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F , ~~ FRANCMASONERIA.

NUEVO

RITUAL DE KAD.·. PERFECTO INICIADO,

G!IADO F!LO>ÓFlC >, 5.0 Y ÚLTI.MO DEL RITO FRANCÉS.

LL,UaOO TAli!BlBIS

GB:. EL:. CABALLERO DEL ÁGUILA BLANCA Y NEGRA,

reelnplaz(Liu/o

Al GRADO 30 TEMP LARIO DEL RITO ESCOCÉS,

POI\

· Antiguo venerable, fuudnclor rle los tres Tall crPs de T1·inóso{os, en Paris, autor del cw•so

iniBrptelativo de las inwiaciones, ele.

Arreglado por T. C.

BARCELONA: IMPRENTA DE SALVADOR MANERO, EDITOR¡

L a uria, 82. - Leona , 13.

~ ~~'==========================

FRANCMASONERÍA.

NUEVO

RITUAL DE KAD.".

lll!lflEf:í' G~ S'MAIITIN . t-UL.,-. t fj[!_ :.:o ¡_ ... ... ___ ----J

FRANCMASONERtA. NUEVO

RITUAL DE KAD:. PERFECTO INICIADO,

GRADO FILOSÓFICO, 5.0 Y ÚLTI.W:O DllL RITO FRANCÉS.

LLA.IUOO TAlliliBN

GR.'. EL.'. CABALLERO DEL ÁGUILA BLANCA Y NEGRA, reemplazando

AL GRADO 30 TEMPLARIO DEL RITO ESCOC€s,

POR

Antiguo ve.nerablc, fundador de Jos tres Talleres de Trinóso{os, en Paris, autor del Curso

interpretattvo de las intciactanes, etc.,

Arre"'lado por T . C.

BARCELONA, IMPRENTA' DE SALVADOR MANERO, EDITOR,

L a uria, 8 2.- Leona, 13.

ES PROPillDAD DE SALVADOR MANERO.

ORDEN FILOSÓFICO.

La vcl'dadera masonel"ia hace hombl'es: los altos grados , como las religiones, no hacen mas que sectarios.

' Se ha convenido en llamar gmdos filosóficos á todos los que siguen al R.·. O.·. , grado 18, hasta el 33, por mas que en toda esta série apenas son dignos tres de este nombre..

Siendo el grado 30, 6 Kad. ·. el5. • que hoy se practica con toda la pompa de que la masone­ría es susceptible, vamos á dar el análisis de los 11 grados que le separan del R.·. C.·., los cuales se dan por comunicación.

GRADO 19.-GR.', PoNT.' ., 6 SuBL.'. Ese.· . DE LA

JERUSALEM CELESTE.

Está consagrado al pontificado de la religion universal (1). Este grado alegó1·ico tiene por objeto la nueva Jerusalen (la masone'ría ?'ege­nerada.)

=G=oo

GRADO 20.-VeN .·. M.· . AD VITAM, 6 Sos.·. PR.'.

DE LA MAS.'.

Cuando se introdujo en París la francmasone­ría regular, en 1729, 131 cargo de Ven.·. era por vida, y se confería por este grado el poder al que pagaba la patente, el cual organizaba la 1ógia como lo creia conveniente y nombraba los dignatarios, convocaba el taller y suspen­día los trabajos segun su voluntad, porque la lógia era propiedad suya, como lo era un re­gimiento de un coronel. Mas al llegar al poder el Gr. ·. Or. · ., abolió en 26 de junio de 1773 esta monstruosidad masónica (2) J emancipó á todos los talleres. Y preguntamos nosotros; no existiendo ya este abuso, ~de qué sirve este grado que le ha sobrevivido~ Desde entonces, la Vener. ·. no es mas que un cargo temporal, que no puede ejercerse, especialmente en Fran­cia, mas de tres años seguidos en una misma lógia, y aún para ello necesita ser reelegido todos los años; despues de tres años de ejerci­cio es preciso un año de intérvalo para ser re:­elegido.

GRADO 2 f.-No AQUITA 1 6 CAB. ' . PRUSIANO.

Este grado, dedicado á los peligros de la ambician y al arrepentimieiJto sincero, fué in-

traducido en Francia en 1757, por el h.·. Saint­Gelaire. La lógia se reune en un lugar retirado y en la época del pleniluvio, porque única­mente debe alumbrar el consejo la luz de la 1 una por una ventana practicada expresamente.

GRADO 22. -CAB. ' . REAL H ACHA , 6 PR.' . DEL LIBA NO . (3 ) .

Es una especie de ap'l'eJ¿diz, donde en lugar de trabajar en la piedra tosca, se abaten los cedros del líbano, (palabra hebrea que signifi­ca blanco, color de la luz). Está consagrado á los descubrimientos de la navegacion por los sidonios, que empleaban los cedros del Líbano en la construccion de sus naves. Moralmente está dedicado á la adhesion á la masonería, con la cual no tiene ninguna relacion .

GRADO 23.-JEFE DEL TABERNÁCULO.

Si en este grado se hubiese tratado todo lo concemiente al tabernáculo, se habria evitado el siguiente, que, lo mismo que este, no tiene ninguna relacion con la masonería, lo cual prueba que los arregladores del rito escocés atendian mas á la cantidad que á la calidad. Exhorta á volver á la antigua ley judaica, es decir, á 1J'etrograda1· en vez de p~J·ogresa?'.

=8=

-GRADO 24.-PRfNCIPE DEL TABERNÁCULO.

En este grado se conmemora el e1·1·or de Sa­lomon, que sacrificó á los ídolos, por lo cual perdió la comunicacion que tenia con el Señor por el lkim (luz) y el :rhummin (santidad) , nombres ocultos que el gran sacerdote llevaba en el pecho.

GRADO 25.-CAB.'. DE LA SEI\PIENTE DE BRONCE. (4)

Este grado, cuya divisa es Valo1· y vi1·tud, parece dedicado á la libertad civil. Estos tres grados son judíos, y por consecuencia com­pletamente inútiles en masonería.

GRADO 26.-Esc.' . TRINITARIO, 6 PR . ·• DE MERCED.

Hace alusion este modernísimo grado á la institucion religiosa de Trinitarios ó Padres de merced, cuya misionera pedir limosna con­tinuamente para rescatar cristianos cautivos en Argel, Túnez, etc. Se le da tambien el nom­bre de M.·. ese.·. y no tiene relacion mas que con la alquimia practicada por los egipcios; en realidad es el Levita, y podría denominarse así.

CRADD 27.-GR.', CoM.'. DEL TEMPLo, ó Soe:. CoM.', DEL

TEMPLO DE JERUSALEN .

Conmemora este grado templario la destruc­cion de la órden del Templo. Su instrucciones completamente cristiana, y la lógia toma el nombre de Consejo. El candidato es presentado atado como un esclavo, y se le quitan las li­gaduras para manifestarle la diferencia que existe entre un esclavo y un hombre libre.

GRADO 28.-CAB.', DEL SOL 1 Ó PR.'. ADEPTO.

Este grado, lleno de interés, es de D. Per­nety, que bajo una apariencia hermética ha ocultado verdades filosóficas. La palabra de re­conocimiento es 8tibiurn. Considérasele, á la manera que los antiguos adeptos, como una escuela de ciencias naturales, donde se inter­pretaba el gran libro de la naturaleza, se es­tudiaban sus leyes, se trataba de penetrar sus secretos por la descomposicion y análisis de los cuerpos, y este bello estudio, llenaba al neófito de admiracion hácia el autor de tantas maravillas, y le disponía mas al agradecimien­to. La lógia no está alumbrada mas que por un sol, ó un globo trasparente colocado sobre el sitio del Gr.·. M.·., que se llama Adam (el pa­dre de los hombres, en hebreo humus, tierra).

... 10 ,_

No hay mas que un Vig. · ., que es introductor, y cuando hay recepciones tambien preparador y or~dor, con el nombre de H.·. de la verdad. En cada ángulo de la sala, que es exág·ona, hay una S, significando Stella, Sedet, So}i, Scientia, Sapientia, Sane titas. En la instruc­cion, la paloma representa el espíritu univer­sal que da vida á todos los séres en los tres reinos de la naturaleza.

GRA DO 2 9.-GR.·. Ese.·. DE SAN ANDRÉS DE EscociA, 6 PATRIARCA DE LAS CRUZADAS.

Lleva este grado tambien el nombre de Cab. ·. del Sol, Gr.·. M.·. de la luz, porque los que le poseen tienen la pretem:ion de medir hasta el sol.

El aspirante en su recepcion recuerda una parte de los grados anteriores, desde el R.·. ffi. ·. (5). Su edad es 81 años. El cuadro presenta dos col.·. : el Fuego, solsticio de estío, y el Agua, solsticio de invierno. La palabra S. ·. al dar el toque es uekamale (ultio). V ése aquí repetido por segunda vez el grito de ven­ganza de los El.· ., como para indicar el carác­ter del grado, y preparar al neófito á recibir y comprender el Kadosch de entonces.

GRADo 30.-GR.' . EL.·., CAs.·. KAD.'.

Este grado, vigésimo cuarto del rito de He-

=11=

redom, creado en Paris en 1756 por los disi­dentes expulsados de la Gr.·. Lóg. ·. de Fran­cia, se convirtió en 1797, en Charlestown, (América) en el trigésimo de una nueva série de 33 grados, con la denominacion de Rito es­cocés antiguo y aceptado. Un cab. ·. Kad. ·. era entonces un ejecutor de la Ord . ·., como lo in­dicaban su nombre templario de Gr.·. Inq. ·. Gr. ·. El.·., su joya tan expresiva, y otros sím­bolos que despues han desaparecido. Pero en la actualidad en que la série de grados gene­ralmente practicados se reduce á cinco, se ha cambiado el objeto del Kad . ·.,que desde 1793 no tiene venganzas que realizar, y se ha sus­ti tui do con un sistema de la mas pura moral, mucho mas apto para ser, cuando pase la afi­cion de los cintajos , el coronamiento del R.·. ~. · ., es decir, el 5.• y último grado de la verdadera masonería.

'

,

OBSERVACIONES SOBRE ESTE GRADO .

Existen varios rituales de Kad. ·., y casi to­dos expresando el mismo objeto, la intencion de vengar en Felipe el Hermoso, y en Cle­mente VI, rey el primero y papa el segundo, el asesinato de los caballeros templarios, y espe­cialmente de su gran maestro Jacobo Bour­guignon de Molay. En efecto, aquella 6rden militar y religiosa pudo suprimirse sin come­ter las atrocidades que se cometieron, atroci­dades que engendraron el ódio á la monarquía y al pontificado, no en la masonería, como su­ponen sus detractores, sino en una órden re­ligiosa que para mejor conspirar se cubrió con el velo de la masonería, y se introdujo en ella para hacerla auxiliar suya.

Sin embargo, en 1793 todos esos grados se vieron precisados á desaparecer por falta de objeto, pues la monarquía estaba abolida y el pontificado desautorizado; la masonería sim­bólica continuaba su marcha pacífica y bien­hechora, siempre pura y fraternal, cuando en

=14= 1804 se p~esentaron unos cuantos intrigantes recien llegados de Charlestown, en América, con el rito á que denominaron Escocés antiguo y aceptaclo, en 33 g·rados, que gracias á sus títulos pomposos y á sus extrañas condecora­ciones fascinó á muchos en Paris y fué bien acogido.

No obstante, las costumbres habian ya cam­biado mucho, y varios masones mas sensatos, aunque no lo bastante para arroja.r á la calle todos esos grados incoherentes y absurdos, emprendieron la reforma y modificacion de ' ellos armonizándoles con el número ·y objeto de los del rito francés. Asi en el órden llamado capitular, compuesto de quince grados, solo conservaron el último, 6 sea el R.·. ffi. ·., y en el llamado filosófico, que constaba de quince, suprimieron doce, dejando subsistentes el Kad. · ., el grado 32, y el 33, que en realidad es un grado honorífico y administrativo.

Aun así no acabaron, 6 no se resolvieron á despojar completamente á los que conservaban de cierto carácter religioso, y esto es precisa­mente lo qu~ hemos emprendido nosotros con algun éxito, si ha de ser cierta la toleran­cia que la masonería debe tener con todas las creencias.

Empero, como objeto de curioso estudio, va­mos á dar para los masones á quienes entu­siasma todavía el Campamento templcvrio, la

= 15 <=

copia de un ritual oficial dado por el Gr.·. Cond. ·. de Inglaterra al Gr.·. Campamento Real de Puerto Príncipe, en la república de Haití: á este haremos seguir el que hasta hace poco se practicaba, y aun sigue practi­cándose en muchas lógias, y por último, el nuevo 6 reformado como 5." y último grado, que con gusto vemos adoptado por varias ló­gias, y con el cual creemos haber hecho un verdadero servicio á la masonería.

RITUAL

DE GR.' . EL.'., CABALLERO TEMPLARIO DE HERED01ú1

KA.D .• . DE SAN JUAN DE JERUSALEM, DEL :SANTO SE­

PULCRO, DE LA. PALESTINA. 1 DE MALTA, DE Ro­DAS, ETO., CAD. ' . DEL A.GUILA NEGRA, GR.'. JMP. '. DE LóG.' ., DENOMINADO TEMPLARIO KAD.'. INGLÉS Ó

DE YORK.

,,·on nobis, domine, sed nomini tuo cla gloriam.

nabcis obrado estas maravilla~, se­flor . no por nosotros, sino para gloria de vuestro nomb1·e.

PRELIMINARES.

La lógia se llama Sobemno Oarnp(JIJ1'I,ento 6 Oampo sobe'l'ano. El presidente, Eminente co­mendado?·; los vig. · ., l." y 2." capitanes, y to­dos los dem~s caballe1•os.

Banda negra con una estrella de siete pun­tas que cae sobre la tetilla izquierda: en medio de la estrella hay una cruz roja.

Mandil blanco, ribeteado de negro, con una calavera y dos huesos en cruz.

K o

= 18 = Joya: Una placa en forma de estrella de sie­

te puntas, de plata, haciendo escamas, bordada de canutillo. En medio hay dos círculos con­céntricos en los cuales se lee: LXXXI. RO. HRDM. KDSH. KTP. H P. R. y en el centro una cruz blanca.

Los caballeros visten de negro con botas al­tas y espuelas, espada con empuñadura negra, pendiente de un cinturon del mismo color.

El atributo es una águila negra de dos ca­bezas, con las alas desplegadas, y teniendo en las garras un puñal ó una espada desnuda.

El real y soberano campamento se reune cuatro veces al año, los terceros domingos de marzo, junio, setiembre y diciembre: hay ade­más otras dos ten.·. de obligacion; la delll de marzo para honras de los caballeros difuntos, y la del jueves santo para la cena.

El año empieza en primero de marzo: la era templaría data de la funda:cion de la órden, 6 de su destruccion, ó de la Natividad de Cristo. Así el 21 de diciembre del a.·. de la l.·. 5813, corresponde al año del Señor 1813, al año 695 de la fundacion, y 499 de la destruccion y muerte ele su Gran maestre. Usan las abrevia­ciones AL (annolucis), AD (anno do-mini), AO ( f111t1W o1·dinis ), y AC ( anno caedis. )

APERTURA DEL SUBLIME CAMPAMENTO.

El Erninent1sirno Oornendador.-P. ¿,Cuál es el deber de un caballero templario~

El caballero seg'lllndr:J capitan.-R. Asegu­rarse de que el campamento está debidamente cubierto interior y exteriormente.

P.-i,A quién corresponde eso? R.-Al segundo capitan 6 á su delegado. El segundo capitan ejecuta lo que dice, 6 se

lo ordena á su delegado, mientras los caballe­ros sacan sus espadas. El delegado da enton­ces siete golpes (2-3-2) en el escudo que hay á la entrada del campamento: el segundo ca­pitan previene al primero, y este al eminentí­simo comendador, que dice:

P.-¿Cuál es el deber del primer capitan~ El primer capitan.-R. Asegurarse de que

todos los presentes en el campamento son ca­balleros del Templo.

Todos los caballeros hacen el signo penal, y el presidente dice:

P.-Depositemos nuestras armas al pié del

= '20 = sepulcro, é imploremos la gracia y las bendi­ciones del Gran Capitan de nuestra salvacion.

