internet y polÍtica en la sociedad red

19
1

Upload: david-garcia-marin

Post on 06-Nov-2015

5 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Reflexión sobre la utilización de las tecnologías de la comunicación y las RRSS por parte en el mundo político en el entorno de una sociedad de textura cada vez más reticular.

TRANSCRIPT

  • 1

  • NDICE

    Resumen. 3

    Introduccin 4

    1. Internet y poltica: transparencia y participacin 5

    1.1. Transparencia poltica en la sociedad actual. 6

    1.2. Participacin, contrapoder y estado red. 7

    2. Poltica y redes sociales: el uso de Twitter.. 9

    3. Podemos como ejemplo de partido red.. 11 3.1. Podemos y el ejercicio del (contra) poder en la Sociedad Red.. 14

    4. Conclusin. 15

    Bibliografa 16

    Webgrafa.. 17

    Anexo. Material complementario. 18

    2

  • RESUMEN

    La actual Sociedad Red determina unas formas especficas de ejercicio del poder y el contrapoder basadas en la lgica reticular en la que sta se organiza: el poder de estar incluido en determinadas redes, la asuncin de las normas para permanecer en ellas y la capacidad para programar y conectar redes. En este sentido, las TIC deberan ser un aliado para ayudar a los poderes polticos en el logro de sus fines; sin embargo, observamos cmo en la actualidad el uso de estas herramientas por parte de la mayora de los partidos y polticos se puede considerar insuficiente y errneo. El ejemplo de Podemos como partido red y su utilizacin de los recursos 2.0 ponen en evidencia que este tipo de organizacin reticular, horizontal e informacional facilita un modelo de democracia ms participativa que empodera al ciudadano, atendiendo a sus demandas de protagonismo en el debate pblico y la accin poltica.

    3

  • INTRODUCCIN

    A lo largo de la historia, siempre ha resultado evidente la potente vinculacin entre

    tecnologa, comunicacin y poltica. La primera determina los modelos de desarrollo y desempeo

    de la segunda y sta, a su vez, siempre ha sido utilizada por los poderes y contrapoderes polticos

    para perseguir sus fines. Pero, quiz, nunca como en la sociedad actual los avances tecnolgicos -

    Internet- han influido de manera tan crucial en los nuevos modelos comunicativos utilizados por los

    poderes polticos. Fernndez y Paniagua (2012), entre otros, afirman que Internet se ha convertido

    en una nueva fuente informativa y expresiva que proporciona una forma fcil, sencilla y barata para

    la manifestacin de los activistas polticos de todo el planeta. La facilidad de acceso, la inmediatez

    y la universalidad de la Red han convertido a Internet en una poderosa herramienta de

    comunicacin y transmisin de ideas, que ha pasado desde una primera fase de lectura con modelo

    unidireccional (la Web 1.0) a un segundo estado (2.0) que privilegia, facilita y fomenta la

    participacin de los usuarios en la creacin de contenido, lo que ha supuesto una autntica

    revolucin desde el punto de vista comunicativo (Fernndez y Paniagua, 2012).

    Aparici y Silva (2011) sealan que fue el canadiense Jean Cloutier quien en 1973 introdujo

    el concepto de emirec para designar a aquellos individuos que participan en los procesos

    comunicativos a la vez como emisores y receptores. Este nuevo paradigma modifica la

    direccionalidad tradicional de transmisin de ideas desde un modelo vertical y unidireccional a otro

    horizontal y multidireccional. Siguiendo a Cloutier, Kapln (1998) afirma que todo ciudadano debe

    ser visto como un emirec en potencia ya que todo humano tiene derecho a participar en el debate

    pblico con los roles de emisor y receptor. Esta base terica resulta fundamental para entender las

    condiciones comunicacionales actuales, alimentadas y facilitadas por los nuevos instrumentos

    tecnolgicos 2.0, con el fin de definir la necesidad de la participacin en el debate poltico de los

    ciudadanos, hasta ahora considerados exclusivamente receptores pasivos de la comunicacin

    poltica e institucional.

    Para completar la construccin terica inicial de nuestro trabajo, recurrimos al concepto de

    Sociedad Red de Manuel Castells, caracterizada por desplegar una organizacin social en la que la

    generacin, el procesamiento y la transmisin de informacin son las fuentes fundamentales del

    poder y la economa debido a la nueva tecnologa (Krger, 2006). Para Castells (2009), la geometra

    de la sociedad actual atiende a una lgica reticular, de forma que las relaciones sociales,

    econmicas, polticas, culturales o financieras se configuran en red, formato favorecido por el

    desarrollo de la tecnologa actual. Comoquiera que el ejercicio de la poltica en cualquiera que sea 4

  • su mbito est estrechamente vinculado con el poder (bien para lograrlo, mantenerlo o aumentarlo),

    es necesario analizar cmo se ejerce el poder en el seno de esta Sociedad Red. En primer lugar,

    Castells define el poder de conectar en red bajo la lgica binaria de inclusin y exclusin. Formar

    parte de determinadas redes y, sobre todo, tener la autoridad para decidir qu o quines entran y qu

    o quines se quedan excluidos de tales redes es uno de los elementos cruciales a la hora de entender

    el reparto de poderes de nuestra sociedad. Otra forma es el poder de la red, es decir, el conjunto de

    normas internas de la propia red que son de obligado cumplimiento para ser incluido en sta. De

    otro lado, el poder en red refiere las relaciones asimtricas que se dan en el interior de las redes.

