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JohanMoritz Rugendas, a quien elmismoHumboldt admiraba como a unmaestroenelartepictóricodelafisionomíadelanaturaleza,fueelmejordelospocospintoresviajerosquehuboenOccidente.DesusegundoviajeaAmérica, que se extendió a lo largo de su juventud, de 1831 a 1847,resultaronmilesdeóleos,acuarelasydibujoscuyoobjeto,comoloindicabaelgénero, fueronprimordialmente lasselvasymontañastropicales.Peroelobjetivosecretodesuviaje fue laArgentina:sóloallí,pensaba,enelvacíomisterioso que había en el punto equidistante de los horizontes sobre lasllanuras inmensas,podríaencontrarel reversodesuarte.Lavisitóendosoportunidades: en 1847, en Buenos Aires, registró en abundancia lospaisajes y tipos rioplatenses, y fue ésta su visitamás fructífera.Diez añosantes,sinembargo,unavisitabreveydramáticaaMendozafuelaquelediolaocasióndeaventurarsealcentrosoñado.Sobreelrastrolentísimodelascarretasgigantes,Rugendassepuso,conurgenciainfantil,enelcaminodela recta interpampeana a la espera de aquello que, por fin, desafiara a sulápiz y lo obligara a crear un procedimiento nuevo. Lo acompañó el pintoralemán Robert Krause. Sin dudas Rugendas rozó, siquiera por unosinstantes,esecentro imposible,sóloqueaunprecio inmenso,casisediríamonstruoso de exorbitante. Un extraño episodio, que no pudo evitarabsorber,salvajemente,ensucuerpoentero,interrumpiólatravesíaymarcódeunmodoirreversible,yfulminante,suvida:suarteysujuventud.

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CésarAira

Unepisodioenlavidadelpintorviajero

ePubr1.0Titivillus22.03.17

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Títulooriginal:UnepisodioenlavidadelpintorviajeroCésarAira,2000Diseño:DiegoMallo

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2

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EnOccidente hubo pocos pintores viajeros realmente buenos. Elmejor de los quetenemosnoticiasyabundantedocumentaciónfueelgranRugendas,queestuvodosvecesenlaArgentina;lasegunda,en1847,ledioocasiónderegistrarlospaisajesytipos rioplatenses—con tanta abundancia que se calcula en doscientos los cuadrosque quedaron enmanos de particulares en este rincón delmundo—, y sirvió paradesmentir a su amigo y admirador Humboldt, o más bien para una interpretaciónsimplistadelateoríadeHumboldt,quehabíaqueridorestringireltalentodelpintoralos excesos orográficos y botánicos del Nuevo Mundo. Pero la desmentida enrealidad había tenido un anticipo diez años antes, en la primera visita, breve ydramática, interrumpidaporunextrañoepisodioquemarcódemodoirreversiblesuvida.

JohanMoritzRugendasnacióenlaimperialciudaddeAugsburgoel29demarzode1802,hijo,nietoybisnietodeprestigiosospintoresdegénero;unantepasadosuyo,GeorgPhilipRugendas,fuefamosoporsuscuadrosdebatallas.LosRugendashabíanemigrado de Cataluña (pero la familia tenía orígenes flamencos) en 1608 y seinstalaron en Augsburgo en busca de un clima social más favorable a su credoprotestante.ElprimerRugendasalemánfuerelojeroartístico;todoslosquesiguieronfueron pintores. Johan Moritz dio prueba de su vocación desde los cuatro años.Dibujantedotado,sedestacóeneltallerdeAlbrechtAdamyluegoenlaAcademiadeArtedeMunich.Alosdiecinueveañosse lepresentó laoportunidaddeviajaraAmérica en la expedición que dirigía el barón Langsdorff y financiaba el zar deRusia. Su misión era la que cien años después habría cumplido un fotógrafo:documentargráficamenteloshallazgosquehicieranylospaisajesqueatravesaran.

Enestepuntoesprecisovolverunpocoatrásparahacerseunaideamásclaradeltrabajoqueiniciabael jovenartista.Lahistoriade lafamilianoera tanlargacomopudo parecer por el párrafo anterior. Su bisabuelo, Georg Philip Rugendas (1666-1742) fue el iniciador de la dinastía de pintores. Lo hizo por haber perdido en sujuventudlamanoderecha;lamutilaciónloincapacitóparaeloficioderelojero,queera el tradicional de su familia y para el que se había preparadodesde la infancia.Debió aprender a usar la mano izquierda, y manejar con ella lápiz y pincel. Seespecializóenlarepresentacióndebatallas,ytuvounformidableéxitoderivadodelaprecisiónsobrenaturaldesudibujo,derivadaéstadesuformaciónderelojeroydeluso de la mano izquierda, que al no ser la que habría empleado naturalmente loobligabaaunametódicadeliberación.Elcontrasteexquisitodedetallismocongeladoenlaformayfragorviolentoeneltemalohizoúnico.Suprotectoryclienteprincipalfue Carlos XII de Suecia, el rey guerrero, cuyas batallas pintó siguiendo a losejércitosdesde lasnieveshiperbóreashasta laardienteTurquía.Ensuedadmadurafueprósperoimpresorycomerciantedeestampas,consecuencianaturaldesutécnicadedocumentaciónbélica.Asustreshijos,GeorgPhilip,JohanyJeremylesdejóenherencia este comercio y la técnica.Hijo del primero de ellos fue JohanChristian(1775-1826),padredenuestroRugendas,quecerróelciclopintandolasbatallasde

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Napoleón,otroreyguerrero.Puesbien,despuésdeNapoleónseabrióenEuropael«siglodepaz»enelque

debiódelanguidecernecesariamentelaramadeloficioenquesehabíaespecializadola familia. El joven JohanMoritz, un adolescente en la época deWaterloo, debióreconvertirse sobre la marcha. Del aprendizaje en el taller de Adam, pintor debatallas,pasóalasclasesdepinturadelaNaturalezaenlaAcademiadeMunich.La«Naturaleza»quepodíatenermercadoencuadrosyestampaseralaexóticaylejana,loquecomplementósuvocaciónartísticaconlaviajera;elrumbodeestaúltimaseloindicóprontolaoportunidaddelaexpediciónmencionada.Enelumbraldelosveinteaños, se le abríaunmundoyahecho,y también, a lavez,porhacer,másomenoscomolesucedióporlamismaépocaaljovenDarwin.ElFitzroydeRugendasfueelbarón Georg Heinrich von Langsdorff, que en el curso de la travesía atlántica sereveló«intratableylunático»,alpuntoquealllegaralBrasilelartistaseseparódelaexpedición, en la que fue reemplazado por otro pintor documentalista de talento,Taunay. Se ahorró con su decisiónmuchos problemas, porque esa expedición tuvomalsino:TaunaymurióahogadoenelGuaporé,yenmediodelaselvaLangsdorffperdió la poca razón que tenía.Rugendas, por su parte, al cabo de cuatro años deexcursiones y trabajos por las provincias de Río de Janeiro, Minas Gerais, MatoGrosso,EspírituSantoyBahía,regresóaEuropaypublicóunbellolibritoilustrado,elViajepintorescoporelBrasil (el texto fue redactadoporVictorAiméHuber enbasealasnotasdelpintor),quehizosufamaylopusoencontactoconeleminentenaturalistaAlexandervonHumboldt,conquiencolaboróenalgunaspublicaciones.

Su segundo y último viaje a América duró dieciséis años, de 1831 a 1847.México,Chile,Perú,otravezBrasil,laArgentina,fueronescenariodesuslaboriososdesplazamientos, y centenares, miles de cuadros, su resultado. (Su catálogoincompleto enumera 3353 obras entre óleos, acuarelas y dibujos). Si bien la etapamáselaboradafue lamexicana,y lasselvasymontañas tropicalesconstituyeronsutemáticamáscaracterística,elobjetivosecretodesulargoviaje,queabarcótodasujuventud,fuelaArgentina,elvacíomisteriosoquehabíaenelpuntoequidistantedelos horizontes sobre las llanuras inmensas. Sólo allí, pensaba, podría encontrar elreverso de su arte…Esta peligrosa ilusión lo persiguió toda su vida. Traspuso losumbrales dos veces, la primera en 1837, por el oeste, atravesando la cordillera encamino desdeChile; la segunda en 1847, por el Río de la Plata; fue esta segundaocasiónlamásfructífera,peronosaliódelradiodeBuenosAires;enlaprimera,encambio,sehabíaaventuradohaciaelcentrosoñado,yenrealidadllegóahollarloporunosinstantes,aunqueelprecioquedebiópagarfueexorbitante,comoseverá.

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Rugendasfueunpintordegénero.SugénerofuelafisionómicadelaNaturaleza,procedimiento inventado por Humboldt. Este gran naturalista fue el padre de unadisciplinaqueenbuenamedidamurióconél: laErdtheorie,oPhysiqueduMonde,una suerte de geografía artística, captación estética delmundo, ciencia del paisaje.AlexandervonHumboldt (1769-1859) fueunsabio totalizador,quizáselúltimo; loquepretendíaeraaprehenderelmundoensu totalidad;elcaminoque leparecióeladecuadoparahacerlofueelvisual,conloqueseadheríaaunalargatradición.Peroseapartabadeéstaentantoquenoleinteresabalaimagensuelta,el«emblema»deconocimiento, sino la suma de imágenes coordinadas en un cuadro abarcador, delcualel«paisaje»eraelmodelo.Elgeógrafoartistadebíacaptarla«fisionomía»delpaisaje(elconceptolohabíatomadodeLavater)mediantesusrasgoscaracterísticos,«fisionómicos», que reconocía gracias a un estudio erudito de naturalista. Lacalculada disposición de elementos fisionómicos en el cuadro transmitía a lasensibilidad del observador una suma de información, no de rasgos aislados sinosistematizados para su captación intuitiva: clima, historia, costumbres, economía,raza, fauna, flora, régimen de lluvias, de vientos… La clave era el «crecimientonatural»:deahíqueelelementovegetalfueraelquepusieraenprimerplano.Ydeahí también queHumboldt buscara sus paisajes fisionómicos en los trópicos, cuyariquezavegetativayvelocidaddecrecimientoeraincomparablementemayorqueenEuropa.Humboldtviviólargosañosenzonastropicales,deAsiayAmérica,yalentóahacerloalosartistasformadosensumétodo.Conlocualcompletabaelcircuito,yaqueapelabaalinterésdelpúblicoeuropeoporestasregionesaúnmalconocidas,yledabaunmercadoalaproduccióndelospintoresviajeros.

Humboldt tuvo lamayor admiración por el jovenRugendas, al que calificó de«creador y padre del arte de la presentación pictórica de la fisionomía de lanaturaleza»,frasequebienhabríaservidoparadescribirloaélmismo.Participóconsusconsejosenlapreparacióndelsegundoygranviajerugendiano,yelúnicopuntoen que no estuvo de acuerdo fue en la decisión de incluir a la Argentina en elitinerario. No quería que su discípulo gastara esfuerzos por debajo de la franjatropical,yensuscartasabundabaenrecomendacionesdeestetenor:«Nodesperdiciesu talento,queconsiste sobre todoendibujar lo realmenteexcepcionaldelpaisaje,comoporejemplopicosnevadosdemontañas,lafloratropicaldelasselvas,gruposindividuales de la misma especie de plantas, pero de diferentes edades; filíceas,latanias, palmeras con hojas plumadas, bambúes, cactus cilíndricos, mimosas defloresrojas,inga(conramaslargasygrandeshojas),malváceasconeltamañodeunarbustoconhojasdigitales,enespecialelárboldelasmanitas(Chiranthodendron)enToluca; el famoso ahuehuete de Atlisco (el milenario Cypressus disticha) en lascercaníasdeMéxico; lasespeciesdeorquídeasdehermosafloraciónenlos troncosdelosárbolescuandoéstosformannudosredondosrecubiertosdemusgo,rodeadosasu vez por los bulbosmusgosos del dendrobio; algunas figuras de caoba caídas ycubiertas por orquídeas, banisterias y plantas trepadoras; además de otras plantas

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gramíneas de veinte a treinta pies de altura de la familia de los bambúes, nasto ydiferentesFoliisdistichis;estudiosdepotosyDracontium;un troncodeCrescentiacujete cargado de frutas que salen de éste; un teobroma-cacao floreciendo y cuyasfloressalendelasraíces;lasraícesexternasdehastacuatropiesdealturaenformadeestacas o tablas del Cypressus disticha; estudios de una roca cubierta por fucus;ninfeas azules en el agua; guastavias (pirigara) y lecitis florecientes; ángulo vistodesdeloaltodeunamontañadeunbosquetropicaldemaneradeversolamentelosflorecientesárbolesdecopaanchaentreloscualessealzanlospeladostroncosdelaspalmeras comoun corredor de columnas, una selva sobre otra selva; las diferentesfisionomíasdematerialesdepisangyheliconiun…».

Sóloenlostrópicosseencontrabaelexcesonecesariodeformasprimariasparacaracterizar un paisaje. En la vegetación, Humboldt había reducido estas formasprimariasadiecinueve;diecinuevetiposfisionómicos,cosaquenoteníanadaquevercon la clasificación linneana, que opera con la abstracción y el aislamiento de lasvariaciones mínimas; el naturalista humboldtiano no era un botánico sino unpaisajistade losprocesosdecrecimientogeneralde lavida.Esesistema,agrandesrasgos,constituíael«género»depinturaquepracticóRugendas.

DespuésdeunabreveestadaenHaití,RugendaspasótresañosenMéxico,entre1831 y 1834. En esta última fecha pasó a Chile, donde viviría ocho años, con unintervalo de unos cincomeses que ocupó el interrumpido viaje a la Argentina; elpropósito original era cruzar todo el país, hastaBuenosAires, y de ahí subir hastaTucumányluegoBolivia,etcétera.Peronopudoser.

Partióafinesdediciembrede1837desdeSanFelipedeAconcagua(Chile),encompañíadelpintoralemánRobertKrause,conuna reducida tropilladecaballosymulos y dos baqueanos chilenos. La idea, que realizaron, era aprovechar el buentiempoestivalparahacer sinapuroelcrucepor lospintorescospasoscordilleranostomandoapuntesypintandotodoloquevalieralapena.

En pocos días ya estaban en medio de la cordillera, aunque sólo eran pocosdescontandolosmuchosenquesedeteníanapintar.Lalluvialesservíaparaavanzar,conlospapelesbienenrolladosdentrodetelasenceradas;nohubolluviasenrealidad,sino unas lloviznas benévolas, que durante tardes enteras envolvían el paisaje enblandasmareas de humedad. Las nubes bajaban hasta casi posarse, pero elmenorviento bastaba para llevárselas…y traer otras, por corredores incomprensibles queparecíancomunicarelcieloconelcentrodelaTierra.Enesasmágicasalternanciaslosartistasrecuperabanvisionesdeensueño,cadavezmásespaciosas.Lasjornadas,aunquezigzagueantesenelmapa,ibanhacialaamplitudenlínearectacomoflechas.Cadadíaeramásgrande,másdistante.Amedidaqueloscerrosadquiríanpesoelairesehacíamásliviano,másversátilsupoblaciónmeteórica,puraópticadealtosybajossuperpuestos.

Llevaban registros barométricos, calculaban la velocidad del viento con unamangabonete,ydoscapilaresdevidriocongrafitolíquidolesservíandealtímetro.

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Como un farol de Diógenes, llevaban al frente el mercurio teñido de rosa deltermómetro, en una alta percha con campanillas. El paso regular de la caballadaproducía un rumor que sonaba lejano; aunque en los umbrales de la audición, éltambiénentrabaenelrégimendeecosdelsistema.

Y de pronto, en la medianoche, explosiones, cohetes, bengalas, que resonaronlargamenteenlasinmensidadesderoca,yllevaronfugacescolorinesvolantesaesasausterasgrandezas,enunaminiaturadeauspicios:empezabaelaño1838,ylosdosalemanes habían llevado una provisión de pirotecnia artística para festejarlo.Descorcharonunabotelladevinofrancésybrindaronconlosbaqueanos.Traslocualseacostaronadormirdecaraalcieloestrellado,esperandolaLuna,quealsalirdelosbordesdeunpicachofosforescentepusopuntofinalaunaadormecidaenumeracióndepropósitos,ylosproyectóalverdaderosueño.

Rugendas y Krause se llevaban bien, y no les faltaba tema de conversación,aunque los dos eran callados. Ya habían hecho juntos algunos viajes por Chile,siempreenlamayorarmonía.ElúnicopuntoqueparaRugendasconstituíaunveladoproblemaeraladefinitivamediocridaddeKrausecomopintor,queleimpedíaelogiarconsinceridadsusesfuerzos.Tratabadepensarqueenlapinturadegéneroeltalentonoeranecesario,yaquetodosehacíasegúnunprocedimiento,peroelhechoeraquelos cuadros de su amigo no valían nada. Podía reconocer, en cambio, su dominiotécnico, y sobre todo su buen carácter.Krause eramuy joven, y tenía tiempo paraescogerotrosrumbos;mientrastanto,podríadisfrutardeesasexcursiones;malnoleibanahacer.Eljoven,porsuparte,teníalamásvivaadmiraciónporRugendas,ysudevoción no era de los menores motivos del placer que ambos obtenían de lacompañía.LadiferenciadeedadesytalentonosehacíanotarporqueRugendas,alostreintaycincoaños,eratímidoyafeminadoytorpecomounadolescente.ElaplomoylosmodalesaristocráticosdeKrause,ysuprofundacortesía,acortabanladistancia.

