el punto de vista de la econo- ma, la fuerza del agua que mueve su maquinaria est ntimamente relacionada con el desarrollo econmico que se genera en torno a los cereales y a la molienda. en al-Andalus funcionaban otros tipos de molinos, separados entre s segn la fuerza que los accionaba. de este modo, podemos encontrar, adems de los de agua, molinos de viento, de mareas y de sangre, aparte de los manuales, que eran domsticos. sin embargo, de entre todos ellos, los hidrulicos son los ms abundantes en tierras andaluses y, sobre todo, los construidos al borde de un curso de agua sobre el que se sola levantar una presa (sudd) para asegurarse el caudal y la fuerza suficiente para su funcionamiento. la relacin que tiene el molino harinero andalus con los cursos de agua continuar du- rante toda la poca medieval cristiana. All donde fuera posible un caudal estacional o anual, haba una instalacin molinera. los gegrafos rabes confirman la existencia de un extenssimo nmero de molinos hidrulicos instalados no slo en los principales ros, sino tambin en las riberas, en los torrentes e, incluso, en las acequias y tanto en las ciu- dades como en los pueblos. en estos ltimos, los molinos se edificarn cerca de las tierras cultivadas de cereales. la molinera, pues, aparece como una industria muy arraigada al medio rural y se ha con- siderado como la primera intervencin del hombre en el medio ambiente, al aprovechar al mximo todos los recursos hidrolgicos y materiales que tiene a su alcance, con el fin de transformar el grano en alimento apto para el hombre. Por esta razn, lvarez llopis considera que, por el hecho de esa intervencin humana, la posibilidad de que hubiera una menor expansin en el mundo islmico de estas industrias, comparado con las que se instalaron en la poca feudal que fueron numerossimas, puede deberse a un mayor control de la explotacin del medio, sobre todo en lo referente a los recursos hdricos, que son explotados de una forma ms ecolgica, al no disponer de ellos en abundancia. sin embargo, en la sociedad cristiana del norte de la Pennsula, esto no ocurre, ya que
  • 11. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 13 estos recursos son mucho ms numerosos al disfrutar de una mayor pluviosidad, por lo que los molinos son puestos en marcha sin tanto control hidrolgico4 . los musulmanes son maestros en captar aguas superficiales y subterrneas, mediante ca- nales, acequias, pozos y qanats, y en elevar el agua, mediante norias y azudas, creando, con ello, espacios regados en zonas ridas o semiridas e instalando molinos tanto en unas reas como en otras. los andaluses aprovecharon las obras hidrulicas romanas que se encontraron, y que fueron infrautilizadas por los visigodos, sacndoles un provecho muy superior al de aqu- llos y logrando, durante los ocho siglos de pervivencia araboislmica en nuestra Penn- sula, un desarrollo social y econmico como no haba existido hasta el momento. Y esta transformacin se llev a cabo, sobre todo, gracias a la proliferacin de los ingenios hi- drulicos, que produjeron novedades, sobre todo, en el mbito laboral, al extenderse las relaciones contractuales entre los propietarios, arrendatarios y usuarios en torno a esta industria, con las consecuencias para la economa que esto reportaba. tambin con los molinos hidrulicos se consegua utilizar menos mano de obra, con lo que abarataba el coste de la harina obtenida. As pues, cuando se dan varias circunstancias juntas que conducen a la creacin y difusin de un fenmeno concreto, como ste de la molinera, se ha considerado que responde a una necesidad social ampliamente sentida. efectivamente, es marc bloch el que defiende esta teora y el que, al mismo tiempo, jus- tifica que la invencin se difunda y que la construccin de la nueva mquina se convierta en una prctica corriente5 . es importante partir del hecho de que la economa andalus se basaba principalmente en la agricultura y que, dentro de ella, la molturacin de los cereales era una actividad que segua a la obtencin del grano y que generaba mucha riqueza, tanto para los molineros, como para la gente que trabaja en torno a esta industria. Y qu decir sobre el beneficio de transformar el grano en harinpanificable, alimento de primera necesidad en la poca an- dalus. As pues, siendo los cereales un alimento de primera necesidad y el pan uno de los ms consumidos, la molturacin se convirti en una actividad industrial fundamental para 4 lvarez llopis, m e., el molino hidrulico en la sociedad hispano medieval, s. X-Xiii, i coloquio de Historia y medio f- sico, instituto de estudios Almerienses, departamento de Historia, 1989, pp. 660-661. 5 citado por Aguad nieto, s., notas para el estudio del molino hidrulico en cuenca (1177-1300), Almud, 5 (1982), p. 58.
  • 12. 14 introduccin la vida diaria en al-Andalus. Por ese motivo, la molinera no slo tuvo un desarrollo para- lelo al de la tierra y los cultivos, sino que provoc un mayor y ms inteligente empleo del agua, pero, sobre todo, del agua como fuerza motriz. esta utilizacin de la energa hidru- lica consegua ms cantidad y ms calidad en la harina resultante, en comparacin con la obtenida del grano molturado en los molinos de sangre o en los manuales, los cuales, por otra parte, no se llegaron nunca a suprimir. sobre las ventajas del molino hidrulico sobre los otros dos, el gepono andalus ibn al-Awwm (s. Xii-Xiii) afirm que: la harina molida en piedra de agua es mejor que la molida en piedra de bestias6 . los molinos hidrulicos andaluses no hicieron desaparecer los de sangre movidos por animales, tal y como ocurri en roma, en donde llegaron a ser incluso ms abundantes. en al-Andalus hay constancia de que eran muchos los edificios y viviendas dedicadas a la molienda usando bestias, segn podemos ver en las fuentes rabes y cuyo estudio es- peramos realizar muy pronto. esta manera de molturar por medio de animales no termin con la reconquista, sino que pervivi durante muchos siglos, casi hasta nuestros das7 . en cuanto a los molinos manuales, los usaban normalmente las mujeres en casa, para uso exclusivo de la familia y su utilizacin pervivi hasta el final de la poca nazar. en contra de lo que parece que ocurri en la zona cristiana, el molino de mano en al-Andalus no sufri presiones por parte del estado ni por ninguna institucin. efectivamente, hay datos que confirman que hubo quienes pretendieron acabar con ellos, porque chocaba con los intereses econmicos de los seores e instituciones propietarias de molinos hidrulicos8 . Por otra parte, hay que sealar que el desarrollo agrcola de una zona determinada est ntimamente relacionado con el tipo y la cantidad de molinos que se instalan en ella. As pues, en las zonas cerealsticas, y ms an si en ellas hay mucha poblacin, se encontra- ran un nmero mayor de estas industrias por la gran demanda de harina que esto supone 6 ibn al-Awwm, Kitb al-fila, ed. y trad., j.A. banqueri, libro de agricultura, 2 vols., madrid, 1802 (ed. facs. con introd. y estudio de e. Garca snchez y j.e. bermejo, madrid, 1988), ii, p. 24. 7 Vase el estudio de j. Gonzlez en su trabajo sobre el repartimiento de sevilla en el que cita algunos molinos de sangre sevi- llanos de origen musulmn y que en poca cristiana trabajaban a pleno rendimiento. Algunos de ellos incluso conservan el nombre rabe de sus dueos. en el s. XVi todava quedaban muchas tahonas de aqullas, que muelen trigo, de a dos, tres y quatro pie- dras, con sus mulas en lugar de agua, y con sus torvas, tiendas y los dems aderentes que las otras aceas que muelen con agua y con semejante ruydo. Y es as que hacen mejor harina que los molinos de agua. Vase, Gonzalez, j., repartimiento de sevilla, reediccin facsmil, sevilla, 1993, p. 514. el gepono ibn al-Awwm, como veamos arriba, no estaba de acuerdo con que la ha- rina molida en molino de sangre fuera de mejor calidad que la hecha en molino hidrulico, sino todo lo contrario. 8 martnez carrillo, m ll. y martnez martnez, m., orgenes y expansin de los molinos hidrulicos en la ciudad y huerta de murcia (s. Xiii-XV), murcia, 1993, p. 45. Quiero agradecer a mara martnez el gesto tan amable que tuvo al mandarme sus tra- bajos sobre molinologa.
  • 13. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 15 y se observar que disfrutan de una tcnica ms desarrollada, a base de instalar molinos de rueda vertical o molinos de ms de dos muelas, entre otros avances. Y tambin sucede lo contrario, es decir, las zonas menos cultivadas y alejadas de los centros urbanizados ofrecen un menor nmero de molinos y los que se instalan aparecen con una industria ms rudimentaria, entre los que se encuentran los molinos horizontales de una sola rueda9 . Por otro lado, el beneficio obtenido en los molinos de dos muelas suple perodos de sequa o de insuficiencia del caudal, lo que compensa las prdidas en los momentos de parada. As pues, el clima parece ser condicionante para el desarrollo molinar, ya que una sequa pertinaz puede ser determinante para su progreso y, como consecuencia, puede llegar a sufrir hasta el abandono total de la actividad o, en el mejor de los casos, slo un retraso. suponemos que las constantes sequas que azotaron al-Andalus entre los siglos Viii-Xii, y de las que muchos historiadores informaron en sus obras, por el gran perjuicio que su- puso para la economa y la sociedad andalus, perjudicaron en lo que poda ser una evo- lucin normal de la molinera hidrulica10 . sin embargo, junto a las causas que paran el desarrollo de la industria molinera, existen otras que la favorecen, como es el avance de la metalurgia rural, la cual permite realizar los instrumentos necesarios para la maquinaria de los molinos, en pro de un mejor fun- cionamiento y una mayor productividad. A este factor tcnico se le une otra causa bene- factora y que est relacionada con el regado: los molinos de rueda vertical van a utilizar el sistema de la rueda inmersa en el ro, que ya se utilizaba anteriormente como elevadora de agua para el riego. est ms que demostrado que el desarrollo y la expansin de los molinos est ligado al desarrollo y la expansin del regado. estas dos causas, que favorecen la existencia de molinos en un lugar, pueden ser llamadas causas aceleradoras de ndole tcnica11 . en cuanto a la orografa que presentaba al-Andalus, tanto sus cauces constantes como el terreno con cierta pendiente, fueron dos razones fundamentales que favorecieron el 9 lvarez llopis, m e., el molino hidrulico en la sociedad hispano medieval, s. X-Xiii, i coloquio de Historia y medio fsico, instituto de estudios Almerienses, departamento de Historia, 1989, p. 661. 1 0 sobre las informaciones que los historiadores andaluses dan sobre estos aos de sequa, as como la actuacin de los juristas en caso de que calamidad afecte a la industria molinera, hablaremos ms tarde en un apartado especfico para este tema. 11 sez de santa mara, A, molinos hidrulicos en el Valle del ebro (s. iX-XV), Vitoria, 1085, p. 53.
