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ECONOMÍAACTUAL
Revista de Análisis de Coyuntura EconómicaISSN 2007-0993
Año 9, No. 2,abril-junio de 2016
La industria siderúrgica en México, 2015María Esther Morales Fajardo, Araceli Galeana Estrada y Marcos Mejía López
Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?Judith Huerta Quiroz y Jeanett Campos Chávez
Volatilidad en los mercados financieros, el caso del mercado bursátil mexicano al primer trimestre de 2016Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
Comportamiento de la actividad económica en México en 2015Juvenal Rojas Merced y Ricardo Rodríguez Marcial
Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica de las mujeres al cuarto trimestre de 2015 Alma Yeni Barrios Márquez y Oscar Alfredo Barrios Márquez
Dinámica de la población joven en la Ciudad de Toluca, 2015Yuliana Gabriela Román Sánchez, Rosa Azalea Canales García y Claudia Yolanda Albarrán Olvera
ECONOMÍAACTUAL
Revista de Análisis de Coyuntura Económica
Año 9, Núm. 2 abril-junio 2016Índice
2 Presentación
3 La industria siderúrgica en México, 2015María Esther Morales Fajardo, Araceli Galeana Estrada y Marcos Mejía López
9 Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?Judith Huerta Quiroz y Jeanett Campos Chávez
14 Volatilidadenlosmercadosfinancieros,elcasodelmercadobursátil mexicano al primer trimestre de 2016Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
21 Comportamiento de la actividad económica en México en 2015Juvenal Rojas Merced y Ricardo Rodríguez Marcial
26 Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica de las mujeres al cuarto trimestre de 2015 Alma Yeni Barrios Márquez y Oscar Alfredo Barrios Márquez
31 ESPECIAL Dinámica de la población joven en la Ciudad de Toluca, 2015Yuliana Gabriela Román Sánchez, Rosa Azalea Canales García y Claudia Yolanda Albarrán Olvera
36 Indicadores económicos
ECONOMÍA ACTUAL, Año 9, No. 2, abril-junio de 2016, es una publicación trimestral editada, publicada y distribuida por la Universidad Autónoma del Estado de México a través del Centro de Investigación en Ciencias Económicas (CICE) de la Facultad de Economía. Cerro de Coatepec s/n, Ciudad Universitaria. C.P. 50110, Toluca, Estado de México. Teléfonos: (01 722) 214 94 11 y 213 13 74, [email protected], [email protected]. Editor responsable: Miguel Ángel Díaz Carreño. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2009-061714521900-102, ISSN 2007-0993, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título y Contenido No. 14924, otorgado por la ComisiónCalificadoradePublicacionesyRevistasIlustradasdelaSecretaríadeGobernación.ImpresaporLithoKolor,S.A.deC.V.,Vialidadlas Torres No. 605, Col. Santa María de las Rosas, C.P. 50140, Toluca, Estado de México. Este número se terminó de imprimir el 15 de mayo de 2016 con un tiraje de 300 ejemplares.
LasopinionesexpresadasporlosautoresnonecesariamentereflejanlaposturadeleditordelapublicaciónodelaInstitución.
Se autoriza la reproducción y/o utilización de los materiales haciendo mención de la fuente.
Todos los artículos incluidos en el número 02 año 09 abril-junio de 2016 de la Revista Economía Actual han sido sometidos a dictamen de acuerdo con los lineamientos establecidos en dicha revista y aprobados para su publicación en los Talleres de Análisis de Coyuntura Econó-mica realizados los días 08 y 22 de abril de 2016 en el área de posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México y en los que participan de forma regular los colaboradores de dicha publicación.
2 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Presentación
Las perspectivas del Banco Mundial en torno al creci-miento económico mundial muestran un ritmo de la ac-tividad económica internacional bastante moderado. En el documento Perspectivas Económicas del Mundo (Glo-bal Economic Prospects) de enero de 2016 se establece que la economía mundial crecerá en 2.9% y, en particu-lar, para los Estados Unidos se estima un crecimiento de 2.7% para 2016 después del 2.4% registrado en 2015. El caso de la economía norteamericana llama la atención puesto que éste país viene presentando de igual forma un debilitamiento en el crecimiento de sus exportacio-nes, particularmente de las manufacturas y lo que po-dría tener un efecto negativo en la actividad económica del país mexicano a través de una menor demanda por importaciones de aquella economía.
En este contexto, el Banco de México, en su más reciente informe trimestral, enfatiza que en el último trimestre de 2015 se continuó con la tendencia a la baja de las perspectivas de crecimiento mundial como resultado de la debilidad de las economías avanzadas y la persistente desaceleración de las emergentes. En este último caso destaca la economía de China que conti-núa presentando tasas de crecimiento notablemente a la baja. También se debe mencionar el comportamiento negativo de economías como la de Brasil y Rusia que durante 2015 ambas presentaron una contracción por arriba de los tres puntos porcentuales.
En el caso de México, la estabilidad macroeconó-mica lograda ya por varios años no ha sido suficiente para incentivar mejores niveles de crecimiento, por el contrario, éste se ha mantenido en cifras muy reducidas y que seguramente se mantendrán en los siguientes años dada la coyuntura económica caracterizada por una menor demanda internacional, una enorme volatilidad financiera así como por un persistente deterioro de los precios internacionales de las materias primas (commo-dities), en particular del petróleo.
En este sentido, no obstante que la inflación se ha mantenido dentro del intervalo de variación estableci-do por el Banco de México, ésta misma institución, ha observado como un riesgo para la estabilidad el que en los últimos meses se ha presentado un importante nivel
de volatilidad financiera que continúa presionando a la moneda nacional. Entre los factores que han inducido el comportamiento creciente del tipo de cambio se en-cuentran: i) el deterioro de los términos de intercambio derivado de la reducción observada en el precio del pe-tróleo y ii) el estancamiento de la demanda por expor-taciones como resultado del bajo volumen de comercio global y en particular por la desaceleración industrial de los Estados Unidos.
En esta coyuntura económica, las medidas que se están instrumentando por parte de las autoridades en-cargadas tanto de la política monetaria como fiscal con la finalidad de atenuar los efectos negativos tanto en los mercados financieros como en los del sector real de acuerdo con el Banco de México han sido: i) incrementar la tasa de interés de referencia y ii) realizar un recorte preventivo al gasto de la Administración Pública Fede-ral, lo cual se espera pueda reducir el choque de los in-gresos públicos que ha representado la caída y el deterio-ro de las perspectivas futuras del precio del petróleo. Por su parte, la Comisión de Cambios suspendió las subastas de dólares, dejando la posibilidad de intervenir discre-cionalmente en el mercado cambiario en caso de condi-ciones excepcionales. El hecho de que la reacción de las autoridades haya sido rápida ante las condiciones más desfavorables y coordinada entre las distintas institucio-nes del Estado mexicano permitirá que las medidas sean más efectivas para lograr simultáneamente garantizar la estabilidad financiera del país y generar un entorno más propicio para un crecimiento económico más elevado.
Finalmente, en relación al mercado de trabajo y en un entorno de lento crecimiento económico de la eco-nomía mexicana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía con base en sus indicadores de ocupación y empleo estableció que la tasa de desocupación alcanzó un 4.3% en el segundo mes de 2016, lo que deja ver un aumento en dicho indicador en relación con el mes an-terior que fue de 4.2%.
Miguel Ángel Díaz CarreñoEditor
Mayo de 2016
ECONOMÍA ACTUAL
3Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
La industria siderúrgica en México, 2015
María Esther Morales Fajardo
Araceli Galeana Estrada
Marcos Mejía López*
Introducción
Desde sus inicios, la industria siderúrgica se convirtió en la base que acompañó la revolución industrial; en la actualidad en esta industria recae la responsabilidad de inyectar en la producción el valor agregado que sumi-nistra a otros sectores como el automotriz, el petrolero y la construcción. Para entender la relevancia, esta in-dustria se divide en tres sectores: a) extracción de ma-teriales metálicos y obtención del acero; b) producción de bloques de acero y laminación en caliente y frío; c) productos derivados de los laminados e insumos me-tal-mecánicos.
En México, la producción del acero, fuente vital de esta industria, cobra trascendencia al ubicar al país como el décimo tercer productor a nivel global, mante-ner una producción anual de 18.9 millones de toneladas (mdt), poseer una capacidad instalada de producción de 28.8 mdt, exportar 5.8 mdt e importar 12.4 mdt (Ca-nacero, 2015). Sin embargo, esta industria atraviesa por momentos complicados derivados de la disminución del precio de los commodities, en particular, los metales; la sobre producción de países como China y Rusia y el déficit comercial del sector.
El objetivo de este documento es revisar el pano-rama de la industria siderúrgica en México durante el periodo 2013-2015, a fin de comprender su importancia en las diversas actividades industriales y los problemas que enfrenta. Para ello, en el primer punto se analizan los indicadores de desempeño, el empleo, la inversión
extranjera recibida y el comercio que componen a esta industria; en tanto que el segundo punto aporta los ele-mentos que complican el desempeño de los productores de este sector. Finalmente se encuentran las conclusio-nes del documento.
1. Importancia de la industria siderúrgica en México
Como se mencionó en la introducción, la industria si-derúrgica contempla desde la extracción de materiales metálicos; sin embargo, en este documento se refiere a los diversos procesos de manufactura que involucran las actividades siderúrgicas.
Con base en la clasificación de las Cuentas Naciona-les (INEGI, 2015a), la industria siderúrgica se considera dentro del sector de la manufactura y los subsectores que forman parte de la siderurgia son las industrias metálicas básicas y la fabricación de productos metálicos.1
* Centro Regional de Investigaciones Multidisciplina-rias-UNAM, [email protected]; Facultad de Arquitectura y Diseño-UAEMex, [email protected] y [email protected] respectivamente
1 Las industrias metálicas básicas consideran la transformación del hierro, acero, aluminio, cobre y otros metales no ferrosos en productos de fabricación, fundición, refinación y lamina-ción. Mientras que la fabricación de productos metal mecáni-cos consideran la fabricación de productos forjados, troquela-dos, estructuras metálicas, herrajes, piezas metálicas, recubri-mientos y terminados metálicos y envases metálicos.
La industria siderúrgica en México, 2015
4 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
De acuerdo con la gráfica 1, durante el periodo 2013-2015, el crecimiento anual del sector manu-facturero ha sido 2.6%; en tanto que de los subsectores siderúrgicos ha sido del 2.2% anual. Por un lado, el sector manufacturero ha tenido difi-cultades para mantener su ritmo de crecimiento. De hecho, de acuerdo a los últimos datos de INEGI (2015a), la participación del sector manufac-turero en conjunto se desaceleró en el último año: 2.9% con respecto al 3.9% de 2014; aun así, este sector contribuye con el 16.3% del total de la producción.
En lo que refiere a la industria siderúrgica, para el periodo 2013-2015, la fabricación de productos metáli-cos es la que ha presentado un mejor desempeño de la producción 2.9% en comparación con el 1.8% registra-do por las industrias metálicas básicas. En la gráfica 1 se observan tres trimestres de desempeño negativo (I, II y IV) para las industrias metálicas básicas. Una explicación para esta caída está asociada a la baja cotización en el pre-cio de los metales y la sobreproducción de otros países2, al estar vinculadas las actividades industriales con el pro-cesamiento del hierro, acero, cobre y metales no ferrosos.
Por lo que corresponde al empleo, el sector manu-facturero aportó en promedio durante el periodo 2013-2015, poco más de 3,386,000 empleos; mientras que los subsectores siderúrgicos contribuyeron con el 9.14% del total del sector manufacturero durante 2014 y 9.0% du-rante el 2015. (INEGI, 2015a). El total de empleos ge-nerados durante 2015 por la industria siderúrgica fue de poco más de 316 mil personas ocupadas; aunque la Cámara Nacional del Acero en México (Canacero), menciona que la industria siderúrgica emplea a 720 mil personas de forma directa e indirecta y con una remu-neración hasta 130% sobre el promedio de los salarios manufactureros (Canacero, 2015).