Enquincedíasiniciabaneldescensoporelotrolado,yempezaronaacelerarlamarcha. Las montañas corrían el riesgo de volverse un hábito, como lo eranobviamente para los dos baqueanos, que cobraban por día.La práctica del arte losprotegía de ese peligro, pero sólo a largo plazo; en el corto plazo, mientras serealizabaelaprendizajedelentornoysurepresentación,suefectoeraelopuesto.Lasconversacionesque los entreteníandurante las lentas cabalgatasy los altos erandenaturaleza técnica. En tanto vieran sus ojos algo nuevo, su lengua tendríamotivosparaagitarsedandocuentadeladiferencia.Debetenerseencuentaqueelgruesodeltrabajo que realizaban era preliminar: bocetos, apuntes, anotaciones. Dibujo yescrituraseconfundíanensuspapeles;quedabaparamásadelantelaelaboracióndeesasexperienciasencuadrosygrabados.Estosúltimoseranlaclavedeladifusión,ysu reproducción potencialmente infinita debía ser objeto de una consideracióndetallada. El círculo se cerraba con la inserción de esos grabados en un libro,envueltoseneltexto.

LacalidaddelaobradeRugendasnolareconocíasolamenteKrause.Lobienque

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pintabaeraevidente,sobretodoporlasimplicidadquehabíalogrado.Lasimplicidadlo envolvía todo en sus cuadros, nacaraba la obra y le daba una luz de día deprimavera. Sus trabajos eran eminentemente comprensibles, con lo que consumabalospostuladosde la fisionomía.Deestacomprensiónemanabasureproducción;nosólosuúnicolibropublicadohabíasidounéxitodelibreríasentodaEuropa,sinoquelosgrabadosqueilustrabansuViajepintorescoporelBrasilhabíansidousadosparala fabricación de papelesmurales y hasta para iluminar vajilla de porcelana de lamanufacturadeSèvres.

Krause solía hacer referencia a ese insólito triunfo, entre bromas y veras, y suadmiradoamigo,enlasoledaddelacordillera,sintestigos,aceptabaconunasonrisael cumplido, no atenuado por la suave burla cariñosa que lo transportaba. En eseespíritu oía la sugerencia de usar el diseño delAconcagua comodecoración de unpocillodecafé:máximosymínimosseconjugabanenelfelizesfuerzocotidianodellápiz.

Porlodemás,acertarconeldibujodelAconcaguanoeratanfácil,comonoloeraconningunamontañaenparticular.Porquesia lamontañasela imaginacomounasuertedeconodotadodeartísticas irregularidades,estaoaquellamontañaresultaráimposibledeidentificarapartirdevariacionesmínimasdelpuntodesdeelqueselaenfoque,porquesuperfilcambiaporcompleto.

Durante esa travesía menudeaban los hallazgos temáticos. Los temas eranimportantesenelartedegénero; losdosartistas,cadacualensunivelpersonaldecalidad, hacían una documentación artística y geográfica del paisaje. Y si para laverticalgeológicatemporalselasarreglabansolos,puessabíanreconoceresquistosybasaltos,dendritascarboníferasy lavaspeinadas,plantas,musgosyhongos,para lahorizontal topográfica debían recurrir a los baqueanos chilenos, que se revelaroninagotablesminasdenombres.«Aconcagua»erasólounodeellos.

Al cuadriculado de verticales y horizontales que componía el paisaje sesuperponía el factor humano, también reticular. Los baqueanos actuaban sinpreconceptos, atentos a la realidad. A lo inmutable que conocían de memoria lohacíanpalpitardemisterio lasvariacionesdelclimay loscaprichosdesusclientesalemanes,porlosquemostrabanunacombinaciónderespetoydesdéntanrazonablequenopodíaserofensiva.Despuésdetodo,enlosalemanessemezclabandelmismomodocienciayarte.Ymásaún:semezclaban,sinconfundirse,losdistintosgradosdetalentodeunoyotro.

Viaje y pintura se entrelazaban como en una cuerda. Los peligros einconvenientes de lo que por lo demás era un camino sobresaltado y terrible setransmutabaneibanquedandoatrás.Yenverdaderaterrible:asombrabapensarqueesoerauncamino,recorridodurantecasitodoelañoporviajeros,arrierosyhombresdenegocios.Unapersonanormal lo habría consideradoundispositivode suicidio.Hacia el punto central, a dosmil metros de altura y rodeados de cumbres que seperdíanenlasnubes,dejabadeparecerunpasajedeunpuntoaotro,ysevolvíael

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mero camino de salida de todos los puntos a la vez. Líneas abruptas, en ángulosimposibles, árboles creciendo al revés en techumbres de roca, pendientes que sehundíanentelonesdenieve,bajounsolabrasador.Ylanzasdelluviaqueseclavabanennubecitasamarillas,ágatasenguantadasdemusgo,espinosrosa.Elpuma,laliebrey la culebra, eran la aristocracia montañesa. Los caballos resoplaban con ruido,empezaban a tropezar, y era necesario hacer una parada; las mulas estabanperpetuamentemalhumoradas.

Las largas marchas estaban vigiladas por cumbres de mica. ¿Cómo hacerverosímilesesospanoramas?Habíademasiadoslados,alcubolesobrabancaras.Lacontigüidaddelosvolcanesproducíainterioresdecielo.Habíagrandesestallidosdecrepúsculoóptico,alosqueelsilencioestiraba.Encadarecodosedesplegabansolesde honda y cañón. Siempre en un silencio demasas descomunales, canchas grisescolgadas a secar para siempre, y respiraderos del ancho de océanos. Krause, unamañana,dijohaber tenidopesadillas,conlocual lasconversacionesdeesedíayelsiguientetocarontemasdemecánicamoralypacificación.Sepreguntabansillegaríaeldíaenqueseconstruyeranciudadesenesossitios.¿Quésenecesitabaparaello?Quizás que hubiera guerras, y que pasaran, dejando desocupadas las fortalezas depiedra,consus sistemasdecultivos suspendidos, susaduanas, susextracciones;unlaborioso pueblo de frontera, chileno y argentino, podría venir a asentarse yreconvertir las instalaciones. Ése era el punto de vista de Rugendas, sobre el queprobablementeactuabansusancestrosdeartebélico.Krause,encambio,adespechode su temple mundano, se inclinaba por la colonización mística. Una cadenahomóloga de monasterios, en los áticos más inaccesibles de la piedra, podríanderramarnovedososbudismoshastamuyadentrodelo inaccesible,yelrebuznodelos trompetonesdespertaríaagigantesyenanosde la industriaandina.Deberíamosdibujarlo,decían.Pero¿quiénlocreería?

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Lluvias, soles, dos días enteros de bruma impenetrable, silbidos nocturnos deviento,vientoslejanosycercanos,nochesdecristalazul,cristalesdeozono.Elpatróndetemperaturashorariaserasinuoso,peronoimpredecible.Lasvisionestampocoloeran en realidad. Tan lentas pasaban las montañas frente a ellos, que el almaencontrabapasatiemposconstructivistasparareemplazarlas.

Prácticamenteunasemanaenteraselesfueendibujarunaseguidilladevértigos.Secruzaroncontodaclasedearrieros,yteníanlasmáscuriosasconversacionesconmendocinos y chilenos. Hasta curas se toparon, y europeos, y hermanos, tíos ycuñadosdesusbaqueanos.Perolasoledadserecomponíapronto,ylavisióndelosquesealejabanlosproveíadeinspiración.

Por esos añosRugendas había iniciado una práctica novedosa, la del boceto alóleo.Estoconstituíaunainnovación,quelahistoriadelarteharegistradocomotal.Sólo unos cincuenta años después los impresionistas lo practicarían de modosistemático; en sumomento, el jovenartistaalemánno teníamásantecedentesquealgunosexcéntricosingleses,conTurnercomomodelo.Malvisto,seloconsiderabaun procedimiento de chapucería. Y lo era, en buena medida, pero tenía comohorizonteunatransvaloracióndelapintura.Enel trabajocotidiano,suefectoeralainsercióndepiezasúnicasenelflujoconstantedenotaspreparatoriasparaelgrabadooelóleoenserie.Krauseno loseguíaporesecamino;se limitabaacontemplar laproducción frenética de esos pequeños mamarrachos de pastosidad exagerada ycoloresácidosdiscordantes.

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Alfinsehizoevidentequeestabandejandoatrásesospaisajes.¿Losreconoceríansi pasaban otra vez por ellos? (No tenían planes de hacerlo). Se llevaban carpetashinchadas a reventar de souvenirs. «Me llevo en las retinas…», decía la frasecorriente. ¿Por qué las retinas? En toda la cara también, en los brazos, en loshombros,enelcabello,enlostalones…Enelsistemanervioso.Alaluzdelgloriosoatardecer del 20 de enero contemplaban arrobados el conjunto de silencios y aire.Una recua de mulas del tamaño de hormigas se estampaba sobre un camino decornisa,conmovimientodeastros.Unainteligenciahumanaycomerciallasguiaba,unsaberdecrianzayprocreaciónracial.Todoerahumano;lamássalvajenaturalezaestaba empapadade sociabilidad, y los dibujos quehabíanhecho, en lamedida enque tenían algún valor, eran su documentación. El infinito orográfico era ellaboratorio de formas y colores. Hacia delante, en la frente soñadora del pintorviajero,seabríalaArgentina.

Peromirandoatrásporúltimavez,lagrandezadelosAndessealzabaenigmáticaysalvaje,demasiadoenigmáticaysalvaje.Desdehacíaunosdías,bajandosiempre,los había empezado a envolver un calor abrumador. Mientras su alma soñabacontemplandodesdelaatalayadesalidaeseuniversoderoca,elcuerpodeRugendasestababañadoen sudor.Unvientode alturasdesprendíamechonesdenievede lascumbresylosarrojabahaciaellos,comounsirvientepiadosoquelestrajeraenmediodeltrabajouncucuruchodeheladodevainilla.

Ese paisaje visto por encima del hombro le suscitaba de nuevo viejas dudas yplanteosvitales.Sepreguntabasiseríacapazdehacersecargodesuvida,deganarseelsustentoconsutrabajo,esdecir,consuarte,sipodríahacerloquehacíantodos…Hastaentonceslohabíahecho,ymuybien,perocontabaasufavorconel impulsoadquiridoenlaAcademiayelaprendizajeengeneral,yconlaenergíadelajuventud.Sinhablarde la suerte.Tenía lasmás seriasdudasdeque esemovimientopudieramantenerse.¿Conquécontaba,alfindecuentas?Consuoficio,ycasinadamás.¿Ysi la pintura lo abandonaba? No le quedaría nada. No tenía casa, ni dinero en elbanco,nicapacidadpara losnegocios.Supadrehabíamuerto,élvivíadesdehacíaañoserrandoporpaísesextranjeros…Estoúltimolohacíaespecialmentesensibleaeserazonamientode«silosdemáspueden…».Enefecto,todalagenteconlaquesecruzaba,enciudadesyaldeas,enselvasymontañas,selasarreglabaparamantenersuvidaa flote;peroestabanensucontexto,sabíanaquéatenerse.Mientrasqueélestabaamerceddeun raroazar.¿Quién leasegurabaqueelarte fisionómicode lanaturalezanopasaríademoda,dejándoloaisladocomounnáufragoenmediodeunabellezainútilyhostil?Porlopronto,sujuventudyacasihabíapasado,yseguíasinconocerelamor.Sehabíaempeñadoenvivirenunmundodefábula,decuentodehadas,ysienélnohabíaaprendidonadaprácticoalmenoshabíaaprendidoqueelrelato siempre se prolongaba, y al héroe lo esperaban nuevas alternativas, máscaprichosas e imprevisibles que las anteriores. La pobreza y el desamparo eranapenasunepisodiomás.Podíaterminarpidiendolimosnaenelportaldeunaiglesia

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sudamericana,¿porquéno?Ningúntemoreraexagerado,tratándosedeél.En estas reflexiones se extendía páginas y páginas en una carta a su hermana

LuiseenAugsburgo,laprimeradelascartasqueescribióalllegaraMendoza.PorquedeprontoestabanenMendoza,unabonitaciudadarboladaypequeña,con

las montañas al alcance de la mano y unos cielos celestes tan inmutables queaburrían.Erandíasdegrandescalores,con losmendocinosatontadosdebochorno,durmiendosiestashastalasseisdelatarde.Porsuertelavegetacióndabasombraportodas partes; el follaje llenaba el aire de oxígeno, con lo que respirar, cuando sepodía,eramuyrestaurador.

Los viajeros, provistos de recomendaciones chilenas, se alojaron en casa de lafamiliaGodoydeVillanueva,atentayhospitalaria.Unagrancasaa lospiesde losárboles,conhuertoyjardincillos.Tresgeneracionesconvivíanenbuenaarmoníaenel solar, y los niños menores se desplazaban en triciclos que fueron debidamenteapuntados en los cuadernos rugendianos; nunca los había visto antes. Fueron susprimerosdibujosargentinos,yseñalaronunadirecciónvehicularqueprontotomaríaunalcanceinesperado.

Pasaron un mes delicioso en la ciudad y alrededores. Los mendocinos sedesvivíanporatenderaldistinguidovisitante,quiensiempreacompañadodeKrausehizolosobligadospaseosaloscerros,queenrealidaddebíandesermásatractivosparaquienesvinierandel ladoopuestoalquehabíanvenidoellos,hizo la rondadefincasvecinas,ycomenzóaempaparseengeneraldelavidaargentina,enesepuntofronterizotanparecidatodavíaalachilena,yyatandistinta.Enefecto,Mendozaeralacabecerade las largas travesíashaciaeloriente,hacia lasoñadaBuenosAires,yeso le daba un carácter especial y único. Otra característica era que toda laedificación, en la ciudad y el campo, lucía nueva: y lo era, pues los sismos seencargaban de renovar, cada lustro, todo lo que levantaba el hombre. Lasreconstruccionesmanteníanenvilolaactividadeconómica.Laganaderíamendocina,valsante en la actividad telúrica, se beneficiaba de la precocidad de los bovinos,auspiciada por el latente peligro ctónico, y abastecía los mercados trasandinos.Rugendashabríaqueridoretratarunterremoto,peroledijeronqueelrelojplanetariono lo favorecía. Aun así, en todo el lapso que pasó en la zona no perdió lasesperanzas,quepordelicadezanomanifestaba,depresenciarunmovimiento.Enesepuntoquedófrustrado,yenotrostambién.LaprosaicaMendozaconteníapromesasqueporunmotivouotronoserealizaban,yquealfinterminarondictandolapartida.

Laotrailusiónfueronlosmalones.Enlaregióneranverdaderostifoneshumanos,pero por naturaleza no obedecían a ningún oráculo ni calendario. Imposiblepredecirlos;podíahaberunodentrodeunahoraonohaberningunohastaelañoqueviene(aprovechandoqueestabanenenero).Rugendashabríapagadoporpintaruno.Todos los días de esemes se despertaba con la secreta esperanza de que fuera lafecha. Igual que con el terremoto, habría sido de mal gusto dar cuenta de esasexpectativas.Eldisimulolohacíamuysensiblealosdetalles.Noestabatanseguro

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dequenohubieraningúnavisoprevio.Interrogódetenidamenteasusanfitriones,porsupuestosmotivosprofesionales,sobrelossignosanunciadoresdelsismotectónico.Al parecer eranmuy inmediatos, cosa de horas ominutos: los perros escupían, lasgallinas picaban sus propios huevos, pululaban las hormigas, las plantas florecían,etcétera.

Pero no daban tiempo a nada. El pintor estaba seguro de que el malón debía deanticiparse en cambios culturales iguales de instantáneos y gratuitos. Pero no tuvoocasióndeprobarlo.

Auncontodaslasdemorasquesepermitía,yconelhábitodeesperarjustificadoy alentado por la naturaleza, había que seguir adelante. En este caso, no sólo porimperativos prácticos, sino porque el pintor, a lo largo de los años, había venidohaciéndose unmito personal de laArgentina, y al cabo de unmes en ese umbral,volvíamásfuertequenuncalaurgenciaporinternarseenella.

Enlosdíaspreviosalapartida,EmilioGodoyorganizóunaexcursiónaunagranestancia ganadera diez leguas al sur de la ciudad. Allá fueron, y entre los puntospintorescosquevisitaronhubouncerrodesdeelquesedivisabaunlargopanoramadebosquesy faldeos,haciael sur.Poresoscorredores, lesdijo suanfitrión, solíanaparecer los indios. Desde allí venían, y había sido justamente persiguiéndolos enexpedicionespunitivasdespuésdeunmalónquelosestancierosmendocinoshabíantenidounvislumbredelugaresasombrosos:montañasdehielo, lagos,ríos,bosquesimpenetrables.«Usteddeberíapintareso…».Lafraselesonabaconocida.Nohabíandejado de repetírsela durante décadas, dondequiera que fuese. Había aprendido adesconfiar de esos consejos. ¿Quién sabía lo que debía pintar?A esta altura de sucarrera,yconelgranvacíodelaspampasalalcancedelamano,sentíaquelomásauténtico de su arte iba en la dirección contraria. No obstante lo cual, lasdescripcionesdeGodoy lodejaron soñador.Los reinosdehielode los indios se leaparecían en la imaginación más bellos y misteriosos que cualquier cuadro quepudierapintar.

Loquesípodíapintartomabaotroaspecto,bastanteinesperado.Lostrámitesparacontratarunguíalopusieronencontactoconunobjetofascinanteengradosumo:lagrancarretadelastravesíasinterpampeanas.

Era éste un artefacto de tamaño monstruoso, como hecho adrede para que secreyeraqueninguna fuerzanatural podríamoverla.Ante la primeraquevioquedóabsorto largo rato.En sudesmesuraveía al fin la corporizaciónde lamagiade lasgrandesllanuras,lamecánicadelplanopuestaalfinenfuncionamiento.Volvióalaplaya de cargas al día siguiente, y al siguiente, provisto de papeles y grafitos. Erafácil y a la vez difícil dibujarlas. Pudo verlas iniciando sus largas marchas. Suvelocidaddeoruga,sólomedibleenunidadesdiuturnas,ohebdomadarias,lolanzabaaunamicroscopíadefiguras,notanparadójicaenquiensehabíadestacadohaciendo

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acuarelasdecolibríes,pueselmovimientotambiénporsusextremosmínimostocaladisolución. Lo dejó para más adelante, pues tendría sobrada ocasión de verlas enacciónduranteelviaje,yseconcentróenlasdesenganchadas.

