kayak de mar

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Aventura

Kayakde mar

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El kayak de mar o de travesía, es un deporte muy ligado a la aventura y a la naturaleza, tanto que hoy en día sigue prácticamente fiel a las raíces desde las que se creó. Los kayaks "bote de caza" se utilizaban des-

de antes de la conquista de América, y su origen se sitúa en las regiones árticas de América del Norte, donde sus creadores, las tribus Aleutianas, los utilizaban para ca-zar, pescar y realizar largas travesías. Pero el verdadero impulsor del kayak como de-porte fue el escocés John McGregor, quien emulando a las embarcaciones esquima-les, construyó en madera el famoso kayak "Rob Roy"(1865) con el que se dedicó a difundir esta nueva actividad, con libros, conferencias y travesías en ríos y mares de Europa. La popularidad se toma en Alema-

Una embarcación en medio del mar, en perfecta comunión con la naturaleza, el silencio del momento sólo perturbado por la rítmica entrada de las palas en el agua... El kayak ha sido siempre sinónimo de aventura y exploración: ¿quién no ha soñado con emular alguna de las grandes travesías marinas de Admundsen al polo Norte ?Ahora tienes tu oportunidad de empezar...TEXTO Y FOTOS: DAVID MUNILLAG



Antes de echarte a LA MAR Aprende a introducirte en la embarcación desde un muelle y luego desde la orilla. Tiene su arte.

Practica en aguas calmadas las maniobras normales de remo, y aprende a mantener estable el kayak.

Experimenta lo que es estar volteado, contén la respiración y aprende a salir de la embarcación bajo el agua. Ojo a los cubrebañeras muy ajustados y a quitarlos con guantes bajo agua.

No salgas sin haber practicado maniobras de autorescate, no es fácil subir al kayak desde el agua sin un entrenamiento.

Aprende en la orilla el autovaciado y a manejar la bomba.

Prueba todo el material antes de alejarte.

Un kayakista de travesías debe saber interpretar mapas y manejar brújula y/o GPS. No basta con llevar el móvil.

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nia gracias a la ligereza del diseño de Alfred Heurich que concibe un nuevo kayak, des-montable y de lona engomada, que permi-te un transporte sencillo y un menor coste. Características, ambas, que han persegui-do a la evolución del kayak de mar más que la de la técnica, que ha llegado casi intacta desde su origen. Y aunque la remada se per-feccionó gracias a los nuevos tipos de palas o se han desarrollado técnicas nuevas para autorescatarse, avanzar, girar, parar o retro-ceder, continúan siendo técnicas fieles a lo copiado de los esquimales. Es cierto que un elemento catapultador fue la introducción en 1927 del esquimotaje, la maniobra clave

del deporte y la llave a perder el miedo a salir a mar abierto sin temor a volcar. Hans E. Pawlatta, del Kayak Club Viena, se basó en informes de los exploradores árticos Nansen y Johansen, y perfeccionó el roll es-quimal haciéndolo más sencillo y eficiente. La maniobra quedó en la historia con el nombre de Esquimo-Pawlatta, y es hoy por hoy el “Abc” del aprendizaje del kayak. Esto unido a que los modernos kayaks son cada vez más estables y con mejor maniobrabili-dad, ha desembocado en la popularidad de un deporte cargado de tintes aventureros y con un buen bagaje literario, alimentado por las grandes travesías marinas, como las de Karl Schott, desde Alemania a la India en 1923, o las protagonizadas por los ka-yaks de las expediciones memorables de Amundsen al polo Norte o la de Byrd al Polo Sur en 1928.

