introducciÓn a la - universidad de panamá · el institucionalismo de thorstein veblen 117 3.2....
TRANSCRIPT
-i-
ii
INTRODUCCIÓN A LA INTRODUCCIÓN A LA INTRODUCCIÓN A LA INTRODUCCIÓN A LA
ECONOMÍAECONOMÍAECONOMÍAECONOMÍA
(Primera Edición)
Autor:
Juan Jované De Puy
Panamá, 2010.
-iii-
I�TRODUCCIÓ� A LA ECO�OMÍA. Primera Edición
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento
informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea
electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo
y por escrito de los titulares del Copyright.
Derechos Reservados 2010, respecto a la 1era. Edición en español, por
Universidad de Panamá, Panamá, República de Panamá
Ciudad Universitaria
Campus Octavio Méndez Pereira
Introducción a la economía / Juan Jované De Puy. –
Panamá: Universidad de Panamá, Facultad de Economía,
2010. 319p. ; 21 cm. ISB�: 978-9962-635-34-5
Edición: Centro de Investigación de la Facultad de Economía de la Universidad
de Panamá (CIFE)
Impreso en: Imprenta Universitaria, 2010.
IMPRESO E� PA�AMÁ
iv
INDICE
Pág.
Presentación iii
Capítulo I.
La Definición y el Campo de la Economía
7
1.1. Paradigmas y Visiones 7 1.2. Definición de la corriente Neoclásica 13
1.3. Enfoque de Economía Política de Marx
22
1.4. El punto de vista del institucionalismo 36 1.5. Keynes y los Keynesianos 42
1.6. El Paradigma de la Economía Ecológica
56
Capítulo II. Los Agentes Económicos 65 2.1. Dos elementos fundamentales 65 2.2. Visión Neoclásica 66 2.3. Versión Neoclásica ampliada 75 2.3. Posición de Amartya K. Sen 80 2.4. Racionalidad Imperfecta o Acotada 85 2.5. Elementos del Enfoque Psicológico 88 2.6. Algunas ideas de George Akerlof 98 2.7. El Hombre Contractual 105 2.8. La Reciprocidad Fuerte 109 2.9. El Concepto del Hombre en Marx 112
Capítulo III. Estructuras e Instituciones 117
3.1. El Institucionalismo de Thorstein Veblen
117
3.2. Enfoque Neoinstitucional 132 3.3. Estructuralismo Latinoamericano 146 3.4. La Visión Marxista 154
3.5. El Cambio Social de acuerdo a Herman Daly
172
-i-
Capítulo IV. Mercado de Competencia Perfecta 187 4.1. Definiciones básicas previas 187 4.2. La competencia perfecta 190 4.3. La tabla y curva de la demanda 192 4.4. La tabla y curva de la oferta 199 4.5. El equilibrio 204
4.6. Desplazamiento de la oferta, la demanda y el equilibrio
208
4.7 Eficiencia Económica y competencia perfecta 212
Capítulo V. Mercado de Competencia Imperfecta 219 5.1. La competencia Imperfecta 219 5.2. El monopolio 219 5.3. La competencia monopolística 227 5.4. El oligopolio 232
Capítulo VI.
Macroeconomía, problemas, fines y mediciones
243
6.1. Definición 243 6.2. Problemas básicos 244 6.3. Medición de la actividad económica 246
6.4. Producto Interno Bruto a precios corrientes y Producto Interno Bruto Real
252
6.5. Valoración del Producto Interno Bruto real como indicador económico 257
6.6. Oferta y demanda agregada 262 6.7. Empleo 266 6.8. Nivel de precios y costo de vida 277
Capítulo VII
Funcionamiento macroeconómico básico de corto plazo
283
7.1. Concepto de modelo 283 7.2. Diagrama tradicional del Flujo Circular 287 7.3. Precios viscosos o relativamente inflexibles 292 7.4. Equilibrio 296 7.5. Desequilibrio 300 7.6. Sector Externo 304
Anexos 315
Presentación
En la vida profesional de los académicos hay momentos cumbres que generan una enorme
satisfacción personal. El presentar este libro me ocasiona ese placer en la medida en que
el autor ha sido mi maestro, mi compañero de trabajo y mi amigo. También porque me
siento participe de la publicación de estas reflexiones teórico-prácticas del autor en
formato de libro dándole una oportunidad a las ciencias sociales de enriquecerse con esta
obra.
Definir el objeto de estudio de la economía no es resumir un consenso, sino por el
contrario, establecer los elementos determinantes de cada contexto en donde se construyen
dichas definiciones que negando distintas escuelas de pensamiento económico propone
nuevos elementos a tomar en cuenta. A pesar de que el autor desarrolla el paradigma de la
economía ecológica al final del primer capítulo, podemos percibir que es desde esa
perspectiva que hace síntesis de la definición de economía de las diversas corrientes de
pensamiento.
El autor analiza en su segundo capítulo los elementos determinantes en el comportamiento
de los agentes económicos por dos razones que sustenta. Porque toda teoría económica
que se desarrolle en términos científicos debe establecer claramente una hipótesis sobre el
comportamiento de los agentes económicos y segundo es necesario vincular el
comportamiento de los agentes con el conjunto de las relaciones sociales de producción y
distribución. Es por esto que inicia el capitulo con una revisión de la visión neoclásica y
termina con el concepto de hombre en Marx. Al igual que el autor estamos conscientes
que sólo este tema daría para una investigación sin entrar en el campo psicológico sino
desde la perspectiva histórica que da el desarrollo de las fuerzas productivas.
En palabras del autor, el tercer capítulo Estructuras e Instituciones “constituye un avance
sobre el anterior en términos del desarrollo lógico de la temática del presente texto, siendo
su objetivo discutir el vínculo existente entre las instituciones, las relaciones sociales y el
comportamiento de los agentes económicos. Esta exposición, por su propio contenido,
llevará a la discusión de algunos de los más importantes esquemas de pensamiento
dedicados al estudio del desarrollo de la economía y la sociedad a través de la historia”.
En este tercer capítulo se inicia con una crítica a la visión neoclásica, luego se dedica un
apartado al análisis del enfoque neoinstitucional, en donde el autor señala que “más allá
de señalar en términos generales que este conjunto de derechos, que se refieren al uso,
disfrute y capacidad de transformación de su naturaleza incluyendo la venta, nunca son
absolutos ya que por lo general están limitados por la estructura legal”, luego se
Introducción a la Economía, Juan Jované
8
introduce el estructuralismo latinoamericano de mano de conocidos autores como
Tamames, Castro y Lessa, Furtado y Prebisch entre otros, casi al final del capítulo
incorpora la visión marxista desde donde afirma “que los elementos de la naturaleza
tienen la capacidad de influir significativamente sobre la determinación de las relaciones
de producción observadas en una determinada sociedad. Es este tipo de planteamiento
que le permite incorporar la visión del cambio social de la escuela de la economía
ecológica a través del análisis de los aportes de Herman Daly.
En el cuarto capítulo, El Mercado de Competencia Perfecta se ofrece al lector, señala el
autor, una presentación sencilla de la forma en que los economistas de la llamada
corriente principal ven la actuación de los mercados. Para tal fin se expone, entrando lo
menos posible en los aspectos técnicos, el llamado modelo del mercado de competencia
perfecta. Para facilitar su comprensión y ubicar su contenido en el contexto de la teoría
económica del cual hace parte, es útil introducir algunas definiciones básicas pertinentes
al tema que se desarrolla. En este capítulo el Prof. Jované cambia la forma de abordar el
tema por la especificidad del mismo. El mercado de competencia perfecta es una ilusión
pedagógica que permite tener una visión sistémica del funcionamiento del mercado, el
consumidor y el productor. El modelo de competencia perfecta constituye un modelo
microeconómico del funcionamiento del mercado. Como diría Stiglitz citado por Jované
“La microeconomía es la visión desde abajo hacia arriba de la economía”.
Mercados de Competencia Imperfecta es el quinto capítulo, en el cual, el autor estudia
algunos modelos de mercado distintos al de la llamada competencia perfecta. Este proceso
se realiza en lo fundamental, estableciendo modelos en los cuales la estructura del
mercado se va a caracterizar por la ausencia de uno o varios de los supuestos que hacen
parte del modelo de competencia perfecta, para luego presentar y valorar los resultados
obtenidos. Al analizar el monopolio establece de manera muy didáctica las principales
causas de la presencia de los monopolios de manera tal que el lector pueda ubicarse en su
propia realidad económica y conjuntamente con los ejemplos que aporta el autor ubicar
esas causales a nivel nacional. Posteriormente analiza la competencia monopolística como
modelo de mercado y sus principales rasgos de funcionamiento para concluir este capítulo
con el análisis del oligopolio como otra forma de competencia imperfecta.
En el quinto capítulo, el objetivo es estudiar algunos modelos de mercado distintos al de la
competencia perfecta. Se trata, además, de hacerlo de forma tal que se evite el contenido
más técnico de la exposición del tema, manteniendo en la mejor forma posible, el espíritu
con que la corriente principal realiza este tipo de análisis, y finalmente se explica la
Competencia Monopolística y el Oligopolio.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-9-
En el capitulo seis, el autor nos introduce de una manera sencilla en el análisis de la
macroeconomía, inicia con la definición del concepto siempre apoyándose en Stiglitz, para
luego explicar los problemas básicos como el nivel de actividad y el empleo, analiza
elementos que pasando por las cuentas nacionales nos permiten comprender la forma de
medición de la actividad económica, el PIB y relacionarlo con la definición de la oferta y
la demanda agregada. En este capítulo se dedica un espacio significativo a explicar la
forma de medición del empleo, tomando las definiciones que da la Contraloría General de
la República, facilitando con sus comentarios la comprensión y relación con el enfoque
macroeconómico de tan importante variable. Finalmente el lector podrá comprender
elementos básicos de medición del costo de vida, lo cual se convierte en la introducción al
análisis de la inflación.
Finalmente en el capitulo séptimo el autor incorpora el análisis de los modelos
macroeconómicos, partiendo del concepto, explica el diagrama tradicional de flujo
circular, al cual incorpora los precios inflexible en el salario y de los bienes para luego
explicar el equilibrio, su negación el desequilibrio y para cerrar su obra introduce el
sector externo. En su trabajo se percibe claramente la aplicabilidad de la teoría a la
realidad nacional, sin embargo el autor se queda a nivel de la teoría dejando esa
aplicabilidad al lector. Encontramos en este libro no solo la sistematización de la teoría
económica, sino la experiencia del maestro, que disfrutó de tan noble misión de crear y
transmitir conocimientos.
Jorge Castillo M.
Director Centro de Investigación Facultad de Economía
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-7-
Capítulo 1
La Definición y el Campo de la Economía
1.1. Paradigmas y Visiones
Entre las características de la Economía, que cualquiera que se acerque a su
estudio observa rápidamente, es que la misma constituye un campo
caracterizado, entre otras cosas, por la presencia de diversas posiciones y puntos
de vista, los cuales dan lugar a toda una serie de controversias, polémicas y
discusiones, tanto en términos del análisis positivo, es decir en la forma en que se
abordan y se explican los fenómenos, como en términos del análisis normativo,
esto es en relación con las políticas y formas de acción que se proponen para la
solución de los problemas en la práctica. Se trata, como pronto constatará el
lector, de diferencias que se hacen visibles desde el propio inicio de la
presentación del campo de análisis, dado que no existe un acuerdo en torno a lo
que constituye la verdadera definición de la ciencia económica y de su ámbito de
estudio.
Esta es una situación que va más allá de las simples diferencias formales, la cual
ha dado lugar a que varios autores, entre los que se encuentra Gerald E. Peabody
hayan postulado la idea de que en nuestro campo de estudio se caracteriza por la
presencia de diversos paradigmas.1 En términos modernos la noción de
paradigma fue introducida por Thomas Kuhn, el cual puede describirse en los
siguientes términos:
“La investigación efectiva apenas comienza antes de que una comunidad científica crea haber encontrado respuestas firmes
1 Kuhn, Thomas, La Estructura de las Revoluciones Científicas, F. C. E., México, D. F., 1971, p.
25 y p. 26.
Introducción a la Economía, Juan Jované
8
a preguntas tales como las siguientes: ¿Cuáles son las entidades fundamentales de que se compone el universo? ¿Cómo interactúan esas entidades, unas con otras y con los sentidos? ¿Qué preguntas pueden plantearse legítimamente sobre estas entidades y que técnicas pueden emplearse para buscar las soluciones? Al menos en las ciencias maduras, las respuestas (o substitutos completos de ellas) a preguntas como ésas se encuentran enclavadas firmemente en la iniciación educativa que prepara y da licencia a los estudiantes para la práctica profesional. Debido a que esta educación es tanto rigurosa como rígida, esas respuestas llegan a ejercer
una influencia profunda sobre la mentalidad científica".2
Por su parte Peabody, interpretando a Kuhn, introduce una definición similar,
aunque un poco más explícita, al señalar que:
“El paradigma señala aquellos problemas válidos para la investigación … La investigación se desarrolla dentro de los límites de la estructura conceptual que proporciona el paradigma, el cual determina además las cuestiones que se deben plantear y la forma que deberán asumir los resultados para que puedan ser considerados como válidos…. El paradigma define cuales son los métodos y problemas de la investigación genuina, suministra las claves para solucionarlos, y permite que un investigador inteligente sea
capaz de encontrar una solución”.3
Para nuestros fines se debe destacar que la presencia de un paradigma significa
un conjunto de elementos importantes para definir el contenido y la práctica de lo
que pretende ser una investigación científica. Entre estos se destacan los
siguientes:
• La presencia de una efectiva cosmovisión y de valores compartidos por
quienes practican la investigación.
• La definición de un campo de estudio, es decir la acotación de lo que se
debe observar e investigar.
2 Ibidem, p. 25 y p. 26. 3 Peabody, Gerald E., Introducción a los Paradigmas Científicos y Económicos, en Varios Autores, Paradigmas Radicales en Economía II., Editorial Anagrama, Barcelona, 1977, p. 7 y p. 8.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-9-
• El tipo de preguntas que se deben formular dentro del campo de estudio,
lo que precisa el tipo de problemas a investigar dentro del mismo.
• Los métodos que deben utilizarse en términos de la búsqueda de las
respuestas.
• La manera de interpretar los resultados de la investigación, incluyendo los
criterios de validación de los mismos.
De acuerdo a Kuhn para cada punto específico de la historia de una determinada
ciencia existe un único paradigma que constituye la base de lo que el llama la
“ciencia normal”, el cual, sin embargo, puede ser substituido por otro radicalmente
distinto a través del tiempo por medio de un proceso que el calificó de “revolución
científica”. En el campo de la Economía la situación resulta un tanto distinta ya
que en un mismo momento, como lo ha destacado Robert Skidelsky, existen
diversos enfoques y escuelas que resultan verdaderos paradigmas alternos.4 Aquí
surge una pregunta: ¿a qué se debe la presencia de diversos paradigmas que
compiten unos con otras? La respuesta que daría Kuhn a este problema sería que
la Economía como ciencia aún no habría logrado desarrollar un verdadero
paradigma, ya que sería lo típico de una situación preparadigmática la presencia
de diversos enfoques y visiones. Alternativamente existen otras explicaciones.
De acuerdo a Joseph A. Schumpeter, las diferencias deben buscarse básicamente
en la presencia de diversas visiones que inevitablemente surgen cuando se trata
de la ciencias sociales, las cuales están vinculados con el estudio de fenómenos
humanos por los propios seres humanos. Para este autor la investigación no
puede iniciarse sin la presencia de lo que sería una “visión”, es decir un acto
cognoscitivo preanalítico, influido por los valores y la ideología de los propios
investigadores. Esta posición es sintetizada por Maurice Dobb de la siguiente
manera:
4 Skidelsky, Robert, Keynes. The Return of the Master, Public Affairs, New York, 2009, p. 19.
Introducción a la Economía, Juan Jované
10
“Joseph Schumpeter, quien entre los economistas modernos ha hecho quizá la más completa y seria contribución al debate, ha adoptado una actitud más bien diferente… Lo que él ha separado con toda precisión y ha denominado en forma pertinente »visión« - la visión, por ejemplo, de la forma compleja de la realidad y de la naturaleza de los problemas que confronta la humanidad en cualquier situación histórica dada -, es, inevitablemente ideológica. Por lo tanto, la ideología, »se inserta en el primer plano, dentro del acto cognoscitivo preanalítico« y con el necesario comienzo de la teorización penetra, »… el material positivo por nuestra visión de las cosas«; »esta visión es ideológica casi por definición«,
puesto que »incorpora la descripción de las cosas«…“.5
La exposición de dos importante elementos del pensamiento de Shumpeter es de
utilidad para entender su posición. El primero, se refiere a que el mismo considera
que las visiones son fenómenos básicamente determinados por las diversas ideas
existentes en torno a elementos tales como la justicia, que actúan como campo
independiente y determinante, por lo que su posición se ubica en lo que podemos
llamar el campo del idealismo. Esta es, vale la pena señalar, una posición cercana
a la de John Maynard Keynes, quien consideraba que las ideas jugaban el papel
determinante en la definición de la realidad y las políticas económicas. Es que así
que este último autor termina su más importante libro proponiendo que:
“… las ideas de los economistas y los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando están equivocados, son más poderosas de lo que comúnmente se cree. En realidad el mundo está gobernado por poco más que esto. Los hombres prácticos, que se creen exentos por completo de cualquier influencia intelectual, son generalmente esclavos de algún economista difunto. Los maniáticos de la autoridad, que oyen voces en el aire, destilan su frenesí inspirados en algún mal escritor académico de algunos años atrás. Estoy seguro de que el poder de los intereses creados se exagera mucho
comparado con la intrusión gradual de las ideas”.6
5 Dobb, Mauirice, Teoría del Valor y de la Distribución Desde Adam Smith. Ideología Y Teoría Económica, Siglo XXI Editores, novena edición en español, México, D. F., 1988, p. 15. 6 Kaynes, John M., Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, F.C.E., octava reimpresión, México, D. F., 1974, p. 337.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-11-
El segundo elemento que Schumpeter introduce es la idea de que pese al
componente ideológico existe la posibilidad de un aspecto del desarrollo de la
Economía que puede, pese a esto, ser calificada de científica. Este elemento es el
que el conoce como análisis económico y que, a nuestro juicio, está vinculado
principalmente con los instrumentos metodológicos. Su posición es nuevamente
aclarada por Maurice Dobb:
“… Schumpeter llega a la conclusión de que mientras la »Economía política« y el »Pensamiento económico« deben en general estar condicionados ideológicamente casi en forma inevitable, el »análisis económico« propiamente dicho, puede ser tratado como algo independiente y objetivo; es decir como un fuerte núcleo de técnicas e instrumentos formales, gobernados por patrones y reglas suprahistóricos, a fin de ser discutidos y apreciados en forma independiente y con los que se puede componer una historia separada que responda, sin ambigüedades, a problemas tales como de si y »en que sentido se ha verificado ‘progreso científico’ entre Mill y
Samuelson«”.7
Existe, una forma distinta y alterna de apreciar la influencia de la ideología sobre
el pensamiento económico, la cual también podría entenderse como una posible
explicación de los diversos puntos de vista de la economía. De acuerdo a este
enfoque, que podemos calificar de materialista, los diversos enfoques de la
economía tendrían, sin ninguna duda, un claro componente ideológico. Este
enfoque, sin embargo, disiente del anterior en dos aspectos que conviene
recalcar ahora. En primer lugar, desde este punto de vista alternativo las formas
ideológicas no serían independientes, sino que estarían determinadas por la
posición del investigador en la propia estructura económica, la cual, además, se
considera una estructura histórica y contradictoria. Esta es la posición que asume
Carlos Marx cuando afirma que:
“El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en general. No
7 Dobb, Maurice, Op. cit, p. 16.
Introducción a la Economía, Juan Jované
12
es la conciencia de los hombres la que determina su ser; por
el contrario, su ser social es lo que determina su conciencia”.8
Esto significa que la elaboración de la propia teoría económica, así como la
interpretación que la misma contiene de la realidad, estaría condicionada por la
posición que el investigador tiene o adopta en términos de las clases sociales. Es
así que la Economía desarrollada desde el punto de vista de los poseedores de
capital no sería la misma que la Economía Política desarrollada desde la
perspectiva de los trabajadores asalariados. En este caso, en contraste con lo
propuesto por Keynes, los intereses materiales diferenciados jugarían un papel
fundamental en explicar las diversas visiones y paradigmas.
La segunda diferencia con el enfoque anterior a que nos referimos anteriormente
se refiere a lo que hemos llamado el resultado científico de la investigación
económica. En el caso de la visión de la Economía Política de Marx, lo importante
es señalar que la posibilidad de dicho contenido científico está condicionado por el
contorno histórico y la dimensión de clase de la teoría. En este sentido, de
acuerdo a este autor, los economistas clásicos, sobre todo David Ricardo, en su
oposición a los elementos feudales habría logrado captar de manera científica
algunos de los rasgos del capitalismo, mientras que la limitación de su inserción
en la estructura social habría vedado la posibilidad de penetrar los más
determinantes de los mismos.
Sobre esta base propuso una crítica de la Economía Política clásica desde la
perspectiva del proletariado, la cual tendría la capacidad de realizar un análisis
efectivamente científico de la sociedad capitalista. Desde este punto de vista la
ideología de lo que el llamó la economía vulgar, que hoy se expresaría
principalmente en la llamada Teoría Neoclásica, mostraría una doble debilidad por
su carácter ideológico. Esto significa que la misma se sostiene en una falsa
8 Marx, Carlos, Prólogo de la Contribución a la Crítica de la Economía Política, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1970, p.12.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-13-
conciencia, en el sentido, por ejemplo, que confunde la relaciones entre los seres
humanos con la relación entre las cosas, mientras que además contiene un
importante componente apologético, por lo cual se entiende que la misma sirve
para ocultar los rasgos contradictorios del sistema vigente.9 Todo esto lleva a la
necesidad de dedicar el presente capítulo a ilustrar sistemáticamente las
principales posiciones que se dan al respecto, con la finalidad de facilitar una
mejor comprensión de las diversas teorías que intentan ofrecer una explicación de
los hechos económicos.
1.2. Definición de la Corriente Neoclásica
La definición de Economía, correspondiente a lo que podemos llamar la Corriente
Neoclásica, la cual puede encontrarse en los textos más divulgados sobre la
materia, se centra en los conceptos de escasez y asignación de recursos. Un
ejemplo sencillo puede ayudar a comprenderlos: supongamos que un gobierno
logra recaudar anualmente un monto adicional de 200 millones de balboas para
educación, los cuales puede utilizar en gastos corrientes (pago de profesores y
maestros adicionales, adquisición de materiales para la educación, etcétera), con
el fin de ofrecer más servicios públicos inmediatamente, o en inversiones
(construcción de nuevas escuelas, colegios y universidades) con las que en el
futuro podría aumentar su oferta de servicios.
Lo norma, de acuerdo al enfoque que nos ocupa, es que el gobierno podría
encontrar formas útiles de gastar todos los fondos en la contratación de más
profesores y maestros, con lo que de inmediato aseguraría un nivel más alto y de
mayor calidad en términos de la oferta de educación. Sin embargo, en este caso,
9 Véase: Howard, M. C. y King J. E., The Political Economy of Marx, New York University Press, second edition, New York, 1985, capítulo 3.
Introducción a la Economía, Juan Jované
14
en el futuro podría enfrentar una falta de nuevas aulas para una población que va
en crecimiento. En términos alternativos, el gobierno podría, teniendo en cuenta
esto último, gastar los 200 millones de balboas en la construcción de nuevas
facilidades de educación. En este caso, desde luego, no tendría la posibilidad de
contratar educadores adicionales y adquirir más insumos, con lo que no se podría
atender con mayor calidad a los estudiantes ya existentes. Es evidente, además,
que el gobierno podría, dentro de la restricción que significa que solo cuenta con
200 millones de balboas, escoger alguna combinación de nuevos gastos
corrientes (profesores, maestros, materiales de educación, etcétera) y de nuevas
construcciones de aulas y otras facilidades.
Estamos, entonces, claramente frente a una situación de escasez en la medida en
que los recursos no alcanzan para atender todas las “necesidades”, es decir usos
a los que la comunidad podría aspirar. Frente a esto, el problema deberá ser
resuelto por medio de algún procedimiento, conciente (costumbre o plan) o no
conciente (mercado), el cual distribuya, es decir asigne los recursos escasos a los
diversos fines alternos posibles (véase el cuadro 1).
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-15-
La pertinencia del fenómeno de la escasez como tema básico de la economía
dentro de la corriente principal, es decir la neoclásica, fue destaca en los
momentos originarios de este enfoque por León Walras en sus Elementos de
Economía Pura, cuya primera edición data de 1874. De acuerdo a este autor, el
concepto de riqueza social se encuentra indisolublemente ligado al de escasez:
“Llamo riqueza social al conjunto de cosas materiales o inmateriales (porque la materialidad o inmaterialidad de las cosas no es relevante en este contexto) que son escasas, es decir que por una parte nos son útiles y, por otra, existen a
nuestra disposición en cantidades limitadas”.10
Una formulación más general y precisa de la definición de Economía dentro de la
corriente principal no viene a aparecer sino hasta 1932, por medio de la conocida
formulación de Lionel Robbins, de acuerdo a la cual: “La economía es la ciencia
que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios
limitados que tienen diversa aplicación”.11 Este último autor establece,
además, las condiciones concretas y rigurosas que deben darse para que
efectivamente estemos frente a un problema de escasez y asignación tal como el
que hace parte de su definición. Se trata de cuatro características que se analizan
a continuación.
• En primer lugar, los fines deben ser efectivamente múltiples, en el
sentido de que existen varios objetivos que se desean obtener. Si no se
da esta situación, aún cuando los recursos sean escasos en el sentido de
que no alcanzan para satisfacer del todo el fin único, no existe problema
de asignación. En este caso todos los recursos se utilizarían en el objetivo
único, de manera que no existiría lo que hemos llamado el problema de
10 Walras, León, Elementos de Economía Política Pura, Alianza Editorial, Madrid, 1987, p. 155. 11 Robbins, Lionel, La Definición de Economía, en Gutiérrez, Claudio Y Brenes, Abelardo (recopiladores), Teoría del Método en Ciencias Sociales, Educa, segunda edición, Centroamérica,
1997, p. 382.
Introducción a la Economía, Juan Jované
16
asignación, por lo que, de acuerdo a Robbins, no nos encontraríamos
frente a un problema que haga parte del análisis económico.
• En segundo lugar, los recursos deben ser efectivamente escasos. Se
trata de una situación en la que la cantidad de los recursos que se tiene
para atender los fines, incluyendo el tiempo, no son suficientes para
satisfacer plenamente la necesidad que se tiene de los mismos. Desde
luego, si los recursos fueran ilimitados no existiría ningún problema de
asignación y tampoco estaríamos frente a un problema económico.
• En tercer lugar, debe estar presente y disponible una forma de comparar
los diversos fines o más claramente las posibles combinaciones de
cantidades de los mismos en términos de la valorización de las
opciones. Siguiendo el ejemplo anterior, podemos suponer que si se
utilizan todos los 200 millones de balboas en educación se logran atender
de inmediato y con una calidad mejorada a un millón de alumnos
(gastando 200 balboas anuales en cada uno). Alternativamente, gastando
todo en nueva infraestructura se podrían tener 20 nuevos centros
educativos (a razón de 10 millones de balboas cada uno).
De hecho, se pueden lograr toda una serie de combinaciones de los dos
objetivos, en la medida de que por cada 50 mil alumnos que no logran una
atención mejorada en el año, se pueda lograr un centro educativo
adicional (que permitirá atender más alumnos en el futuro). De acuerdo a
esto, lo importante para que exista un efectivo problema económico es
que exista algún método que permita escoger entre las alternativas
factibles. Este mecanismo puede ser, por ejemplo, una decisión
centralizada (vía el plan presupuestario). En la práctica la solución,
alternativamente, puede venir dada, como se estudiará más adelante, por
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-17-
el mecanismo impersonal del mercado actuando por la vía del sistema de
precios.
• En cuarto lugar, los recursos tienen que ser efectivamente aplicables
a los usos alternos. Así, por ejemplo, si no existen materiales de
construcción en el país y, además, no se pueden importar, entonces, los
recursos (el dinero) no podrían utilizarse en la construcción de centros
educativos, por lo que no existiría realmente un problema de asignación.
Aquí desde un punto de vista formal tampoco estaríamos dentro del
campo de estudio de la economía.
De todo esto se desprende el concepto de costo de oportunidad, que juega un
papel central en el análisis de la economía entendida dentro del paradigma de la
corriente principal. El mismo se puede definir como el sacrificio que ha de hacerse
de otros bienes y servicios para lograr una determinada cantidad de un bien o
servicio que nos interesa. Es en este sentido que Gregory Mankiw argumenta que
“el coste de una cosa es aquello a lo que se renuncia para conseguirla”.12 El
lector podrá observar fácilmente que en el ejemplo anterior el costo de
oportunidad de atender inmediatamente con mayor calidad a 50 mil nuevos
alumnos está dado por el hecho de que para poder contar con los recursos para
ese fin se deberá dejar de construir un centro educativo.
Desde la perspectiva del enfoque neoclásico en particular, se entiende que el
comportamiento de los agentes económicos resulta ser completamente racional.
Sin intentar agotar este tema, el cual es parte del contenido del próximo capítulo,
se puede adelantar que según esto, dichos agentes se comportan dentro del
patrón de lo que se conoce como el “homo economicus”, es decir dentro de un
comportamiento totalmente racional, que se caracteriza por la idea de que los
12 Mankiw, N. Gregory, Principios de Economía, Mc Graw-Hill, España, 2000, p. 19
Introducción a la Economía, Juan Jované
18
individuos consciente y consistentemente buscan maximizar su bienestar
individual, teniendo en cuenta sus restricciones, dadas, principalmente, por su
dotación de recursos y las circunstancias externas a ellos (por ejemplo los
precios). En base a esto y al postulado de que los mercados competitivos son
mecanismos eficientes para la solución de los problemas de la asignación de los
recursos escasos, la teoría neoclásica tradicional introduce tres ideas centrales
que caracterizan al enfoque que ahora nos ocupa.
En primer lugar, se postula la hipótesis según la cual los agentes económicos
buscando su propio bienestar producen una situación en la que los mercados se
mantienen permanentemente o tienden hacia el equilibrio, es decir en o hacia una
situación en la que ningún agente encuentra conveniente cambiar su posición y
forma de acción. En segundo lugar, se plantea la hipótesis de acuerdo a la cual
los mercados que actúan en forma libre y competitiva logran de manera
automática, en la medida en que los individuos buscan maximizar su propio
bienestar, una asignación óptima de los recursos económicos. En tercer lugar, se
propone la idea de que los mercados que funcionan sin ninguna intervención
generan una situación de armonía entre los participantes, ya que se trata de un
mecanismo en el que cada agente social logra por medio del intercambio libre y
voluntario una posición mejor a la que se daría en ausencia de dichos
intercambios. En este contexto la intervención del Estado en la economía resulta,
en el mejor de los casos, innecesaria.
La forma más acabada y actual de la corriente neoclásica está dada por el
llamado enfoque de los Nuevos Clásicos, quienes han llevado a un extremo las
tres ideas antes mencionadas. Este enfoque parte de un conjunto de hipótesis que
los lleva a plantear que el mercado resulta un mecanismo supereficiente en la
solución de los problemas económicos, mientras que la intervención del Estado en
los mismos no solo es impotente para resolver dichos problemas, sino que, por lo
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-19-
general, resulta contraproducente desde el punto de vista de los resultados
económicos.13 Para apoyar esta visión parte de varios supuestos:
• La presencia de agentes plenamente racionales, los cuales aprovechan
toda la información que tienen a su disposición. Esta última se considera
como simétrica, en el sentido de que todos los agentes poseen la misma
información.
• La presencia de expectativas racionales, de acuerdo a las cuales los
agentes económicos no cometen errores sistemáticos. 14 Aquí se postula
que la realidad económica es lo suficientemente estable, de manera que
es posible preveer el futuro en base al pasado, al menos en términos de
probabilidades bien definidas. Esto significa que están vigentes
condiciones en las que se cumple lo que Paul Davidson llama el axioma
ergódico. En estas circunstancias los agentes, al menos en promedio,
lograrán predecir acertadamente el futuro, siendo esta una característica
que abarcará cada vez una mayor proporción de los mismos, gracias al
funcionamiento de una especie de proceso darwiniano en el que la
experiencia lleva a que se descarten aquellos modelos predictivos que
generan errores sistemáticos. 15
• El costo del error lleva en la visión de Thomas J. Sargent, uno de los
creadores de este enfoque, a que los agentes racionales ajusten sus
preediciones a los patrones anteriores comprobados, dando lugar a que
los resultados efectivos no difieran sistemáticamente de las predicciones.
En este caso los intentos de las autoridades por mejorar las condiciones
económicas realizando, por ejemplo, una expansión monetaria pensando
13 Véase: Skildelsky, Robert, Op.cit, capítulo 2. 14 Véase: Begg, David K., La Revolución de las Expectativas Racionales en la Macroeconomía, F.C.E., México D. F., 1989. 15 Sargent, Thomas, Rational Expectations, mimeo, s/f, p.1
Introducción a la Economía, Juan Jované
20
que con esto se elevaría el gasto y la actividad económica, se verían
frustradas ya que los agentes simplemente entenderían que esto
generaría una inflación, lo que llevaría a que todos de manera inmediata
eleven sus precios y el nivel de actividad económica quedaría estable.
• Dentro de esta visión se supone, además, la llamada presencia de
mercados completos, es decir que es posible asegurarse contra cualquier
riesgo y que todos los mercados se equilibran instantáneamente. En estas
condiciones la presencia de agentes racionales lleva a un resultado
económico en el que los precios expresan la real escasez de los
elementos que se tranzan en el mercado y a un resultado óptimo en
términos de la eficiencia económica.16
• Para este enfoque los ciclos económicos, esto es los auges y las crisis
solo pueden ser el producto de choques que no se pueden preveer,
principalmente de tipo tecnológico, los cuales actúan sobre lo que puede
considerarse son las variables reales, en contraposición de las llamadas
variables monetarias o de valor. Esto es lo que se conoce como la teoría
del ciclo económico real.17
Para completar la exposición del enfoque neoclásico se debe señalar que en
términos de la problemática del medio ambiente los economistas de la corriente
neoclásica, cuando admiten el problema en sus análisis, lo cual no es
necesariamente la situación más común entre ellos, han venido interpretando,
aunque sea recientemente y a regañadientes, que los problemas relacionados a
los mismos no son más que la manifestación de lo que se conoce como fallas de
mercado, es decir de la presencia de externalidades en general y de
16 Optimo se entiende aquí en sentido de Pareto de que estamos en una situación en la que no existe
la posibilidad de mejorar la posición de un agente sin desmejorar la de otro u otros agentes. 17 Véase: Froyen, Richard, Macroeconomía. Teorías y Políticas, McGraw-Hill, Colombia, 1995,
capítulo 12.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-21-
externalidades negativas en particular, que, pese a todo, limitan la eficiencia de
los mercados. 18
Estas últimas se dan cuando un agente económico genera un costo efectivo que
no asume, sino que, por algún motivo lo traslada a otros agentes económicos que
si se ven obligados a cargarlo. Es así que en muchos casos, por ejemplo la lluvia
ácida, los productores de un bien o servicio producen una forma de contaminación
cuyo costo no asumen, de forma tal que el resto de la sociedad debe sufrir las
consecuencias de dichos costos. Se trata de situaciones, de acuerdo a esto, en la
que el costo privado resulta inferior al costo social.
Para estos economistas la superación de los problemas del medio ambiente no
precisa de una superación del mercado, ya que los mismos se pueden corregir por
un proceso de internalización de las externalidades, utilizando para tal fin
categorías mercantiles. Es así, por ejemplo que algunos autores, proponen la
utilización de los llamados impuestos Pigou, por medio de los cuales se le cobra
un impuesto por contaminación a las industrias que producen tales efectos. Aquí
lo que se busca es encarecer los bienes y procesos de producción contaminantes,
con lo que se espera que su demanda y su producción se vean reducidos,
lográndose de esta manera una mejora en las condiciones ambientales.
Algunos economistas de esta corriente optan por que se subsidien los procesos
tecnológicos menos contaminantes, mientras que otros, todavía más radicalmente
guiados hacia el mercado, proponen la aplicación del llamado teorema de Coase,
de acuerdo al cual basta y sobra con definir adecuadamente los derechos de
propiedad sobre cada recurso natural y servicio del ecosistema como para que los
problemas desaparezcan.
18 Van den Bergh, Jeorem C.J.M, Ecological Economics: Themes, Approaches, and Differences with Environmental Economics, Timbergen Institute Discussion Paper TI 2000-080/3, September
2000.
Introducción a la Economía, Juan Jované
22
1.3. Enfoque de Economía Política de Marx
El enfoque de la economía política puede ser entendido de una manera más
sencilla si se parte de algunas de las críticas que han surgido desde este campo
hacia la definición de Lionel Robbins. Es por eso que se escoge este punto de
partida para presentar este segundo enfoque.19
Una primera crítica que se realiza a la definición de Robbins se dirige al hecho
que la misma no parece referirse a un campo concreto de las acciones humanas,
ya que también podría, por ejemplo aplicarse al caso de un estudiante de la
Facultad de Economía que esté tratando de lograr repartir su tiempo, es decir su
recurso escaso, entre el estudio de las diversas materias, con el fin de maximizar,
por decir algo, su índice académico. También podría, de acuerdo a la formulación
original de Robbins, incluirse en el estudio de la economía la actividad de un
corredor de competencia, el cual estaría administrando su esfuerzo, es decir su
fuerza que es un recurso escaso, en cada fase de la carrera, con el fin de
maximizar sus resultados. Entre los primeros autores que realizaron esta crítica se
encuentra Paul M. Sweezy, quien al comentar la definición de Robbins propone
que la misma “parece ser más bien la definición de una ciencia de la conducta
humana en general”.20
Esta crítica, sumada a la idea de que los agentes económicos siempre actúan
racionalmente independientemente de la situación histórica concreta, también se
puede encontrar en Oscar Lange, quien ha sostenido que, a su juicio, la forma de
abordar la Economía que se desprende de la definición de Robbins lleva a la
introducción, equivocada por cierto, de la idea según la cual independientemente
del momento histórico, así como del contexto social que esto implica, los agentes
19 Se debe aclarar, sin embargo, que este enfoque es históricamente previo al neoclásico. 20 Sweezy, Paul M., Teoría del Desarrollo Capitalista, F.C.E., cuarta reimpresión, México, D. F.,
1970, p. 14.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-23-
económicos se comportan de acuerdo a lo que hemos llamado el modelo del
“homo economicus”. La posición de Lange al respecto queda claramente expuesta
cuando señala que:
“El comportamiento que se guía por el principio de la racionalidad económica es producto, por tanto, del desarrollo de las relaciones económicas. No se trata, pues, como equivocadamente afirman algunos autores y como veremos más adelante al tratar esta cuestión, de una propiedad universal de la actividad económica de los hombres. Todo lo contrario, durante un largo período de la historia de la humanidad, como ya hemos visto, la actividad económica se
realiza según un modo consuetudinario y tradicional”.21
Es de interés, antes de seguir adelante, señalar que Robbins buscó aclarar
posteriormente que el no entendía que la forma de actuar de las personas en
términos de los problemas de la escasez debería modelarse siempre en términos
de una conducta guiada hacia la maximización en condiciones de restricción. Así
en un artículo publicado en 1979 propone que:
“El hecho de que para algún propósito de análisis puro - por ejemplo un equilibrio walrasiano - sea útil asumir la racionalidad en el sentido de consistencia, seguramente no nos obliga, al menos desde mi punto de vista sobre nuestra materia, eliminar todas las situaciones que involucran a la
escasez que no estén de acuerdo con este supuesto”.22
Pese a esto subsiste el problema de que Robbins siempre mantuvo la idea de que
el problema esencial de la economía es la conducta humana en general, es decir
la de los individuos en cualquier condición que implique que existen fines múltiples
y medios escasos. En este sentido, pese a la aclaración, seguimos estando frente
a lo que parece ser una ciencia del comportamiento humano en general.
21 Lange, Oskar, Economía Política I, F.C.E, decimoquinta reimpresión, México, D. F., 1987,
p.154. 22 Robbins, Leonel, On Latisis´s Method an Appraisal in Economics a Review Essay, en Journal of Economic Literature, Number 3, Volume XVII, September 1979, p. 998. (traducción libre nuestra
J. J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
24
Tampoco existe en esta definición una formulación que permita pensar que la
forma que adquiere la conducta humana frente a la escasez está determinada o
al menos condicionada por circunstancias de tiempo y espacio, es decir del
contorno social en que la misma tiene lugar. Este, de acuerdo a sus críticos,
constituye el segundo gran problema de la teoría neoclásica, ya que para la
misma en las relaciones sociales no juegan ningún papel determinante básico
para entender el funcionamiento de la economía. En su enfoque el punto de
partida es el individuo aislado definido al margen de sus relaciones sociales, en el
que, además, la sociedad se considera, como se puede observar en cualquier
libro de microeconomía como una simple colección o suma de individuos.23
El hecho de que la versión neoclásica, mantiene la idea de que se puede avanzar
en el análisis económico sin introducir el tema de las relaciones sociales se puede
ejemplificar con la forma de análisis propuesta por Robert J. Barro en su texto de
macroeconomía. De acuerdo a este autor los elementos básicos para la
comprensión del funcionamiento de la economía se pueden encontrar en lo que el
mismo llama “la economía de Robinson Crusoe”. La visión concreta de Barro se
puede resumir de la siguiente manera:
“A fin de presentar con claridad esta interacción básica, empezamos con la estructura más sencilla posible, una economía de familias aisladas, cada una de las cuales se asemeja a Robinson Crusoe. En este escenario podemos analizar con facilidad las respuestas a los cambios en las oportunidades en términos de efectos riqueza y efectos sustitución. El ambiente primitivo de Robinson Crusoe contiene la esencia de los problemas de elección que surgen en economías de mercado complicadas. Por ello, los resultados principales de este capítulo siguen siendo válidos cuando ampliamos el análisis hecho en capítulos posteriores a
23 LA forma típica neoclásica de encontrar la demanda de mercado sumando horizontalmente la
demanda independiente de cada individuo puede encontrarse en Schotter, Andrew R.,
Microeconomía. Un enfoque moderno, Compañía Editorial Continental, S.A de C.V, México D. F.,
1996, p. 103 y 104.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-25-
situaciones con más parecido a la economía actual de Estados
Unidos”.24
La idea de que el enfoque básico de la economía implica privilegiar la observación
del comportamiento individual, sin una referencia explícita a las estructuras
sociales, llega a alcanzar a economistas que, aún cuando son críticos de algunas
posturas de la escuela neoclásica, se mantienen, en lo que se refiere a este
aspecto, dentro de los confines de la corriente principal. Es de esta manera que
Paul Krugman y Robin Wells proponen que:
“Todo asunto económico implica, a su nivel más básico, la elección individual – decisiones por un individuo de que hacer y que no hacer. De hecho, se puede decir que no es economía
si no es sobre elección”.25
A partir de lo anterior se hace más clara la crítica principal que surge desde el
campo de la Economía Política hacia la definición de Economía de la visión
neoclásica y de la de llamada Corriente Principal en general. Se trata de una
posición que destaca que el enfoque bajo análisis no toma en cuenta el hecho de
que los comportamientos de los agentes económicos, así como la forma en que
se le da respuesta a los problemas económicos, no pueden ser entendidos al
margen de las relaciones sociales específicas en la que los mismos se encuentran
inmersos. Es por esto que Paul Sweezy al referirse a la doctrina de Robbins
señala que:
“El punto que nos interesa subrayar es que la construcción de este aparato conceptual está proyectada para superar cualquier juego particular de relaciones sociales. En consecuencia, estas últimas entran en el cuadro solo incidentalmente, como si dijéramos, y al plano de la aplicación.
Decimos incidentalmente porque no es forzoso que entren”.26
24 Barro, Robert J., Macroeconomía, McGraw Hill, México D.F., 1994, p. 27 25 Krugman, Paul and Wells, Robin, Microeconomics, Worth Publisher, Canada, 2004, p. 6. 26 Sweezy, Paul M., op.cit., 15.
Introducción a la Economía, Juan Jované
26
El enfoque de la Economía Política, sobre todo en la versión desarrollada por
Marx, se diferencia claramente de la visión de Robbins, para quien el sistema
económico debería entenderse como una “serie de relaciones interdependientes
aunque conceptualmente discretas entre hombres y bienes económicos”27. Esta,
a diferencia del enfoque neoclásico y los otros componentes de la corriente
principal, hace énfasis en el estudio de las relaciones sociales de producción y
distribución, entendiendo que estas son elementos centrales para la comprensión
adecuada del funcionamiento de la economía. Una versión, ampliamente citada,
de esta posición se puede encontrar en las siguientes reflexiones de Federico
Engels:
“La economía política, en el sentido amplio de esta palabra, es la ciencia de las leyes que rigen la producción y el intercambio de los medios materiales de vida en la sociedad humana..... Las condiciones en las cuales los hombres producen e intercambian lo producido varían con cada país y, dentro de este con cada generación. Por eso, la economía política no puede ser la misma para todos los países y las épocas
históricas.”28
Sin entrar a exponer el tema en toda su extensión, lo cual se hará en un capitulo
posterior, es conveniente señalar que la Economía Política Marxista hace parte
del todo más amplio que es el Materialismo Histórico, que constituye la hipótesis y
el método central del pensamiento de Marx. Así mismo se debe señalar, en primer
lugar, que el mismo busca constituirse como una forma de comprensión de las
transformaciones sociales. Su objetivo es el estudio del origen, desarrollo y
transformación de las diversas formas de sociedad observadas en la historia.
Esto explica porque la Economía Política no solo se interesa por el estudio de las
relaciones sociales de producción y distribución, sino que entiende que lo más
importante es el estudio de su movimiento y dinámica y, por tanto, de su cambio.
Esta posición es explícita en el caso de Carlos Marx, quien en el prólogo a la
27 Robbins, Leonel, citado por Sweezy Paul M., Ibidem, pp. 14 y 15. 28 Engels Federico, Anti-Düring, Editorial Pueblo y Educación, primera reimpresión, La Habana,
1970, p. 179.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-27-
primera edición de El Capital afirma que “la finalidad última de esta obra es, en
efecto, descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad
moderna”.29
El interés de Marx, conviene insistir, no se limita a las relaciones sociales
estrictamente económicas, sino que abarca el análisis de las relaciones políticas e
ideológicas y sobre todo de su relación con las primeras. A esto se debe agregar,
sin embargo, que para Marx las relaciones económicas, pese a todo, juegan un
papel central en la explicación de la dinámica social y de las interacciones entre
las diversas esferas de la sociedad, que Marx llama la superestructura. Es así que
en su Prólogo a la Contribución de la Economía Política Marx propone que:
“Mis investigaciones dieron este resultado: que las relaciones jurídicas, así como las formas de estado, no pueden explicarse ni por sí mismas, ni por la llamada evolución general del espíritu humano; que se originan más bien en las condiciones materiales de existencia que Hegel, siguiendo el ejemplo de los ingleses y franceses del siglo XVIII, comprendía bajo el nombre de »sociedad civil«; pero que la anatomía de la
sociedad civil hay que buscarla en la economía política”.30
Para la corriente que ahora nos interesa presentar en forma preliminar, las
relaciones económicas no son una simple invención de la mente humana, tal
como por ejemplo lo propone Friedrich Hayeck, sino que las mismas serían
objetivas e independientes de la voluntad humana, en la medida de que estas
corresponden al nivel alcanzado por las fuerzas productivas de la sociedad, es
decir por la productividad de su trabajo. Entre fuerzas productivas y relaciones
sociales de producción existe una relación dialéctica, de acuerdo a la cual estas
últimas durante algún tiempo facilitan el desarrollo de las primeras, pero a final de
cuentas se convierten en una traba para las mismas. Es en estas circunstancias
que se abre el período revolucionario. De acuerdo a Marx:
29 Marx, Carlos, El Capital, tomo 1, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980, p. xi 30 Marx, Carlos, Prologo a la Contribución de la Economía Política, Op.cit, p. 11 y p. 12.
Introducción a la Economía, Juan Jované
28
“De formas evolutivas de las fuerzas productivas que eran, estas formas se convierten en trabas de estas fuerzas. Entonces se abre una época de revolución social. El cambio que se ha producido en la base económica transforma más o
menos lenta o rápidamente la colosal superestructura”31
A diferencia del enfoque neoclásico que considera al sistema económico vigente
como un sistema armónico y guiado hacia el equilibrio, la visión de la Economía
Política Marxista, tal como se hace evidente en lo anterior, lo concibe como un
sistema profundamente contradictorio, entendiendo además que el cambio opera
por medio de las contradicciones. Estas, a su vez, se manifiestan en la práctica a
través de la lucha de clases. Esto se evidencia en la forma en que Marx y Engels
inician el Manifiesto Comunista:
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada una veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de
toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna”32.
En términos concretos la posición de la Economía Política Marxista llega a la
conclusión de que el actual modo de producción llevará a la generación de
contradicciones crecientes, las cuales, tarde o temprano, llevarán a su derrumbe y
sustitución por una forma de producción socialista. Es en este sentido que Marx y
Engels aseguran que:
“El progreso de la industria, del que la burguesía, incapaz de oponérsele, es agente involuntario, sustituye al aislamiento de los obreros, resultante de la competencia, por su unión revolucionaria mediante la asociación. Así el desarrollo de la gran industria socava bajo los pies de la burguesía las bases sobre las que ésta produce y se apropia de lo producido. La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su
31 Ibidem, p. 12. 32 Marx, Karl y Engels, Friedrich, Manifiesto Comunista, Editorial Debate, Madrid, 1998, p.13.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-29-
hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente
inevitables”.33
A esta altura de la exposición, volviendo nuevamente a la definición de Economía
Política de Engels, no debe resultarle difícil al lector comprender que para el
enfoque que ahora analizamos las categorías económicas deben entenderse
como una expresión de las relaciones sociales vigentes, por lo que las mismas
tienen una dimensión estrictamente histórica.34 Así, por ejemplo, el capital no se
entiende simplemente como un sinónimo de los bienes de capital, o como una
simple suma de dinero, se entiende como una relación especifica entre la clase de
los asalariados que venden su fuerza de trabajo a los capitalistas, quienes la
explotan. Este enfoque significa, además, que las propias leyes de la economía
tienen una dimensión histórica definida y que las que caracterizan a determinadas
formas de producción son, necesariamente, diferentes a las que caracterizan otras
distintas.
En relación al acuciante problema del ambiente, diversos autores vinculados con
el pensamiento de Marx han insistido en las posibilidades que tiene el enfoque
para la comprensión de estos problemas. Uno de los resultados de estos
esfuerzos se encuentra en el enfoque de James O’Connor para quien si bien Marx
no habría abordado el tema con suficiente énfasis y claridad, si resulta posible
desarrollar su pensamiento para generar lo que el llama concepto de la segunda
contradicción del capital, es decir una noción que enfatiza la creciente
contradicción entre la tendencia del capital a expandirse incesantemente y la
conservación y reproducción del medio ambiente.
Se trata para el autor de una contradicción que, además, podría llevar a generar
una crisis en el propio proceso de crecimiento y acumulación del capital, por una
33 Ibidem, p. 42. 34 Véase: Korsch, Karl, Carlos Marx, ABC, S.L., 2004, p. 27 a p. 38.
Introducción a la Economía, Juan Jované
30
vía distinta a las crisis que se generan por la contradicción entre la acumulación
progresiva y la falta de capacidad adquisitiva de la población asalariada, es decir
la primera contradicción. Esta crisis económica generada por los crecientes
problemas ambientales provocados por el capital se debería entender como una
crisis de subacumulación, vinculada con la mayor escasez de los elementos
materiales que permiten el proceso de producción y acumulación de capital,35
mientras que las crisis tradicionales provocadas por el faltante de capacidad
adquisitiva de los trabajadores constituye una crisis de sobreacumulación. O’
Connor, sin embargo, postula que ambas formas de crisis se influyen
mutuamente.36
Es conveniente establecer que pese a vincularse con el pensamiento de Marx la
posición que ahora nos ocupa se entiende a si misma como distinta a lo que sería
el marxismo tradicional. Es así que James O’ Connor propone que:
"El “socialismo ecológico” sería diferente al que imaginaron los marxistas tradicionales; primero, porque desde la perspectiva de las condiciones de producción la mayoría de las luchas tienen fuertes dimensiones particularistas, a veces “anticapitalistas románticas, y por ende son “defensivas” más que “ofensivas”; y segundo, por que se ha hecho obvio que gran parte de la tecnología capitalista y muchas de sus formas de trabajo, así como la ideología del progreso material, se han convertido en parte del problema, no de la solución. En síntesis no puede haber una sino dos “vías al socialismo” o, para ser más precisos, dos tendencias que, en conjunto llevan a una socialización mayor (aunque históricamente reversible) de las fuerzas productivas, las relaciones de producción, las condiciones de producción, y las relaciones sociales de la
producción y reproducción de estas condiciones”.37
35 Para James O’ Connor la naturaleza desde el punto de vista de la producción puede ser
conceptualizada en base a lo que Marx llamo las condiciones de producción, por lo que él entiende
que son elementos que son imprescindibles para el proceso de producción capitalista pero que no
están regidos por la ley del valor. Esta visión de las cosas esta explícitamente vinculada con la idea de
las mercancías ficticias de Karl Polanyi. 36 O’Connor, James, Causas �aturales. Ensayos de Marxismo Ecológico, F.C.E., México, D.F.,
2001, capítulo 8. 37 Ibidem, p. 197.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-31-
Esto, pese a todo, nos lleva a una importante diferencia entre el análisis marxista
y la corriente que ahora analizamos, la cual se conoce como la del “socialismo
ecológico”. Esta, como se puede percibir en la cita anterior, propone que cuando
se plantean los problemas ecológicos el agente principal del cambio no seria el
proletariado clásico, sino que este papel lo pueden jugar los movimientos que
luchan por la defensa de las llamadas condiciones de producción, que para ellos
son condiciones de vida (medioambiente, salud, educación, condiciones urbanas y
equidad de género). Esta posición está bastante claramente delineada en el
pensamiento de Martin O’Connor, quien es otro de los iniciadores de la corriente
que ahora nos ocupa.38 Una visión relativamente similar pero más guiada hacia
los llamados países en desarrollo se puede encontrar en los planteamientos de
Joan Martínez Alier.39
Una visión alternativa a la de James O’Connor se puede encontrar en los trabajos
de John Bellamy Foster, Paul Burkett, Brett Clark y Richard York, quienes
desarrollan un conjunto de reflexiones importantes sobre la visión de Marx sobre
el medio ambiente, cuyos aspectos más importantes son objeto de comentario en
lo que sigue del presente acápite. Estos autores, antes que nada destacan un
conjunto de aspectos cruciales, sobre el sistema capitalista, los cuales se pueden
postular de la siguiente manera:
• La relación metabólica, es decir de intercambio, entre los hombres y la
naturaleza es de carácter social, por lo que su lógica está determinada por
el tipo de relaciones sociales específicas en que se desarrolla el proceso
de trabajo.40
38 O’Connor, Martin, The Material/Communal Conditions of Life, en mimeo, s/f. 39 Martínez – Alier, Joan, The Environmentalism of the Poor. A Study of Ecological Conflicts and Valuation, Edward Elgar, Great Britain, 2002. 40 Véase: Foster, John Bellamy, La Ecología de Marx. Materialismo y naturaleza, El Viejo Topo, España, 2000.
Introducción a la Economía, Juan Jované
32
• El sistema capitalista es un sistema cuyo objetivo último no es la
producción de valores de uso (bienes y servicios con capacidad de
generar satisfacción, sino la generación de ganancias (plusvalía) y su
creciente acumulación. Es un sistema, por tanto, que tiende a un
crecimiento ilimitado dentro de un medio ambiente que es finito.41
• El capital, es decir las clases explotadoras, ejercen en la producción una
apropiación gratuita de la naturaleza, la que queda subordinada al objetivo
de valoración del capital.42 Esto significa que las llamadas situaciones de
externalidades que se comentaron al analizar el problema ecológico
desde el punto de vista de la corriente neoclásica no son considerados
aquí como una anomalía del sistema. Se consideran como una forma
común y extendida del mismo.
• De lo anterior resulta que el desarrollo del sistema capitalista ha
terminado por generar una gran crisis global del medio ambiente, la cual
se estaría acelerando de manera peligrosa.43
Avanzando en la exposición se debe destacar que Foster, en su libro titulado, La
Ecología de Marx44, propone que Marx, en base a su método materialista
dialéctico, estaba plenamente conciente de la relación metabólica entre la
producción y el medio ambiente. Teniendo en cuenta que la relación entre la
producción y la Naturaleza se concreta y determina por el contenido de las formas
sociales de producción, dando lugar a un proceso de coevolución, sostiene que
Marx habría desarrollado un concepto clave para la comprensión de las
41 Veáse: Foster, John Bellamy, The Ecological Revolution. Making Peace with the Planet, Monthly Review Press, New York, 2009. 42 Véase: Burkett, Paul, Marx and �ature. A Red and Green Perspective, St. Martin Press, New
York, 1999, 43 Véase: Clark, Brett y York, Richard, Rift and Shifts. Getting to the Roots of Environmental Crisis, Monthly Review, November 2008. 44 : Foster, John Bellamy, La Ecología de Marx. Materialismo y �aturaleza, Op.cit.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-33-
contradicciones entre el desarrollo del capitalismo y el medio ambiente. Este
concepto es el de ruptura metabólica, de acuerdo al cual la separación de los
productores directos de los elementos de la naturaleza (tierra) y las tendencias
expansivas del capital genera una ruptura del necesario metabolismo entre la
sociedad y la naturaleza, con el consecuente deterioro del medio ambiente.45
El caso clásico aquí sería el de la producción capitalista masiva de bienes
agropecuarios con métodos mecanizados los cuales son comercializados en las
ciudades. Esto significa que si bien en las sociedades previas al capitalismo se
producía para el consumo en el propio lugar, lo que aseguraba que los desechos
volvían a la tierra manteniendo el ciclo de la materia y asegurando el
mantenimiento de la fertilidad de la tierra, esto no ocurría en el capitalismo, Aquí
los elementos de la tierra se incorporan al producto que se vende a larga
distancia, rompiendo así el ciclo que aseguraba la fertilidad natural de la tierra,
mientras que su consumo personal o productivo genera en las ciudades residuos
y desechos que producen una creciente contaminación en las mismas.
Una segunda idea central la introducen Brett Clark y Richard York bajo el
concepto de desplazamiento.46 Ellos llaman la atención sobre el hecho de que si
la función básica del capital es la de generar beneficios y acumularlos
incesantemente, entonces los problemas ecológicos, por ejemplo los vinculados al
agotamiento, simplemente son concebidos como barreras temporales que deben
ser superadas, lo cual se logra no resolviéndolos sino por medio de un movimiento
de desplazamiento que los agrava o genera otros nuevos. Siguiendo el ejemplo de
Marx puede verse que el agotamiento de las tierras por la producción capitalista
llevó a la apertura de nuevas tierras, las cuales también sufrieron un proceso de
agotamiento. Más allá de los simples desplazamientos geográficos, también
aparece un desplazamiento cualitativo, es decir modificaciones en los procesos
45 Véase : Ibidem, capítulo 5. 46 Clark, Brett y York, Richard, Op.cit.
Introducción a la Economía, Juan Jované
34
productivos que si bien resuelve, al menos temporalmente los problemas de la
acumulación de capital, generan nuevos problemas ecológicos. Es así, para
mantenernos en el ejemplo que se ha venido desarrollando, que los problemas de
fertilidad decreciente se pasan a resolver con la aplicación masiva de abonos, los
cuales crean nuevos problemas, entre los que se pueden mencionar la
contaminación de las aguas y sus efectos negativos sobre la biodiversidad.
De lo anterior, en tercer lugar, se infiere que los crecientes procesos de ruptura
metabólica, empujados por los procesos de desplazamiento que les son
inherentes al modo de producción capitalista han terminado por generar una
profunda crisis ecológica, la cual, dado los procesos de retroalimentación
inherente en el funcionamiento de los ecosistemas, amenaza con convertirse en
catastrófica. La forma más tangible y divulgada de esta crisis sería el fenómeno
del cambio climático, aún cuando esta no sería su único contenido y
manifestación.47
A lo anterior se debe agregar que tanto Foster como Burkett sostienen que lo
principal no es que el deterioro del medio ambiente generado por el capitalismo,
tal como lo afirma James O’ Connor, pueda producir una crisis económica que
dificulte su proceso de acumulación de capital, sino que este proceso tiende a
deteriorar las propias condiciones de existencia de la población trabajadora, lo
cual genera resistencia y la posibilidad de un desarrollo guiado hacia la
superación del sistema.48 Estos autores, a diferencia de los que plantea la
escuela de socialismo ecológico, siguen sosteniendo la posición de acuerdo a la
cual los trabajadores asalariados constituyen el sujeto principal de la
transformación del sistema, aún cuando no niegan para nada la importancia de
que otros agentes también participen en dicho proceso de cambio, afirmando,
47 Véase: Foster, John Bellamy, The Ecological Revolution, Op.cit, Part One: The Planetary Crisis. 48 Burkett, Paul, Marxism and Ecological Economics. Toward a Red and Green Political Economy, Brill, Historical Materialism Book Series, Netherlands, 2006.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-35-
además, que la acción de los trabajadores asalariados debe desarrollarse tanto a
nivel de la economía como de las comunidades.
En un artículo escrito a principios del 2010, Foster llega a afirmar, retomando una
idea de Paul Sweezy, que el inicio de la transformación se originará en la llamada
periferia del sistema, donde las condiciones económicas, sociales y ecológicas de
los trabajadores y la población en general son muy difíciles. Sin embargo en su
artículo Foster también concluye que el avance hacia un nuevo modo de
producción y sociedad sostenible no será finalmente posible si el proceso de
cambio, a partir del primer impulso aquí señalado, no se traslada y triunfa en los
países más desarrollados que constituyen el centro del sistema.49
Para completar la discusión del tema que nos ha venido ocupando vale la pena
mencionar que el conjunto de autores cuyo pensamiento estamos exponiendo
guardan serias dudas en torno a la idea de que la tecnología, como plantean
algunos autores de otras corrientes, pueda operar como una simple deux et
machina para solucionar los problemas del medio ambiente. Esta posición, que
en general coincide con la propuesta por la corriente de la llamada Economía
Ecológica, se basa, en primer lugar, en la idea de que muchas veces las
soluciones tecnológicas dentro del modo de producción, tal como lo demuestra la
llamada Paradoja de Jevons, no hacen más que profundizar la problemática.50
A esto se suma la idea de que difícilmente pueda darse una desmaterialización
significativa del proceso productivo, ya que la marcha de la expansión del sistema
generado por la acumulación de capital tiende a eliminar los efectos que en esa
dirección pueda introducir el cambio tecnológico. Finalmente, como resulta lógico,
se debe tener en cuenta la natural resistencia del capital para asumir los costos
que impliquen la introducción de las tecnologías más sostenibles.
49 Foster, John Bellamy, Why Ecological Revolution?, Monthly Review, January 2010. 50 Véase: Foster, John Bellamy, The Ecological Revolution, Op.cit, capítulo 6: The Jevons Paradox.
Introducción a la Economía, Juan Jované
36
1.4. El Punto de Vista del Institucionalismo
El enfoque institucionalista, sobre todo en su versión original tal como lo
propusieron, pese a sus importantes diferencias, Thorstein Veblen, John
Commons y Wesley Clair Mitchell, muestran un conjunto de elementos que lo
acercan, manteniendo sus especificidades, al enfoque de la economía política.
Esto queda claro si se tiene en cuenta el hecho de que este enfoque se distingue
sobre todo por la idea de que las instituciones juegan un papel central en los
resultados y el devenir de los fenómenos económicos, por lo que su estudio es
central al tema de la economía. Es este rasgo el que lleva a que el Diccionario de
Economía del MIT defina la escuela institucionalista en los siguientes términos:
“un tipo de análisis económico que enfatiza en el papel de las instituciones y las
organizaciones económicas en la determinación de los eventos económicos”.51
La idea básica que se maneja en este caso, es que las instituciones deben
entenderse como un conjunto de reglas de juego que guían las acciones de los
individuos y los colectivos en determinada dirección. Es así que John Commons
las define bajo el nombre de acción colectiva en la siguiente forma:
“La acción colectiva incluye todo el rango que va desde la forma de costumbres no organizadas, hasta la de los elementos organizados, tales como la familia, la corporación, la asociación de intercambio, el sindicato, el sistema de reserva, el Estado. El principio común de todas estas es el mayor o menor control, liberación o expansión de la actividad
individual por la acción colectiva”.52
Esta forma de entender las instituciones se mantiene, pese a su notorio
acercamiento a la llamada corriente principal, en el llamado Nuevo
51 Pearce, David, The MIT Dictionary of Modern Economics, The MIT Press, third printing,
Cambridge, Massachusetts, 1995. 52 Commons, John, Institutional Economics, American Economic Review, Vol. 21 (1931), p.
