josep fontana- la historia despues del fin de la historia
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CRÍTICA
[osep Fontana
LA HISTORIADESPUÉS DEL FINDE LA HISTORIA
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JOSEP FONTANA
LA HISTORIA DESPUÉS DELFIN DE LA HISTORIA
Hetlexiones acerca de la situación actualde la ciencia histórica
CRíTICA
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t.I p....m. 00.. na U<lo .~¡"~a ""'~¡u". a)1lJa de la Di,ecc.oo Grnorol "'1~Lb", Y ~jb¡; "'o<u del Mjni"."" ~. Cu:'"ro.
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C_ Eono Sano<e \991: J_ -..... U<uo._
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¿El fin ele la historia? ¿O tal vez el de la ciencia históri
ca? En el primer sentido. esta expresión se ha pu~tO demoda como ccnsecuencia de W1 articu lo de Francis Fu kuyama publicado en 1989. cuya fama se debe ame todo ala orquestaeión que para su o:1itusión organizó la Jc bu :\1.Olio Foundation. una insutuci óu nonearcerícana que in viene an ualmente millones de dotares para favorecer unviraje a la derecha en la enseñanza de las ciencias sectales.' Reconven ido posteriormeme en un libro. su amplifi·cación ha servido para poner rruU en evidencia su vacíedad: se trata nmptemenre de una reetaeorací ón mas de latesis de HeSel que ccmem plaba ..el mundo gennáuioo ylas instituciones que comprende el estado europeo moderono como el fin de la historia ..;' viejas ideas reciclac1a.s re-
1 E1ott><l1loonJlaal -'OO ..... -*"'>de 1'mI .. 1M..._ ' . ...>f:n: 1.1~...... lO " 'h· · m 0..-. 1 ,.... de 19\1:11. PI'- !~_j16
Sobtt I0Il ooí Yla .fIe· """'O. r1< _ l. """*<. .DoIIan lo.-_ ..-n TIlo.'01_, 1de de 19901. pp. 12-10. IL>. h,'"'_• Q... _ mIcto. 1.1 """ flDAD<i.l o Fno;oi> fo:<t. d<t 1' "0- "" 1.1 ~_f_.__" ,,)O "" ....... !ll_ ole __)Comoen LX tsp<ror. ..... 1.1 JI'''''i<M'<I = bo<Io. d libro de h h _ loo lIdo> "oida._ _ 01-"'>1~ PI-.. 19'Jl}.
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La_ _ .. _. do Ro.- ........Hqft. ....~ ~ Chlo<d. 1lIo<. -~ eU. l....ll2. pp. 13l·2..Ia.
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petidamente desde que Kojé'.'e las volvió a poner en circulad ón en los años trein ta, mezcladas ah ora con gotas de:-.IiCI 1.Sche pa ra componer lo que se ha calificado de «librode rezos hegeliano» pa ra el conservadurismo noneameri·cano, mientras un critico se pregunta: .. ~Por qué un a obrade tan evidente mediocridad ha obtenido tanta atenciónpública? ... ¿Por qué un editor ha podido emplear tantaenergía y capital para lanzar un libro tan pueril ~ de tanescaso imerés?>•.'
En el segundo semído c-o, cuando menos. en unafor.ma ami:rigua que Ull"pliea el-primero y, sobre todo. elsegundo-oenccmramos.Ia espresí ón como titulo de unasecuencia de aniculos pub iicados en la mista br:iIanic.aHil".tory Today, que se inició con uno de Christopher HiIl titulado ,, ¡,Funerales prematuros?», donde. refiriéndose 11. tópicoscomo «la muerte del marxismo» o «el fin dela historia»,a finnaba que .. tal vez los habiwnes del T= Mundo noestén tan seguros de que la historia se ha}'ll acabado...•
Las refieltiones que expongn en este pequeño vorumenno tienen la pretensión de resolver el problema -o, roe·joníos pro blemas-e, sino que aspira n. simplemente, a eyudar a q uienes se interesan por el estudio de la historia. ymuy en especial a quienes se ded ican a su ense ñanza, a
9EL ns DE LA HISTORIA
orie ntarse en el Iabe rtntc de corrientes que ha venido areemplazar aquel mapa tan claro de nuestro terri to rio quehace pocos años solla dividirse en dos o tres cont inentes:1a hísrorta te marnsla .., la académica co nservadora y alguna supuesta «tercera via» , como la escud a <;le Ias.~ "na/es.
El punto de pa rtida de esta reflexi ón debe ser el tracaso de las expectativas que se habian de positado en formaselementales y catequisticas del marxismo como alte rnativa a la enseñanza y la investigación tradicionales. A quie nes piensan que este es. simpiemente, una consecuencia delhundimiemo politi<:o y económico de los paises del Esteeuropeo y de la Unión Sovi éuca -cestc es. a quienes con funden el cuno de la histOriacon el de la ciencia lti5uirica-,les conviene recordar que ya hace mucho que quienes no sdedicamos a enseñar habíamos descubierto, por nu estracuenta, que reemplazar la vieja histo ria de rece s y batallaspor la no-tan-nueva de los modos de producció n no noshabia permiudc mejorar y hacer más vivo nuestro t rabajo. aproxi mándolo a 10$ prob lemas reales de los alumnosy de su medio, ~. que nos estábamos planteando eStOS problemas mucho a ntes de que se produjera la reciente oleada «revisionista».
No entraré ah ora en el análisis d e las razo nes que ex.plican el triunfo, primero. y el previsible hundimleuw. ¿es·pués, del «marxismo catequístico», porque lo Que me propongo es, precísameore. examinar Qué ha pasado despuésdel jif4' por lo cual comenzaré a partir del mismo fraca -
l. 00Ul0 .- pO< <laa.ili<iodo Ialuc:ba ...__ ~"" w.-.-_od 1 _<lr t,l _h _""'L ...,..,....,""IOQo__ 1 _ro _ don'-' <CoDo .. 11.- """.rolz>lDI>_.
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LA HlSTOlUA DESPUEs DEL nx DE LA WSTOlUA8
IIEL FIN DE LA HISTORIA
cua l viene a ser exacta mente lo co ntrario de lo que hadanlos cultivadores de nuestro «marxismo ortodoxo», que hubieran denunciado al Marx de lSi 9 como un vulgar positivista .
ESle pseudomarxísmo - para entendem os emplearé enlo sucesivo «marxismo .. y «marxista» pa ra referirme a estas formas escolásticas, y «marxlano» y «marxismo critico» para el pensamiento personal de Marx y para aquellastendencias Que lo reflejan mis fielmente-, que ha sido denunciado por su reducción al «cienu ñsmo»," implicabauna utilización petrificada. tosíjízadora, de los conceptosmarxianos (COn trecuenc ía de la simple !erminologia, y nosiempre bien entendida)que se ha calificado corno una forma de Ietietusmo, reclamando la vu elta a uoa consideración «hinónca» de los conceptos, q ue es la propia deMarx.' cuya capacidad para repensar y conegir los esquemas. incluso algunos que seconsideran erroneameme comointe¡rantes de una. parte fija)" esencial de su «sistema..,resulta evidente del CSludio de sus reñecc nes sobre ..e1 casoruso.... Que nos permite advertir que posiblemente hab iasuperado la visión unilineal de la historia que el «marxismo .. posterior codificó en la sucesión única de le» modosde producción.
7, v..... pX.~ Fnocio;o~a-.COIO,n_ .lO <nt>-al thI ...~~. _l'I&lI+io i EdioonI de la t:ai><ni·l&t el< au-.. 1"".
l . ~ ........ fllot._ o/""nod""" llw ."" i~fot,tOtl>llO"-f '"A,,__" "'. o..Io<d. Bto<h.dl, 1m. PI'- ¡u.-¡ ' 9.
9 v..... ,.,.". el apláldioIo b\ln>01< __ Sbani!I, «l.• L"" .",~X
_I~/1_ "'1lrX _ 1M 'P""'~" "".'" c.opudI...... U>ooi=, _.IoN..ud~ PI,,~ 1'144 lb..- ttad. I;S$I..; El '\/.vx 1<Ndl'> T '" ...., ""'" .\-l • •4rid. _. ¡_ l.
\0 , ya que ha sido el descrédito de unos esquemas elementales Que prc pcrcicnaban a muchos historiadores un marco de referencia para situar su trabajo lo Que ha cond ucido al estado de desorient ación presetne.
No se había llegado entre nosotros a extremos de suspensión del senti do común co mo el de Abimacl Guzmán ,el llam ado «presidente GOluaJO» de Sendero Luminoso.Quien, según me contaban Quiene. hab ían sido sus díscípuros en la Universidad de Hu amanga. en Ayacucho, lesenseftaba Que no habían de preocuparse por resolver intelectualmente ningun problema Que se les pla.nteaSe,.incluso en su vida cotidiana, puesto Que leyendo atentamentelas ob ras de ....tarx. Engels, Lenin, Stalin y Mao k -lUngencontrarían en algún lugar la respuesta que necesitaban .
Pero si esto resulta grotesco. Y puede tranquilizarnosno haber llegado a tanto. co nviene 00 echar en oívídc.queprácticas Que se consideraban no rmales y admitidas entrenosotros, como las discusiones escolistica.s acercade la revorcccn burguesa - un concepto, por cíerto, Que no se hallará como tal en las obras de ....Iarx , y Que procede de loselementos con que la historicgraña burguesa del siglo XIX
qu iso componer una legitimación de la socicdad que estaba cons truyendo-e. nacen de la misma raíz y son igual mente ajenas a la forma de co ncebir la historia qu e teníael hombre que en 1879 afirmaba Que no podía. acabar deescribir el volumen segundo de El capual hasta Que conc1u)'C$C la crisis econcmíca que estaba atravesando GranBretaila, porque necesitaba reajustar el análisis teórico ecoservando el curso actua l de los acon tecimientos»." Lo
10 LA IIIH ORlA DfSP[ffiS DEL FtN DE LA !lISTORIA
Il. ~H.~ LM_<WrfH'II'túI"" u.~,.¿... . UI>t<>r,.pq¡,I,"_. \lO<tnd. ........... 19U (lo _ on".... .. de 191n.
Pero de lo que qu iero hablar. como he dicho al principio, no es del método de Marx (este es. del método «marxíano»¡ JI' de lo que q ueda de útil en él después de los feroces inten tos de desguace a que hemos asistido. sino de lasituación de desconcierto que ha producido este hundimie n10 de una vieja fe, q ue ha dado lugar a so rprendentes co nversiones JI' que ha dejado desamparados a muc hos de losque se sestenian arrimados a las andaderas del marxismocarequisrico, a quienes vemos vagando como almas en pena .buscando un nuevo arrimo. sin encontrar otro catecismoequ ivalente qu e les devud'<1 la .ieja co nfianza y la perdída alegria. dedicados a probar con cada una de las nuevasmodas que aparecen en el mercado .
Hay que eomenzar aclarando qu e la pnmera reacciónque suele suscitar la crisis de una fe es generalmente el escep ticismo. Lo cual slgl1lfica, en este caso, la desconfían za an te cualquier plan teamie nto teórico. que puede muybien trad ucir$een fonnas de positivism o enrna.scarad:1.s deposmodemidad, en un eclecticismo superficial o en unasensación de que lo que necesitamos es cambiar con frecuencia el bagaje metodológico, renovándolo de aCtlerdocea las modas de cada temporada.
Eso no ha sucedido ahora por primera vez, Algo semejanre les ocu rrió. por ejemplo, a quienes habían comopanido la visión de la sociedad Ydel hombre del nazis mo.Quienes se enfrentan hoy a un producto imclectual en a pariencia tan abstracto como Losdos ClJ-er¡J(Md~"" de Kantorowtcz.'! diffcilmente adhinarán que ene tratado de
uEL Fl:-1 DE LA HISTO RIALA IllSTO KlA DESP UÉS DEL FIN DE LA HJSTOI\lA
Frente a est a reivindicación posible 'f lógica del pensamiento marxiano - entendido como un método 'f no comoun sistema de inre rpeeraclón completo 'f cerrado- encontramos en un pasado inmediato intentos de recuperar elmarxismo ortod oxo sobre nuevas bases. como el deCohen" -e-ccr ura el que se dirige esencialmente la cr iticade Derek Sayer citada ameriormente-. o el más recientede Wri¡ ht , Levine y Scber.u que tratan de o poner algunaforma de razo namiento a la grosera irracionalidad del infinito numero de ITiticos que se limitan a repetir que el fracasode los regimenes del Este europeo «demuesua» la caducidad del pensamiento marxiano - lo cual es tanconereme co mo sostener que la cris is de las cajas de ahorro norteamericanas ...de muestra» la caducidad del deAdam Smith- o contra los casos. toda,ía más pimores·ces, qu e se o frecen alegremente a " superar» lo que ni siqu era comprenden, integnindo lo dentrO de nuevos sísrema; generales de pensamiento (o de algo que tiene tales
pretensiones1."
lO. G. A.C-. b rl .II.... ''''''''' Q{ ~............~. Oúor<l. o.f<x<IU........,PY<a.lr-I
11 . En. QIin VIi...... "'_r-, EIIia<t s.--. R.......""""'J .11. ,·...... EIu.. ""~__ , ,~ Q{ ~..-:>".~ _ 1992,.-.., 11<10"'" <I<l""- _ ....._. """ oomo .....r..- ... n_ .. .....i<l<&. __ItA~, ......-0<0 _..ló>o.:ocoalos 011""_,_Ypoli""""...... "", <Id _ (p. )).Eo .. 00Il0__... p<I'O _ <und.od. .....~~'"-..,..-.p<I'O .... "'_ lo 11<e- Moen, 17o<_,.~<if~E_. Loo4ra. Vcno" 19'.11.
ll. e """'" el 4c 11""'""1 1....... BIo<l;buto. 170< _'"","DIm<>o...
,¡ . ....., l. , p~"-,,. <JI ~,st"',. l.«Id..... '-' 1'190. ciU<lo oóIo • ,.oJo40 ~pto,.., po< tu ..~ iIopon.>nci.t. qu<lIrn< ..s...... odcu ._..-... p<I'O .., preasuM"'. _ a>m<> '" "",,. DO> del <m)t de 10<""';.a» Od __ fontl"Won ea tml\inoo 4c "" ".""' ..-10 de_. "" 0«,""" QUe <10 '" P'C', ......... de ~a". =.
De modo semejante podemos pensar que el escepucismo aDte la interpretación del texto propugnada por Pau l
«teología polít ica» es el fruto del desengaño de un hombre Que, siendo profesor de la Universidad de Frank furt ,en 1933, y previendo su próxima expulsión de ella, por elhecho de ser de origen judío, escribía al miniSIro de Educación de Prusia:
l. .... _ H_d· _" ~-..-...Poris, GaJ:i<aaIú,1_."«'«0 "'""".., po. ;4-;) . f -.w..4 <1< ....~ ¡¡_ 1< ot>litó ' _.., 19)) "D p<nDifo «lDpcnl. Ab._ Al<nw>i.a . f.....do 191" ;.od;oo_ .iO<tlU>OQo>, OI>CI>O _ ..., <Kabaa,..
... 100<&11I.,... • .....,.".- El~~QI>< po><I. E>I&.doaUllIdoa$O D<tó 1'/.&9. proour d j..-..un", <1'>< .. 1< ",;~ 8<1....,.- _ 10 .- /&al. «ID'" booIn/i&. <I<m<>olnr que DO ""'PO·_ <1< _ """"""'tu- ... l><ICI>b« 4< ..... b '" """ ...dcboa _. _ .. 1>Dl>..",.. Ea Almoaa.., DÜ<Il_ lU.... iD>Inucion<>"'. l "". _ ,....so. "",lIlSt<1Nodora lO h__¡>Ii«a do loo _ o'
...... do<I .......... >10<10< una Io..hm.<ión , ¡..,llf>ea_ . '" I>Dl>lIC> llot. B",·i<tflI' w,w~ TIwr_n<lf1< a.. ....... 1933· /9<l5. Camhn<Ic<. Com·bn<I• • UD'~' ....... 1'/91. p, 'l).
]jEL fiN DE LA IIJSTQIl.IA
de Man tiene mucho que ver con su amargo despertar deuna cierta fe en el nazismo que la publicación de sus articu los periodísticos en los años de la ocupación aleman ade Bélgica ha puesto en evidencia, más allá de toda d uday de cualquier posibüidad de "deco nstrucción"."
El hundimiento del entorno ideológico en que se sostenia nuestro mundo puede dar también, en otros contex tos. resultados parecidos de desconfianza. Citaré, para te mar un ejemplo que escojo deliberadamente de un campemuy distinto, a parentemente ajeno a la historia, el esruer zo de an.iIisis del lenguaje Y del discurse realizado por elgrupo de Oulipo, bajo la mspiracón de Ra~mood Queneau.Que me parece Que tiene mucho Que ver con la cnsis provocada en Francia por la segunda guerra mundial.. "Cuando uno se enfrenta a la obra literaria de Georg es Perec, y en especial a Lo "lf . .\fode d 'emptoi: o a sus maca-
!l , 1..1 po 1 do "'.. 4< M .... ......, .... J9J 9·/lUJ. <1l\li. ....,_, ~ . H ' T.~~. Uoi""""1'" "<t<a>.. P<=.I~. _ ' lIÓ puIII .... Q'" _10 alll re>WOIII 0< ... rid.a , "" " .-.. 14. _ a lO'!etil a tila _ abajo. pon> Q.,.;"n. od<i>l>ur _ .,..".
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16. 0W0p0 -<loPrnif .1 itIcnl-.""'_ naao ... ' '''''' , '''''''cÓ'" _ tIeItO, obriI4< Fruo¡oiIl< LioQun, al 1961- Sui.,..-.,.,.,.."'" ".ca ..-al loo .... MI ''''u~ """-__ot. I"u>s. SqIson. 1m . UN CÓ-"~ . .....-al Qulipo. ú,,," ""'__"'_ , I"u>s. c;-. 19" ), C-oaY>m< <al ' ''' _ '1'" t:I
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LA HISTOR IA DESPUÉS DEL fiN DE LA HISTOR I...14
Creia que alguien como )'O. que me alisté YOlumarioen agosto de 191 4. que he combatido. durante la guerray despues de ella. contra los polaco. en Powan. COntra1.. insw rección nparuquisu (n Berlín)' contra la repliblí·ca soviftica en \tunlch. no hab.a de t(rner,= despojadode Su eat¡o a e.tusa de su ~ndencia judía: creí.. que porlos escmcs que be publicado sobre el emperador Federico1I Hohenstauíen na n=itaria garantí...~ ni presente, pal1I demosrrar mi> sentimientos en favor de una Ale·man i.. ~rienadl en un semtdc nacional; creia que mial;1l1ud fundamenta.Jmenleen¡usiasu. bacia un Reiebdiri·gido en un 'lelltido n:lcion¡lj ib.. mucho más allá de ll lc,llIud comun. d<1ermin..da por los aconlecirnieruos."
16 LA HISTORIA DESl' UÉS DEL FIN DE LA lIISTORlA
bados jJ jOllrs, debe recordar que su fundamento es esencial rnente aurobtcgra fico. Sólo que un a biogra fía como lasuya. que se inicia en la infancia con el absurdo hor ror dever muertos a su mad re, recluida en Auschwitz, y a tres d esus cuatro abuelos. igualmente deportados, no podía en causarse ni por los caminos de la historia académica -<luePerec habia comeruado a estudiar y cuya ....aciedad ha satir izado agudameme-c- ' ni por los de la narración convenciona l. ¿Cómo verter en estos marcos. que presuponenla aceptación de la raci onalidad de l sistema establecido. yen especial de sus valores morales y sociales..una eeoenencíavital semejame~"
11. Geo<res Poroc. ÚlI .... ,\Iodo '¡'bI!ploo. f'aris., Hach.".. 1911. PI> l:!.!JlI.1<J, : ¡'¿'l6j ,
!l. C. Bu.......~.. "'...,. I'ons. S<wI. 19"8,
EL RETORNO A LA HISfORIA NARRATIVA:UN INDICADOR DE PROBLEMASY UNA fA LSA SOLUCiÓN
He citado precüamente la narración. Una de las modalid ades de huida más frecuentes, y elementales., de quienes preiecden escapar del contagio de la recria es la quese define a sí misma como un intento de recuperar la historia narrativa, ~tada como una forma erposíriva neutra . lim pia de carga ideológica." El estudio que HaydenWh ite ha dedicado al d.istUnO narrativo y a la representación histórica muestra que la narración no es sólo una lrforma», sino que implica un co ntenido. puesto que está íetímamente relacionada con el impulso por identificar la
I~. Mt.o 1.. .. _ ••_~am>OBrDG.~_ el ,"011 • de la _ '*"" .....lI<II"I< 01 _.x qu< • 101 -...1<> ............ 100 ...... ( Itot><n w, futd J G. R. ElIoD. Wlt><h __
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Eh b_ HI}'dm """... al el bllN q lO ci<&rli. <XlI>ti:o_. " afit-.-q <1100.10~ "" I<> pLuI am¡W ¡><-.mo_.00 0 (p. ll~ ~tu lIom h.- q decir """ _ ; p...... Ce plan <=>< euoJ·q...... . pooblcm.o _.
Una forma peculi ar de histori a narrativa. que tiene muchos puntos de contacto con Otras ccrríemes, como con
dome con la sensación de q ue habia en él unas ideas válid3.'l que percibía oscllrameme. sumergidas en la niebla deunos neologismos innecesarios:
"EL RE1"OR NO A LA HISTORIA SARIlATTVA
lo que he argumentado -dice Cohen_ n que CUan·do los lristoriaoores sintetizan sus narraciones OOn el finde hacerlas legible, por un «publico oducado modio», la·les simesis reesrabillzan regiSllm y formas de si ~ nos deldi5curw scmalllizadOl.. ccn-enídcs en IólJlcos y .ognilivo s, y llenos ya de cornranos semamícos. Slalul , id.oJo_gia.. modales, simO'U"ia. ccnnadcecees ..apropi.ada.s>o y fal_so pensamiento. Los hinoriadores trabajan sobre,ignifieaciones -discurso- ya acabado. ya id.oJogizado.y sus 8Clm colccth"Os son delernúnadm por el mamen;miento del privilegiodel historiador. que la forma de narración [5101")'J es compatible con cualquier modo de comprensión. polO es lrascendente al pensamienro critico."
u, Mi ¡.....r>o:a<i<>n ¡>U1L pt<S<M ..<D<ión. Id,•.,. com<> "lO l. ''''"O <leO"" <le IItI• .,.,.,. ......uoo ... el an< d. 1"'...,._ q.... <:oIItnI lo q... .,...,¡JIU"'" q_ ... _ .-, ... """ lia<lI do... ' .......0 <ntJ<O ""_-ma-" , ..._ó<"""~__.Emt<miI ......_"oo lIl.I.l 0<1""..-.«1<1\0 p<oudor, IJQl ,U in"'lrKiad p<= naJ. fil "" ",,,j .
iam<IIl< ....San o..id_~ <le E><<>CIlI" <¡U< <l<nboO,.Lo ...."'" P*J'<do 1.0 b" ,,'nid>d..~ i1i1'idit ... ....~ 1.0 ó<loo--...,.~/te, q <lU<'UA cono<. ". lq., • 1.0 ... _ , ,. <le looffl" ....... q... .....,m lit <le .u•. Lo .Itim _ m""Oo, l. moÍs ...., , .""'JI,' q",'amb;,c.1.0 'U, vaIiuIa, S. por Lodi<ioo.por lo _. < io.i<ian1Wb_ .,......... _ _ t&I_ 111.. 1& p<r1OIO~ P<f" q... poo<Ó<II fIIOdouCt._--..... <'0_ _ """;ad<>& PO' _,., que ,l<tI<II O""
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Algo semejante, aunque de farola lamcmablemente menos com prensible, se expresa en un lib ro de Sande Cabensobre la «recodi ficación de la historia académica"," quewbae ha cali ficado como «el primer análisis semiológiccdel discurso historiográfico ». Pero la jerga de Cchen vatan lejos que no estoy s.eguro de que resurten fiables losesfuerzos que he hecho por traducir una de sus aflrmecíones finales. a guisa de co nclusión . Elünico merito de miintento de versión . en lodo caso, sera el de reproducir laco nfusión que el texto origin a! ha producido en mi, dejan-
re... lidad con el sistema social ~i8en te. Analizando una delas variantes aparentemente mas neutras de narradón. comoson los anal« y las crónicas medievales, Hayden White nosmuestra la carga «moralizante» que encierran. Asi, la ere .nica de Dinc Ccmcagni, escrita entre 1310 y 1312, nos pre.sema el co ntras te entre un orden idea l y la anarquía vigen_te en Florencia:
Los i1CQmecimiemO<l que le rc¡istnn en la narra<;ionaparectn como .oaJn en la medid,. en que pertenecen aun orden de cotincm:ia moral. al igual que den ...... su signifi cado de"' colocaciónen QtcOrdcll. Los a<;orn~n_
lOS obtienen Un IUJ a. en l.1 nana.:ión que aleni~ua Su lea.~ dad en "" medida en que rondu~"n al "f"bl ec;;,,~nto dels;slml a socul,'"
:O. H_....1u.O, "" «»o"n' Qj ' /w/Ó''''' .v.''''';wd~.-.d /fu.."" .... 1 " p""".ttt"on.~ Tb< ro!llu Hop. .... U"'_ ., "'- J9'l'l..PI' 12-:lJ.
:L s.a- C<>I>m. H"""",.I ""'IW", (NI ,., """""'.1 Qj " . ~""I(' duo<'plIM. lkrt<¡... Un"..,..." al e.M"""" p",... 195e.
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l 6_ ~ SclwD•• Tl>t _e'_.'.",loa. A . "'~I<U"", ofDt.ri ""...... '" ' 101 Goódt• .~... llOItaWr, U"'-...,. ot CoIifonIia P=s. 1m
de la investi gación histór ica en segmentos especializados,que ha llevado a una situación en que nos va faltando, cadavez más , la visión de conjunto. En la misma medida en queaumenta el caudal de info rmación que poseemos sobre unsegmente determinado del pasado. disminuye el conocímiento q ue los especialistas tienen de la totalidad del terri torio. La nar ración podría ser una solución del proble·ma U1n sólo en casos elementales. en que la sucesión deunO$ acoruectrmentos maso menos homogéneos - politicoso biográficos. por ejemplo- pueda servir de hilo conductor; pero sólo en ellos. Porque la solución a este problemano reside en limitamos a volver a una aplicación linealy ordenada. sino que requiere la elaboración de un nuevotipo de sín tesis que integre de manera coherente los datosde la historia poliúca, social Ycultural, sin olvidar. por otro
lado, que sus protagomlilaS son siempre seres humanos."El mero regreso a la forma narrativa tradicional resul ta seruna faba soluci ón a un problema al que hay que enfrentarse asumiéndolo en toda su com plejidad: el de la necesidad de recuperar un a visión global . lo que exige plantearseriamente el análisis de los criterios de ordenación que hande definir esta g1oba.lizaciÓn.
P're$mtar la narración como una alternativa a 10$ «su·temas teóricos .. es o una equivocación o una trampa. Yhablo de trampa por a1runO$ casos en que parece claro quela suposición de inocencia no es oportuna, como el de Sim OD Schama. Schama debe IiU prestigio a cadémico a unlibro sobre «la cultura ho land esa en la edad de o ro»,»
20 LA HISTORIA DESPUÉS DH FlN DE J..A HISTORIA
el estudio d e las «mentalidades», es la llamada «microhistena», cultivada y teorizada sobr e lodo en Italia , en laspáginas de la revista Quaderr uslOrici, y que tiene un o desus representantes más caracterizados en Carla Ginzburg.La «micro histo ria » a la ital iana, que ha alcanzado éxitosliterarios tan resonantes co mo el de El queso y los gusanos. del propio Ginzburg, o El tl'torno de Mamn Guerre.de N. Z, Davi s. pretende ident ificar estos ensayos sobreacontecimientos que no pasan de antedatas (stO!')' más quehlStOry), con investigaciones de más fune. que exploran casos individ ua\e$. pero que los sinian en un comerte, y cuy¡¡pretensión es la de prevenirnos contra la falsa univenalidad de las reglas con que se 10$ interpreta habitualmente.'" y hasta pretenden apropiarse no mbres y obras comolos de E. P. 'rbc mosc n.
La \udad es que las teorizaci ones con que se intentalegitimar este genero histórico-literario no resultanco nvincentes"" y que a lo que parece conducir el «método detectivesco a la Sherlock Holmes.. que propugnan 10$..microhistoriadores.. cs a El nombrr de la rosa de Umberta Eco, y no siem pre con la misma garra narrativa.
Otros historiadores han defendido el retorno a la narracó n como una posible solución a la companimentación
11. eo-,puodcu ... .,......_<Iolapr"llia , j.__ <lo~ c11lb<o <1<f_ a-aa ¡m,,~--.lUna" bIaudi. 191n12o. _ <l&/'o ..... <1 C/ti~ ¡ __ • M""..Lo.po? de e. M . CIpolla. _
<1 111"" .-" • 11"_ ....--._I'U'<" cI<,.. bbov....~-~ .--._ .. e"",",•• _ i<o ....-. E".sm..._-,. "" " "" HI R~lO. Ilolooio. n MuliDo" 1__
l o V_ por .,emplq, el .........., """,pda<Io po< Ed.atd M IOir 1 ()qi;jo
... _ Mi<n>Jou'"" _ ,~Ios<~ tif Eo_. llaItimo<e. Tb< JoIlmHopt ,.. U.......,., PrOIt. 19'J1.
•EL ItETORNO A LA HJ.lTORlA NARRATfVA 21
::9. S<lIaaa.., .. P«O'U • S<:>u<>a. <OfIL' do _ar .. ...wo do Uf! <ti.....~ " luona. _ r<Mlo lo _ u... JIIII<IU>. de .. _ ......... P<ÓU'''' la ,. .... __ COII la q p~ poo<lc<ar .. inl~ po.-la <'ooD<i.o. de ...._ de Harvud., Romo oviIód Ap<>óI<>~,Olr'" e¡ ¡ do!_ od<aI .. 1 <k loo0><tfI0I__.w. ...d __o 0'. 101).
lO. 0Nd ,...,...~rMl". 1>1'. J~S · ¡:6
renda con estos procedimientos aumentar sus ventas al granpúblico e-aunque la verda d es que las dos hístortas quecuenta so n más bien aburrida s y está n escritas con escasa¡ racia-" es licito. Pero no lo es, y menos aún por partede quien en el pasado criticó la «ptgmeizació n» (¡sic !) dela esca la utilizada por los «microhistOfiadores» italianos,refiriéndose a l Chi I1Jp~ i /TU/elli a JI·(onte L...po? de Cipolla. tratar de esconder esta búsqueda de mas lectores ymayores venw lr.U una supuesta teorización que, dividiendo el campo de la hístoria eurre los partidarios de un Tucidides preciso y eactc y un Heródolo «ávido de chismes»y poco fiable -lo cual dem uestra. además, escasa familiaridad con los estudios sobre Heródoto publicados en lasWtim.u décadas -e, concluye que " plantearse preguntas y
relatar narraciones no necesitan ser, según pienso, formasmutuamente excluyentes de representación histórica,. .-
la que tendríamos con ese npcde retorno a la narrauva seria. simplemente, una hisroria que vuelve a ser, comoen un pasado que crearnos superado, un simple cuento anarrar,
Si, por lo menos. esruviesemos seguros deque este cuento no es mas que una fonna de entretener a los muchachos en la clase y a los recto res en sus casas. y de que essiempre inocente, podríamos tranquilizarnos. Pero cuando vemos que Gertrude Himmelfarb, que hace pocos atlas
2lH ltETORI; O A LIt. IllSTORlIt. NARRATIVA22 LA HISTORIA DESPUÉS DEL fiN" DE LA HIsTOIllA
que es un ingenioso montaje de erudición cap az de deslumbrar al lector con informaci ones cu riosas sobre las másdiversas cuestiones -la cárcel , de reforma a negocio: ladiflcuhad de definir Holanda , la pa tria y el término durch,·el tra tamiento de la pobreza y la vagancia : la limpieza ; lostulipanes como moda y como negocio, etc.-, pero del cuales difícil que se pueda obtener una interpretación de la cul tura holandesa como fenómeno global. Para Dennis Smrth,el éxito de público del libro se debe a que proporcionó alos norteamericanos «un modelo optimista para podere$hegemónico¡ amenazados..,'" pero lo q ue me interesa noes analizar una obra que. al cabo. es imeli geme y está bienescrua. sino segui r los libros posteriores de su autor, paraobservar su eectución metodológica.
El siguteme paso de Schama fue Cili::;,ms: A chronide01 Ihe Frr!nch~/ulion, de nde su contribución a la «revisión» de la Revolución francesa con.sistió en explicar histo rias personales, reduciendo el aparato erudito a un minimo, que no siempre re$ulta suficiente para jusuflcar susafirmaciones. Y el punte de llegada de esta evolución hasido su último libro. Dead Cl'rtainlies (Urn.·arruruetispecularioflS),'" donde se dedica a contamos un a muerte y uncrimen. que a penas lim en una tenue relación entre si. añadiendo elementos de ficción -<le nov..e ta-; a los de la realidad para «resol"'C'N dos enigmas hísiórícos: la muerte delgeneral Wolfe en el campo de batalla de Quebec en 1759y un asesinato en Harvard. en el siglo XIX. Que Schama pre-
:7 . o..-_n.. .....q(_~,~f'olitJ. l9?1 .
IIP- 180-JIl.: ., I'l....... 11><• • "df'Od A. 1("""'. 1991.
24 LA HISTORIA DESPUÉS DEL FIS DE LA HISTORIA
se dedicaba a estudiar el problema de la pobreza, reclamaaho ra «"IRa historia hecha de grandeza y miseria, de heroísmo y maldad , de acontecimientos protagonizados porhom bres y mujeres extraordinarios antes Que por fuerzassociales impersonales»," nos resulta dificil olvidar QUCalgo semej ante era lo Que sostenía el manual de historiade Españ a con el qu e, en 1939. pretendia el franqu ismotransformar la enseñanza para adecuar la a la ho ra delfasc ismo:
La historia Q comO_llD cuentO marll\'iUoso. pero uncuenlOen que IOdo C'S verdad. en Que &en Ó~ Jo¡¡ bc_1'1:0 1 1T1lQ<!iOWl, heroi~05 Y nnoóonan'Q que ,dicn: .. .
Por l;¡ hisloria K ...be lo ocurrido en cada paÍ.l Y cómofueron IUS~ WSlobemantes y .... personajel. lllás iluslres ... La hUroria nos h.1.bla, en fm. oX todos aquellos quc
hicieron en su vida allo notable e imponame."
n. La a .. lO __ ya _ DO""""'" ........... <1 """"' do .... Jeff",_ l.-.uoo _ ... Wr·"...... La_<101..- 60 _ -...... .co..,""".<><1 <;I&lUOftoo _ .. I" m'"'~'o. re<lllpIaDf lo _ ooaot <101 O<>l<
____lo _ a, ltUIPOU<poo:o. <lelj ..........- mr_ ~s.._811!Od<.....,.. d< I'l'?lL p.. 12_
l l. .\I~.~<k H_. Esp4M_ Ph..." , ,..jo, SootoDd«. lo>ontlO 0<E;¡Mll\L 1919. p.. 7.