Hecho esto, el pontífice dice la oracion, y el eminentísimo comendador añade:

P.-~Cuál es el sitio del segundo capitan'? R.-Al Noroeste. P.-~Cuál es su deber'? R.-Recibir las órdenes del eminentísimo

comendador y del caballero primer capitan, y ver si son fielmente obedecidas en la col.· . del Sud.

P. - Caballero segundo capitan, recobrad vuestras armas y vuestro deber.

El segundo escudero retejador da la espada al segundo capitan que saluda al eminentísimo comendador, al primer capitan y á todos los caballeros. P.-~Cuál es el sitio del primer capitan'? R.-Al Sudoeste. P.-~Cuál su deber'? R.-Recibir las órdenes del eminentísimo

comendador, trasmitirlas al segundo capitan y ver si son regularmente observadas en la col.·. del norte.

P.- Caballero primer ca pitan, recobrad vues­tras armas y deber.

Se hace como en el anterior. P.-~Cuál es el sitio del eminentísimo co­

mendador'? R.-ell.er Cap.-Al Este .

= 21 = P.-&Y cuál su deber~ R.-el2." Cap.- Abrir los trabajos del cam­

po, á la manera de Salomon; arreglarlos cuan­do están abiertos, y cerrarlos cuando es pre­mso.

El primer escudero retejador lleva al presi­dente su espada, y este saluda al l." y 2.• ca­pitan y á todos los caballeros. Los capitanes imitan á todos los caballeros á recobrar sus ar­mas y deber, y lo hacen saludando. El presi­dente dice:

P.-Acercad los estandartes. Los dos porta- estandartes se ponen á sus

dos lados, y él añade: P.-Declaro en el nombre de los tres Gran- -

des oficiales de la fé cristiana, Jesucristo, nues­tro sacerdote; Jesucristo, nuestro profeta, y Jesucristo nuestro rey, ( I'odos los caballe?'OS sal~tdctn cada vez á este nomb1·e cm~ la espada y el esc~tdo) debidamente abierto este grande y real campamento de caballeros de la órden del Templo y del Santo Sepulcro.

·.

,. RECEPCION .

Todos los caballeros ocupan sus puestos, y se da lectura de la minuta de los trabajos del campamento anterior, la cual debidamente sancionada, el presidente manda al caballero introductor que vaya á preparar al aspirante, que deberá encontrarse ya en una cámara de reflexiones. El introductor le pregunta si ha cumplido sus deberes con las Lógias y Capí­tulos á que pertenece, lo cual deberá probar con certificados de los respectivos presidentes; le exhorta á tener valor y firmeza, va á dar cuenta al eminentísimo comendador de las disposiciones del neófito, vuelve al lado de este, le desnuda, le venda los ojos, y le con­duce á la entrada del campo, dando siete gol­pes en el escudo, como arriba se ha dicho. El segundo capitan pregunta:

P .-¿Quién llama así~ R.-Un mason Real Arco, caballero fervien­

te que pide ser admitido entre los caballeros del Templo y del Santo Sepulcro.

= '24 '="

El Presidente dice: P.-Ilustr~s caballeros, ¿,podemos admitir á

ese mason libre, sin temer indiscreciones de su parte'? ¿,Estamos prontos á responder cada cual con nuestra cabeza y nuestra vida de que no revelará jamás los secretos que van á serle confiados'? ¿,Prometemos sacrificarle á la me­nor apariencia de indiscrecion'?

R.-Todos los caballeros.-Lo juramos. P.-Hacedle entrar. El segundo capitan a.bre la puerta, y el can­

didato es introducido y colocado entre los co­mandantes de las columnas, Al cabo de algu­nos minutos de silencio, dice el presidente:

P .-¡,Qué pedís'? R.-Ser· recibido caballero Templario. P .-¿,Quién os ha inclinado á presentaros á

nosotros para eso'? R.-El deseo de hacer nuevos progresos en

la virtud. P .-¿,Consentís en inmolar toda afeccion in­

digna de un hombre honrado y virtuoso'? R.-Consiento. P .-¿,Consentís en ofreceros y sacrificaros sin

reserva, en reparacion, debida por vuestras ofensas al sublime arquitecto del Universo'?

R.-Consiento. P.-Su clemencia es demasiado grande para

no apiadarse de vuestra resignacion. (Da un golJJe con la espada en el escudo.) Xcercad al

=2!S =

candidato, y preparadle á las pruebas. El introductor saca al neófito al vestíbulo,

le descubre los ojos, le viste de peregrino, y vuelve á presentarse con él en la entrada del campamento dando siete golpes. El segundo ca pitan

P.-¿Quién está ahí'? R.- El caballero N .. .. . , Real Arco, mason

recibido en todos los grados, que pide el favor de ser admitido en el número de los caballeros del Templo y del Santo Sepulcro.

Hecho el anuncio, dice el presidente: P.- Caballero, primer ca pitan, uníos al se­

g·undo y pedid la palabra. El aspirante da la palabra sagrada de Real

Arco, y noticiado el resultado al presidente, éste manda que le dejen entrar y añade:

P.- Caballero, ¿no es un motivo de curiosi­dad el que os incita á penetrar más en nues­tros misterios'?

R.- No: tres motivos poderosos me han em­peñado. Adorar á Dios de la manera más dig­na de él, hacer patente mi sumision, y seguir los preceptos del gran rey Saloman.

P .-¿Estais decidido á cumplir puntualmente vuestros compromisos'?

R.- Lo estoy. P.-Haced viajar al candidato. El caballero introductor le hace dar tres

vueltas al campamento dando la palabra de

= 26 = Real Arco en la l. • al segundo ca pitan, en la segunda al l." y en la tercera al presidente: le dá pan y agua, y le coloca entre los coman­dantes de las columnas.

P.-Preguntad a.l candidato si conoce al­guna palabra 6 signo de los caballeros tem­plarios.

R.- No. P.-Pues si no podeis dar ninguna palabra

ni signo de nuestra órden, tendreis que viajar siete años como peregrino. Durante ese tiem­po, probaremos vuestra paciencia y humildad. -¿Estais resuelto?

R.-Lo estoy. P.-En favor de vuestras buenas disposicio­

nes, y ya que tengo el poder de hacerlo, re­duzco esos siete años de peregrinacion á tres. Hacedle empezar su peregrinacion.

El caballero introductor hace dar tres vuel­tas al candidato en la misma forma que las anteriores, dando la palabra GóLGOTHA, y en seguida le coloca entre los comandantes de las columnas, le hace prosternarse, y el pontí­fice recita la oracion siguiente:

ÜRACION . Omnipotente y eterno Dios, que nos has apartado de las tenebrosas sombras de la muerte para conducirnos á la luz de tu san­to Evangelio por medio de nuestro divino se­ñor y salvador Jesucristo, haznos la gracia, por él, de ser dignos de la alta vocacion á que

= 27 =

somos llamados. Penetra sobre todo del espí­ritu de tu gracia á tus servidores aquí presen­tes, á fin de que puedan guardar y ejecutar fielmente los votos que van á pronunciar en tu santo nombre por nuestro Señor Jesucristo, á quien, como á Tí, y al Espíritu Santo, sea dada gloria eternamente. Amen.

P.-Caballeros primero y segundo capita­nes, conducid al neófito al altar para que pres­te su obligacion.

Se le hace avanzar por los siete pasos mis­teriosos, se arrodilla, el presidente dá un gol­pe con la espada en el escudo y dice:

P.-Ilustres caballeros, el neófito vá á pres­tar su obligacion.

Los caballeros empuñan las espadas y ro­dean al neófito que pronuncia la siguiente

PRIMERA OBLIGACION. En nombre de la bien­aventurada, gloriosa y santa Trinidad, Padre, Hijo y Espüitu Santo, yo, N ... por mi propia voluntad y libre consentimiento, en presencia de todo este campo de la sublime é ilustrísima órden real religiosa y militar de Caballeros Kad. ·. de Heredon, GGr. · . EEl. · ., Caballeros Templarios de Jerusalen, etc., prometo y juro de la manera más solemne guardar, mantenP;r siempre y no revelar jamás de palabra, ni por escrito, ni de ninguna otra manera los secre­tos de los caballeros de dicha órden, 6 que con ellos se relacionen de cualquier modo, á

== 28 =

ning·una persona, sea quien sea, á menos que despues de haberla examinado bien, la reco­nozca por caballero de dicha órden, 6 bien en el seno de un campamento de dichos caballe­ros, formal, legal y regularmente reunido y acampado. Prometo y juro además mantener y defender con todas mis fuerzas la santa fé cristiana contra todos sus enemigos ú opreso­res, cualesquiera que sean, no verter jamás la sangre de ningun caballero de esta órden, ni permitir que se vierta por causa alguna, ex­cepto en las guerras de los reyes, príncipes 6 Estados soberanos, ó bien en defensa de mi persona, de mi honor, de los de mis propios parientes, amigos íntimos, oprimidos 6 pro­piedades, antes bien sostener y defender en cuanto pueda la causa de todo caballero de es­ta ó1·den que haya reconocido .ser justa, y en este caso, proteger y defender su vida como la mia propia, y hasta con peligro de ésta. Juro no causar ningun agravio, hacer ninguna in­juria ni violencia voluntaria á ningun caba­llero de esta 6rden ni en su persona, ni en las de sus parientes 6 amigos íntimos, sino al contrario defenderles y protegerles con todo mi poder contra tod.a injusticia, agravjo ó vio­lencia, especialmente á sus parientes femeni­nos y huérfanos. Todo lo cual prometo y juro solemnemente observar y cumplir con entera fidelidad, resolucion y firmeza, con la ayuda

= '29 =

de Dios, sometiéndome en caso de infraccion á que me sierren el cráneo con una sierra tosca, y me expongan en una picota al sol para ser­vir de ejemplo á todos los caballeros que falten á su fé. Que Dios y su santo Evangelio me ayuden. Amen.

Hacen levantar al neófito, y el pontífice lée los versículos lO al 17, ambos inclusive del capítulo VI de la Epístola de San Pablo á los Efesios. El presidente manda que lleven al neófito á vestirse, é introducido de nuevo y conducido al altar, le dice:

P.-Caballero, habeis hasta ahora manifes­tado mucho celo en lo que toca al arte real; espero que hareis lo mismo en los nuevos tra­bajos en que vamos á admitiros á tomar parte con nosotros. (Le cifie la espada.) Que esta espada de que os armo, sea perpétua prenda de los sentimientos distinguidos que os profe­samos, y pensad que la llevais para defensa del hombre y de la caballería. Ahora teneis que emprender siete años de servicio militar para la defensa del templo y del Santo sepul­cro, y para la proteccion de los peregrinos, sus mujeres, viurlas y huérfanos. Recibid la palabra de paso y el signo que necesitais para esa empresa. (Be los dá.) Por el poder que me ha sido confiado, reduzco á tres años vuestro servicio militar. Haced le empezar el servicio.

El caballero introductor le conduce al se-

= 30 =

gundo capitan, con quien cruza la espada dán­dole la palabra, y dá una vuelta al campa­mento: repite lo mismo con el primer capitan, y por último con el presidente, que le dice:

P.- Todavía no basta. Antes de llegar á se,, reconocido por caballero del templo y del San­to sepulcro, es preciso prepararos por un año de meditacion y de paciencia, y prestar nue­vos compromisos que nos aseguren vuestra fé. Soberanos primero y segundo capitan, y vos­otros todos, ilustres caballeros, acompañad al neófito al altar. (El C(J!ndidato se a1"l'odilla an­te el altatt·, con una vela en una mano y wna calavera en la otm. 2'odos los caballeros estdn al ó1•den y espada en mano. El p1·esidente dá 'lm golpe en el escudo.) Pronunciad ahora vues­tra obligacion.

R.- SEGUNDA OBLIGACION. Si alguna vez llego á violar mi solemne oblig·acion de caba­llero del templo y del ::>anto sepulcro, permita Dios que el espíritu que habitó aquí en otro tiempo aparezca y testifique contra mí el día del juicio, (Besa siete veces la calavem) así como la luz de mi existencia se extinga de en­tre los hombres, como la de Judas Iscariote, por haber vendido á su señor y maestro. (Apa­ga la vela de un soplo.)

Levántase, y el presidente continúa: P.-Caballeros primero y segundo capitan,

llevad al neófito entre las dos columnas. Ocu-

=31= pad vuestros puestos, caballeros. Pontífice, leed la epístola de Santiago. (El Pontífice lee el capít'lblo I, ver·síc?blos 2 al 29 inclusive de diclta epístola.) Ahora el Evangelio de San Mateo. (Lee los versículos 1.• al 35 del capítulo XXVII.) Pasad á los Hechos de los apóstoles . (Lee el capít'lblo I, ve1·sículos 15 al26.) x:>ro­seguid leyendo la epístola üe San Pablo á los romanos. (Lee los versíC'lblos 1.• á 21 del capí­tulo XII.) Tened siempre presente, que para ser caballero templario es preciso reunir á la mansedumbre del cordero y á la paciencia del ermitaño, el valor del héroe y la fuerza del leon. Haced avanzar al neófito por los siete pasos misteriosos.

El introductor ejecuta esta órden, y el pre­sidente le da la actitud del luchador y las pa­labras Mullen, sltalla, halla, que va á com­probar con el primero y segundo capitan. Entretanto el presidente lee la epístola de San Pedro, cap. II, versículos 1 á 21, despues de lo cual dice: '

P.-Caballeros primero y segundo capitan, acompañad al nuevo caballero al oeste. (Le presentan una copa de mosto, que bebe p?'OnWI'Ir ciando 'el b1·indis de obligacion.) Caballero se­gundo capitan, pr~sentadle la piedra cúbica para que firme con su sangre. Caballero pri­mer ca pitan, presentadle la piedra blanca para que la firme tambien.

= 32 = Mientras que ejecutan la órden, lee lo si­

guiente: Versículos 17 y del26 al 28 del capí­tulo II del Apocalipsis de San Juan; versículos 19 y del24 al28 del capítulo XIX del Evan­gelio segun San Juan, despues de lo cual el neófito hinca una I'odilla en tierra, y el pre-· sidente da un golpe en el escudo. Todos los caballeros se ponen al órden, el presidente ha­ce el signo penal, y dice:

P.-En virtud del poder que me ha sido trasmitido, y que he adquirido por mi discre­cion, penosos trabajos, celo, fervor y constan­cia, os recibo G1·. ·. El. · ., OaballM'O tmnpla'rio Kad. ·. de He1·ed01n, de 8ct1~ Juan de Jerusa­len, de Malta, de la Palestina, etc. Acordaos siempre de la dignidad de nuestra clase, y de cumplir sus santos deberes. (Le da con su, es­pada dos golpecitos en el lwmbt·o izquie1·do, t1·es e% la cabeza y dos en el homb1·o de1·echo.) Ha­beis llegado al grado de arquitecto mas eleva­do, el colmo de la masonería; recibid las muestras y atributos como la prenda mas per­fecta de nuestra amistad y de la distincion que en nuestro arte habeis adquirido. (El p1·imeif' capitan le pone la banda.) Que esa banda, con que os condecoro, símbolo de los santos víncu­los que os ligan, sea el indicio constante de la sabiduría y de la equidad de que de beis rodea­ros. (Le entrega la C1'Uz.) Que esta cruz, in­crustada en esta estrella, que os entrego, sig-

= 33 -=

no respetable de nuestra religion, os haga tener siempre presentes la perfeccion, y la in­mortalidad á que aspiramos. (Le ciñe el man­dil y le dá los guantes.) Que este mandil, sím­bolo particular de la masonería, os renueve sin cesar la idea de una arquitectura sublime que eleva nuestros corazones por los funda­mentos inquebrantables de las- mas preciosas virtudes. Que estos guantes, símbolo de la ca­ballería, preserven vuestras manos de toda mancha, y os recuerden sin cesar que debeis ser en todas partes el primero á dar el ejem­plo de docilidad, sumision y respeto á las leyes. (Le ent1·ega la pied!ra.) Esta piedra debe daros á conocer en todos los campamentos donde os presenteis, si teneis la desgracia de perder vues­tro breve de caballero templario Kad. ·. (El p1'imer capitan le calza las espuelas.) Que esas espuelas, símbolo del caballero, os recuerden que es necesario estimar nuestras virtudes para aumentarlas, y que nunca se caminabas­tante aprisa para hacer el bien. (Le dá la es­pada.) Ya estais armado. Ahora os toca pro­nunciar el voto solemne, que de hoy mas os impone vuestra recepcion entre nosotros.