    Siguiendo a Castells, Segura (2013) lo define como la influencia que tienen unos nodos sobre

    otros. Por ltimo, encontramos el poder para crear redes, ya sea para programarlas o para

    conectarlas. Si bien no pretendemos hacer pivotar todo el ensayo sobre estos principios tericos,

    resulta evidente que el funcionamiento del poder que Castells conceptualiza ser un elemento clave

    para entender algunos de los aspectos concretos que analizaremos cuando estudiemos el modelo del

    partido poltico Podemos como paradigma del ejercicio del poder mediante la lgica aqu descrita.

    1. INTERNET Y POLTICA: TRANSPARENCIA Y PARTICIPACIN

    Si existen dos dimensiones que se aprecian claramente influidas por la utilizacin de las

    nuevas tecnologas en el mbito poltico, sas son la posibilidad de las instituciones pblicas,

    partidos y polticos de ofrecer informacin abundante, verdica y directa, as como explicaciones

    vinculadas a la toma de decisiones que afectan decisivamente a la comunidad, a fin de rendir

    cuentas con el ciudadano, es decir el ejercicio de la transparencia; y las magnficas oportunidades de

    democracia participativa real que facilitan los recursos 2.0 al empoderar a los gobernados en la

    produccin de un discurso propio, en la adquisicin de voz en el debate pblico. Transparencia y

    participacin son las cuestiones centrales que aborda Castells (2001) en un artculo inicitico sobre

    su visin de la sociedad actual titulado Internet y la Sociedad Red en el que se muestra pesimista

    acerca del uso general que los poderes polticos e instituciones le daban en el momento de escribir

    tal documento a las herramientas digitales (la situacin, en general, no ha evolucionado a mejor

    desde entonces), reducidas en manos de las administraciones a meros tablones de anuncios que

    continan potenciando el modelo unidireccional de comunicacin tradicional, sin constituirse como

    un verdadero canal de participacin directa para los ciudadanos. En el mismo artculo, Castells

    anuncia, sin embargo, que el problema no estriba en las nuevas condiciones tecnolgicas, sino en la 5

  • accin de los poderes polticos: para que exista una efectiva participacin dialgica entre

    gobernantes y gobernados, as como una verdadera transparencia, resulta clave la voluntad poltica

    para que estos fines se cumplan.

    1.1. Transparencia poltica en la sociedad actual

    En diciembre de 2014, el Gobierno espaol present su Portal de la Transparencia

    (transparencia.gob.es), que ofrece informacin pblica sobre sueldos, subvenciones y convenios,

    pero fija determinados lmites, como la ausencia de informacin sobre quin visita los diferentes

    ministerios que conforman el Ejecutivo de nuestro pas (El Pas, 2014). Diferentes sectores polticos

    y mediticos criticaron las diversas disfunciones, problemas de operatividad, su complejidad y la

    caresta de determinados datos que s aparecen en servicios similares puestos a disposicin de los

    ciudadanos por los gobiernos de otros pases. El portal online eldiario.es (2014), tras realizar un

    completo anlisis del servicio, lo define como un escaparate de informacin difcil de masticar

    para el ciudadano. Denuncia que los datos que centraliza la web pueden resultar complicados de

    encontrar y de reutilizar, que su buscador no cumple requisitos bsicos de uso y que solicitar

    informacin es un proceso lleno de dificultades. Revela tambin que el lenguaje utilizado por la

    pgina, lejos de acercar la informacin al ciudadano, termina calcando la compleja terminologa

    tcnica administrativa.

    Frente a al servicio online de transparencia del Gobierno espaol, encontramos en otros pases

    ejemplos de verdaderos portales al servicio de la informacin ciudadana. Uno de los ms completos

    es el de la Cmara de Diputados de Chile (www.camara.cl), que ofrece informacin pormenorizada

    sobre cada diputado, las comisiones a las que pertenecen, las mociones que presenta, su trabajo en

    sala, los grupos interparlamentarios en los que participa, su curriculum, su ficha parlamentaria, sus

    intervenciones y un completo servicio de prensa que recoge las noticias sobre su actividad poltica.