LA ILUSiÓN CIENTIFISTA
Hay oua modalidad de huida tal \e1. mas común, 'f posiblememe mas da tlina. que el escepticismo metodológico(o su hijo círecro, el escapismc narranvoj, y es la que 11evaa buscar el a uxilio de o tras ciencias sociajes, menos conttO'IUtidas que la histori a y con un mayor pre:;tigio académico. para suplir co n SUi métodos la pérdida del viejo instrumental analitico en el que ya no se sigue confiando.
Le que ocurre es que esta huida hacia la ciencia no esnu eva, y nos obliga a tomar el fenómeno con cierta dístancia en el tiempo para hacer mas ~plicable su ncreemiento actual. En un primer momento su origen reside enla ilusión engendrad a por la vieja distinción neokannanaCnlre unas disciplinas generalizadoras. ca paces de llegar afonnu lar leyes, y las que. obligadas, como la bísrorta. aUmiun.c a lo individual, no pued en aspirar a semejameperfección. El complejo de inferioridad de los historiadores se vio wdavia aumentado por el feroz a taque de Popper en LA miseria del hisroricismo, en especial a partir de19~7. cuando lo sinl~izó en un juego de «cinco proposiciones», CIJ)'3. elementalidad tenia la vinud de hacerlo f¡j,·
J] 1'- 1.. Poppor. J.,;,m"""" d>rI__ Madno. AIIanD.. 1971. po. 11.J,l. D. lIdI. W ~'<I""as __ dup'<á de ~~odo ' u."" '".",¡,..
Madli<I. AUa.ou . JY8-I. El proptO Bdl. oo. Omt>orlo, '«OROCIa que .100princiI"'lto ••on<t.,_.., w ,¡ ..,.i.u IOCW<o o. I~o 197\)01u.bian "nido qu.,., ,oe"r"adoo ..n&nl'"« ha.:¡o 198G IP· I>I¡, lo 'ul! no <I,j . d, .., " c ¡>triadodo ",~lJcida<l .""ndolo m<n« , ott<> ¡>ata uno . ' i<oci••. ¡Olmo va" o ,um·¡>/i' lo. w,ooci. ¡>owo n ~• • p,<d"'¡,.. "n" ~ i..ipliu.. que o¡ . >Q uit,. ban~do '"~.. ~. p....., '" propi o o,o, ió. O" ,,;n' icinco 011.01 1 ,,-,<,"" doi romodo .1.. do. 0'<1,","" ...... m• • •o.Ian ,,, al ocupu"'" do ia oeonom;". lo q..di« C. l.i CI~ i• .
di de elltende r has ta por los más to ntos -c-cuíenes, cuando pueden hincarle el diente a un «mensaje filosónco ..como éste, que les permi te enfrentarse sin inh ibiciones acolegas más imaginativos y mejor documentados, se aferran a él con empeñe y perse-.l:rancia- y que, astutamente, salvaba de la condena final a otros ca mpos de "teoríasociológica" e-por ejemplo, las teorías economícas-; q uepodJan ser sometidas a veríücacíón.» y llegó al paroxismo con la querella dese ncadenada en 1959 po r el ensa yode C. P. Snow so bre «Las dos culturas y la revolución cíenttficn». Cuando, al térmi no de la década de los setenta,Daniel 8eH hacía un balance de las ciencias sociales desdela segun da guerra mundial , que incluía un cuadro de «in novaciones básicas de 1900 a 1965», la historia 110 ap arecia pan nada en sus paginas: habia sido expulsada delcampo de las ciencias sociales por la espada flamígera de losángeles guardianes de l pensamiento «cientffico-social».»
Mientras tanto, en una Francia que se semía el centrode la cultura mundial-enriquecida intelectualmente despues de 194 ~ por el contacto con 10$ e:ltiliadO$ de Europaceeuar y del Este que el nazismo habia desplazado y queno encontraban tampoco acogida en el dogmatismo de un
27LA lu;srós CfESTIFISTA
marxb mo ofICial =-:ierótíco--, los jóvenes izquierdistas ini ciaban su ruptura fonnal con el marxismo. El viraje de1 9~6, dirá Dcsse, «es la au tentica hora natal del esrrucruralismo como fenómeno intelectual que toma el relevo delmarxis mo». Hay pa ra ello unas razones cejenves: ..al optimismo de la liberación, que se ha expresado en la Iilosofia e:Ustem:ialista, lo reemplaza una relación cesencantada con la historia»." Este dese ncanto propició unrechazo del fusron císmo y condu jo a una reacción clennflsta (a un a fán por a proximarse a las «ciencias du ras»,imitando sus métodos), que tuvo una consecuencia, lógica aunque tal vez inesperada - y que no pretendo, en modoalgun o, que haya sido determinante en su inicio- , que fuela de ver cómo por primera vez se les abrian a ros jovenes«renovadores» las puertas de la ciud adela académica -e seles facilitaba la difusión de un mensaje que. una vez hueopasado el «malentend ido de 1968»," se m -cló perfectamente asimilable po r el orden establecido (o menos epeñgroso.. que el espan tajo marxista)."
De las secuelas de estas dos corrientes -ambas hoy enfranca decadencia-e- se alimenta todavía ese «cíentifismo»
Jl . ftuo;Qil Oou.o. Hismon"" .._...-... I'or.o.~ <lo la o._ ...... l!I'll·IWl, ",.. 1, P. lOO.
J6. La""......... ea <Id ¡KtllIIO Dou< _ "", . lI . PI' 1' 1 , ,,._ . q""" <$ojo<lO<Wo _la~ do loo..,...,. do ~_ <Id 6t pr<>e_ ame w<Io <le
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ptmI;' o ..plkar oo:on,oo;;;m;""""~ ..._ ..... "" 0<t0-I '",mpo, «lmo el ....,«<> al Collq' do Francc .;el """""'.!l o. 1m 11a ..._ p<m>nal do toloron .1 "'OI"¡ar"". m..,,<lo ¡>O, Unl. o¡oerior.eia .¡>olio!aro-,",,""I. '" la ""Ion;.0.1 .""i.i;,mo ,uio, , q u< "" o <lu,," ¡>O"",O"" ' om.. ~, po,;eiÓfl poli,;,.no O. nW d. dil ni<lo<l. "unque iIUolm<llr. e_plejOl. do e,." a ' " ~ Ó1I r.¡q
Didi., E,ibon. Mi<:MI rou <a.it (/916-I~'I. !'IIrl,. Flamm""'rt. 1989 (h•• un.,oe,.nl< ' ...0_ ..., <llan>.).
u. lliSTO RlA DESP UÉS DEL fl¡'; DE I..A HISTORIA16
Ji . C. M. Cipoll.o, "' U'Jm ,"o "0" Imppo, B..ce",Do, Cri~ 1'1'11.J ~. K. N,Cna. <1hwi. "" io IHif"'" E.m"" falM,"Y oM ci./liso""" of 'h .
llIdio. """'" fmm ,~. "" of 1, lom ,. 11JO. C.."bri <1~ C.....brid'. Uní"'"~'Y P...... 1'l9O.
•
En esta obra -ailadc_, el ronccpro de cardinaJjdades usado ¡lll.'"a. identificar un grupo de jeme COn una r.liaión. cuh ura O civiliución remun. Asi las palabru 'mu_suJmán'. ' hindú', 'ja vant:. ' o 'chino' implican la existencia de principios por lO! cuales todos los miembros delrcspccti"O conjumo pueden reconoc. n e como pcnenm on_lOS al conjunto sín oxcopción.'"
préstamos de Lévi-Strauss, Derri da, Greimas, Ja l:obson,Fcucault , etc.- añade el autor un «h allazgo» propio: laa plicación a la historia de la «recna de co njuntos». quele permite recurrir a nuevos, y aun más pm tigiosos. prés tamOS de Cantor. Wang, Hilbcn, Gódel, etc.. lo que significa, como se ve, una doble coraza de «ciencia». Chaudhuri «maremanza» la historia. no a través del uso demétodos cuantita tivo s o de modelos expncnos. co mo loscllomet ras -en este libro apenas hay series de cifras, graflcos o estailisúcas-, sino mediame la adopción de los conceptcs más elcmenr.ales de la recría de conjuntos. como parle de una «nueva visión» que, en su aplicación co ncrela .sólo conduce a resultados triviales o disparatados. Respectode l concepto de «número cardinal», por ejemplo, se nosdice q ue para apl icarlo no es preciso contar. sino que bu ta co n comprobar la «corresponcencta» entre distintas colecciones de objetos: así, la afirmación ' la clase está llena'requiere ..la co rrespond encia ent re dos números cardinales.., el numero de sillas y el numero de personas preseales, q ue se puede veri ficar co n la mirada.
LA ILUSIÓN CIES t1FlSTA
4(1. ~"...~I!<a<ióD . tan .=100""'... '<>cu' o". en la. p . ~lJ _ E= « i<kapu",uoJDo?'''<n<!o q<l< dllbro ... meo<>' p«>cilbl.. 11., .nél. b. jo.« <L .f"", .n m<>dlo d<1 ÓO>orÓ<n d< .u ""1<1<,.0 aniculldOf. ,.",,!>no .J.",,,,",,,•• ' 1'10-
LA HISTORIA DESPuEs DEL fUi DE LA HISTORIA
que sirve de refugio para hísrc n edcres y «científicos sociales» desorientados . No importa que los resultados demuc hos de estcs «trasplan tes .. . mas q ue injertos, de eetodos aíencs den resultados irreievames o risibles . Un li bro de Cario M. Cipolla que muchos han Querida entendel como UD di~rtimento, esforzándose en no enterarsede lo q ue tiene de denunctadel pKudoo;;ientinsmo de buena parte de nuestra historia académica," nos permite
acercamos lúcidamente a los grotescos frutos de esta desviaci ón . Cipolla nos presenta dos caros: un o. que se supone corresponder a un trabajo de historia económica medieval, sobre la importancia del comercio de.ías especias ;el segundo, de canicter más bien sociológico, sobre las re·glas fu ndamentales de la estupidez humana.. En los dosejemplos les razonamientos si¡uen caminos semejantes alos que poclriamos encontrar en amenos q ue aparecen nc rmalmente en muchas publicaciones «sen as» actuales, perolos resu ltados finales a q ue conducen son grotescamente
cómicos.Quienes crean que esro no es lIIás que parodia, DO han
de hacer oua 005a que ccm rastarlc con ejemplos reales.Co mo un libro reciente -edebidc, ad emás, a un in~tiga
dor de prest igio. K. N. Chaudhuri , cuyas aportaciones nopueden en modo algun o menospreciarse- que les permitira advertir hasta qué punto está fundamentada la caricatura que hace Cipclla." Al amontonamiento de elementos tomados de la semiótica y del análisis de l discurso -de
18
I
JILA ILUSIÓN CIENTIFISTA
bras de llya Prigegine: " Hemos llegado a un nuevo ni\~l
de ~omprensión en el Que la raciona lidad no se ident ificaya con la "certeza", ni la probabilidad con la "Ignorancia" .....
Y. lo mismo que ha estallado la imagen lactacana delcosmos. lo ha hecho el orden.do esquema de la ecojucíó nde los seres vivos que enc.jaba a l. perfección entre estemundo ñs¡co detenninist.a." por un lado. y la visión li·neer de la historia como un ascenso cc nnauado de la barbarie a! progrese, que hercd.amos hace dos siglos del optimismo burgués y Que eomiem.a a ser ho ra de arrinconar,"
Es también Prigogine quien nos dice: ..Hemos de abandonar el mito del "cc ncctmíenrc cc mptero" que ha cesesionado a la ciencia occidental du rante tres siglos» y aceptar que la diferencia entre las llamadas ciencias du ras y lasblanda.> es mucho menor de lo que pensábamos." O,como ha dicho Tito Arecctu. (fel movimiento desde un único punto de vista a una multiplicidad de puntos de vista
~l . lIy, l'nsogin .. oon¡in, 01<OOl plc:l:it)'>. <" A. C, F. bron. «1" O,j~,,,,,
rh . 0.".," C"I/<~< 1<'<1""". Camilnd,.. Cam~ rld.. U" i..,- .itv p,.., 19~!PII· 69-33. . • .
#, S«p/I<" l .y GouJa. lA ..d. '"""'..,' '''#. 8 "TJ<'S s,,#~ y lo "","",~.:4 do l. ",,'''',., tlMetlnna. ent""'. 1'1'/1. -. ponl.ndo d< cr>ll~d<',d~
que ar«"WI .1a ""ja ,",;6a lin<al de lo <Y04ue1ón d< iOI "''''' ' ¡"". '" 1& quealiara", ,"rrod "",,"l'UIda <InIiI d< m':cnjdllm~ _ , eI!>ofn~ pu< Je fe'
P=<fI.... una "" 1"'··....... l""'" bIe a MI "" mm> oO<Cld<n« cÓOnUc<t o--. "procloma lo~ 4t f<Yalonut ola """"III<DCi.o. d<l.I " "",pI< ;;"00," ' .do¡lIO<lo."" lodo l.I...,. f• • " tu ol<la do lo IW"raI. .... .
01. E<q. _od do ="DÓII do loo.paradis ol<I " 11n ""'. >< oal.ol • •po< ......pIn.. '" bolm&n<><l WolI .......... (,'. ,...t .., ,.¡ """""t. 110< o",,,,<>FH_.~ptI'Dtbpu.~PoIit,"'-I99J. _ _do .... <'OIK><»CI._....,""...__ 1bI......... pn>bIo:na "" ....
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LO. II1STORlA DESPuES DEL FTS DE LA JfiSTORIJ.
=hU. Como en lo 00," ,n«ro <le ChooJ oun . qu' m. mere« un '''¡)<lO q....... muy PO' , n<,ma <lo ..tu oo..,vacion.. 0,;Ot<a <lo.", pia<lt<am~'"' mOlOdoi6gkO$.
01. Mu<:hO$ fiklwf", ,""uoIe> .. n",JO" a a<tptor qLl< .n.", un ""'PO . , .peciolo c","=><ion.IJmo"ro llam.<la .cio""¡".qu' '" puedo ",panr <le! "'te. ~.lo ,U¡lun 'PO' uoo O do. <lO "'0' "'lO" un m<lndo .,p<ci.>.I. o una rdoQó<l..Oe<Ul ""'" lo r<&Jjo1o(l., llic tw<:! Rnny. 01' notuw o<IOt>«. na<urol ' inol?o.<O Ob¡<'<I1'''''''' ""."."",.04 ' ''' '~. ~_I" Clml>ri<lICUOl""'''y f'Teu.19'Jl. cita <lo lo p. '6.
.1. !ld>olt 1>'I_lbroI. Li>I oblt"" f """ 'Iu. _<>OO. Th><¡ü.... Il1l1' :1... H""l.inl. Lo ""......_ d" . ...... _. G<diso , 1991: 1.. s.-on.J_' DOos • lo< dGd"'~ lA "_ "" ,,""'n dtI ,_.~ Critoco.
1991. eu:.' J. TIlO Are<:dI'. oChooo lIO<l """,pIco;"Y". Lib<T. 1. p. II wn_ ... TI""" Li!DgT)"S~"t. ' .' 1' (6-12 rle 0<1loiii< rle 1989l.
.... l&n S<.-n.. ¡)w,' lJ/oJ • lo<d....~. _ CODdul'l' !J'In <!<jo 4dl-b<raO' __ ... loo rkl..-.ciAal~~.A11 ck"'-- _ .....
"'" off . T1>e l>aJ _ ClIII <lo .. ...-Ijcwo. 11'. 299l
La inutilidad de este d entifismo resulta más paté ticaaún cuando nos damos cuente de que el afán por imitarmecánicamente los melodos de otras disciplinas respondea C(lDcepciones de la ciencia completamente superad,". Eluniverso intelectual popperiano en que la ciencia era identificada co n la ca pacidad de pr«lecir hace uempc que seha venido abajo." Semejante OOllcepción pertenece al viejo mundo del determinumo laplaciano, Yno a una fisio;aque se basa en las matemáticas dd caos y opera con obje
105 fractales."Estamos ante'Ic que UD cíeauñcc ha llamado la terce
ra revolución científica. que suceceria a la primera -la deGalileo y Newton- y a la segunda - la de la reíanvidady la mecánica cuámica-e- para establece r la física de la complejidad ." El determinismo Yla injustificada fe en la capacidad predictíva de la ciencia correspondían a UlI mu ndo de abstraccio nes. pero no se ajustan al de la realidadtal corno he ... la experimentamos." Para decirlo con pala -
lO
II
I
32 LA mSrORIA DESPUES DEL FIN DE LA HISTORIA
legñimos viene a significar algo así como la revolución copernicana en comparación con el monocentnsmo del sislema ptolemaico: rectifica los viejos desacuerdos ent re las"dos culturas" JI vuelve a abrir un área de férti l debate interdisciplinar»...
Si son su s mismos cult ivadores quienes nos dicen quehemos de perder el respeto r<"Vereneial que sentíamos antelas ciencias supuestamente más duras JI nos inciran a quedebatamos co n ellos los problemas que nos son comunes,abandonando nue:suos complejos de infer ioridad, ¿qué jU$
t ificación p uede tener que sigamos imitando lo misrnoqueellos tratan de reemplazar JI mejorar?, ¿o que traspasemosesta fe a otras ..ciencias sociales», que ni disponen de autenncas leyes generalizado ras, ni son capaces de predecir másQue supuestos muy elem enta les JI casi siempre en ccnd r,cenes fijadas con tantas restricciones que 10$ hacen escasamente representativos de la realidad?
Es fácil comprobar esta fragilidad en el caso de la economía, una de las disciplinas que ha llegado a ejercer ma)'or seducción sobre los his toriadores descarriados, por locua l le dedi ca ré alguna ateoción indi \oidual i2ada.
L \ «CLlO METRfA»
Si la ..cliometria» resu lta un ejemplo privilegiado delproblema general del c encñsmc, es porque en ninguna ouamanifestación de éste han llegado los historiadores tan lejos en su voluntad de const ituir una disciplina independiente. que tomaría de la reon a económica convencionaltodo el aparato metodológico JI 5610 acudiría a las recnrcas propiamente históri cas para recoger los datos que somete a anáfuis. Recuérdese: la vieja JI tajante propuesta dePeter Temín de eotender . la historia económica como unaform a de economia nroclásica aplicada>t.-
Con todo, una apIoración mas completa erigiría prestar
una ate nción paralela. a otras versiones cieenñsras, comola socioloJÍa histórica -no lo ha go. en este caso. porquees tarea que lulián Casanova ha nevado a cabo sarisfaetortam eme en un libro recieme-c-," o a 10$ problemas que
so. __ «l_. ,.......--'" Jt~. H..__<ll. Pm,......191). P. ._
ll. J....... C... • • ú _ _ ,,,,,....... ....-.0;.li<a. 1",1. A4ooII.-.;""" _ POfllob<n<~<OII--'la<i..ód b"'" <le 0m0I0 Sm;Uo. no.n#of ~u_ _ l!!'... _ yo _ boe 1<'1<_Mo_ombo.
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....il<d l .. 1_ ~.."... ¡>f,..... """,ba<o'
torícat economía, como Cha rles P. Kindleberger, le pidena esta disciplina una visión «historicista» y nos adviertende Que «muchos modelos económicos son plausibles y resultan ad ecuad os en determinadas circunstancias ; el problema co nsiste en sa ber hasta Qué punto son generales».Kindleberger rehúsa, en principio. hablar de «predicción»,porque considera Que en model os de equilibrio general, conmonto nes -Ial vez centenares-e- de variables, resulta demasiado difícil, probablemente imposible, «estar seguro deque las diversas variables independien tes de una funció ndada han sido especificadas cuídadosameme en la primera ocasión y reproducidas en la segunda»."
En su incapacidad para. situar «históricameOle» su propia evolución. los cliómet ras no se han dado cuenta. sinduda , de que con su intento de mantener a la historia económica ..dent ro» de la economía están rep itiendo la batalla Que se libró en las universidades briwucas a fines delsiglo xrx y comienzos del xx y Que concluyó con la independizació n de la historia económica respecto de la reoria , lo Que les lleva a empeñarse de nuevo eo una batallaQue ya se libró yconcJuyó hace alias. acerca de si es preferible tratar de seguir en su evolución -e-no siempre es se¡uro que esta palabra sea ~inónimo de '<avance_ a la leoría eco nómica, a riesgo de paralizar su propio progreso.o independizarse de ella par a etlliQue1:er SILS enfoques y SILSm étodos específicos."
35LA «CLJOMETRtA>'
pla ntean las influencias de la antropología, que van desdeJo mejor de u na determinada emohistoeia, hasta los excesos de qu ienes acaban abandonando el estudio de la reatídad social y reemplazándol o por el de los ,ímbolos, sinhacerse cargo de la necesida d de combinar am bos planos.El camino a seguir no seria, probableme nte, mur distintoal que utilizaré para ocuparme de la clio metrta, de modoque el análisi s tan sólo ganaría en matices y se recargaría,a cambio. de citas bibliográficas .
A primera vista parece que lo Que debe justificar la d ivisió n entre la t>roflomic histo')' tbistcrta ecoeomrca j y lahl$lorlcal ecoflo mics (economía «histo rica ») ha de ser laíndo le del utillaje teórico em pleado.)' la naturaleza de loscoíeuvcs Que cada una de estas disciplinas sepropone.~ro
no es así. La paradoja aparece con toda claridad cuandose veque suelen ser etseoríaccres «conversos.. , ávidos derecaltñcación cientí fica , quienes defienden la formalizació n econ ómica extrema," mientras los e1:onomislas «p ufOS )' duros. reclaman una historia eco nómica capaz deayudar a corregir los excesos de abstracción en Que estácayendo la teoría econémíca -y esta demanda viene deculli\ adores de la disciplina de tanta categoria como K.1. Arrow o R. E. Solow-," y los cultivadores de la his-
34 ~A HISTORIA DESPUES DEL f l N DE ~A HlSTORlA
Jl. e-_ Dauld:'<,~~ _-..-,..Loot-J,m. \t ..... ,II• • 191~ ¡ F m_ "" "'O><l<ouionaql>< <<II>-' -.... dd_ III III..~I'Ua....____ · ·IIOtIol_ _~Ioo_...-
.---oIooodo< todo pate<t .._ , ;ecer "'1>""11I -" -. a """"'"""¡><t>tar 1II""ru. .....0611 .... k<;W ... que .. ru. =rolO cada~.
'l. v_...~. W.N. ......... «I..fro,w,m"'~.mJry_lite _ .. __u •. 0 '110«1, Blad-tL 1936. _ >olooo- aaboo_que "lo "'"""'" _o:"l'O"'l< 0(,..,.,. .. «OIlo)O>iou, .... _ """'P'<""""" de lo~ ,~ ....... ...,...po. -..... J. _ dio., ......,..,.¡>&tll .....-.- ......... la ...,ace"", de la <aJIIO<IILO , de la>.......1<0~
"'" """"In. ' 110 29).
t8 examin ar el conjunto de las llamadas «leyes eco nomí.a, ». lo que mejor resiste al con traste cotidiano con la rea
lrdad son viejasobservaciones, casi de sentido oomún, comola ley de Gresbam o la de Ernst Bngel, que vienen a cen~IPondera lo que el propio Kindleberger llama «u niformid ades o cuasi-unlfc rmtdades en el modo en que la genle actua para gananc la vida. ninguna de las cuales es válidap:a ra todos los momentos y todos los casos. lo que condu~
ce a que la selección del momento o del lugar en que bayaque ~plicar una de eU a.'i sea mas bien cuestión de arte quede CleDC1ll». '" Donald McCloskey ha contribuido tambiénal ~omo a la sensatez con su denuncia de los elementosmoncos~ la ciencia econceuca, que no seria propiamenteuna CIenCIa nonnauva, sino que. aunque pretenda expre~e en un lenguaje y un estilo «cien tíficos», está en rea-lidad contando ..bislotias» enmascaradas - .. .n
-...."u.u . .. retcnca cien-11 ista."
Nos encontramos boy. para dójicameote, con unosIlisI~nadort::HOOnomistas que. empeñados eu apoyarse exc1usl-:am~le en un cuerpo teórico inseguro, ven cómo sustrabajOS ni Interesan a los historiadores " puros..." si seme admite esta. c:arac:terizacin_ ni a los economistas. puestoque come ha dicho recientemente uno de ellos, este tipod.e blStonadores se han equivocado ..al caer en la tenta ción de contar a los economistas lo que estos deseaban oír
I 36 L'" HISTORIA DESPUES DH FI.'I DE L'" IIlSTORIA
El punto e~en cial que justifica hoy, como sucedió enel pasado, la independencia de la historia económica comodisciplina -c-cc mo algo más que teoría económica aplicada- es el hecho de que la recria económica se ha mostrado incapaz, po r si so la, de explicar la complejidad de losactos hu mano s cole<.:ti \'Os, incluso si nos limitamos al te
rreno especi fico de los de naturaleza estrictamente económica (o que se iOlerpretan habitualmente como tales ). «Enel mundo real -nos dice Kiadleberger-r- reina. la ambigiíedad.» No hay que: hacer muchos razonamientos para llegar a una convicción semejante. Basta con mirar a nuearrc alrededor Ycomprobar la reiteración de los errores deprevisió n cometidos por gobiernos e instituciones que ue nen a su $ef'<iclo los aseso ramie ntos técnicos mas cali ficados: los préstamos irresponsables a países que jamás. poGni.n devolVl:rlos," la situación actual de la mayor partede las etnpm-as informáticas (que. pesea díspooer del mejorequipamiento imaginable para utilizar modelO$ecocométricos wfiw cados. prrvieron equivocadamente 11. deman
da de sus productos). etc.Por otra parte, ¿podemos hablar de un cuerpo de reo
ria econ6mica que se concreta en un conjunto de «leyes»de amp lio alcance1 Si descartamos esquemas generalescomo el de las ..exp«t.ativas racionales», que se ha comprobado que no funcionan," resulta que. cuando se inten-
S6. El esnod>o <10101 oSe~~ lba a~•~_C~ """" ~_ ..-.. f 00Cl frecua>aa __ El di.I dola~_".....- pOtala~ .... _ aIF disuon_.e-ta P. lC i, d',t"..,.~_ ""_,.",.,.. <IJl4"'_~ ;" /1'UfO<'" ~"",", Looe<IrU. <le<>rJt' ........ aarl u_o193.l. p. ln.
$1. CII.. P.lCi"d..N ' .... oCoIkcti..~ ... ~......,.,-.. SoID<_ awaJ<o"~b<~. m ¡r..,""'......"..... _ .......... . ..... 1:9--118.
1A «C110METRÍA» 17
II
I
J8 LA IIISTORIA DESPUÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
- una historia acerca de la simplicidad de los procesos decambio- en lugar de contarles la clase de historia que necesitan oír, que es la que versa acerca de la compleji dady sutileza del mundo ~al»." Se cobijaron en 1M departamentos de eco nomía y, una vez instalados en ellos, cuando creían haber ganado su batal la.!iC encomraron con queeran los economistas quienes no ve ían que les interesasein\'erti r en puestos docentes de historia económica _ porlo menos. de eaa clase de historia económica-los recurosos de sus departamentos. «habiendo otros economíscasque -liberados de la necesidad de estudiar y absorber hechos hislÓricos- tienen una mejor prepararién en matemancas y estadística».
Por otra parte, el balance de los primeros vei nucincoaños de una historia económica que ya ha perdido el derecho a segctrse llamando «n ueva" dernuesmr. que sus marores cxitos son los que alcanzó en la década de los sesenta en el enudío de dos problC1llllS concretos -el de laeconomía esclavista del sur de los Estados Unidos y el dela contribución del ferrocarril al desarrollo económicoy que sus a ños posteríorn de triunfe y expansión no han
aportado nada nuevo que tenga la ambición y nascendeecía de aquellos primeros resultados . La conclusión a quese ha llegado es que, en el fondo. la «nueva hiStOr ia económica" como W. con sus pretensiones deindependencia,ha most rado que para lo más que servía era para «corregirmalos planteamiento, Y errores en la historia económica
41. G. o._ ... .WIY<._Id~ be lOld_ti>< .....~..... « .•;,.. _ . .......__H...", _ . xxx.21~.l< IYlOI,
PiI' . " ......
LA « CLlO METRiA»
uadiclo nal» , pero no para establecer un «texto» propio .dado que representa simplemente «una e;<tensión edificada sobre los fundamentos descriptivos de la vieja» y queno puede seguir viviendo, si se empc i'oa en prescindir deella."
La conclusión a que habrá que llegar es que los fenó'menos socia les son demasiado complej os como para esperar que puedan ser analizados satisfactoriamente, ni conel instrumental relativamente simple, aunque preciso. dela eccncmema. ni con el mal. amplio y vago de la historiatradicional . Rechazar el «ciemifismo» no significa, sin embargo. rechazar la "ciencia». La ecgecca de definir explícitamente los supuestos en que se basan nuestros razanamíemcs no es propia tan sólo de la historia econométrica,sino de cualquier fonna de bíuona, y el uso de m étodose!.tawsticos y econométricos avanzados. e incluso el de«modelos o pUci tos hipot é nco-deducuvos» e-cuando ésotes se aplican a problemas que pueden resolverse con unnumero manejable de variables, sin caer en sitnpliñcaciones desnatur.l1izadoras de la rcaJidad- DO sólo es lícito sinorecomendable, y puede resultar especialmente provechosopara el estud io de determi nados problemas hist éricoeconómicos (como sucedió en su tiempo con el prudenteuso que de estos métodos hicieron Conrad 'f \t~r en suestudi o de la rentabilidad de la esclavitud) o para poner• prueba la validez de explicaciones que contienen raronamientos económicos implícitos o mal especificados.
62. ,11P., ." /. f\ok:l••TI>< f\I, or0<'0I>0RIi< """"T-.... <1 ~""" roI«;.U"" •....-1040 ll<O" CI , q... _ ""_ ,_""'" _. K1"~..-"i;h<>{r.19t7. Cow _,miel dt tu ¡>P. 2 J :ti.
las. La hisloria era y sigue siendo la disciplina humarustlca por amonomasia. En cambio la economía ,e ha di,.tanciad c progresivamente de la hillaria " de las cienciashumanasdesde los tiemposde Ricardo: aun pcm¡aneciendo tan dtbil como base pan la predicción. seaferra oesunadamenle a las llamadas ciencias e<3.e'.as . mediantc el uso
y el ab.."o de la lólJica matcmatica COmo irntrumenlO fundamental para el análisis.
Pero tal \~Z la reflexión más adec uada para combatirlos excesos «cienttñstas» sea la que ha hecho :-.tcClosl.:eval advercmos que si la recría económica rv la historia económica con ella} no sirven para mejorar la suene de lospobres y para empuja r a los político. a que se preocupenpor hace r la Tierra ha bitab le, sirven para muy poco. Poreteeames que sean los mon tajes que hagamos con suutillaje.
I
LA 1l1STORlA DESPUEs DEL FDó DE LA IllSTORlA
Pero suponer qu e se puede explicar la llamada «revolución agrícola» con un cuadrito elemental y un par de tri vialidades acerca de los «derechos de propiedad exclusivos so bre los recursos» que son necesarios para el desarrollodel sa ber y de la ttcnica" _ PQ r poner un ejemplo de lo.abusos a que han llegado algu nos cliÓmetra.- es tan pocosensato como el viejo ime nto de construir modelos cibernéncos para explica r la primera guerra mundial."
En un libro reciente." Car io ....1. Cipolla ha queridoccmn buu a devolver a la historia económica el eq uilibri operdido. recordando que la histeria, en cualquiera de susramas y modalidades. se refiere siempre al hombre y queal ser humano no se le puede llegar a comprender si nole ponen en juego todas las dimensiones que lo cocseuoen.
La histord. «ooÓ1l\iQ. el una materia cmincnternenlt
imc:rdiociplinM. Ckllpa un a lona del saber humano queest4 Situada m la C'DCl"lcijada de otra> dos disciplinas: lahi5loria y la o;ono mia. La historia económica nO puedeprescindir de nioguna de euc, Si cede en uno de esos do'!fmlles.. se desnaruraliu y pierde Su propia identidad. Elproblema consiste en que las do'! disóplinas que están msu base. por as' decirlo. penen"""n a dos culmr.U <:listin·
6J 000.... c. _ en.. r........-...: fC'<lI""""•. <II Smo<to<>o" __ .~."'- 'IlI<k. Vi. W. __Co.. 1\11S1. PI' 1l;.f9.
6< J. oa..Ilcr. nw_ _ al"""'" A q--..: , ¡ _ • •
" ........ \btk. o.::w- ...,_. 1_. PI'- J,.....LoI_ >C """""'....-. Ir. _ de bipó<cOis wo ' .... , cWiI"~ como~ .H.,~. t , lO__... __ q poo<C< ba>an< ... Ir. ....¡oona. <1>..........
piia _ O'" _ . '9- 'l!.6'. E~'.... ......... , .. .............. I~lh>d..cci<!lta ~""'_~"".
&.«:ona. Ccitoea. 1991.
LA «CLJO METlltA)l 41
UN EJHIPLO CONCRE1D: EL PRQBLE\tADEL NIVEL Y DE LA CALIDAD DE VIDA
Nos detendremo s u n momento en este repaso, tal vezdemasiado limitado a textO'i de carácter program ático general . para examinar un cam po concreto de trabajo historiográfico al Que se ha prestado mucha atención en jos últimos anos -el del estudio del nivel y de la calidad devida-o con la int enci ón de Que sirva para ilustrar mejo rla complejidad de los lemas hist órico-economices y la ímpoosibilidad de resolverlos satisfactoriamente con el solo uti llaje de la cuomema.
Comencemos, si se quiere. por lo que parece mas concrero, elemental y cuantificable: el salario. Los que est éniamiliari zados COll las discusiones que han engendrado lasseries de salari os agrícolas britinicas," o quienes. senct -
66. A. L. _\tI'.•Th<t 'la_ 01_ iII Ul< U.le<! ""'f'l<aI 6_.lIl< .... ..- ,..,.. """""'1nI _ .~ '" 'M~s.",..._ Su""". LXtl'S9II~ Pl' 102·':'12., LXll llt'l9"" Pl' 1000000IJI, J9S-«ll Y515·510:Ce...... ti. _._ ....,atad lIl<"'-of_ ron ';"" 0 ll!<lo. ,fJ<d...LX XII (1909).11II- t l·IOl. tt<. __..,. , .... l"'ba/OO =a<listiro<. E. 1'.
tI. . ....~ • .rn.o ..- ... ,..c,' 01~ P<"Ut!' fro<o "'" melrop>/>' 10,~. oo·:lo<o, IUI),I'J»>. EtoIIo.", A........ ""...... 2' ....... XL il 'lS7). ",. :~~
LA HlSTOlUA DESPUÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
uame me, ha)'aD llegado a percatarse de la complejidad queesconden las cifras de los salarios que encontr amos en losarchivos, no se sorprenderán demasiado ante afirmaciones como la de Michael scoeescner. quien nos invita a verel salario de los artesanos franceses del. siglo xvm como«una cifra que codifica toda una serie de presunciones distintas .. .. inscritas por muchos autores diferentes, cuyas premisas no eran enrerameme las mismas. Un sumario cncuco de diversas estimaciones del significado de l paso deltiempo»." Aunque eo;tá claro q ue podría haberlo dicho deman era más simple e inteligible.