  • 14. 16 introduccin desarrollo molinar en sus territorios. el hecho de que una zona goce de terrenos monta- osos comparada con otras que no lo tengan se ha visto determinante para el progreso de los ingenios hidrulicos en ellas. efectivamente, se ha comprobado que existe un de- clive econmico en las zonas llanas relacionado con la imposibilidad de instalar molinos. uno de los que defienden esta teora es l. White12 , quien considera que, mientras que en las zonas de pendiente se pueden edificar hasta un agrupamiento de molinos en todo el cauce, en las zonas de llanura o fondos de valle, el agua que circula tiene mucha menos energa, lo que obliga a la construccin de canales artificiales, cubos y presas, que enca- recen la instalacin molinera. no obstante, los propietarios que pueden invertir en ella, consiguen amortizar con creces este gasto inicial, ya que el molino ha sido siempre una fuente de ingresos, lo suficientemente rentable como para recuperar rpidamente la in- versin tan costosa que supona la instalacin molinera. en el reino de Granada continuaron trabajando los molinos de antao que estaban situa- dos en cauces medianos y grandes, ya que el hecho de tener un curso de agua constante es una causa aceleradora de ndole fsica y geogrfica, que favorece la creacin, el des- arrollo y la pervivencia de los molinos en un lugar determinado, como lo han querido ver algunos medievalistas13 . Por otro lado, tambin los molinos andaluses tuvieron en cuenta las propiedades del suelo, ya que consideraron que una tierra demasiado blanda, de fcil erosin, podra arras- trar lodos y ensuciar y obstruir los cauces y hasta parar la rueda hidrulica. Ya de por s, el molinero tiene que estar continuamente limpiando los canales, las acequias, las presas y sus ruedas, debido a que el agua lleva consigo mucho barro y restos vegetales que per- judican sus instalaciones. As pues, si la zona elegida es de un suelo que se erosiona f- cilmente, los problemas que ocasiona son considerablemente mayores, llegando incluso a la parada total del molino, con las prdidas econmicas que esto conlleva. otro fenmeno que favoreci la difusin del molino hidrulico en tierras andaluses fue la necesidad de alimentar a toda la poblacin que iba en aumento. ciertamente, junto con la economa agraria en expansin, otra causa que motiv el desarrollo molinar y, sobre todo, el molino de agua harinero, fue el hecho del crecimiento poblacional. A este hecho 1 2 ibdem, p. 54. 1 3 ibdem, p. 53.
  • 15. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 17 se la ha calificado como una causa aceleradora de ndole social 14 . Por otra parte, en el reino de Granada, por la fuerte demanda de cereal que solicitaban los soldados en las mu- chas y prolongadas campaas guerreras, la proliferacin de los molinos en el reino tam- bin fue en aumento y los juristas facilitaron los contratos y las resoluciones judiciales en beneficio de los molineros. en efecto, por lo que vemos en los textos jurdicos de los siglos Xiii-XV hay una adaptacin de los jurisconsultos a estas nuevas circunstancias sociopolticas. en cuanto a la tcnica empleada en los molinos andaluses, hay que sealar la similitud que existe en cuanto a la industria de los molinos instalados en la poca romana con res- pecto a la empleada en los molinos de mediados del s. XX en nuestra Pennsula. se puede afirmar que tanto la maquinaria, como el instrumental, los mtodos de captacin y de apresamiento de las aguas se consideran de tcnica tradicional y, salvo algunas diferencias poco significativas, se mantuvieron constantes durante todos estos siglos. no hay duda que los molinos de agua andaluses se forjaron teniendo como base los ingenios que ya estaban instalados cuando llegaron los primeros pobladores y que, a su vez, los cristianos heredaron todo lo asumido y mejorado por los andaluses, modificando por su parte muy poco la tcnica y el material empleado, llegando casi intacto hasta nuestros das. Por ello, se puede hablar de la pervivencia de una tecnologa secular en los molinos rurales. esto se puede comprobar gracias a los trabajos realizados por algunos investigadores sobre los molinos tradicionales, que son los que han funcionado hasta hace relativamente pocos aos. en ellos pueden verse cmo, en la mayora de los casos, las piezas tienen los mis- mos nombres que en su da les dieron los molineros medievales15 . las obras de derecho islmico andaluses recogen ya desde el s. iX toda la regulacin posible referente a los molinos, legalizando a travs de ellos los contratos de compraventa, alquiler, donacin, concesin, asociacin y de edificacin y explotacin. Para ello, se apoyarn en primera instancia en las leyes romanas relativas al derecho civil, que ante- riormente ya haban servido de base en la creacin del fiqh para otras relaciones contrac- tuales parecidas, aunque hay que sealar que no todos los juristas musulmanes aceptan la existencia de tales influencias externas. no obstante, independientemente de las con- 1 4 dem. 1 5 crdoba de la llave, r., los molinos hidrulicos de la cuenca del Guadalquivir, Anuario de estudios medievales, 33/1 (2003), p. 294, quien cita los siguientes trabajos: escalera, j y Villegas, A, molinos y panaderas tradicionales, madrid, 1983; cara barrionuevo, l., los molinos hidrulicos tradicionales de los Vlez (Almera), Almera, 1996; dem autor et al., los molinos hidrulicos tradicionales de la Apujarra (Almera), instituto de estudios Almerienses, Almera, 1999.
  • 16. 18 introduccin sideraciones nacidas en el mismo seno del islam, objetivamente se observa que las leyes que regulan los molinos andaluses tienen influencia romana, como tambin lo estn los baos, los hornos y las salinas, con los que, en ocasiones, los juristas andaluses estable- cen analogas para su regulacin. Pero, como en otros mbitos del derecho islmico, la ley consuetudinaria del lugar donde estn instalados los molinos tiene ms fuerza que cualquier opinin dada por un prestigioso jurista. Y como en todos los aspectos del derecho islmico, los jurisconsultos andaluses tambin se sirvieron de las opiniones de los juristas musulmanes de oriente, quienes regularon estas industrias molineras a partir del mismo s. iX. como se ver, sus opiniones son muy valiosas y consideradas hasta el final del islam en nuestra Pennsula. Para este estudio sobre los molinos hidrulicos andaluses, se pueden utilizar como fuente de informacin tanto los textos araboislmicos occidentales y orientales, como los cris- tianos e, incluso, los textos ms recientes sobre los molinos tradicionales, que son los que han pervivido hasta mediados del s. XX, ya que todos aportan una informacin vlida sobre la industria artesanal de la molinera, la cual ha mantenido los mismos rasgos tcni- cos y productivos a travs del tiempo por tratarse de una actividad arcaica y de metodologa conservadora. Por ello, son vlidas todas las fuentes jurdicas rabes, ya sea las de oriente como las creadas en tierra andalus en los ocho siglos de pervivencia musulmana en la Pe- nnsula, debido a que todas las leyes islmicas se tienen en cuenta, independientemente del lugar donde se hayan emitido. tambin sirven los documentos escritos en tierras cristianas, ya que estos reflejan fiel- mente el pasado anterior y ms en materia de molinos, cuyo equipamiento tcnico y la capacidad de obtener beneficio del agua son aprovechados por los nuevos habitantes de las zonas conquistadas, que van a usar los molinos y sus recursos hidrulicos de una ma- nera idntica a como lo hacan los andaluses, sin que se produzcan grandes cambios. dicho esto, es posible asegurar que todas las informaciones que se tomen de las fuentes antes citadas son valiosas para estudiar los molinos de agua andaluses, ya que, al tener una estructura tradicional y no admitir prcticamente innovaciones, difieren muy poco de los molinos que nos han llegado hasta nuestros das16 . 1 6 Vase, caro baroja, j., tecnologa popular espaola, madrid, 1983.
  • 17. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 19 los libros de los repartimientos, los fueros y los documentos notariales escritos inme- diatamente despus de las reconquistas son de gran utilidad para el estudio que se pre- tende llevar a cabo, ya que ofrecen una informacin muy fiel del pasado musulmn inmediato. A falta de documentos islmicos, su utilizacin es fundamental para reconstruir la historia de al-Andalus. Y, en cuanto a la industria molinar, al ser artesanal y rural y, por ese mo- tivo, no susceptible a sufrir cambios significativos durante los siglos, la informacin que ofrecen los textos medievales es muy valiosa. Gracias a la regularidad y a la persistencia de las tcnicas molineras en el tiempo y en el espacio, es posible obtener informacin de inters al analizar los molinos de cualquier poca y lugar. el molino hidrulico resulta un fenmeno complejo, en el que participan diferentes ele- mentos, como son los tcnicos, jurdicos, econmicos o sociales. imputar a uno solo de ellos esa complejidad, lleva inevitablemente a un planteamiento inexacto del tema en su conjunto17 . es necesario, pues, abordarlo desde los ms variados puntos de vista posibles, que es lo que pretende este estudio multidisciplinar. resulta relevante, adems, realizar un lxico con los trminos rabes relacionados con los molinos hidrulicos de cereales, ya que, adems del inters filolgico que pueda sus- citar, la terminologa relacionada con una actividad econmica y productiva lleva consigo una implicacin social y, a travs de ella, se puede realizar un anlisis histrico. Al res- pecto, j. Aguirre ha dicho que: la llamada cultura material hace referencia a aquellos elementos materiales que configuran y sirven para caracterizar las formas de vida de una sociedad determinada. entre ellos, estn los utensilios y herra- mientas empleados en las diferentes actividades econmicas. este co- nocimiento nos ha brindado la posibilidad de contemplar esta formacin social a travs de un prisma diferente, ofreciendo una perspectiva que se complementa con los datos histrico-polticos y geogrficos18 . 1 7 lvarez llopis, e., el molino hidrulico en la sociedad hispano medieval, s. X-Xiii, p. 672. 1 8 Aguirre sdaba, j., notas acerca de la proyeccin de los kutub al-waiq en el estudio social y econmico de al-Andalus, meAH, seccin rabe - islam, 49 (2000), pp. 16-17.