648.(traducción libre nuestra)
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-37-
Institucionalismo, donde se destaca el hecho de que las instituciones organizan de
una forma determinada la estructura de incentivos y, por esta vía, guían en
determinado sentido la acción de las personas. Es así que de acuerdo a Douglas
C. North:
“Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son la limitaciones ideadas por el hombre, que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político,
social o económico”.53
Una vez que se ha introducido la idea de las instituciones, se debe enfatizar que
entre las características de algunas vertientes del institucionalismo, tal como se
puede observar en el pensamiento de John Commons, está en la importancia que
las mismas le dan a las formas de propiedad, es decir la estructura de los
derechos sobre los elementos escasos, como instituciones concretas, las cuales
juegan un papel central en la forma en que opera la economía. Es sobre esta base
que, privilegiando la esfera de la política, el enfoque se acerca al estudio del
Estado, el Derecho y las relaciones de poder, como elementos centrales para la
comprensión de los fenómenos económicos. Esta característica del enfoque que
ahora nos ocupa es destacada por Bruce E. Kaufman cuando reflexiona en los
siguientes términos:
“La economía institucional, en la otra mano, es inevitablemente economía política por que se enfoca en el nexo entre la ley y la economía, el papel central del estado en formar y hacer cumplir el régimen legal, y en como las reglas de juego determinadas políticamente afectan el comportamiento y los resultados económicos (y viceversa). ………………………………………………………………….
Dado en el enfoque sobre las reglas, el poder (…) es también un elemento central en la economía institucional, tal como lo es en la sociología económica…. A final de cuentas, por tanto, es el poder político, no las fuerzas impersonales de la oferta y la demanda, quien determina los intereses de quienes cuentan
53 North, Douglas, Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico, F.C.E, primera
reimpresión, México, D. F., 1995, p. 13.
Introducción a la Economía, Juan Jované
38
en la economía y quien se apropia de los beneficios y quien
carga con los costos de la actividad económica (…)”.54
Otra vertiente del institucionalismo, como es el caso de Veblen, hacen un especial
énfasis en la tecnología y su desarrollo como elemento central para explicar la
evolución de las instituciones y de la economía. En este caso, al igual que en
Marx, se trata de una contradicción, pero a diferencia de este la misma opera
fundamentalmente en la esfera ideológica, donde para Veblen residen una parte
fundamental de las instituciones. Erick Roll resume esto en los siguientes
términos:
“La tecnología, al cambiar el modo de ejecutar las operaciones materiales de la vida, hace anticuados ciertos hábitos y modos de pensar (instituciones) y estimula la creación de otros nuevos. Reside en esto una causa poderosa de conflicto, no diferente del conflicto que existe entre las ‘fuerzas de la producción’ y ‘las relaciones sociales de producción’ de la teoría marxista, si bien, como hemos visto, situado en la esfera
ideológica”.55
Resulta claro, entonces, que de manera similar al enfoque de la Economía Política
los economistas institucionalitas en general adoptan un enfoque dinámico en
relación al análisis económico, entendiendo que el devenir y el desempeño
diferencial de las economías están influidos de manera central por el proceso de
evolución de las instituciones.56 La idea que dicha evolución se de en un ámbito
de profundas contradicciones sociales es un elemento, tal como se señaló, bien
definido en el pensamiento de Veblen. En este se insiste en una visión según la
cual las nuevas instituciones son un producto que surgen de las viejas
instituciones, en un proceso en que las primeras desafían a las segundas, dando
lugar a un proceso de resistencia, de forma tal que las instituciones existentes
54Kaufman, Bruce, The Institutional Theory of John Commons: Foundation for a Heterodox Labor Economics, Andrew Young School of Policy , Georgia State University, Studies, Research Paper Series, Working Paper 06-02, February 2006., pp. 22 y 23. (traducción libre nuestra J.J.) 55 Roll, Eric, Historia de las Doctrinas Económicas, F:C.E., tercera reimpresión, México, D.F.,
2003, p. 408. 56 North, Douglas C., op.cit, p. 13.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-39-
nunca están plenamente de acuerdo con los requerimientos del presente. Más
aún, de acuerdo a esta escuela, aquellos que tienen “intereses creados” en el
viejo régimen realizan todos los esfuerzos que pueden para mantener las antiguas
instituciones, aún cuando estas no se ajusten a las nuevas circunstancias. De
hecho Veblen realizó una dura crítica contra las llamadas clases ociosas, entre los
que incluía a los llamados “empresarios ausentistas”, quienes, a su juicio, más
bien vivían de la comunidad industrial que dentro de esta.57
Si bien es cierto que existen un conjunto de similitudes entre el enfoque de la
economía política y el del institucionalismo, no es menos cierto que también
existen notables diferencias entre estas dos escuelas. Sin intentar agotar el tema
resulta útil agregar algunas a la que anteriormente se discutió:
En primer lugar, para los institucionalistas y principalmente para Veblen, las
instituciones son principios de acción estables, las cuales son fenómenos,
básicamente, de la esfera de las ideas más que de la esfera material. En realidad
para Veblen las instituciones son parte de lo que Marx considera la
superestructura, es decir “complejos de ideas religiosas, estéticas, literarias y
otras”.58
En segundo lugar, en la vertiente de John Commons, la visión institucionalista no
se mueve necesariamente hacia una transformación radical del sistema. Es así
que, tal como lo ha subrayado B. E. Kaufman, Commons pensaba que el
capitalismo era el mejor de los sistemas disponibles, dado que el mismo, a su
juicio, promueve la eficiencia, la innovación y la libertad personal, mejor que
cualquiera de los sistemas disponibles. Sin embargo, Commons también pensaba
que dado que el sistema capitalista también está sujeto a fallas de mercado, fallas
57 Ver: Veblen, Thorstein, Teoría de la Clase Ociosa, F.C.E., primera reimpresión de la segunda
edición, México, D. F., 1992. 58 Roll, Eric, Op.cit, p. 405.
Introducción a la Economía, Juan Jované
40
de coordinación, así como la generación de injusticia social y formas de
desperdicio e inequidad, era necesario reformarlo, por la vía de la aplicación de
políticas públicas adecuadas, para lograr su preservación y la consecución del
bienestar social.59 En esto Commons, como quedará claro más adelante, se
acerca más al pensamiento de la llamada síntesis neoclásica de Paul Samuelson.
Dentro del pensamiento institucionalistas, que tiene una visión claramente
histórica - evolucionista, la trayectoria temporal de las instituciones y el sistema
económico no llevan siempre o necesariamente una trayectoria ascendente, ni
aún en el largo plazo. Por el contrario es posible la presencia de notables
regresiones. Esta forma de ver el mundo se encuentra claramente consignada en
el pensamiento de Veblen quien, como se verá con más en detalle en otro
capítulo, pensaba que la evolución en su tiempo llevaría hacia una forma de
república industrial, basada en la lógica de la tecnología moderna (mecánica) o
hacia un retroceso total hacia una especie de feudalismo. De acuerdo a Eric Roll
los últimos escritos de Veblen mostraban una especie de desesperanza producida
por la convicción de que el retroceso era el escenario más factible.60
La tercera diferencia a que se puede hacer referencia, está dada por el hecho de
que algunos, aunque no todos,61 los autores institucionalistas piensan que el
enfoque neoclásico es en alguna forma complementario al propio, aun cuando
llaman la atención sobre las fallas y contradicciones del enfoque tradicional. Esa,
de acuerdo, a B. K. Kaufman, habría sido la posición de J Commons.62 Esta
forma de ver las cosas resulta ser la dominante en el caso de la corriente del
Nuevo Institucionalismo, tal como se desprende de la manera en que Douglas C.
59 Kaufman, Bruce E., op.cit, p. 16 y p.53. 60 Roll, Eric, Op.cit,, p. 411. 61 En el tercer capítulo de este texto queda claro que esta no es la posición de Thorstein Veblen, quien
siempre mantuvo una posición profundamente crítica hacia la economía neoclásica. 62 Kaufman Bruce E., op.cit, p. 5.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-41-
North aborda el análisis económico en el primer capítulo de una de sus más
importantes obras:
“Voy a utilizar un modelo neoclásico sencillo para enfocar los aspectos de los resultados del producto total y el producto per capita. Para explicar tanto la distribución del ingreso como la estructura de una economía, debemos, sin embargo, extender
la teoría más allá de los límites neoclásicos tradicionales”.63
Esta opción de el Nuevo Institucionalismo, junto a su renuncia tácita a realizar un
análisis de conjunto de los sistemas, manteniéndose en el ámbito de los estudios
más bien parciales y de plazos relativamente modestos en términos históricos,64
pueden ser parte de la explicación de cómo este enfoque, a diferencia del llamado
Viejo Institucionalismo, tienen una visión poco crítica y más bien favorable en
torno al actual sistema económico.65
Desde la perspectiva del medio ambiente, algunos autores han venido llamando la
atención sobre el hecho de que Veblen mantuvo una importante preocupación por
los problemas del medio ambiente, entendiendo que estos eran el resultado del
desarrollo del sistema capitalista. Sin intentar agotar el tema en este capítulo se
puede destacar que en un interesante artículo titulado “Thorstein Veblen Pionero
de la Sociología Ambiental”, Ross R. Mitchell destaca como Veblen realizó un
profundo análisis sobre el impacto ambiental del desarrollo capitalista de la época
destacando temas tales como el efecto del consumo conspicuo generalizado, la
63 North, Douglas C., Structure and Change in Economic History, W. W. Northon & Company
New York, 1981, p. 3. (traducción libre nuestra) 64 De acuerdo a Oliver Williamson la mayor parte del trabajo se hace en el nivel 3, es decir donde se
sitúan las instituciones de gobernabilidad. El período de la frecuencia de cambio se da aquí, de
acuerdo a este autor, en períodos de entre uno y diez años. Véase: Williamson, Oliver, The �ew Institutional Economics: Taking Stock, Looking Ahead, en Journal of Economic Literature Volume
XXXVIII, Number 3, September 2000. 65 “…, a diferencia de los institucionalistas de antaño, el grupo actual se inclina hacia el eclecticismo.
Los nuevos economistas institucionales recurren a la microteoría y, en su mayoría, consideran lo que
hacen más un complemento que un sustituto del análisis convencional”. Williamson, Oliver,
Mercados y Jerarquías: Su Análisis y Sus Implicaciones Antritrust, F.C.E., México, D. F.; 1991, p. 17.
Introducción a la Economía, Juan Jované
42
sobreexplotación indiscriminada de los recursos naturales y el uso inadecuado de
la tecnología.66
En la Economía del Medio ambiente y los Recursos Naturales67 se entiende que
las instituciones juegan un papel en la medida que ellas estructuran incentivos, los
cuales dada la búsqueda de los agentes por maximizar su bienestar, lleva a
determinadas formas de acción concreta que pueden beneficiar o dañar el medio
ambiente.68 Se trata de un enfoque que se acerca al neoinsitucionalismo, aún
cuando no se corresponde completamente con el mismo, ya que este último,
como se verá más adelante, no comparte la idea de un agente económico que
actúa con racionalidad perfecta.
1.5. Keynes y los Keynesianos
En una posición relativamente similar a la de los institucionalistas clásicos, el
pensamiento de Keynes se caracteriza por la idea de que el actual sistema es
capaz de generar importantes contradicciones y situaciones críticas, a la vez que
también considera que no hace falta transformar todo el sistema para superar
dichas fallas. 69 Se trata de una similitud que ha sido puesta en evidencia por
Osvaldo Sunkel al argumentar que tanto los keynesianos como los
institucionalistas mantienen enfoques que “son de índole reformista y no
66 Mitchell, Ross E., Thorstein Veblen Pioneer in Environmental Sociology, Organization &
Environment, December 2001. 67 Este enfoque no se debe confundir con la visión de la Economía Ecológica que se estudia más
adelante. 68 Field, Barry C., Economía Ambiental. Una introducción, McGraw–Hill, Colombia, 1995, p. 5. 69Algunos autores, como es el caso de Bruce E. Kaufman, consideran a John M. Keynes como un
economista que se encuentra en el campo del institucionalismo. Véase: Kaufman, Bruce E., op.cit., p. 10.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-43-
revolucionaria”. De acuerdo a los mismos, “el capitalismo, como sistema, debe ser
refrendado, controlado y orientado, pero no abolido”.70
En relación a Keynes se puede decir que él mismo entendió la Economía como
“una rama de la lógica: una forma de pensar”.71 Esta, concretamente, es “una
ciencia de pensar en términos de modelos unida al arte de escoger modelos que
sean relevantes para el mundo contemporáneo”.72 De acuerdo a esto último, para
que el pensamiento en forma de modelos sea efectivo deberá acompañarse de
una permanente y constante actitud de “observación vigilante sobre el
funcionamiento de nuestro sistema”.73
En resumen, la Economía, de acuerdo a esta manera de ver el problema, sería
más un método que una doctrina, una forma de pensamiento que ayuda, por
medio de la formulación de modelos, a quien lo practica a obtener conclusiones
correctas sobre problemas contemporáneos relevantes.74 En referencia al tipo de
problemas que trata la economía los conocidos autores keynesianos Joan
Robinson y John Eatwell destacan en la introducción a su libro “Economía
Moderna” algunos de los temas que pueden ser objeto del análisis económico: el
origen de la riqueza; los determinantes de los beneficios (ganancias); los precios
de las mercancías y los problemas vinculados al valor de las mismas; la demanda
global o efectiva y su determinación.75
70 Sunkel, Osvaldo, Institucionalismo y Estructuralismo, en Revista de la CEPAL, N0 38, Santiago
de Chile, Agosto de 1989, p. 150. 71Keynes, John Maynard citado por Davidson, Paul, John Maynard Keynes, Palgrave McMillan,
Great Britain, 2009, p. 18. (traducción libre nuestra J.J.) 72 Keynes, John, Maynard citado por Skidelsky, Robert, Op.cit, p. 58. (traducción libre nuestra J.J.) 73 Keynes, John Maynard citado por Davidson, Paul, OP.cit, 18. (traducción libre nuestra J.J.) 74 Para ayudar al lector en la comprensión del enfoque se puede decir que por modelo se entiende una
representación simplificada de la realidad que, sin embargo, capta sus rasgos esenciales de
funcionamiento. 75 Robinson, Joan y Eatwell, John, Introducción a la Economía Moderna, F.C.E., primera
reimpresión, México, D. F., 1992, p. 13 y p. 14
Introducción a la Economía, Juan Jované
44
El tema de estudio principal que caracteriza la más importante obra de Keynes, la
que fue pública en 1936 y con el título de “Teoría General de la Ocupación el
Interés y el Dinero”, es el último de los campos de análisis antes señalado, es
decir del problema de la demanda efectiva y sus determinantes. 76 Este énfasis no
es uno que surgió de un contexto puramente académico, ya que fue en el
ambiente de la postguerra y de la Gran Depresión de los años 1930 que Keynes,
como lo ha destacado Paul Krugman,77 se propuso estudiar el funcionamiento del
sistema capitalista no con el fin de cambiarlo por otro, si no de reformarlo para que
pudiera funcionar adecuadamente. Esto significaba para el la necesidad de
resolver dos grandes problemas relacionados entre si: el alto nivel de desempleo y
la desigualdad en la distribución del ingreso.78
El resultado al que llegó Keynes es que el sistema capitalista de por si no lleva a
un óptimo y tiende, dejado a su libre funcionamiento, hacia un equilibro que
conlleva un desempleo involuntario crónico. La causa inmediata de esto estaría
dada por una propensión de la demanda efectiva global a ser insuficiente para
asegurar la realización (venta en el mercado) del total de producción que podría
sostener el pleno empleo. Es así que Keynes, desarrollando una tradición que se
remonta a Thomas R. Malthus, llamó en términos modernos la atención sobre la
necesidad de incluir dentro del análisis económico el estudio de los determinantes
del nivel de utilización de la capacidad productiva instalada de la sociedad, es
decir del empleo de maquinaria y de la fuerza de trabajo, insistiendo que la plena
ocupación de los mismos no estaba, tal como se demostraba en las crisis,
automáticamente garantizado por el funcionamiento del mercado.
76 Keynes, John Maynard, Teoría General de la Ocupación el Interés y el Dinero, F.C.E., octava reimpresión, México, D.F., 1974. 77 Veáse: Krugman, Paul, Introduction to The General Theory of Employment, Interest and Money by John Maynard Keynes, en mimeo, s/f. 78 Véase: Kim, Soohaeng, Keynes Bourgeois Socialism, PERI, University of Massachusetts
Amherst, October 2007, p. 1
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-45-
Fue esta forma de ver la realidad económica la que llevó a Joan Robinson, una de
las más connotadas seguidoras de Keynes, a criticar la definición de Economía de
Lionel Robbins, centrada en el concepto de escasez, haciendo énfasis en el
hecho que omite algunos importantes y críticos fenómenos de la realidad
económica. El contenido concreto de esta crítica se resume de la siguiente
manera:
“La opinión académica se mostraba serenamente indiferente a los problemas de la realidad. El profesor Robbins rodeado por el paro y las empresas sin trabajo, definió la economía como »la ciencia que estudia el comportamiento humano considerado como una relación entre fines y medios escasos
que tienen usos alternativos«”.79
Se trata, sin lugar a dudas, de una crítica dura, que destaca la contradicción que
existe en hablar de recursos escasos en condiciones de una situación de crisis en
la que existe desempleo de la fuerza de trabajo y capital ocioso.
Para entender el nivel de la crítica de Keynes a la teoría neoclásica (que el
llamaba clásica) es importante destacar que su reflexión lo llevó a destacar que el
desempleo involuntario no era un problema solo de corto plazo, que expresaba un
desequilibrio pasajero producto de algunas fricciones, sino que el sistema podía
generar una situación de equilibrio relativamente estable de desempleo
involuntario. Más aún, en su pensamiento, como lo ha subrayado Paul Davidson,
el desempleo involuntario no es un resultado de la presencia de una rigidez en el
mercado laboral, la cual no permite la reducción de los salarios nominales, es el
resultado de las condiciones de incertidumbre en que opera el sistema.80
El problema de la demanda efectiva para Keynes surgiría de un conjunto de
características inherentes del sistema capitalista, ya sea que este opere o no en
79 Robinson, Joan, Kalecki y Keynes, en Teoría Económica y Economía Política, Escritos Económicos tomo 4, Ediciones Martínez Roca, S. A., Barcelona 1975, p. 125. 80 Davidson, Paul, Op.cit, p. 174.
Introducción a la Economía, Juan Jované
46
competencia perfecta, las cuales están vinculadas en una medida importante por
el hecho de que existe un sistema financiero avanzado y que el mismo es un
espacio cargado de incertidumbre. En este espacio a diferencia de lo que piensan
los economistas de la escuela de las expectativas racionales, el conocimiento del
pasado no permite predecir el futuro en términos de probabilísticas formales.81 El
mundo para Keynes se mueve “a través de un tiempo calendario desde un pasado
irrevocable hacia un futuro incierto”.82
Esto da lugar a que, sobre todo en un mundo de contratos a futuro, la demanda
por liquidez juegue el papel de mecanismo de protección frente a la incertidumbre,
de manera que la demanda por dinero tiene un motivo en si mismo, ya no como
simple medio de consumir hoy o, alternativamente, mañana. Teniendo en cuenta,
además, que los activos productivos son efectivamente ilíquidos,83 en el sentido
de que no se pueden cambiar fácilmente por dinero sin pérdidas significativas
lleva a la posibilidad de que en momentos de elevada incertidumbre las personas
y las empresas traten de mantener la mayor cantidad de dinero posible para
cubrirse de tal incertidumbre, lo que haría que la demanda por bienes productivos
sea relativamente baja, de manera que una inversión reducida lleva a un equilibrio
con desempleo.
Frente a la posibilidad de un equilibrio con desempleo involuntario Keynes
propuso la intervención activa del Estado, la que a su juicio podría llegar a ser
profunda, aunque, tal como se adelantó, nunca estaría destinada a eliminar el
sistema capitalista o a instaurar de alguna manera un régimen socialista. Esto se
puede ilustrar en la siguiente cita de Keynes:
81 Véase Skidelsky, Robert, Op.cit, p.83 a p. 88. 82 Davidson, Paul, The Post Keynesian School, en mimeo, s/f, p. 5. 83 Esto significa que los activos productivos no son un adecuado substituto del dinero, por lo que el
llamado teorema de la sustitución gruesa no funciona en la práctica.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-47-
“El estado tendrá que ejercer una influencia orientadora sobre la propensión a consumir,... Por otra parte, parece improbable que la influencia de la política bancaria sobre la tasa de interés sea suficiente por sí misma para determinar otra de inversión óptima. Creo, por tanto, que una socialización bastante completa de las inversiones será el único medio de aproximarse a la ocupación plena; aunque esto no necesita excluir cualquier forma, transacción o medio por los cuales la autoridad pública coopere con la iniciativa privada. Pero fuera de esto, no se aboga francamente por un sistema de socialismo de estado que abarque la mayor parte de la vida económica. No es la propiedad de los medios de
producción la que conviene asumir”.84
El hecho que Keynes haya recurrido a una intervención del Estado para resolver
los problemas del sistema capitalista y conservarlo al mismo tiempo ha sido objeto
de crítica por parte de los autores de la corriente de la Economía Política. La
crítica en este caso proviene del hecho de que Keynes entendería
equivocadamente al Estado como un ente neutral, manejado por una burocracia
guiada hacia el bien común, y desligado de los intereses de las clases
dominantes, el cual en cualquier momento podría introducir medidas necesarias
que no fueran necesariamente del gusto de dichos sectores. La forma clásica de
esa crítica puede encontrarse en las siguientes reflexiones del Paul M. Sweezy:
“Pero quizá lo más chocante de todos es la costumbre de Keynes de considerar al Estado como un deux ex machina al que se invoca siempre que los autores humanos, actuando de acuerdo a las reglas de juego capitalistas, se encuentran en un dilema sin solución aparente. Naturalmente, este olímpico interventor lo resuelve todo de manera satisfactoria para el autor y también, es de suponer, para el auditorio. El único inconveniente es – como sabe todo marxista – que el Estado no es un dios, sino un actor más, que tiene un papel que
representar al igual que los otros”.85
84 Keynes, John Maynard, Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, Op.cit,, p. 332 y p. 333. (subrayado nuestro) 85 Sweezy, Paul, El Presente como Historía. Ensayos sobre capitalismo y socialismo, Editorial Tecnos, reimpresión, Madrid, 1974, p. 104.
Introducción a la Economía, Juan Jované
48
El movimiento iniciado por Keynes, sin embargo, pasó rápidamente a ser
interpretado de una manera más amigable a la doctrina neoclásica, intentando
hacer confluir su pensamiento en el seno de lo que se conoce como la Corriente
Principal. Es frente a este proceso que Joan Robinson en un artículo titulado “La
Teoría General Veinticinco Años Más Tarde” advierte sobre los problemas de lo
que ella llama el “keynesianismo bastardo”, acusándolo de un abandono de las
ideas originales más importantes de Keynes.86
El más conocido intento de vincular el pensamiento de Keynes con la corriente
principal se encuentra en el desarrollo del pensamiento de Paul Anthony
Samuelson, quien produjo lo que el llamó la Síntesis Neoclásica, la cual pretendía
conjugar una microeconomía neoclásica con una visión keynesiana de corto
plazo, en la cual podía existir el desempleo no voluntario, mientras que en el largo
plazo el sistema volvía a moverse hacia el pleno empleo. La política económica
activa en este caso se justificaba para reducir los costos del desempleo
involuntario coyuntural generado por los ciclos económicos. En este pensamiento,
a diferencia de los planteamientos originales de Keynes, el desempleo involuntario
sería el resultado de la rigidez de los precios nominales en general y,
principalmente, de la rigidez de los salarios nominales.
La vuelta de esta visión del keynesianismo hacia la corriente principal, se hace
evidente en su definición de Economía, la cual, salvo una aceptación formal del
carácter social de la misma, coincide plenamente con la propuesta por la escuela
neoclásica. Es así que de acuerdo a Paul A. Samuelson y William D. Nordhaus:
“La economía es el estudio de la manera en que los individuos y la sociedad deciden emplear los recursos escasos que podrían tener usos alternativos para producir diversos bienes y
86 Robinson, Joan, La Teoría General Veinticinco Años Más Tarde, en Teoría Económica y Economía Política, Ediciones Martínez Roca , 1974, p.1975.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-49-
distribuirlos para su consumo, presente o futuro, entre las
diferentes personas y grupos de la sociedad”.87
Una vez definida la Economía estos autores pasan a establecer en forma más
precisa cuales son los campos de estudio, que según su enfoque, abarca esta
disciplina. Para este fin introducen lo que podría llamarse las tres preguntas
fundamentales de la economía: 88
1. ¿Qué se produce y en qué cantidad se produce? Ello significa
establecer y estudiar los mecanismos por medio de los cuales los
recursos se asignan para producir y generar los diversos bienes y
servicios en determinadas cantidades. Se trata, entonces, del proceso
que lleva a definir cuáles bienes y servicios se producen y en que
cantidad se hace esto en cada caso.
2. ¿Cómo se produce? Por lo general un determinado bien o servicio
puede ser producido o generado de diversas formas. Puede, por
ejemplo, utilizarse una forma de producción densa, en el sentido de
intensiva, en mano de obra con poca utilización de capital (muchos
trabajadores de pico y pala) o puede utilizarse otra densa en capital
(tractores, mezcladoras, etcétera) y con menos mano de obra. La
economía, de acuerdo a la pregunta formulada, se preocuparía por dar
una respuesta en términos de los mecanismos por medio de los cuales
se decide la forma en que se combinan los recursos productivos para los
fines de la producción.
3. ¿Para quién se produce? Un tercer elemento clave del estudio de la
economía sería el de establecer los mecanismos que determinan
quienes serán los beneficiarios de los bienes y servicios producidos y
87 Samuelson, Paul A, y Nordhaus, William D., Economía, duodécima edición, McGraw-Hill,
México, 1986, p. 4. 88 Ibidem. 28 y P. 29.
Introducción a la Economía, Juan Jované
50
generados. Se trata, desde luego, del problema de las normas que
determinan la distribución del producto entre los diversos individuos,
familias y grupos de la sociedad.
Samuelson y Nordhaus, por otra parte consideran que las economías modernas
pueden ser calificadas como economías mixtas, en las que el mercado tiene el
papel principal, pero en la que también las acciones de las políticas públicas y las
formas de la tradición juegan un papel activo. Como ejemplo de esto se puede
citar la formulación de Samuelson y Nordhaus para quienes: “Ninguna economía
humana moderna es una de estas formas puras, sino que las sociedades son
economías mixtas, con elementos de mercado, autoridad y tradición”.89
Como resultado de los problemas del enfoque de la Síntesis Neoclásica, así como
de las críticas provenientes primero del Monetarismo y luego del enfoque de las
Expectativas Racionales y la visión de la Nueva Economía Clásica, surge una
segunda posición que pretende seguir a Keynes, a la vez que busca mantenerse
en la llamada corriente principal. Esta corriente autotitulada con la visión de los
Nuevos Keynesianos busca como lo reconocen N. Gregory Mankiw y David
Romer, dos de sus principales exponentes, responder a la crisis teórica producida
por la critica de los Nuevos Clásicos que señalaban que el pensamiento
keynesiano carecía de una verdadera base microeconómica propia que
fundamentara los resultados macroeconómicos en el comportamiento de los
agentes económicos.
Esto los llevó en gran medida a buscar una base microeconómica, es decir
sostenida en el accionar de los agentes, que les permitiera sostener lo que ellos
pensaban era la explicación del desempleo involuntario: la rigidez de los precios.
Es en este sentido que Mankiw y Romer señalan que:
89 Samuelson, Paul A, y Nordhaus, William D., op.cit, p. 30.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-51-
“La economía Nueva Keynesiana apareció en los años 1980 en respuesta a esta crisis teórica de los años 1970. Mucha investigación durante la década pasada estuvo dedicada a proveer una fundación microeconómica rigurosa a los elementos centrales de la economía keynesiana. Dado que la rigidez de los salarios y los precios es corrientemente vista como central para la economía keynesiana, mucho del esfuerzo fue dirigido a mostrar como estas rigideces surgen de la microeconomía de la determinación de los salarios y los
precios”.90
Un importante indicio de que los economistas de la corriente de los Nuevos
Keynesianos, al igual que Samuelson, se suman a la corriente principal se puede
observar en la definición de economía de Mankiw, en la cual se destaca la
similitud con el enfoque neoclásico. Es así que de acuerdo a este autor “la
economía es el estudio del modo en que la sociedad gestiona sus recursos
escasos.”91 El propio Joseph Stiglitz, quien hace parte de la corriente que ahora
nos ocupa, propone que:
“La Economía estudia como los individuos, firmas, gobiernos y otras organizaciones dentro de nuestra sociedad toman decisiones, y como esas decisiones determinan la forma en que se utilizan los recursos de la sociedad. La escasez figura prominentemente en la economía: las decisiones importan por
que los recursos son escasos”.92
Teniendo en cuenta su cercanía con la visión tradicional la corriente de los
llamados Postkeynesianos, en la que figuran autores, tales como Paul Davidson y
Robert Skidelsky, que tratan de mantener la visión originaria de Keynes han
realizado una critica radical al enfoque de los Nuevos Keynesianos. La primera
crítica de Skidelsky se refiere a que los Nuevos Keynesianos y los Nuevos
clásicos, pese a sus diferencias prácticas, comparten las mismas premisas
teóricas básicas. En este sentido propone que: 90 Mankiw, N Gregory y Romer, David, Introduction to �ew Keynesian Economics, Volume 1, The MIT Press, Cambridge, Massachusetts, p. 1. (traducción libre nuestra J.J.) 91 Mankiw, N. Gregory, op.cit., p. 3. 92 Stiglitz, Joseph E., Economics, second edition, W. W. North & Company, USA, 1997, p.
9.(traducción libre nuestra).
Introducción a la Economía, Juan Jované
52
“Buiter ha señalado que los trabajos de los más influyentes teóricos Nuevos Clásicos y Nuevos Keynesianos trabajan en un paradigma de »mercados completos«: crudamente, ellos asumen que los mercados existen para toda posible continencia. En esta situación, la mora, quiebra e insolvencia son imposibles. No es sorprendente que Buiter piense que estos teóricos estén mal equipados para explicar lo que está
pasando”.93
La segunda crítica de Skidelsky guarda relación con el hecho de que las
limitaciones teóricas de los llamados Nuevos Keynesianos los ha llevado a
concluir que el desempleo involuntario es simplemente un fenómeno de corto
plazo, mientras que el sistema en si se mueve hacia el equilibrio de pleno empleo.
Concretamente este autor comenta en los siguientes términos la idea de los
Nuevos Keynesianos sobre la necesidad de una efectiva política de estabilización:
“Este interés en la política diluye su aceptación de la teoría de los Nuevos Clásicos… Por tanto los Nuevos Keynesianos tienden a hacer uso de una cláusula de escape tan vieja como la propia economía – la distinción entre el corto y el largo plazo. Esto les permite habitar la misma casa teórica con los economistas Nuevos Clásicos, difiriendo con estos solo en la visión de que toma mas tiempo a las economías ajustarse a
los ‘choques’”. 94
Entre los enfoques recientes vinculados con el keynesianismo está un grupo de
autores, entre los que se destacan George A. Akerlof y Robert J. Schiller,95
participan en el movimiento que se conoce como Economía Conductual. En este
punto de vista se parte de la idea de que el pensamiento de Keynes abrió la
posibilidad de un análisis económico que no se sustentara sobre la base del
supuesto de la presencia de agentes puramente racionales, permitiendo la
posibilidad de una teorización basada en los comportamientos humanos
postulados por la Psicología y otras Ciencias Sociales. El programa de
93 Skidelsky, Robert, Op.cit, p. 31 y p.32 94 Ibidem, p. 31. 95 Véase: Akerlof, George A. y Shiller, Robert J., Animal Spirits, Princeton University Press, New York, 2009.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-53-
investigación de este enfoque ha sido sintetizado por Akerlof en los siguientes
términos:
“Para mi, el estudio de la información asimétrica fue un muy primer paso hacia la realización de un sueño. El sueño era el desarrollo de una macroeconomía conductual en el espíritu original de la Teoría General (1936) de Keynes. La macroeconomía no sufriría mas las limitaciones de la síntesis neoclásica, al subrayar el énfasis en la Teoría General de el papel de la psicología y de los factores sociológicos tales como las predisposiciones cognoscitivas, y los comportamientos basados en la reciprocidad, equidad, la manada y los estatus sociales”. Mi sueño era fortalecer la teoría macroeconómica incorporando supuestos apuntalados
en la observación de tales comportamientos”96
En el campo de la Economía Conductual existe un enfoque, en el que se destacan
autores como Daniel Kaheman, y Amos Tversky, en el que se privilegia los
conocimientos de la psicología conductual y social con el fin de lograr
explicaciones en la esfera de la economía.97 El programa de investigación de este
grupo de autores tiene dos componentes complementarios:
a) establecer las formas en que el comportamiento de los agentes
económicos tienen un comportamiento que difiere del propuesto por la
teoría neoclásica.
b) mostrar la importancia de esos comportamientos en la explicación de los
fenómenos económicos.
96 Akerlof, George A., Behavioral Macroeconomics and Macroeconomic Behavior en Akerlof George and co-authors, Exploration in Pragmatic Economics, Oxford University Press, Great Britain, 2005, p. 472 y p. 473. (traducción libre nuestra) 97 Véase: Rabin, Mathew, Psychology and Economics, Department of Economics, University of
California – Berkeley, 1996.
Introducción a la Economía, Juan Jované
54
Desde el punto de vista metodológico el enfoque se distingue no solo por el
análisis de los hechos empíricos registrados, sino por la realización de
experimentos con el fin de establecer regularidades económicas.98
En términos de medio ambiente, lo cierto es que Keynes no abordó el problema, a
la vez que sus discípulos directos que se dedicaron a los asuntos del crecimiento
a largo plazo tampoco lo hicieron. Es notable, por ejemplo, que Roy F. Harrod
definiera su concepto de tasa natural de crecimiento, entendida como la tasa más
alta que por razones físicas podía alcanzar una economía en condiciones de
pleno empleo, como la suma de la tasa de crecimiento de la fuerza laboral y la
tasa de crecimiento de la productividad del trabajo, dejando por fuera cualquier
límite a la expansión económica proveniente del carácter finito del medio
ambiente.99
En el caso de la corriente de la llamada Síntesis Neoclásica como en la del
Nuevo Keynesianismo se puede señalar que estos autores han adoptado, en gran
medida, la visión neoclásica sobre los problemas ecológicos, la que los explica,
como hemos señalado, a partir de la idea de la presencia de externalidades.100 A
esto se debe agregar que algo que también caracteriza el pensamiento de varios
de los autores de esta corriente es la idea de que el crecimiento económico puede
continuar indefinidamente, sin tropezar con algún tipo límite dado por el
agotamiento de los recursos naturales.
Para estos pensadores, entre los que se encuentran Robert Solow y Joseph
Stiglitz, el posible crecimiento sin límites de la economía estaría asegurado por
98 Véase: Mullaninathan, Sendhil y Thaler, Richard, Behavioral Economics, Massachusetts Institute
of Technology, Department of Economics, Working paper 00-27, September 2000. 99 Véase: Harrod, Roy F., La Teoría Dinámica en Sen, Amartya, Economía del Crecimiento, F.C.E., México, D.F., primera reimpresión, 1989. 100 Véase: Stiglitz, Joseph E., Economics of the Public Sector, W. W. Norton & Company, third
edition, New York, 2000, capítulo 9.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-55-
dos causas. La primera se refiere a la llamada hipótesis de la sostenibilidad débil,
la que postula la existencia de una amplia posibilidad de reemplazar los recursos
naturales por capital fabricado por el hombre, manteniendo la sostenibilidad.101 La
segunda se refiere a la idea de que el cambio tecnológico siempre tiene la
capacidad de resolver los problemas ambientales, incluyendo los de agotamiento,
por lo que el mismo constituye un elemento clave cuya presencia permite un
crecimiento económico sin límites.102
Más recientemente, sobre todo con el alza de la conciencia sobre los problemas
relacionados con el cambio climático, se ha venido desarrollando una especie de
keynesianismo medio ambiental o, como otros lo llaman keynesianismo verde.
Estos autores, entre los que se encuentra Jonathan M. Harris, parte señalando
que, desde su punto de vista, existe una posible contradicción entre la necesidad
de mantener elevados niveles de inversión para lograr un alto nivel de actividad
económica y de empleo, lo que en principio produce agotamiento de los recursos
y contaminación, con el objetivo de mantener la adecuada sostenibilidad de los
ecosistemas.
Estos autores creen haber encontrado la solución guiando el proceso inversionista
hacia formas que favorezcan el medio ambiente tales como: inversión pública y
privada en capital humano, inversión pública y privada en capital manufacturado
ahorrador de energía; inversión pública y privada en capital natural (por ejemplo
reforestación).103 En esta corriente no falta quien piense que se puede lograr un
nuevo período de auge económico sostenido en un conjunto de nuevas industrias
101 Véase: Solow, Robert M., An Almost Practical Step Toward Sustainability en Assigning Economic Value to �atural Resources, National Academy of Science, 1994 y Stiglitz, Joseph,
Growth with Exhaustible �atural Resources: Efficient and Optimal Paths, The Review of Economics Studies, Vol. 41, Symposium on Economics of Exhaustible Resources, 17-974. 102 Es justo, sin embargo, reconocer que Joseph Stiglitz, dentro de su concepción, ha mostrado una
creciente preocupación por los problemas del medio ambiente vinculados al cambio climático. 103 Véase: Harris, Jonathan, Ecological Macroeconomics: Consumption, Investment, and Climate
Change, Real – World Economics Reviews, Issue No 50, September 2009.
Introducción a la Economía, Juan Jované
56
dedicadas a la generación de medios de producción basados en lo que se conoce
como tecnologías limpias. Vale la pena decir, para completar este acápite, que
Joseph Stiglitz ha mostrado un notable acercamiento a lo que se puede calificar
de keynesianismo verde.
1.6. El Paradigma de la Economía Ecológica
En el marco de la relativamente reciente toma de conciencia de la presencia de
importantes y graves problemas ecológicos surge el llamado enfoque de la
Economía Ecológica. Este enfoque, que tiene entre sus principales exponentes a
Herman Daly, Robert Costanza y Cutler J. Cleveland, si bien sigue manteniendo
que la problemática de la escasez está en el centro del análisis económico, difiere
de manera significativa con el enfoque de la corriente principal en torno al
significado de dicha problemática.
Este enfoque propone que si bien hasta antes y en los primeros momentos de la
Revolución Industrial, es decir en el tiempo del llamado “mundo vacío”, los
recursos naturales y el medio ambiente en general se podían considerar como
elementos abundantes y, por tanto, de relativamente poco interés para el análisis
económico, esta situación habría cambiado radicalmente en la actualidad. En
efecto, en la nueva situación, la que en el enfoque se conoce como el “mundo
repleto”, los recursos naturales y los llamados servicios del ecosistema, en
cuantos componentes de soporte de la vida, se habrían convertido en el factor
más escaso de todos, de forma que el análisis económico se debería centrar en
ellos. De hecho la visión preanalítica de la economía tradicional, que ve en la
economía un sistema independiente y sin vinculación al ecosistema, habría dejado
de ser útil.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-57-
Para comprender mejor esto último se puede partir tomando en cuenta que en la
realidad el sistema económico no es más que un subsistema que se encuentra
inscrito y relacionado con un sistema más amplio que es la naturaleza. Estamos
así frente a un sistema, que podemos llamar, ecosistema tierra, el cual está
constituido como un sistema cerrado desde el punto de vista material, por cuanto
que el mismo está sujeto a entradas y salidas de energía pero no a entradas y
salidas significativas de materia, este es, además, finito y no creciente. Inscrito
dentro de este subsistema económico que constituye un sistema abierto, el cual
utiliza al ecosistema como fuente de recursos materiales y energéticos, depósito
de desperdicios y fuente de servicios de soporte de la vida. En estas condiciones
lo que habría ocurrido es que el incesante crecimiento económico, disparado a
partir de la Revolución Industrial, ha significado un incremento del tamaño del
subsistema económico en relación al ecosistema, de manera que este proceso ha
terminado por convertir al medio ambiente en un factor no solo escaso, si no que
en el más escaso de todos, entendiendo también que su sostenibilidad, así como
la oferta de los servicios de soporte de la vida que el mismo genera, se encuentra
en serio peligro.
De acuerdo a la visión de la Economía Ecológica esta lleva, en primer lugar, a la
necesidad de que el análisis económico se proponga tres nuevas e importantes
preguntas referidas a la escala, es decir a la relación entre el tamaño del
ecosistema y el tamaño del subsistema económico, las que se adicionan a las de
la propuesta por la corriente principal. Estas nuevas preguntas se pueden
formular en los siguientes términos:104
1. ¿Qué tan grande es actualmente el sistema económico en relación
con el ecosistema que lo contiene?
104 Daly, Herman E., Beyond Growth, Bacon Press, Boston, Massachusetts, 1996, p. 75.
Introducción a la Economía, Juan Jované
58
2. ¿Qué tan grande puede ser el sistema económico en relación con el
ecosistema que lo contiene sin que este último sea destruido?
3. ¿Cuál debería ser el tamaño del sistema económico para maximizar
el goce de la vida? De acuerdo a diversos autores el concepto de vida
puede, desde una visión antropocéntrica, referirse exclusivamente a la
vida humana o ampliarse, a una biocéntrica, para reconocer, además del
valor instrumental, el valor intrínseco de las otras especies.
La idea básica de los economistas ecológicos, la cual se relaciona con la segunda
de estas preguntas es que la humanidad estaría al borde o ya habría sobrepasado
la llamada capacidad de carga del ecosistema105. A diferencia de los
economistas de la visión de la corriente principal, incluidos los que se reconocen
como practicantes de la Economía Ambiental, este problema no puede ser
solucionado sustituyendo los recursos naturales (capital natural) por el capital
hecho por el hombre, tal como lo habría propuesto Robert Solow.
A este respecto los autores de la escuela de la Economía Ecológica piensan que
esta posibilidad de sustitución es sumamente limitada, de forma que los recursos
naturales (capital natural) y el capital hecho por el hombre son recursos más bien
complementarios, de manera que un mayor uso de este último implica la
necesidad de una mayor cantidad de los primeros. En relación al cambio
tecnológico señalan que este, de acuerdo a las observaciones de la práctica, no
siempre ha favorecido la sostenibilidad ambiental, de forma tal que muchas veces
más bien se ha convertido en un problema para la misma, con lo que mantienen
una posición similar a la propuesta por John Bellamy Foster desde el punto de
vista de la Economía Política.
105 Se entiende por capacidad de carga el tamaño máximo de la población que, con un nivel dado de
consumo y una tecnología también dada, puede soportar el ecosistema.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-59-
Por otra parte, insisten en que nadie puede asegurar que el cambio tecnológico
que ayude a resolver los problemas tecnológicos va a aparecer y adoptarse antes
de que algún recurso básico se haya agotado (por ejemplo el petróleo) o que el
daño al medio ambiente y su capacidad de sostener la vida hayan pasado a ser
irreversibles. Esto último podría estar pasando, por ejemplo, con el proceso del
cambio climático, donde pareciera ser cierto que ya se han traspasado algunos
puntos críticos, a partir de los que se pueden esperar efectos de retroalimentación
que apuntan hacia una profundización del problema.
De esto se desprende que los mismos plantean que existe una contradicción
insalvable entre el crecimiento permanente del sistema, que implica una
apropiación y agotamiento cada vez mayor de la naturaleza, y la sostenibilidad de
los servicios de soporte de la vida. De ahí que se proponga un concepto de
desarrollo en el que cualquier incremento del nivel de bienestar se logre con
mayor eficiencia y mejor distribución de los resultados pero con un flujo
metabólico entre medio ambiente y economía que no crezca o que,
preferiblemente sea inferior al actual. Es sobre esta base que Daly propone la
idea de una economía en estado estacionario, caracterizada por los siguientes
elementos:106
• Una población humana constante.
• Un acervo de artefactos constante (el capital exosomático o extensiones
del cuerpo humano), conocido también como capital manufacturero.
• Los niveles en que se mantienen constante los dos elementos anteriores
deben ser suficientes para lograr una vida placentera que pueda
sostenerse en el largo plazo (futuras generaciones).
106 Daly, Herman E., La Economía En Estado Estacionario. Hacia una Economía Política del Equilibrio Biofísico y el Crecimiento Moral, en Daly, Herman E. (compilador), Economía, Ecología, Ética. Ensayos Hacia una Economía En Estado Estacionario, F.C.E., México, D. F.,
1989, p. 334.
Introducción a la Economía, Juan Jované
60
• La tasa de procesamiento de materia y energía que sostiene los niveles
de población y artefactos constantes se debe reducir al nivel más bajo
posible.
A esta argumentación que se basa fundamentalmente en la capacidad de carga,
Daly agrega, al menos para los países más desarrollados, la idea de que en estos
la utilidad adicional (bienestar adicional), que reciben las personas gracias a la
ampliación del sistema económico, es decir del crecimiento, es menor que la
desutilidad (pérdida de bienestar) adicional que genera que los mismos
experimentan por el recorte añadido que deben sufrir en su dotación de servicios
del ecosistema resultante de dicho proceso de crecimiento. Estos países estarían
en una situación que Daly califica de crecimiento no económico y por lo tanto
habrían pasado el nivel óptimo del sistema económico en los términos de la
tercera pregunta que se introdujo anteriormente.107 Para el caso de los países
menos subdesarrollados se debería abrir un espacio en términos del crecimiento
con el fin de que estos puedan alcanzar un nivel de vida decente, para este fin, los
más desarrollados deberán moderar su uso del medio ambiente o más aún, de
acuerdo a Martínez Alier, producir lo que el considera que es el necesario
decrecimiento sostenible.108
De lo anterior se desprende que para los autores de la corriente que ahora nos
ocupa tanto la sostenibilidad ambiental como la equidad social son objetivos
principales de la sociedad. Estos, de acuerdo a los mismos no pueden ser el
simple resultado del funcionamiento de los mecanismos de mercado, en el sentido
de que este no es capaz de definir el nivel sostenible de utilización del medio
ambiente, que es un problema científico y ético, ni la forma de distribución del
ingreso, que se considera una decisión ética. En este sentido, las decisiones
107 Daly, Herman E., Ecological Economics and the Ecology of Economics. Essays in Criticism,
Edward Elgar, Great Brittan, caplítulo 2. 108 Martínez – Alier, Joan, Socially Sustainable Economic Degrowth, DC Development Conference
of the GRES, May 2009.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-61-
ambientales y de distribución del ingreso son necesariamente decisiones sociales
que deben realizarse concientemente fuera y de manera previa al mercado. Sin
embargo, también consideran que una vez tomadas estas decisiones el mercado
resulta el mejor mecanismo adecuado par asegurar la asignación y utilización
eficiente de los recursos.109
Teniendo en cuenta lo anterior se puede avanzar señalando que para Daly las
instituciones que mejor se adaptan a los objetivos de la sostenibilidad son las que
corresponden a la economía en estado estacionario, tal como se definió
anteriormente. Se trata, concretamente, de tres instituciones básicas. La primera
es la institución de la distribución, que asegura que ningún miembro de la
sociedad se encuentre por debajo del nivel de ingresos mínimos necesarios para
una vida digna, a la vez que también asegura que no se de un exceso de
acumulación de poder por la vía de la diferenciación de los niveles de ingreso y
propiedad de la riqueza. La segunda es la forma institucional que asegura que la
población no siga creciendo. En este caso Daly, siguiendo a Kenneth Boulding
propone un polémico sistema de licencias de nacimiento transferibles, pero admite
que cualquier otra forma institucional sería útil. La tercera institución es la de la
sostenibilidad y combina la idea de las decisiones centrales con el funcionamiento
de mercado.
De acuerdo a la propuesta de Daly las cuotas de agotamiento (extracción) y
desechos se deben establecer a un nivel fijo dado por el análisis científico e
impuesto por el Estado. Este una vez decididas la cuotas de agotamiento pasará a
subastarlas en el mercado, en condiciones que la renta de extracción (y del uso
del medio como sumidero) se pondrá a disposición de la autoridad central para
alimentar el fondo que asegura la institución de la distribución antes señalada.
109 Véase: Daly, Herman E., La Economía En Estado Estacionario. Hacia una Economía Política del Equilibrio Biofísico y el Crecimiento Moral, en Daly, Herman E. (compilador), Economía, Ecología, Etica. Ensayos Hacia una Economía En Estado Estacionario, Op.cit.
Introducción a la Economía, Juan Jované
62
Todo esto concreta la idea de que tanto la escala como la distribución se
determinen fuera del mercado, mientras que la utilización concreta de los recursos
se determine, por razones de eficiencia, dentro del mercado.
Desde el punto de vista metodológico el enfoque de la Economía Ecológica,
entendiendo que la que interacción y coevolución entre sociedad, economía y
medio ambiente juega un papel central, lo lleva a postular que es necesario
superar los límites estrechos que imponen las llamadas disciplinas académicas,
las cuales solo logran analizar porciones muy aisladas de la realidad, utilizando
supuestos demasiados estrictos. Se trata de una forma de abordar la realidad que
no permite captarla en toda su complejidad, por lo que sus explicaciones distan de
las necesarias para resolver los difíciles problemas actuales del medio ambiente.
Esto explica que Herman E. Daly y Joshua Farley, al referirse a la definición del
enfoque de la Economía Ecológica, razonan en los siguientes términos, en los
que se destaca el contenido transdisipcilinario del mismo:
“La Economía Ecológica busca promover la investigación verdaderamente transdisciplinaria, en la que los practicantes aceptan que las fronteras de las disciplinas son construcciones académicas irrelevantes fuera de las universidades, y que permite que el problema bajo estudio determine el conjunto
apropiado de herramientas, en lugar de viceversa”.110
Se trata de un enfoque que, vale la pena añadir, va más allá de la simple fusión de
la economía y la ecología. Es así que Daly y Farley argumentan que:
“Los economistas ecologistas deben ir mucho más allá de la simple fusión entre ecología y economía. Los complejos problemas de hoy requieren una correspondiente compleja síntesis de conocimientos y herramientas de las ciencias
sociales, ciencias naturales y humanidades”111.
110 Daly Herman E. y Farley, Joshua, Ecological Economics. Principles and Applications, Island Press, USA, 2004, p. xxiii. (traducción libre nuestra J.J.) 111Ibidem, p. xxii.
Capítulo 1: La Definición y el Campo de la Economía
-63-
Otra característica metodológica de la Economía Ecológica está dada por el
énfasis que esta pone en la necesidad de referir los problemas a un arco de
tiempo amplio en los que se puedan observar los efectos completos de las
acciones y decisiones económicas. Es en esa dirección, que incluye el problema
de las instituciones y de los cambios económicos y tecnológicos, que Robert
Costanza, Herman E. Daly y Joy A Bartholomew razonan en los siguientes
términos:
“La economía ecológica usa una definición ampliada del término “evolución” para abarcar a la vez el cambio biológico y el cultural. La evolución biológica es lenta en relación a la evolución cultural. El precio que las culturas humanas pagan por su habilidad de adaptarse rápidamente es el peligro de que estas se hayan hecho demasiado dependientes de los beneficios obtenidos de corto plazo y por lo tanto de usualmente ignorar los problemas de los beneficios de largo plazo y los asuntos de sostenibilidad. La evolución biológica impone una restricción propia de largo plazo que la evolución cultural no tiene. Para asegurar la sostenibilidad tendremos que reimponer las restricciones de largo plazo desarrollado por las instituciones (o utilizando las que tenemos más efectivamente) para lograr que la perspectiva de sistema global, de largo plazo, multiespecie, y multiescala, oriente la
evolución cultural de corto plazo”.112
En relación al cambio social destinado a lograr la consecución del estado
estacionario, Daly opta por una posición que privilegia el factor ético frente a los
que se vinculan con las relaciones sociales y los intereses materiales específicos
que surgen de las mismas. Es así que al razonar en términos de cómo avanzar
hacia la economía en estado estacionario Daly no recurre, a diferencia del
enfoque de le Economía Política, al análisis de las contradicciones del sistema
con el fin de ubicar a los actores sociales de la posible transformación. En cambio
112 Costanza, Robert, Daly, Herman E. y Bartholomew, Joy A., Goals, Agenda, and Policy Recommendations for Ecological Economics en Costanza, Robert, Ecological Economics. The Science and Management of Sustainability, Columbia University Press, New York, 1991, p. 6.
(traducción libre nuestra).
Introducción a la Economía, Juan Jované
64
hace, como se adelantó, hincapié en el factor ético, que para él resulta central, tal
como se desprende de la siguiente cita:
“Por más lógica y necesaria que sea la descripción anterior del estado estacionario, no es más que un sueño en el supuesto de la moral estática. La economía físicamente estacionaria requiere, insistimos, del enriquecimiento moral por encima del
nivel actual”.113
Se trata, sin duda, de una posición polémica, la cual ha dado lugar a importantes
discusiones entre los autores que se inclinan hacia la Economía Política, quienes
no niegan los factores éticos, pero que piensan que estos están condicionados por
los factores económicos, y los autores que como Daly se inclinan hacia la
posibilidad de un cambio ético en general, no necesariamente ligado a la
estructura socioeconómica.
Una vez completado con este último enfoque el contenido del presente capítulo,
es de esperarse que el lector haya logrado captar el hecho central de que frente a
los fenómenos de la vida económica existen diversas opciones conceptuales, es
decir diversos paradigmas. Estas, como se había adelantado, no solo constituyen
formas distintas y hasta opuestas de interpretación de los mismos, sino que llevan
a posiciones no menos diferenciadas en cuanto a la valoración de la situación
existente y en torno a su futuro. Esto significa que el lector cuidadoso deberá
hacer en lo que sigue un esfuerzo tanto por conocer las diversas opciones que se
le presentan y, sobre todo, intentar hacerse, de manera crítica, una opinión propia
y comprometida con respecto a los hechos económicos y su evolución. Los dos
próximos capítulos ofrecen un material especialmente importante para tales fines.
113 Daly, Herman E., La Economía En Estado Estacionario. Hacia una Economía Política del Equilibrio Biofísico y el Crecimiento Moral, op.cit. p. 360.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-65-
Capítulo 2 Los Agentes Económicos 2.1. Dos Elementos Fundamentales El presente capítulo está destinado a estudiar las principales posiciones que
diversas corrientes del pensamiento económico han desarrollado en torno a la
naturaleza de los agentes económicos, incluyendo aquellas que sostienen que los
mismos no muestran una naturaleza única. En el próximo capítulo, que constituye
un complemento indispensable del presente, se introduce el tema de cómo las
relaciones sociales y las instituciones determinan, o al menos influyen, en el
comportamiento de dichos agentes económicos. Esta doble discusión permite
avanzar varios elementos importantes de la exposición, estos son:
• El primero de estos aspectos se refiere al hecho de que toda teoría
económica que se desarrolle en términos científicos debe establecer
claramente una hipótesis sobre el comportamiento de los agentes
económicos, aun cuando no tiene necesariamente que suponer que éste
se explique por una naturaleza inmutable de estos o que este sea
independiente de las estructuras históricamente determinadas. Se trata
del elemento que proporciona lo que algunos llaman la microfundación del
análisis. De acuerdo a esto el conocimiento efectivo de la hipótesis de
comportamiento de los agentes económicos resulta fundamental para
lograr una efectiva valoración de la teoría de la cual hace parte, así como
de sus implicaciones prácticas.
Introducción a la Economía, Juan Jované
66
• El segundo aspecto se refiere a la vinculación del comportamiento de los
agentes con el conjunto de las relaciones sociales de producción y
distribución, así como con la presencia de determinadas instituciones.
Esto no solo permitirá una mejor comprensión de lo que cada formulación
teórica propone concretamente en términos de la explicación de los
fenómenos económicos, sino que, además, ofrecerá al lector mayores
luces sobre el contenido de las mismas en torno a la dinámica de los
procesos económicos.
2.2. La Visión Neoclásica
La exposición del tema de los agentes económicos se inicia con la visión de la
economía neoclásica, no por constituir necesariamente la primera en
desarrollarse, sino por el hecho de ser la más difundida, siendo además cierto que
a partir de su crítica resultará más sencilla la comprensión de las posiciones
alternas. En dicha visión neoclásica predomina lo que podríamos llamar la
hipótesis del “homo oeconomicus”, según la cual los agentes económicos operan
exclusivamente en su propio beneficio, con el fin de maximizar lo que se puede
llamar su utilidad, satisfacción, bienestar o preferencia. Esto, además, lo logra
utilizando toda la información disponible, que por lo general se supone perfecta,
de manera tal que dicha maximización se realiza de forma estrictamente racional,
teniendo en cuenta las restricciones que enfrentan, principalmente la de los
recursos a su disposición.
Se trata entonces de un maximizador racional, que resuelve problemas de tipo
económico, en los que existen fines múltiples y alternos frente a recursos escasos.
Tal como lo señala Reinchard Zintl, “un actor es considerado racional si está en
condiciones de colocar el conjunto de los posibles resultados de sus acciones en
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-67-
un orden jerárquico completo no contradictorio de deseabilidad y elige aquel curso
de acción que produce o permite esperar el mejor resultado posible”.114 Para
profundizar en el contenido del enfoque del “homo oeconomicus” se debe
establecer que su naturaleza implica la presencia de los siguientes rasgos
fundamentales:
1. Egoísmo. Como se adelantó el agente económico de la teoría neoclásica
se caracteriza por ser un ser centrado en sí mismo, es decir en su
bienestar individual, el cual persigue de manera sistemática. Como lo
señala Ramón Tamames, de acuerdo a esta concepción, “el hombre es un
animal individual, que sabe identificar sus propias aspiraciones y que
lucha por conseguirlas”.115 Es de interés para el lector señalar que algunos
autores pueden utilizar una versión más liviana, por llamarla de alguna
manera, de este rasgo.
Estos proponen que si bien los agentes económicos no se comportan
estrictamente de esta manera, resulta conveniente para la comprensión
de los fenómenos económicos utilizar este modelo de comportamiento.
“La teoría económica de la corriente principal –señala Paul Krugman-
descansa en dos observaciones: las oportunidades de ganancias son
raramente no explotadas, y las cosas se suman. (o como yo lo pongo
algunas veces los billetes de 20 dólares no se quedan a plena vista por
mucho tiempo, y cada venta es a la vez una compra)”. Este autor
enseguida señala que “cuando uno se dispone a hacer un modelo
matemático formal, estos principios gruesos usualmente se convierten en
114 Zintl, Reinhard, Comportamiento Político y Elección Racional, Gedisia Editorial, Barcelona, 1995, p. 55 115 Tamames, Ramón, Ecología y Desarrollo Sostenible, Alianza Editorial, sexta edición revisada y ampliada, Madrid, 1995, p. 220.
Introducción a la Economía, Juan Jované
68
las ideas más exactas de la maximización (de algo) y del equilibrio (en
algún sentido)”.116
2. La insaciabilidad. De acuerdo a esta característica en la visión que ahora
se expone, las necesidades humanas se consideran, para fines prácticos,
infinitas. Esto asegura, por una parte que para el individuo tener más
siempre resulta mejor que tener menos. Por otra parte, este supuesto
implica que para el agente el problema económico sigue estando
presente, lo que, obviamente, no se daría si el conjunto de sus
necesidades se encontraran plenamente satisfechas.
3. Capacidad de ordenar las preferencias. Otro de los rasgos que hacen
parte del concepto del tipo de agente que ahora nos ocupa es su
capacidad de ordenar de manera conveniente sus preferencias.
Concretamente se entiende que este ordenamiento es, en primer lugar,
completo, en el sentido de que el individuo es capaz de establecer un
orden de preferencias que abarque todas las posibles combinaciones de
bienes y servicios. En segundo lugar, se trata de un ordenamiento que
también es transitivo, en el sentido de que si el paquete (conjunto) de
bienes A es preferido al paquete B, mientras que este último es preferido
al C, entonces, necesariamente, el paquete A se prefiere al paquete C.
En tercer lugar, para complementar lo anterior, se supone que el agente
económico muestra un ordenamiento reflexivo, en el sentido de que
cualquier paquete (combinación de bienes) es tan bueno como si mismo.
El conjunto de estas propiedades del ordenamiento de los agentes
económicos se conoce como el principio de la “convexidad de las
preferencias”.117
116 Krugman, Paul, Development, Geography and Economic Theory, MIT Press, Cambridge,
Massachusetts, 1995, pp. 74 y 75. 117 Schotter, Andrew, Microeconomía. Un enfoque moderno, CECSA, México, D. F., 1996, p. 39.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-69-
4. Preferencias Exógenas. En la formulación de la teoría neoclásica, al
menos en su versión original, se postula que el conjunto de las
preferencias del individuo están dadas, es decir se toman como un hecho
existente, el cual no se tiene que explicar haciendo referencia a algún
grupo de estructuras institucionales que impliquen tiempo y lugar. Es así
que Milton Friedman al iniciar su análisis del concepto de demanda
propone que “los deseos, en nuestro análisis, serán considerados como
datos”.118
5. Información completa de los Bienes. En este caso también se trata de
una parte de la formulación neoclásica en su versión original, de acuerdo
a la cual todos los agentes económicos tienen toda la información de los
factores objetivos del entorno en que realiza sus decisiones. Una forma
extrema de este supuesto se encuentra en C. E. Fergunson, quien lo
propone de la siguiente manera: “Un consumidor conoce todo el conjunto
de bienes y servicios que existen en el mercado; conoce con precisión la
capacidad técnica de cada bien y servicio para satisfacer una
necesidad”.119
6. Información completa de las restricciones que se enfrentan. No solo
se trata, de acuerdo al enfoque neoclásico, de que los agentes tengan a
mano una información completa sobre los bienes disponibles y servicios
disponibles para satisfacer necesidades, sino de una información perfecta
en términos de las restricciones que se le imponen en su accionar
económico. De acuerdo a Fergunson el agente económico “conoce el
precio exacto de cada bien y servicio”, en condiciones de que, además,
118 Friedman, Milton, Teoría de los Precios, Alianza Editorial, segunda edición (corregida), 1990, p. 29. 119 Fergunson, C. E., Teoría Microeconómica, F.C.E., sexta reimpresión, México, D. F., 1977, p.17.
Introducción a la Economía, Juan Jované
70
“conoce con exactitud la magnitud de su ingreso, durante el período de
planeación”.120
7. Acción racional de maximización. La descripción del “homo
oeconomicus” se completa señalando que el mismo se comporta de
manera tal que teniendo en cuenta sus restricciones y sus preferencias
logra colocarse en un nivel en que significa la maximización de su función
objetivo (que puede ser entendida como de utilidad, satisfacción, bienestar
o simples preferencias). En el caso del productor dicha función objetivo
llevará a maximizar los beneficios.
La forma de ver las cosas del enfoque neoclásico, no solo minimiza el papel que
juegan las relaciones sociales en la determinación de los hechos económicos,
sino que, concretamente, considera los gustos como independientes de su
contexto social, como propios de cada individualidad. Más aún, para cada
individuo opera una naturaleza tal que lo lleva a actuar en función exclusiva de su
propio bienestar. En este marco se tiende a considerar que la relación normal o
natural entre los individuos es la competencia, es decir la concurrencia en el
mercado. Ramón Tamames lo expresa en la siguiente forma:
“La relación que se genera entre los homini economici, se manifiesta en el enfrentamiento de sus diferentes objetivos, en la lucha por lograr cada uno su propósito en un escenario donde lo normal es la escasez, en cuanto no hay suficiente de
nada como para satisfacer simultáneamente a todos”121.
De acuerdo a este enfoque, esto no significa un problema. Por el contrario, la
versión neoclásica plantea que el mercado, en la medida en que actúe en un
marco de competencia perfecta, constituye un mecanismo que permite que la
acción de cada individuo en la búsqueda de su propio bienestar conduce a una
120 Ibidem. 121 Tamames, Ramon, op.cit, p. 220.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-71-
situación de óptimo social. Se trata de una aplicación del principio de la “mano
invisible” de Adam Smith:
“Cuando prefiere la actividad económica de su país a la extranjera, únicamente considera su seguridad, y cuando dirige la primera de tal forma que su producto represente el mayor valor posible, solo piensa en su ganancia propia; pero en éste como en muchos casos es conducido por una mano invisible a promover un fin que no se encontraba en sus intenciones. Más no implica mal alguno para la sociedad que tal fin no entre a formar parte de sus propósitos, pues al perseguir su propio interés, promueve el de la sociedad de una
manera más efectiva que si esto entrara en sus designios”122.