Si razo nes de comodidad nosnevan a utilizar en la práctica estimacio nes globales de la evolución de los salario scomo las de Phelps Brown," no debemos olvidar que sóloresultan útiles para una primera aproximación a la realidad y q ue cualquier intento de basar en ellas análisis másprecisos puede conducimos a situaciones irracionales, comola de encontramos en determinados momentos con valores cuanntauvos que implíca rtan que los trabajadores están sobreviviendo milagrosamente por debajo de los requerímíentos biológicos mínimos.
Un volumen colectivo de estudios sobre salarios reales
Ó7. MldIa<I So • ,. IfMt o0t4 _ . _ "'.,.f>OI "" ... poI,nes'" Uw
"~~Nnl,It-«o<""]t Fht'ICIt_. C.",brid... e-.:IrcU~"'- 19l1'li.P. IR v.... tamo.... <lol """"" 'u,'''. o"""t .rul ¡" P>ris ¡" lb< aJh·,..nlb <erU"ly». <" M. ~. P. Huc lO" y M. SO"" I><t. ed.l•• Mo,u! ""''''''''" lO'" 0114 "",..", b<["", I~/""'''''Y. c.mbridl.. C.."brid l < lJ"¡",l1i l)" p....,1911. pp, 1.1 ·172.
6R. H. Pl>llp. a""," y M. a""".... A""'"'Y <1f poy. Lonel",. 1%8. , .<oI>ro ' odo. H. 1'1><11'1 B.....n y S. V. Hop.in•• A P',,!,«U>o 01 " "1<3 ""d f"1·
''''. Looc .... M.,,,",,,,.19!1. do ne!< .. ' '''''''''''''''n compilad '" >u, ,,,, bojo. ""b~ .iel• • il"" e!< "'>ri<>. .._ <n <1 'u' <lo Inl i' ''''''.
EL r;rYEL y LA CALIDA D DE VIDA
en la Europa de los siglos XIX y xx" nos recuerda la neocesidad de procede r con muchas preca uciones. Nos d ice.por ejemplo, que las senes de "salm os nacionaiC'5>o no parecen ser realisw , que hay que publicar salarios por reesones. ciudades, ocupaciones y ofic ios; que al salario bá.sico hay que aiiadirle los otros ingresos erecevos. q ueimporta mucho investigar LaJIlbien los salarios ob tenidospor semana )' por año (no sólo tas cifras percibidas porhora y por día trabajados]; que conviene calcular los ingresos familiares e incorporar a la Investigació n el estudiode los ingresos de grupos generalmente olvidados. co molos artesanos, los tenderos y, sobre todo, los empleados.ele. Haber tomado en cuenta esta última recomendaciónes lo que explica, por ejemplo. q ue un nuevo índice de ingresos nominales en Gran Bretatla , calculado por Feinstein, mod ifique substancialmente la imagen que daban lasviejas cifras de Bowley.'"
Pero los mayores problemas suteen cuando hemos depasar dd salario nominal al llamado salario real, a la evaluación de su nivel adquisitivo. Las ccnucversías sostenidas en las últimas décadas demuestran la dificultad de uegar a establecer cifras aceptables." Los estudios mas
69. ...... S<botiu .. «L.__.. /'Il"_}fJf""",,l1U'T~/fa
,<Jn<>tI 4014 ..--.."... pnsp«r'-. 01_. 8trI. 19l1'li,'IiI. ClIuIol _ lO, . Now .._ or ..."",. ' >rnÍ<I1' in ,be Un,,&<!
""'rdotn. 1530-191)0. frotoom", """"7 _ . Xl lU U9\1Cl PI' 591-1iH lcomoU"~.o ..... pro la l, ' ..rio .Jo ..... "",i".. "",iti,,! o po"i' e!< >qui ti.! ..,,,....,,. ).
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Pu . d. " "".. lo. ""fcn1"" d< Flj"" cn 191<. la " pl i,,",- do V"" 1100. <100' '' " '"1979. <1 ~""l< ."'.. So:Iroarz, ¡>of uoa ¡wt.. y Hu", y llo<h>m. 1'0' ," ro(19IH'l'JIl). .... I'or> "no vis ión m" do """1""'0. , 00 =Iu,;vo,"" ,,« bn","j.
.... _ /. S6cl<.bu , •• Rut -.. "'-' iD _ EltfOI'C, 11SO-1550: Slo<:k·10<>1 p6IUi... pmp<cI...... _ ~U,"'7. Xl! (\W7), ¡>p. llJ-l~6.
12. bl:I>apIo••N) iDlOIUtIOf\&! COIII poorisoo. el ..,.. _ _ It'JO.~IJ:
'>l..~ ....... 0II<l ....01.... <ti el ~bro " to';'" d. Pn<r Sd><>Ii<n. 0<1 ••PI> 1(17.1)9 (, leo~do R. 1.<IlcuuO M. J. 0...""'" <ll.1Il' 1.0-14 ).
recientes muestran que 1105 encontramos, por ahora, antedificultades metodológicas insalvables: la diferencia que implica usar precios erecuvos de venta al detalle -los queel trabajador paga cuando adquiere los artículos necesarios para su mamenimiento- en tugar de los precios al pormay or con lo s que se han formado la mayoria de los índ ices disponibles (que no deberían, por ello. utilizarse parael cálculo del salario real; lo que nos obligaría, en la mayor parte de los casos, a comenzar calculando nuevas cifras reoreseuauvas de la evolución de los precios): la ccnveniencia de revisar las pondmlciones )" las «cestas"
lomando en cuenta las diferencias de las pautas de consumo de los díverscs grupos socia les y su variación a lo largo del tiempo. etc. Cuando~ zamagni plantea La problemática de las comparacio nes internacionales de lossalarios industriales reales, no rolo rechaza el simple expNiefUe de cooYCl'tiJ:w a un paU'ÓD. monetario común. sinoque apres.a sus dudas acerca de la utilidad de comparaciones más complejas, y aparetl.letnentc más fiables.. comoson las establecidas con métodos romo el de la Purchasing Power f'arity o el de las ..necesidades alimentarias básicas"." Lo cual acaba ronduciéndonos -lo queramos ono- de algo que inicialmen te parecía ser un simple PlG"blema de cuanuflcación -el establecimiento de índices desalarios reales-e- alterna mas complejo de la estimacióndel «nivel de vida».
46 U. HISTORIA DESI'UtS DEL fL'l DE LA HI~TOR, lAEL NIVEL Y LA CALIDAD DE VID A
Hastaría en este caso recordar la inacabable literaturaque ha suscitado la discusión. sobre el nivel de vida en lapnrnera fase de la ind ustrialización bntanica. sin que sehaya llegado ni siquiera a un principio de acuerdo." Perono u un caso único, aunque sea el más conocido " citadoEl tema se ha estudiado para otras épocas y otro~ escena:nos, tal vez en un contexto excesivamente ligado a la alimemactón;" sin que los resultados sean mes convincentes: asi. en relación con la sedentarización y la aparic iónde las primeras sociedades agríco las." con d establecimiento de formas de: control del aproveíonamíemo en laanti ¡uedad ¡:rccorromaoa.--' respecto de la Edad Media
1J. Cualqw<r _LO d< _ la .......... ¡';~..jia faed• ....."..; ,....¡.W'IIO"""__.. <Ico_~ -la ......C<Hn~ do A.l . 1lI......~ .. Ia aaualloiad al ...." ..I..M 111< rlaotíatd oj ~,.;"' ... lJn.
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~l. n-I s. W"'" A. B. _ ,.,_~"..__ ." ..1oc<I .. .,;/'Mcn
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..bliustaI"............ ¡.; .a..u. Cc>bea, Tlorfoodcruu ... pnIuuory. 0-_1.,_ _ . 'Jw_"' Q/.t~. r;.,. _ Y»t lml......... Pr-.. 'm (.....Jad_ ........n'~ I"ara ...... _ , ,'i,"";" d< _d< ¡,;.""''''_ dd __ ......,.. al .."........ _ ..-- ¡><>t L.o:>l< F.
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76 """' GanIM'r. hno,,._ food "'Pf1I .• ' . (l•• ~"" "'OridR..IX'_ ""1d, aM <TI.... C............... C"""""l", 1.:0;"""" Pn:>o. 19M.
48 LA IIlSTORTA. Pf.SPIJ"ES DEL FP.i P E LA lilSTOIUA
europea." de los cambios int roducidos por la colonizació n de América," etc. Si. en lo que se refiere a la alimentación, conside rada aisladamente, resulta ya dificil llegar,como veremos, a aiglln tipo de conclusiÓII satisfactoria .entrar en el tema mis complejo de una estimación del «nivelde vida » que abarque más elementos -que pretenda ir másallá de la mera subsistencia biológica - nos enfrenta a problemas poco me nos que insol ubles, incluso una vez hem ossuperado la tram pa elemental de su po ner que los di versos«niveles» de los grupos que componen una sociedad evolucionan paralelamente, de acuerdo con las cifras «medias»de sus ingresos per cápita (ilusión q ue basta para cont ra.decir la evidencia de evoluciones divergenu:s; por ejemplo.la del aumento pmgresfvo del intervalo entre ingresos «me.dios» de los ciudadanos más ricos e ingresos «medios» delos m.:is pobre.s que 30e manifiesta en la sociedad no rtea.mericana actual).
Para Cltristopher Dyer, el aná.lisisde los niveles de vidaen la In¡1aterr.l medieval se desglosa necesariamente en capitulos diversos acerca de la aristocracia. los campesinos,los habitantes de tas ciudades y los asalariados (sin olvi dar, en este illúmo caso, Que las ci fras de los salario s notienen sentido si se examinan al margen de unas circu n.s-
TI. v_ _ ~ d caI<Ir.. ~__ <lo~ 0><>. $ ...... "O/"""' '",. __.,...C-..:I,.. c.nllri<Iro: Uai ' uSli ' r-a. 1m(ho, tnd. 03it.:~ CnDa.. 19!11). I.rotmarionu _ la _ toei6oI... 1II1 otns d<_oF.-...
n. o. M.-. U¡w>d»« oI,-,,_~. _ ..1 110. OWt<>. c...-.P"'-*' tidnon N_ .19SI:Il<m..--cl R.Orm: el<"l_ A . "", _ j_...... _. • N... 8nmswIc1:. R1l.,.n u " P'r<$&. 19!IO; JoI>oc. So..... <1.&__el< _ alI__ _ l-oIUoo_..l.o"-'o el< l.o-....... J. c. s.. 'T. C. WriJIM.o1l..,1""'..._ ""'1-" " ' 1OCtftMd ... ,1 -""1 un M<ti<o, F.c.~. 1m. <te.
EL NIV EL Y LA CALIDA.D DE VIDA
tanelas sociales Que sólo en tendemos a medias). " Cuando Quera mos ir más al lá. par a hace r comparaciones entrelos datos referidos a estos distintos grupos, deberemos toma r en cuenta. además, la diversidad de las expectativasde cada URO de ellos y la existencia de «anomalias y discrepancias eeue las condicio nes inm ateriales y el bienestar econ émícos.e
Todo ello parece Que debería conducimos a substituirel uso simplista de índiees.globales por una pluralidad deenfoques" distinros. El primero. el más objetivo y cuanLificable - aquél. en consecuencia. al que podría encaminarse. más fácibneme. buena parte del esfuerzo que hoy se realiza en materia de.investigación de salarios y de niveles devida- es el que se refiere a la desigualdad eccaémíca, oal reparto de la riqueza. si se prefiere formularlo así. Lacomplc:j:idad. poe WI3. parte, pero también las promesas queoñece este campo aparecen claramente evidenciadas en laobra de Amanya Sen.· La forma en Que un enfoque semejante puede enriquecer nuestro conocimiento históricose adviene C1I investigaci ones concretas como la de Ccm waIl sobre la InglalCIJa de comienzos del siglo XVI... o ee
7'J. s... ,1 , ootft ~ .. l <l oni<:uI<><I<l _ 0,0. , <lo S. A. C. l'au1. _ ~ -... Ell·JiM4;.....-. _ .... . ' 01 . "' , __.mx,......... xun (I'J'J01. P\I- l S'-J16.
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.._..........__.....-.Oúotd.01f_U~Prao, 1911;~__... , ....~...--.H..-du..--,.,.....1"". <te.
12. J. C. K. c.o.-. -, '""rlf~'_ «10""7 h ·1~-.4. Lo-. Roo_ """ KrptI PIluJ. 19I1I.
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lito .. las ~ :tl.=_. do la EIu<>pa lIftIDduslnaIo,_. do _ ......."........ Vlllm~ PI'~7l '.
IUcondición "fantasmagórica» , porque en su tiempo puurercn ser ca usa determinante de acciones reales por par teue quienes creían en ellos. Hace ya atlas que Thompsonvtplicó, en las espléndidas páginas dedicadas a la explotación, qu e la aparente contradicción ent re una mejora «objeuva» de las condiciones materiales de vida y un sufrimiento creciente podía a p licarse de manera racional,"
Las dificultades de la ínvesugacíó n cuantitativa en elterreno de los "salarios reales», y la repugnancia que muchos sien ten a trabajar con eJemenlOs aparentemente nomensurables, como la percepción SO\..;a1 de los hechos, explica que una parte de la investigación que se pretende..dura» haya optado por otraS vtas, corno las de la relación entre hambre, enfe rmedad y muerte. o las de la llamada otIlistona acccecmemca».
No voy a entrar ahora en la larga. tra}ttWria de los estudios que han pretendido ~lacionar el. hambre con las epidemias y la mortalidad. porque el excelente csrndo <k lacuestión publicado hace un tiempo po r Vicente Pérez~loreda" me ahorra este trabajo y me permite limitarmea citar algunas puhlicaciones posteriores a las queél "llalil<lensu texto. y a plantear algunos problemas más concretos.
Hace tiempo que hemos abando nado la ilusión, demaliado simplista, que nos ofrecían aquellas exactas correspondencias entre precios de 10$ granos y curvas demograñees de los primeros tnbajos de M euvret. Se: nos ha p uesto
50 LA m SrOR1A DESPUÉS DEL FIN DE lA IUSTO¡UA
las hipótesis de Linde n sobre la relación entre e! aumen tede la población y la evolució n de! salar io real , com o consecuencia de una ofe rta crecie nte de trabajo." Y a pro.puestas más discutibles, pero de las que puede y debe aprovechane lo que uenen de bueno, como la de w íuiamson,demasiado amplia ta l 'Il:Z, sobre la evolució n a medio y lar.go plazo de la desigua ldad y la pobreza."
Los métodos cuantitauvos no son suflciemes, en cambio, para el OITO lipo de investigaciones. que ha de basar.se, ame todo, en la percepción de los cambios po r pa rtede quienes los experimentaron, paniendo de sus expectativas -Dyer ha señalado la díferencía que exisna emre lasfanusías de las clases populares. que se planteaban en términos de UIla «tierra de Cucaña» en que easra las casaseran comestibles, y las de una aristocracia que sonaba enun mundo cortesano qu e incluía, aparte de los banquetes.,a Ira s goces caballerescos-, de UJlOS temores por el futuroque en ocasiones podían ser equivocados -quienes conocemos los pánicos inju.stificados que los espectros de laanat"G:Jía o el bolchevismo han suscitado en nuestro tiempo, hasta llegar a los delirios conspiratívos de la 1000 BirchSociety. conocemos bien este tipo de miedos, y podemospercatarnos con mas facilidad de que la historia está llenade errores de percepción semejames-c-, pero que no debenmenospreciarse po r el hecho de que se h.aya demostrado
IJ. ""... H. I.u>dm• • EnJl....~ ....... 0I>d~ ISoOl.19lJo.al 11 . l. Ro<b<t¡¡ , T. .. . lIM>tt. eds.. ~W'- #'Od~.~~,_~.0-.1__'. ,nId""'-l", ,,..-.. _. Cambrioi,,<, c.mbn<tre u....=»1' Prus, 1\116, PI' <jI.1•.
U l . o. IViIha..-, /_I;'.~ fH"""J10'lti 1oi.<ttJry, O>.fonl, K~h<ll.19'\11.
EL l'I1VEL Y LA CALIDAD DE VIDA 51
B\I. Tomo> bu<D. pone ok ..... 0l>IIIi<Ienci00 ok W"'J 1 ¡m"",. Pol«>.",n,,.,... Q;>O. "" a '-m.ia ambo.. L.a ú\nD&c><IIo ... 0.-0. aoom~ <1<'"tu DO.......,. .......... _ lo t:uo:<_Do:ia ... lo<<lIOII'*>I alim<ntarioo <D
la Ilia<>ria. "" _ ... 1M mt>d 10 Wip~ I'W. ~.90. lbma _ ..... MO 1 _ deI_~ Iil>to <1< 0rtIa de M_ ·
-."''''''' ...,¡"".... _,~.-d.,,'m_ ._ ~ fIII. 98-11991. V_ pe&"e¡<mpla, Iududu__ <lela _""",,""'l'<"l'O'
_ J lwelbr< ... loa te e<¡>R$&II c:o l . O.1.« ,, 01..
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los ca mbios de diera son más importantes que 105 cambiosde dinastía o incluso de religión »." El propio ejemplomeccanc nos muestra la gran adaptabilidad de los patronesalimentarios al entorno natural. Si en el caso de los aztecasnos sorprende la Importancia del consumo de algas [Spirulina) y de las más divm.as fonnas de vida animal (,dos aztecas -nos dice ()niz de ~lon tellanl>- comían prácticamente toda cosa viva que andaba, nadaba. volab a o reptaba»),en el de los Olomis vemos cómo lograron ada ptarse parasOOrni vir en una zona árida y pobre. con un promedio deprecipitaciones de 440mm al an o, Los. investigadom que,• la vista de que su alimentación a.et:ual no contiene la clase de productos que consideramos esenciales paca una buen. nutrición (carne, fru ta. verduras, eec.), esperaban ence nt rar- entre ellos lodo tipo de con.o¡ecuencias médicas desus deficiencias alím er uartas, se vieron sorp rendidos al ad venir que su dieta era saustactoría de acuerno con los niveles medios establecidos en los Estados Unidos."
Pero. incluso si nos limitamos a conside rar la disponibilidad o escasez de los alimentos fundamentales, la cosaresulta más complicada de lo que suele pensarse, y nos obliaa a abandonar algunas simplificaciones más o menos«tnalthusianass.w Jc hn D. Posi nos ha mostrado que, por
I
52 LA IIlSTOIUA PESPtJts DEL FLo; DE LA HISTORIA
sobre aviso acerca de la co mplej a relació n que puede exislir entre los rendimientos de las cosechas y 105 pucia s,"y des de 10$ trabajos de Andm« B. Appleby son muchoslos que han comenzado a expresar dudas acerca de ..has taqué punto el hambre era consecuencia directa de la escasez de alimentos y sólo de ella...•
Comencemos por la necesidad de de finir y evaluar elhambre. Aparte de la d ificil esumacicn de lo q ue es unanutrición adecuada -que en modo alguno puede reducirse a los element:l1es promedios de calorías por habitanteque suelen usarse-e, m ulta necesario que nos aproxime
mos al problema. en cada C3$0 y en cada memento, con110 buenconoo;imiclllo de la ccmpleia combinación de anmenta s con la que cada pueblo ha elaborado las bases deuna dicta equilibrada -definida no s610 por razones naturales. sino también euhurales-e, pero que tiene como COll
secuencia fundamental la de produci r una adaptación a estadieta que hace difícil su cambio. El ejnnplo de los indigena s mexican os, que desde la conq uista española modíñcaron su religión y su id ioma . pero que conservan a gran des ra sgos la misma dieta de los tiempos prccotombtnos,puede ilustrarnos acerca de algo que ya había intuido Gecr ge Orwell. al afirmar: «M e pa rece que es lícito sostener que
!~ , E. A. Wn Jl<l<• • AlJIU'U~~ ....,.. l& pmd_ , ... pre:ioo
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EL- NIVEL Y LA CAlIDM> DE VIDA SJ
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Pero tmmnoslo por otro lado más p¡;icrico y ua1ab1e_
No sea W10 el pnl>Cipio de lo. ..-menos, sean di.-ersos portodo Sil KT. Entendamos Que Jos crió Dios disllntisilnolen ' -arW pute$ dd mundo. y Que, oomocnó diversos ani·rtaks Y yel'\'U pontollosas. tmlbiéll esparció difer<lltC'S
ray"OJ. semilIu OastroS de enf=rmeda<les en <futanles cli·~, no tenitndosc en WlO$ la. noticia de Jos OtrOl. Perocomo el tratO de las llenles ha llevado de unos ternes aotros semillas dC$COnocidas. Que despu6 se han recibido
h'ma en cuenta, ante todo, el problema fundamental dela distribución , y que si, por una parte, sirve para nacer nOI más cautos en la inte rp retació n «malthusiana » del pa.,.do, nos ayuda , por erra. a q ue examinemos de ma neramás realista los problemas actuales, alertándonos cont raciertas complacencia s pre matu ras ."
Po r lo que se refiere a la enfenn\"rlad, tal vez se hayaabusado de la cita de ~1ejOS latos que la ven como unasecuela del hambre. Jo cual nos ha 1I000-ado a pasar por altoque los médicos eran capaces d e ir mas allá y que comoprendían, a su modo. la imponancia del contagio y de la.defensas na turales. Véase, como ejemplo, esre tato de unmédico españo l del siglo xvu que en algún modo se anrícipa a McNeill, y que cito en extenso porque no me parece
que sea muy conoci do:
"El. ~ IYF L Y LA CALIDAD DE VIDAu HISTORIA OE$PUES DEL FTS DE LA HISTORIA
lo q ue se re fiere al hambre de los años cuarenta del sigloxvm. su incidencia sobre la población no sólo dependióde datos físicos como el volumen de las cosechas, sino tamobié n , y sobre lodo, ..de la efectivi dad de los programas deayuda y bienestar públicos , la disponibilidad de reservasy la mejora de la organización social»." Un estudio sobreel hambre de las ultimas décadas entre los hausas del norle de Nigeria demu estra que, más que a causas naturales.se debe a la ru ptura de unos sistemas sociales de producció n que en el pasado. con técnicas prod uctivas más rudimen tarías, prnntizaban una mejor protección de la comunidad an te las malas cosechas. Sus conclusiones vienen acoincidir con Jos punlOS de vista. de c:ienlifico:s de OUO$ campos acerca de la naturaleza "social» de muchas catástrofes su puestamente ..naturales ,.." Todo lo cual no implica,natu ralmente, negar la existen cia de catástrofes dtmográ~fiea s desencadenadas. en determinadas circunstancias, porla escasee Y las epidemias asociadas a ella."
En los últimosaacs. y a panir so bre lodo de las coser~vaciones form uladas por Amarrya Sen acerca de la importa ncia de distinguir entre dis ponibilid ades de aliment os yao::~ a ellos - la diferencia enue uv"i1"bilily y entillemefl/- se ha tendido a hacer una historia del hambre que
91 k>hoo D.-.~-...,.. dt_I<""",,/Id;'J< .""''t'; ' ,,..d_".. ....-_w-. n.....""*"" _ .. W H rly Il.¡QJ. IdYca.Co<·..... u.......... ........ 19.,. P. 100-
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...-. ""_ 19!IO.
les de que la. ciencia médica conociese, no ya. remedioseficaces para curarlas, sino ni siquiera sus causas, de loque es un ejemplo elocuente el rápido descenso de lamortalidad por tuberculosis en la Gran Bretaña del si110 XIX."
Tampoco encaj a en eSle esquema la aparición en pleno siglo xx de una epidemia tan mortífera como la de lallamada gripe espaaota de 1918, Queen nue..e meses causóen el mundo entero 25 millones de muertos; más que losQue había producido la primera guerra mundial. La convicción de Quelos progresos de la aíimeutación. Ia higieney la medicina han hecho desaparecer de nuenrc mundolas grandes epidemias del pasado explica Que nos negue
mos a ccusíderar esta gripe como una de ellas y que reciba por lo geotral un tra tamiento puramente anecdótico."
Miem ras en su últ imo libro Tbomas .'I1cKeown tratabade ofrecemos una visión revisada de viejos planteamienloS "malthusianos",... .'liad: Nathan Ceben. a la '''l quematiu. la imagen feliz de los pueblos primitivos qu e se hapuesto de moda entre nosotros en losúltimos años -a parur de visiones co mo la de Manhall Sahlins-. desminñcalos e fectos del «progreso» sobre la alimentación y la s.aJudde los hombres, insistiendo en que muchas mejoras ua sosohan alcanzado -eD los imperios de la antigüedad comoen 10$ países de lo que llamamos el T= .\t undo actual-e-
~6 LA IUSTDRU DESPUÉS DEL FL'l D E LA HISTDRU
bien y se han conservado. de la misma manera se puedeentender de las enfermedadel, astros o núasmal de ellal .Sabemos que no se avian visto viruelas en las Indias , queel Iruta lan conoctda en f-lpaiia y Europa . y que quandoNa"'áe~ fue conrra Conés a ~16.ico n...." un negro ccnesta desdicha. y que la plantó en aquellos reynos, de su., le que se encendió fonisima la epidemia de viruelas y murieron seue ieeros mil indios. porque, ignorantes de su ve·neno. come se vdan lan manchado el cutis. le bañabanY. mrocedido.los malaYa p~3lIIenle . Desde entonces $Qfl
ordinarias allA las viruelas en mas o menas copia . con forme las disposiciones en los m,.-ros. Algunos han pcmadoque nosm omaron elp~'e ron el morbo gálico. y poressc le U;unan in<lico."
E.stamoS abandonando tambiéa otras c aerpreiacouesmecamcu tas qu e ligan la desapancion de la enfermedadal progreso económico o al avance de la medicina: una med icina científica que, en lodo caso. ha llegado muy tardíamente a 135 capas populares y Que ha sido vista CDO malosojos po r los sectores co nservadores de las clases acomodadas (en Ponugal se publicó en 1858 un folleto que concluía «recommendando as familias religiosas cautela ccmes médicos ...• ja connecidos como inimigos de Deus ouda religiJo»).r Pero también por la co mprobación de quealgunas enfermedades comenzaron a retroceder mucho an-
.. loa "'_ d< '-' lJuP"" .".«ww-o. _ >.i.. 1616. P$I,
~J1.
97. P. _"'SouzaAmaoSo,~ ......",,_.....Uoboo.,Sd ... IIJ.L" I ~ ;' ~ r 1 .,;.. ..,... .... l'<OOUp&I'Ola~~-..d< ol..-1oO « ......"" <It la _ -... __ q..... :>u<d<".~con .~ ...._._d<......,. __
U NIV EL'" LA C!lLUlII O P E VIDA 57
101. A.1CI _. ow-. _ •...s~ '" '''''''''''''''. taooesoer.~.. U. omo.., Pmo. 1'190.
1(\0. ~ . sa.o-r..w , D. _ ti> el ~b<o dd ~'" dIo<.......,. """ ~"....._.A._n.._...-..,.. ~.01b<I.a....-1"=I9'JI. p. 1.
on fant il por disen tería, y de Otras enfermedades asociadas,.eria consecuencia de la introducción de medidas higiénicas, y en especial de la mejora del abastecimiento de aguay del si$lema de cloacas, impulsada por la nueva conciencia creada en el siglo xrx por la lucha contra el cólera ....Sin olvidar, además . qu e nos hemos acostumbrado a generaliUl" demasiado alegremente al mundo -o, por lo menos,a Europa- algunos resultados deducidos de la situaciónen un país concreto -casi siempre Gran Bretai\a o Francia.donde abundan más los estudios de demografía bistérica-e-,sin pararnos a comprobar si en otros se estaba dando símultaneamente la misma secuencia de causas y efectos. Unestudi o reciente so bre la lfuminución de la mortalidad enEuropa . no sólo muestra diferencial; muy no tables acercade la época en que se prod ujeron dererminados cambios ,sino que Uep a sugerir «que pueden haber existido diversos cami nos hacia la transición en la mona1idad. que losin\o'C:Stieadom no han sacado au n a la luz......
Parece, pues, que necesitamos un repertorio de sorocíoees mucho más matizado y complejo, que debería reemplazar Las viejas simplificaciones que ligaban el descensode la monalidad a causas únicas, como la mejora de la alimentación o los progreses de la medicina.
No quisiera, sin embargo, abandonar este aspecto deltema que nos ocupa sin mencionar las palabras que le haded icado Miroslav Holu b, al den unciar que la visión que
SS LA IiISTOIU.... DESpUÉS DEL fU; DE LA HIsTORIA
a las clases privilegiadas .... Los caminos po r los que hayque avanzar pa ra resolver tales prob lemas parecen dirigir ·se hacia respuestas menos simplistas, que examinen en detal le cada mom ento en eltiempo y cada grupo de enfermedades, como hace Ale>; Mercer. Lo que parece más clarohoy por hoy es qu e, en el caso de la mayor parte de lasen ferm edades «tran smisibles», el papel de la mejora enlaalimentación. si lo ha habido . no ha sido importan te. Ten.driamos as í, ante todo, un conjunto de causas de naturaleza inmuno lógica. Co mo en el caso de la practica desaparición de la lepra, el gran azote medieval, desde elcc rmenzo de los uempos modernos, qu e parece debida ala difusión de la tube rculosis. que hab ría creado cierta inmunidad en tre 105 que sobrevivían a su ataque.- Por otrapart e tenemos. como ya aclaró hace anos Biraben, el finde las grandes epidemias de peste, po r razones también denaturaleza inmunológica. pero reforzadas probablementepor una mutació n de los virus . Ello habría dejado comograndes causas de mortali dad por enfermedad en el sigloXV1l1 la viruela . la tuberculosis y el tifus. En lo referentea la viruela . los efectos de la inoculación y la 'acuna habríau resultado decisivos. :'.Ienos claro resulta el caso dela tuberculosis, al que ames he aludido. En cambio. la disminució n en el transcurso del siglo xix de la monalidad
101. _~ 1'"","" C""",," H~"i,~.-I 'M _ wn.iI....'...... ""'" "O>=,_ U...-...y Pral, 1'49...... ~ ... w· 1Jl, 1. 1. v"""' !Iin ..-." 1M""""" _ _ libn>ba=_ pOI' JI"I'"~ Jloy Pon« --..confouDllmc ""..."'..... L/>lwi<><I __ o(lk><>Uoll <ledi ~... <le 19t9l. p. Il-y <le AD<!r<w-. _n_ Lo""" :¡"p~• • '21 do~ <1< 1'1'lOl. P. 19L
102. F~ 8o!n<u, H.."""d</Mp<fta .... ""0._ "r<'.PoN.~19013. P9 ~~Z7(I
EL NIVEL Y LA CAlIDAD DE VIDA "
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[01. o.-ll'd. h<u Cll';;.~'.'.'••i_ ..t~ d _ <: I~~.191'. Carnl:n:l... c...bnd... l ......." J"reu, 1m
vechande los datos reunidos por el reclutamiento m ilitar -eseñalaron que el empobrecimiento parecía causar un a reducción de la talla de los hombres. Lo comprobó vülerm éen 1829, y el belga Eugene Burer utilizó los mismos datesfranceses. en 1840. para deducir consecuencias acerca delem pobrecimiento poPlllar a partir de la disminución de laesta tura media de lo s reclutas procedentes de la clase Irabajadc ra....
En la etapa q ue va del gran miedo social de 1848 hastala primua gUCTTa mundial este tipo de discurso human ita rio fue reemplazado en buena medida por otro muy dls .tin to: el de la. degeneraci ón biológica de las capas más pobres de la población urbana. como consecuencia de susvicios y defeclos .- Era el temor a las «clases peJigrosa~ ".
po r una pan.. pero sobre lodo a las masas. recclucionanas, el q ue lo inspiraba.
La. recuperación del estudio de la:. relaciones <,U tre a limentación y esta tura se ha producido en fechas recientes.Su más am bicioso patrocinador ha sido JOM Komlos.quien ha pretendido basar en 5Uin\-estigació n del caso aus ·triaco una autén tica ..hislOria aouopooieoca... con la queabrirla una nUela y am plia vía: ..Por primera ve z -afirma- procesos biológicos. demográfICOS y económicos sonintegrados en una teoría de la R...olccíon industrial que
60 LA HISTORIA DESI'UÉS DEL FlN DE lA HISTORIA
asocia el progreso humano a la liberación del espectro dela enfermedad es falsa:
El Ánld de la Enfermedad e. idéntico al fenómenoIlistóriro de la humanidad. La humanidad no exj.tiria deno haber sido por la p~siófl evolutila de la muerte y laenfm-nedad . ... La enfermedad es allo íntimamente Jil ado a nuestra identidad, intevado no sólo en nuestra his·roria, sino posiblemente =bien en nuestra herenciaffsiCól ....
B sur¡imicnlo. cu.a.ndo creíamos que estábamos ganan.do las ultimas batallas ccneaios microbio s y les-virus. deuna amenaza como la del sida. la reaparición del cóleraen América latina y la renovada expansión de la malariaen el SU TeSte asiático deben servim os de advertencias conIra la falacia de estas visiones simplistas. por un lado. einvit.lmos a que reflexionemos sobre la dimensión socialdel problema.
Laobsesión cuantificadora aplica posiblemente elb:itoalcanzado por una técnica de innegable utilidad. pero cuyas aportaciones me parece que se exageran cuando se pretende hablar; presentándola como un campo indepeodiemc,de ..hutoria an tropométrica...
Que existe una relación en tre la calidad y abundanciade la alimeruaci6n y el tamaño corporal es algo que se convinió en poco menos que un tópico en la primera mitaddel siglo XIX, gracias a las observaciones de quienes, estu
diando la condJción de vida de los trabajadores - y apro-
tOS. MorooIa> H_ .l1l<Ilo<lI: -... _ .....""". T....... L~ Sop,.."....., (1 <le O<'\Ibte do 1990). "" 1.0SI-I.OS2.
EL :;Ivn y LA CALIDAD DE VIDA 61
lll. C""'" lo"'" PftuI, 0,.,-... d on>:uIo_ t>e <:IUd<> _es, """,,.<lo _.."..,.t.u _ do ......... , __Lt.o ¡rn-".. do Phe4>o 1Iro<o8, HO!'......._ j·b·Q.__Ia«OllOlnil m<ili<>'II islaI flf.
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6JEL StVFL y L.... C....LIDAD DE vm...
'lile loman en cuenta el COlllCXIO físico global de la exislen, ia humana , y las desigualdades internas de la soc.e.dad, lo cual explica que los autores definan Sil investiga .ción como «una contribución tanto a la enfermiza cienciade la economía como a las más esperanzadoras cienciasde la historia y de la biología humana».