  • 18. 20 introduccin como se ve, a la molinera le afecta el espacio, el agua y la tecnologa. de ah que los molinos sean objeto de inters pluricientfico, como bien ha sealado m. martnez19 . Y no slo hay que estudiarlos desde varios puntos de vista, como se va percibiendo en esta introduccin, sino desde varias fuentes distintas, con el fin de comprender el lugar que ocupa la molinera andalus en el tiempo y en espacio y de completar todo aquello oscuro o inexistente de las escasas obras araboislmicas que tratan el tema molinar. Por ello, antes de seguir con el desarrollo del estudio, nos parece conveniente indicar las fuen- tes que han sido la base de este trabajo. fuentes utilizAdAs este estudio multidisciplinar est basado, por un lado, en fuentes jurdicas islmicas, en donde la mayora de ellas est todava sin traducir, a la que acompaan otras obras rabes, como las agrcolas, de isba y, como no, las histrico-geogrficas. Por otro lado, me he servido de fuentes cristianas, como son los libros de repartimiento, los fueros y las or- denanzas, las cuales rellenan el vaco existente en las obras islmicas o completan o re- fuerzan la informacin dada en ellas. Asimismo, he usado obras latinas de diversa ndole, anteriores a la ocupacin araboislmica. A la traduccin y el estudio de las fuentes anteriormente citadas, les han acompaado un buen nmero de trabajos de investigacin realizados por arabistas y medievalistas espe- cializados en el tema, quienes me han aportado sus conocimientos y, en algunos casos, sus diferentes puntos de vista a la hora de abordar el estudio de los molinos islmicos y medievales. Para finalizar, y con el fin de localizar la terminologa relativa a las partes del molino, o de su recinto e, incluso, para ponerle nombre a las piezas de la maquinaria molinar, ha sido imprescindible el uso de varios diccionarios especializados. As pues, para hablar someramente de las fuentes que han formado la base de este estudio, se presentan divididas por grupos, segn la materia a la que pertenecen. 1 9 martnez martnez, m., los molinos de totana-Aledo: un nuevo caso historiogrfico, cuadernos de la santa, totana, 2000, p. 92.
  • 19. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 21 1 fuentes ArAboislmicAs 1.1 fuentes jurdicas las fuentes jurdicas son fundamentales para el estudio de las relaciones entre el agua y la economa islmica. Quiz hoy en da sea el corpus que ms informacin ofrezca al respecto, como se ha podido comprobar en este estudio sobre la industria molinar en al- Andalus. Para su estudio, hay que partir del hecho de que el fiqh es un derecho de juristas20 . Por ello, los diferentes tipos de fuentes que se han usado en este trabajo se pueden clasificar en: ul al-fiqh, o principios del derecho, fur al-fiqh, o tratados y compendios de apli- cacin, y isba, o de buen gobierno. de todas las obras de ul al-fiqh que se han manejado en este estudio, la nica que trata el tema molinar es al-talqn del bagdad Abd al-Wahhb (m. 422/1031). este autor, que se dedicaba a la enseanza del derecho islmico, tuvo mucha repercusin entre los anda- luses21 . en su obra comenta, defiende o rebate cuestiones de derecho terico y utiliza, en la mayora de los casos, el itihd 22 . las obras de fur al-fiqh se pueden dividir en tres apartados: obras de jurisprudencia, fetuas y formularios notariales: las obras de jurisprudencia constituyen la mayor parte de la literatura jurdica mlik de al-Andalus. entre ellas se encuentran gran nmero de tratados de casustica, fetuas y sen- tencias o akm. los manuales de casustica estn constituidos por obras dedicadas a las preguntas y res- puestas (masil), a los principios o fundamentos de ley, sentencias, resoluciones (akm) y a los casos reales o hipotticos (nawzil). debido a lo difcil que es encasillar las obras que utilizadas en estos tres subgneros, ya que suelen compartir sus caractersticas, he 2 0 definido as por la particularidad que tiene la jurisprudencia islmica de no haber nacido a partir de un derecho existente, sino que es ella misma quien lo ha creado. Vase para ello, Gardet, l., encyclopdie de lislam (nouvelle dition), 10 vols., en curso, 1060-2001, (e.i.), s.v. fiH, vol. 2, p. 911. 2 1 Abd al-Wahhb, al-talqn f l-fiqh al-mliki, beirut, 1999. 2 2 es el esfuerzo personal de interpretacin a partir de las fuentes del derecho para la elaboracin de la ley, generalmente limitado a los grandes maestros de los primeros siglos del islam. f. Vidal, el mufti y la fetua en el derecho islmico. notas para un es- tudio institucional, Al-Andalus-magreb, Vi, servicio de publicaciones, universidad de cdiz, 1998, p. 300.
  • 20. 22 introduccin optado por tratar conjuntamente todas las que componen este grupo. As pues, las fuentes utilizadas para extraer la informacin necesaria para este trabajo son: Al-mudawwana de sann23 (m. 240/854). la obra de este jurista de cairun es la de mayor aceptacin entre los mlik andaluses. ibn sann (m. 256/870)24 , recopila en su obra de preguntas y res- puestas cuestiones planteadas a su padre y a ibn al-Qsim (m. 191/806). en la Wia de ibn abb (m. 239/854)25 hay contenida muchsima informacin del tema molinar que, como vemos, est regulado ya en el siglo iX. la obra de ibn al-allb (m. 378/988) pertenece tambin a este grupo. su Kitb al-tafr f l-fiqh al-mliki 26 elabora muchas de las leyes que se mantendrn vigentes hasta la poca nazar. la suma del jurista ie de Gebir27 (s. XV) toma parte del texto an- terior, regulando los molinos en la poca nazar. el Kitb muntajab al-Akm28 del jurista de elvira ibn Ab zamann (m. 399/1009) recopila fragmentos de otras obras de forma casi literal. Posee datos de la industria molinar de autores anteriores. ibn iyd (m. 575/1179) recoge de su padre el Q iy (m. 544/1149) el modo de actuacin de los jueces en una obra titulada, precisamente, mahib al-kkm29 . es una obra imprescindible para el estudio de los molinos andaluses, quien recoge y comenta, entre otros juristas, casi todas las fetuas emitidas por ibn rud al respecto. 2 3 sann, al-mudawwana al-Kubr, 8 vols. (16 tomos), beirut, s/d (reimp. offset), el cairo, 1923. 2 4 ibn sann, Kitb al-awiba, ed. H. al-ilwn, tnez, 2000. 2 5 ibn abb, Kitb al-Wia, introd., ed. crtica y tr. por m. Arcas campoy, fuentes Arbico-Hispanas, 27, c.s.i.c.-A.e.c.i., 2002. 2 6 Abboud-Haggar, s., el tratado jurdico de al-tafr de ibn al-allb. manuscrito aljamiado de Almonacid de la sierra (zara- goza), ed., est. y glosario, 2 vols, c.s.i.c., zaragoza, 1999. 2 7 tratados de legislacin musulmana: 1- leyes de moros (s. XV) y 2- suma de los principales mandamientos y develamientos de la ley y unna, por don ie de Gebir, alfaqu mayor de la Aljama de segovia, 1462. real Academia de la Historia, madrid, 1853. 2 8 ibn Ab zamann, Kitb muntajab al-Akm. est., trad. y ed. crtica del sumario y del libro i por m. Arcas campoy, 2 vols. tesis doctoral indita, Granada, 1982. 2 9 ibn iyd, mahib al-ukkm f nawzil al-akm (la actuacin de los jueces en los procesos judiciales), trad. y est. d. se- rrano, fuentes Arbico-Hispanas, 22, csic- icmA, 1998.
  • 21. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 23 el mujtaar de jall (m. 767/1366)30 recopila datos muy valiosos para este estudio. la obra del s. XV leyes de moros 31 ofrece algunos datos sobre los molinos pertenecientes a la ltima etapa andalus. ibn im (m. 829/1426) es el ms tardo de los juristas que forman este grupo. escribi tuhfat al-ukkm 32 , conocida tambin como la imiyya, un compendio en metro raz. en sus versos quedan re- gulados a modo de cdigo el tema de la divisin de los molinos. los dictmenes jurdicos o fetuas darn informacin acerca de la evolucin de la sociedad y la adaptacin de las leyes a ella. Para el tema molinar, se han utilizado las que siguen: las fatw y al-bayn del cad de crdoba ibn rud (m. 520/1126) recogen cuestiones relacionadas con la regulacin de los molinos. es frecuentemente citado por otros juristas como argumento de autoridad33 . Hay una recopilacin de fetuas magrebes y andaluses que recoge la principal produccin de los muftes del reino nazar. lleva el ttulo de Kitb al-miyr, siendo su autor el magreb al-Wanars (m. 914/1508)34 . esta obra ha sido fundamental, ya que las fetuas selec- cionadas dan muchsima informacin acerca de la industria molinera. las sentencias o akm son las resoluciones adoptadas por los cades en el desarrollo de los procesos judiciales. la nica obra usada en este trabajo se titula sencillamente: - Akm y pertenece al malagueo al-ab (m. 499/1106)35 . 3 0 jall b. ishaq, al-mujtaar al-ulam, beirut, 1995. traduccin francesa: G.H. bousquet, Abreg de la loi musulmane selon le rite de limam malek, 4 vols, Argel, 1965-62. traduccin italiana: all ibn ishaq, il mujtaar. sommario del diritto ma- lechita. Versione de d. santillana. 2 vols, miln, 1919. 3 1 Anteriormente se ha citado esta obra, que contiene dos tratados jurdicos: tratados de legislacin musulmana: 1- leyes de moros (s. XV) y 2- suma de los principales mandamientos. 3 2 Ab bakr b. im, Al-imiyya, ed. casablanca, 1997. 3 3 fatw ibn rud ed. al-tall, beirut, 1987, 3 vols; al-bayn, ed. al-a y otros, beirut, 1988-1991, 20 vols. 3 4 Al-Wanars, al-miyr al-mugrib wa-l-am al-murib an fatw ahl ifrqiya wa-l-Andalus wa-l-magrib, ed. m. Ha, 13 vols., rabat, 1981-1983. 3 5 Al-ab, Ahkm, ed. y not. s. Haloui, beirut, 1992.
