jesús viaje apostólico a chile, enero de 2018. nos...

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Lu 7: Hech 16, 11-15; Sal 149, 1-6. 9; Jn 15, 26—16, 4. (Sta. Domitila) Ma 8: Hech 16, 22-34; Sal 137, 1-3. 7-8; Jn 16, 5-11. (S. Segundo) Mi 9: Hech 17, 15. 22—18, 1; Sal 148, 1-2. 11-14; Jn 16, 12-15 (S. Isaías) Ju 10: Hech 18, 1-8; Sal 97, 1-4; Jn 16, 16-20. (S. Antonio/ S. Juan de Avila) Vi 11: Hech 18, 9-18; Sal 46, 2-7; Jn 16, 20-23. (S. Fabio/ Sta. Estela) Sá 12: Hech 18, 23-28; Sal 46, 2-3. 8-10; Jn 16, 23-28. Misas vespertinas: VIGILIA DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR (S) Hech 1, 1-11; Sal 46, 2-3. 6-9; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20. Santos Nereo y Aquiles, mrs. (ML) Do 13: LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR (S) Hech 1, 1-11; Sal 46, 2-3. 6-9; Ef 1, 17-23 (o bien: Ef 4, 1-13); Mc 16, 15-20. (Ntra. Señora de Fátima) DIOS NOS HABLA CADA DÍA Vivir con la certeza de que Dios nos amó primero tiene profundas con- secuencias para nuestra vida, hemos de corresponder al Señor con nuestro amor, permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Pero la consecuencia que más se subraya, tanto en la carta de Juan como en el evangelio, es que tenemos que amarnos unos a otros. Porque el amor procede de Dios. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros como Yo los he amado. Amar es, entonces, nuestra misión permanente. En esto consiste vivir la resurrección del Señor: tener la dispo- sición a darse a todo aquel que necesite de nosotros, conmoverse ante los dolores y las debilidades, anhelar un mundo diferente, en que todos puedan experimentar la misma dignidad de hijos amados de Dios. Vivir siempre en actitud de entrega y servicio no es fácil, no podemos hacerlo sin la gracia de Dios. La Eucaristía nos da la oportunidad de alimentarnos para amar como el Señor nos enseña, y nos envía a ser testigos del Señor resucitado, amándonos mutuamente. COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA La liturgia de este tiempo pascual nos sigue invitando a la alegría desbordante que brota de la resurrección de Cristo, y a caminar, permaneciendo en él, confiados en su amor. Precisamente, la fiesta del Señor resucitado, que vivi- mos cada domingo, debe empaparnos del convencimiento y experiencia de que nuestra vida, la vida de todos, es conducida por alguien que se define con esta palabra: Amor. Somos fruto del amor, nos sostiene el amor, estamos llamados al amor. Año XLIII, Nº 2.264 6º de Pascua. 6 de mayo de 2018 Recíbela en tu domicilio Tel.: 227200300/328 [email protected] www.sanpablochile.cl Suscripciones “El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: Graficandes. Tel.- 227733605 - Sto. Domingo 4593, Quinta Normal. EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2018 00200727 Palabras del papa Francisco en su visita a nuestro país… (I) Chile se ha destacado en las últimas décadas por el desarrollo de una democracia que le ha permitido un sostenido progreso. Las recientes elecciones políticas fueron una manifestación de la solidez y madurez cívica que han alcanzado, lo cual adquiere un relieve particular este año en el que se conmemoran los 200 años de la declaración de la independencia. Momento particularmente importante, ya que marcó su destino como pueblo, fundamentado en la libertad y en el derecho, que ha debido también enfrentar diversos períodos turbulentos pero que logró —no sin dolor— superar. De esta forma supieron ustedes consolidar y robustecer el sueño de sus padres fundadores. En este sentido, recuerdo las emblemáticas palabras del Cardenal Silva Henríquez cuando en un tedeum afirmaba: «Nosotros —todos— somos constructores de la obra más bella: la patria. La patria terrena que prefigura y prepara la patria sin fronteras. Esa patria no comienza hoy, con nosotros; pero no puede crecer y fructificar sin nosotros. Por eso la recibimos con respeto, con gratitud, como una tarea que hace muchos años comenzaba, como un legado que nos enorgullece y compromete a la vez». Papa Francisco Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático Viaje apostólico a Chile, enero de 2018. Jesús nos ama y nos enseña a amar