EL EQUIPO ➜ Kayak: Los kayak esquimales eran de madera, huesos y piel de foca, y después de madera hasta la irrupción de los des-montables “Kepler” (patente comprada a Heurich), de madera y lona, que se vio desbancado en los 60 por los modelos de fibra de vidrio, lo que permitió construir embarcaciones con rapidez, más económi-cas y con más facilidad para reproducir las curvas, además de ser fáciles de reparar. Pe-ro el boom llegó cuando Prijon, en los 80, introduce el plástico rotomoldeado -lo que hoy abunda en el mercado- y el kayak se hizo más resistente, con mejor diseño y sobre todo apto para muchos bolsillos. De hecho el mercado actual despista al que quiera iniciarse por la variedad de modelos y fabricantes, pero en esencia hay dos mo-delos básicos: abiertos (veraniegos e inser-vibles para travesías) y cerrados (quedan

estancos con el cubre bañera). Después la elección pasa por el material, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Los más extendidos son los de plástico (prácti-camente irrompibles pero pesados para transportarlos y lentos); los que parecían que desaparecerían, los fibra, son mucho más ligeros y rápidos, con el inconveniente de que un choque con una roca los hace vulnerables (nada que no pueda remediar un poco de cinta americana); por último y aptos para un bolsillo holgado, están los de kevlar-carbono: ligeros, rápidos, bas-tante resistentes a los golpes y por ponerles una pega poco amigos del sol (el calor pro-longado los puede deformar).

➜ Pala: el siguiente elemento que tam-bién despista al iniciado es la pala, que es de doble "cuchara"- una sola pértiga con hojas a ambos lados- y que se fabrica en madera, aluminio, fibra, carbono y plás-ticos, e incluso con combinaciones entre


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estos materiales. El diseño no ha variado demasiado desde el origen, conservando las hojas en ángulo (diferentes entre 15 y 90º) para disminuir la resistencia del aire sobre su superficie. Cuantos más grados, más giro de muñeca hay que hacer. Las hojas simétri-cas son de uso recreativo y no tienen parte anterior y posterior, como tampoco tienen lado derecho o izquierdo. Son de bajo costo y bajo rendimiento. Las palas asimétricas están diseñadas para entrar eficientemente en el agua y normalmente tienen un diseño transversal cóncavo para evitar la vibración y darle estabilidad a la remada. La pala más común es la europea, con modelos de una, dos o cuatro piezas, de distintos materiales y longitudes (desde los 210 cm hasta los 240 cm, dependen de la altura del kayakis-ta) con las hojas simétricas o asimétricas y de distintas formas y áreas. La groenlandés o esquimal, es de una sola pieza con hojas muy alargadas que salen gradualmente de la pértiga y permiten cubrir buenas distancias sin hacer mucho esfuerzo. Las hojas peque-ñas suelen ser más anchas y sirven para ir

más rápidos. Las palas de río son diferentes y no son efectivas en el mar.

¡VAMOS AL AGUA!» La herramienta del kayakista es la pala,

de modo que hay que familiarizarse con ella. Para empezar colócala sobre la cabeza. Las manos deben quedar equidistantes respecto del centro, con los brazos for-mando un ángulo de 90º. La mano dere-cha será la que controle la pala (en el caso de los diestros) y la cuchara de ese lado se dispondrá de forma perpendicular a los brazos extendidos. Un buen consejo es que no se debe agarrar con mucha fuerza.

» Los hombros y el torso deben girar y mantenerse paralelos al mango del remo durante todo el ciclo de la remada. La pala “agarra” el agua desde adelante y va hacia atrás por la rotación de los hombros y por la tracción del brazo correspondiente. Al acabar la tracción, la cuchara izquierda ya estará el punto de partida para empezar un nuevo ciclo.

. . .LO IMPRESCINDIBLE � Chaleco salvavidas.

� Cubrebañera

� Gafas de sol (recomendado)

� Pito o elemento sonoro.

� Espejo pequeño (señal luminosa). � Bomba manual de achique o jarrillo ( en

invierno va genial para orinar)

� Escarpines

� Cuerda de seguridad � Ropa apropiada, principalmente un

anorak a poder ser estanco y ropa térmica.

� Limón o pastilla contra el mareo (no serás el primero).

� Guantes cómodos no absorbentes, para evitar el contacto abrasivo con el remo.

� Una mochila de hidratación

� Llena el compartimiento estanco con alguna barrita, aparejo de pesca, una linterna y ropa de abrigo, más agua de beber.



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» Es importante esforzarse por mante-ner las muñecas alineadas con los an-tebrazos, especialmente durante la fase de propulsión. Así evitarás lesiones en los antebrazos.