Este será un asunto a dilucidar en el propio desarrollo del presente texto, de
manera que el análisis se dirige ahora hacia las críticas más conocidas que se
han levantado en referencia al contenido del concepto de agente económico de la
versión neoclásica de la teoría económica. Antes de eso, sin embargo, resulta
conveniente recordar que la teoría de las expectativas racionales tiene como base
la presencia del llamado “homo oeconomicus”, tal como lo asegura Thomas
Sargent, quien es uno de los creadores de la misma, en los siguientes términos:
“Los economistas que creen en las ventajas comparativas basan su creencia en el supuesto estándar de que las personas se comportan de manera que maximizan su utilidad
(su gozo de la vida)”.123
De acuerdo a esta teoría los agentes económicos utilizarían con tal eficiencia la
información disponible que estos lograran poseer expectativas lo suficientemente
precisas como para que estas no difirieran sistemáticamente de los hechos que
ocurrirían efectivamente. Esto implica que los agentes económicos no se
equivocan de manera sistemática con respecto al futuro, es decir que sus
122 Smith, Adam, Investigación Sobre la �aturaleza y Causas de las Riquezas de las �aciones, F.C.E., México, D. F., 1990, p. 402. (subrayado nuestro, J.J.) 123 Sargent, Thomas, Rational Expectations, en Henderson, David R., editor, The Fortune Encyclopedia of Economics, Warner books, New York, 1993, p. 155 y p. 156. (traduccción libre
nuestra)
Introducción a la Economía, Juan Jované
72
expectativas son iguales a la predicción del modelo más un error aleatorio, el cual
no muestra autocorrelación en el tiempo y que no sesga, consecuentemente,
dicha predicción en una u otra dirección. Lógicamente también se estaría
suponiendo que dichos agentes utilizan un modelo adecuado a la realidad para
determinar sus expectativas. Esto de acuerdo a Sargent estaría asegurado por la
presencia del agente de racionalidad perfecta. Refiriéndose de manera concreta a
las personas, este autor propone:
“Que ellas tienen incentivos fuertes para usar reglas de predicción que trabajen bien debido a las ganancias ‘más grandes’ que resultan para quien actúa sobre la base de mejores predicciones,… cuando la gente tiene que predecir un precio una y otra vez, ellas tienden a ajustar sus reglas de predicción para eliminar errores evitables… Traducción: en situaciones recurrentes la forma en que el futuro se desarrolla desde el pasado tiende a ser estable, y la gente ajusta sus
predicciones para adecuarse a este patrón estable”.124
Iniciando ahora la exposición de las críticas al enfoque de la racionalidad perfecta
se puede señalar que un primer grupo de críticas, tal como se adelantó, se dirige
hacia el hecho de que en el análisis neoclásico original las preferencias y la propia
actividad de los individuos no se explica, ni siquiera parcialmente, por su
vinculación con el medio social. Este conjunto de observaciones recalca lo que
considera el contenido ahistórico del enfoque.
Entre quienes pueden sumarse a esta corriente se encuentra Karl Polanyi, quien
en su obra La Gran Transformación no sólo llama la atención sobre la importancia
que a su juicio tiene el contexto social en la determinación de la acción de los
agentes sociales, sino que, además, desarrolla un argumento de acuerdo al cual
la economía normalmente debe estar constituida como una esfera incrustada en el
conjunto de las relaciones sociales y políticas. Esto lo lleva a establecer que el
sistema de mercado puro, en la medida en que intenta romper con esa relación
124 Ibidem, p. 155. (traducción libre nuestra J. J.)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-73-
ineludible, genera las condiciones necesarias para las crisis, llamando, además, la
atención sobre la importancia de la presencia de formas de regulación en el
ámbito del trabajo, de la utilización de los recursos de la naturaleza y de la
moneda.125
La posición de Polanyi coincide, aun que sea solo en sus aspectos generales,
con la posición de la Economía Política, la cual hace énfasis, tal como se observó
en el capítulo anterior, en el hecho de que la acción de los agentes económicos no
puede entenderse al margen de las relaciones sociales de producción y
distribución en el que los mismos actúan. La forma en que esta última visión se
plantea el problema puede ser ejemplificada por medio de la siguiente reflexión de
N. Bujarin:
“Esto nos lleva a la conclusión de “subjetivismo” de la escuela austriaca, que al aislar intencionalmente el “sujeto económico” fuera de toda consideración de las relaciones sociales, solo puede desembocar en la bancarrota lógica de todo el sistema; porque todo esto es tan poco satisfactorio como la vieja teoría del costo de producción, que rueda en el vacío en el interior de
un círculo mágico”.126
Una segunda línea de crítica a la visión neoclásica de los agentes económicos
está dada por quienes piensan que aún cuando la idea de agentes que maximizan
conscientemente su nivel de utilidad, satisfacción, bienestar, o simples
preferencias, puede ser al menos parcialmente cierta para los agentes de la
producción en el régimen capitalista, no lo es para el caso de los consumidores,
donde elementos como las costumbres y la propaganda juegan un papel
importante. Esta posición se encuentra claramente delineada en el pensamiento
de Oskar Lange, quien argumenta que “Muchas gentes, e incluso muchos
125 Polanyi, Karl, The Great Transformation. The Political and Economic Origins of Our Time, Beacon Press, segunda edición, Boston, 2001. 126 Bujarin, N., Crítica a la Teoría Marginalista (La economía política del rentista), Ediciones de Cultua Popular, México, D. F., 1975, p. 53.
Introducción a la Economía, Juan Jované
74
economistas, no están convencidos –al apoyarse en la experiencia íntima- de
comportarse de acuerdo a los principios de la utilidad marginal. Consideran –sigue
diciendo este autor- más bien que la actividad económica es un comportamiento
de carácter consuetudinario y tradicional, y pueden apoyarse, para sostener su
tesis, en su experiencia interna”.127 Más adelante Lange, refiriéndose a los
resultados de los diversos medios de propaganda, sostiene que:
“Hoy no se debe hablar de una efectiva racionalidad de las actividades domésticas, sin tener en cuenta la influencia de este reclutamiento, constante e intensivo de compradores. Los métodos de reclutamiento de compradores pueden clasificarse según la influencia que ejercen en la racionalidad de la actividad doméstica. Los hay que buscan provocar reacciones racionales en los compradores y los que se esfuerzan en estimular los deseos aún inconscientes del
consumidor o simplemente sus reflejos condicionados”.128
En una tercera línea crítica, que no deja de estar cerca de las dos anteriores, está
la posición de aquellos que destacan que en la práctica los agentes económicos
no solo estarían motivados por el interés propio en sentido estricto. De hecho
existirían motivaciones tales como el sentido de reciprocidad, el altruismo, el
deseo de sentirse parte de la comunidad, el sentido del deber, la tendencia hacia
la solidaridad, etcétera, los cuales deben ser tomados en cuenta para el análisis.
Esta posición, que más adelante se desarrolla con más detalle, se puede
ejemplificar con el siguiente postulado de Amartya Sen: “Una persona puede
valorar la promoción de ciertas causas y la ocurrencia de algunas cosas, aun
cuando la importancia dada a estos desarrollos no se refleje en el aumento de su
bienestar…”.129 Una visión semejante a la de Sen se encuentra en el
pensamiento de Sabina Alkire y Séverine Deneulin, quienes sostienen que “la
política y las estructuras de incentivos basados en el supuesto de motivaciones
127 Lange, Oscar, Economía Política I, F.C.E., decimoquinta reimpresión, México, D. F., 1987, p.
227. 128 Ibidem, p. 233. 129Sen, Amartya, On Ethics & Economics, Blackwell Publishing, reimpresión, United Kingdom,
2003, p. 41. (traducción libre nuestra J.J.)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-75-
exógenas y egoístas pueden limitar otras fuentes de motivación y tener efectos
negativos tanto en relación al comportamiento cooperativo como sobre la
eficiencia económica”.130
En una cuarta línea de análisis crítico se encuentran quienes llaman la atención
sobre el hecho de que los agentes económicos no tienen toda la capacidad de
manejar la masa de datos necesarios, así como de realizar permanentemente los
complicados cálculos que implican los procesos de maximización, sobre todo en
un mundo cambiante. Este es el caso de la idea de racionalidad limitada
desarrollada por Herbert A. Simmon, quien sostiene, en una posición que va más
allá que la de Oscar Lange, que aún en el caso de los agentes empresariales no
se debe esperar la presencia de una racionalidad completa. Esta visión del
problema será objeto de análisis en un acápite posterior de este capítulo.
2.3. Versión Neoclásica Ampliada
Frente a algunas de las críticas antes señaladas la reacción de los economistas
neoclásicos se dirige a introducir algunas extensiones de su contenido, diseñados
para lograr un mayor, realismo sin afectar el núcleo central de su hipótesis, es
decir la presencia del “homo oeconomicus”. Es en este contexto que Gary S.
Becker, quien obtuvo el premio Nobel de Economía en 1992, ha intentado
introducir dentro del marco del análisis neoclásico la presencia de interacciones
entre las personas, así como la presencia de factores que, de alguna manera,
pueden ser calificados de institucionales.
Lo que caracteriza a esta forma de enfrentar el problema es que el agente
económico sigue teniendo una función de preferencia individual, guiada
estrictamente por su propio bienestar, a la vez que se introducen en el análisis
130 Alkire, Sabina y Deneulin, Séverine, Individual Motivation, Its �ature, Determinants and Consequences for within Group Behavior, UN/WIDER, Working Paper No 184, mayo de 200, p. 2.
Introducción a la Economía, Juan Jované
76
algunos elementos que tienen que ver con los otros individuos y los rasgos
institucionales. Los agentes económicos como en el caso de la visión neoclásica
original tienen, una restricción presupuestaría, la cual ahora también contiene los
factores que tienen que ver con las características de los otros individuos y los
rasgos institucionales. Su acción entonces se guiará a maximizar el nivel de su
función de utilidad, que ahora aparece redefinida, teniendo en cuenta sus
restricciones que también estarían redefinidas.131 Con relación a la función de
utilidad o de nivel de satisfacción en términos formales se tendrían en cuenta
explícitamente los siguientes elementos:
1. El conjunto de bienes y servicios que el individuo consume y que son
parte de los argumentos que definen su nivel de satisfacción.
2. El llamado capital personal, el cual se refiere a los elementos vinculados
con la historia personal del individuo. Se refiere, en concreto, a las
experiencias acumuladas durante su vida, que juegan un papel en darle
forma a su función de preferencias. Aquí se incluyen elementos como la
experiencia propiamente dicha y la educación.
3. Las características de otros agentes económicos, la cual puede ser
entendida como un dato que el agente no puede modificar, en cuyo
caso tomaría la forma de un capital social. Esto, para aclarar más,
incluye el hecho de que, por ejemplo, el agente comprende que una
determinada acción le puede significar el repudio o la aceptación por el
resto de los agentes, por lo que esto afecta su nivel de satisfacción.
Esto, desde luego, condiciona la acción del agente, pero lo hace por la
vía de sus propias preferencias.
131 Becker, Gary S., A Theory of Social Interactions, NBER, Working Paper No 42, junio de 1974.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-77-
4. También se puede suponer que el agente puede gastar parte de sus
recursos, tiempo u otros en generar una determinada situación o
característica en otros agentes, que generen para él algún determinado
nivel de preferencia superior. Un ejemplo en este caso puede ser
realizar alguna acción o consumo en búsqueda de ganar prestigio frente
a sus pares, lo cual sería un elemento que generaría satisfacción
adicional para el individuo que actúa de esta manera.
5. Otro elemento que se puede introducir en la función de utilidad ampliada
es el bienestar de otros individuos junto al bienestar propio, con un
coeficiente de ponderación en el cual, probablemente, el interés propio
tendría una ponderación superior al que se le otorga al nivel de
bienestar de otros. Así, por ejemplo, para él puede significar algún tipo
de satisfacción actuar de manera altruista, o un individuo puede sentir
satisfacción en asignar parte de sus recursos en promover el bienestar
de otras personas. El comportamiento altruista en este caso se
explicaría solo por el hecho de que beneficiar a los otros genera algún
tipo de bienestar en quien ejecuta este tipo de comportamiento.
En términos de los recursos, de manera correspondiente, el análisis tendría que
introducir no solo el costo que implica asignar recursos en la adquisición de bienes
para el propio uso, sino, también, los costos que implican actuar de acuerdo a las
normas, mejorar su prestigio en la sociedad, ser altruista, etcétera. En el caso de
que el no cumplimiento de una norma pueda llevar a obtener un ingreso adicional,
este elemento también tendrá que tomarse en cuenta en la definición de las
condiciones en la que se realiza la operación de maximización de la función de
preferencias.
Teniendo en cuenta lo anterior, es decir, la función objetivo ahora redefinida y las
restricciones, también redefinidas, el agente económico llevará a cabo el proceso
Introducción a la Economía, Juan Jované
78
de maximización de dicha función, por medio de la aplicación de las condiciones
que logran ese fin. Es así que en el segundo punto de su trabajo titulado “A
Theory of Social Interactions”, Becker establece un equilibrio para el consumidor
en el que la relación entre la utilidad marginal que se obtiene en el consumo de un
bien y la que se obtiene de un mejoramiento de la opinión que tienen los otros
sobre dicho consumidor, resulta igual a la que se da entre el precio del bien y el
precio (costo) de mejorar en una unidad dicha opinión favorable132. Se trata, como
puede reconocer el lector informado, de la típica condición de equilibrio en el
margen, que es una de las principales características de la teoría neoclásica.
Otra de las características del pensamiento de Becker es su idea de que el tipo de
comportamiento que define al llamado “homo oeconomicus” resulta útil para el
análisis de algunos de los problemas que tratan otras ciencias sociales distintas a
la economía. Esto es evidente en la forma en que este autor aborda el problema
de la criminalidad y de cómo reducirla. En este caso el delincuente se modela
como un agente plenamente racional en el sentido antes expuesto, el cual
compara el “beneficio” que le ofrecen sus acciones con el “costo probable” que
puedan tener las mismas:
“El gasto total del gasto público dedicado a combatir el crimen puede reducirse, mientras se mantiene la esperanza matemática de encontrar y condenar a los culpables, por la vía de contrabalancear la reducción en los gastos destinados a atrapar los criminales con un aumento suficiente en el castigo de los que son condenados. Sin embargo, los individuos guiados al riesgo, son alejados más del crimen por una mayor probabilidad de procesamiento y condena que por castigos severos. Por tanto, el comportamiento óptimo por parte del Estado deberá balancear la reducción del gasto en policías que es resultado de reducir la probabilidad del procesamiento y la condena contra la preferencia de los criminales guiados hacia el riesgo por una menor certeza en el castigo. El estado
132 Ibidem, p. 4.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-79-
también deberá considerar la probabilidad de que se llegue a
condenar personas inocentes”.133
Algo semejante ocurre cuando Becker analiza los problemas de la familia, al
desarrollar lo que él considera debe ser el punto de partida para el análisis de la
familia. Concretamente este autor propone lo siguiente:
“El punto de partida de mi trabajo sobre la familia es el supuesto de que cuando los hombres y las mujeres deciden casarse y tener hijos o divorciarse, ellos intentan maximizar su utilidad comparando los beneficios y los costos. Así ellos se casan cuando esperan estar mejor que si se mantienen solteros, y ellos se divorcian si esperan que esto les eleve su bienestar. ......................................................................
“Por ejemplo, contrario a la creencia común sobre el divorcio entre los ricos, el análisis económico de las decisiones de la familia muestra que las parejas más ricas son menos propensas a divorciarse que las parejas pobres. De acuerdo a esta teoría, las parejas más ricas tienden a ganar mucho manteniéndose casadas, mientras que muchas parejas pobres no. Una mujer pobre puede bien dudar si vale la pena mantenerse casada con alguien que es un desempleado
crónico”134.
En el plano de la ciencia política la posición de Becker se ha desarrollado dentro
del llamado enfoque de la “elección pública”.135 De acuerdo a este enfoque los
gobernantes, principalmente los legisladores, tienen una función objetivo basada
no en el interés público, sino en sus intereses particulares, entre los que,
normalmente, se destaca el interés de reelegirse. Su acción, entonces, estaría
guiada, dentro de las restricciones objetivas que enfrentan, a maximizar su función
objetivo personal. La diferencia básica con el plano económico vendría dado por
los resultados. Mientras que en el plano económico la búsqueda del interés propio
llevaría, vía la operación de la competencia en los mercados, a una situación de
eficiencia, en el plano de lo político ocurriría todo lo contrario.
133 Becker, Gary, The Economic Way of Looking at Life, opcit, p. 42. (traducción libre nuestra J.J.) 134 Ibidem, p. 46., (traducción libre nuestra JJ). 135 Véase: Roemer, Andres, Introducción al Análisis Económico del Derecho, F.C.E., México, D.
F., 1994, capítulo III.
Introducción a la Economía, Juan Jované
80
2.4. Posición de Amartya K. Sen La posición de Gary Becker, en el que se conserva la idea de que los individuos
actúan en la búsqueda de su propio bienestar puede ser sometida a un análisis
crítico a partir de las posiciones desarrolladas por A. Sen las que, como hemos
adelantado, guardan relación con la idea de que el enfoque neoclásico, al
privilegiar la idea de que la motivación única de los individuos es el interés propio,
es decir su satisfacción, dejan por fuera un conjunto de motivaciones, las cuales
deberían jugar un papel importante en el análisis del comportamiento de los
agentes económicos. Es por esto que Sen destaca que su argumentación está
guiada a introducir una cuña entre la elección personal y el bienestar personal,
rompiendo la visión de la economía tradicional que entiende que estos dos
aspectos resultan idénticos.136
La idea básica de A. K. Sen no está en negar que los individuos tengan como
motivación el logro de su propio bienestar y satisfacción. Su argumentación se
dirige a negar que esta sea la única motivación, en condiciones que todas las
otras pueden ser excluidas del análisis o reducidas a esta. Es en esta dirección
que la argumentación de este autor llama la atención sobre el concepto de
compromiso, el cual, además, se diferencia del de simpatía.
De acuerdo a Sen el concepto de simpatía si bien toma en cuenta los intereses o
el bienestar de otras personas, los mismos solo juegan un papel si afectan el nivel
de bienestar y satisfacción de quien toma la decisión. Se trata de una motivación
que, como resulta evidente, es plenamente compatible con el tratamiento que
136 Sen, Amartya K., Los Tontos Racionales: Una Crítica de los Fundamentos Conductistas de la Teoría Económica, en Hahn, Frank y Hollis, Martin (compiladores), Filosofía y Teoría Económica, F. C. E., primera reimpresión, 2004, p. 191.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-81-
hace Becker de las relaciones interpersonales. La definición específica de esta
forma de motivación es propuesta por Sen en los siguientes términos:
“… corresponde al caso en que el interés por otros afecta nuestro propio bienestar. Si el conocimiento de que se tortura a otros nos enferma, éste es un caso de simpatía…. Puede sostenerse que el comportamiento basado en la simpatía es egoísta en un sentido importante, porque nos complace el placer de otros y nos duele el dolor de otros, de modo que la búsqueda de nuestra propia utilidad puede ser impulsada por
la acción de la simpatía”.137
El concepto de compromiso muestra una forma de comportamiento y de
motivación distinta. En esta ya sea por la presencia de una consideración ética, de
pertenencia a un grupo o algún factor semejante, el agente es capaz de realizar
una acción que beneficie a otras personas pero contradiga o disminuya su nivel
de satisfacción. De acuerdo a Sen:
“Podemos definir el compromiso en el sentido de que una persona escogerá un acto que en su opinión producirá un nivel de bienestar personal para él menor que otro acto también a su alcance. Adviértase que la comparación se hace entre niveles de bienestar esperados, de modo que esta definición del compromiso excluye los actos contrarios al interés propio que derivan sólo de un error en el pronóstico de las
consecuencias”.138
Más adelante, Sen no solo destaca que el comportamiento de compromiso está
vinculado a situaciones en la que la moral, los valores, el sentido de pertenencia,
los criterios de equidad, y elementos similares juegan un papel importante, sino
que argumenta que este tipo de comportamiento afecta gravemente toda la
estructura del modelo neoclásico:
“Por otra parte, el compromiso implica, en un sentido muy real, la elección en contra de las preferencias, lo que destruye el supuesto crucial de que una opción escogida debe ser mejor
137 Ibidem, p. 187. 138 Ibidem, p. 188.
Introducción a la Economía, Juan Jované
82
que las otras (o por lo menos tan buena como ellas) para que la persona la escoja; y esto requeriría ciertamente que los modelos se formularan de una manera en esencia
diferente”.139
La forma en que la idea del compromiso contradice la visión de Becker queda
claramente delineada en la argumentación de Sabina Alkire y Séverine Denulin,
quienes dan un ejemplo ilustrativo a este respecto. De acuerdo a este si la
compañera de un hombre con una condición que lo debilita en el largo plazo, lo
cuida fielmente, descuidando movimientos excitantes y posibilidades para su
carrera, y olvidando sus propias necesidades de amistad y soporte a medida que
la enfermedad avanza, la conclusión de Becker sería que esta señora tiene una
función de utilidad con un alto peso para la lealtad y que, además, la teoría de las
preferencias reveladas permite concluir que la misma ha logrado maximizar su
nivel de utilidad a través de los diez años de cuidados.140
Es evidente que tanto como la descripción de los hechos, como del análisis de las
motivaciones la propuesta de Becker no parece ser la mejor. Una vez expuesta la
visión de Sen resulta útil preguntarnos sobre cuáles serían los campos en que
este autor piensa que el comportamiento de compromiso juega un papel
importante. En este caso Sen parte señalando que el mismo no pareciera muy
importante en el ámbito del análisis de las decisiones vinculadas con los bienes de
consumo estrictamente privados, donde ni siquiera la simpatía parece tener un
papel importante. Esto, sin embargo varía en el caso de las decisiones que se
refieren a los bienes públicos y su financiamiento, de manera que “en materia de
bienes públicos, es posible que el comportamiento maximizador de la ganancia no
sea el mejor supuesto”.141 Así mismo el comportamiento de compromiso parece
ser útil en la comprensión de los fenómenos del mundo laboral, dado que:
139 Ibidem, p. 190. 140 Alkire, Sabina y Deneulin, Séverine, Op.cit, pp. 11 y 12. 141 Sen, A. K, Los Tontos Racionales…, op.cit., p. 197.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-83-
“Es sin duda costosa, y quizá imposible, la elaboración de un sistema de supervisión con recompensas y castigos de tal manera que todos tengan incentivos para esforzarse. Por lo tanto, todos los sistemas económicos han tendido a depender de la existencia de actitudes hacia el trabajo que se colocan por encima del cálculo de la ganancia neta derivada de cada unidad de esfuerzo. El acondicionamiento social desempeña
aquí un papel muy importante”.142
En el ámbito de la política, Sen en contraste con la posición de los teóricos del
llamado enfoque de la elección racional, argumenta que el comportamiento del
compromiso juega un papel importante. Es así que en el caso de los procesos de
votación argumenta que:
“En las elecciones grandes, resulta difícil demostrar que cada votante tiene alguna esperanza real de afectar el resultado con su voto, y si la votación implica algún costo, la ganancia neta esperada de la votación puede ser típicamente negativa. Sin embargo, todavía puede ser muy elevada la proporción de votos en grandes elecciones, y en otra parte he tratado de demostrar que, en tales elecciones, los individuos pueden estar guiados a menudo “no tanto por la maximización de la utilidad esperado como por algo mucho más simple, o sea el deseo de registrar su verdadera preferencia”. Si este deseo refleja un sentimiento de compromiso, el comportamiento en cuestión no correspondería a la visión del hombre en la teoría
económica tradicional”.143
Para quien está familiarizado con el pensamiento neoclásico todo lo anterior
podría aparecer como innecesario bajo la argumentación que esta escuela en
general y Becker en particular solo sostiene que los agentes son racionales en
cuanto pueden mantener preferencias ordenadas consistentes (la idea de las
preferencias reveladas). En este sentido se estaría señalando que se entiende
que una persona prefiere una acción sobre otra porque así lo demuestra su
142 Ibidem, p. 199. 143 Ibidem, p. 198.
Introducción a la Economía, Juan Jované
84
práctica que, además, resulta consistente. Esta argumentación, sin embargo,
puede ser discutida y eventualmente rechazada por tres motivos.
El primero se refiere a que la misma genera un punto de vista en el que las
preferencias carecen de cualquier explicación. Estas se mantienen como
“variables exógenas”, en condiciones que el proceso de su formación y de como él
mismo interactúa con el devenir de las cosas, incluyendo al que tiene que ver con
el medio ambiente, quedan fuera del ámbito de la investigación. El segundo se
refiere al hecho de que una vez aceptada la premisa generalmente se introduce,
sin mayor explicación y sin advertencia, la idea de que las personas se mueven
por su propio bienestar a la vez que el mismo se considera sostenido por la
satisfacción y utilidad de los individuos. El tercero, que está ampliamente
relacionado con los dos anteriores, destaca que en la eventualidad de aceptar la
premisa en discusión estaríamos tomando como válida una visión que empobrece
el análisis, al no distinguir con más detalles cuales son las motivaciones de los
agentes económicos.
Para completar la exposición de la argumentación de A. K. Sen se debe
establecer que el mismo acepta, a diferencia de otros economistas, que los
elementos vinculados con la ética juegan un papel activo, por la vía del
comportamiento de compromiso, en la explicación del comportamiento de los
agentes económicos. La ética sin embargo no se entiende como un problema
estrictamente individual, ya que “el razonamiento moral influye sobre nuestras
acciones, pero en un sentido más amplio se trata de cuestiones culturales, entre
las que se incluye la moral”.144 Esto ya apunta hacia el problema de las
instituciones y las relaciones sociales que serán el tema del próximo capítulo.
2.5. Racionalidad Imperfecta o Acotada
144 Ibidem, p. 200.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-85-
Entre las posiciones más interesantes, así como de mayor impacto, que se
diferencian de la visión de la racionalidad perfecta de la teoría neoclásica
tradicional se encuentran, sin duda, la idea de la racionalidad imperfecta o limitada
(bounded rationality). Este enfoque, introducido como ya se señaló, por Herbert A.
Simon, quien ganó el premio Nobel de economía en 1978, se refiere al
comportamiento humano que es “deliberadamente racional”, pero solo
“limitadamente”.145 Se trata de una posición que se distancia del supuesto de la
capacidad maximizadora de los agentes económicos, así como de aquellos que
se refieren a la información perfecta.
Con el fin de lograr una adecuada presentación del enfoque de la llamada
racionalidad imperfecta o acotada resulta conveniente destacar que la misma se
basa en una serie de elementos que caracterizan su naturaleza. Para esto se
debe partir señalando que la diferencia de la racionalidad imperfecta o acotada, tal
como la desarrolló Herber A. Simon, con la racionalidad perfecta no se refiere a
que en esta visión nueva se niegue que las personas se guíen por el interés
propio. Es por esto, como se verá más adelante, que a Oliver Williamson, premio
Nobel de Economía en el 2009, le resultó factible unir la idea de un agente que
busca su propio bienestar con la idea de la racionalidad acotada.146
Así mismo, como lo destaca el Diccionario de Economía Moderna del MIT editado
por David Pearce, la diferencia entre la racionalidad perfecta y la limitada no se
encuentra tampoco en los aspectos que tienen que ver con la capacidad de los
individuos de realizar un ordenamiento consistente y transitivo de sus
preferencias, sino en referencia a los problemas vinculados con la capacidad
145 Williamson, Oliver E, Mercados y Jerarquías: Su análisis y sus implicaciones antitrust, F.C.E., México, 1991, p. 38. 146 Williamson, Oliver E., The Economics Institutions of Capitalism, The Free Press, New York,
1985, Capítulo 2.
Introducción a la Economía, Juan Jované
86
cognoscitiva de las personas. Es así que, de acuerdo a esta fuente, la
racionalidad limitada o acotada se define de la siguiente manera:
“Una noción desarrollada por H. A Simon, que propone que aún cuando los individuos se comportan racionalmente, en el sentido que su ordenamiento es completo, consistente y transitivo, su habilidad para obtener y procesar información es limitada, esto es, está limitada por la capacidad computacional de la mente humana. En consecuencia a medida que la tarea se hace más complicada los individuos adoptan estrategias simplificadoras y el uso de las reglas de decisión y la
heurística se hacen más comunes…..”147
De acuerdo a lo anterior se puede señalar que la racionalidad acotada o limitada
se refiere en lo fundamental a tres características, que explican la idea de Hebert
A. Samon en el sentido de que los agentes que toman decisiones son “tan
racionales como sus capacidades computacionales y su información imperfecta
les permite ser”.148
La primera de ellas se refiere a que, dada las complicaciones del mundo real, los
agentes realizan sus decisiones en un contexto de información incompleta. Esto
significa que los mismos no conocen todas las alternativas que se encuentran
disponibles, no conocen con certeza todas las calidades de los bienes o servicios
que se intercambian, no conocen plenamente la naturaleza de los agentes con los
que realizan transacciones, mientras que, además, se encuentran en una
situación de incertidumbre, ya que no tienen una información plena sobre las
condiciones que regirán en el futuro.149 Se trata de un claro alejamiento de los
supuestos básicos sobre la información perfecta.
147 Pearce, David, The MIT Dictionary of Modern Economics, The MIT Press, Cambridge,
Massachusetts, 1992, p. 43. (traducción libre nuestra J.J.) 148 Simon, Herbert, Rational Decision – Making in Business Organization, Nobel Memorial
Lecture, 8 December 1978, Economic Science, p. 351. (traducción libre nuestra J. J.) 149 Ibidem, p. 353.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-87-
La segunda característica guarda relación con la capacidad computacional
limitada que caracteriza a los agentes económicos del mundo real. Si la
racionalidad perfecta fuera factible los seres humanos tendrían que tener una muy
amplia capacidad de cómputo la que permitiría no solo conocer todas las
alternativas disponibles para la toma de decisiones, sino que también les
permitiría conocer detalladamente las consecuencias y resultados de cada
alternativa. Estos resultados y consecuencias, además, deberían ser reducidos,
no importa lo heterogéneos que sean, a una única medida de utilidad, con el fin de
obtener la posición de maximización de la misma. De acuerdo a Simon, dada la
dificultad para establecer con claridad los objetivos, la dificultad para compararlos,
así como las dificultades de volumen de cálculos a realizar en un tiempo limitado,
no resulta realista ni útil asumir que los agentes económicos hacen algún tipo de
proceso efectivo de elección que implique una real maximización de una función
objetivo claramente definido.150
La tercera característica importante de la visión de la racionalidad acotada está
dada por la idea, presente en la anterior cita de Pearce, de que en la práctica las
decisiones se realizan en base a reglas simplificadas y heurísticas, tales como las
llamadas “reglas del pulgar”, destinadas, en gran medida, a convertir, sin
pretender lograr un punto de máximo, problemas de decisiones no tratables en
otros que si resultan manejables. Una de las más importantes formas de
decisiones que en esta línea plantea Herbert A. Simon es la que se refiere a los
resultados satisfactorios. De acuerdo a esto los agentes no buscarían un
resultado óptimo, el cual es imposible, sino uno que sea considerado por ellos
satisfactorio. En este sentido se plantea que, por lo general los agentes exploran
el conjunto de alternativas no hasta agotarlas, sino hasta el punto en que, aún sin
explorarlas todas, encuentran una que les resulte satisfactoria. En otras palabras
el agente parte buscando alternativas y cuando encuentra una que le resulta
150 Ibidem.
Introducción a la Economía, Juan Jované
88
satisfactoria desiste de seguir buscando otras alternativas y la escoge. Es en este
sentido que Simon, haciendo referencia a algunos elementos de como se
establece el nivel satisfactorio, propone que:
“Como una alternativa, uno puede postular que el agente que hace la decisión se ha formado una aspiración sobre cuan buena debe ser la alternativa que debe encontrar. Tan pronto como descubre una alternativa para escoger que se aviene a ese nivel de aspiración, el terminará con la búsqueda y escogerá esa alternativa… Tal como la investigación psicológica ha demostrado, los niveles de aspiración no son estáticos, pero tienden a elevarse o caer en consonancia con las experiencias cambiantes. En un ambiente benigno que provee muchas buenas alternativas, las aspiraciones se
elevan; en un ambiente más duro, estas caen”.151
La referencia a los ambientes resulta interesante en la medida que permite
establecer un vínculo entre la racionalidad limitada o acotada y el marco
institucional. Sin pretender agotar aquí lo que es el tema del próximo capítulo,
resulta útil destacar que el cuadro institucional y el ambiento socio cultural pueden
jugar un importante papel en un proceso de selección de alternativas como el aquí
propuesto. Esto se relaciona con el concepto de selectividad, el cual se refiere a la
presencia de normas que guían la exploración de las alternativas hacia
determinados campos del conjunto de las mismas, las que, por tanto tienen un
papel, importante en la explicación de los resultados.152
2.6. Elementos del Enfoque Psicológico
Entre las posiciones que se diferencian y a la vez critican el contenido de la
hipótesis de la racionalidad perfecta también se encuentra lo que podemos llamar
el enfoque psicológico, el cual busca combinar los conocimientos de la economía
151 Ibidem, 356. 152 Ibidem, p. 362.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-89-
con los de la psicología con el fin de explicar el comportamiento de los agentes
económicos. Este enfoque se caracteriza, entre otras cosas, por su método
inductivo, es decir por el hecho de que sus investigaciones no toman la forma de
deducciones a partir de postular determinados axiomas, sino por practicar en
buena medida el método experimental, el que se aplica al estudio de la conducta
humana en condiciones que, de manera simplificada y pura, intentan reproducir
las que existen en los mercados. La aplicación de la psicología al estudio de los
agentes económicos introduce la idea de formas de comportamiento en las que
intervienen factores distintos a los que se plantean en la visión de la racionalidad
perfecta. Es así que en un comentario de la Real Academia Sueca de Ciencias se
sostiene que:
“En psicología, especialmente en la psicología cognoscitiva, un ser humano es comúnmente entendido como un sistema, que codifica e interpreta la información disponible en una forma conciente y racional. Pero otros factores, menos concientes, también se suponen que gobiernan el comportamiento humano en forma sistemática. Es esta visión más compleja – donde los incentivos intrínsecos ayudan a darle forma al comportamiento humano – la que ha venido a
penetrar los recientes desarrollos en la teoría económica”. 153
Teniendo en cuenta lo anterior, así como el hecho de que la forma experimental
del enfoque ha dado lugar a muchas hipótesis y avances en torno al
comportamiento humano en la esfera de la economía, la presentación del tema
siguiente se circunscribe a dos objetivos. El primero se refiere al desarrollo
resumido de las ideas básicas de la forma en que se toman decisiones
económicas.154 El segundo se orienta a presentar algunos ejemplos de los
resultados concretos del enfoque, haciendo énfasis en la manera en que los
mismos contradicen al enfoque neoclásico de la racionalidad perfecta.
153 Real Academía Sueca de Ciencias, Foundation of Behavioral and Experimental Economics: Daniel Kahneman and Vernon Smith, Advanced information on the Prize in Economics Sciences
2002, December 2002, p. 11. (tradución libre nuestra J.J.) 154 Para una exposición sistemática y completa del tema véase: Rabin, Matthew, Psycology and Economics, Department of Economics, University of California - Berkely, September 28, 1996
Introducción a la Economía, Juan Jované
90
En su disertación realizada con motivo del otorgamiento del Premio Nobel de
Economía en el 2002 Daniel Kahneman, quien junto a Amos Tversky, son
personajes centrales del enfoque psicológico, sostiene que los agentes
económicos realizan gran parte de sus decisiones en lo que el llama el sistema 1
o intuitivo, el cual se caracteriza por ser veloz, paralelo, automático, de bajo
esfuerzo, asociativo y de aprendizaje lento. Más aún, propone no solo que esto
lleva a un alejamiento de la racionalidad perfecta, sino que, además, argumenta
que estos distanciamientos generalmente no son corregidos por lo que el llama el
sistema 2 o razonamiento. Este último, a diferencia del anterior, se caracteriza por
ser lento, operar en serie, ser controlado y basado en el esfuerzo, gobernado por
reglas y flexible.155
Una idea clave en esta forma de ver las cosas, como se desprende de lo anterior,
es la presencia de decisiones económicas que se realizan en base a formas de
preferencia y juicios intuitivos que vienen a la mente de manera rápida y sin
mucha reflexión o deliberación. En este caso, de acuerdo a Kahneman, la mayor
accesibilidad, es decir la fácil, rápida y espontánea representación en la mente,
de determinadas características reales o no de un fenómeno frente a otras que
resultan menos accesibles, hacen que estas jueguen un papel central en la acción
de los agentes, las cuales pueden dar lugar a errores sistemáticos desde el punto
de vista de la visión de la racionalidad perfecta. Esta accesibilidad, se debe
agregar, está condicionada, entre otras cosas, por las características del objeto,
su vinculación con otros semejantes y el contexto.
Precisando un poco más, la visión que ahora se presenta propone que la
accesibilidad produce impresiones y percepciones rápidas para la toma de
decisiones, que no necesariamente contienen todos los elementos reales
necesarios para tomar una decisión basada en los criterios de la racionalidad
155 Kahneman, Daniel, Maps of Bounded Rationality: A Perspective on Intuitive Judgment and Choice, Prize Lecture, December 8, 2002.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-91-
perfecta. Este elemento guarda relación con el llamado fenómeno de la edición,
cuya función es organizar y reformular las opciones en una manera que simplifica
la subsecuente evaluación y acción.156 Más aún, las decisiones se toman sobre
esta base por medio de reglas heurísticas, que también se alejan de las reglas de
la racionalidad perfecta.
Es en este sentido que Kahneman sostiene que la etiqueta de “intuitivo” es
aplicada al juicio que refleja directamente las impresiones, sosteniendo además
las personas no están acostumbradas al pensamiento duro, por lo que
frecuentemente confían en juicios que parecen ser plausibles y que vienen de
manera rápida y espontánea a la mente.157 En este enfoque la presencia de la
accesibilidad, de las percepciones y del pensamiento intuitivo produce una
situación en la que la incertidumbre, aun cuando está presente, se ve disminuida o
eliminada a la hora de la toma de decisiones. De acuerdo a Kahneman:
“La incertidumbre es pobremente representada en la intuición, así como en la percepción, el concepto de juicio heurístico fue inventado para acomodar la observación de que el juicio intuitivo de probabilidades es mediado por atributos tales como la similaridad y la fluencia asociativa, que no están intrínsecamente relacionados con la incertidumbre. El hallazgo principal en los estudios de las decisiones intuitivas, tal como lo describe Klein (1998), es que agentes de decisión experimentados que trabajan bajo presión, tales como capitanes de compañías de bomberos, raramente necesitan escoger entre opciones porque en la mayor parte de los casos solo una opción se les viene a la mente. Las opciones que
fueron rechazadas no están representadas”.158
Teniendo en cuenta lo anterior se puede ahora llamar la atención sobre algunos
de los resultados propuestos por quienes practican el enfoque que ahora nos
156 Kahneman, Daniel y Tversky, Amos, Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk, en Econométrica, Vol. 47, No 2, March 1972, p. 274. 157 Kahneman, Daniel, Op.cit, p. 451 y p. 452. 158 Ibidem, p. 455.
Introducción a la Economía, Juan Jované
92
ocupa. Entre dichos resultados el llamado efecto de encuadre resulta
especialmente interesante.
El llamado efecto encuadre, como resultado del proceso experimental – inductivo,
se refiere a la observación de que los agentes económicos tienden a dar distintas
respuestas, es decir a tomar decisiones disímiles, cuando el mismo problema se
plantea de manera diferente, destacando uno u otro aspecto del mismo. Así, por
ejemplo, si un programa de ahorro se presenta enfatizando solo el sacrifico que el
mismo implica en términos del bienestar actual, recibirá una aprobación
significativamente inferior a la que obtendría si el mismo programa se presentara
haciendo énfasis en sus beneficios de protección, crecimiento del patrimonio y
bienestar futuro.
Esto significa que el ordenamiento de las preferencias, el llamado mapa de curvas
de indiferencia de los economistas neoclásicos, puede variar con solo modificar la
manera formal en que se plantea el problema. Se trata de un elemento que
desafía el concepto de racionalidad perfecta en términos de la necesidad que
tiene esta última de un adecuado ordenamiento de las preferencias. Esto es
comentado por Kahneman en los siguientes términos:
“En el contexto de la toma de decisiones, observaciones similares levantan un significativo desafío al modelo del agente racional. El supuesto que las preferencias no son afectadas por variaciones en aspectos irrelevantes de las opciones o los resultados se ha llamado extencionalidad (Arrow, 1982) e invarianza (Tversky & Kahneman, 1986). La invarianza es un aspecto esencial de la racionalidad, que es violado en
demostraciones del efecto encuadre….”.159
159 Ibidem, p. 456 (traducción libre nuestra J.J.)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-93-
Un segundo resultado interesante de la escuela psicológica es la llamada teoría
prospectiva.160 Esta destaca que lo importante para entender el comportamiento
de los agentes económicos no es la simple observación de un determinado nivel
de un fenómeno tomado en sí mismo, sin referencia a ninguna otra cota previa del
mismo en el tiempo, como puede ser, por ejemplo, el nivel de riqueza de un
individuo en si mismo. La misma, por el contrario, insiste en que la forma en que
se determinan las preferencias y las decisiones de los individuos solo puede ser
entendida a partir de observar los cambios como un cambio en una determinada
dirección en relación a un punto de referencia, cuyo valor refleja, entre otras
cosas, la historia de la adaptación a las situaciones previas.
En pocas palabras las decisiones son encuadradas en términos de ganancias o
pérdidas en relación a un nivel dado que sirve de punto de referencia. Es así, por
ejemplo, que una persona que llega a un nuevo nivel de riqueza le dará un valor al
mismo que depende de la dirección del cambio y el punto en que se encontraba
previamente. Si el individuo se encontraba previamente en un punto inferior
seguramente le dará un valor mayor a la nueva situación que en el caso que
previamente se encontrara en una situación de riqueza superior.
En este caso la misma posición puede tener para el mismo individuo dos
valoraciones, lo cual efectivamente rompe el criterio del adecuado ordenamiento
de las opciones que es necesario para mantener la presencia de los agentes de
racionalidad perfecta. En este caso concreto se rompe con el principio del
ordenamiento reflexivo, el cual implica que la presencia de preferencias sea
independiente de las referencias. Tal como lo anota Kahneman:
“En efecto, el error de la independencia de las referencias se introduce en la representación de los mapas de indiferencia. Es enigmático para un psicólogo que estos mapas de
160 Kahneman, Daniel y Tversky, Amos, Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk, Op.cit.
Introducción a la Economía, Juan Jované
94
indiferencia no incluyan una representación de las tenencias corrientes de diversos bienes del agente que realiza la decisión – la contraparte del punto de referencia de la teoría prospectiva. El parámetro no se incluye, desde luego, porque
la teoría del consumidor asume que este no importa”.161
La teoría prospectiva también es conocida por el hecho de que postula que los
agentes económicos, a partir del punto de referencia, le dan mayor valoración a
las pérdidas (valoración negativa) que a las ganancias de igual magnitud absoluta
(valoración positiva).162 En este sentido se propone que los individuos cuando el
problema es encuadrado en términos de ganancias inciertas, toman una actitud
que básicamente puede ser calificada como de aversión al riesgo, esto significa
que las probabilidades de ganancias tienen que ser significativamente mayores en
relación a las de pérdidas con el fin de que las personas decidan tomar el riesgo.
Por el contrario, si el problema es encuadrado en términos de pérdidas, los
individuos mostrarán una actitud que podría calificarse de guiada hacia el riesgo,
en el sentido de que estarían dispuestos a enfrentar un riesgo significativo
intentando evitar una pérdida.
Esto significaría que la función de valuación en torno al punto de referencia,
tendría una mayor pendiente para las pérdidas que para las ganancias.
Adicionalmente, la teoría prospectiva propone que dicha función sería cóncava
para el caso de las ganancias y convexa con relación a las pérdidas. Este
fenómeno se conoce como sensibilidad decreciente, en el sentido de que el
cambio en el margen percibido en la situación del bienestar del individuo es mayor
para cambios cercanos al nivel de referencia que para cambios semejantes que
están más lejos de dicho punto. Este aspecto es explicado por Kahneman y
Tversky en los siguientes términos:
161 Kahneman, David, Op.cit, p. 462. (traducción libre nuestra J.J.) 162 Ibidem.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-95-
“Muchas dimensiones sensoriales y preceptúales comparten la propiedad de que la respuesta psicológica es una función cóncava de la magnitud del cambio físico. Por ejemplo, es más fácil de discriminar entre un cambio de 3 y un cambio de 6 en la temperatura de un cuarto, que discriminar entre un cambio de 13 y 16. Nosotros proponemos que este principio se aplica en particular a los cambios monetarios. Por tanto, la diferencia de una ganancia de 100 y una ganancia de 200, parece mayor que una diferencia de 1,100 y 1,200. Similarmente, la diferencia entre una pérdida de 100 y una pérdida de 200 parece mayor que la diferencia entre una pérdida de 1,100 y una pérdida de 1,200, a menos que la pérdida mayor sea intolerable. Por tanto, nosotros hacemos la hipótesis que la función de valor de los cambios en el bienestar es cóncava por sobre el punto de referencia… y frecuentemente convexa por debajo de este. Esto es, el valor marginal tanto de las ganancias como de las pérdidas generalmente decrece con su
magnitud”.163
Sin pretender agotar el tema de los efectos del comportamiento desarrollado en el
marco del enfoque psicológico, se puede ahora llamar la atención sobre lo que
Kahneman llama la sustitución de atributo o modelo de juicios por heurística. Lo
importante en este caso está dado por la idea de que, nuevamente en términos de
los procesos en los que la intuición juega un papel central, los agentes que
aprecian opciones y realizan decisiones lo hacen valorando no el atributo que
resulta ser el blanco de las mismas, sino haciendo referencia a otro atributo, el
cual juega el papel de atributo de heurística.
Esto, entre otras cosas, puede llevar a que se utilicen operaciones mucho más
sencillas que las necesarias para resolver un problema. Los resultados de estas
operaciones pueden, desde luego, resultar en decisiones relativamente erróneas.
El fenómeno de la sustitución de atributos está, como los anteriores, fuertemente
vinculado a la importancia que tiene en los procesos intuitivos la llamada
accesibilidad. Es en este sentido que Kahneman argumenta que:
163 Kahneman, Daniel y Tversky, Amos, Op.cit, p. 278. (traducción libre nuestra J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
96
“Un juicio se dice que está mediado por heurística cuando el individuo tiene acceso a un atributo blanco de un juicio sustituyéndolo por un atributo heurístico relacionado que se viene más rápidamente a la mente. Esta definición elabora un tema de la investigación temprana, de acuerdo a la que la gente confrontada con preguntas difíciles algunas veces contesta una más sencilla en lugar de esta…. En ambos casos, el atributo blanco es bajo en accesibilidad y otro atributo, que es (i) relacionado con el blanco, y (ii) es
altamente accesible, toma su lugar”.164
Es claro que se trata de procedimientos que se alejan de la racionalidad perfecta
del agente que actúa de manera tal que logra maximizar su función objetivo. Más
aún, se trata de una situación en la que elementos distintos al razonamiento típico
del homo oeconomicus pueden jugar un papel importante. Esto queda claro
cuando Kahneman propone que:
“La idea de una heurística afectiva. (Slovic et al., 2002) Existe una evidencia de mucha fuerza para la proposición de que cada estímulo evoca una evaluación afectiva, que no siempre es constante. La valencia afectiva es una contribución natural, y por tanto un candidato para la sustitución en numerosas
respuestas que expresan actitudes”.165
Para completar la exposición del enfoque psicológico resulta necesario introducir
los argumentos que de acuerdo a Kahneman limitan y, al menos en algunos
casos, bloquean la posibilidad de que un plazo de tiempo mayor el sistema 2, es
decir el vinculado con el razonamiento no corrija los “errores” producidos por el
sistema 1 (el de la intuición), dando lugar a la posible presencia de errores
sistemáticos. Se trata de un conjunto de causas entre las que podemos destacar
las siguientes:
1. En primer lugar, Kahneman llama la atención de que en no pocas
ocasiones se trata de un proceso silente, esto es de un proceso en el
164 Kahneman, Daniel, Op.cit, p. 466. (traducción libre nuestra J.J.) 165 Ibidem, p. 470. (traducción libre nuestra J.J.)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-97-
que la sustitución de atributos no pasa a ser un elemento conciente para
los agentes, por lo que el sistema 1 no parece necesario en términos de
generar correcciones.166
2. En segundo lugar, la eficacia del sistema 2 está restringida en la
práctica por varios motivos, entre los que se destaca la limitación del
tiempo para la toma de decisiones.167 Esto significa que las correcciones
pueden llegar tardíamente o el uso de métodos más razonados puede
ser impracticable por la falta de tiempo disponible, por lo que se
tenderían a utilizar métodos más simples e intuitivos, tales como las
llamada “reglas del pulgar”.
3. En tercer lugar, se debe tener en cuenta que la impresión intuitiva
siempre llega primero y sirve como ancla a los subsecuentes ajustes.
De acuerdo a Kahneman los ajustes correctivos en estas condiciones
son normalmente insuficientes.168
4. En cuarto lugar, la repetición de determinadas acciones puede llevar al
manejo mecánico de los problemas, sin darle la importancia debida a
las particularidades de cada problema.169
5. En quinto lugar, desarrollando lo planteado por Khaneman se podría
señalar que los procesos de aprendizaje, que son característicos del
llamado sistema 2, siempre toman un período de tiempo para
completarse. Este puede no estar disponible o convertirse rápidamente
en obsoletos en el caso de situaciones en las que los cambios de las
condiciones se dan con bastante frecuencia.
166 Ibidem, p. 472. 167 Ibidem, p. 473. 168 Ibidem. 169 Ibidem.
Introducción a la Economía, Juan Jované
98
2.7. Algunas Ideas de George Akerlof
El concepto de casi racionalidad o racionalidad cercana, cuyo origen parece
encontrarse en la idea de la racionalidad acotada, fue introducido en la literatura
económica por George A. Akerlof. Este concepto, al igual que la racionalidad
acotada, llama la atención sobre el hecho de que resulta difícil para los agentes
manejar y procesar toda la información que puedan tener disponible en un
momento, a la vez que reconoce que es mucho menos factible que los mismos
puedan contar con toda la información pertinente. Así mismo postula que los
agentes utilizan forma heurísticas simplificadas de acción y toma de decisiones.
Lo que, dentro del marco general del enfoque, caracteriza al concepto de
racionalidad cercana como una aplicación especifica de la idea de la racionalidad
imperfecta o acotada es la utilización del llamado teorema de la evolvente170,
entendiendo que el mismo ofrece la posibilidad de modelar una forma de acción
de los agentes económicos, que resulta en un “comportamiento no maximizador
en un sentido bien definido”,171 el cual le da una mayor precisión a la idea más
bien general de opción aceptable. La comprensión de esta posición se facilita si
tomamos en cuenta tres elementos que se desarrollan a continuación.
En primer lugar, los individuos, de acuerdo a este enfoque, tienen interés de
aprovechar las posibilidades económicas y eso los asimila al agente racional
antes estudiado, sin embargo, también es cierto de acuerdo al enfoque que ahora
nos ocupa los mismos operan en condiciones en que, por razones específicas,
solo se comportan como limitadamente racionales. En esto último, como ya se
170 Para una presentación de este teorema véase: Nicholson, Walter, Microeconomic Theory, The Dryden Press, third edition, USA, 1988, p. 39. 171 Akerlof, George A y Yellen Janet L., A �ear – Rational Model of Business Cycle, with Wage and Price Inertia, en Mankiw, N. Gregory y Mankiw, David, �ew Keynesian Economics, Volume 1, MIT Press, cuarta impresión, Cambridge, Massachusetts, 1993, p. 42.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-99-
adelantó, el enfoque resulta de la misma naturaleza que el de la racionalidad
acotada en general.
En segundo lugar, de acuerdo al teorema de la evolvente, un alejamiento del
punto óptimo, siempre y cuando sea relativamente pequeño, resulta en una
pérdida de bienestar también pequeña, es decir relativamente despreciable o,
para decirlo en términos técnicos, de segundo orden para el agente que toma la
decisión.
En este caso si frente a cambios pequeños los agentes mantienen sus posiciones
invariables no solo estarían logrando una posición satisfactoria en el sentido de
Simon, sino una posición relativamente cercana al máximo, aun cuando no
coincida con el mismo. Lo importante es que en la posición escogida los agentes
no maximizadores tienen solo una pérdida muy moderada de bienestar. Es en
este sentido que se postula que, por lo general, frente a cambios relativamente
pequeños en las variables económicas los agentes casi – racionales o de
racionalidad cercana, con sus limitaciones en el campo de la información y de
capacidad de computación, tienden a operar por medio de reglas sencillas (rule of
de thumb) que no significan una maximización perfecta y que se expresan, en no
pocas ocasiones, en coeficientes de comportamiento relativamente fijos. Tal como
señala Paul Krugman:
“Así pues, cada familia obtiene casi tan buenos resultados con una buena regla práctica que siendo perfectamente racional; lo suficientemente parecidos para hacer de la racionalidad perfecta un objetivo irracional. Pero ahora llega la gran idea de Akerlof: “la conducta <<casi racional>> y las conductas perfectamente racionales tienen implicaciones muy diferentes
para la política económica”.172
En tercer lugar, existe, entonces, la posibilidad de que ante cambios relativamente
modestos en los parámetros del problema los agentes cometan pequeños errores
172 Krugman, Paul, op.cit, p. 215.
Introducción a la Economía, Juan Jované
100
que bloquearían la posibilidad de que frente a estos choques el sistema de precios
funcione para ajustar todos los mercados sin generar variaciones en el nivel del
empleo. Más aún, esto no solo llevaría a un ajuste por la vía de esta última
variable, sino que la misma tendería a ser lo suficientemente grande, como para
desembocar en la aparición de una recesión económica. Es en esta dirección
que se encuentra la idea de Akerlof y Yellen según la cual en la presencia de
agentes de racionalidad cercana los choques moderados pueden representar un
efecto de segundo orden para los agentes que los observan desde una
perspectiva microeconómica, pero que tendrán efectos de primer orden para el
sistema visto desde el punto de vista macroeconómico. Es así que en la
presentación de su trabajo Un Modelo de Racionalidad Cercana del Ciclo
Económico, con Inercia de Salarios y Precios, estos autores proponen un
argumento en seis pasos, entre los que se incluye el siguiente:
“Proveer alguna intuición para explicar porque el comportamiento no maximizador que resulta solo en pérdidas de segundo orden para los no maximizadores individuales, tendrá sin embargo, efectos de primer orden en las variables
reales”.173
Es por este motivo que esta forma de modelar el comportamiento de los agentes
económicos ha servido para volver a poner en el tapete a la economía keynesiana
en su versión de la síntesis de Samuelson. En efecto, mientras que para los
economistas neoclásicos las modificaciones en cualquier variable de la economía
serán absorbidas por una modificación de los precios relativos, dejando igual el
nivel de la economía real, es decir el producto y el empleo, la presencia de la
racionalidad casi perfecta lleva a conclusiones prácticas muy distintas, en las que
las variables reales pueden verse clara y significativamente afectadas.
173 Akerlof, George A y Yellen Janet L., op.cit., p. 43.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-101-
En un reciente trabajo Akerlof , Dickens y Perry,174 han señalado que las personas
en el campo de la utilización de la información relacionada a la inflación tienden a
alejarse del modelo del agente de racionalidad perfecta en tres aspectos
específicos, dos de los cuales resultan útiles para nuestro análisis, ya que, entre
otras cosas, muestran como Akerlof también logra aprovechar algunos de los
avances del enfoque psicológico. En dicho trabajo se propone concretamente
que:
1. De acuerdo a recientes estudios por parte de la sicología se sugiere que
los agentes que efectúan decisiones de mercado no se ajustan a
realizar el mejor y total uso posible de la información, sino que tienden a
ignorar información potencialmente relevante con el fin de simplificar
dichas decisiones. Se trata de un proceso por medio del cual las
personas “editan”, como se adelantó, la información con el fin de
mantener las consideraciones dentro de un campo efectivamente
manejable. Así, por ejemplo, en condiciones de baja inflación las
variaciones del índice de precios no se considerarán una información
relevante para las decisiones. Es evidente que en condiciones de alta
inflación esta información no se editará.
2. Los agentes económicos utilizan la información para realizar sus
decisiones en una forma relativamente intuitiva, en la que diversos
factores son tomados en cuenta al mismo tiempo, de forma que nada
asegura que el peso que le den a cada uno de esos factores coincida
con el que realmente tienen en la realidad. Siguiendo con el ejemplo de
la inflación, de acuerdo a estos autores, “esto significará que un
incremento en la inflación llevará a establecer un salario o precio
superior, pero el efecto será menor que uno por uno. Por tanto la
174 Akerlof, George A., Dickensen, William T y Perry, George L., �ear – Rationality Wage and Price Setting and Optimal Rates of Inflation and Unemployment, documento PDF, mayo 15 de
2000
Introducción a la Economía, Juan Jované
102
ponderación menos que completa de la inflación es la segunda
separación de la racionalidad plena en la relación entre desempleo e
inflación”175.
De la primera proposición se desprende, ahora en forma práctica, que cuando los
cambios en los parámetros son lo suficientemente grandes como para aparecer
como fenómenos salientes y generar una modificación importante en la condición
del bienestar de los agentes económicos, entonces se modificará la forma en que
se edita la información, con el fin de tomar en cuenta este fenómeno, a la vez que
se presta más atención al peso del mismo. Por lo tanto, se puede establecer que
el agente casi racional mantendrá su forma de acción mientras la modificación de
un determinado parámetro no pasa un determinado umbral, pero efectivamente la
modificará en cuanto se traspase dicho umbral.
Siguiendo el ejemplo de la inflación podemos citar a Akerlof, Dicksen y Perry
quienes llaman la atención sobre el hecho de que la utilización de la hipótesis del
agente casi racional los lleva a “un modelo en el que los efectos de la inflación
esperada en la fijación de los precios varía en si misma – el efecto es pequeño
cuando la inflación es pequeña y cercano al uno por uno cuando la inflación es
alta”.176 Se evidencia nuevamente que la presencia de agentes casi racionales
tiene, de acuerdo a esto, implicaciones para el funcionamiento de la economía.
Antes de pasar a presentar otra aplicación del enfoque de la racionalidad limitada
o imperfecta, resulta útil destacar que Akerlof ha realizado aportes al estudio de la
conducta de los agentes económicos que van más allá de la visión del agente casi
racional. Es así que, entre otros aportes, se puede destacar la idea según la cual
el concepto de equidad de los agentes juega un papel importante en la esfera del
mercado laboral y de la determinación del nivel de esfuerzo que realizan los
trabajadores en la producción. 175 Ibidem, p. 8. (traducción libre nuestra, J.J.) 176 Akerlof, George A., Dickensen, William T y Perry, George L., Options for Stabilization Policy, Policy Brief No 69, Brooking Institution, Washington, February, 2001, p. 3.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-103-
La posición del autor a este respecto se encuentra desarrollada en un artículo
publicado en 1990 en el Quarterly Journal of Economics, bajo el título de La
Hipótesis del Salario Equitativo – Esfuerzo y el Desempleo. En este artículo este
autor introduce la idea de acuerdo a la cual los trabajadores que sienten que su
salario está por debajo de lo que merecen en equidad responden a esta situación
aportando un esfuerzo menor que el normal en la producción. Adicionalmente se
postula que el esfuerzo que se rinde será menor en la medida en que más se aleje
el salario recibido del nivel que el trabajador considera como justo y equitativo. En
la exposición de su punto de vista Akerlof aporta una serie de consideraciones, a
las que llama motivaciones, que podrían servir de sustento a su hipótesis,
incluyendo, entre otros, elementos sicológicos, sociológicos y de la práctica de la
administración de personal. Sin embargo, lo que nos interesa en este caso es que
el autor enfoca la atención sobre lo que puede ocurrir en condiciones en que están
presentes trabajadores que tienen un claro concepto de lo que constituye para
ellos un salario equitativo.
En esta situación cuando se viole esta equidad en una forma que pueda
considerarse significativa, se puede esperar, de acuerdo a la visión que ahora
analizamos, que los trabajadores respondan con una acción de represalia guiada
a desquitarse de quienes consideran les han dado un trato injusto. Esta se llevará
adelante aún cuando esta acción tenga un costo para ellos, en el sentido de que
les genere una disminución de su bienestar material. Es precisamente esa
dirección de análisis la que anima la siguiente reflexión de George A. Akerlof:
“Hemos asumido que los trabajadores reducen el esfuerzo, no porque ellos están mejor haciendo eso en ningún sentido objetivo, sino más bien porque están enojados. Las personas que están enojadas (....) son candidatos a comprometerse en
actos que no maximizan su utilidad”.177
177 Akerlof, George A., The Fair Wage – Effort Hypothesis and Unemployment, The Quarterly Journal of Economics, Vol. CV, Issue 2, USA, May 1990, 268.
Introducción a la Economía, Juan Jované
104
Esta última hipótesis de Akerlof nos pone cerca, aun cundo no en el mismo punto,
del llamado enfoque de la “Reciprocidad Fuerte”, el cual está ligado a los
trabajos de Samuel Bowles y Herbert Gintis, los cuales serán analizados más
adelante. Otro de los interesantes desarrollos que Akerlof propone en términos
del comportamiento de los agentes económicos está relacionado con la
psicología. El mismo, sobre todo en su forma original,178 está relacionada con la
llamada disonancia cognoscitiva, la que puede entenderse como un estado mental
de ansiedad producido por una situación en la que aparecen evidencias de que
una creencia, decisión o forma de comportamiento son inadecuados, es decir
incorrectos, constituyéndose en un serio obstáculo para el logro de una toma de
decisiones apropiada.
En un libro en que Akerlof recoge algunos de sus principales artículos, publicado
con el sugestivo título de Explorations in Pragmatic Economics, este autor
propone que las personas actúan de forma tal que ponderan en una mano los
costos económicos de las decisiones erróneas producto de sus creencias,
mientras que en la otra toman en cuenta la del incremento de felicidad de actuar
de acuerdo a los principios que los hacen sentir confortables. En sus propias
palabras la posición de Akerlof se presenta de la siguiente manera:
“… las personas escogen sus creencias como un compromiso entre las pérdidas económicas que resultan del proceso de toma de decisiones debidos a las creencias erróneas y las ganancias de felicidad obtenidas de las creencias que los
hacen sentir confortables”.179
Se trata, junto a las otras propuestas del autor, de un intento de incluir rasgos del
comportamiento real de los agentes en el análisis económico, con el fin de
178 Akerlof, George, and Dickens, Williams, The economic consequences of cognitive dissonance, en Akerlof, George, An Economic Theorist’s Book of Tales, Cambridge University Press, reprinted,
USA, 1998. 179 Akerlof, Geroge, Explorations in Pragmatic Economics, Oxford University Press, New
York, 2005, p. 11.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-105-
enriquecerlo. Más aún, se trata del resultado de la metodología practicada por
Akerlof, para quien la observación directa de la acción de los agentes económicos
y la inclusión en la teoría de los rasgos más importantes que surgen de este
proceso son indispensables para el avance de la economía como ciencia.
2.8. El Hombre Contractual
Desde el punto de vista de Veblen la concepción neoclásica en que habita el
“homo oeconomicus” resulta falsa e inadecuada por tres causas fundamentales.180
En primer lugar, este autor piensa que es un error considerar que el ser humano
es apenas un “calculador fulgurante de placeres y penas”, encaminado de manera
exclusiva hacia la obtención del máximo beneficio individual posible. En segundo
lugar, llega a la conclusión que no es menos erróneo considerar que la economía
se mueve en una trayectoria teleológica que la lleva, de manera automática y
natural, hacia una situación que puede ser calificada como óptima, correcta y
conveniente. En tercer lugar, consideró que la visión de la teoría neoclásica sobre
las instituciones está fallada en su propia base, al considerarlas como una especie
de telón de fondo estático e invariante que no juega un papel significativo en la
determinación de los resultados, lo que lleva a considerar al agente económico
como un agente individualista e inmutable que actúa dentro de una sociedad que
apenas puede considerarse como una suma algebraica de individuos.
En el enfoque institucionalista de Veblen, quien se ocupó extensamente de lo que
el llamó los instintos y los hábitos, se mantiene la idea básica de que los
individuos tienen algunas propensiones que le son características a su naturaleza
en cuanto productos de la temprana evolución que lleva a la aparición del ser
180 Véase: Baraño, Margarita, Veblen y el Homo Oeconomicus, en Revista Española de
Investigación Sociológica, 1993.
Introducción a la Economía, Juan Jované
106
humano. El mismo, separándose de la idea neoclásica, argumentó que el hombre
no es un simple conjunto de deseos que deben ser saturados, subrayando que, a
su juicio, más bien constituyen una estructura de instintos que desembocan en
hábitos que apuntan hacia una expresión y realización bajo la forma de un
proceso.
Consistentemente con esto desde el punto de vista de Veblen existen, entre
otras, tres propensiones importantes que pueden considerarse parte de la
naturaleza humana, una de ellas impulsa hacia una buena realización de las
tareas y la cooperación (workmanship), la otra hacia la actividad predatoria y el
dominio (sportmanship), mientras que la tercera se refiere a la emulación y la
competencia. Estas, se postula, caracterizan a los seres humanos en todas las
sociedades que han existido. Pese a esto para Veblen, quien conceptualiza la
naturaleza humana como biológica y sociocultural, son las circunstancias
materiales específicas en que se desenvuelven los seres humanos, las que
obviamente cambian con el tiempo y el lugar, quienes constituyen el determinante
fundamental tanto de las formas concretas en que los hábitos y propensiones se
condensan en instituciones especificas, como de las preconcepciones que acerca
del mundo mantienen los agentes sociales.