    Incluso, ofrece un correo electrnico y un telfono de atencin al ciudadano. Sirvan estos dos

    ejemplos para demostrar lo acertado de la idea de Castells: Internet puede ser un gran catalizador de

    la relacin entre ciudadanos y polticos que redunde en una transparencia efectiva para fiscalizar la

    accin de los gobiernos (como sucede en el caso chileno) a la vez que, por el contrario, tiene la

    capacidad de limitar, torpedear y dificultar el ejercicio de la rendicin de cuentas a travs de la

    inoperancia de los instrumentos tcnicos o la ocultacin de informacin en beneficio de una aludida

    e hipottica "seguridad de Estado".

    6

  • 1.2. Participacin, contrapoder y estado red

    Retomamos aqu uno de los principios tericos en los que se sustenta el trabajo: la facilidad

    que las herramientas 2.0 ofrecen para la construccin compartida del discurso pblico al empoderar

    al otrora tradicional y exclusivamente receptor como participante en el debate colectivo y la accin

    poltica. Subirats (2002) clasifica los modelos de participacin a travs de la Red en cuatro tipos, en

    funcin de su grado de innovacin democrtica:

    1. Los mecanismos consumeristas, que son los ms habituales y suponen la utilizacin de

    las TIC concibiendo a los ciudadanos como consumidores de servicios pblicos: la e-

    administracin.

    2. La estrategia demoelitista que concibe las tecnologas para abrir canales participativos sin

    alterar la lgica de la democracia representativa en la que los poderes pblicos, a pesar de escuchar

    a los ciudadanos, continan decidiendo de manera unilateral.

    3. Las nuevas redes pluralistas, que se utilizan para desarrollar procesos de debate y toma de

    decisiones compartida. Mantienen un grado de innovacin democrtica ms elevado que las dos

    anteriores y suponen una forma novedosa de relacin entre gobernantes y gobernados.

    4. La democracia directa favorecida por los instrumentos 2.0. Las posibilidades de

    comunicar y recabar la opinin de grandes masas ciudadanas hace posible la toma de decisiones

    directas por parte del demos en un proceso de discusin y deliberacin constante.

    No podemos abordar la relacin entre participacin poltica y nuevos recursos tecnolgicos

    sin analizar conceptos como el ciberactivismo y la utilizacin de estas herramientas por los

    diferentes movimientos sociales a fin de abordar el impacto poltico de las nuevas condiciones

    comunicativas 2.0. Ugarte (2007) define el ciberactivismo como toda estrategia que persigue el

    cambio de la agenda pblica, la inclusin de un nuevo tema en el orden del da de la gran discusin

    social, mediante la difusin de un determinado mensaje y su propagacin a travs del boca a boca

    multiplicado por los medios de comunicacin y publicacin electrnica personal. Sera imposible

    realizar un anlisis serio de los movimientos sociales dejando al margen los espacios de transmisin

    de informacin y discusin de ideas establecidos en torno al ciberespacio (Fernndez y Paniagua, 7

  • 2012). En su estudio sobre el papel de Internet y de las redes sociales en las revueltas rabes de

    2011, Soengas (2013) defiende que Internet modifica el esquema comunicativo de modo que

    mantener el control de la informacin resulta cada vez ms complejo para los gobiernos. Los

    medios cibernticos pueden cumplir objetivos parecidos a los de los medios tradicionales, situacin

    indita hasta entonces.

    A pesar de una cierta apariencia de coordinacin y coherencia interna, la inmensa mayora

    de las acciones de ciberactivismo durante estas revueltas no respondan a tcticas orquestadas ni

    diseadas previamente, aspecto que rest efectividad a las herramientas online utilizadas. A pesar de

    ello, estas acciones demuestran que la tecnologa puede actuar como un arma de accin asociada a

    un fenmeno reivindicativo local y conseguir que adquiera una dimensin global (Soengas, 2013).

    El objetivo principal de estos ciberactivistas era la difusin mxima de imgenes de las revueltas

    ocasionadas en estos pases rabes (Tnez, Egipto y Libia), as como publicar testimonios de la

    represin de las fuerzas gubernamentales contra los manifestantes. Mantener informados a sus

    compatriotas sobre las reacciones internacionales que estas revueltas estaban generando fuera de los

    pases en conflicto fue el segundo objetivo prioritario. Adems, existe una coincidencia entre los

    momentos de mayor trfico en la Red a propsito de estos conflictos y el aumento de informaciones

    sobre los mismos en los medios internacionales, as como un paralelismo en los contenidos de los

    mensajes. La gran dificultad de los gobiernos locales para controlar el flujo informativo de estos

    ciberactivistas a travs de Internet y las redes sociales es otra de las lecturas obligatorias que

    explican el xito de estas revueltas que se alzaron como movimientos de contrapoder y consiguieron

    derribar regmenes autoritarios. El (cada vez ms) acelerado desarrollo tecnolgico facilita la

    aparicin de herramientas capaces de burlar los intentos de censura y control informativo por parte

    de estos gobiernos. Tal es el caso de la aparicin de la aplicacin Firechat, que permite comunicarse

    con el mvil sin conexin a Internet, por lo que se puede usar para salvar los apagones digitales que

    practican determinadas naciones en situaciones de movilizacin ciudadana. Este servicio ha sido

    utilizado recientemente por los manifestantes de Hong Kong para burlar la censura del Gobierno

    chino, que cerr las comunicaciones va Web durante el conflicto en aquel pas (El Pas, 2015).