De acuerdo con el desempeño positivo en la fa-bricación de productos metálicos durante el periodo 2014-2015, este subsector fue el que generó más em-
2 Ambos elementos serán analizados en el siguiente punto.
GRÁFICA 1
Tasa de crecimiento real de la producción manufacturera
y siderúrgica a precios de 2008. 2013.1-2015.4
Fuente: INEGI, (2015a). Tasas de crecimiento trimestrales anualizadas.
pleos (224 mil en promedio durante 2013-2015), prin-cipalmente aportados por la fabricación de estructuras metálicas y productos de herrería. Un dato interesante de resaltar es que, de acuerdo con la Encuesta mensual de la industria manufacturera, el total del personal ocupado en los siete complejos siderúrgicos de la in-dustria básica del hierro y del acero fue en promedio durante el año 2015 de poco más de 21,300 personas que equivaldrían al 0.05% del total generado por ambos subsectores (INEGI, 2015a). Con relación al número de establecimientos, el total de la industria manufacturera reportó 205,044 en 2014, de los cuales 26.5% corres-ponden a la industria siderúrgica.
Con respecto a la inversión extranjera directa (IED) recibida, la CEPAL (2015) señala que en México el sector manufacturero es favorecido por lo flujos de capital externos por la competitividad que presenta en los salarios de los trabajadores, la mano de obra espe-cializada y la especial interacción productiva que este sector tiene con relación a la industria automotriz. Ello explica que prácticamente más de la mitad de la IED la reciba este sector. Durante el periodo 2013-2015 no fue la excepción; los porcentajes recibidos con respecto al total de la IED fueron de 65.4%, 55.9% y 50% respecti-vamente (SE, 2015).
La gráfica 2 muestra los montos anuales de IED para la industria siderúrgica. En primer lugar se obser-va una disminución de los montos anuales recibidos desde 2013, que evidentemente obedecieron a una di-námica descendente de los montos totales de inversión. En el periodo 2013-2015, la inversión acumulada fue de
María Esther Morales Fajardo, Araceli Galeana Estrada y Marcos Mejía López
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2,836 millones de dólares (mdd); sin embargo, sólo en el año 2013 se recibió el 62.5% de esta IED. La gráfica 2 también presenta una desaceleración de los flujos de inversión recibidos en estos subsectores; mientras que en 2013 representaron el 3.8% de la IED en la manu-factura3, en 2015 sólo llegaron a un 1.8% de la inversión recibida en este sector (SE, 2015).
La desaceleración de las inversiones recibidas en los subsectores metalúrgicos es uno de los elementos que complican el desempeño de esta industria, pero también es una respuesta a la caída de los pre-cios internacionales de los minerales industriales. Este último factor se detalla en el siguiente punto.
Finalmente, con respecto al comercio durante el periodo 2013-2015, las exportaciones si-derúrgicas y minero-metalúrgicas representaron el 5.9% del total de las exportaciones; en tanto que las
3 La inversión recibida en 2013 corres-ponde a la apertura de nuevas insta-laciones en Monterrey del complejo siderúrgico Ternium.
importaciones de ambas actividades fueron del 7.7% del total de las importaciones captadas por el país (INEGI, 2015b). La gráfica 3 muestra otro de los principales fac-tores de riesgo que atraviesa la industria siderúrgica en México, es decir, el marcado déficit comercial principal-mente encabezado por los bienes siderúrgicos. Aunque la explicación del déficit se trata en el siguiente punto, es conveniente apuntar que la sobre oferta de otras eco-nomías y a la apertura comercial en la industria son los elementos que han provocado este saldo negativo.
2. Factores de riesgo para la industria siderúrgica mexicana
Como se ha dejado ver en el punto anterior, uno de los factores de riesgo está asociado a la volatilidad de-rivada de los principales minerales que requiere esta industria, principalmente con la caída del precio de los llamados “Metales para la industria”; de acuerdo al Fon-do Monetario Internacional (IMF, 2015b), los metales de aluminio, acero, cobre y níquel han ido registrando una caída desde 2011 (véase gráfica 4); entre enero de 2011 y diciembre de 2015, la caída de estos metales ha sido de 51.2%, 67.1%, 113.6% y 48.2% respectivamente. Después del boom o incremento de los precios de los metales durante la primera década del siglo XX, el FMI (2015b) señala que la inversión en el sector se ha reduci-do, principalmente en las minas, lo que ha llevado a una baja expectativa de la ganancia de utilidades. Más aún, la baja inversión ha redundado en una menor capacidad
GRÁFICA 3
Balanza comercial: sector siderúrgico (millones de dólares)
Fuente: INEGI, 2015b.
GRÁFICA 2
IED: sector siderúrgico (millones de dólares)
Fuente: SE, (2015).
La industria siderúrgica en México, 2015
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productiva de todo el sector. La im-portancia de los metales reside en ser elementos imprescindibles para la producción industrial y para la construcción.
La gráfica 4 muestra la ten-dencia de los precios de los metales industriales, que agrupan al cobre, aluminio, mineral de acero, esta-ño, níquel, zinc, plomo y uranio. Si bien, como se señaló en el párrafo anterior, los precios han disminui-do desde 2011, en el año 2015 la caída ha sido más visible. El mine-ral de acero y el níquel fueron los que registraron una mayor caída con un 41% durante el 2015; el zinc disminuyó un 27.6%, el aluminio y el estaño cayeron un 23% y 24% respectivamente; en tanto que el cobre disminuyó un 8% en el 2015 (IMF, 2015a).
El FMI (2015b) señala que la baja en la cotización de estos metales fue atribuida a la apreciación del dólar, la sobre oferta mundial y por el descenso en la demanda de China, quien había representado el mayor consumi-dor de metales durante la primera década del siglo XXI. Si bien estos factores han sido fundamentales en la caída de los precios, también la baja cotización del petróleo ha influido en los metales industriales, tal como se aprecia en la gráfica 4.
Otro de los factores que complican la producción siderúrgica son las actividades de intercambio comer-cial. Como se mencionó en el punto anterior, el déficit comercial se explica por diferentes elementos: el prime-ro se vincula con el establecimiento de un arancel prác-ticamente cero para las importaciones siderúrgicas. Con el proceso de apertura económica en este sector ocurri-do desde 1998, esta industria se enfrentó a la compe-tencia global a partir de la reducción de aranceles que permitieron la entrada al mercado nacional de produc-tos extranjeros y, por lo tanto, afectaron a las complejos industriales establecidos en el país; y desde 2012, esta industria afronta un arancel cero a las importaciones provenientes de otras economías.
Un segundo elemento que explica el déficit comer-cial ha sido el aumento en la producción de acero en países asiáticos, de Europa del Este y Rusia. China es el principal productor con más de 820 mdt, seguida muy detrás por Japón y Estados Unidos (111 mdt y 88 mdt respectivamente, Canacero, 2015). No obstante, el cre-cimiento de la producción del acero ruso estuvo incen-tivada por la depreciación del rublo durante el primer trimestre de 2015 (en más del 80%), que favoreció los costos de producción y la disminución de su demanda nacional. De igual forma, la desaceleración de la eco-nomía china y la disminución de la demanda de acero de importación tanto en China y Rusia han afectado las exportaciones de la industria siderúrgica en México.
De hecho, los empresarios de la Canacero (2015) consideran que las prácticas de comercio desleales4 de
4 Una de las prácticas desleales es la triangulación o esquemas de simulación, donde China vende el acero a fabricantes de tubo de otros países, quienes a su vez lo exportan por deba-jo del costo de un mercado normal (dumping, CANACERO, 2015). Hasta el primer semestre de 2015, la Unidad de Prácti-cas Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía investigaba 24 casos de antidumping.
GRÁFICA 4
Índice de precios de metales industriales y del petróleo (Datos
mensuales, base 2005=100)
Nota: El índice de metales considera al cobre, aluminio, acero mineral, estaño, níquel, zinc, plomo y uranio. El índice de petróleo considera al promedio simple de cotización del Brent, West Texas Intermediate y de Dubai. Fuente: IMF, (2015a)
María Esther Morales Fajardo, Araceli Galeana Estrada y Marcos Mejía López
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países como China, Rusia y algunos países de Europa del Este han sido los elementos que más afectaron la producción nacional y que explican el déficit comercial. La práctica más utilizada es el dumping por parte de es-tas economías; así como los subsidios y apoyos estatales que otorgan a sus productores nacionales y que distor-sionan los precios de exportación. Por tal motivo y ante los reclamos de los empresarios de la industria, la Secre-taría de Economía de México ha implementado el esta-blecimiento de permisos previos para la importación de productos de acero. Los empresarios del país también se quejan de los esquemas de regulación ambiental que se aplican a las industrias nacionales pero no a las impor-taciones, lo que ocasiona una distorsión en el comercio doméstico.
Pese a los retos por lo que atraviesa el sector, los empresarios en México han enfocado sus estrategias de crecimiento y competitividad en la industria auto-motriz y aeroespacial por la dinámica productiva que actualmente presentan. Empresas como Altos Hornos de México, Ternium o ArcelorMittal se encaminan en la fabricación de productos que antes se importaban y que son destinados al mercado nacional de autopartes y transporte. Otra de las apuestas está colocada en las re-formas al sector energético de México, ya que se piensa que con la incorporación de nuevas empresas a la explo-tación y producción petrolera se requerirán productos para el transporte de este energético.
Finalmente se debe apuntar que tres empresas son las que acaparan la producción de acero a nivel nacio-nal, con el 64% de la producción; dichas empresas son Altos Hornos de México (con el 24% del total produci-do), ArcelorMittal (con el 21% de la producción) y Ter-nium (con el 19% de la participación) (Canacero, 2014).
Conclusiones
La industria siderúrgica en México es una importante fuente de generación de productos, empleos y receptora de inversiones. Sin embargo, pese a la importancia eco-nómica, existen factores que afectan el desempeño de esta industria.
Un primer punto a destacar es que la industria si-derúrgica y en particular la producción del acero, está centrada en tres empresas que acaparan más del 60% de
la producción. De estas empresas, sólo una de ellas es nacional (Altos Hornos de México).
La actividad siderúrgica es afectada por el inter-cambio comercial, al presentar un déficit considerable vinculado con la sobre producción de economías como la rusa y la mejora de la competitividad en los costos de producción como consecuencia de la devaluación de esa moneda, las prácticas desleales de comercio como China, la apertura comercial en México y la baja coti-zación de minerales fundamentales para la industria. Asimismo, la desaceleración de las inversiones en la in-dustria y la caída en los precios de metales industriales también han incidido en el desempeño de esta actividad manufacturera.
Pese a la existencia de estos elementos que afec-tan a la producción siderúrgica nacional, los empresa-rios han enfocado su recuperación a sectores dinámicos como el automotriz, el aeroespacial y el energético.
Bibliografía
Canacero (2014), Perfil de la industria siderúrgica en México, México: Canacero.
Canacero (2015), “Industria Siderúrgica”, El financiero, núme-ro especial, abril 2015.
CEPAL, Comisión Económica para América Latina y el Cari-be (2015), Informe de la Inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, Santiago de Chile: CEPAL.
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SE, Secretaría de Economía (2015), IED Trimestral por sector, subsector, rama, subrama, clase. [http://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/competitividad-y-normati-vidad-inversion-extranjera-directa?state=published] <02/16>
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Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?
Judith Huerta Quiroz
Jeanett Campos Chávez*
* Coordinadoras de Negocios Internacionales Bilingüe y Relaciones Económicas Internacionales respectivamente. Correo electrónico [email protected] y [email protected]
El 2015 estuvo marcado por diversos acontecimientos, como los movimientos del mercado cambiario que estuvieron determinados por la
especulación acerca de la normalización de política monetaria de la Reserva Federal, además de la fuerte caída del precio internacional del petróleo, la posible salida de Grecia de la zona euro, la desaceleración de la economía de China y los conflictos geopolíticos fueron factores que contribuyeron a la volatilidad de las monedas a nivel global.
No obstante, el acontecimiento que se ha marcado como epicentro en el rumbo de la economía mundial corresponde a la desaceleración económica que ha venido presentando la economía China, viéndose orillado a devaluar su moneda como medida alternativa ante los problemas que atraviesa, los cuales van desde una debilidad del ritmo de producción industrial hasta la caída de los precios de la vivienda.
En este sentido, el objetivo de este artículo es analizar particularmente sobre el papel de China en la economía mundial, describiendo los cambios que han ocurrido en los últimos años, planteando los desafíos que presenta para la economía mundial actual.
Para alcanzar este objetivo, el artículo está dividido en tres apartados, en el primero se hace un breve análisis de la economía de China, en el segundo, se analiza el efecto de la desaceleración China en los mercados inter
nacionales, en el tercero se analiza la realidad del modelo chino y finalmente se presentan las conclusiones.
1. Economía China
Durante 2011, China se convirtió en la segunda economía más importante del mundo y primer exportador, con un Producto Interno Bruto (PIB) que representaba casi el 17% de la economía mundial (Bustelo, 2013; Banco Mundial, 2016).