Comoteníansólodosruedas(erasupeculiaridad),mientrasestabansincargaseinclinaban hacia atrás, y sus varas quedaban apuntando al cielo en un ángulo decuarenta y cinco grados; la punta de las varas parecía perderse entre las nubes; sulargopuedecalcularseporelhechodequeservíanparaengancharhastadiezyuntasde bueyes. Sus sólidos tablones estaban reforzados para recibir cargas inmensas;casasenteras,consusmueblesyhabitantes,noseríanexcesivas.Lasdosruedaserancomo las «vueltas al mundo» de las ferias, todas en algarrobo, los rayos gruesoscomovigasde techo,concubosdebronceenelcentrocargadosde litrosdegrasa.Habíaquedibujaraunhombrecitoasu ladoparadaruna ideacabaldel tamaño,ybuscandomodelosparaestasfigurasRugendas,trasdescartaralabundantepersonalde mantenimiento, se concentró en los conductores, formidables personajes, a laaltura de su tarea. Eran la aristocracia de los carreros: en sus manos quedaba eldominio de ese hipervehículo (sin contar la carga, que podía ser la totalidad delpatrimoniodeunmagnate),yquedabaduranteuntiempomuyprolongado.LalínearectaMendoza-BuenosAires, recorrida a razóndeunosdoscientosmetrospor día,sugería lapsosdevidasenteras.En losojosy losmodalesde loscarreros,hombrestransgeneracionales, habían quedado registradas esas paciencias sublimes.Yendo acuestiones más prácticas, podía pensarse que los elementos en el juego de lasvariableseranelpeso(lacargaatransportar)ylavelocidad:conunpesomínimosealcanzaba la velocidad máxima, y viceversa. Evidentemente los transportistasinterpampeanos,alaluzdelplano,habíanhecholaopcióndelpeso.

Ydeprontoselasveíapartir…Unasemanadespués,seguíanauntirodepiedra,perohundiéndoseinexorablementeenelhorizonte.Rugendassintió,ylecomunicóasuamigo,unaurgenciacasiinfantilporpartirasuvez,enlaestelaanticipadadelascarretas. Se le ocurría que sería comoviajar en el tiempo: en el trayecto, hecho alpaso rápido de sus caballos, alcanzarían carretas que habían partido en otras erasgeológicas,quizásantesdelinconcebiblecomienzodeluniverso(exageraba),yaunaellaslaspasarían,yendohacialoverdaderamentedesconocido.

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Sobre este rastro partieron. Sobre esta línea. Era una recta que terminaba enBuenos Aires, pero lo que le importaba a Rugendas estaba en la línea, no en elextremo. En el centro imposible. Donde apareciera al fin algo que desafiara a sulápiz,queloobligaraacrearunnuevoprocedimiento.

La despedida de los Godoy fue muy afectuosa. ¿Volverá alguna vez?, lepreguntaban.Su itinerariono lopredecía:deBuenosAirespartiría alTucumán,deahísubiríaaBoliviayPerú,enunatravesíadeaños,hastavolveraEuropa…PeroquizásalgúndíadesandaríatodossuspasosenAmérica(eraunaideapoéticaqueseleocurríaenesemomento),volveríaavertodoloqueahoraveía,apronunciartodaslas palabras que ahora pronunciaba, y a encontrar las caras sonrientes que estabaviendo,nimás jóvenesnimásviejas…Su imaginaciónde artista le hacíaver estesegundoviajecomolaotraaladeunagranmariposaespejada.

Llevaban un baqueano viejo, y un chico de cocinero. Y cinco caballos y dosyegüitas: al fin se habían podido sacar de encima las mulas enojadizas. El climasiguió caluroso, y fue haciéndose más seco. En una semana de avance pausadodejaronatrás los faldeosandinos,yconellos losárboles, los ríos, lospájaros.UnabuenatrampaparaOrfeosdesobedientes:borrartodoloquehubieraatrás.Yanovalíala pena volverse. En la llanura, el espacio se hacía pequeño e íntimo, casimental.

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Hubo una abstinencia de pintura mientras el procedimiento se reacomodaba. Lareemplazaron por unos cálculos casi abstractos de trayectoria. Cada tanto seadelantabanaunacarreta,ypsicológicamenteeracomosisaltaranmeses.

Seadaptaronalanuevarutina.Habíapequeñosaccidentesqueibanmarcandoelrumbodelasinmensidades.Empezaronacazarsistemáticamente.Elviejobaqueanolosentreteníaconcuentosalanoche.Elhombreerauntesorodeinformacióndelahistoriaregional.Poralgúnmotivo,seguramentepornoestarpintando,RugendasyKrauseencontraronensusconversacionesdiuturnasdecaballoacaballounarelaciónentre pintura e historia. Muchas veces antes habían hablado del tema. Ahora sesentíanalbordedehacertocarlasrazonessueltasyanudarlas.

Unpuntoenelquesehabíanpuestodeacuerdoeralaventajadelahistoriaparasaber cómo se hacían las cosas. Una escena, natural o cultural, por detallada quefuera,nodecíacómosehabíallegadoaella,cuáleraelordendelasaparicionesnielencadenamiento causal que había llevado a esa configuración. Y justamente, laabundanciaderelatosenquesevivíaquedabaexplicadaporlanecesidaddelhombrede saber cómo se habían hecho las cosas. Ahora bien, a partir de este punto,Rugendas iba un paso más allá, para sacar una conclusión bastante paradójica. A

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título de hipótesis, proponía que el silencio de los relatos no implicaba pérdidaalguna,entantolageneraciónactual,ounafutura,podíavolveraexperimentaresosmismosacontecimientosdelpasadosinnecesidaddequese loscontaran,pormeracombinatoriao imperiode loshechos, aunque tanto enuncaso comoenel otro laacción sería hija de una voluntad deliberada.Y hasta era posible que la repeticiónfueramáscabal sinohabía relato.En lugardel relato,y realizandoconventaja sufunción,loquedebíatransmitirseeraelconjuntode«herramientas»conelquepoderreinventar, con laespontánea inocenciade laacción, loquehubiera sucedidoenelpasado.Lomásvaliosoquehicieronloshombres,loquevalíalapenaquevolvieraasuceder.Y la clavede esaherramienta era el estilo.Segúnesta teoría, entonces, elarteeramásútilqueeldiscurso.

Unpájaroseescurríaporelcielovacío.Detenidaenelhorizonte,comounlucerodel mediodía, una carreta. ¿Cómo volver a hacer una llanura igual? Pero el viajeseguramente volvería a ser intentado, tarde o temprano.Eso los inducía a sermuycautos,ya lavezmuyaudaces; loprimeroparanocometeralgúnerrorquehicieraimposiblelarepetición,losegundoparaquevalieralapena,comounaaventura.

Eraundelicadoequilibrio,equivalentealprocedimientoartísticoquepracticaban.Rugendas volvía a lamentar no haber visto a los indios en acción. Quizás deberíahaberesperadounosdíasmás…sentíaunavaganostalgiainexplicabledeloquenohabíapasado,de las enseñanzasquepodíahaberdejado. ¿Esoqueríadecirque losindios eran parte del procedimiento? La repetición de los malones era historiaconcentrada.

Elartistademorabaelcomienzodesutarea,hastaqueundíadescubrióqueteníamásmotivosdelosqueélmismocreíaparahacerlo.Unaobservacióncasualhechaalrededor del fogón provocó al viejo baqueano a hacerle una aclaración: no, noestaban en las aclamadas pampas argentinas, aunque sí en algo que se les parecíamucho. La verdadera pampa empezaba pasando San Luis. El hombre creía que setratabadeunmalentendidodepalabra.Algodeesodebíadehaber,supusoelalemán,pero la cosa en sí también estaba implicada; tenía que estarlo. Lo interrogó condelicadeza,explorandosuspropiosrecursoslingüísticos.¿Acasola«pampa»eramásllanaqueestasllanurasqueestabanatravesando?Nolocreía,porquenopodíahabernadamás llano que la horizontal. Y sin embargo, el viejo se lo aseguró, con unasonrisasatisfecha,tanraraenesosseresadustos.LocomentólargamenteconKrause,más tarde, fumando sus cigarros bajo las estrellas. Después de todo, no teníanmotivos serios para dudar. Si había pampas (y tampoco eso era motivo real deincertidumbre),estabanunpocomásadelante.Despuésdetressemanasdeabsorberunavastallanurasinrelieves,enterarsedequelollanoeraalgomásradicalconstituíaun desafío a la imaginación. Por lo que habían podido entender de las desdeñosasfrasesdelpaisano,élencontrababastante«montañoso»estetramo.Aellosleshabíadado la impresióndeunamesabienpulida,deun lago tranquilo,deunasábanadetierra bien tendida. Pero haciendo un pequeño esfuerzomental, ahora que estaban

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sobreaviso,veíanquepodíanoserasí.Quéextraño,yquéinteresante.DemásestádecirquelallegadaaSanLuis,queelexpertoreputabainminente,sevolvióobjetode impaciencia. Durante los dos días siguientes a la revelación hicieron marchasparejas.Comoenunaprestidigitaciónempezaronavercerrosportodaspartes;eranlas cadenillas del Monigote y de Agua Hedionda. El tercer día se internaron encampos resonantes de vacío. Lo siniestro del paraje les llamó la atención a losalemanes,yparasusorpresaalosgauchostambién.Elviejoyeljovenhablabanensusurros,yelprimeroseapeóvariasvecesamanosearelsuelo.Empezaronanotarque faltaba la hierba, hasta la más casual, y los cardos no tenían hoja: parecíancorales.Era evidenteque la región sufríauna secadequién sabequéduración.Latierrasedesagregabaprecipitadamente,aunquetodavíanoparecíanhaberseformadocolchonesdepolvo.Nopudieronasegurarseporquehabíacesadotodoviento.Enlaquietud mortal del aire, oían los pasos de los caballos, sus palabras y hasta surespiración, con ecos amenazantes. De tanto en tanto veían que el viejo baqueanoescuchaba en silencio, con una atención angustiada. Los contagió, y ellos tambiénescuchaban.Nooíannada,comonofueraeltenuebarruntodeunzumbidoquedebíade ser psíquico. Pero el hombre sospechaba algo; prefirieron no interrogarlo,vagamenteatemorizados.

Undía ymedio se desplazaron en ese vacío espantoso.Nohabía pájaros en elaire, ni cuises ni ñandúes ni liebres ni hormigas en la tierra. La costra pelada delplanetaparecía estarhechadeunámbar seco.Al fin, al llegar a laorilladeun ríodondecargaronagua,elbaqueanotuvolaconfirmacióndesusespeculaciones,ylesdiolasolucióndelenigma.Éstesehabíamagnificadoenlosoterosdelrío:nosóloestaban desprovistos de la menor célula viva de vegetación, sino que los muchosárboles,ensugranmayoríasaucesmimbres,estabanpeladosdetodahoja,comosiun invierno repentino los hubiera depilado por hacerles una broma. Eran unespectáculoimpresionante,hastadondeseperdía lavista:esqueletos lívidos,quenisiquieratemblaban.Ynoeraquelashojasseleshubierancaído,porqueelsueloerasílicepuro.

Langostas.Laplagabíblicahabíapasadoporahí.Ésaeralaclavedelenigma,queel baqueano les reveló al fin. Si había demorado en hacerlo era por escrúpulos deveracidad.Habíareconocidolasseñalessólopordichos,yaquenuncaanteslashabíavistoconsusojos.Tambiénlehabíancontadocómoseveíalamangaenacción,perode eso prefería no hablar, porque sonaba fantasioso; aunque a la vista de losresultados,nadaloseríademasiado.Krause,aludiendoalasquejasdesuamigoporhaberperdidolacitaconlosindios,lepreguntósinolamentabahaberllegadotardetambiénestavez.Seloimaginaba.Unpradoverde,envueltodeprontoenunanubezumbona, y un instante después, nada. ¿Eso podía ser objeto de la pintura? No.Quizásdeunapinturaenacción.

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Siguieronadelante,porsurumbo,sinperdertiempo.Noteníasentidopreguntarseporladireccióndelamanga,porqueeláreaafectadaerademasiadogrande.TodoloquedebíanhacererallegaraSanLuis,ydisfrutarlomientrastanto,sipodían.Todoeraexperiencia,aunqueselaperdieranporminutos.Lavibraciónquehabíaquedadoenlaatmósferateníaunaresonanciaapocalíptica.

Pero se habían presentado inconvenientes muy prácticos que hicieron difícildisfrutarlo.Esamismatarde,loscaballos,quellevabandosdíasdeayunoobligado,entraron en crisis. Se hicieron ingobernables y hubo que parar. Para colmo, latemperaturahabíaseguidosubiendo,yyadebíadeestarenloscincuentagrados.Nose movía un solo átomo del aire. La presión había descendido radicalmente. Unpesado techodenubesgrisespendía sobre suscabezas,pero sindarlesel aliviodeuna disminución del resplandor, que seguía cegándolos. ¿Qué hacer? El cocineritoadolescenteestabaasustado,seapartabadeloscaballoscomosifueranamorderlo.Elviejo no levantaba la vista, avergonzado del fracaso de su baqueanía. Tenía ciertajustificaciónporquenuncaanteshabíacruzadounáreacomidapor la langosta.Losalemanes deliberaron en voz baja.Estaban en un océano selenita, con el horizonteerizadodecerros.Krauseeradelaopinióndemolergalletasyhacerunapapillaconagua y leche, dársela con paciencia a los caballos, esperar unas horas a que setranquilizaran,yretomarlamarchaconlafrescadelatardecita.ARugendaselplanlepareciótanabsurdoquenolodiscutiósiquiera.Propusoalgounpocomássensato,comoirainvestigar,deungalope,alotroladodeloscerros.Acostumbradosamedirla distancia en los cuadros, la lejanía de estas montañitas se les revelaba ilusoria,prácticamenteestabanentreellas.Enesecaso,suvegetaciónnodebíadehabersalidoindemnedelacomilona.Loconsultaronconelbaqueano,peronolesacaronpalabra.Bienpodíasuponerse,contodo,quesusladerashubieranhechopantallaantimanga,ydando la vuelta encontraran una pradera con sus tréboles bien contados. El pintorviajeroyaestabadecidiendo:éliríaalaselevacionesdelsur,suamigoalasdelnorte.Krausepusoreparos.Ungalopedeemergencia,conloscaballosenelestadoenqueseencontraban,leparecíaimprudente.Sincontarconqueseestabapreparandounatormenta.Senegabaterminantemente.Rugendasporsupartenoteníaganasdeseguirdiscutiendo, así que partió solo, anunciando que estaría de regreso en dos horas.Lanzadoalgalope,elcaballorespondióconunaliberacióndeenergíanerviosa;igualqueel jinete, estaba tan sudadocomosi salieradelmar.Lahumedadseevaporabaantesdetocarelsuelo;ibandejandounaesteladevaporsalado.Losconosgrisesdeloscerros,enlosquellevabafijalavista,seibandesplazandorespectodelalíneadelacabalgata;sincrecerperceptiblemente,semultiplicabanyentreabrían;algunopasóasusespaldasconungirosubrepticio.Yasehabíaintroducidoenlaformación(¿porqué la llamarían «delMonigote»?), y el suelo seguía pelado, y no daba señales dereverdecermáslejos,nienningunaparte.Elcalorylainmovilidaddelairesehabíanacentuado, si tal cosa era posible. Frenóymiró a su alrededor.Estaba enun circomáximo de gredas y calizas arrepolladas. Al caballo lo sentía nerviosísimo, y él

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mismoteníaunpesoenelpecho,ysupercepciónseagudizabalocamente.Elairesehabíapuestodeuncolorgrisdeplomo.Nuncahabíavistoesaclasedeluz.Eraunaoscuridadatravésdelacualseveía.Lasnubeshabíanbajadounpocomás,hastaquepudo oír el rumor íntimo del trueno. «Por lomenos va a refrescar», se dijo, y esafrase trivial fue la última que alcanzó a formular entera y coherente, el últimopensamientodesujuventudydetodaunaetapadesuvida.

Porque lo que sucedió a continuación lo absorbió directamente con el sistemanervioso.Loqueequivaleadecirquedurómuypoco,yfuetodoacción,encadenadaysalvaje.Latormentasemanifestódeprontoconungrandiosorelámpagoquellenótodoelcielo,trazandounazigzagueanteherradura.

Tanbajo corrió que la cara alzadadeRugendas, congelada enungestode estuporidiota, se iluminó toda de blanco. Creyó sentir su calor siniestro en la piel, y laspupilas se contrajeron hasta casi desaparecer. El derrumbe imposible del trueno loenvolvió en millones de ondas. El caballo bajo sus piernas empezó a girar. Noterminaba de hacerlo cuando le cayó un rayo en la cabeza. Como una estatua deníquel, hombre y bestia se encendieron de electricidad. Rugendas se vio brillar,espectador de sí mismo por un instante de horror, que lamentablemente habría derepetirse.Lacrindelcaballoestabatodaparada,comolaaletadeunpezespada.Apartirdeesemomentosevolvióunavisiónextrañaparasímismo,comosucedeenlascatástrofespersonalizadas,cuandounosepregunta:¿Porquétuvoquepasarmeamí? Lo que sintió al electrizársele la sangre fue horrible peromuy fugaz.A todasluces descargaba tan rápido como se cargaba.Aun así, no podía ser bueno para lasalud.