    Dos dimensiones vinculadas a la Sociedad Red que caracteriza Castells se vislumbran en el

    xito de estas revueltas. En primer lugar, si el poder se organiza y se ejerce de manera reticular, el

    uso de las redes cibernticas por parte de los rebeldes pone de manifiesto que las acciones de

    contrapoder tambin funcionan en la lgica de la conexin reticular. Por otro lado, la incapacidad de

    los poderes locales de maniatar las comunicaciones de los rebeldes pone a las claras la crisis de

    poder territorial de los estados-nacin. En nuestra Sociedad Red, si bien los gobiernos siguen 8

  • teniendo dimensin nacional, los poderes son supranacionales, es decir existen redes de poder

    globales que obligan a los estados a reconfigurarse y adaptarse al nuevo entorno mediante la

    conexin de nodos entre estados y/o configurados entre estados e instituciones supranacionales.

    Surge as el estado red (Castells, 2009).

    El uso de Internet desde las masas ciudadanas resulta capital a fin de promover cambios

    polticos en un contexto de crisis de poder de los estados-nacin clsicos, absorbidos por las redes

    globales de poder supranacional que facilitan el xito de tales cambios polticos al imposibilitar el

    control total de los procesos de activismo y ciberprotesta en red. Ahora bien, cmo utiliza el poder

    poltico las tecnologas 2.0? A responder esta cuestin dedicamos el siguiente apartado.

    2. POLTICA Y REDES SOCIALES: EL USO DE TWITTER

    Los ejes temticos de este trabajo (organizacin en red, comunicacin, tecnologa y poder)

    podemos considerarlos como dimensiones que convergen en el estudio de instrumentos como las

    redes sociales. Estas herramientas de comunicacin, relacin y difusin de ideas y contenidos han

    llegado de forma masiva a los ciudadanos en los ltimos aos de una manera rpida y definitiva. La

    facilidad de uso y difusin de Internet, la entrada masiva de la Red en los hogares y la

    popularizacin de los smartphones tiene como consecuencia central la masificacin del uso de las

    redes sociales cuyo crecimiento ha sido exponencial en los ltimos aos (Barrios, 2012). De entre

    todos los servicios disponibles, el espacio de microblogging Twitter se ha convertido en una de las

    redes capitales de la creacin de opinin en Internet. La huella de este servicio se encuentra en las

    primaveras rabes, la creacin de nuevos lderes en Latinoamrica y la formacin de grupos de

    indignados en Norteamrica (movimiento Occupy Wall Street) o en Espaa (el 15-M), afirma

    Deltell (2014).

    Desde la ejemplar campaa de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, en

    la que esta red social tuvo un papel relevante como instrumento comunicativo y relacional entre el

    equipo de campaa del candidato y los ciudadanos, numerosos autores defienden la centralidad de

    esta red en la produccin del discurso poltico. Rodrguez y Urea (2011) alegan varias razones para

    el uso de este espacio por parte de los polticos: aporta (an) cierta imagen de modernidad, permite

    la conversacin con el ciudadano, los usuarios de este servicio ejercen como lderes de opinin en

    sus entornos, es una herramienta de comunicacin interna generadora de comunidades, por su

    inmediatez es el medio ms pegado a la actualidad, supone una fuente de informacin para los 9

  • periodistas y una va para mejorar la relacin con ellos, ayuda a los polticos a pensar y hablar en

    titulares (esloganizacin del mensaje) y a ser mejores portavoces, contribuye a humanizar a los

    polticos y ejerce como termmetro social.

    A pesar de las oportunidades de esta red social para ejercer una poltica cercana y

    transparente y fomentar un dilogo gobierno-ciudadano, el anlisis de la realidad define un

    panorama bastante desolador. En general, los polticos no realizan un uso correcto ni eficiente de

    este servicio (ni de ninguna otra red social), por lo que podemos afirmar que actualmente estn

    infrautilizando las potencialidades de estas herramientas. En primer lugar, el poder poltico le sigue

    concediendo demasiada importancia a lo cuantitativo, a los nmeros. En general, los polticos estn

    demasiado preocupados por acumular seguidores, menciones o retuits a propsito de sus mensajes

    en esta red social, olvidando la calidad del proceso comunicativo que propugnan, que contina

    anclado en el modelo broadcast unidireccional tradicional completamente contranatural a la

    prctica dialgica que prevalece en la Red (Barrios, 2012). La ausencia de dilogo y debate es una

    de las caractersticas de la presencia de los polticos en Twitter, constituyendo un tipo de discurso

    colectivo que no puede considerarse en modo alguno una conversacin prototpica (Mancera y