Durante 30 años, la economía China asombró al mundo con sus tasas de crecimiento ininterrumpido, fortaleciéndola de tal manera que la posibilidad de una crisis era casi nula. No obstante, a raíz de la recesión mundial de 2009 la economía del gigante asiático empezó a mostrar signos de desaceleración, esencialmente en las exportaciones. A raíz de la desaceleración económica mundial y la disminución del comercio, el crecimiento chino se desaceleró, su desempeño fue de 3.1% durante el 2015 su nivel más bajo en 25 años, mientras que en el 2014 fue de 7.4%, 7.7% en 2013 y 2012, y del 9.3 % en 2011(Buró Nacional de Estadísti
Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?
10 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
cas de China, 2016) (Véase gráfica 1)
Para el 2007, la economía de China presentó un crecimiento económico de 11,9%, superávit comercial (9% de las exportaciones y 6,8% de las importaciones globales), (FMI, 2008) y enormes flujos de inversión extranjera (156.249.335.203 dólares), elementos que causaron una inflación desatada para la segunda mitad del mismo año. Para el 2008, se ajustaron las políticas monetarias expansivas a restrictivas para contrarrestar el alza de los precios y evitar un sobrecalentamiento de la economía, dicha política consistía en que el incremento anual en la oferta monetaria China descendiera hasta 16% durante el 2008, con ello se mantendrían los préstamos bancarios por debajo de 16.1% (Claudio, 2009).
Aunado a ello, implementó nuevas estrategias que le permitieron contrarrestar los efectos de la inflación como fue limitar las inversiones de capital en recursos como minería y energía; homologó las tasas de impuestos a empresas extranjeras y compañías locales e inició una campaña de expansión crediticia.
Todas estas medidas, la apreciación del yuan y el descenso del precio del petróleo ocasionaron la disminución de la inflación hasta el 5.3% en comparación del 8.0% que presentó a principios del 2007. No obstante, con la expansión del crédito, se inflaron enormes burbujas en activos como los bienes raíces, generando una desaceleración económica.
Para el 2011, la economía parecía enfrentarse a una burbuja inmobiliaria similar a la de EE.UU., sin embargo, pronto iniciaría un programa piloto aplicando un impuesto predial en algunas ciudades como Shanghái, para tratar de contener el incremento en la demanda de las viviendas, y evitar así una crisis hipotecaria.
Durante los años posteriores, la economía china continuó desacelerándose a medida que se producía la transición del modelo de inversión y manufactura
al de consumo y servicios1. Sin embargo, los efectos de contagio mundial se derivaron del menor ritmo de crecimiento de China, a través de la disminución de sus importaciones y la menor demanda de materias primas. Asimismo, la especulación en los mercados internacionales generó mayor nerviosismo, contagiando los desequilibrios económicos.
Ante estas situaciones, los capitales perdieron confianza en China debido a la escaza garantía de respeto a sus inversiones y propiedad privadas, reflejando alrededor de 520 mil millones de dólares la fuga acumulada de capitales durante los últimos dos años. Esa cantidad elimina todas las entradas de capital que había tenido desde 2011, dicho en otras palabras, equivale a haber perdido más de 2.7 veces el total de reservas internacio
1 La desaceleración del crecimiento económico de China ha generado que el Gobierno logre avances satisfactorios con los ajustes estructurales y las medidas normativas tendientes a abordar las vulnerabilidades financieras. Ante ello, China modifica gradualmente su modelo de crecimiento para realizar la transición de la manufactura a los servicios, de la inversión al consumo y de las exportaciones al gasto interno, dicha reestructura sigue estando sujeta a desafíos relacionados con debilidades en los balances de las empresas estatales, mercados financieros y la flexibilidad y racionalidad general de la asignación de recursos (Banco Mundial, 2016).
GRÁFICA 1
Crecimiento del PIB CHINO
(Variación porcentual respecto al mismo periodo del año anterior)
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco Mundial, 2016
Judith Huerta Quiroz y Jeanett Campos Chávez
11Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
nales del Banco de México en solo quince meses, ante ello, la moneda del yuan se volvía cada vez más insostenible (Barba, 2016).
Para contrarrestar el efecto de una economía China desacelerada, acumulación de nueve meses consecutivos de caída en importaciones, quinta baja en exportaciones y reservas internacionales en un mínimo de dos años, las autoridades decidieron la devaluación de la moneda del yuan como estrategia para apoyar las exportaciones que llegaron a experimentar una caída del 8.0 %, desplomando su valor a un 2.9 % con respecto al dólar y un 3.9 en relación al Euro (véase gráfica 2).
Durante el 2015, se presentó en la economía china el crack bursátil de Shanghái, con lo cual se adoptaron reformas para reequilibrar el crecimiento en favor del consumo y los servicios, sin embargo, esta decisión afectó las ganancias de las empresas, que sufren de exceso de capacidad y endeudamiento. A pesar de una flexibilización continua de la política monetaria y las medidas de reactivación presupuestaria, la inversión sigue siendo limitada.
2. China y su efecto en los mercados
A raíz de la decisión de la devaluación del yuan, los flujos de capital que salieron de su economía fortalecieron el dólar, desequilibrando otros países. Ante ello, la Reserva Federal de EE.UU. amplificó esta situación endureciendo la política monetaria y haciendo más atractivo el dólar.
Por su parte, los países emergentes se vieron gravemente afectados, las economías exportadoras se vieron forzadas a devaluar sus monedas para competir con China. Entre las devaluaciones de las divisas de mercados emergentes, las que mayormente se devaluaron entre enero y diciembre del 2015 fueron el real brasileño, con una depreciación de 49.0%, seguida del rand de Sudáfrica, con un caída de 33.6% (El economista, 2015).
Las monedas de países desarrollados tampoco estuvieron exentas de la fortaleza del dólar estadounidense, el dólar canadiense, mostró una depreciación anual de 19.0%, mientras la corona noruega mostró una devaluación de 18.7%, el peso mexicano fue una de las monedas menos depreciadas al finalizar el año con 17.2 pesos por dólar (Vidal, 2016).
Ante estas devaluaciones, el futuro de los países emergentes se vería en peligro al generarse una burbuja de crédito, que puede desencadenar una crisis en Asia principalmente por el encarecimiento del repago de la deuda y dificultad para abastecerse de materia prima.
Esto último, tendría repercusiones importantes en la demanda de estas materias y en sus precios, dado que las materias primas más baratas perjudicarían el buscado aumento de la inflación y podrían forzar medidas de estímulo monetario en Europa, poniendo en riesgo su ansiada recuperación, y EE.UU., que pondría en la cuerda floja su plan de subida gradual de tipos (Cuesta, 2016).
3. ¿Recesión o modernización del modelo chino?
Mucho se ha especulado acerca del posible agotamiento del modelo Chino debido a la desaceleración que su economía ha tenido en los últimos meses, sin embargo,
GRÁFICA 2
Tipo de Cambio, Yuan Chino respecto al Dólar de Estados Unidos
(Variación porcentual respecto a la moneda)
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco Mundial, 2016
Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?
12 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
es importante recordar que en 1977, el Partido Comunista Chino (PCC) acordó en su constitución las llamadas cuatro modernizaciones: en la primera y segunda se establece que duplicaría su PIB por primera ocasión entre 1980 y 1990 y lo haría por segunda ocasión entre 1990 y 2000; la tercera y cuarta complementaria la modernización del país entre el 2000 y 2050.
En este sentido, en 2002 y 2007, el PCC estableció que las metas estratégicas para el desarrollo económico y cultural de la nación eran “estabilizar el nivel obtenido y desarrollar una sociedad con un modesto nivel de riqueza más elevado, que traería ventajas a más de mil millones de personas, antes del centenario del partido”, en 2021. Reafirmando dichas declaraciones en la reciente reunión del Foro Económico Mundial realizada el 20 de enero del 2016, en Davos: “la economía china ha entrado en una fase de nueva normalidad con un tipo de crecimiento que intentará concentrarse más en la calidad que en la velocidad del mismo” (Rogozinski, 2016).
Ante ello, es interesante analizar si el enfriamiento de la economía china puede estar relacionado con las estrategias a largo plazo que se fijaron hace más de 30 años, misma transición que está especulando la crisis de la economía China y a su vez genera la turbulencia en el mercado mundial.
Los temores se centran en la altísima deuda el sector público regional y de las empresas públicas, en la fragilidad de su banca por su alta mora, elevado endeudamiento y escasa capitalización, en la brusca expansión del crédito, en el alarmante crecimiento de la banca en la sombra y en las burbujas inmobiliarias y financieras que la expansión monetaria de su banco central ha provocado, añadiendo el exceso de capacidad productiva del sector manufacturero y constructor, y su baja productividad.
China, por su parte, está intentando girar su economía desde un modelo de crecimiento centrado en las exportaciones y la inversión, hacia otro más orientado al consumo privado, una auténtica metamorfosis. El ahorro, es otro elemento que ha marcado la gran diferencia entre China y los países occidentales. Con un ingreso per cápita menor que cualquiera de los países de la OCDE, China ahorra más de 50 por ciento de su PIB, clasificándose como la más alta de todas las economías. Esta alta tasa ha excedido el nivel de inversión en el país, causando una
brecha en el ahorro/inversión. Bajo este esquema, el país tiene que fomentar en particular un mayor consumo y un menor ahorro, así como desarrollar servicios sociales básicos, en especial educación y sanidad.
Finalmente, la apreciación del tipo de cambio de la divisa china permitiría un aumento del nivel de renta de los consumidores y reduciría la competitividad exterior de los productos chinos. De esta forma se favorecería una reorientación de las bases del crecimiento desde la exportación hacia el consumo doméstico. Progresar hacia un tipo de cambio más acorde con las fuerzas del mercado contribuiría además a reducir los conflictos de China con sus socios comerciales (Fanjul, 2016).
Conclusiones
El 2015 fue un año crucial en la economía mundial, debido a la amenaza de una desaceleración de la economía china al caer 3.1% en comparación del 9.3% en el 2011. Durante este mismo periodo, las estrategias estuvieron centradas en disminuir las altas tasas de inflación, lo cual se logró. Debido a ello, la economía sufrió una desaceleración, para contrarrestar, generando una disminución de sus exportaciones, ante ello, las autoridades decidieron devaluar la moneda, misma acción que los países emergentes se vieron obligados a seguir para ser competitivos con la economía China.
La economía china continuó desacelerándose a medida que se producía la transición del modelo de inversión y manufactura al de consumo y servicios, sin embargo, el modelo Chino podría pasar a una fase de normalización, o bien en una etapa donde el objetivo es mantener el crecimiento económico dado los acuerdos de 1977.
Bibliografía
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Judith Huerta Quiroz y Jeanett Campos Chávez
13Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
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Vol. 7, Núm. 2, julio-diciembre 2015
Revista Paradigma EconómicoFacultad de Economía. UAEMexCerro de Coatepec s/n. Ciudad UniversitariaToluca, México. C.P. 50100Tels. 214 94 11 y 213 13 74 ext. 164Correo electrónico: [email protected]
http://www.uaemex.mx/feconomia/CICE/Revista_paradigma.html
CONTENIDO
La inseguridad y el clúster automotriz en las regiones mexicanas: un análisis con datos de panel espacial, 1999-2009Roldán Andrés-Rosales y Marcela Villegas Silva
Análisis de la elección del consumidor entre tiendas de conveniencia y tiendas de abarrotes en Colima. Uso del modelo de regresión multinomial logitRenato Francisco González Sánchez y Mayren Polanco Gaytán
La mina de San Xavier: actividad extractiva y daño al tejido social en MéxicoAleida Azamar Alonso
Indicadores económicos para el análisis de la sustentabilidad urbana en el municipio de Texcoco, Estado de México, periodo 2005-2012Enrique Moreno Sánchez
ECONOMÍA ACTUAL
14 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Volatilidad en los mercados financieros, el caso del mercado bursátil mexicano
al primer trimestre de 2016
Juvenal Rojas Merced
Jeanett Campos Chávez*
Introducción
2015 estuvo marcado por la volatilidad generada desde un año antes, teniendo su origen en los mercados inter-nacionales, conflictos geopolíticos, incertidumbre en la política monetaria y del aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, el débil crecimiento y devaluación de China con su consecuente impacto en los países emergentes, así como una alarmante disminución en los precios internacionales del petróleo.
Situaciones que afectaron al crecimiento de la ac-tividad económica, originando que se modificaran ha-cia la baja y en forma continua las perspectivas de cre-cimiento del país, además de la cotización del tipo de cambio y el comportamiento de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En éste marco, el objetivo del artículo es indicar cuáles fueron las repercusiones que se presentaron en la BMV como consecuencia de la alta volatilidad durante 2015 y que se ha extendido al primer trimestre de 2016.