Qu isiera que quedase claro que las cautelas expresadasaqui no deben verse como una actitud negat b-a ame losestudios Que tratan de esclarecerproblemas tan fundamentales para el historiador como son los de la evolución delWario, el calcule de su poder adquisitivo, la C\'Olución dela. aJimentaeión y o tras condiciones Que concribuven a lacalidad de la Vida de los seres humanos, ni ante unas investigaciones amrcpomémcas Que pueden proporcionar.nos -cuando son como la de Floud. Wachter y Gregoryenfoques muy interesantes. Las dudas expresadas acercade algunos resultados no niegan la validez. de las investípciones sobre estos temas, sino que expresan el deseo, }"la esperanza. de que se intensifiquen y renueoen.»
Al criticar las respuestas demasiado elementales _ y,sobre todo. la tentación de usar un indicador cuantitativoaislado para medir la evolución de un fenómeno tan complejo como la ..calidad de vida.., o la utilización de promedios Que nos ocultan la importancia de las desigualdades sociales- no me alejo. ademas. de ptanreamientcs
62 LA HISTORIA DESPIJES DEL FIN' DE LA Hl5TOIUA
no sólo es aplicable a la Europa central del este, sino a laexperiencia europea, considerada en general». "
Más específicamente relacionada con los problemas generale1 del estudio del nivel de vida es la ambiciosa investigación de Floud , Wachter y Gregory.'" Sus conclusionesson, además, mucho más matizadas y prudentes que lasde Komlos, puesto que rehuyen la prop uesta de modelossimplistaS y afirman que no lIay una correlación directaentre mejo ra del salario y de la condición de vida, ya quelos ingresos han podido aumentar a COSta de un empeorarme nrc en ocres aspectos -e-vtvienda. ento rno. dieta , intensidad del trabajo, C!C.-, que pueden haber renido rt'percusíones negativas sobre la salubridad. y sobre la estatura.de la población obrera en la primera mitad del siglo XIX. "
E incluso después de 1850,cuando la evidencia de una mejora en el ingreso y en los niveles de nutrición es indiscutible. sigue presentándose alguna incógnita dificil de resolver. corno la de explicar por que la mortalida.d infant il nodisminuyó hasta el siglo xx. Este libro tiene cuando menos la virtu d de integrar las técnicas de la histeria antroporneuiC3 en un conju nto de C(Insideraciones más amplias.,
101. '-~-""._.,..j~." "P_"'~E.<r_"........".H~, ,~.A.,""_""~.I'tino<Ioe.I'l' ..u......., l"Ia&. 191'1. ... J.~ _ 0<\tl>0I'<0<Ni do la,;..... kV = JIobaIdo~ q... pan~(t)da.Ia"""""'_._ .... _do_ia-.
10'l. ~_. Kauootb _ . .........1><1 O'"!'Jl"r. H~~( _~__""""- ...."'.- 'M U.,ood KUo,.M>m. lW-l'MO. Caml>ndl<.ro t..., u-.;r, 19lO.
110. C'"bj)t ..boa.dobed>o>,q Ia 'W'a,q... bobrillaoam'-'" 1..~<mI ea la __ m..... <IeI el p<no<lo de la Ile_ "'._ ,oa!.. olism.....,.. 4< 0_'" la lIINd del Slp>""" , _.., a ... •<_.~'"__ de """"" ... oUtiInoo u=io<__dela 11"_1__oa!. (P. l~).
6 4 LA HISTORIA DESP UÉS DEL flN DE LA HlSTOIUA
como losde VeraZamagni. cuando nos proponeunaaprcxlmacidn a los métodos de Amartya Sen, tamo en lo quese refiere a «la necesidad de utilizar la distribución de losingresos para evaluar correctamente las cifras de ingresoper cépue», como en su propuesta de abandonar las medid as de bienestar basadas en " paquetes de mercancías»e integrar en ellas. en cam bio, indicadores como la esperanza de vida. la mortalidad infanti l, la alfabetización, laescolartzactén.Ja desnutrición y «otros semejantes que seusaron en el pasado bajo d rówJo geueri<Xl de la "calidad"de vidaoo."" Aftadiendo le, además. otros-elementos quehoy no son cuantificables peroque remiran eecsoos, romolas experiencias y 1M expectativas de los diversos.grupossociales. ya que, al fin y al cabo, la «calidad.. que pretendemos medi r depende esencialmente de j a percepción delos propios sujetOs que enudlamos.w Lo cual significa.sencillame nte. que un estudie de esta namraleza -si pretende ser realmente «científico.. y no unamera caricaturacientiflSta - ha de integrar toda una serie de elementos cuI·turales en los que ~ fundamentan -y mediante los cualesse eq:I1C$aD.-1as e:l:perie nc:ias vividas y las esperanzas delos seres hUlllanos.
111- ...... z ....p' ...... _COCII_... foUllG_...,.,bol,p.W.,
1ll. 1(. [). M. SDoIl, ......-Olf'--'poor·_-..._.,....__ E",,~ 1660-1900.c--... e->lr<u-....Pr-. 19lI~.'-"laI le lII"""""""__ lO etIjuia.a la cúdod- <loo .- <loo loo_ ele(~ ... fuDcióg do Iu po ",, ' 1 ..... ÓO 101<Id _ ... lv.pt
""__...~ J ado¡IIot laI Po "'" "..... do loo:~ dola_ do o<uoado ""'" Iu a.aI<lI"""- _ .. • ..".__loo._.(1' <l· Ea 0<&>00<l<>, UDOS _ doI.¡>o<Q<amP""
...... . 10M CIar< ~"""'" ............. óo la> collKCllell<iu -:_de la>....n-._quo loo _ m_"'- ........li,.,;.....
....--- - - - - - - - - - -- - - - - ,
HISTORIA. ESPACIO Y RECURSOSNATURALES: DE LA GEOGRAFÍAHUMANA A LA «ECOHISTORIA»
Aunq ue no se: Ullta aquí de agotar las dsversas dímenliones del cientiflSmo. consideraré.otro aspecto qne puedeayudamos a ilustrar mejcrta dificultad de reducir a fórmulas y a modelos de análisis simplisw unos problemastan ricos y complejos como sen aquellos a que habitualmente le"enfrcnta el hístc r iadcr; Con la particularidad deque éste es también UDO de eses.campos en que se está manifestando la tentación de construir una «nueva. rama dela ciencia».
Lacreciente preocupación por los recursos namrales denuestro planeta -por los problemas que plantea su escasez o su conservaclón- ha dado lugar a un interés renovado por los estudios sobre el medio, que ha conducidoa ad aptaciones lógicas y razon ables de la temática tradicional ."· pero también a rápidas y superfk iales tentati vas
u.. Ea la~ <loo 101 tlUtajoo do l . Morti Alier J. _ 1.0<10. ... laq... lO"",," ...~oo. poo;o COI " 01 ..... <loo J CItIoo Oan-,",-
1'1 , l.&bn>o _<1 d< ~ i:<oIovnr ,~.lOIhu."''7.:-;'"
H....., ...... u-t_ ' 919" d d< -. Moniau AIi<t. L'''''''''"""'/ _ 10.-.E4icM111162. 1-'. dIlIo "~".1_''''.. lo Q"' ''' 0C>0I0>Pa (mm lu Q'" pm-......... 0100<1>0., lo d<MottiD<t AIi<t~
119. N, 1, 0. -....... ~ _~"'~. CoDobrid ""Cotft.
_lO Uoi--." Presa. ' 9'00: 14 «JI<do. .....~_ do ¡" n<!"'", ""',..>toI. Bota'lo... Ct'iIlca. '992. =
61IlIn o RIA, ESI' '''C IO y RECUllSOS "ATURALES
In. nefastos es a lgo que empezaron a adverti r los hombrese ciencia del siglo XVIU, obs ervando las consecuencias de
lln roturaciones abusivas, pero ello no sirvió para evitarltu Iarales consecuencias que para la Euro pa mediterráneatlel siglo XIX tuvieron la deforestación Y. sobre toco, la ro
turación abusiva de mon tes y pas tos, como resultado deI plicar mecánicamente modelos de cultivo pensados paraOtras condiciones naturales (lo q ue no significa tampocoQue en ta les " otras» condicio nes -las de la Europa cenot!"al y del norte-e- fuesen " beneficiosos» para la conserva ClÓn de los recursos nal.uraIes). En cuanto a la ecología propiamente d ícba , su nacimiento suele- fecbarse a fines delligiO Ul, aunque la verdad es que su definición precisa -dela que depende, como es lógico, la filiació n ideológica quele busquemos-- sigue siendo objete de discusión.w
Volviendo a la ciencia histó rica -a la integración delestudio del medio dentro del de la evolución de las sccíedades humanas- , no se puede ignorar la aportación dela geQgrafia histórica tradicional, que en sus formas másmodernas . como en la obra de Pounds, ti, integra elementos de historia agrari a de un in negable interés, ni la formaen que la vieja escuda deAflllD/es supo sacar crovecbo detlelado de la l eQgrafLB hu mana francesa de los Vidal dela Blache, Dc-mangeoo, Sorre, etc., como se puede adve rIir en libros tan admira bles co mo UJ terre et I'tvO/utiOfl
de aprovechamiento de la moda pa ra vender vieja mercancíacon denominaciones más atract ivas, y sugeridoras de no ved ad, co mo «C'Collisto ria », '" environmentat nistory; etc.Uno se encuentra, así , con que un invest igador qu e hastaIloy habla publicado seis libros sobre política británica desde1940 has ta la ac tual idad . no s «sorprende» con Una tustoria verde del munda" en qu e pretende reimeI"pretar todala historia de la huma nidad con cuatro lugares co munes~' al¡unas trivialidades, cuando los autenticas expertos in
teman, en '"3JIo. convencernos de lo co mplejos que so n lossistemas naturales sobre los que operamos - '1 opinamoscon tan a legre inconsciencia.
En realidad, la preocupación de los historiad ores porel espacto, el clima y los recursos natura les no es nueva.aun qu e hay¡!. , 'aliado su en foq ue desde el siglo :{VJJL Hasta en tonces la hiSlOrtOl!73. fía europea -de hecho. la civilización europea entera -e- prest ó una atención preferente ados cuesuonec el dominio del hombre sobre la naturaleza(co n la idea de que su acción scere ella era siempre para«meicrar la») y la influencia del medio score la cultura.'?Que la acción del hombre sobre elmedio pudiese tener efa:_
66 LA H1STORIA DESP lJÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
111. 1'I>t.,..... Picro _ ... 1~1_.m.,... .,-...-. "Iib:L ¡nuI'"" ~. IlIU
116. ar..-"A,_~.......,.~, .. _.L>!IOirel.,~ se.-_ . 1\1'111. EIt su ca¡>iruIc> lIa&l. \tU f't'l*ttlOÓ<l d <Un<> d< la Iliolontb_.. .... • 1 I WI . ..... • .... camo la el< qto< .la ..... l1li__
"'<'Ion de .... .... :i baaeu Ila <ido> d""""""" <Id........"d< .... ..,.. b__aJUdd 1lI'" que p<>oii&II ..,...,...,. "" """"""'" ....'0_ ' (p. J9l).
111. v~...-.. d< . d admu'abI< bblo 4< Oam>ce l . Uia<~. 1»-_ '.. R~_"-. "#t"~.<Id"' /fu.. , • ....f ,.." ,_,h' j""".~I
" '" rilO . <Id '" ,Jo< ."I"',,"'h «0"''7. 1l<T....,.-. ¡;",......,. or Cal;r"",,,,Pral. ,m (la «1_ ....1....... dt , 9<>'),
120. U _..... """, __ • ..-... __1Ii--. ' 1>._ _41>< 1.. <l<' " : ;; : !'I'.colo ';'" oc_.do . _ d 1'"*10>_ ....... Flafr;o .... ....-;o,~ lo -. ....._ dola'" "'1lo$U DiooII; H_ a.. _ ,.,..,..-1-.. Pono.~..--. 1?111.
m. <Thc " ai .. -uol_........,.__..""' ..-... ~"'__ Md f~.~-,.,,* _ _ ud_.~_.
....... ,01(""""-1 "'-:>-. 60. D.' ' I~fonua. 1990)., 1'- 1Il . La_<I6fI ao Ila<t i_ ....-.... • t<cica<cs -......... COIDO loo ..._ d """"" ...c-. ll<>nlico 1ló>mooft1~"fo<fn. _ "'"t. ""-__~'_t.M_ . Pono. EH ESS. J'I\IOl, _ . Q...
"'" ~tr\rl! ..... _
In. u ..-.. <Ic .... _dottabaioo_laofr=d_-..." ; ..... _ J. Oa<ua , D. H'I'. EArJW< ".,.,.¡ _ " Ij/)O-jl(Jd Es."'1$ '~ _00-' Q/1--. n.n-t.~,., c.mbrid,. u"'-'- P<eu. 19C-
12l. Cop>o d -e<b_ poi" lino« M. S. c...<>t>dI ,\lar t o--. 1AAtJ, -._ N-'«' H.."""-'I/-""<I>fs "~.,...
noll~.-.I~",,"1. "'_ . "'mcI><sf... UDl..,.;,y P«u. 1991.
humaine de Febvre o. sobre lodo, en la H istoria rurat f rencesa de Hloch, ,>1 aunque posteriormente esta preocupacló n acabase convirtiéndose en mani erismo - limitada aL.lDOSlargos antecedenres geográficos de carácter meramentedescri pt ivo q ue no se integraban en la investigación- o loq ue exp lica q ue una criti ca reciente denunciase, pienso queprematuramente,. el envejecimiento de la «historia rural "francesa. '"
Hay también una doble tradici ón anglosajona que seapoya, por una parte, en los eslUdios de histOria agrariabrnániccs, con ese monumento a punte de concluir quees The Qgfll r¡arl hislory o/ Eng/and and Ifai&"- y con
obras eeeemes que m uestran claros signos de innovaciónmClOdológica, 'u y por otra, en UDa ve rti ent e norteamerican a que tiene, desde hace muchos años, una orientaciónecct óeca acentuada. tal como se mani fiesta en la obra de
69!lIS TOR],\., ESP~CIO y RECURSOS NATURALU
hom bres como Carl Q. Sauer, "" Alfred W. Crosby» o J.}t . Kloppenburg.w Al igual que es de origen anglosajónla difusión de un en foq ue ecológico en la arqueología dela Ilnt iguedad . '" Y no debe ríamos olvi dar lo que haya deaprovechable en la vieja apcrracíón de la geopclítlca ajemana."" Elementos de carácter ecológico tienen, por otraparte, una imponancia creciente en la. extensión de los m étodos arq ueológicos a períodos más recientes de la tnvesu¡ación histó rica y, sobre todo, en la aparici ón de una «arqueologia agraria» que se ocupa de temas como ..la histori adel medio hum anizado,. o que haaeado explotaciones experimentales pan!. reproducir sausfactortamente las viejascondiciones de producción....
Ante C:S105 y otrOS muchos precedenes. y ame la eví-
l :¡.l. Catlo. s.-. A(~....,_ _ ~N_Ib<J<. __
......~ Sooot,. 19H (CII)lf> lIfWDO'" <a¡lINIo .. tiI ..... .......Ecolop;, ......~ u ..__ ¡>Iiado..... ..,...... .. poocóc """"" '" d ...._ .... _l.- ~Jt~ /OI.." ....... """"'f "'C
'..1-« <JI ti..ün_.Oo:oto. Uao-.,r of QOo::qo f'tc». 1%1. _ <=seIaolnbop", 1 .. . ... -'......... '" , . .. _ SAue<. "'...... _, L--. ..._Iotdo. So _ 40fIcIi .... '" ...
,te,, : _ ............. .. _ doo pod;a _ ..... __ do lRl:>.ioo_._ 1.0_.... .. m- n _ ¡>on< doat.--'''-----..- _--...-..-.125. c.-11IoCo+ - _ " t"l'"'~_'-"' ''' , =./4U.--'. a. .. . 4-' 1971.0/_, ' • ....oor_8ar<cln... Cn_ ,''''.
126.. l_ ..... I ~ ... ..J...Fi<'orw_ n..~.....-,.
~pl.-t l · ; ' ! ;o< l491·llW..~c ....u..-,.-.I9A.117. _ _ <lc ........... _ ........ do"""' ...~bo~
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111. fTiodncI< _u_.."...poIUiqw. -. n.vd. 190. M"""~ c¡w.. /:AIJ#_..,.....a "' _ ~,., d" ~ ..~ d· . ...-.,_. l'WIl, l'a>uJ. 1990.
1~. v_ COIDO~ .... 1<IDí6<a, lean Guilam<. ""-. "",",• .. . ...._ ............. F'ons, Armond Colla. II'9L
I.A !i IS10R,¡,I. DESPUÉS DEL FIN DE LA t11SrORIIL68
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1......... 1 ' 'lo 40 S&ono "- F. DoaaI. 1",,; AoC<ft e.........L·_ -. H ' ·"""'_ .. "" ..~. nv·....._1a.Poou. ~. 19I1, N. O.G.I A a/ Ú1,_ft>=t~.o. .
fa-d" IIIoo:r_I""O ; 1 ,,_., I 'JlII_ I... IoI ~bro<doee.x-
' 1........__ehoc1,_~_.... co¡>KUloflw'. ,,¡, __q la ......... _ ...... eu.." .. _ """ .... __
_ ~ V1lidoo}.
111 . DoMKI _.«l..nw_~'~WfIt.~._ .... -...~_.. A..-,.. caml>ridc<-~U~ Prus. 1_. 1'- >1L
IJ1. Al_~1Go6nel1a8gnwrli lldod",qtJqij_LA_.~_.~ ·~ .."","",. _ll M"'_ 1990. pp. 1·1.1(>d,ok> cuol .. .,...-......_I<g'.RlDalICI*"_" ~- _ 1<'1"__ que """",,,,!lo ';'¡'1<fO ...,m, u.Jue>r: .e- 0Ik>.. _ """"'" """""""" qU<lla ello lO <OIt-
lo"" ó«.".oto.aU. I· ~.. <tonca oi<iIa ....uta <OdIO u"._.-: ~ lt'ooclo
d encta de qu e ha habido una co ntinuid ad sin interrupcio·nes en 105 trabajos histó ricos que tornan en cuente la importancia del medio natural ,'" no se co mprende el senn.d o Que pueda tener el intente de p= entar.se ah o ra comodesc ubridores de territo rios de investigación sup uestamenteinexplorados, como Donald worster, quie n, al frente de unaobra colectiva. proclama: «El propósito de este libro es introducir a los lectores en el nuevo y rápidamente creciemecam po de la historia del entorno» (env lfOnmnl/a/ his·rory) ,'" o ron la declaración de Alberto Caraccio lo y OabrieUa Bonacchi. en otra introducción semejante: «La redefi nición de campos y metodologi ll$ es una~encia Queparece boy advertir toda la investigación historiográfica ».a lo que anadea que ..1ainvestigación hísróríca sobre el medio ambiente es un ámbito al cual la historiografía se haentremaco recientemente" .LU Claro que en este caso hay
.... o _. ( .. . .. <lw<i ....-.. L-.. J)«~ -.-.... "'._~_; 1 _tn~'¡¡''Oó cb< ... r-;'' ddl'; .
.........., ._101·...··.."""" ......... 1ft~_ ....III ""',' " . 8aI<, R_.,,,, octW>u: _ ......~ endÚI< . ....""' .• ,_,_.dlado _ JoIuI a.n.u...Io:'--_al_(l I 4<_
'" 1"1). P. 16.
71HISTORtA. ESPACIO Y RfC URSOS NATUR ALES
mi palabra que les t raiciona: la de «redefiniciÓn». Pu esIh que estamos. en efecto, más ant e una operación de tra'Jucdón -de uansvesusmoléxico-e- Que de cambio de ob
lO o de método. Y en algún caso ni siquiera de esto. sinode una mera co ncesión a la moda . sin temor al ridículo.eoec cuando un critico nos propone un a «lectura ecc t óJ it... de un poema romántico y acaba diciendo Que « v'La
asa de campo en ruina'!" de Wordswonh propone Que laupe rvtvencia de la bu manidad ha de venir con la recupe
ración po r parte de la na turaleza de los edifi cios de la cívllir.ación". 1U o sea. sencillamente, con el retorno de lhombre a la'! cavernas.
Esto no seria grave - podría co nsiderarse como unalIm pIe argucia de vendedor Que repinta un poco su viejamercancía para ada ptarla a la'! nuevas modas-osi no fuese po rque StCOITt el riesgo de que ese repin tado, al insis tiren la novedad "cientiflSta.. para ocunar sus anejos orígenes, nos lleve a alejarnos de la única forma sensata de o peru en el estudio de la relación del hombre con el medio.que es partir del conocimiento previo del trabajo ya realizado, y nos conduzca 6 repetir viejos abusos Que ya se comet ieron en la historia del clima y Que condujeron a «halluaos" corno los del libro de le Roy Ladurie en Que senos ilustraba acerca de la bisto ria de a.lgunos glaciares, sinanadir nada que sirviese para ente nder las consec uencias
LA mSrO RIA DUPUES DEL f L'< DE LA HISTORIA70
I
l).l. V__.,.mpIo. M_L_ 1'orT1;ea-~ q'''''''''''''"'_ .tk _ t. Fol '_ 0.....,.,. 1m."-. _ H. H. ........ Ch_... ~ .toro _ ,~~-.._. l..o<>dra. \1""""'. 1'18%. _ '" .-- '1"< ~
umbl<>eh....._ .... J>do._I,....'rna· IDtn.a..:.... abjlj_
'" y on ",a'i_ <1<1 camt>io. q "' ~... <It 01. , 0 10"'""' bocbo ni ml><lwocu-. 0><I<ftIU>I1ao <atl'" d<l .u/nmlon lo.tnJ<m!>t<>o "'.. _!el d< 1>. ."",LLnid.ad._.. " inter:>acio.oJ. Í9- lOIIl.
1)$. W&IIIe, 101>....tOo 1u COrtal l"'ro ",,!jI'. '" PÓlinu 00" ~ ll.& ~.,;; .
<&do L. N. Ovmileo , . ~",h"/o' IIn ''''O.'' ' '''iinfdom, Cambnd... C... ·"'id."lI ni"'''ity ......., 1981, pp. 1! ·26 (on bb,O, 00' .iene. <l<mlUiado i. ,<II·¡'"'.. lo ",.1 no .. ha , iOO per<lon.<lo pOI" "O ' ''peciali' '''o '' hiJo <lo """" ;mo<o••• lo qu< oxpOCo que k> h.... «><1100Il<1o. oomo ' oel< Oa« .... <lI ..""
cuu.. ' ¡" ""i""l<>10 1{bay ....d . "UI. on Cn·';"'. B....ion•• ,n pr<'p.Irxiónl .
de los cambios climáticos sobre los hombres -e-más allá dehechos ta n poco significanvos como que los babttames delas zonas alpinas habían de abandonar sus casas cuandoel avance de los hielos las dcmbabil.
Ha pasado ya ---() debía haber pasado, por lo menosla ilusión simplista de identificar el cambio c1imatico co nla lem pcf'3IUra media - las ..pequerullI edades glaeiaJe:¡, ..
o co n la pluvicsídad rotal . Se han revisado a ñrmacíonesdemasiado retundas sobre las «causas climáticas» de determinados acontecimientos históricos y sobre sus cense cuencas universales. que cc raeazarou con la fantas ía deatribuirle todo a la influencia ejercida po r las manchas solares. y nues tra comprensíén de los mecanismos determinantes del cam bio climático ha mejorado .,J.<
Pero no basta con introd ucir en nuestros anaíisis unavisión mucho más compleja q ue tenga en cuenta la tras cende ncia que tienen. po r ejemplo. los cambios en la circulación de los ciclones. qu e permiten explícar q ue lo queen un lugar se POS aparece como empeoramiento resalteser una mejora coetánea de la situación en ouo. '" y queabandone la idea de grandes muraciones climáticas de efec-
U6. u.. __ 400 [áo:iI .-pOoIdioIol • loa...-~ <le ..._
~~~;~ q... ...a..- pr" M _'-plo,oo """" 1>. eKr.II'I~·
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lo< appn>pnII.. lIl<tIIodoIopa>. '" /l.. 1. Rotbefl YT. 1(. RabI>, <4<.• eli""'''. ".¡ ~ ..t"",. f'nD«ooo>. 1'TiDooIo~ u.........,' Preoo. l'/SI . PI'- ll·ro.
IJI K. H....H•• <01.. lnte'¡>'PI.'i<wu r1~I.,"",. llosOon. AOIm U>d Un·""n. 1911. Rao:uCrd<>< que, eo<no.. ... <b;!Io ....,"'io<m<n... ""'t"""piIl<1..../OmilO oU< .nJ.u.ob. Ir><C&IDClUIl'"" _ ,_,tlu, precio< alto. ~.I 1" "'"!wnbto , t!>ON.lid.d, . dviniroJon '" <lo00' lo. <f,,,.,. d< " na =es.i. ¡Ji...,,·",i. wIlroo., k><iod.<l roncn:la d,,,,,.,¡;."on , ra. medida <le l. formo en qoe.... ..' o da~ Oa« rle< ¡"o.. y ....iji". '"' miembro. ma. d..·f.~ .
7lHIsTO RIA, ESPACIO Y Ilf: ClJRsrnl N"TL"ll.AI.ES
los ueíversaíes y fáciles de deleclar.'" sino qu e necesilamos alcanzar una interp retación más «humanizada» de losefectos del clima. Jan de vrí es nos ha pm'cnido: «La inIlueeda del cambio climático es real; la dificultad en delmula puede proceder del hecho de que hemos tendidoa buscarla en lugares eq uivocados». Puesto que, en eíecre, nos hemos empe llado en estudiarla. sobre lodo, en relación con las crisis a cono plazo. cu yos efectos resultan3l i dramatizados. sin damos cuenta de que éstos puedenacabar siendo, a la larga. mucho menores de lo que pare ·cían inicialmente. po rque la.'! sociedades. incluso las de lecnología muy primitiva, tienen una capacidad considerablede adaptación a largo plazo. «Al evaluar las consecueudas humanas del ca mbio climático nuestra atención debeen focarse hacia estos procesos de adaptación.»'"
Al fin y al cabo. los estudios actuales nos revelan. comoya se ha apuntado, qu e los «desast res naturales» a 105 queacha camos la culpa de daños de efectos catasrróñcos paradeterminad as soc ied ades humanas no siempre suelen sertan ~natu.ra.les" como se dice.w Lo que viene a otorgar al
LA HIsTORIA DU PuES DEL ni" DE LA HISTORIA72
1'1. JollI Y. 0,1..... . El ·_..~"de~" lII&<lmO de ""'" ecol6_ ... la ....>10'. de las .. ' .1.. ..-..• • '"~ «D_k>:<7 pcI_dtl _ .._, l ....... 1_ "", do E>tudIoo 1'I:ruanoo, 1'1"!: .,,:>-I d hlcr oObru ''P''nQ¡ <11 d " ."m" Ia<uu.-.<ld ....I<de
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"!lI H ORIA, ESPACIO Y RECURSO S SATURALES
El primero de los erro res de tal plameamíenro es el deIMnmar que, lejos de ser consecuencia de l «desarrollo hu mano », este deterioro creciente lo es ame todo del mode loeuropeo de desarrollo industrial depredador -cra mo en suvariante capitalista tradicional como en la , hoy frumada,de la industrialización centralizada de los viejos «paisesdel Este». Otras lineas de desarrollo que debieron adaptarse, en ccndícícnes cisuruas, a paises de medios más escasos, o que tropezare n tempranamente con estos mismospro blemas, condujeron a Otros pueblos a cobrar conciencia mucho anles de su naturaleza rea l JI a buscar vías paraIU remedio. Uno de los grandes m éritos de las investiga ciones de Jo hn Mu rra sobre la s viejM culturas andinas esel de ha ber descubierto la complejida d de su ajus tC con elmed io. al igual qu e Ángel Palerm nos ha mostrado la tmpo nancia de Las obras hidráulicas prehísp émcas que permitieron desarrollar la población del valle de Méccc IIMla alcan zar la magnitud '1 esplendor de la 'Ienochtirlan queencc nrraron los conquistadores....
La preocupación por los problemas de las selvas amaromeas ha lleYado a los inYC'Sligadores a descu brir que soneco sistemas más frágiles de lo que se creía, JI que las poblaciones naúYaS aprendieron, por un largo proceso adaptauvo, a desarrollar fo nnas de explotación adecuadas a suconservación, hasta el puare que hoy se nos propone apeen-
historiado r una funció n semejante a la de l revolucionar io.según 105 versos de Bre<:III:
Hemos ha bla do del clima a litu lo de ejem plo, y paramostrar los abusos cometidos en ene terreno. lo mismopodna suceder con ese ot ro estudio, más amplio y ambicese. que DOS proponen ahora la «ecohistoria» o la.m l/jronm~n laJ hl5fOf)', y con la «lo ma de conciencia.. de losprobl emas actuales JI futuros para la que deberían servir,El hecho de que comiencen ignorando la evolución histórica de nu estras ideas acerca de las relaciones de l hombrecon la naturaleza -C.llpuesta admirab lemente en el librode Glacken a que me he referido más arriba-e- les conducea dar por sup uesto q ue los prob lemas de de terio ro del medio a que 00$ enfrentamos hoy son, scnptemecte.uea cc esecuencia del «desarrollo humano» -en un a simplificación semejante a la que se contenta con plan tear el problemadel hambre en lenrunOS ..malthusianos" de crecimiento dela población- JI que nuestra misión de ad elantados delP1ogICSO nos obliga a encontrar ahora, para nosotros JI parael con íc mc de la humanida d, las soluciones técnicas JI polítícas para eSIOS problemas.
74 LA HISTORIA DESP UÉS DEL FP.< DE LA lilS'fORIA
,~wo U" ttl'drTic lt:u" l il u = il t Imd wm Scilikstll die Rede isl,",ird e~ die Ntlmefl f1tf1f1efl. '"
119. .Doodt la~ ...... , lO .... de <I<s<iQO, el di/;i .... -..,• •_, B"""',.•lob da-.-n•. '"~_Gt>d-.. frul;. fun,
SoWbalp. 19'16, P. #1,loo. v.... -.. .... "' ""'~=-10 de lo pot>Ia .
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-....~ 1992. PII, IJl-I'"
I.S. J . ,",_ ASo<••Lo"'~"""'''''''labott>ri.o._._n' '""'- _p¡oo 0Ddi""~, fI "<h"ll.I••.o I (19901. PI'- 9-06.
146. J..... CwI<><~'".-. ,......,..,...,~ ElcmaI.... panL _ -..o 1OCUll el< loo ..... .......,.," , Ix 17'(l}.IUo..Dntt"'lilo _ :s. ~. III 1_ "'Ia, ........= Iml. PI'-"'9- 17' . M _ ~..... \W'OlIOO -... b.o.iado•• 'f'&Ia<>II<!ll<> .................... ..... _ ....... lalO DO P""k_
77!l ISTORIA, ESPACIO r RECURsOS NATURALU
lumficiente y tod a propuesta de remedio puede quedar enmera retórica moralizante. Esta conciencia, que inspira a1, UIlOS trabajos de Martínez Alier,» me parece score todo~i,ible en otros. desgraciadamente poco conocidos, de JuanCarlos Garavaglia, quien señala la necesidad de imroducrr, aliado del estudio de ..las relacione! entre las plantas,los animales, los ho mbres y el medio atnonco - es decir.los elememos climá tico s, edáficos e hidrográficos», el delalI relaciones que los hombre! establ= entre si corno consecuencia de su panicipación en este proceso, incluyendoen ellas ..la tccnolO!IÍa y los saberes que los hombres hanido acumulando en sus complejas n:laciones con la naturaleza ......
Espero que. hab iendo llegado a este punto, se enuen,da Que no me propongo, en modo alguno, minimizar laimponancia del estudio del medio natural asociado al delhombre. Pero una cosa es que sedeban utilizar los m.ás modernos procedimiento s cientí ficos -y pedir el au xilio delos especialistas para la adecuada interpretación de los resultados alcanzados con ellos- con el objeto de profundizar en este estudio de las trans formaciones del medio naIUra! , y Otrl Que el historiado r ha~"iI de co nvertirse eneenunee aficionado, cul tivado r de extrañas «hillOrlas inmóviles .. en que el hombre ape nas desempeña papel algu no . A la1es aploradores de parajes supuestamente d eseo-
der de sus métodos y sistemas de explotación, «como algoparalelo, si no prioritario, a introducir una tecnología avanzada del uso de los recursos»."
No se debe caer, sin embargo, en la trivialidad de suponer que todo lo que necesitamos es tomar ejemplo delas prácticas de errascultu ras, sin más. En cuan to se refiere a la deforestación. por ejemplo, nos encontramos conque no parece ha ber habido , por lo menos en líneas generajes, una conciencia adecuada de la naturaleza del problema en la India, tal vez porque su agravamiento real da leante todo de la época en que los británicos co menzarona interferir en su evolució n.'" Al cocuano de lo sucedido en el Japón , donde. habiéndose llegado a graves problemas de deteriore como co nsecuencia de las roturaciones q ue exigía la subsistencia de una población muy densa,el proceso fue contenido ya a fmes del. siglo XVII y en elsilla siguiente ..se ad optaren métodos para aumentar ladeseada producció n de los bosques, en un proceso que Implicó el paso del Japón de la expíotacíón a la foresticuhufa regenerauva...""
Lo qu e esto nos indica. ante todo, es la necesidad deno reducir el estudio del medio a un a serie de problemasqu e debe n ser cons iderados únicamente d esde la perspectiva cienríflce-nat ural y de la tecnología de su uso. Es necesario q ue introduzcamos en el an álisis elementos ..sociales_ sin los cuales toda explicación de lo ocurrido sera
76 LA IiISTOll.lA DESPUÉS DEL FIN DE LA m STO¡UA
1':' M>d&MI I . Edcn, &oIov __...._.,,_, iIoA_. L>o·_ __ l'o-. 1'!'lO, PI'- 11·.,.
1.1. M. V. Nod.tuDo..... Tlwrpohl_~#~ _tt_ .N_ [loIb;, s...., 1m
IU. C_ ............. 1lI."..~ _lu"......~"'~hP<>'<. -..... U.......,.,. o( CaIifo<J:uo Pr'<SI. 1m . p. 17••
7 8 LA HISTOR tA DESI' U ~S DEL FL'1 D E LA HISTORIA
nocídos habría que recordarles la vieja y sensata advertenciade volta ire: «Lhtsrcire narurelle, impropre menr dile his
toire, est un partie essentielle de la physique». '"Lo qu e debe hacer ~I historiador es mejorar el utillaje
con que sus predecesores han trabaj ado hast a hoy en e¡ estudio de las relacio nes entre el ho mbre y su entorne, entro nca r co n una tradición más que secular en la que haymucho qu e puede ap rovechar, o rientar su estudio de acuerdo con las necesidades y los problemas actuales de la human idad - no con las modas tmereceuates vigen tes- y esforzarse en aportar ejememcs que «sirvan.. por lo menospara hacer más rica y más lúcida la co nciencia.que los bom.eres tienen de su si¡uaciÓn. Le conviene reco rdar que lopropio de su trab ajo es proporcionar servíccs..ec vendermercanc ías q ue deben ..redefinirse...-!o qu e casi siemprequiere decir poco más q ue ..rebautizarse».ydisfuu.arsepara parecer nuevas en los escaparates.
