islam hoy 38, mayo – junio 2015

16
Esta es una experiencia que guardo dentro de mi corazón La Fundación Mezquita de Sevilla ha presentado el proyecto del Centro Cultural Islámico de Sevilla. Tras un periodo de estudio y análisis se ha presentado la propuesta, y así se le ha hecho saber al alcalde de esta ciudad a través de una carta. En el texto de dicha carta, al que ISLAM HOY ha tenido acceso, se explica así el porqué: Es por ello que se ha concebido el proyecto del Centro Cultural Islámico de Sevilla como el mejor modo de relación con la ciudad, nuestro entorno humano, histórico e institucional, una ciudad que ha heredado un grandioso patrimonio del Islam. Los ‘clientes’ del mañana no cuestionarán la naturaleza criminal del sistema financiero Educación financiera en las escuelas, educación para la usura Más que una madraza, un hogar Tassawwuf, la llave hacia el éxito El Corán de Cútar, tesoro de la Axarquía Se encontró oculto tras un tabique al reformar una casa en Cútar, Málaga Ellos son los Sultanes, los Señores, los Príncipes ▶5 2 ▶ 11 ▶6 ▶ 13 8 y 9 La época demanda un enemigo La Fundación Mezquita de Sevilla presenta el proyecto del Centro Cultural Islámico PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · MAY/JUN 2015 · Nº 38 · AÑO VII

Upload: islam-hoy

Post on 22-Jul-2016

228 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Trigésima octava edición del periódico ISLAM HOY.

TRANSCRIPT

Page 1: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 1

Esta es una experiencia que guardodentro de mi corazón

La Fundación Mezquita de Sevilla ha presentado el proyecto del Centro Cultural Islámico de Sevilla. Tras un periodo de estudio y análisis se ha presentado la propuesta, y así se le ha hecho saber al alcalde de esta ciudad a través de una carta. En el texto de dicha carta, al que ISLAM HOY ha tenido acceso, se explica así el porqué:

Es por ello que se ha concebido el proyecto del Centro Cultural Islámico de Sevilla como el mejor modo de relación con la ciudad, nuestro entorno humano, histórico e institucional, una ciudad que ha heredado un grandioso patrimonio del Islam.

Los ‘clientes’ del mañana no cuestionarán la naturaleza criminal del sistema financiero

Educación financiera en las escuelas, educación para la usura

Más que una madraza, un hogar

Tassawwuf, la llave hacia el éxito

El Corán de Cútar,tesoro de la AxarquíaSe encontró oculto tras un tabiqueal reformar una casa en Cútar,Málaga

Ellos son los Sultanes, los Señores, los Príncipes

▶ 5

▶ 2

▶ 11

▶ 6

▶ 13

▶ 8 y 9

La época demandaun enemigo

La Fundación Mezquita de Sevilla presenta el proyecto del Centro Cultural Islámico

PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · MAY/JUN 2015 · Nº 38 · AÑO VII

Page 2: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY2

l VIII Festival Islámico de la villa de Mértola, en la región

del Alentejo, Portugal, ten-drá lugar del 21 al 24 de mayo de 2015. La Mértola histórica llenará las calles durante es-tos días y revivirá una época histórica que ha dejado una huella imborrable.

Durante estos días la lla-mada a la oración se volve-rá a escuchar en el pueblo, y las oraciones se harán en la plaza, delante de la Iglesia. Habrá conferencias, se ce-lebrará una velada de dikr, con su consecuente cena, a la cual todo el mundo esta-rá invitado, y se expondrán productos en el zoco, donde se podrá encontrar todo tipo de artesanías y alimentos.

Un evento donde se pre-tende dar a conocer el Islam, por musulmanes, desde la convivencia del día a día en un entorno festivo.

a Fundación Mezquita de Sevilla ha presen-tado el proyecto del

Centro Cultural Islámico de Sevilla. Tras un periodo de estudio y análisis se ha pre-sentado la propuesta, y así se le ha hecho saber al al-calde de esta ciudad a través de una carta. En el texto de dicha carta, al que ISLAM HOY ha tenido acceso, se explica así el porqué:

Es por ello que se ha con-cebido el proyecto del Centro Cultural Islámico  de Sevilla como el mejor modo de rela-ción con la ciudad, nuestro entorno humano, histórico e institucional, una ciudad que ha heredado un  grandioso patrimonio del Islam.

El proyecto ha sido el fruto de la consulta y re-flexión de los musulmanes sevillanos sobre cómo desa-rrollar un espacio dinámico y cultural; un espacio que

cumpla con los requisitos necesarios para llevar a cabo las obligaciones de éstos en un lugar digno y adecuado y que, además, sea un valor añadido para la ciudad y el conjunto de ciudadanos en general.

Una de las intenciones de su promotor, Ibrahim Hernández, vicepresidente de la fundación, es que sea un lugar donde se muestre

el Islam de una forma cer-cana y natural a todo el que se interese: “Un lugar abier-to y dinámico con sala de conferencias, exposiciones, biblioteca, salas para talle-res, oficina de negocios y de viajes..., además de mu-chas otras opciones que aún se están estudiando”, así lo explicaba Ibrahim en una conversación telefónica mantenida con este diario.

Sin duda, un lugar abierto y transparente que aleje los miedos y reticencias que pu-diese levantar.

Es también deseo de la fundación que este centro se convierta en el referente de los musulmanes en Sevilla y de las relaciones de éstos con el resto de la ciudad. Además, la fundación espera que, con el éxito de este pro-yecto, Sevilla se sitúe como

un lugar importante para los musulmanes de todo el mundo, con los consiguien-tes beneficios que esto pue-de aportar tanto al turismo como a los negocios y a la inversión. En este sentido, la Fundación Mezquita de Sevilla está trabajando en un proyecto conjunto con la Cámara de Comercio de la ciudad.

Es interesante resaltar la forma en la que, en la citada carta, se explica en qué está inspirado el proyecto:

El marco donde se inspira el proyecto es el  imaret, que tradicionalmente se concibió conteniendo espacios para la enseñanza, la  salud, biblio-teca y salas de estudio, come-dor comunitario, centro espi-ritual y mezquita, como un elemento que es patrón crea-dor de cultura y civilización.

Este proyecto surge de los musulmanes sevillanos que viven y conviven en esta ciu-dad, y se inspira en un Islam dinámico y civilizador, como ha sido la costumbre de los musulmanes a lo largo de los tiempos desde Europa hasta Indonesia.

VIII Festival de Mértola

La Fundación Mezquita de Sevilla presentael proyecto del Centro Cultural Islámico

RedacciónSevilla

RedacciónSevilla

E

L

Page 3: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 3

Se imaginan que una aso-ciación de vecinos privati-zara las cuevas de Altamira

para así poder sacar rendimien-to económico de las mismas con el fin de construir una piscina y un campo de golf en su urba-nización? ¿Se imaginan que los musulmanes hubiéramos con-servado el uso de las mezquitas españolas como consecuencia de las Capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos y, lle-gado el momento, privatizára-mos la mezquita de Sevilla y la de Córdoba? Ni la Alhambra es de los musulmanes ni la Mezquita de Córdoba de los católicos, ambos monumentos son patrimonio nacional de los españoles y de la humanidad, y así deberían seguir siéndolo en beneficio de la convivencia y de la propia conservación del patrimonio histórico, artístico y cultural.

Tan absurdo resulta rei-vindicar el culto musulmán en una mezquita como la de Córdoba que, menos mezqui-ta, es ya cualquier cosa, como inmatricularla, es decir, regis-trarla como propiedad privada

de una entidad, en este caso la Iglesia Católica. Si bien tiene concedido el uso parcial de la misma para celebrar su liturgia, en absoluto puede disponer del templo como suyo. La pasivi-dad del gobierno del PP en este asunto es complicidad ante una expropiación inversa del patri-monio de todos los ciudadanos, sean del credo que sean.

Apropiarse del patrimonio histórico por medio de inmatri-culaciones es como apropiarse del mar, de los bosques o de los ríos. Podemos ceder los usos, siempre que no pongan en pe-ligro su conservación, podemos delegar su administración y conservación, pero no pode-mos privatizarlos.

¿Recuerdan el lío que se montó porque unos piratas dis-frazados de empresa caza teso-ros rescató el cargamento del buque español Nuestra Señora de las Mercedes (más de 380 millones de euros en monedas de plata y oro del siglo XVIII)? ¿Cuál era el argumento que esgrimió el Gobierno español contra la empresa norteameri-cana Odyssey? “No son simples monedas para vender a los co-leccionistas de antigüedades; son patrimonio histórico espa-ñol y, como tal, pertenecen al Reino de España”. La Mezquita de Córdoba, como la Alhambra, la Catedral de Sevilla, el Códice

Calixtino o el Gernika, no pue-de pertenecer nunca a entidades privadas, sean museos, galerías, entidades religiosas o empresas caza tesoros. Si tenemos unos políticos que dan miedo verlos y oírlos hablar, al menos que in-tervenga la UNESCO en su de-fensa, que para eso los declaró patrimonio de la humanidad.

La Iglesia se enroca ante los tiempos difíciles y de vacas flacas que se le avecinan. Ve amenazados sus privilegios de antaño al descender el número de practicantes católicos que cotizan y que votan siguiendo sus dictados. Ve surgir parti-dos laicos de izquierdas que no ocultan las pocas concesiones que harán a los banqueros, se-ñoritos y caciques, aliados tra-dicionales de una Iglesia oficial que siempre se ha inclinado por los poderosos, contradiciendo sus propias doctrinas.

Pero que estén tranquilos nuestros vecinos católicos. No está entre las prioridades de las comunidades musulmanas es-pañolas recuperar para el culto ninguna mezquita histórica. El mundo es una mezquita para los musulmanes. Lo que nos faltan son empresarios y em-presas que generen trabajo y riqueza para una empobrecida Umma que vive del subsidio y de la subvención extranjera. Hacen falta proyectos innova-dores que generen comunidad y convivencia, no polémicas absurdas llenas de demagógicos argumentos que no dan de co-mer a nadie. Hacen falta vivien-das, granjas, mercados, escuelas y cementerios, entre muchas otras cosas.

l pasado lunes 23 de marzo se reunieron las dos partes, La Cámara Oficial de Comercio de Sevilla y La Fundación Mezquita de Sevilla,

para la firma de un importante convenio.La Cámara Oficial de Comercio, Industria,

Servicios y Navegación de Sevilla, por medio de su Presidente, D. Francisco Herrero León, y La Fundación Mezquita de Sevilla, representada por su Vicepresidente, Ibrahim Hernández, firmaron el lunes 23 de marzo, en el Club Antares, un convenio de colaboración con el fin de mantener y profundi-zar en las relaciones de cooperación preexistentes; suscribiendo para ello este Convenio con el objetivo de establecer un marco de colaboración y coopera-ción para la realización de proyectos relacionados con el fomento del turismo musulmán en Sevilla y su provincia.

A la vez, y con el fin de la atracción de inversión, se pretende promocionar la ciudad de Sevilla en paí-ses musulmanes y la promoción de empresas españo-las en estos países.

La historia espatrimonio común

La Cámara de Comercio de Sevilla y la Fundación

Mezquita de Sevilla firman un convenio

de colaboración

Abdul Haqq SalaberriaSan Sebastian

RedacciónSevilla

¿

EInterior de la Mezquita de Córdoba.

Ibrahim Hernández y D. Francisco Herrero León.

Page 4: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY4

“Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la

misma indiferencia”.

Rudyard Kipling

EDITORIAL

Los musulmanes nos hemos convertido en sospecho-sos. Esta sentencia podría fácilmente ser el título de una novela de ficción, pero nada más alejado de la realidad. Nos hemos convertido en sospechosos y además se da el caso de que muchos musulmanes están facilitando esta situación, inconscientemente o de forma deliberada.

Cada semana, a lo largo de los últimos meses, nos le-vantamos con arrestos de los llamados “yihadistas” que abogan por la guerra santa y están dispuestos a entre-garlo todo y unirse a las filas del ISIS en su batalla no se sabe muy bien por qué. La característica que empieza a aparecer como novedad en los últimos arrestos es que son conversos. El mensaje está claro: ¡Ojo, que no son solo inmigrantes desarraigados, sino también españoles de nacimiento que han decidido hacerse musulmanes!