Elcaballohabíaquedadoderodillas.Eljinetelotaloneabacomounloco,alzandolaspiernashastaponerlascasiverticalesycerrándolasconmovimientoychasquidodetijera.Elanimaltambiéndescargabaelfluido:asualrededorsehabíaencendidounaespeciedebandejadeorofosfórico,debordesondulantes.Apenasterminadoelproceso, que duró segundos, ya se había erguido y trataba de caminar. La bateríacompletadetruenosestallabaencima.Enloqueparecíaunnegrodemedianocheseentretejíanrelámpagosgruesosydelgados.Por loscerros rodabancentellasblancasdel tamaño de habitaciones, y los rayos hacían de tacos de un billarmeteórico.Elcaballogiraba.Entumecidoalextremo,Rugendastirabadelasriendasalazar,hastaqueseleescaparondelasmanos.Elllanosehabíavueltoinmenso,sinsalidaporquetodoerasalida,ytanatestadodeactividadeléctricaquesehacíadifícilorientarse.Elsuelo se sacudía con el tañido de los rayos.El caballo empezó amarchar con unaprudenciasobrenatural,levantandomucholoscascos,enuncaracoleolento.

Elsegundorayolofulminómenosdequincesegundosdespuésdelprimero.Fuemucho más fuerte, y tuvo efectos más devastadores. Volaron unos veinte metros,encendidos y crepitando como una hoguera fría. Seguramente por efecto de la

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descomposiciónatómicaqueestabansufriendocuerposyelementosenlaocasión,lacaída no fue fatal: fue acolchonada y con rebotes. No sólo eso, sino que lamagnetizacióndelpelajedelabestiahabíahechoimán,yRugendasquedómontadoentodalavoltereta,perounavezenelsuelolaatracciónseaflojóyelhombresevioacostadoen la tierraseca,mirandoelcielo.Lamarañade relámpagosen lasnubeshacíaydeshacíafigurasdepesadilla.Enellas,porunafraccióndesegundo,creyóverunacarahorrenda.¡ElMonigote!Elsonidoambienteensordecía:ruidosobreruido,trueno sobre trueno. La circunstancia era anormal en grado sumo. El caballo serevolvía en el suelo como un cangrejo, y miles de células de fuego le estallabanalrededor,formandounaespeciedeaureolageneralizadaquesedesplazabaconélyyanoparecíaafectarlo.¿Gritaban,elhombreysucaballo?Probablementeestabanenunespasmodemudez;peroaunquehubieranaulladonosehabríaoídonada.Eljinetevolcadobuscabaelsueloconlasmanos,enbuscadeunpuntodeapoyoparasentarse.Pero había demasiada estática para que pudiera tocar nada. El caballo se estabalevantando,yunalivioinstintivoleindicóaRugendasqueesoeraconveniente;debíarenunciarporelmomentoalconsuelodelacompañíaparasalvarsedeuntercerrayo.

Enefecto,elcaballoselevantaba,erizadoymonumental,ocultandolamitaddelamalladerelámpagos,ysuspatasdejirafasequebrabanenpasosdíscolos,lacabezasevolvíaatentaalllamadodelalocura…yseiba…

¡Pero Rugendas se iba con él! No podía ni quería entenderlo, era demasiadomonstruoso.Sesentíaarrastrar,casilevitar(efectodelelongamientoeléctrico),comounsatélitedeunastropeligroso.Lamarchasehacíamásrápidayélcolgadoatrás,rebotando,sincomprendernada…

Lo que no sabía era que un pie le había quedado enganchado en el estribo,accidentequenopor repetido (esunclásicode laequitaciónde todos los tiempos)dejadesucederdevezencuando.Lageneracióndeelectricidadcesótandeprontocomo había empezado, lo que fue una lástima porque un rayo certero que hubieravueltoadeteneralabestialehabríaahorradolamardeinconvenientesalpintor.Perolacorrientesereabsorbióenlasnubes,empezóasoplarelviento,llovió…

Elcaballogalopóunadistanciaindefinida;nuncasesupocuánto,yenrealidadnoteníaimportancia.Muchoopoco,eldesastreestabahecho.Fuealamanecerdeldíasiguiente que Krause y el viejo baqueano los encontraron. El caballo habíaencontrado sus tréboles, y pastaba sonámbulo, llevando un colgajo sanguinolentoenganchadoalestribo.Sehabíanpasadolanochebuscándolo,yelpobreKrause,enelcolmodelaangustia,yalodabapormuerto.Hallarlofueunalivioamedias:estabaahí,al fin,pero tiradobocaabajo, inerte;apuraron lacarrera,yensu transcurso lovieronmoverse,sinabandonarlaposturadebesoalatierra;laescasaesperanzaqueesolesinfundíafueneutralizadacuandoadvirtieronquenosemovíasinojaladoporlos distraídos pasitos comestibles del caballo. Se apearon, lo desengancharon delestribo,ylodieronvuelta…Elhorrorlosdejómudos.LacaradeRugendaseraunamasa tumefacta y ensangrentada, la frente tenía el hueso expuesto, y le colgaban

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jirones de piel sobre los ojos. La nariz había perdido su forma reconocible, elaguileñoaugsburgués,yloslabios,partidosyretraídos,dejabanvertodoslosdientesy muelas milagrosamente intactos. Lo primero era ver si respiraba. Lo hacía. Esedetalleledabaunmatizdeurgenciaaloqueseguía.Locargaronsobreelcaballoyselollevaron.Elbaqueano,quehabíarecuperadosubaqueanía,indicóunrumbodonderecordabaunosranchos.Losencontraronamediamañana.Elregalitoquelestraíanaesospobrescampesinosperdidoseralomásadecuadoparaprovocarsuperplejidad.Almenospudieronaplicarlasprimerasmedidas,yhacersecargodelasituación.Lelavaronlacara,tratarondereconstituirlamanipulandolospedazosconlapuntadelosdedos, le pusieron emplastos de hamamelis para cicatrizar, y comprobaron que nohabíahuesos rotos.La ropasehabíadesgarrado,perosalvoalgunos rasponesenelpecho,codoyrodillas,ycortessuperficiales,elcuerpoestabaintacto;todoeldañosehabía concentrado en la cabeza, como si hubiera venido rodando sobre ella. ¿Lavenganza delMonigote? Quién sabe. El cuerpo es una cosa extraña, y cuando loafecta un accidente donde actúan fuerzas no humanas, nunca se sabe cuál será elresultado.

Recuperó el conocimiento esa misma tarde, demasiado pronto para que laconciencia representara alguna ventaja. Se despertó a dolores que nunca habíaexperimentadoantes,ycontralosquenoteníadefensa.Pasóveinticuatrohorasenungrito. Todos los remedios que se intentaban fueron inútiles; es cierto que se podíaintentarpocacosa,másalládecompresasybuenavoluntad.Krause se retorcía lasmanos;éltampocodurmiónisealimentó.HabíanmandadoabuscarunmédicoaSanLuis, y llegó a la noche siguiente, a revientacaballos bajo el aguacero. La jornadasiguiente laemplearonenel trasladodelheridoa lacapitalprovincial,enuncocheque había enviado el señor gobernador. El diagnóstico del médico era reservado.Según su parecer el dolor agudo lo provocaba la emergencia de alguna terminalnerviosa,que tardeo tempranoseencapsularía.Entoncessupaciente recuperaríaelhabla y podría comunicarse, lo que volvería menos angustiosa la situación. Lasheridas se coserían en el hospital, y el porte de las cicatrices dependería de lapredisposicióndelostejidos.Delodemás,disponíaDios.Habíatraídomorfina,yleadministró una piadosa cantidad, así que se durmió en el coche y se ahorró lasincertidumbresde la travesíanocturnapor losbarriales.Sedespertó en el hospital,cuando lo estaban cosiendo, justamente. Hubo que darle dosis doble para que sequedaraquieto.

Pasóunasemana.Lesacaronloshilos,yelprocesodecicatrizaciónfuerápido.Pudieron hacer a un lado las vendas, y empezó a comer sólido. Krause estabapermanentementeasulado.ElhospitaldeSanLuiseraunranchoenlasafuerasdelaciudad, habitado por media docena de monstruos, mitad hombre mitad animales,productodeaccidentesgenéticosacumulados.Ellosnoteníancura.Vivíanahí.ParaRugendasfueunaquincenainolvidable.Laspercepcionesllegabanalacarnerosayviva de su cabeza para quedarse. No bien pudo ponerse en pie y salir a dar una

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caminatadelbrazodeKrause,noquisovolveraentrar.Elgobernador,quesehabíamostradosolícitoconelgranartista,ledioalojamientoensucasa.Endosdíasmásprobaba de montar a caballo, y escribía cartas (la primera fue a su hermana enAugsburgo, dándole una versión casi idílica de sus problemas; en cambio a susamistadesenChile lespintabaunpanorama tenebroso,casiexagerado).Decidieronmarcharsesindemora.Peronoenelrumboquellevaban:lainmensidadignotaquelosseparabadeBuenosAireseraundesafíoquequedabadescartadoporelmomento.Volverían a Santiago, el sitio más cercano donde podría recibir atención médicaadecuada.

Porquelarecuperación,consermilagrosa,estabalejosdesercompleta.Sehabíaizado,convigordetitán,desdeelagujeroprofundodelamuerte;peroelascensodejómarcas. Sin hablar todavía de la cara, digamos que el nervio afectado, cuyaemergencia fue causa del padecimiento insoportable de los primeros días, se habíareencapsulado,ysibiencesólafaseaguda,laterminalseenganchó,unpocoalazar,enalgúncentrodel lóbulofrontal,ydesdeallí impartíaunas jaquecasnuncavistas.Le daban de pronto, varias veces al día; todo se aplanaba y empezaba a plegarse,comounbiombo.Lasensacióncrecíaycrecía, lo superaba, seponíaagritar, solíacaerse,oíachirridosmuyagudos.Nuncasehabría imaginadoquehabía tantodoloren su sistema; era una revelación de lo que podía su propio cuerpo. Tenía queatiborrarsedemorfina,ydespuésdelaccesoquedabaquebradizo,conlasmanosylospiesmuylejanos,montadoenzancos.Pocoapocoempezóareconstruirelaccidente,y pudo contárselo a Krause. El caballo había sobrevivido, y seguía prestandoservicios;dehecho,eraelquemontabahabitualmente.Lo rebautizóRayo.Cuandoestaba sobre su lomo creía sentir el plasma universal en pleno reflujo. Lejos deguardarle rencor, se había encariñado con él. Eran dos sobrevivientes de laelectricidad. Bajo el efecto del analgésico volvió a dibujar; no tuvo que volver aaprender,porqueseguíahaciéndolotanbiencomoantes.Laindiferenciadelartesemanifestaba una vezmás; su vida podía haberse partido en dos, la pintura seguíasiendoel«puentedelossueños».Noeracomosuantepasado,quehabíatenidoqueeducar la mano izquierda; ¡ojalá lo hubiera sido! ¿A qué simetría bilateral podíarecurrirél,sielnerviolopinchabajustoenelcentrodesuser?

Nohabríasobrevividosinladroga.Lellevóuntiempometabolizarla.LecontabaaKrauselasvisionesquelehabíacausadolosprimerosdías.Habíavisto,comoahoraloveíaaél,demoniosanimalesdurmiendoycomiendoyhaciendosusnecesidades(¡yhastaconversando,congruñidosybalidos!)a sualrededor…Suamigo losacódelerror:esaparteerareal.LosmonstruoseranunospobresdesgraciadosinternadosdeporvidaenelhospitaldeSanLuis.Rugendassequedóatónito,entredosjaquecas.¡Increíble coincidencia! Hacía pensar que quizás todas las pesadillas, aun las másabsurdas, se conectaban con la realidadpor algún lado.Deotranaturaleza, aunquerelacionada,eraun recuerdoque tambiénpodíacontar.Cuando lesacaron loshilosconlosquelehabíancosidolacara,loshabíasentidodeslizarsecontodaclaridad.Y

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ensuestadodesemivigiliaalteradasintiócomosiretirarantodosloshilosquehabíanmovidoalasmarionetasdesussentimientos,odelosgestosquelosexpresaban,loqueequivalíaalomismo.Krause,apartandolamirada,nohacíaningúncomentarioyseapresurabaacambiardetema.Loquenoeratanfácil:cambiardetemaesunadelasartesmásdifícilesdedominar,clavedecasitodaslasotras.Yelcambio,asuvez,eraunaclaveenestecaso.

Porque la cara había sufridodañosgraves.Unagran cicatriz en elmediode lafrente bajaba hacia una nariz de lechón, con las dos fosas a distinta altura, ydesplegabahasta lasorejasunaredderayosrojos.Labocasehabíacontraídoaunpimpolloderosallenodereplieguesyrebordes.Elmentónsehabíadesplazadohaciala derecha, y era un solo hoyuelo, como una cuchara sopera. Gran parte de esedescalabroparecíadefinitivo.Krauseseestremecíapensandoquéfrágileraunacara.Ungolpe,yyaestabarotaparasiempre,comounjarróndeporcelana.Uncaráctereramásdurable.Unadisposiciónpsicológicaparecíaeternaencomparación.

Aun así, habría podido acostumbrarse a hablarle a estamáscara, y a esperar yhasta predecir sus respuestas. Lo malo era que los músculos, como el mismoRugendas lo había intuido en su fantasía de los hilos, no respondían más a susmandos;cadaunosemovíaporsucuenta.Ysemovíanmuchomásdelonormal.Ahídebíade intervenireldañoalsistemanervioso.Porsuerte,yquizáspormilagro,eldeterioronerviososelimitabaalacara;peroelcontrasteconeltorsoylosmiembrosquietoslohacíamásnotable.Habíaunaescalada:untemblor,unvaivén,sedifundíadegolpe,yensegundostodoelrostroestabaenunbailedeSanVitoincontrolable.Además, cambiaba de color, o, mejor dicho, de colores, se irisaba, se llenaba devioletasyrosasyocres,cambiandotodoeltiempocomouncalidoscopio.

Desdesemejantegomamágica,elmundodebíaversediferente,pensabaKrause.Noeransólolosrecuerdoscercanoslosqueseteñíandealucinación,sinoelmundocotidiano.Rugendasnohablabamuchodelasunto,todavíadebíadeestarasimilandolos síntomas. Y seguramente no tenía tiempo para llevar a su conclusión unrazonamiento, por causa de los ataques, que se daban, promedio, cada tres horas.Cuandoloarrebatabaeldolor,eraunaposesión,unvientointerior.Nonecesitabadarmuchasexplicacionessobreestepunto,porqueloquepasabaerademasiadovisible,peroaunasídecíaqueenplenoataquesesentíaamorfo.

Curiosacoincidenciadepalabras:amorfo,morfina.Éstaseguíaacumulándoseensucerebro.Graciasaellavolvíaapintar,yregulabasushorariosenlosmarcosdelalivio y el dibujo. Así recuperaba alguna normalidad. No necesitó recuperar latécnica, gracias al procedimiento fisionómico. El paisaje sanluiceño, con susencantadorasintimidades,fueelobjetoidealparasusejerciciosdeconvaleciente.Ensusdiecinuevefasesvegetales, lanaturalezaseadaptabaasupercepción,convelosedénicos;elpaisajemorfina.

Comoun artista siempre está aprendiendo algomientras practica su arte, así lohagaenlascircunstanciasmásapretadas,Rugendasdescubrióenestemomentouna

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característicadelprocedimientoquehastaentonceslehabíapasadodesapercibida.Yera que el procedimiento fisionómico operaba con repeticiones: los fragmentos sereproducían tal cual, cambiando apenas su ubicación en el cuadro. Si no era fácilnotarlo,nisiquieraporelquelohacía,eraporqueel tamañodelfragmentovariabainmensamente, desde el punto al plano panorámico (podía desbordar mucho alcuadro).Yademás,ensutrazado,podíaserafectadoporlaperspectiva.Tanpequeñoytangrandecomoeldragón.

Igual que tantos descubrimientos, éste se presentaba en su faz de máximainutilidad.Peroquizásalgúndíaserviríadealgosaberlo.

Despuésdetodo,elarteerasusecreto.Élhabíaconquistadoelsecreto,aunqueaun precio exorbitante. En el pago se sumaba todo, ¿por qué no iba a sumarse elaccidente, y la transformación consiguiente? En el juego de las repeticiones, en lacombinatoria,hastaélpodíadisimularse,yfuncionarocultocomounavatarmásdelartista.Lasrepeticiones:porotronombre,lahistoriadelarte.

¿Porquéesaansiedadporserelmejor?¿Porquélaúnicalegitimaciónqueseleocurríaeralacalidad?Dehecho,nopodíaempezarsiquieraapensarensutrabajosinoeraporlacalidad.¿Noseríaunerror?¿Noseríaunafantasíamalsana?¿Porquénohacerlocomo todoelmundo(comoKrause, sin irmás lejos),esdecir, lomejorposible,yponiendoelacentoenotroselementos?Esamodestiapodía tenerefectosconsiderables, el primero de los cuales sería permitirle ser artista también de otrasartes, siquería.De todas.Podía llegar ahacerlounartistade lavida.Laambiciónabsolutista provenía de Humboldt, que había ideado el procedimiento como unamáquina general del saber. Desarmando ese autómata pedante, quedaba lamultiplicidaddelosestilos,yéstostomadosdeaunoeranacción.

EndiezdíasestuvieronderegresoenMendoza(erancincuentaleguas): ibanenlos mismos caballos, por el mismo camino, cruzaban a las mismas carretas, losacompañabaelmismobaqueano,elmismococinero.LoúnicoquehabíacambiadoeralacaradeRugendas.Yladirección.Losdemoraronunpocolaslluvias,elviento,el parecido de las cosas. La familia Godoy, avisada desde hacía semanas deltruculentosuceso, renovósuhospitalidad,coneldetalleagregadopor ladelicadezade un cuarto aparte para el pintor, donde podría disponer de más silencio ytranquilidad,sinperderlosbeneficiosdelaatenciónfamiliar.Estecuartosehallabasobreeltecho,yhabíasidounmiradorvueltodeltodoinútilporelcrecimientodelosárboles que rodeaban la casa. Podían ofrecérselo ahora porque el calor estabaaflojando(promediabamarzo);enplenoverano,eraunhornodecerámica.