El documento se divide en tres apartados, el prime-ro hace referencia a la volatilidad experimentada en la BMV en 2015, el segundo, al comportamiento experi-mentado durante el primer trimestre de 2016, en el ter-cero se encuentran las consecuencias de la volatilidad, finalmente las conclusiones.
1. La volatilidad en la BMV en 2015
El año 2015 inició con la adhesión de México, a través de la BMV, al Mercado Integrado Latinoamericano1 (MILA), un período complicado para la actividad eco-nómica en general, lo cual se observó en la disminución de las expectativas de crecimiento, la causa se encuentra en la volatilidad generada por una serie de fenómenos, entre los que podemos destacar la incertidumbre sobre un posible aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, situación que fi-nalmente se dio a mediados de diciembre, además del desplome en los precios internacionales del petróleo y la desaceleración en la economía china.
Ante ese entorno la BMV cerró el año con un rendimiento negativo de 0.4%, cuando hasta la prime-ra quincena de diciembre la caída era de 2.9%, la razón de esa ligera mejoría puede atribuirse a la confianza que mostraron inversionistas ante el movimiento de las tasas de interés de Estados Unidos la cual fue positiva, experi-mentando un crecimiento del 2.4% antes del anuncio y de 1.2% después del mismo.
* Profesor y Coordinadora de la licenciatura en Relaciones Eco-nómicas Internacionales, Facultad de Economía de la UAE-Mex, email [email protected] y [email protected], respectivamente.
1 El Mercado Integrado Latinoamericano es la integración bur-sátil transnacional de las bolsas de valores de los mercados de Chile, Colombia, México y Perú, representada por la Bolsa de Valores de Colombia, la Bolsa de Comercio de Santiago, la Bolsa Mexicana de Valores y la Bolsa de Valores de Lima, con el propósito de crear un patrimonio único de los cuatro países.
Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
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En cuanto a las emisoras, estas re-flejaron la incertidumbre del mercado experimentando caídas importantes de participantes como ICA, MFRISCO, AZTECA, MAXCOM, y AUTLÁN, por su parte GMD, AXTEL, VOLAR, AEROMEXICO y GAP, obtuvieron im-portantes ganancias (Gráfica 1).
De acuerdo con cifras del World Federation of Exchanges (2016), el valor de capitalización de la BMV en 2015, y después de la incertidumbre generada, experimentó una pérdida de 16.2% en términos de dólares y 1.8% en pesos, esta situación ubicó a la BMV como la número 22 en cuanto a tamaño (valor de capitalización, Gráfica 2).
GRÁFICA 1
Principales emisoras con rendimientos positivos y negativos. 2015
Fuente: Elaborada con base a datos de yahoo finanzas (2016)
GRÁFICA 2
Valor de capitalización de las Bolsas de Valores. Diciembre de 2015. Millones de dólares
Fuente: World Federation of Exchanges (2016)
Volatilidad en los mercados financieros, el caso del mercado bursátil mexicano al primer trimestre de 2016
16 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Como consecuencia de las condiciones adversas del mercado y de la volatilidad generada en el año, la división ferroviaria de Grupo Mé-xico y una colocación de la minera Autlán, optaron por posponer su cotización en la BMV. Contraria-mente a ello se concretó la emisión de 17 nuevos certificados de capital de desarrollo (CKD), además de que nuevas alternativas de inver-sión se incorporaron a la oferta de la Bolsa: la Fibra E y los certificados de proyectos de inversión, para el sector energético y de infraestruc-tura, y los bonos educativos, que en un primer tramo colocaron 8,521 millones de pesos (mdp).
2. La volatilidad en 2016
La expectativa de crecimiento de la economía para 2016 después de los problemas experimentados en 2015 era de mejoría, el comportamiento del PIB previsto era de entre 2.7 y 2.8% y que estaría impulsado por un mayor dinamismo del consumo interno, como efecto de una inflación controlada y mayor empleo.
Con el inicio del año, también se presentó un nuevo factor que generó una mayor incertidumbre a los merca-dos financieros, siendo la contracción del sector manu-facturero de China (Del Castillo y García, 2016a), lo que avivó el temor de un menor crecimiento en ese país, con lo cual se generó la primera turbulencia del año.
En Asia, Europa y América los principales índices registraron fuertes caídas en la primera sesión de 2016, en Asia el Shanghai disminuyó 7.0%, en Europa el Dax 4.3%, en América el Nasdaq cayó 2.1% (Gráfica 3). En México la tendencia fue similar, el Índice de Precios y Cotizacio-
nes (IPC) perdió 2.0%, sólo por debajo del 2.4% del año pasado y del 2.9% de 2008, año de la crisis financiera.
La primera semana de operación del 2016 se carac-terizó por una elevada aversión al riesgo entre los inver-sionistas, traducida en una preocupación en torno a la desaceleración de la economía china, además de los datos económicos mixtos en Estados Unidos2 y nuevos conflic-tos de carácter geopolítico, como la detonación de una bomba de hidrógeno por parte de Corea del Norte, que provocó reacciones en los mercados a nivel internacional. En la primera semana el IPC disminuyó 6.5%, el Shanghai Composite 10.5%, el Hang Seng 6.9%, el Nasdaq 7.5%, el NYSE 6.3%, el S&P 500 6.1% y el Dow Jones 6.4%.
El 15 de enero los mercados financieros interna-cionales padecieron una de las peores jornadas del año. El índice Dow Jones retrocedió 2.4%; el Nasdaq 2.8% y el Financial Times de Londres 3.1%; el NYSE lo hizo en 2.3%, mientras que el IPC hacía lo propio con el 1.2%. La razón estuvo en la caída de los precios del petróleo, que retrocedieron cerca de 5.0%, por su parte, la mezcla mexicana siguió su desplome y cotizó en 20.7 dólares por barril. La caída en el mercado petrolero para la mez-cla mexicana era de 36.5% en tan solo 15 días, de 62.1% en los últimos 12 meses y de 148.1% en dos años.
Situación que se agravó con la difusión del dato de crecimiento económico de China de 6.9% durante 2015, el menor dinamismo del país en los últimos 25
GRÁFICA 3
Comportamiento de los principales índices en la primera sesión de 2016
Fuente. Elaborada con base a datos de yahoo finanzas (2016) y Banxico (2016)
2 Entre las cifras débiles publicadas en Estados Unidos, destacó el indicador ISM (Institute for Supply Management) del sector servicios, que se ubicó en 55.3 puntos en diciembre, por de-bajo de los 55.9 de noviembre. Los pedidos a fábricas también mostraron un débil desempeño al registrar una baja de 0.2% en el onceavo mes del año.
Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
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años, previéndose que seguirá con un crecimiento lento conforme el estímulo crediticio disminuya y que el efec-to del exceso de endeudamiento de empresas y familias afecte a la demanda (Del Castillo y García, 2016b), in-cluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el ritmo siga en descenso, proyectando que el creci-miento será de 6.3% y para el 2017 de 6.0%.
En la última semana de enero se presentaba una recuperación en los mercados financieros, específica-mente para la BMV, sin embargo la volatilidad todavía se mantenía en niveles altos (Gráfica 4), estimándose que en promedio 30.0% mayor a los niveles registrados durante noviembre y diciembre de 2015 (Rojas y González, 2016).
Los índices bursátiles asiáticos, particularmente en China, fueron los más afectados durante enero. El índice Shanghai Composite registró una caída de 24.9%, en tanto el Hang Seng, de Hong Kong, cayó 16.9%. Italia también resultó uno de los más afectados, pues tuvo una pérdida de 15.1%. La BMV acumuló una caída de 1.5%.
Para febrero, la expectativa se centró sobre la pu-blicación del PIB de Estados Unidos, los cuales se die-ron a conocer a mediados de mes3, Irán aceptó la pro-puesta de Arabia Saudita y Rusia de congelar la produc-ción de petróleo a niveles de enero, aunque en México se esperaba que los precios del energético continuaran a la baja. Adicionalmente se realizó anuncios de recorte
al gasto4 y alza de tasas de interés de referencia en México. Medidas para enfrentar las consecuencias de la volatilidad.
Fue un mes de contrastes para el mercado bursátil el cual comenzó con la inercia negativa que se había observado durante enero, los ries-gos de una desaceleración global, la política cambiaria de China y la caída de los precios del petróleo se-guían afectando el comportamiento de los mercados financieros, dentro de ellos el bursátil. Así, el IPC man-tuvo su tendencia negativa en el mes obteniendo un pérdida de 1.0% en la primera quincena.
No obstante, la tendencia se revirtió de manera importante a
partir de la segunda quincena después de iniciar con una tendencia negativa, debido a varios factores entre ellos, por primera vez parecía que los grandes productores de petróleo acordarían congelar los niveles de producción de petróleo, lo que llevó a un repunte en el precio del pe-tróleo; China decidió apreciar su moneda, después de la fuerte devaluación en enero que había generado mucha incertidumbre; y el Banco Central Europeo (BCE) dio señales de que más estímulos podrían llegar en marzo (Banamex, 2016a).
En la última sesión del mes, China ofreció el último respiro a los mercados con el recorte de 50 puntos base en
GRÁFICA 4
Volatilidad en la Bolsa Mexicana de Valores
Fuente. Elaborada con base a datos de Banxico (2016)
3 Datos económicos mixtos, donde los inicios de construcción de casas registraron una baja importante en enero pasado, lo que sugiere una recuperación en la economía estadounidense más débil de lo estimado, aunque se espera que este sector contribu-ya a la recuperación del país. Por el contrario, el reporte de pro-ducción industrial mostró un avance en enero pasado, luego de tres meses consecutivos de retrocesos, apoyado por una mayor actividad en el sector manufacturero, así como en servicios; por otro lado, los precios al productor se ubicaron en terreno positi-vo, luego de cerrar el año con una baja de 0.2% en diciembre.
4 La Secretaría de Hacienda ajustó el gasto público en 132.3 mil millones de pesos, de los cuales aproximadamente 100 mil millones serán a Petróleos Mexicanos (Pemex), mientras que Banxico subió la tasa de referencia en 50 puntos base a 3.8%, de forma sorpresiva.
Volatilidad en los mercados financieros, el caso del mercado bursátil mexicano al primer trimestre de 2016
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la tasa de reservas, para ubicarla en 16.5% en promedio. Esto ayudó a revertir la perspectiva de los inversionistas, con lo cual la BMV finalizó el mes con una ganancia mí-nima de 0.2% y de 1.7% acumulada en el año (Gráfica 5).
En marzo la atención de los mercados se centraba en la expectativa de que China pudiera ofrecer mayores estímulos, después del recorte en los requerimientos de reserva, y en los datos económicos, con miras a las nó-minas no agrícolas en Estados Unidos, lo cual se pensa-ba proporcionaría a los mercados mayor certeza sobre el desempeño de la economía y, con ello, las futuras accio-nes de la Fed. Estas situaciones presentaron una perspec-tiva favorable y con ello, la BMV acumuló cinco sesiones consecutivas de alzas, con una ganancia del 2.8%.
Durante la segunda semana de marzo los mercados bursátiles internacionales recibieron con optimismo la cifra de cambio en las nóminas no agrícolas de Estados Unidos. En esa semana China hizo públicos los datos de su balanza comercial, los cuales mostraron una contrac-ción anual en las exportaciones e importaciones de 25.4% y 13.8%, respectivamente. El BCE por su parte, optó por medidas mucho más agresivas de lo que el mercado an-ticipaba, recortando las tres tasas de interés de referencia y aumentando el programa de compras de activos (Ba-namex, 2016b). Situaciones que llevaron a la BMV a re-troceder marginalmente y obtener una pérdida de 0.3%.
En la segunda quincena de marzo se dio el anuncio de mayores estímulos del BCE al tiempo que se centraba
la atención en las decisiones de ban-cos centrales tanto de economías avanzadas como emergentes. De lo cual se esperaba que la señalización de divergencia monetaria entre las autoridades de los centrales se man-tuviera vigente (Banamex, 2016c). El IPC alcanzó una ganancia sema-nal de 1.7%, acumulando 4.0% en el mes y 5.7% en el año.
Efectos de la Volatilidad en 2016
De acuerdo al director de la BMV la volatilidad experimentada en los mercados financieros en México,
es totalmente importada, por lo que se espera un buen año en cuanto al número de ofertas se refiere, y que incluso con las medidas de política económica adop-tadas por el Banco de México en cuanto al aumento de las tasas de interés no se pierde competitividad en el mercado de valores.