Cuando suceden este tipo de acontecimientos es in-evitable que surja una cierta desazón y que la comuni-dad musulmana sufra una sensación de incomprensión. Y este es el momento clave para los musulmanes que he-mos recibido un conocimiento puro basado en las indi-caciones de Al-lah, subhanahu wa ta’ala, y en la práctica de nuestro amado Profeta Muhámmad, que la paz y las bendiciones sean con él.

Este es el momento del equilibrio. Es conocido que el Din del Islam es el camino del medio. En estos momen-tos es fácil caer en una oleada populista convirtiendo en malos, muy malos, a todos los arrestados. Un ejemplo de este populismo lo tuvimos a principio de año cuan-do, ante un ataque terrorista contra una revista francesa, se movilizó medio mundo en una campaña de defensa de la libertad. Sin embargo, ataques como este, que sólo podemos condenar y rechazar, suceden todos los días en diversas partes del mundo con un número de víctimas mucho mayor.

El otro lado de la balanza es el radicalismo, la con-quista y reconquista, la yihad, el anti Occidente, etc.

Al-lah nos ha colocado en un momento de la histo-ria propicia para el cambio. Nos ha revelado un cono-cimiento muy profundo y nos ha enviado al mejor de la creación, el Profeta Muhámmad, como herramientas para ser los protagonistas de este cambio. La sociedad demanda alternativas, demanda esperanza y demanda altas expectativas.

Todo esto se encuentra en el camino del Islam, y los musulmanes tenemos la responsabilidad y la obligación de trasmitirlo.

Pido a Al-lah que nos conceda un conocimiento útil y nos otorgue una alta himma. Amín.

Malik A. Ruiz Director

[email protected]

Subdirector:

Coor. de Cultura e Hispanismo:

Director:

Equipo de redacción:

Diseño y maquetación:Producción: GARNATA MEDIA

Salman Pinart

Muhammad Mujtar MedinillaUmar Molinero Luqman Nieto

Umar Molinero

José Antonio Sierra

Malik A. Ruiz

Comunidad Islámica en EspañaApartado de Correos: 674.18080 Granada. Españ[email protected]ósito Legal: GR 1051-2009.

ISLAM HOY MEDIA

El editor de ISLAM HOY expresa que podrá reproducirse, distribuirse o comunicarse públicamente la presente publicación, de forma global o parcial, mediante cualquier medio, sistema o procedimiento, siendo, el que posee el ejemplar, titular de los derechos para todas aquellas actuaciones que sirvan para la difusión de su contenido, en cualquier soporte o por cualquier medio, todo ello conforme a la ley de propiedad que establece la Sharíah islámica.

www.islamhoy.com

GLOSARIO Asar: la oración de media tarde. Da nombre también a la azora 103 del Corán.‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam.Awliya: Persona cercana a Allah.Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado.Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam.Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah.Dhimma: obligación o contrato. En particular, tratado de protección para los no musulmanes establecidos en territorio musulmán.Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah.Dhuhr: la oración del mediodía que consta de cuatro rak‘ats.Emir: Persona de autoridad.Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales.Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Faŷar: amanecer, alba. Oración del amanecer.Fiqh: la ciencia de la aplicación de la Shari’a. Al experto en fiqh se le llama faqih.Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento.Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. ‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy.Iman: Creencia islámica.Isha: la oración de la noche.Jutba: discurso; en particular el que pronuncia de pie el Imam el viernes antes de la oración.Magrib: oración de la puesta de sol. El Magreb también designa los territorios musulmanes del noroeste de Africa y es el nombre árabe de Marruecos.Nafs: “el ser, el yo”. Normalmente designa al ser inferior, ya sea el ser que indica el mal o el ser censurador. Según Ibn al Arabi, el nafs es lo que está producido por los atributos del esclavo.Rakat: Una de las partes en las que se divide la oración.Ramadan: Noveno mes del año lunar, durante el cual se debe observar ayuno desde el amanecer hasta el ocaso.Salat. Pl.: salawat: Oración. Cada una de las cinco oraciones obligatorias del musulmán. Segundo pilar del Islam.Shahada: Atestiguar; afirmar que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah.Sheij. pl.: Shuŷuj. Título de respeto en virtud de la edad o condición social. En el sufismo, el maestro espiritual que te guía desde el conocimiento de tu “yo” al conocimiento de tu Señor. Tasawwuf: Cincia del sufismo.Táriqa: El camino, la vía, el sendero. Es salir del lugar seguro para ir hacía la búsqueda. En esta forma se refiere a las cofradías sufíes.Ummah: Comunidad de seguidores del profeta Muhammad.Waqf.pl.: Awqaf Poner el cuerpo de una propiedad fuera de nuestro dominio para traspasarlo hasta el Día del Juicio a la Propiedad de Allah, dedicando su usufructo en beneficio de otros.Wudu: Ablución y purificación obligatoria para la oración.Yízya: impuesto de protección pagadero por los no musulmanes, como tributo, a un gobernante musulmán; tradicionalmente eran 4 dinares o 40 dirhams al año.Yumua: Oración en grupo que se realiza en la mezquita los viernes.Zakat: Impuesto sobre la riqueza, uno de los cinco pilares fundamentales del Islam.

Page 5: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 5

Nunca una generación había dicho preocuparse tanto por los hijos como ésta, y ninguna ha des-trozado tanto el mundo que les va a dejar en herencia.

(Iñaki Gabilondo, La voz de Iñaki, 1/4/2015).

randes banqueros, en-tre ellos los consejeros delegados del Banco

Santander y del BBVA, incluso el presidente de la patronal banca-ria, José María Roldán, regresa-ron a las aulas por unos días. Su inesperada pero bien publicitada labor de catequesis financiera tuvo lugar en el marco del pro-grama “Tus finanzas, tu futuro” que la Asociación Española de Banca (AEB) desarrolló, duran-te la segunda semana de marzo, en más de 100 colegios de toda España, coincidiendo con la European Money Week, una ini-ciativa de la Federación Bancaria Europea para promover la edu-cación financiera, que ha tenido lugar simultáneamente en 31 paí-ses de Europa, y la Global Money Week, con idéntico propósito, a nivel mundial.

La campaña, que no se limi-tó sólo a las escuelas, incluyeron visitas y talleres en espacios tan educativos como la Bolsa de Barcelona, con títulos tan suge-rentes como “Finanzas para la vida” o “Endeudarse con cabeza”. Tal vez sea mejor reír para no llorar. Ahora parece ser que los culpables de la crisis han sido los propios ciudadanos, que no te-nían suficiente “cultura financie-ra”… Antes de que se manifestara la crisis de las hipotecas de alto riesgo en el sistema financiero de EE. UU., verano de 2007, Bernard Madoff fue capaz de estafar a un buen número de clientes, la ma-yor parte de ellos con gran expe-riencia en la propia industria de servicios financieros.

Preocupados, si no por su mala conciencia, al menos por su miedo a una mala reputación, ¿a quién podrían convencer, con este intento de lavado de imagen y propaganda, de que “un mayor conocimiento” de las prácticas financieras evitaría (como era su aparente intención) el desastroso resultado de la lógica irracional

de la codicia? “Los mercados se nos venden como algo muy ra-cional… La racionalidad implica aprendizaje. Pero los mercados no aprenden. Es algo que el sen-tido común no entiende, pero los mercados no aprenden. La si-guiente crisis se producirá. Si tar-dará seis meses o un año, no lo sé, pero sin duda se producirá […] la gente que no se lo merece, se enri-quecerá, y otra gente que tampo-co se lo merece, se empobrecerá, y dos años más tarde volveremos a empezar de cero” (Rainer Voss, ex banquero de inversión).

Pero esta actividad “pedagó-gica” de los bancos no es nueva en España. Desde hace varios años se vienen llevando a cabo programas de educación finan-ciera, como es el caso del BBVA, mediante “voluntarios” (emplea-dos y ex empleados de la entidad bancaria) como profesores, desde 2008; sin duda convencidos de que –en palabras de su presidente, Francisco González Rodríguez– “la educación financiera revierte en ahorradores más consistentes y en deudores más responsables” (Carta del Presidente, Informe Anual 2009, BBVA). Esta misma entidad, precisamente, es la que patrocinó y financió el informe PISA que en su última edición (2012) evaluó por primera vez los conocimientos financieros de los jóvenes de 15 años de dieciocho países de la OCDE.

Hoy la OCDE, organiza-ción que, como su nombre indica, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, está enfocada en-teramente al desarrollo “econó-mico”, ha ocupado el lugar de

la UNESCO como autoridad educativa mundial. Y está esta-bleciendo un modelo educativo basado en la economía como el valor central a través del Informe PISA, modelo que se presenta como incuestionable. La mer-cantilización de la educación ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una incon-testable realidad. Su propuesta “educativa” significa la comple-ta sumisión de la educación a la economía neoliberal, basada en la economía especulativa de las finanzas. Y todos los organismos internacionales están vinculados, de un modo u otro, en este come-tido a escala planetaria.

“Los consumidores deben recibir educación financiera lo antes posible, empezando en la escuela. Las autoridades naciona-les deben estudiar la posibilidad de que la educación financiera forme parte obligatoriamente de los planes de estudio”. Ésta es la recomendación de la Comisión Europea y de la OCDE, que ha sido seguida, en diferente grado, por un buen número de Estados (Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Sudáfrica, EE. UU. y Bélgica, por mencionar algunos).

En España, en septiembre de 2009, el entonces ministro de Educación del Gobierno so-cialista, Ángel Gabilondo, dio el primer paso firmando un con-venio de colaboración con el Banco de España y la CNMV, Comisión Nacional del Mercado de Valores, entidades que habían impulsado, en 2008, el primer proyecto de educación financiera con vocación generalista, el Plan

de Educación Financiera, al que, por supuesto, después se unieron bancos, cajas de ahorro, asegura-doras, asociaciones de consumi-dores, de pensionistas… Habían conseguido uno de sus principa-les objetivos: la implantación del plan en las escuelas. El segundo quinquenio, que prorroga al ante-rior (2008-2012), se encuentra en plena vigencia (2013-2017). En la clasificación de gastos que se está enseñando en los institutos dentro de su programa “Finanzas para todos”, se sitúa en un nivel más alto el pago de la hipoteca que la alimentación.

“All money is a matter of be-lief”. Poco más que decir des-pués de conocer que esta cita de Adam Smith encabeza el Informe español sobre PISA 2012, Competencia financiera, del Ministerio de Educación. El actual Gobierno del Partido Popular –poco parece importar aquí la derecha o la izquierda– continúa desarrollando el plan. En la última reforma educativa, la LOMCE, se habla más de concep-tos empresariales que humanísti-cos. La educación como “motor que promueve la competitividad de la economía”; aprendizajes imprescindibles para formar tra-bajadores versátiles y sumisos, preparados para gestionarse ellos mismos los seguros médicos, pla-nes de pensiones y demás servi-cios que el “Estado del bienestar” ya no proporcionará más.

Tanto para la etapa Primaria como para la Secundaria y el Bachillerato, se destaca en la nue-va normativa educativa oficial el valor del “espíritu emprendedor”. En palabras de Santiago Íñiguez,

decano de la IE Business School: “Los emprendedores serán los héroes de la próxima generación”. Éstos son los nuevos héroes glo-bales. Ganar dinero –en reali-dad, hacer ganar mucho dinero a otros– no es su única aspira-ción, también creen que jugarán un papel importante en el forja-miento de un “nuevo mundo”. Pero sólo se trata de un último intento de engañar a la muerte, como nuevos Sísifos –tan astutos, “inteligentes” y usureros como el personaje mitológico–, por parte de un sistema que muere.

Pero ante la culpa y el des-tino de cargar con la gran roca, eternamente, hasta la cima de la montaña, los musulmanes repre-sentamos una posibilidad real de transformación, comenzan-do por aquello que nos es más necesario hoy, la salvaguarda y la formación de nuestros hijos; para establecer unos parámetros sociales y económicos muy dife-rentes: ante la astucia y la especu-lación, la firmeza y la generosi-dad; ante el miedo, la base real de este sistema, la energía y la alegría de los que están confiados en su Señor.