Entre hacer más cíeuuñca nuestra practica como investipdores y procurar qu e ésta se dirija a problemas deimplicaciones esencialmente humanas, estreeh.amente ligadas a las necesidades de nuestra sociedad. DO hay contradicción a1IUDa. Las circunstancias en que vivimos nos advien en de la necesidad de tom ar en cuenca, con una mayoratención que en el pasado. el medio na tural. pe ro elle nosignifica que nuestra función sea estudiar el suelo, el clima o la vegetaCión - para lo q ue no CSIafI10S adecuada ·mente equipados-e-, sino la de mejotaT y enriq uecer uuestro conocimiento de la relación entre los ho mbres. entrelas diverus sociedades humanas. y el medio en que viveny tra bajan.
El CIENTIFI5MO y LA DE5 Il'oTEGRACIÓi\DE LA HISTORIA
En esta misión de los problemas que nos plantea el«cíenu ñsmo» hay varias ccnstderacíones de conjunto queconviene hacer. La prime ra es la que nos invua a eviw latram pa. denunciada por E. P. Thompson. de reemplazaruna vieja terminología que el «misionismo » ha sometidoa a tac ue -alegando q ue su imprecisión la hace inútil para(sus) propósitos anallticos-- par¡¡ reemplazarla poc otra queno es mejor, sino simplemente «nueva». Tbompson nospreviene contra la tentación de abandonar térm inos como«clase », «burguesia», .. feudal» o "capitalisla», que no han
inventado los historiadores, puesto que se ban limitado atomllI" los del lenguaje cotidiano de las gentes del pasado.para reemp lll2Mlos por Otros como «p reindustriab•. «i radicio nal.., "puemalismo.. o ..modernización », que sonigualmente imprecisos, cuando menos, y que no es verdadqu e, a diferencia de los primeros, estén limpios de cargaideo ló¡jca , sino qu e tie nen e rra distinta: mien tras los quese nos propone abandon ar, forjados en'los co nflictos reales entre los hombres, traducen una dinámica de enfrenta -
1»' ~WbI... 1Iw _ _ 'o/l_fonK. ._d=-,., _ _-.1 _ _ o lb. .. TIo< _ Hop«mo~ Pl=. 19\10.
o. 71,lIt , Fruo;ooo o-.~_ .....¡pja. ~.A""""".,"._ _
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a presu po ner algun a co ncepc ión de la realid ad histó ricaco n e! fin de realizar el programa de consntuírse a si mism35 como ciencias». Pedir a disciplinas como la socíotoaja , la ant ropología o la psicología UII fundamento paradeterminar una perspectiva adecuada para la historia escomo «besar nuestra estimació n sobre la solidez de los cimientos de un edificio en las propiedades estruCturales quepresentan su segundo o su tercer piso ». '"
Uno de los prob lemas más graves que nos plantea esecambio de fundamentación, ese someurmento al vasallajede otras disciplinas sociales, es el de la fragmentació n denuestro objeto de estudio. En la medida en que cada unade estaS "ciencias .. tiene un objeto distinto al de la historía, que es el de abarcar la totalidad del cuadro social, suutillaje sólo sirve para actuar sobre segme ntos de e~1C cuadro. lo cual ba tenido co mo consecuencia que una investi¡ación tentada por el mimetismo ciem iñsta se conviertaen esa «historia en migajas .. de la que nos habla PranccísDossc. ISI y que es mucho menos la de la vieja escuela de,ol,,,,,,In. donde Braudel ccase rva ba todavía el sentido dela ¡Iobalidad, que esa otra nouw llt' hislOire que guardaescasa relación con aquella: que viene a ser algo lUí comouna de¡enención de la que en su día propugnaron Febvn:y Bloch .,n
80 U. HISTORIA DESPUÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
miento, los segundos apuntan a un orden social «autorregulado», inventa do por una «sociología histórica »libresca ....
Un a cosa es que rechacemos las interpreta ciones basadas en el emp leo a busivo, cosificado, de los viejos rermí.nos, y erra que llevemos nuestro abandonismo a aceptaruna o peración de escamotee intelC(:lual que nos obliga arenun ciar a conceptos forj ados por los hombres de! pasado. que expresan sus experiencias, sus percepciOlles y susluchas, y que están cargadO:S, por dIo,.de uncontmido «histó rico» real . y hab lo de «escamotee» porque no es lo mismo prestam os a la vieja e iauul operación de «redescríbírlos fenómenos en UD nuevo vocabulario»,... que la de de.[ar, de pase, que nos reemplacen la na turaleza de la carg aid eológica de este vocabulario, pretendiendo. encima, queel nuevo no la tiene.
Pero bay, edemas, otros riesgos no menos graves queéste de la «esterilizacióo» del vocabulario histórico, Losproblemas que he tratado de ClIplorar en el casode esahistoria que ha renunciado a su especificidad. para uaw deconvenirse en teoría econó mica aplicada (y en 01.rO senrido con la que se identifica con la ecolo gia) se dan tambiénrespecto d e otras dísciplínas sociales o humanas. con resuiwios poco satisfactorios. Como ha dicho Ha)UaJ \\'hite,no debemos ir a buscar una fundamentación del análisishUrorieo «en ninguna ciencia putativa de! hombre. la sociedad o la cul tura. porque estas ciencias están nbligada!
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LA DEStNTEO"","CIÓN DE u. HISTORIA SI
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I ~. 00 loq ~--.v ..... -........ I•.-boo"u. en Uo.da Clar·... (h,'Id'~, ..,.._. U>e4t<o. ~I" 1m.
drtn, Stone, Laslett)'" y ot ro de la infancia (con estudios'uhre el pano -e-Gélís, r c rbes, Pancino-e-, el amamantamiento -Fildes-, la situ ació n del niño en la familia y suprimera eoucao cn. ere). Hay investigaciones especificasrobre las enfermedades, que van desde las dedicadas a unaco ncreta, como la peste (Birahen), el cólera (Pelling. DeIApone), la ruberculose, etc., hasta las de carácter más seneral . a las que he aludido an teriormente. Sin ol vidar loslibros sobre la locura (Po ner ), la mu erte (Aries. voveüe ,Chaunu). ere,
Uno de los campos de mas rápido crecimi ento en losIiltimos años ha sido el de la his lo ria d e las mujeres, queya se ha transformado, antes d e consolidarse, en la gender
lustory. que pretende ir más allá de la cousíderacíó n aislada de la mu jer.... Hay la histo ria del procese de umam,zación (De vnes, Bairoch. cte.), que no bay que confundi r ni con C$a disciplina separada que es la «historiaurbana .. ( ~'OS). ni. menos aún, con la de la indust ria dela construcció n O la de la vi viecda.w Hay la de la pobreza y el tra to dis pensado a los pobres (Woolf, Guincn), lade la marginación (Geremd :) . las cárceles (Foucault , lg-
~ 2 LA HUTORlA DESPuES DEL fiN DE L.A HISTOlUA
El problema, po r o t ra parte, no es exclusivamente deFrancia ni de los presuntos herederos de Ann(lfes, sino mu cho más general, y debe ser analizado como algo que afectaen la actual idad a la práctica de la investigación históricaen el mundo entero. Una cosa es qu e pensemos que unaexphcacién histórica más rica debe incluir boy muchos faclo res q ue anterio rment e no tomábamos en cuenta -o queco nsiderábamos comptemenranameote-; porque no éramos conscientes de su im po rtancia, y otra que interpretemos eso como una invitació n a abrir nuevos cam pos separados que tenderán a coeeernrse en la practica en discip linasindependientes.
Cualqu ier intento d e hacer ni siquiera un catálogo elemental de tales campos obligarla a un despliegue de refe·rencias biblio¡ráfkas interminable, d e modo q ue me vry.¡a limitar a una rápida revtsíó n de algu nos de los más tavcrectdos po r las modas acad émicas actuales.
Tenemos un amplio y viejo terren o, el de la historia demográfica. donde la separación entre ésta y u na «derno¡rafia histórica.. se encuentra ~a establecida desde hace mucho tiempo. "! Como depe ndíenees has ta cieno punto deella podríamos considerar los estu dios, que cuentan ya conuoa eJttensa bibliografia. sob re la sexualidad y el matrimonio (Boswell, Shoner, Brundage, Brown, Corbm, Goody,ere), con un suecampc que se ocupa de la familia (Flan-
el _ q __ la oln _ndwot el< a!p_ <le loo lu......-.._lO -.r s.... do< ........ <hmD....
UI. Eoo __ ""'" ya .._ aft<Io q " ""..Ial <k T. H. HoUitol -_b"""': el _ do< H"_ d","",~J' (1.ood:u.~01 Hial",." 1%9). q wiDdo:abo~__....0.. Lo.is H<ntl' pul
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LA DESINTEGRACIÓN DE LA HlSTOll.lA 8J
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'""' _ 0l0fIe0 a. Houe<, lr~ Sftd .._. ' M """ '"Jood. e--_ JO, "'.... . Harovd v.........., "'-. 1990: Joa GoodY. e-.t-;q. <lo.......
• "¡...... Ca t 1.4 Cambnclrc~ Pmo. 1952: S«pb<or W......lI. 1I--.-"'~ D.ford. Illo<t-u, 19O5; J<u·hulAmo.1L _do.un_. hna. h\fOI. 1\119: HikI S<lnootu<ll ~.-.-SMiif_ A <>ó"",,".~
'" dwu. .-._ _ ~,. N_ ..... k. AIo<kor lIooU. 1_.=1". PlolThom_14_6tl~His__• VaI<::>aa,~
.. lf..... ti r.tlp·_ Iftl. Hor ... 1._,_ .Jo.nwI '" ()rM H",ory. poi .__1910. 1 _ .-"1'........... J<OcI>l<, """ .. Iled>ca .. mil---Il'. Qoo< lO _ ......... 001II .............. 001II """ <lo 0><ICI&:i0>:
_ "'If ...."" pone do loo podeS---. ,q".~ pr<>pioo «>01"""'" """"'"'" ¡oJeo _ <II" '''~ <lo loo OIOaulll<n,,,. , D<l~l<l pn...,,' luoo lo.... <11 1__0< ... 1 'I71~
na tíeff, Spierenb urg] y las galeras (Vigie, Zysberg), el pe.cado (DeJumeau ), el vesndocla ce rnida," etc, La lista detales «especializaciones» -que con frecucncia dan Jugara la or¡anizac ión de asociaciones de estudio, revistas especificas (se pued e decir que no transcurre un mes sin queaparezca el anu ncio de alguna nueva revista consagrada a«un nuevo obje to de esurdio»], etC-- es inacabable.
No es que estos aspectos no hayan sido tomados encuenta a nteriormente por la historia. sino q ue aho ra uen den a des.ajane. a cerrarse sobre si mismos, aislánd ose deia ludía global de la sociM ad ya ooll\'fitirse en territorioacotado de una práctica cientifJca Que se pretende autónoma. Una aberración que Jl~a a su extreme cuando sepretende convertir en discip linas independientes incluso loQue sen simples lé:cnicas de trlIbajo -c-herramíentas que SÓlonenen sentido cuando se ponen al servicio de una inter pretación histórica global- co mo la historia oral" o laarqueolo~a ind ustrial. '"
esL" D HSL" TEGRAC IÓN D E U HISTORIA
Esla fa lsa emancipació n empobrece los resultados qu eueden obtenerse en los nu evos campos o con las nuevasenamíemas. Al desmenuza rse el análisis en historias mimsecto riales (uso este término para distinguir tajes prac
Iil:lU de la «micrchlstoria» a que me he referido ames, yaue aquélla , pese a que pueda con frecuencia acusársela
'<le lrivialidad, co nserva el sen tido de la globalidad hislÓm:a ) pierde de vista, po r fuerza . ese objeto central de eslud io qu e es el hombre en sociedad, inabarcable desde cualquiera de estas pequeñas visiones que se proponen comoalllCl'1lativas más .cientifica.s» a la sup uesta vaguedad deuna imaginari a «historia tola.!», que nunca ha sido un proIP"ama efectivo que se nos propusiese aplicar en la practi ca , sino una a.sptración inalcanzable que se presentaba másbren co mo un modelo atremo: corno un indicador queoricnwe, en lo posible, la pr&ctica de nuestro trabajo.
LA HISTORIA DJ!5PlJÉS DE L fTN DE LA IDSTORIA84
ISTORIA Y ANÁLISIS DEL DISCURSO
El d o p&ado, Lawrmce Stone hacia. desde Las pagide Past end Prr:sefll. un llamamiento angustioso en fa .
I de la vuelta a una historia que se ocupase de 10$ aconunientos y la conducta. operando sobre la base de testesmemporanecs y con la frnalid ad de Cllplicar 10$cambiossecídos a 10$ hombres. E1llamamieoto se justificaba por
lemibles ecnsecueedas del ~posmodernismo" que, contriple amenaza. de la lingUistica. la antropología cuíru
1 '1 el Uamado ... nuevo hístoricismo.., estaba ccnvirtien-f) la ciencia Il.istórica en una «especi e en peligro de a
ación.....La angustia multa explicable, aunque no tanto por el
lor del uall0 que la histo ria ha sufrido en estos añoslicKlc el campo de la lin¡Wstica. como por la facilidad con
ue parecen haberse rendido eu 10$ últimos tiempos algu
os historiado res. No es fácil explicar las razones del éxito
100. La.. _ S-'~ 0<><1 __<nWaI'_ PIIn - -~,.
I e_'" 1991~ PI'- 211·11'. El or1>CuIo ha AOICUdo di-.na, ' . V"lu aWes _ lo <ntlIreQdI ... Patno:k J""", .. ti olimrnl 113 do< lo
_ (DO••me.. <lo I'J\II ~ pv- :00-20\1.
,
I
89HISTORI A Y AN"ÁUSIS DEL DISCURSO
nocemos como «posest rucruraíísmo », asociado a nombresunnc los de Foucauu, Deleuze o Derrida.w
También Dosse ve el nacimiento de la «deconstrucció n»eme algo que surge en el interior del estructuraiismo y.
rn cierto modo, de su reflujo y descomposición. desde lastempranas formulaciones de Derrida , inspiradas fundameruaímeme por el pensamieuro de Heidegger, que le conduclran a ese primer ataq ue abusivo centra Foucault, ese. asesinalo del pad re» a l que éste respo nderá con une de." uloriza.ción de tal " reducción de las prácticas drscursí\1IlI a tes uazas re:nualc:s».... Lo cual no impide que sepresente a FoucauJt. a su "el. como «deconsrructcr de lahinaría». Paradojas de una remJino.logiaambigua que sinepara lodo.
La denuncia de la fuulídad del sistema se efectuó initlalmellle en los Estados Unidos. tamo desde posicionesllIequ.ivocamenre ecnservaéoras, por d estilo de las de A1lanBloom'" -lo que d uró huta que las nuevas doctrinas y
16.1. f-.o'", . !'tl 1 I ......... nw-......'-..~ IL .s:_,,~. M P"+s. u..-,O(~Pr=. 19a,• ....... pp. 116-1". U...... Ioo_ Ii_ dt J_ l}~p<>/i-_~.... .....I"'eótioon< .. , __ ~"" • •• .......-.__'In_"·',""_wooaoilO__>u>aa.Doco ........aú...,.. ..... u_" -.r. MO<lniI. y_o 1_
1M. -. F. o...... H_ do .."..,"""",...... 001_
lJ. PI'- J&-OQ: Dido« En_ M_-'·,.pp. 1"'_H1." .... """" la «o_<le "-*-11 ..H_.M.-........M~_.1obdt'o:I._olor CuIran F ' ICI~ 1,.511. n. pp. )«).m <><11i«n1 <le P. )11_-~ .. _ 1 ••_. l_de~"""""';"lde«lLl!parisi_
-- _ ..._ ..- pan. pcnI<r -".. '" eIlM.16$. v_ <1 1 _ _ de .. <l<D1JIIoCia '" Le~
...... Glr¡o lOyior R.._ .... $400<-. A noi...,. ~iJ,.".,/..".. ,~/(a.
_ ...... 10 , _ ".~ v....... 1991, pp. 1l1.J29 <<lO ikO< OI''''m<__ a_. _. "" •• Ji..., -..~ .. poIIl;co ó< Sluik«p<ar<»_.._-_...._.~
88 LA HISTORIA DESPUÉS DEL FIN DE LA IHSTOlUA
alcanzado, porque habría que hacerlo en un contexto másamplio que el de la historia , dent ro de lo que Rorty ha llamad o el «giro lingü!stico», q ue afectó profundamente ala filosofl a de lu utürnas décadas....
En la visión conservadora de Gertrude Himmelfarb setrataria simple mente de una eta pa más del viejo debate de..las des cult uras.., con la capitu lación de los humanistasy la consiguiente deshumanización de muchas disciplinassociales y de 105 estudios sobre la cultura, «despojándolo>de toda realidad social y human a». lO> Frederíc Jameson,en cambio. sitúa estaS muuciones culturales en un campomucho mas amplio. mrentando fijar unas etapas de la evolución del pensamiento filosó fico que eomenzarían con lalJ1I(luai superación dd ecsrencíañsmo sartreanc por el «estructuralismo», defi nido como ..una variedad de nuevo sintentos teérfcos que comparten por lo menos una única"experiencia" fundamental: d descubrimiento de la pnmacia del lenguaje o del súnbolo... La uartsform ación deeste . emlICluralismo». demasiado inestable como para quedurase. habría dado paso a ..la reducció n a una especie decieauñsmc, a método y técnica analítica (en la semiótica)..Y. por otra parte, en el terreno de la transformaci ón de susperspectivas «en ideologías activas en las q ue se deducenco nsecuencias éticas, políticas e hísrorícas», a lo que ca-
161 . Ridlar<I Rort1< n,...,ltttf.iIto«I,.-.¡-., 1990_v_ ............. 1»,....,..1)<__.... '"" ~. ,. <U<lo, . 1Cus " -._ ... _ oH' 1lJ"'",v..m.u ~_......H~__.•PlIi-
Iooc l' · '1"""", vvl.l.,~ C&mIIndt< U.u-, P-.. 1991.162. O. H"••dfÁ .E1 olu-ooiD....., "",al. lo.. jo ~ ... " -. ,1M'" ""'-
, _ ...,~",_"" ...- .~ M '-" • Iol-' 0t!>aLe. 199'(<ita lo p_ 1(loI~
91IIlSTOII,lA y ANÁLISIS DEL D1SCUllSO
Loe resultados obtenidos son en ocasio nes discutibles.n. Jil ando laboriosamente uno s dlflciles poemas de Paulelen, Hans-Georg Gadame r llega a uno en que una errade imprenta modiñc ó lotalmente una palabra. transfor ·
pllndo «el ácido celestial» en "la moneda celest ial" . Gaer no se inmuta y explica el sentido de los dos poemas:
1que escribió Celan y el que nace de la erra ta. Un metoque sirve para explicar esto, sirve para explicar cu al
user CO$a, pero merece muy escasa conñanza.... A lo queconduce Ja lógica fina l de estos métodos es a la elimina
ón de l propio texto, q ue acab a convertido en mero objeto de estudio académico, vacío de comenído y sin níngu
significación real para un lector ..inocente»....Esta eliminación gradual de la literatura propiamen te
icha habia de repercunr en el lugar de los estudios litera nos en la universidad -un profesor de un departamentoe inglés explicaba reciememente que ..en un comité nomrada para la d.irección de los estudios de grado un decocs.
rucd onísia me informó de que loslWOS, esto es, la.'! obrasreranas, eran innecesarios y que los estudiantes podían
101. H_ c...... O"6 . QW_ Jt ....."'...'c--......o•• -.¡f/P.h>Jca.... ., , . AaesSu<l . I'It'1.I>fLJO.)6 tbpoo... .. Al te<lO anpaat_~ E>ta <nt>ca -..al ...
,,-poo__."I ' . Io '*""o.c.....· .p""'J1"'"
JI .. ~, -.. . .. . ........ _f""·· ..... 1"0>0'_lo~_ o. ~,~pulia. <lu< do ...-.M....,169. Do _1o"jmm";'¡"<l<I ~pof>:Rdodol""""lolubi.o._JO~.vI ' trMidoe",_Io>_~pooqemplo>, Iou-IOI'_
do Sb•••p' 4'" Gory.,.... _ ... d JOC1tR<lO 1InIt ' '''I SJw.~, u.._ " _.....".., oop><les~ oc 1>0•
..Ron".~ _"""', en e-.". "" H<><ku'""'...... PI'- Il·L06.
sus autores fueron asimilados Ydomesticados por el ~~n
do acad émico, que descubrió muy pronto qu e eran útilese inocuu-, como desde la ilQuierda, sobre lodo ~ partirdel momento en que reautté evidente la fi1iació~~eldegg~
ria na del pensamiento de Paul de Man , y se hiCleron publicas sus co nexiones personales con el nazismo, con ca·sos de desconcieno como el de un Peter Washington que,a la vaque arsu~ q ue los cul tivado res de la autodenomlnada " leona literaria radical» no son mas que pracucantes de otra estéril e inDíensiva moda académica. mezcla demanera incoherente en su demmcia marxismo. deconstrUC
e ón y feminismo. o sea. todo lo qu e le molesta_ '"En el leITC1l0 del estudio de la sociedad Y la cultura,
los efCClOS mis importantes del giro IingUistico se han manifestado en los estudios literarios, donde, tras su rechazo..._, han acabado atra yendo a una pane del sector aca-IDlCI<... ,. doomico más con servador, qu e se sintió asi legluma ensu luc ha conua cualquier teorización: ..,de pronto,las persistentes Yobstinadas l't$istenCias de quienes se sennan amenazados po r el an aJisis teórico ad optaro n el ropaje de la
teorta.....'
90 LA H1sTO~lA DESPUÉS DEl. fIN DE LA HISTORIA
I
9 2 LA HISTORIA PESP1JÉ~ DEL FIN DI¡ U HISTOIl./A
aprender teoría literaria sin leer lileratura»-, 'lO lo cualpuede ayudaroo, a entender que el rigo r extre mo del «giro
lingiUstico» se fuese abandonando en favor de formas intermedias como las del llamado «llUO:VO histori ctsmo», consu pretensión de enriquecer las practicas formalistas de lacri t ica literaria con una peculiar atenci ón al CODIUto histó rico en que han surgido los textos, '" o co mo la «nuevahistOria cultural», que perece poco más que la actitud ecíéctiea que define las preocupaciones acruales de un gru poque. 11115 haber-abandonado su intento de fundamenur elanáli sis de la cultura en las realidades sociales. nunca aceplópor completo las propuestas basa das en la teoría literariade Hayden WIúI C' y Do minkk LeCapria, cayó un-tiempo
bajo la influencia de la ;antmpología, y en especial de Geertz---era la época en que Roben Damton estudiaba ..la gran
matanza de los gatos_oy que, no habiéndose !aQJpO<:O
dejado COIl\1t'f1C'C'T' por la escuela francesa de las ememalidades... parecen estar esperando a ver por-d énde-soptaránlos vientos, dispuestos a adapwse a las nuevas modas «tec).
ricas...m mientras sus colegas más viejos. como el propioDamton, se lamentan de «este malestar que se está exten,
17ll. ~s' •. do" u. ... . '.... ddE.-lo>- 6< N_ ltrt.s_ .... _ 03I<aol dir.-po ·r 1 _dT~~S .¡ ' ... <1
n do _ ""'" 400 19t1. Po 1'.171. K. Anm _ . «l.. Jlwo _ _ ...._. Nueva _ ._...
1919; _ ~.....- 04-. 1\"0_loo oiot .. ..~ ~
.. odol-_ _6<...alim~Katuo ' .....
_-. ... el ' 1 pp. l'n-lW).17Z. t I"'" «l, 17w cvIl>oni _;,I<N]I. 1I<1<el<\l, u.-,ctc...
~ fonIio ""'"" 1M' . Y. _ro _ .fU .1.00<1_ KiItofy....~"' lO OD<I_~. pp. ~12.
!l ISTaRl... '( ANÁLl.'lIS DEl DISCU RSO
itndo ent re los histo ria dores intelectuales de los EstadosVnid05>'.' ''
Lo que par ece escanda loso es q ue este reto rno a la Ii IC_
ra tura - e:<i¡ ido tanto por la futilid ad de un m étodo queh. acabado ascunccse en su negación del texto. cerno poras pre ocupaciones pro fesionales de quie nes se dedican a01estudios Iilenuios_ haya pretendído dís frazarse con arumemos políticos «virtuosos... Paul de Man murió en los
lados Unidos en 1983. uas una carrera brillante -Parecl:habc:r sido un buen vendedor de su mecancia intelectual
los circu itos univer:silarios de conrerenctas y semíaa
- . Ynada ocurrió hasta que en 191r7 se «descubrieron »us artfculos «cclaboracío nistas.. publicados en la Bélgica
pada por los alemanes, entre los cuales. para empeorv la cuestión. babia al¡uno claramente aruisemna," Lo
Sirvió para iniciar un alboroto en que la propia '"3.-edad. de los métodos empicados par De Man quedabalu¡ar secundario -parecía no importar a nadie-o des.
plaza.d...l por una p reocupación «pol itica .. y mora! {unapreoc upacién que nadie habia sentido. por ejemplo, porlos antecedentes. Itano más comprometidos. de un Kan
rowic::z). El «escandalo nacionaL. que se fundarnentaila11» artículos e pronazis.. del «deconnructor» le ccm-
171. _ Dot_ Jlwo ..... '"Lr "_,,Jo.~"' <l<IJ""'" A",.•~~ ... fabo<. 1m .... 191. Jobo,~-«~..~'.~ 11#>.... "'_(:15 .._ .. 19'JO). PI'- :'4-u,....
"""' .. 0IIII00Dd0_ --.nw-.... "P'odo oIIon _ =--.17<, 0100,- , lo ......... _ '''''p:riDoa.o. publicodo "" Lr Souel
'''.lIIZnOdo 19'11. <I0040o DtM.a.o or_ ..... 1oo I~_6<oft._ .... 110 rlla. , 0<0"--"-- _ lo . f..,....;,;. el< "''" """" "'¡o_o! 1XOb"""" J" eho q ~ • o.. .-.. Podio :lI.loIoda d< E"""", ""
" .. iK.U do;",p<:>tUCltI; 11""110 l'l4a bt<ran. 6< OOCtlo. ... .
osHISTORIA Y ANÁUsIS DEL DISCURSO
hly elementos útiles en esta nueva conciencia del texto quede!>C'ria le rvir para evitar Que cayésemos en lecturas anarc ntces y, por ello, incorrectas de los esenios del pasado."ro una vez realizada esta tarea de depuración critica, es
I l erado que aceptemos quedar paralizados. como si losc~ tOS no fuesen susceptibles de uso. Entre Otras razones
porque textos de índolc diversa, y construidos con lengua.ti e intenciones dive rsas, pueden contrastarse entre sí, ,..
porque el historiador trabaja. ade más. con evideocias noIClltuales como las de la arqueologia y co n un tipo de da.tos. como los elementales de la demogra fía (nacimientos.lecundidad, espe ranza de vida. defun ciones) qu e dificil.mente pueden ser «deconstrui dos ».
Una de las grandC'$ ut ilidades «reales» del análisis delexlOreside. por ejemplo, en el examen de cómo se etabo.
ran los discursos históricos legitimadores. '" pero hay unaJral1 dif~nci a entre este tipo de escritos y los documen .10 1 que re¡u lan o expucae los aconrecímíemos de la vi.
cotidian a (en tre las crérucas o ficiales de la oonquistapaAola de Am érica y las reales cédulas en Que los re
daban instrucciones concretas a sus funcionarios . porejere pto, y Q'Uc nu nca estuvieron destinadas a la publíación), y no debemos olvidar q ue la ..construcción" o
l~. l.o__... c.-_.poIat><asial_,....... 1IqOCIa<ióft
-..1. 00 .. PN<ao _ """ ........ _tIIo ,.,..""";1>1<. ''oJal'''''' c .1-. L....., 'v EIO/ia....-..•• ~_ \bt~. O:úotd Ulli~'r Pmo. J9Il1.• zrr¡.
I~. e-Io~ pot .,.,.pIo, f....- F1o<=ano .. .w._...ri<oo_E ,.,_~_~ dd~ •__._~ispd..I<••1111. \-I"" ¡.J_ .,u, r939.
175. 1Wa__ lY...~ iua.ibI<o ... ·rio1·"'" de tiItnIur>. ....00m..-I& paoacUr. Uu li_ . del _ • .. ....".,<nr.o tn ti ""'" de Do.;,j !.drm"". 5;, ... 11/ '~ ........~_ _ ,M ¡'II"Í Phi <1< .""".~_ lIo< k. _ _ Prta, 1991.
116- llrI8 So G<-. K_, I~__ A~ ........... ,"""",....,-r_. Loodtts. ltoülle<ll" ..,¿ K<pIl 1'1.... 1911_ .
1" . l ....~..... OoIüoo. ÚlIil""''''''' ~,.nM. P>ns. G.lhr.wd.1911 . p. II
pletaba co n el hipócrita añadido de unos toques adicionales acerca de «una vida privada de bigamia» .'"
En el terreno de la historia los efectos del giro lingüllneo han sido !ard los, tal vez por h aber teni do q ue su perarel desencanto producido por algunos intentos iniciales muypobres, corno un «esrudío sobre la construcción textual dela reali da d ... referido a las leyes de pobres británicas. enQue el autor nos explica que «los políticos no reaccionanante la real idad como tal. sino ante la realidad socialmente construida , y que la forma en Que la sociedad es conoada para propósitos pctnícos y administrativos dependede p récnces especi ficas de lectura y escrilUTa».'" La cosa.recuerda aquel a forismo de Oufipo en que se dice: «No,hemo s dado cuenta de que no somos mas que lenguaje.ce la cabeza a los pies. Y que. cuando uno creía tener celor de vien tre. era en el lenguaje donde tenia do lor. Quetodo este no era muy discernible»!" 00 cual puede contener una pane de verdad , pero es d ificil qu e sirva paraaliviar j amás un dolor de vientre).
Paradójicament e. su influencia se ha. ido exten diendoenlos últimos tiempos entre los historiadores -cuando pa
recia encontrarse en franco retroceso en los estudios cul ·turales y Jiterari os- y u na invasió n de análisis del discur so amenaza con reemplazar el de la realidad. Es cierto q ue
9 4 LA HISTORIA DESPUÉS DEL FIN DE LA JUSTORJA
98 LA ltlSTOR1.'. DESPUEs DEL FIN DE LA HISTORIll
la esfera pública como una construcción política: la escena d e prácticas discurs ivas que compiten».,"
Del grado d e co nfusión a que se puede Ilegal por estavia d a b uena idea la reseña de un libro sobre la cultura po.putar q ue sostiene que «lo popular existe como una categoria separada sobre lodo porque Ita sido construido asipo r estudiosos. polí ticos y teó ricos sociales interesados enello .., lo que lleva al reseñad or a sugerir que es imponante" desplaza r J:¡ d iscusión para q ue no só lo la cultura popular, sino también las discusiones cíeauñcas sobre la cultura popu lar se conviertan en un foco de atención».... Hasta q ue algwen . contagia do por el mismo entusiasmo. \aramas alla ~. nos proponga d iscutir las discusiones sob re lasdiscusiones 3..-CfCa de la cultura popular. y así sucesivamen te. pasa ndo del discurso al metadiscurso, y de el al metameeadecurso, etc. Dado q ue. como ba dicho Harunan , «lapropia teoría no pas.a de ser erro texto, que no goza de unesranno privilegiado», podemos pasamos la vida estudian.
do «textos scere reatos», sin preocupamos por deI\nirquien~ el suje te que inicialmente emitió el primer discurse ana lizadc -los autores de una cultura que se convírn ó en «po
pulan. por obra del díscursc de los especialistas-e- o. massenci llamenle. por a_-eriguar si había pueblo. ccsénes y
Tal. CoIuo Joooo, oTlw t<tum 0/ 111< baaiol><d_~. T...... t"......" S"PI" _ • • (."'9.1< ......,<1< 1991). p. ' . CIatoq... .. ,;q.......~~lo ""~pWa ........ de .. -.... "pdoI_", _bt< """"'" pia<looo...... al lmor_ _ .. _ .. P<Io _<0lo0O _",,*, .los 1.........
~ "" ..__ ~ ... """"""" ¡r.»odo . G ", ? pe <Xlo;,...,../LI ' .......-._. ::6de lllamJ de 1992, p. ~ Lo"'IO<OIIIOde·....".,...,;o. <X 01...- que " ... mo<la ......<l& ifnCl<>lla1lr.e". pooN<-..r_ "O >InI .:IIIWO-
IS<I Il. E. M..d.....' . m<IIade Morq: Sbiacl>. DisroI<"'''''~ <wi.fU ....... S<oc,. . .._ •• 16. o.' I ,e""", de 1991). PI'- Il6-i::.l.
HISTORIA Y ANÁLISIS DH DISCURSO 99
ntos eran, cómo vivían y qué pensaban. Pero esto eso dem asiado trivial, y muy «visto», que no puede mor a lo s a fano sos buscado res de la «noved ad».«Thmpoc o sería justo suponer que la vaciedad de con
nido la ha yan llevado al campo de la historia los part ilríOS d el «giro lingüístico », porque siempre se la ha poIdo encontrar en él. Ea una critica del último libro -o,1., hien , de la última compilación de «papelese-c- de W.
RoSIO\\', Gregory Clark señala que en nues tra vi da a ca-
émica se esu asentando cada vez más una pauta que sene en muchas carreras de «cientificos l> de primera fi la.
n su primera fase. éstos se limitao a trabajar con serie-ad y modestia, sin recibir demasiado reconocimiento. Pada ena etapa de aprendizaje. están ya preparados para
I IQkt-o/f a un periodo de «prod ucción aUlosostenida»a'Lado en una ..gran idea». « La gran idea debe estar vaI de coruenído em pírico y aparecer expresada tan ambiua mente como su posible: si fuese verificable emp íricaeme, resultaria. f.iQJ refutarIa: si se apll:SaSe con claridad.\ 'OÍa que carece de cornenido.l> A partir de este momentopuede prescindir de la investigación concreta para dedí
a reelaborar la gran idea y defenderla de quienes .. lahan en lendido mal... ~Y además. como a reconocido autore un a ¡mn idea. puede escri bir con au toridad acerca de
lo que le \ 'enga en gustc.»... Lo que han hecho los partí -
111. Ea... ..... _ por 1o.<l<asiT.a de q..._Ir d """,pl<jo _ ..... _ _ ti E. P. Thorn_ de ,""",,-l. «MO""'" _ PO'" ejemplo,
11.1'. s.o. S7, <10._ 0Dplia. d<nwI&do tnb.¡" .,....." ,..."""~ ... <OlIO'mu,. _ de lo ruli<Ud _ do Io<:u.at ....... odis<urs<aDdoo.116. GtcIOtYCIort . -'" de W. w. _ , Hw.>ry,~~«<J_
,-.:_....__, ... JoouvI O/l'.«Noom;cHinDry.l l ...° 1IDW-.. l'i'\1t ~ PI' 2S6-~7 .