  • 22. 24 introduccin los formularios notariales (kutub al-waiq) son unos tratados para uso del notario en los que se presentan las frmulas y los modelos para la redaccin, jurdica y gramaticalmente correcta, de las actas, escrituras, contratos y certificaciones requeridos en todas las circuns- tancias de la vida cotidiana, adems de incluir, casi siempre, la doctrina jurdica que avala y justifica el empleo de las normas expuestas para la elaboracin de tales documentos36 . los libros de waiq han sido fundamentales en este estudio por la cantidad de informacin que aportan a la hora de definir el edificio molinar, las dependendencias anexas y todos los re- cintos que lo rodean, adems de algunas partes de la maquinaria. Asimismo, sus formularios expresan como ningn otro documento los contratos establecidos en los molinos, a saber, de compraventa, alquiler, alquiler de servicios, concesin, donacin y construccin. los for- mularios notariales andaluses utilizados en este estudio pertenecen a los siguientes juristas: ibn al-Ar (m. 399/1008)37 . es el ms destacado de todos ellos, no slo por su antigedad, sino por el volumen informativo. ibn-mug (m. 459/1067)38 . A pesar de que los formularios de este jurista toledano son ms escasos de contenido, aportan mucha infor- macin para este estudio sobre los molinos andaluses. Al-bunt (m. 462/1070)39 quien se basa, casi literalmente en ibn al- Ar, tiene ms informacin que aqul en cuanto a los molinos, lo que evidencia la prdida de algunos formularios del primer jurista. Al-Garn (m. 579/1183)40 . de todas las obras, sta es la ms es- cueta que se ha utilizado y, aunque su informacin acerca del medio rural es escasa, resulta muy valiosa. Al-azr (m. 585/1189)41 . otro formulario imprescindible por la cantidad de informacin que ofrencen sus actas notariales sobre el tema molinar en al-Andalus. 3 6 como bien seala f.j. Aguirre sdaba. Vase su trabajo, notas acerca de la proyeccin, p. 7. 3 7 ibn al-Ar, Kitb al-waiq wa-l-siillt, ed. P. chalmeta y f. corriente, formulario notarial hispanorabe, por el alfaqu y notario cordobs ibn al-Ar (s. X), madrid, 1983. formulario notarial y judicial andalus, intr., est. y trad. anotada: P. chal- meta y m. marugn, madrid, 2000. 38 ibn mugt, al-muqni f ilm al-ur, intr. y ed. crtica por f. j. Aguirre, fuentes Arbigo-Hispanas, 5, c.s.i.c.-i.c.m.A., madrid, 1994. 3 9 Al-marraku, Waiq al-murbin wa-l-muwaidn, ed. Huseyn munis, rabat, 1997. en realidad, se trata de los formula- rios notariales de al-bunt, titulados: Waiq wa-l-masil al-mamua, segn ha confirmado j. Aguirre. Vase para su locali- zacin, Aguirre sdaba, j., notas acerca de la proyeccin, p. 9, n. 14. 4 0 Ab isq Al-Garn, al-Waiq al-mujtaara, ed. m. na, rabat, 1988. 4 1 Al-azr, al-maqad al-mamd f tals al-uqd, est.. y ed. crtica por A. ferreras, c.s.i.c.-i.c.m.A., madrid, 1998.
  • 23. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 25 ibn salmn42 (m. 767/1366). es el nico de todos ellos que vivi en la etapa nazar. en el apartado de jurisprudencia (fiqh) de sus for- mularios acumula las opiniones de otros juristas anteriores con res- pecto al tema que nos ocupa y comenta cmo era la prctica judicial que se llevaba a cabo en el reino de Granada. de entre los tratados de derecho comparado (al-fiqh al-muqran), ibn uzayy (m.741/1340)43 dedica en sus Qawnn a marcar las diferencias y coincidencias de todas las doctrinas jurdicas sobre los diversos aspectos del derecho islmico, incluido el del tema molinar. en cuanto a los tratados de isba hay de decir que han resultado ms que imprescindibles para el estudio de los molinos andaluses, ya que contienen datos muy fieles que expresan circunstancias reales del mundo de los molineros, como aqullas que hablan sobre su tra- bajo diario y sus habituales fraudes. Y es que las obras de isba, o de buen gobierno, re- flejan con exactitud los acontecimientos de la sociedad y la actuacin real de las instituciones jurdicas al respecto. tanto estas obras como las de ul y de fur sirven de gua a los almotacenes, quienes son la mxima autoridad para el control de los pesos y medidas y, en general, para el correcto funcionamiento de los molinos de al-Andalus. esta figura es una de las que adoptarn las instituciones cristianas con el mismo fin. las tres fuentes de isba que aportan informacin sobre la molinera son: unas ordenanzas del zoco del siglo iX44 . el tratado de ibn Abdn (s. Xii)45 . el Kitb f db al-isba o libro del buen gobierno del zoco de al- saqa (s. Xiii)46 . 4 2 cano P., contratos conmutativos en la Granada nazar del s. XiV, segn el formulario notarial de ibn salmn (m.767/1366), tesis doctoral, universidad de Granada, 1986, 2 vols., edit. en microfichas por el servicio de Publicaciones en 1987. ibn salmn, iqd al-munaam, al margen de la obra de ibn farn, tabira, ed. cairo, 1301/1884, 2 vols. 4 3 ibn uzayy, Qawnn al-akm al-ariyya wa-masil al-fur al-fiqhiyya, beirut, 1979. 4 4 unas ordenanzas del zoco del siglo iX. traduccin del ms antiguo antecedente de los tratados andaluces de isba por un autor andaluz, Al-Andalus XXii (1957), pp. 253-316. 4 5 lvi-Provenal, e. y Garca Gmez, e., sevilla a comienzos del siglo Xii. el tratado de ibn Abdn, madrid, 1948. (tambin publicada por el servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de sevilla, 1981). 4 6 chalmeta, P., el kitb f db al-isba (libro del buen gobierno del zoco) de al-saqa, Al-Andalus, XXXii (1967), pp. 125-162 y 359-397 y XXXiii (1968), pp. 143-195 y 367-434.
  • 24. 26 introduccin 1.2 fuentes histrico-geogrficas las obras rabes de este gnero histrico son muy escasas y, desgraciadamente, dan muy poca informacin acerca del funcionamiento o de la instalacin de los molinos y mucho menos de su papel en la economa o en la sociedad. estas fuentes se limitan a elogiar su abundante nmero y, en ocasiones, resaltan la presencia en el molino de hasta cuatro muelas, las cuales eran movidas, en su mayora, por el agua de los grandes cauces situados en las ciudades ms importantes de al-Andalus. estos datos reflejan que eran molinos de rueda vertical y que estaban levantados, sobre todo, en medio de caudalosos ros o al borde de ellos. tambin estas obras sealan que algunos de estos estaban edificados sobre barcas. As pues, los molinos totalmente opues- tos a ellos, es decir, los pequeos edificios molinares que estaban situados en zonas ru- rales, de rueda horizontal e instalados en los arroyos o en ros de menor envergadura que, por otras fuentes, como las jurdicas islmicas o los libros de repartimiento, se sabe que son los que ms abundaban, estos autores les dedican pocas lneas. sin embargo, estas fuentes rabes son valiosas, ya que reflejan la situacin geogrfica de los molinos hidru- licos y, lo ms importante, que su difusin estaba generalizada por todo el territorio de al-Andalus, ya en el s. X. las obras utilizadas en este estudio son: Ajbr mama (s. Viii-X)47 . la crnica de Arb (s. iX-X)48 . la descripcin de espaa de al-rz (s. X)49 . Al-muqtabas de ibn ayyn (s. Xi)50 . Kitb al-maslik wa-l-mamlik de al-bakr (s. Xi)51 . 4 7 Ajbr mama, tr. y anot. e. lafuente Alcntara, (reprod. facs. de la ed. madrid, rivadeneyra, 1867), madrid, 1984. 4 8 castilla brazales, j., la crnica de Arb sobre al-Andalus. impredisur, Granada, 1992. 4 9 lvi Provenal, e., description de lespagne par al-rz, Al-Andalus, XViii, 1 (1953), pp. 55-108. 5 0 el califato de crdoba en el muqtabis de ibn ayyn: Garca Gmez, e., Anales palatinos del califa de crdoba al-akam ii, por is b. Amad al-rz, traduccin de un ms. rabe de la real Academia de la Historia, madrid, sociedad de estudios y Pu- blicaciones, 1967; al-muqtabas (V) de ibn ayyn, ed., P. chalmeta, instituto Hispano-rabe de cultura - facultad de letras de rabat, madrid, 1979; crnica del califa Abdarrahman iii an-nasir entre los aos 912 y 942 (al-muqtabis V), traduccin, notas e ndices por m. j. Viguera y f. corriente, instituto Hispano-rabe de cultura, zaragoza, 1981; crnica de los emires Alakm i y Abdarramn ii entre los aos 796 y 847 (Almuqtabis ii-i), trad., not. e nd. m. c A. makki y f. corriente, 2001. 5 1 Al-bakr, description de lAfrique septentrionale, trad. slane, Pars, 1965.
  • 25. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 27 Al-maslik il am al-mamlik de al-ur (s. Xi)52 . Kitb nuzhat al-mutq de al-idrs (s. Xii)53 . r al-bild de al-Qazwin (s. Xiii)54 . Al-bayn al-mugrib de ibn ir (s. Xiii-XiV)55 . taqwm al-buldn de Ab l-fid (s. XiV)56 . Al-ia, al-lama y al-miyr de ibn al-jab (s. XiV)57 . raw al-mir de al-imyar (s. XV)58 . naf al-b de al-maqqar (s. XVii)59 . 1.3 fuentes agrcolas andaluses de entre las fuentes agrcolas andaluses, destacan por su informacin los tratados de Agricultura (Kutub al-fila) y, de manera muy somera, los calendarios agrcolas (Kutub al-anw). en los primeros no slo he confirmado aquello que los juristas regulan en sus tratados de fiqh relacionados con los molinos, sino que tambin he encontrado explicaciones para algunas cuestiones jurdicas no muy claras en las obras de derecho islmico. de los calendarios agrcolas se ha extrado solamente informacin acerca de los cultivos de cereales y del tiempo de su recogida. 5 2 Al-ur, tarsi al-ajbr. fragmentos geogrfico-histricos de al-maslik il am al-mamlik, ed. Abd al-Aziz al-Ahwani, madrid, instituto de estudios islmicos, 1965; la cora de ilbira (Granada y Almera) en los siglos X y Xi, segn al-ur (1003- 1085). trad. y anot. m. snchez martnez, cuadernos de la Historia del islam, 7 (1975-1976), pp. 5-82. 5 3 description de lAfrique et de lespagne par al-idrs; texte arabe publi par r. dozy et m. j. de Goeje leiden e.j. brill, 1968 (reimpres.). 5 4 roldn castro, f., el occidente de al-Andalus en el Ar al-bild de Al-Qazwn, Alfar, sevilla, 1990. 5 5 ibn iar, al-bayn al-mugrib (la cada del califato de crdoba y los reyes de taifas), est., trad. y notas por f. maillo sal- gado, estudios rabes e islmicos, universidad de salamanca, salamanca, 1993. 5 6 Ab l-fid, taqwm al-buldn, j.s. reinaud (ed.), Pars, 1840-1848. 5 7 ibn al-jab, al-ita f ajbr Garna, nuss adda, ed. Abd al-salm aqqr, tetun, 1988; ibdem, al-lama al-badriyya f l-dawla al-nariyya, ed. A-Ar, beirut, 1978. traduccin espaola titulada: Historia de los reyes de la Alhambra: el resplandor de la luna llena. trad. y ed. jos m casciaro; estudio preliminar emilio molina lpez, Granada, 1998 e ibdem, al-miyr al- ijtiyr f ikr al-mahid wa-l-diyr, ed. m. K. chabana, marruecos, 1977. 5 8 Al-imyar, raw al-mir, trad. par e. lvi Provenal: la Pninsule ibrique au moyen ge, daprs le Kitb ar-raw al- mir f abar al-atr dlbn Abd al-munim al-imyar, leyden, 1938. 5 9 Al-maqqar, nafh al-b, ed. ihn Abbas, 8 vols., beirut, 1968; Analectes sur lhistoire et la littrature des arabes despagne, ed., r. dozy, leyden, 1855-1861.