Esto significa una labor in-eludible de reeducación. Forjar hombres que sean capaces, como nuevos Aquiles, de convertir la justa furia de su juventud ante el panorama desastroso que tienen delante en un proyecto vital com-partido, fundado en la confianza, la lealtad y el honor. Y mujeres –que tienen la llave de la educa-ción de los niños– que aporten los elementos esenciales de una auténtica civilización: el realismo y la compasión.

Muhámmad Mujtar MedinillaGranada

Educación financiera en las escuelas, educación para la usura

GDaniel Quintero, Los hermanos Quintero.

La repentina vocación pedagógica de los banqueros durante estos últimos añosno tiene otro objeto que garantizar que los ‘clientes’ del mañana no cuestionenla naturaleza criminal del sistema financiero

Page 6: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY6

ice Al-lah en el Corán: “El día en que ni la riqueza ni los hijos

ayuden, sirvan de nada (a nin-gún hombre), excepto aquel que llegue a Al-lah con un co-razón puro/limpio” (Sura de los Poetas, 88-89). Y también dice Al-lah: “Y habrá triunfado quien se purifique” (Sura del Altísimo, 14).

Bastan estos dos versículos para alcanzar la conclusión de que el éxito en las diferentes eta-pas existenciales será proporcio-nal al nivel de pureza de nuestro corazón, entendiendo por co-razón la dimensión espiritual, emocional y moral de la persona. Es el corazón del Profeta el reci-piente donde dicha pureza alcan-zó la perfección.

Por lo tanto, purificar el co-razón es moldear nuestra di-mensión espiritual acorde con la dimensión espiritual del Profeta. Esto es, obtener todo aquello que tanto en dichos o actos el Profeta ha descrito como una virtud (sa-tisfacción, humildad, ascetismo, amor a la justicia, generosidad, dhikr, pudor…); eliminando simultáneamente del corazón todo aquello que el Corán o la Sunna han descrito como un vicio o una traza de perversidad (envidia, arrogancia, pereza, apego al dinero, impaciencia, mal carácter, orgullo, mentira, desagradecimiento…).

Confirmando esta premisa dice Al-lah: “Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga espe-ranza en Al-lah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah” (Sura de los Coaligados, 21). Y también dijo el Profeta: “No hay nada más pesado en la balan-za de un creyente en el día de la Resurrección que un buen ca-rácter”; afirmando los Sabios que “buen carácter”, en este hadiz, se refiere al carácter del Profeta, al que Al-lah bendiga y le conceda paz.

La ciencia islámica que se encarga de esta purificación se conoció en tiempos de los Salaf

como Tassawwuf, y aquellos que “eran conocidos por dar extrema prioridad al cometido de purifi-carse”, mutassawifún o ahlu su-fiyyah. Los Salaf utilizaron esta palabra (tasawwuf-mutassawi-fún) porque describía tanto su dimensión externa, representada por la lana, suf, como su dimen-sión interna, representada por la pureza, saffa, la rectitud, saf (pri-mera línea de rezo) y el desapego de este mundo (ahlu suffa)”.

Sin embargo, también se le llamó `Ilm as-Suluk (ciencia del viaje espiritual hacia Al-lah), `Ilm at-Tarbiyah (ciencia de la cultivación), `Ilm at-Tazkiyah (ciencia de la purificación) y, por último, `Ilm al-Ihsân, ya que: “El último nivel de purificación es purificar el corazón de todo lo que no sea Al-lah”.

Según el famoso hadiz de Yibril (a. s.) donde el Profeta describe los tres niveles: Islam, Imán e Ihsán, Ihsán es adorar a Al-lah como si Lo vieras, ya que si no Lo ves, Él si te ve a ti. De en-tre las características de la visión (ru´ya) de Al-lah que los Sabios han citado podemos destacar: el no-abarcamiento (ihata), la no-delimitación (tahdid), la no-limi-tación (hadd), como direcciones, en frente, detrás, arriba, abajo, derecha o izquierda…, así como la repentina pérdida de concien-cia tanto de uno mismo como del entorno durante la misma, es decir, en la Presencia (hadra) de Al-lah, el resto desaparece.

Por lo tanto, el último nivel del Tasawwuf es alcanzar el esta-do en el que en el corazón de la persona sólo existe la percepción de Al-lah, pasando a ver la crea-ción como simples manifestacio-nes de Sus diferentes Atributos, ver al Creador en toda creación, acontecimiento o situación. ¿Y qué expresión de Tawhid es más verídica y real que ésta?

Es por ello que los grandes Sabios del Tassawwuf dicen: “Tassawwuf es Tawhid, y Tawhid es Tassawwuf”, ya que el objetivo final del Tassawwuf es presenciar en exclusiva a Al-lah (Tawhid); siendo necesario para ello purifi-car el corazón de todo lo que no sea Èl (Tassawwuf).

Dijo Imam Malik: “Aquel que aprende Ley Sagrada (Fiqh, Hadiz, Corán) sin practicar Tassawwuf se corrompe a sí mis-mo”. Muhaddiz al-`Ayluni na-rra en su libro Kashf al Yafa wa

Muzil al Albas que dijo Imam Shafi`i: “Varias cosas se me han hecho amadas en este mundo: tratar con suavidad a la gente y seguir el camino del Tassawwuf”.

Muhammad ibn Ahmad al-Saffarini al-Hanbali narra en su Ghidha’ al-albab li-sharh man-zumat al-adab, de Ibrahim ibn `Abd Allah al-Qalanasi, que dijo el Imam Ahmad sobre los sufís: “No conozco gente mejor que ellos”. Dijo también a su hijo: “Oh hijo, tienes que sentarte con la gente de Tassawwuf porque son ellos la fuente de Conocimiento y quienes mantienen el Recuerdo de Al-lah en sus corazones. Ellos son los ascetas y quienes tienen el poder espiritual más elevado” (Tanwir el Qulub).

Dice Al-lah: “Él es Quien ha hecho surgir un Mensajero que proviene de ellos y que les reci-ta Sus signos, los purifica y les enseña el Libro y la sabiduría, cuando antes estaban en un cla-ro extravío” (Sura del Viernes, 2). Por lo tanto, el depositario de todos los océanos de las di-ferentes ciencias islámicas es el Profeta; sin embargo, a partir del año 632 el bendito Profeta partió de este mundo. ¿A quién acudir para tomar de estos océanos?

Dijo el Profeta: “Los ulemas son los herederos de los Profetas”. Pero, ¿qué es lo que caracteriza a un heredero respecto del causan-te? Una cadena de transmisión.

Por lo tanto, las puertas al Océano del Profeta son aquellos

Sabios que aprendieron y fueron autorizados por otros Sabios, que a su vez aprendieron y fueron autorizados por otros Sabios, que a su vez aprendieron y fueron autorizados por otros Sabios. Y así sucesivamente en una “cadena ininterrumpida de transmisión” hasta el mismo Profeta, al que Al-lah bendiga y le conceda paz. Es a ellos a los que hay que acudir para apren-der y es a sus pies a los que hay que sentarse para tomar de la herencia Profética.

Ahora bien, ¿si queremos aprender Hadiz, a quienes acudi-mos? A los muhaddizún. ¿Si que-remos aprender Jurisprudencia (Fiqh), a quienes acudimos? A los fuqaha. ¿Si queremos estu-diar el Tafsir del Corán? A los mufasirún o exégetas coránicos. ¿Qué decir entonces de “purifi-car nuestro corazón y alcanzar el estado de Ihsán”, siendo este cometido el más complejo y la razón existencial del resto de ciencias (Hadiz, Fiqh, Tafsir)?

Dijo el Imam de los Salaf, Abu Hanifa: “Si no hubiera sido por dos años, habría perecido”. Comenta Ibn Abdidin: “Fueron los dos años que pasó acompa-ñando a Yafar as-Sadiq obtenien-do el conocimiento espiritual que le convirtió en un gnóstico en el Camino (espiritual)” (Durr al Mujtar).

Dijo Ibn Taimiyyah: “He ves-tido las prendas sufíes (jirqata at-Tasawwuf) de un buen número de suyuj de varias tariqas (min turuqi yama’atin min ash-shu-yukhi)”. Al-Mas’ala at-Tabriziyya (manuscrito Damasco, 1186 H).

Dijo el Imam de los Salaf, Sufian az-Zawri: “Si no hubiera sido por Abu Hashim as-Sufi jamás habría podido percibir las más sutiles manifestaciones de hipocresía en uno mismo” (Madarij as-Salikin).

Dice Al-lah en el Corán: “Y Al-lah no cambia la situa-ción de un pueblo hasta que ellos no cambien lo que hay en sí mismos (sus corazones)”. Por lo tanto, es a los pies de los Sabios del Tassawwuf, los ver-daderos herederos del Profeta, donde se encuentra la puerta al éxito de esta Ummah; ellos son los Sultanes, los Señores, los Príncipes.

Tassawwuf, la llave hacia el éxitoOmar HamzehMadrid

DDijo Imam Shafi`i: “Varias cosas se me han hecho amadas en este mundo: tratar con suavidad a la gente y seguir el camino del Tassawwuf ”

Page 7: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 7

ací en Mar del Plata, pero soy de Miramar; ambas,

ciudades veraniegas del sur de Buenos Aires. Mis padres se separaron, y mi hermano y yo crecimos al cuidado de mi madre, que

trabajaba muchísimo como psicóloga en gabinetes es-colares y consultorios, y mi abuela, católica ferviente (de las que rezan arrodilla-das al costado de la cama). De chica iba a clases extras de catequesis y tomé la co-munión, entre lágrimas.

Luego me decepcioné. Y fui atea bastante tiempo. Siempre quise independen-cia y, a los dieciocho, traba-jé para ahorrar y me fui a vivir con un novio bastan-te mayor a Mar del Plata,

buscando cultura y ampli-tud de horizontes. Estudié dos años Literatura, y me quemé la cabeza. La re-lación, que era mala, me apagó el alma y decidí ha-cer terapia. Cuatro meses bastaron para dejar todo, el novio, la casa y el trabajo. Cosas que hacía porque era el discurso establecido pero no porque fueran coheren-tes con mi naturaleza. Leí El arte de amar, Siddartha y Las mujeres que aman demasiado, y por el apoyo que encontré en esos tex-tos consideré que, más que la terapia, me salvaron los libros.

A los veintiuno entendí que la vida es algo más que estudiar, trabajar y formar una familia, pero no sabía exactamente qué. Empecé a buscar “lo real”. No sopor-taba los trabajos donde me explotaban y no valoraban mis aptitudes. Ni soporta-ba compañeros empeñados en agradar al jefe o ganar dinero olvidándose de su humanidad.

Estudié Artes Visuales con orientación en cerámi-ca, con mucha rebeldía y a los tumbos. Incursioné en el maha-yoga y el budismo de la SGI, muy humanista y moderno. Me fui a vivir un tiempo con mi papá, para

conocerlo un poco, y cono-cí a un gaucho ladino con quien me fui de viaje “sin destino”. En Humahuaca ya no podía tolerar sus borra-cheras y arrebatos y no sa-bía para dónde salir, y bajo el azul profundo del cielo, en una sombra que encon-tré, me puse a repetir “Nam miojo rengue kio, nam miojo rengue kio” (‘Me consagro al Sutra del loto, me consa-gro al Sutra del loto’, man-tra budista); pero no pasaba nada. ¡Dios mío! ¡Por favor, ayúdame!, dije entre llan-tos, y por fin pude sentir algo de alivio.

Seguí de viaje, ya sin un billete en el bolsillo. Viví casi dos meses en un camping municipal en la provincia de Tucumán. Compartí la caridad de los “pibes” de la calle, los “ma-lucos”. Comí sobras, apren-dí a hacer malabares y sentí la humillación de pedir li-mosna. Al volver, mi mamá estaba con una depresión profunda. Me quedé, la cui-dé y salimos adelante.

A los veintisiete traba-jé en una librería donde conocí a Abdul Karim, el imam de un grupo de mu-sulmanes de Mar del Plata. Al verle la barba, el gorri-to, la ropa... lo bombardeé a preguntas. Todo lo que

transmitía era amoroso y sincero. En la primera reu-nión, supe que era el lugar indicado y la gente indi-cada. Hice mi primer salat llorando. Ese invierno mi mamá volvió a ser creyente y se convirtió al Islam.