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Lu 7: Hech 16, 11-15; Sal 149, 1-6. 9; Jn 15, 26—16, 4. (Sta. Domitila)

Ma 8: Hech 16, 22-34; Sal 137, 1-3. 7-8; Jn 16, 5-11. (S. Segundo)

Mi 9: Hech 17, 15. 22—18, 1; Sal 148, 1-2. 11-14; Jn 16, 12-15 (S. Isaías)

Ju 10: Hech 18, 1-8; Sal 97, 1-4; Jn 16, 16-20. (S. Antonio/ S. Juan de Avila)

Vi 11: Hech 18, 9-18; Sal 46, 2-7; Jn 16, 20-23. (S. Fabio/ Sta. Estela)

Sá 12: Hech 18, 23-28; Sal 46, 2-3. 8-10; Jn 16, 23-28. Misas vespertinas: VIGILIA DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR (S) Hech 1, 1-11; Sal 46, 2-3. 6-9; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20. Santos Nereo y Aquiles, mrs. (ML)

Do 13: LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR (S) Hech 1, 1-11; Sal 46, 2-3. 6-9; Ef 1, 17-23 (o bien: Ef 4, 1-13); Mc 16, 15-20. (Ntra. Señora de Fátima)

DIOS NOS HABLA CADA DÍA

Vivir con la certeza de que Dios nos amó primero tiene profundas con-secuencias para nuestra vida, hemos de corresponder al Señor con nuestro amor, permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Pero la consecuencia que más se subraya, tanto en la carta de Juan como en el evangelio, es que tenemos que amarnos unos a otros. Porque el amor procede de Dios. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros como Yo los he amado.

Amar es, entonces, nuestra misión permanente. En esto consiste vivir la resurrección del Señor: tener la dispo-sición a darse a todo aquel que necesite de nosotros, conmoverse ante los dolores y las debilidades, anhelar un mundo diferente, en que todos puedan experimentar la misma dignidad de hijos amados de Dios.

Vivir siempre en actitud de entrega y servicio no es fácil, no podemos hacerlo sin la gracia de Dios. La Eucaristía nos da la oportunidad de alimentarnos para amar como el Señor nos enseña, y nos envía a ser testigos del Señor resucitado, amándonos mutuamente.

COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA

La liturgia de este tiempo pascual nos sigue invitando a la alegría desbordante que brota de la resurrección de Cristo, y a caminar, permaneciendo en él, con� ados en su amor. Precisamente, la � esta del Señor resucitado, que vivi-mos cada domingo, debe empaparnos del convencimiento y experiencia de que nuestra vida, la vida de todos, es conducida por alguien que se de� ne con esta palabra: Amor. Somos fruto del amor, nos sostiene el amor, estamos llamados al amor.

Año XLIII, Nº 2.264 6º de Pascua. 6 de mayo de 2018

Recíbela en tu domicilio

Tel.: 227200300/328 [email protected]

www.sanpablochile.cl

Suscripciones

“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: Grafi candes. Tel.- 227733605 - Sto. Domingo 4593, Quinta Normal.

EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2018

00200727

Palabras del papa Francisco en su visita a nuestro país… (I)

Chile se ha destacado en las últimas décadas por el desarrollo de una democracia que le ha permitido un sostenido progreso. Las recientes elecciones políticas fueron una manifestación de la solidez y madurez cívica que han alcanzado, lo cual adquiere un relieve particular este año en el que se conmemoran los 200 años de la declaración de la independencia. Momento particularmente

importante, ya que marcó su destino como pueblo, fundamentado en la libertad y en el derecho, que ha debido también enfrentar diversos períodos turbulentos pero que logró —no sin dolor— superar. De esta forma supieron ustedes consolidar y robustecer el sueño de sus padres fundadores.

En este sentido, recuerdo las emblemáticas palabras del Cardenal Silva Henríquez cuando en un tedeum a� rmaba: «Nosotros —todos— somos constructores de la obra más bella: la patria. La patria terrena que pre� gura y prepara la patria sin fronteras. Esa patria no comienza hoy, con nosotros; pero no puede crecer y fructi� car sin nosotros. Por eso la recibimos con respeto, con gratitud, como una tarea que hace muchos años comenzaba, como un legado que nos enorgullece y compromete a la vez».

Papa FranciscoEncuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático

Viaje apostólico a Chile, enero de 2018. Jesús nos ama y nos enseña a amar

mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá. Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Refl exiónEn la Misa, antes de comulgar, somos invita-mos a saludarnos, deseándonos la paz del Señor. ¿Vivimos este signo como expresión de nuestra voluntad de amarnos los unos a los otros, como Jesús nos enseña?