El aislamiento le vino bien; ya se estaba valiendo mejor por sí mismo, y loaliviabapoderprescindirdíasenterosdeKrause,noporquelemolestaralapresenciadesufielamigo,modelodecamaradería,sinoporquequeríadejarloenpaz,paraquepudieragozardeMendozaysusociedaddespuésdesusdesvelosdeenfermero.Lohorrorizaba lamera ideade ser una carga.Encerrado en supalomar recuperabaunpocodeautoestima,enlamedidadeloposible.

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Fueronunosdíasdeconcentraciónensímismo,yreflexión.Debíaasimilarloquehabíapasado,ytratardeencontraruncaminoaceptableparaelfuturo.Laescenadeestosdebatesinternosfuelacorrespondencia,alaquesededicólargamente.Consuletra pequeñita y apretada, llenaba páginas y más páginas. Toda su vida fue unprolíficoautorepistolar.Eraclaro,ordenado,explícito,detallista.Noseleescapabanada.Comolascartassehanconservado,susbiógrafoshantenidoenellasmaterialde sobra donde documentarse, y aunque ninguno lo intentó, habrían podidoperfectamente reconstruir suvidaviajeradíapordía,casihoraporhora, sinperderningún movimiento de su espíritu, ninguna reacción, ningún escrúpulo. El tesoroepistolardeRugendasrevelaunavidasinsecretos,ynoobstantemisteriosa.

Elencarnizamientodeestosprimerosdíasmendocinosteníaunadoblerazóndeser.Estabaatrasado,puesdesdeSanLuisapenassihabíadespachadounasesquelasinformativas,entrecortadasyconcaligrafíatrémula,yademásconteniendopromesasde ampliación que había llegado el momento de cumplir. Pero también estaba lanecesidadíntimadeponerseenclaroconsigomismo,anteestacircunstanciaextrema,ynodisponíadeotromododehacerloqueelmuyejercitadodelascartas.Deahíquehayatantosdatos,nosólodeloshechossinodesusrepercusionesíntimas,respectodetodoloquerodeóaesteepisodio.LadocumentacióneraeloficiodeRugendaselpintor,yenalasdelaexcelencialogradaselehabíavueltounasegundanaturalezaaRugendaselhombre.

LaprimeraycentraldesuscorresponsaleserasuhermanaJulie,alláensunativaAugsburgo.Con ella era de una sinceridad conmovedora.Nunca le había ocultadonada,ynoveíaporquéibaahacerloahora.PeroenestetrancedescubrióqueJulienocubría todo el espectro de la documentación posible. O mejor dicho, que auncubriéndolo(porqueaellapodíadecirletodo)quedabancosasfuera.Éstaeraunadeesascircunstanciasenqueeltodonobasta.Quizásporquehayotros«todos»,omásporqueel«todo»quees elquehablay supequeñogranmundo tieneuna rotacióncomo la de los astros, que combinada con las traslaciones hacen que ciertas carasquedenocultassiempre.Paradarleunnombremoderno,quenofiguraenlascartas,digamos que era un problema de «elocución». Como si lo hubiera previsto desdesiempre,Rugendassehabíaocupadodemultiplicarconvenientementeelnúmerodesuscorresponsales,ydispersarlosporelmundo.Demodoqueretomabaeltrabajodeescribir bajo otros encabezamientos; entre sus interlocutores disponía de pintoresfisionómicos y naturalistas, de ganaderos, agricultores, periodistas, amas de casa,ricos coleccionistas, ascetas, y hasta próceres.Cadauno regía unaversión, y todassalíandeél.Lasvariacionesgirabanalrededordeunacuriosaimposibilidad:¿cómosepodíatransmitirlafrase«Soyunmonstruo»?Estamparlaenelpapelerafácil.Perotransmitirsusignificadoeramuchísimomásdifícil.Seesmerabaespecialmente,conun sentimiento de urgencia, en las cartas a sus amigos chilenos, sobre todo losGuttiker,queyalehabíancomunicadoqueloalojaríanensucasadeSantiagocomolohabíanhechohastapocosmesesatrás.Puesera inminentequeellos lovieran,y

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sentía lanecesidaddeprepararlos.Loobvioenestecasohabríasidoexagerar,paraamortiguar lasorpresa.Peronoera fácilexagerar,consucara.Corríaelpeligrodequedarse corto, sobre todo si ellos estaban descontando la obvia exageración. Yentonceselefectoseríaelopuestoalesperado.

De cualquier modo, no estuvo recluido, ni mucho menos. Su régimen físiconaturalleexigíamuchoairelibreyejercicio.Yaunenelestadosemiinválidoenquese encontraba, con la frecuencia de las jaquecas, los desarreglos nerviosos y ladependenciadelosmedicamentos,selehacíanecesariodedicarlashorasbuenasdeluzalcaballoylapinturadelnatural.ElfielKrauseseguíaasulado,sinarredrarseporqueaveces,cuandolosaccesos levenían lejosde lacasa, tuvieraquecargarlosobreelcaballoyllevarlodevueltaalgalope,escuchandosusgritos.Dehecho,esosmomentosespectacularesnoeranlomásllamativodesussalidas.Rugendasllamabamucholaatenciónauncomportándoseconlamástranquilacaballerosidad.Lagentesereuníaamirarlo,yenesemediosemisalvajecomoeranlospintorescosalrededoresdelaciudadnosepodíaesperarmuchadiscreción.Losniñosnoeranlopeor,porquelosadultostambiénsecomportabancomoniños.Loveíandibujar,concentradoenlosgrandesdispositivoshidráulicosde riego(se lehabíadadoporesoenestaetapa)yardían en curiosidad por ver sus papeles. ¿Qué se imaginarían? Rugendas, por suparte, cada vez que tomaba el lápiz, debía refrenar la tentación de dibujarse a símismo.El clima sehabíavueltoperfectode todaperfecciónenese findelverano.Los paisajes ganaban una plasticidad infinita; se envolvían según las horas en laluminosidad cordillerana y se hacían transparentes, en cascadas interminables dedetalles. La luz de las tardes, filtrada por la imponente muralla de piedra de losAndes, era un puro fantasma de luz, óptica intelectual, habitada por rosasintempestivosdemediatarde.Loscrepúsculosseprolongabandiez,docehoras.Ydenoche,ráfagasdevientoreacomodabanestrellasymontañasenelcursodelospaseosdelosdosamigos.Sieracierto,comodecíanlosbudistas,quetodoloexistente,hastaunapiedraounahojasecaounmoscardón,habíasidoantesyvolveríaaserdespués,quetodoparticipabadeungrancicloderenacimientos,entoncestodoeraunhombre,unsolohombreenescalasdetiempo.Unhombrecualquiera,Budaounmendigo,undiosounesclavo.Dadoeltiemposuficiente,eluniversoenterosereintegrabaenlaformadeunhombre.Locualteníagrandesconsecuenciasparaelprocedimiento:porlo pronto lo sacaba del automatismo de una mecánica trascendente, con cadafragmento colocándose en su lugar predeterminado; cada fragmento podía sercualquierotro,ylatransformaciónserealizabayanoenelciclodeltiemposinoeneldel significado. Esta idea podía presidir una concepción totalmente distinta de larealidad.Ensutrabajo,Rugendashabíaempezadoanotarquecadatrazodeldibujono debía reproducir un trazo correspondiente de la realidad visible, en unaequivalenciaunoauno.Porelcontrario,lafuncióndeltrazoeraconstructiva.Deahíquelaprácticadeldibujosiguierasiendoirreductiblealpensamiento,yapesardelacompletaincorporacióndelprocedimiento,lefueraposibleseguirdibujando.

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LosGodoynoterminabandeacostumbrarseaél.Esoerauninteresantellamadodeatenciónparaelfuturo.Unoseacostumbraacualquierdeformidad,hastalamáshorrenda, pero cuando se le suma un movimiento incontrolable de los rasgos, unmovimiento fluido y sin significado, el hábito se resiste a instalarse,comprensiblemente. Por simpatía, la percepción se mantiene fluida. Rugendas,aunque sociable y conversador, se vio llevado a acortar las sobremesas y hacersolitariassusveladas.Noleresultabadifícil,puespodíaexcusarseconlaverdad:lasjaquecas sobrehumanas lo postraban en la cama de su altillo, y el dolor lo hacíaretorcersecomounaserpientehechizada…nosóloenlacamasinoenelpiso,enlasparedes,eneltecho…Cuandolamedicinaactuaba,volvíaalascartas.

Alescribir,pretendíalograrunasinceridadabsoluta.Elrazonamientoeraéste:sidabaelmismo trabajo, enprincipio,decir laverdadymentir, ¿porquénodecir laverdad, sinblancosniambigüedades?Aunquemásno fueracomounexperimento.Peroeramásfácildecirloquehacerlo,enespecialporqueenestecasohacereradecir.

Quizáslamorfinanosemetabolizabanunca.Quizásrecomenzabaunasegundaotercera fase.O bien la combinación de opio, jaqueca y el deshielo nervioso de unartistadelafisionomíadelanaturalezadieraunresultadoúnico.Lociertoesquela«verdad»seagigantabaensuimaginación,yhacíaestallarsusnochesenelcuartitosobreeltecho.

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Quedóregistradoensuscartasdeesteperíodounasuntobastanteextemporáneosobreelqueseledioportemar,confijezadeorate.SulibroViajepintorescoporelBrasil,pilardesuextensafamaeuropea,enrealidadhabíasidoescritoporotro,porelperiodistaycríticodeartefrancésVictorAiméHuber(1800-1869),basándoseenlasnotasmanuscritasdeRugendas.Loquenolehabíaresultadoparanadaespecialensumomento,ahoraempezabaaresultarleextrañísimo,ysepreguntabacómohabíapodidoprestarsealamaniobra.QueunlibrofirmadoporXfueraenrealidadescritoporY,¿noeraaberrante?Sihabíaaceptadosinpensarlohabíasidoporladistracciónque lecausó todoelprocesode laedición,queenun librodeesanaturalezaera lamardecomplicado.Erantantaslashabilidadesnecesarias,desdelafinanciacióndelproyecto al coloreado de las láminas, que la redacción del texto parecía un detalleentreotros.Laatracciónprincipaldellibroeranlascienlitografíasquecontenía,quefueronrealizadasporartistasfranceses,salvotreshechasporelartistaenpersona;lacasadelitografía,Engelmann&Co.,auncuandotuvierajustafamadeserlamejordeEuropa,noloeximiódeunminuciosocontrolpersonaldelproceso,queconsistíaen varios pasos y estaba sembrado de trampas. El texto había parecido unacompañamientodelasimágenes;peroloquenohabíavistoentonces,yempezabaaverahora,eraqueporconsiderarlounacompañamiento,ouncomplemento,loestabaseparandodelaparte«gráfica».Ylaverdad,talcomoahoraseleaparecía,eraquetodoformabapartedelomismo.Conloqueelescritormercenario,elnègre,semetíaen la esencia misma del trabajo, bajo la excusa de estar llenando una funciónpuramentetécnica,laredacciónordenadaenfrasesdelosbalbuceosinconexosdeladocumentaciónhablada.¡Perotodoeradocumentación!¡Éseeraelprincipioyelfindeljuego!Elprincipiosobretodo(porqueelfinseperdíaenlosrecorridosnebulososde la historia del arte y la ciencia). LaNaturalezamisma, afectada a priori por elprocedimiento,yaeradocumentación.Nohabíadatosinconexos.Elordenyaestabaimplícitoenlarevelaciónfenoménicadelmundo,elordendeldiscursoconformabalas cosas mismas. Y en ese orden participaba su actual estado, del que enconsecuencia era necesario examinar el aparente caos visionario o maniático yreducirlo a sus formas de razón. Es preciso decir aquí queRugendas no se estabamedicandoconmorfinapura;enaquelentoncesnoselasintetizabacomoahora,sinoque conservaba un componente activo de opio en bromuro. Se le sumaban losbeneficiosdelmejoranalgésicoconlosdelmejorantidepresivo.Ysucaraseagitabacomoel segunderodeunaeternidadde transmigracionesbúdicas.Eraunasoluciónpeculiaral«doloreditorial»provenientedesusfaltasdeantaño.

AunquelascartasdelosGuttikerloapremiabanaemprenderelcruce,ésteseguíapostergándose. El trabajo de escribir lo absorbía, la aprensión de enfrentar con sunueva cara a los conocidos persistía, y había disminuido la urgencia de atenciónmédicaenparteporquehabíaencontradociertaestabilidadensustormentos,enparteporque sehacíaa la ideade la inutilidaddecualquier tratamiento.Ymásqueesasrazones,pesabaloidealdelatemporadamendocinaparalaprácticadelapintura.En

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este rubro se añadió otro elemento concurrente: en lamedida en que el estado delpintor lo permitía, los dos amigos empezaron a hacermás largas sus excursiones,aventurándose siempre hacia el sur, hacia los bosques y lagos en los que parecíarenovarseunmisteriosotrópicofrío,deluzazulyfollajesinfin.PernoctabanenSanRafael,unpueblitoadiezleguasalsurdelacapitalprovincial,oenfincasdelazona,propiedaddeparientesyamigosdelosGodoy,yseinternaban,avecesdurantedíasenteros,porvallessinuosos,enbuscadevistasquecaptabanenacuarelascadavezmás raras. Las jornadas se les hacían demasiado deliciosas para abandonarlas. Laleyenda,basadaenciertas imprecisionesde lascartasdeestas semanas,quierequeRugendashayallegadomuyalsur,hastaregionesnoholladastodavíaporelhombreblanco, quizás hasta los soñados glaciares, lasmontañasmóviles de hielo, puertasinexpugnablesdeotromundo.Losapuntesdelnaturalquellevanestasfechasabonanelmito.Unairededistanciaimposiblelosenvuelve.Paraquehubierasucedidoasí,Rugendas debería haberse transportado por los aires, como un Inmortal, de loconocido a lo desconocido. Psíquicamente, lo hacía todo el tiempo. Pero lo hacíacomo actividad normal y corriente, sobre la que debían hacer contraste los hechosincreíbles,lasanécdotas,losepisodios.

Lo cierto esque se encontraban enmediodeunanaturaleza estimulantepor lonovedosa,tanto,queRugendasdebíarecabardesuamigoconfirmacióndequeeraunhecho objetivo, y no producto de sus alteraciones de conciencia. Pájaros sinprotocolosnipostergacioneslanzabancantosextranjerosenlasmarañas,gallinetasyratas hirsutas se desbandaban a su paso, fornidos pumas amarillos los acechabandesdelascornisasrupestres.Yelcóndorplaneabapensativosobrelosabismos.Losabismos tenían abismos a su vez, y de los subsuelos profundos se alzaban árbolescomo torres. Veían abrirse flores chillonas, grandes o chicas, algunas con patas,algunas con riñones redondos de carne demanzana. Los cursos de agua conteníanmoluscos asirenados, y surcaban el fondo, siempre contra la corriente, legiones desalmonesrosadosdel tamañode terneros.Elverdemuyoscurode lasaraucariassecerrabaennegrosdeterciopelooseabríaapaisajesdealturaquesiempreparecíancabezaabajo.Enlosplanosdeloslagos,bosquesdemirtosdelicados,conlostroncoscomo tubosdecauchoamarillo, suavesal tactoy fríoscomoelhielo.Elmusgoseacumulaba en poltronas salvajes, las locas palmetas de los helechos temblaban encaladosdeaire.

Hasta que llegó el día en que recordaron que de esos recintos solían salir losindiosensusataquesfulminantesymortíferos.Sileshubierandichoquesalíandelanadanosehabríansorprendido.Peroobviamenteveníandemáslejos,quiénsabededónde, y en los bosques precordilleranos encontraban los pasadizos rápidos pordondeentraralacivilizaciónyvolverasalir.Lamemoriadeesteasuntoquehabíaocupado la imaginación del pintor antes del accidente, les volvió no por unaasociacióndeideassinoporelhechomismo,delmodomásabrupto.Habíanpasadolanocheenuna fincaganaderaen losalrededoresdeSanRafael,despuésdehacer

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campamentotresdíasseguidosenunasedénicasfrondasdealtura;aunqueelplanquesehicieroneneldescensoeravolverdeuntirónaMendoza,sedemoraronpintandoytuvieronquepernoctarenlacasonadelafinca,cuyopropietariosedisponíaaponerfinasuestadaestivalyemprendereltrasladoalaciudad,dondelosjóvenescursabansus estudios.Rugendas, que estaba pasando un período especialmente crítico, tuvounanochedevértigosydrenajescerebrales;leshizofrentecontalexcesodemorfinaqueelalbaloencontrósonámbulo,sudado,lacarallenaderelámpagosbailoteandoylaspupilascontraídascomosiestuvieraenelcentrodelsol.

Cuandosalíaelsol,precisamente,elpatioempezóaresonardegritosyruidodecaballos.

¡Malón!¡Malón!¿Qué?¡Malón!¡Malón!La casa se puso en movimiento en un santiamén; parecía como si todos sus

ocupantes se lanzaran contra las paredes como locos furiosos. Los dos amigosasomarondesucuartoalagaleríadelpatio.LaintencióndeKrauseeraaveriguarquépasaba, qué alcance tenía el disturbio, y si había posibilidades de emprender elregresoaMendoza,dejandomientrashacíaestaspreguntasasuamigoen lacama;pero Rugendas salió tras él, a medio vestir y tambaleante. Krause podría haberlodevueltoal lechohaciendovalersuautoridad,peronovalía lapena:enelalborotonadieprestaríaatenciónalasevolucionesadormecidasdelmonstruo,ynohabíaqueperdertiempo.Asíquelodejóoscilarlibremente.