Conocí a Abdul Wakil, nos enamoramos, nos ca-samos y me fui a vivir a Lobos, como quien se tira a la pileta, un pueblo a 100 km de Buenos Aires. Hoy tengo treinta y dos años, mi mamá murió el ramadán pasado y mi hijo de un año aprendió a caminar en la mezquita que construimos en el patio de casa. Al lado armé un taller de alfarería, que para mí y mis catorce alumnas es un oasis, por lo verde, por lo lindo y por lo raro. “Ahí es todo exóti-co –dijo una de ellas–. Ella, con su pañuelo, la música y la mezquita llena de alfom-bras y caligrafías”. Cada dos por tres las charlas sobre arte se mezclan con la vuel-ta a lo natural, las necesida-des humanas y los valores.

Hoy, alhamdulillahi wa shukrulillah, hago lo que me gusta, enseño arte cerá-mico y desarrollo mi obra para comunicar esta expe-riencia maravillosa que es abrazar el Islam, estar vivo y amar.

Tahira BaldiniBuenos Aires, Argentina

e pregunto si den-tro de unos siglos nuestra sociedad

será considerada como una sociedad injusta y totalitaria, y nuestra época como una de las más lúgubres y oscuras de la historia, algo así como una segunda Edad Media pintada con otros colores.

Quizá en los libros de his-toria se escriba algo así: “Tras la Segunda Guerra Mundial, el mundo entero se unifi-có bajó una misma religión: la Economía, con EE. UU. y su enfoque comercial de todas las cosas, a la cabeza. Cualquier transacción huma-na estaba basada en el dinero, y casi cualquier proyecto, ya fuese particular o colectivo, tenía un propósito económi-co. Todo tenía un potencial económico, y no había lími-tes morales respecto a cuán-to beneficio se podía sacar. Por un lado, los clérigos y los sabios de esta religión (que eran los banqueros y los ex-pertos) tenían el conocimien-to para entender y manipular la clave del asunto: el dinero,

y por consiguiente la deuda. Podían crear dinero a partir de la nada, podían comprar y vender deuda, y podían espe-cular y predecir sobre el futu-ro de la Economía, basándose siempre en números abstrac-tos y cálculos complejos. Los números eran su Sagrada Escritura, pues solo podían reflejar la verdad; aunque a menudo no se basaban en nada sustancial, sino en me-ras especulaciones.

Muy pocos eran capaces de entender esta intrinca-da red de números y cifras. Para el pueblo llano (fiel a este credo) era imposible de comprender. Así que, por otro lado, las masas, confi-nadas en su ignorancia, no tenían otra opción más que aceptar lo que dictaban los que estaban por encima: ‘Estamos sumergidos en una crisis económica’, ‘Nos estamos recuperando de la

crisis’... Los pronunciamien-tos del clérigo se comunica-ban al pueblo mediante la clase política y los medios de comunicación de masas, mientras los magnates se quedaban sentados en sus bancos o gritando en los mercados de valores (los templos). Ambos grupos (medios de comunicación y políticos) eran acérrimos aliados de la élite financiera mundial.

La libertad del pueblo, su atributo más noble y su deber a los ojos del sistema, era el consumismo. El grado de consumo definía la devo-ción y el estatus social del individuo. Este consumo a menudo estaba basado en el préstamo con interés; así la deuda seguía creciendo, y la deuda hacía que todo siguie-se en movimiento. Tanto in-dividuos como colectivos estaban cada vez más y más endeudados con los bancos. Así, los banqueros fueron tomando control de la vida de la gente y de la situación y el porvenir de sociedades enteras. Sea como fuere, la gran mayoría de la pobla-ción permanecía inadver-tida de su propia situación, su subyugación al sistema bancario. Las masas tenían una imagen de la realidad que estaba delineada por los medios de comunicación de masas y la propaganda. Los medios y los políticos eran capaces de manipular la verdad y ocultar hechos inadecuados, haciendo uso de una retórica engañosa, un lenguaje ambiguo y una sobredosis de eufemismos.

La gente vivía en una obs-cura prisión de ignorancia; un nuevo amanecer parecía ser su única salvación...”.

La ceramista que encontró su camino

N

Reflexiones dramáticasen 2015

Hamza CastiñeiraCiudad del Cabo, Sudáfrica

M

Tahira Baldini, con su hijo, en su taller de cerámica.

Page 8: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY8

Quién actualmente puede negar que nuestra civilización esté en crisis? Hemos derivado en una civilización

global, tecnológicamente unificada y mo-vida por las fuerzas de mercado. Se nos ha enseñado a ser pasivos y reaccionarios en respuesta a la “amoral” y “progresiva” cultura global, que desvergonzadamente se refugia bajo términos como libertad de expresión. Su característica principal es el sistema bancario, que ingenió un devas-tador colapso en la economía global para después asegurarse una vía de escape in-ternacional a través de nuestros impues-tos. ¿Cómo diantres es posible que se les prohibiera a los ciudadanos de a pie hacer lo mismo? Para poder entender lo que ha ocurrido creo que es necesario mirar ino-centemente la contradictoria geopolítica de nuestro tiempo.

Ernest Hemingway lo expresa de forma sucinta en su poema La época demandó:

 La época demandó que cantáramosY que nos cortáramos la lengua. La época demandó que fluyéramosY que martilláramos el tapón. La época demandó que danzáramosY que nos calzáramos pantalones de hierro. Y al final, la época estuvo manejandoEl tipo de mierda que se demandaba.

Ernest M. Hemingway. París, 1922. Boko Haram, ISIS, Charlie Hebdo, los

talibanes, Al Qaeda, 9-11, 7-7, 11-M… Nuestro planeta ha retornado de nuevo a un mundo bipolar. ¡El desorden bipolar parece estar a la orden del día! 1991 fue testigo del fin de un orden mundial bipo-lar –la Guerra Fría– que enmarcó las rela-ciones internacionales desde 1947 hasta la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS, Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. Berlín (era una ciudad dividi-da, separada de sí misma, marcada por un muro, dividiendo el Este y el Oeste, repre-sentando la frontera de dos civilizaciones supuestamente opuestas diametralmente) estableció la Cortina de Hierro que separó el civilizado y democrático Oeste del auto-crático y comunista Este.

El colapso del otro –el enemigo–, sobre el cual la psicología del moder-no Occidente había sido construida, vio a una civilización tropezarse en pos de su contrapunto para reemplazar el tre-mendamente rentable enemigo que ha-bía perdido. Esta resurrección sucedió en cuestión de una década; en 2001, una nueva guerra comenzó, más rentable que la anterior: el nuevo omnipresente enemi-go informe sería el Islam. El movimien-to extremista, erigido para derrotar con éxito a la Unión Soviética en Afganistán, fue entrenado, financiado y armado por Estados Unidos. Este movimiento –una extensión de la política exterior de Estados

Unidos– resurgiría como el nuevo contra-punto en un mundo bipolar.

De la misma forma que anteriormen-te la división que se dio entre Oriente y Occidente fue el marco, ahora lo sería el islámico, barbárico, terrorista y misógino Oriente contra el civilizado, iluminado, li-bre y liberador de las mujeres Occidente. El orden mundial bipolar perfecto había resurgido; y esta guerra sería una candente y perpetua guerra de vigilancia tecnológi-ca, armamento moderno y una cruzada de civilizaciones, la cual sería prolongada

por medio de encarcelaciones sin cargos, el recurrir a la tortura, el bombardeo y la masacre por control remoto y la propagan-da debido a que el enemigo es barbárico, terrorista y terriblemente misógino. ¡Cuán diferentes son ambos!

La guerra comenzó con un presidente americano cristiano que afirmaba hablar con Dios y un “renacido” primer minis-tro británico católico. Ambos mintieron concienzudamente sobre las armas de destrucción masiva, que fueron el pretex-to de la guerra que desató el infierno so-bre los pueblos de Oriente Medio, Libia, Indonesia, Europa y América. El camino que nos llevó hasta una guerra así resultó ser un camino de mentiras en cadena, de-cepción e hipocresía que nos envolvió en una guerra, una terrible pero rentable gue-rra, y cruzada de civilizaciones. El dinero, no obstante, no acabó en los bolsillos de las masas de Occidente. Hemos sido encaja-dos en un mundo de pantalones de hierro y nos han canalizado en una danza maca-bra; los medios de comunicación cortan las lenguas de aquellos que ansían cantar la grotesca canción de la historia y martillan el tapón que ha de sellar nuestro fluir en una orgía de masacre. ¡El desorden bipolar es una vez más el estado de las relaciones internacionales!

Y al final, la época estuvo manejandoEl tipo de mierda que se demandaba.

¿Cómo puede ser que hayamos llegado a aceptar esta farsa? ¿Por qué ambos prota-gonistas parecen ser tan parecidos bajo su poco profunda superficie? ¿Cómo diantre hemos acabado atorados en este punto muerto y cómo diantre salimos de él?

Mirando atrás para avanzar hacia delante

El ‘doblepensar’ se refiere a la capacidad de sostener dos creencias contradictorias  de

manera simultáneas y aceptar ambas a la vez. El intelectual del Partido sabe en qué dirección alterar sus recuerdos, por tanto sabe que está modificando la realidad; pero, mediante el ejercicio del ‘doblepensar’, tam-bién se convence de que no está violando la

realidad. El proceso debe ser consciente, o no se llevaría a cabo con la precisión suficien-te, pero también inconsciente, o conllevaría una sensación de falsedad y, por tanto, de culpa. El ‘doblepensar’ constituye la verda-dera esencia del Socing, pues el acto funda-mental del Partido es utilizar el engañoso

consciente al tiempo que se conserva la fir-meza de las intenciones característica de la honradez. Decir mentiras descaradas cre-yendo sinceramente en ellas, olvidar cual-quier hecho que se haya vuelto incómodo y, luego, cuando vuelva a hacerse necesario, sacarlo del olvido el tiempo que haga falta, negar la existencia de la realidad objetiva y al mismo tiempo reparar en la realidad que uno niega, resulta imprescindible.

Incluso para utilizar la palabra ‘doble-pensar’ hace falta ejercer el ‘doblepensar’, pues emplearla equivale a admitir que uno

está modificando la realidad; mediante un nuevo acto de ‘doblepensar’, uno borra ese conocimiento y así sucesivamente, de modo que la mentira siempre va un paso por de-lante de la verdad.

George Orwel, 1984.

George Orwell entendió el mundo contemporáneo perfectamente. Esta acalorada guerra se libra bajo el foco de los medios de comunicación, y ya que la guerra nunca se lucha en el foco de los medios de comunicación, lo que ob-tenemos es una narrativa de absurdeces diabólicamente contradictorias, improvi-sadas no en el campo de batalla, sino en un estudio. Las noticias 24 horas al día se han convertido en una dieta diabética de sandeces mediante la cual lo absurdo se imbuye en nuestros conscientes e incons-cientes hasta convertirse en un hecho de doblepensar. El bombardeo de noticias, una tras otra, aturde el pensamiento me-diante la repetición erosiva y abre de par en par la psicología del doblepensar.

Tal es el control de la élite mediática que ha superado la visión de Orwell. El doblepensar es ahora el pensamiento de las masas; no es algo reservado para la élite. Se ha rebajado a los hombres a creer

La época demandóAlex CarberrryBurton, Reino Unido

¿Quién actualmente puede negar que nuestra civilización esté en crisis? Hemos derivado en una civilización global, tecnológicamente unificaday movida por las fuerzasde mercado

¿

Page 9: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 9

en sus mentiras deliberadas, olvidando hechos inconvenientes y, al mismo tiem-po, recordándolos desde el olvido. Una cruzada por la libertad a manos del Oeste democrático y liderada por una alianza angloamericana causó la marcha de mi-llones de británicos por la capital en pro-testa; hechos ahora recordados, ahora ol-vidados, hundidos en el olvido. ¿Por qué mandato democrático se luchó aquella guerra? ¿Y dio la vida tan siquiera uno de los hijos de nuestros líderes?