  • 26. 28 introduccin en otros trabajos anteriores se ha demostrado por nuestra parte que la confrontacin de las obras jurdicas y agrcolas puede dar resultados muy fructferos para el conocimiento de las leyes que regulan el medio rural60 . las obras de fila que contienen informacin acerca de la industria molinar son: - Kitb al-fila de ibn bal (s. Xi)61 . - el tratado de Agricultura de ibn Wfid (Xi)62 . - Kitab zuhrat al-busn de al-ignar (s. Xii)63 . - Kitb al-fila de ibn al-Awwm (ss. Xii-Xiii)64 . - Kitb al-fila de ibn luyn (s. XiV)65 . los tres Kutub al-anw usados en este estudio son los siguientes: - Kitb al-anw de ibn im (s. Xi)66 . - risla f awqt al-sana (s. Xiii?), de autor desconocido67 . - risla f l-anw de ibn al-bann (s. Xiii-XiV)68 . 6 0 Vase, camarero castellano, i., el marco jurdico del medio rural. teora y prctica legales en la Agricultura de al-Andalus (s. Viii-XV), tesis doctoral indita, universidad de la laguna, 2008. 6 1 ibn bal, Kitb al-fila, ed. y tr., j. m. mills Vallicrosa y m. Aziman, libro de agricultura, tetun, 1955 (ed. facs. con intr. y estudio de e. Garca snchez y j.e. bermejo, Granada, 1995). 6 2 ibn Wfid, tratado de Agricultura. traduccin castellana (ms. s. XiV), ed., not. y vocabulario de c. cuadrado romero, Ana- lecta malacitana, 14, universidad de mlaga, mlaga, 1997; mills Vallicrosa, j.m. , la traduccin castellana del tratado de Agricultura de ibn Wfid, al-Andalus, Viii (1943), pp. 281-332. Y dentro de la siguiente obra: ibn a, al-muqni f l- fila, ed.s. arrr y Ab afiya, Ammn, 1982, el texto de ibn Wfid sta incluido en las pp. 6-84. 6 3 Al-ignar, Kitb zuhrat al-busn wa-nuzhat al-ahn = (esplendor del jardn y recreo de las mentes), ed. e intr. e. Garca snchez, csic, madrid, 2006. 6 4 ibn al-Awwm, Kitab al-fila, ed. y trad., j.A. banqueri, libro de agricultura, 2 vols. madrid, 1802 (ed. facs. con introd. y estudio de e. Garca snchez y j.e. bermejo, madrid, 1988). 6 5 ibn luyn, tratado de agricultura, ed. y trad. por j. eguaras, Patronato de la Alhambra, Granada, 1975. 6 6 ibn im, Kitb al-anw wa-l-azmina _al-qawl fi l-uhr_ (tratado sobre los anw y los tiempos_ captulo sobre los meses), est., trad. y ed. crtica por m. forcada, csic /icmA, mAdrid, 1993. 6 7 risla f awqt al-sana. un calendario annimo andalus, ed. y trad. m. A. navarro, csic., Granada, 1990. 6 8 risla f l-anw, ed. y trad. H. P. j. renaud: le calendrier de ibn al-bann de marrakech. Publications de linstitut des Hautes etudes marocaines, XXXiV (1948).
  • 27. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 29 1.4 tratado sobre alimentacin del tratado de alimentos, que lleva por nombre Kitb al-Agdiya de ibn zuhr (s. Xii)69 , se han obtenido datos acerca de los tipos de cereales que consuman los andaluses. 2 fuentes cristiAnAs Partiendo de que no son muy abundantes las fuentes araboislmicas para realizar un es- tudio completo de la industria molinar andalus, resulta imprescindible el manejo de las fuentes cristianas, las cuales no slo van a reafirmar o completar la informacin dispo- nible, sino que, otras veces, va a resultar ser la nica fuente para el conocimiento de al- guno de sus aspectos. Para ello, se han tomado algunos ejemplos de fueros, ordenanzas y libros de reparti- miento, que pretenden ser una ayuda para conseguir tal fin, pero sin pretender ahondar ms en la investigacin de los molinos feudales. Hay que recordar que este trabajo es un estudio desde el punto de vista filolgico, el cual parte de fuentes jurdicas araboislmicas, y que tiene como fin conocer de la manera ms general posible la industria molinera an- dalus, especialmente la desarrollada en la poca nazar. se aclara este punto, ya que no son muchas las obras castellanas que se han manejado, pero consideramos que son sufi- cientes para un trabajo de estas caractersticas. Por otros estudios ya realizados, se sabe que los trabajos en donde se combinan fuentes distintas dan buenos resultados. Por ello, se considera que esta prctica va a dejar sus frutos en este estudio multidisciplinar sobre los molinos andaluses. Por el hecho de que para la realizacin de este estudio, en ocasiones se han consultado las fuentes cristianas de manera directa y, otras, indirectamente, no se van a hacer aqu alusin a ellas, sino que se remitir en su momento a la bibliografa. 69 ibn zuhr (m. 557/1162), Kitb al-Agdiya (tratado de los Alimentos), ed., tr. e intr., e. Garca snchez. csic- icmA, madrid, 1992.
  • 28. 30 introduccin 3 fuentes lAtinAs Anteriores Al s. Viii las obras latinas sealadas se han utilizado para ubicar histricamente el molino, es decir, para recoger las primeras ocasiones en las que la industria molinar aparece en las fuentes, y tambin porque algunas de ellas hablan de su funcionamiento. otras, por el contrario, son jurdicas y regulan tanto su actividad como las penas aplicadas por los delitos come- tidos contra el edificio, sus canales, su presa o su maquinaria. Hay que sealar que, gracias a estas obras, como el codicis legum Wisigothorum, se sabe que estaba instaurada la industria molinera en la Pennsula antes del 711. la relacin de estas obras se encuentra en un apartado especfico para ello, dentro de la bibliografa. este trabajo poda completarse con una investigacin arqueolgica, ya que un estudio molinar completo sera el realizado teniendo como base tanto las fuentes escritas como los datos que aportan los restos arqueolgicos, como viene demostrando m. barcel en sus estudios sobre la llamada por l mismo arqueologa extensiva70 . se sabe que, aunque los materiales con los que fueron construidos los molinos andaluses no eran de gran dureza y, por ello, hoy en da no podemos contar con sus vestigios, ya que o bien se han destruido completamente o han sido remodelados y reconstruidos, no quedando visible su verdadero origen, s que pueden existir restos de sus canalizaciones, cubos y presas, realizadas con materiales ms resistentes y que, con toda seguridad, po- dran verse en la actualidad. Y sobre estas huellas que quedan del pasado de la molinera andalus, y ms concreta- mente, del perodo nazar, se podra hacer un estudio que, en este momento, me resulta inalcanzable. sin embargo, el trabajo que aqu se presenta pretende ser una aportacin al conocimiento de esta industria molinera desde la filologa, que es el campo de donde parte la investigacin, tomando como punto de partida los textos jurdicos islmicos, pero con la consulta y el estudio de otras fuentes diferentes a sta. 7 0 con la arqueologa extensiva o espacial, la ubicacin concreta de los edificios molinares dentro de los espacios hidrulicos nos dara informacin sobre el tipo y la organizacin de la sociedad que los construye o readapta. Vase barcel, m. et alii, la arqueologa extensiva y el estudio de la creacin del espacio rural, en m. barcel y otros, Arqueologa medieval. en las afueras del medievalismo, barcelona, 1988. Asimismo, vase, Kirchner, H. y navarro, c., objetivos, mtodos y prctica de la arqueo- loga hidrulica, Archeologia medievale, XX (1993), pp. 121-150, especialmente, pp. 127-128. (Publicado tambin en: Arqueo- loga y territorio medieval, 1, (1994), pp. 159-182).
  • 29. un estudio multidisciPlinAr A PArtir de fuentes jurdicAs ArAboislmicAs 31 As pues, con este trabajo que se presenta ahora es mi intencin realizar un estudio mul- tidisciplinar que rena todas las fuentes rabes en materia jurdica, agrcola, de isba o de buen gobierno, histrico-geogrficas y tcnica que tratan el tema molinar y que sirva, entre otros, a aquellos historiadores y arquelogos que quieren investigar el aspecto so- cial, econmico y tcnico de los molinos andaluses y que no pueden acceder a los textos en lengua rabe. VOLVER
  • 30. un Poco de HistoriA 33 descubrimientos recientes han demostrado que el hombre llevaba mucho ms tiempo manipulando los cereales para su consumo del que se crea. efectivamente, ha sido la isla de mozambique la que nos ha permitido llegar a esta afirmacin gracias a unos restos de harina de sorgo que qued adherida a las piedras que la haban molturado. estamos hablando de un perodo que tuvo lugar hace 100.000 aos, 90.000 antes de lo que hasta ahora se vena sosteniendo. desde tiempos muy remotos, el hombre ha necesitado procesar los cereales para que pu- dieran ser asimilados con ms facilidad en su digestin y, para ello, ha utilizado las he- rramientas que ha tenido a su alcance. la mayora de las veces, estos tiles eran dos piedras, ms o menos duras, planas y pulidas y la fuerza utilizada era la accin misma del hombre. tuvieron que pasar miles de aos para que el cereal fuera molido con instrumentos me- cnicos y ms an con ayuda de ruedas hidrulicas. este hecho se considera una verdadera revolucin tecnolgica, aunque nada se sabe sobre su origen71 . cAPtulo i un Poco de HistoriA 7 1 sobre las distintas teoras que hay en torno al origen y difusin de los molinos hidrulicos, vase sez de santa mara, A, mo- linos hidrulicos, pp. 44-64.