Las condiciones históricas y sus instituciones específicas, de acuerdo a este
postulado, acentúan la influencia de determinadas propensiones frente a otras que
quedan relativamente relegadas en el período histórico correspondiente. Este
punto de vista es resumido por Eklelund y Hérbet en los siguientes términos, en
los que se destaca la importancia del elemento tecnológico:
“Una cosmovisión, pues, tiene como premisa las condiciones materiales de cualquier época particular. Las instituciones – maneras de hacer las cosas, modos de pensar sobre las cosas, distribución de recompensas por el trabajo, etc. – aparecen para apoyar un conjunto de circunstancias materiales. La mayoría de los seres están indeleblemente
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-107-
sellados con un conjunto de preconcepciones propias de su particular tiempo y lugar, y más en concreto, estas preconcepciones descansan sobre un determinado sistema
tecnológico”.181
Este punto de vista, sin embargo, discrepa con la actual visión neoestructuralista,
la que se caracteriza como un intento por acercarse a la idea de una naturaleza
humana única, inmutable y decididamente guiada hacia el egoísmo en el sentido
antes planteado, que empuja la acción de los agentes económicos en una
dirección, la cual da diversos resultados económicos en función del tipo de
instituciones que se encuentren vigentes. En efecto, los neoinstitucionalistas,
entre los que se destaca la figura de Oliver E. Williamson, si bien le siguen dando
importancia a las instituciones para explicar como actúan los individuos,
introducen una variante en el esquema de las determinaciones, introduciendo una
naturaleza humana radicalmente egoísta, fija y definida que guía la acción de los
individuos. Es solo luego que se establece esta naturaleza fija y bien definida de
los agentes económicos que se pasa a establecer los resultados prácticos
observados en diferentes ambientes institucionales. En este marco el típico
agente económico de este enfoque es definido por Williamson como el Hombre
Contractual (Contractual Man).182 La descripción compacta del mismo es
presentada por este autor de la siguiente manera:
“La Economía de los Costos de Transacción caracterizan la naturaleza humana como la conocemos en referencia a la racionalidad acotada y al oportunismo… La primera da cuenta de los límites existentes en la competencia cognoscitiva. La segunda sustituye de manera refinada a la búsqueda simple
del propio interés”.183
Como se desprende de la cita de Williamson se trata de una visión en la que se
radicaliza el concepto de búsqueda del interés propio, de acuerdo a la cual el
181 Ekelund, Jr., Robert B. y Hébert, Robert, Historia de la Teoría Económica y su Método, McGraw-Hill, tercera edición, México, D. F., 2006, p. 483. 182 Williamson, Oliver E., The Economics Institutions of Capitalism, The Free Press, USA, 1985,
Capítulo 2. 183 Ibidem, p. 44. (traducción libre nuestra, J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
108
agente económico se caracteriza por los siguientes dos rasgos específicos que se
discuten a continuación: En primer lugar, se reconoce que los individuos buscan
su propio bienestar y tratan, dentro de lo posible de actuar de manera racional,
con el fin de obtener el mejor bienestar posible. Sin embargo, al igual que en el
enfoque de agentes de la racionalidad imperfecta o acotada, se propone que el
individuo tiene limitaciones cognoscitivas para procesar toda la información
disponible, la cual, además siempre es incompleta. De esto resulta la presencia de
incertidumbre en relación a la previsión de los resultados futuros de una
determinada acción. Esto lleva a que Oliver E. Williamson acepte como válida la
idea de que los agentes son intencionalmente racionales, pero alcanzan a serlo
en términos limitados.
En segundo lugar, se introduce la idea de que los agentes económicos muestran,
en la búsqueda de su propio interés, una tendencia hacia el comportamiento
oportunista, el cual se entiende como una situación en la que el agente busca su
propio bienestar en condiciones tales que es capaz de hacerlo con engaño o dolo.
El siguiente comentario de Oliver E. Williamson deja esto aclarado:
“Mas generalmente, el oportunismo es la declaración incompleta o distorsionada de información, guiada especialmente a esfuerzos calculados para desorientar, confundir, disfrazar, ofuscar, o en todo caso confundir. Es responsable por la asimetría de información real o provocada, que complica bastante los problemas de la organización
económica”184.
Esto da lugar a una forma de pensamiento que trata de conjugar la visión
neoclásica con el estudio de las instituciones. En la misma el análisis de las
instituciones, como se adelantó, busca establecer, como diferentes formas de las
mismas, junto a la presencia de agentes contractuales dan lugar a diversos
resultados económicos. Este tema será retomado en el próximo capítulo.
184 Ibidem, pp. 47 y 48. (traducción libre nuestra)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-109-
2.9. La Reciprocidad Fuerte
Tal como se adelantó el concepto de reciprocidad fuerte, que se resume en el
concepto de Homo Reciprocans, está vinculado a los trabajos de Samuel
Bowles y Herbert Gintis quienes ofrecen una definición de esta forma de
comportamiento económico en los siguientes términos:
“El Homo reciprocans aparece en una nueva situación social con una propensión a cooperar y compartir, responde al comportamiento cooperativo manteniendo o incrementado el nivel de cooperación, y responde al comportamiento egoísta ‘juega vivo’ de parte de otros ejerciendo una represalia contra los ofensores, aún con un costo para si mismo, y aún cuando no pueda esperar razonablemente beneficios personales futuros de dicha represalia. El Homo reciprocans no es ni el altruista incondicional de la teoría socialista, ni el sicópata
hedonista de la economía neoclásica”185.
De acuerdo a esta visión el comportamiento de lo que podemos llamar el “agente
recíproco”, se caracteriza, tal como se desprende de la cita, por lo siguiente:
1. La opción inicial del agente es la de cooperar, por lo que se señala que
él aparece en la escena con una actitud guiada hacia la cooperación.
2. Sin embargo, su actitud subsiguiente dependerá de la respuesta que
obtiene de sus contrapartes. Si esta respuesta es de cooperación
entonces el “agente recíproco” mantendrá o elevará su posición de
cooperación. Si por el contrario la respuesta que recibe es de no
cooperación, entonces este agente se pondrá también en una posición
de no cooperación.
185 Bowles, Samuel y Gintis, Herbert, Homo Reciprocans: Egalitarian Values and Redistributive Policy, en mimeo, November 22, 1996, pág. 5. (traducción libre nuestra J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
110
3. Más, aún en el caso de no recibir una respuesta cooperativa, es decir
si percibe una acción de ruptura con este principio de parte de uno o
varios agentes, entonces pasa a generar una respuesta de represalia
contra estos. Se entiende que esta acción de represalia la ejerce aún
cuando la misma tenga un costo para el que no le represente un
beneficio superior o, al menos, semejante en términos actuales o
futuros.
Es útil destacar que la última de las características asegura que el “agente
recíproco” no es un agente racional en el sentido neoclásico, ya que en la medida
en que toma una posición de represalia se ubica en una posición que
definitivamente no lo lleva a un máximo de bienestar individual. Se debe insistir,
en que es esta característica la que en última instancia tipifica la forma de actuar
del “agente recíproco”. Bowles y Gintis confirman esto en los siguientes términos:
“Cuando un grupo de miembros genéticamente no relacionados se beneficia de una adherencia a una norma social, los agentes pueden obedecer la norma y castigar a quienes la violan, aún cuando este comportamiento no se pueda justificar en términos de preferencias guiadas por la
preocupación estricta por los intereses propios”186.
De la cita anterior, además, se desprende cuál puede ser una de las más
importantes consecuencias de este tipo de comportamiento. En efecto la
presencia del tipo de agente que ahora nos ocupa en una población, constituye un
elemento que le da una relativa estabilidad a las normas guiadas a la cooperación,
ya que en este caso los agentes no cooperadores reciben un alto costo por sus
acciones, lo que sirve para prevenir este último tipo de comportamiento. Tanto
Bowles y Gintis, como otros autores que trabajan con este enfoque, han
argumentado que el mismo se puede sostener tanto en algunos resultados de la
186 Bowles, Samuel y Gintis, Herbert, The Evolution of Strong Reciprocity, mimeo, August 17,
1998, p.p. 1 y 2. (traducción libre nuestra, J.J.).
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-111-
experimentación controlada realizada en el campo de la economía, como en las
fuentes etnográficas y la observación histórica. De acuerdo a Bowles y Gintis:
“La información precisa de la existencia e importancia de la reciprocidad fuerte proviene de experimentos controlados de laboratorio, particularmente los estudios de los bienes públicos, las bolsas de recursos comunes, la confianza, el ultimátum, y otros juegos, de la literatura de la etnografía de las sociedades simples, de la historia de las acciones
colectivas, así como de la observación diaria”187.
Para completar esta breve presentación del concepto del Homo reciprocan, solo
queda añadir que para autores que presentan esta opción de interpretación del
comportamiento de los agentes económicos, el origen de la misma debería
encontrarse en una especie de combinación de rasgos inherentes al ser humano y
del efecto del contorno social en que se desarrolla la actividad de estos.
Nuevamente podemos citar para estos efectos a Bowles y Gintis quienes han
señalado:
“Qué explica nuestras predisposiciones morales? La respuesta, incontrovertiblemente es una combinación de genes y cultura. No siendo inmutable, tampoco está sujeta a ser reconstruida en una forma arbitraria y ahistórica. Las estructuras culturales y genéticas que enmarcan nuestras vidas y afectan nuestras propensiones a aceptar o rechazar principios morales particulares son producto de la evolución
social y biológica”188.
El hecho de que en este enfoque se introduzcan los elementos de la estructura
social como determinantes de la acción de los individuos también nos acerca al
análisis de los factores estructurales e institucionales, los cuales serán el objeto
del próximo capítulo.
187 Ibidem, p.2. 188 Bowles, Samuel y Gintis, Herbert, Homo Reciprocans : Egalitarian Values and Redistributive Policy, op.cit, p. 13. (traducción libre nuestra, J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
112
2.10. El Concepto del Hombre en Marx
Con el fin de completar el análisis realizado sobre los agentes económicos es útil
exponer lo que sería la visión de Marx en torno al comportamiento de los agentes
económicos en general. En este caso se debe partir estableciendo que en el
pensamiento marxista no existe algo parecido a la idea de una naturaleza humana
fija. Es en este sentido que Harry Magdoff y Fred Magdoff argumentan que:
“Es, por supuesto, dudoso si el concepto de una “naturaleza humana” significa cualquier cosa, porque la conciencia, el comportamiento, los hábitos, y los valores de seres humanos pueden ser muy variables y están influenciados por la historia y la cultura que se desarrolla en una sociedad dada. No sólo la llamada naturaleza humana ha cambiado, también la ideología que rodeaba los componentes de la naturaleza humana ha cambiado dramáticamente. La glorificación de hacer dinero, la justificación de todas las acciones necesarias para hacerlo, y la promoción de los rasgos humanos correspondientes - “artificiales” y repugnantes” para Aristóteles
- son ahora la norma en las sociedades del capitalista”. 189
Lo importante a destacar aquí es el hecho central que de acuerdo al pensamiento
marxista es la estructura de las relaciones económicas la que tiene ingerencia
fundamental en la determinación del conjunto de los comportamientos. La idea
básica en este caso es que los seres humanos en su actividad de transformación
de la naturaleza generan, como se verá con más detalle en el próximo capítulo,
nuevas capacidades de producción, así como nuevas formas de producción a las
que también le corresponden variaciones en lo que se podría llamar la naturaleza
humana. Es en esta dirección que Martha Gimenez propone que:
“La naturaleza humana es tanto histórica (…) como universal, en cuanto que todo modo de producción le da forma al mundo de acuerdo a su propia imagen. En cuanto los modos de producción cambian, la naturaleza humana cambia consecuentemente porque ‘todo lo que se llama historia no es
189 Magdoff, Harry and Magdoff, Fred, Approaching Socialism, Monthly Review, Volume 57,
Number 3, July – August 2005. (traducción libre nuestra J.J.)
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-113-
más que la creación del hombre por medio del trabajo humano’…. los seres humanos, por su propia naturaleza, están apremiados a transformar la naturaleza para satisfacer sus necesidades materiales; en el proceso de hacerlo, ellos cambian la naturaleza y cambian ellos mismos, produciéndose y reproduciéndose ellos mismos física, social, e intelectualmente a la medida que adquieren nuevas
necesidades, poderes y capacidades”.190
En este tema, en el que existe mucha confusión,191 vale la pena seguir
avanzando haciendo referencia al pensamiento de Erich Fromm, de acuerdo a
quien Marx habría hecho una distinción entre dos tipos de impulsos y apetitos
humanos: los que se consideran constantes, que son los menos importantes, y los
relativos, que son los fundamentales para entender el desarrollo histórico. Es así
que de acuerdo a Fromm:
“...., Marx distingue –….– dos tipos de impulsos y apetitos humanos: los constantes y fijos, como el hambre y el instinto sexual, que son parte integrante de la naturaleza humana y sólo pueden modificarse por su forma y en la dirección que adoptan en las diversas culturas y los apetitos relativos, que no son parte integrante de la naturaleza humana y que ‘deben su origen a ciertas estructuras sociales y a ciertas condiciones
de producción y comunicación’”192.
Es importante destacar que lo anterior no significa que los llamados impulsos
constantes no estén expuestos a los condicionantes históricos. Por el contrario se
reconoce que incluso estos toman su forma concreta a partir de las condiciones
históricas en que se desarrollan, es decir que se concretan de una u otra manera
en base a la sociedad concreta en que los mismos operan. Esta influencia llega a
ser lo suficientemente profunda como para que la misma función del resultado de
190 Gimenez, Martha, Marxism Human �ature and Social Change, Monthly Review,
Volume 51, Number 7, December 1999. (traduccción libre nuestra). 191 Fromm, Erich, Marx y Su Concepto de Hombre, F.C.E., decimotercera edición,
México, D. F., 1992. 192 Ibidem, p. 37.
Introducción a la Economía, Juan Jované
114
este impulso quede marcado por el contexto social. Es así que Marx al referirse al
consumo de los capitalistas señala que:
“En los orígenes históricos del régimen capitalista de producción –y todo capitalista advenedizo pasa, individualmente, por esta fase histórica– imperan, como pasiones absolutas, la avaricia y la ambición de enriquecerse. Pero los progresos de la producción capitalista no crean solamente un mundo de goces. Con la especulación y el sistema de crédito, estos progresos abren mil posibilidades de enriquecerse de prisa. Al llegar a un cierto punto culminante de desarrollo se impone incluso como una necesidad profesional para el “infeliz” capitalista una dosis convencional de derroche, que es a la par ostentación de riqueza, y, por
tanto, medio de crédito”193.
Para los llamados impulsos relativos, la relación es aún más clara, de manera que
se trata de formas de actuación del agente económico que son el producto directo
del tipo de relaciones sociales en que se encuentra inmerso el mismo. Esto queda
claro cuando Marx desarrolla su argumento en el sentido de que la tendencia a la
acumulación de capital no es un instinto inscrito en la naturaleza de los individuos
que juegan el papel de capitalistas, sino un hecho que se les impone por la forma
en que estos se sitúan en el régimen de producción:
“Además, el desarrollo de la producción capitalista convierte en ley de necesidad el incremento constante del capital invertido en una empresa industrial, y la concurrencia impone a todo capitalista individual las leyes inmanentes del régimen capitalista de producción como leyes coactivas impuestas desde fuera. Le obliga a expandir constantemente su capital para conservarlo, y no tiene más medio de expandirlo que la
acumulación progresiva”194.
Lo interesante en este caso es subrayar el hecho que de acuerdo a Marx la
naturaleza de los agentes económicos es, en lo fundamental, relativa, en el
193 Marx, Carlos, El Capital Tomo 1, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980, pp. 538 y 539. 194 Ibidem, p. 537.
Capítulo 2: Los Agentes Económicos
-115-
sentido de que la misma depende de la manera en que los mismos se insertan en
el régimen de producción. Esto, además, significa que al modificarse el régimen
de producción también se modifica la conducta específica de dichos agentes.
Esta forma de ver la problemática del comportamiento de los agentes tiene varias
consecuencias de interés. La primera de estas se refiere a que de acuerdo a la
visión del marxismo la misma forma de la racionalidad, incluyendo sus formas
críticas, no puede ser considerada, como lo hacen los pensadores neoclásicos,
como un elemento estático. Por el contrario, debe verse como un resultado del
proceso de transformación histórica, con capacidad, además, de influir en dicho
proceso. Martha Gimenez aclara este punto de vista en los siguientes términos:
“El mundo social no refleja la autorrealización o actualización de la conciencia humana o de la racionalidad humana; es la dinámica del propio mundo – sus cambios, desarrollo y contradicciones – la que explica los cambios en las formas de la conciencia, ideas y razón. La unidad entre la realidad y la racionalidad o, de acuerdo a Marx, existencia y conciencia, es una unidad de contrarios de manera que, a medida que las contradicciones del mundo social se desarrollan, las experiencias y las actividades de las personas cambian, emergen nuevas necesidades, aspiraciones correspondientes, intereses e ideas críticas, que desafían las formas de pensamiento y de relaciones sociales
previamente aceptadas”.195
En segundo lugar, como se expone con mayor detalle en el próximo capitulo, el
condicionamiento material en relación a la forma de comportamiento y la forma de
interpretar la realidad varía entre los amplios grupos sociales que tienen una
manera distinta de vincularse a los procesos económicos. En este sentido el
pensamiento de Martha Giménez resulta nuevamente útil para aclarar la
exposición del tema cuando argumenta que: “Las nociones de moralidad, justicia y
equidad (tal como surgen del capitalismo) reflejan las aspiraciones, necesidades,
e intereses de los diferentes grupos y clases sociales”.196 En tercer lugar, desde
la perspectiva del pensamiento marxista la aceptación de una naturaleza humana
195 Gimenez, Martha, op.cit. (traducción libre nuestra). 196 Ibidem,
Introducción a la Economía, Juan Jované
116
inmutable, es decir la concepción de la imposibilidad de un cambio en la misma no
es más que una forma de defensa ideológica del status quo. De acuerdo a esto
Harry y Fred Magdoff señalan que:
“Si la naturaleza humana, los valores, y las relaciones han cambiado antes, casi no se necesita señalar que pueden cambiar otra vez. Por tanto, la noción de que la naturaleza humana está congelada en su lugar es simplemente otra forma de darle soporte al intento de argumentar que la sociedad está congelada en su lugar”.
197
En una forma similar Giménez, introduce el tema de la relatividad de la ética y su
vinculación con las relaciones sociales y su dinámica argumentado que:
El Marxismo, en la otra mano, postula una relación interna y esencial (en lugar de externa y contingente) entre la naturaleza humana y su contexto histórico. Esta es la base material para la aparición de valores y estándares morales adecuados para evaluar los modos de producción a la luz de
su habilidad para promover o impedir el desarrollo humano”.198
Una vez terminada la presentación de las principales corrientes que abordan el
tema del comportamiento de los agentes económicos, se pasa al análisis de la
relación entre dicho comportamiento y las estructuras de las relaciones
económicas. En este análisis las diversas formas de institucionalismo, así como la
visión marxista de la historia juegan un papel central.
197 Magdoff, Harry and Magdoff, Fred, op.cit., (traducción libre nuestra J.J.) 198 Gimenez, Martha, op.cit.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-117-
Capítulo 3 Estructuras e Instituciones 3.1. El Institucionalismo de Thorstein Veblen El presente capítulo constituye un avance sobre el anterior en términos del
desarrollo lógico de la temática del presente texto, siendo su objetivo discutir el
vínculo existente entre las instituciones, las relaciones sociales y el
comportamiento de los agentes económicos. Esta exposición, por su propio
contenido, llevará a la discusión de algunos de los más importantes esquemas de
pensamiento dedicados al estudio del desarrollo de la economía y la sociedad a
través de la historia.
Dada la naturaleza del análisis neoclásico de acuerdo a la cual, como ya se
señaló, el comportamiento humano responde plenamente a lo que considera que
es la naturaleza racional inmutable del mismo, que opera al margen de cualquier
influencia social estructural, esta escuela tiene poco que aportar al tema que
ahora nos ocupa. Esto explica la razón por la cual Bruce Kaufman califica la
posición de los neoclásicos como “institucionalmente vacía” e “institucionalmente
neutra”, señalando que las instituciones dentro de este enfoque no existen o son
tratadas como factores del contexto que resultan pasivos y exógenamente
dados.199
Antes de emprender el análisis de la visión de Veblen resulta útil recordar el
concepto amplio de institución de John Commons de acuerdo a la cual: 199 Kaufman, Bruce E. The Institutional Theory of John R. Commons: Foundation for a Heterodox Labor Economics, Andrew Young School of Policy Studies, Research Paper Series, Working Paper 06-02, February 2006. p. 12.
Introducción a la Economía, Juan Jované
118
“La acción colectiva incluye todo el rango que va desde la forma de costumbres no organizadas, hasta la de los elementos organizados, tales como la familia, la corporación, la asociación de intercambio, el sindicato, el sistema de reserva, el Estado. El principio común de todas estas es el mayor o menor control, liberación o expansión de la actividad
individual por la acción colectiva”.200
Este último rasgo característico de las instituciones queda precisado con más
detalle cuando el autor se enfoca en las operaciones de las reglas de acción,
razonando en los siguientes términos:
“El “puede” o “no puede” porque la acción colectiva vendrá o no vendrá en su ayuda. El “debe” o “no debe” por que la acción colectiva se lo demanda. El “podría” porque la acción colectiva se lo permite y protege. El “no podría” por que la
acción colectiva lo previene”.201
Más allá de esto se debe precisar que la presencia de las instituciones puede
llevar a que la expansión o restricción de la capacidad de acción proveniente de
las mismas sea de diversos signos para diversos individuos o tipos de individuos.
Las contradicciones sociales no están, por tanto, ausentes de la forma y el
contenido de las instituciones. Recurriendo nuevamente a las reflexiones de John
Commons se puede recordar esta particularidad del enfoque institucionalista.
“Pero la libertad de una persona puede estar acompañada por la pérdida o ganancia prospectiva de una persona correlativa, y el status así creado está expuesto a la libertad de otro. Un empleador está expuesto a la libertad del empleado de trabajar o no y el empleado está expuesto a la libertad del
empleador de contratar o despedir”202.
Más adelante, Commons, complementando lo anterior, establece que las
instituciones son elementos en proceso de cambio: “las reglas de trabajo están
200 Commons, John, Institutional Economics, American Economic Review, Vol. 21 (1931), p. 648.
(traducción libre nuestra, J.J.) 201 Ibidem. 202 Ibidem.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-119-
cambiando continuamente en la historia de una institución, y estas serán distintas
para distintas instituciones”.203
Entre los autores que privilegian el cambio de las formas tecnológicas y las
instituciones como el material de estudio básico para la comprensión de los
fenómenos económicos y sociales se destaca, sin ninguna duda, la figura de
Throstein Veblen. Para este autor, como bien lo ha destacado Eric Roll, la
economía debería constituirse como una ciencia evolucionista, entendiendo por
esto una ciencia que produce una “teoría de una sucesión genética de
fenómenos”.204 Sin embargo, se trata de una sucesión que no se entiende como
determinista o teleológica. Es así que de acuerdo a Ekelund y Héber:
“La teoría de Veblen sobre el cambio institucional y cultural sigue la teoría darwiniana de la evolución biológica en la que los ‘fines’ no se pueden predecir con exactitud. La aplicación de los principios evolutivos a la cultura humana era, en la visión de Veblen, aún más crítica porque la evolución biológica humana y la capacidad mental habían sido esencialmente fijas durante miles de años, mientras que la evolución cultural
había progresado a un ritmo mucho más rápido”.205
De acuerdo a su objetivo la economía de Veblen parte de una crítica de la visión
neoclásica, es decir de lo que hoy se conoce como la corriente principal, dado que
esta distaría mucho de constituir una ciencia evolucionista en el sentido antes
anotado.206 La carencia básica de la visión neoclásica de acuerdo a Veblen , como
se estudió en el capítulo previo, está relacionada con su concepción del homus
oeconomicus, el que se entiende como un simple agente hedonista, cuya
conducta siempre toma la forma de un cálculo que contrapone placer y dolor, con
203 Ibidem. 204 Roll, Eric, Historia de las Doctrinas Económicas, F.C.E, tercera reimpresión, México, D. F., 2003,
p. 403. 205 Ekelund, Robert B. y Hébert, Robet F., , Historía de Teoría Económica y de su Método, McGraw-Hill, tercera edición, México, D. F., 2005, p. 484. 206 Veblen; Thorstein, Why is Economics �ot a Evolutionary Science, The Quarterly Journal of Economics, 1898.
Introducción a la Economía, Juan Jované
120
el fin de maximizar su nivel de satisfacción. Se trata de acuerdo a este autor, tal
como ya se planteó, de una visión equivocada de la naturaleza humana,
considerada como pasiva, inmutable y sustancialmente inerte, de manera que el
ser humano aparece como un dato aislado, definitivo y en equilibrio.207
Lo que deja por fuera la visión neoclásica, produciendo su incapacidad de generar
un análisis efectivamente dinámico, es el hecho de que las acciones de los
agentes sociales son el resultado tanto de las características hereditarias de los
mismos, de su experiencia pasada adquirida en forma acumulativa dentro de un
cuerpo de tradiciones y convencionalismos (lo que ya implica la presencia de
instituciones), así como de las circunstancias materiales en que se desarrolla. La
acción de los agentes sociales, es por tanto, producto de un resultado histórico
que, a su vez, es el punto de partida de nuevos desarrollos. Desde la perspectiva
de esta visión el agente económico aparece como un individuo social.
En este contexto el proceso de desarrollo económico y social aparece como un
proceso de adaptación de medios y fines que produce cambios acumulativos
dentro de un movimiento permanente. Tanto el agente económico concreto, como
su contexto y medio ambiente, son en cualquier momento histórico un resultado
de este proceso. Para explicar esto último se debe tener en cuenta que, de
acuerdo al autor que ahora nos ocupa, la relación dinámica entre los instintos,
los hábitos, las instituciones y los cambios tecnológicos son la base de las
transformaciones evolucionarías.208 Esto lleva a la necesidad de exponer algunos
de los conceptos fundamentales del análisis de Veblen.
Si bien es cierto que no se completó el tema en el capítulo anterior, dado que esto
habría roto la unidad de la exposición, si se adelantó que Veblen propone la
207 Ibidem. 208 Ibidem.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-121-
presencia de ciertos rasgos del ser humano que bien podrían calificarse de
elementos de su naturaleza. Estos toman, siguiendo a Geoffrey M. Hodgson en su
interpretación de Veblen, la forma de instintos, los cuales se pueden definir de la
siguiente manera:
“Los instintos son disposiciones de conducta heredadas que, cuando se disparan, toman la forma de reflejo, incitación o emoción. Estos pueden ser suprimidos o desviados… Muchas de nuestras disposiciones y mucho de nuestra personalidad se forman después del nacimiento. Pero la importancia de la socialización no niega el papel necesario de los instintos. Tanto los instintos como los hábitos son esenciales para el desarrollo individual. El comportamiento instintivo y la socialización no son siempre rivales sino que frecuentemente
son complementos”.209
En una visión basada en una forma de dicotomía Veblen reconoce en primer
lugar, un conjunto de instintos que apuntan hacia el mejoramiento de la
producción y la productividad, así como hacia la innovación, la vida pacifica y las
formas solidarias. En este caso se destaca lo que puede llamarse el “instinto del
trabajo eficaz” (workmanship), el cual va acompañado del instinto de la curiosidad,
que fomenta la innovación y el conocimiento, así como del instinto paternal, que
guarda relación con la tendencia hacia el cuidado de otras personas (solidaridad).
En la otra mano, en segundo lugar, se encuentran los instintos que apuntan hacia
la rivalidad, la dominación, la emulación y la depredación (sportmanship). Estos
últimos instintos no se enfocan hacia la eficiencia económica, sino hacia el
ejercicio de la coerción, el despojo, la violencia y la explotación.
Los instintos, sin embargo, no operan directamente sino que tienden a
cristalizarse por medio de lo que Veblen llama los hábitos. Siguiendo nuevamente
a Geoffrey M. Hodgson estos pueden ser definidos de la siguiente manera:
209 Hodgson, Geoffrey, Reclaiming habit for institutional economics, Journal of Economic
Psychology, 25 (2004), pp. 653 y 654. (traducción libre nuestra , J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
122
“…, los hábitos no significan comportamiento. Son una propensión a comportarse en formas particulares en situaciones particulares. Crucialmente, podemos tener hábitos que se mantienen no utilizados por un largo período. Un hábito puede existir aún cuando no se haga manifiesto en la conducta. Los hábitos son repertorios sumergidos de comportamiento potencial; ellos pueden ser disparados por un
estímulo o contexto apropiado”.210
La necesidad de los hábitos como expresión no mecánica de los instintos es
explicada por Hodgson de la siguiente manera, en la que se destaca una relación
de fines y medios entre estos dos elementos:
“Los instintos son ‘esencialmente sencillos’ y dirigidos a ‘algún fin objetivo concreto’. Los hábitos son los medios por medio de los cuales la búsqueda de estos fines puede ser adaptada a circunstancias particulares. En comparación con los hábitos son medios relativamente flexibles de adaptación a la complejidad, perturbaciones y cambios que no se pueden predecir. Pero estos deben hacer esto sin una continua,
costosa y excesiva adaptación”.211
Los hábitos a su vez desembocan en las instituciones, las cuales, siguiendo la
visión de la escuela institucionalista, se entienden como reglas de juego. De
acuerdo a Phillip Anthony O’Hara en el pensamiento de Veblen las instituciones
generalmente “son vistas ya sea como una práctica social establecida, un hábito
de pensamiento, o una forma de organización”.212 Lo que tiene de particular la
definición anterior es que llama la atención sobre la importancia que Veblen
otorgaba a las instituciones que se refieren a lo que podríamos llamar la esfera
ideológica. Esta característica de su postura conceptual ha sido enfatizada por
210 Hogdson, Geoffrey M., The hidden persuaders: institutions and individuals in economic theory, Cambridge Journal of Economics 2003, 27, p. 164. (traducción libre nuestra, J.J.) 211 Hogson, Geoffrey M., Reclaiming habit for institutional economics, op.cit, p. 655. 212 O’Hara, Phillip Anthony, The Comtemporary Relevance of Thorstein Veblen’s Institutional – Evolutionary Political Economy, History of Economic Review, No 35, 2002, p. 83.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-123-
Eric Roll, quien propone que a este autor “le interesaban los fenómenos que en la
concepción marxista del análisis social pertenecen a la ‘superestructura’”.213
Es importante aclarar que la relación entre los hábitos y las instituciones se debe
entender en una doble vía. Es así que mientras que se puede afirmar que las
instituciones surgen de los hábitos, también es posible señalar que los cambios
institucionales tienen la capacidad de condicionar a los hábitos. Más aún, las
instituciones, a decir de Hodgson, “constriñen nuestro comportamiento y
desarrollan nuestros hábitos en forma especifica”.214
Para seguir adelante es conveniente señalar que Veblen, consecuentemente,
también plantea una dicotomía en términos de la naturaleza y esencia de las
instituciones. En este caso propone que las instituciones pueden ser
predominantemente adquisitivas o no adquisitivas (también llamadas de
producción).215 De acuerdo a esto las llamadas instituciones no adquisitivas o de
producción son aquellas que promueven los hábitos vinculados con el instinto del
trabajo eficiente (workmanship), así como los guiados hacia la innovación y el
cuidado de los otros (solidaridad). En los períodos que predomina este tipo de
institución se observará un desarrollo positivo de las condiciones económicas,
dentro de un ambiente relativamente pacifico.
De manera inversa lo que hemos llamado las instituciones predominantemente
adquisitivas son aquellas que promueven los hábitos que expresan los instintos
que incitan hacia la rivalidad, la dominación y la emulación - depredación
(sportmanship). En la medida en que predomina este tipo de institución la
213 Roll, Eric, op.cit, p. 405. 214 Hodgson, Geoffrey M., Reclaiming habit for institutional economics, op.cit, p. 654. (traducción libre nuestra, J.J.) 215 Thorstein, Veblen, Teoría de la Clase Ociosa, F.C.E., primera reimpresión de la segunda edición,
México, D. F., 1992. (traducción libre nuestra, J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
124
tendencia sería hacia el estancamiento económico, la depredación, la guerra y la
dominación.
Veblen reconoce, desde luego, que en determinados momentos históricos se da
una profunda y real contradicción entre los dos tipos de instituciones. Esto está
vinculado con su teoría de la evolución social, la cual es el próximo objeto de
análisis, el que, sin embargo, debe ser precedido, para asegurar una adecuada
comprensión del tema, por la presentación de algunos conceptos adicionales del
pensamiento vebleriano. Para Veblen, como ya se adelantó, la realidad
económica constituye un movimiento, un permanente estado de cambio referido a
la adaptación de los medios con que cuenta la humanidad a sus fines. Se trata de
un proceso que solo tiene sentido si se lo entiende como un resultado colectivo:
“La producción solo se realiza en sociedad – solo a través de la cooperación de una comunidad industrial. Esta comunidad industrial puede ser grande o pequeña; sus límites son comúnmente definidos en términos relativamente vagos; pero siempre comprende a un grupo lo suficientemente grande como para poseer y transmitir la tradición, herramientas, conocimientos técnicos y usos sin los que no puede existir organización industrial y tampoco relación entre los individuos
con su medio ambiente”.216
De la cita anterior conviene destacar el papel central que, junto a las instituciones,
juega la tecnología en los procesos económicos, en cuanto adaptación de los
medios a los fines. Para Veblen la tecnología es el conocimiento productivo que, a
final de cuentas, es un resultado del esfuerzo colectivo. En este sentido afirma
que “no existe conocimiento tecnológico al margen de una comunidad
industrial”.217
216 Veblen, Thorstein, The Beginning of Ownwership, American Journal of Sociology, Vol. 4 (1898
– 9), separata, p. 2. 217 Ibidem.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-125-
De acuerdo a Veblen, vale la pena aclarar, la dinámica de la transformación
tecnológica no solo está condicionada, como se desprende de lo ya expuesto, por
las instituciones existentes, sino que esta juega el papel fundamental y central en
la determinación de la naturaleza de las instituciones y de sus cambios. Se trata
de una característica de la concepción de Veblen que puede resumirse de la
siguiente manera:
“…, las instituciones ceremoniales, incluyendo los derechos de propiedad, no solo eran producto del proceso mecánico de una época dada, sino que también influyeron en la tecnología, obstaculizándola o estimulándola. Sin embargo, esta interrelación solo podía mantenerse durante un período ‘corto’ de tiempo (tal vez varios siglos), puesto que a largo plazo una tecnología basada en la capacidad humana para inventar y en la curiosidad inútil humana era dinámica. Dicho de otra manera, las instituciones ceremoniales podían restringir el proceso mecánico, pero solo temporalmente. Las instituciones tecnológicas, a largo plazo, formarían las relaciones
económicas y sociales”.218
La idea de la interpenetración entre la tecnología y las llamadas instituciones
ceremoniales han llevado a que algunos pensadores, que subrayan esta parte del
planteamiento de Veblen, lo vinculen con la idea de la causación circular y
acumulativa. Este último concepto que ha sido utilizado por muchos autores
posteriores, entre los que se destaca Gunnar Myrdal con su idea de círculo vicioso
de la pobreza,219 habría sido introducido por primera vez, de acuerdo a esta visión,
por Veblen, haciendo referencia a una forma de operar de la realidad en la que las
diferentes variables de un problema se influyen recíprocamente, generando así la
posibilidad de que los efectos de un cambio original en una dirección se vean
reforzados en el tiempo en la misma dirección en un proceso circular y
acumulativo. Es en base a esta manera de ver el desarrollo, concluyen los autores
que ahora comentamos, que la visión de Veblen habría privilegiado la dinámica y
218 Ekelund, Robert B. y Hébert, Robet F., Historía de Teoría Económica y de su Método, op.cit, p. 487. 219 Myrdal, Gunnar, Teoría Económica y Regiones Subdesarrolladas, F.C.E., cuarta reimpresión,
México, D. F., 1974.
Introducción a la Economía, Juan Jované
126
el cambio, en contraste con la visión neoclásica de la corriente principal que
propone la idea de que el sistema económico propende principalmente hacia el
equilibrio, sobre todo al de carácter estable.
El concepto de excedente también juega un papel importante en el pensamiento
de Veblen., quien introduce una definición que, sin adoptar la teoría de valor
trabajo, establece que el mismo está constituido por la diferencia entre el
resultado de la producción y la suma de la manutención de quienes participan
directamente en el proceso productivo (las clases industriales, incluyendo a los
trabajadores y a los “capitanes de industria”) y el costo de reposición de los
instrumentos que entran en el proceso productivo. En términos generales dicho
excedente coincide con el costo de manutención de lo que Veblen reconoce como
las clases ociosas. De acuerdo a todo esto se postula que el excedente es
generado colectivamente por las clases industriales en base a los altos niveles de
productividad alcanzados, siendo, entonces, extraído por las clases ociosas por
medio de las instituciones de la propiedad privada sobre los resultados de la
producción.
Teniendo en cuenta estos elementos resulta posible pasar a exponer en forma
resumida la visión evolucionista de la historia propuesta por Thorstein Veblen
recordando que este, tal como se adelantó, no concibe la historia como una
proceso en que diversas etapas se suceden unas a otras en un orden necesario,
inevitable y ascendente, aun cuando si concibe la historia como un proceso de
desarrollo genético que concibe el presente a la luz del pasado y entiende las
opciones del futuro a partir del presente. En ese proceso de desarrollo las
modificaciones tecnológicas juegan un papel central, dando lugar a la aparición de
nuevas instituciones, que promueven hábitos distintos a los dominantes en el viejo
nivel tecnológico. Surge de esta manera una profunda contradicción entre las
viejas instituciones, con las que se desarrollan como novedad. A nivel de los
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-127-
agentes sociales esto aparece como oposición entre los sectores y clases sociales
que se benefician de las viejas formas y las que representan lo nuevo. La forma
en que se resuelve esta contradicción es la que, en última instancia, determina el
curso de la historia.
Sobre esta base Veblen propuso la idea según la cual. La historia de la
humanidad se habría concretado en cuatro momentos distintos: la comunidad
salvaje pacifica; la economía bárbara predatoria; el período premoderno de la
artesanía; y la época moderna dominada por las máquinas. En los primeros
momentos de la historia humana, es decir durante la época de la llamada
comunidad salvaje pacifica, predominó, de forma necesaria, el conjunto de los
instintos, hábitos e instituciones relacionados con el trabajo eficiente, la
búsqueda de mejores formas de adaptar los medios y los fines, así como con la
solidaridad. La argumentación aquí destaca que de no haber predominado estos
instintos, hábitos y las instituciones correspondientes, la humanidad simplemente
habría desaparecido.220 Se trata de una etapa en el que el desarrollo del
conocimiento humano y la tecnología no permiten la generación de excedente
alguno, por lo que la vía de depredación, el dominio por medio de la guerra no
cuenta con una base de existencia objetiva, tampoco existe una base efectiva
para la aparición de la propiedad como forma de dominio sobre los recursos que
dan acceso a captar una parte de los resultados de la producción. De ahí que en
este contexto predomine la tendencia hacia una vida pacífica, en el que
paulatinamente va mejorando la capacidad de la humanidad de adaptar los
medios que dispone a sus necesidades.
El desarrollo y avance tecnológico, esto es de los procesos de adaptación entre
los medios de que dispone la humanidad y sus fines, es decir sus necesidades,
genera en algún momento la presencia del excedente, con lo que se abre el
220 Veblen, Thorstein, The Beginning of Ownerships, American Journal of Sociology, Vol. 4, (1989
– 9).
Introducción a la Economía, Juan Jované
128
camino hacia la época de la llamada economía bárbara – predatoria. En efecto, el
excedente, es decir el hecho que los productores directos puedan generar más de
lo que necesitan para su manutención, lleva a la posibilidad de que la propiedad
sobre otros seres humanos, es decir la institución de la esclavitud, impuesta
principalmente sobre las mujeres, permita apropiarse de una parte del producto,
sin participar directamente en el esfuerzo productivo. Aparece así la institución de
la propiedad la cual también avanza sobre los otros factores de la producción,
principalmente sobre la tierra.
Entre los resultados de este proceso está la aparición de una clase ociosa que
domina sobre la base de su capacidad de ejercitar la fuerza y el ejercicio de lo que
Veblen llama la proeza militar. Esta situación, en la que se despliegan los instintos
y los hábitos vinculados con el llamado Sportmanship, termina por cristalizar en
instituciones que consolidan los derechos de propiedad, convirtiéndola en objeto
de herencia. Aparece por esta vía la división entre las clases ociosas dominantes
y las clases industriales subordinadas. Se trata, además, de acuerdo a Veblen de
una época en que el lugar social de la mujer se ve reducido, a un status
prácticamente carente de derechos, incluyendo el de propiedad.
Dentro del marco de la economía bárbara – predatoria, las instituciones sufren
una transformación tal que en lugar de promover el instinto del trabajo eficiente, la
innovación económica y el sentido solidario, pasan a promover la depredación, la
fuerza y el dominio. Se trata, por tanto de una época en que predomina la guerra y
se destacan las aptitudes vinculadas con la misma, mientras que el esfuerzo
productivo se considera como una actividad indigna de las clases superiores,
restringida a los individuos de las clases dominadas, que pasan a considerarse
inferiores y de alguna manera defectuosas. En este ambiente también aparece la
institución del llamado consumo conspicuo, es decir un consumo que más que
servir a la satisfacción de necesidades humanas esenciales, tiene como objetivo
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-129-
demostrar el poder, distinción y la capacidad de realizar hazañas de quien como
miembro de la clase ociosa lo realiza.221 Se trata de una forma social que desvía
el posible uso del excedente para fines productivos hacia formas de utilización
estériles desde el punto de vista económico. Esto junto a lo anterior permite
explicar la causa del estancamiento económico que caracteriza a la época que
ahora discutimos.
La situación tiende a revertirse durante el llamado período premoderno de la
artesanía, el cual surge como un reto a las instituciones previamente existentes.
En efecto, la artesanía trae consigo la reaparición del sentido del trabajo eficiente,
así como una revalorización del status de la actividad guiada hacia la producción
(la obra maestra). También reaparece durante esta época la renovación de la
preocupación por encontrar nuevas formas de realizar los procesos económicos,
esto es por el avance tecnológico. Así mismo se empieza a desarrollar el cálculo
monetario mercantil que vincula los costos y los resultados.
El período de la artesanía desemboca, con la Revolución Industrial, en la llamada
era moderna dominada por las máquinas. En principio se trata de una época en
que la racionalidad productiva alcanza un altísimo nivel, el cual se refleja en la
importancia que en la misma adquiere la actividad de los ingenieros y la aplicación
de la mecánica a los procesos productivos. En este ambiente las instituciones
refuerzan los hábitos vinculados con el trabajo eficiente y la innovación
tecnológica. Esta etapa de racionalidad económica, se mueve en la dirección de la
utilización del excedente para fines productivos (acumulación). Se trata, en su
primera etapa, de un época que resulta ser, a juicio de Veblen, relativamente
pacifica y estable, en la que las crisis económicas, al principio, tienen una causas
más que nada vinculadas con los fenómenos naturales. Sin embargo, con el
avance del progreso económico, van apareciendo formas de crisis que surgen de
221 Thorstein, Veblen, Teoría de la Clase Ociosa, op.cit.
Introducción a la Economía, Juan Jované
130
la sobreacumulación y la sobreproducción en relación a la capacidad de los
mercados, lo que expresa una tendencia hacia un uso excesivamente industrial
del excedente.222
La respuesta del sistema a esta forma de crisis produce, sin embargo, una
segunda etapa dentro de esta época histórica. Esta habría implicado el desarrollo
de formas de consumo conspicuo, la separación entre la industria y el manejo de
los negocios que se relaciona con la aparición del lo que podríamos llamar la
contradicción entre los sectores guiados hacia la eficiencia productiva y la
acumulación productiva, principalmente los ingenieros y algunos sectores de
trabajadores especialidades, y el capitalista absentista y financiero, guiado hacia
la depredación. Esta situación puede ilustrarse con el siguiente análisis en el que
se hace énfasis en la separación entre la función de producir eficientemente y la
de dirigir la empresa con el fin de “hacer dinero”, así como en la aparición de
estructuras monopólicas:
“En un principio las funciones de supervisión directa ‘el proceso mecánico’ y la dirección de la empresa eran una sola función. Esta integración de funciones creaba las condiciones preliminares para la máxima producción… Sin embargo, las dos funciones se habrían divorciado, a medida que los aspectos pecuniarios de la cultura fueron adquiriendo predominio y a medida que el conocimiento especializado creció con rapidez…
…, al hombre de negocios (…) le interesa mantener los beneficios a un nivel tan alto como sea posible. Para alcanzar este objetivo, pueden reducir la producción vía monopolio y/o reducir los costos de producción…, los hombres de negocios habían seguido en general la primera vía… Estaban más interesados en ‘ganar dinero’ que en producir bienes’… Debido a que sólo les interesaba ganar dinero, los hombres de negocios administraban mal los recursos o saboteaban el
proceso tecnológico productivo…223
222 O’Hara, Phillip Anthony, op.cit, p. 91. 223 Ekelund, Robert B. y Hébert, Robet F., , Historía de la Teoría Económica y de su Método, op.cit, p. 491 y p. 492..
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-131-
Es así que la tendencia que mueve hacia el dominio del empresario ausentista -
financiero llevaría, consecuentemente, a debilitar las fuerzas de los hábitos del
trabajo eficiente y la innovación, destacando, por el contrario, la habilidad en el
juego financiero, la especulación, las fusiones, la monopolización de los negocios
y otras tendencias similares. En este caso, a decir de O’Hara, una parte muy
grande del excedente se estaría guiando hacia actividades tales como las
fusiones, la especulación, la propaganda y otras parecidas, mientras que no se
utiliza lo suficiente para las actividades que elevan la inversión productiva, la
productividad y que, además, promueven el conocimiento y las habilidades
productivas. La tendencia hacia el monopolio resultaría en última instancia en una
disminución del ritmo de innovación.224
Se trata, en todo caso, de una contradicción entre unas formas institucionales que
promueven el desarrollo económico productivo y otras en las que predomina el
ausentismo desde el punto de vista de la producción, la tendencia hacia la
depredación, el consumo conspicuo y, por tanto, el retraso y aún el estancamiento
del progreso económico. De acuerdo a Veblen se trata de una contradicción que
llevaría hacia un avance en la constitución de lo que el llamó la república
industrial, la que en su criterio debería ser constituida y gobernada por los
ingenieros y algunos trabajadores especializados, a quien consideraba la más alta
expresión de la racionalidad, o hacia un retroceso que conduciría hacia el retorno
de una forma de feudalismo, en que predominarían las relaciones predatorias y,
consecuentemente de poco cambio tecnológico.
Es conveniente precisar que para Veblen la clase de los capitalistas ausentitas –
financieros constituía, por lo antes señalado, una clase conservadora desde el
punto de vista del progreso económico y social, a la vez que consideraba que lo
224 O’Hara, Phillip Anthony, op.cit, p. 91.
Introducción a la Economía, Juan Jované
132
que el llamaba el trabajo organizado, a diferencia de lo que Marx postuló, tampoco
estaba en capacidad de generar el necesario cambio institucional, ya que
consideraba que este tenía intereses creados, es decir concesiones, que lo
llevaban a no cuestionar la estructura institucional vigente. Es así que para Veblen
los llamados a generar el cambio hacia adelante serían los ingenieros, los
técnicos y algunos obreros próximos al proceso mecánico, los cuales eran
portadores de la lógica del perfeccionamiento productivo y, por tanto, de una
mejor adaptación entre fines y medios.
Solo queda agregar que de acuerdo a Eric Roll si bien es cierto que durante algún
tiempo Veblen consideró que las dos vías antes señaladas eran posibles sin
privilegiar la probabilidad de ocurrencia de alguna de las dos, terminó, tal como se
desprende de sus últimos trabajos, adoptando una posición pesimista de acuerdo
a la que se consideraba la vuelta a una forma de feudalismo como la ruta
evolutiva más probable.225
3.2. Enfoque Neoinstitucional
Dado que el objetivo del presente apartado es la discusión del enfoque
neoinstitucionalista, resulta necesario aclarar dos conceptos básicos, los que,
junto al postulado que hemos llamado el “hombre contractual”, permiten una
adecuada exposición del mismo. Específicamente se trata del concepto de costo
de transacción, por una parte, y de los derechos de propiedad, por otro. Por costo
de transacción se entiende el conjunto de costos distintos a lo que se pueden
calificar estrictamente como costos de producción y que resultan de una situación
225 Roll, Eric, op.cit, p. 411.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-133-
en la que se utiliza el mercado, a la vez que prevalecen situaciones de
información asimétrica entre los diversos participantes en el intercambio, así
como la posible presencia de un comportamiento oportunista y contratos
incompletos. La idea de los costos de transacción fue inicialmente introducida por
R. H. Coase, quien en forma sencilla la define como “el costo de utilizar el
mecanismo de precios”.226 Por su parte, Douglass C. North, destaca que, a su
juicio, el elemento clave de los costos de transacción está dado por aquellos que
se generan en la búsqueda de información:
“Los costos de la información son la clave de los costos de la negociación, que se componen de los costos de medir los atributos valiosos de lo que está intercambiando y los costos de proteger y de hacer cumplir compulsivamente los acuerdos. Estas mediciones y estas compulsiones tienen costos que son
fuentes de instituciones sociales, políticas y económicas”.227
Como se puede inferir de la cita anterior, el problema de los costos de transacción
se originan en el hecho del posible comportamiento oportunista de los agentes
económicos, en un marco en el que la información no es perfecta, siendo,
además, costosa. En este caso, sobre todo cuado la transacción se refiere a
bienes o servicios muy específicos y complejos, los agentes económicos deben
realizar gastos, es decir asumir costos de transacción, que surgen de diversos
motivos. En una clasificación simple, estos motivos se refieren a los que se dan en
las diversas fases de un intercambio. Por lo tanto estos se clasificarían como
costos de la búsqueda, costos del arreglo y costos de la ejecución.
Profundizando un poco más el tema, siguiendo en esta caso a North, se subraya
el hecho de que en una transacción existe, por lo general, la necesidad no solo de
informarse en torno a quiénes son los oferentes potenciales del bien o servicio del
226 Coase, R. H., The Firm, the Market and the Law, The University of Chicago Press, USA, 1990, p. 38. (traducción libre nuestra, J.J.) 227 North, Douglass C., Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico, F.C.E., México, D. F., 1995, p. 43.
Introducción a la Economía, Juan Jované
134
que es objeto la misma, sino en torno al valor efectivo de dicho bien o servicio, es
decir sus características específicas de calidad, cantidad, posibles usos,
confiabilidad, etcétera. Esto en el caso de los servicios, para dar un ejemplo, lleva,
entre otras cosas, a establecer las características del agente que presta el servicio
o, para ser más general, con el que se va a realizar la transacción. Con relación a
esto es conveniente volver a citar a Douglass C. North:
“Nos resulta útil aprovechar los diversos atributos de una mercancía o de un servicio, o en el caso del desempeño de un agente, de las muchísimas actividades separadas que constituyen el desempeño. Esto significa, en términos de sentido común que cuando consumimos jugo de naranja obtenemos utilidad de la cantidad de jugo que bebemos, de la vitamina C y de su sabor................... Cuando compramos los servicios del médico, su destreza y su afecto cuando estamos en cama y el tiempo que esperamos en su consultorio son parte de la compra..... Así pues, el valor de un cambio para las partes es el valor para los diferentes atributos que componen el bien o servicio. Se requieren recursos para medir estos atributos y recursos adicionales para definir y medir los
derechos que se transfieren”.228
Un elemento que se debe subrayar de la cita anterior es la idea de que en una
transacción se transfieren derechos no solo sobre una cierta cantidad de bienes o
servicios, sino sobre las características y atributos de estos últimos. Esto es
importante para enlazar el concepto de costo de transacción con el de propiedad.
Por otra parte, no es difícil entender que entre más complejo sea el bien o el
servicio que se negocia y entre menos frecuentes sean los intercambios, más
elevados serán los costos de transacción. En este caso, el problema reside en la
combinación entre el posible comportamiento oportunista y la falta de
homogeneidad de los bienes, la cual puede ser real o, simplemente, producto de
la asimetría de información, la cual, a su vez, puede ser inducida por elementos
como la publicidad. En este caso la siguiente reflexión de Oliver E. Williamson
resulta pertinente:
228 Ibidem, p. 45.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-135-
“Lo que en este momento es interesante para el análisis es que si bien a menudo parecerá haber una condición de números grandes al principio, ésta puede ser ilusoria o puede no continuar en las etapas de renovación del contrato. La ilusión es que las suposiciones de homogeneidad implícita pueden no ser satisfechas. La no homogeneidad aunada a condiciones de la influencia de la información da lugar a
graves dificultades transaccionales, ...” 229
No está de más insistir que todo lo anterior muestra que los problemas de los
costos de transacción se deben a la presencia de información asimétrica en el
contexto de la presencia de agentes económicos de racionalidad acotada y
comportamiento oportunista. Así, por ejemplo, la persona que busca un seguro de
salud conoce mejor su estado físico y mental que el agente que vende la póliza de
seguro, así mismo es evidente que el paciente tiene menos información sobre el
problema a resolver por el médico tratante, mientras que el que solicita un
préstamo para un proyecto tiene más información sobre su capacidad e intención
de devolverlo que quien entrega dicho crédito. Otra situación similar, clásica por
cierto, es la que plantea George A. Akerlof cuando desarrolló toda una nueva
perspectiva del análisis económico basándose en el ejemplo del mercado de los
automóviles usados, donde destacó que en el mismo el vendedor tiene más
información que el comprador.230
Los costos de transacción, sin embargo, no se limitan a la búsqueda de
información sobre el valor de los bienes y servicios que son objeto del
intercambio. Estos pueden también referirse a los costos de negociar y redactar
los contratos, así como a los costos que pueden implicar los esfuerzos que
necesariamente se tienen que realizar para asegurar el cumplimiento de los
contratos. De hecho el intercambio, como se adelantó, implica la transferencia de
ciertos derechos, de manera tal que resulta en muchos casos necesario y costoso
229 Williamson, Oliver E., Mercados y Jerarquías: Su Análisis y sus Implicaciones Antitrust, F.C.E., México. D. F., 1991. (subrayado nuestro J.J.) 230 Akerlof, George A., The Market for ‘Lemons: Quality Uncertainty and Market Mechanism,
The Quarterly Journal of Economics, 84, agosto de 1970.
Introducción a la Economía, Juan Jované
136
asegurarse que dicha transferencia efectivamente se realice en forma
satisfactoria. De acuerdo a North:
“Debido a que los costos de negociación son una parte de los costos de producción, necesitamos enunciar de nuevo la relación tradicional de producción de la siguiente manera: los costos totales de producción consisten en las entradas de recursos de tierra, trabajo y capital que participan tanto en transformar los atributos físicos de un bien (tamaño, peso, color, ubicación, composición química, etc.) como los de negociación –definición y cumplimiento forzado de los
derechos de propiedad hacia las mercancías...”.231
En este caso es importante llamar la atención sobre el hecho de que los costos
de transacción están en este caso referidos a problemas de incertidumbre, los
cuales se refieren al problema del cumplimiento o no de los contratos y hacen
parte del cálculo de los costos ex - ante. Douglass C. North aclara esto de la
siguiente manera:
“El costo de la transacción reflejará la incertidumbre, pues incluirá un premio de riesgo, cuya magnitud traerá consigo la probabilidad de abandono de la otra parte y el costo
consiguiente para la primera parte”.232
En relación al concepto de derechos de propiedad, podemos partir de la definición
tradicional que se hace de la misma en términos económicos:
“..., los tres elementos básicos de la propiedad privada son (1) derecho exclusivo sobre la decisión del uso del recurso, (2) exclusividad sobre el derecho a recibir los servicios del recurso, y (3) derecho a intercambiar el recurso por medio de
términos mutuamente acordados”.233
231 North, Douglass, op.cit, p. 44. (subrayado nuestro J.J.) 232 Ibidem, p. 50. 233 Alchain, Armen A. Property Rights, en Henderson, David R. (editor), The Fortune Encyclopedia of Economics, Warner Books, Inc, USA, 1993, p. 69. (traducción libre nuestra)
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-137-
Más allá de señalar en términos generales que este conjunto de derechos, que se
refieren al uso, disfrute y capacidad de transformación de su naturaleza
incluyendo la venta, nunca son absolutos, ya que por lo general están limitados
por la estructura legal. El enfoque neoinstitucional está interesado en la forma
concreta en que dichos derechos están definidos por el encuadre institucional,
entendiendo que parte importante de esto es el nivel en que los mismos
efectivamente se cumplen. Obviamente también están interesados en el efecto
que esto tiene sobre el funcionamiento de la economía. Esta es una línea de
pensamiento que Douglass C. North argumenta en el siguiente sentido:
“Los derechos de propiedad son derechos que los individuos se apropian sobre su propio trabajo y sobre los bienes y servicios que poseen. La apropiación es una función de normas legales, de formas organizacionales, de cumplimiento obligatorio y de normas de conducta, es decir, el marco institucional. Debido a que los costos de la estructura de transacción son positivos con cualquier derecho de propiedad, los derechos nunca se especifican y se hacen cumplir a la perfección; algunos atributos valiosos se encuentran en el dominio público y conviene a los individuos dedicar recursos
para capturarlos”.234
Es posible ahora pasar a la presentación de la definición de institución que
corresponde a la corriente que ahora analizamos. La misma es presentada por
Douglass C. North en los siguientes términos:
“Las instituciones son reglas del juego en una sociedad, o más formalmente son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivo en el intercambio humano, sea político, social o económico.................................................................. Es innegable que las instituciones afectan el desempeño de la economía. Tampoco se puede negar que el desempeño diferencial de las economías a lo largo del tiempo está influido fundamentalmente por el modo en que evolucionan las
instituciones”.235
234 North, Douglass C., opcit, p. 51. 235 Ibidem, p. 13.
Introducción a la Economía, Juan Jované
138
El contenido de este enfoque puede apreciarse mejor si se tiene en cuenta que de
acuerdo al mismo los siguientes postulados son fundamentales:
1. Las instituciones se entienden como el marco en el que discurren las
acciones y la interacción humana, en este sentido incluyen aquello
que se prohíbe o permite hacer a los individuos y, algunas veces, las
condiciones en que a ciertos individuos se les permite hacerse cargo
de ciertas actividades. Se asimilan, entonces, a las reglas de un
juego, incluyendo las sanciones que se aplican a quienes las violan.
Esto último llama además la atención sobre el hecho de que “una
parte esencial del funcionamiento de las instituciones es lo costoso
que resulta conocer las violaciones y aplicar el castigo”,236 ya que
distintas formas institucionales pueden presentar un menor costo de
captar las violaciones y aplicar las sanciones, que otras.
2. De acuerdo al enfoque neoinstitucional, dado que las instituciones en
efecto “definen y delimitan el conjunto de elecciones de los
individuos”, se llega a la conclusión de que las mismas “reducen la
incertidumbre por el hecho de que proporcionan una estructura a la
vida diaria”, es decir “constituyen una guía para la interacción
humana”.237
3. Las normas que constituyen las instituciones pueden ser de carácter
formal, como lo son las constituciones, leyes, los reglamentos y otros.
También pueden ser informales, en cuyo caso nos estamos refiriendo
a elementos tales como los que provienen de la tradición, las
costumbres, los códigos de comportamiento considerados éticos o
simplemente apropiados, entre otros. Se entiende, vale la pena
236 Ibidem, p. 14. 237 Ibidem.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-139-
añadir, que de acuerdo al enfoque neoinstitucional estos últimos
elementos son más estables y perdurables que los primeros. “Aunque
las formas formales –dice North – pueden cambiar de la noche a la
mañana como resultado de decisiones políticas o judiciales, las
limitaciones informales... son mucho más resistentes o impenetrables
a las políticas deliberadas”.238
4. Un aspecto central del enfoque neoinstitucional es que insiste en que
el hombre contractual, con su racionalidad limitada, su información
asimétrica y su actitud proclive al oportunismo, tiene un
comportamiento distinto de acuerdo al encuadre estructural en que se
encuentre. “Las instituciones – afirma North – forman la estructura de
incentivos de una sociedad y las instituciones políticas y económicas,
en consecuencia, son las que determinantes fundamentales del
desempeño económico”.239 Más adelante agrega que “las
instituciones y la tecnología utilizada determinan los costos de
transacción y de transformación que se suman en el costo de
producción”.240 Es en este sentido que para este enfoque las
instituciones cuentan, interpretando que las mismas no determinan la
naturaleza del agente económico, sino por la estructura de incentivos
que las mismas generan y que llevan la acción de los mismos en una
u otra dirección, es por esto que North afirma que “si la matriz
institucional premia la piratería entonces nacerán organizaciones
piratas; y si el marco institucional premia las actividades productivas
entonces nacerán instituciones – firmas – con el fin de dedicarse a
las actividades productivas”.241
238 Ibidem, p. 17 239 North, Douglass C., Economic Performance trough Time, Prize Lecture, 9 de diciembre de
1999, documento PDF, p. 1 (traducción libre nuestra J.J.) 240 Ibidem, p. 2. (traducción libre nuestra J.J.) 241 Ibidem, p. 4. (traducción libre nuestra J.J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
140
Vistos estos elementos y teniendo en cuenta, sobre todo, el último de ellos
podemos ahora estudiar con más detalle la relación entre las instituciones y los
resultados económicos. Es así que volviendo al caso de los derechos de
propiedad, lo que destaca el neoinstitucionalismo es que si estos están mal
definidos, entonces se genera una estructura de incentivos inadecuada. Así por,
ejemplo, si las instituciones permiten que las personas de manera oportunista se
aprovechen del esfuerzo productivo de otros, por ejemplo siendo permisivo con
las formas de monopolios que generan rentas o aprovechándose indebidamente
de los fondos públicos, entonces la actividad de los agentes estará guiada a la
búsqueda de rentas por la vía de la generación de monopolios o hacia el control
abusivo de los órganos públicos. En estos casos, evidentemente, la actividad
guiada al incremento eficiente de la producción o la administración adecuada de
los recursos públicos quedará relegada, con el consiguiente impacto negativo
sobre la economía.
Por lo que respecta a los derechos de propiedad un elemento en el que los
neoinstitucionalistas insisten es en el problema de los llamados derechos
residuales. Estos se refieren al derecho a apropiarse los resultados de la actividad
económica que quedan en exceso, una vez cubiertos los costos. El problema aquí
es que, en un medio en que el monitoreo no resulta fácil, si los agentes que
pueden determinar el resultado (ya que ellos son los que determinan su propio
nivel de esfuerzo) no participan, o no lo hacen adecuadamente, en la apropiación
de dichos derechos residuales, los mismos no estarán motivados en lograr los
resultados económicos óptimos, con lo que la forma institucional no resulta
conveniente desde el punto de vista económico. Es en este sentido que muchos
autores, entre los que se encuentra Joseph Stiglitz, han insistido en que las
formas de producción agrícola donde el campesino tiene que entregar la mitad o
más de la cosecha al dueño de la tierra se caracterizan por la baja productividad y
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-141-
la baja inversión.242 Por este motivo Bowles y Gintis han sugerido que la
participación de los trabajadores asalariados en la propiedad y los beneficios
puede constituir una forma de elevar la equidad a la vez que se elevan la
productividad y los resultados económicos.243
El otro elemento importante a estudiar está relacionado directamente con los
costos de transacción. La idea básica aquí esta dada por el hecho de que,
siguiendo a Adam Smith, la corriente neoinstitucional, principalmente en los
trabajos de Douglass C. North, aceptan la idea de que a mayor división del trabajo
se tendría una mayor productividad y, por tanto, costos de producción de
transformación inferiores. Sin embargo, también llaman la atención de que una
mayor división del trabajo, como también lo señaló Adam Smith, precisa de
mercados más amplios, con lo que se profundiza la presencia de transacciones
impersonales, de larga distancia y de mayor complejidad, todo lo cual lleva a un
incremento de los costos de transacción. Es este tipo de argumentación la que
introduce Douglass C. North cuando plantea que:
“La no especialización es una forma de seguro en que los costos y las incertidumbres de las transacciones son muy elevados. A mayor especialización y número y variabilidad de los atributos valiosos, mayor será el peso que deberá ponerse en instituciones confiables que permitan a los individuos participar en contrataciones complejas con un mínimo de incertidumbre en cuanto a que los términos del contrato se
pueden realizar”.244
En pocas palabras lo que se postula aquí es que el avance económico precisa de
formas de transacciones que representan niveles muy elevados de costos de
transacción, de manera tal de que el aumento de los mismos puede llegar a
242 Stiglitz, Joseph E., Incentives and Risk Sharing in Sharecropping, The Review of Economic
Studies, Vol. XLI, abril de 1974. 243 Bowles, Samuel y Gintis, Herbert, Efficient Redistribution: �ew Rules for Markets, States and Communities, documento PDF, enero de 1998. 244 North, Douglass C. , Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico, op.cit, p.p. 51 y 52. (subrayado nuestro J.J.).
Introducción a la Economía, Juan Jované
142
superar a los ahorros de costos generados por la mejora de la productividad, en
este caso el avance económico se frustraría. Por tanto, solo si existen o aparecen
instituciones que reduzcan o limiten lo suficiente los costos de transacción como
para que el aumento de los mismos no liquide los efectos de la mayor
productividad y su efecto en la reducción de los costos de transacción será posible
el avance económico. Es por esto que el enfoque institucional también se basa en
la idea de que cuando se realizan transacciones las instituciones cuentan. Más
aún, no resulta un hecho mecánico que las sociedades logren desarrollar una
matriz capaz de asegurar el desarrollo de la división del trabajo. “De hecho –
señala North al respecto – a través de la historia la mayoría de las sociedades
quedaron “atrapadas” en una matriz institucional que no evolucionó hacia el
intercambio impersonal esencial para capturar las ganancias de la productividad
que provienen de la especialización y la división del trabajo que han producido la
riqueza de las naciones”.245
Es importante agregar que el tema de los costos de transacción no es ajeno al de
la definición de los derechos de propiedad, ya que el costo de transacción refleja
el interés de los agentes por definir y asegurar los derechos que se adquieren en
una determinada transacción. Esto está claramente definido en la siguiente
reflexión en la que conviene recordar que las instituciones son medios útiles para
regular la incertidumbre:
“El coste o descuento por incertidumbre hace referencia al tema crucial de la seguridad de los derechos. Fácilmente puede entenderse que mayor inseguridad respecto de los derechos adquiridos menor será el precio que estamos dispuestos a pagar. Si el sistema de medición y garantía de los términos de un intercambio es deficiente, la parte que padece la deficiencia aplicará la tasa de descuento que considere oportuna. En otras palabras, cuanto mayor es el potencial del vendedor o de un tercero para influir en el valor
245 North, Douglass C., Economic Performance trough Time, Prize Lecture, 9 de diciembre de
1999, documento PDF, p. 6 (traducción libre nuestra J.J.).