Los hombres estaban organizando la defensa. Como no era la primera vez, nisería la última, que debían salir armados a contener indios, lo hacían condesenvoltura.Eraunadelasformasdeltrabajo,nadamás.Peroloconsuetudinariodelacircunstancianoimplicabaningúnprogresoenlaorganización;éstaeraimposible,por causa de lo azaroso e imprevisible del raíd. Con apenas los datos básicos seimprovisaba un contraataque, tan fulminante como fuera posible, y en lo posiblecoordinadoconunrodeodeemergencia,puesdeloquesetratabaeradesalvardelarapiñalamayorcantidadposibledeganado.

Por las informacionesquetrajounmensajero,sabíanqueelataquehabíacaído,conelalba,sobreelpuestodeCorreos,dondehabíahechounamatanza,parairradiardeahíenarreossalvajesdetodalazona.Nopodíanhaberavanzadomucho,yyasedesplegabanlaspartidasvolantesdelasestanciasdealrededor.Elmalónsecalculabaenmilhombres:eradelosmedianos-grandes.

Uncontingentedepeonessequedaríaenlacasaconlasmujeresylosniñosparadefenderla; la casa, le explicó a Krause el propietario, se transformaba en fuertemediante unos sencillos pliegues que ya se estaban poniendo en acto.Le preguntóquéharíanellos;podíanserútilestantoacompañándoloscomoquedándose.

Estaconversación, interrumpidaporgritosyórdenes (ygestosenérgicos), teníalugar en el medio del patio, donde ya convergían los hombres armados. Krause,

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mediodormidotodavía,quedóunpocodubitativo,ysevolvióaversisuamigohabíaregresadoalcuarto…Perono,ahíestaba,tapándoselacaraconelsombrero,quietocomo un árbol. Lo tomó de un brazo, causándole un sobresalto mayúsculo. Lepreguntósihabíaoído.Larespuestafueronunosbalbuceos…No,evidentementenohabía oído ni entendía nada de lo que estaba pasando. Tomó al instante ladeterminacióndedevolverloalacamayquedarseacolaborarenlaeventualdefensade lacasa.Nopudoevitarunsentimientodepena: tantohabían fantaseado losdosconveralosindiosenacción,yahoraquesedabalaocasión,teníanqueperdérsela.Mientras el ganaderoy sushombres salían ruidosamentepor el portal, él llevabaaRugendasdelbrazodevueltaalacasa.Comosecaíaparaelotrocostado,optóporponerseasuespaldaytomarloconlasmanosporlosdosbrazosparaguiarloalavezque lomantenía erguido.Caminaba con pasos rígidos, pero todo el cuerpo parecíaafectadodeinconexión.Seguíabalbuceando,ycomoKrausenoleprestabaatención,soltóungrito.Yaestabanotravezenlagalería.Selepusoenfrenteparaqueloviera,y le preguntó, con cierta incomodidad, qué le estaba diciendo. Era algo sobre unamantilla. Abrió la puerta del cuarto, y Rugendas se precipitó adentro. Fuedirectamentealmaletíndetrabajo;leseñalóelsuyoasuamigo.Éstenodabacréditoasusojos,perohabíaquerendirsealaevidencia:elgranRugendasqueríairatomarapuntes del malón, aun en su estado. Se sentó en la cama con desaliento. Esimposible,imposible,decía.Rugendasnolehacíacaso.Sehabíadadocuentadequeestabadescalzo,e iniciabael laborioso trámitedeponerse losbotines.Alzó lacaraparamiraraKrause:Loscaballos,ledijo.Tratódedisuadirloconunargumentoqueseleocurriósobrelamarcha:podíandormirunashorasysalirhaciaelmediodía.Laactividadseguiríaporlatarde,seguramente.PeroRugendasnolooía,estabaenotradimensión. El cuarto se había transformado, por acción de susmovimientos, en ellaboratoriodeun sabio locoque seproponía lograralgunaclasede transformacióndel mundo. La media luz todavía nocturna del interior le daba determinacionesflamencas. El león morado manoteaba los botines, a cuatro patas. Krause salió aescape rumbo a las caballerizas, seguido de los tartajeos del abotinado: ¡Mantón!,¡mantón!,¡mantillón!LlevaríansóloaRayoyBayo.Noteníaporquésermásqueunpicnicdepintura,ydespuésde todo lomásprobable eraque la cabalgata,y algúninterésconcreto,lerefrescaranunpocolasideasasupobreamigo.Sindudasehabíaestadoexcediendoensusfuerzaslosdíasprevios,porcausadelasbellezasqueibanencontrando.Estesucesocaíaenmalmomento,peropormaloquefuesepodíaservirparaagotarlasenergías,o,mejordicho,terminardeagotarlas,ytalcomoestabanlascosassóloyendoalfondohabíaesperanzasdeempezaramejorar.

Lo esperaba en el patio con la valijita de carbones, y el sombrero en la cara.Seguíahablandode lamantilla,yal finKrauseentendiódequése trataba.Eraunabuena idea,ydeberíahabérseleocurridoaél,peronose lopodíareprocharporquetenía demasiadas cosas en la cabeza. Voy a ver, dijo, y de paso le comunico a laseñoranuestrasintenciones.Rugendasfueconél,ycuandoencontraronaladueñade

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casa, en la cocina, fue el enfermo el que sacó fuerzas de flaqueza para hacer elinsólito pedido de una mantilla de misa calada, negra por convención, eso nonecesitaba ni decirse. Las señoras sudamericanas abundaban en esos artículoscatólicos.No se explayó demasiado en losmotivos por los que la necesitaba, y ladama debió de creer que era para esconder la fea deformación y los truculentosmovimientosnerviososdelacara.Sólopudoasombrarse,enesecaso,dequenosehubieraprovistoantesdeesapiadosatapadera.Paraunmendocino(lomismohabríasidoparaunchileno), la ideaensínoteníanadadeextraño,enrazóndela largayvenerable tradiciónde«tapados» (hombresenmascarados) conquecontabaelpaís.De cualquier modo, era un momento en que se pedían objetos insólitos, y en lostérminosde lamásradicalurgencia,sindarrazones.Mandóabuscar lamantilla,ymientras esperaban les dio algunas indicaciones de sitios y flujos de guerra. Losfelicitabapor la ideade irapintar lasacciones,yestabaseguradequecapturaríanalgunas imágenes interesantes. Sólo debían tomar precauciones, y no acercarsedemasiado. ¿Estaban armados? Los dos llevaban revólver. No, por ella no debíanpreocuparse,porque lacasaerasegura.Yahabíapasadovariasvecesporelmismotrance, y no la asustaba. Hasta intercambiaron bromas; los aguerridos pioneros sereíandelassinrazonesdelsiglo.Suescaladevaloresincluíalasincomodidadesmásescandalosas. Los indios para ellos eran parte de la realidad. ¿El extranjero queríapintarlos?Noleveíannadaderaro.

Aquí estaba la mantilla, de fino encaje negro. Rugendas la tomóreverencialmente,yloprimeroquehizofueevaluarsutransparencia,quealparecerlo dejó satisfecho. Sin más se despidió, prometiendo la devolución de la prendaintacta a la caída de la noche. Para esa hora, dijo la señora con una risa heroica,quizás yo ya sea madame Pehuenche. ¡Dios no lo permita!, exclamó Krauseinclinándoseabesarlamanoqueellaletendía.

Salieron. Un peón sostenía abierto el portal del patio, que trancarían cuandohubieransalido.Rugendasagitaba lamantillaen lamanocomoun loco,yse llevópor delante una columna de la galería. Saltaron sobre los caballos. ¡Hop! Pero elpintor había quedado al revés, mirando la cola. Los animales arrancaron, y él secubríalacaraconlamantilla,leponíaelsombreroencima,yselaajustabaalcuelloconunnudoenlanuca…Perocuandobuscabalasriendas,porsupuestoquenolasencontró…¡Elcaballono teníacabeza!Ahísediocuentadequeestabasentadoalrevés,ydiolavuelta,conmaniobrasdecircodepesadilla.Cuandoterminó(Krausesehabíaidoadelante,avergonzado)yasalían,ylasenormesrejassecerrabanasusespaldasconun¡clan!alquerespondíanlospájaros.

Lahermosamañanasanrafaelinalosrecibíaconcantosdelibertad.Elsolestabasaliendoentrelosárboles.Seemparejaron.RayoyBayoestabanfrescosydóciles,elpasoliso,lascarasinexpresivas.¿Todobien?,preguntóKrause.¡Sí!¿Estásbien?¡Sí!Seloveíaperfecto,erainnegable.Lacaraenvueltaenlamantilla.Noseveíaeldañoquehabíasufrido.Noeraéseelobjetivodeusarla,porsupuesto.Leservíaparafiltrar

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la luz.Supobre cabeza alterada, su sistemaen ruinas, sufríapor la luzdirecta; laspupilas ya no podían contraerse más, eran puntos, la droga anulaba el sistemaelástico,y la iluminaciónsevolvía inasimilable.Eracomosihubieradadounpasomás hacia dentro de los cuadros. Por un curioso fenómeno de acostumbramiento,Krauseadivinabalasmuecasabsurdasalotroladodelencajenegro.

Lamañanaerarealmentegloriosa,unamañanademalón.Nohabíaunasolanubeen el cielo, el aire tenía una vibración lírica, los pájaros peinaban los árboles. Unpropósitohabíaabiertolatapadelacajadelmundo:elcombate,elenfrentamientodelas civilizaciones, como en los grandes comienzos de la historia. Salieron a unapraderaamplísima,oyerontirosalolejos,yselanzaronalgalope.

Krausenoescribíacartas,obiennadiese tomó lamolestiadeconservarlas.Demodoqueel registrodesuspensamientossólopuedehacersedemodo indirecto,oespeculativo. Rugendas había mencionado repetidamente que lo encontrabapreocupado (en la descripción epistolar de su propio estado, Rugendas hacía deKrauseunelementoretóricomás,un«color»más:lossentimientosqueleprestaba,yavecesleinventaba,servíanparadecircosassobresímismoqueladelicadezaolavergüenza le impedían decir en primera persona, por ejemplo: «K. opina que misnuevos dibujos no han disminuido en calidad»). Sin faltar a sus deberesautoimpuestos de amigo, más bien acentuándolos, Krause tomaba una distanciapensativaytriste.Enlacabalgataloasaltaronideaslúgubressobreelestadodesaluddesuamigo.Sesentíaculpableporaccederaestalocura,yalgomásqueeso:yaelhechodeemprenderlateníaunairede«quémásda»,comodarleunúltimogustoaunmoribundo.Eraesoloquecoloreabatodassusreacciones:quelamuertehubieraidoa dar un picotazo entre ellos, no importaba si por el momento era previo oanticipatorio. En el transcurso de un viaje se ve tanta gente, tanta humanidad, queparecíainjustoqueelsegunderosedetuvieraenuno.Aunoleresultabatannaturalnopreguntarse«¿Porquéaél?»quelapregunta«¿Porquéamí?»sonabaescandalosaeimposible.ClaroqueenelcasodeKrausenoera«¿Porquéamí?»sino«¿Porquéaél?»; pero la unión estrecha entre los dos le daba una nueva vuelta de tuerca a lapregunta,quellegabaasuformamásperturbadora:«¿Porquéamíno?».Deprontose veía como un sobreviviente, un heredero, con todo Rugendas dentro de élarrastradoporunainmensatraccióndetiempo.Siellosdoserantodalahumanidad,como muchas veces le había parecido serlo, por una simplificación natural delpensamiento,habíahabidolamismacantidaddeprobabilidaddequeletocaraaunooaotro.Yauncuandoletocaraauno,elequilibriopersistía.Despuésdetodo,estajornada esplendorosa de malón podía ser recordada como «el día en que murióKrause».Paraesoseguíanjuntos,peseatodoloquepodíahaberlosseparado.Ésaeralafuncióndelsocio:sobrevivirse,enlavidayenlamuerte.Ysideahísederivabanlamentablessentimientosdeculpaydenostalgia,lamelancolíaresultantellenabaunafunción en el sistema general de la euforia: sólo en la melancolía podían surgirbuenasideassobrelosmuertos,yesasideaspodíanserútilesalprocedimiento.

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Los indios eran el contagio. ¿Adónde estaban? Iban hacia ellos, como en unailustración, en el amanecer resplandeciente. Habían encontrado por casualidad uncamino,quedebíadesereldelpuestodeCorreos,yseprecipitaronporél,oyendocadavezmáscercalostirosy,apartirdeciertopunto,gritos.Eralaprimeravezqueoíanindios.

Altransponerlosparalelosdeunasalamedasdelgadas,pudieronverlaacción,laprimera de aquella jornada memorable. Al fondo, el edificio blanco del puesto,pequeñocomoundado.Antes,unapartidadeganaderosdisparandoalairedesdesuscaballos, y los indios corriendo en los suyos, a los gritos. Todo era velocísimo,incluidos ellos, que bajaban a ese vallecito a rienda suelta. La mecánica delencuentro,queserepitióentodoslosquepresenciarondespués,eralasiguiente:lossalvajesdisponíansólodearmascortantesypunzantes,chuzas,lanzonesycuchillos;losblancosusabanescopetas,perolasdisparabanalaireconfinesdisuasivos;deesemodo los segundosmantenían la distancia que necesitaban franquear los primerosparaefectuarlamatanza.Eraasícomoibanyvenían.Parasosteneresteequilibriosenecesitabaunagranvelocidad;ambosbandoslaacelerabanconstantemente,ycomoel otro debía mantenerse a la par, llegaban casi de inmediato a la saturación. Laescenaeramuyfluida,muylejana,seagotabaenunaópticadeapariciones…

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Erademasiadobuenoparanodibujarlo.Lohicieron,sinapearsedeloscaballos,apoyandoelpapelen los tablerosportátiles.Cuandovolvieronamirar,yanohabíanadie. Krause echó una ojeada al croquis de su amigo. Se le hacía extraño einquietante verlo dibujar escondido dentro del capullo negro. Le preguntó si veíabien.

Nunca había vistomejor. En lo profundo de su nochemantilla el pinchazo deagujaqueerasupupilalodespertabaalpanoramadeldíaclaro.Ylalecheenpolvodeamapolas,sustanciaactivadelosanalgésicos,proporcionabasueñosuficienteparavolveradespertarsediezvecesporsegundo.

Perometieron lospapelesenelmorraly lanzaronotravez loscaballos,porqueesa escena no había sido más que un aperitivo. Y al salir del valle (suerte deprincipiantes)pudieronverunapartidadeuncentenardeindiosescabulléndosehaciaelnorte, seguramente rumboaalgunade las fincasdesguarnecidasde la zona.Ahítambién tomaron apuntes; Rugendas llenó cinco hojas antes de que ese grupo seperdieradevista.Emprendíanlamarchacuandoloscruzóunaescuadradeganaderos,alosquepudierondarlesindicaciones.Sehacíanútiles,aunmanteniéndoseaudessusdelamelée.

Alquedarsolos,descendieronalpasohaciaelsur, intercambiandosusprimerasimpresiones.Porsuertelosdosteníanbuenavista.Alparecertendríanqueresignarseaveralosindiospequeñoscomosoldaditosdeplomo.Perolosdetallesestabanahí,hacíanunaviolentaimpresiónensusretinasyseamplificabanenelpapel.Dehecho,si querían podían dibujar detalles sueltos. El detalle que les interesaba era lafugacidad,laorganizaciónenelazar,lavelocidaddeorganización.Elprocedimientodelcombateindios-blancossereproducíaeneldelospintores:habíaunequilibriodecercaníasylejaníasalquehabíaquesacarleelmáximoprovecho.

Alavueltadeunaalturavolvieronaveracción,estavezlosindiosescapándosehacia arriba de un faldeo escabroso, con los caballos vueltos cabras, y dejandoabandonadasdecenasdenovillosrobados,entreloscualeslosganaderosdescargabansu fusilería. La escena era sumamente pintoresca. El carboncillo empezó a volarsobreelpapel.Lamontaña,sobrelaquedabaelsolenperpendicular,sevolvíapistadecarrerasdeescape,comolacolaabiertadeunpavoreal.Habíaquetenercuidadodenoexagerareneldibujo,porqueenelascensolosjinetesindioscorríanelriesgodevolversepegasos.Contodo,elrealismoestabaaseguradoentantolotomaranconnaturalidad,yahílaprisa,lasolucióndelasperspectivassobrelamarcha,ayudaba.

Cuandolosindioshubierondesaparecido,seacercarondeungalopeaverenquése entretenían los ganaderos. Los tiros habían hecho efecto sobre la novillada.Algunosanimaleshabíanmuerto,otrossemanteníanenpieinfartados.Loshombresdiscutían por lasmarcas, que estabanmezcladas y faltaban en algunos ejemplaresrecién destetados. Para los alemanes era una novedad que las marcas a fuegoresultaran objeto de discusión; siempre habían pensado en ellas como en signos,destinados a una lectura unívoca.Ahí les informaron que tropas del fuerte estaban

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combatiendo cuerpo a cuerpo en los corrales del Tambo, a dos leguas de dondeestaban.Agradecieroneldatoypartieron.

Peroamediocaminotuvieronquehacerotroalto,elcuarto,paratomarapuntesde un encontronazo en los vados de un arroyo. Empezaban a convencerse de quehabía indios por todas partes.Como suele sucederle a los coleccionistas, no era lafalta sino el exceso lo que podía ser un problema. Evidentemente los demoniosusabanladispersióncomounarmamás.

Eracomoirrecorriendolosambientesdeunacasaduranteunafiesta,delasalaalcomedor,deldormitorioalabiblioteca,delcuartodeplancharalbalcón,yentodosellosencontrar invitadosruidososyalegres,algoalcoholizados,escondiéndoseparabesuquearseobuscandoaldueñodecasaparapedirlemáscerveza.Salvoqueeraunacasasinpuertasniventanasniparedes,hechadeaireydistanciayecos,ydecoloresyformasdepaisaje.