¿Cómo puede el pueblo aceptar esto? Quizá sea mejor dejar que el genio aus-triaco Karl Kraus nos hable. Lean su ma-gistral obra de teatro Los últimos días de la humanidad, puesto que él vio claramente cómo los medios de comunicación se convirtieron en poder antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial. Profundamente indignando, escribió su obra sobre la desarticulada, absurda y engañosa traición que fue esa guerra,

que convirtió a los Gobiernos europeos en putas de los banqueros y los campos de Francia en un matadero de carne humana, y que, finalmente, condujo a Alemania, endeudada por desagravios, al Tercer Reich y a la Segunda Guerra Mundial, causando el fin de Alemania e Inglaterra como poderes mundiales. Este evento devastador llevó inexorablemente a la irremplazable pérdida de Alemania como corazón cultural de Europa.

La Segunda Guerra Mundial significó el nacimiento del Imperio americano, que aguardó cual hiena hasta que Europa gastó toda su energía y juventud en una masacre desenfrenada para aparecer como la “hie-na americana” liberadora. Europa, destro-zada, estaba dispuesta a aceptar cualquier término, y los Acuerdos de Bretton Woods fueron la capitulación, humillación y es-clavización al orden del Imperio america-no, convirtiendo al Imperio británico y a Europa en un golden retriever¹ al servicio de su dueño americano. ¿Qué es, si no, la OTAN? Desgarró los mercados prote-gidos de Europa abriéndolos a mercan-cía americana, esclavizó al mundo bajo su orden financiera usurera con sede en Nueva York y embelesó al mundo entero con un nuevo centro espiritual de las artes, Hollywood, ya que el alemán, Habsburgo,

fue destrozado definitivamente. Nueva York y Hollywood se convirtieron en la nueva Viena. Ya en los años cincuenta Hollywood había colapsado, incapaz de soportar la presión moral de un centro espiritual y cultural. El amor por el dinero desgarró su corazón y el resto del mundo; como su consorte, fue reducido a una puta espiritual. En el año 1961, Hemingway, destrozado, frustrado y desilusionado, se suicidó; su espíritu quebrantado por la traición. Aquí yace el vínculo psicológico. La cultura global hollywoodiense de James Dean continuaría produciendo hombres furiosos, desilusionados y frustrados, y el rasgo que aparece en serie en toda una amplia gama de individuos es el suicidio. Siempre la ira, la desilusión, la frustración y el suicidio. Desde Hemingway hasta Arthur Miller, Mark Rothko, Vladamir Mayakovsky, Hunter S. Thompson, y tan-to el fenómeno del asesino escolar en serie como esa innombrable verdad, el terroris-

mo islámico y los atentados suicidas, no revelan algo diferente al Oeste, sino que desvelan la unidad subyacente de una ci-vilización y psicología global.

El profesor John Gray explora el tema de la profunda unidad psicológica y ci-

vilizacional en su libro Al Qaida y lo que significa ser moderno. El coito con la mo-dernidad europea por parte de pensadores musulmanes resultó en el monstruo tipo Frankenstein: el modernismo islámico, cuyo núcleo filosófico es europeo. Estos pensadores, filosóficamente juveniles,

vencidos, frustrados y furiosos, vertieron en su núcleo psicológico lo que les parecía un elixir pero que en realidad era una po-ción tóxica letal que daría voz a una rabia atroz, que solo podría ser aplacada me-diante destrucción y suicidio: el colectivo global de un nafs² malformado.

Y al final, la época estuvo manejandoEl tipo de mierda que se demandaba.

De forma bipolar parece que nos con-templamos, en el espejo, con mirada fija y confusa; nos hallamos a nosotros mismos y llamamos a nuestro propio reflejo “el otro”, el enemigo. Entonces masacramos nuestro a “otro” con armas, ¿suministradas por quién? Solo los secuaces de los medios de comunicación que sujetan el espejo lo saben. ¿O acaso tampoco ellos lo saben? “¡Pero qué importa! ¿No nos matamos nosotros mismos? No os preocupéis, lava-remos la sangre con petróleo árabe. Pero

más vale que nos apresuremos antes de que el petróleo esté tan manchado de san-gre que los suministradores bombeen san-gre. ¿Quién ha oído hablar de Fallujah y su carne humana caramelizada? ¿Apagar las luces, la calefacción central y la televisión? ¿Dejar de conducir? ¿Dejar de usar nailon, bolsas de plástico y botellas de agua? Antes de cambiar, más vale que sigan muriendo los árabes esos”.

¿Te sigue sorprendiendo que también haya jóvenes furiosos, desilusionados y frustrados entre los musulmanes y, parti-cularmente, entre los árabes?

Colapso educacional, cultural y espiritual

El siglo XIX fue el siglo del burgue-sismo. El poder industrial propulsó su escalada meteórica, su fabulosa riqueza recargó de desmesura su orgullo y crea-ron una cultura superior, elegante, bonita y trágicamente determinada. Cambiaron Iglesia y religión por espiritualidad y arte, cuyos templos eran el teatro, la ópera, el ballet y las galerías de arte. Celebraban su civilización con museos que entronizaban su mitología del progreso. La religión era el cientificismo positivista, y el camino a su panteón era la universidad. Entre un 3 % y un 5 % de la población europea te-nía el privilegio de ingresar en esta clase,

que a su vez era la que tiraba del carro de la civilización industrial. La otra parte de esa élite, bien educada, pragmática, tra-bajadora, rica y dirigida, mantenía una constante alianza con la otra parte por medio de financiar las artes, que pocas ve-ces podían apreciar, ya que solo lo hacían por prestigio. El poder siempre tiene sus convicciones, sin las cuales no sería po-der. La doctrina del crecimiento perpetuo, codicia por el lucro sin fin y la certeza del derecho genético para dominar el planeta Tierra les siguió dando fuelle. La usura era el motor de la máquina industrial, la cual no debía ser mencionada. Esta exigía un crecimiento proporcional al contrapunto del crecimiento de la riqueza, la pobreza. Su riqueza creció, sus fortunas crearon lógicamente una estructura dinástica y su doctrina de la meritocracia dirigió su des-tino hacia su trágica (en el sentido griego de la palabra) raza/carrera.

Su civilización tecnológica necesitaba mentes tecnológicas, por ello fueron for-zados a expandir la educación. Ya que la educación era la base de su élite; tuvieron que hacerla más funcional, más pragmá-tica, dejando de lado aquellos aspectos poco lucrativos en ella. La élite educada se expandió así, perdiendo su centro cul-tural y espiritual en el proceso, cayendo desplomados en la cloaca del espíritu hu-mano privado de su deseo de ascender a los Cielos.

A finales de 1800, la alta cultura que dio razón espiritual a la civilización burguesa estaba completamente en ruinas. La élite en expansión se pasó, hedonísticamente, a la cascada del lucro, el vicio y al abando-no del gobierno. Sobre los años cincuen-ta, se convirtieron en una élite de dinero y no de gobierno y autoridad. El modelo de gobierno cada vez se convertiría más en mera administración. La civilización burguesa llegó así a su ocaso espiritual; los educados de entre ellos se vieron incapa-ces de salir de su enfermizo pensamiento crítico sin salida. Con la educación de las masas, el descenso de guardería a universi-dad era global. Los nufús de todos aquellos que crecieron bajo esta estructura mal for-madora acabaron con espíritus totalmente retorcidos, estrangulados y marchitos. Su educación/mal formación y la dinámica de la familia burguesa les cerró cualquier opción a sus posibilidades humanas. Lo que sigue a nuestras décadas es un descen-so titánico, con certeza en el viaje, certeza sin dirección ni esperanza, vacío, y deses-peración espiritual. El barco se hunde, ¿y quién se para a pensar en ello?

Desde Moscú a Ciudad del Cabo y desde Pekín a Nueva York la educación masiva ha engullido la Tierra. Las univer-sidades islámicas, sumisas a la metodolo-gía burguesa desde hace ya mucho, pro-pagaron el virus y el paciente se lo bebió contento, de buena gana y frenéticamente.

Boko Haram, ISIS, Charlie Hebdo, Anders Breivik, los talibanes, Osama bin Laden, Andreas Lubitz, Al Qaida, 9-11, 7-7, 11-M… ¡Demonios! ¡Ahora resulta que son todos lo mismo!

Y al final, la época estuvo manejandoEl tipo de mierda que se demandaba.

¹ La golden retriever es una raza de perro de caza con aptitudes para el rastreo.² Nafs (pl. nufús), al igual que espíritu y psi-quis, deriva de la raíz ‘aliento’. Es el tipo energé-tico o psicológico fijo que desarrolla una narra-tiva expresando la necesidad de darle sentido al mundo. El nafs se forma por nuestro lenguaje, la sociedad, la relación con los padres y la suma total de nuestras experiencias. Si el patrón del impulso energético y la socialización no están en armonía, el nafs no puede expresarse ni de-sarrollarse sanamente.

“¿Apagar las luces, la calefacción central y la televisión? ¿Dejar de conducir? ¿Dejar de usar nailon, bolsas de plástico y botellas de agua? Antes de cambiar, más vale que sigan muriendo los árabes esos”

Page 10: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY10

staba el otro día en Dubái, en el coche, y en la radio estaban sonan-

do anuncios. Normalmente cambio de canal para evitarlos, pero no fui lo suficientemen-te rápido y una voz entusiasta me suplicaba que me apresu-rase al “almuerzo nocturno de todo lo que puedas comer” en un determinado hotel de cinco estrellas.

Me asombré ante el sinsen-tido del concepto de llamar a una comida nocturna “almuer-zo” (brunch en inglés). Esta palabra inventada a finales del siglo XX era (hasta hace poco) la simple fusión de breakfast, ‘desayuno’, y lunch, ‘comida’, es decir, una comida que cae en-tre los horarios normales de ambos, por lo que no puede ocurrir por la noche… ¿no?

Esto me llevó a una serie de razonamientos. No solo era el almuerzo en sí un encuentro innecesario -cómodo si eres demasiado vago para levantar-te al desayuno y magnífico si no tienes nada útil que hacer durante la primera mitad del día-, sino que era un estímulo a comer por el simple hecho de comer. Si se añade a esto que el “almuerzo” más popular en el Golfo es el del viernes, el cual inevitablemente ocurre en el tiempo de la oración del Yumu’a, obtienes una perfecta combinación de malas ideas retratadas como un perfecto evento social en familia.

De esta manera ahora tam-bién tenemos el “almuerzo” nocturno. Creo que esa comida ha sido llamada “cena” en los úl-timos dos siglos, ¿no es así? Pero etiquetándolo como almuerzo se nos anima a atiborrarnos con múltiples platos de bufé y pro-bablemente a emborracharnos durante varias horas, en vez de simplemente tomar una tradi-cional cena de un solo plato des-pués de un día de trabajo.

Entonces, ahora que habéis conocido mi queja personal sobre el asunto, veamos qué es lo que la guía real nos dice al respecto. Hay un hadiz narra-do por Ibn ‹Umar (Radi-Allahu anhu) que se puede encontrar en el Sahih Al Bujari, vol. 7, nº 306, como sigue: “El Mensajero de Al-lah, al que Al-lah bendiga y le conceda paz, dijo: ‘El cre-yente come en un intestino (está satisfecho con un poco de comi-da) y el káfir (el incrédulo) o el hipócrita comen en siete intesti-nos (come demasiado)”.

Por lo que, simplemente, es-tamos siendo aconsejados a co-mer solo lo que necesitamos, no a comer por el hecho de comer. ¿Obvio, no es así? Y, aun así, en muchas partes del mundo ben-decidas con recursos naturales abundantes, o con la riqueza suficiente para comprar tanta comida importada como se de-see, este consejo es ignorado. En algunas culturas, incluyendo la China tradicional y la India, es-tar gordo es considerado como un signo de riqueza, éxito y buena posición social. Se puede comprender de dónde procede esta idea –nadie quiere tener aspecto de víctima famélica, a menos que seas una modelo de

pasarela–; pero, como en todos los principios del Islam, la pala-bra mágica es “equilibrio”, tomar el camino de en medio, evitar el exceso.

Examiné las estadísticas de salud del Golfo relativas a esta epidemia de exceso de consu-mo, y puede llegar a ser una lectura realmente alarman-te. ¡La obesidad en los EAU (Emiratos Árabes Unidos) es el doble que la media mundial! Y esto después de tener en cuenta que existe una gran cantidad de gente con sobrepeso en el mun-do en general. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 2.100 millones de personas –cerca del 30 % de la población mundial– tiene so-brepeso u obesidad, y la propor-ción aumenta cada año. En los EAU, la proporción es actual-mente superior al 66 % de los hombres y al 60 % de las muje-res. Una preocupación mayor es la relación entre la obesidad y la diabetes. Datos disponibles des-de el año pasado muestran que el 19 % de la población de EAU es diabética. Pero esto muestra una comparación favorable con respecto a Arabia Saudí, casi el 24 %; Kuwait, el 23 %; seguido por Bahréin, 22 %, y Qatar, con un 20 %.