100 LA IlISTORIA DESPUÉS DEL FP.< DE LA HISTORIA
darios de l análisis del discurse es ayudar a legitimar la "aciedad. «teorizandola».
Hay qu e luchar. pues, contra esta esterilización del trabajo histórico que se produce tanto cuando agotamos nuestra capacida d de aná lisis en el intento de desmontar el texto,'" como cuando pretendemos reemplazar el estudio delos problemas reales de los hombres por el de los discursos q ue se refieren a ellos ¡en ocasiones para ocultarlos).Al propio tiempo que inco rporamos a nuestro instrumental de trabajo una nun-I y mejor conciencia cri tica de lanecesidad de analizar el sentido real de las palabras y dedesmontar las ideclogizaciones legitimadoras -c-ccmereando po r las de los propios historiadoTC5. de cualquier len dencia o escuela q ue sean (o sea, comenzando por nosotri» mismos).
111. ~.~ el otI><IIIo ..,.,.. o. M q... """" be a<&Ja. _><:><_ . .. 1<> '''''''' lA~ l'U"U """ ....~ d< loo " l'o.i~._.. ,~ "'*' ",od_d< lo.,...h~_,Jooc", _.
---_..•._---- - - -
VIEJOS CAMPOS EN PROCESOf)E RENOVACIÓN; HISIORIA DE LA CUITURA,11ISIORIA DE LAS MENTALIDADES
En cuamc a la vieja historia intetectual c-de las ideas.e la cullura o co mo se qu iera llamarla- fue siempre te
treno abonado para las formas más extremas de fragmencíóo , que conduOan lógicamente a1 .. inmanentismo», a
una visión endógena desu evolución de acuerdo con !atllalrJ arte se aplicaba integrame ntc desde las coordenadas del
e. la ciencia sólo se podía comprender a partir de la evolución de las OOITÍemes dd pecsameoro ceccñco, etc. Esto
lugar a que hubiera un a historia de la ciencia (o me-t , unas historias de las ciencias)," un a historia de la
1", e-_ ..-...d< IlI -'. __._.....~ ... _ ...........-d<...~ .......... _" el . h"U <le <AdA _ Se <IICIII)a ..,;~ d< dIa las~
O de lo <11I<"", _ ;>O< lo Y\SIO, ao 1Il<'t«lO ir 11I _ <1< lA Ibi<a O
f" • El "'"- uan 'o pataldo , ' "'"~ b:D<IIlO>
-. ..... _ ~"" Ias <lmau lOC&i<s. O>QIO <lO A. ,ü_.TV _ ........ e ..,."",...... 1.oe<lra.~ 1'Ill '. _ po<_ .. _ _ ... dúorpIiDas_.m...~ eco-
<i<l>aaJi'Ol/UcA. -.,. , = I .,' ,_ • ..."....... """"'<1<_..... .._ - el daom>IIo..~ """""""" , psoquiauio.-
IOZ LA HlSTOll.lJ, DE!lPL~S DEL FIN DE LA HISTORIA
tecnología, otra del arte, de la literaruta , etc., sin que lamayoría de sus cultivadores académicos parezcan habersepreocupado seriamente por la posibi lidad de relacionar estos campos para alcanzar una visió n homogénea de la cultura , lo q ue sería una condición prevía para integrarla enun análisis de la sociedad .
Siempre ha habido tam bién, justo es decirlo, intentosde una historia «social» de la cult ura bien fundamen tad a.pero esros se vieron sumergidos un mal día por las simplificacio nes a bU$1VllS de unos marxi stas vulgares que no supieron aprender de su ca tecismo más que aquella uiviali dad mal digerida de la base y la superestructura. y noa1C3IlZ3lOD ni a matizar la con la ad vertencia que añade Quelos ho mbres toman co nciencia de los p roblemas de la sociedad. y los resuelven, en el terreno de ..las normas jundiC3S, políticas. religiosas. artísticas o fJ.losóficas ...
Por suene. las viejas corrientes de una historia socialde la ciencia. alejadas de la simplicidad de planteam ientos de un Bemal, siguen fructi ficando hoy en for mas deanálisis que rechazan una explicación meca ntdsta triviale insisten en ..la necesidad de entende r que la cult ura y laideo logía son viULIes para la esencia misma del cambio histórico..... o que. ademas de romper la visión lineal delprogrese cient ífico. proponen interpre taciones del cambiovisto en su co njunto. y no como un haz.de trayectorias paralelas.... Y hay alllifuis de la historia de la técnica que se-
119. "'.._ e. J........ nw",I"'''¡_~'.fO[l/.u6'~rifK: fF'''¡'''_ '
.'"_ \i:l<k. ~. 19U. '" 2Sl .1'10. Como libro coI«t¡.., <linplo pO< .~ $m-<$. ÉJhotntu " .....
__"" Pan&. lIoNu. 19$9 (/11.,~ _ ,"uN;"'rIo lJOlfe_a.
vnnos CAMPOS EN PROC ESO DE RENOVAC¡ÓS 103
alun hall a qué punto la elección de una u ot ra soluciónIi. dependido en cada momento de una serie de criter ios
'lÓlo econ6m icos, sino también culturales, II qu e han"mitifi cado su sup uesto pape l de primer motor del proI~!O huma no.... Al igual que siguen produciéndose estuIlll muy estimables de historia social de la literatura o de lne que resultaría imposible examinar aqu í.
Pero la mayor de las confusiones procede en este campo.ladÓj icamente. de lo que debió haber contribuido a su
lanficación. :\1e refiero al fracaso de la cult ura carequís¡i_Ue los paises deí llamado «socialismo real», al demostrarque su mencspreeío por la cteatividad de las ideas. vistasmo un mero epifenó meno de l desarrollo económico. loscapacitó para el intente de co nnrun- una nueva visiónlrural que expresase las aspiraciones profundas de los
hombres y pudiese convertirse en el Iundamemo de una 00IIpe ón «socialista.. del mundo. ampliamen te oompanida.
El efecto que esta crisis ha producido en elterreno de• ciencias SOciales ..de Occidente», y muy especialmenteel de la historia, ha sido devastador..\luchos historia .
ores qu e en su tiempo fueron mas o menos imluidos po rI marxismo, se han dejado arrastrar por una irracional
ilación del ~ndulo hacia er estudio de las ideas reíndicad o ahora poco menos que como un rerritori o inex
lorado. lo que implica olvidar qu e. junro a la ..vulgataanista ... se habla desarro llado ya con mucha ameríon
entre quienes avanzaban a partir de las huellas del penoientc de Man una visión de la historia de la cultu ra
,
• 191. L1U H.... elI .• TIw "...., no/",," A"N>h. 1>- :n.l~ P. "'- .1:-.__.......ro J. UGofT. 011.• LJ ",.,,,oN/r
_ .~ CEPl. 1~1. pp. .oQJ-4lJ.
Le que resulta inaceptable es que ese movimiento general que se esfuerza po r recuperar para la ciencia histó rica el campo de las idea.<;, los sentimientos y la cultura - porinvestigar la formación de esa «conciencia» que explica lasrazones que han llevado a los ho mbres a obrar de una uotra forma- conduzca a algunos a sostener que lo quecon viene hacer aho ra es invertir la vieja explicación: a hacer de las rep resentaciones mentales el motor fundamenla! de la historia. lo Que equivale a repetir los mismos erroresde enfoqu e mecanicista del pasado. Sólo la supe rlicialidadacadtrrJica puede expücar Que ha}'ll quien escriba. cornosi estuviese habla ndo de la evolución de las moda>. q uede una vtston de la historia asentada en el estudio de lasociedad, estamos pasando a otra Que considera corno supri mer motor la cultura .... Y sólo el miope rcac,,-:onansmo de un Aries podia celebrar la vc aa de la « huron a delas mentalidades» porque estaba a partando a los ínvestí,adores de los .....; ej05 temas socceccnormcos» que antescultivaban.'"
Quisier a referirme. au nque lea brevemente, a esa ..his_toria de las mentalidades» a que acabo de aludir, entusiás·ricamente abrazada por quienes, al romptrseles las andadetas de la vulgata mar.tis la, parecen necesitar ot ras -unnueve catecismo y el calor de una ..escuela» Que lesarrope- para poder su~istir. Con todo lo que tiene depositivo ese regrese al territorio de las ideas, exísre en es·le caso el riesgo de perderse en una Fragmentación qu e
104 LA l{[nORIA DU P!JÉ S DEL l1S DE l.A HJSTORtA
mucho más rica y matizada. Tal es el caso de Gramsci_ co nvendrá no o lvidar que sus análisis de la cultura o dela formación de la conciencia nacen del rechazo de las simplificaciones de la ..soctologia marxista» del Bujari n de Elmaterialismo hisllj rico- , de Walter Benjarnin, de Lukács,del Rayrnond Williams q ue en sus ultim as escri tos se~uia
defendiendo la necesidad de una «trona de la cu jrura» q ueno se contentaSe con enlazar en una w la explicación lo s
terri torios de la cult ura y de la sociedad, sino que se dedi,case a estudiar las .. relaciones," cambiantes que siempre hanexistid o entre euos, .... del Chrisrop her Hill que ha dedica ·do la mayor parte de su obra a los orígenes y las consecuencías intelectuales de la Revolución inglesa del siglo XVII_y que nos ha enseñado una manera distin ta de leer a\fi lton - , de E. P. Thompson, o, en la propia Rusia, deun Gurevich o un aaj uo . por poner unos pocos ejem plos.... Y q ue esta o¡ra ¡radición marxiana es al~o sólid oy co herente. no un simple archipiélago de grandes islas inco municadas....
[9:' b'- w-. .roe _ of uaI ......,... '" ",libn>rooo___"""'~_ Toe,""'"-. llor po4l Q/__"'- .1,...,.... r~ "....,
~.~""""'1_.19). o-ro oqoí...-~ala_¡;'~"""'<Jg.....,;
. .... """"" ala__• _, .... ro.pi<Io~ ooI>r< _ ~ rf..·""__....__ Ioq.. ""'" _ Jable......,.. .1ifNr · _, ... mtáo·..- ala lecgnd< ¡"I'mr' ). Po:>< r<f<nn< es¡><C!rn - malo _ AOporo<lO doJ&I' rl< _ ... -.. • ........ por Har><y J. Ka,.. , """*' MoCk.-.E;P. 1"'" # , O-ponp«t<_. Can>bridJ<. -,. "'- 1m . """"• lo que __" aI)o<ro ''- <1<- -...- ID Bajti<r q... lIat>ri& 1'<"".Il<> lo _ OlIO do 10 .,;11<&, _ "" pt«<D<l< '" G. So- M"""" , C. E-ol>t<-_ .<di..1Itf""'."" ~_~E-. II..~~-.cm U"'......,. r.-. 19A9
194. v__..... do ,"""",.,..npIoo. ti ........... compil&<lo _ t.....rcn«Gr " "c...., N_ IJMriMor • ...s '...'"__ t>fndW'<. u...d.... M"""",lu. 1'"
Vl2JOS CA MPOS E N PR OCESO D2 R2NOVAC¡Ó~ lOS
106 LA m STOl\1A J)U PlIÉS DEL FIN DE LA m sroau
supone -e-lmpltcita o explícitamente- la existencia enel de niveles distintos que debe n estudiarse por separado.:"
El riesgo viene agravado por la propia inde finición deesra co rriente. Iacqu es Reve l a firma . por ejemplo, que lahisteria de las mentalidades «no constituye tanto una subdiscip lina dentro de la inve stigación hislÓrica, como uncampo de interés y de sensibilidad retanvernente amplioy heterog éneo» y reconoce que " tal vez sea la misma vaguedad de la noción la que le ha asegu rado el éxito a traves de sus inde finidas pmibilidade5 de adaptación»...Pue510 que, en erecio. oos enfrentamos aquí a definiciones no ya diversas, sino hasta ccmradícrorías . Le Goff sei'laJa q ue el atractivo de la histori a d e las mentalidade5«reside precisamente en su imprecisión, en su vocaci ónpara desi gnar los resid uos del análisis histórico, et eo-sequé de la bistoria ...... Chaunu. que sigue a voveüe tansólo eo lo mis superficial , la sitúa en el «tercer ni\"C!,. dela experiencia, y Chartier dice que nada de tercer nivel.pUeslO que es un determinante iundamental de la realidadsocial•..
Entre las paradojas con que tropezamos en este terre-
191. H&IInaq..._.-....Uo~q <nW"<I< Uo_............. .!:d_· liro_......d&f k>o_ A_.In do.,...... "...so .,..,..., Od "'_1<1& """,,;00,,I~ <klo _ .. bao< ... o<ru ...._......,lo-... =-~<1< .... .....". q.. podia Ub«1<s .....- .-il P*"' ."...~......,
~E\iu,do__"''''' Uo<OiCi<k, di.l<l<U_••·
110 """""" ... 1,.,'Ion.. $.., .MoaWl_ ...~ \IutplOr<. N .• DicOO_" Uf-..
~'''__' PltU, PUf. 1'1&6, Po <'l.199. J_ le Golf••La Une_~.... l. 1.< Golf
, P, ~"'*- <dO,. Foon1"_...P1ns, GUliJrw-<I. I"'~. 001. 111. l'P- 76-9><
VIE/OS CAMPOS EN PROCESO DE RENOVACiÓN 107
1", citemos el caso de un gran libro en lengua alemanan cuya verstén in,lesa eltraductcr ha adoptado eltérmi:o de «mentalidades" en el subtitulo (lo que parece legtti
j nudo por el hecho de que eltexto se ocupa de «creenciasI'O Pularesl> , aspec tos de la «existencia cam pesina», «erno<Iones y panicos», etc.j y que se inicia, en cam bio, con laII,Ulente ad vertencia del autor: «En última instancia todahl>toria es una historia de las mentalidades. Pero esta denominación no ha de usarse con exceso», porque se correel ceusrc de que al,o que no puede definirse sin a mbigüe.dad de¡eoere en fórmula. «Seria una lastima qu e la mvesllllación en el terreno de las mentalidades se llevase a cabode manera demasi ado abstracta: ... tos productos del pen.sumlemo ;y la imerp"ladórr no pueden separarse de lo extsIMCla de lo geme el! este mundo."'" He 5ubra)ado deliberadamente esw últimas palabtas po rque me parece q ueCOn~IU )~ll una .adVl:n encia que 00 se debe pasar po r aho.
cn uca mas dura y consecuente de esta corriente tal''C'z sea la que ba formulado G. E. R. Ljoyd. quien, tras
ap un tar que la nueva docrrma tiene mucho en común conla vieja visión racista de la «mental idad primitiva. enunciada po r Uvy·Bruhl -la Idea de que el primitivo lieneuna mentalidad prelégica. distinta de la del ho mbre civili.lado. que no hay que confundir con el estudio, toralmenle licito, de los diferenles «modos de razonan. de los hcmbres, que implica n diw-rsidad. pero no jerarquizací ón-;denuncia su imprecisión: <osi ha de haber en el uso del té r
mino algo má:l que un vago geste hacia cimas diferenciasen las actitudes o visiones.., resulta necesario fij ar los ele.
li tYIEIOS CAMPOS ES PROCESO DE RES OYACIÓN
;,(111 . ~ ............"' .... et p<1ID<r~ '[>UOdil<tlOl\; C WUI<Ilcw._. del t b<o-. _ pp. 1.1'.
::09 M_ ........~"' ••W ... l ..."'"' ~~FJcw" 19S0. plo'too do los -.100 dd ~bro =o; .De la -.. 1OCi.lt. la I>i!corio ""_·M.....~.
:10 _-'16...-rt 1 '''N*' a .. _Cma.I\li9.u: 11 , ' .~. lAc1~"" #C!«-..- .... lo F,-<,< d:i ""..~ "'f'...... "" .s.. ... 1~7., la _ H",.,.,. . IW"'_ I.. .:o4U1p;la roo. >!<Nl -
\[..,."" P<fO~'"kst&n.. _ conf...-le.o laICJO _ <o<iCrero< ""*'"clt L'MI... _11>_ lAc....", .....",rs; b<b1_~C~E._C'''", L'VC.""", S_o A1......I'1vo--.. "'1m.... lW:.
esde la cultura hasta la superstición. pasando por ese11" término complejo que él define como CUJtom-, reulla inobjetable....
I a confusión que puede engendrar la denominaci ónuuona de las memalldades » no seria tan gra.-e si lOOOS
us ~ ull h'adoreS t uviesen la seriedad de un Michel vov eue.quien se puede reproc har la va guedad de la conceprua
vacíen. puesto que en ocasiones habla . nebulosamente.e "las acti tudes, creencias y sentimientos, ell una pala.
b ru, lo que ho}' se engloba ccmcdamenre bajo el términoe "historia de las men talidades" »,"" y en otra. precisaue se trata de estudtar «las actitudes colecti\as en su as
ID.a.IJvo, o en su an onimato»."" Pero que.. en la prác-ca. nos o frece una investigación sólidamente asen tada enn estudio previo de la sociedad que permne dejar las co
claras. Tam poco existen riesgos, en este sent ido, en laayor parte del trabaje de Roger Chartier sobre «la cuí
Jura de lo escrítc».» Pero por las muchas aberturas queueja la lndeflnicién conceptual se pueden introducir en elcampo -y no hay d uda de que lo han hecho- tod a claseik emba ucadores. Y. lo que es peor, podemos estar ene.
endo a las jÓ\'Cnes generaciones de historíadores que se
Tengo hoy serias dudas acerca <le otro concepto ...: culo!ura popular. ~e prnxupa menosel adjetivo que el nomobreó lamento no baber eoconu ado un aparato inteligiblemas adecuado para comprender el fenómeno. FTse a suindefinición ( ':0 141ou a caUila de ella?). el1ermino 'men_lalidad' es apaRntememe mas adec,¡ado plUa dacribirloque el de 'cuIIU...•• aunque tiene tambiet¡ demasiados si,_nificados y puede conducir a imenninable. ddlatts.""
mino «cultura popular», que es elhecho de sugerir uo cueropo definido y estable de ideas semejante al de la «culturapat ricia », Aro n Gurevich expresaba esta inquietud en un«pcsrfacic» escri to ha cia 1988:
Hay que insistir, sin em bargo. en que GUJ"C',"Ích se planleaba el problema de defin ición para la totalidad de eseutillaje memal cclectívc, no proponía su segmentación eoeediversos «nívetes» - pens.aba en algo global, aunque 00
fuese ouuClurado ni uniforme- y no se dectdié finalm entea adoptar el Itnnino ememalidades» para defini rlo. conve ncido de que era más eq uívoco y p roblemauco aun queel de cultura.
La misma incomodidad muestra el último E. P. Thompse n, q ue usa tan sólo al paso el término menta/irá y queacaba dicieodo "o. como yo prefertrta.Ia cultura pc lníca.las expectativas, tradiciones y, por supuesto. supersucíones» de un grupo,'" lo que nos da una definición que, ala brazar la to talidad del cam po del pensamiento «popular»
110 LA HISTORI A DE.'lPtrÉS DH FIN DE LA fUSTORIA
106. IVOllG........ao. .~. ...M#d_~",,~1'n>bI<_4/HI;q.,..¡~_ caa.bri<I~Cambnd!< UI>iv<m" Pra>. 1m. p. 2:,.~. E. P.~_, 00<_ m """'_ p. l60.
112 u Hl n ORIA DESPUÉS DEL FIN DE LA HlSTORlA
inician en la investigació n una cobertura puramente nominal -tanto más atractiva por la libertad que oFreceparo una práctica carente de rigor, que puede producir UIIeno rme volu men de literatura insustancial .
Ante la perspectiva de tales ries gos, y de tan pocas venta jas reales, ~po r qué empeñarse en el equívoco y la imprecisión?: ~por qué reivindicar un valer ¡¡m d udoso comoel de la novedad a costa de aislamos de una rica tradiciónde t rabajo que no debe rechazarse. sino que hay que eontinuar dentro de n uevas coordenadas ?; ¿por qué exponerel estudio de la historia a nuevos peligros de segmentación?parte de los problemas que se le planteaban a Gurevich seresuelven simplemen te entendiendo q ue «cultura popular»no es la suma de un sustantivo y un adjet ivo que lo cali fica _aunque sea asi en un sent ido esencramente gram ati.cal- u no un concepto global, sustantivo. del que nos servimos para designar un territo rio entero de la e:o;pcrienciahistorica para el q ue no tenemos otrO nombre mejo r.
y en lugar de perder el tiempo levantando nuevas banderas para inútiles q uerellas de escuela. dedicarlo a trabaj ar -cen col a boración con otros cultivadores de las ciencias de la sociedad y la cultura. si conviene-e- en todoaquello que pueda servir para entender mej or, desde susmentes y sus sentimientos, la trayectoria histórica de loshombres, Ypara ayudarles, con ello. a comprender su presen te y a resolve r sus problemas .
DESP UÉS DE LA TO RMENTAl'REVISION ISTA»: UNA PRIMERA OJEADAA LA SITUACiÓN ACTUAL
No es mi propósito hacer seguir lo que ha pretend idoser UDa mera guia para salir del laberinto-de-un 'presen tede confusión, por un pro grama estructurado de orientaeonespara el futuro, ni me considero en condiciones o conla capacidad para hacerlo. lI2 Una labor semejante sólopodrá rea1izane como resultado de un serio esfuerzo rojecuvo d e todos cuantos nos ded.icamOli a la historia ycompanimos ademils el objetivo de pretender que nuestrouabajo ten¡a a1gun¡I utilidad. por modesta que sea ro aportación, en la mejora de la suen e de les hombres.
Quisíera, coe todo. apuntar algUDali recomendacioneselem entales para valva-a un funcionamiento más saus facsono queel actual, y sdlalar a1gunOli de 10$ problemas ma-
211. ""'- _ uaboJ-do dado 0-.- ... """" """"""'" quo ...._ .-.u-. pM10 do lo quo~ .._'". "" .. .s.satToIIa.~.. pOr U D l"DV'" .-. , lDOdo<to do .,,"''''''.......... al"'-' de lo._0-
211 . 1.. _._ .. de E. P. TIIcoo_ '" e--u ,~ «>moro.., ¡>. n, ....fItt<- • loo ' • lOQttC& Od _ de _ de la~ iDJk>a..... ........_ ..... ""JO 0l>Il . ... ...OO:>ÓO __.01 _, que debeno __ de Ju &l<Iteo ...Llti..._pli~
<lt ""'...- ,~ de -. lJ(>td.L
11'IlESPUÉS DE LA TORMENT A «RE VI510¡"¡STA»
m UI 11 cabo con frecuencia de manera inadecuada: el m é
trK10 de nuestros manuales hab ia acabado reduciéndose auno' esquemas rígidos y empobrecedores, previamente establecidos por un saber escolástico, a los que sometíamosal material concreto: los hechos de la vida real. la refle'Ión teérlca debe ser, a la vez, el pun to de partida de nuestras hipótesis de trabajo y el de llegada. una Vel; realizadala rarea de investigación . para discuti r y perfeccionar lospresu puestos con que hemos iniciado el camíeo, El saberlibresco, el uso de evidencia elaborada por otros. es inevitable en lod o trabajo de mttesis y proporciona el eumarcamiemo adecuado para el de investigación. Perotodo intento de ahondar y renovar, de avanzar respecto del estadoactual de nuestros conocintientos, ha de basarse en la confrontación co n el material primario que nos proporcionanlas fuen tes -e-arqueológícas, lotuales o numéricas-, enla frecuentación del archivo. «donde se encuentra la evide ncia ambivalente y enigmática>l.....
y en cuan to a la recuperación del contenido po lítico(en el bll~" sentido del adjetivo. que no es precisamenteel habitual de partidista), no nos hemos de dejar aturdirpor qu ienes pret enden descalificamos con el hundimientode 10 1 regímenes del Este europeo. por dos razones. Po rque ni nuestra pnictica historiográfica tenía nada q ue veroon la que se hacia en ellos -donde la mayor part e de noscr ros hubiéramos l ido igualmente condenados po r bete-
11 4 LA HISTORIA I.1~SP t.rÉS PEL FlN DE LA IUSTORIA
vcres a que habl'l:mos de enfrentarnos en un futu ro, taninmediato que casi se co nfunde con el p resente.
Comencemos, pues, por lo más sencillo, que co nsisteen efectuar una primera revisi ón -c-un tanto superficialdel víeío paradigma del marxismo catequístico. Una de 1,"razones de que este alcanzase lamo éx no en el pasado, yde que haya quienes piensen todavía que. una vez «reparado». estara en condiciones de volver a funcio nar. es quedaba a sus usuarios un marco global para situar y explicarel co njumo de los. accotecímierxos históricos - aunq ue fue·se un marco sesgado- Yque proporcionaba un sentido alt raba jo del hisroriadcr, al convencerle de que oon su tareaestaba contribuyendo a nacer la crit ica de la sociedad vi .
gente y de su legitimación ideológica, con el ~n ~e prep~'
fa! a los hombres para un [UlUlO más igualitario y mas
justo.Ambas aspiraciones eran legitimas. a unque el modo de
realizar las fuese insatisfactorio. Pienso que somos muchoslos que consideramos necesario recuperar el sentido de globalidad -la consideración de la historia como ciencia queintenta.abarcar lo humano en SUconjunto Yexplicar. conello. el funcionamiento de la sociedad- y que deseamossellu ir o rientando nuestro rrab aic de acuerdo con un objeti vo que trasc ienda la ciencia, como es el de explicar el
mundo real y enKñar a otros a ~'t110 con ojos cnccos, paraayudar a transformarlo. Que uascienda la ciencia no significa. sin embargo, que deje de ser cienti fioo. Para decirlo como me ensenó hace muchos años Pierre vilar: ..¡";oes una ciencia fria lo que q ueremos; pero es UDa ciencia ...
Cabe esperar que hayamos aprendido q ue la primerade estas aspi racio nes - la de la globalización- Ia llevaba-
He Q'Uerido negar, aniquilar los IOIe$ negros IX las en·ferrneda<ks y la mn..n a. las nocba salob/'C:l., las doaeude la SOIDbra y el azar. I.a miopía, la ceguaa.. la cearuc-
117DUPUES DE LA TORMENTA «R EVISIONISTA»
u para com batir la democracia , comenzando por losrados Unidos'" y acab an do por el general franco. Ye buen a parte de los que dejamos hace muchos a ñosmAl que ta mayoría de 1m conversos de estos tiemposaJquier responsabilidad pol ñica partidista no hemos que
do tampoco que se con funda nues tra acti tud con la de9uieJles fueron abandonando un barco que se hundía para
>nerse en la co la de la repartidora. Sin olvidar el respeque nos merecen algunos de los que, a falta de otras
nucvu. han preferido~ luchando tras de las vieja.'l banelll.5 antes que rendirse (y creo haber dejado d aro al corenec que no me refiero precisamente a Sende ro LuInoso).
Porque conviene que quede claro que bay algo de loue sostuvimos en el pasado de lo que no nos avergonza0$ ni hemos renegado: el propósno de seguir luchando
por UD. mundo donde haya la mayor igualdad posible denro de la mayor libertad. En este combare no importa perer una balalla. porque sabernos que otros lo proseguirán.. incluso $Í1upiésemO$ de antemano que es inütíl, porque
loda!! las batallas deben perderse. habría merecido la penarene, Un poeta 10 dijo en su tiempo. en lo que sigue
lendo uua lección de ética y de esperanza;
ne. Qoo.- Q_ • ' _ ... or...- la puedo CDC<IOl/'Ot
l\o:oo4o al .. "'b<o oS< ~<>UII Cl>ami t~. EI .._ • .,~'""... IlM<d o-Crnica, 19'1'Z, _ .. ba<e _ 0<'1," ........- <le 11~_.
__oIc>¡>oa <le la <n'O "'. _ .
116 LA HISTORIA O~si'UÉS DEL FU; DE LA HISTORI A
rodoxos-, ni el objet ivo «pclitico» que la an imaba era e!del establecimiento de regímenes como aquéllos.
Hace muchos años que, desde el propio «marxismo crítico », se nos habían proporcionado los elementos suficientes para advenir que buena parte de lo que quedaba de..rnarxiano» en el programa leninista se ha bía desvanecído desde 10$ años ' "tim e. cuando se produjeron en la UniónSoviética la consolidació n del autoritarismo y, poco despues, el gran viraje que llevó a abandonar el esfuerzo porMentar 10$ fundamentoS científicos y pclíncos de una economía planificada - un gran sueño en cuyos proya:tO$ lrabajaban 110 sólo bolcheviques.. sino no mbres de las más di·~rsas lendencias- , reemplaza do por una centralizaciónforzada donde el plan era poco mas q ue una legitimación
ellga ll.ou.Las últimas ilu.siones que pudiéramO$ conservar acer
ca de lo que estaba consiguiendo el nUC\o>J $Í$lema las abandonamos la mayoría de nosotros después de los acomecie neetos de la «primavera de Praga» , y la idea de repeti rel modelo de 10que se llamaba, con un eu femismo tal vez
demasiado piadoso. el «soci alismo real», no la manteníacasi nadie. Nunca olvidare la emoción que me produjo lacana de un amigo checo que me co ntaba. apenas pasadoslos ac onteeintienlos. el m ste hundimiento de sus ilusiones«sob re la posibilidad de crear un siSlema en el cual sea posible desarrollar las capacidades creadoras del hombre y
vivir en una sociedad justa».y s.i se nos pregunta por qué no nos sumamos enron
ces al coro publico de los detractores de aquel sistema. baobrá que recordar que en 1968 eso significaba hacer el juegode los otros: de los que usaban el espantaj o del comunis-
101 JÓVUlCS Tun;os de los lC1e'lIa se han con>ntido en losTurcosde Mediana EdW de 105 """"nta. Yuna generaciónde Thrcos Ma. JÓVl:ncs em¡ I'CStableciendo un equilibrioque incorpora &llUnas de Ju percepciones mis útil.. delos historiadores ..rniSlOf\iSlU•... y =haza las fanlUwmU delinnlCS de _ epi¡OflO5.:>f
•Jl91l~:SPUÉ5 DI! LA TORMENTA «REVlSIOS ISTA»
IOta~ acab arla haciendo surgir, más pro nto o más tarde,IU! propios «revisadores». Pero la verdad es que no creía/'lo que esto fuese a suceder tan rápidamente. Porqu e nos
ontrarnos hoy con qu~ mientras los Oark, Furet y co mpa nll se preparan para ingresar en los estantes de la litera
fa pasada de moda , a punta ya con fuerza la nueva olae los «pcsrevIstomseas».
En un texto reciente, Chrtstcpher Hin nos dice que desdeOi an os setenta el concepto mismo de una Revoluci ón inlesa del siglo diecisiete, con sus causas y sus ccnsecuee~as. ha sido discutido. pero que
La cuestión se plantea mucho más sistemáncamenre enun an/culo de Alan Knight que. aunque centrado en el casode la Revolución me.Ucana, analiza tam bi61 las ..interpre.IaOOnes rcvisionisw. de las de Inglaterra y Francia. Knigbtno se limita. sin embaJ¡o. al anuncio de que «los revisionis.w ~e hoysehan convertido en el objeti H) de los poseevmomsw », sino qu e saca del proceso entero una visió nlobal más optimista. si cabe. q ue la de Hill:
118 LA IUSTOll. .... DESPL' ÉS Da FIN DE ~A IflSTOR....
ción, la ~a ngre seca, la.< tumbas , Aunque no hubiera tenido, en l(}da mi vida. más que un solo momemo de espe
ran za, hub iese librado este combate... . Y si los soles deque he ¡ozado han sido roto, por noche, innumerables,si no he conocido mi victoria, he con~ervado la.noción deella. A pe_ de todo, en medio del dolor, del peligro )'del miedo, he sabido decir las razOne, negtas y bla ncas dela esperanza.'"
Estos ptameaenemosno debenconfundirse, sin embar·se, co n una prop uesta inmovilis.u. Ni en el sentid o poü!i·ce, ni, meno s aún . en el de los cambios metodológicos aque hemos de en frentamos. E insisto en esto porque corremos el peligro de no damos cuenta de la urgencia dehacer recuneaeooes a fondo (de actualizar el pensartuen
lO critico de la izquierda para acomodarlo a las neceadades reales de nuestro tiempol, si se produce pronto. comol'arC'CC anu nciarse, el rt:n ujo de esa ..ola revisionista» quehasta hace poco amenazaba con sumergirlo todo. Porquesi hay .igo que comienza a verse claro es que este «revrsíonismo.., que tuvo éxito, y hasta alguna utilidad. en su función estrictamen te crit ica. ha demostrado ya su mcapacidad para propone r una alternativa coherente. No se puedeesperar vivi r indefinidamente de la negación. la descalificación y la paradoja. sin c trece r más recam bios que losde d iscu rsear incansablemente aCCTCa del discurro o propu¡nar la VIIeil&al viejo positivismo narranvc.
Anrc la escasez de su cosecha. fa más estricta lógica habia de hacernos prever que el agotamiento de los revístc-
:tl. Poul t-.l. u..._ .. ...-. 1 9~.
.-....-._ H"", a-.. A."""'....... 1'__ , lo<~OÍ,M"'¡.-,~ L<.no.o- Hdm. l~" ooIft_1los<r f'na. 110< _._.-OÍ_,_~ H le I"'l. "" ... """"'" <le dar ........... pm......=·l1~._......,.~_d<s._ .... lu _ cifras__~. 1.>_ 4ngo""~ por ..........
lo I\ocru ., t -I ' ... loo lópo<oo" por _~ 11"__ citru"*' __ ....... 1 ""_ (porq\oe cLu. oamf."o).
11'1_ l'fo1-..._ el"F.A~L_".¡'¡'_'_ htvl .
......... llonI. ti ......... 1-..0 .... R. S<doIIo>t, Lt""", .¡,¡, illw>h.,_ I'",~.
.- ""'" "'""'- 19f1. "'" -... <¡Ve llO """"'" <>¡>e<i&I.-
,
121DESPUÉS DE LA TORMENTA «REVISIONISTA »
El nuevo asa lto a la Revol ución, coincidente co n su bieruenar ío. ha ido por otras vías, sin que quepa atribui rlemguna apo rtación se ria en este terreno del crecimiento
eco nomícc.w pero su intenció n descaliflcadora ha sidoJot!avia más general y sistemática. S610 que, una vez pasa.<l01 los indigestos d iscursos del sei'lor Furet sobre la «historiografía» de la Revolución -e-sobre su historia poco pueue decir quien . que se sepa, no ha rca.lizado ningún trabajede investigación acerca de eUa- y la va .:Icmasiado recenda charanga de acom patlamiento de la señora Ozouf sobre «la fiesta revolucio naria», los primeros resultados dehu nuevas investigacio nes que aparecen insisten en referlar lo esencial de 1m viejos esquemas, matizándolos v en-riqueciéndolos. .