Sin embargo, la realidad parecería ser diferen-te, ya que a pesar de que la BMV haya obtenido un rendimiento positivo de 6.5% en el primer trimestre del año, como consecuencia de la elevada volatilidad y del desempeño de la economía, se da el caso de algu-nas acciones que contrastan con ese comportamiento, siendo severamente castigadas en su precio, en éste caso las pertenecientes al ramo construcción de vi-viendas, GEO, SARE, CADU (Corpovael) y HOGAR, además de HOMEX fueron las más afectadas (Gráfica 6), además de GICSA del sector construcción, ramo desarrollos inmobiliarios. Igualmente, las acciones pertenecientes al subsector entidades financieras, C (Citigroup) y CREAL (Crédito Real) sufrieron una im-portante disminución en su precio.
La volatilidad también representó un freno para algunas empresas en su objetivo de listarse en la BMV. Se había mencionado sobre los planes de salir al mer-cado de las empresas de vivienda Vinte y Javer; una emisión de IEnova y otra de Sigma Alimentos, filial de Grupo Alfa. Sin embargo, no se logró dicho obje-tivo. No así la aparición de la Comer, evento que se
GRÁFICA 5
Bolsa Mexicana de Valores 2015 – 2016.I
(Rendimiento en Porcentaje)
Fuente. Elabora con base a datos de Banxico (2016)
Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
19Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
dio el 4 de enero, después de una larga espera, en la que Controladora Comercial Mexicana (Comerci) concretó la venta de 143 tiendas a Soriana, dando paso al nacimiento de la nueva empresa llamada La Comer. Iniciando su cotización en la BMV, lo que causo gran expectativa, sin embargo, su cotización coincidió con las grandes pérdidas experimentadas por las bolsas de Valores del mundo, incluida la de México en la prime-ra jornada del año. Así en su primer día de cotización, la Comer experimento una pérdida de 7.7%.
Conclusiones
El año de 2015 fue un año complicado tanto para la actividad económica como para la BMV, lo cual se re-flejó tanto en una pérdida en su rendimiento como en su valor de capitalización, reflejo de la volatilidad ori-ginada por factores internos y externos que frenaron colocaciones de capital de empresas, además de generar pérdidas importantes en empresas como ICA, sólo por citar alguna. Durante la segunda parte de diciembre de 2015 se presentó un aumento en las tasas de interés en Estados Unidos sin embargo el mercado evolucionó po-sitivamente.
En el primer trimestre de 2016 se incorporó un nue-vo elemento generador de volatilidad, el comportamien-to económico de China, el cual contribuyó a incrementar la volatilidad en los mercados financieros, presentando su máximo nivel a finales de enero. Parecería que duran-te marzo la volatilidad experimentó una disminución,
GRÁFICA 6
Acciones con mayores pérdidas en el primer trimestre de 2016
Fuente: Elaborada con base a datos de yahoo finanzas (2016).
sin embargo, aún persisten factores externos como el comportamiento del precio del petróleo, la cotización del tipo de cambio y el débil com-portamiento de la actividad econó-mica tanto de China como de Esta-dos Unidos que hacen suponer que puede aumentar la volatilidad hacia el segundo semestre del año.
Las principales repercusiones de la volatilidad experimentada en el primer trimestre de 2016 se observó en la disminución del precio de las acciones, siendo las pertenecientes al ramo de construcción de vivien-das las que mayores pérdidas expe-
rimentaron, adicionalmente de la decisión de no listarse en la BMV de empresas del mismo ramo, Vinte y Javer.
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ECONOMÍA ACTUAL
21Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Comportamiento de la actividad económica en México en 2015
Juvenal Rojas Merced
Ricardo Rodríguez Marcial*
Introducción
El comportamiento de la actividad económica duran-te 2015 se vio afectado por una elevada volatilidad en los mercados financieros internacionales persistente durante prácticamente todo el año, asociada a factores como el proceso de normalización de la política mo-netaria en Estados Unidos, la sostenibilidad fiscal de Grecia, riesgos geopolíticos y al debilitamiento del cre-cimiento económico global. En este marco, las activi-dades económicas se han mantenido con crecimientos prácticamente nulos.
El artículo tiene como objetivo analizar la ten-dencia de las actividades económicas en México en 2015, medida a través del Índice General de la Activi-dad Económica (IGAE) para tal fin, el documento se divide en dos partes, en la primera se describe el com-portamiento de las actividades económicas, haciendo mención de los fenómenos que enmarcaron dicho comportamiento, así como aquellos que han repercu-tido en su desempeño y en la segunda, se describe la situación en las que se encuentran y la tendencia que ha presentado, para culminar con las conclusiones co-rrespondientes. Los datos utilizados para cumplir con dicho objetivo provienen del Banco de Información Económica (BIE) del INEGI.
1. Comportamiento de las actividades económicas en 2015
Para 2015 se preveía un crecimiento de la economía na-cional de 3.5% anual, fundamentado en la expectativa de crecimiento de Estados Unidos y un peso mexica-no más depreciado que apoyaría las exportaciones. Sin embargo, en los mercados financieros internacionales persistió durante prácticamente todo el año una elevada volatilidad, asociada a factores como el proceso de nor-malización de la política monetaria en Estados Unidos, la sostenibilidad fiscal de Grecia, riesgos geopolíticos y al debilitamiento del crecimiento económico global. En los mercados cambiarios, el dólar estadounidense conti-nuó fortaleciéndose frente a otras divisas (SHCP, 2015), además de una disminución en los precios de las mate-rias primas, en particular, del petróleo.
En este contexto, el impacto de estos eventos se re-flejó en el IGAE1. La tasa de crecimiento mensual de este
* Profesores de la Facultad de Economía de la Universidad Au-tónoma del Estado de México, emails [email protected] y [email protected], respectivamente.
1 IGAE puede considerarse como una medición mensual apro-ximada del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que es un indicador de tendencia o dirección de la economía mexicana en el corto plazo, aunque incorpora información preliminar y no incluye la totalidad de las actividades que integran el PIB.
Comportamiento de la actividad económica en México en 2015
22 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
indicador en el primer trimestre fue mínima en los dos primeros meses y negativa en el tercero (Gráfica 1), re-gistró un crecimiento promedio 0.1% mensual, 2.5% en términos anuales, -0.6% y 2.6% en serie original. El com-portamiento en el primer trimestre se atribuye a la caída de la agricultura (0.8% y 20.9% en cifras originales), del nulo crecimiento de la industria y el raquítico avance del sector terciario (0.3%, -0.1% en serie original).
Las fuentes de su crecimiento se encuentran en el desempeño de la demanda interna, de forma particular en los ingresos de las empresas comerciales al por me-nor, los cuales crecieron 5.6% en febrero con respecto al mes anterior. Las ventas de los establecimientos afi-liados a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoser-vicio y Departamentales (ANTAD), sin incluir nuevas tiendas, crecieron 2.1% en el trimestre. En tanto que el gasto realizado por los hogares del país en bienes y servicios de consumo presentó 14 meses de alzas con-
secutivas, creciendo 3.0% en enero; la inversión fija bruta lo hizo en un 6.3% durante el mismo mes. En lo que respecta a la demanda externa, las ventas al exterior de las manu-factureras tuvieron un aumento de 3.7% anual (CEFP, 2015a).
En el segundo trimestre se re-visó a la baja2 la previsión de creci-miento de 3.5% a 2.5% como resul-tado de las condiciones económicas internacionales. Los efectos dentro de la actividad económica fueron menores a los experimentados un trimestre antes, sin embargo no fueron halagadores, toda vez que el IGAE creció 0.4% con respecto al trimestre anterior (0.2% en serie original), 2.3% en tasa anualizada.
En cuanto a las actividades, sólo la actividad ter-ciaria obtuvo un crecimiento mensual positivo, al cre-cer en promedio 0.4%, sin embargo, si consideramos su serie original, la actividad primaria fue quien expe-rimentó un crecimiento positivo de 13.8%, cuando en el primer trimestre había experimentado en promedio una caída importante.
En el tercer trimestre prevalecían las condiciones de elevada volatilidad. En dicho trimestre la estimación del INEGI indicaba que el PIB creció 2.3% en términos anua-les, mientras que el IGAE lo hacía a una tasa mayor, de 2.8% en promedio (2.6% en serie original). Sin embargo, si se considera el crecimiento mensual, el crecimiento del IGAE fue de 0.3% en promedio (-0.3% en serie original). Comportamiento que es explicado por el crecimiento que en promedio experimentó la actividad primaria (3.3%, -14.8% en serie original) ya que las secundarias y tercia-rias crecieron en promedio sólo 0.3% (0.5% y -0.1% res-pectivamente en serie original) (Cuadro 1).
En éste trimestre, si bien la demanda interna pre-sentó una fortaleza importante, la demanda externa re-gistró en agosto una reducción de 1.6% mientras que las manufactureras retrocedían 2.0%. Es importante desta-car que la actividad exportadora se vio influida por el bajo dinamismo del sector industrial de Estados Unidos (CEFP, 2015b).
GRÁFICA 1
Comportamiento del Índice General de la Actividad Económica, 2015
Crecimiento porcentual mensual
Fuente. Elaboración propia con base a INEGI (2016)
2 Principalmente son tres los factores que explican la revisión a la baja del crecimiento: i) la tendencia decreciente de la pro-ducción de petróleo; ii) a pesar de la depreciación del peso, las exportaciones manufactureras han mostrado un menor dinamismo al esperado por la relativa debilidad del sector ma-nufacturero de Estados Unidos; y iii) el consumo y la inversión públicos han tenido una contribución al crecimiento más baja a la esperada (BBVA, 2015).
Juvenal Rojas Merced y Ricardo Rodríguez Marcial
23Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Hacia el cuarto trimestre se realizó una revisión hacia la baja en el crecimiento del PIB a 2.2% como consecuencia de los datos débiles de la producción industrial de Estados Unidos y una revisión a la baja en su crecimiento económico, además de las preocu-paciones por el proceso de transición del crecimiento económico de China.
Situaciones que se reflejaron en el comportamien-to de la actividad económica, toda vez que esta creció en promedio 0.1% mensual (1.5% en serie original), 2.5% en tasa anualizada con lo cual acumulaba ya 30 meses de aumentos consecutivos, manteniendo una tendencia ascendente. Su comportamiento estuvo acompañado por un débil proceder de las actividades primarias y se-cundarias, las cuales disminuyeron 0.2 y 0.3% en pro-medio mensualmente (23.7 y -0.6% respectivamente en serie original). Dentro de las actividades secundarias, el sector de electricidad y agua y el de las manufacturas se desaceleraron, en tanto que la mi-nería continuó en terreno negativo y la construcción bajó. Por su parte, las actividades terciarias crecieron 0.3% (1.6% en serie original).
El comportamiento de la acti-vidad económica se vio impulsada por el desempeño positivo de la de-manda interna, básicamente en los ingresos de las empresas comer-ciales al por menor, las ventas de los establecimientos afiliados a la ANTAD, así como en la demanda externa, donde las exportaciones no petroleras presentaron un alza anual de 0.86% en noviembre, en
particular, las manufactureras tuvieron un aumento de 0.87% (CEFP, 2016).
2. Situación de la actividad económica
El IGAE se encuentra en una fase de crecimiento pro-medio de los últimos dos años, a diciembre de 2015, avanzaba a una tasa de crecimiento subyacente de 2.7%. Comparando dicha situación con la expectativa de cre-cimiento a medio plazo (inercia = 2.5%), se observa una desaceleración de la misma. El comportamiento es inferior a lo esperado un trimestre antes (2.9%). Esto origina que las expectativas de crecimiento (2.5%) sean desfavorables y menores a las esperadas un trimestre an-tes (inercia de 2.6%) (Gráfica 2).