  • 31. 34 cAPtulo 1 Hay testimonios documentales que acreditan que estas industrias se gestaron en Grecia y en roma. As pues, en el ao 85 a.c, el poeta latino Antpater de tesalnica cantaba alabanzas a los molinos hidrulicos, los cuales sustituan la pesadez de la molienda rea- lizada normalmente por las mujeres al alba72 . tambin hablan de estas mquinas estrabn, Pompinus sabinus, Plinio el Viejo y Vitruvio. este ltimo, arquitecto romano del s. i ac, afirma lo siguiente de un molino de rueda ver- tical, que es la misma que se utiliza para extraer agua de los ros: As mismo en los ros se construyen ruedas de una manera semejante a las precedentemente descritas [las norias]. en torno a su frente se fijan unas paletas que, cuando son impelidas por el mpetu de la corriente del ro hacen girar las ruedas. de la misma manera se mueven los mo- linos de agua, que son en todo semejantes, excepto en que tienen en uno de los extremos del eje un tambor dentado que, colocado vertical- mente, gira con la rueda. en conexin con este tambor hay otro mayor, asimismo dentado y dispuesto horizontalmente, que forma cuerpo con la rueda. As los dientes del tambor que est embutido en el eje, empu- jando los dientes del tambor horizontal, hacer girar la muela. en esta mquina, una tolva que est colgada suministra el trigo a las ruedas y por efecto de esta misma rotacin se va moliendo la harina73 . se piensa con este dato, que los molinos existentes en Grecia y en roma eran de rueda vertical y, por ser Vitruvio el primero que los describe, reciben hoy en da el calificativo de vitruvianos. en la segunda mitad del s. i d.c., Plinio el Viejo comenta que en la mayor parte de italia se usaban ruedas movidas por agua74 . desde este autor hasta el s. iV prcticamente no 7 2 bloch, m., Avnement et conqute du moulin deau, Annales dhistoire conomique et sociale, n 36 (1935), pp. 541-544 y 546. el trabajo diario en los molinos de mano fue una actividad considerada proverbialmente penosa y degradante (mateo, 24, 41 dice: dos mujeres moliendo en un molino, la una ser tomada y la otra dejada), de ah que el poeta resalte la liberacin de esta esclavitud con la energa hidrulica. Vase este comentario en Palomo Palomo, j. y fernndez uriel, m P., los molinos hidrulicos en la Antigedad, espacio, tiempo y forma, serie ii, Historia Antigua, t. 19-20 (2006-2007), p. 503, n. 10. 7 3 dentro del captulo titulado de las ruedas de agua y de los molinos de agua. consltese, marco Vitrubio Polion, de archi- tectura. (los diez libros de arquitectura), libro 10, cap. X. traduccin de Agustn blzquez, barcelona, 1982. la traducida y comentada por j. ortiz en 1787 est digitalizada por la universidad de sevilla y se puede consultar ntegramente. Vase libro X, cap. X, p. 248.
  • 32. un Poco de HistoriA 35 hay noticias de los molinos hidrulicos, pero, a partir de entonces, las fuentes son ms abundantes75 . sin embargo, la primera vez que se menciona el agua como fuerza motriz por parte de un agrnomo latino se encuentra en la obra de Paladio en el s. V, quien recomienda ins- talar molinos hidrulicos en las villae donde se disponga de abundante agua con el fin de economizar mano de obra76 . tras esta fuente de informacin, se han recogido otras en roma, Ginebra y dijon en el s. Vi77 , pero la que destaca es la que ofrece isidoro de sevilla en el s. Vii, que, sin hacer mencin a los molinos, cita unas ruedas que elevan agua de los ros, recogiendo un verso de lu- crecio, poeta latino de la primera mitad del s. i, que hablaba de este mismo tema78 . desde el punto de vista tcnico, forbes seala la utilidad de la rueda hidrulica que di- sean los romanos por encima de la que hasta ahora empleaban los griegos, mucho ms complicada y menos eficaz79 . efectivamente, en roma se gesta un molino de rueda ver- tical, en la que impacta el agua con fuerza hasta hacerla girar y, por medio de un eje ho- rizontal y ruedas dentadas, se traspasa el movimiento a las muelas, con un efecto de cinco revoluciones de muela por una de rueda. As pues, de Grecia se hereda la mecnica y las ruedas dentadas, pero el resto de los elementos es romano, sobre todo, la rueda hi- drulica, el eje y el modo de captacin de agua. se podra afirmar que, gracias a la con- quista romana llevada a cabo en nuestra Pennsula, llega el molino de rueda vertical hasta Hispania. 7 4 cayo Plinio segundo, naturalis Historia, XViii, 23, 97: maior pars italiae nudo utitur pilo, rotis etiam, quas aqua verset, obiter et mola. 7 5 Vanse algunas de ellas en Palomo Palomo, j. y fernndez uriel, m P., los molinos hidrulicos en la Antigedad, pp. 504- 505. 7 6 Paladio, opus agriculturae, i, 41, en donde dice: si aquae copia est, fusoria balnearum debent pistrina suscipere, ut ibi for- matis aquariis molis sine animalium uel hominum labore frumenta frangantur, cuya traduccin (extrada de Palomo Palomo, j. y fernndez uriel, m P., los molinos hidrulicos en la Antigedad, p. 505, n. 19) es: si hay abundancia de agua en la insta- lacin de los baos, deben aprovecharla tambin los molinos para que en ellos, con muelas hidrulicas, puedan molerse los ce- reales sin el servicio de animales o esclavos. 7 7 Palomo Palomo, j. y fernndez uriel, m P., los molinos hidrulicos en la Antigedad, p. 505. 7 8 Vase, isidoro de sevilla, etymologiae, XX, 15, 1: de isntrumentis hortorum. rota dicta quod quasi ruat: est enim machina de qua e flumine aqua extrahitur. lucretius (V, 517): in fluvio versare rotas atque austra videmus. texto latino que se puede ver en la pgina web de la biblioteca Augustana, cuya traduccin de j. marchena, (de la naturaleza de las cosas, madrid, 1918) es: [] como vemos volver los ros ruedas y arcaduces []. Asimismo, consltese Palomo Palomo, j. y fernndez uriel, m P., los molinos hidrulicos en la Antigedad, pp. 505-506. 7 9 forbes, studies in Ancient technology, ii, p. 91.
  • 33. 36 cAPtulo 1 la rueda vertical, sin embargo, ofrece algunas dificultades, ya que trabaja de manera efi- ciente slo en ros rpidos y con volmenes constantes del agua y, a diferencia de los mo- linos de rueda horizontal, no se le suele construir una presa o alguna canalizacin cuando le falta volumen o presin al agua que la mueve. Quiz lo ms que se le instala es un acue- ducto, el cual la acciona precipitndole el agua desde arriba. de hecho, para forbes, la combinacin de presas y molinos se hace de forma generalizada a partir el siglo Xiii80 . es de suponer que este investigador slo se refiere en este particular a los molinos de rueda vertical, ya que los formularios notariales del s. Xi, como los de ibn al-Ar, al-bunt e ibn mug, confirman que el binomio molino de rueda horizontal-azud existe y casi de forma obligatoria desde antes de este siglo, como se ha visto en los contratos de arrenda- miento de molinos de agua, donde parece que ya llevaba tiempo instaurado. la rueda vertical es ms eficiente que la horizontal, ya que se haya en un plano diferente al de la muela y, al transmitir la fuerza a travs de un sistema de engranaje, acelera el ritmo de giro de ella, con el derivado aumento del rendimiento. As pues, la rueda hori- zontal es menos eficaz que la vertical porque la muela se mueve al ritmo que marca el rodezno, sin que se produzca ninguna aceleracin en su rotacin. tambin se ha visto que es menos productiva porque hay en ella mucha diferencia entre el nivel del abaste- cimiento de agua y el lugar donde evacua su agua en el rodezno81 . sin embargo, y a pesar de todo, al ser de una construccin mucho ms sencilla que la de rueda vertical, se utili- zara con mayor frecuencia en al-Andalus. en cuanto al inventor de este tipo de artefacto, se desconoce por ahora. lo que parece cierto para algunos investigadores, como l. White, es que la rueda horizontal movida por el agua y que, a travs de su eje, transmite el movimiento de rotacin directamente al mecanismo que hace funcionar, es la disposicin ms antigua que existe y la que se tuvo que utilizar primero para molturar el grano82 . Algunos estudiosos sostienen que la procedencia de estos molinos de rueda horizontal se encuentra en el norte de europa, ya que se apoyan en los restos encontrados en lo que 8 0 ibdem, p. 92. Vase tambin esta opinin en Glick, quien defiende que los molinos de rueda vertical tambin funcionaban con la ayuda de presas, como aquellos cuatro molinos de crdoba que se colocaron en el Guadalquivir en zigzag aguas abajo de la presa. Glick, t.f., islamic and christian spain, parte 2, cap. 7-4 a); torres balbs, l., ciudades hispanomusulmanas, introd. y conclusion por H. terrasse, madrid, instituto Hispano-rabe de cultura, 1985, pp. 140-142. 8 1 forbes, studies in Ancient technology, leiden, 1965, (2 ed.), 9 vols., ii, p. 92. 8 2 White, l. jr., technologie mdivale et transformations sociales, Pars, 1969, p. 104.