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-143-
de los atributos que están en la función del comprador (es decir, a mayor potencial de intervención arbitraria pública o privada en la transacción), mayor será la tasa de descuento aplicada y menor el precio de los atributos en intercambio. A mayor incertidumbre del comprador menor valor de bien
comprado”.246
Con el fin de completar el análisis del enfoque neoinstitucional se debe dirigir la
atención hacia el problema del cambio institucional. Para este fin se introduce,
como elemento necesario, el concepto de organización, el cual se distingue
claramente del de institución, aun cuando, como es lógico pensar, los dos se
encuentran vinculados. Las organizaciones no son, de acuerdo al enfoque
estudiado, más que grupos o individuos que se unifican con el propósito común de
lograr algunos objetivos. Estas pueden incluir a los cuerpos políticos, económicos,
sociales, culturales, etcétera. Estas organizaciones, tal como corresponde al
enfoque general, refleja las posibilidades que surgen de la matriz institucional. En
las palabras de North:
“Las instituciones, junto a las limitaciones ordinarias de la teoría económica, determinan las oportunidades que hay en una sociedad. Las organizaciones u organismos son creados para aprovechar esas oportunidades y, conforme evolucionan
los organismos, alteran las instituciones”.247
La última parte de la cita resulta de interés ya que se plantea que si bien las
organizaciones reflejan las posibilidades de la matriz institucional, el desarrollo de
las primeras tiene un efecto de retroalimentación sobre la segunda. Se trata
entonces de una hipótesis de acuerdo a la cual la tendencia a la modificación de
las instituciones surge como respuesta a un movimiento que sale desde las
organizaciones. Esto se refiere a situaciones en la que los individuos y sobre todo
los administradores – gobernantes de las organizaciones perciben que pueden
246 Instituto Internacional de Gobernabilidad, Douglass C. �orth: La teoría económica neo – institucionalista y el desarrollo latinoamericano, documento PDF, Barcelona, p. 15. 247 North, Douglass C., Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico, op.cit, p.p. 18 y 19.
Introducción a la Economía, Juan Jované
144
recibir beneficios de nuevas formas de contratación (recontratación) que solo
pueden darse con un cambio en la forma institucional. En este caso la propuesta
de North adquiere una forma sencilla y precisa:
“El cambio incremental proviene de las percepciones de los empresarios en organismos políticos y económicos que les indican que podrían redituarles mejor alterando en un cierto margen el marco institucional existente. Pero fundamentalmente las percepciones dependen tanto de la información que reciben los empresarios como de la forma en
que procesan esa información”.248
Las fuentes de la apreciación que llevan a buscar el cambio institucional como un
medio de mejorar la posición de los individuos y/o de las organizaciones pueden
ser de dos tipos. La primera, que se considera la menos frecuente y relativamente
marginal, es la que proviene de cambios en los precios relativos. La segunda, que
resulta la fundamental en el largo plazo, es el proceso de aprendizaje de los
individuos y los empresarios de las organizaciones, tal y como se desprende de la
última cita.
En un análisis que vincula la competencia y el cambio institucional, North avanza
la hipótesis de acuerdo a la cual la tasa de aprendizaje refleja la intensidad de la
competencia entre las organizaciones. A esto agrega que si bien es cierto que la
velocidad del cambio económico es función de la tasa de aprendizaje, su dirección
es una función de las estructuras de los beneficios que se pueden lograr con el
desarrollo de los diversos tipos de conocimiento. Esto significa que el progreso no
necesariamente se va a guiar hacia el progreso económico.
Es en este entendimiento que aparece una nueva vinculación entre el desarrollo
del conocimiento y las instituciones. En efecto, se trata de un proceso mediado
por la propia matriz institucional y cultural, de manera tal que en determinadas
248 Ibidem, p. 19.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-145-
condiciones históricas el proceso puede apuntar hacia un refinamiento de los
conocimientos sobre la guerra, en otras puede llevar hacia una forma creciente de
conocimientos útiles para el desarrollo económico. Así mismo, a nivel del
conocimiento científico puro, que es esencial para el crecimiento económico
moderno, pueden darse matrices institucionales – culturales que lo promuevan,
mientras que otras llevarán a prácticamente reprimir a las personas creativas. Es
teniendo esto en cuenta que North propone que:
“El aprendizaje es entonces un proceso incremental filtrado por la cultura de una sociedad que determina el beneficio percibido, pero no existe garantía que la experiencia pasada acumulada de una sociedad necesariamente sirva para resolver nuevos problemas. Las sociedades que quedaron “atrapadas” incorporan sistemas de creencias e instituciones que no logran enfrentar o resolver nuevos problemas de complejidad
social”.249
Todo lo anterior, desde luego, nos llama la atención sobre la dirección, que de
acuerdo a esta corriente, debería tener la política guiada hacia el cambio
institucional. La misma debería favorecer el fortalecimiento de instituciones que
realicen una adecuada definición de los derechos de propiedad, incluyendo los de
la propiedad pública, que reduzcan los costos de transacción y que permitan el
desarrollo del proceso de aprendizaje guiado hacia el mejoramiento económico.
Sin embargo, los representantes de la misma insisten en que el proceso nunca es
muy rápido, dada la inercia de las restricciones informales, a la vez que advierten
que se trata de un proceso complejo “que no solo impone la creación de
instituciones económicas sino que requiere que éstas sean sostenidas por
instituciones políticas apropiadas”.250
249 North, Douglass C., Economic Performance trough Time, Prize Lecture, 9 de diciembre de
1999, documento PDF, p. 7 (traducción libre nuestra J.J.). 250 Ibidem, p. 8.
Introducción a la Economía, Juan Jované
146
3.3. Estructuralismo Latinoamericano Con el fin de avanzar en la presentación central del presente capítulo se introduce
a continuación una breve reflexión en torno a las ideas básicas del estructuralismo
latinoamericano referentes al tema que ahora nos ocupa. Para comenzar, aún
cuando este enfoque, no se limita al concepto tradicional de estructura, resulta útil
partir de la definición del mismo. Esta, para fines prácticos, se puede encontrar en
el primer capítulo del libro de Ramón Tamames titulado Fundamentos de
Estructura Económica. En este el autor argumenta que:
“..., puede decirse que tendremos una primera aproximación al concepto de estructura como ‘la caracterización de un todo por las relaciones mutuas que implican la distribución y el orden entre sus partes’, lo que nos proporciona una idea operativa de lo que es estructura, para llegar más adelante al concepto más
específico de ‘estructura económica’”.251
De acuerdo a esta definición, el concepto de estructura ve al todo teniendo en
cuenta dos elementos. En primer lugar se trata de las partes que las constituyen,
sin embargo el concepto no se queda aquí. En segundo lugar, se entiende que es
fundamental para el concepto la distribución y el orden por medio de las cuales
esas partes se relacionan. Esto último llama la atención sobre la necesidad de
conocer las reglas que determinan dicha distribución y orden.
Para muchos economistas el concepto de estructura ha sido utilizado, casi
exclusivamente, para analizar las llamadas relaciones intersectoriales, es decir la
forma en que se vinculan los diversos sectores y ramas de la economía. En este
251 Tamames, Ramón, Fundamentos de Estructura Económica, Alianza Editorial, séptima
reimpresión, Madrid, 1985, p. 20.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-147-
caso, los trabajos de Wassily Leontief,252 así como sus tablas de insumo producto,
son un punto de referencia obligado. En algunas circunstancias, el análisis se
lleva hasta el estudio de las variaciones de las proporciones entre estos sectores
en el proceso de desarrollo económico, así como hasta el estudio del comercio
internacional253
El estructuralismo latinoamericano, si bien incorpora este uso del concepto de
estructura, el mismo, definitivamente, no lo reduce a dicho contenido, sino que le
da una connotación mucho más amplia. De acuerdo a esto lo primero que se debe
establecer es que para los estructuralistas latinoamericanos la economía no se
considera como una esfera aislada, sino como un elemento que hace parte de un
todo más amplio, es decir de una estructura mayor. En este sentido De Castro y
Lessa en su Introducción a la Economía dejan claramente establecido que:
“Así, aunque las actividades y vínculos económicos tengan su identidad propia –y de ahí la existencia de la economía como disciplina independiente– es igualmente cierto que el proceso de “ganarse la vida” se encuentra indisolublemente unido e integrado con otras manifestaciones de la existencia y la
conciencia social”.254
En una visión semejante, pero todavía más clara que la anterior, Celso Furtado,
quien junto a Raúl Prebisch, es considerado uno de los fundadores de esta
escuela, propone que:
“Lo que se entiende por pensamiento ‘estructuralista’ en economía no tiene relación directa con la escuela estructuralista francesa, cuya orientación general ha sido dar importancia al eje de las sincronías en el análisis social y establecer una ‘sintaxis’ de las disparidades en las organizaciones sociales. El estructuralismo económico –
252 Ver por ejemplo: Leontief, Wassily, La Estructura del Desarrollo. Escritos Escogidos, selección y Prologo de Diego Pizano, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1991. 253 Leontief, Wassily, Estructura de la Economía Mundial: Esquema de una Formulación Simple Insumo – Producto, en ibidem. 254 De Castro, Antonio Barros y Lessa, Carlos Francisco, Introducción a la Economía un Enfoque Estructuralista, Siglo XXI Editores, cuadragésima séptima edición, México, D. F., 1989, p. 6.
Introducción a la Economía, Juan Jované
148
(escuela de pensamiento que surge en la primera mitad de la sexta década entre economistas latinoamericanos) – tiene como objeto principal tomar en cuenta la importancia de los ‘parámetros no económicos’ de los modelos macroeconómicos. Como el comportamiento de las variables económicas depende en gran medida de tales parámetros (...) esos parámetros han de ser objeto de meticuloso estudio. Esta observación es particularmente pertinente con respecto a sistemas económicos heterogéneos social y tecnológicamente,
como sucede con las economías subdesarrolladas”.255
Es importante destacar que, a diferencia de, por ejemplo, la posición de Gary
Becker, la posición de los estructuralistas latinoamericanos no pretende imponer
la visión de la Economía al resto de las ciencias sociales. Por el contrario
reconociendo que cada uno de los ámbitos de las mismas tiene su propia
autonomía, lo que proponen estos autores es la necesidad de un efectivo trabajo
interdisciplinario para poder captar ese todo complejo que es la realidad. En este
sentido de Castro y Lessa proponen que:
“Estas relaciones, hoy más evidentes, son las que llevan a la llamada “comunicación interdisciplinaria”, que, en su versión “desarrollada” se traduce en equipos multiespecializados y, en nuestros países, en la inevitable “intromisión” en campos ajenos, aunque pertinentes. Los sociólogos se interesan cada vez más por la economía; los economistas, por la sociología, y así sucesivamente. Los “compartimentos estancos”, en
resumen, ya no existen; son una reminiscencia”.256
Un elemento importante, que más adelante será de utilidad, se vincula con el
hecho de que, además de lo anterior, los estructuralistas latinoamericanos
consideran que para que un elemento de la realidad pueda ser calificado
efectivamente de estructural debe mostrar una persistencia a través del tiempo, a
la vez que son esenciales para caracterizar la situación de subdesarrollo. Así, por
ejemplo, la idea del desempleo estructural se refiere a una situación de
255 Furtado, Celso, Teoría y Política del Desarrollo Económico, Siglo XXI Editores, México, D. F.,
1974, p. 79. 256 De Castro, Antonio Barros y Lessa, op.cit, p. 7.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-149-
desocupación o subocupación persistente en el tiempo, la que, desde luego, se
diferencia del desempleo que es el resultado de una coyuntura baja de la
economía, que puede tener una connotación más bien cíclica. Son nuevamente
de Castro y Lessa los que llaman la atención sobre esta característica del
pensamiento estructuralista latinoamericano de la siguiente manera:
“En este sentido la estructura o, mejor dicho, los factores estructurales serían aquellos que, en palabras de Marshall, “en el transcurso del período determinado se presentan como relativamente estables en comparación con otros”............................................................................ Lo que distingue mejor el enfoque latinoamericano, tal vez, es la tendencia a considerar como “factores estructurales” sólo aquellos que, en el cuadro de la economía global, tienen una significación primordial. Para ir al terreno más concreto digamos que se identifican estos factores y elementos con las características típicas de las economías latinoamericanas, aquellas que configuran su condición o estado de
subdesarrollo”.257
Una característica adicional del pensamiento estructuralista latinoamericano, es la
idea de que el desarrollo técnico y su difusión juegan un papel central en el
análisis. Esta es una de las ideas claves de todo el pensamiento de Raúl
Prebisch. Es de esta manera que en su trabajo “El Desarrollo Económico de
América Latina y Algunos de sus Principales Problemas”, se considera el
manifiesto inicial del estructuralismo de 1949, donde Prebisch afirma lo central
que es este elemento en las siguientes palabras: “Se ha afirmado en la parte
precedente que las ventajas del progreso técnico se ha concentrado
principalmente en los centros industriales, sin traspasarse a los países que
forman la periferia”.258 Es evidente, además, que dentro de esta concepción el
subdesarrollo no se entiende como un elemento o estructura aislada, sino una
estructura que hace parte de un todo superior que es lo que podemos llamar el
257 Ibidem, p. 6. 258 Prebisch, Raúl, El Desarrollo Económico de América Latina y Algunos de sus Principales Problemas, en La Obra de Prebisch en la CEPAL Tomo I, selección de Adolfo Gurrieri, F.C.E., México. D. F., 1982, p. 107.
Introducción a la Economía, Juan Jované
150
sistema económico mundial. Es en este sentido que Celso Furtado afirma que:
“para comprender las causas de la persistencia histórica del subdesarrollo,
es necesario observarlo como parte que es de un todo en movimiento, como
expresión de la dinámica del sistema económico mundial generado por el
capitalismo industrial”.259 Esto nos dirige al concepto de centro-periferia.
Estos dos elementos, el de la importancia del progreso técnico y su difusión
diferenciada en el sistema mundial, se desarrollan en la tesis de Prebisch en la
cual se plantea que desarrollo y subdesarrollo tienen su origen en el mismo
proceso. Para el caso de los países centrales, es decir los que en su tiempo eran
los países industriales, habrían visto nacer el impulso del progreso técnico de su
propia matriz social. En estas circunstancias, dicho proceso se habría difundido
por todo el aparato económico, dando lugar a una estructura diversificada y
homogénea.
El carácter de estructura diversificada alude al hecho de que estos países
adquieren la posibilidad de producir con las nuevas técnicas un gran número de
bienes y servicios, en forma en que, además, se generan importantes cadenas
productivas donde unos sectores apoyan a otros en una relación dinámica de
insumos y productos. Por su parte, el carácter de estructura homogénea se
refiere al hecho de que la forma de difusión del progreso tecnológico llega a
prácticamente todos los sectores, logrando también penetrar el conjunto de las
unidades productivas que operan en un sector o subsector determinado.
En el caso de la periferia, es decir de los países subdesarrollados, el progreso
técnico aparece como un movimiento que proviene desde fuera. El mismo da, por
tanto, a un proceso que puede calificarse de subordinado. Más aún, este proceso
259 Furtado, Celso, Breve Introducción al Desarrollo. Un Enfoque Interdisciplinario, F.C.E., México, D. F., p.p. 35 y 36.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-151-
técnico solo adquiere una forma limitada y que no alcanza a todo el aparato
económico. Así, de acuerdo a esto la estructura de la periferia se define como
especializada y heterogénea. Es especializada en la medida que nuestros
países aparecen, sobre todo en un primer momento, como áreas donde el
progreso técnico solo penetra unos pocos sectores destinados a producir bienes y
servicios para la exportación. Se trata de un rasgo que, se ha de enfatizar, no se
superaría con la industrialización sustitutiva posterior. El carácter de la presencia
de una estructura heterogénea se refería al hecho de que el progreso técnico al
no penetrar todo el sistema económico, daba lugar a una situación en la que
distintos sectores mostraban diversos niveles tecnológicos y de productividad. Lo
mismo podía ocurrir dentro de un mismo sector.
Sin entrar a profundizar en el problema, esta tesis se complementó por la idea,
que ya adelantamos anteriormente, que los beneficios del progreso técnico
tendían a concentrarse en los países centrales industrializados, de manera que
estos no solo estaban en capacidad de retener los propios, sino de apropiarse de
una parte de los de la periferia. La expresión de esto sería el deterioro de los
términos de intercambio, es decir la pérdida sistemática del poder adquisitivo de
los productos generados y exportados por la periferia frente a los producidos y
exportados por el centro.
Vale la pena destacar, para complementar, que para el estructuralismo
latinoamericano el problema de la heterogeneidad que surge de la forma en que
opera el progreso técnico influye notablemente en la existencia de una estructura
social compleja, que la distingue de la estructura más simplificada de los centros.
Ha de quedar claro, sin embargo, que la relación entre el progreso técnico, la
heterogeneidad estructural del nivel económico y la compleja estructura social no
debe entenderse como una determinación mecánica. Por el contrario se entiende
que la estructura económica y social reacciona de manera tal que condiciona todo
el proceso de avance y difusión del progreso técnico.
Introducción a la Economía, Juan Jované
152
Es así, por ejemplo, que se entiende claramente que la estructura latifundista,
basada en el productor ausentista que busca la maximización de su renta limita
muy seriamente la posibilidad de la difusión del progreso técnico hacia la
agricultura. En este caso es conveniente citar a Raúl Prebisch quien en uno de
sus trabajos argumentó lo siguiente: “El régimen de tenencia de la tierra
prevaleciente en buena parte de los países latinoamericanos conspira
frecuentemente contra la productividad, al oponer fuertes obstáculos a la
tecnificación.”260
En este último aspecto se debe destacar que los estructuralistas latinoamericanos
no solo se adelantaron a los trabajos de connotados economistas que más
recientemente han estudiado el fenómeno de como la tenencia concentrada de la
tierra y las instituciones que, en condiciones de información asimétrica,
determinan la forma de su uso, resultan como en el caso de la llamada medianía,
profundamente ineficientes261. Se debe, además, subrayar que en ellos está
claramente definida la idea de que la forma de acción de los agentes está
mediada por la forma estructural en que actúan. Prebisch es muy claro en este
caso cuando afirma que:
“Prevalecen en los países latinoamericanos ciertas formas de privilegio que debilitan considerablemente el incentivo al progreso técnico en todas sus manifestaciones y, en consecuencia, el aprovechamiento de los hombres de iniciativa y capacidad que requiere la tecnología de nuestros días. Bien se sabe que las grandes desigualdades en la propiedad del suelo agrícola conspiran contra la aplicación de las técnicas intensiva: la gran propiedad porque da renta cuantiosa sin hacerlo, y la propiedad muy pequeña por su
misma indigencia e inefectividad”.262
260 Prebisch, Raúl, El Falso Dilema entre Desarrollo Económico y Estabilidad Monetaria, en op.cit, Tomo II, p.p. 44 y 45. 261 Una excelente exposición de temas relacionados con este tipo de elementos se encuentra en Of.,
Karla, Paths of Development and Institutional Barriers to Economic Opportunities, World
Development Report 2003, Background Paper, documento PDF. 262 Prebisch, Raúl, op.cit, Tomo II, p. 176.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-153-
Para completar la breve exposición que se ha venido desarrollado en torno al
contenido del pensamiento estructuralista latinoamericano, vale la pena agregar
que el mismo entiende que tras los resultados económicos existen relaciones de
poder, las cuales siendo asimétricas tienen un papel importante en la explicación
de los fenómenos observados en esta esfera. Es así que Prebisch al exponer el
trasfondo de la inflación propone que la idea según la que: “el poder de ciertos
grupos de la sociedad para influir arbitrariamente sobre la distribución del
ingreso constituye el trasfondo de la inflación latinoamericana”. Se trata de
una idea que seguirá siendo parte del pensamiento en su fase más madura, tal
como se puede observar en su libro, donde dedica todo un capítulo al tema de la
estructura de poder en “Capitalismo Periférico. Crisis y Transformación” publicado
por primera vez en 1981. En el mismo queda claro, además, que el análisis de las
estructuras de poder se deben realizar desde un punto de vista amplio que no solo
incluye las relaciones estrictamente económicas, sino que incluye, además, las
sociales y políticas. Así al inicio de este capítulo Prebisch señala su intención de
examinar “las diferentes formas de poder que intervienen en el proceso de
apropiación y compartimiento del fruto del progreso técnico”.263
Una vez que se introducen las relaciones de poder en el análisis el enfoque
adquiere la posibilidad de entender como el proceso económico se mueve,
algunas veces con mayor intensidad y otras con una menor, dentro de un campo
caracterizado por las contradicciones. Es por esto conveniente cerrar el presenta
apartado con la siguiente reflexión de Raúl Prebisch que hoy tiene una enorme
relevancia: “Me preocupa profundamente que el sistema, por las grandes fallas
que entraña, desemboque en una sucesión de ciclos políticos, con períodos de
democratización seguidos de represión política y agravamiento de la desigualdad
social”.264
263 Prebisch, Raúl Capitalismo Periférico. Crisis y Transformación, F.C.E., segunda reimpresión,
México, D. F., 1987, p. 75. 264 Ibidem, p. 32.
Introducción a la Economía, Juan Jované
154
3.4. La Visión Marxista
La comprensión de la posición de Carlos Marx y Federico Engels en términos de
la importancia de la estructura económica para explicar el comportamiento de los
diversos agentes económicos, así como la evolución del conjunto de la sociedad,
pasa por entender el punto de partida que los mismos se plantean. De acuerdo a
este, el elemento fundamental está dado por las condiciones materiales de
existencia de la población en un momento determinado, así como por el hecho de
que los hombres deben producir los medios que les aseguran su existencia. Estas
bases se encuentran claramente establecidas en las siguientes ideas de Marx y
Engels:
“Las premisas de que partimos no tienen nada arbitrario, no son ninguna clase de dogma, sino premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas que han encontrado como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente
empírica”.265
Más adelante, estos autores especifican un poco más su idea enfatizando en el
hecho de que el modo en que los individuos producen sus medios de vida juega
un papel central en la definición del modo de vida de los individuos. El
razonamiento en este caso toma la siguiente forma:
“El modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo, de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que se trata de reproducir. Este modo de producción no debe considerarse solamente en cuanto es la reproducción de la existencia física de los individuos. Es ya, más bien, un determinado modo de la
265 Marx, Carlos y Engels, Federico, La Ideología Alemana, Editorial Política, La Habana, 1970, p.p. 18 y 19.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-155-
actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado modo de vida de los mismos. Tal y como los individuos manifiestan su vida, así son. Lo que son coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como con el modo cómo producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las
condiciones materiales de su producción”.266
El hecho, para seguir avanzando en la exposición, de que los hombres se vean
obligados a producir los medios que le aseguren su vida y reproducción, lleva al
concepto del trabajo, Este se entiende como una intercambio entre el hombre y el
resto de la naturaleza, donde el primero de estos busca de manera consciente
transformar a la segunda de forma que le permita obtener de la misma, los medios
que le son útiles para su vida. Marx define este proceso de la siguiente forma:
“En este proceso, el hombre se enfrenta como un poder natural con la materia de la naturaleza. Pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y las piernas, la cabeza y las manos, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobre la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando potencias que dormitan en él y
sometiendo el juego de sus fuerzas a su propia disciplina”.267
Lo importante ahora es introducir la idea de acuerdo a la cual los hombres en el
proceso de su trabajo guiados a producir sus medios de vida no solo entran en
relación con la naturaleza, sino que, además, entran en relación con otros
hombres, es decir que entraban relaciones de producción, por medio de los cuales
actúan unos sobre los otros. Más aún, es solo a través de estos vínculos, que
representan las relaciones de producción, que los individuos entran en contacto
con la naturaleza y como se efectúa la producción. De acuerdo a Marx y Engels
estas relaciones de producción entre los individuos son objetivas, en el sentido de
que son independientes de su voluntad y correspondientes a un determinado nivel
266 Ibidem, p. 19. 267 Marx, Carlos, El Capital, Tomo I, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980, p. 136.
Introducción a la Economía, Juan Jované
156
de desarrollo de las fuerzas productivas. Esto lleva a la conocida premisa de Marx
contenida en su Prólogo a la Contribución a la Critica de la Economía Política,
donde se puede leer que:
“... en la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituyen la estructura económica de la sociedad, la base sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser; por el contrario, su ser social es lo que
determina su conciencia”.268
Esto nos lleva, desde luego, a plantearnos el concepto de fuerzas productivas,
que deberá ser vinculado luego con el de las relaciones de producción para de ahí
aclarar la hipótesis que vincula la llamada superestructura con el conjunto de
estas últimas. Para Marx las fuerzas productivas no son otra cosa que un grupo
de elementos que de manera conjunta determinan en un momento la capacidad
productiva del trabajo, es decir lo que se conoce como la productividad del trabajo.
Entre las mismas se encuentran “… el grado medio de destreza del obrero, el
nivel del progreso de la ciencia y sus aplicaciones, la organización social del
proceso de producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción y las
condiciones naturales”.269
Entre las fuerzas productivas Marx destaca una forma de los medios de
producción, los que el llama instrumentos de trabajo, que no son otra cosa que los
elementos que el hombre interpone entre su acción y su objeto sobre el que recae
268 Marx, Carlos, Contribución a la Crítica de la Economía Política, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1973, p.12. 269 Marx, Carlos, El Capital Tomo I, op.cit, p.8.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-157-
el trabajo con el fin de lograr en el mismo las transformaciones que le sean útiles.
En épocas remotas fue el madero, en otras el arado de madera o metal, luego las
máquinas de vapor o eléctrica, hasta llegar a la fábrica robotizada de nuestros
tiempos. La importancia que le da Marx a estos elementos de las fuerzas
productivas es que en su visión los mismos juegan un papel central en determinar
la forma en que el hombre se vincula con el resto de la naturaleza para producir y,
por tanto, en la forma en que se organiza para tal fin por medio de las relaciones
de producción. Esta posición está claramente expresada en las siguientes
reflexiones que aparecen en el primer tomo de El Capital:
“Lo que distingue a las épocas económicas unas de otras no es lo que se hace, sino el cómo se hace, con qué instrumentos de trabajo se hace. Los instrumentos de trabajo no son solamente el barómetro indicador del desarrollo de las fuerzas de trabajo del hombre, sino también el exponente de las
condiciones sociales en que se trabaja”.270
Un ejemplo claro de cómo Marx entendía la correspondencia entre las fuerzas
productivas y las relaciones sociales se encuentran en su análisis del paso de la
producción gremial a la manufacturera y, luego, a la capitalista propiamente dicha.
Es así que, junto, a Federico Engels, escribe en el Manifiesto de Partido
Comunista que:
“La antigua explotación feudal o gremial de la industria ya no podía satisfacer las necesidades, que crecían con la apertura de nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. La clase media industrial suplantó a los maestros de los gremios; la división del trabajo entre las diferentes corporaciones desapareció ante la división del trabajo en el seno del mismo taller. Pero los mercados crecían sin cesar; la demanda iba siempre en aumento. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El vapor y la maquinaria revolucionaron entonces la producción industrial. La gran industria moderna sustituyó a la manufactura, y el lugar de la clase industrial vinieron a
270 Ibidem, p. 142.
Introducción a la Economía, Juan Jované
158
ocuparlo los industriales millonarios, jefes de verdaderos
ejércitos industriales, los burgueses modernos”.271
Se debe insistir que se trata de una relación de correspondencia en la que, como
se adelantó, el elemento determinante básico es el nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas, pero en las que las relaciones de producción no juegan un
papel pasivo, ya que las mismas reaccionan facilitando o no el desarrollo de las
fuerzas productivas. Que para Marx y Engels esto estaba claro lo demuestra la
siguiente cita:
“La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones sociales. La conservación del antiguo modo de producción era, por el contrario, la primera condición de existencia de todas las clases precedentes. Una revolución continua en la producción, una conmoción interrumpida de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constante distinguen la época burguesa de
todas las demás”.272
Con el fin de precisar el concepto de las relaciones de producción, a continuación
se introduce la definición de sus diversos componentes, a partir de la idea de que
las mismas están constituidas por las llamadas relaciones técnicas de producción
y las relaciones sociales de producción.
En primer lugar, para el caso de las relaciones técnicas de producción, las que
estarían relativamente cercanas al proceso de trabajo en cuanto a vinculación
entre los trabajadores y la naturaleza, se incluyen las siguientes:
1. Las relaciones de cooperación. Estas se refieren al caso en las que
diversos individuos ejecutan coordinadamente el mismo trabajo, con
lo que aparece una especie de fuerza de trabajo colectiva. Esta se
271 Marx, Carlos y Engels, Federico, Manifiesto Comunista, Editorial Debate, Barcelona, 1998, p. 16. 272 Ibidem, pp. 19 y 20.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-159-
caracteriza, es conveniente precisar, por el hecho de que la misma
tiene una fuerza productiva superior a la simple suma de las fuerzas
de trabajo individuales.
2. La división técnica del trabajo. Se da cuando la producción de un
bien se logra con la presencia de diferentes trabajadores o grupos de
trabajadores que ejercen distintos trabajos concretos en una forma
coordinada dentro de un mismo establecimiento económico.
3. La división social del trabajo. En este caso también se trata de que
diversos trabajadores ejercen diversas funciones, pero se refiere al
hecho de que unas ramas de la producción, por ejemplo la minería o
la agricultura, genera productos diferentes a otras ramas, por ejemplo
la industria o los servicios. En este caso, el conjunto de las ramas
también constituyen un todo orgánico, en que las diversas funciones
constituyen una totalidad.
En segundo lugar, están las relaciones sociales de producción. En el centro de
estas se encuentran las relaciones de propiedad, referidas a las relaciones de
los individuos entre si mediados por los medios de producción y la capacidad que
tienen o no los mismos de decidir, usufructuar y disponer de dichos medios. De
hecho diversas etapas de la humanidad estarían caracterizadas por diversas
formas de propiedad. Marx lo aclara en su Miseria de la Filosofía:
“En cada época histórica la propiedad se ha desarrollado de modo distinto y bajo una serie de relaciones sociales totalmente diferentes. Por tanto, definir la propiedad burguesa no es otra cosa que exponer todas las relaciones sociales de la producción burguesa. Querer concebir la propiedad como una relación independiente, una categoría aparte y una idea abstracta y
eterna, no es más que una ilusión metafísica o jurídica”.273
273 Marx, Carlos, Miseria de la Filosofía, Editorial Progreso, Moscú, 1981, p. 125.
Introducción a la Economía, Juan Jované
160
En concordancia con las relaciones de propiedad están las relaciones de
intercambio, que se refieren a como se intercambian los resultados de los
diversos procesos de trabajo, sobre todo los que guardan relaciones con la
división social del trabajo. En el caso de las sociedades donde los productores de
los bienes aparecen mutuamente como propietarios de los bienes que resultan del
proceso productivo, las relaciones de intercambio toman la forma de relaciones
mercantiles. Más allá de esto se encuentran las relaciones de distribución, que
se refieren a la forma de distribuir el resultado de la producción entre diversos
individuos y clases. Estas, desde luego, son el reflejo de las propias relaciones de
producción. Así, por ejemplo, en la sociedad moderna basada en la producción
capitalista, el obrero como propietario de la fuerza de trabajo recibirá una parte del
producto equivalente al valor de su fuerza de trabajo bajo la forma de salario. Por
su parte, el propietario del capital obtendrá una parte del producto equivalente a la
plusvalía, esta vez bajo la forma de ganancias.
Es de interés para el lector apropiarse de la idea de que para Marx es a partir de
las relaciones de propiedad, elemento, a su vez, determinante de las relaciones
de distribución, que es posible definir las clases sociales. Marx lo destaca así en el
capítulo LII del Tercer tomo de El Capital, donde propone que:
“Los propietarios de simple fuerza de trabajo, los propietarios de capital y los propietarios de tierras, cuyas respectivas fuentes de ingresos son el salario, la ganancia y la renta del suelo, es decir, los obreros asalariados, los capitalistas y los terratenientes, forman las tres grandes clases de la sociedad
moderna, basada en el régimen capitalista de producción”.274
Antes de introducir el análisis de la superestructura es conveniente destacar la
interpenetración que se puede postular a partir de lo anterior entre las relaciones
técnicas de producción, que son parte de las relaciones sociales y las fuerzas
productivas. Esto, vale la pena insistir, resulta claro si se tiene en cuenta que el
274 Marx, Carlos, El Capital Tomo III, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980, p. 888.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-161-
propio Marx incluyó en su listado de fuerzas productivas a “la organización social
del proceso de producción”. Un ejemplo clásico de esta situación es el paso de la
producción artesanal hacia la producción manufacturera que introduce una mayor
división del trabajo y permite un nivel más elevado de la productividad del trabajo.
Enfocando ahora el problema sobre la llamada superestructura, recordando la
hipótesis antes expuesta por Marx, el ámbito político y legal se entiende aquí
como condicionados por la estructura económica, es decir por el conjunto de las
relaciones económicas. En el caso de las relaciones legales y políticas lo que esto
significa es que las mismas son un reflejo de las relaciones económicas, a las que
corresponde y a las que, además, sirven como elemento estabilizador:
“A esta propiedad privada moderna corresponde el Estado moderno, paulatinamente comprado, en rigor, por los propietarios privados, entregado completamente a éstos por el sistema de la deuda pública y cuya existencia, como revela el alza y la baja de los valores del Estado en la Bolsa, depende enteramente del crédito comercial que le concedan los propietarios privados, los burgueses... Mediante la emancipación de la propiedad privada con respecto a la comunidad, el Estado cobra una existencia especial junto a la sociedad civil y al margen de ella; pero no es tampoco más que la forma de organización a que necesariamente se someten a los burgueses, tanto en el interior como en lo exterior, para las mutuas garantías de su propiedad de sus
intereses”.275
Es en esta línea de razonamiento que Marx comenta el contenido del derecho
privado en las siguientes palabras:
“El derecho privado proclama las relaciones de propiedad existentes como el resultado de la voluntad general. El mismo jus utendi er abutendi expresa, de una parte, el hecho de que la propiedad privada ya no guarda la menor relación con la comunidad y, de otra parte, la ilusión de que la misma
275 Marx Carlos y Engels Federico, La Ideología Alemana, op.cit, p. 68.
Introducción a la Economía, Juan Jované
162
propiedad privada descansa sobre la mera voluntad privada
como el derecho a disponer arbitrariamente de la cosa”.276.
Para el caso de las formas ideológicas, Marx y Engels también, como se ha
señalado previamente, desarrollan la idea de acuerdo a la cual las mismas
corresponden y reflejan los elementos de la estructura económica, cumpliendo
aquí también una función específica que facilita el proceso de producción y
reproducción material. En este caso Marx y Engels insisten en que:
“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las
relaciones materiales dominantes,...”.277
En base a lo anterior se debe advertir que de acuerdo a Marx y Engels, la idea de
que las relaciones de tipo político e ideológico tengan una correspondencia con la
estructura económica, en condiciones que esta última juega el papel
determinante, no significa para nada que las primeras sean un reflejo inerte y
exclusivamente pasivo. Por el contrario, como se desprende de las citas
anteriores, las mismas cumplen un papel activo sobre el propio proceso de
reproducción de las relaciones sociales. El propio Engels llegó a señalar que se
trata de lo que el llamó una determinación de última instancia. Es así que en una
carta dirigida a J. Bloch, fechada en Londres el 21 [22] de septiembre de 1890,
Federico Engels argumenta que:
“… Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la reproducción
276 Ibidem, p. 70. 277 Ibidem, p.p. 48 y 49.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-163-
y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor económico es el único determinante, convertiría aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda. La situación económica es la base, pero los diversos factores de la superestructura que sobre ella se levanta - … - ejercen también su influencia sobre el curso de las luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre todos estos factores, en el que, a través de toda la muchedumbre de causalidades (es decir, de cosas y acaecimientos cuya trabazón interna es tan remota o tan difícil de probar, que podemos considerarla como inexistente, no hacer caso de ella), acaba imponiéndose como necesidad al movimiento económico. De otro modo, aplicar la teoría a una época histórica cualquiera sería más fácil que resolver una simple
ecuación de primer grado”.278
Por su parte, en una forma que complementa lo anterior, Carlos Marx también
llamó la atención sobre el papel activo de la superestructura en la reproducción de
la sociedad, entendiendo sin embargo, que el mayor o menor nivel activo de cada
elemento de esta se encuentra determinado, sin embargo, por la base económica.
Es así que una vez que acepta que el Catolicismo como forma ideológica jugó un
papel central en la reproducción de la sociedad medieval, mientras que la política
lo hizo en Atenas y Roma argumenta que:
“…, sin embargo, es claro, que la edad media no pudo vivir del Catolicismo, tampoco el mundo antiguo de la política. Por el contrario es el modo en el que ellos se ganan la vida la que explica porque aquí la política, y allá el Catolicismo, jugaron el papel principal. Para el resto, solo requiere un conocimiento leve de la historia de la república Romana, por ejemplo, para estar conciente que su historia secreta es la historia de su propiedad hacendada. En la otra mano, Don Quijote hace tiempo pagó la pena de imaginar equivocadamente que la caballería errante era compatible con todas las formas
económicas de sociedad”.279
278 Engels, Federico, Engels a J Bloch en Königsberg, Londre 21 – [22] de septiembre de 1890, en Marx, Carlos y Engels, Federico, Obras Escogidas III, Editorial Progreso, Moscú, 1974 p. 514. 279 Marx, Carlos citado por: Howard, M. C. y King, J. E., The Political Economy of Marx, New York University Press, second edition, USA, 1985 p. 13.
Introducción a la Economía, Juan Jované
164
Antes de avanzar hacia el análisis del cambio social en Marx y Engels, resulta útil
introducir algunos elementos de cómo los factores de la naturaleza y de la cultura
juegan un papel activo a nivel de las fuerzas productivas y las relaciones de
producción. En relación a la naturaleza un análisis realizado en términos marxista
tendría que aceptar que esta como fuerza productiva se caracteriza, en primer
lugar, por el hecho de que pese a ser transformada e impactada por los seres
humanos tiene sus propias leyes que reaccionan a su vez sobre el desarrollo de la
sociedad. Se trata de la base de lo que se conoce como la convolución de la
historia de la sociedad y de la naturaleza. Es sobre esta base que James
O´Connor propone que:
“Si bien las formas particulares de la economía (incluyendo la misma composición de la atmosfera) suelen ser el resultado de impactos humanos sobe aquella, el hecho es que los procesos químicos, biológicos y físicos que constituyen la economía de la naturaleza funcionan independientemente de la economía humana. Son fuerza productivas (así como
condiciones de producción) autónomas”.280
Sobre esta base resulta fácil comprender que los elementos de la naturaleza
tienen la capacidad de influir significativamente sobre la determinación de las
relaciones de producción observadas en una determinada sociedad. Es así que O’
Connor afirma que:
“Las relaciones de producción “naturales” quieren decir que ciertos tipos de condiciones o procesos naturales (influidos o no por el hombre) ofrecen más posibilidades que otros para el desarrollo de una formación social y una estructura de
clase”.281
280 O´Connor, James, Causas �aturales. Ensayos de Marxismo Ecológico, Editorial Siglo XXI, México D. F., 2001, p. 66. 281 Ibidem.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-165-
Esta participación de los elementos de la naturaleza en la determinación de las
relaciones sociales de producción se observa, en primer lugar, en las llamadas
relaciones de cooperación. Esto se puede ejemplificar de la siguiente manera:
“La economía de la naturaleza se inscribe también en modos de cooperación de la industria y la construcción. Los edificios requieren espacio, lo que limita los tipos de cooperación (vista como fuerza productiva) posibles en la construcción (la división del trabajo dentro y entre las compañías que construyen rascacielos es una maravilla de complejidad y calendarización debido precisamente a las limitaciones de
espacio… y gravedad)”.282
La influencia de los elementos de la naturaleza sobre las relaciones sociales no se
limita a la cooperación y la división del trabajo. Esta también, en segundo lugar, se
refiere a las relaciones de poder y de propiedad. En este caso, también es James
O´Connor quien por medio de la ejemplificación busca aclarar la situación:
“Cuando los recursos naturales se agotan, o son destruidos, muchas veces cambian las relaciones de propiedad, así como la naturaleza de las fuerzas productivas. El corte de bosques nativos de secuoais en Aptos Creek, en la costa central de California, puso fin a la industria maderera relativamente bien capitalizada que había allí. En las regiones cercanas de los montes Santa Cruz la tala le abrió paso, literalmente, a los huertos de fruta y viñedos organizados por propietarios de la tierra en pequeña escala. ………………………………………………………………….. Abundan los ejemplos de relaciones de producción “naturales”. En alta mar el capitán de un barco (mucho tiempo atrás quizá dueño parcial de su nave, ahora empleado o tal vez accionista minoritario) tiene (y necesita) un poder más o menos absoluto… La propiedad en pequeña escala es más importante (hoy ya no tanto) en Costa Rica que en otros países centroamericanos, debido en parte a la naturaleza del
terreno”.283
Un elemento interesante desde el punto de vista del análisis marxista es aquel
que postula la presencia de un entrelazamiento entre la esfera económica y la
282 Ibidem, p. 67. 283 Ibidem, p. 66 y p. 67.
Introducción a la Economía, Juan Jované
166
esfera ideológica – política. Se trata de la idea de que existen algunos elementos
de la cultura, que pertenecen a la esfera de las ideas, que también constituyen
fuerzas productivas efectivas, con capacidad de participar en el proceso que
moldea a las relaciones sociales de producción. Se trata de una posición que de
acuerdo a Howard y King invalidaría la tesis de Marx, la que a juicio de estos
autores necesitaría una verdadera y completa disyunción entre los elementos de
infraestructura económica y la superestructura ideológico – política.284
A contra pelo de esta posición James O´Connor, desde una visión dialéctica,
propone que se trata de una visón con capacidad de mejorar, desde un punto de
vista marxista, la comprensión de los fenómenos sociales. Este autor, como en el
caso de los elementos de la naturaleza llama la atención sobre la situación con
algunos ejemplos, en los que el tipo de cooperación y de dominación están
influidos por la cultura:
“También las relaciones de producción tienen dos facetas. Son objetivas en la medida que se desarrollan de acuerdo a la ley del valor, la competencia, la concentración y la centralización del capital, así como de otras leyes tendenciales del capitalismo… Las relaciones de producción también son subjetivas en el sentido de que incluyen conceptos culturales de propiedad y la capacidad de organizar formas particulares de explotación (por ejemplo imposición del trabajo, extracción de trabajo excedente) de maneras mediadas por prácticas culturales específicas; apelar al deber estilo japonés, por ejemplo, caería en oídos sordos en las compañías estadounidenses, y lo mismo ocurriría en las empresas japonesas si se incitara a los trabajadores a ejercer una
iniciativa individual al estilo norteamericano”.285
La exposición una vez alcanzado su actual nivel puede ahora ser guiada hacia la
presentación de la hipótesis central que sostienen Marx y Engels sobre el cambio
social, el cual no es más que una consecuencia de lo anteriormente planteado.
284 Howard, M. C y King, J. E, op.cit, p. 12. 285 O´Connor, James, op.cit, p. 57 y p. 58.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-167-
Esto nos lleva nuevamente al Prólogo de la Contribución de la Crítica de la
Política Económica de Carlos Marx, donde se propone que:
“En una fase determinada de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas evolutivas de las fuerzas productivas que eran, estas relaciones se convierten en trabas de estas fuerzas. Entonces se abre una época de revolución social. El cambio que se ha producido en la base económica trasforma más o menos lenta
o rápidamente toda la colosal superestructura”.286
Se trata de una hipótesis según la cual las fuerzas productivas constituyen el
elemento más dinámico y las relaciones de producción el más conservador, por
decirlo de alguna manera. En este concepto, el desarrollo de las fuerzas
productivas en crecimiento, tarde o temprano, generará una ruptura significativa
en la correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de
producción, manifestándose como una crisis del modo de producción. Esto pone
en movimiento una fase revolucionaria en la historia concreta de la economía, en
la cual aparecen nuevas relaciones de producción o el colapso de la sociedad.
Este proceso está ejemplificado claramente en el análisis, previamente citado, del
tránsito de la producción feudal – gremial hacia la manufactura, en un primer
momento, y, luego, hacia la producción mecanizada. Una vez que se da el cambio
en el nivel de la estructura económica, se agudiza la contradicción entre ésta y los
elementos políticos, legales e ideológicos, los cuales pasan a cambiar para
restablecerse bajo una nueva forma, la correspondencia entre la llamada
infraestructura y la superestructura. Se trata, es conveniente añadir, de un
proceso que se mueve en una dirección bien definida que, de acuerdo a Marx,
debería desembocar en el socialismo:
286 Marx, Carlos, Contribución a la Crítica de la Economía Política, op.cit, p.12.
Introducción a la Economía, Juan Jované
168
“Esbozados a grandes rasgos, los modos de producción asiático, antiguos, feudales y burgueses modernos pueden ser designados como otras tantas épocas progresivas de la formación social económica. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso de producción social, no en el sentido de antagonismo individual, sino en el de un antagonismo que nace de las condiciones
sociales de existencia de los individuos...”.287
El movimiento de una forma social y económica hacia otra no se da en forma
mecánica, sino por medio de la lucha de clases. Para entender esto a cabalidad
conviene recordar que para Marx, la forma de actuar de los agentes económicos
está dada por su posición en el proceso de producción social, esto es por su
situación de clase. Esto está claramente propuesto en las siguientes reflexiones
de Marx, que complementan las presentadas en el capítulo anterior, y están
referidas a la contradicción que se da en torno a la jornada de trabajo:
“Como se ve, fuera de límites muy elásticos, la mercancía del cambio de mercancías no traza directamente un límite a la jornada de trabajo, ni por tanto a la plusvalía. Pugnando por alargar todo lo posible la jornada de trabajo, llegando incluso, si puede, a convertir una jornada en dos, el capitalista afirma sus derechos de comprador. De otra parte, el carácter específico de la mercancía vendida entraña un límite opuesto a su consumo por el comprador, y al luchar por reducir a una determinada magnitud normal la jornada de trabajo, el obrero revindica sus derechos de vendedor. Nos encontramos, pues, ante una antinomia, ante dos derechos encontrados, sancionados y acuñados ambos por la ley que rige el cambio de mercancías. Entre derechos iguales y contrarios decide la fuerza. Por esto, en la historia de la producción capitalista, la reglamentación de la jornada de trabajo se nos revela como una lucha que se libra en torno a los límites de la jornada; lucha ventilada entre el capitalista universal, o sea la clase capitalista, de un lado y de otro el obrero universal, o sea, la
clase obrera”.288
Sobre esta base resulta fácil comprender la definición de clases sociales
introducida por V. I. Lenin, según la cual: 287 Ibidem, p. 13. 288 Marx, Carlos, El Capital Tomo I, op.cit, p. 191 y 192.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-169-
“Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que en gran parte quedan establecidas y formuladas en las leyes), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente por el modo y la proporción en que reciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales pueden apropiarse el trabajo del otro, por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía
social”.289
Es ahora posible entender que el mecanismo por medio del cual se produce el
cambio social es el de la lucha de clases, lo que está en la base de por que, tal
como se había planteado anteriormente, Marx y Engels sostienen la idea de que
esta constituye el motor de la historia. En este caso, para comenzar, se puede
volver a citar el conocido pasaje del Manifiesto Comunista, de acuerdo al cual:
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada una veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de todas la sociedad o el
hundimiento de las clases en pugna”.290
A la luz de todo lo anterior ahora se puede comprender que en la base económica
se encuentran definidas relaciones sociales que son efectivamente relaciones
entre clases sociales. Estas cuando existen condiciones de explotación, en el
sentido de que una clase es capaz, gracias a las relaciones de propiedad, de
apropiarse de una parte del resultado del trabajo de otra, toman la forma de
relaciones antagónicas entre dichas clases. La posibilidad de que existan
relaciones de explotación está condicionada materialmente por un nivel de
289 V. I. Lenin, en varios autores, Antología del Materialismo Histórico, Ediciones de Cultura Popular, sexta reimpresión, México, D. F., 1979, p.87. 290 Marx, Carlos y Engels, Federico, Manifiesto Comunista, op.cit, p. 13.
Introducción a la Economía, Juan Jované
170
productividad, esto es de desarrollo de las fuerzas productivas, que permita la
aparición de un excedente, entendiendo por este último la posibilidad de que los
productores directos, es decir los explotados, puedan producir más de lo que
necesitan para su propia subsistencia.291 Mientras estas relaciones de clase, con
todo su antagonismo, no se constituyan en una traba para el subsiguiente
desarrollo de las fuerzas productivas, el sistema se mantiene relativamente
estable, reproduciendo las relaciones sociales de producción y los elementos de la
superestructura. Esta visión de las cosas es la que lleva a Marx a argumentar que:
“Una sociedad no desaparece nunca antes de que sean desarrolladas todas las fuerzas productivas que pueda contener, y las relaciones de producción nuevas y superiores no se sustituyen jamás antes de que las condiciones materiales de existencia de esas relaciones hayan sido incubadas en el seno mismo de la vieja sociedad. Por eso la humanidad no se propone nunca más que los problemas que puede resolver, pues, mirando más de cerca, se verá siempre que el problema mismo no se presenta más que cuando las condiciones materiales para resolverlo existen o se encuentran
en estado de existir”.292
De la cita anterior, sin embargo, también se desprende que cuando las relaciones
de clases existentes se convierten en una traba para el futuro desarrollo de las
fuerzas productivas, entonces se abre una época revolucionaría. En esta la lucha
de clase agudizada lleva hacia la transformación de las relaciones sociales, es
decir hacia un nuevo modo de producción con relaciones de clase
cualitativamente distintas, lo que permite un nuevo desarrollo de las fuerzas
productivas, hasta que el proceso se vuelve a repetir. En el período previo a la
revolución, las clases dominantes, que tienen su posición asegurado en las
relaciones sociales de producción vigente se convierten en un obstáculo para el
progreso. En el período revolucionario en un proceso de conflicto de clases el
291 Mandel, Ernest, An Introduction to Marxists Economic Theory, Pathfinder, thirteen printing, Canada, 2009, p. 13 y ss. 292 Marx, Carlos, Contribución a la Crítica de la Economía Política, op.cit, p.12.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-171-
antiguo sistema de clases es remplazado por uno nuevo, que permitirá un nuevo
desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, tarde o temprano, este
desarrollo dará lugar en algún momento a conflictos semejantes a los que le
dieron origen. Es conveniente agregar que se trata de situaciones en las que en
la antigua sociedad ya está presente la clase social que por el propio mecanismo
económico está en las condiciones y la necesidad de impulsar el cambio del modo
de producción, lo que termina por resultar factible gracias a la crisis del viejo
régimen. Esta hipótesis de Marx y Engels, se recoge en las siguientes palabras:
“Durante las crisis, una epidemia social, que en cualquier época anterior hubiera parecido absurda se extiende sobre la sociedad: una epidemia de la superproducción...; la industria y el comercio parecen aniquilados... Las relaciones burguesas resultan demasiado estrechas para abarcar las riquezas creadas en su seno. ¿Cómo vence esta crisis la burguesía? De una parte por la destrucción forzada de una gran cantidad de fuerzas productivas; de otra, por la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los antiguos”..................................................................... Pero la burguesía no ha forjado solamente las armas que le darán muerte; ha producido también a los hombres que empuñarán esas armas: los obreros modernos, los
proletarios”.293
Para completar esta exposición es necesario dejar en claro que la lucha de clases
no se manifiesta necesariamente como un antagonismo que toma directamente la
forma de un antagonismo económico, aún cuando sean los intereses económicos
diferenciados la que la animan y explican. A este respecto es conveniente citar
nuevamente a Marx cuando señala que:
“Al considerar tales revoluciones importa siempre distinguir entre la revolución material de las condiciones económicas de producción – que se debe comprobar fielmente con ayuda de las ciencias físicas y naturales – y las formas jurídicas, políticas, artísticas o filosóficas; en una palabra, las formas ideológicas bajo las cuales los hombres adquieren conciencia de este conflicto y lo resuelven. Así como no se juzga a un
293 Marx, Carlos , Manifiesto Comunista, op.cit , pp. 27 y 28.
Introducción a la Economía, Juan Jované
172
individuo por la idea que él tenga de si mismo, tampoco se puede juzgar tal época de revolución por la conciencia de la misma; es preciso, por el contrario, explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto que existe entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción”.294
Esto significa, entre otras cosas, que las contradicciones económicas y la lucha de
clases que esta genera se manifiestan conscientemente como un proceso
complejo de luchas ideológicas, es decir como un enfrentamiento de principios.
Sin embargo también significa que estas ideas que entran en conflicto en su
sentido real y último están determinadas por los intereses materiales. En este
sentido se puede afirmar que desde un punto de vista marxista que evita la
reificación se entiende que lo que determina el real significado de las ideas en un
momento específico de la historia es la propia estructura económica de la
sociedad. Para Marx la historia no es la realización más o menos progresiva de
los ideales universales, por el contrario la misma pretende explicar cómo las
luchas entre intereses económicos antagónicos se realizan en nombre de esos
ideales.
3.5. El Cambio Social de Acuerdo a Herman Daly
Con el fin de entender la visión del cambio social de la escuela de la economía
ecológica y de ofrecer al lector un contraste entre una visión claramente idealista,
en el sentido científico de esta palabra, con la visión materialista previamente
presentada.
La visión de Daly sobre el cambio social se encuentra contenida en un artículo
publicado bajo el título de “La Economía en Estado Estacionario: Hacia una
294 Marx, Carlos, Contribución a la Crítica de la Economía Política, op.cit, p.12.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-173-
Economía Política del Equilibrio Biofísico y el Crecimiento Moral”.295 En esta
publicación el autor desarrolla el enfoque básico que deberá guiar la consecución
del estado estacionario, en el que, tal como se señaló en el primer capítulo, el
transumo, es decir el volumen e intensidad de uso de naturaleza por unidad de
tiempo por la economía, se mantendrá estable a un nivel sostenible, mientras que,
consecuentemente, el acervo de población, de elementos materiales para la
producción y de bienes de consumo producidos se encontrarán en una situación
estacionaria, es decir con crecimiento cero. El nivel de vida logrado en este
contexto deberá ser suficiente para generar un nivel de satisfacción placentero
que, además, pueda sostenerse en el largo plazo. Esto último se entiende como
un medio destinado a alcanzar lo que Daly postula como el fin moral básico del
sistema económico: “… un producto per cápita suficiente para el mayor número
[de personas] a lo largo del tiempo”.296
De acuerdo a este enfoque básico lo principal es lograr la estabilidad a nivel
macro, es decir de la totalidad, en combinación con formas que permitan la mayor
libertad personal posible dentro de la restricción que esto implica. Se trata, de
acuerdo a Daly, de lograr el control necesario con el menor sacrificio posible de la
libertad personal, es decir obtener lo que el llama la macro estabilidad, o macro
estática, permitiendo una micro variabilidad, es decir la micro dinámica. Para este
fin se propone la regulación fuera del mercado del nivel total de utilización,
dejando la asignación específica de dicho nivel de uso a la operación del
mercado.
Concretamente Daly propone tres instituciones fundamentales. La primera, que
considera decisiva es la llamada “institución de la distribución”, la cual se refiere a
los límites máximos y mínimos de riqueza e ingresos para los individuos que
295 Daly, Herman E., La Economía en Estado Estacionario: Hacia una Economía Política del Equilibrio Biofísico y el Crecimiento Moral en Daly, Herman E (compilador). Economía, Ecología y Etica, F. C. E., México, D. F., 1989. 296 Ibidem, p. 365.
Introducción a la Economía, Juan Jované
174
componen la sociedad. La segunda, se refiere a la forma de asegurar la
estabilidad del tamaño de la población, la cual se lograría de la mejor manera, de
acuerdo a este autor, por la vía de la “institución de las licencias de nacimientos
transferible”; La tercera, está destinada a asegurar la sostenibilidad el mayor
tiempo posible y se basa en la idea de la “cuota de agotamiento”.
La institución de la distribución está destinada a que las personas que hacen parte
de la población estacionaría gocen todas de un nivel de vida satisfactorio desde el
punto de vista humano. Esta que se caracteriza por establecer un límite mínimo a
nivel de los ingresos como un límite máximo tanto al nivel de los ingresos como de
la riqueza de los individuos, también le daría, de acuerdo a Daly, la legitimidad
necesaria a la utilización de los mercados como elementos del sistema de la
economía en estado estacionario. El razonamiento concreto de Daly se da en los
siguientes términos:
“Es probable que la institución decisiva sea la de los límites mínimos y máximos del ingreso y el límite máximo de la riqueza. Sin tales límites la propiedad privada y toda la economía de mercado pierden su base moral, y no se justificaría grandemente la extensión del mercado para cubrir las cuotas de nacimientos y de agotamiento como un medio
para la institucionalización de los límites ambientales”297.
Con respecto al límite mínimo del ingreso el mismo se asegura por medio de la
presencia del llamado impuesto negativo, es decir una forma institucional en que
el estado entrega a los individuos (hogares) una suma de dinero equivalente a la
diferencia entre los ingresos que gana y lo que se considera que es el mínimo
requerido para lograr una vida satisfactoria. Este, además, se entrega a los
individuos no por medio de programas de beneficencia, sino en forma de efectivo
para que él mismo lo utilice en una forma que refleje sus propias preferencias, es
decir ejerciendo su libertad. La importancia que le otorga Daly al mercado a este
297 Ibidem, p. 340.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-175-
respecto es, consecuentemente, clara. El ingreso mínimo tiene su contraparte en
un límite máximo a los ingresos y a la riqueza, el cual se lograría por la vía de un
sistema impositivo directo, cuya tasa marginal llegaría al 100 por ciento cuando
las personas hayan alcanzado el nivel de ingresos y riqueza considerados como
máximos. De acuerdo a Daly:
“El ingreso mínimo se podría financiar con la recaudación general, que además de un ingreso progresivo al ingreso dentro de los límites del ingreso, incluiría la subasta de cuotas de agotamiento (que examinaremos más adelante) y tasa de impuesto marginal del 100% sobre la riqueza y el ingreso que
superen los límites”.298
De acuerdo al pensamiento de Daly esto tendría varios beneficios para la
estructura económica del estado estacionario. El primero de ellos se refiere, tal
como lo hemos avanzado, a la idea de que esto le daría una base moral a la
posibilidad de que dicha estructura se base en la propiedad privada y el mercado.
En cuando a la propiedad, Daly insiste en que el mercado opera sin tendencia a la
explotación cuando los participantes tienen una fuerza semejante, la cual tiene
que ver con la posibilidad efectiva de que la mayoría de la población sea
efectivamente propietaria. Esta idea queda clara en las siguientes palabras del
autor:
“Según Mill, la propiedad privada se legitima como un bastión contra la explotación; pero esto es cierto sólo si todos poseen una cantidad mínima. De otro modo, cuando unos tienen mucho y otros muy poco, la propiedad privada se convierte en el instrumento mismo de la explotación más que en una garantía contra la explotación. En esta concepción está implícito que la propiedad privada es legítima sólo si hay una institución distributiva (...) que mantenga la desigualdad de la riqueza dentro de límites justificables. Tal institución es inexistente; la que se propone de límites máximos a la riqueza y el ingreso, más límites mínimos al ingreso, remediarían este defecto y legitimaría de nuevo a la propiedad privada. También
ayudaría mucho a legitimar el mercado libre...”.299
298 Ibidem, p. 342. 299 Ibidem p. 341.
Introducción a la Economía, Juan Jované
176
No es difícil, si se tiene en cuenta lo anterior, pensar que la propuesta de Daly
apunta hacia una estructura parecida a la producción mercantil simple, es decir de
productores que son dueños de sus propio medios de producción, o, por lo
menos, en la presencia de capitales relativamente pequeños, con relación a los
cuales los trabajadores aparecen como propietarios de una parte de los mismos.
Para establecer este importante elemento es conveniente referirnos a la siguiente
cita del pensamiento de Daly:
“No se necesitarían sindicatos para hacer frente al poder de la riqueza concentrada, pues esta no existiría. De hecho, los trabajadores tendrían una porción de la riqueza, de modo que no estarían a merced de los patrones. Además, sería preciso fijar un límite al tamaño de las corporaciones, así como establecer la obligación de que todos los beneficios corporativos se distribuyeran como dividendos a los
accionistas”300.
Los beneficios de la propuesta estudiada sobre la eficiencia del funcionamiento
del mercado también serían, de acuerdo a Daly, evidentes. Si, en efecto, se tiene
en cuenta que es la concentración de mercado, que aparece como competencia
imperfecta, la que genera una ineficiencia en la asignación de los recursos, se
debería reconocer que la estructura propuesta, al desconcentrar el poder de los
agentes de la oferta, estaría también promoviendo una mayor eficiencia en la
asignación de los recursos. Más aún, el límite de los ingresos y la riqueza sería
un importante disuasivo de las acciones guiadas hacia el control de los mercados,
ya que esto no traería ningún beneficio a los agentes que se dediquen a tales
prácticas. Además, desde el punto de vista del medio ambiente, toda la
propuesta reduciría la tendencia a la generación de ahorros (sobre todos
corporativos), con lo que la presión hacia el crecimiento y el impacto sobre la
naturaleza se verían consecuentemente disminuidos. En el plano político, a su
300 Ibidem, p. 342.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-177-
vez, se podría contar con una mayor democracia efectiva, basada en una mejor
distribución del ingreso y la riqueza.
La segunda de las instituciones propuestas por Daly, tal como se adelantó, se
centra en las llamadas “licencias de nacimientos transferibles”. Concretamente el
autor, manteniéndose en su principio de macro estabilidad y micro variabilidad,
propone, siguiendo una idea introducida por Kenneth Boulding en 1964,
desarrollar una institución que mantenga la población a un nivel estacionario, para
lo cual el Estado distribuiría derechos de reproducción a cada individuo (o a las
mujeres), por una cantidad adecuada a dicho objetivo, las cuales serían
transferibles por su venta, donación o herencia. El plan es definido de manera
extensa por el propio Daly en los siguientes términos:
“El plan consiste simplemente en entregar a cada persona (o quizá sólo a cada mujer, ya que la hembra es el factor limitante en la reproducción y la maternidad es más demostrable que la paternidad) cierta cantidad de licencias de reproducción equivalente a la fecundidad de reposición: cada mujer recibiría 2.1 licencias. Estas serían divisibles en diez unidades que Boulding llama juguetonamente “deciniños”. La posesión de diez deciniños confiere el derecho legal a un nacimiento. Las licencias pueden transferirse por venta o donación, de modo que quienes deseen más de dos hijos y pueden comprar o recibir por donación licencias adicionales, estarán en libertad de hacerlo. La distribución original de las licencias tiene una base estrictamente igualitaria, pero el intercambio permite reasignaciones conforme a las diferentes preferencias y capacidades de pago. Así, en la distribución original se logra la equidad distributiva, y en la redistribución
del mercado, la eficiencia de asignación. Una pequeña enmienda al plan podría ser la concepción de 1.0 certificados a cada individuo (o 2.0 a cada mujer), pero no de nacimientos sino de “supervivencias”. Si una mujer muere sin haber tenido un hijo su certificado pasaría a formar parte de su
herencia....”301
301 Ibidem, p. 343 y p. 344.
Introducción a la Economía, Juan Jované
178
Más allá de repetir la extensa defensa que hace Daly de su propuesta, resulta útil
destacar dos elementos que hacen parte del pensamiento de esta autor. El
primero, guarda relación con la idea de que su propuesta puede dar lugar a una
mejor distribución del ingreso, siempre y cuando las personas de mayores
ingresos opten por tener más hijos que los que permite la adjudicación original de
los certificados adquiriendo derechos reproductivos. En este último caso un mayor
número de nacimientos entre quienes tienen un mayor nivel de ingreso tiende a
reducir el nivel del ingreso per cápita de los mismos, ocurriendo lo contrario entre
los de menor ingreso relativo. Además, de acuerdo a este autor, se debería tener
en cuenta que “desde el punto de vista de los hijos, hay algo que decir a favor de
que aumente la probabilidad de que nazcan más niños ricos que pobres”.302
El segunda elemento guarda relación con la insistencia de Daly en la idea de que
las relaciones mercantiles y el mercado son un medio adecuado para la
distribución de los certificados de nacimiento. Las siguientes palabras de este
autor ejemplifican esto claramente:
“De proseguir los crecimientos demográfico y económico, incluso los recursos gratuitos, como el aire respirable, se unirán al dinero y se someterán a un precio, o se asignarán por medios más severos y menos eficientes. En cuanto aceptamos que el sistema de precios es el mecanismo más eficiente para racionar el derecho a los recursos escasos que sustentan la vida, tal vez descubramos que “el dinero profana la vida”, “la vida santifica el dinero”.... No es la relación de intercambio lo que degrada la vida (....), sino que es la desigualdad subyacente de la riqueza y el ingreso por encima de toda justificación funcional o ética la que inclina los
términos de libre intercambio y en contra de los pobres”303.