El segundo capitan le hace retroceder tres pasos, y le hace sacar la espada que presenta con la punta alta y la empuñadura á la altura del hombro izquierdo: en esta actitud pronun­cia el siguiente

J(. 3

= 34 = VoTo. La p1·esencia del sublime arquitecto

del Universo, consagra para siempre mis armas y servicios á la defensa y reedificacion de su templo. ¡Ojalá que mis trabajos le sean gratos!

Saluda con la aspada al presidente, á los dos capitanes, y á todos los caballeros, y el pre-sidente dice: .

P.- Tal es el voto que hemos hecho todos al entrar en nuestra augusta órden; pero como nuestros primeros antepasad·os y sus sucesores, á quienes han sido trasmitidos nuestros miste­rios de siglo en siglo, no han podido con­seguir todavía la realizacion de su santo pro­yecto, continuamos nosotros esta tarea siem­pre obligados á él por nuesteos compromi­sos; y basta que plazca al sublime arqui­tecto del Universo permitir su ejecucion, nos preparamos á ello, fundando un templo mo­ral que no le honra menos, esperando que nos hará algun dia dignos de consagrar el otro, á la manera que Salomon fué escogido en otro tiempo pa1·a cumplir esta santa mision, con preferencia á David, su padre1 que babia con­cebido el plan, porque aquel templo que babia sido proyectado por un rey conquistador debía ser construido por un príncipe pacífico. Segun el rito del soberano Gran Cónclave de ... .. bajo el cual trabajamos, tenemos un signo princi­pal, llamado signo penal. (Se le enseña.) La palabra sagrada es I. ·., la misma que ha beis

= 35 =

trazado en la piedra blanca. Las de paso son J.·., G. ·.,E.·., comunicadas en la recepcion; y el toque es la actitud del luchador pronun­ciando las palabras jlfalita, tltalla.

Proclama al nuevo caballero, la ten.·. con­tinúa como de ordinario, y se cierran los tra­bajos prestando todos el juramento de discre­cion.

CEREMONIA DE MESA.

l,el' Brindis. A Saloman, reyde Israel, á Hi'i·am, rey de Tiro, y á Hiram A bí, 6 A bit.

2." A Zorobabel, Hayea y Josué. 3.0 A San Juan Bautista. 4.0 A San Pedro, Santiago, San Juan Evan~

gelista, y á todos los apóstoles y evangelistas. 5.0 A la memoria de todos los fieles y ver­

daderos caballeros de esta órden, y á todos los demás dignos soldados de la cruz, que han combatido bien, y acabado gozosos sus días.

6." A todos los caballeros del templo espar~ cidos por la superficie de la tierra y de las aguas, á sus mujeres, viudas y huérfanos.

7.0 A que todos los dignos masones que han observado y cumplido inviolablemente sus obli­gaciones, puedan participar en el paraíso de la sangre de Cristo .

Se hace el signo penal con el vaso, que debe vaciarse completamente de una sola vez al ter~ minar cada brindis.

ESTATUTOS GENER~LES .

El lO de enero de 1809 se celebró en Lón­drcs un grande y real Cónclave de caballeros masones del templo de San Juan de Jerusalen, segun la antigua fórmula, bajo la sancion de S. A. R. el príncipe Eduardo, duque de Kent, Real G1·a;n Pat1·ono de la órden, y en presen­cia del eminentísimo Gran Maestre Waller Radwell Wriglet, en el cual fueron revisados los antiguos estatutos de la órden, y puestas en esta forma.

Art. 1.• El interés público ele la confrater­nidad de los caballeros templarios en un cuer­po colectivo, se regula por un gran Cónclave de todos los campamentos registrados, por sus representautes respectivos, eminentes y ca­pitanes y comandantes de las columnas que, con el eminentísimo y supremo Gran Maestre de la órden, acompañados de los Grandes ofi­ciales, componen el Grande y Real Cónclave de Inglaterra.

Art. 2." El Grande y Real Cónclave ó Con-

==~o= sejo de la órden, consiste en los Grandes Maes~ tres y Grandes oficiales princi paJes de cada campamento.

Art. 3.• El alto puesto de Gran Maestre es vitalicio, ó hasta el tiempo en que por razones particulares indique su intencion de resig­narle.

Art. 4. • A la muerte ó res.ignacion de un Gran Maestre, su delegado reunirá un Cóncla­ve de la órden que debe elegir otro eminen­tísimo y supremo Gran Maestre, y en la pri­mera oportunidad conveniente será proclamado segun la antigua fórmula, y en sitio á. propó­sito.

Art. 5." El eminentísimo Gran Maestre nombra todos los Grandes oficiales, menos el Gran Tesorero, que será elegido anualmente por el Gran Cónclave.

Art. 6." Al vacar el Gran Patronazgo de la órden, el eminentísimo Gran Maestre presen­tará una humilde súplica, en nombre de la fraternidad, á su príncipe de sangre real del reino de la Gran Bretaña é Irlanda, si es caballero de la órden, para que acepte el car­go de Gran Patrono de la órden.

Art. 7. • El eminentísimo Gran Maestre puede nombrar los Grandes Maestres Provin­ciales para distritos~eparados de la metrópoli.

Art. 8." Deberá convocarse un Grande y Real Cónclave anualmente, tan próximo al

~H=

Viernes Santo como puedan permitirlo ias cir­cunstancias, en el Gran campamento de Lón­dres. La solemnidad del dia empezará por ro­gativas públicas al Grande Arquitecto del Uni­verso, y por limosnas á los necesitados: el Grande Orador hará una exhortacion, y el Gran Maestre nombrará los Grandes Oficiales para el año siguiente. Los caballeros compañeros comerán juntos con los Grandes Oficiales el pan del reconocimiento y beberán la copa de delicias.

Art. 9." Cada campamento particular de­berá constituirse por patente con el gran sello de la órden, la firma rname JJ?'OJWia del eminen­tísimo Gran Maestre, y certificacion del dele­gado del Gran Maestre, y del Gran Secretario, por todo lo cual deberá pagarse la suma de tres gillneas.

Art. lO. Todos los campamentos están au­torizados á hacer sus reglamentos particulares para su buen gobierno, con tal que estén con­formes con los antiguos estatutos hoy revisa­dos. Pueden así mismo exigir la suma que es­timen conveniente por la exaltacion de cada caballero Templario, pero nunca menos de seis chelines.

Art. ll. Cada caballero cqmpañero de la órden debe ser registrado en el Gran Cónclave de Lóndres, por lo cual pagará cinco chelines, y si requiere un certificado de registro, se le

= /¡,~ =

enviará firmado por el eminentísimo Gran Maestre y el Gran Secretario, pag·ando por él la suma de seis chelines y seis peniques.

Art. 12. Todo campamento que deje de en­viar el cuadro de sus miembros para ser regis­trados, con las sumas que por derechos corres­ponden, antes del último dia de marzo anual­mente al Gran Cónclave, incurrirá en censura y amonestacion.

Art. 13. Todo campamento regular de la órden, segun la antigua costumbre, deberá componerse de un eminente comendador, dos capitanes comandantes de las columnas, dos pot·ta-estandartes, dos espectantes, y dos ex­pertos ó retejadores.

Art. 14. En las votaciones para admision de un candidato, una sola bola negra excluye.

Art. 15. El eminente comendador debe ser elegido anualmente, el dia mas inmediato po­sible al de San Juan evangelista, por la mayo­ría de los caballeros que componen el campa­mento. Una vez elegido, él nombrará los otros oficiales, excepto el tesorero que, segun se hace en el Gran Cónclave, debe elegirse taro­bien por los miembros del campamento.

Art. 16. Una vez elegido el eminente co­mendador se enviará su nombre al eminentí­simo y supremo Gran Maestre, dirigiéndole ai vice-canciller en ejercicio.

Art. 17. Si un caballero se presentase en

= ~3 = un cónclave 6 campamento, sin su banda, me­dalla ú objetos distintivos de la órden no será admitido ni ejercerá ningun cargo en el cam­pamento, á menos que por razones particula­res le conceda dispensa el eminente que pre­sida.

Art. 18. Todo caballero debe tener presen­te que nuestra órden antigua y real está fun­dada sobre el amor del bien, benevolencia al géne1•o humano, y caridad á los pobres y des­graciados afligidos, por cuya razon, al abrir el campamento, despu~s de la oracion, se pre­sentará la caja de los pobres á todos los caba­lleros templarios para que en ella depositen ~u limosna.

Art. 19. Igualmente se le presentará á to­do caballero cuando su recepcion, el cual de­bará poner en ella una ofrenda siempre supe­rior á dos chelines y seis peniques, cuya can­tidad será destinada al objeto caritativo que el campamento designe.

Art. 20. Dos caballerós deben guardar es­crupulosamente el secreto de su eleccion, y trabajar con asiduidad en reformar sus cos­tumbres; no perder de vista los pasos miste­riosos que han dado, sino tratar de cumplir los deberes que les son anejos con estricta fideli­dad al Gran Maestre y á la órden. Deben con­ciliar las diferencias entre sus hermanos, no hablar sin permiso del eminente Gran Maestre

=H=<> despues de abierto el campamento, prestar atencion á los trabajos, sin reir, distraerse, ni conversar, portándose en todo con decencia; y si despues de haber sido reconvenido un caba­llero por una falta de estas, reincidiese, será multado, segun los reglamentos del campa­mento.

Art. 21. Los caballeros en general deben distinguirse de los demás hombres por su ex­trema y perfecta union, por su solicitud en asistir á sus hermanos en el infortunio y en procurar á la confraternidad todo el bien que esté en su mano.

Art. 22. Los estandartes deberán estar co­locados á los lados del trono, y no pueden salir del campamento sino en ocasiones parti­culares y con permiso del eminentísimo y supremo Gran Maestre.

Art. 23. Cada caballero deberá escribir su nombre en la esquina mas baja de su certifi­cado ó registro, por razones particulares cono­cidas de la confraternidad. Ning·uno puede ser admitido en un campamento 6 capítulo regu­lar sin estar registrado en el Grande y Real cónclave, 6 manifestar el deseo de ser regis­trado, renovando su juramento en la forma re­gular.

Art. 24. Todo campamento se reunirá anual­mente el ll de marzo para humillarse delante del Gran dispensador de los sucesos, con ayu-

= 4!> = no y oracion, y para hacer limosna á los po­bres y á los necesitados.

Art. 25. Todo lo que en los artículos ante­riores no se haya decidido, podrá serlo por las reglas generalas de la masonería del rito an­tiguo y aceptado.

Las leyes anteriores, cuyo original fué pre­sentado en el Gran Cónclave de 24 de junio del año de Nuestro Señor 1791, han sido recibidas, confirmadas y aprobadas unánimemente, y se ha ordenado que se impriman para gobierno de cada campamento de caballeros Templarios de la Constitucion de Inglaterra, en t.en. · . del Gran Cónclave de 10 de abril, A D 1809:

Firmado. Waller R_?.wel Wright, eminentí­simo y sup1·emo G1·an Maest1·e.-Roberto Gill, G1·an Vice-cancilZe'l' y secretario.

OFI CI ALES QUE COMPONEN EL GRAN CAM PAMENTO.

El Gmn Patrono, príncipe real. El Gran Maestre, cuyo título es Se1·enisi11W,

Eminentisinw y sup1·emo G'ran 1Jfaest1·e. El delegado 6 representante del Gran Maestre. Un primero y un segundo capitan. El Gran Prelado. El Gran Canciller, orador titular. El Vi ce-canciller, secretario ti tu lar . El Gran limosnero. El Gran Tesorero. El Gran Maestro de ceremo'nias, Gran Cham-

belan. Un primeroo? y un segundo introductores. El Gran Maestro de edificios. El Gran Mayordomo. El Gran Porta-espada. Un primero, y un segundo porta-estandarte. El Gran caballerizo. El Gran Montero: El Ministro de la casa del Gran Maestre. Un Ministro del e.xterior , y otro del interior .

= 48 =

El Gran Preboste, ministro de justicia. Un primero, y un segundo guardia de corps. El Maestro de la facultad. El Gran Procurador de la órden. El Gran Guardasellos. El Gran Archivero. Un primero, y un segundo secretario. En total treinta y E'ieis cargos, cuyos oficia­

les son Grandes oficiales de la órden.

o

DE LOS RITUALES MODERNOS

DE CABALLEROS KAD.· .

Nueva Orleans, (Amé1'ica del No1·te) posee desde 1857 un ritual de Kad. · ., texto francés é ing·lés compuesto por el H. ·. Cárlos Laffon­Ladevat, 33.

Ya el año anterior habia este mismo H.·. publicado un ritual de R.·.~. ·. , en cuya de­dicatoria se lee: «He respetado cuanto he po­dido el ceremonial usado: creo que las expli­caciones dejan poco que desear, pues están sacadas de los mejores autores, como Rag·on, Vassal y otros.» En efecto, hemos encontrado pasajes tomados de nuestro Curso inte?J??'eta­tivo de lcts iniciaciones; pero seguramente no habrá encontrado este celoso h.·. ni en nues­tro libro, ni en el del h.· . Vassal esta curiosa profesion de fé que hace: «Jesús de Nazaret, jutlío de nacimiento, nuestro Gran Maestre, es el fundador de la masonería escocesa. Y pode-

.o:. ~

=!>O=

mos enorgullecernos de nuestro fundador con tanta justicia, como nuestros hb. ·. de lama­sonería obrera de York pueden enorgullecerse de tener al rey Salomon por fundador de su rito.»

No felicitamos á este h.·., mas entusiasta que reflexivo, por la ligereza con que ha tra­tado de hacer proceder -ae Jesús un rito que nada tiene de comun con su pura doctrina, y continuaremos nuestro exámen.

Los jesuitas, autores de este grado, y de los El.·_, que para su propaganda templaría se valieron de las fórmulas masónicas, necesita­ban cuatro cámaras para dominar por el terror al candidato, que en cada una de ellas pronun­ciaba un juramento, en los cuales se legitimaba el asesinato, y se comprometía el neófito á obedecer ciegamente la órden que recibiera.

En el ritual americano se ha tratado de mo­dificar el empleo de esas cuatro cámaras para armonizarle con el régimen filosófico que se pretendía adoptar; pero ni aún así puede re­sistir á .JIU mediano análisis; asi es _que ni áun se usa.

Examinemos. La primera cámara es un gabinete que debe

comunicar con la segunda. En medio de él hay un catafalco· con un ataud en que se halla un h.·.: á un lado una luz opaca, única que alumbra la estancia; y al otro una puerta de

== !H = escape para que pueda salir el que está en el ataud sin ser visto por el neófito. En la puerta que comunica con la segunda cámara está de centinela un caballero armado de punta en blanco al uso de la Edad media, con la visera baja y la espada alta.

Introducen precipitadamente al neófito con los ojos cubiertos, y ya dentro de la estancia, se los descubren. Despues de un momento de silencio, el h.·. que está en el ataud, levanta la cabeza cubierta con un velo, y dice con voz fuerte y lentamente:

«&Quién e1·es't &Qué quie1·es't t]>o1· qué vienes á t1.6rba?' ?ni ?'eJJoso'tn

Espera la respuesta, y en seguida derriba la luz, que se apaga, y escapa por la puerta se­creta sin ser visto.

¡Cómo! ... Se han simplificado cuanto se ha podido las pruebas de apr. ·. para no rebajar la dignidad de hombre en el profano que se presenta á iniciacion; ¡y una asamblea que se respeta á sí propia da este ataque brutal, y en medio de una farsa indigna, á un P.·. M.·., á un R.·. ~· · ., á un h.·. que es su igual en sa­ber masónico, y al cual el grado jerárquico de Kad. ·. moderno:no le enseñará seguramente mas 'que_.un capítulo de R.·. ~· ·.!