  • 34. un Poco de HistoriA 37 ahora es dinamarca y que se han datado en los s. i y ii dc. de ah que a los molinos de rodezno se les llame tambin molinos nrdicos. uno de los que cree en este doble origen del molino en nuestra Pennsula es Glick, quien sostiene que esta bilateral difusin se debe a los cristianos de europa, por una parte, y a los musulmanes, en su ruta desde oriente a occidente, por la otra, apoyndose en la idea de que entre los dos molinos no hay ninguna relacin gentica entre s. As pues, y si- guiendo la idea de j. needham, el molino horizontal parece ser una extensin hacia abajo del molino de mano y el vertical, parece ms que probable que su rueda sea una modali- dad de la hidrulica usada en el riego83 . de ah tambin la relacin que muchos historia- dores defienden que hubo entre la molinera y los campos cultivados, incluso defendiendo que la misma rueda era capaz de sacar agua del ro para el riego y mover la rueda de un molino al mismo tiempo84 . en cuanto al efecto que hace esta ingeniera en el mundo islmico, hay que sealar que siempre hubo en oriente mucha admiracin por la tcnica griega y romana. los trabajos de los griegos filn, Heron y del romano Vitruvio pronto fueron traducidos al rabe. en esta zona oriental se implantarn desde el s. Viii grandes ruedas hidrulicas tanto para el riego y como para los molinos85 . As pues, se puede pensar que esta tcnica molinar desarrollada en tierras orientales tambin pudo influenciar en la hidrulica andalus, conviviendo con el legado molinar que los ro- manos haban dejado en la antigua Hispania. efectivamente, roma deja unas instalaciones molineras en nuestra Pennsula que los visigodos heredan y utilizan los siglos siguientes86 . Por el liber iudiciorum, que es el cuerpo de leyes visigodo del ao 654, el cual recoge un nmero considerable de normas romanas de su ltima etapa, sabemos la importancia que tena el molino para la alimentacin diaria de personas y ganado, a cuenta de las mul- 8 3 Vase, colin, G.s., la noria marocaine et les machines hydrauliques dans le monde arabe, Hesperis XiV, fasc 1, (1932), pp. 22-60. 8 4 Glick, t.f., islamic and christian spain, parte 2, cap. 7-4 a); martn Prieto, P., Aportacin al estudio del molino hidrulico en la castilla medieval: los molinos del monasterio de santa clara de Alcocer, Hispania, revista espaola de Historia, vol. 66 (2006), n 224 (sept.-dic.), p. 837. 8 5 forbes, studies in Ancient technology, ii, p. 114. 8 6 Vanse restos romanos de molinos hidrulicos en Pascual, P. y Garca, P., canteras y tecnologa molinar en el ro jubera, revista murciana de Arqueologa, n 7 (2001), pp. 237-266.
  • 35. 38 cAPtulo 1 tas y serios castigos que impone a quien roba o estropea los utensilios o cualquier otro elemento fundamental para su funcionamiento87 . Pero, de hecho, algunos medievalistas no suelen incidir suficientemente en el sustrato cultural y tecnolgico que haba antes del s. Viii y, por el contrario, parten de esta fecha, y sobre todo del s. X, para hablar de la presencia de los molinos en nuestra Pennsula. sin embargo, aunque no haya fuentes que demuestren la actividad molinera antes de la conquista rabe en el 711, no podemos concluir que los rabes fueron los que trajeron el molino a al-Andalus, sino ms bien que ellos son los que aprovechan las instalaciones hidrulicas que se encuentran, perfeccionndolas y creando otras nuevas desde sus co- mienzos en la Pennsula, tal y como reflejan las fuentes jurdicas andaluses del s. iX88 . una de las que siempre ha partido de este hecho en sus investigaciones es la medievalista m. martnez, quien afirma que en la poca visigoda haba un estado de abandono del sis- tema hidrulico construido por los romanos, que fue el estado lamentable que se encon- traron los conquistadores rabes y bereberes en el s. Viii. A partir de este hecho, con el que parece que no todos los medievalistas estn de acuerdo, no hay ninguna duda acerca de la consolidacin del sistema hidrulico por parte de los musulmanes89 . Al mismo tiempo, hay estudiosos que opinan que las causas de que en la poca romana se parara el desarrollo de la tecnologa molinar estn relacionadas con el sistema escla- vista de roma. As pues, al imperio le interesaba usar a los esclavos, que era una mano de obra abundante y que generaba la fuerza necesaria para mover los molinos de sangre. 8 7 en el captulo titulado Acerca de los utensilios de los molinos robados, situado en -Vii, ii, Xii- dice literalmente: si alguien asaltara los molinos de otra persona, debe devolver lo robado, adems de arreglarlo, es decir, [debe devolver] lo que tenga en su poder y sea de otros, porque lo haya robado, y sufra el castigo de cien azotes . en el cap. titulado sobre las destrucciones de los molinos y las clusulas de las aguas en -Viii, iV, XXX- literalmente dice: si alguien violentamente rompe algn molino, y queda inutilizable despus de esto, dispone de 30 das para repararlo, adems de pagar 30 monedas de oro. si pasado ese tiempo no lo ha reparado, debe pagar otras tantas monedas de oro, adems de sufrir cien azotes. Asimismo, con respecto a las presas que estn cerca de los molinos, hay clusulas relativas a las aguas que pedimos sean guardadas. si observa semejante presuncin y repara lo destruido, entonces, [slo] cien azotes. Vase, el codicis legum Wisigothorum, ed. 1579. curiosamente, estas mis- mas leyes se repiten en la poca feudal, segn podemos observar en los fueros de cuenca y Huete, pero, sin embargo, no estn presentes en los tratados de derecho islmico. suponemos que en al-Andalus, a falta de documentos especficos que regulen los delitos relativos al molino, cualquier allanamiento que se produzca en l o la rotura o robo de la maquinaria, muelas o canales se regularan como si se entraran sin permiso dentro de una vivienda (bayt), de un bao (ammm) o de una tienda (jnt) y rom- pieran o robaran parte de sus instalaciones. esto se regula as por la analoga que los juristas musulmanes han mantenido siempre entre ellos. como castigo, y segn el valor de lo robado o estropeado, se impona desde una multa a la amputacin de un miembro. Vase, por ejemplo, sann, al-mudawwana, t. XVi, vol. Viii, pp. 72-75. 8 8 ibn Habb (m. 238-9/853-854) dedica varias pginas a la regulacin del molino, prueba de la necesidad de sistematizar las leyes relacionadas con estas industrias, las cuales se extendiran por al-Andalus aos antes. Vase su obra Kitb al-Wia, pp. 37, 43, 60, 108 y 109 r. / 57, 58, 62, 73, 110-112 tr. 8 9 martnez carrillo, m ll. y martnez martnez, m., orgenes y expansin de los molinos hidrulicos, p. 17.
  • 36. un Poco de HistoriA 39 dicho esto, y en cuanto al origen del molino hidrulico en nuestra Pennsula, como pode- mos imaginar hay muchas teoras dispares que, difcilmente van a llegar a algn acuerdo. del estudio llevado a cabo, se podra concluir que la industria molinar lleg hasta nosotros en mltiples oleadas y de lugares muy distintos. Por ello, le debemos su presencia tanto a los nrdicos como a los romanos a partir del s. i, sin olvidar que tambin los conquis- tadores musulmanes provenientes de tierras norteafricanas pudieron traer su industria a partir del s. Vii, la cual estara igualmente influenciada por la presencia romana en sus tierras, adems de lo que aportaran los rabes de oriente, poco tiempo ms tarde90 . lo que no hay duda es que, a partir del establecimiento de al-Andalus en la Pennsula, las instalaciones molineras mejoran y se difunden, al mismo tiempo que se incorporaban nuevos cultivos o que se obtenan mejores resultados del suelo. el andalus, quien sabe obtener beneficios de todo lo que hereda, optimar el molino hidrulico visigodo y lo adaptar con maestra en el lugar idneo para ello, utilizando los materiales que tiene a su alcance y velando por el sentido prctico de la mquina hidrulica. los reinos cristianos que vivieron en contacto con los andaluses reciben la influencia de su industria molinar desde el sur, al mismo tiempo que tambin se contagian del des- arrollo molinero que se va produciendo en los reinos del norte de europa. Pero, si bien es cierto que no se puede concretar cuntos fueron los molinos andaluses que reciben los cristianos en las zonas conquistadas, lo nico que se puede afirmar es que hubo un desarrollo continuado del legado que estos heredan, como muestran los documentos de la ltima etapa medieval91 . 9 0 Aunque forbes sostiene que los rabes occidentales estaban en ese momento mucho ms avanzados que los orientales. Vase tal apreciacin en op. cit., pp. 114-115. 9 1 martnez carrillo, m ll. y martnez martnez, m., orgenes y expansin de los molinos hidrulicos, p. 29. VOLVER
  • 37. 41 con respecto a los datos que historiadores y gegrafos rabes ofrecen sobre la presencia de los molinos en tierras andaluses, son muchos los autores que hablan sobre la abun- dancia de estas industrias tanto en los grandes ros como en los arroyos, aunque son muy parcos en los detalles y algunos slo se limitan a citar su localizacin. en el s. Viii, el fat al-Andalus cita el molino de nombre Kulayb, que vuelve a apa- recer en los textos cristianos del s. Xiii como culeb, lo que pone de relieve la reutilizacin de los molinos en los siglos siguientes92 . Por su parte, al-rz (s. X) y al-r (m. 478/1085) comentan que la regin de firr, al noroeste de crdoba, posee abundantes recursos naturales de aguas abundantes que hacen mover numerosos molinos93 . cAPtulo 2 noticiAs sobre lA locAlizAcin de los molinos Hidrulicos en lAs fuentes rAbes 9 2 crdoba de la llave, r., Aceas, tahonas y almazaras, Hispania, XlViii/170 (1988), pp. 827-874, p. 829. Vase, asimismo, Pavn maldonado, b., tratado de Arquitectura Hispanomusulmana, i, Agua (Aljibes, puentes, qanats, acueductos, jardines, ruedas hidrulicas, baos, corachas), csic, madrid, 1990, p. 282. 9 3 lvi-Provenal, e., la description de lespagne dAmad al-rz, p. 83; al-r, fragmentos geogrfico-histricos, p. 56.