En cuanto al índice general de las actividades pri-marias, se encuentra en una fase de crecimiento gris, a diciembre de 2015 avanzaba a una tasa subyacente de
GRÁFICA 2
Crecimiento subyacente del IGAE, porcentual
Fuente. Elaborada con base a Inegi (2016)
CUADRO 1
CRECIMIENTO PROMEDIO MENSUAL
Trimestre Serie desestacionalizada Serie Original
IGAE Primario Secundario Terciario IGAE Primario Secundario Terciario
I 0.1% -0.8% 0.0% 0.3% -0.6% -20.9% 0.3% -0.1%
II 0.4% -0.5% -0.1% 0.4% 0.2% 13.8% -0.2% -0.1%
III 0.3% 3.3% 0.3% 0.3% -0.3% -14.8% 0.5% -0.1%
IV 0.1% -0.2% -0.3% 0.3% 1.5% 23.7% -0.6% 1.6%
Fuente. Elaborada con base a INEGI (2015)
Comportamiento de la actividad económica en México en 2015
24 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
1.9%, que al compararla con la expectativa de crecimien-to a medio plazo (inercia = 1.7%), se puede afirmar que existe margen para reducir su crecimiento. A pesar de lo cual, dicho crecimiento subyacente es mayor a lo espe-rado un trimestre antes (1.8%). En cuanto a las expec-tativas de crecimiento, estas son desfavorables aunque mayores a las esperadas en el trimestre anterior (inercia de 1.7%) (Gráfica 3). El crecimiento subyacente del indi-
cador mensual del sector primario muestra un comportamiento ten-dencialmente de menor dinamismo en el último tramo del año 2015 al observado a nivel nacional.
El índice general de las activi-dades secundarias se encuentra en una fase de crecimiento desacelera-do, a diciembre de 2015, avanzaba a una tasa subyacente de 0.8% con una expectativa de crecimiento a medio plazo (1.1%), con ello se pue-de afirmar que existe la posibilidad de que el crecimiento desacelerado cambie de sentido, es decir se incre-mente ligeramente. Aunque dicha evolución es peor a la expectativa de un trimestre antes (2.1%).
Las expectativas de mejora-miento que se tienen son desfavorables y peores a las es-peradas un trimestre antes (inercia de 1.6%) (Gráfica 4).
Al igual que el sector primario, el sector secunda-rio muestra un comportamiento de menor dinamismo que el reportado a nivel nacional, por lo que no será el sector que arrastre a la economía para mejorar el crecimiento.
A diferencia de las actividades anteriores, la del sector terciario se encuentra en una fase de crecimiento acelerado, a diciembre de 2015, lo hacía a una tasa de 4.0%. Comparando ésta si-tuación con la expectativa de cre-cimiento a medio plazo (inercia = 3.8%), se puede afirmar que existe la posibilidad de que el crecimiento se desacelere. El crecimiento sub-yacente es mejor al 3.8% esperado un trimestre antes. En cuanto a sus expectativas, estas son favorables y mejores a las esperadas un trimestre antes (inercia de 3.6%) (Gráfica 5).
El crecimiento subyacente del sector terciario muestra tasas de crecimiento subyacente superiores a las observadas a nivel nacional,
GRÁFICA 3
Crecimiento subyacente del Índice General de las Actividades
Primarias, porcentual
Fuente. Elaborada con base a Inegi (2016)
GRÁFICA 4
Crecimiento subyacente del Índice General de las Actividades
Secundarias, porcentual
Fuente. Elaborada con base a Inegi (2016)
Juvenal Rojas Merced y Ricardo Rodríguez Marcial
25Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
GRÁFICA 5
Crecimiento subyacente del Índice General de las Actividades Terciarias,
porcentual
Fuente. Elaborada con base a Inegi (2016)
por lo que parece ser que será el sector que explique el crecimiento de la economía en general.
Conclusiones
En 2015 la tasa de crecimiento anual del PIB fue de 2.5%, superior a la de 2013 (1.6%) y la de 2014 (2.3%), a pesar de las condiciones de incertidumbre que prevalecieron a lo largo de todo el año. Mientras que la del IGAE fue de 2.4% es sus datos originales, cifra menor al 3.2% de 2014, en términos desestacionalizados en crecimiento fue de 2.5%, mayor al 2.2% experimentado un año antes.
La evolución mensual de la serie original a pesar de presentar una tendencia positiva presentó un creci-miento irregular durante todo el año, observándose que desde septiembre ha estado creciendo a tasas menores. De hecho se estancó en diciembre, ya que obtuvo un crecimiento negativo y en su serie desestacionalizada no registró cambio respecto al mes previo. Esto puede ser atribuible a las condiciones imperantes en el entor-no macroeconómico, pero también al hecho de que la actividad exportadora se vio influida por la debilidad del sector industrial de Estados Unidos, por la caída del sector energético, la apreciación del dólar y en general a la menor demanda externa.
Los dos principales componentes del IGAE son el indicador de las actividades económicas secundarias
(sector industrial) y las actividades terciarias (sector servicios). Sin em-bargo, a lo largo de 2015 el sector que más contribuyó al crecimiento del IGAE fue el terciario. La tasa de crecimiento promedio de este sector a lo largo de 2015 fue de 0.3% en tan-to que la tasa de crecimiento men-sual promedio del sector industrial fue 0.0%. Por lo que respecta a la tasa de crecimiento mensual promedio de las actividades primarias (sector agropecuario), ésta fue de 0.5%, un crecimiento promedio mayor.
Un aspecto importante a des-tacar es el hecho de que los riesgos de crecimiento global generados en 2015 no han disminuido, incluso
se intensificaron durante el primer trimestre de 2016, adicionándose el débil comportamiento de la economía China y su expectativa de desaceleración, provocando una fuerte volatilidad en los diferentes mercados finan-cieros a nivel internacional, lo cual ha llevado a una nue-va revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento mundial, dentro de la cual está la economía mexicana.
Fuentes
BBVA (2015). Situación México, Segundo trimestre 2015. Ju-nio. México. Situación México, Segundo trimestre 2015 https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/ 2015/07/1506_SituacionMexico_2T15.pdf (3/03/2016)
CEFP (2015a). Boletín; Actividad económica – IGAE febrero 2015. becefp/010/2015. http://www.cefp.gob.mx/publi-caciones/boleco/2015/becefp0102015.pdf (11/04/2016)
CEFP (2015b). Boletín; Actividad económica – IGAE julio 2015. becefp/026/2015. Octubre 7. http://www.cefp.gob. mx/publicaciones/boleco/2015/becefp0262015.pdf (11/04/2016)
CEFP (2016). Boletín; Actividad económica – IGAE noviem-bre 2015. becefp/003/2016. 29 de enero. http://www.cefp. gob.mx/publicaciones/boleco/2016/becefp0032016.pdf (11/04/2016)
INEGI (2016). Banco de Información Económica. http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
SHCP (2015). Informes sobre la Situación Económica, las Fi-nanzas Públicas y la Deuda Pública, Primer Trimestre de 2015.
ECONOMÍA ACTUAL
26 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica
de las mujeres al cuarto trimestre de 2015 Alma Yeni Barrios Márquez
Oscar Alfredo Barrios Márquez*
Introducción
Desde la segunda mitad del siglo XX se ha observado un considerable crecimiento de la población en edad de trabajar, en especial de la Población Económicamente Activa1 (PEA) o fuerza laboral2 de México; producto de la reducción de la fecundidad, lo que ha dado lugar a profundas transformaciones en la estructura de la po-blación por edad y sexo, así también, se debe al aban-dono masivo de las mujeres de su función exclusiva de madre y la incorporación al mercado laboral (BID/CE-PAL/CELADE, 1993).
Bajo este panorama, y ante la incertidumbre eco-nómica del país con relación al entorno global, el propó-sito del documento consiste en analizar la dinámica la-boral de México al cuarto trimestre de 2015, bajo el con-
texto por el cual se estudia en primer lugar la evolución de la PEA en los últimos años, a partir de los cambios en la estructura de la población y la incorporación de las mujeres en el mercado laboral (Zabludovsky, 2007), en segundo lugar, se analiza específicamente la partici-pación laboral de las mujeres en la actividad económica de México, y finalmente, se establecen las conclusiones.
Por lo anterior, el artículo se sustenta con las cifras trimestrales disponibles al cuarto trimestre de 2015 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como de diversas encuestas del mis-mo INEGI en relación con la participación económica femenina.
1. La Población Económicamente Activa
El acelerado crecimiento demográfico ha sido la causa del creciente aumento de la PEA, es decir, de aquella población activa que está presionando al mercado labo-ral nacional al necesitar un mayor número de puestos de trabajo. Al respecto, al cuarto trimestre de 2015, se observa en la gráfica 1 que la PEA se ubicó en más de 53.0 millones de personas, siendo esta cifra ligeramente superior en comparación con el mismo periodo del año anterior. De acuerdo con los resultados de los puestos de trabajo registrados por el IMSS (2016), existe una in-
* Académicos de la Universidad Autónoma del Estado de Mé-xico. Correos electrónicos: [email protected] y [email protected], respectivamente.
1 A partir de la reforma constitucional que elevó la edad legal mínima para trabajar de los 14 a los 15 años, la PEA incluye el universo de las personas de 15 años y más, tanto ocupadas como desocupadas (INEGI, 2016a).
2 De acuerdo con García (1999), en 1950 se tenían 8 millones de mexicanas y mexicanos económicamente activos; en 1970 casi 13 millones; en 1980 este subconjunto poblacional había cre-cido hasta alcanzar poco más de 20 millones, y en 1997 estaba constituido por unas 38 millones de personas.
Alma Yeni Barrios Márquez y Oscar Alfredo Barrios Márquez
27Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
3 Aquellas personas ocupadas que tienen el tiempo, la disposición y la necesidad de trabajar más horas (INEGI, 2016a).
4 Personas que trabajan para una unidad económica y operan a partir de los recursos del hogar, pero sin constituirse como empresa (INEGI, 2016a).
5 La teoría de la transición demográ-fica se define como el paso de una mortalidad y fecundidad elevadas hacia una fecundidad y mortalidad reducidas como un proceso univer-sal, observado tanto en los países de-sarrollados como en el tercer mundo (Chesnais, 1986).
GRÁFICA 1
PEA y puestos de trabajo creados en México al 2015
(Personas)
Fuente: Elaboración propia con datos al cuarto trimestre de 2015 del INEGI (2016a).
ENOE; y del IMSS (2016) (dentro de los cuales los trabajadores asegurados incluyen a
los trabajadores permanentes y eventuales).
GRÁFICA 2
Tasas de participación económica total, masculina y femenina en
México al 2015 (Como porcentaje de la población en edad de trabajar)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI (2016a). ENOE, al cuarto trimestre
de 2015.
suficiente creación de empleos, por lo cual la población busca un refugio en la subocupación3 y la ocupación en el empleo informal4.
Cabe mencionar, que el crecimiento de la PEA deriva de la transición demográfica5, cuando disminu-yó la tasa de fecundidad y dio lugar a profundas trans-
formaciones en la estructura de la población por edad y sexo. Por lo tanto, en la actualidad se encuentra una mayor participación de la población femenina en la fuerza de trabajo (ver gráfica 2). También ha contribui-do a este aumento el hecho de que hoy contabilizamos de manera más completa, como parte de la población
activa, a las personas que trabajan por pocas horas o que ayudan a la familia sin retribución en la agri-cultura, el comercio y los servicios (García, 1999).
Más aún, durante la última dé-cada los hombres continúan siendo el principal componente de la fuer-za de trabajo y los principales pro-veedores de las familias mexicanas. No obstante, en la gráfica 2 se puede apreciar que la participación laboral masculina ha ido disminuyendo, reflejando un promedio durante los últimos años (2005-2015) de 79.2% con respecto a la población en edad de trabajar. En cambio, las mujeres, como jefas de hogar, esposas o hijas han aumentado de manera impor-tante su participación laboral en 2.7 puntos porcentuales de 2005 a 2015.
En este sentido, y a fin de ana-lizar específicamente qué grupos
Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica de las mujeres al cuarto trimestre de 2015
28 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
etarios de la población influyen en el crecimiento de la PEA, en la gráfica 3 se muestran las tasas específicas de participación de la población en edad de trabajar. El rango de edad de 40 a 49 años de edad es el que más pre-siona al mercado laboral al demandar mayores puestos de trabajo en México, con alrededor de 76 personas eco-nómicamente activas por cada cien en edad de trabajar, seguido del grupo de edad de 30 a 39 años de edad, con poco más de 75 personas económicamente activas por cada cien en edad de trabajar. Lo anterior, responde en buena medida por las siguientes razones; porque dentro de esos grupos de edades el grado de responsabilidad es mayor, representan el sustento económico de sus fa-milias, además que al estar más preparados profesional-mente, la población demanda más y mejores oportuni-dades de empleo y finalmente, interesa remarcar que si bien el grupo de 40 a 49 años es dinámico, una vez que pierde el empleo es sumamente complicado volver a ob-tenerlo por el rango de edad presentado.