En los últimos siglos, cuando el templarisrno trabajaba en la sombra y criminalmente, sus partidarios se veían precisados á tomar siem-

,

== !)2 =

pre las mas minuciosas precauciones, y de ahí todas esas pruebas rigorosas en cáma­ras interminables para llegar á los altos grados. Hoy, que su objeto y su doctrina están anula­dos y reemplazados filosóficamente, no hay ya pruebas posibles despues del R.·. ~. · ., y se debe admitir en seguida y con cortesía á todo candidato cuya peticion para un grado supe­rior sea acogida, casi del mismo modo que se recibe un nuevo miembro en una academia científica.

Volvamos al candidato. Un h.·. introductor acude con una luz, y

vuelve á repetirle las mismas preguntas antes de conducirle á la puerta de la segunda cá­mara.

¿Y esto es filosófico? No: esto es ridículo. Pero lo que es mas formal es la escena de

venganza que dicho ritual prescribe. Es verdad qul'} ya no emplea el cadáver supuesto de un traidor, al cual el neófito debia cortar la ca­beza, y llevarla triunfalmente en la punta de su puñal al altar del presidente del areópago, y otros medios por este estilo. Pero el autor de este ritual recurre á otro simulacro.

Copiemos. «La primera cámara está colgada de negro;

una lámpara sepulcral pendiente de la bóveda alumbra la estancia.

»En medio de esta un catafalco con un ataud ,

= !>3 = en el cual hay un caballero envuelto en un sudario y con la cara tapada.

»En la cornisa del monumento fúnebre se ven tres calaveras en fila: la del medio está sobre un almohodon negro, y ceñida con una corona de laurel y siemprevivas; la de la iz­quierda ostenta la tiara pontifical , y la de la de­recha, una corona real fiordelisada y abiertn.

»En el fondo de la cámara un gran cuadro trasparente, en el cual se lee con letras de fue­go: El q~te pueda vence?' los temo?· es de la muerte, sald?·á del seno de la tie?·1·a, y tendrá el derecho de sett' iniciado en los gmndes mis­terrios. Encima de él, las iniciales J.·. B.·. M.·.

>)Óyese una música sorda y grave. »El tres veces Poderoso Gr.·. M.· . hace pre­

venir al caballero introductor: entra este con el candidato, que lleva los ojos descubiertos, y viste una túnica gris, en cuyo cinturon lleva un puñal.

»El tres veces Poderoso Gr.·. M. ·. con el sombrero calado basta los ojos, hace sentar al candidato en un banquillo, manda parar la música y dice:

»F.-Te prohibo moverte de ese sitio, si no quieres esponerte á los mayores peligros.

»La música entretiene unos instantes de si­lencio, al cabo de los cuales cesa, y el presi­dente dice al candidato señalándole las tres calaveras:

»P.-Reflexiona sobre el espectáculo que tienes á la vista.

»Nueva pausa ocupada por la música, nuevo silencio de esta, y dice el presidente:

»P.- Esos objetos encierran grandes miste­rios .. ¿Estás prepat·ado á sufrir las pruebas que te esperan~ Son terribles; pero nada hay en ellas que pueda alarmarte, si has comprendido los g rados por que has pasado sucesivamente. Te prevengo que tendrás que responder á un grave interrogatorio; pero limítate á contes­tar: Pido pasaJ· adelante. Recoje bien todas tus fuerzas, porque no puedes contar mas que con ellas.

»La música suena, el presidente se retira lentamente, y despues de dejar al candi­dato reflexionar larg o rato, cesa la música, el caballero que está. en el ataud levanta el sudario, se sienta y con voz lenta y g t·ave le dice:

>>1''1~ , que vienes á twrba1· mi 1·eposo, teme mi cóle1·a. ¿Que pides~ •

»El candidato responde: Pasa1· adelante. »P.- Tiembla teme'rario. Oorres á t~6 pe1·di­

cion, si t'l6 co1·azon no es since1·o. »R.- Pido pasa1· adelante. »A estas palabras suena la música, óyese

fuera un gran rumor, la puerta se abre con estrépito, el caballero vuelve á tenderse en el ataud, y el Gr. ·. M.·. se adelanta hácia el can-

=55=

didato, y le dice con tono amenazador despues de cesar la música:

P.-Ya que quieres pasar adelante, y que tu temeridad te impulsa á arrostrar una cólera amontonada hace tantos siglos, sígueme. (Se culelanta majestuosarnente hdcia la tumba, y dobla la, 'rodilla dela,nte de la calave1·a co1·ona­da,de la~wel.) Imítame. (El candidato lo hace.) Hasta ahora no has visto en la masonería mas que emblemas: hoy es preciso que veas reali­dades. ¿Estás decidido á conculcar todas las preocupaciones á que has estado sujeto, y á obedecer sin reser va cuanto te sea prescrito para bien de la humanidad~

R.-Sí. P.-Si así es, (levantándose) voy á darte el

medio de probar la pureza de tus intenciones, y de hacernos conocer la extension de tus lu­cee. Prostérnate delante de estos ilustres res­tos, y repite el juramento que voy á dictarte. (Estiende la mano de'recha a1·mada de un pu­fia,l.) 1.or JuRAMENTO. En presencia de Dios, nuestro padre, y de esta augusta víctima, yo, N ..... juro y prometo solemnemente bajo mi palabra de honor, no revelar jamás nada de los misterios de los caballeros Kad. ·., y obe­decer todo lo que me sea prescrito por los re­glamentos de la órden. Juro además castigar el crímen y proteger la inocencia. Ahora le­vántate é imítame. (JJa 'ttna pufialada á la

-=56=

calave?'a que tiene la tiam.) ¡OrJ,io á la impos­twra! ¡Muerte al crimen! (El canclidato le imi­ta y 'repite. Se a't'1'odillan delante de la co'i·o­nada de lau1·el. ) ¡Gloria eterna al mártir de la vil'tud! Que su suplicio nos sirva de leccion. Unámonos para aplastar la tiranía y la im­postura. (JJan w~a p~Mialada á la calave1·a de la co?·ona 1·eal.) ¡Odio á la tiranía! ¡Muerte al crímen! Basta.

No podemos reconocer en esto ni un grado masónico, nj un curso de filosofía. El autor de esta triste escena, en lug ar de nisponer á sns altos iniciados á dar de puñaladas á cráneos muertos, esperando sin duda vivos, y de atur­dir á sus oyentes con una larga y violenta filipica contra el cristianismo, estractada de una obra de Eugenio Pelletan, de cuyo par­ticular no se debe hablar en lógia, hubiera estado mejor inspirado, si al aspecto de la humanidad ultrajada, hubiera tronado con toda la fuerza de la indig nacion masónica con­tra los p?·opieta'i·ios de esclavos que son !a ig­nominia de los Estados del Sud, y hubiera ex­hortado calorosamente á todas las lógias del globo á prohibirles la entrada: eso sí que hu­biera sido castt'ga1· el C'l'imen y p?·oteger la ino­cencia.

Volvamos á los rituales, y veamos otro. La cámara debe estar alumbrada por una

gran lámpara· de espíritu de vino: en el altar

=51=

humea el incienso: en el Delta hay suspendida una águila con las alas desplegadas: en el fon­do de la cámara hay un sitio desde el cual los hb. ·. pueden ver sin ser vistos. Delante del al­tar está sentado solamente el h.·. sacrificador.

Conducen al neófito, cubierto con un velo, á la puerta del areópago que ha quedado abier­ta, y oye tres voces: las del Gr.·. M.· . y 1.0 y 2.0 jueces que le dicen gravemente por tres ve­ces y por turno , con algunos intervalos, estas nueve sentencias.

«Haz cmt los demás lo que q'ltisiems que lli­ciemn contigo. »

«No lwgas á ot1·o lo que no q'l6isieras q16e dl te hiciem. »

«Adom al Sé1· sup1·emo.» «Ama á tu p1·ójimo corno á ti mismo. » «Consuela á los desg1·aciados. » «Sr! sincero y huye de la menti?'a. » «Sé paciente, y soporta los defectos de tus

71}¿, . . »

<<Sé fiel á t1ts compromisos, y piensa que 'l6na de las JYrincipales 'IJÍ?'tudes de los .filósofos es la diSC?'eCiO'J~. »

« Sopo?'ÜL la arime'rsidad cm¿ 'resignacion: ta ­les son los debm·es del filósofo. »

Se da un golpe de mallete, y se cierra la puerta .

El introductor llama segunda vez, el se­gundo Gr.·. Vig. ·. responde y anuncia.

= !'18 =

El Gr.·. M.· .-Decidle que nadie puede espe­rar ser introducido aquí sin haber sacrificado al objeto de nuestro culto. Conducidle al Gr.·. Sacrificador.

El introductor le conduce á la cámara de los sacrificios :segunda cámara) y dice al entrar:

Introductor.-Este aspirante gue posee todas las virtudes características del sábio, desea entrae en el templo de la sabiduría.

El Gran Sacrificador con voz majestuosa.­Mortal, prostérnate.

El introductor hace al neófito que tome in­cienso, lo ponga en el fuego y se arrodille. El Gran Sacrificador hace la invocacion siguiente:

lNVOCACION.-¡Oh Sabiduría omnipotente, objeto de nuestras adoraciones! A tí invocamos en este momento. Causa y soberana del uni­verso, razon eterna, luz del aima, ley del co­razon, inspíranos la elocuencia necesaria para hacer conocer á este aspirante cuán augusto y sagrado es tu culto sublime. Por tí el inmenso conjunto de los séres forma un todo regular; tú eres la antorcha, cuyo único brillo puede disipar las tinieblas que ocultan á nuestros ojos la naturaleza; nacida para conocer y amar la verdad, nuestra alma encuentra en tí sola con que satisfacerse . Purifica con tu soplo divino este candidato, sosten sus pasos vacilantes en esta carrera, y hazle digno de rendirte sus ho-menajes.

=59=

En seguida dice al neófito.-Levántate, y prosigue tu camino.

El introductot· le conduce á llamar al areó­pago.

La tercera cámara está tapizada de azul, in­cluso la bóveda, y alumbrada por tres velas amarillas: es la cámara de los Gr.·. Inq. ·.: el Gr.·. Juez delante de la mesa, y los adjuntos á sus lados, teniendo elevada la mano de jus­ticia.

El Senado está abierto. El Introductor.-Es un Gr.·. Cab. ·. del Sol,

que despues de sacrificar en el templo de la sabiduría, reitera la súplica de que se le admi­ta en el Sob. ·. Cons. · ..

El Gr.· . M.· .-Que pase. El H.·. sirviente de armas, con aire amena­

zador, en la puerta y dirigiéndol~ la punta de la espada al corazon, le dice: No éstoy aquí para impedirte que cumplas tus designios, sino para advertirte que despues que hayas dado el primer paso, si retrocedes, eres perdido. Elige, pues: ó adelantar ó retroceder.

Si vacila, se le despide: en el caso contrario, se le pone una venda en los ojos, y se le in­troduce.

El Introductor.-Ill. ·. CCab. · ., me atrevo á suplicaros que adrnitais en vuestro seno este candidato que por la práctica 'de las virtudes, por la estricta observancia de sus deberes para

= 60 = con la sociedad, y por sus acciones encami­nadas al bien, .merece 'Vuestra atencion: dis­creto y fiel en llenar las obligaciones que ha contraído precedentemente, reclama de Yos­otros este insigne favor.

El Gr.·. Juez .-No ignoras, h.·. introductor, que no podemos admitir á nuestros últimos misterios mas que á aquellos cuya integridad, intachable reputacion y probidad depurada, les hace superiores al vulgo; á l..QS que la fidelidad, el celo, la firmeza hacen superiores á todo te­mor; en fin, á los que libres de toda preocupa­cion son susceptibles de adoptar los principios filosóficos, y cuyo génio, elevándose sobre los sentidos, pt.!ede llegar al descubrimiento de los verdaderos principios, y atravesar el velo sombrío que oculta á los mortales los misterios de la naturaleza. En fin, si conoces bastante al neófito para responder rle él, con sen ti m os en hacerle sufrir nuestras rigurosas pruebas; pero si no estás seguro de él, no le es pongas á ta­maños riesgos.

Introductor.-Respondo de él corno de mi mismo.

El Gr.·. M.· .-Grandes Jueces, ved si los su­fragios están en su favor.

Los jueces sentados á su lado se levantan, y vanse cada uno por su lado respectivo á re­coger los votos; dan cuenta de su cometido, y el Gr. · . M.·. dice:

= 61 = «Cab. ·. l,cr sirviente de armas, proclamad

en el areópago que el aspirante va á sufrir su sue1'te. »

El primer sirviente de armas da tres vueltas al areópago diciendo en cada una: «El aspi­rante va á sufrir su suerte,» y el Gr.·. M. ·. añade:

«Ahora conducidle á la cámara de reflexio­nes, á fin de que se arme de firmeza, pues las pruebas serán terribles. »

Se le llevan. La cuarta cámara está tapizada de rojo. Al

Este un trono con dosel rematado en una águi­la de dos cabezas que domina el altar, con las alas desplegadas, y teniendo en las garras una espada: Nueve luces alumbran la estancia, además de las de los ilignatarios. En medio hay una doble escalera de siete gTadas, y de­trás del asiento del Gr.·. M.·. dos estandartes cruzados, uno blanco y otro verde, con una cruz teutónica pintada en cada uno.

Los caballeros están vestidos con una túnica blanca festonada de negro, y ceñida con una faja negra en la cual se ve un puñal con man­go de marfil y ébano; sombrero de alas anchas, y en la copa un sol con fondo de oro.

El Gr.·. M.·. ocupa el trono; á su derecha está el Gr.·. diputado, y á su izquierda. el Gr.· . Inspector.

APERTURA .

Abre trab. ·. el Gr.· . M.·. dando un golpe y preguntando: P.-~Estamos á cubierto~ (Le IJ'esponden.)

Hh. ·. mios, ayudadme á abrir el Sob. ·. Cons. ·. (Los VVig. ·. 1·ep#en.) Al órden, Hh. ·. mios, Cab. ·. l. o y 2.0 Vig. ·.,aseguraos de si todos los presentes son Gr.·. Cab. ·.El. ·. Kad. · . (Lo ha­cen y el Gr.· . .M.·. da 1.vn golpe.) Juremos uná­nimemente mantener, áun á riesgo de nues­tras vidas, los principios sagrados de nuestra órden, y defenderla con todos nuestros medios contra el fanatismo y la supersticion.

Los cab. ·. ex tienden la mano, ]uran, etc. , y el introductor acompaña al candidato y llama á la puerta del templo.

RECEPCION.

El Gr.·. M.·. pregunta: ¿Quién llama~ R.-Un Gr.·. Cab. ·. del Sol, que pide ser ad­

mitido en el Cons. ·. Sob. ·. de los Gr.·. Cab. ·. El.·. Kad. ·.

P.-Preguntadle sunombre, etc. (Lo !Lacen.) Dejadle entrar.

Luego que ha entrado con el introductor le dice:

P.-H. ·. mio, supongo que sabes la magni­tud de los compromisos que vas á contraer: además de ei:)OS compromisos, quedarás tam­bien sujeto á deberes, que te han de ser caros, pues que solo se refieren á la práctica del bien. Como seria absurdo comprometerte sin cono­cer las obligaciones que vas á contraer, oye su instancia. Una discrecion á toda prueba, pues de ella depende la seguridad de nuestra órden; la ejecucion de nuestras leyes y estatutos que nada contienen que pueda repugnar á un hom­bre virtuoso; sacrificarlo todo, hasta la vida,

x. ~

-= 66 = por el sostenimiento de la 6rden, el culto del Gr.·. A.·. del U.·., y el bien de la humanidad; trabajar con todas tus fuerzas en adquirir el conocimiento de las maravillas de la natura­leza y de la filosofía; en fin, la práctica de las virtudes. ¿Quieres jurar?

R.-Sí. CoMPROMiso. Juro y me obligo por todo lo

mas sagrado á no revelar jamás los secretos de los Cab. < El.·. Kad. ·. que van á serroe con­fiados; no hablar de este gr.·. ni directa, ni in­directament~ á ningun mason, ni á ning·un Cab. · ., sino en Sob. ·. ·cons. ·.;prometo no con­tribuir ni permitir que este gr.·. sea conferido á ningun h.·. que no tenga las cualidades ne­cesarias y las virtudes que van á revelarme, y mantener áun con peligro de mi vida, los prin­cipios sagrados de nuestra órden, defendién­doles con todos mis medios contra el fanatismo y la supersticion. Juro, en fin, Pjecutar cuan­to me prescribe la escala misteriosa, y confor­marme á las leyes y estatutos de la órden.