» Siéntate siempre con la espalda ergui-da y levemente inclinada hacia delante y nunca hacia atrás, de modo que al remar, el torso pueda pivotar cómodamente sobre la cintura. La posición debe ser confortable, y para ello las sillas de náilon llevan cinchas de regulación que recogen los lumbares.

» Las almohadillas de los pies deben descansar en los apoya pies, y las rodillas trabarse sobre los costados del kayak (usa unas rodilleras de neopreno al principio).

» Otro factor importante es encontrar el punto de desequilibrio, que depende del diseño del kayak, la masa corporal y cómo no, del estado del mar. Una cosa es que el kayak sea estable y otra saber cuándo puede zozobrar. Lo normal es que lo haga cuando nuestra cabeza supere el borde del kayak. Por ello sabremos que cuando hay oleaje y nos balancee, habrá que inclinar el cuerpo y la cabeza hacia el centro de la embarcación para desplazar el centro de gravedad hacia la base del bote.

CONSEJ02

• Transporta el kayak vacío. Te lo agradecerá el kayak, la baca y tu espalda.

• Los compartimientos secos del kayak en realidad son semisecos. Utiliza bolsas estancas. Las de basura no son buena idea y menos para la comida (traspasan el olor y los gases del plástico).

• Coloca siempre las cosas en el mismo sitio. Lo más liviano hacia las puntas del kayak y lo pesado cerca de la bañera y en la parte baja del casco. No pongas nada suelto en la bañera cabina, si vuelcas lo perderás.

• Lleva atado el remo y sujeto a la piragua.

• Enjuaga con agua dulce el kayak después de las visitas al mar. Las partes más sensibles son el timón y los pedales.

• Revisa con frecuencia los tornillos de las distintas partes del kayak. La vibración de los viajes en coche tienden a soltarlos.

• Levanta el timón antes de entrar en la orilla.

• Ojo con las orilleras (olas que rompen en último momento), un volcado sin profundidad es rozar seguro.

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31 Los kayak marinos poseen timón, lo que

nos permite corregir la dirección con un to-que de pedal y centrarnos más en la propul-sión. En un mar plato es sencillo poner proa a un punto, pero con olas la cosa cambia, ya que además de variar nuestro rumbo nos pueden poner en posiciones comprometidas (paralelos a ellas). De todos modos el timón sirve para controlar levemente los giros, y es la pala y nuestro toque lo que transfiere efectividad en la maniobra de ir a un lado y a otro, así como frenar e ir hacia atrás. La in-mediatez de un giro depende de la velocidad que llevemos y de la efectividad en la palada repetitiva que hagamos hacia lado contrario al que queramos girar. Es el giro por barrido, en el que hay que sumergir la pala lo más ade-lante posible, inclinando y rotando el busto, dibujando un amplio semicírculo de proa a popa, que terminará a 45 º respecto de la po-pa. Si le ayudamos con una leve inclinación del kayak hacia el lado interior de la curva, ofreciendo la quilla al exterior, como al tomar una curva en bicicleta, nos quedará de libro.

2 El Draw Stroke se utiliza para acercar-se a otro kayak y formar una balsa, o para acercarse a la costa o muelle. Consiste en des-plazar lateralmente el bote. Se comienza gi-rando el tronco hacia el lado al que se quiere desplazar la embarcación. Con la pala vertical y su cara inferior paralela al kayak, se arrastra hacia el kayak con la mano inferior mientras que con la superior se empuja de modo que la pala pivote sobre su centro. La mano de arriba se coloca delante de la cabeza. Termi-nada la fase de tracción y gracias a un mo-vimiento de muñecas se gira la pala inferior hacia popa y se vuelve al punto de partida por la misma línea. Es algo así como mover la pintura en un bote grande. Si con la rodilla opuesta ejercemos presión levantando sua-vemente el kayak sobre el riel para facilitar el desplazamiento, la maniobra queda de lujo.

3 Para frenar no hay más que parar la pala vertical a ambos lados y con la cuchara por la parte cóncava ofrecer la resistencia. Ir hacia atrás es tan fácil como hacerlo en

L3333LL333OBRAS33coche, hay gente que tiene más pericia que otros. Es una cuestión de práctica y de inver-tir la palada.


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