Un aspecto interesante a destacar de la gráfica 3, es que dada la ligera caída del empleo en el rango de los 30 a 39 años de edad respecto del grupo de 40 a 49 años de edad y la recuperación de los niveles de participación después de los 40 años de edad, se refleja el cambio en los patrones de comportamiento de la PEA femenina, si bien hoy en día las mujeres mexicanas combinan en
mayor medida la maternidad con el trabajo fuera de sus actividades do-mésticas. En este sentido, García y Ordorica (2010), consideran que el comportamiento de las tasas de par-ticipación económica para los varo-nes se suele atribuir al alza en los ni-veles de escolaridad y de jubilación (lo cual afecta las proporciones de activos jóvenes y de edad madura, respectivamente). Mientras que en el caso de las mujeres también influ-ye la prolongación de la edad esco-lar, lo que incentiva su inserción en el mercado laboral.
2. Participación laboral de las mujeres en México
Con la finalidad de analizar los cambios en la participación económica de la población femenina, se analiza la composición del personal ocupa-do de las mujeres por sector económico, como se apre-cia en la gráfica 4. En este renglón se observa que la par-ticipación laboral de las mujeres en las actividades del sector privado y paraestatal concentran su mayor auge en el sector de comercio y servicios, específicamente predominan los servicios financieros con 49.5%, siendo esta cifra superior al promedio nacional de la partici-pación económica de las mujeres (41.1%); mientras que en el sector secundario, destaca la población ocupada femenina en el subsector de la industria manufacturera6 con el 35.0%, en tanto, que el sector primario, sobresale con su menor contribución en la pesca y la acuicultura con el 10.0% de la población ocupada (INEGI, 2016b).
La presencia de las mujeres en el ámbito laboral es especialmente relevante en el comercio y los servi-cios, donde su participación supera en ambos casos
GRÁFICA 3
Tasas específicas de participación económica en México al 2015
(Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI (2016a). ENOE, cuarto trimestre
de 2015.
6 En el análisis de las ramas económicas que ocupan mayor can-tidad de mujeres en el año 2014, destacan cinco: Partes para vehículos automotores, Productos de panadería y tortillas, Confección de prendas de vestir, Productos de plástico, Equi-po no electrónico y material desechable de uso médico, dental y para laboratorio (INEGI, 2016b)
Alma Yeni Barrios Márquez y Oscar Alfredo Barrios Márquez
29Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
en más del 40.0%. En contraste, la inserción de las mujeres todavía es reducida en sectores considerados tradicionalmente masculinos como el de la construcción (11.0%). Por lo anterior, la mayor creación de los puestos de trabajo de comercio y servicios que dan cabida a las mu-jeres, se caracterizan porque ellas se autoemplean o trabajan en los mi-cro y pequeños negocios familiares de manera creciente. Al respecto, el personal ocupado por tamaño de empresa se observa en la gráfica 5, donde las empresas micro que tie-nen hasta 10 personas ocupadas presentan el porcentaje más impor-tante de mujeres ocupadas con el 49.4%; en tanto que, las empresas medianas que van de 51 a 250 per-sonas ocupadas, las mujeres repre-sentan el 34.3% del personal ocupa-do total (INEGI, 2016b).
En general el comercio ha ido ganando mucha importancia, sin embargo, hoy es uno de los fenó-menos más relevantes para la mano de obra mexicana de ambos géneros (aunque las mujeres siempre han estado más representadas en este sector).
Conclusiones
De acuerdo con los resultados de este análisis, se concluye que el cre-cimiento de la PEA, se explica en buena medida por la transición de-mográfica, que da origen a bajas ta-sas de fecundidad, e incentiva a una mayor participación de la mujer en el mercado laboral. Desde esta pers-pectiva, implica un mayor potencial productivo para nuestro país, al exis-tir una mayor demanda de puestos
GRÁFICA 4
Participación de las mujeres en las actividades por sector económico
(Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI (2016b).
GRÁFICA 5
Personal ocupado según tamaño de empresa y sexo
(Porcentajes)
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI (2016b).
Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica de las mujeres al cuarto trimestre de 2015
30 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
de trabajo, especialmente del grupo de edad de 30 a 49 años de edad; lo que presiona al mercado laboral a ocupar ésta población que se está insertando en dicho mercado.
Más aún, la incorporación de las mujeres a la fuerza de trabajo ha alterado su composición, si bien, las trans-formaciones en la estructura de la ocupación femenina han sido moderadas y se conserva una amplia concen-tración en el sector terciario, principalmente servicios y comercio. Las ramas de actividad que tradicionalmente se han considerado masculinas (como la construcción) presentan una menor participación del empleo de mu-jeres en términos absolutos, sin embargo hoy expresan un mejor dinamismo del empleo femenino.
Por lo anterior, la participación de la población en el mercado laboral de México no se puede considerar de manera simple y aislada, dado que refleja conjuntamen-te la relación de la economía con la situación demográ-fica y la condición social de la población.
Bibliografía
Banco Interamericano de Desarrollo/ Comisión Económica para América Latina/ Centro Latinoamericano y Cari-beño de Demografía. (BID/CEPAL/CELADE) (1993). Impacto de las Tendencias Demográficas sobre los Sec-tores Sociales en América Latina, Santiago de Chile.
<http://www.eclac.org/Celade/SitDem/DE_SitDem-TransDemDoc00e.html> (28/02/2016).
Chesnais, J.C. (1986). La transition démographique. Etapes, formes, implications économiques, Cahiers de l’INED, PUF, Paris, pp.580.
García, B. (1999). Los problemas laborales de México a princi-pios del siglo XXI. Papeles de Población, julio-septiem-bre, 9-19.
García, B., y M. Ordorica. (2010). “Población Económicamen-te Activa: evolución y perspectivas”, en B. García y M. Ordorica (coords.). Los grandes problemas de México, El Colegio de México, pp. 364-389.
IMSS (2016). Estadísticas sobre los Asegurados en el IMSS. 2005-2015. http://www.imss.gob.mx/prensa/archi-vo/201601/004. <09/04/2016>.
INEGI (2016a). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 2005-2015. http://www3.inegi.org.mx/siste-mas/tabuladosbasicos/tabtema.aspx?s=est&c=33697 <28/02/2016>.
INEGI (2016b). Encuestas y documento del INEGI: Encuesta Anual de la Industria Manufacturera, Encuesta Anual del Comercio, Encuesta Anual de Servicios Privados no Financieros, Encuesta Anual de Empresas Constructoras, y Estadísticas a propósito del… Día Internacional de la Mujer (8 de marzo)”datos económicos nacionales. 7 de marzo de 2016. <20/04/2016>.
Zabludovsky, G. (2007). Las mujeres en México: trabajo, edu-cación superior y esferas de poder. Política y cultura, (28), 09-41. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?scrip-t=sci_arttext&pid=S0188-77422007000200002&ln-g=es&tlng=es. <09/04/2016>.
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31ESPECIALAño 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
Dinámica de la población joven en la Ciudad
de Toluca, 2015
Yuliana Gabriela Román Sánchez*
Rosa Azalea Canales García**
Claudia Yolanda Albarrán Olvera***
IntroduccIón
En la actualidad, resulta fundamental examinar la trayectoria social y económica que afronta la población joven (de 15 a 29 años) debido a que su permanencia/ausencia en la escuela y/o su inserción en el mercado de trabajo marca el camino de los individuos. Asimismo, la trascendencia de este segmento poblacional radica en que constituye una fuerza propulsora del crecimiento económico, consecuencia de sus capacidades físicas y cognitivas. A pesar de ello, enfrentan una serie de desafíos en los ámbitos educativo, laboral, cultural, entre otros que inhiben las potencialidades de los jóvenes, principalmente la falta de oportunidades de empleo y la carencia de recursos económicos,
los cuales son necesarios para acceder a la educación de los niveles medio y superior.
El objetivo del presente documento con-siste en identificar la dinámica de la población joven en la ciudad de Toluca, Estado de Mé-xico; a partir de la asistencia a instituciones educativas o la inserción laboral durante los cuatro trimestres de 2015. Con el fin de confi-gurar categorías mutuamente excluyentes entre ambos aspectos se plantearon cuatro grupos: jóvenes que no estudian ni trabajan (NINI), sólo estudian pero no trabajan (SENT), no estudian aunque sí trabajan (NEST) y jóvenes que estudian y trabajan (SEST). La informa-ción estadística al respecto se obtiene de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2015) publicada por el Instituto Na-cional de Estadística y Geografía (INEGI).
El documento está dividido en tres apar-tados. El primero muestra la segmentación de la población joven de Toluca según las cuatro categorías analíticas. En el segundo se analiza la distribución de los grupos según hombres y mujeres y en la tercera sección se muestran las conclusiones obtenidas.
* Profesora de Tiempo Completo en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la UAEMex, [email protected]
** Profesora de Tiempo Completo en la Facultad de Economía de la UAEMex, [email protected]
*** Profesora de Tiempo Completo en la Facultad de Economía de la UAEMex, [email protected]
Dinámica de la población joven en la Ciudad de Toluca, 2015
32 ESPECIAL Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
1. dInámIca de la poblacIón joven en la cIudad de toluca
Visualizar la trayectoria de la población joven en la ciudad de Toluca permite obtener una panorámica del marco de desenvolvimiento de este grupo en la actividad académica y laboral.
En términos generales, resulta fundamen-tal indagar la vida estudiantil y/o laboral de la población joven, ya que representan dos quehaceres indispensables que marcan la tra-yectoria de los individuos interactuando en la sociedad. Por una parte, recibir instrucción académica configura un valor esencial en el proyecto de vida de los sujetos, siendo factor de movilidad y detonante de éxito económi-co. Asimismo, simboliza un medio de cambio social al generar nuevas expectativas y esti-los de vida (Valle y Smith, 1993). Por otro lado, la inserción al mercado laboral asume un significado especial, ya que el trabajo en sí mismo configura el eje principal de vin-culación, integración y organización colectiva, es decir, cumple un papel de mediación so-cial. Además, ostenta una dimensión subjetiva que viabiliza expresar a quien lo ejerce: su individualidad, singularidad y pertenencia al
género humano, aunque lo más importante es que constituye una fuente de valor y una necesidad básica de la naturaleza humana que otorga a los individuos libertad y autonomía (Félix y Neffa, 2006).
A partir de lo precedente, en el caso mexicano para el año 2015 la población joven asciende a 30.5 millones de personas, que representan 24.6% del total de los habitantes del país. De éstos, 4.2 millones residen en la entidad mexiquense y 324 mil en la ciudad de Toluca (ENOE, 2015).
Respecto a la composición por sexo, 50.3% de los jóvenes en Toluca son hombres y el 49.6% mujeres. Asimismo, 36.6% oscila entre los 15 y 19 años de edad, 32.1% se en-cuentran en el rango de 20 a 24 años y 31.2% entre 25 y 29 años. La relevancia de visuali-zar la agrupación de las personas jóvenes en función de la edad y el sexo radica en que posibilita observar que la dedicación a acti-vidades vinculadas con cuestiones académicas y laborales difiere dependiendo del género y la edad, aspectos que también dictan la pauta para la trayectoria y el periodo de tiempo destinado a dichos quehaceres.
Los resultados sobre la identificación de los cuatro grupos de jóvenes (no estudian ni trabajan, solo estudian aunque no trabajan, no estudian pero trabajan, estudian y trabajan) en la ciudad de Toluca se muestran en el cuadro 1.
Los hallazgos sugieren que las activida-des, laboral y académica, son diligencias pre-ponderantes en este segmento poblacional. Por un lado, 40% se dedica exclusivamente a de-sarrollar un empleo, mientras que 39% destina su tiempo únicamente a la vida escolar. Estas situaciones, en cierta medida, son convenien-tes para los jóvenes debido a que a través de la educación contribuyen a la formación de capital humano especializado, indispensable para el desarrollo económico, aunado a la adquisición de experiencia en el mercado de trabajo; sin embargo, el acceso a las institu-
CUADRO 1
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN JOVEN SEGÚN SU
PRESENCIA EN LA ESCUELA Y/O EN EL TRABAJO, 2015
Categoría Trimestre
I II III IV
Población joven 328,488 328,236 324,172 324,217
NINI 15.70% 14.60% 15.20% 14.50%
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Total 100.00% 100.00% 100.00% 100.00%
Fuente: Elaboración propia con base en la ENOE, 2015.
Notas. NINI: población joven que no estudia ni trabaja, SENT: que
solo estudia pero no trabaja, SEST: grupo que estudia y trabaja,
NEST: aquellos que no estudian pero sí trabajan.
Yuliana Gabriela Román Sánchez, Rosa Azalea Canales García y Claudia Yolanda Albarrán Olvera
33ESPECIALAño 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
ciones educativas o la dedicación al empleo no garantiza necesariamente una mejora en la calidad de vida de los jóvenes, ya que es notable la carencia de puestos laborales o en su caso, la oferta de vacantes con ínfimas per-cepciones salariales no acordes a la formación académica.