6. Oración UniversalM. Como amigos del Señor, con� ados en que Dios nos amó primero, elevemos nuestra oración, pidiendo por las necesidades de todas las personas.

R. ¡Por tu amor, escúchanos Padre!

1.- Por la Iglesia, para que, sabiéndose amada por Dios, anuncie a todos el amor por Dios. Oremos. R.

2.- Por los que gobiernan los destinos de las naciones, para que de� endan la vida y busquen la paz, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos. Oremos. R.

3.- Por los más necesitados, para que encuentren en nosotros manos generosas que los ayuden a superarse en sus necesidades. Oremos. R.

4.- Por los trabajadores, para que asuman su trabajo como un espacio de desarrollo personal, sustento familiar y servicio al país. Oremos. R.

5.- Por nuestra Comunidad, para que nos amemos unos a otros y la alegría de Cristo resucitado brille en nuestras vidas. Oremos. R.

M. Oh, Dios, que nos amaste hasta el extremo de entregarnos a tu propio Hijo, escucha nuestras súplicas y concédenos lo que te hemos pedido con� ados en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

ALABANZA Y PREPARACIÓN A LA COMUNIÓNPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. No somos nosotros quienes te hemos elegido a ti. Tú eres el que nos eligió sin méritos de nuestra parte. Siempre eres tú quien nos ama primero. Bendecimos tu amor.

R. ¡Aleluia, Aleluia!

1.- Somos tus servidores, servidores inútiles. Tú eres el que nos llama amigos tuyos. Siempre eres tú quien nos ama primero. Bendecimos tu amor. R.

2.- La tristeza de este mundo amenaza nuestro corazón. Tú eres el que quiere que nuestro gozo sea perfecto. Siempre eres tú quien nos ama primero. Bendecimos tu amor. R.

3.- Tú nos revelas que no hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Tú eres el que muere por nosotros, y luego resucita. Siempre eres tú quien nos ama primero. Bendecimos tu amor. R.

M. Dios nuestro Padre, tú nos has manifestado tu amor al enviarnos a tu Hijos Jesús. Es él quien nos enseñó a rogarte. Por eso, te decimos con con� anza: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosUn solo Señor, una sola fe/ Como el Padre me amó/ Si yo no tengo amor/ Donde hay amor y caridad/ El Señor nos ha amado/ Si me falta el amor/ Mi alma glori� ca al Señor.

Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 97, 1-4

R. El Señor reveló su victoria a las naciones.

Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su � delidad en favor del pueblo de Israel. R.

Los con� nes de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.

4. Segunda Lectura 1Jn 4, 7-10

Lectura de la primera carta de san Juan. Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama

no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de Él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. «El que me ama será � el a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor. Aleluia.

5. Evangelio Jn 15, 9-17

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: Como el Padre me amó, también Yo

los he amado a ustedes. Permanezcan en

Ciclo B - Color Blanco1. Ambientación

Dios, que es amor, nos convoca a participar del Banquete Eucarístico. Su Hijo Jesucristo, resucitado, está entre nosotros, ya que en su nombre nos reunimos. Dispongámonos a escuchar la Palabra de Dios y a comer el Pan de la Eucaristía. Con fe y alegría participemos en esta celebración..

Introducción a la Liturgia de la PalabraVivir la resurrección de Jesús, es vivir en el amor. Así nos lo recordará la Palabra de Dios de este domingo. Un amor que tiene su fundamento en Dios, que es amor, y que se ha de manifestar en el fruto de amarnos los unos a los otros.

2. Primera Lectura Hech 10, 25-26. 34-36. 43-48

Lectura de los Hechos de los Apóstoles. Cuando Pedro entró a la casa del centurión Cornelio, éste fue a su encuentro y se postró a sus pies. Pero Pedro lo

hizo levantar, diciéndole: «Levántate, porque yo no soy más que un hombre». Después Pedro agregó: «Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a Él. Él envió su Palabra al pueblo de Israel, anunciándoles la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Todos los profetas dan testimonio de Él, declarando que los que creen en Él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre». Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban la Palabra. Los � eles de origen judío que habían venido con Pedro quedaron maravillados al ver que el Espíritu Santo era derramado también sobre los paganos. En efecto, los oían hablar diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo: «¿Acaso se puede negar el agua del bautismo a los que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?». Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del