Tal sucede con la monografia de Cbassagne sobre el a l.,odón y sus patronos. que sostiene que la Revolución no5610 no IClIIIa sido des favorable. sino que ha consolidadoa 1m industriales algodoneros como grupo social, al per.milir les ..aeccder rápidamente a los escalones superioresde la (onuna, de la consideración y del poder social .. y nosmu est ra que el proceso de mecanización v el desarrollo de
No se trata. hay que insistir en ello. del resultado delas «o5C'i1acto nes de la moda», sino de la obstinada rozudez de 11)$ hechos: de la realidad que muestran los resultad05 de la in\~tigación . Recordemos, por ejemplo. el casode la Revoluci ón francesa. Hace unes años la valoraciónhistórica de sus efectos sufrió un primer asalte a cargo delos Crouzet , I..évy-Lebo)n y Le Roy Ladurie, que ~tenían
que el «atraso» fran cés respecto de la industrialización británica era culpa de la «catástro fe nacional. de la RC'V01u·ción francesa. y eu especial de su politica de mantener lapropi~ad campesina de la u erra . Las ínvesogacícoes sobre el dGaITOl1o agrario francés les desmintieron eDSCJUi·da, de modo que ya en 1976 el volumen correspondientede la Histoirt d. la Francc fllrale. dirigida por Duby y ......a1I0n, reamada quela napa de 1789 a 18S2 fue de rápidocrecimiento, lo que confirmarían igualmente algunos Ira
bajos POSleriOres. ~"
120 LA HISTORIA DESPUÉS DEL FtN DE LA mSTORLI
el desafío del rllVisionismo ha UlIVado a una respuesta orotodolU. que. a su vez, ha producido. o está en trance depr(lducir. una simesis superior y más ajustada. Porquc el~isionj¡mo obligó a la tradición a mostrar lU alltemica\'3.lla, la forzó a confrontar sus propia>; debilidades. a mejorar su forma y conservarla. ~egalivo en su concepción.d revisionismo tuVO finalmente un efecto positivo, aun·que a yc«s fuese doloroso.' "
:17 , ,o,¡..,~ .VirwpouK. ~. _ _ ,,_ M<:o<o <011II.
pOtfd 10 EoJlalld __" Aa. ... _ 4 13-< (1_ do 19'nl, pp.
IS9-19'9 (..... ... 1& P. 1m.111, "",,10<1O el d<w_ ti....., _ .~.,~_p_ _ .c.I_ "" . Iq; ........~_.II'-".lIdJfFftlfl«. N..... \brk. Atoo """
1m. q... 1uI reabido__ <lo la q... 1Defe«. _ ~
l22 . Ooi 11/1....... _ u... "I.,._doP«n>a- x. Dono<<'<<"l: . ~EId11<mo cI< '*""'"' o......"...Su~ do "'"""" d. ÚI 1'On.~oni", , Ilan:<.
l2l1'~SPu ts DE L.4- TOIl.ME!<TA «ll EV¡StOmSTA"
" ¡¡ . U1 trabajadores, se mostraron harto conservadores.lllcitando control social JI protección. No hay ninguna in-
..:nllpatibilidad entr e esra matizació n y una buena lectura<.le izquierdas» de la Revolución . Antes al contrario.
Volviendo al articulo de Knighr que he citado an tes,que debe prod ucirn os más temor en estos momentos es
que la «ola revisionista» pase demasiado pronto. am es deque haya ejercido los e fectos necesancs -e-más qu e de enuca, de autocrníca de los histcriadcres a rectados por eüa-,y que, como muestran algunM ejemplos briuln ioos rectenles. caigamos en la tentaci ón de volver a empezar el trabalO don de lo dejamos. sin haber renovado todo lo que ne-eesitaba repanción.
De hecho. una primera versión de este texto que presenlOhoy acababa sin prever este problema -cuando la escribi. parecia que los efecto'! del «revisionismo» iban a ser masdu raderos- , con la simple propuesta de remedios «blan dos». que se limitaban a poca cosamas que a la necesidadde recuperar los dos signos de identidad de una historioIJI"llfia critica que son la «g!obaIiuciónlO y la «pclínzacíon».
«Globaliución». o sea, voluntad de recoger los fragmentos de una historia troceada para reconsrrurr una visión unitaria del hombre en todas sus dime nsiones. desdesu alimentaci ón has ta sus sueeos, co n el fin de superar lasco nsecuencias del fraccionami ento cientifin a que nos estáconduciendo a investigar minucias carentes de relt\"8.nciafuera dd ámbito estricto de la profesión, ). a publicar losresultados en revistas y monografias que sólo leen otrosmiembros de la «tri bu».""
122 LA HISTORIA DHPutS DEL f IN DE LA HISTORIA
la fá brica se han realizado en Francia entre 181S y 1840.adoptando el modelo britanico.w
y lo mismo ocurre, con mat ices muy interesantes, co not ra investigación reciente so bre el mundo de los negociosen la regió n de Lllle.w Para empezar, se n05 advierte quela crisis económica de 1789 «no es una fabulació n, la invención de una u:adición historiográfica empci\ada en jus
tificar ret rol pt'C'tivamente el nuevo curso de los acontecimientes», sino una evidencia que se deduce a primera vistade la cu rva de las quiebras. Se insis te en que el marco sod a! e instuucicnal que los ho mbres de negocios necesitaban para su progreso no era el que les oñecía el AmigueRCgimen . Pero el minuc ioso y agudo trabajo de Hirsch nocae en la trampa de co nverti r de súbito a estos hombresen una rtunor ta diJiaeme iluminada que c ene claro el fIu•turo y d irige el conjunto de la sociedad hacia la realización de un proyectO «burgués». A través de unas trayectorias individuales Y familiares concretas vamos siguiendo susentusi asmos 'J sus dudas, y emendemos mejor por q ue, unaV'l:Z ganadas las mínimas libertades que necesitaban - lade comercio. proclamada por la Revolución , no YOIVl:r3. aser discu tida-, esros comerciantes. que vivian con el míe-
no- S<rF 0 " "'11"" u <O«M n _ ¡»ur>u F",'Ia. /16Q-18«\. P>nI.~do r &do <leO _ ~ ni ~SoaaIe>. l'i9I l""" -'" cI<I.lp. 661). El.brodoW_ M. _ . 71It""'<Jf_"ndn-. ~a=Ut_ . .. F.._ _ /1j1}19OQ. Camb<q<.oPoril, Cam-.. u.;",..,PrftI. 19U• ..-..opio .... ...- d<>d< ..... óptic> diW<ou. a la do los . pa~.
lll . J. ............ H........ Us d<w;""'" h ......_ ~.'''_n ,...."'. ' _ <Ituos t. ..";",, 1_ (l7f/(J.I8Q)~ Poris, tdiOOl»de: I' !'.col<<leO Hou·ut I!.nodoo ... Scimo;.. _ I'l9l tuna r' Jo "'"Da.>.~ ll\O< <1 ti·bro bo_el .Pru d·.......... 0«><1"""'1"" 1'l910). La ata ~,ttII .. cI< 1>
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J2j!lhnUa ne LA TORMENTA « REVISIONISTA»
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",,"</1<.,_ Londt<o. LaooIlllWl. 1m.
II~O, de que un as preocupaciones de rondo expresadasIln sumariame nte po dían entenderse co mo un estím ulo~Ia una simple refo rma iupcrficial de nuestras viejas he.rramientas de trabajo, con algunas novedades d e enfoque:una mayor atención al tC?\IO y al discurso; la preocupaciónpor el medio natural; un a cons ideración del ca mbio ceo.ó mico que se oc upe más de las transformaciones imer ,
nas y de los problemas de distribución, en lugar de hmirse a razonar en rémmos de agregado s «nacionales»; una
historia social,. q ue aban done la tentación de manipularmecánicamente los conceptos de clase -e-sin renunciar a
1I0s- y se base en un análisis minucioso de los gruposde su eomponamienlo=' y, finalmente, una incorpora.ón adecuada de cuan to se: refiere a las ideas de los ho m
t'C:S. desde lo que solemos definir como «cul tura» hastalo que q uepa en la más nebulosa de las definiciones de
mentalidad».
Es evidente que propongo esto. pero no solo esta. Es.os cambios metodológicos podrian bastar, si lo qu e bu.
bic:sc: ocurrido fuese simplemente un problema de «modantelectual» al que se: pudiese dar respuesta desde un ..Olea.
demicismo de izquierdas,.: que es el que denuncia la prac( ica de los demás co mo «mero academicismo » y SIC ccm
porta. a su '-el, de modo semejante, buscando ame todoel W tO personal y la proyleCción del 8I'Upo en el qu e unoU encuentra integrado.
los aoont«imienlO1 que rodean al histo riador y en los queéste toma parte están en .... base de Su pl'CSC'nrnción, comouD.IO:<O cscr:iIOen ti llLasimpli.l:ica. La llisloria que somCle
aí íeeor constilu~ por asi decirlo, el conjumo de OlaS
que J,C inSClUll en $11 teno y son únicamente éstas Ióu que~ CKrit.as I mano, de \IIlI mane.... que todos pueden
leer:'"
Pero sin olvidar que «politización ,. significa tambiénvolver a dirigir nuestro trabaje al conjunto de lo s que nospueden 1C'Cf y nos escuchan. lo que nos obligara a hablarde aquello que puede imponar a los mas -de problemasreales de la sociedad y del hombre- y a hacerlo de formaque lo que escribimos les resulte comp~iblc.. .
As.l lenninab a este texto. ProntO me di cuenta. sm em-
124 L~ HlSTORlJ, DEsPt;ÉS DEL f IN DE LA Hi STORlA
«Puliuzación», que signtñca. por un lado, necesidadde comprender qu e det rás de toda interpretación históricahay siempre un a «polít ica», y que conviene q ue seam~
conscientes de este contenido subyacente, en lugar de limitamos a transmitirlo inadvertidamente, co mo solemoshacer. Recordaré aquí la lúcida visió n de waner Benjamin:
126 LA HtSTO RiA DESPt:ÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
Hace unos anos, un gran histo ria dor peruano lamen tablemente desconocido entre nosotros, Pablo Macera. adven ía de un riesgo semejante a sus compatriotas, con palabras que yo no sabría mejorar:
Queda po r ultimo una nota marginal que es una cuestión p~a: 101 histeriadortS peruano., Ypor~ón tedos loscientifico. lociales. no podmn realiu.! éste O cuaJ·"u ier otro p rograma de r.tonna, si no tienen una clatlcencimOa de I U propia situación Ilislórica y ...wnen la.responsabilidad que les conci,,",e como hombrcs <k tr3.IUl ·to. al mo entre dos epoea.. ... Ikl>nnos aprenda a vm r
~; n oponunismos en esta frontera. De lo contrario. todo~o~formista sólo Vl:lldria a ",runa h~nta dllimulada de arribismo. una maniobra para en~adar poi
. wigual a nuevo. y allllguos.
Vivimos. también hoy, en un «tiempo de frontera.., yhemos de ser conscientes d e que lo que se está desmoronando a nuestro alrededor es mucho más que u n estilo deinvnti gació o y de docencia. Por ello. un a resp~es~ que~ co mentase con ntos aspectos de mét odo sena ln~u fi
cier ne y podria ser acusada de co modidad o portunista.
~ I':ablo M_ .La Ill>l<>tio ", <1 Peni: 0<u0.0 '~"'-jOI d4 _ 001. l. l.im• • t.--~_ <kCuItun, 19n. ;>p. ¡·:al""
do '- po :01.
UE HISTOR IA PARA MAÑANA?HLEXIOf>j"E.$ PARA UNA RENOVACIÓ¡";AS SUBSTANCIA L
Hemos hablado de la caíd a de los regtmenes del «soalismo real~ desde el pu nto de vista de su fracaso polhi
y social. No es esto, sin embargo, lo más importame,r lo menos en un sent ido general y a largo plazo. Por -
ue lo que ha revelado esta caída es. Qd/'más .v$ob,/, lodo.fracaso económico: su incapacidad pan. cumplir íos ob
r th m de crectmiento que", había propuesto alcanzar.\ esro es importante porque ocurre en los mismos mo
emes en que resulta patente que eseí seriamente amenao el crecimiento económico de los pa ises desarrollados
que han fracasado cas i por completo -las excepcionesc: las nuevas industr ializaciones del extremo oriente tie_
een expucactón pu ntual y muy concreta- los intentOil de1 subdesarrollados por conseguir su «despegue~ por las-.s t radicionales del capitalismo liberal o po r «terce rasa ~ .. m:i< ,) menos legitimas.
De la época en qu e se nos prometía un afio ~OOO depuleacia y llanura para lodos y en que se predc:cia que
W. Il&n<o MUDdiol . 11O/oNM _<1 d~,,>noJlo "'. "'11011199/. _ ni '\OCI. r99l: Iu 01... li'or1Ieo""" de Iu PI'-n 113. Do lo i'IIal.. p«l<ed..,loo iM i 1_ .. de cI<I&trolIo q... te uliliDnl ... loo pArnloo .............
221. UUa_k,~""""" r-labiIitJ_IOIIUDC . Ioa,..- ~'"_~I So........ 19. L ' 1(19911. PI'- t·lS: linkH_. ed., .w••~• '" ....-, -. a.:-. UmaltCDA. 1'11'1.
129¿Qli-e HISTOIUA PAllA ~ANA?
us habitantes seguirán muriendo de hambre, tal vez seaporque no se ha tomad o en cuenta la calás trofe del sida_ , e prm para un fut uro inmediato un millón de nitlosinfectados y varios millones de huérfanos- o se da porsup uesto que estos paises no van a intentar siquiera el esfuerzo económico ap lasta nte a que se verían obligados siquisieran dar atención médica a los pacientes de esta enfermedad. 1.0 cual sucede mientras en América Latina elempobrecimiento está. permiúendo que resurjan en formae-pidéuDca enfermedades de Iami.seria que considenibamospoco menos que erradícadas; com o el cólera.. Los pocoséxitos que puedan apuntarse los paises pobres son, acemás.- dudosos. 1.0 son los progresos de la euseñaaza, yaque buena parte. de los alumnos que acaban los estudiosprimarios en estos paises no tienen ni «Ja capacidad de lecrura que seeoge a escala nacional o ínremacionalc.a Oet crecírníentc de la producción de alimentos en la Ind ia,que no ha eliminado el peligro de futuras catástro fes, yaque presenta nuevos riesgos de dependencía (respecto delos preveedcres de semillas). de- vulnerabilidad a las plagas Y. a largo plaw, de pérdida de los recu rsos gen éticosdedoode pudieran surgiTvariedades mejor adaptadas a losrequerimientos y condicio nes locales ."'"
No 5010 ha fracasado, pues, el modelo de las eccnoraras de «plani ficación centralizada», l ino el intento glo-
128 LA IIIStOIUA DESPuEs DEL FIN DE W. IUSTORlA
el gran problema iba. a ser ro qué ocupar el ocio, hem",pasado a la amarla rea lidad actual en q ue se llegan I hacer previsiOllCS pesimis tas sobre un próximo «fin del mund o occidenu1», que se parecerá al hundimiento econ ómrca de los paises del Este europeo, pero cuyos responsable.no serán aquí, l ógfcarneme, los partidos comunistas, sinolos ba nqueros, culpables de haber cometido, en el marcodel capitaíismc ortodoxo. errores semejanres a los de ecc é
lIos en el del «socialismo real...Occidenu=na empujado a Josherederos de la Unióo So.
víéuca a adoptar la economía de mett.ado. a1'Iadeesta mi.·ma previsión, «sin haberle m-elado los males económH:~y flnancieros terri bles q ue padecemos. Cuando nuestro ~l"
lema se hunda y vivamos en llII ca os poUuco y economrcosemejante al que co noce hoy la antigua Un~ó~.~iéu':'a.
asistiremos a la desinteg ración de nuestra cívítízacién in
dustrialJ>."" ,Tal vez. este escenario Que nos pinta un mundo parau
zado y agonizante sea aagerado, por lo menos en Io-q.uese refiere a su inminencia. pero la verdad es que las fna.estiInaciOIlCS cuantitativas no son tampoco estimulantes.Los informes lLl:twUes del Banco Mundial reconocm queen la década de 1980 a 19'Xlel producto real pe!" ~~ila tudesc endido tanto en América Latina como en el Africa negra, y ofrecen un sombrío panorama para la .década1990.2000, con un África a! sur del Séh ara.que, SI se. calcula que puede aumentar el producto per cápira a un,atasaanual del O,3 .Q,~ por 100, lo que es tanto como decír que
226. J.... Q,.pd.u /iJr tH 1'.......... LA dkiUI ""'~-.- .. ,. ......tH I 'Clr<><ltN. _ SftoI. 1m. ¡>. 1".
IJI¿QUÉ HISTORI!, PARA MAÑANA?
nrumes palabras que emplea La riqueza de las nati.~
111Marx joven y los «socialistas» de su tiempo, que nolu suñcientemente lucidos como para ser «utópicos »o es, para atreverse a proponer una rupt ura global conlema en que vivian- , aceptaron el mito smithiaao,ndc q ue bastaba con negar que el sistema estableci_
por el capitalismo rep resentase «el ñn de la hisrorta»Iian o y propugnar la continuidad del mismo desarro
económico. demrc.de, un marco de relaciones sociales. Yannquc.Mar:unatiz.ase.posteriotmeute.sus.PIÍ_
s, esquemas -aclaró, por ejemplo, que los desarremás elabonldos de l volumen primero de.El cop ito./se
erian ante todo a la Europa occidental-"" no losplaz6 con formulaciones simples y claras, de modo
de el ..marxismo cateqUÍSticO.. acabó basándose en las cerdel. Marx joYen ydesconociendo las dudas del. maduro.
Así se explica que a los cincuenta años de su muerten cIDal'Xismoit fosilizado proclamase el dogma de la seencía única de IQ$ modos de producción, que se convir
ó en caracteristica del estalinismo, el cual anunciaba. au vea, un nuevo ..ñn de la historia» , el del comunismo,
una fecha tan cercana. tasi al alcance de la mano, queusti ñcaba todos los sacrificiO!! que estab a exigiendo su
nmucción...
229_ S-lr;'_'Jr Olf_I. LlJO. !)ee. = ' . __lA' ' ..O....-onu< "" ..........., __
• • ,-dd '"P"'[ , ... la ~,,_~.... ... .....-'t.'--'!IIooMlo:o dd ....... _ .. im, •.- .... pud>Ioo. _ .... que fue.
....QmlO..""'· .. ~.. ..__(-... -. a<c: lCCU> doo 1511.0' Wo<la. ."'.... Uol --..,., _ .ca T. Sho>Uq,~/of"", ~Ni
R__ ......t t-lcu, __.e. [9U, W. «).11, pero wa-. Maw1<e
Soor lB_ .... :¡: . Pano. I04oious Soaolco. J~ W. au.J~
130 lA H[STORlA DESPUÉS DEL FIN DE LA HISTORIA
bal de atender nuestra receta de crecimie nto ind ustrial conelevado consumo al resto del mundo, sea por la vía qu efuere. Y ni siquiera se puede decir, como hacían las viejasinterpretaciones dependentistas, que la culpa es del crecimiento de los paises adelantados, que se nutre de los recursos de los más pobres -con lo cual todo se podría solucionar actuan do sobre los mecanismos de Intercambio-e,com o lo de muestra el hecho de que el comercio de los parS« desarrollados es cada vez más un comercio entre ellosmismos: en 1989 105cuatro mil millones de seres humanosque in tegran eso que llamamos los «paises de ingreso bajoy mediano .. participaron en menos de un 20 por 100 delccrnereo mundia.l de mercancías (les correspondió un VI)
fue ren de lmportacic aes del orden de 133 dólares anualespor habitante), mientras los ccnocíenros treinta millonesque ha bitan en los países d e ingreso alto realizaron másdd80 por 100de este tráfico (y sus im portaciones superaron lo s 3.000 dó lares anuales por cabeza).
Si este modelo decrecimiento derivado de nu estra conct:pció n del progreso nos ha conducido a una situación semejante, ¿podemos seguir sos teuiendolo como base pan.nucsua eo..sdlanza. de la his to ria? Conviene recordar su lenesis. Lo ideó la burlues ía en ascen so d e lo s siglos xvmy Xl X para justificarse a si misma, para demostrar que elnuevo o rden económico y social que había creado era mejor «para redes.. que la barbarie an tigua o la sujeción feudal, a l mostrarse capaz de crear «esta universal opulenciaque se extiende hasta las más humi ldes capas de la sociedad.. y hacer que la viviendade un cam pesino europeo ..seamejor que la de muchos reyes a frican os, dueños abso lutosde la vida de d iez mil salvajes desnudos», para decirlo con
132 LA HISTORIA DESPuEs DEL FIN DE U HISToRIA
Esta vis ión de la historia elaborada inicialme nte porlos ilustrados escoceses Ycompletada en Francia a ccrníenzas del siglo XIX., no sólo sirvió para legit imar el nuevo oroden burguC1 en Europa, sino para justificar la co nq uistay expoliación del resto del mundo, co n el preterto de civi.lizarlo y de guiarlo por el send ero del progreso economíca . Cua ndo los ingleses del siglo XIX interp retaban la lndía de los príncipes como una sociedad feudal, deducíanque el presente de la Indía era el pa.s.ado de Europa , y queellos. que habían vivído esta experiencia y la habían superada . estaban en condiciones de guiar a estas gentes «arrasadas» Dar el mismo camino. «Esta construcción de unahistoria universal permitía a los británicos co ntro lar el pa
sado de la India» y no sólo les daba derecho a interveniren su presen te, sino que ccrwema esta ingCTCncia en un acto
de vín ud.wEs evidente que algo deb ió fallar. porque el conjunto
de los tres países que integran lo que an tes era la India tienen hoy -cuas haber disfrutado de más de un siglo de tutela britlÍllica- u n PNB per cápiu de 326 dotares, en comparació n con los 14.610 dó lares del Reino Unido, y unaesperanza de vida que sobrepasa muy poco los 50 atlas.contra los 76 de los habitantes de las islas Británicas.
y que conste que estoy hablando de error, no de enga
ñc deliberado. Es dificil no creer en la sinceridad del Kipling que saludaba la conquista norteamericana de las Fíolipinas con los venas en que glosaba la dura ..car. a del
lJI. Il<morn S. CM"•• C\<><J1. <"""<1. nd «llo"¡ali,m•• <n A. R. \\'<;0",1J. S<hn<i<I<r. <Cs. . Clon~.'Id ~"'"." upa"._ ",",h,. """. Sm""I<>",","1"""_, l~. 1'1' ,.,)-lIJ ..... 60 .. '" JlJ .
"e mbre bI30co»:1I1 su obligación de acabar co n 1,1\ .U
nb salvajes; de saciar el hambre y curar la enrenn...la.1enviar a sus propios hijo§ para q ue, co n lo, ~u"
hombre blanco. construyeran unos plXnol y talf'lOl
de que sólo se beneñciartan los filipinos. ele. Y u.....lo para recibir el ¡¡aBO habitual: la queja y la 1ll, IUl ll U
el na tivo. Resulta aleccionado r, sin embarRO, el W ll t 11.1
ue aiSle entre estas expectativas y lo realm ente "kauUldo: hoy, cuando está a punto de cumplirse el pruner cenmaria de laconquisu ncrteemerícaaa de las fili llln.u. f
PNB pez:cápita de este país supera muy poro el } ('I1r 11del ncrteamertcano. y lo peor es que ha d isminuid.. tlll l
1%5 y 1989, Y que las preva tones para el futuro 11" I"nprecisamente optímistas..5i tenemos en cuenta que I", .hfermdas econ ómicas entre países «civiliu do rn.. y""......salva jes» parece que eran menores hace ciento cin~'len l.
atlas de lo q ue son hoy, resul ta lícito preguntarse ' 111" Ihubiera ido mej or sin nuestra ayuda (como le hit 11<:1111111"al Japón. q ue no se dejó c<civilizar»).
1..0 peor es que con esta visión lineal del Prolltw 1"bemoscccvenodo induso a ellos, como lo dcmUClltran 1merrores que ban cometido los paises africanos al q UrnTguir los modelos industrializadores europeos dr' luu'.I ,ltsu independencia. Tal es el caso de Egipto y de 111 pl r .~
de JUuán,. quc. al retener el limo del Nilo, oblip a Ll Q1 1cultura egipcia a suplir este recurso natural con frlllht&ntes químicos cuya fabricación necesita mAs enel" " 411C l.
·:tll. [)<jar<moo. u.olado" mo l.... 0'I'id«>QI. cIo _ 1'0' __Ioa.Q Ub pt«tdido . ... . <>rt<amcti<al>o_ " ,._ ,._ «••• •_- -
1JoI. J_ lol,-" . o. lIW. ,. """ -.o'.~ ....100_........ 1·.......-- ... ITJ(lo. 11'0•. _'¡'.__ <feo«__ ltXV I (-. • ..."" ... t~ "" ),41; 11.. C. Alloo T c.o'G<ada, oOD'" .- ...ur. _ ..._" E....". lnsb &Do! FmldI~ <luriq... _ " 1 ioo•. .b<",. '"&-k Hisr<>ry, XlVIII (lml, P\L'1·11'.
13s. C_I'*_.. ...... <DU. Sobd1 J. Zcil1in,. Hi<lori-.. _ _ ..0<1_~ ...- _ --., ¡., """""""11>-<ni ,0<1 __•• ,."" """~~4 101 ("""",~ l'll!ll. P\L 13J.t;6,
IlS¿Qut HIS1"ORlA PARA MANAN"'?
b del proceso industriallzador, qu e en su versión «prornlsla» venía alguna lágrima por e! hambre y los sufrí
eotos de los campesinos yde los tejedores manuales, peroue acababa aceptando que, en últim a instancia, el resuí
ado ñnal significó un progreso general.Lo malo de este «modelo» no es que minimice los su
frimientos qu e costÓ a sus vtctí mes , sino el hecho mismolIe que nos lo sigamos planteando como «ú nico», por lomenos en sus líDeas generales, Muchas de sus piezas noeneajan hoy, a la 1m de nuestros conocimientos: la « necesidad prma» de une transformacio nes agrarias según elmodelo ias,lés üeese ante todo «apoliación de los campelinos de $U$ bienes ccmccares»¡ ha sido puesta repetidamente en du da:"" se ha discutido que el modelo fabril deorpnizaciÓfr social de la producción fuese una condiciónnecesaria para el crecirmentc indurnial,= etc. Con estevicjo mod elo resulta dificil comprender cómo triunfó laindustrialización en paises" como Francia o Alemania, queaplicaron rcg1a.s distintas a las británicas. E.sta visión unilineal bloquea DUestr.!. capacidad de pensar en rermínos deposibilidades de dc:sarrnllo diversas, de vias o secuenciasa1tema tivu, que podrían responder tan to a elementos dela estructura interna de las sociedades como al hecho de
134 LA IUSTO~ lA DESPU'É S DEL FIN DE LA llISTO~IA
producida po r la propia presa.> o e! de tantos lugares enqu e la transform ación de la producció n agraria en fundónde la demanda de los mercados exterio res ha llevado a nponer las cosecnas a riesgos de fracaso superio res a los delos viejo s cultivos y ha acentuado la inde fensión ame elhambre. Otra de las lecciones que los dirigentes de esta Áfri·ca «progresiva» a prendieron de Europa fue la convemen .cia de practicar el «despotismo ilustrado »: du rante veínncinco a fias, e! presidente Seku Ture de Guillea , que enalgunos momen tos pasó por modelo de! «socialismo afrt cano», prohi bió la pubücaci én de Otras obras que 110 rue.
sen las suyas. y muchos dirigentes de Somalia, Camerun,'Ibgo, Zaite, etc. -panidarios de po1iticas de planificacióno de mercado libre. de «izquierdas» o de «derechas_ hicíeron algo semejante. dedicándos.e a perseguir las ideasajenas, con lo cu.a.I consiguieron asegurar e1 lri unfo de programas europeizanees más o menos degradados y evitar queenes pensasen ..en africano... La cosecha de medio si,lode estOS programas de "prognes.o.. ~n todas las varía nles europeas, desde las uhrajiberales a las marxistas, pa sando por la fe en los milagJl)$ que ha llevado a ccnsmueun templo católico mayor que el Vaticano-- ha sido la deco nseguir que el conjunto del África al sur del Sáhara, concerca de SOl) millones de habitantes, ocupe el lugar m,Í\bajo en todas las tablas de indicadores de de:sarroUo.
Perc ese no es sólo un problema africano. porque 1:1\consecuencias del error que implica e! uso de esie modeloco menzamos a sentirlas hoy en nuestra propia piel. Hemos sido educados en una visión esencialmente «opnmis-
136 LA HISTORIA Dl>$PlJÉS DEL ns DE LA HISTORIA
que los procesos induslrializadores hayan tenido lugar enmedio de circunstancias «históricas» -c-esto es, reales y
concretas - distintas (y, por definición, las de Gran Bretafia, «primer llegado » al dominio del mercado mundial,fueron ún icas e irrepetibles),
Por otra parte, la sobrevaloración del papel de la tec·nologia nos ha llevado a entender mal las alternativas q uese les o frecían a los hombres del pasado. Hemos olvidado. o menospreciado, toda uoa Krie de elementos qu e Kintegraban en el peosamienlO de Bacon, No:v>10n o Leibniz tíos hemos descartado como restos de un programa«mágico ... de carácter no cieotifico) y, al bacerlo, no noshemos percatado de Que estábamos renunciando tam biéna l viejo sueno de Galileo d e hacer una ciencia Que sirviesea la vez. para comprender la na turaleza y el hombre. y quehem os emprendido un camino disUnto: el qu e fijaron aqueoIlos qu e le co ndenaron. nc tamo porque eseuvíese subvirtiendo la imagen astronómica del mundo, como porque podla poner en peligro su estabilidad social.'" EsIO nos haco nducido a la dependencia respecto de un a tradición tec
noló¡ica Que a veces ha acabado mostrándose estéril, y adesdeñar la pasibilidad de buscarle a1lernati~as -de volver a caminos aban donados en alguna encrucijada del deserroue cicrníñcc-técnico del pasado-e, a la vez que ha fa,'Of'eCido que nuestro sistema ec ucau vo se dediq ue a formar
1J6. La..pi<n<io)II do .... _ obIipria a ..... larp ...... t>o~.o:aLa .....,we. PIlt • • Iod<>, 10. . alauDOO libn>l do Jo(>I -
..... e _ COIDO Ilor <lo''''''''_~"'r '" <1w " ....,¡JI<,""",,_ . 1'0_b _. i-t.19$1; 11w _ E"'''~'_.~ AIJoo. aod.l!....... 1')011.oel,. .. ,, · . do U ....r 'M fIoIrrlw. -"'. PIlt 0ltCI. ....~ ¡>opDa! Q'" E...... Gari. d<dica • Gabl<o <ti L'........" "".." .........n. R,Q. "'. 1,".
137
pecialistas estrechamente condicionados por las vías de~1.rrol1o científico establecidas, menospreciando el caud. l de ideas creativas que podrían ofrecernos los «generalma'" üunrados, capaces de enfrentarse irnagtnanvamentr a los nuevos problemas.
Todo esto. qu e en una formulación tan apretada puee parecer muy ab stracto, tiene a plicaciones concretas a l
español. como puede mostrar un ejemplo que tieneJ os venientes: una que se refiere a la iruerpetación del pe
do y otra que. buándose en es:le. t iene que \"CT ante todocon el presen te,
Entre c uíeees han estudiado el proceso industrializa,dar en la península hay dos escuelas netamente en frentadas . qu e no se distingueo por apo yar las opciones de «proteccionismo.. o «librecambismo». como se soseece cuandose quiere descalificar de manera simplista a 10$ partidariosde la ..industrialización" . Lo que sostienen los últ imos noes la necesidad de unos aranceles ..protectores... sino la detodo el complejo de u na «po lítica industrializa do ra.., ypiensan q ue los gobiernos espaltoles del siglo XIX fracasaron al moMrane inca paces de entender la necesidad de un alinea de actuación que tuviese en cuenta las necesidadesy las circunstarlcias del paU y que atendiera . sobre tOOO,a! desarro llo del mercado interior.v' como lo hicieron euaqueUos a1:Ios los de Franci a o Alemania. Los contradic to res de estos ..ind u.st rialisus», ult raliberales partidariosde unos modelos de crecimiento dentro de un maree de
117. · t.... q.. _ . ..... """" ........,., a hab<t I<0Io <Oo.,u >1."._ _ •__0-""" M.IlII S<II~ -... .... <i<owIo. ""'i,~
ti _ """'. U. J.
139¿QU ~ fflSTORIA PAIVI MAÑANA?
menos atenuarse, si se h ubiese sido capaz de prever con:mí ! realismo el futuro. en lugar de confiar ciegamen le enla lógica del modelo histórico de crecimiento,
Pondré un ejemplo de lo qucquiero decir. En 1985. conmOlivo dcl 75 aniversario del Sindicato Minero SO MA.uar, pude ver en Ovied o cómo un destacado líder dcl sin.dicalO, que lo ere también dcl PSOE. mantenía un férreocentre¡ ideoló¡ico para evitar cualquier critica a l partidosccereeme, que acababa de adoPtar bacia poco cl compromiso de ingresar en la Comunidad Económica Europea. A los seis eños, el mismo dirigente encabezaba cl movimicmo dc protesta contra una de las col1SC'Cllencias deeste ingreso. al verse obligado a respo nder al descontentode 10$ trabajadores ast urianos que 51: resistían a aceptarel cierre de su rninerta dcl carbón y de su siderurgia . ¿Esposible que en 1985 este dirigente sindical no se die.sc ClICI1tade que la liquidación de una minería y una siderurgia nocompetittvas en el ..nucYO mercado ampliado europeo» erauna eOll5«Ucocia cantada de la política que estaba defen.diend01 Como lo CTa, poi" citar o tra de las repercusion esq ue todos sablamos enlonces quc habia dc produci~ laruma de la ¡anadcria produaora de leche de la cornisa cantábrica o. a causa dcl sacrificio dc cabeza¡; dc ganado q ucesto implica. la dc los productores castell anos de cerealespara pienso.
Lo peor del caso es quc una po litica de prevención quehubiese pali.ado estos males era posible bace unos a nos ,pero no lo es hoy. Quienes ahora reclaman al gobierno qu e"solucionc» el problema -que reindusrriali ce las lonas encnsís, que financie nuevas linca.s de producción o que prolela los precios de los productos agrarios- no parecen ha-
138 LA tIlSTORlA OESPUÉS OEL FIN DE LA HISTORIA
especialil.ación inte rnacional (que 60n tos que. llevaron.la ruina. por ejemplo, a los paises íaunoamericanos queadoptaron esta misma filoso na), hablan en nombre de l.«teoria económica» neoclásica , olvidando qu e estos modeles se encuen tran hoy desprestigiados Y que tos econcmistas han acabado adoptando visiones más realistas dela evolución económica, que no presupcuen-va que un.misma fó rmula de crecimiento pueda resultar. igualmenleYálida. en condiciones disrintas qu...ban abandonada !a.m.tologia que: haciLdeL eambic.tecnotégícc el motor fundamental del progreso y hacen hoy afirmaciones.ccme ésta .
«el cambio tee:llológico. como la evohtción.-es"UlTprocesono óptimo. en el sentido de que pudimos:habakrhechomejor, mucho me jor, a! mismo nivel.de.costes Yde:,fuel.zos y de que sus resultados no son inexorables...