Esto no es hereditario, pues los estudios no muestran nú-meros similares una generación

atrás. La diabetes de tipo 2 pue-de ser evitada sencillamente perdiendo peso y haciendo ejer-cicio. De otra manera, condena a quienes la padecen a una vida de medicación –que ya está cos-tando 6.000 millones de dólares anualmente en los EAU sola-mente para tratar esta condición evitable-.

¡Y la tendencia a la obe-sidad parece tener además la naturaleza de una enfermedad contagiosa! Un estudio oficial reciente muestra que entre los inmigrantes aumenta a más del doble la proporción de obesos y diabéticos a los cinco años de haber llegado de sus países de origen. La razón de esta ultima e inesperada estadística puede provenir de unos más elevados ingresos desechables; largas ho-ras de trabajo que conducen a una dependencia de la comida rápida poco sana, procesada y de conveniencia; un clima que propicia la cultura del centro comercial cerrado, que incluye la zona de restaurantes, que son una serie de desastrosos induc-tores de grasa en plato; y, por su-puesto, recordando el anuncio que mencioné justo al inicio de este articulo, en todos lados, las voces subliminales que nos di-cen: “Come, come; bebe, bebe; sé feliz”.

Autoridades de los EAU es-tán llevando a cabo intentos de

abordar el asunto, tales como crear más caminos para bicicle-tas y paseos, introducir guías de alimentación en los comedores escolares y planes para intro-ducir el etiquetado saludable en la comida, aun cuando la expe-riencia global con la regulación del etiquetado es que los fabri-cantes de alimentos encuentran maneras de confundir a los consumidores con afirmacio-nes que no son lo que parecen. Artículos que están etiquetados como bajos en grasas o azúcares pueden llegar a ser perjudiciales para la salud en otros sentidos, y, de cualquier manera, tal y como la industria del tabaco felizmen-te ha descubierto, ¡etiquetar un producto con palabras que dicen que te matará no parece detener a la gente a la hora de consumirlo!

Por lo que aprendemos de todo esto que riqueza no sig-nifica salud; que el progreso medido por brillantes edificios, coches, accesorios, teléfonos in-teligentes y ropa de marca… y, especialmente, la capacidad de comer hasta que estemos har-tos… no es progreso en abso-luto. Dentro de una semana se cumplirán quince años desde que abracé el Islam y empecé a darme cuenta de todo aque-llo que realmente importa en la vida y cómo vivirla. Eso es progreso.

Somos lo que comemos

Suleyman BusbyDubái, EAU

E

Page 11: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 11

a inspiración es algo con lo que todos los seres humanos hemos

sido dotados. Puede ser una sensación efímera de lucidez o eterna. Dentro de este fenó-meno encontramos momen-tos en blanco, situaciones de frustración o, a veces, perio-dos de puro fracaso de la ima-ginación; pero eso no significa que no siga ahí.

La madraza es exactamen-te lo mismo, es un lugar don-de estás en conexión constan-te con tu musa. Pero la única diferencia es que aquí apren-des a mantenerla tenaz en tu recuerdo; cada día que pasa te vas a dormir con una nueva lección, un nuevo argumento de sabiduría o una cosa más por lo que agradecer.

Muchas de nosotras, los primeros días, no sabemos dónde estamos ni cuál es nuestra misión en esta ciu-dad perdida en el norte de Marruecos, Larache, entre un palacio de música y una mez-quita. Pero poco a poco, sin la mínima consciencia de cómo ha pasado, empiezas a amar este lugar, que se convierte velozmente en tu hogar.

La Madrassa Sharif Al Wazzani es una escuela co-ránica para chicas, fundada en 2005. Tiene dos cuatri-mestres: el primero, de sep-tiembre a febrero, en Larache, Reino de Marruecos; y otro, de marzo a mayo, en Norwich, Reino Unido.

El estudio del Corán es uno de los muchos milagros que tiene este lugar. Los pri-meros cuarenta días son los más duros, en los que, de

cada una de nosotras, nacen complejos sentimientos que nos confunden. Y no es más que nuestro ego presentán-dose en sus múltiples caras. Pero eso no hace más que re-marcar la sabiduría del noble Corán: “Y os pondremos a prueba hasta saber quiénes de vosotros son los que lu-chan y son los pacientes y para probar vuestros actos” (Sura de Muhámmad, 32).

Estudiar el Noble Libro crea unas fuertes alianzas entre las estudiantes, una alegría del mismo género, una superación constante y un amor en una misma di-rección: Al-lah. Como nos dice Hayya Fátimah, directo-ra y fundadora de la escuela: “Hacerlo todo lo mejor que podáis, dar de vosotras el 150%, porque eso es ser un buen musulmán”.

El aprendizaje en esta vida es infinito, pero gran parte de la base de la mu-jer en el Islam la aprendes en la convivencia con otras chicas, rezando junto a ellas en la oración de la mañana, recitando tablas repletas de palabras que se dirigen di-rectamente al corazón y con nuestras ganas de aprender, que lentamente se va trans-mitiendo de unas a otras.

He aprendido a escalar mi montaña de temores, creciendo o simplemente aprendiendo a cómo crecer. He valorado, de una vez por todas, el regalo tan gran-de que es ser musulmán. Ahora, por fin, sé que ser agradecido es sinónimo de ser feliz.

Resulta maravilloso es-cuchar por las calles de piedras turquesa las mági-cas palabras que son “Insh Al-lah’’, ‘’Alhamdulil-lah; el saludo de paz entre miles de musulmanes desconocidos;

la bondad de las gentes, que lo poco que tienen lo con-vierten en mucho para dar; el maravilloso adhán que se escucha cinco veces al día seguido del curioso so-nido que tienen las pisadas de la gente que se dirigen a la mezquita. Todo eso no es más que facilidad. Estar en Marruecos es como estar inducido en un sueño que persiste durante seis inten-sos meses.

La segunda parte del curso, nos trasladamos a Inglaterra, donde pasamos la mayor parte del día junto a una hermosa comunidad y continuamos con nuestro aprendizaje en una elegante mezquita. Son fases en las que la dificultad va aumen-tando, pero el examen final es cuando llegas a tu casa y tienes que aplicar en tu ruti-na diaria todo lo asimilado los últimos meses.

Nos preparamos para sa-lir al mundo, no para hablar sobre lo que hacemos o lo que somos; para demostrar-lo con nuestros actos, para ser un ejemplo, para de-mostrar que ser musulmán es equivalente a prudencia, paz, respeto, agradecimien-to y responsabilidad. En la Madrassa Sharif al Wazzani hay chicas de todas las par-tes imaginables del mundo, de lugares que pensabas que ni existían, todas ellas con sus innumerables talentos.

La dificultad de los via-jes es recompensada con creces cuando llegas a tu destino, ya que Al-lah nos ha puesto la Tierra extendi-da para que en ella recorra-mos amplios caminos. Sólo tenemos que empezar dan-do un paso, y el mío ha sido posible gracias a esta expe-riencia que guardo dentro de mi corazón.

Más que una madraza,un hogar

Surur SabatéBarcelona

L

La Tierra somos todos nosotros

omo si de un mundo lejano se tratara, un lugar ajeno a nosotros al que pertenece un solo día de entre todos aquellos que genera con su rotación

y “natación acrobática” sobre su propio eje. Así se acordó de sí mismo el orbe y celebró el pasado 22 de abril el Día de la Tierra.

Esta efeméride un tanto paradójica tiene su historia. Y es que en el año 1969, en una conferencia de la UNESCO que tuvo lugar en la emblemática ciudad de San Francisco, John McConnell propuso un día que celebrase la paz y concienciase acerca de la necesidad de formar una visión global a la hora de preservar el planeta. Dichos principios impulsados desde la ciudad dorada de California fueron celebrados por primera vez el 21 de marzo de 1970, coin-cidiendo así con el inicio de la primavera, estación simbó-lica de la moderación y la esperanza. Veinte años después, la fecha trascendería su ámbito nacional estadounidense y cobraría un alcance relativamente global.

El aniversario de nuestro actual año es ya el cuadra-gésimo quinto intento de despertar la conciencia de los terrestres que supuestamente hacemos uso de razón para que veamos, de una vez por todas, el precipicio hacia el cual nos dirigimos en masa. Es un paréntesis que algu-nos abren en medio de nuestra auto-aniquilación como especie; la techné perversa y multifacética de destruir y que oscila desde una especie de incontinencia piroma-níaca de fabricar armas hasta el negacionismo obstinado ante el calentamiento global que acentúa nuestra ceguera y nos engulle con nubes de humo que ya casi nos impiden vernos los unos a los otros mientras seguimos debatiendo cínicamente su existencia. Y, aun así, dedicamos esas esca-sas 24 horas al año a una reflexión que destila ingenuidad, puesto que no alcanza a ver la raíz del problema que se agarra y se camufla escurridizamente en el ego de cada uno de nosotros.

McConnell fue una persona con un gran ímpetu por resolver los problemas que aquejaban a la humanidad en-tonces y que, si acaso han cambiado, no han hecho más que ganar en gravedad.

Como siempre, hay que enmarcarlo todo en su con-texto histórico y cultural. El año 69, además de ser el año de Woodstock, el apogeo de la subcultura hippie, es una fecha que quizás sella la consolidación de va-rios movimientos por la paz que, sin pertenecer ne-cesariamente a dicha subcultura, siempre se les restó importancia y fueron ridiculizados como drogadictos o “abraza-árboles o treehuggers.

Obviamente, en nuestros días la historia se imita a sí misma y una idéntica narrativa se perpetúa. Los “po-deres establecidos” siguen descalificando a cualquiera con la suficiente osadía de llamar a las cosas por su nombre y tomar el toro por los cuernos, incluido aquel que embiste desde Wall Street. La maquinaria propa-gandística militarista-interventista reacciona de este modo, desautorizando mediante argumentos ad homi-nem a todo aquel que plante cara a dinámicas como la que hipnotizó en su día a ambas superpotencias polari-zadas, Estados Unidos y la Unión Soviética, y dio lugar a la “vietnamización” y la Doctrina Nixon con su enlo-quecida carrera nuclear.

Lo paradójico de la situación es, por una parte, que el día en honor a la Tierra nació en el país que más la asfixia y no muy lejos de las instituciones que anteponen los in-tereses de un puñado de magnates al bien común de sus habitantes. Por otro lado, llama la atención esa condición de alteridad que conlleva hablar de la Tierra en tercera persona, porque, al fin y al cabo, formamos una unidad indivisible con ella, somos tierra y somos de la Tierra: “De ella os creamos, a ella os devolveremos y de ella os hare-mos salir de nuevo” (Corán. Sura Ta, Ha, 55).

Hisham MuhámmadMadrid

C

Page 12: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY12

hí está, sostenido por un momento de pausa donde falsamente hay

un segundero sin tiempo. El peso del cuerpo gravita hasta donde la propia conexión le per-mite; mientras inhala y exhala es consciente de su respiración y, casi también, consciente de sus poderes. Diría que tiene los ojos cerrados, cerrados hacia fuera, mientras el dulce sabor de ese estado empieza a expandirse y del ser brota una conversación. Parecía posible pero el sonido (ya tan familiar) de la urgencia mediática irrumpe en la escena y el caos de la realidad da comien-zo a un único e idéntico plano-secuencia. –¿Cómo terminamos aquí?; este lugar es horrible–. Debe ser que aún no ha decidi-do alzarse.

En solo unos minutos de acción, “él” somos todos y ma-gistralmente nos han seducido

las luces del espectáculo junto con sus reflejos en nuestra piel. La sociedad de papel de charol puede ser deliciosa pero, –el tipo de amor del que estoy hablando es absoluto.