Conducen al neófito al pié de la escalera acompañado por todos, y el Gr.·. M.·. dice:

Voy á darte la explicacion de esta escala, en la cual todo es misterioso y emblemático.

El montante de la derecha se llama Ohebe­loam (dewne am(JJns) y quiere decir que una de las bases de nuestra órden es amar á Dios sm supersticion.

= 67 =

El montante de la izquierda se llama Oheb Kerobo (p'rapinq'ltum ei amans) que significa que la otra base de nuestra órden es trabajar por el bien de la humanidad.

Ahora subamos. l.er escalan .-Tsedakah, (Justitia, elemasi­

na.) Deben emplearse todos los medios físicos y morales para aliviar á los desgraciados.

2." escaZan.-Schor-Lahan, (/l.as albus). Ha­cer á los demás lo que queramos que hagan con nosotros.

3.cr escalon.-Mathoh, (JJulcis). Soportar la advetsidad con resignacion.

4." escalan. - Emonnah, (Fides, .formitas). Ser sinceros y huir de la mentira.

5." escalan.-Gamal Sagg·hi; (Laba~r mag­nus) . Trabajar en nuestra perfeccion.

6! escalan.-Sabbal, (Onne) . Soportar con paciencia los defectos de nueEtros hh. · ..

7.• escalan.- Ghemoul Binah Thebonnah, ( .Ret1'ib~btio , intelligentia, p1'Udentia.) La dis­crecion es la primera virtud de un filósofo.

Hemos llegado á la cima: NEC PLUS ULTRA .

Las gradas que has subido son los símbolos de nuestros trabajos en la parte moral; los que vas á bajar son los símbolos de los trabajos en la parte material. Para llegar al fin deseado, · cada escalan nos demuestra la necesidad de practicar la virtud que simboliza, así como sus nombres hacen una ley de poseer las ciencias

= 68 =

que representan, y que por este medio nos dis­ponen á llenar mas dig·namente los deberes á que nos hemos sujetado.

Bajemos. El primer escalan se llama G1·amática, y

representa el arte de leer y escribir con cla­ridad.

El segundo escalan se denomina .Retó1·ica, que es el arte 1le discurrir sobre todos los ob­jetos.

El te'l'Ce'l' escalan es la Lógica, 6 sea el arte de discernir lo verdadero de lo falso.

El cuarto escalan tiene por nombre A1·it­mética, que es la ciencia de los números. _

El quinto escalan denominado Geometria, represeDta el arte de tirar líneas superficiales y medir en todos sentidos.

El sexto escalan llamado Mtt6sica, represen­ta la armonía.

Y el sétimo escalan ti tu lado A st1·onomia, significa el conocimiento de los cuerpos celes­tes, de su elevacion, su distancia y otras cua­lidades.

Orden. La espada alta en la mano izquierda, y la mano derecha abierta sobre el corazon.

Signo. Estando al órden, dejar caer la mano derecha sobre el muslo, doblar la rodilla, y al levantarse empuñar el puñal suspendido en la banda, elevarle á la altura de la frente como queriendo herir, y decir: N.·. A.·. El otro res-

= 69 == ponde Prr. · . 6 N. · . Vuelve á decir n. ·. y el otro responde PH. · .

Palab,ras de pase. - Para entrar en el Cons. ·.,N. · . y respuesta M. · .: para salir PHA­GAL-crror", 6 PHAAL-CROL, y responde PHARASCH­CHOL.

Palab1·as de los m·uzados. - Evarechale eth Adonaí bechol-geth thaucid theillatho Sephi.

Toque.-Unir las puntas de los piés y las rodilla¡;¡ derechas, presentar el puño derecho cerrado con el pulgar levantado, que se toma alternativamente, dejarle resbalar Tetrocedien­do un paso, y levantar la mano como para he­Tir con un puñal, diciendo uno N .·. B .·., y el otro Ph. ·.ch.· ..

Edad.-Un siglo y más; ó No tengo edad. Mw·cka. -Tres pasos precipitados con las

manos cruzadas sobre la cabeza. Batería.-Siete golpes, por seis mas uno. ".Derechos.- Si se preg·untase á un Kad.·.

tcuáles son s~¿s derecho~ deberá responder: j)fischtar·.

Horas de asamblea.-El are6pago se abre al anochecer, y se cierra al amanecer.

Mandil.- No le hay, porque ya se conside­ra el trabajo acabado.

Banda.-Negra, de izquierda á derecha con la divisa bordada Víncm·e aut m01·i, y el nú­mero 30. ·. debajo: por joya un puñal sujeto con una cinta roja. Cuando se lleva en forma

= '10 = de collar, se reemplaza el puñal por una águi­la de dos cabezas.

Joya.- Una águila de dos cabezas 6 una cruz teutónica de ocho puntas.

Proclámase al neófito, y se cierra el Sob. ·. Cons. ·. como de costumbre, etc.

Tal es el último ritual de Kad. ·.

REFLEXIONES IMPORTANTE~.

Todo masen que lea atentamente los deta­lles de la recepcion que antecede, no concabi­rá que haya quien aspire á ese grado, á menos que se le dén por comunicacion. Es verdad que tampoco se concibe que un Gr.·. M.·. do­tado de raciocinio, pueda rebajar á Hh. ·. de altos grados, sujetándoles á actos humillantes para no enseñarles ni siquiera palabras que tengan sentido comun.

Aunque el nombre de Kad. ·.no haya disfru­tado, especialmente desde Cromwcll, de una reputacion sin mancha por lo mucho que de él se abuso, ya que se tenia empeño en conser­varle, se debía aplicarle á un grado vírgen, exento de toda mancha anterior.

¿,Habrían los arregladores modernos conser­vado las cuatro cámaras que rompen sin ne­cesidad la unidad de accion, si hubiesen sabido que su fin era obtener cuatro juramentos rela­cionados con los cuatro votos de los jesuitas?

= '7~"""'

¿Habrian conservado el empleo, ridículo en extremo aquí, de la escala misteriosa, tomada al rito de adopcion, si hubiesen sabido que los dos montantes representan á Felipe el Hermo­so y á Clemente V, y que Jos siete escalones que se suben para llegar al nec plus 'Ult'l'a de la masonería, indican las condiciones impues­tas por el rey de Francia al ambicioso arzobis­po de Burdeos para hacerle llegar al nec plus ult1·a del sacerdocio?

~Qué significan en la primera cámara ese ensayo pueril de intimidacion, en la segunda esa supuesta purificacion, en la tercera esa relacion de máximas añejas, y en la cuarta el espectáculo degradante de un cabú del Sol, (grado sábio) al cual se hacen subir siete esca­lones para parafrasearle, 6 poco menos, pala­bras hebreas que carecen de sentido, pues nin­guna es exacta?

¡Y á esto se llama un grado filosófico! Es una filosofía interpretada de un modo estraño; colocada, fundada en una multitud de pala­bras de rencor, de gritos de venganza, de sig­nos amenazadores que parecen estar pidiendo la ejecucion.

Esperamos que estas repugnantes anoma­lías habrán ya caido en desuso.

Para utilizar más masónicamente el sen­tido y el nombre de Kad. · ., hemos cedido al apremiante deseo de varios iniciados, y

= 73 =

presentamos á nuestros hh. ·. un nuevo ritual de Kad. ·.,y ¡ojalá este grado, realmente filo­sófico, les agt·aue, si es que el estraño y áspe­ro saber del antiguo no les ha estragado el gusto!

NUEVO

Rl'l'U AL DE KAD: PERFECTO INICIADO,

GRADO FILOSÓFICO, 5.0 Y ÚLTIMO DBL RITO FRANCÉS,

LLAMADO TA.il!BIBN

GR:. EL.'., CAB.'. DEL ÁGUILA BLANCA Y NEGRA,

reemplazando el gr.· . 30 templario del rito escocés.

NUEVO RITUAL DE KAD.·., P. ·. INIC.·.

PRELIMINARES.

Nueve dias al menos antes del fijado para la admision al grado de Kad. · ., el candidato de­berá entregar su JJiscwrso de 'l'ecepcion al Gr.·. M.·., que le trasmitirá con sus observa­ciones el orador encargado de contestarle, y que podrá tambien, si lo juzga necesario, en­tenderse con el candidato, pues nada debe sa­lir de la cancillería del areópago que no esté

= 76 == impregnado de la más pura ortodoxia masó­nica.

Si, contrario á toda prevision, el discurso no correspondiese á lo que de su autor se espera, se aplaza1·á indefinidamente su·aclmision, des­pues de una nueva lectura en presencia de las cinco luces.

DtSPOSICION DE LA LóGIA.

Colgadura blanca con los atributos de cien­cias y at·tes, y sembrada de abejas. El altar y las mesas, cubiertas con tapetes blancos, cu­yos frontales estarán sembrados de estrellas de oro. Dosel de paño blanco con franjas de oro, y encima de él la estrella fiam:ígera, te­niendo en su centro el delta, en lugar de la letra G. (6) '

Al or. ·. el estandarte de seda blanca con fran­jas de oro, y en el medio las letras K.·. S .·. separadas por un globo alado, cuyas alas son azules.

Un sillon de fondo blanco en medio de la cámara para el candidato.

La Lóg·ia se llama Areópago, el Presidente Gr.·. M.·., los dignatarios toman sus títulos ordinarios precedidos de la palabra Gr. ·. los demás Hh. · . se llaman Cab. · ., pues todos los Kad. ·. son Cab. ·. del Águila blanca y negra.

Órden del buen pastor.

APERTURA DEL AREÓPAGO.

Un solo sót• puedo decir soy, puedo y quiero; ese gigante se llama el PoavsNtR.

El Gr.·. M.·. dá un golpe que se repite en Occidente.

P.-H.·. I,er Gr.·. Vig. · ·:¿estamos á cubier­to y son Kad. ·. todos los Hh. ·. presentes?

Los Vig. ·. se enteran y lo anuncian, y el Gr.·. M. ·. continúa:

P.-Hh. ·. l." y 2." Er. ·. Vig. · ., prevenid á vuestros Hh. ·. que voy á abrir el Areópago de la R. ·. Lóg. · . N ... al Or. ·. de ...

Hecho el anuncio, dice el Gr.·. M.· .. P.-¡En pié y alórclen! A mí , Hh. · .mios, por

el signo y por la bat. · .. En nombre y bajo los auspicios del Gr.·. Or. ·.... declaro abierto el areópago. Sentémonos, Caballeros. H. ·. Gr.·. Secret. · ., servíos tomar nota de los cab. ·. au­sentes, teniendo en cuenta los bal. ·. de ex-

= 80 = cusa, y dadnos lectura del bal. ·. de la última sesion. (Se hace como de costu1nbre.) H.·. Gr.·. M. ·. de cer. · ., haceos acompañar por dos de vuestros adjuntos, y trasladaos al vestíbulo para reconocer estrictamente á los Hh. ·. visi­tantes, y luego que hayais hecho el reconoci­miento, nos dareis cuenta de él, para despues introducirlos. Si el candidato hubiese llegado, que un adjunto haga las veces de preparador, y se quede á su lado para darle la comunica­cion de los grados no pmcticados, que median entre el R.·.~· ·., y el nuevo K.·., y acompa­ñándole hasta que se le llame.

La órden se ejecuta: Los hh. · . Visitantes son introducidos, cumplimentados y colocados se­gun su dignidad, y el Gr.· . M.·. informa á los concurrentes del motivo de la reunion en estos términos:

:\1.-El. ·. Cab. ·. y Hh. ·. Visitantes; habien­do el areópago señalado en su última ten.· . el dia de hoy para la admision del Resp. ·.H.· . N ... (s~bS cualidades civiles), R.·. ~· · ., Perf. ·. hl. · ., miembro activo del Sob. ·. Cap.·. de nuest.ra R.· . L.·., vamos á proceder á esta ceremonia, pero sirviéndonos de un nuevo formulario.

Si fuera la primera vez que le usa, podrá añadir :

P. - Muchos Presidentes de Cons. ·. del gr.· . 30 deseando renunciar al uso del antiguo ritual , demasiado abundante en fórmulas tem-

= 81 = piarías, ya en desuso, han deseado sustituirlo con otro más masónico, más filosófico, y sobre todo exento de ese espíritu de venganza. Este es el que vamos á emplear, confiando en que merecerá vuestra aprobacion. Concebidos los antiguos rituales, en su mayor parte, bajo un órden de ideas, excelente en sí mismo, no pro­ducen sin embargo mas que una pequeñísima parte de los felices resultados que parecen con­tener en principio, y es que la avidez, la se­quedad de su desarrollo deja mucho que de­sear. Regularizar los diversos grados, desarro­llar gradual y armónicamente su significacion alegórica y el sentido misterioso de sus em­blemas era el trabajo importante que había que hacer, porque con él se les rejuvenecía, se les daba nueva vida. Un trabajo de progreso es destruir esas divergencias sistemáticas, esas incoherencias discordantes en el fin; es llegar á la unidarl, que es el rqáximo del bien. Así, la unidad en la accion, en la enseñanza, en el objeto secular que se persigue, es hacer progresar la perfeccion que al través de mejo­ras sucesivas é incesantes descubrimientos deja entrever de siglo en siglo otros perfeccio­namientos que realizar, y que jamás serán los últimos. Pensamos, pues, como el autor de es­te ritual, que para ser admitidos en nuestros trabajos no hay ya pruebas posibles que exi­gir á hh. ·. que poseen los principios y eleva-

K. 6

= 82 = dos conocimientos que contiene el grado de R.·. ~. ·.. Los once grados que separan á éste del Kad. ·. no se practican, ni tampoco el anti­guo ritual; así, éste contiene el análisis de to­dos esos grados, que es comunicado así como el otro ritual al neófito, el cual una vez en po­sesion de este conocimiento, se presentará co­mo R.·. ~· ·. del que puede decirse que es el Kad . ·. ei coronamiento. Damos igualmente con las nuevas palabras, toque y signo, los del antiguo, á fin de que los Kad. ·. de todos los sistemas puedan fácilmente reconocerse y entenderse.

El Gr.·. M.·. invita en seguida al H.·. ex­perto á que vaya á preguntar al H.·. prepara­dor si ha acabado la comunicacion, á menos que el areópago decida para instruccion que la comunicacion se haga en sesion.

RECEPCION.

Llaman á la puerta del areópago como R. ·. ~. · ., y se anuncia. El Gr.·. M.· . dice:

P.-Haced ver quién llama así. R.-(Despues de ilnjo'f'ma/rse.) Gr.·. M. ·., es

el H.·. N ..... , R.· . ~.·.,portador de un billete de convocacion, que despues de haber recibido la comunicacíon ordenada, pide humildemente su admision en el areópago.

P.-Dadle entrada. En pié, caballeros, y al órden del buen pastor.

Entra el candidato, y se anuncia su presen­cia entre col.·., á lo cual continúa el Gr.·. M.· ..