'Pero la forma en que entendemos el creci:ntim1aindustria! no sólo tien e que ver con nu cstra. interJlrc:tación delp l.ado. sino también co n nuestra posrora.ante::e1 presente. La actual integración de España.eo e~m=do europeo se asemeja hasta cieno puntO 1. 10 queJued procesoind ustri alizado r para las regiones menos. dotadas que seincorporaban a un mertado «nacional», sin obstáculos rndefensas ..antinaturales». y los resuírados que estamos recogiendo no só lo no nos están llevando a Ia«~ o pulencia» p rometida. sino quc muestran-unasenc-de.cfcet01negativoS. que tal vez hubieran podido-evjurse. o por lo
141¿QUÉ HISTORiA PARA MANANA?
del ascenso humano, y hemos prestado escasa aten0 11 a quienes han intentado explicarnos que tal vez noprodujo de la única fo rma posible (ni de la más desea
le). ¿Seguirán aceptando nuestros estu diantes que les exrquemos ese cuento de hadas que es la visión tradicion al
t ia « Rtvnlución industrial», aunque no les ofrezcamosuna argumentación razonable para hacerles aceptar como
uenas las jubilaciones a nticipadas de sus padres y sus ma-ras expectativas de fut uro? ¿Se resignaran al pape l que
ha toca do: a un futuro en que probablemente se les destme I ser los a1ba1Wes, camiIRros, ascensoristas, barrenderos o enfCl'1l1ems de una Europa avanzada, supliendo a1m turcos. marroquíes, argelinos, paquistanies v otros «noeu ropeos: , obl iaad os a regresar a sus pa íses deorígen porleyes restn c nvas y por coacciones y pc."rsecuciooes ..incon,roladas ..?
,Aqui estamos rou nd o otro terreno en el que nuestravhlóo de la. histori a como uoa invencibte marcha hacia elPfOIfC$O ha hecho aguas. Refleaícnando acerca de un libro sob re el «estado racía¡ alemán .., un crili co ha hechonotar cuán inadecuado resulta calificarlo de «utopía bárbara.., puesto que «no fueron las hordas de Atila. o de Gen'11 Jan las qu e inten taran co nl't'rtir esta utopía en reall dAd ..,. Aleman ia era el pa ís más avanzado y "modeme"d.e la Europa ecetdental: un modelo de la civilización ocCIdental".... Que buena pane del bagaje racial nazi estéresur lllendo en nuestros días, a cincuenta atlas de 5U a.pa-
ber entendido q ue al aceptar su política económica (qll ~
era la misma q ue la de la o posición derechista a la CUII1.como es lógico. tam poco preocupaban las consecuenciassociales de la integración) aceptaron un programa que implicab a ceder la cap acidad de decisión en estas ma!eriua un colectivo su pranacional en el qu e ingresábamos comeparien td pobres, Yque renunciaron co n eUo,.ado rmecidO'ltal vez. po r el sueño de prosperidades sin cue nto que lesestaban vendiendo, a Qtaclase de proieccícnes «antinaturaid» que abara so licitan. (<<Antinatwaiesll. claro CS1á.,. enla ló gica de las eco nomías do minantes.. que so n.partidariu de esta veniÓD can.ibale:sca.del liberalismo. como IOt
uccrcnes lo serian de la «selecció n natural» , si leyesen a
Darwin.)Consumidores de un modelo a plicativo del pl'(lCC:l.O tn
dustriaíízadcr que. en nombre del progreso eoieeoo, minimiLaba sus consecucucias «sccíales» desfavoI3hlcs- lasrcducia a ajun es a corto o medio p lazo-- y se negaba atomac en serio los sufrimientos que implicaba la apu1siónde la tima del campesino. la pérdida de independencia delartC''IDO, d s.acrincio que conlleeaba la renuncia a la.personalidad del o ficio ante el anonimato dd trabajo fab ril,e! malestar ante la. ruptura famili ar a q ue obligaba el sometimicuto de lu esposas Ylos hijos a la discipliD.a.de la.fábrica... ~cntendemtlos que lo que C$!.IIlI1OS viviendo no;:s más que la repeticiÓn de ese proceso de especíalízacíóntemlOrial. a. escala ampliada. con la diferencia de que ahoraDOS ha. tocado vivirlo desde el lado de los «desindusuia
lizados»1~Que nos reserva el fu turo? Siempre hemos estudiado
la íncusrríaüzación como un ca pitulo net:csario de la epa-
140 LA HIS'TOIUA D ESPUÉS DEL fIN DE LA IIISTORlA
143¿Q UE H15TOIUA PAAA NA.'lA.......?
:.00. Loo .....,. do lI<:toimnul . mpleaQos pnx<doo de ka NkióoI l'I tirUlo"'''SCdp''.1o Jw ....~.~ ' 71• .rql , "9l . Y<le __ oro", o <.Woo ..... 8uc1; ."'0fU. nw- d"_ of _ "#. J+itl,., _ Id"" oltd , lo<"modOl¡«,.c....o.;o ... M..... 11>< MIT 1'res.I. 19!9. f'I' Jl3·J¿.¡.
11 inte rpretación histórica esta blecida no nene por obelucubrar sobre historias «contrafacruales» -incitarpril.'1ica de ejercicios imaginati~os ace rca de lo que hu
ocurrido «si la nariz de Cteopatra hubiera sido masrt._sino contribuir a la realización de ese tipo de his~ q ue pedía Walrer Bcnjamin, cuando nos pro ponía d a .
lar un materialismo histó rico liberado de la noción de,.leso -que IU VO una función critica en el siglo XVIII,.
rn la perdió en el XIX, cuando se popularizó la idea, re.zada por el darwinismo. de que el pro greso se realizabaomaticamenlc-. sustituida por la de «actualización».
n m étodo que procedería arrancando I US o bjetos de esdio de la contin uidad his té rica y que tendría como obneo central «colocar el presente en una situación crruN. Que debería realizar una «revolución copernicana»nsiste nte en invertir la visión tradicional. que considerapasado como el centro fijo y estable en torno al cual
acemos girar el presente. y siruar el presente en el centronuestras preocupacion es, utilizando el pasado para ha
er «la rotación dialéctica q ue ill5pira una co nciencia lúci». Porque debe quedar claro que, incluso para el bisto
ador, «la política tiene preeminencia sobre la hisría» ."'"
Vivimos momentos de desco ncierto ideológico. El espectácujo de unas sociedades europeas en que los propios
rj udicados insis te n en volar a quienes les esian emporeciendo, temerosos de que cualquier cambio pueda em-
I ~Z LA HlSTOIUA DESPuts DEL fiN DE LA IlISTOIUA
rente derrota, debe enseñarnos a. desconfiar acerca de queel " p rogreso», por lo menos en el terreno de Las ideas. seaUD resultado natural y obligado del CUI$O de la historia humana, y a temer que el raci smo y el fascismo hayan reaparecido ..naruraímeme», porque forman parte de esta. fasede nuestro modelo d e crecimiento económico. Entenderloasí deberia permitimos que nos en frentásemos de maneramás lucida a las actitudes irracionalista.s y violentas de lo sjóvenes europeos de hoy; a no contentarnos co n pensar quese.trata de UD problema "moral» que puede.resolvene:porla educación y a indagar sertamente-err sus fundamentos ,tratando de comprender las razones de su desencanto .y deofrecer les alternativas que contengan a1gunacsperanz.a. razanable para su fu turo.
Una de: la.s primeras cosas que hemos de eliminar denuestra teoría de la historia es, por consiguient e•.la.«Viauníca»: hemos de aprender a pensar el pasado en términos de.encruciiadas a partir de las cuales. eran pcsibles.diversas opciones, evitando admitir sin discusión que la rcrmula que se impuso fuese la dnica. posible (o la. mejor),si no queremos seguir.co ndenándonos a repetir los erroresde los paises pobres quehan malgastado sus posibilidadesde crecimiento, o resignamos a aceptar como inevitable clfuturo. pece estimulante. que se nos crrece a eoseccs mis_mos denuo del paraíso europeo (<< Reservado el derecho deadmisiÓn»):.Necesitamos repensar la historia para analizar mejor el presente y plantearnos un nuevo Iuturo, dadoque las viejas previsiones en que habíamos depositado nuestras esperanz.as. se. han venido abajo, porque estaban mal
ñmdarnentad as.Esta propuesta de romper la línea continua. pos tulada
144 LA lfl5"[O II,[.o. DESPUÉS DEL FIN DE LA HI.'iTDMIA
peorar todavía más 5U situación, revela, por una parte, lafalta de una co nciencia critica , pe ro también la pérdida dela fe en cualq uier pos ible programa alternativo. A la tare ade recompo ner esta conciencia critica, de devo lver algu naesperanza y de rea nimar la ca pacidad de acción colectivahemos de co ntri buir todos. Quienes nos dedicamos a laenseñanza, y en esp«:ial a la de las ciencias SocialCll. tenemos en ella un a función esencial . Por desconcertados quenos sintamos, sa bemos que nuestra obligación es ayudara que se mantenga viva lacapac:idad de las nuevas generaciones para razonar, pregun tar- Y criticac" mi mtrn, 'entretodos, reconstruimos los programas para una nueva esperanza y evitamos qu e. con la excusa del fm de la historia,lo que paren de verdad sean nuestras posibilidades.de cambiar el presente Y construir un futuro mejo r.
De entre cuantos enseñan ciencias sociales. esa.Iunción recae am e todo en los historiadores.. Y está claro queno 00$ encontramos preparados para asumirla. Necesitamasrenovar po r completo nuestros ..méecdos» y enriquecer nuestrO bagaje ..teórico» , lo cual 00 logrlIremos sin mucho trab<ljo colectivo. en colaboración con cultivadores dela f!l()S(lfía y de otros dominios de las ciencias sociales quecompartan nuestras preocupaciones. Y estos colaboradore! no sólo hemos de buscarlos en nuestras universidades,o en-las de DUOS paises avanzados (ttaDÓmiea.-O- tecnoló¡i=ente:avanzados , lo que no siempre: coincide con quelo sean también en el terreno de las ciencias sociales ), sineen las de aq uellos que se encuentran más cerca de los problemas actuales del subdesarrollo (en África o America Lalina. porejemplo). A la vez que aprendemos a asomarnosa la calle; a a proximar nues tro trabajo al estudio de lo que
ucede a nuestro alrededor. Lo cua l, como delllue'lr l elemplo de la necesidad de criticar y renovar el moJ el" deIl1hlo eco nóm ico, no implica tan sólo la bU51lue<l,\ de U1I
ber «a plicado», inmedia tame nte utilizable en la vi,J ~ '"HJlana, sino tam bién la re flexión reénca que ayuJe I "
pensar lo s problemas actuales,Que Ja historia sea importante para comprender el 101m
<lo nos lo dicen cada. día los científicos de otnn colDlI....
y nos Jo demuestran Jos gobierno s, cuando se e,duerunen tnmsmitir sus propias «Visiones de la historia» .. 101 cmdadanos a llaves de aparatcsos. Iesnvales y conmem",.cienes en que se malgastan unos recursos que se rqatClna Jos programas de asistencia social (y, por supuesto, .1 11in"ffi.igadón histórica que no esté dirigida a dar ap<lYO I
esUlS festivales), Al hablar de ..la importancia de la hl....ría», 110 me eslay refiriendo, claro está, a cua¡ sea la v¡d"ración académica que se hace en la actualidad de ella ennualllU u.nivenidades, y hasta esrcy dispuesto a COno;n!(/
qu e la baja estima en que se la tiene está jwtificada pornuestro propio abandono. No pienso en términos de p.nti¡io y cartera académica, sino de utilidad social.
En cuamc se refiere: a su utilidad sociallOdas l:u .ehvidades hutnanaJ droell ser valoradas. en última irulancia, por el servido que rinden al conjunto de los hombree.De entre las ciendas sociales, la historia tiene el pri viJel lode ser la que ma)'Ore:5 servicios puede rendir. porque es J.amás próxima a la vida cotidiana y la única que aban:a lo)humano en su fatalidad. Sin olvidar tampoco que. C\I.II ndo se lo propone, resulta ser la más inteligible ~ra un mi
')'01" número de receptores de su mensaje -estudiantes. leclores o espectadores. No importa que eUo la lIaaa m..
14 6 LJ. HISTORIA DESPUÉS DEL FIN DE LJ. HISTOIlIA
arriesgada; que no permita adornarla con unas aparleneres de exactitud que hoy sabernos, además. que no snnun criterio de validez científica, sino una mera ilusión,
Merece la pena. pues, que nos esforcemos en recos erdel polvo del abandono y el desconcierto esta espléndidaherramienta de conocimiento de 1lI. realidad que se ha puenoen nuestra.'! manos. Y que nos pongamos, entre todos. II'('pararla y a ponerla a punto para un futuro dülcil e in.cierto. íNDICE ALFABhTICO
AllaboD, F~ 14J 11.. ,219"''''"'''' ltin"'Y O/~d ,,,Id
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120." '1I..l32, 82, 10611.. 197AI'PI<br.~ 11.. 52 , a. S8Amxhi. TlU>, lO a. ~l . ll·llArib. P.• '1. lOS Ya. 196A1oft, Ja.a· Paw. ... 11.. In_, 1(.1. . U
8«ocI. Frucis. 1](0BauodI. Pa..t, UBajtlft, Mljail, l()ol,' .... 191. 109 11..
""BUor. K.<:illl \l .• 9'MII8anelI. J<>ha, 11 .... ti)B...II. Geor¡e, 101 Do 1918&,c.. JOUolI<IwI. 11 a. III8&,... M&r$tOa. 69 Q. 12-1Bdl. DaaJd. l6 , Q . U
Ile:oj.touQ, Wah.r. J9 n. 1"1, 1'",11.. 19J. 12-1. I ~\ , 11. . ~l
Bcrt. M.. .14 .... 67Benc::as.F~ SI Q . 1028emal AlllOflio..l.llfllol. 10:BetuIbeDn. Bnmo. I ~ 11. . ,.Bidco.u, A.. ~9 .. l(lolBirabtn. J. S .. JI. UBl.l<:kburll., lUdwd J.-. U •
U8taAqui, A.. 61 ... IlIt>BJoc.b.. Man:, 6&, 81
Hi<r<m<l nmd I"'~. ....BiooIh.. AJa.o.. 89 , .... l0 'llonKchi,~ 70 , • . 1UBoo-U••2llo<!Iam, ~~ • • 711loumIu. AbiIL. I ~ 11.. l.flowloy. A. L.• • 1 11.. 00, . ,1Ioowmaa. J :A 11.. JIB~lI, 67 11. U.Braudd. F=aad. . 1B=.II' . BmolI. UB..".". A. a. •7 n,1'. 1I . "
"B""""e, "1.. .14 . .....
148 LA HISTORIA DESPlftS OH f iN DE U. HISTORlAiNOlCE AUA AÉTlCO 149
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iI ,lI. t46Oardin••• 1.. 37 11. 60Oario. Eu¡<nio. JJ6 n. 116Oarn..,.. ~.... 47 /l. 76"'- nGélis, 83o.r-.k. a. 83Oimpot. J<an. t23 o. ll6CiazbufI. Carlo. 20. 109 n. 2l)l.
El q_ ' ioI~. lO
Olacken.~J.• 6611. Jl7. 74GOdd. KJm. 29Codol;.,.. Maurice, ]JI IL 230Good" Jact. U . 84 IL 151GouId. ~ben Jay. 31 11. 46
Ur .,.¡" "'4nrtrlIbs<z. 31 n. 46Gram.ci. Antonio,. 104 r a, 193Green. 8I1'&a s.. 90l n. 176Gtoao<1• .-\ntabcl, 62, 63""'- ~Otalwn.37G.-..... Ab.n O.. 96 Y IL I~IGrossbert. L.a~ 104 n. 19o1GllU<l<><:a. "'.o"li". 70 IL 130CWlain.e. J<an. 69 n. (29Guitton.UGwniIo>-, L. S ., 7~ o. 135GUlt'>idl . Ñon, 104. 109 "- 2OS ,
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Filos<Jf';" d<i tk~Ao. 7 o. 2Ur nnr;.,~. /Q k..,orw. -: 11_ 2
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nn. 79 y 8(1. SO. 6J n, JllD_ . 8J
Umtlcrto, 20El flontb,. 410 tt><O. 20
Fdell. Mic hatl J.• 76 11 . IdEliu, Norbert , lOó n. 197. 108 n.ro,t l lOa. c. R.• J7 n. 19.t:hwd. Plul. 117.118E1lis. JOlul M.• 90 n. 161E"'~II . e.. 1(\4 11. 19JEa. ... E"",.. 31E"-""- F.• 10. 61 a, t06En bon. DOdier. n 11. 37. 8911. 160l
Fabo:aa. .... C.• JI 11. 41Fttr>re. lucwn. 68. SIÚI_<t / 'hohIl itM ...............
"..FolIllU:i4, Owlet. 4S~&.y. FtmeUc:o, 1[ n. 7F1d".....u. HrnuxtI. 10'111. 200Fidd. " ,",ndcr J.• J9 e. 62F"1ldes. .,F1and"". Jun.LotriJ. 12-13f'latra.. Piem, 61 11. 1211Flinn. M i<:hu! w.. 4' !l. 71F1"'-'>. EIllique, " !l. 179no..d. Iloo:lori<:t. 6l. 6JFOro1. Roben W.• 17 n. 19_"~uIt, Mid><I. 2711.37, 29.13.
89 Y II. I~
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Ch&/ldkr, WillilUI\ J.• -W n. 604Cbltti.... R.• t06. llt n. 2JlCbarua. J.• 68 n. 122C""""'1J>e. s..'X<, l2J. 122 n. UOCb4udbllri, K. N.• 28-29 Yo. 40
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9J Y n. 174. tOO n. 187De 'Iries, Jaa. 1) y 11. 117. 13Driapnne. l!3DoIotan, Oiles. 89DeIWl>Oau , UOorn.aD.eon. 67Derrida. Jaeques,::9. SI n. 161 . S9[);on, kor..., 68 ... 120Domeoeeb. X.• 123 n. IIIDoaosbu<, Donis,. IS o. IS. 100
o. 187Dornk, 68 o. 121Doue.F~ 27 yn. 16, 81 . 89
Y n. 164Duby. Geol'l... 120Dunn. Jobn. 8 n. 3Ou plnsJ', Jao-Clal>de. 7J n. 1'l6
Cor bin. 82Corn......U. J. C. K.. 49Cr>""l, An dré, 68 /l. 121.70 /l. tWCro. by. Alfred W.• 3' . 69 Yn. IHC'OUZtt. 120
CuD.pboU. Brvc::c M. $.. 68 n. 123Can'''', Ceo... 29~ Albeno>, 70 Yo. 132CasaI>ova. Jul;a".. J)
ÚI /1.."'....._, ioI /li.flQnll.-"c.lan. PauJ. 91Cipolla. c.rkI .'01 •• 20 ILll. 23. U
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CohefI. Mark Nalh&ll. 47 n. " .n -S8 , ... 101
CoboD . SarldC. 11-19. 96CoIIII. BcmW 5.. 132 11. 23tC,,¡...,....,. O. c.. )7 11. 60C4wlmor><•• Barry. ,. n. tolOC<>m.P&IN. Di.... tSConrad, 39
B.ownin" C, R., 14t n. ¡39B,unda,o, 82Buja';n, N. l. . 1001
El Itlo/triO/UMr> AUIÓficr>. 1(\4Bu..... EUI~mo, 61 y n. 106Bu"olin. C.• 16 n. 18Bu"u;ere. Ancré. 106 n. 1911Bu,loilh. Mich...l, 14 n. 14, 141 n.
noBum ••\ 1. L .. m /l. ll4Bu"o•• Karl W.• ~ o. lZ7
1S0 LA HISTOIUA DESPUÚ OH fIN DE LA HISTORIAtN'OlCB ALPAII~TtCO
HoidoU"', :>'1ol1in, 88 n. 161, 89Hei..., Charlo. B., Ir., U n. 157H.nnock, E. P.••3 n. 66Hen'r. Loui•. 82 n, InHeródo.o. nH....,u. K., ,. n. 93. 71 n. 1J8Hey, D.• 68 n. 122H,lben, David. 29Hm. Chnaopllet. 8 r n. ~. 10l. 119.~Fu""taJes rmnalu tQS? . 8
Him"",lfarb. Geruu<!e, n·N. 88r Il. 162
H' tJdI. Jean-Pien'e, 112 r n. 2Z1H<>bbriink. H....k. 129 D. mHo(Jman. I'hilip, 6l! 11. 12IHDI..... .\loro...... !9-60HoII' " ss-nh. T. H.• lt2 D. 1! 1HC'9kin•• S. V., .... n. 68. 6J
D. IIIHud>oD. P., ~ D. 67Hull>O. David. 19 e. :t:HUIlI. Lrnn. a' n. 7[. 92 D. 112.
97, 10' D. 19!
JKOb, ~l~ C.. 9l n. 118. Ial:n. 189. 1:16 D. 2..'6
Ja koboon. Roman. 29JatIla, N. o. G., 70 11. l JOJanseoon. Frrdtri<;, 88, 89 n. 16JJohn 8ltth SoaetY. 'llJohn :0.1. Olin Fo..DdatioII.. 7JOI'I". CoIin. 97·98 y n. InJóYenes Tu",ot, 119J",..., P:u nck. 87 n. 160
Kadi, h. Alon . J5 n. S,Kan, nrowic<. E,"", H., B. l' n.
14. 93l<>. do>CIIUpa.S del "Y, IJ·I ~
K.a~ H~ 1.. I Cl4 n. 191Kindl.berxer, Charles P., J5 Y n.
,~. J(i y n. 56, J7Kipiín., RuO)'lltd. 132KIee. Cuy A ., 70 n. 130Kloppe nburg, Jack R" 6') Y
n. 126Kni~l., AJan, 119--120 r n. 217, l2l""iM, 8""mios. lo1u:t. 6Hi2 Yn. 108""nlllllall, ~lichrl, 118""ver. Á. y J_ 101 n. I U
u(:apria,. DOlninici.. 92Lachi..... M&I'I:d. S4 D....L>.mb. H. H.• ':'2 D. I~
upl_ P. s., 30. J ILaslen . I't<.., S2. S)
Le Gofl. laa:;..... lO'! n. 196. 106Y n. 199
Le Lioonais,F~ U n. 16Le Ro,- Ladune. E. , 71·72. 120Lcl>outle. R~ 46 11. 72Lee. R. D.. SJ n. 91Lehrnan. 1Avid. 90l n. 17l....bnil., 1. W., IJ6Unja. \ '. l .. 10Lescure. lean. 9--1 Il. InLé'<i-Sm..... C'.au<le, 29Le>ine. Andmo. [2 Y D. 11Uvy_Bruttl. 107Uvy-l.ei>o)'or. 120LiDdert, P=r, H .. solow<Dl!l~ . % n. 180Lukaa., G., 10l Y D. 19)
t 1"I'd. Q . El . R., 107·108 YD. 210
Macera I':Iblo. 126locl.lchl&n. CDlin ~ . , 97 Y D.
'"Maczac. A., 7(J n. UOMosdm t , a. E. , 98 n. IsaM&/l!l T. R••a7n.73. 74. SS , 57
.andelbrot. lleDoil, JO R, 421-1.., Tse-Iu 10M.snil1, H ,¡.J...,. IJI m. 211Manin. Joha. 109 Q. 2GlMartiD<:z AIier.¡...... Mil. 114. fiI
n. lI 8. 77 , n. laSMan. 1{ul, 9 Q. " 10-11. 12m. 12.
u , 61 n. 106, 1M, 1lIEl " plIlH. 10. m
McClru.nd. Kfttb. 104 n. 193McCIoskty. DDnalc1 N ., ~ 11. S2-
31.41M~. Tbomu. SJMc." oiJI, 55Mau>dI. Stepben. 8./. ... 157M_ . Alu. l8. 59 n. 1MMeu...... 51MO)'Of. J9Míddk W1ft, Roben. 11 Q. ]j
MiM n. 11)1Moen. CoIin. 12 n. 11MD. yr. Jod, n I m. lISMonwwi,~ 03 Q. nMom. Pie=. 7J u. 1:16M"'WD, G. s., 104 11 . 19)Mudl<-mhl<d. Roben, 10lIMI>ir. Ed....,,¡ . 20 n. 201M Illliu, Jaeq_ m a. naMumfDn:l . Lt-\s,69 n. Il-lM~. ¡10M v.• " y n. la l
1"N.d...ni. M. v., 76 n. 14JNash, Muy. 8J R. IS5Noloon, Cuy, 11)1 n. 194N.....U, WilIiam Henrr,1 2On. 21 8Ntwman. Luci~ F.. 47 R. " , S5 n.
"NOWIOII, I$&K, 30. 1)(;NielO de Valcá=:1. Juan . SS·SÓy
• %Ni=.sche. F.• 8No~ P.. 106 n. 19\1:O¡Dnh, 00ui!W c., -lO n. 61
O·Grada. C_ m n.~Ort:i:z de )'IDDlel1aDo. Bernard. 4l!
n. 7S. lJ r D. 90()n.dl, Geo'll" !2·!) Y n. 890uIipD (0Uvt0it IX UnCnrure Po
:.muelle). 15 y n. 16, 9--1 Y 11.m
<h-enoD., ~latk , 60S 11. l2JOzouf. ~I .• 121
Palmn. Ángel. 7S y n. lal!':IJ>ano, S)
Pukor, W. N., la n. Sl. 7<l n. 110Pany, M. L., 72 n. naPotnai k.l:ua. SS ... !IS. 129 n. 228Pdlin~n
Penn. s. A. C.. 49 n. "19. 6) D. 1IlPme. GeorJa, 1'. 16
Ul ..... .\{Dd~ d'no ploi. l'ptrez ~1Dl'Od4. Vicenre. 51Pn>aJI. D. M.. 4l! n. 78Pl>eIPl B"""", H., # , 6) D. IIII'ki. . OanJeL 61 n. 107Pin kney. Too)', 104 n. InP1an1, Ib-;m ond. 7 n. 2
LA HISTOI\IA DESPU"ts DEL FL'< D E LA ¡USTaRI"¡SDle E ALPA1IÜICO
152
Po"lj n ~ . Cl;"". 66 n, 116A ITtM hisfOry of ,h. wo,ld, 66
y n. 116Popptr, K. L., 15·26. 30
1.4 ",1St"" d~ hu,,,,*u", ,,,2' .26
Pone,. ~. '8 n. IUl , 8lPos,. John D" lJ,'4. 13 n. [J8Poull<!...'l 1. e.. 67
A" hU""'cal tttJ,,,,ph, 01CII'WH. 67
Prlc:e. Rotor. 121 n. 218Pr,.OIiJ>e. tln. J II'urcnaaon,~ PUIIY, ,¡(;
~"'s_20QuollUU. R&ymon d. IS J " . 16
R.abb, T. " .• 50 n. 8l. iJ n. lliRamdla. Fraaco. 20 ll. 21Ratzel. Fricdridl. 69 ... J28Rc4dy. William .\l ., 122 n. UORmn. [l, S9 e. 1(1.1~. Ja.;q...... 106Ricardo. DavMl. 4JRon" Ricbatd, XI ... 41, 10 n. 149,
8 , n. 161. 91 11II. 163 1 169Roioi. P.• 61 n. 106Ilouooo. W. W.• 99 y n. lSó/toIbcr¡. R. I., 50 0.. aJ , 7J n. 137Rubbi.a, Cal lo, ll<l n. 13]RulllftO, Guido. 20 n. URlU. A1aJl. 8 11. J
s"bd. Ch ., 115 n. 2]'SahlillJ. .\l atlb&U. 57Said. Ed""fll w., 'i'O n. 167
Sauer, Cu J O., 69 Y n, 124Sa YO:l, D<rck. 11 n. 8. 12Scin«ia. 23 n. 29Sdlltna, Simo•• 2J y n. 26, 22-23
Y n. 29Ciliz",s: A chronicl. o/ /he
FTtnc/r R~<>I'''ion. 22Dtild ccno"" ies IUn"""'''''' 'M
' l'«"/Qlj¡''''J. IISchneid.r. J., Jl 2 n. 211S<:h<lfleld, R., ~ 2~. SS. 59 n. 1001Sc!IolIien, I'l!t<r, 45 n. 69• ..., ~, 72S<1n>-aru,. H .• 45 ~. 71, U n. lS7StdiIIoI, R" 121 & . 2.19Seocnmbe, Wally, S3 D. 1~4
5ok" TIUe,. 134Sen. AriIarty.I. 49 y ~ . 81, 54. 15
D. 95, MS<ndero I.wnu>oso. ID, 117Serra.. ~1Kbel . 102 n. 190Sbmin, Teodo<, 11 D. 9. [JI n. 2)(]
ShiadI, MontA, 98 n. lSolShott<r. 82Simpson. L>WJ. 92 D. 170Sm.itb.. Adam, 12.. lJI. IJ7 n. 237Smitb., Dettni>... 22 YD. 27. 33 n. 11S<n,j,h. F. 8.. H n. 911SMU. 1;:. o. M.. MSnook..s, G. D., 38 n. 61s-... e. P.. 26
~ l.u dos cullura.. y 11 mooIu.ciOn ~lllif>cu.:ti
SoboT. Elliotl, 12 y n. 11~. J., "6 D. 71SoIow. R. E.. J4 y n. 53Sonnucber, Michae~ «-"Souz.a Amado, P. J= <le. 56 n. '17~, Pi=r.ll4. lOS n.;mSWin, r.. 10
S~"l\, 1 30 nn, 42 y «S'on~. Lo ",,,,,.. 87 y n, 160Supo/, John e., 48 n. 7SSUlh.rI.nd. Jcho. 93 n. In
T:lylc•• A, J.. 47 n. 131l>ylo•• G¡¡y, S9 n, 16l. 91 n. 169Terrun, Po1or. )l
70\1lebofJ. H..... J.• 47 n, 74. $01 n,
'"ThocDao. Wdlwn L. J... (>9 D. 124TlIompson. E. P.. lIl. 11. ; 9-80, 9\l
n. ISl. I().&. II)¡ D. ~$. UD.li S D. zn
lhompson. Plul. j.j n. !ssTounan, Conrod. "6 D, 1«T~.23
TunnlllW>ll, ,-oo. ~l D. 71
",,",-, H, Atom . 92 D. 111Vid.oI de la Bla.:be. 67Villle, $01YI1.lr, PInTo. 114VillonnC, 61\ b/t.oir'o. 71~ Micboi, 83. 106, 111 Y D.
""\\."acluer, ¡':maet.ll, 62. 63Waoda. H&nlki, [J I .. ll(I
15)
Wall.', J.. 12 n, 88WalI. ....¡n, Immanud. 31 n. ~7
""'lIlon. 120Walll. 29washing,on. Pe.... 90 Y n. 166""'am . Michu l. 54 n. 9JW.aI. Andrew. 5~ n. 101Woiner. A. 8. . 132 & . =JIW.U•• Roter. 47 n. 73Wb.il<, Hayd.., . l7 y n. 19 . 18.
&0-81 .92 Yn. 171Wi<net. 1.. 7 n. IWillilms, Raymond. 104 y n. 192WiUio.nuon. J. G.. 47 n. ;3. soWin•• EIizlI>cthS.. 47 n. ¡l. lJ n...Wiw<nnann. WOlfptl&. 14 n. 14.
141 ~. ~9
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Zoma'Di . Vrra,"". MZallin, J.. lB n . 2J5Zirwer. J",,"h P., 13 n. ISSZ)'lberJ. !--l
INDICE
La lIistoria después del fin de la histori a .El retome a la histeria narrativa: uo indicador de
problemas y una faba soíucí énL01 ilusiótl cialtiflSla .La «cliometria,. .Un ejemplo concreto: el problema del ni\el y de la
calidad de vida .Histona, espacio y recursos naturales: de la geogra-
fia humana a la ««ohistoria» .El cietltiflSmo y la desintegracióo de la binaria.Historia y anaJisis del discurso .Viejos campos en Pro<:eW de renovación: hiswria de
la cultura. historia de las mentalidades .Después de la tormenta ..revisionisr.a»: una primera
ojeada a la situación actual .~Qut hiSloria para ma ñana? Reflexiones para una
renovaci ón más substancialÍndice alfabocico .
172S-,,.
es-s87
lO!
III
1"- ,
HlsrORIA DE.SPUE.S DH FIN D[ LA HISTORIA
h l" nteo ,uplra a Ayud.lr a q ul.,.-,.,...., In' ''' '''''''' P<>f el ~"fdln n.oIII hlsron.'1' muy.,.-, MpedaI. a qu;"""s se dediuon a Su .,.-,sefIan·u . a OI1~la_ en el Iabel1nlo d" un prnnlt""" conIu5lón . Trasel "acaso de Las " xpectatlvas d " poslWd.u "" Lo, formas Clltequlsfk.u del mantlYTIQ como alfe'nathla a la~ '1 Lo 1nvn!1.
gad6n trad~. MlamC5 asIs~. la r«upPl"adOn ~ LoIIIsIOlla naIf.ltva pr~nf.ldacomo una forma " xposltIYa neutra '1Iitnpa de c:.vgalMol6gkA. al arAn pot imitar nwc.ln1cNnftl.., 1m~todos de otras disc.lpli..... of1'\oh cioentillcaso . • la susdtudór d<!lMfUdlo de lospr~ r,,""'" ..., los hombres pot el de los dls·cursos qo.oe M' r~ft1 .. ,,11os o al lntNlfO"" tw.ur de las repte~ me-nWes el motor I'ur>darnI:fltalde Lo hlsfOl1a. lo q"""'Iulvale .. r~f11 los miSlT10S """()f"" oe ~foq"" rn«anldswdel pasado. frm'" a esta.~ de~ Nl'" Lo plrdldade las..,¡.,¡as .u>dadefas. ", prolnof Fontana '"P"la " Lo,..,.;esid/ldde r~ar las SC'/\ils de ldenli<lad de u""' IIbtor\og''''''' a111u{la 'g\olMliuclOn. '1 Lo opol itiZddóno). prl>J"'f'e ...,...,00.,.. a P"flS"I'el p.lSoKIo ..... 1~"nillOS d" t"OOUCijadas (y no '!oÓlO ee una .\/la (¡n!.
ca. ) e ln.cJtel a los IIlslOrlador " s " !>itu"r el present" en ,,1 centro de.." preocopacjcnes. A la t"rea d" r"COmpon"r una concl"n.cJaa1t1u. y oe r",mlmar la Cdpdcldad d" eccioo c~"'tl\ta desde lu"·g o liemos de con trltJul r tocios, P"'o d" un modo especial los his·torladores, porq ue $U c bllg" ciOn. nos d ice Fon tana. ' e s ayudar ,aqu" se man"'nga ",""" 1" "'p"c1dad el" las nuev,u 8"n"r'1CI~~
1"'[" roUona ' , pr eguntar y C1itiCdr. ml"ntras . "nlre tocios , recoretrulmo'l los p rog ramas para una nueva " Sfl"rllfl'" y evitamosq ..... con la " XCUS<\ d el ñn el.. la hlstona, lo que pa ,,,n d e ",..rdadY An nuestras posl billdad.... de camtllar el presente '1 constru lr t....futuro m<"jor•.
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