    Pano, 2013). En la misma lnea, Martnez (2012) concluye su estudio sobre la actividad en Twitter

    de los candidatos a las elecciones andaluzas de ese ao afirmando que los polticos utilizan esta red

    como canal de difusin, sin interaccin ni feedback con la ciudadana, para reproducir los mensajes

    que sus partidos emiten por los medios tradicionales, circunscriben su uso solo para el tiempo de

    campaa, experimentando las cuentas analizadas un descenso notable de actividad tras el da de las

    votaciones. Este estudio arroj un dato revelador: los partidos pequeos que concurrieron a estos

    comicios autonmicos realizaron un mejor uso en trminos cualitativos y cuantitativos de este

    servicio, circunstancia que nos lleva a considerar, por un lado, que esta red es pensada por estos

    partidos minoritarios como recurso alternativo al no tener acceso a las grandes redes mediticas de

    masas y, por otro, que los partidos hegemnicos, obsesionados con cuidar los flujos informativos,

    desconfan del uso de este tipo de servicios donde es ms complicado aplicar mecanismos de

    control ya que la informacin circula con total libertad. Los grandes partidos estn demasiado

    acostumbrados a la comunicacin de argumentario, a la lnea oficial que marcan sus ejecutivas y

    que se emite de manera exacta por los medios de masas tradicionales de manera unidireccional, por

    lo que los profesionales de los partidos que manejan estas redes sociales en ocasiones se muestran

    devorados por la propia maquinaria partidista y no tienen libertad para desarrollar usos ms

    productivos e innovadores de este servicio desde una perspectiva participativa.

    10

  • No existen estudios concluyentes sobre la efectividad de las redes sociales en comunicacin

    poltica para lograr xito electoral. Si bien hay casos en los que grandes apuestas por las

    potencialidades que ofrece Twitter han coincidido con importantes victorias en las urnas, existen

    ciertas investigaciones que impugnan la vinculacin entre la realizacin de una buena campaa

    online y el logro de resultados electorales satisfactorios. Deltell (2011) demostr en un estudio

    realizado sobre el partido espaol Equo en las elecciones generales de 2011 que no se puede

    predecir el voto a travs del estudio de la utilizacin de las redes sociales. Los decepcionantes

    resultados obtenidos por esta formacin poltica tras realizar una excelente campaa en Internet

    ponen en duda y cuestionan gran parte de la literatura cientfica sobre redes sociales y predicciones

    electorales. Por contra, un ejemplo antagnico al de Equo lo encontramos en el partido Podemos:

    su buen uso de los instrumentos web coincide con unas buenas expectativas electorales para las

    generales de 2015.

    3. PODEMOS COMO EJEMPLO DE PARTIDO RED

    La forma reticular de organizacin interna, las herramientas 2.0 de cohesin y comunicacin

    utilizadas y su maestra a la hora de ejercer el poder en red en el contexto actual con el fin de lograr

    sus objetivos hacen del partido poltico Podemos un caso digno de mencin y anlisis. Esta

    formacin poltica naci como movimiento ciudadano sin apenas recursos econmicos, sin apoyo

    institucional y con pocas personas para desarrollar la iniciativa. Contaban con un lder, Pablo

    Iglesias, que empez a darse a conocer en los plats de las grandes televisiones solo unos pocos

    meses antes de su primera cita electoral, apoyado por un grupo de profesores y activistas

    procedentes de movimientos como Juventud Sin Futuro o el partido Izquierda Anticapitalista

    (Domnguez y Gimnez, 2014). Se present como partido en enero de 2014, en mayo logr ms de

    un milln de votos y cinco diputados en las elecciones al Parlamento Europeo y un ao ms tarde el

    barmetro del CIS le sita como segunda fuerza poltica en estimacin de voto (23,9%) solo por

    detrs del Partido Popular. Cul es el secreto del Fenmeno Podemos?

    Resulta indudable que este partido ha conseguido conectar su discurso con el descontento

    generalizado de multitud de espaoles indignados por la situacin de crisis econmica e

    institucional en la que se encuentra inmersa Espaa desde 2007. Los casos de corrupcin de la

    prctica totalidad de partidos que han tenido alguna responsabilidad de Gobierno desde el fin de la

    dictadura ha supuesto un poderoso viento a favor en la navegacin de esta formacin poltica, pero

    no es menos cierto que ha sido este partido y no otros el que ha conseguido reunir una inmensa 11

  • mayora de los apoyos que abandonaban a los partidos tradicionales. Una de las grandes claves para

    explicar el meterico ascenso de Podemos est en su funcionamiento bajo la lgica de la red, desde

    el manejo de las nuevas herramientas para su organizacin interna hasta la produccin de un

    discurso efectivo.