Pese a lo anterior se debe aclarar que Daly, con plena conciencia, de que su
propuesta puede generar una gran resistencia, llama la atención sobre el hecho
de que cualquier otro método de control de la población sería compatible con las 302 Ibidem. 303 Ibidem, p. 346 y p. 347.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-179-
otras dos instituciones propuestas como parte del modelo de la economía en
estado estacionario. Estas alternativas, sin embargo, deberían considerarse, de
acuerdo a este autor, menos equitativas y/o eficientes.
Como ya se adelantó la tercera institución propuesta por Daly se refiere a las
llamadas “cuotas de agotamiento”. Para comprender su significado se debe partir
señalando que para este autor el control para asegurar un nivel fijo del flujo de
transumo (entradas y salidas) y, por tanto, un acervo constante de los artefactos
que hacen parte del acervo, se obtiene mejor del lado de las entradas, donde es
más fácil el control, ya que existe una menor dispersión del problema. Esto se
propone de la siguiente manera:
“Si limitamos el agotamiento agregado por la ley de la conservación de materia y la energía, limitaremos indirectamente también la contaminación agregada. Si limitamos el flujo de transumo, limitaremos también indirectamente la magnitud de los acervos mantenidos por este flujo...... La entropía se encuentra en su valor mínimo en el extremo de los insumos (el agotamiento) y en su nivel máximo en el extremo de los productos (la contaminación). Por tanto, en términos físicos es más fácil vigilar y controlar el agotamiento que la contaminación: hay menos minas, pozos y puertos que chimeneas, tiraderos de basura y tuberías de drenaje, para no mencionar las fuentes de emisión tan difusas como la transmisión de insecticidas y fertilizantes de los campos a los ríos y lagos, y las emisiones de los
automóviles”.304
Una vez que opta preferiblemente por un control básico por el lado de los insumos
(entradas) Daly descartó la idea de que lo más conveniente sea lograr establecer
el nivel de extracción a partir de la imposición tributaria. Teniendo esto en mente
Daly se inclinó hacia una por medida que controle directamente, es decir fuera del
mercado, la cantidad de extracción, asegurando además el uso más eficiente de
dicha cantidad desde el punto de vista productivo. Lo primero, es decir, el nivel de
extracción se logra con una intervención gubernamental que establece la cantidad
304 Ibidem., p. 348.
Introducción a la Economía, Juan Jované
180
a ser extraída durante un año (o plazo semejante). Luego el gobierno subasta en
el mercado los derechos sobre esta cantidad por la vía de la venta de las llamadas
cuotas de agotamiento, lográndose por esta vía que el mercado asigne
eficientemente el recurso escaso. En este caso, el precio, que ahora, aparece
como la variable determinada se ajusta para asegurar que la cantidad utilizada
corresponda a la que se programó como sustentable, así mismo la competencia
en el mercado por la adquisición de las cuotas asegura su asignación eficiente.
Daly explica el funcionamiento de su propuesta de la siguiente manera:
“¿Cómo funcionaría un sistema de cuotas de agotamiento? El mercado de cada recurso tendría dos planos: el gobierno como monopolio subastaría los derechos limitados de cuotas entre los muchos compradores y los compradores tendrían que enfrentarse luego a muchos vendedores de recursos en un mercado competitivo. El precio competitivo en el mercado de recursos tendería a igualarse al costo marginal. Los productores más eficientes ganarían rentas diferenciales, pero el monopolio gubernamental captaría la renta de escasez pura, resultante de las cuotas en el mercado de subasta de las
cuotas de agotamiento”305.
De lo anterior, de acuerdo a Daly, se desprende que el método tendría una
ventaja adicional en términos de la equidad. En efecto, en la medida en que el
estado adquiere toda la renta monopólica de escasez, la misma estará disponible,
junto al impuesto progresivo sobre la renta y la riqueza, para hacer frente a los
desembolsos necesarios para asegurar el ingreso mínimo a toda la población.
Más aún, la misma estaría disponible para compensar a los más necesitados el
efecto que tenga para los mismos el alza de los precios que pueda generar la
puesta en práctica del sistema.
La forma de determinar las cuotas de acuerdo a Daly sería como sigue:
305 Ibidem, p. 350.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-181-
1. Si se trata de un recurso renovable se permitiría extraer solo aquella
cantidad sostenible, es decir aquella que mantenga el recurso año tras
año al mismo nivel existente.
2. Si se trata de un recurso no renovable pero que tiene sustitutos
renovables (por ejemplo: gasolina y alcohol), la cantidad de extracción se
debería fijar en un nivel tal que el precio del primero (renovable) se eleve
hasta el nivel del más barato de los segundos (no renovable), con el fin de
promover la sostenibilidad a largo plazo.306
3. Si se trata de un recurso no renovable que no tiene sustitutos renovables,
entonces la cuota tendrá que ser establecida de acuerdo a criterios éticos
en los que se pondere la importancia del abastecimiento de dicho recurso
para las presentes y las futuras generaciones. Esto es así ya que no
existe un mercado en la que las presentes y futuras generaciones puedan
hacer negocios en torno al uso de estos recursos.
Es conveniente establecer, para completar el tema, que Heman E. Daly entiende
que su propuesta, lejos de representar una política contraria al mercado,
constituye un complemento al mismo. Esta forma de ver la situación queda
claramente expresada cuando este autor reflexiona, tomando en cuenta el
carácter objetivo de las leyes naturales, en los siguientes términos:
“Aquellos que quieren tomar ventaja de la “mano invisible” de la autogestión de los ecosistemas tienen que reconocer que la mano invisible de los mercados, mientras que es fabulosa para la asignación, es incapaz de establecer límites a la escala de la macroeconomía. Nuestra limitada capacidad gerencial deberá destinarse a institucionalizar una línea de flotación que limite la macroeconomía a una escala tal que la mano invisible pueda funcionar en ambos dominios a la mayor extensión. Es irónico que muchos adeptos al libre mercado, oponiéndose a
306 No deja de llamar la atención la referencia a una cantidad determinada por el precio si se tiene en
cuenta la crítica previa de Daly al mecanismo de los impuestos.
Introducción a la Economía, Juan Jované
182
cualquier límite a la escala de la economía de mercado (...), están haciendo más y más inevitable la planificación central a
la que ellos se oponen”. 307
Con el fin de poder evaluar mas adelante la posición de Daly es importante tratar
de precisar cual, sería de acuerdo a este autor, el mecanismo que aseguraría el
cambio social desde una economía no sustentable hacia una economía en estado
estacionario definido por el funcionamiento coordinado de las tres instituciones
aquí estudiadas. La respuesta de Daly parece centrarse en la posibilidad de un
cambio ético, al que llama crecimiento moral, en el cual la posible posición de los
diversos agentes sociales frente al cambio propuesto no está vinculada, y mucho
menos referida, a la posición que ocupan en la estructura social. Esto queda
bastante claro cuando Daly razona en los siguientes términos:
“Leibnitz estaba sin duda en lo justo. Por más lógica y necesaria que sea la descripción anterior del estado estacionario, no es más que un sueño en supuesto de una moral estática. La economía físicamente estacionaria requiere, insistimos, del enriquecimiento moral por encima del nivel
actual”308.
El problema de esta posición no radica en la referencia a la necesidad de una
nueva ética, la cual, desde luego, es esencial para que la sociedad opere de
manera sostenible. El problema es que en la propuesta de Daly los elementos
éticos y las formas ideológicas en que se encarnan no tienen ninguna referencia, y
mucho menos vinculación, con la estructura social. En este sentido no existe
ninguna pista de cuáles podrían ser los agentes sociales que por su posición en la
trama de relaciones sociales tienen la posibilidad de tomar conciencia sobre la
necesidad de cambio.
No queda duda, por ejemplo, que un empresario de una actividad claramente
contaminadora no tendrá la misma disponibilidad ética hacia el cambio que
307 Daly, Herman, Elements of Environmental Macroeconomics, en Costanza, Robert (editor), Ecological Economics, op.cit. p. 39. (traducción libre nuestra J.J.) 308 Daly, Herman E., La Economía en Estado Estacionario...., op.cit.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-183-
asegura la sostenibilidad que las personas de una determinada comunidad que
sufre la contaminación, tampoco el primero tendrá la misma sensibilidad hacia los
problemas ambientales que los trabajadores que sufren el daño por tener que
ejercer sus funciones en un ambiente contaminado.
En este punto es de interés citar la idea de Martínez Alier en el sentido de que no
se puede pensar que los valores éticos que guardan relación con la problemática
del medio ambiente están distribuidos de manera aleatoria. Este autor, aún
cuando de una manera bastante general, que se puede calificar de tenue, llama la
atención sobre la importancia de entender la vinculación entre la estructura social
y la aparición de los valores éticos a que nos referimos. Es en ese sentido que
reflexiona en los siguientes términos.
“La conclusión a la que hemos llegado es que por causa de las grandes, diacrónicas e invaluables “externalidades”, la conmensurabilidad económica no existe separada de la distribución social de los valores morales relacionados con los derechos de otros grupos sociales. La conmensurabilidad económica (la habilidad de comparar manzanas y naranjas por la vía de algún intermediario como el precio) no está separada de los puntos de vistas sociales (ya sean optimistas o pesimistas) en relación al cambio tecnológico futuro. Estos valores morales, y visiones del cambio tecnológico, quizás no son específicos por clases sociales o específicos por género o específicos por edad, pero no están distribuidos en el mundo
de forma aleatoria, además son históricos; ellos cambian”.309
Es una visión en la que se destaca todavía más claramente la vinculación entre la
estructura social y determinados valores relacionados con el medio ambiente que
Immanuel Wallerstein propone que:
“Permítanme desarrollar estos dos aspectos. El primero, la expansión constante de la economía-mundo capitalista, es
309 Martinez Alier, J, Ecological Perception, Environmental Policy and Distributional Conflicts : Some Lessons from History, en Costanza, Robert, editor, Ecological Economics. The Science and Management of Sustainability, Columbia University Press, New York, 1991, p. 134. (traducción
libre nuestra J. J.)
Introducción a la Economía, Juan Jované
184
admitido por todos. Los defensores del capitalismo venden esto como una de sus grandes virtudes. Sin embargo, las personas comprometidas con los problemas ecológicos lo presentan como uno de sus grandes vicios, y, en particular, frecuentemente cuestionan uno de los puntales ideológicos de esta expansión, la afirmación del derecho (en realidad, deber) de los seres humanos a conquistar la naturaleza." Ahora bien, ciertamente, ni la expansión ni la conquista de la naturaleza eran desconocidas antes de los inicios de la economía-mundo capitalista durante el siglo XVI. Pero, al igual que muchos otros fenómenos sociales anteriores a esta época, en los sistemas históricos precedentes no tenían prioridad existencial. Lo que el capitalismo histórico hizo fue poner en primer plano ambos temas (la expansión real y su justificación ideológica), permitiendo a los capitalistas pasar por alto las
objeciones sociales a este terrible dúo”.310
Más allá de la relación entre estructura social y valores se debe señalar que desde
el punto de vista de la política económica se pueden adelantar otras interrogantes,
las cuales tienen que ver, principalmente, con la posibilidad real de existencia de
las instituciones propuestas por Herman E. Daly. Todas estas se vinculan con el
hecho de que el análisis de las relaciones sociales de producción no juegan un
papel importante en su forma de ver los problemas. El hecho de que algunos
economistas ecológicos utilicen sin ninguna crítica el concepto de capital natural,
entendiendo por este último el hecho de que los elementos naturales participan en
los procesos productivos y de mantenimiento de la vida en general, deja claro que
su análisis no avanza más allá de lo que se conoce como el proceso de trabajo,
sin integrar las relaciones sociales para lograr una visión del proceso de
producción.
En primer lugar, la posición de Daly lo lleva a separar de manera significativa la
esfera de la producción de la esfera de la distribución. Aquí lo que llama la
atención es el hecho de que según la posición de Daly sería factible lograr una
profunda redistribución del ingreso por la vía impositiva, manteniendo una
310 Wallerstrein, Immanuel, Ecología y costes de producción capitalistas: �o hay salida, mimeo, p. 2 y p.
3.
Capítulo 3: Estructuras e Instituciones
-185-
estructura económica centrada en el mercado y el capital, que es una forma de
producción cuyo objetivo básico es el beneficio y la acumulación. ¿No llevaría
esto, por ejemplo, a una crisis del sistema y a una “rebelión fiscal” por parte de los
sectores dominantes?
Se podría argumentar que Daly se estaría refiriendo básicamente a una sociedad
mercantil simple, es decir de trabajadores que poseen sus propios medios de
producción. El contraste aquí con la economía política, sin embargo, tampoco se
puede evitar. En primer lugar se debería explicar como se puede efectivamente
pasar de una sociedad basada en las grandes corporaciones a una sociedad
mercantil simple, cosa que no se aborda realmente en los planteamientos de Daly.
Más aún, la economía política sostiene que las sociedades mercantiles simples no
son estructuras estables, en estas la relación de competencia en el mercado
llevaría a que algunos productores se arruinan y otros se fortalecen, con lo que
surgen las condiciones para el desarrollo de la producción basada en el capital y
centrada en la generación de beneficios y la acumulación. Esto, a su vez, llevaría
nuevamente, por la vía de las leyes de la acumulación que apuntan hacia la
concentración y centralización de los capitales a una situación semejante a la
existente. Esto es una estructura económica que muestra una tendencia inevitable
hacia la expansión y el crecimiento, la cual tendría, tarde o temprano, que
desembocar en una crisis ecológica.
Teniendo todo esto en cuenta se puede concluir que el pensamiento de Daly en lo
que respecta a su crítica a los economistas más tradicionales, quienes se
mantienen, en el mejor caso, dentro del concepto de sostenibilidad débil, resulta
contundente, con lo que se evidencia la necesidad de un profundo cambio en la
forma de operar la economía con el fin de alcanzar la real sostenibilidad
ambiental.
Introducción a la Economía, Juan Jované
186
Además, sus contribuciones al análisis de los fenómenos económicos en términos
de su impacto sobre el ambiente, tanto en términos instrumentales como de
resultados concretos, es a todas luces, importante. Sin embargo, una vez que
Daly pasa al diseño de las instituciones que aseguran lo que el llama las
instituciones de la “economía en estado estacionario” surgen importantes
interrogantes, no porque contiene la idea de un transumo estabilizado a un nivel y
acervo estacionario, sino por la forma social por medio de la cual se considera
factible lograrlo y sostenerlo311.
311 Esto también se aprecia en su manejo de los problemas demográficos.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
Capítulo 4 El Mercado de Competencia Perfecta 4.1. Definiciones Básicas Previas El objetivo del presente capítulo es ofrecer al lector una presentación sencilla de la
forma en que los economistas de la llamada corriente principal ven la actuación de
los mercados. Para tal fin se expone, entrando lo menos posible en los aspectos
técnicos, el llamado modelo del mercado de competencia perfecta. Para
facilitar su comprensión y ubicar su contenido en el contexto de la teoría
económica del cual hace parte, es útil introducir algunas definiciones básicas
pertinentes al tema que se desarrolla.
• Mercado. Para los fines del análisis económico se entiende por mercado
cualquier contexto en el cual los compradores y los vendedores de algún
bien, servicio o valor interactúan entre ellos con el fin de proceder a su
compra o a su venta. Esta definición subraya el hecho de que para la
existencia de un mercado no hace falta la presencia de una entidad física,
ubicada en un determinado lugar. De hecho pueden tomar, como
crecientemente lo están haciendo, la forma de mercados virtuales, tales
como las redes mundiales por medio de las cuales se trazan acciones a
nivel internacional312.
• Macroeconomía y Microeconomía. Tradicionalmente los economistas
han dividido el estudio de su materia en dos ramas complementarias. En
312 Pearce, David W. The MIT Dictionary of Modern Economics, The MIT Press, Cambridge,
Massachusetts, third print, 1995, p. 142,
Introducción a la Economía, Juan Jované
194
primer lugar, se encuentra la microeconomía, la cual se refiere al análisis
del comportamiento de los consumidores, los hogares y las firmas, así
como de la forma en que los mismos interactúan y se influyen
mutuamente en sus decisiones en cada uno de estos mercados. Por
medio del cual se buscan explicar algunos elementos del funcionamiento
de la economía, tales como los precios relativos. Esta rama del estudio de
la economía se subdivide a su vez en dos enfoques: la visión del
equilibrio parcial, donde el énfasis se hace en el estudio de un solo
mercado, aquí se utiliza muy a menuda la idea del certeris paribus
(siendo el resto de las cosas iguales), con el fin de aislar el análisis a lo
que concierne a ese único mercado; y la visión del equilibrio general, en
la cual se analizan en conjunto todos los mercados existentes y se toma
en cuenta la interacción entre los mismos.
En segundo lugar, se encuentra el enfoque de la macroeconomía, en el
que el énfasis del análisis viene puesto en la explicación y evolución de la
economía en su conjunto y, principalmente, en los más importantes
agregados económicos, como lo son el nivel del producto total, el nivel
del índice de precios al consumidor, el ahorro y la inversión agregada, el
gasto y los impuestos totales, las exportaciones e importaciones totales, y
el volumen de empleo. En este enfoque también son importantes las
principales tasas y relaciones que caracterizan la situación y movimiento
de la economía en su conjunto. Se trata en este caso de indicadores
como la tasa de crecimiento del producto, la tasa de inflación y la tasa de
desempleo, entre otros.
Se ha de tener el cuidado de no pensar que la microeconomía se
preocupa por la forma en que se comportan los agentes económicos y los
efectos de sus interacciones y que la macroeconomía no hace eso. De
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
hecho tanto la macroeconomía como la microeconomía actual tienden
crecientemente a basar sus conclusiones en hipótesis específicas sobre el
comportamiento de los agentes. Lo que si es cierto es que, como se ha
expuesto previamente, diversos enfoques parten de diversas hipótesis
sobre dicho comportamiento. Se trata, entonces, del hecho de que la
macroeconomía moderna cuenta en sus diversas versiones con
formulaciones bastante explícitas de lo que podríamos llamar
microfundación. El carácter complementario que mantienen los dos
enfoques antes expuestos ha sido explicada con claridad por Joseph E.
Stiglitz, quien ha argumentado que:
“Es importante recordar que estas perspectivas son simplemente dos formas de ver la misma cosa. La microeconomía es la visón desde abajo hacia arriba de la economía; la macroeconomía es la visión desde arriba hacia abajo. El comportamiento de la economía como un todo depende del comportamiento de las unidades de la cual está
compuesta”.313
• Equilibrio. En el caso del análisis económico se entiende que existe
equilibrio cuando se da una situación en la que ningún agente económico
puede mejorar su posición individual modificando la forma de su acción. El
hecho de que exista equilibrio no debe confundirse, sin embargo, con una
situación en la que necesariamente existe una situación óptima.
• Precio. Se entiende por precio de un bien o servicio lo que debe
entregarse a cambio de una cierta cantidad del mismo. Este, de forma
usual, se denomina en términos monetarios como la cantidad de dinero
que se entrega a cambio de una determinada cantidad de un bien o
servicio, aun cuando no necesariamente tiene que hacerse de esta
313 Stiglitz, Joseph E., Economics, W.W. Norton & Company, segunda edición, USA, 1997, p. 18.
(traducción libre nuestra, JJ)
Introducción a la Economía, Juan Jované
196
manera. Cuando el precio de una cantidad de un bien o servicio se
expresa en la cantidad de otro bien o servicio que debe entregarse a
cambio el mismo toma la forma de un precio relativo.
Entre los economistas de la corriente principal se considera que los precios
relativos son un medio muy eficiente de transmitir información sobre el nivel de
escasez de los diversos bienes y servicios. De hecho se considera que los precios
relativos entre más elevados se encuentren para determinados bienes y servicios
constituyen una expresión de que los mismos son más escasos. Esta creencia,
se debe aclarar, ha sido notablemente deteriorada con la aparición de la llamada
economía de la información imperfecta y asimétrica, la cual ha demostrado que
por este motivo las llamadas señales de mercado no son siempre una adecuada
expresión de la escasez relativa de los bienes y servicios.
4.2. La Competencia Perfecta
Una vez introducidas las definiciones previas es posible avanzar en la
presentación del modelo de competencia perfecta. De acuerdo a lo anterior el
mismo constituye un modelo microeconómico del funcionamiento del mercado,
el cual se incluye dentro de lo que anteriormente llamamos el enfoque del
equilibrio parcial. Lo que en realidad caracteriza a este modelo es que el mismo
parte del supuesto de una situación en la que ningún agente económico en
particular, ya sea comprador o vendedor, es capaz de modificar con sus acciones
el precio vigente en el mercado, de forma que cada uno de ellos es considerado
como un “tomador de precios”. En estas condicione los niveles de precios se
determinan por una compleja interacción entre los diversos agentes económicos.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
Es conveniente, con el fin de precisar los supuestos del modelo de competencia
perfecta, recordar que estos están construidos con el fin de asegurar que ningún
agente económico pueda afectar de manera significativa los precios con su
acción. Concretamente se trata de los siguientes supuestos:
1. Agentes económicos totalmente racionales. 2. Un gran número de compradores y vendedores, de manera que cada uno
de ellos sea lo suficientemente pequeño como para no poder afectar los
precios, con lo que para los mismos los precios observados en los
mercados serán simples datos.
3. Los bienes o servicios que se transan en el mercado deben ser
homogéneos, es decir no tienen diferencias cualitativas ya sea de carácter
real o figurado.
4. Libre entrada y salida de cualquier agente, ya sea vendedor o comprador
(oferente o demandante) del mercado. Se trata de un supuesto que
resalta la ausencia de cualquier barrera de entrada o salida del mercado.
5. Disponibilidad completa y simétrica de información tanto en el espacio
como en el tiempo para cada uno de los agentes económicos.
Frente a estos supuestos existen dos posiciones claramente diferenciadas. En
primer lugar, están quienes optan por llamar la atención sobre la irrealidad de
algunos (o todos) de estos supuestos, lo que invalidaría cualquier utilidad de un
modelo construido a partir de los mismos. En segundo lugar, están quienes
sostienen que pese a la relativa irrealidad que puedan mostrar los supuestos, lo
cierto es que el modelo que surge de los mismos tiene la capacidad de explicar y
predecir acertadamente lo que ocurre en un gran número de mercados,
constituyéndose así en, por lo menos, una primera aproximación a los mismos.
Esta posición está claramente delineada en el pensamiento de N. Greogory
Mankiw quien ha argumentado que:
Introducción a la Economía, Juan Jované
198
“A pesar de la diversidad de tipos de mercado que encontramos en el mundo, comenzamos estudiando la competencia perfecta. Los mercados perfectamente competitivos son los más fáciles de analizar. Por otra parte, como existe cierta competencia en la mayoría, muchas de las lecciones que aprendamos estudiando la oferta y la demanda en condiciones de competencia perfecta también son válidas
en el caso de los mercados más complicados”314.
4.3. La Tabla de Demanda y la Curva de Demanda Podemos iniciar la exposición del modelo con la explicación de lo que se conoce
como la Tabla de Demanda Individual, la cual no es más que un cuadro en el
que se presenta la cantidad de un producto determinado (por ejemplo el bien A)
que un determinado comprador está dispuesto a adquirir a los diversos precios. El
Cuadro 1, presenta un ejemplo de la demanda individual de comprador C1 por el
bien A.
Como se puede observar en nuestro consumidor está dispuesto a adquirir 18
unidades del bien A cuando el precio es equivalente a un balboa. A partir de ahí
314 Mankiw, Greogory N., Principios de Economía, McGraw – Hill, segunda edición, España, 2002,
p. 42.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
ira reduciendo su demanda a medida que aumentan los precios hasta que a un
precio de 10 su demanda será nula. Este resultado está, obviamente de acuerdo,
a la experiencia cotidiana. Sin embargo resulta conveniente dar una explicación
sobre este fenómeno. Entre las que se pueden percibir con cierta facilidad las
siguientes:
1. Cuando se eleva el precio, dado que los consumidores tienen ingresos
limitados, la capacidad adquisitiva del consumidor efectivamente resulta
menor por lo que el mismo reduce su adquisición del bien cuyo precio se
eleva. Esto es sobre todo cierto si se tiene en cuenta que el consumidor
tiene que seguir atendiendo otras necesidades. En algún momento el bien
puede llegar a tener un costo prohibitivo para el consumidor por lo que él
termina no realizando ninguna compra de dicho bien.
2. En la medida en que el consumidor ve subir el precio de un determinado
bien, como lo es en este caso el bien A, el mismo puede guiar su ingreso
a adquirir algún otro tipo de bien que resulte ser un sustituto más o menos
cercano al mismo. Por ejemplo, si sube el precio de la carrera de los
taxis, el mismo puede utilizar más el transporte en bus. Volveremos más
adelante sobre este tema.
3. Cuando aumenta el precio la satisfacción que para el consumidor
representa la adquisición del bien se reduce en relación al valor que para
el tiene lo que entrega, por lo que decide reducir el consumo del mismo en
las unidades que le dan menos satisfacción adquiriendo solo las que le
entregan una mayor utilidad. Por ejemplo, si sube el precio de la gasolina
puede limitar su adquisición de la misma para los usos que considera
prioritarios (ir al trabajo), eliminando los usos que considera menos
prioritarios (paseos de fin de semana).
Introducción a la Economía, Juan Jované
200
Se entiende por curva de demanda individual la representación gráfica de la
tabla de demanda individual. Para este fin en el llamado eje de las Y se mide el
precio correspondiente, mientras que en el llamado eje de las X se miden las
cantidades demandadas. Es así que cada componente de la tabla de demanda se
representa como un punto en el plano que hace corresponder a cada precio la
cantidad demandada. La gráfica 4.1 muestra la curva de demanda que
corresponde al caso presentado en el Cuadro 4.1.
En la gráfica 4.1, tal como era de esperarse, nuevamente se puede observar con
claridad la relación inversa entre el precio y la cantidad demandada del bien. Esto
nos lleva a postular ahora la llamada ley de la demanda, la que se postula de la
siguiente manera: dejando todas las otras cosas iguales (certeris paribus) la
cantidad demandada de un bien se reduce al elevarse su precio. Existe una
excepción a esta ley con un tipo muy especial de bienes que se llaman bienes
Giffen, en los que un aumento del precio lleva a un incremento de la cantidad
demandada. Se trata, sin embargo de bienes bastante raros, por lo que podemos
hacer abstracción de los mismos. De lo anterior debe ser claro para el lector que
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
cada agente económico que aparece como demandante tiene su propia tabla de
demanda y, también, su propia curva de demanda. Para pasar a la tabla de
demanda de mercado, el procedimiento utilizado es agregar la cantidad
demandada por cada agente económico para cada uno de los precios. Esto es lo
que se conoce como la suma horizontal de las cantidades.
Es así, por ejemplo, que si asumimos que en el mercado por el bien existen tres
tipos de compradores, cada uno con 1,000 individuos, se puede obtener la tabla
de demanda total sumando horizontalmente las demandas individuales. Es
importante que el lector tome en cuenta que en este caso se está suponiendo
como válida la idea que las demandas, así como las preferencias de los tres
consumidores son independientes entre si.
Como se puede observar en el Cuadro 4.2 la ley de la demanda ahora se
expresa claramente en la tabla de demanda agregada, en el sentido de que a
mayor precio se reduce la cantidad demandada. Esta también se evidencia en la
Introducción a la Economía, Juan Jované
202
curva de demanda agregada del bien, la cual se obtiene graficando la cantidad
agregada demandada a cada uno de los precios (Gráfica 4.2).
Más allá de lo que ahora conocemos, que son los cambios en la cantidad
demandada resulta necesario pasar a discutir los movimientos que se conocen
como el desplazamiento de la demanda. En este caso la situación se refiere a
modificaciones de algunos elementos que anteriormente consideramos como
dados y que pueden significar que para todos y cada uno de los precios se eleve
la cantidad demandada por el conjunto de los consumidores, en cuyo caso
hablamos de un incremento de la demanda y se expresa como un
desplazamiento hacia la derecha de la curva de demanda.
También, como resulta lógico pensar, es posible que el cambio de alguna de estas
variables simplemente reduzcan la cantidad que los agentes económicos
demanda a cada uno de los precios, en cuyo caso nos referimos a este fenómeno
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
como una reducción de la demanda, que toma la forma de un desplazamiento
de toda la curva de demanda hacia la izquierda.(Gráfica 4.3)
Entre algunos de los elementos más importantes que pueden dar lugar a un
desplazamiento de la demanda se encuentran los siguientes:
1. La variación de los ingresos de los agentes. En términos generales se
puede esperar que un incremento en los ingresos de los agentes
económicos llevará a un incremento de la demanda por el bien objeto de
demanda a cada uno de los precios, por lo que la curva de demanda se
desplazará hacia la derecha en este caso. Por razones similares es de
esperarse que una reducción de los ingresos de los agentes económicos
demandantes llevará a una disminución de la cantidad demandada a cada
uno de los precios, lo que se reflejará en un desplazamiento de la curva
de demanda hacia la izquierda.
2. La variación del precio de otros productos. Existen bienes que por su
naturaleza se consumen en forma más o menos conjunta, por lo que se
les conoce como bienes complementarios. Así, por ejemplo, la gasolina y
Introducción a la Economía, Juan Jované
204
los automóviles son bienes complementarios, como también lo son el pan
y la mantequilla. En este caso cuando el precio de sus bienes
complementarios se reduce, entonces la demanda del bien bajo análisis
se eleva y la curva de demanda se desplaza hacia la derecha. Lo
contrario ocurre cuando se eleva el precio del o los bienes
complementarios. También existen, claro está, bienes y servicios que son
sustitutos, es decir bienes que pueden remplazarse entre ellos en el
consumo. El caso clásico son la mantequilla y la margarina, como también
lo pueden ser las diferentes clases de bebidas suaves (sodas y chichas).
En este caso cuando el precio de uno o varios de sus bienes sustitutos se
reduce, la curva de demanda del bien que analiza también se ve reducida,
desplazándose a la izquierda. Como es de esperarse si el precio del
sustituto se eleva, entonces se incrementa la demanda del bien bajo
análisis y su curva de demanda se desplaza a la derecha.
3. Cambio en las preferencias y los gustos. Los cambios en las
preferencias y los gustos son otra de las fuentes de los desplazamientos
de la demanda. Es así, por ejemplo, que un bien puede “ponerse de
moda” por cualquier causa, entonces los compradores estarán dispuestos
a adquirir una mayor cantidad del bien a cada uno de los precios. En este
sentido decimos que la demanda se habría ampliado, mientras que,
consecuentemente, la curva de demanda se desplaza a la derecha. De
manera alternativa puede ser, por ejemplo, que con las nuevas reglas de
alimentación un tipo de alimento pasa a ser poco conveniente. En estas
circunstancias para cada precio la cantidad que los compradores están
dispuestos a consumir se vería notablemente reducida, provocando una
reducción de la demanda y desplazamiento de su curva a la derecha.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
4. Variación en las Expectativas. La economía es un área de la actividad
económica en la que las expectativas sobre el futuro juegan un papel
significativo. Es así que si en un momento dado la población se convence,
por el motivo que sea, que un producto, por ejemplo el arroz, escaseará
en el futuro, entonces se incrementará la cantidad de dicho bien que la
misma está dispuesta a comprar a cada uno de los precios. Estamos así
en la presencia de un incremento de la demanda y de un desplazamiento
de la curva de demanda hacia la derecha. Si la expectativa es que en un
futuro próximo el bien se hará sumamente abundante y que su precio
tenderá a bajar, ocurrirá exactamente lo contrario, la demanda se reducirá
y la curva de demanda se desplazará hacia la izquierda.
Algunos autores, como es el caso de Stiglitz315, apuntan hacia otros factores que,
además de estos, pueden afectar la posición de la curva de demanda. Es así que
una ampliación de crédito podría elevar la demanda y desplazar su curva hacia la
derecha. Así mismo, los cambios en la estructura de edades de la población, en
la medida en que los mismos hacen variar la estructura del consumo, como por
ejemplo, una población de mayor edad utiliza más servicios de salud que una más
joven.
4.4. La Tabla y la Curva de Oferta
Sin entrar a analizar las ofertas individuales, entendiendo que el procedimiento
sería similar al observado para la demanda, podemos partir señalando que la
tabla de oferta de mercado se define como el cuadro que recoge la información
sobre la cantidad que los agentes económicos oferentes están dispuestos a
315 Stiglitz, Joseph E., op.cit, p. 80.
Introducción a la Economía, Juan Jované
206
vender a cada uno de los precios. El Cuadro 4.3 muestra un ejemplo para el caso
del bien A.
En este caso también es posible graficar la tabla de oferta midiendo el precio en el
eje vertical y la cantidad en el eje horizontal. (Gráfica 4.4) En este caso se
observa que la curva tiene una pendiente positiva, la cual refleja el hecho de que
a medida en que el precio aumenta se eleva la cantidad ofrecida. Se observa así
la presencia de lo que llamamos la ley de la oferta. Según esta se postula que,
dejando las otras cosas iguales, a medida en que aumenta el precio del bien o
servicio que se ofrece también se incrementa la cantidad ofrecida.
Esto se debe a que en la práctica estamos suponiendo que mayores niveles de
producción solo se pueden alcanzar con costos más elevados para los productos
adicionales (rendimientos marginales decrecientes), mientras que los precios más
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
elevados generan, además, una mayor rentabilidad para los productores los que
los estimula a producir y vender una mayor cantidad.
Para el caso de la oferta también es conveniente distinguir entre los aumentos o
disminuciones en la cantidad ofrecida, que ocurren dentro de la misma curva de
oferta, de los desplazamientos de la misma, a los que llamamos aumentos o
disminuciones de la oferta. Es así que cuando la cantidad ofrecida a todos los
precios se incrementa, la curva de oferta se desplaza a la derecha, mientras que
cuando a cada uno de los precios la cantidad ofrecida disminuye, la curva de
oferta se desplaza a la izquierda. En el primer caso existe un incremento de la
oferta, mientras que en el segundo se da una disminución. Para seguir adelante
resulta necesario que se introduzcan ahora los elementos que tienen la capacidad
de producir un desplazamiento en la función de oferta. Entre los mismos se
encuentran los siguientes que deben ser entendidos como principales:
Introducción a la Economía, Juan Jované
208
1. Cambio en el precio de los insumos. Si entendemos que los insumos
son aquellos elementos que se utilizan para producir un determinado bien,
entonces resulta bastante evidente como el aumento de los precios de los
mismos afectan la oferta. En efecto, si, por ejemplo se eleva el precio de
la madera, resulta claro que a los mismos precios anteriores los
productores y los vendedores de muebles estarán dispuestos a vender
una menor cantidad del bien a cada precio, dándose entonces una
disminución de la oferta y un desplazamiento de su curva hacia la
izquierda. Por el contrario, si se reduce el precio de la madera se
observará un aumento de la oferta y un desplazamiento de su curva hacia
la derecha.
2. El cambio tecnológico. En la medida en que se de una mejora en la
tecnología que permita obtener un mayor producto de los mismos
insumos, el costo de los bienes disminuirá, de manera que al mismo
precio los productores ahora recibirán una mayor rentabilidad. Esto
significa que con la mejora de la tecnología los productores y vendedores
estarán dispuestos a elevar la cantidad ofrecida a cada precio, con lo que
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
tendríamos un incremento de la oferta y el consiguiente desplazamiento
hacia la derecha de la curva de oferta.
3. Las expectativas. Tal como en el caso de la demanda, en el caso de la
oferta los cambios de las expectativas también pueden jugar un papel
importante en los desplazamientos de la curva. Así, por ejemplo, si un
cambio de alguna condición no prevista hace que los productores lleguen
a la conclusión que los precios se elevarán en el futuro próximo, entonces
se pueden abstener de vender al menos una parte de los bienes que
poseen en este momento, con el fin de almacenarlos, si esto es posible,
para su venta en el futuro. Esto significará que en la actualidad la
cantidad ofrecida a cada precio se verá disminuida, mientras que la curva
de oferta se desplazará hacia la izquierda. En el caso de que los
productores lleguen a la conclusión de que su producto difícilmente se
podrá vender en el futuro próximo, ya sea porque van a pasar de moda o
se va terminar la temporada para los que son útiles, entonces tenderán a
tratar de salir de ellos lo más pronto posible. En estas circunstancias los
oferentes estarán en disposición de vender una mayor cantidad del bien a
cada precio, por lo que la oferta habrá aumentado y la curva de oferta se
desplazará hacia la derecha.
A estos factores que son los que los economistas por lo general destacan, Stiglitz,
adiciona las variaciones en el medio ambiente, las cuales dependiendo de las
condiciones pueden facilitar o no la producción. Así por ejemplo si se arruina, por
una inadecuada explotación, una determinada fuente de recursos naturales,
entonces su mayor escasez terminará dificultando las posibilidades de producción,
elevando el costo de producción y generando, consiguientemente, una
disminución de la oferta, en el sentido de que las mismas cantidades solo se
ofrecerán a un mayor precio. El crédito es, de acuerdo a este autor otro factor
Introducción a la Economía, Juan Jované
210
importante. Un incremento en la disponibilidad de crédito, por ejemplo, puede
facilitar que un mayor número de personas logren convertirse efectivamente en
productores, con lo que la cantidad ofrecida a cada precio se elevará, lo que se
observará en un incremento de la oferta, que se expresará como un
desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha.
4.5. El Equilibrio
Como se planteó en el primer acápite de este capítulo, el que se dedicó a
introducir algunas definiciones básicas, se entiende que existe una situación de
equilibrio cuando ninguno de los agentes económicos está en capacidad de
mejorar su situación variando su actuación. En el caso del modelo del mercado
competitivo esta situación, como quedará claro en el presente acápite, se da en
aquel punto en que todos los oferentes y demandantes están de acuerdo en el
precio y satisfechos con la cantidad que compran o venden. Estamos entonces
en la búsqueda de un precio al cual la cantidad transada sea tal que los oferentes
no tendrán un estímulo a variar el precio o la cantidad, mientras que en términos
semejantes los demandantes tampoco tendrán un incentivo a variar el precio o la
cantidad.
El equilibrio así definido se da en el punto donde se interceptan la curva de
oferta y la curva de demanda, quedando determinado de esta manera el precio
de equilibrio y la cantidad de equilibrio. La Grafica 4.6 muestra esta situación
para el caso del ejemplo del bien A, que hemos venido desarrollando.
Concretamente el equilibrio se da a un precio equivalente a 5 balboas, al cual le
corresponde una cantidad transada (vendida y comprada) equivalente a 30 mil
unidades. La idea que el equilibrio está determinado por el punto donde se cortan
la oferta y la demanda (el punto A en nuestro ejemplo) queda más claro si se
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
perturba el equilibrio, es decir si nos situamos fuera de el para observar entonces
la acción de las fuerzas activas. Supongamos así que por algún motivo el precio
se establece en 7 balboas. Ello, como se puede observar en la Gráfica 4.7,
produce un desequilibrio entre la cantidad que desean adquirir los demandantes
(17 mil unidades) y las que desean vender los oferentes (60 mil unidades).
En las condiciones descritas de un precio por encima del precio de equilibrio
existirá un excedente de oferta, que en el caso concreto del ejemplo que nos
ocupa significa que los oferentes tendrán una cantidad equivalente a 43 mil
unidades que no pueden colocar. Esto llevará a que los oferentes, con el fin de
colocar ese excedente tendrán que reducir el precio de oferta, con lo que se pone
en marcha un proceso de caída del precio, al cual le seguirá un proceso en el
tiempo de reducción de la cantidad ofrecida y de un aumento de la cantidad
demandada.
Introducción a la Economía, Juan Jované
212
Este proceso se mantendrá mientras la cantidad ofrecida supere a la demandada,
pero se detendrá cuando se logre la igualdad entre las dos cantidades, lo que se
dará exactamente en el momento en que el precio alcance un nivel de 5 balboas,
ya que entonces la cantidad demandada y ofrecida serán iguales y ningún agente
económico sentirá que puede mejorar su situación variando su forma de acción.
Los oferentes estarán satisfechos al igual que los demandantes. Si el precio se
sitúa ahora por debajo del precio de equilibrio, digamos a un nivel de 2 balboas,
entonces tendremos que la cantidad demandada superará claramente a la
ofrecida.
En nuestro ejemplo la cantidad demandada es de 49 mil, mientras que la ofrecida
llega tan solo a 7 mil unidades. Existe entonces un exceso de demanda, que en
nuestro caso llega a un nivel de 42 mil unidades, lo que va a poner en movimiento
un proceso de ajustes. Estos se pueden comprender mejor con la ayuda de la
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
Gráfica 4.8. Estos movimientos dentro de la curva de oferta y la de demanda van
a detenerse en el momento en que se alcance el precio de equilibrio ya que en
este los oferentes podrán vender todo lo que deseen a dicho precio, mientras que
los demandantes podrán comprar todo lo que realmente quieren a dicho precio. Ni
los oferentes ni los demandantes tendrán incentivos para modificar su acción, por
lo que se habrá logrado una situación de equilibrio.
Es importante subrayar que lo anterior muestra una de las características
principales del modelo de competencia perfecta. De acuerdo a esta los
mercados, en ausencia de intromisiones externas, tienden automáticamente hacia
una posición de equilibrio. No es entonces raro que quienes creen ver en este
modelo una expresión muy cercana a la realidad tengan una actitud favorable al
libre juego de la oferta y la demanda y contraria a la intervención del Estado en la
economía. Este es un tema que deberemos abordar en un próximo capítulo.
Introducción a la Economía, Juan Jované
214
4.6. Desplazamiento de la Oferta, la Demanda y el Equilibrio
Una vez completado el análisis del equilibrio estamos en condiciones de
establecer los efectos que tiene sobre el mismo las variaciones, es decir los
desplazamientos de la oferta y la demanda. Si se inicia el análisis con el caso de
la oferta, podemos partir de una situación en la que por alguno de los motivos
antes discutidos, por ejemplo por el aumento del petróleo, se observa una
disminución de la oferta de algún bien, supongamos que se trata de la gasolina,
mientras que la demanda se mantiene constante. En este caso la situación estaría
dada por un desplazamiento de la oferta hacia la izquierda, tal como el que se
observa en la Gráfica 4.9.
De la Gráfica 4.10., queda claro que como resultado de una disminución de la
oferta, que pasa de Oa a Ob, manteniendo estable la curva de demanda se
modifica el punto de equilibrio de forma tal que se producen dos efectos claros.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
El primero, está dado por el hecho de que el precio del producto, en este caso la
gasolina, se eleva desde Pa hasta Pb. El segundo, se refiere a una disminución
de la cantidad de equilibrio que se tranza en el mercado, la que pasa de Qa a Qb.
El segundo caso que se presenta se refiere a una situación en la que mientras
que la curva de oferta se mantiene constante, aparece algún factor que eleva la
oferta desplazando la curva hacia la derecha. Un ejemplo podría ser una cosecha
excepcionalmente buena de naranjas dado por la presencia de condiciones
naturales muy favorables.
El resultado del análisis muestra aquí que en las condiciones estudiadas el
resultado final está dado por una reducción del precio de equilibrio que pasa de
Pa a Pb. Así mismo se observa un incremento de la cantidad transada en
condiciones de equilibrio, la cual pasa de Qa a Qb. Por el lado de los
movimientos de la demanda es posible introducir un primer caso en el que con
una oferta estable se produce un incremento en la demanda del bien. Un ejemplo
podría ser la de algunas prendas de vestir que, por algún motivo se ponen de
Introducción a la Economía, Juan Jované
216
moda, generando un desplazamiento de la curva de demanda hacia la derecha.
Los resultados se recogen en la Gráfica 4.11.
Para el cambio que hemos postulado, los resultados aparecen claramente
definidos por el análisis gráfico. Por lo que respecta al precio el mismo mostrará
un incremento que va de Pa hasta Pb, mientras que la cantidad transada en
condiciones de equilibrio también se incrementa, moviéndose desde Qa hasta Qb.
Un caso adicional es el que se genera por una disminución de la demanda que se
ve acompañado de una oferta estable. Este puede ser el caso de los dulces en el
caso de una comunidad que ha empezado a preocuparse más por su peso. Este
resultado se analiza en la Gráfica 4.12. En este caso, al igual que en el anterior,
se puede observar que las dos variables se mueven en la misma dirección. Es así
que como resultado de la disminución de la demanda, frente a una oferta estable,
se obtiene un nuevo punto de equilibrio que se caracteriza, en primer lugar, por
tener un precio inferior (el precio pasa de Pa a Pb) y, en segundo lugar, por el
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
hecho de que la cantidad transada en el mismo es inferior a la anterior cantidad de
equilibrio (la cantidad pasa de Pa a Pb).
Ha de ser ahora claro para el lector que cuando la oferta varía y la demanda se
mantiene igual, los movimientos del precio de equilibrio y de la cantidad de
equilibrio se dan en direcciones inversas. Por el contrario cuando la demanda se
desplaza mientas que la oferta se mantiene invariable, entonces el precio y la
cantidad de equilibrio se desplazan en la misma dirección. Queda ahora por ver
qué ocurre cuando las dos curvas se mueven. Se trata de diversas situaciones
que se comentan a continuación y las cuales el lector podrá comprobar haciendo
los respectivos diagramas:
1. Casos en los que las curvas cambian en sentido inverso:
a. Cuando la demanda incrementa y la oferta disminuye, sabemos que
el precio va a aumentar, pero la situación de la cantidad es ambigua,
Introducción a la Economía, Juan Jované
218
de manera que el resultado depende de la fuerza relativa de los
movimientos.
b. Cuando la demanda disminuye y la oferta aumenta el precio
necesariamente disminuye. En este caso el movimiento de la
cantidad también es ambiguo, de manera que el resultado depende
del peso relativo de cada movimiento.
2. Casos en que las curvas se mueven en la misma dirección: a. Si tanto la demanda como la oferta aumentan, entonces estamos
seguros que la cantidad de equilibrio también aumenta. Sin embargo,
el cambio en el precio es ambiguo, de manera que su dirección
depende del movimiento relativo de la oferta y la demanda.
b. Si tanto la oferta como la demanda disminuyen sabemos a ciencia
cierta que la cantidad de equilibrio va a disminuir, mientras que la
dirección del cambio en el precio de equilibrio resulta ambiguo. Esto
significa que nuevamente estamos frente a una situación en la que el
resultado final está determinado por la fuerza relativa del cambio en
la oferta y la demanda.
4.7. Eficiencia Económica y Competencia Perfecta
Con el fin de completar la exposición de la posición de la visión del mercado de
competencia perfecta de acuerdo a los economistas de la corriente principal,
resulta necesario establecer que para los mismos el resultado obtenido de la
interacción entre la oferta y la demanda en condiciones de competencia perfecta
resulta ser una situación de óptima en el sentido de Pareto, la cual se entiende,
también, como una situación eficiente desde el punto de vista económico.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
Se entiende por óptimo de Pareto una posición en la que la situación de un
agente económico solo puede ser mejorada afectando la de otros u otros agentes
económicos. En este sentido si cambiando la situación se mejora la posición de
todos los agentes no estaríamos en una situación de óptimo de Pareto. Tampoco
lo estaríamos, desde luego, si resulta posible mejorar la situación de un
determinado agente económico sin desmejorar la de ninguno. Para que el lector
pueda entender, sin entrar en detalles técnicos, la propuesta de la corriente
principal resulta necesario introducir algunas definiciones, las cuales se abordan a
continuación.
Se entiende por utilidad marginal la utilidad, es decir, la satisfacción adicional
que recibe el agente económico por consumir una unidad adicional de un
determinado bien. Esta magnitud, teniendo en cuenta que las primeras unidades
consumidas atienden las necesidades más apremiantes, lleva a la llamada ley de
la utilidad marginal decreciente. Esta Ley se puede definir de la siguiente
manera: dadas constante el resto de las cosas a medida que se incrementa el
consumo de un bien (por ejemplo el agua) se eleva también la utilidad
(satisfacción) total recibida, en condiciones que el incremento de utilidad
(satisfacción) recibida por cada unidad adicional es cada vez menor. El
Cuadro 4.4 ofrece un ejemplo en el que, además, se supone que la utilidad
recibida se puede medir en dinero (en realidad se estaría suponiendo que la
utilidad de cada unidad de dinero es fija, al menos con el ingreso actual del
individuo)316.
En este caso hipotético no debe ser difícil entender que al precio de 4 balboas el
comprador deseará comprar solo una unidad, ya que si compra una adicional,
estaría gastando 4 balboas más recibiendo solo una utilidad adicional equivalente
316 Vease: Slavin, Steve, Economics. A Self – Teaching, John Wiley & Sons, Inc., segunda edición,
USA, 1999, p. 213.
Introducción a la Economía, Juan Jované
220
a 3 balboas. Así mismo si el precio es, por ejemplo de 1.00 balboa va a comprar 4
unidades, de manera que la ultima unidad comprada le entrega una utilidad en el
margen equivalente a 1.00. Si llegara a comprar 5 estaría adquiriendo una unidad
adicional que solo le da una utilidad adicional de 0.50 centavos de balboa, a
cambio de la cual estaría entregando 1.00 balboa.
En este ejercicio queda claro, además, que la curva de demanda no es más que la
curva de utilidad marginal, lo cual ahora explica en una nueva forma, la pendiente
negativa de la curva de demanda. La regla en este caso está dada por el hecho
de que la demanda se extiende hasta el punto en que la utilidad marginal es
igual al precio. Del lado de los costos se debe recordar que está presente la
llamada ley de los rendimientos marginales decrecientes, la cual se expresa
en costos marginales crecientes. En este caso, se postula que si existe un factor
fijo (por ejemplo la tierra) al que se le van añadiendo cantidades adicionales de un
factor variable (por ejemplo la mano de obra) se va a observar, al menos a partir
de un determinado momento, que el producto adicional que se va a obtener de
introducir una unidad adicional de factor variable es cada vez menor. El Cuadro
4.5 ofrece un ejemplo hipotético.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
Una vez que se tiene una idea de lo que significa la ley de los rendimientos
marginales decrecientes, resulta evidente que, de acuerdo a la misma, los
costos de producir unidades adicionales debe ser creciente, ya que la reducción
de la productividad en el margen implica que las unidades adicionales generadas
solo se pueden lograr a un costo mayor. Esta situación se releja para el bien a en
el Cuadro 4.6, en el que los costos fijos se están pensando como prácticamente
nulos.
Introducción a la Economía, Juan Jované
222
En este caso resulta claro que si el precio de mercado fuera de 0.50 balboas el
productor en todo caso solo produciría y vendería una unidad, ya que si trata de
vender una segunda unidad, esta última solo daría un ingreso adicional de 0.50
balboas con un costo de 1.00 balboa adicional, con una pérdida de 0.50 balboas.
Así mismo si el precio es de, por ejemplo, 3 balboas, entonces producirá y
buscará vender 4 unidades, ya que si vende una adicional a esta estaría de nuevo
perdiendo una suma equivalente a 0.50 balboas. La regla aquí es que la
producción y las ventas se llevan hasta un punto donde el precio es igual a
costo marginal. En este caso la curva de oferta, con su pendiente positiva, refleja
la curva de los costos marginales. Teniendo esto en cuenta podemos establecer
que el punto de equilibrio se va a dar en aquel punto en que el costo marginal y la
utilidad marginal se equiparan. Si se comparan los dos cuadros anteriores,
entonces es claro que este punto se obtiene en una producción equivalente a 3,
donde el costo marginal y la utilidad marginal se equiparan, es también evidente
que el precio de equilibrio es 2. En la Gráfica 4.13 se establece esta situación en
una forma útil para el análisis.
Capítulo 4: El Mercado de Competencia Perfecta
La lógica de la competencia perfecta de acuerdo a la corriente principal ahora
resulta clara. En el punto de equilibrio al que llega el mercado automáticamente el
mercado es un punto de alta eficiencia del tipo del óptimo de Pareto. En efecto
en el mismo el costo marginal incurrido de los productores para generar la última
unidad del bien es igual a la valoración que del mismo hacen los consumidores en
el margen. Si se produce menos estaríamos en punto hacia la izquierda del
equilibrio, en este, el costo adicional de producir una unidad es menor que la
satisfacción adicional que obtiene el consumidor por adquirirlo y utilizarlo.
Desde el punto de vista de la sociedad sería útil aumentar la producción ya que el
costo adicional sería menos que la utilidad adicional lográndose un incremento
neto del bienestar. Si por el contrario se produce más que en el punto de
equilibrio, entonces el costo de dejar de producir una unidad resulta mayor que la
satisfacción que la misma da en el margen, por lo que a la sociedad le convendría
disminuir la producción ya que lo que se ahorra en costos es superior a la pérdida
de satisfacción.
Con el fin de permitir que esto se convierta en un punto de comparación con otras
formas de mercados, debe tenerse en cuenta que en el punto de equilibrio de la
competencia perfecta se igualan el costo marginal, el costo medio y la utilidad
marginal. Esto significa que en este caso el capital recibe una remuneración
exactamente igual a la tasa de interés, la cual hace parte del costo. Por tanto no
existe el beneficio puro en el sentido de una remuneración que supere a dicha
tasa de interés.
Teniendo en cuenta el significado desde el punto de vista de la corriente principal
de la competencia perfecta en términos de eficiencia, estamos en capacidad de
pasar al análisis de otros modelos de mercado. Para este fin en el próximo
capítulo se utilizará la idea según la cual el equilibrio de la competencia perfecta,
Introducción a la Economía, Juan Jované
224
que constituye una situación de eficiencia económica, puede ser utilizada como
patrón de comparación para comprobar los resultados que se obtienen del
funcionamiento de estructuras de mercado de competencia imperfecta.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
Capítulo 5 Mercados de Competencia Imperfecta
5.1. La Competencia Imperfecta El objeto del presente capítulo es estudiar algunos modelos de mercado distintos
al de la llamada competencia perfecta. Se trata, además, de hacerlo de forma tal
que se evite el contenido más técnico de la exposición del tema, manteniendo, en
la mejor forma posible, el espíritu con que la corriente principal realiza este tipo de
análisis. Este proceso se realiza, en lo fundamental, estableciendo modelos en los
cuales la estructura del mercado se va a caracterizar por la ausencia de uno o
varios de los supuestos que hacen parte del modelo de competencia perfecta,
para luego presentar y valorar los resultados obtenidos. De hecho, como ya se
adelantó, la valorización de dichos resultados tomará la forma de una
comparación con la situación de competencia perfecta, la que, como también se
adelantó, es considerada como una situación caracterizada por la eficiencia
económica317.
5.2. El Monopolio Se dice que en un mercado existe una condición o estructura de monopolio
cuando se rompe de manera radical desde el lado de la oferta el supuesto según
el cual existe una gran cantidad de compradores y vendedores en el mercado.
Concretamente se entiende que existe un monopolio cuando se puede
caracterizar el mercado por medio de una situación en la que existe un solo
317 Véase: Slavin, Steve, Economics. A Self – Teaching, John Wiley & Sons, Inc., segunda edición,
USA, 1999, p. 229.
Introducción a la Economía, Juan Jované
226
productor de un bien o servicio que no tiene un substituto cercano. Lo
importante aquí es no solo que exista un solo oferente, sino que el mismo opere
en un mercado en el que no existe un substituto cercano. Esto último es
importante si se tiene en cuenta que de existir varios substitutos muy cercanos,
entonces los monopolistas no tendrían tanto poder sobre el mercado, ya que al
elevar su precio prácticamente todos los compradores dejarían de adquirir el bien
o el servicio.
El monopolista, a diferencia de la situación de la competencia perfecta, tiene
control sobre los precios, por lo que una de sus decisiones importantes tiene que
ver con el precio de mercado que el escoge con el fin de maximizar sus
ganancias, para lo que tendrá que tomar en cuenta que cuando eleva el precio
obviamente adquiere más ingresos por esa vía, pero a la vez tiene que tener en
cuenta que solo podrá vender una menor cantidad, de manera tal que por esa
razón tenderá a ganar menos. Es evidente, entonces que el va a escoger la
combinación precio-cantidad cuyos costos medios y marginales eleven al máximo
sus ganancias.
Antes de postular el resultado de esta operación resulta conveniente establecer
las causas que llevan a la presencia de monopolios en la estructura real de las
economías. Estas toman, por lo general, la forma de barreras a la entrada para los
competidores potenciales, por lo que no solo se estaría comprometiendo el
segundo supuesto de la competencia perfecta, sino que, además, se estaría
violando aquel que asegura la libre entrada y salida de los agentes del mercado.
Entre las principales causas de la presencia de los monopolios se pueden
establecer las siguientes:
1. Control exclusivo de un recurso productivo esencial. En el caso de
que una empresa controle uno de los recursos (insumos) necesarios para
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
la producción de un bien o servicio, entonces obviamente ningún otro
productor podrá participar en el mercado, por lo que esta empresa se
encontrará en una situación de monopolio en el mercado correspondiente.
En términos generales para ejemplificar este caso varios economistas
citan la situación de la empresa De Brees Diamond Company of South
Africa, la cual es propietaria de aproximadamente cuatro quintas partes
de la oferta de diamantes del mundo318. Stiglitz, sin embargo, señala que,
pese a todo, esta causa de monopolio es relativamente limitada, en el
sentido de que no existen muchos casos de monopolios que puedan ser
explicados por esta causa319.
2. Control exclusivo de una tecnología o proceso de producción. Otra
posible causa de monopolio está dada por el posible control exclusivo por
parte de una empresa de una tecnología o proceso de producción de un
bien. En estas circunstancias la barrera a la entrada se da por el hecho de
que la tecnología para la producción de un determinado bien es
controlada como secreto por una empresa determinada, lo que excluye al
resto de los posibles competidores de ingresar al mercado. Este tipo de
monopolio puede ser el resultado de innovaciones generadas por los
procesos de investigación y desarrollo y, por lo general, son temporales,
ya que se mantienen hasta que se divulga el procedimiento o hasta que
otra empresa produce un substituto cercano. La Ley, generalmente,
protege temporalmente a este tipo de monopolios, tal como se discute a
continuación.
3. La existencia de una franquicia otorgada por el gobierno. En algunos
casos los monopolios tienen existencia en base a formas legales que
318 Ibidem, p. 230. 319 Stiglitz, Joseph E., Economics, W.W. Norton & Company, segunda edición, USA, 1997, p. 349.
Introducción a la Economía, Juan Jované
228
disponen que en el mercado solo puede operar de manera exclusiva una
empresa. Entre los casos que se pueden citar están aquellos en que la
privatización de algunos servicios públicos ha llevado a esta forma de
mercado (caso de la distribución de energía eléctrica en Panamá).
También están los casos en los que el Estado otorga a los privados la
explotación exclusiva de algunos servicios como es el caso en nuestro
país del Corredor Norte y el Corredor Sur.
A estos se debe sumar el hecho de que los Estados, como ya se
adelantó, otorgan patentes sobre productos, servicios y procesos de
producción, lo que otorga a sus poseedores una poder monopólico
temporal sobre el mercado. Sobre este último aspecto se ha dado una
amplia discusión entre aquellos economistas que avalan esta forma de
proceder y quienes plantean que la misma, tal como se ha venido
desarrollando en los criterios de la Organización Mundial de Comercio
(OMC), produce un notable retraso en la difusión del conocimiento y el
desarrollo, lo cual afecta principalmente a los países más pobres320.
4. La ventaja de ser el primero en el mercado. Un motivo que puede llevar
a la existencia de una situación de monopolio, aunque sea temporal, en
un mercado esta dado por la ventaja que le da a una determinada
empresa el hecho de haber sido la primera en ingresar al mercado. En
efecto, que una empresa haya sido la primera en establecerse significa
que la misma ha tenido el tiempo de conformar y poner a tono toda su red
de proveedores, así como de distribución minorista. Así mismo, contará
con la ventaja que los consumidores conocen el producto que vende y
saben exactamente cual es su calidad.
320 Daly, Hernan E., Ecological Economics. Principle and Applications, Island Press, USA, 2004, p. 325 y ss.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
Todo esto puede significar una real barrera a la entrada de nuevos
competidores, los que tendrán que pensar en los costos que significa
montar las redes de proveedores y de distribuidores minoristas, así como
en la desventaja que significará la desconfianza temporal que tendrán los
consumidores en relación a un bien o servicio que no conocen. Una
ventaja adicional de la empresa que ingresa al inicio en el mercado es que
la misma puede ser la que establezca el estándar del mercado con un
producto o servicio patentado. Así por ejemplo Microsoft se ha constituido
en el producto estándar en el ámbito de las computadoras personales, lo
que además le da ventaja en otros de sus productos como lo es su
programa de escritura y su hoja de cálculo. No queda duda que a
cualquier competidor le costaría superar esa barrera a la entrada.
5. La existencia de los llamados monopolios naturales. Cuando por la
existencia de condiciones tecnológicas que permiten que una sola
empresa pueda abastecer todo el mercado a costos más bajos que si
existieran más empresas, entonces se estaría en una condición de
monopolio natural. Tal como lo señala N. Gregory Mankiw, “Una
industria es un monopolio natural cuando una única empresa puede
ofrecer un bien o un servicio a todo un mercado con menos costes que
dos o más empresas”321. Esto ocurre cuando en hasta el volumen que
representa el tamaño del mercado los costos marginales y medios son
decrecientes, de manera que cualquier nuevo entrante que quisiera
penetrar el mercado, el cual al menos temporalmente solo logrará atraer a
una fracción pequeña de los compradores, mostrará un costo medio muy
superior al de la empresa que ya existe en el mercado, por lo cual
quedaría excluida del mismo por falta de competitividad.
321 Mankiw, N. Gregory, Principios de Economía, McGraw-Hill, segunda edición, España, 2002, p.
199.
Introducción a la Economía, Juan Jované
230
La razón de la baja de los costos señalados puede provenir de la
presencia de los llamados rendimientos crecientes a escala, los que
definen a partir de una situación en la que la productividad se va elevando
a medida en que se eleva la escala de producción. Este último concepto
se puede definir como la “reducción en el costo promedio de un producto
en el largo plazo resultante de una expansión de la producción”322.
Más allá de estos elementos que pueden explicar la presencia de monopolios en
el mercado de un producto resulta útil introducir en el análisis un conjunto de
políticas, las cuales pueden ser consideradas como desleales, estas son a
menudo utilizadas por los monopolios con el fin de consolidar y mantener su
control sobre el mercado. Entre las más conocidas se encuentran las siguientes:
1. Política de precios predatorios. En este caso la firma existente
amenaza (probablemente ya lo hecho antes) con reducir drásticamente
los precios a que vende si otra empresa entra al mercado.
Concretamente la amenaza se trata de reducir el precio por debajo de los
costos de producción del entrante potencial. En este caso para la
empresa que mantiene el monopolio la lógica viene dada por incurrir en
una pérdida temporal la cual serviría para expulsar al nuevo entrante del
mercado, para luego volver a ejercer libremente la situación de monopolio.
2. Existencia de capacidad ociosa. Los monopolios con el fin de elevar las
barreras a la entrada de otros competidores mantienen, por lo general una
capacidad instalada no utilizada, es decir ociosa. La razón de esto es
mostrarle al posible competidor que la empresa está en capacidad de
reducir los precios y aumentar inmediatamente la producción,
322 Pearce, David W (editor)., The MIT Dictionary of Modern Economics, MIT Press, tercera
impresión, Cambridge, Massachusetts, 1995, p. 122.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
generándole así un problema a la empresa entrante. Es evidente que esta
medida se coordina claramente con la anterior.
3. Limitación de precios. En base a esta política lo que hace el productor
monopolista, cuando tiene una curva de costos decrecientes, es
establecer el precio que cobra un poco por debajo del que podría cobrar
con el fin de maximizar sus beneficios. Esto se hace con la finalidad de no
hacer transparente dicha curva de costos decrecientes y hacer pensar al
competidor potencial que se tiene bastante espacio para elevar la
producción y reducir los costos.
Una vez planteado lo anterior se debe establecer como se da la situación de
equilibrio en el mercado monopólico. La diferencia crucial aquí está dada por el
hecho de que mientras que en competencia perfecta, en el que el precio esta
dado por el mercado, el productor obtiene un ingreso marginal, es decir un ingreso
por la venta de una unidad adicional, equivalente al precio, en el caso del
monopolio esto no funciona. En efecto como el monopolista enfrenta toda la
demanda del mercado para vender una unidad adicional tiene que reducir el
precio. Así si bien obtiene un ingreso adicional por vender una mayor cantidad,
entonces también va a vender todas las unidades por una suma menor. El ingreso
marginal es, entonces la suma algebraica de estos dos elementos, de los cuales
uno es positivo y otro negativo.
Obviamente en estas circunstancias el ingreso marginal es menor que el precio,
dado que las unidades que antes se vendían a un precio superior ahora lo hacen
a un precio inferior. También por la forma de la curva de demanda (a mayor precio
menor cantidad demandada) los ingresos marginales son decrecientes. Esto es
algo que, desde luego, el monopolista toma en cuenta para fijar la cantidad
producida y ofrecida.
Introducción a la Economía, Juan Jované
232
Si el mismo actúa como un agente racional, tal como lo postula la corriente
principal, entonces buscará maximizar sus beneficios, lo que indica que va a
producir bienes o servicios hasta el punto en que el ingreso marginal
(decreciente) sea igual al costo marginal (creciente). Este equilibrio, como se
puede observar en la Gráfica 5.1 se da en un punto en el que se produce una
cantidad que luego se vende a un precio que supera al costo marginal, dando
lugar a una renta de carácter monopólico, por la que el capital se remunera por
sobre la tasa de interés.