Como una maquinaria de reloj perfectamente estructura-da, la disposición de los espacios y la naturaleza de sus personajes le van marcando una trayectoria reconocible, un procedimien-to atractivo pero que es insufi-ciente. O eso me dice él cuando anhela contemplar desde otra perspectiva, pero las escenas del mundo van cerrando las posi-bles ventanas. Mientras tanto, por dentro, empujan las alas.

¿Cuáles son las estaciones de ese “yo” que nos habla? El hombre pájaro domina una y otra vez la escena y, en busca de una experiencia de verdad, se estrella contra las pantallas. El movimiento y el cambio no cesan, e incluso en los instantes de máxima quietud, los áto-mos continúan su recorrido. El ídolo interior puede manipu-lar el mejor de los guiones, y es ahí cuando ese pájaro se vuelve imprescindible.

Un actor, o cualquier per-sona, lucha por encontrar un sentido dentro de las exigen-cias ilusorias, un laberinto proyectado desde el propio pensamiento y que sin aire puede tiranizar para siempre. La alquimia no se produce cuando garantiza saberlo todo, pues todo está continuamente naciendo de nuevo, como el estadio espiritual que emerge desde el que vuela a través de la metáfora.

Un borde delicado entre el observador y el observado que ponen de relieve el combate interminable entre ambición y conquista, entre la sed insacia-ble del reconocimiento y sus precipicios. Un juego melodra-mático de las relaciones perso-nales que se vuelve absurdo y salta entre el amor y la admira-ción. El eterno ser, estar y pare-cer (o perecer en el intento).

La sombra del superhéroe que actúa y dirige al mismo

tiempo trastorna su visión del nuevo escenario, del nuevo siglo, y el hombre pájaro quizá sea algo más que una memoria del pasa-do. El viaje es de pronto la desin-tegración de una auto conciencia y la aceptación de todas esas más-caras como partes de un proceso. En la autenticidad del alma otras puertas se pueden estar abriendo, y qué sabor tan delicioso cuan-do ese “yo” se vuelve perceptivo. El hombre pájaro ha vencido su miedo y ahora, goza las alturas.

Con Birdman, o La ines-perada virtud de la ignorancia, el director de Amores perros, 21 Gramos, Babel y Biutiful, González Iñárritu, nos regala una obra maestra a través de un guión inteligente que hace de este film una sátira del cine, de la sociedad actual y de las bases de la cultura dominante. Una contemplación ingeniosa que sacude capitanes y barcos. Una crítica a la cultura de masas que, como diría Umberto Eco, baila entre los “apocalípti-cos” y los “integrados”.

Inspirado por grandes direc-tores de cine independiente y por autores del pensamiento, junto con un sello personal de lo que ha sido y es su vida, el director mexicano se adentra en las luces y sombras del ego en el mundo actual y permite una reflexión inspiradora en la posibilidad del hombre y de la mujer pájaro; un trayecto para sublimar las for-mas siempre que éstos se lan-cen a ese vuelo y no a su propia autodestrucción.

El hombre pájaro

Sarah OjembarrenaCiudad del Cabo, Sudáfrica

A

Page 13: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 13

1. La amanaHay historias que confir-

man otras. Acontecimientos que encierran elixires que hacen saborear grandes tiempos de silencios. Encierran respuestas a aquello que hemos guardado reposadamente, largos años, como el que reúne piezas que de pronto encajan. La vida se nos muestra en un detalle, como una explosión de significados abiertos cual haz luminoso al pasar por un prisma de cristal.

Durante los primeros días del mes de ramadán de 1435 (julio de 2014) un hombre de mi entorno profesional me anun-ció un regalo que me habría de llegar. Algo de mi agrado. Pero guardó silencio. Pasaban los días con esa pausada rapidez que im-plica el ayuno, y estábamos ab-sortos en las bendiciones de un mes que te absorbe y te expan-de. Casi ya finalizado, Francisco, me hizo llegar una caja roja con una inscripción en el borde su-perior derecho: EL CORÁN DE CÚTAR. MÁLAGA. Para una historia biográfica es un detalle reseñable. Pero para la historia donde el tiempo no es factor condicionante, acontecía algo que confirmaba la continuidad de una misma forma de vivir en este pequeño enclave próximo a la torre de los Banu Jaldún en Sevilla.

2. Libros emparedados.Este facsímil del Corán de

Cútar no era sino parte del lega-do oculto tras un tabique, entre hebras de paja, en una casa del siglo XV-XVI en la Axarquía malagueña. Al libro le acom-pañaba un tratado de jurispru-dencia maliki y otro de actas, contratos, jutbas, sentencias, escrituras y otros documentos pertenecientes a un juriscon-sulto que dominaba la lengua árabe.

En nuestro país estos hallaz-gos no han sido un fenómeno aislado. Desde principios del siglo XVI, en que se prohibió la posesión de cualquier texto en árabe, y que comenzó con la quema en hoguera pública de toda la ciencia guardada en las bibliotecas granadinas por Cisneros, los musulmanes es-pañoles decidieron ocultarlos en huecos y techos, y así fue-ron apareciendo siglos después. Aragón ha sido el territorio an-dalusí donde mayor número de libros han aparecido, como el descubierto en Almonacid de la

Sierra en 1886, con 63 códices, y que fue comentado por el D. Francisco Codera, el único ara-bista español que plantó cara a las mentiras de Dozy en su pro-pio tiempo.

En la misma época, a fina-les del XIX, en el derribo de las escuelas pías cuando se abría la

Gran Vía granadina, apareció un Corán morisco que aún se con-serva. Ya en nuestros días, al res-taurar la Aljafería de Zaragoza, ocultos en el artesonado, apare-cieron dos Coranes, uno en per-gamino y otro en papel. Hechos

similares ocurrieron en Calanda (Teruel), en Aitona (Lérida, 1961), en Ocaña (Toledo, 1969) o en Morata del Jalón (Zaragoza, 1993). Y esto sólo por mencio-nar algunos.

El recorrido del Corán de Cútar ha sido inmenso, para dar testimonio de su realidad hoy. Fue manuscrito primorosamen-te en el siglo XIII, y mantuvo su utilidad durante casi dos siglos. Es decir, fue recitado y consulta-do durante ocho generaciones,

en esta tierra, pasando de padres a hijos. Tras la conquista en 1487 de la Axarquía, y con la caída de Vélez-Málaga, y poco después de Comares y sus alquerías, todavía estuvo en uso catorce años, sir-viendo a la comunidad mudéjar de los montes orientales, el shark de Málaga. Con toda probabili-dad fue oculto en los primeros años del nuevo siglo que comen-zaba en mil quinientos. Y así estuvo cinco siglos hasta llegar a nuestras manos.

3. La Axarquía, (As-Sarqiyya). Hasta el año de la tiranía y la asimilación.

Durante la campaña de con-quista del reino de Granada, hubo poblaciones que fueron to-talmente vaciadas de su vecinda-rio autóctono, este es el caso de Málaga y Ronda. Pero la pobla-ción de esta zona de montes per-maneció bajo estatuto especial en sus lugares, pudiendo conti-nuar sus vidas practicando sus creencias. Se les permitió usar el derecho civil y familiar, pasando a jurisdicción castellana en casos de delitos de sangre o conflictos con cristianos.

Uno de los cadís que ejerció la jurisprudencia entre esta pobla-ción fue el alfaquí Muhammad ibn ´Ali ibn Muhammad al-Yayyar al Ansari. Su nombre es el que más se repite en los do-cumentos mencionados y muy probablemente el que nos legó este tesoro escrito encontrado en Cútar.

La población en general se debatía entre la permanencia en su país natal y familiar y la hijra (mudanza) a tierras del Islam. Este juicio llevó a muchas emi-nencias y familias completas a salir del suelo peninsular desde siglos antes, pero se incrementó con la presión militar.

Tras la caída de Granada, el hilo de esperanza que mante-nían los axarquíes se desvaneció; desmoralizándose mucho más cuando ocho años después de la

firma de las capitulaciones, los católicos rompieron la palabra dada. Así lo expuso el alfaquí al dorso de un acta matrimonial, reseñando lo vivido en primera persona: “(El señor de Castilla) rompió el pacto y bautizó a la gente de Granada a primeros de yumada al-ula del año 905, (mitad del año de 1500), Al-lah el Altísimo les haga perecer y los trate de la manera como solo alguien que es digno y capaz lo puede hacer; fue al atardecer de un viernes”. Para no men-cionar el año, el alfaquí, en un poema acéfalo que abre el libro segundo, llamó a este año “de la tiranía y asimilación”. El bautis-

mo general fue una medida de excepción contra la población civil, pues ello daba permiso a la Inquisición a intervenir sobre la población ya bautizada. Pero lo que provocó el éxodo masivo fue el edicto de conversión for-zosa de 1501. Los que se que-daron protagonizaron nuevos episodios de resistencia monfí y morisca.

4. Sukut“Silencio. El Corán sale del

silencio y vuelve al silencio. Es

un libro recitado. Una lectura. Es dinámico y por eso emerge de su opuesto: la quietud”. Este párrafo leído entre los olmos del camino que sube a la Alhambra en Granada deshizo mis atadu-ras intelectuales a principios de los años ochenta. Con estas pa-labras del libro Indicaciones de los signos, de Sheij Abdelqadir as-Sufi, Al-lah abrió para mí las puertas del Islam.

Casi treinta años después vino a mis manos el facsímil del Corán andalusí. Una mañana, a la hora del Alba, al pasar por la musal-la donde hacemos la oración en familia, un joven es-tudiante de la Madraza Coránica de Mallorca había tomado el mushaf de Cútar y recitaba con este precioso ejemplar entre sus manos la Sura de Ya Sin, el cora-zón del Corán. En ese momento entendí. Ahora, el mushaf repro-ducido con las técnicas del siglo XXI no era un objeto de estudio y museo, ni tema para investiga-dores hermeneutas. Volvía a ser recitado quinientos años más tarde. Su realidad oculta adqui-rió vigencia. Y aquellas aleyas recitadas en el clarear del día se apagaban silenciosamente.

Jalid Nieto es Diplomado en Ciencias Sociales; es educa-dor, conferenciante y articulista. Fue líder de los Movimientos Juveniles cristianos en la déca-da de los setenta. Más tarde se convierte al Islam y es fundador de la Comunidad Islámica en España de Sevilla (1984). Fue Presidente de la Comunidad Islámica en España (1993-95). Desde hace diez años dirige el Centro de Estudios Cadi Abu Bakr Ibn Al-Arabi para la ini-ciación y profundización en las ciencias islámicas dentro de la Fundación Mezquita de Sevilla de la que es Patrono fundador.

Jalid NietoSevilla

El Corán de Cútar,tesoro de la Axarquía

Casi treinta años después vino a mis manos el facsímil del Corán andalusí. Una mañana, a la hora del Alba, un joven estudiante de la Madraza Coránica de Mallorca había tomado el mushaf de Cútar y recitaba con este precioso ejemplar entre sus manos la Sura de Ya Sin, el corazón del Corán

Facsímil del Corán de Cútar.

Jalid Nieto, en Cútar.

Page 14: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY14

“Estado llamo yo al lugar donde el lento suicidio de to-dos se llama ‘la vida’”.

Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra.

heij ‘Umar Vadillo de-fine al Estado moderno como el matrimonio

entre la banca y el gobierno. Sidi Karim Viudes, que Al-lah lo tenga en su Misericordia, decía que la toma de Granada el año 1492 señala el pisto-letazo de salida del capita-lismo mundial. Pues aun-que las monarquías ibéricas no trajeron directamente a América una sociedad basa-da en la tenencia de dinero, sí fueron la punta de lanza de la posterior penetración del capitalismo desde el ámbito europeo protestante anglosa-jón. El escritor recientemente fallecido, Eduardo Galeano, decía: “España tenía la vaca pero otros se tomaban la le-che”, y ya en 1519, en el rei-nado siguiente al de los Reyes Católicos, Carlos V hacía del banquero Jakocb Fugger su mano derecha –aunque bien podríamos decir su mano siniestra– al financiarle éste su elección como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

De manera que el aludido matrimonio entre la banca y el Gobierno tuvo sus antece-dentes en los tiempos previos a la colonia, cuyo proceso de “independencia” sería la mas-carada de un segundo avance del poder financiero, cuyos úl-timos pasos estamos viviendo en estos tiempos, en los que hasta hace algunas décadas la población latinoamericana era mayoritariamente rural,

por aquel tiempo en que el sueño americano cristaliza-ba en el norte durante casi medio siglo, al menos en EE UU, mientras las industrias alemanas y japonesas yacían fuera del mercado mun-dial tras la Segunda Guerra. Cuatro décadas después, a partir de Reagan, dicho sue-ño comenzaría a devenir en una pesadilla para los propios norteamericanos, que des-de los EE UU avanzaba por Latinoamérica en un terreno allanado previamente por los golpes de Estado, y que veinte años más tarde se expandiría también por Europa a partir de la crisis subprime.