    El primer nodo de relaciones que teje Podemos le vincula con el 15-M y los movimientos de

    indignados espaoles. Muchos de los promotores del partido fueron protagonistas en las plazas de

    estas protestas que capitalizaron el foco meditico nacional en mayo y junio de 2011. A partir de ese

    contacto con las reivindicaciones sociales del pueblo, los lderes de Podemos construyeron sus

    primeros mensajes adoptando el contenido y el lenguaje que haban recogido previamente en esas

    movilizaciones ciudadanas, una suerte de estrategia boomerang (Carrillo, 2014).

    Los idelogos de Podemos han tenido la habilidad suficiente para construir discursos de

    mayoras que emocionan a un porcentaje importante de la poblacin que ya no se identifica con los

    significados que durante los ltimos 30 aos han tenido conceptos clave como poltica, democracia,

    participacin, derecha o izquierda. Resulta fundamental su audacia a fin de construir marcos

    diferentes para llenar de nuevos significados determinados referentes indispensables para disputar el

    poder poltico. Siguiendo a Lakoff (2007), todas las palabras evocan un marco determinado y, a su

    vez, los marcos son estructuras mentales que determinan el modo de ver el mundo. El cambio de

    marco a travs de la reasignacin de significados nuevos acordes a los intereses del partido es

    capital en el anlisis discursivo de Podemos. Conceptos introducidos por este partido, como "casta",

    han penetrado en el da a da de todos los partidos, que han asumido el marco propuesto por

    Podemos.

    El uso de las redes sociales e instrumentos web 2.0 en el seno de este partido, que mantiene

    un modelo claramente horizontal y participativo para sus bases militantes y simpatizantes, no solo

    se establece como una forma de asegurar (o, al menos, facilitar) los procesos de debate interno, sino

    que se configura como elemento central para recabar informacin de lo que piensa y cmo lo

    expresa el ciudadano, ms o menos cercano a su ideologa. Aplicaciones y servicios como Reddit

    (herramienta de marcadores sociales y agregador de noticias donde los usuarios pueden dejar

    enlaces a contenidos web, ideal para la discusin a modo de foro) o Appgree (aplicacin que facilita

    la conversacin colectiva de un grupo -incluso masivo- a fin de promover debates y llegar a

    acuerdos) son plataformas utilizadas por esta formacin para la participacin en los debates internos

    de donde la cpula extrae los procesos discursivos para desarrollar su estrategia boomerang. La

    constante circulacin libre de informacin e ideas y el fomento de la discusin interna se

    constituyen como ejes estructuradores del partido y en uno de los aspectos clave para la 12

  • potenciacin y el desarrollo del mismo. La produccin colectiva de informacin, su gestin y

    utilizacin adquieren un valor central en el desarrollo de la organizacin, aspecto que, utilizando

    palabras de Castells, nos lleva a definir a Podemos como un partido informacional.

    Los recursos tecnolgicos tienen para Podemos un rol absolutamente bsico para facilitar la

    cohesin y coordinacin interna de los miles de crculos (reuniones locales y sectoriales, anlogas a

    las asambleas municipales de los partidos tradicionales) que a lo largo de los ltimos meses se han

    constituido en todo el pas. La arquitectura interna de este partido, que apenas dispone de sedes

    fsicas propias, se establece gracias a las posibilidades que ofrecen las redes cibernticas. La

    construccin de comunidades virtuales basadas en instrumentos como Elgg (plataforma de cdigo

    abierto para crear redes sociales propias a modo de comunidades de usuarios) o Mumble (servicio

    de salas de chat por voz para realizar reuniones sincrnicas entre personas que no comparten el

    mismo espacio fsico), utilizadas por los crculos de Podemos, reconfiguran el espacio en las

    organizaciones internas de las formaciones polticas e impugnan la ordenacin supeditada a los

    lmites geogrficos o territoriales, para establecer un espacio organizativo virtual cuya geometra

    tiene forma reticular: Podemos es un partido red. Adems, los blogs especficos de cada uno de los

    crculos del partido aparecen reunidos en la pgina foropodemos.es, de modo que los militantes o

    activistas de cualquier lugar pueden consultar las actividades o iniciativas de cualquier crculo

    adscrito a la formacin. Observamos aqu otra apuesta por la circulacin libre de las ideas como

    elemento de cohesin y de desarrollo del partido.

    13

  • 3.1. Podemos y el ejercicio del (contra)poder en la Sociedad Red

    Podemos, desde su posicin actual de contrapoder (recurdese que, al igual que el poder, el

    contrapoder tambin se organiza en red en el actual contexto) ha entendido a la perfeccin las

    cuatro formas de ejercer el poder que referamos en la parte introductoria de este ensayo.