Este arroyo podía ser la sala de baño. Los indios querían acercarse pero sealejaban; los blancos querían alejar pero para lograrlo debían acercar (para asustarmás con los estampidos). Los caballos se enloquecían en estas ambivalencias, sezambullían,salpicaban,osimplementeseponíanabebermuytranquilosmientrassusjinetessedesgañitabanenfugasypersecucionessimultáneas.Habíaunaplasticidadinfinita (o al menos algebraica) en la escaramuza, y como Rugendas la estabatomando desde más cerca que las anteriores, lanzaba el lápiz en escorzos demusculatura distendida y contraída, cabelleras mojadas pegándose a hombrossumamenteexpresivos…

Todo lo que se dibujaba en ese presente explosivo era material para futurascomposiciones, pero aun lo provisorio tenía un límite. Se diría que cada volumenrepresentadoalvueloenelpapeltendríaqueserreunidoconlosdemás,enlacalmadelgabinete,bordeconborde,comounrompecabezas,sindejarblancos.Yrealmenteseríaasí,porque todoeravolumen,hastaelaire,en lamagiadeldibujo.SalvoqueparaRugendasyanohabía«calmadelgabinete»sinohorrendastorturas,narcóticosyalucinaciones.

Lossalvajessedispersabanenestrella,ycuatroocincolohicieronsubiendoporlos oteros donde se hallaban los pintores.Krause sacó el revólver y tiró un par devecesalaire;Rugendasestabatancompenetradoqueselimitóaescribirensuhoja:BANG BANG. Los indios debieron de asustarse de la cabeza envuelta en encajenegro,porqueseescurrieronsinmásporloscostados.Ellosbajaronalarroyoaquese refrescaran los caballos: habían andadomucho y entre una cosa y otra se habíahecho la media mañana. Se pusieron a conversar con los hombres que habíanquedado en el cauce. Eran soldados del fuerte: habían venido desde el Tambopersiguiendoaesosindios,yahoravolvíanaél.Loharíanjuntos.

AKrauseleresultabacuriosoqueniestoshombres,nilosquehabíanvistoantes,

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hubieranmostrado ninguna extrañeza por lamáscara que cubría la cara del pintor.Peroerabastante lógicoque lo tomaranconnaturalidad,porque lonormalenestosapuros era la adaptación de elementos cualesquiera a cualquier fin. También encircunstancias normales hay una explicación para todo; en las anormales, laexplicaciónmismatieneexplicación.

AlparecerenelTambohabíaunabatallaenregla;lossoldadosestabanapuradosporpartir.Krausepropusoqueellosdosse tomaranunahoritadedescansoenesasorillas frescas; lo alarmaba el estado de sobreexcitación de su amigo, y lasconsecuencias que pudiera tener para su sistema. Pero Rugendas no quería sabernada;decíaquetodavíanohabíaempezado.¡Habíatantoquehacer,enelpresente!Desdeesepuntodevistaeracierto:nohabíaempezado,ynoempezaríanunca.

Allá fueron, entonces, con los soldaditos, que chanceaban y se jactaban dehazañascómicas.Todoparecíabastanteinofensivo.¿Yestoeraunmalón?¿Unhechopictórico? Estaba la posibilidad de que diera un giro y mostrara su famosa carasanguinaria.Perosinolohacía,lomismodaba.

NollegaronalTambo.AmediocaminoRugendastuvounacrisis,ydelasfuertes.Lossoldadossealarmarondesusgritosyculebreossobre lamontura.Krause tuvoquedecirlesquesiguieranadelante,queélsehacíacargo.Habíaunmontecitocerca,yhaciaélfueronlosdos,elenfermoarrancándoseelsombreroyechándoloavolar,ydándosepuñetazosenlassienes.Loquemáshabíaturbadoalossoldadoseraoírlosgritosdedolorsaliendodeadentrodelamantillanegra.Nopodíanrelacionarlosconunaexpresiónsubjetiva.Curiosamente,aKrauseleestabapasandolomismo.Hacíahorasquecabalgabaydibujabaconsuamigosinverlelacara,ylosgritoslehacíancomprenderqueyanopodíareconstruirla.

Seapearona lasombra.Rugendas tomósusremediosentreconvulsiones, todosjuntos, sin medir, y se quedó dormido. Se despertó a la media hora, sin doloresagudos pero en un torpor alucinado. El único hilo que lo unía a la realidad era laurgencia por seguir de cerca los acontecimientos.Claro que a esta altura elmalónparecíaundesvaríomás.Nosehabíasacadolamantilla,queahoradebíadenecesitarmásquenunca,yKrauseno se atrevió apedirleque se laquitaraun instanteparaverlo.Empezabaahacerseideasrarassobreloquehabríaalotroladodelencaje.Pormás que hizo, no pudo detenerlo. Lo tuvo que ayudar a montar, y al tocarlo leproducíaimpresiónloheladoqueestaba.

El Tambo fue lo mejor del día, en términos de fisionomía de combate. Lotomarondesdevariospuntosdevista,ydurantehoras,hastapasadoelmediodía.Fueunaconstanteparadade indios,quecompensaba la fugacidadcon la reaparición.ARugendas los dibujos le salían pluralistas. ¿Pero acaso no era siempre así? Hastacuandodibujabaunodelosdiecinuevevegetalesdelprocedimiento,estabacontandoconlareproducciónquelodevolveríaasunúmero,paraseguirhaciendonaturaleza.Losindios,ensusrepasadasdebiombo,estabanhaciendohistoria,asumodo.

Las posturas que adoptaban los indios sobre sus caballos no se podían creer.

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Formaban parte de un sistema de amedrentamiento y exhibición a distancia. Teníaalgo de circo, con tiros en lugar de aplausos. No les importaban las leyes de lagravedad,ynisiquieraserapreciadosentodosuvalor;esciertoquelasposturasnoteníanningúnvalor en sí.Rugendas debía rectificarlas en el papel, donde regía unverosímildecomposiciónestática.Enlosesbozosnolarectificabadeltodo,demodoquequedabanrestosdesuextrañezareal,restosenciertomodoarqueológicosporquehabíaquecavarenlavelocidadparavislumbrarlos.

DelTambo,queerauncomplejodeedificiosbajosconlargosanexosdecorrales,salíanpartidasvolantesdesoldadoshaciendosonartodasumosquetería;loscírculossalvajesserompíanmomentáneamente,yvolvíanaemprendersesegundosdespués.Lasvacaslecherassehabíanechado,yselasveíacomobultososcuros.Lasdanzasdelosjinetessalvajesllegaronaunextremodefantasíacuandoempezaronaexhibircautivas. Este rasgo era uno de los más característicos, casi definitorio, de losmalones. Junto con el robo de ganado, el demujeres era elmotivo de tomarse lamolestia. En la realidad, era un hecho infrecuentísimo; funcionabamás bien comoexcusa y mito propiciatorio. Las cautivas que estos indios del Tambo no habíanlogradoatrapar lasmostrabandetodosmodos,enungestodesafiante,y tambiénélmuyplástico.

Allí venía, dando la vuelta a la colina del torrente, un grupito de salvajesvociferantes,laschuzasenalto:¡Huinca!,¡mata!,¡aaah!,¡iiih!Yenmediodeellos,triunfante, un indio que era el quemás gritaba, y traía abrazada, cruzada sobre elcuello del animal, una «cautiva». Que no era tal, por supuesto, sino otro indio,disfrazadodemujer,yhaciendogestosafeminados;peroeratanburdoelengañoquenohabríaengañadoanadie,nisiquieraaellosmismos,queparecíantomárseloalachacota.

Yyafueraporelchiste,yaporelvalorsimbólicodelgesto,lollevaronmáslejos.Uno pasó abrazando una «cautiva» que era una ternera blanca, a la que le hacíaarrumacos jocosos.Los tiros de los soldados semultiplicaban, como si los pusierafuriosos la burla, pero quizás no era así. Y en otra pasada, ya en el colmo de laextravagancia,la«cautiva»eraundescomunalsalmón,rosadoytodavíahúmedodelrío, cruzado sobre el pescuezo del caballo, abrazado por la fuertemusculatura delindio,queconsusgritosycarcajadasparecíadecir:«Melollevoparareproducción».

Todas estas escenas eran mucho más de cuadros que de la realidad. En loscuadrosselaspuedepensar,selaspuedeinventar;conlocualpuedensobrepasarseen extrañeza, en incoherencia, en locura. En la realidad, en cambio, suceden, sininvención previa. Frente al Tambo estaban sucediendo, y a la vez era como si seestuvieraninventandoasímismas,comosimanarandelasubresdelasvacasnegras.

Habría sido imposible trasladarlo al papel, ni siquiera en alguna especie detaquigrafía, de haber estado cerca. Pero la distancia lo volvía otra vez cuadro, alincluirlotodo:indios,ronda,Tambo,soldados,pista,tiros,gritos,ylavisióngeneraldel valle, lasmontañas, el cielo. Había que hacerlo todo pequeño como puntos, y

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prepararseparareducirlomástodavía.Seproducíaunacascadatransitivaytransparenteencadacírculo,ydesdeellase

recomponíaelcuadro,comoarte.Figuraspequeñitascorreteandoenelpaisaje,bajoel sol. Claro que en el cuadro se las podía ver de muy cerca, aunque fueranminúsculas como granos de arena; el espectador podría acercarse cuanto quisiera,aplicar la visión microscópica, y ver los detalles. En los detalles, a su vez, serecuperabaloextraño,loquecienañosdespuéssellamaría«surrealista»,yenaquelentonceserala«fisionómicadelanaturaleza»,valedecirelprocedimiento.

El desfile seguía. Las velocidades oscilaban. No parecían cansarse nunca. Deprontohubounasalidadetodoslossoldadosalavez,ylosindiossedisiparonrumboa las montañas. Se estableció una especie de tregua, que nuestros amigosaprovecharonparaentraralTambo,dondeseestaballevandoacabounvelorio.Unodelostamberosordeñadoreshabíasidoasesinadoporlosindiosaprimerahoradelamañana.Lasmujereshabíantenidoquereconstituirelcadáver.Eraunabaja.Losdosalemanespidieronrespetuosamentepermisoparahacerunesbozo.Comentaronquehallar al culpable no sería tarea fácil, si es que se emprendía alguna vez.Despuéshicieronuna recorridapor las laberínticas instalaciones,y aceptaron la invitaciónaalmorzarque se leshizo.Huboasado,ynadamásque asado (ni siquierapanparaacompañar). «Asado de indio», decía el soldado asador, con risotadas. Pero era deternera,muytiernayapunto.Bebieronagua,porquealatardetendríanmuchoquehacer.Comotodosseretiraronahacerlasiesta,KrausetuvounbuenargumentoparaqueRugendasserecostaraunrato.Fueronatirarsealaorilladeltorrente.

Krauseestabaintrigado.Nohabríacreídoquesuamigoaguantaraelritmo,peroloveíadispuestoaseguirhaciéndolo,ysinmostrarlacara.Habíacomido(muypoco)alzando apenas los faldoncillos de mentón de su mantilla máscara, y a la tímidapreguntadesuamigodesinoeramolestocomerasíhabíarespondidoquelaluzdelmediodíapodríaherirle losojos comounanavaja.Krausenunca lohabíavisto tanprecavidoenlasexcursionesrecientes,nisiquieraendíasdemuchoresplandorodegran ingestade analgésicos.Por ciertoque ésta eraunaocasiónespecial.De todosmodos,erararoenalguientanatildadocomoRugendasquesiguieraconlamantillatodapegoteadadegrasa.

Volvió a tomar leche enpolvode amapola, pero esta vezno se durmió.Siguiódespierto detrás del encaje negro impenetrable, y como Krause tampoco dormía,revisaron los dibujos y conversaron. El acopio era generoso, pero la calidad, y lareconstrucciónconsiguiente,eraotrocantar.Lastomassueltasquehabíahechocadaunodeellosnoteníanotroobjetoqueeldeformarhistorias,escenasdehistorias.Lasenglobaba lahistoriageneraldelmalón,peroésteeraapenasunepisodiodel largocombateentre lascivilizaciones.Desdeunnivelde la fragmentaciónse reconstruíaotro nivel. Para entender la reconstrucción, hay una sola equivalencia, y bastanteimperfecta, aunquepuededar una idea.Supóngaseunpolicíagenial haciéndoleunresumendesusinvestigacionesalmaridodelamuerta,alviudo.Consusdeducciones

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sutileshapodido«reconstruir»,precisamente,cómose llevóacaboelasesinato; loúnicoquelefaltaeslaidentidaddelasesino,peroporlodemáshadadoenelclavo,casimágicamente,entodoloquepasó,comosilohubieravisto.Ysuinterlocutor,elviudo,queenrealidadeselasesino,tienequereconocerqueesepolicíaesungenio,ylotienequereconocerporquerealmentepasóasícomoselodice;peroalmismotiempo,élquesíviocómopasaba,porserelúnicotestigopresencialvivo,ademásdeserelprincipalactor,nopuedeidentificarloquepasóconloqueleestácontandoestepolicía, y no porque haya errores, grandes o chicos, o detalles equivocados, sinoporquenotienenadaquever,hayunabismotalentreunahistoriayotra,oentreunahistoria y la falta de historia, entre lo vivido y lo reconstruido (aun cuando lareconstrucciónestéhechaalaperfección)quedirectamentenolesverelaciónalguna;conloqueseconvenceasímismodequeesinocente,dequeélnolamató.

Tambiénhabríaquepensar,yasíselodecíanlosdosamigos,queelindioseguíasiendoindioaunfragmentadoasumínimaexpresión,porejemploundedodelpie,apartirdelcualsepodíareconstruiralindioentero;elejemploenelqueellospensabaneraotro: no el dedodel pie, ni la célula, sino el trazodel lápiz sobre el papel queesbozabaelcontornodeldedoolacélula.

AKrause todoesto lo llevabaaunaconclusióncasi tanasombrosacomoladelasesino inocente: que los indios no eran compensatorios. En realidad, era unaconclusióndeunavieja ideasuya (ydeotros):quecadadefecto físico,aunmenor,aun inevitable,comolaspequeñasdecadencias imperceptiblesqueva infligiendo lavejez,necesitanunacompensación,yéstasedaenlaformadeinteligencia,sabiduría,experiencia,talento,saberactuar,dondegentes,poder,dinero,etcétera.EraporesoqueKrauseeldandy apreciaba tanto su prestancia física, su apostura, su juventud;porqueesololiberabadetenertodolootro.Aunasí,nopodíaevitar,porcivilizado,estarenelsistemadelacompensación.Lapinturacomoarteelectivocumplíaenéllafunción de asegurar el mínimo necesario. El mínimo que hasta hoy había creídoabsoluto,ysinelcualsuponíaquenosepodíaseguirviviendo.Peroheaquíquehoyhabíavistoalosindios,ydebíareconocerqueesemínimonoerarespetado,alrevés,lo burlaban como objetos de la pintura. Los indios no necesitaban compensaciónalguna, y sin necesidad siquiera de ser apuestos y elegantes podían permitirsetambiénserperfectamentebrutosydesagradables.¡Quélecciónparaél!

Peronobienlohubodichorecordóelestadoenqueseencontrabalacaradesupobre amigo (aunque oculta tras la mantilla) y lo que podría interpretar de sudiscurso.

Sus escrúpulos eran innecesarios, porque Rugendas estaba perdido en la másprofundadelasalucinaciones:laaninterpretativa.Enciertomodo,eraélquienhabíallegadoalextremodelanocompensación.Peronolosabía,nileimportaba.

Lapruebadeestelogroeraqueensudiálogosilenciosoconsupropiaalteración(de apariencia y perceptiva) veía las cosas, no importaba cuáles fueran, y lasencontrabadotadasde«ser»,como losborrachosen labarradeun tugurio infecto,

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quefijanlamiradaenunapareddescascarada,enunabotellavacía,enelbordedeunmarco de ventana, y lo ven surgir de la nada en que su serenidad interior los hasumido.¡Quéimportaloquesean!,diceelestetaenelcolmodelaparadoja.Loqueimportaesqueson.

Sediráqueesosmomentosalteradosnorepresentanelverdaderoyo.¿Yconesoqué? ¡Había que aprovecharlos! En ese momento, el pintor era feliz. Cualquierborracho,paraseguirconelsímil,puedeatestiguarlo.Pero,poralgunarazón,parasermás feliz todavía (omenos feliz todavía, que esmás omenos lomismo) hay quehacerlascosasquesólosepuedenhacerenestadonormal.Porejemploganarplata,queeslaactividadquerequieremáslucidez,parapoderseguircosteándoseéxtasis.Eso es contradictorio, paradójico, intrigante, y quizás sea una prueba de que locompensatorionoestanfácildededucir.

La realidadmismapuede llegar a un estadiode«no compensatorio».Aquí hayque recordar que Mendoza no es el trópico, ni siquiera como licencia poética. YHumboldt había puesto a punto el procedimiento en sitios como Maiquetía oMacuto…

En la verdadera tristeza del trópico, que es intransferible. En la noche que cae enmitaddeldía,elmarquevuelveyvuelvesobreMacuto,conesamonotoníainútil,yesos niños zambulléndose siempre desde lamisma roca… ¿Con qué objeto? ¿Conqué objeto vivían? Para crecer y llegar a ser unos ignorantes seres primitivos que(encima) llegarían a su plena expresión cuando fueran unas despreciables ruinashumanas.

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A la tarde todo fue volviéndose más y más insólito. La actividad se habíadesplazado definitivamente del Tambo, por lo que los dos alemanes partieron a labusca demás vistas, guiados por ruidos y rumores. Si el valle sanrafaelino era unpalacio de cristal, y los subvalles del torrente sus alas y patios, los indios estabansaliendodelosarmarios,comosecretosmalguardados.Lasescenassesucedían,peroalimprimirseenelpapelpreparabanotrassucesiones,querevertíansobrelaoriginal.Elpaisaje,porsuparte, seguía inmutable.Lacatástrofese limitabaameterseenélporunextremoysalirporelotro,sinalterarlo.