P.-Resp. ·. H. · . N ... , sed bjenvenido entre nosotros. H. ·. Preparador, conducid al h.·. á su sitio. Sentáos, H.·. mio. Ocupemos nuestros puestos, Ill.·. CCab.· .. (Oo'rtapausa. ) Carísimo y Resp. ·. H.· .. Os felicito sinceramente de que al poseer el grado eminente de R.·. ~· ·. hayais tenido el deseo de llegar á la cumbre de los conocimientos masónicos. En efecto, desde este punto elevado 'de un horizonte nuevo para vos,

= 8~ = podreis fijar vuestros ojos con mas compasion sobre esa masa de hombres que aun langui­decen en la ignorancia, con la frente inclinada bajo el yugo embrutecedor de las preocupacio­nes y de la supersticion. Ya como R.·. ll<· · ., pastor vigilante, ha beis aceptado la alta mision

_de ilustrar á los hombres, de apartar todo lo que divide los ánimos, de profesar cuanto pue­de unir los corazones. Ya Kad. · ., vuestra mi­sion se ha ensanchado; se os confia un sacer­docio mas elevado, que os coloca en la catego­ría de los propagadores de la verdad. Debeis ser un rayo de ese faro inmenso, lumbrera del mundo, la augusta y benéfica masonería; de­beis igualmP,nte guiar é ilustrar las lógias. Recomendadlas sobre todo que no franqueen nuestros misterios sino á los libres y cultos, á los elegidos del corazon y del pensamiento; que no rasguen el velo del misterio delante de ojos que no pueden ver, ni de inteligencias que no saben comprender. Encargadlas con insistencia que procuren llamar á su seno á los apóstoles de la moral universal, y á los espí­ritus que se encuentren cohibidos dentro de los dogmas de una fé moribunda. La palabra hebrea Kad. ·. significa Santo, consagmdo, pu­'rijicado. No penseis por eso que los caballeros del águila blanca y negra tengan pretensiones de santidad: por esta palabra expresan que siendo los El.·. de la masonería, deben ser los

= 8!) = masones por excelencia, y que puri.ficados de la mancha de las preocupaciones, deben consa­[f'rarse al estudio y á la -práctica de todo lo que puede contribuir á la felicidad y al progreso social. Si se levanta la cortina de sus miste­rios, no se encontrarán mas que servicios he­chos á la sociedad. No tenemos otros misterios, y nuestro secreto consiste en la manera de ha­cer á los hombres felices y virtuosos. Decírnos­les sobre todo: «<nstruíos; pero lo que no os enseñen vuestra razon y vuestro corazan, no lo aprendereis jamás en los libros.» ¿,Consentís, H.·. mio, segun vuestros medios y vuestras facultades, en ayudarnos á cumplir estos nobles deberes~

R.-Sí. P.- Ya veis que no llevamos mandil, porque

el trabajo masónico, de que es símbolo, con­el uye en el R. ·. ffi. · ., en el cual todo está ctca­bado, y por consiguiente no tiene lugar entre nosotros. Guiados por nuestra antigua expe­riencia, animados de un celo siempre constan­te, nos reunimos en este pacífico santuario, n.:>s comunicamos recíprocamente nuestros pen­samientos, nuestras observaciones para el bien­estar de la humanidad, para la propagacion de la masonería, y para dar mas brillo é inte­rés á nuestras recepciones. Nuestras medita­ciones deben á veces tomar un vuelo mas ele­vad0, porque de beis saber, H.·. mio, que á los

= 86 = miembros de este grado pertenece mas parti­cularmente estudiar, interpretar las cuestiones de principios, y hasta tornar la iniciativa de los progresos y mejoras de la obra masónica para con el g·obierno de la órden . ¡Ojalá llegue á ser este grado en la masonería y en todas .partes donde se practique, una especie de con­greso permanente, donde todas las fuerzas creadoras de una doctrina universal puedan ir á coordinarse y á llevar libremente el tribu­to de tantos pensamientos esparcidos, cuyas relaciones alimente cada areópago con el Gr.·. Or. · .. No desarrollamos más que lo que la antigüedad ha instituido, porque como dice muy oportunamente una publicacion masóni­ca: «Buscad en el fondo de las cosas, registrad los misterios de Isís, do Osiris, de Pitágoras, bajo las pirámides de Egipto, 6 en las mudas sentencias de las iinág3nes sin voz de la es­critura de las edades primitivas, no encontra­reis otra razon séria de la perpetuidad de nues­tra órden, que el sentimiento de la necesidad, de la convocacion permanente, de esa organi­zacion de todas las fuerzas, de todas las a pti­tudes morales. ¿,No era preciso al desarrollo progresivo de la humanidad una moral pro­gresiva tambien~ ¿,No necesitaba esta moral progresiva un templo constantemente abierto para extenderse, á pesar y al través de doctri­nas estacionarias y de intereses apeg·ados al

= 87 = pasado~ t,Un templo en que los corazones ge-· nerosos, los espíritus elevados viniesen á le­vantar el altar de la alianza entre todos los pensamientos y todos los sentimientos~ t,No et·a preciso una especie de concilio universal, siempre renovado, pero siempre en actividad~ i, o se necesitaba una tribuna en donde pudie­ran oirse las voces reunidas de las grandiosas inspiraciones de la conciencia humana~» La perfectibilidad del hombre está enteramente en el desarrollo de esas facultades físicas é in­t . lectuales que son el doble resultado de su organizacion. Las facultades físicas florecen con la edad para suft•ir en seguida la decaden­cia, la caducidad y la muerte; el espüitu, al contrario, mas social que individual, conserva de su celestial orígen la universalidad; siendo como el lenguaje dado á todos y á cada uno , es pl'Ogt·esivo, trasmisiblc, y forma un foco central adr,nde cada uno lleva su luz; así se acabará con el tiempo el brillante edificio de la civil!zacion general. El fruto que sacamos de nuestras sesiones se trasmite á los talleres inferiores, donde nuestros hh. ·. se aprove­chan, y hasta al mundo profano, á fin de con­tribuir á los progt·esos de la civilizacion ac­tual. Ahora, decidme, H.-. mio; t,qué es un nombre, y qué es una definicion~

(Responde .) AMPLIACION.- El nombre es una definicion:

= 88 =

la definicion es un nombre esplicado. Dignaos manifestarnos vuestras ideas sobre la civiliza­cion.

(Responde.) Al'>IPLIACION.-La civilizacion es lo contrario

del salvajismo y del estado de barbárie de un pueblo; es el desarrollo inteh ctual y moral de una nacion, el movimiento permanente y pro­gresivo de la humanidad hácia la libertad in­dividual, la igualdad social y la fraternidad universal; el gobierno de la razon y de la jus­ticia sustituyendo al despotismo y á la supers­ticion; la ley del progreso en lugar de la ru­tina; la transformacion incesante de las insti­tuciones en vista de la. equidad y del bienestar general; el reinado de la int,eligencia y de la ciencia sucediendo á la estupidez y á la igno­rancia; en fin, la luz y la verdad disipando las tinieblas y dominando la mentit·a. La civiliza­cion tiene por auxiliares poderosos la brújula, el vapor, la imprenta, la electricidad, y el aire dilatado. Los Estados semi-civilizados, en quie­nes la cultura nQ. es mas todavía que una bar­baril) refinada, y los cien millones de salvajes dispersados sobre la tierra, serán incapaces de retardar su marcha triunfante. Sin la filosofía y la francmasonería, la civilizacion no seria mas que la institucion de la astucia á la vio­lencia; y aquellas aún tienen mucho que ha­cer, porque la civilicion no alcanzará en com-

= 89 = pleta perfeccion sino cuando los hombres ce­sen de matarse, ni áun en nombre de la jus­ticia. ¿Creeis en otro mundo que el que habi­tamos~

(.Responde.) AMPLIACION.-No hay dos mundos, no hay

mas que uno. Se llama mundo ir/1/)isible la par­te de nuestra atmósfera en que circulan las emanaciones, los gases, los olores, los átomos microscópicos, etc., etc.; pero todas esas cosas no son á propósito para formar otro mundo: no hay pues, mas mundo que el universo del que forma parte nuestro globo, el cual no aban­donamos enteramente al morir, pues estando nuestro cuerpo compuesto de espíritu y mate­ria, esas dos sustancias vuelven á su orígen sin dejar nuestro mundo. Nuestro cuerpo vuelve á la tierra que le ha alimentado, y nuestro espí­ritu entra en la unidad de la vida eterna, vuel­ve á su fuente, que es el seno de Dios mismo; asi es que Dios es realmente de este mundo que él vivifica sin cesar. Se individualiza con el pensamiento esa existencia eterna, dándola una forma invisible á nuestros ojos y fuera de laencarnacion general; pero esa trasformacion no la hace extraña al mundo universal, de que formamos parte. ¿Qué es la vida anterior y la vida futura?

( .Resp01tde.) AMPLIACION.-La vida anterior es la vida de

= 90 = n11estros antepasados, de los que nos han pre­cedido en este globo, así como la vida de nues­tros descendientes que se aprovecharán de nuestros descubrimientos, representa para nosotros la vida futura. ¿Qué se debe entender por la existencia de hombres anteriores á to­dos los sig·los~

(.Responde.) AMPLucroN.-El tiempo ha existido siem­

pre; pero el arte de dividirle y nombrat· sus divisiones y subdivisiones pertenece al hom­bre; y ¡cuánto tiempo ha sido preciso á la ob­servacion humana para clasificar el tiempo, no diré en dias y meses, que con ayuda del sol y de la luna era tarea fácil, sino en años luna­res y solares, y estos en siglos, operacion mu­cho mas difíci1! Pues "bien, los que precedie­ron á esta clasificacion, y hasta la que los in­ventaron eran realmente hombres anteriores á todos los siglos. ¿,'Qué entendeis por verdaM

(.Responde.) AMPLlAClON.-La verdad es la conformidad

de la idea con su objeto, de una narracion con el hecho, <le un discurso con el pensamiento. Es lo contrario del error, de la mentira, de la falsedad. «Es lo que es», dice Bossuet. Así el hombre es capaz de conocer la verdad, porque puede concebir ó descubrir lo que es. La ver­dad es la conformidad de nuestros juicios con los hechos y la naturaleza de las cosas; es el

= 91 =

objeto y el término de la inteligencia, que no se desarrolla sino por el conocimiento de lo que es. ¿,Cómo comprendeis la humanidad~

(Responde). AMPLIACION.-La humanidad es el género

humano, son todos los hombres vivientes, y hasta los que no existen ya. Distingue al hom­bre del animal, y le clasifica en el órden de los séres. Es la familia humana considerada colectivamente con relacion á su naturaleza, funciones, fin y destino. Todo el bien que en el curso de las edades se ha hecho, ha sido en pró de la hum~nidad, y todo Jo vil, injusto, tiránico que se ha realizado, ha sido contra ella. El fin ú objeto de la existencia presente, lo mismo que el de la masonería, es la educa­cion de la humanidacl, porque es perfectible, y debe progTesar incesantemente en todos los puntos del globo. Como sentimiento es sinó­nimo de piedad, y nos asocia á los padecimien­tos de otros séres sensibles, hasta de los ani­males. En el dolor es en lo que las bestias se parecen en cierto modo al hombre: cuando el animal gime, parece que hay en él algo mas conmoVtldor, mas capaz de penetrarnos. La facultad simpática, la ternura expansiva, el

· instinto caritativo no pertenecen, sin embargo, á los animales, que parecen estar desprovistos de estos)entimientos, ó experimentarlos muy débilmente. Su sensibilidad se limita á sus

= 9~ =

propios sufrimientos; no conocen mas que el ~nternecimiento, y mas bien se espantan que se conmueven con los quejidos de un herido. Al contrario, se les ve con frecuencia gozar con las palpitaciones de sus víctimas y mani­festar' esos sentimientos atroces que constitu­yen la feroc1dad. Pot• eso la piedad, la compa­sion se llaman humanidad, porque es el signo particular del hombre. Cuanto mas bueno, sen­sible, dulce, amante y bienhechor sea, mas hombre es; mas se acerca á su verdad13ra na­turaleza, mas está en el verdadero camino. Así, tene1· humanidad, es conocer y practicar lo que todo hombre debe á los sércs de su es­pecie, cualquiera que sea su sangre, su nacion, 6 su color. La humanidad, fundada sobre la equidad, sobre la razon, condena esas antipa­tías nacionales, esos ódios de religion y de corporaciones, esas odiosas preocupaciones, que cierran el corazon del hombre á sus seme­jantes; condena ese afecto restringido que no alcanz;a mas que á las personas conocidas; pros­cribe esa afeccion exclusiva para los ciudada­nos de una misma nacion, para los miembros de una misma corporacion, para los adheren­tes á una misma secta. El hombre verdadera­mente humano se interesa en la dicha y er:. la de:::gracia de todo semejante suyo: El senti­miento de humanidad, extensivo al género hu­mano, no excluye la pii!eferencia que se debe

= gg = tener por sus padres, por sus amigos y conciu­dadanos; quiere únicamente que léjos de re­chazar al ser que reclama nuestra asistencia, le socorramos y protejamos, cumpliendo así un deber moral agradable á Dios y á los hombres. El desprecio á la miseria, la desgracia ó la de­bilidad, es un ultraje á la especie humana, es un delito de lesa humanidad. ¿Cómo explicais la palabra natwraleza~

(Responde.) AMPLIACION .-La naturaleza comprende todo

el universo, todos los séres vivientes, el órden que los rige, sus cualidades y mútuas relacio­nes, las leyes en cuya virtud nacen ó pueden nacer, crecen, subsisten, se reproducen, de­crecen y mueren. Contiene igualmente las causas de todas las posibilidades. Es inmortal, imperecedera, porque no tiene fin. ¿Habeis for­mado opinion sobre el orígen del bien y del mal~

(Responde.) AMPLIACION.-Os diré lo que sobre este par­

ticular pensaba Pitágoras. Admitía este inicia­do, como los estóicos, dos móviles opuestos de los acciones humanas: uno libre, el podM· de la vol!untad; otro restringido, la necesidad del destino, sometidos entrambos á una ley fun­damental y providencial, la ley naf!ural, de que emanan, y los dos buenos ó malos, segun el uso que se hace de ellos. El poder de la 'TO-

=H= luntad obra sobre lo que ha de hacerse, sobre el porvenir; la necesidad del destino sobre lo hecho, sobre el pasado; pero del pasado nace el porvenir, como de este se forma el pasado, resultando que de la reunion del pasado y del porvenir se forma el presente siempre existen­te, y del cual sacan tam bien su origen, pues el pasado tiene participacion en el presente, y sin este no habria futuro. Nada de cuanto nos concierne sucede por casualidad, sino por la union de esa ley natural con la voluntad hu­mana que la observa 6 contraviene operando sobre la necesidad, el porvenir. Es evidente que la conformidad de la voluntad humana con esa ley constituye el bien, y su oposicion produce el mal. El hombre para conducirse en la vida, está dotado de tres fuerzas sometidas á su voluntad y apropiadas á las tres modifi­caciones de su ser. La primera fuerza es el instinto, asiento del sentido comun, que per­cibe el bien y el mal físicos, el placer y el do­lor, resultantes de la sensaciCYt~. La segunda, afecta al alma, es la virtud que conoce el bien y el mal morales, el amor y el6dio, resultante del sentimiento. Y la tercera, que pertenece á la inteligencia, acierto de la sagacidad, es la ciencia que juzga el bien 6 el mal intelectua­les, la verdad ó el error, resultante del asenti­miento del juicio. Así, la sensacion, el senti­miento y el asentimiento, que residen en el

= 9!í = cuerpo, en el alma y en la inteligencia com­ponen tres afecciones que ejercen entre sí ac­cion y 1·eaccion, se ilustran 6 se oscurecen mútuamente, y el hombre 6 la unidad que las liga se perfecciona ó se deprava, segun que está de acuerdo, 6 en oposicion con la unidad universal. El medio que tiene de confundirse con ella 6 de distinguirse, de acercarse 6 ale­jarse, reside completamente en su voluntad que por el uso gue hace de las percepciones que la suministran el cuerpo, el alma, y la in­teligencia, se eleva ó se embrutece, se hace virtuosa 6 viciosa, sabia 6 ignorante, y se po­ne en estado de percibir con mas 6 menos ener­gía, de conocer y juzgar con mas 6 menos rec­titud lo que hay de bueno, de bello y de justo en la sensacion, en el sentimiento y el asenti­miento, de distinguir con mas ó menos fuerza y luces el bien, el mal, y por último, de no equivocarse en lo que es realmente placer 6 dolor, verdad 6 error, amor ú 6dio. Así, el hombre, dotado de una voluntad iibre, é incli­nándose por su propio movimiento á la virtud 6 al vicio, debe conocer la fuente de los bie­nes y de los males que le suceden, y no puede quejarse sino así mismo de las calamidades que le mortifican: si su pasado fué poco feliz por que ha sido vicioso, de be modificar sus ac­ciones para que su porvenir sea mas próspero. Trabajemos en nuestro perfeccionamiento, á

= 96 =

:fin de ilustrar mejor á los hombres y de per­feccionar á la humanidad, y desaparecerá de la sociedad el mal. Ahora, H.·. mio, esperamos de vos la lectura de vuestro discurso de recep­cion. H.·. Gr.·. M.·. de cer. ·. servíos conducir al h.·. N ..... al sitio del orad.·. (Lo hace.) Te­neis la palabra, H.·. mio.