Entre los períodos de la colonia y los tiempos ac-tuales, la gente de América Latina había sido sacada de sus paisajes y formas de vida hacia modos que implicaron un profundo desarraigo y un entorno totalmente reconfi-gurado y en incesante remo-delación. Ernest Jünger lo llamaba “paisaje de talleres” y Peter Sloterdijk, el “mundo

interior del capital”, que por carecer de interioridad de-vora hacia un espacio físico interior todo el entorno cir-cundante. Proceso en que los seres vivos sobreviven en la medida en que pueden ser parte de su dinámica y fun-cionalidad, y que integran a los humanos desintegrando

sus sociedades, asimilándola a humaneros de igual modo en que los animales son ence-rrados en zoológicos.

En dicho contexto, la po-breza y la exclusión han sido denominadores comunes de extensas mayorías en este continente, y sobra decir que la pobreza urbana es muchí-simo más descorazonadora que la pobreza rural, pues en este último espacio siempre se pueden obtener medios que en la jungla de cemento están sencillamente negados.

De esa manera, incluso movimientos sociales que se originaron en las ante-penúltimas décadas del pa-sado siglo en el deseo de transformar dicha realidad han acabado agudizándola al provocar éxodos masivos del campo a la ciudad de las personas que aún no habían sido empujadas a ello por la extensión de los latifun-dios y la maquinización de la producción agrícola. A lo que hay que sumar el gra-ve cinismo que ha aliado a

algunas guerrillas con el nar-cotráfico, en un movimiento convergente con los propios Estados. Esta práctica, que se ha hecho común a lo lar-go y ancho del planeta, pone en cargos gubernamentales a ex-directivos de empresas que se supone que tendrían que ser fiscalizadas por és-tos, por lo que el narcotráfi-co no es la excepción. Es lo que sucede con Los Zetas en México, cuyo nombre pro-viene del código que usa la policía mexicana para co-municarse a través de radio-transmisores, pues muchos de sus integrantes provienen de cuerpos de élite que ha-bían sido preparados para luchar contra los narcos a cuyo bando no obstante se pasaron. Lo mismo sucede en Colombia, donde se han hecho tristemente famosos por su consumada práctica de separar la cabeza del tórax de quienes el cartel decide castigar. O en Río de Janeiro y Sau Palo, donde niños por-tan armamento de guerra a la entrada de las favelas, por lo que el salvoconducto para entrar o salir de ellas depen-de del capricho de mucha-chos imberbes.

Todo ello apunta a una si-tuación por la que América Latina es lamentablemente conocida y por la que necesi-ta encarecidamente una espe-ranza, necesita regenerarse.

Yaqub González es profe-sor de Filosofía en proceso de titulación. Trabaja en la revi-sión y edición de textos edu-cativos. Gestiona los blogs elpescador.blog.com y agora-sur.blogspot.com. Ha escrito un libro de poemas, La luna es un espejo donde se baña Layla. Reside en Santiago de Chile y colabora con la re-vista Acéfalos; es colaborador habitual de ISLAM HOY.

América latina,pobreza, violencia y narcotráficoYaqub GonzálezSantiago de Chile, Chile

S

De manera que el aludido matrimonio entre la banca y el Gobierno tuvo sus antecedentes en los tiempos previos a la colonia, cuyo proceso de ‘independencia’sería la mascarada de un segundo avance del poder financiero

Page 15: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY 15

rnst Jünger (Alemania, 1895-1998) participó en la Primera Guerra

Mundial con diecinueve años de edad. En ella sufrió numerosas heridas que de-jaron su cuerpo marcado de cicatrices y trozos de metra-lla incrustados. Recibió en 1918, poco antes de terminar la guerra, la condecoración Pour la Mérite al mérito mi-litar, siendo la persona más joven en recibirla, con tan sólo veintitrés años.

Fruto de su experiencia en esa contienda es su diario de guerra: Tempestades de ace-ro, que no sólo habla de la guerra en primera persona, contada por un guerrero de verdad, sino que hace pensar en la evolución que en estos tiempos está llevando el alma humana en el hombre mo-derno y en cómo la técnica y el poder están degenerando el espíritu humano hasta extre-mos cada vez más peligrosos y cercanos al abismo.

Jünger es un hombre res-petuoso para con los enemi-gos y capaz de reconocer la valía de estos hasta el punto de que habla de sus enemi-gos ingleses de forma hono-rable y digna:

En la guerra he aspira-do siempre a contemplar sin odio al adversario, a apreciar-lo como hombre de acuerdo a su valor. Me he esforzado en buscarlo en la lucha para matarlo y no he esperado de él otra cosa. Pero nunca he pensado que fuera un ser vil. Cuando más tarde cayeron en mis manos prisioneros, me sentí responsable de su se-guridad y procuré hacer por ellos todo lo que estaba a mi alcance.

Y esto es muy de apreciar en unos tiempos en los que

cada vez se desprecia más al contrario, llenando las gue-rras y enfrentamientos de prejuicios y de una vileza como nunca la tuvieron.

Jünger diferencia en su li-bro tres etapas que, de alguna manera, señalan el destino que esta civilización moder-na está eligiendo para su perdición:

Una primera etapa, brutal ya e inhumana, que se había pensado que sería corta y se estancó en una interminable guerra de trincheras. Ahí los enfrentamientos y las armas ya eran descomunales y des-tructivos a una escala desco-nocida hasta entonces, pero todavía quedaba algo del cuerpo a cuerpo y una cierta ventana para el honor entre guerreros:

De todas partes del bosque bombardeado afluían concén-tricamente hacia aquel mismo sitio los heridos. Moribundos y heridos graves obstruían el

paso; caminar por allí era algo horrible. Una figura humana que estaba desnuda hasta me-dio cuerpo y que tenía desga-rrada la espalda se apoyaba en el talud de la trinchera. Otro hombre lanzaba de continuo unos gritos estridentes, estre-mecedores; de su nuca colga-ba un jirón de carne de for-ma triangular. El Gran Dolor ejercía allí su imperio; por vez primera pude mirar, como por una rendija demoníaca, en las profundidades de su dominio. Y las granadas seguían llegan-do. […]

Cuando a la mañana si-guiente, completamente em-papado, salí de la galería, no podía dar crédito a lo que mis ojos contemplaban. Aquella zona, a la que hasta entonces había impreso su sello la sole-dad de la Muerte, tenía ahora la animación propia de una feria. A las guarniciones de las dos trincheras enfrentadas el barro las había empujado

a saltar fuera de los parape-tos, y ya se había iniciado a través de las alambradas un intenso tráfico e intercambio de bebidas, cigarrillos, boto-nes de uniforme y otras cosas. La muchedumbre de figuras vestidas de caqui que afluía de las trincheras inglesas, tan desiertas hasta entonces, cau-saba un efecto desconcertante; eran como espectros que apa-reciesen en la clara luz de la mañana.

Luego llegó una segunda etapa, esta ya “la de la máqui-na”, con armas de tal poder letal, incluso desde la distan-cia y sin necesidad del cuer-po a cuerpo, que la realidad parece perder consistencia hasta convertirse en un baile de espectros manejados por hilos invisibles:

A veces un único estampi-do infernal, que iba acompa-ñado de llamaradas, dejaba completamente ensordecido el oído. Después, un siseo agudo, incesante, producía la impre-sión de que se acercasen, uno tras otro, zumbando, a una velocidad increíble, centenares de fragmentos de metralla de una libra de peso. En ocasio-nes caía, con un golpe seco, pe-sado, un proyectil que no esta-llaba; a su alrededor la tierra temblaba. Por docenas reven-taban los shrapnels, delicados como bombones fulminantes, y esparcían su densa nube de bolitas; después llegaban las vainas, con un resoplido. Cuando cerca de mí estallaba una granada, el barro caía al suelo con estruendo, como un goteo. Y en medio de todo aquello los fragmentos de me-tralla se clavaban en la tierra con un golpe seco.

Pero llegó una tercera etapa fatal y deshumanizada hasta límites insospechados nunca, en la que ya ni si-quiera eran los hombres con máquinas feroces los que se enfrentaban, sino que era la técnica y la mecánica la due-ña del conflicto con bombas, aviones, tanques, gas veneno-so…, y ahí los guerreros ha-bían perdido todo sentido de su honor, de su preparación guerrera, de su cuerpo frente a otro cuerpo. Eran sólo mo-nigotes en un pim-pam-pum destructivo e incontrolable en el que, como mucho, te-nían que manejar dispositi-vos y palancas que iban sem-brando la destrucción sin ton ni son por doquiera que fuesen. Esa guerra aleja a los guerreros de cualquier posi-bilidad de lucha honorable y a la población de cualquier medio de refugio, respeto o defensa. Y, lo que es peor, esa destrucción planificada oca-siona al destructor más da-ños que beneficios, pues no va buscando botín, sino mera destrucción, y el enemigo así no es alguien respetable al que hay que vencer para ob-tener beneficios, sino algo a despreciar y vilipendiar para

poder destruir sin remordi-miento alguno. Y eso, ade-más, destruye la disciplina de los ejércitos, puesto que no reporta ningún honor al soldado:

Hasta la posición Sigfrido todas las aldeas eran un mon-tón de ruinas; todos los árbo-les estaban talados; todas las carreteras, minadas; todos los pozos, envenenados; todos los cursos de agua, represados con diques; todos los sótanos, volados con explosivos o con-vertidos en lugares peligrosos merced a las bombas allí es-condidas; todas las vías fé-rreas, desmontadas; todos los cables telefónicos, arranca-dos; todo lo que podía arder, quemado. En suma, transfor-mamos en un yermo la tierra que aguardaría al enemigo cuando éste avanzase.

Lo que allí se veía recor-daba, como he dicho, un ma-nicomio; y como éstos, pro-ducía un efecto mitad cómico y mitad repugnante. Aquellas destrucciones fueron funes-tas también para la disciplina de la tropa, como enseguida pudo notarse. Allí fue donde por vez primera vi la destruc-ción planificada, un tipo de destrucción con el que lue-go la vida habría de tropezar hasta la saciedad. Esta clase de destrucción, que está fu-nestamente vinculada con las concepciones economicistas de nuestra época, ocasiona al destructor más daños que beneficios y no reporta nin-gún honor al soldado.

Estas reflexiones de Jünger podemos extender-las no sólo a la guerra, sino a los enfrentamientos polí-ticos que estamos viviendo, en los que cada cual, en lugar de respetar a los contrarios y defender con honor y hones-tidad sus ideas, se dedica más a despreciar y vilipendiar al contrario. Y también a la ac-tual “democracia” como un territorio en el que la técnica (propagandística, de domi-nio de los medios, etc., más que de contacto directo y de responsabilidades persona-les) ha devorado la genuina relación entre personas y anulado la política como el arte de convivir para conver-tirla en una forma de medrar.

Yahia Ballesteros es pro-fesor de Historia y Geografía en un I.E.S. andaluz. Tiene publicadas obras de poe-sía, novela, teatro y ensayo y ha recibido premios como el Río Henares de Sonetos (Guadalajara), el Primer Premio del Ministerio de Educación y Ciencia de Teatro (Madrid) o el de Novela de Olula del Río (Almería). Dirige la re-vista internacional de tea-tro y literatura Alhucema. Páginas con obra suya: https://sites.google.com/site/emilioballesterosalmazan/

‘Tempestades de acero’o el viento

de la técnica Jünger nos cuenta su experiencia en la Primera Guerra Mundial y hace reflexiones sobre cómo aquello refleja la dirección que está tomando el ser humano en estos tiempos de tecnificación deshumanizada

Yahia BallesterosGranada

E

Page 16: ISLAM HOY 38, mayo – junio 2015

Rayab 1436 / Mayo 2015 ISLAM HOY16