  • 38. 42 cAPtulo 2 Al-imyar (m. 900/1494-5), por otro lado, afirma que son muy cuantiosos los molinos de agua que hay en el transcurso del ro de marbella, el cual viene del sur y atraviesa baena94 , as como el que atraviesa el pueblo de cabra en crdoba95 . sobre Huesca se pronunci al-ur, quien valor los ros intermitentes que haba den- tro de sus murallas, que movan las muelas de los molinos tanto en verano como en invierno96 . en el s. Xii al-idrs (m. 560/1166), con la gran admiracin que siente por las grandes obras de ingeniera, incluye en su obra geogrfica aquellos lugares que destacaban por sus numerosos molinos. As pues, confirma que en jan, a una milla de la capital, el ro bulln o Guadalbulln mueve las ruedas de numerosos molinos que estn instalados en sus riberas y que talavera destaca por la cantidad de estas industrias que se han levantado al borde del tajo. Asimismo, se maravilla porque, en Portugal, el ro mondego a su paso por coimbra mueve cuantiosos molinos. estas informaciones son recogidas siglos ms tarde por al-imyar, lo que demuestra la continuidad de todos ellos durante ms de tres- cientos aos97 . el valle de Pechina fue famoso por su fertilidad y tambin por los cursos de sus ros. tanto los productos obtenidos en sus campos como la harina de sus molinos nutran a la capital de Almera. de ello hablaron al-ur y, posteriormente, al-idrs 98 . este ltimo tambin se asombr por lo agradable que resultaba Priego, en donde sus aguas hacen girar los molinos en el interior mismo de la villa99 . del gran ro Guadalquivir hablaron muchos gegrafos rabes, los cuales destacaron la cantidad de molinos que estaban instalados en sus aguas e, incluso, citaron el nombre 9 5 dem, p. 178. 9 6 Al-ur, fragmentos geogrfico-histricos, p. 56. la importancia de los molinos intramuros se centra en el hecho de que se asegura el suministro de harina a la ciudad en caso de asedio. Glick ha recogido un suceso ocurrido en la Valencia del ao 1363, en la que se dio licencia para que se expropiaran unos terrenos para hacer all un molino de cuatro o cinco muelas dentro de la muralla, con el fin de asegurarse frente al enemigo la provisin constante de harina. tena que acomodarse el suministro de agua de la acequia, para que no le faltara nunca agua. se daba la circunstancia de que haba mucha gente y pocos molinos. con la construccin de molinos intramuros se acrecentara honor y la fama de la ciudad, segn constan las fuentes cristianas. Vase, Glick, t.f., regado y sociedad, p. 144. Por el contrario, vase la noticia incluida en al Archivo municipal de murcia en el que un molino es destruido en 1398 por su situacin extramuros, en martnez carrillo, m ll. y martnez martnez, m., orgenes y expansin de los molinos hidrulicos, p. 61. 9 7 Al-idrs, description, pp. 202 r. / 248 tr., para el Guadalbulln; 187 r. / 227 tr., para el tajo y 184 r. / 220 tr., para el mon- dego. en cuanto a al-imyr, raw, p. 88, para el Guadalbulln; p. 155, para el tajo y p. 197, para el mondego. 9 8 Al-ur, fragmentos geogrfico-histricos, p. 85; al-idrs, description, pp. 197 r. / 240 tr. 9 9 Al-idrs, description, pp. 204 r. / 252 tr.
  • 39. noticiAs sobre lA locAlizAcin de los molinos Hidrulicos en lAs fuentes rAbes 43 de una localidad que tomaba el nombre de los molinos (Ar), no lejos de sevi- lla100 . desde esta ciudad hasta crdoba, se poda circular por este ro pasando por los molinos de Al-zarda101 . Al-rz fue quien coment que haba tantos molinos frente a la Alcazaba cordobesa que no se poda ver el ro con ellos, los cuales molan muy fino y muy bien102 . como veremos ms tarde, tambin los gegrafos recogieron en sus escritos la presencia de molinos levantados sobre barcas. segn lo que ellos vieron, estos se podan trasladar por el ro en algunas poblaciones de murcia y zaragoza103 . en cuanto a las noticas de los autores rabes con respecto a los molinos del reino de Granada, ibn al-jab (m. 776/1374) relata en al-miyr las excelencias de algunos lugares ricos en agua, donde abundan los cultivos de cereales y, como consecuencia, se instalan muchos molinos. As pues, de Vlez-mlaga dir que: dios ha sido prdigo al dotarla de agua y [gracias a ello] produce mucho trigo. igual le ocurre a llora y montefro, en Granada, que, segn este autor: son manantial de excelente trigo. de loja comenta que: A sus pies corre un caudaloso ro que mueve numerosos molinos, todos los que uno quiera. de todas las localidades, ibn al-jab destaca Archidona, crtama y ronda por la calidad y cantidad de produccin de trigo. tambin cita en esta misma obra los molinos de con y dice de ellos que sus piedras ruedan continuamente104 . en tres de sus obras, miyr, lama e iaa, ibn al-jab dedica unas cuantas pginas a alabar la ciudad de Granada, en donde el Genil (anl) mueve sus ms de ciento treinta 1 0 0 Ab-l-fi, taqwm al-buldn, pp. 47/59; al-idrs, description, pp. 196 y 207 r. / 238 y 256 tr. 1 0 1 Al-idrs, description, pp. 207 r. / 256 tr. 1 0 2 Al-rz, pp. 64-65. 1 0 3 Al-idrs, description, pp. 194 r. / 236-237 tr.; al-imyar, p. 220: molina, l., una descripcin annima de al-Andalus, ma- drid, 1983, ii, p. 81. 1 0 4 ibn al-jab, miyr, para Vlez-mlaga, pp. 119 tr. / 53 r; para llora y montefro, pp. 136 tr. / 65 r.; para loja, pp. 136 tr. / 65-66 r.; para Archidona, pp. 137 tr. / 66 r.; para crtama, pp. 138 tr. / 67 r.; para ronda, pp. 139 tr. / 67 r. y para con, pp. 138 tr. / 67 r.
  • 40. 44 cAPtulo 2 molinos harineros (ar ina bi-l-m ) tanto dentro como fuera de sus murallas. el agua que mueve estos molinos, segn este autor, fluye superficialmente (bi-l-mi l-man)105 . ibn al-jab seala tambin que en Granada las aguas corren en todas las direcciones y que son utilizadas para los ammm-s y los molinos y de cuyos muchos rditos obtienen lo necesario para restaurar los muros de la ciudad106 . especficamente en al-ita comenta que en Granada hay muchas fuentes y ros (kara l-uyn wa-l-anhr) y que uno de ellos, el Genil, lleva agua clara (zull) y sus arroyos (adwil) mueven una cantidad conside- rable de molinos107 . estos datos de ibn al-jab confirman la importancia de estas industrias de transformacin por todo el reino y su alta produccin de cereal, el cual se cultivaba sobre todo en las si- guientes zonas: la vega de Granada, montefro, Alhama y las tahas alpujarreas de r- giva, ferreira y Poqueira, adems de crtama, Antequera y ronda. cuando el trigo de estas zonas era insuficiente para la poblacin, se importaba, fundamentalmente del norte de frica o de castilla, cuando las treguas con el territorio cristiano lo permitan108 . entre los molinos que este mismo autor seala en sus obras, cita unos cuantos junto al cuarto real de santo domingo, en la zona del actual realejo109 . Por aqu baja la Acequia Gorda, mandada hacer por Amad b. jalaf en el 1073, la cual favoreca las instalaciones de los molinos a todo lo largo de ella. de entre todos los molinos de origen rabe, es fa- moso el construido paralelamente a esta acequia, en la actual cuesta de los molinos, y que a finales del s. XiX alberg a la familia de ngel Ganivet110 . Por su parte, el gegrafo ibn Abd al-aqq escribi en su diccionario Geogrfico marid al-iil que en el ro darro haba muchos molinos, cuyas muelas se movan gracias a su agua111 . 1 0 5 ibn al-jab lama, pp. 24-25, cuya traduccin, realizada por e. molina, puede verse en Historia de los reyes de la Alhambra, p. 11. tambin dice lo mismo en iata, p. 126. Vase asimismo, simonet, f.j., descripcin del reino de Granada sacada de los autores rabes, madrid, 1860 (reimpres. Valladolid, 2005), p. 43. Para las excelencias del reino de Granada y sus campos de ce- reales, vase lama, pp. 21-23 e ita, p. 109. como acabamos de sealar en nota, el hecho de instalarse los molinos fuera de las murallas los haca ms vulnerables, al estar expuestos a todos los peligros a los que estaba sometida la ciudad. 1 0 6 noticia recogida de torres balbs, l., los contornos de las ciudades hispanomusulmanas, Al-Andalus, XV (1950), p. 471. 1 0 7 ibn al-jab, ita, p. 119. 1 0 8 torres delgado, c., el antiguo reino nazar de Granada (1232-1340), Granada, 1974, p. 314. 1 0 9 ibn al-jab, ita, p. 126. 11 0 la casa-molino de ngel Ganivet acaba de ser inscrita en el catlogo General del Patrimonio Histrico Andaluz. 111 esta noticia est recogida por f.j. simonet en su descripcin del reino de Granada, p. 43.
  • 41. noticiAs sobre lA locAlizAcin de los molinos Hidrulicos en lAs fuentes rAbes 45 de la actividad molinera en medio de la ciudad habl un viajero italiano, llamado Andrea navagero, que en 1526 relat cmo de este ro granadino salan dos acequias principales, que daban agua al Albayzn y a la Alhambra, y de la existencia de otra acequia secundaria, la cual circulaba por en medio de ellas y que reciba el nombre de Acequia de los moli- nos y que, tras pasar la parroquia de santa Ana, reparta agua por todas las casas prin- cipales del barrio112 . otra noticia que tenemos de una instalacin molinera cerca de la ciudad de Granada du- rante los ltimos aos del reino nazar pertenece a un comentario realizado por Hernando del Pulgar, cronista de los reyes catlicos. l anot en sus anales cmo los molinos de jaranb, cerca de la puerta de bibarrambla, fueron quebrados por el rey catlico en 1484 en una de sus entradas por la vega de Granada113 . como se aprecia, son muchos los autores que confirman que en Granada haba numero- sos molinos movidos por las aguas de los ros Genil y darro: Por el norte, siguiendo el curso del darro, destaca un nmero considerable de ellos, as como en la parte este/sud- este, a lo largo de la Acequia Gorda o de los molinos, la cual se derivaba del ro Genil. Por ltimo, en el sur tambin corran las mismas acequias derivadas del Genil, espe- cialmente en el pago del jarag, que hacan andar las muelas de otros tantos ingenios molineros. en la poca cristiana, los pesos de la harina, que fue el mtodo que el estado llev a cabo para controlar la gestin de la molienda, y que se ver posteriormente con ms deteni- miento, se situaran de modo estratgico cerca de cada una de estas zonas. de este modo, los pesos se ubicarn as, segn podemos ver en las ordenanzas de Granada de 1552114 : Al norte, en la Puerta de Guadix. Al este, en el barrio del realejo. Al sur, en la puerta de bibarrambla. 11 2 noticia recogida en simonet, f.j., descripcin del reino de Granada, p. 198. Vase la biografa de este autor ital