El candidato lee el discurso, el Gr.·. M.·. fe­licita por él á su autor, pide el depósito en los archivos, y hace aplaudir.

Si hubiera varios candidatos, el Gr.·. M.·. y el orad.·. escogen el discurso mas notable, y será su autor el recipiendario, depositando en los archivos tanto su discurso como los de los demás.

Cada año podrían imprimirse estos discursos con los de otros areópagos y resultaría un volúrnen útil á la órden, y cuya lectura seria necesariamente instructiva.'

El Gr.·. M.·. manda al M.·. de cer. ·. condu­cir al candidato al altar, y dice á este:

P.-Vais á contraer un compromiso con nos­otros,· h.·. mio: ¿,consentís en ello~

R.-Sí. P.-Voy á leérosle. Poned la mano sobre los

Estatutos de la órden. En pié y al órden, ca­balleros.

COMPROMISO.

P.-¿,Prometeis por vuestro honor guardar inviolablemente el secreto sobre las delibera­ciones del areópago, y no hablar de ellas con ningun h.·. de gr.· . inferior al vuestro~

R.-Lo prometo. P.-¿,Prometeis observar y hacer observar

en cuanto podais los Estatutos generales de la órden, cuyo supremo regulador es el Gr.·. Or. ·. en ...... ~

R.-Lo prometo. P.-¿,Le renovais la promesa de :fidelidad~ , R.-La renuevo. P.-z,Prometeis propagar entre los masones,

en los talleres de la órden, y en el mundo pro­fano todas las verdades útiles al bienestar ge­neral y al progreso soc~al~

R.-Lo prometo. P.-¿,Prometeis unir vuestras observaciones

y noticias á las de vuestros colaboradores en el Cons. ·., para poner al areópago en la medi­da de vuestras fuerzas en estado de ilustrar al

K. 7

= !18 =

poder supremo sobre los deseos de los masones y de los talleres, sobre las necesidades de la, masonería, y sobre las reformas y modifica­ciones que serian necesarias para su marcha progresiva?

R.-Lo prometo. P.-En calidad de caballero adicto á la hu­

manidad, ~prometeis proteger al débil y al inocente, y mirar como hermanos á los opri­midos y como enemigos á los opresores?

R.-Lo prometo. P .-¿Prometeis y jurais por último desen­

mascarar y confundir la impostura y la hipo­cresía donde quiera que las encontreis, y com­batir con las armas de la razon,la persecucion y el buen ejemplo á las preocupaciones, la su­persticion y el fanatismo?

R.-Lo juro. Que el Gr.·. A.·. del U. ·. me ayude.

P.-Inclinaos. (Ea;tendiendo la mano sobre S~b cabeza.) A la gloria del Gr.·. A.·. del U.·. en nombre y bajo los auspicios del Gr.·. Or. ·. de ..... y en virtud de los poderes que me han sido conferidos, os confirmo en los once grados intermediarios desde el R.·. ~· · ., que os han sido comunicados y os creo y constituyo Per­fecto iniciaLlo, Caballero del Águila blanca y negra, G. ·.El.·. Kad. · ., 5." gr.·. practicado,

-gr.·. 30 del rito ese.·. miembro del are6pago regularmelil.te establecido en la R.·. L.· .. .... al

= 99 =

Or. ·.de ..... (Le da el ósculo de paz.) Desde hoy, H.·. mio, adquiris el derecho de dirigir los trab. ·. de un Cons. ·. de Kad. ·.,H.·. Gr.·. M.·. de cer. · ., servios conducir al cab. ·. á su pues­to. IIl. ·. Cab. · ., ocupad vuestros sitios. Queri­do H. ·. , en este grado tenemos emblemas, pa­labras, signos, toques, etc., y voy á hacéros­los conocer comunicándooslos.

(~ ... ~ ,,'t.t;.~ ,6:, \' ~ ~,~\ !· . ~-.;!\ ~ ·,. \

CoMUNICACION. ! ;, ~~ •.t' \~ ~·':}...; ''( ,.~/ ..,. ',,( ·¡ ~; ,.

~.-J

TuTEO. Una de las prescripciones de los ll.n-teriorcs Kad . ·. era tutearse, para expresar mas íntimamente los sentimientos de afecto que ligan á los hb. ·. de este grado; pero la de­licadeza social nos ha hecho abandonar es_¡ts fórmulas familiares, sin que por eso nuestros sentimientos de amistad y fraternidad pierdan nada de su vigor y fuerza.

LA ESCALA MlSTERIOS.A. .-Este emblema, in­terpretado arbitrariamente en los antiguos rituales, en que su empleo exponía al candi­dato á un espectáculo degradante, no figura ya aquí, pues ha perdido su primitiva signi­ficacion. Está tomada de los misterios de Mi­thra, en los cuales servía á los magos para explicar á sus neófitos el doble movimiento de las estrellas fijas y de los planetas, sus rela­laciones contínuas con la tierra, y recíproca­mente las de la tierra con estos astros, para el cámbio perpétuo de sus mútuas emanaciones, y en fin, para figurar el paso de las almas por

= 10~ = las siete esferas celestes, segun sus creen­cias. En esta escala mística se hallaban siete puertas.

La primera, de plomo, designaba á Baturno. La segunda, de estaño, á Vénus. La tercera, de cobre, á J1ípite1'. La cuarta, de 1Ja1·ios metales, á Me?'CU?'Ío. La quinta, de hier1·o, á Ma1•te. La sexta, de plata, á la Luna. La sétima, de O'to, al Sol. Y por último el cielo empíreo. Esta es indudablemente la escala del sueño

de Jacob, cuya idea alegórica existía entre los persas, los caldeos y los egipcios antes de la aparicion de este patriarca.

Los jesuitas que han introducido este emble­ma, han hecho creer que los dos montantes que, para ellos, representaban á Felipe el Hermoso y Clemente V significaban amo?' de dios y amor del próiimo, y que los siete escalones que les recordaban las condiciones impuestas por el rey de Francia al ambicioso arzobispo de Bur­deos, para llegar al nec plus ult1·a del sacerdo­cio, (el p01~t~jicado) significaban del lado as­cendente deberes filosóficos conocidos de los compañeros para llegar ~al nec pl1~s 1tlt1·a de la masonería, y del lado descendente siete cien­cias que son incapaces de producil· una educa­cían completa, pues tres cier:.cias tan necesarias á la agricultura, á la higiene y á las artes, como

= 103 = son la kisto1·ia. natwral, la q~timica y la fisica, no figuran entre las otras, á pesar de estar hoy en tan alto grado.

Mucho se ha discutido para saber el motivo que ha hecho colocar la astronomía en el es­calan inferior, cuando su sitio racional parece que. debia ser la cúspide del triángulo. ¡,Será tal vez porque en Egipto el observatorio as­tronómico estaba en los subterráneos~ Es sabi­do que las pirámides están orientadas, y que desde el fondo del pozo, cuya abertura se di­rige al norte, se veia la estrella polar: hoy dicen que para descubF-irla es preciso subir has­ta la mitad del pozo. El antiguo proverbio la 'Ver­dad sale del fondo de un pozo, podria muy bien en esta hipótesis referirse á la astronomía, que era el último grado del estudio despues de la cual todas las verdades eran conocidas.

ÓRDBN.-Siendo el Kad . ·. el coronamiento del R.·. ~· · ., los dos grados tienen el mismo, el del buen pastor.

EsPADA.-Nosotros no la usamos, porque nuestra única arma es la palabra.

SIGNO.-Llevar á la boca los tres primeros dedos de la mano derecha, y retirarla en se­micírculo como para saludar. Significa que solo debemos trabajar con la palabra.

PA.LABRAS.-Uno dice V.·., y otro responde H. ·., dándose el toque.

ToQUE.--'Tómanse mútuamente los tres pri-

"""' 104 == meros dedos de la mano derecha. El l. • oprime ligeramente los dedos del otro, diciéndole al oido V.·.; el2.0 le responde con igual presion y la palabra H.· ..

PA.LADRA DE PA.so.-N. · .. Se dice por sílabas, teniendo la mano derecha sobre el hombro del interlocutor, y las manos izquierdas reunidas.

EDAD.-No tengo ya edad. (Se considera el trabajo concluido.) ·

MARCHA.-Estando al 6rden, tres pasos pre­cipitados. (Indican la premura que debe em­plearse en hacer el bien y corregir los abusos.)

BA.TERIA.-Nueve: & + l. El 8 tendido de­signa la cadena sin .fin que une á los masones de los dos hemisferios, y la cifra 1 separada indica la unidad de mims.

BANDA..-Ninguna. Un sábio debe saber pres­cindir de condecoraciones inútiles.

MANDIL.-Ninguno: El trabajo se considera concluido.

ToYA. DE CAn.· .. -Una águila de dos cabezas, bla;nca y ne[J9'a, con las alas desplegadas y te­niendo en las garras la espada de la ciencia.

JOYA. DE KA.D ... FILOSÓFICO.-Un sol de oro con rayos de plata, bordado 6 de metal, al lado izquierdo del pecho.

TRAJE.-De ceremonia: frac negro y guan­tes blancos.

Gmbamos balaustres con el buril. F.RCHAS.-Si es el a.·. _de la V.·. l.·., 6 sea de

= 10!> = la creacion del mundo, se expresa con cinco ceros, y el centésimo, que significa fecha des­conocida. Si solamente es el a.·. de la l. ·., se añaden 4,000 al milésimo corriente partiendo desde el l. • de marzo.

EsTANDARTE.-Blanco con franjas de oro, y en el medio bordado entre las letras K.·. S. ·. un g lobo alado con las alas azules.

H.·. mio, al examinar las antiguas palabras que expresan abiertamente la venganza, y lue­go los signos y. toque tan amenazadores y acompañados del puñal, no se concibe como han durado tanto: conservarlos por mas tiem­po seria hacer á la masonería de nuestros pa­dres cómplice de un objeto que jamás ha teni­do, porque el Kad. ·. no ha sido gr.· . masónico hasta despues de su trasformacion y abandono de los símbolos templarios .

En 1816, cuando se practicaban todavía los gr.· . de EL· ., el fundador de los :I'1·inósojos daba esta interpretacion filosófica á sus sím­bolos:

«La serpiente designa el mal principio, ó el mal. Sus tres cabezas son el emblema de los abusos que se introducen en las tres altas cla­ses sociales. La cabeza que llevaba una coro­na indicaba el soberano, la que llevaba una tiara ó una llave el papa, y la que tenia una espada el ejército. Et iniciado que ocupaba cargos civiles, debia, pues, vigilar en interés

= 106 = de su pátria y de la filosofía, para reprimir esos abusos. ·

>>El puñal, que asusta á los ignorantes, no era esa arma vil que suponían, era el puñal de Mithra, la guadaña de Saturno, recordando el imperio dominante del bien y del mal, simbo­lizados por el mango que es blanco, y la hoja ·que es negra. En lo moral, ese atributo indica á los Gr.·. El. ·. que deben trabajar incesante­mente en combatir y destruir las preocupacio­nes, la supersticion y la ignorancia.

»El primer grito de venganza se oye en el grado de El.·., · se vuelve á encontrar en el grado 29, y se repite en el Kad. ·.,y esa ven­ganza, que tenia su objeto en la práctica ya en desuso del sistema templario, y que desde 1793 quedó sin razon de ser, se asimiló á la venganza que Roro, hijo del Sol, ejerció sobre los asesinos de su padre, á la de Júpiter contra Saturno, etc.

>)Este sistema permanente de venganza per­tenece á los tiempos mas remotos (7.) Su in­terp.retacion se encuentra en las operaciones de la naturaleza, que presentan una série de combates y reacciones entre el principio ge­ne¡·ador y el destructor, estado de desórden, de confusion y de tinieblas que los antiguos llamaban cáos, estado que preside al desarrollo y á la aparicion del gérmen regenerador. Mi-_ rado como la aurora de los siglos, como el

= 107 = precursor de la formacion del mundo, ese cáos no era para los sábios de la antigüedad mas que una induccion que sacaban de la genera­cion de los séres.

»A fin de haceros más comprensible la exac­titud de sus alegorías, elijamos, por ejemplo, entre todos los cuerpos de la naturaleza, el grano de trigo. Este cuerpo es á la vez causa y resultado, porque producido de un grano semejante á él, debe á su vez producir otros. Será, pues, alegóricamente considerado, ya como padre, ya como hijo: de ahí la identidad perfecta de Roro y Osiris. El grano encierra en sí la semilla; nueva identidad. Se deposita en el seno de la tierra, y esta que fué su ma­dre, se convierte en su mujer, puesto que jun­tos realizan el acto de la generacion. Véase con que facilidad se explican las alegorías de los antiguos.

»No bien se ponen en contacto los dos pode­res generadores, cuanrlo el grano se hincha y se reblandece: en seguida fermenta, se enne­grece y se descompone. (Mum·te, primer punto de la maestría.) Los elementos que le constitu­yen están en un verdadero estado de guerra, del cual es necesario que el gérmen 6 principio generador salga victorioso ó sucumba: de ahí la divisa de la banda de El.·., Víncere a~tt mo­ri. Un combate terrible se empeña entre la vida y la mu~rte, y esta triunfa: toda agrega-

= 108 = cion queda rota, y el grano cae descompuesto; consummatum est. Ya no hay aquí putrefac­cion: una vez el grano en tierra, ablanda la cubierta del gérmen para que este pueda cor­rer en sus canales, y quede libre de su prision.

»La destruccion del cuerpo está simbolizada por la guadaña de Saturno: la joya de El.·. solo es la alegoría. Esta destruccion es lo que ha hecho decir que el esposo de Rhea devora­ba sus hljos, y únicamente Júpiter (el gérmen fecundante) escapa á la muerte. Y como la di­solucion de esa mezcla rompe su agregacion, absorbe sus principios constitutivos, aniquila, por decirlo así, su facultad generadora, se ha supuesto que Saturno había privado á su pa­dre de los órganos de la generacion, y en se­guida recibe de su hijo Júpiter el mismo trato, lo cual significa que el calor vivificante se se­para de la cloaca de la descomposicion , le absorbe, se alimenta, y dá en breve la vida á un nuevo sér.

»Este sér es el gérmen que su estrecha en­voltura ocultaba á nuestros ojos, y parecia condenar á una prision peL'pétua, que se des­envuelve, se lanza, atraviesa el seno de la tierra, aparece, y su nacimiento cuesta la vida á su padre (Renacimiento, segundo punto de la maestría.)»

Tal es el fenómeno importante, el misterio inefable, verdadera llave de la naturaleza, que

= 109 = habían sabido penetrar los antiguos sábios, y de que hicieron uno de los fundamentos de su doctrina, y el argumento de sus leyendas sa­gradas, predileccion muy natural por su par­te, pues que todo en el universo está sometido á las leyes que acaban de exponerse, todo re­cuerda esa lucha eterna de los dos grandes agentes de la naturaleza, y sus victorias al­ternativas. No me cansaré de repetirlo: la vida y la muerte se reparten el dominio del mun­do, y ambas son el término: la una no puede existir sin la otra, y las dos emanan de un solo y mismo poder.

En vista de esta exposicion, es evidente que las atrocidades que tanto irritan en Saturno, Dios del tiempo, en Fedra la incestuosa, etc., no son más que enigmas interesantes que con­tienen hechos dignos de habernos sido tras­mitidos, y en los cuales seria fácil demostrar que la agricultura, esa base de las riquezas y de los imperios, cuyo conocimiento se desar­rollaba mas particularmente en los misterios de Céres, tiene en la masonería alegorías que le son propias. Ciceron decía que «en las fá­bulas y bajo apariencias impías, se encerraba un sentido físico interesante.»

Los adeptos de los antiguos misterios, acos­tumbrados á las lecciones de una moral pura, y los iniciados en las altas ciencias, debían penetrar fácilmente el sentido de los símbolos

= 110 =

ofrecidos á sus meditaciones; así, cuando eran elegidos para vengar el asesinato de Osiris, primer bienhechor de Eg·ipto, debia serles fá­cil adivinar lo que eran Typbon y sus-cóm­plices.