Como se puede observar en la Gráfica 5.1, el precio de venta dentro del
monopolio es superior al que se daría en el caso de la competencia perfecta
(punto a), mientras que la cantidad producida sería menor que en esa
circunstancia. Desde el punto de vista de la eficiencia el resultado es también
claro, ya que en el punto de equilibrio el costo marginal de la producción es
inferior al de la utilidad marginal (que coincide con el precio), de manera que
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
a la sociedad como tal le convendría elevar la producción ya que la utilidad
adicional que se recibe por producir una unidad adicional supera claramente
a su costo marginal. En este sentido la existencia de un precio superior al de
competencia perfecta y de una cantidad producida inferior llama la atención sobre
la presencia de una situación de ineficiencia económica en los mercados que
tienen un carácter monopólico.
5.3. La Competencia Monopolística
Aún cuando en muchos textos de principios de economía esta forma de estructura
de mercado se estudia luego del análisis del oligopolio, parece ser más útil
presentarla, como hace Steve Slavin323, después del estudio del monopolio, ya
que algunos de los conceptos avanzados en este caso resultan útiles para
comprender este modelo de mercado. La competencia monopolística como
modelo de mercado se adelantó pensando que muchas de las estructuras reales
de mercado no corresponden ni al caso de la competencia perfecta ni al caso del
monopolio. De hecho se trata de un modelo en el que se destaca la presencia de
un gran número de empresas que, sin embargo, producen o generan bienes o
servicios que son similares pero no idénticos.
El primer rasgo acerca al modelo de la competencia perfecta, pero el
segundo lo aleja, en la medida en que el hecho de que los productos sean
diferenciados, ya sea realmente o en la mente de los demandantes, significa
que los mismos tienen algo parecido a un cierto nivel de poder monopólico,
que significa que si suben su precio pierden algunos de sus clientes, que
pueden ser muchos o pocos, pero no los pierden a todos. En este caso, si
323 Slavin, Steve, opcit, p. 233.
Introducción a la Economía, Juan Jované
234
bien el productor no enfrenta la demanda completa del mercado si enfrenta
una situación en la que la demanda del producto se reduce con el aumento
de los precios, por lo que aquí también es cierto que el ingreso marginal es
decreciente.
Para este tipo de productores es claro que ellos pueden, por ejemplo, elevar sus
precios por sobre sus competidores, pero también saben que no lo pueden elevar
muchos sin correr el riesgo de perder una gran parte de sus clientes. Puesto en
términos más precisos, los cuales se pueden referir a los supuestos, la
competencia monopolística se distingue por los siguientes rasgos:
1. Existe un gran número de productores.
2. Existe diferenciación de productos y servicios que son similares.
3. Existe libre entrada de los productores al mercado.
Un elemento interesante al respecto está dado por el hecho de que muchos
mercados se pueden caracterizar por esta forma de competencia. Entre otros,
solo a manera de ejemplo, podemos destacar los restaurantes que todos venden
un producto similar pero que cada uno trata de diferenciar en términos del servicio
prestado, los servicios de salones de bellezas, las barberías, las tiendas que
venden ropa, los servicios de los mecánicos, médicos, los abogados y otros
similares. En este sentido se puede entender que la diferenciación se refiere al
hecho de que en esta caso los bienes o servicios satisfacen básicamente la
misma necesidad, pero lo hacen de una manera relativamente distinta, por medio
de elementos que llevan a que los consumidores los consideren como sustitutos
cercanos pero imperfectos.
Un rasgo central aquí, como ya se adelantó, es el de la diferenciación de los
productos los que los hace no idénticos, aun cuando son similares. El origen de
esta diferenciación puede ser real o simplemente producto de elementos
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
como la propaganda. Es posible, por ejemplo que el chef de un restaurante
tenga una receta muy especial que es la que hace la diferencia. También es
posible, por ejemplo, que el producto que se compra en una tienda sea igual a la
de otra, pero puede ser un asunto de status comprar en alguna de ellas. También,
para dar otros ejemplos, la propaganda puede ser la que fija en el usuario la idea
del producto diferenciado, mientras que en otros casos la diferenciación puede
surgir de una confianza ganada por un médico o un abogado en la atención previa
al cliente. En términos más concretos se puede establecer que la diferenciación
en principio puede provenir de dos fuentes que, desde luego, pueden operar en
conjunto:
1. La localización. Un productor puede tener para sus consumidores una
ventaja, es decir diferenciación, para sus clientes en base a su
localización que le resulta conveniente a los mismos. Este es el caso, por
ejemplo, de una gasolinera ubicada estratégicamente cerca de un barrio,
así como un restaurante colocado en el propio corazón del centro
financiero y comercial de la ciudad.
2. La calidad. Un segundo elemento importante para la diferenciación esta
vinculado con los elementos que guardan relación con la calidad de los
bienes o los servicios. Esta calidad puede ser efectivamente real, un
elemento como un servicio especialmente eficiente o atento, el sabor de
una comida o cualquier otro. Sin embargo, también puede ser un
elemento puramente subjetivo, producto de la publicidad. En todo caso lo
importante es que el consumidor considere que se trata efectivamente de
una diferencia que para el resulta importante. Muchas veces la calidad
diferenciada se concreta con la presencia de elementos como las marcas
y las franquicias, las cuales están diseñadas para mostrarle al comprador
que sea cual fuera el lugar en que realiza la compra o recibe el servicio, el
mismo siempre tendrá la calidad asegurada.
Introducción a la Economía, Juan Jované
236
Si entrar a discutir exhaustivamente el mecanismo por medio del cual se llega al
equilibrio de largo plazo en este tipo de mercado, es importante para nuestros
fines describir cual es el contenido del mismo y como se compara con el equilibrio
de competencia perfecta. En este caso existen dos posibilidades de equilibrio de
corto plazo, que llevan a un único equilibrio de largo plazo.
En primer lugar, es posible que en principio existan solo pocos competidores en el
mercado monopolístico, de manera que cada uno de ellos podrá gozar de una
clientela relativamente grande, con lo que enfrentarán una curva de demanda
relativamente amplia, lo que les dará posibilidad de colocar sus precios por
encima de sus costos marginales, generando así una ganancia más allá de la
normal (tasa de interés), de manera que en principio aparece una especie de
renta que podemos calificar de renta monopolística.
Sin embargo, como en este caso resulta factible que nuevos productores ingresen
con bienes o servicios semejantes (aun cuando no iguales), tarde o temprano se
observará que algunos nuevos productores van a introducirse en el mercado, con
lo que la demanda que le correspondería a cada productor se iría reduciendo, con
lo que también se vería reducida la diferencia entre el precio y el costo medio y
marginal. Este proceso se detiene cuando desaparece la renta monopolística, lo
cual se da cuando el precio alcanza al costo medio de producción, el cual se
encuentra por sobre el costo marginal. Se alcanzaría entonces el equilibrio de
largo plazo.
En segundo lugar, pese a que el caso anterior sea el más normal, puede ocurrir
que en el corto plazo la situación se caracterice por la saturación del mercado, de
manera que se tendría una situación en la que el número de compradores estaría
dividido entre un número muy grande de productores diferenciados. En este caso,
en promedio, los productores solo podrían cobrar precios que no llegarían a cubrir
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
sus costos medios totales, con los que se estarían generando pérdidas efectivas.
En estas circunstancias las empresas peor posicionadas en el mercado, o con
menor capacidad financiera, terminarían saliendo del mercado, por lo que la
demanda se distribuiría ahora entre un menor número de compradores, con los
que las pérdidas terminarían desapareciendo con precios que estarían sobre el
costo marginal, pero que serían iguales a los costos promedios. Nuevamente se
habría alcanzado el equilibrio de largo plazo. En esta posición, vale la pena
aclarar, se dan las siguientes circunstancias:
1. No existe una renta de carácter monopólica. En esto existe una diferencia
con el monopolio.
2. El precio se mantiene por sobre el nivel del costo marginal, por lo que no
se cumple en forma estricta esta condición de eficiencia.
3. La cantidad producida es menor que la que se daría en cada empresa en
condiciones de competencia perfecta, por lo que se concluye que existe
una situación de exceso de capacidad.
Existe, en base a estos resultados, una amplia discusión en el tema de la
evaluación de la competencia monopolística cuando se trata de establecer el nivel
de eficiencia económica que el mismo implica. Para algunos, la presencia de un
costo marginal inferior es una expresión clara de la existencia de una inadecuada
asignación de los recursos, en el sentido de que se podría elevar el nivel de
satisfacción social con una mayor producción, ya que el costo adicional de
producir una unidad es inferior a la satisfacción adicional que la sociedad recibiría
por ese incremento. En el pensamiento de otros autores, esta situación no sería
más que un costo que la sociedad pagaría por el beneficio que representa la
posibilidad de contar con una amplia gama de bienes y servicios diferenciados
entre los que los consumidores pueden libremente escoger324.
324 Stiglitz, Joseph E., opcit, p. 357
Introducción a la Economía, Juan Jované
238
Otra de las importantes discusiones relacionadas con este tema es la que se
refiere al papel de la publicidad. Para algunos autores esta resulta en un elemento
útil ya que tiene el papel de informar a los consumidores sobre las posibilidades
que tienen para realizar su consumo, estos autores, en no pocos casos, agregan
la idea de que la propaganda puede ser un elemento de señalización para
consumidores que tienen que vivir en un mundo de información imperfecta. De
acuerdo a esto las empresas cuando hacen publicidad, sobre todo en base a
marcas, estarían mostrando no solo su solidez financiera y su capacidad de
responder a los clientes, sino que, además, estaría llamando la atención de que
pretende mantenerse en el mercado (es por esto que se hace costoso el gasto en
publicidad), llamando la atención de su deseo de entregar artículos y servicios de
calidad y respaldo técnico.
Otros autores, sin embargo, alegan que la publicidad es, al menos en gran
medida, un mecanismo de las empresas para crear en la mente de las personas
diferenciaciones no existentes en los productos, con el fin de lograr precios más
elevados para sus productos y servicios. Así mismo estos autores llaman la
atención sobre el hecho de que la publicidad está al servicio de la creación de
nuevas demandas, incluso para productos y servicios con poca utilidad, las que en
todo caso están pensadas para abrir nuevas líneas de ventas en condiciones de
empresas que operan en mercados ya saturados y poco dinámicos.
5.4. El Oligopolio
Otra forma de competencia imperfecta que resulta bastante extendida en la
práctica es el oligopolio. Este como su nombre lo indica se refiere a una estructura
caracterizada por un número pequeño de oferentes de un bien o servicio en un
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
mercado determinado325. Más aún, esta situación lleva a que los productores
tengan una relación que puede calificarse de estratégica entre ellos, en el sentido
de que se encuentran en una situación de interdependencia en relación a la
producción, las ventas, las inversiones y la publicidad entre otras. Se trata,
entonces, de una posición donde las empresas al tomar una decisión en torno a
alguna de las variables bajo su control tienen que evaluarla teniendo en cuenta
que la misma va a producir una reacción en el comportamiento de las otras firmas
que operan dentro del mercado. Teniendo estos elementos en cuenta James W.
Friedman afirma que:
“La característica diferencial que distingue al oligopolio de la competencia perfecta y del monopolio (de libro de texto) es que los oligopolistas están ligados estratégicamente los unos con los otros, de modo que la mejor política para una empresa depende de las políticas que estén siguiendo cada una de las
empresas rivales existentes en el mercado”326.
Si nos enfocamos en un primer momento en relación al significado práctico de la
idea de la presencia de un pequeño número de oferentes es conveniente realizar
dos aclaraciones. En primer lugar, para medir el llamado grado de concentración
de un mercado por lo general se utiliza como indicador el porcentaje de las ventas
del mercado que es controlado por las cuatro empresas más grandes. Cuando
este porcentaje es elevado resulta, desde luego, que existe un mercado
caracterizado por el oligopolio. Una simple reflexión sobre este indicador en
nuestro país llevará al lector, sin duda alguna, a concluir que el oligopolio es una
forma o estructura muy extendida en nuestra realidad.
En segundo lugar, es importante tener en cuenta que para diversos casos, el
mercado de referencia es distinto. Así para algunos productos, como pueden ser
el acero, el mercado de referencia es, desde luego, el mercado mundial, en
325 Slavin, Steve, opcit, p. 237. 326 Friedman, James W., Teoría del Oligopolio, Alianza Editorial, Madrid 1986, p.p. 15 y 16.
Introducción a la Economía, Juan Jované
240
cambio para otros casos el mercado local es el que juega este papel. Un ejemplo
de esto último esta dado por una localidad pequeña en la que solo existen dos
talleres de servicios de reparación de automóviles, donde, además, por razones
del propio tamaño del mercado es difícil que un tercer taller se pueda colocar.
Más allá de lo anterior es importante retomar el problema de cómo se establecen
los precios y las cantidades de equilibrio en un mercado en condiciones de
oligopolio. Se trata, como se verá enseguida, de una tarea que no resulta tan
sencilla como en los casos de las estructuras anteriores, dada la complejidad de la
interacción entre los oferentes. Tal como lo afirma James W. Friedman: “Un rasgo
distintivo primordial del estudio de la teoría del oligopolio consiste precisamente en
entender la naturaleza de estas interacciones estratégicas”327.
El problema aquí está dado por el hecho de que dentro del tipo de mercado que
ahora analizamos los oferentes que buscan lograr su máximo beneficio tienen una
doble motivación. Por un lado, estos están motivados a cooperar con el fin de
lograr los beneficios monopólicos más altos posibles. Por otro lado, los oferentes
estarán motivados a romper con la cooperación en la medida de que esto puede
llevarlos a mejorar su situación a costa de los otros participantes en el mercado.
Un ejemplo puede aclarar la situación.
Supongamos que en una localidad solo existen dos pozos de agua, que a los
dueños de los mismos solo les costó la apertura de los mismos, lo que significa
que solo existen costos fijos y, por tanto, los costos variables y marginales son
iguales a cero. Es evidente que estos dos oligopolistas deberán enfrentar el
conjunto de la demanda por el vital líquido en la localidad del ejemplo, la cual
mostrará necesariamente una relación inversa con los precios. En estas
condiciones, resulta evidente que el beneficio total dentro del mercado se logrará
327 Ibidem, p.16.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
a un precio determinado, el cual es fácil de ubicar en el Cuadro 5.1, donde se
establecen la cantidad demanda a cada precio y los beneficios totales.
Aún cuando en competencia perfecta la situación se llevaría al punto donde el
costo marginal que es cero se igualara con el precio, produciendo una cantidad
total de 400 unidades, lo cierto es que lo que más le convendría a los oligopolistas
sería practicar algún tipo de colusión, es decir cooperar entre ellos, para colocar el
precio en 80 con lo que obtendrían la máxima ganancia como si fueran un
monopolio, la cual, luego podría ser repartida entre los dos productores. Aún
cuando en competencia perfecta la situación se llevaría al punto donde el costo
marginal que es cero se igualara con el precio, produciendo una cantidad total de
Introducción a la Economía, Juan Jované
242
400 unidades, lo cierto es que lo que más le convendría a los oligopolistas sería
practicar algún tipo de colusión, es decir cooperar entre ellos, para colocar el
precio en 80 con lo que obtendrían la máxima ganancia como si fueran un
monopolio, la cual, luego podría ser repartida entre los dos productores.
En este caso podrían actuar como un cártel explícito, es decir ponerse de acuerdo
formalmente y actuar de la manera señalada. Esto, sin embargo, generalmente es
prohibido por la ley, por lo que los podría llevar a actuar por la vía de la llamada
colusión implícita, donde no existe un acuerdo formal, pero los productores actúan
de la forma aquí señalada. Concretamente de darse la colusión cada productor
generaría 100 unidades que vendería a un precio de 80, con un beneficio de 8,000
para cada uno.
Sin embargo, si bien es cierto que la posición anterior apunta hacia la cooperación
entre los productores oligopolistas, también es cierto que para los mismos existe
una motivación para no cumplir con cooperación. Esto se da, sobre todo, cuando
los oligopolistas piensan que la contraparte no se dará cuenta del hecho de que
se está rompiendo la colusión. Es así que uno de los productores le puede
parecer bien producir 25 unidades más, rompiendo el pacto implícito o explícito de
que cada uno producía 100 unidades (200 entre los dos). En este caso, lo que
ocurre es que el precio baja hasta 70, pero el efecto es, en principio diferenciado,
ya que este productor estaría vendiendo 125 unidades a un precio de 70, con un
beneficio de 8,750, el cual es superior a los 8,000 que recibía dentro de la
colusión. En cambio el otro productor, si sigue vendiendo 100 unidades, ahora a
un precio de 70, solo obtendrá tan solo un beneficio de 7,000.
El problema aquí es que si este último productor piensa lo mismo que el otro y
también rompe el acuerdo (produce 25 unidades más), entre los dos estarían
generando 50 unidades adicionales, las cuales reducirían el precio hasta 60, con
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
una producción total de 15,000 unidades, en este caso, la situación sería tal que
cada productor estaría produciendo 125 unidades, logrando un beneficio de solo
7,500. Se habría producido así lo que se conoce como un equilibrio de Nash en el
que la falta de cooperación (coordinación) genera un equilibrio que es inferior para
ambos participantes en el oligopolio. En este caso, es probable que ninguno de
los oligopolistas quiera seguir subiendo la cantidad producida. La causa es que
esto ya no ayudaría a su posición, aún cuando el otro no haga nada.
Supongamos, por ejemplo, que uno de ellos trata de producir una cantidad de 25
más, esta situación llevaría el producto total hasta 275 unidades con un precio de
50. En este caso, el productor, si el otro no hace nada, estaría en capacidad de
vender 150 unidades a 50 unidades monetarias cada una, con un beneficio de
7,500, con lo cual no habría ganado nada.
Lo importante aquí es rescatar la idea de que incluso en condiciones de que la
colusión no funcione, el precio del oligopolio estaría por sobre el costo marginal,
en condiciones de que el precio cobrado será, por tanto, superior al de
competencia perfecta, mientras que la cantidad producida será inferior a la de
competencia perfecta, con lo que quedará claro que esta forma de estructura de
mercado esta caracterizada, aunque no necesariamente al mismo nivel que el
monopolio, por una situación que claramente puede ser calificada de ineficiente
desde el punto de vista económico. Se tendría aquí una pérdida del bienestar del
consumidor que no es compensada por el incremento de los beneficios del
productor. Este es un elemento importante en términos de la necesidad de
intervención del sector público, dada esta forma de ineficiencia de mercado. Más
allá de lo anterior, vale la pena tratar algunos de los elementos que pueden jugar
un papel que lleven la situación del oligopolio más cerca de la colusión
(cooperación) o de la competencia (ruptura de la colusión). Entre estos factores se
pueden destacar los siguientes:
Introducción a la Economía, Juan Jované
244
1. El marco legal y su aplicación efectiva. Es evidente que entre más
permisivo sea el marco legal más fácil será la constitución de colusiones
abiertas, en forma de cárteles, o en forma tácita. Por otra parte la
legislación puede ir desde declarar no vinculantes los acuerdos de tipo
cártel hasta declararlos simplemente ilegales. Desde luego, es mucho
más difícil probar la colusión tácita que la abierta. Es, además, evidente
que el problema no se limita a la presencia de una legislación contraria a
la colusión, sino el nivel efectivo de su aplicación.
2. El número de productores participantes en el oligopolio. Cuando el
número de los participantes en un oligopolio es relativamente grande
resulta más difícil mantener la disciplina de la posible colusión (explícita o
tácita). En este caso, por ejemplo, será más difícil saber quién es el que
está introduciendo más productos en el mercado, más aún será difícil
saber si es un problema de este tipo o un simple cambio en las
condiciones del mercado. En cambio, cuando son pocos productores es
más fácil encontrar al que está rompiendo la disciplina, de forma que es
más fácil que los otros oligopolistas actúen para redisciplinarlo, por
ejemplo bajando ellos también los precios y subiendo la producción hasta
que se vuelva a dar el alineamiento de todos los productores.
También es cierto que cuando existen más productores cada uno de ellos
tiene que preocuparse menos por la reacción del resto de ellos328. Es por
esto que de acuerdo a James W. Friedman: “La intuición podría
sugerirnos que en un mercado oligopolista se iría aproximando cada vez
más a la norma del precio igual al coste marginal al irse incrementando el
número de empresas existentes en el mercado”329.
328 Ver: Mankiw, N. Gregory, opcit, p. 219. 329 Ibidem, p. 17.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
3. El nivel de complejidad de los productos y los esquemas de precios.
En este caso se puede señalar que entre más diferenciados y complejos
sean los productos, así como los esquemas de establecer los precios,
mayor será la dificultad de mantener la disciplina de la colusión.
Inversamente, mientras menos diferenciados sean los productos mayor
será la posibilidad de mantener la disciplina. Es así importante destacar
que en no pocas ocasiones los productores que operan bajo las
estructuras de mercados oligopólicos buscan activamente diferenciar sus
productos de los competidores, utilizando entre otras cosas la publicidad,
ya que entienden que esto les da una mayor ventaja en su control del
mercado. En este caso se establece no solo que existe un oligopolio, sino
lo que se conoce como oligopolio diferenciado.
4. Las diferencias en torno a la participación en los mercados. Un
problema que puede afectar la posibilidad de una colusión estable es las
diferencia entre los oligopolistas de lo que significa su “participación
equitativa” en el mercado. Como se ve en el ejemplo numérico una cosa
es conocer cuál es la cantidad y el precio correspondiente que maximiza
el nivel de ingreso de los oligopolistas en su conjunto y otra, bastante
distinta, es como se divide entre los participantes de la eventual colusión
esos beneficios. Así el que llegó primero puede pensar que tiene derecho
a una mayor parte, mientras que el que entró de último puede pensar que
eso no es correcto. Se trata de diferencias, que no solo son capaces de
romper los pactos de colusión, sino que, bajo ciertas circunstancias,
puede llevar a verdaderas guerras de precios.
5. La posibilidad de productores entrantes. Los oligopolistas, además,
deberán tener en cuenta, incluso cuando están en condiciones de
colusión, la posibilidad de que nuevos productores intenten penetrar el
Introducción a la Economía, Juan Jované
246
mercado. De acuerdo a esto lo que ocurre es que si los oligopolistas
colocan sus precios en niveles muy elevados, produciendo cantidades
relativamente pequeñas, pueden atraer a nuevos productores. Para evitar
esto los oligopolistas actúan de forma tal que colocan sus precios en
niveles tales que sea claro para los competidores potenciales que dado el
tamaño del mercado y la tecnología de producción (economías de escala)
su eventual ingreso llevaría a una reducción tal de los precios que no
haría rentable su presencia en el mismo.
Este tipo de preocupación para el análisis del oligopolio fue desarrollado
hace ya algún tiempo por Paolo Sylos Labini330. Entre los elementos
interesantes de este enfoque está el hecho de que el mismo permite
aclarar que los oligopolistas están interesados en elevar las barreras a la
entrada de los potenciales competidores, que entre más altas sean las
mismas, mayor podrán ser los sobreprecios captados por ellos. Más aún,
en este enfoque queda claro que las barreras a la entrada pueden tener
diversos orígenes: las economías de escala y el tamaño de los mercados,
la diferenciación de los productos, el acceso a las materias primas, la
capacidad de lograr financiamiento, la disponibilidad de las tecnologías,
las redes de distribución, y otros.
6. El poder de mercado de los compradores. Finalmente se debe
mencionar el hecho de que en el caso de que los compradores se
encuentren atomizados la posibilidad de los oligopolistas de elevar sus
precios por sobre el costo marginal será relativamente elevada. Lo
contrario ocurrirá cuando existen pocos compradores, sobre todo en el
caso de que los mismos se encuentren organizados, ya que en este caso
frente al poder de los oferentes en el mercado aparece un contrapoder del
330 Labini, Paolo Sylos, Oligopolio y Progreso Técnico, Ediciones oikos – tau , Barcelona, 1966.
Capítulo 5: Mercado de Competencia Imperfecta
lado de los demandantes. Este contrapoder toma su forma más elevada
en el caso del monopsonio (un solo comprador), pero también puede
tomar la forma de un oligopsonio (pocos compradores).
Para concluir la presentación de la estructura de mercado que se conoce como
oligopolio resulta útil introducir dos elementos de análisis complementarios:
1. En primer lugar, modernamente se ha utilizado el análisis de la llamada
teoría de los juegos para interpretar el comportamiento de los oligopolios.
En este caso, se ha llegado a señalar que en condiciones oligopólicas
existe la tendencia de los participantes a moverse hacia la ruptura de la
colusión, es decir hacia la no cooperación. El argumento pasa por
establecer que la no cooperación es la estrategia dominante para cada
oligopolista, es decir la mejor estrategia para cada uno de ellos
independientemente de lo que hagan los otros. Sin embargo, también es
cierto que cuando ya no se ve un momento en el tiempo, sino que existe
una secuencia de situaciones en el tiempo (juego repetido) que siguen
indefinidamente, con la presencia de agentes que cooperan si reciben
cooperación y que buscan contragolpear cuando los otros rompen la
cooperación, la tendencia es hacia la colusión (cooperación).
2. En segundo lugar, en no pocas ocasiones los oligopolios si bien no
compiten en términos de precios pueden llegar a competir en otras
formas. Entre otras como ya se adelantó están la diferenciación de los
productos, incluyendo la publicidad. Otras formas son las que guardan
relación con beneficios adicionales, tales como millajes en los viajes en
avión, preferencia en los servicios de apoyos, y otros.
En definitiva el oligopolio es una estructura de mercado compleja, bastante
extendida, con efectos negativos para la eficiencia económica cuyo análisis, sin
Introducción a la Economía, Juan Jované
248
embargo, no resulta sencillo. Su investigación, en la medida que busca acercarse
a la realidad, debe tomar en cuenta los elementos característicos que especifican
cada caso bajo estudio.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
Capítulo 6 Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
6.1. Definición El presente capítulo, como su nombre lo indica, está dedicado a iniciar al lector en
el estudio del campo de la economía conocido como macroeconomía. El mismo
de acuerdo al Diccionario de Economía del MIT puede definirse de la siguiente
manera:
“El estudio del comportamiento de la economía como un todo. La economía es desagregada en lo que se piensa son categorías amplias y las determinantes del comportamiento de cada una de esas categorías son integradas para lograr un
modelo de toda la economía”.331
Se trata, para fines prácticos, de una definición que resulta similar a la que ofrece
Joseph Stiglitz cuando propone que:
“[La] macroeconomía apunta (…) al comportamiento de la economía como un todo, en particular al comportamiento de las medidas agregadas tales como la tasa global de desempleo, inflación, y la balanza de pagos. Los números agregados no nos dicen que está haciendo una firma o un hogar. Ellas nos dicen que está pasando en la totalidad, o en
promedio”.332
331 Pearce, David W. (editor), The MIT Dictionary of Modern Economics, The MIT Press, fourth
edition, Cambridge Massachusetts, 1992. (Traducción libre nuestra J. J.) 332 Stiglitz, Joseph E., Economics, W. W. Norton & Company, USA, second edition, 1997, p. 17.
Introducción a la Economía, Juan Jované
250
En base a las definiciones presentadas se puede establecer que la
macroeconomía se caracteriza por:
1. Estudiar la economía en su conjunto, esto es en su totalidad, en lugar de
poner el énfasis en lo que hace cada hogar o empresa. Esto no significa
que en algunos enfoques los comportamientos se entiendan a partir del
comportamiento macroeconómico.
2. Esto lo hace por medio del estudio de grandes agregados tales como el
producto total, el consumo total, la inversión total, el nivel general de
precios, masa monetaria y otros.
3. A partir de lo anterior se trata de establecer en forma teórica la forma de
comportamiento y la interacción de estos agregados con el fin de poder
comprender el funcionamiento de la economía, pronosticar los futuros
fenómenos y construir una base adecuada para guiar las políticas
económicas.
6.2. Problemas Básicos
En base a este enfoque la macroeconomía se preocupa por explicar un conjunto
de importantes problemas económicos entre los que generalmente se destacan
los que se comentan a continuación.
En primer lugar, se entiende que una de las preocupaciones principales de la
macroeconomía está referida al nivel de la actividad económica y el empleo.
En este sentido se trata de estudiar cuáles son los factores que explican que una
economía utilice efectivamente toda su capacidad productiva o que por el
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
contrario una parte importante de la misma quede sin utilización. En este mismo
marco se destaca la importancia que el análisis macroeconómico le otorga a los
factores que explican el nivel de empleo y desempleo que se observa en el
conjunto de la economía.
En segundo lugar, se observa que en términos de largo plazo la macroeconomía
se preocupa por el crecimiento económico, es decir por el crecimiento del
producto global de la economía. En este caso, la preocupación no esta dada
sobre la utilización de una capacidad productiva dada, sino sobre los factores que
determinan su crecimiento en términos dinámicos.
En tercer lugar, se destaca que, en complemento a lo anterior, la macroeconomía
se preocupa por explicar los movimientos del conjunto de precios. En este sentido
lo que se busca explicar es qué factores determinan si existe estabilidad de
precios o si, por el contrario, los mismos muestran esa tendencia alcista que se
conoce como inflación. En base a lo anterior se puede señalar que para los
economistas de la corriente principal, así como para los economistas keynesianos,
los tres objetivos básicos de una adecuada política macroeconómica serían los
siguientes:
1. Un elevado nivel actividad económica y de empleo.
2. La estabilidad de los precios o un bajo nivel inflacionario.
3. Un crecimiento acelerado de la economía que se considera fundamental
para el progreso económico.
Con el fin de aclarar los diversos puntos de vista vale destacar desde el principio
que los economistas de la escuela de la economía ecológica consideran que el
tercer objetivo resulta no solo infundado, sino que también es inconveniente. Lo
que se argumenta es que dado el carácter limitado del ecosistema global como
proveedor de recursos, servicios de ecosistema de soporte de la vida y
Introducción a la Economía, Juan Jované
252
resumidero de desechos, el tamaño del sistema económico no puede crecer para
siempre. Más aún, una vez que la escala económica sobrepasa la capacidad de
carga del ecosistema, entonces se estaría en una situación en el que se podría
inducir el colapso del mismo, por lo que estarían creando las condiciones para una
enorme crisis económica, a la vez que se pone en peligro la propia existencia de
la humanidad
Es por esta razón que Herman E. Daly y Joshua Farley plantean que para los
economistas ecológicos el objetivo del crecimiento es remplazado por el objetivo
de la escala óptima, al que le sigue el objetivo de una distribución equitativa
del producto.333 Es útil aclarar que la escala óptima significa, en primer lugar, un
nivel de actividad económica compatible con la sostenibilidad ambiental, por lo
que no debe sobrepasar la capacidad de carga del ecosistema. Además apunta
hacia una situación en la que en el margen, el de hecho de contar con menos
satisfacción proveniente de la pérdida ambiental se iguala al beneficio de tener
mas satisfacción a partir de la disponibilidad adicional de bienes y servicios
producidos. Una vez que se traspase este punto se estaría en el área que estos
autores llaman crecimiento no económico.334
6.3. La Medición de la Actividad Económica
Una vez aclarado el ámbito de estudio de la macroeconomía se puede pasar al
estudio de las principales mediciones que hacen parte del mismo. En este caso
iniciamos la exposición con la medición del nivel de la actividad económica. Este,
333 Véase: Daly, Herman E and Farley, Joshua. Ecological Economics. Principles and Applications, Island Press, USA, p. 223. 334 Ibidem, p. 230.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
en su forma más general, se hace por medio de un agregado económico conocido
como el Producto Interno Bruto (PIB). Este se define como el valor a precios de
mercado de todos los bienes y servicios finales producidos en un país en un
período de tiempo dado. El período de referencia que generalmente se utiliza es
el año. Es evidente que un primer problema que se encuentra cuando se trata de
agregar la producción, es que la misma es efectivamente heterogénea, es decir
está constituida por una gran diversidad de bienes y servicios. Entonces la
pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo agregar naranjas, camisas, servicios
médicos y todos los otros bienes y servicios en una sola cifra?
La respuesta está en buscar un elemento que pueda reducir los diversos bienes y
servicios a una sola dimensión. Para este fin los economistas utilizan los precios
de mercado de los mismos. Un ejemplo sencillo, como el que se observa en el
Cuadro 6.1, muestra cómo opera el proceso de agregación, para una economía
simplificada en que se producen tres bienes y servicios: el agropecuario, el
industrial y los servicios.
Introducción a la Economía, Juan Jované
254
Es claro que multiplicando las unidades físicas de cada tipo de tipo de bien o
servicio por su precio unitario se logra obtener el valor total de los mismos en
términos de valor. Una vez que se cuenta con esto simplemente se pasa a sumar
los valores de todos los bienes y servicios, obteniéndose así una sola cifra que
expresa la producción agregada. En esta agregación, sin embargo, se tiene que
tener cuidado en no contabilizar varias veces un producto, por lo que se debe
utilizar el método de de los bienes finales o, lo que equivale a lo mismo, el método
del valor agregado. Se debe aclarar que por bien final se entienden aquellos
bienes o servicios que no sufren un proceso de transformación adicional, es decir
que no entran directamente en la producción para el mercado de otro bien. Estos
últimos se conocen como bienes intermedios.
El hecho que un bien o servicio se considere un bien final o un bien intermedio no
depende tanto de su naturaleza física, sino de su destino. Así por ejemplo, si una
persona compra hilo para su casa, este se considera un bien final, ya que se va a
dedicar al consumo. Sin embargo si este mismo hilo va a una fábrica para producir
ropa se considera como un bien intermedio, ya que el mismo se va a incorporar a
otros bienes, por ejemplo una camisa, que luego irá a venderse en el mercado.
La importancia de esta distinción se puede entender mejor a partir del ejemplo que
aparece en el Cuadro 6.2, el cual se refiere en forma muy simplificada a un caso
de producción de pan. Es evidente que si sumamos el valor del trigo, la harina, el
pan, el comercio al por mayor y el comercio al por menor, estaríamos cometiendo
un grave error al señalar que el producto total es de 833.33 unidades monetarias.
En este caso el valor del trigo habría sido sumado cinco veces, el costo de
producir la harina 4 veces, el costo de transformar la harina en pan tres veces, el
costo de la comercialización al por mayor dos veces y el de la comercialización al
por menor una vez. Obviamente existe en este caso una sobrevalorización de la
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
producción. Para evitarla se debe recurrir a solo sumar en el producto total el
llamado bien final que sería el pan puesto en el comercio al por menor – por
ejemplo en el supermercado – con un valor de 203.00 unidades monetarias. Por
esto es que en la definición del PIB se especifica que se trata del valor de los
bienes y servicios finales.
Como se puede observar en el Cuadro 6.2 se puede llegar a la misma solución
sumando el valor agregado en cada etapa. Es por esto que el PIB también se
puede definir como la suma de valor agregado bruto de todas las empresas e
instituciones existente en el país en un período dado, que generalmente es de un
año. Siguiendo este último ejemplo podemos rearticular la información con el fin
de establecer el aporte de cada sector productivo en PIB. Esto se aclara si
consideramos el trigo como parte del sector agropecuario, la transformación en
harina y pan como parte del sector industrial, mientras que el comercio al por
Introducción a la Economía, Juan Jované
256
mayor y el por menor constituyen parte del sector de los servicios. El resultado
ahora aparece en el Cuadro 6.3
Con el fin de avanzar en la presentación del tema se puede señalar que para fines
prácticos la economía se divide en tres grandes sectores conocidos como el
Sector Primario, el Sector Secundario y el Sector Terciario. A continuación se
presentan las definiciones de cada uno de estos y sus componentes
1. Sector Primario: Conceptualmente el Sector Primario está constituido por
las actividades que se encuentran más cercanas a los recursos naturales,
por lo que corrientemente se definen como actividades de tipo extractivas,
en las que no se va mucho más allá de lo que ofrece la naturaleza. En
forma práctica se incluyen las llamadas actividades estrictamente
agropastoriles y estrictamente extractivas. En el caso de las estadísticas
panameñas, el sector primario está constituido por las siguientes dos
categorías:
a. Agricultura, ganadería, caza y silvicultura.
b. Pesca.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
2. Sector Secundario: La característica de este sector está dado por la
actividad de transformación, es decir de elaboración sucesiva en diversos
grados de los materiales que entran en al proceso productivo. En el caso
de las estadísticas oficiales de Panamá, en las que llama la atención la
inclusión de la minería, este sector está constituido por las siguientes
categorías:
a. Explotación de minas y canteras.
b. Industrias manufactureras.
c. Suministro de electricidad, gas y agua.
d. Construcción.
3. Sector Terciario: Este sector, probablemente el más difícil de definir en
una forma que no sea simplemente residual, se entiende para algunos
autores como “actividades cuyo producto no tiene expresión material335”,
en el sentido que el resultado no es un bien especifico. Otros autores, por
su parte, han llamado la atención sobre el hecho de que se trata de
actividades en que el proceso de producción y de consumo
necesariamente coinciden en el tiempo. En el caso de Panamá, donde
este sector es el más importante de la economía, las estadísticas oficiales
incluyen en el mismo las siguientes categorías:
a. Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos
automotores, motocicletas, efectos personales y enseres
domésticos.
b. Hoteles y Restaurantes.
c. Transporte, almacenamiento y comunicaciones.
d. Intermediación financiera.
e. Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler.
335 Ibidem, p. 18.
Introducción a la Economía, Juan Jované
258
f. Administración pública y defensa, planes de seguridad social de
afiliación obligatoria.
g. Enseñanza.
h. Actividades de servicios de salud.
i. Otras actividades comunitarias, sociales y personal de servicio.
j. Hogares privados con servicio doméstico.
De la importancia relativa de cada uno de los sectores y categorías de la
economía se conforma la estructura productiva del país, la que es, desde luego,
una característica definida desde el punto de vista histórico – social de cada país.
Es así que Panamá ha sido tradicionalmente un país en el que el sector terciario,
es decir el del comercio y los servicios, constituye el sector dominante de la
actividad económica.
6.4. Producto Interno Bruto a Precios Corrientes y
Producto Interno Bruto Real Dado que el PIB en términos corrientes se mide por una multiplicación de los
precios vigentes por la cantidad de cada tipo de bien final, las comparaciones en
el tiempo para poder expresar el crecimiento efectivo en la disponibilidad de
bienes y servicios en el país deben contar con un método para separar los efectos
provocados por las variaciones de precios de los que se originan en el cambio de
las cantidades. Un ejemplo aclarara esto. Supongamos, volviendo al ejemplo
anterior, que el PIB al año siguiente de la medición del Cuadro 6.1 se calcula, con
el mismo método en 9,450 unidades monetarias, lo que representa una cifra 5.0
por ciento superior a los 900.0 unidades monetarias del año anterior.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
La pregunta es la siguiente: ¿creció realmente la economía en 5.0 por ciento? La
respuesta es que esto podría no ser realidad ya que se podría tratar de una simple
ilusión monetaria debido exclusivamente al alza de los precios. El siguiente
ejemplo, que se contiene en el Cuadro 6.4 aclara esta posibilidad. Como se
observa en el precitado cuadro, el hecho de que el PIB haya “crecido” hasta
9,450.00 unidades monetarias se debe en este caso exclusivamente al incremento
de los precios, no a un aumento real de la producción.
Con el fin de evitar este tipo de ilusión monetaria se introduce el concepto de PIB
real, el mismo se mide utilizando todos los años unos precios que se mantienen
constantes. En realidad se ubica un año que se utiliza como año base, cuyos
precios se utilizan entonces para medir el PIB de cada uno de los años. Es fácil
comprender que en ese caso los movimientos del PIB reflejarán los cambios en
las cantidades. Resulta evidente, por ejemplo, que si en el caso del ejemplo
anterior se hubieran utilizado los precios del año anterior se habría hecho evidente
que la disponibilidad de bienes y servicios en la economía no se habría
modificado. En la actual serie del PIB real en Panamá se utiliza el año 1966 como
año base.
Introducción a la Economía, Juan Jované
260
Un ejemplo permite destacar como la técnica aquí presentada permite separar lo
que constituye el cambio de cantidades en el PIB. Supongamos que en un tercer
año el PIB corriente asciende a 9,855.04 unidades monetarias (Cuadro 6.5). La
pregunta es cuanto de esto es crecimiento real y cuanto es efecto del cambio de
precios.
Si ahora comparamos el nivel del PIB real del “tercer año”, que alcanza a 9,385.75
unidades monetarias a precios constantes con el del año anterior (9,000.00
unidades monetarias a precios constantes), encontramos que se dio un
incremento real del PIB de 4.3 por ciento. También es posible saber en cuanto
aumentaron los precios entre el año base y el “tercer año”. Esto se logra aplicando
la idea del deflactor implícito del PIB que se define de la siguiente manera:
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
Si aplicamos esta fórmula al caso que nos ocupa se tiene que:
Esto significa que para el “tercer año” el nivel de precios sería 5.0 por ciento
superior al del año base. En este sentido se puede decir que el deflactor implícito
del PIB constituye una medida de la llamada inflación. Sin embargo, existen otras
formas de medición que se presentarán en un acápite posterior.
En la práctica, tal como lo ha señalado Stiglitz, la utilización de un año base fijo
puede llevar a que se distorsione el crecimiento real, ya que mantiene una
estructura de precios relativos que no corresponde a la realidad. Se podría, por
ejemplo, estar utilizando un precio relativo muy alto para las computadoras, las
cuales han venido bajando de precios, por lo que se podría estar sobrestimando el
crecimiento del PIB real si este sector muestra un alto crecimiento. Para evitar
esta situación se puede utilizar lo que se llama la regla de la cadena. De acuerdo
a esto el año base se va moviendo de manera que el mismo para cada año está
constituido por el año anterior, con lo que se intenta minimizar los posibles efectos
de los cambios de precios relativos.336
Una de las formas en que se puede entender el PIB es como el total de bienes y
servicios finales a disposición de la población de un país en el transcurso de un
año. Con el fin de dimensionar esta disposición por lo general también se calcula
el PIB per cápita, el cual trata de medir la cantidad de bienes y servicios finales
que en promedio están disponibles por cada habitante en el transcurso de un año
en un país determinado. Este se calcula de manera simple dividiendo el PIB real
del país entre la población del mismo:
336 Stiglitz, Joseph E., op.cit., p. 567.
Introducción a la Economía, Juan Jované
262
Si para el caso del “tercer año” se tiene un población de referencia de 100
personas, entonces el Producto Real por Persona sería de 93.86 unidades
monetarias a precios constantes del año base.
Un concepto de interés es el llamado PIB potencial. El mismo a diferencia del PIB
real observado que hemos venido explicando se refiere al PIB real que se podría
obtener con la plena ocupación de los recursos productivos que tiene la sociedad.
De acuerdo a Stiglitz: “[El] PIB potencial indica cuánto podría producir la
economía si el trabajo y las máquinas se utilizaran a su plena capacidad”.337 Se
trata, vale la pena señalar, de una medición que no resulta fácil de realizar, pero
para la cual existen diversos métodos por medio de los cuales los economistas se
acercan a la misma.338
La idea básica es que cuando la economía se encuentra en condiciones tales que
su PIB real observado se acerca al PIB real potencial se entiende que la misma se
encuentra en una situación de auge. Por el contrario cuando el PIB real observado
se aleja notablemente del real potencial, entonces la economía se encuentra en
una situación recesiva.
Cuando ese alejamiento es excepcionalmente elevado se dice que la economía
estaría en una situación de depresión. Una forma simple de ver lo anterior se
refiere a la relación que se conoce como la tasa de utilización de la capacidad
337 Ibidem, p. 338 Véase: Christiano, Lawrence J., A Survey of Capacity Utilization, International Monetary Fund,
Staff Papers, Vol. 28, No 1, March 1981.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
instalada, la cual se define como la relación entre el PIB real observado y el PIB
real potencial. Su formulación en términos porcentuales es la siguiente:
Es evidente que entre más cerca se encuentre este coeficiente de 100 mayor es la
situación de auge. Así mismo entre menor sea su valor, es decir en cuanto esté
más alejado de 100, se estará asistiendo a una situación insatisfactoria que puede
llegar, a partir de cierto nivel, calificada de recesiva.
6.5. Valoración del PIB Real Como Indicador Económico
La utilización generalizada del PIB real y del PIB real por persona para fines del
análisis económico ha dado, desde hace ya bastante tiempo, a una polémica en
cuanto a su utilidad. Para algunos economistas como N. Gregory Mankiw el PIB
real por persona constituye, pese a reconocer algunos de sus problemas, un
indicador de gran utilidad para el análisis del bienestar. La razón que ofrecen es
que “en suma, el PIB no mide directamente las cosas que hacen que la vida
merezca la pena, pero si mide nuestra capacidad para conseguir los elementos
que hacen que merezca la pena”.339 Este autor, sin embargo muestra cierto
cuidado en su conclusión cuando señala que:
“Al final, podemos extraer la conclusión de que el PIB es un buen indicador del bienestar económico para la mayoría de los
339 Mankiw, Gregory N. Principios de Economía, McGraw – Hill, 2da. Ed., España, 2002, p. 315.
Introducción a la Economía, Juan Jované
264
fines, si bien no para todos. Es importante tener presente que
incluye y que excluye”.340
En contraste con la posición anterior muchos otros economistas llaman
principalmente la atención sobre los problemas que tienen tanto el PIB real como
el PIB real por persona, como mecanismo para medir el bienestar. Entre estos
problemas podemos destacar los siguientes:
En primer lugar, la medición de PIB excluye la valorización que tiene el tiempo
libre en los niveles de satisfacción de las personas. En este sentido, por ejemplo,
si se da un aumento de la productividad y se mantienen las horas de trabajo,
entonces se elevará el PIB real, lo que llevará a plantearse que también se elevó
el nivel de satisfacción de la sociedad. Sin embargo, si la sociedad decide
aprovechar este aumento de la productividad manteniendo el nivel de producción
e incrementando su tiempo de descanso, entonces el PIB real se mantendrá
constante y se llegará a la conclusión equivocada de que el bienestar se mantiene
constante. Como lo señala Steve Slavin “no tenemos manera de decir, a partir del
PIB, si la población goza de una semana de trabajo de treinta horas o tiene que
trabajar sesenta horas a la semana”.341
En segundo lugar, como en el PIB solo se toma en cuenta lo que se vende y
compra en el mercado, el mismo no incluye el trabajo hecho para el hogar por los
miembros del hogar. En este caso elementos tales como la preparación de la
comida, el cuidado de los niños, la tareas de aseo y limpieza y el cuidado de los
enfermos que generalmente hacen las amas de caso, simplemente constituye una
producción que no se toma en cuenta en el PIB. Esto resulta claramente
discriminatorio contra las mujeres en la medida que lleva a tornar invisible una
parte importante de la actividad de las mismas que definitivamente tienen un
340 Ibidem. 341 Slavin, Steve, Economics. A Self – Teaching Guide, John Wiley & Sons, Inc, USA, 1999, p. 73.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
efecto positivo sobre el nivel de bienestar de la sociedad. Es una situación que,
además, resulta paradójica si se tiene en cuenta que dada la metodología de
medición del PIB si todas estas actividades se hicieran por una trabajadora
doméstica asalariada las mismas, por el hecho de pasar por el mercado, si se las
consideraría parte del PIB real.
En tercer lugar, se destaca que entre los problemas más importantes que hoy se
reconoce que tiene el PIB real como medida de bienestar de la población es que
el mismo, por lo general, no toma en cuenta los costos ambientales, los cuales
obviamente deberían ser substraídos del resultado económico. Esto es explicado
por Samuelson y Nordhaus al referirse al cálculo del PIB en los siguientes
términos:
“Además de sumar los ‘bienes’ (por ejemplo, un agradable sistema de aire acondicionado), el PNB debería ajustarse de tal forma que restara los ‘males’ (por ejemplo, la contaminación del aire y el agua que entraña, el quemar carbón para generar la electricidad necesaria para el aire acondicionado). Evidentemente, debemos rescatar el costo económico de esos ‘males’ siempre que no se reflejen en los
productos y los precios de los productos”.342
Herman E. Daly y Joshua Farley van más allá al señalar que no solo no se toman
en cuenta los costos anteriormente señalados sino que, además, se debe tener en
cuenta que la naturaleza presta una serie de servicios del ecosistema, como son,
por ejemplo, el régimen de lluvia, la regulación de la temperatura, la protección
contra inundaciones y otros, los cuales no son ni bienes ni servicios de mercado,
por lo cual dichos servicios no se toman en cuentan en el cálculo del PIB real. Así
mismo el deterioro de los ecosistemas que los generan no se reconoce como una
342 Samuelson, Paul A. y Nordhaus, Economía, McGraw – Hill, duodécima edición, México D. F.,
1988, p. 141 y p. 142.
Introducción a la Economía, Juan Jované
266
reducción de los elementos básicos que aseguran los servicios básicos de soporte
de la vida.343
En cuarto lugar, se debe señalar que el PIB real por persona es, por su forma de
cálculo, un simple promedio, por lo que el mismo no expresa y más bien oculta el
tipo de distribución del ingreso que se observa en la sociedad. Para entender esto
se puede señalar, por ejemplo, que un individuo gana 2,000 balboas mensuales,
otro gana 400 balboas mensuales y otro no tiene ningún ingreso, no tiene ningún
sentido decir que el ingreso promedio de los tres es de 800 balboas mensuales.
Como lo señalan Daly y Farley el PIB real no es más que un simple promedio que
no dice nada sobre la distribución de los resultados económicos y su
significado.344
Teniendo en cuenta lo anterior se han venido diseñando algunos indicadores
alternativos para medir el bienestar de la población. El más conocido de estos es
el llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH) el cual calcula anualmente el
Programa de Naciones Unidad par el Desarrollo (PNUD). En términos generales,
sin entrar a definir toda la metodología empleada, este se define como un
indicador que engloba en un solo valor tres componentes que se consideran
básicos para el bienestar de la población:
“El IDH es un índice compuesto que se basa en tres indicadores: longevidad, medida en función de la esperanza de vida al nacer; nivel educacional, medido en función de una combinación de la tasa de alfabetización de adultos (ponderación dos tercios) y la tasa bruta de matricula combinada primaria, secundaria y terciaria (ponderación, un
343 Daly, Herman E and Farley, Joshua, op.cit. p. 228. 344 Ibidem, p. 229.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
tercio), y nivel de vida medio, medido por el PIB per cápita
(PPP, dólares)”.345
El IDH no es, sin embargo, la única medida alternativa del bienestar. Es así que
entre los indicadores alternativos de bienestar se puede contar con la llamada
Medida de Bienestar Económico (MBE) de Nordhaus y Tobin,346 quienes sin
embargo llegaron a la conclusión de que la correlación entre el crecimiento de
esta y el crecimiento del PIB real por persona era lo suficientemente elevada
como para que el movimiento de este último indicador permitiera establecer la
evolución del bienestar material de la población.
Otro indicador alternativo es el Indice de Bienestar Sustentable de Bienestar
Económico (IBSB) de Daly y Cobb,347 en el que se hace un mayor énfasis en los
problemas y costos ambientales, las dificultades de la vida moderna urbana, la
valoración del tiempo libre y la distribución del ingreso. La conclusión en este caso
es muy distinta a la de Norhaus y Tobin ya que de acuerdo a Daly y Cobb para
los países desarrollados la situación sería que incrementos adicionales en el PIB
real ya no generan efectos positivos en el IBSB, más aún, dado los altos costos
ambientales del crecimiento, la relación podría postularse como inversa.
Volveremos a estos indicadores alternativos cuando se analice la visión
macroeconómica de la escuela de la economía ecológica.
345 PNUD, Informe Sobre Desarrollo Humano 2001, Mundi – Prensa, México D. F., 2001, p. 256.
Para una explicación completa de la metodología véase la nota técnica 1 de este trabajo en las páginas
243 y 244. 346 Nordhaus, William and Tobin James, Is Growth Obsolete? in Economic Growth, National Bureau of Economic Research General Series, No 96E, Columbia University Press, New York, 1972. 347 Daly, Herman E and Cobb Jr., John B., For the Common Good. Redirecting the Economy toward Community, and a Sustainable Future, Beacon Press, second edition Updated an Expanded, USA, 1994.
Introducción a la Economía, Juan Jované
268
6.6. Oferta Agregada y Demanda Agregada
El concepto de oferta agregada se refiere al total de bienes y servicios finales
que están disponibles para ser transados en una economía en un período de
tiempo dado, el cual generalmente se toma como un año. En una economía que,
tal como ocurre en la práctica, tiene relaciones económicas con el exterior, la
oferta tiene dos componentes. El primer componente esta constituido por el PIB,
pero el mismo no constituye la oferta global, ya que a estos se deben sumar las
importaciones de bienes y servicios desde el exterior (IMP). En este sentido
se puede establecer que en términos concretos la oferta agregada (OA) queda
definida como la suma del producto interno bruto (PIB) y las importaciones (IMP).
De manera compacta:
Siguiendo un proceso similar al del acápite anterior, la oferta agregada y sus
componentes pueden ser calculados a precios corrientes o a precios constantes.
Cuando se miden a precios corrientes se valoran a los precios del año que se está
estudiando, en cambio, como ya se sabe, cuando se miden a precios constantes
se valoran a los precios del llamado año base. Estas observaciones, vale la pena
señalar, también son válidas para el caso de la demanda global.
Por demanda agregada (DA) se entiende la demanda total por bienes y
servicios finales que enfrenta una economía. Se debe entender que cuando la
idea de demanda que se maneja aquí no se refiere al simple deseo de adquirir
bienes y servicios, sino al deseo acompañado de capacidad adquisitiva efectiva.
La demanda efectiva, en principio, está formada por dos componentes: la
demanda interna, que no es más que la demanda o el total de compras de
bienes y servicios finales por parte de los agentes económicos residentes en el
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
país, y la demanda externa, que no es más que la demanda o compras totales de
bienes y servicios finales que realizan los residentes en el exterior. La demanda
interna está conformada por las compras de bienes y consumos finales que
hacen los residentes del país ya sea con fines de consumo o de inversión
(formación bruta de capital). Los componentes que constituyen a cada uno de
estos agregados son los siguientes:
1. Consumo Final Total:
a. Gastos de consumo final privado o consumo final de los hogares
(CP). Este es un flujo de gasto equivalente al valor de los bienes y
servicios finales adquiridos por los hogares para su utilización en
términos de la satisfacción de sus necesidades.
b. Gastos de consumo final del gobierno (CG). Este agregado se
refiere al valor del flujo de gastos del gobierno destinado a prestar
servicios públicos colectivos, tales como la seguridad, el
mantenimiento de la ley, la salud pública, la educación, la protección
al medio ambiente y otros similares.
2. Formación Bruta de Capital (Inversiones):
a. Formación bruta de capital privado (FBKP). Como su nombre lo
indica está constituida por el conjunto de las inversiones privadas
tanto con fines de reposición como de incremento de los activos
reales productivos. Es conveniente señalar que el concepto de
inversión bruta contiene el monto de la depreciación de los activos
reales productivos existentes. Así mismo es útil destacar que se trata
de activos reales productivos (como edificios, maquinarias, equipos
y existencias de mercancías) y no de simples activos financieros
(como acciones y bonos). En términos concretos se entiende que se
trata de los siguientes elementos: (i) el llamado capital fijo (todas las
Introducción a la Economía, Juan Jované
270
construcciones, así como las maquinarias, equipos y medios de
transporte); (ii) la llamada variación de las existencias, que, como
se verá más adelante, pueden ser acumuladas en forma intencional o
no.
b. Formación Bruta de Capital Gubernamental (FBKG). Este
agregado se refiere al conjunto de gastos que realiza el Gobierno con
el fin de adquirir activos productivos reales, ya sea para fines de
reposición o de ampliación. Los elementos constitutivos en este caso
son similares a los del sector privado, es decir que se incluye el
capital fijo y la variación de existencias.
Para completar el concepto de demanda agregada solo queda introducir el
significado de la demanda externa. Esta última se refiere al hecho de que los no
residentes anualmente adquieren dentro del país bienes y servicios finales, como
pueden ser, por ejemplo, azúcar, camarones, bananos, servicios de transporte del
Canal de Panamá, Servicios Financieros y otros. El valor total de ese gasto en
bienes y servicios por parte de los residentes constituye la demanda externa que,
en términos concretos, se conoce como exportación de bienes y servicios
(EXP).
De todo lo anterior es fácil entender que la demanda agregada puede ser definida
de la siguiente manera: gasto de consumo final privado más gasto de consumo
final gubernamental más formación bruta de capital privado más formación bruta
de capital gubernamental más exportaciones. En forma compacta se puede
escribir de la siguiente manera:
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
Para completar el acápite se debe señalar que por razones contables la oferta
agregada y la demanda agregada deben de coincidir por lo que se puede escribir
que:348
Restando las importaciones (IMP) en ambos lados de la ecuación encontramos
que:
La ecuación 3 nos da otra definición del PIB, la cual se conoce como la definición
del PIB por el lado del gasto. De acuerdo a esta el PIB es igual al consumo final
privado más el consumo final gubernamental más la formación bruta de capital
privado más la formación de capital bruto gubernamental más las exportaciones
menos las importaciones. Dado que la resta entre las exportaciones (EXP) y las
importaciones (IMP) es lo que se conoce como balanza comercial o exportaciones
netas (EN), también se puede escribir que:
De acuerdo a esto último el PIB es igual al consumo final privado más el consumo
final gubernamental más la formación bruta de capital privada más la formación
bruta de capital gubernamental más las exportaciones netas o balanza comercial.
El lector debe tener presente que este último elemento será positivo cuando las
exportaciones superen las importaciones y negativo cuando ocurra lo contrario.
Desde luego que el mismo será igual a cero cuando las exportaciones y las
importaciones sean iguales.
348 En el próximo capítulo se hará claro que cuando se estudia el equilibrio la igualdad
entre ambos agregados es la condición de equilibrio del nivel de actividad económica.
Introducción a la Economía, Juan Jované
272
6.7. Empleo
El punto de partida aquí es la población total, la que a su vez se subdivide en la
población que no está en edad de trabajar (población sin edad de trabajar) y la
población en edad de trabajar. En el caso de Panamá la Dirección de
Estadística y Censo de la Contraloría General de la República considera que la
población en edad de trabajar es la población que tiene 15 o más años de edad.
Es importante destacar que en nuestro caso no se acota hacia arriba la edad de
trabajar, mientras que en otros países se acostumbra poner un tope o cota
superior, el cual en algunos casos se establece entre los 60 y los 65 años de
edad. No menos importante sería pensar en una edad inicial que recogiera la idea
de que los niños no deben estar en el mercado laboral sino en el sistema
educativo.
Entendiendo que la población que no está en edad de trabajar en principio
depende económicamente de la que si está en edad de trabajar, generalmente se
califica a la primera de población dependiente. Una importante relación que
resulta de esta distinción es la que se da entre la población dependiente (que no
tiene edad de trabajar) y la población total del país. En aquellos países que están
todavía en las primeras etapas de la llamada transición demográfica, se observa
alta dependencia infantil y juvenil, dado un alto porcentaje de la población que es
todavía muy joven para involucrarse en la actividad productiva. Por el contrario
aquellos países que se encuentran en una etapa muy avanzada de la transición
demográfica mostrarán, por el contrario, una alta dependencia de adultos
mayores, dado el hecho de que un alto porcentaje de la población tendría edades
lo suficientemente avanzadas como para haber salido del mercado laboral.
La población en edad de trabajar, por su parte, se divide entre la población
económicamente activa (PEA) y la población no económicamente activa
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
(PNEA). La población económicamente activa no es otra cosa que la población en
edad de trabajar que suministra la mano de obra disponible para la producción
de bienes y servicios. Cuando señala que está disponible esto significa que la
misma ofrece su fuerza de trabajo, aún cuando en la práctica estas personas
pueden estar efectivamente ocupadas o desocupadas.
Para avanzar se debe precisar, quienes, concretamente son considerados como
población no económicamente activa. En este caso se encuentran las personas
que tienen edad de trabajar pero que son amas de casas, estudiantes,
pensionados, jubilados, retirados, rentistas y personas que simplemente no
trabajan y no buscan empleo. Es de interés señalar que por “ama de casa” se
entiende una persona que se dedica de manera exclusiva al cuidado del hogar
propio y que no recibe ni pensión, jubilación o renta. La exclusión de las “amas de
casa” se corresponde con la idea de que el trabajo hecho en los hogares por un
miembro del hogar no hace parte del PIB. En la práctica constituye uno de los
tantos mecanismos de discriminación de género, el cual invisibiliza una gran parte
del aporte de las mujeres al bienestar del hogar y de la sociedad.
La Dirección de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República
distingue dentro de la Población no Económicamente Activa dos categorías de
personas:
1. Los llamados inactivos puros, que son aquellas personas no
económicamente activas que respondieron a la Encuesta de Hogares que
no tenían intención de buscar empleo en los próximos seis meses a partir
de la fecha de dicha encuesta. Son, entonces no activos que planean
quedarse como tales.
2. Los llamados potencialmente activos, que son aquellas personas que
actualmente son no económicamente activos pero, que de acuerdo a lo
Introducción a la Economía, Juan Jované
274
que contestaron a la Encuesta de Hogares, tienen intención de empezar
a buscar trabajo en algún momento de los próximos seis meses que
siguen a la fecha de dicha encuesta. Por contraste con el grupo anterior
son personas que están planeando dejar de ser inactivos para
incorporarse a la PEA.
Por lo que respecta a la población económicamente activa, los mismos, tal como
se adelantó, pueden ser parte de la población ocupada o de la población
desocupada. Los desocupados son las personas que están en alguna de las
siguientes condiciones:
1. No tenían ocupación o trabajo durante la semana a que hace referencia
la Encuesta de Hogares, pero que habían trabajado antes y seguían
buscando trabajo.
2. Nunca han trabajado pero buscan su primera ocupación. Estos son
conocidos como trabajadores nuevos.
3. No estaban buscando trabajo en la semana de referencia de la Encuesta
de Hogares, pero si habían buscado trabajo en las últimas cuatro
semanas anteriores a la encuesta.
4. No estaban buscando trabajo en la semana de referencia porque ya
habían encontrado un trabajo el cual empezarán a ejercer en una fecha
posterior.
5. No estaban buscando trabajo en la semana en referencia pero lo han
buscado antes y entienden que están esperando noticias de sus
solicitudes.
6. No estaban buscando trabajo en la semana de referencia pero han
buscado antes y señalan que se han cansado de buscar trabajo.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
La Dirección de Estadísticas y Censo de la Contraloría General de la República
considera que las personas están en condiciones de desempleo abierto, cuando
corresponden a alguna de las siguientes condiciones:
1. No tenían ocupación en la semana de referencia de la Encuesta de
Hogares, pero ya antes habían trabajado y estaban buscando empleo.
2. No estaban buscando empleo en la semana de referencia de la Encuesta
de Hogares porque ya habían encontrado un trabajo que empezarían a
ejercer en una fecha posterior.
3. Nunca han trabajado pero están buscando su primer empleo.
4. Buscaron trabajo en las últimas cuatro semanas.
En adición a lo anterior, para ser considerado desempleado abierto, quienes se
encuentran en las categorías antes señaladas deben reunir los siguientes
requisitos: haber buscado empleo, haber efectuado gestiones concretas para
encontrarlo y estar disponibles para un trabajo. Teniendo esto en cuenta se
consideran personas en condiciones de desempleo oculto a quienes tienen por
lo menos uno de los siguientes atributos:
1. Personas que se cansaron de buscar empleo.
2. Personas que buscaron ocupación en términos generales, sin embargo,
no realizaron gestiones concretas para conseguirlo.
3. Personas que realizaron una búsqueda de ocupación, hicieron gestiones
concretas, pero no están disponibles.
4. Personas que no estaban buscando ocupación, los cuales manifiestan
que han buscado antes y están a la espera de noticias sobre sus
solicitudes.
Introducción a la Economía, Juan Jované
276
Volviendo a la población ocupada se puede señalar que la misma, de acuerdo a
las estadísticas, oficiales incluye a las personas con alguno de las siguientes
situaciones:
1. Tienen una ocupación o trabajo remunerado en dinero o en especies,
durante el período de referencia de la Encuesta de Hogares.
2. Trabajan de manera regular en un negocio o empresa de algún miembro
de su propia familia, aún cuando no perciban sueldo o salario, siempre y
cuando lo hagan durante 15 o más horas semanales.
3. Tienen una ocupación fija remunerada, la cual, sin embargo, no ejercieron
ningún día del período de referencia de la Encuesta de Hogares a causa
de una circunstancia que puede ser considerada transitoria. Entre dichas
circunstancias se encuentran las siguientes: enfermedad o accidente;
interrupción temporal del trabajo debido a mal tiempo o daños en los
equipos; interrupción temporal del trabajo debido a conflictos laborales;
uso de vacaciones, permiso o licencia.
4. No trabajaron la semana de referencia de la Encuesta de Hogares, pero
son personas que trabajan por tiempos definidos.
Entre las relaciones más utilizadas para medir la situación del empleo están la
tasa de empleo (que realmente se debería llamar tasa de ocupación) y la tasa de
desempleo o tasa de desocupación. La tasa de ocupación no es más que la
relación entre el total de personas ocupadas y la PEA. Esta muestra que
proporción de la población se encuentra ocupada. Su formulación es la siguiente:
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
En forma recíproca la tasa de desempleo (tasa de desocupación) es la relación
entre la población desocupada y el total de la PEA. La misma expresa la
proporción de la población económicamente activa que se encuentra desocupada.