    Vinculamos su destreza para introducir su mensaje en el medio televisivo, entendido como nodo

    fundamental del poder por su centralidad a la hora de operar sobre las opiniones y las formas de

    actuar de los ciudadanos, con ese primer modo de detentar el poder en la Sociedad Red: el poder de

    conectar en red. El mensaje que queda excluido del medio televisivo es muy difcil que adquiera

    dimensin mayoritaria. La inclusin del discurso del partido en los grandes medios de masas tiene,

    obviamente, un precio: el aceptar las normas que operan dentro del medio entendido como nodo

    fundamental de la red de poder (poder de la red). En repetidas ocasiones, el lder de la formacin,

    Pablo Iglesias, ha aludido a los escasos buenos modales y al, en general, abundante juego sucio

    que se da en las tertulias televisivas donde al principio acuda en franca desventaja ante un ejrcito

    (entindase la metfora) de contertulios que profesan ideologas muy alejadas de la suya. A pesar de

    ello, Podemos est (casi) siempre en los plats con sus lderes ms destacados, aceptando el riesgo

    que supone tal sobreexposicin meditica. De otro lado, la decisin del partido de no presentarse

    con marca propia a las elecciones municipales de 2015 se enmarca en una estrategia que podemos

    vincular con el poder en red, es decir con la asimetra de los nodos que tejen una red. La

    explicacin es clara: para lograr un proceso de cambio poltico, es necesario centrar los esfuerzos en

    clave nacional, mbito donde se tejen los nodos de mayor influencia, dejando en un segundo plano

    el control de las conexiones de poder que origina el mbito municipal. Por eso, la prioridad actual

    de Podemos no est en el tejido de redes municipalistas (nodos dbiles) sino en situar sus

    conexiones de poder all donde realmente se toman las grandes decisiones: parlamentos regionales

    y, sobre todo, Moncloa y Congreso de los Diputados. Por estas razones, no habr papeleta de

    Podemos en las elecciones municipales. Por ltimo, sirva el anlisis realizado anteriormente sobre

    las redes internas materializadas en crculos locales y sectoriales que ha generado el partido en tan

    solo un ao de vida utilizando los servicios cibernticos para comprender el ltimo modo de ejercer

    el poder en la Sociedad Red: la capacidad de programar y conectar redes.

    Solo desde la lgica reticular imperante en la Sociedad Red y atendiendo a las conexiones

    nodales tanto internas como externas con el uso de las TIC como uno de sus grandes aliados se

    entiende la produccin del efectivo discurso de Podemos y su rpida difusin. El descontento

    generalizado de la ciudadana espaola por la crisis y la corrupcin han sido el caldo de cultivo 14

  • ideal para facilitar la colocacin de esta formacin como la, a da de hoy, segunda fuerza poltica en

    estimacin de voto del pas.

    4. CONCLUSIN

    La arquitectura de la sociedad actual se articula mediante el tejido de redes que conectan

    nodos por los que fluye la informacin como elemento fundamental para el desarrollo econmico,

    social y poltico. Ejercer el poder en este tipo de sociedad equivale a tener la capacidad de estar

    incluido en las principales redes, saber programarlas, entender y aceptar su funcionamiento y

    detectar cules son los nodos que generan mayor influencia dentro de tales redes. Las TIC facilitan

    a los partidos la construccin de este tipo de redes para conocer mejor al ciudadano y empoderarlo

    a fin de participar en el discurso pblico y en la accin poltica. Sin embargo, observamos que, en

    general, el poder poltico no realiza un correcto y eficiente uso de tales herramientas y contina

    reproduciendo un modelo de comunicacin no reticular (vertical y unidireccional) que restringe el

    flujo informacional y la participacin ciudadana reproduciendo la lgica de la llamada democracia

    representativa.

    El caso del partido poltico Podemos impugna el funcionamiento vertical de los partidos

    tradicionales ofreciendo al ciudadano una mayor participacin mediante la construccin de redes de

    accin y de generacin de ideas y debate que desborda el concepto de democracia representativa

    para introducir mayores dosis de democracia participativa. El nivel de alfabetizacin y la capacidad

    de discusin de la ciudadana -muy elevados con respecto a la poca en la que se constituyeron los

    fundamentos de esta democracia por delegacin y se defini la estructura clsica de los partidos- y

    los recursos tecnolgicos 2.0 abren la puerta para una profunda transformacin de las

    organizaciones polticas en sistemas ms flexibles, ms abiertos, ms informacionales, ms

    participativos, ms virtuales y ms reticulares para superar las caractersticas bsicas (rigidez,

    cerrazn, unidireccionalidad y verticalidad) de las viejas formaciones polticas.

    15

  • BIBLIOGRAFA

    -Carrillo, F. (2014). La estrategia de comunicacin, clave del xito de Podemos? En Mller,

    J. (coord.), Podemos. Reconstruyendo a Pablo Iglesias. Madrid: Deusto.

    -Castells, M. (2009). Comunicacin y poder. Madrid: Alianza.

    -Deltell, L. (2014). Audiencia social versus audiencia creativa: caso de estudio Twitter.

    Estudios sobre el mensaje periodstico, 20(1), 33-47

    -De Ugarte, D. (2007). El poder de las redes: Manual ilustrado para personas, colectivos y

    empresas abocados al ciberactivismo. Barcelona: El Cobre Ediciones.