El grupo compuesto por jóvenes que no estudian ni trabajan simboliza 15% del total de ellos, circunstancia que advierte una total inactividad de este segmento de población. Así, un alto grado de personas sin ocupación señala la urgencia de atender problemas de tipo social, económico e incluso psicológico. En términos económicos, contar con pobla-ción joven desempleada significa desperdiciar las capacidades proporcionadas por el bono demográfico y la imposibilidad de explorar nuevas habilidades cognitivas para la innova-ción y el cambio tecnológico provistas por la formación de capital humano. En el marco social, la falta de oportunidades y la carencia de remuneración ocasionan problemas vincu-lados con la delincuencia y la informalidad; mientras, en el entorno psicológico la falta de actividad origina actitudes pasivas, frustra-ción, miedo al fracaso, insatisfacción, depre-sión, entre otras.
Paralelamente, en el otro extremo se en-cuentra el grupo de jóvenes que estudian y trabajan cuya presencia es de 7%, lo cual muestra una menor participación que en las otras tres categorías restantes.
De manera conjunta, los cuatro trimes-tres del año 2015 señalan sutiles diferencias en cada uno de los fragmentos de ocupación laboral y/o escolar, por tanto, es factible infe-rir un comportamiento constante en la diná-mica de la población joven de la Ciudad de Toluca. Esta deducción muestra consistencia de los resultados y al mismo tiempo evidencia la permanencia de los jóvenes en un grupo de actividad, asumiendo la dificultad de transitar de un estado o condición a otra en el perio-do de un año. Lo anterior refleja la carencia
de políticas públicas enfocadas a los jóvenes, quienes enfrentan condiciones de vulnerabi-lidad elevadas, principalmente, altas tasas de desempleo, falta de oportunidades para acce-der al sistema educativo y escenarios laborales precarios (Neffa, 2008; Román, 2013).
2. actIvIdades de la poblacIón joven según sexo.
Bajo este tenor, los resultados por género son igualmente importantes. El cuadro 2 propor-ciona información de las diferencias entre hombres y mujeres jóvenes en la ciudad de Toluca relativas a su ocupación en términos de empleo y asistencia a instituciones educativas.
De la información vertida en el cuadro 2, es significativo el segmento de los jóvenes que no estudian ni trabajan, así como, los que únicamente se dedican a un empleo. En la primera categoría sobresalen las mujeres, quienes se ubican 12 puntos porcentuales por encima de los hombres; mientras en la se-gunda clasificación destaca el sexo masculino con 10 puntos porcentuales. Al respecto, se puede inferir, tentativamente, que esta situa-ción es consecuencia del rol que desempeñan tradicionalmente los hombres y las mujeres dentro de la sociedad. Comúnmente, el sexo femenino prefiere dedicarse a los quehace-res propios del hogar1, por tanto, permanece en una condición de inactividad académi-ca y laboral; mientras, el género masculino opta con conseguir un empleo que le per-mita obtener las remuneraciones necesarias para cubrir las necesidades familiares y ser
1 Esto no se contrapone al fenómeno del incremen-to de la mujer al mercado laboral, el cual es un hecho probado empíricamente, sino se refiere a las actividades que desarrolla un grupo de mujeres jóvenes de manera temporal, una posible expli-cación de esta situación pudiera ser el embarazo adolescente o los apoyos gubernamentales como posibles causantes de que las mujeres sean ninis.
Dinámica de la población joven en la Ciudad de Toluca, 2015
34 ESPECIAL Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
el proveedor principal. Cabe señalar que en las categoría restantes (estudia-no trabaja y estudia-trabaja), existe poca variación en la presencia que tienen los hombres y las mu-jeres jóvenes.
conclusIones
La descripción precedente relativa a la di-námica de la población joven en la ciudad de Toluca, Estado de México, muestra una panorámica del grupo de actividad (escolar o laboral) desempeñada por este segmento. En tal sentido, el presente documento evidencia la heterogeneidad de las situaciones en que se ubican los jóvenes en la Ciudad de Toluca.
Los resultados obtenidos permiten dedu-cir ligeras diferencias durante el año 2015 en
la proporción de jóvenes que estudian, traba-jan, cuando realizan ambas actividades o nin-guna de éstas, lo cual revela que la situación estructural de la Ciudad de Toluca juega un peso importante en las condiciones de vida de la población joven en cuanto a la presencia/ausencia en el trabajo y la escuela. Y segun-do, que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres para su situación educativa y laboral, mismas que podrían conducir a trayectorias de vida exitosas o de fracaso, con dos elementos fundamentales en su vida: el estudio y el trabajo.
De ahí que se sugiere, para futuras in-vestigaciones, centrar la atención en una de-terminada categoría para un análisis de ma-yor profundidad, pues creemos que se debe atender su particular condición y así eliminar la diferenciación y la exclusión social que al-gunos padecen.
bIblIografía
ENOE, (2015), El Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Disponible en línea en <http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/encuestas/hogares/especiales/ei2015/default.aspx>. (30/03/2015).
Neffa, J. (2008), “Las teorías de la segmentación de los mercados de trabajo”, en Neffa, J. (coord.), Teorías económicas sobre el mercado de traba-jo: análisis institucionalista, Tomo III, Prime-ra edición, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, pp: 306.
Román, Y. (2013), Precariedad laboral de la pobla-ción joven asalariada en México. Un estudio comparativo en tres ciudades: Toluca, Tijuana y Mérida, 2005 y 2010. Tesis de Doctorado, UAEM.
Valle, A. y Smith, M. (1993), “La escolaridad como un valor para los jóvenes”. Perfiles Educativos 60, Instituto de Investigaciones sobre la Universi-dad y la Educación Distrito Federal, México.
CUADRO 2 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN JOVEN SEGÚN SU PRESENCIA
EN LA ESCUELA Y/O EN EL TRABAJO POR SEXO, 2015
Categoría Trimestre
I II III IV
Hombres
Población masculina
162010 163510 163628 163078
NINI 1.70% 1.30% 1.60% 1.40%
SENT 18.50% 17.80% 18.40% 19.10%
SEST 3.90% 4.70% 4.60% 3.60%
NEST 25.00% 25.80% 25.70% 25.90%
Mujeres
Población femenina
166478 164726 160544 161139
NINI 13.90% 13.20% 13.60% 13.00%
SENT 19.60% 19.70% 19.70% 19.60%
SEST 2.20% 2.30% 2.60% 2.90%
NEST 15.00% 15.00% 13.70% 14.20%
Total 100% 100% 100% 100%
Fuente: Elaboración propia con base en la ENOE, 2015.
Notas. NINI: población joven que no estudia ni trabaja, SENT: que
solo estudia pero no trabaja, SEST: grupo que estudia y trabaja,
NEST: aquellos que no estudian pero sí trabajan.
INDICADORES ECONÓMICOS
36 Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
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INDICADORES ECONÓMICOS
37Año 9, Núm. 2 / abril-junio 2016
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Instrucciones para colaboradores de Economía Actual
• Paralibros:Blanchard,O.(2006).Macroeconomía.PearsonPrenticeHall.España.
• Paracapítulodelibro:Ball, L. (1999). “Policy Rules for Open Economies”, inTaylor,J.B.(ed.).Monetary Policy Rules.NBER.
• ReferenciadesitioswebSeincluirálarutacompletadeltrabajoindicandolafechadeconsulta,porejemplo:
Pérez, A. (2004). “Unmodelo de pronóstico de laformaciónbrutadecapitalprivadodeMéxico”,Do-cumentodeinvestigación.No.2004-4.BancodeMé-xico,México.http://www.banxico.gob.mx/gPublica-ciones/DocumentosInvestigacion/docinves/doc2004-4/doc2004-4.pdf(17denoviembre2004).
Enelcasodeartículoenrevistas,capítulosdelibros,etc.,queseconsultenenlawebseusaelmismocriteriodeunareferencianormalyademásse incluye la rutacompletadeltrabajoylafechadeconsulta.
7.Labibliografíadeberáiralfinaldelartículoyseintegraráalomásdeseisreferencias.
8.Lasnotasalpiedepáginasepodránutilizarcuandoasíserequierayseescribiránaespaciosencillo.
9.Lascifrasnuméricasmayoresatresdígitosdeberánsepa-rarsesiempreporunacomaenlaparteinferior(millares).
10.Los temassobre loscuales loscolaboradorespuedenes-cribirdeberánserexclusivamentedecoyunturaeconómica:nacional,regionalointernacional.
11.Todoslosartículosenviados,queseinscribandentrodelperfiltemáticodelarevistaycumplanconloslineamien-tosestablecidosseránconsiderados,sinqueelloimpliquelaobligatoriedaddesupublicación.
TodaslascontribucionesoartículosenviadosalaRevistaEco-nomíaActualdeberánatenderlassiguientesconsideraciones.
1.ElenvíodeunartículoalarevistaimplicalaobligatoriedaddeasistiralosTalleresdeCoyunturaEconómicaconlafi-nalidaddeatenderlasobservacionesdeloscolaboradoresdelarevista(lasfechasyhorarioparaestefinseenvíanatravésdecorreoelectrónico).
2.Eltítulodeltrabajoindicaráclaramenteelcontenidodelaaportaciónydeberáserbreve.
3.Enlaprimerapáginaapareceráelnombredelautoroau-tores(debajodeltítulodeltrabajo)ycorreoelectrónicoco-rrespondiente(comonotaalpiedelapágina).Laextensióndelostrabajosnodeberáexcederlas6cuartillas.
4.Losapartadosy/o subtítulosdeberánestarperfectamentedefinidos ynumerados (en arábigos) con excepciónde laintroducción. Se deberá además, incluir un apartado deconclusionesalfinaldelartículo.
5. Los trabajos deberán presentarse en procesador de textoWord, con interlineadode1.5 y tipode letraTimesNewRoman12puntos.Ydecontener informaciónestadística,cuadrosy/ográficas,éstossepresentaránenExcelcontítu-loyfuentefueradelaimagen.
6. Las referencias bibliográficas y hemerográficas deberánestarpresentadas en formatoHarvarddeacuerdocon lassiguientesindicaciones.
Parareferenciasdentrodeltexto:• Cuandosehagareferenciademanerageneralaunaobra,se indicaráelprimerapellidodelautoryelañodeedi-ción,escritoentreparéntesis:(Blanchard,2006).
• Paraelcasodedosautores:(RamosyChiquiar,2004).• Cuandoseanmásdedosautoresseanotará:(Moodet
al.,1974).• Enelcasodecitastextualesseaplicaráelmismocriterioyademásseindicaráelnúmerodepáginadelacita:(Blan-chard,2006:194),(RamosyChiquiar,2004:443).
En la bibliografía las referencias se ordenarán alfabética-mentecontodossuselementos,deacuerdoconlossiguien-tesejemplos:• Pararevistas:Jarque,C.M.andA.K.Bera(1987).“Atestfornormalityof observations and regression residuals”, International Statistical Review,vol.55,num2,pp.163-172.
Revista de Análisis de Coyuntura Económica de la Facultad de Economía de la UAEM
Los trabajos deberán enviarse a la Revista Economía Actual:
Correo electrónico: [email protected] y [email protected] de Coatepec S/N, Ciudad Universitaria,
Toluca México. C.P. 50110Teléfonos: 01 722 2 14 94 11
y 2 13 13 74., ext. 162.
ECONOMÍAACTUAL
Revista de Análisis de Coyuntura EconómicaISSN 2007-0993
Año 9, No. 2,abril-junio de 2016
La industria siderúrgica en México, 2015María Esther Morales Fajardo, Araceli Galeana Estrada y Marcos Mejía López
Dragón Chino: ¿Incertidumbre Mundial?Judith Huerta Quiroz y Jeanett Campos Chávez
Volatilidad en los mercados financieros, el caso del mercado bursátil mexicano al primer trimestre de 2016Juvenal Rojas Merced y Jeanett Campos Chávez
Comportamiento de la actividad económica en México en 2015Juvenal Rojas Merced y Ricardo Rodríguez Marcial
Dinámica laboral en México, el caso de la participación económica de las mujeres al cuarto trimestre de 2015 Alma Yeni Barrios Márquez y Oscar Alfredo Barrios Márquez
Dinámica de la población joven en la Ciudad de Toluca, 2015Yuliana Gabriela Román Sánchez, Rosa Azalea Canales García y Claudia Yolanda Albarrán Olvera