La forma de calcularla es la siguiente:
Un problema que existe con las mediciones de empleo antes presentadas es que
las mismas no dicen mucho sobre la calidad de la ocupación, la cual puede ser
relativamente baja para muchas personas. Es por esto que el análisis del empleo
tiene que avanzar haciendo uso de otras definiciones, desagregaciones y
relaciones.
Antes de abordar de lleno el problema de la calidad del empleo es conveniente
introducir la clasificación de la población ocupada por categoría de ocupación,
ya que esta forma de ver el problema ayudará a entender mejor la problemática
de la calidad. De acuerdo a esta clasificación las personas pueden ser parte de
uno de los siguientes grupos de trabajadores:
1. Los empleados son aquellas personas que reciben una remuneración de
otra persona natural o jurídica por su trabajo. Los mismos son por lo tanto
asalariados, que reciben salarios o sueldos y que pueden recibir
remuneraciones adicionales tales como comisiones y propinas.
Dependiendo de la naturaleza del empleador se subdividen en:
a. Empleados del gobierno (incluye a todos los trabajadores del sector
público).
Introducción a la Economía, Juan Jované
278
b. Empleados de la empresa privada, que trabajan para un empleador
en una organización con fines de lucro
c. Empleados domésticos, que laboran para los hogares a cambio de
un salario.
d. Empleado de organizaciones sin fines de lucro, los cuales trabajan
para empleadores que, por lo general, producen servicios para
abastecer a la población de manera gratuita o a un precio por debajo
del costo de mercado.
e. Empleados de cooperativa, los cuales trabaja para empresas de
modalidad asociativa.
2. Los trabajadores por cuenta propia, los cuales trabajan para si mismos
o ejercen su profesión u oficio en condiciones tales que no tienen ningún
trabajador remunerado bajo su cargo.
3. Los patronos, que están constituidos por las personas que explotan su
propia empresas ya sea solos o de manera asociada, siempre y cuando
tengan a su cargo uno o varios empleados remunerados.
4. Los trabajadores familiares, que son personas que trabajan por lo
menos un tercio del tiempo laborable de una semana en una empresa o
negocio que pertenece a su propia familia, por lo que, además, no
reciben una remuneración o pago y actúa como dependiente de quien
aparece come jefe de la operación.
5. Los trabajadores de cooperativa, quienes al igual que los empleados de
las cooperativas trabajan en empresa de este tipo asociativo. Sin
embargo se distinguen de los anteriores por el hecho de que no reciben
una remuneración en forma de sueldo o salario, sino que participan en la
operación como socios, teniendo por tanto un poder de decisión en las
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
mismas lo que les da derecho a una parte de los beneficios que se reparte
a título de retorno cooperativo. Las actividades de la cooperativa en este
caso deben llevar a la producción de algún artículo o bien, para lo cual se
requieren actividades que generen algún grado de transformación.
Una desagregación importante desde el punto de vista de la calidad de la
ocupación es la que se realiza en términos de las llamadas condiciones de la
ocupación. De acuerdo a esta metodología de desagregación la población
ocupada se divide en las siguientes categorías:
1. Los ocupados plenos que se caracterizan por ser personas de más de
15 años de edad que trabajan 40 o más horas a la semana, los cuales
además no buscan otro empleo adicional ni tienen interés de trabajar más
horas de las que ya están trabajando. Estos reciben una remuneración
que no es inferior al salario mínimo.
2. Los ocupados a tiempo parciales son aquellas personas que trabajan
menos de 40 horas semanales, pero lo hacen por su propia decisión, por
lo que no buscan otro empleo adicional ni tienen intención de trabajar
más horas.
3. Los subempleados por insuficiencia de horas son aquellas personas
que trabajan menos de 40 horas semanales pero que desearían trabajar
más horas, por lo que buscan trabajo adicional y están disponibles para
ello. Esta situación también se conoce como subempleo visible.
4. Los subempleados por insuficiencia de ingresos son aquellas
personas que trabajan 40 horas o más a la semana pero que a cambio
reciben ingresos inferiores al salario mínimo. Esta categoría también es
conocida con el nombre de subempleo invisible.
Introducción a la Economía, Juan Jované
280
Es importante destacar que en la medida en que amplios contingentes de la
población se encuentren en condiciones de subempleo por insuficiencia de horas
e insuficiencia de ingresos, es decir de subempleo visible e invisible, aparece una
clara manifestación de falta de calidad en los empleos. Una forma de medir el
mismo es por lo tanto la relación entre el subempleo total y el nivel de ocupación
total. Concretamente se puede utilizar la siguiente formulación:
Otra forma de clasificación del empleo que facilita evaluar la situación de la
ocupación en términos de su calidad es aquella que distingue entre empleo
formal y empleo informal. Esta distinción se puede hacer desde dos puntos de
vista, ambos de los cuales son útiles. Una primera forma de definir la informalidad
es haciendo referencia al cumplimiento de algunos requisitos legales y sobre todo
al acceso o no a la seguridad social. En este caso se consideran trabajadores
informales a las personas que están en alguna de las siguientes condiciones:
1. Son trabajadores asalariados de la empresa privada pero no tienen
acceso a la seguridad social (realmente son evadidos por los
empleadores) y/o no tienen contrato formal de trabajo.
2. Son trabajadores que trabajan por cuenta propia y no tienen acceso a la
seguridad social.
3. Son patronos, es decir dueños de sus propios negocios en empresas de
menos de cinco personas y que no tienen acceso a la seguridad social.
4. Trabajadores domésticos que no tienen acceso a la seguridad social.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
5. Trabajadores familiares sin acceso a la seguridad social.
Una segunda forma de distinguir la formalidad y la informalidad hace referencia,
principalmente, a los niveles de productividad que resulta de las formas de las
mismas. Para el área urbana la clasificación es la siguiente:
1. El sector formal se refiere a instituciones y empresas cuyos trabajadores
cuentan con seguro social, que, además, cuentan con una tecnología
relativamente moderna, siendo también cierto en el caso de las empresas
privadas una clara distinción entre el trabajo y el capital.
2. El sector informal se refiere a empresas u otras unidades de producción
con un nivel tecnológico bajo, de menos de cinco trabajadores, los cuales,
además, no cuentan con seguro social. Este sector está constituído por el
siguiente tipo de empresas:
a. Empresas con un bajo nivel organizativo y tecnológico, en las que no
existe una clara distinción entre el trabajo y el capital como factores
de producción. Las relaciones de producción, por lo general, se
sostienen sobre el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones
sociales, más que una relación de tipo contractual. Se trata de
empresas de menos de 5 ocupados.
b. Son empresas que, por lo general, no pueden ser efectivamente
consideradas como entidades jurídicas separadas de sus propietarios,
las cuales prácticamente no llevan una contabilidad completa que
permita la separación entre financiación de las actividades de
producción de la empresa de referida a otras actividades de sus
dueños propietarios.
Introducción a la Economía, Juan Jované
282
c. Empresas propiedad de personas naturales, es decir individuales,
formadas por los miembros de un hogar o de varios hogares, que
tienen menos de cinco empleados.
La Dirección de Estadística y Censo de la Contraloría General considera a los
trabajadores domésticos como pertenecientes a un sector distinto a los dos
anteriores, el cual denomina Empresas de Hogares. Pese a esto, lo correcto
sería entender que estos trabajadores pertenecen, por el tipo de tareas que
realizan, al mundo de la informalidad. Es evidente que la presencia de una gran
parte de los ocupados en condiciones de informalidad también llama la atención
sobre la presencia de bajos niveles en términos de la calidad del empleo. En esta
situación se puede evaluar utilizando la tasa de informalidad la que se puede
definir como la relación entre el total de trabajadores ocupados en condiciones de
informalidad y la ocupación total. En términos prácticos tenemos la siguiente
formulación de esta tasa:
Para completar este acápite se debe señalar que por lo general la ocupación
también se clasifica por ramas de actividad económica, las cuales en términos
generales coincide con la clasificación que se hace del PIB. Esto, desde luego,
facilita el análisis conjunto de los agregados de producción y ocupación, lo cual
permite aclarar elementos importantes de la evolución de ambos. En el caso de
Panamá la clasificación coincide exactamente con la que se dio para el PIB. Entre
los indicadores que se pueden calcular con las estadísticas del PIB y la ocupación
se destaca, por la amplia utilización que se hace del mismo, el que se refiere a la
productividad del trabajo, que no es más que la relación entre lo producido y el
número de trabajadores ocupados, o sea el PIB por trabajador ocupado, este se
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
puede calcular para toda la economía o para cada sector o rama. La expresión
formal para el cálculo para una rama es en este caso la siguiente:
Se debe, sin embargo, tener presente que pese a que se trata de un indicador
que puede ser útil, el mismo resulta grueso, por llamarlo de alguna manera, en la
forma de calculo aquí presentado. Si se quisiera un indicador más preciso sería
conveniente utilizar en el denominador más que la población ocupada el número
de horas trabajadas, con el fin de obtener el producto por hora trabajada. Esto
dado que el mismo número de trabajadores puede rendir distinta cantidad de
tiempo (horas) de trabajo. Los análisis más detallados, además, tienden a utilizar
en el numerador las unidades físicas producidas ya no en una rama sino en algún
tipo de actividad específica.
6.8. Nivel de Precios y Costo de Vida
El objetivo del presente apartado es presentar de manera resumida la forma en
que se mide el incremento general de los precios de consumo. El problema
consiste ahora en buscar la manera de obtener una forma sencilla de presentar el
nivel general de los precios y su evolución
El instrumento que se utiliza, que está destinado a medir el llamado costo de vida
y su evolución, toma el nombre de índice del precio al consumidor (IPC). Su
objetivo es el de tratar de medir cuál es el costo total que, en diversos momentos
del tiempo, tendría que asumir el hogar representativo para adquirir el conjunto de
Introducción a la Economía, Juan Jované
284
bienes y servicios que típicamente consumía dicho hogar representativo en el año
de referencia, es decir en el llamado año base. Se trata, como puede observar el
lector, de darle seguimiento al costo de la canasta típica de consumo de lo que
podemos considerar el hogar representativo. De acuerdo a David Pearce el índice
de precios al por menor se puede definir como:
“Un número índice del precio de bienes al que comúnmente se hace referencia como el ‘índice de costo de vida’. Este mide los cambios relativos en los precios de un conjunto de bienes de consumo que serán comprados por un hogar promedio de
manera regular”.349
El contenido general del método de cálculo, que se ilustra con un ejemplo que se
contiene en el Cuadro 4.6, se puede entender con facilidad dividiendo en fases el
proceso general que el mismo contiene:350
1. Construcción de la Canasta Básica. La primera tarea a desarrollar es
establecer la canasta de consumo de bienes y servicios que se considera
que es adquirida mensualmente en el hogar que puede ser considerado
típico o representativo. Esto se puede hacer por medio del uso de datos
de la encuesta realizada entre los hogares, a partir de que se establece
una cantidad de consumo para cada bien y servicio. En nuestro ejemplo la
canasta básica que consume el hogar representativo se recoge en la
columna (1) del Cuadro 6.6.
2. Encontrar los precios. El segundo paso a seguir es encontrar los precios
para cada producto en cada uno de los años que se están estudiando, lo
cual se hace por observación directa de los mismos. En el ejemplo de
cuadro 6.6 los mismos se encuentran en la columna (2), que se refiere al 349 Pearce, David W. (editor), The MIT Dictionary of Modern Economics, The MIT Press, fourth
edition, Cambridge Massachusetts, 1992. (traducción libre nuestra J. J.) 350 Mankiw, Gregory N. Principios de Economía, McGraw – Hill, segunda edición, España, 2002,
capítulo 23.
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
año 1, así como en la columna (4) y (6), que se refieren al año 2 y el año
3, respectivamente.
3. Calcular el costo total de la canasta. Esto se logra para cada año
multiplicando la cantidad de cada bien y servicio de la canasta, que es
igual para cada año, por el precio de cada uno de estos componentes en
dicho año, para, luego sumar el gasto y obtener el Costo de la canasta.
En el ejemplo del Cuadro 6.6 dicho costo alcanza a 911.00 unidades
monetarias en el año 1, a 944.55 unidades monetarias en el año 2, y a
972.28 unidades monetarias en el año 3. Es evidente que el ejemplo se
refiere a un caso de elevación del costo de vida.
4. Cálculo del índice de precios al consumidor. Si bien con el costo de la
canasta ya se podría tener una idea del costo de vida y su evolución, en la
Introducción a la Economía, Juan Jované
286
práctica esto se hace reduciendo dichos costos a un número índice. Para
tal fin se escoge un año base, el cual en nuestro ejemplo es el año1 y
luego se divide cada uno de los años entre el año base y se multiplica por
cien. Tal como se observa en el Cuadro 6.6 este índice resulta en 100.00
en el año base, lo cual confirma que es el año base, en 103.68 en el año 2
y en 106.80 en el año 3. Se puede observar que se trata simplemente de
repetir la información del costo de la canasta de consumo, con la
diferencia que la misma ahora está referida al año base. El lector deberá
recordar que la forma de calcular el índice de precios al consumidor (IPC)
es la siguiente:
5. Cálculo de la tasa de crecimiento de los precios al consumidor. Una
vez que se tiene el nivel del índice de precios al consumidor se puede
calcular la tasa de crecimiento del costo de vida en términos porcentuales.
Esto no es más que la tasa de crecimiento del índice de precios al
consumidor, lo cual se obtiene restando el nivel del mismo en el año
corriente del nivel del año anterior y dividiendo el resultado entre el índice
de precios del año anterior.
Finalmente para darle una forma porcentual este último resultado se
multiplica por cien. En el caso del ejemplo del cuadro 2.6 la tasa de
crecimiento del costo de la vida se establece en 3.7 por ciento para el año
2 y en 3.0 por ciento para el año 3. Vale la pena aclarar que cuando se
habla de tasa de inflación generalmente se está haciendo referencia a la
tasa de crecimiento del nivel general de precios, por lo que la tasa de
crecimiento de índice de precios al consumidor constituye un indicador de
Capítulo 6: Macroeconomía, Problemas, Fines y Mediciones
este fenómeno. Al igual que en el caso anterior el lector deberá recordar
la siguiente formulación:
Vale la pena cerrar el presente apartado señalando que, al igual que otros
indicadores, el índice de precios al consumidor y su evolución tiene algunos
problemas y limitaciones que deben ser explicitados. En este caso se trata de tres
problemas específicos.
En primer lugar, se trata del hecho de que en el consumo puede existir la
sustitución de unos productos por otros semejantes cuando los precios varían en
distintas proporciones. Así, por ejemplo, si el precio de la carne de vacuno se
eleva más que la de los pollos las personas en la práctica pueden intentar reducir
el impacto de este fenómeno sobre el costo de vida. Para este fin modificarían su
canasta de consumo elevando la cantidad de carne de pollo y disminuyendo la de
ganado vacuno. Dado que en la metodología utilizada las cantidades de la
canasta se mantienen fijas, este fenómeno no se expresa en el cálculo del índice
del precio al consumidor. Esto lleva a que en un caso como el que analizamos en
el ejemplo se genere una sobrestimación del costo de vida y de su crecimiento.
En segundo lugar, también se debe tener en cuenta que en la práctica aparecen
productos nuevos, que resultan más útiles, mientras que otros dejan de utilizarse.
De esta manera, por ejemplo, anteriormente se utilizaban las video caseteras para
ver películas en casa, hoy día estas ya no se utilizan por que han sido
desplazadas por los aparatos de lectura de discos compactos. En este sentido
una canasta puede dejar de reflejar el costo efectivo de vida ya que contiene
elementos que los hogares ya no utilizan, mientras que no contiene otros que si se
Introducción a la Economía, Juan Jované
288
utilizan. En este caso la medición del costo de vida puede aparecer como
significativamente sesgada. Esto lleva a la necesidad de que periódicamente se
revise el contenido mismo de la canasta así como el año base de referencia.
En tercer lugar, en la práctica la calidad de los bienes que consume el hogar
puede variar sin que este hecho importante se capte dada la metodología
utilizada. Así, nuevamente como ejemplo, es posible que frente a un aumento muy
significativo de precios de algún bien, digamos de arroz, el hogar representativo
no modifique la cantidad de arroz consumido ni el gasto total en el mismo pero
que, como respuesta, empiece a utilizar una menor calidad del mismo. Esto no se
reflejará en el cálculo del índice del costo de vida aun cuando, por razones
lógicas, debemos considerar que el mismo se ha elevado.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
Capítulo 7 El Funcionamiento Macroeconómico Básico de Corto Plazo 7.1. El Concepto de Modelo Los economistas, como es conocido, utilizan de manera profusa los modelos
como mecanismos para presentar sus teorías. En esas condiciones resulta útil
hacer una breve presentación de este concepto con el fin de facilitar la
comprensión del presente capítulo, así como del material de los que siguen.
Por modelo se entiende, en términos generales, una presentación simplificada de
la realidad. Un modelo puede ser calificado como sistema modelo, con lo que el
mismo se distingue claramente del sistema mundo real, que el primero busca
representar. Que un modelo sea una representación simplificada de la realidad es
un resultado del hecho de que la realidad resulta tan altamente compleja que,
para fines prácticos, no resulta factible manejar con resultados significativos
teniendo en cuenta todos y cada uno de los detalles específicos de la misma.
Los modelos, por tanto, con el fin de ser útiles constituyen un compromiso entre lo
que podemos llamar el realismo y la maleabilidad. Por realismo se entiende que
un modelo para ser adecuado debe contener los elementos claves, básicos y
esenciales de la realidad, de manera que el mismo permita no solo una adecuada
descripción de la realidad, sino que, además, da lugar a un efectivo conocimiento
de la forma en que opera la realidad. El modelo, por tanto, es un instrumento que
debe permitir una profundización de los fenómenos.
Introducción a la Economía, Juan Jované
290
Por maleabilidad del modelo se entiende el hecho de que el mismo pueda ser
manejado en términos prácticos, es decir, que se pueda utilizar en forma útil para
obtener una mayor introspección y conclusiones sobre la forma de desarrollo de
los fenómenos de la realidad. Una condición para esto es que los modelos no
sean excesivamente grandes, pesados y escasamente manejables. Es
importante, además, destacar que uno de los problemas de los modelos está dado
por situaciones en las que la ausencia de técnicas adecuadas de análisis llevan a
que por razones de maleabilidad queden por fuera de la investigación aspectos
importantes de la realidad. Este es el caso de la ausencia que se dio hasta hace
poco de modelos que incluyeran el fenómeno de las llamadas economías de
escala, es decir de situaciones en las que al elevar la escala de la producción se
observan rendimientos crecientes y costos decrecientes, que permitieran una
mejor comprensión de los fenómenos vinculados con el comercio internacional y
el desarrollo económico.
Un mecanismo ampliamente utilizado por los economistas para intentar
asegurarse el realismo y la maleabilidad es la introducción de supuestos sobre los
cuales se desarrollan los modelos. Estos, en lo fundamental, son una forma de
mantener en el análisis los rasgos esenciales de la realidad que se desea
investigar, dejando por fuera los secundarios. Esta forma de abordar los
problemas es explicada por N. Gregory Mankiw en los siguientes términos:
“Por ejemplo, para estudiar los efectos del comercio internacional podemos suponer que el mundo está formado únicamente por dos países y que cada uno de ellos sólo produce dos bienes. Naturalmente, el mundo real está formado por docenas de países, cada uno de los cuales produce miles de bienes de diferentes tipos. Pero suponiendo que hay dos países y dos bienes, podemos centrar nuestro
estudio en los aspectos importantes”351.
351 Mankiw, N. Gregory, Principios de Economía, McGraw – Hill, segunda edición, España, 2002, p.
16.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
Con relación a esto último es conveniente introducir dos comentarios. En primer
lugar, no existe una única forma de hacer los supuestos, ya que distintos autores,
que representen diversos enfoques, pueden hacer abstracción de diversos
aspectos de la realidad, por lo que la interpretación de la misma no será igual para
cada uno de los modelos de dichos autores. Esto significa que siempre deberá
realizarse una valoración de los supuestos en términos de qué, a partir de los
mismos, se considera esencial y no esencial en los modelos.
En segundo lugar, debe hacerse claro que en el proceso de desarrollo de los
modelos, que toman la forma de un movimiento de lo simple a lo complejo, se
pueden ir levantando algunos supuestos con el fin de ir reintroduciendo más
detalles que nos lleven a un mayor acercamiento a la realidad. En este caso,
como es fácil entender, el orden en que se introducen los nuevos rasgos, es decir
en que se eliminan los supuestos es una secuencia que debe ser explicitada y
explicada. En todo caso, lo importante es retener lo importante que resulta
combinar adecuadamente el realismo, lo que implica mantener siempre los rasgos
fundamentales de la realidad, con la maleabilidad, que significa asegurar la
posibilidad de un manejo práctico de los modelos para fines científicos. Como lo
ha señalado Michael D. Intriligator:
“Un “buen” modelo es realista y maleable. Especifica las interrelaciones entre las partes de un sistema en una forma suficientemente detallada y explícita para asegurar que el estudio del modelo conduzca a introspecciones respecto del sistema mundo real. Al mismo tiempo las especifica de una forma suficientemente simplificada y maleable para asegurar que el modelo pueda ser fácilmente analizado y puedan extraerse conclusiones relacionadas con el sistema mundo
real”352.
Los modelos, desde luego, pueden tener diversas naturalezas. Un modelo puede
ser verbal/lógico, cuando utiliza una metáfora o un símil para expresar la realidad.
352 Intriligator, Michael D., Modelos Econométricos, Técnicas y Aplicaciones, F.C.E., D. F., 1980, p. 29.
Introducción a la Economía, Juan Jované
292
Esta forma de modelar la realidad encuentra un ejemplo en el uso que hace Adam
Smith al relatar lo que ocurre en una fábrica de alfileres para explicar el fenómeno
de la división del trabajo y su efecto sobre la productividad. Su idea de la mano
invisible también puede ser incluida en esta forma de construir modelos de la
realidad. Otra manera de construir modelos físicos, se refiere a los casos en los
que la realidad se replica en la forma de un modelo material a escala. Este tipo de
método que tiene escasa aplicación en el ámbito de la economía, se puede
ejemplificar con los modelos a escalas de las naves aéreas que son sometidas a
experimentación en los llamados túneles de viento.
Dentro de las formas de construir modelos también se incluyen los modelos
geométricos, en los cuales, como su nombre lo indica, la realidad simplificada y
sus movimientos se representan con la ayuda de figuras geométricas. Un ejemplo
ampliamente divulgado de esta forma de modelos es aquella en que la oferta y la
demanda se representan en la forma de gráficas, por medio de las cuales se
estudia el equilibrio del mercado y los efectos de las variaciones de estos dos
elementos. Una forma similar, aunque no igual, a estos modelos está dado por lo
que podemos llamar los modelos de diagramas de flujos, en los que la realidad
simplificada se representa por medio de figuras geométricas y diversos tipos de
flechas que expresan flujos. El ejemplo más divulgado en este caso el llamado
diagrama de flujo circular de la economía, el cual se presenta en el próximo
apartado.
Desde luego que la forma más común de modelos utilizados por los economistas,
pese a que en este estudio de introducción a la economía prácticamente se
prescinde de los mismos, son los modelos matemáticos, en los que la realidad es
representada en forma simplificada por medio de un conjunto de ecuaciones. La
naturaleza y forma en que se utilizan estos modelos aparecen claramente
definidas en las siguientes palabras de Alpha C. Chiang:
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
“Un modelo económico es simplemente un esquema teórico y no existe ninguna razón inherente por la que deba ser matemático. Sin embargo, si el modelo es matemático, normalmente consistirá en un conjunto de ecuaciones diseñadas para describir la estructura del modelo. Relacionando, unas con otras, un determinado número de variables, estas ecuaciones dan forma matemática al conjunto de hipótesis analíticas adoptadas. Entonces, aplicando a estas ecuaciones las operaciones matemáticas pertinentes, podemos intentar deducir un conjunto de conclusiones como
consecuencia lógica de aquellas hipótesis”353.
Es importante retener de todo lo anterior el hecho de que los modelos económicos
contienen un conjunto de hipótesis que constituyen su punto de partida, mientras
que las operaciones matemáticas que se realizan a partir de ellas tratan de ubicar
las consecuencias lógicas de las mismas, con lo cual se pretende hacer avanzar
el conocimiento sobre los fenómenos estudiados.
Se puede añadir, para concluir, que los modelos se construyen, por lo general,
con uno o varios de los siguientes fines: la explicación de los fenómenos, su
predicción y su control. Es en este sentido que se habla de análisis estructural,
de predicción y de control de los fenómenos con el apoyo de la construcción de
modelos, respectivamente.
7.2. El Diagrama Tradicional de Flujo Circular En prácticamente todos los textos de principios de economía se ofrece una visión
simplificada del conjunto del sistema económico con la ayuda de un modelo muy
simplificado que toma la forma de una Diagrama de Flujo Circular de la
353 Chiang, Alpha, Métodos Fundamentales de Economía Matemática, McGraw – Hill, España, 1987, p.
7.
Introducción a la Economía, Juan Jované
294
Economía354. El mismo parte de la idea de que, en una primera presentación, el
conjunto de la economía se puede realizar con la imagen de que existen dos tipos
de agentes económicos y dos tipos de mercados. En relación a los agentes,
quienes toman las decisiones, se postula que los mismos se dividen en Hogares
y Empresas. Estos dos tipos de agentes se relacionan entre ellos en el
Mercado de los Factores de Producción y en el Mercado de los Bienes y
Servicios.
Los Hogares, dentro de este modelo sencillo, son los propietarios de los medios
de producción, entendiendo que estos abarcan los siguientes elementos:
1. El Trabajo que está dado en su forma potencial por la Fuerza de Trabajo
es decir la capacidad de los seres humanos de realizar una actividad
guiada a generar la producción de bienes y servicios útiles. En su forma
real está dado por el ejercicio concreto de esta potencialidad. Es claro que
para modelos más elaborados hace falta distinguir entre diversos tipos de
trabajo, teniendo en cuenta su nivel de capacitación y especialización. En
algunos análisis se llega a distinguir entre el Trabajo como capacidad
simple de trabajo y lo que se conoce como Capital Humano, entendiendo
que este último está dado por el nivel de salud, educación, capacitación y
experiencia de las personas355. No está demás recordar que la
remuneración del trabajo toma el nombre de salario.
2. La Tierra como factor de producción se entiende en su sentido amplio. En
este sentido no solo incluye la superficie del planeta no cubierta por agua,
sino el conjunto de los recursos naturales que pueden ser utilizados para
fines de producción de bienes y servicios. Estos pueden ser clasificados
como renovables y no renovables, y son, actualmente, importantes
354 Véase como ejemplo: Mankiw, N. Gregory, op.cit, p. 17. 355 Véase: Becker, Gary S., El Capital Humano, Alianza Editorial, Madrid, 1983.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
sujetos de análisis en la medida en que se ha venido desarrollando la
conciencia de la importancia que tiene la sostenibilidad ambiental. En el
caso de la Tierra su remuneración como elemento que entra en la
producción toma la forma de renta.
3. El Capital como factor de producción constituye una categoría en la que
se incluyen todos los bienes previamente producidos que, a su vez, se
utilizan en nuevos procesos de producción y generación de bienes o
servicios. El Capital, por tanto, comparte con la tierra el hecho de que
constituye un elemento material que participa en el proceso productivo.
Sin embargo, se diferencia en el hecho de que es el resultado de
procesos previos de producción. La participación de este factor de
producción es el resultado de la producción que se conoce como interés.
4. Algunos autores, como es el caso de Steve Slavin, introducen lo que ellos
consideran es un cuarto factor de producción al que le dan el nombre de
Capacidad Empresarial. Por esto entienden no la simple acción de
administración rutinaria, la que no sería más que una forma específica y,
si se quiere, especializada de trabajo, sino la capacidad de descubrir y
llevar adelante nuevas formas de hacer “negocios”. En estos términos,
que en el fondo son una expresión de la idea de innovación de Joseph A.
Schumpeter356, el economista Steve Slavin señala que “un empresario
reconoce una oportunidad de hacer una ganancia, levanta el dinero para
abrir un negocio, y eventualmente contrata administradores para manejar
356 “Ya hemos visto que la función de empresario consiste en reformar o revolucionar el sistema de
producción, explotando un invento, o, de una manera más general, una posibilidad técnica no
experimentada para producir una mercancía nueva o una mercancía antigua por un método nuevo,
para abrir una nueva fuente de provisión de materias primas o una nueva salida para los productos,
para reorganizar una industria, etc”. Schumpeter, Joseph A., Capitalismo, Socialismo y Democracia, Aguilar, S. A. De Ediciones, Madrid, 1968, p. 181.
Introducción a la Economía, Juan Jované
296
ese negocio”357. Cuando en el análisis se introduce la idea de este factor
de producción se entiende, además, que el Beneficio constituye la
remuneración del mismo.
Los Hogares como propietarios de los factores de producción aparecen como
oferentes, es decir vendedores, de los servicios que prestan los mismos. Además,
como resulta lógico, estos no solo deben ser considerados como oferentes de los
servicios de los factores de producción, sino que, teniendo en cuenta sus múltiples
necesidades, aparecen como demandantes, es decir compradores, de bienes y
servicios que resultan de los procesos de producción.
Por lo que se refiere a las Empresas, estas están constituidas por todos los
establecimientos dedicados a la producción de bienes y servicios. Estos agentes,
por tanto, tienen como función principal la transformación de los factores de
producción en bienes y servicios que son útiles para fines de consumo o inversión.
Teniendo esto en cuenta, es fácil entender que las Empresas acuden a los
mercados con el fin de ofrecer, es decir vender, su producción que, como se ha
dicho, está constituida por bienes y servicios finales, es decir aptos para satisfacer
la demanda para fines de consumo o de inversión.
Estamos ahora en capacidad de comprender el llamado Diagrama de Flujo
Circular de la Economía en su versión más sencilla. La comprensión del mismo
se facilita si se tiene en cuenta que las líneas continuas de la Figura 7.1
representan los flujos reales, es decir materiales, mientras que las líneas
discontinuas representan los flujos monetarios. Se puede partir del momento en
que los hogares venden los servicios de sus factores de producción a las
empresas. Este proceso se da en los mercados de los factores, donde las
empresas llegan con un flujo de dinero y lo intercambian por los servicios del
357 Slavin, Steve, Economics. A Self – Teaching Guide, John Willey & Sons, Inc., segunda edición,
USA, 1999, p. 35.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
trabajo, la tierra y el capital, de forma tal que los hogares reciben un flujo de
ingresos en la forma de salarios, rentas, intereses y, eventualmente, beneficios. El
resultado de este proceso es que las empresas entran en posesión de un conjunto
de servicios de los factores productivos y los hogares en posesión de una suma
de dinero, es decir de capacidad adquisitiva.
En estas circunstancias las empresas que han adquirido los servicios de los
factores de producción pasan a utilizarlos con la finalidad de producir y generar
bienes y servicios a partir de los mismos. El flujo real de esta producción es
entonces llevada a los mercados de bienes y servicios como una oferta a la cual
se enfrenta la demanda respaldada por su capacidad adquisitiva de los Hogares.
Se da de esta manera el intercambio de los bienes y servicios por dinero, de
manera que al finalizar los hogares entran en posesión de los bienes y servicios y
las empresas de una masa de dinero y con la capacidad adquisitiva que este
representa. El proceso está, entonces, en condiciones de repetirse nuevamente.
Introducción a la Economía, Juan Jované
298
Queda por señalar que de acuerdo a la visión contenida en el diagrama anterior,
los mercados juegan un importante papel, ya que sirven para coordinar a los
oferentes y demandantes en cada uno de ellos por medio del mecanismo de los
precios. Si la demanda y la oferta no coinciden en alguno, entonces los precios
variarán para lograr la igualdad entre ambos. Es un mecanismo que se estudiará
más adelante. Por ahora basta con citar a Paul Samuelson cuando argumenta
que:
“Los precios en los mercados de bienes se fijan de tal manera que equilibren la demanda de los consumidores y la oferta de las empresas; y los mercados de factores de tal manera que equilibren la oferta de las economías domésticas y las
demandas de las empresas”358
.
7.3. Precios Viscosos o Relativamente Inflexibles
Dado que en lo que sigue del presente capítulo se presenta un enfoque
básicamente keynesiano del funcionamiento de la economía, resulta conveniente
destacar que el mismo parte de la base de que los salarios y los precios son
relativamente viscosos (sticky), es decir relativamente inflexibles. Este punto de
vista lleva a la posibilidad de establecer que frente a los posibles choques
monetarios o en las expectativas, el sistema responderá con una modificación en
las variables reales, esto es en el ingreso real y el producto real. Frente a la
crítica de la llamada corriente de los nuevos economistas clásicos, los nuevos
keynesianos desarrollaron una base macroeconómica sobre la cual sustentar sus
ideas. En lo que ahora interesa se destaca el hecho de que desarrollaron y
358 Samuelson, Paul A y Nordhaus, William D., Economía, McGraw – Hill, duodécima edición,
México, 1988, p. 55.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
sistematizaron una serie de argumentos en torno a la existencia de precios
relativamente inflexibles. Entre estos se pueden destacar los que siguen:359
1. En primer lugar, aparece la posibilidad ya antes estudiada, de la presencia
de agentes racionales de “casi racional” en el sentido de George Akerlof y
Janet Yellen, los cuales se caracterizan por el hecho de que tienden a
operar con coeficiente y precios relativamente fijos.360 En el ámbito de los
salarios, la idea pueden ser relativamente inflexibles, se puede explicar
por la idea de que el nivel de los salarios afecta la productividad dada la
noción de equidad que tienen los trabajadores, tal como se explicó en el
Capítulo al estudiar el pensamiento de Akerlof y Yellen.361
Lo que se destaca aquí es que los empresarios pueden desistir de reducir
los salarios y los obreros de aceptarla aún en el caso de una demanda
efectiva decreciente, ya que esto llevaría a una situación en que el nuevo
nivel de salarios se consideraría no equitativo, con lo cual la productividad
se vería reducida de manera significativa. La idea de que los salarios
están influidos por una noción social de equidad también ha sido teorizada
por Rober M. Solow, quien caracteriza al mercado de trabajo como una
institución social. Este último autor se refiere al problema de la relativa
rigidez de los salarios en la siguiente forma de comportamiento del
empresario: “… puesto que es difícil saber en todo momento cuál es
359 Para una presentación preliminar veáse: Mankiw, Gregor N. and Romer, David, �ew Keynesian Economics, Volume 1. Introduction, The MIT Press, fourth printing, Cambridge, Massachusetts, 1993. 360 Akerlof, George y Yellen, Janet, A �ear – Rational Model of the Business Cycle, with Wage and Price Inertia, in Akerlof, George and co – author, Explorations in Pragmatic Economics, Oxford University Press, Great Britain, 2005. 361 Akerlof, George and Yellen, Janet, The Fair Wages – Effort Hypothesis and Unemployment, Ibidem.
Introducción a la Economía, Juan Jované
300
exactamente el salario apropiado, parece que lo natural es tomar como
referencia el salario pagado en un año normal reciente”.362
2. En el caso de los precios relativamente inflexibles otro argumento que
tiende a utilizarse es la idea de que puede ser costoso para los
empresarios modificar los precios a cada momento, por lo que los mismos
tienden a ser relativamente inflexibles. Esta forma de argumentar la
problemática se conoce como la teoría del “costo del menú”, la cual ha
sido desarrollada, entre otros, por N. Gregory Mankiw. El argumento de
esta autor señala que aún cuando los llamados “costos del menú” puedan
ser relativamente pequeños no desmiente la idea de que los mismos sean
importantes para entender las fluctuaciones económicas, concluyendo
que “pequeños costos de menú pueden causar grandes pérdidas de
bienestar”.363
Es de interés señalar que este autor también ha teorizado en términos de
que el problema de los precios relativamente viscosos o rígidos se puede
explicar por una imperfección en términos de la información. En este caso
Mankiw, junto a Ricardo Reis, proponen la idea de la información viscosa
(sticky information) de acuerdo a la cual “se asume que la información se
disemina lentamente sobre la población de los establecedores de salarios,
y como resulta, los salarios responden lentamente a las noticias sobre las
cambiantes situaciones de la economía”.364
362 Solow, Robert M. El Mercado de Trabajo Como Institución Social, Alianza Editorial, Madrid
1992, p. 36. 363 Mankiw, Gregory N., Small Menu Cost and Large Business Cycles: A Macroeconomic Model of Monopoly, en Mankiw, Gregory N. and Romer, David, op.cit, p. 31. (traducción libre nuestra). 364 Mankiw, Gregory N. and Reis, Ricardo, Sticky Information: A Model of Monetary �onnneutrality and Structural Slumps, in Aghion, Phillipe, Frydman, Roman, Stiglitz, Joseph, and
Woodford, Michael, Knowledge, Information, and Expectation in Modern Macroeconomics. In Honor of Edmund Phelps, p. 64. (traducción libre nuestra J. J.)
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
3. En tercer lugar, aparece el fenómeno de los llamados precios y salarios
escalonados, los cuales se centran en la presencia de contratos de largo
plazo para la fijación de los mismos, lo que de por si genera inercia de
precios. Más aún, dado que estos contratos no se renuevan todos al
mismo tiempo se genera una situación adicional de inercia, ya que
quienes les corresponde renovar en un momento dado sus contratos no
quieren correr el riesgo de desalinearse con respecto a los competidores
a quienes no le corresponde dicha renovación. En la presentación que
hacen Mankiw y Romer del efecto antes señalado argumentan que la
explicación principal que lleva a proponer que el escalonamiento es un
fenómeno endógeno, es decir provocado por la propia lógica de la
economía, es la idea que las firmas tienen el deseo de captar la
información contenida en los cambios de precios de las otras firmas antes
de pasar a realizar sus propios cambios.365
4. En cuarto lugar, se llama la atención sobre la presencia de la competencia
imperfecta. En este caso se hace referencia, por ejemplo, a la situación
que puede existir en un oligopolio, donde operaría la teoría de la curva
quebrada de demanda. Esto significa que para cada uno de las empresas
oligopólicas le puede parecer arriesgado elevar su precio, ya que si las
otras no siguen el movimiento terminará perdiendo una buena parte de
sus clientes, por el contrario si baja los precios y las otras firmas siguen el
mismo movimiento no logrará su objetivo de atraer a nuevos clientes, por
lo que la operación resultaría en una pérdida neta de ingresos.366
5. En el ámbito del mercado laboral y de otros mercados, más allá de lo
antes señalado, existen otros enfoques teóricos distintos a los basados en
365 Mankiw, Gregory N. and Romer, David, op.cit, p.7. 366 Véase: Blanchard, Oliver Jean and Fischer, Stanley, Lectures on Macroeconomics, The MIT
Press, eight printing, Cambridge, Massachusetts, 1994, p. 467 y p. 468.
Introducción a la Economía, Juan Jované
302
la idea de que la productividad depende de los salarios, la que ha dado
como resultado el llamado modelo de los salarios de eficiencia.367 Estos
resultan, sin embargo, relativamente complejos para el nivel de las
personas a que va dirigido el presente texto, por lo cual solo se
mencionan brevemente. El primero de ellos es el llamado modelo
interno – externo que se toma como punto de partida que tanto los
mercados de bienes como el de trabajo son de competencia
imperfecta, en condiciones que resulta costoso remplazar a los
trabajadores que ya trabajan para una firma. Estos costos se refieren a los
que se relacionan con el reclutamiento y la capacitación de los nuevos
trabajadores.368 El segundo de ellos se refiere a un trabajo de Joseph E.
Stiglitz y Andrew Weis, en el que se propone que bajo las condiciones de
información asimétrica que rige en el mercado laboral, el nivel de la tasa
de interés se establece en un nivel en el que la oferta y la demanda
difieren, dando lugar a la presencia de lo que se conoce como
racionamiento del crédito. 369
7.4. Equilibrio
Una vez establecido el marco de los precios relativamente inflexibles, sobre todo a
la baja, podemos pasar a estudiar la condición de equilibrio de una economía
tomando ahora en cuenta el comportamiento de los agentes. Para iniciar el
367 Shapiro, Carl and Stiglitz, Joseph, Equilibrium Unemployment as a Worker – Discipline Device, in Mankiw, Gregor N. and Romer, David, �ew Keynesian Economics, Volume 2, The MIT
Press, third printinf, Cambridge, Massachusetts, 1992. 368 Véase: Froyen, Richar T. Macroeconomía. Teoría y Políticas, McGraw – Hill, cuarta edición,
Santafé de Bogotá, 1995, p. 386 a p. 388. 369 Stiglitz, Joseph E. and Weis, Andrew, Credit Rationing in Markets with Imperfect Information, in Mankiw, Gregor N. and Romer, David, �ew Keynesian Economics, Volume 2, op.cit.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
estudio nos iniciamos como una economía muy sencilla en la que hacemos
abstracción de las relaciones económicas internacionales y las actividades
económicas del gobierno. El caso se presenta de manera resumida en el
Esquema 1 del anexo. Para su confección se introducen la idea de que los
hogares gastan en consumo una parte fija de cada unidad de ingreso adicional,
mientras que la otra parte la ahorran. En el ejemplo que se desarrolla a
continuación se supone que el coeficiente de consumo es de 85 por ciento (0.85),
por lo que el coeficiente de ahorro es de 15 por ciento 0.15. También se introduce
la idea de los intermediarios financieros quienes reciben el ahorro de los agentes
ahorristas y los colocan para su inversión entre los agentes inversionistas,
haciendo la aclaración que estos dos tipos de agentes no tienen por qué ser las
mismas personas. Más aún, lo normal es que en una economía moderna los
mismos sean personas diferentes.
Si se parte del mercado de factores se observa que en el mismo las empresas
adquieren en el mercado de los factores servicios de los factores de producción
por un total de 100 unidades monetarias, de las cuales 75 son salarios (W)
pagados al trabajo y 25 son excedente (E) pagados a los propietarios del capital
(K) y de la tierra (N). Esto significa dos cosas:
1. Que los hogares adquieren un ingreso equivalente a 100 unidades
monetarias.
2. Que el costo o valor del flujo de producción que sale de las empresas, es
decir la oferta agregada (Yo) es también equivalente a 100 unidades
monetarias.
Este flujo de producción constituye, a su vez una corriente de mercancías
constituida por bienes y servicios que pasan a ofrecerse en el mercado de bienes
y servicios finales. Aquí ocurre lo siguiente:
Introducción a la Economía, Juan Jované
304
1. Los hogares que tienen ingresos de 100 unidades monetarias deciden
gastar en consumo (C) 85 unidades monetarias y ahorrar (A) 15 unidades
monetarias.
2. Las 85 (C) unidades destinadas al consumo constituyen una demanda
efectiva en el mercado de bienes y servicios finales, por lo que las
empresas logran vender por esa misma cantidad a cambio de dinero. Es
evidente que a este nivel han vendido 85 unidades monetarias de su
producción de 100, por lo que todavía le quedan 15 por vender para
cumplir con su plan de producción y venta.
3. El ahorro (A) de los hogares pasa a los intermediarios financieros (los
bancos para simplificar).
Lo que sigue ocurriendo depende de lo que pasa con ese ahorro. Vamos a
suponer que los intermediarios financieros (los bancos) tienen la confianza como
para tratar de colocar entre los inversionistas370 una suma equivalente a 15
unidades monetarias (es decir todo los ahorros) y que efectivamente encuentran
quien los quiera utilizar para fines de inversión. En ese caso lo que ocurre es que
los inversionista usan esas 15 unidades monetarias para adquirir medios de
producción en el mercado de los bienes y servicios finales, consecuentemente las
empresas al vender esa cantidad terminan de realizar toda su producción, por lo
que cumplen con su plan de producción y venta. Así mismo los consumidores
habrán cumplido con su plan de consumo y ahorro y los intermediarios financieros
también habrán cumplido con el programa de crédito que se habrían impuesto.
370 Obviamente se esta haciendo abstracción del crédito para el consumo.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
En este caso la economía está en equilibrio de corto plazo ya que todos los
agentes se encuentran satisfechos con el desenvolvimiento de la economía, por lo
que puede esperarse que el ciclo se repita al mismo nivel. El lector debe tener el
cuidado de tener presente que cuando se habla aquí de corto plazo se hace
referencia a un período lo suficientemente corto como para que las inversiones no
maduren como capacidad productiva adicional.
El resumen de lo ocurrido se resume en el siguiente cuadro:
Si ahora formalizamos lo que hemos avanzado encontramos cual es la condición
de equilibrio de corto plazo de una economía en las condiciones keynesianas que
hemos postulado:
Oferta Agregada = Demanda Agregada
Producto Total = Consumo + Inversión
Si utilizamos los signos convenidos para cada uno de estos elementos
encontramos que:
Yo = C + I
Otra forma de presentar el equilibrio, teniendo presente que el ahorro es igual al
producto (ingreso) menos la inversión es la siguiente:
Producto Total - Consumo = Inversión
Ahorro = Inversión
A = I
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Producto Total =100.00 Consumo = 85.00
Inversión = 15.00
Yd =100.00
Existe Equilibrio, dado que la oferta global es igual a la demanda global
Introducción a la Economía, Juan Jované
306
7.5. Desequilibrio Una vez analizada la condición de equilibrio podemos estudiar que ocurre cuando
se rompe el equilibrio. Para tal fin, tal como aparece Esquema 2 del anexo,
suponemos que entre los inversionistas ha operado un cambio de expectativas
con respecto al futuro y que estos solo toman crédito por 10 unidades monetarios
con fines de inversión. En este caso de las 15 unidades monetarias de producción
no adquiridas una vez que se produce el consumo de los hogares solo se
venderán 10, por lo que las empresas se quedaran con 5 unidades monetarias
bajo la formas de productos que no pueden colocar.
Su plan de producción y ventas ya no está en equilibrio y el próximo período van a
producir menos. Por ejemplo, para ajustarse a su nueva situación dejan de
producir 5 y por tanto contratan factores de producción hasta por un costo de 95
unidades monetarias. Esto causa un segundo problema en el sentido de que
ahora los hogares tienen menos ingresos por lo que ahorran menos pero también
consumen menos, de forma que el nuevo nivel de producción tampoco se puede
colocar. Obviamente lleva a una nueva baja en la producción y una espiral a la
baja del producto tal como se observa en el cuadro 7.1.
Como resulta lógico el proceso, siempre y cuando existan recursos ociosos que es
el ámbito en que mejor se desarrolló el enfoque keynesiano, el proceso se hace
expansivo cuando en lugar de una reducción de la inversión de un incremento
sobre el nivel original. Supongamos ahora que a partir de la posición del primer
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Yo =100.00 Consumo = 85.00
Inversión = 10.00
Yd = 95
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
ejemplo los bancos, utilizando reservas inactivas, deciden prestar hasta 20
unidades monetarias para inversión dado que han aparecido expectativas
favorables hacia el futuro de manera que los inversionistas habrían decidido
realizar tal nivel de inversión.
En este caso como se observa en el anexo (Esquema 3) y el cuadro que sigue, la
situación ya no es de equilibrio ya que las empresas entenderán que produjeron
por un valor de 100 unidades monetarias, cuando pudieron haber vendido 105.
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Yo =100.00 Consumo = 85.00
Inversión = 20.00
Yd = 105.00
Introducción a la Economía, Juan Jované
308
En estas circunstancias los productores, por una lógica similar, a la anterior en un
primer momento intentarán subir la producción hasta 105 unidades, esto sin
embargo los llevará a contratar más factores de producción, cuyos propietarios
tendrán ahora más ingresos y consumirán más elevando así la demanda efectiva
y provocando nuevos estímulos para una mayor producción, aparece ahora un
efecto multiplicador expansivo que da lugar al auge que se describe en el cuadro
7.2. Aquí se converge a un equilibrio superior, con mayor producto y empleo. En
el ejemplo del cuadro 7.2., se observa que ahora un incremento de la inversión de
5 unidades monetarias ha generado un incremento del producto equivalente a
33.33 unidades monetarias. Nuevamente la relación entre el cambio resultante en
el producto y el movimiento original de la inversión es de cerca del 6.7, lo que
significa que este es el nivel de multiplicador.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
En términos sencillo el multiplicador se calcula de la siguiente manera:
Para el caso ejemplo que nos ocupa el cálculo resulta sencillo si señalamos que el
coeficiente de ahorro que escogimos, que corresponde a lo que en la fórmula se
llama la propensión marginal al ahorro, es de 85 por ciento, es decir que tiene un
valor absoluto de 0.85. Concretamente:
El conjunto del modelo simple, teniendo en cuenta los símbolos antes utilizados e
introduciendo el coeficiente de consumo como β, se expresa de la siguiente
manera:
La solución lleva a las siguientes expresiones, que avanzan hacia el resultado ya
conocido:
Introducción a la Economía, Juan Jované
310
De esto último finalmente se obtiene que:
Lo que a su vez nos conduce al valor del multiplicador (k):
De todo lo anterior se desprende, además, que si todos los agentes se pusieran
de acuerdo para invertir hasta llegar a la plena ocupación de los recursos se
lograría mejorar el bienestar de la población. Sin embargo, en un sistema de
mercado donde las decisiones son descentralizadas y la información es
imperfecta y asimétrica, tal coordinación no resulta factible. Es por esto que se
puede señalar que las recesiones económicas, caracterizadas por la caída del
producto y el desempleo constituyen un caso de falla masiva de mercado, la cual
puede ser calificada de una falla de coordinación.
7.6. Sector Externo
Estamos ahora en condiciones de introducir el sector externo para este fin vamos
a realizar los siguientes cambios en el modelo:
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
1. Los agentes internos ahora pueden adquirir bienes y servicios locales o
importados, por lo que la oferta global es la suma de estas dos fuentes.
Para facilitar la comprensión suponemos que las empresas importan los
bienes y luego las llevan a al mercado de bienes y servicios finales. Para
fines del análisis se supone que los agentes residentes gastan en
productos importados una fracción fija de sus ingresos (m), la que
llamamos coeficiente de importación o, más formalmente, propensión
marginal a importar.
2. Ahora los agentes no residentes en el país pueden adquirir bienes y
servicios en el mercado de los bienes y servicios finales. En estas
condiciones la demanda agregada contiene tanto el consumo y la
inversión de los agentes residentes en el país como las importaciones de
los no residentes.
Si partimos del ejemplo contenido en el Esquema 4 del anexo de este capítulo
encontramos una situación en la que las exportaciones igualan a las
importaciones. En este caso, el ingreso alcanza a 100 unidades monetarias. Por
su parte las empresas generan un producto interno por el mismo valor e importan
bienes y servicios por un valor de 15 unidades, con lo que la propensión al ahorro
(m) resulta ser el 15 por ciento del producto interno. En estas condiciones la oferta
agregada, que resulta de la suma del producto interno y las importaciones alcanza
a 115 unidades monetarias.
Por lo que respecta a la demanda se observa que, con una propensión a consumir
de 85 por ciento, los hogares generan una demanda de bienes y servicios de
consumo de 85 unidades monetarias, mientras que ahorran 15 unidades. Estos
ahorros van a los intermediarios financieros quienes deciden colocarlos entre los
inversionistas que los demandan con fines de realizar una inversión equivalente a
Introducción a la Economía, Juan Jované
312
15 unidades monetarias. Esto junto a la demanda de bienes de consumo
representan 100 unidades monetarias, a las que se le suman las compras que
realizan los no residentes en la economía, es decir las importaciones, para
generar entonces una demanda agregada de 115 unidades monetarias, por lo que
la economía está en equilibro, ya que todos los agentes cumplen con sus
expectativas, como se muestra a continuación:
Este equilibrio, sin embargo, se puede romper y generar toda una serie de
movimientos en la economía. Para ilustrar la situación supongamos que por algún
motivo la demanda por los productos de la economía en el exterior se reduce de
15.00 unidades monetarias a tan solo 12.00 unidades monetarias. Lo primero que
se observa es que en este caso la oferta agregada supera a la demanda
agregada, tal como se observa en el siguiente cuadro.
En esta situación los ingresos son de 100, el consumo es de 15 y la inversión de
15.00, sin embargo las exportaciones se han visto reducidas a solo 12.00
unidades monetarias, por lo que la demanda agregada es de 112.00. Esta, por
tanto, resulta inferior en 3.00 unidades monetarias a la oferta, por lo que las
empresas no cumplirán con su plan de ventas. De hecho las empresas no logran
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Yl =100.00 Consumo = 85.00
M = 15.00 Inversión = 15.00
Exportación = 15.00
Yo = 115.00 Yd = 115.00
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Yl =100.00 Consumo = 85.00
M = 15.00 Inversión = 15.00
Exportación = 12.00
Yo = 115.00 Yd = 112.00
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
vender producto y servicios generados internamente por un monto de 3.00
unidades, por lo que es lógico esperar que en el próximo período reduzcan su
producción en esta suma, esto, sin embargo pondrá en movimiento todo un
proceso multiplicador. En efecto, al producir menos también se tendrá un
consumo menor, por lo que se reducirá la demanda, lo que llevará nuevamente a
una reducción de la producción que producirá un nuevo descenso de los ingresos.
Este proceso se repetirá hasta que la economía se reequilibre en un nuevo nivel
del producto interno. Si se mantienen los coeficientes de consumo (propensión
marginal al consumo) y de importación (propensión marginal a la importación),
este nuevo punto de equilibrio se alcanza cuando el producto interno alcanza un
valor de 90 unidades monetaria. Es evidente que si un movimiento de tan solo
menos 3.00 unidades en las exportaciones produce una caída del producto
equivalente a 10 unidades, entonces estamos frente a un multiplicador de 3.33. El
proceso es similar al observado en el caso de la inversión y lleva al siguiente
equilibrio:
En términos más generales se puede establecer la siguiente expresión para la
condición de equilibrio en condiciones de una economía abierta:
Oferta Agregada = Demanda Agregada
Producto Interno + Importaciones = Consumo + Inversión + Exportaciones
Despejando el Producto Interno se obtiene una de las más conocidas expresiones
del equilibrio macroeconómico:
Oferta Global (Yo) Demanda Global (Yd)
Yl =90.00 Consumo = 76.50
M = 13.50 Inversión = 15.00
Exportación = 12.00
Yo = 103.5 Yd = 103.5
Introducción a la Economía, Juan Jované
314
Producto Interno = Consumo + Inversiones + Exportaciones – Importaciones
También, si se tiene presente que la balanza comercial no es más que la
diferencia entre las exportaciones y las importaciones, se puede establecer una
formulación en la que se evidencia el impacto de las variaciones de la balanza
comercial en el nivel de actividad económica:
Producto Interno = Consumo + Inversiones + Balance Comercial
Es evidente que una balanza comercial en deterioro, tal como la que se introdujo
en el ejemplo, lleva a un deterioro del nivel de actividad económica interna y, por
lo tanto, del nivel de empleo. Para fines de precisar un poco más como opera la
economía en condiciones de apertura comercial hacia el exterior, conviene
introducir la forma en que se puede ahora calcular el multiplicador:
El lector debe tener claro que un aumento de la propensión, al consumo al reducir
el denominador, eleva el multiplicador. En sentido contrario una elevación de la
propensión a importar, en la medida que aumenta el denominador, termina
reduciendo el multiplicador. Con el fin de formalizar todo lo anterior, sobre todo en
términos del multiplicador en una economía abierta, volvemos a introducir un
modelo sencillo, en el cual todos los símbolos anteriores conservan su significado
y donde, además, X representa las exportaciones, M las importaciones y m la
propensión marginal a consumir.
El mismo cuenta con una ecuación de equilibrio, una ecuación que explica el
consumo en función del nivel de ingreso (producto) y una ecuación que explica el
consumo en función del nivel del producto (actividad económica). Así mismo
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
contiene una ecuación que declara predeterminada la inversión y otra que hace lo
mismo con las exportaciones.371 El modelo, entonces, toma la siguiente forma:
Para resolver el modelo se pasa de la forma estructural a la reducida, lo que
significa colocar toda la información sobre la ecuación de equilibrio, es decir la
ecuación (1). El resultado nos lleva a lo siguiente:
Si se observa con cuidado se puede llegar a la conclusión de que el valor del
multiplicador, que ahora vamos a simbolizar con k, es exactamente igual al
postulado. En efecto:
371 Esto significa que este modelo sencillo no trata de explicar formalmente el nivel de
inversiones, que está influido por las expectativas de los inversionistas. Tampoco trata de
explicar formalmente el nivel de las exportaciones, las cuales dependen de las decisiones
de los agentes no residentes.
Introducción a la Economía, Juan Jované
316
Para completar el análisis macroeconómico a corto plazo resulta útil introducir la
actividad del gobierno en la economía, la cual toma la forma del cobro de
impuesto (Tx) y de la generación de gasto público. En estas circunstancias lo que
ocurre se puede explicar con un ejemplo, donde se explicita la actividad del
gobierno para este fin se introducen las siguientes simplificaciones.
1. El gobierno cobra sus impuestos (Tx) los cuales tomamos en su totalidad
como un resultado de una decisión política. En un análisis más detallado
podríamos hacer que los impuestos dependieran del nivel de ingreso pero
esto complicaría la explicación, mientras que en el presente texto se
busca solo una comprensión básica.
2. El gobierno genera gasto público (G) por medio de un proceso político
(presupuesto) que determina su nivel.
3. Desde el punto de vista del consumo se introduce la idea de que los
mismos son iguales al que existiría si no hubiera dichos impuestos. Eso
se hace con el fin de introducir la idea de que las personas solo pueden
consumir en base a su ingreso disponible luego de pagar ingresos.372
4. La propensión a importar se mantiene constante a un nivel de 15 por
ciento del producto interno.
El cuadro que sigue es un ejemplo de una economía con gobierno.
372 Este supuesto va a facilitar que se vean los efectos del déficit y el superávit de las finanzas
publicas.
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
Oferta Global Demanda Global YI = 100.00 + Consumo Privado (sin gobierno) = 85.00
M= 15.00 - Impuestos = 10.00
= Consumo Privado Efectivo = 75.00 + Inversión Privada = 15.00 + Exportación =15.00 + Gasto Público = 10.00
Yo=115 Yd = 115
Resulta evidente que en el caso que se presenta existe equilibrio ya que el total
de la demanda efectiva, que ahora incluye al gasto público y el consumo privado
resultante después de impuestos, es exactamente igual a la oferta global. Esta sin
embargo se puede romper si el gobierno cambia su política.
Así, por ejemplo, el gobierno puede decidir elevar sus gastos hasta 12, sin elevar
los impuestos, produciendo un déficit fiscal de 2.00 unidades monetarias. En esta
situación la demanda global se estaría colocando en 117.00 unidades
monetarias, mientras que la oferta sería de 115.00 unidades monetarias. En este
caso las empresas se dan cuenta que podrían haber vendido más por lo que
siempre y cuando tengan capacidad productiva adicional, el próximo período
aumentarían su producción de 100 unidades monetarias hasta 106.70 unidades
monetarias.
Esto llevaría a que los ingresos crecieran por lo que el consumo aumentaría,
como en el caso del incremento de la inversión, con lo que nuevamente la
demanda superaría a la oferta, generándose así un período de ampliación de la
actividad económica que se detendría en un nuevo nivel de equilibrio entre oferta
y demanda, donde se observaría un nivel de producto interno más alto. En el caso
que nos ocupa este nivel sería de 106.7 unidades monetarias. En este caso, como
el lector puede comprobar, nuevamente estaría operando un multiplicador de 3.33.
Introducción a la Economía, Juan Jované
318
En el caso de que el gobierno decidiera tener un excedente fiscal, es decir un
superávit, de dos unidades, la situación se invertiría. Se tendría una oferta
agregada de 115.00 unidades monetarias frente a una demanda de apenas
113.00 unidades monetarias. En este caso los productores reducirían en un primer
momento su producción a 113.00 unidades monetarias, con lo que caerían los
ingresos y se contraería el consumo, nuevamente la oferta superaría a la
demanda, hasta que se logre un nuevo equilibrio entre la oferta agregada y la
oferta agregada. Esto se lograría un nivel de producción interna equivalente a
93.33 unidades monetarias.
Es ahora evidente que en el caso del equilibrio fiscal la presencia del sector
gobierno no afecta el nivel de actividad económica. En cambio se observa que la
presencia de un déficit, dado el estímulo que el mismo produce en la demanda
efectiva, genera un incremento de la actividad económica. Por su parte, la
presencia de un superávit fiscal lleva a una reducción de la actividad económica.
Vale la pena advertir que esto no significa que el gobierno deba, o pueda, hacer
un déficit fiscal todos los años, pero tampoco significa que nunca deba hacerlo, ya
que podría ser un arma poderosa en condiciones de recesión. Por el contrario
podría realizar un superávit cuando la economía se enfrenta a una inflación por
exceso de demanda. Este manejo es el que se conoce como política
contracíclica. Formalizando un poco las cosas se puede establecer la condición
de equilibrio introduciendo el balance fiscal:
Oferta agregada = Demanda agregada
Producto Interno = Consumo no corregido + Inversiones + Balanza Comercial + Gasto Publico – Impuestos
Producto Interno = Consumo no corregido + Inversiones + Balanza Comercial + Balance Fiscal
Capítulo 7: El Funcionamiento Macroeconómico de Corto Plazo
De esta última ecuación queda claro el efecto del balance fiscal sobre el nivel de
actividad económica. Si se formalizara un modelo en el que el Balance Fiscal (Fo)
también se toma como una variable predeterminada el modelo anterior tomaría la
siguiente forma:373
Por un método semejante al utilizado anteriormente se llegaría a la siguiente
solución, en la cual también queda claro el papel del balance fiscal:
El lector deberá tener en cuenta que se pueden construir modelos más complejos
y precisos. Es así por ejemplo que se podría introducir una hipótesis sobre el
funcionamiento de la inversión, esta por ejemplo se podría hacer depender de la
tasa de interés, de las expectativas, del financiamiento disponible para las
empresas o de cualquier otra variable que se considere relevante. Así mismo se
podría introducir una explicación teórica para las exportaciones, haciéndolas
373 El consumo (C) que aparece en el modelo es lo que llamamos “consumo no corregido”.
Introducción a la Economía, Juan Jované
320
depender, por ejemplo, del nivel de ingresos de los países con el que se sostiene
el comercio exterior y del valor relativo de la moneda nacional en relación al de las
monedas de los países con los que comercia. También es posible mejorar la
presentación del impacto del sector público utilizando el concepto de tasa
impositiva y de ingresos disponibles después del pago de los impuestos. Esto sin
embargo llevaría el análisis más allá de lo necesario para un curso de Principios
de Economía guiado a estudiantes de economía.
328
Introducción a la Economía, Juan Jované
330
Anexo 1
Anexos
Anexo 2
Introducción a la Economía, Juan Jované
332
Anexo 3
Anexos
Anexo 4
Introducción a la Economía, Juan Jované
334
El Profesor Juan Jované de Puy nace en la Provincia de Colón, República de Panamá, el 24 de mayo de 1945. Realiza sus estudios a nivel de licenciatura en economía en la Facultad de Administración Pública y Comercio de la Universidad de Panamá en 1970, posteriormente obtienen una maestría en Ciencias Económicas en la Universidad de Chile en 1972. Tiene una trayectoria de más de 30 años como catedrático en la Universidad de Panamá, en la cual imparte cursos de Desarrollo Económico, Fundamentos Económicos Para América Latina, Microeconomía, Principios de Economía y Economía Ambiental. Ha ocupado diferentes cargos administrativos y académicos en la Universidad de Panamá, como Director del Instituto de Estudios 6acionales (IDE6), Director del Centro de Investigación de la Facultad de Economía (CIFE), actualmente funge como coordinador de la Comisión de Seguridad y Soberanía Alimentaria. A nivel nacional ha sido presidente del Colegio de Economistas de Panamá, Director del Instituto de Estudios Laborales (IPEL) del Ministerio de Trabajo, Director de la Caja del Seguro Social de Panamá (CSS), actualmente es asesor del Consejo 6acional de Trabajadores Organizados (CO6ATO) y asesor económico del Movimiento Sindical y Popular de Panamá. A nivel internacional ha sido Invitado Especial como ponente en varios encuentros y congresos internacionales de economistas, fue asesor económico principal del Ministerio de Planificación de 6icaragua (1980-1984); asesor el Ministerio de Cooperación Externa de 6icaragua (1988). Consultor de la OIT, CADESCA y otros, y es miembro del Foro Mundial del Agua. Entre sus publicaciones se destacan: “Balanza de pagos y ajuste”, “El Canal: desafío para los panameños”, “La economía panameña 1970-1988”, “Evolución, crisis y alternativas”, ha escrito cinco tesis sobre “Las bases norteamericanas en Panamá”. De igual forma a escrito múltiples artículos y desarrollado ponencias en las temáticas de: “La Huella Ecológica de Panamá”, “Género, Equidad y Desarrollo”, “La Competitividad Espúrea”, “El Fin De La Burbuja 6orteamericana de La Vivienda”, “La Crisis Financiera y Las Perspectivas de La Economía Panameña a corto plazo”, “La Inflación en Panamá”, “La Financiarización y la Crisis”, “Seguridad Y Soberanía Alimentaria en una Época de Crisis”, “Afectaciones de la crisis a la mujer panameña”, “Análisis Crítico del Plan Estratégico de Gobierno”, “El Mercado Laboral y Seguridad Social”. A partir del 2009 ha escrito para la Comisión de Seguridad y Soberanía Alimentaria más de 20 Cartas Informativas mensuales.
Mgtr. Juan Jované [email protected]