    - Kapln, M. (1998). Una pedagoga de la comunicacin. Madrid: De la Torre.

    -Krger, K. (2006). El concepto de Sociedad del Conocimiento. Revista Bibliogrfica de

    Geografa y Ciencias Sociales, 11(683).

    -Lakoff, G. (2007). No pienses en un elefante. Madrid: Complutense.

    -Mancera, A. y Pano, A. (2013). Nuevas dinmicas discursivas en la comunicacin poltica

    en Twitter. Crculo de Lingstica Aplicada a la Comunicacin, (56), 53-80.

    -Segura, A. (2013). Poder y tansmedia en la Sociedad Red: el transpoder meditico. Razn y

    Palabra (83).

    -Soengas, X. (2013). El papel de Internet y de las redes sociales en las revueltas rabes: una

    alternativa a la censura de la prensa oficial. Comunicar. Revista Cientfica de Educomunicacin,

    21(41), 147-155.

    -Subirats, J. (2002). Los dilemas de una relacin inevitable. Innovacin democrtica y

    tecnologas de la informacin y de la comunicacin. En Cairo Carou, H. (comp.), Democracia

    digital. Lmites y oportunidades. Barcelona: Trotta.

    16

  • WEBGRAFA

    -Aparici, R. y Silva, M. (2012) Pedagoga de la interactividad. Recuperado el 3 de febrero

    de 2015 de http://www.revistacomunicar.com/pdf/preprint/38/05-PRE-12698.pdf.

    -Barrios, E. (2012). Polticos en redes sociales.: Es posible la conversacin?. Recuperado el

    5 de febrero de 2015, de http://www.alice-comunicacionpolitica.com/files/ponencias/235-

    F5000099d2351342179741-ponencia-1.pdf.

    -Castells, M. (2001). Internet y la Sociedad Red. Recuperado el 2 de febrero de 2015, de

    http://tecnologiaedu.us.es/cuestionario/bibliovir/106.pdf.

    -eldiario.es (2014). Portal de transparencia, un escaparate de informacin difcil de mostrar

    para el ciudadano. Recuperado el 2 de febrero de 2015, de http://www.eldiario.es/politica/Portal-

    Transparencia-informacion-dificil-masticar_0_333516921.html.

    -El Pas (2014). El portal de transparencia arranca con 500.000 datos. Recuperado el 2 de

    febrero de 2015, de h t tp : / /pol i t ica .e lpais .com/pol i t ica /2014/12/09/actual idad/

    1418158029_421744.html.

    -El Pas (2015). As funciona Firechat, la mensajera mvil que no necesita Internet.

    Recuperado el 3 de febrero de 2015, de http://elpais.com/elpais/2015/01/15/media/

    1421336141_962556.html.

    -Fernndez, M.J. y Paniagua, F. (2012). El poder de las redes sociales en la poltica y en los

    movimientos sociales. Recuperado el 1 de febrero de 2015, de http://www.alice-

    comunicacionpolitica.com/files/ponencias/240-F500009ce2401342179790-ponencia-1.pdf.

    -Martnez, M.A. (2012). Redes sociales y poltica 2.0: Presencia en Twitter de los candidatos

    a las elecciones andaluzas de 2012. Recuperado el 30 de enero de 2015, de http://fama2.us.es/fco/

    tmaster/tmaster25.pdf.

    -Rodrguez, R. y Urea, D. (2011). Diez razones para el uso de Twitter como herramienta en

    la comunicacin poltica y electoral. Recuperado el 5 de febrero de 2015, de http://

    www.masconsulting.es/wp-content/uploads/2012/05/Art_ComunicacionPluralismo.pdf.

    17

  • ANEXO. MATERIAL COMPLEMENTARIO

    1. Nmero de palabras del documento : 5.029. 1

    2. Tagcloud del ensayo

    Consideramos que puede ser buena idea compartir una nube de palabras de este trabajo con

    el fin de conocer de un primer vistazo el campo semntico y los conceptos ms usados para su

    construccin. La herramienta utilizada ha sido WordItOut.

    No se contabilizan el ndice, el resumen, la bibliografa y el anexo. 118

  • 3. Y por qu no un vdeo?

    Las nuevas posibilidades 2.0 de los entornos virtuales modifican la forma de crear y de

    consumir contenido en Internet. El monopolio de la lectoescritura como nico soporte comunicativo

    parece en entredicho ante la facilidad para construir mensajes multimedia donde convergen

    diferentes tipos de lenguajes. Por eso, proponemos el visionado de este resumen de las lneas

    fundamentales del trabajo en formato vdeo, de creacin propia, disponible en el siguiente enlace:

    https://www.youtube.com/watch?v=ebb_dOqbEyY

    Tambin se puede ver en dispositivos mviles a travs del siguiente cdigo QR generado

    con la herramienta online Unitaglive:

    19