En efecto; ¿quién era Osiris~ El autor del bien y del órden entre los hombres. ¿Quien mata á Osiris~ Todas las pasiones humanas; la mala fé del cultivador, el fraude del negociante, la insubordinacion del soldado, la ambicion de sus jefes, la iniquidad de los magistrados, el orgullo de los filósofos, la impureza del sa­cerdocio, la impiedad de los hijos, la dureza de los padres, la infidelidad de los esposos, la relajacion de los iniciados y la ignorancia de todos . Tales eran los enemigos que habían de combatir y vencer para vengar á Osiris.

Vuestro título de caballero del águila blan­ca y negra exige que os haga conocer su sig­nificacion.

En todas épocas ha sido el águila el emble­ma de la fuerza, de la magestad y del podP,r. (8) A este título figura todavía en los símbo­los de los pueblos y de los soberanos. En len­guaje geroglífico designaba las ciudades de Heliópolis, Emesis, Antioquía y Tiro. Ya en tiempo de Ciro figuraba en los estandartes de los persas, y en la época del segundo consula­do de Mario tuvo el privilegio exclusivo de guiar las legiones romanas á la victoria.

= 111 =

El águila de dos cabezas no apareció hasta el fin del Bajo imperio, y este emblema, en tiempo de los últimos emperadores de Cons­tantinopla servía para indicar su doble domi­nacion en Oriente y en Occidente. Los empe­radores de Alemania se apoderaron de este símbolo, y de ahí pasó á la casa de Austria; por los años de 1475 el czar de Rusia adoptó igualmente el águila de dos cabezas del impe­rio de Oriente que acababa de derrumbarse.

En el gr.·. de Kad. · ., ese emblema designa la dominacion masónica en los dos hemisfe­rios, de los cuales uno está iluminado y el otro oscuro.

Id ahora, H.·. mio, á haceros reconocer por los Hh. ·. GGr. ·. Vig. ·. Gr.·. M.·. de cer.· ., presentadles el Cab. · ..

Terminado el reconocimiento, y anunciado por los GGr. ·. Vig. ·. que los signos, palabras y toques son exactos, dice el Gr.·. M.· ..

P.-Hh. ·. 1.• y 2." GGr. ·. Vig. ·., anunciad á vuestros RR. ·. Cab. ·. que en adelante reco­nozcan al muy querido H.·. N ... por Kad. · ., perfecto iniciado, Gr.·. El.·., caballero del águila blanca y nt'gra, y miembro de nuestro areópago, é invitad á unirse á vosotros y 'á mí para aplaudir esta recepcion. (Se hace al anuncio.) En pié y al órden. A mí, Cab. ·.,por el signo, por la batería. ¡Vivat! ¡vivat! ¡sem­per vivat! Sentaos, H.·. mios.

= 112 = ALocucroN.-Querido H.· ., r,einteg·rado hoy

en vuestros poderes naturales, ilustrado sobre vuestros derechos, instruido de vuestros debe­res, os hallais libre para siempre d~ preocupa­ciones y temores imaginarios y supersticiosos: aplicaos á librar tambien de ellos á vuestros semejantes. No hay virtud si no es uno útil, y el saber no se nos ha dado sino para emplear­le. Vivid en la sociedad sin dejaros corromper por ella. El hombre necesita del hombre: sí, H. ·. mio; el hombre busca al hombre y no le encuentra mas que en lógia. El moralista soli­tario puede conocer al hombre, no á los hom­bres. Estudiaos en los otros, y á los otros en vos mismo, porque no se aprende bien al hom­bre sino en sí mismo, y acordaos bieD de que no hay dicha sin humanidad: el egoísta es un mónstruo insociable. Consagrad vuestros tra­bajos al bien de vuestro país, de vuestra fami­lia, de todos los humanos, cualquiera que sean, y habreis merecido bien de la masone­ría. H.·. Gr.·. M.· . de cer. ·. conducid al Cab. ·. N ... al Oriente. H.·. Gr.·. Orad.·., teneis la palabra para responder al discurso de recep­cion del caballero N .. . Atencion, Hh. ·. mios.

El Gr.· . Orad.·. dá lectura de su discurso, que, el Gr.·. M.·. manda aplaudir y depositar en los archivos. El Gr. ·. Orad.·. dá gracias y cubre el aplauso.

El Gr.· . M.·. manda circular del modo ordi-

= 113 =

nario el saco de prop. ·. y el tronco deben.·., dando conocimiento de sus productos como de costumbre, y hace anunciar_ que se concede la palabra en bien del órden ó del areópago, despues de lo cual pasa á la

:Jc . 8

CLAUSURA·.

P.-H.·. l.e» Gr.·. Vig. ·.,~qué edad teneis~ R.-Gr.·. M.·., ya no tengo edad. P.-H.·. 1.• y 2." GGr. ·. Vig. · ., pre'Venid á

los Cab. ·. de 'VUestras Col.·. que 'VOY á cerrar el areópago. (Se hace el amlwncio. ) En pié y al órden. A mí, Cab. ·.;por el signo, por la bate­ría. ¡Vi'Vat! ¡'Vi'Vat! ¡semper 'VÍ'Vat! H.·. Cab. · ., juremos no re'Vela1· nada de lo que ha pasado en esta sesion, y propagar nuestros principios.

R.-Lo iuramos. P.-Queda cerrado el areópago. Salgamos

en paz.

RESÚMÉN GENERAL.

Ya que el R.·. ~. ·. no admite despues de él ningun grado racional; ya que consummatwm est, todo se ha acabado, porque ese grado es el complemento del simbolismo y de la maes­tría; y ya que el Kad. ·. es el coronamiento de la obra, creemos que la autoridad masónica, adoptando el régimen unitario que propone­mos, debería conceder, mediante pago corres­pondiente á las lógias BIEN ORGANIZADAS la autorizacion de conferir esto~ dos grados á los hh. ·. que fueran dignos de ellos, á saber: el R.·. ~. · ., pagando una retribucion de CIEN FRANcos y el coste de una afiliacion para 1os

· Maestros que no tuvieran este grado; y el Kad. ·.gratuitamente para los R.·. ~··.y para los antiguos 30, como una recompensa cientí­fica que el areópago académico concede á los iniciados propagadores fervientes de los prin-

= 118 = cipios de la 6rden, del progreso social, y cuyo celo debe ser incesante.

Por esta medida unitaria y racional desapa­recerían los Cap.· ., Con.·., Trib. ·. y Consist. · ., y todas esas anomalías jerárquicas y sectóge­nas, tan contrarias al espíritu, al fin y á los principios de la institucion.

DENOMINACION DEL NUEVO R~GIMEN.

Llamamos á esta innovacion, que simplifi­caria la masonería haciéndola uniforme, así como á las nnmerosas y costosas ruedas de la administracion masónica, LA. MasoNERÍA. REC­TIFICADA Y RA.CIONA.LIZA.DA..

Grato y conveniente _seria que mereciera la atencion y el estudio de los masones ilus­tl·ados.

NOTAS.

(1) Cinco siglos antes de nuestra era, queriendo Horacio Coclés oponerse á que el ejército de Porsenna pasase el puente que daba entrada á Roma, se vió obligado á ceder al número. Entonces hizo desocupar el puente por sus soldados, y mientras combatía él solo, le mandó cortar, se arrojó al Tiber, y salvó á Roma. En memoria de esta accion heróica, se formó un colegio de hombres, á la vez carpinteros y solda­dos, á los cuales fueron confiadas la guarda y conser­vacion de los puentes, con el título de pontífices (ha­cedores de puentes); su jefe se llamó Surnmus pon­

tifea;, ó Pontifea; maa;imus. (Pontífice mayor. ) Esta dignidad llegó á ser una de las mayores de la repú­blica: Julio César la solicitó y obtuvo el año 92 antrs de la era vulgar. Hasta el siglo III fué siempre una prerogativa de los emperadores; pero Doranio refiere que Graciano, emperador cristiano, rechazó en 302 el título de Soberano ponttjlce, porque pertenecía á la sopersticion de los gentiles. Mas tarde, el obispo de

= n~ = Roma, menos escrupuloso, se apoderó de esta digni­dad pagana transformándola en dignidad cristiana. Hasta el año 1090 no recibió el obispo de Roma el tí­tulo de papa (del griego pappas, padre), que le dió un concilio instituyéndole jefe de la religion católica con excluslon de otros obispos.

(2) Los ven.· . conservaron durante nueve años el goce de su dignidad. Solo hubo una excepcion; la del buen h. ·. Haussement, que habla comprado la

constitucion de la lógia los Amigos inC01'1'Uptibles, en París. Continuó siendo ven.·. durante 45 años conse­cutivos, aunque sujetándose cada afio á reeleccion . Era la lógia de Desangiers y de los alegres convida­dos de la bodega.

(3) El h. ·. Pedro Riel, marqués de Beurnonville, mariscal y par de Francia, nació en Champignolle, el1 O de mayo de l~J'52, murió en abril de 1821 en Pa­ria con el-título de representante del Gr.· . M.·. de la órden masónica; partió á la India con el señor de S uf­freo, fué nombrado mayor en la isla Borbon, elegido en 1778 Gr.·. M.·. nacional de todas las lógias de la India, y compuso allí el grado de Emperador del Li­bano. {Thory, cltron. T. I, p. 30.

(4) La serpiente de bronce, elevada en el desierto por Moisés, refrescaba el aire y curaba á los hebreos mordidos por las serpientes aladas de A frica, es de­cir, por él aire ardiente del typleon de la Etiopía. Esa

= 1~3 =

serpiente que prueba que el mitólogo ha confundido ai1·~ con airacis, foé objeto de la idolatría de los su­persticiosos judíos que sacaron augurios de ella. Se llamaba Necltusclttlta1~. Este grado tiene por palabra vuelta Johannes Ralp, superior de una sociedad reli­giosa y caballeresca, denominada caballeros de la

se1')Jiente de bronce, porque recibían á los viajeros en­fermos, á quienes asistían gratuitamente, protegién· doles de los ataques de los sarraceno&, 6 escoltándoles hasta la Palestina.

(5) «Y por una inadvertencia imperdonable, ex­clama el h.·. Vassal, cuando el candidato llega junto al presidente le da la palabra de maestro. Esta falta revela el cáos de este grado, etc .» No hay aquí falta: el h.·. Vassal tenia l!lin duda á la vista el ritual en que los Gr.·. Escoc. ·.de San Andrés no reconocen mas que los tres grados simbólicos.

(6) Los jesuitas, al apoderarse en'Lóndres, en 1646, de los rituales de Ashmole, sustituyeron al iod he­breo, principio 1mi'Oersal, jeroglffl.co natural de la uni­

dad de dios, la inicial del General de su órden (repre­sentante de dios¡ la letra G, que en 1816 interpreta­mos en los Jlrin6sojos por Generaoio1~¡ pero en este grado, una vez expurga~o de todo emblema Templa­rio, no podíamos emplear una letra introducida por los jesuitas.

('1) Pausanías describe la ceremonia del proceso

= 124 = criminal seguido cada año á la hacha del sacrificador, en la religion de Mithra, despues que ha degollado al buey. Esta antigua venganza de la agricultora era tan inocente como la de los antiguos iniciados.

(8) A los ojos de los naturalistas modernos, esta ave, mejor observada ha perdido su prestigio. «El águila, dice Barbier, se distingue de las demás aves por su voracidad y por su ferocidad. ¿Son estas cua­lidades las que la han granjeado esa reputacion ma­ravillosa, con que tan generosamente la han engala­nado los pueblos todavía en la infancia y la imagi­nacion de los poetas'? Seguramente que sf. L'os hom­bres que entonces se dejaban seducir locamente por el espectáculo de la fuerza dominando á la debilidad, pusieron en primera línea á los animales que en el círculo de su accion parecían desempeñar el papel de héroes. El águila y elleon fueron saludados como á reyes; la imaginacion les hizo sublimes en poder y en generosidad, magnánimos, temperantes, dema­siado grandes para rebajarae á encolerizarse. A fuer­za de ficciones, se hizo el ág uila un sitio en el ciclo Hízosela comensal del padre de los dioses, custodio· de sus rayos y mensajera fiel suya. Poco despues la imágen del ave de Júpiter condujo al combate las na­ciones mas valerosas de los tiem¡>os antiguos, y ocu­pó el primer puesto en las mas nobles escursiones. La ciencia ha destruido todas esas creaciones poéticas, y su frio escalpelo ha hecho descender al águila de su nebuloso pedestal; ha espiado sus costumbres en

= 12!) = nuestras casas de fieras, y la ha sorprendido en de­lito flagrante de ferocidad; ha visto que ese plco po­deroso y esas robustas garras no eran temibles mas que para los animales indefensos, como la ligera y

débil gacela, el montaraz servatillo, 6 la tímida pa­loma.»

FIN

,

INDICE.

Orden filosófico .. Grado 19.-Gr. ·. Pon t.·. etc. . 5 Grado 20.-Ven.·. M.·. advitam, etc.. 6 Grado 21.-No aquita, etc. . . . 6

Grado 22.-Cab. ·. Real Hacha, etc. . 7

Grado 23.-Jefe del Tabernáculo.. . 7 Grado 24.-Prfncipe del Tabernáculo. 8 Grado 25.-Cab. ·. de la serpiente de bronce. . 8 Grado 26.-Esc. ·. Trinitario, etc. . . . 8 Grado 2'7.-Gr. ·. Con.·. del Templo, etc. . 9 Grado 28.-Cab.·. del Sol, etc. . . . . . 9

Grado 29.-Gr.·. Ese.·. de San Andrés, etc. 10 Grado 30.-Gr. ·. El.·. Cab. ·. Kad. ·. . . . 10 Observaciones sobre este grado. . . . . 13 Ritual de Gr.·. El.·., Cab.·. Templario, etc. 1'7 Preliminares. . . . . . . . . . 1 '7 Apertura del sublime campamento.. 19 Recepcion.. . . . 23 Oracion.. . . . . 26 Primera obligacion. 2'7 Segunda obligacion. 30 Voto.. . . . . • 34 Ceremonia de mesa. • 3'7 Estatutos generales. 39

= 128 =

Oficiales que componen el Gran Campamento. . 47 De los rituales modernos de Caballeros Kad.·. 49

Invocacion. 58 Apertura. . . 63

Recepcion.. . Compromiso .. Reflexiones importantes .. Nuevo Ritual de Kad. ·. Preliminares.. . . . Disposicion de la lógia. Apertura ·del areópago. Recepcion.. . Compromiso .. Coro unicacion. Clausura. . . Resúmen general. Denominacion del nuevo régimen. Notas. . . . . . . . . . .

65 66

'11 '15 '15 '1'1 '19 83 9'1

101 115

11'1 119

121

LIBRERÍA DE MANERO, LEONA, 13.

OBRAS MASÓNICAS DR

J. M . RAGON .A.NTfGUO VENERABLE 1

FUNDADOR DE LAS TRES LÓGIAS DE TRINÓSOFOS1 BTO.

RITUAL DEL APRENDIZ MASON . l tomo, G rs.

RITUAL DEL GPADO DE COMPAÑERO. 1 tomo, 6 rs.

RITUAL DEL GRADO DE MAESTRO. 1 lomo, G rs.

El DOBLE TRIANGULO. Liturgia masónica, conleni('ndo los ri­tuales de instalacion de templos, lógias, dignatarios, bau­tismos, matrimonios y pompas fún ebres, 1 tomo, G rs.

RITUAL DEL GRADO DE R.·. ffi. ·. Conteniendo el análisis de los H grados r¡ue le preceden en el RiL.'. escocés, el an­tiguo R.· . ~· · ., 7.0 del Rit ·. francés, y el Ritual de R.· . ffi. ·. fi losófico, P.·. l\1. • ., 1 tomo, G reales.

NUEVO RITUAL DE KAO.·. Perfecto iniciado, grado filosófi~:o,

o.• y último del rito francés. Llamado tambien Gr.·. El.·. caballero uel águila blanca y negra, reemplazando al gra­do 30 templario del Rito escocés. 1 tomo, G rea'es.

Los pedidos á SALVADOR !\lANERO, RDITOn, Lauria, 82,

BARCELONA.