Los dos alemanes seguían en la suya. Las nuevas impresiones del malónreemplazabanalasviejas.Alolargodelajornadaseprodujounaevolución,quenose completó, haciaun saber nomediado.Hayque tener en cuentaque el puntodepartida era una mediación muy laboriosa. El procedimiento humboldtiano era unsistemademediaciones:larepresentaciónfisionómicaseinterponíaentreelartistayla naturaleza. La percepción directa quedaba descartada por definición. Y sinembargo,era inevitableque lamediacióncayera,no tantoporsueliminacióncomoporunexcesoquelavolvíamundoypermitíaaprehenderalmundomismo,desnudoyprimigenio,ensussignos.Alfindecuentas,esalgoquepasaenlavidadetodoslosdías.Unoseponeacharlarconelprójimo,y tratadesaberquéestápensando.Pareceimposiblellegaraaveriguarlosinoesporunalargaseriedeinferencias.¿Quéhaymásencerradoymediadoquelaactividadpsíquica?Yaunasí,éstaseexpresaenel lenguaje, que está en el aire y sólo pide ser oído. Uno se estrella contra laspalabras,ysinsaberloyahallegadoalotrolado,yestáenelcuerpoacuerpoconelpensamientoajeno.Aunpintor lepasa lomismo,mutatismutandis, con elmundovisible.Lepasabaalpintorviajero.Loquedecíaelmundoeraelmundo.

Yahora, comocomplementoobjetivo, elmundohabíaparido repentinamente alosindios.Losmediadoresnocompensatorios.Larealidadsehacíainmediata,comouna novela. Sólo faltaba la concepción de una conciencia que fuera ya no sóloconcienciade símismasino tambiénde todas lascosasdeluniverso.Yno faltaba,porqueeraelparoxismo.

Latardenofueunarepeticióndelamañana,nisiquierainvertida.Larepeticiónsiempre es sólo la espera de la repetición, no la repeticiónmisma.Pero dentro delparoxismonoseesperabanada.Simplementelascosassucedieron,ylatarderesultódistintadelamañana,consusaventuraspropias,susdescubrimientos,suscreaciones.

Al fin, Rugendas cayó sobre el papel, se derrumbó, presa de una horrendadesintegracióncerebral.Detrásdelglobodeencajenegro,quelarespiracióninflabaydesinflabatrabajosamente,seoíanunosgemidossinfuerza.ResbalóporelpescuezodeRayo, con el carboncito todavía haciendo piruetas en el aire, y se fue al suelo.Krauseseapeóaauxiliarlo.Alláalolejos,enunsoberbiomarcoderosasyverdes,losindiosseperdíanendesbandada,tanminúsculoscomosiestuvieranmontadosenmosquitos.

Krause,comounamadonnadolorosa,sosteníaelcuerpodesvanecidodesuamigo

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y maestro, bajo coronas de follaje multiplicadas al infinito. Los trinos de unaCefalónica celeste rodeabanel silencio.Caía la tarde.Habíavenidocayendodesdehacíaunbuenrato.

Conlasúltimasluces,queseprolongabanmilagrosamente,soldadosyganaderosconfluían en el fuerte a hacer un balance de la jornada. Los caballos estabanexhaustos, los jinetes iban cabizbajos y hablaban con ronquidos fúnebres; todosestabantiznadosdepólvora,empolvados,algunossedormíanenelcamino.AunadelaspartidasseunióKrause,quehabíaechadoaRugendassobreellomodelcaballo,dormidoafuerzadelecheenpolvodeamapola,conlacabezacolgandoaunlado,alaalturadelestribo,quecomounbadajo ledabaun«toc»acadapaso.Aclaremosquelacabezaseguíaenvueltaenlamantilla.Llegaronalfuerteyadenochecerrada,ymáslesvalíallegarporqueeraunanochecompletamentenegra.

AlasdoshorasRugendassedespertó,enunestadodeplorable.Lasalternanciasdesaludyenfermedadquehabíasobrellevadoalolargodeesajornadaincreíblelohabíandejadoenlamiseria.Loquehizofueponerseinmediatamenteatrabajar.Peroaquí le pasó algo bastante curioso y fue que no se sacó la mantilla, simplementeporquesehabíaolvidadoquelateníapuesta.Enlasaladesituacióndelfuerte,dondesehallaban,habíaencendidoapenasunpardevelas,yenelenormerecintoreinabauna penumbra tenebrosa.Con el velo, el pobre pintor no veía nada, y no lo sabía.Tantasalteracioneshabíatenidosuvisiónduranteeldíaqueporelmomentoledabalomismo no ver. En la ceguera, susmovimientos tuvieron giros fantasiosos, y sumanipulacióndelospapelesllamólaatención.Porqueselehabíaocurridohacerunaclasificacióndeescenas;ycomonolasveía,se lemezclaban tantoquereproducía,con todo su cuerpo y con las imaginables restricciones impuestas por sus nerviosrotos,lasposturasdelosindios.Krausenopudosoportarlavergüenzaajenaysaliódiscretamente, como si fuera a realizar alguna función fisiológica. Un poco másbrutales, soldados y ganaderos admiraban absortos al monigote con la cabeza deenvoltorio. A ninguna de las dos partes se le ocurría la solución natural, que eraarrancarseesetrapo:aRugendasporquehabíallegadoahacérselenatural,demasiadonatural;alosotros,porloopuesto;elúnicoqueporhallarseenelpuntomediopodíahabertenidolasensataidea,noestabapresente.

EnesemomentoKrauseestabaviviendosupropiarevelación.Alsalir,deprimidoypreocupadoportodo,sehabíaenfrentadoconlamásnegradelasnoches.Porpuroremanentevisualsentía losbosquesymontañas,comomasasnegrasfundidasenelnegrogeneral.Ensusmelancólicospensamientosdejópasarunlapsodetiempo,nomuy bien definido, y de pronto notó que lo estaba viendo todo: lasmontañas, losárboles,loscaminos,lospanoramasenperspectivasunpocooníricas…¿Loveía,olosabía?Pensóenelprodigioultrafisionómicodelamirada,ladilatacióndelapupila,yla gran lectura del cerebro. No había nada de eso. Solo había salido la luna. Sinembargo,habíaacertadodetodosmodos.

Adentro tambiénhabíanestadoesperandoquesaliera la lunaparaemprenderel

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regreso cada uno a su casa. Se pusieron los sombreros, y ya salían. Fue entoncescuandoRugendas,quehabíaestadooyendosusconversacionesconalgúnmargendeatención, hizo una asociación de ideas y viendo al dueño de la casa en la que sehabíanalojadolanocheanterior,queloinvitabaareunírseles,seacordódelaesposadeéste,ydelamantilla,yentoncessí,sellevólasmanosalacabeza,palpóelencaje,sediocuentadeque lo teníapuesto,yse loarrancósinmolestarseendeshacer losnudos. Sin tomar en cuenta que estaba hecha un trapo inmundo, maloliente eimpregnadodegrasa,sudorypolvo,selatendíaalganaderotratandodepronunciar,conlalenguatiesa,unagradecimientoparasuesposa…Todaslasmiradassehabíanfijadoenél,conasombroigualalespanto.Cuandosuinterlocutorpudohablaralfin,balbuceóunanegativa,todavíasinsacarlelavistadeencima:lequeríadecirqueselapodría devolver y agradecer él mismo a la señora, ya que suponía que loacompañaríanderegresoalafinca,parapernoctar.Perocomoelmonstruoinsistíalatomó,interrumpiólaconversación,quenodabaparamás,ysequedómirándolofijo.¡Qué feo! Si no había aceptado de entrada esa verónica inmunda era porqueinconscientementequeríadecir:Déjeselapuesta.

Salierontodosjuntos,yKrausealverlosfueabuscarsusdoscaballos;éltambiéndabapor supuesto quevolvían a la finca de dondehabíanpartido a lamañana.Alvenirconlosdosbrutosdelabrida,tardóuninstanteendarsecuentadequesuamigosehabíasacadolamáscara.Aéltambién,aunqueporelotrolado,selehabíahechonatural.La luzde la lunadabade llenoen lacara,queahoraparecíamásgrandeymás terrible. Quedó suspendido un instante. Los hombres empezaron a montar ymarcharse.Krause había pensado que tendría que cargarlo, pero a Rugendas se loveíaenpie,y,salvolacara,bastantesólido.Lacaraocupabaloscompartimentosdelanoche.¿Eralalunalaqueiluminabalacara,olacaralaqueiluminabalaluna?

Seacomofuera,Rugendasteníaotrosplanes.ParalainmensasorpresadeKrause,teníaplanesparalanoche.Parecíaincreíble,peroqueríaseguirlasactividades.¿Quéimportaba la enfermedad, si justamente los remedios que había tomado paracombatirlalehacíanrecomenzartodoconperfectaenergía?Yrecomenzareralatareamásrepetidadelmundo.Dehecho,sóloahísedabalaRepetición:enelcomienzo.EraKrause,noél,quienporefectodelasaludestabaenunalíneaúnica,uncontinuo,sincomienzonifin.

Loqueledijonoloentendió.Lacarasehabíaimpuestoatodolodemás,aunalapalabra.Además, nohabía tiempoparahablar porqueya estaban cabalgando, ellosdossolos,ynorumboalafincasinobosqueadentro,porlastubas,porlosgolletes,loscaballoszapateandocomopulposdebronce,haciael sur,hacia lodesconocido,navegandolabrújulafacial.Siluetasaltasydelgadas,comosicabalgaranenjirafas,todoennegroysinembargovisible, seprecipitabansuccionadoscadavezporunaplacadeespaciodiferenteymásalejada,sefiltrabanenlosgrisesdelnegro.Losecosdelgalopeselesadelantabanyrebotabanadvirtiéndolesdelosobstáculos.Enesoseparecíana losmurciélagos.Peroademásdeparecerse, rozabanmurciélagos,de los

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queesasladerasestabanrepletos,yaesahorasalíandesuscuevas.Esrarísimosentirel roce de unmurciélago, porque esos animalitos están dotados de unmecanismoantichoqueinfalible.Peroelrocenoesunchoque,yenocasioneslavelocidadmismalo permite. Fue lo que le pasó en esta ocasión a Rugendas. Un murciélago endirección contraria a la suya le acarició la frente. Fue apenas un centésimo desegundo;podríahaberseconfundidoconelpasajedeunabrisa,olaexcitacióncasualde una célula. Pero la delicadeza siempre tiene una explicación en elmundode lanaturaleza.Yestadelicadezaerasuprema,nopodíahabernadaigual,nosóloporlamecánicaconqueserealizabasinosobretodoporlamateriasobrelaqueteníalugar:una frente en laque todos losnervios sehabíandesenganchado. ¿Cómopedirmássuavidad,mássutileza?

Estaparte finaldel episodio fuemás inexplicable todavíaque el resto.Peronopodemosdudardesurealidadporquequedódocumentadaenelepistolarioposteriordelartista.Enélsedisculpaconfamiliaresyamigos,consuhermanasobretodo,porloquellamasu«osadía»,yquemásbienfuetemeridad:iraveralosindiosdecercapara tomar los primeros planos y completar los esbozos del día. Claro que en suspalabrashabríaqueleerunaciertaironía.Alfindecuentas,¿quépodíapasarle?Quelomataran, nadamás.Y eso era un detalle sin importancia.Dehecho, cuando suscorresponsalesvieranloscuadrosresultantes,esdecir,cuandosuproducciónllegaraalasgaleríasomuseoseuropeos,contodaseguridadélyahabríamuerto.Elartista,entantoartista,siemprepodíaestarmuerto.Eraunpocoabsurdoquererpreservarlo.Cualquier pequeño o gran accidente podía matar a un hombre, o a mil, o a milmillonesalavez.Silanochematara,moriríamostodospocodespuésdelapuestadesol.Rugendaspodíadecir como todos,y especialmentedespuésde loque lehabíapasado:«Yavivíbastante».Comoelarteeseterno,nosepierdenada.

Élabríalamarcha.Lehabíaoídodeciralossoldadosenelfuertequelosindiossolíanhacerunvivacnomuylejoscuandoterminabanlasbatallas.Cansadosdelasdistanciasquedabanformaalmalón,eranloprimeroquedejabancaer,ysequedabanadospasos.

Yafueraporeso,yaporlavelocidaddelacarrera,llegaroncasideinmediato.Ellugareraunacascada,juntoalacualseextendíaunagranmesadeesquistorosado,ysobreéstalosindiosestabancenando.Habíanhechohoguerasysehabíansentadoencírculosalrededor.Noeranmil.Esohabíasidounaexageración.Erancien.Lasvacasrobadas estaban en la praderita adyacente, rodeadas por los caballos, que lesimpedíandispersarse.Habíancarneadounaveintena,paraasarcostillaresylomitos,yya habían empezado a comer. Decir que quedaron atónitos al ver irrumpir en elcírculodeluzalpintormonstruo,seríapoco.Nodabancréditoasusojos.Nopodían.Eranunafraternidaddehombres:nohabíamujeresniniñosentreellos.Sihubieranquerido,dijeran loquedijeran,habríanpodidovolverconelbotína sus tiendasenunaspocashorasdemarcha.Perosetomabanlanochelibre:conlaexcusadelmalón,dejaban a sus esposas esperando, preocupadas ymuertas de hambre. Y no es que

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necesitaranocultarsedeellasparaemborracharseyhacerbarbaridades;lohacíandepuro incorregibles nada más, como un suplemento maldito a sus correrías.Justamente, habían empezado bebiendo, a puro copetín andino, del pico de lasbotellasquehabíanalcanzadoarobar.Laborracherayelsentimientodeculpaselesjuntaronenunespantoúnicoalvereserostroiluminadoporlaluna,esehombrequesehabíavueltotodocara.Nisiquieravieronloquehacía:loveíanaél.Jamáspodríanhaberadivinadodedóndesalía.¿Cómoibanasaberqueexistíaunprocedimientoderepresentaciónfisionómicadelanaturaleza,unmercadoávidodegrabadosexóticos,etcétera? Si ni siquiera sabían que existía el arte de la pintura; y no porque no lotuvieran,sinoporque lo teníanen la formadeunequivalente,cualquieraque fuese(nosabíancuálera).

DemodoqueRugendasnotuvoelmenorinconvenienteensumarsealarondadelfuego, abrir su bloc de buen papel Canson y poner en acción la carbonilla y lasanguina.Ahorasílosteníacerca,contodoslosdetalles:lasbocazasdelabioscomosalchichonesaplastados,losojosdechino,lanarizcomounocho,lascrenchasdurasde grasa, los cuellos de toro. Los dibujaba en un abrir y cerrar de ojos. Estabaaceleradísimo(entérminosdeprocedimiento)porelefectoderebotedelamorfina.Pasabadeunacaraaotra,deunahojaalasiguiente,comoelrayoquecaesobrelapradera. Y la actividad psíquica a que esto lo inducía…Aquí hay que hacer unaespeciedeparéntesis.Laactividadpsíquicasetraduceengestosdelacara.EnelcasodeRugendas,conlosnerviosdelacaratodoscortados,la«ordenderepresentación»queprocedíadelcerebronollegabaadestino,omejordichollegaba,esoeralopeor,perodeformadapordecenasdemalentendidossinápticos.Sucaradecíacosasqueenrealidadélnoqueríadecir,peronadie lo sabía,ni él,porqueélno seveía; todo locontrario, lo único que veía eran las caras de los indios, horrendas también, a sumanera,perotodasiguales.Ladeélnoseparecíaanada.Habíaquedadocomoesascosasquenosevennunca,comolosórganosdelareproducciónvistosdesdedentro.Pero no exactamente como son, porque en ese caso serían reconocibles, sino maldibujados.

Las lenguas del fuego se alzaban de las hogueras y lanzaban reflejos doradossobre los indios, encendiendo un detalle aquí y otro allá, o apagándolos en unfulminantebarridodesombra,dándolemovimientoalgestoabsorto,yactividaddecontinuoalaestupefacciónidiota.Sehabíanpuestoacomer,porqueeramásfuertequeellos,perocualquiercosaquehicieranlosdevolvíaalcentrodelafábula,dondela borrachera seguía multiplicándose. En la noche de una jornada de correría sepresentaba un pintor a revelarles la verdad alucinada de lo que había pasado.Empezaronagemirlaslechuzasenlosbosquesprofundos,ylosindiosaterrorizadosquedaban fijadosen remolinosdesangreyóptica.A la luzbailarinadel fuego, susrasgos dejaban de pertenecerles. Y aunque poco a poco recuperaron ciertanaturalidad,ysepusieronahacerbromasruidosas,lasmiradasvolvíanimantadasaRugendas,alcorazón,alacara.Éleraelejedeloqueparecíaunapesadilladespierta,

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larealizacióndeloquemáshabíatemidoelmalónensusmuchasmanifestacionesenel curso del tiempo: el cuerpo a cuerpo. Rugendas, por su parte, estaba tanconcentradoenlosdibujosquenosedabacuentadenada.Drogadoporeldibujoyelopio,enlamedianochesalvaje,efectuabalacontigüidadcomounautomatismomás.El procedimiento seguía actuando por él. De pie a sus espaldas, oculto en lassombras,vigilabaelfielKrause.

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César Aira nació en Coronel Pringles, Argentina, en 1949. Desde 1967 vive enBuenosAires, dedicado a la escritura de novelas, ensayos—ymuchos textos queoscilanentreambosgéneros—,yalatraducción.Airaesunodelosnarradoresmásradicalmente originales, imaginativos, inteligentes y delirantes. Su obra ha sidopublicada profusamente enArgentina, Chile,México y España, y sus novelas hansidotraducidasamásdeveinteidiomas.

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